Está en la página 1de 13

ORIGEN DE LA CRISIS INTERNACIONAL DE E.E.U.U.

La primera crisis económica de E.E.U.U. comenzó en 1929 podría ser usada


para la crisis actual. Las semejanzas, de hecho, saltan a la vista: los bancos,
así como en la crisis de 1929, empezaron a rechazar pedidos de préstamos
que tengan casas como garantía (en lugar de acciones como en 1929), y con
esto muchos tuvieron que vender sus casas para pagar hipotecas que no
podían pagar. Con las casas cayendo de precio estalló la "burbuja inmobiliaria"
en un corto lapso de tiempo. Pero The Economist tranquilizó a sus lectores:
entre 1929 y 1933, el PBI americano cayó más de un cuarto, lo que hoy estaría
descartado; el desempleo llegó en la década de 1930 hasta el 25% (con
muchos de los empleados trabajando en tiempo parcial y recibiendo un salario
también parcial) y, según el autor de la nota, hoy el desempleo podría llegar
como máximo sólo al 10%. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, aunque
el desempleo no fue extinguido, y persistió una cifra de más de ocho millones
de desempleados en 1940.

La crisis financiera El día 15 de septiembre de 2008, Lehman Brothers se


declara en quiebra. Una empresa de más de 150 años de antigüedad anuncia
su bancarrota. Una empresa de más de 25.000 empleados, presente en todo el
mundo y con activos con valor de 600.000 millones de dólares se declara
insolvente. Rápidamente se produjo el contagio a las demás entidades
financieras. El colapso estaba siendo sistémico y muchas empresas de
magnitudes bíblicas empezaban a derrumbarse. Así hubiese ocurrido con otra
empresa gigantesca como la aseguradora AIG de no haber sido rescatada por
la Reserva Federal con un préstamo de 85.000 millones. El presidente, George
W. Bush11, actuó rápidamente y firmó una ley que establecía un programa
mediante el cual autorizaba al Tesoro comprar hasta 700.000 millones de
títulos de activos problemáticos (conocido como TARP12 en ingles por sus
iniciales). A pesar de que se actuó con celeridad en la economía
norteamericana, los efectos se hicieron visibles en cuestión de meses. El
desempleo, que se encontraba por debajo del 6% aumentó de manera
progresiva hasta superar el 10% en octubre 2009. Pero esto no fue más que el
comienzo del desastre que se avecinaba. Un año después, en el continente
europeo, Grecia se declaraba en crisis. En octubre de 2009, se celebraron las
elecciones generales helenas y el nuevo ministro de Finanzas anunció lo que
algunos sospechaban. El déficit presupuestario que el anterior gobierno
declaraba que había, era una cantidad totalmente errónea. El déficit real era del
12,7% en lugar del 6,7% anunciado. Parte de esa cantidad podía deberse a la
crisis de las hipotecas subprime proveniente del caos estadounidense pero no
era ni mucho menos la causa principal. El verdadero motivo de este desajuste
fue debido a que el gobierno anterior aumentó el gasto público y redujo los
impuestos con el objetivo de poder atraer una mayor cantidad votante hacia su
partido (también influyó la decisión de organizar los Juegos Olímpicos de 2004,
los cuales fueron una ruina total en el ámbito económico). Cuando las primeras
alertas saltaron, los acreedores empezaron a dudar de la capacidad del
gobierno heleno de pagar sus deudas. La calificación crediticia del país cayó
hasta el nivel más bajo de entre los países de Europa. Todo esto hizo que
Grecia tuviera que incrementar los tipos de interés para tratar de atraer a unos
inversores ya de por sí muy precavidos. El interés en el año 2009 de un bono a
diez años se situaba entre el 4% y 6%. En 2010 superó el 10% y en
determinados periodos de 2012 llegó a alcanzar el 35%. Esto contrastaba con
la “tranquilidad” que vivían los inversores alemanes, ya que el bono de este
país se mantuvo todo el rato cercano al 3,5%. En definitiva, Grecia estaba en
crisis. Y necesitaba solución. Acudió al Fondo Monetario Internacional y a la
Unión Europea en busca de solución. No solamente actuaron para salvar a una
inoperante Grecia sino también por el miedo al contagio. Ante este temor, le
concedieron un préstamo de 100.000 millones de euros pero con unas
condiciones severas. El gasto público debía reducirse drásticamente, miles de
funcionarios fueron despedidos, las empresas públicas debían privatizarse y se
recortarían las subvenciones. Los resultados de todos esos ajustes fueron
dolorosos para los habitantes griegos. La economía se contrajo. En 2012 la
tasa de paro alcanzó el 25%. La situación política se volvió inestable. En las
elecciones parlamentarias celebradas en 2012 ningún partido obtuvo escaños
suficientes para formar gobierno. Se volvió a llamar a las urnas, ante unos
griegos cada vez furiosos. El gasto por celebrar otras nuevas elecciones no
hacía más que perjudicar la situación. Nuevos partidos como la ultraderecha
consiguieron por primera vez escaños. Y aún hoy en día se sigue notando el
caos que reina en la península griega.

Las miradas rápidamente se centraron en otros países, casualmente (o no)


latinos. El término P.I.G.S. utilizado en el mundo anglosajón de forma
peyorativa, identifica claramente los países que tienen déficit público o una
balanza de pagos negativa. Entre esos países se encuentra la ya mencionada
Grecia, y se le suman Portugal, España e Italia. Pero otras naciones como el
chipriota o Irlanda también estaban sumidas en problemas. El caso de España
e Irlanda fue similar a la de Estados Unidos. Durante años, el sector
inmobiliario creció hasta alcanzar unos niveles excesivos. Ante el incremento
de precios de las viviendas, los créditos que dotaban los bancos aumentaban
hasta que la burbuja explotó. Al final, resultaba que los propietarios poseían
hipotecas con mayores deudas que el valor propio de la vivienda. Irlanda tuvo
que pedir un rescate formal a las máximas autoridades Europeas y al gobierno
británico. España por su parte, recibió una ayuda tras firmar el Memorando de
Entendimiento. En este acuerdo firmado por España y la Comisión Europea y
con la supervisión del Mecanismo Europeo de Estabilidad, se concedió un
préstamo de 100.000 millones de euros del que finalmente España utilizó 41
mil millones. A cambio, la Comisión Europea requería ciertos cambios en
determinados puntos. Entre ellos, se encuentra la creación de una entidad
gestora de activos tóxicos, el SAREB. Esta compañía, sin ninguna capacidad
de otorgar financiación, gestionaría los activos más dañinos que poseían los
bancos afectados por la crisis. El objetivo de este SAREB, es vender dichos
activos diversificando y reduciendo el riesgo al máximo posible en un periodo
de 15 años. Por otra parte, el caso de Portugal e Italia fue distinto. Durante
años su economía creció lentamente, pero tanto la deuda pública como privada
que acumulaban se iba aumentando a mayor velocidad. Los inversores no
veían la forma en que iban a pagar esta deuda con lo que empezaron a dudar
de la sostenibilidad de los países. Así fue, como poco a poco distintos países
fueron sumergiéndose en un mar de deuda y rescates.

El exceso de crédito que se ha mencionado no debería ser un problema


siempre y cuando se pagase al acreedor. El problema surge cuando el pagador
es incapaz de acometer sus deudas. Y es que las deudas del país
norteamericano tienen décadas de historia. Al final de la Segunda Guerra
Mundial la administración federal de EEUU era la entidad con mayor deuda del
país. Concretamente poseía el 71 por ciento de toda la deuda norteamericana.
En segundo lugar estaban las sociedades anónimas, con un 13 por ciento y en
el tercero las viviendas con un 8%. El sector financiero únicamente
representaba el 1 por ciento de la deuda de todo el país. Pero esta proporción
revertió a lo largo de los años. En 2007, la deuda de la administración federal
se vio reducida a un 10 por ciento. Es el cambio más significativo, pero para
nada sorprendente. Después de la guerra la economía conoció un auge
importante en la escala productiva, y ante situaciones de paz y gasto reducido
la deuda disminuyó. Por su parte, la deuda de las sociedades anónimas se
mantiene igual, a un 13 por ciento. Los cambios más considerables se
produjeron en el sector de la vivienda y sector financiero. En el primer caso, la
deuda aumento un 20 por ciento hasta alcanzar el 28 por ciento. El sector
financiero, se convirtió en el mayor deudor del país alcanzando una cuota del
32% (Ver Tabla 5).

Tabla 5: Distribución de la deuda total del mercado de crédito. Fuente: (Duncan


and Rabasco, 2013).

DTMC mm $ porcentaje del total 355 50.043

Administración federal 71 % 10 %

Sector de los hogares 8% 28 %

Sector de las sociedades anónimas 13 % 13 %

Empresas no constituidas en sociedades anónima 1% 7%

Sector financiero que comprende: 1% 32 %

Bancos comerciales 0% 3%

GSE y carteras hipotecarias garantizadas por GSE 0% 15 %

Emisores de bonos de totalización de activos 0% 9%

Varios 6% 10 %

100 % 100 %
LAS RESERVAS Y EFECTIVO DE LOS BANCOS COMERCIALES EN 1945
Rondaban los 18.000 millones de dólares, lo que suponían un 12 por ciento de
su activo total. En 2007, incrementó esta cantidad hasta los 73.200 millones, 4
veces más. Pero los activos de los bancos se multiplicaron hasta 82 veces en
comparación con la mitad del siglo XX. Una proporción muy desigual. Además,
como se aprecia en el Gráfico 1, la cantidad de reservas que poseían los
bancos en la Reserva Federal, incrementaron únicamente en 2.000 millones
desde 1945 hasta 2007, una cantidad ínfima. Todos estos cambios conllevaron
a que a principios del año 2000, el crédito en el mundo entero fuera
insostenible. La estructura de la economía estadounidense cambió
radicalmente. El centro de la actividad económica del país pasó de ser de la
producción de bienes a la prestación de servicios y finalmente a la
especulación. La especulación finalmente hizo romper la cadena.

Se conoce a la crisis económica mundial que comenzó en el año 2008, y fue


originada en los Estados Unidos.

LAS PRINCIPALES CAUSAS DE LA CRISIS

 se encuentran los fallos en la regulación económica,

 la gran cantidad de delitos cometidos por los bancos,

 la sobrevalorización de productos

 crisis alimentaria mundial y energética, y la amenaza de una recesión en


todo el mundo, así como una crisis crediticia-hipotecaria y de confianza
en los mercados.

Aunque se considera que la crisis surgió en 2008, especialmente tras la caída


del banco estadounidense Lehman Brothers, los primeros síntomas
aparecieron en agosto de 2007 con la quiebra de varios bancos menores de
inversión provocando la crisis que ha sido señalada por muchos especialistas
internacionales como la «crisis de los países desarrollados», ya que sus
consecuencias se observan fundamentalmente en los países más ricos del
mundo. Con la caída de los bancos estadounidenses de inversión debido a
la crisis de las hipotecas subprime, que representaba un alto porcentaje de su
inversión, las bolsas y mercados de valores se derrumbaron y provocaron
la crisis financiera de 2008 en todo el mundo.

Posteriormente, debido a que los gobiernos tuvieron que realizar


numerosos rescates financieros para salvar a empresas financieras y no
financieras de una probable quiebra, la crisis acabó convirtiéndose también
en crisis de deudas en diferentes países, especialmente en los de la eurozona.
Debido a la gran cantidad de dinero asignado a los rescates financieros y a la
fuerte caída generalizada de los ingresos en la recaudación fiscal, algunos
gobiernos realizaron programas de austeridad económica que implicaban
fuertes recortes sociales provocando contestaciones sociales y un aumento de
la pobreza generalizada en gran cantidad de países del mundo.

ANTECEDENTES: ELEVADOS PRECIOS DE LAS MATERIAS PRIMAS

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, EEUU apostó por la


desregulación de los mercados, las bajadas de impuestos y de tipos de interés
y la expansión del crédito provocando una burbuja inmobiliaria en las
denominadas hipotecas suprime. A eso había que sumar los gastos
multimillonarios en la guerra de Afganistán y la guerra de Irak que pudieron
costar desde 2 millones de dólares hasta 6 millones en total.

La década de los años 2000 fue testigo del incremento de los precios de las
materias primas tras su abaratamiento en el período 1980-2000. Pero en 2008,
el incremento de los precios de estas materias primas —particularmente,
del precio del petróleo y de la comida— aumentó tanto que comenzó a causar
verdaderos daños económicos, amenazando con problemas sociales en los
países que se encuentran en vías de desarrollo, la estanflación y el
estancamiento de la globalización

Aunque es difícil poner una fecha de inicio a una crisis económica porque suele
ser consecuencia de varios factores que no tienen por qué darse a la vez, se
podría decir que la crisis se inició a principios de agosto de 2007 cuando
quebró la primera "víctima": el banco de inversión estadounidense American
Home Mortgage.Esta quiebra provocó turbulencias en los mercados financieros
de todo el mundo e hizo intervenir a bancos centrales y gobiernos. Así se
consideraba años después416
En enero de 2008, el precio del petróleo superó los US$ 100/barril por primera
vez en su historia

Alcanzó los US$ 147/barril en julio debido a fenómenos especulativos de alta


volatilidad que condujeron a un fuerte descenso durante el mes de agosto.

Otro tanto sucedió con uno de los principales metales industriales, el cobre,
que venía experimentando un vertiginoso aumento en
su cotización desde 2003, principalmente por la cada vez mayor demanda de
las nuevas potencias emergentes, como China e India, sumada a otros factores
como inventarios decrecientes y conflictividad laboral en las minas cupríferas
de Chile, el primer país exportador a nivel mundial del mineral.
En enero de 2008, la cotización del cobre en la Bolsa de Metales de
Londres (LME) superó por primera vez en su historia los US$ 8.000 la tonelada.
A principios del mes de julio alcanzó US$ 8.940 la tonelada, récord absoluto
desde que se tienen registros de su cotización en la LME, a partir de 1979.
Este valor a niveles históricos fue un 272,5% mayor que el
antiguo récord absoluto de US$ 3.280 la tonelada registrado el 24 de
enero de 1989 sin ajuste por inflación

Luego de este máximo y en línea con la conducta del petróleo,


la cotización del cobre registró una abrupta caída de más del 50% desde
el récord de julio (a octubre de 2008) en un marco de volatilidad nunca antes
visto.

Materiales esenciales en la producción, como el ácido sulfúrico y la sosa


cáustica vieron también incrementados sus precios hasta un 600%.

La crisis del petróleo y de los alimentos fue objeto de debate en la 34. Cumbre
del G8.

EXTENSIÓN DE LA CRISIS

La crisis se extendió rápidamente por los países desarrollados de todo el


mundo. Japón, por ejemplo, sufrió una contracción del -0,6% en el segundo
trimestre de 2008. Australia y Nueva Zelanda también sufrieron contracciones.
Cabe destacar que es cada vez mayor la preocupación sobre el futuro de los
países con economías pujantes y emergentes, tal como lo es la incertidumbre
respecto a países tales como China e India en
Asia; Argentina, Brasil y México en América y Sudáfrica en el continente
africano, cada uno de ellos líderes en sus regiones y, también afectados por la
crisis económica.

En el primer trimestre de 2009, los índices bursátiles de las bolsas de Estados


Unidos y Europa fueron superadas por las de países emergentes como China y
Brasil. Brasil y Rusia aumentaron sus índices un 9% en moneda local; el índice
de India pasó a ser positivo y el índice compuesto de Shanghái, en China,
aumentó un 30%, lo cual se justificó por la fortaleza y estabilización de los
sectores financieros de dichos mercados y por la búsqueda de inversiones de
riesgo. Una cronología de eventos que testimonian la extensión es la siguiente:

 Los flujos bajaron de US$ 1,2 billones (2007) a US$ 707.000 millones
(2008).
 En abril de 2009 se informa de que como consecuencia de la crisis y el
desempleo, el mundo árabe debe considerarse una «bomba de tiempo».
Asimismo, se informa que Egipto temía por el regreso de 500.000
trabajadores de países del Golfo.
 En marzo de 2009 se informó que, a raíz de la crisis, el mundo árabe perdió
3 000 millones de dólares.
 A raíz de la crisis el Banco Mundial preveía un año duro en 2009 en
muchos países árabes. El deterioro de las condiciones económicas
favoreció el surgimiento de movimientos de protesta masivos en el Norte de
África y Oriente Medio, particularmente en Túnez, Libia, Egipto y Siria. En
los tres primeros se derrocó a los gobiernos autocráticos aliados
tradicionales de occidente.
 En mayo de 2009 Naciones Unidas informa de una caída de la inversión
extranjera en oriente próximo.
 En septiembre de 2009 se informa que los bancos árabes han perdido casi
$ 4 000 millones desde el inicio de la crisis financiera mundial.

INFLACIÓN GLOBAL, DEFLACIÓN GLOBAL

En febrero de 2008, Reuters informó que la inflación había subido a niveles


históricos por todo el mundo. A mediados de 2008, los datos del FMI indicaban
que la inflación se hallaba en máximos en los países exportadores de petróleo,
debido al aumento de las reservas de divisas extranjeras. Y también en
muchos países subdesarrollados.

La inflación también aumentaba en los países desarrollados,pero mucho


menos y subiendo casi exclusivamente por el precio de productos importados.
Los tipos de interés en la zona euro y en USA siguieron relativamente bajos.

Para 2009 el problema era el inverso: el panorama económico apuntaba a


la deflación, lo que, por ejemplo, llevó a la FED a situar el tipo de interés en
prácticamente el 0% En 2011 la Organización Internacional del Trabajo señaló
que se alcanzó un máximo histórico de desempleados, con 205 millones en
todo el mundo.

GUERRA DE DIVISAS Y GUERRA COMERCIAL

En octubre de 2010 aparecen señales claras de una posible guerra de


divisas (dólar, euro, yen y yuan). Los países rebajarían la cotización de sus
monedas en busca de ventajas competitivas -para facilitar la exportación- que
ayuden a salir de la crisis, pero, si se produce una guerra de divisas y un
círculo de rebajas se acentuaría el enfrentamiento comercial llegándose a
una guerra comercial que acentuaría y retrasaría inevitablemente la
recuperación. Precisamente también hubo una comercial durante la Gran
Depresión, iniciada por Estados Unidos y Gran Bretaña. En esta ocasión los
ojos se dirigen a China quien es acusada por Estados Unidos, en particular, de
maniobrar para mantener artificialmente bajo el yuan. Para Immanuel
Wallerstein la pérdida de peso del dólar es real y puede producirse una caída
repentina que genere un caos extraordinario o una caída suave que vaya
sustituyendo el dólar como moneda de referencia, si bien esta posibilidad es
muy improbable, en tanto a los EE. UU. no les interese.

CRISIS DE ESTADOS UNIDOS

Estados Unidos en 2008 sufría una grave crisis crediticia e hipotecaria, la que
afectó a la fuerte burbuja inmobiliaria que venía padeciendo, así como un valor
del dólar anormalmente bajo. Como bien señala George Soros en su libro «El
nuevo paradigma de los mercados financieros» (Taurus 2008) «El estallido de
la crisis económica de 2008 puede fijarse oficialmente en agosto de 2007
cuando los Bancos centrales tuvieron que intervenir para proporcionar liquidez
al sistema bancario». Tras varios meses de debilidad y pérdida de empleos, el
fenómeno colapsó entre 2007 y 2008, causando la quiebra de medio centenar
de bancos y entidades financieras. Este colapso arrastró a los valores
bursátiles y a la capacidad de consumo y ahorro de la población

QUIEBRA DE LEHMAN BROTHERS


Artículo principal: Quiebra del Lehman Brothers

En septiembre de 2008, los problemas se agravaron con la bancarrota de


diversas entidades financieras relacionadas con el mercado de las hipotecas
inmobiliarias. El 15 de septiembre de ese año el banco de inversión Lehman
Brothers se declaró en quiebra haciendo que los mercados financieros bajaran
drásticamente y que consecuentemente colapsara AIG, una de las mayores
aseguradoras del mundo, junto con las compañías hipotecarias Fannie
Mae y Freddie Mac, produciendo gran agitación en Wall Street. El mismo día
de la caída de Lehman Brothers y de AIG, las acciones de la bolsa de Nueva
York tuvieron el mayor desplome histórico en un solo día, dando así comienzo
a una recesión que sería global y que costaría millones de dólares, ahorros
personales, trabajos, casas y dejaría 50 millones de personas más debajo de la
línea de la pobreza. El gobierno estadounidense intervino inyectando cientos
de miles de millones de dólares para salvar algunas de estas entidades.

En un informe del libro beige, se mostró que la recesión se profundizó más en


abril aunque algunos sectores tenían señales de estar estabilizándose. El 18 de
abril, la FED anunció que compraría US$ 300.000 millones en valores del
Tesoro; además compraría US$ 1,25 billones en activos respaldados por
hipotecas.

En verano de 2011 la crisis sacudiría a la deuda soberana del país, llevando a


la crisis del techo de deuda.

CRISIS EN AMERICA LATINA

La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner en su primer discurso


en la 63. Asamblea General de la ONU denominó a dicha crisis como Efecto
Jazz, dado que el origen de la crisis fue el centro de Estados Unidos y se
expandió hacia el resto del mundo, en clara contraposición a crisis anteriores
que se originaban en países emergentes y se expandían hacia el centro, como
fueron el efecto Tequila, efecto Caipirinha y el efecto Arroz.

Estados Unidos es la mayor economía a nivel mundial, por sobre China. La


economía creció 2.9% en 2018, una mejoría desde el 2.2% en 2017, y se
espera que crezca en un 2.5% y en un 1.8% en 2019 y 2020, de acuerdo
al FMI. Coface también calculó un crecimiento de un 2.9% del PIB en 2018 y
estima una crecimiento de 2.3% del PIB en 2019 mientras recalca las reformas
a los impuestos del presidente Donald Trump (el cual recorta la tasa de
impuesto a las empresa de un 35% a un 21%).

El déficit fiscal de Estados Unidos se mantuvo en -5.1% durante el 2018 y las


estimaciones del FIM proyecta que esta tendencia continúe (-5.6% y -5.5% en
los próximos años). El Coface es más pesimista, y calcula en un 5.8% el déficit
fiscal en 2018 y esperan un déficit de -6.1% en el presupuesto en 2019. El FIM
también observa que la deuda pública creció a un 106.1% del PIB en 2018 y
proyecta que ésta crezca a un 107.8% y 110% del PIB en 2019 y 2020,
respectivamente. De acuerdo al FIM, la tasa de inflación se mantuvo constante
en un 2.4% durante el 2018 y se espera que disminuya a 2.1% y 2.3% en los
próximos años. La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos calculó
una tasa de inflación promedio menor, 2.44%, en 2018. Los impuestos
aduaneros sobre varios productos, incluyendo acero y aluminio, dependerán
del crecimiento de 2019. Otros factores de riesgo incluyen una menor inversión
empresarial, crédito más caro debido al ajuste de la política monetaria de la
FED, exportaciones menos competitivas y, el aumento en el gasto militar (un
aumento de 80 mil millones de USD equivalente al 0.4% del PIB). Se espera
que los altos precios del petróleo conduzcan el sector de la energía. El control
de los Demócratas sobre la Cámara de Representantes luego de las elecciones
de mediados de 2018, las que costaron sus puestos a 40 Republicanos,
significa que los futuros planes de reforma enfrentarán una fuerte oposición
(Business Insider). La Reserva Federal también lucha por aumentar sus
incrementos de tasas sin tener una reacción fuerte (y negativa) del mercado de
valores. Además, el bloqueo del gobierno de cinco semanas de Trump, a la
inmigración ilegal costó al país 11 mil millones de USD debido a la pérdida de
producción de los trabajadores federales, gastos atrasados del gobierno, y a la
demanda reducida (Forbes). La investigación del FBI sobre los vínculos con
Rusia ha estado en curso desde 2016.

La tasa de desempleo bajó de un 4.4% a un 3.8% en 2018; El FIM espera que


esta tendencia a la baja continúe en 2019 y 2020. (3.5% y 3.4%,
respectivamente). Sin Embargo, si se toma en cuenta a los trabajadores
desanimados que han dejado el mercado laboral y a aquellos que han tomado
trabajos de medio tiempo, el desempleo real, salta al 8,1% (enero de
2019; Oficina de Estadísiticas Laborales). Los problemas que aun están en
curso y que aún se deben afrontar en Estados Unidos, incluyen, una
polarización y radicalización ideológica, una desigualdad social y económica en
constate aumento desde la década de los 80’, una alta deuda familiar (131%
del ingreso bruto disponible), una baja tasa de fertilidad, una infraestructura
anticuada y el debate sobre el control de armas seguido por las balaceras
sobre las masas en 2018 (Coface)

Indicadores de
2016 2017 2018 (e) 2019 (e) 2020 (e)
crecimiento
Indicadores de
2016 2017 2018 (e) 2019 (e) 2020 (e)
crecimiento

PIB (miles de millones de 18.707,15 19.485,40e 20.513,00 21.482,41 22.289,31


USD)

PIB (crecimiento anual en %, 1,6 2,2e 2,9 2,5 1,8


precio constante)

PIB per cápita (USD) 57.815 59.792e 62.518 65.062 67.082

Saldo de la hacienda -3,9 -4,0 -5,1 -5,6 -5,5


pública (en % del PIB)

Endeudamiento del 106,8 105,2 106,1 107,8 110,0


Estado (en % del PIB)

Tasa de inflación (%) 1,3 2,1 2,4 2,1 2,3

Tasa de paro (% de la 4,9 4,4 3,8 3,5 3,4


población activa)

Balanza de transacciones -432,87 -449,14e -515,75 -652,13 -709,42


corrientes (miles de millones
de USD)

Balanza de transacciones -2,3 -2,3e -2,5 -3,0 -3,2


corrientes (en % del PIB)

Repartición de la actividad
Agricultura Industria Servicios
económica por sector

Empleo por sector (en % del empleo 1,6 18,8 79,4


total)

Valor añadido (en % del PIB) 1,0 18,9 77,0

Valor añadido (crecimiento anual en %) 11,3 0,1 1,7

También podría gustarte