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Salud y Sociedad

Estudio del Suicidio según Durkheim


Estudiante: Abigail Andrade Grupo: 6 Fecha: 21 de octubre de 2019

Acorde a Durkheim se definen tres tipos; el suicidio egoísta, el suicidio altruista, y el


suicidio anómico.

Se analiza el suicidio egoísta gracias a la correlación entre la tasa de suicidio y los


cuadros sociales integradores, la religión y la familia, considerada esta última en el
doble aspecto del matrimonio y los hijos.

La tasa de suicidios es una variable cuyo comportamiento cambia según los factores
de edad, sexo, religión, vida sentimental entre otros, Durkheim nos indica como la
tasa puede subir o bajar acorde a estas. Varía con el sexo; porque es más elevada
en los hombres que en las mujeres; varía con la religión; utilizando estadísticas
alemanas, Durkheim establece que los suicidios son más frecuentes en las
poblaciones protestantes que en las católicas. Por otra parte, la situación de los
hombres y las mujeres casadas con la situación de los célibes, los viudos y las
viudas también varía.

Así, los individuos solitarios no pueden satisfacerse, alcanzan cierto equilibrio sólo
mediante una fuerza exterior de orden moral, que les enseña moderación y les
ayuda a hallar la paz. Los hombres o las mujeres tienden más a quitarse la vida
cuando piensan esencialmente en sí mismos, cuando no están integrados; en un
grupo social, cuando la autoridad del grupo y la fuerza de las obligaciones no reduce
los deseos que los animan a la medida compatible con el destino humano.

El segundo tipo de suicidio es el suicidio altruista. El individuo se da muerte de


acuerdo con imperativos sociales, no considera su derecho a la vida. Lo considera
como un sacrificio interiorizado, y obedece los deseos ajenos hasta el extremo de
ahogar en sí mismo el instinto de supervivencia,

Durkheim descubre en las estadísticas un ejemplo moderno de suicidio altruista al


analizar el aumento de la frecuencia de suicidios en soldados. Por definición los
militares pertenecen a un grupo muy integrado. Su carácter se destaca por la
obediencia y labor hacia su grupo. Pertenecen a una organización cuyo principio
esencial es la disciplina. Por lo tanto, están situados en el extremo opuesto de los
célibes que rehúsan la disciplina de la vida de familia y son incapaces de limitar sus
deseos infinitos. Hecho conocido como abnegación, pero está visión se distorsiona.

El tercer tipo social de suicidio, el suicidio anómico. Se refleja en la relación entre la


frecuencia de los suicidios y la situación económico individual o social. Las
estadísticas revelan una tendencia al aumento de los suicidios en los períodos de
crisis económica; pero también se halla un polo opuesto, suicidios en gran
prosperidad.

En cambio, hallamos otro fenómeno curioso: una tendencia a la disminución de la


frecuencia de los suicidios en los períodos de grandes acontecimientos políticos.
Así, durante los años de guerra, disminuye el número de suicidios. la crisis de la
sociedad moderna que se define por la desintegración social y la debilidad de los
vínculos que relacionan al individuo con el grupo.

En estas sociedades, la existencia social ya no está regulada por la costumbre; los


individuos compiten permanentemente unos con otros; esperan mucho de la
existencia y le exigen mucho, y por lo tanto están acechados perpetuamente por el
sufrimiento que se origina en la desproporción entre sus aspiraciones y
satisfacciones. Esta atmósfera de inquietud es propicia para el desarrollo de la
"corriente suicidógena".

El suicidio egoísta se manifestará por un estado de apatía y de ausencia de apego a


la vida, el suicidio altruista por la energía y la pasión; y el suicidio anómico se
caracterizará por un estado de irritación y de disgusto, irritación vinculada con las
múltiples ocasiones de decepción que la existencia moderna ofrece, un disgusto que
es resultado de que se ha cobrado conciencia de la desproporción entre las
aspiraciones y las satisfacciones.

los suicidios son fenómenos individuales, que responden a causas esencialmente


sociales. Se originan, no en el individuo, sino en la colectividad, y son la causa real
o determinante de los suicidios. Ciertamente, estas corrientes suicidógenas no se
expresan en cualquier individuo, tomado al azar. Si tales o cuales individuos se
suicidan, ello responde probablemente al hecho de que estaban predispuestos por
su constitución psicológica, por su debilidad nerviosa y por ciertas perturbaciones
neuróticas. Asimismo, las circunstancias sociales que crean las corrientes
suicidógenas determinan estas predisposiciones psicológicas, porque los individuos,
que viven en las condiciones de la sociedad moderna, poseen sensibilidades
afinadas y por lo tanto vulnerables.
¿Qué explicaciones sociológicas propone Durkheim frente al suicidio?
El suicidio egoísta; no sentirse dentro de un grupo, el altruista; una visión
distorsionada de sacrificio por no distinguir la obediencia de un sacrificio
innecesario, suicidio aconómico; frustración económica por no cumplir las
expectativas individuales o sociales.
¿Qué opina usted: las acciones individuales podrán ser explicadas por
comportamientos sociales o por normas existentes en la sociedad?
Se puede emplear la estadística para tener una visión más profunda y realizar una
inferencia. Como opinión personal he presenciado suicidios de compañeros, y la
tasa de mortalidad por suicidio ha incrementado en mi ciudad.
De muchos conocidos, se hallaban en episodios de depresión por no sentirse
incluidos. Eventos como el abandono de padres inmigrantes, embarazos
prematuros, drogadicción, deudas.
Cada persona puede presentar una situación única, pero sus relaciones personales
afectan su comportamiento. Tal vez en el caso de embarazos prematuros donde la
mujer se siente marginada debido a que hay una norma social de prejuicio y crítica
se puede considerar que las normas sociales también influyen, aunque estas
deberían ser vistas como culturas de pensamiento y no como una norma oficial.
¿Puede identificar en este estudio, cuál es el hecho social y cuales las fuerzas
sociales?
El hecho social es el suicidio y este se clasifica por su aspecto psico-social, debido a
que la relación del individuo con su medio altera su salud psicológica. Todo impulso
y estímulo que reciba el individuo debe considerarse una fuerza social.

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