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Nosedive

Nosedive —en España: «Caída en picado» y en Hispanoamérica: «Caída en picada»— es el


primer episodio de la tercera temporada de la serie de ciencia ficción distópica británica Black
Mirror. Basada en una historia de Charlie Brooker, creador de la serie, el guion fue adaptado a la
televisión por Rashida Jones y Michael Schur. Dirigido por Joe Wright se estrenó el 21 de
octubre de 2016,1 junto a todos los episodios de esta tercera temporada, a través de la plataforma
Netflix.2
El episodio transcurre en un mundo en el que las personas pueden calificar y ser calificadas por
puntuaciones de una a cinco estrellas en cada interacción social que realicen. Lacie (Bryce Dallas
Howard), una joven obsesionada por sus calificaciones, es elegida por una popular amiga de la
infancia (Alice Eve) como dama de honor de su futura boda. Durante el viaje para asistir al
enlace Lacie tiene un encontronazo con uno de los trabajadores encargados del servicio al
cliente. Tras una agria discusión su calificación personal comienza a reducirse rápidamente.
Con un presupuesto mayor que el reservado a los episodios previos de la serie Nosedive se rodó
en Sudáfrica con una estética que difiere del resto de episodios. El director de fotografía fue
Seamus McGarvey y Joel Collins realizó el diseño de producción.
Nosedive ha recibido opiniones mayoritariamente positivas3 y se ha clasificado con frecuencia
en la zona alta de las listas elaboradas sobre la serie por la crítica especializada. La estética, la
vinculación de la trama con el mundo moderno y la banda sonora, compuesta por Max Richter,
han recibido valoraciones positivas. El tono del episodio es menos oscuro que los episodios
previos de Black Mirror y, en particular, el final es menos sombrío de lo habitual lo que ha
generado división de opiniones en una parte de la crítica. Algunos críticos se percataron de la
similitud de la trama con el episodio App Development and Condiments, de la serie de televisión
estadounidense Community estrenado el 6 de marzo de 2014, y con la existencia de una
aplicación real para teléfonos móviles llamada Peeple.

Argumento[editar]
En un universo alternativo la sociedad se ha adaptado a la tecnología hasta tal punto que los
implantes oculares y los dispositivos móviles son algo absolutamente cotidiano. Todo el mundo
comparte sus actividades diarias y clasifica sus interacciones con el resto de las personas a través
de una aplicación que, mediante el uso de una escala de una a cinco estrellas, registra las
valoraciones y elabora un ranking público determinante en el estatus social.
Lacie Pound (Bryce Dallas Howard) vive con su hermano Ryan (James Norton). Con una
calificación global de 4,2 Lacie busca elevar su calificación hasta 4.5 con el fin de obtener un
descuento para adquirir un apartamento de lujo. Habla con un consultor que le sugiere que
intente interactuar con personas que tengan valoraciones muy altas ya que tienen un mayor
impacto al asignar su puntuación. Lacie toma una fotografía de Mister Rags un oso de peluche
que ella y su amiga de la infancia Naomi (Alice Eve) hicieron juntas. Naomi valora con una gran
puntuación la foto y contacta con Lacie, ofreciéndole ser su dama de honor en su futura boda y,
por tanto, deberá pronunciar un discurso en el enlace. Lacie acepta y su consultor confirma que
de pronunciar un buen discurso ante los invitados Naomi, todos ellos con puntuación de 4,5 o
superior, logrará elevar la suya. Plena de confianza en sí misma Lacie se compromete a adquirir
el apartamento de lujo que tanto desea.
El día que va a tomar un vuelo para acudir a la boda Lacie discute con su hermano Ryan.
Posteriormente tropieza con un transeúnte derramando el café que lleva en la mano. Los dos
califican negativamente a Lacie dejando su calificación por debajo de 4,2. En el aeropuerto le
informan que su vuelo fue cancelado y, con su calificación actual, no pueden reubicarla. Lacey
provoca una escena, lo que obliga a intervenir al personal de seguridad, y se ve nuevamente
penalizada al tener perder un punto total por un periodo de 24 horas además de doble daño si le
dan una puntuación baja. Debido a su baja calificación Lacie solo logra alquilar un antiguo coche
eléctrico, lo que le hace perder la cena previa de ensayo de Naomi. El automóvil se queda sin
energía y no puede realizar una recarga por lo que se ve obligada a hacer autoestop. Conoce a
Susan (Cherry Jones), una camionera con una calificación global de 1.4, que se ofrece a llevarla.
Susan le explica a Lacie que ella solía preocuparse por su calificación, hasta que su esposo
falleció al no recibir un tratamiento contra el cáncer por tener una calificación una décima de
punto inferior al requerido. Después de esta experiencia Susan se siente mucho más libre sin
obsesionarse con las calificaciones.
Al día siguiente, mientras va un autobús repleto de fans que van a una convención de ciencia
ficción, Lacie conversa con Naomi quien le pide a que no vaya a la boda. Su nueva y
severamente reducida calificación tendrá un impacto negativo en sus propias calificaciones.
Enfurecida Lacie logra llegar al sitio donde se celebra la boda y logra colarse en la cena de la
celebración. Ella agarra un micrófono y comienza a pronunciar el discurso que había escrito que
comienza a volverse peligrosamente molesto e incómodo para los invitados. En un momento
dado Lacie agarra un cuchillo y amenaza con decapitar a Mister Rags. En este punto los
invitados han calificado a Lacie negativamente por lo que su valoración se ha reducido a cero. La
seguridad viene y prende a Lacie encaminándola a la cárcel. A continuación se le extrae el
implante de los ojos que sustenta el sistema de clasificación y la trasladan a una celda. Ella
comienza a hablar con un hombre situado en una celda separada (Sope Dirisu), a quien también
le han despojado del hardware de clasificación por razones similares, y ambos descubren lo
libres que se sienten al poder hablar sin tener que preocuparse por las valoraciones y las
clasificaciones.

Recepción crítica[editar]
Natalia Marcos y Eneko Ruiz Jiménez, en el artículo Black Mirror: todos los episodios
ordenados de peor a mejor, publicado en el diario El País, le otorgan la posición 10 de 19, y
resumen: «Nosedive es en apariencia un episodio muy futurista, con mucha tecnología envuelta,
pero su mensaje no podría ser más actual. El capítulo —que rezuma cierto toque buen rollista de
los guionistas Mike Schur (Parks and Recreation, The Good Place) y Rashida Jones— da
verdadero terror, pero no porque haya sustos o monstruos, sino porque nos reconocemos en él.
Es muy presente. El director Joe Wright da, además, cierto aire cinematográfico a una propuesta
en la que la adorable Bryce Dallas Howard —que nos encanta odiar— se siente como pez en el
agua. Quizás, aun así, sea demasiado largo».4
Pere Solá, en la crítica publicada en el diario La Vanguardia, indica: «Lacie quiere entrar en la
élite social (esas puntuaciones tienen efectos mayores que el número de seguidores o cobrar para
mostrar bolsos de marca), y encuentra la forma de escalar en la pirámide. Claro que hablamos de
Black Mirror y, por supuesto, hay algunos giros. (...) La mayor novedad (...) es el concepto
pensado por Charlie Brooker y después desarrollado por un equipo de excepción formado por
Michael Schur, el creador de Parks and Recreation, y la que era una de sus actrices en Parks,
Rashida Jones. En una era donde estamos obsesionados con las redes sociales, no es nada
disparatado imaginar ese panorama. Posiblemente la elección de Wright como director es lo que
permite que sea un capítulo sobresaliente. Es simplemente una delicia de ver mientras nos
paseamos por un guión de desarrollo predecible pero que tiene suficientes anécdotas divertidas y
gominolas visuales como para valorarlo positivamente, sobre todo porque tiene una última
escena que pone el lacito».5
Daniel de Partearroyo en el reportaje Black Mirror del peor al mejor episodio, publicado en la
web Cinemanía del diario El Mundo, otorga al episodio la posición 7 de 13, destacando: «fábula
fantástica, ambientada en un mundo color Instagram, con música de Max Richter, donde la
valoración de cada persona en las redes sociales es la base de la vida pública y social, con Bryce
Dallas Howard como perfecta protagonista en un descenso a los infiernos de la irrelevancia 2.0
que guarda muchos puntos en común con la obra de Stephen King. Joe Wright dirige el que
podría ser el episodio más modélico de Black Mirror; algo no necesariamente bueno, sino que
implica estar cortado por el patrón ya esperado por todos, donde se respeta al dedillo la fórmula
que asumimos de la serie de Charlie Brooker: los males de Internet estallándote en la cara con
retintín».6
En una valoración de 4 sobre 5 estrellas, Jacob Stolworthy, en su crítica de The Independent, se
refiere al episodio como «una delicia única, y una alegría para disfrutar en el plano visual», a la
vez que alaba el trabajo sonoro de Max Richter, «por mezclar los sonidos diegéticos de la
aplicación con la puntuación no diegética evocando la lucha de nuestra protagonista para separar
la realidad y la ficción». Resume que el episodio «ofrece más de lo que se sospecha a primera
vista».7
Benjamin Lee, de The Guardian, otorga a este episodio de la tercera temporada junto con San
Junipero, una calificación de 4 sobre 5 estrellas, y señala: Caída en picado «es el Black Mirror
más tradicional, mostrando una historia sobre el lado siniestro del progreso tecnológico, pero
tiene una frescura inusual». Lee destaca que «logra crear un mini universo creíble y
estéticamente impresionante sin la necesidad de una exposición tediosa».8
Suchandrika Chakrabarti, de Daily Mirror, también otorgó en su crítica del episodio una
valoración 4 sobre 5, indicando que «es un mérito para los escritores saber transmitir el peligro
que presiona la existencia (de Lacie)».9

Sinopsis
Lacie está obsesionada por sus calificaciones en las redes sociales. No es de extrañar, en un
mundo en el que tener una alta calificación colectiva te garantiza el acceso a los lugares más
elitistas, mientras que una baja puntuación inmediatamente te granjea miradas de desprecio y
rechazo. Quizás por eso todo el mundo mide cada gesto, cada palabra y cada intercambio, y
todas las personas están constantemente evaluándose. En este mundo es difícil conseguir una
puntuación alta. Pero caer en picado es más fácil de lo que parece.
¿Por qué ver «Caída en picado» (Black Mirror 3*01)?
• Porque es uno de los capítulos con más similitudes con el mundo actual. Quizás llevando
al extremo la obsesión por la aprobación colectiva. Cualquier usuario de las redes
sociales puede percibir tendencias que ya apuntan en nuestro mundo de influencer varios:
instagrammers, youtubers, tuiteros y demás gente que necesita gustar a toda costa y
multiplicar su base de seguidores.
• Por la interpretación de Bryce Dallas Howard, protagonista absoluta del episodio, en un
papel donde percibes su vulnerabilidad, su dependencia, su fragilidad, soledad y dolor.
• Por la banda sonora, de Max Richter, que pone un contrapunto triste a una realidad
aparente y colorida.
• El director de este episodio es Joe Wright, un prestigioso realizador responsable de
películas como Expiación, Ana Karenina y Orgullo y prejuicio.
Para pensar
1. La primera pregunta es casi de recibo al ver este capítulo. ¿Hasta qué punto te parece que
refleja dinámicas presentes en el mundo contemporáneo?
2. La existencia de barreras para la gente que tiene menos nota que otros, y de facilidades
para quienes son más valorados, podría aplicarse al dinero, a la belleza, a la popularidad...
El episodio muestra cómo cuantas más barreras tienes, más barreras se te van generando.
3. La distinción de gente entre gente vulgar y "gente de calidad" (es decir, los populares,
aquellos cuya puntuación hay que ganar), ¿qué te parece?
4. El 'consejero' de Lacey le dice: «Trata de ser tú misma. Esa es la clave, gestos
auténticos». Pero en realidad lo que le está diciendo es que finja una perfección que no
es real. Esa necesidad de fingir, de ocultar cómo eres... Algo que se ve perfectamente
cuando Lacey ensaya el discurso para la boda de su 'amiga' Lacey, lleno de perfecto y
falso afecto. ¿Cómo llamamos a esto? ¿Hipocresía? ¿Falsedad? ¿Auto-engaño?
5. De fondo hay un tema mucho más universal. El miedo al juicio del otro. La necesidad
de aparentar o de ganar aprobación. ¿Hasta qué punto te parece que eso presiona a las
personas hoy? ¿Crees que hay forma de liberarse de esa tensión?
6. La puntuación que una persona tiene inmediatamente condiciona la percepción que la
gente tiene de ella. A eso lo llamamos expectativas. Fíjate cómo esas expectativas
inmediatamente condicionan la forma en que la gente es aceptada o rechazada sin ni
siquiera llegar a conocerlas. ¿En qué te fijas tú de las personas de entrada?
7. Susan, la camionera que encuentra a Lacey durante su viaje, es una mujer que se ha
liberado de la presión de las 'redes'. Se la ve mucho más tranquila, libre y sincera que
todos los personajes que han aparecido hasta ese momento. ¿Crees que es posible
liberarse de la obsesión por gustar? El diálogo entre Lacey y Susan es en el fondo una
encrucijada entre la convención que constriñe (y se engaña con lo que espera
alcanzar) y la libertad de arriesgar. ¿Qué te parece ese diálogo?
8. Curiosamente, este capítulo tiene uno de los finales más esperanzadores de Black Mirror,
que podría empezar por decirnos lo que de verdad pensamos. ¿Qué te parece esa escena
final entre Lacey y su compañero de encierro?

Análisis de Black Mirror: Caída en Picado


Llega el fin de semana y lo primero que hago: Preparar películas para ver y… analizar
estadísticas de redes sociales y de la web. Compruebo que cada vez recibimos más emails
(algunos de los que estáis leyendo estas lineas lleváis tiempo escribiéndoos conmigo), y eso me
alegra… A todos nos gusta ser reconocidos, valorados y aceptados socialmente dentro y fuera de
Internet. La importancia de esta aceptación (especialmente fuera de Internet y en la juventud)
ocupa un lugar muy importante en nuestro desarrollo, y es especialmente importante en la
adolescencia, donde sabemos que el aprendizaje social y la aceptación de grupos de iguales
están íntimamente relacionados. Dicho de otro modo, especialmente (aunque no únicamente) en
la adolescencia existe el riesgo de que el sujeto realice conductas no vinculadas o contrarias a su
propio pensamiento con el objetivo de ser aceptados por otros iguales.
Esto mismo… ¿puede suceder en Internet para ser aceptados virtualmente? Lo comprobamos
apoyándonos en el capítulo de Black Mirror “Caída en Picado“.

Argumento de Black Mirror: Caída en Picado


En el capítulo encontramos una sociedad obsesionada por escalar posiciones en el ranking
personal-social a base de buenas valoraciones. Todos tienen un ranking personal de 1 a 5
estrellas, al más puro estilo de muchas de las actuales aplicaciones que existen para conocer
gente, en donde puntúas del 1 al 5 a la persona que ves en la foto. Todos pueden votar a todos al
cruzarse con ellos. Todos son aparentemente felices y educados para conseguir dichas estrellas.
Nadie se enfrenta a nadie, nadie es natural, pues lo importante es conseguir siempre, ante
cualquier persona, 5 estrellas. En cada compra. En cada cruce de calle. En cada relación
interpersonal.
La puntuación de cada persona como valoración social es tan importante en la sociedad que la
mayoría de los eventos y servicios no dependen tanto del dinero como de la puntuación que
tienen los compradores. Así, los vuelos VIP solo están disponibles para personas con una
puntuación mayor de 4,5/5, el alquiler de de las viviendas está asociada a la puntuación (mayor
calidad, mayor puntuación requerida al comprador), los eventos como las bodas de lujo solo
permiten la entrada a personas VIP de más de 4,2/5 , etc…
En el episodio encontramos como la protagonista desea alquilar un piso que requiere una
puntuación de 4,5 mientras ella tiene una puntuación de 4,2 por lo que, para lograr aumentar
dicha puntuación, decide asistir a la boda de lujo de una antigua amiga para rodearse de
“personas VIP” que le voten en conjunto las 5 estrellas. La forma más rápida para aumentar la
puntuación.
Sin embargo, en el viaje que realiza la protagonista desde su domicilio hasta la isla en la que se
celebra la boda, suceden una serie de incidentes que harán que la puntuación de la protagonista
baje a una gran velocidad. Por el camino irá encontrando la exclusión de otros al solicitar ayuda
cuando su puntuación ha bajado, y el acercamiento de ese grupo social sin apenas puntuación.
Se desarrollan así conversaciones realmente interesantes y comportamientos que prácticamente
conducen a la protagonista desde la más incontrolable desesperación hasta una resignada
aceptación.
Si acudimos a la teoría de subculturas de Cohen, dicha teoría explica que toda acción es
resultado de los esfuerzos para conseguir el reconocimiento del grupo de referencia. Según
Cohen, la mayoría de los problemas de adaptación se solucionan de forma normal, pero en
algunos casos, las personas eligen soluciones desviadas, por lo general por la importancia que
tiene para ellos dicha adaptación. Así, aparecen subculturas, que surgen cuando se junta un
determinado número de personas con los mismos problemas de adaptación para los cuales no
encuentran soluciones ni otros grupos alternativos de referencia que proporcionen lo que buscan.
Aunque en este episodio no encontramos subculturas como tal, podemos entender la posibilidad
de su creación, ya que la división de clases a partir de la puntuación de cada persona
(convirtiendo así a las personas en simples números) fomenta la exclusión social de aquellos
sujetos con puntuaciones bajas, los cuales por dicha puntuación pierden oportunidades y quedan
estigmatizados. Como dijo Cohen en su teoría de subculturas, un sujeto inadaptado
(entendamos este concepto dentro de la serie como el sujeto con una puntuación más baja que la
puntuación media de la sociedad que le rodea) tiene 3 alternativas:
• Pertenecer a la clase media y competir con inferioridad de condiciones. En la serie lo
muestran los personajes que hacen todo lo posible por conseguir aumentar su puntuación
incluyendo falsos comportamientos sociales con el único objetivo de aumentar su status.
• Integrarse en culturas similares. En la serie lo muestran aquellos personajes que,
aceptando su puntuación, continúan su vida aceptando las limitaciones propias.
• Integrarse en una subcultura delincuente. En la serie, aquellos sujetos con menor
puntuación no tienen las mismas posibilidades para acceder a aquellos fines y metas que
la sociedad les ofrece que los de mayor puntuación, por lo que se produce un problema de
adecuación entre las aspiraciones sociales y los medios para conseguirlas (teoría de la
frustración), por lo que algunas personas optan por el camino de la delincuencia para
conseguir llegar a dichas metas.

Y la conclusión es….
Asociamos teorías de frustración, de sucbulturas, etc. pero desde luego al finalizar el episodio la
reflexión principal es la siguiente: ¿Hasta qué punto vivimos pendiente de las valoraciones que
recibimos en nuestras Redes Sociales? ¿Qué importancia le damos a nuestra imagen online?
Este episodio podríamos enfocarlo como una sociedad futura debido a la dependencia de estas
valoraciones y la evolución de las tecnologías y su integración en cada vez más aspectos de la
sociedad (en esto se basa “Black Mirror“, en la tecnología y cómo afecta o podría afectar a
nuestras vidas de forma perversa por un uso inadecuado). Pero, podemos aplicarlo también a la
actualidad. ¿Somos más felices al tener más followers o seguidores? Si es así, ¿somos capaces de
cambiar nuestros comportamientos o mostrar otros pensamientos ante los demás con el objetivo
de conseguir más seguidores? Os animo a debatirlo en los comentarios.

/assets/black-mirror-temporada3-01.jpgDesde su estreno en 2011, la serie británica Black


Mirror, creada por Charlie Brooker, se ha convertido en un fenómeno de culto. Hasta el
momento, todos los episodios, que son autoconclusivos, nos plantean un futuro más o menos
remoto en el que la tecnología juega un papel fundamental, pero siempre distópico. Desde el ya
célebre “El himno nacional” (“The National Anthem”), la serie ha ido explorando las diferentes
amenazas que ofrece un mal uso de las nuevas tecnologías. De hecho, la primera vez que escuché
hablar de Black Mirror fue en una conferencia del fotógrafo y ensayista Joan Fontcuberta, que
reprodujo un fragmento del tercer episodio de la primera temporada, “Toda tu historia” (“The
Entire History of You”), en el que los seres humanos tienen una implantada una suerte de
memoria USB que les permite ver y escuchar una y otra vez todos los momentos de su día a día.
realidad, lo que plantean todos los episodios de Black Mirror es hasta dónde nos pueden llevar
las nuevas tecnologías, dónde hemos fijar los límites y qué pasaría si no establecemos dichas
fronteras. Presenta dilemas muy interesantes, habitualmente sobre situaciones cotidianas que
todavía no se han dado, pero que podrían llegar a darse en un futuro no tan lejano. Hasta el
momento, Charlie Brooker había acostumbrado a los espectadores a temporadas cortas y
relativamente espaciadas, pero ahora parece que ha tirado la casa por la ventana al estrenar, ya en
Netflix, una temporada con seis episodios (todos ellos de una hora de duración
aproximadamente, salvo el último, que se alarga hasta la hora y media). Como en las anteriores
temporadas, se trata de episodios autónomos que cuentan historias independientes. Estos seis
nuevos episodios vienen a sumarse a los seis de las dos temporadas anteriores (2011 y 2013) y al
especial de Navidad de 2014.
todos los críticos de televisión coinciden en que esta nueva tenporada es algo menos pesimista,
sobre todo por el tema y la estética de su primer episodio, pero creo que se trata tan solo de una
falsa apariencia. El último episodio de la temporada es desolador, e incluso el primero, “Caída en
picado” (“Nosedive”, protagonizado por Bryce Dallas Howard y dirigido por Joe Wright,
realizador de Expiación), a pesar de su estética de barrios residenciales y colores pastel, acaso
sea el más terrorífico de todos, pues plantea una realidad que está mucho más cerca de lo que
pensamos: cómo nuestras vidas pueden estar reguladas completamente por nuestra popularidad
en las redes sociales, hasta el punto de que eso pueda tener consecuencias, no solo sociales, sino
también legales, laborales o sanitarias. Los dos siguientes, “Playtest” (“Playtesting”, dirigido por
Dan Trachtenberg) y “Cállate y baila” (“Shut Up and Dance”, dirigido por James Watkins), se
centran en el mundo de los videojuegos y de los peligros de Internet, respectivamente. “Playtest”
resulta muy inquietante, en tanto que “Cállate y baila” está presidido por la sensación de agobio
de los protagonistas.
bien, uno de los episodios más llamativos de la temporada es “San Junípero”, dirigido por Owen
Harris, sobre todo por su planteamiento, ya que nos sitúa en 1987 y parece un episodio de
Stranger Things. Brooker afirma en las entrevistas que este episodio fue el origen de esta nueva
temporada. Está ambientado, además, en California. Aunque no parece estar relacionado con el
resto, es uno de los mejores episodios de la temporada, sobre todo por la forma en que ha
planteado la historia de amor que relata. Mucho más siniestro resulta el quinto episodio, “La
ciencia de matar” (“Men Against Fire”, dirigido por Jakob Verbruggen), donde se relacionan las
nuevas tecnologías y la realidad virtual con el ejército. Hay aquí una reflexión muy interesante
sobre lo simulado y lo real, sobre la apariencia y la verdad.<
todas maneras, la joya de la temporada está reservada para el final. “Odio nacional” (“Hated in
the Nation”, dirigido por James Hawes, responsable de algunas entregas de Doctor Who y Penny
Dreadful) no es un episodio más, sino un thriller tecnológico de hora y media que resulta
ejemplar, articulado en torno a una pareja de policías magníficamente interpretadas por Kelly
Macdonald y Faye Marsay. En cierto modo, enlaza con “El himno nacional”, ya que trata sobre
el poder de los haters en las redes sociales, y ofrece guiños explícitos a una de las películas más
conocidas de Alfred Hitchcock, Los pájaros (The Birds, 1963). Y es que, no en vano, hay que
llevar mucho cuidado con los peligros que acechan al otro lado de las pantallas de nuestros
dispositivos, esos espejos negros que dan título a la serie de Charlie Brooker. Al parecer, ya
están en marcha los seis episodios de la cuarta temporada, también para Netflix.

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