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- Bajo Sinú cordobés

En la cuenca baja del rio Sinú, al norte de lorica, en el municipio de San Antero, se encuentra la bahía
de Cispatá, una zona costera de gran atractivo turístico y de gran potencial económico, cultural y
ecológico, dentro de la bahía se encuentra uno de los tipos de humedales más llamativos; un humedal
es una zona húmeda cubierta de aguas, permanente o temporalmente, sean estancadas, salobres,
dulces o saladas (Ramsar, 1971), dentro de los tipos de humedal se encuentran los del tipo marino, y
el que está ubicado en la bahía de Cispatá se encuentra en esa categoría, el llamado manglar de
Cispatá; un manglar es un ecosistema marino-costero ubicado en los trópicos y subtropicos del
planeta, donde la especie fundamental es el mangle, constituyen un ecosistema irremplazable y único,
albergando gran biodiversidad y considerado una de las cinco unidades ecológicas más productivas
del mundo (Min ambiente, 2018)
El manglar de la bahía de Cispatá, es un ecosistema boscoso, ubicado en una zona costera inundable,
provisto de agua salada, funciona como regulador de la salinidad, como protector de la costa debido
a que disminuye la fuerza del oleaje y funciona como cuna y hogar de una gran diversidad de especies,
además provee el sustento de la comunidad aledaña debido a la tala del bosque, es decir, relacionan
al hombre y a las especies de árboles de diferentes familias denominados mangles, los cuales tienen
distintas tolerancias a la salinidad, también lo relacionan con animales que viven de forma permanente
allí o que lo hayan hecho durante alguna fase de su vida (Sánchez-Páez, et.al.,2000). El mangle, es
la especie característica o representativa de este ecosistema, el bosque está formado principalmente
por 5 tipos de mangle: el mangle rojo (Rhizophora mangle), el mangle negro (Aviccenian germinans),
el mangle blanco (Laguncularia rasemosa), estos 3 son vistos en los exteriores del mangle, son los
más fáciles de encontrar, en especial el mangle rojo, debido a sus características raíces en forma de
zancos, que le permite obtener minerales del suelo cuya salinidad es alta y su oxigenación es baja,
también a estas especies se le suman el mangle Zaragoza (Conocarpus erectus) y el mangle piñuelo
(Pelliciera rhizophorae) (Cortés, D., 2010). Para adaptarse a la alta salinidad del suelo, los arboles de
mangle han desarrollado ciertas adaptaciones, en el caso de Rhizophora mangle, posee lenticelas en
sus raíces que le permiten el intercambio de gases, Aviccenian germinans y Laguncularia rasemosa
tienen neumatóforos (Raíces aéreas) lo que les permite captar el oxígeno del ambiente
El clima es húmedo, con un patrón de precipitación anual de 1337,4 mm (Rangel & Arellano, 2010),
debido a la gran humedad del ambiente, los arboles de mangle son perennifolios, es decir, que siempre
mantienen sus hojas verdes en toda época del año, la temperatura media anual es de 28°C, con
oscilaciones entre 32,9°C en el mes de mayo y 26,7°C en abril (Sánchez et al., 2005). La composición
y estructura se rige por la capacidad que tienen las especies de soportar la salinidad, la primera franja
está formada por Rhizophora mangle, luego sigue Aviccenians germinans, laguncularia racemosa,
pelliciera rhizophorae y por ultimo Conocarpus erectus (Cortés & Rangel-Ch, 2010). Las áreas
geomorfológicas identificadas son del tipo fluvial, marino y deltaico, donde la salinidad del mar es
capaz de entrar al interior de los bosques, siendo así planicies fluviomarinas. (Winograd, 1987)
En relación al flujo de energía, el manglar es un sistema abierto, protagonizando un papel muy
importante en el ciclo del carbono y del azufre, debido a la poca oxigenación del suelo del manglar,
las sulfobacterias se alimental de este, también el manglar funciona como una gran esponja de dióxido
de carbono, contribuyendo a la regulación del clima, como sistema abierto, depende de los flujos
hídricos para llevar a cabo el intercambio de nutrientes, debido a esto, la productividad de los
manglares es mucho mayor en aquellos lugares donde el aporte de aguas continentales es mayor,
como por ejemplo la desembocadura de grandes ríos (Prahl, et al., 1990)
La fauna en el manglar, es variada, a la vez estacional, debido a que muchas especies, vienen de
otros lugares y se quedan en ese lugar durante alguna fase de su vida, es un lugar común para aves
migratorias como el Chavarrí (Chauna chavaria), además, una de las especies más comunes y
características de la zona de la bahía de cispatá, es el caimán aguja (Crocodilus acutus), también
pueden verse peces como el bocachico (Prochilodus magdalenae) sin embargo, la zona visitada del
manglar, poseía más salinidad que otras, debido a ello, había menos agua dulce en los alrededores y
por consiguiente menos diversidad de fauna, a su vez menos diversidad de flora, solo unos pocas
especies eran observables en esa zona, por parte de la fauna, los mapaches ( Procyon lotor), que
son animales nocturnos, variedad de insectos; por parte de la flora, era mayormente observable el
mangle negro (Aviccenian germinans), también conocido como mangle salado, debido a que soporta
una mayor concentración de salinidad que las otras especies presentes; el mangle rojo (Rhizophora
mangle) y en menor proporción el mangle blanco (Laguncularia rasemosa)
Dentro del bosque de mangle, la reproducción de los mismos se da por polinización, por parte de los
murciélagos, también por la dispersión de sus semillas, llamadas propagulos, caen al suelo húmedo
del manglar y se mueven a través de este, debido a las corrientes intermareales, facilitando su
proliferación (Mejía Quiñones, L.M., Molina Jiménez, M.P.,Sanjuan Muñoz, A., Grijalba Bendeck, M.,
Niño Martínez, L.M. 2014.)

Al igual que todos los demás ecosistemas terrestres el manglar es capaz de realizar el proceso de
biogeoquímico de las sustancias, por ejemplo el ciclo del nitrógeno en los bosques de manglar se
realiza mediante el freno de la descomposición ocasionado por el aumento de la hojarasca. En el
bosque de manglar se acumula más nitrógeno en donde hay presencia de mangle rojo debido a que
el nitrógeno se encuentra retenido en la hojarasca, en cambio donde hay mangle negro hay una
disminución del nitrógeno, lo que significa que el Rhizophora mangle tiene la facilidad de eliminar el
nitrógeno, pero a su vez el mangle negro retiene el nitrógeno en el follaje. (Yáñez-Arancibia A., Day
J., Twilley R., Day R., 2014).
El mangla presta muchos servicios que permite mantener y satisfacer las necesidades de toda la
comunidad cercana, debido a su alta humedad y gran follaje, funciona como regulador del clima,
enfriando de manera natural el ambiente, funcionan como depósitos de agua, o más bien como filtros
para la salinidad del mar, evitando que las tierras de cultivo se salinicen; actúa como filtro biológico,
reteniendo los sedimentos y filtrando las sales, el exceso de nutrientes, inclusive productos químicos
procedentes de la agricultura, hasta el petróleo de las aguas, por esto son llamados los “riñones de la
tierra” (CONAFOR, 2009)
Capaces de disminuir las inundaciones y proteger a la costa de fuertes oleajes, es un sitio con un gran
atractivo turístico y cultural, alberga especies en vía de extinción además de especies con un alto valor
comercial como el caimán aguja, funciona como refugio y zona de crianzas para cientos de especies
y provee a la comunidad cercana, recursos de gran valor, aunque, ellos mismos son los que están
acabando con todos los recursos, debido a las acciones sin regulación ni control.
La madera del mangle es muy apreciada por su dureza y resistencia al ataque de insectos, además,
en las zonas tropicales no se pudre fácilmente, se utiliza para la construcción de viviendas, canoas,
postes, entre otros; se usa muy a menudo la madera como leña, especialmente la del mangle rojo
(Rhizophora mangle) debido que incluso puede usarse cuando esta verde porque tiene resinas que
facilitan la combustión; los manglares son responsables en gran medida de la existencia de la
pesquería. El 90% de los peces que se sacan del mar necesitan vivir en los estuarios durante una
parte de su vida, debido a sus aguas ricas en nutrientes y su protección por parte de las raíces del
mangle rojo. (Mejía Quiñones, L.M., Molina Jiménez, M.P., Sanjuan Muñoz, A., Grijalba Bendeck, M.,
Niño Martínez, L.M. 2014.)

La bahía de Cispatá se ha visto sumida en diferentes cambios que han afectado tanto los alrededores,
el bosque de mangle, como la dinámica de las especies y su relación con las personas, desde la
implementación de la hidroeléctrica de Urrá, los niveles del rio de han visto disminuidos
sustancialmente, al ser la cuenca baja un área tan frágil, depende mucho del flujo de agua por parte
de la cuenca alta y como mayormente, la cuenca baja es agua, el nivel del agua baja, afectando a las
especies que habitan en un nivel mayor, algunas especies de peces han sido desplazados debido a
esto, específicamente de su zona de desove; por otro lado, debido a la disminución del nivel del rio,
ha provocado en la bahía un aumento de la salinidad, esto, ha afectado directamente al Rhizophora
mangle, debido a que este soporta pocos niveles de salinidad, y al verse sumido a un aumento se han
presentado perdidas de esta especie.
Anteriormente en el municipio de san antero, la mayor fuente de ingresos era el cultivo de arroz, la
desviación del cauce del rio por parte del embalse de Urrá, provoco que las aguas y las tierras se
salinizaran, provocando una gran pérdida de dicho cultivo, otro problema provocado es la disminución
de la población de peces en la zona, y las consecuencias son sentidas por la cadena trófica del
ecosistema y por las personas que dependen de la pesca para su sustento (Al rio Sinú, 2001)
El manglar ha sido testigo de caza indiscriminada hacia el caimán aguja (Crocodylus acutus) sin
embargo desde 11 años se han venido implementando una estrategia de conservación ex-situ de
estas especies por parte de la organización asocaiman en colaboración con la CVS, como estrategia
de conservación de esta especie en peligro.
- Convenio Ramsar protección de humedales, articulo 1 del protocolo, 1971
- Ministerio de ambiente y desarrollo sostenible. Bosques, biodiversidad y servicios
ecosistémicos. Bogotá, 19 de mayo de 2018
- Sánchez Páez, Álvarez-León, O. A. Guevara-Mancera, H. G. Ulloa- Delgado, R. 2000a.
Lineamientos estratégicos para la conservación y uso sostenible de los manglares de
Colombia. Propuesta técnica para análisis. Minambiente Acofore OIMT. 81 p.
- Cortés, V,. Flora y vegetación asociada a un gradiente de salinidad en el sector de bahía de
Cispatá (Córdoba-Colombia) Postgrado en biología-línea de biodiversidad y conservación.
Universidad nacional de Colombia, sede Bogotá, noviembre 12, 2010
- RANGEL-CH., J.O & H, ARELLANO. 2010. Clima. En: Rangel-C., J.O. (ed). Diversidad Biótica
IX. Ciénagas de Córdoba: Biodiversidad, Ecología y Manejo ambiental. Instituto de Ciencias
Naturales. Universidad Nacional de Colombia. p 1-14. Bogotá.
- SÁNCHEZ-P., H., G. ULLOA-D., H. TAVERA-E & W. GIL-T. 2005. Plan de manejo integral de
los manglares de la zona de usos sostenible del sector estuarino de la Bahía de Cispatá.
Departamento de Córdoba-Colombia. Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú
y del San Jorge, Corporación Nacional de Investigaciones y fomento forestal, OIMT. Bogotá
- Winograd, M. 1987. Mangroves de colombie: Particularities biologiques et economiques.
Gaussenia (3): 11-43
- Mejía Quiñones, L.M., Molina Jiménez, M.P., Sanjuan Muñoz, A., Grijalba Bendeck, M., Niño
Martínez, L.M. 2014. Bosque de manglar, un ecosistema que debemos cuidar. Universidad
Jorge Tadeo Lozano, Instituto Colombiano de Desarrollo Rural. Cartagena D. T. 27p
- CONAFOR (Comisión Nacional Forestal) 2009. La reforestación de los manglares en la costa
de Oxaca. Manual comunitario. SEMARNAT, México. 65 pp
- Yáñez-Arancibia A., Day J., Twilley R., Day R., 2014. Manglares: ecosistema centinela frente
al cambio climático, Golfo de México. Bosques y Madera. Vol. 20. Mexico.
- Documental “Al rio Sinú” una producción de SET TV para Señal Colombia, 2001

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