Está en la página 1de 16

35

República, Negros y Castas

La granjería* de las perlas del Río de la


Hacha: Rebelión y resistencia esclava
(1570-1615)

María Cristina Navarrete1

Recibido: Abril de 2003 Abstract


Aceptado: Junio de 2003 The origins of pearl extraction in Rio de
la Hacha dates back to the first half of the
Resumen Sixteenth century. At that time, pearl extrac-
El origen de la granjería de las perlas del tion was in hands of Indian slaves. The use
Río de la Hacha se remonta a la primera mi- of massive quantities of African slaves increa-
tad del siglo XVI. En ese entonces, la extrac- sed by the middle of the Seventeenth century.
ción de las ostras estuvo en manos de escla- These slaves had several ways to resist the
vos indígenas. A mediados del siglo XVII se opprobrious conditions of their state from
incrementó la utilización masiva de esclavos passive manifestations of resistance to vio-
africanos. Estos esclavos emplearon mecanis- lent rebelliousness expressions.
mos de resistencia frente a las condiciones
oprobiosas de su estado: desde manifestacio- Key Words:
nes pasivas de resistencia hasta expresiones Slavery, esquire of pearl gem, granger,
violentas de rebeldía. rebellion, resistance, ranchería, ostiales, gen-
tlemen of canoe, banks of pearl gem.
Palabras claves:
Esclavitud, pesquería de perlas, granje- Antecedentes
ría, rebelión, resistencia, ranchería, ostiales, Las costas de la península de la Guajira
señores de canoa, bancos de perlas. se caracterizaron durante los siglos XVI y

* Por granjería se entiende el conjunto de elementos de la pesquería de perlas y la ranchería; también denota el
tipo de actividad económica extractiva. Por su parte, ranchería significa el complejo de habitaciones que
servía de base para la actividad de extracción de las perlas, es decir, la serie de bohíos o ranchos; asimismo,
comenzó a utilizarse en el sentido de extenso poblado. Socorro Vásquez. “Pesquerías de perlas del Cabo de la
Vela”. Boletín de Antropología. Vol. 4 No. 4. Bogotá. 1989. pp. 46-47. Para Enrique Otte, “ranchería es la
unidad técnica, económica y social de la pesca de las perlas. Sirve de base de operaciones al tren perlero,
grupo de gente que formando equipo se da a la mar... Enrique Otte. Las perlas del Caribe: Nueva Cádiz de
Cubagua. Caracas: Fundación Jhon Bulton. 1977. p. 45.
1
Profesora Titular Universidad del Valle
36
III, 8, Barranquilla, 2003

XVII por la explotación de las granjerías de A comienzos de 1538, los empresarios de


perlas. Originalmente, los españoles aprove- la isla de Cubagua iniciaron la búsqueda de
charon el trabajo de esclavos indígenas, pos- ostiales en las costas del Cabo de la Vela, ante
teriormente, el de esclavos negros. Por mu- la extinción de sus bancos de perlas. El pri-
chos años las gobernaciones de Santa Marta mer poblado español se estableció en el cabo
y Venezuela se disputaron el control admi- y fue nombrado Ranchería de las Perlas de
nistrativo de la región hasta que en 1592, la Nuestra Señora Santa María de los Remedios
provincia de Santa Marta y Río de la Hacha del Cabo de la Vela. Este nombre perduró
tuvieron el primer gobernador conjunto. 1580. La nueva población se convirtió en
La esclavitud, como institución, guarda asiento de extracción de perlas y de la admi-
estrecha relación con las pesquerías de per- nistración. Los empresarios de las perlas o
las que se encontraban en la región compren- señores de canoa* * previendo el agotamien-
dida entre el Río de la Hacha y el Cabo de la to de los primeros ostiales se fueron despla-
Vela. En el siglo XVI, los españoles se bene- zando por la costa buscando nuevos yaci-
ficiaron con el trabajo esclavo de los indíge- mientos. Asimismo, las condiciones del asen-
nas, y a finales de éste y la primera mitad del tamiento no eran favorables para la explota-
ción recién constituida. Sufría de un grave
XVII, con el de los esclavos africanos.
problema: el abastecimiento de agua potable.
Hasta el momento, los estudios de carác-
Ante estos inconvenientes, decidieron radi-
ter histórico y antropológico realizados en
carse en la desembocadura del río de la Ha-
Colombia sobre las pesquerías de perlas gua-
cha y fundaron una ciudad a la que llamaron
jiras habían estado dedicados a la esclavitud
Nuestra Señora Santa María de los Remedios
indígena. Esto se debe quizás a que los in-
del Río de la Hacha y su Granjería de Perlas,
vestigadores han privilegiado el interés por en 1545.2
los temas indígenas, y el número de trabajos La ranchería de Nuestra Señora de los
al respecto ha superado la atención ofrecida Remedios del Cabo de la Vela tenía la apa-
a la esclavitud negra y a los asuntos afros riencia de un caserío formado por ranchos de
como objetos de estudio. En otras palabras, variados tamaños. Los ranchos grandes eran
se ha dado prioridad al estudio de lo indíge- aprovechados como cárceles donde dormían
na quedando postergado el de los afrodescen- los buzos indios. En otros, se guardaban las
dientes. perlas y el agua y a la vez servían de residen-
El origen de las pesquerías de perlas de cia a los mayordomos y canoeros. Algunos
la Guajira colombiana se remonta a la isla de ranchos y enramadas se empleaban como vi-
Cubagua, en el archipiélago margariteño, al vienda individual de indios con ciertos privi-
oriente de Venezuela, donde se inició la ex- legios, y otros se aprovechaban como coci-
tracción de perlas con base en la esclavitud na. La ranchería estaba cercada con palos y
indígena procedente de diferentes islas y de tablas para aislarla y protegerla, a manera de
Tierra Firme. Cuando esta actividad se agotó enclave, en medio del territorio indígena. En
en la zona se produjo el traslado a territorio general, se trataba de un establecimiento pro-
guajiro. visional.3

** Se los conocía con este nombre porque su medio de producción y enriquecimiento era la canoa. Eran los
empresarios dedicados a la explotación y comercio de los ostiales.
2
Eduardo Barrera Monroy. “Los esclavos de las perlas. Voces y rostros indígenas en la granjería de perlas del
Cabo de la Vela (1540-1570). Boletín Cultural y Bibliográfico. Vol. 39 No. 61. 2002. pp. 3-4.
3
Ibid. pp. 4-5.
37
República, Negros y Castas

Durante esta primera etapa de existencia Desde los inicios de la explotación perlífera,
de las pesquerías de perlas en territorio gua- la crisis de mano de obra fue permanente y
jiro que se prolongó hasta la década de 1570, después de 1540 se agudizó. Aún más, desde
la mano de obra empleada para la extracción la ciudad de Río de la Hacha se comenzaron
de las ostras en las profundidades marinas fue a incrementar las incursiones a territorios del
eminentemente indígena. Si bien, en algunas interior con el fin de conseguir indígenas lo-
ocasiones, había esclavos negros que hacían cales para la explotación. Algunas de estas
las veces de guardianes, capitanes de canoa incursiones fueron dirigidas por esclavos ne-
y de buceadores, generalmente se les emplea- gros de los señores de canoas. Es el caso de
ba en tareas de labranza, sementeras, obras una india llamada Inés, quien fue capturada
públicas, cría de ganado, y acarreo de agua y en el Valle de Upar, por Simonete, un escla-
leña para la preparación de los alimentos del vo negro de propiedad del mariscal Castella-
personal de las haciendas de perlas.4 Algu- nos, y llevada a una estancia de su amo.7
nos esclavos negros ejercieron como mayor- Las Leyes de Indias promulgadas en 1542,
domos y dirigieron incursiones por el Valle intentaron mejorar las condiciones de los in-
de Upar y las estribaciones de la Sierra Ne- dios. Aunque marcaron un hito en la situa-
vada para perseguir esclavos indios y habili- ción de la encomienda y la esclavitud indíge-
tarlos como buceadores de perlas.5 También, na, se presentaron reacciones en su contra y
servían como arrieros trayendo agua para las
sus resultados no fueron inmediatos. En 1546,
necesidades de abastecimiento.
se expidió una Real Provisión dirigida a Juan
Los primeros esclavos africanos de los
Pérez de Tolosa, juez de residencia de Vene-
asentamientos pesqueros de la península pro-
zuela y Cabo de la Vela, para que marchara a
cedían de Cubagua y Margarita; llegaron jun-
las pesquerías de perlas e hiciera cumplir las
to con los pobladores en 1538. Algunos fue-
normas de protección a indios y negros, con-
ron adquiridos a corsarios franceses que arri-
baron a Nuestra Señora de los Remedios de tenido en las Leyes de Indias. Se le comuni-
Río de la Hacha y otros más fueron importa- caba que en las Leyes de Indias había un ca-
dos de Sevilla a través de las casas comercia- pítulo referente a la conservación de los na-
les de los señores de canoas establecidas en turales, indios y negros, que trabajaban en las
esa ciudad. En esta primera etapa, los seño- pesquerías de perlas y que el obispo de Santa
res de canoas utilizaron para la pesca fuerza Marta a quien se le había encargado ese co-
de trabajo indígena. Según se creía, el medio metido no había cumplido la ley en su totali-
natural de indígena era el agua, por ello era dad.8
mejor ponerlos a trabajar en este ambiente.6 Durante la segunda etapa de la explota-
Según Eduardo Barrera, hasta 1570 ción perlífera, ante la disminución y prohibi-
aproximadamente, los señores de canoas con- ción de la utilización de indios para esta la-
sideraban que los indios eran más producti- bor, se incrementó la utilización de esclavos
vos que los esclavos de origen africano, por negros como buzos. Al respecto, Eduardo
tener mayor experiencia en los asuntos de mar. Barrera señala:

4
Weildler Guerra Curvelo. “La ranchería de las perlas del Cabo de la Vela (1538-1550)”. Huellas. No. 49-50.
Barranquilla. 1997. p. 42.
5
Socorro Vázquez. “Perlas, cadenas y avemarías. La esclavitud en la Guajira del siglo XVI”. Universitas
Humanistica. Vol. XXIII No. 39. Bogotá. 1994. p. 73.
6
Guerra. “La ranchería de las perlas...” p. 42.
7
Barrera. “Los esclavos de las perlas...” pp. 10, 12 y 14.
8
Archivo General de Indias. Sevilla. (en adelante AGI). Caracas. 1 L. 1F. 108-111.
38
III, 8, Barranquilla, 2003

Su presencia fue débil hasta 1550 jiras fue la explotación de los bancos de per-
aproximadamente, pero con la extin- las existentes en la región, éstas también fue-
ción de la población aborigen se ini- ron motivo de codicia para corsarios y pira-
ció una introducción masiva de ne- tas extranjeros. Los corsarios asolaron las
gros. Al principio se consideró que no rancherías a lo largo del siglo XVI. Acosa-
tenían la destreza necesaria para el ban la región en busca de dinero, perlas y oro.
buceo, por lo que fueron utilizados Sin embargo, esta presencia en ocasiones se
más bien en las labores de la ranche- constituyó en fuente de recursos para los ve-
ría. Después fueron vinculados a las cinos pues los corsarios traían esclavos afri-
tareas de la pesca como canoeros, y canos y mercaderías europeas que aprovecha-
en 1570 muchos negros ya eran utili- ban.12
zados como buzos, siendo su número En 1545, corsarios franceses llegaron has-
importante para entonces.9 ta las rancherías de perlas y se apoderaron de
La situación que vivían las granjerías y la la producción y de algunas carabelas que se
cantidad de muertes de indígenas, suscitaron hallaban cargadas de esta mercancía. A fina-
la realización de cuatro visitas por parte de les del siglo XVI, Francis Drake entró en Río
las autoridades reales, en un lapso de treinta de la Hacha y robó perlas y joyas, y antes de
años. La más completa de las visitas fue la retirarse, incendió la ciudad. Las épocas de
del gobernador de la provincia de Santa Mar- brisa eran las más propicias para la llegada
ta, Pedro Fernández de Bustos, efectuada en de invasores extranjeros.13
1570, cuando ya los trabajos de extracción En 1565, asomó a las costas de Río de la
de perlas estaban en decadencia.10 Fue este Hacha una flotilla de corsarios ingleses al
gobernador quien declaró la libertad de los mando de Juan de Anquines14 formada por
indígenas y prohibió su esclavitud. Una nue- cuatro navíos grandes y tres pataches. El ca-
va etapa tan dolorosa como la primera se ini- pitán solicitó permiso para vender unos es-
ciaría con la utilización de mano de obra es- clavos negros que traía, pero como le fue ne-
clava de origen africano. gado, amenazó con desembarcar cuatrocien-
La disputa entre las gobernaciones de tos de sus hombres para arrasar la ciudad.
Santa Marta y Venezuela por la jurisdicción Después de dos días de espera por una res-
de Río de la Hacha y su pesquería de perlas puesta positiva, los pataches se acercaron al
quedó resuelta en 1592, cuando Francisco de puerto defendido sólo por setenta hombres.
Manso de Contreras fue nombrado goberna- Los ingleses procedieron a desembarcar y
dor de la provincia de Santa Marta y Río de durante doce días estuvieron negociando los
la Hacha. En lo judicial mantuvo su depen- esclavos y las mercaderías que traían bajo la
dencia de la Audiencia de Santo Domingo.11 amenaza de incendiar el pueblo. Así el cabil-
Así como la gran motivación de los pri- do y los vecinos pagaron el trato obligado
meros españoles que visitaron las costas gua- con oro y perlas.15

9
Barrera. “Los esclavos de las perlas...” p. 7.
10
Vásquez. “Perlas, cadenas... p. 72.
11
María Angeles Eugenio. “Las rancherías de perlas de Río Hacha: la conspiración de los negros de concha”.
Memoria. No. 7 Bogotá. 2000. p. 92.
12
Ibid. p. 71.g
13
Eduardo Barrera Monroy. Mestizaje, comercio y resistencia. La Guajira durante la segunda mitad del siglo
XVIII. Santa Fe de Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia. 2000. p. 89.
14
Es muy probables que Juan de Anquines sea el mismo John Hawkins, sir para la corona inglesa y pirata para
la española.
15
Archivo General de la Nación. Bogotá. Colonia. Negros y Esclavos. Cundinamarca. Tomo V.
39
República, Negros y Castas

Posteriormente, en 1596, una armada a fue una ciudad próspera gracias al comercio
órdenes de Drake y de Anquines salió de In- de perlas y que la hizo una ciudad populosa y
glaterra y arribó a las costas de Riohacha. Se rica. La frecuentaba el patache de la Marga-
dice que algunos de los esclavos de varios rita, con cédula especial, para conducir a Es-
vecinos se unieron a la flota ofreciendo sus paña los quintos reales de las perlas. La calle
servicios como conocedores del territorio. de la Mar, la principal de la ciudad estaba
Con su guía, los corsarios penetraron tres le- poblada de artífices y joyeros y para el buceo
guas, tomaron personas cautivas, robaron de perlas se mantenía un buen número de
perlas, joyas y objetos de valor que estaban barcas y esclavos.17
escondidos. Drake ofreció el rescate de la Si bien la explotación de los ostiales se
ciudad y como el gobernador no lo consin- mantuvo durante estos siglos, su bonanza
tió, redujo la ciudad a cenizas, arrasó todas puede considerarse relativa puesto que tuvo
las lanchas y bajeles y se embarcó llevándo- períodos de apogeo y de crisis, marcados por
se sesenta esclavos negros diestros en la pes- disminución en la producción, extinción de
quería de perlas. También, se apropió de ga- mano de obra indígena, mengua en el núme-
nado compuesto de novillos, cuatrocientos ro de señores de canoas, constantes deman-
carneros y ovejas tomados de los hatos.
das de solicitudes de introducción de escla-
Es lógico pensar que la llegada de piratas
vos negros y manifestaciones de resistencia
y corsarios a las costas ofrecía un aliciente
y rebelión por parte de la población esclava.
para los esclavos de la ranchería de las per-
las. Algunos brindaban sus servicios al inva-
Esclavos africanos en la rancherías
sor con la idea de escapar de este tipo de tra-
La pesquería de perlas fue la causa de la
bajo extenuante e inhumano. Esto no quería
decir evitar la esclavitud, puesto que se trata- muerte de muchos indígenas que poblaban las
ba más bien de un cambio de propietario y la rancherías de la Guajira. Pocos días resistían
posibilidad de tareas menos rigurosas. Pira- el duro trabajo del buceo; cuando se zambu-
tas y corsarios conocían esta estrategia y se llían en busca de las ostras, al salir a la super-
aprovecharon de ella para reconocer el terri- ficie, la sangre les manaba por la nariz y la
torio y las condiciones de los pueblos y gente boca debido al cambio de presión. De noche
que invadían. eran custodiados en un bohío como si estu-
Río de la Hacha y las pesquerías de per- vieran prisioneros. La alimentación era ape-
las vivían en constante zozobra. Casi todos nas suficiente para sobrevivir y no morir de
los años, en temporada de vientos, llegaban inanición. Se sacaba de ellos el mayor pro-
los barcos de piratas a tratar de apoderarse vecho posible.18
de las perlas. Durante este tiempo se suspen- Este era el panorama que esperaba a los
dían los trabajos de la pesca y se escondían esclavos negros que en la segunda etapa de
las canoas, por el temor de los empresarios a extracción de las ostras perlíferas fueron in-
los asaltos extranjeros.16 troducidos masivamente en las rancherías
Las épocas de bonanza de la explotación guajiras. Las condiciones de vida de los afri-
de perlas corresponden a los siglos XVI y canos recién llegados no fueron mejores que
XVII. Durante esta época Río de la Hacha las sufridas por los esclavos indios.

16
Ernesto Restrepo Tirado. Historia de la provincia de Santa Marta. T. I. Bogotá: Ministerio de Educación
Nacional. 1953. pp. 230-231, 274, 276.
17
Barrera. Mestizaje, comercio... p. 72.
18
Restrepo. Historia de la provincia... pp. 229-230.
40
III, 8, Barranquilla, 2003

A partir de 1570, la población de las ran- Cuando la mano de obra indígena fue rem-
cherías cambió de ser mayoritariamente in- plazada por esclavos negros, los señores de
dígena y pasó a ser africana. Los esclavos canoas no cesaron en su solicitud de esclavos
negros empezaron a desempeñar las mismas a la Corona. En 1598, su majestad el rey y el
tareas que tenían a su cargo los indios. De agente del monopolio en el tráfico negrero,
allí en adelante todos los trabajos relaciona- Gómez Reynel acordaron enviar a Cumaná,
dos con la vida de las rancherías serían eje- Río de la Hacha y Margarita doscientos escla-
cutados por los esclavos negros. Los escla- vos negros a cada pesquería de perlas para ser
vos indios fueron remplazados por africanos repartidas entre los señores de canoa. Con el
llegados de Guinea y de Angola. Los nuevos descubrimiento de nuevos ostiales se solicitó
esclavos de las pesquerías ocuparon las ran- un mayor número de esclavos; en mayo de
cherías en las inmediaciones del lugar de ex- 1607, el cabildo de Río de la Hacha escribía
tracción de las ostras, próximas a la ciudad sobre la necesidad de este tipo de trabajado-
del Río de la Hacha. res para las granjerías y en 1608 se expidió
Según María Angeles Eugenio, los perío- una cédula real a Gonzalo Váez Coutiño, due-
dos de auge de la ciudad de Río de la Hacha ño del monopolio de la trata para que enviara
estuvieron marcados por el número de canoas ciento cincuenta esclavos negros a Santa Mar-
y de señores de canoas, es decir, de los em- ta y Río de la Hacha en donde se necesitaban
presarios dedicados a la explotación y comer- para la pesquería de las perlas.
cio de los ostiales. En la década de 1580, en Las perlas se recogían en canoas que eran
un período de recuperación, había veinte se- pequeñas fragatas de vela latina que salían a
ñores de canoas y unos seiscientos esclavos trabajar al amanecer y regresaban en la no-
dedicados a la extracción de las perlas. Esta che a las rancherías, después de hacer entre-
mejoría se debió al descubrimiento de nue- ga al mayordomo del producto del día. Los
vos ostiales esclavos de las perlas vivían en ranchos mal
Los señores de canoas acapararon los car- acondicionados en las cercanías de los ostia-
gos de la Real Hacienda y del cabildo de la les donde tenían sus camas.20
ciudad. Sus descendientes afianzaron su po- En cuanto a la manera como los esclavos
sición socio-económica mediante lazos de africanos pescaban y sacaban las perlas, un
parentesco con otros señores de canoas y documento de la época relata que las canoas
miembros de la élite y además ampliaron su que conducían los esclavos buzos acompa-
influencia ocupando cargos en el cabildo de ñados del canoero salían de la ranchería por
la ciudad de Santa Marta. la mañana y se dirigían a los ostiales. Cada
Los esclavos de origen africano residían canoa llevaba unos veinticuatro buzos. En tie-
permanentemente en las rancherías que forma- rra quedaban seis esclavos de servicio para
ban parte de la ciudad de Río de la Hacha, en prepararles la comida y traer el agua. Se te-
las proximidades a los bancos de explotación. nía el cuidado de que los esclavos buzos no
Las condiciones de habitabilidad eran preca- tuvieran contacto con mujer alguna en la épo-
rias por la provisionalidad de las construccio- ca de pesca y de que no comieran cuando
nes. Esta circunstancia favoreció la destruc- salían a pescar, porque con ello se creía que
ción a manos de corsarios y de indios. 19 su labor no tendría éxito.

19
Eugenio. “Las rancherías de perlas ...” pp. 93 y 95.
20
Enriqueta Vila Vilar. Hispanoamérica y el comercio de esclavos. Sevilla: Escuela de Estudios
Hispanoamericanos. 1977. pp. 234-235.
41
República, Negros y Castas

Para establecer el orden y administrar las las, especialmente la cacona21 que era la me-
acciones de la canoa iba en ella un español jor de ellas.
experto en el oficio, conocedor de la tierra y Como las rancherías eran presa de corsa-
sabedor del sitio donde se encontraban los rios, el oficial real encargado de la hacienda
ostiales. Al terminar la faena el administra- sugería que las perlas fueran quintadas pron-
dor de la canoa le entregaba al señor de ca- tamente, llevadas a la población y metidas en
noa o al mayordomo las perlas y los escla- las cajas reales para evitar los riesgos de la
vos. piratería como tantas veces había sucedido
Una vez arribada la canoa al lugar de la en el Cabo de la Vela.
pesca, el canoero ordenaba a los buzos bo- En las rancherías, la moneda que corría
tarse al agua de dos en dos. Los esclavos que entre los marineros, gente de mar y mercade-
quedaban en la canoa echaban al mar una red res era la perla. Gracias a su pequeño volu-
en forma de bolsa para echar las perlas en el men, en una taleguilla podía guardarse hasta
buceo. Cuando salían los dos que se habían un equivalente de mil ducados.22
zambullido, el canoero ordenaba recoger la En 1608, los ostiales estaban prácticamen-
red o trasmallo y vaciar las perlas en la canoa te arruinados, la pesquería no rendía y sólo
e inmediatamente se zambullían los dos si- había unos veinte señores de canoas. En ju-
guientes. lio de ese año el cabildo de la granjería de las
La pesquería se iniciaba temprano en la perlas de Río de la Hacha dirigió una carta a
mañana, cuando el agua estaba clara hasta las su majestad manifestando la necesidad que
cuatro de la tarde cuando regresaban los hom- tenía de esclavos negros para las granjerías.
bres a la ranchería. Al llegar la canoa a tierra Asimismo, exponía las penurias que sufrían
se vaciaba y en un lugar señalado se senta- los señores de canoas y su necesidad de per-
ban todos los buzos a la redonda y con una trechos y ropa para el sustento de las canoas
herramienta extraían la perla de la ostra. Es- y los esclavos negros. Por esta causa, la pes-
tas perlas se echaban en una especie de arte- quería de perlas estaba en quiebra, pero so-
sa con agua de mar. Allí se dejaban dos ho- bre todo por el alzamiento de los esclavos
ras, se fregaban bien unas con otras y se en- que había ocasionado graves daños. En los
juagaban con agua limpia para ser guarda- últimos cuatro años no se había realizado
das. pesca en los ostiales que estaban a punto de
Aunque los esclavos negros estaban bajo perderse. Por estas razones, el cabildo solici-
constante vigilancia, buscaban la forma de taba el amparo de su majestad para que la
apropiarse de las mejores perlas. Para recu- granjería no terminara de caerse y suplicaba
perarlas, los señores de canoa se valían de un le concediera la merced a los señores de ca-
ardid que consistía en ofrecerles cada quince noas de surtirla de pertrechos, específicamen-
o treinta días, camisas, sayas, sombreros, te, de jarcia, rejones, brea, estopa, clavaco-
bonetes, zapatos, vinos y naipes, entre otras nes, madera, tabaco, maguey, lienzo para ve-
cosas, para que a cambio entregaran las per- las, hilo, maíz, aceite y vino y demás cosas

21
Este era el nombre indígena de la perla de mejor calidad, la más redonda, de mayor tamaño y de “oriente” de
gran belleza.
22
AGI. Indiferente General. Legajo 1805. Datos extraídos de este documento trascrito por Eduardo Barrera
Monroy e incluido como anexo en “Los esclavos de las perlas...” pp. 25-26, 28 y 32. Según este autor, el
documento parece haber sido escrito por Francisco Cobos y redactado entre 1570 y 1590. Para ese entonces,
los indígenas de las pesquerías de perlas estaban extinguidos y la mano de obra con la que se extraían las
ostras era en su totalidad de esclavos negros.
42
III, 8, Barranquilla, 2003

necesarias para el funcionamiento de la gran- de las perlas. Según María Angeles Eugenio
jería.23 fueron tres sus causas principales: “incursio-
Ante la ruina de los ostiales y el poco in- nes de corsarios atraídos por la riqueza perlí-
greso que ofrecían a la Hacienda Real, don fera, alzamientos y ataques de indios, espe-
Diego Fernández de Argote, gobernador de cialmente guajiros, y la falta de perlas por
Santa Marta viajó hasta la Ranchería en 1612, agotamiento de los ostrales en explotación y
y se propuso rehabilitar la producción. Con el no hallazgo de nuevos yacimientos”.25 La
ayuda de algunos indios buzos exploró el te- autora relaciona la última causa con la acti-
rreno y encontró nuevos ostiales. Al cabo de tud de los negros de concha que falseaban
dos años se comenzó la extracción de las per- informes sobre la localización y riqueza de
las; para ello se readecuaron las canoas sa- los nuevos ostiales.
cándolas de un riachuelo donde las tenían
encalladas y se empezó a reconstruir la ran- Rebelión y resistencia de los esclavos
chería. En ese año, el número de esclavos lle- negros
gó a doscientos cuarenta, sin embargo se con- Las rebeliones y los movimientos de re-
sideraba que era una cifra insuficiente para sistencia de los esclavos negros, en el siglo
la explotación de los ostiales que se habían XVII, parecían haber sido propios de la go-
descubierto. Se calculaba que eran necesa- bernación de Cartagena. Sin embargo, docu-
rios unos cuatrocientos esclavos más. Pero la mentos de la época dan cuenta de que estos
duración del “apogeo”no fue muy larga por- fenómenos también se sucedieron en la pro-
que muchos esclavos se rebelaron ante el tra- vincia de Santa Marta, con mayor énfasis en
to que recibían de los dueños de canoas, ne- la ranchería de las perlas.
gándose a pescar y sacando al escondido per- En 1572, el gobernador don Luis de Ro-
las que vendían de contrabando utilizando jas tuvo que hacer frente a treinta y cuatro
como intermediarias para su escondite a al- esclavos negros que se rebelaron en el Río
gunas esclavas negras.24 de la Hacha. Como el gobernador estaba aten-
Estas esclavas negras de las rancherías, a diendo sublevaciones de indígenas, le orde-
pesar de las restricciones de los señores de nó a Juan de Sárida salir con un grupo de
canoas que les impedían relacionarse con los gente para retornarlos a sus propietarios.
buzos, establecieron contactos y alternaron Unos años más tarde, esclavos negros del
con ellos. Por una parte, recibieron de los mariscal Miguel de Castellanos se rebelaron
buzos algunas perlas que podían ocultar como contra los excesos del trabajo esclavo En este
regalo y prueba de amistad; por otra, les sir- caso, fue el gobernador Lope de Orozco quien
vieron como mediadoras guardándoles per- envió a uno de sus capitanes con sesenta hom-
las que ellos negociaban clandestinamente. bres para hacerles frente. Así lo manifestó el
En las rancherías había niños, lo que confir- cabildo de Santa Marta a su majestad en mi-
ma que esclavas y esclavos se trataban y al- siva escrita el 30 de enero de 1577.26 La acti-
ternaban. tud rebelde de los esclavos de los ostiales
A comienzos del siglo XVII, se presentó estuvo presente mientras duró el sistema de
un fuerte período de crisis en la producción explotación de las granjerías de perlas.

23
AGI. Santa Fe 98. Carta que el cabildo de Río de la Hacha escribe al rey. fl. 626.
24
Trinidad Miranda. La gobernación de Santa Marta (1570-1670). Sevilla: Escuela de Estudios
Hispanoamericanos. 1976. pp. 49 y 65-67..
25
Eugenio. “Las rancherías de perlas...” p. 94.
26
Miranda. La gobernación de Santa Marta... pp. 133-134.
43
República, Negros y Castas

Si bien la pobreza de los ostiales fue una Belón al rey, en junio de 1600 en la cual men-
de las causas para la crisis de producción en ciona el levantamiento de un grupo de escla-
la granjería de las perlas, es necesario hacer vos ese mismo año. Se dice que los esclavos
énfasis en la actitud de rebelión y resistencia se reunieron en junta secreta para nombrar
de los esclavos negros como otra de las cau- un general y capitanes, y acordar un día para
sas que determinaron la decaída de la activi- atacar la ciudad de Río de la Hacha y matar a
dad perlífera y de la vida de la ciudad de Río sus amos, con el pretexto de que no les ha-
de la Hacha. bían cumplido la promesa de fundar una co-
Los documentos de la época hablan del fradía propia. El vicario eclesiástico salió a
apoyo de los esclavos negros en las incursio- su encuentro prometiéndoles llevar a cabo su
nes de los corsarios y de formas de organiza- oferta y así logró pacificarlos. Uno de los
ción para rebelarse. Hacen referencia tam- esclavos convenció al resto de que desapare-
bién, de una resistencia pasiva al negarse a cido el motivo de la rebelión debían regresar
declarar el sitio donde se encontraban nue- a sus amos y al trabajo.
vos ostiales. La dureza del oficio de buceo El gobernador que estaba fuera regresó
para encontrar las ostras con perlas, unida a para castigar a los culpables. Después de un
las malas condiciones de vida en las ranche- corto sumario quiso ahorcar al general y a
rías empujaron a los esclavos a rebelarse vio- los capitanes de la rebelión, pero tuvo que
lentamente. Muchos de los alzamientos fue- desistir de su empeño porque los dueños de
ron estimulados por otros esclavos fugitivos las canoas se opusieron argumentando que si
refugiados en los palenques. El gran número esto se llevaba a cabo, los demás esclavos se
de esclavos que se fugaba del poder de sus unirían con los indios guajiros para arrasar la
amos se constituyó en grave peligro para la ciudad. Con ello se pretendía evitar una re-
estabilidad de las rancherías y de la ciudad. belión de graves consecuencias. Esta debili-
La mayor y más conocida expresión de dad le causó a don Juan Guiral Belón una
resistencia de los esclavos fue el cimarronaje reprimenda por parte de la Corona, por no
y el ocultamiento de esclavas y esclavos ne- haber castigado a los esclavos alzados.28
gros en los palenques. Hay trabajos de inves- Como puede observarse, fue más bien el
tigación al respecto.27 Sin embargo, poco se temor a una rebelión conjunta de esclavos
conoce sobre levantamientos masivos de es- negros y de indios guajiros lo que impidió el
clavos con expresiones violentas de rebelión castigo a los implicados en el alzamiento. Es
contra los propietarios y sustentadores del muy probable que los señores de canoas, sus
sistema esclavista. Los levantamientos de mayordomos y canoeros vivieran en constante
esclavos del Río de la Hacha son testimonio zozobra por miedo a una reacción violenta
de que estas rebeliones tuvieron lugar, fue- de los sometidos. Era lo menos que podía
ron cruentas y ameritan una mayor investiga- esperarse en las condiciones de opresión en
ción. que vivían los esclavos. No siempre los gua-
Un documento que evidencia la gravedad jiros apoyaron a los esclavos fugitivos pero
de estas rebeliones es una carta escrita por el la idea de que podían aliarse para atacarlos
gobernador de Santa Marta, don Juan Guiral era una constante en el imaginario de los ve-

27
María del Carmen Borreto Plá. Palenques de negros en Cartagena de Indias a fines del siglo XVII. Sevilla:
EEHA. 1973. María Cristina Navarrete. Cimarrones y palenques en el siglo XVII. Cali: Universidad del Valle.
2003.
28
AGI. Santa Fe. 49. Juan Guiral Belón a su majestad. Vázquez. La gobernación de Santa Marta... p. 134. Este
mismo incidente es mencionado por Restrepo. Historia de la provincia... pp. 276-277 y por María Angeles
Eugenio en “Las rancherías de perlas...” pp. 95-96.
44
III, 8, Barranquilla, 2003

cinos europeos. Por su parte, los esclavos re- ... un hecho pudo no haber ocurrido,
primieron sus intentos de rebelión quizás ate- contrariamente a lo que afirma un cro-
morizados por las consecuencias que podría nista determinado. Pero el que éste
tener el alzamiento. En estos casos, los casti- haya podido afirmarlo... es algo por
gos eran ejemplarizantes, generalmente apli- lo menos tan revelador como la sim-
cando la pena capital y el descuartizamiento ple ocurrencia de un acontecimiento
del cuerpo con el fin de acallar los ánimos ... La recepción de los enunciados en
de rebeldía. más reveladora, para la historia de las
La más grave manifestación de rebeldía, ideologías, que su producción, y cuan-
hasta ahora conocida, en contra de las condi- do un autor se equivoca o miente, su
ciones de esclavitud y de vida a que estaban texto no es menos significativo que
sometidos los buzos de las pesquerías de per- cuando dice la verdad.29
las en Río de la Hacha tuvo lugar el día de la Según el informe, el 6 de agosto de 1603,
trasfiguración del Señor, el 6 de agosto de los esclavos de la granjería se levantaron con-
1603. tra el real servicio y servidumbre en un nú-
Existe un documento de la época que da mero aproximado de cuatrocientos cincuen-
cuenta de ello. Es un informe enviado ante el ta, entre pescadores de perlas y esclavos y
Consejo de las Indias, por el procurador ge- esclavas del servicio, de los cuales treinta o
neral de la granjería, Pedro de Peralta. Se trata cuarenta estaban armados con lanzas, broque-
de un documento descriptivo del suceso que les, arcos y flechas, cuchillos, machetes, dar-
retrata vivamente los hechos. Los niveles de dos y espadas que habían adquirido clandes-
violencia y destrucción por parte de los es- tinamente. Su intención era matar a todos los
clavos sublevados parecen haber sido altos y mayordomos y canoeros de la granjería. Es-
la reacción de las autoridades inmediata. En tos intentaron escapar, pero uno de ellos, Pe-
la primera batalla entre las fuerzas contrarias dro de la Vera, mayordomo del capitán Agus-
los alzados se defendieron valerosamente, tín Delgado fue muerto a lanzadas por los
dice el documento. Por su parte, el goberna- esclavos.30
dor trabajó arduamente con sus hombres para Dice el informe que los esclavos de las
vencer al enemigo. No es posible saber qué perlas, con banderas, tambores y gran voce-
tan objetivas fueron las apreciaciones de río, entraron a todas las casas de la granjería
quien realizó el informe y si contienen tergi- saqueando los pertrechos que había, entre
versaciones que favorecen a alguna de las otras cosas, maíz y los insumos necesarios
partes. De todas maneras se trata de un expe- para el sustento de la gente y las canoas. Ro-
diente singular que da cuenta de un hecho real: baron ropa de los señores de canoas, mayor-
el levantamiento masivo de numerosos escla- domos y canoeros, destruyeron las velas de
vos que reaccionaron frente a su estado de unas canoas, quemaron las casas y dejaron la
opresión. ranchería arrasada. Posteriormente, escapa-
Respecto a las dudas que pueden ofrecer ron camino a las sabanas de Orino y perma-
los enunciados de un texto y a la actitud que necieron una noche en un hato de ovejas en
se debe asumir frente a éste Tzevetan Todo- donde retuvieron a un esclavo llamado Mu-
rov explica: leque y le llevaron por guía para que los con-
dujera al camino de la sierra de Guacote. Allí,

29
Tzevetan Todorov. La conquista de América. El problema del otro. México: Siglo XXI Editores. 1991. p. 60.
30
AGI. Santa Fe 98. El cabildo de Riohacha escribe carta a su majestad. El informe del levantamiento se encuentra
a partir de los folios 638 y siguientes..
45
República, Negros y Castas

antiguamente, se habían refugiado más de dos lucharon defendiéndose valerosamente


sesenta esclavos negros que se habían alzado “diciendo a voces que de ninguna manera
contra el mariscal Miguel de Castellanos sin habían de reducirse a la servidumbre en que
que pudieran haber sido reducidos de nuevo estaban, ni habían de volver a servir a sus
a esclavitud. Desde ese lugar, partieron con amos, ni a sacar perlas”.
el esclavo Muleque al hato de ovejas del ca- El gobernador, consciente de las lesiones
pitán Agustín Delgado, donde encontraron a que sus hombres habían causado a los rebel-
un mayordomo español al que amarraron, ata- des y las que podrían infringirles, lo cual se-
ron desnudo a un palo y le azotaron; después, ría una gran pérdida para la pesquería y los
con dardos lo alancearon y mataron, y ade- reales diezmos, les mandó decir que salieran
más, causaron daños a los carneros y ovejas en paz y se redujeran, que él les perdonaría a
que allí había. todos los que obedecieran. Los rebeldes no
Al amanecer del día siguiente de la noche aceptaron ni quisieron obedecer la invitación
del levantamiento, algunos esclavos negros del gobernador. Viendo éste que la rebeldía
de la pesquería que no participaron, llegaron continuaba decidió seguir la contienda. Al
a Río de la Hacha e informaron sobre el su- cabo de dos horas, sintiéndose fatigados,
ceso referido. En vista de lo acontecido, don maltratados y muchos de ellos heridos, el
Juan Guiral Belón, caballero del hábito de general enemigo mandó decir al gobernador
san Juan, gobernador y capitán general de esta que querían reducirse, que aceptaban la paz.
ciudad y sus pesquerías de perlas y de la go- Ante ello, el gobernador manifestó que así se
bernación de Santa Marta, previno a la gen- haría. Después de una hora, viendo el gober-
te: hombres de canoas, españoles y algunos nador que los rebeldes no cumplían lo acor-
esclavos criollos fieles y de confianza quie- dado, ordenó iniciar otra batalla, la cual se
nes en número de cuarenta salieron, junto con realizó más sangrienta que la primera.
el gobernador, en procura de los fugitivos. Al cabo de tres horas, el general de los
El grupo hizo un alto en el hato de Punta rebeldes envió un mensaje de paz, afirmando
de Piedras. El gobernador despachó dos ba- que querían salir pacíficamente y volver a
quianos de las sabanas para que siguieran el servir a sus amos con tal de que el goberna-
rastro de los rebeldes y fueran a Boronata la dor les perdonara. Así fue acordado. Al ano-
Vieja y le dieran razón de los sucesos. Al checer, salieron pacíficamente más de tres-
amanecer, los esclavos rebeldes tiraron un cientos, entre hombres y mujeres. En el mon-
mosquete y ante el ruido de éste, el goberna- te quedaron cien de ellos, los más belicosos,
dor dio a su gente la orden de alistarse. Los valientes y de “mala inclinación”. Los que
mensajeros regresaron diciendo que los es- salieron hicieron saber al gobernador que re-
clavos fugitivos venían marchando con tam- tornaban al pueblo y que los cien restantes lo
bores y banderas desplegadas en dirección a harían al otro día. Debido a que la gente del
Boronata la Vieja. El gobernador salió en esa gobernador era poca, gran parte de la muni-
dirección con su gente y descubrió su cam- ción se había agotado, la gente reducida era
po; encontraron dos rebeldes que venían a mucha y la que quedaba en el monte era la
caballo los cuales se devolvieron a avisar a más valiente y apertrechada de armas, éste
su general. Éste se encontraba con los suyos ordenó marchar hacia el pueblo.
en un monte. El gobernador ordenó rodearlo Al día siguiente, a medio día, los cien re-
para impedir que alguno escapara. Así, se beldes restantes no entraron al pueblo y se
inició una batalla que duró alrededor de dos quedaron en el monte; se dirigieron a Boro-
horas en la que murieron varios rebeldes de nata la Vieja buscando el camino a la sierra
los más valientes y belicosos. Los subleva- de Guacote. El gobernador en vista de su tar-
46
III, 8, Barranquilla, 2003

danza para llegar al pueblo, como se había Posteriormente, se iniciaron investigacio-


acordado, despachó emisarios a la ciudad de nes para averiguar quién había sido el cabe-
Valledupar para que el capitán Cristóbal Al- cilla del levantamiento y quiénes habían sido
monacín saliera con su gente y los alcanzara sus gestores. Resultó, que fueron cabecillas
en la sierra de Guacote, los redujera y traje- doce de ellos e inmediatamente fueron en-
ra. El capitán salió con veinticinco soldados carcelados con prisiones y hombres de guar-
bien apertrechados de armas y municiones, dia. Una vez terminadas sus causas, el “ge-
además de otros tantos indios armados de neral” de los alzados y otro de los cabecillas
arcos y flechas, para cumplir las órdenes del fueron condenados a ser atenaceados y he-
gobernador. En vista de que no encontraron chos cuartos; a los demás, se los condenó a
a los rebeldes en el sitio donde se creía que ser ahorcados. Se ejecutó justicia contra ellos.
iban a pasar, el gobernador envió al caudillo Los doce cabecillas habían sido “los mejores
Manuel González con otros veinticinco sol- y más granados y dispuestos negros de la di-
dados y pertrechos de guerra, ordenándole cha granjería y muy diestros en la pesquería
que se dirigiera al camino de Citera y a la de ella”.
cabeza de la sierra de Tapia. Así lo hizo. Los En la batalla murieron otros doce escla-
rebeldes, al saber que les seguían los pasos, vos de gran valor y servicio. Otros doce que
con el temor de caer en sus manos, llegaron a quedaron heridos ya no podían ser emplea-
los hatillos cercanos a la ciudad y fueron a dos en la labor de pesca de las perlas. En cuan-
reunirse con los esclavos que estaban en las to al resto de los rebeldes, cuando regresaron
estancias de Tapia para soliviantarlos y ata- a sus trabajos en la granjería de las perlas, al
car a los españoles. El gobernador, ante la zambullirse a pescar, como estaban cansados
noticia de que estaban causando tanto daño, de la guerra, murieron ahogados. Las pérdi-
salió en persona a encontrarlos con veinticin- das para los señores de canoas fueron gran-
co hombres sin darles tregua para abastecer- des, particularmente, por los incendios cau-
se de agua. Fue tanto lo que trabajó el gober- sados en las casas y el maíz almacenado.
nador, de noche y de día, sin descanso, que Además, fueron ellos quienes financiaron el
en tres días derrotó a todos los rebeldes y les costo de la guerra en la que invirtieron unos
trajo a la ciudad de Río de la Hacha, dejando tres mil quinientos pesos.
atrás sólo los que habían muerto en la guerra.
Al gran levantamiento de los esclavos re-
Por ser muchos los esclavos que partici-
beldes de las rancherías, se sumaron ataques
paron en el levantamiento rebelde y los que
causados por los corsarios ingleses, los cua-
estaban al servicio de los vecinos, que en to-
les dejaron las granjerías de perlas arruina-
tal serían unos mil, “porque no fuera peor la
das. De allí las súplicas del cabildo y las que-
recaída que la caída”, el gobernador ordenó
jas de los señores de canoas de que no po-
aprisionar en cada casa de señor de canoa los
dían pagar los tributos reales. La única solu-
esclavos de cada uno de ellos, poniéndoles
ción que veían a mano era vender los escla-
hombres de guardia. Para mayor seguridad,
vos de canoa; para ello, era menester llevar-
mandó pregonar públicamente que ningún
los a otras ciudades porque allí no había quien
esclavo o esclava del pueblo saliera de su casa
los comprara. Pidieron a su majestad les die-
después de la hora de la oración y que per-
ra plazo para pagar sus deudas y prorrogar-
manecieran recogidos so pena de azotes y
les la merced de los quintos.31
orejas cortadas.

31
AGI. Santa Fe 98. Carta que el cabildo de Río de la Hacha escribe al Rey.
47
República, Negros y Castas

Varias apreciaciones pueden colegirse de cuanto a la pérdida de soldados y de mano de


los acontecimientos que rodearon esta expre- obra para las pesquerías, se vio obligado a
sión de rebeldía de los esclavos de las perlas. ofrecer a los rebeldes el perdón y a solicitar-
Por una parte, es de advertir que si bien el les un acuerdo de paz. Esto fue lo que se hizo
documento es narrado por quien representa en primera instancia y por ello, una cantidad
el lado de los vencedores, ofrece datos inte- grande de rebeldes aceptó retornar a sus la-
resantes. De todas maneras, el documento bores.
expresa el interés de los señores de canoa por Como puede colegirse del desenvolvi-
demostrar la ruina en que se encontraban, la miento de la insurrección, las posiciones de
necesidad de recibir favores reales en la exen- los rebeldes no fueron homogéneas. Hubo un
ción del pago de impuestos y para que las grupo más radical que decidió perseverar en
licencias de rehabilitación de la granjería les su lucha por la libertad. Una vez divididos
fueran concedidas. fue más fácil para el gobernador reanudar la
Aunque los vencedores estuvieran inte- batalla contra los restantes hasta conseguir
resados en demostrar que pocos soldados su final reducción a esclavitud.
habían derrotado a gran cantidad de rebel- Otro aspecto que puede deducirse, es el
des, es posible deducir que el movimiento fue significado que para los esclavos de la ran-
de grandes dimensiones. Quienes se levanta- chería de las perlas tenían los cimarrones que
ron en rebeldía fueron unos cuatrocientos cin- habían logrado escapar hacia la libertad y
cuenta esclavos y esclavas, algunos de ellos refugiados en los palenques. Estos se conver-
armados y organizados a son de guerra con tían en objetivos espaciales y en ideales para
banderas y tambores. Estaban decididos a lograr. No es de extrañar que para los seño-
defender su libertad. Sus intenciones eran res de canoas, las posibles alianzas de los
escapar de las cadenas de la esclavitud y no esclavos de las perlas con los corsarios o los
servir más a sus propietarios. Su violencia se cimarrones fueran elementos de su imagina-
manifestó contra todo aquello que represen- rio cotidiano.
taba el sistema esclavista imperante en la El período comprendido entre 1603, año
granjería: los señores de canoas, los mayor- del levantamiento rebelde y 1610 fue de total
domos, los canoeros, las canoas, los pertre- decaimiento en la granjería de las perlas de
chos para el funcionamiento de la pesca y el Río de la Hacha. La pesquería de las ostras
arrasamiento de la ranchería. Su idea era aca- menguaba cada día; y esto llevó a que casi la
bar con todo aquello que significaba esclavi- totalidad de las canoas se trasladaran a la isla
tud y el sometimiento al trabajo forzado. Margarita.
Por los datos del informe, se puede dedu- La Corona expidió una Real Cédula, en
cir que el aniquilamiento de la rebelión no 1612, dirigida al gobernador y capitán gene-
fue fácil. El gobernador tuvo que pedir re- ral de Santa Marta y Río de la Hacha, don
fuerzos a Valledupar y solicitar el apoyo de Diego Fernández de Argote y Córdoba en la
otro caudillo militar para poder vencer al resto que le solicitaba informes sobre los perjui-
de rebeldes. Sólo unos treinta o cuarenta del cios que causaban los indios guajiros y la
total de los alzados iban armados, ésto mues- actitud soberbia de los esclavos negros de las
tra una diferencia entre ellos y la gente del perlas. El rey quería estar enterado de lo que
gobernador armada y preparada para la gue- pasaba para poder decretar lo que fuera con-
rra, puesto que se trataba de soldados. Ade- veniente. Esto, A raíz de una carta escrita por
más, el gobernador previendo las consecuen- don Juan de Benjumea escalante, en 1611,
cias que podía tener la guerra si ésta se pro- en la que comentaba que los indios guajiros
longaba y las municiones se agotaban, en hacían muchos daños e impedían el paso y el
48
III, 8, Barranquilla, 2003

comercio entre la gobernación de Santa mar- Argote y Córdoba informó al Consejo de las
ta, la de Venezuela y parte del Nuevo Reino. Indias que los esclavos guardaban silencio en
Además, recomendaba el castigo para los in- cuanto al lugar de los ostiales porque, al no
dios y “también a los negros de las perlas que haber perlas, sus amos los sacarían de este
están soberbios que se puede temer de ellos oficio para ponerlos en las estancias, y dedi-
cualquier mal suceso”.32 carlos a beneficiar el maíz y cortar palo bra-
Había quejas de que entre los esclavos sil. Así dejaban esa vida de estrechez. Esta
había hechiceros y herbolarios que amenaza- situación se vio favorecida por los ataques
ban de muerte a quienes hallaran ostiales, de los corsarios y causó el progresivo des-
pues su deseo era abandonar el trabajo de la censo de la producción en la granjería de las
pesca y tornarlo por otro que fuera menos perlas.34
pesado. Varios esclavos sometidos a tormen- Algunos vecinos y dueños de canoas, para
to declararon el nombre de dos de sus com- poder sostener su situación crítica comenza-
pañeros como instigadores. Estos fueron ron a abandonar la ciudad de Río de la Ha-
ahorcados como castigo ejemplarizante. Los cha, vender algunos de sus esclavos para pa-
esclavos preferían que los llevaran a cortar gar acreedores y sacaron otros de la ranche-
palo Brasil, a las labranzas o a otras tareas ría para ocuparlos en los trabajos de las es-
que por duras que fueran no igualaban la ru- tancias y en el corte de palo brasil.
deza de la pesca de perlas. De seiscientos Mientras los esclavos negaban la existen-
esclavos ya no quedaban sino doscientos cin- cia de los ostiales, se apropiaban de las me-
cuenta.33 jores perlas para regalar a las esclavas, com-
Esta actitud de los esclavos de los ostia- prar bienes de consumo como ropa y comi-
les muestra una nueva estrategia de resisten- da, y hasta para consumir en las tabernas en
cia. Es posible pensar que repetir una demos- vino o en juegos de naipes y bolos.35
tración violenta de rebeldía podía traerles En 1612, el gobernador Fernández de
graves consecuencias por los castigos a los Argote y Córdoba resolvió actuar personal-
que eran sometidos en caso de ser “pacifica- mente en la situación de los ostiales. Reunió
dos”. Por esto optaron por una resistencia las canoas que quedaban y formó una flotilla
pasiva que consistía en ocultar el hallazgo de con indios buzos. En los sitios donde los es-
nuevos ostiales y preferir otro tipo de trabajo clavos negros habían dicho que no existían
esclavo cuyas condiciones fueran menos tor- ostiales hizo sondear para convencerse. Así
mentosas. No es factible saber a ciencia cier- se descubrieron unos diez criaderos de per-
ta si los tales hechiceros y herbolarios tuvie- las importantes, pero según los expertos, las
ron existencia real; podría tratarse de chivos perlas estarían listas sólo hasta dentro de dos
expiatorios creados por los señores de canoas años después. Fue así como el gobernador
o las autoridades para ejercer el poder y apli- prohibió tocar los depósitos de ostras y sus-
car castigo ejemplarizante. pendió la pesca por dos años.
En 1612, el gobernador de la provincia A los dos años, don Diego se dirigió de
de Santa Marta y Río de la Hacha y capitán nuevo a Río de la Hacha con un calafate para
general de ellas, don Diego Fernández de arreglar las canoas e hizo reedificar también

32
AGI. Santo Domingo 869 L. 6F. 151v-152. Real cédula al gobernador y capitán general de Santa Marta y Rio
de la Hacha.
33
Restrepo. Historia de la provincia... pp. 289-290. Barrera. Mestizaje, comercio... p. 90.
34
Eugenio. “Las rancherías de perlas...” p. 96.
35
Ibid. pp. 96-97.
49
República, Negros y Castas

los ranchos. Cuando todo estuvo listo dio la tuciones como la encomienda, a la que estu-
orden de iniciar el buceo. Las autoridades y vieron sometidos los indios hasta entrado el
los dueños de canoas elevaron un memorial siglo XVII, hace creer en general, que tal es-
al Rey manifestándole la importancia de con- clavitud no tuvo lugar o que su duración fue
servar en la gobernación a Fernández de Ar- por corto tiempo. Sin embargo, la esclavitud
gote, por el interés que ponía en el bienestar de los indios de las perlas en la península de
de la provincia y por el respeto y temor que la Guajira continuó a pesar de que las Leyes
infundía a los esclavos negros y a los indios Nuevas de la década de 1540 la prohibían e
guajiros.36 intercedían por un buen tratamiento hacia los
Efectivamente, los señores de canoas tra- indios.
bajaron con sus esclavos en cumplimiento de La esclavitud de los indios de las perlas
los autos del gobernador; pero entre 1614 y demuestra que fue una realidad que perduró
1615, los sacaron nuevamente de la ranche- hasta aproximadamente 1570, año en el cual
ría y los condujeron a la ciudad o al campo se declaró su libertad y se prohibió su escla-
para ocuparlos en otras labores. Este aban- vitud para evitar diezmar por muerte a la po-
dono se debió en parte al incremento de las blación indígena por las duras condiciones,
actividades agropecuarias en las tierras cos- según demuestran los documentos de la épo-
teras entre las ciudades de Santa Marta y Río ca.
de el hacha, donde se cultivaba maíz, palo Asimismo, se desconoce la continuidad
brasil, azúcar, tabaco y se criaban hatos de que tuvo la esclavitud como institución en la
ganado vacuno. Estas actividades dinamiza- labranza de las perlas, en esa misma región,
ron el tráfico comercial en los puertos de San- en manos de esclavos de origen africano. Sus
ta Marta y Río de la Hacha. Habían sido ini- condiciones de vida fueron tan denigrantes y
ciadas por los señores de canoas para el au- penosas como habían sido las de los indíge-
toabastecimiento de las rancherías. Su rendi- nas. Sus habitaciones eran prácticamente pri-
miento los animó a incentivarlas, especial- siones y la labor del buceo diezmaba sus vi-
mente, porque les ayudaban a paliar las pér- das hasta casi extinguirlos.
didas debidas a la baja productividad de los La llegada masiva de esclavos negros
ostiales, particularmente en las épocas de cri- cambió la configuración social de la granje-
sis.37 ría de las perlas del Río de la Hacha. Sin
En 1615, el retroceso y estancamiento en embargo, los grupos altos conservaron su
la explotación de la granjería de las perlas hegemonía, las continuidades en las formas
del Río de la Hacha era una realidad. Si bien, de vida y condiciones de subsistencia de los
posteriormente se sacaban algunas perlas, la esclavos fueron semejantes y pocas las rup-
esclavitud indígena y de origen africano para turas con la etapa anterior.
la extracción de las ostras nunca volvió a ser Igualmente, se desconocieron las expre-
la misma. siones de resistencia y rebeldía desplegadas
por los esclavos negros de las perlas. Se tie-
Epílogo nen evidencias de insubordinaciones, algu-
El poco conocimiento que se tiene acerca nas menos virulentas, otras, como la ocurri-
de la esclavitud indígena, la cual queda bas- da el día de la trasfiguración del Señor en
tante opacada frente a la existencia de insti- 1603, de mayor violencia, cuando cuatrocien-

36
Restrepo. Historia de la provincia... p. 290, 292. Eugenio. “Las rancherías de perlas...” pp. 98-99.
37
Eugenio. “Las rancherías de perlas...” p. 101.
50
III, 8, Barranquilla, 2003

tos cincuenta esclavos entre hombres y mu- A pesar de que el poder de las autorida-
jeres reaccionaron impetuosamente contra la des y la represión ejercida por los señores de
esclavitud y los vejámenes a los cuales eran canoas o sus representantes, mayordomos y
sometidos en el trabajo de las rancherías. canoeros, sostuvieron el régimen esclavista
Aunque finalmente acallada por los soldados durante casi un siglo, en las granjerías de las
del gobernador y las sentencias ejemplarizan- perlas, los temores acompañaban su imagi-
tes a los cabecillas de la insurrección, los afri- nario cotidiano representado en confabulacio-
canos se siguieron manifestando en forma de nes de los esclavos con los corsarios extran-
resistencia pasiva con el ocultamiento de la jeros o con los cimarrones de los palenques.
existencia de ostiales. Estas manifestaciones En ocasiones, éstas se hicieron efectivas y
de rebeldía y resistencia fueron una de las condujeron a la crisis del sistema, como la
causas determinantes para la extinción de las del estancamiento de la explotación de las
granjerías de perlas en la península de la perlas en 1615 ❂
Guajira.

También podría gustarte