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2.2.4.

1 Manglares

2.2.4.1.1 Generalidades. Con el nombre de manglar se designan ciertas asociaciones vegetales anfibias,
leñosas y perennifolias, con una biología estrechamente especializada a singulares condiciones ecológicas
que se dan solamente en las costas tropicales (Cuatrecasas, 1958).

Las especies del manglar se caracterizan por presentar adaptaciones para terrenos inestables, anaeróbios e
inundados con influencia salina y raíces zancos o tabloides con lenticelas y neumatóforos en algunas
especies. Igualmente los mangles tienen estrategias reproductivas para zonas costeras, la semilla tiene
adaptaciones para aflorar durante períodos largos de tiempo, tienen una alta tasa reproductiva y la viviparidad
se presenta en la mayoría de las especies.

2.2.4.1.2 Importancia Ecológica de los Manglares. Los valores globales de los servicios que derivan
los seres humanos de los ecosistemas de manglares, alcanzan alrededor de 1.6 trillones de dólares al año
(Constanza et al. 1997).

Los bosques de manglar han llegado a ser considerados por los especialistas como una modalidad de
ecosistemas con una de las más altas productividades biológicas en el planeta, llegando a estimarse que las
2/3 partes de las poblaciones de peces tropicales en el mundo dependen de las áreas de manglar y sus
detritos, principalmente por la disponibilidad de alimento y refugio (Day y Yañez-Arancibia, 1982; Torres y
Rivera, 1989).

Los manglares son excelentes evapotranspiradores, los cuales suplen significativamente de humedad a la
atmósfera y al hacerlos se torna en fuente de enfriamiento natural a las comunidades cercanas. Son
recicladores de CO2, fuente de materia orgánica e inorgánica y se constituyen en un eslabón importante en
la cadena trófica, por su función e transferir la energía a los sistemas secundarios. Así mismo son unos
excelentes detoxificadores, lo cual garantiza, o cuando menos, favorece la calidad del agua además de ser
un efectivo amortiguador de inundaciones (Torres y Rivera, 1989).

Los bosques de manglares sirven como lugares de refugio, alimentación y anidación de diversas especies
de mamíferos, aves, reptiles y anfibios, entre otras. Larvas y juveniles de vertebrados e invertebrados son
protegidas contra la depredación en las raíces de los manglares (Rhizophora mangle) y capturan alimento
que posteriormente se exporta hacia el mar cuando son consumidos o cuando, ya adultos, se establecen en el
arrecife, el mar abierto o en las praderas de la plataforma continental (Prahl et al. , 1990).

Sobre las raíces y substratos duros crece un variado número de pequeños organismos (algas, hidrozoarios,
anémona, gasterópodos, bivalvos, crustáceos), que aprovechan el material orgánico en suspensión y luego
son capturados por organismos superiores como peces, crustáceos, equinodermos y moluscos lo cual les
confieren un papel muy relevante en las funciones tróficas de los sistemas acuáticos y aún los terrestres
(Prahl et al., 1990; Leyton et al. 1992).

Las hojas, flores y frutos al igual que las ramas se desprenden y caen al agua para ser colonizadas por
microorganismos que comienzan procesos de degradación de la materia orgánica y la reincluyen en el ciclo
de nutrientes por procesos de mineralización. A su vez el material orgánico es susceptible de ser comido por
otros organismos que aseguran la supervivencia en la cadena trófica de las especies que la componen.
(Escallón y Rodríguez, 1986; Manjarrés-García, 1991).

Los manglares son excelentes formadores y consolidadores de suelos, representando una alternativa en
la protección de la línea de costa evitando procesos erosivos principalmente el ocasionado por oleaje y las
corrientes. Dan sombrío en las playas y ganan terreno al mar por medio de sus raíces, reteniendo partículas
que descargan los ríos y arroyos en el mar, así como el sedimento que llevan las corrientes de deriva litoral
costera (Torres y Rivera, 1989).

Otro de los beneficios del mangle y en especial de la especie que tratamos aquí (Rhizophora mangle) son los
que presenta a nivel medicinal ya que su corteza después de pulverizada, pues es muy astringente y se tiene
en ella un febrífugo de reconocida eficacia. Añaden que cura la lepra y la tuberculosis. El extracto de ella
es conocido en la farmacopea española como “quino de Colombia”.

Las islas coralinas que presentan cobertura de manglar son protegidas del peligro de desaparición por acción
erosiva de la dinámica marina (olas, corrientes, vientos, entre otros fenómenos).

2.2.4.1.3 Descripción General de los Mangles en el Departamento de la Guajira. Con base al estudio
elaborado por el Ministerio del Medio Ambiente y laOIMT “Diagnóstico y Zonificación Preliminar de los
Manglares del Caribe de Colombia”, en el Departamento de la Guajira, los manglares ocupan una superficie
de 3,131 ha., que se enmarcan en tres tipos: el primero achaparrado, en zonas con marcado déficit hídrico y
bosque xerofítico adyacente, desde Bahía Cosinetas hasta el sector Bahía Portete, con predominio de
Rhizophora mangle y Avicennia germinans; el segundo tipo con individuos de porte bajo a medio de
Rhizophora mangle, Laguncularia racemosa, Conocarpus erecta y Avicennia germinans y se localizan entre el
sector de Musichi hasta la Laguna Grande al sur del río Camarones; y los del tercer tipo, de mayor desarrollo
estructural, forma franjas anchas en caños y ríos provenientes de la Sierra Nevada de Santa Marta, como el
río Tapias, el río Jeréz, caño Lagarto y el río Cañas. Predominan Rhizophora mangle y Laguncularia
racemosa, en la playa hay franjas de Conocarpus erecta.

2.2.4.1.4 Descripción General del Mangle en la Enea. Se presentan bosques monoespecíficos de


“Mangle Salado” (A. germinans) con individuos de 7 a 11 m de altura y diámetros entre 5 y 15 cm. Este
bosque colinda con el bosque subxerofítico denominado “trupillo” (P. juliflora). En el sector norte de la boca
del río Tapias se encuentra un bosque dominado por árboles de 11 a 15 m de altura, diámetros entre 10 y 35
cm, de “mangle conchudo” (L. racemosa) y en menor proporción el “Mangle Rojo” (R. mangle). En el sector
sur de la boca del río Tapias el bosque domina el “Mangle Rojo” (Min. Medio Ambiente, 1997).

El desarrollo estructural es significativamente más alto que cualquiera de los encontrados en la Alta y Media
Guajira. Hay que destacar la predominancia de Laguncularia racemosa, la cual alcanza valores altos de
densidad (41.47 y 25.59 individuos/o.1 ha para latizales y fustales respectivamente); el “Mangle Rojo”
(Rhizophora mangle) se distribuye en parches o manchas, razón por la cual sus valores de densidad (7.3 y
10.66 ind./0.1 ha para fustales y latizales respectivamente) y frecuencia fueron un tanto bajos, los individuos
más desarrollados presentan promedios de altura y diámetro un poco menor que los obtenidos por la
Laguncularia racemosa con valores máximos de 13 m y 22.6 cm respectivamente; por su parte Avicennia
germinans se distribuye de manera muy aislada y presenta la menor densidad en el departamento, con
registros de abundancia y frecuencia son bajos.

2.2.4.1.5 Descripción General del Mangle en Dibulla. Se encuentran franjas discontinuas desde la
desembocadura del río Jeréz hasta la desembocadura del río Palomino. La composición de las especies varía
del noreste al sureste a causa de la topografía del terreno, al curso de los ríos y caños del humedal. Hacia la
cabecera municipal de Dibulla se encuentran bosques monoespecíficos de “Mangle Conchudo” (Laguncularia
racemosa) y en el extremo opuesto domina Rhizophora mangle de buen porte, alternado con algunos
individuos de Conocarpus erecta, especialmente en la playa (Min. Medio Ambiente, 1997).

Laguncularia racemosa, tiene un buen desarrollo en la región con fustes altos y rectos. Como en zonas con
terrenos inundados permanentemente con abundante agua dulce, esta especie presenta alta regeneración
vegetativa por rebrotes (Min. Medio Ambiente, 1997).

En la “Playa de los Holandeses”, que va de la boca del río Jeréz hasta la boca del río Cañas, se encuentran
varios pequeños parches de manglar; las áreas menores se encuentran entre la boca del río Jeréz, el caño
Maluisa y el arroyo Lagarto y las mayores áreas de bosque de mangle, entre el río Cañas y el arroyo Pantano
en el corregimiento de Mingueo (Min. Medio Ambiente, 1997).

Los bosques del caño Maluisa y el río Jeréz son dominados por el “Mangle Conchudo” (Laguncularia
racemosa), con árboles de 10 a 14 m de altura y diámetros de 12 a 25 cm (Min. Medio Ambiente, 1997).

Hacia la costa existen árboles de “Mangle Negro” (Conocarpus erecta) que presentan buen desarrollo
estructural, con alturas de 6 a 8 m y diámetros de 1 a 25 cm, con la particularidad de presentar la corteza de
color café. Como flora asociada al manglar se encuentra el “Bejuco Lechero” (Rhabdadenia biflora) y en zonas
más expuestas se ubica el helecho “Cola de Gallo” (Acrostichum aureum). En la parte interna se encuentra la
“Guanabanita de la India”. En las playas es común encontrar la malvácea Hibiscus tiliaceus, el “Manzano de
Playa” (Hippomane mancinella), el “Flemón” (Thespesia populnea) y el arbusto espinoso (Caesalpinia sp.)
propio de playas arenosas (Min. Medio Ambiente, 1997).

En la boca de caño Lagarto, domina el “Mangle Rojo” Rhizophora mangle con árboles de buen porte de 12 a
18 m de altura, diámetro máximo 30 cm, mezclado hacia la boca con Laguncularia racemosa de hasta 14 m
de altura y 50 cm de diámetro y Conocarpus erecta de 8 m de altura y 25 cm de diámetro (Min. Medio
Ambiente, 1997).

Los manglares de esta región se encuentran influenciados todo el año por agua dulce, proveniente de arroyos
que descienden de las faldas de la Sierra Nevada de Santa Marta, formando un gran pantano que va desde
río Ancho hasta el río Jeréz y se continua en la región del Enea. Este pantano se comunica con el mar
durante el invierno por las bocas que se reabren en los ríos y caños principales y mantiene durante todo el
año algún grado de intercambio de aguas a nivel freático (Min. Medio Ambiente, 1997).

En la región de mayor inundación por el caño Lagarto y el río Ancho, el bosque de ribera de Rhizophora
mangle se interna a unos 500 m caño arriba. Alejándose de la orilla en zonas menos inundables, se encuentra
Laguncularia racemosa. En el Cuadro No.2.23 se presenta la distribución de los manglares en el municipio.

Cuadro No. 2.23 Distribución de los Manglares


Localización Tipo
Punta de Xequión Mangle Rojo
Boca del Lagarto - Río Cañas Mangle Rojo y Mangle Blanco
Río Cañas - Termoguajira Manglar ribereño (Mangle de Hojita, Mangle Rojo)
Río Mosquito - Río Ancho Relictos de manglar de barra
Río Mosquito - Quebrada La Arenosa Relicto boscoso de cierta extensión
Relicto de manglar invertido, mangle Rojo, Mangle Salado
Río Ancho - Río Negro
y mangle Blanco.
Fuente: Esquema de Ordenamiento Territorial Municipio de Dibulla (preliminar). Sergio Barrero Sánchez, 2000

2.2.4.1.6 Relación de la Gente con los Manglares en el Municipio de Dibulla. La información detectada
en el municipio con respecto a la relación que ha tenido la comunidad con el manglar en los sitios conocidos
como la Enea y el el resto del Municipio de Dibulla se consolidan y describen en los Cuadros Nº 2.24, Nº 2.25
y Nº 2.26.

Cuadro Nº 2.24 Relación de la Gente de La Enea con el Manglar.


DESCRIPCIÓN
La extracción de los recursos del manglar no hace parte de las actividades productivas de las personas que reúne el
lugar. Para ellos solo existe la pesca, pero agregan que quien tiene su cayuquito corta su palanca de mangle.
Un uso evidente es la utilización del recurso forestal para la construcción de los ranchos y las estructuras para extender
las redes.
Fuente: Diagnóstico y Zonificación Preliminar de los Manglares del Caribe de Colombia. Ministerio del Medio Ambiente-Organización Internacional de
Maderas Tropicales. 1997.

Cuadro Nº 2.25 Relación de la Gente con el Manglar.


DESCRIPCIÓN
El mangle es una de las maderas más empleadas para la construcción de viviendas. Las personas que trabajan en la construcción y
reparación de embarcaciones y también en la pesquería, se introducen en el manglar para sacar las curvas que necesitan para
desarrollar su labor.
El acceso al manglar lo hacen caminando por ser un terreno seco, en época de invierno este se hace fangoso dificultando el trabajo.
Para el corte utilizan hacha y rula. La madera la sacan en hombro hasta la playa desde donde la transportan en cayuco hasta el sitio
de trabajo. Otros utilizan las varas para construir cercas. El lugar de trabajo de extracción más distante es Michiragua, a hora y media
de camino. Otros lugares son El Lagarto, El Chocho y la Boca del Sequión a media hora.
Fuente: Diagnóstico y Zonificación Preliminar de los Manglares del Caribe de Colombia. Ministerio del Medio Ambiente-Organización Internacional de
Maderas Tropicales. 1997.
Cuadro Nº 2.26 Relación de la Gente de La Punta de Los Remedios con el Manglar.
DESCRIPCIÓN
Existe el reconocimiento generalizado sobre el uso de las varas de mangle para construir kioscos. Pioneros de esto son
las personas dedicadas a la carpintería, quienes han conocido el mangle por recomendaciones de sus padres quienes
trabajaron en la elaboración de cayucos y canoas.
Al manglar se entra en cualquier época, pero en luna nueva se debe cortar “jecha” porque si se corta “biche” la madera se
apolilla. Al manglar se entra caminando, pero cuando los árboles están lejos, el acceso lo realizan con bote por el caño
Michiragua.
El hacha y el machete son las únicas herramientas de trabajo. Del “arte de carpintería” lo difícil es cortar la madera
porque “son tierras muy flexibles y la gente se entierra”, es por esto que en invierno el trabajo es más pesado.
La ventaja de la venta de varas es que produce la plata más rápido y es una actividad segura lo cual no sucede con la
pesca.
Fuente: Diagnóstico y Zonificación Preliminar de los Manglares del Caribe de Colombia. Ministerio del Medio Ambiente-Organización Internacional de
Maderas Tropicales. 1997.

2.2.4.1.7 Problemática de los Manglares

 Agentes Naturales

Según el estudió “Diagnóstico y Zonificación Preliminar de los Manglares del Caribe de Colombia”en el sector
conocido como “Playa de los Holandeses”, se presentan algunos procesos erosivos, por la dinámica marina y
acción del viento, que forman barreras y terrazas, que con el tiempo van cerrando los canales de
comunicación entre sistemas de manglar y el mar, por cambios en la morfología del paisaje y pérdida de
sustrato.

 Agentes Antrópicos

Hacia los sectores de Dibulla, caño Lagarto y río Cañas se advierte la influencia de la operación de
TERMOGUAJIRA, ya que sobre la vegetación adyacente (incluyendo extensas zonas de manglar)se detectan
residuos de polvillo de carbón que tapa las hojas, limitan el proceso normal fotosíntesis y en el peor de los
casos, causan ahogamiento de los individuos.

El aprovechamiento de la madera presenta unos niveles considerables en los sectores de La Enea y Dibulla,
en los cuales están cortando numerosos individuos de Laguncularia racemosa con motosierra para la
construcción de kioscos y ranchos turísticos. Esta situación resulta preocupante si se tiene en cuenta el área
reducida de manglar en la zona, por lo cual requiere un manejo especial (Min. Medio Ambiente, 1997).

2.2.4.1.8 Recomendaciones y Prioridades de Conservación de los Ecosistemas de Manglares. Estos


ecosistemas requieren un manejo más amplio que el que se pueda prever para el sector forestal tradicional,
que considere la multiplicidad de recursos de flora y fauna presentes. Se recomienda las siguientes pautas de
acción en pro de la conservación de los manglares (tomadas de Hernández Camacho, 1976; INDERENA
1991; CORPES, 1992; Restrepo y Correa, 1995):

1. Mantener la veda total de las especies de mangle, hasta cuando los estudios técnicos y económicos
aporten y definan los mejores esquemas de ordenamiento y manejo del ecosistema.
2. Reforzar e implementar las acciones de control, vigilancia y supervisión en los sitios de aprovechamiento,
centros de consumo, industria de la construcción, etc.
3. Mantener en ejecución el establecimiento de un banco de datos (información técnica, científica,
socioeconómica y normativa), que sirva de base para proyectos integrales de manejo y ordenamiento
sostenible.
4. Exigir y hacer cumplir las declaraciones de efecto ambiental.
5. Crear un Comité Regional de Manglares, que sirva como cuerpo asesor para la formulación de
lineamientos en materia de conservación.
6. Crear nuevas Áreas Protegidas (parques, santuarios etc.), ampliar las ya existentes y elevar de categoría
algunas de ellas. En esto amerita atención inmediata las ciénagas y lagunas del municipio.
7. Se requieren de prácticas y tratamientos silviculturales en las etapas latizal y fustal con el propósito de
normalizar la sucesión vegetal.
8. Establecer un ordenamiento espacial de las principales áreas de manglares, que definan zonas de alta
tensión, mortalidad masiva, en peligro, de conservación, manejo y de reforestación.
9. Involucrar y comprometer las instituciones en un plan sobre el conocimiento general de los recursos
litorales.
10. Desestimular el establecimiento de nuevas industrias en el país, que procesen madera o cortezas de
mangles.

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