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QUÉ SUCEDE DESPUÉS DE SUICIDARTE?

La respuesta más profunda (después de muchos años de estar


investigando) la encontré en las explicaciones que dieron los
Maestros Kuthumi y Morya, quienes después de haberlos
profundamente estudiado, tengo la convicción de que son
auténticos grandes Adeptos, que realmente estuvieron a cargo del
inicio de la Sociedad Teosófica, y que sus declaraciones son
verdaderas.

Sus enseñanzas las encuentran recopiladas en las Cartas


Mahatma (me refiero a sus autenticas enseñanzas, no a todos esos
mensajes espurios que abundan en el internet). En el blog he
transcrito en varios capítulos las explicaciones que dieron. Sin
embargo, el lenguaje teosófico que emplean, les dificulta a muchos
lectores comprender lo que dicen. Es por eso que voy a tratar de
explicárselos de manera más sencilla en este capítulo.

Para comprender lo que les sucede a las personas que se suicidan,


primero hay que saber qué es lo que sucede, por regla general, a
las personas después de morir. Para ello, imaginen la Creación
como una edificación de tres pisos:

- abajo está el mundo físico,


- arriba está el mundo divino (llamado también Cielo, Paraíso,
Devachan, y que corresponde al plano mental y superiores) y
- en medio está el astral (el Kama-Loka) que es una zona intermedia
entre el mundo físico y el mundo divino.

El ser humano para poder evolucionar está obligado a alternar sus


estancias entre el mundo divino y el mundo físico, pero debido al
elevado nivel en el que vibra el mundo divino, el ser humano sólo
puede llevar al mundo divino lo más sublime de su personalidad, ya
que las bajas vibraciones no tienen cabida en ese lugar. Por lo
tanto, lo que sucede después de morir se puede dividir en tres
etapas:

1) EL FALLECIMIENTO

Al momento que la persona está muriendo, ve pasar toda su vida en


un destello y al terminar ese proceso, su ser pasa al astral en donde
cae en inconsciencia, para sólo paulatinamente irla recuperando al
momento de su entrada en el mundo divino.

« Toda persona recientemente desencarnada, ya sea que haya


muerto de muerte natural o violenta, por suicidio o accidente,
mentalmente cuerda o loca, joven o vieja, buena, mala o indiferente,
al instante de la muerte pierde todo recuerdo, es mentalmente
aniquilada [cae en inconsciencia], ella duerme su sueño Akasico en
Kama-Loka [el astral].

Este estado dura desde unas pocas horas (rara vez menos), días,
semanas, meses y a veces hasta varios años. Todo esto de
acuerdo a la entidad, a su nivel mental al momento de morir, al
carácter de su muerte, etc. Esa remembranza [recuerdo consciente
de la vida que tuvo en la Tierra] regresará lenta y gradualmente
hacia el final del estado de gestación … al momento de su entrada
en Devachan [el mundo divino]. »
(Carta Mahatma 24B, p.186-187)

2) EL PROCESO DE GESTACIÓN EN EL ASTRAL

Durante ese proceso, los aspectos más sublimes de la persona (su


bondad, sus cualidades, sus meritos, etc.) van a separarse del resto
de su ser para ascender al plano divino, dejando en el astral los
desechos de su personalidad (su maldad, sus defectos, sus vicios,
etc.) que quedan como un cadáver sutil en proceso de
desintegración. Se puede decir que el Kama Loka es el “cementerio
astral” donde se queda toda la inmundicia incapaz de ascender a
los planos de existencia superiores.

Para dar una analogía es como la oruga que se transforma en


mariposa, sólo que aquí no hay una metamorfosis, sino la
separación de lo bueno del Ego que en unión con su parte divina,
van a Devachan, dejando lo malo en Kama-Loka como una crisálida
vacía.
3) LA ESTANCIA EN EL MUNDO DIVINO

Cuando la persona se ha vuelto un Adepto puede mantenerse


“despierta” en el mundo divino, pero el hombre común todavía no
está lo suficientemente desarrollado para mantenerse consciente en
los planos superiores de existencia (muy pocos pueden ascender al
plano astral de manera consciente, así que imagínense, para
ascender al plano mental de manera consciente es todavía más
difícil). Por lo tanto, la mayoría de los humanos duermen durante su
estancia en el mundo divino. Pero no crean que sea aburrido.

¡Al contrario!

La persona recibe la recompensa de sus esfuerzos en la Tierra. Los


momentos más dichosos de su vida o sus más grandes anhelos que
no pudo realizar, van a servir de base para soñar todo lo que la
haga más feliz, y aunque sólo será un sueño, este será vivido con
tanta intensidad, con tanto detalle, que la persona lo sentirá mucho
más real que todo lo que haya podido experimentar durante su
estancia física y sin ninguna aflicción que la disturbe.

Esto tiene tres razones de ser:

A) Permite recompensar al ser humano por sus esfuerzos hechos


durante la vida física.

« El karma malo que hayan generado durante su vida terrenal se


hace a un lado por el momento, para posteriormente seguirlos en su
futura reencarnación. Ellos [aquellos que han muerto] sólo llevan
consigo a su Devachan [“Paraíso”] el karma positivo de sus buenas
acciones, palabras y pensamientos. Posteriormente ellos tendrán
que pagar por sus pecados quieran o no. Mientras tanto son
recompensados recibiendo los efectos de las causas positivas
producidas por ellos. »
(CM 16, p.101)

B) Le permite a la individualidad (la parte inmortal del ser humano)


de integrar lo experimentado en la Tierra para desarrollarse como
un ser cósmico. (ver en realidad todos estamos durmiendo en el
vacío)

C) Permite un descanso reparador entre dos reencarnaciones, sin el


cual los humanos sucumbirían de tensión y cansancio, si tuvieran
que reencarnar sucesivamente sin pausa (sería como laborar todos
los días sin el sueño reparador de la noche).

Como pueden constatar, la duración de Devachan depende de que


tanta experiencia y/o altruismo hayan tenido durante su vida en la
Tierra, y su calidad va depender de que tan desarrollados se
encuentren espiritualmente. Así una persona que se esforzó mucho
por evolucionar y/o ayudó mucho a los demás, tendrá un Devachan
mucho más largo e intenso.

En cambio, una persona muy mala que tiene pocos meritos tendrá
un Devachan corto, ya que no hubo mucho de su ser que llevar al
Cielo. Y una persona muy materialista estará la mayor parte del
tiempo inconsciente en Devachan, ya que no desarrolló nada de
espiritualidad.
Aún así la Naturaleza es muy generosa al recompensarnos por
nuestros esfuerzos y sacrificos al descender en la materia, ya que si
nuestro promedio de vida en el plano físico es de 70 años (a nivel
mundial), los Maestros precisan que nuestra estancia en Devachan
es en promedio de 1’500 años. (¡Veinte veces más!)

EXCEPCIONES A LA REGLA

Los Maestros explican que toda regla tiene sus excepciones.

« Aquellos que saben que están muertos en sus cuerpos físicos,


sólo pueden ser, o adeptos, o hechiceros, y estos son dos
excepciones a la regla general. »
(CM 20C, p.128)

Existe otra excepción que es el caso de las personas que mueren


prematuramente. Cuando la gente reencarna en la Tierra, se le
asigna un periodo determinado de vida física, antes de que pueda
regresar al mundo divino.

Si la persona muere antes de tiempo (por suicidio, accidente,


asesinato, etc.) tiene que permanecer dentro de la atracción de la
Tierra (en el astral) hasta el último momento de lo que habría sido la
duración natural de su vida. Usualmente las personas que fallecen
antes de tiempo, caen en un estado de sueño en lo que termina lo
que hubiera sido su estancia normal en la Tierra:

« En casos de Egos buenos e inocentes, estos últimos. . .dormitan


rodeados de sueños felices o bien duermen un profundo sueño sin
sueños hasta que suene la hora. »
(CM 20, p.131)

« Los malos e impuros sufren las torturas de una horrible pesadilla.


La mayoría que no son ni muy buenos, ni muy malos [simplemente
duermen]. »
(CM 21, p.136)

Pero como toda regla, tiene sus excepciones, hay casos en donde
el fallecido prematuro permanece en un estado de consciencia o de
semi-consciencia durante ese plazo. Son lo que los espiritistas
franceses llaman “les Esprits Souffrants” (los espíritus sufrientes),
las almas en pena que permanecen en la Tierra.
Desafortunadamente los Maestros no detallaron todas las
excepciones. De las que mencionaron está el caso de las personas
muy malvadas, de “los accidentados que mueren llenos de alguna
pasión terrestre absorbente” y de algunos suicidas.

EL CASO DE LOS SUICIDAS


Aquí vamos a considerar específicamente el caso de los suicidas,
ya que es el que nos interesa. Este es muy triste. Al respecto, el
Maestro Kuthumi dice:

« Los suicidas que esperando locamente escapar de la vida [con


asombro descubren que] se hallan aún vivos [a nivel sutil], y tienen
suficiente sufrimiento en reserva para ellos proveniente de esa
misma vida. Su castigo está en la intensidad de esta última [la
reserva de sufrimiento que siguen experimentando en el Más allá]. »
(CM 16, p.109)

O sea que el suicida que cree que va a liberarse de su tortura


quitándose la vida, descubre con estupefacción y horror que sólo
aniquiló su envoltura física, pero que sigue “vivo”, y sigue
consciente del sufrimiento que lo impulsó a suicidarse.

Y para colmo esa tortura la va a vivir más intensamente porque el


cuerpo físico es como una esponja que absorbía mucho del
sufrimiento. (Es por eso que la gente que tiene grandes penas o
enojos termina seguido con algún órgano dañado, porque la
mayoría de esa vibración negativa la absorbe el cuerpo). Por lo
tanto sin el cuerpo físico que atenué su sufrimiento, el suicida va a
sufrir mucho más intensamente, quedando esclavizado de su
tormento hasta que termine lo que habría sido la duración natural de
su vida.
Luego, cuando por fin llegue la hora de la liberación y comience su
estado de gestación, esa tortura mental le habrá hecho perder gran
parte del recuerdo de lo que experimentó en la Tierra mientras que
estuvo activo en el plano físico.

[Observen a los presos que estuvieron mucho tiempo en el


calabozo, cuando salen ya no son más que una pequeña parte de lo
que fueron. Su larga estancia en prisión les hizo perder mucho de
su personalidad y de sus recuerdos, y ya no logran integrarse a la
sociedad.]

No teniendo el suicida gran cosa que llevar a Devachan, su estancia


es efímera y rápidamente vuelven a reencarnar. Para colmo, en su
nueva vida tendrá que volver a pasar una prueba parecida a la que
tuvo en su reencarnación anterior ya que no la superó.
[Tanto sufrimiento para volver a regresar al mismo punto de partida
(o incluso peor) me parece estúpido. Y todavía no les hablo del
karma que el suicida se genera.]

ES TODAVÍA PEOR CON LOS JÓVENES

Ya que tienen menos experiencia acumulada y van a sufrir más


tiempo en el astral:

« La regla es que una persona que muere de muerte natural


permanecerá “desde unas cuantas horas hasta varios cortos años
en el Kama-Loka [el astral]. . .[Pero un suicida] que estaba
destinado a vivir digamos, 80 o 90 años y que se mató a los 20
años tendrá que pasar en Kama-Loka, no sólo “unos cuantos años”,
sino en su caso, además 60 o 70 años como un “fantasma
caminante de la tierra”. »
(CM 16, p.112)

« Cuando llega la hora de la liberación, el alma, no habiendo


aprendido nada y habiendo perdido en su tortura mental el recuerdo
de lo poco que sabía en la Tierra, es violentamente arrojada fuera
de la atmosfera terrestre y llevada a la deriva presa de la corriente
ciega que la obliga a efectuar una nueva encarnación, pero que el
alma es incapaz de escoger como de otra forma lo hubiese hecho
con la ayuda de sus buenas acciones [durante su estancia en
Devachan]. »
(Blavatsky, Collected Writings, Vol. III, p.210)
Así es que jóvenes (y no tan jóvenes) piénselo muy bien, porque
suicidarse es la peor estupidez que podrían hacer, y no se los digo
por cuestiones de “moralidad” (a mí la moral fingida me vale gorro)
sino porque realmente se meten en una situación muy difícil (peor
de lo que estén viviendo en la Tierra). Además que mientras que se
encuentran con vida física pueden actuar para cambiar las cosas,
pero una vez como “fantasmas errantes” ya no pueden hacer nada.
Y todavía falta que les hable de:

LOS PELIGROS QUE TIENEN LOS SUICIDAS EN EL ASTRAL

Los peligros de las sesiones espiritistas

« Los suicidas pueden comunicarse con los médiums pero es un


pecado y una crueldad revivir su memoria e intensificar su
sufrimiento al darles una oportunidad de vivir una vida artificial;
además que es una oportunidad para sobrecargar su karma,
tentándolos con las puertas abiertas que les ofrecen los médiums y
sensitivos, ya que tendrán que pagar completamente por cada uno
de esos placeres. Trataré de explicarme.
...
El acto arrebatado les ha hecho perder su séptimo y sexto principios
[su parte divina atma y buddhi], aunque no para siempre, ya que
pueden recobrarlos. Desafortunadamente en vez de aceptar su
castigo y aceptar sus oportunidades de redención, frecuentemente
[durante las sesiones espiritistas] se les hace que lamenten la vida
tentándolos para recobrar su disfrute a través de medios
pecaminosos.

En Kama-Loka, la región sutil de los deseos intensos, ellos pueden


satisfacer sus anhelos terrenales solo a través de un substituto vivo,
y al hacer esto, a la expiración del término natural [de lo que habría
sido su vida en la Tierra], ellos pierden generalmente para siempre
su monada.

[La monada es su parte divina atma-buddhi, volviéndose seres


desalmados destinados a la aniquilación. Aunque con un sincero
arrepentimiento pueden recuperarla, pero tendrán que trabajar
mucho para contrarrestar el enorme karma negativo que se
añadieron por sus malas acciones en el astral.]

Si fueron pecadores y malvados [el asunto se pone aun peor


porque] interrumpida su vida en pleno vigor de las pasiones
terrenales, ellos son seducidos por las oportunidades que les
ofrecen los médiums para satisfacerlas indirectamente.

Ellos son los Pisāchas de la India, los Íncubos y Súcubos de la


época medieval. Demonios sedientos de gula, lujuria y avaricia,
llenos de astucia, maldad y crueldad intensificadas [al ya no ser
guiados por la monada]. Provocan a sus víctimas a cometer
horrendos crímenes por los cuales se divierten y se deleitan.

Ellos no sólo arruinan a sus víctimas, sino que estos vampiros


psíquicos sostenidos por el torrente de los impulsos infernales, por
fin al cierre determinado de la que habría sido su periodo natural de
vida, son llevados fuera del aura de la Tierra, a regiones en donde
por muy largo tiempo, tiene que aguantar un intenso sufrimiento
[debido al karma negativo que se generaron en el astral] que
termina en los caso más graves en la destrucción total.

[Es por eso que se debe evitar la pena de muerte (que es una
especie de suicidio impuesto) porque luego el criminal
desencarnado hace mucho daño, incitando a gente con poca moral
a que cometa los mismos crímenes. Lo detallo en este link]

Si sólo supieran esto los médiums y los espiritistas, que con cada
nuevo “espíritu” al que le dan la bienvenida con arrobamiento, ellos
están tentando a este último a que caiga en una Upādāna [deseo de
recuperar su vida física] que será productora de una serie de males
inenarrables para el nuevo Ego que nacerá bajo su nefasta sombra,
y que con cada sesión (especialmente las de materialización) ellos
multiplican las causas de miseria.

Causas que harán que el infortunado Ego frustre su nacimiento


espiritual, o que renazca en una existencia peor que nunca. [Si los
médiums supieran esto] ellos serían quizás menos pródigos en su
hospitalidad. Y ahora podrás comprender por qué nos oponemos
tan fuertemente al espiritismo y a la mediumnidad. » (CM 16, p.109-
110 y 113)

Otros peligros

Por lo que he vivido, por las experiencias que he escuchado y por lo


que he estudiado, sé que el astral puede ser un lugar bastante
peligroso cuando no se está en el sueño akashico o en el proceso
de gestación. Se puede comparar partes del astral a una selva
donde existen entidades depredadoras que están a la búsqueda de
víctimas a las cuales vampirizar energéticamente. Si los viajeros
astrales han tenido seguido que lidiar con estos depredadores
(magos negros desencarnados, entidades del inframundo, etc.) no
creo que los pobres “fantasmas errantes” escapen. (verlos peligros
del viaje astral)

RESUMEN DE LO QUE LE SUCEDE AL SUICIDA

William Judge quien fue uno de los fundadores de la Sociedad


Teosófica, hizo un buen resumen en un artículo que publicó en el
periódico The New York World titulado “El Suicidio no es Muerte”:

« El suicidio es una enorme locura, ya que coloca al que lo comete


en una posición infinitamente peor de la que estaba y de la que
ingenuamente esperaba escapar. No es verdaderamente muerte,
sino es sólo el abandono de una casa bien conocida [el plano físico]
con unos alrededores que le son familiares, para ir a un nuevo sitio
en donde sólo tiene lugar el terror y la desesperación [el plano astral
en su condición de fantasma errante].
La suerte del suicida es horrible en general. Él ha aniquilado su
cuerpo físico, pero su ser interior sigue activo. Allí [en el astral] la
ley que podrá parecer cruel, pero que actúa realmente por su bien,
lo compele a esperar hasta que pueda morir en debida forma.

Debe esperar en un estado de medio muerto, los meses o años que


en el orden de la naturaleza, hubiesen transcurrido para él, antes de
que el cuerpo, el alma y el espíritu se pudiesen separar de manera
correcta. Así, durante ese tiempo, el suicida se convierte en una
sombra. Vive en el “Purgatorio” por así decirlo, y conocido por los
teósofos como Kama-Loka o la “región astral de los deseos y
pasiones”.

Allí, la persona se encuentra completamente carcomida por sus


propios pensamientos. Repitiendo con pensamientos intensos el
acto por el cual trató de detener el peregrinaje de su vida, y al
mismo tiempo ve a la gente y el lugar que dejó. Pero no es capaz
de comunicarse con nadie, excepto aquí y allá con alguna persona
sensitiva, quien frecuentemente se aterroriza por su visita.

Y para empeorar las cosa, el suicida frecuentemente llena las


mentes de los vivos que estén deprimidos, con sus pensamientos
de quitarse la vida, conduciéndolos ocasionalmente a que cometan
el mismo acto [lo que le genera más karma].

Puesto de manera teosófica, el suicida se separó por un lado del


cuerpo y la vida que le eran necesarios para su experiencia en la
Tierra y su evolución como ser cósmico. Y por el otro, de su guía
[buddhi] y de su espíritu [atma] o sea su Dios interior [que es su
monada, su parte divina]. El suicida desencarnado se encuentra
ahora esencialmente compuesto de su cuerpo emocional [kama], el
cual tiene gran resistencia a la tensión, animado por sus pasiones y
deseos. Pero una parte de su mente [manas inferior] está con él.

Por lo tanto, el suicida en el Más allá puede pensar y percibir, pero


ignorante de cómo usar las fuerzas de ese reino, él es arrastrado
aquí y allá, incapaz de guiarse él mismo. Toda su naturaleza está
angustiada y con él hasta cierto grado, toda la humanidad, ya que
todos estamos unidos.

Y así continua con su tormento, hasta que las fuerzas que lo


mantienen anclado a la Tierra terminan y es cuando
verdaderamente comienza a morir. Entonces cae en un sueño del
cual se despierta a tiempo para un periodo de descanso antes de
comenzar una vez más una vida en la Tierra. En su siguiente
reencarnación podrá, si así lo ve conveniente, reparar o compensar
o sufrir de nuevo otra vez, ya que ¡No hay escapatoria a la
responsabilidad!

[Pero como vimos eso sólo se aplica para aquellos que pudieron
todavía guardar algo de recuerdos que les permitió ir al Devachan,
para los otros no hay alternativa. Y también hay un porcentaje que
es arrastrado en el remolino del espiritismo, y la mayoría de los
médiums son buenas personas, pero no saben el daño que
ocasionan a sus invitados astrales, haciendo que muchos de ellos
se transformen en “fantasmas desalmados” y los más malos en
“humanos desencarnados endemoniados” (que son muchos de los
demonios de la tradición popular: Pisāchas, Íncubos, Súcubos, etc.)]

Es mejor aceptar valientemente lo inevitable, ya que este suele


deberse a nuestros errores cometidos en reencarnaciones pasadas.
[Errores que ocasionaron karma negativo individual y colectivo. No
olviden que los humanos viven en colectividad y eso también
ocasiona karma. Por ejemplo, el daño que estamos actualmente
ocasionando a la Naturaleza, en el futuro tendremos (como
humanidad) que pagarlo.]

Hay que tratar de cumplir con todo deber que tengamos en la Tierra
y esforzarnos por evolucionar. El enseñar suicidio es un pecado,
porque incita a algunos a cometerlo. El prohibirlo sin razón es inútil,
ya que nuestras mentes deben de tener razones para hacer algo o
no. Y si interpretamossimplistamente y de manera literal la Biblia,
entonces encontramos allí dicho que el único lugar del suicida es el
infierno. Lo que satisface a muy pocos en esta época de
investigación critica y de análisis. Pero denle a los seres humanos
la llave de sus propias naturalezas, muéstrenles cómo hay leyes
que gobiernan tanto aquí como en el Más allá, y su buen sentido
hará el resto. »
(The Writings de William Judge, Vol. III, p221-224, extractos)

CASTIGOS POR SUICIDARSE


Raquel, una estimada lectora, me hizo el siguiente comentario:

« Una persona normal siente una depresión espantosa y enfrenta


circunstancias terribles a las que no encuentra salida. Quizá las
haya, pero ella no las ve, lo que para la persona es lo mismo que si
no existieran. Ella está desesperanzada, sin fe. Además, la
depresión se caracteriza por quitarle a la persona afectada todo
deseo de vivir y de luchar. Encima, se ha vuelto una carga para
otros, lo que la hace sentirse indigna (y muchas veces tratada como
tal). En este marco se mata y ¿qué encuentra al otro lado?

¡Castigo!

Según los esoteristas, con el resobado argumento del karma: “como


ella se había labrado ese destino, ella tenía que aguantarlo”. Pero el
o la suicida podría argumentar que a él o a ella no le consta que
haya sido así, sólo sabía que sufría y que no veía salida. ¡Qué
Universo más déspota sería éste si fuera como estos “esotéricos”
dicen! Será cierto que la verdad no tiene porqué ser agradable,
pero no veo tampoco la necesidad de que sea siempre
desagradable. »

Comprendo el enfado de Raquel, el cual corresponde a la opinión


general de la gente. El detalle es que karma no funciona así. Para
comenzar, como vimos más arriba, el karma negativo se
experimenta solamente en la Tierra.

Durante su estancia en el Más allá (entre dos reencarnaciones)


y con la excepción de los individuos que fueron extremadamente
malos, los humanos son recompensados por el karma positivo que
generaron (actos de bondad y de ayuda), así como por el amor que
sintieron durante su vida terrestre, aunque estos aspectos hayan
sido mínimos.

En segundo lugar, karma a nivel individual es más una guía para


dirigir a la joven alma en el sendero de su evolución, que para
castigarla sin piedad cada vez que hace algo malo. (ver el karma en
la vida humana)

Así que el concepto que tiene Raquel de los esoteristas es


incorrecto. De hecho el Maestro Pastor afirma todo lo contrario.
Asevera que sin importar el daño que hayamos hecho en el pasado,
incluso un tirano puede cambiar su destino karmico. (ver ¿está el
destino predestinado?)

Además en el suicidio hay que distinguir dos tipos de castigo:

Está el castigo que el suicida se genera al quitarse la vida y


volverse un “fantasma errante”. Pero ese castigo no es un castigo
karmico. Es más bien como cuando le dicen a un niño: “no metas
tus dedos en el enchufe eléctrico porque te vas a electrocutar”. Igual
aquí, la Teosofía dice: “no te suicides porque sin importar lo mal que
te encuentres, vas a caer en una situación peor”.

Karma no tiene nada que ver al respecto, simplemente deben de


comprender que la Creación es una elaborada estructura de
energías que si se saben manejar se vuelven beneficiosas, y si no,
se vuelven dañinas. Quien sabe manejar el fuego, calienta su casa,
quien no, la quema. Igual aquí, quien sabe manejar las energías
puede resolver la situación en la que se encuentra, quien no, cae en
situaciones todavía peores.

El segundo castigo si es karmico, pero como karma es más


educativo que punitivo, las circunstancias van a influir mucho en su
aplicación. No es lo mismo una persona que se suicida como
resultado de una depresión espantosa que se puede decir, la ha
llevado a un estado de semi-locura en el cual la persona ya no
razona con claridad, que una persona que se suicida para
chantajear y/o mortificar a otro:

- “¡Si me abandonas Juan Manuel Fernando, me suicido!”

(Para dar un ejemplo)

Como pueden ver todo depende de las circunstancias y del motivo.


Incluso la persona puede ser karmicamente premiada si se suicida
para sacrificar su vida para salvar a otras vidas y no había otra
alternativa. Por ejemplo, leí que un submarino nuclear tuvo un grave
accidente en su reactor, y varios marineros aunque sabían que la
fuerte radiación los iba a matar de forma muy dolorosa, entraron en
el reactor para repararlo y evitar así una catástrofe. Es por eso que
el Maestro Kuthumi precisa que:

« El motivo lo es todo, y el hombre es castigado en caso de


responsabilidad directa, nunca de otra manera. En el caso de la
víctima, la hora natural de la muerte fue anticipada accidentalmente,
mientras que en la del suicida, la muerte fue traída voluntariamente
y con el pleno y deliberado conocimiento de sus consecuencias
inmediatas. Por ello una persona que causa su muerte en un ataque
de locura temporal, no es considerada [por los Señores del karma,
como verdaderamente] un suicida. … Ni tampoco queda a
expensas de las tentaciones de Kama-Loka, sino que cae dormida
como cualquier otra víctima [aunque eso sí, sufriendo su tortura
mental y es que es ella misma quien se la genera]. »
(CM 20C, p.132)

¿POR QUÉ MUCHOS QUE QUISIERON SUICIDARSE MUEREN


POCOS AÑOS DESPUÉS?

Natalia, otra linda lectora, me hizo la siguiente pregunta:

« He notado que muchos suicidas frustrados (es decir que lo


intentaron y fallaron) mueren pocos años después relativamente, sin
que sea por suicidio sino de otra manera.

Me asalta la duda de si en verdad lograron llegar a la duración de


su vida como debió ser ó fue una especie de efecto tardío de su
acción suicida que les llego después, siendo entonces de alguna
manera un castigo irónico por haber intentado suicidarse antes y de
todas formas se les corta la vida terrenal antes de tiempo.

Obviamente la mayoría de suicidas frustrados llegan a la vejez, sólo


que he conocido muchos casos que no viven tanto después de
haber ocurrido ese hecho.

Mi pregunta sería: al ser un suicida frustrado y morir años después


aún joven (relativo) ¿sería un castigo divino por así decirlo ó en
verdad esa vida iba a durar solo ese tiempo? »

Aunque no he leído propiamente una respuesta de los Maestros al


respecto. Reflexionándolo, pienso que se debe a que las personas
que trataron de suicidarse fueron creando sin darse cuenta,
energías con ese propósito. Deben saber que los seres humanos
tienen una gran capacidad creativa por medio del pensamiento.
Capacidad que suelen activar de manera inconsciente.

Usualmente aquel que intenta suicidarse lleva ya un cierto tiempo


pensando en ello, nutriendo esa idea con sus emociones y
pensamientos. Incluso muchos, si no se atreven a pasar al acto, en
su interior lo imaginan, lo desean, y eso genera una energía en los
planos sutiles cuyo propósito va ser que se realice ese deseo.
Cuando esa energía termina por proyectarse en el plano físico,
busca cumplir su propósito que es matar a la persona.

En esos casos, lo más probable es que el suicida arrepentido


también muere antes de lo previsto y le sucede lo mismo que si se
hubiera suicidado en acto propio y de hecho lo fue, sólo que de
manera inconsciente. Acuérdense: lo que desean e imaginan,
termina por realizarse. De ahí la importancia de controlar nuestros
pensamientos y emociones.

Los que llegan a la vejez es porque la energía que generaron no era


muy fuerte, no le inyectaron la intensidad de energía suficiente para
que terminara por manifestarse en el plano físico.
Y ahora que saben eso, van a ser responsables de sus creaciones
(sorry), así que les aconsejo que eliminen esas energías que
formaron. Una forma muy sencilla y muy eficaz es por medio de la
visualización (les digo que es el poder del ser humano). Visualicen
que reciben una cascada de Luz blanca divina que los purifica y
disuelve todas esas creaciones nocivas.

CONSEJOS PARA QUIENES SE QUIEREN SUICIDAR

Si se sienten tan mal que ya no soportan vivir, díganselo a Dios, a la


Jerarquía, a los Ángeles. En un lugar tranquilo, donde estén solos.
Prendan una vela blanca, recen un Padre Nuestro para sintonizarse
con la divinidad, y díganles todo lo que sienten.

Díganles que ya no pueden más, que vinieron para evolucionar y


que no se vale soportar tanto sufrimiento, que ustedes están
haciendo su esfuerzo y que también a ellos les toca echarles la
mano. Y por lo tanto pídanles que los ayuden con su situación, que
les den la fuerza y la guía para poder superar el tormento que los
aflige. También pídanles que los ayuden a disolver las entidades
nocivas que crearon (les aseguro que con su ayuda va a ser mucho
más fácil).
Si su petición es autentica, verán que los milagros ocurrirán. Se los
digo por experiencia (yo de plano les grité y me hizo mucho bien). Si
sienten la necesidad, háganlo varios días seguidos o repítanlo cada
semana o mes, hasta que sientan cierto aligeramiento en su ser.

Cómo anécdota, yo sentía un vacio en mi interior que me hacía


sufrir mucho, y en una ocasión estallé. Ya había estallado como dos
o tres veces anteriormente, pero en esa fue la cúspide de mi
desesperación. Les grité a “Allá arriba” que si tenían aunque sea un
poco de consideración por mí, me ayudarán con el dolor porque ya
no podía más (y realmente así me sentía).

Me quedé dormido como a eso de las dos o tres de la mañana,


después de haber estado horas llorando y gritando, y curiosamente
cuando desperté, ya no sentí el dolor. Desde ese entonces el vacio
ya no me lastima más, lo sigo sintiendo, pero ya no me duele.

Por otra parte, también deben de comprender que si el suicida sigue


sufriendo en el Más allá, a pesar que ya no tiene que lidiar
directamente con el plano físico, es porque él mismo está creando
su sufrimiento. Si por ejemplo, le dolían las piernas por haber
mucho caminado, obviamente cuando se encuentre en el astral, ese
dolor ya no lo va a sentir porque pertenece al cuerpo físico. Pero si
sigue sintiendo ese tormento que lo llevó a quitarse la vida, es
porque:

LA PERSONA MISMA LO ESTÁ GENERANDO

Tienen que comprender muy bien esto. Ustedes mismos se generan


su tormento. Cierto, en base a las dolorosas experiencias que
vivieron o están viviendo y no dudo que sean muy dolorosas y
traumatizantes, créanme, yo también he estado ahí. Pero de
ustedes depende quedarse esclavizados en ese trauma o superarlo.
Es por eso que los grandes Maestros enseñan a desapegarnos de
las heridas que nos ha causado la vida.

Es por eso que Buda dijo:

- “El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional.”

Es por eso que Jesús dijo:

- “Perdona a tus enemigos.”


Estos grandes Guías recomendaron esto, no para que nos viéramos
muy“nobles y espirituales”, sino para nuestro PROPIO BIEN, para
que no nos hundiéramos en nuestro propio tormento. Es muy
importante que entiendan esto, porque hasta que no lo hayan
verdaderamente comprendido, no podrán realmente dejar de sufrir.

¿CÓMO SE PUEDE AYUDAR A LOS QUE YA SE SUICIDARON?

Principalmente haciendo dos cosas:

Ver si la persona que se suicidó dejó algo sin terminar y tratar de


realizarlo por él, en su nombre. Esto debido porque muchas veces
esas cosas inconclusas mantienen al suicida desencarnado en un
estado de inquietud buscando como regresar a la Tierra para
terminar lo que dejó pendiente, y eso lo puede llevar con los
médiums (quienes en general no son malos, pero ignoran el daño
que causan).

Rezando por el fallecido, poniéndole un pequeño altar, y sobre todo


solicitando a los Seres divinos para que lo ayuden a comprender la
situación en la que se encuentra ahí perdido en el astral. Para que
se libere de la prisión de tormento que él mismo se está generando
y lo guíen hacia la Luz divina, y así evitar que pueda caer en los
peligros que hay en el astral. (El método lo detallo en ¿Cómo
ayudar a los suicidas, accidentados y asesinados?)
¿Por qué lo que enseñan los Maestros Kuthumi y Moya, difiere
bastante con lo que dicen las religiones, los espiritistas y los
movimientos esotéricos en general?

Pienso hacer un capítulo detallando las razones, pero como todavía


me voy a tardar, en resumen es porque:

Las religiones tienen mucha de la Sabiduría Divina, pero con los


siglos, las enseñanzas originales se han ido deformando y llenando
de dogmas falsos. Por ejemplo, el concepto del infierno, purgatorio
y cielo enseñando en el catolicismo es una alteración de lo que fue
enseñado por los sabios de la Antigüedad.

Otro ejemplo, en el budismo, es una creencia popular que la


persona tarda 49 días para volver a reencarnar. Esto debido a que
cuando muere un gran dirigente espiritual, al poco tiempo sale una
comisión a buscar al niño en el que reencarnó. Pero como lo señala
el Maestro Kuthumi:

« Salvo unos cuantos casos excepcionales, como el de grandes


iniciados tales como nuestros Teshu-Lamas, los Bodhisattwas, y
unos cuantos otros, ningún humano jamás reencarnará antes de su
ciclo establecido. »
(CM 23B, p.176)

La inmensa mayoría de los médiums sólo se pueden contactar con


las entidades del astral, las cuales no son todas malas, pero incluso
las buenas, al no poder ascender a los niveles superiores de
existencia, tienen una visión limitada y tergiversada de lo que
sucede en el Más allá.

En el desarrollo esotérico, hay una regla que dice que todo tiene
que ser puesto a prueba y la Sociedad Teosófica no podía ser la
excepción. Desafortunadamente sus dirigentes en Adyar fracasaron
cuando la prueba surgió, y los Maestros no tuvieron más remedio
que separarse de ella, lo que permitió que la enseñanza original
fuera alterada. (ver la vida después de la muerte según Leadbeater
y Besant)

La mayoría de los investigadores ignorando este hecho, tomaron la


Neo-teosofía como una enseñanza legitima y la adoptaron en sus
propias enseñanzas difundiéndola cada vez más, dando como
resultado la proliferación de muchos movimientos pseudo-
esotéricos en donde se enseña una mezcla de verdades y
deformaciones de la Sabiduría Ancestral, con una buena dosis de
inventos propios de sus autores.

CONCLUSIÓN

Pero NO porque te lo aconsejen, porque sea socialmente correcto o


porque es “pecado”, sino porque TÚ conoces los aspectos ocultos
del Universo y sabes que suicidándote sólo vas a empeorar tu
situación. En cambio, mientras que te encuentres con vida, puedes
hacer algo para modificar esa situación. Que no va a ser fácil, que
vas a tener que ponerle mucho empeño, perseverancia, paciencia y
tenacidad. Eso es seguro, pero de que se puede cambiar, se puede.

Es a ti de decidir:
- Si te quieres quedar atrapado en el astral como un fantasma errante
durante décadas y décadas, sufriendo más intensamente ese dolor
hasta que te haya hecho perder todo recuerdo de la persona que
fuiste.
o
- Si prefieres paso a paso irte liberando de ese tormento y así
progresivamente ir recuperando el control de tu vida y ya no tener
que lidiar más con ese karma en la siguiente reencarnación.

Te lo digo porque yo puedo atestiguar que SÍ se puede. Habiendo


caído, muy, pero muy bajo emocionalmente, sé lo que es la
depresión más profunda y no ver salida durante años y años. Pero
“algo” no me dejó rendirme, y es que soy un simple humano pero te
aseguro que cuando ya me encontraba completamente
derrumbado, una fuerza me jalaba y me ponía de nuevo de pie para
seguir.

Varias veces me encontré desecho, completamente desesperado y


abatido porque por más que planeaba y trabajaba, las cosas
seguían mal (e incluso en dos ocasiones peor). Me acuerdo que me
tendía en la cama a llorar gritando: “¡Ya no puedo más!” y al poco
tiempo que se me pasaba el llanto, escuchaba una voz en mi
interior que me decía “No te rindas, tu puedes seguir. Cuantas
veces dijiste que eras un guerrero, pues entonces ahora
demuéstralo”.

Reflexionándolo, sospecho que esa ayuda provino de “Allá arriba” y


que emplearon recuerdos de mi pasado para darme ánimos, y es
que de niño me encantaba una caricatura que se llamaba 'Los
Caballeros del Zodiaco' e imaginaba que yo también “a pesar de las
adversidades me volvía a levantar”, sólo que yo no era un caballero
sino un guerrero porque estaba muy prendido con los libros de
Carlos Castañeda.

Podrá parecerles infantil el método que emplearon, pero les


aseguro que funcionó. Y es que los Seres de Luz se sirven de todos
los medios que tienen a su alcance para tratar de ayudarnos, pero
sólo pueden guiarnos, ya que deben de respetar la ley del karma y
también nuestro libre albedrio. Pero hacen todo lo posible.

Me acuerdo que un amigo me contó que ya estaba considerando


muy seriamente suicidarse, cuando una amiga le llamó para decirle
que había comprado dos boletos para saltar en bungee en un gran
puente, pero su compañero se lastimó y no podría acompañarla. Le
propuso que le regalaba un boleto si él la llevaba. Mi amigo se dijo a
sí mismo:

- “¿Por qué no? Total, me caerá bien tener una buena emoción
antes de partir. Hace tanto que no he tenido ninguna.”

Y me contó que cuando estaba cayendo de la cuerda y se acercaba


al suelo, no sintió miedo, no sintió pánico, lo que sintió fue una
profunda sensación de que su vida, a pesar que apestaba y era
pésima, era también lo único que tenía antes de caer en el abismo y
por lo tanto tenía que aprovechar cada día lo mejor que pudiera.

(Sin saber nada de esoterismo, intuyó el mensaje.)

OBSERVACIÓN

El comentario que puso Estefanía justo abajo es muy cierto y se me


olvidó precisarlo en el capítulo. La persona que se piensa suicidar,
no escucha los consejos que le da la gente, porque sabe que ellos
no experimentan ese tormento. Y es que hasta que no lo has vivido,
no puedes saber lo terrible que es ese sufrimiento.

Yo lo experimenté durante años (y nada más de recordarlo se me


tuerce el estomago) y tal vez no llegué hasta el fondo-fondo, pero si
estuve muy cerca. Y les puedo asegurar como antiguo mega
depresivo y en la situación desesperada en la que me encontraba,
les puedo asegurar como alguien que SÍ pasó por esa experiencia,
les puedo asegurar que al final valió la pena seguir viviendo.

Y si no me creen, pregúntenle a otros que también pasaron por ese


espantoso sufrimiento. La inmensa mayoría les dirá lo mismo:

Al final, valió la pena seguir viviendo

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