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I

“Hay que creer en lo que somos, que sí contamos con las capacidades, que debemos sentirnos
orgullosas de ser mujer y tener una hija tan hermosa como la mía, que sólo uno lo entiende
cuando le llega su hora y se convierte en madre, enfrentándose a la carga académica y
emocional” (Liz)
II

Sistematización de la experiencia del proyecto de asesoría familiar:


“Empoderamiento y resiliencia de jóvenes en estado de embarazo de la Universidad de
Pamplona Cúcuta, en los roles madre-estudiante”

Stephanie Sarmiento Rangel

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales

Maestría en Asesoría Familiar

Santiago de Cali, julio 2019


III
III

Sistematización de la experiencia del proyecto de asesoría familiar:


“Empoderamiento y resiliencia de jóvenes en estado de embarazo de la Universidad de
Pamplona Cúcuta, en los roles madre-estudiante”

Estudiante:

Stephanie Sarmiento Rangel

Directora:

Lady Johanna Betancourt Maldonado, Mg.

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales

Maestría en Asesoría Familiar

Santiago de Cali, julio 2019


IV

ARTÍCULO 23 de la Resolución No.


13 del 6 de Julio de 1946, del
Reglamento de la Pontificia
Universidad Javeriana.

“La Universidad no se hace


responsable por los conceptos
emitidos por sus alumnos en sus
trabajos de Tesis. Solo velará porque
no se publique nada contrario al
dogma y la moral católica y porque las
Tesis no contengan ataques o
polémicas puramente personales;
antes bien, se vea en ellas el anhelo de
buscar la Verdad y la Justicia”.
V

Reconocimientos

A mi tutora Lady Betancourt, guía indispensable en la maestría de Asesoría Familiar; a las

psicólogas en formación, quienes estuvieron presentes durante 12 meses de arduo trabajo e

interacción; participando activamente de la construcción de este proyecto, vinculando a sus hijos

y familiares quienes me recibieron en sus casas con total disponibilidad y gentileza para producir

esta valiosa investigación.

A la Universidad de Pamplona por permitir los espacios físicos para la realización de los

encuentros; a Karen Galvis, especialista en Perinatología, quien voluntariamente se ofreció a

participar en el desarrollo de los rituales e intervenciones finales del Proyecto de Asesoría

Familiar - PAF.

A mi Coordinadora Yamile quien amorosamente me impulsó a continuar, a las tutoras de la

Maestría, gentiles y bondadosas, quienes guiaron este proceso con sus enseñanzas.
VI

Tabla de Contenido

Introducción.............................................................................................................................. 1
Referentes Teóricos y Empíricos .......................................................................................... 12
Objeto de la Sistematización ................................................................................................. 29
Método Aplicado .................................................................................................................... 36
Interpretación y análisis de la experiencia........................................................................... 45
Conclusiones ........................................................................................................................... 82
Lecciones aprendidas ............................................................................................................. 84
Referencias Bibliográficas ..................................................................................................... 87
Anexos ..................................................................................................................................... 94
Anexo A: Consentimiento informado ................................................................................... 94
Anexo B: Árbol de problemas .............................................................................................. 95
Anexo C: Genograma familia Liz ......................................................................................... 96
Anexo D: Genograma familia Kelly ..................................................................................... 97
Anexo E: Instrumento 1 Entrevista semiestructurada ....................................................... 98
Anexo F: Instrumento 2 Formato Grupo focal ................................................................... 99
Anexo G: Instrumento 3 Formato Diario de Campo ........................................................ 100
Anexo H: formato Triangulación ...................................................................................... 101
Anexo I: Fotografías ........................................................................................................... 102
VII

Índice de tablas

Tabla 1: Objetivos del PAF y actividades ................................................................................48

Tabla 2: Fuentes e instrumentos ..............................................................................................51

Tabla 3: Objeto, ejes, objetivos y preguntas transversales de la sistematización ....................54


VIII

Índice de anexos
Pág.

Anexo A: Consentimiento informado ....................................................................................105

Anexo B: Árbol de problemas ................................................................................................106

Anexo C: Familiograma Liz ....................................................................................................107

Anexo D: Familiograma Kelly ................................................................................................108

Anexo E: Formato Entrevista Semiestructurada ....................................................................109

Anexo F: Formato Grupo Focal ..............................................................................................110

Anexo G: Formato Diario de Campo ......................................................................................111

Anexo H: Matriz Triangulación .............................................................................................112

Anexo I: Registro Fotográfico ................................................................................................113


IX

Resumen

El presente documento presenta los resultados de la Sistematización de la experiencia del

Proyecto de Asesoría Familiar: “Empoderamiento y resiliencia de jóvenes en estado de embarazo

de la Universidad de Pamplona Cúcuta, en los roles madre-estudiante”, el cual se diseñó e

implementó en el marco de la Maestría en Asesoría Familiar de la Pontificia Universidad

Javeriana Cali y giró en torno a desarrollar estrategias de empoderamiento y resiliencia frente a

los roles de madre y estudiante en jóvenes universitarias del Programa de Psicología de la

Universidad de Pamplona. El tema surgió a partir de las demandas que se generaron en el campo

educativo, familiar y conyugal de las participantes y su entorno cercano. La sistematización de la

experiencia se hizo con base en dos ejes; el primero: Desarrollo de la resiliencia y habilidades

para la vida y el segundo: Empoderamiento de género a través de la apropiación de roles. Las

técnicas de recolección de información fueron la entrevista, el grupo focal y el taller de

sistematización. Los resultados se organizaron acorde con los Ejes de sistematización

mencionados y se destaca de estos, que las jóvenes universitarias, ahora madres, lograron

empoderarse en aspectos concretos de sus roles maternos y académicos, fortaleciendo, además,

la red de apoyo a la que pertenecen. En la experiencia resultaron claves el desarrollo de rituales

que permitieron elaborar desde del dolor el proceso de resiliencia y el fortalecimiento de las

habilidades para la vida.

Palabras claves: sistematización de experiencias, jóvenes universitarias en embarazo,

empoderamiento, resiliencia.
X

Abstract

This document presents the results of the Systematization of the experience of the Family

Advisory Project: "Empowerment and resilience of young pregnant women of the University of

Pamplona Cúcuta, in the mother-student roles", which was designed and implemented in the

framework of the Master's Degree in Family Counseling at the Pontificia Universidad Javeriana

Cali and focused on developing empowerment and resilience strategies in the face of the roles of

mother and student in university students of the Psychology Program of the University of

Pamplona. The issue arose from the demands that were generated in the educational, family and

marital fields of the participants and their immediate surroundings. The systematization of the

experience was based on two axes; the first: Development of resilience and skills for life and the

second: Empowerment of gender through the appropriation of roles. The information gathering

techniques were the interview, the focus group and the systematization workshop. The results

were organized in accordance with the aforementioned systematization axes and it stands out

from these that the university students, now mothers, managed to empower themselves in

specific aspects of their maternal and academic roles, strengthening, in addition, the support

network to which they belong. In the experience, the development of rituals that allowed to

elaborate from the pain the process of resilience and the strengthening of the abilities for the life

were key.

Keywords: systematization of experiences, young university women in pregnancy,

empowerment, resilience
1

Introducción

El siguiente informe de investigación está basado en la Sistematización de la experiencia del

Proyecto de Asesoría Familiar – PAF, titulado: “Empoderamiento y resiliencia de jóvenes en

estado de embarazo de la Universidad de Pamplona Cúcuta en los roles madre-estudiante”.

Dicho PAF, tuvo lugar en el Programa de Psicología sede Villa del Rosario, durante el segundo

semestre del año 2017 y contó con la participación de Liz de 24 años y Kelly de 21 años,

quienes, al quedar en embarazo, se enfrentaron a un alto riesgo de deserción universitaria.

Ambas, fueron madres primerizas dentro de sistemas familiares patriarcales, arraigados a

tradiciones y creencias que relacionaban la idea de ser madre como una renuncia al proyecto de

vida académico y a otros roles que solían desempeñar las jóvenes. Para Liz y Kelly, el embarazo

no planeado fue impactante y puso en consideración su continuidad en el Programa Académico.

Pues tal como lo refieren Hernández y Orozco (2011), los embarazos no deseados pueden traer

como consecuencia la interrupción del proyecto educativo, aunado a la necesidad de iniciar una

vida laboral, ya que se necesitan recursos económicos y en la mayoría de los casos los trabajos

son mal remunerados.

La situación de las participantes del PAF, es una problemática que se vive comúnmente en las

universidades; pero frente a la cual, no se actúa en todos los casos de manera contundente y

respaldando los derechos de las mujeres. De acuerdo con Sánchez (2007), los embarazos no

deseados son especialmente comunes en adolescentes, mujeres solteras y mayores de 40 años;

sin embargo, también se dan en otros grupos de edad. Su frecuencia parece ser mayor entre las

mujeres de escasos recursos y bajo nivel educativo, aunque ocurren en todas las clases sociales.

Sus consecuencias no solo afectan a las mujeres, sino también a los hombres y a las familias.
2

De igual modo, el autor sostiene que en América Latina y el Caribe, de los 18 millones de

embarazos que se producen cada año, el 52% no son planeados y el 21% terminan en aborto. No

obstante, para que se tenga una idea de cómo este fenómeno afecta casi por igual a todas las

naciones, por ejemplo, en Estados Unidos, considerado la primera potencia económica mundial y

con uno de los más desarrollados sistemas de salud en el planeta, refleja que más del 50% del

total de los embarazos no son intencionales.

En Colombia, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud – ENDS (2015), acorde con los

datos de las mujeres encuestadas entre los 13 y 49 años de edad, evidencia nuevos cambios en el

patrón de fecundidad. Los embarazos en las mujeres jóvenes y adultas van disminuyendo

sistemáticamente, es así que de 6.7 hijos e hijas concebidos por mujer en 1967 en el 2010

corresponde a un 2.1 número de hijos. Sin embargo, en materia de la adolescencia (15 a 19 años)

ha aumentado entre 1990 y 2005, año a partir del cual se vislumbra la tendencia decreciente de

los otros grupos del ciclo vital. Estas jóvenes se encuentran en deserción estudiantil con un

mínimo de posibilidades para acceder a estudios universitarios, ocasionando frustración

académica y límites para el cumplimiento de metas profesionales, laborales y emocionales

demarcados socialmente en esa etapa.

Considerando los datos estadísticos presentados por la ENDS (2015) y observando

experiencias concretas en el medio universitario, surgió la necesidad de abordar como

problemática junto con las participantes, el impacto que genera un embarazo no planeado en el

sistema ecológico al que pertenecen de manera individual o grupal las jóvenes estudiantes; pues

no solo se enfrentan a diferentes críticas sobre la maternidad, sino que también, empieza una

tarea compleja de acomodación para la pareja, la familia y el sistema universitario en su diario

vivir, según los roles que cada quien ejerce. De allí la demanda de desarrollar un proceso que les
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facilitara reorganizar desde una perspectiva sistémica y de género, sus roles de estudiantes y

madres, de una manera más equilibrada y satisfactoria a sus necesidades.

Por consiguiente, se decidió formular e implementar el PAF ya mencionado, con el objetivo

general de empoderar a las jóvenes universitarias en estado de embarazo y sus familias,

pertenecientes la Universidad de Pamplona, sobre los roles maternos y paternos; a través de

estrategias que les permita crear de un sistema de red de apoyo y comunicación asertiva durante

y después del embarazo. Este objetivo, se concretó mediante tres objetivos específicos: 1.

Generar estrategias para el manejo adecuado de las emociones en las jóvenes universitarias en

estado de embarazo, sus parejas y familiares. 2. Promover en las jóvenes estrategias de

empoderamiento sobre su rol como mujeres, rol materno, comunicación asertiva y afectiva; a

partir de talleres reflexivos como herramienta para mantener la homeostasis al interior del

sistema familiar y 3. Fortalecer el sistema de red de apoyo de las jóvenes universitarias en estado

de embarazo y sus familiares; desde una perspectiva ecológica.

En síntesis, el propósito del PAF, fue realizar una asesoría desde la perspectiva sistémica con

enfoque de género, que permitiera mostrar en aspectos concretos, que las jóvenes madres

universitarias, son capaces de asumir diversos roles y ejecutarlos adecuadamente a través de un

acompañamiento organizado, articulando las instituciones, las familias y consolidando una red

de apoyo efectiva, es decir, que la crianza y cuidado de los hijos no debe ser un asunto en

solitario y no es responsabilidad exclusiva de la mujer. Disminuyendo así, el impacto psicosocial

y el riesgo de deserción que genera un embarazo mientras se es joven y estudiante.

La complejidad y los retos que implicó abordar esta problemática, exigió el uso de marcos

conceptuales articuladores, desde una mirada integral. En este sentido, la Teoría General de

Sistemas, en adelante TGS, propuesta por Bertalanffy (1988), junto con la Cibernética de
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segundo orden, desarrollada por Foerster (1991), se convirtieron en referentes teóricos claves de

esta investigación, desde los cuales se articularon otros enfoques y conceptos. La TGS y la

Cibernética de segundo orden, permitieron considerar a las familias de las participantes como

sistemas en permanente transformación y acomodación, dados los diversos sucesos que ocurren

en su interior y por la influencia de los contextos con los cuales interactúan.

Derivado de lo anterior, se entiende, que la llegada de un nuevo miembro a la familia, trae

consigo unas movilizaciones y cambios en las pautas de interacción familiar. Tamayo (1999), al

analizar la entropía del hogar con la llegada del nuevo miembro, plantea que la comunicación y

percepción de una familia se dinamiza, al igual que el sistema en su totalidad; siendo el sistema

educativo, la pareja y los amigos, los que dificultan en algún momento la homeostasis en el

hogar. Por tanto, estos cambios requieren atención específica en las familias.

De igual manera, es importante concebir que este reordenamiento que se genera al interior de

los sistemas, implica trasformaciones en el orden de jerarquías, reglas y límites (Palazzoli y

Minuchin, 1987). Aspectos que fueron tenidos en cuenta para fortalecer el sistema de cada

participante y así poder avanzar en la búsqueda de cualidades para su empoderamiento. En

conexión con estos aspectos sistémicos que fueron centrales en el proceso, se encuentra la

Resiliencia, valioso aporte del autor Cirulnik (2001), que sirvió como fundamento para

desarrollar estrategias que permitieran a las participantes afrontar los fuertes acontecimientos

ocurridos a partir de su embarazo y apropiarse de sí mismas y su interacción en los distintos

sistemas de los cuales formaban parte.

En procura de lo anterior, fue crucial además, el eje trasversal de género que se asumió en el

PAF. Desde este enfoque, tal como lo promulgan la Comisión de Mujeres y Desarrollo (2007) y

la ONU (2015), se promovió la equidad entre los integrantes de las familias; a través de la
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disminución del desequilibrio en los roles de género en su vida cotidiana y procurando la

interiorización del empoderamiento de género.

Otro aspecto teórico fundamental, como se refirió párrafos atrás, fue la Cibernética de

segundo orden. Teoría que cuestiona la separación entre el sujeto y el objeto de investigación,

planteada en la ciencia clásica, basándose en que la pretensión de “objetividad” es errónea. En

este sentido Foerster (1991), afirma que, si en un comienzo la cibernética desarrolló la

epistemología que permitía comprender y simular los procesos reguladores de primer orden en el

animal y la máquina, en la actualidad ofrece un marco conceptual de suficiente riqueza como

para abordar con éxito procesos de segundo orden (p.ej., la cognición, el diálogo, la interacción

sociocultural, etc.). Este aporte se hizo relevante, en la medida que la investigación aquí

presentada se encuentra en profunda conexión con procesos de acción y cambio; donde quien

investiga no se separa del “objeto de investigación”, sino que, por el contrario, se implica en sus

necesidades y forma parte del proceso de transformación. Esta es la esencia de un proceso de

asesoría familiar participativo, de allí la relevancia que también tuvieron en el PAF, la

Investigación Acción Participante y la Sistematización de experiencias.

La Investigación Acción Participante (IAP), según Balcazar (2003), es un proceso a través del

cual, miembros de un grupo o una comunidad oprimida colectan y analizan información, y

actúan sobre sus problemas ofreciendo nuevos aprendizajes por parte de los miembros e

investigadores. Así mismo, Colmenares (2012), dice que, el objetivo de la IAP se basa en el

conocer y actuar; por tanto, favorece el análisis profundo al querer comprender mejor la realidad

en la cual se encuentran inmersas los participantes de un proceso, en este caso Liz y Kelly,

teniendo en cuenta su contexto como totalidad a partir de la narración de sus problemas,


6

necesidades económicas, recursos físicos de vivienda y observando la capacidades,

potencialidades y limitaciones que estas presentaban al inicio del PAF.

Por su parte, la sistematización de experiencias, se convirtió en el complemento oportuno para

generar conocimiento desde la propia vivencia de las participantes; es decir, la sistematización de

experiencias, facilitó la articulación entre la práctica y la investigación, poniendo en el centro la

voz, intereses y necesidades de las protagonistas. En palabras de Jara (2010), lo principal de este

modo de investigación, reside en el proceso de interpretación y reflexión crítica sobre la práctica

y desde la práctica, que facilita la reconstrucción y ordenamiento de factores objetivos y

subjetivos de la experiencia, para extraer aprendizajes y compartirlos.

Generar aprendizajes desde las vivencias de la población, implica realizar una aproximación a

su contexto y a las características que desde lo macro y lo micro, influyen en cómo se viven y

enfrentan las problemáticas que les afectan directamente. En este sentido, es importante presentar

algunos datos que contextualicen la problemática abordada.

La problemática descrita, tal como se ha planteado, es un asunto global, que afecta países de

distinto orden, social, político, económico, cultural, etc. No obstante, es necesario precisar las

condiciones específicas en las que se desarrolla el fenómeno en cada contexto, en el caso de la

presente investigación, es el territorio Colombiano; por ello se hace referencia al Departamento

Administrativo Nacional de Estadística (DANE, 2014), que advierte que el 20,5% de las mujeres

con hijos en el país tuvieron hijos entre los 15 y los 19 años de edad, el 29% está entre los 20 y

24 años, el 23,1% entre los 25 y 29 años, el 16,3% entre los 30 y 34 años, el 8,2% entre los 35 a

39 años y el 2% entre los 40 a 44 años de edad. Observando que la cifra con mayor prevalencia

oscila de los 20 y 24 años y la segunda entre los 15 y 19 años, foco de esta investigación.
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En relación a estas cifras, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF, 2018), ratifica

que de los 6.852 nacidos vivos en Bucaramanga hasta el 30 de julio de 2018, el 11% de los casos

fueron registrados en menores de 12 a 18 años, es decir, 727 jóvenes adolescentes han dado a luz

en 2018. Al revisar en la región, el ICBF reporta que, de los 647.679 colombianos nacidos en

2017, un 20,4% (132.430 bebés) fueron paridos por niñas y adolescentes. En Cúcuta se

reportaron 1.964 embarazos, en Ocaña, 484; en Tibú, 272; en Pamplona, 136: Villa del Rosario,

166; Los Patios, 131; y El Zulia, 74 (ICBF, 2018). Con el agravante, según el DANE (2014), que

de todos estos embarazos más de las dos terceras partes no son deseados. Lo cual pone de

manifiesto la urgencia de desarrollar estrategias de prevención con la población joven y de

atención con quienes ya se enfrentan a la situación como en el caso de Liz y Kelly.

Llegados a este punto, se precisa información del contexto particular de las participantes del

PAF, quienes se ubican en la Universidad pública de Pamplona con sede en Villa del Rosario, la

cual lleva 12 años de funcionamiento, con una cobertura de alrededor de 14 mil estudiantes,

incluyendo el pregrado a distancia. De este total, se resalta que 8 mil estudiantes son mujeres y el

restante hombres. En relación con cifras de embarazo en jóvenes universitarias, según cifras del

área de Salud y Bienestar Universitario, específicamente en el servicio de Psicología; en el

momento se hacen 52 asistencias a mujeres en estado de embarazo en edades de 19 a 24 años,

entre las 60 carreras que allí se ofrecen la Universidad de Pamplona (Unipamplona, 2017). No

obstante, en este registro faltan las cifras de aquellas que desertaron por esta condición, las que

no acudieron al servicio de psicología y las que ya son madres y permanecen en la Universidad.

Es decir, el fenómeno toma unas dimensiones importantes; pero no hay un registro riguroso al

respecto.
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Teniendo en cuenta los datos anteriores, centramos la atención en los dos casos del Programa

Académico de Psicología al cual pertenecen las participantes del PAF. Se inicia la descripción

con la familia de Liz: conformada además de ella, por la madre llamada Lucy y la hija de Liz

llamada Majo, Oriundas de Toledo Norte de Santander, actualmente residen en La Libertad en la

zona oriente del departamento, el estrato de la zona es tres, cuentan con agua potable, gas,

electricidad y calles amplias. Ella cuenta con el apoyo económico del papá de Majo y de su padre

Biológico atendiendo los gastos más representativos del hogar.

La familia de Kelly, está integrada por su esposo Rubén y su bebé Mateo, residen en un

apartamento vía a Bocono zona norte de Santander, con estrato tres. Cuentan con energía,

electricidad, agua potable, internet y servicio de vías transitables, el apartamento se obtuvo con

subsidio del gobierno y lo lograron conseguir gracias al trabajo de Rubén, quien tiene una

empresa de estampados, de allí se pagan los gastos del hogar y de los estudios de Kelly.

Acerca del análisis del núcleo familiar, la historia y cultura de las participantes, se recurrirá a

una lectura del mapa ecológico de cada participante. Para ello, se recurrió a los aportes teóricos

de Torrico, Sanín, Villas, Menéndez y López (2002), quienes definen que dentro de la ecología

social de las familias y analizando los sistemas se presentan cuatro sistemas que envuelven al

núcleo primario entendido éste como el individuo mismo. Los sistemas son los siguientes:

microsistema, mesosistema, exosistema y macrosistema. El microsistema es el nivel más

cercano al sujeto, incluye los comportamientos, roles y relaciones característicos de los contextos

cotidianos en los que éste pasa sus días, es el lugar en el que la persona puede interactuar cara a

cara fácilmente, como en el hogar, el trabajo y sus amigos. En esta investigación, se tuvo en

cuenta la pareja de las participantes, las personas con quien conviven y la Universidad de

Pamplona que aborda su sistema educativo actual.


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De igual modo los autores explican el mesosistema como el que comprende las interrelaciones

de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente (familia, trabajo

y vida social). Ejemplos claros pueden ser la relación entre la familia y la escuela, o entre la

familia y los amigos. En el caso de las participantes del PAF, se analizó la participación de los

suegros y de amigos cercanos, quienes resultaron ser fuertemente influyentes en las percepciones

de Liz y Kelly.

Seguidamente se tuvo en cuenta el exosistema que según los autores Torrico et al. (2002)

hace referencia a las fuerzas que influyen a lo que sucede en los microsistemas. En este caso, el

individuo no es entendido como un sujeto activo. Para efectos de a investigación, este nivel fue

ubicado alrededor de la naturaleza del trabajo de las parejas de Liz y Kelly y las relaciones que

se generan en el sistema educativo (un profesor con el resto del claustro, etc.).

Finamente, se abordó el macrosistema, situándonos en la influencia de factores ligados a las

características de la cultura y momento histórico-social. El macrosistema se refiere a las

condiciones sociales, culturales y estructurales que determinan en cada cultura los rasgos

generales de las instituciones, los contextos, etc. en los que se desarrolla la persona y los

individuos de su sociedad. Lo constituyen valores propios de una cultura, costumbres, etc. en

este caso, se analizaron las tradiciones culturales de Liz en cuanto a los parámetros de cuidado

que la familia de núcleo le aporta, especialmente las ideas heredadas los abuelos, y en el caso de

Kelly, los arraigos culturales y religiosos de los suegros y hermanos de la pareja, quienes dan un

soporte a la crianza de su hijo, para que ella pueda terminar los estudios.

Lo dicho hasta aquí, permite mostrar la relevancia de realizar el PAF y su posterior

sistematización de la experiencia, dado que el proceso, representó el desafío de ofrecer a la

población participante y su entorno la posibilidad de ampliar la perspectiva de lo que representa


10

un embarazo no planeado a temprana edad, ayudando a entender que dentro del sistema familiar

se requiere un apoyo formativo para los(as) jóvenes en cuanto a construcciones de

responsabilidad social, económica y de salubridad que ameritan una enseñanza adecuada para

comprender los nuevos cambios a los que posiblemente se enfrentarían en el caso de que decidan

ser padres y madres a temprana edad.

De acuerdo con Sepúlveda (2006), psicóloga encargada de la Dirección de Asuntos

Estudiantiles de la Universidad del Pacífico, casos como el Liz y Kelly, corresponden a la

historia de muchas mujeres, en las cuales se observa el empeño y sacrifico diario, con un bajo

acompañamiento social. En gran medida las estudiantes que son madres adaptan su proyecto de

vida en relación a su bebé y lo que esperan para él en el futuro; es por ello que lograr terminar

los estudios es un compromiso que adquieren con un nuevo rol, razón que les permite salir

adelante con valentía, energía y dedicación.

Respecto al esfuerzo y dedicación, la autora comenta que estas mujeres son valientes ante su

género, sin embargo, existe otra elevada cifra de madres que deciden abandonar los estudios

porque su labor de madre y el quehacer diario no les permite mayor disponibilidad para la vida

profesional o académica. También advierte que es algo en que todos los involucrados pueden

ayudar; asegura que abandonar uno de sus roles no resuelve el problema, al contrario, asumir

otros roles es la clave del éxito.

De allí la importancia que tuvo en este proceso, el identificar los roles que cada participante

debía asumir, la claridad de cuál sería su función de manera programada y organizada, esto con

el ánimo de distribuir mejor el tiempo, sin la necesidad de sentir presiones del contexto

académico, maternal o laboral. Ello sustentado en la idea de que, el no tener claridad sobre los

mismos, puede ocasionar un proceso de confusión y frustración ante el entorno, es así como
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madres adolescentes y jóvenes, refieren presiones en el contexto académico que creen solucionar

mediante el abandono de sus estudios, lo que incide en que el bebé sea percibido como algo

extraño e inoportuno en sus vidas (Sepúlveda, 2006).

Por el contrario, entendimos que, cuando la comunidad académica asume una actitud positiva,

fundamentada en acciones de apoyo dirigidos a la joven madre, como: acompañamiento al

estudio, cuidados físicos, alimentarios e incluso en recomendaciones frente al embarazo y al

bebé, la preocupación por su bienestar y las expresiones afectivas, hacen mucho más llevadero el

embarazo e incluso hacen que sea asumido como una motivación para la culminación del estudio

(Salazar, 2007).

Es por ello que, al acercarse, compartir y percibir el estado emocional en las jóvenes madres,

entendiendo sus sensaciones de alegría y a la vez de confusión, así como la alteración de su

percepción sobre la vida y sus proyectos al quedar en embarazo. Nos animó a realizar este

proceso y ahora en retrospectiva, comprendiendo el impacto positivo que puede tener la asesoría

familiar en estos casos, consideramos que la experiencia aquí presentada, puede contribuir al

desarrollo de otros procesos similares.

.
12

Referentes Teóricos y Empíricos

En este apartado se presentan los referentes epistemológicos, teóricos, conceptuales y

empíricos que orientaron esta investigación. Con ello se da paso en primera instancia a los

aportes de los autores que describen el enfoque sistémico, la resiliencia, habilidades para la vida

y el empoderamiento femenino, a su vez, encontrarán en segunda instancia, el esbozo de los

referentes empíricos en artículos a nivel regional, nacional e internacional cuyas opiniones

dieron soporte en el engranaje de este documento.

Referentes teóricos

Como punto de inicio de esta investigación es importante referir los aportes de Bertalanffy

(1988), sobre los postulados básicos de la Teoría General de los Sistemas, provenientes de un

conjunto de aportaciones interdisciplinarias que tienen el objetivo de estudiar las características

que definen a los sistemas, es decir, entidades formadas por componentes interrelacionados e

interdependientes basados en un sistema abierto encargado de intercambiar materia, energía y/o

información con el entorno que los rodea, adaptándose a éste e influyendo en él.

Por consiguiente, la elaboración de esta investigación, requirió asumir a las participantes en

sus sistemas de interacción cotidianos, es decir, en escenarios naturales de la vida diaria donde

las participantes y las familias se sintieron a gusto. Ello de acuerdo con Torrico, et al. (2002),

quienes plantean en coherencia con el enfoque sistémico y ecológico, que los ambientes

naturales son la principal fuente de influencia sobre la conducta humana, dicho lo anterior, se

puede afirmar que las interacciones realizadas en la cotidianidad de las participantes y las

familias fueron la base de este proyecto y se asumieron como un todo integrado, lo cual se

explicita en los párrafos siguientes.


13

La teoría general de los sistemas plantea la realidad como un todo integrado (Hernández y

Orozco, 2011), cuyas propiedades esenciales surgen de las relaciones mutuamente

condicionantes entre sus partes, es por ello que, si cada sistema emerge y se mantiene a través

del establecimiento de una relación de complejidad creciente, se comprende como una pequeña

intervención que puede movilizar un cambio significativo de gran magnitud. Del mismo modo

hay que tener en cuenta el proceso morfogenético por el cual las participantes logran salir

victoriosas del entorno gris que percibían esos momentos. Arnold y Osorio (1998), entienden por

Morfogénesis los procesos que apuntan al desarrollo, crecimiento o cambio en la forma,

estructura y estado del sistema. Ejemplo de ello son los aprendizajes que obtuvieron las

participantes durante cada fase de elaboración, implementación y aplicación del PAF al observar

las movilizaciones y vínculos que causaron impacto en los diferentes sistemas.

En otras palabras, el entendimiento de las interacciones circulares que se presentaron en las

familias de Liz y de Kelly, impactaron el microsistema desde el ambiente afectivo y familiar; en

el caso de Kelly, se destaca la importancia de hacer énfasis en el manejo de la comunicación y en

el de Liz, la necesidad de cambios en las pautas de interacción con la familia de núcleo. Esta

identificación desde lo sistémico, permitió que la maestranda encontrara las estrategias de

intervención que facilitaron la dinámica de empoderamiento sobre las participantes y los

sistemas vinculantes.

Para entender de mejor lo anterior, y de acuerdo con Espinal, Gimeno y Gonzáles (s,f),

citando a Bronfenbrenner (1987), la familia es el sistema que define y configura en mayor

medida el desarrollo de la persona desde su concepción; dado que el entorno es algo que

trasciende la situación inmediata y afecta directamente a la persona en desarrollo. Esta mirada es

lo que se comprende como “modelo ecológico” que concibe la realidad como una disposición
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seriada de estructuras concéntricas inclusivas, mencionadas anteriormente en la introducción

(micro, meso, exo y macro sistema), donde cada una de estas estructuras se encuentra inmersa en

la siguiente descripción.

Según Torrico et al. (2002) el microsistema es el nivel más cercano al sujeto e incluye, los

comportamientos, roles y relaciones característicos de los contextos cotidianos en los que éste

pasa sus días, es el lugar en el que la persona puede interactuar cara a cara fácilmente, como en

el hogar, el trabajo y sus amigos.

De igual modo los autores explican el mesosistema como el que comprende las interrelaciones

de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente (familia, trabajo

y vida social).

Continuando con los autores, desde el exosistema se encuentra que hace referencia a uno o más

entornos que no incluyen a la persona en desarrollo como participante activo, pero en los cuales

se producen hechos que afectan a lo que ocurre en el entorno que comprende a la persona en

desarrollo, o que se ven afectados por lo que ocurre en ese entorno (lugar de trabajo de la pareja,

grupos de amigos de la pareja, etc.)

Y finalmente se tiene el macrosistema situándonos en la influencia de factores ligados a las

características de la cultura y momento histórico-social.

En este sentido, para el estudio de las relaciones familiares desde el campo de la psicología, el

modelo ecológico aporta unas bases importantes que permiten ver distintas maneras con las que

una persona se relaciona con el entorno; tal como se describió en la introducción. donde se

contextualiza el ambiente de cada participante.

Acorde con lo planteado por Guillem, Viaplana, Muñoz y Montesano (2016), la familia es el

microsistema más importante porque configura la vida de una persona durante muchos años. Por
15

tanto, inicialmente se debía analizar la forma como interaccionaban Liz y Kelly con la familia y

personas con quienes convivían; percibiendo movilizaciones en el sistema, para a partir de ello,

continuar el proceso de elaboración de pautas para el asesoramiento y el apoyo familiar.

En la etapa de adultez media o familia con hijos pequeños o en edades escolares en la que se

encuentran las participantes (Hernández, 2017), suele haber unos sistemas de interacción más

frecuentes, que todo informe de valoración debe considerar: en el caso particular de esta

investigación, correspondieron a la interacción que se presenta en la Universidad de Pamplona,

los amigos o compañeros de clase, grupos de lectura y lúdicos o en el caso de Kelly, deportivo

como el gimnasio; simultáneamente se debe tener en cuenta las interacciones que presentan entre

los amigos de las parejas y vecinos. En los sistemas familiares de Liz y Kelly, el impacto del

embarazo generó tensiones que movilizaron todas estas interacciones, fundamentalmente por las

creencias y pautas relacionadas con la maternidad y el género, aspectos que se retoman a

continuación.

Damos paso entonces, al concepto de maternidad, el cual se encuentra ligado al de paternidad

por su construcción histórico-cultural. Al respecto, Micolta (2008), describe la maternidad y

paternidad como concepciones que se han transformado a lo lardo de la historia de la humanidad.

Según la misma autora, sociológicamente la paternidad y la maternidad son posiciones en la

estructura social, interconectadas entre sí y con otras posiciones; definidas por un conjunto de

expectativas y tareas que están determinadas por la clase social, la comunidad y el grupo étnico o

religioso.

La maternidad es un rol, lo que quiere decir, que es un papel que alguien cumple, no es algo

único que define a una mujer como tal (Parra y Rubio 2017). Cuando se plantea la diferencia

entre rol materno y el concepto de “Madre”, se rompe con la definición esencialista, que la
16

relaciona como principal característica femenina, convirtiéndola más bien en una opción y una

posibilidad Ortega (2011), dándole a entender a la mujer que tiene la posibilidad de elegir,

eliminando los estereotipos culturales que realizan presión y cohesión social en el entorno de las

participantes. Estos estereotipos y valores, generalmente, hacen que una mujer universitaria que

tiene hijos/as, realice esfuerzos que pueden llevar a sobrepasar su salud física y psicológica, con

el fin de cumplir ambos roles, atendiendo a las expectativas y exigencias sociales que se

depositan en ellas.

El Observatorio del Bienestar en la niñez (2015) afirma que debido a que el rol de madre y el

rol de estudiante se presentan al tiempo, asumiendo la vida académica y la vida materna;

intentando seguir el ritmo exigente de ambos roles, aparecen repercusiones psicológicas

negativas. Al respecto, Estupiñán y Rodríguez (2009), refieren que la ejecución de varios roles al

tiempo sin completar las funciones exigidas en el medio, hace que las mujeres queden bajo una

disyuntiva estresante de tener que retirarse o modificar su rol, bien sea como estudiantes o

madres.

Por ende, cuando hablamos de feminidad y maternidad nos remitimos a un juego de discursos,

procesos de socialización y representaciones, que se han hecho a partir de la diferencia sexual

entre hombre y mujer (Benavente y Vergara, 2006). Además, en el imaginario colectivo de las

personas, dicha maternidad exaltada, reduce a su mínima expresión la sexualidad femenina,

concatenándola con una función reproductora como una característica esencial reafirmando el

control y poder que se intenta imponer, por sobre las mujeres. La maternidad es un rol, la

identidad femenina no inicia, ni se acaba con el hecho de cumplir el rol de madre; la identidad

femenina es mucho más profundo, que su definición esencialista convencional (Barrantes y

Cubero, 2017).
17

Derivado de lo anterior, y teniendo claro que la maternidad es un rol sobre el cual se tiene

derecho a elegir, a continuación, damos paso a un tema que se torna de gran relevancia para esta

investigación, las relaciones de género, dado que, en sociedades patriarcales como la

colombiana, la relación mujer-maternidad se encuentra cargada de mitos y estereotipos que

constriñen el desarrollo de las mujeres y las deja en muchos casos al ser madres en desigualdad

de condiciones frente a los hombres.

De ahí la relevancia que tuvo el enfoque de género como eje transversal del PAF y su

posterior sistematización, dado que permitió identificar en las familias de las participantes, las

relaciones de poder basadas en las diferencias de género, que producían desequilibrio en sus

roles. Promoviendo, a partir de su identificación, acciones que les permitiera a las familias,

avanzar en la superación las desigualdades históricas y culturales existentes entre unos sujetos y

otros en razón del género (Ministerio de Salud y Protección Social, 2016).

Desde el enfoque o perspectiva de género, se insiste en la necesidad de que mujeres y

hombres sean reconocidos en su plenitud y en que se generen las condiciones adecuadas para

relaciones de equidad entre estos. En este sentido, el eje trasversal de género, posibilitó

visibilizar y cuestionar las relaciones de poder que producen desigualdades basadas en las

diferencias de género en las familias de las participantes y desde allí movilizar cambios.

Lo anterior, en coherencia con los planteamientos de la Organización de las Naciones Unidas

(ONU, 2015), que refiere la igualdad entre los géneros como un derecho humano fundamental,

para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible. Si se facilita la igualdad a

las mujeres y niñas en el acceso a la educación, a la atención médica, a un trabajo decente, y una

representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas, se estarán

impulsando las economías sostenibles y las sociedades y la humanidad en su conjunto se


18

beneficiarán al mismo tiempo. Esto permitirá Establecer nuevos marcos legales sobre la igualdad

de las mujeres en el lugar de trabajo y la erradicación de las prácticas nocivas sobre las mujeres

es crucial para acabar con la discriminación basada en el género que prevalece en muchos países

del mundo.

Con relación a la maternidad como decisión y entendiendo la responsabilidad de este deseo,

Torres (2004), afirma que quienes eligen ser madres deben realizar tareas de maduración

emocional como preparación de un futuro materno cercano. Es por ello que describe tres

funciones básicas necesarias para poder asumir este papel las cuales serán explicadas junto con

las participantes de la investigación: la primera fase es la aceptación del embarazo: entendida

como la adaptación a los inevitables y progresivos cambios corporales y a las molestias físicas,

así como la aceptación de la amenaza inexorable del parto con sus riesgos y su dolor. La segunda

tarea, se encuentra en la adaptación al papel materno; dice el autor que esto es la aceptación

definitiva de que existe un niño y que ese niño impondrá cambios en el rol personal y cambios en

la pareja (cambios notorios observados en la separación de la pareja de Liz y a la fuerte unión

que se genera con el esposo de Kelly).

Y como última función el autor describe el desarrollo de apego materno fetal el cuál puede

describirse como el progreso de la interacción psicológica y afectiva de la madre con el feto

siendo la base de la relación de la madre con el niño (Torres, 2004). Aspectos que desde luego se

ven influenciados por las dinámicas familiares y socioculturales y la manera como en estas se

concibe el ser mujer y madre.

Otro elemento conceptual que fue importante en el proceso, se relaciona con la Salud sexual y

reproductiva, principalmente en el sentido de abordar con las participantes, el ejercicio de su

sexualidad y el derecho a decidir sobre su cuerpo y cuando ser procreadoras. Este aspecto en
19

profunda conexión con el concepto de Empoderamiento, específicamente de su rol como

mujeres. Para ello se tuvo en cuenta los aportes de la Ley General de Educación del Consejo

Nacional de Política Económica y Social República de Colombia (CONPES, 2012), la cual

ratifica la obligatoriedad de la educación sexual, brindada en cada caso de acuerdo con las

necesidades psíquicas, físicas y afectivas de las personas implicadas en la misma y según su

edad. Así mismo, se articularon los desarrollos de la Comisión de Mujeres y Desarrollo (2007)

desde la cual, se define el empoderamiento como la toma de poder, haciendo hincapié por una

parte, en el fortalecimiento de la autoestima, la confianza en sí mismo y la capacidad de elegir

las orientaciones en su propia vida y, por otra, relacionada con el poder colectivo de cambio de

las relaciones de género en las diferentes esferas: económica, política, jurídica y sociocultural en

el caso de las participantes de igual modo desde la esfera académica, es por ello que el

empoderamiento de las mujeres y su plena participación en condiciones de igualdad en todas las

esferas de la sociedad, incluida la participación en los procesos de toma de decisión y el acceso

al poder, son fundamentales para alcanzar la igualdad, el desarrollo y la paz.

La noción de empoderamiento va más allá, cuestiona los papeles de los diferentes actores,

hombres y mujeres, en las políticas de desarrollo; esta noción impone la reflexión sobre los

conflictos y sobre el poder aquellos que se presentaron entre el subsistema conyugal a la hora de

planear la inversión de tiempo, crianza y gastos económicos, al igual que los referentes

simbólicos a la hora de la mujer es quien se encarga de los cuidados de la criatura y el análisis de

las estructuras sociales profundas al creer inicialmente que no podían ejecutar con equilibrio los

dos roles de los que se deben apropiar, en este caso el de madre y estudiantes (Comisión de

Mujeres y Desarrollo, 2007) .


20

Comprendido la noción de empoderamiento y la transformación que este implica en la vida de

las personas, en este caso de Liz y Kelly, se hizo necesario construir o desarrollar con ellas

nuevas habilidades para asumir sus roles, fortaleciendo su toma de decisiones y actitud frente a

los sistemas con los cuales interactuaban a diario. En este sentido, tomó relevancia para el

proceso, los aportes que hace la denominada Educación en Habilidades para la Vida; desde esta,

se pretende que cada persona mejore la calidad de su vida en lo personal y lo colectivo, que

tenga destrezas para pensar y construir su vida de manera crítica y creativa, aún en medio de

entornos adversos; así mismo, que tenga y sepa usar herramientas que le permitan transformar su

entorno, para que éste sea más propicio a la vida, el bienestar y el desarrollo humano

(Organización Mundial de la Salud - OMS, 2010).

Gracias al fortalecimiento de estas habilidades, simultáneamente se observó el surgimiento de

una nueva perspectiva sobre la vida, originado en la transformación del dolor y la comprensión

del mismo, lo cual se relaciona con Resiliencia, la cual, según Cirulnik (2001), se inicia a partir

de un nuevo desarrollo después de un trauma complicado, bajo unas condiciones culturales y

mentales que lo permiten.

Por otro lado, Acero (2002), afirma que en esencia la construcción de la resiliencia es

una estrategia para apoyar la transformación de las experiencias potencialmente traumáticas,

utilizada en recursos para crecer y hacer uso eficiente y constructivo de lo aprendido

involucrando al ser humano como un todo teniendo en cuenta los sentimientos, espiritualidad,

experiencias y cogniciones determinando el desarrollo de las personas.

Teniendo en cuenta el ser humano como un todo las participantes continúan con el proceso de

análisis y construcción de nuevos logros en su ejecución de roles superando estas dificultades

con las estrategias descubiertas en la habilidades para la vida y los rituales, logrando sintetizar
21

las situaciones expuestas a conciencia para identificar nuevos comportamientos que se presentan

en la etapa de embarazo; todo aquello que signifique oportunidades, nuevos aprendizajes para el

desarrollo de sus capacidades, tomar fuerza del sufrimiento que vivieron en el salón de clases o

de la humillación que tuvo que atravesar Liz con su expareja, avanzando hacia otra perspectiva

de valentía y poder.

Se espera entonces que la resiliencia en el embarazo favorezca una respuesta global en la que

los mecanismos de protección o habilidades para la vida atiendan esos factores de riesgo

psicológicos, sociales, culturales y económicos permitiendo a las participantes salir fortalecidas

de la adversidad, en cada situación específica y respetando las características personales.

Finalmente, es importante mencionar que, a pesar de vivir en condiciones de adversidad, las

mujeres en estado de embarazo deben ser capaces de desarrollar conductas que les permitan

generar una buena calidad de vida. es por ello que para las participantes el hecho de alcanzar el

equilibrio socializando nuevamente con su medio, consiguiendo un nuevo trabajo y ampliando el

sistema de red de apoyo con la familia de origen, el obtener la fuerza necesaria y las ganas de

retomar actividades que daban por abandonadas o habían sido símbolo de burla o critica al

cumplir con el rol de madres es considerado en este momento un logro para ellas (Acero, 2002).

Referentes Empíricos

La investigación realizada forma parte de un contexto más amplio de conocimiento; por ello

es importante dimensionar y tener una perspectiva reflexiva sobre los distintos estudios que han

abordado la temática de mujeres jóvenes universitarias gestantes en su primer embarazo,

reflejando condiciones psicosociales similares a las que han vivieron las participantes durante el
22

proceso de asesoría familiar. En los artículos que se presentan a continuación, el lector observará

de manera ordenada los estudios a nivel internacional, nacional y regional.

Se inicia el recorrido por México, con la investigación de Huertas (2015), titulada “Joven,

mamá y estudiantes: Identidad materna universitaria de la madre soltera desarrollada en San Luis

Potosí (México)”. La cual tuvo como objetivo el identificar las características que forjan la

identidad materna universitaria, entre los resultados, se logra descubrir que la población de

mujeres en edad escolar presenta un incremento de embarazos y la mayoría de las jóvenes no

aplaza la maternidad, en comparación con otros países latinoamericanos como Chile y los países

europeos, cuya tendencia es la fecundidad en etapas de vida más avanzadas. Huertas (2015),

afirma que es posible que una población representativa de jóvenes se conviertan en madres

durante el periodo que corresponde a la formación universitaria, debido a que en San Luis Potosí

se presenta un elevado número de madres universitarias en estado de embarazo y en su mayoría

adolescentes, en definitiva resulta necesario el uso de políticas públicas que en un punto se

interconecten con ellos para lograr mayor equidad de género ya que se considera no existe el

conocimiento de adquirir consciencia ante la vulnerabilidad social de clase media, limitando aún

más el apoyo en estratos bajos, en definitiva algunos estudiantes no cuentan con los recursos para

culminar con la formación universitaria.

Continuando en México, Miller y Arvizu (2016), abordan en su artículo “Ser madre y

estudiante”, las características de las jóvenes universitarias con hijos; afirmando que mientras

exista la compenetración en conjunto del modelo educativo con el modelo normativo del curso

de vida, las universitarias tendrán hijos formando parte de las instituciones de educación

superior; dado que la decisión en México de ser madres jóvenes, es una opción consciente

debido a su antigua tradición, pues las mujeres consideran es una forma de enaltecer lo valores
23

culturales del pueblo es manteniendo el respeto hacia la conformación del hogar. Inclusive los

autores encontraron que, de Latinoamérica, México está por encima de otros países que desean

ser madres y padres pensando en un futuro responsable con condiciones de género similares.

Para continuar con esta evolución de antecedentes, nos trasladamos a Chile, con la

investigación del autor Sánchez (2013), titulada “Vivencia del rol materno en mujeres

universitarias: un análisis feminista” en la cual se afirma que, se puede ejercer el rol materno

dentro del espacio laboral y académico, para algunas mujeres esto se percibe como una bonita

experiencia otorgándole atributos positivos a su vivencia. Sin embargo, existe otro factor

importante de contradicción, reconoce que el espacio académico es un ‘espacio de hombres’,

cargado de ‘desigualdades’, y muy ‘adverso’ para el cumplimiento de su rol materno; la

preocupación va dirigida a la violencia psicológica y física hacia las mujeres, lo cual es una

realidad dentro del espacio académico en la actualidad.

Ahora bien, si partimos de la idea que un objetivo de la sociedad es posibilitar una

consciencia educativa reflexiva que permita profundizar en el conocimiento responsable de la

reproducción frente a la decisión de quedar en embarazo o prevenir una fecundación no deseada,

aparecen importantes estudios como el realizado por Gálvez, Rodríguez, y Rodríguez (2016),

denominado “El embarazo en la adolescencia desde las perspectivas de salud y sociedad”,

elaborado en la Habana Cuba. En esta investigación se encontró que el embarazo no deseado en

adolescentes es un importante problema de salud pública, tanto en países desarrollados como en

países en vía de desarrollo, debido a sus resultados adversos, como son: aumento en el aborto

provocado en condiciones no seguras, retraso en el inicio del control prenatal y por ende un peor

resultado perinatal. En el grupo de adolescentes, de cada 10 embarazos 6 no son deseados y un

cuarto de estos terminan en aborto.


24

En esta misma línea, el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE, 2013)

- División de Población de la CEPAL (CEPAL) realizó un estudio en los países de Chile,

Colombia, Venezuela y Bolivia. Donde establece que el aborto inducido es una de las principales

causas de enfermedad y muerte para las mujeres de América Latina y el Caribe. El aborto que se

realiza en condiciones inseguras se acompaña con frecuencia de complicaciones secundarias al

procedimiento utilizado. Los riesgos que enfrenta la mujer son considerables y se agravan

cuando la mujer no cuenta con información que le permita identificar los signos de las

complicaciones, cuando retrasa la búsqueda de atención por temor, vergüenza o desconocimiento

de adónde acudir, o cuando la calidad de la atención es deficiente.

Lo anterior lleva a precisar que los embarazos no deseados a temprana edad, pueden

constituirse en un alto riesgo. En conexión con esto, Gómez, Aldana, Carreño y Sánchez (2006),

de Veracruz – Mexico, en su artículo “Las alteraciones psicológicas de la mujer con embarazo de

alto riesgo”, afirman que es necesario realizar una valoración médica para evitar cualquier

alteración emocional que afecte el desarrollo y resolución del mismo, así como sus

consecuencias. La investigación realizada fue de tipo exploratorio y el objetivo central se dirigió

a conocer las alteraciones psicológicas de las mujeres embarazadas, pacientes de una institución

hospitalaria. Los resultados encontrados fueron los trastornos adaptativos, de estado de ánimo, de

ansiedad y problemas conyugales, entre otros; por tal razón hacen un llamado a la importancia de

conocer las alteraciones psicológicas de la mujer embarazada, porque con este conocimiento el

psicólogo puede desarrollar un modelo de intervención específica que esté acorde a las

necesidades de las jóvenes.


25

Seguido a los diferentes estudios que se presentan a nivel internacional sobre la problemática

que se aborda en esta investigación, se da paso a la contextualización empírica del embarazo en

mujeres universitarias jóvenes en Colombia.

Por este motivo se trae a colación el aporte de Díaz, González y Ramos (2010), quienes a

través de su artículo la “Historia de Embarazos en Estudiantes de Programas de Salud en una

Universidad Pública del Caribe Colombiano en Cartagena de Indias Bolívar”, logran describir la

historia de embarazos y su relación con los conocimientos, actitudes y prácticas en estudiantes

universitarias de programas de la salud en dicha Universidad, con una muestra de 231

estudiantes universitarias. Los resultados aportan que el 7,4% de las encuestadas manifestó haber

estado embarazada al menos una vez durante sus estudios, en cuanto a las prácticas, el método de

anticoncepción más utilizado fue el preservativo (condón) con el 17,8%, al relacionar la historia

de embarazos con las variables demográficas y las prácticas, se observó significación con la edad

(p = 0.006) y con el estado civil (p = 0.000), con el anticonceptivo más utilizado (p = 0.000) y

con el conocimiento sobre los días fértiles dentro del ciclo menstrual (p = 0.005).

Aunque esta población tiene fácil acceso a la información relacionada con los embarazos no

deseados, se encontró una importante frecuencia de conocimientos no adecuados, prácticas poco

seguras y actitudes que deforman la realidad de la anticoncepción de las estudiantes

universitarias, generando cambios en el proyecto de vida a nivel profesional.

Así mismo, Estupiñán y Rodríguez (2009), en su artículo los “Aspectos psicosociales en

universitarias embarazadas de la universidad pedagógica y Tecnológica de Tunja”, generan su

aporte al determinar los aspectos psicosociales relacionados con el embarazo en estudiantes

universitarias, el trabajo se desarrolló con 68 estudiantes que tuvieron un embarazo adolescente,

se utilizaron los relatos de vida y entrevistas en profundidad, analizando las implicaciones del
26

embarazo en la condición personal, familiar y académica; lo que encontraron estos autores fue

que durante el primer trimestre de embarazo, se generan crisis y ajustes en la estructura familiar

y afectiva que culminan en la aceptación de la maternidad como proyecto de vida reproduciendo

el estereotipo de madresolterismo que, de acuerdo con los autores del estudio, se genera dado

que el acompañamiento de la pareja se da durante los primeros meses, seguido por abandono.

Sin embargo, aunque en algunos casos se ve el apoyo de los padres en el campo universitario

sigue siendo la madre la persona que brinda seguridad permanente a su hijo y el padre poco

aporta en esta etapa académica. Es por ello que la prevención se traduce como promoción de

vínculos afectivos saludables y el fortalecimiento en la comunicación familiar y social donde las

estudiantes se sientan seguras y acompañadas antes de pensar en tomar una decisión que puede

cambiar por completo su estilo de vida.

Por su parte, Ulloque, Monterrosa y Arteta (2015), con su artículo “Prevalencia de baja

autoestima y nivel de resiliencia bajo, en gestantes adolescentes de poblaciones del

caribe colombiano”, abordan el embarazo en la adolescencia como un importante problema de

salud pública con repercusiones médicas, psicológicas y sociales, relacionado con el inicio coital

temprano sin protección anticonceptiva. En este artículo se observa que finalizados los patrones

que determinan las consecuencias psicológicas y físicas de dichas jóvenes se ve la necesidad de

efectuar un proceso de intervención durante el embarazo para elevar los niveles de autoestima y

de resiliencia.

En conexión con la salud mental y los embarazos a temprana edad, en Manizales, se encontró

el artículo de Oviedo y García (2011), denominado: “El embarazo en situación de adolescencia

una impostura en la subjetividad femenina. Este artículo trata de ampliar la conceptualización de

la preñez y sus consecuencias negativas como resultado de la pobreza, la inequidad y los factores
27

culturales trabajando en las carencias existentes que marcan la construcción femenina. Los

resultados encontrados describen la necesidad de producir escenarios de socialización para que

las niñas se responsabilicen siendo seres autónomos, eliminando etiquetas culturales de la

maternidad a modo de obligación cultural o de complemento afectivo, confiando en su adultez

con una visión clara de identidad materna, sin la necesidad de asumir este rol como una solución

ante una carencia afectiva e identitaria.

El panorama nacional anterior, constituye una voz de alerta frente a la necesidad de

profundizar en el abordaje de la problemática de interés en esta investigación; es por esto, que se

hace preciso recurrir a hallazgos específicos de la zona regional Nortesantandereana, en la cual

tuvo lugar el estudio. Se aclara que en este caso sólo se encontró una fuente, que corresponde

Observatorio Digital del Municipio de Pamplona, liderado por el epidemiólogo Esquiaqui

(2017). De acuerdo con los datos de esta fuente, hubo un incremento de embarazos en

adolescentes y jóvenes notificado en los reportes del Registro Único de Afiliados, Ruaf, teniendo

en cuenta el número total de nacimientos en EPS o IPS del municipio. Para los 12 meses del año

2016, se presentó un total de 797 embarazos adolescentes, mientras que, en los primeros siete

meses del año 2017, se presentaron 727 casos, es decir, que hay 70 casos de diferencia con el

total de eventos del año anterior.

Uno de los aspectos que más llama la atención de dichos resultados, es que, de los embarazos

en adolescentes han encontrado que en el 72% de los casos (520), los padres de estos niños

tienen edades entre 19 y 28 años, mientras, que 141 casos se han dado con padres de 12 a 18

años. Por tanto, el Instituto Departamental de Salud (IDS), junto con la Alcaldía de Cúcuta a

través de la Secretaría de Equidad de Género y el ICBF (2018), crearon ese mismo año un

programa conocido como la Semana Andina de Prevención de Embarazos en Adolescentes,


28

realizado entre el 21 de septiembre y el 7 de octubre de 2017, donde el fin último era desarrollar

foros, talleres y campañas de sensibilización sobre Derechos Sexuales y Reproductivos, dirigido

a personeros, líderes estudiantiles de las instituciones educativas públicas, jóvenes, periodistas,

asociaciones de mujeres y público en general. Esquiaqui (2017) expresó como relevante en los

resultados de esta semana, la participación de entidades como: Profamilia, Imsalud, Policía

Nacional, Familias en acción, la Universidad Francisco de Paula Santander, Sena, y algunas

Secretarías de despacho de la Alcaldía que apoyaron esta actividad, la cual contó con un 78% de

participación de ciudadanos jóvenes nortesantandereanos.

La iniciativa de programas como el anteriormente mencionado, es fundamental; no obstante,

es aún insuficiente y se requiere de un esfuerzo interinstitucional articulado y permanente que se

ocupe de manera integral de la problemática.


29

Objeto de la Sistematización

El objeto de la sistematización es la experiencia del diseño e implementación del Proyecto de

Asesoría Familiar – PAF, titulado: Empoderamiento y resiliencia de jóvenes en estado de

embarazo de la Universidad de Pamplona Cúcuta, en los roles madre-estudiante, desarrollado

durante los meses de septiembre del 2017 hasta julio del 2018.

El PAF emerge, debido a las percepciones culturales que existen frente al embarazo en

jóvenes universitarias y la inequidad de género en la ejecución de roles de cuidado y crianza de

los hijos en las familias de estas jóvenes. Por ello y conociendo el riesgo de deserción de las

jóvenes gestantes en el ámbito educativo universitario, se consideró oportuno investigar sobre

esta característica que demanda en la actualidad atención a nivel educativo, económico, familiar

y social como lo fue descrito en los referentes empíricos de esta investigación.

De acuerdo con lo anterior, Liz y Kelly, jóvenes gestantes por primera vez y estudiantes

universitarias, decidieron vincularse al proyecto, que tuvo las características que se describen a

continuación:

Formulación del PAF

En esta etapa de construcción del PAF, se realizó un primer encuentro de socialización del

proyecto a las participantes y sus familias dividas en dos contactos, el primer contacto vía

presencial con la madres universitarias solicitando el permiso y el acceso a sus familias y el

segundo contacto donde se presenta el proyecto ante la familia de núcleo, informando el fin de la

investigación, la importancia de la vinculación y el número de encuentros a realizar, de igual

modo se realiza la firma del consentimiento informado (ver anexo A) bajo las condiciones éticas

y de seguridad escritas en el documento.


30

En el segundo encuentro se solicitó a las participantes dibujar el árbol de problemas (Ver

anexo B) lo que permitió identificar las necesidades que afectaron directamente a los sistemas

que a diario frecuentaban, iniciado desde el conyugal, el familiar, educativo y finalizando con el

sistema social, esto les ayudó a tener una perspectiva más amplia del panorama de necesidades

de las familias posibilitando la primera conexión entre los elementos para pensar en posibles

soluciones de reordenamiento del sistema. Así mismo, en un tercer encuentro, se les pidió que

dibujaran su mapa de red o mapa ecológico, para ubicar las áreas de desarrollo a las que

impactaría las estrategias del proyecto, en este sentido, para el estudio de las relaciones

familiares desde el campo de la psicología, el modelo ecológico aporta unas bases importantes

que nos permiten ver distintas maneras con las que una persona se relaciona con el entorno, así

como se describe en la introducción donde se contextualiza el ambiente de cada participante

(Torrico, et al, 2002) (Ver anexo C y D).

Finalmente, en los encuentros 4 y 5, se precisaron los aspectos centrales para la

implementación del PAF (objetivos y actividades), los cuales emergieron como producto de la

reflexión de los encuentros anteriores (Ver Tabla 1).

Tabla 1

Objetivos del PAF y Actividades

Objetivo General:

Empoderar a las Jóvenes Universitarias en estado de embarazo y sus familias, pertenecientes la

Universidad de Pamplona, sobre los roles maternos y paternos; a través de estrategias que les

permita crear de un sistema de red de apoyo y comunicación asertiva durante y después del

embarazo
31

Objetivos específicos:

1. Generar 2. Promover en las jóvenes 3. Fortalecer el sistema de red de

estrategias para el estrategias de empoderamiento apoyo de las jóvenes universitarias

manejo adecuado de sobre su rol como mujeres, rol en estado de embarazo y sus

las emociones en las materno, comunicación asertiva familiares; desde una perspectiva

jóvenes y afectiva; a partir de talleres ecológica

universitarias en reflexivos como herramienta

estado de embarazo, para mantener la homeostasis al

sus parejas y interior del sistema familiar

familiares

Actividades de implementación del PAF

1. Aprendiendo a 3. Vídeo foro: Las 6. Dos Rituales:


controlar las sufragistas. Madres y familiares
emociones: Caritas 4. Tarde de relatos, 7. Taller reflexivo de
2. La ventana de la tomemos el té. cierre del PAF.
vida: La historia de 5. Baby Shower con Entrega de recuerdo
mi cuerpo. las madres el dije de psicología.
universitarias:
Entrega del diploma
la mujer maravilla.
Autoría propia.

Implementación del PAF

Durante la ejecución de las actividades mencionadas en la Tabla 1, vale la pena resaltar que se

realizó una reestructuración interna, dando cabida a la elaboración de rituales, los cuales se

relacionan con el objetivo tres. Cabe aclarar que los cambios fueron informados a las

participantes dando explicación de los mismos; estos cambios se dieron por la revisión de nueva
32

bibliografía durante el desarrollo del semestre y en cuanto a los objetivos planteados inicialmente

no se presentaron cambios.

A partir de la necesidad de las participantes de ser atendidas por la asesora familiar, se

prosigue a realizar el primer encuentro, donde se aplicó la estrategia de juego de roles con la

actividad de emoticones en cojines; para aprender a identificar las emociones causadas por cada

rol que las jóvenes universitarias debían ejercer en la actualidad. Esto les permitió iniciar con una

reflexión en torno al empoderamiento, al sentirse responsables de cada rol; cabe afirmar que esta

reflexión, se fortaleció en las actividades 4 y 6, en las cuales reafirmaron el poder sobre sí

mismas a parir del fortalecimiento de la autoestima. La Comisión de Mujeres y Desarrollo

(2007), aborda el empoderamiento como la toma de poder, haciendo hincapié principalmente en

el fortalecimiento de la autoestima, la confianza en sí mismo y la capacidad de elegir las

orientaciones en su propia vida.

En conexión con lo anterior, en el segundo encuentro, se decidió fomentar un diálogo donde

cada joven madre universitaria expresó a través de su historia (dibujada en un pliego de papel),

las experiencias vividas hasta el momento; de estas historias, se desprendió el abordaje de la

carga emocional y dolor por lo vivido, transitando hacia un nuevo lenguaje, que facilitara tanto a

las participantes, como a la maestranda, empezar a resignificar las experiencias pasadas,

mencionando cualidades visibles en el presente, que han surgido de los aprendizajes de sus

propias vivencias. Poco a poco la resiliencia se iba trabajando con las participantes y con ello se

origina la tercera actividad.

Ya en la tercera actividad, se elaboró un vídeo foro llamado las sufragistas, en este encuentro,

se evidenció que las madres universitarias contaban con nuevas concepciones sobre el ser mujer,

para continuar vinculando el empoderamiento en los diversos roles que demanda el sistema
33

familiar de las participantes. La reflexión sobre la cinta cinematográfica de Owen, Ward y

Gavron (2015), orientada por la Doctora Karen Martínez, Perinatóloga de la Universidad de

Salamanca – España, facilitó que las participantes lograran identificar los cambios positivos de

las protagonistas después de vivir experiencias que transformaron su ser. Gracias a esto ellas

mismas, decidieron trascender de las situaciones adversas, dejando los eventos difíciles en su

pasado tales como: el rechazo hacia ambas por parte de los compañeros de estudio, el rechazo de

la expareja de Liz ante el reconocimiento de la hija, el conflicto de Kelly con la familia que

presionaba para que abandonara los estudios y se ocupara de labores en la microempresa

familiar. Ante estos aspectos, las participantes se mostraron reflexivas, arrojando ideas concretas

de empoderamiento para su vida que surgieron a partir del vídeo foro.

Al observar el impacto emocional ocurrido en el vídeo foro, se decidió realizar el cuarto

encuentro con una tarde de relatos tomando el té; en esta, se realizó un balance de lo

transcurrido, de las emociones de las participantes, su sentir y modo de ver el mundo. En efecto,

ante la positiva respuesta de ellas en las distintas actividades, se les preguntó por el avance y

elaboración que ellas sentían frente a las situaciones del pasado que las vulneraron e impactaron

su sistema familiar. De allí surgió la necesidad de involucrar los rituales en el proceso.

Por consiguiente, el encuentro número cinco que correspondió al baby shower, se construyó

como un ritual de celebración, donde se realizó la entrega del ‘Diploma de la mujer maravilla’.

Este ritual, se adaptó de una estrategia terapéutica, al escenario de la asesoría familiar;

aprovechando el motivo de la celebración, con el fin de señalar logros particulares y transiciones

del ciclo vital idiosincráticas o normativas que pueden utilizarse para un re encuadre familiar

(Whiting, 1991).
34

Debido a la valoración positiva que hicieron las participantes del anterior encuentro, en la

actividad número seis, se tomó la decisión de continuar con los rituales; pero en este caso, se

adaptó uno dirigido a eliminar recuerdos negativos y cerrar ciclos utilizado por White (1994);

quien define que en todo ritual existe un aspecto formal y un aspecto vivencial, que establecen

un todo indisoluble. Un rito, desde el aspecto formal, prescribe un conjunto de acciones

simbólicas que han de ejecutarse de un modo determinado y en cierto orden tiempo-lugar

adecuados y pueden o no estar acompañados por frases reflexivas o discursos entrenados.

Hay que mencionar además que los rituales son aspectos que se heredan o se crean con base

en creencias personales. Un ritual comprende un conjunto de actos y/o interacciones simbólicas

más o menos estructuradas, que no se restringen únicamente a la ceremonia de realización, sino

que ayuda a las familias a mantener tradiciones, a cerrar ciclos y conmemorar eventos que serán

recordados durante años en las familias. Existen varias clases de rituales, de iniciación, cierre,

tradición (Whiting, 1991).

El ritual correspondiente a la actividad número seis, se realizó con el fin de desprender

pensamientos, emociones, sentimientos y recuerdos que ahondaban en sus memorias, así mismo,

las familias en el sexto encuentro fueron participes de un ritual familiar donde soltaron elementos

que causaron dolor en su sistema, fortaleciendo el compromiso de apoyo y dedicación que

observaron en el análisis y la interpretación de la actividad.

Con lo descrito anteriormente, se realizó un último encuentro donde a través de un taller

reflexivo, se trabajó con las familias la reacomodación de los roles y las funciones, vinculándose

a todos los miembros en las actividades diarias que al principio resultaron ser una molestia para

el sistema; de igual modo, se movilizaron las ideas confusas que conformaban el esquema mental
35

de las participantes de no poder con la maternidad, procurando la transformación de estereotipos

que hacían parte de su cognición al iniciar la etapa del embarazo.

Con las movilizaciones que se lograron causar en las participantes, se debe agregar que al

finalizar la implementación del PAF se obtuvo como resultado la vinculación de habilidades para

la vida concretas en los distintos sistemas de interacción de Liz y Kelly. Dando paso a un inicio

de empoderamiento, a través de las cualidades que cada participante desconocía en sí misma y a

su vez, potenciando el sistema de red de apoyo para un mejor desenvolvimiento de roles en sus

actividades académicas y de hogar.

En relación con lo dicho anteriormente, Dabas (2008), afirma que se debe aceptar la

capacidad de los sistemas para modificar sus estructuras cuando se producen cambios en su

medio, logrando un mayor nivel de complejidad durante ese proceso y potenciando sus

posibilidades de supervivencia. Se puede inferir que todo sistema requiere de un ambiente del

cual tornar pautas de orden y al cual desorganizar.

Con esto se culminan las actividades establecidas en el PAF registrando sus resultados en el

diario de campo (Ver anexo G), donde se observaron procesos reflexivos, de aprendizaje

bidireccional en cuanto a empoderamiento, de resiliencia y potencialización de habilidades para

la vida que se esperan sean aplicados en todos los subsistemas de las participantes. La idea es

volver a tener próximos encuentros para escuchar nuevas experiencias desde la ejecución de sus

roles aplicando las nuevas estrategias aprendidas junto a la maestranda, es así como estos

espacios propiciaron el inicio de la sistematización de la experiencia, la cual verá reflejada en el

siguiente apartado donde se muestra de manera detallada cómo se recuperaron los hitos de esta

investigación.
36

Método Aplicado

En el presente capítulo se tendrán en cuenta los aspectos metodológicos que posibilitaron esta

investigación, los cuales se fundamentan en la sistematización de experiencias, como método de

investigación cualitativa. En este sentido, es importante destacar que, desde los enfoques

cualitativos contemporáneos, la realidad se asume como una construcción social compartida por

sus miembros; el hecho de ser compartida, determina una realidad percibida como objetiva, viva

y reconocible para todos los participantes en la interacción social, de los cuales se destacan los

diálogos constantes entre la teoría y los datos empíricos, reconociendo la importancia de los

sujetos y las observaciones (Torres, 1996).

De manera que la importancia de este enfoque se observa en la articulación de las

experiencias que relataron las madres universitarias y sus familias junto con la teoría de los

autores que soportaron esta investigación. Así mismo, se ve la necesidad de presentar ante las

participantes y autoridades académicas, un producto finalizado que pueda recopilar los impactos

de la ejecución del PAF, rescatando las experiencias vividas, sentimientos y cambios producidos

a lo largo del proceso. En esta línea, se destaca la sistematización de la experiencia como “un

proceso político, dinámico, creador, interactivo, sistémico, reflexivo, flexible y participativo,

orientado a la construcción de aprendizajes, conocimientos y propuestas transformadoras, por

parte de los actores sociales” (Alcalá, 2010, p. 13).

Por otro lado, Jara (2010), afirma que lo esencial de la sistematización de experiencia reside

en el proceso de reflexión e interpretación crítica sobre la práctica y desde la práctica, que se

realiza con base a la reconstrucción y ordenamiento de los factores objetivos y subjetivos que

han intervenido en esa experiencia, para extraer aprendizajes y compartirlos.


37

Por tanto, es pertinente explicar los paradigmas epistemológicos que se encuentran implicados

en esta sistematización de experiencias, a saber, el paradigma socio crítico y el paradigma

hermenéutico. El primero, tiene como objetivo “la transformación de la estructura de las

relaciones sociales y dar respuesta a determinados problemas generados por éstas, partiendo de la

acción-reflexión de los integrantes de la comunidad” (Acuña, 2006, p. 190).

Simultáneamente, Torres (1996), nos habla del paradigma hermenéutico como aquel que

posibilita la recuperación de significados, esto se presentó a partir de las experiencias narradas

por las jóvenes universitarias y sus familias quienes valoraron como significativo el proceso

vivido del Proyecto de Asesoría Familiar. Teniendo claro cómo funcionan los paradigmas, es

importante precisar que la sistematización de la experiencia retoma las prácticas y reflexiona

acerca de ellas, como una forma de generar conocimiento sobre la realidad social que facilita su

transformación (Jara, 2010).

Instrumentos y Procedimientos

El diseño metodológico de la sistematización de la experiencia manejó dos partes, para

entenderlo con mayor claridad vamos a dividirlo de la siguiente manera:

La primera parte es conceptual donde se registra un primer encuentro con las participantes del

PAF, invitándolas a continuar en esta nueva fase de recopilación de lo vivido, haciendo

referencia a la concepción de la sistematización de la experiencia y donde se reflexionó sobre la

importancia del material teórico del objeto de la sistematización. La segunda parte es

metodológica; elaborada en los encuentros dos, tres, cuatro y cinco. Esta fundamentación

metodológica se explicará a partir de las etapas de la sistematización: planificación, recuperación

y análisis crítico, es allí donde se concentra este apartado para dar explicación de cómo se

recuperó la información de esta investigación.


38

Tres etapas que conforman la fundamentación metodológica de la sistematización, siendo la

primera la Planificación: en esta etapa se realizó el segundo encuentro con las madres jóvenes

universitarias y sus familias, donde se les participó lo que se haría en los siguientes encuentros,

explicando la importancia de la participación de todos los integrantes, con el fin de consensuar

los hitos que reconstruirían esta historia. En este espacio, se muestra el número de encuentros a

realizar en la sistematización de la experiencia, siendo cinco encuentros (incluyendo la reunión

inicial conceptual), aclarando los alcances de cada uno.

En la segunda etapa, tuvimos la Recuperación: dirigida a la construcción de técnicas e

instrumentos de recopilación de información suficientes para reconstruir la experiencia

(encuentros número tres y cuatro). Esta etapa de recuperación de la experiencia, se realizó a

partir de los momentos del PAF: 1. La situación inicial y su contexto: Origen del Proyecto de

Asesoría Familiar, 2. El proceso de formulación del PAF, 3. El proceso de implementación del

PAF, 4. La situación final: Los resultados y sus efectos y 5. Lecciones aprendidas.

Finalmente, el último encuentro, el número cinco, corresponde a la presentación de la etapa

denominada el Análisis Crítico: en la cual se triangula la información de manera sistemática,

para llegar a los hallazgos encontrados en la investigación.

Recopilación de información de fuentes primarias y secundarias

En este punto se describen los encuentros tres y cuatro de la segunda etapa de la

fundamentación metodológica denominada Recuperación. Aquí, se recurrió a la aplicación de la

técnica de la línea del tiempo (Sandoval, 2001), para ello se realizó la impresión de fotografías e

imágenes de los escenarios del PAF, las cuales tenían el objetivo de ayudar a traer a la memoria

de los(as) participantes, la experiencia vivida en el PAF, donde se deliberó cuál de esas vivencias
39

podrían considerarse como más significativas para la elaboración de los hitos y derivar de ellos

los ejes de la sistematización.

Para recopilar esta información se contó con fuentes primarias y secundarias, entendiendo

según Pinilla (2005), que son fuentes primarias: las personas directas, en este caso Kelly, Liz y la

familia de núcleo (quienes estuvieron en el PAF) y las personas indirectas, la Dra. Karen

(Perinatóloga y conocedora del proyecto). Como fuentes secundarias, se encuentran los informes

del PAF recolectados durante su fase de diseño e implementación.

La información de fuentes primarias se recopiló a partir de tres técnicas de investigación a

saber: la entrevista semiestructurada, el grupo focal y el diario de campo, desarrolladas con los

informantes directos (Liz, Kelly y familiares) y los informantes indirectos (en este caso la Dra.

Karen, Perinatóloga).

Con respecto a la primera técnica denominada la entrevista semiestructurada, Denzin y

Lincoln (2005), comentan que las preguntas realizadas en este tipo entrevista son abiertas, es

decir que el informante puede expresar sus opiniones, matizar sus respuestas, e incluso desviarse

del guion inicial pensado por el investigador cuando se atisban temas emergentes que es preciso

explorar. El investigador debe mantener la atención suficiente como para introducir en las

respuestas del informante los temas que son de interés para el estudio, enlazando la conversación

de una forma natural.

Por otro lado, se tiene el grupo focal como segunda técnica dirigida a la fuente primaria,

descrita como un grupo de personas que han sido seleccionadas y convocadas por un

investigador con el propósito de discutir y comentar, el tópico o tema propuesto por el

investigador (Rodríguez, 1996). También es considerado como un tipo de entrevista grupal, ya

que requiere entrevistar a un número de personas a la misma vez, sin embargo, el grupo focal se
40

centra en el análisis de la interacción de los participantes dentro del grupo y sus reacciones al

tema propuesto por el investigador (Rodríguez, 1996).

Con relación a diario de campo se encuentra definido, como un instrumento utilizado por los

investigadores para registrar aquellos hechos que son susceptibles de ser interpretados. En este

sentido, el diario de campo es una herramienta que permite sistematizar las experiencias para

luego analizar los resultados, este desarrolla la capacidad de observación generando así un

pensamiento reflexivo. Da inicio de un proceso de investigación-reflexión (Rodríguez, 1996).

Finalizada la descripción de las anteriores fuentes primarias, se da paso a las fuentes

secundarias, las cuales estuvieron conformadas por los informes realizados durante la ejecución

de los encuentros, los cuales incluyen evidencia fotográfica, testimonios de los participantes,

conclusiones y aprendizajes (Ver anexo H).

Tabla 2

Fuentes e instrumentos

Fuentes Instrumentos

Primarias directas: Grupo Focal (Ver anexo F)

Liz y familia Entrevista semiestructurada (Ver anexo E)

Kelly y familia Diario de Campo (Ver anexo G)

Primarias indirectas: Grupo Focal (Ver anexo F)

Dra. Karen Martínez Diario de Campo (Ver anexo G)

Perinatóloga
41

Secundarias:

PAF Documento integrado del PAF (Ver Objeto de la

Sistematización)

Informes de actividades Diario de campo (Ver anexo G)

Autoría propia.

Una vez culminada la recopilación de información de las fuentes primarias y secundarias, se

continuó con el encuentro número cinco que correspondió a la triangulación de los datos

obtenidos a través de la elaboración de matrices (Ver anexo H). Este ejercicio posibilitó realizar

el engranaje de la información a partir de los hitos definidos en el primer momento de la

sistematización de la experiencia. Las participantes y sus familias, lograron exponer las

experiencias vividas durante el PAF y cómo se encontraban finalizado el mismo; a partir de ello,

se concretaron las categorías de análisis emergentes en relación con los ejes, dichas categorías

serán abordadas en el análisis y en la interpretación de datos.

A continuación, se presenta la conceptualización y caracterización del proceso de validación

de la información obtenida de los informantes directos e indirectos, a través de los instrumentos

mencionados en la metodología de esta investigación.

Validación de la información recopilada

Como ya se había mencionado en el encuentro número tres y cuatro se establecen las

categorías, de acuerdo con las narraciones y al significado que cada participante les dio a sus

vivencias en el proceso, se tomó como Eje I: Desarrollo de la resiliencia y habilidades para la

vida y como Eje II: Empoderamiento de Género a través de la apropiación de los roles. La

resiliencia y el empoderamiento direcciona ahora los roles de las mujeres universitarias, gracias a
42

los encuentros estas decidieron ser madres, tomar la educación con responsabilidad, continuar

con las labores del hogar siendo esposa o hijos capaces de dimensionar la maternidad como un

rol y no como un único estilo de vida determinante. Así como lo reflejaba Huerta (2015) en su

artículo sobre el embarazo universitario, la maternidad debe tomarse como un rol y no un factor

determinante característico a lo que respecta ser madre.

Las preguntas de los ejes que se originaron durante la conversación con los participantes

fueron en el Eje I ¿Qué aspectos de la experiencia contribuyeron al desarrollo de la resiliencia de

las madres universitarias durante el proyecto PAF? y en el segundo Eje: ¿De qué manera la

dinámica de cambio vivida por las universitarias en relación con los roles madre, esposa, hija y

estudiante, logran potencializar desde el género sus áreas de desarrollo?

Luego que se determinó cada eje, se dio paso a la formulación de los objetivos. El primero

que buscó: Identificar los aspectos de la experiencia que contribuyeron al desarrollo de la

resiliencia durante el PAF. Y el segundo, que consistió en: Evidenciar la dinámica de cambio

vivida por las universitarias en relación con los roles madre, esposa, hijas y estudiantes,

identificando el potencial de género en sus áreas de desarrollo. A continuación, se expone la

Tabla 3 en la cual que sintetizan los ejes, preguntas y objetivos de la sistematización.

Tabla 3

Objeto, ejes, objetivos y preguntas transversales de la sistematización

Objeto de la sistematización: PAF “Empoderamiento y resiliencia de jóvenes en

estado de embarazo de la Universidad de Pamplona Cúcuta, desde los roles madre-

estudiante”.
43

Eje I: Desarrollo de la resiliencia y Eje II: Empoderamiento de Género a través

habilidades para la vida. de la apropiación de los roles.

Objetivo 1: Identificar que Objetivo 2: Evidenciar la dinámica de cambio

experiencias contribuyeron al vivida por las universitarias en relación con los

desarrollo de la resiliencia de las roles madre, esposa, hijas y estudiantes,

madres universitarias durante el identificando el potencial de género en sus áreas

desarrollo del PAF. de desarrollo.

Pregunta 1: ¿Qué aspectos de la Pregunta 2: ¿De qué manera la dinámica de

experiencia contribuyeron al cambio vivida por las universitarias en relación

desarrollo de la resiliencia de las con los roles madre, esposa, hija y estudiante,

madres universitarias durante el lograron potencializar desde el género sus áreas

desarrollo del PAF? de desarrollo?

Consideraciones éticas

Como psicóloga y asesora familiar este proyecto se rige bajo las condiciones éticas que

representa el código profesional, basados en el código deontológico del psicólogo del Colegio

Colombiano de psicólogos (COLPSIC, 2009), validados en los siguientes artículos:

Artículo 5º, que se refiere a las reglas y normas que regulan las relaciones de los psicólogos

en contacto con sus clientes y/ o entre la sociedad y el/la colega y a todas las áreas del ejercicio

profesional. Estas normas se aplican tanto al psicólogo/ como a los participantes.

Artículo 21º, donde se planeta que todo tipo de material es estrictamente confidencial, tanto

de evaluación como de intervención o tratamiento, queda reservado al uso del profesional,

quienes, por otra parte, se abstendrán de facilitarlos a otras personas no competentes. Los/las
44

estudiantes maestrandas y profesionales del programa psicología gestionarán o en su caso

garantizarán la debida custodia de los documentos recolectados.

Así mismo, dentro de las consideraciones éticas se elige el Título 7, encargado de abordar el

secreto Profesional y que en el Artículo 35º, menciona que todo profesional está obligado a

guardar el secreto en todo aquello que por razones del ejercicio de su profesión haya recibido

información. En el Artículo 36º, dice que la información que el/la Psicólogo/a recoge en el

ejercicio de su profesión, sea en manifestaciones verbales expresas de sus clientes, sea en datos

psicotécnicos o en otras observaciones profesionales practicadas, está sujeta a un deber y a un

derecho de secreto profesional, del que, sólo podría ser eximido por el consentimiento expreso

del cliente. El/la formador velará porque sus eventuales colaboradores se atengan a este secreto

profesional

Finalmente, en el Artículo 37º, plantea que, en el ejercicio de su profesión, el/la psicóloga en

formación mostrará un respeto escrupuloso del derecho de su cliente a la propia intimidad.

Únicamente recabará la información estrictamente necesaria para el desempeño de las tareas para

las que ha sido requerido, y siempre con la autorización del cliente.

Teniendo clara la normatividad vigente del código deontológico, se pasa a dar claridad de

que todo el proceso del PAF fue formulado e implementado conforme a los principios de la

metodología IAP, por lo que se asumió como principio transversal que la “población pasa a ser

sujeto que investiga” (Bru y Basagoiti, 2001, p. 3) y no solamente ser el investigado. Aspecto por

el cual, la construcción de información y de hallazgos estuvo en constante retroalimentación y

validación con la población. Así mismo, es importante reiterar que, todo lo desarrollado y

expuesto contó con el consentimiento informado de las participantes y sus familias.


45

Interpretación y análisis de la experiencia


El presente capítulo, hace referencia al análisis y la discusión de los hallazgos encontrados en

la experiencia de esta investigación. Para ello, se retoman los ejes de la sistematización

anteriormente enunciados, los cuales fueron validados entre los participantes y la maestranda;

siendo el Eje I: Desarrollo de la resiliencia y habilidades para la vida y el Eje II:

Empoderamiento de Género a través de la apropiación de los roles. Al interior de cada eje

encontrarán las categorías de análisis que emergieron de la misma información recopilada con

las participantes y que fueron claves para desarrollar el análisis e interpretación de la experiencia

donde se irán tejiendo los aportes teóricos de los autores y de los participantes que han dado

soporte a la investigación.

Eje 1. Desarrollo de la resiliencia y habilidades para la vida

El origen de este eje se consolido en el segundo encuentro de la sistematización de la

experiencia, reconociendo su surgimiento den la fase de implementación del PAF, donde las

participantes coincidieron en sus relatos durante la actividad de Ritual de externalización y es

que identificaron que algo debía cambiar a partir de ese momento. El observar las fotografías en

la línea de tiempo, les permitió reconocer los hitos más relevantes del proceso, marcando el

Ritual de externalización, como una actividad donde emergieron narraciones fuertes en torno al

poder que serán observadas en la Resignificación de la vivencia del embarazo con testimonios de

las participantes.

En este sentido, Cirulnik (2002), afirma que la resiliencia inicia a partir de un nuevo

desarrollo después de un trauma complicado bajo unas condiciones culturales y mentales que lo

permiten. Así pues, aunque las participantes no vivieron un trauma como tal, se debe contemplar
46

la noticia del embarazo y sus condiciones de tensión como momentos de impacto que dieron

paso a la entropía del hogar (Tamayo, 1999).

Con respecto a la crisis normativa, Valdés (2009), en el capítulo uno de las crisis normativa y

no normativas afirma que cuando una familia enfrenta un suceso estresante realiza dos

evaluaciones: la primera dirigida a determinar si el suceso es amenazante o no (que fue cómo Liz

y Kelly recibieron la noticia, contemplando los cambios que debían realizar) y la segunda dirigía

a como enfrenta el mismo, lo cual conlleva a cambiar la situación y manejar los componentes

asociados a la misma (pensamiento educativo, sentimiento personal o de familia y un altibajo de

emociones de acuerdo a las distintas situaciones que presentaron las participantes); continua el

autor mencionando que la crisis ocurrirá cuando se perciba la solución del problema como

imposible y exista dificultad para manejar los aspectos subjetivos asociados al mismo.

No obstante, la etapa del embarazo después de ser abordada en el Eje I, con ejercicios de

resignificación del embarazo, dio paso a contemplar la solución para esta crisis en el aprendizaje

de las habilidades para la vida. Esta situación posibilitó que las participantes y su sistema de

núcleo utilizaran las herramientas durante la ejecución del PAF del cual surge todo lo aprendido

en cuanto a la toma de decisiones, el fortalecimiento de las relaciones interpersonales y la

construcción del pensamiento creativo, como lo propone la OMS (2010).

La información construida con las participantes en torno al Eje I, denominado: Desarrollo de

resiliencia y habilidades para la vida, permitió dar respuesta a la pregunta elaborada al inicio de

la sistematización, indagando acerca de ¿Cuáles aspectos de la experiencia contribuyeron al

desarrollo de la resiliencia de las madres universitarias durante el proyecto PAF?, surgiendo dos

categorías emergentes que facilitaron entretejer la información que se presenta a continuación.

La primera denominada Resignificación del embarazo visto desde la impostura subjetiva que
47

presento el autor Oviedo y García (2011) con su investigación en Manizales y la segunda

Habilidades para la vida, las cuales surgen de las experiencias vividas al realizar un análisis

feminista en el área laboral y académico como se realizó en la investigación de Chile del autor

Sánchez (2013), con las vivencias del rol materno en mujeres universitarias.

Resignificación de la vivencia del embarazo.

Esta categoría emergente se derivó de los rituales generados en el PAF, donde surge un

periodo de alumbramiento a partir del dolor que ellas sentían, el cual pudo ser comprendido y

procesado en medio de las retroalimentaciones de las actividades en especial en el ritual de

externalización (líneas abajo observaran los testimonios de Liz y Kelly) quienes al utilizar la

narración, lograron relatar con detalle el impacto que tuvo la noticia del embarazo no planeado y

los efectos en los subsistemas educativo, social y laboral en el primer trimestre de su estado de

gestación. Así mismo, los testimonios mostrarán los aspectos que fueron resignificando las

participantes frente a su embarazo y maternidad y su lugar como mujeres en el ámbito laboral y

académico.

De acuerdo con Parra y Rubio (2017), la familia es el microsistema más importante porque

configura la vida de una persona durante muchos años, en este sentido, para las participantes fue

trascendental la manera como la familia (en todas las dimensiones de su mapa ecológico) tomó la

noticia de sus embarazos.

Es así como se da inicio a la transformación del núcleo familiar de cada participante,

desarrollando crisis normativas dentro de su mapa ecológico: “Mi esposo se puso feliz, en mi

casa Mateito siempre fue bien recibido, por ser casada no tuve ningún inconveniente, lo único si

con mis amigas, que al contarles pensaron que no volvería a la universidad” (Kelly, entrevista

semiestructurada, 2018).
48

Teniendo en cuenta la anterior expresión, Kelly tuvo un impacto positivo de la familia. Por el

contrario, Liz comenta menciona que su familia, abuelos y amigos fueron inicialmente

sorprendidos y respondieron de manera negativa ante la idea de quedar en embarazo, afectando

su círculo social con los compañeros de estudio y el familiar, particularmente con los abuelos; a

tal impacto llegó la noticia, que el área educativa y el campo profesional se vieron conflictuadas

con sentimientos de desesperanza:

“Lo que mis amigos me decían es que había acabado con mi vida, mis abuelos en Toledo

cuando les conté, empezaron a llorar, recuerdo muy bien que me decían que hasta aquí

había llegado mi carrera profesional yo solo recuerdo que lloraba mucho cuando les conté

que estaba en embarazo, mi mamá en cambio le alegró, al igual que a mi papá, a mi

expareja le dio alegría, pero después de que habló con la mamá de él, me pidió que le

sacara una prueba de ADN a Majo” (Liz, entrevista semiestructurada, 2018).

Sin embargo, más adelante los padres orientan a Liz con una respuesta positiva

contrarrestando las opiniones que había recibido con anterioridad, ante la crisis que tuvo en esos

momentos, la maestranda ofrece dar inicio al PAF invitándolas a vincularse al proyecto donde

sabía que podría realizar un apoyo posibilitando nuevamente la homeostasis en los sistemas de

Liz y Kelly.

Antes de iniciar los encuentros del PAF las participantes se encontraban impregnadas de

percepciones y pensamientos que afectaron su relación con el sistema educativo y trajeron

fuertes cambios sociales; ellas creían que no eran capaces de lograr llevar adelante su embarazo

y maternidad a la par de sus otros roles sociales. Idea que se reforzó con los comentarios

descalificantes de sus amigos y familiares cuando dieron la noticia de estar en estado de

embarazo, las palabras que recibían no eran de apoyo, lo cual las alimentaba de miedo, dolor y
49

vergüenza, como si ser futuras madres representara un castigo. Por ejemplo, Liz recordó lo que le

dijeron en la Universidad al enterarse de la noticia: “Tu no vas a poder con todo Liz, que vas a

hacer para pagar el semestre, si tienes atrasada la cuota de este semestre” (Liz, informe PAF,

2018).

Con ello se describe la afectación directa que presentaron los participantes en su microsistema.

Según Torrico, et al. (2002), el microsistema es el nivel más cercano al sujeto, incluye los

comportamientos, roles y relaciones característicos de los contextos cotidianos en los que éste

pasa sus días, es el lugar en el que la persona puede interactuar cara a cara fácilmente, como en

el hogar, el trabajo y sus amigos.

De igual modo los autores explican el mesosistema como el que comprende las interrelaciones

de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente (familia, trabajo

y vida social). En el caso de las participantes, el impacto fue ocasionado entre la familia y el

sistema educativo, puesto que se presentaba la idea de rechazo de parte de los compañeros de

estudio al momento en que les comentan que están en embarazo, en el caso de Kelly, le

manifestaron: “no vas a poder entre parciales y los cuidados del bebé” (Diario de campo,

actividad 2, 2018).

En relación con el mesosistema se afectó en el caso de Kelly por su lugar de trabajo, puesto

que la fábrica es de estampados y por el manejo de químicos no pudo asistir a realizar las

actividades laborales que solía realizar. En el caso de Liz, se vio afectado el sitio de prácticas,

aunque no es un trabajo remunerado se considera requisito para continuar con la carrera

profesional. Por su parte, el exosistema hace referencia a uno o más entornos que no incluyen a

la persona en desarrollo como participante activo, pero se producen hechos que la afectan

(Torrico, et al. 2002); en este caso, se afectó el trabajo de la pareja Kelly y Liz se vio afectada
50

por la dinámica familiar del padre de su hija, el trabajo de este y el sistema normativo que rige el

reconocimiento de la paternidad.

Finalmente se tiene el macrosistema situándonos en la influencia de factores ligados a las

características de la cultura y momento histórico-social. A continuación, se ve el reflejo de las

creencias de los sistemas en este caso se tiene el sistema familiar de la expareja de Liz, donde la

opinión de la suegra era que toda mujer que tuviera relaciones con el hijo era una brincona. A

diferencia del caso de Kelly que el esposo y la familia ahora que la veían como mamá

consideraban que se le iba a brindar apoyo absoluto en la decisión que ella tomara, sin embargo,

la decisión inicial de Kelly fue el querer retirarse de la universidad puesto que desde la cultura

que tenia de los padres y de los suegros, la madre debe hacerse totalmente cargo del hogar. Estos

son algunos los testimonios de las participantes:

En el embarazo yo siempre fui la criticada y a la que todos miraban mal, la familia de

Jhon José me llamaba oportunista y brincona, la mamá me dijo que yo era una mujer más

en la vida de Jhon, que no me hiciera ilusiones. Que yo había tenido la bebé para amarrar

a Jhon José (Liz grupo focal, 2018).

“En ese tiempo pensé en dedicarme a mi hija, sabía que debía asumir el rol de madre y

supuse que tenía que cancelar semestre y seguir el siguiente, como mujer la verdad nunca

creí que en mi primera relación sexual fuera a quedar en embarazo” (Liz, entrevista

semiestructurada, 2018).

“Ya había acordado con mi esposo que abandonaría la universidad por un tiempo y fue en ese

momento cuando la profe me invito a participar de este proyecto” (Kelly, entrevista

semiestructurada, 2018).
51

La maestranda no sabía cómo hacer en ese momento para que las participantes del proyecto se

sintieran a gusto en sus subsistemas y sabía que junto a ellas debía descubrir una manera de

poder continuar con sus carreras, con esto, surgió la idea de realizar el árbol de problemas donde

se identificaron las necesidades que debían ser atendidas, centralizando la mirada en lo que

realmente demandaban (Ver anexo B). Por consiguiente, se trae a colación el aporte de

Echeverria (2017) con el concepto de hipermetropía sistémica, siendo esta la dificultad que

muchas veces tenemos los seres humanos para observar aquello que está más cercano. Por estar

tan cerca de ello, muchas veces no lo vemos, no logramos reconocerlo, ni menos dimensionar su

importancia.

Teniendo en cuenta la anterior información, se dio paso a la búsqueda de herramientas de

resignificación de lo vivido, en conexión con la resiliencia, la cual había que descubrirla,

generarla y rescatarla. Se requería resignificar ese dolor reflejando en el árbol de problemas, no

se podía quedar ni en el pensamiento, ni el corazón de las participantes; es por ello que, al

proporcionar los rituales, las participantes lograron una acción liberadora que posicionó en ellas

un pensamiento fuerte sobre sí mismas, con una comprensión distinta de la situación que

acontecían, allí se acentuó la resignificación de lo vivido frente a su embarazo.

Acero (2002), en esencia afirma que la construcción de la resiliencia es una estrategia para

apoyar la transformación (resignificación) de las experiencias potencialmente traumáticas, en

recursos para crecer y hacer uso eficiente y constructivo de lo aprendido, involucrando al ser

humano como un todo, teniendo en cuenta los sentimientos, espiritualidad, experiencias y

cogniciones, determinando el desarrollo de las personas. Veamos que dicen las participantes en

relación con su experiencia: “Me siento más segura como con más poder, ya estudio con ánimos,

puedo cocinar y ver de mi bebé al mismo tiempo, ahora que llego a la fábrica todos me saludan,
52

me ven diferente y es que me siento diferente, es que esa película me dejó marcada” (Kelly,

Grupo focal, 2018). “Fe en mí!, yo antes me creía una mujer fea, que nadie me iba a valorar,

profe yo no sé si es por Majo, pero la vanidad debe ser importante, ahora la comparto con mi

hija, así como la camisa de Mini Mouse que me pongo con ella (Liz, Entrevista semiestructurada,

2018).

Seguidamente, se decide encontrar las cualidades de motivación en medio del sufrimiento, así

como lo describen las participantes al descubrir en ellas lo fuerte y lo capaces que no sabía que

eran; aprendiendo a utilizar los recursos que estaban dentro de sí mismas. Cirulnik, (2002),

señala que los recursos internos utilizados para elaborar el proceso de resiliencia son el humor

como mecanismo de distanciamiento, la creación artística donde podemos contraatacar nosotros,

pasando de víctimas a agresores como forma de elaborar o transformar la situación adversa, la

humildad al ser capaz de pedir sin exigir (como le sucedió a Liz cuando la expareja no aportaba

para los gastos de Majo), el ayudar nosotros a alguien también amenazado (el apoyo que Kelly le

ofreció a Liz) y la escucha presentada durante la ejecución de los rituales; al respecto, Cirulnik,

(2002) dice que si se encuentra a alguien que escuche y respete la rabia y el dolor, se generará

bienestar.

En procura de lo anterior, se hizo fundamental el ritual de celebración (Whiting, 2001). El

motivo de la celebración, puede acompañar ciertos rituales terapéuticos (en este caso adaptados a

la asesoría familiar) para señalar logros particulares, transiciones del ciclo vital idiosincráticas o

normativas, o pueden utilizarse para un reencuadre, este consistió en elaborar una graduación

con el diploma de la mujer maravilla y el de psicólogas, aquí se refuerza la idea del logro

académico obtenido y de ser mujeres maravillas al ejecutar el rol de la maternidad, el de esposa,

hijas y trabajadoras donde Liz Y Kelly logran tomar identidad nuevamente desde la posición en
53

la que se encuentran, como estudiantes, esposas y ahora como madres dentro de las aulas. Ya en

el círculo familiar estos se han mantenido presentes como se les indico, estos rituales son

explicados como el nuevo comienzo o el re encuadre de un logro que se ha deseado alcanzar, por

tanto, se producen diariamente en las familias en las comidas familiares y los festejos durante los

cuales la disposición de los asientos, los temas admitidos, los afectos permitidos

metafóricamente definen y redefinen las concepciones que tiene la familia (Whiting, 2001).

Al culminar el ritual, se observa que las participantes se sentían más fuertes, con capacidades

de resistencia, responsabilidad, compromiso y con potencial de logros; esa celebración marcó el

nuevo inicio de una meta cercana, fortaleciendo el vínculo del equipo bajo una representación

simbólica utilizada a través del dije, cuyo significado modificó el pensamiento de las

participantes:

“Tenía miedo, estaba asustada, no sabía que iba a decir todo el mundo, en ese tiempo no sé

por qué me interesaba tanto la opinión de todos, creo que tenía miedo de ser criticada, ahora me

siento escuchada y fuerte (Liz, Entrevista semiestructurada, 2018).

“Hoy puedo decir que yo puedo sola, me siento fuerte, usted me ayudó profe, estas

conversaciones y ahora esta celebración del ritual de mujer, lo voy a recordar cada vez que vea el

dije, yo puedo profe” (Liz, Informe PAF, Retroalimentación ritual, 2018).

Antes no me sentía con la confianza para hacer algo, ya hago vueltas en el centro sola y con

Mateito de brazos sin tener a nadie al lado, claro está que la ayuda nunca sobra, pero al menos

sé que puedo hacerlo sola aun cuando no está mi marido. (Kelly, encuentro 2 sistematización

de la experiencia, 2018).
54

Habilidades para la vida: Rol maternal y académico.

El enfoque de la educación en habilidades para la vida, surge de igual modo en la fase de

implementación del PAF, específicamente en la actividad 7 donde se realizó el taller reflexivo

con base en los postulados de Zapata (2006). Las habilidades para la vida, pretenden que cada

persona pueda mejorar la calidad de su vida en lo personal y lo colectivo; que tenga destrezas

para pensar y construir su vida de manera crítica y creativa, aún en medio de entornos adversos;

y que tenga y sepa usar herramientas que le permitan transformar su entorno, para que éste sea

más propicio a la vida, el bienestar y el desarrollo humano Organización Mundial de la Salud

(OMS, 2010).

Teniendo en cuenta los anteriores pilares, en el PAF las habilidades para la vida se concentraron

en que las participantes lograran desarrollar estrategias concretas para desarrollar y sostener su rol

materno y académico, en equilibrio con sus otros roles a nivel laboral, familiar y social, sin sentirse

disminuidas como mujeres y sin colapsar frente a los mismos. En este sentido, la reorganización

de sus actividades y la toma de decisiones concretas juega un papel fundamental, como lo refiere

la OMS (2010).

En la parte educativa, laboral y conyugal surgió la toma de decisiones por parte de Kelly,

quien se concentra en terminar los estudios acompañándose del bienestar universitario en

asesoría de tutores para poder entender y finalizar los trabajos, por otra parte, toma la decisión de

ir a la empresa y escoger el tipo de tela para las franelas y los cuadrantes de los estampados

apropiándose poco a poco del área operativa para poder asumir el rol de jefa en cargo operativo y

administrativo.

Antes mi esposo decidía todo, ahora yo tomo las decisiones de mi universidad y las de mi

hijo, en el hogar las cosas se volvieron compartidas por que me volví más segura,
55

inclusive a mi esposo le gustó, pues como estaba ‘ácido’ al principio de querer participar

en el proyecto, me dijo que sí se estaban viendo resultados, de ahí para acá empezó a

participar más seguido, no como debería, pero si ya al menos me traía y se quedaba

escuchándonos un rato (Kelly, Entrevista semiestructurada, 2018).

De acuerdo con la OMS (2010), la toma de decisiones se basa en el actuar proactivamente

para hacer que las cosas sucedan en vez de limitarse a dejar que ocurran como consecuencia del

azar o de otros factores externos, actuaciones mencionadas con anterioridad en el campo de las

No obstante, la OMS dimensiona la toma de decisiones como una de las herramientas

relevantes utilizada para evaluar las necesidades, los valores, motivaciones, influencias y

posibles consecuencias presentes y futuras, tanto en la propia vida como en la de otras personas.

Poco a poco las participantes aumentaron su seguridad, y entre más se vinculaban activamente en

los subsistemas, emergían más habilidades que ellas desconocían de sí mismas:

Yo antes vendía catálogos de PFCK, pues hablé con la señora y me dieron la distribución,

empecé a realizar desayunos sorpresas cosa que yo nunca había hecho, yo era mala para

envolver un regalo y terminé haciendo cosas bonitas (Liz, Entrevista semiestructurada,

2018).

Es así como Liz realiza un proceso de cambio en su pensamiento al permitirse incorporar el

pensamiento creativo utilizando la razón y la pasión encontrada en la película de las sufragistas

Owen y Ward (2015), siendo la escena representativa el momento en que visita a su hijo desde la

ventana, donde se le observa a la protagonista aguantar lluvia, humillaciones e insultos de parte

de su pareja; de manera especial Liz se sintió representada con esa escena debido a la experiencia

vivida con Jhon José y durante la retroalimentación del foro Liz y Kelly mencionaron diversas

escenas de la película que relacionaron con sus vidas; rescatando con admiración cómo las
56

mujeres lograron salir adelante, prometiendo a sí mismas que ellas también lo conseguirían.

En la actividad del foro se hizo una promesa de poder, Kelly recordó la historia de Liz y Jhon,

admirando la fuerza y seguridad que Liz obtuvo después de haber pasado por un momento de

impacto con la solicitud de la prueba de ADN que le hizo Jhon para verificar si Majo era su hija;

ella menciona como Liz después de todo logra sentir empatía con los subsistemas y así logra

continuar con su vida. La OMS (2010) Define la empatía como la capacidad innata de las

personas que permite tender puentes hacia universos distintos al propio, para imaginar y sentir

cómo es el mundo desde la perspectiva de la otra persona (así como se identificó Liz con la

protagonista de la película). De igual forma, por medio de un abrazo, Kelly felicitó a Liz y en

medio del abrazo, pactaron por ellas y por su género, que no permitirían nuevamente algún tipo

de humillación o de maltrato físico y/o verbal, sellando la promesa con el nombre de sus hijos.

Cada palabra entre las participantes, alentó el discurso en las retroalimentaciones

fortaleciendo las emociones, sentimientos, intuiciones y fantasías para ver la realidad desde una

perspectiva diferente la cual ahora les permitía inventar, crear y emprender con originalidad. En

concordancia, White y Epson (1993), afirman que el pensamiento narrativo aporta realismo a los

acontecimientos, al situarlos en un marco temporal y crear con ellos una nueva historia, tal como

lo evidencian los testimonios:

“Por Majo y Mateito y por las mujeres que también han sufrido, prometemos que nadie

nos va a lastimar, somos mujeres seguras de sí mismas, capaces de realizar cualquier

trabajo o acción de la casa, podemos hacer lo que queramos y nos propongamos, somos

creativas y creyentes de la fé y el amor de Dios, somos profesionales y estamos listas

para cualquier situación” (Kelly, informe del PAF, 2018).

De lo anterior se infiere que las participantes avanzaron en un autoconocimiento, al respecto, la


57

OMS (2010), dice que conocerse no es solo mirar hacia dentro, sino que también es saber de qué

redes sociales se forma parte, con qué recursos personales y sociales contamos para celebrar la

vida y para afrontar los momentos de adversidad. En definitiva, saber qué se quiere en la vida e

identificar los recursos personales con que se cuenta para lograrlo, es el soporte y el motor de la

identidad y de la autonomía Captar mejor nuestro ser, la personalidad, fortalezas, debilidades,

actitudes, valores y aficiones. Construir sentidos acerca de nosotros mismos, de las demás

personas y del mundo que compartimos.

Cada vez que las participantes ingresaban a un encuentro, algo en el semblante se observaba

diferente y ellas así lo sentían, sonreían saludaban y contaban historias que les había sucedido con

los compañeros de clase durante la semana. Se les apreciaba mucho más fuertes se notaban más

comprensivas y aconsejaban a otras estudiantes que se encontraban en etapa de Gestación, así

como lo refiere Liz en las siguientes líneas.

“Mi compañera necesita amor, necesita creer en sí misma, ser original, tener autoridad y

dejar desde el principio con su pareja un lenguaje claro y conciso para evitar los

problemas que yo atravesé, le va a tocar duro de pronto como a mí, pero si yo pude ella

también lo va a lograr, me da tristeza profe verla así pero así estaba yo al principio y mire

donde voy, ella también va a poder” (Liz, Grupo focal, 2018).

Como se afirmó anteriormente, el poder sentir las emociones de otra persona facilita la

comprensión de las reacciones, actitudes, emociones y opiniones ajenas; contemplando sus

diferencias y asumirlas como tolerables, permite dar una explicación desde un punto de origen

situacional sin asumirlo como respuesta adversa a algo personal, lo cual hace que las personas

sean más sociables en las interacciones que se realizan con otros subsistemas.
58

Es así, como las participantes se sienten diferentes y tratan a las personas con la misma

sensibilidad, con esto se da paso a la última habilidad que logran desarrollar las participantes, se

hace referencia a las relaciones interpersonales, en estas las participantes establecen nuevas

relaciones y conservan otras significativas, siendo capaces de terminar aquellas que bloquean el

crecimiento personal. Esta destreza incluye dos aspectos a resaltar. El primero es aprender a

iniciar, mantener o terminar una relación: así como lo plantea el siguiente testimonio: Me di

cuenta que no tenía que dejarme pisotear de la familia de mi ex, que tenía que asumirlo y salir así

sea yo sola adelante (Liz, Entrevista semiestructurada, 2018). Así mismo lo aprendió con Jhon

José el padre de su hija, En los sentimientos todos somos iguales, y eso lo comprobé cuando le

pedí la custodia a Jon José y se puso a llorar pidiéndome perdón por haberle hecho la prueba de

ADN a Majo” (Liz, Entrevista semiestructurada, 2018).

Y el segundo aspecto es aprender a relacionarse en forma positiva con las personas que se

interactúa a diario (en el trabajo, en la escuela u otro subsistema) (OMS, 2010).

Creo en mí, en mi yo, en mi resistencia que me ayuda a soportar las cosas, soy ahora más

sensible para comprender las cosas, a Diosito, sobre todo, mi abuelo me dijo que si Dios me

dio a Majo es porque él ya sabe que tiene destinado para mí, que debo aprender todo con amor

(Liz, Entrevista semiestructurada, 2018).

Yo me refugie mucho en el pastor de la iglesia y en mi esposo. económicamente tenemos la

fábrica de estampados entonces no había problema. Y recibí apoyo de mi suegra que desde

antes de quedar embarazada ella me dijo que ella me cuidaba a Mateo, bueno en ese momento

aún no se sabía que era si niño o niña, estoy muy agradecida con mi suegra y todos lo que me

han apoyado”. (Kelly, Entrevista semiestructurada, 2018).


59

La seguridad que adquiere Liz gracias a las palabras de su abuelo, el manejo de las redes de

apoyo que tiene Kelly con la suegra, posibilitan un entendimiento en las relaciones personales y

las interacciones saludables que ellas eligieron para darle una calidad de vida a los hijos dentro

del círculo en el que desarrollan los roles con autoridad y poder. Esta comprensión se refuerza al

entender que los entornos (micro y meso) ejercen una poderosa influencia en los estilos de

comportamiento de las personas y al estar interconectados, se movilizan por acción o

transformación de uno de sus componentes, en este caso, dado gracias a que las participantes

tomaron la decisión de optar por un estilo de vida saludable con voluntad ("querer"),

conocimiento ("saber") y con la accesibilidad al mismo ("poder"). En el microsistema de las

participantes en especial en el área académica, se generó una reacomodación, debido a que las

participantes, tienen acceso al conocimiento de los apoyos brindados por la Universidad de parte

Bienestar Universitario, para poder seguir con los estudios y a un nuevo posicionamiento frente a

sus compañeros y docentes.

De igual forma, a nivel micro, en sus familias, se dispusieron acuerdos para concretar el

apoyo que les brindarían. Todo ello, hace parte de la totalidad e interdependencia de los sistemas

de los cuales forman parte Liz y Kelly y que se movilizan en conjunto para encontrar una nueva

homeostasis (Echeverría, 2017).

Al finalizar el Eje I, se observó que las participantes habían logrado desarrollar algunos

componentes de la resiliencia y de las habilidades para la vida, de acuerdo con lo programado en

el PAF; se destacan los avances en la transformación del dolor convertido en fuerza y el

desarrollo de nuevas habilidades que se han instaurado en los subsistemas educativo, conyugal,

familiar, laboral y social. Las participantes se sienten sensibles frente a lo vivido por la otra,

desde la empatía y la comprensión, están dispuestas a ayudar a mujeres en estado gestacional


60

resignificando la vivencia del embarazo y las experiencias de dolor, finalizado la ejecución del

PAF.

Con esto se da paso al Eje II, donde se observa como estas jóvenes universitarias ya dominan

todo lo aprendido, en esta etapa se ve el reflejo de la creencia constante, del amor y el poder que

han adquirido, se sienten orgullosas de ser mujeres, madres, estudiantes, hijas o esposas,

dispuestas a ayudar, a colaborar y a mantenerse en este nuevo estilo de vida, se les observa

definidas, estructuradas, organizadas al interior de la familia y se les observa empoderadas.

Eje 2. Empoderamiento de género a través de la apropiación de roles

En el segundo Eje se dará respuesta a la pregunta ¿De qué manera las experiencias vividas,

potencializaron el género en las áreas de desarrollo de las participantes? Con el objetivo de

Potencializar el género femenino a través de relatos vividos en las áreas de desarrollo de las

participantes. Hay que tener en cuenta que este Eje, se origina de acuerdo con lo expresado por

las participantes en la quinta actividad del PAF desarrollada en la fase de implementación, con la

entrega del ‘Diploma de la mujer maravilla’ que formó parte ritual de celebración (anteriormente

explicado). Los resultados de empoderamiento, obtenidos en este ritual, fueron abordados hasta

finalizar el PAF y de allí se derivó el segundo eje, construido en el tercer encuentro de la

sistematización y que emergió a partir de las narraciones de los miembros del sistema del núcleo

familiar (Ruben y Lucy), quienes destacaron los cambios positivos que ambas universitarias han

tenido como mujeres al interior del hogar, en sí mismas y en organizaciones que representan

poder.

Por tanto, de acuerdo con la recopilación de información obtenida en el tercer y cuarto

encuentro de la sistematización de la experiencia, las participantes y maestrandas consolidan las

siguientes categorías emergentes. La primera denominada Redefinición de ser mujer y


61

redefinición de la maternidad, la segunda Reorganización de las relaciones de género al interior

de la familia y la tercera y última categoría llamada Empoderamiento de género en las relaciones

sociales e interpersonales.

Redefinición de roles: ser mujer y ser madre

Para abordar esta categoría, es necesario dirigirnos al momento inicial del proyecto PAF para

entender el significado dado por las participantes de lo que representaba ser mujer, esto se debe

al arraigo cultural donde la mujer se encontraba representada como un ser capaz de reproducir y

mantener a la especie sin tener derecho de palabra u objeción alguna, en la antigüedad se creía

este era su único objetivo en la existencia. Dicha maternidad exaltada, reduce a su mínima

expresión la sexualidad femenina, concatenándola con una función reproductora como una

característica esencial, Estrada, (1997). De acuerdo con el autor, se da paso al siguiente

verbatium que representa el arraigo cultural mencionado en líneas anteriores.

“En algún momento cuando vi la materia de infancia pensaba que tener un bebé era lo que me

faltaba para sentirme como una mujer completa, en este tiempo era pendeja” (Liz, Entrevista

semiestructurada, 2018).

Al pasar el tiempo, con los cambios sociales y la organización de las mujeres para la defensa

de sus derechos, la equidad de género empieza a tomar fuerza y entidades como la ONU (2015),

posicionan a la mujer y al hombre como iguales en conceptos no biológicos. Cabe destacar que,

en sociedades más avanzadas en matera de garantía de derechos, han logrado niveles altos de

igualdad entre los hombres y las mujeres en relación a las condiciones laborales, educativas y

paternalistas de crianza, permitiéndole a la mujer pensar en la decisión de querer ser madres o no


62

tener que hacerlo, ya que, para muchas mujeres, la maternidad recorta sus posibilidades como

ciudadanas o mujeres potenciales en la fuerza activa laboral (Pineda, 2008).

Creo que la mujer es más fuerte, yo miro a mi hija y ahora como habla y me da alegría

que no va a cometer el mismo error que yo, al quedarse con un hombre sólo por un hijo.

(Lucy Mamá de Liz, Entrevista semiestructurada, 2018).

No obstante, en siglo actual y más en sociedades como la nuestra, las mujeres continúan

recibiendo una fuerte presión social patriarcal, deben forjar sus metas en medio de la

discriminación, la violencia, el dolor y los antecedentes históricos que traen a cuestas. Pero desde

tiempo remotos han encontrado diferentes alternativas para el apoyo mutuo y la sororidad1, en la

época actual la internet y las redes sociales juegan un papel importante, se han creado blogs y

páginas web que facilitan la interacción entre ellas, cruzando palabras de poder, autoestima,

defensa de sus derechos, lo cual se considera un apoyo al género.

En esta investigación Liz y Kelly se comunicaban a través de un grupo de Whatssaap,

intercambiando mensajes de apoyo mutuo, de transformación femenina, de empoderamiento, de

fortalecimiento de su autoestima. Un día Kelly le preguntó a la maestranda si tenía conocimiento

de un blog que manejaba una autora llamada Sendón, después de investigar y dar lectura

detallada a sus apuntes virtuales, se trae a colación las siguientes palabras escritas por la autora

las cuales fueron leídas en la retroalimentación del siguiente encuentro.

Ser mujer hoy, como programa, para mí significa: confiar, siempre, en las posibilidades

de lo humano, de ese ser que gestamos y alumbramos en comunión con la vida; elevar

nuestro nivel humano al máximo de lo posible creativo, y no de lo limitado masculino;

1
De acuerdo con Chan (2010), la sororidad se refiere al apoyo, coexistencia y solidaridad entre las mujeres frente a
los problemas sociales que se presentan en sociedad. La sororidad es un valor, como la fraternidad, pero vinculada a
la unión, respeto y amor entre el género femenino.
63

concebir de nuevo el mundo, un mundo en el que tome cuerpo la equidad, la empatía, la

sabiduría y la alegría de existir; levantar la enseña de la liberación, de la rebelión, de la

libertad a la medida de lo humano; desplegar la inteligencia dormida, la experiencia viva,

y los deseos latentes para la construcción de ese mundo que soñamos (Sendón, 2008,

p.3).

El hecho de Kelly de haber buscado conocimiento más allá de los encuentros fue sorpresa para

la maestranda, no estaba en el deber ni era obligación leer sobre las temáticas, sin embargo se

considera que la transformación que generaron las actividades del PAF en el interior de Kelly

fueron tan poderosas en sí misma y en el hogar que logro despertar un interés en particular sobre

la apropiación de roles y el empoderamiento femenino, se infiere de anteriores relatos plasmados

en el Eje I, que ella pasa a convertirse en una guía para Liz, capaz de promover la seguridad, el

amor propio y la toma de decisiones en el entorno educativo y maternal, apoyándola a través de

redes virtuales o de manera presencial como se describió en el anterior párrafo, Kelly siente un

compromiso real con Liz como lo plantea la metodología IAP, con ello se ven impactados

positivamente el micro sistema familiar de la maestranda y educativo de las participantes, donde

a su vez, el mesosistema se moviliza en el área laboral de Kelly y de la asesora familiar, puesto

que se observa un empoderamiento de género por parte de Liz en la fábrica y mayor

comprensión en los escenarios de prácticas que dirige la maestranda, específicamente en

situaciones que requieren ser atendidas desde el género femenino.

Teniendo en cuenta el impacto observado en el mesosistema de Kelly, se puede apreciar un

proceso de Morfogénesis, que de acuerdo con Arnold y Osorio (1998), apuntan al desarrollo,

crecimiento o cambio en la forma, estructura y estado del sistema. Esto se evidencia en el

ascenso como jefa en la fábrica, que posibilitó un cambio de estructura jerárquica como figura de
64

respeto y autoridad en la organización y liderazgo en la empresa, donde Kelly ha logrado

desarrollarse profesionalmente movilizando su sistema laboral y familiar. Estos procesos activan

la posibilidad de adaptación de los sistemas a ambientes en cambio, por tanto, con este nuevo

puesto laboral, el sistema familiar de Kelly se ve afectado positivamente, dinamizando las

funciones del rol paterno de su esposo y de su nuevo rol como jefa ante los empleados, causando

un equilibrio de cada elemento, al instaurar las nuevas reglas y procesos de manejo dentro del

sistema laboral y familiar.

Debido a todo lo anterior, se observan cambios realizados en el accionar de las participantes y

de la maestranda, identificándose con nuevas concepciones de sus roles, que desde su sentir lo

expresan como elementos recuperados en cuanto al poder y el amor por sí mismas:

“Ser mujer es maravilloso, yo me siento como la heroína, la que todo lo puede, ya no me

voy a dejar amedrentar más por nadie, ni por Jon ni por la suegra que me tocó, bueno

exsuegra, lo voy a ser todo para Majo así como el diploma de la mujer maravilla que usted

nos dio en un ritual, bueno así me veo, que Majo se sienta orgullosa de mí, siendo

profesional, madre y padre al mismo tiempo” (Liz, Informe PAF, 2018).

“Como madre tenía miedo, pero estaba alegre por lo que venía, como mujer no pensaba

en ese momento, pasé como a segundo plano” (Kelly, Entrevista semiestructurada, 2018).

Desde la complejidad, se puede inferir que el PAF, tuvo un logro más que no estaba escrito.

La maestranda podría haber previsto o tener expectativas frente a posibles respuestas y acciones

de las participantes; pero no contemplo el alcance en emociones y sentimientos que se podían

presentar durante el encuentro. Entiéndase por complejidad la cantidad de elementos de un

sistema (complejidad cuantitativa) y, por el otro, sus potenciales interacciones (conectividad) y el


65

número de estados emocionales posibles que se producen a través de éstos (variedad,

variabilidad) (Arnold y Osorio, 1998).

Es necesario resaltar la diferencia de Liz y Kelly en las vivencias del proyecto, aunque las dos

abordaron el proyecto PAF con las mismas temáticas, las experiencias de cada una fueron

diferenciadas, como se ven reflejadas en los testimonios expuestos hasta el momento. En

concreto, se puede plantear que Liz logró empoderarse en relación a ser una mujer fuerte y

segura, mientras Kelly, se siente satisfecha en la toma de decisiones. En el Eje I, se observó

cómo la resiliencia fue incorporada en el estilo de vida y en ambas se manifiesta en acciones

distintas (ya explicadas anteriormente), ahora, en el Eje II de empoderamiento de género, se

refleja en la apropiación de roles. Por ejemplo, Kelly se convierte en la guía de Liz y Liz

defiende el género femenino a partir de la transformación del dolor que pudo realizar en el Eje I

con las situaciones adversas que vivió con la expareja.

Sin embargo, en los discursos observados en Liz, no se contempla la figura paterna masculina

como necesaria, deja de lado esa posición y asume que ella se convertirá en una madre soltera

cabeza de hogar como lo fue Lucy la mamá y que su hija no requiere contar con el padre; por

tanto, la equidad de género en Liz no alcanzó un equilibrio dentro del mapa ecológico al que

pertenece, por el contrario Kelly, asumió esa identidad de género como un papel del hombre y la

mujer, ambos capaces de realizar todas las acciones de trabajo, educativas y sociales por igual,

en este caso, se contempla un mayor equilibrio en la equidad de género del sistema familiar.

Es necesario recalcar que en cada encuentro, las participantes se reconocían como valientes,

se les observaba diferentes en la apariencia física, por ejemplo en su vestuario y expresión

corporal; era notorio cómo comprendían que ser mamá no eliminaba el rol de ser mujer y aunque

los horarios apremiaban y las exigencias del rol materno hacían interferencia con el estudio y los
66

encuentros de la investigación, siempre lograron mantenerse con firmeza ante los cambios de

empoderamiento que habían interiorizado hasta hoy.

Según Londoño, Bedoya y Tamayo (2016). La identidad femenina no se define ni se acaba

con el hecho de cumplir el rol de madre, planteando que el análisis de la identidad femenina es

mucho más profundo, que la definición esencialista, la cual relaciona como principal

característica de una mujer, el que esta cumpla el rol materno. Una mujer debe tener claro que no

importa para donde vaya y con quien le toque, debe ser capaz, así que el perfil debe ser fuerte en

el yo soy, yo puedo y yo tengo” (Liz, Grupo focal, 2018). La mujer no es un objeto, es una

madre, una hermana, una amiga, una esposa, capaz de cumplir con muchos roles a los que fueron

sometidas en los tiempos de antes” (Kelly, Entrevista semiestructurada, 2018).

Cuando se plantea la diferencia entre rol materno y el concepto de “Madre”, se rompe con la

definición esencialista, que la relaciona como principal característica femenina, convirtiéndola

más bien en una opción, una posibilidad Dándole a entender a la mujer que tiene la posibilidad

de elegir, eliminando los estereotipos culturales que realizan presión y cohesión social en el

entorno de las participantes. Londoño, et al. (2016). Así como se observa en el siguiente

testimonio. Bueno Liz es ahora una mujer valiente, capaz de estudiar y trabajar, es una madre

hermosa, puede que no sea la más mamacita, pero así me ama mi hija y me hace sentir fuerte”

(Liz, Entrevista semiestructurada, 2018).

De acuerdo a los autores Oviedo y García (2011), la construcción femenina describe la

necesidad de crear escenarios de socialización para que las niñas se asuman como seres

autónomos; esto permite eliminar etiquetas culturales de confiar su adultez y su identidad al rol

de ser madres, contemplada por algunas mujeres como una solución ante una carencia afectiva e
67

identitaria, según el autor las mujeres tradicionalmente forjadas con la antigua idea materna

mantienen la creencia de ser madres como lo único que pueden hacer siendo entes productivas

para la sociedad, la idea en la actualidad es desterrar la idea del sacrificio y de lucha

históricamente marcada. Así pues, observaran con el siguiente testimonio el agrado de ser jefe y

las implicaciones positivas que ha traído al rol laboral de Kelly.

El ser jefa(sonríe), me siento más segura como con más poder, ya estudio con ánimos,

puedo cocinar y ver de mi bebé al mismo tiempo, ahora que llego a la fábrica todos me

saludan, me ven diferente y es que me siento diferente, es que esa película y las

actividades que hicimos me dejaron marcada” (Kelly, grupo focal, 2018).

La maternidad es un rol muy importante, pero es al fin y al cabo uno de entre muchos otros

que se desempeñan en la vida cotidiana y, que sea un rol, quiere decir, que es un papel que

alguien cumple, no es algo único que define a una mujer como tal (Díez, 2018).

Cuando yo fui a la EPS me preguntaron si me quería cuidar o era mi pareja la que se

iba a cuidar, ya no todo le toca a la mujer, en ese tema no, también me preguntaron si

quería tener más hijos, al menos ya plantean la opción, uno puede escoger (Liz,

Entrevista semiestructurada, 2018).

Es bueno saber que tanto Ruben como yo podemos hacer las mismas cosas, Ruben se puede

hacer cargo de Mateito mientras yo estoy en la fábrica. (Kelly, Informe PAF, 2018).

Con relación a la maternidad como decisión y respetando la responsabilidad de su deseo,

Torres (2004), afirma que quienes eligen ser madres deben realizar tareas de maduración

emocional como preparación de un futuro materno cercano; es por ello que describe tres

funciones básicas necesarias para poder asumir este papel, las cuales serán explicadas junto con

las participantes de la investigación: la primera fase es la aceptación del embarazo: entendida


68

como la adaptación a los inevitables y progresivos cambios corporales y a las molestias físicas,

así como la aceptación de la amenaza inexorable del parto con sus riesgos y su dolor.

Siempre vomitaba todo el tiempo, igual sabía que debía asumir el rol de madre y supuse que

tenía que cancelar semestre y seguir el siguiente, como mujer la verdad me sentía perdida, no

pensaba quedar en embarazo en mi primera relación sexual (Liz, Informe PAF, 2018).

Físicamente el embarazo no fue duro, me sentía apoyada por Rubén y eso era lo que

necesitaba, aunque si pensé en retirarme de la Universidad” (Kelly, Informe PAF,2018).

La segunda tarea, se encuentra en la adaptación al papel materno; dice el autor que esto es la

aceptación definitiva de que existe un niño y que ese niño impondrá cambios en el rol personal y

cambios en la pareja, desde el punto de vista de Liz, se presentan momentos de impacto que

ocasionaron una fuerte sacudida a su sistema, pues inicia su etapa gestacional acompañada de la

pareja y con el tiempo la suegra influye para que se realice una prueba de ADN a la bebe de Liz,

por tanto ocurre una ruptura en el cuarto mes de embarazo, Liz pierde idea de la figura masculina

como papa, realizando comentarios repetitivos generados por la mama, refería que ya sabía que

eso iba a pasar puesto que a su mama paso por una situación inicial. Liz se siente inicialmente

sola y confía en la maestranda para dar un apoyo en su etapa de embarazo, por el contrario Kelly

percibe la maternidad como una sorpresa pero que con anterioridad ya estaba contemplada junto

con su esposo Rubén, por tanto la noticia de la maternidad representa un momento de alegría y

producen sentimientos positivos que afianzaron a la pareja, si bien Kelly tenía una idea de

maternidad antigua luchada por los autores Oviedo y García (2011), donde definen la maternidad

como única fuente productiva de la mujer en la sociedad, idea que Kelly contemplaba antes de

realizar el proyecto PAF.


69

Esa madurez psicológica conecta a continuación la tercera y última etapa que describe Torres,

(2004) de la maternidad basada en el apego materno fetal, que puede describirse como el

progreso de la interacción psicológica de la madre con el feto, que se hace progresiva

afectivamente y es la base de la relación de la madre con el niño.

“Majo igual me motiva para terminar mis estudios, no me deja estudiar y ya no duermo,

pero todo lo vale por ella” (Liz, Entrevista semiestructurada, 2018).

“Esta decisión no es fácil, les va a tocar muy duro a quien así lo decida en cuanto a

hábitos y salud pero que es lo mejor que les va a pasar, van a conocer el amor verdadero”

(Liz, Entrevista semiestructurada, 2018).

Después de contemplar la revisión de los autores, para ese momento las participantes ya

tenían claridad del verdadero significado de ser madres visto como un rol entre muchos que

pueden ejercer, así como el rol de estudiante, de esposa, de trabajadora y ahora de madre, el

entender la narrativa y lo que representa el ser madre permitió a las participantes volver a

apropiarse de su espacio físico y mental reorganizando su estructura dentro de los subsistemas y

el rol que debían desempeñar en cada uno de ellos, con esto se da paso a la siguiente categoría

emergente donde se observa como lograron estas jóvenes madres universitarias volver a la

homeostasis en su familia después de una larga etapa de crisis normativa2.

Reorganización de los roles de género al interior de la familia.

De acuerdo con los aportes de Guzmán (2002), la separación de lo masculino y lo femenino

entra en abierta contradicción con los ideales de igualdad y de autonomía. Las mujeres antaño,

2 Según Lazarus (1980) en el capítulo uno de las crisis normativa y no normativas del autor Ángel Alberto Valdés, cuando una familia
enfrenta un suceso estresante realiza dos evaluaciones: la primera dirigida a determinar si el suceso es amenazante o no y la segunda dirigía a
como enfrenta el mismo, lo cual conlleva a cambia la situación y manejar los componentes asociados a la misma (pensamiento, sentimiento y
emociones). La crisis ocurrirá cuando se perciba la solución del problema como imposible y exista dificultad para manejar los aspectos subjetivos
asociados al mismo.
70

eran excluidas de la participación pública y de los sistemas de representación política, y sus

experiencias y problemas no eran considerados materias sobre las cuales se podían tomar

decisiones colectivas. Asimismo, la diferencia sexual es concebida como proveniente del sexo

biológico; atribuyéndosele a cada sexo un lugar distinto en el orden físico, moral y social.

En otras palabras, la diferencia física y moral concede a cada sexo un destino social particular

y con esto percepciones distintas de acuerdo a las experiencias que han vivido en el trayecto de

sus vidas, por tanto, se observaran diferentes posiciones de los participantes de este proyecto. Ser

hombre significaba para mí la fuerza y a su vez la cobardía, ser mujer como la figura de lo

vulnerable y lo frágil (Liz, Grupo focal, 2018), ser hombre como el estorbo jeje, lo incomodo, lo

que amarra, ser mujer es el equilibrio de la humanidad (Lucy mama de Liz Grupo focal, 2018). O

desde el pensamiento de Kelly que piensa que hombres y mujeres son hijos de Dios y por tanto

merecen un trato digno” (Kelly, Grupo focal, 2018).

Es necesario aclarar que las percepciones de las participantes y el pensamiento de las mismas

está siendo influenciado por patrones arraigados de crianza e ideas de concepción mucho antes

de la elaboración del proyecto, es así como Liz obtiene su visión de empoderamiento de género a

partir del dolor y la ira que le ha dejado el aprendizaje de lo que conoció como figura paterna

masculina y lo que representa su ausencia, dando lugar a la expareja de Liz al confirmar su

creencia de infancia, por tanto se puede inferir que el aprendizaje fue logrado sin omitir su

formación de infancia. En el caso de Kelly quien recibió las mismas enseñanzas y estrategias, su

percepción es distinta puesto que los patrones de crianza están arraigados a partir de la unión en

pareja, una formación consolidada de matrimonio establecido reflejo de sus padres y suegros con

un respeto al género de manera antigua. Por tanto, se trae a colación el testimonio de su esposo

Rubén quien al comentar su pensamiento fue validado por Kelly. El hombre es la fuerza, la
71

resistencia, la mujer seguirá siendo quien dirija el hogar (Rubén esposo de Kelly, Grupo focal,

2018).

La autora sostiene que en América Latina y el Caribe deberían realizarse estudios de acceso a

la ciudadanía, puesto que hombres y mujeres aún con todo el avance que se ha generado siguen

manteniendo un sesgo diferencial de género entre los que destaca la clase social, la raza y la

etnia, profundizando la exclusión social de muchos sectores de mujeres. A pesar de estas

situaciones, en nuestra región el hombre sigue siendo el jefe del hogar promoviendo en las

mujeres la dependencia y la escasa autonomía, lo que se traducía en vulnerabilidad a la pobreza,

aumento de explotación y crecimiento en la violencia de género; como se presentó en el caso de

Liz al momento de desvincularse de su expareja.

“Hombres y mujeres jamás reciben el mismo trato, ni laboralmente ni socialmente, ellos

aún siguen siendo aplaudidos por sus mujeres y borracheras” (Rubén el esposo de Kelly

le abre los ojos de Lucy) (Lucy Mamá de Liz, Grupo focal, 2018).

Lo particular de las relaciones de género, es que a veces afirman la igualdad entre hombres y

mujeres y a veces afirman la diferencia. Pero siempre negando o alienando la identidad de la

mujer, imponiendo los imaginarios de la cultura de dominación masculina.

“Después del análisis de percepciones, lo del dibujo que usted nos puso a hacer profe,

ahora puedo decir que sí. Antes me mantenía en la idea de hombre en el trabajo y mujer a

la casa”, pero eso también es culpa de mi mamá que me decía que a los hombres se les

debe hacer caso para mantener mi familia en pie” (Kelly, Grupo focal, 2018).

“En cuanto al género: que, si en los sentimientos todos somos iguales, y eso lo comprobé

cuando le pedí la custodia a Jhom José y se puso a llorar pidiéndome perdón por haberle

hecho la prueba de ADN a Majo, en cuanto al trabajo no me quede atrás, pues volví a mi
72

comercio, eso sí, en el rol de madre nadie mejor que yo, José no es capaz de hacer lo que

yo hago” (Liz, Grupo focal, 2018).

Diferente a los verbatium anteriores, se puede observar cómo Liz accede a que los

sentimientos en hombres y mujeres son los mismos, sin embargo continua con la marcada

diferencia de inequidad de género desde la parte laboral, puesto que lo observa como una

competencia y una lucha, aunque en los tiempos de antes se observa una sacrificada pelea por la

igualdad de género como lo narro Huertas (2015), aún se debe conversar sobre el equilibrio que

presenta el trabajo y bienestar puesto que el acceso a la ciudadanía de hombres y mujeres ha sido

diferente; tal como lo muestra el estudio de la autora. En el caso de muchos países más

desarrollados de la sociedad industrial, en particular los europeos, los hombres accedían a los

derechos principalmente en tanto trabajadores, en cambio las mujeres accedían a ellos a través de

sus relaciones con los hombres en su calidad de esposas, amas de casa, hijas o madres. Mientras

para los hombres los derechos civiles antecedieron a los políticos y éstos a los económico-

sociales, las mujeres en muchas ocasiones accedieron primero a los derechos económico-sociales

antes que a los civiles y políticos (Guzmán, 2002).

Teniendo en cuenta está marcada diferencia la familia nuclear, se debilita y emergen nuevos

tipos de familias, crecen las disoluciones matrimoniales, ya los jóvenes no desean contraer

matrimonio, elevando la unión de convivencia disminuyendo los embarazos y un gran número de

niños nacen por fuera del matrimonio. Como resultado de las separaciones y de la maternidad

individual, la proporción de hogares con un solo progenitor con hijos dependientes se eleva.

Es así, como a Liz le corresponde desplazarse a las bolsas de empleo en búsqueda del sustento

para Majo, dejando a Majo a cargo de la mamá, así fue como consiguió la venta de catálogos, es

ella quien inicialmente responde por los gastos de Majo, puesto que Jhon aunque trabaja en el
73

área militar con un cargo estable después de la discusión con Liz no había enviado dinero alguno

para soportar gastos de su hija, fue entonces cuando la hermana de Jhon Jose decide visitar a la

sobrina y es ella quien ofrece apoyo monetario a Liz con la referencia de que Majo es igual al

papá cuando él era chico, esto es transmitido a Jhon y por tanto después de varios meses decide

retomar él envió de dinero a Majo.

Mire José, él es militar y él al principio del proyecto se separó de mí y me hizo creer que

él era el único del dinero, ahora que no le pido plata porque estoy trabajando ahora si la

manda, y sobreviví dos meses sin que le pasara a Majo” (Liz, Grupo focal, 2018)

Al respecto, se puede decir que, si ambos miembros de una pareja trabajan en tales

condiciones ya no es posible que uno de ellos asuma en forma permanente la responsabilidad de

proveer y se generan las condiciones para una renegociación del reparto del trabajo y de las

oportunidades al interior de la pareja (Guzman, 2002). A continuación, se observa una

distribución diferente de cargos laborales a nivel de sustento económico en la pareja de Kelly.

“Ellos son la fuerza y la resistencia, nosotras la prudencia, yo pensaba antes de iniciar

este proyecto que Rubén era el único capaz de dirigir y ser el jefe, esa figura de respeto,

ante los trabajadores yo era solo la mujer del patrón, nunca me veían como jefe” (Kelly,

Grupo focal, 2018).

Es por ello que Kelly junto con su esposo, tomaron la decisión de redistribuir tareas al interior

del hogar, con tal de que Kelly pudiese estudiar y a la vez trabajar, cuando Kelly toma autonomía

al interior del hogar, Rubén cambia pañales, hace el desayuno mientras que su esposa apoya las

labores de la empresa desde el hogar, Kelly por tanto decide continuar laborando en la casa con

los estampados, Rubén al ver que su pareja se sentía descansada permitió que siguiera

estampando las camisas de los jardines en cantidades mínimas, al repartirse las tareas Kelly
74

menciona sentirse más tranquila y Rubén al ver más relajada a su esposa se siente feliz. Con el

tiempo Kelly vuelve a la empresa y toma posicionamiento de la misma, el trabajo ahora es

dividido y Rubén puede pasar más tiempo con Mateito, cuando Kelly está en clases él se apoya

de su mamá y poco a poco van organizándose al interior del hogar (Ver anexo 7).

De acuerdo a la autora Guzmán (2002), en la actualidad se presenta un reordenamiento

familiar debido a que las mujeres han presionado para desplazar la frontera que separa lo privado

y lo público, relacionando lo productivo y reproductivo; donde la mujer ahora puede elegir si

decide ser madre, ama de casa, trabajadora, si decide quedarse en casa o salir a laborar. De esta

manera, han contribuido a erosionar las fronteras que organizaban internamente las sociedades y

a distinguir experiencias que antes se mantenían fusionadas al interior de la estructura familiar.

“Ahora estoy más pendiente de la empresa, por supuesto que me gusta ser mamá, pero

descubrí que soy buena de jefe y la verdad me siento muy útil” (Kelly, grupo focal,

2018).

“Pienso que me faltan muchas cosas por hacer, ya que pude ser jefe ahora me pregunto

yo misma si pude haber sido otra cosa o haber hecho otras cosas, tengo ganas de probar

con otras cosas” (Kelly, grupo focal, 2018).

Refiere la autora qué en la actualidad, la división sexual del trabajo sustenta en gran medida la

organización flexible del mismo, siendo el trabajo asalariado una forma de laborar en un tiempo

parcial controlado, volviéndose el más aceptado por las mujeres debido a sus responsabilidades

domésticas.

Yo también puedo estar a cargo de las cosas igual que mi marido, así como Rubén ahora

cambia un pañal, yo también me puedo quedar a cargo de la fábrica”, yo antes no hacía

eso, llamaba a mi suegra para que me ayudara (Kelly, grupo focal, 2018).
75

“Si, mire que Kelly pudo dirigir la fábrica, ya se le quito el miedo” (Rubén esposo de Kelly,

Grupo focal, 2018).

Se observa en las participantes, que, aunque recibieron los mismos encuentros las

percepciones varían según las experiencias de vida y el estilo al que estaban acostumbradas a

llevar. La perspectiva de Liz es particularmente diferente a la de Kelly en cuanto a la equidad de

género, la primera participante inicia la ejecución el proyecto con una separación desde el

subsistema conyugal; su mamá es una mujer separada que siempre ha vivido sola formando a sus

dos hijos, por tanto, no contó con la presencia de figura masculina y es por ello que en los

testimonios refiere como no necesario el apoyo masculino, creando una idea de inequidad de

género frente al cuidado y crianza de los hijos, se difiere entonces que Liz durante toda su vida

percibió esta formación y con ello reconoce la educación de un solo progenitor como una opción

de vida.

Antes de iniciar el proceso, Liz sostenía una relación con John y las expectativas de

organización frente al matrimonio eran altas, sin embargo, quien era la suegra de Liz en ese

momento sostuvo que la hija que venía en camino probablemente no era de Jhon, esto hace que

el conflicto entre la pareja se acrecenté y desde ese momento ocurre un deterioro en la parte

emocional de ambos, luego viene la ruptura y desde ahí se contempla la idea de llevar una vida

como la de su mamá Lucy, formada de manera individual con empuje y carácter, pensando

únicamente en el proyecto de vida que deseaba para su hija.

Queda muy claro que en ambos casos hubo reorganización de los roles de género, puesto que

la familia no se reduce a que haya una pareja criando, también hay familias con padres separados

como en el caso de Liz. Allí los cambios de ellas fueron tales, que el hombre al no modificar su

posición, llevó a que Liz decidiera romper la relación de pareja y ella dejar el rol sumiso que
76

tenía frente a él. Allí hubo un cambio notorio a nivel de género y se puede observar la

reorganización que se realizó a nivel de los subsistemas del hogar en la familia de Liz,

conformando una familia monoparental bajo el ejemplo de su mamá Lucy, a diferencia del

sistema familiar de Kelly en quien se consolidó la pareja, esto muestra la entropía que generó

cambios en el microsistema (Espinal, et al. s,f)

A continuación, se da paso a la última categoría emergente del Eje II, denominado

interpretación y análisis de datos donde observaremos la cúspide de las participantes y su poder

jerárquico alcanzado al terminar esta investigación

Empoderamiento de género en las relaciones sociales e interpersonales.

La Comisión de Mujeres y Desarrollo, liderado por la Comisión de Mujeres y Desarrollo

(2007). aborda el empoderamiento como la toma de «poder», haciendo hincapié principalmente

en el fortalecimiento de la autoestima, la confianza en sí mismo y la capacidad de elegir las

orientaciones en su propia vida y por otra, relacionada con el poder colectivo de cambio de las

relaciones de género en las diferentes esferas: económica, política, jurídica y sociocultural. Esta

toma de poder se ve implicada en las participantes en el posicionamiento que toman para

continuar con sus estudios. El posicionamiento es la toma de una posición concreta y definitiva

en la mente del o de los sujetos en perspectiva a los que se dirige una determinada oferta u

opción (Ries, s,f). A continuación, se evidencia en los siguientes verbatium el reflejo de poder y

posicionamiento interiorizado en las participantes. “Es mi profesión y la tengo que terminar,

bueno al principio no pensaba así, pero si hay que terminarla” (Liz, Entrevista semiestructurada,

2018). “Ahora tengo autoridad, seguridad, creencia en mí, me encargo de estudiar cada día más
77

para aprender más de la fábrica y de mi carrera para cuando yo salga” (Kelly, Grupo focal,

2018).

Para la Comisión de mujeres y desarrollo (2007). la noción de empoderamiento va más allá,

cuestiona los papeles de los diferentes actores, hombres y mujeres, en las políticas de desarrollo;

esta noción impone la reflexión sobre los conflictos y sobre el poder aquellos que se presentaron

entre el subsistema conyugal a la hora de planear la inversión de tiempo, crianza y gastos

económicos, al igual que los referentes simbólicos a la hora de la mujer es quien se encarga de

los cuidados de la criatura y el análisis de las estructuras sociales profundas, al creer inicialmente

que no podían ejecutar con equilibrio los dos roles de los que se deben apropiar, en este caso el

de madre y estudiantes.

“Las cosas no eran como ellos me lo querían hacer creer, es mentira que un hijo dañe una

vida, al contrario, la mejora por completo que quieran mucho a sus mujeres, que ellas no

dependen de ellos para ser felices, que sean buenos padres cuando tengan los hijos”

(Kelly, Grupo focal, 2018).

Al respecto, Espinal, et al. (s,f) (citando a Bronfenbrenner, 1987), comentan que la familia es el

sistema que define y configura en mayor medida el desarrollo de la persona desde su concepción;

dado que para estos autores el entorno es algo que trasciende la situación inmediata y afecta

directamente a la persona en desarrollo, es así como Kelly se visualiza de una manera distinta

debido al apoyo que recibió de la familia. “Kelly es ahora una mujer nueva e independiente,

puede hacer muchas cosas sola sin que este yo presente o mi mamá” (Rubén, Grupo focal, 2018).

Desde lo sistémico, las pautas interacciónales otorgan significado a las relaciones humanas y

son particulares a la historia de cada familia, de su cultura y de sus creencias, es decir, las

interacciones evidencian relaciones, conexiones de los miembros de una familia y no se originan


78

de manera lineal de un individuo a otro sino de manera circular, lo que una hace afecta al otro, y

lo que el otro hace afecta a esa persona, así que su conducta que es parte de esta interacción es el

resultado de esta retroalimentación.

“Si claro niñas, ustedes en los pasillos eran más apagadas, ahora se les ve un brillo

diferente, se respetan, tienen un autoconcepto reestructurado y les ha funcionado”, Es

como si ahora tuvieran energía de más en su yo soy y en el yo puedo” (Dra Martínez,

Grupo focal, 2018).

Desde otro punto de vista, los movimientos de mujeres del sector popular de América Latina

y del Caribe, reivindican desde 1985 la noción de empoderamiento como: por una parte,

relacionada con la toma de «poder», haciendo hincapié principalmente en el fortalecimiento del

autoestima, la confianza en sí mismo y la capacidad de elegir las orientaciones en su propia vida

y, por otra, relacionada con el poder colectivo de cambio de las relaciones de género en las

diferentes esferas: económica, política, jurídica y sociocultural (Comisión de Mujeres y

Desarrollo, 2007).

“En la actividad que las pude acompañar la de la entrega del diploma, yo observé que

ustedes si se veían diferente, me dio gusto verlas ubicadas como madres y estudiantes,

una mujer debe ser siempre libre y fuerte para ser capaz de hacer lo que hacen ustedes

ahora.” (Dra Martínez, Grupo focal, 2018).

Se infiere, que el empoderamiento está considerado como el proceso de adquisición «de

poder» en el ámbito individual y colectivo; en primer lugar, designa en el individuo o en una

comunidad, la capacidad de actuar de forma autónoma, pero a la vez los medios necesarios y el

proceso para lograr esta capacidad de actuar, de toma de decisiones en sus elecciones de vida y

de sociedades. El empoderamiento está visto de esta forma como un proceso, una construcción
79

de identidad dinámica con una doble dimensión: individual y colectiva (Comisión de Mujeres y

Desarrollo, 2007).

De acuerdo con la Comisión de Mujeres y Desarrollo (2007), este enfoque del poder, va a ser

retomado por varias instituciones feministas y ONG de desarrollo, las cuales abordan el proceso

de empoderamiento distinguiendo cuatro niveles de poder:

El «poder sobre»: esta noción está basada en las relaciones, bien de dominación, bien de

subordinación, mutuamente exclusivas. Supone que el poder sólo existe en cantidad limitada, es

un poder que se ejerce sobre alguien o, de manera menos negativa, que permite «guiar al otro».

Suscita resistencias que pueden ser pasivas o activas.

“Que hay que creen en lo que somos, que, si contamos con las capacidades, que debemos

sentirnos orgullosas de ser mujer y tener una hija tan hermosa como la mía, que solo uno

lo entiende cuando le llega su hora y se convierte en madre enfrentándose a la carga

académica y emocional” (Liz, Grupo focal, 2018).

“Hay que aguantar, a entender que la mujer siempre va a estar atacada, pero al menos ya

hay herramientas para defendernos” (Doña Lucy mamá de Liz, Grupo focal).

“A ser nosotras, no tenemos por qué ocultarnos de nadie, somos capaces de hacerlo todo y

contamos con los medios” (Kelly, Grupo focal, 2018).

El «poder de»: un poder que comprende la capacidad de tomar decisiones, de tener autoridad,

de solucionar los problemas y de desarrollar una cierta creatividad que haga a la persona apta

para hacer cosas. La noción hace referencia a las capacidades intelectuales (saber y saber hacer)

y a los medios económicos: al acceso y al control de los medios de producción y de los

beneficios (tener);
80

“Yo no sé si fue la película, o el grupo focal que hicimos con la Doctora Karen, con lo

del diploma que nos dio ese día, pero estar y sentirse apoyado uno se siente muy bien, por

eso con mi hija en brazos, mi mama del otro lado apoyándome y pues mis amigos, por

eso decidí decirle que ya no más a Jon, después del encuentro de externalización,

encontré las palabras para saber que ese bulto no era mío, jajaja” (Liz, Entrevista

semiestructurada, 2018).

“Yo antes ni me agarraba el pelo, ahora me hago peinados y utilizo brillo, antes no me

sentía con la confianza para hacer algo, ya hago vueltas en el centro sola y con majo de

brazos” (Liz, Entrevista semiestructurada, 2018).

El «poder con»: poder social y político, hace hincapié en la noción de solidaridad, la

capacidad de organizarse para negociar y defender un objetivo común (derechos individuales y

colectivos, ideas políticas: lobby, etc.). Colectivamente, la gente siente que tiene poder cuando se

organiza y se une en la persecución de un objetivo común o cuando comparte la misma visión.

“Profe yo las describiría a ellas, el perfil lo tiene Liz y Kelly en estos momentos todo lo

que son, mujeres empoderadas, fuertes y capaces, que saben para donde van y que

quieren en la vida, que son seguras y arriesgadas a la vez, con alta capacidad de

tolerancia a la frustración y al trabajo estoy en acuerdo con lo que dicen las estudiantes,

yo le agregaría la responsabilidad académica desde el ámbito educativo eso revisando su

rol de estudiante” (Dra. Martínez, Grupo focal, 2018).

El «poder interior»: esta noción de poder se refiere a la imagen de sí mismo, la autoestima, la

identidad y la fuerza psicológica (saber ser). Hace referencia al individuo; y cómo éste, mediante

el auto análisis y el poder interior, es capaz de influir en su vida y proponer cambios. La noción

de empoderamiento entra en una visión de adquisición de poder, de control sobre su vida y la


81

capacidad de hacer elecciones. Esta noción de «capacidad de hacer elecciones» ha sido

ampliamente debatida quien la amplió a la noción de capacidad de las personas para disponer de

las cosas y hacer elecciones. Ruíz, Plaza y Cruz (2016).

“Kelly es una mama capaz de tomar decisiones, segura de sí misma, ahora es empática,

se ríe con la vida, toma decisiones sobre su vida y la de su hijo, Kelly se divierte, es una

mujer responsable que ahora sabe organizar su tiempo” (Kelly, Grupo focal, 2018).

Finalmente, se puede afirmar que el objetivo del Eje II, se alcanzó al evidenciar la dinámica

de cambio vivida por las universitarias en relación con los roles de madre, esposa, hija y

estudiante, identificando el potencial de género en sus áreas de desarrollo. Dando respuesta a la

pregunta de este Eje, se puede decir que las participantes son mujeres con un mayor nivel de

empoderamiento, con alta confianza en sus capacidades y acciones y con un mejor control de los

recursos de su entorno (redes de apoyo); a partir del desarrollo de la habilidades para la vida, que

les permitió asumirse como mujeres competentes en la toma de decisiones, dejando claridad de

cuál es su posición frente a las actitudes que están dispuestas a cumplir al servicio de su género,

su familia y los subsistemas a los cuales pertenecen.


82

Conclusiones

En esta investigación se aplicó desde una visión ecológica, la identificación de roles, el

empoderamiento frente a los mismos y el desarrollo de habilidades para la vida a partir de la

resiliencia, teniendo en cuenta la historia de vida de las participantes. A partir de la exploración

del rol de madre-estudiante se comprendió, que a pesar de todos los problemas o temores

impuestos por la sociedad, el sistema universitario, la familia de núcleo y el sistema de salud; las

participantes junto con la asesora, encontraron nuevas soluciones viables que se aplicaron en esta

investigación con resultados favorables, implementando herramientas aprendidas en la Maestría

y consolidando estas estrategias en un sistema de red de apoyo mejorado, donde la joven madre

universitaria aprendió a desplegar el valor que tiene la toma de decisiones en el cuerpo, la mente

y en su totalidad como ser, en síntesis, que la joven se pudiera empoderar como mujer de manera

organizada, produciendo la homeostasis a la que se pretendía llegar.

De igual modo, los resultados de la investigación muestran que a través del PAF, se logró

generar estrategias para el control y manejo de las emociones en las jóvenes universitarias en

estado de embarazo, sus parejas y familiares, capacitando a las jóvenes en el empoderamiento

sobre el rol de mujeres, rol materno, con un alcance y poder sobre la comunicación asertiva y

afectiva, esto fue logrado por medio de talleres reflexivos que les permitieron adquirir

herramientas para mantener la homeostasis al interior de los subsistemas.

Así mismo, se puede afirmar que las participantes a partir de la identificación, diferenciación

y organización de sus roles, lograron fortalecer su autoestima, desplegar su capacidad de

resiliencia y poner en práctica habilidades que ellas antes opacaban de sí mismas; lo cual les dio

mayor capacidad de decisión sobre su propia vida, lo que en definitiva representa su

empoderamiento como mujeres.


83

De igual forma, se encontró que, a lo largo del proceso, se presentó el fortalecimiento del

sistema de red de apoyo con las jóvenes universitarias en estado de embarazo y sus familiares, a

través del uso de la perspectiva ecológica de Bronfenbrenner que permitió la consolidación de un

sistema psicosocial articulado en sus diferentes contextos, en función del bienestar de las

participantes. Para ello se hizo fundamental la utilización de los rituales terapéuticos, adaptados

al escenario de la asesoría familiar.

La cibernética de segundo orden (Foerster, 1991), permitió que la asesora familiar percibiera

los cambios presentados durante la ejecución del Proyecto de Asesoría Familiar (PAF) logrando

vincularse de manera participativa al sistema, observando desde un punto de vista interno y

externo el impacto que se obtiene en las participantes y que se refleja en la aplicación de

estrategias que realizan Liz y Kelly con las familias y el poder que obtienen frente a los amigos y

el sistema educativo al incorporar las técnicas aplicadas. Cabe mencionar también mencionar el

impacto emocional y cultural en la maestranda, siendo este reflejado en los aprendizajes

recopilados y que se observaron en la discusión. En este sentido, el impacto que se presentó fue

bidireccional (participantes y asesora) y en el caso de la asesora a nivel personal y profesional.

En primera instancia, como investigadora se generó un efecto en lo personal desde el rol

maternal, dando espacio a la duda de querer ser madre, pregunta que estaba cerrada con un no

desde hacía mucho tiempo, ahora se vuelve difusa.

En cuanto al ámbito profesional se evidenció una gran motivación por dar cierre a este

documento, debido al respeto que le tengo a las participantes y sus familias, pues, aunque se

pensó muchas veces en dejar de lado esta investigación, se recordaba el tiempo y disposición que

ellas habían ofrecido, generando de parte de la autora la responsabilidad a cuesta.


84

Lecciones aprendidas

El enfoque sistémico permitió realizar un entretejido directo entre los referentes elegidos y las

experiencias vividas durante el desarrollo de la investigación. Como parte de este amplio

enfoque, tomó relevancia el modelo ecológico, que permitió tener una lectura articulada de la

realidad de las participantes, entender la historia de cada contexto y valorar la experiencia vivida

como un tesoro que da relevancia a cada testimonio, pues la originalidad de lo vivido, se

encuentra en la esencia de las palabras. En cada expresión de las participantes reflejada en este

documento, el lector puede conectarse con la vivencia y trasladarse a ese hito que marcó la

experiencia de cada participante, permitiendo que esta información sea interpretada

racionalmente (desde los referentes teóricos); pero también emocionalmente desde la visión de

las participantes.

El enfoque sistémico merece desde lo vivido, un reconocimiento especial, puesto que facilitó

que cada participante y la investigadora, se sumergieran en un proceso de comunicación y

transformación bidireccional, movilizando recursos del entorno y los propios, para encontrar un

nuevo equilibrio dinámico en los sistemas de los cuales formaban parte (Echeverría, 2017). Esto

en profunda conexión con los principios participativos de la IAP, que concibe la investigación

como un proceso de transformación de la realidad concreta de quienes forman parte de ella

(Colmenares, 2012).

Finalizar este proceso, genera múltiples sentimientos, entre ellos, orgullo de todos los

aprendizajes a nivel académico y personal. Aprendí que el corazón y no sólo la razón, debe estar

en la investigación y aunque fue duro realizar esta conexión, en el camino me fui enamorando

del proceso. En los momentos difíciles pensaba en todo el agradecimiento que deseaba expresar

a las participantes de la investigación y todos los que acompañaron la idea.


85

Recordando el libro Las maravillas del dolor de Cirulnik (2001), donde habla del proceso de

transformación a partir de cosas inesperadas, me hace pensar que durante el camino de esta

investigación se presenta un proceso de identificación con la condición de embarazo de las

participantes, que al inició no fue así, pues la idea del tema de investigación, surgió en

construcción con una compañera de la Maestría y originalmente no me sentía totalmente cómoda

o en conexión profunda con la problemática como debería; pero así como un hijo crece en el

vientre y las madres sienten la conexión al escuchar los primeros latidos del corazón, así se

transformó internamente la visión que tenía sobre el tema de esta investigación.

El proceso del PAF y su posterior sistematización, se convirtió en un reto para las

participantes y la investigadora, pues cada vez que las participantes se sentían débiles, yo asumía

su sentir y se convertía entonces en motivación el querer construir junto con la teoría, actividades

de bienestar que favorecieran su estado. De tal modo que la investigación da un giro de 180

grados, entendiéndolas en su totalidad y con plena empatía. La maestranda tenía entonces “un

hijo académico” del cual surgieron nuevos planes, nuevas proyecciones con visiones positivas,

mis participantes insistían en que yo las ayudé; pero no tienen ni idea que ellas fueron mi espejo

para asumir con amor y dedicación esta investigación, esto refleja la circularidad de los procesos

de investigación con perspectiva sistémica.

Es por ello que a todos los lectores les informo con gran cariño que lo primordial en una

investigación es permitir la conexión directa con las participantes sin tener miedo de vincularse

en un proceso continuo de transformación, pues se trabaja al tiempo de ellas y de sus familias, se

debe tener paciencia para construir los espacios de trabajo adecuados, puesto que muchas veces

deberán participar en eventos familiares, o hasta cambiar un pañal para poder continuar con las
86

actividades programadas, deben estar dispuestos a asumir cambios emocionales y del paradigma

de la acción profesional como lo viví en mi caso.

Para finalizar quiero destacar la limitación en tiempo que se presentan dentro del desarrollo de

la investigación y con ello la disponibilidad de tiempo de la investigadora, existieron actividades

programadas de dos horas que finalizaban en 4 o 6 horas por lo cual, la maestranda transcurría

largo tiempo en la vida cotidiana de las participantes; se debe aclarar que la asesora familiar,

debe trabajar con el tiempo que le sea brindado por la población. Por tanto, considero desde mi

aprendizaje, que puede resultar casi imposible realizar una asesoría familiar sin aplicar

cibernética de segundo orden, ni la metodología IAP, pues esta es la esencia del documento, la

verdad no imagino cómo se hubiese podido realizar de otro modo.

Es preciso en este apartado, darle crédito a mi compañera Emperatriz Oliveros, puesto que la

idea del tema de trabajo, fue propuesto inicialmente por ella y requirió de mi parte un proceso de

apropiación, que permitiera una construcción conjunta de sus componentes. Es por ello que

considero, que realizar la investigación en parejas resulta a veces dificultoso, pero a su vez

potencia habilidades que se desconocían a nivel personal. Tengo muchas reflexiones personales

que se desprendieron en esta temporada, así que todo es un aprendizaje.

Hay muchas cosas que quisiera decir en este apartado, pero sólo en mi corazón y en el de las

participantes quedó el sentir que transformó sus vidas y la mía en un aprendizaje mutuo. Gracias

totales a la Maestría y a la vida.


87

Referencias Bibliográficas

Acero, D. (2002). La otra cara de la tragedia resiliencia y crecimiento. Bogotá, Colombia: San
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+No+22%3A+Taller+Reflexivo%2C+JOHANA
94

Anexos

Anexo A: Consentimiento informado

CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA TRABAJO DE GRADO

Fecha: 03/08/2017
Empoderamiento y resiliencia de jóvenes en estado de embarazo de la universidad de pamplona Cúcuta, desde los roles
madre-estudiante.

Interviene: Stephanie Sarmiento Rangel de profesión Psicóloga, con cedula de ciudadanía _______________________,
estudiante de maestría en Asesoría Familiar.
Ciudad en donde se realizará el estudio: Cúcuta
Participantes: Estudiantes de género femenino del programa psicología.
A usted se le está invitando a participar en la investigación de embarazo y resiliencia en el rol de estudiante y madre,
proyecto que se elaborara como trabajo de grado para la maestranda. Antes de decidir si participa o no, debe conocer y
comprender cada uno de los siguientes apartados. Este proceso se conoce como consentimiento informado. Siéntase con absoluta
libertad para preguntar sobre cualquier aspecto que le ayude a aclarar sus dudas al respecto.
Justificación del estudio: el presente proyecto busca desde la investigación IAP que las y los estudiantes participen de
manera activa en la construcción de estrategias de empoderamiento y resiliencia aplicados en la experiencia que representa el
diario vivir a través de los distintos roles a los que se enfrentan.
Confidencialidad: Su decisión de participar en el proceso de este proyecto es completamente voluntaria. No habrá ninguna
consecuencia desfavorable para usted.
Permiso de atención y confidencialidad

Yo _________________________________________________________ Identificada (o) con la cedula de ciudadanía


número_______________________ Doy consentimiento a la maestranda_____________________________________, para
dar inicio a su proceso de investigación siendo yo participe del mismo, he entendido que este proyecto será únicamente elaborado
con fines educativos con ánimos de contribuir a la población estudiantil y a la comunidad.

Teniendo en cuenta lo anterior.

Declaro que he recibido la explicación de forma clara, precisa, concisa y en lenguaje sencillo de los criterios de beneficio y
efectos iatrogénicos que posiblemente se puedan presentar durante el transcurso de la investigación. Reconozco que se me ha
dado la oportunidad de hacer toda clase de preguntas y observaciones respecto a mi participación aclararando todas mis dudas.

YO_______________________________, con cedula de ciudadanía N º ___________________________ he leído y


comprendido la información anterior y doy fe de ello con mis preguntas elaboradas las cuales han sido respondidas de manera
satisfactoria.
95

Anexo B: Árbol de problemas


96

Anexo C: Familiograma familia Liz

FAMILIOGRAMA LIZ
97

Anexo D: Familiograma familia Kelly

FAMILIOGRAMA KELLY
98

Anexo E: Instrumento 1 Entrevista semiestructurada

FORMATO ENTREVISTA SEMIESTRUCTURADA


NOMBRE DEL PARTICIPANTE: ______________________________________
EJE 1:
Preguntas del Eje 1:
Empoderamiento de género en apropiación de los roles
¿Cómo se observa el fortalecimiento en los nuevos roles, teniendo en cuenta el rol de madre, esposa, hija, estudiante y mujer al concluir
el PAF?
Objetivo del Eje:
Demostrar la dinámica de cambio en los roles de madre, esposa, hija, estudiante y mujer, identificando el potencial de género en las áreas
de desarrollo.
Situación inicial:
a- ¿Cuál fue la percepción que tuvo la sociedad al ver a una estudiante universitaria en estado de embarazo?

b- ¿Qué cambios creía pertinentes para realizar dentro de los roles de madre, estudiante y el rol de mujer?
c- ¿Qué pensó en ese momento acerca de estudiar y ser madre al mismo tiempo?
d- ¿Qué personas se encontraban vinculadas a la espera del nuevo miembro? ¿Qué función realiza cada uno de ellos dentro del
sistema familiar?
e- ¿Qué sintió en esos momentos desde el rol de mujer- estudiante y madre?
f- ¿Cuáles son los estereotipos de género por los que tuvo que atravesar, al encontrarse con la sociedad?
Implementación del PAF
a- Describa los roles que se transformaron durante la ejecución del PAF?
b- ¿Para ti qué representa el rol de ser madre?
c- ¿Para ti que representa el rol de estudiante?
d- ¿Qué significa empoderarme de mis roles?
Situación final
a- ¿Quién es (nombre) ahora?
b- ¿Qué tiene mi nueva yo que antes no tenía mi vieja yo?
c- ¿Cuál es mi percepción ahora en cuanto al género?
EJE 2:
2. Construcción de la resiliencia y habilidades para la vida
¿Cómo se evidencia la resiliencia y las habilidades para la vida en el contexto educativo y sus familias finalizado el PAF?
Objetivo del Eje:
Establecer las experiencias que contribuyeron a la construcción de resiliencia en el PAF, con el fin de fortalecer las habilidades de vida de
las madres gestantes en el contexto educativo y familiar.
Situación inicial:
a- ¿Con cuáles recursos (físicos, económicos, humanos, espirituales) contaba para abordar esa nueva etapa de la vida?
b- ¿Con qué elementos contaba para afrontar esa nueva etapa?
Implementación del PAF
a- ¿Descubrieron nuevas habilidades durante los rituales y encuentros? por favor descríbalas
b- ¿Cuál fue el motivo por el cual descubre que existen habilidades que Vivian en usted y de las cuales no poseía conocimiento?

Situación final
a- ¿Qué es capaz de hacer mi nueva yo y que herramientas tiene para lograrlo?
b- ¿Qué estrategia adhirió para su vida de afrontamiento y resiliencia finalizado el proyecto?
c- ¿Con qué elementos cuento ahora para afrontar mi vida?
99

Anexo F: Instrumento 2 Formato Grupo focal

GRUPO FOCAL

NOMBRE DE LA PARTICIPANTE: ______________________________________

Situación inicial y formulación del PAF

EJE 1:

a- Antes de iniciar el PAF ¿qué significado tenía para usted el ser hombre y ser mujer?
b- ¿Hombres y mujeres cuentan con el mismo trato social?

EJE 2:

a- ¿Con qué habilidades contaban ustedes antes de dar inicio al proyecto?

Implementación del PAF

EJE 1:

a- ¿Tienen igualdad de condiciones los hombres y las mujeres?


b- En cuanto a la educación y lo que representa ser madre y padre ¿hombres y mujeres tienen los mismos derechos y cumplen con
las mismas funciones?

EJE 2:

a- ¿Qué habilidades y capacidades surgen durante el desarrollo del PAF?

Situación final

EJE 1:

a. Finalizado el PAF ¿qué representa en estos momentos el ser mujer y que otros roles puede cumplir la mujer?
b- ¿qué piensan ahora de ustedes mismas, que concepto tienen de sí?

EJE 2:

a- ¿Consideran que al haber finalizado y vivido el PAF sus capacidades y habilidades han cambiado?
100

Anexo G: Instrumento 3 Formato Diario de Campo

Diario de Campo No____

Participante: __________________Encuentro: _____________ Actividad: ______________

Observación No___ Datos relevantes Verbatim

Invitados: _______________ Nombre de la maestranda: ___________________________

Compromisos previos: ______________________________________

Observaciones:

____________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________

_______________________________________________________________________
101

Anexo H: formato Triangulación

Etapas o Ejes Preguntas por ejes Entrevista semiestructurada


momento de la
s del siste Liz Kelly
proyecto matiz
ación

Etapas o Ejes Preguntas por ejes Grupo Focal


momento de la
s del siste Liz Kelly
proyecto matiz
ación
102

Anexo I: Fotografías

Actividad número 2 árbol de


problemas Actividad número 4 PAF Tarde de
relatos tomemos el té.

Actividad número 5 Ritual de la Actividad número 7 Taller reflexivo


mujer maravilla cierre PAF

Primer encuentro
sistematización

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