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53-74
© Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero
ISSN: 1888-8615
RESUMEN
La mina de mercurio (azogue) de Huancavelica fue de capital importancia para la economía colonial al aportar el
elemento que permitía recuperar la plata de las menas argentíferas de Potosí y de otras minas menores como Porco
u Oruro. En este sistema productivo, el transporte desde Huancavelica a las minas del altiplano, a 1.700 km de
distancia, constituyó un reto que el virrey Toledo supo afrontar y resolver logrando que, durante la mayor parte de
la época colonial, el azogue de Huancavelica estuviera a disposición de los mineros potosinos para su uso en la
amalgamación. En el presente trabajo se describe la problemática del transporte del azogue entre las minas de
Huancavelica y Potosí, su complejidad e incidencia, que es justo se reconozca por su importancia en la
recuperación de la plata que contribuyó a modificar el orden económico europeo y mundial en los siglos XVI y XVII.
ABSTRACT
The mercury (quicksilver) mine of Huancavelica played an essential role in the colonial economy, as it provided the
mercury needed to recover silver from the silver-bearing ore extracted from the mines of Potosi, as well as small-
er mines such as Porco and Oruro. This production system required transporting the mercury from Huancavelica to
the high plateau mines of Potosi, a distance of 1,700 km, which posed enormous logistical challenges. Viceroy Tole-
do was responsible for meeting and overcoming these challenges, which he did so successfully that for most of the
colonial era the mercury mined at Huancavelica was used by the miners at the Potosi´s mines in the amalgamation
process. This paper discusses the complex transportation issues that were involved in transporting mercury from
Huancavelica to Potosi, and analyses its crucial role in the economy, as the silver recovered from this mercury sig-
nificantly contributed to shaping the European and world order in the XVI and XVII centuries.
DESCUBRIMIENTO E IMPORTANCIA DE LAS MINAS superior del cerro, en la zona de minerales oxidados. A
DE HUANCAVELICA medida que las explotaciones mineras profundizaron, la
composición de las menas fue cambiando hacia minera-
El rico yacimiento argentífero del cerro de Potosí fue les sulfurosos, más refractarios y de menor ley, de
descubierto en 1545 comenzando de inmediato las labo- manera que las guayras resultaron incapaces de extraer
res mineras. Durante los primeros años se beneficiaron el metal como lo hacían en los años precedentes. Este
minerales de altísima ley de los que se obtenía plata hecho ocasionó una primera crisis en la minería potosi-
simplemente por fundición en pequeños hornos denomi- na al desconocer los mineros la manera de tratar estas
nados guayras, siguiendo la tradición y el saber de los nuevas menas hasta el punto de que, en 1562, la activi-
indígenas, que eran los encargados de llevar a la prácti- dad minera en el cerro estaba muy mermada.
ca el tratamiento metalúrgico. Estas menas tan ricas, Durante estos años de crisis, la Corona estuvo bus-
con abundante plata nativa, se ubicaban en la parte cando un tratamiento alternativo de los minerales
Figura 1. Plano esquemático simplificado de las minas de Huancavelica en 1742 mostrando los principales accesos, las galerías, la situación respecto de la villa y
el poblado minero con su iglesia.
Figura 3. Plaza de Armas con la mina Santa Bárbara situada al fondo, en la parte superior del cerro.
Cuando dicho mineral (cinabrio) se sacaba de la En otro acuerdo de Hacienda de 10 de junio del
mina, era llevado a las fundiciones para la obtención del mismo año se resolvió que en Huancavelica hubiese un
azogue (Dagnino, 1909). Las fundiciones se encontraban oficial real para la guarda del azogue, al que se le pro-
en los alrededores de la explotación, a distancias com- porcionó alojamiento en las casas del cabildo.
prendidas entre 300 m y una legua (5,5 km), en los Consciente la Corona de la importancia de mantener
extramuros de la villa y en los pagos adyacentes de almacenes a lo largo del trayecto hasta Potosí, el 22 de
Chacllatacana y Sacsamarca. El mineral era transporta- noviembre de 1591 se mandó que de cualquier Hacien-
do en llamas propiedad de los mineros pero cuando fal- da Real hiciesen construir y reparar los almacenes nece-
taban, se alquilaban a los indios que disponían de gana- sarios para recibir, pesar y guardar el azogue (López de
do pagándoles a razón de 3 pesos por los animales lla- Caravantes, 1985; IV).
mados rasos, y 2,5 por los denominados lanudos. El pre- El 23 de octubre de 1592, el virrey marqués de Cañe-
cio se abonaba parte en plata y parte en ropa de la sie- te creó el cargo de Balanzario de azogue y plata de
rra valorada a un precio doble del usual. La temporada Huancavelica, con la misión de que pesara los que se
de fundición duraba cuatro meses al año, requiriéndose depositasen en los almacenes reales. El primer nombra-
durante ese tiempo una cantidad considerable de llamas miento recayó en García Juanes de Flandes, el 12 de
que se obtenían dentro de un ámbito de 5 o 6 leguas (27 abril de 1593 (Carrasco, 2003).
a 33 km) a la redonda de la mina (Patiño, 2001). Por otro acuerdo general de Hacienda de 11 de
El mercurio proveniente de las fundiciones era guarda- diciembre de 1592, se mandaron hacer almacenes a
do en Huancavelica en un almacén o Caja Real. Por orden costa de la Real Hacienda en Huancavelica, Chincha,
del rey al virrey García de Mendoza, los mineros debían Arica y Potosí con objeto de evitar la frecuente pérdida
entregar el azogue en dicho almacén antes de ocho días de azogue en ellos por no tener suelos adecuados ni un
de haberlo obtenido, sin que pudieran retenerlo más sumidero en el que recoger el metal que se salía de las
tiempo en su poder (López de Caravantes, 1985; IV). badanas (López de Caravantes, 1985; IV).
En 1586 el almacén era un edificio de paredes de barro El 17 de julio de 1574 se creó el cargo de factor de
con tejado de teja, lo que constituía una rareza pues las azogues con objeto de que vigilase los embarques de
casas de la villa tenían las cubiertas de paja. No obstan- mercurio en Pisco. En poco tiempo pasó a Chincha
te, el barro se cuarteaba y deshacía y era necesario repa- (Carrasco, 2003; Salas, 2008).
rar las paredes continuamente (Cantos de Andrada et al, Como dato curioso ocurrido mucho después, se cita
1965) . Por esta razón, el almacén debió deteriorarse que hacia 1915 se realizó una excavación en la plaza
seriamente pues en una junta de la Real Hacienda cele- mayor de Huancavelica encontrándose una bolsa de
brada el 24 de abril de 1591, se acordó repararlo y, ade- 1.400 kg de mercurio nativo cuya presencia se atribuyó
más, construir un almacén en Chincha para evitar que se a las pérdidas habidas de las badanas almacenadas en
desperdiciase el azogue que se escapaba de las badanas los depósitos de la Caja Real durante la época colonial
mientras esperaban el embarque hasta Arica. (Patiño, 2001).
Figura 11. Badana, envases para contenerla y caja de embalaje para el CONCEPTO COSTE
transporte utilizados en el envío de azogue desde Almadén a América. 4 badanas de cuero 1p 4t
Hilo, aderezo y sebo 2t
ciantes tenían azogue almacenado desde antes de las Flete de Huancavelica a Chincha 3p 2t
Ordenanzas, Toledo les autorizó a venderlo en Potosí a Balsas para trasladar de la costa al barco 1t
85 pesos ensayados el quintal.
Cuando esta cantidad se agotó, fue necesario que la Flete del navío desde Chincha a Arica 1p 4t
Corona montara un sistema de transporte a Potosí. La Flete de Arica a Potosí 5p 5t
primera partida de 2.500 quintales (115 t) se envió en Total 12p 2t
1574, con un resultado económico negativo para el Esta-
do. Para evitar estas pérdidas, las autoridades decidie- Tabla 2. Coste de transporte de un quintal de azogue de Huancavelica a Poto-
ron desligarse de este tráfico, que tan oneroso resulta- sí en 1580.
ba, pactando un asiento, a modo de factoría, con trans-
portistas particulares.
El 29 de mayo de 1577 y por tres años, la sociedad En realidad las cosas no fueron tan negativas, ni
compuesta por Luis Rodríguez, Gaspar de Solis, Gonzalo mucho menos, ya que valiéndose de su calidad de cria-
Hernández y Juan Rodríguez se hizo cargo de la primera dos del virrey, los asentistas compraron mediante terce-
concesión, adquiriendo el azogue a la Corona en Huan- ros azogue a menor precio del establecido por el contra-
cavelica al precio de 64 pesos y un grano ensaya- to, vendiéndolo en Potosí muy por encima de él (a 110
dos/quintal para venderlo en Potosí, y sólo allí, a 85, y 120 pesos ensayados/quintal). Este azogue fraudulen-
con cargo de entregar en efectivo el 66% del importe en to se transportaba con el adquirido legalmente pero no
Huancavelica y el resto en la Caja Real de Potosí. La quedaba reflejado en la contabilidad, por lo que la
ganancia neta de este contrato fue de 13 pesos ensaya- sociedad se enriqueció rápidamente, defraudando a la
dos/quintal y 221.000 pesos ensayados en total, tenien- Corona los derechos fiscales correspondientes. Los con-
do en cuenta que se les entregaron 17.000 quintales de cesionarios tampoco cumplieron con la aportación com-
azogue (782 t) en los tres años de vigencia de la conce- prometida a la Caja Real de Huancavelica (Fig. 12; Ins-
sión. Sin embargo, los transportistas no cumplieron sus tituto Geológico y Minero de España, s/f, modificada)
compromisos de ingresar en la Caja de Huancavelica las por lo que ni los mineros ni los jornaleros cobraron las
cantidades acordadas, por lo que los mineros no pudie- cantidades estipuladas en sus plazos.
ron cobrar el azogue suministrado en los plazos estable- Una de las cláusulas del contrato de transporte firma-
cidos. do por Corzo, Prendones y Guzmán establecía que antes
Un segundo contrato de transporte fue suscrito por el de convenirse un nuevo asiento debía haberse agotado
virrey Toledo el 6 de marzo de 1580 con la sociedad for- todo el azogue que ellos hubiesen adquirido. Al venci-
mada por Carlos Corzo, Juan de Prendones y Francisco miento del contrato de Corzo y sus socios la situación no
de Guzmán a fin de que transportaran azogue a Potosí era favorable para su subrogación ya que, por una parte,
hasta finales de 1582. En este caso los concesionarios el consumo de azogue en Potosí había disminuido como
compraban a la Corona el mercurio en Huancavelica a 72 consecuencia de que los desmontes a tratar eran meno-
pesos ensayados/quintal para venderlo en Potosí a 85 res mientras que, por otra, la producción de Huancave-
(Lohmann, 1949). Del precio de compra, 42 pesos debí- lica, legal más ilegal, excedía la demanda potosina en
an se abonados a los mineros en Huancavelica y los otros unos 3.000 quintales (138 t) anuales. Con ello, el azogue
30 a la Real Hacienda en Potosí (López de Caravantes, almacenado en Huancavelica que estaba pendiente de
1985; IV). transportar a Potosí crecía, sumando a comienzos de
El coste por quintal de flete entre Huancavelica y 1583 la cantidad de 11.000 quintales (506 t). De acuer-
Potosí (en pesos corrientes) que tuvo la sociedad fue el do con ello, los concesionarios de un nuevo asiento ten-
que se indica en la Tabla 2. Equivalen a 8p 6t 3g ensa- drían que comprar mercurio al ritmo y precio estableci-
yados. do por su contrato pero no podrían venderlo hasta que
En estos costes no estaban contabilizados los ocasio- Corzo y sus socios hubieran liquidado el suyo, lo que se
nados por el personal dependiente de los concesionarios estimaba que demoraría unos dos años.
llaman a esta invención). Y luego que en la una orilla nuevo por vía terrestre, se enviaba por los caminos
ponen en la caja o petaca al pasajero, asegurado por la incas a Arequipa, La Paz y, por fin, la villa imperial
cintura, o el fardo o carga de más peso, y hace la seña (Fig. 13, Ruta 2).
a la otra banda, azotan al caballo, y parte de carrera, Esta ruta aprovechaba el camino de Potosí a Quilca
ayudándole la gente que se ocupa en esta faena, de que, en los primeros 20 años de explotación del Cerro
suerte que en un instante está al otro lado el que va en Rico, fue utilizado con preferencia al de Arica, más
ella con seguridad y sin peligro, pero con horror, si mira corto pero menos dotado, de manera que el azogue rea-
al río, por lo cual le hacen los tarabiteros la prevención lizaba hacia el sur el mismo camino que la plata del Alto
de que no lo mire, sino que ponga la vista en la opues- Perú había emprendido hacia el norte, en su marcha
ta ribera. Y aunque en sustancia no es la tarabita otra hacia Panamá y España.
cosa que una tramoya como las que hacen los farsantes Cuando se instituyó el Corregimiento de Arica, en
cuando representan vuelos desde los teatros a los apo- 1565, se habilitó un pequeño puerto por el que pronto
sentos, toda la diferencia del horror consiste en que si comenzó a mandarse la plata a Panamá copando, a par-
se echa la vista a la caída de ésta, se ve un patio lleno tir de ese momento, las funciones que previamente se
de gente, y allí, unos ríos que se precipitan de la sierra habían realizado en Quilca. Es de suponer que el escaso
con arrebatadas corrientes, arrastrando piedras que se azogue enviado a Potosí en esta época, en la que toda-
van golpeando unas con otras, haciendo estrépito que vía no se había descubierto la manera de amalgamar los
atemoriza, y árboles con las ramas, troncos y raíces refractarios minerales potosinos en las frías condiciones
arrancados de las riberas por donde han pasado, que climáticas imperantes en la villa, siguiera el camino
van dando vueltas y haciendo remolinos que dan espan- inverso de la plata, como antes había ocurrido en la ruta
to y temor, y turban las vistas y las cabezas. de Quilca.
Aunque Alcedo no lo comenta, no era infrecuente el
paso de caballerías en tales tarabitas.
Con estas pésimas condiciones viales, el trajín anual RUTA DE TRANSPORTE MIXTA MARÍTIMA-
del azogue sólo podía efectuarse durante los ocho meses TERRESTRE DE HUANCAVELICA A POTOSÍ VÍA
que estaban transitables los caminos y aún así, con difi- ARICA
cultades. Por ello no es de extrañar que en pocos años
el virrey Toledo decidiera cambiar completamente la Esta ruta de transporte fue impuesta por el virrey
estrategia ordenando realizar transportes terrestres Toledo en 1574, cuando ya llevaba unos años de prueba,
más cortos combinados con recorridos de grandes dis- y estuvo vigente hasta el fin de la época colonial. Como
tancias por vía marítima práctica que, a pesar de su ya se ha indicado se realizaba en tres etapas (Fig. 13,
mayor complejidad, se impuso rápidamente en detri- Ruta 3):
mento del transporte enteramente terrestre. – Por vía terrestre de Huancavelica a Chincha y
Tambo de Mora (puerto de Chincha, de nombre
coincidente con el albergue de arrieros de Huanca-
RUTA DE TRANSPORTE MIXTA MARÍTIMA- velica). 35 leguas (192 km).
TERRESTRE DE HUANCAVELICA A POTOSÍ VÍA – Por vía marítima entre Tambo de Mora y Arica. 160
QUILCA leguas (880 km).
– Por vía terrestre entre Arica y Potosí. 110 leguas
Otra ruta empleada esporádicamente en los años (605 km).
iniciales para enviar azogue a Potosí que era utilizado En total el recorrido era de unas 305 leguas, equiva-
en efectuar pruebas de amalgamación, y a Nueva Espa- lentes a 1.677 km, algo más largo que el camino andino
ña para la extracción de la plata, fue la mixta maríti- directo por Cuzco y Oruro pero con la diferencia de que
mo terrestre por Quilca. Esta ruta partía de Huancave- un poco más de la mitad se realizaba en barco, lo que
lica, cruzaba Castrovirreina y llegaba por vía terrestre suponía un gran alivio. Comparada con la de Quilca, la
a Pisco (Salas, 2008), aunque pronto sustituida por la ruta de Arica la aventajaba en que el recorrido maríti-
más directa a Chincha, en donde el azogue destinado mo era mayor, ahorrando cientos de kilómetros por los
al Alto Perú se embarcaba hasta Quilca; de aquí, de estrechos caminos andinos.