Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Samantha Towle
3
El presente documento tiene como finalidad impulsar la lectura hacia aquellas regiones de
habla hispana en las cuales son escasas o nulas las publicaciones, cabe destacar que dicho
documento fue elaborado sin fines de lucro, así que se le agradece a todas las colaboradoras
que aportaron su esfuerzo, dedicación y admiración para con el libro original para sacar
adelante este proyecto.
Staff
Moderadora
Dara & Felin28
Traducción
Dara Isabo Navar Lore
Ilka rihano Musa65
alma radi lanca20011983 arp24
luisa mari65 Felin28
Rouge82 Adaly dark juliet 4
Cherie123 Adaly
maka.mayi
Corrección
Cecilia
Leluli
Vickyra
Liraz
Revisión
Felin28
Diseño
Cecilia
Dedicatoria
Para Mally Towle.
El cielo tiene un plan para ti.
Por siempre en nuestros corazones.
5
Sinopsis
Lyla Summers odia a los hombres. Bueno, tal vez odiar sea una palabra fuerte...
Digamos que a Lyla le disgustan inmensamente los hombres. Su padre la ha defraudado
toda su vida. Su hermano la traicionó de la peor manera posible. Y sus últimas relaciones con
hombres no han sido muy geniales. Lyla centra toda su energía en su banda, Vintage, así que
cuando reciben una oferta para firmar con TMS Records, parece que las cosas finalmente
están yendo por buen camino. Lo último que quiere es un hombre en su vida.
Tom Carter ama a las mujeres. Está bien, decir que las ama podría significar otra cosa...
Digamos que Tom disfruta follando a un montón de mujeres.
Cuando la tragedia alcanza a su mejor amigo, Tom le hace una promesa al de Arriba,
de que va a cambiar su vida, si salva a la mujer que su mejor amigo ama. La oración de Tom
es contestada. Ahora tiene que cambiar. Lo que significa no ir de cama en cama.
Después de que el manager de Vintage se rompa la pierna esquiando, Tom interviene
como manager de la gira, y Lyla se encuentra en una gira con un gigoló.
Pon a un Tom perpetuamente caliente y agrega a una Lyla resistente al sexo, y
conseguirás una receta para el desastre. O al menos eso se podría pensar... Pero se forma una
inesperada amistad. Una cercanía que ninguno de ellos esperaba.
¿La tormenta sexual que es Tom Carter, finalmente se encontrará domado por la chica 6
con el corazón endurecido, o volverá a ser un mujeriego...?
Prólogo
Lyla
Traducido por Dara
Corregido por Cecilia
Diez meses atrás — Entre bastidores, Madison Square Garden, New York
—¡Dex! ¡Chad! ¡Cale! ¡Sonny! ¿Dónde diablos están? —grito mientras deambulaba por
el pasillo vacío, con mi voz resonando.
He estado deambulando por ahí, en realidad ¿dónde demonios estoy? Estoy en alguna
parte de detrás del escenario. Esto es como un laberinto. Creo que podría estar un poco
perdida.
Encogiéndome de hombros, levanto la botella de champán medio vacía, la acerco a
mis labios y tomo un sorbo. También podría estar un poco borracha, pero estoy de
celebración. ¡Mi banda, Vintage, acaba de salir al aire con The Mighty Storm en el Madison 7
Square Garden! Ahí es donde me encuentro perdida ahora.
Mi banda ganó un concurso de radio y el premio era tocar con The Mighty Storm en
la apertura. ¡Esto ha sido algo grandioso para nosotros! No me avergüenza admitir que casi
me meo en los pantalones cuando me enteré de que habíamos ganado el concurso. Así que
ahora, estoy celebrándolo sola. No puedo localizar a ninguno de los miembros de mi banda
ni a mi novio. Con la emoción y la multitud, me las arreglé para perderlos cuando salimos
del escenario.
Quiero decir, en serio me gustaría que mi novio o mi hermano al menos me hubieran
esperado. Apuesto a que Chad está como una cuba con Sonny y Cale, y Dex probablemente
esté ligando y pasándoselo genial mientras hablo.
Me pongo la mano en la boca.
—Dex, sé que probablemente estés llegando a tercera base con alguien sexy, pero
¡venga ya! ¡Acabamos de tocar con The Mighty Storm! ¡The. Mighty. Jodido. Storm! —
remarco las palabras, es que sigo sin poder creerlo.
Tomo otro trago de champán tropezando con mis pies. No pierdo el equilibrio porque
apoyo una mano en la pared antes de reanudar mi marcha.
—¡Dex, quiero celebrarlo con mi hermano mayor! ¿No puedes dejar tus aventuras
sexuales hasta más tarde, por favor?
Dex es el guitarrista principal de nuestra banda y es un puto total. Cuando digo puto,
quiero decir que le gusta ir a putear con hombres. Quiero a mi hermano más que a nada en
el mundo. Soy afortunada de tenerlo. Nos cuidamos mutuamente. Somos un equipo, el
mejor.
Al doblar una esquina, veo una puerta a mi derecha. Parece que podría ser el armario
de un conserje. Dex tiene un don para tener relaciones sexuales en los armarios. Del
vestíbulo, de los percheros, de los conserjes… cualquier armario le sirve, no es quisquilloso.
—¡Apuesto a que estás aquí! —Tarareo—. ¡Bueno, súbete la cremallera hermano
mayor porque ahí voy!
La botella de champán golpea la puerta mientras agarro el picaporte.
—¡Oops! —Me río.
De un tirón abro la puerta, pero el armario está vacío. Solo hay fregonas y cubos. No
Dex. Con un suspiro cierro la puerta. A este paso, nunca voy a encontrar a nadie. No he visto
a nadie desde hace un buen rato.
Esto se está empezando a poner misterioso, inquietante como en una mala película de
terror. Todo se ha puesto muy del rollo de Freddy Krueger por aquí. Solo hay pasillos
interminables.
Resignada a una potencial muerte por un asesino en serie de ficción que venía por el
pasillo, tomo el de la izquierda hasta el final, esperando alguna señal de vida humana. Me
tapo la boca con la mano ahogando una risita cuando veo a una pareja un poco más allá. La
iluminación es mala, así que no puedo ver mucho, no es que quiera tampoco, pero por los
sonidos que hacen, parece que se lo están pasando bien. Cabrones afortunados.
Estoy a punto de darme la vuelta y a dejar a la pareja con lo suyo cuando uno de los
dos habla.
—Eso es, cariño. Tómalo todo. Sabes que te encanta mi jodida gran polla.
Mi corazón se me sale del pecho. El suelo se abre a mis pies. 8
Chad.
Dios, no.
Estoy a punto de vomitar. Me congelo en el instante en que sus ojos se encuentran
con los míos. Observo con horror abstracto como el choque de mi presencia reverbera en
su rostro. Nos quedamos parados un tiempo indefinido en el que ninguno de los dos hace o
dice nada.
Luego se acaba y Chad empieza a moverse. Aleja a la persona a la que se estaba
follando, se sube los pantalones y trata de ponérselos rápidamente antes de avanzar hacia mí.
Y ahí es cuando veo exactamente con quién está follando mi novio. La persona se gira y
nuestras miradas se cruzan. Siento como una bofetada en la cara. Fuerte.
No puedo respirar. Me quedo ahí, el mundo se desmorona a mí alrededor por segunda
vez en mi vida. Soy incapaz de hacer nada mientras miro fijamente los ojos contritos de mi
hermano.
Tom
Dos semanas atrás —Sala de visitas del hospital, Centro Médico Cedars-Sinai,
L.A
Ver a Jake llorar es algo que jamás pensé que vería, y mucho menos ser el que le
sostuviera mientras lloraba. Nunca se rompió delante de mí cuando Jonny murió y yo no lo
hice con él tampoco. Ninguno de nosotros lo hizo. Sé por qué esto le ha roto. Es Tru, la
mujer que ha amado toda su vida. El hecho de que se haya quebrado de esta manera me está
asustando a muerte. Jake no es tan fuerte como le gusta creer que es. Lo pillo. En el pasado
se apoyaba en la coca para evadirse de los malos rollos. Nunca le pude regañar por ello,
porque todos hemos tenido nuestra forma de hacerlos frente. Yo tenía la mía y él la suya.
Pero ahora está limpio. Tru es su todo. Y si ella se va, entonces me preocupa lo que pueda
pasar.
—¿Y si se muere? —El sonido de la voz rota de Jake me hace girar la cabeza a mirarle.
Lo miro a los ojos antes de intentar decir nada. Y es ahí cuando veo su mirada. Joder
no. He visto esa mirada sólo una vez antes, momentos antes de perder todo lo que me
importaba. Y estaba allí, en los ojos de Jake. Una mirada de miedo y dolor y desesperación y
confusión todo junto, creando una oscuridad tan agobiante que se siente que no puedes ver
más allá. El dolor es tan fuerte que te entregas a él. Y ahí es cuando la gente hace cosas que
normalmente no haría. Cosas irracionales, terribles, cosas que alteran sus vidas. Esa es la
mirada que tiene Jake ahora.
El miedo me patea con fuerza en las tripas. No he sentido un miedo así desde esa
noche. No me siento alejado de él. Lo miro fijamente a los ojos porque necesito que me
escuche ahora mismo.
—Tru es una luchadora, Jake. Me patea el culo a diario. No va a ir a ninguna parte.
—Pero, ¿y si…?
Niego con la cabeza sin romper el contacto visual ni un segundo. No puedo perderle 9
justo ahora.
—Sin peros. No te hagas esto a ti mismo.
Sus ojos se llenan de lágrimas, saliendo de la oscuridad que lo está poseyendo ahora.
—No sé qué hacer —Su voz se rompe—, qué pensar, qué decir —Se tapa la cara con
las manos.
Lo miro fijamente mientras su cuerpo se estremece con el dolor, deseo sobre todo
poder ayudarle, arreglar esto. El día que perdimos a Jonny, fue malo… horroroso. Nada
puede jamás preparar a una persona para perder a otra que necesita por encima de todo. Tru
es esa persona para Jake.
Algunas personas tienen la fuerza para superarlo cuando pierden a esa persona que
aman por encima de todo. Yo la tuve. Encontré mi forma de seguir adelante. Otros no la
tienen. Y esas son las personas que tienen la mirada desesperada que ahora tiene en sus ojos
en este momento Jake. Perdí a alguien a quien amaba por esa oscuridad. No perderé a Jake
de la misma manera.
Respiro profundamente y digo:
—No pienses en lo malo, Jake. Piensa en lo bueno. Piensa en el momento en que
tengas a tu hijo en los brazos. Piensa en el momento en que le pongas el anillo en el dedo a
Tru cuando finalmente se vuelva tan tonta que se case con tu lamentable trasero. Piensa en
todas las cosas increíbles que vais a hacer juntos los tres. Y mientras tú piensas en todas esas
cosas, yo rezaré al Gran Hombre de Allá Arriba. Le prometeré hacer algunos cambios
drásticos en mi vida para que tú puedas tener todo eso, tener lo que siempre estuviste
destinado a tener.
* * *
No puedo recordar la última vez que estuve en una iglesia, aunque no es que la capilla
del hospital sea realmente una. Tomo asiento en el banco delantero. El lugar está vacío.
Gracias maldición. No quiero audiencia mientras estoy aquí.
Me inclino hacia delante mientras apoyo mis antebrazos en los muslos, y uno mis
manos.
—Está bien —empiezo—. No rezo, como creo que ya sabes. No soy lo que se llamaría
religioso, lo cual también sabes, pero hice una promesa y la mantendré, así que aquí estoy,
hablándote —tomo una inhalación profunda—. Hay una chica en este hospital, Tru Bennett.
Necesito que la salves. Aparte del hecho de que es increíble, si la salvas estarás salvando a
alguien más. Si Tru muere, Jake no sobrevivirá. Lo vi antes en sus ojos… es la misma mirada
que yo tuve —todas las emociones que he mantenido encerradas durante años me embargan
ahora. Me froto las manos en mi cara—. Mira, sé cómo funciona esto. Yo pido algo y ofrezco
algo a cambio, ¿no? Podrás darte cuenta del hijo de puta que soy. No soy gran cosa. Soy
jodidamente horrible para ser honestos. Trato a la gente como mierda, sobre todo a las
mujeres. Las uso como objetos inanimados hechos para meter mi polla dentro. No he matado
a nadie… pero no lo descarto hacer en un futuro. Tengo un temperamento de mierda. Soy
un auténtico bastardo. El caso es, que ni si quiera puedo evitar maldecir cuando hablo
contigo. Un cabrón menos en el planeta te iría bien, ¿no? Tachar uno de la lista negra. Por
tanto, lo que te digo, es que si le salvas la vida a Tru, cambiaré la mía. Completamente. Dejaré
de vivir a este ritmo. Se acabará lo de joder por ahí con cualquier mujer en lugares
inapropiados, como cuando me follé a esa enfermera en el armario de los suministros
médicos después de visitar a los niños enfermos. Se acabará lo de las mujeres casadas. Se
acabarán los tríos y los cuartetos y las orgías. Dejaré de ir a antros de striptease. No miraré a 10
las mujeres de manera sexual. Joder, incluso viviré la vida de un condenado monje si salvas
a Tru. Lo juro, solo mantendré relaciones sexuales con una mujer si realmente significa algo
para mí.
¿Realmente acabo de decir eso en voz alta?
Cristo.
Rompo a sudar solo de pensarlo. Me limpio la frente y tomo una profunda inhalación.
—Lo prometo todo porque sé que Jake no sobrevivirá si pierde a Tru. Lo vi en sus
ojos. Él se veía igual que… bueno, estoy seguro de que sabes a lo que me refiero —
Exhalando me recuesto en el banco—. Si Jake pierde a Tru… lo perderemos… no puedo
perderle. Jake y Den son todo lo que me queda en el mundo. Y ya tienes suficiente gente
buena Allí arriba. Ya nos has quitado bastante. No la necesitas a ella. La necesitamos más
aquí… así que te hago esta promesa. Salva la vida de Tru, y cambiaré completamente mi vida
—levanto los ojos hacia el techo—. ¿Qué dices?
1
Lyla
Traducido por Isabo Navar
Corregido por Leluli
Hoy — Estudio, TMS Records, L.A.
—Suenas mal.
¿Queeeé?
La voz en mis oídos hace que deje de cantar. Ladeo la cabeza dejando el enorme
micrófono delante de mí a un lado, mirando a través del cristal.
Me quedo mirando fijamente al dueño de la voz, Zane Fox, Vicepresidente de TMS
Records, la compañía discográfica con la que firmamos.
Un tío bueno, si estuviera por la labor, pero no.
No me gustan los hombres. No, no soy lesbiana.
Soy asexual. Célibe. Lo he sido durante los últimos diez meses. 11
No tengo una buena historia con los hombres.
Todos los hombres importantes de mi vida, excepto unos pocos, me han defraudado,
mucho. Cuando se trata de relaciones con hombres, bueno, simplemente diría que soy un
fracaso total.
Mi primer novio me engaño con la única amiga que he tenido.
Mi segundo novio me robo dinero.
Mi tercer novio era aspirante a cantante, descubrí que salía conmigo por qué sabía
quién era mi padre. Le oí contárselo a sus amigos. Fue un golpe bajo por qué odio a mí padre.
Mi cuarto novio me dejo cuando rehusé hacer un trio con su mejor amigo. Y no
bromeo.
Mi quinto novio tomo mi auto «prestado». Hasta hoy no le he vuelto a ver, ni a él ni al
auto.
Mi sexto novio, mi relación más larga y un chico a quien, tonta de mí, pensé que podía
querer, se tiró a mi hermano en la noche más importante de mi vida. Después de pillarlos
haciéndolo, me enteré, que se había estado tirando a mi hermano el último mes de los ocho
que llevábamos saliendo.
Ese acabo conmigo, fue el último clavo en mi ataúd sexual.
Después de eso, me di cuenta que parece que solo me atraen hombres con problemas.
Estoy segura que cualquier psicólogo diría que me atrae este tipo de hombre a causa de mi
padre y de los problemas que tengo con él, ya que es un asco de padre.
Básicamente, fue el donante de esperma que ayudo a crearme.
Así que, paso de hombres. En serio, últimamente lo más que me acerco a uno, es a mi
mejor amigo Cale cuando compartimos una bebida.
Hasta ahora, siempre he sido el tipo de chica que tiene relaciones, aunque ni una con
éxito. El sexo casual es algo con lo que nunca he podido. Uno demasiadas emociones al sexo
como para ser capaz de dormir con un chico y no volver a verle.
Eliminando las relaciones del menú también elimino los postres, vamos que se acabó
el sexo para Lyla.
Lo he llevado muy bien, bueno, el noventa y cinco por ciento del tiempo.
Bueno, si he de ser totalmente honesta, sería más un setenta y cinco por ciento y
subiendo, con la ayuda del AAPA. AAPA: Amigo Asexual A Pilas. Lo ultimó en vibradores,
encuentra tu punto G, te da orgasmos increíbles y hace todo lo que un hombre puede hacer,
excepto abrazarte y romperte el corazón.
AAPA es la manera electrónica de conseguir un orgasmo muy necesario.
Uso el terminó asexual para mi vibrador de forma que no pienso en él como masculino
de ninguna manera. No quiero pensar en ningún hombre de manera sexual para nada, bueno,
excepto cuando estoy intentando llegar al clímax con mi AAPA. Por supuesto necesito algo
de estimulación mental, así que sí, en algunas ocasiones, visualizo un hombre sin cara, o igual
al tío bueno que me sirve el café en Starbucks. Pero rápidamente lo aparto de mi mente, tan
pronto como llego al clímax.
Da igual, volviendo a lo que estábamos… llevo un rato largo mirando a Zane fijamente,
como si tuviera tres cabezas encima de los hombros.
—Perdona, ¿qué has dicho? —esperando que fuese mi oído el que estuviese mal y no 12
le hubiese oído bien.
Zane se inclina hacia delante y habla en el micrófono otra vez, enunciando cada palabra
conforme la dice:
—He dicho que Suenas Mal.
Creo que no le hace ninguna gracia tener que repetirse.
Y no, no le he oído mal.
Enderezo la espalda.
No sueno mal. De ninguna manera. Sueno tan bien que no podría estar más lejos del lado
de suena mal.
Conozco mis canciones. Conozco esta canción de arriba abajo. No hay manera de que
suene mal.
Me pica la cara, mirando a mis Keds en mis pies, intento controlar el arrebato de ira.
No llevo bien las críticas. No son mis amigas. Y oírla de Zane me sienta fatal porque
respeto su opinión.
Soy apasionada con mi trabajo. Adoro mi trabajo. Adoro cantar. Vivo para ello. Mi
banda, este álbum, son todo para mí. Todo mi mundo.
He pasado años y años cantando en antros y clubs de mala muerte, persiguiendo un
sueño. Por fin, consigo ese sueño y paso meses y meses trabajando en el álbum, siete días a
la semana, noche y día, casi sin dormir. Estaba tan desesperada de hacerlo perfecto que
pensaba me iba a dar un colapso.
Y ahora, oír que estoy fallando, sobre todo oírlo de Zane, no es bueno. No ha tenido
ningún problema con como sueno en ninguna de las otras pistas. Y hoy de entre todos los
días, podría pasar de oírlo.
Siento como si hubiera suspendido un examen de mi profesor favorito, y como una
niña, quiero tener una pataleta monumental.
No es muy maduro, pero no me importa.
Respira hondo Lyla.
Hablamos de Zane Fox. No se tomaría bien una pataleta creativa de una cantante
desconocida que acaba de firmar con su compañía.
Calmándome con la respiración, fuerzo un tono encantador.
—Vale, igual se me ha ido la voz un pelín —no lo creo para nada— … pero…
—No se te ha ido la voz un pelín —me corta—. Se te ha ido tan a la mierda que no
tiene ni gracia. Así no funciona. De verdad, parecías la señora de la limpieza con los
auriculares puestos.
¿Qué porras? Vale, ¿qué narices le han metido por el culo?
Abro la boca para hablar, pero me gana.
Gracias a Dios, su tono no parece tan acido.
—Lyla, tu típico sonido de la hostia no está aquí hoy. Ese tono que hace a tu voz tan
distinta, tan única, parece que ha desaparecido. Digo yo, ¿qué coño? Dime, ¿hay algo que
deba saber antes de continuar?
Su mirada es expectante. 13
—Humm… Algo que debas saber, ¿cómo qué?
—Como qué, tú sabrás, por eso te lo pregunto.
—No pasa nada.
—Vas a reventar.
—No voy a reventar.
Vale, igual sí voy a reventar.
Me llamo mi Tía Steph justo cuando iba a entrar en el estudio, y me ha dejado de
piedra. Llamó para decirme que Dex ha firmado con una nueva banda. Y su base ahora está
en LA. Se trasladó aquí hace unos días.
Así que decir que estoy a punto de reventar es quedarse corto.
Estábamos muy bien, Dex en Nueva York y yo aquí en LA. a miles de kilómetros de
distancia sin ninguna posibilidad de encontrarnos inesperadamente, lo que me ayudaba a no
padecer semejante dolor que me partía el corazón y me retorcía las tripas desde que le pille
con Chad.
Pero saber que Dex está aquí en LA lo ha traído todo de vuelta y con mayor intensidad.
Me alegro que Tía Steph me lo haya contado, vamos, me muero si me encuentro con
él de repente sin estar preparada. Desearía que no estuviera aquí.
No perdí los papeles mientras Tía Steph me lo contaba. Ella no sabe la razón por la
que Dex y yo no nos hablamos.
Dex no se lo ha dicho, y yo me siento incapaz de hacerlo. Ella nos respeta y no mete
baza, pero sé que le hace daño que Dex y yo no nos hablemos, que no es porque él no lo
intente.
Sé que cree que si supiera cual es el problema, podría solucionarlo. Pero no puede.
No hay manera de arreglar las cosas entre Dex y yo. Nuestra relación se rompió en el
momento que empezó a tirarse a mi novio.
Siento ese peso en mi pecho. Levantando la mano, froto justo ahí.
—Lyla, estas a punto de explotar —dice Zane—. Si es personal y no quieres
compartirlo, bien. Lo entiendo. Pero nuestro tiempo de estudio es muy valioso en este
momento, así que tienes que dejar tu vida privada en la puerta antes de entrar —señala la
puerta de salida—. Encuentra la forma de canalizar esas emociones reprimidas en la canción,
y la cantas de la manera que yo sé que tú puedes hacerlo.
Tiene razón. Los negocios y la vida privada nunca deberían mezclarse.
Soy más dura que todo esto.
Tengo un bolo del tamaño de Texas en la garganta, y me duele solo pensar que Dex
esta tan cerca.
Pero soy fuerte. Ya ni lloro. No lo he hecho en diez meses.
Creo que mis lagrimales se secaron cuando llore a mares por Dex y Chad.
Miro fijamente a Zane, y con determinación en la voz, digo:
—Tienes razón. Quedará perfecto en la próxima repetición.
Se queda mirándome durante un largo momento y algo se suaviza en su mirada. 14
—¿Necesitas un descanso rápido antes de continuar?
Levanto la barbilla y me pongo las pilas.
—No, ahora estoy bien.
—Vale —junta las manos con una palmada—. ¡Manos a la obra! ¡A grabar esta pista!
—Zane se aleja del micrófono y le da una palmada en el hombro a Gray, nuestro ingeniero
de sonido.
Les hecho una mirada rápida a Cale, Sonny y Van que están sentados con Zane en el
estudio. Ponen la música que grabamos ayer para esta pista. Para esta canción, Zane quería
grabar la música y las voces por separado, eso es por lo que yo estoy aquí, cantando, sola.
Cale es el bajo, y lo conozco desde siempre. Cale, Dex y yo crecimos juntos. Y entre
los tres montamos Vintage. Cale es mi mejor amigo, el único chico en el que puedo confiar,
y sé que siempre me cubre las espaldas porque me lo ha probado en más de una ocasión.
Sonny es el baterista. Se unió a la banda cuando empezamos. Pusimos carteles para
audiciones y fue el único que se presentó. Gracias a Dios, es la bomba. Es increíble con la
batería, jamás he oído a nadie como él.
Van no lleva mucho tiempo con nosotros. Empezó como guitarra principal cuando
Dex se fue, bueno, cuando digo que se fue…
—Dex se queda. Yo me voy. —Me pongo tiesa con los ojos mirando al frente pero no a Dex.
Me siento incapaz de mirarle directamente a los ojos. Si lo hago creo que perderé los papeles. Sentiré
su perdida en mi vida y me desharé en pedazos.
Dex es el sol, y no puedo mirar directamente su mirada abrasadora.
Cale se levanta de su asiento y se acerca a mí. Se pone a mi lado y me coge la mano. Tengo que contener
las lágrimas siento como me arde la garganta. Un poco después, Sonny también se coloca a mi lado,
poniéndome el brazo alrededor de los hombros.
Dex se pone en pie.
—Cuídenla chicos. Y Ly…
Sé que sus ojos están sobre mí. Puedo sentir su mirada quemándome.
—Sé que cualquier cosa que diga será una mierda, no puedes hacerte una idea cuanto lo siento. —
Oigo como su voz se rompe y me muerdo el labio.
—Ly, Te quiero. Siempre te he querido, y siempre lo hare. Y siempre seré tu hermano mayor, lo
quieras o no.
No he vuelto a ver a Dex desde entonces.
Cale me mira y gesticula: ¿Estás bien?
«Bien», gesticulo, antes de poner mi mejor sonrisa.
Me mira entrecerrando los ojos. No me cree. Retiro la vista.
Cale me conoce mejor que nadie, y sabe cuándo no estoy bien. No me apetece nada
tener que decirle que Dex está aquí en LA. No le va a sentar nada bien.
Estoy feliz al pensar que en cosa de una semana nos largamos de aquí de gira.
Esta vez es la voz de Gray la que oigo:
—Lyla, cuando estés lista, empezamos.
Me reajusto los auriculares, inspiro profundamente y muevo las manos. 15
—Lista.
Me acerco al micrófono, casi tocándolo con los labios. Cierro los ojos, y hago lo que
Zane dijo: junto todos mis sentimientos, los que hacen que hoy me sienta fatal, y los vierto
en la canción.
Cantar es lo único que tiene algún sentido para mí. Es mi fortaleza… nada ni nadie
puede hacerme daño en ese momento, en que mi corazón se expresa a través de una canción.
La música, ya muy conocida, suena en mis oídos, el sonido delicioso vibrando a través
de mi cuerpo, apoderándose de mi mente.
Separo los labios, secos, los humedezco y libero la primera línea de la canción. Canto
hasta que mi voz alcanza su volumen total, suelto la letra hasta que me quedo seca ya en la
última línea.
Canción terminada, abro los ojos.
Zane no se podrá quejar. Me ha salido perfecta.
Me quito los auriculares y me retiro del micrófono, esperando ver la cabina llena, pero
la única persona que veo es Gray.
¿Dónde están todos?
Presiono el intercomunicador.
—¿Dónde están todos?
Gray se inclina ante el micro.
—Sala de reuniones. Zane dijo que fueras en cuanto terminaras.
El estómago me da un vuelco.
¿Odia como he cantado? Dios, odio los nervios que me provoca satisfacer a los ejecutivos
del estudio.
—¿Dijo por qué?
—No. Respondió una llamada y se cabreo muchísimo. Después les dijo a los chicos
que fueran con él a la sala de reuniones, y que tú fueras directo en cuanto terminases.
Sintiéndome confusa digo:
—Vale.
—Que sepas que te ha quedado genial —dice Gray—. Perfecta. Con eso puedo
preparar la pista sin problema. Vuelve luego, la tendré preparada y podrás escucharla.
—Gracias Gray. Nos vemos luego. —Salgo de la cabina de sonido, cruzo el estudio y
salgo por la puerta.
Hay poca distancia a la sala de reuniones. Tres cabezas se levantan cuando abro la
puerta. No tienen muy buena cara, así que imagino que lo que sea que pase, ya lo saben.
Zane está de pie al lado de la ventana. Con cara de póker sin mostrar ninguna emoción,
como siempre, con los brazos cruzados delante del pecho.
Su postura tensa, hace que en un instante me preocupe.
—¿Todo bien? —Intento mantener los nervios alejados de mi voz. Cojo la silla al lado
de Sonny y me siento.
—Dina se ha roto la pierna esquiando esta mañana. —Zane se endereza y se acerca a
la mesa a la que estamos todos sentados—. Vamos, increíble, ¿quién coño sigue esquiando
hoy día? —Murmura retirando una silla y sentándose. 16
La verdad, si el mundo no se hubiese parado en este momento, hasta me hubiese reído
de su comentario.
Dina es nuestra manager. Iba a venir con nosotros en la gira.
Llevo soñando con esta gira desde cogí una guitarra por primera vez.
Conozco la política empresarial de TMS Records, si no hay manager, no hay gira.
No dejan hacer presentaciones sin manager, lo que tiene sentido.
Una nueva banda en la carretera sin respaldo no es una buena idea con la cantidad de
tiburones que andan sueltos en este negocio.
Intento tragar, difícil con lo que siento en la garganta. Es una pregunta tonta pero
tengo que hacerla:
—Entonces, ¿Dina no podrá venir de gira con nosotros?
Zane tamborilea los dedos en la mesa.
—No. Se ha roto el ligamento cruzado anterior. Le operan en unos días.
—Y no podemos ir de gira sin manager —dice Cale mirándome.
Conoce las reglas de la casa igual que yo. Y esto es tan importante para él como para
mí. Es importante para todos nosotros.
Consigo tragar.
—Perfecto, entonces ¿qué va a pasar? —intento mantener la voz serena, pero me
tiembla un poco.
No pospongas la gira. Por favor no pospongas la gira.
—La gira se hará. En este momento, Jake está intentando encontrar un sustituto para
ir de gira con ustedes.
Jake Wethers, es el propietario de TMS Records y el cantante principal de la banda más
importante del mundo The Mighty Storm.
Aliviada, suelto el aire que estaba reteniendo.
Pero otra vez me quedo sin respiración cuando Van pregunta:
—Ya, ¿pero podrán encontrar a alguien con tan poca antelación?
Mierda. Ni lo había pensado. Se supone que en una semana salimos de gira.
Una semana para encontrar un buen manager para la gira. Estos riesgos no me gustan nada.
La mayoría de los directores de gira, especialmente los buenos, estarán ya contratados.
Zane mira a Van entrecerrando los ojos.
—Conseguiremos a alguien. —Su tono es áspero. Se pone de pie—. Pronto me pondré
en contacto con ustedes. —Y sale del cuarto.
17
2
Lyla
Traducido por Ilka
Corregido por Leluli
22
3
Lyla
Traducido por Ilka
Corregido por Leluli
—¿Tom Carter?
—Sí, Tom Carter
—¿Te refieres a Tom Carter, bajista de The Mighty Storm? ¿Ése Tom Carter?
—Sí Lyla ése Tom Carter. —Dina comenzaba a sonar un poco frustrada conmigo.
Lo que entiendo, porque empiezo a sonar como un disco rayado en este momento. Es
sólo que mi cabeza se mantiene rechazando lo que ella me está diciendo, se niega a quedar
registrado.
—Tom Carter… pero no lo entiendo. 23
—¿Qué hay que entender? Tom tomará mi lugar como su tour manager.
Parece que Zane decidió no darnos la noticia ya que lo estoy escuchando de Dina.
Pero Tom Carter. Un mut total. Flirtea conmigo cada vez que lo veo. Él es el epítome de un mut.
—Entonces Tom Carter será nuestro mánager. ¿Él vendrá de tour con nosotros?
Dina se ríe, pero escucho exasperación en su risa.
—Por última vez Lyla ¡Sí! Tom es ahora su mánager, y estará de gira con ustedes por
las próximas seis semanas.
Demonios, demonios.
Tom Carter.
Dios me ayude.
Ni siquiera sabía que Tom trabajaba para TMS Records. Por supuesto él es uno de los
cuatro The Mighty Storm, Pero pensaba que ahí terminaba su asociación. TMS Records es
el negocio de Jake. Tom es sólo el bajista mut, que meterá su polla en cualquier cosa que
tenga pulso y una vagina. En realidad, no pienso que necesite que tenga pulso.
Miau. Un plato de leche se necesita en la mesa de Lyla.
—Llámame estúpida, pero no entiendo por qué Tom será nuestro mánager. Él no es
un mánager. Él es un músico.
Dina deja escapar un suspiro al otro lado de la línea.
—Y Jake Wethers es un cantante en una banda. Él también es el dueño de la fantástica
compañía discográfica para la que trabajo, la misma en la que tu banda está contratada. —
Ella cambia su tono de su voz a uno profesional—. Sé lo que estás pensando Lyla, pero ésta
es la decisión de Jake y el raramente toma una decisión errónea. Él confía en Tom, por lo
tanto nosotros confiamos en Tom. No voy a cuestionar a Jake por su decisión. Él tiene lo
suficiente con lo que lidiar por ahora. Y Zane lo deja en esto ahora.
Ella está en lo correcto. Ahora me siento como una bruja total por estar lloriqueando
sobre esto ahora.
La novia de Jake, Tru, junto con su guardaespaldas y mejor amiga estuvieron en un
accidente automovilístico hace unas semanas. Aún peor Tru estaba embarazada en el
momento del accidente. Su bebé varón nació antes de tiempo por cesárea. Gracias a Dios él
está bien. Pero Tru estuvo en coma por una semana.
Ella está bien ahora y recuperándose y su bebe J.J. está realmente bien. Pero Jake ha
tenido unas semanas terribles y yo no voy a ir a molestarlo sobre mis aprensiones con que
Tom sea nuestro mánager.
Sólo tengo que aceptarlo.
—Lo siento —puntualicé—. No quería sonar desagradecida y llorona.
—No sonabas como nada de eso Lyla. Entiendo tus aprensiones. Lo entiendo. Éstas
cruzaron mi mente cuando Zane me lo dijo, pero Jake no tomaría ninguna decisión que haga
peligrar su gira. Él los tiene muy bien posicionados. Él quiere lo mejor para ustedes, como
yo lo quiero.
Eso me alegró inmediatamente.
—Tienes razón. Seis semanas con Tom como nuestro mánager será… bueno. Como
dar un paseo. —Trato de sonar confiada, pero no lo siento.
—Tú tienes esto controlado Lyla. Y no creo que Tom sea… bueno, um, Tom. No 24
mientras esté trabajando con ustedes chicos. Hay mucho en juego en este tour. Tom es un
montón de cosas, pero él no defraudará a Jake.
—No, él no lo haría —acordé.
Bueno no estoy segura de que realmente esté de acuerdo. No conozco a Tom así de
bien, pero en cada ocasión que nos hemos encontrado, él flirtea conmigo, cada vez. Siempre
lo rechazo. A él no parece gustarle mucho eso. Tengo la impresión de que las mujeres no
rechazan a Tom.
Bueno, ésta mujer lo hizo.
Podría reconocer que Tom es sexy, muy sexy, pero no voy a cambiar mi punto de vista
por un chico realmente sexy.
Especialmente no por Tom, el mayor mut que el mundo ha visto.
Mi virginia está cerrada para negocios. Virginia es mi palabra para vagina.
—Entonces, ¿estás bien con esto? —me pregunta Dina
—Estoy bien. —Sonrío para nadie más que mí misma—. Les diré a los chicos. Sonny
se volverá loco, Tom es su ídolo.
Dina se ríe.
—¿Sí? Bueno, esperemos que Sonny nunca alcance el status que Tom tiene.
Eso me hace reír.
—No lo sé Dina, Sonny ya va de camino hacia allá.
La puerta del apartamento se abre y entran los chicos todos apilados con pizza y
cervezas en mano.
—Los chicos han llegado a casa. ¿Te llamo luego?
—Absolutamente. Estaré pendiente de ti y veré cómo van resultando las cosas.
Luego de colgar, deslizo mi móvil en mi bolsillo.
Espero a que los chicos estén en el sofá alrededor mío antes de hablar.
—Ésa era Dina en el teléfono. —Eso hace que todos los ojos se vuelvan hacia mí,
tomo la botella de cerveza que Sonny está sosteniendo para mí.
—Entonces, ¿qué está pasando? —Pregunta Cale.
El tono ansioso de su voz no me pasa desapercibido. Han sido unos días estresantes.
Saco la tapa de mi botella de cerveza.
—Jake nos tiene un reemplazo para mánager.
—¿Y… quién es? —me apura Sonny.
Tomo un trago y luego descanso la botella en mi regazo.
—Tom Carter.
Los ojos de Sonny se agrandan.
—Tom Carter… como el Tom Carter de The Mighty Storm. ¿Ése Tom Carter?
Eso suena muy a reminiscencias de mi reciente conversación con Dina, excepto que
lo mío fue más parecido al horror cuando me di cuenta que Tom vendría con nosotros de
gira, Sonny está a duras penas conteniendo su excitación.
—Sip, el que viste y calza. —Presiono la botella a mis labios nuevamente. Inclinando
mi cabeza hacia atrás, tomo un gran trago esta vez. 25
—¡Santa Mierda! —Grita Van—. ¡Tom Carter! ¡De gira con nosotros! Hombre ¡será
salvaje! ¡Chicas, fiestas, chicas! ¡Va a ser tan jodidamente salvaje! ¡El hombre es una jodida
leyenda!
Sonny parece en shock traumatizado. Luego vuelve a la vida.
—¡Demonios sí que es una leyenda! ¡Es una leyenda con las chicas! ¡Nos vamos de gira
con el mejor que hay! Sólo piensen en las cosas que nos puede enseñar. —Tiene una mirada
soñadora.
Honestamente, está empezando a asustarme.
—¿Qué piensas Cale? —Van lo palmea por la espalda.
Cale muestra una tonta sonrisa.
—Pienso que es bastante, endemoniadamente increíble.
—¡Amén a eso! —Sonny se inclina hacia adelante, chocando su botella de cerveza con
la de Van. Él le da los cinco al mismo tiempo.
Yo sólo los estoy mirando, con los ojos muy abiertos y enferma del estómago.
Esto es exactamente lo que no quería, pero sabía que pasaría en el instante que les
dijera quién iba de gira con nosotros. No soy aburrida. Honestamente no tengo problemas
con que los chicos lo pasen bien. Tienen toneladas de entretenimiento y duermen con un
montón de mujeres.
Pero la versión de entretenimiento de Tom Carter está en una liga completamente
distinta que la de mis chicos.
Él los va a arruinar a ellos y al tour.
Será más sobre los Tom y chicos acostándose con mujeres que música. El foco de
Tom estará exclusivamente en fans vueltas locas que asegurarse de que todo salga sin
problemas.
Sé su tipo de manager. Él es un músico, no un trabajador enfocado.
Necesitamos un mánager que tenga sus ojos sobre nosotros todo el tiempo, no uno
cuyos ojos están sobre la próxima chica que se va a tirar.
Esto va a ser un desastre.
Voy a tener que tomar el rol de mánager, asegurarme de que los espectáculos fluyan
suavemente y de alguna manera tratar de tener a mis chicos en línea bajo la influencia de
Tom. Si dejo a Tom manejar la gira, para el final de este tour Vintage estará muerto y bajo el
agua y quedaré atrapada con tres clones de Tom Carter.
Esto me recuerda a ese episodio de Friends cuando Chandler y Joey comienzan a
vestirse y actuar como el novio de Mónica, Richard porque ellos piensan que él es súper cool
y ellos quieren ser como él.
Ambos incluso se dejan crecer un bigote como el de Richard.
Bueno eso es lo que estoy visualizando justo ahora, tres clones de Tom Carter,
formalmente conocidos como Cale, Sonny y Van. En vez de habanos y bigotes, serán mujeres
y más mujeres hasta que no pueda ver a mis chicos a través de las capas de mujeres entre los
que están sepultados. Vintage va a morir incluso antes de que hayamos comenzado y volveré
a cantar en bares de mierda por el resto de mi vida.
Comienzo a ahogarme en cerveza, terminándola rápidamente y voy por otra. Escucho
la diarrea verbal que sale de las bocas de los chicos sobre qué tan jodidamente locos se pueden 26
volver mientras estemos de gira con el dios de las mujeres que es Tom Carter.
Acabo de abrir la cerveza cuando siento que el sillón se inclina a mi lado.
—Tú no pareces muy feliz de que Tom Carter sea nuestro nuevo mánager —dice Cale
con una voz tranquila.
Vuelvo mi cabeza hacia él y trato de forzar una sonrisa.
—Lo estoy. Yo sólo… Ugh. —Dejo escapar el aire deslizando mis manos por mi
rostro.
—Estás preocupada por su manejo, ¿cierto?
—Sí, su trabajo como mánager. —Y su tendencia a meterse en mis pantalones, bueno
y del resto de la población, cuando sea que me vea.
Cale pone sus manos alrededor de mis hombros, acercándome a él.
—Ly, estará bien. Nada va a cambiar. Y no te preocupes por esos dos.
Él apunta hacia Sonny y Van mientras ellos están actualmente discutiendo sobre quién
anotará más tiradas en la gira, después de Tom, por supuesto.
—Entre nosotros dos seremos capaces de mantener a estos dos adictos fans
maniáticos en el camino correcto.
—¿Y qué sobre ti? —Levanto una ceja.
Él me sonríe.
—Yo puedo mantenerme controlado alrededor de las mujeres Ly. Dame algo de
crédito.
—¿Incluso con la influencia de Tom?
—Incluso con la influencia de Tom. De todas maneras, si yo no pudiera controlarme
tú Lyla Summers, eres el mejor bloqueo alrededor. Has estado haciéndome la vida difícil, en
ése sentido, desde la secundaria sin siquiera querer hacerlo.
—¡Hey! —Entierro mi codo en sus costillas—. ¡No soy alguien que te detenga de
obtener el placer que quieras!
—¡Tú eres una aguafiestas! —Sonny y Van se inmiscuyeron.
—¡A la mierda! —Me rio.
—Es bueno oír esa risa nuevamente —dice Cale.
—¿Qué risa?
—Tu verdadera risa.
Me río todo el tiempo, pero esas son falsas. Él está en lo correcto. Esa fue la primera
vez en mucho tiempo que me he reído de verdad. Rápidamente se desaparece.
Mis ojos se hunden en el piso.
—¿Te alteré? —Cale aprieta mi hombro.
Miro hacia arriba, encontrando su cálida mirada.
—No —sacudo mi cabeza—. Sólo que ya no espero esta gira con las ansias que la
había esperado. Tom va a hacer la noche de las fans obligatoria o algo así.
—No suena tan mal para mí —sonríe Cal.
—¿Qué no suena tan mal? —pregunta Van.
—Nada —respondo rápidamente, lanzándole una mirada a Cale. 27
Él comienza a reír.
Lo golpeo en el hombro
—¡Eres asqueroso!
—No tan asqueroso como Sonny.
—¿Quién no es tan asqueroso como yo? —Pregunta Sonny.
—Van. —Esquiva Cale.
Un momento más tarde siento un dedo de Cale bajo mi mentón. Él acerca mi cara a la
suya.
—Ly no te preocupes acerca de Tom. Estará bien, mejor que bien. Va a ser increíble.
—Increíble. Seguro. —Pongo mis ojos en blanco.
Seriamente ¿qué va a ser increíble de estar de gira con el mut del rock, quién ha
intentado algo conmigo cada vez que nos vemos?
Nada, nada será increíble.
4
Lyla
Traducido por Alma Radi
Corregido por Leluli
—¿Puedes creer que estamos aquí, Ly? —Cale desliza su brazo alrededor de mi
hombro.
Niego, mientras observo a mí alrededor.
Estoy más emocionada ahora que estamos aquí que lo que he estado cuando me entere
que era nuestro manager. Pero estoy encima de eso. Voy a estar bien. ¡Porque estamos aquí!
Hoy es el día en que partimos de gira. Mañana por la noche, estaremos tocando en
Seattle, ¡y no puedo esperar!
Estoy parada en la cocina del autobús, y el lugar es increíble. Más allá de increíble. 28
Delante de mi esta la sala de estar, con sillones de piel y una T.V. pegada a la pared.
Veo un DVD y PlayStation. Eso debe mantener a los chicos entretenidos. Hay una mesa adjunta a
la pared con asientos a su alrededor. La cocina esta empotrada a la pared completamente
equipada y un horno, un refrigerador pequeño, y un microondas.
Sigo a Cale a la sala donde se encuentran Sonny y Van, y veo un baño a la derecha.
Ducha, no bañera. Voy a extrañar mis baños por las próximas seis semanas.
—Cuatro literas aquí —dice Vans cuando lo alcanzamos—, y un dormitorio para
cuando quiera tener sexo, que serán todas las noches —sonríe
—El dormitorio es para Ly —menciona Cale.
Dos pares de ojos inadvertidos se posan en él.
—¿Qué demonios? —Lloriquea Sonny—. Pensé que ese lugar seria nuestro palacio
del coño. —¿Palacio del coño? ¿Quién iría ahí con esa mierda?
—Mira yo no tengo ningún problema durmiendo en una litera. Estoy acostumbrada al
apestoso olor de ustedes —digo.
Honestamente, no importa donde duerma mientras este aquí, y esto esté pasando.
—Yo huelo como hombre, y me amas por eso. —Sonny coloca su brazo alrededor de
mi cuello, acercándome a él, apretando mi cara en sus duros pectorales.
—Amor puede ser demasiado —replico, apartándome de él—. Más como tolerarte.
—Pero tú me amas. —Sonríe.
—Te amo tanto como amo a los pies de un atleta. —Sonriendo satisfecha.
—Niños, perdonen que los interrumpa, pero ¿vamos tomar una decisión sobre el
dormitorio? —pregunta Van.
—Ly debería tener el dormitorio —Cale reitera.
—Como dije antes, realmente no me importa donde duerma. —Entonces me
encuentro con la firme mirada de Cale—. Pero me encantaría tener el dormitorio. —
Retrocedo.
—Deberías tener la cama Ly —dice Van detrás de mí.
Me volteo para mirarlo, sonrió.
Me regresa la sonrisa. Van de verdad tiene la mejor sonrisa. Toda su cara se ilumina
con ella.
—Solo tendremos que buscar otro lugar para joder, sino en nuestras literas —agrega
Van.
Qué manera de expresarse. ¿Qué estaba diciendo de su linda sonrisa?
—Bueno, viendo que los dos mencionaron eso, ahora, voy a tener que hacerlo. —Se
queja Sonny—. Ly deberías tomar la cama de mierda.
—Gracias Sonny. —Acaricio su duro pecho—. Eres una joya. ¿Qué tal esto? Yo tomo
el dormitorio, y cuando uno de ustedes anote, puede tener el cuarto el tiempo que lo necesite,
pero tiene que cambiar las sabanas.
—Y ese el porque te amo. —Sonny presiona un beso en mi coronilla.
—Trato. —Van ofrece sus nudillos, y los choco.
—Eres blanda —murmura Cale en mi oído mientras observo a Sonny y Van checando
el dormitorio.
Me encojo de hombro. Entonces, mi móvil comienza a vibrar en mi trasero. Lo saco. 29
Número desconocido. Vacilo, preocupada. Debe ser una llamada que no quiero tomar, pero
podría ser alguien llamando acerca de la gira. No pueden ser Dina o Zane porque ya hable
con ellos más temprano. No he hablo con Tom todavía. Toda debería de estar arreglado por
Zane o Dina, entonces creo que no es él. Ni siquiera estoy segura cuando veré a Tom, no es
que me importe. Pero probablemente volara mañana. Personas como Tom no viajan en
autobuses.
—Solo tomare esta. —Muestro mi móvil a Cale.
Decisión tomada. Conecto la llamada y comienzo a caminar por el autobús.
—¿Hola?
—Lyla, es Jake.
Me detengo en seco.
Por supuesto, nos hemos hablado y reunido muchas veces antes, pero nunca me había
marcado al móvil.
—Hola. —Mierda. Mi voz suena chillona. Me aclaro la garganta—. ¿Está todo bien?
—Tú dime.
Mi estómago se retuerce.
—Rally Brochstein… es tu padre. —No es una pregunta, Jake lo sabe.
Mierda. Mierda. Mierda.
Mis palmas comienzan a sudar alrededor de mi teléfono.
Rápidamente salgo del autobús y prácticamente corro a la parte trasera, poniendo
distancia con las personas de las personas que están cargando el autobús.
Veras, hay algo acerca de mi padre en lo que no he sido completamente sincera con
Jake o Zane o cualquiera en TMS Records. He tratado de mantener en privado quien es mi
padre y quien es mi madre. La gente me trata diferente cuando se enteran quienes son mis
padres. Especialmente mi padre. Él es como un pez grande en el negocio de la música.
Está bien, él es un gran problema.
Él y Jake no se llevan bien.
Rally Brochstein, dueño de Rally Records. Ha descubierto algunos de los más grandes
talentos que el mundo ha visto.
The Mighty Storm es uno de ellos.
Sí, estoy hablando de Rally Records, la compañía que firmo primero a The Mighty
Storm, TMS. La compañía que TMS dejó.
Creo que puedes ver hacia dónde va esto.
Y si Jake sabe sobre Rally, definitivamente Rally sabe que firme con TMS Records.
Esto no es bueno.
No tengo lo que podríamos llamar una relación con Rally, pero eso no lo detiene de
interferir en mi vida, especialmente cuando siente que esto lo atraviesa.
¿Y esto? Mi banda toca con TMS Records. El definitivamente sentirá que se está
metiendo en su territorio.
Aclaro mi garganta.
—Sí, Rally es mi padre… en el sentido biológico de la palabra.
30
Ahora estoy parada en terreno abierto mirando alrededor del autobús, esperando, con
toda esperanza, que esto siga con los chicos y conmigo ahí.
—¿Alguna vez ibas a compartir esta información conmigo? —Su voz es tan neutra que
incluso no puedo leer hacia dónde va esto.
Solo rezo para que no sea el final antes del principio.
Tomando un gran respiro, digo:
—No… bueno, sí…no lo sé. —Froto mi mano sobre mi cara.
No soy una persona engañosa, pero viéndolo ahora, se parece mucho a un engaño.
Comienzo a sentirme enferma.
—Pienso que en algún momento… solo quería que nos vieras por lo que podíamos
hacer, así podrías tomar decisión informada antes de que lo supieras. Sé cómo te sientes
respecto a Rally. Siento lo mismo. Sí, es mi padre, pero ese término se utiliza libremente. No
tengo una relación con él. Es un cabrón.
Jake se ríe. Lo tomo como buena señal.
—He oído nombrar a Rally como muchas cosas pero nunca como un cabrón. En
realidad le viene.
Silencio
Luego exhala.
—Conozco a Rally, Lyla, muy bien. Sé cómo trabaja. También se un poco acerca de
algo que quiere esconder de su pasado. La cosa es que, cuando escondes esas cosas,
especialmente en este negocio, tienden a salir y morderte en el culo.
Recuerdo una noticia acerca del papá de Jake el año pasado. Por lo que la prensa dijo,
el papá de Jake lo lastimó a él y a su madre muy grave, y fue a prisión por lo que sea que les
hizo.
—Y no me gustan las sorpresas Lyla.
Me estremezco con el cambio de tono en su voz.
—No me gusta recibir llamadas de Rally Brochstein cuando estoy a punto de tomar el
desayuno con mi familia, especialmente cuando voy a ciegas por la conversación.
Trago el amargo sabor de mi boca.
—Debí habértelo dicho.
—Sí, debiste haberlo hecho.
Conozco a Rally y se lo que es capaz. Su reputación en el negocio de la música es muy
notoria.
Jake Wethers es una de las pocas personas que ha ido siempre en contra de mi padre
y ha salido limpio.
Rally es un tiburón, y no toma prisioneros. Nada ni nadie se mete en su camino. Es la
forma en que se convirtió en el más joven CEO de AME —American Music
Entertainment— por quince años y luego dejo en términos cuestionables por razones no
reveladas.
Eso fue cuando empezó Rally Records, y se volvió grande muy rápido.
Simplemente no lo suficientemente rápido para TMS.
TMS fueron los primeros en firmar con él. Después de eso, no se mucho, además de 31
lo que la prensa menciono, que fue que TMS superó a Rally Records. Aparentemente, Jake y
Rally tuvieron una relación difícil, lo cual puedo entender porque mi padre no es un fácil de
tratar.
La relación de Jake y Rally se desintegro, y la banda se marchó a la mitad de su contrato,
comprándose a sí mismos.
Inmediatamente después, Jake y el tardío Jonny Creed, el guitarrista principal de TMS
quien murió hace unos años en un accidente automovilístico, prepararon TMS Records,
poniéndose a ellos mismos en competencia directa con Rally Records.
Eso no le sentó bien a Rally.
Y yo firmando con TMS Records tampoco le sentaría bien.
Pero no me importa. Todo lo que me importa es no haberlo estropeado todo porque
no fui honesta con Jake desde el principio.
—Sé que puedo parecer una hija caprichosa que solo lo hace por enojar a su padre,
pero créeme, ni siquiera me importa Rally lo suficiente como para molestarlo. Firme con
TMS porque te preocupas por tus actuaciones.
—Es bueno saberlo.
—Y no te lo dije porque me preocupaba que me juzgaras en base a él.
Jake no dijo nada más.
Muerdo mis uñas, muriendo con el estrecho silencio. Finalmente, pregunto:
—¿Cómo te fue con Rally cuando hablaste con él? —Trato de medir para donde va
esto porque, hasta aquí, no tengo ninguna pista.
—Fue un total cabrón.
Suelto una risa, pero rápido muere con su siguiente frase.
—Rally te quiere fuera de la compañía, Lyla.
Y ahí está.
Bye, bye, autobús. Fue bueno mientras duro.
¿He mencionado cuanto odio a mi padre?
Los chicos van a estar destrozados.
Sé que Jake es un culo duro, y odia a Rally, posiblemente tanto como yo, pero es una
molestia con la que podría estar. No me debe nada, y mantenernos en su compañía no será
nada más que problemas para él. Rally no lo dejara hasta que consiga lo que quiere.
—Lo siento —digo—, acerca de Rally llamándote y haciéndote pasar un mal rato.
—Lyla, no es tu culpa que tengas una mierda por papá. Dices que no me mencionaste
lo de Rally porque querías probarte por ti misma, así que déjame ver de lo que eres capaz, así
puedo tomar una decisión informada. He visto, y tomado mi decisión. Le dije a Rally que se
puede joder. Vintage es parte de mis grupos, y te vas a quedar.
Mi mano fue a mi pecho y solté el aire que estaba sosteniendo.
Podría besar a Jake Wethers en este momento.
Y aun no terminaba.
—No me importa si es el rey de Inglaterra de mierda. Nadie me dice cómo manejar mi
negocio. Ahora, en circunstancias normales, te diría que es tu viejo, y que esta sobre ti para 32
ponerte en línea y le regresarías la mierda, pero es Rally Brochstein de quien hablamos. No
te pondré en esa posición. Dices que no existe una relación con él. ¿Fue su opción o la tuya?
—Mientras crecía, de él. Ahora mía.
—Está bien, yo lidiare con cualquier mierda que Rally lance. Tu solo concéntrate en la
gira. Pero necesito que me digas en este momento si hay algo más que necesite saber. La
próxima vez, no seré tan indulgente.
Tomando una respiración profunda, digo:
—Mi madre es Joni Summers.
—Eso ya lo sabía. —Jake responde—. Sabía que Rally había tenido con niña con Joni
Summers. Vienes de un buen aparador, Lyla, Y hablo de tu madre cuando digo eso.
Eso me hace sonreír.
—Debe ser de donde obtuviste tus rangos —agrega.
—Gracias. —Lo digo honestamente. Mi mamá era la mejor.
Escucho una voz femenina en el fondo.
Entonces Jake dice:
—Me tengo que ir. Buena suerte en la gira. Pasa el mensaje al resto de la banda. No te
preocupes por Rally. Nada cambiara tu posición con TMS Records, no importa lo que diga
o haga.
—Gracias, Jake, por entenderme y por quedarte con nosotros.
—No me agradezcas. Solo haz de la gira y del álbum algo grande. Hazme recuperar los
miles de dólares que me costaron —dijo con tono humorístico.
Asiento y sonrió.
—Definitivamente puedo hacer eso.
33
5
Lyla
Traducido por Luisa
Corregido por Leluli
1 Mutt normalmente se usa para referirse a perros que no son de raza, pero Lyla usa mut para definir a un
golfo, a un mujeriego que va de cama en cama.
Una sonrisa rompe su cara. Entonces, echa para atrás la cabeza y suelta una fuerte
carcajada. Es un sonido grave, varonil.
Y me golpea en todas las partes adecuadas.
Tengo que morderme los labios por no reírme.
Sus ojos, repletos de humor, encuentran los míos.
—¿Sabes?, eres una maldita buena pieza.
—Soy genial. —Me encojo de hombros—. Pero no soy lesbiana. —¿Por qué sigo
puntualizando eso?
El asiente, sonriendo.
—Sí, ya lo he entendido. —Se rasca la mejilla—. Pero ahora, estoy intentando
descubrir cómo conseguiste resistirte a mí, y por qué. —Inclina la cabeza hacía un lado con
una mirada desafiante en sus ojos.
—No hace falta que lo descubras. Simplemente no me gustas.
—Como ya he dicho, imposible.
—¿Eres real?
Sus labios se fruncen.
—Soy tan real que es irreal, bebé.
Me río de nuevo.
—¿Quién es ahora una buena pieza?
Me regala una sonrisa aniñada, encogiéndose de hombros. Es cautivador y se gana un 40
poco mi simpatía.
Hay un entendimiento entre nosotros. Es el tipo de entendimiento que aclara un poco
el aire y todo se asienta.
—¿Entonces entre nosotros todo está bien? —pregunta Tom, señalando a nosotros.
Relajada, sonrío.
—Todo bien.
—Perfecto. Hagamos un trato. No más peleas ni comentarios de mierda.
—O comentarios sexuales —añado.
—O comentarios sexuales —acepta, un poco a regañadientes—. En todo momento
seremos profesionales. ¿Trato? —Me extiende su gran mano.
—Trato. —Le sonrío mientras deslizo mi mano entre las suyas.
La descarga eléctrica que siento al tocarle casi me tira de culo al suelo.
Él también lo siente. Sé que él también lo siente por su desencajada mandíbula y la
sorpresa en sus ojos.
Me agarra la mano con más fuerza. Entonces sus ojos se desvían a mi boca.
Me humedezco los labios, repentinamente me siento seca. Puedo sentir como se acerca
a mí.
¿O soy yo la que se acerca a él?
Y entonces me doy cuenta. Creo que está a punto de besarme.
Mierda.
Arranco mis manos de entre las suyas.
—Deberíamos regresar. —Doy un paso atrás.
—Sí. Deberíamos. —Mira fijamente por encima de mi cabeza.
Me giro y empiezo a caminar de regreso al autobús.
¿Qué demonios fue eso?
Nunca antes he sentido algo así al tocar a un hombre. Quizás la carencia de sexo hace
esto a mi cuerpo. Se vuelve loco a la primera señal de un cromosoma Y.
Acabo de alcanzar el autobús cuando escucho a Tom decir detrás de mí:
—Firecracker, quería comentarte que adoro esa camiseta.
Mis ojos se desvían rápidamente a mi camiseta Fraggle Rock. Es vieja, un poco corta
por el dobladillo, y ajustada sobre mi busto, pero me gusta. Me gustan los dibujos animados.
Colecciono camisetas con dibujos animados. Puede que esté en una banda de rock pero
nunca dije que fuese genial. Hoy en día visto por comodidad. Jamás espere encontrarme a
Tom, aunque ahora ya no importa cómo vaya vestida en su presencia. No me importa lo que
piense de mí, ni una pizca.
¿Y Firecracker? ¿En serio?
Me doy la vuelta.
—No me llames así.
Él sonríe.
—¿Qué? ¿ Firecracker? 41
—Sí. Acabo de añadir otra regla a nuestro pacto, ningún sobrenombre. Sobrenombres
quebrantan el pacto.
Chasquea la lengua contra el paladar en reprimenda.
—No puede valer, Firecracker. Porque, en realidad no hay ningún quebrantamiento
de pacto. Quieras o no me tendrás que aguantar. —Guiña el ojo y pasa por mi lado, subiendo
las escaleras y entrando en el autobús.
¿Alguna has tenido la sensación que te han tomado el pelo y jugado contigo?
Sí, ahora mismo siento como si hubiesen jugado conmigo, pero no tengo ni idea de
que trata el juego.
Confundida, y en verdad un poco harta, subo las escaleras del autobús con fuertes
pisadas, justo cuando Henry, uno de nuestros conductores, se acomoda en el asiento del
conductor.
—¿Todos a bordo? —pregunta Henry.
—Sí —respondo.
Henry enciende el motor. El autobús retumba bajo mis pies mientras las puertas sisean
y se cierran a mis espaldas.
—¿Todos preparados para esto? —Henry pregunta con una sonrisa.
Miro en la dirección en donde Tom se encuentra de pie, hablando con los chicos.
Mi estómago se retuerce en dos confusos, diferentes nudos.
—Estoy lista, más o menos. —Suspiro.
6
Lyla
Traducido por Rouge82
Corregido por Leluli
Esta atardeciendo y he estado evitando a Tom desde que nos pusimos en camino. Eso
es lo que yo llamo un gran logro, considerando el lugar en el que estamos.
Sé que ya hemos aclarado las cosas, pero aún no me siento del todo cómoda a su lado,
principalmente por la forma en que mi cuerpo reaccionaba ante él, no es que necesite
explicarlo. No necesito seguir aumentando su ego, que de por sí ya es demasiado grande.
Hasta ahora, en mis intentos por evitar a Tom, he estado sentada en la parte delantera
del bus, platicando con Henry mientras maneja, me he enterado de que tiene dos hijos
jóvenes, un chico y una chica, que además son gemelos y acaban de entrar a la universidad,
que es un entusiasta pescador con mosca y que ha estado casado por veinticinco años con
una maestra de jardín de niños, de la que me ha hablado con evidente afecto. 42
Es bueno saber que aún hay hombres decentes en este mundo.
Después de mi plática con Henry, fui a ducharme. Los chicos aún están jugando al
PlayStation. Tom está hablando por el móvil, sentado sobre la mesa de la cocina y hablando
en voz baja, lo cual probablemente indica que este teniendo sexo telefónico con alguna de
sus mujeres.
No he querido usar toda el agua caliente por lo que no he permanecido en la ducha
por demasiado tiempo pero me quede dentro del baño un rato más para matar el tiempo,
después entre al cuarto y me vestí con mis vaqueros rasgados favoritos y una camiseta. Me
senté en el escritorio, mi nuevo tocador improvisado y sin maquillaje, y arregle mi cabello en
un moño desordenado sobre mi cabeza.
Alguien toca mi puerta y escucho a Cale decir:
—¿Estas decente?
—No, tengo el culo al aire.
Lo escucho reír antes de que gritara.
—Es mejor que estés bromeando porque voy a entrar.
—Claro, que estoy bromeando —solté.
Cale entró cerrando la puerta detrás de él y brinca sobre la cama de espaldas.
Termino de arreglar mi cabello y me giro para poder verlo.
—¿Estás cómodo?
—Mucho —contesta con una sonrisa, extendiendo los brazos sobre su cabeza.
Acabo de sumergir el dedo en mi crema facial cuando Cale pregunta:
—Entonces ¿Por qué te estás escondiendo aquí?
Lo miro a través del espejo.
—No me estoy escondiendo.
—Sí lo estás haciendo.
—Bien —suspiro—. Me estoy escondiendo. —Esparzo la crema sobre mi rostro.
—Supongo que te estás escondiendo de Tom. Entonces, ¿vas a decirme que pasa? Sé
que no estas feliz de que él haya venido a la gira con nosotros, y que te hace falta un poco de
tacto, Ly, fuiste muy ruda con él.
—No fui ruda. —Miro su expresión escéptica y acepto—. Está bien, si fui ruda.
—Entonces, ¿qué es lo que no sé? —pregunta Cale con un tono que indica que no me
dejara en paz hasta que se lo diga.
Me remuevo sobre mi asiento y abrazo mis rodillas contra mi pecho colocando los pies
sobre el borde del banquillo y descansando el mentón contra ellas.
—Hace algunos años, Tom coqueteo conmigo —suspiro—. Ha coqueteado conmigo
muchas veces.
—¿QUÉ? —Dice Cale casi gritando e irguiéndose en su asiento—. ¿Cuándo?
—Shh… —le advierto, viendo de reojo hacia la puerta.
Estas paredes son como de papel y no quiero que Tom escuche nada de esto.
—Habla en voz baja. No importa cuando coqueteó conmigo. De hecho lo ha hecho
solamente dos veces, la primera vez que lo intento lo rechacé y no pareció afectado por ello 43
—mordisquee mi labio— pero entonces lo vi unos meses después y él volvió a intentarlo.
Al ver la rabia invadir el rostro de Cale, me apresuro a decir:
—Nunca cruzó la línea. Nunca me toco ni nada. Es solo que no había visto a Tom
desde la última vez que coqueteó conmigo… y no sabía lo que pasaría si el intentaba hacerlo
de nuevo —agrego con una mueca—. Así que estaba en guardia, ya sabes, modo perra.
—Es comprensible. ¿Entonces, Tom ha entendido el mensaje? Porque si no lo ha
hecho… —dice de una manera completamente sobreprotectora.
—Cálmate, enojón. Ya platicamos —gritamos—, se disculpó y me preguntó si
podíamos dejar todo eso atrás y ser profesionales y yo dije que sí.
—Ok, bien —dice Cale relajándose un poco y volviendo a recargarse sobre los
codos—. Pero si el vuelve a intentar algo…
—No lo hará, pero si lo hace serás el primero en saberlo.
De ninguna manera le diría a Cale si Tom intentaba algo. Además del hecho de que
soy capaz de cuidar de mi misma, Tom es mucho más grande que Cale, y no es que Cale no
este lo suficientemente musculosos, porque lo está, pero los bíceps de Tom son literalmente
dos veces más grandes que los de Cale. Tom siempre ha sido un tipo grande pero ahora luce
incluso más grande, como si hubiera estado yendo al gimnasio diariamente.
—¿Entonces rechazaste a Tom? —Cale sonríe espeluznantemente.
—Lo hice —contesto sonriendo satisfecha.
Cale dejó escapar una carcajada.
—Esa es mi chica. Supongo que fue un golpe masivo a su ego. A ningún chico le gusta
ser rechazado, y supongo que eso jamás le había pasado a Tom, así que seguramente su ego
quedo mucho más que maltrecho.
—Estoy segura de que su ego no ha sido afectado, debe haber sido rechazado por una
mujer antes —digo empujando mis dedos de los pies contra su muslo, el atrapa mi dedo y
me hace cosquillas haciéndome reír.
—Lo dudo seriamente. La mayoría de las mujeres se limita a acostarse y abrir las
piernas para él.
—Demasiada información, gracias. Y yo no soy como la mayoría de las mujeres —
contesto mirándolo a los ojos y dándole mi mejor sonrisa arrogante.
—Sé que no lo eres. Ese es el problema —dice poniéndose de pie, lo miro notando la
preocupación grabada en su rostro—. Eres maravillosa, talentosa y lista. Eres todo un reto
para un chico como Tom, y ahora lo has rechazado rotundamente.
—Dos veces —completo sin saber porque.
—¿Lo ves? A eso es a lo que me refiero. Él ya te veía como un reto cuando lo
rechazaste la primera vez, por eso lo intento de nuevo —señala despeinando su cabello con
las manos—. No le debió haber gustado demasiado ser rechazado por segunda vez,
probablemente se sintió más herido que la primera vez. Los chicos como Tom no están
acostumbrados a ser rechazados, eso hace de ti un desafío y no hay nada que a un chico le
guste más que un desafío
—Cale, Tom no está persiguiéndome, ha renunciado, renunció, su ultimo coqueteo
conmigo fue hace muchos años, y él no ha intentado nada desde entonces. —Me pongo de
44
pie—. Esta hecho. Ha terminado. De todas maneras Tom ya tiene demasiadas mujeres detrás
del como para molestarse en ir detrás de mí, pero es muy dulce de tu parte preocuparte por
mí. —Añadí rodeando su cintura y abrazándolo a lo que él responde besándome
afectuosamente en la frente.
—Es mi trabajo preocuparme por ti.
—¿Desde cuándo es ese tu trabajo? —Pregunto alejándome un poco de él y
liberándolo de mi abrazo.
—Desde los doce años —contesta acariciando mi barbilla
—Oh he olvidado decirte que la llamada que recibí hace rato era de Jake, ya sabe que
Rally es mi papá, Rally le llamó.
Cale arrugo la frente mientras vuelve a recargarse sobre la espalda.
—¿Y cómo te fue?
—¿El autobús sigue avanzando no? —Sonrío.
Cale sonríe de vuelta mientras dice:
—Teníamos que venir, Ly. Y cuando seamos famosos…
—¿Cuándo? —Replico con una mueca.
—Sí, maldita sea, cuando. En el momento en que nuestra música llegue a la radio,
¡Vamos a ser grandes nena!
Me rio ante su entusiasmo y fe en la banda.
—¿Tienes hambre? —Pregunto abriendo la puerta
Lo sigo, saliendo detrás de él.
—¿Tengo que interpretar eso, como que estas hambriento y quieres que yo haga la
cena?
Se gira hacia mí, caminando de espaldas.
—Sabes que no podemos cocinar una mierda, Ly. Entonces es eso o esperar a que
Henry haga una parada —dice haciendo pucheros ante esto último.
—Ugh —pongo los ojos en blanco, dándole un empujón juguetonamente—. Está
bien, cocinaré.
—¿Quieres que te ayude? —Se ofrece sonriendo afectadamente, sabiendo que no
quiero que me ayude. Cale es una pesadilla en la cocina, hace un desastre más grande de lo
que podrían imaginarse, y se la pasa estorbándome todo el tiempo. En esta cocina no hay
suficiente espacio para ambos.
—Ve a jugar —contesto señalando al lugar donde Sony y Van están jugando en la
consola.
No hay señales de Tom. Tal vez este en la parte delantera junto con Henry.
Cale se sienta junto a los otros chicos y les dice que yo hare la cena, a lo que todos
contestan gritándome palabras de amor.
Sonrió y sacudo la cabeza, cuando escucho una puerta abrirse detrás de mí, me giro
para ver a un Tom recién salido de la ducha, con solo una toalla por ropa.
Mi boca se hace agua. No es broma. Mis ojos adquieren mente propia mientras se
abren completamente para observarlo. Su piel aún estaba húmeda y pequeños ríos de agua
escurren sobre su tatuado pecho, claro que yo ya sabía que tenía tatuajes, es decir tiene ambos
brazos cubiertos de ellos, pero no sabía que también tenía en todo el pecho y el estómago, 45
lleva escrito TMS en su pectoral izquierdo.
Y que increíble pectoral tiene. No hay ni un gramo de grasa en él.
Hay aún más cosas escritas debajo de su pectoral, justo encima de su impresionante
six pack. El ayer es memoria. El mañana puede no suceder nunca.
Siento un destello de emoción al leer esa frase, es decir hasta el momento en el que
miro hacia abajo, hacia el comienzo de la toalla y pudo observar otra frase asomando por
encima de ella, sin embargo no puedo descifrar lo que dice.
Vuelvo al presente cuando escucho a Tom aclararse la garganta.
Lo miro a los ojos y puedo notar que está sonriendo.
Estaba completamente embobada comiéndomelo con los ojos y él lo sabe.
Mierda Santa
Subo la guardia nuevamente e ignoro el golpe de calor que inunda mis mejillas,
diciendo firmemente:
—Apreciaría que te pusieras un poco más de ropa mientras caminas por aquí.
Tom mantiene su expresión neutral.
—He olvidado traer ropa limpia. Mi error. No sucederá nuevamente —contesta
girándose y alejándose de mí, aunque no lo suficiente como para que no pueda escucharlo
musitar—. No soy su tipo, mi culo.
Ignóralo. Él quería que lo escucharas, por eso lo dijo.
Solo ignóralo.
Maldita sea, no puedo ignorarlo.
—¡No eres mi tipo! —grito
Oh dios. ¿Por qué no puedo mantener la boca cerrada?
No me atrevo a mirar hacia los chicos para ver si me han oído.
Tom se gira hacia mí sonriendo ligeramente.
—Lo siento, ¿qué?
Mira ligeramente sobre mi hombro, diciéndome todo lo que necesito saber. Los chicos
me habían oído.
Mierda.
Enderezo la espalda, dándome valor.
—Escuché lo que dijiste.
Tom me miró inocentemente inclinando la cabeza hacia un lado.
—¿Y qué fue lo que dije?
Bastardo tramposo.
—Tú sabes lo que dijiste.
—No, no lo sé —replica encogiéndose de hombros—. Por favor ilumíname.
—¡Ugh! —Gruño molesta ante el hecho de que me haga repetir sus sarcásticas
palabras—. Dijiste: «No soy su tipo, mi culo».
—¿Estas segura de que dije eso? —Inquiere recargando su hombro contra la pared.
—Cien por ciento segura —contesto poniendo mis manos sobre mi cadera. 46
—Pero, ¿por qué diría algo así?
—Porque estaba viendo tu pecho desnudo.
Jodido bastardo de mierda.
Está jugando conmigo.
Mi cara arde de rabia.
—¡Eres un cabrón!
Se ríe.
—¿Un cabrón? ¿En serio? ¡Dios! ¿Cuántos años tienes? ¿Doce? Y no intentes
insultarme, yo no era quien estaba mirando pervertidamente mi sexy cuerpo.
—No fue pervertidamente —chillo indignada
—¿Así que admites que soy sexy?
—¿Yo, que? No. ¡Y no admito nada!
Ahora se está riendo de mí.
¿Por qué ninguno de los chicos ha venido a rescatarme? ¿Y Cale?
Miro por encima del hombro solo para encontrarlos viéndonos extasiados. Bueno, Van
y Sony, Cale solo nos mira con curiosidad. Lo miro intencionadamente antes de girarme hacia
Tom.
—Uno, no creo que seas sexy. —Mentira total—. Y dos, solo estaba viendo tus
tatuajes. Me gustan los tatuajes. He estado pensando en hacerme uno, entonces cuando veo
que alguien tiene uno, me gusta verlos detenidamente por si pongo alguno de ellos sobre mi
piel.
La peor excusa del mundo.
La mirada de Tom atrapa la mía, caliente y pesada. Por un momento solo somos
nosotros dos, a tal punto que me siento sofocada y con la sangre fluyendo por cada rincón
de mí ser.
Y entonces pasa.
Su mirada se endurece, vuelve a colocar las manos por detrás de su cuello, mira al techo
y deja escapar un suspiro.
Estaba esperando que dijera algún comentario estúpido, por lo que me sorprendí
cuando me miro y se limitó a decir.
—No hay nada tatuado en mi cuerpo que quieras tener en el tuyo. Créeme.
Miro su espalda mientras regresa a su litera para tomar su ropa, mis ojos se fijan en el
enorme tatuaje que hay allí. Una larga cruz de madera, abarcando toda su espalda, con una
espada al final que parece estar cortando su piel. Con la inscripción: Solo los más fuertes
sobreviven, entrelazada a lo largo de ella.
Es hermoso de una forma macabra.
Entonces mi mirada se enfoca en el texto escrito directamente sobre la cruz Thomas
III, y en un texto mucho más pequeño debajo de este reza: Descansa en paz, aquella que la vida
no pudo darte.
Tom había perdido a alguien importante justo como yo.
Supongo que después de todo si tenemos algo en común.
47
7
Lyla
Traducido por Cherie123
Corregido por Vickyra
Thomas III.
He llegado a tantos escenarios sobre quien podría ser Thomas III. Tiene que ser alguien
de su familia seguro. Tom, Thomas III —yo no era estúpida como para no entenderlo.
Pensé que tal vez era su padre, pero por alguna razón, mis pensamientos siguen dando
vueltas de nuevo a un niño.
«Descansa en paz, aquella que la vida no pudo darte».
Nunca he oído nada acerca de que Tom Carter tuviera un hijo, pero también sé que es
posible mantener cosas calladas de la prensa por la cantidad correcta de dinero. 48
Rally me enseñó eso.
No me avergüenza admitir que después de la cena de la noche anterior, que Tom se
unió a nosotros, pero él estaba notablemente tranquilo. Me pasé el resto de mi noche en el
dormitorio googleándolo. La primera búsqueda fue: «Hijo de Tom Carter». Nada ocurrió, por
lo que entonces trate: «Tom Carter III». No tuve nada relevante, solamente imágenes de Tom.
Muchos eran de él con los miembros de su banda, pero también había un montón de él con
mujeres, lotes de mujeres.
Comencé a sentirme un poco enferma mientras miraba las fotos de sus conquistas, así
que me di por vencida poco después y me fui a dormir.
Mi mente ha estado en Tom desde anoche, bueno, más en su tatuaje. El misterio sigue
molestándome como el infierno. No me preocupo por él. Estoy solo increíblemente curiosa.
Es una enfermedad mía. Es algo en lo que estoy trabajando.
—¿Lyla Summers? —Levante la mirada de la hoja de papel en frente de mí, donde
había estado garabateando la escritura de Tom.
Vine al backstage en nuestro camerino para trabajar en algunas nuevas canciones
mientras que los chicos hacen prueba de sonidos en el escenario donde tocaremos en pocas
horas. Es justo decir que yo no he sido muy productiva con mi tiempo.
Se cierne sobre mí y sonriendo ampliamente una hermosa modelo delgada, vestida con
lo que sólo puede ser descrito como jeans pintados con un ligero top de corte bajo que
revelaba bastante de su busto. Ella tenía el cabello largo marrón oscuro, perfectamente liso,
enmarcando su cara donde había pesadamente aplicado maquillaje.
Estoy lejos de ser fea. A menudo me dicen que me veo exactamente como mi madre,
y yo sé que ella era hermosa. Pero esta mujer delante de mí me hace sentir como una niña
pequeña. Eso es en parte debido al hecho de que estaba vestida como una, llevaba mis fieles
zapatillas de lona Keds, jeans rotos y una camiseta que tiene una imagen de Homero Simpson
vistiendo sólo su ropa interior con el lema, “El último hombre perfecto” en él. No es una
desgarbada y enorme camiseta. Siempre las he obtenido a medida, pero aun así, es una
camiseta Simpsons.
Dios, estoy tan sosa.
—Um... sí, soy Lyla —respondo con inquietud, preguntándome quién es ella.
—Bueno, es usted simplemente impresionante. La foto que Zane me dio no le hace
justicia en absoluto. Soy Shannon, su estilista.
Ella sostiene una mano con manicure hacia mí.
Levanto mi mano, encogiéndola en los extremos porque están mordisqueadas y con
barniz desconchado, y sacudo la suya. Soltando mí mano ella se sienta en el asiento delante
de mí, dejando caer una gran bolsa que colgaba de su hombro delgado en la mesa.
—No sabía que tenía un estilista —replico.
Ella deja escapar una risa y huele a la goma que está masticando.
—Cariño, por supuesto que tienes un estilista. Todos los artistas lo tienen. Siendo esta
tu primera gira, estamos en un presupuesto, por lo que sólo seremos Ashlee y yo. Ashlee es
mi asistente.
Me siento tonta. Debería saber estas cosas. No soy exactamente nueva en este mundo.
—Está bien —le respondo.
Entonces, ella sólo se me queda mirando, mirándome de arriba abajo. Me muevo en 49
mi asiento, sintiéndome más allá que incómoda. Nunca he sido evaluada así antes.
—Tienes una genial piel, muñeca, y tus ojos...
Se apoya cerca de mi cara. Está tan cerca que puedo oler su aliento mentolado.
—Son tan... inusuales. ¿Tienes alguna herencia asiática, cariño?
Sus ojos se extienden sobre mi pelo rubio y piel pálida.
Niego con la cabeza.
—No que yo sepa.
Mi madre era de raza caucásica, y también lo es el Rally. No sé mucho de su
ascendencia, así que supongo que podría tener una cierta herencia asiática. Pero aparte de sus
ojos, parece europeo para mí. Por desgracia, tengo los ojos de Rally, incluso hasta el color
azul cristalino de ellos. Odio mis ojos. Me gustaría tener los ojos de mi madre, grandes e
inocentes. Mis ojos no son pequeños, pero son estrechos e inclinados hacia abajo, dándoles
un aspecto felino. No es raro para mí recibir comentarios de mis ojos. Me han dicho muchas
veces que mis ojos son la primera cosa que la gente nota acerca de mí. Al parecer, son
intrigantes.
Personalmente, creo que se ven vacíos y fríos. Algo así como mi corazón.
—Vamos a utilizar un poco de plata brillante y delineador negro en tus parpados con
esos ojos azules océano. Mierda dulzura, ¡te verás impresionante! No es que no lo haces ya.
¡Vas a estar golpeando a los chicos, y las chicas, con un palo! Ella se ríe.
Es una risa calurosa y cálida de esa clase que me hace quererla.
—No es que me imagine que tienes algún problema en el departamento de sexo,
luciendo como lo haces. ¿Eres Heterosexual? Siempre he tenido una gran lectura en las
personas y te ves heterosexual para mí. Yo soy bisexual —ella presiona su mano contra su
pecho—. Siempre me ha gustado un poco de variedad en mi vida —hace guiños y risas de
nuevo.
Bueno... Sin duda una sobrecarga de información.
No puedo creer que he conocido a esta mujer alrededor de sesenta segundos, y ya he
conocido sus preferencias sexuales. Yo podría pasar casi todo mi tiempo con tres hombres
libidinosos, pero no estoy particularmente abierta a hablar o escuchar acerca de sexo,
especialmente con una virtual extraña, y más aún desde que ya no estoy teniéndolo.
—¿Cómo te sientes acerca de las capas? —pregunta Shannon.
—Um... ¿qué?
—Capas. En tu cabello. El flequillo definitivamente funciona en ti, pero creo que
algunas capas en la parte posterior y alrededor de tu cara se verán increíbles.
En sus pies ahora se traslada detrás de mí, y sus manos están esponjando mi cabello,
tirando de él de aquí para allá.
Dios mío, esta mujer es un torbellino. Estoy teniendo traumatismo cerebral de sólo
escucharla.
—Sí, tal vez. Lo que sea que tú pienses.
—¿Esas son nuevas letras en las que estás trabajando?
—¿Qué? —Mis ojos golpearon la mesa, y casi me muero cuando veo que el trozo de
papel con la escritura de Tom todavía están allí.
Pongo mi mano sobre el papel. 50
—Uh... no, no es nada.
Al parecer, no estoy cubriendo el papel tan bien.
Shannon se inclina sobre mi hombro y dice:
—Dios, suena tan familiar. “Descanse en la paz que…
Desecho el papel hacia arriba con la mano y lo meto en el bolsillo. Mi cara está
quemando.
—Lyla, tú…
Al sonido de la voz de Tom, mi cabeza azota alrededor y lo veo parado en la puerta.
Luego, sin previo aviso, Shannon comienza a chillar como una jodida llorona, asustándome
como la mierda.
—¡Oh mi Dios maldito! —Las manos de Shannon apretaron alrededor de mi cabello
mientras tiro de él, causándome una mueca de dolor—. ¡Tom Carter!
Suelta el pelo y corre a través de la habitación antes de lanzarse a sus brazos. Y cuando
digo lanzamiento, quiero decir, sus largas piernas envolviendo su cintura, y enlazando sus
brazos alrededor de su cuello. Entonces, ella planta sus labios directamente en los suyos,
besándolo.
Aparto la mirada. Puedo sentir mi cara ardiendo de irritación.
¿Por qué estoy tan irritada que ella lo bese? No es que yo quiera besarlo.
Está bien... bueno, tal vez a mis labios le gustaría besar a Tom, pero mi cerebro dice definitivamente
no.
Me obligo a mirar hacia atrás de ellos, para superar lo que demonios es lo que estoy
sintiendo, pero la visión de sus largas piernas todavía envueltas alrededor de la cintura de
Tom con sus labios fundidos a los de él, rasguñaba sobre mi piel como alfileres y agujas de
celos.
Tom rompe el beso y sus ojos parpadeando pasan de ella y se encuentran con los míos.
Aparto la mirada de nuevo.
Puedo sentirme frunciendo el ceño al ver el reluciente brillo de labios de ella en los
labios de él. Froto mi frente, aliviando las líneas de expresión.
—Shannon Archer —dice—. Ha pasado mucho tiempo.
Él la conoce. Por supuesto que la conoce y muy bien por el aspecto de las cosas.
—¡Demasiado tiempo! —Dice ella con una voz cantarina.
Puedo verla bajar sus piernas perfectas al piso, pero me doy cuenta de que ella no lo
soltó, mientras que sus manos agarraban su cintura.
—Jake dijo que estabas aquí como manager de la gira, pero yo pensaba que me estaba
cagando. Es decir, es de ti de quien estamos hablando, y sabes cómo es Jake, siempre
molestándome. Pero aquí estás. Tom Carter, un manager de tour. Bueno, ¡jódeme! Aunque,
ya me has jodido bien, ¿verdad, Bebé? —Ella le guiña.
Quiero vomitar. De hecho, me dan ganas de vomitar.
Ha tenido relaciones sexuales con ella. Por supuesto que ha tenido relaciones sexuales con ella. La
mitad de la población femenina ha tenido relaciones sexuales con él.
Los ojos de Tom parpadean por delante de ella para reunirse con la mía de nuevo. 51
¿Qué busca mirándome?
Meto mi mirada, fingiendo estar de pronto cautivada por las palabras en mi bloc de
notas.
—Mírate, sin embargo… —dice, su voz sonaba más suave—. Tu pelo ha crecido.
Mis ojos curiosos tienen que echar un vistazo rápido.
Shannon está corriendo sus dedos por el pelo de una manera íntima y familiar. Hace
que mi estómago se apriete.
—Y te dejaste crecer una barba —sonriendo, arrastra sus uñas sobre su vello facial—
. Te ves todo crecido.
Él frota la mano por su mandíbula.
—Crecí hace mucho tiempo.
—Claro que lo hiciste, pero me gusta.
Él le da una sonrisa.
—Te ves bien, Shan.
—¿No lo hago siempre? —Ella menea sus caderas—. Así que, ¿te gustan las nuevas
chicas? —Ella da un paso atrás y resalta sus pechos—. Yo sólo fui por una talla de copa más.
Soy un D ahora. No quería demasiado grande, ¿sabes? No puedo soportar aquellas tetas
falsas en-tu-cara. Estas se sienten reales. No se puede decir que son implantes en absoluto.
Tener sensibilidad.
Los ojos de Tom parpadean hacia mí. Aparto la mirada antes de que realmente pueda
coger mi mirada.
En serio, ¿por qué sigue mirándome?
—Sí, se sienten verdaderamente bien.
Así pues, él la manoseó. Impresionante.
—Te dije. Estoy muy contenta con ellas. Mi cirujano era increíble. Eran un regalo a mí
misma por alcanzar el mal sitio de los treinta. ¡Dios, no puedo creer que tenga treinta y cinco
años! —Ella gime—. ¿Dónde se ha ido el tiempo?
¿Treinta y cinco? Dios, yo pensaba que era de mi edad, veintidós. Le había dado veinticinco como
máximo. Demonios, espero que me vea tan bien como lo hace ella cuando tenga su edad.
—Sí, te estás haciendo vieja ahora —Tom se ríe.
—¡Hey! No estás tan lejos detrás de mí. ¿Qué tienes ahora? ¿Veintinueve?
—Sip. Soy un bebé en comparación contigo.
—Vete a la mierda —se burla ella de buen humor—. Nunca te quejaste de mi edad
cuando tuviste tu polla en mí. Y ahí estaba yo, pensando que te gustaban las mujeres mayores.
Oh Dios. Ruedo los ojos, ahogando una risa ante lo absurdo de lo que estoy escuchando.
Tom deja escapar una risita-sucia diciendo.
—Tú me conoces, Shan. Siempre me han gustado todo tipo de mujer, Mientras sea
caliente y dispuesta a todo.
—Sí, eso sí lo sé a ciencia cierta —se ríe.
Me muevo en mi asiento, poniendo mi espalda a ellos. Me pego dos dedos en mi boca
y la amordazo falsamente. 52
—¿Lyla?
Mi cabeza azota alrededor por el tono severo de Tom. Mis ojos se encontraron con
los suyos, veo que está frunciendo el ceño.
Shannon está a su lado con su mano sobre su brazo, su cara neutral.
¿Se me acaba de ver la mordaza falsa? Estaba de espaldas a ellos, por lo que no podía
ser —Oh, mierda.
Recuerdo que hay un espejo en la pared. Me vuelvo a mirarlo.
Mis ojos se conectan con Tom en el espejo, y él levanta las cejas en sugerencia mientras
una deliberada sonrisa golpea sus labios.
Vio lo que hice.
Mierda de mierda.
Mis mejillas están ardiendo.
Me vuelvo en mi asiento para mirarlo.
—¿Qué quieres? —Mi voz sale más aguda de lo que pretendía, haciéndome sonar
como una perra.
La expresión de Tom endurece en mi tono.
—Te necesitan en el escenario para hacer las pruebas de sonido.
Oh. Bueno.
Una pregunta, ¿por qué ha venido por sí mismo por mí? ¿Por qué no enviar un mensajero?
Aliviada que no llamara a mi comportamiento infantil, yo digo:
—Déjame recoger mis cosas —empiezo a reunir mi celular, libreta, pluma, y una
botella de agua antes de meterlas en mi bolsa.
—Así que, ¿cuáles son tus planes para esta noche después del espectáculo? —Shannon
le pregunta a Tom—. Yo estaba pensando que deberíamos follar. Han pasado unos cuantos
años desde la última vez que jodimos.
Mi espalda se puso rígida.
¿En serio? ¿Jodidamente en serio?
¡Estoy de pie aquí!
Shannon es bastante agradable, y yo podría aprender a que me gustara, pero no puedo creer que esté
tratando de organizar una cita de sexo con Tom mientras estoy parada aquí.
¿Tan invisible soy?
Golpeo mi bolso sobre la mesa, las hebillas de metal resonaron con fuerza. No me
importa si me encuentro como grosera. No estoy aquí para estar como un maldito poste de
luz, mientras que estos dos conciertan una sesión de lucha.
Mis ojos se levantan a ese maldito espejo de nuevo, y los ojos de Tom ya están en mí,
su mirada ardiente en la mía. En este momento, es casi como si estuviera tratando de leerme.
Incómoda ante su mirada y de su conversación sobre joder, mis ojos cayeron al suelo.
Cojo mi bolsa y la lanzo a mi hombro. Estoy más que lista para abandonar esta habitación y
a estos dos maníacos sexuales.
—Lo siento, Shan, no se puede hacer —pronuncia Tom.
¿Qué? 53
Levanto la mirada justo a tiempo para ver un destello de confusión cursando sobre la
cara de Shannon.
—Está bien... bien, ¿qué hay de mañana?
Tom niega con la cabeza.
¿Acaba de... rechazarla? ¿Acaso Tom Carter acaba de rechazar sexo de una mujer?
Dios mío, ¿estoy viendo las estrellas?
—Oh, estás viendo a alguien —asiente con certeza.
¿Lo está?
Esa posibilidad no se siente bien conmigo.
Shannon no parece molesta o avergonzada por su purga. Si fuera yo, estaría
mortificada. Pero por otra parte, nunca haría una proposición a un hombre por sexo como
ella acababa de hacer.
—Bueno, ¿las maravillas nunca cesan? —Ella se ríe—. ¡Tom Carter se ha sentado! —
Ella aplaude juntando sus manos.
Tom no le responde en modo alguno. En realidad, lo único que está haciendo es
mirarme directamente a mí.
¿Por qué está mirándome de esa manera?
¿Y por qué sus ojos tienen contracciones?
¿Qué diablos está mal con él?
Shannon se vuelve y sigue sus ojos hacia mí. Su ceja se levanta. Ella mira a Tom y luego
a mí de nuevo. Ella sonríe.
¿Por qué está sonriendo? ¿Me estoy perdiendo de algo aquí?
—¡Estás viendo a Lyla! —Exclama—. ¡Jesús, Tom! ¿Por qué no lo dijiste antes?
54
8
Lyla
Traducido por Isabo Navar
Corregido por Vickyra
80
11
Lyla
Traducido por Blanca20011983
Corregido por Cecilia
Unos días más tarde — Mirando en un bar en una parada de camiones, en algún
lugar entre Kansas y Missouri
100
13
Lyla
Traducido por Blanca20011983
Corregido por Vickyra
La evasión es mi amigo.
Cuando me subí de nuevo en el autobús unos minutos después de Tom, él se estaba
riendo y bromeando con los chicos, actuando como si nada hubiera pasado entre nosotros
sólo unos momentos antes.
Por supuesto, eso era bueno. Era exactamente lo que quería.
Pero la tensión sexual entre nosotros todavía estaba allí, ardiendo con intención. Fue
hasta el punto que pensé que me iba a volver totalmente loca. 101
Hice mi mejor esfuerzo por actuar natural, pero era difícil. Cada vez que Tom hablaba,
yo recordaba la sensación de sus labios sobre los míos.
Cale sabía que algo no estaba bien conmigo, y la pregunta en sus ojos no estaba
ayudando a mi estado general. Fue difícil mantenerme a raya cuando me llevó a un lado y en
silencio me preguntó sobre de que iba mi truco en el bar.
Sabía que no era algo normal en mí.
Hice como si nada hubiera pasado. Él no estaba convencido, pero por suerte, no
discutió conmigo. Van y Sonny estaban ajenos. Sonny todavía estaba de mal humor porque
él había perdido la apuesta.
Fue mucho después de cuando me fui a la cama.
Me desperté temprano, sintiéndome inquieta, pero me quedé en la cama, sin querer
levantarme y arriesgarme a encontrarme a solas con Tom. Así que, esperé hasta oír como los
niveles de ruido se elevaban cuando todos los chicos se arrastraron fuera de sus literas, y
luego hice acto de presencia.
Podía sentir los ojos de Tom en mí cuando salí a desayunar, pero rotundamente ignoré
su mirada.
A partir de ahora, mi plan era evitar estar a solas con Tom bajo ninguna circunstancia.
Iba bien hasta el momento.
Tom estaba en mi dormitorio en una conferencia telefónica con Jake y Zane.
Los chicos y yo estábamos sobre una canción que habíamos decidido añadir al
conjunto. Es una canción que escribí hace mucho tiempo. Nunca pude conseguir que el
sonido trabajara, pero Van había conseguido un riff increíble para él, dándole el tono
perfecto. Decidimos probarlo entre la multitud esta noche y ver cómo funcionaba.
Sentí a Tom entrar en el salón antes de verlo. Eso ha estado ocurriendo cada vez más
últimamente, como si estuviera conectada a él de alguna manera.
Él tiene su celular en la mano.
—¿Tienen un minuto, muchachos? Tengo a Jake y Zane todavía en la línea. Algunas
cosas están avanzando, y queremos contarlo rápidamente.
Puse mis hojas de música en la mesa de café, pero manteniendo mi pluma en mi mano.
Tom coloca su celular en el medio de la mesa. Él permanece en pie.
—Jake, Zane, ya pueden hablar.
—Hey, ¿cómo va? —Jake pregunta.
—Realmente genial —respondo por nosotros.
—Genial. Bueno, hemos tomado algunas decisiones sobre cómo vamos a avanzar con
ustedes. En realidad, este es el bebé de Zane, así que voy a dejar que él te diga.
—Hey, chicos —Zane habla.
—Hola —decimos todos al unísono.
—Así que, como dijo Jake, hemos estado trabajando en cosas aquí. El álbum es genial,
por lo que Jake, Tom y yo hemos estado discutiendo qué canción debe ser lanzada primero.
Por supuesto, se sacaría antes de salir para la gira, y sé que todos sentimos que «Nonsense»
sería mejor para su primer lanzamiento. Pero después de las pruebas y mirando el mercado
últimamente, pensamos que «Better than you» sería la canción perfecta para lanzar primero. 102
Hay un silencio, y luego Zane dice:
—¿Qué piensan?
Pienso en ello por un momento y luego miro alrededor de la mesa.
Todos estamos buscando el uno al otro, a la espera de ver lo que los otros piensan.
—¿Qué piensas tú, Ly? —Cale pregunta, siendo el primero en romper el silencio.
Es una gran canción con un atractivo comercial, y puedo ver por qué quieren sacarla
primero.
—Es una gran canción —hago eco de mis pensamientos—. Estoy contenta si ustedes
están de acuerdo con ello.
—¿Qué pasa con ustedes? —Cale pregunta a Sonny y Van.
—Yo soy fácil —dice Sonny—. Feliz de estar grabando un disco y haciendo una gira.
—Lo que dijo —Van sonríe.
—Por lo tanto, ¿estamos bien? —Cale comprueba conmigo.
Por alguna razón, siento la necesidad de mirar a Tom, casi como que necesito su
consuelo en esto.
Mis ojos se deslizan a los suyos. Su mirada ya está en la mía.
Por primera vez desde la noche anterior, en realidad hablo directamente a él.
—¿Crees que es la canción adecuada no?
Veo un destello de sorpresa en sus ojos, y luego su expresión se ablanda.
—Sí, lo creo —él sonríe—. La canción traerá el tipo adecuado de atención. El tipo de
atención que queremos.
Miro de nuevo a Cale, quien está mirando entre Tom y yo con un surco de confusión
en su frente.
—Entonces, sí, estamos bien —por fin contesto la pregunta de Cale.
—Bueno, ya está decidido —dice Jake.
—El equipo de Zane llegará a las estaciones de radio de todo el país. Nos
concentraremos sobre todo aquí en Los Ángeles, pero también vamos a golpear todas las
áreas en las que están tocando ahora. Vamos a tener gran cobertura y rápido. Entonces,
vamos a ver cómo va a partir de ahí.
—Suena muy bien —Cale se inclina hacia adelante para decir.
—Por lo tanto, creo que hemos terminado aquí —Zane habla—. A menos que haya
otra cosa que alguien necesite decir.
—Nada más de mí —dice Jake—. Espera. ¿Qué?
La voz de Jake se ahoga mientras empieza a hablar con alguien en el fondo.
Oigo las palabras:
—¿Qué carajo?
Entonces:
—Jesús Cristo de mierda.
—Jake, ¿todo bien? —dice Zane. 103
—Tom, quita el manos libres. Ahora. Zane, te llamaré después de haber hablado con
Tom.
Con el ceño fruncido, Tom levanta el teléfono y quita el manos libres antes de ponerse
el teléfono a la oreja. Observo mientras él camina a mi habitación y cierra la puerta tras él.
Tengo una sensación incómoda en mis entrañas.
—Me pregunto de qué se trata —Van dice en la mesa.
Me encojo de hombros.
—Ni idea. Probablemente cosas de TMS —a pesar de que lo digo, no se siente bien.
Se siente como…
Oh no.
Santa mierda no.
Cojo rápidamente el celular de mi bolsillo y escribo en el motor de búsqueda, Tom
Carter. Lyla Summers.
Luego, presiono ENTRAR.
Y veo con horror, mientras se hunde mi estómago, como se llena la pantalla con
titulares y fotos de Tom y yo.
¡THE MIGHTY STORM’S TOM CARTER ENGAÑANDO A LA NOVIA QUE
NO SABIA QUE TENIA!
MIRA EL VIDEO EN EXCLUSIVA DE LA NOVIA DE TOM PILLANDOLE
CON OTRA MUJER. ¡ASEGURATE DE DAR UN PASO ATRÁS PARA EVITAR EL
SPLASH!
¡TOM CARTER, PENSABAMOS QUE ERAS MÁS INTELIGENTE!
¡BAD BOY DEL ROCK, TOM CARTER, PILLADO ENGAÑANDO! ¡LA
CONFRONTACIÓN AL COMPLETO EN VIDEO! ¡MIRE AQUÍ!
¡CARTER CAPTURADO ENGAÑANDO!
Señoras el hombre del rock y el bajista de The Mighty Storm, Tom Carter fue capturado engañando
a su novia en un bar la noche anterior. De acuerdo con los espectadores, Tom estaba coqueteando hasta los
codos con una rubia de piernas largas. Antes de salir con ella, su novia irrumpió. Hemos confirmado que su
novia es Lyla Summers, cantante prometedora de la banda, Vintage.
Un patrón en el bar dijo: —Ella lloraba por él, llamándolo mentiroso y tramposo. Luego, arrojó su
bebida sobre él y se fue. Tom se fue persiguiéndola.
¡Si sólo él viniera persiguiéndonos a nosotros!
En este momento, debemos agradecer a los dioses de la tormenta porque alguien lo grabó en vídeo.
Para el show tormentoso completo, ver a continuación.
Oh, santa madre de Dios.
104
14
Tom
Traducido por mari65
Corregido por Vickyra
—¿Estás jodiendo a Lyla? —me llega la dura voz de Jake en el momento en el que
acerco el teléfono a mi oído.
Incapaz de tener esta conversación enfrente de una audiencia, espero hasta cerrar la
puerta de la habitación para responder.
—No, no estoy jodiendo a Lyla —digo mecánicamente.
—¿Me estás diciendo lo que crees que quiero oír o la verdad?
Aprieto la mandíbula, tensando los hombros. Algo que nunca hago es mentir. Y no
me gusta que nadie me acuse, especialmente alguien que me conoce tan bien como Jake.
—Es la verdad. ¿Te he mentido alguna vez? No, y jodidamente lo sabes. Pueden no 105
haberte gustado las verdades que te he contado en el pasado, pero eran sólo eso —la verdad.
Así es que, en cualquier caso, ese cien por ciento debería decirte que yo jodidamente no
miento. ¿He besado a Lyla? Sí, anoche, por cierto. ¿Pero follarla? No. —Por desgracia.
—Jesús, Thomasina. Cálmate de una puta vez. ¿Tienes el síndrome premenstrual
ahora?
—¡Ja! —Me río—. No es jodidamente posible. No es a mí al que le ha crecido una
vagina, ¿recuerdas?
—Que te jodan —se ríe.
La tensión que sentía con Jake se ha ido, pero todavía queda un poco, y es todo culpa
de cierta pequeña rubia que está aquí afuera.
—Entonces, ¿supongo que no te has metido en internet esta mañana? —Pregunta Jake.
—No. ¿Tengo que hacerlo?
—Sí. Hay un vídeo dando vueltas en todas las páginas de cotilleos, en el que salen Lyla
y tú de un bar anoche. Ya sabes, el bar donde estabas con una chica rubia y Lyla te estaba
gritando antes de echarte una bebida por encima —lo que estuvo perfectamente
sincronizado, debo añadir. Tru acaba de enseñarme el vídeo.
¿Hay un vídeo de eso?
Por supuesto que hay un vídeo.
—Mierda —exhalo.
—¿Qué pasó, hombre?
Presiono el dorso de mi mano contra mi ojo, frotándolo.
—Hubo algo y nada. Lyla acababa de apostar con Sonny que yo no podía ligar con la
rubia con la que estaba hablando. A ella no le gusta perder, así que se aseguró de que no lo
hacía.
Jake deja escapar una carcajada.
—Jesús, ella es puro nervio.
—Sí. No es una maldita broma.
—Entonces, ¿la besaste antes o después del baño de cerveza?
—Después. La perseguí fuera del bar. Discutimos. Minutos después, tenía mi boca en
la suya. Su culo estaba en mis manos, y sus piernas estaban envueltas a mí alrededor mientras
nos restregábamos en el lateral del autobús.
Jake se ríe.
—¿Y no tuviste sexo con ella?
Está sorprendido, lo cual no es sorprendente porque normalmente nada me detiene de
tener sexo.
—Nos interrumpieron.
—¿Y cuándo te ha importado eso antes?
—No paré por mí, cara de culo. Lyla no es ese tipo de chica.
Y por alguna razón inexplicable, no quería que la primera vez que tuviera sexo con ella
fuera en el lateral de este autobús.
Aunque no se lo admitiría a Jake. Nunca me dejaría en paz. 106
—Bueno, tan interesante como es oírte hablar sobre tu restregón con la vocalista de
mi presentación, déjame recordarte que es sólo eso —la vocalista de mi presentación. La
presentación que tú organizas.
Me paso la mano por el cabello.
—Lo sé. La cagué.
—Yo no diría que la cagaste. Lyla hizo un movimiento imprudente en el bar. Pero,
hombre, vamos, sé cómo es estar en la carretera.
—Sí, pero las cosas son diferentes. Estoy intentando ser diferente.
Jake baja su voz.
—Lo sé. Pero no tienes que hacerlo.
—Sí, tengo que hacerlo.
Hay un silencio tácito entre nosotros.
Lo rompo.
—Necesitamos hacer control de daños con el vídeo.
—Sí. Déjamelo a mí. Pondré a Stuart y a Zane en ello. —Stuart es el asistente personal
de Jake, y un jodido experto en arreglar desastres. No sé cuánto podrá hacer ahora que el
vídeo es público, pero haremos algo.
—Sólo no quiero que nada dañe la reputación de Lyla.
—No salir en la prensa es mala prensa —dice Jake.
—Sí, sólo que no creo que sea el mejor momento para que las cosas con ella se hagan
públicas. Si se la relaciona conmigo, pueden empezar a escarbar y averiguar quiénes son sus
padres.
—Sí, tienes razón —acuerda.
Creo que estamos a punto de acabar esa conversación cuando dice:
—Entonces… te gusta.
—¿Lyla?
—Sí, Lyla.
—Sabes que sí. Estuve intentando meterme en sus pantalones antes, ¿recuerdas?
—Lo recuerdo. También recuerdo que te dio calabazas —dos veces. Pero no estoy
hablando de follar ahora, Tom. Quiero decir, ¿te gusta? Porque parece que a ella le gustas
ahora.
Me encojo de hombros. No me importa que Jake acabe de decir que le gusto a Lyla.
¿Por qué me debería importar? Soy un chico, y a los chicos no les importan mierdas
como ésa.
Sólo quiero joderla, muchas veces, porque está buena, y tiene el mejor par de tetas que
he visto nunca.
—Sí, quiero decir, ella está bien. Ella es… no sé. Supongo que es diferente de otras
chicas.
—¿Acabas de admitir que realmente te gusta una mujer, no sólo porque quieres
tirártela? 107
Mierda.
—No —hago una mueca.
—Sí, jodidamente lo hiciste. Y sólo para que lo sepas, estoy grabando esta llamada, así
es que tengo pruebas.
—Vete a la mierda. ¿Qué tienes? ¿Doce años? —Aun así, no puedo evitar sonreír.
Se ríe.
—Entonces, ¿debo prepararme para más titulares?
Ésta es la forma que tiene Jake de preguntar si voy a perseguirla.
Me rasco la mejilla.
—No lo sé. Quiero decir, soy su mánager. Vivimos en un autobús juntos.
—Entonces, eso significa que vas a tirártela. Vale, bien, para que lo sepas, no tengo
ningún problema con que lo hagas con ella.
—Vaya, gracias, papá.
Se ríe.
—Sólo no lo arruines. No quiero que mi cantante más prometedora se vaya y deje el
sello discográfico por tu culpa.
—Gracias por la confianza —digo frunciendo el ceño.
—No le busques tres pies al gato. Sabes lo que quiero decir. Y no te hagas daño a ti
mismo tampoco.
Dejo salir una carcajada fuerte.
—¿En serio acabas de decirme eso? No estás hablando con Denny ahora, ya sabes.
—Jodidamente sí —se ríe—. Olvidé por un momento con quién estaba hablando.
Hay otro silencio raro entre nosotros.
Entonces, dice:
—Tom, ¿acabamos de tener una maldita charla de corazón a corazón?
Me froto una mano en la barba incipiente de mi mentón.
—No lo sé, hombre. Tal vez… sí.
—¿Quieres hablar de cosas de chicos? Fingir que nunca ha pasado.
—Entonces, los Mets jodidamente apestan ahora mismo.
Nos quedamos al teléfono un par de minutos más, hablando de béisbol y de nuestras
cosas de chicos. Entonces, terminamos la llamada. Tengo que hablar con Lyla. Necesita saber
sobre ese vídeo que está en la red —si es que no lo sabe ya.
Empujo la puerta para abrirla y salgo al recibidor.
Puedo ver a Lyla sentada cerca de Cale. Sus cabezas están inclinadas tan cerca la una
de la otra mientras hablan.
Siento un extraño endurecimiento en mi pecho.
Entonces, Cale pone su brazo sobre sus hombros y la empuja hacia él.
Mi sangre empieza a hervir. Mis manos se están cerrando en puños a mi lado.
Y tengo una visión en la que doy zancadas hasta ahí, arrancando su brazo fuera de ella,
y entonces lo golpeo hasta que entiende el mensaje. 108
Es extraño e irracional.
Sé que ella dijo que no hay nada sexual entre ellos, y sé que no me mentiría. Pero cada
vez que me doy la vuelta, él tiene sus manos alrededor de ella. Ahora estoy empezando a
pensar que a lo mejor él la quiere, y ella solamente no lo ve.
Y lo que más me molesta es el hecho de que me molesta.
Realmente quiero apartar sus malditas manos cuando lo veo tocándola.
Lo único que me lo impide es saber que Jake tendrá un problema si le arranco los
brazos al bajista de Vintage. Eso, y que no quiero asustar a Lyla.
Claro que tengo temperamento. Me he metido en putas peleas durante los años pero
nunca por una mujer —bueno, no por una que realmente me hubiera importado. Pero, sí,
me he metido en un par de peleas por tomar prestada la mujer de otro tipo por una noche,
sin el consentimiento de él.
Es sólo que nunca me ha importado ver las manos de otro hombre en una mujer a la
que he follado —bueno, sólo besado una vez. He llegado a ver muchas veces a una mujer a
la que acabo de joder divirtiéndose con algún otro chico mientras me muevo a la siguiente.
Pero pensar en otro hombre tocando a Lyla me hacer querer hacer un agujero en la
pared más cercana.
Me siento territorial con ella. Aunque no tengo derecho, siento como que es mía. Y no
quiero que nadie que no sea yo la toque.
—Lyla, ¿tienes un momento? —grazno. No quería sonar tan cabreado, pero no hay
nada que pueda hacer sobre eso
Su cabeza se sacude, y su mirada golpea a la mía. Ni me molesto en mirar a Cale.
Yo sólo disfruto viéndola levantarse, forzando a sus piernas a caer fuera de ella.
Disfruto viéndola caminar hacia mí.
Mis ojos nunca la dejan, ni siquiera para pestañear.
Sin embargo, ella no me está mirando. Sus ojos están bajos.
Mierda.
Me ha estado evitando desde anoche, y lo tomé con calma, dándole espacio para pensar
en las cosas… en nosotros.
Antes, cuando me pidió opinión sobre algo importante para ella, pensé que estábamos
dando un paso más.
Pero ahora, parece que hemos dado dos pasos hacia atrás.
Y cuando le diga sobre el vídeo —bueno, tengo el presentimiento de que nos va a
llevar incluso más atrás.
Cuando se acerca, doy un paso atrás, dejándola pasar a mi lado dentro de la habitación.
El olor de su perfume tiene a mi cabeza dando vueltas y a mi polla endureciéndose. Se acerca
y se para junto al escritorio, poniendo la mesa entre nosotros.
Alzo una ceja y cierro la puerta. El clic de la cerradura es fuerte en nuestro silencio. Me
vuelvo hacia ella, preguntándome cómo empezar.
Entonces, ella exclama:
—¡Lo siento! —Cubriéndose la cara con las manos.
La visión de su malestar se siente como si me hubieran dado un puñetazo en el pecho.
109
Caminando alrededor de la cama, cierro la distancia entre nosotros rápidamente.
Deslizo mis manos en su cabello, forzando su cara arriba hacia la mía. Ella despacio quita
sus manos de su cara. No me gusta lo que veo mirándome en sus ojos.
Parece triste y preocupada. Eso hace que el puñetazo en mi pecho parezca un juego de
niños, comparado con el tractor que me acaba de pasar por encima, viéndola así.
Supongo que sabe sobre el vídeo.
Bueno, espero que lo sepa, por lo que su disculpa no es por algo más. Algo sobre lo
que no quiero ni pensar. Cale.
—Has visto el vídeo.
Sacudiendo su cabeza, ella parpadea hacia mí.
—No lo he visto, pero vi los titulares —sus ojos bajan—. Lo siento mucho, mucho,
Tom. Debería haberlo pensado antes de hacer mi truco anoche. Sé lo famoso que eres, y lo
creas o no, incluso sabiendo quiénes son mis padres, sólo no estoy acostumbrada a la fama.
Me protegieron de ella, especialmente después de la muerte de mi madre. Algunas veces
olvido…
—Shh… está bien —pongo un suave beso en su frente.
—No, no lo está —mueve su cabeza suavemente de lado a lado—. Te he avergonzado.
Dejo salir una suave risa.
De eso es de lo que se preocupa. No de ella. De mí.
—Créeme, no me has avergonzado. Nada me avergüenza. E incluso si pudiera
avergonzarme, tú —dibujo una línea hacia abajo en su mejilla con mi dedo, y me gusta mucho
el estremecimiento que siento en ella cuando la toco—, nunca podrías avergonzarme.
Ella parpadea esos ojos azules hacia mí. Una sensación destella a través de mi pecho.
—¿Está Jake enfadado? —Pregunta.
Me doy cuenta de que no se aleja de mí, así es que tomo ventaja y me acerco, acunando
su mejilla en mi mano.
—No, no está enfadado. Está haciendo control de daños ahora.
—¿Por ti?
—No, Ly, por ti. Se está asegurando de que tu relación conmigo no tenga a la prensa
escarbando en tus cosas.
Sus ojos bajan de nuevo. Se muerde su labio.
Siento mi polla sacudiéndose al verla.
—Nunca he pensado en ello —murmura.
—No te preocupes. He cometido errores, malditos errores colosales, al principio
cuando TMS empezó a ser reconocido. Jake también. Sabemos cómo es. Pero se hace más
fácil con el tiempo. Se hace normal.
Asiente, con sus ojos todavía bajos.
No me gusta eso. No me gusta cuando no me mira.
—Hey —le doy un golpecito en su barbilla con mi dedo.
Sube sus ojos a los míos.
—No es un gran problema. A nadie le importará mañana. ¿Bien?
—Bien —respira, una hermosa sonrisa en el borde de esos labios tan llenos y deseables 110
que tiene.
Sus ojos se mueven sobre mi cara antes de establecerse en mi boca.
Quiere que la bese.
—Ly… voy a besarte de nuevo.
Su cabeza se mueve mínimamente. Lo tomo como un sí. No quiero malgastar ni un
segundo y darle la oportunidad de cambiar de opinión. Moviéndome rápido, capturo sus
labios con los míos. Despacio paso mi lengua a lo largo de su labio inferior, y entonces sello
mi boca sobre la suya.
La beso con tanta fuerza como puedo sin herirla. Quiero que sepa cuánto la quiero.
Su cuerpo se afloja en mis manos.
Envuelvo mis brazos a su alrededor, encerrándola. Lamo el dulce sabor del interior de
su boca. Gime con el sonido más jodidamente sexy, y entonces envuelve su lengua en torno
a la mía. Sus manos se envuelven en mi espalda, abrazándome fuerte, y hunde sus uñas en
ella. Puedo sentir la presión en mi piel a través de mi camiseta.
Estoy tan duro como una roca, y mi pene se presiona contra su suave estómago.
El estómago enfrente del cual voy a caer de rodillas y lamer mientras desabotono sus
jeans. Entonces, voy a tomarla en mi boca y finalmente probar su dulce coño.
—Te quiero —respiro en su boca.
—Oh Dios —susurra, con su cuerpo temblando. Abre sus ojos, mirando directamente
en los míos.
Su mirada es brumosa y llena de lujuria y, en este momento, realmente creo que la
tengo, que voy a conseguir lo que he querido tan desesperadamente desde el instante en el
que puse mis ojos en ella.
Deslizo mi mano por su lado hacia abajo y alrededor de su estómago, dirigiéndome al
botón y la cremallera de sus jeans, cuando el fuerte ruido de la puerta del baño cerrándose
sacude sus ojos y su cuerpo lejos del mío.
Tropezando hacia atrás para alejarse de mí, con su caliente pecho jadeando, sacude su
cabeza.
—No. No puedo hacer esto contigo.
Odio la forma en la que dice contigo. Es como si hiciera esto con cualquier otro chico
pero no conmigo.
Ella hace un movimiento para pasar por mi lado, pero la detengo, cogiendo su muñeca.
—¿Qué quieres decir con que no puedes hacer esto conmigo? ¿Hay alguien más con
quien quieres enrollarte?
—Eres asqueroso —sisea—. ¿Nunca paras?
—No. No en lo que se refiere a ti —me inclino hacia su cara—. ¿Sabes lo que pienso?
Creo que me quieres demasiado, Lyla. Y asusta como la mierda a la frígida perra en la que te
has convertido desde lo que tu hermano y ese idiota de tu ex te hicieron.
Es un golpe bajo, y lo sé. Pero parece que no puedo evitarlo con ella. Hace que salga
el bastardo que hay en mí algunas veces.
Veo a sus ojos mirarme con dolor, y me importa. Odio que me importe lo suficiente 111
como para afectarme.
Y lo peor es el silencio que le sigue.
Ella no me da ninguna réplica. Tranquilamente sólo quita su brazo de mi mano y
empieza a irse.
Empiezo sentir pánico en mi pecho.
No sé qué hacer con ello porque nunca lo he sentido antes. No de esta manera. No
por una mujer.
—Eso es, Lyla. Huye. Haz lo que mejor haces.
Se detiene y se vuelve hacia mí. El dolor se ha ido, y su expresión está en blanco.
No sé cuál es peor. Viéndola herida, o viendo que no le importa.
—No estoy huyendo. Estoy haciendo la elección inteligente —y esa es alejarme de ti.
Jesús, eso malditamente dolió.
Mis manos frotan mi pecho mientras sacudo mi cabeza despacio —no, estás huyendo
porque tienes miedo.
—No tengo miedo de nada —mucho menos, de ti.
Dejo que una sonrisa se deslice en mis labios incluso cuando sonreír es la última cosa
que quiero hacer ahora.
—Sí, lo estás. Pero no hay nada a lo que temerle. Te lo voy a enseñar. Puedes seguir
huyendo, pero te cogeré, y pronto. No me rindo, Lyla.
Sus ojos se ajustan, y el frío en ellos me hiela hasta los huesos.
—Pero tú deberías rendirte, Tom. De verdad que deberías.
Entonces, sale por la puerta.
Y me deja aquí con una furiosa erección, el peor caso de bolas azules, y un dolor en
mi pecho que no puedo explicar.
112
15
Lyla
Traducido por Adaly
Corregido por Leluli
Hemos venido a un restaurante para tener una cena temprana antes del show de esta
noche. El resto del equipo está preparando el lugar, así que solo somos Cale, Sonny, Van,
Shannon y yo. No tengo idea donde esta Ashlee y no me importa saberlo. Solo estoy feliz
que no tengo que verla adorar a Tom otra vez.
¡Oh, sí! Él está con nosotros.
Él no ha tratado de hablar conmigo desde esta mañana. Apenas me mira.
Me molesta mucho más de lo que quisiera admitir en este mismo momento.
Tal vez ha cambiado de opinión sobre no darse por vencido. Y ni siquiera voy a entrar 113
en lo mucho que me afecta ese pensamiento.
Él estaba enojado después de que me aparté de nuestro beso. Pero, claro, no puedo
culparlo. Me debo de ver visto como una provocadora.
No lo soy. Sólo estoy confundida y asustada. Él estaba en lo cierto acerca de esa parte.
Tom enciende partes de mí que preferiría que se mantuvieran en la oscuridad.
Parece que no me puedo controlar a su alrededor. Todo lo que tiene que hacer es poner
una mano sobre mí y todos mis sentidos junto con mis inhibiciones se escapan volando.
Estaba muy contenta por la interrupción. Pero no puedo seguir confiando en que las
interrupciones me salven. Tengo que encontrar una forma de permanecer fuerte alrededor
de Tom. Tengo que parar de molestarlo. No es justo.
Lo que Tom piensa de mí me importa. No quisiera disgustarlo. Antes de todos esos
besos, teníamos un buen lugar en donde éramos amigos. Quiero regresar a ese lugar aunque
los besos son asombrosos.
Jesús, estoy tan confundida.
Frotando mi cabeza, suelto un suspiro.
Van me mira.
—¿Estás bien? —pregunta con la boca llena de comida.
Asintiendo, digo:
—Sip. Todo bien por acá. —Le doy una sonrisa deslumbrante.
Entonces, miró mi plato. Corté un pedazo de panqueque con mi tenedor, le clavo el
tenedor dejando que el jarabe gotee al plato. Me inclino hacia adelante y deposito el pedazo
de panqueque en mi boca. Decidí tener un desayuno para cenar. Perdí mi apetito, pero
necesitaba algo y pensé que los panqueques pasarían fácil.
Mastico lentamente, tratando de concentrarme en la dulzura del jarabe, pero estoy muy
distraída por el sonido de la voz de Tom. Él está sentado del otro lado de la mesa a un asiento
más allá de mí, junto a Van y está hablando con Cale sobre guitarras.
Nunca pensé que sería tan difícil tratar de ignorar a alguien, pero con Tom lo es. Me
tengo que contener de mirarlo. Mis ojos parecen estar atraídos por él, como abejas a la miel.
Vuelvo mi rostro hacia adelante y miro hacia el frente, fijando la vista en el cuadro de la pared
detrás de la cabeza de Van. Es una pintura aburrida de un campo con árboles, vacas y ovejas;
pero me obligo a examinar intrincadamente cada parte de esa pintura.
Llegue a la tercer oveja cuando siento mi teléfono vibrar contra mi trasero. Deslizo
una mano en el bolsillo y al sacarlo encuentro la pantalla iluminada con el nombre de Tom.
Con el corazón en la garganta, lo miro y él no me pone atención, tiene sus ojos puestos en
Cale mientras lo escucha hablar. Viendo hacia mi teléfono, abro el mensaje.
Detente.
Le contesto:
Esto es hostigamiento.
Te podría demandar por acoso.
Sé que me deseas, así que no hay forma de que me eche para atrás.
Tecleo:
De verdad, no te deseo.
Leo:
116
Mierda.
Estoy suplicando porque no sé qué más hacer. Sí él se acerca a cualquier lugar cerca de
mí volveré a ceder ante él. Y la próxima vez serán más que besos.
¡Oh, Dios!
Mi palma sudorosa se aprieta alrededor de mi móvil. Mi cuerpo se ruboriza desde la
parte superior de mi cabeza hasta las puntas de mis pies. Cada parte de mí está encendida
gracias a sus sucias palabras. Mi excitación me empapa.
Muevo mis ojos hacia Tom y los suyos están en mí, aun determinado.
Junto mis muslos tratando de aliviar el dolor que él está creando con cada palabra en
sus mensajes.
Pienso por un momento mientras mis dedos se ciernen sobre la pantalla de mi teléfono.
Yo quiero
Me detengo, luchando con que decir. Entones, accidentalmente presiono la tecla
enviar.
Mierda.
Mi estómago se revuelve por el mensaje sin terminar que acabo de enviarle. Un
segundo después la canción «Gorrilla» de Bruno Mars empieza a sonar alto. Me toma un
segundo darme cuenta que proviene del teléfono de Tom, señalando el mensaje que acabo
de enviar.
Me congelo.
¿Acaba de cambiar su tono de llamada?
¿Por qué?
Para atraer mi atención
Bueno, sí esa es la intención, él tiene toda mi atención. Y no solo porque sé de qué
trata la canción, sino también por la parte exacta que él ha establecido como tono de mensaje.
Creo que sabes a qué parte me refiero, hijo de puta.
Lo veo. Él me está mirando con lujuria y desafío. Muevo mi mirada. Los chicos no
parecen afectados por la canción sonando del teléfono de Tom. Incluso Cale ha empezado
a cantarla. Tom espera, dejando el tono terminar antes de recoger su teléfono y leer mi
mensaje.
—Joder, me encanta esa canción —dice Cale. Yo murmuro en acuerdo.
—Esa canción es genial. Me ha ayudado a conseguir revolcones varias veces. Ahora le
hago un altar a Bruno Mars —dice Sonny con la boca llena de hamburguesa.
—Bien —contesto.
Ahora no puedo retirar mis ojos de Tom sabiendo lo que está leyendo. 117
Los ojos de Tom parpadean hacia mí, están llenos de preguntas, confusión y sobre
todo de hambre.
—Ly, ¿te vas a comer eso?
Arrastro mis ojos de Tom hacia Van sosteniendo un tenedor sobre el plato apuntando
hacia mis panqueques.
—No, tómalos —empujo mi plato hacia él. Mi teléfono vibra.
Coloco mi teléfono abajo, esperando su respuesta. Pero nunca llega. Espero por lo que
parece una eternidad y nunca llega. Y cuando miro a Tom, él no me está viendo, él está
hablando con Shannon y su teléfono no se ve por ningún lado.
El pánico rasca justo debajo de la superficie pero lo aparto. Esto está bien. Esto es lo que
quiero. Y entonces mi celular empieza a sonar, asustando la mierda de mí. Es un número de
celular que no reconozco. Dudo por un momento y contesto:
—¿Hola?
—Lyla, soy Robbi, Robbi Kraft.
Mi estómago hace una pequeña voltereta:
—¡Oh! Robbi, hola.
Echo un vistazo a Tom para ver si él me escucho, lo hizo.
No sé qué reacción esperar de él al saber que Robbi está al teléfono, tal vez ira.
Pero eso no es lo que consigo. No hay nada. No reacción, su cara está perfectamente
en blanco.
Shannon le dice algo y él la mira. Me siento extrañamente vacía pero con un pequeño
hormigueo porque Robbi me está llamando. Me levanto de mí asiento y me alejo de la mesa.
Camino a través de la salida para tomar la llamada en privado. La primera cosa que sale de
mi boca es:
—Am… ¿Cómo conseguiste mi número?
Lo escucho tomar una bocanada de aire. Él suena un poco nervioso mientras dice:
—Está bien, sé que esto tal vez suene un poco acosador, pero te prometo que no lo
es. Bueno, tal vez lo sea un poco. Pero tú nunca llamaste y tengo un amigo… en la policía.
Él consiguió el número para mí.
—Estoy bastante segura que es ilegal —lo digo con una sonrisa
—Estoy seguro que estas en lo correcto, pero si digo que no he podido dejar de pensar
en ti desde Idaho, ¿ayudaría?
—No lo sé, es un crimen bastante serio el que has cometido.
118
—Está bien, ¿Qué tal si accedes a cenar conmigo? Si te sientes igual sobre mi lado
criminal, mis métodos acosadores, yo personalmente me entregare a los policías.
—¿Te refieres a tu amigo el policía, él que rompió la ley contigo?
Él se ríe y contesta:
—El mismo.
Golpeo mi dedo contra mi barbilla.
—No estoy segura si ir a cenar con un criminal y acosador será una buena idea.
Deja escapar un ruido de desaprobación.
—Sí, creo que puede que tengas razón. Mierda, la he jodido desde el principio.
Me reí.
—No la has jodido totalmente.
—¿No?
Me gusta la esperanza que escucho e su voz.
—¿Qué te parece que la próxima vez que nos veamos me compres la bebida que no
tuviste la oportunidad de comprarme la última vez?
Oigo crujir el papel. Y él dice:
—En cinco días en Pittsburgh los dos estaremos tocando ahí. Es una cita.
—Robbi nunca dije que fuera una cita —le digo añadiendo ligereza a mi voz para no
sonar tan perra.
—Está bien. No es una cita, solo una copa entre dos amigos. Prométeme una cosa…
—Por lo general no hago promesas.
—¿Por esta vez puedes hacer una excepción por mí?
Suena tan encantador que no puedo evitar decir:
—Está bien, dispara.
—Prométeme que no dejaras que alguien más te compre una bebida de aquí a
Pittsburg.
—¡Oye, una chica tiene que beber! —Me río—. ¿Qué tal si te prometo no dejar que
alguien que no sea mi amigo me compre una bebida de aquí hasta Pittsburg? —Casi puedo
sentir su sonrisa por la línea.
—Perfecto. Así que te veo en cinco días Lyla.
—Me veras en cinco días.
Con una sonrisa en la cara cuelgo el teléfono y lo guardo en mi bolsillo trasero.
Empiezo a caminar de regreso a la mesa. Tan pronto como levanto mis ojos me encuentro
con la mirada de Tom. Y él me está mirando de una forma que nunca antes había visto, como
si viera a través de mí, distante, casi como sí no me viera más.
Y estaría mintiendo si dijera que no me duele.
119
16
Lyla
Traducido por Adaly
Corregido por Liraz
3 Un roadie es un técnico que viaja con un grupo musical en sus giras y que se encarga de todos los aspectos
de sus conciertos.
Pero no me siento inferior esta noche porque sé que me veo realmente bien. Shannon
me dio el servicio completo antes, ya que le dije que me encontraría con Robbi para tomar
una copa esta noche. Y ella tomo eso para suponer que es una cita. No importó cuantas veces
le dije que no lo era, ella no estaba escuchando, así que puso todo su entusiasmo en mí. Lo
cual, ahora, me alegraba.
Mis labios rojos, uñas pintadas a juego, y estoy usando un vestido impresionante. Es
negro y corto con mangas largas, pero la mejor parte de ese vestido es el escote hasta el
ombligo. Es un vestido malditamente caliente vestido para usar sin sujetador y con los pechos
pegados en su lugar. Y para rematar, estoy usando unos botines de ante negros con tacón
alto. Me veo bien, no, me veo caliente y mis chicas lucen mejor.
Con la cabeza en alto, saque mis mejores atractivos, los atractivos en los que ya sabía
que Tom se fijaba, me pavoneé hacia ellos.
—¡Hey! —Sonreí.
Ashlee me vio de pies a cabeza.
—Shannon me pidió que te diera tu bolso. —Ella me lo ofreció.
Demasiadas cortesías. Le dije:
—Gracias. —Tomando el bolso.
Me dio una sonrisa falsa.
A diferencia de Tom, realmente no me gusta esta chica.
—Excelente presentación como siempre —dijo Tom con sus ojos en mi rostro—. Tu
voz estaba en llamas esta noche. —Entonces dirige su sonrisa amable hacia a mí. Él ni 122
siquiera miró hacia mis pechos.
Bien, él podría haberme dado una patada en la virginia.
Tengo que contener el grito de frustración que trepaba por mi garganta. Y con más
razón cuando vi la mirada de suficiencia en el rostro de Ashlee.
Cabreada y sintiéndome estúpida por tratar de llamar su atención con mi pechos, le
doy un asentimiento de cabeza.
—Genial. Bueno, voy a estar en el bar por sí alguien me necesita.
Giro sobre mis tacones de aguja, sin molestarme en esperar a Cale, Sonny y Van,
pisoteando me alejo.
Estoy enfadada, y estoy bastante segura de es bastante obvio con cada paso que doy.
No es que Tom lo notará. Él va a estar demasiado ocupado mirando los pechos falsos
de Ashlee.
Meow.
Al llegar a la barra, golpeo la tarjeta de crédito en la barra y dejo caer mi bolso junto a
ella.
—Un shot de tequila y que sigan viniendo.
El lindo barman levanta una ceja hacia mí y sonríe. Toma mi tarjeta y la coloca junto a
la caja registradora. A continuación, pone una copa tequilera en la barra y vierte el tequila en
ella.
—¿Creí que no dejarías que nadie más te comprara una copa, a excepción de mí? —
La suave voz de Robbi viene a mi oído.
Me giro hacia él.
Jesús, luce mejor de lo que recordaba. Al ver a Robbi, algo de la tensión de mi cuerpo por
Tom empieza a dirigirse a la puerta marcada como salida.
Le sonrío a Robbi. Mis ojos haciendo un viaje rápido por encima de su cuerpo. Yo
podría estar en paréntesis de hombres, pero no estaba ciega. Robbi es delgado y tonificado, pero no
musculoso como Tom.
Me gusta mucho la forma en que sus jeans negros y rasgados cuelgan de sus delgadas
caderas. La playera negra y ajustada que está usando tiene un cráneo rodeado por las llamas
con Hellraiser escrito debajo. Muestra su pecho y brazos prácticamente definidos.
Espero que Robbi sea un diablillo.4 Eso es exactamente para lo que estoy de humor
esta noche, para levantar un infierno.
Tomo el shot y lo bebo, disfrutando de la quemadura de alcohol.
Me vuelvo hacia a Robbi y lo miro por debajo de mis pestañas, dándole una sonrisa
tímida.
—Compré este yo misma.
Sus ojos se oscurecen en mí, y me gusta la forma en que me hace sentir.
—Una chica como tú no debe de comprarse bebidas —me dice, inclinándose un poco
más cerca de mí.
—Bien.
Él hecha la cabeza hacia atrás y se ríe con su contagiosa risa.
Imagino que el sonido tiene a las mujeres de la derecha, izquierda y del centro arrojando
sus bragas. 123
—Así que finalmente, ¿Puedo comprarte esa bebida? —Me da una sonrisa baja bragas.
—Si puedes. —Le sonrío.
Inclinándose sobre la barra, levanta una mano, atrapando la atención del barman.
—¿Otro shot? —Pregunta Robbi.
Niego con la cabeza. Probablemente no es una buena idea para mí tomar shot y
emborracharme.
—Una cerveza, por favor.
—Dos cervezas —le dice al barman.
Me giro y me apoyo en la barra, mirando a su alrededor. Veo a Van charlando con una
chica y a Sonny con la lengua en la garganta de otro chica. Cale no está a la vista.
Exploro a la multitud en búsqueda de Tom, y lo veo a través del cuarto.
Mi estómago se aprieta en mil nudos y siento como si fuera a vomitar. Él está sentado
al borde una silla con sus piernas largas extendidas y de pie entre ellas se encuentra Ashlee.
Ella tiene su mano en el pecho de él y le está diciendo algo al oído.
Sus ojos se encuentran con los míos a través del cuarto, y la quemadura que siento es
dolorosa.
Encontrando extraño que Cale no este alrededor y no queriendo ver a Tom con Ashlee,
saco mi celular de mi bolso y compruebo sí Cale ha enviado un mensaje con su paradero.
4 Juego de palabras: ella dice que él espera que será un Hellraiser (diablillo).
Efectivamente él lo ha hecho.
Llevando a esa chica de antes de vuelta al hotel. Tom dijo que va a asegurarse de que regreses a
salvo al hotel. Me hubiera gustado verte antes de irme, pero te vi hablando con Robbi. No quería
interrumpir. ;) Te amo x
Nos vamos a quedar en un hotel esta noche ya que tenemos dos shows en dos clubes
diferentes en Pittsburg. Uno de ellos fue el show de esta noche. Así que Tom decidió que
podríamos tener una noche libre de dormir en el autobús, y este fue el momento ideal,
mientras no estuviéramos en el camino.
Tecleo rápidamente una respuesta.
Diviértete. Y no habrías interrumpido. Sólo estoy tomando una copa con Robbi, esto es todo. Te veré
en el desayuno. Yo también te amo x
Robbi sostiene una botella de cerveza en frente de mí. Tomándola, cerré a pantalla de
mi celular y lo puse en el bolso.
—Gracias. —Le sonreí.
—Así que… —dijo.
Parecía nervioso. Es lindo.
124
Vuelvo mi cuerpo hacia el suyo.
—¿Así que?
Se pasa la mano por el cabello y se desplaza sobre sus pies.
—Está bien, voy a decir esto. Realmente me gustas.
—Está bien… —me muerdo el labio, un poco insegura de cómo responder. No
esperaba esto.
—Y me pones muy nervioso.
Suelto una carcajada.
—¿Te pongo nervioso? Realmente lo dudo.
—De verdad. —Se mueve un poco más cerca de mí—. Nunca me pongo nervioso
alrededor de mujeres pero… lo hago.
Me puse la botella en los labios y tomo un sorbo.
—No estoy seguro de sí el ponerte nervioso es algo malo o bueno.
Levantando una mano hacia mi cara, toma mi cabello y la pone atrás de mi oreja.
—Bueno, realmente bueno. Eres increíblemente hermosa Lyla. Es un poco
desconcertante.
—¿Desconcertante? —Frunzo el ceño.
—Sí. Tú puedes tener a cualquier chico que quieras en esta sala.
Sus dedos corren por mí mandíbula, y él se inclina en aún más cerca. Su botella choca
contra la mía.
—Y eso me pone nervioso porque yo quiero que me quieras, y lo quiero más que
nunca me ha importado antes.
Él me está mirando como Tom me mira.
Sólo, que su mirada no tiene el mismo efecto que la de Tom. Sólo hay una calidez en
mi estómago, no el calor abrazador que consigo de Tom.
«Heart Attack» de Demi Lovato comienza a tocar en voz alta a través de los altavoces.
Con Tom en mi mente y siendo consciente del hecho de que él es esta justo del otro
lado de la habitación, me muevo un poco hacia atrás, dejando su mano suspendida en el aire.
Rápidamente se retracta, poniéndola alrededor de su botella antes de sostenerla contra
su pecho. Una expresión de angustia aparece en su rostro.
—¿He ido demasiado rápido y te he asustado?
—No. —Niego con la cabeza—. No es eso. —Mis ojos se desvían y es cuando veo…
Tom besando a Ashlee.
Me siento como sí me hubieran abofeteado, golpeado y por si acaso pateado.
La música aliviando un doloroso latido en mi cabeza.
Todo se ha detenido. El tiempo. Mi corazón. Mi vida. La tierra girando.
Jesús. Esto duele.
Todo deja de moverse, a excepción de lo que está sucediendo al otro lado en este
momento.
Él besando la a ella. 125
En realidad, él la está besando.
Y sus manos están en sus brazos, abrazándola.
Y él… él la está besando.
Jesús.
Voy a vomitar.
Las lágrimas están quemando mis ojos, y un dolor está arañando su camino hasta mi
garganta.
Sé que no tengo derecho a sentirme de esta manera. Lo rechacé.
Pero este hecho no hace que el dolor sea menos.
—¿Lyla? —Robbi me trae de vuelta.
Mis ojos se encuentran con los suyos. Estoy bastante seguro de que él puede ver algo
en ellos.
Entonces, él dice,
—Tom… —gira su cabeza en la dirección de Tom y Ashlee—. ¿Están ustedes dos…?
—No.
—Vi el video en línea, y tú parecías…
—No parecemos nada. Él video no significa nada. Sólo una apuesta.
—Está bien. —Él sonríe—. Me alegra oír eso. —Se acerca de nuevo—. Muy contento.
Me quede mirando a Robbi. Él es dulce y de buen aspecto, y huele bien. Limpio. Jabón
y loción para después de afeitarse. Como un hombre debe de oler.
No tan increíble como huele Tom, pero eso es bueno.
Ahora mismo, no necesito nada parecido a Tom. Necesito exactamente lo opuesto a
él. Algo para hacer que el conocimiento de que él está besando a Ashlee duela menos.
Por eso me inclino hacia Robbi y también inclino mi rostro hacia él, ofreciéndole mi
boca, haciéndole saber exactamente lo que quiero.
Él sonríe suavemente, levantando sus manos hacia mi cara.
Cierro los ojos mientras se acerca.
En el momento en que los labios de Robbi tocaron los míos, sentí una punzada de
culpabilidad.
Ridículo, ¿Verdad?
Me siento culpable por besar a Robbi, mientras que Tom ha metido la lengua en la
garganta de Ashlee.
Haciendo caso omiso de la culpa, me esforcé en el beso, poniendo mi mano alrededor
de la nuca de Robbi y abriendo la boca para él.
A él parece gustarle eso. Le siento reír contra mis labios, y luego su lengua se desliza
dentro de mi boca.
Es… agradable. Su beso es lento, suave. Nada como los besos de Tom. Los labios de
Robbi son sorprendentemente suaves para ser de un chico. No como los labios de Tom, que
son firmes y deliciosos.
Deja de pensar en Tom.
Los dedos de Robbi tejen mi cabello y el profundiza el beso. 126
Esto es un error.
No. Esto es bueno. Perfecto. Robbi es genial.
Apago mi cerebro y me mantengo besándolo.
Entonces, de la nada, una sensación de vértigo se arrastra por mi columna vertebral, y
de repente mi sentido de araña me hace detener el beso. Presiono una mano en el pecho de
Robbi, empujándolo hacia atrás.
Él me mira fijamente, respirando con dificultad. Sus labios están hinchados con sus
labios manchados con mi labial rojo.
—Wow. —Respira.
Veo una figura detrás de él, y de repente, él es arrancado lejos de mí. Ahora en donde
Robbi estaba se encontraba un Tom seriamente cabreado.
—¿Qué coño estás haciendo? —Gruñe Tom.
—¿Disculpa? —Parpadee.
Su rostro se oscurece.
—Dije, ¿qué coño estás haciendo?
Entrecierro los ojos hacia él, mis manos fueron a mis caderas.
—¿Qué te parece que estoy haciendo?
Frunce el ceño.
—Haciendo el ridículo, eso es lo que parece.
Bien… eso duele.
Lágrimas pican los ojos. Ira golpea con toda su fuerza.
—¡Veta a la mierda! —Le escupo.
—¿Me estoy perdiendo algo aquí? —La voz de Robbi proviene detrás de Tom.
La cabeza de Tom gira hacia Robbi. La mirada que Tom le da a Robbi derribaría a
cualquier hombre, para el caso, muy posiblemente a un osos polar. Tom daba miedo.
—Sí, los dientes, si no te vas de una puta vez.
Robbi mira más allá de Tom hacia a mí, con su mirada inquisitiva.
Tom se vuelve completamente hacia Robbi.
—No la mires a ella. Mírame a mí. —Con su voz dura como piedra—. Todo lo que
pensaste que estaba sucediendo con Lyla no está pasando. Nunca. ¿Me entiendes?
Robbi frunce el ceño y da un paso hacia Tom.
—¿Y si no te entiendo? Entonces, ¿qué?
Tom deja escapar una risa sin humor. Se mueve tan cerca de Robbi que sin duda se
llamaría invasión del espacio personal.
Hace acelerar mi corazón.
Tom se inclina hacia la cara de Robbi con propósito.
—Deberías de aprender a cerrar la puerta de tu camerino, Kraft. Sí no lo haces y alguien
pasa por ahí puede escuchar todo tipo de cosas.
Veo algo destella en la cara de Robbi. Algo que no me gusta.
127
Tom se endereza.
—Lyla es una zona prohibida para ti. Por lo tanto, lo diré de nuevo. ¿Me. Jodidamente.
Entiendes?
Robbi retrocede.
—Alto y claro. —Me mira sobre el hombro de Tom, y me da una cara de disculpa.
Entonces, se vuelve y desaparece entre la multitud.
Tom se gira hacia a mí y me agarra del brazo.
—Nos vamos.
Lo arranque, liberándolo.
—No voy a ninguna parte contigo, ¡maldito neandertal! —Después pasando una mano
sobre mi cabello, agarro mi bolsa—. De todos modos, estoy bastante segura de que tu novia
ahí te está esperando para que puedas terminar lo que empezaste, así que será mejor que
vuelvas con ella. —Tiro mi cabeza en dirección de una Ashlee que nos ve aturdida y que
sigue de pie en donde la dejó.
Su mandíbula tensa.
—Ashlee no es mi novia y lo sabes. —Algo destella a través de sus ojos—. Es por eso
que besaste a Robbi, ¿verdad? Porque nos viste a Ashlee y a mí…
Levanto una mano interrumpiéndolo.
—No sigas adelante por ahí, casanova. Bese a Robbi porque quería. Porque él es
caliente y un gran besador. Un mejor besador que tú.
Puede ser que también haya sacado mi lengua hacia él y le dijera: Na-na-nananana.
Dios, soy patética.
Tom estrecho sus ojos como rendijas.
—No seas ridícula. Estas actuando como una niña en este momento.
—¿Yo? —Grito, golpeando con una mano mi pecho—. Yo no soy la que acaba de
echar a un niño fuera de la caja de arena porque pensé que estaba jugando con mis juguetes.
Su rostro se tensa, sus ojos oscureciéndose a extremadamente aterradores.
—Estaba jugando con mi juguete.
Escondo el escalofrió que siento por sus palabras. En su lugar frunzo el ceño hacia él.
—Dios mío, eres un bastardo egoísta.
—Sí, y tú eres una perra loca. Nos vamos. Ahora.
Le digo:
—¿Eres sordo? ¡No voy a ningún lado contigo!
Estoy bastante segura de que todo el club nos estaba mirando en este momento. Pero
me importa una mierda.
La siguiente cosa que escucho es este gruñido de hombre de las cavernas que viene de
Tom. Entonces, estoy siendo levantada del suelo antes de ser arrojada por encima del
hombro.
—¡Argh! —Grito—. ¿Qué demonios estás haciendo?
—¿Qué te parece que estoy haciendo? —dice lazando las palabras que dije antes—.
No vas a venir tranquilamente, así que estoy llevando tu culo de perra fuera de aquí.
128
—¡Bájame, lunático! —Le pegué en la espalda con mi bolso.
Entonces, rápidamente me doy cuenta de que tan corto es mi vestido. Le doy al
dobladillo un tirón, asegurándome de que mi trasero este cubierto.
—No —rechina.
—¡Psicópata!
—Reina del drama.
—¡Argh! —Grito de nuevo—. ¡Te odio!
—¡Sí, sigo escuchando eso. Ahora cállate porque estás haciendo una escena. —Me da
una palmada en el culo.
Mi boca cae abierta.
¡Gilipollas arrogante! No puedo creer que él acaba de decirme que me calle y golpea mi
trasero.
Ignoro el hecho de que en algún otro escenario, un dormitorio, sería realmente muy
caliente. Con mis dientes apretados, dejo salir
—Eres un jodido mut. —Luego, por si acaso, de nuevo lo golpeo en la espalda con mi
bolso.
—Sí, sigo oyendo eso también. —Se ríe.
La vibración de su risa golpea en todos mis lugares hormigueantes.
En este momento, me alegro de que mi culo este en su cara, para que no pueda ver la
sonrisa forzar su camino en mis labios.
Tom trota por las escaleras del club antes de dirigirse por la salida, cargándome como
sí no pesara nada en lo absoluto.
Sí no fuera tan vergonzoso, sería muy en su mayoría caliente.
Sé que la gente nos está mirando, así que mantengo la cabeza abajo y los ojos cerrados,
rezando para que me baje pronto.
Él silba para llamar un taxi. Veo uno aparecer. Tom abre la puerta y luego me deposita
en el asiento trasero.
Mi culo golpea el asiento, mi respiración sale silbante con fuerza.
Tom sube a mi lado.
—Fairmont —dice al conductor.
El taxi se detiene en el tráfico.
Me muevo en mi asiento para enfrentar a Tom.
Pasa un largo rato para que vuelva la cabeza para mirarme.
—¿Qué?
—¿Qué? —Dándole una mirada incrédula, sacudo una mano entre nosotros—. ¿Vas
a explicarme qué demonios fue todo eso?
Agarrando mi mano, él la levanta, aprieta la palma de su mano contra la mía, y luego
une los dedos.
Mi corazón tartamudea.
El fantasma de una sonrisa toca sus labios, haciéndolo más atractivo, sí eso fuera 129
posible.
—Sé que te gustan los espectáculos públicos, Firecracker, pero este no es el lugar.
Hablaremos de ello cuando llegue al hotel.
Entonces, él mira hacia adelante. Sentada aquí, estoy sorprendida por todo lo que acaba
de pasar. Pero sobre todo, sólo estoy sin palabras por la sensación de su mano sosteniendo
la mía.
Sabiendo que no quiero darle una razón para dejarla ir, no digo ni una palabra en todo
el viaje de regreso al hotel.
17
Lyla
Traducido por maka.mayi
Corregido por Liraz
Manteniendo un firme control de mi mano, Tom me lleva a través del lujoso vestíbulo
del Fairmont y directamente a un ascensor en espera. Aprieta el botón correspondiente a la
vigésimo tercera planta, su piso, supongo. Mi habitación está en el piso quince.
Sintiéndome desafiante, me inclino y pulso el botón que marcaba el quince.
Lo siguiente que sé, es que su cuerpo duro está presionando el mío, haciéndome
retroceder. No tengo más remedio que ir a donde él quiere y termino contra la pared del
ascensor.
Trato de armarme contra su delicioso aroma y contra la erección que puedo sentir
presionando en mi estómago. Pero mi cuerpo está en control y mi cuerpo ama a Tom Carter. 130
El deseo estalla en mi vientre y se estremece a través de mí.
Las manos de Tom suben a cada lado de mi cabeza, encarcelándome.
Sus labios se ciernen sobre los míos. Sus ojos se oscurecen, convirtiéndose en piscinas
de lujuria.
Mierda Santa.
—Bajas en tu piso, y tú y yo vamos a tener un problema aún más grande del que ya
tenemos. —Se chupa los labios.
Estoy distraída por la vista. Sólo sirve para aumentar la presión que siento entre mis
muslos.
—Tenemos que hablar, y tomando en cuenta nuestra trayectoria, podría llegar a
ponerse... ruidoso. —Sus ojos se encendieron con otro significado, enviando un escalofrío a
correr a través de mi cuerpo—. Tu habitación está al lado de la de Cale, pero la mía es la
única que hasta allí, así nadie nos escuchará.
Se aleja de mí con esa maldita sonrisa en su rostro. Se inclina contra la pared frente a
mí y cruza sus brazos sobre el pecho, mostrando esos increíbles bíceps que tiene.
—Además, tengo algo para ti en mi habitación.
Levantando una ceja, y cambio la dirección de mi mirada a la erección muy visible en
sus jeans.
Tom deja escapar una risa sexy.
—No es eso, bueno, no inmediatamente.
Ignorando el hormigueo lujuriosos que estoy sintiendo, le muestro mí dedo medio.
Se ríe de nuevo, esta vez más fuerte. Miro a mis pies para ocultar la sonrisa que está
forzando su camino en mis labios. Odio la forma en que puede llegar a mí de esta forma.
El ascensor no tarda mucho en detenerse en mi piso. Miro las puertas abiertas,
considerando mis opciones.
Tom es terco y quiero conseguir sacar algunas cosas de mi pecho con él, así que me
trague mi orgullo y dejé que las puertas se cerraran. Estoy esperando una réplica inteligente
por su parte, pero no dice nada.
Cuando lo miro, él está sonriéndome suavemente.
Hace que mi corazón se arrugue.
Muy pronto, las puertas se están abriendo en el vigésimo tercer piso. Sigo a Tom por
el pasillo. Se detiene frente a una puerta marcada como la Suite Presidencial.
Por supuesto que se está quedando en la mejor suite del hotel.
Desliza la tarjeta llave y abre la puerta.
—Después de ti.
Me sorprende su manera caballerosa, pero no dejo que se muestre. Camino por delante
de él y entro en su suite. Es preciosa y las vistas de la ciudad son impresionantes.
—¿Quieres algo de beber? —Pregunta.
Quitando la vista de mis ojos, deje caer el bolso sobre la mesa de café y me vuelvo para
encontrar a Tom ya en el minibar. Sabiendo lo exageradamente caras que son las bebidas del
minibar y lo enojada que estoy con Tom en este momento, me decido a pedir la cosa más
cara en él. 131
Me muevo a su lado, dejando un espacio de seguridad entre nosotros. Me inclino hacia
abajo y miro en la nevera. Dirijo mis ojos sobre la lista de precios. Excelente. Lo más caro es
una botella en miniatura de whisky Thomas Segal.
No me gusta el whisky, pero de todas formas digo:
—Voy a tomar el Segal y un cartón de pistachos.
Me obligaré a tragar la jodida bebida y cubriré el sabor con los frutos secos.
Sí, soy así de mezquina.
El cuerpo de Tom se endurece a mi lado.
—No. Te voy a comprar todo lo que quieras de aquí, pero no eso.
—¿Las nueces?
Frunzo el ceño.
—No. Segal. No voy a comprarte eso.
Inclino mi cabeza, para poder ver su rostro.
—¿En serio? ¿Después de la mierda que hiciste esta noche, me estás negando una
copa?
—No te voy a negar nada. Simplemente no te voy a comprar eso. —Su voz es dura.
—¿Qué demonios te pasa? —Grito. Al parecer, todavía estoy con ánimos para pelear
con él. Mis uñas están fuera y con muchas ganas de comenzar.
—Lyla —dice mi nombre como una súplica, sus dedos sostienen el puente de su
nariz—. Déjalo, por favor. Te voy a comprar todo lo que quieras, pero no eso.
Su voz suena diferente y extraña. Me mira. Sus ojos están suplicantes. Se ve triste. Toda
la rabia en mí se disipa.
No entiendo por qué comprarme esa bebida le pone triste.
Curiosidad de lado, no insisto, pero decido dejarlo.
—En realidad, podría hacer esto con la cabeza clara. Voy a tomar una Coca-Cola
dietética.
Su cuerpo se relaja. Me alejo de él, pero lo oigo suspirar en voz baja y dejándome aún
más confundida en cuanto a lo que era eso exactamente.
Me siento en el sofá y miro las luces parpadeantes de la ciudad que nos rodea.
Tom lleva dos latas de Coca-Cola y un contenedor de pistachos para mí. Los pone
sobre la mesa y toma asiento a mi lado.
Me inclino hacia delante, abro mi lata y tomo un trago. Mi garganta está un poco seca
de tanto gritarle a Tom esta noche. En este momento, se me ocurre que nunca le he gritado
a alguien tanto como lo hago con Tom. Nadie ha conseguido meterse bajo mi piel como él
lo hace, sexualmente o por enojos. Y realmente no sé qué significa.
Bajando la lata, me retuerzo en mi asiento para mirarlo.
—Así que, ¿vas a explicar el comportamiento de hombre de las cavernas?
Se vuelve hacia mí, subiendo la pierna sobre el sofá, que presiona gentilmente contra
mi muslo. Cada partícula de mi cuerpo se agudiza por la parte de mí que su cuerpo está
tocando.
—No lo lamento. 132
Eso trae mi atención de vuelta a él.
—Haría lo mismo otra vez, si se presenta la misma situación. El tipo es un idiota.
Me paso una mano por el cabello.
—Apenas lo conoces.
—Conozco lo suficiente.
—Me gustaba, pero has ido y has arruinado eso ahora.
No sé por qué no le digo que estaba interesada en Robbi sólo como amigo.
Está bien, si lo sé. Es porque tendría que explicar por qué besé a Robbi. Y eso
significaría decirle a Tom que lo hice como una reacción, porque estaba celosa porque él
estaba besando Ashlee.
Sus ojos se estrecharon.
—Pensé que no estabas pendiente de los hombres. Así que, ¿por qué no estás lejos de
él? ¿Por qué darle un beso?
Mierda. ¿Cómo puedo responder a esto?
—Yo... —Mi boca se seca—. No estaba en él —le digo lentamente. Recojo una pelusa
imaginaria de mi vestido, para poder evitar su mirada pesada—. No sé por qué le di un beso.
Mentira, mentirón, se te quema el pantalón5.
Tom agarra mi mano en la suya y pasa la yema de su pulgar sobre la palma de mi mano.
5 Liar, liar, pants on fire: referencia de un poema del siglo XIX, escrito por William Blake, lleva el título de
«El Mentiroso».
—Querías darme celos.
—¡No! —Yo arranco mi mano de la suya.
Se inclina hacia delante, metiéndose en mi espacio.
—¿Por qué no puedes decir la puta verdad? ¿Por qué no puedes admitir que me quieres
y terminas con esto?
Porque soy una cobarde.
Lo miro, al ver la frustración grabada como líneas en su rostro. Pero entonces, en las
profundidades de sus ojos, veo un destello de dolor.
¿Estoy haciéndole daño? No quiero hacerle daño.
Con los labios temblorosos digo:
—Bien. ¿Quieres la verdad? Es porque me asustas. Esto… —hago un gesto entre
nosotros—, sea lo que sea, se siente intenso. —Mi voz se calma—. Y lo intenso me asusta
muchísimo.
Algo cruza su frente y sorprendentemente, se pone de pie y de espaldas a mí.
Me deja sintiéndome bien abierta y vulnerable.
—¿Quieres saber por qué asusté a Robbi? —Su voz es baja. Se vuelve a mirarme.
—Por supuesto que sí.
—Por dos razones. Cuando te digo la primera, sabrás que no quiero hacerte daño de
ninguna manera. La última cosa que querría hacer alguna vez es herirte.
Mi estómago empieza su caída libre. 133
—Pero necesitas saber la verdad, para que te mantengas alejada de ese imbécil. —Se
frota la frente.
Me siento un poco más erguida, mi estómago formando bolitas de tensión. Estoy
preocupada por lo que va a decir.
—El contrato para The Turnstiles está en el momento de renovación y Rally no lo va
a hacer.
Le doy una mirada confusa.
—¿Por qué no renovará Rally su contrato? The Turnstiles están haciéndolo muy bien.
Tom niega con la cabeza.
—No tanto como quiere Rally que lo estén haciendo. Conoces lo idiota que es y lo
salvaje que puede ser con sus decisiones. Cualquier cosa es prescindible si no le está
funcionando.
Incluso su hija.
Sé que está pensando lo mismo. Lo veo en sus ojos.
—Cuando supe que Robbi estaba haciendo un movimiento contigo, hice que fuera mi
trabajo saber que trama. Resulta que su gira es un acto desesperado. Ellos están afrontado el
efectivo para la gira por sí mismos. Por suerte, se me ocurrió pasar por el camerino de Robbi
antes y le oí hablar con alguien por teléfono. —Toma una respiración profunda—. Lyla,
cuando te digo esto, estoy diciéndolo de corazón y tienes que saber que es un gilipollas Robbi
hambriento de fama que hará cualquier cosa para llegar a donde quiere estar.
Empiezo a sentirme un poco enferma. Pongo rígida mi columna vertebral y me
endurezco.
—Sólo escúpelo. Sea lo que sea, estoy segura de que puedo soportarlo.
Se pasa la mano por el cabello y me mira con ojos cuidadosos.
—Robbi sabe que eres la hija de Rally. Buscaba estar contigo para que lo ayudes con
su carrera. Le oí diciéndole a quienquiera que sea con el que estuviera hablando por teléfono
que iba a entrar suavemente en tu vida y que te enamoraras completamente de él, por lo que
te gustaría hablar con tu papá para que mantuviera la banda en su sello.
Trague rocas. La humillación me inundó. Me pongo de pie y sacudo la cabeza.
Necesitando protegerme a mí misma, digo:
—Debes haber oído mal. Fuera de mi círculo, casi nadie sabe que Rally es mi padre.
Me he asegurado de eso. Robbi no podría saberlo.
Tom me da una mirada triste.
—Lo sabía, Ly. Lo siento.
Mi humillación se convierte rápidamente en ira. Levanto la barbilla y cuadro mis
hombros.
—No necesito tu maldita compasión. Obviamente, Robbi no hizo su tarea
adecuadamente porque Rally no podría dar una mierda por mí. No es como si alguna vez me
hubiera escuchado. —Dejé escapar una risa seca—. No sería capaz de influir en una mierda
sobre lo que sucede a la banda de mierda de Robbi.
Tom no dice nada. Sólo se queda mirándome fijamente.
Estoy empezando a sentir que voy a romper. Toda la noche se derrumbó sobre mí.
No me gusta cómo los hombres tienen la capacidad de hacerme daño tan 134
condenadamente fácil.
Odio lo débil que soy.
Más que nada, odio cómo me mantengo invitándoles a hacerlo.
Fui tan estúpida al dejar entrar a Robbi. Dios, dejé que me besara y todo el tiempo, fui
sólo un medio para un fin para él.
Pero Tom me salvó.
Mi corazón late por él. Entonces, recuerdo rápidamente su lengua enredada con la de
Ashlee.
El dolor me aguijona. Tengo que largarme de aquí. Todo esto es demasiado.
—Bueno, si eso es todo, me iré.
—No he terminado. —La voz áspera de Tom me mantiene donde estoy.
Moviéndose rápidamente, cierra la brecha entre nosotros.
De repente, todo se reduce a este momento. Para él y para mí.
Deseo explotando entre nosotros como una bomba sucia.
No hay nada más que ardiente calor y tensión sexual. Con gusto a nada que alguna vez
haya sentido antes.
Es una sobrecarga sensorial total.
Él es perfecto y hermoso. El deseo se enrosca en mi vientre. Mis manos pican por
tocarlo.
—Dije que había dos razones por las que arrastré a Robbi fuera de ti. La segunda, si te
soy sincero, es la razón principal. —Toma una respiración entrecortada—. No podía
soportar verte con él.
—Tú besaste a Ashlee.
Niega con la cabeza lentamente.
—No, ella me besó. Y no hice mucho más que dejar que me besara. Simplemente no
quiero herir sus sentimientos. Me aparté suavemente. Le dije que estaba enamorado de otra
persona. Pero no esperaste para ver esa parte.
—¡Oh, lo siento, no me quedé alrededor para ver cómo le chupabas la cara a Ashlee!
Sus cejas se juntaron. Sus ojos de jade se oscurecieron con la ira.
—Basta, Lyla. —Su voz es tan dura y dijo las palabras con tanta fuerza que pone firme
todo mi cuerpo.
Sólo esas dos palabras y yo estoy lista. Me encanta la forma en que su voz de mando
me hace sentir.
Caliente. Realmente caliente.
El calor está lamiendo arriba y abajo de mi cuerpo. Y estoy tan húmeda que es
vergonzoso.
—La única mujer que quiero ahora mismo eres tú —dice, con la voz ronca—. No
puedo dejar de pensar en ti. Lo que se sentirá estar dentro de ti. Dios, Ly, no puedo dejar de
imaginar lo dulce que tu coño sabrá en mi lengua.
Mierda. 135
136
18
Tom
Traducido por mari65
Corregido por Liraz
147
19
Tom
Traducido por Blanca20011983
Corregido por Cecilia
Otra semana ha pasado, y durante toda la semana, fiel a su palabra, Tom ha conseguido
tiempo para llevarme de compras, así podría comprar nuevas camisetas. Ir de compras con
él ha sido sorprendentemente divertido. Y estoy empezando a construir todo lo colección de
camisetas de gira.
Además, no ha pasado un día en que Tom y yo no hayamos tenido sexo. Y no sólo
una vez. Dos, tres... cuatro veces.
Tom solo sigue y sigue. Me sorprende todavía poder caminar.
Alrededor de todo el mundo, incluyendo en el autobús con los chicos, Tom y yo
actuamos normal, como si nada fuera diferente. Pero cuando no hay nadie alrededor, 167
pasamos nuestro tiempo juntos, solos y desnudos.
En la noche después de nuestra aventura en el ascensor, una vez que los chicos
estuvieron durmiendo, Tom pasó la noche en mi cama en el autobús, enseñándome a tener
relaciones sexuales en silencio. No es fácil cuando soy tan vocal. Pero estoy segura que
aprenderlo fue divertido.
Cada vez que tengo sexo con Tom, se siente como la primera vez. No estoy segura de
qué se trata, pero él saca un lado de mí que yo no sabía que existía.
Atrevido y dispuesto.
Creo que haría casi cualquier cosa que él me pidiera, sin importar la hora o el lugar.
Me ha follado en más posiciones de las que creía posible y en algunas que no conocía
y en lugares en que jamás creí que tendría sexo. Él realmente no estaba bromeando cuando
dijo que podría ser inventivo.
Hemos tenido relaciones sexuales en el armario de los abrigos en un club, el probador
de una tienda, un baño en un restaurante, y otro en un club donde tocamos. Él me tuvo
contra un árbol detrás de la parte posterior de una parada de descanso. Pero el lugar más
extraño fue... en el maletero del autobús del tour.
En serio, no preguntes. No tengo ni idea de cómo eso incluso pasó.
Ese hombre podría quitarme mis bragas mientras está sentado en la cena con mi
familia.
No puedo decirle que no a él, y yo no quiero hacerlo.
Me gusta la forma en que me hace sentir, y me asusta exactamente cuánto me gusta.
Pero lo que más me asusta es cuando Tom viene a mi cama por la noche cuando el autobús
está durmiendo, y tenemos sexo lenta, profunda... y lo que se siente como sexo significativo.
Si yo no lo conociera mejor en esos momentos en la oscuridad de la noche, nuestros
cuerpos enredados juntos, casi podía creer que estamos haciendo el amor.
Pero no puedo pensar de esa manera, porque hacerlo a solamente me hará daño.
Esta noche, estamos en Lexington, Kentucky, y estamos tocando en un festival al aire
libre. El festival ha estado funcionando desde que llegamos a media tarde, y estamos
programados para tocar a las siete por unos treinta minutos.
Parece ser nuestra mayor multitud, sin embargo, y estoy emocionada de subirme al
escenario.
Tom ha estado en un estado de ánimo extraño desde que llegamos, y no ha pasado
desapercibido. Él no está siendo él mismo, y ha sido frío y distante conmigo. Toda la tarde,
he querido preguntarle qué está mal, pero no he sido capaz de conseguir un momento a solas
con él.
No tengo ni idea de dónde está ahora. No lo he visto desde que estuvimos en el
vestuario, que es en realidad un remolque que estamos compartiendo con Star Point Five,
una banda vocal formada por cinco chicas. Cada chica es hermosa en su propio derecho.
Creo que Cale, Van, y Sonny pensaron que murieron y habían ido al cielo cuando vieron con
quien estaríamos compartiendo el vestuario.
Y una de las miembro de las Star Point Five se destaca. Aurora Simmons es alta y rubia
con un tamaño de tetas promedio. Ella se destaca porque es del tipo de Tom... y sé que él se
168
ha acostado con ella en el pasado.
No, él no me lo dijo.
Vi cómo ella lo miró cuando él entró en el remolque detrás de mí. Ella lo miró de
arriba abajo, y su expresión sostenía una familiaridad que decía que sabía cómo él se veía
desnudo. Ella sabe lo que se siente estar con él... Lo confirmó la forma en que ella gritó y
prácticamente me dejó sacó del camino para llegar a él. Entonces, ella le dio un beso en la
boca justo en frente de mí.
Me dolió como una perra, pero me lo tragué porque en el pasado porque no era mío
para reclamarlo.
Puede ser que seamos amigos exclusivos para follar... pero somos sólo amigos que
follan. No tengo lugar para darle una bofetada a la perra y decirle a que se aleje de él a pesar
de que realmente, realmente quería hacerlo.
Sé que Tom se sintió incómodo con su beso porque no se desprendió tan cortésmente
a sí mismo de ella. Salió poco después, y luego de un minuto más tarde, recibí un texto de él
que decía una palabra.
Lo siento.
No le respondí porque no sabía qué decir. Así que, guarde mi celular y dejar que
Shannon trabajara su magia en hacerme ver linda para esta noche.
Ahora, estoy lista, y yo estoy de pie en el escenario con Cale y Van, viendo a Emerson,
una banda muy cool de rock pesado. Sonny está en alguna parte. Supongo que está con una
chica.
No estaremos en el escenario durante una hora más, y estoy empezando a pensar que
estas botas de tacón de 12 centímetros que Shannon me convenció de usar tal vez no sea la
mejor idea ya que mis pies están empezando a dolerme ya. Mirando hacia abajo, veo que una
hebilla en la parte frontal de una bota se ha deshecho. Me agacho para sujetarla, y oigo un
poderoso rasgón. ¡Mierda!
Al instante me toco el culo, y siento la rotura enorme en la costura de atrás de mis
shorts de mezclilla, que Shannon tuvo que coser me prácticamente dentro un poco antes.
¡Mierda! ¡No puedo creer que rompiera el culo en estos shorts! Claro, son apretados, ¡pero no es como
si mi trasero fuera del tamaño de Texas!
Avancé lento en puntillas, siseo:
—Cale. —En su oído.
—¿Qué? —dice, no quitando los ojos de la banda.
—He roto el culo de estos malditos shorts que llevo.
Me mira.
—¿Estás bromeando, verdad?
Puedo ver la risa brillando en sus ojos.
—No, yo no estoy bromeando —contesto
Él empieza a reír.
—No es divertido —gruño, dándole un empujón.
—Lo siento —dice, sin dejar de reír—. ¿Quieres que vaya a buscar a Shannon para ti?
—No, voy a volver al tráiler y voy a cambiar. ¿Me puedes dar tu chaqueta, así que
puedo cubrirme el culo? 169
—Claro. —Se quita la chaqueta y me la da.
En un movimiento rápido, me pongo la chaqueta, y la estiro hacia abajo, asegurándome
de que cubre mi trasero.
—Vuelvo pronto —le digo a Cale. Entonces, me voy, dirigiéndome hacia el vestuario.
Voy a quitarme estos y a ponerme algo más del rack de ropa que Shannon trajo con ella. Y me
aseguraré de que sea algo que definitivamente no vaya a romperse si me inclino.
Unos minutos más tarde, exhalo un suspiro de alivio cuando veo el tráiler.
Aumentando mi ritmo de la mejor manera que puedo en estos tacones, subo los pocos
escalones, abro la puerta y doy un paso dentro de la seguridad del tráiler.
Y mi corazón muere en mi pecho.
No.
No otra vez.
Tom me mira, aturdido, en su posición en la silla del tocador con una Aurora Simmons
solo usando bragas a horcajadas sobre él.
Silencio golpea el remolque como un ruido sordo.
Tom empuja a Aurora de encima de él, y él está fuera de esa silla y avanzando en mí.
—Lyla, esto no es lo que parece.
Subiéndose los pantalones, Dex se mueve rápidamente hacia mí.
—Ly, esto no es lo que parece.
Mi labio inferior tiembla.
Tom se detiene delante de mí.
—Lyla.
Todo el dolor y la furia que he mantenido acumulada los últimos once meses explotan
fuera de mí. Mi mano se mueve antes de darme cuenta, y yo abofeteo a Tom, duro. El sonido
de la bofetada se hace eco en el silencio ensordecedor.
—¡Vete a la mierda! —escupo. El escozor de mano duele como una perra, me giro
sobre mis talones y salgo corriendo de allí.
—¡Lyla! —llama Tom detrás de mí.
Nada me impide alejarme de él, ni siquiera estos malditos zapatos de tacón, y sigo
corriendo hasta que me encuentro a mí misma en una sección detrás del escenario.
Al no ver gente alrededor, me detengo con la espalda contra la pared. Me agacho,
poniendo mis manos sobre mis muslos, mientras trato de recuperar el aliento.
Y lidiar con el dolor agonizante en mi pecho.
Jesús, esto duele.
Mal.
Ni siquiera puedo determinar si esto duele más que la última vez.
Dios, escúchame... la última vez.
¿Cuántas veces tiene esto que suceder antes de que aprenda?
Maldito Tom Carter. ¿Cómo pude haber sido tan estúpida como para confiar en que
un mut como él sería fiel? Realmente debo ser la perra más tonta del mundo. 170
Mis ojos están llenos de lágrimas, pero no voy a parpadear. No voy a llorar una sola
maldita lágrima sobre ese hijo de puta.
Atrapo un sollozo en la garganta, y una lágrima furtiva se desliza por mi mejilla.
—¡Ahí estás! —La voz de Tom viene a mí en voz alta y dura.
Yo me paro como si me hubieran disparado.
—¡No te acerques paso más! —Puse mi mano entre nosotros, un débil intento de
mantenerlo alejado de mí. Conozco a Tom, y nada lo detendrá cuando quiere estar cerca de
mí.
Él se mueve rápidamente, devorando el espacio entre nosotros.
—Yo no voy a ninguna parte hasta que escuches lo que tengo que decir.
—Gracias, ¡pero no quiero oír ni una palabra de tu boca mentirosa!
Entonces, él estaba delante de mí, y sus manos son alrededor de mis brazos.
—¡Quítate de encima! —Lloro, tratando de quitarme sus manos engañosas de encima.
No puedo soportar que me toque—. Si querías tener sexo con otra persona, podrías al menos
tener la cortesía de dejarme saberlo, así que podría al menos esquivarlos. ¿O era eso? ¿Querías
seguir teniendo sexo con ella y conmigo... y quién más, Tom? —Estoy gritando. Estoy casi
histérica ahora.
Es una cosa buena que la música este fuerte. De lo contrario, estaríamos atrayendo a
una multitud con todos nuestros gritos.
—¡Jesús, Lyla! —Se pasa la mano por el cabello. Él me devuelve la mirada de miedo
en sus ojos—. Yo no quiero tener sexo con Aurora o cualquier otra persona.
—¡Eso es mierda!
—En serio. —Él me agarra de nuevo—. ¡Tienes que escucharme! Yo no la toqué. La
única vez que mis manos estaban cerca de ella fue cuando la empujé lejos de mí. Yo estaba
allí, buscándote. Ella dijo que acababas de irte a buscar algo de tomar, y que ya volverías.
Dijo que no pasaría mucho tiempo y que debía esperarte. Yo no estaba seguro porque sé
cómo es ella…
—¿Tú te has acostado con ella antes?
Él deja escapar un suspiro, liberándome, sus ojos tenues.
—Sí.
Ignoro el dolor de la confirmación en mi pecho.
—¿Cuándo?
Sus ojos se encuentran con los míos.
—¿Importa?
—¡Sí, importa! Más ahora porque... porque necesito saber si has tenido sexo con ella
mientras has estado conmigo. Si has tenido sexo con alguien... además de mí. —Mi voz
flaquea por su aguda expresión.
—No ha habido nadie desde que tú y yo comenzamos a dormir juntos. Tuve sexo con
Aurora hace unos años. Ella no tiene nada especial y es algo que yo no quiero volver a repetir.
Estúpidamente, tomé la decisión de esperarte con ella allí.
Se agacha la cabeza, entrando en mi espacio.
—Tú nunca respondiste a mi texto... después de que ella me dio un beso en frente de
ti. Sólo quería asegurarme de que estabas bien, así que fui al remolque para encontrarte. Yo, 171
literalmente, sólo me senté y estaba viendo mi celular. La siguiente cosa que supe, era que
ella estaba semidesnuda y encima mío. Entonces, tú estabas allí. —Él me mira
profundamente a los ojos—. Fue tan rápido, Ly. No tuve la oportunidad de reaccionar.
Lo miro, evaluándolo. De hecho, creo que yo le creo.
—¿Y si tuvieras... la oportunidad de reaccionar?
Se mueve más cerca, tan cerca que tengo que inclinar la cabeza hacia atrás. El olor de
él me abruma. Siento que mi cuerpo se tambalea.
—Entonces, la hubiera empujado le diría que eso no estaba sucediendo... porque estoy
con alguien... tú. —Pone sus manos en mi cara—. Cometí un error de juicio, al esperarte allí
con ella, pero ese es mi único crimen. Yo no te he traicionado. Yo no lo hice. Soy un montón
de cosas, pero yo no soy un tramposo. —Sus dedos rozan mi mejilla con ternura—. Este
acuerdo... este compromiso que te he hecho a ti, a la mayoría de la gente sé que ser amigos
exclusivos para follar puede sonar como un compromiso de risa, pero para mí, es grande.
Importa. Me importas. Me preocupo por ti.
Él se preocupa por mí.
Hundo mis dedos alrededor de su muñeca, cerrando los ojos, ya que absorbo sus
palabras.
—Me preocupo por ti, también —admito suavemente.
Las emociones me abruman, una lágrima solitaria corre por mi mejilla, y Tom la coge.
—Yo nunca voluntariamente haría nada para lastimarte, Ly.
Levanto mi mano y la coloco en la mejilla roja. La mejilla que golpee.
Nunca he golpeado a nadie, ni siquiera a Dex después de atraparlo con Chad.
Así que, ¿por qué reaccioné así cuando lo vi a Tom con ella?
—Siento haberte pegado. Le doy una sonrisa triste.
—No lo hagas —dice—. No lo sientas, no te arrepientas.
Entonces, él me está besando. Pero hay algo en este beso, algo diferente... algo más.
Tom envuelve sus brazos alrededor de mí, me sostiene apretada contra él.
Me derrito en él.
Sus labios en los míos, dice:
—¿Sería apropiado decir que realmente tengo que estar dentro de ti ahora?
Una sonrisa se hace cargo de mis labios.
—¿Desde cuándo te preocupa ser inapropiado?
—Buen punto. Ven conmigo.
Él me lleva de la mano. Nos detenemos un poco más adelante en un panel de acceso
al gran escenario marcado como, punto de entrada. Use cascos al entrar. Solo Empleados.
Tom levanta un pestillo y tira de abrir el panel, lo que ahora sé es una puerta.
Una puerta que nos llevará bajo el escenario. El escenario que en la actualidad tiene
una banda tocando en él y unos pocos miles de personas en el frente.
—¿Aquí? —Parpadeo hacia él.
—Sí.
—¿Es seguro? 172
—¿Estás interesada en una caja fuerte? —Sus ojos oscuros miran profundamente en
los míos. De repente la boca se me seca, niego con la cabeza.
—Entonces, ven conmigo.
Inclino la cabeza, y doy un paso dentro. Excitada por el peligro... por él, mis piernas
temblorosas le siguen. El espacio es limitado. Tom no puede mantenerse erguido. Su cabeza
cuelga hacia adelante. Estamos rodeados de andamios y los golpes de bajo y batería y
cantando. Tom cierra la puerta, sumergiéndonos en la oscuridad total.
Me estremezco.
Entonces, siento a Tom apretado contra mí, su calidez cubriéndome.
Sus dedos trazan un camino por mi brazo. Él se apodera de mi mano.
—¿Estás bien? Estás temblando.
—Estoy bien. —Sonrío a pesar de que no me puede ver...
Sólo estoy temblando en mis botas porque estoy tan excitada que es ridículo. Esto es lo que me haces.
Siento las manos de Tom vienen a cada lado de mi cuello. Empujando hacia fuera, él
desliza la chaqueta de Cale de mis hombros y por mis brazos hasta que llega al suelo. Luego,
me quita el top negro que llevo, dejándome en sólo en mi sujetador. Su mano se va a mi
espalda, y él me acerca. Sus hábiles dedos se deslizan hacia abajo, hacia mi culo. Entonces,
lo siento tocar mis bragas a través de la rajadura en mis shorts.
Mierda, me olvidé de eso.
—Um... Ly, te das cuenta de que tienes una rajadura masiva en el culo de tus shorts,
¿no? —Un dedo solitario se mueve hacia arriba y hacia abajo por el enorme agujero en mis
shorts, rozando la grieta de mi trasero a través de la fina tela de mi ropa interior—. ¿Te
inclinas por un fácil acceso con este look? No es que me queje.
Él desliza su mano por dentro y agarra el borde de mi ropa interior, moviéndola a un
lado, por lo que está tocando sólo piel.
Un escalofrío se hace cargo de mí mientras acaricia mi culo.
—No. Me agaché, y lo rompí. Por eso me fui al tráiler, y...
Tom corta mis palabras con un beso. Fuerte y rápido.
—No lo hagas —dice.
Entonces, siento un cambio en él, y sé que este viaje está a punto de ponerse duro.
Justo lo que me gusta.
—Date la vuelta —dice con voz ronca en mi oído.
Hago lo que él dice, me vuelvo lentamente en el acto.
Se aprieta contra mi espalda, y sus manos correr por mis brazos hasta que llega a mis
manos.
—Agáchate.
Hago lo que él pide.
Tom todavía está sosteniendo mis manos. Él los coloca en una barra de metal de los
andamios en frente de mí. Puedo sentir la vibración de la música que se reproduce arriba a
través de él.
—Sostén esto, y no lo dejes ir. —Su voz ordena en mi oído—. Tú lo dejas ir, y no 173
podrás correrte.
—Está bien —le digo, sin aliento y con anticipación. Mi cuerpo chisporrotea.
Entonces, registro la canción que la banda por encima está tocando. Es una versión de
«Thought I’d Died and Gone to Heaven», de Bryan Adams.
De lo que puedo oír, es realmente un gran cover de la canción. La multitud suena como
que se están volviendo locos. Mis ojos se cierran en los sonidos de la canción, la letra, la
multitud cantando... y luego la sensación de Tom poniéndose de rodillas detrás de mí.
Sus manos agarran mis shorts, y rasgándolos aún más.
Santa. Mierda.
Él es tan jodidamente caliente.
Sigue mi ropa interior en un movimiento rápido. Él la saca, dejándome de pie aquí en
sólo mi sujetador y los shorts, expuesta.
—Me gustaría poder ver cómo te ves en este momento. —Su voz es un gruñido.
Su dedo se mueve entre mis pliegues. Mi cuerpo se sacude en su toque, necesitándolo,
necesitando esto.
Entonces, su rostro se acerca a mi culo, su aliento caliente golpeando todas mis
terminaciones nerviosas.
—Grita tan fuerte como quieras, Ly, porque nadie te va a escuchar.
Hunde su lengua en mi coño y me empieza a follarme con ella, su dedo tocando mi
clítoris a la perfección. Estoy jadeando, salvaje bajo su boca, y en este momento, solo vivo
de la sensación de que me conduce al borde del abismo.
Cada vez que me acerco, él se aleja.
Estoy más allá de caliente y necesitada, desesperada.
—Tom, por favor...
—Shh... te tengo, querida. Ly, ¿has sido alguna vez follada en el culo?
Los nervios se disparan a través de mí, y mi cuerpo se tensa ante la idea de dejar entrar
a Tom a un lugar tan privado.
—No, no lo he hecho, y yo no sé si pudiera. —Mi cabeza se sacude en la oscuridad,
mi cabello cepillado sobre mi piel sensibilizada.
—¿Confías en mí?
—Tú sabes que lo hago... pero no sé si puedo hacer... eso. —La idea de la enorme
polla de Tom en mi culo es aterrador.
—No voy a usar mi polla. Tu culo es territorio virgen, así que tenemos que empezar
lento. Sólo mi dedo, cariño. —Él presiona un beso a la mejilla de mi culo—. Te lo prometo,
no te hará daño, y podemos parar cuando quieras. Sólo confía en mí cuando digo su voz
espesa con lujuria—. Si me dejas follarte el culo con mi dedo... eso superará cualquier
orgasmo que alguna vez te he dado antes. —Otro beso—. Permíteme darte eso.
Y así como así, yo soy suya.
Así dispuesta a dar todo de mí misma para él es aterrador... pero muy caliente.
—Sí —me oigo decir.
Él juguetea sobre mi piel con suaves toques de su lengua.
—¿Sí, qué? Dilo, Lyla. Dime lo que quieres.
174
Estoy loca con lujuria. Ebria en él. Yo diría lo que sea, haría lo que fuera que él me
pidiera en este momento, si eso significaría tenerlo a él.
—Quiero que folles mi culo con tu dedo.
Él gruñe y luego hunde sus dientes en la piel carnosa de la mejilla de mi culo, me
muerde suavemente. Él desliza su dedo en mi vagina. Aprieto su alrededor. Entonces, él lo
saca, su dedo regresa de nuevo a mi trasero.
Me tenso al instante en que su dedo toca mi agujero fruncido.
—Relájate... no voy a hacerte daño. Sólo entrégate a mí. Cuidaré de ti.
Por lo tanto, hago lo que él pide. Cierro los ojos, relajo mi cuerpo, y permito a Tom
cuidar de mí.
Su dedo se mueve hacia arriba, repitiendo el movimiento, pero esta vez, el dedo va a
mi clítoris. Él acaricia, dibuja mi cuerpo, y luego se ha ido de mi coño y otra vez moviendo
mi astucia a mi trasero.
Mis caderas comienzan a moverse inquietas, mi cuerpo subiendo más y más, cada vez
que repite el movimiento.
Me siento más mojada de lo que nunca antes estuve, mi humedad recubriendo las
partes más íntimas de mí. Tom se queda en mi culo y empieza por el borde de mi agujero
fruncido con el dedo, moviendo mi humedad alrededor y en él.
Anhelando más, para llegar a algo que no estoy realmente seguro de que es, empiezo a
empujar contra él.
En el momento exacto empujo hacia atrás, con la boca encuentra mi clítoris, y la punta
de la yema del dedo en mi culo.
La sensación de él ahí es sorprendentemente intensa. Dejé escapar un grito de placer.
—Joder, estás apretada. —Sus palabras vibran a través de mí—. ¿Estás bien?
—Uhum. —Apenas puedo formar palabras en este momento.
Aplica un poco más de presión y mueve su dedo en una fracción más adentro.
Entonces, de nuevo, y él continúa moviéndose en un poco más cada vez. Estoy empezando
a sentirme frustrada. Necesito más. Entonces, Tom retira repentinamente el dedo hasta la
punta y lo desliza de nuevo en el interior hasta sus nudillos.
Me quedo sin aliento. Luces parpadean detrás de mis párpados. Mi cuerpo entrar en
sobrecarga sensorial total. Estoy llena de él. Y se siente increíble.
Dejé escapar un gemido, y que parece ser todo lo que él necesita porque Tom comienza
a follar mi culo con el dedo, deslizando los nudillos a más profundidad cada vez, mientras su
lengua lame frenéticamente mi clítoris.
Me corro en segundos. Mis manos se aprietan alrededor de la barra de metal, un grito
escapa de mis pulmones.
Me siento como si estuviera en órbita. Como si no peso nada. No tengo ni idea de
cómo estoy realmente todavía de pie.
Él no estaba bromeando cuando dijo que superaría cualquier orgasmo que jamás me
ha dado hasta el momento. Eso fue espectacular. Soy consciente de dedo de Tom saliendo
de mí, la sensación de tenerlo en movimiento detrás de mí.
Lo siguiente que sé, es que un Tom muy desnudo se presiona contra mí. Su espesa
polla cubierta por un condón asentada entre mis nalgas.
175
Se inclina sobre mi espalda. Él barre mi cabello sobre mi hombro, y pasa su lengua por
mi cuello.
—Eres la mujer más sexy que he conocido. Eres increíble, Firecracker.
Haciendo una conjetura salvaje en el número de mujeres que Tom ha conocido, yo
trato de tomar lo que dijo como el cumplido que es.
Dejando mi espalda, él se enreda su mano alrededor de mi cabello y lo mantiene
apretado. Su pene se aleja. Echo de menos el contacto al segundo. Lo siguiente que sé, su
mano agarra mi cadera y él se encuentra dentro de mí.
Yo gimo.
—Cristo, te sientes tan jodidamente buena. Perfecta para mi polla.
Él se desliza hacia afuera hasta la punta, con la mano tirando de mi pelo, y luego entra
de golpe de nuevo en mí. Mis ojos se cierran en un gemido.
—Aprieta mi polla con tu coño —me dice con esa voz de mando, lo que significa que
no está preguntando sino ordenando.
Apretando mis músculos internos, aprieto su polla tan duro como puedo. El sonido
que hace casi me hace correrme.
—Mierda, ¡sí! —susurra—. Yo quería ir lento, pero no puedo. Necesito follarte duro
y rápido.
Y lo hace.
Él desliza su polla y me golpea nuevamente. El aumenta la velocidad cada vez más, él
me golpea seguros y fuerte. Entra tan profundo que me tocan sus bolas, su cadera golpeando
contra mi culo, su pesado saco golpeando contra mi clítoris mientras él tira de mi pelo.
Mis tacones excavan en la tierra, y yo estoy sosteniendo la barra de metal como si fuera
a salvarme la vida, mientras que Tom me folla bien y duro. No podía sentirme más caliente
que en este momento.
Suelta mi cabello, dejando que se derrame a través de mi espalda. Su mano se mueve a
mis pechos pesados y sensibles. Él tira la copa de mi sujetador hacia abajo y tuerce mi pezón
con apenas la presión correcta.
Un grito se me escapa.
—Eso es, nena —gruñe—. Grita para mí.
Su otra mano encuentra mi clítoris. Al mismo tiempo, no pierde el ritmo follándome
con empujes controlados.
—Vas a correrte de nuevo, Ly. No menos de dos veces, ¿recuerdas?
—Sí... sí... —me quejo, mi cuerpo escalando de nuevo, tratando de alcanzar ese
segundo orgasmo.
—Eso es, nena. Dámelo. Ven por mí. Necesito sentirte corriéndote alrededor de mi
polla.
—¡Joder... Tom! —Estoy explotando a su alrededor, mis paredes internas apretándolo,
mi cuerpo y mente en un espiral fuera de control.
—Jesús... —gime Tom—. ¡Ya voy... Estoy jodido... joder! —Él golpea en mí y deja
escapar un sonido de placer primario puro.
Siento un poderoso estremecimiento correr a través de él mientras su polla empieza a
pulsar dentro de mí, derramando todo lo que tiene en el condón. 176
Los dos estamos sin aliento. Parezco sin huesos. Si no fuera por Tom sosteniéndome,
estaría en el suelo en este momento.
Se inclina hacia delante, todavía dentro de mí, su polla semi-erecta y pone el pecho
caliente y húmedo contra mi espalda. Sus brazos están alrededor de mi cintura,
sosteniéndome. Aprieta un beso a mi hombro y luego uno a mi cuello.
—La mujer más sexy jamás vista.
Me río y vuelvo mi rostro al suyo. Él roza sus labios sobre los míos.
—Tú no estás tan mal, me quejo.
Sintiéndome de lo más feliz que me he sentido en mucho tiempo, sonrío todo el tiempo
que Tom me ayuda a vestirme. Me río cuando se golpea la cabeza en una de las barras de
metal, y luego lo beso cuando él me hace sentir mal por reírme. Todavía estoy sonriendo
cuando se abre la puerta, y salimos.
Cierre la puerta y enclavamiento, él se vuelve hacia mí, tomando mis dos manos entre
las suyas. Estamos aquí de pie, uno frente al otro, nuestros ojos encontrados. Entonces, algo
pasa por el rostro de Tom, y se instala.
Se parece mucho a la alegría.
Hace que mi corazón lata más rápido.
Liberar una de mis manos, Tom toca mi mejilla.
—Ly... —Pone mi cabello detrás de mí oreja—. He estado pensando... por un tiempo
ahora... que tal vez deberíamos...
—¡Ahí estás! —La voz de Shannon rompe a través de cualquier cosa que Tom estaba
a punto de decir. Y el sonido de su voz me ha hecho alejarme de él, poniendo clara distancia
de seguridad entre nosotros.
Veo el surco en su frente.
Haciendo caso omiso de su ceño, me dirijo a Shannon, preguntándome si ella vio
nuestro intercambio íntimo.
A juzgar por su expresión, voy a decir que no.
Gracias A Dios. No quiero que nadie sepa sobre Tom y yo.
—¡He estado buscándote por todas partes, señorita! —Dijo Cale—. Que rompiste tus
shorts y te fuiste a cambiar, pero fui al remolque, y no estabas allí. Y se sobre ti y la ropa,
Lyla Summers. No eres tan jodidamente genial en vestirte, y yo quería asegurarme de que te
pusieras algo apropiado... —Se detiene a media palabra, mirando mis shorts—. Pero veo que
sigues usándolos.
Ella mira entre Tom y yo. Sus ojos se extienden sobre nosotros y luego a la puerta del
escenario directamente detrás de nosotros. Veo realización en su mirada. Ella sonríe.
Cae mi estómago.
—Los dos estaban... —su sonrisa se ensancha—. ¿He interrumpido algo? ¿O es que
ya tuvieron sexo?
Mierda. La gente no puede averiguar acerca de Tom y yo. No quiero que la gente
piense...
¿Qué? 177
¿Qué van a pensar?
Pensarán que soy otra de las fáciles que se acuestan con Tom. Otra chica tonta que ha estado follando.
Alguien de poca monta que está tratando de encontrar su camino a la cima.
—No hemos tenido sexo. —Dejó escapar una risa ahogada—. ¡Cómo si yo tendría
sexo con Tom! Quiero decir, ¡él es un mujeriego total! Tengo estándares, ya sabes. —Las
palabras están fuera antes de que pueda detenerlas. Y me odio a mí misma al instante. Los
ojos de Shannon se deslizan a Tom. La expresión cambia en ellos me ha girado para mirar a
él.
Sea lo que sea que Shannon vio en su rostro se ha ido cuando mis ojos se encuentran
con los suyos. No veo nada allí. Sus ojos son claros, con el rostro perfectamente blanco.
Tom me mira a mí y después a Shannon.
—No es que sea tu problema, Shan, pero nosotros no estábamos teniendo sexo.
Su voz es fría, individual.
Nunca lo he oído hablar a él de esa forma antes. Envía un escalofrío a toda velocidad
a través de mí. Sus ojos se deslizan de nuevo a mí, y eso es cuando lo veo, el frío
enmascarando el dolor.
Yo le he hecho daño.
—Al igual que Lyla —dijo—, ella tiene estándares. Ella nunca perdería el tiempo en
un mujeriego como yo. —Él mira su reloj—. Me tengo que ir. —Entonces, él se aleja.
Empiezo a sentir pánico.
—¿Mujeriego? ¿De qué diablos estás hablando? —Shannon se ríe y se acerca a mí,
claramente ajena a lo que acaba de ocurrir entre Tom y yo.
Debo ir tras él. Decirle que lo siento.
Pero si lo hago, entonces Shannon sabrá que algo está pasando entre nosotros.
¿Qué tengo que hacer?
Desgarrada por la indecisión, yo estoy aquí, confundida y para entonces, Tom se ha
ido, desapareciendo por la esquina.
Y dejé a Shannon tomar la decisión por mí cuando me lleva lejos en la dirección
opuesta.
—Tenemos que conseguir que te cambies. Debes estar en el escenario en menos de
media hora, y no puedes estar allí con tu culo colgando. De lo contrario, Zane tendrá el mío
por permitirte vestirte como una prostituta. No es que me importe que Zane tenga mi culo.
Maldita sea, que el hombre está bien.
Los latidos de mi corazón, bloqueo a Shannon y saco mi celular de mi bolsillo.
Abro un nuevo texto.
Lo siento mucho. No quise decir lo que dije. Sólo quería despistar a Shannon.
No te preocupes. Entiendo.
Pocos días más tarde — Suite, Hotel Mandalay Bay, Las Vegas.
¿Lo estoy?
No.
De ninguna manera. Solo somos folla-amigos
—No tengo una relación con ella.
—Sí, y yo soy Steve Jobs.
—¿Te das cuenta de que él está muerto, verdad?
—¡Vete a la mierda! Como sea. Claro que tienes una relación con Lyla.
—¿Cuántos años tienes? ¿Cinco? No tengo una relación con Lyla, idiota. Es mi folla-
amiga.
—Los folla-amigos usualmente tienen sexo con otras personas. Ese es el punto, tiene
sexo regularmente pero también lo hacen con otras personas.
—Ya lo sé gilipollas, pero Lyla no es ese tipo de chica y yo quería follarla
desesperadamente. En serio ¿Has visto lo sexy que es? Y sus tetas son reales, Den,
malditamente reales. No he tocado tetas reales en años. Todas las chicas parecen tener tetas
de silicona en estos días. Y claro que estuve de acuerdo con follarla solo a ella hasta que la
gira terminara. Follamos tanto como queremos hasta que regresemos a Los Ángeles,
entonces nos diremos adiós.
¿Qué es ese dolor en mi pecho?
—Estás en negación —dijo riéndose entre dientes y sacudiendo la cabeza.
—No estoy en negación —contesté frotando mi pecho
—Estas en negación. Te gusta esa chica, Tom. Puedo verlo. Te conozco desde hace
mucho tiempo y nunca te había visto mirar a alguien de la manera en que la miras a ella, no
puede dejar de verla, te vuelves exclusivo y no me hagas empezar con lo de los celos.
—No estaba celoso. Y le estas ladrando al árbol equivocado, todo lo que busco en Lyla
es su apretado coño y su impresionante par de tetas.
—Nope —dijo mientras sonreía satisfecho—. Te gusta
—Claro que me gusta, estúpido. Es una chica genial. Tienes las mejores tetas que he
visto nunca y folla como una actriz porno. ¿Por qué no me iba a gustar?
—Nah… te gusta ella, ¡Te gusta!
—Tú también estas pasando mucho tiempo con Simone, de hecho comienzas a sonar
como ella ¿Te ha crecido vello púbico también en ese pequeño coño de nenaza?
—Supongo que tú también le gustas a Lyla —dijo enseñándome el dedo medio—. Por
eso te deja entrar en su cama, no parece del tipo «duermo donde sea».
—No lo es.
Esa respuesta provoco otra sonrisa sabelotodo en Den.
—Entonces a ti te gusta, tú le gustas… ¿Por qué no ven hacia donde van las cosas?
—Porque no van hacia ningún lado. —Me levanté frotándome la cabeza pues su
cháchara estaba haciendo que me doliera—. ¿Podemos dejar el tema y comenzar a beber? —
exclamé levantando mi whisky y bebiéndomelo.
El rostro de Den se tornó serio, sentándose hacia adelante con los codos sobre la mesa. 184
—Tom, estar con Lyla, tener finalmente una relación seria, no es algo malo, de hecho
podría ser genial. Tú no eres tu padre. Las cosas no serán…
—En serio —espeté—. Cierra la maldita boca, no quiero hablar sobre eso. —Despeiné
mi cabello con una mano, sintiéndome al borde y entonces deje mi copa sobre la mesa,
llamando al mesero a señas.
—Está bien, cálmate. —Se tomó de un trago la bebida y dejó la copa sobre la mesa—
. Lo único que digo es que estarás cometiendo un grave error si te alejas de Lyla cuando
termine la gira, creo que podrías tener algo grandioso con ella si te das la oportunidad.
23
Lyla
Traducido por Rouge82
Corregido por Leluli
Más tarde esa noche — Habitación del Hotel Mandalay Bay, L.A.
Cinco días más tarde — Última noche del Tour, un club, San Diego
199
25
Traducido por Adaly
Corregido por Leluli
206
26
Lyla
Traducido por Musa65
Corregido por Leluli
Puedo ver por la línea indicadora entre la frente y el oscurecimiento de sus ojos.
—Quiero decir, que estás contenta en ser mi folla-amiga para la gira y hasta ayer en la
noche, pero ahora, de repente, no lo estás. Por lo tanto, me pregunto, ¿Que ha cambiado
entre salir de mi cama esta mañana y ahora?
—Hace alrededor de sesenta segundos, me di cuenta de que estoy enamorada de ti.
Eso es lo que ha cambiado.
Y ahí está. Mi absoluta maldita incapacidad para filtrar todo lo que sale de mi boca.
Miro su rostro reverente con sorpresa. Esa sorpresa rápidamente se convierte en
horror absoluto.
Mi esperanza de más allá del sexo con Tom se quema en cenizas y vuela a distancia
con la suave brisa.
Niega con la cabeza.
—Tú no me amas.
Mis ojos se llenan de lágrimas. No las puedo detener más igual que no puedo detener
el hecho que lo amo.
El orgullo duele como una perra, grito:
—Entonces ¿Me estás diciendo lo que siento ahora? Pensé que tus ordenes se
quedaban en el dormitorio.
Sus ojos se ajustan a los míos. Está enfadado, lo más enojado que lo he visto jamás.
—¡No tienes ningún puto derecho a decirme que me amas! —Ruge.
Su voz es tan dura que me asusta, me obliga a dar un paso atrás.
—¡Solo estábamos follando! Folla-amigos. Nada más. Tú estuviste de acuerdo. El
amor nunca se suponía que entraría. —Arrastra las manos por su cabello. Sus rasgos están
tensos. Mi corazón se está rompiendo.
—Yo... yo... esto no fue algo planeado —mi voz es pequeña—. No era mi intención...
enamorarme... —Aprieto el casco sobre mi pecho como si fuera una tabla de salvación.
Necesito desesperadamente algo a que aferrarme.
Tom deja salir una risa descuidada que me parece como una bofetada en la cara.
—¿Qué pensaste que iba a ocurrir cuando me dijeras que me amas? ¿Pensaste que yo
te diría lo mismo? ¿Qué íbamos a cabalgar hacia el atardecer y vivir felices para siempre? Yo
no soy de ese tipo, y tú malditamente lo sabías. Yo no hago el amor. Nunca lo hecho, y ahora
no voy a empezar a hacerlo. ¿En qué momento te di la impresión de que yo podría? —Su
voz se está poniendo cada vez más dura con cada palabra—. ¿Fue cuando te estaba follando
por el culo? ¿O tal vez cuando te follaba bajo el escenario? ¿O cuando te tenia de rodillas
mientras follaba tu boca...?
—Basta —gimo, cada una de sus palabras se sienten como golpes en el pecho.
Es bastante doloroso saber que no siente lo mismo por mí. Pero saber que el
pensamiento de que yo lo ame lo hace ponerse así de enojado... duele más allá de las palabras.
Las lágrimas corren por mi cara. Aprieto la manga de cuero contra mi mejilla, tratando
de secarlas, pero todo lo que sucede es que tomo una bocanada de Tom. Enciende mi dolor
más.
—Nunca me diste ninguna indicación de que sintieras lo mismo —le susurro, mi voz
rota—. Fue todo mi error. Mi error.
216
Me doy la vuelta para irme, pero Tom agarra mi brazo, me mantiene allí. Estaba claro
que no ha terminado de infringir su rabia en mí.
—Todo fue un error —se pasa la mano libre por el cabello, tirando las hebras—.
¡Mierda! Nunca debí haber empezado esto contigo.
Un error. Si me hubiera golpeado, me habría herido menos.
—¡Suéltame! —Lloro, tratando de sacar mi brazo libre.
Tener a Tom tocándome ahora mismo es como echar sal a mi sangrante herida.
Pero él no me suelta. Es como si no me sintiera ahora.
—Nunca debía dejar que esto pasara. —Sus ojos puestos en el pavimento, con la
cabeza temblorosa. Casi como si ni siquiera me estuviera hablando a mí en este momento—
. Debí haber sabido que esto iba a pasar... especialmente con una chica como tú.
Una chica como yo.
Si necesitaba algo para traerme de vuelta, era eso.
Me lleno de fortaleza en mi cuerpo débil. Puede que todavía allá lágrimas en mi cara,
pero me asegurare que mi expresión sea de cólera total.
—Has terminado tu punto —tengo mi voz firme—. Entiendo. Yo no te importo.
Estoy escuchando fuerte y claro. Ahora déjame ir.
Veo lo que creo que es un destello de emoción en sus ojos. O tal vez es este estúpido
hilo de esperanza que estoy sosteniendo desesperadamente para que lo vea.
La esperanza de que me diga que no quiso decir nada de esto, que él siente lo mismo
por mí como yo por él.
Deja caer mi brazo, sus ojos aterradoramente duros.
—Cuanto antes me vaya de aquí, malditamente mejor. —Él tira de su casco fuera del
manubrio—. Tú y yo hemos terminado aquí. ¿Queda claro?
Y esa esperanza se pisotea bajo sus palabras. Me armo a mí misma contra él.
—Como el cristal. No te preocupes. Después de hoy, tú nunca tendrás que verme de
nuevo. —Empiezo a alejarme.
Pero no he terminado. No todavía.
Me doy la vuelta y miro a Tom, no reconozco a la persona delante de mí. El Tom que
llegue a conocer las últimas seis semanas no habría sido tan cruel o me hubiera herido tanto.
El Tom con el que pase tiempo, enamorándome...
O tal vez se trata de eso, yo no conocí a Tom en absoluto.
Y esa posibilidad me duele más que todo lo demás. Doblando mis dedos en mi palma.
Tomo una profunda respiración.
—Ojala que nunca hubieras puesto un pie en el bus de gira. Ojala que nunca te hubiera
dejado acercarte a mí, y mucho menos a mi corazón. —Una lágrima cae por mi mejilla. La
limpio—. No mereces ninguna parte de mí que te haya dado. Eres un bastardo de la peor
especie, Tom Carter.
Sus ojos se levantan hacia mí. Veo lo que creo que es un rastro de dolor en ellos pero
se ha ido rápido que pude haberlo imaginado.
—Eso es realmente lo que soy. Es bueno que finalmente lo recuerdes. Ahora, puedes
tomar tu declaración de amor y dársela a alguien que la quiera.
Me hago en una dolorosa respiración. 217
Mi alma y lo que queda de mi corazón se rompen en pedazos.
Él levanta el casco hacia su cabeza pero se detiene.
Sus ojos se mueven a los míos, su mirada me detiene ahí.
Mi corazón puede estar roto, pero no puedo apartar la mirada de Tom. Nunca he sido
capaz de hacerlo. Una vez que él me atrapa con sus ojos, estoy atada.
No sé lo que ve en mi cara o lo que sucede en este momento, pero dolor verdadero
llena sus ojos y un aliento agonizante se le escapa.
—Te mereces algo mejor —dice, bajo y áspero—. Te mereces algo mejor que yo.
Se pone su casco, el rugido de la moto cobra vida y luego se ha ido, desapareciendo en
el grueso tráfico de Los Ángeles.
Y yo me quedo aquí de pie. Las únicas cosas que me muestran mi tiempo con Tom
son sus palabras que resuenan en mi mente, mi corazón destrozado y las lágrimas manchando
mis mejillas.
27
Tom
Traducido por Ilka
Corregido por Leluli
Lyla me ama.
Ella no puede amarme. Ella no puede porque… bueno, soy Tom Carter. Yo no amo.
No puedo amarla. No puedo amar a nadie.
Nunca lo he hecho y no voy a empezar ahora por una vagina apretada y unos pechos
increíbles… y una hermosa sonrisa.
Seguro, me interesa Lyla, pero amar… nunca entró en la ecuación.
Lyla es una chica buena, a la que le han tocado algunas cartas de mierda en la vida. Si
ella estuviera conmigo, todo lo que haría sería seguir haciéndole daño, porque ése es el tipo 218
de hombre que soy.
Ella se merece a alguien mejor que yo. Ella se merece a un hombre que pueda…
Una ola de rabia me tiene apretando la mandíbula y apretando mi mano alrededor del
vaso de Jack con el pensamiento de Lyla con otro hombre.
Tomo un largo trago del whiskey, tratando de apaciguar las turbulentas emociones
dentro de mí.
Esto es ridículo. Yo no me pongo celoso. No soy ése tipo. Soy el tipo al que le importa
una mierda. El tipo que folla a una mujer y se aleja, limpiamente.
No me importa. Nunca.
Y tengo que dejar de preocuparme por Lyla y con quién o qué hace. Justo jodidamente
ahora.
Tiene que parar.
Necesito volver a poner mi vida en la vía correcta.
Esto de dormir con una sola mujer ha desordenado mi cabeza. Sólo necesito tirarme
alguna chica y estaré nuevamente normal. Y ese normal necesita empezar ahora.
Dejo que mis ojos barran el bar hacia la morena que ha estado mirándome desde que
llegué.
Mis ojos se encuentran con los de ella y veo la mirada instantáneamente.
Ella quiere follar.
Perfecto.
Dejo que mis ojos la recorran. Mirándola como debí haberlo hecho en el momento
que llegué aquí.
Normalmente no suelo tener ese tipo de efecto. He estado fallando en eso mucho
últimamente y ése es el problema.
Esto me devolverá a las pistas.
Esta morena es alta, curvilínea. Definitivamente tiene caderas y trasero. Pequeñas tetas,
pero puedo vivir con eso. No estoy buscando casarme con la chica. Sólo follármela hasta el
infierno.
Seguro, ella no es Lyla, pero ése es el punto.
Estar con una rubia justo ahora sería muy parecido. Necesito estar tan lejos posible de
cualquier cosa remotamente parecida a Lyla.
El punto de esto es alejar mi mente de Lyla y mi entrepierna enterrarla en alguien más.
Y esta chica morena, quien claramente está dispuesta, es lo completamente opuesto a Lyla
en todo sentido, es perfecta para lo que necesito justo ahora.
Dejando mi bebida detrás, me bajo del taburete y me abro paso hacia la morena.
Quince minutos más tarde — Un cubículo del baño, el bar, en el centro de L.A.
—Joder, sí. Eso es dulzura. Ponte de rodillas y chupa mi verga. —Cierro mis ojos ante
la sensación de, mierda ¿cuál es su nombre? ¿Lacy? ¿Maisy? En serio, ¿a quién le importa una mierda 219
siempre y cuando ella me haga acabar?
Sólo necesito tener su boca alrededor de mi verga. Entonces, estaré de vuelta a mi
antiguo yo y Lyla saldrá de mi maldita cabeza.
La imagen de Lyla parada en la vereda, diciéndome que me ama se queda pegada en
mi cerebro.
Las cosas que yo le dije a ella. Ella estaba llorando.
Joder.
No quería herirla. Sólo entré en pánico. Ella nunca me perdonará luego de lo que dije.
Lo que sea. Como si importara. No necesito que me perdone. Porque Lyla y yo terminamos.
Sólo hice lo que tenía que hacer. Como sacarse un parche. Herirla ahora y terminar
evita cualquier mierda complicada en el futuro.
Me puedo sentir mal ahora, pero en el segundo en que esta chica chupe mi verga, todo
desaparecerá.
De pronto se escucha música a alto volumen en el bar. Alguien debe haber activado la
rocola. La línea pesada de guitarra de «Boulevard of Broken Dreams» de Green Day comienza a
zumbar a través de la pared.
Siento mi pecho apretarse. Un dolor… como si mi corazón estuviera…
No.
Enfocando mi mente en los eventos que están sucediendo, miro hacia abajo, a la
morena que está luchando con mis jeans. Para alguien tan ansiosa de ponerse de rodillas, se
está tomando bastante tiempo abriéndolos.
Impaciente de tener su boca alrededor mío, me hago cargo. Soltando los botones, saco
mi verga afuera.
Estoy a penas medio duro.
¿Qué mierda?
Lo que sea. No importa. Es sólo por la estupidez de no acostarme con cualquiera que
he estado haciendo. Tener sexo exclusivamente con Lyla sólo ha confundido las cosas.
Confundido a mi verga, pero volverá al juego una vez que comience con esta chica. Volverá
a la vida cuando esté dentro de su boca.
Necesito ser el Tom que solía ser. El Tom que folla y se aleja. El Tom al que no le
importa. Porque ése es el Tom que puedo manejar.
Palmeando mi verga, miro hacia ella.
—Abre dulzura y asegúrate de chuparme bien y fuerte.
Ella me sonríe hacia arriba. Su sonrisa no está ni cerca de la bella sonrisa de Lyla.
—Voy a chupártelo tan bien que no querrás que acabe nunca.
Lo dudo mucho.
Pero continúo con ello. La observo abrir su boca y deslizar mi verga entre sus labios.
—¡Mierda, sí! Así se hace —siseo, tocando la parte de atrás de su cabeza, urgiéndola a
que tome más de mi verga—. Tómalo entera.
Con mi verga en su boca, ella comienza a balancear su cabeza arriba y abajo,
chupándome fuerte.
220
Cierro mis ojos tratando de relajarme, mientras me enfoco en la sensación de lo que
está haciendo.
Pero no pasa nada.
¿Qué demonios?
Necesito esto, sintiéndome desesperado, tomo un puñado de su cabello y comienzo a
bombear dentro y fuera de su boca.
Sólo necesito ponerme duro, entonces puedo follármela y todo volverá a la
normalidad.
Volveré a ser mi antiguo yo.
Me mantengo así por unos minutos, follando su boca, pero aún nada está pasando.
Aún no ha crecido ni siquiera un centímetro.
¿Qué Demonios está pasando?
Esto nunca me pasa a mí. Nunca.
La morena saca mi verga de su boca con un pop y comienza a recorrer con su lengua
toda su longitud, gimiendo mientras lo hace.
No es nada como los dulces sonidos que Lyla hace cuando me chupa.
En verdad, se está volviendo algo molesto, estoy tentado a sólo enterrar mi verga de
vuelta en su boca para callar a la chica.
—Me encanta tu pene —murmura, tomándome en su mano, ella empieza a
masturbarme—. Tan jodidamente grande. No puedo esperar a tenerlo dentro de mí. Amo tu
banda. La he seguido por cuatro años. Te he visto en conciertos dos veces. No puedo creer
que esté aquí contigo. Que tengo tu polla en mi mano y muy pronto, vamos a tener sexo. —
Sus ojos se levantan hacia los míos. ¿Tienes un condón contigo, cierto? Porque yo no tengo
ninguno.
Por supuesto que tengo…
No, no tengo.
No tengo ni un solo condón conmigo porque dejé de comprarlos cuando Lyla y yo
comenzamos a hacerlo sin nada.
Cuando me dejó tomar más de ella.
Y anoche… me dejó tener todo de ella.
Mi cabeza comienza a girar.
Presiono mi mano a la pared para sostenerme. El bajo bombea a través de los ladrillos,
haciendo eco del ritmo lastimero de la canción en mi cuerpo. La voz grave de Billy Joe
Amstrong nutre las desoladas letras en mi mente.
Cierro mis ojos, tratando de acallar todo… pero todo lo que puedo ver es a Lyla.
La manera en que luce tirada en mi cama. Mi cinturón atado en sus muñecas.
Bañándola en la ducha. Ella bañándome a mí. Besándola. Cómo me quita el aliento cuando
está de rodillas frente a mí, sus hermosos ojos azules observándome. Moviéndome dentro
de ella… teniendo sexo lento y profundo. Quedándome dentro de ella hasta que se queda
dormida. Sosteniéndola en mis brazos porque no puedo permitirme soltarla. Sin poder
dormir porque no me quiero perder ni un momento del tiempo que me queda con ella,
sabiendo que eventualmente tendré que dejarla ir.
La dejé ir. 221
Un dolor lacerante atraviesa mi pecho. No puedo respirar.
Necesito... necesito irme.
No, puedo hacer esto. Puedo follarme a esta chica.
Esto es lo que hago. Esto es en lo que soy bueno.
Estamos en un baño público. Deberían tener una máquina de condones aquí. Sólo voy
a comprar un paquete, follarla y luego irme a casa.
El sexo oral claramente no está funcionando. No está sacando a Lyla fuera de mi
cabeza. Pero cubrir la última vez que estuvimos juntos estando dentro de otra lo hará.
Tiene que funcionar.
Abro mis ojos y miro hacia abajo, pero en vez de ver a la morena veo a Lyla
devolviéndome la mirada.
¿Qué demonios?
Los grandes ojos azules de Lyla pestañeando. Su maravillosa boca sonriéndome en esa
forma dulce que ella sabe hacer.
El pánico me golpea. Un pánico que no me había golpeado desde que tenía trece años
y mi vida cambió para siempre.
El día que perdí todo. El día en que estuve parado sin poder hacer nada para detener
lo que estaba sucediendo.
No puedo hacer esto. Necesito salir malditamente de aquí.
Ahora.
—No puedo hacer esto.
Traté de moverme, pero la morena no me escucha y trata de meterse mi verga de vuelta
a su boca.
—No. —Con mis manos puestas firmemente en sus hombros, la empujo—. Tenemos
que parar.
Ella mira hacia arriba, la confusión se refleja en su rostro.
—Hice… ¿hice algo malo?
—No. —Haciéndome a un lado, pongo mi pene de vuelta en mis pantalones y
rápidamente los cierro—. Tú no hiciste nada malo. —Inspiro profundo, el sentimiento de
culpa y un montón de otras emociones de mierda con las que no puedo ni comenzar a pelear,
me golpean—. Yo lo hice.
Abro la puerta de un portazo y prácticamente salgo corriendo de ahí, dejando atrás la
confundida morena de rodillas.
Prácticamente no puedo ver claro mientras trato de hacerme camino fuera del bar.
Finalmente, llego a la puerta. Empujando para abrirla, el aire entra en mis pulmones
con fuerza, dejándome respirar superficialmente.
La presión en mi pecho es tan intensa, que siento como si fuera a explotar.
Lyla me estropeó.
¡Ella me estropeó, maldita sea!
Ella se metió dentro de mi cabeza y revolvió todo.
Me importa. Más de lo que me importa am…
222
No.
No puedo hacer esto. No puedo sentirme así.
Necesito… Cristo ¿Qué necesito?
Tiempo.
Necesito tiempo. Eso es todo.
Traté de saltar a mi vieja vida muy deprisa.
Sólo me tomaré unos días para despejar mi cabeza.
Salir del estado mental de adicción en el que me dejé caer con Lyla.
Me gustaba la vida que tenía antes, no, la amaba jodidamente. Antes de que empezara
a hacer promesas, tratando de pensar que podría cambiar para ayudar a Jake. Pero eso era
pura mierda. Y Tru y Jake están bien ahora.
Mantuve mi promesa, hice lo dije que iba a hacer.
Pero las cosas necesitan volver a la forma en que estaban antes.
Fácil. Sin complicaciones. Sin expectativas.
Nadie que diga que me ama.
Y yo… yo no vuelvo a am…
Preocuparme por alguien que no sea yo mismo.
Volveré a la vida que tenía antes. Trabajo y mantengo toda mi mierda alejada.
Pero desde Lyla, todo lo que he hecho es sentir cada día.
Sentirla.
Me convertí en el hombre que nunca quise ser.
Débil.
No puedo ser débil. No puedo preocuparme de ella. No puedo arriesgarme a
convertirme en él.
No puedo nunca arriesgarme a convertirme en mi padre.
Y no convertirme en él significa que tengo que volver a ser el hombre que era antes,
no importa cuánto pueda doler dejar ir a Lyla.
223
28
Lyla
Traducido por Musa65
Corregido por Cecilia
Dos semanas más tarde — Una tienda de zapatos, Boulevard Robertson, LA.
—Déjame conseguirnos algunas bebidas ya que parece que vamos a estar aquí un
tiempo —dice Shannon, levantándose.
Dos horas más tarde, área de espera — Centro Médico Cedars-Sinai, L.A.
¿Qué es esto?
237
Estoy asumiendo que no sabe acerca de Dex entonces. Bueno, me gustaría pensar que
si lo hacía, su mensaje diría algo más que eso. Sé que es un hijo de puta, pero no creo que
sería así de insensible.
Y realmente, ¿de qué tenemos que hablar? ¿Cómo que no da una mierda por mí? ¿Cómo que
claramente ha seguido adelante respecto a mí?
Gracias, pero no gracias.
No he oído hablar de él o visto en dos semanas, y después de que lo veo con alguna
mujer, llama y escribe.
Probablemente sintiéndose culpable o peor aun sintiendo lástima por mí.
Sí, bueno, yo no necesito su maldita lástima.
Borro su mensaje y limpio mi pantalla de sus llamadas. Marcó a la tía Steph. Ella y el
tío Paul deben estar en el aire ahora en su camino aquí, pero quería hacerle saber que he visto
a Dex.
Escucho el saludo de su correo de voz.
—Hola, soy yo. Acabo de ver a Dex. Está lográndolo. El médico dijo que va a estar
bien. Quiero decir, obviamente, no está bien, pero va a estarlo... con un poco de ayuda. Sólo
quería que supieras que lo he visto, y está lográndolo. Me estoy encaminado a casa porque
no nos dejarán permanecer por más tiempo siendo tan tarde aquí. Llámame cuando aterrices,
y vendré a recibirte al aeropuerto.
Voy a tener que pedir prestado el auto de Cale para recogerlos ya que el mío es de solo
dos asientos.
Mientras estoy pensando eso, Cale pone su brazo alrededor mío.
Llegamos a pararnos frente a los ascensores. Sonny presiona el botón, y yo descanso
mi cabeza contra el pecho de Cale mientras esperamos. Estoy agradecida de tenerlos. Puedo
no tener a Tom, pero tengo los mejores amigos que una chica podría desear. El ascensor
llega, y todos entramos. Cuando llegamos a la planta baja, salgo con el brazo de Cale todavía
alrededor de mi hombro.
Nos acercamos a las puertas electrónicas. Se deslizan abriéndose, y el aire de la noche
trae un frío con él. Yo me estremezco. Todavía estoy en mis pantalones cortados y camiseta.
Cale frota mi brazo.
—¿Tienes frío?
Sonrío hacia él.
—Estoy bien. —Entonces, miro hacia delante.
Ahí es cuando mi corazón cae de mi pecho.
Tom está parado al otro lado del camino, apoyado contra su Range Rover, sus ojos
fijos en mí.
238
30
Lyla
Traducido por Marp24
Corregido por Cecilia
Tom se aparta del auto y empieza a caminar hacia mí. Sus ojos no dejan los míos
mientras sus largas piernas se comen la distancia que nos separa. Aún está usando la misma
ropa que tenía más temprano. Su espesa barba adornaba su barbilla. Se veía tan caliente como
siempre. Odio eso.
Mis pies están pegados al lugar, mis piernas temblaban. Siento el agarre de Cale
apretarse en mi hombro.
Decir que Cale no está contento con Tom es quedarse corto. Cale es mi mejor amigo,
le cuento todo y le conté lo que paso entre Tom y yo —bueno quitando los detalles sobre
sexo—, obvio. También deje por fuera algunas de las cosas más crueles que Tom me dijo. 239
Sé que si le hubiera dicho a Cale sobre eso, habría ido a la casa de Tom para tener unas
cuantas palabras con él y la última cosa que quiero es estos dos peleando.
Cale está enojado por la forma en que Tom dejo las cosas conmigo. Trate de hacer
entender a Cale que Tom no hizo nada realmente malo —aparte de haber sido un malvado
bastardo cuando termino las cosas, él nunca me ilusionó, nunca me dio falsas promesas. Si
algo fue, fue honesto conmigo todo el tiempo.
Es mi culpa haberme enamorado de él.
Que Tom no se sienta de la misma manera no es tu culpa. No importa que tanto
quisiera estar enojada con Tom, los sentimientos no son algo que puedas controlar.
Desde el principio sabía que Tom no era el tipo de chico con sentimientos. Solo le
tomo decirme la manera en que lo hizo para que yo lo entendiera.
Aunque… el estando aquí ahora mismo no está haciendo nada para mi corazón. Tom
se para a un metro de distancia de mí. De cerca, puedo ver que tan cansado realmente esta.
Tiene círculos negros alrededor de sus ojos, como si no hubiera dormido en un buen tiempo.
Mi corazón empieza a latir con fuerza en mi pecho.
—Lyla —su voz es rasposa pero aún se siente como un bálsamo para la herida aún
abierta de mi corazón. Me doy cuenta de que lo extraño más en este momento de lo que lo
he extrañado en estas dos últimas semanas. Duele tenerlo tan cerca y que no sea mío.
—Hola —mi voz suena tan pequeña. Odio eso. Necesito crecer. Tomo una respiración
fortalecedora. Todo lo que puedo manejar es respirar a Tom. Su familiar esencia me
recuerdas tiempos perdidos.
Dolor pasa a través de mi corazón.
Los ojos de Tom parpadean ante la mano de Cale en mi hombro y se endurecen.
Luego sus ojos vuelven a mí y se ablandan.
—Estas… —se rasca la barba en el mentón antes de que sus dedos suban hasta su
cabello y tira de el—, podemos umm… hablar?
No sé por qué pero miro a Shannon. Tal vez es porque sé que ella me animara a hablar
con él y animo es lo que necesito ahora mismo porque mi cabeza está diciéndome que le diga
que se joda.
Aun cuando mi corazón está sacando sus pequeños y sucios dedos en desesperación
por alcanzarlo.
Shannon me anima «Habla con él» modula.
Miro de nuevo a Tom. Puedo ver el malestar en su cara, su cuerpo tenso mientras
espera por mi respuesta. Duele verlo.
Miro por encima de su hombro y digo:
—No lo sé.
—Por favor Lyla.
La angustia en su voz tiene a mis ojos volviendo a él. Luce asustado. Tomo una gran
respiración.
—Está bien…
Esa solas palabras de mi lo dejaron visiblemente relajado. Me tienen preguntándome
que es lo necesita hablarme urgentemente.
Me volteo hacia Cale, causando que su mano se resbale de mi hombro.
240
—Vayan a casa sin mí, los veré allí. —Luego recordé que yo era la conductora de
Shannon—. ¿Podrías llevar a Shannon a casa? Si eso está bien contigo, Shannon.
—Claro que lo está. —Ella sonríe en grande. Ella está feliz de que Tom este aquí para
verme. Pienso que debajo de esa capa de frialdad ella es una verdadera romántica.
Cale ni siquiera me ha mirado. Sus ojos están molestos y en Tom. No sé si Cale será
difícil acerca de esto o no, luego arrastra su mirada de Tom hacia mí.
—Ly, no voy a tratar de convencerte de no hablar con él. Tú haz lo que tengas que
hacer. Pero si me necesitas, me llamas y vendré de inmediato.
—Lo sé, gracias —dije, tocando su brazo.
Cale volteo sus ojos de nuevo hacia Tom, su mandíbula apretada.
—No me importa quién carajos seas. La lastimas de nuevo y vendré a por ti.
—Vendremos por ti —Sonny dice.
Mi corazón se desploma, Tom no es exactamente pacífico y yo realmente no necesito
una confrontación entre ellos ahora mismo.
Tom los mira, luego suspira.
—La cague enormemente, lo sé. No estoy planeando lastimar a Lyla de nuevo si puedo
evitarlo. Pero si lo hago, entonces me merezco lo que venga.
Bueno, santa mierda. Mi corazón vuelve a mi pecho y comienza a latir a doble tiempo.
Cale mira a Tom con una mirada renovada de respeto, le da a Tom un asentimiento y
se va. Sonny le da una dura mirada y sigue a Cale. Shannon se queda un momento dándome
una gran sonrisa y un pulgar arriba antes de ir tras de Cale y Sonny.
Escuchando sus tacones repiquetear contra el concreto, llevo mis ojos de nuevo hacia
Tom para encontrar sus ojos en mi pecho con una rara emoción en su cara.
—La estás usando —dice y traga—. La camisa que compre para ti.
Hay algo parecido a la esperanza en sus ojos.
Encogiéndome de hombros, lanzo mi cabello por mi hombro.
—No analices eso. Solo pasa que me gusta la camisa. ¿Cómo sabías que estaba aquí?
Empuja sus manos hacia sus bolsillos traseros, inclinándose en sus talones.
—Shannon. Ella me llamo cuando llegaste aquí. Tú estabas hablando con el doctor.
Frunzo el ceño hacia ella. Esa furtiva pequeña perra. Tendremos unas palabras más tarde.
—No estés enojada con ella —Tom dijo suavemente—. Ella pensó que tu tal vez
umm… me necesitarías. Bueno, ella dijo que luego de que me hubiera masticado el trasero
por haberte lastimado. —Sus jades se encuentran con mis azules—. Lo siento tanto, Ly.
Quiero decirle que no necesito sus disculpas y que no lo necesito aquí, pero sería una
mentira.
Miro hacia otro lado.
—¿Cuándo llegaste aquí?
Se mueve en un pie.
—Llegue tan pronto como llego la llamada. He estado aquí unas cuantas horas o algo
así.
Mi corazón se aprieta. Odio que pueda hacerme sentir así. 241
—¿Esperaste todo este tiempo aquí afuera… por mí?
Sus hombros caen, y sus ojos miran el suelo – quería estar seguro de que estabas bien.
—¿Por qué no entraste?
Las puertas se abren detrás de mí y algunas personas salen. Tom y yo nos movemos
lejos de las puertas, dándonos un poco de privacidad.
Estando frente a mí, más cerca ahora, dice:
—Quería entrar y verte, pero no sabía… como las cosas estaba contigo, si querías
verme. Se lo que Shannon dijo pero cuando me viste más temprano, enloqueciste… así que
no estaba seguro. —Sus ojos se oscurecen.
Un escalofrió recorre mi cuerpo cuando recuerdo exactamente como me sentí cuando
lo vi en la calle con esa mujer.
—Tú estabas con alguien.
—Puedo explicar eso. Te llame a ti antes de que Shannon me llamara porque vi tu cara.
Sabía qué estabas pensando —él se acerca un paso más—, necesitamos hablar.
Lo miro a la cara.
—¿De?
—Nosotros
—No hay un nosotros.
Él sacude su cabeza.
—No, pero debería haberlo.
Sus palabras me sacuden hasta la medula. No puedo encontrar nada para hablar.
—Pero antes de nosotros… —desliza su mano como si quisiera tocarme pero luego
la baja—, ¿estás bien? ¿Tu hermano… está bien? Shannon no lo sabía cuándo me llamo.
Envuelvo mis manos a mí alrededor.
—Dex va a estar bien… físicamente… pero el trató, um, el trató de… tuvo una
sobredosis.
Tom asiente.
—Shannon lo dijo.
Trago la bola en garganta.
—Afortunadamente las píldoras no lograron entrar a su sistema, así que no hay daño
permanente ni nada.
—Eso está bien. —Se mueve un poco más cerca—. Más importante, ¿cómo estás tú?
Me encojo de hombros, mirando más allá de él.
—Haciéndole frente. Hay mucho por averiguar, pero llegare a ello, siempre lo hago.
—Lo harás, eres la persona más fuerte que he conocido.
Se acerca de nuevo para tocarme y esta vez no para. Sus dedos rozan la piel de mi
brazo. Calor se arremolina en mí.
Lo quiero y lo necesito, pero no sé qué quiere el de mí. No sé lo que vi antes o lo que
él ha hecho en el tiempo que hemos estado separados y no puedo olvidar que tanto dolieron
sus palabras. Confundida, doy un paso atrás, lejos de su toque. 242
—No…
Decepción llena sus ojos, frustración mostrándose en su cara.
—Ly, la mujer con la que me viste antes
—No quiero hablar sobre eso ahora mismo. —Miedo me golpea, rápidamente
convirtiéndose en pánico. Tal vez quiera la verdad, pero no ahora mismo. Mi corazón no
puede tomar otro golpe.
—Sé que este es el peor momento, pero no es lo que tú piensas. La mujer con la que
me viste antes es mi hermana.
Eso llama mi atención.
—¿Tienes una hermana? —Estoy aliviada pero sorprendida.
Él mira alrededor, como si estuviera chequeando a la gente.
—Sí —responde, trayendo su mirada de nuevo a mí.
—Cómo es que no lo sabía —me paro a mí misma—, claro que no lo sabía. Tú nunca
me dijiste nada acerca de ti, pero de nuevo, nosotros solo estábamos follando, como tú dijiste.
Así que, ¿Por qué compartirías algo? Ahora que no estamos follando tengo permitido
preguntar, ¿Tienes solo esa hermana o más? ¿Algún hermano? ¿Mascotas? ¿Tienes hijos de
los que no sé? ¿Una novia? —Estoy yendo hacia la zona de la locura pero no puedo evitarlo
a su alrededor. El saca la loca de mí.
—Solo esa hermana, ningún hermano, ninguna mascota, definitivamente no hijos. —
Me da una sonrisa con sus manos detrás de su cuello, mostrando los músculos en sus brazos.
Incluso en este momento emocional con pelea mi atracción por el erosiona.
—Y ninguna novia. —Me da una mirada significativa—. Tienes razón, no he
compartido nada de mi vida contigo… pero quiero que eso cambie. Necesito decirte algunas
cosas sobre mi… cosas que necesito que entiendas.
—¿Por qué?
—Lyla…
—No, Tom. ¿Por qué necesitas que te entienda?
Se mueve, envolviendo sus brazos alrededor de su pecho.
—Porque me preocupo por ti
—Oh, te preocupas por mí ahora. Gracioso, porque hasta hace solo dos semanas tú
no dabas una mierda por mí. ¿Qué ha cambiado?
—Todo… todo ha cambiado. —Mete su mano en su cabello, sus ojos mirando a
nuestro alrededor—. ¿Podemos solo no hacer esto aquí?
—Aquí es tan bueno como cualquier otro lugar. ¿Quieres hablar? Háblame aquí.
Estoy cavando mis talones, estoy siendo difícil, sé eso, pero no me siento con ganas
de ponérselo fácil ahora mismo.
—Lyla, las cosas que quiero decirte no son cosas que quiero decir en público.
Recordando quien es Tom y como su vida terminara en la prensa como también lo
hará la mía, suspiro.
—Está bien, ¿dónde quieres hablar?
—Mi casa. —Me da una sonrisa esperanzada. 243
—¿Tu casa? —Mi primera y última vez allí fue nuestra última noche juntos—. No lo
sé. —Me retiro un paso
—Solo para hablar. —Sostiene sus manos en el aire—. Nada más.
Corro una mano a través de mi cabello, mis dedos quedan enredados en los nudos.
—Está bien… supongo. Pero mi auto está aquí, así que tendré que seguirte.
—O puedes dejarlo aquí y puedo traerte por él más tarde.
Inclino mi cabeza y lo miro con recelo.
—¿Cuál sería el punto de eso?
Sus ojos se vuelven serios.
—Tendría más tiempo contigo.
Mi corazón sale de mi pecho y se envuelve alrededor de él. Pero mi enojada cabeza me
dice que él pudo haber tenido las dos últimas semanas conmigo si hubiera sacado su cabeza
de su trasero antes.
—Está bien —consiento, controlando mis emociones—. Tu auto será.
Sigo a Tom hasta el Range Rover, sintiéndome un poco sorprendida cuando el abre la
puerta para mí. Con una mano en mi espalda, me ayuda a entrar. Su toque quema a través de
mi ropa. Él ni siquiera intenta una tocada de trasero.
No sé si eso es una buena cosa o no.
Sintiéndome agitada, trato de calmarme mientras que Tom rodea el auto hacia el lado
del conductor. Se monta y cierra su puerta con un chasquido.
Luego, solo somos él y yo en su auto en la oscuridad.
De repente todo parece mucho más pronunciado. El sonido de mi respiración, el
tamborileo de mi corazón,
La respiración de Tom, su loción de afeitar, su fuerza y tamaño en este pequeño
espacio.
Toda esta abrumándome.
Él arranca el auto y la mitad de esa canción de Bryan Adams empieza a sonar.
La canción con la que él dijo que me recordaba. Con la que me he estado torturando
por las ultimas semanas. Con el corazón en mi garganta, le lanzo una mirada. Estoy muy
segura de que mis sentimientos están por toda mi cara
Él alza su mano y gentilmente toca mi mejilla con sus dedos.
—He estado escuchándola mucho estas últimas semanas.
Sin palabras y al borde de las lágrimas, alejo la mirada y miro hacia fuera de la ventana.
244
31
Lyla
Traducido por Felin28
Corregido por Cecilia
El camino a casa de Tom fue tranquilo. Me pasé todo el viaje atrapada dentro de mi
cabeza, preguntándome sobre de qué quiere hablar conmigo y también tratando de averiguar
lo que quiero decirle.
Se detiene frente a las puertas de su casa. Usa el mando a distancia, para abrirlas.
Observándolas se mueven lentamente, mi corazón va en tiempo extra.
En el momento en que se detuvo fuera de su casa, mi corazón está intentando de
escapar de la jaula de mis costillas.
Sin decir una palabra, Tom sale del auto. Desabrocho el cinturón de seguridad y abro
mi puerta. 245
Tom está ahí, y él toma mi mano, ayudándome. Mi cuerpo con sobresaltos al tener la
sensación de tocar su mano grande, la electricidad serpentea a través de mi cuerpo, el deseo
se agrupa entre mis piernas.
No importa lo que está pasando entre Tom y yo, mi cuerpo siempre lo desea.
Conforme lo recorro hacia abajo, veo sus ojos fijarse en mis piernas, una llamarada de
deseo los tiene encendidos.
Siento un golpe de alivio. Es bueno saber que todavía tengo ese efecto en él. Estaba
empezando a preocuparme de que había desaparecido. Él no me mira de una manera sexual
desde que lo vi en el hospital.
Sus dedos se enroscan con los míos, agarrando mi mano.
Me congelo, mi corazón se rebela contra mi cabeza.
—No me alejes. Sólo necesito abrazarte... aunque sea una pequeña parte de ti. —Su
voz era gruesa con mucho significado.
Su pecho se apretó contra mi hombro, recuerdo lo bien que se siente tener su cuerpo
reconfortarte de Tom contra el mío.
Mi cabeza comienza a girar.
Levantando la cabeza, lo miro a los ojos y asiento.
Con su férreo control sobre mi mano, me conduce a la casa y directamente a la sala de
estar.
Es la primera vez que la estoy viendo. Es muy parecido a su dormitorio —varonil, con
madera oscura, paredes blancas, un sofá negro con forma de L que se ve cómodo a la vista,
una enorme pantalla plana en la pared.
—¿Puedo ofrecerte algo de beber? —Me pregunta, mientras me lleva hacia el sofá.
—No, gracias.
Tom se sienta y tira de mi mano, llevándome a que me sentara a su lado.
Estamos en la esquina, así que me moví otra vez, dejando su mano, puse un buen poco
de distancia entre nosotros.
Puedo ver por la expresión de su rostro que no está contento con la distancia, pero
necesito hablar con él con la cabeza clara, y si Tom me deja mi mente confusa y con un juicio
nublado.
Determinación de sus ojos, Tom se desplaza hacia mí, dejando poco espacio entre
nosotros. Luego, gira su cuerpo hacia el mío, presiona su rodilla cubierta con su jeans contra
la parte externa de mi muslo desnudo.
El contacto es como un cable de alta tensión en mi piel.
Suspiro y lo miro. Sus ojos son oscuros, y me dice que si me muevo, no habrá
problemas.
Me quedo donde estoy.
Se inclina hacia adelante —sus antebrazos en los muslos, las manos enlazadas juntas—
, atrayendo aún más cerca.
Exhala, y siento el calor de su aliento en mi piel.
—¿Por qué estoy aquí, Tom?
Sus ojos me estudian en silencio por un momento.
246
—Necesito que sepas cuánto lamento la forma en que me comporté. Las cosas que te
dije la última vez que nos vimos son imperdonables. Lo siento mucho.
Aprieto mi mandíbula.
—Oh, quieres decir cuando desnudé mi alma contigo, y tú me dijiste —y lo cito—
«Toma tu declaración de amor, y dísela a alguien a quien la quiera» entonces, te alejaste de mí sin
pensarlo dos veces.
—Tarde un segundo en pensarlo. —Su expresión se obscureció—. Me he arrepentido
de lo que dije cada instante desde entonces.
—¿Y qué? ¿Tengo que olvidar lo que me dijiste como si no fuera en serio? —El dolor
de ese día sigue siendo tan crudo dentro de mí.
—No sé... fue el miedo. —Se encoge de hombros.
—¿El miedo? —Estoy confundida y enojada, y se nota en mi tono.
La culpa afila su expresión.
—Lo que estoy tratando de decir es... que tal vez en el fondo, pensé que si te hacía
daño, entonces haría el camino más fácil para alejarme de ti. Si me odiabas, entonces no
habría vuelta atrás. Sólo que no tomé en cuenta lo mucho que te echaría de menos. Cómo
vacío —así… me sentía sin ti —Su sonrisa es torcida, sincera... y triste…
—No lo entiendo. Si me quieres, entonces ¿por qué me rechazas? —Tal vez estoy me
estoy haciendo la tonta aquí, pero no puedo entender su lógica.
Él deja caer su mirada.
—Porque yo estoy jodido.
—No, no lo estás. —Niego con la cabeza—. Eres independiente emocionalmente pero
no jodido.
Sus ojos vuelven a los míos.
—Estoy jodido, Ly. Si supieras todo sobre mí, cosas que he hecho, la forma en que he
comportado —no estarías diciendo eso.
—Incluso después de la forma en que te comportaste hacia mí ese día, Tom, no cambió
la forma en que te veo. Y no se trata de que cambie con lo que necesitas decirme ahora.
—Sólo espero en Dios que todavía sigas diciendo eso cuando haya terminado de
contarte todo. —Su mano se frota sobre su cabello. Parece nervioso, incómodo—. Las cosas
que tengo que decirte... mi tiempo es una mierda, pero para que te enteres... bueno, yo...
tengo que decirte esto.
—Así que dímelo. Estoy escuchando. —Lo miro, animándole con mis ojos.
—Está bien. —Toma una respiración profunda—. Qué fue lo que te sucedió con Dex
hoy... entiendo lo que estás pasando.
Sus ojos se mueven hacia abajo. Después de un momento, él los levanta para mirarme.
Veo una vulnerabilidad que nunca pensé que vería en Tom.
—Sé cómo te sientes, porque cuando yo tenía trece años, mi padre se suicidó.
—Oh Dios, Tom, lo siento mucho. —Agarro su mano, apretándola.
Con lo que ha pasado con Dex, sigue siendo tan duro. Y conozco que es lo que siente
perder a mi madre, me duele el corazón de Tom.
Sus dedos se enroscan alrededor de mi mano. 247
—Con Dex y cómo perdió a su madre... del cómo la prensa lo interpretó... tú y yo
tenemos mucho más en común de lo que crees.
—No es una gran cosa tener algo en común, sin embargo —digo, mis dedos van a mis
labios.
Toma la mano de mi boca. Sosteniendo entre sus dos manos, y la envuelve entre sus
dedos juntos. Inclino mi cuerpo al suyo, su pierna colocada entre la mía, poniéndonos cara a
cara.
Niega con la cabeza.
—No, eso no. Pero hay más de ti en esto. Sólo necesito saber que entiendes cómo te
sentías cuando eras más joven después de que perdiste a tu mamá. La atención de la prensa...
—Su mirada se clava en la alfombra bajo mis pies—. Mi padre no era famoso en el sentido
como lo era tu mamá, pero el nombre de mi familia es... reconocible. Y la forma en que
murió hace que la prensa esté muy interesada en nosotros.
¿Su apellido?
—¿Tu apellido Carter? —Le digo, confundida, tratando de pensar en Carters famosos.
Solo encuentro al ex Presidente Carter, pero no hay forma de que Tom esté relacionado con
él. Creo.
Él me da una sonrisa arrepentida.
—No, Ly... Carter en realidad no es mi apellido. Es mi segundo nombre.
—Mi apellido es Segal.
Le doy una mirada de confusión.
—¿Segal? ¿Quieres decir, como el whisky que odias?
—Sí, Firecracker, como el whisky que aborrezco. La cosa es... que el whisky que odio
técnicamente es mío. Bueno, la compañía en realidad. Mi nombre completo es Thomas
Carter Segal, Cuarto.
Sostengo el puto teléfono.
¿Él es Thomas Segal? ¿No está Thomas Segal muerto? ¿No se murió, como hace, unos
pocos cientos de años?
No seas tan jodidamente estúpida, Lyla. Por supuesto que no es que Thomas Segal. Él
debe ser su tataranieto o algo así.
Mierda.
Bueno. Tenemos que hacer una pausa por un momento.
Para poner esto en perspectiva, Tom me dice que él es Thomas Segal IV prácticamente
me está diciendo que él es el tátara-tátara nieto de Jack Daniels.
Jack, Jim, Johnnie, y Thomas y cuatro de los grandes nombres de whisky.
Y he estado durmiendo con Thomas.
Bueno, a la mierda.
—Está bien —chilló—. ¿Cómo es que no sabía de esto? ¿Cómo es qué todo el mundo
lo sabe? Porque si eres famoso estás en el TMS. Ahora que lo pienso, ¿por qué estás en el
TMS cuando eres el dueño del whisky Segal? ¿Y por qué odias el whisky si eres el propietario?
Y-y... —me estoy quedando sin aire.
Él deja escapar una risa suave.
—Esas son bastantes preguntas, Firecracker. 248
—Lo sé. Lo siento. Estoy confundida. —Levanto una mano hacia atrás, frotándome
la cabeza.
—Lo sé. Es confuso, y lamento que ni fui sincero contigo desde el principio.
—No tienes que lamentarlo. No debes contarme la historia de tu familia, porque
estabas durmiendo conmigo.
—Sí, lo hice.
Levantando la cabeza, me mira, y la fuerza de su mirada me golpea directamente en el
corazón.
—Había algo más entre nosotros que sólo sexo desde el principio. Ambos lo sabíamos.
Yo sólo elegí ignorarlo durante mucho tiempo, mientras que eras valiente y te ponías a la
altura.
Él se apoya en el sofá, con la cabeza inclinada hacia atrás y el resto de él.
Sus palabras me han fascinado y lo sigo. Me quitó mis zapatos, y subo los pies en el
sofá, sentado cerca de su lado con las piernas metidas debajo de mi trasero, mis muslos
apretados contra los suyos. Mis ojos están puestos en su rostro, desesperada por saber todo
sobre él.
Él inclina la cabeza hacia mí, con los ojos tristes en los míos.
—Te merecías saberlo todo sobre mí desde el principio, en lo que te estabas metiendo,
y lamento haberlo callado. —Él arrastra una mano por su cabello—. Mi pasado no es una
historia fuerte y difusa, y no me gusta compartirla. Las únicas personas que conocen mi
pasado son Jake y Den. Y Jonny, que se lo llevó a la tumba con él. Yo sólo les dije una vez
sobre TMS y porque recibía bastante debido a que tenían derecho a conocer el equipaje que
llevaba. Mi pasado es el tipo de noticias que los tabloides aman. Afortunadamente, nadie ha
cavado lo suficiente en mí para descubrirlo, y me he asegurado de que siga siendo así. Siendo
el mujeriego, tocando el bajo en la banda mantiene el interés de la gente en mí a ese nivel.
Ese es mi mundo el que pasará de moda después de un tiempo. La gente pierde interés.
Él se acerca y acomoda mi flequillo en la frente.
—¿Recuerdas lo que te dije cuando estábamos en el piano ese día?
No quiero estar en primera plana. Me gustan las cosas fáciles, simples. Tengo la oportunidad de tocar,
hacer lo que amo, de obtener las recompensas con mi esfuerzo.
—Sí. —Asiento.
—Me gustan las cosas simples. Yo no quiero estar en la primera plana... pero lo hago
contigo. —Toma mi mano de nuevo—. No quiero que sea fácil si eso significa que no puedo
tenerte. Eres importante para mí. Más importante que alguien alguna vez haya sido. Quiero
que conozcas... el verdadero yo. Quiero que entiendas, mi vida hasta este punto.
Mis ojos se cierran en sus palabras. Siento que se mueve más cerca, entonces, sus
manos acunan mi mandíbula.
Abro los ojos.
—Eres importante para mí, también, Tom. Quiero entenderte. Es por eso que estoy
aquí, ¿por qué quiero escucharte.
Sus dedos dibujan un camino a través de mi mandíbula y en el cuello.
—Como habrás adivinado, mi tatarabuelo era el patriarca de Segal whisky. Su nombre
era Jean-Pierre Segal. Llegó a los EE.UU. de Francia a mediados de mil ochocientos. 249
Tom es francés de Tom... del tipo de...
Mierda increíble.
Él acaba de ir aún más alto en la escala de caliente.
—Jean-Pierre se instaló en Danville, Kentucky, donde conoció a mi tatarabuela, Sarah
Thomas.
Kentucky. Recuerdo lo borde que fue Tom mientras estábamos en ese festival en
Kentucky.
—El padre de Sarah, John Carter Thomas, había muerto el año anterior y le dejó la
granja donde creció. Ella y Jean-Pierre se casaron y se hizo cargo de trabajar la granja.
Cultivaban maíz, y decidió empezar a producir el whisky que ella llamaba bourbon que había
llegado a ser popular. Algunos agricultores estaban haciendo buen dinero con él, y mi abuelo
tenía que ganar dinero cuando Sarah estaba embarazada de mi bisabuelo. Nació una semana
antes de que destilara con éxito el primer lote de Segal whisky. Ellos decidieron llamar a mi
bisabuelo, Thomas, detrás del nombre de la familia de Sarah, y, Carter, al igual que sus padres.
Jean-Pierre nombró el whisky después de que naciera su hijo. Y así es como nació Thomas
Segal whisky. —Él deja escapar una risa autocrítica—. Yo ni siquiera sé por qué no te dije.
En realidad no es relevante para los detalles de mi vida de mierda.
Inclinándose aún más, pegó mi frente a la suya.
—Todo en ti es relevante. Todos tus asuntos. Quiero saber todo sobre ti.
Sus dedos se deslizan por mis mejillas.
—¿Alguna vez te dije lo increíble que eres?
—No últimamente. —Sonrío.
Él traza su dedo sobre mis labios.
—Bueno, eres increíble. Eres la mejor persona que he conocido.
Me recuesto, descansando mi hombro contra el sofá, lista para escuchar el resto de su
historia.
—Así que, ya sabes que mi padre era Thomas, Tercero. —Se está refiriendo a su
tatuaje—. Papá se hizo cargo del funcionamiento de la empresa, cuando mi abuelo ya no
podía. Mi padre estuvo a la cabeza de la empresa, el presidente ejecutivo, y su hermano
menor, mi tío Joe, fue director general. Yo estaba preparándome para hacerme cargo un día.
Toda mi vida la pasé en Danville, Kentucky —escuché su acento sureño en ese momento—
, siendo preparado para el día que tuviera que hacerme cargo de la empresa. Me graduaría del
instituto, e iría a la universidad de Ivy League, y luego asumiría un trabajo en Segal y aprender
el negocio. Mi vida se había trazado. Entonces, todo cambió cuando tenía trece años.
Estoy a punto de preguntarle acerca de su acento sureño, que fue lo que le sucedió,
cuando sus ojos encuentran los míos. El dolor que veo en ellos lo siento como si fuera mío.
Es así de fuerte.
—Cuando tenía trece años, mi padre descubrió que mi madre tenía una aventura. Ella
había estado durante bastante tiempo con... mi tío Joe. Mi padre les encontró juntos.
Al ver la dirección que estaba tomando la historia, me muevo más cerca, sintiendo que
Tom me necesita cerca ahora.
—Todo se vino abajo. Mamá salió de nuestra casa junto con Joe. Ella quería llevarnos
con ella, pero yo no dejaría a mi papá. Heather, mi hermana menor por cinco años, realmente
no comprendió lo que estaba pasando, y ella quería estar con mamá. Así, que Heather se fue
250
con mamá, y yo me quedé con papá. Siempre estuve más cerca de él. —Él suspira—. Eso lo
golpeó mal. Él no sólo había perdido a su esposa, también perdió a su hermano, y me estaba
obligando a trabajar en la empresa con él. Estaba bebiendo más y más. Todo era una mierda.
Yo era un niño, tratando de mantener todo unido. En ese momento, pensé que las cosas no
podían empeorar, pero estaba equivocado. Yo estaba en la casa de un amigo, y llamé a papá
para checarlo, pero no me respondió. No sé, pero algo se sentía fuera de lugar. Tenía esa
sensación extraña en el estómago, por lo que dejé la casa de mi amigo y monté mi bicicleta a
casa. Cuando estaba cerca de la casa, vi el auto de mi tío Joe en la calle. Sabía que el que
estuviera aquí no era bueno, así que abandoné mi bicicleta y corrí a la casa. Llamé a papá,
pero no tuve una respuesta. Sonaba —«Ordinary World»— así que pensé que no podría
escuchar más que eso.
El dolor en su expresión es paralizante. Y recuerdo lo que me dijo de esa canción de
su padre, que no la ha escuchado durante dieciséis años.
Mi estómago se aprieta en nudos.
Restriega sus manos por su rostro.
—Cristo, esto es difícil. —Él se pone de pie—. Necesito un maldito trago. ¿Quieres
tomar algo?
Niego con la cabeza.
—Dame un minuto. —Él sale de la habitación y vuelve minutos más tarde con un vaso
con líquido color ámbar en la mano.
—Jack. —Levanta el vaso, se inclina de un lado a otro, mientras deja escapar una risa
débil.
Toma asiento a mi lado, Tom se sienta por un momento, hace girar el whisky alrededor
del vaso.
Entonces, él lanza el contenido hacia atrás y tira el vaso en el suelo junto al sofá.
—La música venía de nuestra sala de estar, así que fui ahí. La televisión estaba
encendida, y el video musical estaba en ella. Miré el televisor, y fue entonces cuando escuché
voces procedentes de la oficina de mi papá. Sabía que él estaba allí con Joe, así que empecé
a correr a su oficina. No tenía idea que haría. Sólo sabía que tenía que estar allí. Acababa de
salir de la sala cuando escuché a Joe gritar. Sonaba con pánico. Ni siquiera di un segundo
pasó cuando la escuché. La pistola. Estúpido como era, corrí en la dirección de la bala, no
lejos como lo haría la mayoría de la gente normal. Atravesé la puerta de la oficina. Fue
entonces cuando vi a Joe en el suelo, sangrando del pecho, y mi padre estaba de pie allí con
su pistola en la mano. Corrí hacia Joe y apreté mi mano contra su pecho para tratar de detener
la hemorragia, pero no había una maldita forma de detener la sangre. Toda había terminado
en mis manos, en mi ropa... en todas partes.
Él lleva sus manos frente a él, como si todavía pudiera ver la sangre de Joe en ellas.
Toco su brazo. Parpadea hacia mí.
—Podía escuchar a Joe ahogarse en su propia sangre. Yo estaba gritando a mi padre
para que ayudara, pero se quedó allí, con la pistola todavía en su mano, con los ojos vacíos.
Entonces, Joe —Tom frota los ojos— murió... ahí conmigo de rodillas a su lado. Mis manos
apretadas contra su pecho.
Una lágrima corre de su ojo, pero rápidamente se limpia bruscamente. Entonces, todo
lo que puedo ver es a un niño de trece años de edad, Tom lidiando con algo tan horrible
como debió ser eso. Veo todo lo que he sufrido, con la búsqueda de mi mamá, y todavía no
puedo imaginar lo que vivió él. Mi corazón está sufriendo mal por él.
—Joe estaba muerto —dice con la voz quebrada—. Y yo estaba asustado. Me puse de 251
pie, gritándole a mi padre, gritándole que Joe estaba muerto y que él había matado a su
hermano. Pero él no estaba allí. No era más que un cascarón. Y yo estaba jodidamente
aterrorizado. Sabía que él nunca me haría daño, pero él estaba de pie con la pistola en la
mano. Entonces, de repente, pareció reaccionar. Él puso el arma en su escritorio. Me miró y
dijo: «Tommy, ve a buscar el teléfono de la cocina. Marca nueve-uno-uno. Y diles que ha sucedido».
Entonces, él… —Tom toma respiración dolorosa— me dijo que lo lamentaba.
La cara de Tom agonizaba. Otra lágrima corre por su mejilla. Él no se molestó en
limpiar fuera. Observo que corre su camino hacia el labio superior.
—Yo era sólo un niño, Ly, y él era mi padre, así que hice lo que me dijo. No fue hasta
que estuve en la puerta de la cocina cuando me di cuenta de algo. ¿Por qué me estaba
enviando a la cocina por el teléfono cuando él tenía uno en su oficina? Y lo supe, yo
malditamente lo sabía. Todo el camino, corriendo de regreso a su oficina, mi corazón latía
tan fuerte. —Aprieta las manos en sus ojos, como si estuviera tratando de bloquear lo que
está viendo en este momento—. Yo estaba a pocos pasos de su oficina cuando el segundo
disparo sonó. —Suelta una respiración entrecortada—. Mi padre se pegó un tiro en la
cabeza... y lo encontré allí, boca abajo sobre el escritorio. Sangre... sólo había tanta maldita
sangre.
—Jesús, Tom. —Las lágrimas corren por mi cara.
Envuelvo mis brazos alrededor de él, tirando hacia mí. Siento su estremecimiento en
el pecho, y luego entierra su cara en mi cuello.
Nos quedamos así durante mucho tiempo. Y lo dejé que sacara todo el dolor que él
está reprimiendo durante tanto tiempo.
Voy a la cocina y le sirvo otro whisky. Me sirvo uno a pesar de que no me gusta.
Después de lo que acabo de escuchar, necesito un trago.
Voy de regreso con las bebidas. Él toma la que le entrego, me siento a su lado y tomo
un sorbo del whisky repugnante.
Él apoya su vaso sobre su muslo.
—Entonces, ¿qué pasó... contigo y la compañía de tu familia? —Le pregunto, no estoy
segura de qué preguntarle. Toma un sorbo de su bebida—. Con la muerte de papá y del tío
Joe, la junta tomó el control de la empresa. Yo estaría a cargo cuando cumpliera dieciocho
años. Pero no podía hacerlo. —Sacude la cabeza—. Todo había cambiado para mí. Mi vida,
como yo la conocía, había terminado. Culpé a mi madre por lo que sucedió, y ella no era de
ninguna utilidad para nadie. Ella era un caso perdido. Heather y yo nos quedamos para
ganarnos la vida. Yo no quería nada que ver con la empresa a la que estaban tratando de
atarme. Yo estaba contándole a la policía sobre lo que sucedió una y otra vez. Tenía
problemas en el instituto con los niños. Yo era el niño rico que vio a su padre asesinar a su
tío y luego suicidarse. Yo era un problema. Constantemente me metía en peleas. Las personas
que alguna vez fueron mis amigos de repente ya no lo eran. La prensa estaba teniendo un día
de campo de mierda. Ellos estaban acampando fuera de nuestra casa. Me sentía atrapado.
Había perdido a mi padre. Lo había visto asesinar a mi tío y luego suicidarse. Sólo quería
enterrar el dolor, enterrar esa noche... olvidarlo como si jamás hubiera sucedió. Pero no podía
alejarme de ella. Tenía recordatorios por todas partes. Entonces, empecé a beber, fumar
marihuana... tener relaciones sexuales para bloquearlo. —Busca mis ojos.
—Yo tenía catorce años cuando perdí mi virginidad con alguien un poco mayor en
una fiesta. Estaba borracho y al máximo, y yo sólo quería sentirme normal. Ni siquiera pude
recordar su nombre después, y estoy bastante seguro de que ella nunca supo el mío. Pero lo
que sí recuerdo, era lo que me estaba ocurriendo, mientras yo estaba teniendo relaciones
sexuales con ella, no sentí ninguna de mis mierdas. No tenía que pensar en todo lo que estaba 252
mal conmigo. Pero en ese momento, no estaba con Tommy Segal, el heredero de la fortuna
del whisky, y el hijo del hombre que disparó a su hermano antes de suicidarse. Yo era nadie.
Nadie más que un jodido cuerpo caliente para ella. Ella no se preocupaba por mí, y yo no
me preocupan por ella. Me gustó la forma en que me sentía, y quería seguir sintiéndome de
esa manera. Supongo que fue cuando el sexo se convirtió en un mecanismo de supervivencia
para mí. Yo sólo me podía desconectar y perderme en otra persona, olvidarme de todo.
Trabajé durante mucho tiempo hasta que se convirtió en una regla. Tener relaciones sexuales
para desconectarme y eso fue justo lo que hice... hasta que te conocí. Y en cuanto a la
empresa... —Se ríe con dureza—. Apenas me las arreglé para graduarme del instituto. Yo
estaba de fiesta seriamente, joder. No aparecía en casa casi todas las noches. Mi madre no
me podía controlarme, y después de un tiempo, ella dejó de intentarlo. Yo cumplí dieciocho
años, y se suponía que era todo mío, la empresa —la maldita Segal whisky.
Me mira.
—Incluso con el escándalo de lo que pasó, no afectó la compañía. Esperaba que la
desgracia quemara la empresa que ardería hasta enterrarse, pero no fue así. Se hizo más
grande, más popular. Aumentaron las ventas. Ese primer año después de su muerte, las
ventas aumentaron un cincuenta por ciento. Al parecer, para la gente fue como una inyección
para su whisky. Jodidos, ¿no?
Se frota la cara, mirándome frustrado.
—Yo tenía dieciocho años, y estaban tratando de conseguir sacar adelante Segal, bajo
la dirección de la junta. Apenas podía atarme los cordones de mis jodidos zapatos propios
día a día. Yo era un desastre. Sólo quería salirme. —Él deja escapar un suspiro pesado—.
Era sólo un niño. Un jodido niño. Entonces, tomé algo de dinero de mi fondo, lo suficiente
para sobrevivir. Empaqué una maleta, subí a mi auto y conduje a New York.
Deja escapar un suspiro que suena miserable.
—Me escapé. Cuando llegué a New York, me quité el apellido y me convertí en Tom
Carter. Para el primer año, lo fastidié todo, festejando, drogándome... perdido. Entonces,
una noche, conocí a Denny en la fiesta de un amigo en común. Nos pusimos a hablar de
música. Fue increíble. Me gustó. Él era un tipo genial. Congeniamos, y había pasado tanto
tiempo desde que tuve un verdadero amigo. Los amigos que había hecho en New York eran
sólo gente para fiesta y drogarme. Pero Den, él era diferente. Empezamos a salir, y él hizo su
misión de sacarme de todo eso.
—Den estaba en la universidad, así que decidí ir, también. No tenía ni idea de lo que
quería hacer, pero siempre había amado la música. Den estaba cursando una licenciatura en
música, pero la mierda espesa fue que tuve que repetir el año como había reprobado todo.
—Él sonríe con cariño a sus recuerdos.
—Cursé lo mismo que Den, aunque tomé algunas clases diferentes. Yo estaba
interesado en la historia de la música, mientras que Den estaba interesado en la composición.
Conoció a Jake y Jonny en esa clase de composición. Nos presentó, y el resto es historia. —
Toma un trago de su whisky. Inclinándose hacia delante, coloca el vaso en la mesa de café
enfrente de nosotros.
Se voltea hacia y toma mi mano entre la suya.
—Nunca pensé que llegaríamos a ser famosos. Estábamos bien. Lo sabía. Pero,
¿cuántas bandas pueden grabar, ¿verdad? Me estaba divirtiendo con ellos, y los sentía como
mi familia. Algo estable. Algo que no había tenido en mucho tiempo. Así que, cuando
empezamos a despuntar, no pude salirme. Y pensé que, ciertamente, nadie daría una mierda
por el bajista que le gusta follar a un montón de chicas. Nadie estaría interesado en mí o de 253
dónde venía. Y si alguien tenía alguna pregunta acerca de mi familia en las entrevistas, me
gustaba quitarle importancia. Estaban interesados en Jake y Jonny, y funcionó bien para mí.
Tenía que estar con los chicos, haciendo algo que se me da bien, y eso me encanta. —Él me
mira con ternura.
—Yo estaba feliz, Ly. Yo no había sido feliz durante mucho tiempo. Entonces, las
cosas fueron a la mierda cuando Jonny murió. Yo no podía creer que mierda. Me pareció
que era me va a empujar al límite. Yo no podía ver bien. Jake y Den no estaban enfrentando.
Pensé que íbamos a caer a pedazos.
—Entonces, de la nada, un mes después de Jonny muriera, yo recibí una llamada de
Heather. En todo mi egoísmo, sólo la había dejado atrás. Yo nunca dije adiós. Pensé en ella
todos los días, pero no podía regresar. Cuando llamó, era como en los viejos tiempos, cuando
éramos niños, antes de que todo sucediera. Ella me pidió verme, y por supuesto, le dije que
sí. Yo estaba viviendo en Los Ángeles en ese momento, así que volé al día siguiente. Nos
encontramos, y después de eso, ella se convirtió en mi salvavidas... eso fue, hasta que
apareciste. Heather había tomado el control de la empresa como director general. Se había
graduado temprano, consiguió su título en negocios. Ella siempre fue inteligente, de una
forma más inteligente de lo que yo era. A día de hoy, está aún al frente de Segal. Y trato de
verla con regularidad. Ella por lo general viene a verme porque no me gusta ir a Kentucky si
no tengo que hacerlo. Cada vez que la veo, trato de cederle la empresa a ella, y cada vez, ella
se niega y me pide que vaya con ella. —Él deja escapar una risa suave—. Dejé a Heather
detrás hace tantos años cuando me fui. Pero no voy a cometer el mismo error de nuevo con
ella.
—Ella se ve realmente genial, Tom.
Sus ojos se encuentran con los míos con calidez.
—Ella lo está. Al igual que tú en muchos sentidos... valiente, con argumentos.
—No estoy argumentativa. —Sonrío.
—Firecracker. —Aprieta un dedo en la punta de mi nariz.
—¿Y qué decir... tu madre?
Sus ojos se oscurecen.
—Heather la ve. No la he visto ni hablado con ella desde que tenía dieciocho años. No
puedo perdonarla por lo que hizo. Si ella jamás tuvo un romance con Joe, entonces...
Se detiene allí, y yo no lo presioné. Yo, mejor que nadie, sé lo difícil que es perdonar y
olvidar. Inhala fuertemente.
—Ly, lo que te dije ese día... cuando te aparté, reaccionaste como lo hice yo... después
de que me dijiste que estabas enamorada de mí... —Sacude la cabeza, el arrepentimiento en
sus ojos—. Claro, hay una razón por la que he vivido mi vida de la manera que la llevo,
usando el sexo para sobrevivir, pero también me gusta mi vida. Era sencillo. No tenía que
preocuparme por nadie más que por mí. Y después de mi papá, después de lo que pasó, de
lo que pasé... me prometí a mí mismo que nunca volvería a ponerme en esa posición. Me
juré a mí mismo que nunca volvería a enamorarme. Yo nunca le daría a una mujer la
oportunidad para que me destruyera como mi madre lo hizo con mi padre. Tenía miedo de
que si me enamoraba y me destrozabas de la forma en que mi madre lo hizo con mi padre...
yo no fuera capaz de hacerle frente, del mismo modo como lo hizo él, no podía...
Busca mis ojos, y veo que hay en los suyos. Miedo. Él no tiene que decirlo en voz alta.
—Por lo tanto, continué con distancia emocional a las mujeres, tomando lo que quería,
y luego alejándome. Era sencillo... hasta que llegaste. —Él toca mi rostro, pasando sus dedos
por mi mejilla, y por mi cabello—. No te podía sacar de mi cabeza. 254
—Y aun así, me alejaste.
—Entré en pánico. Sobre lo que me estabas diciendo... en el fondo, sabía que sentía lo
mismo, pero yo estaba luchando con eso. El miedo me hizo luchar contra eso. —Él deja
escapar una risa suave—. Me asusta la puta mierda que hay en mí, Lyla Summers.
—Te asusta la puta mierda que tengo yo, también, Tom Carter. —Le doy una sonrisa
inquieta, abriéndome de nuevo a él—. Lo que siento por ti... nunca había sentido nada igual
esto por alguien, jamás.
Una luz se apaga en sus ojos, y él quita sus manos de mi rostro, dejándome con una
sensación fría de aprensión. Se sienta derecho. Yo lo imito.
Dejé que mis pies cayeran al suelo, el frío piso de madera contra mi piel.
—Ly... Quiero estar contigo, y espero... realmente tengo la esperanza —me da un
mirada nerviosa—, quiero estar contigo, también…
—Lo quiero —digo rápidamente, interrumpiéndolo, con miedo de que esto pudiera
estar pasando.
Él inclina la cabeza hacia un lado. Su mirada se reúne con la mía, mirándome
profundamente. La mirada de sus ojos verdes hace contraer mi estómago.
—Siempre he sido sincero contigo. Fuera de las cosas sobre mi familia, nunca te he
mentido, y eso no va a cambiar ahora.
Mi corazón comienza a latir con fuerza en mi pecho.
—No puedo pedirte que comiences algo conmigo si no conoces todas las
circunstancias.
Me tiemblan las manos.
—Después de que te dejé ese día... he cometido un error.
255
32
Lyla
Traducido por Dark Juliet
Corregido por Cecilia
260
33
Lyla
Traducido por Dark Juliet
Corregido por Cecilia
—... el hombre más afortunado del mundo por tenerla aquí conmigo ahora. Tengo aún
más suerte que aceptó casarse con mi lamentable culo.
Miro desde mi asiento junto a Tom como Jake se inclina y besa a su novia.
Estamos en la casa de Jake y de Tru en Littleborough para la recepción de su boda.
Jake sorprendió a Tru con una boda en su lugar especial llamado Lumb Falls aquí en
el Reino Unido. Era tan romántico y una boda muy hermosa.
Cuando Jake llamó a Tom para hacerle saber acerca de sus próximas nupcias, había
estado con Tom. Tom había dicho a Jake que estábamos juntos. Yo escuché a Jake decirle a
Tom que solo era jodidamente cuestión de tiempo. 261
Me había hecho sonreír.
Cuando Tom consiguió colgar el teléfono, él me dijo que tanto Jake y Denny habían
estado con él durante las dos semanas que estuvimos separados. Al parecer, había estado
enfermo, abatido, sin bañar, y de mal humor, y ellos le dijeron que debían conseguir
jodidamente que tocáramos juntos, para que me pidiera disculpas, y luego mendigar para que
tomara su culo devuelta.
En mi caso ahora como la novia de Tom, Jake me había invitado a la boda.
Por lo tanto, habíamos volado a Inglaterra, y acababa de ver la boda más romántica de
nunca.
Ahora, estamos terminando de escuchar los discursos después de comer una cena
increíble.
Jake tomó asiento después de acabar su discurso, y ahora, todos estamos vitoreando y
aplaudiendo, elevando nuestras copas para brindar por la feliz pareja.
Tom tiene su brazo colgando por la parte trasera de mi silla, sus dedos jugando con mi
cabello, mientras abuchea a Jake por ser cursi. A pesar de que está tomándole el pelo, puedo
ver los ojos de Tom brillando.
Me inclino y le susurro al oído:
—Tom Carter, ¿estás a punto de llorar?
Me mira con horror.
—Por supuesto que no voy a jodidamente llorar. Um... todo varón aquí. —Enfatiza
por golpeando su mano contra su pecho—. No lloro.
Sé que no es verdad. Hace una semana, sostuve a Tom mientras lloraba en mis brazos
después de que me hablara de su padre. Pero no le recordaré eso. Lo dejo con su orgullo de
hombre intacto.
—Lloró con Forrest Gump —dice Denny, inclinándose sobre la mesa de su asiento
junto a Tom—. Lo vimos una noche cuando estábamos en la universidad, y lloró como un
jodido bebé en esa parte cuando el Teniente Dan va a la boda de Forrest. Piernas Mágicas
—Denny dice en voz de Forrest Gump—. Lo llamé Tom Piernas Mágicas por alrededor de
un año después de eso. —Él se ríe.
—¿Qué mierda, tío? —Tom suelta—. No puedo creer que le hayas dicho eso. —Se
vuelve hacia mí—. Ly, estaba borracho, y fue realmente una jodida parte triste en la película.
No lloré como un bebé, como el cabeza hueca aquí está diciendo. Pude haber derramado, tal
vez, una lágrima minúscula. Pero eso fue todo. El imbécil aquí me llamó Piernas Mágicas
porque soy un bailarín increíble.
—Sigue diciéndotelo, Piernas Mágicas. —Den me mira de nuevo—. Lloró como un
bebé —reitera, sonriendo. Él pasa sus dedos debajo de sus ojos, capturando lágrimas
fingidas.
Empiezo a reír, pero pongo mi mano sobre mi boca cuando Tom me da una mirada
de muerte.
—No puedo creer que lloraste en Forrest Gump, hombre —dice Smith, sacudiendo
la cabeza a Tom. Smith es el guitarrista principal de TMS. Él tomó el lugar de Jonny en la
banda cuando comenzaron a grabar de nuevo.
Y en serio, nunca se lo diría a Tom esto, pero mierda wow, él es de verdad caliente. Su
esposa, Carly, es realmente preciosa también. 262
Tom voltea con Smith antes de tomar un trago de su cerveza.
—Lo que sea —dice Tom, dirigiéndose a Denny.
—No eres mejor. Hey, Simone, ¿Te dijo Den que lloró como una perra cuando
estábamos viendo a Beyoncé cantar «El Himno Nacional» en la inauguración de Obama?
Simone es la prometida de Denny, y la mejor amiga de Tru. Ella es muy bonita y muy
dulce. Realmente hizo un gran esfuerzo para hacerme sentir bienvenida y parte del grupo.
Denny le da el dedo medio.
—Gracias por eso, cara culo.
—De nada. —De pie, Tom da una media reverencia. Luego, vuelve a sentarse.
Simone se ríe.
—No te preocupes nene. Aún te amo incluso si eres un idiota. —Ella se inclina y le da
a Denny un beso en los labios.
—Smith lloró cuando nos casamos —Carly, comparte.
—Jesús, nena. —Smith le da una mirada.
Ella simplemente se encoge de hombros, sonriendo.
—Creo que el llanto en su día de boda es dulce —dice Simone.
Denny se le queda mirando.
—No esperes que llore el día de nuestra boda.
Tom se inclina hacia adelante.
—Simone, en el segundo que lo digas lo haré, él será el del El Himno Nacional otra
vez, confía en mí.
Él hace un guiño, y Simone se ríe.
Denny levanta sus manos en la derrota.
—Está bien, lo que sea. Soy lo suficientemente hombre para admitir que lloré mientras
escuchaba a Beyoncé matar nuestro himno nacional. Fue una mala experiencia para mí.
Jodidamente horrible. Todavía tengo pesadillas sobre eso ahora. —Él se estremece
falsamente.
—Es cierto —Tom está de acuerdo, asintiendo—. En serio, ¿qué fue eso? Pero
entonces, ella totalmente lo compuso cuando cantó en vivo de nuevo para la prensa.
Simone y yo nos miramos y echamos a reír.
—Jay-Z es un bastardo con suerte —musita Tom—. En realidad, ¿a quién le importa
cómo sonaba? Ella es realmente caliente. Casi me pasé todo el tiempo mirándola
—Um... ¿hola? —Lo miro, devolviendo la mirada de muerte que recibí momentos
antes—. Lyla Summers. Tu novia. ¿Me recuerdas?
—Como si alguna vez pudiera olvidarte. —Sonríe hacia mí, y presiona un beso en mis
labios fruncidos—. No te preocupes. Sólo es una observación, nena. Mirar escaparates no es
un delito. Mientras no se haga la compra, está todo bien.
—Cierto... —paso mis dientes sobre mi labio inferior—. Así que, ¿no te importará si
veo algunos escaparates entonces? —Eché un vistazo alrededor—. Porque yo estoy viendo
algunos hombres británicos seriamente calientes aquí que puedo pasar horas viendo
escaparates. 263
—Bueno. Suficiente. —Él se apodera de mi barbilla, volviendo la cabeza hacia atrás a
la suya—. No nos dejemos llevar aquí. Las reglas han cambiado. A partir de ahora, sólo
escaparates entre nosotros. ¿Trato?
—Trato. —Sonreí, sabiendo que gané esa ronda.
Él se inclina y presiona otro suave beso en mis labios.
—Uf, ¿no puedes dejar a la pobre chica sola, Tom Cat? —Me vuelvo para ver a Stuart
tirando una silla al lado mío.
—¿Celoso? —Tom le sonríe.
—Ya quisieras —Stuart muerde.
—¿Qué? —Tom tocó su oreja—. ¿Estás diciendo, que deseas poder tener mi carne?
Lo sentimos, amigo, pero estoy fuera del mercado ahora, y las salchichas nunca fueron lo
mío de todos modos.
—Sí, ¿cómo fue eso exactamente? Y no me refiero a la carne, sino a lo de ¿fuera del
mercado? —Stuart me mira—. En serio, tengo que escuchar esta historia. ¿Cómo una gran
chica como tú termina con nuestro Tom Cat Frota la lámpara Carter? —Él me da una mirada
de desconcierto total.
—Stuart está celoso porque él nunca llegó a frotar la lámpara —dice Tom, poniendo
su brazo alrededor del respaldo de mi silla.
—Has visto el tatuaje, ¿verdad? —Stuart me pregunta. Él hace un guiño, haciéndome
saber que está molestando a Tom.
—He visto el tatuaje. —Asiento antes de sorber mi vino.
—¿Y todavía lo quieres?
Eché una mirada a Tom y luego miro hacia atrás a Stuart.
—Sí, lo hago. —Sonrío.
—Y eso es porque mi chica es la chica más inteligente del mundo. —El brazo de Tom
viene alrededor de mi cuello, tirando de mí cerca, y luego presiona sus labios contra mi sien.
Me encanta cuando me llama mi chica.
—Oh Dios, ahora, él está haciendo actos aleatorios de DPA8. Siento el vómito en
aumento. En serio, Tom, si te pones en una rodilla, me voy de aquí.
—Um, sin propuesta hoy. Tengo a Tom abajo por estar con Lyla durante un año antes
de que él saque el anillo. Tom se le propondrá a Lyla en un año, y estoy hasta con cinco mil
dólares.
Mi cabeza azota hacia Denny.
—Jake y yo hicimos una apuesta —Denny me dice ante mi mirada interrogante.
Um... ¿qué demonios?
—Sí, aposté a un año... pero ahora, estoy pensando en seis meses como máximo, y
Tom Cat estará sobre una rodilla. —Oigo la voz de Jake, y miro hacia arriba para verlo y a
Tru de pie en nuestra mesa.
Se ven ridículamente hermosos juntos. Perfectos.
—¿Por qué no me metieron en esa apuesta? —Stuart pregunta a Jake.
—¿Quieres entrar? —Den pregunta.
—Sabes que sí. —Stuart ríe. 264
—Sí, cuenta conmigo —dice Smith.
—En serio, ¿qué coño? ¿Qué pasa con la gente apostando por mí últimamente? —
Tom exclama.
Él me mira, me recordó la apuesta que hice con Sonny. La apuesta que hice como una
excusa porque estaba celosa de ver a Tom con otra mujer.
Me toma un minuto darme cuenta de que Tom no está enloqueciendo sobre la
mención del matrimonio conmigo. Es sorprendente, pero es bueno saber que el matrimonio
podría ser una posibilidad en la línea para nosotros.
Lejos, muy lejos en el futuro.
—Tru, ¿Te acuerdas de Lyla? —dice Jake, haciendo un gesto hacia mí.
—Por supuesto que sí. —Ella sonríe. Se mueve alrededor de la mesa y camina con una
gracia sin esfuerzo, teniendo en cuenta que está en tacones sobre la hierba. Se inclina y besa
mi mejilla—. Muchas gracias por venir a nuestra boda.
—Gracias por tenerme aquí. —sonrío—. Fue un hermoso servicio.
—Todo por Jake. No puedo tomar ningún crédito por ello. —Ella lo mira con amor.
El brazo de Tom viene alrededor de mi hombro mientras él sigue hablando con los
chicos.
Veo que los ojos de Tru siguen su movimiento. Entonces, ella ve a Tom. Captando su
mirada, le da una sonrisa juguetona.
Fin
Próximo Libro
The Storm
271