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MINISTERIO DEL PODER POPULAR

PARA RELACIONES INTERIORES Y JUSTICIA


Ministro Tareck El Aissami
MINISTERIO DEL PODER POPULAR
PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
Ministra Yadira Córdova
AUTORIDADES UNIVERSIDAD NACIONAL
EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
Rectora
Soraya Beatriz El Achkar Gousoub
Vicerrectora de Desarrollo Académico
Aimara Aguilar
Vicerrector de Creación Intelectual
y Vinculación Social
Antonio González Plessmann
Secretario
Frank Bermúdez Sanabria

REVISTA COMUNES 1, mayo-octubre 2012 El contenido de los artículos firmados y las opiniones vertidas son de
Consejo Editorial  Soraya El Achkar, Antonio González Plessmann, estricta responsabilidad de sus autores y autoras, y no necesariamente
María Lucrecia Hernández, Gabriel Salazar Pineda y Josbelk González reflejan la posición editorial de ComUNES.
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derivadas, prelan idénticas condiciones.
Corrección  Maira Rojas
Fotografía  Claudia Cova y Miguel Pereira
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD (UNES)
Impresión  Imprenta Unes
Dirección: Calle La Línea, zona industrial L, Catia.Apartado postal:
Caracas 1030 – Venezuela | Caracas, mayo de 2012
WWW.UNES.EDU.VE
Presentación

La Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes) es el resultado


de un largo itinerario de discusiones, luchas y aprendizajes en los campos de la
seguridad ciudadana, la reforma policial, los derechos humanos y los procesos
educativos orientados a la transformación social. Se trata de un proyecto, nece-
sariamente inacabado, lleno de retos y aprendizajes, que viene convocando a una
diversidad de actores –académicos, activistas de derechos humanos, funcionarios
de cuerpos de seguridad ciudadana, militantes de movimientos sociales y comu-
nitarios– que, desde las particularidades de sus trayectorias y opciones de vida, se
encuentran para cumplir los objetivos de la Universidad.

ComUNES es la revista académica de este proyecto. Desde sus páginas aspira a


contribuir a los debates y elaboración de propuestas y estrategias sobre cómo ha-
cer realidad y democratizar, en la vida de la población venezolana, el derecho a la
seguridad ciudadana. La Revista opta por la socialización de enfoques y análisis
que se inscriben en una perspectiva crítica, de la que nos animamos a hacer algu-
nas precisiones:

»» Es impugnadora, ya que no sólo devela y desacredita las racionalidades y


dispositivos estratégicos que naturalizan las desigualdades y la opresión y
que, por tanto, obstaculizan la construcción de una sociedad radicalmente
democrática y un Estado social de derecho y de justicia, sino que insta a pro-
cesos de transformación y creación.

»» Es fecunda y creativa, ya que abre caminos a lo nuevo y evita la reproduc-


ción de las racionalidades que se quieren zanjar de los proyectos, programas
y políticas que el Estado o la sociedad se formulan, en su afán de transformar
la realidad.

3
4 | presentación

»» Está imbricada en procesos, ya que se relaciona de Este primer número de ComUNES está dedicado a pensar
distintas formas enriquecedoras con sujetos en lucha los procesos de reforma policial, desde las experiencias
y procesos de transformación social, todos orientados venezolana y de países hermanos. Si bien nos resulta evi-
a la búsqueda de la igualdad sustantiva y el protago- dente que las problemáticas sobre seguridad no pueden
nismo popular; a su vez, esta perspectiva crítica se asumirse a partir de una visión exclusivamente policial,
construye a partir de esta articulación. tenemos el reto impostergable de pensar esta dimensión
en clave emancipadora. La recuperación de la institu-
»» Es descolonizadora, ya que promueve los diálogos
cionalidad de la seguridad, acorde con un modelo social
Sur-Sur y el pensar desde las condiciones y contextos inclusivo, democrático y respetuoso de los derechos hu-
de los sujetos y pueblos del Sur Global, en un diálogo manos, revela una trama de tensiones y exigencias que
desprejuiciado con el Norte Global, que trasciende el deben ser repensadas contando con un componente
rol de meros comentaristas. esencial en la construcción de soluciones: los organismos
de seguridad. Lejos de querer atirantar contradicciones,
Las perspectivas que prioriza ComUNES son necesaria- pensamos que éstos deben constituirse en una fuerza
mente contrahegemónicas, ya que es notorio que en el pública profesionalizada, con los más altos estándares de
campo de la seguridad ciudadana y el control social, el calidad, capaz de poner en práctica estrategias de preven-
pensamiento conservador cuenta con mayor nivel de di- ción, de control y de investigación criminal en forma efi-
fusión y aceptación y que ha cooptado los espacios aca- ciente, capacitada para el manejo de los conflictos y para
démicos y de construcción de políticas. La privatización el uso legítimo de la fuerza en representación del Estado,
de la seguridad, el aumento de la criminalización de con- bajo el control responsable del poder político, pero cuya
ductas, el aumento de la severidad de las penas y del en- meta final y superior sea proteger al pueblo, sin discri-
carcelamiento, así como la tendencia a la policialización minación, consciente de que su saber-actuar coadyuva
de problemas sociales, son algunos de los rasgos de este a la construcción de igualdad social sustantiva. Es éste el
pensamiento hegemónico asociado a la reproducción de campo de debates del presente número.
la desigualdad y del que claramente vamos a contravía. Consejo editorial
CONTENIDO

DOSSIER
REFORMA POLICIAL
|   9   | El fin de la inocencia
Un ensayo sobre los atributos del poder policial en la calle
Jaqueline Muniz
|   35  | “¡Es la política, estúpido!”
El gobierno federal frente a la reforma policial en la Argentina
Marcelo Fabián Sain
|  65  | El criminólogo y las políticas públicas de seguridad
y control delictivo
Luis Gerardo Gabaldón
|   83  | La ley que creó la Policía Metropolitana
de la ciudad de Buenos Aires
Gabriel Ignacio Anitua
| 117 | ¿Policía de investigación?
Reflexiones sobre la naturaleza de su función y órgano de adscripción
Keymer Ávila
| 137 | Cronología de la Reforma Policial Venezolana
Soraya Beatriz El Achkar
COMENTARIOS LEGISLATIVOS
|  147  | El ámbito legislativo de la reforma policial
en la República Bolivariana de Venezuela
Alejandro Rodríguez Morales
| 151 | Comentarios a la Ley del Estatuto de la Función Policial
Cristóbal Cornieles Perret Gentil
ENTREVISTA
TARECK EL AISSAMI
Ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia
| 157 | “La violencia, evidentemente, es hija de la exclusión”
RESEÑAS
| 167 | Policía y participación
[Consejo General de Policía (2011). Policía comunal.
Conceptos, modelos, experiencias y retos]
Julio Fermín
| 170 | Repensar el quehacer policial
[Consejo General de Policía (2011). Qué es, cómo se hace y para qué sirve
el trabajo policial - 3 tomos]
María Lucrecia Hernández
| 174 | Espacios de con-versación haciéndose cuerpos libres
[Seminario Internacional de Mujeres Policías (2010). Tras la equidad de género]
Camilo Artaza Varela

DOCUMENTOS
| 181 | Declaración de Río de Janeiro
Encuentro Estratégico de Seguridad Pública y Políticas de Drogas
| 184 | Declaración de principios de la Comisión de Desarme
Comisión Presidencial para el Control de Armas,
Municiones y Desarme
| 187 | Catia, pura vida. ¡Parroquia!
Manifiesto Catiense
DOSSIER
REFORMA POLICIAL
El fin de la inocencia
Un ensayo sobre los atributos del saber policial en la calle
Jaqueline Muniz
“¡Es la política, estúpido!”
El gobierno federal frente a la reforma policial
en la Argentina
Marcelo Fabián Sain
El criminólogo y las políticas públicas de seguridad
y control delictivo
Luis Gerardo Gabaldón
La ley que creó la Policía Metropolitana
de la ciudad de Buenos Aires
Gabriel Ignacio Anitua
¿Policía de investigación?
Reflexiones sobre la naturaleza de su función
y órgano de adscripción
Keymer Ávila
Cronología de la Reforma Policial Venezolana
Soraya Beatriz El Achkar
el fin de la inocencia
Un ensayo sobre los atributos
del saber policial de calle
Jaqueline Muniz | 9-33 |
10 | Dossier Resumen  Este ensayo se beneficia de la convivencia de la autora con los policías
militares en dieciséis años de investigaciones de campo, y se inspira en las reflexio-
nes inicialmente esbozadas en su tesis de doctorado Ser policía es, sobre todo, una
razón de ser. Cultura y cotidiano de la Policía Militar del Estado de Río de Janeiro, IUPERJ/
UCAM, 1999.

Palabras clave  saber policial de calle, patrullaje, fuerza policial, pedagogía


experimental, aprendizaje informal.

Jaqueline Muniz es antropóloga. Doctora en Ciencias Políticas por el IU-


PERJ, Universidad Cándido Mendes – UCAM y Posdoctora en Estudios Estra-
tégicos por la COPPE-UFRJ. También es profesora de la maestría en Derecho
del IUPERJ, Universidad Cándido Mendes – UCAM y de Graduación Tecnoló-
gica en Seguridad y Orden Público (TECSOP), Universidad Católica de Bra-
silia – UCB. Experta en desempeño policial, criminología y narcotráfico, se
desempeñó en varios cargos en el área de seguridad pública en el estado de
Río de Janeiro y el gobierno federal, donde fue directora del Departamento
de Investigación y Análisis. Ha participado en calidad de ponente en innu-
merables seminarios y eventos internacionales, lo mismo que es autora de
varias obras, entre las más recientes están “Mandato policial na prática: to-
mando decisões nas ruas de João Pessoa” (2010), “Polícia para quem precisa
de polícia: contribuições aos estudos sobre policiamento” (2010), Policía, es-
tado y sociedad: prácticas y saberes latinoamericanos (2007) y Seguridad ciudada-
na como política de estado (2005).

jajamuniz@uol.br
El fin de la inocencia
Un ensayo sobre los atributos
del saber policial de calle
Traducido por Diego Larrique

Era su primer día de trabajo como soldado policial militar (SDPM) en las calles
de Rio de Janeiro. Ya había sido “puesto a punto” luego de haber concluido el
curso en el Centro de Formación y Perfeccionamiento de Soldados –CFAP, de la
Policía Militar del Estado de Rio de Janeiro –la PMERJ1. A primera vista, la “misión
por cumplir” era bien simple. La papeleta del servicio informaba que se trataba de
“preservar el orden público”, cumpliendo el plan de patrulla establecido para un
trecho del barrio de Copacabana, en una guarnición motorizada compuesta por
dos policías militares más.
Con todo, había algo de excepcional para el joven policía en aquello que pa-
recía ser ya una rutina para los demás PM2. Era su primera vez, ¡había que ver!
El momento ritual de su verdadero bautizo y él, bajo el ojo de sus compañeros
experimentados, aún se ocupaba de repasar el juramento hecho en el día de la
graduación y de colocar mentalmente en revista todo lo que había aprendido de
ser policía en la escuela.

1  En los términos de la actual constitución brasilera, las policías militares constituyen


“fuerzas auxiliares” y “reservas” del ejército. Su atribución es la “preservación del orden
público” y, a su vez, el ejercicio de las actividades policiales de patrulla. Las llamadas “PM”
son organizaciones policiales estadales con estructura militar y subordinadas al goberna-
dor del estado.
2  La expresión “PM” es ampliamente utilizada, dentro y fuera del medio policial, para
caracterizar tanto a la organización como a sus integrantes, independientemente de su
patente o atribución. Mientras tanto, en el uso cotidiano, se refiere a aquellos policías con-
centrados en actividades de patrullaje, los cuales pertenecen a niveles jerárquicos inferio-
res como los soldados, cabos y sargentos.

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12 | Dossier

Confiesa, muy emocionado y un tanto avergonzado, Ya circulando por las calles de Copacabana, dijo ha-
que al entrar a la policía se había dejado influir por las ber experimentado la novedad de construir, en el acto, el
películas y series de TV que alimentan nuestro sentido selectivo proceso de observación. Pero, ¿qué observar?,
común sobre el mundo policial. Una ingenuidad de inicio ¿qué debería constituir su campo de vigilancia?, ¿para
de carrera que fue gradualmente desencantada en el va- dónde mirar?, ¿dónde comienza y termina el orden pú-
gar por las calles, esquinas y callejones de la ciudad. Una blico cuya preservación le fue atribuida? Todo parecía
fantasía que fue perdiendo sus colores en los encuentros saltar a sus ojos como algo diferente, intrigante y poten-
con los distintos públicos que juró “servir y proteger”. cialmente peligroso. Todo, realmente todo, podría ser na-
Una inocencia rápidamente perdida en las interacciones, turalmente convertido en objeto de cuidadosa sospecha
no siempre con final feliz, con los diversos otros que, por y atención. En fin, cualquier cosa parecía destacarse de
medio de la dramatización de sus conflictos, se inscriben manera singular en el paisaje urbano, ahora todo estaba
y renegocian un orden público que desean y consien- bajo vigilancia: los avisos luminosos de las tabernas, el
ten que sea “policiado”. Relata convencido que, en la ruido de una sirena, el entra-y-sale de las personas en los
vida real, el trabajo de policía no admite vedettes y que bares, la familia de mendigos debajo de una marquesina,
las películas policiales, indiferentes a las complejidades el perrito volteando la basura, el hombre corriendo por
de la vida ordinaria y a la invisibilidad de los ciudadanos la acera, el grupo de jóvenes en la esquina, la mujer (¿o
comunes y sus dramas, protegen su concepción de un travesti?) arreglándose eróticamente su liguero, o el auto
“muchacho” que siempre “actúa solo” y “sin planearlo”; parado al costado con la luz interna prendida, el marido
que nunca “obedece a la ley” y que, por todo eso, se con- gesticulando de manera desmedida en un punto del au-
vierte en “un gran héroe”, siendo además “premiado con tobús, la frenada brusca en un cruce, la entrada repleta
la mujer más bonita de la historia”. de un local comercial de madrugada, el borracho giran-
A pesar de las bromas y de la “propagación de terror” do con un gran paquete en las manos. Todo parecía me-
que sus colegas “cara duras” hacían para relajarlo, el jo- recer el encuadramiento de su mirar alerta y temprano.
ven PM, en aquel día, se decía ansioso y muy preocupado Todo parecía retirarlo de una fatigante forma de espera
en hacer las cosas bien, en “ser policía sin vacilación”. rumbo al frenesí de las formas de acción. Todo parecía,
Recuerda, a las risas, que sus curtidos compañeros in- entonces, demandar el inmediato empleo de sus medios:
sistían en decirle: “No siempre funciona tanta teoría, el medio de la fuerza policial.
la práctica es otra cosa”. Una cosa, al menos, el dedica- Se preguntaba ¿cómo es imaginar la ciudad y sus per-
do “bicho” sabía: era preciso “leer las calles”, pues sólo sonajes desde la ventana de una radiopatrulla? Muchas
aprendiendo a reconocer lo que pasa en las calles él po- eran sus preocupaciones: afinar los oídos para discernir
dría adquirir el “ojo técnico” y el “faro” policiales. los “sonidos de la calle”, sus ruidos y silencios; reconocer
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y descifrar los más distintos comportamientos, códigos y en la patrulla. Concluyó diciendo que para ser un buen
lenguajes; capturar los más inesperados movimientos; policía nunca se debe parar de aprender a hacerse policía
educar la vista para ver “lo que está detrás de las cosas”, en las calles.
procurando identificar lo que antes estaba presente y Del rico e inagotable mundo policial hay algo que par-
él no veía. Era preciso ser retentivo, colocarse en movi- ticularmente intriga nuestra imaginación. Me refiero a
miento, ver y ser visto para vigilar, para poder contener un tipo de conocimiento peculiar esculpido en las calles
individuos, grupos y territorios. de las ciudades, y que, desde hace mucho, inspira la sen-
Habían muchas dudas y una perturbadora certe- sibilidad de escritores, guionistas, cineastas e investiga-
za: “alguna cosa está ocurriendo ahora en algún lugar, dores. Las ficciones, las novelas y las películas policiales
¿cómo saber y cómo anticipar?”. Mientras que el joven toman su materia prima de ese curioso saber, ora enun-
PM en su primer viaje se veía ahogado por los innume- ciado en una versión romántica y dramática, ora carica-
rables estímulos salidos de las calles, y se esforzaba por turizado a través de acciones heroicas y espectaculares.
identificar algo “anormal” en un ambiente que él mis- De hecho, ese parece ser un tipo de saber que, nacido
mo había comenzado a extrañar, sus colegas de ronda de la trivialidad de la vida ordinaria, inmerso en el dra-
parecían hacer el patrullaje displicentes, conversando ma de las violaciones vividas en lo cotidiano y expues-
animadamente sobre las cosas ajenas al trabajo policial. to a la irreductibilidad de la casualidad y la certeza, se
Y, para su propia perplejidad, fue en el exacto momento presta a toda suerte de encantamientos y fabulaciones.
en que la conversa sobre la última rueda de Pagode se Su obviedad desafía, su pragmatismo seduce, su crudeza
acaloraba que los PM más viejos paraban rápidamente el asusta, su sentimentalismo sorprende, su moralismo in-
vehículo y abordaban a dos muchachos “blancos y bue- comoda y su nostalgia conmueve.
na pinta” que caminaban discretamente por la acera. La El contacto con una especie de conocimiento salido
sorpresa no fue pequeña: los playboys estaban armados y de la urgencia de los hechos y de la demanda de otros,
portaban una buena cantidad de papeletas con cocaína. que se confunde con el hacer y la presteza del obrar, nos
Después de “reportar la novedad” en la delegación dis- hace pensar que los policías que patrullan las calles de
trital, su indagación no fue otra: ¿cómo sabían de eso? nuestras ciudades saben cosas que no sabemos o que no
La respuesta obtenida de sus compañeros fue para él tan queremos percibir. Su sabiduría es constituida aquí en
inesperada como su debut en un caso de flagrancia: “¡Ah! la esquina, día tras día, conviviendo, de una forma ex-
Eso viene naturalmente, vas a sentirlo, es sólo mirar”, plícita y sin mediación, con una dimensión volátil, có-
respondieron los colegas de la guarnición. Dijo que sólo mica, disimulada, humillante, violenta, confusa, vulne-
logró comprender enteramente lo que le fue enseñado rable, trá­gica y frecuentemente patética de aquello que
aquel día después que había adquirido más experiencia llamamos humano. Algunas narrativas policiales hablan
14 | Dossier

de la experimentación de un conocimiento elaborado a Cuando eres policía de verdad, estás siempre queriendo
partir de “lo peor de nosotros mismos”. Se reportan a un saber lo que pasa a tu alrededor. Eso está ya en las en-
saber que se constituye como un testimonio ocular de trañas de nosotros. Yo hago esto hasta en mi tiempo de
aquellas manifestaciones que preferimos privadas o que descanso. Cuando me doy cuenta estoy haciendo esto
ambicionamos siempre que las podamos esconder. Retra- hasta cuando llevo a mi mujer a pasear. Si ves un policía
tan un modo de recortar el mundo que se hace estructu- cambiando de acera, sentado en la silla atrás en el au-

rado y abierto a las sucesivas colisiones con “el lado desa- tobús, buscando una pared para recostarse, escogiendo

gradable de la vida”. Un tipo de saber en estado de alerta, una mesa al fondo del restaurant, puedes tener la certe-

siempre “preparado para lo peor” de los mundos posibles. za que él está buscando algo que esté mal, él está tratan-

Un PM, que desde hace mucho “hace de policía” de trán- do de anticiparse, y está procurando una posición para

sito, penetra profundamente en una psiquis contraída y controlar mejor la situación. Yo tengo mi manera, que
es sacarle miradas a las personas. (Sargento de PMRJ)
tensa. Un PM que intervino en escenas de asesinatos, que
preservó innumerables veces escenas de crimen y que so-
Los “mundos” que los policías de botton line visitan y
corrió víctimas de crímenes sexuales nos dice cosas que
que constituyen su propio mundo policial son presentados
sólo el dramaturgo y romántico Nelson Rodrigues tal vez
al lenguaje como difíciles de describir, duros de explicar
haya imaginado. Lo que los policías militares aprenden
y, en buena medida, desagradables de ver y de frecuentar
a conocer no está ordenado en un formato científico, no por mucho tiempo. Es preciso “tener estómago” para so-
aparece cuantificado o traducido en estadísticas, no pue- correr a un hombre anónimo caído en la calle ahogándo-
de ser demostrado con números, tablas o gráficos. Este se con su propio vómito. Es preciso asegurar la sensación
saber empujado por lo episódico, preñado por las contin- de repulsión delante de escenas en las cuales se encuen-
gencias, parece querer resistir la estandarización. Él está tran individuos mutilados, cuerpos baleados hechos co-
ahí en cada evento, en la memoria prodigiosa de cada ladores y cadáveres en descomposición.
policía. Él es parte indisociable de la trayectoria de vida y Los PM de “punta” privan de un saber que duele y que
de las experiencias individuales vividas por un personaje puede hacer doler, y que por eso, prefiere ser compartido
que debe aprender a observarnos desde un lugar en mo- con otros policías y, a veces, con familiares y su red más
vimiento (la ronda). Este tipo de saber se descubre atento próxima. Las reservas en comulgar ese saber con otras
al menor indicio de “anormalidad”. Él está en la búsque- personas –incluso las más íntimas– resultan, en parte,
da de lo que se encuentra “fuera de lugar”, él se pone en de la percepción de que ese conocimiento, en toda su des-
persecución de todo aquello que parezca, a primera vis- nudez, choca, expone las heridas y desencanta. Él trae a
ta, “incorrecto”, “indebido” e “inadecuado”. escena el lenguaje de “la desnuda y cruda realidad”, de
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la vida en sus actos de secreto y revelación, que van del dido emprendió la fuga y nosotros hicimos un cerco y
egoísmo más oportunista a la expresión más generosa de lo encerramos. Ahí, yo grite al camarada: ¡entréguese
la compasión. porque usted la cagó! Parece broma, pero ¿puedes creer
que el marginal solo, protegiéndose atrás de un poste,
Yo estaba patrullando en la plaza de Lido y vi a la novia se nos vino encima? Él insultaba y gritaba: “¡Putos, PM
de mi mejor amigo de la infancia allí con otras prostitu- de mierda!”. Mi compañero acertó en el cuello del va-
tas. Ellos estaban comprometidos. Allá donde vivimos gabundo y él cayó insultándonos. El tipo no paraba de
ella siempre se comportó correctamente, siempre fue insultarnos. Ahí le di un balazo. Él murió tratando de
honesta. A todo el mundo le gusta ella, y para todo el golpearme. Quedé muy alterado y quedé con eso en la
mundo ella trabaja de noche como acompañante de un cabeza: yo maté, yo maté. Me fui a casa nervioso. Mi mu-
anciano aquí en Copacabana. Ella no es analfabeta, ella jer me preguntó qué había pasado y yo sólo le dije que
tiene el segundo grado completo y un curso técnico de había tenido un malentendido en el trabajo. Ahí pensé
enfermería. Yo no pude creer lo que estaba viendo. Mi que si le contaba, ella se iba a quedar pensando: “Mi
amigo fue su primer novio. Cuando salí del trabajo fui marido mató a un hombre, mi marido mató a un ser
a hablar con ella. Ella me dijo que sólo estaba haciendo humano. Mi marido puede matar a alguien de nuevo”.
eso porque ella quería ayudar a mi amigo a terminar Pasé mucho tiempo teniendo el mismo sueño: el vaga-
de construir su casa. Ella lloró mucho y me pidió que bundo iba muriendo e iba apuntando el arma hacia mí.
no le contara a nadie porque estaba por acabar con esa (Sargento de PMERJ)
vida. Hasta hoy no dije nada, pero quedé por mi cuenta
En sus redes de sociabilidad, los policías distribuyen
vigilándola. No la vi más por ahí y las otras chicas dije-
y hacen circular su saber de calle de forma extremada-
ron que ella había desaparecido. Después que me hice
mente selectiva. Las situaciones reales o imaginarias de
policía comencé a ver que todo el mundo tiene un lado
tensión y peligro, aun estilizadas y ablandadas o revesti-
que quiere esconder. (Soldado de PMERJ)
das de una retórica heroica y voluntarista, son por ellos
De alguna manera, el saber policial de calle deshuma- consideradas pesadas y, hasta cierto punto, impropias
niza a aquellos que lo fabrican y contamina a los que lo a la convivencia personal. Para un tipo de saber que se
comparten. presenta como iniciático, parece ser necesario al común
de los mortales ingresar en un círculo restringido de con-
…yo no le dije a mi mujer que tuve que matar a un va- fianza. Se hace oportuno “entender el lado de la policía”
gabundo. Mi compañero y yo sorprendimos a un ele- o ser parte de su “comunidad ampliada”, adhiriendo las
mento asaltando a las personas en el autobús. El ban- estrategias de cooptación de su envolvente narrativa. Se
16 | Dossier

muestra relevante elaborar alguna dosis de complici- De hecho, el lado desagradable de la vida no se confi-
dad, cuya moneda de cambio es una cierta identificación gura como un tema de conversación placentero, causan-
com­pensatoria con los “derechos humanos del policía” do la inmediata impresión de que su enunciador poseyó
de cara a su alegado déficit de reconocimiento público. un llamado mórbido o escatológico, haciendo las veces
¿Cómo contar que casi al final del horario su radiopatru- de un ave de mal augurio. Diferentes de otros profesio-
lla fue manejada por individuos no identificados? ¿Cómo nales, los policías aprenden, en la práctica, a reprimir
contar que un antiguo compañero fue herido mortal- reacciones como asco, náuseas, vértigo o malestar en
mente en una operación especial? eventos con los cuales se enfrenta en sus rutinas. De la
misma manera, acostumbran ahorrar a los oídos de su
En ese tiempo que yo he estado en la PM creo que ya interlocutor, construyendo un tipo de conversa gradual,
pasé por todo. Ya ayudé a hacer partos, yo y mis compa- censurada y poco a poco acerca de los bastidores del día
ñeros logramos escapar a una emboscada que nos puso a día de su trabajo. Describir el auxilio a un individuo con
un marginal que yo había atrapado. Ya tuve que llevar ataque epiléptico, narrar el llevar a alguien con un cu-
mucha gente para el hospital. Ya salvé la vida de mucha chillo clavado en la cabeza al hospital, relatar un suicidio
gente. En todo ese tiempo que yo fui policía, tres compa- por ahorcamiento o retratar un tiroteo entre la policía y
ñeros de guarnición fueron abatidos por los bandidos. bandas armadas, eventos que hacen parte de la rutina
Yo estaba ahí en ese momento. El último vivía cerca de de la atención policial, requiere la introducción de filtros
mí, era un gran compañero. No regresamos a casa jun- morales y peajes argumentativos.
tos. Yo quedé pensando: ¿Qué voy a decirle a su mujer, Para los PM de bajo rango la vida recortada por los
a su hijito? Uno de esos días, yo estaba en mi día libre lentes del saber policial no acostumbra estar fielmen-
e impedí un asalto en un restaurant. Ellos eran tres y te retratada en las películas policiales, y mucho menos
provocaron al gerente. Yo estaba en la parada de auto- en las novelas y series de TV. La sordidez de su relato, su
bús y un señor gritó por socorro. Conseguí agarrarlos. “verdad”, parece no dejarse traducir plenamente en otra
No conseguí premios porque no maté a nadie. ¿Sabe lo lengua que no sea aquella de los hechos reales que ad-
que gané? Gané una úlcera, tomo remedios para la hi- vierten sobre la dureza de la vida. Y es así de tal manera
pertensión, hasta me duele la piel por los nervios que he que los policías hablan frecuentemente con ironía y un
tenido. No gané premios porque no maté. Pero no pasa cierto aire de resentimiento sobre lo que es mostrado de
nada, yo estoy con mi conciencia tranquila, mi con- su propio mundo. Un mundo que, construido dentro y
ciencia está tranquila con Cristo. (Sargento de PMERJ) vivido desde lo clandestino de nuestros mundos sociales,
es vivenciado como un “mundo aparte”, mientras en la
superficie quedan las relaciones sociales y sus razones de
el fin de la inocencia j. muniz | 17

clase, color, renta y estatus. Aún guardando cierta pre- contarme sobre uno de los días más dramáticos de su
dilección por las llamadas “películas de acción”, sus co- trayectoria profesional. Había recibido un llamado que
mentarios convergen en un mismo punto: “tiene mucho informaba de la ocurrencia de un incendio en una villa3
de fantasía, es una gran ilusión”. Una epopeya que hasta extremadamente miserable en los alrededores de Porto
quisieran copiar, transformando la realidad policial con Alegre. Llegando ya con sus compañeros, constató que el
algún glamour no sólo por la asimilación de una falsa re- incendio se propagaba con mucha velocidad por las ba-
gularidad de las acciones policiales intrépidas, sino sobre rracas construidas de madera y cartón. Inmediatamen-
todo por la adquisición de aparatos tecnológicos de últi- te los policías y las brigadas de bomberos allí presentes
ma generación exhaustivamente explorado en los trailers comenzaron el trabajo de rescate y salvamento de las
policiales. víctimas. Cuenta que lo que veía era terrible: personas
Lo que el deber-saber conquistado a través de los dis- en estado de shock, otras completamente desfiguradas
tintos tipos de patrullajes “hechos” hace con cada PM de por las quemadas, etc. Hombres, mujeres y niños grita-
forma individual es parte integrante de la pedagogía afec- ban de dolor y desespero. Su relato seguía lleno de de-
tiva de su aprendizaje informal. Se muestra perturbador talles conmovedores e impactantes. Me dijo que el fuego
para un policía el esfuerzo cognitivo de separar, por ejem- ya había tomado todo y que había poco que hacer para
plo, los sentimientos que afloran durante la exploración tratar de salvar los pocos bienes que aquellas familias
de un caso de explotación sexual infantil o un accidente poseían. Mientras seguía el dramático proceso de rescate
fatal en que están envueltos niños, de las emociones refe- y protección, una mujer visiblemente trastornada grita
ridas a sus propios hijos. Durante una visita que hice a la por auxilio y agarra a mi confidente, diciéndole que sus
Brigada Militar del estado de Río Grande del Sur, algunos dos hijos aún se encontraban dentro de la barraca. In-
años atrás, tuve una oportunidad etnográfica preciosa mediatamente todo el grupo dirigió sus esfuerzos para
al ser invitada a cenar con dos simpáticos e inteligentes salvar a los niños. Dice emocionado que a pesar de todo
oficiales superiores, en una agradable cervecería. El tema el empeño y movilización no fue posible “salvar la vida
inicial de nuestra conversa giraba en torno a los países y de aquellos dos inocentes”. Mientras trataban de entrar
a las costumbres que habíamos conocido y de los futu- a la barraca, ésta, ya totalmente tomada por las llamas,
ros viajes que nos gustaría hacer. Pero la discusión sobre comenzó a desmoronarse, hecha “un saco de papel”. En
el mundo policial era inevitable. Sabíamos que en algún ese momento oían los gemidos de los niños e, impoten-
momento pasaría.
Estimulados por mi curiosidad provocadora y por el
3  En el estado de Río Grande del Sur, las llamadas “favelas” o
papel que me daban de una antropóloga que “entiende comunidades vulnerables a riesgos sociales son llamadas “vi-
el lado humano del policía”, uno de los oficiales resolvió llas”.
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tes, observaban llorando sus rostros en llamas en medio Experiencias tan intensas como las que arriba repro-
del destrozo. Uno de los policías entró en estado de shock, ducimos pueden llevar a la lapidación de la perspicacia
comienza a gritar y va al encuentro de las llamas, sien- y el discernimiento metódico –insumos indispensables
do detenido por su compañero. La madre y los demás para el trabajo de policía de calle–, pero también produ-
familiares desesperados gritan el nombre de los niños. cen marcas profundas que se manifiestan tanto en las
Me reveló que “todos vieron los rostros de los niños en- demostraciones de solidaridad, como en la explicitación
cendidos en llamas y no pudieron hacer nada”. “Todos de una aparente frialdad y distancia emocionalmente
oímos sus últimos gemidos, hasta el más completo silen- protectoras. Funcionarios de diversas policías hablan de
cio”. Los familiares sublevados y, en medio del impacto de los estados afectivos abruptos que viven en el día-a-día en
la tragedia, no paraban de acusar a los policías de haber las calles, los cuales mezclan emociones dispares de odio y
dejado morir a sus hijos. Me contó, reviviendo la trágica piedad, desprecio y generosidad. Relatan cómo la vivencia
escena y llorando, cuán doloroso fue agarrar en sus bra- recurrente de situaciones antagónicas y a veces fatales,
zos a aquellos cuerpos carbonizados, desfigurados por el conducen a una especie de “embrutecimiento” personal,
fuego y por el carbón. Me contó que esta fue una escena la elaboración de una “concha” defensiva. Así como psi-
que ninguno de los policías allí presentes olvidó. Cerró su quiatras y médicos jurisconsultos se acostumbran a even-
relato diciendo que, al llegar a su casa, abrazó a su mujer tos extremos y decrépitos, los policías se acostumbran a
y sus hijos –que tenían la misma edad que las víctimas– y asistir y a interponerse en las malezas humanas. Y, de-
permaneció allí llorando y rezando por un largo tiempo. lante de ellas, desarrollan mecanismos de auto-defensa,
Mientras ese infeliz episodio iba siendo contado, las en los cuales se incluyen escenificaciones de indiferencia,
personas que estaban en las mesas más próximas a no- y de negación de la alteridad, igual que la teatralización
sotros se mostraban incómodas con lo que se veían obli- de un pesimismo moral y de un cinismo extrovertido. La
gadas a escuchar. A pesar de la discreción de nuestra construcción de una percepción ácida y también desbo-
conversa, aquellos que conseguían oírla, poco a poco, cada de la realidad se revela, por ejemplo, en un tipo de
perdían la concentración, el paladar y el apetito. Tra- humor amargo y provocador. En una primera mirada,
taban de hablar más alto, contar una broma graciosa e suena como una variación intencional y “políticamente
incluso cambiar las sillas y quedar cada vez más lejos de incorrecta” de las llamadas bromas de gusto dudoso, como
nosotros. Una chica que comía una pizza comenzó a te- expresión del dicho “derechos humanos para humanos
ner náuseas y se encaminó al baño. Luego de ese triste derechos” ampliamente conocido en el mundo policial
relato fuimos espontáneamente compelidos a conversar brasilero.
sobre “cosas más amenas”, como los últimos conciertos Las más variadas realidades visitadas por los policías
a los que habíamos asistido. militares durante su jornada de trabajo conforma un
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saber-hacer que procura equilibrar los extremos, que sualidad, habilitado a buscar modos y medios de acción
se capacita para lidiar con lo que se muestra como des- en ambientes de incerteza y riesgo. La experimentación
proporcional, paradójico y disparatado en nuestras con- del peligro, igual que en su pura realidad, impone a este
ductas. Un PM, con algún tiempo de patrullaje, aprende saber-práctico la construcción discrecional de decisiones
luego que las situaciones que aparentan ser menos peli- coercitivas de fuerza que se inscriben entre la exigencia
grosas y que no se caracterizan como criminales a prime- de producción de alternativas de obediencia consentida
ra vista, son precisamente aquellas que pueden explotar a un determinado pacto político-social y el riesgo siempre
con un alto grado de violencia. Luego descubre que los presente de su extrapolación en una deliberada y repro-
conflictos domésticos, de género e intrafamiliar que, en bable sujeción.
principio, envuelven actores conocidos que no poseen El deber-saber de las calles, sumergido en la idiosin-
antecedentes criminales, traen una alta carga emocio- crasia de las circunstancias, de las situaciones volátiles y
nal, suficiente para multiplicar las oportunidades reales huidizas, prima por su adaptabilidad o por su concesión
de riesgo para los involucrados y para el propio policía al improvisto. Se beneficia de alguna medida de autono-
que fue llamado para intervenir. mía creativa y de sentido de la oportunidad. En el cumpli-
Otra lección aprendida en la pedagogía experimental miento de su escala de trabajo, el PM se convierte en un
de las calles es aquella que advierte que los resultados más “haz-todo”, un tipo de especialista que se generaliza en
trágicos están también relacionados a “motivos frívolos”, la atención a las demandas de una ciudadanía que se ve
a los pequeños conflictos y a los eventos no intenciona- en riesgo, confrontando el conflicto. Porque se reconoce,
les como, por ejemplo, los accidentes de tránsito que casi y es reconocido, como la autoridad que dispone del re-
siempre producen muchas víctimas. La constatación de curso de la fuerza y está autorizada a usarla frente a todo
que las cosas de la vida siguen cursos más complejos que aquello que venga a ser considerado una amenaza a los
la lógica lineal que determina una falsa proporcionali- derechos y garantías de las comunidades vigiladas; el PM
dad entre causas y efectos –algo así como que pequeños hace el papel de partero, domador de animales domésti-
eventos generan pequeñas consecuencias– contribuye cos, mensajero, asistente social, acompañante, paramé-
para la conformación de un saber empírico que se pliega dico, conciliador, informante, psicólogo, chofer, conseje-
ante las evidencias y que es atravesado por los imponde- ro sentimental, educador y, por todo eso, agente de la ley
rables de la vida social. Un saber-obrar que se hace en el que, incluso, “combate el crimen”. La expectativa social
aquí y el ahora de los conflictos y en sus propios actos, de respuesta rápida y de presteza policiales al encamina-
en el curso mismo de los acontecimientos, delante de lo miento de soluciones para un repertorio indefinido de
que se revela como contingente. Un saber-hacer que se problemas, conduce al desarrollo de un saber-obrar que
acredita dispuesto a maniobrar con la potencia de la ca- considere y articule diversas habilidades que posibiliten
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al policía saber-ser “un poco de todo, para hacer un poco cada caso atendido, conforman el stock de percepciones
de cada cosa”. y “estratagemas” que están distribuidos entre los policías
Sin embargo, un saber que aprende a “saber colocarse de forma heterogénea, discontinua y personalizada.
en situaciones”, aunque no le guste ni un poco perder la Este saber, tratado como personal, se hace también un
autoridad de su razón, se ve compelido a asimilar las irra- saber-compañero. Sus dinámicas informales de aprendi-
cionalidades de las prácticas sociales. Se ve llevado a “dar zaje y transferencia, a veces ignoradas por los mecanis-
algún crédito” a las razones de otros que contextualizan mos informales de enseñanza, se ordenan por una ex-
las intenciones y son justificativas de sus actitudes, que perimentación conjunta de lo vivido, cuyo acceso se da
movilizan y direccionan las reacciones delante de la pre- selectivamente por la demostración de un determinado
sencia de la policía. Al “su propia forma” para responder mérito: el de merecer la confianza y el respeto de los pares,
a cualquier demanda ciudadana, ese saber tiende a pre- convirtiéndose desde ahora en “uno de nosotros”. Su pro-
sentarse, en su narrativa, como un acervo personal de cedimiento de generalización parece tener como premisa
preceptos y prácticas resultantes de un modo propio, del oculta la creencia en una naturaleza humana común,
policial, del ejercer y hacer de policía. La aplicación por representada por un sujeto moral y psicológico universal,
parte de los PM de lo que sea la “doctrina policial” está que serviría de sustrato para las vivencias particulares,
insertada en un proceso de particularización, común en confiriendo inteligibilidad y validación en su compartir.
sociedades jerarquizadas y desiguales como la brasilera, Hay otro aspecto que favorece la personalización de
que no se restringe a la personalización de lo policial, ese saber tejido en las calles. Lo es el respeto a la presta-
sino que comprende los demás actores y conflictos en los ción del servicio de policía cuyo rostro visible es el propio
cuales se insertan, así como los territorios bajo vigilancia PM que está en la esquina o circulando por un camino.
policial. En parte por eso, ese saber, que se individualiza Se trata de un servicio ambulante e individualizado, una
en el acto del habla y que se envanece de su oralidad que especie de “franquicia ocupacional” ejercida por cada
lo hace colectivo, se confunde, en buena medida, con la soldado, cabo o sargento de la policía militar colocado en
trayectoria policial de cada PM. Se trata de un saber que actividades de patrullaje. El enraizamiento del principio
persigue la singularidad, en especial la de sus portado- de autoridad legal y legítima en la vida de las personas
res, haciéndose disponible al lenguaje del sentido común –que condiciona la propia naturaleza de la policía– im-
como un testimonio de vida. Por un lado, el recorrido pone este tipo de exigencia a la realidad del trabajo po-
institucional por los diversos tipos de policías (operacio- licial de calle. Sobre esta condición, las informaciones
nes especiales, control de multitudes, radio patrullaje, (esculpidas en la inspección de las interacciones con los
emergencia, tránsito, policía montada, etc.) y, por otro, ciudadanos) y la instrumentalización de su empleo (que
el relicario de experiencias individuales construidas en se traduce en habilidades accionadas de acuerdo con la
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demanda) son usualmente percibidas y valoradas como una “lucha por el punto” entre camellos.4 Porque los PM
derivadas del “estilo personal de trabajo” de cada PM. En están todo el día en las calles lidiando con un elenco de
este sentido, la “forma de trabajar” en las calles, aún ha- situaciones supuestamente idénticas y, al mismo tiempo,
ciendo uso de las capacidades y competencias aprendi- irreductibles entre sí, ellos aprenden a saber que los fac-
das en las escuelas, adquiere, en la práctica, un ropaje tores circunstanciales presentes en cada episodio enfren-
personalizado que lleva en consideración y sobredimen- tado deben ser tomados en cuenta, so pena de multipli-
siona las características individuales del “modo policial” car la oportunidad de efectos indeseables para sí mismos,
o su personalidad, su historia de vida y sus saberes pre- para los ciudadanos y para el gobierno. Saber-oír corres-
vios, sus humores, su “carácter que viene de cuna”, su ponde a mantener un oído alerta para lo que viene del
disposición para el trabajo y, también, su afinidad con el que manda y el otro atento para lo que viene de las calles.
“tipo de policía que se es”. Para saber-obrar y “hacer lo correcto” es preciso saber
La amplia extensión moral de este tipo de saber-ser negociar el propio lugar conferido a la “autoridad poli-
tan individualizado y flexible a los clamores sociales, a lo cial”, construyendo una buena medida entre las diversas
que sea la opinión pública del momento y, sobre todo, a y conflictivas voces de mando. Parece preciso conciliar,
lo que se denomina “voluntad política” del gobernante en el caso brasilero, la ambición democrática de una
posibilita, por ejemplo, que las alternativas dispares de igualdad en derechos con la realidad de una ciudadanía
acción puedan simultáneamente convivir sin que unas atravesada por razones particularistas que evocan el “de-
se impongan a otras o sean pensadas como superiores recho a la diferencia” en un hacerse desigual.
a priori. En tanto “productos de esta sociedad que está Es evidente que ese tipo de visión del mundo no pre-
aquí” y “cumplidores de las órdenes del gobierno”, los PM tende negar la pertinencia y la propiedad del conoci-
no se ocupan de abogar la propiedad y utilidad universal miento formal o del saber escolarizado para la deseada
de sus propios modos de actuación, y mucho menos se profesionalización de la policía. La cuestión central no
muestran refractarios a otras formas de alternativas de está en la negativa deliberada de las que sean las normas
intervención, en las cuales se incluyan prácticas contro-
vertidas y heterodoxas. Imbuidos de un realismo toma-
4  Especialmente en las grandes ciudades brasileras, las ex-
do de las calles y de un saber-oír las presiones sociales y, presiones populares “camello” y (vendedor) “ambulante” se
especialmente, lo que “manda la política” de seguridad, refieren a los comerciantes de calle insertos tanto en la econo-
ellos procuran aproximar a su cota de conocimientos for- mía formal como la informal o clandestina y que venden sus
productos en bancos o puntos fijos, así como en movimiento,
males e informales de los fragmentos de realidad discon-
con alguna anuencia de las autoridades y fiscalización de las
tinuos y fugaces en los cuales son llamados a intervenir, municipalidades. Camello se origina de la palabra Camelot, que
como un asalto en una calle concurrida de la ciudad o en francés significa “vendedor de artículos de poco valor”.
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legales y las directrices políticas que conforman y validan de las circunstancias que las conforman. Si este tipo de
el universo de las prácticas policiales socialmente acepta- contextualización es frecuente en la retórica policial de
das. Sino en el modo en que los conocimientos formales calle, queda suficientemente claro para los policías prag-
elaborados y aprendidos son aplicados. En otras pala- máticos que la norma opera como una referencia para
bras, la forma por la cual el contenido de estos elementos la acción. Los desvíos y las divergencias en relación a su
prescriptivos del mandato policial considera la praxis del ejecución no son excepciones y mucho menos accidentes
policía o refleja algún orden de diálogo y convergencia de recorrido. En la calle, se “hace todo diferente” porque
con la naturaleza del trabajo policial y sus atributos in- la propia aplicación de la norma, cuya ejecución es, por
trínsecos. naturaleza, discrecional, envuelve una necesaria ade-
Así, lo que el saber policial de calle denuncia es el ries- cuación selectiva al mundo real. Lo que sea el “mundo de
go de desatención en relación a los elementos circuns- la ley” precisa ser interpretado y, a su vez, ajustado a las
tanciales a favor de un encuadramiento formal y purista diversas realidades que componen las “leyes del mundo”.
de la imposición de la ley y del orden que, en términos El curso de acción escogido para intervenir en un evento
concretos, no considera las instancias de discrecionali- particular, criminal o no, resulta de un proceso reflexivo
dad que informan al hacer real de la policía y, con eso, que considera, por lo menos, tres dimensiones esenciales
compromete su calidad decisoria (workmanship) y sus de discrecionalidad: la decisión de la ciudadanía que es-
resultados. Frente a la complejidad de la demanda de coge llamar o no a la policía; la decisión del gobierno que
sus servicios y delante de la propia realidad de un me- determina las estructuras, las capacidades y las compe-
dio (consentido y comedido) de fuerza, la policía, todo tencias policiales a la luz de sus prioridades políticas; y la
PM aprende rápidamente que las orientaciones políticas, decisión del policía que, sobre las exigencias normativas
los dispositivos normativo-legales y los procedimientos de su mandato público, escoge los medios y los modos
operacionales, mientras sean desencarnados de las expe- para actuar ante los fines de la política pública. De esta
riencias concretas del trabajo policial, tienden a ser inter- manera, el proceso decisorio policial considera la natu-
pretados como de poca utilidad. raleza, los riesgos y los peligros simbólicos asociados al
Es evidente que un saber exprimido por la ocasión, evento de intervención y, con eso, mínimamente ponde-
construido y recapitulado a cada llamado, presente una ra sobre las alternativas técnicas de acción disponibles
fuerte propensión para sobreestimar una lectura de los para la policía, la oportunidad de validación legal y de
eventos y de sus cursos. Tal vez por eso, oímos a un PM sellos políticos para esas alternativas y la posibilidad de
ponderar que, a pesar de la existencia de procedimientos aprobación o sanción de los ciudadanos sobre la decisión
estandarizados, en “situaciones particulares” la pres- tomada, sus resultados y consecuencias. En términos
cripción acaba siendo anulada o adaptada en cuenta ideales, la solución policial ambiciona ser técnicamente
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calificada, confirmada legalmente, políticamente orien- De cierto modo, este saber que aparece como una
tada y tolerada socialmente. Precisa ser razonable, preci- especie de alter ego social o, en los términos de Binner,
sa ser aceptada, precisa ser útil. como el “sino” de la sociedad, carga consigo un cierto
Un saber que se muestra vanidoso de su utilidad y tono misionario o proselitista. Su economía discursiva,
atento a todo aquello que emerge ora como prescripti- cuando es oportuno también “sermón pagano”, se en-
vo, ora como contingente no se confina a la máxima de cuentra al servicio de una “moral de la sociedad”. Ella
“la práctica (que) niega la teoría”. Hay en este saber una asegura estar “del lado correcto” y no esquiva evocar la
teoría nativa que parece poner a luz de día las expectati- conversión de sujetos a la civilidad o al “buen orden” por
vas de fabricación de una justicia que se espera “justa”. medio del control disciplinar de sus conductas e intencio-
Se identifica en este saber una voluntad de “hacer justi- nes. Este saber-dispositivo, al tener como fundamento la
cia” a los hechos, y se dice moralizadora cuando tiene la producción de obediencias, vigila y se pone en vigilancia
ocasión, o cuando es demandada a “poner correctivos”, ante la posibilidad siempre abierta de servir a la opresión,
“dar una lección de moral” o “encarrilar una conducta”. de “perder la razón” y dejarse conducir por el destemple
Llamado a producir alguna solución, aunque provisoria, de sus portadores o de los individuos sobre los cuales in-
para nuestros conflictos en este tiempo presente, el saber terviene.
policial de calle comparte un sentido sustantivo, popular Esta forma de saber-hacer para saber-ser, que se va ex-
de justicia, situándose en el hiato entre el apetito de la ley perimentando para producir respuestas inmediatas para
y la voluntad de orden. Al presentarse en litigios antes de problemas también inmediatos, revela un cierto gusto
la mediación judicial y continuar siendo movilizado más por lo que es intenso. Llamado a actuar en la emergen-
allá de sus alternativas jurídicas de solución, este saber cia de las personas, las cosas y las situaciones, este saber
accionado por las llamadas de emergencia a la policía, se se manifiesta a través de una apropiación presencial de
inscribe en la asimetría existente entre el repertorio finito la temporalidad. La profundidad de la experimentación
de las expresiones formales de legalidad y la infinidad de del presente, de lo que es inminente e impostergable para
modos de producción de legitimidad, los cuales vivifican los “otros”, está puesta para cualquier PM que patrulla la
las reglas sociales del juego de resolución de conflictos. ciudad. Ella contribuye para un recorte singular de una
Si el sistema de justicia para ser justo debe actuar “post cronología que privilegia el tiempo de los acontecimien-
facto”, la policía para hacerse justa, merecedora de su tos. Que regresa para su “hora de la verdad”, el aquí y
mandato, precisa obrar “en el acto”, no solamente an- el ahora de nuestros recelos, miedos e inseguridades, y
tes de suceder, no sólo después de acontecido, sino, es- emprende una especie de cacería por el interior de lo que
pecialmente, durante el acontecimiento que moviliza su ocurre entre el tiempo de apertura y el tiempo de cierre
atención. de una situación policial. Parece indispensable a ese sa-
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ber coercitivo, que tiene en el uso de la fuerza su divisa, “no aceptar provocaciones”, “no entrar en el juego de las
ser capaz de agenciar en el proceso decisorio la intensi- personas para no perder la razón” o la “moral de la po-
dad de su propio hacer y el de los otros. licía”.
Inscrito, por tanto, en la urgencia prescrita por aque- La “intuición policial” –expediente afectivo extrema-
llos que movilizan los servicios de la policía, ese saber que damente valorado en las calles– ora se presenta como
predice el futuro y que reordena el pasado por el espíritu un recurso decisivo rumbo a la toma de la decisión, ora
del presente, parece no poder prescindir de los atributos como una poderosa justificación frente a la actuación
no racionales, o mejor, de todo aquello que clasificamos emprendida y sus resultados. Delante de situaciones di-
en la vida ordinaria como “emocional” e “intuitivo”. La fusas o de difícil categorización, los presentimientos o el
fenomenología de la acción policial cotidiana, hace uso “sexto sentido del policía” asumen un papel decisivo en la
del mundo de las emociones como un recurso que debe conducción de los eventos. El saber “sentir la situación”
estar a su servicio. para saber-obrar no se detiene ahí donde lo que sea la
“conducta racional del policía” paraliza. Su búsqueda
Cuando el lado racional falla y el lado militar falla tam- de algún sentido que oriente la toma de la decisión sigue
bién, la gente apela a la emoción, la gente se apega a la guiada por una forma de encuadramiento intuitivo de la
intuición que todo policía tiene. (Cabo de PMERJ) realidad, que pone a su servicio un sistema clasificatorio
que distingue y jerarquiza la peligrosidad de las personas,
En la rutina del patrullaje, los policías experimentan actitudes y eventos en desarrollo, por ejemplo, lo que los
de forma densa e irregular estados afectivos dispares: se peligros simbólicos y riesgos morales u objetivos pueden
camina del más monótono tedio al más agudo estado de representar para los otros y para los propios policías. Es-
alerta y aprehensión, se asiste desde reacciones emocio- tereotipos y clichés sobre individuos, sus identidades y
nales contenidas hasta agudas manifestaciones de deses- trayectorias sociales se mezclan con definiciones jurídi-
pero. Cuando se lidia o se ve expuesto a situaciones que cas, psicológicas y criminológicas sobre las prácticas hu-
envuelven todo tipo de sentimientos, como odio, indig- manas. Entre metáforas y conceptos, este saber que vigila
nación, furia, desprecio y miedo, se desarrolla alguna toma en préstamo alegorías y racionalizaciones que pue-
economía de afecto que se demuestre capaz de promover dan venir a ser útiles y funcionales. Ni tan en el cielo ni
o autocontrolar los estados emocionales de los otros. Se tan en la tierra, los PM aprenden que necesitan saber-ser
espera, por ejemplo, que el policía se muestre habilitado “razonables”, situándose entre lo que “manda la ley” y lo
a actuar de una forma superior al descontrol emocional que se demanda como “paz social” en un contexto dado.
típico de las personas comunes en situaciones de crisis. Se observa un tipo de sociología nativa que tiene en la
Atendiendo a los hechos, eso se traduce, por ejemplo, en desconfianza previa y en la escenificación de una postu-
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ra resabiada la expresión de un circuito de intercambios “víctimas” y “agresores” típicos. Es, por excelencia, en
asimétricos entre policías y policiados, irremediablemen- este último grupo de eventos que la doble exigencia de
te moderadas por la expectativa presente del potencial o legalidad y legitimidad de la acción policial, y por con-
concreción de la fuerza. Una vez que “todos mienten a siguiente, el ejercicio de la discrecionalidad, son puestos
la policía” y “todos quieren tener (alguna) razón” parece en cuestionamiento. Principalmente en un contexto en
ser preciso poner en circulación un saber defensivo que el cual los PM de bajo rango se ven con “derechos de me-
sepa “obrar como una autoridad”, buscando mantenerse nos” y reconocen en los ciudadanos “derechos de más”.
tanto encima de las “medias verdades” como protegido En el mundo de los conflictos domésticos e interpersona-
de los riesgos de identificación con los performances de les, el llamado “factor sorpresa” se hace presente tanto
víctimas y agresores. en la actitud de los implicados como en el desarrollo de
En sus narrativas se percibe que los PM se sienten más los hechos, y adquiere, desde el punto de vista policial,
confortables y seguros en aquellas situaciones en cuya proporciones extremadamente elevadas, dificultando la
actuación se construye en oposición a un “criminal” cla- elaboración anticipada de patrones uniformes de con-
ramente configurado como tal, aun cuando en estas si- ductas esperadas y, por tanto, el accionar de acciones
tuaciones la posibilidad de resistencia violenta a la auto- policiales típicas. Esto se traduce en un problema real
ridad policial esté presente desde el principio. De hecho, de acción policial: mientras que en los choques con los
los PM se muestran más confiados en sus propios méto- llamados “bandidos” la mayor preocupación del PM es
dos y performances en aquellos episodios que son pre- la posibilidad de inacción (“hice menos de lo que podía”)
viamente clasificados como un “crimen en desarrollo”. en las interacciones con los “ciudadanos ordinarios” la
En estas situaciones, “la policía sabe lo que le espera” cuestión es la posibilidad del exceso de iniciativa (“hice
pues consiguen presumir mínimamente y caricaturizar el más de lo que debía y podía”). Ese es, ciertamente, uno de
“com­portamiento estándar” o el “modus operandi” de sus los clásicos dilemas morales vividos en el día-a-día de los
acostumbrados oponentes: “armas en manos (los crimi- policías, cuyas consecuencias y su repercusión en la so-
nales) son todos valerosos; apenas les quitas el arma y se ciedad y para el propio mandato policial son igualmente
comportan como adolescentes rebeldes”. complejas y problemáticas.
No sucede lo mismo cuando se trata de situaciones Es precisamente aquí, en este último escenario, que la
conflictivas, imprecisas desde el punto de vista penal, y intuición policial es llamada a contribuir de forma deci-
que envuelven, sobre todo, querellas entre personas co- siva. Y no sólo para reducir la inseguridad en la elección
munes o “ciudadanos de bien”. La ambigüedad, e inclu- de modos y medios de intervención, sino también para
so, el desarrollo de esos conflictos dificultan la clasifica- justificarlos delante de sus fines políticos o de la orden po-
ción anticipada de las partes implicadas en términos de licial recibida, de cara a un cuestionamiento latente o ex-
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plícito acerca de la proporcionalidad del uso de la fuerza mundo. De cierta manera, esos personajes están –como
empleada. De todas formas, delante de las resistencias a los policías– atentos a su propio “trozo” y a sus trayectos,
la mediación policial provenientes de los sujetos crimina- observando y “vigilando” la ciudad en nombre de sus pa-
lizados y de los “ciudadanos honestos” que merecerían siones e intereses. Están, cada uno a su modo, fabricando
un voto policial de confianza, el saber de calle apela intui- algún orden, autorreferido o ampliado, por medio de sus
tivamente a lo que los policías interpretan como, en sen- mecanismos informales de control y regulación. Todos
tido amplio y no siempre armónico, un “buen sentido”. ellos, invariablemente, saben lo que acontece a su alre-
En un universo en el cual la ciudadanía es jerarquizada dedor, quien entra y quien sale de sus territorios, “quién
por distintos elementos –clase, estatus, género, color, está haciendo qué” y “qué está buscando”.
orientación sexual, etc.– tener “buen sentido” puede co- Tradicionalmente, el acervo de informaciones conte-
rresponder a saber-hacer uso de un “sentido de justicia” nido en el “conocimiento del área” se caracteriza como
situacional que afirme las expectativas de igualdad en objeto de codicia de los PM. Las interacciones amistosas
derechos de los ciudadanos, considerando la desigualdad con los actores que están en las calles y las “colabora-
sólo como privilegios de su pertenencia social. ciones forzadas con la autoridad policial” de los indivi-
Otro aspecto fundamental del saber policial de calle es duos que se encuentran en el borde de la clandestinidad
su comunión o sus planes de contigüidad con otros sabe- (como los franelitas5, los camellos y los apuntadores del
res que orientan a los personajes que viven en las calles
o que están frecuentemente en las calles, transitando por
dimensiones ocultas, clandestinas, periféricas e informa- 5  La expresión “franelitas” es frecuentemente usada para de-
les de la ciudad. El llamado “conocimiento de (su) área” signar a aquellos vendedores informales que prestan pequeños
servicios a los conductores que estacionan sus carros en las
desarrollado sobre todo por las figuras que circulan de
vías públicas, tal como indicar puestos vacíos, ayudar en las
noche, como los bohemios, los porteros, las prostitutas, maniobras para estacionar y vigilar los carros. El pago por estos
los travestis, la gente en situación de calle, los jornaleros, servicios se da por libre cuenta de los conductores o, principal-
los taxistas, las bandas de jóvenes, etc., se aproxima bas- mente, por la coacción que cuenta, a veces, como sello velado
de policías o guardias municipales que fiscaliza cierta área. El
tante de aquel que va siendo elaborado por los PM. El ma-
origen del nombre resulta de una antigua práctica de uso de
peo de la territorialidad de los sujetos, de sus flujos, de sus franelas para limpiar los carros. De acuerdo con la legislación
códigos informales de convivencia, en fin, de sus disposi- brasilera la actividad del franelita puede ser interpretada como
tivos de sociabilidad, reconocimiento y aceptación, hace una contravención o “ejercicio ilegal de profesión” o también
como una práctica asociada a crímenes de “extorsión” o “for-
parte del emprendimiento de aquellos que redefinen la
mación de bandas”. En las principales ciudades brasileras la ac-
ciudad a través de sus inserciones, y que disputan sus lu- tividad informal del franelita convive con la prestación regulada
gares inscribiendo en ellos su propia forma de estar en el de este servicio, realizada por las prefecturas.
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juego de bicho6), de los que se encuentran al margen de la a ingresar en otros mundos morales y a mínimamente
vida social (como los “sin techo” y los mendigos) o de los descifrar sus sentidos para vigilar lo que serían distintos
que presentan una identidad social estigmatizada (como órdenes en que estas realidades podrían aparecer.
los “jóvenes drogadictos” y los “profesionales del sexo”), La afinidad del saber policial de calle con esos otros
constituyen una regla no escrita del trabajo cotidiano saberes ordinarios e informales pone en evidencia una
del policía. Finalmente, en la vigilancia de los otros y de importante característica común a todos ellos: la baja vi-
sus propios actos, el sentido del obrar policial está puesto sibilidad de la sintaxis producida en las calles. Construido
especialmente para aquellos que ingresan de una forma a partir de vivencias subterráneas y de las encrucijadas
ilegal, clandestina o informal en la gramática ampliada de la vida en sociedad, este tipo de conocimiento es objeto
de las calles. Esto es así de tal manera que los sujetos que de empleo y circulación restricta entre aquellos que, de
viven la ciudad en su vagar, están puestos a negociar sus alguna manera, perdieron su inocencia experimentando
“puntos” de fijación o de descocamiento y, con eso, rea- y descifrando las derivaciones de la ciudad. Silencioso
lizan, en el límite de su territorio físico y simbólico, una e inaudito, él resulta de las dinámicas de interacción y
forma de control social que es emprendida profesional- observación de actores sociales cuyos discursos, incluso
mente por los policías en todo el espacio urbano. Así, las produciendo ruidos al “buen orden”, tienen su legitimi-
representaciones y prácticas de múltiples ciudades recor- dad “bajo sospecha” por su convivencia con lo que sea
tadas por las tribus urbanas son visitadas, invitados o no, considerado el lado desregulado y potencialmente peli-
por los PM en el cotidiano de sus rondas. El trabajo diurno groso de la vida.
de patrullaje, la misión de “preservar el orden público” Para algunos estudiosos de la policía, una de las razo-
compele a los policías a cruzar las fronteras simbólicas, nes por las cuales el proceso discrecional de toma de deci-
sión sigue siendo tratado como una caja negra y refracta-
ria a la responsabilidad o la producción de accountability,
6  El “juego de bicho” es una de las prácticas de juego ilegal es el hecho de que él se centra, principalmente, en torno
más populares en Brasil. Se trata de una banca ilegal de apues- a la vida de las personas cuyas voces cuentan muy poco
tas de números que representan animales y cuyas “bancas” o
y tienden a ser tuteladas cuando ingresan en la agenda
“puntos de bicho” con anotadores o “apuntadores” de apues-
tas, se encuentran distribuidos por territorios controlados por pública7. Es raro que un PM tome alguna decisión que
los llamados “bicheros” o “contraventores”. Estos son también
conocidos como “bien-obrantes” o “presidentes de honra” de
varias “escuelas de samba” en Río de Janeiro, por ejemplo. El 7  Para una discusión sobre la dimensión política de los pro-
juego del bicho fue inicialmente creado en 1892, por el Barón cesos decisorios policiales y sus impactos en la vida de los ciu-
Viana Drummond, fundador y propietario del primer jardín dadanos, ver: Skolnick (1994 [1966] ), Bittner (1974); Muir Jr.
zoológico de Río de Janeiro en el barrio histórico de Villa Isabel. (1977), Goldstein (1977), Klockars (1985) y Manning (2003).
28 | Dossier

afecte las condiciones de vida de los miembros de las cla- para el mapeo de los individuos y de sus conductas. Un
ses media y alta. Normalmente, estos segmentos sociales trazo físico –cualquiera– adquiere una significativa im-
mejor posicionados en el mercado de la ciudadanía dis- portancia para el PM que diariamente interactúa con las
ponen de otros medios además de la policía para resolver innumerables almas anónimas que componen la masa
sus conflictos y, por eso, acostumbran a experimentar urbana. Un bigote, una voz, un olor, una cicatriz, un ca-
su interferencia, o mejor, su presencia continua, sobre bello pintado, un tatuaje, una pantomima, un gesto, etc.,
todo en la forma de control del tráfico, en los conflictos hacen parte del blanco de atención del saber policial que
y accidentes de tránsito. Con todo, para el resto de los no sólo personaliza a quien detiene, sino que también
ciudadanos comunes –en particular los pobres y la cla- procura individualizar, hasta el límite, las personas sobre
se media baja– el policía se destaca como una autoridad las cuales inclina su sospechosa observación.
investida de un expresivo poder de intervención. Lo que Este es un saber con trazos casuísticos, cuyo apetito
un PM hace o deja de hacer altera de forma más directa y de disciplina delante de las múltiples y simultáneas cau-
sustantiva sus vidas. La atención asistencial (que supone sas que circunscriben los fenómenos humanos, se apoya
una parcela significativa de los hechos registrados por la en una moral evolutiva que espera reducir la comple-
PM en Río de Janeiro), las actividades de mediación y re- jidad social y garantizarla por medio de una especie de
solución de litigios civiles y las actuaciones en episodios sobredeterminación causal. Salvo excepciones, todos los
propiamente criminales envuelven sistemáticamente al policías con los cuales conviví en mis años de investiga-
público, sobre todo aquella parcela del público compues- ción creen que ya conocieron un “tipo parecido a”, cono-
ta por los menos favorecidos que utilizan de una forma cen o conocerán aquellas personas que por casualidad se
más universal los servicios ofrecidos por la policía. convertirán en objeto de su mirar vigilante. Expresiones
Hay aún otra marca distintiva de ese saber que se como “yo creo que te conozco”, “ya te vi en algún lugar”
muestra afín e interesada en los otros saberes tejidos en o “tú me recuerdas a alguien” son expresiones de este
la vida ordinaria. Sus teorías y prácticas se alimentan del modo de conocer-a, que se hace por el control-de la rea-
apego desmedido a la minucia, se actualiza por una espe- lidad.
cia de obsesión por el pormenor, por lo que se manifiesta No se trata de un “conocimiento de hecho” tal como
como singular. Este saber confeccionado por los “ejecuti- es definido por los cánones científicos, sino de un “cono-
vos de esquina” puede ser presentado como un saber in- cimiento de los hechos”. Un tipo de saber empirista que
vasivo, de cierta forma chismoso sobre lo que sea la “na- prima la oralidad y cuya teorización no reivindica au-
turaleza humana”, porque se ocupa de los detalles más torías porque se hace colectivo en el acto mismo en que
desapercibidos. Un saber del mundo sensible que se hace se enuncia. Accede al lenguaje por el alargamiento-de y
vigilante frente a todo aquello que pueda ser relevante por la adhesión-doctrinaria-a-las vivencias compartidas.
el fin de la inocencia j. muniz | 29

Esta forma de aprehensión del mundo que pretende iden- para tener el sartén por el mango en los actos en curso y
tificar lo que está o no dentro de la “normalidad” desea- bajo intervención.
da, necesita desarrollar una memoria prodigiosa que sea Es claro que el saber factual producido por los policías
capaz de armonizar una colección de personas, cosas, lu- corresponde a un modo de mirar que, como tantos otros
gares y situaciones ya mapeadas. Las historias contadas mirares que capturan la vida cotidiana, posee algún do-
por los PM a los que tuve acceso fueron invariablemente minio etnográfico del campo de observación al que él,
narradas como epopeyas que describían, con riqueza de por ahora, se dedica. Mientras tanto, esta forma de pro-
detalles, los individuos, sus nombres y pueblos, los luga- ducción de la verdad sirve a propósitos radicalmente dis-
res, los objetos, en fin, la “mecánica de los eventos”. A tintos de aquellos que definen la antropología como un
través de analogías y extrapolaciones, se conecta aquello campo científico de producción de conocimiento.
que aún se presenta como desconocido o “sospechoso” La narrativa policial nativa tiene una finalidad polí-
tica que sesga su modo de recortar la realidad: la tarea
con lo que ya fue mapeado y clasificado. Por ese recurso
de “policiar”. En cuanto a la narrativa etnográfica, como
cognitivo, los PM procuran reducir la variedad de posi-
teoría y método, busca reflexionar sobre la realidad ha-
bilidades de comprensión abiertas por la infinidad de
ciendo aparecer los sentidos y prácticas de las represen-
detalles levantados en un conjunto finito de llaves inter-
taciones sociales, la narrativa policial trae consigo un
pretativas capaces de seguir orientando su campo de vi-
proyecto compulsorio y prescriptivo que ordena y clasi-
gilancia y su forma de actuación. Todo eso orientado por
fica al mundo por medio de una variante inquisitorial de
un saber que se mueve por un proyecto utilitario y con
“normalización”. Su instrumentalidad responde a una
fines claros: la producción de una verdad al servicio de
lógica de domesticación que se pone al servicio de una
la sospecha.
determinada ambición cognitiva –vigilar para conocer. Su
El saber policial extraído de las calles es, pues, un dis-
misión primera es la de controlar para luego comprender,
positivo que produce y afirma un tipo de poder del cual se incluyendo y excluyendo, de forma asimétrica y selec-
espera que haga uso del “argumento de autoridad” por tiva, los sujetos, sus visiones de mundo y sus prácticas.
sobre la “autoridad de los argumentos” accionada por Todo eso, a partir de una “moralidad” comunitaria que
los ciudadanos en sus conflictos. Sus signos de distinción posibilita subordinar y negociar lo que sea la “moral de
(uniforme, armamento, insignias, etc.) comunican por la historia” entre los actores sociales que se presentan al
anticipado la “llegada del policía”, esto es, la presencia alcance del mirar policial.
de un saber poder más, para saber hacer por menos (comedi- Se tiene, pues, la fabricación de un modo de conocer,
damente), que funciona como una referencia de verdad un saber policial de las calles, cuyo mirar vigilante, de
que se pone como anterior a los “hechos consumados” cierta forma panóptico, se asienta sobre la expectativa de
30 | Dossier

una verdad sustantiva. Una verdad salida de las reglas de policías como una resistencia a lo que les es ofertado
morales del juego social, que es apropiada y redefinida en las instituciones de enseñanza puede ser acreditada al
por un proceso de particularización, que incorpora la desconocimiento o desatención con lo que vivencian en
singularidad de cada encuentro con la policía, para dis- su cotidiano profesional. Cuando los PM con los que con-
ciplinar las verdades situacionales traídas por los actores viví dicen que en sus primeros días de trabajo aprenden la
en cada contexto interactivo. Posee un cierto status quo lección de “olvidar el tiempo de la escuela” ellos se están
de un universo valorativo que se acredita hegemónico refiriendo al “choque de la realidad” que experimentan
o monopolista, el saber policial, de naturaleza política y en las calles. Esto, a su vez, debe ser comprendido como
coercitiva, (re)afirma un orden, su voluntad de conocer, una crítica a los modelos pedagógicos de “instrucción”
clasificando el mundo social por la distinción de lo que o “adiestramiento” aún adoptados que siguen a contra-
es “tolerable”, “aceptado” y “normal”, de aquellas formas mano de una formación policial continua y en sintonía
de conducta interpretadas como “desviadas”, “sospecho- con las alternativas de trayectorias policiales. Tales mo-
sas” y “criminales”. Su finalidad práctica se dirige a la delos tienden a ser negligentes tanto con los saberes pre-
producción del control, aunque difuso e indirecto. vios que los policías poseen como con su capacidad de
La voluntad del saber policial es el principal dispositi- formulación de juicios críticos. Más aun, desconsideran
vo para el saber-hacer y el saber-ser policiales. Es a partir lo que es la naturaleza del trabajo de policía y el ejercicio
de ella que el PM que patrulla nuestra manzana define de su mandato en sociedades democráticas. El acostum-
sus formas de inserción como agente de la ley y el orden brado énfasis normativo de “lo que no se puede hacer”
y, por su parte, mis modos de decidir y obrar. Buscar co- deja a cargo de los propios policías la elaboración solita-
nocer lo que sea el saber policial construido en las calles ria de los propios contenidos positivos sobre los “qué”, los
es una tarea de enorme relevancia para que se pueda “por qué”, los “cómo”, los “cuándo” y los “dónde” que
comprender, de una manera más fina, como se combi- conforman sus labores. Como resultado de este abando-
nan las dinámicas informales y formales de producción no intelectual, se tiene por un lado a policías cada vez
de saberes, las cuales permiten apuntar rumbos para el más “escolarizados” y, por otro, policías cada vez menos
proceso corporativo de enseñanza y aprendizaje hacia los “educados” sobre lo que de hecho consiste su misión de
policías. Mucho de lo que se presenta en las conversas “servir y proteger”.
el fin de la inocencia j. muniz | 31

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“¡Es la política, estúpido!”
el gobierno federal frente a la
reforma policial en la Argentina
Marcelo Fabián Sain | 35-64 |
36 | Dossier Resumen  El autor desarrolla la temática de la reforma policial a la luz
de la necesaria reforma de la política. A partir de la interrogante sobre por
qué en la democracia argentina ha predominado el gobierno policial de la
seguridad pública, Sain considera varias razones por las que los sucesivos
gobiernos nacionales no fueron proclives a apropiarse de la conducción
política de la seguridad y a llevar a cabo verdaderos procesos de reformas
policiales. Evidencia la tendencia a conservar y reproducir las bases doc-
trinarias, organizacionales y funcionales de las instituciones policiales
tal como han sido estructuradas autónomamente por sus propias cúpu-
las, y discierne también sobre los costos políticos que fueron considerados
desde los gobiernos y sobre el eventual y débil consenso de la clase política
de entonces a favor de la reforma policial.

Palabras clave  intervención civil, reforma policial, Policía de Seguridad


Aeroportuaria, gestión política, seguridad pública, auto-gobierno policial,
des-gobierno político.

Marcelo Fabián Sain es doctor en Ciencias Sociales (UNICAMP, Brasil);


profesor e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), Ar-
gentina. Consultor experto internacional de Latin America and Caribbean
Sub-Regional Resource Facility (LAC-SURF), United Nations Development
Programme (PNUD), y presidente del Instituto Latinoamericano de Seguri-
dad y Democracia (ILSED), Buenos Aires. Ex viceministro de Seguridad de la
Provincia de Buenos Aires (2002) y se desempeñó como interventor (2005-
2009) de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, de que es su asesor desde
2010. Entre otros, ha publicado Los levantamientos carapintada (1987-1991)
(1994), Elementos de la Ciencia Política (2000), Seguridad, democracia y reforma
del sistema policial en la Argentina (2002), Política, policía y delito. La red bonae-
rense (2004), Seguridad ciudadana: concepciones y políticas (2005) y El leviatán
azul: policía y política en la Argentina (2008).

msain@unq.edu.ar
“¡Es la política, estúpido!”
El gobierno federal frente a la reforma policial
en la Argentina1

“¡Es la economía, estúpido!” fue la célebre frase pergeñada por James Carvi-
lle como asesor del demócrata Bill Clinton durante la campaña electoral que en
1992 lo consagró como presidente de los Estados Unidos. Cuando se aborda la
cuestión de la reforma policial en la Argentina podría emularse al famoso asesor
para destacar lo que, en verdad, no parece obvio a primera vista: los abordajes y
los desarrollos institucionales sobre las cuestiones policiales y, en su marco, sobre
las reformas de las instituciones policiales ha estado determinado por la política,
sus actores, perspectivas, intereses, acciones y estrategias, y no por las policías y
su tradicional espíritu conservador. Bien cabe, entonces, lo que da título al pre-
sente ensayo: “¡Es la política, estúpido!”.
Durante los veinte años posteriores a la instauración democrática de 1983,
el sistema policial federal2 no fue objeto de ningún tipo de reformas instituciona-

1  Versión corregida de la ponencia presentada en el Seminario Internacional “Segurança


Pública e Gobernança Democrática”, organizado por la Universidade de Brasília (UnB) y el
Núcleo de Estudos sobre Violência e Segurança (NEVIS) y llevado a cabo en Brasilia, Brasil,
el 24 y 25 de noviembre de 2011.
2  Hasta la primera década del siglo XXI, el sistema policial federal argentino estaba com-
puesto por una policía y dos fuerzas de seguridad. La Policía Federal Argentina fue creada en
diciembre de 1943 y fue puesta en funcionamiento en 1945. Constituía un cuerpo policial
civil armado que cumplía funciones de policía de seguridad y judicial en el territorio de las
provincias y en la Capital de la Nación, dentro de la jurisdicción del gobierno nacional.
La Gendarmería Nacional Argentina fue creada en julio de 1938 y conformaba una fuerza
de seguridad militarizada que tenía como misión el desarrollo de servicios de policía de
seguridad y judicial en el ámbito federal dentro de las zonas de seguridad de fronteras, así
como la custodia de objetivos estratégicos, y ejercía también otras funciones de policía pre-

37
38 | Dossier

les. Lo que primó fue, más bien, la conservación de las de nuevos parámetros organizacionales y a inaugurar
bases doctrinarias, organizacionales y funcionales de las nuevas modalidades de trabajo policial.3 Se trató así, de
policías y fuerzas de seguridad federales, tal como se ha- la primera institución policial federal creada en demo-
bían estructurado históricamente, bajo la égida de los di- cracia y también de la primera reforma policial llevada
versos gobiernos autoritarios que le fueron dando forma a cabo a nivel federal desde aquella instauración demo-
como organismos estatales de represión, y la abstención crática.4
política a intervenir en la vida institucional de estas or- Por su parte, a fines de 2010, el gobierno nacional
ganizaciones durante los períodos democráticos. creó el Ministerio de Seguridad y se inició una gestión
Esta tendencia conservadora y abstencionista se que- gubernamental de impronta reformista que se manifestó
bró cuando en febrero de 2005 el gobierno nacional creó contraria a la gestión policial de la seguridad e inició una
una nueva institución policial federal, la Policía de Seguri- estrategia institucional de fortalecimiento de la conduc-
dad Aeroportuaria, y la puso bajo la conducción de una in- ción política de la seguridad y de las propias instituciones
tervención civil. Esta novel institución se formó con los re- policiales.
cursos humanos, operacionales e infraestructurales de la Ahora bien, tanto la puesta en funcionamiento de la
vieja Policía Aeronáutica Nacional que funcionaba en la Policía de Seguridad Aeroportuaria como la creación del
esfera de la Fuerza Aérea Argentina y que estaba atrave- Ministerio de Seguridad constituyeron verdaderos quie-
sada por profundas deficiencias y prácticas corruptivas. bres institucionales a un estilo de gestión política de la
Desde entonces, la intervención civil inició un proceso
de reestructuración institucional que se extendió hasta
3  He abordado este proceso en Sain, 2011a.
2010 y que no sólo estuvo orientado a depurarla de los
4  Cabe señalar que, a partir de la normalización de la Policía
efectivos y sectores refractarios al cambio institucional
de Seguridad Aeroportuaria acontecida en 2010, el proceso re-
ordenado por el gobierno, sino especialmente, a dotarla formista que le dio origen fue abandonado y, si bien no se ha
iniciado una contra-reforma manifiesta, han comenzado a des-
puntar prácticas tradicionales y conservadoras propias de las
ventiva ante la alteración del orden público a nivel nacional. La policías antiguas y que están claramente reñidas con las bases
Prefectura Naval Argentina fue creada en 1969 en reemplazo de doctrinarias, organizativas y funcionales establecidas durante
la antigua Prefectura Nacional Marítima existente desde el siglo los años de la Intervención Civil. Ello no sólo ocurre entre el
XIX, y constituía una fuerza de seguridad encargada de prestar personal policial sino, principalmente, entre su conducción
el servicio de policía de seguridad de la navegación y el servi- civil (Sain, 2011a). Ahora bien, el abandono del proceso refor-
cio de policía de seguridad y judicial en mares, ríos, canales y mista iniciado en 2005 se está perpetrando ante la indiferencia
demás aguas navegables, en las costas y playas marítimas, así de las autoridades del Ministerio de Seguridad, lo que resulta
como labores de policía de seguridad en el mantenimiento del particularmente contradictorio debido a que estas autoridades
orden público a nivel nacional. vienen desarrollando una gestión de clara impronta reformista.
“¡es la política, estúpido!” M.F. sain | 39

seguridad pública signado por el desgobierno político, la tuciones altamente centralizadas, macro-cefálicas, rígi-
policialización de la seguridad y el autogobierno policial. das, fuertemente imbuidas de una perspectiva belicista
Pues bien, cabe preguntarse: ¿por qué en la demo- y asentadas en el principio de la ocupación territorial y
cracia argentina ha predominado el gobierno policial la vigilancia de las personas como eje funcional articu-
de la seguridad pública?, ¿qué razón hubo para que los lador de la misma (Mocca, 2011). Además, más allá de
sucesivos gobiernos nacionales no fuesen proclives a sus plexos normativos y de sus funciones formalmente
apropiarse de la conducción política de la seguridad y a reconocidas, estas policías se fueron conformando como
llevar a cabo procesos de reformas policiales?, ¿por qué dispositivos estatales de gestión de conflictividades en cuyo
ha primado la tendencia a conservar y reproducir las marco se proyectaron como instrumentos de control polí-
bases doctrinarias, organizacionales y funcionales de las tico interno y como, instrumentos de disciplinamiento so-
instituciones policiales tal como han sido estructuradas cial de los sectores subordinados y excluidos, todo ello al
autónomamente por sus propias cúpulas?, ¿no será que servicio de los gobiernos de turno. Se constituyeron en
el gobierno policial de la seguridad aportó beneficios po- recursos de gobernabilidad del poder o, dicho de otro modo,
líticos tangibles a los gobiernos políticos?, o ¿los costos de en policías del poder.
una reforma policial fueron considerados muy elevados Desde la instauración democrática de 1983, en el
y, por ende, políticamente insoportables?, ¿qué ha ocurri- ámbito gubernamental o parlamentario federal de la Ar-
do para que se hayan producido rupturas institucionales gentina, nunca se abordó ni se debatió el rol institucional
a las tendencias tradicionales?, ¿por qué, cuando existió, de las policías en la democracia ni las bases organizati-
el consenso de la clase política a favor de las reformas po- vas, doctrinarias y presupuestarias que debían adoptar
liciales, ha sido tan débil y efímero? Intentemos dar cuen- o tener para el cumplimiento de sus funciones. Cuando
ta de estos interrogantes. en 1991 se llevó a cabo el debate parlamentario que an-
tecedió la sanción de la Ley 24.059 de Seguridad Interior,
1. Desgobierno político y autogobierno policial mediante la cual se establecieron las bases del sistema de
planificación, coordinación, control y apoyo del esfuerzo
En la Argentina, las policías y fuerzas de seguridad fede- nacional de policía tendiente a garantizar la seguridad
rales tradicionales –esto es, la Policía Federal Argentina, interior, no se hizo ningún tipo de alusión a las misiones,
la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval Argenti- funciones y organización de la Policía Federal Argentina,
na– se fueron estructurando históricamente bajo el mo- la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval Argen-
delo decimonónico de las Fuerzas Armadas de nuestro tina. Estos aspectos siguieron regulados por las normas
país y, en ese marco, adquirieron ciertos parámetros de orgánicas de estas instituciones, las que fueron mayori-
carácter tradicional que las fueron convirtiendo en insti- tariamente formuladas y aprobadas durante los gobier-
40 | Dossier

nos dictatoriales que se sucedieron desde los años 40. Asimismo, el desgobierno político implicó la dele-
Asimismo, ello tampoco ocurrió cuando en 2006 se creó, gación, a las cúpulas policiales, de la formulación y re-
en el ámbito federal, la Policía de Seguridad Aeroportua- producción de las bases doctrinarias, organizacionales
ria mediante la Ley 26.102 de Seguridad Aeroportuaria.5 y funcionales de las propias instituciones policiales, así
Este vacío político e institucional no ha sido casual. como de la conducción institucional y operacional de las
Se ha correspondido con una modalidad particular de mismas. En razón de ello, la autonomía policial también
gestión política de la seguridad pública que ha estado implicó el auto-gobierno policial (Sain, 2008).
signada por el desgobierno político y la delegación de dicha Así, durante las últimas tres décadas, la total ausen-
gestión a las cúpulas policiales. Gobernar la seguridad cia de abordajes y debates institucionales –gubernamen-
implica establecer un cuadro de situación de las conflicti- tales y parlamentario –sobre las policías, sus funciones y
vidades y problemáticas delictivas existente en un cierto sus parámetros organizacionales y doctrinales en el régi-
espacio; determinar las prioridades para las interven- men político democrático, y las tendencias recurrentes a
ciones sobre las conflictividades y delitos; llevar a cabo delegar en esas instituciones el gobierno de la seguridad
las estrategias institucionales tendientes a actualizar y pública y a habilitar el autogobierno policial, permitie-
modernizar los dispositivos normativos y organizaciona- ron que, las prácticas y concepciones institucionales que
les de gestión institucional de la seguridad; y, finalmen- se fueron estructurando en su interior y que, a lo largo
te, desarrollar las estrategias sustantivas sobre aquellas de la última dictadura, se ampliaron y profundizaron, se
conflictividades y delitos tendientes a controlarlas me- reprodujeran sin atenuantes desde la instauración de-
diante su prevención, conjuración e investigación. En la mocrática y durante el último cuarto de siglo.
democracia argentina, estas labores no fueron desempe-
ñadas por las autoridades políticas sino que fueron enco- 2. La persistencia de la continuidad:
mendadas y transferidas a las instituciones policiales, ya dilema de los costos comparados
sea de manera manifiesta o tácita. Y éstas las llevaron a
cabo de acuerdo con los criterios, orientaciones y moda- En el desarrollo institucional democrático de la Argen-
lidades de intervención autónomamente formulados por tina, la pauta normal de abordaje y gestión política de la
sus cúpulas institucionales, dando lugar a una suerte de seguridad pública ha sido la continuidad del esquema
policialización de la seguridad pública. tradicional signado por el desgobierno político y la poli-
cialización de la seguridad y por el autogobierno policial.
Las experiencias reformistas en materia de seguridad y
5  Publicada en: Boletín Oficial de la República Argentina, Bue- policial han sido excepcionalísimas, se produjeron en un
nos Aires, 22 de junio de 2006. contexto político específico y tuvieron un desarrollo es-
“¡es la política, estúpido!” M.F. sain | 41

trecho y acotado en tanto cambio organizacional de al respecto es un tanto acotada debido a su permanente
gran porte. desinterés e indiferencia por las instituciones policiales,
La clase política criolla se apropia de una percepción por el desarrollo efectivo de sus labores y por su configu-
más o menos cierta de las actividades concretas desarro- ración doctrinaria y organizacional.
lladas por las policías en nuestro país y, en ese marco, Sin embargo, pese a aquellas anomalías, los sucesivos
conoce de una manera aproximada sus arbitrariedades gobiernos nacionales no han emprendido procesos inte-
y abusos en el uso de la fuerza y de la configuración de grales y persistentes de reforma policial. La mayoría de los
verdaderos dispositivos estatales ilegales mediante los cua- gobernantes han descartado de antemano toda estrate-
les regula un conjunto de actividades criminales de alta gia de reforma policial,7 lo que parece haber respondido a
rentabilidad y protege a los grupos delictivos que las lle- un conjunto de razones sustantivas e instrumentales.
van a cabo.6 También sabe de las crecientes deficiencias
que detentan en el desarrollo de las labores de control de
7  La experiencia reformista más amplia que se llevó a cabo
la criminalidad y del deterioro y la precarización laboral
en la Argentina no se desarrolló en la esfera federal sino en
del grueso de los policías operativos, aunque su sapiencia la Provincia de Buenos Aires. Ella se inició en diciembre de
1997 con la Intervención Civil de la Policía Bonaerense, la po-
licía más grande de la Argentina –en la época contaban con
6  El dispositivo policial de regulación del delito constituye un unos 45.000 efectivos, mientras que en la actualidad hay unos
verdadero dispositivo estatal ilegal y, en cuanto tal, configura 58.000 efectivos–. Esta intervención duró hasta marzo de 1998
una estructura integrante del Estado que lleva a cabo algunas y en su marco se establecieron los parámetros institucionales
de sus labores esenciales. Iván Briscoe señala que estos disposi- del nuevo sistema de seguridad pública y policial bonaerense.
tivos constituyen un verdadero Estado paralelo, una “combina- Posteriormente, durante las gestiones ministeriales encabe-
ción de autoridad política formal (incluyendo el Estado de De- zadas por León Carlos Arslanián –la primera se desenvolvió
recho, una forma de representación pública, ciertos derechos entre abril de 1998 y agosto de 1999 y la segunda entre abril
cívicos y una clara jerarquía de autoridad) con una estructura de 2004 y diciembre de 2007–, se llevó a cabo un proceso de
de poder informal que ha surgido de las entrañas del Estado, reestructuración funcional, organizacional, profesional, edu-
que está orgánicamente ligada al Estado, y que, por ende, sirve cacional y doctrinario de amplia envergadura. También se lle-
a sus propios intereses sectoriales o institucionales en combi- varon a cabo procesos reformistas pero de menor amplitud y
nación con redes del crimen organizado”. Por cierto, no apunta profundidad en la Provincia de Santa Fe y en la Provincia de
a suplantar la presencia territorial del Estado sino que desarrolla Mendoza en 1998 y 1999, respectivamente. Por fuera de estas
modalidades diversas de control de las actividades criminales experiencias, en el resto de las provincias no se llevaron a cabo
que regula “valiéndose del proceso de formulación de políticas, procesos reformistas más o menos significativos. Ahora bien,
prefiriendo subvertir la política no a través de la influencia di- las reformas policiales santafecina y mendocina fueron inme-
recta sobre el proceso de toma de decisiones, sino de la porosi- diatamente revertidas por el mismo gobierno o por el que suce-
dad de las estructuras políticas y judiciales existentes” (Briscoe, dió a la administración reformista, respectivamente. En ambos
2008). casos, se impuso rápidamente un esquema institucional tra-
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En lo sustantivo, la razón fundamental radica en que, acompañadas de detenciones masivas– sobre barriadas
para los gobiernos, sean éstos de derecha o de centro-iz- populares estigmatizadas socialmente como zonas peli-
quierda, la policía, tal como está organizada y cómo des- grosas hasta la represión indiscriminada, las torturas, los
pliega sus labores, aun con sus anomalías, deficiencias apremios, los fusilamientos y las desapariciones de per-
e ilegalidades, constituye una herramienta políticamente sonas pertenecientes a los estratos pobres y marginales
útil para la gobernabilidad de las conflictividades, es decir, un de nuestra sociedad.8 En este contexto, la policía acciona
dispositivo gubernamental eficaz en la gestión política de las punitivamente de manera exclusiva sobre los sectores
conflictividades que resultan gravitantes en la vida política y marginalizados de la población, es decir, sobre las perso-
social de nuestra sociedad. nas sin poder y por hechos burdos y hasta insignificantes, lo
En primer lugar, la policía es la principal herramien- que provoca una “distribución selectiva en forma de epi-
ta institucional del sistema de seguridad pública para la demia, que alcanza sólo a quienes tienen bajas defensas
vigilancia y disciplinamiento social de los sectores urbanos frente al poder punitivo y devienen más vulnerables a la
altamente marginalizados para los cuales, salvo algunas criminalización secundaria” (Zaffaroni, 2000: 9).
excepciones recientes, no ha habido políticas sociales de En segundo término, la policía configura un instru-
inclusión. Este disciplinamiento comprende una combina- mento de descriminalización e impunidad fáctica a través del
ción de acciones simultáneas que abarcan desde la vigi- cual deja fuera de la selección criminalizante a un am-
lancia y las intervenciones compulsivas –generalmente, plio espectro de delitos y delincuentes que comprenden
desde los delitos corporativos y los delitos de cuello blan-
co cometidos por la mayoría de los grandes empresas y
dicional signado por el desgobierno político, la policialización los sectores dominantes hasta los hechos de corrupción
de la seguridad pública y el autogobierno policial. Asimismo,
llevados a cabo por autoridades gubernamentales o bajo
la reforma policial bonaerense fue desandada y revertida por
las administraciones gubernamentales que le siguieron, dando su protección. (Massoni, 2011; Simonetti, 2010). De este
forma a sendos procesos de contra-reforma policial. El primero modo, mediante el accionar de la policía o a través de su
fue encabezado por el gobernador Carlos Ruckauf entre diciem- abstención, diversas modalidades de delitos del poder no
bre de 1999 y enero de 2002, mientras que el segundo fue lide-
son generalmente objeto de la selección criminalizante
rado por el gobernador Daniel Scioli desde diciembre de 2007
y perdura hasta la actualidad. En ambas administraciones, se predominantemente manipulada por la policía. En la Ar-
delegó el gobierno de la seguridad en la policía provincial, se le gentina, este conjunto de problemáticas criminales tiene
garantizó a ésta amplios márgenes de autonomía institucional
y se encubrieron sistemáticamente sus abusos y sus estrechas
vinculaciones con ciertas empresas criminales mediante las 8  Al respecto y apenas en referencia a los últimos años, véan-
cuales la institución estructuró un sofisticado dispositivo de se: Centro de Estudios Legales y Sociales (2008: cap. 2; 2009:
autofinanciamiento ilegal. caps. 2 y 3; 2010: cap. 3; 2011: caps. 2, 3, y 4) y Pita (2010).
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una estrecha y dinámica imbricación con la vida social y de una porción de la renta generada por ese conjunto de activi-
económica legal y con ciertos circuitos de poder institu- dades criminales protegidas, afrontando, entre otras cosas,
cional, en particular, con determinadas agencias policia- la insuficiencia presupuestaria que en general padece la
les, judiciales y con algunos sectores políticos y guber- institución.9
namentales. Se trata de emprendimientos criminales que En definitiva, en la Argentina, durante los últimos
irrumpen en la política y en la economía, y que “tienen años, estas modalidades policiales de gestión de las con-
una entidad y un alcance suficiente como para poder ac- flictividades se han reproducido y ampliado sin atenuan-
tuar en estos ámbitos e impulsar un uso ilegal del poder” tes aún bajo la égida discursiva de gobiernos progresistas.
(Simonetti, 2010: 1-2), manteniendo un manto efectivo Y en ello reside, pues, la disposición de éstos por conser-
de invisibilidad social y política y, por ende, de invisibilidad var el sistema policial vigente así como el consecuente
institucional garantizada por el impulso descriminalizante rechazo a los procesos reformistas. Sin dudas, los réditos
fáctico de la policía. obtenidos por medio de esta modalidad eficaz de gestión poli-
En tercer lugar, la policía lleva a cabo con eficacia cial de las conflictividades existentes han sido sustancialmen-
una modalidad de control del delito mediante su regulación te superiores a los costos generados por los desmadres institu-
ilegal. Ésta ha implicado un conjunto de acciones ten- cionales que pesan sobre la institución policial pero que, hasta
dientes a ejercer la salvaguarda y protección de ciertas ahora, resultaron episódicos y acotados.
actividades delictivas altamente rentables, en especial, Ciertamente, esta ecuación perversa sólo se explica si lo
aquellas estructuradas en torno de los mercados ilegales que realmente tiene valor para los gobiernos es su estabi-
de drogas, de personas para su explotación sexual y labo- lidad y legitimidad política y no la calidad institucional del
ral y de autopartes de vehículos robados, tan extendidos sistema gubernamental abocado a la gestión de los con-
en la Argentina en la última década. En verdad, este ac- flictos y, más importante aún, al bienestar de la ciudada-
cionar institucional ha constituido una forma de gestión nía, en particular, de los sectores sociales más pobres y
del delito a través de un pacto manifiesto con los grupos carenciados, que son los que padecen más significativa-
criminales en el que se acuerda cómo y cuándo se llevan a mente tanto la violencia delictiva como la violencia ilegal
cabo las actividades ilícitas permitidas o impuestas, esto del propio Estado.
es, se establece cuánto delito se tolera a los fines de que el
negocio se desenvuelva o prolifere sin que se ponga en
tela de juicio el dominio material y simbólico de la policía 9  En la Argentina, un factor determinante para la expansión
de estos emprendimientos criminales ha sido la tutela y protec-
en el territorio y sin que ese vínculo ilegal adquiera visi-
ción policial a los grupos delictivos y la regulación de dichos em-
bilidad social o política. Igualmente, con ello, la institu- prendimientos. Al respecto, véase: Latorraca, Montero y Rodrí-
ción policial se ha autofinanciado a través de la apropiación guez (2003) y Dewey (2011).
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En este contexto, los procesos reformistas o las accio- estrictamente enmarcada en aquellos contextos críticos
nes gubernamentales tendientes a revertir las tenden- que cercenaban la situación política de los gobernantes.
cias tradicionales de policialización de la seguridad y au- Vale decir, nunca se trató de una decisión estratégica
togobierno policial fueron excepcionales y se produjeron asentada en la necesidad de llevar a cabo reformas ins-
exclusivamente en medio de situaciones políticas críticas titucionales tendientes a conformar un sistema de segu-
derivadas de acontecimientos de violencia o hechos co- ridad pública adecuado a la gestión democrática de los
rruptivos producidos o encubiertos por las policías y en conflictos o a modernizar a las instituciones policiales a
las cuales los decisores gubernamentales consideraron los fines de convertirlas en organizaciones eficaces en el
que dichas acciones o acontecimientos ponían en tela control de los delitos dentro de un sistema democrático.
de juicio su estabilidad, su legitimidad y/o su desarrollo Ahora bien, cuando la dirigencia política y los go-
político.10 Siempre se trató de una decisión extravagante y biernos se allanan a considerar la reforma policial, la
vislumbran como un proceso institucional extremadamente
dificultoso y atravesado por una serie de obstáculos instru-
10  En abril de 2004, el presidente Néstor Kirchner impulsó
la designación de León Arslanián como ministro de Seguridad mentales mayormente considerados como insuperables y
en la Provincia de Buenos Aires cuando interpretó que la se- que, en gran medida, derivan de la existencia de estruc-
guidilla de secuestros y asesinatos producidos en el Conurbano
Bonaerense así como el reclamo de los sectores medios a favor
de una respuesta “dura” a la inseguridad, esmerilaban su legi-
timidad política. En febrero de 2005, Kirchner también llevó a por un grupo de integrantes del sindicato “Unión Ferroviaria”
cabo la creación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria como asistidos por barrabravas contratados para la ocasión, así como
respuesta al denominado “caso Southern Winds” que tuvo una resultado de los asesinatos de un residente paraguayo y una re-
amplia repercusión pública. En sucesivos embarques aéreos de sidente boliviana provocados por el accionar policial durante la
la compañía aerocomercial argentina Southern Winds, se ha- ocupación pacífica de un sector del extenso Parque Indoameri-
bía transportado una enorme cantidad de cocaína hacia Espa- cano ubicado en Villa Soldati, al sudoeste de la Ciudad de Bue-
na. Esta empresa recibía subsidios estatales y estaba estrecha- nos Aires. Estos hechos sensibilizaron a la opinión pública y
mente vinculada al secretario de Transporte, Ricardo Jaime, un produjeron una demanda de intervención del gobierno justo en
funcionario allegado al propio Kirchner. Toda esa operatoria la antesala del inicio del año electoral. A nivel provincial, unos
había tenido una manifiesta cobertura de la Policía Aeronáuti- años antes, en diciembre de 1997, el Gobernador Eduardo Du-
ca Nacional, dependiente de la Fuerza Aérea, y ello hizo que el halde decidió intervenir con un funcionario civil la Policía Bo-
mandatario decidiera desarticular esta policía y crear la Policía naerense y respaldar la reforma de dicha fuerza durante la ges-
de Seguridad Aeroportuaria. En diciembre de 2010, la presiden- tión ministerial de León Carlos Arslanián, luego de la derrota
ta Cristina Fernández creó el ministerio de Seguridad y designó electoral de su sector político unos meses antes. Los desmadres
al frente del mismo a Nilda Garré, dirigente y funcionaria de producidos en esa policía incidieron en el resultado electoral y
marcada impronta reformista, como consecuencia del asesi- ponían en tela de juicio la viabilidad de la proyección de Du-
nato del joven militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, halde como candidato presidencial por el Partido Justicialista.
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turas de gestión política de la seguridad pública endebles y político-institucional especializado en la dirección y adminis-
deficitarias. tración de las policías. Históricamente, las funciones de
En primer lugar, los gobiernos no cuentan con un dirección superior y administración general de las policías
diagnóstico institucional integral y adecuado de las policías. fueron ejercidas por sus mismas cúpulas mediante am-
Existe un profundo desconocimiento de su cultura ins- plias y complejas estructuras de apoyo, sin ningún tipo
titucional, de sus basamentos doctrinarios y de sus mo- de injerencia político-institucional externa. El desarrollo
dalidades predominantes de concebir e interpretar su de estas labores de conducción requiere de una estructura
trabajo, sus funciones, el rol de la policía, el gobierno y organizacional y de un equipo funcionarial amplio, diversi-
la sociedad; de sus enrevesadas tramas organizacionales, ficado y especializado en cada una de las diferentes ta-
estructuras de mando, dispositivos operacionales; de sus reas que abarcan. Y su estructuración no se logra apenas
modalidades de trabajo concreto, de sus acciones preven- con un cambio normativo u organizacional meramente
tivas e investigativas y del impacto de éstas sobre la situa- formal, sino que implica un esfuerzo financiero significa-
ción de seguridad; de su infraestructura operacional, edi- tivo, una estrategia instrumental adecuada para vencer
licia, comunicacional, informática, de movilidad; de su las inevitables resistencias burocráticas y de una tempo-
estructura de personal, su distribución organizacional, ralidad extensa.
su formación y capacitación, sus carreras profesionales y En tercer lugar, existe un profundo desconocimiento gu­
sus condiciones laborales; y de sus mecanismos de super- bernamental –y político– acerca de las prácticas y mecanis-
visión y control. Todos estos aspectos constituyen un ver- mos corruptivos de la policía. Los gobiernos –y la dirigencia
dadero agujero negro para el saber institucional de la diri- política en general– ignoran los extendidos y sofistica-
gencia política argentina acerca de las policías. En gran dos intersticios institucionales mediante los cuales en
medida, ello ha resultado de la consideración política de el grueso de las policías han montado un “dispositivo
que todo esto es un asunto de los Comisarios o jefes poli- corruptivo articulado en función básicamente de la re-
ciales sobre el que los gobiernos políticos nada tienen que producción de un sistema de recaudación ilegal de fon-
ver y en los cuales no deben inmiscuirse. Tampoco se han dos provenientes de actividades irregulares o delictivas
hecho esfuerzos por conformar dispositivos instituciona- protegidas o reguladas por la propia institución policial
les de gestión integral del conocimiento organizacional o algunos de sus sectores o grupos integrantes” (Véase
y funcional de las policías. Por cierto, los gobiernos no Sain 2010a; Sain, 2010b; Latorraca, et al., 2003; Dewey,
tienen en cuenta que no se puede reformar aquello que no 2011). Existe un presentimiento generalizado acerca de
se conoce detalladamente. la existencia de sobornos, retornos y peajes en la vida
En segundo término, los gobiernos no poseen ni han institucional de la policía que derivan tanto de la corrup-
hecho esfuerzos por conformar un dispositivo de gestión ción institucional o cupular como de la corrupción regulato-
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ria del delito.11 No obstante, se ignoran los detalles y la en- licía12 y, por ende, generaría una contestación extorsiva
vergadura real de la corrupción policial entendida como y probablemente violenta de los sectores policiales más
práctica/dispositivo; las acciones institucionales mediante conservadores.
las cuales se reproduce; las condiciones que la favorecen; En cuarto término, los gobiernos, aunque no tengan
el uso y distribución que se hace de los fondos apropia- una noción acabada de lo que es e implica una reforma
dos ilegalmente, inclusive, el financiamiento de parte de policial, vislumbran que constituye un proceso institucio-
las deficiencias presupuestarias que pesan sobre la insti- nal complejo cuyo desarrollo no le reportaría ningún tipo
tución; y el impacto que todo esto tiene en el desarrollo de rédito político tangible e inmediato. Esa complejidad deri-
institucional de la policía. Y, en ese marco, se desconoce va de dos cuestiones fundamentales. Por un lado, se trata
que, en lo sustantivo, las resistencias y acciones desestabi- de un proceso de temporalidad larga, es decir, que requiere
lizantes interpuestas por los núcleos más activos de la policía de un desarrollo institucional extenso en el tiempo y que
a los procesos reformistas responden casi exclusivamente al esa temporalidad ciertamente superaría la duración de
interés por preservar y reproducir esos dispositivos corrup- su propia gestión gubernamental. Por otro lado, confi-
tivos que le aportan una enome cantidad de fondos de origen gura un proceso institucional atravesado por un amplio
ilegal. Lo que sí saben los gobiernos es que todo proceso nivel de incertidumbre y con resultados y efectos inciertos,
reformista implicaría inevitablemente la visibilización y por ser intangibles y difícilmente medibles. En definitiva,
desarticulación de los dispositivos corruptivos de la po- para los gobiernos, la reforma policial no constituye un
emprendimiento político atractivo.
11  En el primero de los trabajos citados anteriormente he dis- En suma, para el mundillo político, la reforma policial
tinguido dos modalidades de corrupción policial. En primer lugar, configura un proceso intrincado, difícil, caro, seguido
“la ‘corrupción institucional o cupular’, materializada en una
de respuestas extorsivas y sin réditos políticos a la vista,
amplia trama de acciones llevadas a cabo por los estratos supe-
riores de la policía responsables de la administración general y mientras que la policía está ahí, labora cotidianamente,
de la ejecución presupuestaria de la misma”, y que “comprende no hay que crearla ni dotarla de medios y, además, está
hechos que van desde los actos de cohecho y malversación de presta a resolver los problemas de gobernabilidad secto-
fondos públicos hasta las diferentes modalidades de sobornos,
rial que tanto deslumbran a los políticos.
dádivas o compensaciones dinerarias o materiales siempre de-
rivadas de actores o empresas vinculadas a la labor policial,
entre lo que despuntan los ‘retornos’ provenientes de los pro- 12  Ello no sólo supondría la ruptura de los negocios crimina-
veedores del Estado”. Por otro lado, “la ‘corrupción regulatoria les altamente rentables que son protegidos por la policía sino
del delito’ basada en el control, la complicidad o la protección también la posibilidad cierta de que algunos –o muchos– je-
policial de ciertas actividades delictivas altamente rentables y fes o efectivos policiales comprometidos o intervinientes en el
cuya expansión y consolidación tiene a dicha regulación como dispositivo corruptivo terminen acusados penalmente y hasta
condición estructural necesaria e indispensable” (Sain, 2010a). encarcelados.
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Para los gobernantes, cuya gestión es constantemen- vados de la gobernabilidad policial de los conflictos y que
te escrutada y examinada por la sociedad, los opositores los obstáculos instrumentales resultantes de un proceso
y los medios de comunicación, sus orientaciones y deci- reformista.
siones políticas están determinadas por la factibilidad y
utilidad de las políticas y estrategias que viabilizan, así 3. Nueva policía y reforma policial
como también por la eficacia simbólica de las mismas.
En la Argentina, la reforma policial implica la construcción
Como lo destaca Garland, sus decisiones “están fuerte-
de nuevas instituciones policiales a partir de la reestructura-
mente determinadas por la necesidad de encontrar me-
ción de las viejas policías. Se trata de un complejo proceso
didas efectivas y populares que no sean visualizadas por
de construcción de nuevas policías con los dispositivos y re-
el público como signo de debilidad o como un abandono
cursos humanos, organizacionales, financieros y funcionales
de las responsabilidades estatales”. Es por ello, que las
de las viejas policías.
iniciativas políticas de los gobiernos en materia de segu-
Las policías actuales son organizaciones arcaicas
ridad “son frecuentemente reactivas, desencadenadas
e inadecuadas para el desempeño eficaz de las labores
por eventos particulares y deliberadamente partisanas”
institucionales que demandan las problemáticas de la
y, por lo tanto,
seguridad pública y, en particular, frente a los desa-
… tienden a ser apasionadas e improvisadas, construi- fíos derivados de las actividades de control de los delitos.
das en torno a casos impactantes pero atípicos y a estar La transformación del fenómeno criminal en nuestro país,
más preocupadas de ajustarse a la ideología política y a signada por el crecimiento de los delitos, de la violencia
la percepción popular que al conocimiento experto o a criminal y la consolidación de modalidades complejas de
las capacidades comprobadas de las instituciones (Gar- criminalidad organizada, impone nuevos retos al Esta-
land, 2005: 192). do. Uno de ellos es el de conformar y poner en funciona-
miento servicios policiales altamente especializados en la
En un contexto así, las rupturas reformistas sólo han prevención, conjuración e investigación de los delitos en
sido contempladas cuando fueron inevitablemente nece- todas sus manifestaciones. Sin embargo, las bases doc-
sarias. Y ello ocurrió cuando, ante situaciones políticas trinarias, las estructuras organizacionales, las dinámicas
críticas, los costos políticos –electorales, de legitimidad funcionales y las prácticas institucionales de las policías
y/o de estabilidad– que debían afrontar los gobernan- existentes resultan, en general, anacrónicas frente a la
tes por mantener y reproducir el desgobierno político, la transformación del fenómeno criminal. Son ineficientes
policialización de la seguridad y el autogobierno policial en el desempeño de sus labores e ineficaces en la pres-
eran significativamente mayores que los beneficios deri- tación del servicio de seguridad que tienen formalmente
48 | Dossier

asignado. Tal como en la actualidad se estructuran y de- ma integral de control interno de los abusos y la corrupción
sarrollan sus labores, constituyen agencias institucional- policiales. Y, por otro lado, debían implicar la reestructu-
mente inviables. ración del sistema de formación y capacitación policial. Con
Ahora bien, en este complicado contexto, existen dos alguna ingenuidad, se postulaba que estas mudanzas
cuestiones que han permanecido soterradas en la pers- organizacionales en materia de control interno y edu-
pectiva política –y también académica– de la reforma po­ cación policial irían a disparar procesos de reestructura-
licial. En primer lugar, no se ha desandado conceptual ción organizacional y doctrinaria que permitirían la arti-
e institucionalmente en qué consiste la reforma policial culación de nuevas prácticas institucionales en la policía
como proceso de cambio organizacional complejo. Y, en se- (véase Sain, 2010c: 56 y ss.).
gundo lugar, no se ha indagado sustantivamente cuáles Más recientemente, se ha extendido en ciertos ám-
son las condiciones de desarrollo y profundización de los pro- bitos políticos y en determinados medios periodísticos,
cesos institucionales reformistas. una concepción cosmética de la reforma policial que la li-
mita a un conjunto de discursos y divulgaciones institu-
3.1. ¿Qué es la reforma policial? cionales favorables a producir cambios en la policía. Se
califica como reforma policial el repudio a la corrupción
Durante los últimos años, se ha abusado del concepto y al autogobierno policial y la reivindicación de la con-
de reforma policial para hacer referencia a procesos o in- ducción política sobre la policía, pero sin que esa narra-
tervenciones que, en verdad, no parecen constituir jus- ción enmarque o sea acompañada por acciones efectivas
tamente una reestructuración policial. Al interior de las tendientes a traducir esos designios en cambios insti-
propias instituciones policiales, ha primado una visión tucionales concretos sobre la organización y el trabajo
incrementalista asentada en la consideración de que la re- policial. Ello configura una suerte de declamacionismo
forma policial consiste básicamente en el aumento de los reformista sin cambio institucional. También se le llama
recursos humanos, operacionales y infraestructurales de reforma policial a la mera formulación de estrategias y
la institución tal cual está, es decir, sin postular cambios planes de cambio institucional que en escasas ocasiones
en la organización y en el trabajo policial concreto. son objetos de implementación y evaluación, o lo son
Fuera del ámbito policial, en la esfera política se im- parcialmente y de manera acotada en sus alcances y/o
puso una visión progresista que identificó a la reforma po- en su temporalidad, dando forma a un recurrente formu-
licial con un conjunto de cambios orientados a la detec- lacionismo reformista.
ción y/o reducción de las prácticas abusivas y corruptas que Por cierto, ampliar las bases organizacionales de las
caracterizaban a las instituciones policiales. Por un lado, policías actuales y reproducir sus prácticas no es una
esos cambios se limitaban a la conformación de un siste- reforma policial. Tampoco lo es la conformación de un
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dispositivo de control policial ni los cambios en el siste- 1. Las funciones de la institución policial y del trabajo poli-
ma educativo policial. Y, más allá de las buenas intencio- cial, esto es, la labor institucional efectivamente des-
nes, la declaración política y la formulación de planes de empeñada por la policía mediante la determinación
intervención sobre la policía de ninguna manera cons- de las misiones institucionales fundamentales de la
tituyen por sí mismo una reforma policial sino que son misma.
apenas una manifestación de voluntad y un proyecto
2. La organización policial, dada por la estructura orgáni-
institucional.
ca de la institución policial en su conjunto y los dis-
Una reforma policial configura un proceso diversifica-
positivos procedimentales de la misma, todo ello en
do y complejo de reestructuración doctrinaria, orgánica y
función del perfil funcional adoptado y del desarrollo
funcional asentado en un conjunto de cambios institucio-
de las labores básicas de dirección y administración,
nales13 producidos en cinco dimensiones fundamentales:
por un lado, y de operaciones policiales, por el otro.

13  Los cambios institucionales de una reforma policial impli- 3. La profesión policial, que abarca la modalidad de in-
can mudanzas en cuatro niveles básicos. En primer lugar, cons- greso el ingreso institucional; los derechos, deberes,
tituyen cambios normativos orientados a la reformulación de las obligaciones y prohibiciones del personal policial; el
bases jurídicas del sistema policial en todo lo atinente a las leyes,
escalafón policial y sus respectivos agrupamientos y
decretos reglamentarios, resoluciones y disposiciones consti-
tutivas y/o regulatorias de la estructura orgánica, funcional y especialidades, la carrera profesional del policía y sus
doctrinal de la policía o algunos de sus aspectos o instancias perfiles básicos; los grados jerárquicos; el ejercicio de
componentes. En segundo término, configuran cambios organi- la superioridad; la ocupación de los cargos orgánicos,
zacionales tendientes a reconvertir la estructura organizativa del
las promociones y ascensos; el sistema de evaluación
sistema policial en lo relativo al conjunto de los organismos, de-
pendencias y/o unidades de dirección y administración, opera- profesional; el sistema de selección, el régimen de ha-
tivas y de apoyo de la policía, o de algunos de sus componentes, beres y los subsidios; las licencias y las franquicias;
así como a sus autoridades, composición y demás aspectos or- los reclamos y recursos, y el cese en la relación de em-
gánicos-funcionales. En tercer lugar, constituyen cambios proce-
pleo, entre otros.
dimentales basados en la reestructuración de los procesos y pro-
tocolos procedimentales del sistema policial mediante los cuales la
policía en su conjunto y sus diferentes componentes orgánicos acción y hábitos prácticos desenvueltos por los integrantes del
específicamente desarrollan y ejecutan las misiones, funciones, sistema policial en el desempeño de sus actividades y labores; y
labores y tareas institucionales. Y, finalmente, en cuarto tér- a los basamentos simbólicos –cultura institucional– comprensivos
mino, suponen cambios funcionales asentados en la reestructu- del conjunto de concepciones, valores e interpretaciones que
ración de las prácticas institucionales del sistema policial en todo sustentan los integrantes del sistema policial acerca de la se-
lo atinente a dos aspectos fundamentales, esto es, a las rutinas guridad pública, sus problemáticas, la institución policial, sus
institucionales expresadas en el conjunto de modalidades de labores y su inserción en la misma.
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4. La educación policial, constituida por los diferentes pa- institucional de la situación doctrinaria, organizacional y
rámetros e instancias de formación de base y de capa- funcional de la vieja policía que será objeto de la rees-
citación profesional de la institución policial. tructuración y a partir de la cual se iniciará el proceso
de cambio institucional. Y, en ese marco, ese diagnósti-
5. El control policial, materializado en los dispositivos y
co debe ser muy preciso en cuanto a las funciones, or-
procedimientos de control funcional de abusos y ac-
ganización, profesión, educación y control policial, ya
ciones corruptivas así como de evaluación de desem-
sea referido a las bases normativas y orgánicas de estas
peño y de impacto del trabajo policial.
dimensiones y, principalmente, a las prácticas institu-
Estas dimensiones son las instancias estructurantes de cionalizadas que se reproducen cotidianamente en cada
la institución policial y, en consecuencia, un proceso de una de ellas. Por otro lado, debe suponer un diseño se-
reforma policial supone el rediseño y reestructuración de cuencial debido a que cada una de esas dimensiones debe
las mismas. ¿Qué funciones va a desarrollar la policía?, ser bosquejada y formulada sobre la base del contenido
¿qué tipo de labores se va a llevar a cabo para cumplir con de la dimensión inmediata anterior.
las funciones policiales?, ¿qué clase de dispositivo organi- El punto de partida es el diseño del perfil funcional de la
zacional es adecuado para el desarrollo de aquellas fun- policía, es decir, las funciones básicas que debe desarro-
ciones y labores policiales?, ¿qué tipo de profesión policial llar la policía y las diferentes especialidades policiales resul-
resulta apropiada para el diseño funcional y organizacio- tantes de esas funciones. De esto deriva todo lo demás. El
nal de la policía?, ¿cuáles deben ser las bases educativas diseño del perfil organizacional de la institución dependerá
adecuadas a la formación y capacitación necesaria para del espectro de funciones institucionales formuladas en
el perfil funcional, organizativo y profesional de la poli- la fase anterior. Si bien no existe un modelo universal-
cía?, ¿qué tipo de mecanismos y dispositivos de control mente válido de organización policial, las alternativas de
funcional son los ajustados al perfil funcional, organiza- diseño organizacional dependerán del conjunto de fun-
tivo y profesional de la policía y, en particular, al tipo de ciones que la institución va a desarrollar. No todo esque-
trabajo policial concreto que se lleve a cabo? Estos inte- ma organizacional resulta adecuado para el desarrollo
rrogantes dan cuenta de los ejes de una reforma policial. de determinadas funciones. Es decir, la matriz organiza-
El puntapié inicial de este proceso es el diseño institu- cional de la policía dependerá del conjunto de funciones
cional de la nueva policía, es decir, la elaboración del pro- que la policía debe afrontar en su vida institucional. A
yecto institucional de cambio organizacional. Para ello, es partir de ello, y sólo a partir de ello, es posible llevar a
necesario tener en cuenta dos condiciones. Por un lado, cabo el diseño del perfil profesional de la policía en cuyo
la formulación del modelo de nueva policía debe tener marco se deberán establecer los diferentes agrupamientos
como punto de partida un claro y adecuado diagnóstico o escalafones y sus correspondientes carreras profesionales,
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todo ello como resultado del tipo de especialidades fun- ción y capacitación, y ello sólo es posible diseñarlo una
cionales y organizacionales determinadas en las fases vez que se hayan elaborado los perfiles profesionales de
previas. No hay modalidades de profesionalización po- la policía. Finalmente, se debe llevar a cabo el diseño del
licial que sean universales, agnósticas e independientes perfil de control de la policía. El sistema de inspección, fis-
del tipo de policía que se pretende conformar desde el calización, evaluación y juicio administrativo del traba-
punto de vista funcional y organizacional. Esto es, el tipo jo policial es también específico y diferenciado según las
de profesionalización depende del tipo de policía adop- especialidades. En efecto, las potencialidades, incentivos
tado –distinguido por especialidades y agrupamientos. y condiciones habilitantes de prácticas o actos funciona-
De ello, surgirán concretamente los agrupamientos y/o les de carácter abusivo o corruptivo derivan del tipo de
escalafones y las carreras correspondientes a ellos, con trabajo policial articulado según las especialidades pro-
sus propios grados jerárquicos, modalidades de ejercicio fesionales.
de la superioridad, sistema de ascensos y promociones, Pues bien, para que este esfuerzo de diseño institucio-
sistema de selección y de evaluación profesional, y régi- nal sea viable, el proyecto institucional de nueva policía no
men laboral.14 En la secuencia siguiente, debe hacerse el debe ser exagerado, es decir, debe responder a las condi-
diseño del perfil educacional de la policía. Los parámetros ciones de posibilidad del cambio institucional previsible.
y modalidades de formación y capacitación policial son Si existiera una brecha considerable entre el proyecto
específicos y dependen del perfil profesional de cada es- institucional y las condiciones de desarrollo del cambio
pecialidad. Las destrezas y competencias profesionales institucional, el proceso reformista podría fracasar.
de base y continuas son diferentes de acuerdo con esos Sin dudas, como se dijo, el aspecto fundamental del
perfiles profesionales especializados, o sea, cada especia- que debería partir el proceso institucional de cambio está
lidad policial requiere de un tipo especializado de forma- dado por el diseño del perfil funcional de la nueva policía.
Y ello debería asentarse en una suerte de minimización
14  Por ejemplo, un policía de seguridad preventiva desarro- funcional tendiente a instituir la problemática delictiva
lla un conjunto de labores sustantivamente diferente del que como eje funcional estructurante de la policía, posicionando
desarrolla un policía de seguridad compleja abocado a la iden-
el control de los delitos, es decir, la prevención, conjuración e
tificación y conjuración de organizaciones criminales comple-
jas. El policía de seguridad preventiva puede especializarse, a investigación de los delitos,15 como las únicas labores insti-
su vez, en diferentes labores, tales como patrullaje o control
preventivo, mantenimiento del orden público u operaciones
especiales. Cada una de estas especialidades deben componer 15  La prevención comprende las acciones policiales tendientes
agrupamientos y/o escalafones diferenciados en cuyo marco se a impedir, evitar, obstaculizar o limitar los delitos en el ámbito
deberían estructurar carreras profesionales diferentes y espe- jurisdiccional de referencia. La conjuración abarca las acciones
cializadas. policiales tendientes a neutralizar o contrarrestar en forma in-
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tucionales de la misma. Esto implicaría excluir de las fun- rar y hacer cesar delitos mediante acciones de patrullaje
ciones de la policía todo tipo de labor ajena al control de y vigilancia en espacios públicos y/o de inspección y veri-
los delitos y restringir las actividades de dicha institución ficación de personas y objetos sensibles para la seguridad
a las labores de prevención, conjuración e investigación pública; el mantenimiento del orden público mediante las
de los mismos, convirtiendo a la policía en un servicio al- intervenciones policiales tendientes a prevenir, conjurar
tamente especializado en esas funciones. y hacer cesar situaciones de desórdenes graves o delitos
Se trata de poner fin a las policías polirubros abocadas durante grandes manifestaciones o concentración de
a atender numerosísimas funciones y labores estatales personas; y las operaciones especiales llevadas a cabo me-
totalmente extrañas al control de los delitos y, en cuyo diante las intervenciones policiales tácticas y especiales
marco, estas tareas han sido devaluadas y secundariza- tendientes a conjurar y hacer cesar situaciones críticas
das. Ello ha desvirtuado el trabajo policial y ha favorecido de alto riesgo o a garantizar intervenciones preventivas
la dilapidación de una significativa cantidad de recursos especiales. Por otro lado, la seguridad compleja consisten-
humanos, operacionales, infraestructurales y financie- te en la planificación, implementación, coordinación y/o
ros para atender esas funciones cuando, en verdad, todo evaluación de las actividades y operaciones policiales, en
ello debería utilizarse en el control de la criminalidad. el nivel estratégico y táctico, orientadas prevenir, conju-
En este marco, la policía debería poseer dos misio- rar e investigar las actividades y acciones delictivas com-
nes o ejes funcionales básicos. Por un lado, la seguridad plejos cometidas por grupos criminales organizados en el
preventiva consistente en la planificación, implementa- ámbito jurisdiccional competente.
ción, coordinación y/o evaluación de las actividades y
operaciones policiales, en el nivel estratégico y táctico, 3.2. Condiciones políticas de la reforma policial
orientadas a prevenir y conjurar e investigar los delitos
cometidos en el ámbito jurisdiccional competente. Esto Las reformas policiales, en tanto procesos complejos de
comprende el control policial preventivo materializado en cambios institucionales, requieren de dos condiciones
las intervenciones policiales tendientes a prevenir, conju- indispensables. Por un lado, una estrategia de poder que
apunte a crear y/o generar las condiciones y alianzas
mediata los delitos en el ámbito jurisdiccional de referencia que que hagan viable los cambios deseados. Y, por otro lado,
estuvieran en ejecución, hacerlos cesar y evitar consecuencias los dispositivos institucionales especializados en la gestión
ulteriores más lesivas y gravosas. Y la investigación implica las de los asuntos de seguridad pública y, puntualmente, en
acciones policiales tendientes a conocer y analizar los delitos,
temas policiales. No hay reforma policial sin un equipo
sus modalidades de manifestación y sus condiciones de tiempo
y lugar, sin perjuicio de las responsabilidades jurisdiccionales reformista con capacidad y poder político-institucional para
como auxiliar en la persecución penal de delitos. llevarla a cabo.
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Todo proceso reformista se desenvuelve en un contex- La gestión exitosa de estas condiciones adversas re-
to signado por numerosas e intrincadas condiciones in- quiere de la construcción de un relativo poder institucio-
ternas y externas adversas. Desde el punto de vista inter- nal que deriva de la inteligente combinación de acciones
no, es decir, organizacional, el proceso de reforma cuenta en dos dimensiones básicas:16
con la resistencia mayor o menor de los actores y agentes
1. La dimensión política en procura de la construcción
internos –algunos con fuertes alianzas externas– que se
de los apoyos y alianzas políticas brindadas al proceso
benefician con la vieja policía y, por ende, repudian los
institucional de reforma de parte del gobierno admi-
cambios anunciados o iniciados y lo hacen con un rela-
nistrativo, el parlamento, los partidos políticos, las
tivo poder de veto, presión y/o extorsión, en medio de la autoridades judiciales así como por la sociedad civil,
indiferencia o pasividad de numerosos actores internos la prensa y las organizaciones no-gubernamentales.
que no repudian el cambio o lo apoyan pero no llevan a
cabo ningún tipo de acción a favor de su desenvolvimien- 2. La dimensión organizacional orientada a la generación
to o de la neutralización de los conservadores. Desde el de apoyos y alianzas internas derivada de las interven-
punto de vista externo, es decir, del apoyo institucional, el ciones llevadas a cabo en el interior la institución po-
proceso de reforma se anuncia y/o transita en medio de licial en cuanto a los mandos superiores y al personal
medio y subalterno, siempre en procura de doblegar
la ignorancia de la clase política y, a veces, del desinterés
las resistencias y construir alianzas.
de las autoridades gubernamentales, lo que hace que al
proceso de transformación institucional se le preste una El desempeño político eficaz en estas dos dimensiones
atención selectiva atenuada o insignificante; de la inexis- es fundamental debido a que en todo proceso de reforma
tencia –casi segura– de apoyo administrativo y financie- policial, las alianzas y apoyos políticos, institucionales
ro adecuado a los cambios institucionales proclamados, y organizacionales son generalmente tenues y fugaces,
como si éstos se pudieran desenvolver sin inversión y sin mientras que los actores internos y externos favorables al
un soporte administrativo excepcional, tratándose justa- fracaso del proceso reformista y a la reproducción del es-
mente de un proceso institucional extraordinario; y de quema institucional tradicional son relevantes y activos.
la ausencia de dispositivos y equipos de gestión, bajo la Doblegar el accionar de estos actores sin que el esfuerzo
creencia de que las reformas institucionales se desen- político e institucional para ello genere condiciones ad-
vuelven por sí mismas con el sólo hecho de ser diseña- versas a la decisión superior de reformar la policía es uno
das y/o formuladas o por resultar de una efusiva decla-
mación de voluntad política que se diluye rápidamente 16  Este esquema, al que se añade la dimensión estratégica
cuando decae el efectismo de su declamación. abordada más arriba, es una adaptación de Moore (1998).
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de los principales desafíos instrumentales para llevar a producir los cambios institucionales ha sido recurrente.
cabo el proceso reformista. Para numerosos políticos y funcionarios, sólo alcanza
Todo esto requiere de amplias destrezas gubernamenta- con el anuncio o la declamación del cambio o, para los
les. Sin embargo, éstas no siempre están presentes en los más audaces y de miradas más progresista, resulta su-
equipos reformistas o lo están limitadamente. Lo com- ficiente la mera elaboración y formulación de un plan.
plejo de estos procesos de cambio institucional es que Nada más.
la reforma policial tiene como condición de desarrollo En la esfera gubernamental, se ha naturalizado irres-
la creación de las habilidades gubernamentales sin las ponsablemente la creencia de que el ejercicio de la con-
cuales dichas reformas no podrían ser viabilizadas, esta- ducción política de las instituciones policiales requiere
bilizadas y/o consolidadas. Son los inconvenientes que se apenas de la manifestación o declamación de la volun-
deben afrontar por no contar con equipos gubernamen- tad o intención de ejercerla así como de la reformulación
tales especializados en la gestión política de la seguridad de ciertos esquemas organizacionales y la actualización
pública y en los asuntos policiales. Lo cierto es que el de algunas normas regulatorias. Dicho de otro modo,
éxito o el fracaso, en la construcción de esas capacidades los gobiernos creen que la apropiación política de las
gubernamentales, redunda en la creación de condiciones funciones de dirección superior y administración general
políticas favorables o constrictivas para el proceso político- de las policías, que históricamente fueron ejercidas por
institucional de reforma policial. sus mismas cúpulas durante décadas mediante amplias
Por lo tanto, el desafío de conformar dispositivos ins- y complejas estructuras administrativas y de apoyo, es
titucionales específicamente abocados a la gestión de los factible apenas con la declamación oficial y con algunos
asuntos policiales es indispensable para llevar a cabo la pocos cambios normativos y organizacionales.
reforma policial. Hace un tiempo, Carlos Matus señaló El abandono de estas miradas institucionales mio-
con sagacidad que, en América Latina, “la dirigencia pes constituye una condición necesaria para abordar de
po­lítica tiene una especial ceguera para comprender la manera más adecuada el desarrollo de un proceso re-
importancia de la baja capacidad de gobierno”. Pero lo formista, debido a que éste sólo es posible si es diseñado,
destacable de su planteo crítico es que esa ceguera se ma- conducido y evaluado por las autoridades superiores del
nifestó en “la concentración unilateral y obsesiva de la
gobierno, lo que requiere de:
atención por el proyecto de gobierno y el completo olvido
de la capacidad de gobierno” (Matus, 2008: 23-24). 1. La manifestación y desarrollo activo de una clara y
En Argentina, con relación a la reforma policial, la firme voluntad política de conducción institucional de la
ceguera mediante la cual se dejó de lado cualquier tipo seguridad pública y, especialmente, del proceso de re-
de consideración acerca de la capacidad de gobierno para forma policial.
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2. Los conocimientos técnico-profesionales necesarios so- tructura y el despliegue del personal policial; el siste-
bre los asuntos de la seguridad pública y, en particu- ma logístico e infraestructural policial; las relaciones
lar, aquellos referidos a la reforma institucional de institucionales de carácter técnico-policial; y la direc-
referencia. ción funcional de la institución mediante la planifica-
ción, dirección, coordinación, ejecución, supervisión
3. La ineludible aptitud operativo-instrumental para dise-
y evaluación de las operaciones y acciones policiales
ñar, implementar y evaluar eficientemente las políti-
de seguridad preventiva y compleja.
cas y estrategias de reforma policial.
2. La administración general de la policía, que compren-
Por lo tanto, la reforma policial tiene como primer y prin-
de la gestión administrativa; la gestión de los recursos
cipal componente la construcción y/o vigorización de las
humanos; la gestión económica, contable y financiera; la
instancias gubernamentales específicamente abocadas al go-
gestión presupuestaria; la gerencia patrimonial e infraes-
bierno de la seguridad pública y, en su marco, a la dirección y tructural; la asistencia y asesoramiento jurídico-legal; y
desarrollo de la reforma policial. las relaciones institucionales de la misma.
Para que los gobiernos puedan desarrollar una con-
ducción eficiente de las policías deben construir las capa- Si el conjunto de estos aspectos o la mayoría de ellos
cidades institucionales necesarias para ello en dos aspectos son desarrollados por las propias cúpulas policiales en-
básicos (Sain, 2010c): tonces se perpetúa el autogobierno policial. En cambio, si
los gobiernos políticos conforman –aunque sea de mane-
1. La dirección superior de la policía, que comprende la
ra paulatina e inicialmente rudimentaria– ciertas capa-
planificación estratégica de la institución; la coordi-
cidades institucionales mediante las cuales estas labores
nación y evaluación de las estrategias y acciones ins-
comienzan a ser ejercidas, coordinadas y/o supervisadas
titucionales en materia de seguridad preventiva y/o
por los funcionarios políticos abocados en la gestión de
seguridad compleja; la gestión del conocimiento ins-
la seguridad, el autogobierno policial empieza a diluirse
titucional; la dirección orgánica de la institución me-
y la política comienza a apropiarse de la conducción de
diante el diseño, elaboración, formulación, supervi-
esas policías.
sión, evaluación y/o actualización de los protocolos y
procedimientos generales en materia de inteligencia 4. Hitos promisorios
criminal, operaciones policiales y logística policial;
la estructura operacional y la composición y desplie- Durante los últimos años, en la Argentina, se produjeron
gue de las dependencias y unidades componentes de algunos hechos con relación a los asuntos policiales que
aquella; la formación y capacitación policial; la es- resultan hitos promisorios en vista de una eventual refor-
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ma institucional del sector. Se trató de acciones o proce- Por otro lado, Kirchner ejerció una férrea conducción
sos institucionales de diferente porte, envergadura y pro- de la Policía Federal Argentina. Revisó individualmente
fundidad pero que permitieron poner en tela de juicio y los legajos personales de los nuevos integrantes de la
derruir ciertos supuestos básicos subyacentes del modelo cúpula de esa fuerza y lo hizo con el Centro de Estudios
tradicional de gestión policial de la seguridad. Legales y Sociales (CELS), lo que constituyó un hecho no-
El primero de esos hitos fue llevado a cabo durante vedoso y una expresión de que el gobierno no sería con-
el primer año de la gestión presidencial de Néstor Kirch- nivente con la corrupción o los abusos policiales; evaluó
ner (2003-2007) y estuvo caracterizado por la decisión la labor de los jefes policiales designados al frente de las
política de despolicializar las protestas sociales y ejercer la Comisarías de la Ciudad de Buenos Aires sobre la base
conducción directa de la Policía Federal Argentina, principal de una serie de parámetros de desempeño para cada ju-
fuerza federal de seguridad. risdicción; echó del cargo al Jefe de la fuerza, Comisario
Por un lado, Kirchner abandonó la impronta punitiva General Roberto Giacomino, cuando se comprobó la
que había signado las gestiones anteriores en el control participación de éste y de un grupo de jefes policiales en
de las protestas sociales y, en medio de un contexto de una seguidilla de actos de corrupción; creó un progra-
amplia movilización y conflictividad social expresada en ma de administración civil de la totalidad de las compras,
centenares de acciones colectivas de protesta realizadas contrataciones y decisiones administrativas relativas a
cotidianamente en las grandes ciudades del país y, en la ejecución del gasto de las fuerzas policiales y de segu-
particular, en la Ciudad de Buenos Aires, inauguró una ridad federales, quitándole estas funciones a sus propias
estrategia de tolerancia y persuasión hacia las organizacio- cúpulas; llevó a cabo una amplia purga institucional en
nes sociales movilizadas, lo que, por cierto, fue rechaza- cuyo marco se produjo el descabezamiento casi comple-
do por numerosos dirigentes peronistas aliados al propio to de la cúpula de la Policía Federal Argentina, dando
gobierno que sustentaban una mirada más tradicional de baja, pasando a retiro y poniendo en disponibilidad a
favorable al control represivo. Para viabilizar esta nue- más de 550 jefes y altos oficiales (Sain, 2011b).
va modalidad de gestión de esas conflictividades, emitió El segundo hito estuvo dado por la conformación y
órdenes muy expresas a las policías actuantes y puso en puesta en funcionamiento de la Policía de Seguridad Aero-
funcionamiento una serie de mecanismos de supervisión portuaria. En 2005, Kirchner, en medio de una profunda
de las mismas. Con ello, el mandatario evitó que la inter- crisis en el ámbito de la seguridad aeroportuaria, decidió
vención disuasiva de la policía en el control de las gran- transferir orgánica y funcionalmente a la Policía Aero-
des manifestaciones y protestas sociales desembocara en náutica Nacional, dependiente de la Fuerza Aérea Ar-
hechos de violencia con secuelas fatales (Sain, 2011b). gentina, desde el ámbito del Ministerio de Defensa a la
esfera del Ministerio del Interior, constituyéndola en la
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Policía de Seguridad Aeroportuaria e incorporándola al Nilda Garré, la que inició una gestión orientada a la des-
sistema de seguridad interior. También designó a un in- policialización del gobierno de la seguridad y de ejercicio de
terventor civil a los efectos de que ejerciera la conducción la conducción política de las policías (Garré, 2001).
de esa policía y efectuara las reestructuraciones necesa- Uno de los aspectos más innovadores de la nueva ges-
rias para su normalización (Sain, 2011a). tión ministerial estuvo dado por la manifiesta reivindica-
La Policía de Seguridad Aeroportuaria fue diseñada, ción del gobierno político de la seguridad pública y del fin del
organizada, puesta en funcionamiento y conducida por predominio policial en el abordaje de estos asuntos.
un grupo de expertos en seguridad que no eran policías
sino que provenían mayoritariamente del medio acadé- Es necesario consolidar el gobierno político de la seguridad.
mico y sustentaban visiones políticas de centro-izquier- Durante muchos años, la definición de las estrategias
da. Es decir, no sólo fue la primera policía federal creada para combatir tanto el delito urbano como el crimen
en democracia sino que además fue la primera policía con organizado fue delegada cómodamente por las diri-
mando civil. gencias políticas en las fuerzas de seguridad. Esto im-
La Intervención civil de la Policía de Seguridad Ae- plicó que las directivas, las tácticas y los métodos para
roportuaria llevó adelante un proceso institucional con garantizar la seguridad ciudadana fueran definidos de
algunas particularidades novedosas. Por un lado, es-
manera autónoma por organismos que debían haber
tructuró a esta institución sobre la base de nuevos pará­
sido herramientas en la ejecución de una política y no
metros doctrinales, organizacionales y funcionales que
sus órganos rectores. Como correlato de lo anterior, los
fueron elaborados y formulados por el equipo de la In-
indicadores para evaluar el desempeño de las fuerzas
tervención y que la diferenciaban significativamente del
y los mecanismos para analizar su eficacia, eficiencia
resto de las policías y fuerzas de seguridad existentes en
y transparencia fueron definidos y gestionados por los
el ámbito federal. Por otro lado, al tiempo, consiguió de-
propios cuerpos que debían ser monitoreados. El resul-
sarrollar estrategias eficaces de control de los delitos en
tado de esto fue la proliferación de lógicas corporativas
el ámbito aeroportuario, particularmente, aquellos pro-
más preocupadas por la auto-conservación que por la
tagonizados por organizaciones criminales complejas,
incluso a costa de la soterrada reprobación de ciertos cir- implementación de una política de seguridad consis-

cuitos de poder con vinculaciones directas con aquelllos tente en el tiempo. Esto se vio agravado por el hecho de

grupos criminales. que cada fuerza definió su propia estrategia aislada no


El tercer hito se concretó en diciembre de 2010 cuan- sólo de las áreas pertinentes de gobierno sino también
do la Presidenta Cristina Fernández (2007-2011) creó el de las otras fuerzas, lo que multiplicó la fragmentación
Ministerio de Seguridad y designó al frente del mismo a y falta de consistencia de las políticas (Garré, 2011).
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Nunca un alto funcionario del gobierno federal había decidió el reemplazo de los efectivos de la Policía Federal
hecho un diagnósitco tan acertado de las modalidades Argentina porque sobre ellos pesaba la sospecha de que
tradicionales de gestión política de la seguridad ni había protegían actividades ilegales expandidas en esas zonas,
delineado tan enfáticamente la necesidad de su reversión en particular, las consolidadas redes de narcotráfico.19
mediante la apropiación política de aquellas labores que Fue la primera vez, desde la instauración democrática,
durante décadas habían estado en manos de las cúpulas que otras fuerzas de seguridad reemplazaban a la Policía
policiales, inclusive durante gran parte de las gestiones Federal Argentina en sus labores básicas dentro de la Ca-
kirchneristas. pital Federal.
A tono con esos designios, la Presidenta Cristina Fer- En suma, estas experiencias configuraron verdaderos
nández ordenó, mediante el Decreto 864/1117 de fines hitos rupturistas. Más allá de que sólo la conformación
de junio de 2011, el “Operativo Unidad Cinturón Sur” y puesta en funcionamiento de la Policía de Seguridad
en cuyo marco se dispuso que un conjunto de unidades Aeroportuaria constituyó, en sí mismo, una reforma po-
operacionales de la Gendarmería Nacional y de la Pre- licial, las tres experiencias han tenido ciertas caracterís-
fectura Naval Argentina desplazaran a los efectivos de la ticas comunes que resultan relevantes con relación a los
Policía Federal Argentina de dos regiones de la Ciudad asuntos abordados.
de Buenos Aires a los efectos que ejercieran las funciones En verdad, no se inscribieron en el marco de políticas
de policía de seguridad y las tareas de prevención e investiga- o estrategias institucionales asentadas en diagnósticos
ción de los delitos de las zonas asignadas. El día 4 de ju- institucionales adecuados y en la consideración de que
lio, unos 2.500 efectivos de aquellas fuerzas de seguridad conducir políticamente a las policías y modernizarlas
quedaron a cargo del patrullaje y la investigación del mejoraría la calidad institucional en la gestión política
narcotráfico en siete barrios del sur de la Ciudad de Bue- de las conflictividades. Al contrario, se trataron de res-
nos Aires. En total, fueron 2.500 gendarmes y prefectos puestas reactivas a hechos puntuales que dieron lugar a
que reemplazaron al personal de la Policía Federal.18 Si situaciones de crisis política en las que, como se dijo, los
bien se indicó que el operativo de referencia apuntaba a gobernantes percibieron un esmerilamiento –concreto o
optimizar la seguridad de la ciudad mediante el refuerzo potencial– de su legitimidad o estabilidad política. En los
operacional de estas fuerzas de seguridad, en verdad, se tres casos, las decisiones gubernamentales fueron res-
puestas a desmadres policiales generalmente vinculados
a hechos de corrupción.
17  Publicado en: Boletín Oficial de la República Argentina, Bue-
nos Aires, 29 de junio de 2011.

18  Diario Clarín, Buenos Aires, 4 de julio de 2011. 19  Diario Página/12, Buenos Aires, 3 de julio de 2011.
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Sin embargo, fueron el resultado de decisiones políti- 5. Lo importante es la política, no la policía


cas no constreñidas por las orientaciones o intereses policiales
sino, más bien, contrarias a ello e incluso venciendo di- En el ámbito federal de nuestro país, la reforma policial es
ferentes modalidades de resistencia o contestación ma- una tarea pendiente. Y, quizás lo sea, porque implica un
fiosa de parte de los sectores policiales reaccionarios. Por cambio institucional mucho más amplio y complejo que
lo tanto, significaron un quiebre de la inercia institucional la reestructuración doctrinaria, organizacional y funcio-
signada por el desgobierno político y la policialización de nal de las policías y fuerzas de seguridad federales. Por
la seguridad pública, y una manifiesta apropiación política cierto, reformar la policía supone reformar la política o, más
de la gestión de la seguridad y de la conducción de las policías. precisamente, reestructurar las modalidades tradicionales
Asimismo, se produjeron coyunturas con una alta vi- de vinculación establecidas entre la clase política y, más espe-
sibilidad pública de las deficiencias institucionales de la policía cíficamente, las autoridades gubernamentales, por un lado, y
en el cumplimiento de sus labores así como de las prácti- la institución policial, por el otro (Sain, 2008: cap. 5; 2010c:
cas corruptivas y/o abusivas de la misma. Ello generó una cap. 3).
manifiesta debilidad institucional de la policía y favoreció Los gobernantes han esquivado cualquier tipo de
su subordinación fáctica a la política. Como consecuencia abordaje de la reforma policial probablemente porque
de ello, han sido coyunturas en las que se produjo una resisten verse a sí mismo, ya que la policía se ha consti-
significativa legitimación social al proceso reformista y a la tuído como un instrumento de gobernabilidad eficaz de
apropiación política de la seguridad pública. los conflictos sobre la base del aval de la política y como
En definitiva, estos hitos pusieron en evidencia que, consecuencia de la delegación del poder efectuada por
cuando media la voluntad política, se formulan planes esos mismos gobiernos. Asimismo, la reforma policial,
de intervención más o menos adecuados y se constituyen entendida como cambio organizacional complejo, tiene
equipos de gestión relativamente eficientes y eficaces, las como requisito necesario la construcción de una amplia
autoridades políticas son capaces de gestionar la seguridad capacidad de gestión política de parte de las autoridades gu-
pública y conducir a las instituciones policiales, y de vencer bernamentales encargadas de darle curso a esos cambios
exitosamente las resistencias y contestaciones políticas y po- y de doblegar las restricciones y obstáculos que surjan o
liciales contrarias a la asunción política del gobierno de la se- se interpongan. Pero esto no formó parte de las conside-
guridad, quebrando así el mito policialmente construido raciones habituales que se establecieron al respecto. He
de que la seguridad es un asunto policial que únicamente aquí el principal desafío político de la reforma policial.
puede ser gestionado por el comisariato. También pusie- Tal como están estructuradas y como desarrollan
ron en evidencia que la reforma policial es posible, al menos, sus labores, las policías y fuerzas de seguridad federales no
en el contexto y bajo las condiciones señaladas. constituyen herramientas útiles para una gestión democráti-
60 | Dossier

ca de la seguridad pública. No obstante, persuadidos de la 2. La creación de la Policía Nacional especializada en el


importancia de que los gobiernos y las sociedades demo- mantenimiento del orden público y el control de las
cráticos cuenten con servicios policiales adecuados a la grandes manifestaciones.
gobernabilidad democrática de los conflictos, es necesa-
3. La conformación de servicios policiales preventivos es-
rio construir nuevas policías.
pecializados que estén abocados a las labores de con-
Ello, en la Argentina, implica necesariamente redise- trol preventivo y de operaciones especiales en los ám-
ñar la institucionalidad policial federal, la que, lejos de con­ bitos fronterizos; portuarios, fluviales y martítimos;
formar un sistema integrado, constituye un conglomera- aeroportuarios; y ferroviales.
do de organizaciones de encierro que de manera conjunta
participan en los desfiles marciales en los que se con- 4. La transferencia de los servicios de seguridad preven-
tiva e investigación de la Policía Federal Argentina a
memora algún aniversario patrio o institucional. Por lo
la Policía Metropolitana de la Ciudad Autónoma de
demás, cada una de ellas constituye un ethos autónomo
Buenos Aires, de acuerdo con un plan institucional
ante las autoridades políticas y un enclave autogoberna-
de traspaso.
do en cuanto a su vida institucional interna. Durante las
últimas décadas, el desarrollo institucional de estas poli- Cada policía y fuerza de seguridad federal cuenta con
cías y fuerzas de seguridad en cuanto a sus labores institu- unidades y secciones lánguidas, anacrónicas e insufi-
cionales, estructuras organizacionales, tra­zos culturales y cientes para llevar a cabo labores de control de la delin-
doctrinarios, bases profesionales, sistemas de educación cuencia organizada. Sus acciones se llevan a cabo con
y mecanismos de control, fue decidido y gestionado por escaso nivel de integración y/o coordinación respecto de
sus cúpulas sin ningún tipo de ingerencia gubernamen- las otras áreas operativas de la institución de pertenen-
tal. Ello ocurrió inclusive con la recientemente creada cia y con un altísimo grado de fragmentación respecto
Policía de Seguridad Aeroportuaria, cuyos parámetros de las otras instituciones. Cada una de ellas desarrolla
su propia estrategia institucional. Además, algunas de
doctrinarios, orgánicos y funcionales son totalmente
esas dependencias están total o parcialmente cooptadas
desconocidos por las autoridades gubernamentales.
por una agencia extranjera dedicada a la lucha contra el
En este marco, los ejes del rediseño institucional po-
narcotráfico –en su país– y, por ende, no responden –o lo
drían ser los siguientes:
hacen limitadamente– a los mandatos institucionales de
1. La creación de una Agencia Federal de Seguridad Com- sus conducciones formales.
pleja abocada al abordaje y control policial de la cri- Por su parte, los gobernantes nacionales no se han
minalidad organizada. mostrado proclives a crear un organismo abocado al
“¡es la política, estúpido!” M.F. sain | 61

control de la criminalidad organizada porque sospechan ciones tácticas especiales para conjurar y desarticular a
que los grupos criminales complejos que operan en nues- las organizaciones, producir detenciones, incautaciones,
tro país pueden tener algún tipo de vínculo con el poder secuestros, etc.
político –local, provincial o nacional–, económico –em- La integración de esta agencia debería hacerse me-
presas, sindicatos– e institucional –policías, jueces, fisca- diante el traspaso de los recursos humanos, operaciona-
les– y temen a las consecuencias institucionales y polí- les e infraestructurales de las secciones especializadas en
ticas del accionar de dicho organismo. Además, existen el control de la criminalidad organizada existente en las
agencias de seguridad e inteligencia nacionales e inter- policías y fuerzas de seguridad federales.
nacionales manifiestamente interesadas en impedir que Asimismo, algo análogo ocurre con el mantenimien-
la Argentina cuente con un organismo nacional de con- to del orden público y el control de las grandes manifes-
trol del crimen organizado porque consideran que ello taciones, labores institucionales que en la actualidad
provocaría una relativa pérdida de influencia o de poder constituyen aspectos fundamentales en la gestión de
propio. Y la capacidad de incidencia y persuasión de es- la seguridad pública democrática. Ellas requieren de la
tas agencias sobre los sucesivos gobiernos nacionales ha intervención de servicios policiales especializados sólo
sido determinante. cuando cualquier forma de movilización, manifestación
La consecuencia de estos desajustes institucionales o protesta colectiva deriva en hechos delictivos o atenta-
es que la Argentina no cuenta con un dispositivo poli- torios contra la paz social y la convivencia ciudadana. En
cial unificado a nivel federal específicamente abocado al la actualidad, estos servicios son brindados por diferen-
control de la criminalidad organizada que, sin dudas, se tes secciones de las policías y fuerzas de seguridad fede-
encuentra en expansión en nuestro país. La creación de rales de manera fragmentaria y contando con doctrinas,
la Agencia Federal de Seguridad Compleja apuntaría a cons- procedimientos, esquemas operacionales, logísticas y es-
tituirlo y para ello debería integrarse con algunas depen- tructuras de mandos completamente diferentes.
dencias fundamentales. En primer lugar, una sección de La conformación de un dispositivo policial unifica-
inteligencia criminal compleja dedicada a la producción do a nivel federal para atender este conjunto de tareas
de información y análisis táctico y estratégico sobre los requiere de la creación de lo que podría llamarse Policía
grupos criminales organizados y sus actividades. En se- Nacional. Pero su integración orgánica debería llevarse a
gundo término, una sección de investigación criminal con- cabo con el traspaso de los recursos humanos, operacio-
formada por un servicio de agentes dedicados a la iden- nales e infraestructurales de los servicios especializados en
tificación, conjuración y desarticulación de los grupos mantenimiento del orden público actualmente existentes.
criminales organizados. Y, en tercer lugar, una sección de Otro aspecto clave de la modernización de la institu-
operaciones especiales abocadas al desarrollo de interven- cionalidad policial federal debería conllevar la conforma-
62 | Dossier

ción de servicios policiales preventivos especializados en el de la Policía Federal Argentina actualmente abocadas
control preventivo –vigilancia y patrullaje– y las opera- a la seguridad preventiva y a la investigación criminal
ciones especiales en los ámbitos fronterizos; portuarios, al ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a los
fluviales y marítimos; aeroportuarios; y ferroviales, me- efectos de integrar la Policía Metropolitana, excluyendo
diante las dependencias abocadas a estos tipos de labores de ese traspaso aquellas áreas dedicadas a la seguridad
pertenecientes a la Gendarmería Nacional, la Prefectura del Estado y al control de la criminalidad compleja y/o de
Naval Argentina, la Policía de Seguridad Aeroportuaria los delitos de carácter federal, que deben permanecer en
y una nueva Policía de Seguridad Ferrovial, respectiva- la órbita del Estado federal a los efectos de que el gobierno
mente. Estas policías y fuerzas de seguridad policiales es- nacional asegure la vigencia y aplicación efectiva de las
tarían especializadas exclusivamente en el desarrollo de normas federales y los intereses del Estado nacional en
estas tareas de seguridad preventiva. materia de seguridad pública.
Durante los últimos años, la Gendarmería Nacio- El mantenimiento y fortalecimiento de la Policía Fe-
nal y la Prefectura Naval Argentina tuvieron diferentes deral Argentina tal como se encuentra actualmente res-
desarrollos institucionales en el que diversificaron sus ponde a una especulación política de poca monta cuyos
funciones bajo el entendimiento de que, de ese modo, se hacedores no deberían dejar de tener presente las con-
fortalecían institucionalmente. Mediante esta perspecti- diciones institucionales que condujeron a los asesinatos
va, devaluaron el conjunto de labores de seguridad que de Mariano Ferreyra y de los ocupantes del Parque In-
tuvieron asignadas desde sus orígenes y que, frente a la doamericano. En cualquier momento, los desmadres ins-
transformación de la criminalidad en esas esferas, resul- titucionales de las policías ocasionan problemas severos
tan fundamental reforzarlas y volver a colocarlas como a los propios políticos que han decidido otorgarles el go-
el eje estructurante de sus respectivas organizaciones. bierno de la seguridad.
Asimismo, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, vol- Ahora bien, nada de esto sería posible sino mediante
cada recientemente a desarrollar una labor lánguida en la concreción de un amplio pacto político y social de segu-
materia de seguridad preventiva, también debería forta- ridad democrática entre el gobierno y los actores político-
lecer el desarrollo de estas tareas dentro de la esfera ae- partidarios y sociales –organizaciones no gubernamen-
roportuaria. Finalmente, se debería crear una Policía de tales, organismos de derechos humanos, sindicatos y
Seguridad Ferrovial que desarrollara las labores de segu- centros académicos y universitarios, entre otros– com-
ridad preventiva en el ámbito jurisdiccional federal de los prometidos con la seguridad democrática, orientado a
ferrocarriles y subterráneaos de la regíon metropolitana. constituir una instancia de consulta, asistencia y apoyo
Por último, se impone como fundamental transferir a las políticas e intervenciones en materia de seguridad
gradualmente el conjunto de dependencias y unidades y, en particular, a las reformas institucionales que se im-
“¡es la política, estúpido!” M.F. sain | 63

ponen en el sector y que mayoritariamente superarían el reforma policial. Sin esto, aunque haya voluntad política
calendario político de un mandato gubernamental. presidencial y una clara intencionalidad ministerial a
Pero lo más importante es aquello a lo que menos se le favor del cambio institucional en las policías, no habrá
presta atención, ya sea por desconocimiento, por temor reforma policial y triunfarán los conservadores con uni-
o por ser progresista de manual, con ataques de pánico a forme y sin uniforme.
los cambios reales. En primer lugar, tener claro que una Desde la conformación del Ministerio de Seguridad y
reforma policial es un cambio organizacional integral, de rea- con la llegada de Nilda Garré a su titularidad, el gobierno
lización gradual o por choque, pero que implica la rees- nacional está en una posición inmejorable para enca-
tructuración de las funciones, la organización, las bases rar un proceso reformista de verdad, no discursivo. Resta
profesionales, la educación y el control de la institución. saber si Cristina Fernández está dispuesta a abordar los
Todo ello debe implicar el abandono de las visiones par- asuntos de la seguridad pública a tono con el conjunto
ciales, mojigatas y externalistas que consideran que se de transformaciones políticas, sociales y económicas
están reformando las policías porque se cambian algu- que signaron su primera gestión presidencial y la de su
nas de esas cosas con mucha alharaca, poca incidencia predecesor, Néstor Kirchner. O, más precisamente, si el
en la matriz institucional de las viejas policías y sin una “modo de gobernar que sistemáticamente desafía mate-
perspectiva integral con un claro proyecto institucional de rial y simbólicamente a los grupos sociales históricamen-
nueva policía, en el marco de un rediseño del dispositivo po- te establecidos como el poder real en Argentina” (Mocca,
licial federal. En segundo término, crear una estrategia de 2011), tal como lo encarnó el kirchnerismo durante los
poder que viabilice el proceso reformista, combinando in- últimos años, comprende también la desarticulación de
teligentemente el diseño estratégico antes señalado con las policías como instrumentos de disciplinamiento social
la gestión política y la gestión organizacional. Y, en tercer punitivo de los sectores populares, de descriminalización
lugar, saber que lo primero y más importante por hacer, fáctica de los delitos de los poderosos y de regulación
junto con el diseño institucional de reforma policial, es ilegal de los delitos de alta rentabilidad, en miras de la
la confomación de un dispositivo de gestión política –cons- conformación de policías para la gestión democrática de
tituido con políticos y funcionarios– con significativos los conflictos. No debería perderse de vista que el único
conocimientos técnico-profesionales sobre los asuntos refe- imperativo para ello es que las principales víctimas del
ridos a la reforma institucional de la policía y con amplia desgobierno político y la policialización de la seguridad
capacidad operativo-instrumental para diseñar, implemen- son los pobres, como siempre.
tar y evaluar eficientemente las políticas y estrategias de
64 | Dossier

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el criminólogo y las políticas
públicas de seguridad
y control delictivo
Luis Gerardo Gabaldón | 65-82 |
66 | Dossier Resumen  Este trabajo discute el perfil de los profesionales de la criminología
y su vinculación con otras disciplinas, para explicar sus potencialidades, difi-
cultades, fortalezas y debilidades en el análisis de causas y consecuencias de la
delincuencia y su control. Si bien supuestos y teorías provienen usualmente de
otras disciplinas y su objeto de estudio es frecuentemente disputado, mientras
los resultados de los programas de tratamiento y prevención son exiguos y poco
alentadores, el criminólogo cuenta con una visión integradora sin compromiso
con métodos o exigencias rígidos de desempeño profesionalizante, a la vez que
dispone de capacidad de comunicación informada sobre la delincuencia y poten-
cialidades de negociación, pudiendo articular con diversos actores y agencias la
formulación de planes, programas y proyectos. De este modo, en el área de las
políticas públicas de seguridad, puede contribuir a crear conocimiento, rescatar
el que se encuentra disperso, organizarlo, hacerlo disponible y ponerlo a circu-
lar entre la audiencia social, participando en el diseño, propuestas, ejecución y
evaluación de iniciativas para la gestión social en materia de delincuencia y de
control social.

Palabras clave  criminología, control delictivo, gestión ciudadana, políticas


públicas de seguridad.

Luis Gerardo Gabaldón  es profesor titular de Derecho Penal y Criminología en


las Universidades de Los Andes, Mérida, y Católica Andrés Bello y profesor visitante
en la Universidad de Nuevo México, 1997. Formó parte de la Comisión Nacional
para la Reforma Policial. Ha publicado: La pericia sobre la personalidad del imputado
(1976), La responsabilidad penal de la persona jurídica en Venezuela (1978), La percep-
ción social de la ley penal (1978), Control social y Criminología (1987), Legitimidad y
sociedad (1989), La policía en el vecindario (1990), Control social y justicia penal en Ve-
nezuela (1996), Violencia urbana, perspectivas de jóvenes transgresores y funcionarios
policiales en Venezuela (2001), Policía y fuerza física en perspectiva intercultural (2003)
y Delincuencia económica y tecnologías de la información (2004).

luisgerardogabaldon@gmail.com
El criminólogo y las políticas públicas
de seguridad y control delictivo

1. ¿Qué es un criminólogo?

Hace 32 años iniciaba un artículo sugiriendo que los criminólogos eran per-
sonas que desarrollaban una actividad intelectual reiterada destinada a estudiar,
enseñar y opinar sobre los fenómenos de la delincuencia, la desviación social y
las medidas adoptadas para enfrentarlas (Gabaldón, 1979: 9). Hoy añadiría que
esa actividad constituye un cuerpo de conocimientos relativos a la descripción,
constantes, predicción, respuesta social, pronóstico y consecuencias, a nivel in-
dividual y colectivo, de conductas definidas por instancias públicas de autoridad
como susceptibles de ser penalizadas. La reformulación, sin embargo, no varía el
acotamiento del campo temático de la criminología, que desde sus comienzos, y
luego de los desarrollos de la década de 1970 conducentes a la perspectiva del eti-
quetamiento y a la criminología crítica, se concentra en el estudio de las causas
del comportamiento delictivo o de la desviación gravemente censurada y de los
procesos de control social que permiten definir, individualizar, detectar, restringir
o suprimir dichas formas de comportamiento (Gabaldón, 1987).
En aquel artículo destacaba que la criminología en Venezuela se había re-
fugiado en el ámbito universitario, preferentemente en las escuelas de derecho,
asumiendo un perfil enciclopédico concentrado en la acumulación de experien-
cias recogidas en otros sitios, sin producir investigación con rigor metodológico y
sin salir de una especie de catarsis intelectual, más bien un soliloquio profesoral
ante una audiencia cautiva de estudiantes. Eso se podría deber a la frustración
percibida por no ser reconocida y no incidir en la gestión social. Desde aquella
época varias cosas han cambiado: se creó una escuela de criminología en la Uni-
versidad de Los Andes, que paulatinamente ha determinado una mutación en
67
68 | Dossier

la manera de pensar a los delincuentes y a la reacción criminología, esto es, la medicina, la psicología, la socio-
social entre sus estudiantes, comparados con sus vecinos logía, el derecho y el trabajo social.
de la escuela de derecho; se ha desarrollado un cuerpo de El criminólogo comparte con el médico el interés por
investigación empírica relevante sobre las instancias de las bases biológicas del comportamiento, algo que fue el
control social formal, en algunos casos pionero y de pun- puntal de la criminología en su nacimiento como disci-
ta en relación con otros países de esta región del mundo; plina autónoma, en el último tercio del siglo XIX. Con
se ha abierto un debate sobre la cuestión de la insegu- el desarrollo de la genética y la bioquímica, durante el
ridad y la delincuencia, fomentada por el incremento siglo XXI los estudios sobre las relaciones entre biología
notable de las tasas delictivas, particularmente de índole y criminalidad se fortalecerán, si bien no se vislumbra
violenta, en los últimos 25 años; se ha avanzado en expe- en la actualidad algo que se pueda denominar una teo-
riencias de gestión pública que demandan conocimiento ría biológica de la criminalidad. Otros conceptos que ha
informado para aplicar y legitimar iniciativas de control prestado la medicina a la criminología son los de pronós-
delictivo, y; se ha creado una Universidad Experimental tico, vinculado a las predicciones sobre éxito o fracaso de
de la Seguridad, que en el mediano plazo desarrollará medidas alternativas a la encarcelación, el de tratamien-
menciones y entrenamiento profesional en áreas afines to, que si bien ha entrado en crisis desde hace décadas
aunque independientes del servicio policial. constituyó la justificación ideológica del programa de
La situación de alguna manera ha variado; pero ¿ha intervención criminológica durante muchos años, y los
variado el perfil del criminólogo? Sobre el particular de prevención primaria, secundaria y terciaria, de na-
pienso que las actividades de los intelectuales se confi- turaleza epidemiológica, que han orientado reflexiones
guran conforme a las demandas sociales, que son más sobre la extensión, cobertura y seguimiento de planes de
apremiantes y más dinámicas que los cambios curricula- contención delictiva. Sin embargo, y particularmente en
res. Pienso, además, que el perfil de los profesionales de la el momento actual, el criminólogo se separa del médico
criminología y su vinculación con otras disciplinas afines en su resistencia a concebir los comportamientos delic-
puede ayudar a explicar las potencialidades, dificultades, tivos como patológicos o como síntomas de alguna en-
fortalezas y debilidades de sus practicantes en el campo fermedad y en su rechazo a la saturación de tratamientos
de la elaboración intelectual, el análisis de causas y con- mediante elementos opuestos, que en la medicina han
secuencias de la delincuencia y los programas de gestión orientado la alopatía y han permitido desarrollar el con-
social para minimizar sus efectos. Por ello comentaré cepto de saturación medicamentosa.
brevemente cómo percibo dicha vinculación con las dis- Con el psicólogo el criminólogo comparte su interés
ciplinas que tradicionalmente han estado asociadas a la por la personalidad, por la motivación y por los meca-
el criminólogo y las políticas públicas... L.G. Gabaldón | 69

nismos de aprendizaje, perspectivas que vienen de la conceptos vinculados al desempeño sistémico del me-
psicología y que se encuentran en la base de las teorías dio social, como equilibrio, eficacia social, funcionalidad y
criminológicas más populares en la actualidad, tanto conflicto. Sin embargo, el criminólogo toma distancia de
para la explicación de la conducta delictiva como para la ilimitada confianza del sociólogo en el cambio social,
la proposición de cambios conductuales, incluyendo el siendo en este sentido más prudente y realista, a la vez
denominado comportamiento prosocial. La prevención que de las perspectivas sistémicas y de la asumida diso-
en Criminología, tanto en sentido general como especial, lución del individuo en el hecho social, propias de la so-
positiva o negativa, está anclada en los conceptos psi- ciología, y frente a las cuales el criminólogo asume una
cológicos de refuerzos positivos y negativos, tanto en la posición menos determinista y más pragmática, mayor-
perspectiva de la contención inmediata (modificación de mente orientada hacia los cambios observables y a corto
conducta) como mediata (desarrollo evolutivo), así como plazo.
en la disuasión a través de la función intimidativa de la Con el abogado comparte las definiciones del delito y
pena. Sin embargo, el criminólogo se aparta del psicólogo los procedimientos de intervención, aspectos que guar-
en que este último ha desarrollado una verdadera depen- dan relación con el derecho sustantivo y adjetivo. Si bien
dencia de los tests y las pruebas psicométricas, casi todos la criminología no da por sentadas, en particular den-
petrificados por décadas y vinculados a diagnósticos de tro de la perspectiva crítica, las definiciones legales, en
capacidades bélicas, desde antes de la Segunda Guerra cuanto al mandato profesional del criminólogo para su
Mundial. Tampoco comparte con los psicólogos los cons- operación inmediata, bien sea en materia de contención
tructos imaginarios y la especulación sobre estructuras o reforma o para aplicar indicadores de éxito o fracaso,
mentales, resistentes a la verificación empírica y que resulta inevitable recurrir a las definiciones legales. Sin
constituyen, en casos, verdaderas camisas de fuerza para embargo, se separa del abogado en el dogmatismo jurí-
la teorización y la práctica profesional. dico y el fetichismo legal, tan propios de este último. El
El criminólogo comparte con el sociólogo su interés método criminológico es la antítesis de la dogmática ju-
por lo macroscópico y las visiones totalizadoras y gene- rídica, en el sentido que construye y desarrolla su objeto
ralistas. Conceptos recurrentes en criminología, como de conocimiento por observación e inducción, y no por
desorganización, marginalidad, exclusión, privación relativa lógica deductiva, aunque esta última sea necesaria para
e injusticia social provienen de la reflexión sociológica. la elaboración de teorías. Por otro lado, el desafío del po-
También comparten ambos profesionales una visión re- der de las leyes está en la base de toda reflexión política,
dentora de la humanidad y la idea de perfectibilidad (an- necesaria para que la criminología construya conceptos
cladas en sus orígenes al trabajo de Comte, fundador de y proponga explicaciones y soluciones. Además de todo
la sociología en el primer tercio del siglo XIX), así como ello, el criminólogo no está vinculado a la cultura auto-
70 | Dossier

rreferencial de los abogados ni a su predominante igno- contenido: los delitos cambian con las legislaciones, en-
rancia interdisciplinaria. tre países y dentro de un mismo país en el tiempo, mien-
Finalmente, con el trabajador social el criminólogo tras muchos disputan sobre la criminalización de hecho
comparte dos conceptos y principios de acción desa- y de derecho, la justificación del castigo, la represión y
rrollados por aquél profesional: el estudio de casos y la la prevención, nociones que resultan mudables e ines-
intervención. Mediante el primero de ellos se han desa- tables. Finalmente, los resultados de los programas de
rrollado las entrevistas, las historias de vida y la misma tratamiento y prevención son exiguos y poco alentadores,
anamnesis criminológica, que ha sido tan importante en bien porque las causas del delito son difíciles de establecer,
los estudios clínicos, todos estos desarrollos muy vincu- bien porque las intervenciones requieren controles en la
lados a la reconstrucción psicosocial del autor y a la ela- aplicación y seguimiento difíciles de aplicar, bien porque
boración de perfiles delictivos. Mediante la intervención cuando hay más apremio en cuanto a la delincuencia
en el trabajo social se ha avanzado en criminología con y la inseguridad existe menos tiempo y confianza para la
los programas de seguimiento y evaluación de proyectos, discusión y aplicación de medidas razonables, como ha
y la labor de los delegados de prueba ha estado estrecha- destacado Birkbeck (2004a) comentando los casos de Ca-
mente vinculada al estudio del caso. No obstante, el cri- nadá y Venezuela.
minólogo se aparte del trabajador social por cuanto éste No obstante lo anterior, el criminólogo presenta tam-
último tiende a ser un operador sin referentes teóricos o bién fortalezas que lo colocan en posición ventajosa al
ideológicos precisos, mientras el primero criba su inter- momento de intervenir en la discusión de opciones y po-
vención y evaluación mediante un marco teórico sobre líticas: cuenta con una visión integradora de enfoques y
la conducta delictiva. disciplinas, no está comprometido con métodos o exigencias
De la discusión antecedente derivan varias condi- rígidos de desempeño profesionalizante, tiene capacidad de
ciones del trabajo criminológico que podrían apreciarse comunicación informada sobre la delincuencia, así como
como debilidades. El criminólogo es un generalista, ocu- potencialidades de negociación, sin estar atado a dogma-
pándose de la conducta delictiva y la desviación grave, tismos y con posibilidades de ceder y articular frente a
sus respuestas y consecuencias, pero sin adentrarse pro- diversos actores y agencias en la formulación de planes,
fundamente en ninguna de las disciplinas especializadas programas y proyectos. A continuación trataré de esta-
de las cuales proceden los conceptos, categorías y pers- blecer la conexión entre dichas capacidades ocupaciona-
pectivas fundamentales, sino más bien asumiendo cier- les y las políticas públicas, que suponen, como premisa,
tos supuestos y teorías generados y desarrollados fuera un discurso plausible y unas opciones de actuación con un
de la criminología. Por otra parte, el objeto de estudio de grado aceptable de consenso social.
la criminología es continuamente disputado en cuanto a su
el criminólogo y las políticas públicas... L.G. Gabaldón | 71

2. Las políticas y el discurso público Kelly (2003) considera como un problema, en el en-
foque de preferencias individuales, el control de las ma-
Una política pública es un conjunto articulado de pro- yorías, las cuales mediante una simple agregación nu-
gramas para dirigir la acción del Estado con el fin de en- mérica, podrían imponer sus visiones y opciones sobre
frentar una necesidad o un problema de la población. las minorías, aplastándolas y negándoles un espacio de
Estos programas suponen criterios y proyectos a corto, expresión. Por otro lado, considera que de asumir a las
mediano y largo plazo, a fin de que el Estado oriente sus élites como promotoras de las políticas se enfrenta el pro-
prioridades e inversión para lograr metas definidas y
blema de su inestabilidad y los cambios políticos por la
mensurables.
alternabilidad del gobierno, que harían difícil dar conti-
Las políticas públicas se adoptan en cualquier tipo
nuidad a los planes. También esta dicotomía asume que
de régimen político, pero su discusión, implicaciones y
no es posible generar consensos mínimos de acuerdo a
corresponsabilidad adquieren particular relevancia en
razones culturales, históricas o comunitarias, o bien que
una sociedad democrática; en efecto, en este contexto se
el dilema de las políticas se reduce al diseño centralista
supone que los ciudadanos deben participar y ser con-
del Estado o a la preferencia particularista de un deter-
sultados sobre estas políticas, no sólo porque la amplitud
minado grupo en el poder, que logra imponer su volun-
es una garantía de legitimidad y reconocimiento, sino
tad mientras gobierna. En el fondo, la discusión refleja
porque en sociedades democráticas la acción social su-
la constatación de entornos autoritarios y poco demo-
pone desagregación en diversas instancias, procurando
cráticos, con escasa legitimidad y continuidad en los
los acuerdos y la voluntad colectiva para aplicar los pro-
planes del Estado, que adquieren un carácter inestable
gramas.
y precario. Esta autora también se ha referido a las di-
Alguna autora ha destacado que en materia de políti-
ferencias entre el nivel descriptivo o positivo de las polí-
cas públicas tiende a haber una polaridad entre la visión
ticas, que tendría que ver con su análisis en términos de
del institucionalismo, que propugna reglas y cánones
consistencia lógica y articulación, y el nivel prescriptivo
predeterminados para encauzar las decisiones públicas,
y la visión de las preferencias individuales, que enfati- o normativo, que tendría que ver con la implementación.
zaría la consulta abierta y la participación (Kelly, 2003). Serían cosas distintas y podría haber contraposición. Sin
Esto es una falsa dicotomía, pues los procedimientos son embargo, cabría sostener que la coherencia y consisten-
una cosa y las necesidades otra, y la distinción aquí pro- cia son requisitos para la adecuada implementación, y
puesta enmascara la diferencia entre un enfoque elitista que la dicotomía no se presenta en cuanto a la oposición
y dirigista frente a un enfoque de consulta y participa- entre análisis e implementación, sino entre deseabilidad
ción ciudadana extensa. y factibilidad, que pueden estar en conflicto.
72 | Dossier

Kelly (2003) también ha sostenido que para ejecu- asumiendo que hay que evitar particularismos y, sobre
tar una política pública se requieren tres condiciones: todo el partidismo, la opción realizable, mediante la cual
conocimiento del entorno político, promoción y persua- deberían proponerse cosas que no resulten demasiado
sión y conocimiento del proceso de toma de decisiones. costosas y que no discrepen fundamentalmente de las
Este modelo fija su atención en los estadios finales para prácticas institucionales socialmente aceptadas, la for-
la aplicación de las políticas, suponiendo una mecánica mulación clara y sencilla, articulando discurso y resulta-
de cabildeo para generar aceptación entre los actores po- dos para quienes deben tomar las decisiones, sin proble-
líticos que ejecutan los planes y programas; pero nada matización, y la recomendación, en forma precisa, a quien
dice sobre los mecanismos de consulta, investigación y debe ponerla en práctica. Según Lindblom (1999: 435 ss.)
construcción del conocimiento básico para la genera- dichos principios no son realistas, estrictamente aplica-
ción de las políticas. Si observásemos todo el proceso de bles o siquiera convenientes, dado que la decisión sobre
definición y discusión de las políticas, podríamos desta- las políticas no puede corresponder a una tecnocracia
car que hay al menos cinco variables que deberían ser ni desarrollarse conforme a parámetros puramente de-
consideradas: cisionistas. En efecto, según Lindblom, la investigación
partidaria, u orientada por intereses específicos y explíci-
1. la identificación de las necesidades a ser satisfechas; tos de los investigadores, de acuerdo a sus valoraciones y
creencias, es necesaria, porque sólo de este modo pueden
2. la movilización de los grupos de interés;
salir a flote las diferencias, hacerse explícitas las distin-
3. la ideología de los gobernantes y líderes sociales; tas maneras de ver un problema y sus consecuencias y
evitar la apariencia de un consenso que podría resultar
4. la sustentabilidad de las opciones; y
banal. En la confrontación y en la discusión está la base
5. el consenso social en torno a los planes, programas y del conocimiento realmente informado. Por otra parte,
proyectos. lo realizable o menos costoso no puede ser el límite de la
investigación, pues esto supone aceptar los prejuicios, lo
Lindblom (1999: 430-435) ha abordado un marco conservador y negar la dinámica social. Las propuestas
conceptual mucho más completo sobre el sentido y pro- pueden y deben generar cambios sociales, que son más
pósito de las políticas públicas, con base en la discusión factibles cuando los discursos cuestionan los principios y
de lo que se definen como los principios tradicionales modos de vida establecidos para dar paso a alternativas
que deberían orientar al investigador social en su con- de acción social. Además de ello, la investigación debería
tribución al proceso de formulación y ejecución de las dirigirse y orientar fundamentalmente a los ciudadanos
políticas públicas. Estos principios serían el interés común, y no a las élites o a los grupos en el poder, lo cual resulta-
el criminólogo y las políticas públicas... L.G. Gabaldón | 73

ría exclusivista y antidemocrático, y en este sentido nun- gir y a tolerar respuestas más intensas y desproporciona-
ca se debe menospreciar el criterio del ciudadano común, das en cuanto al control delictivo.
sino que debe contribuirse a su mejor conocimiento para Otro aspecto que debería ser considerado es el del en-
que, disponiendo de mejores herramientas conceptua- torno político social dentro del cual se articula la gestión
les y cognoscitivas, la discusión social tenga más amplia pública. Ochman (2006) ha descrito tres modelos que ha-
base y mejores posibilidades de consolidarse mediante bría que considerar a los efectos de plantear estrategias,
consensos y acuerdos mínimos. Finalmente, la investi- desarrollar iniciativas, promover acciones y articular
gación no debería limitarse a las recomendaciones, pues agencias a los efectos de definir y aplicar las políticas.
esto la aísla del contexto en el cual se produce el conoci- Dentro del denominado modelo republicano se apunta
miento, aparte de que los resultados de un solo proyecto a identificar el interés público como materia de diálogo, ya
o iniciativa pueden ser siempre disputables. que nadie comprende adecuadamente por sí mismo, sin
Las reflexiones de Lindblom son muy pertinentes para comunicación con sus semejantes. Los asuntos públicos
la discusión de políticas públicas en materia delictiva y corresponden a la política, que supone mayor conoci-
para la definición del rol de los criminólogos en dicho pro- miento y participación informados, es decir, con mejores
ceso. En efecto, en esta materia las políticas tienden a ser elementos de juicio. La privatización produce un replie-
generalistas y, de alguna manera, simplificadoras, pues gue hacia lo particularista, hacia lo que no es común
deben ser aceptables para la mayoría de los ciudadanos, y ni generalizable en la vida, a lo idiosincrático, y por ello
no todos están expuestos a los mismos riesgos o agravios. definido por los griegos como “vida idiota” (volcada sólo
Por otra parte, dichas políticas no implican compromisos hacia el sí mismo no comunicativo). El derecho sería el
estables y sostenidos, pues los gobiernos cambian y con medio a través del cual se ejerce la acción estratégica y,
ellos las ideas sobre control de la delincuencia y seguri- mediante sus procedimientos y reglas, la vía a través de
dad ciudadana. Habría que agregar que estas políticas la cual circula la comunicación que se transforma en po-
requieren mucha consulta y articulación para ser legi- der administrativo para la ejecución de las políticas. Aquí
timadas, es decir, para que cuenten con aceptación y so- se postula cierta igualdad y superación de la incertidum-
porte poblacional. Además, pero no menos importante, bre y la inseguridad, pues la gente a quien agobia la in-
dichas políticas tienden a defenderse cada vez más como equidad y la inseguridad no encuentra tiempo o energía
opciones no técnicas, que deberían ser propagadas y asi- para contribuir a la discusión pública.
miladas en forma masiva, incluso, o probablemente con Dentro del denominado modelo liberal, los presupues­
mayor énfasis, entre los segmentos poblacionales menos tos de la gestión pública son autonomía individual, pre-
instruidos, quienes son de ordinario más propensos a exi- dominio de la justicia sobre el bien común y neutralidad
74 | Dossier

del Estado. En este modelo se parte del individualismo so- cial y al desarrollo de virtudes personales y sociales en
cial, dado que las concepciones sobre lo bueno son incon- torno a la idea de cooperación. De este modo, los contro-
mensurables e irreductibles, como vivencias particulares les sociales primarios son más importantes que el control
de cada quien, independientemente de la cultura común. social estatal, que resulta más ajeno e impersonal. Las
Las preferencias individuales rara vez o nunca tienden a políticas públicas deberían estar alimentadas por el diá-
coincidir. Por otro lado, la justicia como imparcialidad logo intracomunitario y por la extrapolación a unidades
supone que no hay una doctrina uniforme ni comprensi- sociales más amplias e impersonales, aunque no queda
va desde el punto de vista filosófico o moral para los ciu- del todo claro cómo las opciones pueden generalizarse y
dadanos, por lo cual ella asume la forma de procedimien- extenderse a diversas comunidades. La ciudadanía está
tos para lograr acuerdos entre individuos, que conservan anclada en el espacio local, con lo cual se crea el riesgo de
valores e intereses diversos. Lo injusto sería lo que deriva promover grupos relativamente cerrados y hasta separa-
de las circunstancias ajenas al individuo, teniendo la li- tistas, cuando son afluentes y autosuficientes, si bien se
bertad prevalencia sobre la distribución de los bienes, y reconoce que la propia solidaridad del modelo comuni-
de allí el mote de liberalismo. En este contexto, la coope- tario debería promover la cooperación intercomunitaria.
ración es necesaria para lograr los mínimos aceptables, En el caso venezolano me parece que actualmente se
una vez obtenidos los cuales, los ciudadanos son libres avanza con fuerza hacia un modelo comunitario dentro
de procurar sus intereses particulares. De este modo, la de una tradición republicana incompleta o frustrada.
legalidad y los procedimientos son esenciales para pre- Estamos, probablemente, en los albores de la sustitución
venir el abuso de poder, y los derechos históricamente de un modelo por otro, aunque cuán concluyente y esta-
condicionados son defensas frente a las amenazas que ble sea dicha sustitución es un asunto debatible. En todo
representa el poder debido a los avances tecnológicos y al caso cabe destacar que, por cuanto el modelo comuni-
descubrimiento de técnicas de manipulación y control. tario es refractario a la globalización y al universalismo,
Dentro del denominado modelo comunitario, la justi- las políticas públicas de seguridad deberían ser menos
cia es vista como compensación de un orden moral que ambiciosas y generales, así como el aparato de justicia
se ha degradado. La pertenencia a la comunidad crea- formal podría tender a la minimización. Esto es algo que
ría lazos morales y no políticos. La ciudadanía jurídica no se ha planteado explícitamente dentro de la discusión
sirve para relacionarse con el Estado, mientras que la de las políticas públicas, aunque subyace en el imagina-
ciudadanía como participación implica la pertenencia rio colectivo de los gestores públicos en mayor medida,
a grupos más íntimos. La individualidad contribuye a la pero también de la mayor parte de la población, quienes
creatividad, mientras la comunidad a la estabilidad so- evaden, cuando no desprecian o atacan, nociones vincu-
el criminólogo y las políticas públicas... L.G. Gabaldón | 75

ladas a los sistemas de control social formal como el cas- acompañados por diagnósticos consistentes sobre las si-
tigo, la represión, la disuasión y el imperio de la legalidad. tuaciones que, supuestamente, justificaban las reformas:
éstas se produjeron, bien por la dirección de un grupo eli-
3. El discurso moral, las políticas públicas tesco o selecto que asumió la proposición de nuevos mo-
y las respuestas institucionales delos legales, o por la acción de diputados que se sintieron
frente a la delincuencia alentados para promover cambios legislativos que justifi-
casen su empleo. Por otra parte, muchas investigaciones
En su estudio sobre 50 años de prensa abarcando el pro- muestran que las personas desconfían de las leyes, tanto
blema de la delincuencia en Venezuela, Birkbeck (2001) en lo que se refiere a su justificación programática para
comprobó que apenas 6% de los textos ofrecían un dis- promover cambios, como en su instrumentación para
curso práctico (qué hacer) y 6,5% aportaban una des- sancionar las infracciones, siendo la desconfianza mayor
cripción sistemática (dimensión cognoscitiva) sobre el entre los sectores populares. Según una evaluación re-
problema delictivo. Casi 90% de los textos se apoyaban en ciente, cerca del 50% de la población considera malo el
un discurso “literario” o “poético”, que está cargado de desempeño de policía, tribunales y fiscalías del Ministerio
metáforas y circunloquios, en desmedro de la precisión y Público, y sólo cerca de un sexto considera bueno dicho
la parsimonia. De este porcentaje, el 76% incluye censura desempeño. Casi el 40% de la población estaría dispuesto
moral de la delincuencia o ensalzamiento de quienes se a aceptar la pena de muerte para “personas que mantie-
ocupan del tema delictivo. Su conclusión es que el discur- nen en zozobra a la comunidad”, lo cual indica un fuerte
so moral es el predominante, pero menos en el sentido apoyo a medidas extralegales extremas de control social
de promover cambios o políticas convocando iniciativas (Camardiel, Ávila y Briceño León, 2008).
y más como melodramatización, denuncia de una situa- Las políticas públicas frente a la delincuencia debe-
ción social negativa y promoción cínica de los propios rían abarcar, bajo el lema de lucha contra la delincuencia,
políticos que hablan del tema. Este análisis sugiere que la no sólo la prevención (evitar que los delitos ocurran en el
tematización de los problemas públicos, y en particular futuro, o minimizar los efectos de los ya cometidos), sino
de la delincuencia, no siempre permite organizar pro- la respuesta, formal o informal inmediata, que se produ-
puestas o identificar problemas en sentido constructivo, ce no sólo con miras a evitar la reiteración delictiva sino
que promuevan la adopción de políticas públicas para para consolidar el espacio público de control social for-
enfrentarlos. mal dentro del Estado. En términos de contenidos, más
Un análisis sobre los procesos recientes de reforma bien convendría hablar de una política de racionalización
procesal penal y penal venezolana (Gabaldón, 2002), per- frente a la criminalidad, que incluya respuestas estricta-
mite concluir que los cambios legislativos no estuvieron mente punitivas junto a las medidas preventivas. Se tra-
76 | Dossier

taría de articular tanto la prevención como la represión del las cuestiones de la disuasión y la vigilancia. Durante
delito, con los parámetros aceptables, desde el punto de vista el periodo 1981-1988 se profundizó el discurso sobre la
jurídico, cultural y moral dentro de una sociedad determina- eficiencia judicial y se comenzó a hablar de integrar la
da, en este caso la venezolana. población a la lucha antidelictiva, abordándose por pri-
En esta materia la participación de los criminólogos mera vez la sensación de inseguridad y la necesidad de
resulta crucial. Los principios contenidos en los planes generar repudio social hacia la delincuencia. Durante
nacionales antidelictivos han variado dependiendo de los el periodo 1989-2000 se enfatizó la cuestión de la vigi-
gobiernos y del clima académico imperante. Aunque se lancia y control, fundamentalmente policiales. En esta
dice que los académicos son marginales a la política, en fase los académicos comenzaron a perder espacio en el
el sentido que las decisiones se toman sin consultarlos, discurso sobre la delincuencia, que fue progresivamente
el telón ideológico del discurso oficial refleja, de alguna ocupado por los políticos pragmáticos y por los funcio-
manera, el discurso académico. Esto debido a que se pre- narios policiales. El sistema legal comenzó a ser atacado
tende cubrir con racionalidad y carácter científico a la por complaciente, críticas éstas que se han exacerbado a
gestión estatal, aunque en la práctica los planes no con- partir de la promulgación del Código Orgánico Procesal
cuerdan en su ejecución con los enunciados generales. Penal en 1998. Durante el periodo 2001-2007 se ha veni-
A partir de 1971, con la creación de la Dirección de do insistiendo en la restitución y fortalecimiento de lo público
Prevención del Delito en el Ministerio de Justicia, se co- como espacio de apropiación por, del y para el interés colectivo,
menzó a introducir en los planes de desarrollo de la na- sugiriéndose como estrategias programas de prevención
ción la cuestión delictiva, con diversos matices y énfasis. dirigidos a la comunidad con base en los valores de justi-
Durante el periodo 1971-1975 se insistía en el problema cia, defensa de la vida, tolerancia, igualdad de derechos,
delictivo como algo que reflejaba inadaptación indivi- igualdad de género y respeto de las diferencias, la pro-
dual, destacándose el peso de las drogas, la desorganiza- moción de seguridad comunitaria y el desarrollo de me-
ción familiar y la influencia de los medios de comunica- canismos intergubernamentales para el aumento de la
ción social. Durante el periodo 1976-1980 se comenzó a cobertura y calidad de los servicios policiales (véase, para
hablar de la marginalidad urbana como problema y de una reseña más detallada, Gabaldón, 1987, 2007).
la necesidad de penetrar en áreas pobres con programas Todos estos enunciados generales carecen de referen-
estatales de presencia de servicios y detección de proble- tes operacionales para el diseño de programas y proyec-
mas, incluyendo vigilancia policial permanente. Apa- tos y en buena parte son inaplicables o mudan de énfasis
recieron por vez primera las menciones a la celeridad y debido a la carencia de seguimiento y evaluación, para
la certeza del castigo como factores preventivos y el re- lo cual se hace preciso disponer de metas alcanzables,
fuerzo de la fuerza policial, incorporándose al discurso planes a largo plazo y criterios de medición de éxito o
el criminólogo y las políticas públicas... L.G. Gabaldón | 77

fracaso, a fin de apoyar sobre datos confiables cualquier la función policial para que dejase de considerarse como
reformulación. Ésta es una tarea para los criminólogos, una actividad partisana al servicio de intereses locales y
quienes con sus saberes interdisciplinarios se encuen- de facción (Gabaldón, 2004). Entre los antecedentes in-
tran en condiciones óptimas para la formulación, segui- mediatos se pueden citar los escándalos de participación
miento y evaluación correspondientes. policial en graves hechos delictivos en un periodo de seis
meses antes de la designación de la Comisión: masacre
4. La experiencia de la Reforma Policial de la Urbanización Kennedy en Caracas, cuando varios
venezolana y el aporte de los criminólogos estudiantes universitarios fueron muertos al equivocar-
se el blanco de la acción policial, secuestro y asesinato
La conformación de una Comisión Nacional para la Re- de un empresario en Aragua, con intervención activa de
forma Policial en Venezuela tuvo, como todo proceso, an- policías regionales y el secuestro y asesinato de los hijos
tecedentes mediatos e inmediatos, tanto de orden norma- de un próspero comerciante y su chofer en Caracas. Estas
tivo como fáctico. Como dato normativo específico cabe condiciones podrían ser definidas como galvanizantes
destacar la Constitución de 1999, que estableció el prin- para la denuncia moral que produjo la respuesta social
cipio de corresponsabilidad en la gestión estatal (artículo institucional (Birkbeck, 2004b: 399), encarnada en el en-
4) y definió la seguridad ciudadana como responsabili- tonces Ministro de Relaciones Interiores y Justicia, quien
dad compartida entre el Estado y los ciudadanos (artícu- promovió, estableció y apoyó decididamente la Comisión
lo 55), además del mandato contenido en la disposición Nacional para la Reforma Policial.
transitoria cuarta, aparte 9, sobre creación de un cuerpo La Comisión Nacional para la Reforma Policial traba-
de policía nacional, si bien la creación de dicho cuerpo jó durante nueve meses con una productividad, eficien-
no estuvo en la agenda original de la reforma. Otro an- cia y legitimidad sin precedentes, expuesta por lo demás
tecedente para la reforma fue el desarrollo de las policías a los avatares de un año electoral, cuando la pondera-
municipales a partir de 1990 y la necesidad de homologar ción y la imparcialidad pudieron ser amenazadas, y en
principios de actuación y gerencia policiales respetando este sentido enfrentó desafíos equivalentes aunque diver-
los principios sobre competencias concurrentes estable- sos a los de otros países que han atravesado situaciones
cidos en los artículos 156, numeral 6 (policía nacional), de crisis (Gabaldón y Antillano, 2008). Sus productos,
164, numeral 6 (policía estadal) y 178, numeral 7 (policía publicados entre 2006 y 2007, incluyeron: una reseña
municipal) de la Constitución Bolivariana. De hecho, un completa de las investigaciones sobre la policía vene-
tema recurrente de la discusión política sobre la goberna- zolana en los últimos 25 años, tanto desde el punto de
bilidad y la policía, en particular a partir de los eventos de vista teórico como empírico. Una descripción detallada
abril 2002, fue la necesidad de homologar y reglamentar de rasgos, patrones, organización y conformación de 123
78 | Dossier

cuerpos policiales en el país existentes para la época. Una nacionales, operadores judiciales, defensores del pueblo,
revisión y organización de las normas nacionales, esta- comunidades, movimientos sociales, víctimas de abuso
dales y municipales que regulaban el funcionamiento policial, niños, niñas y adolescentes, estudiantes, indí-
de los cuerpos policiales en el país. Un estudio cuantita- genas, campesinos, pescadores, religiosos, trabajadores
tivo y cualitativo, con 2.217 encuestas y 8 entrevistas a organizados, empresarios y transportistas, y grupos de
profundidad, en cuanto a las percepciones policiales so- alta vulnerabilidad a la acción policial. Todo ello implicó
bre la seguridad, el servicio policial, las necesidades de la realización de 121 actividades de consulta con grupos
la población y los mecanismos de control y supervisión específicos abarcando a 5.429 personas entre mayo y oc-
policiales, entre representantes de la policía uniformada tubre de 2006, fuera de las consultas difusas a través de
y la Guardia Nacional. Una Encuesta Nacional de Vic- buzones, telefonía e internet (Achkar y Riveros, 2007).
timización y percepción policial sobre una muestra de Fue un proceso en el cual, a través de diversos formatos
5.946 hogares. Una revisión de 30 programas y centros y medios, fueron oídas las voces de 70.000 personas, una
de formación en el país para policías venezolanos a fin cifra sin precedentes en los anales del país, y probable-
de identificar pautas de instrucción y criterios de entre- mente internacionales, para contribuir a generar una
namiento policial. Un ensayo de tipología organizacional base de conocimiento sólido sobre la cual anclar una
con base a datos de 40 cuerpos policiales y un estudio agenda institucional de reforma sostenible en el tiempo.
detallado de 4 organizaciones policiales en el país. Una La relevancia de la investigación criminológica de la
revisión del marco constitucional y la regulación de este Universidad de Los Andes quedó plasmada en el inventa-
tema en 11 cuerpos de policía. Un estudio sobre inver- rio de los estudios sobre la policía en Venezuela, cuando
sión y patrones de gasto entre 18 policías estadales y 48 se determinó que las tres cuartas partes de las publica-
municipales en el periodo 2003-2005. Una revisión del ciones provenían de sus investigadores (Antillano, 2007:
marco legal y propuestas para un sistema de sanciones 19). Los criminólogos egresados de la Escuela de Crimi-
y control disciplinario de los cuerpos policiales. Un es- nología de la Universidad de Los Andes tuvieron partici-
tudio descriptivo y de tendencias en la principal policía pación relevante en el Diagnóstico que realizó la Comi-
de investigaciones del país y los cambios debidos a la sión, a través de sus conocimientos técnicos, su vocación
transición del sistema inquisitivo al sistema acusatorio de trabajo y su capacidad de articular datos y saberes,
en el procedimiento penal (véase, Gabaldón y Antillano, habiendo asociado sus nombres a los productos, cuanti-
2007). Además, emprendió un proceso de consulta con- tativos y cualitativos, que fueron documentados y publi-
centrada y difusa sumamente ambicioso, procurando la cados: la encuesta nacional de victimización, primera a
sistematización de datos cualitativos, mediante formatos escala nacional con participación del Instituto Nacional
aplicados a gobernadores y alcaldes, policías, guardias de Estadística (Gabaldón, Benavides y Parra, 2007), el es-
el criminólogo y las políticas públicas... L.G. Gabaldón | 79

tudio sobre las percepciones policiales sobre la seguridad, obstáculos representados por la carencia de conocimien-
el servicio policial, las necesidades de la población y los to social informado, la improvisación gubernamental y
mecanismos de control y supervisión policiales (Monsal- las debilidades de los mecanismos institucionales para la
ve, con colaboración de Benavides y Peraza, 2007), los consulta extensa y orientada de la población.
grupos focales adelantados con grupos de alta vulnera- Por lo que se refiere a la carencia de conocimiento
bilidad a la acción policial (Gabaldón y Peraza, 2007) y social informado, cabe destacar que cuestiones cruciales
la sistematización de la consulta a sectores específicos vinculadas a la criminalidad, el desempeño del sistema
(Madero, et. al, 2007). Mediante estos estudios se innova- de justicia y la policía resultan difíciles de conocer debi-
ron procedimientos para recabar, organizar e interpretar do a varias razones, entre ellas: manipulación y falta de
datos, que han trascendido fronteras disciplinarias y han transparencia en la información disponible, discursos
consolidado oportunidades laborales para el trabajo de alarmistas y melodramáticos que oscurecen la realidad
implementación de la reforma a través del Consejo Gene- del problema, inmediatez emocional de la victimización
ral de Policía y de la Universidad Nacional Experimental y el abuso policial, cuando son padecidos directamente,
de la Seguridad, a partir de 2009. Este proceso es ahora de modo que resulta difícil “tomar distancia para pen-
dirigido por un Ministro de Interior y Justicia egresado de sar”, conocer las verdaderas proporciones de los proble-
dicha Escuela (Consejo General de Policía, 2011). La ex- mas y superar el estilo de denuncia y condena moral que
periencia constituye un precedente y una promesa para enturbia la adopción de medidas sensatas. Las instancias
la participación del criminólogo en la definición y aplica- del sistema de justicia penal, y la policía en particular,
ción de políticas públicas en Venezuela. tienden a ser cerradas y a limitar el flujo de información
sobre su desempeño, para no perder credibilidad y para
5. Participación ciudadana,
mantener sus pretensiones de exclusividad y preferencia
políticas públicas, conocimiento fundado en el manejo de la cuestión delictiva.
y la articulación del criminólogo En lo atinente a la improvisación gubernamental, de­
be destacarse la recurrencia de la presentación de pro-
Si bien a nivel conceptual se defiende la participación blemas y medidas con efectos alucinatorios (Hernández,
ciudadana como algo deseable para la formulación y 1989). Las percepciones de inseguridad y del abuso po-
seguimiento de políticas públicas en materia de seguri- licial resultan sensibles en la evaluación de la gestión
dad y policía, existen obstáculos programáticos y prác- gubernamental y en la presión de la opinión pública
ticos que deben ser superados para hacer efectiva dicha organizada, incluyendo la prensa, para la adopción de
participación. Corresponde a los criminólogos, desde su respuestas a corto plazo. Esto genera acciones con bajo
perspectiva general e integrada, contribuir a allanar los nivel de estudio y sin criterios de evaluación, lo que se ha
80 | Dossier

denominado “planificación ad hoc” (Birkbeck, 1982). Pa- nimiento de internet, Google y Latindex, la excusa de
reciera que una condición para la adopción de políticas que sus trabajos resultaban inaccesibles ha desapare-
públicas más estables y con seguimiento es un descenso cido, aunque no el fenómeno destacado entonces por
de las tasas delictivas, aunque esperar por dicho descen- el profesor español. En una muy reciente publicación,
so para discutir las políticas crea un círculo vicioso en por cierto auspiciada por el Consejo General de Policía,
cuanto a la discusión socialmente informada sobre la Aniyar de Castro (2010) ha escrito un ensayo sobre par-
delincuencia y su incidencia en el soporte de medidas de ticipación ciudadana y policía comunitaria en América
racionalización de la política antidelictiva. Latina. Sorprendentemente no hay ninguna referencia
En cuanto a la debilidad de los mecanismos institu- sobre trabajos o documentos latinoamericanos, excepto
cionales para convocar consulta extensa, los organismos un artículo de su propia autoría, mientras se observa
de planificación y ejecución a nivel ministerial, como una profusión referencial de nombres exóticos, la mayor
lo destacara Lindblom (1999, supra) tienden a definir la parte de escasa o marginal relevancia para el tema trata-
ejecución de planes y programas como un asunto técni- do. Cabría preguntarse, ¿cómo puede ser abordada con
co especializado, actuando usualmente con criterios de sentido y perspectiva la discusión de políticas públicas
élites (aunque esta denominación tiende a desaparecer en materia criminológica sin referencia a las reflexiones,
y existe un discurso de rechazo frente a ella actualmente condiciones, entorno y particularidades del país o la re-
en Venezuela). Si a esto se añade el partisanismo político, gión a los cuales deberían ser aplicadas? He allí el desafío
(no partidismo en el sentido propuesto por Lindblom), actual del criminólogo. Contribuir a crear conocimiento,
resulta muy difícil convocar a amplios sectores de la po- rescatar el que se encuentra disperso, organizarlo, hacer-
blación, incluyendo la oposición política, para participar lo disponible y ponerlo a circular entre la audiencia so-
en la discusión y diseño de estas políticas. cial, contribuir a aclarar conceptos y a diseñar, proponer
y ejecutar propuestas de evaluación de la gestión social
6. La mujer en el balcón, o cómo hacer en materia de delincuencia y de control social. Para ello
para que se mire hacia adentro de la casa es fundamental, sin perder el universalismo del conoci-
miento, mirar al propio país y a la región, donde se fra-
Años atrás Manuel López Rey, en el curso de un even- gua el destino y el futuro.
to académico celebrado en Caracas, me manifestó su También hace mucho menos tiempo, dirigiéndome
asombro por el conocimiento que los criminólogos lati- a burócratas del Observatorio Venezolano de Ciencia y
noamericanos tenían de los autores y temas europeos Tecnología, expresé que Venezuela era como una mujer
y norteamericanos, mientras desconocían o ignoraban asomada en un balcón, pendiente de lo que ocurría en la
la producción de sus colegas de la región. Con el adve- calle e indiferente frente a lo que se fraguaba con trabajo
el criminólogo y las políticas públicas... L.G. Gabaldón | 81

y dedicación dentro de la casa. Y concluía que, como su- ____ (2004a). “Experticia y prevención del delito: un estudio
cede con las mujeres, uno no deja de quererlas porque se comparado de Canadá y Venezuela”. Capítulo Criminológico, 32,
2, abril-junio 2004, pp. 147-189.
porten mal. Ahora agrego, algo habrá que hacer con esa
____ (2004b). “Tres enfoques necesarios para la criminolo-
mujer en el balcón, para que quienes pasan por la calle
gía”. Capítulo Criminológico, 32, 4, octubre-diciembre 2004, pp.
se animen a entrar a la casa y vean la riqueza y el trabajo 393-411.
que se están produciendo en su interior.
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Lindblom, Charles E. (1999). “¿Qué tipo de investigación ñez Navarro (compilador). Ciudadanos, decisiones públicas y cali-
social se necesita para el diseño de políticas?”. En Charles E. dad de la democracia. México: Limusa, pp. 75-104.
Lindblom, Democracia y sistema de mercado. México: Fondo de
Cultura Económica, pp. 429-470.
la ley que creó la policía
metropolitana de la ciudad
de buenos aires
Gabriel Ignacio Anitua | 83-116 |
84 | Dossier Resumen  Se describen los pormenores políticos que rodearon la sanción de la
ley de creación de un cuerpo de policía local en la ciudad de Buenos Aires. Luego
se describe críticamente dicha ley, que dice inspirarse en modelos comunitarios
y de cercanías, pero que remite a un modelo tradicional y excluyente. El autor
critica a la ley haber perdido la oportunidad de fijar controles internos y externos
a los cuerpos policiales, así como seguir los mandatos constitucionales de des-
centralización y de participación ciudadana. Finalmente se hace hincapié en la
improvisación de los políticos, general en esta materia, especialmente visible en
el llamado “Plan Integral de Seguridad”.

Palabras clave  Policía, comunidad, seguridad, política, controles.

Gabriel Ignacio Anitua  Doctor en Derecho por  la Universidad de Bar-


celona, Master “Sistema penal y problemas sociales” de la Universidad de
Barcelona, diploma de Estudios Avanzados en Derecho Penal en la Universi-
dad del País Vasco, abogado por la Universidad de Buenos Aires y licenciado
en Sociología por la misma Universidad. Becario pre-doctoral del Gobierno
Vasco, en la UPV de San Sebastián (1997-1999), y post-doctoral de la Funda-
ción Humboldt, en la Johann Wolfgang Goethe de Frankfurt (2004-2005).
Estancia de investigación en la University of Middlesex de Londres (2004).
Actualmente es profesor adjunto regular de Derecho Penal y Procesal Penal
en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, del posgrado
en esa misma Universidad. También es profesor en el doctorado en Dere-
cho Penal y Criminología de  la Universidades Pablo  de Olavide (Sevilla) y
de Nuevo León (Monterrey). Autor de los libros Justicia Penal Pública (2003),
Historias de los pensamientos criminológicos (2005), Ensayos sobre enjuicia-
miento penal (2010), entre otros. Tras haber desempeñado tareas en diversas
reparticiones de la justicia penal de la Argentina, trabaja actualmente como
secretario letrado de la Defensoría General de la Nación.

ianitua@fibertel.com.ara
La ley que creó la Policía Metropolitana
de la Ciudad de Buenos Aires

1. Las discusiones y juegos políticos y parlamentarios

Aquí se analizará la ley que decidió la conformación de una fuerza policial me-
tropolitana. Pero también me detendré en las previas discusiones parlamentarias
y otras de tipo político que se realizaron de cara a la opinión pública, todas las
cuales desperdiciaron una tal oportunidad para debatir seriamente un problema
grave y, por el contrario, dejaron planteada la creación de un cuerpo policial en
tanto “remedio” –mágico– de la cuestión securitaria en la ciudad autónoma de
Buenos Aires.
Previamente a esas discusiones se había ya instalado el debate político y social
sobre la necesidad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de contar con una
fuerza policial propia, para asumir la problemática de la seguridad en el ámbito
geográfico porteño.
Reflejo de ello fue la lucha política-electoral, que utilizaba a la policía como
solución de este tipo de problemas asociados a la “sensación de inseguridad” o al
“miedo al delito”1. Se señala que tal miedo ha ido en aumento en los últimos diez
años (Calzado, 2010), probablemente por complejísimas razones, dentro de las
cuales debe mencionarse el hecho de que la clase política parece no tener otras
soluciones que ofrecer dado el efectivo desapoderamiento del Estado de sus fun-
ciones decisorias en todas las áreas políticas, sociales y económicas bajo el proce-
so llamado de “globalización”, y a pesar de los cambios más recientes hacia una

1  Esto último de acuerdo a la terminología anglosajona. Para sus alcances es recomen-


dable leer a Kessler (2009).

85
86 | Dossier

mayor participación del Estado en varios de esos proble- produjo en medio de un intenso debate electoral en el que
mas. También deben considerarse los cambios motiva- el partido que luego ganó las elecciones locales acusaba
cionales sociales e individuales, que tienden a una menor al bloque mayoritario en el Congreso Nacional de atar de
participación en los conflictos sociales, y por lo tanto a manos al futuro gobierno municipal al impedir el tras-
una delegación hacia funcionarios de tareas tradicional- paso de la Policía Federal al ámbito local o al impedir la
mente absorbidas por la sociedad. De todas formas, y sea creación de ese cuerpo milagrosamente solucionador de
por lo que fuese, el hecho de que se discuta políticamente problemas securitarios en Buenos Aires.
acerca de la policía es algo muy complejo, pero evidente Tras el triunfo de esta agrupación opositora a nivel fe-
en su facticidad a nivel nacional. deral (PRO) en la ciudad de Buenos Aires, se intensificaron
Tales discusiones también se han planteado en nues- los pedidos de traspaso que, aunque normativamente no
tra ciudad, y han repercutido en la organización legal y están impedidos, de facto han quedado negados cuando se
organizativa. Así, desde que Buenos Aires obtuvo un es- afirma la imposibilidad económica y jurídica –de acuerdo
tatus de autonomía sui generis –con Constitución local y a legisladores oficialistas y al propio ministro de Justicia
diversas acciones simbólicas de independencia– ha esta- de entonces (Aníbal Fernández)– de transferir a la ciudad
do presente con mayor vehemencia la necesidad de una los fondos que sustentan a la división metropolitana de la
policía y justicia propias para ocuparse del “principal” Policía Federal.
problema de sus ciudadanos, de acuerdo a los medios de Frente a ese escenario, se suspendió momentánea-
comunicación (Clerici, 2010), que no es sino el de la se- mente el pedido del traspaso de la fuerza que actualmen-
guridad reducido a dicha faceta policial. A pesar del nulo te actúa en el territorio de la ciudad, y se reflotó el intento
efecto de la creación de un poder judicial autónomo, el de crear una fuerza policial propia, con el objetivo decla-
pedido de creación de una fuerza policial aumentó desde rado de que coexista con la Policía Federal (en parte para
que, en 2007, el Congreso de la Nación derogó el artículo no des-responsabilizar al gobierno federal en esta mate-
7º de la ley 24.588 que prohibía al gobierno autónomo ria, para lo que también se insistirá, en el tiempo, con el
crear cualquier tipo de organismo de seguridad2. Esto se planteo del traspaso).

2  Ley 24.588, artículo 7º: “El Gobierno Nacional seguirá y el Estado Nacional suscribirán los convenios necesarios para
ejerciendo, en la ciudad de Buenos Aires, su competencia en que éste brinde la cooperación y el auxilio que le sean requeri-
materia de seguridad y protección de las personas y bienes. La dos para garantizar el efectivo cumplimiento de las órdenes y
Policía Federal Argentina continuará cumpliendo funciones disposiciones emanadas de los órganos de gobierno de la ciudad
de policía de seguridad y auxiliar de la justicia en el ámbito de de Buenos Aires. La ciudad de Buenos Aires podrá integrar el
la ciudad de Buenos Aires, dependiendo orgánica y funcional- Consejo de Seguridad. No podrá crear organismos de seguridad
mente del Poder Ejecutivo Nacional. La ciudad de Buenos Aires sin autorización del Congreso de la Nación”.
la ley que creó la policía metropolitana... G.I. anitua | 87

Cabe recordar que la creación de una fuerza propia El proyecto no sólo fue presentado ante la Legislatura
destinada a “combatir” el delito había sido una de las sino también, con un importante operativo mediático,
principales promesas de campaña del actual jefe de go- ante la sociedad en general. Contaba, en principio, con el
bierno porteño, Mauricio Macri, y también de todos los apoyo del partido mayoritario en la Legislatura (el PRO)
aspirantes a serlo en las elecciones de 2007. A partir de pero con el rechazo del partido gobernante a nivel federal
ese momento, la fuerza política (PRO) que gobernaría (el FPV) y que aún tiene el gobierno, a través del Minis-
durante los próximos cuatro años ha decidido darle efec- terio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la
tividad al binomio “policía-seguridad”, que ha construi- Nación, de la Policía Federal que actúa en el ámbito de la
do como mágico remedio con tanto empeño durante la ciudad de Buenos Aires.
campaña electoral. La disputa política en derredor de la creación de una
Desde poco antes, desde el 2006, se han presentado policía propia para la ciudad, o del traspaso de parte de
siete proyectos sobre esa policía propia.3 Todos ellos, tras la Policía Federal para que se gestione autónomamente,
el triunfo electoral del PRO, y de acuerdo a las posibilida- también de resonancia mediática en los meses de febrero
des de ser discutidos y aprobados, quedaron reducidos al a abril del 2008, aceleró los tiempos y discusiones sobre
proyecto “oficial”, presentado por la Jefatura de Gobierno este proyecto, que se presentó en la legislatura en abril
en 2008 y como una de las primeras propuestas del recién del 2008 y que formó parte de la ley que el 28 de octu-
elegido Mauricio Macri. Se identifica como proyecto 462- bre de 2008, la legislatura porteña aprobó, por 42 votos
J-2008 “Creación de la Policía Metropolitana” y será la a 13 (a favor: PRO, Frente para la Victoria, Socialismo,
fuente de la futura ley. Autonomía con Igualdad y Encuentro Progresista; en
contra: Diálogo por Buenos Aires, Igualdad Social, Coali-
ción Cívica y Nueva Izquierda). Como se observa, en ese
3  Éstos fueron los identificados en la Legislatura autónoma
como el 270-D-2006, presentado por la diputada Silvia La Ruffa, breve período algunas fuerza políticas importantes pasa-
“Creación de la Policía Comunitaria”; el 770-D-2006, presenta- ron del rechazo más decidido a dar su voto afirmativo,
dos por el Diputado Jorge Enríquez, “Creación de Policía Co- evaluando los posibles costos políticos de un rechazo. Lo
munitaria”; el 976-D-2006, presentado por el diputado Julio De
más destacado fue el apoyo del grupo gobernante a nivel
Giovanni, “Creación de la Policía de la Ciudad”; el 1114-D-2006,
presentado por el diputado Rodrigo Herrera Bravo y otros, nacional, que había sido quizás el más firme opositor al
“Creación de la Policía de la Ciudad”; el 1240-D-2006, presen- proyecto y luego fue la que hizo mayores esfuerzos para
tado por el diputado Jorge San Martino “Creación de la Policía llegar a una ley consensuada.
de la Ciudad”; el 1297-D-2006 presentado por el diputado Die-
Antes de ello, además, los distintos legisladores cola-
go Santilli “Creación de la Policía Metropolitana”; y el 1302-D-
2007 presentado por el diputado Fernando Caeiro, “Creación de boraron en la discusión primero y, abiertamente, en la
la Policía de la Ciudad”. mejora de la ley luego. En ese plazo se realizaron varias
88 | Dossier

jornadas de trabajo en la Comisión de Seguridad de la Le- nosotros estamos escuchando respecto al tema de segu-
gislatura porteña para tratar los ocho proyectos de poli- ridad, y nosotros lo estamos tratando con seriedad para
cía metropolitana que se redujeron al finalmente aproba- dar una buena respuesta hacia el vecino.
do. Entre las reuniones varias de legisladores y asesores,
se destacan las que mantuvieron con expertos sobre el Aun sin dejar en claro lo que propone, realizó una exi-
tema, que posibilitaron un debate algo más cargado des- gencia a los legisladores “debemos darle toda la seriedad
de el punto de vista teórico. y la celeridad que la ciudadanía está exigiendo”4. Habría
El 12 de mayo concurrieron a la Legislatura Guiller- que señalar que en la ronda de preguntas y el debate, los
mo Montenegro, Ministro de Justicia y Seguridad del Go- legisladores no se detuvieron sobre el modelo policial y
bierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Subse- de seguridad, y se mostraron más preocupados por la vi-
cretario de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos vienda de los policías, sus salarios y formación, a más de
Aires, Matías Molinero, y los Diputados –con mandato cuestiones coyunturales.
cumplido– Jorge Enríquez y Fernando Caeiro, autores de El 19 de mayo participaron de la segunda jornada
dos proyectos de policía comunitaria que tienen relación de trabajo, dedicada a las diferentes instituciones de la
con el oficial. El ministro Montenegro utilizó el mismo Ciudad Autónoma de Buenos Aires vinculadas tanto
lenguaje de las presentaciones hacia la sociedad, inten- con la prevención de delito y de la violencia, como con
cionalmente ambiguo: la defensa y protección de los derechos humanos, Alicia
Pierini, Defensora del Pueblo de la Ciudad Autónoma de
Se trata de una fuerza policial nueva que no nace con Buenos Aires, Marcelo Vázquez, miembro de la Cámara
ningún tipo de prejuicio; es responsabilidad de todos los en lo Contravencional y de Faltas, y Manuel Izura, en
que estamos aquí, que esta fuerza policial nazca como representación del Fiscal General de la Ciudad de Bue-
tiene que nacer. Tenemos que ser lo suficientemente nos Aires, Germán Garavano. La Defensora del Pueblo,
responsables para darnos cuenta de que estamos frente además de señalar la necesidad de discutir primero una
a una oportunidad histórica –guste o no–: la creación ley macro –que se encargaría de presentar en proyecto
de una fuerza propia para la Ciudad de Buenos Aires. propio, como luego analizaremos–, hizo una serie de
Esto tiene que ver también con que nosotros entende- preguntas sobre este proyecto de policía propia como
mos que esta iniciativa no es solamente importante “¿Hacia dónde va el marco? ¿Cuál es el lineamiento ha-
para nuestro gobierno, sino también para todos los cia el cual se dirige? ¿Qué definición hay de Seguridad, de
ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires. Nosotros
entendemos claramente que se trata de un proyecto de
4  Versión taquigráfica, Comisión de Seguridad de la Legisla-
la gente y para la gente. Es un reclamo muy claro que tura porteña, 12 de mayo de 2008.
la ley que creó la policía metropolitana... G.I. anitua | 89

valores a asegurar, de las diferencias entre las distintas tor en Ciencias Políticas, interventor de la Policía de Se-
formas de investigación de los delitos? Considero que hay guridad Aeroportuaria, y autor de una importante can-
muchas cosas que no están planteadas”5. No pareció ser tidad de obras con relación a la cuestión de la seguridad.
muy favorable a su sanción. Los representantes de jueces Aun cuando, como en los otros casos, no se impulsaron
y fiscales porteños, a más de coincidir con la necesidad concretas modificaciones al proyecto, de esta reunión se
de esa ley integral, se avocaron a señalar las dificultades destaca lo que señaló Marcelo Sain en cuanto a que
y fracasos del traspaso y creación de una justicia penal
local (por su relación con esta nueva fuerza en tanto “po- … sería razonable que la formulación de una ley y una

licía judicial”). estructura orgánica de la policía porteña no esté atada

El 26 de mayo asistieron a la tercera reunión, dedi- a las disquisiciones vinculadas a lo que es la conforma-

cada a escuchar a las ONGs vinculadas con la temática ción orgánica, sino que, creo que, como estrategia le-

de seguridad, Darío Kosovsky, Director del Centro de gislativa, fundamentalmente se debería apuntar a cuál

Estudios de Política Criminal y Seguridad del Instituto es el modelo de gestión de seguridad pública que se pre-

de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales tende para la ciudad y cuál es, dentro de ese modelo, el

(INECIP); Claudio Suárez, Presidente del Centro para el sistema policial ideal.

Desarrollo de Políticas de Inclusión Social (CEDEPI); y


También señaló este experto:
María Fernanda González Zamudio, Coordinadora de Es-
tudios de Seguridad del Centro de Estudios para la Con- Lo último que deseo señalar es que creo que la Ciudad
vergencia Ciudadana. No se analizaron los proyectos en de Buenos Aires, más que una ley orgánica de policía,
concreto, pero hubo acuerdo general sobre la necesidad necesita una ley de seguridad pública. El hecho de que
de analizar una política general de seguridad. se discuta primero una ley de policía sin discutir una
El 2 de junio, en la fecha destinada a escuchar a los ley marco que regule la seguridad pública y, dentro de
expertos de los distintos institutos universitarios (que en ese esquema, el sistema policial, creo que es un mensaje
líneas generales no asistieron y esto revela una preocu- policializante de la seguridad pública6.
pante desatención sobre esta temática por parte de la
academia) participaron Juan Carlos Tirante, Director de Eso es precisamente lo contrario de lo que se había
la Tecnicatura y Cursos de Seguridad de la Universidad hecho en el proyecto de ley y que de mala forma se reme-
Tecnológica Nacional, y Marcelo Sain, licenciado y doc- dió luego y gracias al trabajo de los legisladores que fue

5  Versión taquigráfica, Comisión de Seguridad de la Legisla- 6  Versión taquigráfica, Comisión de Seguridad de la Legisla-
tura porteña, 19 de mayo de 2008. tura porteña, 2 de junio de 2008.
90 | Dossier

bastante completo para tan breve lapso de posibilidad de en toda la Argentina. En buena parte de nuestro país
discutir, enmendar y mejorar el proyecto. hay marchas, y en nuestro país, hoy, la inseguridad
Mientras eso no podía realizarse por cuestiones de atenta directamente con la calidad de vida.
tiempo, desde la Jefatura de Gobierno se reclamaba con
urgencia, y en forma mediática, la pronta sanción de la La diputada La Ruffa (FpV), probablemente quien más
ley de creación de la Policía Metropolitana, considerada había trabajado en el tema en la época previa a la san-
como la ción de la ley, pidió la aprobación porque

… herramienta fundamental para solucionar el proble- … con esta ley, a diferencia de lo que venía ocurriendo
ma de la (in)seguridad. Las urgencias no respondían a hasta ahora, el Jefe de Gobierno no va a tener más excu-
necesidades de las políticas de fondo, sino a las impues- sas. A partir de ahora se tiene que hacer cargo de la se-
tas como agenda. Con ellas queda en evidencia la im- guridad, y lo tiene que hacer no sólo con la policía sino
provisación de los poderes ejecutivo y legislativo, lo que con todos los elementos que esta ley fije, para que pueda
sólo puede tener como resultado el “desgobierno políti- tener un verdadero plan integral que se sostenga en el
co de la seguridad pública7. tiempo y que mejore la calidad de vida de todos los que
viven, transitan, estudian y pasean por nuestra Ciudad.
Con dicha ecuación política, y dicho trabajo parla-
mentario, se llega a la discusión del día 28 de octubre de Así aparecen expuestas las diferencias entre los dos
2008. El diputado Ritondo (PRO), que fue quien consen- principales valedores de la ley, miembros de un consen-
suó la redacción de la ley con justicialistas y socialistas, so que, en roma irónica se definió como entre “un sector
no escondió las ultraintenciones, al decir que:
que no quería traspasar la Policía Federal y un sector que
no la quería recibir”. El mismo diputado Hourest, quien
La creación de la Policía Porteña, no sólo significa la
con su grupo se opuso a la ley, terminó señalando el po-
creación de una institución para la seguridad ciuda-
dana, sino que esta creación nos permite recobrar la sible riesgo de autonomización y dependencia política (y
creencia en cambios reales, tangibles y positivos para por lo tanto descontrol ciudadano) ya que
beneficio de la sociedad. El tiempo de su creación es más
… aquí no hay un gobierno ciudadano de la policía;
que oportuno. Hoy, la seguridad es un tema de debate
aquí no hay un gobierno civil de la policía, sino que
aquí hay un señor que va a ser designado ministro, que

7  Según la expresión de uno de los últimos expertos consulta- va a tomar la planificación estratégica que le den y las
dos por la Legislatura (Sain, 2008). instrucciones que le pida una fuerza que no maneja,
la ley que creó la policía metropolitana... G.I. anitua | 91

para decirle “hágalo” a alguien que ya sabe lo que tiene ré a analizar los artículos de la ley, intentando probar que
que hacer. la cuestión de las normas no sólo refleja una concepción
presente en ese ámbito social y político, sino que a su vez
Finalmente, se sancionó la ley 2894, denominada Ley
sirve para crear, o consolidar, tanto la idea limitada de la
de Seguridad Pública que establece, entre otras cosas,
seguridad, que queda asociada a la de la existencia de la
pero principalmente, la creación de la Policía Metropo-
institución policial (regida por las pautas tradicionales,
litana. Concretamente es el Título II de la ley, titulado
pues ello no se discute), como la de que su ausencia es
“Sobre la policía metropolitana” y que va de los artículos
un “problema” que puede resolverse con voluntad, leyes
18 a 55 el que recibe lo nodal de aquel proyecto presen-
e instituciones afines a los intereses de los supuestos vo-
tado por el PRO, con algunas sugerencias agregadas por
los legisladores opositores que conformaron el dictamen tantes.
de mayoría, y a resultas de las mencionadas reuniones.
2. El “modelo” policial y la actuación concreta
También fueron creados, por ley, el Instituto Superior de
de los funcionarios en la ley de creación
Seguridad Pública y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales,
de la policía de la Ciudad de Buenos Aires
donde caben otras aspiraciones de los bloques que con-
sensuaron la creación de la policía local.
Como se ha dicho, no debe perderse de vista que el centro
Al día siguiente de su sanción, el jefe de gobierno
de la ley lo constituyó el proyecto de ley que se presentó
Mauricio Macri, realizó una muy mediática conferencia
por el gobierno porteño ante la Legislatura local en abril
de prensa en la que sostuvo que la creación de la Policía
del 2008. En ese momento se hace el elogio de la crea-
Metropolitana “marcará un hito histórico” en la vida de
ción de un nuevo cuerpo policial, como una necesidad
la Ciudad de Buenos Aires y afirmó que la nueva fuerza
revelada por el miedo de los vecinos a ser víctimas de de-
“nos va a dar la oportunidad de trabajar con profesiona-
terminados delitos. De hecho, el miedo al delito callejero
lismo, con capacitación permanente y con buen equi-
pamiento tecnológico para garantizar la seguridad y la fue lo que marcó las propuestas del partido político que
libertad de los ciudadanos”. En esa misma conferencia, ganó las elecciones en la ciudad. Y si bien un tal miedo es
el Ministro Montenegro insistió en que “Vamos a tener algo que se genera por una multiplicidad de motivos, no
una policía de proximidad y respuesta rápida al vecino, puede descuidarse que a su vez esa sensación de insegu-
con alto entrenamiento y con muy buen equipamiento ridad aumenta cuando se coloca en la agenda el tema de
tecnológico”. la seguridad y sus problemáticas soluciones.
Más allá de estas insistencias en el modelo policial y Como señala el experto Marcelo Sain, siguiendo a
en la cuestión de la tecnología, en este trabajo me limita- Bauman:
92 | Dossier

En nuestro país, el incremento del miedo derivativo vin- La policía comunitaria (en el ámbito anglosajón) o
culado a los asuntos de seguridad ha dado lugar a un de proximidad (en el ámbito francés) se presenta como
reclamo irracional de amparo y resguardo estatal que, una estrategia innovadora en la policía del Reino Unido
lejos de ponderar una impronta democrática e inclusiva a fines de 1970 y de Estados Unidos en la década de 1980
de la seguridad pública, apuntala respuestas represivas (Reiner, 2001: 121 y ss.). Luego, este modelo se expande
asentadas en una suerte de populismo punitivo exacer- con altibajos por el resto de la Europa continental. El ob-
bado (Sain, 2008: 309). jetivo central es alcanzar un consenso en la ciudadanía
que legitime la actuación policial. Para ello, se necesita
El jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larre- una interacción mayor con la población mediante la
ta, sostuvo en el diario “La Nación” de Buenos Aires, so- consulta sistemática a la comunidad y a distintas asocia-
bre la actuación del gobierno federal en relación con la ciones en materia de seguridad y prevención del delito.
seguridad: “No sólo no lo pudo resolver sino que estamos Este modelo presenta tres características centrales:
cada día peor. Por eso insistimos en el traspaso (de la po-
licía). No podemos dejar pasar más tiempo; la gente de la »» organización descentralizada (a nivel local y regio-
nal) y desconcentrada (multiplicidad de comisarías
ciudad tiene cada vez más miedo”.
con cierta autonomía funcional),
El jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri, indi-
có, en diversos medios porteños, que “No buscamos una »» un mayor control por parte de las autoridades polí-
fuerza de seguridad para confrontar, sino para ayudar a ticas (alcaldes y concejales municipales) y de la co-
los vecinos que piden más seguridad”. munidad (consejos locales integrados por delegados
El ministro de seguridad de la ciudad, Guillermo elegidos por voto popular) mediante la obligación de
Montenegro, dijo que “Es absolutamente imprescindi- rendir cuentas,
ble contar con una fuerza de policía prolija. Esta fuerza
debe tener una fuerte respuesta con los vecinos”. Según
»» la elaboración de programas de prevención concer-
tados con los ciudadanos con plazos estipulados de
Montenegro, esa nueva fuerza policial porteña debe estar
ejecución (Normandeau, 1994: 49-51).
orientada hacia “la comunidad”, y contará con un “for-
talecimiento tecnológico importante”. Siguiendo a este autor, este modelo policial permite
De esta manera, pareciera que el tipo de policía que generar comunidades más seguras debido a una dismi-
eliminará el miedo, aunaría elementos de la policía “tra- nución en la sensación de inseguridad antes que por una
dicional”, con aportes de la “comunidad” y de las “nue- reducción real de los hechos delictivos. Las críticas seña-
vas tecnologías”. lan, entre otras cosas, que ese recurso sumado al popu-
la ley que creó la policía metropolitana... G.I. anitua | 93

lismo en materia de leyes penales lleva a un aumento de como administrador de conocimiento. Finalmente, el en-
los efectos discriminatorios de la selectividad policial tra- foque hacia la resolución de problemas implica obligar a
dicional, y que dejar el control en una difusa y confusa la policía a realizar un número creciente de tareas para
comunidad puede ser la mejor forma de eximir de toda las cuales, en principio, no está preparada.
regulación a las policías autogestionadas (excelentes mi- También se ha señalado que habría una policía co-
radas críticas, que inspiran lo dicho, en Di Corleto, 2010; munitaria con “orientación empresarial” (Ericson y Ha-
y en Carles, 2010). ggerty, 1997: 179 y ss; Reiner, 2001: 208-210), que posee
Otra forma de organización policial, que comparte una serie de caracteres:
gran parte de la estructura comunitaria, es la denomina-
da “policía de resolución de problemas”. Herman Golds- »» el ciudadano es un consumidor del bien-servicio “se-
tein introdujo este modelo y elaboró su metodología guridad”,
(Goldstein, 1998: 117-127). De acuerdo a ella, el policía
»» la policía aumenta el trabajo documental para lo cual
debe identificar el problema y sus posibles soluciones te-
requiere de nuevas tecnologías (informatización de
niendo en cuenta sus aspectos éticos, sociales y legales.
datos, recepción automática de llamadas en las comi-
Luego, se examinan las instituciones que pueden parti-
sarías, patrullas equipadas con ordenadores),
cipar en las soluciones esbozadas (otros departamentos
de la propia policía, servicios sociales, administración »» la institución policial evalúa su eficacia sobre la base
local). Por último, se informa a la ciudadanía sobre el de objetivos estipulados (reducción del delito y/o de
plan elaborado y se habilitan mecanismos de feedback que la sensación de inseguridad), los cuales deben ser ve-
permitan tanto su control como posibles modificaciones rificables (mapa del delito, registro de denuncias, en-
por parte de la comunidad. Ericson y Haggerty (1997) cuestas en la población).
entienden que este modelo no es más que otra “orien-
tación” de la policía comunitaria, con caracteres que Este modelo, y en forma conjunta con otros recursos
intensifican el papel de la información. Por un lado, la “privados”, promueve la vigilancia electrónica en espa-
orientación hacia la resolución de problemas le permite cios reducidos, reemplaza la patrulla a pie por el coche
a la policía delegar responsabilidad, respecto a la seguri- informatizado y circunscribe su control a los territorios
dad, en otras instituciones y actuar a través de ellas (y no peligrosos (hot spots), de acuerdo con los riesgos que ha
con ellas). Por otra parte, dichas instituciones (sanidad podido identificar, evaluar y gestionar.
privada y pública, servicios sociales y educativos, com- A partir de la teoría social del paradigma del riesgo,
pañías de seguros, etc.) deben brindar un flujo constante Ericson y Haggerty caracterizan a la policía a partir de
de información a la policía y ello acentúa el papel de ésta su función como gestora de información sobre riesgos
94 | Dossier

sociales (police as knowledge workers). De acuerdo a ello, población en general y las solicitudes –básicamente, por
el concepto de comunidad que preside al modelo comu- vía telefónica– de intervención policial frente a hechos
nitario es aquel que enfatiza las “...comunicaciones que delictivos consumados” (Sain, 2008: 138).
implican un compartir (comunión) entre personas que Lo que se insistía ante la opinión pública, e incluso se
tienen (...) un sentido de identidad y tradiciones comu- remarcaba en el despacho de mayoría de la ley8, es que se
nes (...), comunicaciones que fomentan la empatía antes solucionarían todos los temores con un cuerpo policial.
que el miedo...” (1997: 71). Pero en la sociedad del riesgo, A falta de mayor referencia, un modelo en el que el pro-
las comunicaciones son impersonales e institucionales, pio cuerpo defina sus atribuciones.
no existen agentes identificables que protejan frente a los Esto es lo que surge en la propuesta expresada política
peligros generados por los riesgos difusos. Y el territorio, y mediáticamente, y también en el proyecto y luego en la
como espacio público de interacción social, se disemina. propia ley.
La policía que describen Ericson y Haggerty acopia la Más allá de que esta última mejora la redacción del
información que permitirá categorizar a los individuos primero (entre otras cosas, definiendo los términos de se-
con relación a los problemas específicos en un territorio, guridad pública, prevención e investigación, entre otros,
tanto para saber qué espera la comunidad de ella, como para la propia ley) no sigue un modelo policial en con-
para transmitir dichos datos sobre peligros –visibles o creto.
latentes– a las instituciones interesadas. Esto resulta es- Pero la apelación a la comunidad (por otro lado in-
pecialmente sugerente en punto a los intereses que han eludible dado el mandato expreso en ese sentido de la
demostrado tener los nuevos gobernantes con algunas Constitución de la Ciudad de Buenos Aires) como a las
instituciones especializadas en “nuevas tecnologías” vin-
culadas a la seguridad.
Todo ello, no se aleja de un modelo policial ya exis-
tente.
La “tecnología” no afecta, entonces, al modelo de una
8  “Que, al presente, se encuentran reunidas las condicio-
policía que se fija por sí misma objetivos y funciones. En
nes para proceder sin demora en la concreción del objetivo
verdad, tampoco lo altera el mero recurso discursivo a de constituir una fuerza policial para la Ciudad; Que se posee
la comunidad ya que, de la misma forma en que, como el convencimiento que sólo a través de esta medida podrá ob-
se verá, se plantea en las propuestas gubernamentales, tenerse en el mediano plazo una efectiva mejora en las con-
diciones de seguridad de los habitantes de la Ciudad; Que la
“en el modelo tradicional, el principal contacto estable-
creación de la fuerza policial de la Ciudad, es una respuesta
cido entre la policía y la ciudadanía estuvo dado históri- legislativa directa a uno de los reclamos más contundentes de
camente por la formulación de denuncias por parte de la nuestra comunidad”.
la ley que creó la policía metropolitana... G.I. anitua | 95

tecnologías, se realiza en la expresión de motivos y en el ca como servicio a cargo de una policía que tendría que
capítulo V de los principios generales9. ser dependiente del ejecutivo local. En la ley, este punto
Por lo tanto, el modelo policial comunitario se afirma se mejoró un poco, aunque quedó reflejada una tal con-
como derivación del paradigma de la Constitución local, cepción reductiva de la “seguridad pública”, que incluso
que descansa sobre la idea de la participación de la co- queda igualada al concepto de “orden público”11 (para
munidad en el gobierno en general y en especial en el go- una crítica de este concepto, Anitua, 2009: 46 y ss.)
bierno de la seguridad. Es así que se mencionan, en la ex-
posición de motivos, los debates en torno a la seguridad
que tuvieron lugar al sancionarse la Constitución de la
Ciudad de Buenos Aires. Dichos debates se plasmaron en violencia, diseñando y facilitando los canales de participación
comunitaria.
los artículos 34 y 35 del Proyecto que, enmarcados bajo
el acápite “Seguridad”10, ya reducían la seguridad públi- Artículo 35. Para cumplimentar las políticas señaladas en el
artículo anterior, el Poder Ejecutivo crea un organismo encar-
gado de elaborar los lineamientos generales en materia de segu-
9  Artículo 16. Es un derecho de los/as ciudadanos/as y un de- ridad, tendiente a llevar a cabo las tareas de control de la actua-
ber del Estado de la Ciudad promover la efectiva participación ción policial y el diseño de las acciones preventivas necesarias.
comunitaria en asuntos de seguridad pública. El Poder Ejecutivo crea un Consejo de Seguridad y Prevención
del Delito, honorario y consultivo, integrado por los represen-
Artículo 17. La participación comunitaria se efectiviza a través de
tantes de los Poderes de la Ciudad y los demás organismos que
la actuación de los Foros de Seguridad Pública, que se constitu-
determine la ley respectiva y que pudiesen resultar de interés
yen mediante una ley especial, como ámbitos de participación
para su misión. Es un órgano de consulta permanente del Poder
y colaboración entre la sociedad civil y las autoridades, para la
Ejecutivo en las políticas de seguridad y preventivas.
canalización de demandas y la formulación de propuestas en
materia de seguridad pública. 11  Artículo 5°. La seguridad pública es deber propio e irre-
nunciable del Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
10  Artículo 34. La seguridad pública es un deber propio e irre-
que debe arbitrar los medios para salvaguardar la libertad, la
nunciable del Estado y es ofrecido con equidad a todos los ha-
integridad y derechos de las personas, así como preservar el
bitantes. El servicio estará a cargo de una policía de seguridad
orden público, implementando políticas públicas tendientes a
dependiente del Poder Ejecutivo, cuya organización se ajusta
asegurar la convivencia y fortalecer la cohesión social, dentro
a los siguientes principios: 1. El comportamiento del personal
del estado de derecho, posibilitando el goce y pleno ejercicio,
policial debe responder a las reglas éticas para funcionarios en-
por parte de las personas, de las libertades, derechos y garan-
cargados de hacer cumplir la ley, establecidas por la Organiza-
tías constitucionalmente consagrados.
ción de las Naciones Unidas. 2. La jerarquización profesional y
salarial de la función policial y la garantía de estabilidad y de Artículo 6°. El Ministerio de Justicia y Seguridad será el organis-
estricto orden de méritos en los ascensos. El Gobierno de la Ciu- mo encargado de elaborar los lineamientos generales en ma-
dad coadyuva a la seguridad ciudadana desarrollando estrate- teria de seguridad, tendientes a llevar a cabo el diseño de las
gias y políticas multidisciplinarias de prevención del delito y la acciones preventivas necesarias y las tareas de control.
96 | Dossier

En la exposición de motivos del proyecto se cita a los institución o como función, sino precisamente desde la
convencionales Enríquez, Garré y Brailovsky (de distin- inserción en la sociedad.
tas agrupaciones políticas) quienes señalaron la imperio- En tal sentido, Amadeu Recasens y José Luis Domín-
sa necesidad que tenía la Ciudad de contar guez (Recasens, 1996: 26-30) mencionan estos distintos
enfoques sobre la policía. En el funcional, la policía es de-
…en forma paulatina, con una fuerza policial propia,
finida con relación a la tarea que lleva a cabo, esto es, la
que se jerarquice en su función y que se identifique de
vigilancia y el control de los individuos. En el enfoque ins-
mejor modo con las necesidades de la ciudadanía; es
titucional se identifica a la policía como todo grupo más
decir, una Policía para la comunidad, con una fuerte
o menos estructurado que realiza la “tarea de policía” (la
compatibilización con los principios de la solidaridad y
unívoca función de vigilar o controlar) en un contexto
del servicio y con un perfil más emparentado con las
histórico determinado. El tercer enfoque es el denomi-
tramas más sensibles de la población.
nado “policía-sociedad” (y de allí la expresa mención del
Se cita también a los convencionales constituyentes proyecto y de los constituyentes), que en principio su-
de 1996 para indicar que pera el carácter tutelar y endogámico de los anteriores
pero que comete un error al entender a la sociedad y a la
El gobierno de la ciudad de Buenos Aires debe poner- policía como sujetos en un pie de igualdad. En un plano
se al lado de su pueblo para otorgarle más seguridad y sociológico, la policía integra el sistema social-sociedad
confiabilidad frente a la Policía y, coetáneamente, debe y debe cumplir alguna función dentro de ella. En un pla-
ponerse al lado de su Policía para jerarquizarla, en aras
no normativo, la policía se encuentra subordinada a las
de construir un binomio Sociedad-Policía armónico, so-
demandas sociales de los ciudadanos. Ello no se aplicará
lidario, identificable, confiable y respetuoso.
uniformemente ni de acuerdo a un proyecto que defina
previamente las necesidades securitarias de los grupos.
La asunción de estos debates anteriores (y en otro
contexto), y de la impronta de la Constitución local que Esta ambigüedad se reconoce en la expresión de mo-
hace hincapié, como dijimos, en la participación ciuda- tivos del proyecto que expresa: “de lo que se trata, final-
dana, vislumbra una visión de lo policial no tanto como mente, es de asegurar la integridad de cada uno de los
miembros de la sociedad que componen a esta Ciudad, el
orden constitucional y la defensa de sus valores y prin-
cipios”.
Realizará las tareas de control y aplicará el régimen disciplina-
rio sancionatorio de la actuación policial, conforme lo estable- Tanto la ley como el proyecto, en su articulado con-
cido por el Art. 35 de la Constitución de la Ciudad. creto, son bastante breves y dedican la gran mayoría de
la ley que creó la policía metropolitana... G.I. anitua | 97

sus expresiones a cuestiones de organización, de las je- No parece dicha enumeración, por lo tanto, un in-
rarquías, de la disciplina y de la selección y educación dicador de lo que efectivamente harán los funcionarios
del personal. Por ello será difícil indicar algunas premi- policiales. Son criticables algunas funciones propias de
sas acerca del modelo policial que quiere imponerse, así leyes de policía autoritarias como la atribución genéri-
como determinar cuales serán sus funciones ya que del ca a “inspeccionar los registros de pasajeros en hoteles
propio articulado surgen algunas obvias y otras muy ge- y casas de hospedaje”, lo que permite casi una regresión
nerales12. al control que facilitaba los abusos de los “edictos poli-
ciales”.
12  Artículo 33. Son funciones de la Policía Metropolitana:
a. Brindar seguridad a personas y bienes.
b. Prevenir la comisión de delitos, contravenciones y
faltas. l. Coordinar el esfuerzo policial con el resto de los agen-
tes sociales que intervienen en la comunidad.
c. Hacer cesar la comisión de delitos, contravenciones
y faltas, poniendo en conocimiento inmediato de los m. Mantener una relación de cooperación con la comu-
mismos a la autoridad judicial competente, debiendo nidad en la labor preventiva.
actuar conforme a las disposiciones procesales vigen- n. Recoger las cosas perdidas y proceder con ellas de
tes en el orden nacional o local, según corresponda al acuerdo a las prescripciones del Código Civil de la Na-
hecho en el cual se haya actuado. ción.
d. Recibir denuncias y ante el conocimiento de un he- o. Actuar como auxiliar de la Justicia en los casos en
cho ilícito actuar de acuerdo con las normas proce- que expresamente se le requiera.
sales vigentes. p. Asegurar el orden público y el normal desenvolvi-
e. Conjurar e investigar los delitos, contravenciones y miento durante la realización de actos comiciales
faltas, de jurisdicción del Poder Judicial de la Ciudad. nacionales, de la Ciudad o de las Juntas Comunales.
f. Desarrollar tareas de análisis delictivo y de informa- q. Facilitar la formación y perfeccionamiento del perso-
ción. nal policial mediante el intercambio de funcionarios/
g. Mantener el orden y seguridad pública. as o becas de estudio con el resto de las Provincias y
otros países.
h. Auxiliar en materia de seguridad vial de la autori-
dad de control establecida en el Código de Tránsito y r. Asistir a las víctimas, tomando en cuenta sus dere-
Transporte aprobado por la Ley N° 2148. chos e intereses.
i. Implementar mecanismos de disuasión frente a he- s. Inspeccionar, cuando fuera necesario, los registros de
chos ilícitos o vulneratorios de la seguridad pública. pasajeros en hoteles y casas de hospedaje.
j. Intervenir en toda campaña y plan preventivo de se- t. Asegurar el orden público en ocasión de los eventos
guridad que implemente el Ministerio de Justicia y Se- deportivos o artísticos masivos.
guridad, en los términos que le sea requerido. u. Coordinar su accionar, en cuanto corresponda, con
k. Colaborar con las autoridades públicas ante una si- la Policía Judicial, conforme los protocolos de actua-
tuación de emergencia. ción que se establezca.
98 | Dossier

Es de destacar, no obstante, como muy importante en También es positivo que para el desarrollo de sus acti-
el sentido opuesto, un agregado que la ley hizo al proyec- vidades, de acuerdo al artículo 27 de la ley, la policía debe
to en relación a lo que no pueden (o deben) hacer: el dete- garantizar los principios de legalidad –estricta sujeción las
ner o privar de la libertad a las personas es el aspecto más normas legales y constitucionales, en general, a los tra-
elogiable13. Notable es que a poco de sancionada la ley ya tados de derechos humanos, en particular, y en especial,
se la vulneraba en este aspecto (Pacilio y Seoane, 2010). al Código de Conducta para funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley, adoptado por la Asamblea General
de Naciones Unidas (Res. 34/169)14 –, oportunidad –evitar
13  Artículo 29. En ningún caso, el personal de la Policía Me-
tropolitana, en el marco de las acciones y actividades propias de actuar si no media una situación de peligro efectivo de
sus misiones y funciones, puede: vulneración de derechos fundamentales–, razonabilidad
a. Inducir a terceros a la comisión de actos delictivos o –evitar que la actuación resulte abusiva, arbitraria o dis-
que afecten a la intimidad y privacidad de las perso- criminatoria, que entrañe violencia física o moral contra
nas.
las personas–, gradualidad –privilegiar la prevención y la
b. Influir de cualquier modo en la situación institucio-
disuasión antes que la represión– y responsabilidad –el o
nal, política, militar, policial, social y económica del
país, en su política exterior, en la vida interna de los la policía individual es responsable personalmente por
partidos políticos legalmente constituidos, en la opi- sus actos, más allá de la responsabilidad institucional–.
nión pública, en personas, en medios de difusión o De esta forma, si bien la ley no instaura un modelo
en asociaciones o agrupaciones legales de cualquier
de policía, lo cierto es que al establecer estos principios
tipo.
acotantes de la actuación de la agencia, es posible tener
c. Obtener información, producir inteligencia o almace-
nar datos sobre personas por el solo hecho de su raza, mayor previsibilidad sobre cómo y quienes ejercerán esta
fe religiosa, orientación o identidad sexual, acciones forma de control punitivo.
privadas u opinión política, o de adhesión o pertenen- Pero, insisto, a pesar e ello, y precisamente por la falta
cia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales,
de definición de modelo y de límites más precisos, no pa-
comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales
o laborales, así como por la actividad lícita que desa-
rrollen en cualquier esfera de acción.
culación con la comisión de algún delito de acción pública. La
Artículo 32. El personal policial no está facultado para privar a
privación de la libertad debe ser notificada inmediatamente a
las personas de su libertad, salvo que durante el desempeño de
la autoridad judicial competente y la persona detenida debe ser
sus funciones deba proceder a la aprehensión de aquella per-
puesta a disposición de dicha autoridad en forma inmediata.
sona que fuera sorprendida cometiendo algún delito o perpe-
trando una agresión o ataque contra la vida o integridad físi- 14  En verdad, se trata de una exigencia constitucional de suje-
ca de otra persona o existieren indicios y hechos fehacientes y ción a estas normas éticas, conforme el artículo 34 de la Cons-
concurrentes que razonablemente pudieran comprobar su vin- titución porteña.
la ley que creó la policía metropolitana... G.I. anitua | 99

rece quedar evidenciado en el articulado de la ley qué es munidad. Por ello, es que se propone la creación de un
lo que efectivamente hará la policía. cuerpo especial de profesionales con dedicación exclu-
Las normas pueden ser analizadas, no obstante, por lo siva, bien remunerados, equipados, capacitados para el
que dicen pero también por lo que no dicen. Estas ausen- efectivo cumplimiento de sus funciones y compenetra-
cias acerca de un modelo de intervención policial pueden dos con los valores que defiende esta sociedad.
interpretarse tanto como una muestra más de la impro- Todos estos esfuerzos persiguen una sola meta, que
visación acerca de políticas policiales y de la creencia de es la de recuperar para el ciudadano porteño lo que re-
que lo único necesario es tener policía propia, como la clama y merece: vivir en una ciudad segura.
demostración de que a los proyectistas y legisladores les En consecuencia, el diseño de esta nueva herra-
parece “obvio” lo que debe ser y hacer la policía, y que mienta de la Justicia y del orden constitucional debe
ello remitiría al modelo de la policía tradicional. responder a una concepción moderna, cuyas caracte-
En efecto, entiendo que la ley asume, aún con remisio- rísticas diferenciadoras presenten a una policía proac-
nes discursivas a la comunidad, que es la propia policía tiva, abandonando los modelos reactivos hasta ahora
la que “sabe” que debe hacerse en materia de seguridad existentes.
y que, o bien mediante la reiteración de lo que “siempre”
Es en esa inteligencia que el adjunto proyecto de
ha hecho la policía o con lo que este nuevo cuerpo pueda
Ley contempla la creación de una fuerza policial ab-
disponer autónomamente, se dará la impresión de solu-
solutamente innovadora, moderna, ágil y totalmente
ción de las supuestas demandas de mayor control (lo que
profesionalizada, especialmente motivada y cuyos in-
es igual a mayor presencia policial en la calle).
tegrantes se sumen a la comunidad con compromiso y
Dice la exposición de motivos que acompañó el pro-
competencia.
yecto, en los aspectos que parecen más novedosos, que:
Se propone la Policía Metropolitana como una insti-

El fin último del presente proyecto de Ley consiste en la tución civil armada cuya misión no es producir el reem-

creación de una fuerza policial propia, en cumplimiento plazo de la Policía Federal Argentina como institución

de uno de los reclamos más importantes que realiza la policial preexistente sino, la de colaborar con ella, para
ciudadanía en los últimos años, y será en definitiva un garantizar la seguridad pública, la preservación del or-
elemento de vital importancia en orden a la protección den constitucional y la defensa de la sociedad.
de los derechos fundamentales y del efectivo cumpli- De tal modo, su labor no será competir con la fuerza
miento de las garantías constitucionales. policial federal sino la de coexistir y colaborar aportan-
Esta institución tiene como objetivo convertirse en do su presencia, sus cuadros especialmente capacitados
una fuerza de seguridad vinculada e integrada a la co- y dotados de elementos de última generación.
100 | Dossier

Esta última afirmación demuestra, como lo hace de economistas a las políticas neocoservadoras o neolibe-
también la enumeración de funciones, donde se mezclan rales. La “utilidad esperada” sería el teorema básico de la
algunas atribuciones de neto corte administrativo local teoría económica que las inspiraba. Según él, un aumen-
con otras de mayor impronta sobre los derechos de rai- to en el coste de una actividad determinada en relación
gambre federal, que expresamente se es ambiguo en la con otras alternativas en un contexto de preferencias
propuesta y proyección de esta nueva fuerza policial, a idénticas provoca un cambio hacia alternativas más ba-
la espera del efectivo despliegue y puesta en marcha de ratas. En esta línea, con intentos de buscar similitud con
la fuerza, así como de la resolución del conflicto de fondo algunos de los planteos del penalismo clásico, se sostie-
acerca del traspaso de competencias y dineros. ne la función disuasoria de la pena y de la presencia de
Y ese no es un tema menor de acuerdo a la única re- “obstáculos”, como por ejemplo los funcionarios policia-
ferencia que se hace en la expresión de motivos a un con- les. Tales ideas reflexionan sobre el individuo concreto, el
creto modelo, ya no de tipo policial, sino de análisis del que realizaría tal acto criminal en busca de tal provecho
derecho, de la filosofía y de las instituciones del sistema y dejaría de hacerlo si el beneficio disminuye o el costo
penal. aumenta. La policía tendría que hacer disuadir al tenta-
Concretamente, se habla de un cálculo económico, do de cometer un acto delictivo, de acuerdo al modelo de
eficientista y actuarial, que es aceptado especialmente hombre racional y al social de “costo beneficio”. Ese aná-
por los fundamentos ideológicos del partido de gobierno lisis se vincula en los motivos del proyecto con un modelo
(PRO) en lo que hace a la política y la economía más en de prevención, que luego no vuelve a mencionarse en el
general. articulado.
El antecedente de la “teoría del delito como elección Dice la exposición de motivos:
racional” es el pensamiento economicista representado
por el premio Nobel de Economía Gary Becker. Este au- Siguiendo los acontecimientos y antecedentes de otros
tor era también uno de aquellos economistas que justi- modelos análogos del resto del mundo (v.g. Madrid,
ficaban la doctrina económica dominante en el ámbito Gran Bretaña, San Pablo, Miami, etc.) la prevención si-
anglosajón desde los ‘80 (y en Argentina, en la dictadura tuacional del delito considera la distribución diferencial
militar y durante el gobierno de Carlos Menem). Tem- de los delitos según la particular relación de oportuni-
pranamente (Becker, 1968) publicó un artículo que sería dades para delinquir y supone la realización de cálculos
uno de los ejemplos más claros de aplicación a la cues- racionales por parte del potencial infractor, bajo una
tión punitiva de los preceptos de la muy activa, desde en- lógica estricta de costos y beneficios. Ello derivaría del
tonces, escuela de “análisis económico del derecho”, que hecho de que los delincuentes no solo requieren moti-
también surgía de la Universidad de Chicago que dotaba vaciones, sino también de una disponibilidad y accesi-
la ley que creó la policía metropolitana... G.I. anitua | 101

bilidad respecto de la selección de blancos alcanzables endurecimiento de objetivos, el control de accesos, la des-
que están en un momento concreto sin vigilancia o viación de transgresores y el control de medios. Dentro
control social. de las de “aumento de riesgos”: las pantallas de entrada
El modelo que se propicia a través del presente pro- y salida, la vigilancia formal, la vigilancia por empleados
yecto de Ley parte de una concepción práctica aplicable y la vigilancia natural. Y dentro de las de “reducción de
a todo tipo delictivo, pues sostiene que cualquier acto objetivos”: la eliminación de objetivos, la identificación
antisocial tiene una coyuntura y lugar determinado en de la propiedad, la eliminación de incentivos y el estable-
su producción. Por lo tanto, si se trabaja consecuente- cimiento de reglas. Todas estas técnicas han sido puestas
mente sobre los mecanismos de control, será posible en práctica primeramente por los sectores privados, que
disminuir las conductas criminales en acto o impoten- practicaban estas estrategias de exclusión y vigilancia
cia, pues se han reducido las oportunidades para que total que ahora reclaman también de parte de los fondos
ésta se manifieste. públicos15.
Fuera de las estrategias que se vinculan con la pre-
Las acciones tendientes a superar los problemas de vención de los propios particulares se podría señalar
inseguridad, a partir de este modelo, se orientan a redu- que hay muchas medidas que podrían dar cuenta no
cir las oportunidades de comisión de delitos. tanto de un modelo policial sino de un plan integral de
Se expresa, entonces, una orientación que parece prevención y seguridad, tal como cambios tecnológicos
decirnos algo importante acerca del proyecto (aunque, de la vigilancia formal, la vigilancia con empleados no
como sucede con lo de la policía comunitaria, tampoco policiales (guardianes de plazas, etc.), la creación de es-
se reflejó en el articulado del proyecto ni de la ley). La pacios defendibles (iluminación, etc.), y establecimiento
prevención situacional, ligada a la reducción de oportu- de determinadas reglas y controles. Pero, nada de eso es
nidades que aquí se enuncia, tampoco tiene por qué estar mencionado en esta ley.
alejada de una concepción de “policía tradicional” y de Hay, no obstante, un fondo conservador en tales ideas,
determinados objetivos contra aquello que se presume que tienden a subestimar el lugar en el que se producen
antisocial (más allá de los enunciados teóricos). los delitos violentos y contra las personas (el interior del
En tal sentido, Ron Clarke (1995) realizó una taxo- hogar y entre conocidos) e incentivar una prevención en
nomía de técnicas ligadas a la prevención y a las estra-
tegias de prevención, que sin duda fueron consideradas
por los autores de la ley. Menciona Clarke doce técnicas, 15  Sobre la introducción de estas prácticas por medio de
alianzas preventivas y de asesorías para la prevención del de-
que en su gran mayoría corresponde implementar a los
lito, tanto en el ámbito público como para la sistematización y
particulares. Dentro de las que llama “reforzadoras”: el concientización de los privados (Crawford, 1997).
102 | Dossier

lo externo, frente al desconocido. De allí se sigue o esa te en toda cultura policial, y alejar al modelo de un efec-
intención de recrear la sensación de temor con supuestos tivo control ciudadano.
peligros de fuera de la casa, o simplemente que se desea Así, el artículo 20 anuncia que la Policía Metropoli-
prevenir comportamientos no tan graves (desórdenes, tana “depende jerárquica y funcionalmente del/la Jefe/a
delitos contra la propiedad). de Gobierno a través del Ministerio de Justicia y Seguri-
Los intereses económicos influyen en esta visión de la dad. (…) El Ministerio de Justicia y Seguridad designa y
prevención, tan ligada a la compra, por parte del Estado remueve el personal de la Policía Metropolitana”.
y de los particulares, de determinadas tecnologías, casi El jefe de Gobierno es el “responsable de la conduc-
tanto como la cuestión electoral. ción político-institucional superior del sistema de segu-
Otras ausencias se encuentran en los artículos en los ridad pública de la Ciudad de Buenos Aires” y deberá
que aparece alguna otra cuestión de fondo. Por ejemplo, “formular y presentar anualmente a la Legislatura de la
y estos aspectos fueron señalados por el Centro de Es- Ciudad, el Plan General de Seguridad Pública que debe
tudios Legales y Sociales al criticar el proyecto, no hay contener la misión o premisa dominante, las metas gene-
criterios claros para la selección de la jefatura de la po- rales y los objetivos específicos de la política de seguridad
licía, la estructura civil está poco desarrollada y se evita pública así como las estrategias y directivas generales
una discusión profunda sobre el perfil de los funcionarios para su gestión, implementación y control”16. Y el mi-
policiales, que vuelve a remitir a la imagen de la policía nistro de Justicia y Seguridad es responsable, entre otras,
tradicional. de las siguientes funciones: la dirección superior de la
Policía Metropolitana; la elaboración, implementación y
3. El control externo al accionar evaluación de las políticas y las estrategias de seguridad
policial previsto en la ley pública, de seguridad vial, en materia penitenciaria y de
reinserción social de los condenados; la fiscalización del
Otra crítica, común por parte de organizaciones no gu- sistema de seguridad privada y la administración del ré-
bernamentales y los bloques políticos que se opusieron gimen sancionatorio y de infracciones; la planificación,
a la ley, es la ausencia de controles externos e indepen- organización y ejecución de la capacitación, formación e
dientes.
El aspecto electoral aparece nuevamente al mencio- 16  El primero de estos informes debió haber sido remitido
nar los aspectos de control y dependencia de la nueva antes del 15 de diciembre de 2008, tal como se estableció en
una de las cláusulas transitorias incorporadas durante el tra-
fuerza policial, que remiten a la autoridad política que
tamiento por los otros bloques. Sobre esto, y su relación con
obtendría rédito político último. En verdad, esto no hace el plan integral presentado en el proceso de sanción de la ley,
sino aumentar el de por sí jerarquizado elemento presen- volveré más adelante.
la ley que creó la policía metropolitana... G.I. anitua | 103

investigación científica y técnica en materia de seguridad Artículo 55. Créase el “Programa de participación ciudadana
ciudadana tanto para el personal policial como para los para el seguimiento del accionar de la Policía Metropoli-
funcionarios civiles; la coordinación de los distintos com- tana”. El Ministerio de Justicia y Seguridad elaborará las
ponentes del Sistema de Emergencia; la auditoría externa regulaciones necesarias para asegurar la participación
prevista en la ley. También ese elemento jerárquico se ob- ciudadana en los procesos de evaluación del accionar de la
serva en todo el Capítulo IV, destinado a la organización Policía Metropolitana.
de la fuerza, pero que en verdad enumera las funciones
Este segundo artículo parece de lo más innovador de
del Jefe de la misma, que son amplísimas (Gaitán, 2010).
la ley, ya que el primer artículo mencionado no parece
Los artículos referidos a la supervisión de los poderes
modificar en nada la reproducción de mecanismos de
policiales refuerzan estas señales diciendo que
tipo jerárquicos y verticales, que aumentarán la relación

Artículo 54. Créase en la órbita del Ministerio de Justicia y Se-


de la institución con la política partidaria y con la propia

guridad, la Auditoría Externa Policial, que dependerá direc-


fijación de objetivos desde la misma policía, antes de que
de los funcionarios políticos en cuestión.
tamente de aquel, y tendrá como misión principal realizar
Pero la creación de un programa de control a través
controles normativos, de procedimientos, por resultados y
de la participación de la ciudadanía podría dar cuenta
por impactos del funcionamiento de la Policía Metropolita-
de un modelo policial diferente, más democrático y hori-
na. Sin perjuicio de ello, intervendrá también en el control
zontal. Se podría legitimar ese otro modelo utilizando las
de las actividades y procedimientos que realice la Policía
propuestas de la criminología anglosajona de izquierda
Metropolitana en aquellos casos que se denuncien, o en los
relativas a la policía y la prevención del delito:
que razonablemente se puedan presumir irregularidades.
Realizará las investigaciones administrativas, sustanciará
La rendición de cuentas democrática de la policía a los
los sumarios administrativos y propondrá al/la Ministro/a,
cuerpos gubernamentales locales debidamente elegidos
cuando corresponda las sanciones a aplicar. Cuando de los
que son responsables de la dirección de políticas policia-
hechos investigados se pueda presumir la comisión de de-
les, hace crecer el apoyo de la sociedad y la voluntad de
litos, la Auditoría, comunicará dicha circunstancia al/la
informar a la policía sobre el delito (...) provocando una
Ministro/a a los fines de las presentaciones judiciales que
ruptura en la idea “guetizante” de “ellos vs. nosotros”...
pudieran corresponder. Elaborará un informe anual sobre (Lea y Young, 2001: 48).
el desempeño de la institución en materia de derechos hu-
manos y discriminación. Los miembros de la Auditoría in- En todo caso, sería contrario a lo que tradicionalmen-
gresarán por concurso público de oposición y antecedentes. te se ha hecho en las organizaciones policiales concretas
104 | Dossier

de nuestro país, en las que han primado el corporativis- cación cuando, por un lado, se la subordina a la creación
mo y la jerarquía. Ya se ha advertido que: de “necesarias” regulaciones por parte del ejecutivo de
la ciudad y, por otro lado, desde el mismo gobierno se
La concentración de poder y su ejercicio vertical por postergan nuevamente las elecciones comunales previs-
parte de un jefe de policía, con ausencia absoluta de de tas para el año 2008 por la Legislatura17. Mauricio Ma-
todo tipo de control o tan siquiera mínima intervención cri sostuvo, al dar a conocer su decisión de postergar las
de la autoridad política –que es lo que ha ocurrido por elecciones el 2 de mayo de ese año, que “hay que poner
décadas– implicó en los hechos la construcción de ca- un límite porque, con la plata de los vecinos, hacer co-
denas de mando basadas exclusivamente en razones de munas con siete autoridades, con sus asesores y técnicos
camaradería, amistad, favoritismo, cuando no en inte- suena de vuelta a otro despilfarro de dinero a costa de la
reses puramente personales (Arslanian, 2008). Ciudad y de la calidad de vida de los vecinos”.
Ciertamente la cuestión económica no es menor. Sin
No solamente es innovador el Programa de participa- embargo, mientras el gobierno del PRO pospone una vez
ción ciudadana para el seguimiento del accionar de la Policía más la descentralización prevista por la Constitución de
Metropolitana, sino que es el único elemento del articula- la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, prevé un desem-
do vinculado a los modelos de policía comunitaria o de
proximidad, tangencialmente aludidos en los fundamen-
17  De acuerdo a la idea de descentralización presente en la
tos del proyecto: “Como complemento ineludible a esta
Constitución de la Ciudad del año 1996, y a una obligación que
fuerza que se crea por la presente, incorporamos la res- surgía de los artículos 127 a 131 de ese documento, se sancio-
ponsabilidad ciudadana para la prevención y disminu- nó una la ley de comunas, bajo el número 1.777, en agosto del
ción del crimen, basado en el compromiso de diferentes 2005, que regula todo lo que hace a la participación ciudadana
en funciones políticas y administrativas (la Ciudad de Buenos
agentes sociales en procesos descentralizados que logren
Aires queda dividida en 15 comunas) pero deja pendiente la vi-
superar el verticalismo estatal”. También en estos funda- gencia de ello hasta la elección de “comuneros”. La Ley 2.405
mentos de la ley se hace referencia al mencionado pro- fijaba las elecciones para el 10 de agosto próximo y esto es lo que
suspendió el Gobierno el 2 de mayo pasado. Como otro ejemplo
grama afirmando que “habrá de garantizar el acceso de
de esa línea contraria a la descentralización y al control comu-
la comunidad al ejercicio del contralor, que servirá para nitario, en esta materia, se acaba de sancionar la Ley 2.602, que
evaluar las acciones y los resultados obtenidos por la regula la utilización de videocámaras para grabar imágenes en
fuerza policial”. Estas propuestas, que no solamente res- lugares públicos. Con relación al proyecto originario, tuvo tres
artículos menos, que son los que establecían que el Gobierno
ponden a los mandatos constitucionales sino que revelan
debía comunicar a las Juntas Comunales cada vez que se ins-
una interesante perspectiva democrática y participativa, talara una cámara, además de un informe semestral con los
se ven un tanto desdibujadas en sus posibilidades de apli- cambios del período.
la ley que creó la policía metropolitana... G.I. anitua | 105

bolso de, por lo menos, 100 millones de pesos para crear el control comunitario en ciernes. El contralor del poder
una fuerza de seguridad sin dejar en claro su modelo, legislativo fue vetado a fines de junio de 2009 por Decreto
funciones y atribuciones, y sin un verdadero plan estra- 525/09, que impide tales funciones del Consejo de Segu-
tégico de gobierno de la seguridad pública, como se verá ridad (Comité de Seguimiento del Sistema de Seguridad
más abajo18. Pública, aprobado por ley 3064 sancionada tras un pro-
La dificultad para articular los controles externos se yecto de los legisladores Failde y La Ruffa) (Carles, 2010).
vería con mayor claridad tras la creación del cuerpo po-
licial. Esto pasaría tras haber introducido aspectos que 4. El plan estratégico de seguridad
permitían esos controles en la ley, pero no los concreti-
zaba sino que se diferían a futuras leyes. De tal manera, El plan integral de seguridad le sería reclamado al gobier-
quedaba la posibilidad de ese efectivo y necesario control no de la ciudad desde distintos grupos opositores, pero
en las cabezas de los legisladores, que intentaron llevar también de aquellos que lo apoyan y por la prensa en ge-
adelante algunas iniciativas en tal sentido. neral. Podría decirse que la propia agenda, diseñada para
El ejecutivo local profundizaría la versión jerárquica dar respuesta a los temores hacia el delito, también me-
y autonomizada de la policía al impedir controles comu- diáticamente creados, iba a demandar siempre un poco
nitarios y legislativos. El 26 de noviembre de 2009, y en más.
cumplimiento de la ley que aquí se comenta, se sancionó Finalmente, y al mismo tiempo que se enviaba el pro-
la ley 3267 con el objeto constituir y regular los Foros de yecto de creación de la Policía Metropolitana, el gobierno
Seguridad Pública. Pocos días después, por decreto 5/10, del PRO improvisó un plan general, que sería analizado
el ejecutivo vetó dicha ley en lo referido a que dichos Fo- en forma conjunta con el de la policía local en las distin-
ros “promueven la efectiva participación comunitaria en tas reuniones que se hicieron al efecto en la Legislatura y
la elaboración, diseño, evaluación y seguimiento de las de las que ya se señaló aquí sus contenidos. Dicho plan,
políticas públicas de seguridad” y que tiene como fun- formó parte del modelo normativo sobre seguridad, en el
ción “participar en el diseño y elaboración del Plan Gene- que lo destacado fue, como no podía ser de otra manera,
ral de Seguridad Pública“. Con lo que se impide, otra vez, la creación de la policía.
A pesar de ello, con la alusión a un “plan” también
el gobierno del PRO había asumido que se debía tener
18  El ministro Montenegro sostuvo, en la presentación del algo más que un discurso sobre la creación de un cuer-
plan de seguridad del que se hablará más adelante: “el gasto
po de personal uniformado. También ello es correlato de
fuera del presupuesto será de entre 90 y 100 millones de pesos
que se obtendrán merced a la reasignación de partidas”. Como la discusión política pública que se desató en torno a la
luego se verá, el gasto final sería mucho mas elevado. puja por el control sobre la policía de la ciudad. Desde la
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oposición de la ciudad y sobre todo por los funcionarios lar es el fortalecimiento de la justicia (creación de fisca-
del gobierno federal se destacó, durante las discusiones lías y juzgados, apuntalamiento (sic) del sistema peniten-
por el traspaso de los fondos para la policía porteña, la ciario19); y el cuarto y más importante pilar, la creación
ausencia de un plan general en el que se implementase de la policía metropolitana.
una policía (la ya existente u otra nueva) que actuase en Esto fue lo que se dijo en la rueda prensa, y que no
un todo de acuerdo con esa visión integral. difiere mucho de lo poco que se ha elaborado al respec-
Por ello, y en lo meramente retórico, desde el gobier- to ya que cuando desde la Legislatura porteña se solicitó
no porteño se presentó un “Plan Integral de Seguridad”, el “Plan Integral de Seguridad” que había dado ocasión
en el marco del cual la creación de la fuerza policial local a dicho acto oficial y que había tenido gran repercusión
continuaba siendo lo más importante. mediática, se constató que el mismo consistía en una pre-
El 17 de marzo de 2008, el Jefe de Gobierno Mauricio sentación de Powerpoint de veintidós páginas (dieciséis si
Macri presentó, ante la prensa, dicho plan de seguridad. prescindimos de las varias carátulas y separadores), que
Lo hizo junto con la vicejefa de Gobierno, Gabriela Mi- era lo que había leído el ministro ante la prensa.
chetti, y el ministro de Justicia y Seguridad de la ciudad, El “Plan Integral de Seguridad”, por lo tanto, no pue-
Guillermo Montenegro, que fue quien tuvo a su cargo la de ser considerado más que como una improvisación con
presentación del plan y parece que fue su autor. finalidad populista o cuasielectoral. Pero de todas formas
El ministro Montenegro afirmó que la Ciudad de Bue- puede valer la pena un análisis de sus contenidos para
nos Aires carecía, desde tiempos inmemoriales, de un verificar que tampoco aquí se sale de la reducida visión
plan “integral” de seguridad, ya que existían acciones de la seguridad que justifica la aparición de más policías.
que “no estaban coordinadas”. Se refería así a la dificul- En lo que hace al primer pilar, que se cita como “preven-
tad de trabajar conjuntamente con “mandos” distintos ción” se dice que es el: “Objetivo. Prevenir mediante po-
sobre la policía (y también sobre las otras instancias del líticas de integración social y de mejora del espacio pú-
sistema penal). blico”.
El Plan de Seguridad se apoyaba en cuatro pilares: el
primer pilar, la prevención (políticas interministeriales,
acciones sobre el espacio público como el alumbrado, 19  Esto es curioso no sólo desde el uso del lenguaje, ya que
cámaras de videos); el segundo, un sistema de alerta (la en rigor de verdad, la ciudad no tiene sistema penitenciario,
creación de un Comando Único de Coordinación, con un ni presos –la justicia de la ciudad sólo puede imponer arrestos
de hasta 30 días–. La justicia ordinaria y por tanto el sistema
número telefónico al que puedan rápidamente acudir los
penitenciario, es, en la ciudad, de orden federal. Quizás lo del
vecinos, y un edificio con un personal calificado con la “apuntalamiento” tiene que ver con una ayuda al sistema fe-
función de coordinar y asignar los recursos); el tercer pi- deral en este tema.
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Lo que se quiere “prevenir” es evidentemente la cri- desempleo, acceso a la salud y a la educación”. Es decir,
minalidad, esos delitos que sufren “los vecinos” que son que se asocian estas últimas falencias en el cumplimien-
los destinatarios del mensaje. De acuerdo a definiciones to de los derechos con la “utilidad” de reducir los delitos.
de la prevención tomadas de cualquier manual de políti- Y en este sentido, aunque en este caso no se mencionen,
cas securitarias, algo influido por sociologías del welfare, estamos ante idéntica armazón ideológica que aparece
se llega a que la delincuencia es un fenómeno entera- en la exposición de motivos del proyecto de policía pro-
mente asociado a la exclusión social. Esto deja de lado pia, de cuño neoliberal.
una verdadera integralidad, pero, lo que es más grave, Lo mismo se observa en el apartado titulado “infraes-
torna a reducir la seguridad a la evitación de los delitos, tructura”, donde el plan enumera cuatro medidas de
que además se asocian con los que cometen los margi- prevención situacional –medidas que buscan incremen-
nales o pobres. Resulta también desafortunado que las tar el esfuerzo o riesgo necesario para cometer un delito,
políticas de inclusión social, que no fueron precisamente minimizar las recompensas que éste pueda proporcionar
mencionadas en la campaña electoral, aparezcan ahora y aumentar las probabilidades de detección–. Sin ningún
subordinadas a la prevención del delito, desvinculadas tipo de detalle, el plan enumera cuatro propuestas: la del
de los derechos humanos y sociales que vienen a tornar reordenamiento del espacio público, la del mejoramiento
operativos otras políticas de seguridad. Políticas de salud, de la iluminación, la de la poda del arbolado urbano, y la
educación y desarrollo social son promovidas desde un de creación de un cuerpo de guardianes en plazas y espa-
supuesto plan integral de seguridad como políticas de go- cios públicos (Braguinsky, 2010; Gual, 2010).
bierno coordinadas con miras a la prevención del delito, En lo que hace a la descripción del segundo pilar del
que sufrirían otros sectores sociales de parte de aquellos plan, el “Sistema de alerta”, debe señalarse que su obje-
a los que se destinarán tales actividades. Entre varias po- tivo es, “disponer de más y mejor información para una
líticas previstas en el plan de seguridad, cabe mencionar eficaz coordinación y asistencia”. A pesar de lo poco que
la “inclusión educativa”, la “formación para el empleo”, se dice en la presentación se informa desde los funciona-
el “apoyo a menores en situación de calle”, etc. La coor- rios del Ministerio de Justicia que el “Centro Inteligente
dinación de los ministerios lo que en realidad pregona es de Comando y Control”, contará con tecnología, mapas
que todos los otros queden supeditados a la reducción de de delitos, cámaras de video vigilancia20 y una Red Única
los delitos de esta manera acotados. de Comunicación y Alerta Temprana.
Esto también surge del proyecto de policía, que reco- El plan de seguridad no proporciona ningún tipo de
noce, aun cuando está creando un cuerpo encargado de precisión sobre el tipo de tecnología a utilizar, la metodo-
la represión y prevención, que “para disminuir los índi-
ces delictivos, deberán fortalecerse políticas proactivas
para reducir la indigencia, marginalidad, drogadicción, 20  Una crítica en Van den Dooren (2010).
108 | Dossier

logía que se empleará para la elaboración del mapa del mecanismos de vigilancia pasiva–, articulados y con-
delito, la cantidad y la disposición geográfica de las cáma- trolados por la propia policía (Ericson y Haggerty, 1997:
ras de seguridad que se pretenden instalar, etc. Se piensa 156 y ss.). La institución se permite delegar la actividad
en articular mucha de la “tecnología” existente en la ciu- de control en aquellos ciudadanos que puedan afrontar
dad, que está en manos y diseñada por agencias privadas. el costo de los programas, para concentrar sus esfuerzos
Richard Ericson y Kevin Haggerty (Ericson y Hagger- en los hot spots y en la gestión de la información –que
ty, 1997: 19-31) entienden que la tarea principal de la po- obtienen con mayor facilidad gracias a la organización
licía es la administración de la información sobre los ries- comunitaria–. En estos casos resulta evidente cómo la
gos sociales para su posterior distribución a instituciones policía comunitaria puede crear una comunidad sobre la
privadas o públicas. Si la institución policial se despliega base del miedo, al señalar los peligros (riesgos) y brindar
espacialmente y mantiene un contacto directo con la po- las soluciones (programas). En lugar de reducir la inse-
blación, entonces posee una capacidad nada desprecia- guridad subjetiva, ésta es azuzada para que aumente un
ble de acumular conocimiento abstracto sobre territorios buen “negocio”, así como una posible legitimidad.
e individuos (Ericson y Haggerty, 1997: 70-80). Según Volviendo al plan, en el tercer pilar, además de lo ya
estos autores, “mientras la policía abandona algunas mencionado, también se hace mención a la “Justicia y
de sus responsabilidades directas de control del delito y Seguridad”, dentro de lo que se enuncian otras cuatro
vigilancia de los riesgos para los territorios, adopta nue- medidas, sin dar tampoco mayores precisiones: serían es-
vas responsabilidades sobre el control de los riesgos para tas la prevención comunitaria del delito; la imposición de
organizaciones e individuos” (Ericson y Haggerty, 1997: “senderos seguros” dentro de la ciudad; la prevención del
73). La policía gestiona la información sobre posibles delito para tercera edad; y la firma de un convenio con el
peligros que pueden afectar a personas e instituciones y Patronato de Liberados de la Justicia Nacional.
comunica dichos conocimientos a otras agencias priva- Todo ello es una muestra más de que el “Plan Integral
das o públicas. El mantenimiento del orden, la preven- de Seguridad” del Gobierno porteño es más una serie de
ción del delito y la protección de la seguridad ciudadana slogans que una descripción de las políticas de seguridad
ocupan un lugar, pero secundario, dentro de los objetivos pública que el Ejecutivo seguirá y para cuya realización
del managment policial. Este tipo de prevención basado en requiere de la Legislatura la aprobación de su proyecto de
la gestión de la información también puede relacionarse ley de creación de una policía metropolitana. Esto último
con el reclamo a la “comunidad” ya que la policía nece- es lo más importante del Plan y que, por lo tanto, vuelve
sita comunidades integradas para tener interlocutores a reducir la seguridad a un tema de “policía”.
válidos e informados. Se señalan cómo los programas de En efecto, esta presentación cumplió la finalidad de
prevención son promovidos –léase “vendidos”, junto con dar empuje a la sanción de la ley. Sin embargo, no se hizo
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nada más en este sentido tras la aprobación de la ley y dios: Control Inteligente del Espacio Público, Prevención
más allá de la reiterada alusión a la noción de “sistema” del Delito, Fortalecimiento de la Justicia y creación de la
o de “integralidad” a la que se sumaría la nueva fuerza Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
policial (y que sería guiada por el mencionado plan). Un aspecto muy importante de un tal plan de seguri-
De hecho, la página web del gobierno de la ciudad de- dad es el de permitir visualizar las intenciones u objetivos
dicada a la Policía Metropolitana tiene, hasta principios definidos por los poderes políticos a todos quienes inte-
de 2010, cinco apartados principales, uno de ellos se ti- gran el accionar en pos de la seguridad. En tal sentido,
tula “Plan de Seguridad Integral”, al clickear en éste apa- sería también una función de control, en este caso, ni
rece una muy breve reseña que da cuenta de que “brin- más ni menos, que de la “política criminal” que sigue un
dar seguridad es algo más que la necesidad de disponer Estado y su administración.
de una fuerza policial propia”21. De esta manera, en la ley que se comenta queda ase-
Los “ejes del plan de seguridad”, continúan siendo,
gurado el control, con la obligación a cargo del Ejecutivo
con algunos cambios, aquellos enunciados ante los me-
de presentar, anualmente, un “Plan General de Seguri-
dad Pública” que “debe contener la misión o premisa do-
21  “Entender a la seguridad de manera integral, requiere
el dominio y manejo inteligente de los principales resortes en minante, las metas generales y los objetivos específicos de
materia de control: Información, análisis y decisión, comuni- la política de seguridad pública así como las estrategias
cación y movilidad. Además resulta imprescindible sumar el y directivas generales para su gestión, implementación
aporte de todos mediante la participación y colaboración ciu-
y control”.
dadana. Nadie sabe mejor que los vecinos qué sucede en las
calles de su barrio. Porque brindar seguridad es algo más que la Tal mención en la ley no puede sino ser elogiada, tan-
necesidad de disponer de una fuerza policial propia. Políticas de Pre- to por esta posibilidad de control, como por la obligación
vención, implementación de un Sistema de Control del Espacio
de fijar, políticamente, metas de actuación policial.
Público, Fortalecimiento de la Justicia y la creación de la Po-
licía Metropolitana son los cuatro ejes que conforman el Plan No obstante, también en este caso la ley es burlada
de Seguridad Integral, impulsado por el Gobierno de la Ciudad al poco de ser sancionada. No se presentó el primero de
de Buenos Aires, con el propósito de brindar seguridad y mejo- estos informes, el que debió haber sido remitido antes del
rar la calidad de vida de los porteños. La propuesta promueve
15 de diciembre de 2008, tal como se estableció en una
la utilización de tecnología de punta para lograr sistemas in-
tegrados de información, redes de comunicación y elementos de las cláusulas transitorias incorporadas a la ley. No se
para un eficiente monitoreo urbano y la confección del mapa explicitó el motivo, pero es dable suponer que como tam-
de riesgo con información actualizada respecto de los índices
poco se pudo implementar el principal eje de dicho plan,
del delito. Además, contempla una Coordinación de Políticas de
gobierno que incorpora la participación activa de las distintas que es la propia policía, no pareció necesario informar
organizaciones de la comunidad”. sobre el plan que debía seguir.
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Quizás lo mismo pueda decirse del año siguiente, emergencia urbana hacia su plena armonización con
cuando para mediados de 2009 no se presentó el mencio- las políticas sociales orientadas a la asistencia, digni-
nado Plan en la Legislatura. dad, reinserción social y fomento a la confianza, en el
El 30 de noviembre de 2009 el Jefe de Gabinete de Mi- marco de la justicia. 3. Combatir la violencia, y prevenir
nistros, Horacio Rodríguez Larreta, brindó el segundo acciones delictivas para su control y disuasión antici-
informe sobre la marcha de la gestión del gobierno porte- pada conforme estrategias de corto y mediano plazo en
ño ante la Legislatura de acuerdo con lo establecido por base a novedosos enfoques y criterios de intervención
la ley 2506. Rodríguez Larreta dijo, en esa ocasión en la policial. 4. Encarar las emergencias urbanas con crite-
que mencionó que la seguridad es uno de los tres prin- rios preventivos y de acción rápida en base a modernas
cipales ejes de trabajo de su gestión, que fue elevado a tecnologías de intervención y coordinación de esfuer-
consideración del Jefe de Gobierno “un Plan General de zos institucionales de carácter local y regional. 5. Ge-
Seguridad Pública 2010 de la Ciudad, conforme lo man- nerar y fortalecer espacios de diálogo y de refuerzo de
da la Ley de Seguridad Pública”, basado en cuatro líneas confianza mutua entre los vecinos, así como entre ellos
de acción: Control de Espacio Público, Instituto de Segu- y las autoridades.
ridad Pública, Policía Metropolitana y Fortalecimiento de
la Justicia. Es decir, las mismas del antiguo power point de Ello es lo más medular del documento (por llamarlo
Montenegro. de alguna forma) que parece ser el que informa más al
Al intentar averiguar donde constaba el allí citado Jefe de Gabinete al hacer declaraciones que a la propia
plan, pude encontrar, en la página web de Jorge Triaca policía e incluso guía la discusión política en su ámbito
(h) el mencionado Plan General de Seguridad Pública natural, la Legislatura.
2010, claro que en otro power point, en este caso de cinco Es muy breve y también bastante ambiguo, pero algo
páginas (tres, si exceptuamos la carátula y la coda fir- puede señalarse respecto a las ideas que lo inspiran.
mada por Jorge Triaca del Equipo de Trabajo de Políticas Este “Plan” concluye señalando que la planificación
Públicas). integral “se basa en cuatro LÍNEAS DE ACCIÓN, a saber:
Se señala allí: i) Control del Espacio Público; ii) Policía de la Ciudad de
Buenos Aires; iii) Fortalecimiento de la Justicia; iv) Pre-
El PGSP 2010 asume los siguientes Objetivos Generales vención del Delito y la Violencia. Estas líneas de acción
a definir en sus correspondientes metas: 1. Consolidar las profundizaremos en próximas entregas”.
la convivencia democrática a través de una acción ac- Es sin duda preocupante que se eludan responsabili-
tiva y participativa entre los vecinos y el Gobierno de la dades institucionales en la dirección de la política de se-
Ciudad. 2. Orientar las políticas públicas de seguridad y guridad, ya por desidia o por improvisación. La ausencia
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de un riguroso “Plan”, a más de impedir el control del za– en la transformación de estas condiciones y de las
mismo y de lo que puede ser la actuación de órganos eje- conflictividades derivadas de ellas es exiguo, extrema-
cutivos, permite que se sospeche que no haya una real damente limitado y de carácter exclusivamente reac-
comprensión de la problemática de la inseguridad ni tivo. Una policía eficiente y una estrategia integral en
política alguna que guíe a la nueva fuerza policial, que materia de seguridad pública no podrían revertir este
autónomamente, o en forma improvisada o inopinada- conjunto de factores estructurales, los que, en verdad,
mente por órdenes ministeriales, definirá su accionar y están marcadamente determinados por el tipo de es-
sus objetivos. tructuración social, política e institucional de nuestro
Pero también, en esas breves líneas, se vuelve a visua- país (Sain, 2008: 306).
lizar una reducción, que ya no sólo remite a la existencia
de un cuerpo policial sino que mantiene el viejo bino- En el mismo sentido se pronunció Massimo Pavarini,
mio “seguridad-delito”, que ya no sólo es reiterado por con una advertencia que no debería dejar de escucharse
los empresarios morales de los medios de comunicación, de cara a la política, y a la constante actuación que, en
sino que es asumido por parte de la clase política. busca de legitimidad, tiende a socavar sus escasas posibi-
Esto implicaría que, para el propio “Plan” la única lidades de acción:
causa de ausencia de seguridad es la existencia de hechos
Uno de los errores que no deberían jamás cometerse es
delictivos, sin observar que son especialmente políticas
el de asumir el tema de la seguridad como un problema
públicas –o más bien la ausencia de ellas–, las que gene-
que se puede resolver. Sé bien que desde este punto de
ran diferentes inseguridades.
vista los oídos de la política no quieren escucharnos,
De esta manera, debe reconocerse en la ausencia de
pero se deberán habituar a no ser ya más oídos sor-
“Plan”, la renuncia a la propuesta y puesta en marcha
dos. No todos los problemas pueden ser resueltos. Por
de políticas públicas en todos los terrenos, mencionada
la buena razón de que no son problemas o de que no
al comenzar en este trabajo
están adecuadamente formulados. Y el de la seguridad
También se observa, así, la dificultad intrínseca de
es tanto un no problema como un problema mal for-
todo tipo de cambio general, que repercuta eficazmente
en el complejo de la seguridad, así como en el de la pre- mulado. No hay farmacum porque no hay enfermedad

vención. de la cual debemos defendernos. Afrontar al electora-

Habrá que tener presente que do prometiendo proporcionar seguridad quiere decir
actualmente garantizar el seguro fracaso en el turno
...el grado de injerencia de este sistema institucional electoral sucesivo. La seguridad es un –o el– tema del
–especialmente, del sistema policial y del uso de la fuer- gobierno, en general, de la ciudad. Se puede y se debe
112 | Dossier

gobernar la seguridad sin prometer que se abatirá la que lo pueda legitimar eficaz y duraderamente. Este mo-
inseguridad. Hacerse cargo no significa resolver (Pava- delo es otra forma de reducir la complejidad social, sin
rini, 2006: 238). negarla. El modelo constitucional de la seguridad evitará
quedarse atrapado en el sistema de la violencia si no se
Pero para “hacerse cargo” también hay que tener al- limita a poner límites y “es también un gran programa
guna idea de la “seguridad”, que es notablemente diver- de justicia social y de pacificación de los conflictos” (Ba-
sa de una versión simplificada y meramente “policial”. ratta, 1999: 418) que ponga las condiciones óptimas para
Un verdadero “Plan” de seguridad debería acercarse a lo transformaciones materiales.
que Pavarini define como “la seguridad de los derechos Pero incluso en este caso se debe contar con el dere-
de todos”. cho –incluso el penal– y también con la institución poli-
Ello implica otro modelo de seguridad en el cual las cial (Anitua, 2004).
políticas a implementarse requieren ser consensuadas Pero la policía posee una “cultura específica”22 cuyas
sobre una base diferente a la del miedo. En efecto, cons- características centrales son el corporativismo, el aisla-
tituye una necesidad primaria, desde lo político, elaborar miento, el recelo frente a la opinión pública y la descon-
discursos convincentes que desarticulen ciertas imáge- fianza frente al ciudadano. Dicha cultura, propia, auto-
nes sociales sobre la “inseguridad urbana”, proclives a generada y de la que nada se dice en la ley que aquí se ha
avalar mayores reacciones punitivas. Esto significa asu- comentado, señala una clara preferencia por la reacción
mir en serio las necesidades materiales y simbólicas de para mantener el orden y “atrapar” a los perpetradores,
los sectores mayoritarios de la población, aquellos que antes que la prevención mediante políticas públicas de
son objeto de exclusión social, política y económica, y integración comunitaria.
que también parecen ser los objetivos, a reprimir, de las A pesar de ello, un cambio cultural podría pensarse
políticas policiales. desde el modelo descentralizado de policía comunitaria,
Son las propias Constituciones las que hacen referen-
cia a un concepto más amplio de seguridad (seguridad
22  La peor consecuencia de ello es la selectividad que perju-
en la salud, la educación, la vivienda, el empleo, etc.).
dica especialmente a los sectores con mayores carencias en el
La fundación afirmativa de los derechos es lo contrario ejercicio de derechos, y por lo tanto también de seguridad. Rei-
del modelo reactivo de orden. El modelo jurídico de se- ner (2001: 87 y ss.) señala que la policía clasifica a los grupos de
guridad aceptable no puede ser el modelo del control del individuos conforme pautas muy específicas. De esta forma, el
grupo “propiedad policial” integrado por los individuos proble-
delito al que se adscribe la policía, sino el modelo de la
máticos (desempleados, vagabundos, prostitutas, gays, jóvenes
distribución y localización de los recursos, posibilitadas desviados, etc.), cuyo control es exclusivo de la policía, será el
por otras agencias. Esta acción del Estado sería la única objetivo primario de la selectividad.
la ley que creó la policía metropolitana... G.I. anitua | 113

que debería ir acompañado siempre observando algu- según lo establece la Constitución local23. La policía de
nos principios relativos al control y orientación de la ac- la Ciudad deberá regirse por este mismo principio y de-
tividad policial. En lo que hace al control, la discrecio- berá adoptar una estructura tal que le permita mantener
nalidad policial debe ser controlada de manera múltiple canales continuos de comunicación y contralor por parte
mediante la función judicial, la administración política, de la comunidad24. La estructura de derechos y libertades
la actividad de organizaciones intermedias no estatales que diseña la norma constitucional pone el acento en la
y la propia comunidad. Y en cuanto a la orientación, prevención antes que en la reacción y así, desde un punto
si el uso discrecional de la fuerza es el producto de es- de vista político-jurídico, parece inclinarse por un modelo
tereotipos y pautas culturales específicas del “cuerpo” en el que la policía, y el control punitivo, no sean las herra-
policial, debería atenderse esa cultura a través de la for- mientas principales de la seguridad y la prevención.
mación democrática del agente de policía, la profesio- Ello obligará a transformaciones más amplias, y en la
nalización de la fuerza, la eliminación del viejo corpo- propia política y la acción social de la comunidad, algo a
rativismo, y, sobre todo, insertándose en la comunidad todas luces necesario pues “sería ridículo pensar que el
que debe proteger y satisfacer en el cumplimiento de los problema abarca únicamente a la institución policial y
derechos, que es precisamente la integrada por los sec- no al entramado que relaciona a ésta con intereses eco-
tores más vulnerables. nómicos y políticos” (Kaminsky, 2005: 62).
Si, además, logra evitar quedar al margen de la pre- En relación con ello, el diseño de una fuerza de seguri-
vención, mucho más amplia, que realiza la comunidad, dad autónoma debe tener en cuenta el esquema institu-
la policía comunitaria podría cumplir un papel funda- cional de descentralización que guía toda la organización
mental. de ámbitos de debate y de gobierno porteños. A partir de
Pero se tratará de un modelo policial que integra su la puesta en marcha de las comunas25 los vecinos de-
actividad con otras agencias públicas (prevención inte- berían contar con un espacio previsto para impulsar y
grada), que concentra sus esfuerzos en forma descentra- controlar iniciativas populares de políticas públicas. En
lizada y que necesita del diálogo directo con los vecinos este ámbito es posible asentar el modelo de prevención
más vulnerables. Este modelo policial abordará la proble-
mática de la seguridad en sus niveles subjetivo y objetivo. 23  Artículo 1º. La Ciudad de Buenos Aires, conforme al prin-
En suma, se tratará de una policía que, aún sin dejar de cipio federal establecido en la Constitución Nacional, organiza
ejercer el control punitivo, lo hará en el seno de una de- sus instituciones autónomas como democracia participativa.

mocracia participativa. 24  Ver los citados artículos 34 y 35 de la Constitución local.


En el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, esta es la 25  Si es que alguna vez se cumple con ese mandato del
forma que deben adoptar las instituciones de gobierno artículo 127 de la Constitución C.A.B.A.
114 | Dossier

integrada tomando como base la interacción entre las Arslanian, León Carlos (2008). Un cambio posible. Delito, in-
diversas agencias públicas –que atiendan cuestiones de seguridad y reforma policial en la provincia de Buenos Aires. Bue-
nos Aires: Edhasa.
vivienda, salud, control del espacio público, integración
educativa y deportiva, etc.– y la comunidad. La policía, Baratta, Alessandro (1999). “La política criminal y el dere-
cho penal de la Constitución. Nuevas reflexiones sobre el mode-
como cuerpo descentralizado que rinde cuentas a los
lo integrado de las ciencias penales”. En revista Nueva Doctrina
grupos vecinales, debería asumir que es tan sólo un ac- Penal, nro. 1999/B. Buenos Aires: Editores del Puerto.
tor más en el gobierno de la seguridad26, entendida como
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¿policía de investigación?
reflexiones sobre la naturaleza
de su función y órgano de Adscripción
Keymer Ávila | 117-136 |
118 | Dossier Resumen ¿El órgano de investigaciones debe ser considerado como una
policía más? O, por el contrario, ¿tiene características propias que le dife-
rencian de la institución policial? ¿Debe estar adscrito al Poder Ejecutivo
o al Ministerio Público? Del enfoque de las respuestas a estas preguntas
pueden depender importantes decisiones políticas en materia de derechos
humanos. En este trabajo se intenta reflexionar sobre estas interrogantes
en el contexto venezolano, con una intencionalidad clara: la reducción
del poder bélico y de la discrecionalidad de los operadores de esta institu-
ción, junto al aumento de los controles hacia los mismos.

Palabras clave  Investigación penal, policía, CICPC, Ministerio Público,


derechos humanos.

keymer ávila  Abogado Magna Cum Laude por la Universidad Central de Vene-

zuela (UCV). Master Oficial en Criminología y Sociología Jurídico Penal de la Uni-


versitat de Barcelona (UB). Doctorando en el Programa de Doctorado de Derecho y
Ciencia Política de la misma universidad. Estudios de postgrado en Ciencias Penales
y Criminológicas y Gobierno y Políticas Públicas, en la UCV. Investigador del Institu-
to de Ciencias Penales de la UCV, adscrito a Sistemas Penales, y profesor de la Cátedra
de Criminología de la misma universidad. Investigador acreditado del Programa de
Estímulo a la Innovación e Investigación (PEII) del ONCTI. Colaborador del Observa-
torio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la UB. Ex asistente y asesor del
Fiscal General de República Bolivariana de Venezuela.

keymerguaicaipuro@gmail.com
¿Policía de investigación?
Reflexiones sobre la naturaleza de su función
y órgano de adscripción 1

1. Introducción

Los estudios de policía abarcan una gama muy amplia de aspectos: derechos
humanos, uso de la fuerza, seguridad, interacción y control comunitario, estruc-
tura y organización, gobierno e institucionalidad democrática y un largo etcéte-
ra. Uno de los puntos más álgidos y discutidos es el de su función. Sin embargo,
poco son los estudios concentrados en la función de investigar, esa tecnología tan
importante para comenzar el camino hacia la imposición de la pena formal. De
esta manera se aprecia cómo la doctrina que analiza a la policía ha centrado sus
estudios en el ámbito administrativo y de seguridad, por encima del propiamente
procesal-judicial (Pérez, 1998).
Es por ello que preguntas como las siguientes se mantienen latentes: ¿la inves-
tigación criminal debe considerarse como una función policial más? ¿El ejercicio
de actividades preventivas no afecta la eficiencia de los órganos encargados de la
investigación penal? ¿La discrecionalidad que caracteriza a las funciones policia-
les (patrullaje, prevención, reacción inmediata ante situaciones de riesgo, etc.)
debe también operar en la investigación penal? En caso de excesos en el cumpli-
miento de funciones policiales, ¿el órgano de investigaciones debe investigarse a sí
mismo? ¿Hasta dónde debe llegar la intervención policial en el marco del proceso
penal? ¿La intervención policial en la investigación penal no puede ser interpreta-
da como una intromisión del Poder Ejecutivo en las labores del Ministerio Público

1  El presente artículo es una versión resumida y corregida de un trabajo homónimo


publicado en la Revista Eletrónica de Ciências Jurídicas, nº 6 (2009), de la Associação do
Ministério Público do Estado do Maranhão, Brasil. [On line] Disponible en: http://www2.
mp.ma.gov.br/ampem/artigos/Artigos2009/2009_ARTIGO-0602Ano2009.pdf

119
120 | Dossier

(MP)2? La investigación al estar inserta dentro del proce- al margen, lo que no es más que una demostración del
dimiento penal y consecuencialmente relacionada con la abandono y desprecio que en muchas ocasiones padece
imposición de una pena, ¿no amerita ser especialmente la institución policial.
controlada? Estas inquietudes motivan las ideas que se En Venezuela, la promulgación del Código Orgánico
desarrollarán a continuación. Procesal Penal (COPP) en enero de 1998 marcó el inicio
Es de advertir que no se pretende dar respuestas uni- de la reforma. Tras el nuevo Código, vinieron las nuevas
formes ni definitivas a estas interrogantes, sólo se espera leyes del MP (Ley Orgánica del Ministerio Público –refor-
ofrecer elementos al debate que sean de alguna utilidad mada en marzo de 2007–) y la de Policía de Investigacio-
para avanzar, por una parte, en la reducción de los exce- nes Penales, esta última derogada en 2001 por el Decre-
sos de este cuerpo y, por otra, en el fortalecimiento de las to con Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones
instituciones encargadas de su control administrativo y Científicas, Penales y Criminalísticas, el cual a su vez fue
judicial como lo son el MP y el Poder Judicial (PJ).
reformado por la Ley del Cuerpo de Investigaciones Cien-
En Latinoamérica se han venido dando procesos de
tíficas Penales y Criminalísticas (LCICPC), en el año 2007.
transformación del modelo procesal penal inquisitivo a
En esta legislación que rige la materia de las investi-
otro de carácter acusatorio. Con el sistema acusatorio el
gaciones penales hay dos grandes pasos que constituyen
MP adquiere dos funciones que antes no tenía: la función
un avance significativo en el proceso de reforma, en lo re-
de investigación y recolección de pruebas que tenían las
ferente al órgano de investigaciones penales: 1) El cuerpo
llamadas policías de investigación y la función de ins-
encargado de esta función deja de ser policía judicial para
trucción que tenía el Poder Judicial. Lo que hizo necesa-
convertirse en órgano de investigaciones; y 2) La adscripción
rio un rediseño del MP cómo órgano encargado de dichas
funcional de este órgano pasa a estar a cargo del MP.
tareas.
Sin embargo, más allá de las justificaciones situacio-
Rusconi (1998) describe cómo estas reformas han
intentado abarcar a los subsistemas penal, procesal y nales y político-coyunturales, se considera que la conser-
penitenciario. Sin embargo, en este proceso el “subsis- vación de la adscripción orgánica del cuerpo de investi-
tema policial” (Ferrajoli, 2001) normalmente queda gaciones dentro del Ejecutivo (específicamente dentro de
Ministerio de Interior y Justicia –MIJ–) constituye todavía
2  En Venezuela el MP forma parte de un Poder autónomo un punto álgido para la reforma.
respecto del Ejecutivo, Legislativo y Judicial, denominado Po- Actualmente el Cuerpo de Investigaciones Científicas
der Ciudadano, el cual está integrado por tres órganos: el MP, la
Penales y Criminalísticas (CICPC) es el principal órgano
Contraloría General de la República y la Defensoría del Pueblo
(artícu­lo 273, Constitución de la República Bolivariana de Ve- auxiliar del MP, de lo que se desprende que para el buen
nezuela –CRBV–). funcionamiento del sistema, es necesario que entre estas
¿policía de investigación? K. Ávila | 121

instituciones exista una estrecha y clara vinculación. La 156). En este sentido se reivindica el enfoque de Baratta
misma debe ser asumida en términos de subordinación, (2001) sobre la “seguridad de los derechos” y no del “de-
toda vez que tanto la CRBV como el COPP, la Ley Orgánica recho a la seguridad”.
del Ministerio Público (LOMP) y la LCICPC, establecen que En este marco se considera, por ejemplo, a los órga-
quien ordena y dirige la investigación penal es el MP. nos con competencia en materia de seguridad (según el
decreto con Fuerza de Ley de Coordinación de Seguridad
2. Órgano de Investigaciones Penales Ciudadana, del 6 de noviembre de 2001), éstos abarcan,
y Criminalísticas: ¿policías? además de los organismos policiales, a los Cuerpos de
Bomberos, Protección Civil y organizaciones de adminis-
Las principales funciones del CICPC son de carácter
tración de desastres. Lo que constituye una ampliación
postdelictivo: investigación de delitos e identificación grande del concepto. Es por ello que es necesario ir de-
de sus autores y cómplices. No obstante, también se le limitando no sólo conceptual, sino también operativa-
asignan funciones preventivas previstas en el artículo 11 mente lo que debe entenderse por policía y por seguridad
de la LCICPC, como son la colaboración en la creación de ciudadana. No todo es seguridad, ni todo el que ofrece segu-
centros de prevención de delitos y sistemas de control o ridad es policía3.
base de datos criminalísticos en cuanto a determinados
delitos, elaboración de estadísticas de criminalidad para 2.1. Función policial: la promiscuidad funcional
adoptar políticas de prevención y orientación. Además
de estas actividades, y considerando que la adscripción El poder penal del Estado se desplaza en buena medida
orgánica al MIJ se somete a criterios de seguridad ciuda- hacia la instancia policial, siendo su actividad de mayor
dana, preventivos y de orden público en general, el CI- influencia sobre la vida de los ciudadanos, en compara-
CPC también efectúa labores de patrullaje, vigilancia de ción con la incidencia que pudiera llegar a tener la ins-
manifestaciones políticas, alcabalas móviles, traslado tancia judicial. A la policía se le exige de todo. Esto en la
de detenidos, entre otras. Estas actividades de seguridad práctica se traduce en posibilidades y demandas infinitas
ciudadana o preventivas merecen ser analizadas.
Para abordar el tema de la seguridad ciudadana es 3  En este sentido Recasens afirma que: “el enfoque policial
importante partir de la siguiente idea: la dicotomía li- resulta incompleto en la actualidad para comprender la temá-
bertad-seguridad no significa un enfrentamiento de de- tica de la seguridad. Es preciso ‘descentrar’ a la policía, para
reubicarla como uno más de los actores que giran alrededor del
rechos en pie de igualdad, puesto que la primera es un
verdadero problema, que es el de la seguridad y su evolución en
derecho prevalente al que debe servir la seguridad, que el contexto de un mundo supuestamente globalizado” (2003:
por su parte no es un derecho fundamental (Pérez, 1998: 289).
122 | Dossier

de intervención. Lo cierto es que exigir a la policía la so- car una disputa con criterios decisorios permanentes, sino
lución de innumerables asuntos que sirven de entorno estrictamente temporales y situacionales; d) la intervención
a la inseguridad es exigirle cumplir funciones para las policial es pacificadora, en el sentido que propende a re-
cuales no está destinada y descargar en ella responsabili- ducir la tensión coyuntural entre actores sociales y crear
dades de otras autoridades públicas, sobre todo de las de un estado de sosiego (Ídem) (cursivas nuestras).
más alto rango (Santos, 1998; Rusconi, 1998).
Uno de los problemas fundamentales para definir la Luego el autor agrega que posiblemente la función
función policial es que el ordenamiento jurídico se ha policial es poco mencionada para definir a la policía
ocupado, fundamentalmente, de establecer hasta dónde quizás porque ésta resulta contingente y lo esencial en
no debe pasar la policía, antes que definir lo que debe ha- esta institución es la capacidad de aplicar la fuerza física
cer; señalando límites, restricciones, requisitos de actua- (tema fundamental de la policía).
ción válida y salvaguardas sustantivas y procesales a los Todos los planteamientos anteriores están en total
poderes de policía, antes que establecer sus funciones y sintonía con el Modelo Policialdiseñado por la CONARE-
atribuciones (Rosales, 2007; Gabaldón, 2007). POL (2007) que concibe a la policía como una agencia de
Gabaldón entiende como función policial “cualquier seguridad ciudadana, ideas recogidas en la nueva Ley
actividad encaminada a reducir la incertidumbre en una Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía
situación de confrontación entre dos o más actores o Nacional Bolivariana (LOSPCPNB) en sus artículos 3, 4,
grupos sociales cuando los mecanismos de intercambio 5, 8 y 34.2.
de significados se encuentran severamente afectados y Con todo lo anterior queda definido el carácter con-
existe la propensión a una escalada de violencia” (2007: tingente, situacional, fáctico, esencialmente preventivo
260). Este concepto supone varias cosas: (ex ante) y de reacción inmediata no permanente sino
temporal (coetánea) que tiene la función policial. Carac-
a) la policía es una agencia equidistante de las partes en terísticas que no son compartidas por la función de investi-
conflicto; b) la intervención policial es subsidiaria, en el gación penal, la cual tiene su marco de acción en un mo-
sentido que opera en defecto de otros mecanismos de co- mento posterior a la comisión del delito (ex post).
nexión directa entre los actores involucrados en el con- En este orden de ideas, Antillano (2007: 49) resalta
flicto; c) la intervención policial es minimalística, en el como:
sentido que opera en los límites estrictamente necesarios
para restablecer el equilibrio situacional perturbado: es en Diversos estudios señalan la prevalencia de medios de
este sentido que se dice que la policía conoce de los hechos y actuación de la policía que están más dirigidos a la visibi-
no del derecho, es decir, que no tiene facultades para adjudi- lidad del poder policial, remarcando la presencia física y la
¿policía de investigación? K. Ávila | 123

afirmación de la autoridad, que al procesamiento y resolu- tenue: ¿dónde está la prevención y dónde la represión?
ción de conflictos. Se favorecería un uso “simbólico” de la Por más complicado que sea, el intento de separar ambos
policía, basado fundamentalmente en su despliegue, osten- ámbitos es necesario. Bustos advertía que el difícil inten-
tación y presencia en el territorio, más que su utilización to de separar prevención de represión, se da sólo en Esta-
instrumental en la lucha efectiva contra el delito a través de dos claramente democráticos; por el contrario “en todos
la investigación penal. (…) se señala el predominio de me- los países en que se nota una tendencia hacia la doctrina
didas “inmediatas”, que operan aún antes de recabar de seguridad nacional, estos niveles de diferenciación se
la información sobre el hecho, por encima de actuacio- tornan difusos” (1983: 66). Si se quiere diseñar un mo-
nes posteriores dirigidas al esclarecimiento del delito y delo distinto, más garantista, no se puede pasar por alto
el procesamiento del delincuente por la justicia penal, este debate.
concluyendo que los procedimientos a los que acude la po- Es en este contexto donde se le atribuye la función de
licía se proponen reafirmar su autoridad antes que procesar investigación a la “policía”, en auxilio de la autoridad en-
al sospechoso (Gabaldón y Murua, 1983) (cursivas nues- cargada de dirigir la investigación penal, que en el caso
tras). de Venezuela está en cabeza del MP; relacionando un po-
der independiente, el Poder Ciudadano, con una supues-
Estas ideas reafirman el planteo de la diferenciación
ta función policial ejercida por un órgano que depende
entre la función policial y la investigación penal. No es
directamente del Ejecutivo –el CICPC– y que en esta área
una buena medida que la policía cumpla al mismo tiem-
debe ser su auxiliar. Lo normal es que esta colaboración
po, y en ocasiones con las mismas personas, las tareas
no resulte satisfactoria (Rosales, 2008).
preventivas y de investigación. Esta “promiscuidad fun-
cional” (Rusconi, 1998) genera serios obstáculos para 2.2 Función de investigación
el desarrollo de un sistema eficiente y garantista de in-
vestigación de delitos. En primer lugar, tendencias auto- La investigación penal comporta las acciones, técnicas,
ritarias provenientes de la actividad preventiva invaden medios y procedimientos para investigar la comisión de
a menudo las tareas de investigación penal. En segundo delitos e identificación de los autores, como actividad de
lugar, las actividades preventivas arrastran a las funcio- auxilio al MP (CONAREPOL, 2007).
nes investigativas aumentando el nivel de autonomía en Queralt (1999), señala que la “policía” judicial cum-
relación con el necesario control que deben asumir el MP ple dos grandes funciones: la de investigación de los deli-
y la función jurisdiccional sobre tales actividades. tos con anterioridad a la entrada en juego de la autoridad
En la realidad la distinción entre prevención-repre- judicial y la realización de misiones específicas que ésta o
sión es complicada, la línea divisoria en ocasiones es el MP le encomienden dentro de un caso concreto. Estas
124 | Dossier

funciones señaladas surgieron también en la Mesa Téc- plimiento de una orden judicial, el funcionario del CICPC
nica (MT) sobre el modelo de órgano de investigaciones deberá usar en forma proporcional la fuerza que sea ne-
penales de la CONAREPOL. cesaria, pero incluso frente a este particular, de la MT se
En la MT hubo posiciones que sugerían que la inves- desprende como un punto de acuerdo unánime que la
tigación penal no solamente era la principal función del aprehensión, traslado y custodia de procesados y penados no
órgano de investigaciones, sino que además era la única deberían ser encomendados al cuerpo de investigaciones, pues
que debía tener, concentrándose así los esfuerzos en la tales actividades no sólo obstaculizan la función principal
labor de investigación criminal científica para obtener del CICPC, sino además no tienen ninguna vinculación, ni
mayor eficiencia en los resultados, por lo que debía desli- siquiera indirecta, con las investigaciones penales. Estas ac-
garse de las competencias de índole preventivas previstas tividades deberían ser únicamente desarrolladas por la
en los numerales 2, 3 y 4 del artículo 11 de la LCICPC, a la policía nacional, así como por las policías estadales y/o
que ya se ha hecho referencia. municipales (Silva/Hernández, 2007: 214-215). Uno de
Asimismo, también se consideró la interrogante so- los puntos más resaltantes es que los participantes de la
bre si es posible separar, en las funciones de represión, la MT acordaron unánimemente que ser investigador no ne-
investigación penal por un lado, y el uso de la fuerza u or- cesariamente significa ser policía.
den público por otro (funciones que impliquen la deten-
ción o contención de personas). Al respecto, en la MT se 2.3. La investigación y la afectación de los derechos
acordó que es posible separar de la investigación penal, fundamentales: su relevancia jurídico-procesal
las funciones represivas en cuanto al manejo del orden
Pérez afirma que los principios de la jurisdicción penal
público y la coacción frente al delito en general, pues el
deben regir no sólo en el juicio oral o en la ejecución de
cuerpo de investigaciones no debe intervenir en materia
lo resuelto, sino también en la fase instructora de averi-
de orden público.
guación del hecho, aseguramiento de sus responsables y
Excepcionalmente podría ser usada la fuerza en los
recogida de elementos probatorios. Resulta lógico a todas
procedimientos de investigación, pero ello no significa que
luces que en este período procesal concurran también los
se confundan estas actividades, ni que el uso de la fuerza
presupuestos de legalidad, independencia y autonomía
esté directamente vinculado a la investigación penal.
respecto del poder ejecutivo. Para este autor:
Si bien se puede decir que estas dos actividades no se
confunden, no se puede negar que muchas veces se re- El papel que ocupa la policía en el ámbito del proceso
quiere del auxilio de un cuerpo policial especializado en penal en modo alguno puede ser considerado secunda-
el uso de la fuerza, para llevar a cabo una labor de inves- rio o accesorio, ya que constituye un elemento esencial
tigación. Obviamente frente a una flagrancia o en cum- y determinante en su propia configuración y desarrollo,
¿policía de investigación? K. Ávila | 125

decisivo en el discurrir de la propia actividad jurisdic- sentido amplio referido a la organización de los cuerpos,
cional, de ahí que necesariamente deba ser tratada en estructuras, o delimitación de su ámbito funcional con-
sus justos términos, con la importancia que tiene en el forme a los criterios de política criminal predetermina-
marco procesal penal (1998: 164-165). dos, sino que también lo hace de manera individualizada
en relación con el régimen disciplinario, permisos, tras-
Hasta este punto puede apreciarse claramente la dis-
lados, ascensos, etc. Esta situación trasciende al aspecto
tinción entre función policial y la función investigativa.
La primera tiene un marcado carácter preventivo-situa- orgánico para afectar al conjunto de las funciones que se
cional, actúa ex ante o de manera coetánea al hecho defi- desarrollan, de manera significativa en el ejercicio de au-
nido como delictivo; la segunda entra en acción una vez xilio a la actividad jurisdiccional y en el caso venezolano,
ocurrido el hecho, actúa ex post, marcando el inicio del sobre la fase preparatoria del proceso penal.
proceso penal y la afectación formal de los derechos de Esta relación de subordinación de carácter instru-
los involucrados. La primera se encuentra en el ámbito mental al Ejecutivo permite considerar que los funciona-
de competencias del Ejecutivo, la segunda debería estar rios policiales llegan a convertirse “en árbitros del juicio
en el ámbito del Sistema de Administración de Justicia. oral” (Pérez, 1998) pudiendo hipotecar la investigación
judicial y en su caso la sanción penal.
3. Ministerio Público y Órgano
La trascendencia de la adscripción del órgano de in-
de Investigaciones Penales y Criminalísticas:
vestigaciones a una institución tecno-jurídica es grande.
¿cuál debería ser su relación?
Así por ejemplo, en una institución como el MP el valor
Pérez (1998), Rusconi (1998) y Rosales (2008) destacan de la tecnología criminalística y la labor de investigación
cómo la habitual inserción orgánica de la “policía judi- serían enmarcados dentro de la acción del derecho. La
cial” dentro de la estructura de los cuerpos policiales, y tecnología no puede subrogar el rol de los conocimientos
éstos a su vez en el ámbito del poder ejecutivo, hace que jurídicos penal y procesal penal, que tienen la misión de
quede subordinada de facto a las necesidades de lo que
encausar la acción política del Estado en el ejercicio del
el poder político entiende por seguridad y control social.
ius puniendi con unos cometidos políticos y jurídicos espe-
Todo ello provoca que cualquier actividad policial venga
cíficos como son limitar el poder punitivo y buscar por to-
presidida por esta relación, sujeta a los mandatos y ór-
denes que les dirijan sus superiores jerárquicos, incluso dos los medios la garantía de los derechos humanos ante
cuando su intervención tiene vocación de auxilio a un su operatividad. En definitiva, esto es evitar la tecnocra-
poder independiente como el ciudadano o judicial. cia o su predominancia, lo que pasa por oponerse a que
En este orden de ideas, Pérez, en el contexto de un sis- se pretenda reducir la cuestión criminal al laboratorio o
tema procesal de corte inquisitivo, explica como el Ejecu- a los resultados que arrojen las aplicaciones criminalísti-
tivo se convierte en el controlador máximo, no sólo en un cas (Rosales, 2005).
126 | Dossier

Partiendo de estas ideas, respecto a la relación MP y y de control del MP es casi inexistente; existe un pro-
órgano de investigaciones penales, en el caso venezola- fundo retardo en las investigaciones por diferencias
no, básicamente existen tres posturas: entre ambas instituciones (problema gerencial); la
subordinación de hecho a las necesidades de seguri-
1. Adscripción orgánica y funcional en el poder Ejecutivo: la
dad ciudadana y a labores preventivas, lo que se tra-
que le otorga una amplia autonomía a los investiga-
duce en desvío de recursos y merma de las funciones
dores frente al MP, teniendo sólo un mínimo deber de
de investigación (Silva/Hernández, 2007: 226).
informarle de sus actuaciones. Este modelo trae con-
sigo las siguientes desventajas: el MP no limitaría al A continuación se desarrollarán los argumentos a
investigador en sus funciones; limita la relación entre favor de la segunda posición: la adscripción orgánica y
el investigador y el fiscal, lo que perjudica al proceso funcional del órgano de investigaciones en el MP.
penal; la subordinación de hecho a las necesidades
de seguridad ciudadana y a las labores preventivas 3.1. De la división y equilibrio entre poderes
genera desvío de recursos y merma las funciones de
Así como la función jurisdiccional es atribuida al Estado
investigación; aumenta la impunidad en casos de vio- con carácter de exclusividad, correspondiendo al Poder
lación de DDHH; sería necesaria una reforma legal. Judicial su ejercicio con independencia del resto, con su-
2. Adscripción orgánica y funcional de este cuerpo a la ins- jeción a determinados límites, controles y garantías; la
titución encargada de dirigir la investigación, es decir, al función de investigación (dirección, supervisión y prácti-
MP: el órgano de investigaciones llevaría a cabo sólo ca) corresponde al MP4.
funciones de investigación y no de policía preventiva. Es punto en común que la división de poderes es sa-
Este modelo trae consigo las siguientes desventajas: ludable para la consolidación del Estado de Derecho y de
el fiscal actualmente no tiene la formación necesaria la democracia. Es por ello que en Venezuela la existencia
para la investigación penal, lo que le dificulta la tarea de órganos que tienen como funciones el control admi-
de realizar un efectivo control sobre la misma; pudie- nistrativo del Estado (Consejo Moral Republicano), la
ra existir un proceso de policización (Zaffaroni, 1998) investigación penal (MP) o sólo jurisdiccionales (Tribu-

de los fiscales; sería necesaria una reforma legal.

3. Posición mixta –actualmente vigente en Venezuela– 4  CRBV, artículo 285 numerales 3 y 4; COPP, artículos: 108
numerales 1 y 2; 111, 113, 114 y 116; Ley Orgánica del Ministerio
que mantiene la adscripción orgánica en el Poder Eje-
Público, artículos: 16 numerales 3, 4, 5 y 6; 25 numerales 13 y
cutivo y la funcional en el MP. Este modelo trae consi- 14, 8 y 24; 31 numeral 11; 37 numerales 6, 9, 10, 11 y 14; y 53
go las siguientes desventajas: la potestad disciplinaria numeral 1; DFLOICPC, artículos 3, 11 numeral 1; 16 y 17.
¿policía de investigación? K. Ávila | 127

nal Supremo de Justicia), representan una dimensión de disciplinario sobre los investigadores del CICPC en caso de
contrapoder al servicio de la legalidad y de la protección negligencias, retrasos y omisiones frente a órdenes que
de las personas. Todo esto está íntimamente relacionado les impartan los fiscales (artículos 116 del COPP y 25 nu-
con la fortaleza democrática del sistema político. meral 14 de la LOMP).
Esta independencia del control administrativo o ju- Sin embargo, todas estas normas no trascienden de
dicial respecto a los otros poderes del Estado suele en- la mera formalidad, la subordinación funcional en la
contrar dificultades, tanto en la dimensión interna de realidad no existe y las facultades disciplinarias mucho
cada estructura, como en el orden externo. En efecto, es menos. La adscripción orgánica termina prevaleciendo
el Ejecutivo quien dispone de la policía para gestionar la siempre ante la funcional.
seguridad pública y, con ella, incidir en el libre desarrollo
de los derechos ciudadanos, pudiendo de hecho limitar, 3.1.2. Limitaciones, fallas o errores constitucionales
controlar o interferir, a través de las actividades de in-
vestigación, en el proceso penal que le resulte incómodo Desde 1958 Venezuela cuenta con una policía especiali-
(Pérez, 1998: 164; Santos, 1998: 212; Rosales, 2008: 161). zada en la investigación científica de los delitos, separa-
Es en virtud de la búsqueda de equilibrios y controles da –en principio– de las policías preventivas dedicadas al
entre poderes que tiene cabida la posición que apoya la orden público; la primera sería la “policía” judicial y las
adscripción tanto orgánica como funcional del órgano de segundas las policía administrativas. La CRBV instituyó
investigaciones al MP. esta separación de funciones en su artículo 332, donde
se establece en numerales separados cada uno de estos
3.1.1. Insuficiencia de la mera adscripción funcional organismos. Esto contribuye constitucionalmente a dis-
tinguir claramente las funciones preventivas-policiales
Son consecuencias de la dependencia funcional del in- de las de investigación. Sin embargo, la misma CRBV pre-
vestigador al fiscal, la imposibilidad de que el investi- senta debilidades para un cambio sustancial respecto a
gador pueda ser removido o apartado por su superior
un nuevo órgano de investigaciones, por ejemplo:
jerárquico (Poder Ejecutivo) de la investigación que le
hubieren encomendado hasta su finalización, salvo que 1. Enmarcar el capítulo referente a los órganos de segu-
así lo autorice el fiscal, conforme a las causales estableci- ridad ciudadana (artículo 332) dentro del Título VII
das en la ley (artículo 24 LCICPC); que la autoridad admi- que establece el sistema de “seguridad de la nación”
nistrativa del CICPC no puede revocar, alterar o retardar confunde la seguridad como garantía de derechos
una orden emitida por el fiscal (artículo 114 del COPP); con la seguridad referida al resguardo de la sobera-
y que el Fiscal General de la República goce de un poder nía e integridad territorial. Este planteamiento cons-
128 | Dossier

titucional concibe a la seguridad como un sistema tado le delega, ello explica su alto nivel de poder en las
por demás complejo y deja un margen de dudas en sociedades modernas. De esta manera coexistiría un
relación con la consagración del estado democrático, aparato policial con una función visible (tanto simbólica
pues la seguridad ciudadana no es un tema que atañe como real) y un sistema policial con una función oculta
a la Seguridad de la Nación, salvo la aplicación del (no manifiesta), no necesariamente sincronizados entre
Derecho Internacional Humanitario, en el contexto sí. Lo que se quiere destacar aquí es la existencia de un
de conflictos armados (Rosales, Borrego, 2007). La sistema policial como ente-poder en sí mismo, capaz de
opción política ante este error conceptual es la obli- “auto producirse, de tener sus propias referencias y afir-
gada concordancia que debe hacerse con el artículo mar su identidad, de adquirir y desarrollar su autonomía
55, el cual ubica a la seguridad como garantía de los a través del aprendizaje y de auto organizarse, mediante
derechos civiles. la evolución de su constitución interna y su comporta-
miento” (Recasens, 2003: 299-302).
2. Como consecuencia del planteo anterior, considerar Uno de los obstáculos para un cambio de paradigma
al CICPC como órgano de seguridad ciudadana es otro sobre el órgano de investigaciones es la formación actual
error conceptual que se paga en la realidad con la de los funcionarios que es marcadamente policial, con
existencia de una institución policial con poder bélico un arraigado espíritu de cuerpo y una cultura policial
sobre la cual se tienen escasos controles y que, por el que resulta ajena a una institución como el MP (Silva/
contrario, ejerce una importante influencia sobre el Hernández, 2007: 226). Ante ello surge la siguiente pre-
proceso penal. gunta: ¿serán los poderes policiales y todo lo que ellos
implican (cultura policial, poder y control político, etc.),
3. La presentación con rango constitucional de este ór-
el principal obstáculo para repensar al órgano de inves-
gano aunado a su adscripción orgánica al Ejecutivo
tigaciones? A continuación, se señalan algunos de los
han servido como una especie de escudo impenetra-
mencionados poderes.
ble e indiscutible para impedir una subordinación
real, desde el punto de vista funcional y disciplinario, 1. Poder de criminalización: El interaccionismo simbólico
de esta institución ante el MP. ha desarrollado extensamente la idea de la construc-
ción del criminal a través del sistema penal. En este
sentido, la policía tiene un amplio campo de decisión,
3.2. Los poderes policiales y el carácter bélico de la
“cumple realmente a nivel particular y primario fun-
actual “policía” de investigación: ¿obstácu­los para
ciones de juez. La policía decide quiénes son los sospe-
pensar libremente en su órgano de adscripción?
chosos; (…) y en ese sentido el propio control policial
La policía no sólo es un aparato de Estado, ésta también resulta un factor de criminalización, origen de crimi-
es un sistema capaz de ir más allá de lo que el propio Es- nalidad” (Bustos, 1983: 70-71). Es decir, la policía en
¿policía de investigación? K. Ávila | 129

el marco de su papel dentro del sistema de represión e Para 2007, el parque de armas del CICPC ascendía a
investigación de delitos, potencia estructuralmente el 10.144. Predominan en éste las pistolas (69%), seguido
grado de selectividad propio de toda la política crimi- por las subametralladoras. Existe en el organismo una
nal (Rusconi, 1998: 194). relación de prácticamente una pistola o revólver por
2. Poder de policización: Este es el poder que se aplica cada funcionario (0,93%). Contaba con 699 patrullas
puertas adentro de la institución policial. Zaffaro- urbanas operativas y en contraste sólo con 7 unidades
ni (1998) explica que este proceso de policización es móviles criminalísticas y 119 furgonetas para cadáveres
muy similar a los procesos de criminalización, su re- (Silva/Hernández, 2007: 203-204), siendo estas dos últi-
ceptor es el mismo sector marginado de la sociedad. mas las directamente relacionadas con lo que debería ser
En el plano “formal” estas instituciones manejan un su función: investigar delitos.
discurso moralizante; pero en la realidad, como con- ¿El órgano de investigaciones necesita todo este arse-
secuencia del rol que le asigna la “propaganda ma- nal bélico? ¿Este arsenal está relacionado con sus funcio-
siva trasnacionalizada” (violencia, no intervención nes de investigación? ¿Debe el CICPC realizar patrullaje y
judicial, solución ejecutiva de los conflictos, machis- demás actividades que impliquen presencia ostensiva?
mo, insensibilidad, etc.), se le exige al policía que su ¿son necesarias las brigadas especiales o de respuesta in-
conducta sea la misma que la de un psicópata. Este mediata dentro de este cuerpo?
“proceso de formación” lesionador de pautas éticas
básicas se constituye en un presupuesto fundamental A. Sobre el patrullaje: Ya Santos (1998) a finales de los no-
de la actuación ilegítima de los miembros de las fuer- venta comentaba sobre cómo la decisión gubernamental
zas policiales (Rusconi, 1998: 196). de solicitar la intervención del personal de la antigua PTJ
en los operativos “profilácticos” antidelictivos, implicaba
3. Poder bélico: Rusconi (1998) destaca cómo la condi-
distraer en funciones impropias a un funcionario capaci-
ción estructural de la policía a diferencia de lo que su-
tado y competente de su exclusiva función de identifica-
cede con otras instancias del poder penal, genera un
ción, persecución, recolección de pruebas e instrucción
riesgo de actuación ilegítima mucho más importante,
procesal.
no controlado y caótico. En parte ello está relaciona-
Por otra parte, se ha observado por expertos que en
do con el entorno en el cual se desenvuelve el ejercicio
del poder que detenta la institución policial. La policía la medida en que se incrementan los contactos entre la
actúa donde más se pueden lesionar las garantías in- policía con potencial uso de la fuerza y la sociedad, se
dividuales. potencian las condiciones para la corrupción y para la
vulneración de derechos fundamentales, por ello se pro-
pone la erradicación definitiva de estas prácticas (Silva/
130 | Dossier

Hernández, 2007: 221). Estas explicaciones contrastan de investigaciones penales. Estos grupos tácticos –como
con la política de los publicitados “madrugonazos” im- acertadamente se consagra en la disposición transitoria
plementada a comienzos de 2011, consistente en la toma séptima de la nueva LOSPCPNB– deben ser más bien una
de determinadas zonas de la ciudad por el CICPC para división dentro de la estructura de la Policía Nacional,
realizar redadas, allanamientos, alcabalas, requisa de que le prestaría apoyo al CICPC para entrar en sitios pe-
vehículos y detenciones de personas. Política que se vio ligrosos, allanamientos riesgosos, situaciones de rehe-
seriamente cuestionada a partir del asesinato de tres de- nes o secuestros, etc. Y que durante el correspondiente
tenidos en los calabozos del CICPC, en mayo de ese mismo operativo estas fuerzas deben estar bajo la supervisión y
año. Diez meses después, el asesinato de la hija del cón- coordinación del fiscal y del CICPC. Es decir, el factor clave
sul Chileno en el estado Zulia, al pasar por una alcabala es la función: como quiera que estas brigadas no investi-
del CICPC, reavivó el debate sobre las funciones de este gan –sino que abren paso a los investigadores y técnicos–
cuerpo. no deben formar parte de un cuerpo de investigaciones (Silva/
Hernández, 2007: 217-218).
B. Sobre los grupos tácticos: Las actividades de “laborato-
rio” o de “oficina”, propias de la investigación penal, no
3.3. Necesidad de control sobre el órgano
requieren del uso de la fuerza, pero en algunos escena-
de investigaciones: el control del poder
rios de la investigación de “calle” puede hacerse necesa-
a través de la vulnerabilidad
rio un uso racional y legítimo de la misma.
En la actualidad el CICPC cuenta con dos brigadas éli- Ante los poderes de policía es interesante evaluar la pro-
te. Por un lado están las Brigadas de Respuesta Inmediata puesta teórica de Christie (1984) sobre la aplicación de
(BRI) y por el otro la Brigada de Acciones Especiales (BAE) las condicionantes para causar “bajos niveles de dolor”,
que sirven principalmente de apoyo a investigadores y entre ellas se encuentran dos categorías que pueden ser
técnicos para resguardar su integridad física en caso de de suma utilidad:
allanamientos en lugares delicados, preservar el sitio del
suceso en ámbitos peligrosos y el rescate de víctimas en »» El poder: la gente con poder puede repartir dolor.
secuestros y en situaciones de rehenes.
»» La vulnerabilidad: una forma de controlar el poder es
Recasens y Bautista sostienen que en principio estas
hacer vulnerables a quienes lo ostentan.
brigadas no investigan ya que sus integrantes no tienen
formación judicial. Además, no reciben órdenes del fiscal, Así entonces, ante los planteamientos de algunos de-
sino de sus mandos internos, lo que pone de relieve que fensores del actual estado del CICPC, sobre la “amenaza”
no son auxiliares del MP como corresponde a un órgano que constituiría para esta institución pasar, por ejemplo,
¿policía de investigación? K. Ávila | 131

a ser un ente del MP, previo proceso de despolicización La reducción formal del poder discrecional de la po-
del organismo, la respuesta pudiera ser afirmativa. Es licía en la reforma procesal de 1998 y en la nueva cons-
necesario vulnerar el poder bélico del CICPC a la vez que titución de 1999, lejos de favorecer la adecuación de la
sería necesario también fortalecer otras áreas relaciona- función policial a los requerimientos de una sociedad de-
das con la naturaleza de sus funciones de investigación. mocrática, parecen haber significado el incremento de la
A continuación algunas cifras que legitiman este plan- violencia ilegal y la aplicación de castigos informales por
teamiento. parte de estos cuerpos (Antillano/Gabaldón, 2007).
Algunos números que justifican el control del poder a En este marco, Antillano realizó un análisis de casos
través de la vulnerabilidad: reportados por PROVEA (que son mucho menores –por
obvias razones– que los que recibe el MP) y señala que
A. Muertes institucionales (los ajusticiamientos) cada vez se hace mayor el número de denuncias contra el
CICPC, lo que resulta más grave aún si adicionalmente se
Los homicidios realizados por policías en ejercicio de sus compara el número de funcionarios de este organismo,
funciones son ajusticiamientos y no enfrentamientos con el volumen de víctimas que se le atribuyen (2007:
(como suelen llamárseles), ya numerosa investigación 32). En el cuadro 1 se cruza la información sobre casos
empírica ha demostrado que la relación entre civiles y de ajusticiamientos, recogida por la CONAREPOL y el MP.
policías muertos es bastante desigual (según Provea, la El CICPC tiene 5.458 funcionarios policiales y posee
probabilidad de que muera un civil en un choque ar- un récord de 1.315 casos de ajusticiamientos en los 7
mado es de 97,5, mientras que para los policías es de años en estudio (21,4% del total de casos). Al establecer
apenas 2,5; es decir por cada policía muerto fallecen la relación entre número de funcionarios y número de
39 civiles), lo que hace suponer que mas que enfrenta- casos de homicidio por organismo, el CICPC se ubica como
mientos entre fuerzas equivalentes, se trata de un ejer- el cuerpo armado más letal del país, ya que teniendo el por-
cicio asimétrico de la fuerza, frecuentemente intencio- centaje más bajo de funcionarios (5,1%), respecto a los
nal por parte de la policía (Antillano, 2007: 36-37). Esto demás cuerpos policiales del Estado, posee el segundo lu-
no es un fenómeno reciente, data de al menos más de gar en cantidad de casos de ajusticiamientos (el primer
tres décadas, tal como lo han demostrado trabajos rea- lugar lo tienen las policías estadales que los superan más
lizados por Santos (1998: 200-206), en los que el órgano de diez veces en número de funcionarios). Además, pre-
de investigaciones se ha visto seriamente involucrado, senta los índices más altos de casos y víctimas de ajus-
sin contar casos emblemáticos como los de los “pozos ticiamiento por funcionario policial, no sólo respecto a
de la muerte”, el Amparo y el Caracazo, en los que tam- cada uno de los otros cuerpos policiales, sino del prome-
bién han tenido participación. dio general de todas las instituciones policiales.
132 | Dossier

Es importante señalar que esto no es algo nuevo o un B. Obstáculos y genuflexiones institucionales


fenómeno de “los últimos años”, ya Rosa del Olmo (1990)
en un estudio pionero realizado en la década de los 80, Las cifras del MP contrastan fuertemente con las del
colocaba entre los primeros lugares de los cuerpos que CICPC. Mientras que el MP informó que para el período

provocaban la mayor cantidad de víctimas civiles a la que 2000-2005, adelantaba unas 5.520 investigaciones por

fuera en ese entonces la PTJ con 23,8% de las víctimas, presuntos ajusticiamientos en todo el país, de las cuales
superada sólo por la Policía Metropolitana con 53% (An- 1.227 involucraban a funcionarios del CICPC (Rodríguez,

tillano, 2007). 2006); el CICPC reporta para el mismo período, apenas un


total de 173 averiguaciones penales, de las cuales sólo 33
(19,08%) fueron solicitadas por el MP (CONAREPOL). Esto
pudiera interpretarse como un fuerte retraso en la impu-
tación de los funcionarios, falta de comunicación fluida

CUADRO 1. RESUMEN ESTADÍSTICO DE LOS CASOS DE VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS


DELITOS DE HOMICIDIO: AJUSTICIAMIENTOS O EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES
AÑO 2000 - OCTUBRE 2007

Promedio Número Promedio


Cuerpo Número de Casos de aproximado
Porcentaje % de casos por aproximado de víctimas por
policial funcionarios ajusticiamientos funcionario de víctimas funcionario
Policías 58.178 54,18% 3.714 60,48% 0,06 4.197 0,07
estadales
Guardia 32.800 30,55% 175 2,85% 0,005 198 0,006
Nacional
Policías 10.944 10,19% 856 13,49% 0,08 967 0,09
municipales

CICPC 5.458 5,1% 1.315 21,4% 0,24 1.486 0,27

Total* 107.380 100% 6.060 98,67% 0,05 6.848 0,06

* No se incluyeron los casos de la DISIP (hoy SEBIN), cuerpo que cuenta con el menor número de casos registrados,
por no contar en el momento con el número de funcionarios que posee dicha institución. En este sentido es necesario resaltar
que el total definitivo de casos sería de 6.140.

Elaboración y cálculos propios con datos de la CONAREPOL (Silva/Hernández, 2007: 195; Antillano / CPDDHH, 2007: 83)
y de la Dirección de Derechos Fundamentales del MP.
¿policía de investigación? K. Ávila | 133

entre ambas instituciones, solapamiento de estos casos pacidad estructural para ejercer en forma directa el po-
por el CICPC o un total descontrol de los mismos por parte der de investigación ha dado lugar a un fortalecimiento
de sendos organismos. del papel de la policía en la etapa de investigación en des-
Respecto al régimen disciplinario, se quiere destacar medro de las facultades procesales de los otros operado-
la ligereza con la que se establecen en la LCICPC algunas res de la política de persecución penal.
infracciones consideradas “administrativas”, aún cuán- En este sentido, definitivamente para la implementa-
do en el Código Penal y en la Ley contra la Corrupción ción del nuevo sistema acusatorio no se tomó en cuenta
estas mismas conductas son consideradas como delitos; la realidad de las inmensas cargas de trabajo que se puso
a continuación algunos ejemplos: el artículo 69, en su en los hombros del MP, las demandas sociales, la nece-
numeral 45 contempla un claro caso de encubrimiento, sidad de recursos de todo tipo (económicos, humanos,
de igual manera sus numerales 1, 2, 4, 5, 7, 9, 12, 13, 14, tecnológicos, infraestructura, etc.) para satisfacer las ex-
15, 17, 18, 30, 33, 34, 38, 41, 42 y 47 van desde el uso in- pectativas que se crearon con el nuevo sistema acusato-
debido de arma de fuego, pasando por la obstaculización rio. De manera que se hizo necesario el fortalecimiento
de la investigación penal, la tortura, privación ilegítima estructural, organizativo, funcional, presupuestario, de
de libertad, tráfico de drogas, hasta pasar por un catálogo infraestructura y de capacitación del MP, en primer lu-
de la mayoría de los principales delitos contra el patrimo- gar para poder asumir su rol dentro del proceso penal y,
nio público). Situación que se hace más grave cuando en en un largo plazo, para poder recibir al órgano de inves-
su Estatuto Especial de Personal consideran el reingreso tigaciones como parte integrante de su estructura. Sin
embargo, para ello sería imprescindible una profunda
del funcionario destituido luego de dos años contados a
reingeniería del propio MP: incremento considerable del
partir de la fecha de su destitución (artículo 129). Si a la
presupuesto y de infraestructura; debe transformarse en
ausencia de controles y voluntades se le agrega una re-
una institución más dinámica y cercana a la gente; debe
gulación disciplinaria de este tipo, la licencia para matar
formar a fiscales en el área de investigación; debe lograr
es amplia.
una coordinación efectiva con las distintas policías, todo
3.4. Inquietudes surgidas también desde la realidad: ello seguido de un largo etcétera. De allí que cualquier
aspectos que deben analizarse antes de dar decisión en este sentido debe hacerse calmada y calcu-
cualquier paso. Necesidad del fortalecimiento ladamente, ya que el objetivo es que la relación sea de
institucional del Ministerio Público subordinación del órgano de investigaciones ante el MP
y no lo contrario.
Rusconi indica cómo el lento proceso de definición de la
identidad institucional del MP, así como su actual inca-
134 | Dossier

4. Consideraciones finales nómicas en las investigaciones penales (lo que no quiere


decir que el MP esté exento de tales presiones).
La necesidad del cese de la “promiscuidad funcional” Si un despolicizado órgano de investigaciones forma-
ra parte de un sólido MP desde el punto de vista orgánico,
Más allá del órgano de adscripción, es preciso acabar con
esa incorporación sería asumida por el funcionario de
el reino de la “promiscuidad funcional”. La combinación
investigaciones, creando un verdadero sentido de per-
de funciones investigativas y preventivas, resulta más
tenencia al MP, y así el fiscal podría cumplir verdadera-
riesgosa que la inseguridad que pretende combatir, sin
mente su función de director de investigación.
mencionar los bajos niveles de eficiencia generados en las
Un paso importante –que puede comenzarse desde
dos funciones. Es necesaria una nítida separación de fun-
ahora– para un período de transición hacia esta meta es-
ciones, en estructuras orgánicas distintas con sistemas
taría en la profundización, garantía y materialización de
de funcionamiento y control funcional independientes.
las potestades disciplinarias del MP sobre los funcionarios
Afortunadamente la LOSPCPNB abre el camino en
del CICPC; así como su participación en la selección para
este sentido (artículos 18, numeral 12; 37; 39 numerales
su ingreso y otorgamiento de ascensos.
1 y 4 y la disposición transitoria séptima) ya que definen
Asimismo, el fiscal para poder ejercer cabalmente
claramente las competencias policiales pudiendo dife-
su función de rector de la investigación penal, necesa-
renciarse éstas de las funciones de investigación; falta
riamente debe tener conocimientos de criminalística y
ahora darle materialidad a este mandato. Todos estos re-
medicina legal, aún cuando ello no implique necesaria-
cientes cambios apuntan a lo que ya se ha afirmado en
mente una especialización formal. No se puede controlar
las páginas precedentes: la función policial es distinta a la
y dirigir lo que se desconoce.
función de investigar; los investigadores no son policías.
Otra iniciativa significativa es la creación de la unidad
Sobre el MP y el Órgano de Investigaciones de criminalística del MP, que en principio trabaja sólo ca-
sos de delitos por violación de DDHH, lo que constituye
El órgano de investigaciones (previamente despoliciza- un primer globo de ensayo para evaluar y perfeccionar
do), debería estar adscrito al MP (previamente fortaleci- un real ejercicio de dirección de la investigación penal.
do) orgánica y funcionalmente para intentar, en primer Esta iniciativa permitiría que en el desarrollo de las in-
lugar, de reducir la discrecionalidad y poderes policiales vestigaciones penales por violaciones de DDHH, se cuente
de este organismo, lo que redundaría considerablemente con una unidad separada de los cuerpos policiales, per-
en la protección y garantía de los DDHH; en segundo lu- mitiendo de esta forma que en las mismas se respete el
gar, disminuir o filtrar las interferencias políticas y eco- principio de imparcialidad.
¿policía de investigación? K. Ávila | 135

Por último, no se debe olvidar que la policía, los órga- Borrego, C. (2007). “Marco jurídico de los cuerpos policiales
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Zaffaroni, R. (1998). En busca de las Penas Perdidas. Buenos
República Bolivariana de Venezuela (2001). Ley de Coordi-
Aires, Argentina: EDIAR.
nación de Seguridad Ciudadana. G.O. N° 37.318.
República Bolivariana de Venezuela (2000). Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela. G.O.E. Nº 5.453.
cronología de la reforma
policial venezolana
Soraya Beatriz El Achkar | 137-143 |
138 | Dossier

soraya beatriz el achkar  es educadora egresada de la Universidad Cen-


tral de Venezuela. Activista de derechos humanos y fundadora de la Red de
Apoyo para la Justicia y la Paz (1985). Fue coordinadora de la Red Latinoa-
mericana de Educación para la Paz y los Derechos Humanos e integró la
Comisión Nacional para la Reforma Policial. Actualmente es rectora de la
Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes) y consejera y se-
cretaria ejecutiva del Consejo General de Policía. Ha publicado, entre otros:
Una mirada a la educación en derechos humanos desde el pensamiento de Paulo
Freire (2002), Formación policial. Perspectiva histórica y realidad actual (2007),
Liberación dialógica del silencio: una intervención político-cultural (2001), y
coordinó Consulta Nacional sobre la Reforma Policial en Venezuela: una propues-
ta para el diálogo y el consenso (2007) y Reforma policial: una mirada desde afuera
y desde adentro (1997).

sorayaachkar@gmail.com
Cronología de la Reforma Policial Venezolana

La actual reforma policial venezolana tiene como principal antecedente el


creciente interés público que tomó, en la década de los 80, el comportamiento po-
licial violatorio de los derechos humanos. Por una parte, desde el mundo acadé-
mico se adelantaron investigaciones y promovieron discursos enmarcados en la
criminología crítica, mostrando prácticas y patrones de la violencia policial. Por
otra, en el campo del activismo por los derechos humanos, surgió en esa década
un nuevo tipo de movimiento que, aunque seguía acompañando a las víctimas
de violación a los derechos humanos de los partidos y movimientos de izquierda,
ampliaba su campo de acción hacia los problemas de los pobladores de los barrios
populares. A partir del acompañamiento a familiares y víctimas de violación de
derechos humanos en su lucha por lograr justicia, fue surgiendo conciencia de
la necesidad de combinar el tradicional enfoque de casos, con un enfoque que
permitiera incidir en las políticas públicas y en todo el contexto de relaciones de
poder que hacía posible las violaciones en los casos acompañados. Fueron los
propios familiares acompañados por la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz quie-
nes le pidieron que iniciara procesos de formación a los policías y trabajara para
evitar que nuevos jóvenes de los sectores populares fueran asesinados o maltra-
tados.
Se presenta a continuación una cronología de este proceso, señalando breve-
mente algunos de sus hitos más importantes.

139
140 | Dossier

1999 El presidente Chávez asume como propias la mayoría de las propuestas del movimiento ve-
Asamblea nezolano de derechos humanos a la ANC, logrando un espacio muy importante en el debate
Nacional constituyente. Las movilizaciones y el cabildeo del movimiento, junto al trabajo de asam-
Constituyente bleístas comprometidos con los derechos humanos, permitieron un Título de Derechos Hu-
(ANC) manos de la Constitución, reconocido por la ampliación del catálogo de derechos; así como
la expresa definición del carácter civil de los órganos de seguridad ciudadana (artículo 332).

2000 La Red de Apoyo por la Justicia y la Paz (La Red) introduce una propuesta de Código de Con-
Comisión ducta Policial, cuya discusión y aprobación no avanzó, pese a que fue bien recibido por los/as
Legislativa asambleístas.
Nacional
(El Congresillo)

2000 a 2002 Una alianza de la Red con funcionarios policiales que había formado en ddhh introduce el
Proyecto de Ley primer proyecto de ley, por iniciativa popular, respaldado por 20.000 firmas. La Red se con-
Orgánica del vierte, a partir de ese momento, en la representante de la iniciativa legislativa, lo que le per-
Servicio de Policía mitía acceso a las discusiones de las Subcomisiones, la Comisión y el pleno de la Asamblea
por iniciativa Nacional (AN); así como a todos los papeles de trabajo. El propósito entonces consistió en
Popular evaluar semejanzas y diferencias entre los 5 anteproyectos existentes y construir consensos.

2002 a 2006 Luego del golpe de Estado de abril de 2002, en medio de la intensa lucha política desenca-
Pérdida de denada, el debate sobre la Ley en la AN se detuvo y, aunque seguía existiendo la figura de
prioridad y representante de la iniciativa, la participación de la Red se vio muy limitada.
polarización
cronología de la reforma policial S.B. el achkar | 141

2006 a 2007 Ese año ocurren dos hechos que causaron gran indignación social y en los que se encontra-
Conmoción, ban involucrados funcionarios policiales: el secuestro y asesinato de los jóvenes hermanos
indignación social Faddoul y el señor Miguel Rivas y el secuestro y asesinato del empresario Filipo Sindoni.
y Conarepol Ambos se sumaban a la masacre de jóvenes estudiantes universitarios ocurrida en el barrio
Kennedy (Macarao) el año anterior y a un clima de insatisfacción por la situación de la inse-
guridad y la violencia. El entonces ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores
y Justicia, Jesse Chacón, asesorado por la profesora Ana María Sanjuán, decide convocar
una comisión amplia para el diagnóstico del problema y el diseño de una política. Así nace
la Comisión Nacional para la Reforma Policial (Conarepol) que, entre abril de 2006 y enero
de 2007 realizó: a) un diagnóstico sobre la situación de los cuerpos policiales en Venezuela,
b) una consulta social (general y a sectores específicos) sobre los principales problemas del
servicio policial y sus soluciones y, c) un pliego de recomendaciones para el diseño de una
política pública en materia policial.

2007 El nuevo ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia, Pedro Carreño,
Se detiene el descalifica el proceso de reforma adjetivándolo como “de derecha” y paraliza la continuidad
proceso de del mismo.
reforma

2008 El nuevo ministro, Ramón Rodríguez Chacín, convoca a ex-integrantes de la Conarepol para
Nuevo cambio de la elaboración de la Ley Orgánica del Servicio de Policía y Cuerpo de Policía Nacional (LOSP-
ministro y CPN), que se articulan con el quipo del entonces viceministro, Tareck El Aissami. Ese equipo
reinicio del presentó una propuesta de Ley, que fue aprobada por el presidente Chávez en el marco de la
proceso Ley Habilitante. La Ley recoge el 90% de las recomendaciones de la Conarepol.
142 | Dossier

2009 Se crea el Consejo General de Policía (CGP) previsto en la LOSPCPN, se instala su Secretaría
Desarrollo Ejecutiva y se inicia el trabajo de desarrollo normativo de la Ley y la implementación de la
normativo política, a través de: a) el diseño, consulta y publicación de 16 resoluciones ministeriales
de la Ley sobre estándares esenciales de la reforma, acompañadas de manuales y practiguías para fa-
e inicio de la cilitar su uso por parte de los cuerpos de seguridad, b) la creación e inicio de funcionamiento
implementación de un sistema de asistencia técnica a los cuerpos policiales para la implementación de los
estándares, c) la elaboración, junto a la AN, de la Ley del Estatuto de la Función Policial (por
primera vez en la historia del país se definen criterios rectores de la carrera policial), d) la
creación de un programa de Buenas Prácticas Policiales y, e) la creación de la Policía Nacio-
nal Bolivariana (PNB), que nace el 20 de diciembre de este año. Con el inicio del despliegue
de la PNB, en la parroquia Sucre del municipio Libertador, también se inicia el proceso de
liquidación de la Policía Metropolitana (PM).
Todo el proceso de consulta para la creación de estándares ha involucrado a funcionarios/as
policiales, especialistas nacionales e internacionales (fundamentalmente de Brasil, Cuba y
Nicaragua), activistas de ddhh y a distintos sectores organizados de la población.
El 13 de febrero del mismo año nace, formalmente, la Universidad Nacional Experimental
de la Seguridad (UNES), con un Consejo Superior Universitario cuyo mandato era diseñar las
políticas fundacionales de la Universidad. La UNES, sin embargo, no entra en pleno funciona-
miento sino hasta el 19 de abril de 2010.

2010 Junto al avance del diseño de nuevos estándares (entre ellos la consulta sobre los mecanis-
Avance de la mos sociales para el control policial) y acompañamiento técnico a los cuerpos policiales por
implementación parte el CGP, continúa avanzando la implementación de la reforma. Algunos hechos rele-
de la Reforma vantes son: a) el inicio del trabajo de la UNES, el 19 de abril, con el arranque de la segunda
cohorte de discentes de la PNB y la inauguración del Centro de Formación Catia, b) el creci-
miento sostenido de la PNB, con 3 nuevas cohortes de funcionarios de la PM y 3 de funciona-
rios del Cuerpo Técnico de Vigilancia del Tránsito y el Transporte Terrestre, formados por la
UNES, c) el nacimiento del Viceministerio del Sistema Integrado de Policía, órgano ejecutivo
encargado de la política policial, que pasa a dirigir la Asistencia Técnica a los cuerpos de Po-
licía y el Sistema Integrado de Policía y, d) el inicio del proceso de homologación de rangos y
jerarquías policiales en todo el país.
cronología de la reforma policial S.B. el achkar | 143

2011 Este año se inicia con la publicación del Reglamento Orgánico de la UNES (21.02.11), el nom-
Consolidación bramiento formal de sus autoridades, la continuidad de la formación a nuevos funcionarios
institucional, de la PNB (en este caso, aspirantes que no vienen de ningún cuerpo policial) y el inicio del
despliegue despliegue de la Universidad a 5 estados del país. Entre tanto, el CGP continúa el proceso de
nacional de la homologación de las jerarquías y rangos policiales, el diseño y consulta de los estándares
UNES y y la promoción de Buenas Prácticas Policiales; al tiempo que el Viceministerio continúa el
continuidad proceso de Asistencia Técnica a todos los cuerpos policiales del país.
de los cambios

La reforma policial venezolana ha construido su legitimidad sobre la base de la consulta


y participación de la población, el cuidado de la calidad técnica del trabajo realizado y el
compromiso político con los sectores sociales victimizados por la policía. Como toda política
pública, esta reforma no es neutra. Los principios ético-políticos que la impulsan se basan
en el derecho humano a la igualdad y la no discriminación, la democratización socialista
de la sociedad a través de la modificación de las relaciones de poder que han permitido la
corrupción policial, su ineficacia para garantizar el derecho a la seguridad ciudadana y la
violación de los derechos humanos por parte de los cuerpos policiales (fundamentalmente a
los jóvenes de los sectores populares). Esta reforma asume que para garantizar la universali-
dad de los derechos humanos, la policía debe servir más a quien más lo necesita y estimular
su participación protagónica en la transformación de las relaciones sociales que posibilitan
la violencia, la inseguridad y la violación a los derechos humanos. Para que la reforma avan-
ce, es necesario que se activen círculos virtuosos de reforma en el resto del sistema penal, así
como la profundización de políticas democráticas y empoderadoras de prevención. Esa es
nuestra apuesta.
COMENTARIOS
LEGISLATIVOS
El ámbito legislativo de la reforma policial
en la República Bolivariana de Venezuela
Alejandro Rodríguez Morales
Comentarios a la Ley del Estatuto
de la Función Policial
Cristóbal Cornieles Perret Gentil
Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional bolivariana

El ámbito legislativo de la reforma policial


en la República Bolivariana de Venezuela
Alejandro J. Rodríguez Morales1

I. A modo de introducción: la contextualización de la ley

El día 9 de abril de 2008 representa una fecha de importancia para la historia


legislativa de la institución policial en la República Bolivariana de Venezuela; se
trata de la publicación en Gaceta Oficial, así como de la entrada en vigencia, de
la novedosa e inédita Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Poli-
cía Nacional (Gaceta Oficial Extraordinaria N. 5.880), que por primera vez entró
a regular una serie de aspectos fundamentales referidos al servicio policial y al
desempeño de los cuerpos policiales existentes en el país en sus diversos ámbitos
(nacional, estadal y municipal).
Por supuesto que la referida ley apareció en el contexto, más general, de la
idea y la necesidad de una reforma policial que se requería desde hace mucho
tiempo pero a la que, hasta entonces, no se le había dado el impulso preciso para
generar productos o resultados tangibles, dentro de los cuales el primero, aunque
no el único ni obligatoriamente el más importante, es precisamente la aparición
del mencionado instrumento legislativo, consecuencia del ambiente de discusión
intensa que se constató sobre todo desde el año 2006 y la influencia que en su

1  Profesor de Derecho Penal Internacional en la Universidad Católica Andrés Bello.


Profesor de Derecho Penal Superior I en la Universidad Católica del Táchira. Estudios de
especialización en Ciencias Penales y Criminológicas en la Universidad Central de Vene-
zuela. Estudios de Derecho Internacional Humanitario en el Centro Universitario para el
Derecho Internacional Humanitario en Ginebra (Suiza). Estudios de Ciencias Criminales y
Dogmática Penal Alemana en la Georg-August Universität Göttingen (Alemania).

147
148 | legislativos

momento tuvo la denominada Comisión Nacional para resolverá por sí misma los problemas que se quieran en-
la Reforma Policial (CONAREPOL). frentar con su implementación, aunque en realidad ello
A la entrada en vigencia de la Ley Orgánica del Ser- solamente puede, en ocasiones, constituir una fracción
vicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional, cuya de la solución, pero no la totalidad de ésta.
denominación fuera modificada en el año 2009 por la Después de tal aclaratoria , para acotar que el aspecto
de Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de legislativo es uno de los tantos ámbitos de la reforma po-
Policía Nacional Bolivariana (LOSPCPNB), actualmente licial que se encuentra en pleno desarrollo en el país, se
vigente, le han seguido un conjunto de hechos palpables pasará a continuación a un breve resumen analítico de
de gran trascendencia en el marco de la indicada refor- la LOSPCPNB, como principal texto legal sobre la materia
ma policial, entre ellos la creación efectiva del Cuerpo de policial vigente en la República Bolivariana de Venezuela.
Policía Nacional Bolivariana, la fundación y puesta en
funcionamiento de la Universidad Nacional Experimen- II. Aspectos fundamentales de la LOSPCPNB
tal de la Seguridad (UNES), la promulgación de la Ley del
Estatuto de la Función Policial (LEFPol), así como la ade- La aparición de la LOSPCPNB en el ordenamiento jurídico
cuación paulatina de todos y cada uno de los cuerpos po- venezolano sin duda marca un antes y un después en lo
liciales del país a las pautas y principios consagrados en que se refiere a la regulación del servicio de policía y de
la LOSPCPNB y la LEFPol, cuya finalidad no es otra que la la institución policial en sí, lo cual resulta de particular
de introducir verdaderas mejoras para la institución poli- trascendencia para la sociedad en su conjunto, puesto
cial y, por vía de consecuencia, para toda la colectividad. que se trata del ejercicio del denominado “monopolio
En este orden de ideas, es de especial relevancia de- de la violencia” por parte del Estado, en forma directa,
jar indicado que la implementación de un nuevo modelo en tanto los cuerpos policiales interactúan permanente-
policial no se limita únicamente a la aparición de un de- mente con la ciudadanía, ya sea de forma reactiva (ante
terminado instrumento legal, sino que se trata de algo la comisión de un delito), o de forma proactiva (en labo-
que va mucho más allá del texto de una ley, toda vez que res de prevención del delito o de inserción en las comu-
resulta una cuestión que se encuentra vinculada con as- nidades).
pectos económicos, educativos, culturales y sociales en Ahora bien, debe observarse que la LOSPCPNB es una
general. Formulado de otra manera, la promulgación de ley compleja, en el sentido de que en ella se encuentran
la LOSPCPNB es importante, pero es tan sólo un aspec- regulados diversos elementos que, aunque vinculados
to o una parte de la reforma policial, que por lo tanto es entre sí, resultan claramente diferenciables, y ello explica
más amplia. Esto hay que decirlo, a su vez, porque en incluso la denominación que se le otorgó a este instru-
ocasiones se cree que la promulgación de una cierta ley mento legal. En efecto, en esta ley se lleva a cabo la propia
el ámbito legislativo a. rodríguez | 149

creación del nuevo Cuerpo de Policía Nacional Bolivaria- Entretanto, también forma parte de esta ley la mate-
na y, al mismo tiempo, también contiene la regulación ria atinente a la creación y regulación del denominado
del servicio de policía e incluso algunas normas genéri- Cuerpo de Policía Nacional, lo que es un aspecto insti-
cas en materia funcionarial, desarrolladas propiamente tucional y administrativo, y que, además, es el único al
con posterioridad en la ya citada LEFPol, de gran peso que se hace referencia en el numeral 9 de la Disposición
para completar el proceso de reforma policial en el país. Transitoria Cuarta de la Constitución que en tal virtud
Es necesario subrayar que en la denominación de la exigía al legislador dictar una ley de policía nacional; exi-
ley se hace referencia en primer lugar al servicio policial, gencia ésta que evidentemente se encuentra concordada
precisamente porque se trata del aspecto más relevante con lo preceptuado por el artículo 332 de la propia Cons-
de la misma, al constituir la regulación de la actuación titución, conforme al cual corresponde al Ejecutivo Na-
de todos y cada uno de los cuerpos policiales existentes cional, de conformidad con la ley, organizar, entre otros
en el país, los que con anterioridad, disponían de instru- órganos de seguridad ciudadana, un cuerpo uniforma-
mentos normativos propios y dispersos que derivaban en do de policía nacional. De este modo, entonces, es claro
una laguna legal. Con la LOSPCPNB, en cambio, se logra que la creación de este nuevo cuerpo policial era la única
dar uniformidad a la regulación del servicio policial de exigencia constitucional, por lo que bien podía haberse
modo que no difieran sus principios fundamentales de limitado la ley a dicho objeto; no obstante y como se dijo
actuación y funcionamiento según el cuerpo policial de antes, era necesario que se regulase en una ley nacional
que se trate. lo relativo al servicio de policía, por lo cual también que-
Esto, debe agregarse, es perfectamente válido y cons- dó, en definitiva, incorporado ese aspecto en el nuevo ins-
titucional por cuanto si se acude a lo establecido por el trumento legal.
numeral 6 del artículo 164 y el numeral 7 del artículo De las normas contenidas, entonces, en la LOSPCP-
178, ambos de la Constitución vigente, se constata que NB, destacan por su carácter vinculante para todos los
en tales normas se habla de que los estados y los munici- cuerpos policiales existentes en el país, las referidas a la
pios podrán organizar sus respectivos cuerpos policiales regulación del servicio de policía, debiendo resaltarse la
“conforme a la legislación nacional aplicable”, que viene caracterización del mismo como “predominantemente
a ser precisamente esta LOSPCPNB, por lo cual no podría preventivo” (artículo 5°), “de carácter civil y profesional”
argüirse que los estados y los municipios pueden discre- (artículo 6°), de “responsabilidad exclusiva del Estado”
cionalmente y sin sujetarse a ninguna norma organizar (artículo 7°), y que debe estar orientado de conformidad
sus respectivas policías, como venía sucediendo arbitra- con los principios de celeridad (artículo 8°), información
riamente hasta el momento por ausencia de esa legisla- (artículo 9°), eficiencia (artículo 10), cooperación (artículo
ción nacional. 11), respeto a los Derechos Humanos (artículo 12), univer-
150 | legislativos

salidad e igualdad (artículo 13), imparcialidad (artículo 14), III. Breve conclusión
actuación proporcional (artículo 15), y participación ciuda-
dana (artículo 16). Siguiendo lo que se decía en el apartado anterior, y como
Esta caracterización del servicio de policía así como conclusión de este breve resumen del aspecto legal de la
la consagración de los mencionados principios funda- reforma policial, puede observarse que, en efecto, una ley
mentales o rectores del mismo constituye un conjunto, no lo es todo al momento de enfrentar un cierto proble-
vale decir, no se puede ver sino globalmente, de modo que ma, menos aún cuando ese problema es la incidencia de
son normas estrechamente vinculadas entre sí y perte- hechos delictivos, lo que debe combatirse mediante un
necientes al mismo contexto. Esto puede verse concre- amplio conjunto de medidas, muchas de ellas sociales y
tamente, por ejemplo, en la importante vinculación que culturales, más que legales. Esto es acertado por cuanto
hay entre la finalidad predominantemente preventiva del la criminalidad es un fenómeno complejo, en el que por
servicio policial y el principio de participación ciudada- ende intervienen múltiples causas, lo que conlleva que
na, toda vez que uno de los medios o herramientas para sólo pueda atacarse incidiendo en las mismas, es decir,
lograr llevar a cabo esa labor preventiva es construyendo desde todos los flancos posibles (y no solamente desde el
una sólida relación con las comunidades, de manera que legal, que es uno de los muchos flancos).
la actividad puramente reactiva, aunque es necesaria y De cualquier modo, y como balance final, debe de-
debe seguir siendo llevada a cabo, resulta de menor re- cirse que la reforma policial venezolana ha dado pasos
levancia que otros medios de acción que pueden ser mu- trascendentales hasta ahora, de los cuales la promulga-
cho más eficientes. ción de la LOSPCPNB es uno de ellos y constituye un hito
fundamental para lograr un modelo policial eficiente y
democrático como el que debe derivarse de la Constitu-
ción de la República Bolivariana de Venezuela; la pers-
pectiva es, por tanto, aunque ni sencilla ni con resultados
inmediatos, ciertamente positiva.
Ley del Estatuto de la Función Policial

Comentarios a la Ley del Estatuto


de la Función Policial
Cristóbal Cornieles Perret Gentil1

1. Antecedentes y justificación

Hasta la entrada en vigencia de la Ley del Estatuto de la Función Pública2, la


carrera administrativa de los funcionarios y funcionarias policiales se encontra-
ba regulada en una multiplicidad de leyes estadales y ordenanzas, inclusive en
reglamentos internos y normativas de rango sublegal emanados de las propias
autoridades de policía. Cada uno de estos instrumentos jurídicos desarrollaba
desde distintas ópticas, intereses y particularidades la carrera policial. En cada
cuerpo de policía existían unas normas particulares aplicables única y exclusiva-
mente a sus funcionarios y funcionarias policiales. Por ello, podía afirmarse que
en nuestro país no existía una carrera policial, de carácter estrictamente civil y
profesional, sino más bien una amplísima diversidad de pequeñas carreras poli-
ciales, muchas veces fundamentadas en principios y regulaciones incompatibles
entre sí. Esta situación se correspondía perfectamente con el antiguo modelo de
servicio de policía, que tenía un carácter fragmentado y atomizado, en el cual los
distintos cuerpos de policía estadales y municipales tenían un desarrollo aislado
de los demás.
Es importante señalar que no existía uniformidad en las materias reguladas en
estos instrumentos jurídicos, mientras algunas abarcaban muchas materias rela-

1  Abogado. Profesor universitario. Corredactor de la Ley del Estatuto de la Función Poli-


cial. Asesor del Consejo General de Policía en materia de desarrollo normativo del servicio
de policía. Autor de diversas investigaciones y publicaciones.
2  Publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 37.482 de
fecha 11 de julio de 2002.

151
152 | legislativos

tivas a la carrera policial otras eran bastante parcas. Así, tratados injustamente y quienes se encontraban exclui-
existían algunas que se limitaban a establecer las jerar- dos del ejercicio de la negociación y conflictos colectivos
quías policiales, mientras otras abordaban regulaciones debido a la naturaleza del servicio que prestan.
generales sobre los ingresos, ascensos, reconocimientos Esta diversidad y heterogeneidad de regulaciones ju-
y condecoraciones y, en algunos casos, el régimen disci- rídicas vigentes al mismo tiempo en nuestro país, atenta-
plinario. Pero, tal vez, lo que resultaba más delicado es ba contra la consolidación de una carrera policial única,
cada cuerpo de policía regulaba de manera diferente es- de naturaleza civil y profesional. La dispersión norma-
tas materias. Así, las jerarquías policiales diferían de una tiva, lejos de fortalecer la Función Policial, contribuía a
a otra norma jurídica, tanto en número y denominación, su debilitamiento. Por otra parte, dificultaba la planifica-
como en requisitos y condiciones para poseerla. Los pro- ción, coordinación y articulación del servicio de policía.
cedimientos de ingreso y ascenso en la carrera policial Piénsese, sólo a título de ejemplo, que era imposible de-
en algunos casos eran previstos con mucha rigurosidad, terminar con exactitud el orden jerárquico de subordi-
objetividad y exigencia, mientras en otros se contempla- nación de los funcionarios y funcionarias de los distintos
ban métodos discrecionales, ambiguos y, por supuesto, cuerpos de policía, pues cada uno de ellos y ellas ostenta-
menos exigentes y más flexibles. Por otra parte, la multi- ban una denominación distinta y, cuando en ocasiones
plicidad de regímenes disciplinarios era increíble, las san- coincidía, no siempre eran equivalentes.
ciones y los procedimientos para imponerlas variaban en Cuando entró en vigencia la Ley del Estatuto de la
cada cuerpo de policía. Llamaba la atención que existie- Función Pública (LEFP) en el año 2002, la gran mayoría
ran normas de rango sublegal dictadas por autoridades de los cuerpos de policía en nuestro país comenzaron a
administrativas que preveían sanciones, inclusive con aplicar este instrumento jurídico a sus funcionarios y
arrestos, en abierta contravención a la Constitución. funcionarias policiales, en estricto apego a su artículo 2
Desde esta perspectiva, la mayoría de estas normas que incluye dentro de su ámbito de aplicación a los esta-
que establecían las carreras policiales se concentraban dos y municipios. Conjuntamente con esta norma, tam-
en aspectos relacionados con las remuneraciones, bene- bién aplicaban, en mayor o menor medida, las normas
ficios y seguridad social de los funcionarios y funciona- que venían regulando previamente sus propias carreras
rias policiales, dejando en un segundo plano los aspectos policiales, muchas veces con criterios disímiles que varia-
estructurantes y medulares de la Función Policial. Esta ban según la persona que ejercía la máxima autoridad
orientación normativa era previsible, pues muchas de es- política o de policía. Así, si bien se empezó a uniformar
tas normas constituían en realidad un medio para rein- algunos aspectos básicos de la carrera administrativa
vindicar las condiciones laborales de una categoría de de los funcionarios y funcionarias policiales, se comen-
funcionarios y funcionarias que históricamente fueron zó a hacerlo desde la Función Pública general, esto es,
ley del estatuto de la función policial c. cornieles | 153

sin tener en consideración las particularidades y espe- bases para el desarrollo de una nueva Función Policial
cificidades típicas del servicio de policía. Por otra parte, en nuestro país, con la finalidad garantizar la idoneidad
esta situación contribuyó a acentuar cierta inseguridad del talento humano que se requiere para brindar un ser-
acerca de cuál era el régimen aplicable a las relaciones vicio de policía que cumpla cabalmente con las finalida-
funcionariales en los cuerpos de policía, pues eran mu- des establecidas en la Constitución y la Ley. Estas normas
chos y variados los criterios de interpretación que exis- generales contemplan los fundamentos para consolidar
tían acerca de en qué materias y medida se aplicaban los una Función Policial única, de carácter estrictamente ci-
instrumentos jurídicos previos que regulaban las carreras vil y profesional, aplicable a todos los cuerpos de policía
policiales. En definitiva, la LEFP no resolvió los problemas en el ámbito nacional, estadal y municipal. Con ello, se
derivados de la heterogeneidad, multiplicidad y disper- buscaba unificar las diversas carreras policiales reguladas
sión de las normas que regulaban la función policial de en esa multiplicidad de normas de rango legal y sublegal
cada cuerpo de policía, al tiempo que generó uno adicio- que hasta esa fecha existían en el ámbito estadal y mu-
nal: el tratamiento no diferenciado de los funcionarios y nicipal.
funcionarias policiales, esto es, la aplicación de las nor- La LOSPCPNB contempla las orientaciones y regula-
mas generales de la carrera administrativa o Función ciones generales sobre la organización jerárquica de la
Pública a un servicio público que tiene unas característi- Función Policial, el ingreso, formación, ascenso, dere-
cas propias y diferentes que deben, por lo tanto, ser regu- chos laborales, seguridad social y régimen disciplinario
lados mediante un estatuto especial. de los funcionarios y funcionarias policiales, las cuales,
de conformidad con su artículo 55, debían ser desarro-
2. El Nuevo Modelo Policial lladas en una Ley posterior referida específicamente al
y la Ley del Estatuto de la Función Policial estatuto de la función policial. En cumplimiento de este
mandato, fue sancionada y publicada la Ley del Estatu-
En el marco del proceso de transformación del modelo
to de la Función Policial (LEFPol)4, la cual regula toda la
policial venezolano, en los artículos 55 al 64 de la Ley
carrera policial, desde la formación básica hasta el retiro
Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía
de los funcionarios y funcionarias de la administración
Nacional Bolivariana (LOSPCPNB)3 se establecieron las

cional Bolivariana en la Gaceta Oficial de la República Boliva-


3  Publicada inicialmente como Ley Orgánica del Servicio de
riana de Venezuela Nº Ext. 5.940 de fecha 07 de diciembre de
Policía y del Cuerpo de Policía Nacional en la Gaceta Oficial de
2009.
la República Bolivariana de Venezuela Nº Ext. 5.880 de fecha 09
de abril de 2008. Posteriormente, reformada y publicada como 4  Publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana
Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Na- de Venezuela Nº Ext. 5.940 de fecha 07 de diciembre de 2009.
154 | legislativos

pública. Esta Ley sustituye y deroga todos los regímenes mantener la uniformidad normativa y, de esta manera,
de las carreras policiales contemplados en las leyes na- facilitar el manejo de la ley para sus usuarios y usuarias.
cionales, estadales y municipales, por mandato expreso Sin embargo, son muchas las normas que se distancian
de su disposición derogatoria única. Por ello, desde esa de esta ley general para adecuarse a las necesidades pro-
fecha en nuestro país está en vigencia un solo estatuto pias del nuevo modelo policial venezolano.
para la Función Policial aplicable por igual y sin discri- Como es habitual en la legislación nacional, el “Ca-
minación alguna a todos los funcionarios y funcionarias pítulo I: Disposiciones generales” (artículos 1 al 14) es-
policiales. tablece las normas fundamentales que orientan todo el
Desde esta perspectiva, la LEFPol debe ser entendida desarrollo de la Ley. Así, se definen su objeto, ámbito de
como una de las herramientas claves para la construc- aplicación y finalidades, para consolidar el desarrollo
ción del nuevo modelo policial venezolano, pues abor- de una carrera policial única para todos los cuerpos de
da el desarrollo personal y profesional de quienes son policía de nuestro país, que se encuentra orientada por
responsables de prestar este servicio público. Para ello, nuevos conceptos y principios adecuados al nuevo mode-
esta Ley apuesta por concepciones revolucionarias acer- lo policial venezolano. En este capítulo se establecen dos
ca de las relaciones de empleo público, con el objeto de conceptos claves para el servicio de policía: la definición
contribuir a mejorar continuamente este servicio, entre de funcionario y funcionaria policial; y la delimitación del
otras: haciendo énfasis en la necesidad de la formación
acto de servicio policial.
continua; impulsando nuevos paradigmas de supervi-
En el “Capítulo II: De los derechos, garantías y debe-
sión, evaluación del desempeño individual y colectivo,
res de los funcionarios y funcionarias policiales” (artícu-
y de régimen disciplinario; asegurando la protección los
los 15 y 16) se desarrollan en sendas listas enunciativa
derechos humanos laborales y una compensación del
de aquellos derechos, garantías y deberes que resultan
trabajo justa a los funcionarios y funcionarias policiales;
de particular importancia para esta categoría de funcio-
y, creando espacios para la participación directa y prota-
narios y funcionarias, así como para sus familias, dentro
gónica del pueblo en la gestión policial.
de los cuales cabe destacar el reconocimiento expreso del
derecho a recibir atención médica de emergencia en cen-
3. Acercamiento al contenido de la LEFPol
tros de salud públicos y privados.
La LFPol contiene 103 artículos, divididos en 8 capítulos, En el “Capítulo III: De la rectoría, dirección y gestión
más 11 disposiciones derogatorias, transitorias y fina- de la Función Policial” (artículos 17 al 24) se desarrollan
les. El orden de los capítulos y las disposiciones sigue en en ocho artículos las funciones de rectoría del Poder Eje-
buena medida el empleado en la LOFP, bajo la óptica de cutivo Nacional en materia de la carrera policial. En este
ley del estatuto de la función policial c. cornieles | 155

sentido, se atribuyen las competencias de planificación se establecen expresamente los derechos funcionariales
en el área al Ministerio del Poder Popular con competen- y de seguridad de los funcionarios y funcionarias policia-
cia en materia de seguridad ciudadana, en coordinación les, entre los cuales se encuentran, las remuneraciones,
con el competente en materia de planificación y desarro- beneficios sociales, vacaciones, bono vacacional, bonifi-
llo, mientras que la dirección y gestión de la Función a cación de fin de año, permisos y licencias, salud y segu-
nivel estadal y municipal se atribuyen a los poderes eje- ridad laborales, prestación de antigüedad (prestaciones
cutivos correspondientes (gobernadores, gobernadoras, sociales), la protección de la maternidad y paternidad, la
alcaldes, alcaldesas, directores y directoras de cuerpos de estabilidad absoluta, los viáticos y la dotación. Mención
policía). En este capítulo también se crea el Registro Pú- especial merece el reconocimiento expreso de los límites
blico Nacional de Funcionarios y Funcionarias Policiales a la jornada de trabajo o de servicios, ajustando el régi-
como herramienta indispensable para el ejercicio de la men de la Función Policial al régimen general estableci-
planificación y supervisión de la carrera policial única. do en la Constitución.
Corresponde al “Capítulo IV: De la carrera policial” Es en el “Capítulo VI: De la administración del sistema
(artículos 25 al 48) normar el desarrollo de la Función de remuneraciones y beneficios sociales” (artículos 63 al
Policial con un régimen único para el ingreso de los fun- 73) donde se desarrolla el nuevo modelo de rectoría, di-
cionarios y funcionarias hasta su retiro, pasando por la rección y gestión de la compensación por la prestación de
regulación de la formación inicial y continua, el reen- los servicios de los funcionarios y funcionarias policiales.
trenamiento, la evaluación del desempeño policial y los Uno de los cambios más importantes con respecto a la
requisitos y procedimientos para los ascensos. Es en este Función Pública general, es que se fortalecen las potesta-
Capítulo que se crean, definen y establecen las compe- des del ejecutivo nacional para fijar las remuneraciones
tencias profesionales para los nuevos nueve rangos po- y beneficios a nivel nacional, al tiempo que se extienden
liciales distribuidos en tres niveles jerárquicos, a saber: sus potestades para establecer bandas mínimas y máxi-
en el primer nivel operativo, los y las oficiales, oficiales mas para fijar estas condiciones en los cuerpos de policía
agregados y oficiales jefes; en el segundo nivel táctico, los estadales y municipales. Otra de las innovaciones más
supervisores y supervisoras, supervisores y supervisoras interesantes se encuentra en los lineamientos que orien-
agregados y supervisores y supervisoras jefe; y, en el ter- tan este sistema de remuneraciones y beneficios, entre
cer nivel estratégico, los comisionados y comisionadas, ellos: la promoción de las buenas prácticas policiales;
los comisionados y comisionadas agregados y los comi- la igualación laboral; la racionalidad en la inversión en
sionados y comisionadas jefe. talento humano; y la ética en la administración de los
En el “Capítulo V: Remuneraciones, beneficios socia- recursos públicos dirigidos a los funcionarios y funcio-
les y demás condiciones de trabajo” (artículos 49 al 62) narias policiales. En este mismo sentido, se establecen las
156 | legislativos

condiciones para establecer regímenes únicos aplicables conocimiento social estructurado cuya responsabilidad
a todos los cuerpos de policía en materia de permisos y fundamental radica en hacer seguimiento al desempeño
licencias, dotación personal y viáticos. policial en cuanto a la gestión administrativa, funcional
El “Capítulo VII: Del control, supervisión y partici- y operativa de los cuerpos de policía.
pación ciudadana en el desempeño policial” (artícu- El último “Capítulo VIII: De la supervisión, responsa-
los 74 al 87) desarrolla los principios de participación, bilidades y régimen disciplinario” (artículos 88 al 103) es-
contraloría social y rendición de cuentas de los cuerpos tablece un nuevo catálogo de faltas y sanciones especiales
de policía, así como sus instancias de control interno y para la Función Policial, así como nuevos procedimientos
externo. Dentro de las instancias internas de los cuer- para imponerlas. Estas regulaciones se encuentran orien-
pos de policía se establecen tres unidades: la Oficina de tadas por los principios de supervisión continua, interven-
Control de Actuación Policial, como órgano responsable ción oportuna; el fomento de buenas prácticas policiales;
de la supervisión y ejercicio de la potestad disciplinaria, la corrección temprana de las desviaciones y la responsa-
bajo una orientación de alerta e intervención temprana bilidad administrativa individual. Desde esta perspectiva
ante faltas e infracciones para el desarrollo de las buenas se crean tres tipos de faltas diferentes, que son sancio-
prácticas policiales; la Oficina de Respuesta a las Desvia- nadas según la gravedad con: asistencia voluntaria, que
ciones Policiales, como órgano competente de investigar consiste en un programa corto de supervisión intensiva y
y detectar situaciones complejas, estructuradas o de en- reentrenamiento que no excede de seis horas; asistencia
vergadura que impliquen la violación de la Constitución obligatoria, que implica además del programa corto de
o la ley en materia de desempeño policial; y, el Consejo supervisión intensiva un programa de reentrenamiento
Disciplinario de Policía, como órgano colegiado, objetivo más largo de treinta horas; y, destitución, que conlleva a
e independiente encargado de decidir los procedimientos la pérdida definitiva de la carrera policial en todo el sis-
de destitución de los funcionarios y funcionarias policia- tema integrado de policía y no solamente en el cuerpo
les. En las instancias de control externo, la innovación donde se prestaba servicio. Las primeras dos sanciones
más importante es la creación de los comités ciudadanos son conocidas y decididas por la Oficina de Control de Ac-
de control policial, como espacios plurales, participa- tuación Policial, mientras las destituciones son decididas
tivos, transparentes, estructurados y orientados por el por el Consejo Disciplinario de Policía.
entrevista
TARECK EL AISSAMI
“La violencia, evidentemente,
es hija de la exclusión”
por Antonio González Plessmann
Entrevista al ministro del Poder Popular
para Relaciones Interiores y Justicia
Tareck El Aissami
“La violencia, evidentemente,
es hija de la exclusión”
por Antonio González Plessmann

Antonio González Plessmann:  —Ministro, las encuestas dicen que en la


percepción de la población venezolana la inseguridad es el principal proble-
ma del país, ¿cuáles son las características de este problema en Venezuela?

Tareck El Aissami:  —En efecto, todos los estudios de opinión recogen al


tema de la seguridad pública como uno de los principales problemas que
aqueja nuestra población. El comportamiento delictivo en Venezuela se ca-
racteriza por delitos que fundamentalmente componen violencia, toda vez
que los delitos que más se han incrementado en los últimos años son los de-
litos de homicidio, secuestro y robo, que, repito, tienen como factor común
la violencia en la comisión de éstos. Sin embargo, hemos logrado reducir
los delitos contra la propiedad, delitos que tienen que ver con el hurto de
vehículos, hurto simple, entre otros que generalmente eran los comunes.
Te puedo decir, de igual manera, que si comparamos las décadas de 1989-
1999 y 2000-2010, el incremento de las tasas de homicidio es menor en este
último período, sin negar que continúan muy elevadas. Hemos reconocido

159
160 | ENTREVISTA

y asumido que en Venezuela se tiene una tasa de crimi- social por distintas vías, como son mayor cobertura de la
nalidad de 48 casos por 100.000 habitantes, y que está Seguridad Social, mayor nivel de empleo, menor empleo
por encima de la media regional. Sin embargo, quisiera informal, mayor inclusión educativa. Para quienes veni-
aclarar que, sobre todo en los países de Suramérica, el mos del pensamiento de izquierda, son éstos los factores
registro oficial de este tipo de delitos es subclasificado tradicionales para explicarnos la ocurrencia de la violen-
en otros que tienen que ver con problemas propios de cia, pero en nuestro propio caso Venezuela nos deja par-
la región, como casos o situaciones de guerras irregula- cialmente descolocados. ¿Qué otros factores o qué otras
res o narcotráfico, y allí los homicidios asociados a estos explicaciones podemos encontrar que, en el caso de la
hechos no son reflejados como homicidios, sino que son ocurrencia de los homicidios, no hayamos logrado rever-
subclasificados como ajustes de cuentas, por ejemplo. En tir radicalmente?
cambio, en Venezuela registramos el homicidio como tal,
cualquiera sea su causa. Son caracterizaciones de cada TEA:  —Primero, nosotros reiteramos que la violencia
país. Sin embargo, en Venezuela sigue siendo alta la tasa delictiva es multicausal y multifactorial; es decir, las
de homicidio. Ese es el delito que genera más conmoción causas pueden ser diversas (pobreza extrema, negación
en todos los sectores de nuestra población, aunque gol- de derechos, negación al acceso a servicios básicos, ni-
pea con más fuerza a las clases populares. Contradicto- ños fuera de la escolaridad) y además pueden intervenir
riamente, las encuestas de victimización y percepción otros factores (por ejemplo asociados al narcotráfico, al
de seguridad ciudadana apuntan que las personas de las ocio improductivo, a la presencia o tráfico de armas). En
clases de mayores ingresos son las que sienten más te- consecuencia, el enfrentamiento a ese tipo de violencia
mor a la inseguridad aunque son menos víctimas de ella, tiene que ser abordado en distintas dimensiones, con
mientras que las clases populares sienten mucho menos una visión holística y evitar referirse a una sola causa. El
temor de serlo, aun cuando su tasa de homicidios es más abordaje debe ser preferentemente en el orden preventi-
elevada. Otro evento interesante es que aproximadamen- vo, que es lo que hemos venido haciendo y que era lo que
te el 70% de los homicidios que se registran en Venezuela inicialmente señalaste: mayor inclusión, mayor inver-
es el ajuste de cuentas, es decir, el enfrentamiento entre sión en gasto social, educación, deporte, cultura, etcéte-
bandas, vinculado mucho a los jóvenes, y que más del ra. Pero también persistir en atender esos factores crimi-
90% de estos delitos son por el uso de armas de fuego. nógenos que producen conductas desviadas o delictivas.
La violencia, evidentemente, es hija de la exclusión, y la
AGP:  —Explorando explicaciones de por qué ocurre pobreza es hija de la falta de oportunidades. También he-
esto, vemos que no podemos contar con respuestas sen- mos dicho que la violencia es la negación absoluta de los
cillas. En Venezuela hemos disminuido tanto pobreza derechos del pueblo a los servicios, por lo tanto su erra-
como desigualdad, también hemos aumentado inclusión dicación requiere de la construcción colectiva de condi-
violencia: hija de la exclusión t. el aissami | 161

ciones de orden moral, espiritual, social, político y, sobre Nueva Ética Socialista, los nuevos valores de la vida, de
todo, organizativo e institucional. Es decir, la respuesta la convivencia, del humanismo.
debe ir desde la familia como instancia de socialización,
hasta las instituciones democráticas del Estado, que pase AGP:  —Entonces, ¿podría puntualizar las principales
además por las instancias del control social formal, por diferencias en el análisis del problema y líneas de solu-
las escuelas, por las comunidades, los barrios, etcétera, ción que distinguen al Gobierno Bolivariano de la dere-
para construir la cultura de la paz en todos estos órde- cha venezolana?
nes; y no sólo buscar una respuesta ceñida solamente
al ámbito policial, que es el enfoque que hubo durante TEA:   —Durante muchas décadas en Venezuela imperó
muchos años aquí en Venezuela y que tuvo su mayor el enfoque esencialmente represivo y reactivo, lo cual sig-
nó parte de la historia con eventos sangrientos y doloro-
expresión en la represión de los años 80 y que provocó
sos para la familia venezolana. Tal enfoque tiene que ver
aquel fenómeno trágico del Caracazo (cuando a un tema
con una cultura policial y de seguridad que se desprende
de orden social se le dio una respuesta brutalmente poli-
de la orientación política de los viejos factores dominan-
cial). Entonces, por eso es que decimos que la violencia
tes de la burguesía, cuya consigna tan famosa como la-
no solamente se ciñe al tema de las condiciones socia-
mentable fue “Disparen primero y averigüen después”.
les sino también a la transformación de las instituciones
Repudiable y detestable, tal consigna revelaba y a su vez
del control social, entre ellos el tema de las policías como
generaba una filosofía y una lógica de actuación de los
uno de los elementos fundamentales e instancias de au-
cuerpos policiales que evidentemente agravó la situación
toridad para la consecución de la paz y de la convivencia
de la seguridad. No la resolvió, la agravó. La aplicación de
en las comunidades. Por supuesto, esto tiene que ver con instrumentos jurídicos contrarios a los principios consti-
la visión profundamente humanista que se está constru- tucionales y de derechos humanos, como lo fue la Ley de
yendo ahora, expresada en el Socialismo Bolivariano, Vagos y Maleantes, la aplicación de detenciones sin nin-
incluye condiciones espirituales, sociales, morales, insti- gún tipo de justificación, etcétera, son fruto de ese enfo-
tucionales, en contraposición a un modelo degenerativo, que, visión inhumana que tuvo la derecha en el pasado.
perverso, como lo es el modelo capitalista, cuyo epicentro No llegaban a ser verdaderas “políticas”, eran un conjun-
es la protección de los intereses hegemónicos de las éli- to de orientaciones que trataban de garantizar el status
tes económicas. En Venezuela tratamos que aflore una quo, el orden imperante a través de la criminalización de
cultura caracterizada por la participación protagónica y la pobreza, ya que automáticamente se asociaba el deli-
popular y, sobre todo, el fortalecimiento de los valores y to al pobre. Al contrario de esto, hoy, por primera vez en
principios, tal como establece la primera línea de desa- nuestro país, podemos hablar de una Política Pública en
rrollo estratégico en el Plan Nacional Simón Bolívar: la Seguridad que se ha venido diseñando con la participa-
162 | ENTREVISTA

ción colectiva del país, todas nuestras políticas han sido Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, for-
legitimadas en las más amplias consultas, comenzando man parte o son expresiones inobjetables de lo que es una
con la conformación de la Comisión Nacional para la Re- verdadera política integral, que camina y transita hacia
forma Policial (que marca, sin lugar a dudas, un hito en la consecución de ese nuevo objetivo que es el sosiego, la
la historia de nuestro país al aportar un verdadero diag- paz, la tranquilidad y el disfrute de los derechos sociales
nóstico científico, académico, objetivo sobre los cuerpos conquistados por la Revolución en favor del pueblo ve-
de policía, orientar políticas públicas en atención a éstos nezolano. Justo ahora, para articular todo lo que hemos
y avanzar hacia la conformación de políticas de preven- venido construyendo, estamos apuntalando la definición
ción integral). Insisto en que todas las políticas han sido de la Gran Misión Seguridad. Hemos decidido que sea la
sometidas a consulta y participación; hemos venido es- propia Universidad Nacional Experimental de la Seguri-
cuchando a todos los sectores, recogiendo opiniones de dad quien, como generadora de conocimiento científico y
todos los sectores y acoplando información; hemos es- académico en torno al ámbito de la seguridad, sea la que
tado también intercambiando experiencias con otros construya los vértices. Hemos venido trabajando en ello,
países. En fin, hoy tenemos un Plan Nacional y ahora sí tenemos ya un documento preliminar para ser sometido
podemos hablar de una Política Estructural e Integral de a la discusión, que cerraría este gran ciclo en razón de
Seguridad Pública. Es ésa que hemos venido implemen- que ahí se expresaría la política del Estado Venezolano en
tando con la transformación de los cuerpos de policía y la materia de seguridad y todos los ejes estratégicos.
adecuación hacia el Nuevo Modelo Policial Venezolano,
con la capacitación y la formación de mejores policías, AGP:  —Ministro, ¿qué nos falta por hacer?, ¿cuál es el reto?
con la definición u organización del Servicio de Policía,
su nueva lógica y la formación y capacitación de todos TEA:  —Hemos tenido un importante avance en lo que
estos funcionarios, por ejemplo, en el uso progresivo y di- es la adecuación de los cuerpos de policía al nuevo mode-
ferenciado de la fuerza policial, en derechos humanos, en lo, su homologación a nivel nacional, el Decreto de la Ley
la rendición de cuentas, también con la Policía Comunal, Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía
etcétera. En fin, hay una serie de objetivos dentro de esta Nacional Bolivariana, la Ley del Estatuto de la Función
política integral que apuntan hacia la conformación de Policial, así como las 24 resoluciones que las instrumen-
una verdadera política en la que, además, son centrales tan y operacionalizan. Nos falta por hacer: Primero, ter-
la prevención en las comunidades, la construcción de la minar de adecuar el nuevo modelo de policía, es decir,
cultura de la paz, la resolución de los conflictos por me- terminar de darle nacimiento, expandir la Policía Na-
dios alternativos. La recién creada Comisión Presidencial cional, lo que necesariamente implica también expandir
para el Control de Armas, Municiones y Desarme, la crea- la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad,
ción de la Policía Nacional Bolivariana, la creación de la porque no solamente forma a los nuevos oficiales de los
violencia: hija de la exclusión t. el aissami | 163

cuerpos de policía sino también a los demás organismos secuestro, etcétera, hemos tenido que adoptar algunas
de seguridad pública (Cuerpo de Investigaciones Científi- reformas puntuales para incluir modalidades que el país
cas Penales y Criminalística, Bomberos y Bomberas, Pro- y nuestro pueblo desconocía. Evidentemente ese es un
tección Civil, Custodios Penitenciarios y cualquier otro frente de batalla trascendental: la nueva legislación pe-
funcionario dedicado a este ámbito). Por otro lado, tam- nal y no penal. Por otro lado, la transformación de esas
bién nos falta consolidar el trabajo de la Comisión Presi- instituciones que administran la justicia. En en el caso de
dencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme la cárceles ya hemos venido generando algunos resulta-
y lograr así una ley que sustente una política del Estado dos sumamente importantes. Pero el Sistema Penitencia-
en torno al uso de las armas de fuego por parte de la po- rio venezolano sigue en deuda y así lo debemos recono-
blación civil. También nos falta seguir profundizando en cer. Seguimos en deuda con el país en la consecución de
la formación de nuestros policías, elevar la calidad, dig- un sistema penitenciario capaz de redimir las conductas
nificar la función policial. Nos falta también enfrentar- que arrastraron a una persona a esos espacios, y garan-
nos a las nuevas modalidades delictivas del delito trans- tizar su retorno convertido en un hombre o una mujer
nacional, que ya ha penetrado en nuestra cultura y que de bien, útil a la Patria; es necesario que ese espacio le
evidentemente exigen de los cuerpos de control social permita adquirir conocimientos, capacidades, destrezas
preparación y capacitación (como son los casos de legiti- técnicas para el desarrollo productivo lícito. Creo que es
mación de capitales, trata de personas, tráfico de armas, un tema en el que falta mucho por hacer, sin embargo
tráfico de drogas, etcétera). te puedo decir que sólo consigue su tratamiento bajo el
enfoque que hemos venido llevando, que es un enfoque
AGP:  —¿Y qué nos puede decir sobre los desafíos en el profundamente humanista de visibilización del privado
campo del Sistema de Justicia Penal y de las cárceles? o privada de libertad y que permita, sobre la base del cri-
terio científico, ir generando estos cambios progresiva-
TEA:  —Ahí sí tenemos una gran deuda. Yo diría que va mente.
más allá de lo penal, ya que deben considerarse normas
que no revisten carácter penal pero que se remiten a fal- AGP:  —Usted ha sido el ministro de Interior y Justicia
tas sociales que, si no son atendidas por instancias inter- que más tiempo ha durado en su cargo, ¿a qué se debe
medias, derivan en hechos muy violentos. Hablamos de eso?, ¿cómo se explica?
la transformación de la legislación que permita regular
todo el comportamiento social, incluyendo los nuevos TEA:  —En principio es una decisión del Comandan-
tipos penales que muchos de ellos ni siquiera están es- te Presidente Hugo Chávez, ya que es un cargo de libre
tablecidos actualmente, producto de que no son propios nombramiento y remoción y así lo establece la Constitu-
de nuestra cultura. Ante hechos como el sicariato, el ción. A propósito de eso, he tenido la oportunidad de es-
164 | ENTREVISTA

tar casi cuatro años de ministro, con la dicha de ser parte digamos, como parte del piso de gestión del Gobierno
de esa generación de jóvenes que el Presidente Chávez ha del Presidente Chávez, de cara a la construcción de esta
venido incluyendo en su gabinete y en su equipo de go- nueva política de seguridad pública y, más allá, de ella, la
bierno, formándonos al calor de sus enseñanzas, de su construcción de los espacios para la paz colectiva.
sabiduría, de su grandeza. No tengo complejo al decirlo,
el Presidente Chávez es un hombre excepcionalmente gi- AGP:  —¿Quiere agregar algo más?
gante, en su espíritu, en su alma como ser humano, y es
un privilegio personal que llevaré hasta la eternidad. Sin TEA:  —El tema de la seguridad pública en Venezuela es
embargo, en esta decisión del Presidente de mantenerme un tema de primer orden en la agenda de Gobierno Na-
como ministro, creo que también entra en juego el que cional; sin embargo, se requiere de la participación ge-
yo sea criminólogo de profesión; quizás eso favoreció el neral y colectiva, desde la familia hasta las instancias de
hecho que lograra armar un “equipo”, ya que no se trata control social formal, para que logremos más temprano
sólo de mi persona sino de extraordinarios compañeros que tarde devolver a nuestras calles la tranquilidad y el
y compañeras de trabajo que han venido consolidando sosiego. El rol de los medios de comunicación social es un
toda esta política de seguridad pública desde distintas factor fundamental, en razón de que son ellos los que
esferas: universidades, grupos sociales, comunidades, moldean las conductas masivas; creo que si todos nos su-
organizaciones no gubernamentales, etcétera. En fin, he mamos en un solo frente de batalla, esta tarea la vamos
tenido la oportunidad de armar un equipo que ha dado a acometer de manera inmediata. Pero eso sí, aquí hay
estos resultados. Además, me permito decirte que si bien un factor que me atrevo a decir que es imprescindible:
es cierto que soy uno de los ministros que más ha durado lograremos el camino hacia la paz solamente bajo un
en este despacho, no es menos cierto que como revolu- Gobierno Socialista, porque en el capitalismo la seguri-
cionario no me puedo sentir satisfecho de lo que como dad es siempre la expresión de un grupo dominante o de
equipo hemos hecho, sino más bien exigirnos seguir tra- un sector poderoso específico. En el Socialismo la política
bajando hasta lograr erradicar la violencia, cualquiera es preferentemente preventiva, de acompañamiento, de
que fuese su signo. Creo que hemos tenido resultados respeto absoluto a los derechos humanos; esa es la ban-
fundamentales: la Creación del Servicio de Policía, la Ley dera de la política de Seguridad Socialista y por ello es
del Estatuto de la Función Policial, la creación del Conse- que sólo alcanzaremos estos objetivos en Socialismo, en
jo General de Policía, el nacimiento de la Policía Nacional Revolución y con el apoyo del pueblo venezolano.
Bolivariana, la Universidad Nacional Experimental de la
Seguridad, la Comisión Presidencial para el Control de
Armas, Municiones y Desarme, la liquidación de la Po-
licía Metropolitana, entre otros logros. Todos quedarán,
RESEÑAS
Policía y participación
[Consejo General de Policía (2011). Policía comunal.
Conceptos, modelos, experiencias y retos]
Julio Fermín
Repensar el quehacer policial
[Consejo General de Policía (2011). Qué es, cómo se hace y
para qué sirve el trabajo policial - 3 tomos]
María Lucrecia Hernández
Espacios de con-versación haciéndose cuerpos libres
[Seminario Internacional de Mujeres Policías (2010). Tras la
equidad de género]
Camilo Artaza Varela
Julio Fermín
Policía y participación
Consejo General de Policía (2011). Policía comunal. Conceptos, modelos,
experiencias y retos. Caracas: Consejo General de Policía.

Sobre el libro Policía comunal, concep­tos, El preámbulo del libro ya es, de he- Es decir, que la policía comunal es
modelos, experiencias y retos, en primer cho, una toma de posición frente a un posible y tendrá éxito, sólo si se sigue
lugar, se debe decir que es un esfuerzo debate necesario. El modelo venezolano contando con la participación del pueblo
importante del Consejo General de Po- de policía comunal no es neutro. Cons- venezolano, tal como lo fue en el punto
licía, para situar el estado del arte en el truir este nuevo modelo tiene que hacer- de partida que constituyó la Comisión
tema, aportando una síntesis de la evo- se al calor del fortalecimiento del poder Nacional para la Reforma Policial (CO-
lución conceptual de la policía comunita- popular. Ya que, como dice el ministro El NAREPOL).

ria, así como la referencia a modelos de Aissami, Esta toma de posición en cuanto a la
policía comunal, comunitaria o de proxi- policía comunal como parte del nuevo
…la participación del pueblo en la
modelo policial, lo ratifica la rectora de la
midad que se han desarrollado a nivel la- cons­­trucción de las políticas públicas
no es sólo un medio para lograr legi- UNES, Soraya El Achkar, cuando señala:
tinoamericano y mundial, y las primeras
experiencias venezolanas. timidad y perdurabilidad en las deci- El servicio de policía comunal es pró­
siones de Estado. Es, sobre todo, un ximo a la comunidad y predominan-
Ahora bien, lo más importante, es
ejer­cicio de la democracia profunda y temente preventivo. Eso implica que,
que esta síntesis es un marco apropia-
socialista a la que aspiramos: aquella junto a la comunidad, descubre y
do para destacar el posicionamiento de que reduce progresivamente la bre- analiza las múltiples injusticias (…)
la policía comunal en Venezuela, como cha entre gobernantes y gobernados; Ahí donde una injusticia puede ser
una propia y particular búsqueda que aquella que experimenta y estimula revertida, está naciendo el socialis-
corresponde al proceso de transforma- formas de aprendizaje para el autogo- mo (…) El servicio de policía comunal
ción política y social que se experimenta bierno del pueblo… (p. 5). promueve relaciones de poder más
en el país. igualitarias. Por eso estimula que la

167
168 | reseñas

comunidad se organice para autore­ guridad ciudadana, sino que destaca lo Después de sus evaluaciones de po-
gular su propia convivencia, para que fundamental que es para la democracia, licías en algunos países de América La-
sea protagonista de proyectos de pre- la gobernabilidad y un mejor sistema de tina, señala que “…ya por razones ideo-
vención de la inseguridad, para exi- justicia. Esto lleva necesariamente a en- lógicas o de falta de recursos humanos
girle a todas las instituciones (p. 7).
frentar los peligros de la tecnocracia y la suficientes y debidamente capacitados,
El pueblo, entonces, no es un espec- tendencia en América Latina a importar nos parece difícil que en América Latina
tador o beneficiario de la acción policial, modelos. se repliquen algunas de las experiencias
sino un factor clave para que las políticas Finalmente, Antonio González, nos más avanzadas de policía comunitaria.”
públicas de seguridad ciudadana puedan ubica precisamente el momento de tran- (Frühling, 2011: 46)
contribuir a construir el Estado social de sición entre “lo que aún somos y lo que El resto del capítulo II, confirma la
derecho y de justicia. queremos ser”. Seguidamente señala dos polarización entre el modelo que se ex-
El libro en su capítulo I nos presenta, posibles problemas en el modelo venezo- pande por otros continentes, que no con-
en cierta forma, una visión polarizada lano: sideran a la comunidad como sujeto de
de los distintos conceptos y modelos de 1. La dificultad para manejar los te- participación y protagonismo, pero me-
policía comunitaria, que nos indica que mores de la comunidad ante posibles joran la calidad del servicio de policía y el
estamos lejos de un modelo satisfactorio. represalias por parte de la delincuen- contraste con nuestra región de Améri-
En primer lugar, se destaca el concepto cia, que limitan su participación (…) ca Latina, que busca mayor proximidad,
de policía de “orientación comunitaria”, y 2. que en el interés por mantener me­jores relaciones, aumentar la parti-
cuyas comillas colocadas por la autora la proximidad con la comunidad se cipación ciudadana y atender sectores
involucra, en ocasiones en tareas que vulnerables como la mujer o la juventud
del primer texto, Fernanda Varela Jor-
no son propias de la policía (p. 50).
quera, ya nos indican el rol relativo que que es la principal víctima y victimaria
tiene la comunidad en los servicios de El capítulo dedicado a las experien- de los delitos que se comenten en nues-
policía con este enfoque. Son tres los mo- cias en América Latina y el mundo nos tros países.
delos: a) policía comunitaria, b) policía revelan que posiblemente es necesa- El capítulo III nos introduce a aspec-
orientada a problemas y c) policía orien- rio combatir los mitos y exageraciones tos claves en el amplio panorama que
tada a la inteligencia. Y son cuatro los para dar paso a evaluaciones y nuevas debe enfrentar un nuevo modelo policial
puntos básicos: a) prevención del crimen exigencias que conviertan la filosofía cuando se trata de la comunidad. Dichos
basado en la comunidad, b) reorienta- en una praxis transformadora. Frühling aspectos son : a) asumir la acción poli-
ción del patrullaje, c) aumentar la ren- des­taca que en el caso latinoamericano, cial como parte de algo más amplio como
dición de cuentas y d) mando descentra- algunas policías no pasan del “acerca- es la prevención del delito; b) centrarse
lizado. miento” a la comunidad, de una nueva en grupos vulnerables como las niñas,
Posteriormente, Lolita Aniyar de Cas­ relación que no trasciende al protagonis- niños y adolescentes, que aumentan de
tro advierte sobre el rol fundamental de mo de ésta, como fue el caso de la breve manera preocupante entre las víctimas
la participación ciudadana no sólo en las experiencia de policía comunitaria de la de homicidios; o de los jóvenes, princi-
tareas de prevención y lucha por la se- Policía Metropolitana en Caracas. pales victimarios de la mayoría de los
policía y participación j. fermín | 169

delitos, al mismo tiempo que aumenta pa­cidad de la comunidad para auto-regu- Referencias
la mortalidad de los jóvenes de sexo mas- larse y hacer contraloría social de la poli- Consejo General de Policía (2011). Policía
culino con edades entre 15 y 30 años; c) cía, exigiendo la rendición de cuentas; y comunal. Conceptos, modelos, experiencias y re-
prevenir y atender la violencia de géne- finalmente, e) resolver conflictos por ser tos. Caracas: Consejo General de Policía.
ro, d) fortalecer la capacidad de diagnós- la herramienta básica de prevención en Frühling, Hugo (2011). “Una mirada realis-
tico y análisis de la realidad comunita- la comunidad. ta a los programas de policía comunitaria en
ria, el acompañamiento a las iniciativas América Latina”. En Seguridad ciudadana en
populares de proyectos comunitarios de América Latina. Santiago: Instituto de Asuntos
Públicos, Universidad de Chile.
seguridad ciudadana, fortaleciendo la ca­­
María Lucrecia Hernández
Repensar el quehacer policial
Consejo General de Policía (2011). Qué es, cómo se hace y para qué sirve el trabajo
policial. Ensayos sobre desempeño y evaluación de la Policía.
Caracas: Consejo General de Policía

Qué es, cómo se hace y para qué sirve llano y Helga Malavé, la compilación y sobre el desempeño policial, mostrando
el trabajo policial. Ensayos sobre desempe- exhaustiva selección de textos constitu- las dificultades y complejidades resul-
ño y evaluación de la Policía, surge de la ye un interesante recorrido a través de tantes de definir qué hace la policía ante
necesidad de establecer criterios para investigaciones sobre el desempeño poli- la diversidad de funciones y tareas que
orientar el quehacer de la función po- cial que ofrece al lector análisis críticos afronta diariamente. Dificultades éstas
licial. La fuerza principal de esta labor y profundos, pero también didácticos y que se traducen en la separación de las
investigativa radica en que no sólo rea- claros. Como el mismo compilador se- funciones orientadas al respeto de la ley
liza interpretaciones y actualiza discu- ñala, en la obra se aborda el desempeño y las vinculadas con el mantenimiento
siones académicas, sino que además policial desde sus dimensiones progra- del orden o la preservación de la paz.
aporta ele­mentos para mejorar la actua- máticas –mandato y funciones–, estrate- Este primer tomo, a través del tra-
ción cotidiana de los cuerpos policiales. gias, tácticas y operaciones, a la vez que bajo de Elsie Rosales, ofrece también un
Asimismo, viene a llenar un vacío en la se consideran aspectos vinculados con la análisis sobre el marco normativo regu-
literatura venezolana en materia poli- medición y evaluación de procesos y re- latorio de la función policial en Venezue-
cial. Por ello resulta de fundamental im- sultados de la actuación policial. la, su evolución desde la Constitución de
portancia que el propio Estado, particu- La obra está organizada en tres to- 1961 hasta la actualidad, así como los
larmente el Consejo General de Policía, mos diferenciados en cuanto a su conte- elementos conflictivos que componen la
haya impulsado la realización de la obra. nido. El Tomo I comienza con el trabajo función policial.
Fruto de una labor colectiva coor- de Andrés Antillano, que brinda una in- El tema de la rendición de cuentas y
dinada por los profesores Andrés Anti- troducción y las consideraciones básicas la responsabilidad de los cuerpos policia-

170
repensar el quehacer policial m.l. hernández | 171

les (accountability) resulta de fundamen- cias se revisan los antecedentes y el perfil su efectividad y se ofrecen algunas ideas
tal importancia para la reflexión sobre de ambos procesos, aspectos relaciona- para mejorar el desempeño policial.
el desempeño policial. En este artículo, dos con la rendición de cuentas, la regu- Al abordar “La organización social
Jacqueline de Olivera Muniz y Domicio lación del uso de la fuerza física y el enfo- del arresto”, Donald Black se propone
Proenca Junior hacen un análisis ex- que de derechos humanos que atraviesa dar cuenta de los factores y procesos que
haustivo del término y los elementos que a la actividad policial. influyen en las condiciones en las cuales
lo componen, a la vez que se considera El Tomo I se completa con un artí- los funcionarios policiales efectúan los
su relevancia para la modernización y culo referente a “La calidad de vida y su mismos, detallando las circunstancias
el mejoramiento del desempeño policial relación con el servicio policial” donde que afectan la probabilidad de llevar a
y el incremento de la calidad del con- Yoana Monsalve Briceño define el con- cabo una detención.
trol. cepto de calidad de vida y su relación El trabajo sobre “Interacción policía-
En el artículo “El mandato policial” con las políticas públicas y la labor de los público: Activación, respuesta y varia-
de Peter K. Manning se revisa los pro- servidores públicos, especialmente los bles interpersonales y situacionales”, de
cesos de transformación de la policía en que componen la institución policial. En Luis Gerardo Gabaldón y Mario Murúa
Estados Unidos; analiza las contradiccio- esta línea, se reflexiona sobre los impac- hacen un recorrido empírico sobre las
nes y complejidades del mandato policial tos que genera en el mejoramiento de la estrategias utilizadas en la operación ru-
y de la propia institución, así como los calidad de vida de los ciudadanos y ciu- tinaria, la detección y la construcción de
mitos que interfieren a la hora de resol- dadanas, la satisfacción de las necesida- casos de interés para el sistema penal por
ver esas tensiones. Como el propio autor des de seguridad. parte de los cuerpos policiales. A propó-
expresa, intenta vincular los límites his- El Tomo II ofrece un conjunto de in- sito de estas estrategias, el autor analiza
tóricos del simbolismo con las formas de vestigaciones referidas a las actividades las variables que intervienen y moldean
organización y estructuración de la poli- y funciones que desarrollan los cuerpos dichos procesos.
cía a partir de la descripción de algunos policiales. Para dar respuesta a la pre- El artículo titulado “Patrulla vecinal:
aspectos socio-psicológicos del rol poli- gunta ¿qué puede hacer la policía para Peor el remedio” de Alexis Romero Sa-
cial. reducir la delincuencia, los disturbios lazar y Raima Rujano Roque da cuenta
Otro trabajo interesante es el análi- y el miedo?, David Weisburd y John E. de los resultados de un estudio de campo
sis comparativo que realiza Luis Gerar- Eck realizan un análisis comparativo de realizado en barrios populares de la ciu-
do Gabaldón y Andrés Antillano sobre el las prácticas policiales innovadoras y el dad de Maracaibo. En el mismo se anali-
pro­ceso de reforma de la policía en nues- modelo tradicional, entendido como el za y problematiza la participación veci-
tro país, nacido de la CONAREPOL, y el conjunto de estrategias genéricas para la nal en las tareas de seguridad: quiénes y
encarado en Irlanda del Norte. Si bien se reducción de la delincuencia que no tie- de qué manera se organizan, cuáles son
trata de dos realidades socio-económicas ne en cuenta el nivel de delincuencia ni las normas o pautas de conductas que
y culturales muy diferentes, los dos paí- la naturaleza del delito u otras variables. adoptan y las áreas problemáticas que
ses han dirigido procesos transcendentes En este marco, se describen métodos pro- abordan o priorizan.
de reforma policial. En tales circunstan- pios de las prácticas policiales, se analiza El Tomo II concluye con un traba-
172 | reseñas

jo denominado “La mejor policía del En el artículo “¿Cómo evaluar a la controles internos se convierten en uno
mundo aprende a cualquier precio”, policía?”, Ignacio Cano se centra en la de los instrumentos fundamentales para
que forma parte de un amplio estudio medición de la eficacia de la función po- la consolidación democrática de las ins-
sobre investigación policial y prácticas. licial en un Estado democrático. Ésta es tituciones, toda vez que implican la vo-
A partir de los datos empíricos –errores concebida en términos de su función so- luntad policial de autocontrol.
o incidentes en el desarrollo del trabajo cial y su objetivo principal de protección El estudio sobre “Violencia de pareja
policial, cifras y documentos policiales–, y no de control de los ciudadanos. En y respuesta policial. Un estudio descrip-
donde Otto M.J. Adang reflexiona acerca esta línea, el autor analiza las funciones, tivo de las actitudes y respuestas de los
de la detección de buenas prácticas poli- dimensiones e indicadores de uso fre- policiales venezolanos ante la denuncia
ciales. El propósito que lo guía es mostrar cuente en la evaluación del desempeño por violencia de pareja”, de Reynaldo
que la mejor fuerza policial es aquella policial. Hidalgo López, muestra aristas del des-
que tiene un adecuado nivel de concien- Otro artículo relacionado con la eva- empeño policial en relación con la pro-
cia y conocimiento sobre su actuación, luación del desempeño policial se titula blemática de la violencia de género. El
realiza buenas prácticas y mantiene una “Evaluando la policía: Apuntes sobre as- artículo ofrece los resultados de una in-
continua labor de formación. pectos teóricos, metodológicos y opera- vestigación cualitativa, de tipo descripti-
El Tomo III está dedicado a la evalua- cionales de la medición del desempeño vo-comprensiva, que persigue la descrip-
ción, la rendición de cuentas y la defini- policial”. Andrés Antillano da cuenta de ción y comprensión de la naturaleza de
ción de indicadores para medir el desem- las situaciones, estrategias y resultados las relaciones sociales en torno al tema,
peño policial. La primera investigación de la actividad policial y de los indicado- así como la actividad policial (actitudes y
“Bases conceptuales de métricas y patro- res para medir y evaluar el desempeño respuestas) vinculada con el tratamiento
nes de medida del desempeño policial” de policial. Incluye además una reflexión de la denuncia y la intervención en los
Jacqueline de Olivera Muniz y Domicio sobre la relación entre indicadores y es- casos concretos.
Proenca Junio, mediante el cual se ana- trategias correctivas. Por último, el trabajo sobre “La cons­
liza el concepto de mandato de la policía, El texto sobre “Controles internos trucción policial del caso penal en Vene-
en cuanto institución encargada del uso policiales o de cómo la policía vigila a la zuela” de Luis Gerardo Gabaldón, Yoa­­
legítimo de la fuerza y del equipamiento, policía”, de Ernesto López-Portillo Var- na Monsalve Briceño y Carmelo Boa­da
desde dos dimensiones: lo que se espera gas y Verónica Martínez-Solare, plantea Tomé, refleja los aportes de una inves-
que la policía haga y lo que en la prácti- la discusión sobre las modalidades y los tigación de campo cuyo propósito fue
ca hace. Así, examina lo referente a las modelos de este tipo de control, su defini- analizar la incidencia de algunos indi-
expectativas sobre el mandato policial, ción y características, así como también cadores o factores relevantes en la de-
el concepto de desempeño policial y los su relación con los controles externos. finición y la construcción (duración y
componentes de eficacia y proficiencia y Afirma la necesidad de complementar y conclusión) de una investigación crimi-
efectúa algunas consideraciones sobre equilibrar ambos tipos de control para nal. Ejemplo de ello son los recursos dis-
los patrones y las medidas adecuadas al lograr eficacia y legitimidad en las ins- ponibles por la policía o el cumplimiento
desempeño policial. tituciones policiales. Reconocen que los de cuotas mensuales de trabajo; de este
repensar el quehacer policial m.l. hernández | 173

modo, el estudio permite obtener luces ción y la práctica policial constituye una ejercicio sistemático de definición de
sobre el comportamiento y el desempeño finalidad relevante para la vida nacio- condiciones y criterios para la genera-
del sistema policial. nal. A este respecto, el abordaje integral ción de prácticas policiales consonantes
En suma, en su conjunto la obra que se ofrece constituye una invitación con el espíritu de un Estado y una socie-
abarca el amplio abanico de cuestiones a la reflexión y la problematización del dad democráticos.
normativas y éticas, políticas, concep- quehacer policial, no sólo como refina-
tuales y empíricas que atraviesan el des- miento teórico, sino también como un
empeño policial. Se trata de un aporte
fructífero en un momento propicio, por
cuanto la transformación de la forma-
1er.Seminario
Internacional de
MUJERES
POLICÍAS
Tras la equidad de Género

Camilo Artaza Varela


Espacios de con-versación haciéndose cuerpos libres
“Tras la equidad de género”, en Seminario Internacional de Mujeres Policías,
del 8 al 9 de marzo de 2010, Maracay, estado Aragua.

Los policías se refiere a sujetos, intercambio y encuentro que evidencia las historias que insisten en su latencia1,
las policías se refiere a el malestar y al reconocerse, en dicha perseverancia de mujeres que exigen y
cuerpos policiales condición de opresión, permitir el paso a claman su existir . El hablar de género
la subversión y la ruptura. demanda continuar a la deriva y asumir
Queremos hacer una pequeña refle­ Las descripciones de experiencias una acción problematizadora, que cada
xión sobre el texto: “Tras la equidad de que conforman el texto nos permiten re- quien asuma una postura des-naturali-
género”, del Seminario Internacional de conocer que estas voces, todas ellas, se zadora, des-constructiva y des-legitima­
Mujeres Policías. Se trata de un texto que encontraban aisladas, inmersas en un dora del orden social patriarcal, para
rescata la voz femenina, esa voz que ha mundo eminentemente masculino, por traspasar las barreras que tienden a la
debido y ha sido obligada a mantenerse lo que los frentes de combate son múlti- normalización de la realidad, que delimi-
en el margen, situada en los límites de ples y en cada relato de estas mujeres-po- ta ciertas formas de trayectoria femenina
los espacios públicos y que es considera- licías se evidencia un maltrato, una infa- y masculina, y transitar por propuestas
da como adecuada para los espacios ín- mia cometida en nombre de un modelo inacabadas, diversas y múltiples.
timos y privados. Los relatos nos mues- de sociedad sometido y regido por prác-
tran un contexto de mujeres en lucha; ticas en el cual destaca y se evidencia el
mujeres, que reivindican su derecho a carácter misógino del mundo policial.
1  Latencia entendida como es propuesta por
ser tratadas como iguales y en tal acto, La iniciativa de pensar e incorporar Ana María Fernández: “Como aquello que no
exigir ser respetadas. Rescata las voces la perspectiva de género en la institución está oculto en las profundidades sino lo que
femeninas porque las coloca en colectivo policial, abre paso a construir problemas late ahí, todo el tiempo, en los múltiples plie-
otorgándoles un espacio de solidaridad, para empezar a ver, escuchar y registrar gues de la superficie” (2007: 20).

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espacios de con-versación c. artaza | 175

De la mano de la inclusión de la pers- mada por los sistemas de convivencia, se ción, de pregunta y respuesta, de domi-
pectiva de género nos encontramos con encuentran subsumidos en la fuerza de nación y retracción, y también de lucha”
su hermana cercana, el enfoque de de- la costumbre, donde sus fenómenos se (p. 13).
recho; consideraciones que instan por presentan dispuestos en pautas que pa- Formas que han mostrado su eficien-
la lucha por la igualdad teniendo muy recieran ser independientes a uno y por cia para contribuir a mantener un orden
claro que “El concepto de igualdad no lo tanto poseen una existencia previa, social, se asignan roles, papeles que de-
es lo contrario de diferencia, sino que lo “Cuando se presenta algo como natural, ben ser representados, cada pieza mas-
opuesto a la igualdad es la desigualdad, entonces, se lo acepta como verdadero y culina y femenina ocupa su lugar. Una
la igualdad entre hombres y mujeres se permanente” (Bonaparte, 1997: 45), por única manera posible de pensar en lo so-
refiere a la equivalencia de derechos, no tanto, impera una perspectiva que redu- cial, estableciéndose una arquitectónica
a que seamos idénticos e idénticas”. No ce lo social a aquel aspecto último, fun- que deviene de la mirada masculina, vi-
es la igualdad para que las mujeres se pa- damento imprescindible de todo lo que sión que ha sido asimilada, practicada y
rezcan a los hombres. Muchos de estos existe, “las cosas son así, porque sí”. En reproducida tanto por hombres y muje-
relatos nos invitan a tener cautela con la este sentido autores como Berger y Luc- res durante innumerables generaciones.
trampa de querer o exigir a lo femenino kmann, plantean: “Sé que mi actitud na- Todas estas formas en que se repro-
que actúe como un hombre, pues esto tural para con este mundo corresponde duce la mirada masculina son prácticas
reduce a la mujer a la clásica mirada a la actitud natural de otros, que tam- de violencia que se enmarcan en prácti-
psicoanalista de ser hembras en cuanto bién ellos aceptan las objetivaciones por cas de poder y control que responden a
son hombres castrados (Torres, 2007). las cuales este mundo se ordena… y se modelos de sociedad asentadas en lógi-
Realizar un abordaje desde la mirada del proponen actuar en él” (Berger y Luck­ cas de dominación y explotación. Lógi-
derecho y la perspectiva de género hace mann, 1995: 40). cas que se perpetúan en el orden de lo
que las policías puedan asumirse como Formas de organizar y estar en el social debido a que se establecen diferen-
sujetos de derecho y tomen una postura mundo que se conforma por cimientos cias (ej. sistema sexo-género) y exclusio-
crítica y reflexiva sobre si estos son o no que han sido erigidos desde una mirada nes que son aceptadas como si derivaran
respetados en su vida cotidiana. masculina, visión que ha sido asumida, del orden natural de las cosas. Violencias
practicada y reproducida por innume- que se anidan en las dinámicas cotidia-
Los hombres como medida rables generaciones, tanto por hombres nas que actúan de forma implícita o ex-
de todas las cosas y mujeres, situándola como la única plícita, formas directas o simbólicas pero
forma posible. Cosmovisión patriarcal, que de acuerdo con Bourdieu (2010)
El cuerpo policial es un cuerpo patriarcal que describe un conjunto de reglas con tratan de violencia porque consisten en
que se configura con viejas recetas que las que se delimitan las posibilidades del una imposición, es decir, en un acto por
se despliegan en patrones de pensamien- juego; juego de reglas que se erigen como sí mismo arbitrario.
tos convencionales y cristalizados que no discursos sociales que son analizados o Los gestos y silencios son materiali-
se analizan y mucho menos se cuestio- comprendidos por Foucault (2005) como zaciones de violencia simbólica, destina-
nan. La arquitectura de lo social, confor- “juegos estratégicos de acción y reac- da a mantener indemne los privilegios
176 | reseñas

que le son inherentes por ser hombre, peró y le otorgó condición de enunciado3 ca e histórica que según Margot Pujal
por lo que se constituye como un patrón a la voz femenina, es una acción políti- (1991), tiene como uno de sus objetivos
relacional basado en intercambios des- la des-sujeción. Con ésta pretende des-
iguales que producen y son producidos baratar las relaciones de poder consti-
por un desequilibrio de poder. Confor- mer feminismo nace con el “espíritu ilustrado tutivas de las identidades normativas de
mándose pautas de interacción subsu- que manifiesta el deseo de igualdad y eman- ambos sexos que son productos relacio-
midas en contextos relacionales de con- cipación. Así, en el siglo XVIII, encontramos nales. Estas luchas gestadas por mujeres
trol. Asumir una postura crítica sobre la a figuras como Olympe de Gouges o Mary tuvieron su nacimiento en la calle, en el
violencia masculina implica reflexionar Wollstonecraf ” (p. 161). En esta época data inconformismo que comenzó a hacerse
sobre la dominación masculina y por sus orígenes y la continuidad del movimiento voz y grito en miles de mujeres quienes
se fortalece con el movimiento sufragista pri-
tanto el asumir y reconocer y analizar se instituyeron en movimientos socia-
mero y los ideales del socialismo con autoras
las formas de control y sometimiento de les que fueron fraguando la mirada y la
como Rosa Luxemburg o Alexandra Kollontai
los hombres sobre las mujeres. Según de finales del siglo XIX. Otra autora emble- voz del feminismo4. Esta voz irrumpe y
Bourdieu (2000), la dominación mascu- mática y que consolida la teoría feminista es se hace escuchar como realidad, presen-
lina se sostiene en el principio de la su- Simone de Beauvoir en los años 1949 con la tando un conjunto de hechos sociales en
puesta inferioridad y la exclusión de la publicación de El segundo sexo. Finalmente donde las mujeres se encuentran subyu-
mujer. Por ello el comprender la violen- entre las décadas del sesenta y setenta surge gadas y sometidas. El silencio de la opri-
cia que ejercen los hombres es un ejer- la fase de consolidación del feminismo. Luego
mida es reemplazado por la voz y el grito
de la consolidación se da inicio a la propaga-
cicio de deconstrucción de los aspectos de justicia e igualdad, proceso histórico
ción de múltiples feminismos, tales como el
sociales y culturales de la masculinidad y social que favorece la problematización
feminismo radical, que apela a un rechazo
hegemónica. de una dinámica social basada en la des-
total del sistema patriarcal y en muchos ca-
sos una segregación de los hombres. El femi-
El feminismo, los escenarios posibles nismo de la igualdad y el de la diferencia son
dos tendencias que adquieren mucho cuerpo 4  No se considera necesario para los fines
Los feminismos2 como movimiento y en las producciones teóricas, el primero ape- de esta investigación el profundizar sobre los
como propuesta comprensiva que recu- la a denunciar que toda esencia femenina es diferentes tipos de feminismos, entre los que
una creación del patriarcado y el segundo se destacan el feminismo cultural, el liberal, ra-
orienta en profundizar en la esencia femeni-
dical, ecofeminismo, de la diferencia; pero sí
na. En Latinoamérica el feminismo se ha de-
2  Hablamos de feminismos, como pensa- el destacar la relevancia de sus postulados en
sarrollado en los últimos 20 años y ha hecho
miento y como movimiento, a los que hace el cambio paradigmático que experimenta-
un aporte considerable en el enriquecimiento
mucho tiempo se ha convertido en una dis- ron las ciencias y con mayor relevancia las
de la sociedad civil y abrir los horizontes de
ciplina con un cuerpo de doctrina, con su reivindicaciones sociales que han favorecido
posibilidad en la vida de millones de mujeres.
historia, sus énfasis epistemológicos que di- a miles de mujeres en el mundo entero. Para
ferencia a toda una serie de corrientes bien 3  Como condición de enunciado, enten- conocer más sobre las ideas y propuestas del
diferenciadas. Rosa Rodríguez en su libro El demos el concebir el mundo femenino como feminismo recomiendo consultar Laura Mas-
placer del simulacro (2003), señala que el pri- campo de inteligibilidad. son (2007).
espacios de con-versación c. artaza | 177

igualdad estructural entre el hombre y mativos y las prácticas de resistencia y plano físico y subjetivo. La resistencia y
la mujer, que es explicada mediante la subversión que se originan del ímpetu la subversión de voces que se encuentran
apropiación del concepto de género, por de mujeres por ocupar lugares que le son en los márgenes, que siempre han esta-
los movimientos feministas y diversas negados. Posiciones asumidas por estas do allí latiendo, son voces y cuerpos que
disciplinas, autores y autoras. La catego- mujeres que explícitamente se inserta- no son invisibles y que están sometidas
ría género se consolida como una de las ron en aquel reducto sólidamente mas- al ejercicio sistemático de la discrimina-
categorías fundamentales del feminismo, culino, convirtiéndose en mujeres crisis ción y la exclusión. Dar la voz y devolver
dicho término nace en el año 1975 a raíz en constante conflicto personal y de lu- la mirada pasa a ser una responsabilidad
de la expresión sexo/género acuñada por cha contra las restricciones, dificultades que nos involucra a todos y todas, dar,
la antropóloga Gayle Rubin en su mítica y cuestionamientos que cotidianamente mirar y escuchar implica otorgarle a la
obra The traffic in Women. Notes on the van recordándoles que están invadiendo otra un estatuto de inteligibilidad, de le-
politic economy of sex. El concepto hace un espacio supuestamente hecho para gitimidad al habla y al cuerpo femenino
referencia a una prescripción normativa varones. Y crisis para el modelo policial en que reconocemos el mal-estar de es-
que regula las maneras de ser hombre y patriarcal, ya que estas mujeres cuestio- tar transitando trayectorias de vida con-
mujer, un complejo proceso individual nan con su presencia e inciden directa- fiscadas, trayectorias reguladas.
y social, marcado por una división que mente en nuevas formas de concebir la Haciendo camino al andar, pero co-
delimita un conjunto de contenidos o de construcciones de los roles y las expec- lectivamente… La incorporación de una
significados que cada sociedad le atribu- tativas de género que han resquebraja- mirada de género en las prácticas insti-
ye a las diferencias sexuales, esta distin- do el “supuesto” orden que asociaba al tucionales de la Policía Nacional es una
ción es ampliada desde la postura cons- hombre con el espacio público y a la mu- apuesta transformadora, que aboga por
truccionista del género por Judith Butler jer con el espacio privado. Tales cambios la constitución de un sujeto-mujer que
(2007) que identifica al género como un constituyen una amenaza que es percibi- se sostiene en una concepción ética, de
producto performativo, ya que opera da por ciertas masculinidades como una carácter crítico y deconstructivo de las
como una serie de repeticiones y ritua- pérdida “ahora las mujeres hacen las co- lógicas de dominación patriarcal. Es
les que en los mundos de vida se anticipa sas de los hombres”. una apuesta que posibilita una apertu-
al ideal al que debemos adecuarnos. Esta Estamos ante mujeres en lucha, lu- ra de nuevas subjetividades, que apela al
actualización de nuestra identidad, nos cha por la liberación de la mirada que como si de una realidad más justa y más
muestra la parodia del género, una suer- el modelo de sociedad patriarcal ha con- igual.
te de condena en la que “somos lo que trolado, en la medida que se sustenta en Muchas instituciones y organiza-
debemos ser y deseamos lo que debemos la idea de que lo masculino se concibe ciones que han optado por dedicarse a
desear” (Rodríguez, 2003). como la medida de todas las cosas. Mi- la lucha por detener la violencia contra
Es esta prescripción performativa la rada que se sostiene en la dominación las mujeres consideran importante pro-
que sitúa a la mujer en una condición masculina desde donde se atribuye, asig- fundizar en las acciones destinadas a
de constante devenir entre la repetición na, cuestiona, reprueba, aprueba, con- fortalecer a aquellas que han padecido
de los marcos normativos y heteronor- dena, se intimida, se le secuestra en el o sufren una dinámica de este tipo, pos-
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tura que implica hablarles directamente dianas, dejarlas flotando en el aire para Bonaparte, Héctor (2000). Unidos o domi-
y centrarla atención en el plano indivi- mirarlas y comenzar a leerlas prescin- nados. Mujeres y varones frente al sistema pa-
triarcal. Argentina: Homo Sapiens.
dual, “te hablamos a ti mujer” para que diendo de la dictadura de lo único que
“rompas el silencio”, para que “abras promueven los mandatos sociales. Los Bourdieu, Pierre (2000). La dominación
los ojos”, para que “luches y recuperes conversatorios tienden puentes para masculina. Barcelona: Anagrama.
tu autoestima” robada y destruida, pro- reunir los trozos fragmentados de estas
____(2010). El sentido práctico. Buenos Aires:
ducto de los sucesos recurrentes y siste- mujeres que la polaridad, el racismo, la Siglo XXI.
máticos de violencia. Una dimensión a discriminación, el ocultamiento de lo
explorar con prioridad es la postura de sexual y tantas prácticas de rechazo y Butler, Judith (2007). El género en disputa: El
la comunidad con respecto al problema feminismo y la subversión de la identidad. Barce-
exclusión han fraguado para preservar
lona: Paidós.
de la desigualdad hacia la mujer, acción un modelo social basado en el poder y
que surge de la intención política de mo- control de unos pocos por sobre las y los Fernández, Ana (2007). Las lógicas colecti-
ver, desplazar los focos, en el sentido de muchos. vas, Imaginarios, cuerpos y multiplicidades. Bue-
comenzar a interpelar a las y los otros, La mujer poco a poco ha podido salir nos Aires: Biblos.
a las y los sujetos sociales para vincu- del silencio y los relatos que hasta ahora Foucault, Michel (2005). La verdad y las for-
larlos en la lucha contra la violencia. Y le conferían al hombre sentido de unidad mas jurídicas. Barcelona: Gedisa.
por ello, el discurso pretende colarse a la y coherencia se desvanecen, no hay se-
Masson, Laura (2007). Feminismo en todas
colectividad para dialogar con la comu- cuencia de acontecimientos que le res-
partes. Una etnografía de espacios y narrativas
nidad y hablarle a ustedes comunidad, tablezca la tranquilidad que le confería feministas en Argentina. Argentina: Prometeo.
para que se pregunten: ¿ la han visto?, el saberse poderoso, porque la otra, lo
¿la han escuchado? Y conminar a cada femenino en su completa novedad ame- Moore, Henrietta (1999). Antropología y fe-
a uno: “NO VOLTEES LA MIRADA, ESTA PE- minismo. Madrid: Ediciones Cátedra.
nazante comenzó a hablar y sus palabras
LEA ES DE TODOS Y TODAS”5. hilvanan un nuevo trato que atraviesa el Pujal i Llombart, Margot (1991). Poder,
La experiencia de permitir que se espacio común del lenguaje. Los relatos saber, naturaleza: la triangulación masculina de
reúnan las voces de las funcionarias po- están llenos de deseos, de contenidos y la mujer. Análisis psicosocial de una invención.
Tesis Doctoral, Universitat Autònoma de Bar-
liciales es construir espacios de diálogo exigen una nueva historia con la cual
celona.
reflexivos y críticos en donde las policías dotar de sentido a nuestras experiencias
puedan exponer sus experiencias coti- de mujeres libres de violencia. ____ (2003). “La tarea crítica: interconexio-
nes entre lenguaje, deseo y subjetividad”, en
Política y Sociedad, 40, nº 1.

Rodríguez, Rosa María (2003). El placer del


5  Esta frase es la propuesta de campaña del
Referencias bibliográficas simulacro, mujer razón y erotismo. Barcelona:
Programa “Igualdad y Equidad de Género”
Icaria.
de la UNES para provocar y situar la violencia Berger y Luckman (1995). Construcción
contra la mujer como un campo que requiere social de la realidad. Argentina: Amorrortu Torres, Ana (2007). El continente oscuro. Ca-
una mirada y una respuesta colectiva. editores. racas: ALFA.
DOCUMENTOS
Declaración de Río de Janeiro
Encuentro Estratégico de Seguridad Pública y Políticas de Drogas
Declaración de principios de la Comisión de Desarme
Comisión Presidencial para el Control de Armas,
Municiones y Desarme
Catia, pura vida. ¡Parroquia!
Manifiesto Catiense
Declaración de Río de Janeiro
Encuentro Estratégico de Seguridad Pública y Políticas de Drogas
www.segurancadrogas.org.br

Reunidos en Río de Janeiro, por invitación de la Coordinación de la Policía


Pacificadora de la Policía Militar del Estado de Río de Janeiro, en alianza con
Viva Rio, presentamos aquí nuestras conclusiones. Somos profesionales de
seguridad pública procedentes de dieciocho países (Alemania, Argentina,
Australia, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Estados Unidos, Guate-
mala, Holanda, México, Nicaragua, Perú, Portugal, Reino Unido, Suiza e Uru-
guay) y están con nosotros algunas autoridades que innovaron en política
de drogas en países como Portugal y Uruguay. Nos reunimos para repensar
las políticas de represión al comercio y al uso de drogas ilícitas, de las cuales
hemos participado a lo largo de gran parte de nuestras vidas.
Nos preocupa el bajo rendimiento de tantos años de lucha, como si estu-
viéramos condenados a girar en un círculo vicioso. Nos preocupan, aún más,
ciertas consecuencias negativas, que mucho nos han costado en recursos y
vidas. Reafirmamos la necesidad de represión rigurosa al crimen organiza-
do, al lavado de dinero y a la corrupción, pero ya no nos satisface la doctrina
de la “Guerra contra las Drogas”. Buscamos otros abordajes más eficaces y
más constructivos.
Las decisiones individuales que llevan al uso indebido de drogas resul-
tan de factores complejos, psíquicos y sociales, que envuelven a los indivi-
duos desde la infancia y que se acentúan en la adolescencia. La familia, la fe
religiosa, la escuela, la comunidad, están todas implicadas, pero en muchos
países la política actual concentra el problema en la policía y en el siste-
ma penal. Resentimos esta situación, que pone nuestra vida y la vida aje-
na, nuestra moral y la imagen de nuestras corporaciones frente a amenazas

181
182 | documentos

perversas; esta situación no es justa y no enfrenta el pro- ragua y en Perú; los programas preventivos, como DARE
blema de raíz. Una policía ciudadana, en una sociedad y PROED, importantes en la experiencia de las policías
democrática, debe servir a objetivos más inteligentes y de América Latina, y las prácticas educativas, como el
más consecuentes , inclusive a la hora de garantizar el Centro de Integración Juvenil en México. Todos los par-
cumplimiento de la ley. ticipantes de este encuentro tienen buenas prácticas a
La experiencia de las Unidades de Policía Pacifica- relatar que parten de la premisa simple de que el castigo
dora, UPP, implementada en Río de Janeiro merece la sólo no funciona. Son ejemplos que merecen ser difun-
atención de la comunidad internacional. Ésta no aban- didos, con los debidos ajustes a la realidad de cada país
dona la lucha al crimen organizado. Al contrario, crece y demuestran, en su conjunto, que nosotros los policías
sobre él, reconquista territorios y reduce la incidencia de necesitamos mejor preparación para el abordaje del con-
la violencia armada. El uso legal de la fuerza y la policía sumo de drogas.
de proximidad trabajan de manera coordinada. Por otro A pesar de las dificultades, que son muchas, compar-
lado, esta experiencia no deja todo por cuenta de la po- timos un optimismo realista de que es posible superar
licía. Al contrario, promueve inversiones sociales y eco- los maleficios creados por la llamada “Guerra contra las
nómicas, en programas de urbanización de las favelas Drogas”. En vez de luchar a sangre y fuego por la fantasía
y de integración de la ciudad. Finalmente, se abre a una de un mundo sin drogas, queremos trabajar con metas
ampliación de los servicios de salud en la comunidad, en más objetivas, por la reducción de sus efectos nocivos,
sea para el individuo o para la colectividad. Convocamos
una estrategia de reducción de los daños causados por el
a nuestros colegas de profesión, profesionales de segu-
uso de drogas lícitas e ilícitas.
ridad pública, a que se dediquen al tema con coraje y a
Sabemos que la experiencia de Río enfrenta aún gra-
que se aproximen a los demás sectores de gobierno y de
ves desafíos. Nos preocupa, por ejemplo, su sostenibi-
la sociedad que también deben ocuparse de este tema.
lidad a largo plazo, pero nos anima a considerar otros
ejemplos, como la descriminalización de las drogas en
Portugal , Holanda y Uruguay; la venta de marihuana
para fines medicinales en diecisiete Estados de los EUA; En el Día Internacional de la Paz , 21 de septiembre de 2011,
la política de reducción de daños y los modelos terapéu- firman:
ticos en países como Suiza, Alemania, Reino Unido, Cana- Alejandro Silva (Nicaragua)   Investigador de la organización
dá y Australia. Realzamos la importancia de programas Terres des Hommes.
multidisciplinarios de reinserción de jóvenes en situa- Daniel Llaury (Perú)  Creador del Módulo Especializado en Aten-
ción de riesgo y en conflicto con la ley, como en Nica- ción de Adolescentes en Estaciones, Policía Nacional el Perú.
declaración de río de janeiro | 183

Erlinda Castillo (Nicaragua)  Directora de Asuntos Juveniles Nairo Lopez Riaño (Colombia)  Jefe de la Policía Judicial del
de la Policía y del Centro Distrital de Desarrollo para Jóvenes departamento de Atlántico.
en Riesgo.
Neill Franklin (EUA)  Director Ejecutivo de Law Enforcement
Flávio Alves (Portugal)  Superintendente de la Policía de Seguri- Against Prohibition – LEAP.
dad Pública y Director del Departamento de Investigación Criminal. Nicole Turner (Australia)  Coordinadora de la Red Law Enfor-
Hans Van Duijn (Holanda)  Ex Presidente de la Unión Holan- cement and Harm Reduction LEAHRN.
desa de Policía. Orlando Zaccone (Brasil)  Delegado titular de la 18ª Estación
Hugo Ramírez (El Salvador)  Subdirector de Seguridad Públi- Policial y ex jefe de Control de Presos de la Policía Interestatal.
ca de El Salvador. Plauto Roberto (Brasil)  Coordinador do proyecto de implan-
Joaquim Pereira (Portugal)  Director de la Unidad Nacional tación del centro de recuperación para profesionales de Segu-
ridad Pública.
de Combate al Tráfico de Estupefacientes (UNCTE).
Reinaldo Correa (Brasil)  Delegado de la División de Preven-
João Goulão (Portugal) Director del Instituto de Drogas y
ción y Educación del DENARC/SP.
Toxicodependencia – IDT.
Robson Rodriguez (Brasil)  Comandante de las Unidades de
Jack Cole (EUA) Ex-Director Ejecutivo de Law Enforcement
Policía Pacificadora.
Against Prohibition (LEAP) e ex-policía infiltrado en operaciones
contra el tráfico de drogas. Roger Flury (Suiza)  Analista de drogas de la Policía Criminal
Federal da Suiza.
Jorge da Silva (Brasil)  Profesor de la Universidad del Estado
de Río de Janeiro, policía retirado de la PMERJ. Rubem Cesar (Brasil)  Director ejecutivo de Viva Rio.

Juan Sonoqui Martínez (México) Instructor DARE da Policía Rubens Rebuffo (Argentina)  Jefe de la División de Operacio-
Preventiva de Cajeme, Sonora. nes Telemáticas de la Policía de Neuquén, Argentina.

Luciene Magalhães (Brasil)  Presidente del Foro Brasileño de Sônia Dall’Igna (Brasil)  Directora de Departamento de Pre-
Seguridad Pública. vención y Educación de DENARC-RS.

Luis Mauricio Lermanda (Chile)  Jefe da Sección de Personal Tom Lloyd (Reino Unido)  Ex jefe de Policía de Kent y consul-
tor del Consorcio Internacional de Política de Drogas (IDPC).
y Logística del Departamento de Drogas de los Carabineros de
Chile. Thomas Zosel (Alemania)  Detective-Jefe de la oficina para
asuntos de drogas de Frankfurt.
Melissa Jardine (Australia) Policía retirada de la Policía de
Victoria e investigadora en reducción de daños del Nossal Ins- Wagner Coutinho (Brasil)  Policía militar de Alagoas y creador
titute. del módulo escolar sobre prevención al uso indebido de dro-
gas, Derechos Humanos y ciudadanía.
Milton Romani (Uruguay)  Embajador de Uruguay para asun-
tos internacionales en políticas de drogas política de drogas y Wilson Maldonado (Guatemala) Policía de la División de
derechos humanos. Análisis de Información Antinarcótica (DAIA).
Declaración de Principios
de la Comisión Presidencial para el
Control de Armas, Municiones
y Desarme

Las y los comisionados, integrantes de la Comisión Presidencial para el


Control de Armas, Municiones y Desarme, reconociéndonos como venezo-
lanos y venezolanas y a la vez representantes de la diversidad política, social,
cultural que constituye nuestro país; convencidos de que la violencia sólo
trae duelos, pérdidas sociales, económicas, culturales, y destrucción para
todos y todas; advirtiendo que la proliferación descontrolada de armas de
fuego entre la población sólo ha contribuido a expandir la animadversión;
una percepción antagonista del otro y el incremento de trágicas muertes y
lesiones; convencidos de la necesidad de prácticas de solidaridad y respon-
sabilidad hacia las demás personas en este período de cambios y transfor-
maciones, manifestamos reconocer la necesidad que existe en Venezuela
de unir esfuerzos, capacidades y voluntades para visibilizar, posicionar y
atender con premura el tema del control de armas, municiones y el desar-
me como condición necesaria para la construcción de paz en el país. Sólo
en un régimen de convivencia pacífica y respeto a la vida y a los derechos
humanos puede garantizarse una verdadera inclusión y real mejoría de las
condiciones de vida de todas y todos los venezolanos.
Es nuestro propósito caminar hacia una política de desarme y de con-
trol de armas y municiones, formulada a partir del diálogo entre los diver-
sos actores involucrados, la construcción del más amplio consenso social,
la participación ciudadana que permita que sus definiciones nazcan de las
necesidades e intereses del colectivo, y la investigación rigurosa sobre el
problema, sus causas y manifestaciones, que suministre datos confiables
para su concreción.

184
comisión presidencial desarme | 185

Entendiendo el control de armas, municiones y el | 4 | Reconocemos que la disposición de armas es un fac-


desarme en el marco de una Política Integral de Seguri- tor que contribuye significativamente a la inseguridad y la
dad Ciudadana, orientada a disminuir los graves niveles violencia en el país, tanto para quienes las portan, al au-
de violencia que nos agobian y recuperar espacios para mentar las probabilidades de ser víctima de la violencia,
la convivencia, asumimos los siguientes principios recto- como para el resto de la sociedad.
res en nuestra labor:
| 5 | Afirmamos que la disposición de armas en mano
| 1 | Ante todo nos solidarizamos con las víctimas y so-
de la población es un claro obstáculo para la inclusión
brevivientes de la violencia causada por las armas de
social y la superación de la desigualdad. La violencia y
fuego y las municiones, las y los familiares de quienes fa-
la inseguridad, íntimamente relacionadas con las armas,
llecieron así como las personas que quedaron lesionadas
afectan especialmente a los más pobres y vulnerables,
en diversas formas, viéndose afectadas de por vida. La
obstaculizando los esfuerzos por construir una sociedad
solidaridad se concretizará en la acción consistente y co-
más justa y solidaria.
tidiana que realizaremos a fin de contribuir a evitar más
muertes, duelos y daños. | 6 | Asumimos el compromiso de producir los insumos
necesarios, basados en evidencia científica, para dar base
| 2 | Reafirmamos  la importancia de generar procesos par-
a una política de control de armas y municiones de largo
ticipativos en la sociedad venezolana, que permitan desde
aliento, que oriente la acción del Estado y la sociedad en
un enfoque plural y democrático construir soluciones al
el tiempo y permita generar los resultados esperados por
grave problema de la violencia, especialmente lo relaciona-
la colectividad venezolana en el corto, mediano y largo
do con el uso de armas de fuego y municiones.
plazo.
| 3 | Ratificamos la importancia de que la población no
| 7 | Exhortamos a todos los actores sociales, sin distin-
esté armada y el Estado mantenga el monopolio exclusi-
ción alguna, a sumarse en la causa común de cimentar
vo e indelegable del uso legítimo de la fuerza en pro de
una cultura de paz y respeto a los derechos humanos de
garantizar los derechos humanos de toda la población.
todos y todas, aportando ideas y propuestas a la Comi-
Orientados por esta premisa promoveremos la formación
sión, impulsando iniciativas propias de diverso orden
de conciencia sobre el valor del desarme y contribuiremos
que apunten a este objetivo y asumiendo que la gene-
a desmontar las falsas creencias en cuanto a que la pose-
ración de soluciones y alternativas a la violencia es una
sión de un arma y municiones significaría mayores niveles
tarea compartida.
de seguridad o de valoración social cuando la realidad y
los estudios científicos demuestran que no es así.
186 | documentos

| 8 | Nos comprometemos a participar activamente y capacidades para implementar las recomendaciones


acompañar de manera sistemática y articulada el proce- técnicas y metodológicas acordadas, entendiendo en
so que adelanta la Asamblea Nacional con el objeto de todo momento que la tenencia de armas no constituye
elaborar un marco legal que regule el tema del control un derecho sino una excepción que otorga el Estado
de armas, municiones y desarme. Nuestra participación bajo ciertas condiciones que nunca pueden soslayar el
será basada en la consulta más amplia con la sociedad, bien común y la paz social.
poniendo por delante el interés común del colectivo y
tomando en consideración ciertas especificidades como | 12 | Una política de desarme de la ciudadanía debe ser
la relacionada con el ámbito deportivo y recreativo. acompañada con un control muy estricto de las armas
de fuego y municiones de uso exclusivo y custodia por
| 9 | El objetivo esencial es lograr condiciones efectivas parte de los cuerpos de seguridad del Estado, tal como lo
para el BUEN VIVIR del pueblo venezolano, amparadas en establece el marco constitucional, así como de aquellos
el absoluto respeto a los derechos humanos para impedir organismos que las producen, para  aumentar la credi-
el ingreso de armas de fuego en ambientes escolares, co- bilidad y confianza de los ciudadanos en las institucio-
munitarios, establecimientos penitenciarios y en general nes públicas. Por ello atenderemos con especial énfasis
en los espacios esenciales para la vida humana que hoy se este aspecto en la agenda de trabajo de la Comisión.
ven afectados por la presencia de la armas.
| 13 | Finalmente expresamos nuestro mayor y más deci-
| 10 | Asumimos la transparencia como principio fun- dido compromiso con el Pueblo venezolano, expresado
damental de trabajo y por tanto como tarea de máxima en el hecho de que la labor de esta comisión será reflejo
relevancia la difusión  de información oportuna sobre de la voluntad mayoritaria de los venezolanos y venezo-
las labores de la Comisión. De igual forma entendemos lanas que desean vivir en paz y aprendiendo a resolver
como prioritaria la promoción del desarme y sensibiliza- los conflictos por vías no violentas como compete a una
ción de las personas a través de una campaña de amplio sociedad democrática y guiada por valores éticos univer-
espectro nacional, invitando a los medios de comunica- sales.
ción a jugar un papel de primer orden en la gran campa-
Aprobada en la sesión del 29 de junio de 2011.
ña por la paz y el desarme.

| 11 | Nos comprometemos a asumir nuestro fundamen-


tal papel en el control de las armas de fuego y las mu-
niciones y asimismo contribuiremos con todas nuestras
Catia: Pura Vida, ¡Parroquia!
Manifiesto por la Convivencia Solidaria
y el Derecho a la Seguridad Ciudadana en la parroquia Sucre

Nosotras y nosotros, pobladores/as de la parroquia Sucre, gentes de or-


ganizaciones comunitarias populares, movimientos sociales y políticos e
instituciones públicas que hacemos vida en Catia, decidimos encontrarnos
para compartir preocupaciones y trabajar a favor de una convivencia pacífi-
ca, segura, solidaria y libertaria, a través del fortalecimiento de la organiza-
ción y movilización popular. En esa diseerección manifestamos lo siguiente:

¿CUÁL ES LA
SITUACIÓN
QUE
DESEAMOS
TRANSFORMAR?

| 1 | En Catia, en donde todos los días ocurren muchas cosas buenas; como
el crecimiento de las luchas populares, las ganas que le pone la gente por
mejorar su barrio, estudiar, trabajar y hacer patria libre, solidaria e igualita-
ria; también ocurren otras que son negativas. En Catia, tenemos homicidios,
robos, peleas con heridos, tiroteos, grupos armados que venden drogas ile-
gales y controlan zonas del barrio, accidentes de tránsito, violencia contra
las mujeres, las/os niñas/os y jóvenes, entre otros problemas.

| 2 | Como consecuencia de esa violencia, nos vamos acostumbrando al mal-


trato, existen espacios del barrio que no usamos, nos guardamos más tem-
prano en nuestras casas, se nos dificultan las reuniones de la organización
popular, sentimos temor en algunas zonas o dejamos de comunicarnos con

187
188 | documentos

algunos miembros de la comunidad o la familia. Esa es la ¿CUÁLES SON


situación que rechazamos y que deseamos transformar. LAS CAUSAS DE
LA VIOLENCIA
¿QUÉ QUEREMOS Y LA INSEGURIDAD?
LOGRAR EN NUESTRA
PARROQUIA? | 5 | Son muchas las causas de la violencia y la inseguri-
dad. Entre otras, podemos mencionar las siguientes:
| 3 | El socialismo es la búsqueda de la igualdad, la jus-
ticia, la solidaridad, la vida digna y el autogobierno. En
»» El empobrecimiento, la exclusión y la desigualdad,
combinada con el consumismo, que nos impone el
esa dirección, nosotras y nosotros queremos, en nues-
capitalismo y que hace que la gente piense que vale
tra Parroquia, construir un disfrute igualitario de todos
por lo que tiene y no por lo que es.
nuestros derechos, incluyendo el derecho a la seguridad
ciudadana. »» El desempleo, en particular el desempleo juvenil y el
de nuestras mujeres, que las/os excluye del acceso a
| 4 | El derecho a la seguridad ciudadana incluye el de- recursos económicos.
recho a caminar por nuestras calles, avenidas, escaleras
y callejones, libres del temor a la violencia; a convivir
»» Que nuestras/os chamos/as no vayan al liceo o a la
universidad o que sientan que ahí no aprenden para
pacífica y solidariamente con nuestras/os vecinas/os; a
la vida que desean vivir; que su voz no sea tomada en
jugar, a bailar, a conversar, a hacer deporte y cultura en
cuenta en sus comunidades, familias o en las institu-
los espacios del barrio; a movernos tranquilas/os para
ciones.
nuestros trabajos o lugares de estudio, al mercado o la
bodega; a organizarnos y movilizarnos por nuestros de- »» El machismo y la violencia que ocurre dentro y fuera
rechos, transformando las injusticias y asumiendo nues- del hogar, contra la mujer y los/as niños/as.
tro protagonismo; a sentirnos y estar seguras/os, dentro
»» La facilidad de conseguir armas de fuego y balas, así
y fuera de nuestras casas. Lograr esto para todas y todos,
como las ganas de muchos de armarse, porque creen
en la Parroquia Sucre, es nuestro objetivo.
que estarán más seguros. Los lugares de distribución
de drogas y que sean las bandas quienes controlan
el territorio del barrio y no la comunidad organizada.
La presencia de negocios ilegales como la venta de
celulares robados o repuestos para motos, también,
robadas.
catia, pura vida ¡parroquia! | 189

»» La falta de alumbrados y los matorrales que facilitan comunicación que andan mostrando que la gente vale
los atracos. por su ropa, carros, motos o dinero. Eso se hace en otro
lado y quienes ganan dinero con ello, viven en lugares
»» La gran cantidad de licorerías (legales e ilegales) y el
“seguros” de la ciudad.
modo irracional como consumimos alcohol.

»» La falta de espacios para reunirnos, para hacer depor-


tes, para jugar, para divertirnos, para hacer prácticas
¿Cómo
culturales.
avanzamos
en la
»» La corrupción de los cuerpos de seguridad y las malas transformación
prácticas policiales. del problema?
»» La falta de sanción a los responsables de la violencia
(la impunidad) | 7 | Estamos claras/os que el problema de la inseguridad
no se resuelve, solamente, con más y mejores policías.
»» La corrupción judicial y carcelaria.
Por supuesto que los/as necesitamos (patrullando, inves-
»» La falta de planes para recibir a nuestra gente cuando tigando, en el servicio de policía comunal y rindiéndole
sale de los centros penitenciarios y que tengan posi- cuentas al pueblo organizado), sobre todo a la Policía
bilidades de trabajo, estudio y de apoyo de la comu- Nacional Bolivariana y a las policías que se monten en
nidad y el Estado para que se reintegren. el nuevo modelo policial. Pero la policía no actúa sobre
todas las causas del delito, así que es necesaria, pero no
»» La falta de coordinación de las instituciones del Esta-
suficiente para resolver el problema de la inseguridad.
do para que trabajen en favor de los derechos de la
población, entre otras.
| 8 | Estamos convencidas/os de que para resolver el pro-
»» La falta de coordinación de las instituciones del Esta- blema debemos transformar todas sus causas (políticas,
do para que trabajen en favor de los derechos de la económicas, sociales, institucionales, culturales). Y eso
población, entre otras. implica más que el trabajo policial. Debemos prevenir, a
través de proyectos específicos, en nuestras comunida-
| 6 | La mayoría de estas causas se generan fuera de nues-
des, ¿atacando cada una de las causas que señalamos
tra Parroquia. En Catia, por ejemplo, NO fabricamos las
arriba y otras que debemos identificar.
armas o las balas con las que matan y mueren algunos
de nuestros muchachos, tampoco el alcohol o las drogas
que aquí se venden y consumen, ni tenemos medios de
190 | documentos

| 9 | Nosotras/os queremos manifestar, públicamente, | 10 | Por esta vía, estamos convencidas/os de que cons-
nuestro compromiso de trabajar juntas/os, en nuestras truiremos una Catia que le gane a la muerte y la violencia,
comunidades y otros espacios, en una coalición que con- a los tiros y al miedo, al consumismo capitalista y el indi-
tribuya a la transformación de todas las causas que ge- vidualismo, una Catia solidaria, segura, socialista, agrada-
neran la violencia y la inseguridad en la Parroquia Sucre, ble para vivir, en donde se potencie todo lo bueno que
a través del fortalecimiento de la organización y el pro- tenemos hoy. Una Catia llena de Pura Vida ¡Parroquia!
tagonismo popular y de la promoción de articulaciones
entre las instituciones del Estado responsables de garan-
tizar los derechos de la población. Catia, agosto 2011
Revista ComUNES, Revista de seguridad ciudadana y pensamiento crítico,
número uno, de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad,
se terminó de imprimir el mes de mayo de dos mil doce,
y consta de dos mil ejemplares.

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