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Resumen de Libro
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El primer axioma dice que hay que arriesgar el dinero dice que no debemos tener
miedo de perjudicarnos un poco. El riesgo en el que estaremos metidos no será
tan alto como para ponernos los pelos de punta. También que al estar dispuesto a
enfrentarlo, nos estaremos dando a nosotros mismos la única posibilidad realista
de elevarnos por encima de la mayoría de las personas no ricas.
El precio que se paga por esta gran oportunidad es un estado de preocupación.
Pero esta preocupación no es la enfermedad que psicología cree. Menciona que
esa es la salsa ácida y picante de la vida una vez que se acostumbra a ella, la
disfruta.
Dice, "Venda demasiado rápido". No hay que esperarnos a que las alzas lleguen al
punto máximo que no esperemos que las rachas ganadoras sigan y sigan por que
tarde o temprano acabara. Siempre hay que pensar que las rachas ganadoras
sean cortas. Cuando lleguemos a una posición que hayamos decidido
previamente, cobremos el dinero y alejémonos. Lo debemos llevar acabo aunque
todo parezca color de rosa, aunque uno este optimista, aunque todos alrededor
digan que el alza va a continuar. La única razón para no hacerlo sería el
surgimiento de alguna nueva situación, y que esta situación prácticamente
aseguré que se puede seguir ganando durante un tiempo. Excepto en tales
circunstancias insólitas, se debe adquirir el hábito de vender demasiado pronto. Y
cuando haya vendido, no atormente si el conjunto ganador sigue sin que se esté
ahí. Con toda probabilidad no va a durar mucho. Y si dura, hay que pensar en
todas las veces en que vender demasiado pronto defendió las ganancias que de
otro modo se hubiera perdido nuestro efectivo.
El tercer axioma dice que no hay que esperarnos la esperanza y las plegarias son
buenas, pero no son herramientas útiles en una operación especulativa. Este
axioma es duro y nada sentimental. Se han visto los obstáculos que tiene llevarlo
a cabo: temor a arrepentirse, falta de disposición a abandonar parte de una
inversión y dificultad para admitir una equivocación. Puede padecer uno o más de
estos problemas, quizá gravemente. De un modo u otro, se tienen que superar.
Ese es un proceso interno e individual; el cómo superarlos es diferente para cada
uno de nosotros. Este Axioma dice solamente que aprender a tener pérdidas es
una técnica esencial de la especulación. El hecho de que la mayoría de los
hombres y de las mujeres no puedan aprender la técnica es una de las razones
fundamentales por la que la mayoría no son buenos especuladores ni jugadores
ya que no quieren perder en ningún momento su dinero y esperan a que la
situación cambie y puedan obtener más dinero del que invirtieron.
Este Axioma advierte que no se vea orden donde no existe el orden. Esto no
significa que debe desesperar porque nunca va a encontrar una apuesta
ventajosa o una inversión prometedora. Por el contrario, se debe estudiar el
medio especulativo en el que se está interesado y cuando veamos algo que
parece bueno, hagamos nuestra mejor apuesta. No hay que ilusionarnos. Al
estudiar, podemos haber mejorado las probabilidades a nuestro favor, pero
aun así no puede ignorar el que se juega al azar en la empresa. Es improbable
que hayamos estudiado haya creado una cosa segura para nosotros, ni siquiera
una cosa casi segura. En tanto permanezca completamente alerta en relación
con este hecho, puede evitar el sufrir daños. Dentro de nosotros deberíamos
decir lo siguiente: "Está bien, hice mi tarea lo mejor que pude. Creo que esta
apuesta me puede rendir ganancias, pero como no puedo ver ni controlar los
eventos fortuitos que afectarán lo que suceda con mi dinero, sé que la posibilidad
de que yo esté equivocado es grande. Por lo tanto, estaré listo para saltar hacia
acá o hacia allá cuando suceda lo que tenga que suceder". Ser más listos que el
tiempo.
El Sexto Axioma nos dice preservar la movilidad. Advierte contra las muchas
cosas que nos pueden arraigar, en perjuicio de nuestra carrera especulativa:
sentimientos como la lealtad, lazos como el deseo de esperar una ganancia. Dice
que se debe conservar los pies libres, listos para saltar alejándose del problema o
para tomar rápidamente las oportunidades. Esto no significa que debe rebotar de
una especulación a otra como una pelota de ping – pong. Deberíamos hacer todos
los movimientos sólo después de evaluar cuidadosamente las probabilidades a
favor y en contra, y no se debería hacer ningún movimiento por razones triviales.
Cuando nos salga algo importante o prometedor entonces debe cortar raíces en
donde estemos e irnos. No permitir que esas raíces lleguen a ser demasiado
gruesas como para no poder cortarlas.
Esencialmente dice que el dinero y lo sobrenatural son una mezcla explosiva que
puede estallarnos en la cara. No hay evidencia de que Dios tenga el menor interés
en nuestra cuenta bancaria; tampoco hay evidencia de que cualquier creencia o
práctica oculta haya sido capaz de producir buenos resultados financieros en
forma constante para sus devotos. Lo más que cualquiera haya sido capaz de
demostrar jamás es un disparo en el blanco, ocasional y aislado, que recibe
mucha atención pero que no prueba nada, excepto que se producen rachas
afortunadas. Esperar ayuda de Dios o de los poderes ocultos o psíquicos no sólo
es inútil sino también peligroso. Nos puede adormecer hasta llegar a un estado de
despreocupación el cual no es un buen estado para que un especulador se
encuentre en él. Al manejar el dinero no hay que apoyarse solo en nuestro buen
juicio.
Este axioma nos dice que la perseverancia puede ser muy útil en muchos aspectos
de la vida, mas sin embargo, para la especulación puede haber momentos en los
que puede ser útil y momentos en los que nos puede llevar a la ruina. Se da el
consejo de no perseguir una inversión hasta que esta nos de rendimientos, peor
aún si nos ha hecho perder algo y tratamos de hacer que nos pague lo perdido.
Se menciona el axioma menor XV que nos dice que lo peor que se puede hacer es
promediar hacia abajo las inversiones. Con este método, nos estamos engañando
a nosotros mismos y hacemos parecer que las inversiones que van mal, luzcan
menos mal, aunque en realidad no sea así.
Este último axioma nos habla sobre la planificación a largo plazo, en otras
palabras nos dice que se debe evitar el visualizar tener un futuro cómodo y
tranquilo si se invierte en algo que va a durar toda la vida, (recordando el sexto
axioma, no debemos echar raíces) ya que nunca sabemos que va a pasar con esas
inversiones en el largo plazo. Es algo de lo que hablan los vendedores de seguros,
ya que ellos convences a la gente de que comprar seguros es algo que da
tranquilidad y comodidad, como si el mundo de las inversiones fuera algo
ordenado y constante, cuando nos ha quedado claro que no es así