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“CUIDANDO-TE”

HERRAMIENTA PEDAGÓGICA PARA EL FORTALECIMIENTO DEL


AUTOCUIDADO EMOCIONAL EN MUJERES CUIDADORAS

JENNIFER BUITRAGO LÓPEZ


JOHANNA ALEXANDRA HERNÁNDEZ CORTÉS

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS


FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
ESPECIALIZACIÓN EN DESARROLLO HUMANO CON ÉNFASIS EN PROCESOS
AFECTIVOS Y CREATIVIDAD
BOGOTÁ D.C.
2018
“CUIDANDO-TE”
HERRAMIENTA PEDAGÓGICA PARA EL FORTALECIMIENTO DEL
AUTOCUIDADO EMOCIONAL EN MUJERES CUIDADORAS

JENNIFER BUITRAGO LÓPEZ


JOHANNA ALEXANDRA HERNÁNDEZ CORTÉS

Trabajo de grado para optar al Título de Especialista en Desarrollo Humano con énfasis
en Procesos Afectivos y Creatividad

Asesora
MARIA ARACELLY QUIÑONES RODRÍGUEZ
Ph.D. Creatividad Aplicada

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS


FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
ESPECIALIZACION EN DESARROLLO HUMANO CON ENFASIS EN PROCESOS
AFECTIVOS Y CREATIVIDAD
BOGOTÁ D.C.
2018

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Nota de Aceptación

_________________________________

_________________________________

_________________________________

_________________________________
Jurado

_________________________________
Jurado

Bogotá D.C_________________________

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Agradecimientos

A las mujeres que participan en la Modalidad Familiar Gestando Futuro Territorio 2,


por permitirnos acercarnos, dialogar y reflexionar acerca de los retos del ser mujer.

Al equipo profesional por abrirnos las puertas del programa y los espacios del mismo,
para el desarrollo de las diferentes actividades.

A la Asociación Profesionales de Colombia, por permitirme tan maravillosa


experiencia de trabajar con mujeres en los diferentes roles dentro de la Modalidad.

A las mujeres rebeldes, que luchan por cumplir sus objetivos, por esas mujeres que no
se rinden y por las cuales la lucha feminista sigue en píe.

A las mujeres que sembraron espíritu de libertad en nuestro ser, a esas mujeres que nos
dieron alas para volar, a esas mujeres que desde las prácticas de cuidado han hecho
revolución. Gracias mamás y abuelas.

4
La Universidad Distrital Francisco José de Caldas no se hará responsable de las ideas
expuestas por los graduandos.

Art. 117 del reglamento estudiantil

5
RESUMEN ANALÍTICO ESPECIALIZADO

TITULO: “CUIDANDO-TE” Herramienta pedagógica para el fortalecimiento del


autocuidado emocional en mujeres cuidadoras.
AUTORES: Jennifer Buitrago López, Johanna Alexandra Hernández Cortés
FECHA: 2 abril 2018
ACCESO AL DOCUMENTO: Disponible en Universidad Distrital Francisco José de
Caldas, Especialización en Desarrollo Humano con Énfasis en Procesos Afectivos y
Creatividad, sede Posgrados. Bogotá, Colombia.
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN: Desarrollo Humano
SUBLÍNEA DE INVESTIGACIÓN: Procesos pedagógicos, cultura y sociedad
CAMPO DE FORMACIÓN: Educación
MODALIDAD DE GRADO: Investigación - creación
ASESOR: María Aracelly Quiñones Rodríguez
PALABRAS CLAVE: Cuidado, cuidado de sí, autocuidado, manejo emocional,
emociones, mujeres cuidadoras
DESCRIPCIÓN: El presente documento tiene el propósito de reconocer cómo el
cuidado de manera histórica ha sido una tarea relegada a las mujeres dentro de la
estructura de la familia, la sociedad y el Estado, desconociendo las necesidades que
ellas manifiestan en especial desde el cuidado de sí -entendido en el presente documento
como autocuidado-, situación que se relaciona directamente con el manejo de
emociones y con la realización de proyectos de vida autónomos y empoderados. Esto,
teniendo en cuenta que el cuidado es una acción permanente en la vida de los seres
humanos y el cual se hace necesario en los distintos ciclos de las personas, por lo tanto,
deben brindarse las garantías para cuidar, ser cuidado y cuidarse.
De esta manera, se presenta la creación de un material pedagógico y didáctico para el
fortalecimiento del desarrollo humano y dentro de este, el autocuidado emocional de las
mujeres cuidadoras que asisten a un espacio institucional como la Modalidad Familiar
del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF-. Es importante mencionar que la
construcción de la cartilla “Cuidando-te” se da a través de la identificación de
necesidades, concepciones y prácticas de autocuidado emocional manifestadas por las
mujeres cuidadoras y el equipo profesional de dicho programa, esto a partir de
entrevistas y talleres piloto que permitieron la construcción del contenido de
“Cuidando-te.

6
FUENTES:
Chabot, D. y Chabot, M. (2009). Pedagogía emocional. México: Alfaomega.
Daskal, A. (1994). Permiso para quererme: Reflexiones sobre la autoestima femenina.
Buenos Aires: Paidós.
Esquivel, V., Faur, E., & Jelin, E. (2012). Las lógicas del cuidado infantil. Entre las
familias, el Estado y el Mercado. Buenos Aires: IDES.
Faur, Eleonor (2014) El Cuidado Infantil En El Siglo XXI. Mujeres Malabaristas En
Una Sociedad Desigual. Buenos Aires: Siglo XXI
Goleman, D. (2003). Emociones destructivas: Cómo comprenderlas y dominarlas.
Buenos Aires: José Vergara Editor
Nussbaum, M. (2002): Las mujeres y el desarrollo humano. Barcelona: Herder Editorial
Pautassi, L. (2007) El cuidado como cuestión social desde un enfoque de derechos.
CEPAL. Santiago de Chile. Recuperado de:
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/5809/1/S0700816_es.pdf

METODOLOGÍA: La línea de trabajo del presente proyecto de investigación es de


carácter cualitativo descriptivo, es así, que para el cumplimiento de los objetivos de
investigación y teniendo en cuenta las experiencias, historias, narrativas y demás
percepciones de mujeres sobre el tema del autocuidado emocional, se cree conveniente
retomar aquellas necesidades y ubicarlas en contextos de la cotidianidad dejando de
lado las explicaciones causales, para lo cual será necesario tener en cuenta los
postulados del enfoque de fenomenológico. Para tal efecto se hicieron necesarias la
aplicación de entrevistas semi-estructuradas a mujeres partícipes de la Modalidad
Familiar del ICBF, así como al equipo profesional de este programa. Lo cual permitió la
formulación de los talleres piloto que fueron los insumos posteriores para la
triangulación de información que permitió la creación de los módulos de la cartilla
“Cuidando-te”

CONCLUSIONES: Hablar del cuidado como una cuestión social, significa involucrar
en éste a distintos actores, contribuyendo a la desmitificación del cuidado como un acto
natural del instinto materno o femenino y por lo tanto correspondiente únicamente a las
mujeres. En esto la corresponsabilidad entre el Estado, la sociedad y la familia debe
reconocerse y por lo tanto llevarse a la práctica, aquí la importancia de implementación

7
de políticas públicas efectivas, que reconozcan, por ejemplo, que los programas de
atención para la primera infancia están directamente relacionados con el desarrollo
personal de las mujeres. Razón por la cual la formulación y puesta en práctica de los
mismos debe ir de la mano del fortalecimiento de las personas que a diario se hacen
cargo de los niños y las niñas que hacen parte de esas apuestas estatales, en donde en su
gran mayoría son mujeres que deben dejar de lado el cuidado de sí para dar cuidado a
los integrantes de sus familias.

Es por eso que los espacios que convocan a grupos de mujeres, son escenarios
fundamentales para la implementación de apuestas pedagógicas y didácticas que
atiendan y posibiliten acciones de cuidado propio y el manejo de emociones. Lograr la
implementación de apuestas educativas para el cuidado de sí y el cuidado de las
emociones, genera que se continúen ganando espacios para el empoderamiento de las
mujeres, aspectos que contribuyen al desarrollo humano de las comunidades y por lo
tanto a la construcción de escenarios equitativos e igualitarios.

Finalmente, cuidar de las emociones debe ser considerado un tema preponderante de


trabajar desde el campo educativo en sociedades como la colombiana donde se limita la
posibilidad de expresión de sentires, temores, angustias o dificultades en los proyectos
de vida; por ello, contar con espacios alternativos que permitan pensar el cuerpo, la
mente y la emoción como un conjunto y no como fracción se hacen indispensables en la
búsqueda de posibilidades para abordar la emocionalidad del ser.

ANEXOS: Anexo 1 Cartilla “Cuidando-te: Herramienta pedagógica para el


fortalecimiento del desarrollo humano”

8
RESUMEN:
El presente documento pretende poner en discusión cómo la cuestión del cuidado ha
sido histórica y socialmente relegada como una función natural de las mujeres, aspecto
en el que a su vez han intervenido de una serie de disposiciones políticas dirigidas por el
propio Estado, en donde se ha legitimado dicha actividad como una responsabilidad
propia de las mujeres. Es así que bajo los principios de “lo personal es político”, se
propone un material pedagógico y didáctico para el fortalecimiento del desarrollo
humano y dentro de este el autocuidado emocional de las mujeres cuidadoras, en
especial de aquellas que son participes de programas estatales para la atención a la
primera infancia. Espacios en donde se sigue manteniendo el protagonismo del rol de
mujer como cuidadora y en donde se hace necesario el fortalecimiento del cuidado de sí
mismas, buscando así el empoderamiento y desarrollo personal de esta población.

PALABRAS CLAVES:
Mujeres cuidadoras, cuidado, autocuidado emocional, desarrollo humano.

ABSTRACT:
In this document we discuss how care-giving has been historically and socially
relegated to woman as a natural role. Furthermore, we highlight how state policies
encourages care- giving only as a women’s responsibility letting behind the importance
of self-care. Then, under the principle of “the personal is political”, we propose a
pedagogical and didactic material for strengthening human development and emotional
self-care in women caregivers, specially for those women inscribed in state programs
for early childhood attention. Focusing on strength self-care for this population is
essential for their empowering and personal development.

KEY WORDS:
Female caregivers, care-giving, emotional self-care, human development

9
Contenido

INTRODUCCIÓN 12
JUSTIFICACIÓN 14
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 17
OBJETIVOS 22
Objetivo General: 22
Objetivos Específicos: 22
ESTADO DEL ARTE 23
Situación y condiciones de personas cuidadoras 23
Desarrollo de inteligencia emocional 25
Estrategias pedagógicas y didácticas sobre el cuidado y la inteligencia emocional 26
REFERENTES CONCEPTUALES 29
Cuidado: Situación y condiciones de mujeres cuidadoras 29
Cuidado de sí y desarrollo de la inteligencia emocional 31
Estrategias pedagógicas para el fortalecimiento del desarrollo humano 34
MARCO METODOLÓGICO 38
Enfoque Metodológico 38
Contexto 39
Muestra 39
Técnicas e instrumentos de recolección 40
HALLAZGOS 41
Modalidad familiar del ICBF: Entre el cuidado de la primera infancia y el cuidado
emocional de las mujeres cuidadoras 41
El concepto de cuidado en la Modalidad Familiar: Cuidar del otro sin cuidar de sí
mismo 44
Sentires y voces de las mujeres cuidadoras 49
Entre el sentir y el quehacer: el malabarismo de las mujeres 50
Cuidado, autocuidado y el manejo de las emociones para las mujeres cuidadoras 54
ANÁLISIS INTERPRETATIVO 60
Permitirse sentir, permitirse tramitar: Abriendo caminos para el fortalecimiento del
autocuidado emocional. 60
Cuidando-te: Herramienta pedagogía y didáctica para el cuidado emocional de las

10
mujeres cuidadoras 63
Cuidando-te: Una propuesta que parte del cuidado propio 64
CONCLUSIONES 71
REFERENCIAS 75
ANEXOS 80
ANEXO 1 80
ANEXO 2 81
ANEXO 3 89

Índice de tablas

Tabla 1. Instrumentos metodológicos 40


Tabla 2. Matriz de categorización 52

Índice de figuras

Figura 1. Estructura de los módulos de la cartilla 66


Figura 2. Estructura de los momentos de los talleres 67
Figura 3. Estructura general de la cartilla 69

Índice de Anexos
Anexos
Anexo 1 80
Anexo 2 81
Anexo 3 89

11
INTRODUCCIÓN

La presente investigación se ubica bajo los planteamientos del desarrollo

humano, en donde es importante reconocer que, para alcanzar una vida digna, así como

para el florecimiento de las sociedades, es necesario generar estrategias para superar las

situaciones que limitan la posibilidad del bienestar en las personas. En este caso la

desigualdad e inequidad de género que se presenta en algunas actividades cotidianas,

como por el ejemplo, las labores de cuidado.

Por tal motivo, el presente documento tiene el propósito de reconocer cómo el

cuidado de manera histórica ha sido una tarea relegada a las mujeres dentro de la

estructura de la familia, la sociedad y el Estado, desconociendo las necesidades que

ellas manifiestan en especial desde el cuidado de sí -entendido en el presente documento

como autocuidado-, situación que se relaciona directamente con el manejo de

emociones y con la realización de proyectos de vida autónomos y empoderados. Esto,

teniendo en cuenta que el cuidado es una acción permanente en la vida de los seres

humanos y el cual se hace necesario en los distintos ciclos de las personas, por lo tanto,

deben brindarse las garantías para cuidar, ser cuidado y cuidarse.

De esta manera, este trabajo se inscribe en la Especialización en Desarrollo

Humano con énfasis en procesos afectivos y creatividad dentro de la línea del

desarrollo humano y la sublínea de Procesos pedagógicos, cultura y sociedad,

investigación que busca generar un material pedagógico que pueda ser replicado en los

espacios donde asisten mujeres cuidadoras, para transformar sus capacidades

entendiéndolas cómo agentes potenciales de resignificación social.

En un primer momento, se presenta la discusión y las reflexiones acerca de la

manera que los programas de atención infantil diseñados por el Estado (en este caso en

12
específico la Modalidad Familiar del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar)

abordan desde sus lineamientos la relación entre cuidar de otros y cuidar de sí

(autocuidado), teniendo como protagonistas a las cuidadoras de niños y niñas que

asisten a estos programas.

En un segundo momento, se presenta el autocuidado emocional, entendido como

una dimensión fundamental dentro de los procesos de desarrollo humano de las

comunidades, para eso se analizan las concepciones y necesidades sobre el cuidado de

sí, referidas por las mujeres partícipes de la Modalidad Familiar.

Finalmente se presenta la propuesta de la creación de un material pedagógico y

didáctico para el fortalecimiento del desarrollo humano y dentro de este, el autocuidado

emocional de las mujeres cuidadoras que asisten a dicha modalidad. Es importante

mencionar que la construcción de la cartilla se da a partir de unas entrevistas a mujeres

participantes de la modalidad familiar, así como al talento humano. Este ejercicio

permite la construcción de 4 talleres piloto que permiten abordar las concepciones y

prácticas de autocuidado emocional, posterior y por medio de la triangulación de los

diferentes procesos se construye la cartilla atendiendo a las necesidades visibilizadas

durante el proceso. Siendo en estos espacios, donde se sigue manteniendo el

protagonismo del rol de la mujer como cuidadora y en donde se hace necesario generar

herramientas para el cuidado de sí mismas, buscando así el empoderamiento y

desarrollo personal de esta población. Es una propuesta que busca conciliar el género y

el desarrollo humano en el contexto del cuidado de otros/as y del cuidado de sí.

13
JUSTIFICACIÓN

"Nosotros actuamos con el corazón, pero también empleamos la cabeza, y cuando

combinamos las dos cosas así, somos sentipensantes".

Frase de un pescador de la costa colombiana al investigador Orlando Fals Borda.

Las complejas dinámicas que diariamente se asumen en esta sociedad, han hecho

que cotidianamente en la prisa por cumplir las responsabilidades laborales, económicas,

familiares y/o académicas, propias del ritmo de vida actual, las personas hagan a un lado

la posibilidad de reconocerse como seres sentipensantes. En medio de esto, se omite la

importancia de examinar emociones y sentimientos, se niega la posibilidad de realizar

procesos de introspección personal, así como se limitan los tiempos para cuidar de sí

misma/o y dar un valor real a la dimensión emocional del ser humano.

En ese sentido, hablar de cuidado, es una deuda histórica y social con las mujeres, aquí

los roles como el ser madres, esposas, profesionales, trabajadoras, entre otros, han

estado cargados de una serie de estereotipos de género que las han hecho parecer como

las principales responsables del cuidado en la sociedad. En esto es clave señalar que

“dada la forma en la cual se organizan las actividades entre varones y mujeres -la

división sexual del trabajo- son las mujeres las que mayoritariamente asumen la

responsabilidad de cuidar de otros, muchas veces de manera exclusiva” (Pautassi y

otros, 2012. p. 9).

Es así, cómo se hace necesario desde el campo de la educación suscitar

herramientas que promuevan el autocuidado emocional en mujeres cuidadoras,

buscando generar espacios que les permitan re-encontrarse con ellas y conciliar con la

labor que realizan al responsabilizarse del bienestar del otro.

14
“La obligación social de las mujeres de cuidar y la consecuente obligación de conciliar

trabajo y familia inciden en su calidad de vida y lo hacen afectando su tiempo. La vida

es tiempo, son las horas del día de todos los días, y si no hay tiempo libre para

disposición de su tiempo, las mujeres no contarán con plena autonomía en sus vidas”

(Marco, 2010, p. 145).

Teniendo en cuenta lo anterior, este trabajo pretende promover ejercicios

pedagógicos orientados al fortalecimiento de la esfera emocional como parte

fundamental del desarrollo humano de esta población. Para eso, la propuesta parte desde

el autocuidado emocional, específicamente de aquellas mujeres que dedican su tiempo

en función de brindar atención a otros. De esta manera, se busca promover acciones que

permitan realizar una tarea de revisión personal, en donde las mujeres cuidadoras se

puedan cuestionar sobre el cómo se está y el cómo se quiere estar; espacios que

reconozcan las historias de vida, donde ellas como mujeres que están a cargo de otros

expresen su sentir, fomentando el valor que tiene el cuidado de sí.

Para eso se propone la construcción de una cartilla pedagógica, que puede servir

como herramienta en aquellos espacios a donde asisten estas mujeres para seguir

cumpliendo con roles relacionados al cuidado, tales como Jardines Infantiles, Centros

de Desarrollo Infantil (CDI) Hogares Comunitarios y demás espacios institucionales

como comunitarios, en donde por ejemplo se fomenta el cuidado y protección de la

primera infancia, sin abordar el cómo están aquellas personas que se hacen cargo del

bienestar de esos niños y esas niñas.

15
Las consideraciones anteriormente planteadas se constituyen en las razones por

las cuales dentro este trabajo de investigación, desde el desarrollo humano y la

educación, se busca crear un material pedagógico que contribuya a la revisión personal

de expectativas, miedos, deseos, así como de factores motivadores dentro de los

proyectos de vida de las mujeres cuidadoras. Material que pretende aterrizar el concepto

autocuidado emocional a la cotidianidad de esas mujeres, así como de los equipos

profesionales que a diario se relacionan con ellas en diferentes espacios, reconociendo

el manejo de emociones como un factor fundamental tanto para el cuidado de sí, como

para el cuidado de los otros.

16
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

A lo largo de la historia, retomando a Faur (2014) la mujer ha sido la encargada

de cuidar de manera permanente de otros, haciendo que esta función se haya

naturalizado y asociado a lo femenino y lo maternal. Esta situación ha venido de la

mano con los imaginarios creados sobre el “instinto maternal” y las funciones de las

“amas de casa”, a quienes se les atribuye la responsabilidad de la crianza. De manera

adicional están los principios del matrimonio tradicional, hetero normado, compuesto

por un varón, “jefe del hogar”, proveedor de bienes y capital, de unos hijos e hijas

productos del matrimonio establecido con una mujer, que desde la esfera privada de su

casa sería la cuidadora, que además se encargaría de las labores de mantenimiento del

hogar y del bienestar de los integrantes de su familia.

Este tipo de estructura social que se fue configurando, llevó a que se entendiera

que el sustento económico era función del varón y que el sustento del cuidado era

función de la mujer. En este tipo de estructuración familiar, así como de “funciones”

sociales, el Estado tuvo grandes implicaciones al momento de establecer un aparataje

institucional, que influyó en una consolidación de un régimen de género establecido a

través de leyes y políticas que favorecen el mantenimiento de ese tipo de familias

(nucleares, heterosexuales y guiadas bajo el principio de “hasta que la muerte los

separe”), lo anterior, sustentado en planteamientos como:

Los hombres portaban la titularidad de los derechos sociales a partir de su vinculación en el

mercado laboral. Estos beneficios se extendían a su esposa e hijos, quienes accedían

indirectamente a los servicios de salud y a los planes de pensiones en tanto “dependientes”

del jefe del hogar. (Faur, 2014, p. 33)

17
Este conjunto de prácticas, legitimadas desde el Estado de Bienestar, hizo que la

cuestión del cuidado, por mucho tiempo estuviera pensada para atender en la esfera

privada, es decir dentro de las familias, evidenciando cómo las políticas sociales fueron

regulando el cuidado familiar, el trabajo remunerado y las relaciones de género; todo

bajo el supuesto del establecimiento de un “equilibrio social”. La oferta que se hacía

desde la esfera pública sobre el tema del cuidado, quedaba corta para atender las

necesidades de la población, en donde intervino el mercado ofreciendo una serie de

servicios de cuidado a los cuales no todos ni todas podían acceder por un tema de

costos, lo cual generaba que el espacio más “rentable y más seguro” para seguir

manteniendo el cuidado fuera la familia, esto gracias a una mujer que no trabajaba de

manera remunerada ya que se dedicaba tiempo completo a estas labores dentro del

hogar.

Sin embargo, las sociedades son dinámicas y las transformaciones que se han

generado han hecho que ese sistema de “equilibrio social” se haya desajustado. Hoy

por hoy, las mujeres ocupan en el mercado laboral mayor participación e incidencia, han

logrado establecerse y obtener una dependencia económica, laboral y profesional, pero

en palabras de Eleonor Faur (2014) si bien se han obtenido una serie de conquistas

sociales y de derechos, las mujeres se enfrentan ante el reto de ser malabaristas en una

sociedad desigual.

Es entonces, como las mujeres ejercen diferentes funciones y asumen

determinados horarios laborales, a la par que siguen cumpliendo con los roles de

madres y esposas, donde al salir de las jornadas de trabajo deben asumir

automáticamente otras responsabilidades relacionadas con el tema del cuidado,

haciéndose cargo de sus hijos, hijas o cualquier otro familiar, de la misma manera
18
continúan con otros oficios cocinar, lavar la ropa, limpiar los pisos, entre otras

actividades propias del mantenimiento de un hogar. Esto muestra una desigualdad

sexual frente a las labores del cuidado dentro de muchas familias, siendo más

frecuente que sean las mujeres las que deban duplicar sus esfuerzos para conciliar

su vida laboral y su vida familiar.

Lo anteriormente planteado determina que los espacios para pensar en la

posibilidad que una mujer cuide de sí misma sean casi inexistentes, aquí en palabras de

Pautassi (2012) el interrogante que se impone es de qué manera las mujeres pueden

asumir las tareas de cuidado si ni siquiera disponen de tiempo y recursos para asumir su

propio cuidado (autocuidado), que incluye desde la asistencia y controles de salud

mínimos hasta el ejercicio del derecho al tiempo libre dedicado al descanso, recreación,

actividades culturales y socialmente incluyentes.

De esta forma es como el cuidar de otros y el cuidar de sí están directamente

relacionados, razón por la cual el autocuidado emocional constituye una dimensión

fundamental de fortalecer en aquellas mujeres que a diario cuidan a otros en especial a

niños y niñas. En esto encontramos a las mujeres que participan en los diferentes

programas de atención infantil que tiene el Estado, por ejemplo, la Modalidad Familiar

del ICBF.

Dentro de la estructura de esta modalidad, se plantea la participación activa de

quienes se hacen cargo del cuidado de la primera infancia, en donde se hace evidente lo

expuesto anteriormente, ya que son mujeres las que aparecen como protagonistas en

este tipo de escenarios. Aquí las mujeres asisten y cumplen con los requerimientos de la

modalidad, sin embargo, en el caso que la madre por diferentes razones no cuente con la

disposición de tiempo, estos procesos se relegan a otras mujeres, como hermanas, tías o

19
abuelas.

Si bien la modalidad familiar es un programa de atención para niños y niñas,

debido a las distintas dinámicas sociales se convierte en un programa donde participan y

se convierten en co-protagonistas las mujeres cuidadoras. En ese sentido, a las sesiones

educativas programadas, asisten mujeres entre los 14 a 55 años de edad, algunas

gestantes y/o en periodo de lactancia; presentando como común denominador niveles

académicos bajos o incompletos, desempleo o trabajo informal, mujeres cabezas de

hogar (fuera de estructuras familiares como el modelo nuclear tradicional establecido),

mujeres que en su mayoría señalan estar las 24 horas del día en función del cuidado de

sus hijos e hijas.

En medio de eso, se evidencian dificultades en procesos de desarrollo personal

que vinculan temas afectivos, procesos de duelo, pocas herramientas para la expresión

de opiniones o sentimientos; situaciones que pasan de largo y no son tenidas en cuenta

para trabajar de manera concreta debido a los principios y objetivos de la modalidad en

la atención a la primera infancia, desconociendo las necesidades que a diario

manifiestan las mujeres que indirectamente hacen parte del programa.

Aquí se hace notorio la falta de estructura del Estado para dar abordaje al tema

del cuidado emocional, así como la carencia de orientaciones pedagógicas en las

instituciones encargadas de dar atención a esta población de manera indirecta, lo cual

dificulta el acompañamiento y fortalecimiento a los procesos emocionales en las

mujeres más vulnerables. El pensar, en el autocuidado emocional es retar a las

instituciones del Estado en lograr una capacidad de impacto en procesos de

acompañamiento y orientación psicosocial, por ello la necesidad de plantear estrategias

pedagógicas desde el cuidado emocional de las poblaciones.

20
Por tal razón, esta investigación se desarrolla bajo el cuestionamiento central de

¿Cómo la formulación de herramientas pedagógicas orientadas desde los principios del

desarrollo humano, contribuye al fortalecimiento del autocuidado emocional de mujeres que

dedican gran parte de su tiempo en función del cuidado de otros/as y poco para el cuidado de sí?

para eso son fundamentales tener en cuenta las siguientes preguntas orientadoras ¿de

qué manera desde la implementación de los lineamientos de la Modalidad Familiar del

ICBF se aborda el autocuidado emocional de aquellas mujeres partícipes en el

programa? ¿qué concepciones, percepciones y necesidades manifiesta esta población

frente al cuidado emocional?, esto con el fin de visibilizar y poner en discusión la

relación que se teje entre las labores de cuidado hacia los demás y las estrategias de

cuidado de sí que estas mujeres ponen en práctica en su diario vivir para el

fortalecimiento de su desarrollo humano.

21
OBJETIVOS

Objetivo General:
Analizar el concepto de autocuidado emocional desde los lineamientos de la

Modalidad Familiar del ICBF y desde las necesidades manifestadas por mujeres

cuidadoras participes de dicho programa, con el fin de crear una cartilla pedagógica

como herramienta institucional orientada al fortalecimiento del desarrollo humano de

esta población.

Objetivos Específicos:
Revisar el concepto de autocuidado emocional en los lineamientos del programa

de atención Modalidad Familiar del ICBF.

Identificar las concepciones y necesidades sobre el autocuidado emocional que

manifiestan las mujeres cuidadoras desde sus experiencias personales.

Diseñar los contenidos de una cartilla pedagógica que fortalezca el autocuidado

emocional y el desarrollo humano de las mujeres cuidadoras que asisten al programa de

atención Modalidad Familiar del ICBF.

22
ESTADO DEL ARTE

Teniendo en cuenta la necesidad de identificar la pertinencia y aportes que el

presente trabajo puede llegar a brindar al campo académico y comunitario, es

fundamental en primera medida reconocer la producción previa que se ha venido

desarrollando sobre el tema que convoca esta investigación, el cuidado. Para tal fin, se

revisaron un total de 7 (siete) documentos correspondientes a tesis de postgrados tanto

de especialización como de maestría de distintas universidades tales como la Pontificia

Universidad Javeriana, Universidad Nacional, Universidad Distrital y Universidad de

Los Andes; así como algunos artículos científicos producto de investigaciones

realizadas y que se encuentran publicadas en distintas revistas del país.

De esta forma, los documentos examinados permiten identificar tres campos de

indagación, los cuales se refieren a: Situación y condiciones de personas cuidadoras,

Desarrollo de la inteligencia emocional y Estrategias pedagógicas y didácticas sobre el

cuidado y la inteligencia emocional. Con esto, se busca entonces identificar los aportes

de dichas investigaciones, los cuales serán descritos a continuación.

Situación y condiciones de personas cuidadoras


Dentro de la pesquisa realizada, frente al tema de personas que dedican sus

labores a cuidar a otros, González (2014) en su investigación de maestría “Trabajo de

cuidado y vejez: Condiciones laborales, organizacionales y devaluación social” de la

universidad de los Andes, pone en evidencia las condiciones laborales de los cuidadores

de ancianos en el contexto de organizaciones gerontológicas privadas, analizando el

efecto que puedan tener las dinámicas organizacionales sobre el desarrollo humano de

administradores, cuidadores y adultos mayores.

23
El estudio reveló la persistencia de la segregación ocupacional en el género

femenino, esta investigación muestra cómo el trabajo de cuidado sigue siendo asignado

principalmente a las mujeres, donde además existe una naturalización de esta labor

como responsabilidad de las mujeres ya que se considera que los hombres no tienen las

habilidades y cualidades necesarias para poder cuidar de una persona mayor.

Es la feminización del trabajo de cuidado la que conlleva a situaciones como la

adquisición de una doble jornada en su propio hogar por responsabilidad con sus

familias, así como carencia de tiempo libre para descansar y para el cuidado propio,

entre otros. La autora refiere cómo las tareas que realizan las cuidadoras requieren

enormes esfuerzos físicos y emocionales, donde por ejemplo se exige que la trabajadora

deje sus problemas personales a un lado y se enfoque exclusivamente en el bienestar

físico y emocional de su paciente. Aquí es notoria la falta de espacios en los que se

atiendan las necesidades emocionales y psicológicas de las cuidadoras.

En ese sentido, González y Macías (2014) amplían la discusión con su

investigación “Interacción de Cuidadoras No Maternas con Niños de 2 a 4 años” de la

Pontificia Universidad Javeriana, en la que se llevó a cabo una exploración respecto a la

interacción de cuidadores no maternos con niños entre 2 a 4 años, teniendo en cuenta el

constructo de cuidado infantil, regulación emocional, el lenguaje y las creencias que hay

alrededor de dichas herramientas en el contexto escolar. De esta manera, se señala como

los niños en la primera infancia, no poseen la capacidad de regularse emocionalmente,

razón por la cual necesitan un adulto cuidador que les facilite procesos de regulación, a

través de contacto físico y emocional que permitan tranquilizarlos (por ejemplo, hablar,

acunar, abrazar, entre otros).

Sin embargo, dentro de las dificultades que fueron halladas en la investigación,

está el sistema de creencias que poseen las cuidadoras frente a la regulación emocional

24
en los niños. Para muchas de ellas, ante la situación de llanto de un niño debe evitarse el

contacto físico (alzar) ya que se considera que es un acto que puede malcriar; lo anterior

puede estar ligado con la idea que tienen las cuidadoras acerca de las emociones, aquí la

manera en que los cuidadores educan emocionalmente a los niños subyace de sus

propias creencias sobre las emociones y su expresión, haciendo pertinente pensar en

escenarios que promuevan la educación emocional.

Para finalizar este bloque investigativo, Puentes (2013) desde su investigación

de maestría titulada “Experiencias del adulto mayor en su autocuidado al asumir el rol

de cuidador de su(s) nieto(s)” de la Pontificia Universidad Javeriana, se propuso

describir las experiencias del adulto mayor frente su autocuidado antes y después de

asumir el rol de cuidador, esto a partir de acciones como manejo del tiempo libre,

actividad física, manejo del estrés, prescripciones médicas, factores que tiene gran

importancia del autocuidado. La autora manifiesta que, dentro de las experiencias del

adulto mayor en relación con su autocuidado y el cuidado de sus nietos, es evidente la

falta de tiempo para el cuidado de sí. Es así como el tema de la salud se empieza a

relacionar con situaciones emocionales que no se tramitan a tiempo y en donde sus

cuerpos son los canalizadores de las experiencias complejas que viven al cuidar de sus

nietos.

Desarrollo de inteligencia emocional


Frente al desarrollo de inteligencia emocional, se encontró el trabajo de

especialización de la universidad Distrital Francisco José de Caldas realizado por

Jiménez (2017), “Mindfulness: Espacio favorecedor de autoconocimiento”, que

consistió en una revisión teórica práctica de mindfulness (atención plena), ésta pensada

como una herramienta para el desarrollo de la inteligencia emocional. El desarrollo del

25
autoconocimiento como elemento de la inteligencia emocional a través de la práctica

mindfulness, es un proceso en el cual se destacan tres elementos principales como son:

la intención, la atención y la actitud, los cuales no se dan de manera secuencial sino se

desarrollan de manera simultánea durante la práctica. Aquí la autora aclara que el

mindfulness no controla las emociones, lo que hace realmente es facilitar el

reconocimiento de las mismas de tal manera que la reacción expresada en una emoción

es cada vez más consciente así que el autoconocimiento emocional permite construir

nuevos horizontes de sentido acerca de sí mismo, de las demás personas y del mundo,

aspectos que contribuyen a la construcción de proyectos de vida más plenos.

Estrategias pedagógicas y didácticas sobre el cuidado y la inteligencia emocional


Finalmente, se encontraron tres investigaciones relacionadas a la producción de

un material pedagógico y didáctico que abordan los temas del cuidado y la inteligencia

emocional, aspecto que es clave, teniendo en cuenta que el producto de esta

investigación está orientado a la creación de una cartilla pedagógica.

En primera medida, se halló el trabajo realizado por Velázquez y Otros (2011)

titulado “Efecto de un programa educativo para cuidadores de personas ancianas: una

perspectiva cultural” publicado en la revista de salud pública, el cual tenía como fin

determinar el efecto de la aplicación de un programa educativo con perspectiva cultural

para cuidadores de personas ancianas en situación de discapacidad y pobreza en un

sector de Bogotá. Aquí se señala como son las mujeres quienes mayormente

desempeñan el rol de cuidadoras; el perfil evidenciado corresponde al de mujeres entre

los 35 y 60 años, amas de casa, con un nivel de escolaridad bajo, en su mayoría hijas o

cónyuges.

26
Para las autoras, los cuidadores ganan el estatus de colaboradores mediante

procesos de auto reconocimiento y autodeterminación mediada por lo que le es

significativo en su entorno, es así que el establecimiento de sus propias metas y

acciones acorde con sus capacidades son fundamentales para el desempeño de su labor

como cuidadores.

Por su parte Mikán (2016) en su investigación de maestría de la Universidad

Distrital “Estudiando, cuidando y parchando: Estrategia política y pedagógica basada en

la ética del cuidado como educación para el postconflicto”, buscó identificar los

componentes estructurales que determinan el conjunto de condiciones, que favorecen en

la escuela el desarrollo de las prácticas del cuidado de sí y del otro, esto a través de la

implementación de una estrategia pedagógica que buscaba transformar ambientes

escolares propicios para una mejor convivencia en el contexto del post-conflicto. En

esto pone sobre la mesa el tema del cuidado de sí y hacia el otro en un espacio como la

escuela. Dentro de los hallazgos se logró evidenciar que el cuidado de sí para los

estudiantes está centrado en el ámbito del cuerpo, donde no se tienen en cuenta factores

como la subjetividad, la identidad y la capacidad de autogobierno de los individuos.

Es así, cómo la investigación concluye que el cuidar de sí, implica la formación

de un sujeto que se descubre así mismo, asumiendo que la educación debe generar

herramientas para despertar la conciencia del estudiante, potenciando el valor de su ser

en tanto persona; si los individuos se asumen en la extensión de su subjetividad, puede

replicarse este modo de representación en el otro.

Finalmente, en este bloque temático, encontramos el trabajo de especialización

de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas “Emotipedia: Libro álbum para

generar y promover conciencia emocional en el sujeto lector” realizada por Álvarez y

Franco (2017), quienes en su caso diseñaron una propuesta gráfica la cual tiene como

27
objetivo fomentar la conciencia emocional para el fortalecimiento del desarrollo

humano. Esta herramienta pedagógica pretende fomentar a través de la narrativa visual-

literaria la conciencia emocional, un elemento básico dentro de las competencias

ciudadanas, así como del desarrollo humano.

Una de las pretensiones de la herramienta didáctica propuesta por los autores es

comprender que desde los libros se gestan procesos educativos y de transformación;

buscando formar personas conscientes de sus emociones, capaces de reflexionar sobre sí

mismos. Este trabajo investigativo sustenta que el lenguaje visual tiene la capacidad de

posicionarse como herramienta idónea en el proceso de desarrollo humano, ya que es a

partir de la interacción que se establece entre el texto, la imagen, el contexto y lo que

trae consigo el sujeto lector, como surgen los procesos de transformación.

Desde esta categoría de rastreo, se permite evidenciar la importancia y el

impacto de herramientas y estrategias pensadas y elaboradas para el área pedagógica

desde la escuela y otros ámbitos de atención a diversas comunidades, una opción para la

apuesta de transformación de temáticas que se desconocen en la cotidianidad. Teniendo

en cuenta la revisión de estas investigaciones, encontramos la pertinencia de realizar un

aporte académico frente al tema del autocuidado emocional en mujeres cuidadoras, que

como se pudo evidenciar, es un asunto fundamental para el desarrollo humano de las

comunidades. De esta forma, el diseño de propuestas pedagógicas que aporten a estas

mujeres herramientas para el cuidado de sí, en especial desde la esfera emocional,

contribuye a la transformación de situaciones inequitativas y de vulneración a las que a

diario se ven enfrentadas.

28
REFERENTES CONCEPTUALES

Para el desarrollo de esta investigación se hace necesario definir el piso teórico y

epistemológico que sustenta el análisis de la información que se recopile en el ejercicio

de indagación propuesto. Esos elementos conceptuales permiten ubicar desde el campo

científico los objetivos y pretensiones de esta investigación, haciendo más fácil la

organización y categorización de aquellos conceptos que son claves a tener en cuenta

durante el camino de realización de este proyecto.

De esta manera, para facilitar la estructura del presente documento y teniendo en

cuenta los fines pedagógicos del mismo, se desarrollan los referentes conceptuales de

esta investigación desde tres bloques temáticos: Cuidado: Situación y condiciones de

mujeres cuidadoras, Cuidado de sí y desarrollo de la inteligencia emocional y

finalmente Estrategias pedagógicas para el fortalecimiento del desarrollo humano, los

cuales permiten un abordaje adecuado a la temática y desarrolla los intereses de la

autora de la presente investigación.

Cuidado: Situación y condiciones de mujeres cuidadoras


El cuidado, entendido desde los planteamientos de Pautassi (2013) es el conjunto

de actividades necesarias para satisfacer los requerimientos mínimos para la existencia y

bienestar de las personas, que las nutren en el sentido de otorgarles los elementos físicos

y simbólicos que les permiten vivir una vida plena y en sociedad, y que incluye tanto el

brindar directamente cuidado y atención a las personas dependientes (como lo son

niños, niñas y adolescentes; las personas adultas mayores, enfermas o con

discapacidades) así como la provisión de las precondiciones para que ese cuidado pueda

realizarse.

29
No obstante, las labores relacionadas al cuidado son hechas sin remuneración

dentro de los hogares, no se establecen contratos ya que se asume que esto es una

función familiar y trae implícito unos valores como la solidaridad y el amor, sin

embargo, estos trabajos generan valor para la sociedad en gran escala y para quienes se

benefician en forma indirecta (CEPAL, 2009).

Así mismo, el hecho de brindar atención a otros y mantener su bienestar es lo

que permite la reproducción de la fuerza de trabajo que necesita la sociedad capitalista.

De allí, se deriva su relevancia no solo social sino también económica (Pautassi, 2012).

Aspecto que, desde la década de 1960, ya estaba siendo señalado por movimientos

feministas, en donde se buscó reconocer y visibilizar la importante labor de las mujeres

al sostener el sistema económico y laboral, debido al mantenimiento de cada uno de los

integrantes de la familia que posteriormente se incluirían a las dinámicas de la sociedad

capitalista, generando utilidades a ese sistema a costa de su trabajo no remunerado.

Es así, cómo aparece el reto de reconfigurar el triángulo entre cuidado, mujer y

desigualdad. Para lo anterior, se parte de la lectura del cuidado desde un enfoque de

derechos:

Derecho a cuidar, a ser cuidado y a cuidarse tiene su correlato en la obligación de

cuidar. Esto implica un conjunto de obligaciones negativas, características de los derechos

económicos sociales y culturales, como no entorpecer los servicios de guarderías infantiles, no

impedir el acceso de un adulto mayor al sistema de salud; pero principalmente incluye

obligaciones positivas, que se enrolan en proveer los medios para poder cuidar, en garantizar

que el cuidado se lleve adelante en condiciones de igualdad y sin discriminación y que no solo

se concedan para un grupo reducido. (Pautassi, 2007, p.18)

El cuidado como un derecho convoca a establecer una serie de parámetros que

tengan en cuenta al que cuida y al que es cuidado, implica que la labor se haga en

30
condiciones equitativas, en donde haya un ejercicio de corresponsabilidad entre Estado-

Familia-Sociedad- Mercado que brinde las herramientas y estrategias para que esta

labor se lleve a cabo con todas las condiciones necesarias en beneficio de todas y todos.

Garantizar el derecho al cuidado, en tanto derecho universal y propio de cada ciudadana

y cada ciudadano, amplía la esfera de exigibilidad de cada persona hacia los distintos

ámbitos (estatales y privados) y posibilita un cambio en la dinámica del cuidado.

(Pautassi, 2007, p. 19).

Cuidado de sí y desarrollo de la inteligencia emocional


Es fundamental pensar cómo las personas, en especial las mujeres pueden

dedicar tiempo para el cuidado de otros dejando de un lado lo que Foucault (2007)

llamó el cuidado de sí, también considerado como el conocimiento de sí, es decir el

conocimiento de un cierto número de reglas de conducta o de principios que son a la vez

verdades y prescripciones. Aquí no se trata de hacer pasar el cuidado de los otros a un

primer plano anteponiéndolo al cuidado de sí; para Foucault el cuidado de sí debe ser

éticamente lo primero, en la medida en que la relación a uno mismo es ontológicamente

la primera. Sin embargo, para nuestras sociedades y gracias a una visión normativizada

por el cristianismo frente a las relaciones sociales, el cuidado de uno mismo se ha

convertido en algo considerado como egoísta y de interés individual.

El trabajo de las mujeres, tanto el doméstico como el extra doméstico, es uno de los

aspectos de la vida femenina que tienen mayor repercusión en la construcción y

sostenimiento de la autoestima […] La vida cotidiana de las mujeres implica un grado

muy alto de compromiso práctico, emocional y afectivo con otras personas […] El

mundo doméstico, es poco valorado. Y por eso tiene efecto sobre la autoestima de las

mujeres: porque muchas de ellas le dedican toda su vida sin que les signifique

reconocimiento, valoración ni crecimiento, y porque las que tienen un trabajo en el

mundo público no dejan por ello de tener y sentir la delegación y la responsabilidad por

31
lo doméstico. (Daskal, 1994, P.p. 107 y 108)

Esas situaciones que van relacionándose con el plano emocional, hacen

necesario que se promuevan estrategias y prácticas que estimulen el cuidado de sí, eso

significa recuperar la conexión entre cuerpo y razón. Aquí el primer llamado al

autocuidado, es reconocer que somos seres físicos que estamos cargados de emociones,

donde es importante dejar de ver el cuerpo como un simple vehículo que nos moviliza

de un lado a otro según nuestras actividades, ya que esto ha causado que percibamos

“un cuerpo que nos invade pero que no sentimos interiormente, que no reconocemos

sensiblemente, que no sabemos cuidar, ni interpretar sus mensajes. Esa es una de las

desconexiones básicas que sufrimos y cuyas consecuencias se manifiestan

cotidianamente” (Tobón, 1997, p. 15).

Dichas desconexiones son las causantes de limitaciones en la vida, pues van

cerrando las posibilidades para poder expresar emociones y sentimientos, para conocer

y explorar, para tramitar malestares que con el tiempo se van transformando en

problemas físicos como enfermedades, amargura e insatisfacción con lo que se hace a

diario. En ese sentido, es fundamental reconocer que cuidar de su propio cuerpo es

cuidar de sus propias emociones, es pensar al ser humano como conjunto y no como un

fragmento.

Esto implica cuidar la vida que lo anima y cuidar del conjunto de las relaciones con la

realidad circundante, relaciones que pasan por la higiene, por la alimentación, por el

aire que respiramos […] Cuidar del cuerpo significa la búsqueda de asimilación creativa

de todo lo que nos pueda ocurrir en la vida, compromisos y trabajos, encuentros

significativos y crisis existenciales, éxitos y fracasos, salud y sufrimiento. Sólo así nos

convertimos cada vez en personas maduras, autónomas, sabias y plenamente libres.

(Boof, 2002, p. 114)

32
Ahora bien, reconocer ese cuidado y conocimiento de sí, implica a su vez

establecer unas acciones que favorezcan al cuidado físico, pero también el emocional,

aspectos que influyen en la calidad de vida de las personas y específicamente en

fortalecimiento de la autoestima de las mujeres:

La permanente actitud de servicio posibilita en ellas [mujeres] el desarrollo de una

capacidad extraordinaria como la empatía, pero dificulta su posibilidad de

autoconocimiento y de registro de las propias necesidades, deseos, ideas y aspiraciones.

Por eso se dice habitualmente que las mujeres saben más de los demás que de sí

mismas. (Daskal, 1994, p. 97)

Es fundamental que las mujeres se conozcan y se reconozcan desde su

individualidad, que identifiquen sus necesidades y de esta manera se genere un

autocuidado emocional que posibilite el fortalecimiento de sus proyectos de vida y la

relación que mantienen con los demás. Teniendo en cuenta lo anterior, Goleman (1995)

plantea las emociones como el conjunto de procesos de actualización del conocimiento

sobre sí mismo que permite dar significado a las conductas afectivas propias y cumple

un rol fundamental en el afianzamiento de la personalidad, la autoimagen, el

autoconcepto y la autonomía, esenciales para la consolidación de la subjetividad.

Pese a la incidencia del trabajo de las emociones, dentro del ámbito educativo no

se brinda la atención necesaria pues se entra en el comparativo con la formación

cognitiva obviando o eliminando las acciones en áreas de la inteligencia emocional

desconociendo el significado de la emoción, Chabot y Chabot (2008) plantea que la

emoción “significa poner en movimiento. Por esa razón, cuando estamos emocionados

en ocasiones decimos –eso mueve desde adentro-. La palabra emoción comprende

también el término moción, que tiene la misma raíz de la palabra motor” (p. 37).

33
Según estos argumentos, se hace propicio el concepto de inteligencia emocional

desde Mayer y Salovey (1997) entendida como la habilidad de percibir con exactitud,

valorar y expresar emociones; la habilidad de acceder o generar sentimientos que

faciliten el pensamiento; la habilidad de comprensión emocional y conocimiento

emocional; y la habilidad de regular emociones para promover el crecimiento intelectual

y emocional (p. 28). En este sentido, la inteligencia emocional juega un papel clave en

el cuidado de sí, Quiñones (2007) señala la importancia del reconocimiento propio, de

la singularidad que surge a partir del conocimiento de sí mismo y de esa creación

continua de evolución y despliegue de las propias potencialidades. En esto surge la

identidad individual que trae a su vez una mirada sobre sí mismo y su propio mundo;

espacios necesarios para el reconocimiento del sujeto con la interacción con otros y

donde cada individuo logra tomar conciencia de sus pensamientos, sentimientos,

emociones y sensaciones

Estrategias pedagógicas para el fortalecimiento del desarrollo humano


Teniendo en cuenta la desigualdad social y la inequidad de género presente en

los contextos más vulnerables de nuestra sociedad, se hace necesario generar propuestas

de cambio y transformación frente a esas dinámicas que agreden con los principios

básicos de la dignidad humana. Sobre este contexto aparecen las pedagogías críticas,

las cuales proporcionan dirección histórica, cultural, política y ética a los individuos

involucrados en la educación. Aquí la pedagogía crítica se concibe como la herramienta

para “curar, reparar y transformar al mundo. Proporciona dirección histórica, cultural,

política y ética para los involucrados en la educación que aún se atreven a tener

esperanza… la liberación es una meta auténtica y puede alumbrar a un mundo por

completo diferente” (Mclaren, 2005, p. 256).

34
En esto, la educación se entiende como un proceso de negociación y

transformación social, en donde

El conocimiento es relevante sólo cuando comienza con las experiencias que [las

personas] traen con su cultura de origen; es crítico sólo si muestra que algunas

experiencias son problemáticas; y es transformador sólo si estas comienzan a usar el

conocimiento para dar poder a los demás, incluyendo a los individuos de la comunidad

que los rodea. (Mclaren, 2005, p. 295).

Todo esto nos permite tener bases para promover acciones de empoderamiento entre las

mujeres partícipes de la presente investigación, partiendo y reconociendo sus

experiencias y saberes, buscando generar a su vez actitudes de defensa y promoción de

sus derechos, en donde incluyan el autocuidado emocional como parte fundamental de

su desarrollo integral y la relación con el mundo.

En ese sentido, se hace pertinente orientar el trabajo pedagógico de esta

investigación desde los postulados de la educación para los derechos humanos, según la

cual es:

Un proceso educativo continuo y permanente, ligada al desarrollo, la paz y la

democracia, y en la perspectiva positiva del conflicto, que pretende desarrollar la noción

de una cultura de los derechos que tiene como finalidad la defensa de la dignidad

humana, de la libertad, de la igualdad, de la solidaridad, de la justicia, de la democracia

y la paz. Es una forma particular de educación en valores. (Jares, 1998, p. 81)

Estos planteamientos deben ser leídos a su vez, en el sentido de cómo el

fortalecimiento del desarrollo humano de las comunidades y el empoderamiento de las

poblaciones hace parte de un ejercicio ético político de la educación, visto desde la

perspectiva de Max-Neef (1986). En esta, por ejemplo, las necesidades no deben

concebirse como carencias, pues esto restringe su comprensión a lo puramente

fisiológico y deja de lado su valor intrínseco sintetizado en la motivación y

35
movilización de las personas, generadas e impulsadas por el deseo de satisfacer sus

necesidades. En este sentido, para el mismo autor el desarrollo a escala humana es la

articulación de la naturaleza y la tecnología, de lo local, lo personal, lo social, la

sociedad civil con el Estado, soportado por un ideal de democracia directa participativa.

La satisfacción de las necesidades humanas es mediada por la cultura, así pues el

desarrollo hace referencia a las personas y no a los objetos, donde se establecen una

serie de criterios para evaluar las necesidades humanas, determinados por categorías

axiológicas (subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio,

creación, identidad, libertad) y categorías existenciales (ser, tener, hacer, estar) que en

una relación directa otorga los parámetros para el análisis de la satisfacción de dichas

necesidades. Es entonces, como el desarrollo humano será visto como referente de

acción sobre las realidades de mujeres cuidadoras y a su vez que las necesidades y

preocupaciones sean las que brindan las posibilidades del desarrollo de capacidades

humanas.

De esta forma, el fortalecimiento del desarrollo humano de las comunidades y el

empoderamiento de las poblaciones hacen parte de un ejercicio ético político de la

educación. Para eso, Nussbaum (2002) manifiesta que se deben fomentar unas

capacidades combinadas de manera equitativa a todas las personas, de esta forma se

conseguiría que participen en la esfera pública y puedan realizar proyectos de vida

autónomos en la esfera privada. Estas capacidades humanas según la misma autora, son

llamadas como lo que es capaz de ser y hacer esta persona, las cuales podrían ser

interpretadas como los cimientos del desarrollo humano, en el fin de garantizar una

justicia social, en esto se concibe “el ser humano como un ser libre dignificado que

plasma su propia vida en cooperación y reciprocidad con otros, y no siendo modelado

36
en forma pasiva o manejado por todo el mundo a la manera de un animal de rebaño” (p

.407).

Aspectos fundamentales del desarrollo humano que se hacen necesarios de

fortalecer en contextos permeados por dinámicas sociales complejas, esto por medio de

acciones que desde la educación permitan promover esas capacidades relacionadas con

el ser y hacer, en este caso en específico, en mujeres que cuidan de otros/as y que en

ocasiones relegan el cuidado de sí a un segundo plano.

37
MARCO METODOLÓGICO

Enfoque Metodológico

La línea de trabajo del presente proyecto de investigación es de carácter

cualitativo descriptivo dado que busca comprender la realidad y las particularidades de

la vida humana (Sandoval, 2002) siendo esta la principal característica que fundamenta

la reflexión y la creación de la presente propuesta investigativa. Es así, como se

considera pertinente utilizar la investigación cualitativa descriptiva, ya que con ella se

pretende no solo caracterizar un fenómeno indicando sus particulares, sino también

identificar aquellas relaciones, dinámicas y tensiones que puedan existir en el campo de

estudio definido.

De esta manera, para el cumplimiento de los objetivos de investigación, y

teniendo en cuenta las experiencias, historias, narrativas y demás percepciones de

mujeres sobre el tema del autocuidado emocional, se cree conveniente retomar aquellas

necesidades y ubicarlas en contextos de la cotidianidad dejando de lado las

explicaciones causales, para lo cual será necesario tener en cuenta los postulados del

enfoque de fenomenológico, el cual en palabras de Sandoval (2002) gira entonces,

alrededor de la búsqueda de acceso a la esencia de ese conjunto de existenciales: el

espacio vivido (espacialidad), el cuerpo vivido (corporeidad), el tiempo vivido

(temporalidad), y las relaciones humanas vividas (relacionabilidad o comunalidad).

En esto Hernández (2014) señala que tanto en la fenomenología como en la

teoría fundamentada se obtiene las perspectivas de los participantes. Sin embargo, en

lugar de generar un modelo a partir de ellas, se explora, describe y comprende lo que los

38
individuos tienen en común de acuerdo con sus experiencias con un determinado

fenómeno.

Contexto

El Centro de Desarrollo Infantil -CDI- Gestando Futuro, hace parte de los

programas de atención en primera infancia en la Modalidad Familiar del Instituto de

Bienestar Familiar Colombiano, esta modalidad busca en esencia promover el desarrollo

integral de las niñas y los niños desde su concepción hasta los dos años a través de

procesos pedagógicos, trabajo y acompañamiento a familias, cuidadores y mujeres

gestantes. Gestando Futuro, modalidad familiar ha sido operado desde el 2014 por la

Asociación Profesionales de Colombia1 en las localidades de Bosa, Fontibón y para el

año 2017 en la localidad de Kennedy.

Es en este contexto, donde se busca desarrollar la propuesta investigativa para

aportar al trabajo de fortalecimiento de desarrollo humano, en específico de las mujeres

cuidadoras asistentes a este espacio. Fortaleciendo el ejercicio pedagógico del equipo

profesional de este CDI, por medio de la creación de una cartilla sentando un precedente

en estrategias para el trabajo con mujeres cuidadoras.

Muestra

Para el desarrollo de la presente investigación, se trabajó con un grupo de veinte

mujeres que participan de la modalidad junto con los niños y niñas, como ya se ha

mencionado asisten en calidad de cuidadora principal y actor esencial para el desarrollo

integral de niños y niñas. Estas mujeres, viven dentro de la UPZ Gran Britalia, dentro de

1
La Asociación Profesionales de Colombia –APC- , es una entidad de carácter Cristo céntrico, con un enfoque social, que viene
trabajando con diferentes grupos poblaciones con niños, niñas, adolescentes, jóvenes, mujeres en condición vulnerable desde hace
unos catorce años, a favor de promocionar el desarrollo integral del ser y consolidar el papel de la familia como base fundamental
de nuestra sociedad, tiempo en el que ha acompañado de forma directa e indirecta a unos 70.000 personas del núcleo familiar.
Tomado de http://www.apdecolombia.com/gestando-futuro.html

39
la caracterización realizada se encuentran en el rango de edad entre 19 a 35 años de

edad. Las mujeres seleccionadas para la muestra en la actualidad no se encuentran

laborando y no devengan dinero de actividades informales, siendo sus parejas o padres

los proveedores del sustento económico de los hogares.

Técnicas e instrumentos de recolección

Las técnicas que se utilizarán para el desarrollo de esta investigación cualitativa

descriptiva con enfoque fenomenológico han sido seleccionadas teniendo en cuenta el

tipo de información que se pretende indagar con la labor investigativa. Se establecen

como técnicas y herramientas de este proceso investigativo las siguientes:

Técnicas Instrumentos
La Entrevista: Guía de Entrevista Semi-Estructurada:
Esta herramienta permite recolectar información Cuestionario con preguntas semiestructuradas. Las
sobre las visiones y vivencias de la población preguntas no son necesarias de aplicar de manera
determinando características propias de la misma, literal, teniendo la posibilidad de ampliar o
además permite evidenciar otras variables reformular los cuestionamientos, así como
desconocidas que afecten a la temática central de realizar comentarios y solicitar más información
este proceso investigativo. para recopilar los datos de la mejor forma
posible. (Ver Anexo 1)
Talleres: Diario de Campo:
Espacios de trabajo que brindan la posibilidad de Aquí el objetivo es registrar aquellos hechos que son
abordar, desde una perspectiva participativa, susceptibles de ser interpretados durante las
pedagógica y dinámica problemáticas sociales actividades; por ejemplo, actitudes, comentarios,
que requieren algún cambio o desarrollo, esto a acciones o conductas dadas en el transcurso de las
través de diferentes sesiones y/o encuentros. Para sesiones. En esta herramienta lo valioso es la
eso se desarrollarán los siguientes talleres: interpretación a lo sucedido más allá de la
● Entrelazando bien- estar descripción o narración de los hechos.
● En mi viaje emocional: descubriendo lo que
quiero
● Nutriendo mi ser
● Sembrando mi ser
(Ver anexo 2)
Tabla 1: Instrumentos metodológicos

40
HALLAZGOS

Modalidad familiar del ICBF: Entre el cuidado de la primera infancia y el cuidado


emocional de las mujeres cuidadoras

Para los propósitos de esta investigación, es fundamental empezar por visibilizar

la relación entre el cuidado de la primera infancia y el cuidado emocional de las mujeres

cuidadoras. Teniendo en cuenta eso, Faur (2014) señala que existen cuatro situaciones

típicas en el cuidado de estos niños y niñas: las madres aparecen como cuidadoras de

tiempo completo; el cuidado puede presentarse a cargo de otros familiares (en especial

de otras mujeres como las abuelas, tías y hermanas mayores); el cuidado brindado a

través del acceso a servicios en instituciones estatales y finalmente el cuidado desde la

mercantilización de éste, desde servicios privados o contratación doméstica.

En esto Faur (2009), también trae el concepto de “organización social del

cuidado”, dirigiéndose a la configuración que surge del cruce entre las instituciones que

regulan y proveen servicios de cuidado infantil y la manera en que los hogares de

distintos niveles socioeconómicos y sus miembros se benefician de los mismos. Lo

anterior, permite tomar como ejemplo las dinámicas de las mujeres cuidadoras que

participan de la Modalidad Familiar del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Es necesario recordar, que el ICBF, dentro del cumplimiento de la Ley 1098 de

2006 -Código de la Infancia y la Adolescencia-, tiene la responsabilidad en asumir la

atención de los niños y las niñas, desde la gestación hasta los 5 años de edad, generando

espacios protectores de derechos tales como a la educación inicial, la salud, la nutrición,

la protección, la participación y el cuidado, lo cual significa una oferta estatal para la

41
atención de primera infancia, según los parámetros de la política de estado “De Cero a

Siempre”.

En la oferta institucional bajo el marco de la atención integral de primera

infancia parecen los Centros de Desarrollo Infantil (CDI) modalidad familiar, los cuales

tienen como objetivo dar atención a niños y niñas menores de cinco años a través de

procesos pedagógicos, trabajo y acompañamiento a familias, cuidadores, cuidadoras y

mujeres gestantes. Una de las bases en las que se fundamenta la modalidad familiar, es

acompañar y orientar el proceso de crianza y cuidado de niños y niñas, para que las

familias afiancen los vínculos afectivos con sus hijos e hijas. En cuanto la atención a

mujeres gestantes, busca acompañar y garantizar los cuidados prenatales desde el

momento de la concepción, promoviendo las buenas prácticas de salud y estimulación,

evitando la mortalidad natal. El participar en la modalidad garantiza atención

psicosocial, acompañamiento de salud y nutrición, de ambientes educativos, y

pedagógicos; que ejecutan -en este caso- un equipo interdisciplinar de profesionales.

La modalidad familiar, se desarrolla por medio de encuentros pedagógicos en los

cuales se pretende dar un fortaleciendo al desarrollo integral de niñas y niños, así como

en capacidades parentales y vínculos afectivos de la familia o cuidador. Estos

encuentros están orientados a la construcción de conocimientos colectivos, ambientes

enriquecidos y protectores que favorecen al bienestar de niñas, niños y su grupo

familiar. El acompañamiento se realiza de dos maneras, a saber: la primera, en sesiones

educativas en el CDI una vez a la semana y la segunda, un encuentro en el hogar al mes.

Dentro de la estructura de la modalidad, se plantea la participación activa de

quienes se hacen cargo del cuidado de la primera infancia, en donde las mujeres

42
aparecen como protagonistas en este tipo de escenarios. Aquí, las madres asisten y

cumplen con los requerimientos de la modalidad, sin embargo, en el caso que la madre

por diferentes razones no cuente con la disposición de tiempo, estos procesos se relegan

a otras mujeres, como hermanas, tías o abuelas. Es importante resaltar que, aunque en

los lineamientos de la modalidad se reconoce la importancia del rol que cumplen los

hombres en estos procesos, la participación de figuras paternas en la mayoría de los

casos es poco representativa.

Si bien la modalidad familiar es un programa de atención para niños y niñas,

debido a las distintas dinámicas sociales se convierte en un programa donde participan y

se convierten en co-protagonistas las mujeres cuidadoras. En ese sentido, a las sesiones

educativas programadas, asisten mujeres aproximadamente entre los 14 a 55 años,

algunas gestantes y en periodo de lactancia; presentando como común denominador

niveles académicos bajos o incompletos, desempleo o trabajo informal, mujeres cabezas

de hogar (fuera de estructuras familiares como el modelo nuclear tradicional

establecido), mujeres que en su mayoría señalan estar las 24 horas del día en función del

cuidado de sus hijos e hijas.

En medio de eso, se evidencian dificultades en los procesos de desarrollo

personal que vinculan el manejo de emociones y dentro de esto, carencias afectivas,

baja autoestima, procesos de duelo sin resolver, pocas herramientas para la expresión de

opiniones o sentimientos, etc.; situaciones que pasan de largo y no son tenidas en cuenta

para trabajar con esta población de manera concreta debido a los principios y objetivos

de esta propuesta institucional que va plenamente dirigida a la atención de la primera

infancia. Es así, cómo se desconocen las necesidades que manifiestan las mujeres

43
cuidadoras en espacios que propenden por el bienestar de los niños y las niñas, sin

reconocer que las afectaciones y el poco tiempo dedicado al cuidado emocional que

puedan tener las cuidadoras en su diario vivir, está directamente relacionado con la

calidad de vida y el desarrollo integral de estos niños y niñas.

El concepto de cuidado en la Modalidad Familiar: Cuidar del otro sin cuidar de sí


mismo
La modalidad familiar, se convierte en un espacio de educación no formal,

donde las mujeres por medio de la atención en diferentes temáticas y estrategias

pedagógicas buscan adquirir mayores herramientas para enfrentar situaciones

conflictivas dentro de su rol como madres y/o cuidadoras, hechos que intervienen en su

bienestar emocional. Sin embargo, la propuesta pedagógica y línea operativa de la

Modalidad, no cuenta con unas directrices específicas sobre el bienestar y cuidado

propio de los cuidadores o cuidadoras, a pesar que se espera de ellos y ellas tareas de

corresponsabilidad frente al cuidado y crianza de la primera infancia.

De este modo, dentro del Manual Operativo que el ICBF (2017) para la

modalidad familiar, se propone un plan de formación y acompañamiento a familias o

cuidadores, mujeres gestantes y madres lactantes que responda a sus necesidades,

intereses y características para fortalecer las prácticas de cuidado y crianza de niñas y

niños, de manera que se promueva su desarrollo integral.

Sin embargo, para eso es fundamental analizar el concepto de cuidado que surge

dentro de estos lineamientos, en donde se toma directamente relacionado con la crianza

de la primera infancia en los procesos de desarrollo integral a esta población,

desconociendo las necesidades y carencias frente al cuidado que viven las familias y los

44
cuidadores en sus procesos personales. De esta manera el ICBF señala:

Cuidado y Crianza: Este estructurante de la atención integral busca favorecer y

fortalecer los vínculos entre las niñas y los niños, con su familia y con las personas

responsables de su cuidado a través de la creación de ambientes enriquecidos, seguros,

protectores, incluyentes, participativos y democráticos. El desarrollo de la línea técnica

de este estructurante se compone de dos grandes campos de actuación. El primero

relacionado con la formación y el acompañamiento a familias por su papel

preponderante en este aspecto, y el segundo relativo al restablecimiento de derechos, en

el entendido de que el cuidado está también relacionado con aspectos de prevención y

protección para salvaguardar la integridad de las niñas y los niños. (ICBF, 2017 p.9)

En lo anterior, se puede evidenciar cómo si bien se ubica a las familias y a los

cuidadores en un rol fundamental en la generación de ambientes protectores y de

bienestar para los niños y las niñas, dentro de las líneas temáticas que se abordan en la

modalidad no existe un énfasis en el cuidado de sí de los responsables del cuidado. Los

procesos de fortalecimiento y capacitación familiar están orientados a la educación

inicial de la primera infancia, incluyendo aquí el juego, el arte, la exploración del medio

y la literatura; para el caso concreto de dar acompañamiento a procesos relacionados

con el plano emocional y afectivo, se plantea una línea temática llamada

Fortalecimiento de vínculos afectivos y resiliencia.

No obstante, esta línea se vuelve ambigua debido a las pocas claridades que

existen para su aplicación y la libertad que tienen los operadores de la modalidad para

aplicar dichos contenidos. Al hacer una revisión al documento anexo Orientaciones

temáticas y metodológicas para la formación y el acompañamiento a familias del ICBF

(2017), se pudo evidenciar como el fortalecimiento de los vínculos afectivos, así como

45
la resiliencia se direccionan desde acciones como el amamantamiento, el juego, el

manejo de emociones en los niños y las niñas en donde se solicita que el adulto esté

presto a atender situaciones donde la emocionalidad del niño o la niña pueda verse

afectada, así como al ser empático hacia lo que vivan o sientan los niños y las niñas. Del

mismo modo, esta línea temática, se orienta a otro tipo de ejercicios relacionados con la

crianza, como las rutinas de dormir o despertar, los vínculos entre hermanos y

hermanas, aspectos como el fomentar salidas en familia y la gestación.

La crianza y socialización ubica a las familias en el ámbito de sus corresponsabilidades

en relación al acompañamiento en la construcción de identidades y proyectos de vida

individuales de sus miembros. Existe en primera instancia el cuidado de las niñas y

niños en las actividades de la vida diaria, el cual se transforma cuando éstos van

adquiriendo autonomía e independencia personal, es decir que, durante la primera

infancia, las familias juegan un papel frente al fortalecimiento de los vínculos afectivos,

y cuidado acción que se desarrolla durante toda la vida. (ICBF, 2017, p. 84)

Estos planteamientos permiten ver cómo en este espacio institucional, se exige a

las familias acciones de corresponsabilidad frente al cuidado y la crianza, sin embargo,

se ofrecen pocas herramientas en especial en el desarrollo de contenidos que permitan

fortalecer en las mujeres cuidadoras el manejo de emociones y el cuidado de sí mismas,

aspectos esenciales al momento de poder brindar cuidado a otros. Esto teniendo en

cuenta las diferentes situaciones que estas personas responsables del cuidado de la

primera infancia, han pasado en medio de sus historias de vida, en donde son notorios

los sucesos relacionados con violencia física, sexual, o psicológica, hechos

victimizantes por el conflicto armado, desempleo, inestabilidad económica, etc., lo cual

ha permeado sus proyectos de vida y en gran medida la forma de tener presente el

cuidado de sí en su cotidianidad. Por lo tanto, es necesario reconocer y visibilizar que la

46
situación personal o de bienestar por la que atraviesan los cuidadores, es un factor

determinante en la relación que se construye con los niños y las niñas, en la

consolidación de esos vínculos afectivos que tanto se esperan fortalecer dentro de las

dinámicas y objetivos de la modalidad.

El cuidar más allá de lo físico y estético debe ir acompañado del cuidar desde el

sentipensar, teniendo en cuenta la realidad que vive la modalidad, en donde las mujeres

también requieren de una atención integral, aquí pensando el cuidado desde el derecho a

cuidar y ser cuidado.

Lo anteriormente descrito, evidencia la falta de estructura del Estado para dar

abordaje al tema del cuidado emocional, así como la carencia de orientaciones

pedagógicas en las instituciones encargadas de dar atención a esta población de manera

indirecta, lo cual dificulta el acompañamiento y fortalecimiento a los procesos

emocionales en las mujeres más vulnerables.

Así aparecen una serie de mujeres cuidadoras que desde los espacios educativos

no formales (como los CDI) y por ende desde la acción directa del Estado (a través de la

gestión y planificación de políticas públicas inclusivas), deben empezar a ser

visibilizadas como seres que necesitan también atención y por lo tanto garantía de sus

derechos, incluyendo aquí el tema del cuidado y bienestar personal.

Dar reconocimiento a esta población, permite encaminar acciones que les

contribuyan a fortalecer sus procesos de desarrollo personal, a través de diferentes

acciones tales como la promoción de ejercicios, espacios de bienestar y autocuidado, en

47
donde puedan explorar sus propias necesidades, sueños, deseos, opciones de cambio de

calidad de vida, entre otras. De esta forma, retomando la consigna del feminismo de los

años sesenta, lo personal es político, es fundamental ubicar el tema del autocuidado

emocional como un pilar en la continua y permanente reivindicación de los derechos de

las mujeres que aún se mantiene, el tema del cuidado es un asunto político que

interviene en la calidad de las mujeres y por ende es necesario posicionarlo y orientarlo

también desde la agenda pública de los Estados.

Aquí es importante reconocer, tal como lo menciona Esquivel y otros (2012) que

nadie puede sobrevivir sin ser cuidado, lo cual convierte al cuidado en una dimensión

central del bienestar y del desarrollo humano. Sin embargo, aunque todos/as

necesitamos ser cuidados (como la primera infancia y las garantías que las leyes

nacionales han instaurado para esta población) el papel de los/as cuidadores/as muestra

una distribución desigual, especialmente en términos de género, aspecto que se ha

materializado desde la implantación de políticas públicas que no reconocen las

particularidades de las poblaciones y sus necesidades frente al concepto del cuidar y ser

cuidado.

Es entonces como el cuidado de sí y el autocuidado emocional son acciones que

son necesarias de trasladar del ámbito privado al político, aquí se hace necesario incidir

en la agenda pública, esto desde la planeación y puesta en marcha de políticas que

piensen el cuidado como un derecho transversal a todos los ciclos de la vida; y en la

cotidianidad desde la creación de estrategias pedagógicas y didácticas orientadas al

fortalecimiento del autocuidado emocional de las personas que se responsabilizan del

bienestar de otros.

48
La acción del Estado es predominante en el establecimiento de un cuerpo

normativo que sea garante de derechos de aquellas personas cuidadoras, es por eso que

la libertad social, tal como le manifiesta Nussbaum (2002), en este caso el de las

mujeres, es una meta social central, sea o no ejercida dentro de la casa, así como

también lo son la dignidad y la integridad personal; aportar a la consolidación de esas

metas sociales, permite garantizar el bienestar de las comunidades , así como aportar a

los procesos de desarrollo humano de las mujeres.

Sentires y voces de las mujeres cuidadoras

El fortalecimiento del desarrollo humano implica reconocer que el avance de

las naciones va más allá de un tema económico, y que si bien, esto interviene de

manera sustancial en la calidad de la vida de las personas, no es el único componente

para garantizar el bienestar de los seres humanos; aquí es preciso también visibilizar

las particularidades de las comunidades y las diferentes necesidades que presentan

según sus contextos y dinámicas, en especial en el campo afectivo y creativo,

aspectos que poco se tienen en cuenta al momento de realizar un balance de la

situación por la que atraviesan las distintas sociedades.

Es así, que esta investigación reconoce dentro del paradigma del desarrollo

humano la importancia de promover entornos donde los individuos tengan diferentes

oportunidades para potenciar sus capacidades humanas, es decir, aquello que

realmente se es capaz de hacer y de ser. Sin embargo, también es importante poner

sobre la mesa, que las complejas circunstancias sociales y políticas propician a las

mujeres capacidades humanas desiguales, en donde son tratadas como instrumentos

para los fines de otros: reproductoras, encargadas de cuidados, puntos de descarga

49
sexual, agentes de prosperidad general de una familia (Nussbaum, 2002).

De esta manera, se realizó el acercamiento a un grupo de veinte (20) mujeres

entre los 14 y 55 años, con quienes se llevaron a cabo 4 talleres piloto, los cuales

estuvieron enfocados al fortalecimiento del autocuidado emocional y manejo de

emociones. Lo anterior, se plantea a partir de una serie de entrevistas que se

realizaron tanto a mujeres cuidadoras partícipes del programa como al equipo

profesional del mismo, con el fin de identificar sus concepciones y necesidades

frente a estos temas, y desde allí proponer y crear los talleres pedagógicos pilotos

para abordar el autocuidado emocional.

Entre el sentir y el quehacer: el malabarismo de las mujeres


Retomando apartados anteriores, las mujeres son malabaristas en una

sociedad desigual al momento de intentar conciliar su vida profesional/laboral con su

vida familiar, se duplican sus esfuerzos tanto físicos como en tiempo para mantener

una armonía en su vida, labores y proyectos. Sin embargo, también se encuentra un

malabarismo frente al sentir y el quehacer en especial cuando se habla de cuidado,

aquí aparecen metas personales pendientes o postergadas versus la tarea diaria de

vigilar por el bienestar de sus familias.

Dentro de las entrevistas previas a la realización de los talleres pilotos, se

lograron evidenciar cuatros aspectos claves para esta investigación: el primero, para

este grupo de mujeres hablar de cuidado está directamente relacionado con el estar

en función de otros, en la mayoría de los casos de sus hijos y esposos; el segundo,

aparecen sentimientos contrariados al momento de indagar sobre el cuidado de sí

mismas, reconociendo que son los pocos espacios para el autocuidado emocional; el

tercero, la carencia de herramientas para dar manejo a sus emociones y el cuarto, la

50
necesidad de contar con espacios para ellas pensados desde su individualidad, en

donde puedan expresar, tramitar y sanar.

Las entrevistas y talleres piloto, fueron analizadas y trianguladas en una

matriz de categorización (Ver Anexo 3), es importante mencionar que cada

intervención se ubicó de acuerdo a las cuatro categorías generales del presente

documento, cuidado, autocuidado, autocuidado emocional y mujeres cuidadoras. Así

mismo, se identificaron las subcategorías, se colocó el texto transcrito y la fuente del

testimonio.

51
MATRIZ DE CATEGORIZACIÓN
“CUIDANDO-TE”: Cartilla Pedagógica para el fortalecimiento del autocuidado emocional como dimensión del Versión 2.
desarrollo humano en mujeres cuidadoras

Categoría Subcategoría Texto o testimonio Fuente

Prácticas de cuidado “Cuidar de tu esposo, de tus hijos, cuidarnos a nosotros mismos” Entrevista 1
1. C
“El cuidado es estar pendiente de ellos, mantenerlos con aseo, mirarles su alimentación que sea
U Prácticas de cuidado limpia, que donde ellos estén sean un lugar limpio, apto para que si gatean puedan gatear sin Entrevista 2
I peligro de infecciones.”

D “Antes de estar embarazada, el cuidado era sólo personal. De no sufrir un accidente, un riesgo en
Prácticas de cuidado la calle, ese era mi cuidado personal, pensar solo en mí, pero ahora estoy es pendiente de mi Entrevista 3
A bebe.”
D
“Yo cuido a mis sobrinas, las hijas de mi hermana. cómo son menores de edad yo estoy pendiente
O Prácticas de cuidado
de que coman, que estén bien, que vayan al colegio, que hagan tareas.”
Entrevista 3

“Yo los cuido dándole la comida, el alimento, frutas, que tenga su ropa limpia, su ambiente
Prácticas de cuidado Entrevista 4
limpio.”

“La mayor parte del tiempo a cuidar a mi hija. Me queda muy poquito tiempo para mí. Ahora
menos, ya casi no duermo, me toca estar pendiente de la niña mientras duerme. Por ejemplo, un
Prácticas de cuidado Entrevista 4
día me fui a bañar y la deje durmiendo, cuando salí ya estaba en la orilla, y eso que me bañé en
dos minutos”
“Por ejemplo en mi caso, yo siempre he trabajado. Entonces es una situación que es contradictoria
porque me carga y a la vez no, porque quiero estar con mis hijos, es el no trabajar, pero otras son Diario de Campo
Prácticas de cuidado
las responsabilidades que tengo económicas, sobre todo en esa situación que otro te dé, te dé y te Encuentro 2
dé. Es la independencia”

52
1. A “Se reduce el tiempo para uno mismo, a veces hay mamitas que nos descuidamos, que no voy a
U Prácticas de decir que yo no, pero sí en general la mayoría se descuida uno mismo … en mi caso mayormente
por la economía, yo prefiero en mi casa arreglarme que ir a la peluquería, hacer ese gasto que yo Entrevista 3
T autocuidado
sé que necesitan mis hijos, son cosas que emocionalmente uno va perdiendo.”
O
C “Desde que yo he estado viniendo aquí, pues la verdad me gusta, porque me distraigo mucho.
Prácticas de Porque, por eso yo le dije a mi hija si lográbamos meter a mi nieta, yo iba a todo y ella una vez al
U Entrevista 2
autocuidado mes por el trabajo.”
I
“Esos espacios hacen falta para que se pueda trabajar, para que se pueda dinamizar procesos de
D vida, la calidad de vida, calidad en los hogares y para que las mujeres cada día estemos un poco
A Prácticas de más preparadas para empoderarnos en ese rol que nos toca tan fuerte como mujeres, como madres, Entrevista 5
autocuidado como hijas, como esposas, como parte de una sociedad, si lo considero importante. Adriana,
D
Apoyo pedagógico de la modalidad familiar”
O
E “El momento que uno se dedica para uno, es cuando se baña, se viste y chao. Y hay días que le
Prácticas de coge la noche a uno, porque hay que tener todo listo, todo es de afán, resulta uno corriendo por los Diario de Campo
M autocuidado demás, pero no por uno” Encuentro 3
O “Uno solo se preocupa solo por el oficio y tiene pocos momentos para hacer actividades como
C Prácticas de esta, para pensarse como se está, para compartir con otras mujeres y escucharlas. Hoy me llevo Diario de Campo
I autocuidado muchas cosas lindas.” Encuentro 2

O “Todo eso le sirve a uno, porque son enseñanzas para nuestra vida, se despega, puede hablar de lo
que le pasa a uno. Muchas veces uno no puede hablar así en la casa, por eso esos talleres sirven Diario de Campo
N Manejo de emociones
Encuentro 1
tanto.”
A
L “Estas actividades sirven para soltar, para descargar todo lo que uno tiene por dentro, comparte
con las personas y lo escuchan a uno. Uno se libra al menos por un momento para sacar todo eso Diario de Campo
Manejo de emociones
que se guarda y lo pone mal.” Encuentro 4

Tabla 2: Matriz de Categorización

53
Cuidado, autocuidado y el manejo de las emociones para las mujeres cuidadoras
Al momento de indagar sobre lo qué es el cuidado, las mujeres manifestaron

frases como las siguientes:

“Cuidar de tu esposo, de tus hijos, cuidarnos a nosotros mismos” Entrevista 12

“El cuidado es estar pendiente de ellos, mantenerlos con aseo, mirarles su

alimentación que sea limpia, que donde ellos estén sean un lugar limpio, apto para que si

gatean puedan gatear sin peligro de infecciones.” Entrevista 2

Lo anterior, reconoce el cuidado desde las acciones que dan bienestar al otro,

aquí el eje central de cuidado en la mujer aparece al momento de la gestación,

teniendo en cuenta que el bienestar del cuerpo de ella está relacionado con la salud y

el desarrollo del embarazo sin ninguna alteración para el bebé.

“Antes de estar embarazada, el cuidado era sólo personal. De no sufrir un

accidente, un riesgo en la calle, ese era mi cuidado personal, pensar solo en mí, pero ahora

estoy es pendiente de mi bebe.” Entrevista 3

Así mismo, al indagar por las acciones que consideran las mujeres

entrevistadas promueven el cuidado, en su mayoría se refieren a labores domésticas,

tales como el aseo de la casa, lavar la ropa, cocinar o planchar, sumado a las labores

escolares de sus hijos como el acompañamiento a la realización de tareas.

“Yo cuido a mis sobrinas, las hijas de mi hermana. cómo son menores de edad yo

estoy pendiente de que coman, que estén bien, que vayan al colegio, que hagan tareas.”

Entrevista 3

“Yo los cuido dándole la comida, el alimento, frutas, que tenga su ropa limpia, su
ambiente limpio.” Entrevista 4

2
Las narrativas presentadas en este apartado se citan e identifican según lo sistematizado en la Matriz de
Codificación (Ver Anexo 3)

54
Según Franco (2015), esto muestra cómo a pesar de la importante

participación que las mujeres han tenido en el mercado de empleo, no ha significado

una reestructuración de las obligaciones familiares; ellas siguen siendo las directas

encargadas de las tareas domésticas y del cuidado de las personas en la familia,

aspecto que incide de manera directa en las trayectorias laborales de las mujeres, en

su participación en la esfera pública y en las oportunidades para alcanzar mayores

condiciones de equidad.

Esta situación es reflejada en la esfera emocional de las mujeres cuidadoras,

quienes reconocen que, al estar la mayor parte del día al cuidado de sus hijos y de las

labores de sus casas, descuidan un aspecto clave como el cuidado de sí mismas,

enfrentándose a situaciones de depresión y malestar que guardan para ellas.

“Para las emociones malas trato de cuidar lo que voy a hablar, lo que voy a decir,

no agredir a los niños o a mi pareja. Porque los tengo que cuidar, porque si los trato mal,

tanto mi pareja como mis hijos se pueden ir corriendo.” Entrevista 1

“Pues a veces si me deprimo y hay momentos que me deprimo mucho, pero le pido

a Dios que me ayude. Me pongo a hacer una oración la hago, o me pongo a hacer una

novena, o pago una misa. Y ya. Por ahí me voy a donde la vecina, que es la madrina de mi

hijo menor, me quedo un rato ya” Entrevista 2

Estos relatos permiten ver cómo el autocuidado emocional y el manejo de las

emociones son aspectos que necesitan un fortalecimiento y acompañamiento

permanente en las mujeres cuidadoras. Un ejemplo, es la relación de la autoestima y

el tiempo que destinan también para hacer cosas que le generen bienestar personal.

“La mayor parte del tiempo a cuidar a mi hija. Me queda muy poquito tiempo para

mí. Ahora menos, ya casi no duermo, me toca estar pendiente de la niña mientras duerme.

Por ejemplo, un día me fui a bañar y la deje durmiendo, cuando salí ya estaba en la orilla, y

eso que me bañé en dos minutos” Entrevista 4

55
“Se reduce el tiempo para uno mismo, a veces hay mamitas que nos descuidamos,

que no voy a decir que yo no, pero sí en general la mayoría se descuida uno mismo … en mi

caso mayormente por la economía, yo prefiero en mi casa arreglarme que ir a la peluquería,

hacer ese gasto que yo sé que necesitan mis hijos, son cosas que emocionalmente uno va

perdiendo.” Entrevista 3

De esta manera, la inteligencia emocional y el manejo de emociones son

claves para evitar o tramitar situaciones dolorosas y frustrantes, así como para buscar

estrategias que permitan sanar y liberar situaciones negativas. Daskal (1994) señala

que tenerse estima, quererse, es una acción que todos los humanos deben y pueden

desarrollar, sin embargo, debido a las complejas dinámicas por las que se atraviesa

diariamente, no es una prioridad en lo personal, no tiene relevancia como factor

fundamental para ser abordado en los espacios educativos o formativos, por ejemplo,

en programas con características similares a la modalidad familiar. En la

cotidianidad, se enseña primero a querer y respetar al otro, pero se deja de lado la

importancia de enseñar y aprender a quererse a sí mismo, desconociendo el cariño, el

cuidado, la tolerancia y la comprensión hacia sí mismo, elementos que son base para

los procesos de desarrollo personal.

Es entonces, cómo la Modalidad Familiar cumple un rol importante en la vida

de las mujeres cuidadoras de los niños y las niñas de primera infancia, esto teniendo

en cuenta que los encuentros realizados se convierten en un escape a la cotidianidad,

un momento de encuentro con otras historias de vida, es el espacio para sentirse

protagonista y escuchada por otros, un espacio en donde si bien asisten con sus

hijos/nietos/sobrinos, consideran como propio y enriquecedor de conocimientos, un

lugar donde ellas se permiten ser.

56
“Desde que yo he estado viniendo aquí, pues la verdad me gusta, porque me

distraigo mucho. Porque, por eso yo le dije a mi hija si lográbamos meter a mi nieta, yo iba

a todo y ella una vez al mes por el trabajo.” Entrevista 2

Sin embargo, lo que se puede identificar con las anteriores situaciones y de

acuerdo con lo planteado por Franco (2015) es que se está lejos de un reparto de los

cuidados entre los géneros, los cuidados se están distribuyendo entre generaciones de

mujeres, la poca presencia de los cuidados por parte de los varones se ha traducido

en una transferencia de estos a mujeres de diferentes generaciones, parientes o no

parientes. Situación que influye de manera determinante en la vida privada de las

mujeres, siendo la esfera emocional una de las más afectadas debido a las cargas que

a diario ellas deben asumir, sin contar con las herramientas para contrarrestar las

tareas de cuidado de otros en comparación con el cuidado propio, siendo difícil el

poder tramitar cansancios, desgastes o desencantos.

Es importante mencionar, que dentro de las temáticas de trabajo de la

modalidad familiar aparece el fortalecimiento afectivo y de vínculos, no obstante, el

desarrollo del tema está ligado con fortalecer los procesos de vínculos con las

personas que conviven, enfocando el ejercicio generar entornos protectores para la

primera infancia, dejando de lado la premisa que, para brindar afecto y cuidado a

otro, se debe empezar por procesos de auto afecto y autocuidado.

De esta manera, surge la necesidad de trabajar la temática de autocuidado

emocional en espacios donde convergen mujeres con diversas características pero

que, de alguna manera olvidan la importancia de brindar un cuidado de sí; aquí se

habla de mujeres participantes y mujeres que hacen parte del equipo de

profesionales, a lo largo del documento se han señalado acciones de cuidado cuando

se asume procesos de maternidad o crianza, sin embargo el equipo profesional, que

57
en la mayoría de las situaciones es conformado en su totalidad por mujeres no

cuentan tampoco con espacios que les permita tramitar tanto las situaciones

personales como las cargas que reciben al ser cuidadoras de otras mujeres, al trabajar

con comunidad.

Esos espacios hacen falta para que se pueda trabajar, para que se pueda dinamizar

procesos de vida, la calidad de vida, calidad en los hogares y para que las mujeres cada día

estemos un poco más preparadas para empoderarnos en ese rol que nos toca tan fuerte

como mujeres, como madres, como hijas, como esposas, como parte de una sociedad, si lo

considero importante. Adriana, Apoyo pedagógico de la modalidad familiar” Entrevista 5

Este ejercicio de acercamiento, permitió construir la propuesta de talleres

piloto para trabajar con mujeres cuidadoras, donde se tuvieron en cuenta aspectos

como el tejido de confianza, la identificación de las concepciones e imaginarios que

manifiestan las participantes sobre bienestar, autocuidado y cuidado; la reflexión de

las acciones, prácticas y/o personas que intervienen en el manejo de emociones; la

promoción de escenarios de diálogo entre mujeres desde el principio de la sororidad


3
para fortalecer el cuidado emocional; el reconocimiento de necesidades personales

para conseguir así procesos de trámite emocional; y finalmente la visibilización de

los procesos de construcción personal que cada mujer ha tenido, reflexionando sobre

las maneras de afrontar situaciones significativas y emociones experimentadas.

“La mayor dificultad para generar esos procesos de cuidado emocional es el

descuidarse uno mismo, ese descuido a veces que uno tiene porque uno piensa más en el

otro, y no se piensa uno así mismo, frente al cómo estoy. Creo que esa es una de las

3
Teniendo en cuenta a Lagarde y de los Ríos (2012) y según los planteamientos propuestos para esta
investigación, se entiende a la sororidad como una dimensión ética, política y práctica del feminismo
contemporáneo. Es la búsqueda de relaciones positivas, la alianza existencial y política con otras mujeres,
refiriéndose aquí a lazos de hermandad. Esto para contribuir a la construcción de acciones específicas
para la eliminación social de todas las formas de opresión. Llamando al apoyo mutuo para lograr el
empoderamiento vital de cada mujer.

58
falencias que tiene uno como ser humano, que no pensamos en el yo y si pensamos más en el

otro, cuando pensamos en las emociones del cómo estamos. Y esa es una parte importante,

que, así como nos bañamos todos días, bañemos nuestra alma y nuestra mente y todo para

poder transmitirlo mejor”. Entrevista 5

Y es precisamente que, ver al ser humano de manera integral y no

fraccionado, es el pilar para resignificar la emocionalidad y la importancia de

expresar y aceptar. De transformar el miedo o la sensación de egoísmo al pensar en

el cuidado propio, y generar experiencias donde se haga necesario y vital para el

desarrollo humano dedicar momentos, espacios y acciones como parte del

compromiso personal.

59
ANÁLISIS INTERPRETATIVO

Permitirse sentir, permitirse tramitar: Abriendo caminos para el fortalecimiento


del autocuidado emocional.
“Una mujer es la historia de sus actos y pensamientos, de sus células y neuronas, de
sus heridas y entusiasmos, de sus amores y desamores. Una mujer es inevitablemente la
historia de su vientre, de las semillas que en él fecundaron, o no lo hicieron, o dejaron de
hacerlo, y del momento aquel, el único, en que se es diosa. Una mujer es la historia de lo
pequeño, lo trivial, lo cotidiano, la suma de lo callado. Una mujer es siempre la historia de
muchos hombres. Una mujer es la historia de su pueblo y de su raza. Y es la historia de sus
raíces y de su origen, de cada mujer que fue alimentada por la anterior para que ella
naciera: una mujer es la historia de su sangre. Pero también es la historia de una
conciencia y de sus luchas interiores. También una mujer es la historia de su utopía.”
(Serrano, 2013, p.21)

El diseño y desarrollo de cuatro encuentros pilotos para la construcción de la

cartilla “Cuidando-te”, se dan en medio del desarrollo operativo de la modalidad

familiar, escenario que convoca de manera semanal a 300 mujeres a reflexionar sobre

el cuidado de la primera infancia. Sin embargo, para el desarrollo del ejercicio piloto,

se trabajó con uno de los grupos de veinte mujeres que semanalmente asisten a la

modalidad de forma recurrente.

De esta manera, el programa permite múltiples posibilidades de encuentro

entre ellas y aunque dentro de los lineamientos no contempla el trabajo con círculos

de mujeres o acciones aisladas que no se relacionen con la primera infancia, es en los

procesos de reflexión pedagógica de los equipos profesionales donde se reconoce la

importancia y necesidad de tener espacios alternativos, que aborden el ámbito

personal fortaleciendo y empoderando a las mujeres participantes.

Por lo anterior, los talleres pilotos permitieron enfocar el trabajo para que las

mujeres cuidadoras fueran escuchadas, esto bajo la premisa del cuidado como un

derecho, intentando transformar la sensación de egoísmo que muchas sienten al

propiciar espacios para el cuidado propio. El participar de los encuentros permitió a

las mujeres darse un espacio para pensarse en su autocuidado, sin embargo, estos

momentos se dieron sin desligarse del ejercicio de cuidado de sus hijos, ya que

60
teniendo en cuenta las dinámicas de la modalidad familiar, tanto mujeres cuidadoras

como niños y niñas, deben participar simultáneamente de las actividades que sean

propuestas en este espacio, siendo las mujeres las encargadas de proveer el cuidado

de manera permanente de otros aun cuando el tema central es el autocuidado.

De esta forma los talleres que fueron implementados son los siguientes4:

● ENTRELAZANDO BIEN- ESTAR

● EN MI VIAJE EMOCIONAL: DESCUBRIENDO LO QUE QUIERO

● NUTRIENDO MI SER

● SEMBRANDO MI SER

En el ejercicio propio de los talleres pilotos, el miedo y la pena fueron una

constante durante los cuatro encuentros, el pensar y sentir que cada una debe tener

acciones de cuidado consigo misma generó conflictos internos los cuales son

asociados por la falta de tiempo, por el cansancio permanente y por estar al servicio

de otros.

“El momento que uno se dedica para uno, es cuando se baña, se viste y chao. Y hay días que le

coge la noche a uno, porque hay que tener todo listo, todo es de afán, resulta uno corriendo por

los demás, pero no por uno” P1, E35

“Uno solo se preocupa solo por el oficio y tiene pocos momentos para hacer actividades como

esta, para pensarse como se está, para compartir con otras mujeres y escucharlas. Hoy me

llevo muchas cosas lindas.” P2, E2

En esto llama la atención como es un común denominador, el requerimiento

por espacios, tiempos y acciones para el cuidado propio, los cuales parten de

acciones sencillas como tomar un baño sin estar preocupadas porque sus niños o

niñas permanezcan sin alguien que esté al tanto de ellos, o acciones relacionadas con

4
Para ver la descripción metodológica de cada uno de los talleres ver Anexo 2 “Planeaciones de los talleres piloto”
5
Codificación utilizada para la sistematización de los encuentros (Ver Anexo 3)

61
el poder disfrutar de un postre para ellas solas. Estos relatos surgen como

expresiones dentro de un diálogo que parte de preguntas relacionadas al ¿Cómo

estoy? y ¿Cómo quiero estar?

Así mismo, el trabajo con las emociones positivas y negativas, las

expresiones de tristeza o de felicidad, el resignificar aquello que ha marcado la vida,

el permitirse llorar o reír sin miedo a ser juzgadas, son reflexiones que se dieron en el

espacio de compartir saberes.

“Todo eso le sirve a uno, porque son enseñanzas para nuestra vida, se despega, puede hablar

de lo que le pasa a uno. Muchas veces uno no puede hablar así en la casa, por eso esos talleres

sirven tanto.” P3, E1

“Estas actividades sirven para soltar, para descargar todo lo que uno tiene por

dentro, comparte con las personas y lo escuchan a uno. Uno se libra al menos por un

momento para sacar todo eso que se guarda y lo pone mal.” P4, E4

Si bien, no todas las veinte participantes fueron constantes en el proceso,

inasistiendo a alguno de los encuentros, también fueron llegando personas nuevas al

espacio, el tema es tan necesario que hay una conexión y un llamado interno a

trabajar el manejo emocional. El tener siempre el espacio para expresar por medio de

la palabra, la pintura, la creación de manualidades, fue oportuno para abordar el

cuidado emocional pues son herramientas que permiten descubrir, transformar,

tramitar y resignificar.

“Es que muchas veces uno no tiene un confidente para poderle contar lo que le

pasa. Para decirle mire, eso me paso, eso sentí, así estoy. Todo ese se guarda por

falta de tener a alguien para desahogarse y luego todo queda guardado acá

(corazón) sin poder salir.” P6, E2.

Estas experiencias permitieron visibilizar los sentires y las voces de las mujeres

cuidadoras, identificando aquellos factores que son necesarios de fortalecer y

62
reivindicar en los procesos de desarrollo humano con esta población desde la apuesta de

estrategias educativas; siendo el insumo para la creación de la cartilla pedagógica

“Cuidando-te”, que está dirigida para ser desarrollada por el equipo profesional del área

psicosocial de la modalidad familiar con las mujeres que asisten a esos espacios, sin

embargo no es exclusiva para dicho programa, ya que su aplicación puede darse en

cualquier otro ámbito (institucional o comunitario) en donde las mujeres cuidadoras

sean convocadas y protagonistas.

Cuidando-te: Herramienta pedagogía y didáctica para el cuidado emocional de las


mujeres cuidadoras
Conocer las necesidades, concepciones y motivaciones de las mujeres

cuidadoras frente al autocuidado emocional desde sus propias voces y desde sus

propios sentires, permite tener herramientas concretas para lograr encaminar

acciones que les contribuyan a fortalecer sus procesos de desarrollo personal.

Establecer una línea para la promoción de ejercicios, espacios de bienestar y

autocuidado, implica visibilizar en primera medida las historias de vida de estas

mujeres y resignificar las realidades a las que diariamente se enfrentan, sólo así,

desde el reconocimiento de las particularidades del ser, se logrará desplegar procesos

de desarrollo humano con esta población.

De tal manera, después de explorar sus propias necesidades, sueños, deseos,

opciones de cambio, entre otras, se hace fundamental ubicar el tema del autocuidado

emocional como un pilar en la continua y permanente reivindicación de los derechos

de las mujeres. En esto, el tema del cuidado debe entenderse como un asunto político

que interviene en la calidad de vida de las mujeres tanto en el ámbito público como

en el privado y que por ende es necesario posicionarlo y orientarlo también desde la

agenda pública de los Estados.

63
Teniendo en cuenta el campo del desarrollo humano y la educación, surge la

creación de un material pedagógico que contribuye a la revisión personal de

expectativas y de factores motivadores dentro de los proyectos de vida de las mujeres

cuidadoras. De esta forma, la construcción pedagógica y didáctica de la cartilla, es

pensada como una propuesta de cambio y transformación frente a esas dinámicas que

limitan procesos afectivos de desarrollo humano y que de manera silenciosa viven

algunas de las mujeres, en donde no hay suficientes mecanismos para poder expresar

sus sentires y temores. Es por eso, que esa transformación debe hacerse de forma

concienzuda y crítica por medio de procesos educativos que sean elocuentes y

coherentes con las necesidades de la población.

Cuidando-te: Una propuesta que parte del cuidado propio

La creación de la cartilla, surge como resultado de un proceso investigativo

para abordar el tema del autocuidado emocional en escenarios como la modalidad

familiar, por ello se realizaron diferentes acciones de manera lineal que permitieran

reconocer y analizar las necesidades de las mujeres cuidadoras. Es así, cómo en un

primer momento se realiza una revisión documental de los lineamientos que rigen a

la modalidad familiar y de manera paralela se realizan entrevistas semi estructuradas

a participantes y docentes del programa. Es importante mencionar, que una de las

autoras del presente documento estuvo vinculada laboralmente en diferentes roles

dentro de la modalidad, lo cual permite tener una visión más amplia y completa de

los procesos y las dificultades dentro del programa.

Con el análisis de las entrevistas y recociendo las voces y sentires de las

mujeres cuidadoras, se plantean y desarrollan 4 talleres piloto con el objetivo

transversal de ahondar en las concepciones, significados, acciones de cuidado, y

64
sensaciones de cuidado propio. Terminada la fase de aplicación, se desarrolló el

proceso de triangulación de los diferentes instrumentos aplicados y el análisis del

mismo, para así crear la cartilla “Cuidando-te”, las temáticas que allí se consignan,

buscan fortalecer el autocuidado emocional desde un ejercicio espiral, iniciando

desde reconocer y entender ¿Qué es autocuidado? Pasando por diferentes momentos

hasta llegar a procesos de consciencia y reflexión sobre la importancia y necesidad

del autocuidado emocional en mujeres cuidadoras.

La estructura de la cartilla pedagógica fue pensada en cinco módulos, cada

uno respondiendo a las necesidades manifestadas por las mujeres con las que se logró

desarrollar los encuentros de los talleres piloto. Entendiendo, que los procesos

personales se realizan de manera espiral y no lineal, esta propuesta busca dar un

horizonte de sentido al autocuidado emocional, donde se parte de la historia de vida

de las participantes y su relación con el mundo, sin prejuicios, señalamientos o

juzgamientos frente a la forma de actuar o pensar.

La formulación de cada módulo tiene un sentido simbólico, que representa a

su vez el llamado para conectar cuerpo-mente-emoción, aspectos que

cotidianamente, debido a las complejidades de la realidad, se van desarticulando,

haciendo necesario retomar la idea de pensar a las personas como un conjunto y no

como fracciones separadas.

65
De esta forma los módulos y sus objetivos propuestos son:

Identificar las concepciones, imaginarios y prácticas


MÓDULO I: cotidianas que se asumen frente al autocuidado emocional
RESPIRA EL y bienestar personal.
MOMENTO

Examinar las necesidades personales relacionadas al


MÓDULO II: cuidado emocional y la forma en que estas influyen en el
MIRANDO-TE quehacer cotidiano y la relación con los otros.
POR DENTRO

Generar estrategias de introspección, reflexión crítica y


MÓDULO III: fortalecimiento del autocuidado emocional, promoviendo
QUE TODO prácticas sanas y liberadoras.
FLUYA, QUE
NADA INFLUYA

Reflexionar sobre la importancia del autocuidado


MÓDULO IV: emocional como un factor que contribuye en el desarrollo
CUIDANDO-TE: humano y proyecto de vida de las mujeres cuidadoras.
EL ARTE DE
QUERERSE

Promover espacios de dialogo de saberes entorno al


MÓDULO V: autocuidado emocional, desde las experiencias adquiridas
CUIDANDO MI como mujeres cuidadoras en el campo profesional.
SER EN MI
QUEHACER

Figura 1: Estructura de los módulos de la cartilla

En la presente propuesta de cartilla, cada módulo contiene dos encuentros, para un

total de diez (10) talleres. Sin embargo, es importante aclarar por un lado que el

número de encuentros depende de las necesidades identificadas en los diferentes

grupos donde se implemente la propuesta pedagógica de “Cuidando-te”, teniendo en

cuenta que la población no es igual en todos los contextos, dejando un espacio para

la creación de nuevas actividades y otras propuestas que fortalezcan los contenidos

de cada módulo.

66
Los cuatro primeros módulos están dirigidos directamente a mujeres cuidadoras,

el último hace referencia al equipo profesional que a su vez realiza acciones de

cuidado y el cual también necesita fortalecer procesos de autocuidado.

Por otro lado, cada taller propuesto se encuentra dividido en tres (3) momentos

que se consideraron esenciales para el abordaje de cada uno de los objetivos de los

encuentros. Esos momentos, hacen referencia al interés de articular el cuerpo, las

emociones, la mente y la palabra, aspectos que se hacen claves en el fortalecimiento

del cuidado emocional y del desarrollo humano de las mujeres cuidadoras.

Este espacio está destinado para hacer ejercicios de


conciencia del cuerpo, retomando la conexión entre
Momento I – Pensando cuerpo y razón. La importancia de reconocer el
el cuerpo- cuerpo físico no como un vehículo sino como un
territorio de cuidado.

Es pensando desde el plano emocional y la


Momento II – Viviendo necesidad de resignificar el hecho de sentir
emociones- emoción, como manifestarla y tramitarla cuando
esta sea tóxica para mi bienestar.

Este espacio, es uno de los más valiosos dentro de


cada sesión, busca escuchar las experiencias,
Momento III – sentires y saberes de las participantes de la
Alimentando saberes – actividad, generando la tranquilidad para expresar
y dialogar las situaciones o emociones que pocas
veces se hablan

Figura 2: Estructura de los momentos de los talleres

Es entonces, como estos momentos dan cuenta de tres espacios que se propician

en una misma jornada, partiendo de la introspección individual hasta llegar a la

construcción colectiva de saberes y estrategias. Cada taller diseñado debe cumplir con

el objetivo general del módulo y a su vez tiene una intencionalidad propia que es

abordada en los diferentes momentos orientadores de los talleres, variando el contenido

67
según la especificidad de cada sesión6.

Para eso es importante también señalar, como los contenidos de cada uno de los

talleres, están pensados desde una apuesta creativa y afectiva, en donde se hace

necesario la implementación y creación de herramientas que contengan una perspectiva

artística y simbólica, razón por la cual las actividades vinculan por una parte un

componente corporal, el cual pretende generar conciencia de lo que significa el cuerpo

como el vehículo donde transitan nuestras emociones, como un espacio sagrado y vital

que es necesario de reconocer y sentir; y del mismo modo un componente simbólico-

expresivo, en el que el uso de la pintura, la escritura y en general de la creación se hacen

primordiales para la expresión, manifestación y reconocimiento de emociones y

sentimientos.

Es entonces, cómo se da la construcción de los diferentes talleres que conforman

la cartilla “Cuidando-te”7, haciendo que la estructura general de la misma sea como se

mencionó anteriormente con cinco módulos, cada uno con dos encuentros:

6
Para ampliar la estructura de los objetivos, propósitos y momentos de cada taller ver Anexo 2
“Planeaciones talleres piloto”
7
Ver Anexo 4 “Cuidando-te: Herramienta pedagógica para el fortalecimiento del cuidado emocional de
mujeres cuidadoras”

68
SESIÓN I SESIÓN II
ENTRELAZANDO BIEN- ESTAR: TIEMPOS DE CUIDADO:
RESPIRA EL Identificar las concepciones e Reconocer el tipo de prácticas y
MOMENTO imaginarios que manifiestan las actividades que las participantes
participantes sobre bienestar y generan frente al tema de bienestar y
cuidado. cuidado tanto a manera personal
como en relación con el/la otro/a.

SESIÓN I SESIÓN II
EN MI VIAJE EMOCIONAL: MIS COLORES Y MIS FORMAS
MIRÁNDOTE POR Fomentar la capacidad de ver y
DESCUBRIENDO LO QUE QUIERO
DENTRO reconstruir situaciones
Establecer las acciones, prácticas,
personas o situaciones que problemáticas utilizando
intervienen en el manejo personal de herramientas creativas y artísticas.
las emociones.

SESIÓN I SESIÓN II
NUTRIENDO MI SER MI SER, ENTRE EL AGUA Y EL
QUE TODO FLUYA Identificar la relación existe entre el FUEGO
QUE NADA INFLUYA trámite de situaciones emocionales y Desarrollar estrategias desde el juego
su representación en situaciones simbólico para la reflexión y
corporales y de salud. búsqueda de alternativas a
situaciones problemáticas.

SESIÓN I
SESIÓN II
SEMBRANDO MI SER
TEJIENDO MIS EMOCIONALIDADES
CUIDANDO-TE: EL Reconocer y dar valor a los procesos
de construcción personal que cada Favorecer un espacio de reflexión en
ARTE DE el que las mujeres hagan una
mujer ha tenido, reflexionando las
QUERERSE maneras de afrontar situaciones representación simbólica del tejido
significativas y emociones del cuidado de las emociones para
experimentadas. fortalecer su proyecto de vida.

SESIÓN II
SESIÓN I TEJIDOS DE VIDA, TEJIDOS DE
EN LOS CÍRCULOS DEL CUIDADO AMOR
CUIDANDO MI SER
Identificar las acciones que se Fomentar las reflexiones sobre el
EN MI QUEHACER realizan para cuidar las emociones autocuidado emocional y la
personales en espacios y contextos importancia de este dentro de los
que implican cuidar de otros. roles y quehaceres que desempeñó
enla sociedad.

Figura 3: Estructura general de la cartilla

Es necesario resaltar que los talleres contienen actividades y propuestas que surgen

de las vivencias del proceso de la especialización en Desarrollo Humano con énfasis en

procesos afectivos y creatividad, un espacio formativo alternativo que ofrece acciones

de cuidado de sí y los cuales permiten generar procesos frente al manejo de emociones;

así mismo las actividades propuestas surgen de las continuas jornadas de reflexión y

análisis de las entrevistas y talleres piloto que fueron implementados, por lo tanto desde

las propias voces de las mujeres cuidadoras.

69
Adicional, es fundamental resaltar cómo para las autoras del presente documento

fue clave la oportunidad de compartir estas experiencias desde la participación en el

Coloquio Nacional de Estudios de Género: Trayectorias y retos de los estudios de

género en Colombia durante el mes de noviembre del 2017 en la ciudad de Manizales,

donde la presente investigación fue ponencia en la mesa de trabajo Género, trabajo y

cuidado. Todas esas reflexiones y momentos suscitados del proceso investigativo,

permiten visibilizar y reafirmar dentro y fuera de los contenidos de “Cuidando-te”: el

derecho al ser cuidado, en tanto las acciones relativas al cuidar son permanente e

inherentes a todas las personas y en todos los ciclos vitales, lo cual da las bases para

desarrollar propuestas enfocadas desde el campo educativo a fortalecer el autocuidado

emocional como una dimensión fundamental en el desarrollo de capacidades, en este

caso en específico de las mujeres quienes a diario se convierten en malabaristas al

asumir el reto de cuidar a la sociedad colombiana contraponiéndolo en algunas

ocasiones sobre sus propias emociones, sentimientos, sueños e intereses.

La cartilla “Cuidando-te”, está pensada desde la sororidad, es una propuesta de

cuidado para mujeres desde mujeres, un llamado a fomentar acciones de autocuidado

emocional, no solo para las mujeres que asumen roles de cuidado tales como la

maternidad o labores domésticas las veinticuatro horas del día, sino también para

aquellas que a diario buscan lograr un balance entre el ejercer sus roles profesionales, su

vida familiar y su bienestar personal.

70
CONCLUSIONES

El proceso de investigación y creación que tomo la realización del presente

documento y de la cartilla “Cuidando-te”, permiten evidenciar que hablar del cuidado

como una cuestión social, significa involucrar en éste a distintos actores, contribuyendo

a la desmitificación del cuidado como un acto natural del instinto materno o femenino y

por lo tanto correspondiente únicamente a las mujeres. En esto la corresponsabilidad

entre el Estado, la sociedad y la familia debe reconocerse y por lo tanto llevarse a la

práctica, aquí la implementación de políticas sociales que tengan en cuenta el tema del

cuidado es fundamental para lograr tanto hombres y mujeres gocen de prácticas de

cuidado y autocuidado de forma equitativa y placentera.

En ese sentido se encuentra cómo el diseño de los programas de atención para la

primera infancia está directamente relacionado con el desarrollo personal de las

mujeres. La formulación y puesta en práctica de los mismos debe ir de la mano del

fortalecimiento de las personas que a diario se hacen cargo de los niños y las niñas que

hacen parte de esas apuestas estatales, en donde en su gran mayoría son mujeres que

deben dejar de lado el cuidado de sí para dar cuidado a los integrantes de sus familias.

Es de este modo, que el desarrollo de programas para la primera infancia debe estar

pensado también a través de una atención integral para los actores que convergen en ese

tipo espacios (mujeres cuidadoras y equipo profesional), teniendo en cuenta que el

bienestar de estos se vincula simultáneamente con los procesos de cuidado y crianza

propuestos para los niños y niñas.

Buscar el bienestar, la tranquilidad y el cuidado propio como punto inicial para

promover el cuidado de otros, es una premisa que poco se reflexiona en espacios como

la Modalidad familiar, pues en la mayoría de los casos se visibilizan las condiciones

71
físicas y materiales, dejando de lado el área emocional. Esta temática, que si bien

aparece dentro de los lineamientos de la modalidad está sujeta a la línea de abordaje de

acuerdo con la visión y formación de los profesionales que lideran el proceso, también

de las capacitaciones que se brindan al equipo de talento humano. En ocasiones, los

procesos de formación para fortalecer el abordaje del manejo de las emociones son

escasos y limitados por las pocas herramientas pedagógicas con las que se pueden

contar. También, el tiempo para trabajar los vínculos afectivos son cortos dada la

premura de atender y dar cumplimiento a las demás temáticas, las cuales dan cuenta de

los procesos adecuados de crianza y de bienestar para los hijos e hijas de estas mujeres

que participan de dicha modalidad.

Los talleres pilotos realizados con el grupo de mujeres cuidadoras, permitieron

evidenciar que para el desarrollo de los encuentros es necesario vincular a los niños y a

las niñas que se encuentren en el espacio, ya que su presencia es constante y la atención

de las mujeres va a estar siempre ligada a procesos de cuidado, mientras ellas participan

de los encuentros. Razón por la cual los talleres piloto fueron reajustados y reorientados

según estas observaciones, dándose una nueva construcción atendiendo a que las

mujeres logren los procesos cuando asistan con los niños y niñas al encuentro, lo cual se

puede identificar en el consolidado de actividades que están dentro de la cartilla

“Cuidando-te”.

Los espacios que convoquen a grupos de mujeres, son escenarios fundamentales

para la implementación de apuestas pedagógicas y didácticas que atiendan y posibiliten

acciones de cuidado propio, fortaleciendo así el desarrollo humano y el manejo

emocional que ayude a reconocer, tramitar y sanar. Aún más cuando se convoca a

mujeres cuidadoras, quienes de manera constante reclaman escenarios propios teniendo

en cuenta las dinámicas sociales de exclusión y segregación que viven muchas de ellas.

72
Esto puede evidenciarse, por ejemplo, en las concepciones sobre lo qué es el cuidado,

en donde las mujeres con las que se logró realizar el pilotaje de los talleres , lo

relacionaron en su mayoría con las acciones referidas hacia el bienestar de otros , esto

también marcado por los lineamientos de las actividades que comúnmente se realizan en

la modalidad familiar, en donde el cuidado se proyecta a la protección de los niños y las

niñas, sumado a los roles familiares que a diario asumen desde lo doméstico.

El lograr la implementación de apuestas educativas para el cuidado de sí y el

cuidado de las emociones, genera que se continúen ganando espacios para el

empoderamiento de las mujeres, aspectos que contribuyen a la construcción de

escenarios equitativos e igualitarios. Así mismo estos escenarios, permiten fortalecer los

procesos personales de las mujeres cuidadoras, reconociéndose como un ser humano de

esferas integrales, donde lo físico y lo emocional van de la mano, por lo tanto, es

fundamental cuidar de estas dimensiones a través de prácticas positivas, las cuales

pueden liberar, contar, tramitar y fluir ante las dificultades, teniendo la posibilidad

autopoiética de reconstruirse y reconfigurarse como mujer.

Es necesario, visibilizar a las mujeres cuidadoras en escenarios de libertad e

independencia, ubicando el cuidado como un derecho y no en acciones aisladas de

satisfacción personal que puedan considerarse como actos de egoísmo. El cuidado debe

ser un acto en el que participan todos y todas para fortalecer los procesos personales y

sociales de las comunidades, un ejercicio de corresponsabilidad. El derecho a cuidar, a

cuidarse y al ser cuidado se debe convertir en una práctica que ayude al tejido social y

que contribuya a la construcción de sociedades más equilibradas, reconociendo la

importancia de cuidar también de las emociones.

73
De esta manera, el autocuidado emocional es la herramienta para que cada una

de las mujeres que dedica su tiempo a cuidar de los demás, haga conciencia de su ser a

través de la identificación de sus propios intereses. “Cuidando-te” es una apuesta desde

el desarrollo humano y la educación, que utiliza lenguajes simbólico-expresivos que en

la cotidianidad se pasan por alto y que son fundamentales para fomentar procesos de

reflexión crítica sobre el bienestar personal. Siendo así como el cuerpo, la mente y las

emociones se convierten en la esencia transversal de cada uno de los talleres propuestos

frente al autocuidado emocional. “Cuidando-te” es un insumo pedagógico que, si bien

está pensado por y para mujeres, también hace la invitación para que los hombres hagan

consciencia de sus procesos de cuidado con sí mismos y con las demás personas que los

rodean, centrando la esfera emocional de los seres humanos como fuente vital de las

acciones cotidianas.

Finalmente, cuidar de las emociones debe ser considerado un tema

preponderante de trabajar desde el campo educativo en sociedades como la colombiana

donde se limita la posibilidad de expresión de sentires, temores, angustias o dificultades

en los proyectos de vida; por ello y partiendo de la experiencia vivida al cursar la

Especialización de Desarrollo Humano con énfasis en procesos afectivos y creatividad,

para las autoras de la presente investigación contar con espacios alternativos que

permitan pensar el cuerpo, la mente y la emoción como un conjunto y no como fracción

se hacen indispensables para transitar en los escenarios de la cotidianidad, pues para

hablar de procesos de autocuidado primero se debe participar en la búsqueda de

posibilidades para abordar la emocionalidad del ser.

74
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79
ANEXOS

ANEXO 1

FORMATO ENTREVISTA SEMI ESTRUCTURADA Diciembre


“CUIDANDO-TE”: Cartilla Pedagógica para el fortalecimiento del 2017
autocuidado emocional como dimensión del desarrollo humano en mujeres Versión 2.
cuidadoras
1. ¿Para usted que es el cuidado?

2. ¿Cuida de alguien en la cotidianidad? ¿De quién?

3. ¿Qué tareas adelanta en el diario vivir en relación con el cuidado?

4. ¿En algún momento del diario vivir, es usted cuidada? ¿En cuáles y por quién?

5. ¿Cómo cuida de sus emociones?

6. ¿Qué entiende por el autocuidado emocional?

7. ¿Dentro de los programas, talleres o actividades en los que ha participado ha


recibido fortalecimiento del autocuidado emocional?

8. ¿Qué se necesita para promover el autocuidado emocional, desde su experiencia?

9. ¿Qué falencias o dificultades existen para tener un cuidado emocional?

80
ANEXO 2
PLANEACIÓN TALLERES PILOTO

Taller I: Entrelazando Bien- Estar


Propósitos de la sesión:
1 identificar las concepciones e imaginarios que manifiestan las participantes sobre bienestar,
autocuidado y cuidado.
2. Reconocer el tipo de prácticas y actividades que las participantes generan frente al tema de
bienestar y cuidado tanto a manera personal como con en su relación en el/la otro/a.
Recursos: Música de relajación, dispositivos de sonido, hojas, marcadores, cartulinas, papel
Kraft, lápices.

Metodología
Momento I -Pensando el cuerpo-
Tiempo aproximado (15 minutos)

Se inicia la actividad invitando a las participantes a que formen un círculo. Ya ubicadas en


este y manteniéndose de pie se realiza un ejercicio de respiración, para eso las personas que
lo deseen cerraran los ojos y harán conciencia del aire que entre a sus cuerpos en tres
tiempos: inhalando en 5 segundos, sosteniendo en 3 segundos y exhalando nuevamente en 5
segundos, esto para convocar a cada una al aquí y al ahora. En el fondo se utilizará música de
relajación para generar un espacio más tranquilo y placido.

Posterior a eso se realizarán algunos ejercicios para iniciar un calentamiento de los cuerpos,
es así que deben tenerse presentes los pies, las piernas, la pelvis, las caderas, el pecho, los
hombros, los brazos, las manos, los dedos, el cuello, etc., hasta llegar a la cabeza. Los
ejercicios que se hagan deben ser suaves y las repeticiones de los mismos no tan prolongadas.
La intención es lograr activar cada parte del cuerpo haciendo una reflexión sobre los
movimientos y funciones que cada parte cumple en nuestras actividades diarias y la manera
en que a diario damos uso de las mismas.

Las preguntas orientadoras para hacer reflexión del ejercicio son:


¿Qué tanto pienso mi cuerpo diariamente?
¿Soy consciente de lo que hago con mi cuerpo a diario?
Momento II –Viviendo emociones-
Tiempo aproximado (45 minutos)

De manera individual se entrega a cada una de las participantes 3 pequeñas hojas de papel, se
les invita a qué piensen aquellas cosas que les generan bienestar en sus vidas, posteriormente
deberán escribirlas en cada una en los papelitos entregados.

Después de esto, cada una presentará qué cosas le generan bienestar, en este espacio es
importante la escucha y el respeto por la palabra. Para eso se solicita a una persona que lea un
primer papel de aquello que le genera bienestar, se le pregunta al grupo quién más identifico
la misma acción/cosa/persona/actividad, esto permitiendo tejer una red de similitudes frente
al tema. Luego se realiza el mismo ejercicio con el segundo papel y con el tercero, así hasta
que todas las participantes logren socializar sobre su bienestar.

Luego de haber hecho el ejercicio de socialización se les pide que con sus papeles se
acerquen al Jardín del Bien-Estar el cual estará pegado previamente en una de las paredes del
salón donde se realiza la actividad. Este Jardín estará dividido en cinco partes: Emocional,
Económico/Material, Espiritual, Corporal/Físico, Mental. Allí según la elección de cada una,
pondrá cada uno de sus papelitos en la parte que considere del jardín.

81
Aquí según la parte del jardín que más haya recibido papelitos, se hará la reflexión sobre la
importancia de estas dimensiones del bienestar y sobre las acciones que se realizan a manera
personal para cultivar cada una de estas en el cotidiano.

Momento III –Alimentando Saberes-


Tiempo aproximado (15 minutos)

Se solicita al grupo que conformen parejas, la idea es que se reúnan por afinidades o con
aquellas personas que tienen mayor confianza en el grupo. Se les invita para que una
permanezca de pie y otra sentada. El ejercicio consiste brindarle a la otra persona un pequeño
masaje a manera de cierre. Esto teniendo en cuenta las actividades previas sobre la conciencia
de nuestros cuerpos y el bienestar de cada una.

Para el masaje se entrega un poco de crema, la cual permitirá que el que este se haga de
manera más delicada. Este masaje será en el rostro, cuello y espalda, para eso el/la guía irá
orientando los tiempos y el tipo de movimientos que se harán.

Terminado el masaje con la primera persona, se realiza el cambio.

Finalmente se reflexionará la manera en que cuidamos de nosotras mismas y la manera qué


cuidamos a los demás. ¿Cómo cuido de mí y del otro?

82
Taller II: En mi viaje emocional: Descubriendo lo que quiero
Propósitos de la actividad:
1. Generar un espacio de reconocer las acciones, prácticas, personas tóxicas que pueden ocasionar
inestabilidad emocional.
2. Desarrollar actividades artísticas reconociendo la capacidad de ver y reconstruir las situaciones
de maneras diferentes que permitan el cuidado emocional.
Recursos:
Colchonetas
Dispositivo reproductor de música
Cartulinas
Pinceles
Temperas colores variados (mínimo 5)
Tarjetas con mensajes

Metodología
Momento I -Pensando el cuerpo-
Tiempo aproximado (25 minutos)

Se inicia la actividad invitando a las participantes a que sentadas o acostadas en colchonetas,


inicien un ejercicio de respiración guiada. En un primer momento se hace consciencia del cuerpo
cada vez que se menciona una parte del mismo, se inhala y tensiona esta parte al contar 3
segundos se exhala con fuerza y relajando la parte del cuerpo tensionada. En el fondo se utilizará
música de relajación para generar un espacio más tranquilo y de armonía.

Posterior, se realiza un ejercicio de relajación y reflexión guiado, invitando a las participantes a


invocar el espacio al aire que más les gusta o desean visitar, ejemplo: la playa, el mar, el bosque,
una montaña, el campo entre otros. En este lugar se les indica que encuentran una maleta vacía y
la deben cargar, pero al recorrer este espacio se empieza a cargar, de situaciones, personas,
acciones, lugares negativos que afectan la tranquilidad emocional y con el andar la maleta se va
haciendo cada vez más pesada hasta el punto que no les permite avanzar. Es allí, donde se les
pide que paren en su andar y sean conscientes de lo que llevan en la maleta y les impide seguir el
viaje, seguido se indica en pensar ¿Qué cosas se quieren dejar, que personas hacen daño que
quieren alejar u olvidar? ¿Qué acciones son dañinas emocionalmente?, es así como se les pide ir
descargando la maleta, dejando cosas que les permita seguir el viaje hasta que puedan caminar
con libertad.

Para cerrar, se pide hacer un ejercicio de respiración consciente cargando en una inhalación el
cuerpo en 3 segundos y 3 segundos después exhalar con fuerza para descargar y dejar todo el
peso de la maleta, esta acción se repite 3 veces y con el mismo se cierra el ejercicio.

Momento II –Viviendo emociones-


Tiempo aproximado (45 minutos)

De manera individual cada participante recibe un octavo de cartulina, pincel y se dispone


témperas de varios colores, se invita a las participantes en pensar en una situación en particular
de la última semana o personas, y empiecen a pintar como ellas consideran puedan expresar esas
emociones negativas, estresantes. Para ello, deben utilizar todo el espacio y con diversos colores.

83
Posterior, se realiza una galería con los trabajos realizados para que todas las participantes los
observen y se abre el espacio para preguntar o describir lo que se vio en los cuadros.

Luego de la socialización, se pide a las participantes tomar nuevamente la pintura y pensar ahora
cómo se puede transformar esa situación. Las indicaciones nuevamente es usar diferentes colores
y ocupar nuevamente todo el espacio.

Momento III –Alimentando Saberes-


Tiempo aproximado (15 minutos)

Se solicita al grupo que se conforme un círculo, a cada una de ellas se le hará entrega de una
postal con diferentes mensajes alusivos a la temática trabajada, luego de la lectura se plantea un
ejercicio de socialización alrededor de las siguientes preguntas orientadoras:
¿Qué acciones realiza para cuidar de las emociones?
¿En diferentes momentos eres consciente de las situaciones, acciones o personas tóxicas?
¿Qué haces cuando tienes alguna afectación emocional?, ¿Cómo lo expresas?

Y a modo de cierre y reflexión, se invita a las participantes a pensar y socializar qué opciones nos
brinda los espacios que frecuentamos para cuidar de nuestro estado emocional.

84
Taller III: Nutriendo mi sentir
Propósitos de la actividad:
1. Fomentar escenarios para entre mujeres para fortalecer el cuidado emocional y dialogar las
necesidades para nutrir el cuidado propio.
2. Incentivar el uso de herramientas didácticas y estrategias pedagógicas para fortalecer y nutrir el
ser emocional.
Recursos:
Dispositivo reproductor de música
Sonidos de fuentes de agua
Palos de agua
Colchonetas
Figura de árbol
Hojas de colores
Lana
Chelines

Metodología
Momento I -Pensando el cuerpo-
Tiempo aproximado (25 minutos)

Se inicia la actividad invitando a las participantes a estar en una posición cómoda acostadas en
colchonetas o sentadas en sillas. Para iniciar este proceso, se debe ambientar el espacio con
sonidos de fuentes de agua fluyendo, adicional contar con palos de agua para hacer uso de este de
manera itinerante en la actividad.
Luego, se pide a las participantes realizar los siguientes ejercicios de respiración:
- Inhalar en 8 segundos
- Retener 8 segundos
- Exhalar en 8 segundos
El anterior ejercicio se repite 3 veces, indicando la importancia de realizar una respiración con el
diafragma. Después se invita a cerrar los ojos e inhalar tomo el aire q más pueda para posterior
exhalar con fuerza, e iniciar a escuchar los sonidos del agua.
Con los sonidos, se inicia un proceso de reconocimiento de las partes del cuerpo, de escuchar el
corazón, el pulso, sentir y hacer consciencia de como fluye la sangre por nuestro cuerpo, y así
mismo transpolar nuestro cuerpo a una fuente de agua y pensar y sentir como esta nuestro cuerpo
en este espacio, que sensaciones produce el escuchar el fluir del agua.
Se invita, a tener un espacio solamente de escucha y procurar de lado los pensamientos, y escuchar
los sonidos del ambiente.

Para finalizar poco a poco se invita a las participantes a estar en el aquí y en el ahora, y mantener
las sensaciones de los sonidos de las fuentes de agua para el ejercicio siguiente.
Momento II –Viviendo emociones-
Tiempo aproximado (45 minutos)
Este segmento inicia con un circulo de saberes, y por medio de las siguientes preguntas
orientadoras recoger las experiencias del fluir del agua:
- ¿Cómo sentimos el cuerpo cuando estamos dentro del agua?
- ¿Hubo alguna dificultad para lograr el ejercicio?
- ¿Han realizado algún ejercicio para descargar las emociones positivas y negativas y
sentirse como el agua?

85
Luego, se inicia el trabajo con los quita pesares, este elemento será construido con las
participantes con hilo, lana y chelines. Para estos se les enseñara a realizar el quita pesares, en
medio de la construcción del mismo las preguntas orientadoras:
¿Que necesitas dejar atrás para fluir como el agua?
¿Qué o quién ayuda a que te sientas tranquila?
Posterior a la construcción de la quita pesares, se dará un espacio para que de manera mental cada
una de las participantes le cuentes a su muñeco que cosas quiere que se lleve. Para cerrar este
ejercicio, cada participante se llevara el quitapesares y como lo dice la tradición se llevará a casa y
se colocará debajo de la almohada.

Momento III –Alimentando Saberes-


Tiempo aproximado (15 minutos)
Para el cierre de la jornada, se hará una reflexión con un árbol que tiene un espacio en cada parte
de su estructura, con ello se hace el ejercicio que las participantes en papeles señalen cuales son
los elementos necesarios para el autocuidado emocional, las raíces, el tronco, las ramas, los frutos,
y que se necesita del entorno y del exterior como alimento para que el árbol crezca como debe
crecer y ser consciente el autocuidado emocional.

86
Taller IV: Sembrando mi ser
Propósitos de la actividad:
-Reconocer y dar valor a los procesos de construcción personal que cada mujer ha tenido,
reflexionando las maneras de afrontar situaciones significativas y emociones experimentadas.
-Favorecer un espacio de reflexión en el que las mujeres hagan su propia representación simbólica
de los cuidados necesarios para fortalecer su proyecto de vida.
Recursos: Vasos plásticos semillas, tierra, temperas, colores, marcadores.

Metodología
Momento I -Pensando el cuerpo-
Tiempo aproximado (45 minutos)

Desde un ejercicio de corporal, se invita a las participantes a qué piensen sus cuerpos y mentes en
el aquí y en el ahora. Para eso se realiza en un primer momento un ejercicio de respiración que las
convoque a la actividad, en esta se utilizará música suave. El ejercicio consiste en al menos 3 o 4
repeticiones del siguiente ejercicio:
a- Inhalar una respiración profunda y completa
b- Retenerla por unos segundos (no más de 5 segundos), esto será orientado por la persona
que guíe el ejercicio.
c- Liberar el aire por la boca, de manera lenta e intermitente, esto con los labios apretados,
pero sin inflar las mejillas, haciendo una leve presión de resistencia a la salida del aire
contenido.

Después de esto se inicia el calentamiento, donde es necesario hacer conciencia de cada una de las
partes del cuerpo. Para eso es necesario que el grupo este en círculo, ya que se busca reconocer a
las otras personas como parte importante de la experiencia de la jornada. En el círculo, se les pide
a las asistentes que muevan cada una de las partes de su cuerpo, iniciando desde los pies hasta la
cabeza. Aquí la persona que guía el ejercicio irá dando las indicaciones correspondientes, aquí la
música debe ser un poco más movida que en el primer ejercicio.

Posterior se invita a las asistentes a que fluyan y transiten en el espacio, iniciando con una marcha
lenta y luego aumentando su velocidad, para eso es necesario tener música con ritmos más fuertes
y variados. Aquí la intención es que las mujeres bailen de manera libre y espontánea según los
ritmos que van apareciendo, dejándose llevar por la música.

En un momento se detiene la música y se les pide que frente a quién haya quedado conformen una
pareja. A cada una se les brindará un elemento que cubrirá los ojos, aquí por parejas deberán
continuar el baile, una la llevará a la otra haciendo un recorrido por el espacio, continuando con los
ritmos propuestos. Aquí se busca generar confianza entre las mujeres, interactuando con la música
de fondo.

Luego de realizar este ejercicio de manera individual se les pide que continúen recorriendo el
espacio, pero ahora de una manera más lenta, mientras que van diciendo en voz alta todos esos
nombres o apodos que han transitado por su vida, aquí se busca evocar aquellas situaciones que
han marcado su identidad, así como personas que han aparecido en medio de esa construcción.

Después se convoca a conformar nuevamente el círculo, allí sentadas en el piso cada una realizará
una carta dirigida a uno de esos apodos o sobre nombres recordados, aquí le contaremos nuestras
alegrías, temores, frustraciones o situaciones que consideramos importantes. Quienes deseen
podrán leer la carta en voz alta y contarnos un poco su experiencia.

Las preguntas orientadoras pueden ser


¿En qué momento de tu vida aparece ese sobrenombre?
¿Quién te lo dio?

87
¿Qué recuerdos aparecieron?
Si fueron recuerdos negativos, ¿cómo se logró superar ese instante?

Finalmente se realiza el cierre reflexionando sobre cómo cada una se ha construido como mujer,
esto teniendo en cuenta la identidad adquirida hasta el momento y las situaciones vividas. También
pensando en lo que se quiere, en lo que se está transitando y transformando para consolidar un
proyecto de vida personal.

Momento II –Viviendo emociones-


Tiempo aproximado (20 minutos)

Teniendo en cuenta el momento anterior frente a esa construcción personal, a cada una se le
entrega en sus manos un vaso, aquí también se dispondrá tierra y unas semillas. La invitación es
que cada una se piense como una semilla, semilla que necesita de la tierra, necesita de unos
cuidados para poder crecer y florecer. Esta acción simbólica busca reflexionar en aquellos factores
que en su vida son necesarios para fortalecerse como mujer, aquellas cosas que pueden convertirse
en maleza y esas otras que sirven de abono en mi diario vivir.

También en esta actividad es importante indagar cómo quiere que sea esa planta, realizando
proyecciones a un futuro y relacionándolo con aquellos sueños y metas que cada una se ha
propuesto para cumplir en su vida.

Momento III –Alimentando Saberes-


Tiempo aproximado (15 minutos)

Finalmente, con la siembra de la semilla, en un círculo de la palabra cada una presentará su vaso,
señalando aquellas cosas que desea sembrar y cosechar en su vida. Después de terminado este
ejercicio quienes lo deseen podrán hacer una reflexión de la jornada.

88
ANEXO 3

MATRIZ DE CATEGORIZACIÓN
“CUIDANDO-TE”: Cartilla Pedagógica para el fortalecimiento del autocuidado emocional como dimensión del Versión 2.
desarrollo humano en mujeres cuidadoras

Categoría Subcategoría Texto o testimonio Fuente

Prácticas de cuidado “Cuidar de tu esposo, de tus hijos, cuidarnos a nosotros mismos” Entrevista 1
1. C
“El cuidado es estar pendiente de ellos, mantenerlos con aseo, mirarles su alimentación que sea
U Prácticas de cuidado limpia, que donde ellos estén sean un lugar limpio, apto para que si gatean puedan gatear sin Entrevista 2
I peligro de infecciones.”

D “Antes de estar embarazada, el cuidado era sólo personal. De no sufrir un accidente, un riesgo en
Prácticas de cuidado la calle, ese era mi cuidado personal, pensar solo en mí, pero ahora estoy es pendiente de mi Entrevista 3
A bebe.”
D
“Yo cuido a mis sobrinas, las hijas de mi hermana. cómo son menores de edad yo estoy pendiente
O Prácticas de cuidado
de que coman, que estén bien, que vayan al colegio, que hagan tareas.”
Entrevista 3

“Yo los cuido dándole la comida, el alimento, frutas, que tenga su ropa limpia, su ambiente
Prácticas de cuidado Entrevista 4
limpio.”

“La mayor parte del tiempo a cuidar a mi hija. Me queda muy poquito tiempo para mí. Ahora
menos, ya casi no duermo, me toca estar pendiente de la niña mientras duerme. Por ejemplo, un
Prácticas de cuidado Entrevista 4
día me fui a bañar y la deje durmiendo, cuando salí ya estaba en la orilla, y eso que me bañé en
dos minutos”

89
“Por ejemplo en mi caso, yo siempre he trabajado. Entonces es una situación que es contradictoria
porque me carga y a la vez no, porque quiero estar con mis hijos, es el no trabajar, pero otras son Diario de Campo
Prácticas de cuidado
las responsabilidades que tengo económicas, sobre todo en esa situación que otro te dé, te dé y te Encuentro 2
dé. Es la independencia”

“Afortunadamente ya conseguí trabajo, pero es hasta la 170, entonces es un paseo, en SITP me he


Diario de Campo
Prácticas de cuidado gastado hasta 3 horas. Entonces me carga tener mi vida laboral, pero tengo que dejar a mis hijos
Encuentro 2
todo el día y que los cuiden otros, pero hago el esfuerzo por amor a ellos”

“Cuando llega mediodía, tengo que tener todo listo, porque yo entro a clase a las 1 y salgo hasta
Diario de Campo
Prácticas de cuidado las 5, entonces me toca volar en la mañana con todo. Llegó a las 5:30 a la casa y otra vez vuelvo a
Encuentro 4
la realidad, otra vez hay desorden en la casa y me toca empezar de nuevo.”

“Es que mantener la casa organizada es difícil, y más cuando hay un papá ahí. Uno se demora
haciendo una vuelta y empiezan: ¡AY!!! Usted por qué no había llegado, mire el niño hizo esto, Diario de Campo
Prácticas de cuidado
hizo lo otro, mejor dicho, yo no sé cómo controlarlo, o sea la mujer en el hogar es vital y más Encuentro 4
cuando hay niños.”

“El cuidado es estar pendiente de una manera muy atenta, por ejemplo, ahorita en el embarazo de
Prácticas de cuidado Entrevista 2
que no me vaya a caer, comer bien, sanamente, balanceado, hacer ejercicio, caminar”.

“Pues yo siempre me he sentido cuidada por mi familia, yo soy la menor y siempre me han sido
como sobreprotectores, por ejemplo, mi mamá, mi abuela. Y pues por dios. Pues ahora mi abuela
ya no, pues porque falleció. Pero antes, por ejemplo, si yo estaba bien, si estaba enferma, me
Prácticas de cuidado Entrevista 3
llevaba al médico, que comiera, que estuviera bien, que si estaba triste estaba pendiente de mí, me
daba abrazos. Todo el tiempo estaba pendiente, mi mamá igual, mi mamá mis tíos, siempre
pendientes con una llamada.

“Yo me siento poco cuidada, o sea sí, pero muy poco, por ahí con mi esposo cuando está en la
Prácticas de cuidado casa. Por ejemplo, el a veces llega y se queda con la niña y me dice que vaya y descanse, así yo Entrevista 4
quedo tranquila, sabiendo que ella está con alguien.”

90
“En la cotidianidad, cuido de mí, de mis hijas, de mi familia, de mi esposo, de mi familia así sea
Prácticas de cuidado lejana, una llamada, saber cómo están, porque a veces esa palabra es muy importante, el ¿cómo Entrevista 5
estás?, esa palabra es muy importante en mi vida.”

“Es importante que los hombres también estén empoderados del tema. Pero venimos de una
sociedad que es un poco machista, entonces los hombres casi siempre delegan esa parte a las
mujeres. Pero nosotras como mujeres, somos una columna fuerte en nuestros hogares y podemos
Prácticas de cuidado ser muy suspicaces para que los hombres también se empoderen del tema. Y puedan salir esas Entrevista 5
nuevas masculinidades y se pueda fortalecer la familia, de un matriarcado a un patriarcado y
podamos sacar esta sociedad adelante. Claro que sí, los hombres se deben empoderar mucho de
ese cuidado emocional”

2. A “Para mi autocuidado es cuidarme a mí misma, emocionalmente tratar de estar tranquila. Por


Prácticas de
U autocuidado
ejemplo, yo sufro de la tensión cuando me estreso, entonces trato de cuidarme, de no molestarme,
de no estar peleando, porque se me puede subir la tensión y me puedo enfermar.”
Entrevista 1

T
O “Pues a veces si me deprimo y hay momentos que me deprimo mucho, pero le pido a dios que me
ayude. Me pongo a hacer una oración la hago, o me ponga a hacer una novena, o pago una, misa.
C Manejo de emociones
Y ya. Hay momentos que me acuerdo y me da la chiripuerca, que em acuerdo de él y me pongo a
Entrevista 1
llorar. Pero no, ya al momento digo, él se fue, me dejó esta carga acá y llevémosla como dios me
U ha de ayudar como siempre me ha ayudado. Por ahí me voy a donde la vecina, que es la madrina
I de mi hijo menor, me quedo un rato ya.”

D “De pronto, pues yo lo pienso, para que uno no cometa errores, porque hay momentos en los que
A uno se deprime tanto. O hacemos personas que tomamos más las cosas que otras, y que no
pensamos, que no le pedimos a dios, entonces por eso pasan tantas cosas, por eso la gente se
Manejo de emociones Entrevista 2
D agrede o atentan con la vida con de ellas. Entonces uno tiene que quedarse un momento a pensar,
si los problemas están, pero hay que darles solución, pero las cosas no se quedan así, siempre hay
O solución para todo.”

91
“Porque ese cuidado de las emociones, es difícil pensárselo en la cotidianidad, de pronto si hay
espacios y momentos en los cuales uno se lo piensa, pero pensárselo todo el día, es algo en lo que
Prácticas de
creo que uno se descuida bastante. Ese cuidado emocional a veces uno se puede sentir alegre, Entrevista 5
autocuidado
feliz, triste melancólico, y por ejemplo nosotras las mujeres tenemos muchos cambios hormonales
que no nos damos cuenta, pero eso del cuidado emocional es una pregunta bastante fuerte.”

“Esa parte de las emociones primero, que estemos nosotras niveladas emocionalmente para poder
atender a otro. Eso es como la primera parte. Al ser cuidadoras, nosotras somos las primeras
transmisoras de que, en las familias, en los niños y las personas que tenemos en la cotidianidad
Manejo de emociones tengan una estabilidad y se sientan bien, entonces preocuparse por esa palabra cómo estás, el estar Entrevista 5
pendiente de cómo está su salud, estar pendiente de todos esos aspectos de la vida, es una parte de
un cuidado emocional muy grande. Es empezar por nosotros mismos a sacar y a liberar las cosas,
para poderle transmitir a otro.”

“La mayor dificultad para generar esos procesos de cuidado emocional es el descuidarse uno
mismo, ese descuido a veces que uno tiene porque uno piensa más en el otro, y no se piensa uno
Prácticas de así mismo, frente al cómo estoy. Creo que esa es una de las falencias que tiene uno como ser
humano, que no pensamos en el yo y si pensamos más en el otro, cuando pensamos en las Entrevista 5
autocuidado
emociones del cómo estamos. Y esa es una parte importante, aquea si como nos bañamos todos
días, bañemos nuestra alma y nuestra mente y todo para poder transmitirlo mejor.”

“Pues yo, digamos cuando estoy triste, que nos y si es por el embarazo, que de repente le da
tristeza por cualquier cosa, o me aflijo y me deprimo. Entonces miró hacia abajo, miro y digo mi
Manejo de emociones bebé está aquí, no quiero que mi bebé se sienta mal, por una tristeza que no tiene que sentido. Entrevista 3
Entonces busco la manera de salir, de distraerme y no pensar en eso.

“Para las emociones malas trato de cuidar lo que voy a hablar, lo que voy a decir, no agredir a los
Manejo de emociones niños o a mi pareja. Porque los tengo que cuidar, porque si el trato mal, tanto mi pareja como mis Entrevista 1
hijos se pueden ir corriendo.”

92
“Pues a veces si me deprimo y hay momentos que me deprimo mucho, pero le pido a Dios que me
Manejo de emociones ayude. Me pongo a hacer una oración la hago, o me pongo a hacer una novena, o pago una misa. Y Entrevista 2
ya. Por ahí me voy a donde la vecina, que es la madrina de mi hijo menor, me quedo un rato ya”

3. A “Se reduce el tiempo para uno mismo, a veces hay mamitas que nos descuidamos, que no voy a
decir que yo no, pero sí en general la mayoría se descuida uno mismo … en mi caso mayormente
U Prácticas de
por la economía, yo prefiero en mi casa arreglarme que ir a la peluquería, hacer ese gasto que yo Entrevista 3
autocuidado
T sé que necesitan mis hijos, son cosas que emocionalmente uno va perdiendo.”
O “Desde que yo he estado viniendo aquí, pues la verdad me gusta, porque me distraigo mucho.
C Prácticas de Porque, por eso yo le dije a mi hija si lográbamos meter a mi nieta, yo iba a todo y ella una vez al Entrevista 2
autocuidado mes por el trabajo.”
U
“Esos espacios hacen falta para que se pueda trabajar, para que se pueda dinamizar procesos de
I vida, la calidad de vida, calidad en los hogares y para que las mujeres cada día estemos un poco
D Prácticas de más preparadas para empoderarnos en ese rol que nos toca tan fuerte como mujeres, como madres, Entrevista 5
autocuidado como hijas, como esposas, como parte de una sociedad, si lo considero importante. Adriana,
A Apoyo pedagógico de la modalidad familiar”
D
“El momento que uno se dedica para uno, es cuando se baña, se viste y chao. Y hay días que le
O Prácticas de coge la noche a uno, porque hay que tener todo listo, todo es de afán, resulta uno corriendo por los Diario de Campo
autocuidado demás, pero no por uno” Encuentro 3
E
M “Uno solo se preocupa solo por el oficio y tiene pocos momentos para hacer actividades como
Prácticas de esta, para pensarse como se está, para compartir con otras mujeres y escucharlas. Hoy me llevo Diario de Campo
O autocuidado muchas cosas lindas.” Encuentro 2

93
C “Todo eso le sirve a uno, porque son enseñanzas para nuestra vida, se despega, puede hablar de lo
que le pasa a uno. Muchas veces uno no puede hablar así en la casa, por eso esos talleres sirven Diario de Campo
Manejo de emociones
I tanto.” Encuentro 1
O
N “Estas actividades sirven para soltar, para descargar todo lo que uno tiene por dentro, comparte
con las personas y lo escuchan a uno. Uno se libra al menos por un momento para sacar todo eso Diario de Campo
Manejo de emociones
A que se guarda y lo pone mal.” Encuentro 4
L
“Dios sana corazones, ese es el propósito que dios nos pone en el camino. Perdonar, aunque sean
cosas que hieren y más cuando viene de la familia. Yo digo que es más fácil descargarse de los Diario de Campo
recuerdos que de las personas.” Encuentro 1

“Es increíble, como tú le puedes causar daño a una persona con un gesto a un movimiento Diario de Campo
Manejo de emociones corporal, uno no se imagina el daño que le puede causar al otro y más si es familiar.” Encuentro 1
“A mí me carga algunas veces mi hijo, porque es muy lento algunas veces para hacer tareas, tiene
10 años, yo sé que es pequeño. El problema es que yo creo que soy yo porque yo soy la mayor de
8 hermanos, a mí me toco llevar el tema de la crianza, que las tareas de todos y que si alguno no Diario de Campo
Manejo de emociones sabe leer tenía que estar yo. Entonces creo que tengo ese tema en la cabeza, igual he tratado de Encuentro 1
trabajar ese problema, porque sé que no es culpa de mi hijo, es cosa mía. Por eso me da malgenio
hacer tareas con él, porque siento que no me pone cuidado.”

Manejo de emociones “Cuando mi hijo se me enfermaba, yo me enfermaba con él de tanta preocupación” Diario de Campo
Encuentro 2

“Por no explotar, el dolor es más fuerte. El otro día tenía un dolor de cabeza, por ocho días me
duró y no se me quitaba, todo porque había tenido un problema con mi pareja y no había hablado Diario de Campo
Manejo de emociones
bien con él” Encuentro 2

Manejo de emociones “Uno no se da cuenta, pero resulta con el cuerpo todo cargado por tanto problema, hasta que Diario de Campo

94
explota y no de la mejor manera” Encuentro 3

“Mi quita pesar se llama Mara, por la amargura y quiero que se lleve mis amarguras, lo que más le
preocupa es lo que dice que quiere hacer no lo puede cumplir por algún motivo, eso sería una Diario de Campo
Manejo de emociones frustración, lo otro que le preocupa es el tiempo, porque hay mucho que hacer, pero el día no Encuentro 4
alcanza.”

“Se llama MÍA, porque son mis preocupaciones, lo que más le preocupa a Mia es el fracaso, el
fracaso en las cosas que ha construido hasta ahora sobre todo en lo sentimental y la familia. Diario de Campo
Manejo de emociones
También le preocupa la soledad, el sentirse sola o quedarse solo en algún momento.” Encuentro 4

“Yo mantengo estresada porque no puedo bajar de peso y como que tengo muchas guardadas ahí.
Prácticas de Y hago ejercicio y a pesar de eso sigo ahí, no sé si es algo emocional. Lo que sé es que no tengo Diario de Campo
autocuidado tiempo para salir y hacer más ejercicio.” Encuentro 4

4. M “Este es el mi papa de mi bebe. Esta soy yo embarazada, no quiero decir que estar embarazada sea
el problema, sino que en este momento hemos tenido muchos problemas. Y lo pongo aquí porque
U Maternidad y justo en ese momento cuando uno necesita más apoyo, no encuentra ese apoyo en la otra persona. Diario de Campo
J relaciones familiares Nosotros hemos tenido muchos problemas, antes vivíamos juntos, nos separamos. Ahora estamos Encuentro 3
con la expectativa de la bebé, ha sido duro saber que la persona que con la persona que está a lado
E ya no hay nada que hacer”
R
“La casa familiar donde yo vivo, la casa la pinte bonita, pero alrededor lo pinte de negro porque
E Relaciones hay muchos problemas porque es una casa familiar. Entonces uno de mis propósitos a corto plazo, Diario de Campo
S interpersonales es salir corriendo y volar, ya tener un espacio para mí y mis hijos” Encuentro 3

C
“Yo dibuje algo parecido a los gritos, porque pues en la casa muchas veces con mi esposo y mis
U Maternidad y
relaciones familiares hijos exploto y como que sé que lastimó a los demás”
Diario de Campo
Encuentro 3

95
I “Profe a mí la verdad me gustaría escuchar palabras que no llegan, por el ejemplo las gracias.
Maternidad y Diario de Campo
D relaciones familiares
Gracias por la ropa limpia, gracias por tener la casa limpia, gracias por la comida, a mí me gustaría
Encuentro 3
que eso me lo dijeran mis hijos, mi esposo, porque entonces para que uno hace eso.”
A
D
O
Relaciones “Esto sirve retroalimentar lo que se a través de la experiencia de cada mamá, ya sé que no soy la Diario de Campo
R interpersonales única que también se siente así.” Encuentro 3
A
S
“Mi frase es GRACIAS, uno quisiera que más a menudo le dieran las gracias de lo que uno hace,
Maternidad y que agradecieran por las cosas que todos los días uno está haciendo, pero de corazón. Per Diario de Campo
relaciones familiares lastimosamente si hay una mugre eso si se dan cuenta, si quedo fea la comida eso también se dan Encuentro 3
cuenta de lo malo, pero no del esfuerzo que se hizo”

“No, yo digo que una mujer debe ser muy sabia en todas las cosas, porque para uno entenderlos a
ellos (parejas), que salen a trabajar, que el almuerzo, que alistarles la ropa... Yo veo, desde mi
forma de pensar que la mujer tiene experiencia en cada cosa, uno resulta siendo el pilar, la que
Maternidad y resulta haciendo el hogar. Y de una u otra manera ellos se convierten en otro hijo, porque uno se Diario de Campo
relaciones familiares preocupa mucho por ellos, que, por la alimentación, que ya va a llegar, que toca que la comida esté Encuentro 4
caliente. Todo eso hace parte de la vida en pareja con ellos, pues la idea es que se está
construyendo un hogar, entonces empieza a pensar en uno, en su esposo, en sus hijos, en el aseo de
la casa, en todo. Entonces como que se vuelve como un árbol, las ramas son el esposo.”

96
“De esas cincuenta familias, nosotras nos volvemos como una mamá, una mamá cuidadora de esas
familias, de proteger eso que consideramos nuestro, esas familias. Saber cómo están, qué les está
pasando, a parte que es una responsabilidad laboral, también es una parte social con la cual uno
Relaciones adquiere compromiso y quiere como tal dar lo mejor de sí por esas personas que están ahí, se
comprometen uno con su trabajo, y quiere que esas personas estén bien, si están bien Entrevista 5
interpersonales
emocionalmente y en salud, van a tener mejor rendimiento y cumplimiento, y veo que esa es la
esencia del proyecto. Que nosotras nos empoderamos del cuidado del otro, para que ellos puedan
ser cuidadores eficaces en sus familias.

97

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