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Down
Down
Ceuta, 2005
1. INTRODUCCIÓN
Hace más de un siglo, un médico escocés llamado John Langdon Down describió un
determinado tipo de retraso mental que padecían algunas personas. Por ser el primero
que escribió sobre ello, el trastorno pasó a conocerse como síndrome de Down. Sin
embargo, el Dr. Down no sabía cual era exactamente su causa.
Pasaron casi otros cien años hasta que Jerome Lejeune, un genetista francés,
descubriera que el síndrome de Down está causado por un problema genético.
El Dr. John Down trabajaba en un hospital que tenía muchos pacientes con retraso
mental. Cuando el Dr. Down escribió sobre este trastorno en 1866, intentó describir el
aspecto que tenían las personas que lo sufrían. Las describió como personas que tenían
determinados rasgos físicos al nacer. Sin embargo, su descripción no era del todo
correcta porque no todas las personas con S.D tienen el mismo aspecto.
Fue Juan Esquirol en 1838 quien por primera vez habló acerca del padecimiento de
esta patología; luego en el año de 1846 Eduardo Sequin, describió a un paciente con
rasgos que sugerían el Síndrome que denominó (Imbecibilidad Furfuracea), años más
tarde en 1866, Duncan observó a una muchacha a la cuál describió con una pequeña
cabeza redonda de tipo asiático, de lengua muy grande y ancha y tenían un poco o
escaso vocabulario. A Down hay que atribuirle el mérito de escribir algunos de los
rasgos clásicos de este síndrome, y de distinguir a éstos niños de otros, que presentan
también una deficiencia mental. Down indicó que el pelo de este tipo de personas era
oscuro pero no negro en su totalidad, además de ser poco y muy lacio. Su rostro era
aplastado y ancho, y tenía ojos oblicuos y la nariz pequeña. Además manejaban un
poderoso don de imitación. La gran contribución de Down consistió en el
reconocimiento de las características físicas y su descripción de este estado como una
entidad independiente y precisa. Al reconocer un cierto aspecto oriental en los niños
Down, él objetó darles el término de mongolismo. Hoy en día ya se sabe que las
implicaciones raciales son incorrectas. Feasier y Mitchell, describieron informes con
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este problema, llamándoles Idiotez de Kalmuch. Mitchell prestó atención al hecho de
la cortedad de la cabeza branquicefalia y a la edad madura de las madres al dar a luz.
Actualmente aún se realizan investigaciones acerca del Síndrome de Down,
discutiéndose diversas causas posibles.
Más adelante se descubrieron algunas otras aportaciones que implantaron los tres
tipos del Síndrome Down. El primero es efectivamente el descrito por Lejeune, otro
tipo de este Síndrome se presenta también a nivel cromosomático pero es cerca del 1%
de los casos, y se produce durante la segunda división celular o en ocasiones hasta la
tercera división celular; manejándose dos tipos de células las que presentan 46
cromosomas y otras que manejan 47 cromosomas, de las cuáles tres son cromosomas
21; a este tipo se le denominó mosaicismo. Dentro del tercer caso y que se presenta en
promedio del 4 %, es causado por la traslocación ósea, un desplazamiento de un
cromosoma unido con otro cromosoma, en algunos casos este cromosoma es heredado
por alguno de os padres quien ya lo presentaba de esta manera, sin embargo éste es
normal, física e intelectualmente, solo que su genotipo esta alterado, y así lo transmitió,
aportando de esta manera el Síndrome en la nueva fecundación.
Las características de los niños con Síndrome Down, prevalecen por el resto de su
vida, al igual que todas las alteraciones fisiológicas que presentan, aunque en algunos
solo se modifican para lograr un mayor rendimiento de su desarrollo como lo es el caso
de la hipotonía muscular que de ser sensibilizada puede verse grandes avances.
Una de las alteraciones que presenta y que en determinado momento puede obstruir
el proceso de mejoramiento en su lenguaje son los problemas de tipo auditivo, aunque
éstos suelen ser de carácter moderado; pero no por ello logran descomponer la
eficiencia para manejar la audición plenamente y que la imitación fonológica sea
recibida o captada sin perturbación; por ello dificulta más la pronunciación de los
sonidos, ya que percibe mal las características de éstos y los reproduce deformados,
claro aplicado la otras anomalías que describiremos posteriormente.
Los niños down reciben la información para ser capturada de manera perceptual a la
misma manera que en los niños regulares, el único obstáculo que presentan es que en
cuanto a su memoria a corto plazo tarda más tiempo en ser recuperada y olvidan muy
rápidamente, también les cuesta un poco de más trabajo localizar la información
retenida en la memoria tardía.
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En cuanto al plano afectivo que durante el transcurso de este tratado se pondrá mayor
importancia; su comportamiento y sentimiento afectivo es igual al resto de los demás
niños: son sensibles, exageradamente afectuosos, y con sentimientos nobles y
amistosos. Por tanto podemos confirmar que su afectividad no tiene nada que ver con
su limitación física y/o su cognitiva. Mientras va creciendo manifiesta emociones
como el resto de los niños, los expresa y manifiesta, recibe y da por igual el afecto.
3. DEFINICIÓN
Es una de las causas genéticas más comunes de retraso mental. Esto significa que es
causada por un problema con los cromosomas de la persona, donde están situados los
genes que hacen que cada individuo sea único.
Generalmente, las personas con síndrome de Down sufren retraso mental de leve a
moderado. Algunas tienen un leve retraso y otras lo tienen más grave. Cada persona
con síndrome de Down es distinta.
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4. CAUSA DEL SÍNDROME DE DOWN
El S.D. no lo causa algo que hacen a madre o el padre de que nazca el niño.
Cualquiera puede tener un niño con Síndrome de Down. Sin embargo, las mujeres que
quedan embarazadas después de los 35 años corren un mayor riesgo de tener un bebé
con S. D.
No se conoce bien cuál es la causa del error cromosómico que origina el SD. Los
padres de una persona con SD deben saber que nada de lo que hicieron o dejaron de
hacer antes o después de la concepción de su hijo es la causa del síndrome. También
deben saberlo los demás. Puesto que no se puede prevenir, todo el mundo puede tener
un hijo con SD.
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Edad de la madre:
Factores ambientales:
Existen factores externos a nosotros, como por ejemplo las radiaciones, los virus, los
agentes químicos, etc. Parece ser que tienen algunos efectos nocivos sobre nuestro
material genético; por esta razón se sospecha que las personas expuestas a estos
procesos durante un periodo prolongado de tiempo, o antes de la concepción, corren
más riesgo de experimentar una mutación genética que conduzca a la aparición de un
síndrome cromosómico en la descendencia.
No está claro que los padres de un niño con una trisomía regular o mosaico tengan
una predisposición genética a alteraciones cromosómicas. Aunque el nacimiento de un
segundo hijo con trisomía tiene lugar en el 1% de las familias, parece que eso es
suficiente para pensar que el riesgo se acentúa respecto a las familias que no tienen
ningún hijo con trisomía.
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No es posible saber antes de la concepción si una pareja tendrá un hijo con SD. Una
vez formado el feto, la mujer embarazada puede solicitar un diagnóstico prenatal para
conocer la dotación cromosómica del feto en gestación. Cada vez es más frecuente el
análisis cromosómico fetal en mujeres mayores de 35 años y en madres que ya han
tenido un hijo con SD. Existen diversas pruebas, siendo las más frecuentes la biopsia
de corion y la amniocentesis.
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Esta prueba se suele realizar, para diagnóstico prenatal, hacia el cuarto mes de
embarazo (concretamente entre las semanas 14 y 18 de gestación), aunque se
recomienda entre las semanas 15 y 16; los resultados se obtienen en un periodo de
tiempo que oscila entre los 10 y 21 días después de la extracción, aunque pueden
adelantarse parcialmente a las 48-72 horas mediante técnicas de hibridación in situ. El
riesgo para la madre es prácticamente nulo y el de pérdida fetal es muy pequeño.
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pueden sospechar este síndrome por la presencia de ojos rasgados y, a veces, por el
bajo tono muscular. Esta primera sospecha, en ocasiones muy dudosa por las
características que puede presentar el recién nacido, propias del período posparto,
suscita en el médico la necesidad de realizar un cariotipo con carácter urgente para
confirmarla o descartarla. El cariotipo es el análisis de la dotación cromosómica del
individuo. Éste puede hacerse en los primeros días y los resultados tardan unos días en
obtenerse.
SENDEROS SENSORIALES
Tiempo de Capacidad Auditiva
Formación Capacidad Visual Capacidad Táctil
VII Superior 36 meses Lectura con Comprensión total Identificación táctil de objetos
Corteza Sofisticada Promedio 72 meses comprensión total del vocabulario y (dentro de una bolsa reconoce
Lento 144 mes oraciones apropiadas que objetos hay sin mirarlos)
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I Superior Nacimiento Reflejo de luz (dilatar y Reflejo de susto Reflejo de Babinski (contraer la
Médula y Cordón a .5 meses contraer la pupila, (siempre que escucha planta del pie en sentido contrario
Espinal Promedio según la intensidad de un ruido llora, no a como lo hace un adulto
Nacimiento a 1 mes la luz) importa que ocurra
Lento Nacimiento a muchas veces ya que
2 meses es un reflejo no una
actitud voluntaria,
NO demuestra susto
es una alarma para la
mamá)
El niño con síndrome de Down tiene una anomalía cromosómica que implica
perturbaciones de todo orden. El síndrome aparece por la presencia de 47 cromosomas
en las células, en lugar de los 46 que se encuentran en una persona normal. Estos 46
cromosomas sexuales se dividen en 23 pares, 22 de ellos formados por autosomas y un
par de cromosomas sexuales. El niño normal recibe 23 pares de cromosomas, uno de
cada par de su madre y el otro de cada par de su padre. En el momento de la
fecundación, los 46 cromosomas se unen en la formación de la nueva célula,
agrupándose para formar los tres pares específicos. El óvulo fecundado con esta única
célula crece por división celular; los cromosomas idénticos se separan en el punto de
estrangulación y cada uno de ellos se integra una nueva célula. De esta manera, las
células formadas mantienen los 46 cromosomas de manera constante hasta la
formación completa del embrión.
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parte de otro cromosoma. Los cromosomas más frecuentemente afectados por esta
anomalía son los grupos 13-15 y 21-22.
El momento en que aparece la traslocación puede ser, o bien durante la formación del
espermatozoide o el óvulo, o bien durante la primera división celular. Todas las células
portarán la trisonomía, conteniendo u par de cromosomas que siempre irá unido al
cromosoma de la traslocación. Este caso solo podrá ser identificado a través de un
análisis cromosómico – el cariotipo-y es de especial importancia porque, en uno de
cada tres casos de trisonomía por traslocación, uno de los padres es portador de la
misma, extendiendo la posibilidad de que tenga otro hijo afectado por el síndrome.
El peso del niño con Síndrome de Down, al nacer solo varía ligeramente del resto de
los demás niños, solo que cabe mencionar que en el caso del tono muscular, presentan
por consecuencia de su problema hipotonía y por tanto bajo puntaje en todo lo que se
refiere a ella. Aunque después de los 18 meses la hipotonía disminuye gradualmente, y
aún más, si el niño es manejado adecuada y prontamente, claro que esto no hace que
desaparezca solo disminuirá notablemente.
Como su proceso intelectual es más lento y responde diferente a cada niño Down en
particular, se debe manejar el trabajo de desarrollo de memoria, organización de
memoria, razonamiento, uso de lenguaje interior, resolución de problemas, juicio
moral, etc. De una manera mas sencilla, y practica, dinámica y atractiva, teniendo en
cuenta que este aspecto es lo más delicado y también más lento, de manera personal en
cada niño y ocupando un tiempo mas largo para su mas óptimo estimulo.
Pero no por ello no puede estimularse el área afectiva con el resto de los demás
niños, ya que en estudios realizados se observa que existen muchas similitudes en la
manera en que los niños regulares, y los niños Down, perciben las cosas y se ha
llegado a que manejan de común manera la percepción de las cosas, las recuerdan, las
hablan, y razonan muy similarmente.
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En la línea de la teoría de Piaget sobre el desarrollo cognoscitivo se describe la
evolución de los niños retrasados mentales como procediendo a una velocidad reducida
y deteniéndose en una etapa inferior a la de la organización cognostica normal. Esta
etapa varía según la gravedad del retraso mental".
"Por tanto, a los sujetos trisomicos 21, quedarían ubicados en las etapas llamadas
sensoriomotora, se caracteriza por el predominio de lo concreto y el aquí y el ahora...
Los retrasados moderados se elevan hasta el nivel del funcionamiento intelectual
llamado preoperatorio. En esta etapa del desarrollo surgen la representación (imágenes
mentales, minoración y sueños) el desarrollo del lenguaje y la estructuración
progresiva lingüística, la instalación de las nociones básicas de espacio y de tiempo, la
aparición de formas (todavía inmaduras) de razonamiento".
También encontramos a los retrasados leves, quienes alcanzan niveles de coeficiente
intelectual de aproximadamente 50 y 70, ellos alcanzaran a obtener el período de las
operaciones concretas, que manejan ya estructuras más avanzadas de pensamiento,
pero sin llevar al análisis de ellas; manejando aquí la noción del número, las
cantidades, los volúmenes, los pesos, el tiempo y el espacio, etc.
Por tanto podemos concretar que si los niños trisomicos , alcanzan a desarrollar los
aprendizajes de subir y bajar escaleras por sí propios, manejar diferentes fuerzas y
velocidades al realizar actividades coordinándolas adecuadamente de acuerdo al grado
de dificultad de la actividad motriz, pueden incluso sincronizar perfectamente algún
deporte cuando éste es aprendido y enseñado adecuada y correctamente y hablando de
significados más contundentes y sobre todo más adecuados para su total independencia
y autonomía como lo serían aprender a leer y a escribir, podemos entonces expresar
que ellos pueden llegar a desarrollar funcionalmente el período de operaciones
concretas.
Características físicas:
Estas características pueden ser observadas desde el nacimiento. Pues presentan una
serie de rasgos, tanto físicos como psicológicos.
Por lo regular los niños Down, nacen con hipotermia muscular, y por ello que se
desencadena su retraso en el desarrollo motor.
Como su puente nasal es estrecho y su caja torácica un poco más chica, que la del
resto de los niños, tienen como consiguiente un problema de respiración por lo que se
ven regularmente con los labios secos y pálidos, pero cabe mencionar que al pasar la
tercera etapa de la infancia, a los varones, se les engruesan los labios y frecuentemente
tanto en hombres como en mujeres adquieren un color blanco.
La forma de la lengua es redondeada y ancha más grande que la cavidad bucal, por lo
que el niño también va a añadirle esto, al tener la boca casi siempre abierta. La mayoría
de los Down presentan voz gutural y grave.
La nariz por lo regular es ancha y triangular, pero esto no demuestra que tenga que
ser grande, pues en lo regular, su nariz se presenta de tamaño pequeño.
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El pabellón auricular es generalmente pequeño, y en algunas ocasiones se presentan
malformaciones en el conducto auditivo y frecuentes otitis, también existen algunas
veces deformaciones de cóclea y conductos semicirculares.
Sus extremidades son cortas, sus dedos son reducidos, el meñique es curvo, el pulgar
es pequeño y casi siempre de implantación baja, sus manos son planas y blandas; los
pies son redondos, y casi siempre el primer dedo está separado de los oros cuatro, muy
frecuentemente el tercer dedo es más grande que el de los demás.
Cuando los niños nacen presentan una piel inmadura y muy delgada. La piel por ello
tiende, a un envejecimiento prematuro, sobre todo la que esta más expuesta a los rayos
solares; pero cabe aclarar que existe engrosamiento de la piel en las áreas de las
rodillas y en el dorso de los dedos de los pies, pero por lo delicado y fino de su piel
presenta frecuentes enfermedades cutáneas.
En cuanto a los hombres, los genitales, se caracterizan por tener el pene muy
pequeño, Y aunque los testículos se ven aparentemente normales, casi nunca alcanzan
un pleno y total desarrollo. En un alto número de Down, la libido se encuentra
disminuida.
Características Psicológicas:
Suelen ser muy afectivos y cariños con niños más pequeños que ellos; los miman,
cuidad y los ayudan a ser más activos cuando son apáticos; suelen ser niños capaces de
asimilarlas conductas, y si se les educaron atención, cuidado, y cariño responden
positivamente. Suelen ser muy cariñosos y demuestran su afecto de manera espontánea
y física con cariños, abrazos y mimos.
Son excesivamente sociables, actúan con simpatía y buen sentido del humor. Aunque
su lenguaje oral es limitado, se hacen entender adaptándose fácilmente al medio
ambiente que lo rodea, su comportamiento es similar al de un niño regular; y si se le
enseña participar de manera intra-comunidad.
El niño Down tiene una gran capacidad de adaptación a un régimen de vida normal, y
su coeficiencia social es regular y similar a cualquier niño con todas las capacidades.
Desarrollo motor:
Por falta de desarrollo neurológico el niño siempre va a tener una evolución más
tardía de lo normal, presentando dificultades en el proceso de neurodesarrollo dentro
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de todas sus etapas. La tendencia a gatear, se presenta por lo regular después del primer
año de vida y hasta aproximadamente a los 16 meses comenzará a levantarse revelando
el deseo de caminar. La deambulación se registra aproximadamente a los dos años pero
con una adecuada locomoción se verá hasta aproximadamente los tres años. Si se
programa su entrenamiento mediante la estimulación temprana el niño puede lograr
caminar en el primer año y meses de vida. (caminar similar a un niño regular).
SENDEROS MOTORES
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II Superior 1 Arrastrase boca abajo Llanto vital en Soltar (vital) (arroja
Protuberancia Anular mes culminando en patrón respuesta a objetos) esto lo hacen con
Promedio 2.5 cruzado (brazo izq. amenazas a la vida frecuencia ya que estan
meses simultaneo con pierna (hambre, peligro ejercitando esta
Lento 5 derecha, sin despegar etc) indispensable habilidad
meses el ombligo del suelo)
I Superior Moviemiento de Llanto al nacer y Reflejo prensil 8al rozar
Médula y Cordón Nacimiento brazos y piernas sin llorar (reflejo sin la planta de la mano y es
Espinal a .5 meses mover el cuerpo significado alerta a incapas de soltar)
Promedio (reflejo) la mamá)
Nacimiento a
1 mes
Lento
Nacimiento a
2 meses
.
Además de tener otra serie de trastornos físicos que dificultan el desarrollo efectivo
del lenguaje encontrándose como más importantes los siguientes:
- La obstrucción nasal,
- Rinilalia cerrada,
- Rinorrea anterior,
- Respiración nasal, ayuda a encontrarlos y a dominarlos
- Cavidad bucal ojival pequeña
- Lengua demasiado grande para ella.
Es muy común y casi una característica el encontrar niños con síndrome Down, con
tartamudeo por carecer de medios de expresión suficientes para traducir sus
pensamientos en lenguaje y les es difícil expresar lo abstracto.
Desarrollo sensoperceptivo:
El niño con síndrome Down nace con un equipo sensorial muy inmaduro, es muy
sensible al frío a las diferencias de sabor, a los sonidos y a la luz, sus nervios ópticos y
sus estructuras neuronales no se alcanzan a desarrollar en una totalidad, presentando
varias dificultades en los órganos receptores considerándose como sensopercepciones
la vista, el oído, el tacto, el gusto, el olfato, kinestesia, cinestesia, esterognosia, y el
equilibrio.
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En el sentido cenestésico o del dolor, no se localiza en un miembro específico, es una
sensación interna que informa cual es el estado de vísceras, órganos interno, músculos
y glándulas que lleva conciencia de informaciones como: Dolor, sensación de fatiga o
agotamiento y procesos vitales como: Hambre, sed, temblor, Y adormecimiento,
observándose, que estos niños tienen muy bajo el umbral del dolor
Características de pensamiento:
Cerca del 10 por ciento de los bebés con síndrome de Down nacen con
malformaciones intestinales que tienen que ser corregidas quirúrgicamente. Más del 50
por ciento tiene alguna deficiencia visual o auditiva. Entre los problemas visuales más
comunes se encuentran el estrabismo (ambliopía), la miopía o hipermetropía y las
cataratas. La mayoría de los casos pueden ser tratados con anteojos, con cirugía o
mediante otros métodos. Se debe consultar a un oftalmólogo pediátrico, por lo general
durante los primeros seis meses de vida del niño. Los niños con síndrome de Down
pueden tener deficiencias auditivas por causa de la presencia de líquido en el oído
medio, de un defecto nervioso o de ambas cosas. Los bebés con síndrome de Down
deben ser sometidos a exámenes al nacer o antes de los 3 meses de edad para detectar
la pérdida de audición. Todos los niños con síndrome de Down deben ser sometidos a
exámenes de visión y audición en forma regular para permitir el tratamiento de
cualquier problema y evitar problemas en el desarrollo del habla y de otras destrezas.
Los niños con síndrome de Down tienden a resfriarse mucho y a tener infecciones de
oído y, además, suelen contraer bronquitis y neumonía. También tienen un riesgo
mayor de tener problemas de tiroides y leucemia. Los niños con este trastorno deben
recibir atención médica regularmente, incluidas las vacunaciones infantiles habituales.
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grave. La mayoría, sin embargo, presenta un retraso mental de leve a moderado y los
estudios sugieren que, con la intervención adecuada, menos del 10 por ciento de ellos
tendrá un retraso mental grave. No hay manera de predecir el desarrollo mental de un
niño con síndrome de Down en función de sus características físicas.
Dentro de la descripción genérica o individual del SD, con frecuencia se habla de los
<< grados de Afección >> o si tiene mayor o menor <<grado>>. No existen personas
con más o menos SD, con mayor o menor afectación. Lo que sucede en este síndrome
es la presencia de una variabilidad individual entre unos sujetos y otros, pero esto no
deja de ser un fiel reflejo de lo que sucede en la población que consideramos normal.
Por consiguiente, cada persona con SD, como sucede con todas la personas, tendrá
unas características individuales, unas cualidades y limitaciones, además de una
personalidad propia, condicionada en parte por el exceso de material genético y en
parte por factores ambientales.
El SD no es una enfermedad. En ocasiones, como consecuencia de un déficit en su
sistema inmunológico, los niños con SD, sobre todo en los primeros años de vida, son
más susceptibles a sufrir infecciones, principalmente en sus aparatos respiratorio y
digestivo. Esta propensión va disminuyendo al aumentar la edad, la mayoría no sufren
más enfermedades infecciosas que el resto de los niños. Las personas con SD son más
propensas a padecer problemas de oídos, ojos, tiroides, etc. Sin embargo, la mayoría no
sufre estas patologías.
9. ASPECTOS PSICOLÓGICO
Autores más antiguos como es el caso de MOOR (1967), quien encontró que la
medida de los sujetos se situaba entre un C.I de 40 a 45 y algunos extremos entre 66 y
79. En análisis posteriores como los realizados por SHARE (1983) se comprobó, que la
medida del C.I. había subido hasta el 55 y el porcentaje de sujetos era el 60%; dándose
un 30% con puntuaciones en C.I. de 70 a 85. El estudio de CUNINGHAM (1900)
demostró que la mayoría de los sujetos puntuaban entre 75 y 90 en C.I y en algunos sus
puntuaciones eran normales. Esto hace pensar que el ambiente puede paliar en cierta
medida las dificultades que tienen los sujetos al nacer, es decir, programas educativos y
de desarrollo de la inteligencia pueden suavizar las dificultades.
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Sin embargo, en la resolución de problemas de tipo manipulativo y visual tenían
mejor competencia que en lo verbal, abstracto y auditivo. Esto, didácticamente, es
importante conocerlo debido a que cuando tengamos que intervenir podremos
potenciar su facilidad para todo lo visual, dado que normalmente en la escuela se
potencia el aprendizaje auditivo y siendo estos niños lentos en sus reacciones, debido
al problema de procesamiento de la información y de toma de decisiones, podremos, de
alguna forma, compensar con lo manipulativo y visual los déficits de aprendizaje.
CARACTERÍSTICAS COGNITIVAS:
Son escasos, desgraciadamente los estudios sobre los mecanismos implicados en las
actividades perceptivas de los con síndrome de Down en comparación con los
“normales”. En uno de estos estudios de Miranda y Frantz (1973) acerca de las
preferencias visuales en ambos grupos, se concluye que el niño con síndrome de Down
sigue unas pautas normales de desarrollo aunque con un cierto retraso.
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Atención:
Reaman y Horse (1963) y Furby (1974), afirman que existe un déficit de atención en
los niños mentalmente disminuidos:
Les requiere más tiempo a crear el hábito de dirigir la atención al especto concreto
que se pretende y tienen mayor dificultad en movilizar su atención de un aspecto a otro
del estímulo; esto implica una labialidad atencional.
Memoria:
Respecto a la memorización, hay investigadores que señalan que las huellas mnésicas
persisten menos tiempo en los circuitos nerviosos de la memoria a corto plazo en los
sujetos retrasados, moderados y severos que en los normales. Por otra parte, Spitz
opina que el mecanismo de base del aprendizaje y memorización son los mismos y que
la diferencia estriba en los procedimientos empleados para organizar espontáneamente
los aprendizajes y memorizaciones.
Otros autores señalan que los malos resultados y los problemas en el aprendizaje y
memorización son debidos a las dificultades n la categorización conceptual y en la
codificación simbólica. El niño trisómico tiene que aprender tareas, pero no dispone de
una mecanismo de estructuras mentales para su asimilación; se mueve en principio por
imágenes –lo concreto- y no por conceptos –lo abstracto-.
Lenguaje:
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Las dificultades del lenguaje se encuentran en formas y grados diversos en todo
minusválido, lo que conlleva problemas en la comunicación, de ahí que, al hablar del
niño con síndrome de Down, sea esencial referirse a este aspecto.
Se ha comprobado que el desarrollo del lenguaje en los niños con síndrome de Down
sufre un retraso considerable respecto a otras áreas del desarrollo del lenguaje en los
niños con síndrome de Down sufre un retraso considerable respecto a otras áreas del
desarrollo. Por otra parte, se produce un gran desajuste entre los niveles comprensivo y
expresivo.
Por otra parte, se observa cierta falta de relación lógica de la narración, dando a
veces impresión de incoherencia, que en realidad sólo es aparente y debida a trastornos
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de estructuración espacio-temporal, a dificultades en establecer relaciones de síntesis
entre una situación nueva y experiencias anteriores, a su particular modo de
razonamiento y a la inadecuada construcción gramatical.
Así como las consonantes oclusivas aparecen al igual que en los regulares durante los
primeros seis o siete meses, sin embargo su frecuencia disminuye, para dar pausa y con
mayor dominio a las consonantes alveorales como la t, d, y n. Aparecen también la p,
b, y m , y continúan durante todo el balbuceo, aunque ya para la articulación de
palabras suelen dificultárseles un poco.
Las vocales medianas como la a, las dominan claramente, también por igual las
vocales anteriores como la i, e sin embargo las bocales posteriores como la u, se
maneja de una forma menos perfecta.
En este nivel se combinan los tres aspectos para llevar a cabo un lenguaje entendible.
Las manifestaciones expresadas anteriormente ayudan a Comprobar que el Down
desarrolla su expresión vocal de la misma manera que el niño regular, solo que como
en todo su proceso de desarrollo es aún más tardío y lento, sin embargo estimulándolo
adecuada y tempranamente se podría decir que está listo para emprender su desarrollo
fonológico alrededor del décimo mes, sobre en su estructura articularía.
La expresión del niño Down entre los cuatro y seis años de edad se caracteriza, como
lo mencionamos anteriormente por frases compuestas de dos o tres palabras, pero al
igual que el niño regular de dos a tres años, comprenden la carga semántica. Sin
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embargo en la edad adolescente y en la edad adulta, su expresión en niveles
gramaticales es aún deficiente.
Los niños Down tienen acceso a un lenguaje combinatorio pertinente desde el punto
de vista de las estructuras semánticas elementales y de los significados transmitidos,
pero que permanecen insuficientemente organizado y desarrollado gramaticalmente.
Por tanto podemos concretar que el niño Down maneja características en el proceso
del desarrollo del lenguaje manera común al resto de los niños, sólo que aparece en
forma tardía, y se retrasa un poco más que en algunas otras fases del desarrollo.
Que su compresión es mayor que su expresión oral, pues utiliza más sustantivos en
comparación a verbos, preposiciones y otros componentes, sus oraciones son más
cortas y limitadas a expresiones concretas, y sufren algunos problemas de articulación
que son lo que más agrava su desarrollo lingüístico, pues existe una falta de claridad en
la dicción, y la aparición de diferentes fonemas se produce de manera semejante a la de
los demás niños.
La especificidad de la articulación reside en la existencia de:
Son frecuentes los finales caducos y es difícil respetar el orden y el número de las
sílabas de las palabras.
Existen algunas dificultades en su voz, pues ésta es nasal y ronca, primero por la
hipotonia de sus cuerdas vocales, su paladar también hipnótico y ojival, en algunas
ocasiones, una implantación dental defectuosa y una morfología particular de la
cavidad nasal.
Para hacerse comprender de mejor manera se valen de los gestos y la mímica, y con
esto podemos fundamentar, que ellos mismos lo asocian y lo descubren mediante su
inteligibilidad, ya que su nivel de comprensión evoluciona con la edad. Tendrá
dificultades para todo lo que requiera, una operación mental de abstracción, puesto que
no llega a la síntesis, y por tanto su nivel de expresión carece de relación lógica entre
los diferentes enunciados, aunque conforme va aumentando su plática, se logra
entender el mensaje, y se observa que no es por falta de comprensión sino por
problema de expresión oral.
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9. DESARROLLO MOTOR EN NIÑOS CON SÍNDROME
DE DOWN
En líneas generales, podemos decir que la mayoría de los niños consiguen las
diferentes etapas de desarrollo a través de sus propias experiencias y otros necesitan
ayuda. La fisioterapia no va a acelerar la velocidad con que se desarrolla la motricidad
gruesa pero sí la calidad de sus movimientos y posturas.
Los padres saben ayudar a sus hijos a superar las etapas de desarrollo intuitivamente.
No sabemos darles esta ayuda, nos da miedo hacer lo mismo que hemos visto tantas
veces en otros niños.
Una de las características más notables en los niños con síndrome de Down es el
retraso de su desarrollo motor. Para favorecerlo, recurrimos a una serie de técnicas y
ejercicios estimuladores que se incluyen dentro del Programa General de Atención
Temprana.
Hipotonía
La hipotonía ocurre en casi todos los niños en mayor o menor grado y hará más
difícil aprender ciertas habilidades de la motricidad gruesa. La hipotonía va cediendo
con el transcurso del tiempo pero algo persiste a lo largo de la vida. Puede estar
asociada con reducción de la fuerza.
Laxitud ligamentosa
Extremidades cortas
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Los brazos y piernas de los niños de síndrome de Down son cortos en relación con la
longitud de su tronco. Afecta a la eficacia de los apoyos en posición sentada. La
cortedad de sus piernas afecta a la capacidad de subir y bajar escaleras y de trepar.
Muchos niños con síndrome de Down tienen menos fuerza muscular, sobre todo en
los músculos del tronco y piernas que les mantienen erguidos contra la gravedad. Sin
embargo puede mejorar mucho con la práctica y repetición.
Otros factores
La mayoría de los niños siguen una secuencia de etapas del desarrollo bastante
predecible que consiste en controlar la cabeza, voltear, sentarse, reptar, gatear, ponerse
de pie y andar; pero existe una amplia variación en la edad a la que se adquieren estas
etapas. Algunos andan precozmente sin gatear mientras otros se desplazan sentados o
utilizan otros métodos de desplazamiento antes de andar.
En el síndrome de Down existe una variación aún más amplia en adquirir las etapas
de desarrollo y hemos observado que la secuencia no es tan predecible. Podemos
afirmar que los niños serán capaces de andar, gatear, etc., pero mantenemos una actitud
flexible en relación con el orden en que han de conseguir las etapas de desarrollo,
siempre que sean movimientos y posturas correctas.
Los recién nacidos con síndrome de Down no deben estar boca arriba habitualmente,
pero tampoco se ha de mantener la misma postura durante mucho tiempo. Son
necesarios, por tanto, cambios de la postura del niño -boca abajo, boca arriba y a
ambos costados- para favorecer, entre otros aspectos, la buena formación de la cabeza
y de las caderas; sin embargo, la mejor postura para dormir es la de boca arriba.
Debido a la hipotonía los niños con síndrome de Down tienen más dificultad de
acercar sus manos a la línea media, al principio les ayudamos proporcionándoles la
postura de costado.
24
Hemos apreciado en casi todos los niños una tolerancia menor a la posición de prono,
no sólo al principio para adquirir el control de la cabeza, sino también para iniciar la
reptación, el gateo, etc. Los niños que padecen cardiopatía o infecciones respiratorias
de repetición son los que suelen presentar menor tolerancia. La posición de prono tiene
mucha importancia porque ayuda a conseguir el tono de los músculos que extienden la
cabeza y el tronco. Por eso se debe insistir poco a poco, o poner el niño en una
situación que le ofrezca más confianza, por ejemplo, encima de las rodillas o el pecho
de su madre o padre.
Los niños con síndrome de Down, como todos los niños, disfrutan de la etapa de
sedestación cuando pueden sentarse independientemente en el suelo y empiezan a jugar
y explorar. La posición de sentado les da una visión mucho más amplia y les ofrece
mayores posibilidades de percibir y explorar el entorno que les rodea. Nuestro objetivo
es que todos los niños logren una sedestación dinámica lo antes posible, es decir que
puedan girar el tronco, sentarse solos, apoyarse con los brazos y empezar a pasar de la
posición de sentado a la de gatas. Cuando ponemos al niño al principio, en la posición
sentada, debemos tener en cuenta que él no sabe lo que esta detrás y puede dejarse
caer, por lo que se utiliza al principio un cojín que se coloca detrás, sin ofrecerle
apoyo. Es importante en esta etapa estimular los apoyos de los brazos delante, a los
lados y detrás, teniendo en cuenta que los niños con síndrome de Down tienen
generalmente los brazos cortos. A veces se utilizan bloques de plástico o juguetes, a
modo de plataforma.
Normalmente los niños empiezan a gatear más o menos al mismo tiempo que se
ponen de pie; algunos niños logran andar independientemente antes de gatear. La
interacción entre la sedestación, la posición de prono y de cuatro patas es importante
para aumentar la agilidad y facilitar el gateo. Como hemos mencionado, los niños con
síndrome de Down muestran menor tolerancia a la postura en prono y un retraso
posterior en el desarrollo de la reptación y el gateo, probablemente debido a ciertas
25
dificultades en estabilizar los músculos a nivel de las caderas y los hombros. Otro
factor que influye es su constitución física, con miembros cortos y cuerpo rechoncho.
Gatear es una actividad que se utiliza a lo largo de la vida, no es sólo una etapa de
desarrollo motor y en los niños pequeños facilita la seguridad y la agilidad de los
cambios para sentarse, ponerse de rodillas, ponerse de pie y andar. Nosotros insistimos
en este aprendizaje antes y después de andar.
Todos los niños empiezan a andar con una base amplia de sustentación, como los
"patos" y en los niños con síndrome de Down esta etapa puede alargarse más tiempo de
lo habitual. En los niños con síndrome de Down se pueden observar posturas
anormales en las caderas, las rodillas y los pies por culpa de la hipotonía y la
hiperlaxitud de los ligamentos que causa una hipermovilidad o flexibilidad de las
articulaciones. Hemos observado posturas de lordosis lumbar asociada con recurvatum
de las rodillas en algunos niños al inicio de la bipedestación. Se pueden evitar estos
problemas enseñando movimientos que desarrollan la fuerza en los músculos
adecuados.
El pie empieza a desarrollar su bóveda plantar poco a poco a partir de la etapa del
inicio de la bipedestación y la marcha, por lo que todos los niños empiezan a andar con
pies planos. Este proceso dura varios años y en los niños con síndrome de Down puede
ser aún más persistente. Los pies planos sólo se consideran patológicos si existe algún
síntoma como dolor, rigidez, etc. Para ayudar el pie en su desarrollo, es conveniente
seguir insistiendo con ejercicios de equilibrio para normalizar la base de sustentación
lo antes posible; es conveniente utilizar zapatos flexibles y andar descalzo por la casa y
la playa. En pocos casos se precisa la utilización de plantillas o férulas correctoras.
26
proporcionar al niño el material y las situaciones necesarias para estimular el juego
libre.
El programa de estimulación precoz debe ser llevado a cabo por los padres con
asesoramiento de los profesionales. Se debe trabajar con los niños con tranquilidad y
alegría porque la ansiedad y el miedo transmiten una falta de seguridad a los niños. Por
último debemos resaltar la importancia de incorporar el ejercicio físico en la vida de
estas personas, pero no sólo al principio, sino como una actividad habitual a lo largo de
la vida.
Pero más allá de estos aspectos, el especialista destaca la categorización que puede
hacerse en base a la disminución del tono muscular que presentan (hipotonía), el grado
de retardo mental, y los trastornos en la producción y expresión del habla. “Existen
cinco subtipos distintos: en el primero -que afecta al 65% de los casos-, todos estos
factores se dan en forma moderada; en el segundo -que afecta al 5%-, la expresión es
27
mínima y es más característico de las mujeres; en el tercero -que afecta a entre un 7 y
10 %-, la expresión es severa, presenta aspectos de síndrome autista y predomina en
los hombres; en el cuarto, los problemas más importantes son los motores y la
hipotonía; y en el quinto, las mayores dificultades están en la conducta”.
En este sentido, el neurólogo infantil recomienda a los padres de los niños con
Síndrome de Down comenzar cuanto antes con la asistencia de fonoaudiólogos,
educadores diferenciales, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, y psicólogos, de
modo de asegurar que el aprendizaje se inicie en forma precoz, ojalá, desde el
nacimiento. “Los padres también cumplen una función sumamente importante, porque
ellos deben intentar que el niño se adapte cuanto antes a la rutina de la casa: que
aprenda a vestirse solo, que sepa sentarse a la mesa, que respete a los hermanos y que
asuma las reglas generales de convivencia. Por ningún motivo se le debe sobreproteger
o dejar que haga lo que quiera, dada su condición”.
Familia:
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LAMBERT y RONDAL (1989) distinguen varios factores como son, la edad del
niño, el nivel socioeconómico, la situación familiar antes de que llegara el niño y las
ayudas sociales con las que cuentan. En muchas ocasiones, cuando se encuentran niños
con síndrome de Down que presentan problemas de comportamiento, si analizamos las
familias, nos encontramos que están muy aisladas; el problema del niño les resulta muy
duro y con fuerte tensión emocional por la situación que están viviendo.
En los primeros años de vida los miembros de la familia serán los primeros
estimuladores y profesores y el desarrollo sensoriomotor se puede llevar a cabo si ellos
participan.
Por tanto, entre los objetivos principales de la atención temprana están mejorar o
establecer relaciones afectivas entre madre e hijo. VILLANUEVA (1991) dice que la
manera de conservar los resultados obtenidos en el tratamiento es mediante la
intervención de los padres, asimismo la familia será la que consolide la autonomía, su
independencia y su beuna integración escolar.
Las familias con un hijo con dificultades necesitan en 1º lugar, información sobre la
deficiencia o enfermedad.- La falta de información estresa y desconcierta, impidiendo
cualquier cambio hacia una adaptación.- Por ello es necesario evaluar a la familia por
medio de una serie de entrevistas personales con los padres, tratando de definir
aquellos aspectos positivos que les van a ayudar a mejorar y solucionar las dificultades
con las que vayan encontrándose, así como a disfrutar de su entorno familiar.- Por lo
tanto la evaluación debe hacerse entre padres y profesionales, para llegar a una
conclusión común, existe una serie de dificultades al evaluar a una familia:
29
No existe un criterio único de cual es el modelo funcional familiar perfecto. La
noción de cada familia es única, con sus características y un estilo diferente.
No existen medidas de evaluación que analicen el funcionamiento familiar y detecten
una posible patología familiar.
Los profesionales que trabajar directamente con los niños no han sido formados para
tratar la dinámica familiar. Es fundamental que la persona que trabaja directamente con
los niños tenga una formación buena en, al menos, como interaccionar con la familia,
así como la capacidad de detectar problemas mayores y como derivarlos a los
profesionales adecuados.
Es labor del profesional informar y formar a los padres, no olvidarse de esa familia.
La escuela y la familia son ámbitos muy significativos en el proceso de socialización
de todo niño, es importante que ambos contextos se interrelacionen sobre la base del
respeto mutuo, la cooperación y el apoyo coordinado.
A veces nos preocupamos demasiado por ayudar a nuestros niños con necesidades
especiales a adquirir habilidades y conocimientos, y nos olvidamos de aspectos
adaptativos que afectan a la raíz de todos los comportamientos: habilidades de
competencia social, adquisición de hábitos de autonomía e independencia personal,
habilidades de comunicación, etc. Al mismo tiempo, no caemos en la cuenta de que la
ayuda a la familia en su proceso de aproximación y adaptación al niño, resulta vital
para el buen funcionamiento de ésta y del propio niño. Por tanto, hemos de insistir más
en esta faceta de trabajo con la familia, cualquiera que sea la edad del niño que
tenemos entre manos, de manera que padres y profesionales vayamos, de verdad, en la
misma dirección. Es evidente que este planteamiento no está exento de dificultades,
pero es la única manera de conseguir nuestros objetivos. ¿Cómo podemos pretender
que haya integración escolar y social, si no hay integración familiar?...
Escolarización:
30
En educación se han producido cambios sustanciales a la hora de afrontar la
problemática de los niños con el síndrome de Down.
TRONCOS (1988) explica cómo ha ido evolucionando la postura que se tenía con
relación a estos niños. En un principio se pensaba que no se podían educar y, por tanto,
ni tan siquiera se planteaban el problema. En un segundo momento se crearon colegios
de educación especial, que generalmente estaban funcionando en régimen de internado
y, por último, a finales de los años setenta se integraron a estos niños en escuelas
normales, combinándose a veces con aulas de educación especial.
CURRÍCULO:
31
En general, con los niños con el síndrome de Down, es conveniente realizar las
adaptaciones curriculares que tengan en cuenta los aprendizajes más deseados por el
niño, aquellos en los que están más interesados y motivados. Se deben potenciar los
rasgos más favorables del niño, como son el trabajo visual, manipulativo y en
situaciones similares a las naturales.
Al potenciar las cualidades más sobresalientes del sujeto, intentamos paliar los
déficits que poseen, preparando estrategias de repaso para consolidar los
conocimientos anteriores, además, dada su lentitud se les ofrecerá más tiempo de
necesario para que resuelvan sus actividades. En el caso que el niño tenga que trabajar
con estímulos auditivos se le presentarán durante mucho tiempo para paliar en cierta
medida las dificultades que esto le origina. Se le intentará dar una independencia;
plantarle problemas y que se resuelva entre diferentes opciones, evitando que realice
actividades mecánicas.
Si todos los currículos deben estar equilibrados, el que tienen que trabajar los niños
con síndrome de Down con mayor motivo, por tanto, tendrán componentes cognitivos
y afectivos, dado que ya hemos manifestado que ambos están muy correlacionados y
además se pueden potenciar. Otra forma para motivar a los sujetos es que sus propios
compañeros actúen como mediadores.
ESTIMULACIÓN PRECOZ:
Si con todos los niños es interesante utilizarla, con mayor motivo en aquello con
síndrome de Down en los que se debe trabajar fundamentalmente en área motora y
cognitiva, al menos al principio.
En el área motora el niño tiene una hipotonía generalizada y los reflejos son muy
débiles, para superar esta situación se comienza por trabajar para conseguir el control
cefalocaudal, balanceo, control de la cabeza. Para ello se le suspende por la zona
ventral y se le pellizca en la nuca y caderas con el fin de que sienta molestia y
reaccione.
32
A los siete y nueve meses rastrea ante un objeto, el adulto le interesa y le potencia
para que reaccione al ambiente. El adulto hace que le tira como si fuera en paracaídas y
el niño reacciona para no caerse.
Posteriormente se desplaza con gateo e intenta coger algo que le enseñan, camina
agarrado a superficies, tiene problemas de equilibrio y miedo a caerse hasta que coge
confianza, una vez conseguida la marcha se perfecciona andando hacia atrás,
alcanzando un objeto, sorteando cosas y desviándose. Pero todavía es torpe para saltar
obstáculos como pueden ser los aros, se trabaja el bajar y subir escalones y mantenerse
de pie en un taburete, después se le hará que guarde el equilibrio con un solo pie y
pateará la pelota.
Área cognitiva: Reacciona ante el medio que le rodea, busca un sonajero para
retenerlo con la mano, se le presenta un objeto pequeño con el fin de que establezca la
coordinación ojo-mano y lleva los objetos a la boca una y otra vez.
33
igualmente sensible a la transformación de su cuerpo y que desde éste puede rebelarse
ante las demandas infantilizadoras de los adultos con los que convive. A menudo, la
dinámica familiar, por el miedo al fracaso del hijo o a sus pobres expectativas, refuerza
su dependencia y obstaculiza un proceso que es siempre desestabilizador e inquietante
tanto para el adolescente como para los padres.
Justamente, habrá que ser muy receptivo a los sentimientos de confusión y extrañeza
de este adolescente para facilitar que los verbalice y así explicarle, en la medida de sus
capacidad para entenderlos, los detalles de su proceso de cambio, explicaciones que
deben hacer referencia al futuro adulto en gestación y que deberán ir acompañadas de
una actuación coherente que estimule su creciente autonomía. Es difícil prever cómo
será en la edad adulta un niño con SD, como difícil es prever el futuro de otro niño. Su
desarrollo, su capacidad de adaptación, su carácter y las oportunidades que le ofrecen
el entorno influirán en este futuro. Contemos con que siempre necesitará una u otra
ayuda, pero ésta puede ir desde la tutela constante hasta una vida independiente con el
apoyo de una supervisión intermitente.
Es difícil saber qué vivencia de su handicap puede llegar a elaborar un chico con SD.
Ya a lo largo de su infancia, pese a la falta de medios verbales suficientes para
expresarlo, ha ido conociendo sus peculiares y sucesivas dificultades en la realización
o el dominio de situaciones, trabajos, etc.; dificultades propias o maneras de hacer que
no ve en los compañeros o en los hermanos y que adquieren diversos significados
según cómo los demás las connoten.
34
centros especiales de formación laboral y en talleres a los que los adolescentes con SD
pueden acceder tanto desde la escuela ordinaria como desde la especial.
Por otra parte, entre las satisfacciones que el adulto puede alcanzar por sí mismo, las
actividades de ocio ocupan un espacio importante. En este sentido, las personas con SD
pueden tener aficiones diversas, como cualquiera de nosotros, y disfrutar de la música,
el cine, el deporte, etc.
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Como siempre que hablamos del futuro de la persona con SD, nos encontramos con
la base pobre y poco fiable de las experiencias pasadas. Los jóvenes de nuestros días
que tiene SD son cualitativamente diferentes de los de generaciones precedentes y por
tanto, es lícito que aspiren a una inserción laboral más normalizada. Hasta ahora, el
número escaso de personas con discapacidad que trabajaba lo hacían en centros de
ocupación o en talleres protegidos, donde las tareas mecánicas y el entorno restringido
no favorecían que desplegasen todas sus capacidades ni que adquirieran nuevos
conocimientos.
Desde un pasado reciente en que la perspectiva de vida adulta se debatía entre la vida
en casa de los padres o de un hermano y el internamiento en un asilo, un hospital
psiquiátrico o un centro similar, la sociedad ha progresado respetando la dignidad de la
persona con discapacidad y, hoy en día, la cuestión es cómo ofrecer apoyo y asistencia
domiciliaría a grupos muy reducidos (de 2 a 6 miembros) de personas con SD u otras
discapacidades que conviven en un hogar.
En nuestro país se conocen pocas experiencias de este tipo, pero hay que esperar que
la atención especializada desde la infancia y la actitud de la familia, favorecedoras de
la independencia de los jóvenes, no tardarán en conseguir iniciativas como las que ya
hace tiempo se llevan a cabo en Inglaterra, Estados Unidos, Holanda, Italia, etc.
El deseo de algunos jóvenes y algunos adultos ya existe; ahora falta crear, desde los
servicios sociales, la infraestructura que responda a esta necesidad y que debe tener el
apoyo de una legislación que vele por los derechos y la tutela de estas personas. Una
vez creada esta opción de estilo de vida, la pregunta planteada se desplazará hacia la
normalidad y se deberá formular en términos de domicilio familiar y vivienda
compartida.
36
16. VIDA AFECTIVA SEXUAL EN PERSONAS CON SD.
Es raro que contraigan matrimonio los jóvenes con Síndrome de Down. Aunque es
extremadamente raro, los hombres con Síndrome de Down pueden engendrar hijos.
Las personas con Síndrome de Down mantienen relaciones sociales, algunos se casan
La mujer con Síndrome de Down puede quedar embarazada pero puede transferir la
anomalía: tienen un 50% de posibilidades de tener un niño con el Síndrome de Down;
hay menos posibilidad de dar a luz ya que suele haber abortos espontáneos.
En el pasado, la sexualidad no era reconocida por pensar que el retraso mental era
sinónimo de niñez permanente. En realidad, todas las personas con Síndrome de Down
tienen necesidades íntimas y es fundamental que esas necesidades sean reconocidas y
formen parte de su educación. Van a experimentar las mismas secuencias de cambios
físicos y hormonales asociados con la pubertad como otros niños de su edad.
Las mujeres con Síndrome de Down son fértiles y pueden usar cualquier método
anticonceptivo sin correr ningún riesgo médico adicional. El uso de preservativos es la
mejor manera conocida de protección contra el Sida, herpes u otras enfermedades de
transmisión sexual.
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17. EL CUIDADO DE NIÑOS CON SÍNDROME DE DOWN
Estos niños requieren el mismo cuidado que cualquier oro pequeño.Habrá que tener
en cuenta precauciones especiales para evitar que sufra infecciones ya que estos niños
son muy propensos a enfermedades de tipo respiratorio, por lo tanto necesitan
supervisión médica continuamente.
Luego, cuando ya recibe alimentos sólidos, quizás tenga miedo de tragar si su lengua
no consigue encausar convenientemente los alimentos.- La repetición de experiencias
desagradables pueden causar pánico al introducir algo sólido o grumoso en su boca. Al
niño con Síndrome de Down debe ayudársele a adaptarlo gradualmente a los alimentos
para que se habitúen. Si a un niño le da miedo comer sólidos no debe obligársele, es
mucho más eficaz llamar su atención y enseñarle como masticamos para que imite.
Muchos niños que padecen el Síndrome de Down poseen baja estatura y es frecuente
que sus padres los estimulen a tomar alimentos concentrados durante el periodo de
crecimiento, y no pocos después, en la adolescencia, tiene graves problemas de exceso
de peso.- Dejando a parte la desventaja social que crea un aspecto físico carente de
atractivo, el niño que padece exceso de peso resiste peor las afecciones y se hace
indolente e inactivo.
Normalización, integración y N. E. E.
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Para esto la familia tendrá que estar bien informada del diagnóstico y pronóstico de
la discapacidad; con la ayuda de profesionales que estarán en contacto, tanto, con el
discapacitado como con la familia.
Hablar de N. E. E. no remite a las personas que poseen alguna discapacidad sino que
tienen una necesidad que puede ser física, intelectual, social, emocional, lingüística o
de otro tipo y todos los niños pueden experimentar estas dificultades en el aprendizaje
en algún momento de su escolarización.
Por lo tanto la escuela tiene el deber de organizar una manera de enseñar a todos los
niños de modo que tengan acceso y/o puedan alcanzar los objetivos generales de la
educación.- Para esto tendrá que definir contenidos curriculares que serán adecuados y
prioritarios para ese alumno, como será la forma en que podrán acceder a los mismos,
así como poner en juego recursos educativos especiales (aquellos adicionales o
diferentes a los que las instituciones escolares tienen disponibles habitualmente).
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Las adaptaciones de acceso al curriculum consiste en modificaciones de los recursos
disponibles a fin de facilitar que algunos niños con necesidades educativas especiales
puedan incorporarse al desarrollo del curriculum común a un curriculum adaptado.Las
adaptaciones curriculares son modificaciones realizadas a partir del curriculum común
y se hacen para atender las necesidades de cada niño. Estas reformas se refieren a uno
o más de los diferentes elementos, como lo son los objetivos, contenidos, metodología,
actividades, criterios y formas de evaluación, manteniendo para los alumnos con
necesidades educativas especiales la vigencia de los fines de la educación.
Desde el punto de vista teórico la educación actual da respuestas a los alumnos con
necesidades educativas especiales en varios artículos tiende a la integración, pero en la
práctica falta mucho.
Resumen:
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con la terapia con delfines en niños con síndrome de Down, autismo y diversos cuadros
neurológicos. Pero la delfinoterapia no solo es aplicable a los niños sino que sus
beneficios han sido patentes también en adolescentes con conductas violentas y adultos
con problemas vasculares y dependencia del alcohol y el tabaco.
Por otro lado, el tratamiento con agua también ha demostrado beneficios en muchas
patologías. Los delfines son animales ideales para esta terapia ya que, aparte de tener
una gran afinidad con los seres humanos (en especial con los niños), tienen una enorme
capacidad para el juego y el contacto con ellos se realiza en el agua.
Ha quedado patente que los niños que son sometidos a esta peculiar terapia aprenden
de dos a diez veces más rápido que los de un grupo de control normal.
PROGRAMAS ESPECÍFICOS:
Hay algunos programas propios para estos niños, entre ellos citaremos:
El creador de este programa está trabajando con niños con síndrome de Down y en el
I Congreso Internacional de Psicología y Educación, celebrado en Madrid en el año
1991, se presentó un caso de un niño con estas características y que después de realizar
41
su programa está cursando estudios normales. Por tanto, se ve claramente que es muy
necesario trabajar en este camino para conseguir el máximo desarrollo intelectual,
afectivo y social.
PATOLOGÍAS ASOCIADAS:
Los niños que tienen el Síndrome de Down, pueden presentar diversas patologías
asociadas, cuyo diagnóstico y manejo médico inciden significativamente en su calidad
de vida.
4.- Hematológicas: Las personas con Sindrome de Down muestran una incidencia
aumentada en leucemias (Leucemia Aguda Linfática y Mieloide) y reacción
leucemoide (Robinson, 1992). El riesgo de leucemia en el SD es 10 a 20 veces más
alto que en la población general. Más aún, el riesgo de Leucemia Aguda
Megacariocítica es 200 a 400 veces mayor que en la población cromosómicamente
normal.
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5.- Otorrinolaringológicas: El 90% de las personas con SD presenta una pérdida de
audición significativa, particularmente del tipo conductiva (Pappas et al., 1994). En los
lactantes y niños la pérdida de audición puede ser de causa neurosensorial, de
conducción o ambas. Todo lactante requiere de una evaluación de los potenciales
evocados auditivos. Es aconsejable que la exploración auditiva sea realizada por un
otorrinolaringólogo, desde periodos tempranos de la vida, por lo que los tratamientos
otológicos deben ser agresivos para evitar complicaciones posteriores, tales como la
pérdida de la audición de tipo de conducción, secundaria a otitis media. Es necseario
destacar que la pérdidad de audición que ocvurre en la segunda década de la vida, se
puede confundir con algun trastorno siquiátrico.
7.- Oftalmológicas: Desde el punto de vista ocular, las cataratas congénitas son
relativamente fecuentes en los lactantes con SD (Roizen et al., 1994). Ellas se
sospechan ante pérdida del fondo de ojo rojo y debe ser referida a un oftalmólogo,
quien deberá confirmar la presencia de la afección y corregirla quirúrgicamente para
evitar la perdida de la visión. Tambien son frecuentes el estrabismo, el nistagmo y los
errores de refracción que deben ser corregidos por el oftalmólogo. En ocasiones existe
una estenosis del conducto nasolacrimal. Son frecuentes las blefaritis y conjuntivitis.
9.- Dentales: Los niños con SD presentan un retardo en la erupción dentaria y otras
malformaciones dentales (Giannoni et al., 1989), que requieren controlarse y tratarse
en casos necesarios por un odontólogo.
11.- Psiquiátricas: Desde una perspectiva siquiátrica, las personas con SD pueden
presentar signos de depresión, trastornos bipolares y eventualmente sicosis, que
43
responden a sicoterapia y medicamentos (Myers & Pueschel, 1991). En algunos casos
los signos de Enfermedad de Alzheimer pueden aparecer a una edad más temprana que
la población no trisómica. Es importante realizar un diagnóstico diferencial entre
depresión y demencia (Enfermedad de Alzheimer) (Nelson et al., 1995).
12.- Ginecológicas: Desde el punto de vista ginecológico, todas las mujeres con SD
entre los 17 y 20 años deben someterse a un examen ginecológico, incluyendo un
Papanicolau. En las mujeres sexualmente activas y no activas debe realizarse un
screening citológico frecuente y mamografías de acuerdo a las pautas de una mujer no-
Down (anualmente después de los 50 años y de los 40 años, en caso de tener un
familiar directo con cancer de mama) (Golstein, 1988).
13.- Fertilidad: Las mujeres Down son fértiles (Elkin et al., 1990), pudiendo tener
50% de hijos normales y 50% de hijos Down. La fertilidad es rarísima en los varones
Down (Zulke et al., 1994). En relación a la fertilidad de personas Down conviene
señalar que existe en ellas una disminución significativa de la líbido.
Consejo Genético
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Intentos terapéuticos
Existe consenso entre los especialistas que el apoyo clínico, educacional y social son
esenciales para optimizar la calidad de vida de los niños Down y así, lograr su
autosuficiencia e inserción social. Con el fin de ayudar desde el punto de vista médico
a los niños Down se han intentado diversas terapias con distintos fines. Estas terapias
han intentado aumentar el rendimiento intelectual, mejorar la apariencia física,
disminuir las infecciones, etc. Para cumplir con algunos de estos objetivos, se han
utilizado diversos medicamentos (estimulantes cerebrales tales como: Piracetam,
Encefabol entre otros) y suplementos nutritivos que contiene vitaminas, minerales,
aminoácidos, enzimas y hormonas (por ej: Nutriven-D), con resultados negativos
(National Down Syndrome Congress, 1995). Entre las vitaminas, conviene destacar al
ácido fólico. De acuerdo a los trabajos del Prof. Lejeune, el ácido fólico pudiera tener
algún efecto a nivel cerebral como dador de monocarbones (Lejeune, 1981). En nuestra
modesta experiencia uno de los esquemas de tratamiento utilizado por el Prof. Lejeune
(ácido fólico 0.5-1 mg/kg día y Vitamina B12 0.5 mg 1 vez semanal) ha resultado
beneficioso para un grupo de los niños Down que seguimos clínicamente. Sin
embargo, la mayoría de estos niños no presenta un beneficio significativo.
El amor con que los niños Down son recibidos y aceptados en sus familias es su
mejor medicina.
1.- Cariotipo
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8.- Sangre
2.- Vacunaciones
6.- Infecciones
8.- Piel
9.- Sangre
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EL CORAZÓN:
Aproximadamente un 50% de los niños con síndrome de Down presentan cardiopatía
congénita. La alteración más común son los defectos completos de la pared
auriculoventricular. Es importante tener en cuenta que puede haber defectos graves sin
que se aprecien soplos cardíacos.
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niños con síndrome de Down y en el resto de los niños, con una supervivencia de entre
el 80 y el 90 por ciento.
OÍDO, AUDICIÓN
La mayoría de los niños con síndrome de Down tienen conductos auditivos muy
estrechos, lo que hace difícil que se les pueda explorar con el instrumental con el que
normalmente se dispone en la consulta de un pediatra general. De ahí que se
recomiende que el niño sea explorado por el especialista de garganta, nariz y oído, con
el fin de que pueda analizar la membrana timpánica mediante otoscopio microscópico.
Es necesario que sea el especialista quien valore todo niño que muestre una alteración
en la evaluación audiológica o en el timpanograma, de modo que pueda tratar con las
medidas adecuadas las causas de la pérdida de audición.
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La pérdida de audición es frecuente en las personas con síndrome de Down. En los
lactantes y niños la pérdida de audición puede ser de carácter neurosensorial, de
conducción (por otitis media), o de ambos tipos. A todos los lactantes con síndrome de
Down se les debe practicar una evaluación de potenciales evocados auditivos dentro de
los 6 primeros meses de vida; después son más apropiadas las pruebas de valoración
basadas en reflejos conductuales. Posteriormente han de hacerse valoraciones
audiológicas si la situación clínica lo requiere.
INMUNIDAD E INFECCIONES
Existe un mayor índice de infecciones en las personas con síndrome de Down, sobre
todo a nivel de vías respiratorias. Esta mayor incidencia se debe más a la conformación
anatómica del macizo facial que a un defecto del sistema inmune. Eventualmente, en
caso de infecciones repetidas en otras localizaciones corporales, se realizará un estudio
básico de la inmunidad.
También se ha descrito una mayor incidencia de leucemia en los primeros años de vida.
Es importante el diagnóstico precoz, porque la respuesta al tratamiento es excelente.
TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS
En los últimos años han proliferado los tratamientos que supuestamente palian los
problemas asociados al síndrome de Down. Han sido múltiples los tratamientos
establecidos, desde suplementos vitamínicos hasta fármacos que pretenden estimular la
función cerebral, y también se han empleado métodos y terapias alternativas.
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