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ASPECTOS GENERALES DEL

DELITO DE LIBRAMIENTO Y
COBRO INDEBIDO DE CHEQUES
Por Marlio Vásquez Vásquez
Socio de VASQUEZ | TAFUR Abogados
Miembro de Peruvian Legal Network

1. Antecedentes.

El delito de Libramiento Indebido aparece bajo éste nombre por primera vez en el derecho nacional con la
promulgación del Código Penal de 1991.

El Código Penal de 1924 (Código Penal anterior) no contenía una figura que individualmente reprimiera la
conducta del libramiento indebido de cheques; sin embargo, pese a no encontrarse descrita de manera
independiente en el anterior texto punitivo, fue la práctica judicial la que llevó a admitirla dentro del delito
de Estafa prevista en el artículo 244 del derogado texto penal bajo el entendimiento que el emisor del
cheque mostraba con él una solvencia económica inexistente; comportamiento equivalente a la modalidad
de “aparentar bienes o crédito” contenida en el Art. 244 del texto penal anterior.

La práctica judicial no conoció sin embargo todas las modalidades delictivas que hoy se comprenden en el
artículo 215 del Código Penal, esto es, el Giro en Talonario Ajeno, el Libramiento de Cheque que
Legalmente no puede ser Pagado y la Negociación o endoso de Cheque sin Provisión de Fondos,
modalidades que parecen estar inspiradas en el Art. 302 del Código Penal Argentino y Art. 563 Bis b)
del Código Penal Español conforme a la reforma del 15 de noviembre de 1971.

En la regulación penal que introdujo el Código Penal de 1991, el giro de cheque sin fondos dejó
de comprenderse dentro del delito de Estafa que hoy resulta descrito en el artículo 196 del Código Penal;
teniendo a partir de esa fecha una tipificación y sanción independiente bajo la denominación de Libramiento
Indebido.

Sin duda, el artículo 215 del Código Penal vigente, siguiendo las reformas habidas en otros países a la
fecha de su promulgación, tiene el mérito de haber dado una ubicación sistemática más adecuada a la
figura, y definir con mayor precisión las conductas incriminadas, cerrando las posibilidades de
transgresión del principio de legalidad que puede generar entre nosotros una fórmula penal abierta como la
que describe la Estafa.

2. Bien Jurídico Protegido.


El delito de libramiento indebido es un delito pluriofensivo, en el que resultan afectándose tanto bienes
jurídicos colectivos, como la seguridad del comercio, habiéndose entendido como afectada incluso la fe
pública ( ); así como bienes jurídicos individuales, como el patrimonio del tenedor del cheque.
[1]

La comprensión de la conducta de giro de cheque sin fondos, dentro de los amplios márgenes del delito de
Estafa conforme al Art. 244 del Código Penal derogado, determinó que se entendiese al patrimonio como
bien jurídico prioritariamente protegido. El giro de cheque sin fondo sin embargo resultó comprendido
dentro de la figura de Estafa, no por una decisión legislativa, sino por una interpretación
jurisprudencial fundamentalmente basada en la observación de que su realización afectaba el patrimonio
del tenedor del cheque, lo que hace evidente que antes del Código Penal de 1991 nunca existió la decisión
legislativa de reprimir el acto como tal sobre la base de la identificación de un bien jurídico que cautelar.
Los dispositivos legales del ejecutivo, que pretendieron la reglamentación del artículo 244 del Código Penal
de 1924 ( ), regulando la necesidad del sello de protesto, y otros aspectos, fueron expedidos después que
[2]

la práctica judicial había entendido a la conducta como configurativa del delito de Estafa.

Ha sido el difundido uso del cheque bancario dentro de la actividad comercial y la aparición de nuevas
modalidades en torno a los fraudes con ellos, lo que ha determinado que el legislador de 1991, influenciado
por las reformas extranjeras, vea en la criminalización del libramiento, la necesidad de cautelar la seguridad
del comercio o “confianza y la buena fe en los negocios”.

Con la sustantividad típica independiente que se ha dotado a estas conductas dentro de los delitos contra la
Confianza y la Buena Fe en los Negocios, lo que se ha querido hacer es priorizar la protección del cheque
como instrumento de comercio, buscando eliminar la desconfianza en su aceptación, posibilitando las
ventajas económicas que origina su empleo.

Sólo la identificación de la “confianza y la buena fe en los negocios” como bien jurídico protegido, permite
ahora aceptar como típicos, diferentes comportamientos de libramiento indebido que no resultaban
configurados bajo la luz de las figuras penales contra el patrimonio (Estafa).

Este es el caso de la conducta de aquel que para pagar una deuda (ya existente), gira un cheque sin
fondos. Bajo la figura de Estafa, el giro del cheque sin fondos para pagar la deuda existente, no tenía un
encuadre adecuado. No podría admitirse acabadamente un delito de Estafa, porque esta figura supone
siempre, que el autor induzca al agraviado a un error, que resulta ser el elemento determinante para que
este último haga un desprendimiento económico (entrega de dinero o bienes que genera la deuda).El
desprendimiento económico generador de la deuda, no resulta en este ejemplo motivada por el engaño que
importa el giro de cheque presumiendo existencia de fondos, porque en el supuesto planteado ese engaño
es posterior al desprendimiento patrimonial que generó la deuda, lo que impide una acabada configuración
de la conducta en el delito de Estafa. En esta hipótesis, sólo habrá un acto defraudatorio para el pago de la
deuda que resultaría únicamente sancionable en la vía civil si no existiese la figura del libramiento indebido
sobre la base de la protección de la Confianza y la buena Fe en los Negocios.
El legislador de 1991, no pudo desatender por cierto la lesividad que el acto importa sobre el patrimonio
del tenedor del cheque, razón por la cual incorpora una fórmula de reparación patrimonial como
circunstancia eximente de responsabilidad.

3. Evolución del tipo penal.

La criminalización independiente del delito de Libramiento Indebido que ha adoptado el legislador de 1991,
más allá de una ubicación sistemática más adecuada y una descripción más clara y precisa de las conductas
incriminadas bajo esta denominación, lo cual responde a una corriente garantista que hoy es reconocida al
derecho penal; creó sin embargo durante los primero años una pérdida del efecto disuasivo de
la criminalización, sin contribuir a la protección del bien jurídico que el legislador de 1991 pretendió
cautelar.

Las diferencias prácticas más importantes durante los primeros años de criminalización que se observaron
entre el delito de Estafa y el Libramiento Indebido creando una pérdida del efecto disuasivo de la
criminalización de la última, fueron:

a. Gravedad de la pena.- La diferencia más notable entre ambas figuras, puede observarse en cuanto a la
sanción que al inicio se dispuso para ambas figuras. El Libramiento Indebido fue concebido inicialmente
con una sanción que en ningún caso podía exceder los tres años de privación de la libertad; en tanto que la
Estafa estaba concebida con una pena mayor, pues admite como sanción máxima la pena de seis años
de privación de libertad.

En Chile, no obstante que se entendió, como entre nosotros, que la Estafa y el Libramiento Indebido son
figuras independientes y que sistemáticamente deben estar ubicados en lugares distintos, no se ha otorgado
sin embargo un tratamiento diferente en cuanto a la penalidad. Legislación penal chilena la penalidad del
Libramiento Indebido es la misma que el que corresponde a la Estafa ( ). [3]

b. Posibilidad de Detención.- La posibilidad de imposición de la medida cautelar de detención que considera


entre uno de sus presupuestos la gravedad de la pena, no resultaba posible en los primeros años de
criminalización independiente de la figura de libramiento indebido. La posibilidad de prognosis de pena
superior a cuatro años no aparecía posible para el delito de Libramiento Indebido a contrario de la estafa
que si la posibilitaba ( ).
[4]

c. Inoperancia de mecanismos de resarcimiento.- Si bien la benignidad de la legislación penal es una


característica actual del Derecho Penal, entendible bajo criterios de política criminal; en los primeros años
de criminalización independiente del delito de libramiento indebido no se conocieron sin embargo
mecanismos lo suficientemente claros que permitan compensar la pérdida del efecto disuasivo de una
criminalización benévola, con la protección del agraviado, asegurando por ejemplo el oportuno
resarcimiento del daño generado.

Debe observarse aquí, que las medidas tendentes a asegurar la reparación del daño, son en general, entre
nosotros, medidas que permiten una dilatación injusta en su resarcimiento.
Obsérvese que la condena condicional, así como la reserva del Fallo Condenatorio, de posible aplicación
en casos de delitos de poca sanción penal, plantean la posibilidad de que el juzgador imponga al autor del
hecho la obligación de la reparación del daño como condición para la conservación de la medida impuesta.
El plazo de la reparación sin embargo, según la redacción actual del Código Penal, permite dilatar la
reparación hasta el último día del período de prueba, lo que en buena cuenta puede estar suponiendo uno
o dos años desde la comisión del hecho.

Debe en esto advertirse, que tampoco la caución que puede el Juez fijar al ordenar el procesamiento en
comparecencia, elimina los riesgos de desprotección de la víctima. Sobre el particular debe tenerse en
cuenta, que la caución al dictarse mandato de comparecencia es facultativa del juez y tampoco resultan
determinados en la norma los criterios cuantitativos para su fijación.

Una solución a este problema, se encuentra en la denominada Ley de Cheques de la república chilena que
en su Art. 44 establece como obligación del juez al dictar comparecencia, la fijación de una caución no
inferior al monto del cheque, sus intereses y costas fijadas prudencialmente por el órgano jurisdiccional.

Este tratamiento benévolo que el legislador de 1991 dio al delito de Libramiento Indebido en sus primeros
años de tipificación independiente, sin mayores mecanismos coercitivos que por lo menos aseguren
oportunamente el resarcimiento del daño causado, ha generado que su criminalización no tenga una efectiva
función de prevención y por el contrario, el efecto disuasivo se ha puesto en tela de juicio con el incremento
del índice delictivo que en este tipo de infracciones se experimentó.

Los intentos de cambio vinieron de la mano de los requerimientos de incremento de la penalidad para el
delito de libramiento indebido que la Asociación de bancos (ASBAN) exigía para posibilitar la detención
en casos graves, lo que logró que la pena por el delito sea incrementado a un tope máximo de cinco años.

El aumento de la penalidad en un margen que sólo permite ligeramente exceder el presupuesto procesal de
la gravedad de la pena (pena superior a cuatro años para los efectos de la detención), revela que el propósito
del legislador es someterlo a los alcances del mandato de detención, haciendo eco de los continuos pedidos
que la Asociación de Bancos hiciera al respecto.

El aumento de la pena y las posibilidades de detención conforme a ella, vinculada a la exclusión de la


penalidad por el pago del importe del cheque, que veremos más adelante, logra en forma indirecta una
protección del agraviado, ya que la coacción que genera las posibilidades de detención pueden facilitar el
resarcimiento oportuno del daño generado.

4. Requisitos de procedibilidad para el ejercicio de la acción penal por Libramiento Indebido.

La actual regulación penal exige dos requisitos de procedibilidad para el ejercicio válido de la acción penal
por delito de Libramiento Indebido, según la modalidad.

En los casos de libramiento y endose de cheque sin fondos a que se refieren las modalidades descritas en
los Inc. 1 y 6, se exige la constancia expresa puesta por el banco señalando la falta de pago. Lo mismo dará
en estos supuestos la constancia de no de pago por Falta de Fondos o por Cuenta Cancelada como se estila
en las entidades bancarias, ambas formas suponen falta de fondos.

El delito de Libramiento Indebido contiene actualmente 6 modalidades, empero, sólo para las modalidades
descritas en los Incs. 1,2, 3 y 6 es necesario que previa a la interposición de la denuncia se
comunique al girador del cheque la falta de pago.

En los casos que la denuncia haya sido interpuesta sin cumplirse con la comunicación de la falta de pago,
es procedente una Cuestión Previa que generará como consecuencia que la denuncia sea declarada como
no presentada.

Lo que la norma penal exige, es la comunicación escrita al girador sobre la falta de pago, lo que puede
hacerse de varias formas: 1) En forma directa, siempre y cuando exista prueba fehaciente de la
comunicación, como un cargo inconfundible de recepción de la comunicación, 2) mediante comunicación
notarial, que entre nosotros ofrece la forma más rápida y demostrativa de la comunicación, 3) de manera
judicial, modalidad de comunicación que no aparece regulada y que por la lentitud que implica su
procesamiento en esta vía termina sin posibilidad de empleo, 4) o por cualquier otro medio que permita
acreditar fehacientemente su entrega.

5. Momento consumativo del delito de libramiento indebido.

El legislador de 1991, dentro de un afán de protección a la víctima, ha prescrito que no procede la acción
penal si el agente abona el importe del cheque dentro de los tres días hábiles a la fecha de requerimiento.

Debe en torno a esto precisarse, que la falta de pago dentro del tercer día del requerimiento, no es en el
derecho penal peruano un elemento constitutivo del delito, como sucede en la legislación chilena y
argentina ( ) dando lugar a un delito de doble acción; esto es, primero un comportamiento comisivo (librar
[5]

el cheque en descubierto) y una omisión (no pagar su importe después de su requerimiento).

En nuestra legislación, el delito se consuma con la realización del comportamiento comisivo, es decir,
basta realizar cualquiera de las acciones descritas en el Art. 215 para que la consumación del delito se
produzca. El pago del importe del cheque dentro de los tres días de su requerimiento, es una circunstancia
eximente de la responsabilidad, intrascendente para la consumación del delito.

La eximente no procede sin embargo por disposición expresa de la ley para las modalidades descritas en
los incisos 4 y 5. La excepción a la improcedencia de la acción penal resulta entendible en el caso de la
modalidad descrita en el Inc. 5 que está referida no a un supuesto de giro de cheque, sino a un caso de cobro
indebido del cheque que linda más con una figura de Estafa. No parece sin embargo razonable la exclusión
de improcedencia en el caso de la modalidad descrita en el Inc. 4 que no experimenta mayor gravedad que
las demás modalidades y que por lo demás contradice el criterio de oportunidad que la norma procesal
pregona.

6. Libramiento Indebido y Concurso con delito de Estafa


El hecho de que hoy el código penal sancione independientemente el acto de libramiento indebido y no sea
tratado dentro de las prescripciones del artículo que describe la Estafa, como la jurisprudencia lo entendió
durante la vigencia del Código Penal anterior, no debe significar que en toda conducta de libramiento
indebido exista únicamente ésta figura penal.

La conducta de libramiento indebido que tiene una sanción y descripción propia, puede con mucha
frecuencia servir como medio para la comisión de un delito de Estafa, con lo que el autor del delito de
libramiento indebido será perseguido como autor de Estafa en función de un concurso de hechos punibles.

7.- La expansión del delito de libramiento indebido hacia la conducta del cobro indebido

La Cuarta Disposición Modificatoria de la Ley 27287 (Ley de Títulos valores) introdujo una nueva
modalidad a esta familia de delitos, introduciéndose la figura de ¨cobro indebido¨.

El Artículo 215 en su redacción original sólo previó la conducta del giro o libramiento indebido, no
habiéndose subsumido dentro del tipo a la conducta de quien indebidamente cobre el cheque, conductas
que estaban subsumidas, según el caso, dentro de la figura de Estafa o dentro de la figura de Falsificación
Material de Documentos.

En el actual Art. 215 del Código Penal modificado por la Ley de Títulos Valores, además de las modalidades
delictivas en las que incurre el girador o librador del cheque, se comprende al acto de quien cobra
indebidamente el cheque.

Lo que llama la atención, es que el “cobro indebido de cheques “incluida dentro del Art. 215 del Código
Penal, consistente en el cobro de un cheque mediante la suplantación de la identidad o firma del titular, es
en buena cuenta, según el caso concreto, o un delito de Estafa o un delito de Uso de Documento Falso que
tienen prevista una sanción incluso mayor a la fijada en el actual Art. 215. La modificatoria introducida, ha
extraído estas conductas de la prescripción genérica del delito de Estafa y del delito de Uso de Documento
Falso, dando nacimiento a una figura penal independiente, no encontrándose sin embargo justificación a
esta escisión de consecuencias benévolas, porque las conductas descritas como “cobro indebido de
cheques” encontraban plena cabida dentro de las prescripciones genéricas de la Estafa y de la Fe Pública.

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Los artículos y comentarios de Derecho Penal y Procesal Penal publicados en esta página, buscan contribuir
al entendimiento del derecho, preparado por abogados penalistas y orientados al público en general en el
lenguaje más práctico posible.

VASQUEZ | TAFUR Abogados


Estudio de Abogados Lima Perú
.- BREGLIA ARIAS, Código Penal Comentado, Segunda Edición, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1987
[1]

Pág.1010.

[2]
.- ROY FREYRE, Luis, Derecho Penal Peruano, Parte Especial, Tomo III, 1983, Pág.162.

[3]
.- ETCHEBERRY, Alfredo, Derecho Penal, Ed. Nacional Gabriela Mistral Impresores, Segunda Edición,
Tomo III, Pág. 349.

[4]
.- La práctica judicial, a la luz de las prescripciones del Código Penal de 1991 y del Código Procesal
Penal de 1991 vigente en cuanto a las prescripciones sobre Mandato de Detención , ha conocido en sus
primeros años escasas decisiones de detención que justificaron su procedencia bajo una errada
interpretación de los presupuestos que autorizaban al juzgador a imponer la medida en cuestión. Se
conocieron así casos que justificaron la detención en el monto económico del título valor cuando ello no
resultaba un presupuesto descrito en la norma procesal.

[5]
.- ETCHEBERRY, Alfredo, Ob. Cit.,Pág.349 – SOLER, Sebastian, Derecho Penal Argentino, Ed. TEA,
Tomo V, 1956, Pág.427.

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libramiento-y-cobro-indebido-de-cheques/

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