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PSICOLOGIA EDUCATIVA

APORTES DE PICHON RIVIÈRE para comprender la constitución del sujeto y


aproximarnos a su concepción de aprendizaje.

Biografía de Pichon Rivière

E. Pichon Rivière era de Lyon, Francia. Llegó siendo niño con su familia a Buenos
Aires cuando se celebraba el centenario de la Revolución de Mayo, en l.910. Se instalaron
primero al norte de Santa Fe -en Florencia-, luego en el Chaco y finalmente en Goya,
Corrientes. Podemos imaginar el contraste entre estas dos experiencias culturales: la
europea por un lado, y la del chaco paraguayo, particularmente a través de su contacto co la
cultura guaranítica, por el otro. Su padres y demás familiares pertenecían a la alta burguesía
lyonesa y sus ideas eran socialistas.
En la emigración a América hay un "misterio" (secreto familiar) que él descubriría
con el tiempo y sería la causa de la tristeza que, según el mismo Pichon Rivière lo
acompañaría para siempre: se entera siendo grande de que él era el único hijo del segundo
casamiento de su padre con su cuñada. Este secreto profundiza en Pichon Rivière la
vocación de indagar el núcleo inmediato: la familia.
Al llegar al Chaco es cuando se da el encuentro con lo guaranítico . Los padres
contratan para el trabajo en el campo a un grupo de indios y tienen una actitud particular de
respeto hacia ellos, frente a las relaciones discriminatorias reinantes basadas en prejuicios y
estereotipos fuertemente instalados, actitud que Pichon Rivière va a trasladar luego hacia el
enfermo mental, los artistas y la realidad toda. El enfermo mental, los marginados en
general como los aborígenes, los mismos artistas, son vistos como peligrosos y
sistemáticamente descalificados. Esto se evidencia en la misma psiquiatría, donde observa
la existencia de un pensamiento autoritario, etnocéntrico, dilemático y prejuicioso.
E. Pichon Rivière estudia luego en primer lugar en Rosario y más tarde en Buenos
Aires. Esta vivencia le permite identificarse con aquellos grupos y personas que migran del
interior a Buenos Aires. Durante sus primeras incursiones en el ámbito de los hospicios
pudo identificar que la mayoría entre los internos eran personas que habían vivido el
desarraigo, por haber migrado desde diversas provincias con sus particulares características
regionales hacia la gran urbe: Buenos Aires. Pichon Rivière estudia después este fenómeno
de la transculturación y encuentra que pueden darse diversas respuestas en el que se muda a
una nueva realidad: 1) de adaptación: activa o pasiva; 2) de inadaptación y por ende de
regreso al lugar de origen; 3) psicosis o enfermedad física.
Toda esta experiencia de vida fue generando en Pichon Rivière la necesidad de, al
estudiar cualquier aspecto de la realidad como puede ser la conducta de uno o varios
sujetos:
1.- comprender las condiciones de existencia en las que ese sujeto está inmerso;
2.- tener una mirada amplia de los fenómenos, a fin de poder analizarlos desde
distintos puntos de vista, lo cual supone:
 valorar la cultura popular y buscar "lo que dice la calle" y no sólo "lo que dicen
los libros" (Pichon Rivière por ejemplo se acercaba a taxistas, kioskeros, ya que
en el caso de las ciudades consideraba que son sintetizadores, por despositarios,
de información);
 consultar cuando se estudia a muchos autores de diversa extracción;
3.- trabajar con grupos heterogéneos, bucar lo interdisciplinario;
Recordemos que en la época en que él comenzó a incursionar en Psiquiatría la
concepción vigente en cuanto a la génesis de la enfermedad mental era:
1º Organo-mecanicista: donde el síntoma es efecto de una lesión orgánica. No hay
simbología en él, es decir, referencia a la experiencia. Hay verdad en esto, dice Pichon
Rivière, pero desde un punto de vista dialéctico, no dilemático.
2º Organogénico-dinamista: los síntomas no dependen en forma directa o lineal de
lo orgánico pero se explican en última instancia por un proceso orgánico.
La teoría de Pichon Rivière y su práctica psiquiátrica entran en conflicto
precisamente con estas concepciones y sus terapias respectivas.

Conceptos fundamentales de su teoría

Antes de iniciar la consideración acerca de conceptos medulares de la Teoría


Psicosocial de E. Pichon Rivière, permítanme compartir con uds. un párrafo escrito por él
mismo que nos permite anticipar una interesante relación entre la perspectiva de análisis de
Eirkson que hemos trabajado y la de Pichon Rivière:

"La nota decisiva, tal vez, de la medicina de nuestros días es su reencuentro con el hombre.
Abarcarlo en su más alta y compleja unidad es hoy su gran tarea, toda vez que ya no es
posible estudiarlo en la suma de sus partes sino en su viva totalidad funcional.
El siglo XIX permtió comprender al hombre como ser biológico adaptado a su medio.Con
el método de las ciencias naturales, estudió el organismo en forma profunda, racional y
objetiva y alcanzó, así, un conocimiento de irreprochable solidez; pero con un enfoque
parcial y fragmentario. Parcial en tanto desatendió el hecho incontestable de que el medio
ambiente del hombre no es sólo físico sino también social; fragmentario en cuanto estudió
al hombre muerto y en sectores. Para seguir interpretando al hombre como ser biológico
adaptado a su medio ha habido que reconocerle su más alto nivel de actuación, el
psíquico, y aprehenderlo en su integral e indivisa calidad biológica, psicológica y social."
PICHON RIVIERE, 1.985, p. 89)

La lectura de este párrafo me conectó con aquel citado de Erikson cuando plantea la
"fisiología del vivir" desde la unidad pluridimensional de lo biológico, lo psíquico y lo
social.
Por otra parte, comparto también mi asombro ante la coincidencia en ambos de haber
considerado la dimensión antropológica-cultural, ya que así como Erikson realizó sus
primeros estudios en comunidades indoamericanas Pichon Rivière se vinculó
primariamente, al llegar a nuestro país, con los aborígenes. Así como en él la lectura de este
acontecimiento lo acompañará siempre en sus posteriores análisis, Erikson elaboró su teoría
del yo a partir del estudio de estas comunidades autóctonas.
Desde este marco de relaciones, abordemos entonces los conceptos que considero
medulares como aportes de esta elaboración teórica.

Su concepción de sujeto

Para Pichon Rivière el ser humano es primariamente UN SER DE


NECESIDADES, que sólo se satisfacen SOCIALMENTE en RELACIONES QUE LO
DETERMINAN. El sujeto no es sólo un sujeto relacionado, es un SUJETO PRODUCIDO
en una praxis. No hay nada en él que no sea la resultante de la INTERACCION entre
INDIVIDUOS, GRUPOS Y CLASES.

El ser humano no es algo dado, él mismo va constituyéndose en una praxis. Por esto
es posible afirmar que es un PROCESO. "El proceso de sus actos", dice Gramsci. El sujeto
humano es en cada aquí y ahora la SINTESIS, el punto de llegada, de una HISTORIA
SOCIAL E INDIVIDUAL. Por eso sostenemos que el sujeto es EMERGENTE de una
complejísima trama de vínculos y relaciones sociales que determina a esos vínculos.

Ahora bien, en cuanto PROCESO cabe aclarar que el ser humano no sólo es
producido por su contexto, sino también PRODUCTOR de relaciones. El mismo, en cuanto
ser capaz de APRENDER, puede llevar adelante o constituirse y constituir un contexto
desde una ADAPTACION ACTIVA O PASIVA a la realidad.

Adaptación activa y pasiva

¿Qué es ADAPTACION? Llamamos así al conjunto de respuestas más o menos


adecuadas que tenemos frente a las exigencias de la realidad. Ello supone en primera
instancia un aprendizaje de "DECODIFICACION" de la misma, y por otro, de la
elaboración de RESPUESTAS acordes. La adaptación es PASIVA cuando hay un
SOMETIMIENTO ACRITICO a la realidad.
La adaptación es ACTIVA cuando las respuestas que se dan transforman no sólo al
sujeto que las da sino a la realidad, cuando se da una TRANSFORMACION DE LA
REALIDAD (en la cual está inmerso el sujeto), lo cual supone una LECTURA CRITICA
de la misma.
La adaptación activa se relaciona con la concepción que Pichon Rivière tiene de
APRENDIZAJE: entendiéndolo como "apropiación instrumental de la realidad para
transformarla". Y tiene que ver también con su CONCEPCION DE LAS CIENCIAS
SOCIALES en general y específicamente de la PSICOLOGIA SOCIAL cuando la define
como "CRITICA DE LA VIDA COTIDIANA". ¿Por qué? Porque para Pichon Rivière
TODO APRENDIZAJE IMPLICA UNA CRITICA DE LA PROPIA COTIDIANIDAD en
cuya lectura encontramos: LO MANIFIESTO Y LO LATENTE. Es decir: lo que "vemos"
no es toda la realidad. Podemos tomar el siguiente ejemplo: supongamos que vamos en auto
y de repente vamos que sale humo de abajo del capot. Nadie se va a poner a combatir el
humo sin más, sino a ver qué es lo que está produciendo ese humo. El humo es un
indicador, una señar o signo de ue algo está pasando. A partir de lo manifiesto, que es el
humo, buscamos lo latente, que es lo que está ahí en el motor produciendo ese humo. Y nos
vamos a dedicar a combatir ese problema y no el humo. Así también, LO COTIDIANO
ESTA LLENO DE SIGNOS O SEÑALES que nos remiten a algo no tan evidente, lo
latente, de lo cual emerge lo manifiesto.
El concepto de adaptación y de aprendizaje son centrales en la Teoría de Pichon
Rivière. Porque él va a observar que en muchos casos, en la psiquiatría vigente, se va a dar
de alta a un paciente cuando logra mínimamente determinadas conductas adaptativas a la
realidad, pero que se trata de conductas de adaptación pasiva. Y es más: para Pichon
Rivière las perturbaciones psíquicas son perturbaciones en el aprendizaje de la realidad.
Esta conducta aparece como consecuencia de una lectura distorsionada de la realidad, o sea,
como un problema de aprendizaje. En la medida en que trabajamos en el aprendizaje, en la
LECTURA DE LA REALIDAD, estamos en un PROCESO TERAPEUTICO o que tiene
consecuencias terapéuticas.

Obstáculos y miedos en el proceso de aprender

Pichon Rivière toma el concepto de "obstáculo epistemofílico" planteado por


Gastón Bachelard, y agrega que en el proceso de aprendizaje pueden presentarse no sólo
OBSTACULOS EPISTEMOLOGICOS sino otros de naturaleza diferente que denominó:
EPISTEMOFILICOS. En el primer caso, se trata de obstáculos que tienen que ver con
dificultades de organización o secuencia del mismo contenido con relación al sujeto
cognoscente. Lo segundo depende de la disposición afectiva y se vincula a miedos que se
desencadenan en la comprensión de alguna temática en particular, o de algo nuevo nuevo
en general, obstaculizando el cambio o la transformación que todo aprendizaje supone.

Los obstáculos epistemofílicos tienen que ver con una dificultad para elaborar los
dos MIEDOS BASICOS que están presentes en toda situación de aprendizaje, en todo
proceso de interacción o apropiación de lo real que vive el sujeto: a) el MIEDO A LA
PERDIDA del equilibrio ya logrado en una situación anterior y b) el MIEDO AL
ATAQUE en la nueva situación en la que el sujeto no se siente adecuadamente
instrumentado. Ambos miedos que coexisten y cooperan configuran cuando su monto
aumenta, la ansiedad ante el cambio (DEPRESIVA en el primer caso, PARANOIDE, en el
segundo), generadora de la resistencia al cambio.
Estos procesos tienen que ver con una raíz de índole grupal familiar y socio-cultural.
Cada sujeto aprende a resolver los problemas que la vida cotidiana le presenta o, lo que es
lo mismo: aprende el modo de relacionarse con la realidad, de acuerdo al tipo de vínculo
que internalizó en el proceso fundante de satisfacción de sus necesidades durante la
relación materno infantil determinada a su vez por el contexto cultural en el que ésta tiene
lugar.

La constitución del sujeto

¿Cómo se produce el proceso de constitución del sujeto según Pichon Rivière?


Comienza ya en la vida uterina, con lo que denomina el PROTOESQUEMA CORPORAL
PRENATAL, aquel registro aún inmaduro que el bebé tiene de su cuerpo en vinculación
aún orgánica con su madre. Ese ser en gestación va adquiriendo en su desarrollo una
primitiva y muy rudimentaria organización de sus sensaciones, organización relativamente
estable.
Esa organización primitiva se desestructura con el nacimiento. El nacimiento es una
experiencia desestructurante pero no devastadora. El bebé puede establecer una continuidad
pese a la ruptura, y esto es una articulación entre lo previo y lo nuevo que se da en el
aprender. El bebé retoma contacto con lo conocido, retorna a sensaciones previas al
restablecer el contacto con el cuerpo materno; y a la vez incopora nueva sensaciones
placenteras. Al comienzo, es un "mosaico de sensaciones" que no pueden ser integradas en
percepciones. Ese primer período de la vida fue caracterizada por Piaget como un tránsito
del caos al cosmos. A partir de los vínculos que establezca podrá organizar un universo
elemental en el que existe un objeto persecutorio, emergente de las vivencias de displacer, y
un objeto idealizado por el que el bebé se siente amado y al que ama.
El aprendizaje implica contradicción. Las alternativas de presencia y ausencia del objeto
constituyen lo que va a promover en el sujeto la necesidad y la posiblidad de representarlo,
evocarlo en su ausencia. No aprendemos sólo de la gratificación, si bien ésta es
imprescindible, sino de la frustración, si esta no es excesivamente intensa.
La posibilidad de organizar el universo de experiencias, de alcanzar distintos niveles de
representación y pensamiento está dado porque a ese sujeto que aprende se le aporta un
sostén, una apoyatura vincular. Ese sostén cumple una función yoica, organizadora,
transformadora, discriminadora, de articulación con el mundo. Desde esa función materna
en la que se descifra la necesidad y se media el acceso a la gratificación, se aporta a la
constitución de la subjetividad.
Uno de los rasgos de esta función yoica, de sostén o materna es la de poder se continente o
depositario de la hostilidad de la rabia del bebé. Desde la imagen de bondad que el otro le
orfrece podrá controlar el objeto persecutorio. Se sentirá internamente compañado por un
objeto bueno. Esta compañía interna es necesaria para el aprender.
La eficacia y significación de ese sostén nos lleva en otros momentos vitales a buscar un
interlocutor. Estos interlocutores cumplen una función yoica, de sostén y continencia. Son
herederos de aquella función vincular primaria. Dicha función yoica, de continencia,
apoyatura y transformación es requerida de los grupos y de las instituciones, que son en
éste y en otros aspectos herederos del protovínculo y del grupo familiar primario.
Por todo lo expuesto, vemos cómo aquella modalidad vincular es fundante de la cualidad de
todo aprendizaje posterior y, por ende es allí donde hay que situarse para comprender la
salud y la enfermedad mental, que, insistimos, opera siempre en un contexto más amplio
que también la determina. Como veremos más adelante, esta modalidad de relación con lo
real, que tiñe de determinada manera todos los aprendizajes específicos en cada sujeto, es lo
que Pichon Rivière denomina matriz de aprendizaje.

Su concepción de enfermedad y salud

Pichon Rivière considera que sólo favoreciendo una ADAPTACION ACTIVA a la


realidad colaboramos con la posibilidad de generar PERSONAS MENTALMENTE
SANAS. Y entiende por tal aquella que se caracteriza por ser capaz de:
 hacer frente a la realidad de una manera constructiva,
 sacar provecho de la lucha y convertir a ésta en una experiencia útil,
 encontrar mayor satisfacción en el dar que en el recibir,
 orientar sus relaciones con los demás para obtener la mutura satisfacción y ayuda,
 poder dar salida a cierto monto de hostilidad con fines creativos y constructivos y
 desarrollar una buena capacidad de amar.

Cuando las condiciones sociales y familiares no favorecen el desarrollo de estas


capacidades, aparece la ENFERMEDAD, que no se origina en la persona sino en la trama
de la cual es un emergente.
En la familia, el ENFERMO es, fundamentalmente, el PORTAVOZ de las
ansiedades del grupo. Como integrante desempeña un rol específico: es el DEPOSITARIO
de las tensiones y conflictos grupales. Se hace cargo de los aspectos patológicos de la
situación, en ese proceso interaccional de adjudicación y asunción de roles, que
compromete tanto al SUJETO DEPOSITARIO como a los DEPOSITANTES.
El paciente.. es el ALCAHUETE DE LA SUBESTRUCTURA de la cual él se ha
hecho cargo y que trae como consecuencia el empleo de técnicas de marginalidad o
segregación. El enfermo mental es el símbolo y depositario del aquí y ahora de su
estructura social. Curarlo no es lograr una persona que se ajuste pasivamente al entorno sin
modificar éste, porque de esta manera ese medio social y familiar seguirá produciendo
enfermedad, sino que es transformarlo o mejor: adjudicarle un nuevo rol: el de AGENTE
DE 'CAMBIO SOCIAL'.

Por todo lo expuesto, puede afirmarse en el marco de la teoría de E. Pichon Rivière


que la salud guarda vinculación con posibilidades de INTEGRACION y CAMBIO, en
tanto la enfermedad se vincula a mecanismos de DIVISON, SEGREGACION Y
ESTEREOTIPIA.
Pichon Rivière supo ver con meridiana claridad la relación entre la modalidad de los
vínculos en una u otra dirección en el plano familiar y socio-cultural. En esta dimensión,
observó los mecanismos esquizoides de nuestra sociedad que coloca lo bueno en
determinados sectores, ámbitos, sujetos, y lo malo en otros, preservando un determinado
"orden social".
El análisis realizado por Pichon Rivière en este sentido puede llevarnos a interesantes
vinculaciones entre su planteo y el realizado luego por P. Bourdieu y M. Foucault en torno
al poder, la función de las instituciones y la producción del sujeto en ellas. E inclusive, me
atrevería a plantear que Pichon Riviere, desde su concepción adaptación activa y
formulación de conceptos vinculantes a ella, nos permite despegar del análisis crítico de
ambos hacia posibilidades esencialmente transformadoras.

 
Ampliar sobre GRUPO y ECRO en el texto que se adjunta, titulado:
“Aportaciones a la Didáctica de la psicología social”. En Colaboración
con Ana P. de Quiroga, agosto de 1972. En: Pichon Rivière "El proceso
grupal - Del psicoanálisis a la psicología social", Nueva Visión, Buenos
Aires, 1.985

Apunte elaborado por


ALEJANDRA MORZAN para la cátedra PSICOLOGIA EDUCATIVA
En base a la siguiente bibliografía:
- Ana P. de Quiroga, "Matrices de aprendizaje", Ediciones Cinco, Colección Apuntes.
- Pichon Rivière "El proceso grupal - Del psicoanálisis a la psicología social", Nueva
Visión, Buenos Aires, 1.985.
- Vicente Zito Lema, Conversaciones con Enrique Pichon Riivière sobre el arte y la
locura, Ediciones Cinco, Buenos Aires, 1986.

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