¡Entre más nos amemos y nos respetemos como

seres humanos, mayores Bendiciones de Dios,

recibiremos!.
Reflexión por JMTH.
Es totalmente cierto que los seres humanos no pensamos de una misma
manera y que cada quien posee ideas, aspiraciones y costumbres diferentes,
pero, también existe una realidad, y es que todos debemos amarnos y
respetarnos por igual.

La Palabra de Dios, que fue revelada a sus siervos, a través del Santísimo
amado de Dios, Jesucristo, nos enseña, según la Primera Carta que escribió
Juan, el discípulo amado de Jesucristo, y dice en: 1ra. de Juan, Capítulo
04:

10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a

Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en
propiciación por nuestros pecados.
11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros
amarnos unos a otros.

Algunas personas me han expresado: ¡Y!, ¿cómo yo puedo amar a tal o

más cual, que me ha hecho mucho daño, y que todo lo que trama es
para perjudicarme?.

Pues sepa usted que Jesús dijo a sus discípulos, en: Lucas 06: 27 Pero a
vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a
los que os aborrecen.

Y me respondió mi amigo con una pregunta: ¿Y que gano yo con eso?

Pues sepa usted mi amigo, que Dios está mirando constantemente a su

Creación, y Él es Omnipresente, y puede transformar su vida en total
Bendición, acorde a como usted actúe, o en castigos y desgracias, según
su comportamiento también.
¡Y!, ¿por qué Dios permite la enfermedad y la muerte temprana de
seres inocentes?.

Pues, porque Dios, fue Creador del mundo, y cuando nos creó, Dios
conocía la terquedad humana y que muchos de nosotros no íbamos a
reconocer su poder absoluto, y algunos, no guardaríamos sus
Mandamientos, siguiendo a dioses ajenos, a brujos, espiritistas,
ñáñigos y otros seres a quienes gobierna satanás; entonces, para
educarnos, permitió limitado control de las cosas en el mundo a
satanás, quien si desea muerte y destrucción en todo lo existente.

La Palabra de Dios, reafirma esto que les escribo, en Job, Capítulo

02:

1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse
delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose
delante de Jehová.
2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a
Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.
3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no
hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y
apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú
me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el
hombre tiene dará por su vida.
5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no
blasfema contra ti en tu misma presencia.

Desde el principio de la Creación, satanás ha intentado engañar a los

seres humanos y engañar hasta el propio Dios, con tal de hacer
prevalecer sus deseos.

¡Entonces!, una de las batallas que tiene el ser humano, es derrotar al

diablo que lleva por dentro, porque somos Templo del Espíritu Santo
de Dios, y satanás lo sabe, por eso, constantemente nos quiere hacer
cometer errores para que Dios, se llene de ira y nos destruya.
Satanás tentó hasta el propio Jesucristo, pero, la enseñanza está en lo
que le respondió Jesús, según Lucas, Capítulo 04:

1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el
Espíritu al desierto
2 por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en
aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre.
3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, día a esta piedra que
se convierta en pan.
4 Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el
hombre, sino de toda palabra de Dios.
5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos
los reinos de la tierra.
6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos;
porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.
7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.
8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está:
Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.
9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo:
Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo;
10 porque escrito está:
A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden;
11 y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en
piedra.
12 Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu
Dios.
13 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por
un tiempo.

La Palabra de Dios, refleja que el diablo se apartó de Jesús por un

tiempo, y esto quiere decir que satanás jamás abandona su batalla para
tentarte hacia el mal, pero, la respuesta a eso es, orar constantemente y
estar convencidos que el diablo ya fue vencido por Cristo en la cruz del
calvario y contra los que creen a Jesús, el diablo nada puede.
El diablo es un espíritu, que sí, causa efectos negativos, materiales y
espirituales, pero, Jesucristo, es el espíritu del Dios vivo, que nos da
victorias en toda batalla contra satanás.

Hasta para elegir la pareja de tu vida, la que te hará feliz en todo,

muchas veces el diablo te tenta, haciendo que elijas a la persona
equivocada, o a la que Dios no desea para tu vida. Entonces, algunas
personas expresan: No tuve suerte en la elección de mi pareja; pídele a
Dios orando, que sea El, quien te guie a la pareja compatible y si ya te
equivocaste al elegir, pídele entonces a Dios, que te ayude a enderezar
lo que hay torcido en la persona que elegiste y en tu propia persona.

Mientras sigamos obedeciendo al diablo, jamás habrá armonía entre

los seres humanos que habitamos el mundo, y no podemos esperar al
mañana para solucionarlo, porque todos vivimos, materialmente, una
sola vez.

¡Que Dios les Bendiga!. Amén.

¡Te amo como

Eres!.