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El Proceso Inmunológico
El proceso inmunológico funciona así: un agente infeccioso entra en el cuerpo.
Quizá es un virus de la gripe que entra por la nariz. Quizá es una bacteria que
entra por la sangre cuando se pincha con un clavo. Su sistema inmunológico
está siempre alerta para detectar y atacar al agente infeccioso antes de que
cause daño. Sea cual fuere el agente, el sistema inmunológico lo reconoce como
un cuerpo ajeno. Estos cuerpos externos se llaman antígenos. Y los antígenos
deben ser eliminados.
Pero antes de que otras células puedan empezar su trabajo, los péptidos
antigénicos dentro del macrófago se unen a moléculas llamadas antígenos de
leucocitos humanos o HLA. La molécula de HLA unida a al péptido, ahora
llamada complejo antigénico, es liberada del macrófago.
Una vez que dicho complejo es reconocido, los linfocitos T envían señales
químicas llamadas citocinas. Estas citocinas atraen más linfocitos T. También
alertan a otros linfocitos, de la clase B, para que produzcan anticuerpos.
Enfermedades Autoinmunes
Hay muchos ejemplos de enfermedades autoinmunes, tales como el lupus,
la miositis y la artritis reumatoide (AR). La información aquí presentada se
enfoca al sistema inmunológico de una persona con AR.
El sistema inmunológico está hiperactivo en personas con AR. Los linfocitos se
aglomeran en la membrana que cubre las articulaciones afectadas, conduciendo
a la inflamación (hinchazón) que contribuye al daño del cartílago y hueso.
Además, la mayoría de los pacientes con AR también tienen un autoanticuerpo
llamado factor reumatoide.
Los mensajeros químicos entre las células, llamados citocinas, juegan un papel
clave en la inflamación y el daño al cartílago y hueso que ocurre en la AR. Una
citocina llamada factor de necrosis tumoral (FNT) y la interleucina-1 (IL-1)
contribuyen al dolor y la hinchazón que ocurre en las articulaciones inflamadas.
Nadie sabe qué causa las enfermedades autoinmunes, pero probablemente hay
varios factores implicados. Estos pueden incluir virus y factores ambientales,
ciertos compuestos químicos y algunos fármacos. Todos ellos pueden dañar o
cambiar las células del cuerpo. Las hormonas sexuales pueden tomar parte,
porque la mayoría de las enfermedades autoinmunes son más comunes en
mujeres que en hombres. La herencia también puede jugar un papel.
Cuando un tejido del cuerpo sufre una lesión, infección o inflamación, los
granulocitos que se encuentran cerca de los capilares venosos o vénulas
postcapilares, en cuestión de minutos se adhieren a las paredes de las vénulas
cercanas a la lesión y por medio de sus seudópodos pasan a través de los
vasos hasta llegar a los tejidos lesionados para protegerlos. Posteriormente, los
neutrófilos circulantes acuden a reemplazar y reforzar a los que ya están
protegiendo los tejidos.
La nutrición es muy importante para que nuestro cuerpo produzca sus propias
defensas y tengamos protección natural. Se ha observado que los individuos
desnutridos son susceptibles a las infecciones por deficiencias en sus
defensas. Por lo que es importante una alimentación adecuada, equilibrada y lo
más natural posible.