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TEMA 31
1. INTRODUCCIÓN
2. LA EXPRESIÓN CORPORAL
3. EL GESTO Y EL MOVIMIENTO
4. LA EXPRESIÓN CORPORAL COMO AYUDA EN LA CONSTRUCCIÓN DE
LA IDENTIDAD Y DE LA AUTONOMÍA PERSONAL
5. EL JUEGO SIMBÓLICO Y EL JUEGO DRAMÁTICO
6. LAS ACTIVIDADES DRAMÁTICAS
7. CONCLUSIÓN
8. RELACIÓN DEL TEMA CON EL CURRÍCULO
9. BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
La expresión gestual o corporal emplea el cuerpo como medio de expresión y
comunicación. Además, dada su importancia en el desarrollo integral de los niños es
contemplada como contenido curricular a desarrollar en la etapa de Educación Infantil,
dentro del ámbito de conocimiento de “Comunicación y Representación”.
Por todo ello, a lo largo del desarrollo del tema expondremos qué se entiende por
Expresión Corporal desde el ámbito educativo, analizando el gesto y el movimiento
como aspectos inherentes a la misma. También, veremos cómo incide la Expresión
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2. LA EXPRESIÓN CORPORAL
La expresión corporal integra aspectos educativos como la expresión dramática,
el movimiento, el gesto, el juego simbólico… y todos están englobados en lo que a
partir de los años 60 se ha venido llamando educación de la psicomotricidad.
Así, la expresión corporal tiene que ver con la utilización del cuerpo, sus gestos,
actitudes y movimientos con una intención comunicativa y representativa. Se trata de
representar a través de su acción y movimiento determinadas actitudes, estados de
ánimo, etc. Además, a través de ella, los niños también muestran el conocimiento del
mundo y de las personas, así como su percepción de la realidad.
Por ello, la expresión corporal tiene una doble función: ser cauce expresivo de
emociones, afectos, sentimientos y pensamientos y ser vehículo de comunicación. Se
considera reflejo de la personalidad y recurso del diálogo con los demás.
Por tanto, en este ciclo, resulta importante tener en cuenta que las actividades de
expresión corporal deben posibilitar la interacción entre los iguales, ya que el cuerpo
sigue siendo el principal elemento de relación con el medio, así, por ejemplo, ajustando
sus movimientos a los de sus compañeros.
Estos nuevos instrumentos permiten al niño disfrutar, e interesarse, cada vez más
por las representaciones y el juego dramático, que tenga iniciativa por participar en este
tipo de situaciones y pueda comprender el control de su cuerpo y sus importantes
posibilidades expresivas y comprensivas y, en suma, de relación entre él y su entorno.
La expresión corporal parte de lo físico para conectar con los procesos internos
de la persona, canalizando sus posibilidades expresivas hacia un lenguaje gestual
creativo. Por tanto, las tres coordenadas que configuran el campo de acción de la
expresión corporal son el cuerpo, espacio y tiempo. El desarrollo de cada uno en sí y la
interrelación de los tres, establece los elementos de trabajo para encontrar la
expresividad del movimiento. El estudio de estos tres campos se hace de dos formas que
se asocian y complementan: un punto de vista racional, de conciencia, y un punto de
vista emocional, de vivencia.
Así los objetivos a trabajar referidos a la expresión corporal en esa etapa serán:
- Tomar conciencia, de lo que sucede dentro y fuera de nosotros, de cómo
reaccionamos ante lo que vivimos.
- Espontaneidad, que puede ser:
Espontaneidad originaria. Por ella el ser humano sigue impulsos
naturales más instintivos.
Espontaneidad adquirida que implica un proceso de aprendizaje
- Creatividad, a través de la capacidad perceptiva, y la espontaneidad que
desarrolla la Expresión Corporal.
- Establecer relaciones adecuadas con el medio y las otras personas (niños y
adultos). La relación se establece siempre a partir del cuerpo propio y, los distintos tipos
de relación que se establezcan así, como la vivencia del espacio y del tiempo serán
siempre simbólicos.
Para sacar el máximo partido posible, hay que crear, en primer lugar un clima de
libertad en el que el niño pueda expresarse sin más restricciones que las impuestas por
las exigencias del respeto a los demás y de la vida en común. Por tanto, la Educación
Infantil debe estimular este tipo de expresión para sacar de ella el máximo rendimiento
educativo, aceptando diversas formas de expresión, desde algunas más convencionales
hasta otras más idiosincrásicas. Alentando a los niños y niñas a que se expresen,
previendo espacios, momentos y proyectos.
3. EL GESTO Y EL MOVIMIENTO
El gesto y el movimiento son aspectos esenciales en la expresión corporal,
coincidiendo con ésta, en la utilización del cuerpo con una clara intencionalidad
comunicativa o representativa, además de una alta carga emocional. Así:
RESPECTO AL GESTO
El gesto es un medio de comunicación prelingüística que poseen ya los niños
menores de un año, de manera que todos los otros lenguajes (verbal, plástico, musical,
…) se desarrollarán a partir de él.
Así, los gestos son movimientos significantes que exteriorizan lo que sucede
en el interior de la persona. Como consecuencia, transmiten a los demás la forma de
pensar del individuo y provoca reacciones en los otros.
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A partir del conocimiento y dominio del propio cuerpo, los juegos implican la
representación con el gesto de sensaciones, sentimientos y emociones, a través de
diferentes personajes que van realizando distintas acciones.
RESPECTO AL MOVIMIENTO
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Cada movimiento es un acto motor que, en función del control nervioso al que
responda, se considera reflejo, voluntario o automático.
El orden que se sigue va desde el control del movimiento a la realización
intencional del gesto expresivo, desde los movimientos globales a los segmentarios y
desde los movimientos conscientes a los movimientos automáticos.
Así, tal y como hemos podido observar el gesto suele incluir el movimiento
corporal como parte importante de la forma particular de expresarse (gesticulación). En
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fundamental con que cuenta el niño, para desenvolverse en el medio y actuar en las
diversas situaciones que se le presentan, ofreciéndole multitud de posibilidades y
experiencias comunicativas.
a) Identidad
La identidad es el reconocimiento de sí mismo como unidad constante, como
“yo” que permanece a través de los cambios evolutivos. Este reconocimiento de la
propia individualidad frente a los demás y frente al mundo se logra mediante el
conocimiento y manejo del cuerpo.
b) La autonomía
La configuración de la identidad posibilita el logro progresivo, paso a paso,
de la autonomía.
La autonomía es la capacidad de actuar por sí mismo, de desenvolverse en
los distintos entornos y de tomar iniciativas en situaciones de la vida diaria.
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Por otro lado, como conquistas del niño a través de la expresión corporal,
podemos señalar las siguientes:
Aprendizaje de las relaciones existentes entre las distintas partes de su
cuerpo y de la posibilidad de acciones de su cuerpo con la realidad que le
rodea.
Mayor autonomía en sus movimientos
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Por medio del juego se favorece el desarrollo de la motricidad, los sentidos, las
facultades intelectuales y la adquisición de hábitos sociales y de cuidado de sí mismo.
Para el niño, es un medio de conocimiento, tanto de sí mismo y de los demás como del
mundo que le rodea. Mediante el juego se estimula la expresión y la comunicación en
todos aquellos que se realizan en compañía de otros niños o con el adulto.
Así, en el niño, el juego aparece desde las primeras etapas del período sensorio-
motor de una manera progresiva, y seguirá evolucionando hasta la edad adulta.
Nota: Esta sería una introducción del apartado a poner en el examen de manera
opcional.
Por otro lado, cabe destacar que, el juego simbólico se caracteriza por la
utilización de objetos con una función simbólica y no de acuerdo al uso convencional
del mismo. Por tanto, a través de la simbolización, el niño puede transformar los objetos
y situaciones en lo que él desea.
tiempo que se van interiorizando los valores sociales para poder insertarse en la
sociedad.
El niño empieza a jugar con otros niños, aunque no se interesa por el juego de
los demás, sino por el suyo propio. Imitará sus juegos, pero no los compartirá porque no
sabe hacerlo. Empieza a jugar a “ser como”. Esta modalidad les permite conocer la
realidad y sus posibilidades de actuación y, al mismo tiempo, les sirve para interiorizar
el mundo de los adultos, identificándose con ellos.
En este sentido, Piaget considera que en el juego se dan tres elementos muy
importantes: la realización inmediata de deseos a través de historias verbales (que han
de ser distinguidas de las mentiras, ya que no son intencionadas); la comprensión que
la realidad le niega; el cambio de papeles de los sujetos.
Como hemos podido observar desde los 2 años hasta los 6/7 años
aproximadamente el juego simbólico va aumentando en grado de complejidad,
empezando por una transformación simple de los objetos, hasta alcanzar la categoría de
verdaderos guiones donde los niños realizarán interpretaciones en colaboración con
otros compañeros y con los objetos que para ello decidan utilizar.
Esta evolución del juego simbólica, antes comentada, dará lugar a una serie de
variantes dentro de este tipo de juego:
sistematiza elementos del juego simbólico y del juego reglado, presenta componentes
libres y coordina los distintos recursos expresivos del niño.
Así, siguiendo a Mayor (1987) podemos definir el juego dramático como: “una
situación interactiva, recíproca y sincronizada donde los niños adoptan diversos roles,
situándose alternativamente en uno u otro punto de vista, representan objetos,
personas, acciones”.
Por tanto, por lo dicho anteriormente, los juegos dramáticos tienen una gran
importancia en el desarrollo integral de la personalidad infantil, porque ponen en
funcionamiento e implican las distintas dimensiones del desarrollo del niño.
Favoreciendo así:
Al desarrollo de la creatividad y la libre expresión de sus vivencias y
conocimientos adquiridos
A liberar tensiones y resolver conflictos personales
Al desarrollo individual y social (asimilando las relaciones de la vida social
y superando el egocentrismo)
A saber moverse en el espacio
A distinguir la fantasía de la realidad (ayudando al niño a tomar contacto
con la realidad)
Así, el juego dramático es uno de los medios más valiosos para la intervención
pedagógica, coincidiendo la mayoría de los autores en señalar que desarrolla la
creatividad, las habilidades comunicativas sobre temas que afectan al conocimiento
social y la expresión en todas sus manifestaciones (lingüística, corporal, plástica y
rítmico – musical)
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Por otro lado, cabe destacar cómo la base fundamental de este tipo de juego es
la improvisación, es decir, la facultad del sujeto de manifestar espontáneamente su
forma de percibir un tema, o dar vida a un personaje. Para ello deberá poner en juego
toda su capacidad de creación.
Para ello, el profesor proporcionará a los niños materiales para realizar dichas
actividades asequibles y fáciles de conseguir como:
Un cajón con materiales para disfrazarse (telas, bolsos, pañuelos, pelucas…)
Espejo de cuerpo entero
Caretas, máscaras
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El muñeco sirve para ayudar a establecer diálogos, hacer hablar al niño… siendo
cualquier función de “títeres” recibida con algazara por los niños estableciéndose una
fuerte comunicación sobre todo cuando una marioneta o títere se dirige a algún niño o a
todos en general.
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Así, el procedimiento para llevar a cabo un teatro de este tipo pasa por las
siguientes fases:
Inventar una historia y transformarla en diálogo
Si no se tienen los títeres se construyen utilizando materiales ricos, variados,
insólitos y sugestivos
Se estructura el espectáculo poco a poco
La palabra y la voz se deben usar con entonación significativa
Con la manipulación se tendrá bien derecho el muñeco, mirando siempre al
espectador, a veces hay que hacerle dormir, comer, etc.
(accionado por un palo), de dedos (pintando o pegando los dedos), sombras chinescas,
etc.
Estos materiales no tienen porqué ser caros, ni nuevos, pudiendo aprovechar los
materiales de clase, del colegio y los materiales de desecho anteriormente mencionado.
Así, como hemos podido observar este tipo de teatro infantil se caracteriza por
la actuación de los niños. Abarca desde las representaciones improvisadas hasta las
funciones convencionales que se representan en un escenario ante un público infantil o
adulto.
Por tanto, la solución más sencilla pasa por conservar en gran medida la
estructura del cuento, cuyo texto debe reelaborarse escasamente. Se conservarán los
diálogos. Se introducirá la acción prevista en el cuento. Y aunque la solución sea poco
dramática, es conveniente conservar la figura del narrador, que a la vez será el hilo
conductor de la acción y coordinará el movimiento y participación de los demás
personajes. Aquí, podríamos utilizar cuentos clásicos, como “Los músicos de Bremen;
Los siete cabritillas y el lobo; El gigante egoísta; etc.”. También cuentos musicales
como: “Las estaciones”, basado en Vivaldi.
Por tanto, los cuentos, al igual que los poemas y canciones, transmiten
interpretaciones de la realidad, donde el tiempo y el espacio actúan como
organizadores de la misma. El escenario y los personajes constituyen los contenidos y
la lógica del suceso, el discurso.
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Ambos deben ofrecer claves simbólicas suficientes para que los niños y niñas
desplieguen sus propios guiones:
Estos dos rincones dramáticos son posiblemente los que mejor se puedan
incorporar al aula como escenario de juego y llegar a ser un buen espacio de actividad
global, pero para ello se requiere una cierta preparación y atención por parte del
maestro/a de Educación Infantil como aludíamos anteriormente.
7. CONCLUSIÓN
Por todo lo expuesto en el desarrollo del tema, podemos señalar que la
expresión corporal enriquece y aumenta las posibilidades comunicativas del niño,
contribuyendo al dominio del espacio, al conocimiento del propio cuerpo y el de los
demás, así como a la exploración de las posibilidades motrices. Todo ello, a través de
una metodología lúdica, especialmente por medio del juego simbólico y el juego
dramático, cobrando en éste último las actividades dramáticas una especial relevancia.
Por tanto, se relaciona con todos los contenidos curriculares y no sólo con los
relativos al de la Expresión Corporal perteneciente al ámbito tercero del citado decreto,
aunque desde luego su relación con este bloque de contenidos es especialmente
estrecha.
Por ello, el conocimiento del tema por los profesores tiene gran importancia para
la educación del niño y la vida de los centros, ya que de él dependerá la realización de
actuaciones coherentes con el proceso evolutivo de los niños a nivel intelectual y social,
así como la interpretación correcta de las prescripciones realizadas por la
Administración Andaluza al efecto.
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9. BIBLIOGRAFÍA
Ley Orgánica 10/2002, de 23 de diciembre, de La Calidad de la Educación (BOE
N.º 307 martes 24 de diciembre 2002)
Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema
Educativo (LOGSE)
Decreto 107/92, de 9 de junio por el que se establecen las enseñanzas
correspondientes a la Educación Infantil en Andalucía.
MAYOR, J. La Psicología en la Escuela Infantil. Anaya. Madrid, 1987.
MARCHESI, COLL Y PALACIOS, J (1990). Desarrollo psicológico y educación.
Vol I, II y III. Alianza. Madrid.
VV.AA. “Cómo dramatizar un cuento”. Cuadernos de Pedagogía N.º 206
Pierre Vayer ‘El diálogo Corporal`. Editorial Científico-Médico
Centra su acción educativa en el niño de dos a cinco años y propone una
psicomotricidad, basada en la construcción del yo corporal, el niño ante el mundo de
los objetos y el niño ante el mundo de los demás.
VV.AA. (1990): La Educación Infantil 0-6 años. Paidolibro.
Carretero y Otros (1988): Pedagogía de la escuela infantil. Madrid: Aula XXI,
Santillana.
Cervera, J., Puentes, P. y Cervera, F.: Canciones para la escuela. Editorial Piles.
Valencia, 1987.
Moyles, J.R.: El juego en la Educación Infantil y Primaria. Editorial Morata/MEC.
Madrid, 1990.