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Autoestima y socialización maternal:

Un análisis transcultural

Norma Ivonne González Arratia & Marta Gil Lacruz

El autoconcepto y la autoestima resultan piezas claves en la explicación del fun-


cionamiento y adaptación eficaz del individuo a su medio ambiente. El contexto de
referencia, la cultura, la estratificación social, el sistema familiar, etcétera, a su
vez, se constituyen en agentes causales de la socialización de este esquema. En
este proceso, la figura materna sería especialmente importante en la transmisión
de valores diferenciales y en la consolidación de una evaluación positiva de los
hijos. Este artículo analiza desde una aproximación psicosocial el impacto de la
influencia cultural en dicho pensamiento y afecto, estableciendo la comparación
entre los rasgos con los que se describen las madres y sus respectivos hijos de dos
muestras diferentes: España y México.
Autoconcepto / autoestima / identidad / cultura / socialización / valores

Self-esteem and maternal socialization: a transcultural analysis


Self-concept and self-esteem are two basic concepts that explain an individual’s
successful functioning and adaptation in her environment. Additionally, culture,
social stratification, and family system constitute causal agents in the process of
socialization. In this process of development, maternal figures become an
important source of transmission of differential values and positive self-evaluation
for their children. In this article, from a psycho-social perspective, the cultural
influence of maternal figures is analyzed. A comparison between characteristics
both mothers and children from samples of Spain and Mexico is made.
Self-concept / self-esteem / identity / culture / values

Correo electrónico: nigalf@mail.uaemex.mx / mglacruz@posta.unizar.es

Persona 9, 2006, 189-201


González & Gil

INTRODUCCIÓN se compara a sí misma y a los demás,


en base a unos parámetros y cualidades
Autoestima y autoconcepto
que provienen de su experiencia social
y son compartidas por los grupos de
La literatura científica sobre la defini- referencia como juicios de valor positi-
ción del self suele distinguir entre el vos o negativos (Soto, 1990).
autoconcepto o la idea de sí mismo y la
El self como conjunto de categorías
autoestima que se refiere a los senti-
personales y sociales (Musitu, 1984)
mientos resultantes de dicha percep-
implica el compartir criterios de eva-
ción (Wylie, 1961, 1979). Sin embargo,
luación y normas de valor en función
a menudo se utilizan indistintamente
de los colectivos de adscripción. Por
como términos complementarios dada
tanto, la estructura de valores puede
su interrelación y causalidad recíproca
servir para diferenciar culturas y los
(Pope, McHake & Craighead, 1996).
diferentes contenidos de la identidad
De este modo, una elevada autoes- que promueven (Triandis, 1985: 88-
tima se fundamenta en una valoración 95): la definición del uno mismo como
positiva del propio autoconcepto y en independiente o dependiente del grupo,
el nivel de concordancia entre el auto- la prioridad de metas personales frente
concepto percibido y el autoconcepto a metas grupales, el énfasis bien en las
que se estima como ideal (Pope, relaciones de intercambio o instrumen-
McHake & Craighead, 1996). tales, o bien en las interacciones comu-
El autoconcepto se desarrolla en un nales, el predominio de determinadas
determinado contexto social y cultural actitudes frente a las normas (ej. re-
(Musitu, Roman & Gracia, 1988). La beldía, obediencia, etcétera), constitu-
importancia de factores psicosociales y yen ejemplos de estas pautas comparti-
culturales en la construcción de la iden- das. Incluso disponemos de referencias
tidad personal cuenta con un importan- empíricas de cómo diferentes rasgos de
te respaldo empírico (Rosenberg, 1979; personalidad y su correspondiente va-
Shrauger & Schoeneman, 1979, loración cambian de una cultura a otra
Felson, 1981a, 1981b). Un ejemplo de (Díaz-Loving, Díaz-Guerrero, Helme-
esta corriente de investigación se dis- rich & Spence, 1981; Shweder,
pone en el concepto de self social. Se- Mahapatra & Miller, 1990).
gún Martínez y Montane (1981), este Las personas pertenecemos a gru-
self abarcaría las percepciones que una pos de los que obtenemos una identi-
persona tiene de los roles sociales que dad social resultado de nuestra expe-
desempeña. Se trataría de la autoeva- riencia compartida y consecuentemen-
luación en función de unas cualidades te, nuestra autoestima depende de la
subjetivables y valorativas. La persona creación y el mantenimiento de las

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Autoestima y socialización maternal: Un análisis transcultural

identidades sociales positivas y distin- ambiente social (Roman, 1983). Dada


tivas (Ros & Gómez, 1997). Además esta complejidad, actualmente diversos
una de las características más relevan- autores (Delugach, Bracken, Bracken
tes del proceso perceptivo del self de & Schike, 1992; Romero, Luengo &
un individuo, estriba en la variedad de Otero, 1995) han subrayado que la au-
contextos o ámbitos en que dicha eva- toestima es un constructo integrado por
luación se lleva a cabo. De modo que si diferentes dimensiones (ej. autoestima
la valoración que uno hace de sí mismo social, académica) que han de ser teni-
es producto de la interacción con los das en cuenta a la hora de explorar la
otros, los diferentes contextos en que interacción de esta autovaloración con
esta interación se produce estarán aso- otras variables.
ciados a distintas evaluaciones sobre Comprender dicha interacción (sub-
uno mismo (Herrero, Musitu, Gracia, rayando el componente afectivo de la
1995). Gutiérrez (1989) enfatiza en el autoestima) supone profundizar en el
aspecto cultural de este contenido. Por papel causal de los sentimientos en los
tanto, de entre las diferentes acepcio- pensamientos y conductas (Zajonc,
nes disponibles, podemos entender la 1980). La cognición y la emoción están
autoestima como una disposición per- interrelacionadas (Bunge, 1985). Así,
sonal perdurable, caracterizada por la las creencias acerca del ambiente y de
consistencia temporal –concepción del uno mismo contienen aspectos tanto
rasgo– y también como una variable re- cognitivos como afectivos. Desde una
sultante de la autoevaluación regulada aproximación cognitivo conductual
por eventos ambientales –perspectiva (Craighead, Meyers & Craighead,
situacional– (O´Malley & Bachman, 1985) una pieza clave de esta interde-
1983; Jackson & Paunomen, 1980). pendencia es el entorno (escuela, fami-
Así, la autoestima de una persona es lia) donde se desarrollan las vivencias
una estructura central para acercarnos a psicosociales.
su propia concepción del mundo De hecho, la autoestima de uno mis-
(Carver & Scheier, 1981; Rogers, mo también presenta consecuencias so-
1981). La autoestima contiene, por una ciales. Por ejemplo, una autoestima sa-
parte, la imagen que la persona tiene de ludable fundamenta una percepción vi-
sí misma y de sus relaciones factuales tal y una competencia emocional que
con su ambiente, y, por otra, su jerar- se refleja en la calidad de las relacio-
quía de valores y objetivos-meta, di- nes. En cambio, una baja autoestima se
chos valores forman un modelo cohe- encuentra presente en buena parte de
rente a través del cual la persona trata los diagnósticos psiquiátricos y por
de planificar y organizar su propia vida tanto, en relaciones disfuncionales con
dentro de los límites establecidos por el el entorno (American Psychiatric Asso-

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González & Gil

ciation, 1987). La propia autoestima es amigos en esta etapa y la autoestima


un agente protector de situaciones es- personal, el nivel de intimidad y la ma-
tresantes: una elevada autoestima ani- durez social (Buhrmester, 1990). En los
ma al sujeto a participar en un mundo adolescentes una autoestima adecuada
de relaciones recíprocas, en el que se se relaciona positivamente con variables
recibe y ofrece ayuda, posibilitándose tan importantes para el desempeño efi-
el acceso al apoyo social disponible e caz de la persona en su entorno como: el
incidiendo en la promoción del bienes- nivel de confianza y comunicación, la
tar psicológico (Herrero, 1994). existencia de un tono emocional positi-
vo, un mayor control de los impulsos, el
Socialización de la autoestima
abordaje del mundo externo y menores
niveles de problemas psicopatológicos
La construcción del autoconcepto y de (Claex, 1992).
la autoestima son procesos paralelos y Soto (1990) infiere cómo el desa-
complementarios que se producen a lo rrollo del self en la adolescencia y pre-
largo del ciclo vital de la persona. Los adolescencia evidencia ya una estruc-
campos específicos relacionados con tura multidimensional, tras la revisión
los sentimientos de autovaloración se de trabajos sobre esta temática que
inician durante la infancia mediante la contemplan análisis factoriales (Byrne
interacción y dependencia del niño con & Shavelson, 1986; Marsh, Byrne &
su familia. Según Harter (1983), será Shavelson, 1988). En la evolución de
en este primer periodo de la vida en el dicha estructura se encuentra como ba-
que se consoliden: relaciones adecua- se la madurez socio-cognitiva: se
das con los padres, el autocontrol del aprende a generalizar y a realizar teo-
afecto negativo, la autoaceptación y la rías sobre uno mismo a partir de la ex-
conducta social. La consistencia de las periencia concreta y de las autoafirma-
demandas en cada una de estas áreas ciones, en primera instancia ideas ab-
será especialmente importante en los solutas y específicas que evolucionan a
sentimientos de autoestima del adoles- cualidades interpersonales, simpatía,
cente cuando se esfuerza en sustentar amabilidad, popularidad, valoradas so-
su autoidentidad. cialmente en función de las circuns-
En la adolescencia, no solo la familia tancias (Livesley & Bromley, 1973).
desempeña un papel causal, los amigos La comprensión y la cognición so-
se constituyen en una fuente importante cial describen la capacidad de una per-
de feedback del propio self. Disponemos sona para entender los puntos de vista
de evidencia empírica sobre las conse- de los demás. El ponerse en lugar del
cuencias positivas del nivel de contacto otro se desarrolla de forma espectacu-
y proximidad experimentado con los lar durante el periodo escolar (especial-

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Autoestima y socialización maternal: Un análisis transcultural

mente entre los 11 y los 13 años) e im- Muestra


plica la comprensión de los pensamien- A través de un muestreo no probabilís-
tos, sentimientos y formas de vivir del tico de cuotas, se seleccionaron 363 su-
entorno físico, así como las caracterís- jetos residentes en las ciudades de
ticas personales de cada individuo Zaragoza (España) y Toluca (México).
(Livesly & Bromley, 1973; Shantz, La muestra mexicana consta de 83 ni-
1983), a cambio el entorno le manifes- ños (40 varones, 43 mujeres) en edades
tará aprecio y aprobación y dicha con- comprendidas entre los 10 y los 13
sideración se reflejará en la propia esti- años que cursan sexto año de primaria
ma (Asher, 1978). Tanto el autoconcep- y sus respectivas madres. En la muestra
to como la autoestima supondrán una española se evaluó a 100 madres y sus
mezcla de elementos perceptivos y respectivos niños (56 varones, 44 mu-
atribucionales en los que resulta difícil jeres) de las mismas edades y en el
discernir dónde empieza el sujeto y mismo nivel escolar. En ambos casos,
dónde la influencia del contexto de re- el cuestionario fue impartido en una si-
ferencia. En este sentido, la presente tuación de aula y se contó con la cola-
investigación intenta avanzar en el aná- boración del equipo docente.
lisis del impacto cultural en la forma-
ción de la propia identidad y su estima- Instrumento
ción afectiva.
El instrumento utilizado fue el Auto-

MÉTODO
concepto de Valdez (1994), que consta
de 37 reactivos (adjetivos) con cinco op-
En este artículo se seleccionó el auto- ciones de respuesta tipo Likert, en las
concepto concebido como la estructura que el sujeto debe posicionarse desde un
mental de carácter psicosocial, confor- continuo de totalmente de acuerdo a na-
mada por tres dimensiones básicas: con- da, en función de dos cuestiones: prime-
ductual, afectiva y física, tanto reales ro, como identifican dichos adjetivos su
como ideales, que le permiten al sujeto propio autoconcepto y segundo, hasta
interactuar con el medio ambiente inter- qué punto les gustaría tener dicha carac-
terística en su propia personalidad.
no y externo que le rodea y que se en-
cuentra mediatizado por la presencia de Este cuestionario fue seleccionado
factores culturales. La autoestima se ex- en base a su coherencia teórica plantea-
presaría en la distancia observada entre da en la introducción, a sus característi-
el propio autoconcepto percibido y el cas psicométricas (a = 0,82 Alpha de
autoconcepto que se pretende como Cronbach) y a su relevancia cultural
ideal (Valdez & Reyes, 1992; Valdez, (Valdez & Reyes, 1992). No obstante,
antes de su contestación por parte de la
González, Reyes & Gil, 1996).

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González & Gil

muestra española fue necesario adaptar Con relación a las madres, se en-
el vocabulario de cinco ítems: enojón- contraron diferencias significativas en-
enojadizo, travieso-latoso, platicador- tre los adjetivos con los que se defi-
hablador, necio-terco y acomedido-ser- nían. Las madres mexicanas se identifi-
vicial). caban con los siguientes reactivos:
enojadizas, mentirosas, agresivas, es-
Procedimiento
trictas y criticonas; las mujeres españo-
las: sinceras, simpáticas, tercas, aplica-
Tras la aplicación del instrumento y das, amigables, románticas y buenas.
con el fin de realizar la pertinente fac-
torialización (mediante un análisis fac- RESULTADOS
torial de componentes principales con
rotación varimax) se agruparon los A través de los análisis de varianza de
ítems en seis dimensiones que compar- una sola vía, se encontraron diferencias
estadísticamente significativas (p > =
tieron ambas muestras: S.N.: Social
0,5) entre madres e hijos mexicanos, y
Normativo: S.E.: Social Expresivo;
como puede observarse en la tabla 1,
E.A.: Expresivo Afectivo, E.M.: Ético
las madres tienden a percibirse como
Moral, T.I.: Trabajo Intelectual, R.:
amables, honestas, enojadizas, activas,
Rebeldía.
limpias, respetuosas, mientras que sus
A partir de esta dimensionalización, hijos se ven a sí mismos en otros tér-
se procedió a realizar un análisis de va- minos: traviesos, mentirosos, volubles,
rianza de una sola vía, para observar tercos.
las diferencias entre medias para cada En la muestra española también se
uno de los ítems. De esta forma, obser- utilizó este procedimiento con el obje-
vamos que los sujetos mexicanos tien- tivo de hacer la comparación genera-
den a percibirse como más desobedien- cional, destacando en el caso de las
tes, enojadizos, estrictos, estudiosos, madres un rasgo diferencial con res-
tercos, traviesos y volubles en compa- pecto a sus hijos, la sinceridad. A su
ración con los niños españoles que se vez, los niños españoles se considera-
describieron en los siguientes térmi- ron en parámetros de desobediencia,
nos: amables, bromistas y simpáticos. rebeldía, agresividad, etcétera.

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Autoestima y socialización maternal: Un análisis transcultural

Tabla 1
Análisis de varianza comparaciones madre-hijo
autoconcepto real
muestra mexicana

x– x–

Tabla 2
Análisis de varianza comparaciones madre-hijo
autoconcepto real
muestra española

x– x–

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González & Gil

Tabla 3
Análisis de varianza comparaciones madre hijo
autoconcepto ideal
muestra mexicana

x– x–

De acuerdo con la autoestima entre caso de sus hijos, en donde hay mayor
madres e hijos, se observó que las ma- distancia entre lo que son y lo que les

dres mexicanas, poseen una autoestima gustaría ser con una X = 27.31 con un
más favorable que sus hijos, ya que, al nivel de significatividad de p > = .05.
aplicar la prueba t de Student, las me- Por el contrario, en relación con la
dias indican que en el caso del grupo de autoestima entre madres e hijos espa-
las madres, existe menor distancia ñoles, se observó que los niños españo-
entre el autoconcepto real y el autocon- les, poseen una autoestima ligeramente
cepto ideal, ya que se obtuvo para el más favorable que sus respectivas ma-

grupo de madres una X = 30.06 y en el dres, ya que al aplicar la prueba t de

Tabla 4
Análisis de varianza comparaciones madre hijo
autoconcepto ideal
muestra española

x– x–

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Autoestima y socialización maternal: Un análisis transcultural

Student se encontró que los niños obtu- comportamiento se relaciona con la au-

vieron una X = 32.11, mientras que las toafirmación, la agresividad, dominan-
– cia y asertividad, frente a los niños me-
madres una X = 29.19 (p > = .05). Es-
tos resultados indican que en el caso xicanos que lo asocian con un compor-
del grupo de los niños existe menor tamiento disruptivo y por tanto suscep-
distancia entre el autoconcepto real y el tible de rechazo en el entorno (Flores,
autoconcepto ideal que en el caso de Díaz, Guzmán, Bárcenas & Godoy,
sus madres, en donde hay mayor dis- 1992). En las dimensiones de trabajo
tancia entre lo que son y lo que les gus- intelectual y expresión afectiva encon-
taría ser. tramos tendencias similares, ya que el
propio concepto de trabajo se define
DISCUSIÓN
culturalmente en México como obe-
diencia y afiliación, y en España los
Tal y como se expuso en el marco teó- niños lo relacionan con ser aplicado y
rico, respecto a los datos obtenidos estar atento.
entre los niños y sus madres mexicanas En relación con la figura materna,
y españolas, se constató que la estruc- aunque ambos países comparten como
tura y el contenido del autoconcepto nota distintiva la importancia de ser ca-
varían en función de la cultura de ads- riñosa, buena, amigable y simpática
cripción (Díaz-Loving, Díaz-Guerrero, (dimensión social expresiva), en las
Helmereich & Spence, 1981). En la mujeres españolas observamos un
cultura mexicana, y de manera cohe- cambio de tendencia hacia una defini-
rente con los resultados obtenidos, ción instrumental del propio autocon-
Díaz-Guerrero (1989) plantea la im- cepto: trabajadora, activa, aplicada. En
portancia de valores y normas sociales las mujeres mexicanas se constató la
que conllevan habilidades sociales de presencia de un mayor número de ras-
relación, convivencia armoniosa e in- gos negativos para evaluar su propia
cluso la prioridad de los aspectos afec- identidad: agresivas, mentirosas, criti-
tivos en las relaciones. En cambio, en conas. Díaz-Guerrero (1989) interpreta
los sujetos españoles, en este caso ni- este fenómeno dentro de una posible
ños, el ser social normativo supone pri- tendencia cultural del mexicano a
mar el orden y la productividad en un infravalorarse.
marco de respeto en la interacción. Sin embargo, en relación con la
Estos datos se reflejan claramente autoestima, las tendencias parecen
en una serie de factores, como la rebel- invertirse en función del país de proce-
día, que en los niños españoles supone dencia. Las madres mexicanas presen-
la primera nota definitoria y la tercera tan una menor distancia entre su auto-
en México. En los niños españoles este concepto real e ideal en comparación

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González & Gil

con sus hijos, en los que se da una me- de adscripción) realizan su propia eva-
nor autoestima. Autores como Dolto luación en función del papel que de-
(1990) explican este hecho en función sempeñan, lo que implica que tanto el
de la edad de desarrollo físico e intelec- autoconcepto como la autoestima pue-
tual del niño, la adolescencia es una den ser modificables a través del tiem-
etapa de crisis y de cuestionamiento en po y de acuerdo con las circunstancias.
el que la propia autoestima puede re- No obstante, a pesar de que este estu-
sentirse. Por el contrario, las madres de dio evidencia el impacto cultural en la
la muestra española se valoran menos formación del autoconcepto, resulta in-
que sus propios hijos. dispensable realizar otras investigacio-
Según González-Arratia (1998), es- nes para ampliar y complementar estos
tas diferencias de autoestima pueden resultados. Variables como el nivel so-
tener dos explicaciones: la primera es cioeconómico, tipo de escuela (públi-
que los niños se perciben con caracte- ca, privada, urbana, rural), rendimiento
rísticas que denotan claramente su re- escolar, autoconcepto de ambos padres,
beldía y posiblemente su proceso ma- ambiente familiar, edad, otros países,
durativo todavía no ha hecho impacto etcétera, aportarían nuevas luces a esta
en su propia identidad. Una hipótesis temática.
alternativa es que las madres españolas
utilizan más características expresivas, REFERENCIAS
socialmente aceptadas en relación con American Psychiatric Association (1987).
el estereotipo femenino. Diagnostic and statistical manual of
Por tanto, este trabajo respalda la mental disorders. Washington, D.C.:
evidencia empírica que informa de una American Psychiatric Association.
relación significativa respecto a las es- Asher, S. (1978). Children for relation. En:
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