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sociología
J. Carlos Domínguez

Megaproyectos
fallidos en Latinoamérica
Sociología histórica y política comparada

sociología

Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora


Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología

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DEWEY LC
323.17 HN273
DOM.m D4

Domínguez, J. Carlos, autor


Megaproyectos fallidos en Latinoamérica : sociología histórica y política
comparada / J. Carlos Domínguez. – México : Instituto Mora, 2015. ÍNDICE
355 páginas : mapas ; 23 cm. – (Contemporánea. Sociología)

Primera edición
Incluye referencias bibliográficas (páginas 295-343) e índice

1. Agua – Abastecimiento – Bolivia – Cochabamba – Aspectos políticos. 2.


Aeropuertos – México – Aspectos políticos. 3. Aeropuertos – Diseño y construc-
ción – Aspectos políticos. 4. Movimientos sociales – Bolivia – Cochabamba. 5. Agradecimientos 7
Movimientos sociales – México. 6. Políticas públicas – Bolivia – Cochabamba. 7.
Políticas públicas – México. 8. Política comparada – Hispanoamérica. I. Instituto Abreviaturas y acrónimos 9
de Investigaciones Dr. José María Luis Mora (México, D.F.).
Introducción 13

Imágenes de portada: arriba: Lucas, “City and Christ’s left arm” (encuadre), Co- I. Del aeropuerto a la guerra del agua: historia de dos proyectos fallidos 41
chabamba, Bolivia, 2007; abajo: Haakon S. Krohn, “El lago de Texcoco visto hacia Introducción 41
el oeste desde el aire” (encuadre), Estado de México, México, 2013, en Wikimedia El caso boliviano 42
Commons, licencias de reproducción Creative Commons Genérica de Atribución/ El caso mexicano 59
Compartir-Igual 2.0 y Creative Commons Atribution-Share Alike 3.0 Unported, Conclusiones 75
respectivamente.
II. Políticas públicas 77
Introducción 77
Primera edición, 2015 ¿Por qué hablar de ventanas de oportunidad, coaliciones
  de política y monopolios de política pública? 79
D. R. © 2015, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora Cochabamba: múltiples ventanas de oportunidad y el fracaso
Calle Plaza Valentín Gómez Farías 12, San Juan Mixcoac,   de los monopolios de política pública 88
03730, México, D. F. Ciudad de México: ventanas de oportunidad, coaliciones
Conozca nuestro catálogo en <www.mora.edu.mx>   de política pública y el discurso de la democracia 114
Conclusiones 137

ISBN: 978-607-9475-14-7

Impreso en México/Printed in Mexico

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III. Movimientos sociales y política de protesta 142
Introducción 142
Discursos, recursos organizativos y oportunidades políticas 144
La Guerra del Agua en Cochabamba 153
La oposición en contra del naicm 176
Conclusiones 207 AGRADECIMIENTOS

IV. Ventanas de oportunidad y marcos de acción colectiva 212


Introducción 212
Vertientes múltiples, valores de política y el desplazamiento
  de conflictos en Bolivia y México 214
La política pública ante el potencial de movilización 225
Ventanas de política pública, oportunidades políticas
  y ciclos de radicalización 232 Este trabajo de investigación se llevó a cabo gracias al apoyo que re-
Conclusiones 244 cibí del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (Conacyt)
entre los años 2002 y 2007, así como al apoyo recibido en el año 2008 por
Conclusiones generales. El reto de la provisión de infraestructura parte del Fondo para Nuevas Publicaciones del Departamento de Desarro-
en América Latina 251 llo Internacional de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
El problema del Estado “autista” 255 Asimismo, agradezco los consejos y comentarios recibidos en las dis-
Nuevas configuraciones del poder 258 tintas etapas del proceso de investigación de las siguientes personas: Lau-
El déficit de legitimidad del Estado 262 rence Whitehead, Esteban Castro, Cassio Luiselli, Diego Zavaleta, Felipe
La metáfora de David contra Goliat puesta en duda 265 Ochoa Rosso, Reyes Juárez del Ángel, Carlos Crespo, Fernando Mayorga,
Socialización del conflicto y el reto de la provisión Marie Karaisl, Stephen Matzie, Joe Foweraker, Guillermo O’Donnell (…) y
  de infraestructura en América Latina 272 Cristopher Ballinas.

Apéndices 277
Apéndice i. La ciudad de México en el año 2000 277
Apéndice ii. La ciudad de Cochabamba en 2000 283
Apéndice iii. Imágenes de política pública y dimensiones
  de conflictibidad antes de la Guerra del Agua 288
Apéndice iv. Indicadores seleccionados de Latinobarómetro 289
Apéndice v. El naicm después del 2012:
  ¿vuelta a un mundo feliz? 291

Bibliografía 295

Índice temático 341

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ABREVIATURAS y ACRÓNIMOS

adn Acción Democrática Nacional (Bolivia).


adt Aguas del Tunari (Bolivia).
aicm Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
asa Aeropuerto y Servicios Auxiliares (México).
Asicasur Asociación de Sistemas de Comités de Agua del Sur (Bolivia).
bid Banco Interamericano de Desarrollo.
bm Banco Mundial.
ccc Comité Cívico de Cochabamba (Bolivia).
cefp Centro de Estudios de Finanzas Públicas (México).
Cepal Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
cgh Consejo General de Huelga (unam, México).
Cisen Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (México).
cob Central Obrera Boliviana.
Codaep Comité de Defensa del Agua y la Economía Popular, Bolivia
(también conocido como Comité de Defensa del Agua y la
Economía Familiar).
Comibol Corporación Minera de Bolivia.
Conagua Comisión Nacional del Agua (México).
Condepa Conciencia de Patria (Bolivia).
csutcb Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de
Bolivia.
Dinabsa Dirección Nacional de Saneamiento Básico (Bolivia).
Edoméx Estado de México.
ende Empresa Nacional de Electricidad (Bolivia).
eop Estructura de Oportunidades Políticas.

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10 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Abreviaturas y acrónimos 11

epr Ejército Popular Revolucionario (México). psiru Public Services International Research Unit (University of
ezln Ejército Zapatista de Liberación Nacional (México). Greenwich).
fdu Futura Desarrollo Urbano (México). pt Partido dos Trabalhadores (Brasil).
Fedecor Federación Departamental Cochabambina de Organizaciones de Samapa Servicio Autónomo Municipal de Agua Potable y Alcantarillado
Regantes. (Cochabamba, Bolivia).
Fejuve Federación de Juntas Vecinales (Bolivia). sapa Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Bolivia).
ffc Federación de Fabriles de Cochabamba. sct Secretaría de Comunicaciones y Transportes (México).
Fideurbe Fideicomiso para el Desarrollo Urbano de la Ciudad de México. Sedesol Secretaría de Desarrollo Social (México).
fmi Fondo Monetario Internacional. Segob Secretaría de Gobernación (México).
fpdt Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (México). Semapa Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado
fpvm Frente Popular del Valle de México. (Cochabamba, Bolivia).
fzln Frente Zapatista de Liberación Nacional (México). Semarnap Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca
gdf Gobierno del Distrito Federal (México). (transformada en Semarnat, en el año 2000 después de que el
iadb Inter-American Development Bank. área de pesca se moviera a otra secretaría).
idn Izquierda Democrática Nacional (prd, México). Semarnat Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (México).
ine Instituto Nacional de Estadística (Bolivia). Sirese Sistema de Regulación Sectorial (Bolivia).
Infonavit Instituto Nacional de Fomento a la Vivienda (México). sop Secretaría de Obras Públicas (México, 1959-1976).
ipa Interpretative Policy Analisis. sra Secretaría de la Reforma Agraria (México).
lgeepa Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente tlcan Tratado de Libre Comercio de América del Norte (México,
(México). Estados Unidos y Canadá).
mac Marco de Acción Colectiva. uach Universidad Autónoma Chapingo (México).
mas Movimiento al Socialismo (Bolivia). ucs Unión Cívica Solidaridad (Bolivia).
mc Ministerio de Capitalización (Bolivia). udp Unión Democrática Popular (Bolivia).
mdsp Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación (Bolivia). umss Universidad Mayor de San Simón (Bolivia).
mir Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Bolivia). unam Universidad Nacional Autónoma de México.
mnr Movimiento Nacional Revolucionario (Bolivia). Unasur Unión de Naciones Suramericanas.
mrtk Movimiento Revolucionario Túpac Katari (Bolivia). upnt Unión Popular Nueva Tenochtitlan (México).
mvm Modelo de Vertientes Múltiples. ur Unidad y Renovación (prd; México).
naicm Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. wss Water and Sanitation Services (Sudáfrica).
nfr Nueva Fuerza Republicana (Bolivia). ypfb Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
ni Nueva Izquierda (prd, México). zmcm Zona Metropolitana de la Ciudad de México.
nms Nuevos Movimientos Sociales. zreelt Zona de Restauración Ecológica del Ex Lago de Texcoco.
ong Organizaciones no gubernamentales.
pan Partido Acción Nacional (México).
pmm Proyecto Múltiple Misicuni (Bolivia).
prd Partido de la Revolución Democrática (México).
pri Partido Revolucionario Institucional (México).

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INTRODUCCIÓN

... there is no point in having good ideas if they can’t be carried out...
(Pressman and Wildavsky, Implementation, 1984, p. 89).

PRELUDIO: CRÓNICA DE UN AEROPUERTO FALLIDO

La primera vez que escuché del proyecto para construir un Nuevo


Aeropuerto Internacional para la Ciudad de México (naicm) fue en 1999.
Corrían los últimos meses de la administración del presidente Ernesto Ze-
dillo (1994-2000) y el entonces titular de la Secretaría de Comunicaciones
y Transportes (sct), Carlos Ruiz Sacristán, había encargado la compilación
y revisión de los estudios que hasta ese momento se habían llevado a cabo
sobre las distintas alternativas para incrementar la capacidad aeroportua-
ria de la ciudad de México. Muchos de esos estudios se habían llevado a
cabo más de treinta años atrás, cuando funcionarios de la administración
del presidente Echeverría (1976-1982) previeron por primera vez que la ca-
pacidad del Aeropuerto Internacional Benito Juárez sería insuficiente en el
largo plazo.
En ese momento yo trabajaba, circunstancialmente, como consultor
junior en una firma privada que estaba encargada de realizar dicho traba-
jo y mi papel era de poca importancia: correr regresiones para estimar y
construir escenarios en torno a la demanda de tráfico aéreo en el futuro y
llevar a cabo algunos análisis financieros muy sencillos. Interesados en mi
desarrollo profesional, el presidente ejecutivo y el director general del des-
pacho me estimularon para que asistiera a algunas reuniones clave sobre el
proyecto para familiarizarme con la información sobre el naicm. En ese mo-
mento, sin embargo, yo no fui capaz de reconocer la verdadera importancia
del proyecto (sobre todo en términos políticos) ni de entender las razones
por las cuales la decisión de construir un nuevo aeropuerto era tan sensi-
ble. Para ser sincero, en comparación con otros estudios de consultoría, la

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14 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Introducción 15

evaluación del aeropuerto me parecía una tarea tediosa y poco interesante. técnico-aeronáuticas, análisis costo/beneficio, minimización de los impactos
Nunca me imaginé que el proyecto del naicm me perseguiría por muchos ambientales y oportunidades de desarrollo socioeconómico.2
años. El nuevo aeropuerto fue concebido como uno de los proyectos más
Al final no pasó nada durante la administración del presidente Zedi- importantes del llamado gobierno de la Transición. En pocas palabras, no
llo y el tema desapareció temporalmente de la agenda de políticas públicas. sólo fue pensado como un aeropuerto sino como un proyecto integral de
Sin embargo, la idea de un nuevo aeropuerto reemergería con gran fuerza desarrollo, una “oportunidad” de planear de manera exhaustiva el desarro-
dos años más tarde, durante el mandato del nuevo “presidente de la transi- llo de largo plazo de una de las zonas social y económicamente más olvi-
ción”, Vicente Fox Quesada (2000-20006). Para esas fechas yo había dejado dadas de la ciudad de México. El principal obstáculo, sin embargo, era la
mi actividad como consultor para ir a probar suerte en la administración necesidad de expropiar 5 391 hectáreas de tierra ejidal y desplazar a 4 375
pública federal; más concretamente, en la Secretaría de Medio Ambiente y titulares de tierra.3
Recursos Naturales (Semarnat). Fue entonces, al trabajar en un puesto de Casi un año después del anuncio público, las negociaciones con las
mayores responsabilidades, cuando me topé con el proyecto aeroportuario comunidades afectadas fracasaron y la oposición al proyecto derivó en pro-
de nueva cuenta. testas por parte de distintos grupos: campesinos, organizaciones no guber-
De hecho, en un equipo que trabajaba en la Subsecretaría de Norma- namentales (ong), partidos políticos, integrantes del Consejo General de
tividad y Fomento Ambiental, tuve la responsabilidad de tomar decisiones Huelga (cgh) de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam),
sobre el posicionamiento que el sector medioambiente en el gobierno fede- profesores en huelga, sólo por mencionar algunos. El proyecto fue cancela-
ral debía tomar en relación con el naicm. Entre otras actividades, colaboré do en agosto de 2002.
para establecer los requerimientos mínimos que el proyecto debía cumplir La estructura, el contenido y las conclusiones de este libro no pueden
para contar con el apoyo de la Semarnat1 y tuve la invaluable oportuni- entenderse sin este preludio. Yo había decidido, mucho antes de que todos
dad de atender a muchas reuniones con representantes de otras secretarías, estos hechos tuvieran lugar, buscar oportunidades para realizar estudios de
del gobierno del Estado de México y de otras agencias que estuvieron, de posgrado fuera de México y nunca había considerado escribir sobre el caso
una o de otra manera, involucradas en la evaluación y diseño del proyecto. de estudio desde una perspectiva académica. Sin embargo, la decisión del
Aunque yo era en realidad un mando medio y no tenía suficiente poder de gobierno federal de cancelar el proyecto me cayó de sorpresa y me generó
decisión, participé activamente y me convertí en una suerte de observador- una serie de cuestionamientos sobre la naturaleza del desarrollo en general
participante en los procesos de política pública que tomaron lugar dentro (social, económico, político, histórico, etc.) y sobre la manera en que se to-
del gobierno federal. man decisiones de política pública en el sector infraestructura, primero en
Como otros funcionarios externos al sector transporte y comunica- México y luego en relación con otros países de América Latina. Así es como
ciones, me familiaricé con las distintas alternativas de política pública y me esta aventura de investigación comenzó hace casi quince años. El principal
convencí de que el mejor lugar para localizar el nuevo aeropuerto era el fruto es el libro que el lector tiene en sus manos.
área de Texcoco, en los municipios conurbados al sureste de la ciudad de
México. Fui testigo de la manera en que, poco a poco, se construyó un con-
2
senso entre las distintas secretarías del gobierno federal y cómo, después de Cerisola, “Conferencia”, 22 de octubre de 2001, en <http://fox.presidencia.gob.mx/activida-
des/conferencias/?contenido=2043&imprimir=true>. [Consulta: 15 de septiembre de 2007.]
mucha especulación, se hizo el anuncio del nuevo aeropuerto en octubre de 3
En las comunidades afectadas había personas que eran dueñas de varios lotes, lo que difi-
2001. De acuerdo con las versiones oficiales, el sitio que había sido elegido culta una estimación exacta de cuántas familias y cuántas personas hubieran realmente sido des-
plazadas por el naicm. Por tal motivo se utiliza en este caso el término titulares de tierra. Véase sra,
para para construir el nuevo aeropuerto respondía a una serie de ventajas “Decreto por el que se expropia por causa de utilidad pública una superficie de 311.72 hectáreas
de temporal de uso común e individual de terrenos del ejido de Chimalhuacán”, Diario Oficial de la
Federación, México, 22 de octubre de 2001; Semarnat, “Decreto por el que se declara de utilidad
pública la ampliación del acual vaso del ex lago de Texcoco”, Diario Oficial de la Federación, México,
1
Semarnat, “Requerimientos”, 2001. 22 de octubre de 2001.

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¿Cómo era posible que un proyecto que cumplía con tantos requisitos y conceptual que nos permita entender los procesos de política pública en
desde el punto de vista técnico, financiero y económico hubiese fracasado México y en otras democracias de América Latina. Al final del día, tal como
de esa manera? ¿Cómo era posible que la sociedad rechazara la decisión de se argumenta a lo largo de los distintos capítulos de este libro, el naicm no
instrumentar un proyecto que ninguno de los cinco presidentes anteriores es el único proyecto que ha fracasado. Hay suficientes ejemplos en México
se había atrevido a anunciar? y en otros países —incluyendo países con mayores niveles relativos de de-
Mi primera suposición, al haber estado involucrado en el proceso de sarrollo, industrialización y consolidación institucional— de proyectos que
decisiones gubernamentales, era que la explicación del intento fallido por han sido cancelados, pospuestos o que simplemente, antes de ser concre-
instrumentar el naicm estaba fuera de la arena de las políticas públicas. Sin tados, han implicado décadas de análisis y negociación. El reto de instru-
embargo, conforme avancé en mi investigación me di cuenta de que era mentar proyectos de infraestructura y de desarrollo cuyo diseño y evalua-
también necesario cuestionar, de manera crítica y seria, las propias decisio- ción conllevan un alto contenido técnico e ingenieril es enorme, sobre todo
nes institucionales, incluidas aquellas en las que yo mismo había participa- en contextos políticos caracterizados por niveles relativamente mayores de
do al proveer insumos y análisis muy específicos. descentralización política y administrativa, liberalización política y partici-
El trabajo de campo que llevé a cabo entre 2003 y 2005 y el análisis pación pública en general. Por ello vale la pena indagar más allá de las ex-
de otros casos de estudio a lo largo de la última década han sido determi- plicaciones mediáticas y superficiales.
nantes para decidir que los procesos de política pública y de movilización Por otra parte, las preocupaciones sobre el medioambiente son com-
social se deben analizar de manera paralela, como dos “mundos sociales”4 pletamente válidas, pero este libro no pretende convencer a nadie sobre las
que interactúan entre sí y se condicionan mutuamente. Sin embargo, salvo bondades de una u otra alternativa de política pública; más bien se enfoca
algunas excepciones, la revisión de literatura especializada sugiere que las en los procesos políticos en torno a las decisiones en un sector muy parti-
teorías y los marcos conceptuales existentes son insuficientes para entender cular: el de infraestructura. Es decir, no se intenta realizar un análisis nor-
de manera más sistemática las relaciones entre ambas áreas de investiga- mativo sobre “el deber ser”, sino uno de corte histórico-conceptual que nos
ción. En este sentido, uno de los objetivos de este libro es rescatar conceptos permita entender de qué manera distintos agentes interactúan entre sí, en
que podrían servir para establecer diálogos y construir puentes entre ambas qué contexto y en qué circunstancias.
áreas de estudio y para entender de qué manera distintos actores constru- En su conjunto, lo que buscamos con este trabajo es ofrecer un aná-
yen y promueven distintas ideas sobre el significado y la importancia del lisis de causalidad contrafáctica;5 es decir, identificar aquellos eventos, ac-
término desarrollo. tores y decisiones que hicieron la diferencia y marcaron un cambio en la
El lector que conoce el caso del naicm a través de los medios de co- trayectoria histórica de los proyectos de infraestructura bajo análisis. La
municación está pensando seguramente que la respuesta es muy sencilla: tarea no es sencilla y por ello buscamos aplicar un enfoque “de rastreo de
el primer gobierno panista, encabezado por Vicente Fox Quesada, no tenía procesos” que permita identificar patrones de dependencia secuencial (o
oficio político y los encargados de tomar las decisiones no supieron (o les path dependence). Como lo señala Mahoney,6 el concepto de path dependence se
“dio miedo”) enfrentar a los campesinos en Atenco “con mano dura”. Otros refiere a casos en los que eventos contingentes desencadenan patrones insti-
lectores, más inclinados a analizar el caso desde una perspectiva medioam- tucionales o secuencias de eventos con propiedades determinísticas.
biental, podrían argumentar que el proyecto fracasó simplemente porque
era un atentado contra el medioambiente y, por lo tanto, que no hay mucho
más que escribir al respecto. 5
Recordemos que la causalidad contrafáctica se refiere a una situación en la que x y y son dos
Sin embargo, hablar de falta de oficio político, ineptitud, falta de ca- posibles eventos, distintos entre sí, de tal manera que x depende causalmente de y si y sólo si, si y no
pacidades o incluso de corrupción, no constituye una explicación ordenada ocurre entonces x tampoco ocurriría. Esta definición fue ofrecida originalmente por el filósofo Da-
vid Hume, pero un análisis contemporáneo puede ser hallado en el trabajo de David Lewis. Véase
Lewis, “Causation”, 1973.
4 6
May, Social, 2001, p. 167. Mahoney, “Path”, 2000.

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En este orden de ideas, el término contingente no significa “aleatorio” de partida para examinar un fenómeno más amplio. Si bien es cierto que
sino que se refiere a un evento o decisión que en su momento era difícil México ha experimentado la cancelación o postergación indefinida de una
de predecir; cuya explicación obedece a factores ajenos al sistema en cues- veintena de proyectos, desde desarrollos turísticos, planes de desarrollo re-
tión; o que puede ser el resultado de la intersección entre varias secuencias gional y proyectos de vivienda hasta presas, parques eólicos y carreteras,7
(de eventos o decisiones), aun cuando estas sean predecibles de manera el fenómeno se ha registrado también de manera extensiva en otros países
independiente. Al mismo tiempo, dichos eventos contingentes no siempre de la región. Sólo por mencionar algunos ejemplos, Bolivia, Brasil, Costa
guardan una relación de causalidad inmediata con los hechos que buscan Rica y Perú han sido testigos de la cancelación o postergación de megapro-
explicarse, entre otras razones, porque están alejados en el tiempo. Sin em- yectos de infraestructura8 o de reformas en los sectores de agua, energía y
bargo, sí tienen propiedades determinísticas porque constituyen en sí mis- telecomunicaciones, que en algunos casos han generado gran descontento
mos rupturas o puntos de no retorno, a partir de los cuales se ha moldeado social hasta el punto de convertirse en detonantes de cambios políticos mu-
una cadena de acciones y reacciones. cho más amplios y duraderos.
De esta manera podemos hablar, por ejemplo, de la posibilidad de Algunos ejemplos incluyen el proyecto para exportar gas natural de
que las propuestas de política pública en el periodo t1 impacten sobre las Bolivia a México y California,9 proyectos hidroeléctricos en los ríos Madei-
propuestas posibles en periodos subsecuentes; o, más aún, de la posibilidad ra y San Antonio en Brasil,10 el movimiento de resistencia contra la priva-
de que una ventana de oportunidad que es desaprovechada en el periodo
t0 tenga efectos sobre las posibilidades de que otra ventana de oportunidad
se genere en el periodo t30. Del lado de los movimientos sociales, podemos 7
Algunos ejemplos son incluidos en, “Trunca 22 proyectos inconformidad social”, periódico
también hablar de hechos o de acciones concretas que sucedieron en el pe- Reforma, 22 de septiembre de 2003, en <http://busquedas.gruporeforma.com/reforma/Documentos/
DocumentoImpresa.aspx>. [Consulta: 15 de agosto de 2004.] Otros, más recientes, incluyen la
riodo t0 y que desencadenaron una secuencia de eventos que eventualmente presa La Parota en el estado de Guerrero (véase Ibarra, “Espacio”, 2012, pp. 153-154); el proyecto
impactaron en t10, ya sea porque abrieron paso a cierto tipo de acciones de turístico en cabo Pulmo, Baja California; la Torre del Bicentenario en la ciudad de México y otros
protesta o porque generaron determinadas pautas de interacción entre los proyectos que no han sido detenidos pero que sí han detonado importantes movilizaciones sociales,
como fueron los casos de la supervía en la ciudad de México (véase Alfie, “Supervía”, 2013) y algu-
actores institucionales y los grupos beligerantes. nos tramos de la Línea Dorada del metro en la ciudad de México.
8
El reto de este tipo de análisis consiste en identificar los factores y los Los llamados megaproyectos están definidos normalmente como las iniciativas que exceden un
billón de dólares de inversión, aunque otros proyectos de menor costo pueden también ser consi-
eventos que efectivamente hayan contribuido a coyunturas y puntos de in- derados como parte de esta categoría, de acuerdo con el contexto y las proporciones del mismo en
flexión; es decir, a cambios en la trayectoria histórica de un proyecto o de relación con la población afectada. Para mayores detalles, véase Flyvbjerg, “What”, 2007, en <http://
flyvbjerg.plan.aau.dk/whatisamegaproject.php>. [Consulta: 15 de mayo de 2007.] Otra caracteri-
un conjunto de decisiones de política pública. En este sentido, si bien los zación la ofrecen Orr et al., “Global”, 2011. Estos últimos hablan de megaproyectos “globales” de
escenarios contrafácticos —es decir, las respuestas al conjunto de preguntas infraestructura, que se caracterizan porque involucran a participantes globales y locales, implican
interconexiones complejas, tienen cierta complejidad social y política, y pueden causar daños irre-
sobre “qué hubiera pasado si...”— siempre tienen un carácter hipotético, es versibles al medioambiente.
posible triangular un conjunto de fuentes de información y combinar distin- 9
“Bolivia se embarcó en la era del gas”, La Prensa, 9 de septiembre de 2003, en <http://www.
laprensa.com.bo/20030909/default.htm>. [Consulta: 25 de noviembre de 2004]; “Fuerzas armadas
tos niveles de análisis para que dichas hipótesis adquieran mayores niveles advierten riesgo inminente”, La Prensa, 9 de septiembre de 2009, en <http://www.laprensa.com.
de confiabilidad y verosimilitud. bo/20030909/default.htm>. [Consulta: 25 de noviembre de 2004]; “Gas para el desarrollo”, La Pren-
sa, 9 de septiembre de 2004, en <http://www.laprensa.com.bo/20030909/default.htm>. [Consulta:
25 de noviembre de 2004]; “La campaña del convencimiento”, La Prensa, en <http://www.laprensa.
com.bo/20030909/default.htm>. [Consulta: 25 de noviembre de 2004]; La Prensa, “lng”, en <http://
APORTACIONES EN EL ÁREA DE POLÍTICA COMPARADA www.laprensa.com.bo/20030909/negocios.htm>. [Consulta: 25 de noviembre de 2004); “Pacific
lng venderá gas a EEUU por usd 20 000 millones; Bolivia recibirá 700 millones de regalías”, La
Prensa, 9 de septiembre de 2003, en: <http://www.laprensa.com.bo/20030909/default.htm>. [Con-
Más aún, si dejamos de lado los análisis superficiales y las conclusiones sulta: 25 de noviembre de 2004.]
10
“Both Sides Say Projets in Pivotal Issue for Brazil”, New York Times, “Both”, 11 de junio de
rápidas sobre lo que sucedió con el proyecto aeroportuario de la ciudad 2007, en <http://www.nytimes.com/2007/06/11/world/americas/11amazon.html?ex=&en=73cdd118
de México en los años 2001 y 2002, el caso de estudio constituye el punto a023248a&ei=5088&partner=rssnyt&emc=rss>. [Consulta: 11 de junio de 2007.]

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20 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Introducción 21

tización del Instituto Costarricense de Electricidad11 y las demostraciones dad. Por muchas décadas, el pmm había sido concebido como uno de los
contra a la privatización de la infraestructura para la distribución de energía proyectos más importantes para detonar el desarrollo en todo el departa-
en Arequipa, Perú.12 mento de Cochabamba. Sin embargo, los principales obstáculos eran: 1) la
Un ejemplo más reciente es el de las demostraciones contra la cons- necesidad de incrementar las tarifas de agua para extender la red de agua
trucción de una carretera que cruzaría una reserva ecológica en el Amazo- potable y permitir que el pmm fuera factible, y 2) la necesidad de cambiar
nas boliviano. Este caso ocurrió en 2011 y 2012, durante el mandato del las regulaciones existentes para permitir la participación privada en los sapa
presidente Evo Morales, lo cual constituye un ejemplo de la manera en que en el país. En ambos casos, las medidas generaron tensiones sociales y polí-
este tipo de proyectos pueden crear tensiones, incluso cuando son promo- ticas entre distintos grupos urbanos y rurales, quienes argumentaban que el
vidos por gobiernos de izquierda. En este sentido, vale la pena mencionar gobierno se había coludido con actores privados para explotar los recursos
las demostraciones y protestas suscitadas en Brasil desde un año antes de hídricos, marginando de los beneficios a los grupos en situación de mayor
que se inagurara el Campeonato Mundial de Futbol en este país y las cua- desventaja y sin respetar usos y costumbres en las áreas rurales. Bajo una
les obedecían, en gran medida, al sentimiento generalizado de que el gasto fuerte presión política y social, la concesión de los sapa a adt fue revocada
incurrido en la infraestructura necesaria para llevar a cabo dicho evento era en mayo de 2000 y el pmm fue pospuesto indefinidamente.
desproporcional en relación con las necesidades básicas, aún insatisfechas Vistos de manera conjunta, la llamada Guerra del Agua en Bolivia y
entre la mayor parte de los brasileños.13 Este ejemplo nos recuerda de nue- el conflicto generado por el proyecto aeroportuario en la ciudad de México
vo que los gobiernos de izquierda no son inmunes a este tipo de fenómenos, son parte de una tendencia más generalizada. Sin duda, muchos proyectos
pero además, que al hablar de megaproyectos no sólo debemos limitarnos que han sido cancelados o pospuestos en la región latinoamericana consti-
al caso de la infraestructura física y de transporte en un sentido tradicional, tuyen iniciativas mal diseñadas y mal concebidas, de manera que la discu-
sino referirnos también a los megaproyectos de consumo, como es el caso sión pública contribuyó a ventilar errores y problemas de política pública
de estadios de futbol o de proyectos turísticos, y a los extractivos, como de manera legítima. Sin embargo, hay otros proyectos que han fracasado
pueden ser las minas y la exploración y extracción de hidrocarburos. a pesar de conllevar ciertos beneficios o de atender problemas de manera
La llamada Guerra del Agua en Cochabamba, Bolivia, en 2000, cons- legítima. Hay iniciativas que fueron canceladas o pospuestas por otras razo-
tituye otro ejemplo con características particulares; es susceptible de com- nes, como dificultades financieras, falta de consenso político, información
pararse al caso del conflicto generado por el proyecto aeroportuario en la desvirtuada sobre sus verdaderos impactos o alguna combinación de estas
ciudad de México. La privatización de los Servicios de Agua Potable y Al- tres últimas.
cantarillado (sapa) fue promovida por el gobierno del general Hugo Banzer Por ejemplo, durante los primeros años de la administración del pre-
con apoyo de distintas agencias financieras internacionales. El esquema fue sidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), el gobierno federal trató
implementado a través de una concesión otorgada a la compañía Aguas de promover la inciativa de Punta Colonet, puerto multimodal que sería
del Tunari (adt), consorcio privado que a su vez contaba con el respaldo localizado en Baja California y cuyo principal objetivo era captar parte del
de Bechtel International. Entre otras disposiciones, el contrato contaba con tráfico marítimo, particularmente de contenedores, que algunos puertos es-
algunas cláusulas que obligaban a la implementación del Proyecto Múltiple tadunidenses ya no podían captar debido a su saturación y falta de espacio.
Misicuni (pmm), que incluía la construcción de una presa para incrementar En un inicio, el proyecto se retrasó, precisamente, por las dificultades para
el abastecimiento de agua potable en las áreas urbanas de Cochabamba y negociar con algunos grupos campesinos los derechos de vía que eran ne-
de agua para irrigación agrícola en los distritos rurales cercanos a esta ciu- cesarios para desarrollar el ferrocarril que conectaría a Punta Colonet con
otros puertos del otro lado de la frontera. Cuando este problema fue final-
11
iadb, “Politics”, 2006, p. 111.
12
Ibid., pp. 116 y 218.
13
Sobre el ejemplo brasileño y otros casos similares que se han suscitado alrededor de este tipo
de eventos deportivos, véase Flyvbjerg, “Mega”, 2013.

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22 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Introducción 23

mente resuelto, la crisis financiera de 2008 destruyó por completo el atrac- presentaban inversiones equivalentes a más de 70 000 millones de dólares.
tivo financiero del proyecto y el interés de los inversionistas.14 Esto significa que en las próximas dos décadas será necesario negociar la
En este sentido, si un (mega)proyecto de infraestructura —como es el implementación de proyectos cuyos requerimientos de inversión son equi-
caso de una presa, una carretera o un aeropuerto— conlleva beneficios y es valentes a “20 o 30 aeropuertos como el que se quería construir en Atenco
conveniente, o no, constituye una pregunta empírica que depende de una y Texcoco en 2001, incluyendo, por supuesto, todas sus implicaciones am-
serie de aspectos contextuales y específicos en cada caso. Estos incluyen, bientales, sociales y políticas”.17
entre otros, la naturaleza del propio problema de política pública que bus- Si estos datos son extrapolados para el caso de América Latina, el
ca resolverse, qué tan urgente es la necesidad de encontrar una solución y cálcu­lo muestra una estimación conservadora de 200 billones de dólares a
la disponibilidad de alternativas en un momento dado. En cualquier caso, lo largo de dos décadas. Estos proyectos deben ser considerados en conjun-
tomando en cuenta proyectos “buenos” y proyectos “malos”, el número de to o en adición a reformas estructurales para las que se requiere también
los que han fracasado —sobre todo desde la perspectiva social y política— de complejas negociaciones y de cambios en los métodos y parámetros
sugiere que el proceso de diseño, promoción e instrumentación de dichos utilizados para evaluar nuevos proyectos y políticas públicas.18 De esta ma-
proyectos requiere de un serio replanteamiento en el contexto de las trans- nera, América Latina enfrentará un doble reto en los siguientes años: por
formaciones económicas, sociales y políticas que la región latinoamericana un lado, la región necesita asumir el compromiso de atender el déficit de
ha experimentado en las últimas décadas. infraestructura, al mismo tiempo que se encuentra espacio para acomodar
Más aún, una mirada prospectiva sugiere que América Latina enfren- distintas dimensiones evaluativas y valores de política pública que muchas
tará un creciente déficit de infraestructura física y urbana cuya materializa- veces son incompatibles entre sí —por ejemplo: factibilidad técnica, justicia
ción requerirá de intensas y complicadas negociaciones entre actores pú- ambiental, justicia social–. Por otro lado, es vital —para garantizar una ma-
blicos, privados y sociales. De acuerdo con la Comisión Económica para yor profundización de la democracia— que esto suceda a través de procesos
América Latina y el Caribe (Cepal) y la Unión Suramericana de Naciones inclusivos de política pública y en el marco de configuraciones políticas,
(Unasur), América del Sur invierte actualmente alrededor de 2.3% del pro- económicas y sociales que son cambiantes a escalas global, regional y local.
ducto interno bruto (pib) cuando debería invertir entre 5.7 y 8.1% del pib Estos antecedentes explican la necesidad de comparar la historia del
regional con miras a cubrir el déficit hacia 2020.15 Una estimación un poco aeropuerto en México con algún otro caso de estudio. Si el primero no es
más conservadora es la de Fay y Morrison, quienes argumentan que la re- un ejemplo aislado, y si de hecho la relación entre políticas públicas y mo-
gión latinoamericana necesita destinar entre 4 y 6% de su pib para alcanzar vimientos sociales será decisiva para el desarrollo de los países de América
a países como Corea del Sur en materia de agua, drenaje, electricidad, tele- Latina en lo que concierne a infraestructura, vale la pena entonces buscar
comunicaciones e infraestructura de transporte.16 un marco conceptual que sea aplicable a fin de analizar este fenómeno en su
En el caso de México, las últimas administraciones del gobierno fe- conjunto. El ejercicio de política comparada presentado en este libro busca
deral —tanto la administración panista de Felipe Calderón Hinojosa (2006- cumplir con este objetivo.
2012) como la actual administración priísta de Enrique Peña Nieto (2012- La selección de la Guerra del Agua como un segundo caso de estu-
2018)— han identificado proyectos que son prioritarios para sostener y dio se basa en cuatro premisas principales. En primer lugar, ambos ejem-
garantizar el desarrollo económico del país. Por ejemplo, el Programa Na- plos tienen una historia y un hilo conductor con ingredientes similares: 1)
cional de Infraestructura del presidente Calderón Hinojosa incluía puertos,
aeropuertos, presas, carreteras y desarrollos turísticos que en conjunto re- 17
18
Domínguez, “Megaproyectos”, 2011, pp. 33-62.
No deben minimizarse las implicaciones de las reformas estructurales para el tema que con-
cierne a este trabajo. Un claro ejemplo es la posibilidad de que la reforma energética recientemente
14
Para mayores detalles sobre la problemática sociopolítica y ambiental de este proyecto, véase aprobada en México contribuya a facilitar la expropiación de predios para la exploración y explota-
Álvarez y otros autores, “Gobernanza”, 2013. ción petrolera bajo dudosos parámetros de justicia social y ambiental. Para mayores detalles, véase
15
Cepal y Unasur, Infraestructura, 2011. Fonseca, “No habrá expropiaciones por reforma energética: Gamboa”, Unomásuno, en <http://www.
16
Fay y Morrison, Infrastructure, 2007, pp. 105-106. unomasuno.com.mx/?p=84351>. [Consulta: 8 de julio de 2014.]

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24 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Introducción 25

son un proyecto de infraestructura de grandes dimensiones o una política lucionarios en ambos países. En el área de políticas públicas, Dozier23 ha
pública que se relaciona con la instrumentación y manejo de proyectos de comparado las políticas de desarrollo de la tierra y los procesos de coloni-
infraestructura, promovidos por un gobierno elegido democráticamente; 2) zación moderna mientras que Brysk y Wise,24 así como Sachs,25 entre otros
implican un conjunto de grupos sociales que se movilizan para oponerse y autores, han comparado los procesos de diseño y el impacto de las políticas
rechazar dicha iniciativa; 3) incluyen un discurso que enmarca al proyecto de ajuste estructural. En el área de movimientos sociales y grupos belige-
o iniciativa en el contexto de demandas sociales y políticas más amplias, y rantes, Wickham-Crowley26 presenta una comparación de las actividades
finalmente, 4) posibilitan el “éxito” de los grupos beligerantes al obtener de distintos grupos guerrilleros en las décadas de 1960 y 1970, y Yashar27
la cancelación del proyecto y detonar cambios sociales y políticos que van analiza las condiciones en que se desató el crecimiento reciente de movi-
más allá de este o de la política pública en sí misma —por ejemplo, al iniciar mientos sociales con identidades indígenas en la región.
ciclos más largos de protesta o al minar la legitimidad del régimen en turno. Finalmente, el conflicto en Cochabamba ha sido documentado ex-
En segundo lugar, ambos países comparten características histórico- tensamente por otros autores. Cuando visité Bolivia por primera vez en
estructurales, incluidas las experiencias de conquista y colonización euro- el verano de 2005 me impresionó el nivel de reflexión intelectual del que
peas, la fundación de sus repúblicas alrededor de la misma época (México fui testigo, considerando que en ese momento, con cerca de 9 000 000 de
en 1810 y Bolivia en 1825), revoluciones agrarias y políticas en el siglo xx habitantes, Bolivia era un país relativamente pequeño en términos pobla-
(1910 y 1952 respectivamente), el predominio de proyectos de desarrollo de cionales y, más aún, considerando que Cochabamba es apenas el segundo
carácter populista, corporativista y estatista que perduraron hasta la década departamento con mayor población en Bolivia. Las descripciones de corte
de 1980 y profundas reformas de mercado que fueron instrumentadas de periodístico, las entrevistas y la publicación en distintos medios de opinio-
manera súbita a partir de las políticas de ajuste estructural durante las dé- nes de corte político-ideológico sobre la Guerra del Agua ya abundaban
cadas de 1980 y 1990. Y sin embargo, al margen de estas coincidencias his- desde ese momento. Si bien es cierto que la mayor parte de esos trabajos
tóricas, ambos países son lo suficientemente diferentes como para permitir no contienen un aparato teórico que permita un análisis objetivo y siste-
un estudio de en qué medida difieren los patrones de decisión política y de mático del caso de estudio,28 la cantidad de análisis no académicos consti-
políticas públicas, los procesos de movilización de grupos inconformes y las tuye un activo que compensa, en el caso boliviano, y en contraste con el
relaciones mutuas entre estas dos esferas sociales. Entre las diferencias más caso del aeropuerto de la ciudad de México, mi falta de experiencia como
significativas, vale la pena resaltar su tamaño en términos poblacionales y observador-participante.
económicos, el grado de mestizaje, la extensión y presencia territorial del En comparación con la Guerra del Agua, el conflicto del aeropuerto
Estado, así como el grado de estabilidad política en los últimos 60 años. A ha recibido menor atención. Sólo Davis y Rosán29 han analizado el caso a
partir de estas diferencias, es posible aplicar un enfoque de “sistemas socia- partir del modelo del “poder de la distancia” (en inglés “Power of Distance”,
les disímiles”19 con la finalidad de encontrar pautas comunes entre ambos 30
pod) de Diane Davis, pero su trabajo tiene muchos puntos susceptibles de
casos de estudio.
En tercer lugar, otros trabajos ya han llevado a cabo investigaciones 23
Dozier, Land, 1969.
comparativas sobre Bolivia y México, o bien entre Bolivia, México y otros 24
Brysk y Wise, Economic, 1995.
25
países de América Latina. Desde una perspectiva histórica, Blasier,20 Ecks­ Sachs, “Social”, 1990.
26
Wickham-Crowley, “Winners”, 1989, pp. 132-181.
tein21 y Urbanski22 han hecho trabajos sobre los respectivos periodos revo- 27
Yashar, Contesting, 2005.
28
Algunas excepciones, las cuales se centran en los aspectos contractuales de la privatización
de los sapa, incluyen a Crespo, “Aguas”, 2000, en <http://www.aguabolivia.org/newcastle/contratos/
ObsConCbb.htm>. [Consulta: 1 de junio de 2007]; Laurie et al., “Strategic”, 2004, y Nickson y Var-
19
Payne, “Comparative”, 1973, pp. 19-20. gas, “Limitations”, 2002, pp. 128-149. Finalmente, Laserna, “Conflictos”, 2000, presenta un análisis
20
Blasier, “Studies”, 1967, pp. 28-64. de los participantes en el conflicto.
21 29
Eckstein, Impact, 1976. Davis y Rosán, “Social”, 2004, pp. 279-293.
22 30
Urbanski, “Tres”, 1966, pp. 419-436. Davis, “Power”, 1999, pp. 585-638.

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26 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Introducción 27

crítica: 1) la principal variable explicativa —la distancia entre el Estado y los sido abordados de manera aislada, entre otras razones porque el estudio de
actores de la sociedad civil— se usa de manera indistinta e indiscriminada; variables e indicadores constituye un ejercicio relacional. En otras palabras,
2) la larga historia del proyecto aeroportuario, la cual es vital para entender el juicio objetivo sobre cualquier caso de estudio requiere de un control ana-
el tipo de decisiones adoptadas en 2001 y 2002 no es tomada en cuenta por lítico externo, ya sea una teoría, otro caso de estudio o ambos. En palabras
las autoras, y 3) su trabajo no aborda los procesos de política pública, es de Ward, “aunque cualquier trabajo comparativo crea sus propios proble-
decir, lo que sucede adentro de la llamada “caja negra”. mas metodológicos [...] obliga al investigador a confrontar explicaciones
Por otra parte, Ortega analiza los procesos de formación de identidad más amplias y procesos que yacen fuera de las especificidades de un [...]
y enmarcamiento discursivo de la acción colectiva por parte del Frente de [caso de estudio] [...] en particular”.36
Pueblos. Muchas de las conclusiones de Ortega coinciden con las presen- Por ejemplo, la pertinencia de hablar de una “apertura sustancial en
tadas en algunos capítulos de este libro, pero de nuevo la autora deja de el espacio político” de México depende de los puntos de comparación. Un
lado los procesos de política pública y, de esta manera, si no sabemos lo que análisis longitudinal nos diría que sin duda el escenario político que enfren-
ocurre dentro de la “caja negra” nos quedamos con una historia parcial del tó el movimiento social en 2001 era más permisivo en comparación con el
caso de estudio.31 Otros trabajos que vale la pena mencionar y que fueron que enfrentaron, por ejemplo, los movimientos urbanos y de estudiantes
revisados durante la investigación realizada, incluyen a Alcayaga,32 quien que aparecieron durante las décadas de 1960 y 1970. Sin embargo, siguien-
documenta también —de manera descriptiva y poco teórica— el movimiento do un análisis entre países, el movimiento de oposición en contra del naicm
de oposición social en Atenco; Domínguez, quien ha documentado algunos halló una oportunidad política mucho menos significativa en comparación
aspectos históricos del proyecto aeroportuario así como el conflicto entre con el caso de la Coordinadora para la Defensa del Agua y de la Vida du-
distintos discursos ambientales en torno a la iniciativa;33 y Cadena Roa, rante la Guerra del Agua en Cochabamba. Este y otros ejemplos de la ma-
quien desde una perspectiva comparativa concluye que el movimiento de nera en que el ejercicio comparativo contribuye a la comprensión de ambos
Atenco no sólo fue efectivo sino que marcó una diferencia en los resulta- casos de estudio, se presentan con mayor detalle en los capítulos siguientes.
dos de la política pública.34 Finalmente, hay trabajos que hacen referencia al
caso boliviano pero no lo analizan de manera detallada.35
En su conjunto, la disponibilidad de información y la menor escala IMPORTANCIA DE LA EXPLORACIÓN TEÓRICA
en el caso de Bolivia facilitó la reconstrucción de procesos sociales y políti-
cos complejos para construir un análisis sofisticado, comparable al caso del El estudio formal de las políticas públicas constituye una subdisciplina de
aeropuerto. El resultado final del trabajo comparativo debe entenderse en las ciencias políticas; se enfoca en entender cómo los tomadores de deci-
dos direcciones. Primero, el análisis de la Guerra del Agua permite probar sión, dentro de las instituciones del Estado, interactúan con otros actores en
y mejorar la adaptación de algunos conceptos teóricos y, al mismo tiempo, el sistema político para producir acciones de política pública.37 Sin embargo,
entender el caso del naicm con mayor distancia y sentido crítico. la mayor parte de los enfoques que han dominado en esta subdisciplina son
El trabajo presentado en este libro es el resultado de un diálogo entre inadecuados para proporcionar explicaciones sistemáticas de las relaciones
la teoría y la evidencia empírica, pero también entre los casos de Bolivia y existentes, por un lado, entre los procesos de diseño, discusión, aprobación
México. Muchas conclusiones serían diferentes si estos ejemplos hubiesen y ejecución de la política pública, y el surgimiento, evolución e impacto de
los movimientos sociales, por otro. En cada caso, las dinámicas internas de
31
los grupos que se movilizan para oponerse a la instrumentación de políticas
Ortega, “San”, 2005.
32
Alcayaga, Atenco, 2002. públicas se observan como variables exógenas o simplemente son obviadas.
33
En el primer caso véase Domínguez, “Ventanas”, 2011, pp. 62-88 y en el segundo caso véase
Domínguez, “When”, 2012, p. 325.
34 36
Véase Cadena Roa, “Evaluación”, 2007, pp. 265-301. Ward, “Land”, 1989, p. 58.
35 37
Un ejemplo es Gledhill, “Resisting”, 2006, pp. 322-339. John, Analysing, 1998, pp. 1-6.

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28 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Introducción 29

Algunas veces se reconoce su existencia y su importancia, y los mecanismos casos, la elección racional, las ideas y las preferencias se desempeñan como
de interacción pueden incluso llegar a ser explicados, aunque los cambios factores determinantes del comportamiento de los actores en cuestión, aun-
internos causados por dichas interacciones pocas veces son explorados. que siempre dentro de los parámetros de las experiencias cognoscitivas, las
Más aún, los teóricos, especialmente en la literatura anglosajona, se identidades colectivas, los contextos históricos y las culturas políticas.
enfocan más a menudo en el estudio de las actividades no disruptivas de En segundo lugar, aunque los teóricos de los movimientos sociales
los llamados “grupos de interés” o “grupos de presión”, y dejan de lado la enfatizan la importancia de un agravio o una queja concreta como precon-
influencia que pueden tener en la política pública los actores que se mueven dición para que suceda la acción colectiva de carácter beligerante, ofrecen
más allá de los canales institucionales. Como lo han reconocido algunas pocas explicaciones en cuanto a la manera en que estos aparecen en la rea-
agencias internacionales recientemente, “dada la naturaleza de estos acto- lidad. Así, los conceptos utilizados por los teóricos de las políticas públicas,
res, su rol en el proceso de políticas públicas es menos analizado y entendi- como ventanas de oportunidad 41 y puntuaciones de política pública,42 pueden ser
do que en el caso de los actores más formales”.38 útiles a manera de herramientas heurísticas para entender cómo ciertos pro-
Al mismo tiempo, el estudio de los movimientos sociales y la política cesos en el mundo de las políticas públicas pueden generar una queja en la
beligerante o de protesta ha surgido como un campo de estudio en el que arena de la política beligerante.
sociólogos, psicólogos, politólogos y antropólogos han construido una plé- En tercer y último lugar, el análisis de las prácticas discursivas consti-
tora de enfoques teóricos para estudiar “la acción colectiva [...] por parte tuye una importante herramienta heurística en ambos campos. En el caso
de personas que carecen de acceso regular a instituciones [y recursos mate- de los movimientos sociales y de la política beligerante, los marcos de acción
riales], que actúan en nombre de demandas nuevas o inaceptables y que se colectiva constituyen herramientas que influyen sobre la extensión y dura-
comportan en formas que desafían a las autoridades o a otros”.39 ción de un movimiento.43 En el caso de la política pública, por otra parte, los
Sin embargo, los enfoques teóricos para el estudio de los movimientos llamados emprendedores de políticas necesitan enmarcar los distintos pro-
sociales y la política beligerante no exploran de manera sistemática las relacio- yectos, programas y políticas que proponen, de tal manera que obtengan el
nes entre la movilización social y los procesos de política pública. La mayor apoyo y la legitimidad para su instrumentación. Sus creencias de política se
parte de las propuestas conceptuales han tratado a la política pública como un reflejan generalmente en prácticas discursivas concretas. Entre otros objeti-
conjunto de variables exógenas y han asumido que el Estado y sus institucio- vos, este libro ofrece una explicación sobre cómo y por qué distintos actores
nes son entidades monolíticas que no sufren transformaciones internas en su construyen narrativas causales sobre ciertas iniciativas de política y la mane-
interacción con los grupos sociales que se movilizan, y viceversa. ra en que distintas posiciones, a veces opuestas, influyen en los resultados de
Un objetivo primordial de este libro es utilizar ambos cuerpos teóricos política pública y en la dinámica de los movimientos sociales.
de manera simultánea y explorar conexiones potenciales entre ellos. Vale El resultado es una combinación ecléctica de teorías existentes y de
la pena hacer el ejercicio al menos por tres razones. En primer lugar, cier- marcos analíticos que operan en el nivel de análisis de la mesopolítica. Esto
tos enfoques de política pública analizan el fenómeno de la acción colectiva nos permite ir y venir entre los procesos de decisión individual, por un
—aunque su carácter no sea beligerante ni disruptivo— a partir de bases con- lado, y los contextos históricos y sociales, por otro. El ejercicio permite ju-
ceptuales similares a las empleadas por algunos teóricos de los movimien- gar con distintas escalas de explicación para abordar y entender la compleji-
tos sociales. Por ejemplo, las fuerzas de cohesión que mantienen unidas a dad de las interacciones sociales y políticas que tienen lugar en ambos casos
las llamadas coaliciones de política pública40 a menudo son las mismas que de estudio. En este sentido, el libro propone un proceso de “rastreo” de ca-
influyen en la forma y la duración de los movimientos sociales. En ambos

38 41
iadb, Politics, 2006, p. 91. Kingdon, Agendas, 1984.
39 42
Tarrow, Power, 1994, p. 3. Baumgartner y Jones, Agendas, 1993.
40 43
John, Analysing, 1998, p. 170, y Sabatier, Theories, 1999, p. 127. Snow y Benford, “Master”, 1992.

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30 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Introducción 31

denas causales para identificar y diferenciar entre causas que son más próxi- actores estatales son los principales catalizadores y “guías” de las transfor-
mas y causas que son más lejanas, tanto en el tiempo como en el espacio.44 maciones sociales, económicas y políticas, puede ser extremadamente pro-
Por ejemplo, si en el caso mexicano nos concentramos en identificar blemático. La realidad es mucho más compleja que un pequeño tablero de
y entender los aliados del movimiento, el papel de estos actores no puede ajedrez donde uno puede jugar libremente, convirtiendo a los sujetos del
ser entendido por completo sin hacer referencia, así sea breve, a procesos desarrollo en “clientes”46 o tratándolos como objetos con nula o limitada au-
históricos de más largo aliento, como es el caso del surgimiento de movi- tonomía y capacidad de decisión.47 Por estas razones, el libro hace referencia
mientos urbanos populares, o sin entender la evolución del Frente Zapatis- a distintas teorías y conceptos surgidos originalmente en el área de políticas
ta de Liberación Nacional (fzln) en años más recientes. De la misma ma- públicas; el objetivo es mostrar que las prácticas y los discursos caracterís-
nera, un análisis enfocado en entender las razones por las cuales todas las ticos de los tomadores de decisión confluyen para simplificar la realidad y
administraciones previas en el gobierno federal no tomaron la decisión de desplazar problemas en lugar de resolverlos.
instrumentar el naicm (o el pmm en el caso de Cochabamba) y si el objeto Suponer que las políticas y los proyectos deben ser concebidos de
de estudio es el subsistema de políticas públicas en el área de transporte y acuerdo con parámetros abstractos como el óptimo de Pareto48 y que, por tan-
telecomunicaciones (o el sector agua, por ejemplo), es necesario tomar en to, los beneficios sociales generalizados de facto compensan por los impac-
cuenta tanto las decisiones individuales por parte de los funcionarios públi- tos negativos puede ser útil como guía para decidir cuales iniciativas deben
cos clave como las circunstancias históricas que han condicionado y estruc- o no sobrevivir en la agenda gubernamental. Sin embargo, este supuesto es
turado dichas decisiones. en sí mismo insuficiente y se vuelve problemático cuando los proyectos son
analizados más allá de sus antecedentes históricos y estructurales. En otras
palabras, dicho supuesto puede convertirse en un peligroso velo que oculta
APORTACIONES PARA LOS ESTUDIOSOS las dimensiones sociopolíticas de un proyecto y las fricciones inevitables que
DEL DESARROLLO son inherentes al diseño e instrumentación de la política pública, más allá del
pizarrón o del salón de clases. Como lo demuestran los dos casos de estudio
Como se mencionó anteriormente, los científicos sociales han mostrado abordados en este libro, este aspecto adquiere particular importancia en el
cierta tendencia a estudiar los procesos de política pública y de moviliza- contexto de América Latina, donde las transformaciones políticas y econó-
ción social de manera separada y desconectada, entre otras razones porque, micas en las últimas tres décadas conllevan nuevas fuentes y nuevos puntos
a primera vista, parece que los actores que se mueven en estos dos mun- de fricción, incluyendo mayores oportunidades para que distintos actores y
dos sociopolíticos responden a reglas, prácticas, discursos y experiencias grupos expresen sus quejas y agravios y se decidan a participar en la política
cognoscitivas distintos en cada caso.45 Este libro, sin embargo, parte del mediante la movilización social.
supuesto de que tales diferencias son precisamente lo que otorga valor y En este terreno, los participantes en movimientos sociales y los acto-
utilidad a los casos de estudio para aquellos interesados en los estudios so- res beligerantes en general ofrecen historias causales alternativas que deben
bre el desarrollo. ser ponderadas y tomadas en cuenta adecuadamente por los tomadores de
Si regreso en el tiempo, mis propias ideas acerca de lo que significa el
término desarrollo han cambiado drásticamente a lo largo de esta aventura 46
Wood, Politics, 1985a, p. 10.
de investigación. Reconozco que un enfoque “de arriba a abajo”, donde los 47
Escobar, Encountering, 1995, y Ferguson, Anti-politics, 1990.
48
De acuerdo con la definición clásica utilizada en economía, se refiere a una situación en la
que la distribución de recursos es tal que nadie puede mejorar su bienestar sin perjudicar y reducir
44
Blaikie, Political, 1994, p. 7. el bienestar de alguien más. Aparte de constituir una noción sumamente abstracta, difícil de probar
45
Una excepción notable es el caso de Jonathan Fox, quien analiza de manera simultánea el en la realidad, el óptimo de Pareto asume que los beneficios sociales generados por una iniciativa o
papel que las organizaciones campesinas y los actores en el aparato del Estado desempeñan para una acción en particular son utilizados para compensar a los grupos más desfavorecidos por dicha
influir en los objetivos y resultados del Sistema Alimentario Mexicano durante la administración del decisión (de otra manera habría un grupo cuyo bienestar empeoraría y ya no se cumpliría la premisa
presidente José López Portillo (1976-1982). principal del óptimo de Pareto).

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32 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Introducción 33

decisión. Los movimientos sociales estudiados en este libro fueron capaces, desarrollo de una región. En este sentido, una de las premisas de este trabajo
de una u otra manera, con mayor o menor éxito, de poner sobre la mesa y es que, para enfrentar el reto de la provisión de infraestructura en el largo
llevar al debate valores de política pública y dimensiones del conflicto que plazo, es necesario analizar de manera crítica e imparcial tanto a los actores
originalmente habían quedado fuera de los procesos de diseño e instrumen- de la política pública como a los que participan en la movilización social.
tación de la política pública. Dos ejemplos son la importancia de los usos En este tenor, no se busca aquí hacer recomendaciones sino situar al
y costumbres y de los sistemas alternativos de provisión de agua potable lector un paso antes. Es necesario entender las dinámicas de la política pú-
en Cochabamba o el valor de la tierra como espacio físico y cultural en el blica y de los movimientos sociales que derivan en este tipo de conflictos y,
caso del naicm. En ambos casos, al introducir dichas consideraciones, los al mismo tiempo, explorar si las interacciones y la contraposición de discur-
actores sociales han suplido de manera parcial el acceso a canales de par- sos entre política pública y movimiento social son específicos de un caso de
ticipación y de representación política. Han contribuido a democratizar la estudio o si siguen pautas que pueden ser generalizadas para varios países
arena pública, influyendo sobre los resultados de la política pública y pro- y varias áreas de infraestructura.
tegiendo a algunos grupos poblacionales de decisiones institucionales que En contraste, las tres principales contribuciones de este trabajo deben
parecían arbitrarias. leerse de la siguiente manera. En primer lugar, a pesar de su importancia
Esto no significa que todo lo relacionado con estos movimientos socia- histórica, el caso del naicm y de la oposición organizada por el Frente de
les sea bueno o que no haya aspectos susceptibles de crítica. El surgimiento Pueblos ha sido escasamente documentado y analizado de manera sistemá-
de movimientos sociales de carácter reactivo y de otras manifestaciones de tica. Pocos autores han desarrollado un análisis sistemático e integral de los
la política beligerante conlleva a menudo efectos no esperados, incluso in- actores, los procesos y sus interacciones. Como se argumenta en el último
deseables: las ventanas de oportunidad para resolver problemas concretos, capítulo de este trabajo, el proyecto para construir un naicm ha sido reto-
que son urgentes, pueden perderse de manera irremediable y los discursos mado por la administración de Enrique Peña Nieto y, en este sentido, más
radicales de un movimiento social pueden ser privilegiados en detrimen- que hacer recomendaciones de política pública concretas, el presente traba-
to de las facciones más moderadas. Por estas razones el libro complemen- jo ofrece una lista de aspectos que deben evitarse para evitar un nuevo con-
ta el análisis con teorías de movilización social que ayudan a entender la flicto social y un nuevo fracaso en la larga historia del proyecto.
manera en que algunos actores construyen discursos —o marcos de acción Por otra parte, si bien el caso de la Guerra del Agua en Cochabamba,
colectiva— que simplifican la realidad de acuerdo con sus propias experien- Bolivia, ha sido documentado de manera extensa por otros autores, existen
cias cognoscitivas e intereses políticos. Los movimientos sociales pueden, pocas comparaciones con otros casos de estudio que permitan identificar
bajo ciertas circunstancias, construir categorías monolíticas, dejar de lado pautas similares o poner a prueba su singularidad. La comparación entre
las dificultades del proceso de decisión institucional y contribuir también a ambos casos de estudio contribuye en sí misma a mejorar nuestro entendi-
desplazar, en lugar de atender, diversas preocupaciones de política pública. miento de las pautas de política pública y movilización social que son co-
En última instancia, el análisis de la política pública y de la política beli- munes entre varios países.
gerante, como un conjunto “de procesos sociales concurrentes”,49 constituye En segundo lugar, el presente trabajo presenta contribuciones para el
una tarea de investigación que se centra en la manera en que los tomadores campo de los estudios sobre el desarrollo. Como se explica más arriba, el
de decisión y los grupos beligerantes se involucran en procesos de transfor- estudio de la política pública y de los movimientos sociales como dos con-
mación económica y social, con base en sus propias ideas en torno al signifi- juntos de procesos concurrentes y conectados de manera estrecha ha sido la
cado del desarrollo. Cuando estas dos posturas se confrontan y no dialogan excepción más que la regla. Este trabajo toma en cuenta las condicionantes
el resultado es la cancelación de proyectos potencialmente benéficos y la contextuales y cognoscitivas de ambos, los hacedores de política pública y
persistencia de problemas serios de infraestructura que limitan el potencial los movimientos sociales, así como sus respectivas interrelaciones. Esta mi-
rada desde dos ángulos ofrece un panorama más enriquecedor e integral de
49
Mackintosh, Introduction, 1992. los fenómenos estudiados. En un nivel más general, el libro pretende mos-

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34 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Introducción 35

trar que el estudio y la práctica del desarrollo no sólo deben atender a los desem­peñado actores individuales o grupos específicos, ya sea promovien-
principios de multidisciplinariedad y transdisciplinareidad sino, en la medi- do u oponiéndose al naicm en México, o bien, a la privatización de los sapa
da de lo posible, deben aspirar al ejercicio dialógico y a presentar una visión en Cochabamba.
más balanceada sobre el papel que desempeñan distintos agentes. En tercer lugar, las entrevistas semiestructuradas no sólo sirvieron
para la recolección de datos sobre hechos y eventos específicos sino que
constituyeron en sí mismas ejemplos de las prácticas discursivas de los dis-
ASPECTOS METODOLÓGICOS tintos actores, las cuales podían a su vez ser trianguladas y validadas con
otras fuentes secundarias mencionadas anteriormente. En cuarto y último
La mayor parte de los análisis y conclusiones de los casos de estudio se ba- lugar, esta metodología ha sido utilizada satisfactoriamente por autores cu-
san en la información recopilada a partir de entrevistas semiestructuradas yas contribuciones teóricas y conceptuales son importantes para este tra-
con funcionarios en distintos niveles de gobierno, líderes sociales, simpati- bajo. En el caso del área de políticas públicas vale la pena mencionar los
zantes de los movimientos sociales, académicos locales y representantes de trabajos de Kingdon52 y de Sabatier y Jenkins-Smith.53 En el caso del área
las ong que estuvieron involucrados directamente o que, por alguna razón, de movimientos sociales y política beligerante, vale la pena mencionar los
conocían bien alguno de los casos de estudio. La información del caso mexi- trabajos de Castells54 y de Melucci.55
cano fue recolectada entre julio y septiembre de 2003 y entre enero y octubre La mayor parte de las entrevistas siguieron una estructura estilo
de 2006. Adicionalmente se llevaron a cabo algunas entrevistas telefónicas. “constelación”;56 es decir, cada tema se introdujo a partir de una pregunta
El trabajo de campo y las entrevistas –realizadas todas por quien sus- concreta que a su vez ayudó a explorar otros aspectos relacionados con el
cribe esta obra– fueron complementados con otras fuentes, incluidos do- mismo. Esta estructura permitió saltar de una cuestión a otra, cambiar el
cumentos oficiales, fuentes legales (particularmente en el caso de Bolivia), orden de la entrevista, descartar algunas secciones o poner sobre la mesa
reportes publicados por agencias internacionales como el Banco Mundial, otras preguntas que no se habían incluido en la entrevista original. En po-
informes de consultoría, publicaciones estadísticas, artículos periodísticos, cas palabras, las entrevistas se hicieron con adaptaciones creativas todo el
otras fuentes hemerográficas, discursos y boletines de prensa y diversas tiempo y en todos los niveles, dependiendo de las situaciones que surgieron
fuentes en línea. en cada momento.57
Hay cuatro razones por las cuales se eligió partir de las entrevistas se- La estrategia funcionó razonablemente bien con distintos actores en
miestructuradas como principal fuente de información. En primer lugar, el ambos países. En ocasiones fue más difícil en el caso de los individuos vin-
método es adecuado para explorar un tema y permitir que el entrevistado culados a los movimientos sociales porque era común que el entrevistado
clarifique ciertos eventos, complemente la información con su propio punto usara la primera pregunta, sin importar cuál era, para ofrecer una larga
de vista o sugiera nuevas direcciones para investigaciones futuras.50 Esta fle- descripción de sus tradiciones, de las adversidades que habían enfrentado
xibilidad es parte de un enfoque que no es lineal y permite ir y venir entre la históricamente y de las injusticias del gobierno. De esta manera, la con-
teoría y los datos empíricos, lo cual era necesario para establecer y afinar los versación a veces se acercaba más a una entrevista “sin estructurar” que
conceptos más adecuados a fin de analizar y organizar los casos de estudio. a una semiestructurada. Sin embargo, en retrospectiva, estas experiencias
En segundo lugar, dada la naturaleza de los casos de estudio, era fueron muy útiles porque contribuyeron a entender los significados que los
imposible anticipar todos y cada uno de los temas que serían relevantes y
que debían ser cubiertos en caso de acudir a entrevistas estructuradas.51 En 52
Kingdon, Agendas, 1984.
este sentido, era necesario entender los roles muy particulares que habían 53
Sabatier y Jenkins-Smith, Advocacy, 1999.
54
Castells, City, 1983.
55
Melucci, Nomads, 1989.
50 56
Keats, Interviewing, 2000, pp. 3-5; May, Social, 2001, p. 123, y Stedward, “Record”, 1997, p. 152. Keats, Interviewing, 2000, p. 57.
51 57
May, Social, 2001, p. 124. Douglas, Creative, 1985, p. 67.

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36 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Introducción 37

atenquenses y los cochabambinos atribuyen a ciertos eventos, prácticas y to, el enfoque propuesto no constituye un análisis aislado y abstracto sino
relaciones socioculturales. Por ejemplo, a través de estas largas pláticas —en un ejercicio heurístico que permite caracterizar relaciones y confrontaciones
ocasiones monólogos o historias de vida por parte del entrevistado— fue discursivas concretas entre distintos actores, en el contexto de determinados
posible entender el papel de ciertas ideas, como es el caso de la “solidaridad eventos y en relación con coordenadas espacio-temporales específicas.
con la tierra”, o bien, la condición de semiurbanos asumida por algunos Vale la pena mencionar cinco retos significativos que enfrentó esta in-
simpatizantes del movimiento contra el aeropuerto. Lo mismo sucedió al vestigación. Por ejemplo, para documentar ambos casos de estudio fue ne-
tratar de entender el significado de algunas tradiciones y rituales andinos cesario analizar una colección de actores con intereses que a menudo eran
en el caso de Bolivia. opuestos y que, por tanto, podían ofrecer descripciones discrepantes sobre
En comparación con las investigaciones necesarias para documentar un mismo evento. Para atender este reto se han aplicado, en la medida de
los procesos de políticas públicas, las visitas de campo a Atenco y Cocha- lo posible, técnicas de triangulación para discriminar entre distintas fuentes
bamba fueron cruciales para entender el mundo de los movimientos socia- de información. El resultado, por supuesto, no es necesariamente balancea-
les. En algunos casos el simple hecho de estar ahí, incluso sin entrevistar a do entre ambos casos pues mi propia experiencia en el caso del aeropuerto
nadie, fue suficiente para sentir y descubrir los significados sociales y cultu- me ha conferido el acceso a información privilegiada sobre los respectivos
rales que eran necesarios para entender algún proceso social en específico y procesos de política pública, facilitando la investigación en general.
que, eventualmente, contribuirían a construir mejores argumentos y mejo- Otras fuentes de desbalance se relacionan con distintos niveles de
res explicaciones de los casos de estudio. complejidad en cada caso de estudio. El tamaño de los países es una de
En este sentido, la búsqueda de significado ha obedecido a dos capas ellas. Al moverse de un país con una población de alrededor de 9 000 000 a
de análisis. En primer lugar, el análisis de entrevistas y la triangulación con una con 100 000 000, surgen más y más capas de complejidad: las interre-
otras fuentes documentales han servido para rastrear cadenas de causalidad laciones entre distintos tomadores de decisión, el número de instituciones,
y para “reconstruir” la estructura subyacente de relaciones e interacciones los niveles de gobierno y los grupos sociales, todos se vuelven más espino-
entre los distintos actores involucrados en ambos conflictos. El objetivo sos y difíciles de rastrear. Otros factores de complejidad son específicos en
principal ha sido obtener una caracterización lo más dinámica posible, de cada caso. Por ejemplo, el caso boliviano conlleva no sólo un proyecto de
tal manera que el análisis abarque tres momentos: antes de que los proyec- infraestructura individual sino un conjunto de reformas que requieren de
tos de política pública fueran instrumentados o anunciados oficialmente; mayores explicaciones para entender su contenido y sus orígenes históricos.
durante el surgimiento de la resistencia social y durante las negociaciones En contraste, el caso mexicano se centra en un solo proyecto de infraestruc-
con los actores institucionales y después de que los proyectos fueran cance- tura, pero se trata de una iniciativa que involucraba a más actores debido
lados o pospuestos indefinidamente. a que sus impactos e implicaciones se extienden en general a distintas áreas
En segundo lugar, el análisis de contenido de las entrevistas también ha de política pública: transporte, desarrollo social, medioambiente, reforma
servido para tipificar las prácticas discursivas de los distintos involucrados. agraria, por mencionar algunos.
En el caso del área de políticas públicas, se buscó identificar ideas centrales Algunas desproporciones están relacionadas con el trabajo de campo
y secundarias de política así como los discursos sobre el desarrollo que eran llevado a cabo en cada país en particular. Por un lado, fue mucho más difí-
enarbolados por los tomadores de decisión. En el caso de los movimientos cil contactar a funcionarios públicos y otros actores institucionales que pro-
sociales, se intentó descubrir y estudiar los marcos de acción colectiva y las movieron la privatización de los sapa en Cochabamba. Esto se debió a los
narrativas alternativas sobre el desarrollo. En cada caso, los textos bajo aná- cambios de administración, pero también a que la Guerra del Agua se ha
lisis (declaraciones públicas, entrevistas y otros documentos) fueron tratados convertido en una especie de tabú para aquellos que no simpatizaban con
como “eventos sociales”58 y no sólo como expresiones retóricas. Por lo tan- el movimiento encabezado por la Coordinadora. Por otro lado, la informa-
ción sobre el movimiento social en México fue difícil de recopilar debido
58
Fairclough, Analysing, 2003, p. 4. a las tensiones que todavía existían en el caso de Atenco cuando el trabajo

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38 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Introducción 39

de campo se llevó a cabo. De hecho, la toma de la presidencia municipal perdido su negocio si la red de los sapa se hubiera expandido en Cocha-
por parte del Frente de Pueblos todavía seguía cuando se llevaron a cabo bamba, o las guerrillas rurales, interesadas en instigar conflictos para ganar
la mayor parte de las entrevistas con simpatizantes del movimiento. En el visibilidad en la ciudad de México.
caso de México, el problema se subsanó a partir de entrevistas con aliados Hay algunos de estos temas que son mencionados explícitamente,
del movimiento social, análisis históricos de otros movimientos sociales en pero hay otros que se han dejado sin explicaciones detalladas. La principal
México y algunas notas periodísticas. En el caso de Bolivia, el problema se razón es que, independientemente de qué tan fuertes sean los intereses de
atendió a través de un análisis exhaustivo de noticias periodísticas sobre el algunos actores en lo individual, ninguno de ellos se enfrenta a escenarios
tema del agua entre 1992 y 2001 (véase Apéndice iii). donde su voluntad no tenga límites. En otras palabras, los intereses tienen
Hay algunos temas que se tocan de manera tangencial a lo largo de claras fronteras de posibilidad, y dichas fronteras están a menudo definidas
este libro y que no son analizados de manera exhaustiva. El movimiento por valores culturales y normativos que gobiernan las distintas esferas de
zapatista en México, el movimiento de los cocaleros en Cochabamba, la re- acción social.
partición de tierra, las reformas estructurales y los usos y costumbres, sobre
todo en Bolivia, son algunos ejemplos. Todos estos temas brindan cada uno
material para varios libros e infinidad de artículos y, por lo tanto, su análisis ESTRUCTURA DEL LIBRO
exhaustivo está más allá de los alcances de este trabajo. Y sin embargo no
pueden ser completamente ignorados. En ocasiones son parte del rastreo de El primer capítulo de este libro presenta una descripción general de ambos
procesos necesarios para construir cadenas de explicación causal y, en otros casos de estudio. Con escasas referencias teóricas y conceptuales, el obje-
casos, son simplemente necesarios para contextualizar los casos de estudio. tivo es proveer al lector con los antecedentes necesarios y la información
Por otra parte, hay un número limitado de conceptos que se sitúan en básica para familiarizarse con ambas historias. Entre otros detalles se inclu-
el centro de las explicaciones ofrecidas a lo largo del libro. Dos ejemplos yen las cronologías de los eventos más significativos y una revisión de los
son el concepto de ventanas de oportunidad en el caso de las políticas públicas principales protagonistas. Los lectores que conocen los casos de estudio en
y de los marcos de acción colectiva (mac) en el caso de los movimientos sociales. un nivel descriptivo pueden ahorrarse estos antecedentes y pasar directa-
Aunque esta opción es útil para efectos de exposición, esquematización y mente a los análisis de carácter teórico y conceptual que se ofrecen en los
comparación, hay algunas desventajas que deben mencionarse. Por ejem- capítulos posteriores. Así, el segundo capítulo se enfoca a los procesos de
plo, el análisis puede ocultar o minimizar la importancia de otras dimensio- política pública y constituye el primer paso para integrar la teoría junto con
nes analíticas. En el caso de las estrategias discursivas y de enmarcamiento los datos empíricos. El tercer capítulo integra la teoría y los datos empíricos
se corre el riesgo de dejar fuera el papel que los intereses individuales y de sobre los movimientos sociales en Bolivia y en México. El cuarto capítulo
grupo pueden tener como determinantes de la acción colectiva. sintetiza los hallazgos de los capítulos anteriores y ofrece una explicación
Sin embargo, el concepto amplio de intereses constituye uno de los te- integral, la cual toma en cuenta los procesos de política pública y los proce-
mas que está subyacente y que se desarrolla de manera paralela. Los inte- sos de movilización social, de manera concurrente en ambos casos. Como
reses desempeñan sin duda un papel importante, incluso si no son mencio- parte de esta tarea se presenta un breve ejercicio de política comparada y
nados de manera explícita. Un ejemplo son los intereses de las compañías se identifican pautas en común que son características de las interacciones
que querían construir la presa Misicuni en Bolivia o el nuevo aeropuerto entre política pública y movimientos sociales. Aunque no es el objetivo cen-
en la ciudad de México. Otro ejemplo es el caso de políticas de alto nivel tral de este libro, a lo largo de los distintos capítulos se abordan también
que buscaban legitimidad y capital político a partir de la instrumentación algunas temáticas relacionadas con lo que ha sucedido en Bolivia y México
de —o la oposición a— estos proyectos de infraestructura. Un ejemplo más después de que tuvieron lugar la Guerra del Agua (2000) y la oposición en
es el caso de los intereses de distintos aliados de los movimientos sociales: contra del naicm (2001-2002). El libro concluye con algunas implicaciones
los proveedores informales de agua —los llamados aguateros— que hubieran generales sobre democracia y desarrollo en América Latina.

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I. DEL AEROPUERTO A LA GUERRA DEL AGUA:
HISTORIA DE DOS PROYECTOS FALLIDOS

INTRODUCCIÓN

Este capítulo contiene información esencial sobre los casos de estu-


dio, incluidos el contexto y los eventos que el lector debe tener en mente
para entender el ejercicio de política comparada, el proceso de vinculación
teórica y las implicaciones para la democracia y el desarrollo en América
Latina. El subtítulo de la p. 42 ofrece una breve narración histórica del pmm
y de la Compañía Servicios Municipales de Agua Potable y Alcantarillado
(Semapa), encargada de proveer los sapa en la ciudad de Cochabamba, Bo-
livia. El subtítulo de la p. 52 describe las características básicas del Proyec-
to Múltiple Misicuni (pmm) y de la concesión otorgada a la firma privada
Aguas del Tunari (adt) en 1999. El subtítulo de la p. 55 da cuenta de los
principales eventos antes, durante y después de que el respectivo contrato
fuera firmado en 1999.
El subtítulo de la p. 59 se enfoca al caso mexicano al exponer el con-
texto histórico del proyecto aeroportuario en la ciudad de México y ex-
plorar las razones por las cuales el gobierno federal pospuso la decisión
de impulsar dicho proyecto por más de tres décadas. Al igual que el caso
del Semapa-Misicuni, el objetivo principal es exponer algunos antecedentes
básicos que sirvan de base al lector para entender mejor el caso de estudio
independientemente de su significado teórico. El subtítulo de la p. 65 pre-
senta una breve descripción del proyecto tal como fue anunciado en 2001.
No se ahonda en detalles técnicos excepto cuando estos son necesarios para
entender las decisiones de política pública correspondientes. El subtítulo de
la p. 72 ofrece una cronología de eventos inmediatamente antes de que el

Copia privada. Exclusiva para procedimientos administrativos 41


42 Megaproyectos fallidos en latinoamérica

1950-2001
proyecto fuera anunciado públicamente en diciembre de 2001. Si el lector


2.22%

3.97%

0.87%

2.32%

4.19%

1.08%
está interesado en consultar información adicional, los apéndices i y ii ofre-
cen información política y demográfica de Cochabamba y de la ciudad de

1950 1976 1992 2001


México.

8 274 325
2.86%

3.79%
3 109 095
1.47%

1 455 711
3.06%
856 409
4.42%

1.37%
5 165 230

599 302
EL CASO BOLIVIANO

Cuadro 1. Tasa de crecimiento anual de la población rural y urbana,


Historia del Semapa y Misicuni, década de 1940-2000

Cobertura de la red y cambios administrativos

6 420 792
2.09%

4.16%
2 725 946
0.09%

1 110 205
2.74%
580 188
4.85%

1.04%
3 694 846

530 017
Desde una perspectiva histórica, los problemas de agua potable y alcanta-
rillado en Cochabamba no eran nada nuevo en 2000 ni lo eran tampoco
ninguno de los conflictos sociales y políticos derivados de ellos. De hecho,
el déficit de agua potable se remonta hasta la década de 1950, cuando Co-

Bolivia, 1950-2005
chabamba experimentó un crecimiento urbano acelerado y un incremento
significativo en la demanda de agua potable y servicios de alcantarillado en

4 613 486
2.08%

3.92%
2 687 646
1.15%

720 952
1.81%
272 100
3.71%

1.00%
1 925 840

448 852
la ciudad, lo cual generó una intensa competencia entre los usos rurales y
urbanos de agua.1
En una primera etapa, las reformas que siguieron a la revolución de
1952 tuvieron efectos sociales y económicos significativos, incluidos cam-

Fuente: Elaboración propia con base en ine, Anuario, 2004.


bios en las dinámicas rurales y urbanas de Cochabamba. La redistribución

2 704 165
Tasa de crecimiento anual

Tasa de crecimiento anual


1 995 597
Tasa de crecimiento anual

452 145
Tasa de crecimiento anual
105 486
Tasa de crecimiento anual

Tasa de crecimiento anual


708 568

346 659
de tierra y la abolición de un sistema económico explotador contribuyeron
a integrar a más de 2 000 000 de personas a los circuitos de consumo y
producción a escala nacional. Sin embargo, a lo largo de los años, la parti-
ción excesiva de tierra, los niveles insuficientes de mecanización, la elección
inadecuada de cultivos y las restricciones a la venta y comercialización de
la tierra incrementaron los incentivos para migrar de las áreas rurales a las
urbanas.2 En el caso de Cochabamba, la población de la ciudad creció en
más del doble entre 1950 y 1976 (véase cuadro 1).
De esta manera, el rápido crecimiento poblacional y la consecuente
expansión en la mancha urbana contribuyeron a que se sobrepasaran los
niveles disponibles de agua potable y alcantarillado y a que fuera rebasa-

Áreas urbanas
Áreas urbanas

Áreas rurales

Áreas rurales
Cochabamba
1
Entrevista a Osvaldo Pareja realizada por J. Carlos Domínguez, en la ciudad de Cochabam-
ba, agosto de 2005 (todas las entrevistas aquí mencionadas fueron realizadas por mí); véanse tam-

Bolivia
bién Maldonado, H2O, 2004, y Pareja, “Importancia”, 1996.
2
Mesa, Historia, 2003, pp. 658-659.

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44 Megaproyectos fallidos en latinoamérica

Fuentes: elaboración propia con base en Achi y Kirchheimer, “Innovar”, 2006, p. 210, en <http://www.centroagua.org/index.php?option=com_re
da la capacidad institucional para resolver el problema. Las autoridades
municipales simplemente no estaban preparadas para enfrentar estos retos,
incluyendo las implicaciones del creciente déficit en los Servicios de Agua
Potable y Alcantarillado (sapa).
La situación se deterioró en las décadas de 1960 y 1970, hasta el pun-
to de que el gobierno central se vio obligado a crear una organización en-
cargada de proveer y administrar los sapa en Cochabamba. De esta manera
se creó el Semapa en 1967. Esta organización, que existe hasta nuestros días,
fue concesionada a la empresa privada adt en 1999. En 1973 el gobierno

mository&Itemid=102&func=fileinfo&id=46>. [Consulta: agosto de 2007.], y con base en Ledo, “Urbanisation”, 2002.


central —de nuevo presionado por el creciente déficit de los sapa— usó un
crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (bid) para formular un

Mapa 1. Ciudad de Cochabamba: fuentes de agua


plan de emergencia a fin de renovar y extender la red existente.3 El docu-
mento concluyó que era necesario integrar nuevas fuentes de abastecimien-
to, sobre todo las localizadas al noroeste del valle de Cochabamba (véase
mapa 1).
Sin embargo, los problemas económicos, políticos e institucionales
evitaron que muchas de las recomendaciones propuestas en dicho plan se
llevaran a cabo por al menos una década. Mientras tanto, los problemas de
escasez de agua en Cochabamba continuaron hasta que se generó una se-
ria crisis en 1978 debido al incremento en la demanda del vital líquido para
consumo, energía e irrigación en combinación con una intensa sequía.4
Años más tarde Bolivia experimentaría serias dificultades económi-
cas. El precio del estaño —en ese momento el principal producto de expor-
tación de Bolivia— se deterioró entre 1978 y 1982 con una caída adicional
en 1985. Los precios del petróleo colapsaron a inicios de la década de 1980,
detonando una crisis de deuda en gran parte del llamado “mundo en vías
de desarrollo”. Como consecuencia, Bolivia se vio forzada a abandonar el
modelo estatista de desarrollo que había prevalecido desde la revolución de
1952. Las medidas de austeridad incluyeron el Decreto 21060, que obliga-
ba a la restructuración de la Corporación Minera Boliviana (Comibol) —en
ese momento la más importante empresa boliviana de minería— y más de
20 000 trabajadores perdieron su empleo de manera inmediata.5

3
El título completo de dicho estudio es “Partes faltantes del Sistema de Abastecimiento de
Agua Potable”. Para más detalles, véase Maldonado, H2O, 2004, p. 4, y Pareja, “Importancia”, 1996.
4
Maldonado, H2O, 2004, pp. 9-11.
5
El eufemismo que fue utilizado por el gobierno de Paz Estenssoro para referirse a este despi-
do masivo fue el de relocalización.

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46 Megaproyectos fallidos en latinoamérica

Sin otras alternativas de ingreso en los centros que tradicionalmente


se habían dedicado a la extracción minera, como eran los casos de Potosí
y Oruro, un ejército de mineros desempleados se unió al creciente número
de migrantes que buscaban nuevas oportunidades en los principales centros
urbanos del país. Por ejemplo, la población en Cochabamba se triplicó en-
tre 1976 y 2000, mientras que la tasa media de crecimiento anual entre 1950
y 2001 era mayor a 4% (véase cuadro 1, cap. 3). De esta manera, la cober-
tura de los sapa no sólo se quedó corta de cumplir los objetivos estipulados

Mapa 2. Proyecto Múltiple Misicuni (pmm), conceptualización básica


en los planes de 1973 y 1983, sino que se deterioró significativamente como
consecuencia de la intensa migración que se registró en Cochabamba.
El problema del crecimiento demográfico excesivo fue particularmen-
te serio en las afueras de la ciudad. Por ejemplo, la tasa media de crecimien-
to anual en algunos distritos del sur de Cochabamba llegó a ser de hasta
20% en las dos décadas anteriores a la Guerra del Agua. No es sorpresa que

Fuente: elaboración propia con base en Laurie y Marvin, “Globalisation”, 1999, p. 1405.
el crecimiento poblacional se tradujera directamente en déficits importantes
en la red de los sapa. En algunos distritos, hasta 95% del agua era abasteci-
da de manera informal por vendedores de agua. De manera paralela, algu-
nos vecindarios han organizado históricamente cooperativas para resolver
el problema de agua con pozos clandestinos para extraerla con pequeños
sistemas para su distribución local.6

Fuentes de agua en el valle de Cochabamba

Adicionalmente a los retos administrativos y operativos que el Semapa en-


frentaba, los problemas de agua de Cochabamba se pueden atribuir a la
oposición y el conflicto entre los usos urbanos y rurales y a la larga lista de
proyectos de infraestructura que nunca fueron terminados en el largo pla-
zo.7 El pmm es una de estas iniciativas de política pública que, por lo menos
hasta el momento de escribir estas líneas, sigue en el tintero (véanse mapas
1 y 2).8

6
Achi y Kirchheimer, “Innovar”, 2006, disponible en <http://www.centroagua.org/index.
php?option=com_remository&Itemid=102&func=fileinfo&id=46>. [Consulta: agosto de 2007.]
Con base en Ledo, “Urbanisation”, 2002.
7
Algunos de estos proyectos fueron incluidos desde el Plan de Emergencia de 1973.
8
Otros proyectos incluyen la reconstrucción de una presa llamada Wara-Wara y la construc-
ción del acueducto de Chusequeri. Pareja, “La importancia de la planificación”, Los Tiempos, 2 de
septiembre de 1996.

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48 Megaproyectos fallidos en latinoamérica I. Del aeropuerto a la guerra del agua 49

El origen de este proyecto data desde la década de 1940, cuando el En 1982 el presidente Hernán Siles Suazo (1982-1985) ganó las elec-
señor Luis Calvo Soux identificó la posibilidad de aprovechar el agua de ciones como candidato del partido “sombrilla”, la Unión Democrática Po-
la cuenca del río Misicuni para proveer al valle de Cochabamba con agua pular (udp) y encabezó un gobierno populista cuyas políticas económicas
potable y para irrigación en el largo plazo.9 Esta idea sobrevivió a lo largo detonaron un proceso de hiperinflación y agravaron aún más los serios
de tres décadas en la agenda de políticas públicas, pero los estudios de fac- problemas de inestabilidad macroeconómica que sufría el país. Siles Suazo
tibilidad sólo fueron completados en 1973 con un patrocinio de la Empresa renunció un año antes de que su mandato concluyera oficialmente. La res-
Nacional de Electricidad (ende) y del bid.10 puesta del nuevo presidente, Víctor Paz Estenssoro (1985-1989) fue la ins-
Durante las décadas de 1970 y 1980, el proyecto fue postergado por trumentación de una serie de políticas radicales para estabilizar la economía
dos razones. Primero, entre 1973 y 1978, la competencia regional entre dis- y de reformas estructurales que marcaron el abandono del modelo populis-
tintos departamentos de Bolivia por conseguir recursos financieros, que en- ta y estatista que había predominado hasta ese momento y la promoción de
tonces eran escasos —entre otras razones que serán exploradas en capítulos un modelo con mayor libertad de mercado y orientación a las exportacio-
posteriores—, contribuyó a que el pmm no fuera instrumentado. Segundo, nes. La primera generación de reformas contribuyeron significativamente
entre finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, Bolivia sufrió a alcanzar mayores niveles de estabilidad macroeconómica pero fracasaron
una larga crisis política que cambió las prioridades en la agenda guberna- en la promoción del crecimiento económico, el combate a la pobreza y la
mental. En 1978 el general Hugo Banzer (1971-1978), quien había llegado al reducción de las inequidades socioeconómicas existentes.14
poder por vía de un golpe de Estado en 1971, fue derrocado por el general Como sucedió con el caso de México (véase el subtítulo de la p. 59),
Juan Pereda Asbún, quien a su vez fue depuesto por un segundo golpe mili- las alternativas de política pública en diversos sectores quedaron condicio-
tar cuatro meses después. En 1979 el general David Padilla (1978-1979) hizo nadas a las reformas de ajuste estructural. Proyectos de irrigación de gran
un llamado para organizar elecciones libres, pero generó un estancamiento escala, como era el caso del pmm, dejaron de ser favorecidos por los donan-
en el Congreso que sólo concluyó con la designación de un presidente inte- tes internacionales y por instituciones financieras como el Banco Mundial
rino en 1979.11 El mismo año el general Alberto Natusch lideró otro golpe (bm). Aunque Misicuni figuró en el discurso político a lo largo de la década
de Estado de manera inesperada pero sólo permaneció en el poder 16 días de 1980 y hasta mediados de la de 1990,15 el proyecto nunca se materializó.
antes de que sus ambiciones quijotescas fueran frustradas. Se organizó la Al final del día, la estrategia del Semapa durtante este periodo se caracteri-
transmisión provisional de poder a una civil, Lidia Gueiler Tejada (1979- zó por la construcción y explotación de pozos como una medida de emer-
1980) y, sin embargo, antes de que se organizaran elecciones en 1980, el ge- gencia para atender la demanda de agua derivada del crecimiento urbano
neral Luis García Meza Tejada (1980-1981) llevó a cabo otro golpe militar, desporporcionado.
seguido de dos transferencias directas de poder12 y, finalmente, la organiza- En la década de 1990 surgieron movilizaciones de diversos grupos
ción de elecciones democráticas en 1982.13 poblacionales que expresaron su descontento ante este tipo de política.16
Aunque no era la primera vez que la perforación y explotación de pozos
de agua generaba cierta resistencia, sí fue la primera vez que el tema ganó
9
Entrevista a Osvaldo Pareja en la ciudad de Cochabamba, agosto de 2007; Laurie et al., importancia regional y puso en peligro un proyecto público, arriesgando el
“Strategic”, 2004, y Laurie y Marvin, “Globalisation”, 1999, pp. 1404-1405. abastecimiento de agua potable en la ciudad de Cochabamba en el mediano
10
Entrevista con Osvaldo Pareja, entrevista citada.
11
Hernán Siles Suazo obtuvo la mayoría relativa, pero no la mayoría absoluta. De esta mane- plazo. Los bajos niveles de lluvia, la escasa disponibilidad de agua superfi-
ra, de acuerdo con la Constitución boliviana vigente en ese momento, el Congreso debía votar para cial, la poca capacidad institucional del Semapa, la presión de agencias in-
elegir al nuevo presidente. Sin embargo, después de varias rondas de votación no se logró ningún
acuerdo sobre el candidato ganador. Eventualmente, un año antes de las elecciones, programadas
14
para 1980, Wálter Guevara Arze fue nombrado presidente. Laurie et al., “Strategic”, 2004, p. 6.
12 15
Estas transferencias incluyen al general Celso Torrelio (septiembre de 1981-agosto de 1982) De acuerdo con García et al., “Guerra”, 2003, p. 21, Misicuni se convirtió en una promesa
y al general Guido Vildoso (julio-octubre de 1982). política recurrente en las campañas políticas de 1985, 1989, 1993, 1997 y 2000.
13 16
Mesa, Historia, 2003. García et al., “Guerra”, 2003, p. 18.

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50 Megaproyectos fallidos en latinoamérica I. Del aeropuerto a la guerra del agua 51

ternacionales y la urgencia creciente por mejorar los sapa en Cochabamba Al final, la confrontación entre ambos proyectos —Misicuni y Corani—
contribuyeron al problema. De hecho, esta fue la primera vez que el térmi- y la politización generada, obligaron al presidente Sánchez de Lozada a pos-
no “Guerras del Agua” fue utilizado para describir los conflictos entre, por poner la decisión sobre cuál era la mejor fuente de abastecimiento de agua.
un lado, comunidades campesinas en los municipios de Vinto, Tiquipaya y Sin embargo, convencidos de que la privatización era la mejor alternativa
Quillacollo (mapa 1) y, por otro, las autoridades oficiales que promovían la para enfrentar los problemas administrativos del Semapa, Sánchez de Lozada
extracción de agua subterránea. El término “Guerra de los Pozos” también promovió la concesión de esta compañía municipal. Como se describe en el
se usó en algunos casos para describir estos conflictos sociales.17 capítulo ii, su intento fracasó entre otras razones porque el esquema iba en
A consecuencia de la fuerte oposición por parte de los agricultores lo- contra de la Ley de Descentralización.
cales, el Semapa pospuso los planes para construir nuevos pozos en 1992. El siguiente presidente, Hugo Banzer Suárez (1997-2001), continuó
Sin embargo, el creciente déficit de agua obligó al gobierno a lanzar de promoviendo la participación privada en el sector sapa, pero, a diferencia
nuevo esta iniciativa unos años más adelante. Cochabamba experimentó de su predecesor, mostró su apoyo abierto a la iniciativa de Misicuni. El ob-
un círculo vicioso de escasez de agua, presión de grupos urbanos para que jetivo era vincular la instrumentación de pmm a la concesión de agua en la
la demanda de agua fuera satisfecha y negociaciones fallidas, con objeto ciudad de Cochabamba. En otras palabras, se esperaba que, además de la
de establecer nuevos pozos en áreas rurales. La primera Guerra del Agua provisión de los sapa y de extender la cobertura de la red, el concesionario
—también llamada Guerra de los Pozos— sólo concluyó en 1998, cuando el privado se comprometiera a construir esta enorme infraestructura, la cual
Semapa logró un acuerdo con organizaciones rurales a cambio de la cons- no sólo tenía implicaciones para el sector agua sino para el desarrollo en
trucción de infraestructura adicional en las áreas afectadas por la extracción general de la región.19
de agua subterránea. Sin embargo, en general, “los pozos de agua no eran En conjunto con el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Vi-
un componente estable de la política de agua del gobierno; eran parte de lla (1993-2000), y con representantes del Comité Cívico de Cochabamba
una respuesta a una emergencia”.18 (ccc),20 la administración de Banzer se dio a la tarea de atraer inversio-
La posibilidad de canalizar agua de la laguna de Corani al río Palca nistas entre 1997 y 1999. Al menos 30 compañías mostraron interés en la
también se convirtió en una opción que fue considerada brevemente du- concesión de agua,21 pero sólo diez compraron los términos de referencia
rante el primer mandato del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (1993- para entrar al proceso de licitación.22 Solamente una compañía presentó
1997). En contraste con Misicuni, este proyecto podía proveer de agua en una oferta para hacerse del contrato de los sapa. Más aún, el consorcio de
el corto plazo porque la compañía hidroeléctrica Corani, creada durante el adt —el único concursante— no cumplió con los requerimientos técnicos es-
proceso de capitalización (véase la discusión más adelante, en el subtítulo pecificados en los términos de referencia.23
de la p. 88), ya usaba el agua de la cuenca para producir electricidad y podía El proceso fue nulificado porque las leyes bolivianas estipulaban que
proveer agua potable a la ciudad de Cochabamba y agua para irrigación en al menos tres compañías debían presentar ofertas para que el proceso de
el valle de Sacaba a un costo marginal. Otra ventaja era la limitada inver- licitación fuera válido. A pesar de las dificultades, la respuesta del gobierno
sión que se necesitaba por parte del Estado boliviano. La principal desven- no fue ajustar las condiciones que debían cumplir los inversionistas priva-
taja, sin embargo, era la necesidad de posponer Misicuni indefinidamente, dos y organizar una nueva lictiación sino iniciar negociaciones directas con
poniendo en riesgo otros objetivos de desarrollo que tradicionalmente ha- adt. Según argumentos mencionados por representantes gubernamentales,
bían sido atribuidos a la instrumentación de este último proyecto (véase
más adelante el subtítulo de la p. 88). 19
Decreto Supremo 24841.
20
El ccc es una institución de la sociedad civil que trabaja como una suerte de “consejo de
17
Véase “Guerra del agua: ministro de gobierno casi de relieve”, Presencia, 21 de febrero de notables”.
21
1995; “¿Conflicto o concertación?”, “La problemática del agua subterránea en el Valle Central de Opinión, “30 empresas”, 1998.
22
Cochabamba”, Los Tiempos, 8 de febrero de 1998. Nickson y Vargas, “Limitations”, 2002, p. 15.
18 23
Entrevista a Guillermo Justiniano, La Paz, Bolivia, julio de 2005. Crespo, “Aguas”, 2000, p. 4.

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52 Megaproyectos fallidos en latinoamérica

las negociaciones se llevaron a cabo para favorecer los intereses nacionales


y regionales de Cochabamba.24

La concesión del Semapa-Misicuni

Las negociaciones entre adt, el municipio de Cochabamba, la Compañía Mi-


sicuni, el organismo regulador de aguas y los representantes de la administra-
ción Banzer resultaron en una serie de acuerdos para ajustar las obligaciones
contractuales del concesionario.25 De esta manera se llevaron a cabo tres prin-
cipales ajustes. Primero, el alcance del pmm se redujo de manera importante.26
El tamaño de la presa fue ajustado, la producción de agua se ajustó a la mitad,

Mapa 3. Área de concesión en Cochabamba


el componente de irrigación se redujo a un tercio de los objetivos estipulados
originalmente como parte de Misicuni y la producción de electricidad prácti-
camente se dejó fuera del esquema (cuadro 2). Segundo, incluso la ejecución

Fuente: elaboración del autor con base en Achi y Kirchheimer, “Innovar”, 2006, p. 21.
del nuevo “Misicuni ajustado” fue condicionado a la habilidad del concesio-
nario para asegurar los recursos financieros para el proyecto. Esto implicó
que la instrumentación del proyecto quedara condicionada al aumento de
tarifas o a la obtención de subsidios públicos. Tercero, sobre la provisión de
los sapa, el contrato estipulaba un incremento mucho más ambicioso de las
tarifas de agua en comparación con los términos de referencia originales.

Características generales de la concesión

De acuerdo con el contrato de concesión que fue eventualmente firmado


por adt en septiembre de 1999, la compañía privada provería agua pota-
ble y alcantarillado a la ciudad de Cochabamba y al área conurbada en la
provincia del Cercado (véase mapa 3). Se estipulaba que la cobertura de
red debía ser incrementada gradualmente de 57% en 1999 a 84% en 2004
y 100% en 2034.27 No había ningún plan detallado de expansión de la red
con la finalidad de dar prioridad a ciertas áreas, como es el caso del sur de

24
Decreto Supremo 25351.
25
El ccc también participó en las negociaciones pero sólo como observador y sin ningún
derecho de voto.
26
Algunos actores que cuestionaron la legitimidad del proceso incluso llegaron a referirse al
nuevo proyecto como “Misicunito”.
27
Anexo vi del Contrato de Concesión, citado en Crespo, “Aguas”, 2000.

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54 Megaproyectos fallidos en latinoamérica I. Del aeropuerto a la guerra del agua 55

la ciudad de Cochabamba, donde la cobertura de los sapa era muy limi- ta por el Ministerio de Vivienda y Servicios Básicos y por el Ministerio de
tada. Sin embargo, el contrato sí especificaba que era obligatorio que todos Planeación y Desarrollo Sustentable.
los hogares dentro del área de concesión debían eventualmente contar con Un aspecto importante de este instrumento legal era la creación de un
conexiones a la red formal de agua. nuevo ente regulador de servicios básicos, el cual tenía el derecho exclusi-
El concesionario tendría derechos exclusivos para la provisión de los vo de otorgar concesiones para la provisión de sapa (cláusulas 14 y 80).30
sapa en la totalidad de la provincia del Cercado en 40 años, empezando seis La Ley 2029 también confería al regulador la capacidad legal de intervenir
meses después de que el contrato tuviera efecto. En este sentido, adt tenía el cuando hubiera fuentes de agua, localizadas fuera de las áreas sujetas de con-
derecho de solicitar la expropiación de fuentes de agua y de infraestructura cesión, que fueran explotadas sin autorización legal (cláusula 75). Al mismo
en su área de servicio si esta medida era necesaria para cumplir con los obje- tiempo, el agente regulador estaba a cargo de hacer cumplir la obligación
tivos de expansión de la red. Otra alternativa, si los sistemas de agua no eran de conectar a los hogares a la red formal de sapa, siempre que la cobertura
expropiados, entonces adt podía ejercer el derecho a instalar medidores con ya estuviera disponible. Algunas atribuciones de carácter más convencional
la finalidad de cobrar de acuerdo con los niveles de consumo. Ninguna com- incluían: regular las tarifas de agua, aprobar los objetivos de expansión, esta-
pañía de agua y ningún sistema de agua informal podía proveer sapa en las blecer los estándares de calidad del servicio, imponer impuestos regulatorios
áreas donde ya se hubiese extendido la red administrada por adt.28 y proteger los derechos de los consumidores (cláusula 15).
Como parte del contrato, adt quedó exenta de cumplir con tres as-
pectos importantes. Primero, adt no tenía ninguna obligación de expandir,
administrar o mantener la red pluvial aunque quedaba abierta la posibili- El Proyecto Múltiple Misicuni ajustado
dad de firmar contratos adicionales con la municipalidad de Cochabamba
en caso de que esto fuese necesario. Segundo, si bien el concesionario tenía Como se mencionó anteriormente, el pmm fue ajustado como parte de los
la obligación de extender la cobertura del servicio, no se estipulaba ningu- arreglos con adt. La nueva versión del proyecto incluía una presa de 90
na obligación de sustituir la tubería de agua ya existente como parte de la metros con una capacidad para almacenar 100 000 000 m3 de agua y produ-
red actual. Mucha de esta tubería estaba hecha de asbesto, un material bien cir 2 m3 de agua por segundo. Esta cantidad de agua sólo incluía 0.5 m3 por
conocido por sus efectos cancerígenos. Tercero, la construcción de nueva segundo para irrigar 2 000 hectáreas de tierra agrícola en la provincia del
infraestructura para el tratamiento de agua se posponía por doce meses y Cercado. La presa se usaría también para generar 40 megawatts de electri-
las especificaciones técnicas fueron ajustadas a las necesidades del concecio- cidad. Otros detalles del proyecto y la comparación con la versión original
nario. Esto dejó fuera la posibilidad de usar una línea de crédito otorgada del pmm se muestran en el cuadro 2.
por el gobierno de Francia para construir una nueva planta de tratamiento
con tecnología de este último país.29
El inicio de la Guerra del Agua

La aprobación de la Ley 2029 Como se explicó en el subtítulo de la p. 42, los conflictos de agua en Cocha-
bamba no eran nada nuevo en el año 2000. Particularmente en las áreas ru-
Las condiciones del contrato con adt estaban en línea con la nueva Ley de rales, los campesinos que trabajaban la tierra en los distintos valles y cuen-
Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Ley 2029), la cual fue aprobada cas de Cochabamba contaban con una larga historia de lucha para proteger
por el Congreso poco tiempo después. Esta ley fue originalmente propues-
30
Es notable que esta medida difirió de la práctica común en otros países en los que la provi-
sión y manejo de infraestructura ha sido abierto a participación privada. La práctica internacional
28
Anexo v del Contrato de Concesión. más común es la de tener a un regulador encargado de arbitrar entre el sector público, los consumi-
29
Crespo, “Aguas”, 2000a, p. 8. dores y los proveedores del servicio.

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I. Del aeropuerto a la guerra del agua 57

El Proyecto Múltiple Misucni ajustado


después de las negociaciones con adt
los recursos hídricos en contra de la explotación para fines urbanos y para
defender sus sistemas de manejo tradicional ante distintos intentos por mo-

Sólo la provincia de
2.5 m3 por segundo

0.5 m3 por segundo


100 000 000 de m3
dernizar las leyes y las regulaciones en la materia.31Algunos ejemplos inclu-

2 m3 por segundo

2 000 hectáreas
yen la Ley de Participación Popular,32 una nueva ley de agua en 1998 y la

40 megawatts

“”   El Cercado
Ley 2029. Al mismo tiempo, aunque el activismo en las áreas urbanas era
19.2 km mucho más frecuente, la ciudad de Cochabamba fue testigo a lo largo de
95 m

1999 de pequeñas manifestaciones contra la privatización del Semapa y en


contra de posibles incrementos en las tarifas de agua. Estas protestas urba-
nas fueron organizadas por el Comité de Defensa del Agua y la Economía
Cuadro 2. Ajustes al pmm después de las negociaciones con adt

Popular (Codaep)33 y por otras organizaciones independientes de la socie-


dad civil como Pueblo en Marcha.
Los esfuerzos de ambos bloques —el urbano y el rural— permanecie-
El Proyecto Múltiple Misicuni: cómo fue conceptualizado en 1998

6.6 m por segundo

ron desvinculados hasta noviembre de 1999, cuando la Coordinadora para


120 megawatts

la Defensa del Agua y de la Vida (de aquí en adelante la Coordinadora) fue


creada, casi dos meses después de que la concesión había sido otorgada a
Fase i Fase ii

adt. Más aún, las protestas sociales escalaron en enero de 2000, cuando el
120 m

concesionario incrementó las tarifas de agua en un promedio de 35% y un


“”
“”

“”

mes después, cuando el gobierno reprimió a manifestantes que se organiza-



Cinco municipalidades en

ron para llevar a cabo la llamada “toma de Cochabamba”.


Fuente: elaboración propia con base en Crespo, “Aguas”, 2000, p. 3.
  el valle de Cochabamba

La Guerra del Agua había comenzado. Poco a poco, distintos grupos,


incluyendo asociaciones de vecinos, académicos, campesinos, clases me-
3.9 m por segundo
2.5 m por segundo
1.4 m por segundo

dias, estudiantes y cocaleros, se unieron al movimiento social encabezado


125 000 000 de m3

6 000 hectáreas

por la Coordinadora. Incluso distintas vertientes de los medios llegaron a


120 megawatts

unirse en la condena generalizada de la población a las respuestas del go-


bierno; respuestas que habían incluido un estado de sitio, promesas incum-
19.5 km
105 m

plidas de revertir la concesión de agua y la detención de los voceros de la


Coordinadora durante los primeros días de abril.
A lo largo del conflicto, la Coordinadora se convirtió en un espacio
alternativo para que algunos bolivianos expresaran su descontento social y
político sobre una gran cantidad de temas, incluyendo la situación económi-
Municipalidades beneficiadas
Agua para consumo humano

Generación de electricidad

Superficie de irrigación

31
Peredo et al., Regantes, 2004.
Agua para irrigación
Producción de agua
Longitud del túnel

32
La Ley de Participación Popular fue aprobada en 1994. Dicho instrumento fue promovido
desde el poder ejecutivo durante la administración de Sánchez de Lozada (1993-1997) con el ob-
Alto de la presa

jetivo de otorgar mayor autonomía administrativa a las 314 municipalidades que habían sido re-
cientemente creadas (véase Ley de Participación Popular, 1994). Es posible que la transferencia de
Capadidad

poderes administrativos y del control de la infraestructura a entidades de gobierno local implicara


un conflicto con los usos y costumbres que eran practicados tanto por organizaciones campesinas
tradicionales como por comunidades indígenas.
33
También conocido como Comité de Defensa del Agua y la Economía Familiar (Codaef).

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58 Megaproyectos fallidos en latinoamérica I. Del aeropuerto a la guerra del agua 59

ca tan precaria, el fracaso de las reformas económicas que no habían logrado EL CASO MEXICANO
mejorar las condiciones de los bolivianos de manera generalizada a lo largo
de quince años y el sistema de partidos políticos que imperaba en ese momen- Historia del Proyecto Aeroportuario, 1964-2000 37
to. En el caso específico del agua, las demandas cambiaron poco a poco de re-
visar el contrato de adt y la Ley 2029 a la cancelación definitiva de ambos.34 La posibilidad de que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Méxi-
El 10 de abril, después de varios enfrentamientos entre la polícia y el co (aicm) enfrentara problemas de capacidad operativa se identificó du-
ejército, por un lado, y la sociedad civil, por otro, el contrato con adt fue rante los mandatos de los presidentes Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y
finalmente cancelado, la compañía de agua volvió a ser propiedad pública Luis Echeverría Álvarez (1970-1976). La primera propuesta para construir
y un modelo de control social fue adoptado más tarde.35 La Ley 2029 fue un nuevo aeropuerto fue en el área de Zumpango, en el Estado de Méxi-
reformada un mes más tarde, después de intensas negociaciones entre los co. Dicho proyecto representaba una relocalización del actual aicm y una
regantes y los representantes gubernamentales. enorme inversión para desarrollar un nuevo aeropuerto en un sitio que se
A lo largo de los años, la Guerra del Agua se convirtió en un partea- encontraba relativamente cerca del centroide de la demanda.38 La segunda
guas en la historia de los movimientos sociales y las políticas públicas en alternativa de políticas públicas era construir una nueva pista sin necesidad
Bolivia. Por primera vez desde el inicio de las reformas neoliberales, Boli- de relocalizar el aeropuerto existente. Esta opción era todavía factible en la
via experimentó movilizaciones sociales para rechazar en gran escala, de década de 1970 porque había una considerable porción de tierra alrededor
manera articulada, la introducción de mecanismos de mercado en el sector del aicm que no había sido cubierta por la mancha urbana.
del sapa. El movimiento de la Coordinadora se volvió emblemático por dos Para tomar una decisión al respecto, Echeverría encargó a un consul-
razones. Desde la perspectiva de la movilización social, la Guerra del Agua tor independiente la elaboración de un estudio que permitiera comparar
en Cochabamba se convirtió en un símbolo y una referencia inevitable para ambas alternativas desde una perspectiva técnica, económica y financiera.
todos aquellos que buscaban oponerse a las políticas de libre mercado y a Dicho estudio concluyó que la mejor solución era hacer mejoras menores
los procesos globalizadores alrededor del mundo.36 Desde una perspectiva al aeropuerto existente sin necesidad de construir una nueva autopista, y
institucional y de políticas públicas, la Guerra del Agua se convirtió en un ganar tiempo para expropiar la tierra y desarrollar el nuevo aeropuerto en
caso clásico de falta de gobernanza y respeto a la ley. Zumpango.
En este sentido, el caso de estudio en México ha recibido menos publi- Las mejoras se llevaron a cabo en el aicm existente y la tierra en Zum-
cidad y atención a escala internacional y ha sido sujeto de una menor can- pango fue expropiada. Sin embargo, la crisis económica de 1976 detonó
tidad de análisis, en comparación con la Guerra del Agua en Cochabamba. una caída temporal en la demanda de tráfico aéreo, haciendo que la impor-
Sin embargo, el conflicto generado por el proyecto aeroportuario ocupa un tancia del proyecto en la agenda de políticas públicas disminuyera consi-
lugar importante en la historia de las políticas públicas y los movimientos derablemente. Al mismo tiempo, el proyecto perdió inercia política, conse-
sociales en México y, como se explica en el siguiente apartado, a pesar de cuencia del ciclo sexenal asociado a la sucesión política de aquellos años. Lo
situarse en escenarios bastante disímiles hay puntos en común que permi- que sucedió fue que el gobierno federal emitió los decretos de expropiación
ten el ejercicio comparativo para generar un diálogo teórico-conceptual en- pero nunca inició la construcción del nuevo aeropuerto. Algunos años des-
tre los mismos. pués, los decretos de expropiación fueron revocados y el área fue ocupada
37
Gran parte de esta sección se basa en entrevistas a José Antonio Aguilar Narváez; Jaime Co-
34
Olivera, 21 de febrero del 2000, citado por García et al., “Guerra”, 2003, p. 102. rredor; Martha Hilda González; Gilberto López Meyer; Cassio Luiselli; Felipe Ochoa Rosso y otros
35
Una de las principales características de este modelo fue, precisamente, la inclusión de un ex funcionarios y consultores que conocen la historia del proyecto a detalle. Muchas conclusiones
conjunto más amplio de representantes de la sociedad civil en el consejo de administración del también coinciden con Domínguez, “Ventanas”, 2011.
38
Semapa. Se refiere al punto geográfico que resulta de la distancia promedio entre el sitio donde tentati-
36
Nash, “Defying”, 2005, p. 21; Vandana Shiva, citada en Olivera y Lewis, “¡Cochabamba!”, vamente se va a localizar un nuevo aeropuerto y los lugares donde se origina la demanda de tráfico
2004, pp. ix-xi. aéreo.

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60 Megaproyectos fallidos en latinoamérica

por asentamientos irregulares, lo cual hizo que la alternativa de Zumpango


se volviera inviable.
De esta manera, la atención se reenfocó en la alternativa de construir
una tercera pista en el aicm. Sin embargo, dos factores contribuyeron a pos-
poner la decisión: el colapso de la economía mexicana en 1982 y el cambio
de régimen ese mismo año (véanse gráficas 1, 2 y 3). El nuevo presidente, Pasajeros, IAMC
Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), se enfrentó a un escenario eco-

25 000 000

20 000 000
nómico desolador. La economía sufría de estancamiento e hiperinflación y,

15 000 000

10 000 000

5 000 000
Gráfica 1. Pasajeros anuales en el aicm y pib, México, 1967-1999
tras la aplicación de programas de ajuste estructural, el Estado redujo su
participación en la economía y perdió capacidad de inversión (gráfica 3).
La situación empeoró en septiembre de 1985, cuando un terremoto devastó 1999
zonas importantes del centro de la ciudad de México. El proyecto aeropor-

GDP (millones de dólares, precios de 1999)


1997
tuario difícilmente iba a figurar en las prioridades de la agenda de políticas

Correlación = 0.967
1995
públicas.
Los retos principales para el siguiente presidente, Carlos Salinas de
1993

Gortari (1988-1994), se enfocaban en la restructuración de la economía y 1991


en encontrar estrategias para recuperar la legitimidad del partido en el po- 1989

Pasajeros anuales, IAMC


der.39 El tema del aeropuerto no regresó a la escena política sino hasta 1992, 1987
cuando la economía comenzó a recuperarse y era evidente que la capacidad
aeroportuaria sería rebasada eventualmente. Los análisis de las distintas al-
1985

Fuente: elaboración propia con base en foasc, “México”, 1999.


ternativas de solución tuvieron lugar desde la mitad y hasta finales de la 1983
administración del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) y, por primera 1981
vez, incluyeron sitios potenciales que estaban más alejados del centroide de 1979
la demanda. 1977
Hacia finales de 1994, y tras una primera etapa de análisis compara-
tivos, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (sct) arribó a una
1975

lista corta con dos posibles alternativas: Texcoco en el Estado de México 1973
y Tizayuca en el estado de Hidalgo.40 La principal ventaja de Texcoco era 1971
la posibilidad de construir tres pistas paralelas que podían operar de ma- 1969
nera simultánea de acuerdo con los estándares aeronáuticos de la época.
En el caso de Tizayuca, las especificidades topográficas hacían imposible la
1967

operación de tres pistas de manera simultánea sin que se generaran riesgos

1 200

1 000

800

600

400

200


importantes para la seguridad de los pasajeros. Por lo tanto, si la opción de
Tizayuca era elegida, ello requería que el aeropuerto actual continuara ope- PIB

39
Rogozinski, High, 1998, pp. 73-76, y Salinas, México, 2000, p. 406.
40
La opción de un sistema regional de aeropuertos se descartó debido a dificultades logísticas
y las deseconomías de escala asociadas a dicha opción.

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Gráfica 2. pib en México, 1940-2000 (billones de dólares, precios de 1999)

Fuente: elaboración propia con base en datos del Banco de México, en <http://www.banxico.org.mx/dyn/estadisticas/index.html>. [Consulta:
21 de agosto de 2014.]

Gráfica 3. Finanzas públicas en México, 1980-1999 (% del pib)

Inicio de la Terremoto
50 crisis de deuda Ciudad de México Choque económico

40

30

20

Primera fase, Segunda fase,


% PIB

ajuste estructural ajuste estructural


10

0 Años
1987
1997

1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1998
1999

–10
Gasto público total
Ingreso público
–20 Déficit público

Fuente: elaboración propia con base en datos del Banco de México, en <http://www.banxico.org.mx/dyn/estadisticas/index.html>. [Consulta:
21 de agosto de 2014.]
Copia privada. Exclusiva para procedimientos administrativos
64 Megaproyectos fallidos en latinoamérica I. Del aeropuerto a la guerra del agua 65

rando y su capacidad sería de cualquier manera excedida en un periodo de la misma que estaba a cargo de evaluar sus impactos ambientales. La ten-
20 años. En pocas palabras, la solución Tizayuca-aicm constituía una alter- sión se resolvió comisionando, una vez más, la realización de un estudio
nativa subóptima en comparación con el sitio de Texcoco. independiente. Esta vez se trató de un centro de investigación académica:
Sin embargo, había una fuerte controversia sobre la opción de Tex- la unam. El resultado fue un informe de proporciones titánicas que incluía
coco debido a que estaba situada parcialmente en la Zona de Restauración doce amplias dimensiones evaluativas, comparando el estatus del aeropuer-
Ecológica del ex lago de Texcoco (zreelt) y otra parte del proyecto queda- to actual con tres escenarios prospectivos hacia 2020 para cada alternati-
ría en una zona ejidal. Adicionalmente, la presencia de aves migratorias en va.41 El estudio se concluyó en julio de 2001; la Semarnat publicó sus re-
la zreelt causaba dudas sobre la seguridad aeronáutica. Por estas razones, comendaciones en agosto del mismo año42 y la sct anunció la decisión en
incluso cuando Texcoco representaba una mejor solución técnica para cu- octubre. En otras palabras, pasaron diez meses entre la toma de posesión
brir la demanda de tráfico aéreo en el largo plazo, la incertidumbre sobre de Vicente Fox y el anuncio de Texcoco. Mientras tanto, el gobierno federal
los costos ambientales y políticos hizo que el gobierno dudara sobre la con- dejó abierta la puerta para que el gobierno del Estado de México y el go-
veniencia de esta alternativa. De hecho, algunos entrevistados anónimos bierno del estado de Hidalgo —ambos gobernados por el pri— cabildearan
que participaron de manera cercana en el proceso de toma de decisiones en en favor de sus respectivos proyectos.43
esta época aseguran que la alternativa de Tizayuca fue favorecida en lugar
de Texcoco hacia finales de 1995, aunque nunca se hizo pública la decisión.
Además de las presiones por parte del Estado de México, surgieron Texcoco: descripción del proyecto
nuevos estudios elaborados por consultores independientes donde se ase-
guraba que Texcoco era la mejor alternativa. Las presiones inclinaron la Características generales
balanza de nuevo en favor de este último proyecto y contribuyeron a que
la decisión se postergara nuevamente. Al final de 1998, el gobierno federal El nuevo aeropuerto sería localizado en la parte oriente de la ciudad de Mé-
cambió su postura y mostró mayor simpatía por el caso de Texcoco. Sin xico, a 15 km del actual aicm. El proyecto consistía en tres pistas paralelas
embargo, nunca hubo un pronunciamiento oficial al respecto. que requerían de 3 966 hectáreas de tierra para poder operar de manera si-
En 2000 Vicente Fox (2000-2006) se convirtió en el primer presidente multánea. De esta superficie, 1 851 hectáreas eran para la zreelt y el resto
de oposición después de que el Partido Revolucionario Institucional (pri) eran ejidos (véase mapa 5).44
había gobernado de manera continua por siete décadas. En este contexto, la Para compensar los impactos ambientales en la zreelt, el presupues-
principal premisa era llevar a cabo todo lo que el régimen anterior no había to incluía 4 105 hectáreas adicionales45 que serían usadas para regulación hí-
concretado y el proyecto aeroportuario era sólo una de muchas iniciativas drica, reforestación, restauración de suelos y áreas verdes. En total, los de-
en la lista. Sin embargo, el nuevo gobierno se enfrentó a una difícil decisión cretos de expropiación incluían 5 391 hectáreas de tierra ejidal y afectarían
entre Texcoco y Tizayuca y se abocó a revisar los estudios, reportes y aná- a 4 475 propietarios en trece comunidades de tres municipalidades: Atenco,
lisis que ya existían. De acuerdo con la división de tareas institucionales,
la Semarnat estaría a cargo de un análisis comparativo entre ambas alter- 41
unam, “Evaluación”, 2001, en <http://www.semarnat.gob.mx/wps/portal/_s.155/1370>.
nativas para establecer los requerimientos ambientales de cada una. Enton- [Consulta: 15 de agosto de 2004.] Las variables eran abastecimiento de agua, riesgos de inundación,
vulnerabilidad de los acuíferos, calidad del aire, degradación del suelo, expansión de la mancha ur-
ces, una vez que Semarnat había completado esta tarea, la Secretaría de bana, ruido, uso del suelo, geofísica, biodiversidad, riesgos meteorológicos y riesgos telúricos, por
Comunicaciones y Transportes (sct) evaluaría dichos requerimientos y los vulcanismo e inundaciones.
42
Semarnat, “Requerimientos”, 2001.
internalizaría en la evaluación financiera del proyecto. 43
Diez meses no son suficientes para evaluar la localización de un nuevo aeropuerto. Sin em-
Sin embargo, la atmósfera política se vio enrarecida por el hecho de bargo, distintas alternativas habían sido analizadas por más de tres décadas y en el caso específico
de Texcoco había análisis que se remontaban hasta diez años atrás.
que la Semarnat y la sct pertenecían al gobierno federal. Es decir, debi- 44
Conagua, Estudio, 2001.
do a la sospecha de que la coalición que apoyaba al proyecto Texcoco era 45
829 hectáreas habían sido donadas por el gobierno del Estado de México.

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66 Megaproyectos fallidos en latinoamérica I. Del aeropuerto a la guerra del agua 67

Texcoco y Chimalhuacán (véase mapa 5 y cuadro 3). En su conjunto, el Cuadro 3. Comunidades afectadas por los decretos de expropiación
proyecto requería de una inversión de 3.5 billones de dólares y la infraes-
tructura estaba planeada para cubrir el crecimiento esperado de tráfico aé- Área Número
reo por 50 años, con posibilidades de convertirse en uno de los aeropuertos Comunidades Municipio (hectáreas) de titulares
más grandes de América Latina.
Francisco I. Madero Atenco 290.8056 326
Nexquipayac Atenco 888.6988 677
“Sinergias” ambientales y económicas San Francisco Acuescomac Atenco 230.8392 296
San Salvador Atenco Atenco 1 078.5877 1482
La importancia medioambiental del ex lago de Texcoco se puede entender Santa Isabel Ixtapan Atenco 1 252.14 601
mejor a partir de una breve descripción de su deterioro histórico. Original- Chimalhuacán Chimalhuacán 311.72 398
mente, el lago de Texcoco era parte de un sistema lacustre donde se situaba Huexotla Texcoco 91.8239 57
la ciudad prehispánica de Tenochtitlan (1321-1521). Se trataba, de hecho, Magdalena Panaoya Texcoco 23.7389 24
del principal cuerpo de agua que regulaba la bajada de los once ríos del San Bernardino Texcoco 101.0845 n.d.
oriente y del río Churubusco (véase mapa 4). Sin embargo, después de la San Felipe y Santa Cruz de Abajo Texcoco 243.3879 n.d.
conquista española, las autoridades coloniales completaron el Tajo de No- San Martín Texcoco 145.1579 38
chistongo, un enorme proyecto —de hecho, un megaproyecto— cuya finali- Santiago Cuautlalpan Texcoco 133.7957 78
dad era drenar el sistema de lagos de la ciudad de México. El lago de Tex- Tocuila Texcoco 599.474 398
coco se convirtió en una enorme área desértica, compuesta principalmente Total 5 391 4 375
por suelos salinos y erosionados, lo cual interfirió irreversiblemente con el
ecosistema del Valle de México.46 Fuente: elaboración propia con base en Semarnat, Decreto, 2001, y sra, Decreto, 2001.

A lo largo de las décadas de 1950 y 1960 la desertificación en el ex


lago de Texcoco se convirtió en la principal fuente de contaminación del
aire debido a la dispersión de partículas suspendidas.47 Al mismo tiempo, la Desde 1971 se incrementó la regulación hidráulica y se redujo sustan-
ciudad continuó experimentando serias inundaciones debido a la ausencia cialmente la emisión de partículas suspendidas. Sin embargo, los resultados
de un cuerpo de agua que contribuyera a la regulación hídrica en el valle. fueron limitados en comparación con los objetivos originales. La principal
Como resultado, las autoridades declararon el ex lago de Texcoco como razón fue la falta de recursos financieros suficientes para llevar a cabo las
zona de restauración ambiental en 1971. Los objetivos principales de dicha inversiones y los trabajos de mantenimiento planeados.49 De esta manera, el
zona eran: incrementar la cobertura de áreas verdes para reducir la emisión naicm era percibido como una valiosa oportunidad para atraer más recur-
de partículas suspendidas, desarrollar cuerpos artificiales de agua para in- sos y reforzar la zreelt.50 Más aún, la sinergia no sólo era financiera sino
crementar la regulación hídrica de la ciudad de México y restaurar parcial- técnica. De acuerdo con la versión oficial del proyecto, la infraestructura
mente la subcuenca de Texcoco.48 hidráulica del nuevo aeropuerto podía utilizarse para incrementar la regu-
lación hidráulica de los once ríos del oriente, reduciendo de esta manera el
riesgo de inundaciones en la ciudad.
46
Véase Domínguez, “Historia”, 2010, y Luiselli, “Towards”, 2003, p. 85.
47
Las partículas suspendidas incluyen desde polvo generado por actividades agrícolas hasta
49
tierra, polen, plantas e insectos. Véase World Health Organization, “who”, 2003, p. 2, en <http:// Entrevista con el ingeniero Próspero Ortega, director de Infraestructura Hidráulica, Cona-
www.euro.who.int/air/Activities/20020620_1>. [Consulta: 13 de abril del 2004.] gua, ciudad de México, septiembre de 2003.
48 50
Semarnat, “Algunas”, 2001. Domínguez, “When”, 2012, p. 246.

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I. Del aeropuerto a la guerra del agua 69

Más allá de la zreelt se esperaba que el proyecto contribuyera tam-


bién con recursos financieros para la restauración de la subcuenca de Tex-
coco —lo cual era necesario para favorecer la infiltración de agua a los acuí-
feros— y para el desarrollo de nueva infraestructura para el tratamiento de
agua, reduciendo la dependencia de la ciudad en fuentes externas de abas-
tecimiento de agua. Se estimaba que estas actividades podrían en su mo-
mento generar 5 400 empleos durante las etapas de construcción y cerca de
1 500 empleos permanentes para el mantenimiento de la nueva zona ecoló-
gica. Un programa de reconversión productiva había sido previsto también
para las comunidades afectadas por los decretos de expropiación.51
Mapa 4. Los lagos originales de la ciudad de México

La localización de la zreelt en medio de una de las zonas con mayo-


res niveles de marginación social y económica siempre había sido un fac-
tor que había influido en la proliferación de asentamientos ilegales.52 Por
ejemplo, el área original de la zreelt era de 14 000 hectáreas pero tuvo
que reducirse a 11 600 hectáreas en 1982, resultado de la presión generada
por el crecimiento urbano, principalmente a través de la expansión de asen-
tamientos irregulares.53
En este sentido, se esperaba que la propia infraestructura hidráulica
del proyecto aeroportuario ayudara a contener las invasiones irregulares
que amenazaban la integridad de la zreelt. Al mismo tiempo, un proyecto
de estas magnitudes podía atraer nuevas actividades comerciales y de ser-

Fuente: elaboración propia con base en cna, “Estudio”, 2001.


vicios de tal manera que el oriente de la ciudad de México se consolidara
como un subcentro urbano, catalizando así las posibilidades de desarrollo
económico.54
Finalmente, dada la distancia entre el naicm y el aicm, ambos aero-
puertos no podían operar de manera simultánea y, por tanto, el antiguo ae-
ropuerto tendría que ser cerrado. De acuerdo con la versión oficial del pro-
yecto, esto permitiría la reconfiguración de 820 hectáreas del actual aicm
con la finalidad de promover actividades de alto valor agregado y bajo im-
pacto ambiental. La infraestructura urbana y los servicios de la zona serían
también mejorados como parte de este esquema de renovación urbana.

51
Semarnat, “Plan”, 2001.
52
Entrevista a Rodolfo Tuirán, Subsecretaría de Desarrollo Urbano (2002-2006), México, sep-
tiembre de 2003.
53
Semarnat, Decreto, 2001, p. 48.
54
Semarnat, “Nuevo”, 2001.

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Mapa 5. Localización del proyecto-zreelt

Fuente: elaboración propia con base en Domínguez, “When”, 2012, p. 237, y Semarnat, “Nuevo”, 2001.

Mapa 6. Comunidades afectadas

Fuente: elaboración propia con base en Domínguez, “When”, 2012, p. 237, y Semarnat, “Algunas”, 2001, y Semarnat, “Nuevo”, 2001.
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72 Megaproyectos fallidos en latinoamérica

Fuente: elaboración propia con base en Alcayaga, Atenco, 2002; Estado de México, “Cronología”, 2003; Stevenson, “Groups”, 2002, en <http://
Machetes en contra del aeropuerto en Atenco y Texcoco

Mientras tanto, una historia paralela se gestaba al margen de las discusio-

Gráfica 4. Número de personas participando en actos de protesta, julio de 2001-diciembre de 2003


nes —algunas públicas y otras, no tanto— sobre la mejor alternativa para
construir el naicm. Hacia finales de 1999 la población que vivía en el área
de Texcoco ya había comenzado a organizarse para informarse sobre los
detalles del proyecto. Distintos grupos surgieron en Atenco y en las comu-
nidades aledañas en el año 2000 para rechazar la construcción del nuevo
aeropuerto en su tierra.55 Por lo menos cinco marchas de protesta se regis-
traron entre julio y octubre de 2001 con entre 40 y 250 participantes (véase
gráfica 4).
El número y la intensidad de las protestas escalaron inmediatamente
después del anuncio oficial de que el proyecto sería construido en Texcoco.
A partir de ese momento los grupos que rechazaban el nuevo aeropuerto

www.infoshop.org/inews/stories.php?story=02/07/13/7510151>. [Consulta: 25 de abril de 2004.]


combinaron acciones de protesta activa en las calles con medidas institucio-
nales, incluyendo una controversia constitucional ante la Suprema Corte
de Justicia de la Nación. Los pobladores organizaron un “golpe de Estado”
en Atenco y lo declararon “municipalidad autónoma”.56 Los manifestantes
llegaron a usar servidores públicos como escudos humanos para bloquear
los accesos carreteros, tomaron control de las oficinas municipales, expul-
saron a la policía municipal y crearon el Frente de Pueblos en Defensa de
la Tierra (fpdt).57
El llamado a levantarse y defender la tierra llegó rápidamente a otras
comunidades afectadas por los decretos expropiatorios.58 Hacia diciembre
de 2001, los manifestantes incluían a estudiantes radicales, maestros en
huelga y simpatizantes del movimiento zapatista en Chiapas.59 El máximo
número de participantes en estos actos llegó a incrementarse hasta 3 500 en
noviembre y 2 500 en diciembre (gráfica 4).60
No pasó mucho tiempo antes de que el Frente de Pueblos controlara
el acceso a la cabecera municipal de Atenco y se encargara de organizar

55
Algunos ejemplos incluyen al Frente Popular del Valle de México (fpvm) y a los Habitantes
Unidos por San Salvador Atenco (Haussa). Véase Edomex, “Acciones”, 2003.
56
Reforma, “Autónomos”, 2002, y Salinas y Alvarado, “Brutal”, 2002.
57
A lo largo de este trabajo nos referiremos a esta organización simplemente como Frente
Popular.
58
Edomex, “Cronología”, 2003.
59
A menos que se especifique lo contrario nos referiremos al Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (ezln).
60
Edomex, “Cronología”, 2003.

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74 Megaproyectos fallidos en latinoamérica I. Del aeropuerto a la guerra del agua 75

algunas actividades públicas, como festivales y otras fiestas tradicionales. negociación adicional excedía por mucho los beneficios de Texcoco como
Las manifestaciones públicas incluían dramatizaciones teatrales por parte alternativa de políticas públicas. La cancelación vino de manera abrupta.
de estudiantes universitarios, el uso de palos y machetes como símbolos de Incluso algunos funcionarios públicos de alto nivel dentro del sector trans-
la lucha campesina para defender su tierra y referencias a quejas históricas porte y telecomunicaciones fueron tomados por sorpresa y, al parecer, prác-
y héroes revolucionarios como Emiliano Zapata.61 Sin embargo, las quejas ticamente nadie en el gobierno del Estado de México fue notificado con
no se enfocaban primordialmente en los impactos ambientales de Texcoco anticipación.
tal como lo había previsto el gobierno federal. ¿Cuál era la principal que-
ja? De acuerdo con los decretos de expropiación, el precio de la tierra se
había estipulado en 7.5 pesos por metro cuadrado en el caso de la tierra de CONCLUSIONES
temporal y de 25 pesos por metro cuadrado en el caso de la tierra irrigada.
Incluso más allá de Texcoco y de Atenco, la población general se sin- Este capítulo ha cumplido con el objetivo de ofrecer una breve descripción
tió indignada por los términos en los que se había llevado a cabo la expro- de la trayectoria histórica de ambos casos de estudio. Por un lado, las pri-
piación de tierra para el proyecto aeroportuario.62 Una variedad de ong, in- meras secciones han descrito los problemas de agua que Cochabamba, en
telectuales, escritores, periodistas, ex integrantes del movimiento estudiantil Bolivia, ha enfrentado históricamente. Como se ha argumentado, los con-
de 1968 y otras figuras públicas expresaron su indignación y condena al flictos sociales generados por el preciado líquido no eran nuevos en 2000.
proyecto. En algunos casos las protestas se convirtieron en una oportuni- La insuficiente cobertura de agua sólo puede entenderse con una perspecti-
dad para expresar el descontento alrededor de distintos temas, incluyen- va histórica que nos remonte a la revolución boliviana y que fue deteriorán-
do las políticas económicas neoliberales, el Tratado de Libre Comercio de dose a lo largo de las siguientes décadas. Las dificultades para instrumentar
América del Norte (tlcan) y la posibilidad de reformas fiscales y energéti- soluciones de largo plazo, incluyendo la postergación del pmm, deben tam-
cas a nivel nacional. De manera recíproca, integrantes del Frente de Pueblos bién estudiarse con una perspectiva histórica de varias décadas. Los conflic-
comenzaron a mostrar su apoyo por otros grupos que tenían en común la tos entre los usos urbanos y rurales del agua se derivan en gran medida de
lucha en contra de un gobierno abusivo e incomprensivo.63 este contexto. Finalmente, en relación con el caso boliviano, se ha descrito
El conflicto alcanzó su momento de mayor tensión el 11 de julio de la concesión del Semapa-Misicuni que fue otorgada a adt en 1999 y las mo-
2002, cuando se suscitó un enfrentamiento entre la policía estatal y simpati- vilizaciones sociales que surgieron poco tiempo después.
zantes del Frente de Pueblos después de que estos últimos intentaron acer- Por otro lado, las últimas secciones de este capítulo han descrito la
carse al gobernador del Estado de México en un acto público. Trece campe- manera en que el proyecto para un naicm apareció en la agenda de políticas
sinos, incluyendo dos líderes, fueron arrestados mientras que 19 oficiales de públicas casi tres décadas antes del anuncio oficial del proyecto en Texcoco
policía fueron tomados como rehenes. La tensión creció cuando el Frente en 2001. Se ha ofrecido una breve relación de los factores y circunstancias
de Pueblos amenazó con quemar a los rehenes vivos y no cesó hasta que las que contribuyeron a que la decisión fuera postergada, sin omitir factores
autoridades accedieron a hacer un intercambio de prisioneros.64 económicos, ambientales y políticos. Como parte de este preámbulo al caso
El 1 de agosto de 2002 el presidente Fox anunció la cancelación del mexicano, se ha ofrecido asimismo una descripción de las principales im-
proyecto aeroportuario. El argumento central era que el costo de cualquier plicaciones ambientales, económicas y sociales del naicm y una relación
general de las movilizaciones sociales en contra del proyecto, así como de
61
algunos eventos que al parecer orillaron al gobierno federal a cancelarlo.
Edomex, “Cronología”, 2003.
62
Entrevista con Francisco Kuri-Pérez, delegado presidencial para la negociación del aeropuer- En su conjunto, a pesar de las diferencias notables entre Bolivia y Mé-
to, ciudad de México, septiembre de 2005.
63
xico, los casos específicos de la Guerra del Agua y del conflicto alrededor
Entrevista a Adán Espinoza, vocero del fpdt, ciudad de México, septiembre de 2003.
64
Stevenson, “Groups”, 2002, en <http://www.infoshop.org/inews/stories.php?story=02/07/13
del naicm muestran historias similares que permiten una comparación útil
/7510151>. [Consulta: 25 de abril de 2004.] entre ambos. Se trata de dos experiencias en las que un proyecto de infraes-

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76 Megaproyectos fallidos en latinoamérica

tructura, cuya instrumentación había sido pospuesta por mucho tiempo en


la agenda de políticas, es promovido por un gobierno electo democrática-
mente, detonando protestas y movilizaciones sociales que logran su even-
tual cancelación. ¿Qué nos dicen estos casos sobre la relación entre políticas
públicas y movimientos sociales en la región de América Latina? ¿Qué im-
plicaciones podemos identificar para los procesos de desarrollo en general? II. POLÍTICAS PÚBLICAS
¿Podemos identificar pautas que nos permitan abordar otros casos similares
en otros países latinoamericanos?

INTRODUCCIÓN

El estudio formal de las políticas públicas surgió en la década de 1960 como


un área de las ciencias políticas. Aunque los orígenes intelectuales se remon-
tan al trabajo de Woodrow Wilson, The Study of Administration de 1887,1 el
estudio de las políticas públicas no se consolidó realmente sino hasta des-
pués de la segunda guerra mundial. Fue hasta entonces que los gobiernos se
preocuparon por construir la capacidad administrativa necesaria para pro-
ducir acciones públicas con la finalidad de promover el desarrollo social y
económico.2 Las definiciones varían según distintos autores y perspectivas
teóricas, pero —al menos de acuerdo con los enfoques más tradicionales—
un rasgo en común es la idea de que la política pública se constituye por ac-
ciones iniciadas por agencias gubernamentales para resolver problemas de
interés público. Por ejemplo, Anderson se refiere a la política (policy) como
un curso de acción que es seguido por un agente o conjunto de agentes
para solventar algún asunto de preocupación general y a las políticas públi-
cas (public policy) como aquellas que son desarrolladas por cuerpos y funcio-
narios gubernamentales.3
El campo de las políticas públicas debe ser distinguido de la adminis-
tración pública. Esta última se relaciona con la producción de conocimiento
relevante desde un punto de vista técnico, organizativo o administrativo y

1
Drewry, “Political”, 1996, p. 197.
2
Esman, Management, 1991, p. 5, y John, Analysing, 1998, pp. 1-6.
3
Citado en Nelson, “Public”, 1996, p. 554.

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78 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 79

que, por lo tanto, trabaja con el contenido de las políticas públicas. El pri- ¿POR QUÉ HABLAR DE VENTANAS
mero, en contraste, es más holístico y se relaciona con la producción de DE OPORTUNIDAD, COALICIONES DE POLÍTICA
conocimiento en torno a los procesos y las pautas que influyen en los resul- Y MONOPOLIOS DE POLÍTICA PÚBLICA?
tados de la política pública dentro de un sistema político determinado.4 La
línea que divide un campo de otro puede ser muy delgada, pero para los Procesos y contextos
propósitos de este libro se considera que el análisis de las políticas públicas
—con el cual abordaremos los casos de estudio— constituye una manera de El mvm estudia la manera como ciertos temas, y no otros, se posicionan
producir conocimiento referido principalmente al contexto y los procesos en la agenda gubernamental y se mantienen en la agenda de decisiones8
a partir de los cuales se discuten, aprueban e instrumentan las iniciativas para luego ser instrumentados.9 El mvm rechaza la idea de que el proce-
gubernamentales. so de políticas públicas consista en una serie de pasos lineales y racionales
Dentro del enorme universo de modelos y perspectivas teóricas que que empiezan cuando surge un problema y que continúan cuando este es
abordan las políticas públicas, proponemos aplicar en este trabajo el Mode- analizado para determinar las soluciones disponibles y cuando una de estas
lo de Vertientes Múltiples (mvm) propuesto por Kingdon5 y complementar- soluciones es elegida de acuerdo con ciertos parámetros técnico-racionales.
lo con algunas aportaciones teóricas de otros modelos como el de las coali- En contraste, el mvm propone un sistema de interacciones relativamente in-
ciones de política pública de Sabatier6 y el modelo de equilibrios puntuados dependientes que funcionan con base en tres vertientes: problemas, solucio-
de Baumgartner y Jones.7 El principal objetivo es generar un diálogo entre nes de política pública y contextos políticos. La principal premisa del mvm
los datos empíricos y algunos conceptos teóricos y dimensiones analíticas es que un tema sólo logra entrar a la agenda cuando tres cosas coinciden
concretas, con énfasis en las siguientes categorías: las llamadas ventanas de en el tiempo: 1) cuando hay un problema; 2) cuando hay una alternativa
oportunidad (o ventanas de política pública); los cambios históricos en los de solución (política pública), y 3) cuando hay alguien que está dispuesto a
valores y principios de política pública que predominan en un momento promover dicha solución —el llamado emprendedor de políticas públicas.10
dado; la configuración y distribución de las coaliciones conformadas por La primera vertiente del mvm explica la manera en que los problemas
distintos actores; y el grado de apertura de algunos subsistemas de política llegan a “capturar” la atención de los tomadores de decisión, lo cual puede
pública. suceder en al menos cuatro formas diferentes: los indicadores disponibles
El siguiente apartado ofrece algunos argumentos que justifican la elec- para medir o monitorear cierta variable relevante en un sector específico
ción de este aparato teórico y conceptual para darle sentido a la informa- de políticas públicas sugieren que un problema existe; hay nuevos estudios
ción meramente descriptiva que fue presentada en el capítulo anterior. Los que se llevan a cabo y ofrecen una perspectiva distinta; la evaluación de
subtítulos de las páginas 88 y 114 entran en materia y abordan directamen- programas existentes de política pública muestran que hay una falla; o bien,
te el caso del proyecto para un nuevo aeropuerto y el caso de la concesión un evento dramático como una crisis o un desastre contribuye a captar la
del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa-Misicuni) atención sobre cierta situación en particular.11 El número de operaciones en
en Cochabamba. En su conjunto, este capítulo pretende darle forma al pri- el caso de un aeropuerto o la disponibilidad de agua potable en el caso de
mer “ladrillo” de una explicación más sistemática para, en capítulos poste- los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (sapa) son ejemplos de indi-
riores, integrar ambos análisis, tanto de las políticas públicas como el de los cadores que de alguna manera pueden hacer sonar las alarmas. La conclu-
movimientos sociales.
8
Por agenda gubernamental se refiere a una lista de temas en los cuales prestan atención los ac-
tores públicos mientras que la agenda de decisiones se refiere a una lista de temas que forman parte de
la agenda gubernamental pero sobre los cuales, además, se están tomando decisiones de manera
4
Nelson, “Public”, 1996, p. 552. activa. Véase Kingdon, Agendas, 1984, pp. 4, 142-143.
5 9
Kingdon, Agenda, 1984. John, Analysing, 1998, y Kingdon, Agendas, 1984.
6 10
Sabatier, “Political”, 1988, y Sabatier, Toward, 1991. Domínguez, Ventanas, 2010, pp. 64-65.
7 11
Baumgartner y Jones, “Agenda”, 1991, y Agendas, 1993. Kingdon, Agendas, 1984, pp. 90-102.

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80 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 81

sión de estudios técnicos confirmando la sobreexplotación de recursos de que prevalecen en un momento dado, tales como “equidad”, “eficiencia” o
agua subterráneos o de estudios prospectivos que sugieren la posibilidad de el “rol del Estado versus el mercado”. También depende de ciertos principios
incrementos en la actividad aeroportuaria en el futuro pueden hacer que de política pública tales como “conservación ambiental”, “participación del
ciertos temas entren —o vuelvan— a la agenda de decisiones del gobierno, sector privado”, “disciplina fiscal” o “atracción de inversiones”.14
incluso si estos ya habían sido descartados con anterioridad. La tercera condición para que una idea sobreviva en la agenda de po-
La segunda vertiente del mvm explica la manera en que las propues- líticas públicas se relaciona con la anticipación de restricciones futuras, in-
tas de solución a un problema son generadas a lo largo del tiempo. Los cluyendo restricciones presupuestarias y la aceptación pública hacia cierto
actores en esta vertiente son especialistas en cierta área o subsistema de tipo de proyectos.15 ¿Qué tipo de valores de política pública y qué concep-
políticas públicas —salud, transporte, vivienda, desarrollo, etc.— y normal- ciones de factibilidad técnica influyeron para que los proyectos en cuestión
mente pertenecen a lo que Kingdon llama “grupo de actores ocultos”. Se tomaran la forma que tomaron en Bolivia y México? ¿Qué conflictos se re-
trata de miembros de ciertas comunidades de política pública o “comuni- gistraron entre distintos valores y objetivos de política pública y entre estos
dades epistémicas”.12 Son investigadores, consultores o analistas de política y distintos intereses políticos? ¿De qué manera fueron exacerbados estos
pública que trabajan de manera independiente o al servicio de algún grupo conflictos en el contexto de las llamadas ventanas de oportunidad? Estas
de interés en particular. Como parte de su trabajo diario contribuyen a la son algunas preguntas que pretendemos resolver en las siguientes secciones
acumulación de conocimientos sobre ciertos temas.13 La presencia de em- de este capítulo.
prendedores de política pública es un factor crucial que influye en la diná- La confluencia entre problemas y soluciones explica en gran medida
mica de esta vertiente, pues son este tipo de actores quienes normalmente la manera en que se va formando la agenda de políticas públicas. Sin em-
abogarán en favor o en contra de un proyecto o de una política pública, y bargo, la explicación queda incompleta si no se toma en cuenta el contexto
tratarán de “venderlo” en espera de beneficios futuros, sin omitir, por ejem- sociopolítico más amplio; es decir, si no incorporamos al análisis la vertien-
plo, la posibilidad de nombramientos políticos en el futuro. te de los contextos políticos. Esta vertiente se forma, entre otras cosas, por
Sin embargo, impulsar un proyecto para que permanezca en la agen- el estado de ánimo de la población en general (public mood), por campañas
da de políticas públicas no es tarea fácil. En muchos casos se requieren de de ciertos grupos de presión, resultados electorales y distribución ideológi-
años de trabajo, y el éxito no sólo depende del ejercicio del poder y de la ca que prevalece en el sistema electoral en un momento dado.16 Desde la
capacidad de influencia que tengan los emprendedores de política pública, perspectiva del hacedor de políticas públicas, esta vertiente está conectada
sino que depende del propio contenido de las propuestas en cuestión. Para a la presencia o ausencia de un campo fértil para promover e instrumentar
sobrevivir en la agenda, cualquier propuesta debe cumplir con al menos exitosamente cierta iniciativa. El precio puede ser muy alto si uno no presta
tres criterios: factibilidad técnica, aceptabilidad de valores y anticipación de
restricciones futuras. La primera condición —factibilidad técnica— depende 14
John Kingdon –y otros autores– usan los términos “principios de política pública” (policy
en gran medida de la fase de ejecución. Después de todo, la idea de instru- principles), “valores de política pública” (policy values) y “creencias de política pública” (policy beliefs) de
manera indistinta. Para efectos de este libro, los términos “valores de política pública”, “valores nor-
mentar un proyecto sólo puede sobrevivir en el largo plazo si es de hecho mativos” y “valores culturales centrales” (este último usado por Brint, “Rethinking”, 1990, p. 374)
físicamente posible. La segunda condición para que una propuesta sobrevi- serán usados como conceptos equivalentes que se refieren a ideas o valores generales y abstractos
va es su aceptabilidad entre cierta comunidad de especialistas; es decir, que que son tomados en cuenta como mecanismos orientadores de ciertos procesos de política pública.
En contraste, los términos “principios de política” serán usados para referirse a parámetros y objeti-
un proyecto sea aceptable o no, depende de los valores de política pública vos concretos de política pública que son tomados en cuenta cuando se diseña un proyecto o una so-
lución específica. En la práctica, y como se verá más adelante en su aplicación a los casos de estudio,
los valores normativos o de política pública y los principios de política pública están estrechamente
12
Este término se refiere a un conjunto de actores que comparten conocimientos y lenguajes relacionados entre sí. Finalmente, el término “creencia de política pública” se usará principalmente
sobre un sector de políticas públicas, lo cual les confiere autoridad para hacer juicios y recomenda- para describir uno de los factores que contribuyen a mantener la cohesión al interior de ciertas coa-
ciones de política pública en calidad de “expertos”. El término originalmente fue acuñado por Haas, liciones de política.
15
“Introduction”, 1992. Kingdon, Agendas, 1984, pp. 125-138.
13 16
Kingdon, Agendas, 1984, p. 117. Ibid., p. 145.

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82 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 83

suficiente atención a las necesidades de negociación y construcción de con- veces parece que Kingdon asume que los actores en cada una de estas cate-
senso entre distintos actores políticos, al papel que desempeñan ciertos polí- gorías generalmente se mueven en una sola dirección. Sin embargo, como
ticos clave o a la posibilidad de oposición social, incluyendo el surgimiento lo muestran los casos de Bolivia y México, esto no siempre es así. Algunos
de movimientos sociales y otros actores beligerantes. grupos ambientales pueden estar divididos en cuanto a los impactos y la
El mvm puede ser criticado en varios frentes. Por ejemplo, según aceptabilidad de cierto proyecto de infraestructura; los medios de comuni-
Zahariadis,17 dicho modelo no explica satisfactoriamente las relaciones en- cación pueden estar divididos según distintas orientaciones ideológicas y
tre las etapas de formación e instrumentación de la política pública. De distintos niveles y oficinas de gobierno pueden tener intereses encontrados
acuerdo con Weir,18 esto se debe en parte a que el mvm considera que las en cierto sector de política.
tres vertientes están separadas cuando en realidad pueden existir interre- Por estas razones es necesario encontrar una descripción más sofisti-
laciones importantes entre ellas. Por otra parte, el mvm enfatiza el papel cada de los distintos participantes en el proceso de políticas públicas. Una
que tienen los jugadores “formales” y deja fuera del análisis el posible im- alternativa es referirnos al concepto de “coaliciones de política pública”
pacto de aquellos que participan en actividades de protesta o que prefieren (advocacy coalitions). Este concepto, utilizado originalmente por Sabatier y
usar otros canales, no institucionalizados o poco convencionales, para hacer Jenkins-Smith,22 incorpora una dimensión explicativa que Kingdon no in-
política.19 cluye en su análisis: en gran medida, las divisiones y confrontaciones de los
A pesar de estas críticas, la principal contribución del mvm es que in- participantes en un sector de política pública se basan en los conocimientos
tegra dentro de un mismo marco teórico el papel de jugadores individuales, y creencias que distintos actores comparten o no en torno a cierto problema
instituciones, redes y eventos en el macrocontexto.20 Esta característica es lo y sus soluciones posibles.
que hace que, con los debidos ajustes, el mvm sea un buen candidato para Si los actores tienen distintas creencias sobre un problema y sus po-
vincular el análisis desde las políticas públicas con el estudio de la política sibles soluciones, esto abre oportunidades para que se coordinen y alineen
de movimientos sociales y grupos beligerantes en general. Al analizar con a fin de promover ciertos proyectos en específico. Los emprendedores de
detenimiento los casos de estudio, veremos que la decisión de promover el política pueden usar distintos canales de política pública para impulsar sus
proyecto aeroportuario en la ciudad de México en 2001 y la decisión de ins- propuestas, coexistiendo y compitiendo entre sí hasta que se tome una deci-
trumentar la concesión del Semapa-Misicuni en 1999 pueden ser explicadas sión definitiva sobre qué propuesta subsistirá y será finalmente instrumen-
por el surgimiento de una ventana de oportunidad al estilo de las ventanas tada. Por lo tanto, las coaliciones de política constituyen factores críticos
propuestas por el mvm de John Kingdon. detrás de la lucha que tiene lugar en la vertiente de las soluciones; se trata
de una competencia entre distintos proyectos e ideas de política pública.
Y sin embargo hay límites en esta lucha pues distintas coaliciones pueden
Los actores y sus coaliciones compartir valores de política y anticipar restricciones similares en el futu-
ro. Por ejemplo, los niveles de gobierno federal y estatal pueden estar de
Otra posible crítica al mvm es el uso de categorías relativamente simples acuerdo en que el principio de sustentabilidad ambiental es crucial y que
para describir a los distintos actores que entran al juego de promover u debe ser considerado como parte de la evaluación de cualquier (mega)pro-
oponerse a cierta iniciativa. Como lo señala Domínguez,21 el mvm usa cate- yecto de infraestructura, pero esto no descarta desacuerdos sobre cuál es el
gorías tales como grupos de presión, medios o administración en turno. Más aún, a sitio “ideal” para llevar a cabo dicho proyecto ya que las coaliciones pue-
den mostrar diferencias, incluso sobre la propia definición del problema de
17
Zahariadis, “Ambiguity”, 1999, pp. 81-85. política pública que quiere atenderse. Una coalición podría definir el pro-
18
Weir, “Ideas”, 1992, p. 191.
19
Domínguez, Ventanas, 2010, pp. 66-67.
20 22
Zahariadis, “Ambiguity”, 1999, p. 78. Sabatier, “Political”, 1988; Sabatier, Toward, 1991; Sabatier y Jenkins-Smith, “Policy”, 1993, y
21
Domínguez, Ventanas, 2010, pp. 66-67. Sabatier y Jenkins-Smith, “Advocacy”, 1999.

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84 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 85

blema como un asunto de desarrollo regional mientras que otra podría de- Cambios incrementales y cambios radicales
finirlo como un tema de infraestructura de transporte o de abastecimiento
de agua, según sea el caso. Otra crítica al mvm es que no ahonda en la manera como ciertas estructu-
Los factores que determinan la cohesión de las coaliciones de política ras institucionales influyen y son influidas por distintos resultados de po-
pública incluyen compartir creencias normativas y causales23 así como un lítica pública. En este sentido, la teoría de equilibrios puntuados (tep) que
grado no trivial de coordinación a lo largo del tiempo. Las creencias nor- Baumgartner y Jones27 proponen para estudiar la creación y evolución de
mativas y causales pueden ser divididas en tres niveles: 1) creencias básicas monopolios de política pública resulta útil como un marco conceptual com-
(deep core beliefs); 2) creencias de política (policy core beliefs), y 3) creencias sobre plementario. Estos autores argumentan que la estabilidad de estos mono-
aspectos secundarios (secondary aspects).24 Las creencias básicas se relacionan polios depende de la creación de barreras, incluyendo la proyección de una
con valores normativos muy generales y, por lo tanto, demasiado flexibles imagen positiva en la esfera pública con la finalidad de prevenir el escruti-
para determinar la cohesión de las coaliciones. Algunos ejemplos son la im- nio externo.28 Las imágenes positivas se basan en definiciones concretas y
portancia relativa del Estado versus el mercado o de los objetivos de creci- estrechas de problemas, de tal manera que se limita el número de dimensio-
miento económico versus los objetivos de sustentabilidad ambiental.25 nes de conflictividad y se evita la problematización de las políticas públicas;
En contraste, al hablar de creencias de política nos referimos a creen- esto es, las imágenes positivas escudan y aíslan ciertos espacios de decisión,
cias sobre las soluciones a problemas específicos que resultan de un largo convirtiéndolos en monopolios. Esta imagen dominante de política pública
proceso de aprendizaje de política pública. Son muy resistentes al cambio y, se basa a menudo en una definición unidimensional de los problemas sin
en consecuencia, son más importantes para la cohesión de las coaliciones. importar que estos sean en realidad multidimensionales.29 Así, los actores
Algunos ejemplos se relacionan con los métodos de financiamiento de cier- con acceso a estos monopolios pueden garantizar que su poder de decisión
tos programas, las causas básicas de un problema y las mejores alternativas no sea cuestionado por actores externos y, sobre todo, que los asuntos rela-
de solución. Estas se mantienen estables a lo largo del tiempo a menos que cionados con su área de especialidad no se lleguen a la agenda de las insti-
haya un choque exógeno que impacte sobre el subsistema de política pú- tuciones macropolíticas.
blica en cuestión.26 Finalmente, los aspectos secundarios se refieren a deta- El concepto de equilibrio puntuado describe cambios en la agenda de po-
lles de carácter más inmediato, los cuales complementan las ideas en torno líticas públicas como consecuencia del colapso de alguna imagen positiva.
a ciertas propuestas de política pero que son de carácter más negociable. La tep tiene sentido cuando ciertas decisiones de política no sólo implican
Como lo mostraremos en los siguientes apartados, la competencia entre la elección de cierto proyecto en particular, sino cuando implican una rees-
distintas coaliciones de política pública a lo largo de la historia de ambos tructuración más amplía del subsistema de política pública en su conjunto.
proyectos contribuyó a retrasar las decisiones oficiales de instrumentar el Este es el caso de Cochabamba y el sapa en 2000 donde las decisiones no
Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (naicm) en Mé- sólo versaban sobre la elección de la mejor fuente de agua sino sobre la re-
xico y el Proyecto Múltiple Misiconi (pmm) en Bolivia. A su vez, este factor estructuración de los sapa a partir de reformas legales favorables para la
le dio forma a las propuestas que eventualmente fueron promovidas y con- participación privada.30 De esta manera, como intentaremos ilustrar en este
tribuyó al fracaso de ambos proyectos. capítulo, la concesión del Semapa-Misicuni puede explicarse en el contexto

27
Baumgartner y Jones, Agendas, 1993.
23 28
Las “creencias causales” se refieren a creencias sobre las causas de un problema y sobre sus Hunt, “Multiple”, 2002, p. 74.
29
posibles soluciones. Baumgartner y Jones, Policy, 2002, p. 21.
24 30
Sabatier, Theories, 1999, pp. 120-122. Esto no significa que el análisis propuesto por Baumgartner y Jones no sea aplicable al
25
Como podemos ver, los valores normativos y los principios de política pública considerados naicm. Después de todo, el surgimiento de los gobiernos estatales como sitios alternativos para la
por Sabatier y sus colegas coinciden con algunos elementos de la aceptabilidad de las propuestas discusión y definición de la política pública significó un cierto debilitamiento del monopolio de sct
sugerida por Kingdon en su mvm. en la definición de la infraestructura aeroportuaria. Sin embargo, el hecho de que ambas coaliciones
26
Sabatier, Theories, 1999, pp. 122-135. de política pública —Texcoco y Tizayuca— ejercieran presión y maniobraran bajo los mismos valores

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86 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 87

de una ventana de oportunidad más amplia y de más largo aliento, y como yectos de infraestructura de gran magnitud en países latinoamericanos y en
parte de una puntuación o salto en la política pública, la cual afectó a dife- otros contextos políticos en los que este tipo de iniciativas no dependen del
rentes subsistemas y sectores entre 1986 y 2000. Asimismo, mostraremos poder legislativo y en los que a menudo son producto de decisiones discre-
que la concesión del Semapa-Misicuni fue parte de un intento por establecer cionales por parte del poder ejecutivo a nivel de ciudades, estados o gobier-
un monopolio de política cerrado y excluyente en el sector del sapa. Este nos nacionales. En cuarto y último lugar, los enfoques propuestos no son
intento fracasó, entre otras razones, porque no existían las condiciones y prescriptivos y, por tanto, su aplicación a los casos de estudio no refleja un
los requerimientos básicos, entre ellos la necesidad de una imagen positiva esfuerzo por comparar la realidad latinoamericana con uno o varios mode-
de política pública. los “ideales” de políticas públicas.
Por lo tanto, con los debidos ajustes y consideraciones, estos marcos
conceptuales pueden proporcionar herramientas heurísticas, “instrumentos
Consideraciones para América Latina equivalentes de medición”,33 “conceptos organizadores”34 y categorías ana-
líticas que son útiles para estudiar “mecanismos causales recurrentes”35 de-
Los marcos conceptuales que hemos discutido más arriba fueron pensados trás de las agendas de política pública de países latinoamericanos. En este
para explicar procesos de política pública en los Estados Unidos de Améri- sentido, debemos considerar cuatro modificaciones importantes. Primero,
ca, un país con una tradición democrática y liberal mucho más amplia en la vertiente de los contextos políticos debe ser ampliada para incluir facto-
comparación con los casos latinoamericanos y cuyos sistemas de decisión res estructurales históricos más allá de aquellos que influyen en la política
son generalmente más descentralizados y abiertos, conducentes a la inno- pública de manera sincrónica36 Segundo, en la realidad latinoamericana las
vación y la competencia entre distintas alterantivas de política pública.31 vertientes de los contextos políticos y de las soluciones de política pública
Sin embargo, en este trabajo partiremos de cuatro supuestos que hacen están relativamente más interconectadas entre sí, lo que no hace que el mvm
que estos modelos sean adaptables a países como Bolivia y México. En pri- sea inadecuado para sistematizar información sobre los distintos procesos
mer lugar, en estos modelos el proceso de políticas se entiende como algo que afectan las decisiones de política pública.37 Tercero, esta interconexión
menos ordenado en comparación con la propuesta de ciertos enfoques tra- significa que las coaliciones de política pública se basen tanto en creencias
dicionales, como es el caso de algunos modelos de elección racional o de de política pública como en intereses políticos concretos; de hecho, estas se
elección institucional racional. En segundo lugar, los actores individuales mueven de manera transversal entre ambas vertientes y tienden a ser más
no tienen el poder de controlar todo el proceso de formación y priorización volátiles y de vida más corta. Este supuesto no disminuye la importancia
de la agenda, una situación que resulta más cercana a las ciertas realidades del conocimiento y las creencias sobre ciertas soluciones propuestas, pero
latinoamericanas tras los procesos de liberalización y descentralización polí- significa que los actores que se unen a una coalición necesitan echar mano
tica que imperaron en las décadas de 1980 y 1990, y que todavía eran apli- de más recursos para encontrar y justificar la conexión entre, por un lado,
cables, al menos en el momento en que ocurrieron los casos de estudio aquí el contenido de la política pública y la necesidad de solucionar problemas
abordados. En tercer lugar, dichos autores reconocen que los funcionarios concretos y, por otro, la representación y la concreción de ciertos intereses
públicos elegidos en las urnas pueden influir en la agenda gubernamental
de manera más fácil y discrecional.32 Esto describe el caso de algunos pro- 33
Przeworski, Logic, 1970, pp. 113-131.
34
Knight, “Modern”, 2001, p. 179.
35
Tilly, “To Explain”, 1995, y “Processes”, 2000.
36
normativos y dimensiones de conflictividad, sin ninguna puntuación institucional mayor, hace que Un ejemplo de este tipo de factores sincrónicos es la distribución de fuerzas políticas en un
el análisis a partir de la tep sea menos relevante para el caso mexicano. momento determinado.
31 37
Un resumen muy sucinto de los rasgos específicos y la manera como trabajaba el sistema De hecho, como lo mencionamos anteriormente, el supuesto de que las tres vertientes se
político mexicano antes de 1989 en comparación con el de los Estados Unidos de América puede mueven de manera independiente entre sí y el hecho de que no incorporan una perspectiva suficien-
encontrarse en Rodríguez y Ward, “Opposition”, 1991, pp. 29-30. temente histórica constituyen dos de las críticas que otros autores han sugerido, independientemen-
32
Kingdon, Agendas, 1984, p. 44. te de cuál sea el sistema político que sea analizado.

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políticos. Como lo sugiere Centeno,38 los actores necesitan encontrar la dad”. Mientras que las áreas residenciales en el noreste y el centro de la
manera de “tecnocratizar” sus intereses políticos. Y la cuarta consideración ciudad sólo representan 27% de la población, estas reciben 50% del agua
es que el modelo y las metáforas provistas por la tep pueden también ser provista por el Semapa. El otro 50% se distribuye entre el restante 73% de
aplicadas “al revés”; es decir, para explorar las razones por las cuales los la población.42
actores, en su intento por reconfigurar un subsistema de política pública, Sobre la eficiencia técnica y administrativa del Semapa, un indicador
no logran establecer monopolios de decisión. Con estas consideraciones estándar es el número de empleados por cada 1 000 conexiones. Mientras
en mente, los siguientes apartados pretenden aplicar los conceptos teóricos que las otras compañías del sapa en América Latina muestran un radio de
propuestos a los casos de estudio en cuestión. 2 a 1 000, en el caso del Semapa este indicador era de 4.7 a 1 000 en 1999.43
Otro parámetro es el porcentaje de agua perdida en la red y, de nuevo, el
Semapa no tenía la mejor calificación: en 1999 al menos 50% del agua se
COCHABAMBA: MÚLTIPLES VENTANAS perdía debido a fugas.44 En términos de eficiencia financiera, el Semapa te-
DE OPORTUNIDAD Y EL FRACASO DE LOS nía en 1997 una deuda acumulada de alrededor de 30% como proporción
MONOPOLIOS DE POLÍTICA PÚBLICA del valor actual de la compañía.45 Desde su fundación en 1967, la compañía
de agua había sido manipulada para fines políticos: las tarifas se mantenían
Problemas y políticas públicas en el caso de Cochabamba artificialmente bajas para incrementar la popularidad de las autoridades
locales; los costos operativos apenas podían ser cubiertos y se destinaban
En el caso de la Guerra del Agua en Cochabamba, y en contraste con el muy pocos recursos financieros para llevar a cabo nuevas inversiones. Esta
caso del naicm (váse el subtítulo de la p. 114), la primera vertiente de aná- situación generó un círculo vicioso: menores niveles de inversión significa-
lisis se divide en tres problemas que son estrictamente distintos, pero que ron un mayor déficit de cobertura y problemas de agua más serios, entre
están interrelacionados: 1) la cobertura inadecuada y desigual de los sapa otras razones, por las pérdidas en la red. Conforme la red fue deteriorán-
en la ciudad de Cochabamba; 2) la limitada capacidad técnica, financiera y dose, más difícil fue justificar tarifas más altas, y la compañía se volvió más
administrativa del Semapa, y 3) las limitadas fuentes de abastecimiento de dependiente de las fuentes externas de financiamiento.
agua en el valle de Cochabamba para cubrir tanto los usos urbanos como Y sin embargo, la mayor atención que prestaron los tomadores de
rurales de agua. decisión a los problemas de agua de Cochabamba desde 1990 no sólo se
Aunque los problemas de agua de Cochabamba tienen su origen 50 explica por el deterioro en los distintos indicadores tradicionales con los
años atrás, estos se volvieron particularmente preocupantes a lo largo de que se evalúa el desempeño de una compañía de agua. Cualquier indicador
las décadas de 1980 y 1990. Incluso en 1997, la red del Semapa sólo llegaba representa simplemente información fáctica sobre cierta situación, pero los
a 57% de Cochabamba y su área metropolitana,39 muy por debajo de 71% indicadores deben interpretarse para determinar si esto representa o no un
que se había logrado al poner en marcha parte del Plan de Emergencia a problema. Por ejemplo, si además de lo que nos dicen los indicadores nos
finales de la década de 1970.40 Más aún, incluso hasta nuestros días, la co- enfrentamos a crisis y emergencias que son visibles, este tipo de situaciones
bertura de la red del sapa responde a un patrón geográfico estrechamente refuerzan las percepciones preexistentes y aceleran el proceso de formación
relacionado con las disparidades en la distribución del ingreso. En palabras y selección de temas en la agenda gubernamental.
de Laurie et al.,41 “el acceso al agua en Cochabamba es una expresión de En el caso de Cochabamba, las crisis generadas por la escasez de agua
la segregación y la marginación física, y un indicador de pobreza e inequi- se volvieron cada vez más frecuentes durante la década de 1990 y desem-

38 42
Centeno, “New”, 1993. Ibid., p. 11.
39 43
Nickson y Vargas, “Limitations”, 2002, p. 134. Nótese que mientras más alto es este indicador, más ineficiente es una compañía de agua.
40 44
Pareja, “Importancia”, 1996. Nickson y Vargas, “Limitations”, 2002, pp. 132-134.
41 45
Laurie et al., “Strategic”, 2004. Laurie et al., “Strategic”, 2004, p. 9.

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peñaron un papel importante para que el tema avanzara en la agenda. Si correspondientes.48 Tercero y último, la distribución de agua debía hacerse
bien es difícil obtener datos históricos sobre escasez de agua en la región,46 a con parámetros de mayor equidad social. Estos problemas habían estado
partir de distintas entrevistas, referencias bibliográficas y notas periodísticas presentes en Cochabamba desde la década de 1950, pero los alarmantes
es posible identificar crisis de escasez de agua en 1978, 1989, 1993 y 1997- indicadores y la mayor frecuencia de las crisis de agua propiciaron que al-
1998. Si esto es correcto, los problemas de abastecimiento se incrementaron gunos tomadores de decisión le prestaran mayor atención desde mediados
rápidamente de un caso en una década a tres o cuatro casos por década. y finales de la década de 1990.
Estas crisis se relacionan con la tercera dimensión de la vertiente de Ahora bien, incluso con estas consideraciones, el hecho de que un
los problemas en Cochabamba: en pocas palabras, la falta de fuentes confia- problema capte la atención de algunos jugadores clave constituye una ex-
bles de abastecimiento de agua en altitudes menores a 3 000 metros sobre el plicación parcial de un cambio abrupto en las políticas públicas, como es
nivel del mar, donde vive la mayor parte de la población de Cochabamba.47 el caso de la concesión del Semapa y Misicuni en 2000. De acuerdo con el
Distintas fuentes de agua han sido aprovechadas desde la creación del Se- mvm, hay otras condiciones que deben ser satisfechas para que una políti-
mapa en 1967, pero ninguna de estas ha podido garantizar la provisión sos- ca permanezca en la agenda y, especialmente, para que escale en la lista de
tenida de agua en el largo plazo, sobre todo en el contexto del crecimiento prioridades. Para estos fines es necesario analizar la evolución de las pro-
urbano acelerado y sin planeación, en las últimas tres décadas. Una de las puestas a lo largo del tiempo, ya sea de manera independiente o bien, algu-
pocas alternativas que quedaban hacia mediados de la década de 1990 era nas veces, como respuestas concretas a los cambios en las vertientes de los
precisamente la perforación de pozos para extraer agua subterránea, pero problemas y de los contextos políticos.
esto se volvió cada vez más difícil de llevar a cabo en el contexto de la opo- Los cambios incrementales en la agenda de políticas dependen de ma-
sición social por parte de los regantes que viven en el valle Central y en el nera estrecha de la continuidad de expertos técnicos, burócratas de carrera,
valle de Sacaba. Como se explica con mayor detalle en el siguiente capítulo, consultores y otros participantes que pertenecen al grupo de actores menos
esta política pública detonó lo que se conoce como la Guerra de los Pozos, visibles. Por ejemplo, en el caso de Cochabamba había cierta constancia y
la cual empezó en 1992 y tuvo distintos episodios hasta 1998. Hacia finales continuidad de algunos expertos técnicos que trabajaban en el sector del
de la década de 1990 quedaba claro que era apremiante encontrar solucio- sapa. Estos incluían especialistas que habían trabajado en distintos estudios
nes radicales a la escasez de fuentes de abastecimiento. técnicos llevados a cabo para el Semapa o el pmm.49 De hecho, las entrevis-
En resumen, la vertiente de los problemas en Cochabamba puede re- tas realizadas por el autor en Cochabamba sugieren que, dejando de lado la
sumirse en tres aspectos interrelacionados entre sí. Primero, en el contexto enorme cantidad de consultores internacionales, los ingenieros y expertos
de una creciente población urbana y la competencia entre usos rurales y técnicos bolivianos que habían trabajado en los espacios institucionalizados
urbanos, la región enfrentaba el reto de encontrar fuentes confiables y sos- donde se decidía la política pública del sector agua constituían una comuni-
tenibles de abastecimiento de agua en el largo plazo. Segundo, incluso si el dad muy pequeña y cerrada con intercambios informales de comunicación
abastecimiento de agua fuera resuelto, las dificultades iban a continuar si la que eran relativamente fluidos.
compañía de agua no estaba en posición de distribuir el vital líquido. Era La historia particular del proyecto facilitó la continuidad de profesio-
necesario conformar una compañía de agua que fuera financiera, técnica nales y expertos. Los primeros estudios técnicos fueron patrocinados a lo
y administrativamente más sólida, de tal manera que pudiera manejar las largo de las decadas de 1960 y 1970 por la Empresa Nacional de Electrici-
inversiones necesarias, distribuir el agua en la red y recolectar las tarifas dad (ende), compañía que, de acuerdo con algunos entrevistados, solía ser
una de las empresas estatales con mejor desempeño antes de que el presi-
46
Esto se debe a que, entre otras razones, porque los cambios institucionales promovidos por
48
Hugo Banzer en 1978, durante su dictadura, conllevaron una reducción en el número de estaciones Entrevista a Guillermo Justiniano, La Paz, Bolivia, 30 de julio de 2005; “Crearán por Decre-
de medición en Cochabamba. Véase Maldonado, H2O, 2004, p. 11. to Supremo Semapa ‘metropolitano’”; Los Tiempos, 1996.
47 49
Entrevista con Gonzalo Rico, ex presidente de la Compañía Misicuni, Cochabamba, Bolivia, Entrevistas a Osvaldo Pareja, Pablo López y Gonzalo Rico, Cochabamba, Bolivia, 5, 22 y 29
julio de 2005. de septiembre de 2005, respectivamente.

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dente Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) instrumentara el proceso de Misicuni fuera concebido como un proyecto “multipropósitos”; una especie
capitalización. Más tarde, cuando se creó la Asociación Misicuni en 1974 de proyecto de “desarrollo integral”.52 El objetivo era no sólo terminar con
y la Compañía Misicuni en 1987, el proyecto se convirtió en una bandera la escasez de agua en el área metropolitana de Cochabamba, sino promover
política que fue aprovechada por los siguientes presidentes, quienes prome- la agricultura a gran escala, producir electricidad para actividades industria-
tieron resolver los problemas del agua en Cochabamba. Sin embargo, más les, promover el desarrollo económico de la región y transformar el depar-
allá de los pronunciamientos públicos con tintes partidistas, los análisis de tamento de Cochabamba en un enclave económico que pudiera encadenar
corte técnico continuaron, por un buen tiempo, aislados del oportunismo el desarrollo de las áreas tropicales en el oriente de Bolivia con la región
político y fueron realizados por los propios especialistas. del altiplano. El proyecto fue visualizado en una época en que una serie de
Algunos ingenieros que trabajaban en Misicuni cuando la Guerra del principios de política pública, incluyendo la “autosuficiencia alimentaria”, la
Agua estalló en 2000 habían trabajado en proyectos hidráulicos desde el ini- “maximización de producción alimentaria” y la “articulación de comunida-
cio de sus carreras, incluyendo el diseño y evaluación de presas. En algunos des rurales al mercado”53 habían tomado gran fuerza en la agenda de diver-
casos se trataba de funcionarios públicos que habían trabajado por más de sas instituciones internacionales. Los conceptos de autosuficiencia alimentaria
20 años en distintos aspectos del pmm. En contraste con el caso del Semapa, y autosuficiencia energética eran particularmente relevantes para el caso de un
la Compañía Misicuni había mostrado mayor continuidad en sus cuadros, país sin acceso al mar y con escasas conexiones de transporte como Bolivia.
lo cual resultó crucial para mantener el proyecto a flote y garantizar su su- Incluso el Banco Mundial (bm), institución que más tarde se convertiría en
pervivencia en la agenda de gobierno.50 En el caso del pmm —y, en contraste un opositor fehaciente al proyecto, financió varios estudios de factibilidad
con el naicm, que abordaremos más adelante— los parámetros técnicos ya en la década de 1970.54
habían sido suficientemente estudiados para 1975.51 Por desgracia, para el Este tipo de ideas de política pública ganó aceptabilidad, a tal grado
proyecto, la instrumentación de una política pública requiere de mucho más que Cochabamba no fue el único departamento de Bolivia que analizó la
que simplemente cumplir con los requerimientos de factibilidad técnica y posibilidad de lanzar un proyecto múltiple. Otros departamentos desarro-
de tener el apoyo de una comunidad relativamente cerrada de profesionales llaron sus propias propuestas, lo cual generó una intensa competencia inte-
y expertos técnicos. Para entender las razones por las cuales se pospuso el rregional para garantizar los recursos de inversión que se necesitaban.55 Los
proyecto por más de tres décadas es necesario echar un vistazo a los cam- distintos comités cívicos regionales se convirtieron en una pieza importante
bios históricos en lo que hemos llamado “aceptabilidad de valores”. de esta competencia en la que los departamentos de Santa Cruz, Chuqui-
saca y Tarija cabildearon por sus respectivos proyectos múltiples, pero sólo
el último logró asegurar la inversión de manera exitosa con la aprobación
La supervivencia de Misicuni en la agenda boliviana de agencias internacionales como el bm. Al considerar que se trataba de
un proyecto económicamente viable, técnicamente factible y con impactos
Como se explicó en el capítulo anterior, la definición detallada del pmm no medibles en el corto plazo, el proyecto múltiple de Tarija fue elegido como
se concluyó antes de 1973, después de ser completados los estudios de pre- “piloto” para poner a prueba este concepto.56 Una ventana de oportunidad
factibilidad que fueron patrocinados por ende y por el Banco Interameri-
cano de Desarrollo (bid) (véase el subtítulo de la p. 000). En el contexto de 52
Entrevista a Osvaldo Pareja, ex funcionario público del Semapa, Cochabamba, Bolivia, julio
algunas ideas y conceptos que estaban de moda, como “desarrollo rural in- de 2005.
tegral” y “revolución verde” en la década de 1970, no debe sorprender que 53
54
Véase Escobar, Encountering, 1995, pp. 158-159.
Entrevistas a Pablo López y Gonzalo Rico, Cochabamba, Bolivia, julio de 2005.
55
Entrevista a Gonzalo Rico en Cochabamba, Bolivia, julio de 2005.
50 56
Entrevista a Pablo López, ex director de la Compañía Misicuni, Cochabamba, Bolivia, julio Lo más probable es que la construcción del proyecto San Jacinto en Tarija, en lugar de Mi-
de 2005. sicuni en Cochabamba, se enmarcó como parte de los ambiciosos planes del general Banzer (1971-
51
Entrevista a Gonzalo Rico, ex presidente de la Compañía Misicuni, Cochabamba, Bolivia, 1978) de desarrollar los departamentos de oriente del país. Véase Laurie y Marvin, “Globalisation”,
julio de 2005. 1999, p. 1406.

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acababa de abrirse: había un problema que buscaba resolverse (detonar el negociar la deuda externa.59 Por ejemplo, parte de las condiciones impues-
desarrollo regional en algunos departamentos de Bolivia); una solución que tas por el bm para conceder los créditos necesarios a fin de reorganizar el
parecía adecuada (la propuesta de implementar proyectos múltiples); y ha- sector eléctrico en Bolivia incluía cláusulas sobre la magnitud y el tipo de
bía emprendedores de política dispuestos a promover dichos proyectos (en proyectos que el Estado podía llevar a cabo. A partir de ese momento, el
el caso específico de Tarija, el Comité Cívico Regional y, sin ser ninguna gobierno de Bolivia estaba obligado a pedir aprobación explícita de esta ins-
sorpresa, el gobierno militar de Hugo Banzer entre 1971 y 1978). Más aún, titución antes de lanzar cualquier proyecto hidroeléctrico que excediera los
además del predominio de ciertos principios de política pública, la década 10 megawatts, o cuya inversión fuera mayor a 10 000 000 de dólares.60 El
de 1970 presentaba un escenario económico muy favorable. Bolivia había pmm quedó de facto excluido de la agenda de decisiones del gobierno, por
incrementado sus exportaciones de petróleo y los precios de hidrocarburos lo menos en el corto plazo. Más tarde sería necesario modificarlo y hacerlo
habían aumentado significativamente debido a la crisis de Medio Oriente más pequeño para permitir su supervivencia.
en 1973.57 Gracias a esto había suficientes recursos fiscales para promover En general, el difícil escenario económico que prevaleció en América
este tipo de proyectos. Latina durante buena parte de las décadas de 1970 y 1980 fue propicio para
El proyecto de San Jacinto fue de hecho completado,58 pero otros pro- que la administración pública adoptara ideas y parámetros de gestión que
yectos similares en otros departamentos de Bolivia, incluyendo Cochabam- tradicionalmente habían pertenecido al sector privado, incluyendo aque-
ba, tuvieron que ser pospuestos debido a los cambios que poco después llos relacionados con economía, eficiencia y efectividad.61 Estos cambios
sobrevendrían en la vertiente de los contextos políticos. En adición a las no sólo afectaron la instrumentación de megaproyectos, sino que limitaron
crisis económicas y políticas que Bolivia sufrió después de 1978 (véase el el abanico de soluciones de política para mejorar los servicios públicos. La
subtítulo de la p. 42), los precios de la electricidad sufrieron un deterioro idea de que una mayor participación privada podía resolver muchos pro-
de tal manera que la idea original de usar la generación de electricidad para blemas en el sector agua ganó adeptos y se convirtió en un principio pre-
subsidiar la instrumentación del pmm ya no era factible. Al mismo tiempo, dominante.62 Al menos en el caso de Bolivia, la participación privada llegó
la aplicación de políticas de ajuste estructural durante y después de la admi- a discutirte como si tuviera importancia en sí misma; como un fin más que
nistración de Paz Estenssoro (1985-1989) generó un cambio radical en los como un medio (véase Apéndice iii).
discursos, valores y parámetros de política pública. Los discursos basados En el caso específico del sector agua, los cambios en el discurso esta-
en el desarrollo rural integral o en el desarrollo integral en general comen- ban asociados a la clasificación de los servicios de agua como un bien eco-
zaron a desvanecerse. La promoción de valores como la llamada autosufi- nómico y por la idea de que la privatización y la participación del sector
ciencia alimentaria y de programas de política como la llamada Revolución privado constituían soluciones neutrales que servían para reducir la interfe-
Verde, perdieron credibilidad. En su lugar, nuevos principios comenzaron a rencia política, que ayudaban a realinear los incentivos económicos para re-
dominar las decisiones de política pública: entre ellos la disciplina fiscal, la ducir costos y que prevenían conflictos de interés en comparación a cuando
participación privada y la capacidad de atracción de inversiones. el Estado es proveedor de servicios y regulador al mismo tiempo.63 A partir
Una fuerza motora detrás de estos cambios fueron las condicionalida- de la teoría económica del bienestar, los autores en pro de la privatización
des que agencias internacionales como el Fondo Monetario Internacional argumentan que el mercado asigna los recursos mejor que el Estado, el cual
(fmi) o el bm impusieron para acceder a financiamiento internacional y re-
59
psiru, “Unsustainable”, 2002, p. 5, y “Water”, 2002, p. 10.
60
Entrevista a Gonzalo Rico, ex presidente de la Compañía Misicuni, Cochabamba, Bolivia,
septiembre de 2005.
57 61
La producción de petróleo de Bolivia se incrementó en más de 50% entre 1970 y 1975. Véase Cheru y Gill, “Structural”, 1997, y Peters y Wright, “Public”, 1996, pp. 628-629.
62
Mesa, Historia, 2003, p. 860. Véase, por ejemplo, World Bank, World, 1994.
58 63
El proyecto se localiza en la cuenca de Tolomosa-Tarija y cuenta con una capacidad instalada Para una discusión crítica de estas transformaciones en la política pública del agua, véase
de 8 megawatts. Véase US Army Corps of Engineers, “Water”, 2004, en <http://www.sam.usace. Castro, “Arguments”, 2002, p. 32; Castro, “Privatización”, 2007, pp. 96-97, y Swyngedouw, “Contra-
army.mil/en/wra/wra.html>. [Consulta: 10 de septiembre de 2007.] dictions”, 1995, pp. 387-405.

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96 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 97

sólo debe intervenir para regular y corregir fallas de mercado en algunos blación en situación de mayor marginalidad sean subsidiados por el Estado.
casos.64 De esta manera, lo que supuestamente contribuiría a liberar recursos pú-
En el caso de Bolivia, estos cambios de perspectiva se reflejaron en la blicos se ha convertido de hecho en una carga adicional y lo que se supone
aprobación de la Ley del Sistema de Regulación Integral (Ley Sirese) en que contribuiría a superar ciertas inequidades en la provisión del servicio se
1994, la cual establecía reguladores para cada actividad económica65 y un ha convertido en un obstáculo para la expansión de la red.68
regulador general a cargo de supervisar su desempeño y proteger los inte- Este tipo de transformaciones de política pública comenzó en Bolivia
reses de los consumidores, del Estado y de las compañías reguladas.66 La en la década de 1990 con la implementación de una política tarifaria que
entrada en vigor de la Ley 2029, aprobada a finales de 1999 justo antes pretendía cumplir con parámetros de autosuficiencia financiera y eficiencia
de que estallara la Guerra del Agua, constituía un esfuerzo adicional para económica del sector del sapa en ciudades no mayores a 10 000 habitantes.
reformar el sector del sapa en la misma dirección. De hecho, este último Posteriormente, con el Decreto Supremo 22 627, en 1992, se estableció que
instrumento establecía un nuevo ente regulador de sanidad básica, el cual toda inversión debía ser recuperada mediante tarifas que reflejaran el costo
sustituía al regulador de agua que originalmente había sido creado en el real de los servicios.69
contexto de la Ley Sirese. Esta nueva entidad constituía la única institu- En el caso específico de Cochabamba, es posible identificar la crecien-
ción con la capacidad legal para otorgar concesiones para la explotación y te importancia que se dio a la poca o mucha capacidad de atracción de in-
distribución de agua. versiones del Semapa y Miscuini (véase la gráfica 1 del Apéndice iii). Más
Al mismo tiempo, no es posible hablar de participación privada sin aún, aquellos actores que no simpatizaban con las actividades de la Coor-
garantizar que un proyecto sea atractivo. Después de todo, la participación dinadora para la Defensa del Agua y de la Vida se referían constantemente
de estas entidades en los sapa en América Latina se ha caracterizado por a la disminuida capacidad de inversiones de Cochabamba, y de Bolivia en
la competencia entre países que buscan ofrecer mejores condiciones para general, como una de las consecuencias negativas del conflicto en 2000. En
atraer inversión privada. Al menos desde la década de 1990 era común que palabras de un ex ministro de gobierno, “tantas cosas han pasado en Boli-
se ofrecieran incentivos sustanciales, a veces insostenibles, a las empresas via que si queremos que crezca la economía no hay otra manera que [hacer-
privadas. Estos incluían contratos de largo plazo, garantías para proteger la lo] a partir de la inversión privada [...] [sin embargo] Bolivia ha hecho todo
infraestructura de los inversionistas o acuerdos de compra anticipada (take lo posible para prevenir que vengan nuevas inversiones”.70
or pay).67 Los retos financieros se incrementan si consideramos que las em- Como se mencionó en el subtítulo de la p. 79, la tercera condición
presas privadas generalmente no están interesadas en mantener esquemas para la supervivencia de una idea en la agenda de políticas públicas es la
de subsidios cruzados, de tal manera que se espera que los sectores de la po- anticipación de restricciones futuras, incluyendo restricciones presupuesta-
les y aceptación —o rechazo— de la población en general. En los casos de
64
Por ejemplo, en contra de los principios básicos de un mercado libre y competitivo, las
Bolivia y México, las restricciones presupuestales están estrechamente re-
propias características de la red de los sapa, en conjunto con las fronteras naturales entre distintas lacionadas con el principio de disciplina fiscal. Este último se relaciona con
cuencas, hacen que la provisión de estos servicios propicie la generación de monopolios naturales. el objetivo general de estabilidad macroeconómica y las otras con los deta-
Al mismo tiempo, siempre hay un problema de riesgo moral pues una vez que se firma un contrato
de concesión, los costos de cancelarlo o renegociarlo pueden superar los costos de que una de las lles operacionales que permiten que dicho objetivo se cumpla año con año.
partes altere su comportamiento de manera oportunista. Finalmente, la tarea de extender la infraes- La magnitud del pmm simplemente era inconsistente con la predomi-
tructura de agua potable y drenaje conlleva externalidades positivas que a menudo no son tomadas
en cuenta por actores privados. nancia de estos nuevos principios de política. Ya desde 1991 varios consul-
65
Los reguladores sectoriales eran agencias autónomas del Estado que proporcionaban servi- tores externos y representantes de diversas agencias internacionales habían
cios públicos, pero se desempeñaban como facilitadores y árbitros entre los distintos actores priva-
dos en un sector económico determinado.
66
Ley Sirese, 1994.
67 68
Un contrato take or pay obliga a una de las partes a comprar cierta cantidad de un servicio o psiru, “Unsustainable”, 2002, pp. 5-6.
69
producto o de otra manera se ve obligado a pagar el costo equivalente del mismo, incluso si no lo Laurie et al., “Strategic”, 2004, p. 16.
70
usa. Entrevista a Guillermo Justiniano, La Paz, Bolivia, julio de 2005.

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98 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 99

cambiado de opinión en cuanto a la factibilidad económica y financiera del ajustar y reducir su magnitud contribuiría a minar su aceptación pública.75
proyecto. Algunos recomendaban que se descartara por completo mientras Al final del día, al confrontar este “juego de dos niveles”,76 la administración
que otros sugerían dividirlo en tres fases sucesivas —agua potable, irriga- de Banzer y otros promotores del proyecto optaron por una solución inter-
ción y electricidad—, siendo la primera la más importante. También se su- media en un intento por superar ambas dificultades. Como se describe con
gería que ciertos detalles técnicos, como la altura y la capacidad de la presa, mayor detalle en el capítulo iii, los resultados fueron desastrosos: el incre-
fueran ajustados. En otras palabras, el proyecto tenía que ser rediseñado mento en las tarifas de agua, las condiciones que se ofrecieron a los inver-
de acuerdo con las restricciones macroeconómicas y financieras entonces sionistas privados y que eran difíciles de sostener, así como un desconten-
imperantes. to social generalizado, se conjuntaron para alimentar un fuerte y creciente
El financiamiento e instrumentación de Misicuni no sólo estaba más movimiento social.77
allá de las capacidades del Estado. Si era desarrollado con participación pri-
vada, también era necesario garantizar que resultara atractivo para el inver-
sionista, lo que significaba que otros parámetros —algunos objetivos y otros El contexto político y el papel de las coaliciones de política pública en Cochabamba
subjetivos—, como es el llamado “riesgo país”, debían también incorporarse
en el análisis. El problema es que hay muchos beneficios económicos que En retrospectiva, parece que la oportunidad de instrumentar Misicuni no
no pueden cuantificarse tan fácilmente desde un punto de vista financiero era tan clara en comparación con el proyecto de Corani, la otra alternativa
y que, por tanto, no están directamente alineados con el interés de los con- de políticas públicas que fue considerada hacia finales de la década de 1990
cesionarios.71 En este sentido, algunos inversionistas potenciales como la (véase el subtítulo de la p. 42). Sin embargo, la competencia entre ambas
compañía francesa General de Suez ya habían advertido, desde la primera alternativas y la decisión eventual en favor de Misicuni se entiende mejor si
administración del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, que el proyec- examinamos el último componente del mvm: la vertiente de los contextos
to no era posible sin un incremento extraordinario en las tarifas de agua, políticos. En este sentido, el factor crucial en el caso boliviano fue la alinea-
lo cual era inasequible para la sociedad boliviana.72 Incluso si el proyecto ción de intereses políticos entre los niveles presidencial y local de gobier-
era reconvertido y dejaba de ser un proyecto multipropósito, era claro que no, después de la elección de Hugo Banzer (Acción Democrática Nacional:
vincular la construcción de Misicuni a la concesión del Semapa significaba adn) como presidente en 1997.
que no sería factible el primero sin un incremento desproporcionado en las Para entender mejor la importancia de este evento a fin de que se
tarifas de agua.73 abriera la ventana de oportunidad, es necesario ir atrás en el tiempo. Más
La administración de Banzer estaba entre la espada y la pared. Por un aún, la ventana de oportunidad —es decir, la convergencia entre problemas,
lado, para atraer a inversionistas privados y acceder a créditos de agencias soluciones de política, contextos políticos y actores— puede dividirse en dos
internacionales, el proyecto debía cumplir con las nuevas condicionalida- etapas. La primera etapa coincide con el mandato de Gonzalo Sánchez de
des y con los nuevos principios de política pública.74 Por otro, había una Lozada (1993-1997) y la segunda con el de Hugo Banzer (1997-2002). En el
enorme presión social y política para mantener Misicuni sin ningún cam- primer caso, la ventana de oportunidad no se relaciona exclusivamente con
bio, como un proyecto con múltiples propósitos de desarrollo. Por lo tanto, el sector del sapa, pero sí con una reestructura general del sector público.

75
La importancia de este factor no debe minimizarse en el caso de Misicuni pues era un proyec-
71
Entrevista a Osvaldo Pareja, Cochabamba, Bolivia, julio de 2005. to que había sido esperado por la gente de Cochabamba por mucho tiempo. Un conocido episodio
72
Nickson y Vargas, “Limitations”, 2002, p. 231. de la lucha de Sánchez de Lozada por promover Corani en lugar de Misicuni resulta muy ilustrati-
73
Entrevista a Gonzalo Maldonado en Cochabamba, julio de 2005. vo. En una reunión con autoridades regionales y representantes de la sociedad civil de Cochabam-
74
Un documento del Banco Mundial era muy claro en este sentido pues establece, textualmen- ba, Sánchez de Lozada preguntó explícitamente si la gente de Cochabamba quería agua o Misicuni.
te, que ningún subsidio debe otorgarse para aminorar el incremento de tarifas de agua en Cocha- La respuesta fue tajante y casi unánime: ¡Misicuni!
76
bamba, las cuales deben reflejar el costo completo de la provisión con el pmm. Véase World Bank, Tarrow, New, 2005, p. 80.
77
“Bolivia”, 1999. Domínguez, “Social”, 2006, pp. 13-14.

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100 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 101

Cuando Sánchez de Lozada fue electo en 1993, su principal reto era la ins- de cambios radicales. El punto culminante de esta puntuación política y de
trumentación de una segunda generación de reformas económicas que no políticas públicas se refleja en las palabras de Paz Estenssoro (1985-1989)
sólo contribuyeran a la estabilidad macroeconómica, sino también a lograr cuando manifestó que “Bolivia estaba muriendo” y que Bolivia moriría si
mayores niveles de crecimiento y desarrollo. En este contexto, la ventana no se llevaban a cabo cambios radicales.81
de oportunidad estaba determinada en un sentido amplio por tres factores La idea de un modelo de desarrollo estatista fue reemplazada por
que deben tomarse en cuenta: a) en la vertiente de los problemas, las crisis otra “imagen poderosa de políticas públicas”:82 en un escenario de recur-
económicas de la década de 1980 y la secuela de problemas estructurales sos económicos escasos, el sector privado es más eficiente y efectivo para
que no habían sido resueltos todavía; b) en la vertiente de las soluciones la provisión de bienes y servicios.83 Como lo argumenta Conaghan et al.,
de política, el modelo económico estatista que había predominado hasta la transición hacia un modelo económico neoliberal en Bolivia, Ecuador y
ese momento había perdido credibilidad y había un grupo de tecnócra- Perú se basó en un esfuerzo maniqueo por oponerse y reemplazar los prin-
tas que promovían el libre mercado como panacea, y c) en la vertiente de cipios abstractos que habían guiado las decisiones de política pública hasta
los contextos políticos, la presencia de emprendedores de política, como el ese momento y no tanto “en un intento por elaborar detalladamente un
propio Sánchez de Lozada —quien en ese momento contaba con mayoría modelo económico prospectivo”.84
relativa en el Congreso y con mayoría absoluta en el Senado (40 y 63%, De esta manera, el presidente Sánchez de Lozada usó la oportunidad
respectivamente). para reformar sectores económicos que eran clave. Dichas reformas tuvie-
El margen político que la primera administración de Sánchez de Loza- ron lugar mediante un “proceso de retroalimentación positiva”;85 es decir,
da tenía para maniobrar coincidió con el descrédito de actores sociales tales un proceso que, una vez iniciado, de alguna manera se alimenta a sí mis-
como la Confederación Obrera Boliviana (cob), organización que había mo y que, lejos de contrabalancear una tendencia, la acentúa. Cuando la
sido asociada tradicionalmente con el modelo económico estatista y con la imagen positiva de un modelo de desarrollo estatista se colapsó a inicios de
experiencia de cogobierno después de la revolución de 1952.78 la década de 1980, más y más actores demandaron cambios al statu quo y
En este sentido, no debemos olvidar que “cuando las estructuras ins- más y más actores sintieron que podían hacerlo de manera exitosa. La idea
titucionales están claras, aquellos que promueven cambios radicales al statu de que la participación privada tenía grandes bondades respondió a una
quo pueden pasar por desinformados, irresponsables o peligrosos”.79 Sin especie de efecto dominó, generando la redefinición de algunos problemas
embargo, este no era el caso cuando las políticas de ajuste estructural fue- de políticas públicas y permeando a distintos sectores económicos. Es no-
ron aplicadas en Bolivia durante las décadas de 1980 y 1990. En medio de table, por ejemplo, que Víctor Paz Estenssoro (1985-1989) se enfrentara a
una seria crisis económica y de graves problemas de hiperinflación,80 en una fuerte oposición social al publicar el Decreto 21060, el cual constituía
conjunto con el desempeño mediocre del gobierno de la transición demo- de hecho el primer paso hacia un modelo de corte neoliberal. Sin embargo,
crática, encabezado por la Unión Democrática Popular (udp), era mucho Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) “se convirtió en el primer presi-
más fácil cuestionar los arreglos y estructuras institucionales prevalecientes, dente del país en ser elegido con una plataforma abiertamente neoliberal”.86
tanto formales como informales. Esto abrió la puerta a la instrumentación
81
Estas palabras fueron parte del discurso que Víctor Paz Estenssoro pronunció el 29 de agosto
de 1985, justamente al anunciar el Decreto 21060.
78 82
Después de la revolución de 1952, la cob había desempeñado un papel activo como prin- Baumgartner y Jones, Policy, 2002, p. 12.
83
cipal articulador de las demandas sociales y como principal canal de representación de distintos Como lo argumenta Conaghan et al., “Business”, 1990, p. 11, la transición hacia un modelo
grupos sociales. Véase Lazarte, Entre, 2005, p. 62, y Mayorga, Avatares, 2003, pp. 21-23. Dicha ex- económico neoliberal en Bolivia, Ecuador y Perú se basó en un esfuerzo maniqueo por oponerse
periencia ha sido comúnmente conocida como “cogobierno” o “poder dual” ejercido por las clases y reemplazar los principios abstractos que habían guiado las decisiones de política pública has-
trabajadoras y populares y el partido en el poder (el Movimiento Nacional Revolucionario o mnr). ta ese momento y “[no tanto] en un intento por elaborar detalladamente un modelo económico
Véase también Zavaleta, Masas, 1986. prospectivo”.
79 84
Baumgartner y Jones, Policy, 2002, p. 13. Conaghan et al., “Business”, 1990, p. 11.
80 85
Algunas estimaciones sugieren, por ejemplo, que la hiperinflación alcanzó entre 8 y 25 000% Baumgartner y Jones, Policy, 2002, p. 13.
86
en el año 1985. Laurie y Marvin, “Globalisation”, 1999, p. 1403.

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102 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 103

El componente más importante de esta segunda generación de polí- había poco apoyo para el proyecto Corani [...] quizás un par de intelectuales
ticas de libre mercado fue el esquema de capitalización, diseñado precisa- que escribían en los periódicos, pero la oposición sucedió de manera casi na-
mente para promover la atracción de inversión privada a las empresas esta- tural [...] En 1993 Sánchez de Lozada había conseguido una buena mayoría
tales. Dicha política consistía en asociaciones público-privadas: el gobierno de votos y disfrutaba de mayoría en el Congreso, pero después de poner en
contribuía con activos del Estado para iniciar una nueva compañía en la marcha los esquemas de capitalización y privatización, encontró que cada vez
que los inversionistas privados tenían 51% de participación y control ad- había más y más oposición. Para cuando trató de reformar el sector agua [en
ministrativo a cambio de nuevas inversiones. El otro 49% de participación Cochabamba] trayendo participación privada, había poco apoyo para él.90
era transferido a fondos de pensión que supuestamente beneficiarían a to-
dos los bolivianos en edad adulta.87 Como se mencionó anteriormente, la Además del timing adverso para reformar el sector del sapa, había una
Ley Sirese fue aprobada en 1994 y la política de capitalización fue aplicada diferencia fundamental entre la concesión del Samapa, en la ciudad de La
a los sectores de telecomunicaciones, electricidad y transporte ese mismo Paz, y del Semapa, en la ciudad de Cochabamba. El principal problema en
año. El sector de hidrocarburos, controlado originalmente por la compañía el primer caso era la necesidad de mejorar el desempeño administrativo,
estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (ypfb), fue capitalizado financiero y técnico de la compañía de agua. Y el principal factor era la ne-
en 1996. El lenguaje y el discurso sobre la participación privada llegaron al cesidad de incrementar la calidad y la cobertura del servicio en La Paz y
sector del sapa en 1994, cuando recursos de distintos donantes internacio- en la ciudad periférica de El Alto.91 En el segundo caso, la vertiente de los
nales comenzaron a ser canalizados para apoyar algunas reformas institu- problemas de agua en Cochabamba era triple: mejorar la administración y
cionales.88 El discurso se volvió más importante en los siguientes tres años, el desempeño del Semapa; alcanzar una mayor y más equitativa cobertu-
cuando otros actores institucionales comenzaron a hablar sobre la partici- ra, y encontrar fuentes confiables de abastecimiento de agua para resolver
pación privada como una solución potencial para mejorar el desempeño en el déficit de largo plazo. Este último problema hizo que las decisiones de
este sector.89 Eventualmente, la compañía de agua Servicio Autónomo de política pública fueran particularmente difíciles pues abrieron la puerta a
Agua Potable y Alcantarillado (Samapa) de La Paz y El Alto fue transferida la competencia entre distintas coaliciones de política y, especialmente en el
a inversionistas privados con una concesión de 30 años a partir de 1997. caso de Misicuni, se convirtieron de hecho en un cuello de botella para la
Cuando Sánchez de Lozada intentó reformar el sector del sapa de Co- atracción de inversiones.
chabamba, su gobierno había ya pagado un alto precio político derivado Al reconstruir la historia del proyecto hemos mostrado que Misicuni
de las distintas reformas liberalizadoras y, para entonces, había mucho me- se mantuvo de manera más o menos estable en la agenda de políticas hasta
nos apoyo para sus políticas. Era casi el final de su mandato y su gobierno principios de la década de 1980. Dicha estabilidad contribuyó a consolidar
había sufrido un tremendo desgaste. En palabras de un ex director de la una sólida coalición con base en la creencia de política pública de que, más
compañía Misicuni, allá de resolver los problemas de escasez de agua, el proyecto debía desem-
peñar un papel central en el desarrollo de la región (véase el subtítulo de la
p. 42). Esta coalición incluía a autoridades locales, al gobierno central —ex-
cepto durante el mandato de Sánchez de Lozada—, a representantes de la
87
Corporación Misicuni, al Comité Cívico Regional y a amplios sectores de
Jemio et al., Quince, 2000.
88
Laurie et al., “Strategic”, 2004, p. 12. la sociedad civil de Cochabamba.
89
Estos cambios institucionales fueron diseñados para mejorar la capacidad técnica y de ges- En contraste, Corani apareció en la agenda gubernamental a finales
tión del Semapa y del Samapa, pero este objetivo puede interpretarse como una medida para abrir
paso a la participación privada, al hacer supuestamente que estas compañías fueran más atractivas. de la década de 1990, de manera casi contingente, como un producto co­
Sin embargo, estrictamente hablando, ambos objetivos son independientes. Por ejemplo, aunque la
participación privada en el Semapa quedó completamente descartada después del conflicto de 2000,
90
algunas agencias internacionales continuarán otorgando préstamos con los objetivos de mejorar el Entrevista a Pablo López, ex director de Misicuni, Cochabamba, Bolivia, julio de 2005.
91
desempeño de la compañía e incrementar la cobertura del servicio. Walton, Bolivia, 2003.

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104 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 105

lateral de la política de capitalización.92 Por lo tanto, la respectiva coalición haberse invertido en Corani o Misicuni una vez que la decisión fuera toma-
de políticas públicas no estaba bien consolidada y no cumplía con el requi- da. En la vertiente de las soluciones de política pública, diferentes esquemas
sito de actuar coordinadamente en el curso del tiempo.93 Había pocos ac- de participación privada habían sido instrumentados en otros sectores —in-
tores, fuera del prefecto de Cochabamba, del presidente en persona y de cluyendo los sapa en La Paz y El Alto— y la concesión parecía ofrecer una
algunos colaboradores cercanos, que favorecían esta alternativa con base en solución posible para mejorar la situación financiera y administrativa del Se-
la siguiente creencia de política pública: que la prioridad en Cochabamba mapa; sería parte del efecto dominó que había caracterizado a las reformas
era el abastecimiento de agua antes que promover el desarrollo regional de estructurales en este país. Si la decisión sobre la fuente de abastecimiento de
largo plazo.94 agua se le dejaba al concesionario, lo más probable era que Misicuni hubie-
La oposición a Corani y la postergación de Misicuni eran tales, que la ra sido desfavorecido versus Corani, el cual resultaba mucho más atractivo
decisión sobre la fuente de abastecimiento de agua se dejó temporalmente desde la perspectiva del sector privado.101 Y finalmente, como ya se explicó,
fuera de la agenda de decisiones y la administración de Sánchez de Lozada no había ninguna señal de mejora en la vertiente de los problemas. Las se-
trató de concesionar el Semapa sin que dicho tema quedara definido.95 ¿Por quías y los cortes de agua habían continuado a lo largo de la década de 1990,
qué se tomó esta decisión por parte del gobierno central? Incluso cuando generando conflictos cada vez más abiertos, como fue el caso de la Guerra
la ventana de oportunidad, en un sentido amplio, se estaba cerrando, e in- de los Pozos. La magnitud de la crisis de agua “captó la atención y abrió la
cluso tomando en cuenta todas las dificultades, había una serie de factores oportunidad para que se dieran cambios radicales en la política pública”.102
que sugerían una oportunidad para resolver los problemas de agua de Co- El primer mandato del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-
chabamba. Desde el mandato de Jaime Paz Zamora (1989-1993) había un 1997) estaba a punto de terminar y era necesario actuar de manera rápida,
préstamo de 18 000 000 de dólares otorgado por el gobierno italiano. Este incluso si había temas que quedaban sin resolver103 e incluso si se corría el
monto se complementaba además con otros recursos del bm,96 del bid97 y peligro de tener algunos resultados inesperados e indeseados.104 En este con-
del gobierno francés (45 000 000 de dólares)98 que habían sido etiquetados texto, la administración de Sánchez de Lozada se apresuró a concesionar el
para reformar el Semapa.99 Semapa, a pesar de una creciente oposición social. En este sentido, la voz
Adicionalmente, Cochabamba se convirtió en el segundo exportador más importante provino de los contextos políticos, pues fue el alcalde Man-
más importante de petróleo en Bolivia, de tal manera que tenía la oportu- fred Reyes Villa de Nueva Fuerza Republicana (nfr) quien se opuso feha-
nidad de generar sus propios flujos financieros mediante la explotación y cientemente a la solución de Corani y a la postergación de Misicuni. Reyes
la venta de este recurso.100 Presumiblemente, parte de estos fondos podían Villa argumentó que la propuesta de Sánchez de Lozada de instrumentar
Corani para resolver los problemas de agua en el corto plazo, mientras se
92
93
Laurie y Marvin, “Globalisation”, 1999, pp. 1407-1408. postergaba Misicuni para el largo plazo, era un engaño para abandonar este
Sabatier, Theories, 1999, pp. 120-122.
94
Otro argumento era que Corani ya contaba con el dinero, gracias al proceso de capitaliza-
último proyecto de manera definitiva.105 El alcalde no sólo expresó su opo-
ción, para aplicar las inversiones necesarias para venderle agua al Semapa. Véase Laurie y Marvin, sición en innumerables actos públicos y boletines de prensa, sino que llegó
“Globalisation”, 1999, pp. 1408-1409.
95
“La licitación de Semapa no admite cuestionamientos”, La Razón, 1997; Opinión, “Superinten-
101
dencia”, 1997. Desde la perspectiva del inversionista privado, era importante asegurar la fuente de abaste-
96
No queda claro el monto total que el bid y el bm aportaron debido a que dichos recursos cimiento antes de comprometerse a una concesión de largo plazo. En este sentido, la alternativa de
fueron distribuidos entre distintos proyectos, algunos en Cochabamba y otros localizados en otros Corani requería inversiones marginales en comparación con el caso de Misicuni, haciendo que la
departamentos. provisión de agua estuviera disponible en el corto plazo.
97 102
Véase nota anterior. Hunt, “Multiple”, 2002, p. 73.
98 103
Diez millones de dólares eran en calidad de donativo y 35 000 000 en calidad de préstamo. Lo cual, según Kingdon es una característica propia de las ventanas de oportunidad pues
99
Entrevista con Pablo López, ex director de la Corporación Misicuni, en Cochabamba, julio estas no se mantienen abiertas para siempre. Véase Kingdon, Agendas, 1984.
104
de 2005; “Aprobaron convenio con Alemania para ejecutar proyectos de Semapa”, Los Tiempos, 1993; Lo cual sucede a menudo cuando se trata de instrumentar este tipo de iniciativas “integrales”
Presencia, “Semapa”, 1996. de desarrollo planeado. Véase Ferguson, Anti-politics, 1990, y Nelson y Wright, “Participation”, 1995,
100
Entrevista a Erika Brokmann, diputada del mir, agosto de 2005, y Laurie et al., “Strategic”, p. 10.
105
2004, p. 24. “Semapa volverá a manos de la alcaldía municipal de Cochabamba”, La Razón, 1997.

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106 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 107

a encabezar marchas de protesta junto con ciudadanos que cargaban picos Agua en Cochabamba: el intento fallido por crear un monopolio de políticas públicas
y palas hasta el lugar donde supuestamente se localizaría la presa, con la fi-
nalidad de iniciar, al menos simbólicamente, los trabajos de construcción.106 No es sorprendente que Misicuni se convirtiera de nuevo en la alternativa
Aunque Reyes Villa era parte de la coalición que abogaba en favor indiscutible para abastecer de agua a Cochabamba. En primer lugar, Hugo
de Misicuni, su rechazo a Corani estaba basado más en intereses políticos Banzer había sido siempre un fuerte promotor de este proyecto y se había
que en argumentos técnicos sólidos. Su partido político (el nfr) acababa de comprometido durante su campaña a favorecer Misicuni.111 Más aún, des-
ser fundado y su participación en la política local, incluyendo la discusión pués de encabezar un gobierno dictatorial entre 1971 y 1978, el general
sobre Misicuni, constituía una plataforma para proyectar el movimiento a Banzer se enfrentaba ahora al reto de gobernar bajo parámetros democráti-
nivel nacional. Al hacer uso de esta estrategia bajo el liderazgo de Reyes cos. Es posible que quisiera pasar a la historia como el presidente que había
Villa, el nfr logró posicionarse de manera rápida y exitosa como una al- cumplido con dos tareas: instrumentar finalmente el pmm y, además, ha-
ternativa a los llamados partidos políticos tradicionales.107 Eventualmente, cerlo de manera democrática. En segundo lugar, Reyes Villa continuó apo-
la mayor importancia del nfr y, más específicamente, del propio Manfred yando el proyecto públicamente, quizás asumiendo que dicha estrategia le
Reyes Villa, se convirtió en un desafío para el liderazgo del partido del pre- permitiría convertirse en un candidato creíble para las siguientes elecciones
sidente en la región. presidenciales. Esta alineación de intereses en la vertiente de los contextos
Ante esta oposición política, Sánchez de Lozada hizo un intento por ce- políticos112 coincidió con la convergencia de problemas y soluciones, que
rrar y centralizar el sector de agua y alcantarillado al transformar al Semapa hemos analizado más arriba.
en una compañía metropolitana, en lugar de una compañía municipal.108 De Pero, de nuevo, esto no se tradujo en la instrumentación del proyecto.
esta manera buscó excluir al alcalde de Cochabamba del consejo de admi- Los promotores de Misicuni tenían todavía que enfrentarse a la difícil tarea
nistración del Semapa, nombrando en su lugar al perfecto del departamento de ajustar el pmm para hacerlo factible financieramente y coherente con los
de Cochabamba.109 Sobre este punto, debemos recordar que antes de las re- nuevos principios de política pública, pero sin disminuir los prospectos de
formas políticas que tuvieron lugar en 2004, y que fueron instrumentadas en aprobación pública. Esta tarea se volvió mucho más difícil durante la ad-
las elecciones del 2005, los prefectos departamentales eran nombrados por ministración de Banzer por varias razones, todas ellas relacionadas con la
el presidente. Por ello Sánchez de Lozada intentó abiertamente transferir la capacidad para atraer inversionistas, sobre todo si consideramos la percep-
administración del Semapa de la ciudad al gobierno central. ción de riesgo que estos tenían sobre el proyecto. Por ejemplo, los conflictos
Sin embargo, sus acciones violaban de cualquier manera la Ley de entre Sánchez de Lozada y Reyes Villa durante la administración previa ha-
Descentralización que había sido aprobada en 1995. La respuesta inme- bían mandado señales negativas a los inversionistas potenciales. Al mismo
diata de Reyes Villa fue promover una controversia constitucional ante la tiempo, incluso antes de la licitación del Semapa-Misicuni, el gobierno de
Suprema Corte, que ganó unos días antes de que el general Banzer tomara Banzer había decidido dar marcha adelante a la construcción del túnel Mi-
protesta como presidente (6 de agosto de 1997). La ventana de oportuni- sicuni, lo cual generó una enorme cantidad de problemas técnicos y finan-
dad para solucionar los problemas de agua de Cochabamba se acababa de cieros. Finalmente, la deuda del Semapa continuaba creciendo, alcanzando
cerrar para Gonzalo Sánchez de Lozada, pero acababa de abrirse para el cerca de 30 000 000 de dólares en 1999 y minando el atractivo para los
nuevo presidente, Hugo Banzer y otros promotores de Misicuni.110 inversionistas.113 Incluso si Misicuni hubiese resultado conveniente desde
un punto de vista socioeconómico, estas tres circunstancias incrementaron
106
Assies, “David”, 2001.
107
Carvajal y Pérez, Nueva, 2005, p. 80. Los llamados “partidos tradicionales” incluían al adn,
111
al mir y al mnr. Incluso cuando las discusiones entre Corani y Misicuni se prolongaron en la época de cam-
108
“Crearán por Decreto Supremo Semapa ‘metropolitano’”, Los Tiempos, 1996. pañas electorales, Banzer firmó un acuerdo informal con representantes de la sociedad civil para,
109
“¿Por qué se pone en duda la propiedad de Semapa?”, Opinión, 1997. eventualmente, si él ganaba la presidencia, promover el pmm.
110 112
De hecho, la simpatía de Banzer por Misicuni se remontaba a su dictadura militar, pues fue Kingdon, Agendas, 1984, p. 145.
113
justamente en 1974 cuando se creó la Corporación Misicuni. Nickson y Vargas, “Limitations”, 2002, p. 140.

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108 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 109

la brecha ya existente entre sus ventajas socioeconómicas y la viabilidad fi- sola entidad —el regulador de sanidad básica— y limitaba las dimensiones de
nanciera del proyecto. conflictividad que debían ser discutidas como parte de la política de agua.117
En contraste con la administración de Sánchez de Lozada, que des- Otras medidas para centralizar las decisiones concernientes a los sapa ha-
cartó Misicuni en el corto plazo, Banzer siguió una estrategia diferente. No bían sido aplicadas a lo largo de la década de 1990, pero muchas de ellas se
sólo reconoció la importancia de mantener a Reyes Villa como aliado, sino enfocaban en reducir y simplificar un sistema burocrático que era excesivo
que a inicios de 1997 emitió un decreto para incluir a otros alcaldes de otras y no tanto en aislarlo.118
municipalidades en el valle Central de Cochabamba en el consejo de ad- La diferencia clave con la Ley 2029 era que este instrumento legal mi-
ministración del Semapa.114 Luego, durante el proceso de licitación consul- naba severamente el poder de algunos actores interesados en la política públi-
tó a la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) e incluyó a integrantes del ca del agua. Entre otras provisiones, se establecía que el regulador de sanidad
Comité Cívico de Cochabamba (ccc) como representantes de la sociedad básica, ahora independiente de Sirese, era el único con poder para otorgar
civil para que participaran en el diseño de los términos de referencia para concesiones para la explotación y distribución de agua, incluida la perfora-
la concesión. Al parecer, la estrategia era construir suficiente legitimidad ción de pozos, y el único con el encargo de supervisar a los proveedores pú-
y apoyo para poder incrementar las tarifas de agua y justificar a Misicuni blicos y privados del recurso. El problema era que, en un contexto dominado
financieramente. por valores y parámetros de política pública como el de la “capacidad para
Sin embargo, este intento por abrir el proceso de políticas públicas a atraer inversiones”, la Ley 2029 estaba excesivamente sesgada en favor de los
la participación de distintos interesados se limitó realmente a la inclusión de intereses de los inversionistas potenciales. Por ejemplo, permitía que los con-
actores formales e institucionales.115 Por desgracia, como se explica en el si- cesionarios privados solicitaran la expropiación de pozos y de otros sistemas
guiente capítulo, la legitimidad que el ccc y que la Fejuve gozaban entre tradicionales de agua si esto se consideraba necesario para cumplir con las
sectores más amplios de la sociedad civil de Cochabamba se había deterio- obligaciones contractuales de incrementar la cobertura del servicio.
rado a lo largo de los años. Al mismo tiempo, la apertura en la toma de de- Era un intento por imponer un monopolio de políticas públicas exce-
cisiones se limitó sólo a algunos temas. Incluso cuando representantes del sivamente centralizado y cerrado a la participación pública; un intento por
ccc y de la Fejuve expresaron su opinión sobre el contrato de concesión y crear un arreglo institucional despolitizado, aislado de las fuerzas democrá-
sobre el posible incremento en las tarifas de agua, no tuvieron en realidad ticas e independiente en gran medida de la influencia de actores clave, inclu-
injerencia en otros aspectos que fueron instrumentados con un alto nivel de yendo a otras entidades de gobierno y a la sociedad civil. Pero la consolida-
secrecía. La más importante era la Ley 2029, que proveía el marco legal para ción de un monopolio de políticas públicas no ocurre inmediatamente pues
la concesión de adt. Los detalles de dicha ley se decidieron en el Ministerio se requieren al menos tres condiciones: 1) una estructura institucional fuerte
de Vivienda y Servicios Básicos, con la asistencia técnica de agencias inter- y bien definida que sea responsable de la política pública; 2) un conjunto de
nacionales, y fue aprobada prácticamente sin ninguna discusión pública.116 barreras que limiten el acceso al proceso de decisiones, y 3) la difusión de imá-
Esta omisión no era nada trivial. En combinación con la concesión genes positivas que apoyen dicho arreglo institucional.119 Ninguno de estos
otorgada a adt, la Ley 2029 implicaba importantes consecuencias para el requisitos estaba presente en el sector de los sapa de Cochabamba en 2000.
sector del sapa. Por ejemplo, el sector agua quedaba centralizado en una
117
Las responsabilidades se concentraron estrictamente en dos entidades de gobierno: el regu-
114
“Gobierno promulgó Decreto Supremo que recompone directorio de Semapa”, Los Tiempos, 1997. lador de sanidad básica estaba a cargo de regular y aplicar la política pública, pero el Ministerio de
115
Para los propósitos de este trabajo, la categoría de actores formales se refiere a los actores de la Vivienda y Servicios Básicos tenía la función normativa en este sector. Véase Ley de Servicios de
sociedad civil y política que existen y son reconocidos de acuerdo con su personalidad legal y que Agua Potable y Alcantarillado, 1999.
118
son independientes de las oficinas y agencias gubernamentales que actúan en nombre del Estado. La medida más importante fue la creación de la Dirección Nacional de Servicios Básicos (Di-
116
Entrevistas a Carlos Crespo y Gonzalo Maldonado, Cochabamba, Bolivia, agosto de 2005. nasba) en 1992, lo cual formaba parte de un esfuerzo para concentrar las funciones gubernamenta-
Al margen de estas entrevistas, un análisis exhaustivo de notas periodísticas entre 1992 y 2000 les que habían quedado dispersas entre cerca de 35 agencias estatales y otros organismos.
119
muestra que la Ley 2029 fue mencionada por primera vez en los medios en septiembre de 1999, Para una definición y más detalles sobre el concepto de monopolio de políticas públicas, véase
menos de un mes antes de que el borrador final fuera aprobado en el Congreso. Baumgartner y Jones, “Agenda”, 1991, p. 1045, y Baumgartner y Jones, Agendas, 1993, pp. 5-9.

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De hecho, este sector nunca había sido un monopolio cerrado y cualquier gar de un problema relacionado con el desplazamiento o el “acomodo” de es-
intento por establecer algo similar estaba destinado al fracaso. tos actores informales con criterios de justicia social. Después de todo, estos
Aunque las funciones institucionales y de política pública estaban cla- sistemas informales habían llenado el vacío que el Semapa creó en materia
ramente definidas en el nuevo marco legal, el regulador de sanidad básica de cobertura del servicio durante las tres décadas anteriores a la Guerra del
no contaba con recursos financieros y técnicos suficientes para hacer cum- Agua. Aunque los hogares de menor ingreso serían los que eventualmente
plir las resoluciones legales.120 Nunca constituyó un contrabalance institu- se beneficiarían en mayor medida con la obligación contractual de adt de
cional lo suficientemente fuerte a los sistemas de agua tradicionales y a los extender la red en las comunidades más pobres, en lo inmediato seguían
proveedores informales de agua, como era el caso de los aguateros que ha- requiriendo de otras opciones informales que les permitieran acceder al re-
bían pululado como soluciones subóptimas a la limitada cobertura de la red curso agua, aunque fuera de mala calidad.122
del Semapa (véase el subtítulo de la p. 42). La gente en Cochabamba había Al mismo tiempo, las barreras de entrada para participar en el sector
organizado cooperativas de agua, asociaciones y comités que funcionaban agua no son imposibles de superar. Más allá de una reducida comunidad
con contribuciones de dinero, de materiales o de mano obra para perforar de ingenieros y especialistas técnicos que trabajan en espacios instituciona-
un pozo, construir un tanque o instalar tubería.121 Por lo tanto, en relación les en el sector del sapa, hay otros participantes que trabajan con institucio-
con el abastecimiento de agua, había muchos espacios fuera del Semapa en nes académicas, con las ong y organizaciones de movimientos sociales que
los que se tomaban decisiones que afectaban los resultados de la política producían conocimiento sobre distintos aspectos del agua, incluyendo temas
pública. Muchos de ellos eran informales, incluso ilegales, pero esto no sig- administrativos, financieros y sociales. Estos últimos desempeñan un papel
nificaba que no tuvieran influencia en la vertiente de los contextos políticos indirecto en el proceso de políticas públicas al escribir artículos en periódicos
o que no hubiesen ganado el derecho histórico a influir en la vertiente de locales, organizar seminarios y asesorar a distintos grupos de la sociedad ci-
las soluciones de política pública. vil. En su conjunto multiplican el número de espacios en los que se abordan
Lo mismo aplica en el caso de las áreas rurales o semiurbanas, don- estos temas y lo hacen desde distintas perspectivas, lo cual propicia que el
de existe una larga tradición en el manejo de agua que se manifiesta en sector del sapa sea más permeable en comparación con otras áreas de política.
sistemas de irrigación comunal. Como se explica en el siguiente capítulo, Más aún, la estructura del consejo de directores del Semapa contribu-
durante muchas décadas los regantes de Cochabamba habían cuestionado yó a esta permeabilidad en el caso de Cochabamba. En lugar de constituir
todos los intentos por concentrar las decisiones de política en materia de un pequeño grupo de ingenieros y economistas, el consejo incluía a políti-
explotación del recurso agua. Un claro ejemplo de su importancia e influen- cos y, al menos nominalmente, a representantes de la sociedad civil.123 No
cia en el sector agua fue, precisamente, el papel que desempeñaron durante era necesario contar con una educación o calificación en especial, lo cual
la Guerra de los Pozos (1993-1997). Fue durante este episodio cuando los contrasta con el concepto de un monopolio de política pública en sentido
regantes lograron organizarse en un movimiento de oposición mucho más más estricto. En este último caso se espera que la entrada de personas que
articulado. no pertenecen a ciertos grupos profesionales o que no cuentan con ciertas
Los problemas de escasez de recursos técnicos y financieros por parte profesiones, sea mucho más difícil. En general, el sector agua en Cocha-
del regulador se acentuaron debido a una división artificial entre los aspec- bamba no se prestaba para que fuera controlado por expertos que pudieran
tos técnicos y políticos de la concesión. De acuerdo con esta división, los ejercer su autoridad con base en sus conocimientos técnicos.124
proveedores informales —y ubicuos— de agua en Cochabamba constituían
un problema técnico y no un problema político. El problema del agua se 122
123
Nickson y Vargas, “Limitations”, 2002, p. 142.
Esta descripción se basa en la estructura del Semapa antes de la Guerra del Agua, pues la par-
definió como un tema de eficiencia, cobertura y calidad del servicio en lu- ticipación de la sociedad civil en la administración de la compañía se incrementó considerablemente
después del conflicto.
124
Para una discusión sobre el papel que distintos expertos pueden desempeñar en la definición
120
Nickson y Vargas, “Limitations”, 2002, p. 144. de políticas públicas, sobre todo desde una perspectiva sociológica, véase Brint, “Rethinking”, 1990,
121
Laurie et al., “Strategic”, 2004, p. 10. p. 263.

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112 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 113

Finalmente, la conformación de un monopolio de política debe apo- 2029 y de la concesión a adt se diseñaron de una manera que era dema-
yarse en la difusión de una imagen positiva que lo proteja y lo mantenga siado rígida. Esto protegía al concesionario privado y hacía imposible que
aislado del exterior.125 Dicha imagen se basa normalmente en un conjunto compitiera y demostrara sus beneficios en comparación con otras fuentes
de ideas que hacen hincapié en los aspectos positivos del sector y que, de de abastecimiento de agua, incluidos las cooperativas y los pozos de extrac-
esta manera, contribuyen a escudar cierta área de política pública del escru- ción privada.
tinio público y de la interferencia de actores externos, sobre todo de quie- En resumen, sin ninguna de las condiciones necesarias para confor-
nes pretenden introducir nuevas dimensiones y ejes de conflictividad en la mar un monopolio de política pública, no queda claro cuál fue el cálculo
discusión de una política pública. del gobierno de Banzer al promover la Ley 2029 y al otorgar la concesión a
La construcción de este tipo de imágenes coincide también con —y a adt. A partir de la información reunida en documentos oficiales y con base
veces de hecho surge directamente de— los valores normativos y los prin- en entrevistas a informantes expertos, se desprende una posible hipótesis
cipios de política pública que prevalecen en un momento dado, incluidos en el sentido de que algunos funcionarios clave simplemente subestimaron
algunos de los que hemos mencionado en secciones anteriores: eficiencia, la magnitud que podían alcanzar las protestas sociales. Nunca creyeron que
capacidad para atraer inversiones o disciplina fiscal. En otros casos, las la oposición al incremento en las tarifas de agua y a las condiciones esti-
imágenes se pueden basar en ideas más generales, casi de corte mitológico, puladas en la Ley 2029 sería lo suficientemente fuerte como para detener
como progreso, patriotismo, justicia o crecimiento económico. En ambos casos, su sus iniciativas en etapas tan tempranas. Quizá fue un problema generado
principal función es ayudar a los hacedores de política pública a convencer por los tiempos financieros del propio proyecto. En el corto plazo, bajo
a otros de que hacen lo que hacen porque están contribuyendo a “grandes presión por parte de algunas agencias internacionales y en el contexto de
objetivos” y que, por lo tanto, su trabajo no debe ser obstaculizado por el restricciones presupuestales y nuevos principios de política como la llama-
escrutinio o la interferencia externa. da “disciplina fiscal”, la administración Banzer se vio imposibilitada para
Pero el desempeño pobre que había tenido la empresa históricamente instrumentar un esquema de subsidios cruzados que permitiera aligerar los
y la baja popularidad que tenían los esquemas de participación privada en incrementos en las tarifas de agua, necesarios para financiar el pmm, o que
2000, en comparación con mediados de las décadas de 1980 y principios de permitiera relajar algunas de las condiciones ofrecidas a adt. El gobierno
la de 1990, hacían que la construcción y la difusión de una imagen positiva de Banzer tal vez pensó que era sólo cuestión de pasar un trago amargo al
fuera prácticamente imposible. Por ejemplo, era ilusorio pensar que los sis- principio, pero que el descontento social se disiparía en el mediano plazo,
temas tradicionales de agua, que durante varias décadas habían suplantado una vez que la cobertura en la red del sapa hubiese mejorado.
la falta de cobertura de los sapa por parte del Semapa, dejarían de existir Cualquiera que haya sido el cálculo hecho por los promotores del
de un día para otro como resultado de un decreto legal. En todo caso, esto proyecto, queda claro, al menos en retrospectiva, que algunas variables so-
sólo sería posible con un efecto demostrativo, una vez que el Semapa mos- ciales, culturales y políticas simple y sencillamente no se tomaron en cuenta
trara que podía desempeñarse mejor bajo un esquema de gestión privada. de manera adecuada. ¿Quizás se tenía la percepción de que la estrecha ven-
El problema es que la administración del general Banzer nunca per- tana de oportunidad que se había abierto se cerraría rápidamente? Es posi-
mitió que sucediera dicho efecto demostrativo. Con tal de garantizar la ble también que la herencia de procesos de decisión de carácter autoritario
atracción de inversiones en los sapa, los términos y condiciones de la Ley o semiautoritario haya contribuido a semejantes omisiones. Por ejemplo, la
capacidad de movilización de algunas organizaciones independientes y la
125
construcción de un discurso muy poderoso y persuasivo con base en la im-
Baumgartner y Jones, Agendas, 1993, p. 7. Un ejemplo típico es el uso de energía nuclear para
fines civiles. Si bien hay muchos aspectos, algunos negativos y otros positivos de esta tecnología, la portancia de los usos y costumbres tradicionales, son dos factores que no
imagen de “progreso” en la década de 1950 y parte de la siguiente fue el aspecto positivo que más fueron previstos o que simplemente se subestimaron. Estos y otros aspectos
se resaltó para justificar que la política pública en esa materia debía quedar en manos de los “exper-
tos” y, por lo tanto, que no era posible someter las decisiones a procesos abiertos de transparencia y
de la Guerra del Agua son explorados con mayor detalle en los siguientes
participación pública. dos capítulos, pero antes es necesario entrar en detalle en el estudio del

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114 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 115

naicm con la finalidad de identificar pautas y puntos de contraste que per- turación ha ido cambiando en las últimas décadas como consecuencia de
mitan un análisis más objetivo. ajustes y mejorías menores que se han hecho para incrementar, aunque sea
marginalmente, la capacidad del actual aicm.
Por ejemplo, la decisión de mover la aviación privada fuera del aicm
CIUDAD DE MÉXICO: VENTANAS DE OPORTUNIDAD, durante la administración de Salinas de Gortari (1988-1994) contribuyó a
COALICIONES DE POLÍTICA PÚBLICA Y EL DISCURSO incrementar la capacidad de vuelos comerciales a un total de 300 000 ope-
DE LA DEMOCRACIA126 raciones anuales. Sin embargo, el tráfico aéreo comenzó a exceder de nuevo
el límite del aicm hacia finales de la década de 1990, sobre todo durante
Problemas y soluciones de política pública en la ciudad de México el verano y otros periodos vacacionales. Para 2000, la saturación apareció
también en otras épocas del año, dejando poco margen de maniobra ya que
Los cambios de política pública en el sector infraestructura en general son no quedaba prácticamente ninguna medida accesible en el corto plazo para
incrementales porque los proyectos y las propuestas evolucionan histórica- aminorar el problema. Más aún, las proyecciones llevadas a cabo por con-
mente y se adaptan al contexto sociopolítico y a los actores específicos que sultores independientes mostraban una tendencia claramente ascendente.
participan en el juego de las políticas públicas.127 Sin embargo, esta conti- Era imperante que la capacidad aérea de la ciudad de México se incremen-
nuidad a veces se ve interrumpida cuando un tema entra de manera súbita tara o, de otra manera, el costo sería transferido a los pasajeros en forma de
en la agenda. Por ejemplo, los cambios históricos que sufrieron las distintas retrasos, tarifas más altas e, incluso, problemas de seguridad aérea ya que
alternativas de solución al problema del aeropuerto en la ciudad de México las operaciones debían continuar todo el tiempo, día y noche, en medio de
se pueden explicar en cierta medida con un enfoque de cambios incremen- la mancha urbana de la ciudad de México.128
tales, pero la decisión de elegir la opción Texcoco en 2001 y de cancelarla Pero, como sucede con los sapa en Cochabamba (véase el subtítulo de
un año después se explica mejor a partir de un marco analítico más integral la p. 88), la existencia de un problema o una condición constituye tan sólo
como lo es el mvm. Es decir, el caso de estudio puede entenderse mejor si una explicación parcial detrás de algún cambio radical y abrupto de política
lo abordamos a partir del concepto de las ventanas de oportunidad: a partir pública. Después de todo, las proyecciones aéreas ya eran alarmantes des-
de la premisa de que hubo una coincidencia en el tiempo entre las vertientes de la década de 1970, pero la decisión de construir un nuevo aeropuerto se
de los problemas, las soluciones de política pública, los contextos políticos toma 30 años después, en 2001. Por lo tanto, debe haber otras dimensiones
y, por supuesto, los actores. que hagan la diferencia entre la administración Fox y sus predecesoras. Al
En el caso mexicano, en contraste con el caso de los sapa en Cocha- analizar la vertiente de las soluciones de política pública en el caso mexica-
bamba, la vertiente de los problemas tiene un componente principal: la li- no, vemos que las alternativas de solución evolucionaron durante más de
mitada capacidad de operaciones del actual aicm (véase el subtítulo de la tres décadas, adaptándose a las circunstancias políticas, los grupos de pre-
p. 59). Por lo tanto, más que una crisis o la ocurrencia de un evento dra- sión y la elaboración de nuevos estudios técnicos. En cada administración,
mático, la atención de los hacedores de políticas públicas en el tema del incluida la de Vicente Fox, el gabinete presidencial no llegaba con una idea
aeropuerto se explica por la existencia de indicadores estándar, tales como predefinida sobre qué solución de políticas públicas era más adecuada. In-
el número de operaciones de aterrizaje y despegue por año. El límite de sa- cluso considerando la continuidad en el trabajo de expertos técnicos, bu-
rócratas de carrera y consultores que habían participado de una u otra ma-
126
Gran parte de esta sección se basa en entrevistas a Jaime Corredor (ciudad de México, 2 nera en el análisis de los sitios alternativos para el nuevo aeropuerto, había
de septiembre de 2003); Gilberto López Meyer (ciudad de México, 18 de agosto de 2003); Cassio
Luiselli (8 de noviembre de 2005); Felipe Ochoa Rosso (20 de octubre de 2003), y otros ex funcio- siempre una etapa en que se familiarizaba al gabinete presidencial con los
narios y consultores que conocen la historia del proyecto a detalle. Muchas conclusiones también detalles técnicos de cada alternativa de solución.
coinciden con Domínguez, “Ventanas”, 2011.
127
Para una discusión del concepto de cambios incrementales, véase Kingdon, Agendas, 1984, p. 79,
128
con base en Lindblom, “Science”, 1959. Para una estimación de estos costos, véase Alberro-Semerana, “Costo”, 2008, pp. 211-223.

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116 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 117

Como se explicó anteriormente en el subtítulo de la p. 59, la primera cha se acentuó en el contexto de un sistema presidencialista y, sobre todo,
vez que el aeropuerto fue considerado seriamente en la agenda de decisio- por la dinámica característica de la sucesión presidencial en el México de la
nes del gobierno fue con el mandato de Luis Echeverría (1970-1976). Sin década de 1970. Es decir, a final de cada sexenio el próximo candidato del
embargo, la competencia entre dos coaliciones de política pública y el ciclo pri, y casi seguro presidente, era elegido de entre los integrantes del gabine-
político de seis años en México contribuyeron a la decisión presidencial te. De esta manera, un proyecto tan visible como el naicm tenía el potencial
de posponer el proyecto. Como lo explica Domínguez,129 la primera coali- de incrementar significativamente el capital del secretario de la sop.131
ción de políticas públicas era liderada por la entonces Secretaría de Obras Es posible que Echeverría no fuera particularmente entusiasta de pro-
Públicas (sop) y se basaba en la creencia de que el actual aicm debía ser mover la construcción de un nuevo aeropuerto ya que eso significaba usar
reubicado en el área de Zumpango porque ese era el sitio más adecuado y su capital político para promover un proyecto que él no inauguraría per-
cercano al centroide de la demanda. La segunda coalición de política públi- sonalmente. Sin embargo, era necesario tomar una decisión sobre un pro-
ca era liderada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (sct) y blema que ya era inminente y la competencia entre las dos coaliciones de
se basaba en la creencia de que la infraestructura existente podía ser usada política pública no ayudaba. El presidente dudó respecto de la decisión más
por una década más si se hacían mejoras menores en ese momento. Algu- adecuada, hasta que consultores independientes llevaron a cabo un nuevo
nos integrantes de esta coalición argumentaban que las reservas de tierra estudio para comparar las distintas alternativas en términos técnicos, eco-
en Zumpango debían ser adquiridas mientras tanto, de tal manera que el nómicos y financieros. El presidente Echeverría estaba, literalmente, a pun-
aeropuerto se construyera en el futuro. to de tomar una decisión cuando recibió los resultados del estudio y, muy
El caso mexicano nos sugiere que las propuestas de política pública no a pesar de las aspiraciones de Luis Enrique Bracamontes, decidió posponer
siempre son respuestas directas a los problemas identificados en la agenda, el proyecto. Según las conclusiones, la mejor solución era un punto me-
sino que a veces siguen su propia dinámica independiente. Como lo señalan dio: hacer inversiones menores en el aeropuerto existente, sin necesidad de
Richardson y Jordan,130 una parte importante de las discusiones toma lugar construir una nueva pista, y ganar tiempo para que se expropiara la tierra
en nichos que son dominados por funcionarios públicos expertos o por gru- donde años más tarde se desarrollaría el nuevo aeropuerto.132
pos de presión especializados que compiten por los recursos económicos y Esta decisión constituyó el primer evento coyuntural que desencade-
políticos dentro de la estructura gubernamental. En el caso del aeropuerto nó la pauta de condicionantes y decisiones que eventualmente marcarían el
durante la década de 1970, había una fuerte competencia entre dos secre- destino del proyecto aeroportuario en el largo plazo. La solución de política
tarías que basaban sus posiciones no sólo en ciertas creencias de política que defendía la sct fue implementada en el corto plazo, pero el aeropuerto
pública, sino también en sus intereses particulares como dependencias de en Zumpango nunca se hizo realidad debido a una serie de eventos contin-
gobierno. La sop estaba a cargo de construir la infraestructura de transporte gentes que impidieron su materialización. En otras palabras, si analizamos
y comunicaciones y, por tanto, la opción de construir un nuevo aeropuerto la vertiente de los contextos políticos, vemos que la crisis económica de
en Zumpango implicaba que esta secretaría lideraría y se beneficiaría direc- 1976 minó la importancia del nuevo aeropuerto en la agenda gubernamen-
tamente de este proyecto. tal y, años más adelante, la tierra que había sido expropiada para desarro-
Por otra parte, la sct estaba a cargo de operar la infraestructura de llar el proyecto en Zumpango fue invadida por asentamientos irregulares,
transporte y comunicaciones y, como tal, la construcción de un nuevo ae- obligando a revertir la causa de utilidad pública. Es así que la opción de
ropuerto resultaba relativamente menos importante para los representantes Zumpango fue descartada definitivamente, perdiéndose una clara oportu-
de este sector en comparación con la sop. El mejorar y mantener la infraes-
tructura actual ya estaba en línea con sus intereses institucionales. Esta lu-
131
Por ejemplo, algunos funcionarios de la época sugieren, de hecho, que Luis Enrique Braca-
montes, secretario de Obras Públicas (1970-1976), era mencionado a menudo como “presidencia-
129
Domínguez, “Ventanas”, 2011. ble”. Véase Domínguez, Ventanas, 2011.
130 132
Richardson y Jordan, Governing, 1979. Entrevista a Felipe Ochoa, ciudad de México, septiembre de 2005.

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118 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 119

nidad para resolver los problemas de capacidad aeroportuaria de la ciudad do si la decisión se hubiese tomado a tiempo: había menos condicionantes,
de México en el largo plazo.133 más disponibilidad de recursos públicos y un régimen que no se sentía obli-
¿Hubiera sido diferente la historia del proyecto aeroportuario si el pre- gado a convencer a la sociedad y a negociar con otras fuerzas políticas para
sidente Echeverría hubiese tomado una decisión en favor de Zumpango? implementar este tipo de iniciativas.
Esta pregunta de carácter contrafáctico no se puede contestar con absoluta De esta manera, se puede decir que 1976 constituye el primer “punto
certeza porque una decisión a favor de Zumpango no era garantía de que de no retorno” en la historia del proyecto aeroportuario; no sólo porque el
el proyecto fuera eventualmente implementado. Sin embargo, sí es posible contexto que enfrentó el presidente Echeverría no se repetiría jamás sino
identificar una serie de condiciones favorables (para el proyecto) que datan de porque la anulación de Zumpango restringiría notablemente el universo
la década de 1970 y que no se volverían a repetir. Por ejemplo, las conside- de alternativas factibles para solucionar los problemas de tráfico aéreo. En
raciones sobre el medio ambiente prácticamente no figuraban en la agenda de otras palabras, la ventana de oportunidad, en los términos del mvm, no se
políticas públicas ni representaban una condicionante importante. La eva- repetiría jamás de la misma manera. En el largo plazo, otros eventos coyun-
luación de las distintas alternativas, incluida la del proyecto en Zumpango, turales y otras “contingencias” continuarían moldeando la trayectoria del
se basó casi exclusivamente en el análisis de los aspectos técnico-aeronáu- proyecto aeroportuario en la agenda de políticas públicas hasta desembocar
ticos, financieros y en la valoración del tiempo que los usuarios invertirían en el fallido intento de instrumentar una solución en 2001.
en transportarse al aeropuerto actual vis a vis Zumpango. Aunque ya se A pesar de las diferencias entre Bolivia y México y entre las dos áreas
habían hecho algunas reformas constitucionales para incorporar los princi- de infraestructura que estamos analizando, vale la pena resaltar las simili-
pios de conservación y preservación del medioambiente y si bien ya había tudes en los patrones históricos de decisión en ambos países: primero, un
sido aprobada la Ley Federal para Prevenir y Controlar la Contaminación proyecto que se había mantenido en la agenda por mucho tiempo y que ha-
Ambiental (1971), en la práctica, el concepto de medioambiente pocas veces bía sido postergado, entre otros factores, por las luchas entre distintas coali-
era incorporado como parte del análisis de las políticas públicas; más aún, ciones de actores; más tarde, un choque externo que, en conjunto con otros
cuando era incorporado, se refería a medidas reactivas y se enfocaba en una eventos impredecibles, obligó a su cancelación o retraso indefinido. Por
definición muy estrecha del problema, todavía muy lejana de la noción más supuesto, este patrón se explica en gran medida por las crisis económicas
sistémica y preventiva de sustentabilidad ambiental.134 que golpearon a las economías de América Latina a lo largo de las décadas
Al mismo tiempo, la administración de Luis Echeverría no enfrentó de 1970 y 1980, y porque la inversión en infraestructura fue de las prime-
las restricciones de disciplina fiscal que enfrentarían sus sucesores.135 A pe- ras áreas cuyo presupuesto se desplomó por muchos años.138 Sin embargo,
sar de que México ya mostraba una situación económica en creciente dete- hay otros factores que no son explicables por los cambios en el escenario
rioro, la administración de Echeverría nunca dejó de caracterizarse por su económico global: la evolución de propuestas de política pública, además
corte populista y su gasto público desmedido.136 En un contexto de poca de los problemas en sí mismos; la competencia entre distintas coaliciones,
liberalización política,137 el tema de una posible oposición social al proyecto con base en diferentes creencias de política pública e intereses políticos; y
en Zumpango no figuró en la lista de consideraciones evaluativas. En este los mecanismos a partir de los cuales ciertos sectores de política pública se
contexto, era relativamente más fácil que la iniciativa de promover un pro- adaptan a las circunstancias cambiantes —por ejemplo: ajustando valores y
yecto tan grande como el del naicm en Zumpango se hubiese materializa- principios de política pública y modificando los proyectos e iniciativas acor-
de a los mismos.
133
134
Ibid. Se trata, además, de un patrón recurrente a lo largo del tiempo. Como
Gil, Crónica, 2007.
135
Excepto quizás por algunos años de la “administración de la abundancia”, durante el man- se explicó en el subtítulo de la p. 59, en el caso mexicano se analizaron otras
dato de José López Portillo (1982-1988).
136
alternativas de solución y la dinámica fue similar. Al volverse imposible la
Krauze, Presidencia, 1997.
137
No hay que olvidar que la liberalización política en México no comenzó formalmente sino
138
hasta la reforma política de 1977. Fay y Morrison, Infrastructure, 2007, pp. 4-5.

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120 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 121

alternativa de Zumpango, la atención se reenfocó nuevamente en el proyec- el terremoto que devastó gran parte de las áreas centrales de la ciudad de
to de construir una tercera pista en el aicm. Sin embargo, el escenario eco- México en 1985.
nómico adverso que se presentó al final de la administración del presidente A unos meses de la tragedia, el presidente Miguel de la Madrid se vio
José López Portillo (1976-1982) y un nuevo cambio sexenal, forzaron al obligado, bajo presión de distintos grupos de la sociedad civil, a ceder las
gobierno a posponer la implementación del proyecto en forma indefinida. reservas de tierra que estaban localizadas al oriente del actual aeropuerto
Lo mismo sucedió con el nuevo presidente, Miguel de la Madrid Hurtado con la finalidad de construir nuevas viviendas para los damnificados del
(1982-1988), quien también enfrentó un escenario sumamente adverso. La sismo.140 De esta manera, los hechos de septiembre de 1985 y las respuestas
economía sufrió de estancamiento e hiperinflación y la aplicación de pro- gubernamentales a dicha emergencia constituyen un segundo punto de no
gramas de ajuste estructural obligó a reducir la participación del Estado en retorno en la historia del proyecto aeroportuario. Más allá de sus trágicas
la economía, minando la capacidad de inversión pública, particularmente consecuencias económicas, sociales y humanas, el terremoto impactó indi-
en el rubro de infraestructura. rectamente en las posibilidades de construir una tercera pista en el aicm,
La brecha de finanzas públicas hizo sin duda que la implementación anulando así cualquier alternativa de solución de largo plazo en las inme-
de un proyecto tan grande como el del naicm fuera prácticamente impensa- diaciones del actual aeropuerto y limitando las opciones de política pública
ble durante la década de 1980; pero más allá de las restricciones financieras, durante las siguientes tres administraciones del gobierno federal.
las crisis económicas tuvieron otro efecto importante que contribuyó a des- El siguiente presidente, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), se con-
ahogar los problemas de saturación del aicm. Si analizamos la vertiente de centró en atender dos principales retos: reestructurar la economía e imple-
los problemas, la saturación del aicm ha fluctuado en el tiempo, principal- mentar estrategias para recuperar la legitimidad del partido en el poder.141
mente por dos razones. Primero, porque el tráfico aéreo se correlaciona de De esta manera, excepto por la decisión de mover la aviación privada fue-
manera significativa con los niveles de actividad económica y, por lo tanto, ra del aicm, el problema del aeropuerto no regresó al debate público sino
las crisis económicas que han afectado al país (1976, 1982, 1986, 1994) han hasta 1992, cuando la economía comenzó a recuperarse y se volvió evi-
propiciado caídas en la actividad aeroportuaria, postergando temporalmen- dente, una vez más, que la capacidad aeroportuaria sería rebasada en unos
te la necesidad de implementar soluciones de largo plazo. Segundo, en au- cuantos años. Fue así que hacia finales de la administración del presidente
sencia de soluciones definitivas al problema, se han llevado a cabo ajustes Salinas y durante prácticamente toda la administración del presidente Er-
menores que han permitido incrementar marginalmente la capacidad del nesto Zedillo (1994-2000) se volvieron a analizar diversas alternativas de
139
aicm y modificar su respectivo límite de saturación. solución. Sin embargo, las condiciones y las premisas en la vertiente de las
Y sin embargo, si el escenario económico hubiese sido menos adver- políticas públicas habían cambiado radicalmente.
so durante la administración de Miguel de la Madrid, ¿se hubiera instru- Descartadas la alternativa de Zumpango y la posibilidad de construir
mentado el proyecto de construir una tercera pista en el actual aicm? En más pistas en el aeropuerto existente, el gobierno federal (es decir, la sct)
este caso, la respuesta es definitivamente “no” porque hace falta tomar en se vio forzado a estudiar la factibilidad y conveniencia de otros sitios al-
cuenta otro evento contingente que impactó en las alternativas de solución ternativos, incluyendo aquellos localizados lejos del centro de la demanda
y que contribuyó a que el proyecto aeroportuario prácticamente no figura- de vuelos aéreos. Esto detonó, una vez más, la competencia entre distintas
ra en la agenda nacional de políticas públicas entre 1982 y 1988. Incluso coaliciones de política que propusieron sus propios proyectos para resolver
si dejamos de lado las crisis económicas de estos años y el desahogo tem- el problema de la limitada capacidad aeroportuaria de la ciudad de México.
poral en la saturación del actual aeropuerto, es necesario tomar en cuenta Pero en esta ocasión, en contraste con el periodo del presidente Echeverría,
las coaliciones de política no surgieron al interior del gobierno federal. En
139
Un ejemplo fue la decisión que se tomó en la administración del presidente Salinas de Gorta-
140
ri (1988-1994) de mover la aviación privada fuera del aicm, incrementando la capacidad para aten- Entrevistas a Jaime Corredor y Juan Antonio Bargés, ciudad de México, octubre de 2005.
141
der vuelos comerciales. Rogozinski, High, 1998, pp. 73-76, y Salinas, México, 2000, p. 406.

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122 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 123

el contexto de un régimen político más descentralizado y liberalizado, las transformaciones continuaron en los siguientes años hasta que las conside-
coaliciones incluyeron a gobiernos estatales y a elites regionales de empre- raciones sobre el medioambiente desempeñaron un papel determinante en
sarios que buscaban aprovechar (desde el punto de vista público y priva- el diseño del proyecto aeroportuario que el gobierno federal trató de llevar
do) la derrama económica, la generación de empleos, las oportunidades de a cabo en 2001.
inversión y las posibilidades de desarrollo urbano que un proyecto de esta
naturaleza supone.
Los estados de Hidalgo, México,142 Morelos, Puebla e incluso Queré- La supervivencia del proyecto Texcoco en la agenda gubernamental
taro y Tlaxcala cabildearon para promover sus propios proyectos. Algunas
de estas alternativas fueron evaluadas de manera individual y otras fueron El caso mexicano, como el de la Guerra del Agua en Cochabamba, es ilus-
consideradas como componentes potenciales de un sistema regional de va- trativo de cómo opera la selección de propuestas, ideas y proyectos. Es
rios aeropuertos, pero en general, de manera individual o conjunta, la pre- decir, el surgimiento, evolución y supervivencia en la agenda de políticas
sión ejercida por distintos actores regionales contribuyó a que la decisión depende de los criterios de factibilidad técnica, aceptabilidad de valores y
final sobre el sitio idóneo para el nuevo aeropuerto fuera postergada en va- anticipación de restricciones futuras.143 Al hablar de un aeropuerto, su ope-
rias ocasiones. Esta larga (e innecesaria) carrera, que de alguna manera fue ración involucra, entre otras cosas, la necesidad de minimizar los riesgos de
consecuencia de las decisiones de política pública en el pasado, tuvo con- un accidente y garantizar la seguridad de millones de pasajeros. El sitio co-
secuencias nefastas en términos de politización, especulación sobre el valor rrecto depende de variables sumamente complejas, incluyendo la dirección
de la tierra en los distintos sitios alternativos y sospechas sobre quién se e intensidad de los vientos, la elevación de montañas aledañas, la proximi-
beneficiaría y quién sufriría los impactos negativos del nuevo aeropuerto. dad de otros aeropuertos cercanos, las trayectorias de despegue y aproxima-
Más aún, el panorama en materia de políticas públicas y medioam- ción y otras especificidades topográficas. A lo largo del tiempo pueden apa-
biente había cambiado en comparación con la época del presidente Echeve- recer muchas propuestas, dependiendo de los diferentes intereses políticos
rría, convirtiéndose así en un factor adicional que eventualmente alargaría y las distintas creencias de política pública, pero los requerimientos técnicos
el proceso de evaluación correspondiente. Aunque la dimensión ambiental básicos constituyen condiciones necesarias para que cualquier proyecto ten-
tardaría aún en ser incorporada de manera sistemática en la evaluación de ga oportunidad de sobrevivir en la agenda.
proyectos de infraestructura, para finales de la década de 1980 y principios Texcoco y Tizayuca permanecieron como soluciones potenciales para
de la siguiente ya había comenzado a ganar cierta visibilidad y cierto peso. incrementar la capacidad aeroportuaria de la ciudad de México porque
Para 1988 ya había sido aprobada la Ley General de Equilibrio Ecológico y cumplían con estos requisitos aeronáuticos básicos. La duda principal en el
Protección al Ambiente (lgeepa) y la entrada en vigor del Tratado de Libre caso de Texcoco era la presencia de aves migratorias como riesgo a la segu-
Comercio de América del Norte (tlcan) en 1994 había obligado a crear ridad aérea,144 pero estas inquietudes se aclararon, al menos para una par-
mayores requisitos normativos, marcando así el inicio de una transición ha- te importante de la comunidad de expertos del sector transporte, cuando
145
cia una política ambiental más preventiva y conservacionista. En materia de mitre publicó un estudio sobre este tema en 2000. Dicho estudio mos-
diseño institucional y capacidades administrativas, vale la pena mencionar traba que las autopistas que habían sido planeadas como parte del proyecto
la creación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, el Insti- cumplían con los estándares internacionales de distancia entre estas y los
tuto Nacional de Ecología y la Subsecretaría de Medio Ambiente (dentro
de la Sedesol) en 1992. Como se explica en el siguiente apartado, estas 143
144
Kingdon, Agendas, 1984, pp. 132-133.
Algunas aves son lo suficientemente pesadas y grandes para dañar un avión si, por ejem-
plo, son atrapadas en alguna de las turbinas. Las aves pequeñas también implican riesgos si forman
142
En el Estado de México existían dos alternativas. Una de ellas era Texcoco y la otra Toluca. grandes parvadas y se atraviesan en el espacio aéreo de un avión. Véase Carstensen y Armstrong,
Esta última fue descartada debido a problemas serios de neblina y porque la tierra necesaria para “Birds”, 2004, en <http://www.dft.gov.uk>. [Consulta: 18 de enero de 2007.]
145
construir un nuevo aeropuerto es relativamente productiva, lo que encarece las expropiaciones mitre es una corporación privada sin fines de lucro que provee servicios técnicos al gobierno
correspondientes. de Estados Unidos y a otros gobiernos si así lo solicitan. Véase <www.mitre.org>.

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124 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 125

cuerpos de agua aledaños,146 de tal manera que cualquier riesgo adicional personas con información crucial que podía haber sido útil para las nego-
podía ser minimizado aplicando distintas metodologías para el manejo y re- ciaciones políticas, pero que nunca tuvieron oportunidad de sentarse en las
localización del hábitat de las aves. Al respecto, es importante señalar que reuniones adecuadas.
otros aeropuertos han aplicado este tipo de soluciones de manera exitosa Por ejemplo, algunos funcionarios del sector agua (de la Conagua
alrededor del mundo. para ser más específicos), que habían negociado la adquisición de tierra
Aunque el criterio de factibilidad técnica puede ser un tanto ambi- para otros proyectos de infraestructura en la subcuenca de Texcoco con an-
guo y no es suficiente —especialmente en el caso de proyectos sumamente terioridad, atendían las reuniones técnicas pero tuvieron pocas oportunida-
complicados como el de un aeropuerto o una presa de agua—, hay cierta des de aportar insumos que facilitaran el proceso de adquisición de tierras
tendencia a obviar otros aspectos en la evaluación de propuestas.147 Esta para el aeropuerto. El gobierno federal creó eventualmente la Comisión
tendencia se acentúa en el caso de un aeropuerto porque los aspectos técni- Intersecretarial, pero esto ocurrió poco después de que se emitieran los
cos muchas veces deben ser considerados primero, aunque esto no los haga decretos de expropiación y no durante las etapas de conceptualización del
necesariamente más importantes. El caso que estamos analizando confirma proyecto. La razón parece ser que antes del anuncio oficial, el cual se hizo de
esta práctica. Al ser cuestionados sobre los parámetros que se tomaron en manera simultánea a los decretos de expropiación, no había una decisión
cuenta para evaluar el proyecto aeroportuario antes del anuncio público, definitiva que favoreciera a la opción de Texcoco sobre Tizayuca. Por lo
distintos funcionarios y ex funcionarios del gobierno federal y del gobierno tanto, aunque muchos funcionarios llegaron a sugerir su preferencia sobre
del Estado de México enfatizaron mucho más la dimensión técnica en com- el primer proyecto, el gobierno federal no quiso comprometerse de manera
paración con los aspectos sociales y políticos. El tema del desplazamiento oficial con ninguna de las dos alternativas (véase el subtítulo de la p. 59).150
forzado de población en Atenco y Texcoco y la oposición que autoridades La segunda condición para la supervivencia de una idea en la agenda
locales y estatales habían mostrado al proyecto son dos temas que pocas gubernamental es su aceptabilidad de valores entre la comunidad de espe-
veces fueron mencionados. cialistas.151 Asimismo, es importante tomar en cuenta la relación entre la
Como lo analiza Domínguez,148 con base en las ideas de Richardson factibilidad técnica que hemos analizado y la aceptabilidad de valores. Por
y Jordan,149 la propia división de las tareas institucionales pocas veces co- ejemplo, distintos autores argumentan que el concepto de externalidades am-
rresponde con las fronteras de los problemas. Al hablar del aeropuerto, por bientales, usado tradicionalmente por los economistas para evaluar los im-
ejemplo, los aspectos técnicos fueron separados de manera artificial de los pactos e implicaciones ambientales de los proyectos e iniciativas públicas, es
aspectos sociopolíticos. El resultado fue que la sct lideró un proyecto que en realidad una falacia.152
tenía profundas implicaciones sociales y políticas y que la Secretaría de Go- Uno de los argumentos es que el valor asignado a los recursos natu-
bernación (Segob) estuvo ausente durante buena parte del proceso, has- rales con la finalidad de monetizar los impactos ambientales de un proyec-
ta que el conflicto estalló y se consideró que era necesario entrar con una to, constituye en realidad una construcción social y, por lo tanto, puede ser
negociación política más seria. Aunque esta división de tareas parecía ser que en realidad no tome en cuenta de manera adecuada las preferencias de
funcional para la instrumentación del nuevo aeropuerto, resultó eventual-
mente muy problemática porque los canales de comunicación entre distin- 150
En mi papel de observador participante, yo mismo tuve oportunidad de atender a innumera-
tas oficinas de gobierno eran inadecuados. Todo parece indicar que había bles reuniones donde se presentaba información por igual, sobre Texcoco y sobre Tizayuca; donde
se analizaban los pros y los contras; ventajas y desventajas.
151
Véase Kingdon, Agendas, 1984, p. 132. En el caso de México, por ejemplo, estos expertos
incluyen consultores independientes, investigadores, staff de secretarías de Estado y funcionarios de
146
Al ser el lugar donde se localiza el alimento de muchas aves migratorias, los cuerpos de agua carrera que habían participado en los análisis comparativos de Texcoco y Tizayuca. Sin embargo,
constituyen factores determinantes de la atracción de aves migratorias. es importante señalar que, aunque representantes de distintos sectores participaron a lo largo de las
147
Para una discusión de los sesgos en favor de aspectos “técnicos” e “ingenieriles”, véase Van- distintas etapas de análisis y definición del proyecto, esta “comunidad de especialistas” estaba domi-
denburg, Laberynth, 2000. nada principalmente por personas del sector transporte.
148 152
Véase Domínguez, “When”, 2012. Véase Guha y Martínez-Alier, Varieties, 2000, p. 181; Martínez-Alier, Environmentalism, 2002,
149
Véase Richardson y Jordan, Governing, 1979, p. 29. p. 268, y Sachs, “Ultimate”, 2003, pp. 111-135.

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126 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 127

valor de generaciones futuras y las inequidades económicas, y de poder, en- resolvió a partir del estudio de mitre en 2000 y después de que nuevos aná-
tre distintos grupos sociales. Así, la aceptabilidad y factibilidad técnica de un lisis comparativos fueron completados en 2001 por un grupo de expertos
proyecto no sólo depende de que se tome en cuenta el concepto de medioam- de la unam. Cuando estos estudios concluyeron que ambas alternativas te-
biente sino de cómo es tomado en cuenta por los tomadores de decisión. nían impactos ambientales que podían ser mitigados o compensados,155 los
Originalmente, la idea de expandir la capacidad aeroportuaria en Tex- factores decisivos en la comparación entre Texcoco y Tizayuca fueron los si-
coco sobrevivió en la agenda de políticas durante la década de 1980 debi- guientes: el costo de las externalidades ambientales, el costo total del proyec-
do, principalmente, a su factibilidad técnica e ingenieril. Sin embargo, a lo to —el cual se vería modificado al incorporar el tema ambiental de manera
largo de las siguientes décadas el concepto de medioambiente se volvió gra- más amplia—, y los métodos de financiamiento. El medioambiente se tomó
dualmente más “visible”153 e institucionalizado. Aunque algunas legislacio- en cuenta, pero sólo de acuerdo con una lógica “racional-administrativa”.156
nes fueron emitidas y se expandieron los mandatos de algunas oficinas de La disciplina fiscal se ha convertido también en un parámetro decisivo
gobierno para incorporar el tema ambiental desde la década de 1970, hasta para la supervivencia de proyectos en la agenda del gobierno mexicano, al
1992 fue creada la Subsecretaría de Medio Ambiente al interior de la Sede- menos desde la aplicación de programas de ajuste estructural en la década
sol y, en 1994, la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pes- de 1980. El presupuesto público, especialmente para infraestructura, fue
ca (Semarnap).154 La nueva prominencia del tema medioambiental y los res- ajustado de manera que todos los objetivos de política pública se ven ahora
pectivos cambios institucionales también se vieron reflejados en el concepto subordinados a alcanzar un déficit gubernamental aceptable.157 Cualquier
de factibilidad técnica y modificaron la aceptabilidad del proyecto en Texcoco; proyecto que se aleje del objetivo de disciplina fiscal es descartado por el
es decir, el proyecto constituía ahora una opción técnicamente factible si sus gobierno, incluso si en sí mismo no es significativo en relación con los nú-
impactos ambientales podían ser minimizados. Estos cambios generaron que meros macroeconómicos, pues se evita a toda costa la sola posibilidad de
el presidente Salinas de Gortari (1988-1994) y, sobre todo, el presidente Ze- mandar “señales erróneas” a los mercados internacionales. El naicm no es
dillo (1994-2000) dudaran en la conveniencia de elegir Texcoco. una excepción.
Al parecer, las dudas de estos dos presidentes para promover el pro- En este sentido, una de las principales ventajas que mantuvieron a
yecto no se relacionaban tanto con la oposición social potencial por parte Texcoco en la agenda fue la posibilidad de financiar el proyecto con recur-
de los ejidatarios en Atenco y Texcoco, sino con la posible resistencia de sos que provendrían de concesionar la superficie del aicm a inversionistas
grupos ambientalistas. De hecho, las preocupaciones sobre los impactos privados en el largo plazo. La reconversión del predio donde se localiza el
ambientales del proyecto en Texcoco constituían tal desventaja que, como actual aicm podía generar un flujo considerable de recursos financieros,
se mencionó en secciones anteriores, hay rumores de que el gobierno fede- cosa que no era posible en el caso de Tizayuca porque esta última opción
ral incluso llegó a inclinarse en favor de Tizayuca durante la administración requería que el Aeropuerto Benito Juárez siguiera operando con la finalidad
de Zedillo. de satisfacer la demanda de tráfico aéreo en el largo plazo (véase el subtítulo
Esto sugiere, en contraste con Misicuni en Cochabamba, que las du- de la p. 65).
das sobre la factibilidad técnica del aeropuerto y sobre la aceptabilidad de La anticipación de restricciones futuras, incluyendo restricciones pre-
valores permanecieron hasta muy tarde en el proceso de formación de la supuestales y la aceptación pública de una política, desempeñaron también
agenda gubernamental. Como lo hemos mencionado, la incertidumbre se un papel importante en el caso mexicano. Las entrevistas con consultores
153 155
Véase Dryzek, Politics, 1997, p. 14, y Escobar, Encountering, 1995, pp. 192-211. Autores como Guha y Martínez-Alier también rechazan los conceptos de “compensación” y
154
Una primera ley se aprobó en 1971 y una nueva subsecretaría se creó en 1972, pero estas “mitigación” con base en el argumento de inconmensurabilidad de valores. Véase Guha y Martínez-
transformaciones legales e institucionales respondieron a una preocupación mucho más estrecha Alier, Varieties, 2000.
156
que se relacionaba con el problema de contaminación del aire y no con preocupaciones medioam- Domínguez, “When”, 2012, y Dryzek, Politics, 2000.
157
bientales más amplias. En este sentido, las reformas institucionales y de política pública más ambi- Aunque no es mencionado originalmente por Kingdon, el concepto de competitividad global se
ciosas ocurrieron mucho más tarde en comparación con otros países como Estados Unidos, donde ha convertido en otro valor de política pública que en conjunto con la “disciplina fiscal” fue deter-
la Environmental Protection Act fue aprobada en 1970. Véase Atkinson, Principles, 1991, p. 15. minante para la supervivencia del naicm en la agenda de decisiones.

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independientes y especialistas dentro del gobierno federal muestran cierto nidad para reforzar las labores de restauración ambiental de la zreelt y de
acuerdo sobre el potencial de Texcoco para atraer inversión privada. Sin combate a la pobreza en una de las zonas con mayor grado de marginación
embargo, existía un problema de ingeniería financiera. Aunque el predio social y económica de la ciudad de México: un “paquete completo”.
del actual aicm representaba una oportunidad para financiar parte del nue- En este punto, vale la pena notar que la conceptualización de ambos
vo aeropuerto en el largo plazo, y aunque esto también podía significar po- proyectos —el naicm en México y el pmm en Cochabamba— y los procesos
tencialmente que hubiese recursos disponibles para mejorar las compensa- de construcción discursiva en cada caso, siguieron trayectorias opuestas en
ciones otorgadas a las comunidades afectadas, dichos recursos no estarían la vertiente de políticas públicas. Mientras que Misicuni pasó de ser una
disponibles durante las primeras fases del proyecto (véase el subtítulo de iniciativa de gran escala que serviría para cumplir múltiples propósitos
la p. 65) y, por lo tanto, la iniciativa se topó con restricciones importan- —por ejemplo: “desarrollo regional”— a ser un proyecto que era necesario
tes en el corto plazo. Este problema de timing financiero fue crucial para para resolver una preocupación mucho más estrecha —abastecer agua po-
decidir que la “mejor” manera de lanzar el proyecto era expropiando la table—, el proyecto aeroportuario en México siguió un camino diametral-
tierra necesaria y, en el largo plazo, ofrecer mejores compensaciones a las mente opuesto pues cambió de ser un proyecto necesario para resolver un
comunidades desplazadas; esto, en lugar de comprar la tierra necesaria a problema específico —capacidad aeroportuaria— a ser una iniciativa mucho
valor comercial y tomando en cuenta el uso futuro que tendría la reserva más ambiciosa que ayudaría a resolver distintos problemas de política —
territorial. por ejemplo: desarrollo regional y restauración ambiental. Sin embargo,
¿Qué hay sobre la aceptación pública?158 En el caso del naicm, la los factores determinantes de estos cambios discursivos y conceptuales son
ley no estipulaba la necesidad de una consulta, plebiscito o algún otro ins- hasta cierto punto similares: con base en los valores y principios de políti-
trumento similar antes de que la decisión fuera tomada y, por lo tanto, la ca pública que prevalecían en ese momento, los tomadores de decisión le
participación pública en el proceso fue muy limitada. Sin embargo, una dieron mayor importancia a un número limitado de dimensiones analíti-
vez que los detalles del proyecto fueran especificados era necesario llevar a cas y modificaron los proyectos en línea con las mismas. Debido a que la
cabo una manifestación de impacto ambiental, la cual conlleva un proceso importancia relativa y la interrelación entre distintos valores normativos
de consulta pública.159 De esta manera, aunque Texcoco llevaba cierta des- y principios de política pública cambiaron a lo largo del tiempo, las pro-
ventaja, los expertos percibían que ambas opciones de localización podían puestas de política también fueron ajustadas para responder a las nuevas
enfrentar problemas de oposición pública con base en los impactos ambien- circunstancias económicas y políticas. Sin embargo, a partir de estas mo-
tales y el desplazamiento de población. dificaciones es posible identificar nuevas tensiones entre, por un lado, los
Al parecer, la estrategia del gobierno federal y de otros actores que objetivos de política pública y, por otro, la aceptación pública a los proyec-
favorecían Texcoco fue enfatizar las ventajas del proyecto más allá de las tos en cuestión.
dimensiones aeronáuticas. El discurso cambió a Texcoco de ser un mero ae- En el caso de Texcoco, se podría argumentar que dicha construcción
ropuerto con impactos socioeconómicos y ambientales que debían ser com- discursiva mostraba una aspiración, quizá legítima, de hacer que el aero-
pensados a un proyecto integral de desarrollo, entendido como un intento puerto fuera “amigable” para el medioambiente o, por lo menos, que fuera
por planear de manera “integral” las transformaciones sociales y económi- menos dañino. Es difícil saber con certeza si la concepción era meramente
cas de largo plazo. De pronto, el naicm no sólo era una solución para satis- discursiva porque en la realidad había compatibilidades ingenieriles entre
facer la demanda de tráfico aéreo de la ciudad de México, sino una oportu- el aeropuerto y al zreelt (véase el subtítulo de la p. 65) y porque la impor-
tancia ambiental del proyecto no sólo se quedó al nivel de pronunciamien-
158
Para fines de este trabajo, definiremos este concepto como aquello que la comunidad de es- tos públicos; también se reflejó en medidas concretas de política pública.
pecialistas tiene en mente cuando consideran las reacciones potenciales del público a sus propuestas. Por ejemplo, el presupuesto para el proyecto incluía recursos para labores
Véase Kingdon, Agendas, 1984, p. 138.
159
Véase Ley General de Asentamientos Humanos, 1990, y Ley General de Equilibrio Ecoló-
de restauración ambiental, incluyendo reforestación, restauración de sue-
gico y Protección al Ambiente, 1988. los y regulación hidráulica (véase este mismo subtítulo). La compensación

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ambiental incluía proyectos en otras áreas del Valle de México, incluyen- Sin embargo, una cosa eran los sentimientos de la población ante un
do la limpieza y restauración ecológica del lago de Zumpango, entre otros hecho sin precedentes como la elección de un gobierno de oposición en
objetivos, con la finalidad de atraer las aves migratorias a esa zona y lejos 2000, ante la transición en el poder y ante la prospectiva de cambios y otra
del área donde sería construido el nuevo aeropuerto. De hecho, esta últi- cosa muy diferente, la percepción que tenían los integrantes del gobierno
ma iniciativa se empezó meses después del anuncio oficial del naicm en panista sobre dichos sentimientos. En pocas palabras, una cosa era tener el
Texcoco. apoyo general de la población para instrumentar políticas públicas en gene-
Y sobre todo, una fracción importante de la tierra expropiada no sería ral, pero otra muy diferente era contar con el apoyo para un proyecto en
usada para el aeropuerto en sí mismo sino para las labores de compensa- específico, como si el ser el “gobierno de la transición”, le hubiese dado a la
ción ambiental. Como lo explica con mayor detalle Domínguez,160 es posi- nueva administración carta abierta para hacer lo que quisiera.
ble que la tensión entre distintos valores normativos no sólo generara un El tema de la legitimidad está en el centro de esta discusión. Como lo
conflicto entre las aspiraciones de disciplina fiscal y el objetivo de justicia muestra el caso de estudio, las elecciones democráticas pueden contribuir
social debido al problema de timing financiero que hemos explicado ante- a legitimar la autoridad de un grupo relativamente pequeño de personas
riormente; también es posible que hubiera un conflicto entre el objetivo de para tomar decisiones en nombre de la mayoría, pero la legitimidad ob-
justicia social y el objetivo de justicia ambiental. En otras palabras, si el pro- tenida en las urnas es esencialmente incompleta.162 La legitimidad de las
yecto no hubiese incluido una superficie considerable de tierra para fines políticas públicas debe ponerse a prueba de manera continua, a través de
ambientales, el precio por metro cuadrado que se ofreció a las comunidades procedimientos democráticos, de discusión pública y de construcción de
afectadas podría haber sido mucho mayor. consensos alrededor de políticas y proyectos específicos. De otra manera,
la idea de que se cuenta con el respaldo general de la población puede con-
vertirse en algo muy peligroso; el apoyo a un régimen no necesariamente
La vertiente de los contextos políticos es equivalente al apoyo para todas las iniciativas que dicho régimen preten-
y las coaliciones de política pública, 2000-2001 de instrumentar.
Es vital que los tomadores de decisión tomen en cuenta la distribu-
Incluso si la confluencia entre problemas y soluciones de política pública ex- ción de fuerzas políticas que son características de un contexto determinado
plica en buena medida cómo se va formando la agenda de políticas, la expli- (véase Apéndice iv). En este caso, a diferencia de la vertiente de las solucio-
cación queda incompleta si no se toma en cuenta el contexto sociopolítico nes de política pública, los principales factores son el poder de negociación
amplio; es decir, la que hemos llamado —con base en las ideas de Kingdon— que las distintas fuerzas con intereses creados tienen y los intercambios que
vertiente de los contextos políticos.161 En esta línea, la diferencia crucial en el caso estas están dispuestas a hacer.163 Más que la búsqueda de un consenso uná-
de estudio del aeropuerto fue la victoria de un partido de oposición en las nime, es más probable que veamos coaliciones de actores que se coordinan
elecciones de 2000, después de 71 años de gobierno priista ininterrumpido. para favorecer distintas alternativas que compiten entre sí. De nuevo, al
Desde una perspectiva histórica, este hecho representó un cambio impor- igual que el caso de la Guerra del Agua, el caso mexicano muestra distintos
tante en la disposición para hacer las cosas “diferentes” y se reflejó también niveles de cohesión al interior de distintos grupos de actores. Por ejemplo,
en el ambiente social en general. Se trataba del tiempo político perfecto para en la categoría de “grupos gubernamentales de presión”,164 el gobierno del
tomar una decisión sobre el naicm. Una ventana de oportunidad se había
abierto. 162
Para una discusión sobre las razones por las cuales la legitimidad otorgada a través del voto
en las urnas no se traduce en legitimidad para hacer proyectos específicos, véase Domínguez, “Me-
gaproyectos”, 2011.
163
Kingdon, Agendas, 1984, pp. 141-159.
164
En la literatura sobre este tema hay una gran discusión sobre si hace sentido o no considerar
160
Véase Domínguez, When, 2012. a las propias oficinas gubernamentales como “grupos de presión”. Para efectos de este trabajo defi-
161
Kingdon, Agendas, 1984, p. 145. niremos un “grupo de presión” o “grupo de interés” como una asociación de individuos u organiza-

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132 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 133

Estado de México y el gobierno del Estado de Hidalgo eran claros rivales de la capacidad aeroportuaria”,166 estaba constituida por funcionarios de
que jalaron en distintas direcciones en lo que concierne al proyecto aeropor- carrera en el sector transporte, la administración de la zreelt, por las ong
tuario, a pesar de que ambos estaban gobernados por el pri. El Gobierno que favorecían el fortalecimiento de la zreelt, organizaciones de profesio-
del Distrito Federal (gdf) surgió también como un grupo de presión impor- nales del sector aeronáutico, las principales líneas aéreas y algunos think
tante que rechazó desde un inicio, y de manera muy tajante, la alternativa tanks. Las creencias centrales de política pública de esta coalición eran: 1)
de localizar el nuevo aeropuerto en Texcoco. En el ámbito local, las autori- Texcoco era el sitio más cercano a la ciudad de México en el cual era posi-
dades municipales de Atenco estaban de hecho en favor del proyecto mien- ble construir tres pistas paralelas que podían operar de manera simultánea
tras que las autoridades de Texcoco lo rechazaron abiertamente. y satisfacer la demanda de tráfico aéreo en el largo plazo; 2) los impactos
Incluso el sector académico estaba dividido sobre la localización del ambientales del aeropuerto en Texcoco podían ser mitigados o compensa-
aeropuerto. Había un importante grupo que favorecía el aeropuerto en Ti- dos; 3) el proyecto constituía de hecho una oportunidad para fortalecer la
zayuca, básicamente porque se trataba de académicos que tradicionalmente zreelt (véase el subtítulo de la p. 65), y 4) dado que el actual aicm debía
han promovido la idea de fortalecer la “corona de ciudades secundarias”165 cerrarse, sus 820 hectáreas de superficie podían ser reconfiguradas para
como alternativa para descentralizar a la ciudad de México (véase el subtí- promover actividades de bajo impacto ambiental y alto valor agregado.
tulo de la p. 59). Al mismo tiempo, las respectivas concesiones constituían una oportunidad
Otros académicos estaban en favor de Texcoco porque concebían di- para financiar el nuevo aeropuerto.
cho proyecto como la “última oportunidad” para reforzar las tareas de res- La segunda coalición, a la cual llamaremos “la coalición del desarrollo
tauración ambiental en la subcuenca de Texcoco. En la categoría de grupos regional”,167 estaba liderada por el gobierno del estado de Hidalgo, intelec-
de interés, algunos ambientalistas rechazaban abiertamente el proyecto, al- tuales y académicos que favorecían la idea de la corona de ciudades, acadé-
gunos eran neutrales y otros estaban de hecho en favor con base en la po- micos de la Universidad Autónoma Chapingo (uach), por ong ambienta-
sibilidad de las externalidades positivas para la zreelt (véase el subtítulo listas que rechazaban la localización del naicm en la zreelt y el gdf. Las
de la p. 65). Es decir, incluso la comunidad de ambientalistas, la cual asu- creencias centrales de política pública eran: 1) Tizayuca tenía menos impac-
miríamos a priori, que se manifestaría de manera unánime en contra del tos ambientales y además eran más fáciles de mitigar en comparación con
aeropuerto en Texcoco, estaba de hecho dividida. Texcoco; 2) era posible mantener operando el aicm, de tal manera que la
En resumen, todos los participantes en el proceso de políticas públi- infraestructura no sería desperdiciada; 3) el aeropuerto en Tizayuca repre-
cas se pueden dividir de acuerdo con dos coaliciones de abogacía que se sentaba una oportunidad para descentralizar la ciudad de México y desa-
mostraron particularmente activas desde los últimos años de la adminis- rrollar la corona de ciudades, y 4) el aeropuerto en Tizayuca representaba
tración de Zedillo. La primera coalición, a la cual llamaremos “la coalición también la oportunidad de promover el desarrollo económico en Hidalgo,
uno de los estados más pobres de México.
El problema cuando se abre una ventana de oportunidad en la ver-
ciones que pueden estar organizados formal o informalmente y que buscan influir sobre el diseño, la
tiente de los contextos políticos es que esto da lugar a una competencia vo-
formación y la implementación de la política pública. En este sentido, las oficinas gubernamentales raz entre las distintas coaliciones de política pública. Un ejemplo ilustrativo
pueden convertirse en grupos de presión si movilizan recursos y se alían con otros actores con la es el caso de los dos proyectos para construir el nuevo aeropuerto. Ambos
finalidad de influir sobre las decisiones de política pública en manos de otras instituciones u oficinas
gubernamentales. Entonces, un ejemplo es precisamente cuando un gobierno estatal busca influir grupos cabildearon con base en las ventajas potenciales de sus respectivos
sobre las decisiones de sct en materia de infraestructura.
165
proyectos y resaltando, al mismo tiempo, las desventajas de sus oponentes.
Este concepto se refiere a las ciudades que rodean al Área Metropolitana de la Ciudad de Mé-
xico (amcm) y que guardan una estrecha relación funcional con la megalópolis; incluyen a Cuerna- Los expertos, también divididos en la coalición de la capacidad aeropor-
vaca, Pachuca, Puebla, Querétaro y Toluca, principalmente. En conjunto con el amcm, estas ciudades
conforman lo que se denomina como el subsistema urbano de la región centro. Entre otros autores
166
véanse a Eibenshutz y Buzali, “Presentación”, 2001, en <http://www.imernar.org/foroaeropuerto/de- Véase Domínguez, “Ventanas”, 2011, p. 81.
167
sarrollo_urbano_tizayuca.htm> [Consulta: septiembre de 2007], y Garza, “Ciudad”, 2000. Ibid.

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134 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 135

tuaria y en la coalición del desarrollo regional, participaron activamente en que se decidió que Texcoco sería el sitio definitivo para localizar el proyecto
esta etapa, aportando argumentos, “tecnificando” y politizando las opinio- aeroportuario. En primer lugar, el gobierno del estado de Hidalgo y otros
nes políticas.168 integrantes de la coalición del desarrollo regional habían invertido tiempo
El resultado, dado el número y la complejidad de las variables in- y recursos considerables para promover el proyecto en Tizayuca. Hasta
volucradas, fue un intercambio sesgado y no sistemático de argumentos cierto punto, este esfuerzo fue de hecho inducido por el gobierno federal al
que aumentó la especulación sobre el mejor lugar para construir el nuevo abrir la puerta para las actividades de cabildeo de las distintas coaliciones
aeropuerto (véase el subtítulo de la p. 65). Por ejemplo, las desventajas de de abogacía. Era claro que el gobierno de Hidalgo no aceptaría una derro-
Texcoco fueron enfatizadas por los detractores de este proyecto, incluso ta fácil y que, en la ausencia de concesiones especiales,170 este actor podía
cuando Tizayuca, al igual que cualquier otro proyecto aeroportuario, te- convertirse en un aliado poderoso de cualquiera que quisiera oponerse al
nía también impactos ambientales significativos. De hecho, antes de que la proyecto de Texcoco.
unam publicara su estudio en 2001 (véase el subtítulo de la p. 59), la dis- En segundo lugar, el proyecto de Texcoco requería que el actual aicm
cusión sobre los aspectos “no aeronáuticos” se redujo en cierto momento a dejara de operar. Aunque esta infraestructura está localizada en una zona
“el medioambiente en Texcoco” versus “el desarrollo regional en Tizayuca”. federal, para efectos prácticos se encuentra en el Distrito Federal (véase el
Como lo señala Domínguez,169 se trataba de una comparación entre peras subtítulo de la p. 65). Se encuentra rodeada por la ciudad, constituye una
y manzanas. de las infraestructuras urbanas más importantes en el área y es una fuente
Sin una decisión definitiva y sin que el gobierno federal diera conce- significativa de actividades económicas. De nueva cuenta, era improbable
siones a las distintas coaliciones de abogacía —sobre todo en el caso de Tiza- que el gdf permaneciera pasivo si no se le otorgaba algo a cambio. Como
yuca, que eventualmente sería la alternativa desfavorecida—, las actividades se explica en los capítulos iii y iv, la participación de este actor fue determi-
de cabildeo se intensificaron. Como sucede en este tipo de casos, el costo nante para el movimiento social y en general para todos aquellos que even-
de oportunidad de los grupos que cabildean se incrementa conforme pasa tualmente se opusieron al proyecto en Texcoco.
el tiempo y cada vez se vuelve más difícil aceptar una derrota. En la política Sobre estos puntos, la postura y los argumentos del gobierno federal
es casi imposible conseguir un consenso unánime y las ventanas de opor- pueden resumirse de la siguiente manera: la actividad aeroportuaria en sí
tunidad no permanecen abiertas por mucho tiempo; una situación de esta misma no contribuye a la base fiscal del gdf porque la infraestructura del
naturaleza puede forzar a los tomadores de decisión a ir adelante, incluso si aicm se encuentra localizada legalmente en un área federal; las actividades
no se tienen “amarradas” todas las dificultades o si hay impactos negativos económicas indirectas y la base fiscal que se deriva de las mismas realmente
que no han sido previstos debidamente. no serían relocalizadas en detrimento de la ciudad de México porque Tex-
En México, los cálculos de la administración en turno se vieron dis- coco, aunque ya se encuentra en los municipios conurbados del Estado de
torsionados por la idea de que el primer gobierno de oposición contaba México, está a sólo 15 kilómetros del aicm; y finalmente, cualquier pérdida
con apoyo incondicional para llevar a cabo cualquier cosa. De hecho, el económica sería compensada a partir de la reconfiguración de la superficie
discurso de la democracia constituyó un velo que ocultó otro hecho inclu- del aeropuerto existente para convertirlo en un espacio urbano dedicado a
so más importante: que la negociación con otras fuerzas políticas era im- actividades de alto valor agregado.171
prescindible, sobre todo en un contexto de mayor transición democrática ¿Fueron estos argumentos usados como parte de la negociación del
y mayores niveles de descentralización política. En este sentido, había al proyecto o, todo lo contrario, fueron parte de una postura intransigente
menos dos actores que debieron haber recibido atención especial una vez
170
Por ejemplo, dada la actividad económica de la ciudad de México y de las ciudades aledañas,
168
Para una descripción teórica del papel que los expertos de política pueden desempeñar como la idea de construir un aeropuerto exclusivo de carga para que operara en Tizayuca no era del todo
“sirvientes del poder”; es decir, cuando se subordinan a los intereses económicos y políticos de otros descabellada. En el mediano plazo, una iniciativa de este tipo podía ser un proyecto interesante; una
actores, véase Brint, “Rethinking”, 1990, p. 366. especie de “premio de consolación”.
169 171
Domínguez, “When”, 2012, p. 246. Entrevista a Cassio Luiselli, ciudad de México, septiembre de 2003.

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136 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 137

Cuadro 1. El caso de la refinería en Tula, Hidalgo, 2008-2009 del gobierno federal, empecinado con la idea de que la transición demo-
crática era suficiente para llevar a cabo cualquier proyecto? Algunas en-
En el año 2009, el presidente Felipe Calderón anunció una inversión de 9 billones de trevistas realizadas por el autor a funcionarios del gdf sugieren que el
dólares para desarrollar una nueva refinería en Tula, Hidalgo, con una capacidad de gobierno federal nunca hizo una propuesta oficial sobre el uso futuro del
172
producción esperada de 300 000 barriles por día. Aunque dicho proyecto fue eventual- aicm. Por lo tanto, con algunas reservas, podemos concluir que el go-
mente cancelado, en su momento, el proceso de decisiones durante la administración bierno federal pretendía alcanzar un consenso en la vertiente de los con-
del presidente Calderón constituyó un ejemplo adicional de la manera como una nueva textos políticos con el simple hecho de enfatizar los beneficios técnicos del
distribución de fuerzas políticas ha impactado sobre el sector infraestructura en México. proyecto y sin ir más allá de algunas pláticas informales con varios funcio-
Por un lado, aunque el proyecto había surgido desde la década de 1990, realmente narios cercanos a Andrés Manuel López Obrador, quien en ese momen-
tomó mayor impulso en el contexto de las discusiones sobre la reforma energética pro- to era todavía jefe de gobierno del Distrito Federal. Y en contraste, todo
puesta por el presidente Calderón. Fue en este contexto que el principal partido de iz- parece indicar que el gdf —entendiendo claramente la diferencia entre la
quierda (el prd), en conjunto con algunas facciones al interior del pri y algunos sectores vertiente política y la vertiente de las soluciones de política pública— basó
del propio Pemex, expresaron su preocupación por la excesiva dependencia de México su posición en argumentos técnicos como una forma de negociación y
de la importación de gasolinas y de otros productos refinados, lo cual propició que se chantaje político.
hablara de una nueva refinería como una especie de condición para satisfacer las deman- Quizá nunca lo sabremos con certeza. Lo cierto es que, más allá de las
das de estas fuerzas políticas. especificidades del caso de estudio, el ejemplo del aeropuerto sugiere una
Pemex originalmente consideró nueve posibles sitios para localizar la nueva refi- redistribución del poder entre el nivel nacional y el nivel subnacional de
nería y una colección amplía de variables que cubrían aspectos ambientales, económicos gobierno y el surgimiento de nuevas esferas de competencia política en las
y sociales. democracias electorales de América Latina. Como se explicó en el cuadro
Históricamente, las decisiones de inversión de Pemex habían sido el resultado de 1, el caso del proyecto para construir una nueva refinería en Tula, Hidalgo,
luchas entre distintas facciones de expertos técnicos al interior de la compañía y de fun- constituye otro ejemplo similar en términos del nuevo papel que a veces
cionarios de alto nivel en el gobierno federal. Sin embargo, en los años 2008 y 2009, la desempeñan los gobiernos subnacionales.
presión por parte del gobierno panista de Guanajuato para que la nueva refinería fuera
construida en Salamanca, propició que otras entidades también se postularan y ejercie-
ran presión, tratando de atraer el proyecto. Pemex se vio obligado a ampliar la lista de CONCLUSIONES
posibles sitios de nueve a quince en total.
En marzo de 2009, en una medida sin precedentes en la historia de las decisiones En este capítulo hemos analizado los casos boliviano y mexicano basándo-
de inversión de la compañía, Pemex organizó una serie de audiencias públicas para es- nos en algunos conceptos clave del área de políticas públicas. Por un lado,
cuchar las propuestas de todos los gobernadores interesados. hemos abordado los cambios en tres vertientes —los problemas, las solucio-
nes de política y los contextos políticos— y el surgimiento de una ventana de
Fuente: elaboración propia con base en Domínguez, “Beyond”, 2011. oportunidad cuando estas convergen. Un elemento esencial de las ventanas
de oportunidad es la manera en que ciertos valores normativos y principios
de política pública cambian a lo largo del tiempo y cómo ciertas dimensio-
nes de conflictividad determinan la conceptualización, evaluación y super-
vivencia de un proyecto en la agenda de decisiones. La competencia entre
coaliciones de abogacía, con base en intereses políticos y en creencias de

172
Entrevistas a Alejandro Encinas y a Horacio Duarte.

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138 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 139

política pública, influye también en el resultado final de la política pública. estallido de conflictos sociales, como fue el caso de la Guerra de los Pozos
Finalmente, en el caso boliviano, el intento fallido de construir y consolidar en la década de 1990.
un monopolio de políticas públicas en el sector de los sapa desempeñó un Por supuesto, las diferencias entre la vertiente de los problemas en
papel importante como parte de las condiciones que contribuyeron al esta- Bolivia y la de México se explican en parte por la distinta naturaleza de los
llido de la Guerra del Agua en 2000. problemas de política pública en dos sectores y dos países muy distintos.
Aunque los conceptos empleados a lo largo de este capítulo fueron Sin embargo, la comparación también ayuda a ilustrar que, independiente-
propuestos originalmente para explicar procesos de política pública en Es- mente de los sectores y de los países que se estén analizando, los cambios
tados Unidos, el análisis presentado nos sugiere que no pueden ser descar- radicales de política pública se explican mejor si se analiza la vertiente de
tados como herramientas heurísticas en el caso de América Latina, siempre los problemas en conjunto con otros elementos de la teoría. Quizá el más im-
y cuando se hagan algunas modificaciones. En este sentido, las cuatro con- portante es la evolución de las propuestas de política pública a lo largo del
sideraciones más importantes son: 1) la vertiente de los contextos políticos tiempo y la interacción entre estas y el contexto económico y sociopolítico
propuesta por John Kingdon173 debe expandirse para incluir fuerzas de ca- más amplio.
rácter histórico estructural; 2) la vertiente de los contextos políticos y la de Como hemos sugerido, los cambios en valores normativos y princi-
las soluciones de política pública se encuentran relativamente más interco- pios de política pública son determinantes clave para entender la historia
nectadas en los casos latinoamericanos; 3) por esta razón, las coaliciones de de ambos proyectos, tanto el pmm en Bolivia como el nuevo aeropuerto
abogacía se basan tanto en creencias de política pública como en intereses en México. En el caso de Bolivia, la conceptualización de Misicuni se vio
políticos. Más aún, las coaliciones tienden a ser más volátiles y a tener una influida por ideas de política pública que estuvieron de moda durante la
vida más corta, y 4) el modelo y las metáforas sugeridas por la Teoría de década de 1970, como el desarrollo rural integral y la Revolución Verde y,
los Equilibrios Puntuados (tep) pueden ser usados también a la inversa: por lo tanto, no debe sorprender que se haya concebido como un proyecto
para explorar las razones por las que algunos actores, en su intento por re- multipropósito. Pero, más tarde, el enfoque del pmm se volvió inconsistente
configurar un sector o un área de política pública, no logran establecer un ante nuevos principios de política, como la disciplina fiscal, y con las restric-
monopolio sobre los procesos de decisión. ciones presupuestales que volvieron a ser importantes después de una serie
A partir de estos conceptos hemos podido ver que el caso de la Gue- de choques en la vertiente de los contextos políticos; sobre todo, las crisis
rra del Agua en Cochabamba muestra una vertiente de problemas mu- económicas y políticas de la década de 1980. En este contexto, Misicuni
cho más compleja en comparación con el caso del aeropuerto en México, pasó de ser una iniciativa de gran escala que pretendía cumplir con múl-
mientras que el sector de los sapa en Cochabamba incluye tres problemas: tiples propósitos —por ejemplo: desarrollo regional— a un proyecto mucho
abastecimiento de agua, incremento de la cobertura del servicio y la mejora más limitado que era necesario para resolver una preocupación mucho más
de la eficiencia administrativa del Semapa. La vertiente de problemas en el estrecha: el abasto y distribución de agua.
caso mexicano es mucho más directa: incremento de la capacidad aeropor- En contraste, la conceptualización del naicm siguió una trayectoria
tuaria de la ciudad de México. En estrecha relación con estas diferencias, la diferente en la vertiente de las soluciones de política pública. El proyecto
atención de los tomadores de decisión surgió de fuentes muy distintas en original pretendía resolver un problema muy específico, la capacidad ae-
cada caso: mientras que la creciente importancia del aeropuerto en la agen- roportuaria, pero esto cambió cuando el concepto de medioambiente ganó
da de políticas públicas fue resultado de los indicadores existentes y de las visibilidad y se institucionalizó como una dimensión de conflicto durante
proyecciones a futuro, los indicadores en el caso de Bolivia también fueron la década de 1990. La respuesta de los tomadores de decisión fue “reempa-
acompañados de eventos dramáticos, incluyendo serias crisis de agua y el quetar” el proyecto como una iniciativa más ambiciosa que contribuiría a
resolver distintos problemas de política —por ejemplo: desarrollo regional y
restauración ambiental.
173
Kingdon, Agendas, 1984.

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140 Megaproyectos fallidos en latinoamérica II. Políticas públicas 141

En general, los cambios en valores y principios de política pública se adecuadamente en los análisis sobre la conveniencia del naicm y las formas
relacionan estrechamente con hechos ocurridos en el contexto sociopolítico de hacerlo viable políticamente.
y con la emergencia de coaliciones de actores que abogan por una u otra Sin embargo, el complejo análisis que hemos presentado a lo largo de
alternativa de solución. En este sentido, vale la pena señalar las similitudes este capítulo sólo constituye una explicación parcial de ambos fracasos de
en las pautas de decisión de ambos casos de estudio. En primer término, un política pública. Incluso en condiciones adversas similares, otros proyectos
proyecto que se había mantenido por mucho tiempo en la agenda de políti- han sido instrumentados exitosamente.174 Por ello, para entender de mane-
cas públicas por largo tiempo, sufre un retraso en el contexto de lucha entre ra más integral el episodio de la Guerra del Agua en Cochabamba y el con-
distintas coaliciones de abogacía. Luego, más tarde, un choque externo en flicto aeroportuario en la ciudad de México, el siguiente capítulo aborda el
conjunto con otros eventos inesperados forzaron la cancelación o posterga- otro lado de la ecuación: el surgimiento de la acción colectiva.
ción de los proyectos en cuestión. Esta pauta recurrente continuó de una u
otra manera, hasta que se dieron las decisiones oficiales de ejecutar dichos
proyectos.
Estas decisiones se tomaron finalmente cuando se abrió una ventana
de oportunidad; es decir, cuando los problemas, las soluciones y los con-
textos políticos coincidieron en el tiempo. En ambos casos, el hecho deci-
sivo que abrió la ventana de oportunidad se generó en la vertiente de los
contextos políticos. En el caso de Bolivia, la elección del presidente Hugo
Banzer coincidió con el mandato de Manfred Reyes como alcalde de Co-
chabamba. Considerando sus respectivos intereses políticos, ambos actores
coincidieron en el deseo de promover el pmm y lo promovieron en la agen-
da de gobierno. En el caso mexicano, el principal evento fue la elección del
primer presidente de oposición después de 71 años ininterrumpidos de go-
bierno priista.
Ambos casos de estudio ilustran también la manera en que una ven-
tana de oportunidad que no se maneja adecuadamente puede generar con-
secuencias nefastas. En Bolivia, la concesión del Semapa-Misicuni fue ins-
trumentada sin tomar en cuenta a los distintos sectores de la población que
serían afectados por las reformas en el sector del sapa. Dicha decisión se
basaba en un supuesto erróneo: la administración Banzer no creyó que la
oposición al incremento en las tarifas de agua y a la Ley 2029 sería lo sufi-
cientemente fuerte como para detener el proyecto en sus primeras etapas.
Al parecer, los tomadores de decisión esperaban que el descontento social
se enfriara y se disipara una vez que el servicio y la cobertura del servicio
mejoraran. Por otra parte, en México se tenía la percepción de que la ad- 174
Sólo por mencionar algunas iniciativas controvertidas en el caso mexicano, está el caso de
los ejes viales en la ciudad de México, que generó el desplazamiento de 25 000 familias en la década
ministración Fox contaba con el apoyo incondicional de la población sólo de 1970. Véase Myers, “Dynamics”, 2002, p. 241, y Perló y Schteingart, “Movimientos”, 1984, p.
porque representaba al llamado “gobierno de la transición democrática”. 115. O bien, el caso del desarrollo de viviendas en Cuautitlán Izcalli sobre tierra ejidal. Entrevista a
José Antonio Aguilar Narváez, ciudad de México, septiembre de 2003. Adicionalmente, en el caso
En consecuencia, las implicaciones sociopolíticas del proyecto fueron mini- de otros países latinoamericanos, la lista de presas, carreteras y otros proyectos que se construyeron
mizadas y el papel de actores importantes —como el gdf— no se incorporó durante las distintas dictaduras militares del siglo xx es interminable.

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III. Movimientos sociales y política de protesta 143

de los problemas del agua en Cochabamba (véase el subtítulo de la p. 88),


que se formara una alianza entre grupos urbanos y rurales. La segunda
subsección aplica el concepto de marcos de acción colectiva (mac) para analizar
cómo distintas quejas fueron enmarcadas discursivamente en el contexto
social, cultural e histórico más amplio; y la manera en que la alianza urba-
III. MOVIMIENTOS SOCIALES no-rural fue justificada en la arena pública. La tercera subsección analiza las
Y POLÍTICA DE PROTESTA características organizacionales de la Coordinadora. Entre otros aspectos,
se muestra la importancia que las estructuras de movilización preexistentes
y los aliados poderosos, tales como la Unión de Cocaleros de Cochabamba,
tuvieron para el éxito del movimiento. Se ofrecen algunas explicaciones de
por qué ciertas organizaciones sociales no se unieron o sólo tuvieron una
contribución marginal durante la Guerra del Agua. En la quinta y última
subsección se explora la manera en que distintos elementos de la Estructu-
INTRODUCCIÓN ra de Oportunidades Políticas (eop) facilitaron el surgimiento y el éxito del
movimiento social liderado por la Coordinadora. En este sentido, se enfati-
¿Qué condiciones cristalizaron el surgimiento de la Coordinadora, za la debilidad del sistema de partidos políticos que prevalecía en Bolivia en
contra la privatización de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado ese momento y de la coalición gobernante, así como el ambiente de tensión
(sapa) en Cochabamba, Bolivia? ¿Qué condiciones catalizaron las movili- social en un contexto de estancamiento económico.
zaciones lideradas por el Frente de Pueblos contra el Nuevo Aeropuerto de El subtítulo de la p. 176 analiza el caso del Frente de Pueblos y del mo-
la Ciudad de México (naicm)? ¿Cuáles fueron sus estrategias, demandas, vimiento contra la construcción del naicm entre 2001 y 2002. La primera
discursos y argumentos para justificar la oposición en ambos casos? subsección se enfoca a las principales quejas que detonaron el surgimiento
Este capítulo ofrece una explicación de los casos de estudio con base y escalamiento del movimiento social. Se concluye que la principal queja
en distintos enfoques teóricos en el área de movimientos sociales. El princi- no fue la expropiación per se, sino la naturaleza de los decretos y la ausen-
pal objetivo es mostrar que el surgimiento, evolución y desaparición de las cia de canales de participación que pudieran ser usados de manera efecti-
movilizaciones sociales contra un proyecto específico pueden ser explicados va antes de que el proyecto aeroportuario y los decretos de expropiación
a partir de un marco teórico que enfatiza la existencia, la interpretación y fueran anunciados. La segunda subsección analiza los respectivos procesos
el enmarcamiento de las quejas; la preexistencia de estructuras de movi- de enmarcamiento e interpretación, incluyendo su relación con distintos re-
lización; la apertura de oportunidades políticas y la presencia de aliados cursos organizativos tales como la existencia de liderazgos y redes sociales
poderosos. Así como hemos hecho para el caso de las políticas públicas, el informales. La tercera subsección enfatiza la relación entre los procesos de
siguiente subtítulo ofrece algunos argumentos que justifican la elección del enmarcamiento y el acceso a aliados que fueron clave para el movimiento
aparato teórico y conceptual propuesto. Los subtítulos de las pp. 153 y 176 social. Estos incluyen a expertos técnicos, especialistas en derecho público,
presentan los casos de la Guerra del Agua en Cochabamba, Bolivia, y de la el ezln, otras organizaciones sociales de izquierda y algunos actores insti-
oposición a la construcción del naicm, respectivamente. tucionales. La cuarta y última subsección sobre el caso mexicano explica
El subtítulo de la p. 153 se divide a su vez en cuatro subsecciones. La la relación entre la acción colectiva y las oportunidades políticas que la
primera de estas analiza con detalle las quejas que detonaron las moviliza- facilitaron.
ciones contra la privatización de los sapa en 2000 y que llevaron a que el
movimiento social creciera de manera significativa. Uno de los fenómenos
que se busca explicar es cómo fue posible, considerando los antecedentes

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DISCURSOS, RECURSOS ORGANIZATIVOS y perciban que efectivamente vale la pena arriesgarse para movilizarse y
Y OPORTUNIDADES POLÍTICAS desafiar a las autoridades.5 Por lo tanto, una primera condición para el sur-
gimiento de un movimiento social fuerte y duradero es el enmarcamiento
Los teóricos de los movimientos sociales han propuesto una serie de con- de una queja en el contexto económico, sociopolítico e histórico más am-
ceptos para dar cuenta de cómo y por qué se moviliza la gente, incluso si plio. Se trata de un proceso que puede ser visto como una interpretación de
cuentan con recursos materiales e institucionales limitados y si las posibi- los eventos inmediatos y la construcción de una “guía para la acción”.6 Los
lidades de éxito parecen prácticamente inexistentes.1 Aunque parezca cosa movimientos sociales deben construir y desplegar una identidad colectiva,
de sentido común, una precondición es la existencia de una queja; es decir, hacer que los pronombres “nosotros” —los que desafiamos— y “ellos” —a los
un grupo social generalmente no se moviliza de manera espontánea o sin que desafiamos— se vuelvan visibles a partir de formas verbales y no verba-
razón. En el contexto de la política beligerante, una queja surge cuando un les que expresen y publiciten los fundamentos y las razones para la movili-
grupo de personas ordinarias se decide a desafiar a los actores poderosos, zación social. En pocas palabras, es necesario construir un mac.
generalmente las autoridades,2 como respuesta a acciones que consideran El mac, concepto usado generalmente por los sociólogos políticos,
injustas. La queja aparece generalmente después de eventos concretos que es un discurso con el poder simbólico para transformar quejas en razones
evidencian las inequidades en la distribución del poder o la riqueza entre por las que vale la pena movilizarse7 y para hacer que aquellas cosas que
distintos actores,3 o bien, cuando dichos eventos alteran las relaciones entre son consideradas como “naturales” sean vistas como problemas sociales o
los quejosos y los actores sujetos de queja.4 Un ejemplo es la expropiación políticos. En otras palabras, los mac explican la manera en que algunos te-
de tierra en condiciones consideradas como injustas, el incremento despro- mas se vuelven moralmente urgentes a pesar de los riesgos asociados y de
porcionado en las tarifas de servicios básicos como es el agua o la aproba- las pocas probabilidades de éxito.8 Un claro ejemplo es la problematización
ción de regulaciones que no reconocen el papel sociocultural de los usos y de las políticas de privatización de los sapa. Desde una perspectiva técni-
costumbres. ca y económica, la privatización de servicios en algunos países de Améri-
Como argumentaremos en este capítulo, las principales fuentes de ca Latina se ha visto como una herramienta “natural” e “inevitable” para
queja en los casos de Bolivia y México no eran simplemente las políticas pú- mejorar la cobertura y la calidad de los sapa en las últimas décadas (véase
blicas en sí mismas. Si escarbamos y problematizamos las quejas con mayor la discusión sobre Bolivia en los capítulos anteriores). Por esta razón, cual-
detalle, es evidente que el timing, el discurso y la forma en que se condujo el quier movimiento de oposición debe revelar los problemas sociales y polí-
proceso de políticas públicas se conjuntaron para galvanizar el descontento ticos asociados a dicho esquema e introducir al debate nuevas dimensiones
de distintos grupos sociales. de conflictividad. En otras palabras, es necesario superar “la movilización
Ahora bien, una queja no es suficiente para explicar una movilización del sesgo”,9 desnaturalizar las políticas públicas y despojarlas de su aura de
social. Incluso si nos da una idea de las razones por las cuales un grupo inevitabilidad.
decide movilizarse, la queja en sí misma carece del poder explicativo para El caso del proyecto aeroportuario constituye un ejemplo similar. Des-
determinar el alcance, la durabilidad y los resultados de una movilización. de una perspectiva gubernamental y de desarrollo, un aeropuerto puede ser
Más aún, el hecho de que la queja puede ser transformada en una demanda visto como un símbolo de modernización y desarrollo económico. General-
más concreta no siempre es evidente para todos los participantes potencia- mente se considera que es esencial para apoyar el comercio, el crecimiento
les de un movimiento social. La queja debe ser reinterpretada y “traducida”,
de tal manera que los integrantes de un grupo se puedan identificar con ella 5
Tarrow, “Mentalities”, 1992, p. 177.
6
Della Porta y Diani, Social, 1999, p. 68, y Tarrow, Power, 1992, p. 177.
1 7
Véase Gamson, “Social”, 1992; Tarrow, Power, 1992. Snow y Benford, “Master”, 1992, y Tarrow, “Mentalities”, 1992, y Power, 1994.
2 8
Tarrow, “Mentalities”, 1992. Snow et al., “Frame”, 1986, p. 466.
3 9
Lukes, Power, 1974, y Plattner, “Introduction”, 1989, p. 16. Véase Bachrach y Baratz, “Two”, 1962, p. 949; Lukes, Power, 1974, y Schattschneider, Semi-
4
Tilly, “Politics”, 2003, p. 198. sovereign, 1960.

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146 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 147

económico y la movilidad humana en general. Sin embargo, desde un ángu- debe ser lo suficientemente “flexible”16 para adaptarse a circunstancias cam-
lo distinto, un aeropuerto puede también representar un fuerte golpe para biantes y atraer a aliados poderosos. Para cumplir con ambos objetivos de
la fábrica social de aquellas comunidades que son desplazadas y conllevar manera simultánea, los símbolos y los insumos discursivos que haya a la
impactos ambientales irreversibles. Mostrar estos aspectos es parte del pro- mano deben ser trabajados y adaptados.17 Como mostraremos a lo largo
ceso de problematización, necesario para articular la oposición en contra de de este capítulo, las estrategias discursivas utilizadas por ambos movimien-
este tipo de proyectos. tos sociales para problematizar las políticas públicas en cuestión, construir
Una vez que un movimiento ha ganado legitimidad y ha justifica- identidades colectivas y crear recursos de negociación contribuyeron a que
do su existencia en la arena pública, dicha problematización debe servir la oposición ante ambos proyectos fuera efectiva.
también para convencer a simpatizantes y aliados potenciales de que vale Podría decirse que este enfoque sobreestima el papel de los líderes y
la pena movilizarse y participar en distintas actividades del movimiento, niega la capacidad de agencia de otros simpatizantes dentro de los movi-
incluso si hay una probabilidad importante de que este sea reprimido. De mientos sociales. Sin embargo, en línea con otros autores, como Castells y
esta manera, el mac constituye un instrumento discursivo que requiere de Tilly,18 debemos añadir que las experiencias diarias que parecen no tener
elaboraciones simbólicas con el poder para incrementar las capacidades de importancia en sí mismas —tales como una reunión en un bar o algún en-
reclutamiento, activar recursos organizativos y acceder a aliados poderosos. cuentro casual en la calle— constituyen espacios sumamente importantes
Utiliza como insumos las identidades colectivas que ya existen, las culturas para el intercambio de información. De esta manera, el mac debe ser visto
políticas, las tradiciones culturales, distintos elementos ideológicos y justifi- como un discurso que se construye a partir de expresiones de largo plazo,
caciones de por qué un grupo debería actuar de manera colectiva. El men- incluyendo las identidades colectivas y las culturas políticas, las cuales de
saje y la manera en que este es propuesto influyen en las posibilidades de hecho resultan de la regularidad en la vida diaria. Es decir, un mac cons-
que una movilización ocurra o no.10 tituye un medio que se construye en el corto plazo, pero que depende de
El mac no puede asumir que los participantes de un movimiento so- insumos que se han ido construyendo a lo largo de muchos años. El líder
cial son homogéneos. Incluso si comparten una queja, estos tienen distintos no inventa identidades o tradiciones, las incorpora en discursos, pronun-
antecedentes, intereses y opiniones sobre distintos aspectos de la vida.11 En ciamientos públicos y entrevistas con los medios. Por lo tanto, negamos la
este contexto, el mac influye sobre quién y por cuánto tiempo se moviliza12 capacidad de aquellos que no son “líderes”, lo que afirmamos es que sus
y, por tanto, no puede ser una simple proyección de la cultura y la identi- contribuciones quedan implícitas en los insumos que los líderes utilizan
dad colectiva en el campo político.13 El principal desafío de los líderes es para construir los mac.
enmarcar las quejas de tal manera que un movimiento social gane suficiente Desde la perspectiva de los llamados nuevos movimientos sociales
masa crítica.14 Por un lado, el mac debe ser lo suficientemente “familiar”15 (nms), las juntas, los encuentros en las calles y las reuniones sociales más
para ser entendido por los simpatizantes de un movimiento y, por otro lado, ordinarias —cumpleaños, bautizos, etc.— son de suma importancia para la
construcción de identidades colectivas. En pocas palabras, hay una relación
10
Gamson, Power, 1992, p. 58; Snow y Benford, “Master”, 1992, pp. 133-137; Tarrow, “Men-
dialógica entre estos procesos de formación de identidad, durante las fases
talities”, 1992, pp. 174, 180, y Zald, “Looking”, 1992, p. 332. no visibles de la movilización, y los discursos que los líderes de un movi-
11
Este argumento ya fue explorado con anterioridad por Manuel Castells al concluir que los miento publicitan en la arena pública.19
movimientos sociales urbanos no se definen por la lucha de clases y al concluir que un movimiento
social puede estar compuesto por individuos de varias clases sociales o de un subgrupo cultural en
16
particular. Véase Castells, City, 1983. Al hablar de los mac entenderemos el término “flexible” como la medida en la que un discur-
12
Friedman y McAdam, “Collective”, 1992, p. 156. so puede ser atractivo y puede ser adoptado por sus integrantes y por otros simpatizantes y aliados
13
Tarrow, “Mentalities”, 1992, p. 109. potenciales, sin que implique una contradicción fundamental entre su contenido y las creencias de
14
Marwell y Oliver, Critical, 1993, pp. 1-4. estos últimos.
15 17
Al hablar de los mac entenderemos el término “familiar” como la medida en la que un dis- Snow y Benford, “Master”, 1992, p. 136, y Tarrow, Power, 1994, p. 109.
18
curso hace referencia a circunstancias y símbolos que son bien conocidos por los integrantes y por Castells, City, 1983, y Tilly, “Politics”, 2003.
19
los simpatizantes potenciales de un movimiento. Para una discusión más amplia sobre esta relación dialógica, véase Steinberg, “Talk”, 1999.

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148 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 149

Como analizaremos más adelante, la Coordinadora y el Frente de lores porque los individuos esperan redefinir un valor cultural o promover
Pueblos en la ciudad de México ilustran algunas formas en que esta rela- cierta ideología.22 Una acción puede también estar orientada a ganar espa-
ción dialógica puede ocurrir. Más aún, las principales diferencias entre uno cios de poder porque el éxito depende de que un grupo gane el derecho a
y otro casos de estudio se explican porque dicha relación dialógica puede participar en el proceso de políticas públicas. Otra posibilidad es la orien-
ser facilitada u obstaculizada por otros aspectos, incluyendo las estructuras tación a la participación porque los individuos anticipan cierta satisfacción
organizativas y los elementos que conforman una oportunidad política en personal derivada del acto mismo de movilización per se, quizá como parte
un momento dado. Estas diferencias son determinantes de la capacidad de un proceso de reafirmación de sí mismos.
de un movimiento para mantener e incrementar su legitimidad y cohesión El tercer indicador son las características organizacionales, las cuales
interna. se refieren a un conjunto de canales de comunicación y otras formas de
Una segunda condición es la existencia de estructuras de moviliza- organización, conexión y construcción de redes que facilitan la interacción
ción y de otros activos organizacionales que puedan sustituir la falta de ac- entre una o más organizaciones de un movimiento social y entre estas y
ceso a recursos materiales e institucionales. Las estructuras de movilización sus seguidores. Por ejemplo, un movimiento puede ser vertical y muy je-
proveen canales que pueden ser usados para publicitar y poner en práctica rárquico, con una estructura piramidal, o bien, una red menos jerárquica,
los discursos y marcos colectivos que han sido construidos. No importa organizada de manera más flexible y horizontal. Como explicaremos más
qué tan graves sean las quejas o qué tan poderosos son los mac, un mo- adelante, aquí radica una diferencia clave entre la Coordinadora y el Frente
vimiento social debe tener a la mano recursos organizativos para difundir de Pueblos. Aunque ambos casos muestran una estructura que asemeja una
sus quejas y demandas, reclutar simpatizantes, formar alianzas estratégicas especie de asociación de asociaciones, la primera era mucho más descentra-
y sostener sus actividades beligerantes a lo largo del tiempo. En palabras lizada y menos jerárquica en comparación con la segunda.
de Klandermans, “el potencial de movilización resulta de poca utilidad si El cuarto y último indicador —la composición de campos multiorga-
los movimientos sociales no tienen acceso a redes que les permitan llegar a nizacionales— se refiere a los vínculos que una organización de un movi-
la gente”.20 En este sentido, Klandermans propone cuatro indicadores que miento social establece con la finalidad de alcanzar sus distintos objetivos.
deben ser analizados para entender la capacidad de un movimiento social Hasta cierto punto se trata de una medida de su capacidad para contactar
para ganar apoyo: 1) la magnitud del potencial de movilización; 2) la orien- y atraer aliados poderosos que pueden incrementar el potencial de movili-
tación de la acción; 3) las características organizativas, y 4) la composición zación o facilitar el éxito de un movimiento social de otras maneras. Algu-
de los campos multiorganizacionales. nos de estos aliados pueden incrementar la capacidad de negociación de un
Los primeros dos indicadores se encuentran estrechamente relaciona- movimiento social a partir de sus propios recursos, incluyendo el acceso a
dos con los procesos de enmarcamiento discursivo explicados más arriba. caminos u otra infraestructura pública que puede ser bloqueada como par-
Por un lado, la magnitud del potencial de movilización se puede definir te de una estrategia más amplia de movilización. En otros casos, los aliados
como “la proporción de individuos en una sociedad que estarían dispuestos complementan las actividades de protesta de un movimiento social con ac-
a mostrar su apoyo por un movimiento social”.21 Sin embargo, quién está tividades más convencionales. Este es el caso, por ejemplo, de académicos
dispuesto a movilizarse depende de que las situaciones se enmarquen dis- y asesores técnicos que ayudan a descifrar la complejidad de las leyes exis-
cursivamente como injustas y de que las quejas se transformen en deman- tentes o a proveer argumentos para la problematización de políticas públi-
das más concretas. Por otro lado, el término orientación de la acción se refiere a cas, como se explicó más arriba. Ambos casos de estudio son ilustrativos de
los objetivos que los individuos esperan obtener al apoyar un movimiento este tipo de procesos.
social. Por ejemplo, una acción puede estar orientada a la promoción de va-
22
Algunos de los llamados “nuevos movimientos sociales” —ejemplo: el movimiento ambienta-
20
Klandermans, “Theoretical”, 1993, p. 388. lista, el movimiento feminista o el movimiento lgbt— podrían clasificarse de acuerdo con este tipo
21
Ibid., p. 286. de acción.

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150 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 151

Finalmente, los teóricos de los movimientos sociales han enfatizado la Cuadro 1. Oportunidades políticas: matriz analítica
existencia de oportunidades políticas como una condición importante para para comparar casos de estudio
que tenga lugar la acción colectiva de carácter beligerante.23 Definida como
el realineamiento de las fuerzas políticas, de tal forma que viejos y nuevos Volátil Estable
actores encuentran espacios para volverse más visibles, una oportunidad
política representa una oportunidad para que los grupos beligerantes blo- (I) (II)
queen las iniciativas gubernamentales. Es un momento en que los grupos • Distribución y alineación de par- • Estructura del Estado

Cultural Institucional
sociales que han sido excluidos sistemáticamente de las decisiones de políti- tidos políticos • Relaciones entre el Estado y la
ca pública, pueden ganar la atención de las autoridades.24 • Apertura relativa del proceso de sociedad civil
Aunque no hay mucho consenso sobre los elementos que confor- políticas públicas
man una oportunidad política, una posible clasificación es la propuesta por
Gamson y Meyer,25 quienes sugieren cuatro categorías a partir del entrecru- (III) (IV)
zamiento de dos categorías: oportunidades estables versus volátiles y oportu- • Opinión pública • Cultura política
nidades culturales versus institucionales (véase cuadro 1). Dependiendo del • Posicionamientos de los medios
caso, hay distintas variables que resultan útiles para estudiar diferentes as-
Fuente: elaboración propia con base en Gamson y Meyer, “Framming”, 1996.
pectos de la estructura de oportunidad política. Por ejemplo, los elementos
estables hacen más sentido al hacer comparaciones transversales, mientras
que los elementos volátiles son más útiles para comparaciones a lo largo
del tiempo.26 En relación con la categoría institucional-volátil, es importante estu-
En el caso de América Latina, el estudio de las oportunidades políticas diar los grados de apertura relativa del proceso de decisiones.29 En este
se ha centrado en gran medida en las variables estables-institucionales y, de sentido, conceptos usados por analistas de política como ventanas de oportu-
manera más concreta, en los procesos macropolíticos que tuvieron lugar nidad 30 y puntuaciones de gran escala,31 son útiles para entender las oportuni-
desde mediados de la década de 1980, o bien, en lo que Fox llama la “alta dades políticas que surgen a partir de la instrumentación de ciertas políti-
política” (high politics).27 En este sentido, hay autores que se han enfocado en cas públicas, como sucedió precisamente con los dos casos de estudio que
las maneras en que los movimientos sociales contribuyeron a los procesos estamos analizando a detalle. Por desgracia, hay pocos autores que hayan
de redemocratización, detonando cambios en las estructuras del Estado y usado estos conceptos para complementar el análisis de movimientos socia-
en las relaciones entre este y la sociedad civil.28 les y de los escenarios de conflictividad en los que estos se desenvuelven.
Desde la perspectiva de las estructuras de oportunidad política, las varia-
23
Jenkins, “Politics”, 1985, y Tarrow, “Mentalities”, 1992. bles del proceso de decisión son tratadas de manera exógena y muy pocas
24
Domínguez, “Collective”, 2005, p. 14.
25
Gamson y Meyer, “Framing”, 1996.
26
Ibid., pp. 278, 281.
27
Fox, Politics, 1997, p. 392. adicionales son el trabajo de Garretón, “Popular”, 1989, sobre el papel de las asociaciones de vecinos
28
Sólo por mencionar algunos ejemplos, en el caso de México, Foweraker, “Popular organi- durante el régimen de Pinochet en Chile; Mainwaring, “Grassroots”, 1989, pp. 168-199 sobre la ma-
zation”, 1990, y Popular, 1993, ilustra la forma en que el sistema del pri cambió paulatinamente el nera como los movimientos urbanos populares contribuyeron a y fueron influidos por las respuestas
terreno legal e institucional después de 1968, lo que dio forma e influyó en las respuestas de los estatales durante la democratización en Brasil, y Van Cott, From, 2005, sobre la contribución de los
movimientos sociales. De forma similar, los trabajaos de Foweraker y Cusminsky, “Los movimien- movimientos indígenas a los procesos de democratización en Argentina, Bolivia, Colombia, Perú
tos”, 1989; Foweraker, “Popular movements”, 1990, y Tamayo, “Neoliberalism”, 1990, analizan las y Venezuela. Los trabajos de Hipsher, “Democratic”, 1998, y de Van Cott, “From”, 2003, también
coyunturas políticas y económicas que debilitaron al Estado mexicano y facilitaron la articulación de caen en esta categoría.
29
un amplio movimiento de oposición en 1988. Bruhn, “Seven”, 1997, y Fox, “Difficult”, 1997, también Burstein et al., “Success”, 1996, p. 288.
30
se enfocan en este capítulo histórico de la política mexicana, pero extienden el análisis para incorpo- Kingdon, Agendas, 1984.
31
rar el impacto que dichas movilizaciones tuvieron en el mediano y largo plazos. Algunos ejemplos Baumgartner y Jones, Agendas, 1993.

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152 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 153

veces son teorizadas.32 En el caso de los aspectos culturales-estables, vale la LA GUERRA DEL AGUA EN COCHABAMBA
pena mencionar el análisis histórico-estructural de autores como Eckstein33
o Wickham-Crowley sobre la manera en que algunos factores culturales y Quejas en Cochabamba: tarifas, leyes y secrecía
estructurales influyen en los intereses, niveles de compromiso y repertorios
de acción colectiva, sólo por mencionar algunas variables. En el capítulo i mostramos que los agricultores que viven en las afueras de
En el caso de la Guerra del Agua y del conflicto generado por el pro- la ciudad de Cochabamba ya se habían movilizado contra las políticas de
yecto aeroportuario, hay elementos de los cuatro cruces presentados en el agua, mucho antes de 2000, principalmente contra la perforación de po-
cuadro 1 que vale la pena analizar, pero, sobre todo, es importante men- zos, que había sido promovida por el Servicio de Agua Potable y Alcanta-
cionar que las oportunidades políticas deben analizarse junto con otras va- rillado (Semapa) y otras autoridades oficiales. En línea con teóricos como
riables mencionadas anteriormente —por ejemplo: discursos, estructuras de Tarrow,35 vale la pena hacernos una primera pregunta: ¿cuál era entonces la
movilización y aliados poderosos–. En pocas palabras, las dimensiones ana- queja concreta que detonó un movimiento social de la intensidad y alcance
líticas propuestas funcionan como una especie de prisma caleidoscópico: como el que fue liderado por la Coordinadora durante la Guerra del Agua?
si una variable se mueve, las otras responden y se ajustan, generando una La respuesta requiere de una perspectiva histórica. En sus inicios, el
nueva combinación de figuras y colores. Semapa dependía principalmente de fuentes de agua superficiales tales como
De esta manera, la dinámica interna de un movimiento social y las la reserva de Escalerani, en la municipalidad de Tiquipaya (véase mapa 1
decisiones estratégicas de un grupo beligerante se conectan con los con- del capítulo i), de tal manera que la perforación de pozos constituía algo ex-
textos sociopolíticos más amplios y, para los propósitos de este libro, se co- cepcional y realmente no figuraba como una de las principales políticas para
nectan también con las decisiones y las iniciativas de política pública que resolver los problemas de abastecimiento de agua en las áreas urbanas. Por
son promovidas por los actores institucionales. En este sentido, debemos lo tanto, las movilizaciones eran escasas, dispersas y en general reflejaban la
señalar que las precondiciones y las condiciones para la acción colectiva no oposición social a que se perforara en sitios muy particulares. Sin embargo,
se registran de manera secuencial. No suceden unas después de las otras, dos cosas cambiaron en la deácada de 1990. Por un lado, la falta de alterna-
siguiendo una cadena de causalidad perfecta. Al contrario, pueden coinci- tivas de política pública para solucionar los problemas de abastecimiento de
dir en el tiempo y están estrechamente interconectadas y correlacionadas agua en Cochabamba obligó al gobierno a intensificar la explotación de agua
entre sí, de manera sensible a los contextos. En palabras de Charles Tilly, subterránea (véase subtítulo de la p. 42) y, por otro, los campesinos en Co-
“el dónde y el cuándo ocurren los procesos políticos influye sobre la mane- chabamba experimentaron un proceso de aprendizaje antes de concientizarse
ra como ocurren”.34 plenamente sobre los efectos ambientales que dicha política conllevaba.
Dicho ambientalismo se basaba no necesariamente en argumentos
conservacionistas, es decir, en una división artificial entre naturaleza y so-
ciedad, o en la idea de que la naturaleza tiene un valor intrínseco. Después
de todo, la extracción de agua en Cochabamba no sólo amenazaba la dispo-
nibilidad de un recurso natural vital y la sostenibilidad de un ecosistema de-
32
En el caso de América Latina, algunos ejemplos incluyen el trabajo de Nash, “Interpreting”, terminado, sino la viabilidad de una organización económica y una forma
1992, sobre las protestas en contra de las políticas de estabilización en Bolivia; Ramírez Saiz, Cambio,
1990, y Varley, “Clientelism”, 1993, y “Clientelismo”, 1994, sobre la influencia de los movimien- de vida; se trataba de lo que autores como Guha y Martínez-Alier llaman
tos urbanos populares sobre las políticas de tenencia de la tierra en la ciudad de México; Walton, “ambientalismo de los pobres”.36
“Debt”, 1989, y Walton y Seddon, Free, 1994, sobre las movilizaciones sociales que surgieron ante la
aplicación de medidas de austeridad en América Latina en la década de 1980, y Zamosc, “Peasant”,
35
1989 sobre la relación entre los movimientos campesinos y la instrumentación de políticas agrícolas Tarrow, Power, 1994.
36
en Colombia en la década de 1970. Para Guha y Martínez-Alier, el “ambientalismo de los pobres” se origina a partir de conflic-
33
Eckstein, “Power”, 1989, y Wickham-Crowley, “Winners”, 1989. tos y luchas sociales por acceder y controlar los recursos naturales. Para una discusión más deta-
34
Tilly, “Why”, 2007, p. 420. llada, véanse Guha y Martínez-Alier, Varieties, 2000, pp. xii-xiv, y Martínez-Alier, Environmentalism,

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154 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 155

Para los regantes, las implicaciones naturales y sociales de la gestión en 1999 el gobierno declaró desierto el proceso de licitación del Semapa y
del agua van de la mano. De esta manera, la queja sólo puede entenderse Misicuni y anunció el inicio de negociaciones para llegar a un acuerdo con
en relación con ambas preocupaciones: tanto la preservación de la naturale- Aguas del Tunari (adt) (véase subtítulo de la p. 42). Esta decisión no era
za, como el deseo de mantener el poder para controlar la gestión del agua, legal porque, en todo caso, el gobierno debía organizar un nuevo proceso
recurso que era esencial para su productividad agrícola. Se trataba de una de licitación. A pesar de la secrecía con que se negoció con adt, había poca
lucha constante desde los tiempos coloniales y los episodios más recientes oposición por parte de los grupos urbanos de Cochabamba.
incluían la resistencia a dos iniciativas que ponían en peligro las formas tra- Una de las pocas reacciones fue la creación del Comité de Defensa
dicionales de manejo del agua en áreas rurales: la Ley de Participación Po- del Agua y la Economía Popular (Codaep), una organización que reunía
pular y la oposición a la nueva legislación del agua en 1998.37 a representantes de arquitectos, ingenieros, abogados, economistas y otras
En este contexto, los regantes se dieron cuenta desde la década de asociaciones de profesionales y que eventualmente contribuyeron también a
1990 de que la extracción de agua subterránea en un sitio determinado no formar la Coordinadora.39 El Codaep publicó varios boletines de prensa, or-
constituía un hecho aislado sino que era parte de una estrategia regional ganizó pláticas informativas y reuniones en la plaza central de Cochabamba.
promovida desde las instituciones del gobierno. La naturaleza de la queja El principal objetivo era advertir a la población sobre las irregularidades en
cambió y, en consecuencia, la resistencia se trasladó de la escala local a la la concesión y el incremento potencial en las tarifas de agua debido, por un
escala regional.38 Como más adelante se explica con mayor detalle, los re- lado, a la manera como se estaban llevando a cabo las negociaciones entre el
gantes se volvieron más organizados y el movimiento más cohesivo y fuer- Semapa y adt y, por otro, a la manera en que Misicuni había sido incluido
te. Y sin embargo, el conflicto nunca alcanzó los niveles que alcanzaría con como parte de los requisitos para obtener la concesión de los sapa.
la Guerra del Agua en 2000; tampoco llegaría a tener las mismas implica- Pero en general, el Codaep fracasó en su intento de conseguir sufi-
ciones. En contraste, el movimiento de resistencia se detuvo parcialmente cientes simpatizantes y no pudo organizar un movimiento de resistencia
y la llamada Guerra de los Pozos en la década de 1990 tuvo un final re- efectivo. Al menos en esa primera etapa, un buen número de organizacio-
lativamente feliz cuando el Semapa “convenció” a los regantes de que era nes urbanas que más tarde tendrían un papel protagónico en la Guerra del
necesario continuar con la perforación de pozos para satisfacer la demanda Agua, como la Federación de Fabriles de Cochabamba (ffc) o la Asocia-
de agua en la ciudad de Cochabamba. Por lo tanto, el déficit de agua y las ción de Sistemas de Agua del Sur de Cochabamba (Asicasur), no hicieron
políticas que fueron instrumentadas como respuesta no son suficientes para caso a los llamados y advertencias del Codaep. La población urbana no
entender el surgimiento de un movimiento social amplio como el que fue percibía que el incremento en las tarifas de agua constituyera una amenaza
liderado por la Coordinadora en 2000. seria y, en general, parecía desconfiar del Codaep debido a que esta organi-
Si tratamos de identificar una queja concreta como precondición para zación cuestionaba la viabilidad de Misicuni en el contexto de los acuerdos
el surgimiento de un movimiento social, debe haber algo más que detonó alcanzados por el Semapa y adt. En palabras de un congresista que fungió
la alianza entre grupos rurales y urbanos para oponerse a la política de pri- como fundador de esta organización, “la gente, crédula e inocente, de he-
vatización que fue promovida por el gobierno y que eventualmente provo- cho creía que Cochabamba finalmente tendría Misicuni y que los proble-
có que el movimiento escalara. Como se explicó en capítulos anteriores, mas del agua serían finalmente resueltos [...] por eso dudaban de la infor-
mación provista por el Codaep”.40
2002. Por supuesto, este concepto resulta controvertido en aquellos casos en que es posible identifi- En otras palabras, hacia finales de 1999 la queja no se relacionaba con
car una especie de “antiambientalismo” de los pobres; es decir, cuando la lucha que sostienen gru- ningún cambio material importante, como podía ser el fin de una forma de
pos en situación de pobreza y marginación para mantener el control de recursos naturales genera
situaciones de depredación de los mismos.
37
Para una revisión histórica de estas luchas y sus significados sociales, véase Lagos, Autonomía,
39
1997. Maldonado, H2O, 2004, p. 26; entrevistas a Osvaldo Pareja y a Gonzalo Maldonado, Cocha-
38
Los Tiempos, “¿Conflicto…?”, 1998, y Perreault, “Reestructuración”, 2005. Para una discu- bamba, Bolivia, 5 y 12 de septiembre de 2005, respectivamente.
40
sión general sobre las implicaciones de este tipo de cambios, véase Tarrow, New, 2005, p. 32. Entrevista a Gonzalo Maldonado, Cochabamba, Bolivia, 12 de septiembre de 2005.

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156 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 157

sustento, el incremento del gasto en agua o una reducción del ingreso dispo- nar al gobierno a que cambiara la Ley 2029. Aunque la respuesta organizada
nible. Al menos en este punto, el único efecto visible de la concesión a adt en las áreas rurales fue contundente, todavía no había ninguna coalición en-
era la condición que se les había impuesto a los inversionistas de instrumen- tre grupos rurales y urbanos así es que la resistencia no ganó suficiente masa
tar el pmm. Más allá de esto no había ningún evento concreto que evidenciara crítica. La reacción urbana no se registró realmente hasta enero de 2000. De
las inequidades en el acceso y ejercicio del poder entre distintos actores. pronto, las cuentas de agua mostraron incrementos de hasta 150% en varias
Esto cambió en los meses siguientes. Ya que la concesión a adt care- zonas de la ciudad y adt anunció que dicho aumento era necesario para que
cía de sustento legal, el gobierno debía proveer alguno. Dos semanas más la compañía pudiera cumplir con sus compromisos, incluyendo la instrumen-
tarde, el gobierno se apresuró a aprobar la nueva ley de alcantarillado y tación del pmm. Aunque el Codaep había advertido sobre esta posibilidad
agua potable.41 De esta manera, la Ley 2029 —promovida por el Ministerio desde la segunda mitad de 1999,44 la gente no lo creyó hasta que recibieron
de Vivienda en octubre de 1999— buscaba subsanar la falta de un marco las nuevas cuentas de agua. Ahora sí había una queja mucho más concreta
legal y facilitar la transferencia de los sapa a los concesionarios privados. El y visible. En palabras de uno de los asesores técnicos de la Coordinadora,
proceso de aprobación estuvo rodeado de tanta secrecía que la Federación “cuando ves un aumento en las tarifas de agua de entre 100 y 200%, entonces
de Regantes de Cochabamba (Fedecor) no le prestó atención. De hecho, sí entiendes lo que ellos [los miembros del Codaep] te estaban diciendo y esto
los regantes pensaron que trataba acerca del consumo y gestión del agua en ayudó a que el movimiento social ganara la confianza de la gente”.45
áreas urbanas y que no se relacionaba con las fuentes de agua.42 El incremento en las tarifas de agua constituyó una queja compartida
Mientras se organizaban talleres con representantes de la Fedecor y y legítima que generó enojo e indignación en muchos grupos urbanos. Sin
funcionarios de gobierno para discutir los principios y posible contenido de embargo, hubo otros dos factores que también contribuyeron a que el mo-
una nueva ley de agua —la cual supuestamente se enfocaría al tema de las vimiento escalara y que prepararon el escenario para una alianza urbano-
fuentes de abastecimiento—, el gobierno había ya aprobado la Ley 2029. En rural mucho más fuerte: 1) la concientización de amplios sectores de la po-
teoría, este instrumento legal no afectaba los usos y costumbres en las áreas blación de que el gobierno había preparado la concesión a adt y aprobado
rurales, excepto por un último artículo transitorio que fue introducido jus- la Ley 2029 en un ambiente de secrecía, y 2) las respuestas indiferentes de
to antes de que fuera aprobada.43 Dicho artículo transitorio abría la puerta distintos funcionarios del gobierno cuando el movimiento social comenzó
para que el concesionario solicitara la expropiación de las fuentes de agua a surgir en Cochabamba.
si lo consideraba necesario para cumplir con sus obligaciones contractuales.
Y ciertamente, dicha medida incluía también las fuentes de agua localiza-
das en las municipalidades rurales alrededor de la ciudad de Cochabamba, Alianzas rurales-urbanas y la importancia de los marcos de acción colectiva (mac)
como El Paso, Tiquipaya, Quillacollo y Vinto (véase mapa 3 del capítulo
i; Ley 2029). Por lo tanto, al final del día, la Ley 2029 sí afectaba los usos La construcción de un discurso o mac adecuado fue particularmente impor-
y costumbres y, de nuevo, ponía en riesgo el poder que los regantes tenían tante en el caso de la Guerra del Agua, ya que la Coordinadora46 represen-
sobre algunas fuentes de agua. taba una colección de diferentes grupos urbanos y rurales. Era una “organi-
Liderados por la Fedecor, campesinos de los distintos valles de Cocha- zación de organizaciones”47 que era extremadamente diversa y, por tanto, el
bamba organizaron marchas y bloqueos en noviembre de 1999 para presio- mac constituía un elemento clave para darle cohesión y sentido de dirección.
Más allá de los detalles organizacionales, que analizaremos con mayor detalle
41
Entrevista a Carlos Crespo, Cochabamba, Bolivia, junio de 2005.
42 44
Entrevista a Gonzalo Maldonado, Cochabamba, Bolivia, y Peredo et al., Regantes, 2004, pp. Pareja, “Misicuni”, 1999.
45
86-87, 123. Entrevista a Samuel Soria, Cochabamba, agosto de 2005.
43 46
Una comparación entre varios borradores que fueron discutidos en el Congreso, muestra La Coordinadora fue fundada el 9 de diciembre de 1999. Pero incluso cuando tenía represen-
que este artículo no fue incluido sino hasta la última versión, justo antes de que fuera aprobada tantes de algunos grupos urbanos y rurales, la respuesta general de la población fue muy limitada.
47
definitivamente. García Linera et al., Sociología, 2004, p. 634.

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158 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 159

en las siguientes secciones, el principal reto era construir una identidad que no habían sido conectados; 2) la extensión de un marco discursivo para cu-
cumpliera con los requisitos de familiaridad y flexibilidad, de forma que pu- brir a un grupo más amplio de simpatizantes y, finalmente, 3) la sustitución
diera ser compartida por distintos simpatizantes.48 Y sobre todo, es importan- de un universo discursivo por otro.
te recordar que había grupos representando a sectores de la población que La identidad “sombrilla”, compartida por los grupos urbanos y ru-
tan sólo unos años atrás habían manifestado intereses opuestos en el medio rales que apoyaban a la Coordinadora, fue sólo posible gracias al vínculo
de otro conflicto por el agua: el conflicto entre usos urbanos y rurales durante entre dos discursos que habían permanecido sin conexión, o bien, que sólo
la llamada Guerra de los Pozos (véase subtítulo de la p. 42). se habían conectado de manera circunstancial y tangencial. Uno de ellos se
Sin embargo, dicho discurso se basaba en un argumento, muy sencillo basaba en los usos y costumbres que los regantes mantienen en las áreas
pero muy poderoso: la idea de que el agua es una condición para la repro- rurales de Cochabamba. El otro se basaba en la idea de la defensa de la
ducción de la vida, que el derecho al agua es inmutable y, por tanto, que economía popular y en la demanda generalizada por instrumentar mayores
su administración le concierne a todos. A partir de este argumento fue po- niveles de control social sobre las políticas promovidas desde el Estado; es
sible construir una identidad compartida pues la mercantilización del agua decir, por construir una democracia más participativa. En este sentido, ha-
y la privatización de los sapa no sólo afectaba a aquellos que manejaban las bía tres elementos discursivos que estaban presentes en ambos mac y que
fuentes de abastecimiento en el área rural, sino a aquellos que debían pagar funcionaron como una especie de bisagra entre lo rural y lo urbano.
tarifas más altas en la ciudad.49 En primer término, debemos mencionar la importancia de la solidari-
El pronombre “nosotros” se refería a los afectados por las políticas de dad y la reciprocidad como valores fundamentales para sostener la fábrica so-
mercantilización del agua, como era el caso de la Ley 2029, y por los afecta- cial; ambos valores opuestos al individualismo y mercantilismo del discurso
dos por la concesión a adt. Entonces, el símbolo del agua como condición usado por los actores institucionales. El segundo ingrediente discursivo que
para la vida se convirtió en el tema principal que eclipsó los conflictos entre funcionó como “bisagra” entre los mundos rural y urbano fue la idea de la
los usos urbano y rural y permitió que surgiera una identidad “sombrilla”, gente o la multitud plebeya 51 como un cuerpo social o una colección de entida-
la cual hizo a un lado los enfrentamientos entre ambos grupos. El pronom- des sociales cuya movilización constituyó, casi de manera tautológica, una
bre “ellos” se refería a aquellos que, asociados con el capital privado y sin fuente de legitimidad para el movimiento social. Es decir, la idea de que la
consultar a la población, habían promovido políticas encaminadas a contro- Coordinadora no existía más allá de las demandas y preocupaciones de la
lar y apropiarse de dicho recurso. Más tarde, conforme fueron sucediendo gente, y que no existía más allá de la capacidad de la gente para organizar-
los eventos en Cochabamba, dicha identidad se referiría a aquellos que una se de manera autónoma y superar las formas tradicionales de movilización.
vez más se comportaban de manera represiva y se rehusaban a entender y En las entrevistas realizadas por el autor a voceros y líderes del movimien-
tomar en cuenta las necesidades y las expectativas de la gente. to, tanto urbanos como rurales, estos enfatizaron que la gente los llegó mu-
Sin embargo, como hemos dicho al inicio de este capítulo, un mac no chas veces a sobrepasar, forzándolos a ajustar sus decisiones porque era “la
es estático sino que cambia a lo largo de distintas fases de la acción colecti- gente”, y no los líderes, la que le daba vida a la Coordinadora.
va. Un análisis más sofisticado requiere identificar sus distintas transforma- Por ejemplo, vale la pena comparar las reflexiones de Óscar Olivera
ciones y la manera en que distintas identidades colectivas son desplegadas. —uno de los principales voceros del lado urbano de la Coordinadora— du-
En el caso concreto de Cochabamba en 2000, es posible reconocer por lo
menos tres procesos:50 1) la vinculación entre dos marcos que previamente 51
Este concepto, también usado como forma multitud, fue acuñado originalmente por el inte-
lectual boliviano René Zavaleta para referirse a la conformación de un bloque y construcción de
una identidad compartida por distintos grupos —campesinos, obreros y el pueblo en general—, en
48
Snow y Benford, “Master”, 1992, p. 136, y Tarrow, Power, 1994, p. 109. contraste con la identidad y la conciencia de cada clase en lo particular, como sería, por ejemplo, el
49
Entrevistas a Carlos Crespo y Óscar Olivera, Cochabamba, Bolivia, 2005. ser obrero o ser campesino. Se trata de un concepto que fue adoptado —y adaptado— por intelectuales
50
Para mayor detalle sobre la descripción teórica de estos procesos, véase Snow et al., “Frame”, y activistas como Álvaro García Linera, quien años después de la Guerra del Agua se convertiría
1986. La aplicación de estos conceptos teóricos al caso específico de la Guerra del Agua en Cocha- en vicepresidente de Bolivia, para referirse precisamente a esta conciencia compartida por distintos
bamba puede también encontrarse en Domínguez, “Discursos”, 2007. grupos. Véanse Zavaleta Mercado, Masas, 1983, y García Linera et al., Retorno, 2000, p. 151.

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160 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 161

rante una entrevista realizada por Ceceña52 con las ideas y anécdotas des- Cuando Omar Fernández de Fedecor vino, creo que él empezó a abrirnos
critas por Omar Fernández —el principal líder de los regantes–.53 Ambos los ojos un poco y dijo: “Hemos valorado su lucha [la lucha de los trabajado-
expresan ideas muy similares sobre el papel de “la gente” vis-a-vis el papel res fabriles de Cochabamba], la cual se circunscribe a las cuatro paredes de
de los líderes y voceros.54 esta planta [...] pero vengo aquí a decirles que quieren quitarnos un derecho
Estas prácticas discursivas y estrategias de enmarcamiento fueron fundamental que es el derecho al agua.” Esto nos hizo pensar mucho. Decidi-
también acompañadas de otros procesos, quizá menos visibles, de forma- mos que debíamos hacer algo más y desde entonces hubo una afinidad cer-
ción de identidad; es decir, procesos de identificación durante la propia ac- cana con el lado rural [del movimiento].57
ción colectiva y no necesariamente con anterioridad. Como lo expresaron
varios “guerreros del agua”, las barricadas, las marchas y los bloqueos se Por otro lado, el mac hizo posible la alianza urbano-rural con base en
convirtieron en espacios donde los desconocidos se encontraban e inter- elementos discursivos lo suficientemente flexibles como para atraer a otros
cambiaban y compartían experiencias personales. Al darse cuenta de que aliados poderosos, más allá de los regantes o las asociaciones de vecinos del
luchaban por la misma causa, sus sentimientos de solidaridad se reforza- sur de la ciudad. El principal de estos elementos es de carácter histórico-
ban. En pocas palabras, “las calles y los caminos eran espacios para el reco- ideológico y, de acuerdo con las visiones personales de los líderes sociales y
nocimiento mutuo”.55 académicos que simpatizaban con el movimiento social, hace referencia a la
El tercer y último elemento que funcionó como bisagra fue la idea larga lucha contra las elites injustas y los gobiernos represivos. Desde esta
muy simple de que el agua era una condición para la vida y, por tanto, que perspectiva, las movilizaciones de abril de 2000 fueron una primera señal
tiene un significado natural, social e histórico que trasciende cualquier va- de que habían revivido las formas y los niveles de movilización social que
luación económica. Como se explica con mayor detalle más adelante, en no se habían registrado desde 1986, después de la Marcha por la Vida.58
el caso de los regantes esta idea se basaba en los usos y costumbres cuyos En este contexto, el movimiento de resistencia encabezado por la
antecedentes históricos y culturales son muy amplios. En el caso de los gru- Coordinadora pudo ser enmarcado en el contexto de una guerra más lar-
pos urbanos, el valor cultural e histórico asignado al agua es mucho más ga y más amplia; una batalla que ya trascendía el descontento debido a la
ambiguo y menos visible. Sólo en las áreas de mayor marginación social y Ley 2029 o a la privatización de los sapa. En otras palabras, se convirtió en
económica —como el sur de la ciudad— es posible observar que dicho valor un capítulo más de la “historia larga” de Bolivia,59 la cual incluye eventos
no económico se deriva de los esfuerzos comunales llevados a cabo duran- como el sitio liderado por Túpac Katari en 1781, la Revolución de 1952 y
te las décadas de 1980 y 1990 para construir sistemas de agua tradicionales muchos otros episodios, cuando la gente, en particular la población indí-
con la finalidad de compensar por el acceso limitado a las redes formales de gena, ejerció su derecho “a ser guías del destino de la nación”.60 El último
agua y alcantarillado.56 capítulo de esta historia larga era la lucha contra las políticas neoliberales
Sin embargo, el mac publicitado por los regantes despertó un discurso que había comenzado quince años antes de la Guerra del Agua, cuando el
similar en la ciudad; un discurso para legitimar y justificar el apoyo de otros gobierno de Paz Estenssoro emitió el Decreto 21060 en 1985. Entonces, las
sectores urbanos, además de aquellos con altos grados de marginación so- circunstancias que catalizaron la Guerra del Agua, tales como las negocia-
cial y económica. En palabras de Óscar Olivera, uno de los voceros más ciones secretas entre autoridades oficiales y adt, facilitaron la extensión del
importantes y más visibles de la Coordinadora: mac. Para cuando la llamada “batalla final” se anunció, en abril de 2000,

52
Ceceña, Guerra, 2004, p. 72.
53 57
Peredo et al., Regantes, 2004, pp. 127-128. Entrevista a Óscar Olivera, Cochabamba, Bolivia, 2005.
54 58
Otros autores también coinciden en señalar esta fuente de legitimación para el movimiento La Marcha por la Vida fue una protesta en la que participaron alrededor de 30 000 personas.
social. Véase Albró, “Water”, 2005, p. 254. Tuvo lugar en agosto de 1986, después de que el gobierno anunciara el cierre de los centros mineros
55
Olivera, citado en Ceceña, Guerra, 2004, p. 74. Este argumento también se desarrolla con debido al colapso en los precios del estaño. Véase García Linera et al., Retorno, 2000, p. 125.
59
más detalle en Domínguez, “Discursos”, 2007. Entrevistas a Juan Ramón Quintana y Carlos Mamani.
56 60
Entrevista a Abraham Grandydier, Cochabamba, Bolivia, 2005. Entrevista a Carlos Mamani.

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162 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 163

era evidente que el pronombre “nosotros” no sólo se refería a aquellos que De nuevo, estas transformaciones en el discurso no fueron maquina-
se habían opuesto a las políticas privatizadoras en el sector agua, sino a to- das por un reducido grupo de líderes y voceros. Aunque estos actores de­
dos aquellos que se habían opuesto a las políticas neoliberales en general. sempeñaron sin duda un papel protagónico articulando el discurso que se
En este sentido, fue posible extender el universo de posibles simpatizantes proyectó en la esfera pública, el discurso fue también el resultado de una
y legitimar la participación de aliados importantes. Un claro ejemplo fueron relación dialógica entre las capas ocultas y las capas visibles del movimien-
los cocaleros de las áreas tropicales de Cochabamba, encabezados por Evo to social.62 Por ejemplo, los enfrentamientos con la policía forzaron a me-
Morales, como discutiremos más adelante. nudo a la multitud a dispersarse y correr de una barricada a otra. De esta
El tercer y último proceso de enmarcamiento —estrechamente relacio- manera, en el curso de muchos días de resistencia, los activistas tenían la
nado con la flexibilidad del propio mac— fue la sustitución de un universo oportunidad de conocer a gente con historias y antecedentes muy distintos,
discursivo por otro. Las demandas publicitadas por la Coordinadora cam- de compartir experiencias y, poco a poco, construir una identidad colectiva
biaron gradualmente, conforme evolucionó el conflicto y las posturas se que se volvió más fuerte en el contexto de las respuestas erróneas por par-
fueron radicalizando. Poco a poco cambiaron, de pedir que se revisaran el te del gobierno y de otras instituciones.63 Como se mencionó más arriba,
contrato de adt y el contenido de la Ley 2029, a una postura donde se de- las reuniones y asambleas del movimiento constituían espacios donde los
mandaba su respectiva cancelación y anulación. Estos cambios fueron una límites entre lo público, lo político y lo privado desaparecían. La discusión
respuesta a muchos errores políticos y operacionales que el gobierno come- abierta de temas vitales como el agua y la defensa del agua contribuyeron a
tió al instrumentar la nueva política del agua (véase capítulo ii para mayores una identidad compartida basada en las ideas de que el agua es para todos,
detalles). Como se explica más adelante, esta transformación en el discurso es vida y constituye un regalo de la Pachamama, la Madre Tierra.64
fue también crítica para el resultado final de la Guerra del Agua y para dar
cauce a las interacciones de mediano y largo plazo entre la política pública
y los movimientos sociales en Bolivia (véase capítulo iv). La Coordinadora del Agua: recursos organizacionales y aliados poderosos
Después de todo, como lo explica con mayor detalle Domínguez,61
cambios sutiles como el uso del verbo “cancelar” en lugar de “revisar” o Los procesos descritos en la última subsección se relacionan de manera es-
“anular” en lugar de “modificar”, implicaron también cambios sustantivos trecha con los recursos organizacionales de la Coordinadora y, sobre todo,
en dos aspectos del movimiento social. En primer lugar, se modificaron la con la magnitud de los potenciales de movilización y con la orientación de
orientación de la acción y la fuente de legitimidad en el espacio público. Se- la acción. Ya que los voceros fueron muy exitosos al enmarcar la resistencia
gundo, y como consecuencia del primer cambio, la identidad colectiva que como un esfuerzo para mantener un derecho fundamental, los simpatizan-
se había construido sufrió también modificaciones. En pocas palabras, se tes potenciales incluían a todos aquellos que vivían en los límites estipula-
reemplazó un universo discursivo en el que la validez y funcionalidad de dos como parte de la concesión de adt y que, por tanto, serían afectados
las fronteras institucionales como fronteras legítimas de la política y de las por el incremento en las tarifas y por la expropiación de fuentes de abaste-
políticas públicas eran cuestionadas, por otro universo discursivo en el que cimiento de agua. Al mismo tiempo, los grupos rurales de Cochabamba y
dichas fronteras debían ser completamente anuladas o sustituidas. Al final de otros departamentos donde los usos y costumbres serían afectados por la
del día, cuando la gente invadió las oficinas de adt y tomó control de la Ley 2029, se unieron también y contribuyeron al potencial de movilización.
administración del Semapa, los propios líderes no cayeron en la cuenta de El desplazamiento de un universo discursivo por otro, como se discu-
que el pronombre “nosotros” había cambiado de nuevo, y ahora no sólo se tió más arriba, también iba de la mano con un cambio en la naturaleza de
refería a aquellos que se oponen a políticas públicas injustas sino a quienes
pueden y deben tomar el control del proceso de políticas públicas. 62
Ibid.
63
Entrevista a algunos “guerreros del agua”, Cochabamba, Bolivia, junio de 2005.
61 64
Domínguez, “Discursos”, 2007, p. 226. Entrevista a Carlos Crespo, Cochabamba, Bolivia, junio de 2005.

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la acción colectiva. Aunque no hay una frontera clara entre ambas, es po- masa de simpatizantes que crecía o disminuía dependiendo de la situación
sible identificar dos fases: en primer término, la acción se había orientado en particular.
hacia el cambio de valores y la búsqueda espacios de poder, pero más tarde Esto no significa que todas las organizaciones que se unieron al movi-
cambió a una mezcla entre la búsqueda de espacios de poder y la participa- miento o que apoyaron a la Coordinadora fuesen igualmente importantes
ción en sí misma. Para muchos simpatizantes hubo un punto del conflicto para su éxito. Distintos individuos, grupos y organizaciones sociales contri-
cuando la confrontación con las autoridades era cada vez menos sobre la buyeron a los esfuerzos del movimiento, pero algunos fueron más crucia-
concesión de adt o la Ley 2029 y cada vez más sobre el deseo de resistir la les que otros. Como parte de esta estructura flexible, casi modular, había
represión y desafiar otras respuestas arbitrarias de las autoridades.65 grupos cuya participación fue más consistente en el tiempo y que llegaron
Otros dos determinantes del éxito de la Coordinadora fueron su es- a ser indispensables para la resistencia. Por ejemplo, los regantes, la Asica-
tructura organizacional y su composición de campos multiorganizacionales. sur y la ffc fueron esenciales para proveer de masa crítica, “repertorios de
En comparación con otros movimientos tradicionales en Bolivia, su organi- contención”68 y experiencia de movilización.
zación y la manera en que se llevaba a cabo la movilización constituye un En el caso particular de los regantes, la experiencia histórica y las es-
punto de quiebre en la historia de los movimientos sociales de este país de- tructuras de movilización existentes, fueron vitales durante la Guerra del
bido a cuatro razones principales: a) era una asociación de asociaciones; b) Agua. De hecho, las movilizaciones organizadas por los regantes durante la
en consecuencia, la Coordinadora no tenía su propia base sino que depen- Guerra de los Pozos (véase el subtítulo de la p. 42) en la década de 1990 y
día de las organizaciones que se unían (o que se separaban del movimiento) en la Guerra del Agua en 2000 eran parte de un esfuerzo por defender los
durante cada etapa del movimiento; c) dependía de las alianzas y arreglos usos y costumbres desarrollados históricamente por estas comunidades. Di-
que eran contingentes sobre un conjunto de demandas, instrumentados a chos usos y costumbres han sido transmitidos de generación en generación
partir de la acción en sí misma;66 y d ) en el contexto de estas tres últimas y son parte de un modelo social basado en la importancia de la solidaridad
características, la Coordinadora tenía liderazgos movibles. y la reciprocidad.69 Los usos y costumbres tienen al menos tres fundamen-
El resultado fue lo que uno de los asesores técnicos de la Coordina- tos históricos: a) los modelos prehispánicos para el manejo de los recursos
dora llama surgimiento de “formas rizomáticas de resistencia”.67 En com- naturales, incluyendo el agua; b) las luchas de grupos indígenas para recu-
paración con los movimientos tradicionales como el movimiento obrero li- perar la tierra y los derechos sobre el agua que fueron violentados durante
derado por la Central Obrera Boliviana (cob), o el movimiento campesino la colonia; y c) la reforma de la tierra después de la Revolución de 1952, lo
liderado por la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos cual trajo consigo una redistribución de los derechos de agua en favor de
de Bolivia (csutcb), los cuales tienen estructuras verticales y jerárquicas, los grupos indígenas.70
la Coordinadora era una red mucho más flexible y mucho menos jerárqui- La participación de generaciones pasadas en estos eventos históricos y
ca. Al mismo tiempo, la Coordinadora no creó sus propias fronteras entre su contribución a los trabajos necesarios para acceder a las fuentes de abas-
los que eran y los que no eran parte del movimiento. Al contrario, no ha- tecimiento de agua —por ejemplo: la construcción de represas y los trabajos
bía ninguna membresía estricta excepto por el compromiso informal que de restauración y limpieza—, es lo que permite que un grupo pueda mante-
se mostraba a partir de la acción en sí misma. En contraste con la cob o la ner el derecho a acceder y usar el recurso. Es decir, los usos y costumbres
csutcb, la posibilidad de unirse y de pertenecer no dependía de categorías no sólo describen meras reglas y arreglos sociales sobre el acceso al agua;
fijas como “ser campesino” o “ser obrero” sino que se trataba de una de- de hecho incorporan un derecho histórico que los grupos indígenas han ga-
cisión completamente voluntaria. Esto abrió la puerta para acceder a una nado para controlar un recurso que es vital para preservar sus condiciones

65 68
Entrevista a algunos “guerreros del agua”, Cochabamba, Bolivia, junio de 2005. Tilly, From, 1978.
66 69
García Linera et al., Sociología, 2004, p. 634. Peredo et al., Regantes, 2004.
67 70
Entrevista a Carlos Crespo, Cochabamba, Bolivia, junio de 2005. García Linera et al., Sociología, 2004, p. 646, y Peredo et al., Regantes, 2004, pp. 17, 29, 38, 54.

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de reproducción social. Desempeñan también un papel vital en la cultura “organización de organizaciones”73 en la que los representantes de distintos
y la cosmogonía andinas de acuerdo con las cuales el agua es un regalo de sistemas de agua, de distintas subcuencas, se unían para defender los usos
Pachamama,71 y sobre los cuales el Estado no tiene derecho de injerir o y costumbres y debatir diversas políticas públicas, como la de perforación
ejercer control. Los usos y costumbres son las formas a partir de las cuales de pozos.
estos grupos reafirman su derecho a manejar el recurso. Fueron heredados Por ejemplo, en 1998 la fuerza y legitimidad de esta organización for-
por los pobladores originales —en otras palabras, siempre han estado ahí— zó al gobierno a reconsiderar y cancelar un proyecto para una nueva ley
y han sido transmitidos de generación en generación. Al ser un conjunto de agua. Después de organizar debates y talleres con académicos y oficiales
de reglas y convenciones sociales, los usos y costumbres varían de acuerdo de gobierno, y de discutir las conclusiones con sus miembros, los represen-
con las características físicas de cada cuenca, la existencia de sistemas de tantes de la Fedecor decidieron rechazar el contenido de la nueva ley. Los
irrigación, la temporada y la disponibilidad de recursos hídricos. De esta principales argumentos eran: 1) la ley no tomaba en cuenta los usos y cos-
manera, la necesidad social de mantenerlos a lo largo del tiempo ha dado tumbres existentes; 2) no reconocía la posibilidad de instrumentar modelos
lugar a organizaciones sumamente fuertes y complejas. de gestión comunitaria, y 3) el derecho al agua era tratado como un dere-
Mucho antes de la Guerra del Agua en 2000 los campesinos de varias cho económico y no como un derecho social.74 De esta manera, la Fede-
comunidades de Cochabamba estaban organizados para gestionar sus sis- cor contaba con estructuras de movilización, con experiencia organizativa
temas de agua, coordinar a distintas comunidades en relación con el tema y con experiencia discutiendo los temas del agua en Cochabamba. Estos
agua, y defender sus usos y costumbres ante las distintas amenazas, como aspectos fueron cruciales para el desarrollo y resultado final de la Guerra
la extracción del vital recurso para usos urbanos y mineros (véase el subtí- del Agua porque permitieron que el movimiento social no sólo desafiara las
tulo de la p. 42). Y aunque la Fedecor, organización regional aglutinadora políticas privatizadoras a partir de la acción directa, sino que participara en
de otras organizaciones de regantes, es relativamente nueva, sus estructuras el debate con argumentos técnicos y legales más complejos.
organizativas, en un nivel más local, pueden rastrearse hasta los tiempos co- Además, la experiencia de movilización no estaba ausente en un nú-
loniales y pre-coloniales. De esta manera, hay una larga tradición de lucha, mero importante de grupos urbanos que se unieron a la Coordinadora,
que permite combinar la presión social con la negociación para proteger y aunque se manifestó de manera distinta. Como hemos explicado en el sub-
mantener sus formas tradicionales de gestión del agua. título de la p. 42, Cochabamba experimentó flujos crecientes de migración
Como ya se mencionó (véase subtítulo mencionado) en la Guerra del después de la reestructuración de la Corporación Minera de Bolivia (Comi-
Agua en 2000 incluyeron la oposición a la construcción de pozos para la ex- bol) y el cierre de muchos centros mineros en 1985. Muchas áreas del sur
tracción de agua subterránea a mediados de la década de 1990, la llamada de la ciudad fueron ocupadas por ex mineros, ex obreros y sus familiares a
Guerra de los Pozos; la oposición a la Ley de Participación Popular; y por lo largo de dos décadas. Por lo tanto, aunque el movimiento de trabajado-
más de treinta años, la resistencia a más de treinta borradores e iniciativas res liderado por la cob fue debilitado hacia mediados de la década de 1980,
gubernamentales para modernizar la Ley de Aguas aprobada originalmente había núcleos importantes que permanecían activos en las áreas periféricas
en 1906. Todos estos proyectos fallaron porque no tomaron en cuenta los de Cochabamba. Al momento de iniciar la Guerra del Agua, el movimiento
usos y costumbres.72 En este contexto, la Fedecor se convirtió en el prin- sindical tal vez era débil pero aun así contaba con una larga experiencia his-
cipal espacio de convocatoria para campesinos con acceso al agua en Co- tórica que se había mantenido viva gracias a muchos de sus líderes anterio-
chabamba. No es sorpresa, entonces, que la Fedecor funcionara como una res. Muchos de ellos se unieron a la Coordinadora directamente o a partir
de sus actividades en la Unión de Cocaleros. Su contribución fue particu-
larmente importante en los momentos en los que los grupos urbanos —nor-
71
La importancia de Pachamama puede también advertirse en las áreas urbanas donde la gente
a menudo lleva a cabo K’oas, rituales andinos para darle gracias a la Madre Tierra.
72 73
García et al., “Guerra”, 2003, pp. 42-43, y entrevista a Guillermo Justiniano en La Paz y a García Linera, et al., Sociología, 2004, p. 649.
74
Carlos Crespo en Cochabamba, junio de 2005. Peredo et al., Regantes, 2004, pp. 66-67.

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168 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 169

malmente más indecisos a participar en actividades de protesta— dudaban nacional contra el gobierno boliviano por haber rescindido el contrato de
sobre contribuir o no a las marchas y bloqueos de caminos. manera anticipada.75
Sobre la composición de los campos multiorganizacionales, la Coor- En el segundo caso, los cocaleros de Cochabamba proveyeron a la
dinadora era en sí misma un sistema de alianzas que cambiaba de acuerdo Coordinadora con masa crítica y mejoraron su posición estratégica en las
con los distintos momentos de la Guerra del Agua. Esto era posible gracias negociaciones con el gobierno. De acuerdo con muchos simpatizantes de la
a su estructura organizacional flexible, parecida a un rizoma, pero también Coordinadora, los cocaleros asumieron un papel protagónico porque le die-
era posible gracias a que el mac estaba basado en dos ideas: que el derecho ron al movimiento de resistencia un mayor ímpetu. En palabras de uno de
al agua es un derecho fundamental que no se puede violar y que la Guerra los entrevistados, “la gente en las áreas urbanas es muy lenta para movili-
del Agua era parte de la llamada historia larga de Bolivia. Estos factores zarse, pero el hecho de que los cocaleros vinieron a la ciudad ayudó a que se
contribuyeron a expandir el número de posibles aliados a los que la Coordi- concientizaran y muchos se unieron a las marchas y bloqueos”.76 Al mismo
nadora pudo acceder a lo largo del conflicto en Cochabamba. Por ejemplo, tiempo, gracias a su localización geográfica, los cocaleros pueden bloquear
además de la participación de la Fedecor, de la Asicasur y de la unión de y controlar una de las carreteras principales de Bolivia: la carretera que co-
trabajadores fabriles, debemos mencionar al menos tres grupos que fueron necta a las ciudades de Cochabamba y Santa Cruz. En consecuencia, desde
cruciales para el éxito del movimiento: académicos y asesores técnicos de la una “perspectiva de negociación”,77 los cocaleros tenían a la mano un ins-
Universidad Mayor de San Simón (umss), la Coordinadora de Cocaleros trumento muy poderoso que compensaba por su falta de acceso a otros re-
del Trópico de Cochabamba y otros sindicatos campesinos en otros depar- cursos institucionales y materiales. No es sorpresa que la Guerra del Agua
tamentos de Bolivia. ayudó a Evo Morales, quien en ese entonces era líder de los cocaleros de
En el primer caso, diferentes académicos de la umss, la universidad Cochabamba y que más tarde se convertiría en presidente de Bolivia, a ga-
pública de Cochabamba, colaboraron con algunos profesionales que ha- nar una gran visibilidad pública.
bían apoyado originalmente al Codaep, para crear un grupo de trabajo En tercer y último lugar, el conflicto en Cochabamba alertó a otros
que asesorara a los líderes y voceros de la Coordinadora en distintos as- grupos campesinos en el país sobre los efectos de la Ley 2029. De esta ma-
pectos técnicos y legales. Dicho grupo de trabajo estaba dividido en dos: nera se registraron otras marchas y protestas en los departamentos de La
una parte se dedicaba a revisar el contrato de concesión de adt, y la otra Paz y Santa Cruz para manifestar el apoyo al movimiento liderado por la
parte a revisar la Ley 2029. Estos asesores influyeron en el resultado del Coordinadora.78 Eventualmente, dichas muestras de solidaridad dotaron al
conflicto de dos maneras. Por un lado, complementaron la experiencia his- movimiento de una presencia nacional, de más legitimidad y de una mejor
tórica de los regantes y ayudaron a la Coordinadora a encarar temas téc- posición de negociación.
nicos y legales. Encontraron muchas fallas y errores tanto en la concesión Otras organizaciones de la sociedad civil estuvieron ausentes del cam-
de adt como en la Ley 2029, lo cual eventualmente contribuyó también a po multiorganizacional de la Coordinadora y otras se opusieron al movi-
la radicalización del movimiento social y a que las quejas y las demandas miento de manera abierta. Por ejemplo, se supone que el Comité Cívico de
subieran de tono.
Por otro lado, al proveer argumentos técnicos y legales en la arena 75
Después de que adt fue expulsada de Bolivia en 2000, Bechtel demandó una compensación
pública, dotaron al movimiento de una fuente adicional de legitimidad más de 25 000 000 de dólares por ganancias perdidas. Sin embargo, después de una extensa campaña
por parte de una gran cantidad de ong alrededor del mundo, el Centro Internacional sobre Disputas
allá de la simple idea de que el agua constituía un derecho inviolable. In- Internacionales del Banco Mundial decidió no favorecer a Bechtel. De hecho, “el caso fue arreglado
cluso muchos años después de que la Guerra del Agua había terminado, fuera de la corte con un pago simbólico a Bechtel de 5 bolivianos (equivalentes a un dólar)”. Véase
Food y Water Watch, “Cochabamba”, 2006, en <http://www.foodandwaterwatch.org/water/water-
algunos de estos asesores siguieron colaborando en la batalla legal contra privatization/latinamerica/bolivia/cochabamba-2013-victory-over-bechtel/?searchterm=bolivia%20
Bechtel, el consorcio internacional que estaba detrás de adt en Bolivia y bechtel>. [Consulta: 25 de marzo de 2007.]
76
Entrevista a Abraham Grandydier, Cochabamba, Bolivia, junio de 2005.
que más tarde, después de la Guerra del Agua, promovería un litigio inter- 77
Burstein et al., “Success”, 1996.
78
“La Paz y Santa Cruz se suman”, Los Tiempos, 2000.

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170 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 171

Cochabamba (ccc) representaba los intereses del pueblo ante el gobierno. siempre ha abierto oportunidades al tráfico de influencias y arreglos poco
Sin embargo, el desempeño del ccc durante la Guerra del Agua fue más transparentes.80
bien antagonista hacia el movimiento social. Desde el inicio del conflicto La csutcb constituye otro ejemplo de una organización de movi-
sus representantes desacreditaron a la Coordinadora como un movimiento miento social que no fue parte del campo multiorganizacional de la Coor-
que buscaba fines políticos y prefirieron suscribirse al discurso instituciona- dinadora. Su ausencia se puede explicar por tres factores: a) su influencia
lizador del gobierno, de acuerdo con el cual el ccc constituía el único canal histórica y su rivalidad con la Fedecor a nivel local en Cochabamba; b)
legítimo para representar a la sociedad civil. las rivalidades entre los líderes de la csutcb y los líderes de los cocaleros
De hecho, como se ha explicado en secciones anteriores, sus represen- en Cochabamba, y c) las diferencias insalvables entre el proyecto político
tantes participaron activamente en las reuniones para negociar con adt en de esta organización y los objetivos inmediatos que buscaba conseguir la
1999 y ya desde entonces se habían opuesto a la cancelación del contrato y Coordinadora.
la anulación de la Ley 2029.79 Aunque la posición del ccc sobre la política La creación de la csutcb en 1979 tiene un significado histórico de
de agua de Cochabamba se mantuvo constante en las primeras etapas del gran importancia porque sucedió tras el rompimiento de la alianza entre el
conflicto, sus posicionamientos comenzaron a cambiar cuando el gobierno Estado boliviano y los campesinos, la cual había resultado de la Revolución
reprimió algunas marchas y protestas que habían sido organizadas por la de 1952. Es decir, a partir de 1979 la csutcb se convirtió en el espacio prin-
Coordinadora. Es decir, el ccc sólo expresó su apoyo por el movimiento cipal de reunión para los campesinos de Bolivia. De esta manera, cuando
social después de que el gobierno respondió violentamente. Sin embargo, la Fedecor fue creada en la década de 1990 para enfrentar exclusivamente
cuando esto sucedió, esta organización ya había sido desacreditada como los problemas del agua, los líderes de las uniones campesinas tradicionales
un canal de comunicación válido. mostraron su descontento, argumentando que dicha organización debilita-
Otro ejemplo es la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve). Al ser ría al movimiento campesino, entendido como un proyecto más amplio.81
una organización de movimiento social creada décadas atrás para articular Adicionalmente, el liderazgo de la csutcb estaba en proceso de re-
las demandas de los grupos más marginados y para mejorar el espacio ur- novación en el año 2000 y había dos grupos que contendían al interior de
bano —por ejemplo, legalizando tierra o mejorando el acceso a los sapa—, esta organización. Uno de estos grupos era liderado por Evo Morales, que
podría esperarse que también participaría en la oposición a la nueva polí- en ese momento también encabezaba a los cocaleros de Cochabamba, y el
tica del agua en Cochabamba y apoyaría a la Coordinadora. Sin embargo, otro grupo por Felipe Quispe, que en ese momento era líder de la csutcb y
la Fejuve nunca fue reconocida como un interlocutor válido que pudiera cuya principal fuerza movilizadora se encontraba en el Altiplano boliviano.
influir en las decisiones del gobierno porque la gente tenía la percepción de En este contexto y dada la participación de Morales en la Guerra del Agua,
que había sido cooptada por el alcalde de Cochabamba. Aunque no hay los grupos liderados por Quispe, incluyendo gran parte de la csutcb, tu-
suficiente evidencia para apoyar esta hipótesis en el caso de la Guerra del vieron una participación marginal en el movimiento contra adt y la Ley
Agua, esta no hubiera sido la primera vez que algo así sucedía. Después de 2029. Las pocas protestas y bloqueos que fueron organizados por Quispe
todo, este tipo de federaciones han canalizado demandas desde las décadas en el Altiplano boliviano82 tenían como objetivo demostrar su potencial de
de 1960 y 1970 y, a lo largo del tiempo, se han establecido como actores movilización vis-a-vis Morales, en lugar de mostrar un apoyo genuino a la
válidos en el diseño e implementación de la política pública en conjunto Coordinadora.83
con las autoridades municipales; por desgracia, esta cooperación cercana
80
Laserna, “Movimiento”, 1986, p. 231.
81
Peredo et al., Regantes, 2004, p. 60.
82
La más importante de estas movilizaciones fue un bloqueo que tuvo lugar en la provincia de
Achacachi durante los primeros días de abril y que resultó en un enfrentamiento entre activistas y
79
La razón de esto es, supuestamente, que el ccc debía representar los intereses de los ciuda- militares. En estos hechos, por lo menos un campesino y un militar resultaron muertos. Véase Fiscal
danos en Cochabamba en relación con un tema tan importante como era la concesión de la compa- General de la República de Bolivia, 30 de mayo de 2000.
83
ñía de los sapa de la ciudad. Albó, Pueblos, 2002.

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172 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 173

Adicionalmente a las rivalidades entre distintas organizaciones de mo- Cuadro 2. El Proyecto Pacific-lng en Bolivia, 2002-2003
vimiento social, había una especie de choque discursivo entre la csutcb
y la Coordinadora, el cual reflejaba divergencias entre sus respectivos ob- En el año 2003, el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada promovió el proyecto Pacific-
jetivos. Por un lado, desde su creación en 1979, la csutcb ha impulsado lng, el cual consistía en la construcción de un ducto para exportar gas a México y Cali-
un proyecto político basado en un discurso etnolinguístico que promueve fornia, usando el puerto de Patillos en Chile. La iniciativa estaba fundamentada en tres
la restitución de las formas originales de organización política y social que creencias de política pública: 1) el gas natural debía ser explotado y monetizado en los
prevalecían antes de la conquista española.84 mercados de exportación para beneficio de los bolivianos; 2) técnica y económicamente,
Por otra parte, aunque el respeto por los usos y costumbres consti- la mejor opción era la exportación vía el mencionado puerto de Patillos, y 3) para llevar
tuía uno de los pilares que daban forma al marco de acción colectiva de la a cabo dicha iniciativa, era crucial contar con la participación de capital extranjero.
Fedecor, dichas referencias no reflejaban, al menos no en ese momento, la De nueva cuenta, como había sucedido con la Guerra del Agua años atrás, había
intención de llevar a cabo un proyecto político más ambicioso para tomar actores políticos y económicos a favor de este proyecto y había algunas señales que pa-
el control sobre el Estado. En palabras de Felipe Quispe, “cuando había recían apuntar a la existencia de una ventana de oportunidad. Sin embargo, el proyecto
bloqueos en todo el país y ellos [la Coordinadora] habían logrado expulsar fue evaluado y diseñado de acuerdo con parámetros muy estrechos de factibilidad técni-
a adt de Cochabamba [...] era la oportunidad de derrocar a Banzer... pero ca y económica, sin tomar en cuenta aspectos culturales e histórico-estructurales de gran
no quisieron”.85 relevancia.
Años más tarde, cuando la segunda administración del presidente Por ejemplo, para algunos sectores de la población, una de las principales fuentes
Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) promovió el proyecto Pacific-lng de queja del movimiento social era el hecho de que el gas natural sería industrializado y
para exportar gas natural licuado a México y California a través del puerto exportado desde un puerto chileno. En este sentido, debemos recordar el peso simbólico
chileno de Patillos, esta iniciativa causó un gran descontento entre la po- que tiene para muchos bolivianos la memoria de la guerra del Pacífico (1879), episodio
blación, detonando la llamada Guerra del Gas. Durante este episodio se durante el cual Chile invadió territorio de Bolivia, privando a este país del acceso al mar.
volverían a retomar formas de organización rizomáticas, flexibles y descen- Para otros sectores, la queja no era tanto que el gas fuera exportado por Chile (o
tralizadas; se construiría de nuevo un discurso con tintes etnonacionalistas por Perú) sino que se dieran demasiadas concesiones a los inversionistas privados que
y antineoliberales con elementos histórico-culturales que forman parte de participarían en el proyecto. Otro factor que contribuyó a que el movimiento social cre-
la historia larga de Bolivia, y volverían a generarse alianzas entre distintas ciera significativamente y se radicalizara fueron las respuestas ambiguas por parte del
organizaciones y sectores de la población, tanto urbanos como rurales. gobierno de Sánchez de Lozada después de un mes de protestas entre septiembre y octu-
En cierta medida, los actores de los movimientos sociales aplicarían bre del 2003. Los intentos de resolver el conflicto vía el diálogo mientras se registraban
en la Guerra del Gas gran parte del aprendizaje derivado de la Guerra del confrontaciones que dejaron más de treinta muertos, generó la sensación de que el go-
Agua, pero esta vez a escala nacional (véase cuadro 2). Eventualmente, el bierno de nuevo estaba empecinado en promover un proyecto a toda costa, sin consultar
proyecto Pacific-lng fue también cancelado a mediados de octubre de 2003 a la población.
y el presidente Sánchez de Lozada fue expulsado unos días después, mar- Fuente: elaboración propia con base en Domínguez, “Collective”, 2005, y revisión hemero-
cando el inicio de una crisis política que culminaría con la elección de Evo gráfica en 2002-2004.
Morales en 2005 y la celebración de una Asamblea Constituyente en 2006.

El papel de las oportunidades políticas en Cochabamba

En relación con la primera dimensión de la eop, los aspectos volátiles e ins-


84
García Linera et al., Sociología, 2004, pp. 169, y 178. titucionales, el gobierno del ex dictador Banzer constituía una mega coali-
85
Entrevista a Felipe Quispe en La Paz, Bolivia. ción de nueve partidos políticos con ideologías y plataformas políticas muy

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174 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 175

disímiles entre sí.86 Las debilidades y las divisiones de una coalición tan sectores más amplios de la población boliviana. En lugar de llevar a cabo
heterogénea y tan divergente se hicieron evidentes desde los inicios de la reformas internas más profundas, los llamados “partidos tradicionales” pro-
administración de Banzer en 1997, cuando fue casi imposible ponerse de movieron cambios normativos, prácticamente nominales, que tendrían po-
acuerdo en programas básicos de gobierno. A lo largo de los años esta si- cas implicaciones para el sistema de representación durante los siguientes
tuación impactó negativamente en el diseño e implementación de políticas años. De esta manera, para mediados de la década de 1990, había un desen­
públicas, incluyendo la concesión a adt y la Ley 2029. canto significativo con su desempeño. En este contexto, y considerando
También debemos tomar en cuenta que el general Banzer era un per- que otras organizaciones como el ccc habían fallado también en la repre-
sonaje muy particular pues había sido dictador entre 1971 y 1978. Es decir, sentación de los intereses de los cochabambinos, existía una “abertura en el
ahora tenía la tarea de probar su habilidad para gobernar bajo los paráme- espacio político”90 para el surgimiento de nuevas formas de representación,
tros de la democracia. Esta circunstancia contribuyó a que tuviera respues- como la Coordinadora, la cual era más ad hoc a las nuevas circunstancias.
tas ambiguas y erróneas durante la Guerra del Agua en 2000. Una historia La tercera dimensión abarca los aspectos culturales y más volátiles de
descrita por la Defensora del Pueblo87 durante una entrevista realizada por la oportunidad política. Cuando la Guerra del Agua tuvo lugar en 2000, el
el autor en La Paz ilustra los problemas que Banzer tenía en la toma de deci- ambiente social era favorable para un movimiento que fuera capaz de arti-
siones: “Estábamos en una reunión con su gabinete [durante la Guerra del cular las quejas económicas del momento.91 Aunque Bolivia había experi-
Agua] [...] Yo le dije al general Banzer que no podía ordenar un estado de mentado algunas mejoras en el índice de desarrollo humano (idh) y otras
sitio en Cochabamba, pero él argumentó que todos los presidentes anterio- variables utilizadas para medir el bienestar, así como cierto crecimiento eco-
res lo habían hecho [...] No me podía creer cuando le insistí que era ilegal.”88 nómico en las dos décadas anteriores, esto no había sido suficiente para
Por otra parte, en relación con la segunda dimensión de la eop, las compensar los atrasos económicos y sociales que Bolivia seguía sufriendo.
relaciones entre el Estado y la sociedad civil de Bolivia habían cambiado En el año 2000, el pib per cápita seguía siendo de alrededor de 1 000 dó-
de manera radical después de la transición a la democracia en 1982. Entre lares al año y el coeficiente de Gini era de alrededor de 0.51. Tan sólo un
las décadas de 1950 y 1980 los principales canales de comunicación habían año antes de la Guerra del Agua, Bolivia había experimentado una recesión
sido las uniones de trabajadores y campesinos, sobre todo la cob y, más como consecuencia de factores externos, como la crisis financiera de Bra-
adelante, la csutcb respectivamente. Bajo este modelo corporativista, los sil, cuyo efecto dominó afectó a toda América Latina. En Bolivia, la tasa de
partidos políticos excepto el Movimiento Nacional Revolucionario (mnr) crecimiento económico cayó a casi cero y la tasa de desempleo se incremen-
eran muy débiles o prácticamente no existían.89 tó en más de 7%, casi el doble en comparación con los últimos cinco años.
Por lo tanto, después de la transición a la democracia en 1982, estas Estas dificultades económicas, en conjunto con la crisis de represen-
instituciones no estaban bien equipadas para representar los intereses de tación política que hemos discutido anteriormente, contribuyeron a un es-
cenario de conflictividad que fue conducente para construir y difundir el
86
Los partidos políticos más importantes en esta coalición eran Acción Democrática Nacional discurso y las identidades colectivas de la Coordinadora. Para muchos ac-
(adn), Nueva Fuerza Republicana (nfr), Conciencia de Patria (Condepa), Movimiento de Izquier-
da Revolucionaria (mir) y Unión Cívica Solidaridad (ucs). Véase Lazarte, Entre, 2005, pp. 139;
tivistas que participaron en la Guerra del Agua en Cochabamba, el mero
231. hecho de marchar y tomar las calles se convirtió en un objetivo en sí mis-
87
El Defensor(a) del Pueblo actúa como observador en temas de derechos humanos. mo. En muchos casos se trataba de una forma de ganar “algo de dignidad
88
Resulta emblemático que el primer gobierno del general Banzer (1971-1978) fuera respon-
sable de una masacre en Cochabamba después de que la gente protestó contra un nuevo paquete a través de la lucha y la expresión moral”,92 debido a la frustración y la im-
económico que fue instrumentado en 1974. En este sentido, es posible que parte del enojo de la potencia causadas por la deplorable situación económica y política. Incluso
población durante la Guerra del Agua se explicara por la memoria de esta primera experiencia de
represión.
89
Incluso cuando un decreto de 1956 le otorgó a los partidos políticos el derecho exclusivo de
90
contender por posiciones electorales, las uniones —en asociación con el mnr, el partido político que Gamson y Meyer, “Framing”, 1996, p. 277.
91
había emanado de la Revolución de 1952— constituían los principales canales para canalizar deman- Entrevista a Mauricio Barrientos, integrante del ccc.
92
das ante el Estado. Bell, 1992, citado en Jasper, “Emotions”, 1998, p. 417.

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aquellos grupos que no habían sido afectados directamente por las políticas res del Frente de Pueblos: “cuando los decretos expropiatorios fueron emi-
de privatización —por ejemplo, los niños de la calle— participaron entusias- tidos, nosotros empezamos a hablar de manera más activa con la gente de
tamente en las barricadas y otras actividades del movimiento. Contribuye- nuestro pueblo [la cabecera municipal de Atenco] para convencerlos de que
ron con recursos de movilización y con la construcción de una identidad co- nos organizáramos [...] luego fuimos a las villas de Tocuila y de Santa Isabel
lectiva a partir de la acción. En palabras de Gabriel Herbas, “había niños de Ixtapan para conseguir su apoyo”.94
diez o doce años que estaban luchando en las trincheras; en algunos casos Había detalles específicos de los decretos expropiatorios que hicie-
sin saber el porqué, sin saber sobre los problemas de agua, pero sabiendo ron que el movimiento escalara. En este sentido, una fuente de quejas eran
que querían algo diferente, algo mejor”.93 los términos de dichos decretos; de manera más concreta, el que la tierra
La generación de un mayor espacio político, en conjunto con otras había sido expropiada a un valor de 7.5 y 25 pesos por metro cuadrado,
condiciones exploradas en las siguientes secciones, contribuyó al éxito de dependiendo de si era irrigada o no.95 Estos términos resultaban ofensivos
la Coordinadora. Las otras condiciones incluyen el enmarcamiento de las para los atenquenses. Sin embargo, el término “ofensivo” es un concepto
quejas y la problematización de las políticas públicas; una estructura organi- subjetivo y se requiere más que la estipulación de un precio castigado para
zacional flexible y no jerárquica; el apoyo de aliados poderosos que se unie- reclamar que se ha cometido una injusticia. Después de todo, Atenco, Tex-
ron a su campo multiorganizacional, y la relación dialógica entre los pro- coco y otras municipalidades en los alrededores están localizados en tierra
cesos de construcción de identidades al nivel individual y de grupo. Como lacustre, la cual es salina, con poca vegetación y con poco potencial agríco-
se explicó al principio de este capítulo, estas condiciones están conectadas e la. El área está completamente erosionada, las especies endémicas se han
interrelacionadas; a menudo coinciden en el tiempo y es difícil determinar extinguido casi por completo y los ríos de la zona están contaminados con
el orden en el que aparecen en la realidad. La siguiente sección, la cual se aguas residuales de la zona oriente de la ciudad de México.96 Debido a la
centra en el caso de estudio mexicano, confirma la utilidad de estas catego- baja productividad de la tierra y a los pocos usos alternativos se podría ar-
rías analíticas para identificar patrones comunes entre distintas instancias gumentar que el precio era de hecho “justo”. Este parecía ser el espíritu de
de movilización social, así como para identificar especificidades que son ne- la Ley de Expropiaciones: la compensación de un bien privado que es ex-
cesarias para entender cada caso de estudio en sí mismo. propiado para fines públicos debe ser equivalente a su valor comercial de
acuerdo con los usos actuales y no de acuerdo con el valor presente neto de
los posibles usos futuros.97
LA OPOSICIÓN EN CONTRA DEL NAICM Por lo tanto, decidir si la compensación era “justa” o “injusta” requie-
re que pongamos el precio por metro cuadrado en perspectiva. Es decir, la
Quejas en Atenco y Texcoco: “Oídos sordos” y expropiaciones injustas pregunta es cómo y de qué manera los atenquenses llevaron a cabo dicho
cálculo.98 Puede ser que Atenco sea una zona marginada social y económi-
En el caso del Frente de Pueblos, las movilizaciones comenzaron meses an- camente, pero el oriente de la ciudad de México ha experimentado un cre-
tes de que el aeropuerto fuera anunciado oficialmente en octubre de 2001, cimiento poblacional dramático debido a la migración desde otras regiones
pero se trató de eventos incipientes, no violentos y esporádicos. Fue hasta del país desde hace más de tres décadas, contribuyendo a que ahora forme
que se emitieron los decretos de expropiación cuando la resistencia ganó
fuerza y las movilizaciones se incrementaron de unos cientos a casi tres mil 94
Entrevista a Adán Espinoza, Atenco, Estado de México, agosto de 2003.
personas (véase gráfica 4 del capítulo i). Como lo describió uno de los líde- 95
Al parecer, una de las quejas también era que el registro agrario no estaba actualizado y, por
tanto, algunos terrenos con irrigación habían sido clasificados de manera errónea como “de tempo-
ral”. Entrevista a Francisco Kuri-Pérez, ciudad de México, septiembre de 2005.
96
Sánchez, Atenco, 1999.
93 97
Citado en Ceceña, Guerra, 2004, p. 42. Otras referencias similares también pueden encon- Para mayores detalles, véase la Ley de Expropiaciones, 1936.
98
trarse en Crabtree, Patterns, 2005; Peredo et al., Regantes, 2004, p. 147, y García Linera et al., Retorno, Es importante recordar que, dadas las circunstancias en las que se llevó a cabo el trabajo de
2000, p. 149. campo correspondiente, era difícil hablar de este tema de manera abierta.

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178 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 179

parte del área metropolitana. En consecuencia, incluso aquellos atenquen- “dormitorios” donde la gente sólo pasa la noche con la finalidad de tener
ses que trabajan la tierra con fines de autoconsumo saben perfectamente acceso a un techo a bajo costo.104
que su tierra es codiciada por desarrolladores inmobiliarios,99 son semiurba- Adicionalmente, esta no fue la primera vez que diversas agencias gu-
nos y continuamente interactúan con la vida urbana. El centro de Texcoco, bernamentales habían negociado para obtener tierra en la zona baja de la
el cual constituye una zona considerablemente urbanizada, se encuentra a subcuenca de Texcoco. Aunque no fue posible obtener los detalles de pro-
quince minutos caminando de la cabecera municipal de Atenco. yectos específicos anteriores al caso del aeropuerto, algunos burócratas de
La gente de Atenco vive una vida dual entre la ciudad y el campo. carrera que trabajaban en la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ase-
Cuando no trabajan la tierra, participan en actividades comerciales o tra- guraron que en el pasado hubo tierra que había sido adquirida para exten-
bajan en fábricas textiles y maquiladoras en Texcoco y Chiconcuac. De der los trabajos de la Zona de Restauración Ecológica del Ex Lago de Tex-
hecho, para muchos de ellos las actividades no agrícolas constituyen la coco (zreelt), o bien, para construir líneas de electricidad en la zona. Esto,
principal fuente de ingresos monetarios; de otra manera, no estarían en po- sin embargo, no había sido posible sin un largo proceso de negociación con
sición de sostenerse.100 Ellos mismos usan el término “semiurbano” y están las comunidades, registrándose en ese momento precios de mercado que a
conscientes de su significado y sus implicaciones.101 Hasta cierto punto, esta veces superaban los 100 pesos por metro cuadrado.105
condición explica la falta de proyectos de desarrollo en la zona, ya que la De manera conjunta, esto sugiere que el espíritu de la Ley de Expro-
condición de semiurbanos los coloca en un vacío institucional: no son rura- piaciones, la cual data de 1936, es debatible con base en tres argumentos.
les, lo que significa un acceso limitado a los programas de desarrollo promo- Primero, el concepto de “valor comercial” en sí mismo está limitado por
vidos por la Secretaría de Agricultura, y no son urbanos, lo que implica un parámetros que son inflexibles y cuyo espíritu ha caducado.106 Estos pa-
acceso limitado a aquellos programas que son promovidos desde distintas rámetros legales no tomaban en cuenta los posibles usos futuros ni el va-
dependencias gubernamentales encargadas del desarrollo urbano.102 lor que puede tener la tierra en un ambiente de especulación. En segundo
Incluso cuando es improbable que terminen sus estudios, las genera- lugar, un precio no sólo es una expresión monetaria, sino un valor que
ciones más jóvenes van a la universidad y muchos de ellos dejan Atenco refleja un “tipo de situación” social y cultural.107 Por lo tanto, incluso cuan-
para ir a vivir a otras áreas de la ciudad de México y a otras ciudades del do el precio estipulaba una compensación de mercado de acuerdo con los
país. En ambos casos, algunos sienten la obligación moral de regresar pe- usos actuales de la tierra en Atenco, dicha reparación estaba castigada en
riódicamente para participar en eventos especiales relacionados con la tie- el contexto de una relación desigual entre los poderosos promotores de
rra —sin omitir la planeación y la cosecha de cultivos— y para ayudar a su un proyecto de infraestructura y los propietarios de la tierra que se nece-
comunidad en las temporadas de trabajo más duro.103 Muchos de aquellos sitaba, la cual resultaba estar localizada en un área poco privilegiada de la
que no se van de Atenco y Texcoco, deciden trasladarse diariamente entre ciudad de México. En tercer y último lugar, la compensación no reflejaba
el oriente y el centro de la ciudad de México. Muchas de estas municipali- la pérdida de la vida comunal, de capital social y de otros bienes y activos
dades han sido a menudo descritas por algunos funcionarios públicos como inconmensurables.
Todo esto sugiere, naturalmente, que los atenquenses tenían una idea
clara de lo que representaba y valía su tierra y estaban perfectamente cons-

99 104
Entrevista a informante anónimo, integrante del cgh y poblador, Atenco, Estado de México, Entrevista a Francisco Kuri-Pérez, ciudad de México, septiembre de 2005.
105
septiembre de 2003. Entrevistas con funcionarios de Conagua, septiembre de 2005.
100 106
Esta posición ha sido estudiada y documentada en otras áreas conurbadas de la ciudad de Como lo señaló uno de los entrevistados, la Ley de Expropiaciones fue publicada en la dé-
México por autores como Manuel Castells. Véase Castells, City, 1983, pp. 194-199; 211. cada de 1930 con el principal propósito de “quitarle la tierra a los pocos para dársela a los muchos”
101
Entrevistas a integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. (por ejemplo, para desmantelar las haciendas e instrumentar la distribución de programas en favor
102
Entrevista a Rodolfo Tuirán, ciudad de México, septiembre de 2005, y Varley, “Clientelism”, de los pequeños propietarios), pero el aeropuerto, en cierto sentido, era un caso de quitarle a los
1993. muchos para dársela a los pocos.
103 107
Entrevistas a integrantes del Frente de Pueblos. Appadurai, Social, 1986, p. 34.

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180 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 181

cientes del hecho de que siete pesos por metro cuadrado representaba, sin ese día [cuando se publicaron los decretos expropiatorios], yo regresé de tra-
duda, una oferta injusta. En otras palabras, se trataba de una fuente razo- bajar la tierra muy temprano en la mañana y vi que en la plaza pública había
nable de queja y, sin embargo, no era la única. Los intentos fallidos de los mucha gente [...] había muchos granaderos y periodistas por todos lados [...]
atenquenses por hablar con las autoridades antes del anuncio público del le pregunté a mis compadres que era lo que estaba pasando y me dijeron:
proyecto contribuyeron también a magnificar la queja en Atenco.108 “compadre, la tierra ya no es nuestra” [...] Me dijeron de los decretos expro-
Algunos meses antes del anuncio oficial, cuando ya había rumores so- piatorios y me puse furioso y dije, bueno pues ahora menos, ahora a ningún
bre el proyecto, los atenquenses trataron de acercarse al presidente Vicente precio.112
Fox y a Pedro Cerisola, entonces titular de la Secretaría de Comunicaciones
y Transportes (sct), así como a autoridades municipales y estatales y auto-
ridades ejidales. Cada uno de estos dijo no saber nada sobre el futuro del Procesos de enmarcamiento y estructuras de movilización en Atenco
proyecto, o bien, minimizó la importancia de hablar del tema antes de que
se tomara una decisión final al respecto.109 De acuerdo con uno de los líderes La construcción de un marco de acción colectiva también fue crucial para
del Frente de Pueblos: “nosotros [los atenquenses] organizamos una marcha que el Frente de Pueblos se opusiera al proyecto de un nuevo aeropuerto.
para protestar enfrente de la sct y solicitamos una reunión con Cerisola, pero Después de todo, las comunidades afectadas por los decretos expropiato-
nos dijeron: ¿Hay alguna decisión sobre el proyecto? No hay ninguna deci- rios se enfrentaron a un escenario sumamente adverso: la administración
sión, ¿cierto? Entonces, ¿por qué están protestando? No hay ninguna razón Fox estaba promoviendo uno de los proyectos más importantes del sexenio
para protestar.”110 y, al ser el gobierno de la transición democrática, parecía contar con el ca-
De esta manera, una vez que la decisión fue anunciada oficialmente, el pital político necesario para hacerlo. Más aún, la decisión de construir un
contenido de los decretos expropiatorios creó la percepción entre los aten- nuevo aeropuerto había sido retrasada por más de tres décadas y, hasta
quenses de que el gobierno estaba tratando de engañarlos. “Era un negocio cierto punto, se había convertido en una especie de profecía cuyo plazo se
seguro para ellos”, comentó un integrante del Frente de Pueblos durante había cumplido: la instrumentación del proyecto parecía, al menos a prime-
una conversación en Atenco. Y continuó: “es lo mismo cuando estás tratan- ra vista, inevitable. Para superar estos retos, la gente de Atenco y de las co-
do de tirarle la onda a una muchacha [...] Si sabes que le gustas, entonces te munidades aledañas necesitaba activar cualquier recurso organizativo que
sientes más confiado. Eso es lo que el gobierno estaba haciendo, porque si tuvieran, atraer aliados y movilizar a la opinión pública nacional e interna-
compras la tierra a siete pesos puedes estar seguro de que hay alguien que cional. Como sucedió con el caso de la Coordinadora en Cochabamba, era
está haciendo un gran negocio.”111 necesario hacerse de cualquier recurso a la mano para superar la moviliza-
Como sucedió en el caso de la Guerra del Agua en Cochabamba, las ción del sesgo.
respuestas elusivas por parte de los funcionarios gubernamentales acentua- El marco de acción colectiva en Atenco estaba basado, social e históri-
ron las quejas y detonaron el descontento entre los atenquenses. En este camente, en la importancia de la solidaridad con el pueblo y la solidaridad
sentido, las palabras de uno de los líderes del Frente de Pueblos resultan con la tierra.113 Esta idea no era nueva y no apareció de manera espontá-
ilustrativas de dichos sentimientos: nea sino que ya existía, incluso antes de que el gobierno federal anunciara
los decretos expropiatorios.114 Es decir, el decreto expropiatorio no consti-
tuía un evento aislado sino “la gota que derramó el vaso”. En palabras del
principal vocero del Frente de Pueblos, “la gente aquí [en Atenco] estaba
108
Entrevista con Adán Espinoza, Atenco, Estado de México, septiembre de 2003.
109 112
Entrevistas a Adán Espinoza e Ignacio del Valle, Atenco, Estado de México, septiembre de Entrevista a Adán Espinoza en Atenco, Estado de México, septiembre de 2003.
113
2003. Entrevistas a Adán Espinoza e Ignacio del Valle, Atenco, Estado de México, septiembre de
110
Entrevista a Adán Espinoza en Atenco, Estado de México, septiembre de 2003. 2003.
111 114
Entrevista a simpatizante anónimo del Frente de Pueblos, septiembre de 2003. Ortega, “San”, 2005, llega a conclusiones similares.

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182 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 183

acostumbrada a enfrentarse a la burocracia del gobierno [...] y a las deci- Presentar un análisis etnográfico exhaustivo de los atenquenses está
siones clientelares y arbitrarias del gobierno [en relación con la provisión más allá de los alcances de este trabajo. Sin embargo, las visitas a la cabece-
de servicios y bienes públicos, incluyendo justicia y derechos civiles bási- ra municipal, las entrevistas con líderes del Frente de Pueblos y las conver-
cos] [...] Por lo tanto, la protesta ya estaba latente adentro de cada uno de saciones con otros integrantes de este grupo, contribuyen en su conjunto
nosotros”.115 a identificar referencias a los lazos con la tierra y las dificultades históricas
Como toda construcción cultural, el valor social de las proclamas en que los atenquenses han enfrentado para defender este recurso de las ame-
Atenco hacía sentido sin importar los decretos expropiatorios. Se deriva de nazas externas. Esta hipótesis está también en línea con estudios previos en
las adversidades que estas comunidades han enfrentado históricamente en las áreas periféricas de la ciudad de México. Por ejemplo, una de las prin-
los suburbios de la ciudad de México y va de la mano con el descontento cipales conclusiones de Castells y de Ramírez Saiz es precisamente que el
hacia las instituciones del Estado, dada la indiferencia aparente hacia los espacio urbano o semiurbano y la lucha por mantener dicho espacio cons-
atenquenses y la percepción de que siempre ha sido mejor organizarse para tituyen la base de la identidad de aquellas personas que deciden unirse a
solucionar los problemas económicos y sociales por sí mismos. Sin embar- movimientos urbanos populares.121
go, construyendo sobre las ideas de Castells,116 los decretos expropiatorios La referencia a las adversidades históricas y las injusticias no era sólo
hicieron evidente el hecho de que los atenquenses estaban, estructuralmen- un insumo discursivo que una sola vez se usó en la oposición a los decretos
te, en oposición al Estado. expropiatorios. Constituye el fundamento de importantes estructuras de
Ninguno de los informantes en Atenco negó que la producción agrí- movilización que fueron desarrolladas mucho antes de que se anunciara el
cola de la zona era usada principalmente para subsistencia, tal como lo ar- naicm. En otras palabras, esta no fue la primera vez que los atenquenses se
gumentaba en gobierno federal. Sin embargo, esto no significa que la tierra unieron para solucionar un problema. Ya se habían organizado antes para
no sea importante o no tenga valor. Al contrario, hay un sentimiento —al construir pozos de agua, adquirir equipo, expulsar a invasores ilegales y, en
menos entre las generaciones menos jóvenes— de que la tierra simboliza general, para luchar contra las injusticias del Estado.122 De manera similar
una pelea que puede rastrearse hasta la revolución mexicana.117 Representa a otros movimientos sociales en la ciudad de México, cada servicio o bien
la expresión tangible de un esfuerzo por mantener un lugar y conservar un público que es provisto sin la ayuda del gobierno constituye una victoria
patrimonio que es transferido de generación en generación.118 La expresión que reduce la esfera de influencia de este.123
“nuestros abuelos pelearon por esta tierra y nosotros la heredamos de ellos” Hubo dos estructuras de movilización que fueron cruciales para el
estuvo presente en muchas de las entrevistas y declaraciones públicas del Frente de Pueblos: las redes sociales informales y el liderazgo informal.124
Frente de Pueblos.119 En este contexto, no sólo la solidaridad sino la solida- Las redes sociales informales están ancladas en las experiencias del día a
ridad alrededor de la tierra parece ser uno de los más altos valores sociales día de los atenquenses y pueden ser diferenciadas entre redes internas y
en Atenco.120 externas. Las primeras están fundadas en las celebraciones alrededor de la
tierra, esto es, las festividades para venerar y expresar gratitud a San Salva-
dor y otros santos por la oportunidad de trabajar la tierra, no importa si la
115
Entrevista a Ignacio del Valle en Atenco, Estado de México, septiembre de 2003. cosecha es buena o mala. Otros eventos sociales, incluidos funerales, bodas,
116
Castells, City, 1983, p. 171. bautizos, celebraciones paganas durante el carnaval y las festividades de
117
Davis y Rosán, “Social”, 2004, p. 285; Ortega, “San”, 2005, p. 14, y Sánchez, Atenco, 1999.
La mayor parte de los ejidos en Atenco fueron reconocidos legalmente en 1992 como parte de las
reformas agrarias del periodo posrevolucionario. Véase Ortega, “San”, 2005, p. 14.
118 121
Entrevista a Ignacio del Valle en Atenco, Estado de México, septiembre de 2003. De acuerdo Castells, City, 1983, y Ramírez Saiz, “Urban”, 1990.
122
con informantes entrevistados por Alcayaga, Atenco, 2002, y de acuerdo con funcionarios del gobier- Entrevista anónima con simpatizante del Frente de Pueblos.
123
no del Estado de México, las mujeres desempeñan el papel de “guardianas” de este espacio. Ramírez Saiz, “Urban”, 1990, p. 239.
119 124
Véanse comunicados del Frente de Pueblos, Atenco, 2003; Fragmentos, 2003, y Manifiesto, 2003. Una conclusión similar sobre la importancia que tienen las redes sociales informales para la
120
Davis y Rosán, “Social”, 2004, p. 285, y Ortega, “San”, 2005, también llevaron a cabo traba- movilización política entre las comunidades pobres que migran a las afueras de la ciudad de México
jo de campo en la zona y encontraron narrativas similares. ha sido alcanzada por otros autores. Un ejemplo es Cornelius, Politics, 1975.

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184 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 185

Pascua proveen también de experiencia organizacional útil para enfrentarse redes sociales informales, más allá de los asentamientos citados. En pala-
a circunstancias adversas. Muchas veces durante el conflicto se encendían bras de un integrante del Frente de Pueblos, “sabíamos que no había mane-
antorchas, se echaban cohetes o se tañían las campanas de la iglesia en me- ra de hacer esto nosotros solos [...] nos empezamos a mover, a visitar otros
dio de la noche para advertir a los atenquenses sobre las incursiones de la pueblos y a difundir nuestro movimiento nacional e internacionalmente”.130
policía.125 Los responsables de liderar algunas festividades tradicionales es- Estas redes externas estaban fundadas en el carácter semiurbano de
taban a menudo también a cargo de vigilar la cabecera municipal de Atenco los atenquenses. Como hemos explicado arriba, el ser semiurbano implica
cuando estaba todavía a cargo del Frente de Pueblos. una dualidad entre las formas de vida urbana y rural, la cual se manifiesta
De acuerdo con varios entrevistados, siempre hay un sentimiento de en un movimiento continuo entre la ciudad y el campo. Este movimiento
obligación comunitaria y de que la gente contribuya a la organización de continuo implica no sólo el contacto con mercados sino con instituciones ta-
eventos tradicionales más allá de los conflictos y peleas entre distintas fac- les como universidades, centros de investigación y, sin duda, en el contexto
ciones.126 En un lugar tan pequeño como Atenco,127 las redes sociales se de la acción colectiva beligerante, con aliados potenciales. Dos ejemplos cla-
conforman a partir de encuentros cara a cara, lo cual constituye la base para ros de cómo funcionaron estas redes externas fueron, por un lado, los con-
la confianza entre miembros de la comunidad. Esto significa que, al menos tactos entre integrantes del Frente de Pueblos y académicos de la Universi-
en teoría, la magnitud del potencial de movilización era equivalente a aque- dad de Chapingo (uch) y, por otro, los campesinos de Tepoztlán, Morelos.
llos afectados directamente por los decretos expropiatorios —que ascendían Cuando la gente en Atenco no pudo obtener información confiable
a cerca de 4 400 titulares de tierra—128 además de otros miembros de la co- sobre la localización del aeropuerto por parte del gobierno, buscaron a aca-
munidad que se identificaron y simpatizaban con la causa del movimiento. démicos de la uch. Más aún, organizaron un foro para hablar de las impli-
Sin embargo, es difícil definir realmente qué porcentaje de la pobla- caciones del proyecto y, al parecer, dicha reunión constituyó un punto de
ción estaba activa durante las marchas, los actos de protesta y otras acti- quiebre en el rechazo hacia el proyecto: los académicos discutieron el des-
vidades organizadas por el Frente de Pueblos. El mayor número de parti- plazamiento de población y los impactos ambientales, entre otros efectos
cipantes, más de 3 500, se registró dos meses después de que el proyecto negativos.131 Aunque no queda clara la calidad de la información provista a
fuera cancelado oficialmente. Los más activos y beligerantes eran los habi- los atenquenses, debemos recordar que, en el contexto de una intensa com-
tantes de San Salvador Atenco, Acuescomac y Tocuila.129 Sin embargo, a petencia entre los proyectos de Texcoco y Tizayuca, resultaba sencillo ma-
partir de evidencia indirecta, incluyendo notas de periódico y declaraciones nipular la información y sacar de contexto algunos argumentos.
de servidores públicos y de líderes del movimiento social, no todos los acti- De manera similar, cuando la gente en Atenco y Texcoco tuvo incer-
vistas eran de estas comunidades. tidumbre sobre las expropiaciones que eran necesarias para desarrollar el
Había necesariamente otras organizaciones de movimiento social que proyecto aeroportuario, decidieron contactar a organizaciones campesinas
estuvieron involucradas. Desde el principio, los atenquenses que se unieron en Tepoztlán, Morelos. Años antes, a mediados de la década de 1990, los
al movimiento sabían que era necesario contar con el apoyo y activar otras campesinos de esta localidad se habían opuesto exitosamente a la expro-
piación de tierra para un campo de golf y eran vistos por los integrantes
125
“Divide a ejidatarios defensa de tierras”, periódico Reforma, 17 de noviembre de 2001, en del Frente de Pueblos como un ejemplo positivo y una fuente confiable de
<http://busquedas.gruporeforma.com/reforma/Documentos/DocumentoImpresa.aspx>. [Consul- asesoría. Más aún, como explicamos más adelante con detalle, el contacto
ta: 3 de junio de 2007.]
126
Entrevista a Adán Espinoza en Atenco, Estado de México, septiembre de 2003; Sánchez, entre los atenquenses y los tepoztecos también facilitó el acceso a otras or-
Atenco, 1999
127
La cabecera municipal de Atenco tenía una población de 14 000 personas en 2000 y ninguna
130
de las comunidades afectadas por los decretos expropiatorios tenían poblaciones mayores a los 4 000 Entrevista a integrante anónimo del Frente de Pueblos, septiembre de 2003.
131
habitantes. Véase Apéndice ii. Entrevista a Ignacio del Valle en Atenco, septiembre de 2003, y Estado de México, “Crono-
128
Véase nota 5 de la Introducción de este libro. logía”, 2003. De acuerdo con entrevistas llevadas a cabo por Ortega, “San”, 2005, los chapingueros
129
Entrevista a Ignacio del Valle en Atenco, Estado de México, septiembre de 2003, y a Fran- acordaron apoyar al prd en las elecciones municipales de Texcoco en 2000 si este partido se oponía
cisco Kuri-Pérez, ciudad de México, septiembre de 2005. abiertamente, a nivel local, al proyecto aeroportuario.

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186 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 187

ganizaciones del movimiento como el propio Frente Zapatista de Libera- conjunto. La duración y la legitimidad de estos liderazgos informales están
ción Nacional (fzln).132 íntimamente relacionadas y de hecho dependen de las redes sociales in-
Ambos ejemplos muestran la importancia que las redes externas tie- formales. Los líderes del Frente de Pueblos son locales, toda la gente de la
nen para determinar el curso y el resultado de una movilización social. En cabecera municipal los conoce y se sabe dónde viven. Los encuentros cara
el primer caso, los académicos ayudaron a problematizar el proyecto aero- a cara en el día a día se convierten en una manera de rendir cuentas. En
portuario al incluir una serie de dimensiones de conflictividad que habían palabras de uno de los líderes, “ahora que hemos triunfado en contra de
sido omitidas por los promotores del proyecto y, en el segundo caso, los los decretos expropiatorios, la gente mantiene los ojos sobre nosotros para
campesinos de Tepoztlán contribuyeron a la “liberación cognitiva”133 en asegurarse que no hay nada raro [por ejemplo, que reciban sobornos para
Atenco y Texcoco —inspirando a la gente, contra todas las probabilidades, echarse para atrás]”.137
sobre la posibilidad de que un proyecto de tal magnitud podía de hecho ser Aunque diversos autores han estudiado el papel de los mediadores so-
detenido. ciales en las áreas periféricas de la ciudad de México,138 el proceso a partir
Los vínculos entre el Frente de Pueblos y el Consejo General de Huel- del cual un integrante específico de la comunidad surge como líder informal
ga (cgh), organización de estudiantes formada a finales de la década de no ha sido estudiado con mucho detalle. Una excepción es el trabajo histó-
1990 para oponerse al incremento de tarifas en la unam, constituyen otro rico de Wayne Cornelius,139 quien documenta el surgimiento y desarrollo
ejemplo de este tipo de redes externas. El Frente de Pueblos había estado de liderazgos comunitarios en seis comunidades de migrantes pobres en las
en contacto con el cgh desde tiempo atrás a través del Frente Popular del afueras de la ciudad de México. Sin embargo, este tipo de análisis no se pue-
Valle de México (fpvm) e, incluso, hubo habitantes de Atenco que habían den trasladar directamente al caso de Atenco. Mientras que el análisis de
apoyado a los estudiantes durante la huelga de la universidad en 1999. De Cornelius se centra en migrantes rurales que invadieron tierra para fundar
hecho, no debemos perder de vista que América del Valle, una de las princi- nuevos asentamientos en la ciudad de México —es decir, un movimiento de
pales lideresas estudiantiles del cgh, es hija del principal vocero del Frente gente que va a la ciudad—, Atenco y otras comunidades adyacentes repre-
de Pueblos, y que sus contribuciones a la articulación de los discursos del sentan ejemplos de campesinos cuya tierra ha estado bajo la presión con-
movimiento fueron muy significativas.134 tinua debido a la expansión urbana sobre tierra ejidal —es decir, la ciudad
De manera paralela, la preexistencia de liderazgos informales fue tam- expandiéndose sobre la gente–. Por lo tanto, la invasión de tierra y la lucha
bién crucial para las movilizaciones del Frente de Pueblos. Como lo comen- para obtener títulos de propiedad no figuran entre las experiencias que los
taron en su momento las propias autoridades del gobierno del Estado de individuos pueden usar para construir y afirmar su papel de representantes
México que estuvieron a cargo de las negociaciones con esta organización, comunitarios en el caso de Atenco.
los principales líderes son identificados como gestores sociales; es decir, Hay todavía mucho por hacer para entender los microprocesos que
eran mediadores sociales muy influyentes por su capacidad de organizar a influyen en la construcción de liderazgos informales en los barrios pobres
la gente para presentar sus demandas ante las autoridades.135 Estos actores de los municipios conurbados de la ciudad de México. Una de las dificulta-
se asemejan a lo que Wolf llama political brokers:136 aquellos que guardan los des para el científico social es que este tipo de fenómenos no suceden en un
vínculos críticos entre las comunidades locales y el sistema político en su punto concreto en el tiempo, sino que se manifiestan en procesos acumula-
tivos, de manera casi imperceptible. De vez en cuando la gente en Atenco
132
Para un análisis más detallado de la oposición de campesinos al campo de golf en Tepoztlán, organiza elecciones informales, es decir, votan levantando la mano, para
véase Quero, “Periferia”, 2002.
133
cambiar delegados y consejeros municipales. Al menos en teoría, estos de-
Véanse Jasper, “Emotions”, 1998; Kurzman, “Structural”, 1996, y McAdam, Political, 1982.
134
Entrevistas a Ignacio del Valle y Adán Espinoza en Atenco, Estado de México, septiembre
137
de 2003. Entrevista a Adán Espinoza en Atenco, Estado de México, septiembre de 2003.
135 138
Entrevista a Miguel Contreras, subsecretario de Gobierno del Estado de México, en Toluca, Véanse, por ejemplo, Castells, City, 1983; Fox, “Difficult”, 1997; Gilbert y Ward, “Public”,
septiembre de 2005. 1981, y Varley, “Clientelism”, 1993.
136 139
Wolf, Peasant, 1965, p. 97. Cornelius, Politics, 1975, pp. 135-165.

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legados son independientes de los partidos políticos y constituyen una es- Marcos flexibles, redes dispersas y aliados poderosos en Atenco
tructura paralela a la del ejido. Su papel principal consiste en llevar a cabo
procesos burocráticos relativamente sencillos y en canalizar sus demandas El marco de acción colectiva del Frente de Pueblos no hacía referencia ex-
a las autoridades municipales. Es posible que, si alguien demuestra que es clusiva a las quejas de la gente en Atenco. Las categorías construidas eran
particularmente eficiente en la articulación de demandas y en la solución de suficientemente amplias como para ser compartidas por otros actores. Entre
problemas comunitarios, la gente comience a reconocer su valor moral y otros aspectos, es posible identificar los términos desfavorables expresados
su liderazgo informal. Este reconocimiento probablemente se mantiene y a en los decretos expropiatorios como una fuente de queja, el Estado y la
lo largo del tiempo se acumula, incluso después de que esta persona ha ter- burguesía como enemigos, y todos aquellos que luchan contra las injusti-
minado su gestión como delegado o consejero. Algunos procesos similares cias del gobierno como simpatizantes potenciales del Frente de Pueblos.142
deben ocurrir en la organización de otros eventos; en el caso de las perso- Aunque sólo fuera con pronunciamientos públicos, la gente en Atenco y las
nas que son seleccionadas para organizar el carnaval o para liderar alguna municipalidades aledañas recibieron el apoyo de diversos actores porque
cooperativa agrícola u otra actividad similar. su marco de acción colectiva era atractivo o conveniente para estos. En la
Pero más allá de llevar a cabo este tipo de gestiones relativamente lista debemos incluir ong internacionales, asesores legales y técnicos que
sencillas, los líderes y voceros del Frente de Pueblos no tenían una gran ofrecieron su apoyo de manera independiente,143 el gobierno perredista del
experiencia liderando organizaciones de movimiento social más grandes.140 Distrito Federal y el movimiento zapatista. En otras palabras, sus deman-
En comparación, por ejemplo, con algunos integrantes de la Coordinadora das particulares y sus estatutos encontraron eco en y se identificaron con las
en Cochabamba, los líderes en Atenco no tenían experiencia práctica con causas del Frente de Pueblos.
algún sindicato de trabajadores o de campesinos de gran tamaño, como la En algunos casos, la resonancia era directa. Por ejemplo, las alusiones
cob, la csutcb o la Fedecor, en el caso de Bolivia. En este sentido, hay visuales y discursivas al héroe revolucionario Emiliano Zapata y el uso de
una brecha significativa entre los atributos necesarios para resolver proble- machetes como símbolos visuales constituyeron una especie de proceso de
mas a nivel comunitario en el día a día y las cualidades requeridas para ar- amplificación del marco de acción colectiva:144 un intento de identificarse,
ticular demandas más amplias en el contexto de un movimiento social. Por incrementar la visibilidad e idealizar la importancia de la tierra y de la lucha
lo tanto, el acceso a aliados externos y la expansión del campo multiorgani- histórica para defender este recurso. Esta estrategia resultó atractiva para
zacional del Frente eran incluso más importantes en la oposición contra el otros movimientos campesinos alrededor del país. El ezln, el epr y grupos
aeropuerto en Atenco y Texcoco. De hecho, en relación con el surgimiento de Tepoztlán, Morelos, que hemos mencionado, constituyen unos pocos
de liderazgos informales, no debemos descartar la hipótesis de que los voce- ejemplos, quizá los más visibles, pero no los únicos.
ros que prevalecieron en el caso del Frente de Pueblos no sólo contaban con En el caso específico de los zapatistas había una relación de dos vías
atributos tradicionales, como el de expresarse de manera articulada, sino entre su discurso y el del Frente de Pueblos. Por un lado, como uno de los
que contaban también con la capacidad de construir redes y de negociar primeros, más conocidos y populares movimientos indígenas antiglobaliza-
con actores fuera de Atenco.141 Un ejemplo era Ignacio del Valle, el líder ción, el movimiento zapatista cuenta con un poderoso y consolidado mar-
con mayor visibilidad en el Frente de Pueblos, quien, como ya menciona- co discursivo de referencia,145 un tipo de mac que cumple con las mismas
mos, tenía vínculos con el cgh gracias a su hija y, según informantes anó- funciones —es decir, condensa la realidad del mundo “allá afuera”—, pero lo
nimos del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen), también se
rumoraba que los tenía con el Ejército Popular Revolucionario (epr). 142
Entrevistas a Ignacio del Valle, Adán Espinoza y otros pobladores de Atenco, Estado de Mé-
xico, septiembre de 2003, y Edomex, “Cronología”, 2003.
143
Un ejemplo es el de Ignacio Burgoa (1918-2005), renombrado abogado constitucionalista y
profesor emérito de la Facultad de Leyes de la unam.
144
Snow y otros autores, “Frame”, 1986, p. 470.
140 145
Entrevista anónima a ex funcionario del Cisen. En inglés hablamos normalmente de master frame. Véase Snow y Benford, “Master”, 1992, pp.
141
Diani, “Direct”, 2003, p. 55, y Tarrow, New, 2005, p. 190. 137-138.

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hace en una escala mucho más amplia y de tal manera que restringe las op- para promover principios más generales como justicia, libertad o paz e incluir
ciones discursivas de otros movimientos sociales que vienen después. Este categorías más generales como capitalismo, globalización y oligarquía.
fenómeno no es exclusivo de México pues los zapatistas son percibidos al- El Frente de Pueblos nunca logró construir un discurso que fuera tan
rededor del mundo como una referencia obligada para diversos movimien- sofisticado como el de los zapatistas —o el de la Coordinadora en Bolivia. Sin
tos dedicados a la defensa de los derechos indígenas, del medioambiente y embargo, al ser un movimiento abanderado con la idea de solidaridad con
antiglobalización en general. la tierra, el Frente de Pueblos compartía referencias y alusiones que son co-
De hecho, la Coordinadora en Cochabamba representa un ejemplo múnmente usadas por los zapatistas. Las referencias discursivas y los fuertes
claro de la influencia zapatista en otros países de América Latina. Aunque posicionamientos del movimiento como “¡No hay país sin maíz!” o “¡La tie-
sea a nivel anecdótico, no es casual que en una de las visitas del autor a rra no se vende, se ama, se defiende!” se pueden encontrar en los primeros
Bolivia, durante una entrevista grupal con integrantes de la Coordinadora, discursos y comunicados del ezln.149 Fueron reproducidos textualmente, o
los entrevistados mencionaron que una de las razones por las cuales consi- casi textualmente, por el Frente de Pueblos durante el conflicto en Atenco.
deraban que los discursos de Óscar Olivera eran tan persuasivos era por- De la misma manera, los zapatistas estaban obligados a responder este
que, además de los elementos sustanciales que ya han sido analizados en gesto. Después de todo, la extensa red de alianzas con otras organizaciones
secciones anteriores, su estructura era similar a la manera como hablaba el de movimiento social y ong internacionales ha sido forjada con base en
Subcomandante Marcos.146 este tipo de intercambios de simpatía y obligación moral;150 más aún, esta
El marco discursivo de referencia de los zapatistas ha evolucionado es una de las razones por las que el movimiento zapatista se ha manteni-
a lo largo de los años desde el momento en el que el ezln hizo su prime- do vivo a pesar del desgaste inevitable, las divisiones y la desmoralización
ra aparición pública en 1994. De acuerdo con Bruhn,147 ha evolucionado después de dos décadas de lucha —una década, al momento del conflicto
hasta convertirse en un discurso sofisticado que usa el lenguaje de manera en Atenco— sin conseguir nada más allá de pequeñas victorias materiales.151
creativa, con metáforas, narrativas, humor y prosa poética al mismo tiem- En palabras de Le Bot,152 “es como un acuerdo: [los aliados internacionales]
po, mezclando cosmología maya, teoría de la liberación148 y algunas ideas obtienen del zapatismo lo que necesitan, el recordatorio [de seguir adelan-
marxistas-leninistas. De hecho, el discurso enarbolado originalmente por el te con la lucha], ese trampolín para despegar de nuevo y las comunidades
movimiento durante la administración de Salinas de Gortari (1988-1994) [de zapatistas] obtienen el apoyo, la ayuda que garantiza su supervivencia”.
estaba basado en demandas concretas como la distribución de tierra y la Las protestas contra la construcción del naicm no requirieron de una
oposición al tlcan. En años recientes, y especialmente tras el fracaso de los gran movilización física de simpatizantes desde Chiapas a Atenco. De he-
Acuerdos de San Andrés en 1996, el marco discursivo ha sufrido una trans- cho, la información que se reunió a partir de entrevistas de campo y fuen-
formación al enfatizar las demandas por una mayor autonomía indígena, tes secundarias confirma que sólo unos cuantos zapatistas viajaron para
apoyar a los atenquenses en su propio “campo de batalla” en 2001-2002.
Sin embargo, sólo fueron necesarios un par de pronunciamientos públicos
146
Entrevistas con Jim Schulz y Marcela Olivera, Cochabamba, Bolivia, junio de 2005. Por
por parte de representantes del fzln153 y la difusión del conflicto por el ae-
ejemplo, las ideas de Olivera sobre una democracia más participativa, según las cuales los líderes
supuestamente “no deben hablar, sino escuchar” (citado en Albró, “Water”, 2005, p. 252), son simi-
149
lares a las famosas palabras “mandar obedeciendo” de los zapatistas. Ross, ¡Zapatistas!, 2006.
147 150
Bruhn, “Antonio”, 1999. Los zapatistas han construido de manera efectiva lo que Yashar llama una “red transcomuni-
148
Para un análisis más detallado véase Nash, Mayan, 2001. Un ejemplo de este tipo de referen- taria” y lo que Tarrow llama “redes de solidaridad”. Véanse Yashar, Contesting, 2005, y Tarrow, New,
cias y combinaciones discursivas es el reemplazo de Cristo como “uno de nosotros” en las fábulas y 2005, p. 101.
151
cuentos cortos del Subcomandante Marcos. Este sólo es un ejemplo de por qué el ezln ha sido tan Para mayores detalles, véanse Nash, Mayan, 2001, p. 231, y Ross, ¡Zapatistas!, 2006, p. 127.
152
exitoso al usar y replantear otro marco discusivo de referencia: el de los zapatistas originales durante Citado en Bruhn, “Antonio”, 1999, p. 48.
153
la revolución mexicana. Esto también es parte de las razones detrás de la consolidación de su propio No debemos olvidar que el fzln, organización fundada en 1997 a partir de la Cuarta Decla-
marco discursivo de referencia, el cual resuena en el contexto de otras luchas populares, tanto en ración de la Selva Lacandona, funcionaba como un paraguas para muchos grupos indígenas, cam-
México como en otros países. pesinos y de izquierda que simpatizaban con la ideología zapatista hasta su disolución en 2005.

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192 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 193

ropuerto en la Internet para que la gente de Atenco tuviera acceso a ong En este contexto, la opinión pública desempeñó un papel crucial para
internacionales que habían apoyado a los zapatistas a lo largo de la década determinar el resultado final del proyecto.159 Desde el punto de vista de un
de 1990.154 Este proceso facilitó también el acceso a otros grupos indígenas subsecretario que estuvo trabajando muy de cerca en el proyecto,
y campesinos cuyos vínculos entre sí datan de la década de 1970.
La red del movimiento zapatista expandió el campo multiorganiza- nosotros [el gobierno federal] nunca logramos convencer a la gente, incluyen-
cional del Frente de Pueblos y les proporcionó además otros repertorios do a las clases medias, de que siete pesos no era la última oferta para la gente
de protesta. De nueva cuenta, el uso inteligente de la Internet y de otros en Atenco y de que la mayor parte de los beneficios vendrían en el futuro
medios por parte de los zapatistas ayudó a movilizar la opinión pública in- [...] al contrario, la idea de los siete pesos [incluso cuando esta cantidad fue
ternacional. Atenco se volvió otro ejemplo de lo que José Ángel Gurría, ex incrementada durante los procesos de negociación posteriores] era algo que se
secretario de Relaciones Exteriores entre 1994 y 1998, alguna vez llamaría mantendría en la memoria de todos los mexicanos [énfasis del autor]”.160
como una guerra de tinta y de Internet.155 Los eventos en Atenco demostra-
ron de nueva cuenta que siempre que los zapatistas participan en la defensa De acuerdo con el representante de presidencia para la negociación
de los desposeídos, sus acciones tienen resonancia alrededor del mundo.156 del aeropuerto, los atenquenses y sus simpatizantes creían que el aeropuer-
Es así que el mensaje del Frente de Pueblos se volvió atractivo para to era para la gente rica y que sólo serviría para consolidar el poder de la
un actor, más difuso, pero no menos importante: la opinión pública.157 En elite económica, aquellos que están en posición de comprar un boleto de
otras circunstancias hubiera sido difícil que los “ciudadanos ordinarios” de- avión. Esta idea, en combinación con los precios desdeñables que se esti-
cidieran si los decretos expropiatorios eran justos o injustos. El problema es pularon en los decretos expropiatorios, crearon la impresión generalizada
que un decreto expropiatorio se emite con base en el interés público, lo cual de que el proyecto representaba una lucha de clases entre los pobres y des-
constituye un concepto evasivo y difícil de aterrizar.158 Sin embargo, este no favorecidos y los ricos y poderosos.161 “Preferimos morir que darle nuestra
era el caso en Atenco y Texcoco. En este caso había dos razones que hacían tierra a Fox y Montiel, representantes de la burguesía”, era una de las con-
que los decretos fueran injustos sin mayor ambigüedad: primero, el que la signas que podía leerse en las pancartas hechas por simpatizantes del Frente
tierra fuera valuada en 7.5 pesos por metro cuadrado —25 en el caso de tie- de Pueblos.
rra irrigada— y segundo, incluso si la tierra no era muy productiva y tenía La categorización del aeropuerto como un proyecto “burgués” y “neo-
muy pocos usos alternativos en el presente, sería usada para desarrollar el liberal” funcionó, usando la terminología de Snow y otros autores,162 para
aeropuerto más importante de América Latina. vincular el marco de acción colectiva del Frente de Pueblos con las causas
de otras “víctimas” del Estado neoliberal, como lo eran maestros en huel-
ga, integrantes del cgh y otras organizaciones del movimiento social cuyas
raíces pueden encontrarse en la oposición al desplazamiento forzado de po-
blación y a la expropiación de tierra. El caso más ilustrativo es el del Frente
154
Davis y Rosán, “Social”, 2004, pp. 287-288.
155 159
Citado en Nash, Mayan, 2001, p. 222. Por ejemplo, una encuesta publicada el 19 de julio de 2002 —es decir, tan sólo doce días an-
156
Ross, ¡Zapatistas!, 2006, p. 359. tes de que el proyecto fuera cancelado— mostraba que 84.7% de los encuestados consideraba que el
157
Para los propósitos de este trabajo, este concepto será definido como “no la opinión de la movimiento en Atenco era legítimo, incluso cuando 53.3% opinaba que sí era necesario construir un
mayoría sino la opinión que permanece presente de manera activa en la esfera pública… [traducción nuevo aeropuerto en la ciudad de México. Al mismo tiempo, 74.2% opinaba que el gobierno debía
del autor]”. Véase Scruton, Dictionary, 1982, pp. 387-388. Puede ser definida alternativamente como buscar otras alternativas después de la violencia que había ocurrido en el área del proyecto. Véase
“el producto de procesos a partir de los cuales los integrantes de comunidades, grupos o colectivos Consulta Mitofsky, “Aeropuerto”, 2002. Una encuesta diferente mostró que 85% de los encuestados
llegan a desarrollar opiniones compartidas sobre eventos, objetos y temas [traducción del autor]”. consideraba que la lucha en Atenco era legítima en 2002 y 76% que la ley debía ser “suavizada” para
Véase McCarthy y otros autores, “Accessing”, 1996, p. 294. resolver el conflicto. Véase Parametría, “Lucha”, 2006.
158 160
Con base en la discusión de Robertson, Routledge, 2002, sobre el concepto de interés público, Entrevista a Cassio Luiselli, ciudad de México, septiembre de 2003.
161
hoy en día hay muy pocas políticas u objetivos públicos sobre las cuales estén de acuerdo todos los Entrevista a Francisco Kuri-Pérez, ciudad de México, septiembre de 2005.
162
integrantes de una sociedad sin importar su nivel de riqueza, estatus o posición de poder. Snow et al., “Frame”, 1986, p. 467.

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194 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 195

Popular Francisco Villa (fpfv),163 una organización de movimiento social proporcionan servicios urbanos a cambio de su apoyo político. Como lo ex-
creada en 1989 cuando 5 000 familias fueron expulsadas de Lomas del Se- presaron Gilbert y Ward al escribir sobre este fenómeno hace varias déca-
minario, una reserva natural localizada al sur de la ciudad de México.164 das, “el hecho de que la mayoría de estos asentamientos continúen siendo
El fpfv, conocido también como “los Panchos”, fue creado original- irregulares o ilegales provee una palanca que el Estado puede utilizar en mo-
mente para demandar nuevas viviendas, pero la necesidad de ampliar sus mentos difíciles para asegurar la lealtad de asentamientos específicos”.166 Este
demandas se hizo cada vez más clara para sus líderes: una vez que un inte- proceso ha sido muchas veces doloroso ya que depende de la discreción de
grante ya tenía casa, también era necesario conseguir los servicios, acceso a los políticos. Hasta hace relativamente poco tiempo, los líderes e integrantes
salud, educación, entre otras cosas. Los líderes también se dieron cuenta de prominentes del fpfv eran perseguidos, asesinados o encarcelados.167
que necesitaban unirse a otros grupos para poner presión sobre el gobierno Las zonas oriente y suroriente de la ciudad de México constituyen
y comenzaron a aglutinar sus demandas con las de otros sectores, incluyen- precisamente áreas donde la invasión de tierras y los asentamientos irre-
do vendedores ambulantes y taxis ilegales.165 Su estrategia de supervivencia gulares se han vuelto muy comunes desde la década de 1970.168 Este fenó-
se basaba en ganar masa crítica y crear recursos de negociación. De esta meno fue inducido, sobre todo, durante la hegemonía priista anterior a la
manera, el apoyar a otras organizaciones de movimiento social, con deman- década de 1990, por las propias oficinas de gobierno, con el uso de la le-
das y quejas similares, no es cosa extraña para el fpfv. Es, de hecho, parte galización selectiva de colonias proletarias o populares como parte de una
de su modus operandi. estrategia conservadora para contener el descontento de las clases urbanas
Pero más allá de los vínculos discursivos entre el fpfv y el Frente de populares y por agencias internacionales que han promovido la legalización
Pueblos, es probable que los Panchos tuvieran intereses materiales mucho o “formalización” de activos como un medio para mejorar las condiciones
más concretos en la cancelación del aeropuerto. Después de todo, sus mé- en los barrios suburbanos.169 Como se explicó en secciones anteriores, en
todos de lucha para conseguir vivienda y servicios son poco convenciona- 1982 las autoridades se vieron en la necesidad de redefinir los límites de la
170
les. Primero invaden un terreno que no está ocupado, a menudo localizado zreelt como consecuencia precisamente de la expansión de asentamien-
en reservas naturales, por ejemplo, en la zreelt, o en barrancos donde los tos irregulares.171 De hecho, una de las desventajas del proyecto en Texcoco
asentamientos humanos están prohibidos por las leyes existentes y las dis- era, precisamente, que la infraestructura hidráulica planeada podía conte-
posiciones de ordenamiento urbano. Los paracaidistas, como son llamados ner estas presiones al crear un barrera física entre la zona de compensación
coloquialmente, construyen casas sencillas, a veces sólo con aluminio. Se ambiental del proyecto y el área semiurbana circundante (véase mapa 5 del
mantienen ahí por un par de años y comienzan a presionar a las autorida- capítulo i).
des por agua, electricidad y caminos. Gracias a sus relaciones clientelares las
autoridades a menudo deciden no expulsarlos y, en algunos casos, incluso 166
167
Gilbert y Ward, “Public”, 1981, p. 100.
Jiménez, “Pie”, 2001.
168
De hecho, algunas de las comunidades donde Wayne Cornelius y Gilbert y Ward llevaron a
cabo sus investigaciones se localizan en esta zona de la ciudad. Véase la discusión sobre “liderazgos
163
Debemos recordar que el término “Frente Popular” se acuñó en la década de 1930 y fue informales” en secciones anteriores. Para mayores detalles, véanse Cornelius, Politics, 1975, y Gilbert
usado por primera vez en Europa para describir la alianza entre el movimiento de obreros y la bur- y Ward, “Public”, 1981.
169
guesía de izquierda. En el contexto latinoamericano, el término se ha usado de manera más flexible De hecho, esta política se volvió mucho más explícita e institucionalizada durante la adminis-
desde la segunda mitad del siglo veinte para describir una coalición amplia de distintos grupos de tración del presidente Echeverría (1970-1976), cuando las políticas urbanas se volvieron ligeramente
izquierda. En el caso específico de México, el término se ha usado de manera más frecuente en con- más participativas y cuando los institutos de vivienda como Infonavit (1972) y las oficinas de lega-
junto con el nombre de algunos héroes revolucionarios como Francisco Villa o Emiliano Zapata. lización de tierra como la Comisión para la Regularización de la Tierra (Corett, 1973) y el Fideico-
Estas organizaciones han aparecido, se han transformado y han desaparecido —especialmente en las miso para el Desarrollo Urbano de la Ciudad de México (Fideurbe) fueron creados. Para mayores
décadas de 1970 y 1980— dependiendo del contexto político específico. Para los propósitos de este detalles véanse también Myers, “Dynamics”, 2002, pp. 239-240, y Varley, “Clientelism”, 1994.
170
trabajo, los antecedentes descritos aplican exclusivamente al fpfv, que fue creado tras el desplaza- El área original de la zreelt se estableció en 1971.
171
miento forzado de población en Lomas del Seminario en 1989. No debe sorprender que la multiplicación y subsecuente legalización de asentamientos irre-
164
Jiménez, “Pie”, 2001, en <http://www.cuestiones1.net/revista/n3/mar01-entrev-fpfv.htm>. [Con­ gulares constituye una de las principales razones por las cuales Zumpango fue descartado como al-
sulta: 2 de febrero de 2007.] ternativa de localización para el naicm en la década de 1970 y una de las razones por las cuales la
165
Hilgers, “Nature”, 2005, pp. 15-18. expansión del aeropuerto en el sitio actual se descartó desde la década de 1980.

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196 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 197

En este contexto, no debemos descartar la hipótesis de que los Pan- En segundo lugar, incluso cuando la decisión de construir el aeropuer-
chos tuvieran el objetivo de invadir o de ocupar, a partir de la subdivisión to en Texcoco, en lugar de Tizayuca, ya había sido tomada oficialmente
de los ejidos existentes, alguna de las áreas que serían ocupadas por el pro- por el gobierno federal, los representantes del gdf nunca formaron parte
yecto aeroportuario. Incluso, es posible que algunas de las áreas ya estuvie- en las mesas de discusión o grupos de trabajo que se crearon para discutir
ran ocupadas por este grupo, pero que el gobierno federal no tomara en los detalles técnicos y políticos del naicm. Construyendo sobre las ideas de
cuenta este factor porque el registro de tierra sobre el cual se basaron los Bachrach y Baratz,173 el uso efectivo del poder no sólo abarca los aspectos
decretos expropiatorios estaba desactualizado. Si este fue el caso, entonces visibles del proceso de decisiones sino del proceso de “no decisiones”. Se
la instrumentación del proyecto en 2001 constituía una amenaza directa a trataba de un proyecto para un nuevo aeropuerto internacional en la ciudad
los intereses inmediatos del fpfv y de otras organizaciones similares. de México e, incluso si estaba localizado físicamente en una zona federal al
Al mismo tiempo, el proyecto constituía una fuente de identificación interior del Estado de México, era imposible que el proyecto se instrumen-
mutua para aquellos actores institucionales que se habían opuesto antes del tara sin la aprobación del gobierno de la ciudad de México: es decir, las (no)
anuncio público. Los más importantes eran el gdf y el gobierno del estado decisiones por parte del gdf crearon una barrera difícil de superar por el
de Hidalgo, como se explicó en el capítulo ii. En otras palabras, el marco gobierno federal.
de acción del movimiento fue expandido de tal manera que no sólo se trata- Tercero y último, de los tres principales partidos políticos en México,
ba de “la expropiación de tierra” sino de la “expropiación de tierra para un el Partido de la Revolución Democrática (prd) es probablemente el más di-
aeropuerto en Texcoco”. Este detalle no es trivial pues después de que el naicm vidido. Dados sus orígenes históricos, siempre se ha caracterizado por ser
en Texcoco fuera cancelado indefinidamente, el estado de Hidalgo anunció una organización política amorfa, una “red asociativa”174 compuesta por un
un esquema para expropiar poco a poco la tierra en Tizayuca. A diferencia grupo disímil de movimientos de izquierda, grupos y asociaciones. Tiene
del caso en Texcoco, este esquema no detonó mayor descontento o conflic- varias facciones que difieren en sus posiciones ideológicas, objetivos polí-
tividad social. ticos y estrategias. Aunque esta característica es a menudo una desventaja
No queda claro si el gobierno perredista del Distrito Federal apoyó para coordinarse en la acción política, también puede ser una ventaja al ju-
de manera activa al movimiento en Atenco y Texcoco y, si lo hizo, en qué gar una estrategia de dos caras. Algunas facciones, como Nueva Izquierda
medida. Por una parte, funcionarios de alto nivel del gobierno perredista, (ni) o Unidad y Renovación (ur) son generalmente más moderadas y sue-
entrevistados durante esta investigación, negaron rotundamente que hu- len ejercer presión a través de la política institucional, mientras que otras
biese existido otro apoyo más allá de los pronunciamientos públicos y los facciones como Izquierda Democrática Nacional (idn) son más radicales y
llamados al gobierno federal para compensar de manera adecuada a las prefieren recurrir a la llamada política en las calles. La combinación de estos
comunidades afectadas. Por otra parte, la evidencia indirecta sugiere que dos instrumentos puede constituir una herramienta muy poderosa. Depen-
las autoridades de la ciudad sí desempeñaron un papel crítico apoyando la diendo de la facción del prd a la que pertenecieran, algunos funcionarios
oposición al proyecto aeroportuario. En primer lugar, incluso si el apoyo públicos podían dar la impresión de no estar conectados con el movimiento
del gdf se limitó a simples pronunciamientos públicos, el hecho de que es- de oposición al aeropuerto y, al mismo tiempo, otras facciones, como idn,
tos vinieran de un actor institucional tan importante contribuyó de manera pudieron haber tenido una participación más directa.
significativa a minar la legitimidad del proyecto y limitó la movilización del idn está constituida por una extensa red que incluye a muchos movi-
sesgo en su favor.172 mientos urbanos populares. Antes de ser parte del prd en años recientes,
estos movimientos se contaban entre los movimientos de masas más autó-
nomos a lo largo de las décadas de 1970 y 1980 —muchos de ellos, enca-
172
Algunos ejemplos son los pronunciamientos que el jefe de gobierno de la ciudad de México,
173
Andrés Manuel López Obrador publicó en el periódico Reforma el 23 y el 27 de octubre de 2001 y Bachrach y Baratz, “Two”, 1962.
174
el 4 de noviembre de 2011. Siguiendo el término de Chalmers et al., “Associative”, 1997, p. 555.

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198 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 199

bezados por ex líderes del movimiento estudiantil de 1968.175 Una de sus Por una parte, como hemos discutido anteriormente, el mac explica
raíces organizativas es la Coordinadora Única de Damnificados (cud), es- en parte la magnitud y el alcance de la movilización social. Por otra parte,
tablecida en 1985 para organizar a las víctimas del terremoto de 1985 con este concepto teórico también es útil para dar cuenta de la continuidad o de-
objeto de demandar nuevos proyectos de vivienda. Años más tarde, la cud clive de un movimiento. Por ejemplo, una vez que las quejas originales han
empezaría a movilizar a otros grupos con demandas de vivienda similares desaparecido, hay aliados que pueden abandonar el movimiento o mante-
y, eventualmente, se convirtió en la Unión Popular Nueva Tenochtitlán ner su apoyo, pero esto depende, entre muchos factores, de qué tan hábiles
(upnt). Esta última organización constituyó un parteaguas histórico en las son los líderes para reenmarcar las quejas y las demandas.179 En el caso del
movilizaciones de la sociedad civil independiente en México: se convirtió Frente de Pueblos, cuando los decretos expropiatorios fueron cancelados,
en un actor protagónico de la política pública durante el diseño y la instru- la orientación de la acción cambió y el mac tomó otro giro con base en tres
mentación de planes de vivienda y reconstrucción y, después de unirse al demandas: a) la familia de un campesino que murió durante los enfrenta-
Frente Democrático Nacional en 1988, se convirtió en una de las principa- mientos del 11 de julio debía recibir una indemnización; b) las órdenes de
les fuentes de apoyo electoral para Cuauhtémoc Cárdenas.176 aprehensión giradas en contra de integrantes del Frente de Pueblos debían
Otra organización que pertenece a idn es precisamente el fpfv, que ser canceladas, y c) Atenco debía ser declarado “municipio autónomo”.
ya mencionamos párrafos arriba. Hacia mediados de la década de 1990, el La primera demanda parece ser justa sin muchas ambigüedades y
fpfv tenía entre 10 000 y 20 000 integrantes y había acumulado un con- podía constituir una justificación para que algunos aliados externos, como
siderable capital político que era codiciado por partidos a nivel nacional y organizaciones de derechos humanos, mantuvieran su apoyo. Sin embargo,
por políticos locales en la ciudad de México. Cuando el fpfv dejó la clan- la idea de revocar las órdenes de arresto resultaba mucho más controverti-
destinidad a finales de esa misma década, y decidió participar en la política da porque la distinción entre violencia colectiva y crimen puede ser difícil
electoral, el candidato natural era el prd, y la facción natural al interior de de delinear.180 Incluso aunque ciertos actos estén prohibidos legalmente, la
este partido era idn. frontera entre ilegalidad e ilegitimidad puede borrarse cuando un acto que
Gracias a organizaciones como los Panchos y la upnt, la facción es prescrito por la ley resulta claramente injusto —por ejemplo: los decretos
de idn ha provisto al prd con una fuente significativa de movilización expropiatorios en Atenco y Texcoco.181 En este sentido, el Frente de Pue-
política:177 así lo hizo durante la campaña presidencial de 1988, durante la blos se volvió cada vez más radical hacia las etapas finales del conflicto. Lí-
campaña local de 1997 y durante la instrumentación de muchos programas deres y simpatizantes bloquearon caminos, quemaron vehículos, tomaron
sociales y económicos. Es posible que la oposición contra el proyecto aero- a servidores públicos como rehenes y amenazaron con matarlos (véase el
portuario no fuera una excepción. La pregunta es si estas organizaciones subtítulo de la p. 72). Todos estos actos eran ilegales, pero no queda claro
apoyaron al Frente de Pueblos bajo iniciativa propia, dada la resonancia si eran vistos como ilegítimos en el contexto de los decretos expropiatorios.
discursiva y sus intereses inmediatos, o bien, si lo hicieron como parte de En cualquier caso, el argumento relevante es que un cambio en el
una estrategia política más amplia que estaba vinculada al prd. La eviden- repertorio de protesta y la ambigüedad de las nuevas quejas y demandas
cia es insuficiente.178 hicieron seguramente que algunos aliados externos retiraran su apoyo al
Frente de Pueblos. Algunos actores que habían mostrado su simpatía, como
el gobierno perredista de la ciudad de México, algunos académicos y aseso-
175
Para mayores detalles sobre los movimientos urbanos populares en México a través del siglo res técnicos se volvieron cada vez más neutrales o simplemente “pintaron
xx y hasta la creación de la Coordinadora Nacional del Movimiento Urbano Popular (Conamup) su raya” y se deslindaron de los eventos en Atenco y Texcoco.
en 1981, véanse Bennett y Bracho, “Orígenes”, 1993, y Perló y Schteingart, “Movimientos”, 1984.
176
Ramírez Saiz, “Urban”, 1990, pp. 234-238.
177
Hilgers, “Nature”, 2005, p. 9, y Ramírez Saiz, “Urban”, 1990, pp. 234-238.
178 179
Incluso sin evidencias concluyentes, es difícil no prestar atención al hecho de que el secreta- Véanse Snow y Benford, “Master”, 1992, y Tarrow, “Power”, 1994.
180
rio particular del jefe de gobierno de la ciudad de México durante el conflicto aeroportuario (2001- Tilly, Politics, 2003, p. 19.
181
2002) era René Bejarano, coincidentemente una de las figuras más importantes de idn. Véase Parametría, “Lucha”, 2006.

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200 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 201

La tercera demanda —“declarar a Atenco municipio autónomo”— te- confrontación más dramática tuvo lugar cuando líderes del movimiento trata-
nía profundas implicaciones para la cohesión social y política del país y nos ron de obstruir las elecciones municipales de 2003 y fueron recibidos con palos
lleva a una discusión que se ha dado en México en el contexto del movi- y piedras por habitantes de Santa Isabel Ixtapan.183
miento zapatista y de otros movimientos indígenas. El gobierno de México A partir de algunas conversaciones del autor con integrantes del Fren-
ha dudado en otorgar mayores niveles de autonomía, incluso en el caso te de Pueblos y otros habitantes en Atenco, es posible identificar cierta pau-
de Chiapas, donde las comunidades que han demandado un mayor grado ta de acción. En primer lugar, los activistas que favorecían esta idea solían
de autonomía ostentan costumbres y tradiciones que claramente tienen un justificar la idea de una municipalidad autónoma con el argumento de que
fuerte contenido etnolingüístico. Una razón es que la definición de quién el gobierno siempre los había tratado como niños, como si fueran incapa-
es indígena no es tan evidente, en especial cuando los límites de las propias ces de tomar decisiones responsables por sí mismos. En segundo lugar, los
identidades indígenas siguen ampliándose, incluso en áreas rurales del país. entrevistados indicaban que algunas personas de Atenco no entendían las
Al mismo tiempo, los representantes gubernamentales han expresado implicaciones de lo que el Frente de Pueblos estaba proponiendo y de cómo
preocupación por la posible incompatibilidad, por un lado, entre los usos iba a afectar su bienestar. Sin embargo, al preguntarles cuál era la diferencia
y costumbres, y por otro, los derechos políticos y ciudadanos individuales. entre el gobierno y el Frente de Pueblos diciéndole a la gente qué hacer, la
Pero más importante aún es que la autonomía de grupos indígenas podría mayoría de los entrevistados no podía encontrar una respuesta convincen-
poner en jaque el control sobre el territorio, incluyendo recursos ambien- te. Por supuesto, este tipo de conversaciones tienen un valor más anecdóti-
tales y naturales estratégicos, desde el punto de vista del Estado mexicano. co que científico pero, incluso en este nivel, las conversaciones son indicati-
Esto incluye recursos petroleros, biodiversidad y ríos que actualmente con- vas de la posibilidad de tensiones y perspectivas encontradas sobre el tema
tribuyen a abastecer la mitad de la energía eléctrica en el país. Este no es el de la autonomía de Atenco y sobre el papel que el Frente de Pueblos debía
caso de Atenco y Texcoco, donde el medio ambiente ha sido deteriorado de desempeñar en las distintas etapas del conflicto, en especial después de la
manera irreversible (véase el subtítulo de la p. 65). Sin embargo, el conce- cancelación del proyecto.184
der al Frente de Pueblos sus demandas de autonomía podía tener un efecto Es posible que estas tensiones fueran exacerbadas por las característi-
dominó en otras comunidades alrededor del país. Se trataba, en pocas pala- cas organizacionales del Frente de Pueblos, que era, al parecer, mucho más
bras, de una demanda muy poco realista. jerárquico y centralizado en comparación con la Coordinadora en Cocha-
Las supuestas demandas de autonomía no tenían legitimidad y no tenían bamba y tenía mayores ingredientes de lo que autores como Cornelius lla-
un fundamento sólido. Por lo tanto, no hacía sentido que algunos actores ins- man “caciquismo urbano”.185
titucionales como el Distrito Federal o el gobierno del estado de Hidalgo par- Los simpatizantes de la Coordinadora podían expresar sus opiniones
ticiparan activamente en dicha discusión, sobre todo cuando el aeropuerto en abiertamente mientras se mantuvieran participando activa y continuamen-
Texcoco ya había sido cancelado. Incluso entre la población de Atenco no que- te; los insumos y las preocupaciones eran de hecho tomados en cuenta, con
da claro si existía un apoyo generalizado a esta aspiración política. De hecho, base en la idea de la “multitud plebeya” (véase el subtítulo de la p. 153). En
el Frente de Pueblos y los atenquenses en general mostraron fuertes divisiones contraste, aunque los simpatizantes del Frente de Pueblos eran bienvenidos
después de que el proyecto fuera cancelado en 2002. Muchas comunidades a unirse a la resistencia, sus oportunidades para contribuir a la discusión
que ya habían alcanzado un acuerdo con el gobierno federal expresaron su del movimiento eran más restringidas.186 Este factor influyó en los espacios
descontento cuando el aeropuerto fue cancelado y meses después se suscitaron
algunas disputas entre integrantes y no integrantes del Frente de Pueblos.182 La 183
“Queda Atenco en suspenso”, periódico Reforma, 10 de marzo del 2003, en <http://busquedas.
gruporeforma.com/reforma/Documentos/DocumentoImpresa.aspx>. [Consulta: 4 de junio de 2007.]
184
En su trabajo de campo, Davis y Rosán, “Social”, 2004, reconocieron también señales similares.
182 185
Edomex, “Acciones”, 2003; entrevistas Benito Méralo, Toluca, Estado de México, 20 de Cornelius, Politics, 1975, pp. 139-150.
186
octubre de 2003 y a Francisco Kuri-Pérez, ciudad de México, 6 de octubre de 2005; Reforma, 22 de “Autónomos y divididos”, 22 de agosto del 2002, en periódico Reforma, en <http://busquedas.
agosto de 2002. gruporeforma.com/reforma/Documentos/DocumentoImpresa.aspx>. [Consulta: 4 de junio de 2007.]

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202 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 203

de participación, creó asimetrías entre distintos integrantes del movimiento y entregar o no el control de las oficinas municipales después de que el pro-
y contribuyó a que los procesos de formación de identidades y de toma de yecto fue cancelado.
decisiones fueran canalizados de distinta manera. En palabras del principal
vocero del Frente de Pueblos, “todos eran bienvenidos mientras tuvieran
buenas intenciones. No decíamos que no, pero íbamos a encontrar quién Amplificación de quejas y oportunidades políticas
no era leal al movimiento cuando les pedíamos que hicieran trabajos difí-
ciles y no querían [...] escuchábamos, pero las decisiones finales las tomábamos Un mac cuyo tema principal es la injusticia funciona como un instrumen-
nosotros (énfasis del autor)”.187 to amplificador.188 Esto es, las categorías construidas como queja, enemigo,
La naturaleza más inclusiva y flexible de un mac hace sentido duran- simpatizantes y soluciones son enfatizadas con la finalidad de darles visibilidad
te las primeras etapas de una movilización porque uno de los objetivos es y hacerlas convincentes. De esta manera, el estudio de un movimiento so-
hacer que las quejas y las demandas sean visibles en la esfera pública y, de cial no puede basarse exclusivamente en analizar las capas discursivas de
ser posible, hacer que se coloquen en la agenda de políticas públicas. Pero un marco debido a que la distorsión y la amplificación forman parte de su
la inclusión de una colección amplia de intereses e identidades puede gene- propia naturaleza estratégica para ganar apoyo, retar a las autoridades, ob-
rar fricciones si la orientación del movimiento social cambia radicalmente tener la ayuda de aliados y alcanzar la solución a una queja determinada.
etapas más adelante. Cuando esto sucede es posible que algunos intereses y Más aún, como se ha explicado en secciones anteriores, un mac provee una
algunas identidades sean privilegiados a expensas de otros, detonando con- sombrilla a simpatizantes con distintos antecedentes e ideas y, por tanto,
flictos entre diferentes facciones del movimiento. La posibilidad de conflic- distintos objetivos.
tos aumenta si un movimiento social no ha creado un espacio participativo De acuerdo con el delegado del presidente para solucionar el conflicto
para discutir y legitimar este tipo de transformaciones. en Atenco y de acuerdo con otros funcionarios públicos, incluyendo funcio-
En este sentido, hay muchos ejemplos de cómo los atenquenses y narios del Cisen, había dos tipos de activistas entre las comunidades afec-
otros simpatizantes construyeron una identidad compartida a partir de la tadas: aquellos que querían parar el proyecto a cualquier costo y aquellos
acción: los activistas compartían sus quejas en barricadas y bloqueos, y que estaban dispuestos a negociar mejores términos de indemnización con
estudiantes del cgh hacían obras de teatro y pintaban murales para recor- el gobierno. Ambos grupos apoyaron la creación del Frente de Pueblos y
darle a la gente la conexión entre el movimiento en Atenco y la figura de acordaron las estrategias que debían seguirse al inicio del conflicto en Aten-
Emiliano Zapata. El marchar por las calles de la ciudad de México golpean- co y Texcoco. Trabajaron de manera conjunta para atraer aliados, generar
do el asfalto con machetes constituye otro ejemplo de actos cargados de masa crítica y crear recursos de negociación. Era necesario ganar visibili-
una energía simbólica y que contribuyeron también a construir y consoli- dad, apelar a la opinión pública, problematizar el proyecto aeroportuario
dar las identidades del movimiento. Sin embargo, a diferencia del caso de y expandir los alcances del conflicto. Sin embargo, sus objetivos últimos y
Cochabamba (véase el subtítulo de la p. 153), parece que estas expresiones su orientación política diferían de manera importante y algunos activistas
no fueron complementadas con procesos abiertos y no jerárquicos de toma eventualmente quedaron desencantados y rompieron con el movimiento.
de decisiones que permitieran que todas las comunidades afectadas y todos Para entender la diferencia entre estos dos grupos al interior del Fren-
los aliados se hicieran escuchar. Por lo tanto, la relación dialógica entre los te de Pueblos es necesario examinar una dimensión analítica adicional que
procesos de identificación que sucedían “detrás de bambalinas” y la articu- ha sido propuesta por algunos teóricos de movimientos sociales: la eop.
lación más visible de demandas se vieron limitadas cuando se trataba de Por un lado, la selección de Texcoco como sitio ideal para la construcción
tomar algunas decisiones estratégicas, como negociar o no con el gobierno del nuevo aeropuerto colocó a las comunidades afectadas en el mapa. Esta
situación representó la apertura de espacio político, en los términos enten-

187 188
Entrevista a Ignacio del Valle, Atenco, Estado de México, septiembre de 2003. Tarrow, “Mentalities”, 1992.

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204 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 205

didos por Gamson y Meyer,189 gracias a un factor volátil e institucional: las En tercer lugar, como hemos explicado más arriba, una vez que el
comunidades semiurbanas que por mucho tiempo habían vivido en un lim- proyecto fue cancelado, el Frente de Pueblos continuó controlando la cabe-
bo institucional se volvieron, de la noche a la mañana, sumamente impor- cera municipal de Atenco pero el movimiento fue descalificado en otras co-
tantes para el desarrollo; incluso si la razón era que su tierra era necesaria munidades que también habían sido afectadas por decretos expropiatorios.
para construir el naicm. Un ejemplo fue el caso de Santa Isabel Ixtapan. Más aún, varios grupos
Aunque el aeropuerto representaba una queja, también constituía una llegaron incluso a expresar que la cancelación del proyecto era una lástima
oportunidad importante para mejorar las condiciones en Atenco y Texcoco. porque la última oferta que había hecho el gobierno no estaba “tan mal”.192
En otras palabras, representaba una oportunidad para aquellas comunida- De hecho, de acuerdo con algunos funcionarios públicos del gobierno fe-
des que habían permanecido invisibles a la política pública por más de tres deral y del Estado de México, la mayor parte de las comunidades, excepto
décadas de poner sobre la mesa sus demandas, levantar la voz y atraer la aquellas en San Salvador Atenco y en San Francisco Acuescomac, ya ha-
atención de las autoridades, independientemente de los decretos expropia- bían acordado, de manera privada, vender su tierra.193 Por supuesto, dicho
torios. Tres hechos constituyen el fundamento de esta hipótesis. Primero, la “consentimiento” debe interpretarse con ciertas precauciones. Después de
gente de Atenco no sólo es consciente de las implicaciones de su vida dual todo, puede ser simplemente una señal de una dimensión oculta del poder:
como “semiurbanos”. Están al tanto de los cambios que vendrán cuando las la capacidad de la autoridad de influir sobre las percepciones subjetivas y la
nuevas generaciones sean más urbanas que rurales. Como lo expresó un resignación inconsciente de las comunidades afectadas. En los términos de
entrevistado, “no estamos en contra del progreso [...] pero creemos que los Gaventa,194 la aceptación de ciertos términos de negociación no necesaria-
cambios deben venir poco a poco”.190 En esta dirección la “solidaridad alre- mente significa consenso.
dedor de la tierra” no puede considerarse como una consigna imposible de Por otro lado, a diferencia del caso boliviano en 2000, el sistema de
negociar, pero seguramente sólo es negociable bajo ciertas circunstancias. partidos políticos de México no estaba experimentando una crisis entre
Segundo, las entrevistas en Atenco sugieren la posible existencia de 2001 y 2002 y, por tanto, el conflicto en Atenco no abrió el espacio político
un doble discurso sobre la disposición a vender la tierra pues existe un necesario para el surgimiento de formas alternativas de representación polí-
patrón común en la narrativa de algunos entrevistados. Si bien es cierto tica y social como sucedió en el caso de la Coordinadora en Cochabamba.
que los aspectos culturales e históricos que hemos mencionado más arriba En su conjunto, la oportunidad política era mucho más estrecha porque el
contribuyen al valor, aparentemente inconmensurable, que los atenquenses pan había ganado las elecciones presidenciales con un amplio margen y se
asignan a la tierra, estos argumentos suelen convivir con razonamientos de había convertido en el primer partido de oposición después de más de se-
corte económico. ¿Se trataba de una posición de negociación que hubiese tenta años de gobierno ininterrumpido por parte del pri. De esta manera,
cambiado si el gobierno hubiera mejorado su oferta? Los hechos más re- todavía había amplios sectores de la población que eran optimistas sobre
cientes, al momento de escribir este libro, sugieren que sí.191 la transición política.195 Sin embargo, el proyecto aeroportuario representa-
ba una nueva oportunidad para organizaciones de movimiento social —por

189
Gamson y Meyer, “Framing”, 1996, p. 277.
190 192
Entrevista con Adán Espinoza, Atenco, Estado de México, septiembre de 2002. Entrevista a Humberto Navarro, director regional de la Oficina de Gobierno del Estado de
191
Como comentaremos en las conclusiones generales de este libro, el proceso de adquisición México en el momento del conflicto, septiembre de 2005; “Descartan negociar tierras”, periódico
de tierras por parte de instituciones oficiales, particularmente la Conagua en la zona del proyecto Reforma, 22 de julio de 2002, en <http://busquedas.gruporeforma.com/reforma/Documentos/Docu-
ha continuado de manera silenciosa en los últimos doce años desde que se canceló el proyecto. Un mentoImpresa.aspx>. [Consulta: 4 de agosto de 2007.]
193
hecho adicional en apoyo de esta hipótesis se relaciona con la expansión de asentamientos ilegales Entrevista a Francisco Kuri-Pérez, ciudad de México, septiembre de 2005.
194
en el área del proyecto, ya que esto sucede a menudo a partir de la subdivisión de los ejidos exis- Gaventa, Power, 1980. Para una discusión más detallada del papel que las distintas dimen-
tentes. Es decir, gracias a la venta ilegal de tierra, la cual ha llegado a alcanzar valores cercanos a los siones del poder desempeñan en el contexto de la negociación de proyectos de desarrollo y, más
100 pesos por metro cuadrado. Entrevista con Próspero Ortega, ciudad de México, septiembre de específicamente, del desplazamiento forzado y el reasentamiento involuntario, véase Domínguez,
2012, y Reforma, 4 de agosto de 2002, en <http://busquedas.gruporeforma.com/reforma/Documen- Desplazamiento, 2014, pp. 17-19.
195
tos/DocumentoImpresa.aspx>. [Consulta: 3 de junio de 2007.] Entrevista telefónica a Jorge G. Castañeda, octubre de 2007.

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206 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 207

ejemplo el fpfv— que tradicionalmente se habían opuesto al pri, que se con- El epr era tan sólo uno de los grupos que se infiltraron en las comuni-
virtieron en “huérfanos de oposición” y perdieron su bandera política des- dades de Atenco y Texcoco. Este grupo guerrillero es caracterizado por un
pués de las elecciones históricas de 2000.196 La magnitud del proyecto y el discurso mucho más antisistémico, el cual, siguiendo la terminología gram-
apoyo de la opinión pública ejercieron una especie de efecto gravitacional: sciana, responde a una “guerra de movimiento” —es decir, dirigido a derro-
“Todos querían salir en la foto porque era una oportunidad para demostrar car al Estado y a la clase burguesa–.200 En comparación con el ezln, por
que el partido de derecha, el pan, debía pagar derecho de piso para poder ejemplo, el epr tiene un repertorio de protesta mucho más violento y sub-
reclamar el título de ‘gobierno de la transición’…”197 versivo, basado en la idea del foquismo: detonar y apoyar pequeños con-
Para otros grupos como el ezln, el proyecto aeroportuario representó flictos (focos) que pueden eventualmente multiplicarse y desestabilizar al
otra oportunidad para recuperar visibilidad. En 2001 y 2002, los zapatis- régimen.201 El aeropuerto, de acuerdo con funcionarios de gobierno de alto
tas estaban relativamente debilitados después de su lucha continua desde nivel, se convirtió en un pretexto para instigar uno de estos llamados focos.202
el levantamiento de 1994; la necesidad de resistir a ataques paramilitares y Es difícil determinar el peso relativo que todos estos diferentes actores
los magros logros materiales que habían conseguido para las comunidades tuvieron para darle forma al discurso y las estrategias del Frente de Pueblos
zapatistas en Chiapas los habían desmoralizado y dividido.198 Los Acuerdos a lo largo de las distintas etapas del conflicto. Cuando hablamos de quejas
de San Andrés no habían sido instrumentados durante el mandato de Zedi- que son amplificadas en el contexto de la acción colectiva de protesta, es di-
llo y una ley indígena de alcances muy limitados había sido aprobada en el fícil asegurar con certeza si la mayoría de los atenquenses había anticipado
Congreso durante la administración de Fox —de hecho, sólo seis meses an- la cancelación indefinida del proyecto o si, a partir de una estrategia para
tes de que el naicm fuera anunciado–. Como hemos explicado más arriba, subir las apuestas y el costo de oportunidad del gobierno federal, espera-
había una relación de dos vías entre el discurso zapatista y el discurso del ban mejorar la oferta por su tierra o la instrumentación de más proyectos
Frente de Pueblos, pero más allá de la resonancia discursiva y la vincu­lación de desarrollo que los beneficiaran. Es posible que los simpatizantes del mo-
entre distintos marcos de acción colectiva, es muy posible que también exis- vimiento social en realidad estuvieran divididos entre estas dos alternativas.
tiera una oportunidad política compartida.
Sin embargo, más tarde, cuando el Frente de Pueblos cambió sus de-
mandas —por ejemplo, haciendo un llamado a la autonomía municipal—, CONCLUSIONES
transformó su discurso colectivo y tomó mano de repertorios de protesta
mucho más radicales, propició que algunos de sus aliados se distanciaran. Este capítulo ha analizado los dos casos de estudio con base en los concep-
Ya hemos mencionado el caso de algunos actores institucionales y algunos tos teóricos propuestos: el surgimiento, el enmarcamiento y la interpreta-
asesores técnicos y legales. Adicionalmente, la opinión pública se volvió ción de una queja, la preexistencia de estructuras de movilización, el papel
mucho menos favorable e, incluso, algunas de las comunidades afectadas de aliados poderosos y la estructura de oportunidad política.
retiraron su apoyo al Frente de Pueblos.199 Al mismo tiempo, hubo nuevos Sobre el primer punto, la privatización de los sapa no fue per se la
actores que entraron en juego. El Frente de Pueblos atrajo grupos que eran razón por la cual escaló la acción colectiva y se radicalizó el movimiento
más radicales en comparación con el fpfv o el ezln y cuyo apoyo se volvió social de Cochabamba, Bolivia. El movimiento ganó impulso cuando las
particularmente importante hacia las últimas fases del conflicto. tarifas de agua fueron incrementadas y la gente se concientizó del proceso
196
Entrevista a Francisco Kuri-Pérez, ciudad de México, septiembre de 2005.
197 200
Ibid. Bruhn, “Antonio”, 1999, pp. 29-30.
198 201
Nash, Mayan, 2001, y Ross, ¡Zapatistas!, 2006. Algunos observadores consideran que el epr infiltró Atenco incluso antes de que el proyecto
199
De acuerdo con distintos funcionarios de gobierno todas las comunidades afectadas habían fuera anunciado oficialmente. Si este fue efectivamente el caso, es posible que la radicalización del
aceptado eventualmente vender la tierra, excepto las municipalidades de Atenco y San Francisco fpdt significara simplemente que el epr se volvió más influyente en comparación con otros aliados
Acuescomac, donde se localizaba el núcleo de la oposición más radical. De acuerdo con los propios del movimiento.
202
líderes del Frente Popular, este último grupo también incluía Tocuila. Entrevistas anónimas a funcionarios públicos del Cisen.

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208 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 209

poco transparente detrás de la concesión a adt y de la aprobación de la Ley ambiente social que era favorable para que el movimiento articulara un
2029, la cual afectaba los usos y costumbres en las áreas rurales. El movi- conjunto de demandas sociales y económicas.
miento se radicalizó a consecuencia también de las respuestas de indiferen- De manera similar, el caso de estudio mexicano puede ser analizado a
cia por parte de algunos funcionarios públicos. Sin embargo, como argu- partir del mac que fue construido por el Frente de Pueblos, en conjunto con
mentan distintos teóricos de los movimientos sociales, identificar y estudiar otros elementos del marco teórico propuesto. El Frente de Pueblos constru-
una queja no es suficiente para entender el surgimiento y evolución de un yó un discurso de injusticia para publicitar sus quejas, identificar aliados,
movimiento social. Es necesario estudiar la manera en que dicha queja es condenar al enemigo y proponer una solución. El éxito de dicho discurso
enmarcada y cómo contribuyen los respectivos mac a la construcción de se explica, en parte, porque cumplió con los requisitos de familiaridad, flexi-
una identidad colectiva que es compartida por distintos simpatizantes, con bilidad y capacidad de “tocar las emociones” de simpatizantes potenciales.
diferentes perfiles, ideas e intereses. En el caso de la Coordinadora un fac- El marco de acción estaba fundamentado en la solidaridad entre la gente y
tor determinante fue la constitución de una coalición urbana-rural amplia la solidaridad con la tierra. Estos valores no sólo eran herramientas discur-
que se basaba en una idea sencilla pero poderosa: que el agua es condición sivas sino el resultado de experiencias históricas, enfrentando adversidades
para la vida y constituye un derecho inalienable, de tal forma que su mane- sociales y económicas en la defensa de un espacio físico que constituye la
jo y gestión le concierne a todos. base de dichas identidades colectivas. De hecho, dichas experiencias his-
Otros dos factores críticos para el éxito del movimiento fue la preexis- tóricas son también la base de dos estructuras de movilización existentes:
tencia de estructuras de movilización y de aliados poderosos. Sobre el pri- redes sociales informales y liderazgos informales. En relación con las redes
mer factor, y en comparación con otros movimientos sociales de Bolivia, la informales, es posible hablar de redes internas y externas. Las primeras pro-
forma en que la Coordinadora estaba organizada constituyó un parteaguas veyeron experiencias de aprendizaje organizativo, y las segundas, vínculos
en la historia de los movimientos sociales de este país por tres razones: a) con aliados importantes e incluso asesores técnicos y legales que ayudaron
se trataba de una asociación de asociaciones; b) en consecuencia, no tenía a superar la movilización del sesgo.
una base de apoyo fija sino que dependía de las organizaciones que se unían El marco de acción también fue atractivo para “todos aquellos que
o la apoyaban durante ciertas etapas del movimiento, y c) la Coordinado- pelean contra las injusticias del gobierno”, incluyendo el cgh, el fpfv, los
ra dependía de alianzas y arreglos que estaban basados en un conjunto de campesinos de Tepoztlán y el movimiento zapatista en Chiapas. En este
demandas compartidas y que eran aplicados a partir de la propia acción. último caso hay una relación de dos vías: el Frente de Pueblos “tomó pres-
Sobre el segundo factor, una estructura flexible —en conjunto con un marco tadas” e hizo explícitas algunas alusiones al marco discursivo de referencia
de acción colectiva adecuado— ayudó a incrementar el número de aliados de los zapatistas. Algunas referencias discursivas y posicionamientos que es
posibles. Entre otros grupos que apoyaron a la Coordinadora, vale la pena posible encontrar a menudo en los discursos y comunicados de los Zapa-
mencionar el caso de académicos y asesores técnicos de la umss, el sindi- tistas fueron reproducidos textual o casi textualmente por el Frente de Pue-
cato de cocaleros de Cochabamba y los sindicatos de campesinos de otros blos durante el conflicto en Atenco. Al mismo tiempo, los zapatistas con-
departamentos de Bolivia. tribuyeron a movilizar la opinión pública y a vincular al Frente de Pueblos
Al mismo tiempo, como parte del análisis de la Guerra del Agua, he- con una importante red de ong internacionales. Sin embargo, en compara-
mos incluido una dimensión de carácter contextual: la eop que la Coor- ción con la Coordinadora de Cochabamba, los vínculos entre el Frente de
dinadora enfrentó y que fue determinante para el éxito del movimiento Pueblos y sus aliados se desarrollaron de manera menos orgánica. Mientras
social. En este sentido, vale la pena mencionar tres factores: la debilidad que la mayoría de las organizaciones que apoyaron al movimiento en Co-
de la coalición gobernante, conformada por nueve partidos políticos con chabamba tenían intereses directos en cancelar la privatización de los sapa,
ideologías y plataformas políticas disímiles; la crisis de representación que no era así en muchos grupos de la sociedad civil que se unieron o expresa-
experimentaron los partidos políticos tradicionales, y la prevalencia de un ron simpatía por la oposición contra el naicm —por ejemplo, el ezln–. Una
hipótesis posible es que en el caso de Atenco los aliados del movimiento es-

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210 Megaproyectos fallidos en latinoamérica III. Movimientos sociales y política de protesta 211

taban más inclinados a la instrumentación de la protesta y a buscar formas Aunque el análisis presentado en este capítulo arroja luz sobre ambos
de alargar el conflicto y mantener las quejas. casos de estudio, sólo constituye una explicación parcial de ambos fraca-
Aunque la evidencia es principalmente indirecta, no debemos descar- sos de política pública. Para presentar un estudio más integral es necesario
tar la posibilidad de que otros actores que consideraban injusta, innecesa- combinar los hallazgos de este capítulo con los hallazgos del capítulo ante-
ria o con poco fundamento la expropiación de tierra para un aeropuerto en rior (las políticas públicas en México y Bolivia). Los vínculos entre ambos
Texcoco, también apoyaran al movimiento. Estos incluyen, por ejemplo, al análisis se presentan en el siguiente y último capítulo.
gdf. Es discutible cómo y hasta qué punto el prd apoyó al movimiento en
Atenco y Texcoco de manera activa. En cualquier caso, los pronunciamien-
tos públicos y su ausencia en las negociaciones oficiales y las discusiones de
aspectos técnicos del proyecto contribuyeron a contramovilizar el sesgo en
favor del Frente de Pueblos. Más allá de una simple competencia partidis-
ta, este ejemplo nos muestra una compleja configuración de poder e ilustra
cómo las divisiones entre actores institucionales y no institucionales se vuel-
ven borrosas en el contexto de la política beligerante.
El marco de acción no sólo ayuda a entender el surgimiento de las
movilizaciones contra la construcción del aeropuerto, sino las etapas sub-
secuentes; es decir, la decadencia y la incertidumbre del Frente de Pueblos
después de que el proyecto fuera cancelado. El principal problema consis-
tía en el marco de acción: fue transformado para incluir quejas y deman-
das más ambiguas, como cancelar las órdenes de aprehensión y declarar
un municipio autónomo. En este sentido, es necesario tomar en cuenta los
vínculos con otra dimensión analítica propuesta por algunos teóricos de los
movimientos sociales: la eop. Se ha argumentado que había por lo menos
dos tipos de activistas en Atenco. Los primeros estaban dispuestos a vender
la tierra bajo cualquier circunstancia y, por tanto, usaron el discurso como
un elemento de negociación para obtener mejores precios por su tierra.
Otros no estaban dispuestos a vender la tierra a ningún precio y se volvie-
ron más radicales, abriendo la oportunidad para la infiltración de aquellos
actores cuyo objetivo político era desafiar al gobierno panista en el caso de
este proyecto en particular.
Finalmente, el análisis de las identidades del movimiento en ambos
casos de estudio nos ha ayudado a identificar un aspecto comparativo de
vital importancia. En el caso de la Guerra del Agua es posible hablar de una
relación dialógica entre las identidades construidas a partir de la acción y
las identidades como precondiciones para la acción colectiva. Este tipo de
procesos también se puede encontrar en el caso del Frente de Pueblos, pero
la estructura más jerárquica y centralizada de esta organización los limitó y
los canalizó de manera diferente.

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IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 213

tado, los valores y principios de política predominantes restringen el núme-


ro y la manera en que se toman en cuenta ciertas variables y dimensiones
evaluativas. Esto incluye la posibilidad de que ciertas dimensiones de con-
flictividad sean desplazadas por los tomadores de decisión, dando forma al
resultado final de las políticas públicas.
IV. VENTANAS DE OPORTUNIDAD Segundo. Los tomadores de decisión a menudo dejan fuera de sus aná-
Y MARCOS DE ACCIÓN COLECTIVA lisis algunas implicaciones sociales y políticas de un proyecto. Esto se debe,
entre otras razones, a que el diseño y la instrumentación de una solución de
política pública se basan normalmente en concepciones muy estrechas de lo
que es factible técnica y financieramente y de lo que en capítulos anteriores
hemos llamado “aceptabilidad de valores”. Al mismo tiempo, dada la ten-
dencia de los marcos de acción colectiva (mac) de amplificar ciertas quejas
y demandas, el proceso político puede derivar en la invisibilización y el des-
INTRODUCCIÓN plazamiento de otras dimensiones evaluativas que no son consideradas por
los hacedores de política pública ni por los grupos beligerantes.
Este capítulo pretende vincular los hallazgos del segundo y tercer ca- Tercero. Cuando las implicaciones sociopolíticas de un proyecto son
pítulos. Desde una perspectiva teórica se combinan teorías de política pú- minimizadas a lo largo del proceso de decisión, el potencial de movilización
blica y de movimientos sociales con la finalidad de explicar, de manera in- de los grupos beligerantes tiende también a ser minimizado. Las estructuras
tegral y sistemática, cómo se articula la oposición política a un proyecto de de movilización son ambas cosas: los medios que las personas usan para
inversión que es apoyado de manera activa por actores del Estado con base movilizarse y parte de las razones por las cuales se movilizan.
en argumentos económicos y técnicos. Desde un punto de vista de política Cuarto. Los procesos de descentralización y liberalización política que
comparada, el presente capítulo explora hasta qué punto es posible (o no) tuvieron lugar entre la década de 1980 y el inicio del nuevo milenio crea-
que las interacciones y los conflictos discursivos entre los actores institucio- ron nuevos escenarios de conflicto político en Bolivia y en México. Esto ha
nales y los actores beligerantes obedezcan a pautas que puedan ser genera- constituido un factor adicional que ha sido minimizado por los tomadores
lizadas, de manera transversal, entre distintos casos de estudio. de decisión y por los funcionarios de gobierno que han promovido refor-
El capítulo está organizado como un diálogo entre dos ejercicios analí- mas y megaproyectos de infraestructura. Ambos factores (la descentraliza-
ticos. Por un lado, el objetivo es identificar y abstraer dichas pautas y rasgos ción y la liberalización política), han contribuido también a generar nuevas
en común entre ambos casos de estudio, conectándolos con las propuestas oportunidades para la construcción de alianzas entre grupos beligerantes y
teóricas de ambas áreas de estudio –política pública y movimientos socia- actores institucionales que buscan oponerse a una política pública.1
les–. Por otra parte, este ejercicio abstracto será contextualizado y puesto Quinto. Las ventanas de política pública son percibidas por los toma-
en perspectiva a partir de hallazgos específicos dentro de las pautas identifi- dores de decisión como valiosas oportunidades para solucionar problemas
cadas anteriormente. Estas pautas en común y las diferencias entre ambos de política pública, pero también pueden convertirse en oportunidades po-
casos de estudio apuntan hacia las siguientes conclusiones: líticas para algunos grupos beligerantes y sus aliados. Si no son manejados
Primero. Los proyectos de política pública deben ser analizados con de manera adecuada y si los procesos decisorios no son lo suficientemente
una perspectiva histórica; la decisión de promover e instrumentar un pro- incluyentes, las ventanas de política pueden detonar ciclos de radicaliza-
yecto en un momento dado, constituye un episodio más de una larga se-
cuencia de eventos políticos y decisiones de política pública. A lo largo de
la historia y hasta el momento en el que un proyecto es anunciado y ejecu- 1
Domínguez, “Aeropuerto”, 2009-2010.

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212
214 Megaproyectos fallidos en latinoamérica IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 215

ción que operan contra la instrumentación exitosa de proyectos y otras rios al condicionar la supervivencia de iniciativas de política en la agenda
iniciativas. gubernamental y al limitar el número de soluciones disponibles para ser
consideradas por los especialistas y por los emprendedores de política pú-
blica en cierto momento.3 Como se explicó en (véase subtítulo de la p. 79),
VERTIENTES MÚLTIPLES, VALORES DE POLÍTICA el alcance de estos principios es muy general4 y normalmente operan como
Y EL DESPLAZAMIENTO DE CONFLICTOS consideraciones reguladoras que incluyen ideales amplios como crecimiento
EN BOLIVIA Y MÉXICO económico, competitividad internacional, justicia social, multiculturalismo y justicia am-
biental, pero comprenden también objetivos más específicos y principios de
—¿Ha conocido las historias sobre los campesinos de Atenco? política, como disciplina fiscal, participación del sector privado, autosuficiencia alimen-
—He visto muchas cosas. taria y desarrollo urbano.
—¿Conoce Atenco? Un rasgo común entre ambos casos de estudio es el papel de la “dis-
—No, sólo he realizado sobrevuelos… ciplina fiscal” como principio central que influyó en los detalles de ambos
(Entrevista telefónica con Aarón Dychter, subsecretario de Trans- proyectos. En el caso del aeropuerto, la disciplina fiscal creó un problema
porte en el gobierno federal durante el conflicto) 2 de ingeniería financiera y un conflicto, por un lado, entre los recursos ne-
cesarios para expandir las áreas de compensación ambiental y, por otro,
Los megaproyectos de infraestructura tienden a ser iniciativas complejas y los recursos necesarios para compensar a las comunidades afectadas.5 El
multidimensionales que desafían las divisiones inflexibles y compartimenta- resultado de la lucha entre distintas consideraciones evaluativas fue un pro-
lizadas, características de las instituciones oficiales y la racionalidad limitada yecto cuyo diseño pretendía “resistir” la oposición por parte de los grupos
de los hacedores de política pública. Como se explicó en el segundo capí- ambientalistas, pero no para prevenir el levantamiento y la radicalización
tulo, la generación de ideas para proyectos de infraestructura no constituye de otros grupos sociales en Atenco. En el caso de Cochabamba, el mismo
un proceso directo, lineal, de acuerdo con el cual un problema aparece, se principio de política orilló a los promotores de Misicuni a seguir por un ca-
analiza de manera amplia para determinar qué soluciones están a la mano y mino igualmente estrecho. Simplemente descartaron la posibilidad de cual-
se elige la mejor opción de acuerdo con parámetros económicos y técnico-in- quier subsidio público; ajustaron la magnitud y los objetivos del proyecto;
genieriles. En contraste, los proyectos alternativos son como seres vivientes licitaron el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa)
que se transforman a lo largo del tiempo, dependiendo no sólo de la evolu- y Misicuni de manera conjunta; dejaron que el concesionario decidiera so-
ción de los problemas sino del estado del conocimiento en ciertos sectores de bre la escala del proyecto; y transfirieron la mayor parte de los costos a los
política y de escenarios económicos, sociales y políticos cambiantes. consumidores de agua (véase subtítulo de la p. 88).6
Desde una perspectiva histórica, los valores y los principios de polí- La impenetrabilidad del principio de disciplina fiscal se volvió cada
tica pública desempeñan un papel central a lo largo de la evolución de un vez más evidente durante la interacción entre distintas agencias de gobierno
proyecto en la agenda de políticas públicas. Estos moldean las soluciones y actores institucionales en ambos casos de estudio. Por ejemplo, distintos
de política pública al establecer los límites de lo que es y de lo que no es
aceptable; influyen en los debates de política al definir qué dimensiones de 3
Para una revisión más detallada de estos argumentos, véase Kingdon, Agendas, 1984, p. 133.
conflictividad son tolerables; invisibilizan o suprimen otras; y dictan qué 4
Sabatier y Jenkins-Smith, “Advocacy”, 1999, pp. 120-122.
aspectos deben ser tomados en cuenta por los hacedores de política pública 5
6
Este argumento se presenta con mayor detalle en Domínguez, “When”, 2012.
Por ejemplo, una de las principales quejas era que el contrato de concesión no obligaba a adt
cuando diseñan, evalúan e instrumentan un proyecto o programa. En otras a ejecutar Misicuni. Esta iniciativa quedó sujeta a la disponibilidad de recursos financieros (lo cual
palabras, se trata de principios rectores que influyen en los procesos deciso- dependía, aparentemente, de la capacidad de la compañía privada de incrementar las tarifas de agua
o de conseguir subsidios del gobierno. Estas conclusiones se basan en el análisis del propio contrato
de concesión y en entrevistas a Samuel Soria y Gonzalo Maldonado en Cochabamba, Bolivia, agos-
2
Extracto publicado en Proceso, núm. 1304, 28 de octubre de 2001. to de 2005.

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216 Megaproyectos fallidos en latinoamérica IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 217

ministerios en Bolivia se opusieron al otorgamiento de cualquier clase de instancia, definido en el contexto de ideas de política pública que estaban de
subsidio público, el cual podía haber evitado el incremento de las tarifas moda, incluyendo la autosuficiencia alimentaria y la llamada “revolución
de agua y prevenido el conflicto en Cochabamba. Los ministros a cargo verde”, pero tuvo que ser ajustado más tarde, cuando las políticas de ajuste
argumentaron que cualquier subvención violaba los acuerdos con distintas estructural detonaron la popularidad de otros valores y principios recto-
agencias internacionales y ponía en peligro una serie de préstamos que ya res, incluyendo la expansión de la participación privada. En este sentido,
se habían firmado.7 la discusión y la competencia entre distintas alternativas de solución a los
De manera similar, cuando el conflicto en Atenco estalló el entonces distintos problemas del agua sucedieron, históricamente, en el contexto de
secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz (2000-2006), creó barreras infor- clivajes de conflicto muy limitados. Por ejemplo, ¿dónde promover el desa-
males y obstáculos burocráticos para proteger los objetivos fiscales y presu- rrollo regional primero: en Tarija o en Cochabamba? O bien, ¿cuál era la
puestarios de la presión ejercida por otros actores institucionales que promo- alternativa más eficiente económicamente para proporcionar agua a la ciu-
vían el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (naicm). dad de Cochabamba: Misicuni o Corani?
De acuerdo con el coordinador nombrado por el presidente para resolver el De manera similar, el naicm fue concebido y evaluado de acuerdo
conflicto generado por el naicm, una de las razones por las cuales las nego- con parámetros técnicos y financieros bastante convencionales, pero más
ciaciones con la gente en Atenco resultaban tan difíciles era precisamente por tarde fue adaptado y rediseñado cuando el concepto de “medioambiente”
la falta de cooperación de funcionarios de alto nivel dentro de la Secretaría se volvió cada vez más “visible”10 e institucionalizado en la arena política.
de Hacienda y Crédito Público (shcp). En sus propias palabras: Como sucedió en el caso de Bolivia, la política pública sobre el naicm fue
discutida en el contexto de clivajes de conflicto muy limitados: los aspectos
Como representante para resolver el conflicto, yo necesitaba de todo el apoyo técnicos y financieros dominaron el debate durante la década de 1970; la
de la presidencia y de otras secretarías, pero esto no siempre era así [...] Por cuestión del desarrollo regional ganó importancia hacia mediados de la de
ejemplo, nunca logramos tener una reunión con el secretario de Hacienda para discu- 1990; y las discusiones sobre el impacto ambiental de Texcoco en compara-
tir el umbral de precios o para explorar otras alternativas de negociación [...] ción con otras alternativas se volvió central entre 2001 y 2002.
Incluso el secretario de Gobernación tenía problemas para llegar a acuerdos con el Un elemento básico de esta compleja interacción entre los contextos
secretario de Hacienda (cursivas mías).8 políticos y las políticas públicas es el papel que las coaliciones de abogacía
desempeñan a lo largo de un proyecto de infraestructura. Sobre ambos ca-
Los valores normativos y los principios de política pública se trans- sos de estudio, estos grupos y coaliciones de actores le dieron forma al des-
forman a lo largo del tiempo. Su predominio es consecuencia de una com- tino del Proyecto Múltiple Misicuni (pmm) y del naicm en las agendas de
pleja interacción entre el desarrollo de nuevos conocimientos y “nuevos política pública en sus respectivos países. Al proponer y cabildear en favor
paradigmas”9 en uno o varios subsistemas de política pública y la incidencia de diferentes soluciones dentro de los límites establecidos por los valores
de “choques” impredecibles, crisis y otros macroeventos que se registran en normativos, los principios de política pública y las dimensiones de conflicto
el contexto sociopolítico más amplio —lo que en este trabajo hemos identi- —que eran aceptadas y aceptables—, las coaliciones regionales contribuye-
ficado como la vertiente de política pública y la de los contextos políticos, ron primero a diferir la instrumentación del pmm a finales de la década de
respectivamente–. Además del predominio de la disciplina fiscal después de 1970, mientras que las coaliciones que estaban en favor de proyectos espe-
las políticas de ajuste estructural, los ejemplos de Bolivia y México son ilus- cíficos contribuyeron a que dicho proyecto se retrasara y sus magnitudes
trativos de otros cambios normativos. El proyecto Misicuni fue, en primera fueran reducidas hacia finales de la década de los 1990 (véase subtítulo de
la p. 88). De manera similar, las coaliciones dentro del gobierno federal en
7
México se convirtieron en un factor que retrasó el proyecto del nuevo aero-
Entrevista a diputada Erika Brockmann (nfr), La Paz, Bolivia, agosto de 2005.
8
Entrevista a Francisco Kuri-Pérez, ciudad de México, septiembre de 2005.
9 10
Kuhn, Structure, 1970. Dryzek, Politics, 1997, y Escobar, Encountering, 1995.

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218 Megaproyectos fallidos en latinoamérica IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 219

puerto a finales de la década de 1970 y las coaliciones regionales contribu- subjetivos”13 que simplifican la realidad y restringen el locus de atención,
yeron a retardar la decisión oficial sobre el mejor sitio y a que el proyecto facilitando la evaluación de alternativas complejas e inconmensurables. Es
en Texcoco fuera ajustado entre finales de la década 1990 y en 2001 (véase así que, al enfrentar decisiones de política pública cuya instrumentación
subtítulo de la p. 176). tiene implicaciones complejas y multidimensionales, los tomadores de deci-
Una característica esencial de la propuesta teórica en torno a las coa- sión necesitan usar cualquier procedimiento o herramienta decisional que
liciones de política pública11 es su utilidad para entender sobre todo las úl- tengan a la mano. Los valores y principios de política que han sido inter-
timas etapas antes de que ambos proyectos fueran anunciados oficialmente. nalizados y que, con el tiempo, llegan a sedimentarse en las instituciones
En el caso de México, las coaliciones de Texcoco y Tizayuca cumplen con existentes, pueden convertirse precisamente en eso: algoritmos para la toma
los dos requerimientos esenciales del modelo; es decir, que los actores com- de decisiones complejas.
partan ciertas creencias normativas y causales y que haya un grado no tri- Por ejemplo, la selección de un sitio para localizar un aeropuerto y la
vial de actividad coordinada a lo largo del tiempo.12 El segundo requisito no decisión de construir una presa pueden implicar aspectos económicos, téc-
se cumple de manera cabal en el caso de Cochabamba porque el proyecto nicos, sociales y ambientales cuya evaluación e inconmensurabilidad mu-
Corani constituía una solución de política surgida como un producto se- tua resultan abrumadoras. La valoración de dos o más alternativas de po-
cundario de la política de capitalización promovida por Sánchez de Lozada lítica pública mutuamente excluyentes puede ser relativamente fácil a lo
entre 1993 y 1997 y, por tanto, comparativamente, la respectiva coalición largo de uno o dos ejes comparativos; pero una vez que todas las variables
de política no estaba lo suficientemente desarrollada cuando las discusiones relevantes son consideradas de manera conjunta, la tarea de elegir la alter-
sobre Corani vis-a-vis Misicuni tuvieron lugar a finales de la década de 1990 nativa de solución que parece más conveniente y aceptable conlleva una
(véase subtítulo de la p. 88). jerarquización implícita de distintas dimensiones de evaluación. En otras
Sin embargo, el modelo de cualquier manera provee una “metáfora” palabras, los conceptos de aceptabilidad y conveniencia se convierten en funcio-
útil para describir la lucha entre actores que se juntan y cabildean en favor nes de aquellos aspectos que son percibidos como “decisivos”, y esto depen-
de distintas alternativas rivales. Asimismo, la comparación entre ambos ca- de de los valores de política predominantes en un momento dado y de qué
sos de estudio nos muestra que las coaliciones de política, tanto las que es- dimensiones de conflictividad tienen cabida en los límites de estos últimos.
tán consolidadas —por ejemplo México— como las que son incipientes —por Por desgracia, esto hace que algunos procesos de “solución de proble-
ejemplo Bolivia— se mueven de manera transversal entre la vertiente de las mas” se conviertan en procesos de “desplazamiento” e invisibilización de
soluciones de política pública y la vertiente de los contextos políticos (véa- problemas:14 hay información crucial que se pierde, variables que no son
se subtítulo de la p. 79). Por un lado, el caso boliviano ilustra el papel de consideradas y evidencia material que se deja fuera de manera sistemática.
las coaliciones de abogacía, más orientadas hacia la política, mientras que Como lo demuestran ambos casos de estudio, los aspectos no considerados
las coaliciones en el caso Mexicano eran más orientadas a las soluciones de por los hacedores de política pública incluyen a menudo las especificidades
política pública. sociales e históricas de las comunidades afectadas por megaproyectos de
Debemos decir que los valores normativos y los principios rectores infraestructura y la importancia del conocimiento local y los arreglos cultu-
tienen una doble función. No sólo limitan los alcances de los debates y rales sobre el manejo de los recursos naturales, sólo por mencionar algunos
moldean la lucha entre diferentes coaliciones de política pública, constitu- aspectos de vital importancia.
yen también una especie de “guía” para la acción y de “modelos mentales De manera intencional o no, los movimientos sociales y otros grupos
beligerantes traen de regreso al debate de políticas públicas algunos valores
culturales y dimensiones de conflictividad. Estos incluyen la importancia
11
Para mayores detalles véase Sabatier, “Political”, 1988; Sabatier, “Toward”, 1991, y Sabatier
y Jenkins-Smith, Policy, 1993.
12 13
Paul Sabatier propone que un tiempo suficiente debe ser entre siete y diez años de actividad Tomando prestado el término de North, Institutions, 1990.
14
coordinada. Véase Sabatier, Theories, 1999, p. 136. Véase Dryzek, Politics, 1997, pp. 80-81, y Wood, “Politics”, 1985a, p. 21.

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220 Megaproyectos fallidos en latinoamérica IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 221

de los usos y costumbres, y de sistemas tradicionales de abastecimiento de agua es una condición para la vida”, en comparación con la idea central de
agua en Cochabamba así como la valoración de la tierra como un espacio “la tierra no se vende”.
físico y cultural en el caso del naicm. Los movimientos sociales transfor- Los distintos niveles de sofisticación entre ambos discursos se explican
man y problematizan el espacio público, ofrecen articulaciones simbólicas también por otras variables y dimensiones analíticas que hemos presentado
que contrastan con las ofrecidas por los actores institucionales. Un aero- en el tercer capítulo y cuyo análisis comparativo hemos ampliado a lo largo
puerto no sólo representa una solución de política a los problemas de espa- de este. Por ejemplo, incluso cuando los activistas en Atenco tenían cierta ex-
cio aéreo de una megalópolis, sino la destrucción potencial del tejido social periencia de movilización, derivada de la organización de festividades tradi-
de las comunidades afectadas. La concesión de los servicios de agua potable cionales y de la articulación de demandas hacia las instituciones del Estado,
y alcantarillado (sapa) no sólo es una cuestión de eficiencia, sino de justicia esta no era comparable con la experiencia que algunos voceros e integrantes
social. clave de la Coordinadora pudieron ofrecer al movimiento contra la privati-
Para estos fines, los movimientos sociales deben construir y publicitar zación de los sapa, en Bolivia. Algunos de los que se unieron a la oposición
un discurso o un marco de acción colectivo (mac) con el poder simbólico contra Aguas de Tunari (adt) eran ex líderes de los centros mineros cerra-
para convertir quejas en razones por las cuales vale la pena movilizarse, su- dos después del Decreto 21060, en 1986, y que migraron al Chapare y a la
perar la movilización del sesgo y atraer a aliados poderosos. Por ejemplo, el ciudad de Cochabamba (véase primer capítulo). Otros eran líderes de sindi-
discurso promovido por la Coordinadora se basó en una idea bastante sim- catos, como la Federación de Fabriles de la Cochabampa (ffc), y otros más
ple, pero muy poderosa: el agua es una condición para la reproducción de eran intelectuales que habían estado involucrados en movimientos sociales y
la vida, que el derecho al agua es inalienable y, por tanto, que su manejo le guerrillas a lo largo de las décadas de 1970 y la siguiente.15
incumbe a todos (véase subtítulo de la p. 88). De manera similar, el discurso Otro factor fue el papel que académicos y técnicos expertos desempe-
de Atenco se basaba en los valores de la solidaridad con la comunidad y la ñaron al alimentar ambos movimientos con argumentos técnicos y legales,
solidaridad alrededor de la tierra (véase subtítulo de la p. 114). El análisis al contribuir a la articulación de demandas y al complementar las narrati-
detallado de ambos casos demuestra que estas referencias no eran meras vas y discursos con un repertorio de argumentos más sólidos. Eso resulta
herramientas retóricas fabricadas para oponerse a un proyecto o política pú- clave al hablar de proyectos respaldados por élites económicas y políticas
blica en específico, en un punto particular en el tiempo. En contraste, están que cuentan con importantes recursos financieros, técnicos y de marketing,
fundadas en y son el resultado de adversidades históricas, incluyendo la lu- muchas veces con alcances globales, para conseguir sus objetivos, más allá
cha por controlar el agua en el caso de los regantes, o la lucha por mantener de si la iniciativa en cuestión es buena o no.16 Sin apoyo ni asesoría técnica
un espacio físico en el caso de Atenco, municipio que se ha urbanizado de adecuados, es muy difícil que un (mega)proyecto de infraestructura sea pro-
manera rápida y desordenada. blematizado públicamente.
Ambos discursos fueron lo suficientemente poderosos como para su- De manera similar a los funcionarios públicos y expertos que partici-
perar la movilización del sesgo y atraer aliados poderosos; sin embargo, el pan en lo que Kingdon llama el cluster de participantes ocultos,17 y que con-
discurso de resistencia en Cochabamba fue más sofisticado y efectivo en tribuyeron a mantener ambos proyectos en la agenda de políticas públicas,
comparación con el que fue adoptado y publicitado por el Frente de Pue- estos otros expertos —quienes apoyan a un movimiento social— fueron cru-
blos en México. Mientras que la Coordinadora logró articular y legitimar ciales para legitimar las quejas y las demandas, expandir los alcances del
una coalición amplia de grupos urbanos y rurales que duró a lo largo de debate, ayudar a trascender las barreras creadas por los discursos burocrá-
todas las etapas del movimiento, el Frente de Pueblos fue menos efectivo
en mantener la cohesión del movimiento y sostener el apoyo de algunos 15
Un ejemplo es el actual vicepresidente Álvaro García Linera, quien fue integrante del Movi-
aliados poderosos después de que el proyecto fue eventualmente cancela- miento Revolucionario Túpac Katari (mrtk) y brindó asesoría a distintas facciones del movimiento
social durante la Guerra del Agua.
do. La diferencia se explica en parte porque las proclamas centrales de la 16
Véase Gellert y Lynch, “Mega-projects”, 2003, y Orr et al., “Global”, 2011.
Coordinadora “viajaban” mucho mejor entre distintos grupos, es decir, “el 17
Kingdon, Agendas, 1984, p. 68.

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222 Megaproyectos fallidos en latinoamérica IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 223

tico-administrativos18 y darles coherencia y dirección. Investigadores de la sociales abrieron nuevos clivajes que contribuyeron a la larga historia de
Universidad Mayor de San Simón (umss) y de distintas organizaciones no luchas alrededor de ambos megaproyectos. Por desgracia, al hacerlo con-
gubernamentales (ong) bolivianas fueron decisivos para “desmenuzar” el tribuyeron también al desplazamiento de problemas. Al igual que los dis-
contrato de adt y discutir el contenido de la Ley 2029 (véase subtítulo de cursos de política pública acentuaron y enfatizaron los aspectos positivos
la p. 88). De igual manera, abogados y ambientalistas fueron decisivos para de ambos proyectos y excluyeron los aspectos negativos, los mac ofrecen
discutir y desafiar los decretos expropiatorios en Atenco (véase subtítulo de también narrativas que simplifican la realidad a partir de supuestos básicos,
la p. 114). de metáforas y de categorías construidas.
Y, sin embargo, la contribución de académicos y de otros profesiona- El caso de Cochabamba es el más ilustrativo y emblemático de este
les fue relativamente más limitada en el caso de México. Como se explicó fenómeno. Aunque el movimiento social liderado por la Coordinadora pu-
en el subtítulo de la p. 88, el subsistema de política pública de agua y sanea- blicitó la importancia de los usos y costumbres en las áreas rurales y el pa-
miento en Bolivia ha sido tradicionalmente más permeable en comparación pel del recurso agua como condición para la vida, el conflicto alrededor de
con el subsistema de transporte y comunicaciones en México. Esto hizo que estos temas y de la concesión del Semapa-Misicuni contribuyó a ocultar
el involucramiento de asesores externos en distintos niveles de discusión otras implicaciones del proyecto Misicuni. Dos ejemplos son los impactos
fuera más fácil durante la Guerra del Agua. Su participación ayudó a que ambientales y el desplazamiento de población, que podrían ser potencial-
se encontraran fallas graves en el contrato, a que se pusiera en entredicho mente causados por la presa. La Guerra del Agua contribuyó a visibili-
el papel de adt y la conveniencia de la política de privatización, y a que se zar la importancia del medioambiente, entendido desde una perspectiva de
visibilizara la importancia de los usos y costumbres tradicionales. Hasta el ecología social como el control sobre el recurso agua —es decir, los usos y
momento en que se llevó a cabo la mayor parte del trabajo de campo para costumbres—; pero hizo a un lado el medioambiente, entendido desde una
este libro —siete años después de la Guerra del Agua—, muchos de ellos con- perspectiva más conservacionista.21 Al mismo tiempo, durante la Guerra
tinuaban ofreciendo asesoría en el nuevo Semapa, ahora bajo un esquema del Agua no se tocó el tema de la posibilidad de que el proyecto Misicu-
de “control social”.19 Este no fue el caso de Atenco, en el que los asesores ni pudiese generar desplazamiento poblacional en el área afectada por el
externos fueron importantes para problematizar los decretos expropiatorios proyecto, en gran medida porque este nunca fue problematizado per se a lo
pero sin que pudieran encontrar una solución que incluyera la instrumen- largo del conflicto.22 El movimiento social fue parte de una lucha con obje-
tación del proyecto para solucionar la capacidad aeroportuaria de la ciudad to de proteger los usos y costumbres que existen para regular el acceso al
de México y la búsqueda de esquemas de beneficio para las comunidades agua en las áreas rurales. Era una reacción contra un proceso de licitación
afectadas.20 que había sido caracterizado por poca transparencia; contra nuevas regula-
En resumen, al ofrecer otras narrativas causales, al involucrarse en ciones que favorecían de manera desproporcionada los intereses de los in-
discusiones técnicas y legales —gracias a la asesoría de académicos—, y al versionistas potenciales, y contra los aumentos desmesurados en las tarifas
apoyarse en redes y recursos organizativos informales, los movimientos del agua (véase subtítulo de la p. 153). Pero ciertamente no constituía un
intento para el proyecto Misicuni en sí mismo.
18
Siguiendo las ideas de Dryzek, el racionalismo-administrativo puede definirse como el dis- Algunos ex funcionarios de gobierno y académicos aseguran que la
curso de solución de problemas, que destaca el papel del experto, en contraste con el del ciudadano. adquisición de tierra para el proyecto ya había sido negociada con las co-
Véase Dryzek, Politics, 1997, p. 63.
19
Como se explicó en el subtítulo de la p. 42, la inclusión de una colección más amplia de re- munidades afectadas, pero una revisión exhaustiva de fuentes secundarias
presentantes de la sociedad civil en el consejo de administración de Semapa constituye de hecho uno
de los principales ingredientes de este modelo.
20 21
Por ejemplo, de acuerdo con algunos observadores, Ignacio Burgoa (1918-2005), renombra- Para distintos conceptos del medioambiente y distintos discursos ambientales, véase Dryzek,
do abogado constitucionalista y asesor del movimiento social, argumentó que la gente en Atenco Politics, 1997; Guha y Martínez-Alier, Varieties, 2000, y Martínez-Alier, Environmentalism, 2002.
22
tenía el derecho a desafiar los decretos expropiatorios, pero que, al final del día, era necesario en- Como tal, el último intento de problematizar seriamente y de poner en duda la pertinencia
contrar maneras de que se beneficiaran del proyecto. Entrevista con Francisco Kuri-Pérez, ciudad del pmm sucedió a finales del mandato de Gonzalo Sánchez de Lozada, en el contexto de la lucha
de México, septiembre de 2005. entre Misicuni y Corani. Véase el cuarto capítulo.

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nos muestra que estos impactos prácticamente no habían sido discutidos agua y las inequidades entre diferentes grupos rurales, a menudo perpetua-
antes, durante ni después de la Guerra del Agua (véase apéndice iii). Esto das o amplificadas por los propios usos y costumbres
resulta sorprendente si consideramos que las presas tradicionalmente han
detonado una fuerte oposición social y política en países como Brasil, Mé-
xico o India, debido a sus impactos sociales y ambientales. Quizás la pro- LA POLÍTICA PÚBLICA ANTE EL POTENCIAL
pia experiencia del proyecto aeroportuario en la ciudad de México, en la DE MOVILIZACIÓN
que el medioambiente, considerado desde una perspectiva administrativa y
semiconservacionista,23 invisibilizó y desplazó la importancia de otras varia- Los discursos de los movimientos sociales no sólo reflejan quejas y contri-
bles sociales a finales de la década de 1990 y durante la administración de buyen a problematizar políticas públicas. Como hemos explicado en capí-
Fox, podría servir como una lección para la instrumentación de Misicuni y tulos anteriores, estos marcos ayudan también a activar estructuras de mo-
de otros proyectos similares en el futuro, no sólo en Bolivia y México, sino vilización preexistentes, las cuales desempeñan un doble papel. Como lo
en el resto de América Latina. argumentan algunos teóricos de los movimientos sociales, estas estructuras
Otro aspecto que fue eclipsado por el mac publicitado por la Coor- constituyen un vehículo que usan los activistas y simpatizantes de un mo-
dinadora se refiere a la competencia entre los usos urbanos y rurales del vimiento para organizarse y canalizar su descontento. Adicionalmente, no
agua. Esto constituye un factor central detrás de los problemas de agua y sólo constituyen un vehículo sino que son parte de las razones por las cua-
saneamiento en la ciudad de Cochabamba porque el crecimiento urbano les la gente se moviliza. En otras palabras, las estructuras de movilización
acelerado desde la década de 1980 ha incrementado la presión sobre los preexistentes son ambas cosas: una condición para la efectividad de la ac-
recursos hídricos que tradicionalmente han sido usados para satisfacer las ción colectiva y un reflejo de las relaciones sociales y las prácticas sociales,
necesidades de las áreas rurales. Esto contribuye a un escenario que resulta que tienen un valor en sí mismas.
propicio para el surgimiento de más conflictos sociales (véanse subtítulos Ambos aspectos están estrechamente conectados. Por lo tanto, cuan-
de las pp. 42 y 88). Sin embargo, a partir de un marco discursivo que en- do los hacedores de política pública desplazan o invisibilizan el conflicto y
fatizaba la calidad del agua como condición para la vida y la construcción minimizan las implicaciones sociales de una iniciativa de política con base
de un enemigo identificable —el Estado boliviano y adt—, la Coordinadora en los valores normativos y principios de política predominantes en un mo-
proyectó una identidad colectiva que contribuyó a reunir a varios sectores mento dado y que guían su actuar, es común que también subestimen el po-
de la población cuyos intereses tienden a enfrentarse en el largo plazo. tencial de movilización que tienen ciertos grupos beligerantes o que pueden
Como lo explica Domínguez,24 el movimiento social en Cochabamba reunir para oponerse a un proyecto en particular. Haciendo eco de las ideas
se convirtió en protagonista de un conflicto entre dos valorizaciones diver- de Brandt,25 la importancia de los antecedentes estructurales es removida
gentes del recurso agua y lo ganó, de manera justificada. Sin embargo, la de manera sistemática cuando la política pública se concibe bajo el supues-
problematización de las políticas de privatización impidió la problematiza- to de un vacío social e histórico. Cuando esto sucede, cualquier intento por
ción de otras alternativas de política pública en el futuro y contribuyó a os- instrumentar un proyecto tendrá, casi con toda seguridad, consecuencias
curecer los problemas asociados al manejo adecuado del recurso agua. La no previstas y difíciles de controlar.
competencia entre los usos urbanos y rurales es sólo uno de esos aspectos; En Cochabamba los actores que promovieron la concesión del Se-
otros incluyen el impacto ambiental en algunos sistemas comunales en las mapa-Misicuni se enfocaron en un número limitado de preocupaciones de
afueras de la ciudad, la baja calidad del agua provista por estos sistemas de política, como la eficiencia, la capacidad para atraer inversiones y las posi-
bilidades de participación privada, y prestaron poca atención a las circuns-
tancias históricas concretas alrededor de sus decisiones. De esta manera, el
23
Domínguez, “When”, 2012.
24 25
Domínguez, “Discursos”, 2007. Citado por Wood, “Politics”, 1985, p. 19.

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desplazamiento sistemático de los usos y costumbres en la agenda de políti- El problema no es si los aspectos sociales y políticos fueron parte de la evalua-
ca de Bolivia implicó la negación del potencial de movilización que dichos ción del proyecto, sino qué aspectos y qué variables fueron de hecho considerados
arreglos sociales conllevaban de manera implícita. como parte de la evaluación social [...] Por ejemplo, no hubo un análisis serio
Otros factores de movilización a los que no se les prestó atención de- sobre la desarticulación social que el proyecto iba a causar [...] y, por tanto,
bidamente incluyeron el papel que podían desempeñar los llamados agua- los promotores del proyecto nunca cayeron en la cuenta de que una compen-
teros, quienes habían llenado el espacio creado por el déficit en la cobertura sación monetaria no sería suficiente para las comunidades afectadas... (cur-
del Semapa; la posibilidad de que algunos ex líderes sociales de los centros sivas mías).
mineros que habían migrado a vivir en las afueras de la ciudad de Cocha-
bamba participaran en el movimiento; la fortaleza de la Federación Depar- Desde una perspectiva comparativa, esto no significa que ambos mo-
tamental Cochabambina de Organizaciones Regantes (Fedecor), la cual vimientos sociales tuvieran estructuras organizativas similares o que tuvie-
había sido creada para coordinar los distintos sistemas de agua rurales a ni- ran el mismo potencial de movilización. Como se argumentó a lo largo del
vel regional; e, incluso, el hecho de que Bolivia estaba experimentando una tercer capítulo, la Coordinadora en Cochabamba era una organización de
crisis de representación política y una recesión económica, de tal manera organizaciones con una estructura más flexible y descentralizada, caracte-
que un movimiento social bien orquestado podía encontrar un amplio apo- rizada por liderazgos movibles y bases de apoyo que eran flexibles y que
yo entre distintos sectores de la población, algunos de los cuales simplemen- se activaron o desactivaron según la fase por la que pasaba el movimien-
te estaban esperando la oportunidad idónea para aglutinar sus demandas. to social. En contraste, el Frente de Pueblos era más jerárquico, basado
En palabras de un ex ministro de gobierno,26 “parte del problema en Bolivia en la estructura más tradicional del ejido mexicano y la composición de
en años recientes es que el potencial de la sociedad civil para movilizarse campos multiorganizacionales estaba basada en vínculos que eran menos
y oponerse a las políticas públicas se ha minimizado completamente durante las “orgánicos”.
últimas tres administraciones –el primer gobierno de “Goni”27 (1993-1997), En Bolivia, regantes, cocaleros, trabajadores fabriles, estudiantes, aca-
el gobierno de Banzer (1997-2001) y el segundo gobierno de Goni (2001- démicos y representantes de las clases medias atendieron a las asambleas
2003) (cursivas mías)”. abiertas que eran convocadas por la Coordinadora. Todos contribuían a
En Atenco, la solidaridad alrededor de la tierra estaba conectada con diferentes actividades del movimiento y proveían de insumos para definir
adversidades históricas que los pobladores han enfrentado haciendo uso de las tácticas y las estrategias así como la articulación de quejas y demandas.
dos estructuras de movilización: redes sociales informales y liderazgo infor- La “pluriformidad”28 de este tipo de organización no representó una gran
mal (véase subtítulo de la p. 176). Sin embargo, los tomadores de decisión desventaja para el movimiento de resistencia debido a que los líderes y vo-
encargados de evaluar el aeropuerto en Texcoco dieron poca importancia ceros lograron construir un marco de referencia basado en las ideas simples
a estos temas, incluso cuando estos fueron decisivos para el resultado final pero poderosas, tales como la necesidad de una “democracia participativa”
del proyecto. En este sentido, una entrevista con un informante anónimo y la idea de que “el agua es una condición para la vida” (véase subtítulo
del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen) de México confir- de la p. 153). Al mismo tiempo, la escala geográfica del conflicto favoreció
ma la omisión, por parte de distintas instituciones de gobierno, de dimen- mayores niveles de confianza entre individuos y representantes de diferen-
siones evaluativas que eran clave. Al preguntarle a este informante califica- tes organizaciones que se unieron al movimiento. El centro de la oposición
do si el impacto social del proyecto había sido considerado, el entrevistado contra la privatización de los sapa fue orquestada por grupos que estaban
explicó que algunos estudios habían sido llevados a cabo por algunas secre- basados en Cochabamba —por ejemplo: la Fedecor, el Codaep y la ffc— y
tarías a cargo del proyecto. Sin embargo, añadió:

26
Entrevista a Guillermo Justiniano en la ciudad de La Paz.
27 28
“Goni” es el apodo que el propio Gonzalo Sánchez de Lozada prefiere usar familiarmente. Véase Bruijn y Heuvelhof, “Instruments”, 1997.

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sus vínculos organizacionales fueron a menudo favorecidos por conexiones gar del interés privado.31 En el nivel cognitivo, esta separación artificial es el
personales que databan de varios años atrás.29 resultado de instituciones que han sido diseñadas de acuerdo con divisiones
Otros grupos como las asociaciones de vecinos —por ejemplo, algunas compartimentalizadas que reflejan la manera práctica cómo los problemas
facciones independientes de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve)— y son divididos para hacer sentido de los mismos desde el punto de vista bu-
los sistemas informales de manejo de agua —por ejemplo la Asociación de rocrático-administrativo. Sin embargo, esta compartimentación puede dejar
Sistemas de Comités de Agua del Sur (Acicasur)— constituyen redes te- fuera vínculos importantes entre distintos aspectos de la realidad. Más aún,
rritoriales en los que la organización de asambleas, deliberaciones y con- incluso si estas divisiones no son jerárquicas per se, las jerarquías se vuelven
sultas directas son prácticas diarias en la construcción de estrategias de evidentes cuando una tarea o proyecto requieren de la interacción entre
movilización.30 distintas oficinas burocráticas. Estas jerarquías reproducen a menudo los
En Atenco, los líderes tenían mayor desconfianza hacia los actores ex- valores que predominan en la vertiente de las políticas públicas y que, por
ternos y, aunque estos eran muy importantes por otras razones, la participa- tanto, dictan las variables que requieren mayor atención.32
ción de otras organizaciones de movimiento en los procesos de decisión era En México, por ejemplo, el gobierno federal se enfocó en los aspectos
mucho más limitada, a veces incluso de carácter secundario. Los liderazgos técnicos y ambientales del proyecto y minimizó las dimensiones sociales y
informales y las redes internas en las comunidades de Atenco, Texcoco y políticas. El resultado fue que la sct lideraba un proyecto con profundas
otras municipalidades cercanas fueron cruciales para la organización del implicaciones sociopolíticas con la aparición de la Secretaría de Medio Am-
movimiento social (véase subtítulo de la p. 176). Pero, dejando fuera algu- biente y Recursos Naturales (Semarnat) como un árbitro encargado de
nas excepciones como el Consejo General de Huelga (cgh) de la unam o decidir qué localización era más adecuada para construir el nuevo aero-
la Universidad Autónoma Chapingo (uach), las redes externas y los víncu- puerto. La Secretaría de Gobernación (Segob) estuvo virtualmente ausente
los con otros aliados poderosos eran, física e ideológicamente, mucho más hasta muy tarde en el proceso de negociación. En otras palabras, la tarea
distantes entre sí. A pesar de la resonancia entre sus respectivos marcos de de proponer e implementar un proyecto de infraestructura era responsabili-
acción colectiva (véase este mismo subtítulo), los objetivos y las demandas dad de una secretaría, pero la tarea de encarar la oposición social y política
de quienes apoyaban al Frente de Pueblos eran, en algunos casos, mucho era tarea de otra muy diferente. Debido a que los aspectos técnicos preva-
menos compatibles y con un menor desarrollo orgánico en comparación lecieron sobre los aspectos políticos, el conflicto potencial en Atenco no se
con el movimiento en Cochabamba. percibió como una preocupación seria hasta que el proyecto fue politizado
Desde la perspectiva de las políticas públicas, ambos casos ilustran abiertamente en la arena pública. De hecho, la oposición al aeropuerto fue
que la omisión de dichas dimensiones de análisis es causada y a menudo minimizada por el gobierno federal, incluso durante las primeras etapas de
agravada por la separación artificial entre los aspectos políticos y técnicos la movilización social, y no fue reconocida como un problema político has-
de un proyecto. En el nivel tecnocrático, esto es resultado de un intento por ta que el movimiento en Atenco y Texcoco escaló y se volvió más radical.
despolitizar la política pública, asumiendo que las soluciones deben ser re- Por otra parte, el gobierno boliviano trató de despolitizar la privatiza-
sultado de métodos racionales instrumentales y técnicas que supuestamente ción de los sapa al disfrazar una ley que afectaba el control sobre las fuentes
no llevan consigo cargas valorativas y que reflejan el interés público en lu- de agua, como una ley que sólo tocaba la distribución del recurso en áreas
urbanas (véase subtítulo de la p. 88). Al hacer esto, los representantes de
la administración Banzer trataron de minimizar la oposición potencial por
29
El hecho de que la Fedecor, la ffc y otras organizaciones de movimiento social que se parte de los regantes, incluso cuando esta había ganado mucha fuerza a lo
unieron a la Coordinadora tuvieran sus oficinas exactamente en el mismo edificio, cerca de la Plaza
14 de Septiembre, resulta muy significativo. La amistad entre Óscar Olivera y Tom Kruse, activista
31
estadunidense cuyo desempeño fue crítico para publicitar la Guerra del Agua, constituye interna- Véase Centeno, “New”, 1993, pp. 312-314.
32
cionalmente otro hecho indicativo de los vínculos entre distintos personajes dentro del movimiento Como mencionamos más arriba, la renuencia de algunos actores institucionales de romper
social. Sobre la internacionalización de la campaña véase Albró, “Water”, 2005, p. 258. con el principio de disciplina fiscal y de dar a ambos proyectos un respiro financiero fue reflejo de
30
Véase Olivera y Lewis, “¡Cochabamba!”, 2004, pp. 80-81. esta jerarquización implícita.

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230 Megaproyectos fallidos en latinoamérica IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 231

largo de la década de 1990 (véase subtítulo de la p. 153). Aunque las entre- del centro del país. En palabras de un ex funcionario público que ha traba-
vistas de campo y las fuentes secundarias confirman que la Ley 2029 fue jado por muchos años como consultor de diversas instituciones guberna-
originalmente promovida por el Ministerio de Vivienda y Servicios Básicos, mentales, “no había manera de que el aeropuerto fuera instrumentado sin
no queda claro si otras agencias gubernamentales estuvieron involucradas un acuerdo con el gdf. Incluso si el proyecto era localizado en una zona
en su aprobación. Por lo tanto, no existe la certeza de si esta omisión era el federal y en el Estado de México, era absurdo pensar que el aeropuerto
resultado de las divisiones artificiales entre las instituciones encargadas de para la ciudad de México pudiera ser construido sin el consentimiento y sin la
los aspectos técnicos y las encargadas de los aspectos políticos. colaboración del gobierno de la ciudad (cursivas mías)”.34
Sin embargo, la evidencia de campo sugiere que efectivamente hubo En este sentido, el papel del gdf constituye un ejemplo ilustrativo de
una división artificial entre los aspectos técnicos y políticos durante las ne- la manera en que las teorías de políticas públicas y de movimientos sociales
gociaciones para revisar la concesión de los sapa y el contenido de la Ley pueden ser usadas de manera complementaria para explicar un fenómeno
2029 en los primeros meses de 2000. Una de las razones por las que los re- desde dos ángulos diferentes. Este actor institucional no sólo contribuyó
presentantes de adt no se sentaron a negociar a la mesa fue, precisamente, apoyando a la coalición que abogaba por el aeropuerto en Tizayuca antes
porque el gobierno boliviano debía supuestamente resolver los problemas de que se diera el anuncio oficial en octubre de 2001 (véase el segundo ca-
políticos primero, abriendo el camino para que la compañía privada instru- pítulo), sino que se convirtió en un aliado importante de grupos beligeran-
mentara las soluciones técnicas. Por desgracia, como lo explicamos en el tes en la esfera pública después de que el proyecto fuera anunciado oficial-
subtítulo de la p. 153, la ausencia de adt durante la revisión del contrato mente y antes de que el movimiento en Atenco y Texcoco se volviera más
abonó a la percepción pública de que el gobierno estaba más interesado en radical y cambiara sus quejas y sus demandas. El caso de estudio muestra
proteger los intereses de la compañía privada que los intereses de los pro- que las coaliciones de abogacía, o por lo menos algunos integrantes que no
pios bolivianos. están en favor de cierta alternativa de política pública, pueden volverse alia-
La división artificial entre las implicaciones políticas y las implicacio- dos importantes para aquellos grupos que buscan ejercer presión desde fue-
nes técnicas, además de la predominancia de valores normativos y princi- ra del proceso de política pública, formal e institucionalizado. En realidad,
pios de política en el diseño y evaluación de las soluciones de política pú- la división entre actores formales/institucionales e informales/no institucio-
blica, contribuyó a minimizar otros aspectos que eran cruciales para que nales es menos clara de lo que sugieren algunas teorías de política pública o
ambos proyectos se instrumentaran exitosamente. Uno de los más impor- de lo que implícitamente asumen algunas teorías de movimientos sociales.
tantes era el surgimiento de una nueva correlación de fuerzas políticas y El caso de Cochabamba, aunque de manera un tanto distinta, mues-
una nueva distribución del poder político en el contexto de dos regímenes tra también las formas en que un régimen político más descentralizado pue-
que se habían vuelto relativamente más liberalizados y descentralizados, al de contribuir a la multiplicación de los espacios donde se discuten las polí-
menos en comparación con sus predecesores autoritarios o semiautoritarios ticas del agua y los proyectos de infraestructura. Mientras que el papel de
dos o tres décadas atrás.33 las autoridades departamentales que cabildearon en favor de diferentes pro-
En el caso de México, los promotores del proyecto en Texcoco mini- yectos multipropósito fue crucial para decidir el destino de la iniciativa de
mizaron la importancia de llegar a acuerdos con el gobierno de la ciudad Misicuni hacia finales de la década de 1970 (véase subtítulo de la p. 88), al
de México, incluso cuando el aeropuerto estaba pensado primordialmente final del día constituían una mera extensión administrativa de una estruc-
para atender a la población que vive en la demarcación del Distrito Federal, tura jerárquica dentro del gobierno central y no representaban un desafío
de algunos municipios conurbados del Estado de México y varias ciudades importante a las decisiones que eventualmente eran tomadas de manera

33
En México, la influencia de los gobiernos estatales, como sitios donde se discuten este tipo de
34
políticas públicas (policy venues), se ha incrementado dramáticamente desde 1989 cuando un partido Entrevista a José Antonio Aguilar Narváez, consultor y ex funcionario público de larga tra-
de oposición (el pan) ganó unas elecciones estatales por primera vez (en Baja California). yectoria en temas urbanos, en la ciudad de México, septiembre de 2003.

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232 Megaproyectos fallidos en latinoamérica IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 233

centralizada por parte del presidente.35 En otras palabras, la escala del con- ponen y para la identificación de obstáculos futuros, lo que no garantiza
flicto se limitaba a unos cuantos actores que podían poner sobre la mesa que se maximice la probabilidad de instrumentar la mejor alternativa de
un número limitado de preocupaciones políticas y de política pública. Sin solución, en el momento más conveniente y con un consenso político de
embargo, más adelante, a consecuencia de las distintas reformas políticas largo plazo.
a lo largo de las décadas de 1980 y la siguiente,36 las autoridades munici- Las ventanas de política pública son percibidas por los tomadores de
pales y las alcaldías se convirtieron en una fuente de pluralismo político y, decisión como valiosas oportunidades que no deben dejarse pasar, incluso
en ciertas circunstancias, comenzaron a desafiar las decisiones del propio cuando la urgencia de ir adelante con un proyecto puede generar tensiones
gobierno central. entre distintos objetivos de política pública y diversos intereses políticos.
Como se explicó en el cuarto capítulo, el presidente Sánchez de Loza- Esto forma parte de la cultura que permea las redes gubernamentales de
da subestimó el poder de veto de estos actores políticos e intentó despoliti- política y moldea la experiencia cognoscitiva de los tomadores de decisión.
zar la concesión del Semapa al remover al alcalde de Cochabamba del con- Hasta cierto punto, este impulso decisional es inducido por una particula-
sejo de administración. El resultado fue una lucha legal en la que incluso ridad del gobierno: proponer soluciones a problemas relevantes de políti-
intervino la Suprema Corte y un mayor retraso en las reformas del sector ca pública constituye una condición para ganar y mantener la legitimidad
agua en Cochabamba, sin omitir la decisión sobre las mejores fuentes de de aquellos que están en el poder. La racionalidad consiste en hacer uso
agua. En este sentido, Banzer fue mucho más hábil y reconoció el valor de de cualquier oportunidad para instrumentar megaproyectos de desarrollo,
Reyes Villa como un aliado importante para promover y legitimar la conce- como es el caso de un aeropuerto, o de reformar sectores clave de política
sión de Semapa-Misicuni. Por desgracia, como hemos explicado a lo largo pública, como los sapa, de manera que se impacte sobre los macroprocesos
de este trabajo, su administración falló al no anticipar adecuadamente la de un país o una región determinada. Las entrevistas sostenidas con toma-
importancia de otras variables sociopolíticas. dores de decisión en ambos países confirman este patrón.
En el caso del proyecto aeroportuario, todos los personajes entrevis-
tados por parte del gobierno federal, el gobierno del Estado de México y
VENTANAS DE POLÍTICA PÚBLICA, OPORTUNIDADES consultores independientes que participaron en el correspondiente proceso
POLÍTICAS Y CICLOS DE RADICALIZACIÓN de decisiones, asumieron que el aeropuerto era necesario y benéfico para
la ciudad de México –algunos incluso reiteraron y se refirieron al mismo
El desarrollo de propuestas de política pública con base en un número muy como un “proyecto integral de desarrollo”–. Ninguno cuestionó la necesi-
limitado de dimensiones evaluativas se vuelve particularmente problemáti- dad de dicho proyecto o el hecho de que había surgido, y se había perdido,
co cuando hay una ventana de oportunidad para instrumentar un proyecto una ventana de oportunidad en 2000. Su razonamiento incluía diversos
concreto. Como lo sugiere Kingdon,37 las ventanas de oportunidad no per- argumentos como: a) el aicm estaba completamente saturado, lo cual re-
manecen abiertas por mucho tiempo y, por tanto, los tomadores de deci- presentaba un problema para la seguridad de 20 000 000 de pasajeros al
sión se enfrentan al reto de considerar, o reconsiderar, una multiplicidad de año y de 3 000 000 de personas viviendo en los alrededores del mismo, y
implicaciones y preocupaciones de política en un lapso relativamente corto. b) la ciudad de México constituía el principal centro económico del país y la
En este contexto, los valores que han sido internalizados funcionan como única manera de que la ciudad pudiera “competir globalmente” era con la
guías para la jerarquización de objetivos de política pública que se contra- construcción de un nuevo aeropuerto.
De manera similar, ex funcionarios de gobierno de Bolivia, dipu­tados
35
Las autoridades departamentales no eran elegidas directamente sino designadas por el presi- y diputadas de partidos políticos tradicionales y algunos intelectuales con-
dente hasta que la ley fue reformada en febrero de 2004.
36
servadores de distintos centros de investigación expresaron su preocupa-
Las más importantes en el caso de Bolivia incluyen la Ley de Participación Popular y la Ley
de Descentralización a mediados de la década de 1990. ción por haber perdido la oportunidad para resolver los problemas crónicos
37
Kingdon, Agendas, 1984.

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234 Megaproyectos fallidos en latinoamérica IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 235

de agua y saneamiento en Cochabamba.38 El razonamiento subyacente es exacerbados si se acompañan de sentimientos de engaño e injusticia, como
que: a) el déficit en la provisión de los sapa contribuía a agravar la pobre- sucede cuando las especificidades sociales e históricas son minimizadas y re-
za urbana y se traducía en tasas de mortalidad infantil más altas, pero el movidas sistemáticamente de la lista de consideraciones de política pública.
problema se podía superar si el Semapa era administrado con participación En palabras de uno de los activistas de Atenco, “el episodio del aeropuerto
privada; b) los proveedores tradicionales de agua no podían ser parte de nos ayudó el verdadero valor de la tierra y de nuestra comunidad [...] des-
una solución adecuada porque no cumplían con los requisitos mínimos en pués de esto hay una conciencia más fuerte de que necesitamos mantener-
términos de calidad y protección ambiental, y c) los usos y costumbres en nos juntos en contra de las injusticias del gobierno [...] y de que no somos
áreas rurales eran incompatibles con una cultura “moderna” de manejo de los mismos; necesitamos hablar de la lucha antes y después [del aeropuerto]
agua en que se considerara a este como un recurso escaso. En relación con (cursivas mías)”.40
el papel de Misicuni, la evidencia es mixta y depende del punto de vista que De manera similar, en palabras de un activista boliviano que se unió
se adopte: las opiniones varían entre aquellos que creen que Misicuni con- a la Coordinadora “antes de que la Guerra del Agua estallara, mucha gente
tribuyó a que se desperdiciara una oportunidad para resolver los problemas vivía en su propio mundo pero [después del conflicto] se volvieron conscientes
de agua de Cochabamba y aquellos que piensan lo contrario; es decir, que de la importancia de defender lo que le pertenece a sus comunidades (cur-
la cancelación del contrato con adt hará que la instrumentación del proyec- sivas mías)”.41
to sea más difícil en el largo plazo. Los intentos por construir un aeropuerto o privatizar los sapa hicie-
El problema es que los parámetros para definir si hay una ventana de ron que las inequidades en el acceso al poder por parte de distintos actores
oportunidad son sensibles al contexto, son a menudo inconmensurables se volvieran más evidentes. Más aún, cuando las comunidades afectadas
y muchas veces subjetivos. Para los tomadores de decisión, los grandes comparten una historia de quejas contra los agentes y las instituciones esta-
proyectos de infraestructura y las reformas a nivel sectorial se diseñan de tales este tipo de iniciativas de política pública se convierten en situaciones
acuerdo con parámetros técnicos y financieros muy estrechos. Pero más allá “límite”42 que detonan la acción autónoma. Activan lo que Jasper, Kurz-
del punto de vista administrativo y de gestión, estas mismas iniciativas pue- man y McAdam43 llaman un momento de “liberación cognitiva”. Consti-
den constituir la arena para que otros actores expresen demandas más am- tuyen eventos inesperados o choques morales que incrementan el sentido
plias e impulsen otros intereses políticos; sobre todo si se ven enmarcados de indignación, haciendo posible el reconocimiento de quejas de muy largo
en un contexto sociopolítico e histórico más amplio. Este es el caso, sobre aliento y abriendo la puerta para procesos más amplios de movilización so-
todo cuando las llamadas ventanas de política pública no son manejadas cial y política.
adecuadamente,39 y cuando se generan espacios para que distintos grupos Así, de manera casi inadvertida, los sujetos del desarrollo “vuelven a
beligerantes construyan y publiciten un marco de acción colectiva basado la vida”. Los pobladores de Atenco ya no eran “campesinos” que debían
en distintas quejas y demandas por determinadas injusticias. estar felices ante la expectativa del aeropuerto o que carecieran de la capa-
Visto desde otro ángulo, los megaproyectos de desarrollo conllevan cidad para movilizarse contra el proyecto; y la población de Cochabamba
impactos significativos que transforman la realidad desde un punto de vista no era una mera masa de individuos que debían aceptar pasivamente la di-
físico y social, detonando procesos de conciencia e identificación grupal en- fusión de una cultura “moderna” de manejo del agua o que debía permane-
tre los integrantes de las comunidades afectadas. Estos procesos pueden ser cer quieta ante el aumento desproporcionado de los precios de los sapa. Al
contrario, los atenquenses cobraron conciencia de lo importante que ellos
38
Las fuentes incluyen entrevistas de campo y distintos documentos publicados en internet.
40
Un buen ejemplo de este punto de vista fue publicado por Roberto Laserna en el sitio <http://www. Entrevista a Adán Espinoza, Atenco, Estado de México, septiembre de 2003.
41
geocities.com/laserna_r/>. Entrevista con “Herberth”, Cochabamba, Bolivia, junio de 2005.
39 42
Esto sucede, por ejemplo, cuando el proceso de decisiones no es lo suficientemente inclusivo, Freire, citado en Gaventa, Power, 1980, p. 209.
43
cuando la importancia de ciertos actores sociales es minimizada o subestimada, o cuando las tensio- Jasper, “Emotions”, 1998, pp. 409-415; Kurzman, “Structural”, 1996, p. 154, y McAdam,
nes generadas por distintos objetivos incompatibles de política pública no son del todo resueltas. Political, 1982.

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236 Megaproyectos fallidos en latinoamérica IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 237

mismos eran para la instrumentación de un megaproyecto y actuaron en la movilización del sesgo y poner de vuelta sus preocupaciones en la agenda
línea con esto, solicitando la asesoría de los expertos, negociando un mejor de políticas públicas. De esta manera, al menos durante las primeras etapas
precio por la tierra, marchando en protesta contra el gobierno o demandan- del movimiento social, los intereses de los aliados externos se correlacionan
do ayuda y otros programas de desarrollo, dependiendo del caso. De mane- con los intereses de aquellos grupos que han sido directamente afectados
ra inesperada, el intento de construir un nuevo aeropuerto en la ciudad de por una política pública determinada. La oportunidad política se vuelve
México no sólo se convirtió en una queja en sí misma, sino en una poten- favorable para aglutinar quejas y demandas. Un mac proporciona la base
cial oportunidad política para mejorar las condiciones en Texcoco y Atenco para atraer a aliados clave y legitimar su participación en un conflicto social
(véase subtítulo de la p. 176). Y en Bolivia, los cochabambinos conectaron al ampliar las identidades colectivas existentes o construir nuevas.
la concesión de adt y la aprobación de la Ley 2029 a una serie de reformas Sobre este patrón, las dos diferencias clave entre el caso boliviano y
de mercado que no habían traído todos los beneficios esperados durante mexicano son las siguientes: a) el grado en que este tipo de alianzas fueron
casi quince años, quemaron los recibos de agua en la plaza pública,44 de- sostenibles a lo largo de las distintas etapas del conflicto, y b) la apertura
mandaron la revisión o anulación del contrato de concesión y cuestionaron que se generó en el espacio político a partir de las respectivas iniciativas de
la legitimidad de las decisiones de política pública y de los distintos arreglos política pública. Sobre la primera diferencia, el ejemplo mexicano muestra
institucionales. La privatización de los sapa en Cochabamba se volvió no una división entre aquellos que querían parar el aeropuerto a cualquier
sólo una razón de queja, sino una oportunidad política para canalizar otras costo y aquellos que querían negociar una mejor compensación por parte
demandas, sentimientos políticos e intereses materiales (véase subtítulo de del gobierno. Como se explicó en el capítulo anterior, sólo hubo algunas
la p. 153). comunidades que optaron por una postura más radical y se rehusaron a un
Al mismo tiempo, la magnitud y complejidad de algunos proyectos de acuerdo con el gobierno federal. Muchas otras comunidades expresaron
infraestructura de gran escala pueden trabajar como un campo magnético, que era una lástima que el proyecto fuera oficialmente cancelado.
más allá de las comunidades que podrían ser afectadas directamente por los Desde una perspectiva teórica, estas diferencias se explican, en par-
impactos negativos. Es decir, la prioridad asignada a estos proyectos en la te, porque el mac tiende a acentuar y a veces a simplificar las quejas y las
agenda de políticas públicas puede ser un arma de doble filo porque su vi- demandas con la finalidad de publicitar a un movimiento social y hacer
sibilidad pública invita a que otros actores políticos se involucren y porque que ciertas dimensiones del conflicto se vuelvan más visibles en la arena
cualquier oposición relativamente exitosa o efectiva, atraerá eventualmen- pública. Sin embargo, esta característica de los discursos hace que la rea-
te la atención de los funcionarios de gobierno, abriendo el espacio político lidad sea simplificada con “juegos de poder simbólicos” y “ceremonias de
para que otros grupos se expresen y aglutinen sus demandas. Por lo tanto, degradación”.48 Los mac pueden llegar a nublar los verdaderos objetivos de
aquello que los tomadores de decisión perciben como una valiosa oportu- algunos grupos. La frontera entre amplificar y radicalizar es muy delgada y,
nidad de política pública45 puede convertirse en una oportunidad política por tanto, algunas demandas que en un inicio son justas y legítimas pueden
para algunos aliados poderosos del movimiento social.46 caer fácilmente en el campo de la intransigencia.49 En este sentido, siempre
Como lo muestran ambos casos de estudio, los grupos beligerantes existe la posibilidad de que el discurso incremente el alcance y el poder del
necesitan reunir suficiente masa crítica y recursos de negociación. Conse- movimiento social más allá de los objetivos que los grupos moderados per-
guir el apoyo de terceros con la finalidad de elevar el costo del conflicto es seguían originalmente, favorables a aquellas facciones más radicales. Un
un ingrediente clave de una estrategia más amplia para sobrevivir,47 superar ejemplo es cuando las negociaciones con los actores institucionales para
conseguir un mejor precio por la tierra expropiada derivan en la cancela-
44
Entrevistas a Franz Taquichiri, Claudia López y Andrés Grandydier, Cochabamba, Bolivia, ción del proyecto. En pocas palabras, esto sucede cuando las acciones de
junio de 2005.
45
Kingdon, Agendas, 1984.
46 48
Tarrow, Power, 1994. Eder, “Identity”, 2003, p. 68.
47 49
McCarthy et al., “Accessing”, 1996, p. 291. Domínguez, “Social”, 2006, p. 18.

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238 Megaproyectos fallidos en latinoamérica IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 239

un movimiento social no sólo generan ajustes en los valores de la política tención de sus voceros y apoyaron la represión de protestas y marchas du-
pública, sino la anulación de una ventana de política pública en general. rante febrero y abril del 2000 (véase subtítulo de la p. 153).52 Como lo expli-
Este proceso de radicalización, definido como una etapa en que las de- có un activista de la Coordinadora durante una entrevista en Cochabamba:
mandas se vuelven menos negociables y los objetivos de los activistas más
radicales toman preminencia sobre los objetivos de otros grupos al interior la población se enojó más después de varios episodios simbólicos [...] como
del movimiento social, es resultado de acciones gubernamentales concre- cuando las autoridades no dejaron que la gente entrara a la plaza central, lo
tas.50 En el caso de estudio de México, todo parece indicar que el Frente cual les recordó de los tiempos coloniales, cuando a los campesinos no se les
de Pueblos se volvió más inflexible después de las negociaciones fallidas permitía caminar por la plaza [...] entonces la lucha ya no era sólo por el agua,
con el gobierno federal y de una confrontación con policías del Estado de sino por acceder a la plaza a la fuerza [...] La gente también se enojó mucho
México. Estos eventos abonaron a una larga lista de ofensas que acompa- cuando mandaron a los dálmatas [un cuerpo de policías de La Paz] para re-
ñaron al proceso de decisiones de política pública antes y después de que primir a la gente de Cochabamba [...] Las demandas del movimiento cambia-
el aeropuerto fuera anunciado en octubre de 200151 y que ayudaron a que ron, pero fue la gente la que demandó dichos cambios (cursivas mías).53
el Frente de Pueblos ganara el apoyo de otros grupos considerados como
más violentos y beligerantes, como era el caso del epr, organización que Mientras que la conjunción de demandas y la acumulación de aliados
persigue una agenda mucho más contestataria en comparación con otros poderosos que eran más radicales eclipsaron los intereses de los grupos mo-
movimientos y que recurre a repertorios de protesta más radicales, basados derados que apoyaron al Frente de Pueblos en México, Cochabamba ex-
en la idea del foquismo (véase subtítulo de la p. 176). Cuando esta infor- perimentó una fase de radicalización que alineó a diferentes grupos, tanto
mación llegó a la oficina presidencial, era claro que los líderes del Frente de moderados como radicales. El punto culminante de esta radicalización fue
Pueblos estaban dispuestos a llegar muy lejos con tal de resistir y oponerse evidente cuando la Coordinadora organizó una consulta pública en la que
a los decretos expropiatorios, y que el proyecto no sería posible sin reprimir supuestamente 96% de la población apoyaba la cancelación del contrato de
a las facciones más radicales y a los aliados del movimiento social, lo cual concesión. Esto fue seguido por una semana de demostraciones continuas y
hubiera sido condenado por la opinión pública en general. de bloqueos que culminaron en acciones de los activistas completamente in-
El caso boliviano muestra una división similar entre “radicales” y dependientes de los propios voceros y líderes de la Coordinadora, la toma
“moderados”, pero la separación sólo fue relevante durante las primeras de las oficinas de Semapa y la demanda de que adt debía abandonar el
etapas de la movilización. Los simpatizantes de la Coordinadora se dividie- país. Sólo algunas voces expresaron descontento inmediatamente después
ron primero entre aquellos que querían simples modificaciones al contrato de que el concesionario privado fuera expulsado de Bolivia.
otorgado a adt y aquellos que buscaban su completa cancelación. Pero esta La diferencia entre ambos casos de estudio se explica, parcialmente,
distribución cambió después de que los asesores técnicos de la Coordinado- por los objetivos divergentes por parte de grupos y aliados con anteceden-
ra identificaron y publicitaron otros errores técnicos y legales del contrato tes y perfiles muy disímiles en el caso del Frente de Pueblos en México, vis-
de concesión y de la Ley 2029. Al mismo tiempo, los representantes del go- a-vis la convergencia de intereses entre aquellos que apoyaron a la Coordi-
bierno cometieron errores políticos significativos: minimizaron el papel de nadora en Cochabamba. Al menos en el contexto de la Guerra del Agua la
la Coordinadora como un canal válido de representación, ordenaron la de- columna vertebral de la resistencia eran grupos urbanos y rurales que, de
distintas formas, se veían afectados directamente por la misma política de
50
Parafraseando a Foweraker y Cusminsky, esto crea “un círculo vicioso entre movilizaciones privatización de agua y, como se explicó en el subtítulo de la p. 153, cuyas
populares e intransigencias por parte del gobierno”. Véase Foweraker y Cusminsky, “Movimientos”,
1989, p. 96.
51 52
Estas ofensas incluyeron que se negara la capacidad de agencia de las comunidades afecta- Vale la pena mencionar que la detención de líderes y voceros contribuyó a la radicalización
das, los “oídos sordos” del gobierno antes de que el proyecto fuera anunciado oficialmente, el con- de los movimientos sociales en ambos casos.
53
tenido de los decretos expropiatorios, entre otros detalles e incidentes que ya fueron expuestos en Entrevista a Claudia López, activista de la Coordinadora, Cochabamba, Bolivia, junio de
capítulos anteriores. 2005.

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240 Megaproyectos fallidos en latinoamérica

diferencias estaban enmarcadas dentro del mismo discurso, con base en la

¿Afectados directamente
por la política pública?
idea “sombrilla” de que “el agua es vida” (véase cuadro 1). El movimiento

Parcialmente
en Atenco proyectó también una identidad y un discurso colectivos lo sufi-


x

x
x

x
?

?
cientemente flexibles como para abarcar un amplio conjunto de aliados po-

Cuadro 1. Composición de campos multiorganizacionales y el impacto de la política pública


derosos (véase subtítulo de la p. 176). Sin embargo, dada la naturaleza del

Frente de Pueblos, ciudad de México


proyecto en el caso de estudio mexicano, había algunos simpatizantes que
no eran directamente afectados por el nuevo aeropuerto y, por tanto, sus
intereses compartidos estaban conectados de manera menos estrecha y sólo

Parcialmente Tepoztecos
eran compatibles hasta cierto punto (véase cuadro 1).
La segunda diferencia en la conjunción de demandas y alineamien-
to temporal de intereses entre distintos grupos y facciones se explica por

Simpatizantes del movimiento

Población en Texcoco,
la apertura de mayor espacio político en el caso de Bolivia en compara-

  Atenco, etcétera
en Cochabamba y en la ciudad de México

Otros académicos
ción con México. Como se describió en el tercer capítulo, el sistema de

fpfv (Panchos)
partidos políticos de Bolivia estaba experimentando una crisis de repre-

¿Afectados directamente

ezln

cgh

gdf
uch
sentación en 2000, mientras que el sistema de partidos en México experi-

Fabriles Parcialmente
mentaba un poco más de confianza después de que el primer presidente
de oposición había sido elegido, tan sólo un año antes de que el proyecto
aeroportuario fuera anunciado oficialmente (véase apéndice iv). Por lo
tanto, el discurso publicitado por la Coordinadora tenía mayores posibili-

Fuente: elaboración propia con base en trabajo y entrevistas de campo.


dades de encontrar eco entre sectores más amplios de la población. La lu-
cha obtuvo resonancia entre grupos que demandaban ya desde antes una
democracia más participativa, aunque sus antecedentes y perfiles fueran

por la política pública?


muy distintos. Este no fue el caso en México, donde la opinión pública

Parcialmente
y algunos aliados clave se distanciaron del Frente de Pueblos después de
que las facciones más radicales tomaran las riendas del movimiento y de-


x
x
Coordinadora, Cochabamba, Bolivia
mandaran que Atenco se convirtiera en municipalidad autónoma (véase
subtítulo de la p. 176).54
Esto abre la puerta para reflexionar sobre la dirección de la causalidad
en este tipo de explicaciones. Dado el número de factores y variables que
deben considerarse, no es sencillo determinar si: 1) un movimiento social

Codaep
se materializa porque surge una oportunidad política concreta; 2) si un mo-

Simpatizantes del movimiento


vimiento social puede, de hecho, producir su propia oportunidad política,55

Grupos independientes
  de la sociedad civil
o 3) si es que, coincidentemente, existe una oportunidad política en el mo-

Otros académicos

Otras ong
54
La apertura de mayor espacio político en el caso boliviano también queda claro con una

Acicasur
Fedecor
comparación longitudinal entre Cochabamba en 2000 y Cochabamba en 1974, cuando el general

Cocaleros
Banzer, como dictador militar, apoyó la represión de demostraciones campesinos, un incidente co-
nocido como la Masacre de Tolata.
55
Véase Gamson y Meyer, “Framing”, 1996, p. 276.

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242 Megaproyectos fallidos en latinoamérica IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 243

mento en que surge un movimiento social. Quizás es imposible hacer una forzada, de un presidente interino en 2005, la elección del primer presiden-
división clara entre estas tres posibilidades y lo más sensato es hablar en te indígena y la convocatoria a una Asamblea Constituyente el mismo año.
términos menos determinísticos, que reflejen distintos grados de apertura Aunque la Coordinadora del Agua y de la Vida se volvió cada vez menos
en el espacio político y un continuo de posibilidades entre oportunidades activa después de que la Guerra del Agua terminó, el mismo modelo orga-
existentes y oportunidades creadas. nizacional fue replicado a mayor escala cuando la Coordinadora del Gas
Algunos informantes calificados expresaron que, tarde o temprano, el fue creada para oponerse a un proyecto conducente a exportar gas natural
escenario económico y político de Bolivia en 2000 habría generado el es- licuado (Pacific-lng) a California.58 Muchos líderes y voceros, protagonis-
tallido de un conflicto, con o sin la concesión de Semapa-Misicuni.56 Estas tas durante el conflicto de Cochabamba, fueron también actores centrales
opiniones sugieren que la apertura de espacio político no fue necesariamen- en distintas luchas políticas que vinieron después. El más emblemático fue
te generada por el movimiento social en sí mismo, sino que existía a conse- Evo Morales, cuya visibilidad como líder de los cocaleros se incrementó
cuencia de fuerzas políticas y económicas en una escala más allá de lo local. precisamente durante la Guerra del Agua59 y cuyo capital político le ayudó
Sin embargo, la Guerra del Agua no puede considerarse como un evento a ganar la presidencia en 2005. Uno de los resultados fue un cambio en el
meramente circunstancial. La oportunidad política en sí misma no explica balance político en favor de partidos políticos de izquierda, “no tradiciona-
por qué sucedió en Cochabamba y no en otra parte de Bolivia o por qué la les”, como el Movimiento al Socialismo (mas).
privatización de los sapa en esta ciudad detonó el conflicto y no alguna otra El caso mexicano muestra un fuerte contraste. El Frente de Pueblos
iniciativa de política pública.57 finalmente renunció a las demandas de autonomía municipal y negoció el
Así, en este trabajo hemos argumentado que los movimientos sociales fin del conflicto en Atenco casi un año después de que el proyecto aeropor-
se entienden mejor cuando se incorpora una amplia colección de dimensio- tuario había sido cancelado, y mucho después de que el movimiento fuera
nes analíticas. Desde un punto de vista comparativo, hay pocas dudas de desacreditado en las comunidades aledañas. Poco tiempo después, líderes y
que la Coordinadora enfrentó una oportunidad política más clara en com- otros activistas del Frente de Pueblos apoyaron y asesoraron a otras orga-
paración con el caso del Frente de Pueblos en Atenco. Pero también es difí- nizaciones sociales que surgieron después para oponerse a distintas inicia-
cil negar que las estrategias discursivas de la Coordinadora, la habilidad de tivas de gobierno alrededor del país, incluyendo proyectos de infraestruc-
atraer a aliados poderosos, así como su estructura organizativa, más flexible tura como La Parota, proyecto hidroeléctrico que había sido planeado para
y descentralizada, contribuyeran de manera significativa al resultado final construirse en el estado de Guerrero. Otro ejemplo es la oposición al Plan
en Cochabamba. Puebla-Panamá, un ambicioso plan para desarrollar infraestructura, atraer
Finalmente, en qué medida distintas facciones de ambos movimientos inversión extranjera y vincular el sureste de México con Centroamérica.60
sociales tomaron de hecho ventaja de estas oportunidades políticas debe ser En estos y en otros casos, los grupos opositores adoptaron repertorios de
complementado con una perspectiva de mediano y largo plazos. En el caso protesta y rituales de resistencia que a menudo habían sido usados en Aten-
de Cochabamba, la Guerra del Agua fue el primer conflicto de gran escala co y Texcoco, incluyendo el golpear machetes contra el pavimento durante
al que siguieron una serie de protestas, marchas y movilizaciones que culmi- marchas organizadas en la ciudad de México (véase subtítulo de la p. 176).
naron con la renuncia forzada del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada Sin embargo, aunque todos estos proyectos fueron suspendidos tem-
a mitad de su segundo mandato (2001-2003), así como la salida, también poralmente, ninguno de estos conflictos captó la atención pública o consu-
mió las energías de las instituciones del Estado, como fue el caso del pro-
56
yecto aeroportuario en 2001 y 2002. Más aún, líderes y voceros del Frente
Entrevistas a Carlos Toranzo en La Paz, Bolivia, y a Diego Zavaleta, Oxford, Reino Unido,
2005.
57 58
Tan solo tres años antes, una concesión de los sapa muy similar había sido instrumentada en Para mayores detalles, véase Olivera y Lewis, Cochabamba, 2004, pp. 158; 177, y Perrault,
La Paz y El Alto sin que se generaran mayores conflictos sociales. La sociedad civil llegó de hecho “From”, 2006.
59
a cuestionar la concesión privada, pero esto sólo sucedió después de que la Coordinadora ejerciera Van Cott, “Exclusion”, 2003, p. 755.
60
una especie de efecto demostrativo. Doane, “Resilience”, 2005.

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Cuadro 2. La Guerra del Agua en Cochabamba y el conflicto por el naicm en Texcoco y Atenco
(resumen de pautas en común y diferencias clave)

Diferencias clave
Semapa-Misicuni
Pautas en común naicm, México Cochabamba, Bolivia

Políticas públicas

Valores de política y dimen- Soluciones de política diseñadas e Papel que desempeñó el tema me­ Papel de la “participación del sec-
siones de conflictividad instrumentadas de acuerdo con dioam­biente y el predominio de tor privado” y de la “capacidad
un número limitado de valores la factibilidad técnica. para atraer inversiones”.
y principios de política pública. Trayectorias discursivas diferen- Trayectorias discursivas diferen-
Dimensiones del conflicto que tes: de un aeropuerto a un pro- tes: de un proyecto multipropó-
fueron desplazadas: especifi- yecto integral de desarrollo. sito a una presa.
cidades históricas y variables
sociopolíticas.
División artificial entre aspectos
técnicos y políticos.
“Disciplina fiscal”: valor de políti-
ca predominante, el cual influyó
sobre el tipo de decisiones (jerar-
quización implícita de valores).

Coaliciones de política pública Desempeñaron un papel importan- Coaliciones de abogacía (Texcoco Una coalición incipiente (Cora-
te y retrasaron las decisiones en y Tizayuca) cumplieron con am- ni) no cumple con el requisito
la agenda gubernamental. bos requisitos teóricos, pero las de coordinación a lo largo del
coaliciones en México estaban tiempo. Las coaliciones estaban
más orientadas a las “soluciones más orientadas a los contextos
de política pública”. políticos.

Ventanas de oportunidad Ventana de oportunidad percibi- Múltiples ventanas de oportuni-


da para resolver un problema de dad; la decisión de licitar Sema-
política pública concreto. pa debe ser entendida como par-
La ventana de oportunidad exacer- te de reformas más amplias en
bó los conflictos entre distintos distintos subsistemas de política
objetivos de política y diferentes pública.
intereses políticos.

Movimientos sociales

Quejas El proceso de política pública se El contenido de los decretos expro- La secrecía con la cual se llevó a
convierte en una causa de que- propiatorios. cabo la licitación de la Ley 2029,
ja, independientemente del con- el incremento en las tarifas de
tenido de la política pública en agua y el contrato de concesión.
sí misma.
Represión de protestas y el negar
la legitimidad del movimiento
social y la capacidad de deci-
sión de las personas contribu-
yeron a la radicalización de las
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movilizaciones.
Diferencias clave
Semapa-Misicuni
Pautas en común naicm, México Cochabamba, Bolivia

mac y narrativas alternativas En ambos casos ofrecen historias Idea central: “solidaridad alrede- Idea central: “el agua como condi-
sobre el desarrollo causales alternativas, contribu- dor de la tierra”. ción para la vida”.
yen a la construcción de identi- El mac es menos sofisticado (orien- El mac es más sofisticado y “viaja-
dades y constituyen “guías para tado a un tema muy concreto) y ba” mejor entre distintos simpa-
la acción” para el movimiento no “viajaba” bien entre distintos tizantes potenciales.
social. grupos de simpatizantes. Resultado de construir un espacio
Resultado de un movimiento mu- discursivo en común para dis-
cho más jerarquizado. cutir los temas del movimiento
social.
Resultado de una relación más dia-
lógica entre los voceros y el resto
de los simpatizantes.

Papel de académicos y exper- En ambos casos hay complementa- Ayudaron a revertir los decretos Habilidad para involucrarse a de-
tos técnicos riedad entre los mac y los argu- expropiatorios pero tuvieron talle en discusiones legales y
mentos técnicos. una habilidad limitada para in- técnicas complejas (el subsiste-
volucrarse en discusiones técni- ma de política pública es más
cas más complejas (el subsistema permeable).
de política es menos permeable).

Desplazamiento del conflicto El carácter amplificador de los mac El problema de la capacidad aero- Impactos ambientales y sociales
contribuyó a desplazar dimen- portuaria de la ciudad de Méxi- de la presa Misicuni no fueron
siones importantes del conflicto. co sigue siendo un problema sin discutidos.
resolver. Conflictos entre usos urbanos y
rurales del agua.

Potencial de movilización Conexión estrecha entre los dis- Experiencia de movilización exis- Actores clave tenían mayor ex-
cursos de los movimientos socia- tía en Atenco, pero de manera periencia organizativa (por
les y estructuras preexistentes de relativamente más limitada. ejemplo, ex mineros y líderes
movilización. El movimiento social era más sindicales).
jerárquico. El movimiento social era más flexi-
bles y descentralizado (en concor-
dancia con la idea de una demo-
cracia más participativa).

Oportunidades políticas Iniciativas de política pública La oportunidad política era más La oportunidad política era más
abrieron espacio político, que limitada. clara en el caso de Cochabamba
fue aprovechado por las comu- (crisis de representación).
nidades afectadas y por aliados La iniciativa de política pública
del movimiento social que eran en cuestión abrió más espacio
externos. político.

Aliados poderosos y alineación Proporcionaron mayores recursos Los aliados eran, física e ideológi- Alineación de intereses era más
de intereses de negociación e hicieron que el camente, más distantes. sostenible y coherente (con base
conflicto fuera más visible. La alineación de intereses sólo fun- en la idea de que el “agua es una
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cionó hasta cierto punto. condición para la vida”).


IV. Ventas de oportunidad y marcos de acción colectiva 249

Los intereses de aliados externos Radicalización generó que algunos La etapa de radicalización de he-
cho generó una mayor alinea-
ción de intereses entre distintos
de Pueblos fueron mucho menos afortunados que los líderes sociales en
Bolivia. Después de una trifulca tras el reasentamiento involuntario de ven-
Cochabamba, Bolivia
Semapa-Misicuni

dedores informales en Texcoco y de confrontaciones con la policía local


en 2006, algunos integrantes del Frente de Pueblos volvieron a recurrir a

estrategias como la abducción de funcionarios de gobierno. Sin embargo,


grupos. esta acción no ganó el apoyo popular y, en contraste, algunos de estos per-
sonajes fueron encarcelados, con sentencias que en su momento superaron
Diferencias clave

los sesenta años de prisión.61


aliados se deslindaran además
de algunos conflictos al interior

CONCLUSIONES
naicm, México

Este capítulo ha vinculado el análisis de las políticas públicas con el aná-


del movimiento social.

lisis de las movilizaciones sociales con la finalidad de ofrecer una explica-


ción integral y sistemática de ambos casos de estudio. De esta manera, se
han conjuntado el mundo de los tomadores de decisión en la arena de las
políticas públicas y el mundo de los grupos beligerantes y los movimientos
sociales, para mostrar que un proyecto de infraestructura puede fracasar fá-
cilmente cuando es evaluado y diseñado con base en valores y principios de
Fuente: elaboración propia con base en trabajo y entrevistas de campo.

política pública sumamente estrechos y que pueden desplazar importantes


y sectores radicales terminaron

otros grupos al interior del mo-


por “eclipsar” los intereses de

dimensiones de conflictividad. Cuando esto sucede, es probable que distin-


tos factores sociales, políticos e históricos, sean ignorados o minimizados.
Estos factores incluyen no sólo aspectos relacionados con el contenido de
Pautas en común

las políticas públicas en sí mismas, sino otras cuestiones como el potencial


de movilización de los grupos y las comunidades afectadas por un proyecto
vimiento social.

de infraestructura
En este sentido, a lo largo de este capítulo también hemos vuelto a

mostrar que los valores y principios de política pública evolucionan histó-


ricamente y, por esta razón, escapan a la capacidad de agencia de los ha-
cedores de política pública; resultan de una compleja interacción entre el
desarrollo de nuevos conocimientos en uno o varios subsistemas de política
pública —lo que John Kingdon llama la “vertiente de las políticas públicas”—
y la incidencia de eventos impredecibles como shocks, crisis y otros eventos
Ciclos de radicalización

que impactan en el contexto sociopolítico más amplio —lo que John King-
don llama la “vertiente de los contextos políticos”.

61
Véase “Condenan”, La Jornada, 6 de mayo de 2006, en <http://www.jornada.mx/2007/05/06/
index.php?section=politica&article=003n1pol>. [Consulta: 6 de julio de 2007.]

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250 Megaproyectos fallidos en latinoamérica

Si observamos este fenómeno desde otra perspectiva, el desempeño


de los movimientos sociales consiste en publicitar y traer de vuelta otras
consideraciones de política pública que han sido dejadas fuera y que son
importantes desde un punto de vista social, político e histórico. En este sen-
tido, los grupos beligerantes pueden oponerse efectivamente a un proyecto
o a una iniciativa cuando el proceso político ofrece suficiente espacio para CONCLUSIONES GENERALES:
la construcción de un mac con el poder de convertir una simple queja en EL RETO DE LA PROVISIÓN
razones por las cuales vale la pena movilizarse y cuando se logra el apoyo DE INFRAESTRUCTURA EN AMÉRICA LATINA
de aliados poderosos para contrarrestar la movilización del sesgo. Al llevar
a cabo estas acciones, tales grupos contribuyen a problematizar la política
pública, a traer de vuelta importantes dimensiones de conflictividad y a Usted sólo menciona números, figuras, cantidades [...] pero usted
ofrecer articulaciones simbólicas que difieren de las ofrecidas por los toma- no se refiere a nosotros como personas, como seres humanos [...]
dores de decisión. El resultado final es determinado por la disponibilidad para nosotros, el verdadero desarrollo significa respeto por nues-
de estructuras de movilización preexistentes y por el apoyo de asesores téc- tros derechos humanos, nuestra cultura, nuestra historia y nues-
nicos y legales. tras identidades y, sobre todo, significa respeto por nuestras vidas...
Sin embargo, la naturaleza amplificadora y simplificadora de los mac fpdt, 12 de julio de 2002
puede a su vez contribuir a desplazar otras dimensiones que no fueron con-
sideradas por los tomadores de decisión ni por los grupos beligerantes. De
esta manera, las respuestas erróneas de los servidores públicos, en combi- El reto de la provisión de infraestructura que América Latina enfren-
nación con las ventanas de oportunidad que son mal manejadas, pueden tará en las próximas décadas tiene dos dimensiones. Por un lado, un déficit
generar ciclos de radicalización que operan en contra de la instrumentación creciente de infraestructura pone en riesgo los prospectos de crecimiento
de soluciones de política pública, pero que también pueden oponerse a los económico y desarrollo necesarios para elevar los estándares de vida de la
intereses de las facciones más moderadas dentro de un movimiento social. población. Algunos países de la región tendrán que dar pasos agigantados
en esta área con la finalidad de cubrir el déficit existente al mismo tiempo
que se cubren las necesidades de infraestructura en el futuro. Aeropuertos
que no pueden garantizar la seguridad de los pasajeros, cobertura insufi-
ciente de agua potable y alcantarillado, sistemas de drenaje con serias defi-
ciencias en las principales ciudades o la necesidad de construir presas para
retener el agua que antes era contenida en glaciares constituyen tan sólo
algunos ejemplos de la verdadera extensión del problema.
Por otro lado, los proyectos de infraestructura conllevan impactos so-
ciales, culturales y ambientales que no siempre se pueden identificar y com-
pensar fácilmente. Hay poblaciones que son desplazadas sin acceso a com-
pensaciones justas, proyectos mal diseñados que son instrumentados con
escasa consulta pública mientras que los líderes sociales que encabezan la
oposición a estos son a menudo perseguidos o amedrentados. El verdadero
desafío consiste en enfrentar ambos problemas de manera conjunta: satisfa-
cer los requerimientos de infraestructura al mismo tiempo que cumplir con

Copia privada. Exclusiva para procedimientos administrativos 251


252 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 253

criterios de justicia social y ambiental. Como lo hemos mostrado en los dos y sus vínculos sociales. Los valores socioculturales, las redes informales, los
casos de estudio analizados, no se trata de una tarea fácil: el consenso so- aliados poderosos y los liderazgos informales constituyen las condiciones
cial y político debe ser alcanzado mientras, al mismo tiempo, se superan las necesarias para la acción colectiva. Algunas veces es necesario simplificar el
distintas restricciones y obstáculos del propio proceso de políticas públicas. mundo y transformarlo en un lugar donde actores como el “Estado” o las
En los extremos, hay dos enfoques para atender estos retos en el sec- “elites” se vuelven categorías monolíticas para referirse a agentes podero-
tor infraestructura en América Latina y ambos conllevan supuestos implí- sos, posiblemente opresivos y de poca confianza.
citos en cuanto a la manera “correcta” de establecer y cumplir con los ob- El contraste entre estos dos mundos sociales se refleja también en una
jetivos del desarrollo. Para los tomadores de decisión, parámetros como la división teórica entre dos comunidades epistémicas. Con algunas excepcio-
factibilidad técnica, la disciplina fiscal y la capacidad de atraer inversiones nes, la literatura existente refleja muy poco trabajo sistemático que busque
constituyen guías para la acción. La prioridad es tomar ventaja de cualquier vincular el estudio de las políticas públicas al de los movimientos sociales y
ventana de oportunidad para instrumentar megaproyectos con impactos en la política de protesta. Los teóricos de las políticas se enfocan en las posibi-
los procesos macro de un país o de una región —por ejemplo, un aeropuer- lidades y los beneficios de estas iniciativas. Los teóricos de los movimientos
to o una presa–. Los agentes en este mundo social asumen que el proceso sociales se enfocan en los efectos adversos de las políticas y en los límites
de desarrollo debe ser despojado de muchos de sus antecedentes históri- que la acción colectiva organizada puede imponer sobre las ellas.2 El inter-
cos y estructurales. Los proyectos y las políticas públicas deben ser conce- cambio intelectual entre ambos campos de estudio se ve a menudo obstrui­
bidos en términos de óptimos de Pareto abstractos: la creencia de que los do por los sesgos ideológicos que permean las agendas de investigación3 e
beneficios son suficientes para compensar los impactos negativos y de que impiden un análisis más balanceado y útil.
los excedentes generados pueden ser redistribuidos automáticamente entre Uno de los objetivos de este libro ha sido precisamente tratar de rom-
aquellos que resultan perdedores. Más aún, las rutas críticas diseñadas para per con estas divisiones artificiales al usar herramientas conceptuales de
la instrumentación de un proyecto normalmente se basan en el supuesto de ambas áreas de estudio: políticas públicas y movimientos sociales. La inves-
escenarios de estabilidad política. tigación estuvo originalmente motivada por una preocupación empírica,
En contraste, desde la perspectiva de los movimientos sociales, hay con base en la experiencia personal del autor como observador participante
proyectos de infraestructura que se perciben como un caso de “los débiles en el proceso de decisiones sobre el nuevo aeropuerto internacional de la
contra los fuertes” o de “David contra Goliat”.1 La memoria de las luchas y ciudad de México (naicm) y en la necesidad de explicar el fracaso en 2001
las injusticias históricas se vuelve inescapable. En esta visión, el desarrollo y 2002. Como se mencionó en la introducción de este trabajo, el caso de
no es concebido en términos teleológicos o de optimización abstracta con estudio boliviano fue seleccionado como un ejemplo más de un fenómeno
objetivos predefinidos, sino como una lucha entre distintos actores cuyas que ha ocurrido en otros países de América Latina. Ambos casos han sido
relaciones mutuas reflejan inequidades histórico-estructurales. La premisa abordados con una perspectiva comparativa para explicar la manera en que
de algunos grupos beligerantes consiste en usar cualquier oportunidad para la formación y la instrumentación de una política o de un proyecto en par-
instrumentalizar la protesta y conseguir sus intereses materiales y políticos. ticular pueden detonar procesos de movilización social y cómo, de manera
Para otros, generalmente los afectados directamente por la política pú- simultánea, la acción colectiva y las acciones de protesta pueden influir en
blica, la prioridad es proteger su empleo, su tierra, el acceso al recurso agua el resultado final de la política pública. Por un lado, este trabajo ha ofrecido
un análisis dialógico entre la teoría y la evidencia empírica y, por otro, entre
1
los casos de estudio boliviano y mexicano.
Esta expresión fue usada a menudo durante la década de 1970 para describir las actividades
de grupos ambientalistas —particularmente Greenpeace— que se oponían a la caza de ballenas en
2
altamar. Esta misma expresión ha sido usada por algunos periodistas y académicos en el caso lati- Esta idea sobre los límites y las posibilidades de las políticas públicas está inspirada en el
noamericano para describir las luchas de distintos movimientos sociales en oposición a proyectos de trabajo de Jonathan Fox sobre el Sistema Alimentario Mexicano (sam). Véase Fox, Politics, 1993, pp.
infraestructura y reformas de corte neoliberal. En el caso de la Guerra del Agua, el trabajo de Assies 9-40.
3
representa un ejemplo en esta dirección. Véase Assies, “David”, 2003. Véanse Centeno y López-Alves, Other, 2001, p. 15, y Davis, “Power”, 1999, p. 586.

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254 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 255

Este trabajo ha seguido también un enfoque de “rastreo de procesos y EL PROBLEMA DEL ESTADO “AUTISTA”
cadenas causales”. Se ha enfocado en dos grupos de actores en el nivel me-
sopolítico —movimientos sociales y subsistemas o sectores de política públi- Como parte de este trabajo no hemos buscado teorizar al Estado, pero que-
ca—, pero poniendo atención también en los niveles micro y macro cuando da claro que este actor, o, siguiendo una definición menos antropomórfica,
esto ha resultado útil para producir cadenas de explicación más integrales y la colección de actores e instituciones que pertenecen y llevan a cabo ac-
convincentes. La comparación entre las narrativas y los discursos sobre la ciones bajo la sombrilla del “Estado”, desempeñan un papel significativo en
misma iniciativa de política pública ha sido fundamental para el análisis del la promoción e instrumentación de los llamados megaproyectos de infraes-
diseño de políticas públicas y del enfrentamiento entre distintas posiciones, tructura.4 Incluso en aquellos casos donde el objetivo central de las políti-
incluyendo la de los actores de los movimientos sociales. Esto no significa cas de infraestructura consiste en promover la participación privada —por
que los intereses y las estructuras de poder no desempeñan un papel impor- ejemplo, los servicios de agua potable y alcantarillado (sapa) en Bolivia en
tante para entender los casos de estudio. Como hemos argumentado en dis- la década de 1990—, el Estado desempeña un papel decisivo al preparar el
tintas secciones de este libro, los discursos han sido analizados en relación terreno para que los esquemas de privatización se materialicen. Por lo tan-
con puntos espacio-temporales específicos y, por tanto, reflejan de manera to, el análisis presentado a lo largo de este trabajo tiene implicaciones que
implícita la importancia de los intereses de los actores y de las estructuras se empalman y que abarcan tanto el área estrecha de formación de políticas
cambiantes de poder. públicas como el tema más amplio de la capacidad y legitimidad del Esta-
En su conjunto, hemos buscado descifrar las dinámicas y los deta- do. Sin entrar en una ambiciosa discusión en este sentido, ambos casos de
lles particulares del diseño de políticas públicas y del surgimiento de mo- estudio muestran una colección de actores e instituciones del Estado cuyo
vimientos sociales en el caso de la Guerra del Agua en Bolivia y del con- desempeño fue en conjunto disfuncional debido a su incapacidad para ins-
flicto generado por el proyecto aeroportuario en la ciudad de México. Sin trumentar proyectos de infraestructura que fueran, tanto factibles técnica-
embargo, en el contexto más amplio de los procesos de desarrollo y de- mente como aceptables social y políticamente.
mocratización de la región latinoamericana, el análisis nos ayuda a iden- Al respecto, los casos de estudio invitan a reflexionar sobre el legado
tificar varios obstáculos y dilemas que han caracterizado a las políticas de de los Estados desarrollistas que prevalecieron en América Latina durante
infraestructura en las últimas dos décadas y que seguramente seguirán el periodo de posguerra, cuando los expertos técnicos dominaron sectores
presentes en el futuro venidero. Hay cuatro temas que son de particular clave —transporte, agua y desarrollo agrícola— y cuando las decisiones de
importancia: 1) el legado de regímenes autoritarios y semiautoritarios, el infraestructura se tomaban con escasas consideraciones de las implicacio-
cual se manifiesta en un nuevo actor: el Estado “autista”; 2) la existencia nes no técnicas. Este periodo vio muchos proyectos que fueron puestos en
de una nueva configuración de poder social y político; 3) la incidencia de marcha gracias a medidas draconianas por parte de regímenes autoritarios
un déficit de legitimidad, en algunos casos por circunstancias específicas y semiautoritarios. Los ejemplos incluyen el primer mandato del general
en el área de infraestructura, y 4) las distorsiones creadas por la metáfora Banzer en Bolivia (1971-1975) y la mayor parte de la larga era priista que
de “David contra Goliat”. caracterizó a México entre 1929 y 2000. Los engranes más autoritarios de
Aunque este trabajo no ha tenido como principal objetivo ofrecer re- estos regímenes fueron quizás removidos cuando las democracias electora-
comendaciones específicas de política pública, es inevitable apuntar algunos les reemergieron en la región; sin embargo, hay islas de burocracia donde
principios generales que parecen necesarios para enfrentar los retos de la los aparatos de decisión sostenidos por “expertos” permanecieron virtual-
provisión de infraestructura en América Latina. Esto es de gran importan- mente intactos o incluso llegaron a reforzarse durante la era de reformas
cia, no sólo para la región en su conjunto sino porque, al menos en el caso
mexicano, existe la posibilidad real de que el proyecto aeroportuario en la 4
Más aún, como lo han sugerido distintos autores en el área de movimientos sociales, “el Es-
ciudad de México sea retomado en el corto plazo. tado”, incluso como una construcción abstracta, representa uno de los principales blancos a los que
se dirigen las demandas de la acción colectiva de protesta.

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256 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 257

de libre mercado de las décadas de 1980 y 1990, las cuales se vieron acom- y la vertiente de los contextos políticos. De esta manera, hemos argumen-
pañadas por un fortalecimiento de la tecnocracia como cultura decisional.5 tado que el rango de valores culturales que gobierna el proceso de políticas
Los casos de la Guerra del Agua en Bolivia y del conflicto aeropor- públicas en un momento determinado trasciende la capacidad de agencia
tuario en México parecen apoyar la hipótesis de que los procesos de demo- de los actores individuales en el proceso de políticas. Esto no es exclusivo
cratización incrementaron capas de complejidad, las cuales se empalman del caso latinoamericano; como lo demuestra el trabajo original de John
con los aspectos más negativos del Estado autoritario. El legado de los Kingdon,9 esto sucede también de países con sistemas de política pública
regímenes anteriores a las transiciones electorales6 yace en este proceso de mucho más sofisticados, como es el caso de Estados Unidos. Y, sin embar-
superposición y coexistencia. En otras palabras, incluso cuando las decisio- go, este rasgo se vuelve particularmente importante cuando tratamos de ex-
nes de política son pluralistas nominalmente hay aspectos muy importantes plicar los casos latinoamericanos, precisamente porque el problema del Es-
del proceso de decisiones que reflejan un déficit entre la noción de una ra- tado autista amplifica las dificultades que surgen al enfocarse en un número
cionalidad técnico-científica y los principios básicos de la participación democrática. limitado de preocupaciones evaluativas, usualmente las de corte técnico.
Este déficit hace que el Estado sea disfuncional debido a que los tomadores Aunque en el segundo capítulo no nos hemos referido explícitamen-
de decisión permanecen atrapados en la inercia producto de los regímenes te al problema del Estado autista, sí hemos mostrado que los valores y los
autoritarios —en algunos casos dictaduras militares— que precedieron a las principios cambiantes de política pública constituyen una de las principales
transiciones democráticas. Este Estado disfuncional tiene, hablando meta- fuerzas detrás de la apertura de las llamadas ventanas de oportunidad o, al
fóricamente, un número de rasgos autísticos: dificultades de aprendizaje, ra- menos, de la percepción por parte de los tomadores de decisión de que dichas
zonamientos automáticos y unidimensionales, falta de sentido común y, en ventanas existen. En gran medida, la supervivencia de alguna idea o de al-
general, una capacidad limitada para comunicarse con el mundo externo.7 gún proyecto de infraestructura en la agenda —y la definición específica de
Como hemos argumentado, la mayoría de estos rasgos estuvieron los proyectos que eventualmente son promovidos— depende de la factibili-
presentes en la concesión de Semapa-Misicuni en Bolivia y en el intento dad técnica y de su adaptabilidad a dichos valores y principios cambiantes.
fallido de lanzar el naicm en México. Los casos de estudio ilustran cómo, Por ejemplo, el Proyecto Múltiple Misicuni (pmm) cambió y se adaptó a
incluso cuando distintas reformas democratizadoras han transformado a partir de un esquema ambicioso que pretendía detonar el desarrollo regio-
estos países desde la década de 1980, hay muchos aspectos del proceso de nal hacia un proyecto definido de manera más estrecha, que se proponía
políticas públicas poco democráticos y que permanecieron sin cambio. En- resolver los problemas de escasez de agua en la ciudad de Cochabamba.
tre otras razones, porque la noción de participación que las autoridades han En contraste, el naicm pasó de ser un proyecto para resolver un problema
tenido tradicionalmente es, de hecho, equivalente a obediencia esperada.8 específico de políticas públicas —la capacidad aeroportuaria de la ciudad de
En este trabajo hemos argumentado que la evolución y predominio México— a ser un proyecto de “desarrollo integral”. Estos cambios crearon
de unos cuantos valores y principios de política pública resultan de una conflictos entre distintos objetivos y, eventualmente, contribuyeron al resul-
compleja interacción entre la vertiente de las soluciones de política pública tado final de las políticas públicas.
En su conjunto, una perspectiva combinada de políticas públicas y de
5
Como lo señala Middlebrook en el caso de México, la democratización electoral no excluye movimientos sociales revela que las iniciativas de política pública no pue-
la necesidad de transiciones democráticas en otras áreas no electorales, las cuales se mueven a distintas den ser diseñadas y evaluadas de acuerdo con criterios estrechos de facti-
velocidades. Como hemos mostrado en este trabajo, el caso de la formación e instrumentación de
megaproyectos constituye una de estas áreas “no electorales” cuya transformación sigue pendiente. bilidad técnica y aceptabilidad de valores. No es suficiente cumplir con pa-
Véase Middlebrook, “Mexico’s”, 2004.
6
rámetros abstractos de maximización de beneficios en el pizarrón para que
Para evitar controversias innecesarias sobre el significado de los conceptos de transición demo-
crática y consolidación democrática, es más recomendable aplicar la referencia de “regímenes anteriores (o las soluciones de política sean deseables o posibles. En realidad, las políticas
posteriores) a la transición electoral”, para referirnos de esta manera a los regímenes políticos antes son inadecuadas si no pueden materializarse debido a una oposición social
y después de la transición a las democracias electorales.
7
Véase Domínguez, “Social”, 2006, p. 16.
8 9
Véase Castro, Water, 2006, p. 165. Kingdon, Agendas, 1984.

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258 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 259

y política generalizada. Como afirman Pressman y Wildavsky, y como se ceso de políticas públicas se movieron en distintas direcciones para apoyar
demuestra con ambos casos de estudio, “de nada sirve tener buenas ideas proyectos que competían entre sí. Los actores se agruparon de acuerdo con
si no pueden llevarse a cabo”.10 Para ser factibles, las políticas públicas de- distintas creencias de política pública y de acuerdo con distintos intereses
ben tomar en cuenta las “fricciones” sociales y políticas inherentes a cada políticos, y compitieron entre sí en un intento por dominar las decisiones de
una de las etapas del ciclo de políticas. Sin embargo, un Estado con rasgos gobierno. Estas luchas influyeron también en los resultados de la política:
autísticos es incapaz de ver más allá de criterios estrechos de factibilidad y los proyectos fueron ajustados para sobrevivir en la agenda, algunas deci-
aceptabilidad de valores para identificar la magnitud de dichas fricciones. siones se retrasaron y, sobre todo, hubo oportunidades para construir alian-
Esto constituye el mayor obstáculo para enfrentarse al desafío de proveer zas entre actores institucionales y grupos beligerantes que buscaban poner
infraestructura en América Latina y, en general, para el desarrollo de la re- presión desde afuera del proceso formal e institucionalizado.
gión en el futuro. Al mismo tiempo, los procesos de liberalización política han devuelto
algunos derechos civiles y políticos a amplios sectores de la sociedad civil.
Al menos en comparación con los regímenes de pretransición, los recientes
NUEVAS CONFIGURACIONES DEL PODER desarrollos políticos han creado más oportunidades para que la gente ejer-
za sus libertades de expresión y asociación.13 Incluso si algunos actores y
El análisis de ambos casos de estudio nos hace reflexionar también sobre algunas instituciones al interior del Estado autístico llevan la carga de sus
las nuevas configuraciones de poder que prevalecen en las democracias herencias no democráticas, e incluso cuando estas herencias continúan dan-
latinoamericanas. Como lo han notado muchos autores, los regímenes de do forma a la toma de decisiones, hay suficientes motivos para creer que los
pretransición se caracterizaron por Estados cuyas instituciones se movían espacios de asociación política se han ampliado de manera efectiva en las
normalmente al unísono en busca de un conjunto de objetivos bien estable- últimas tres décadas.14 Por ejemplo, la atención internacional a posibles ca-
cidos. Distintas “corrientes de política pública”11 resultaban de los conflic- sos de violación de derechos humanos y la presión internacional para resol-
tos al interior de las elites y generaban distintas rutas de acción. Diferentes ver estos problemas se han convertido en importantes herramientas que los
combinaciones de autonomía y capacidad estatal determinaban el grado en movimientos sociales y otros grupos de la sociedad civil pueden usar para
que las elites eran capaces de influir en estos paradigmas de política pública proteger su libertad de expresión y de asociación. Los medios, al menos en
en su favor.12 Sin embargo, el desarrollo político de la región en las últimas Bolivia y en México, se han vuelto razonablemente más abiertos e inde-
tres décadas ha creado nuevas fuentes de poder y nuevas arenas de com- pendientes en comparación con décadas previas, y esta apertura constituye
petencia política. también un instrumento clave que individuos, grupos y organizaciones de
En comparación con los regímenes de pretransición, muchos Estados movimientos sociales pueden usar para alcanzar sus objetivos.
latinoamericanos, incluyendo a Bolivia y a México, carecen ahora de un La intricada relación entre legitimidad, aceptabilidad pública de una
solo centro de gravedad. Intencionada o accidentalmente, las reformas des- política y los discursos de los movimientos sociales, la cual permea distintas
centralizadoras han permitido que los niveles de gobierno local y regional
tengan una fuerte influencia en el diseño de políticas públicas y, en algunos 13
Esto no implica, por supuesto, que no haya otros fenómenos, como la llamada Guerra con-
casos, han ganado poderes de veto, legales o extralegales. Las discusiones tra el Crimen Organizado en el caso mexicano, que en años recientes han derivado en amplias vio-
laciones a los derechos humanos por parte de las instituciones del Estado. Esto tampoco significa
sobre coaliciones de política en Bolivia y México apoyan este argumento. que neguemos la posibilidad de una recentralización del poder alrededor de figuras presidenciales
En el segundo capítulo hemos mostrado cómo los participantes en el pro- como Evo Morales en Bolivia o Rafael Correa en Ecuador, en los últimos diez años. Sin embargo,
el contraste con los regímenes autoritarios y semiautoritarios que dominaron durante buena parte
del siglo xx sigue siendo pertinente.
14
De acuerdo con las ideas de Deborah Yashar, el término “espacio de asociación política” (o
10
Pressman y Wildavsky, Implementation, 1984, p. 89. en inglés, political associational space) se refiere al grado en que los actores de la sociedad civil son capa-
11
Fox, Politics, 1993. ces de ejercer o reafirmar su libertad de expresión y su libertad de asociación. Véase Yashar, Contes-
12
Knight, “Modern”, 2001. ting, 2005.

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260 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 261

secciones de este trabajo, muestra que “los débiles” en América Latina tie- se usan niveles relativamente bajos de fuerza pública, junto con respuestas
nen ahora varias formas para dar voz a sus quejas, canalizar sus demandas institucionales fallidas, pueden ser reforzados los procesos de movilización
y detener proyectos de política pública considerados como indeseables. Los social y de construcción de identidades, los cuales encuentran nuevos cana-
actores sociales pueden, en ciertas circunstancias, dejar de lado las “armas les de expresión. Aunque no nos hemos propuesto demostrar la validez de
de los débiles”15 y usar de manera más abierta la acción colectiva organi- lo que Tarrow llama “la paradoja de la represión”, la Guerra del Agua y el
zada para superar la movilización del sesgo. Al parecer, son necesarias dos conflicto aeroportuario sugieren que, bajo ciertas circunstancias, un buen
condiciones para que esto suceda: 1) este cambio de estrategia requiere que trecho de la relación en forma de “U” invertida entre fuerza pública (en el
los actores beligerantes experimenten una suerte de “liberación cognitiva” eje horizontal) y movilización social (en el eje vertical) podría aplicar a este
que les permita, de hecho, identificar la gravedad de una queja, y 2) la queja tipo de casos de estudio.18 El mismo razonamiento podría explicar por qué
en sí misma necesita ser lo suficientemente visible para afectar a la opinión en algunos países como Bolivia los primeros años de los regímenes demo-
pública nacional e internacional. Si bien es cierto que estas dos condiciones cráticos registraron de hecho un mayor número de causalidades en compa-
no siempre están presentes en el caso de los países latinoamericanos, los ración con sus antecesores autoritarios, como resultado de las confrontacio-
casos concretos de Bolivia y México que hemos revisado sugieren que pue- nes entre las autoridades y la sociedad civil:19 el uso más bien tímido de la
den estar presentes en el caso de algunos megaproyectos de infraestructura. fuerza pública y el escalamiento de la movilización no siempre constituyen
Efectivamente, el balance de poder entre los actores institucionales la mejor fórmula para la estabilidad social y política.
que apoyan cierto proyecto de infraestructura —o cualquier iniciativa de Los casos de estudio nos plantean la pregunta de si las instituciones
política pública— y los actores que apoyan un movimiento social para opo- del Estado mantienen todavía un monopolio sobre el uso legítimo de la
nerse a dicho proyecto, parece haber cambiado hasta el punto de cuestionar fuerza, al menos en el área de los megaproyectos de infraestructura. La pu-
el supuesto monopolio del Estado sobre el uso legítimo de la fuerza, física blicación de decretos de expropiación con disposiciones legales que son sin
y simbólica. A partir de los nuevos desarrollos políticos en algunos países duda injustas, constituye un ejemplo de violencia “no física” que los toma-
latinoamericanos, los actores del Estado no pueden, ni tampoco lo consi- dores de decisión ejercen sobre los sujetos del desarrollo. El mismo argu-
deran deseable, usar la represión y la fuerza indiscriminada, al menos no mento aplica para el caso de reformas en el sector agua que no reconocen
en la misma medida en que lo hacían los regímenes de pretransición.16 La la importancia de los usos y costumbres o el papel que han tenido históri-
influencia de la opinión pública al condenar violaciones de derechos huma- camente los vendedores informales de agua para cumplir con la demanda
nos a partir de lo que Sidney Tarrow llama el “efecto boomerang”,17 y la po- del preciado recurso en los barrios urbanos más pobres. Ambos actos cons-
sibilidad de penalizaciones potenciales en la arena electoral, son algunos de tituyen, de manera intencional o no, ejemplos de violencia no física que re-
los factores detrás de este nuevo comportamiento. verbera en reacciones similares en el mundo de los movimientos sociales y
Como hemos mostrado en este trabajo, la relación subyacente entre la política de protesta: las personas se unen a los movimientos sociales, bus-
las respuestas institucionales, la dinámica de los movimientos sociales y las can atraer aliados poderosos, construyen marcos de acción colectiva (mac)
nuevas oportunidades democráticas explica en parte por qué los conflictos y acumulan recursos para negociar y superar la movilización del sesgo e
generados por proyectos de infraestructura con impactos locales pueden es- intentar revocar las decisiones de política pública.
calar hasta alcanzar un significado político más amplio. En este contexto, si De ninguna manera podemos decir que esta historia es nueva. Como
lo han señalado muchos autores que han trabajado y escrito sobre Améri-
15
16
Scott, Weapons, 1985. ca Latina, las luchas de los movimientos sociales y otros actores de la so-
Por supuesto, hay algunas excepciones como es el caso de México en 1997, o Venezuela du-
rante la administración de Hugo Chávez (1998-2013).
17 18
El “efecto boomerang” se refiere a la externalización de las actividades de protesta; es decir, a Un cierto nivel de oposición o, incluso, de represión parecen incrementar los niveles de mo-
la labor que llevan a cabo los grupos domésticos para universalizar sus demandas y llamar la aten- vilización y participación reforzando solidaridades.
19
ción de aliados internacionales que podrían ejercer presión sobre los gobiernos nacionales. Véase Para mayores detalles véase Tellería, “Fuerzas”, 2004, en <http://bibliotecavirtual.clacso.org.
Tarrow, New, 2005, pp. 144-146. ar/ar/libros/becas/2003/mili/telleria.pdf>. [Consulta: 29 de agosto de 2009.]

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262 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 263

ciedad civil, para influir en los procesos de políticas públicas, constituyen escenario de estabilidad política cuando una política pública es diseñada e
una constante en la historia moderna de América Latina.20 Sin embargo, el instrumentada.
rasgo clave de los regímenes de postransición yace en que las autoridades El déficit de legitimidad del Estado ha quedado expresado en los dife-
estatales no siempre tienen la última palabra en dicha lucha por dar forma rentes mac y discursos de los movimientos sociales, tanto en Cochabamba
a las políticas públicas. Los procesos de descentralización y liberalización como en Atenco. Dichos marcos variaron en contenido, alcances y sofisti-
políticas han detonado una transformación mayúscula en la configuración cación, pero ambos tienen al menos un rasgo en común: la memoria social
y distribución del poder social y político en América Latina. de las luchas históricas contra las “elites injustas”, la presencia de un Estado
Más aún, como lo sugieren ambos casos de estudio, no queda claro opresor y de otros antihéroes similares terminaron por nutrirlos y dotarlos
si las implicaciones de estas transformaciones políticas han sido incorpo- de significado político. En su conjunto, el poder y la influencia de los discur-
radas adecuadamente en el funcionamiento de las instituciones existentes, sos y de sus complejas relaciones con otros aspectos de los movimientos so-
o si han sido internalizadas por los tomadores de decisión que se mueven ciales, tales como la disponibilidad de estructuras de movilización preexis-
entre los límites de las fronteras y divisiones burocrático-administrativas. tentes y el acceso a aliados poderosos, sugieren la presencia de “espacios de
La incapacidad de estos para integrar el peso y las implicaciones de estas autonomía local”21 en los que la legitimidad del Estado se ha deteriorado
transformaciones en todas y cada una de las etapas del proceso de políti- históricamente. Las comunidades de la periferia donde la gente se ha orga-
cas públicas constituye otro rasgo autista de un Estado que se desempeña nizado históricamente para resolver sus necesidades básicas —tierra, agua
de manera disfuncional. Esta incapacidad representa un obstáculo para los y otra infraestructura urbana— constituyen ejemplos de espacios donde las
prospectos de resolver los problemas de infraestructura y de desarrollo en autonomías culturales e identitarias han evolucionado, distanciando a los
la región en general. sujetos del desarrollo de la influencia de las estructuras estatales. Las comu-
nidades semiurbanas de Atenco, que sufrieron la consecuencia de un vacío
institucional creado por una división artificial entre las políticas “urbanas”
EL DÉFICIT DE LEGITIMIDAD DEL ESTADO y “rurales”, representan un ejemplo en esta dirección. Los vecindarios ur-
banos en las zonas pobres del sur de Cochabamba, donde los mineros mi-
En este trabajo hemos ilustrado los problemas que surgen cuando un sis- graron y donde las agencias gubernamentales como Semapa han sido inca-
tema político sólo puede procesar al mismo tiempo un número limitado paces de cubrir la demanda de los sapa, representan un segundo ejemplo.
de preocupaciones de política pública. En pocas palabras, cuando esto su- Otros ejemplos han sido mencionados en distintas partes de este trabajo,
cede las omisiones de política y el desplazamiento del conflicto se vuelven sobre todo en el tercer capítulo.
inevitables. Esta problemática, como lo hemos mencionado, no es exclusi- Ambos casos son ilustrativos del tipo de resultados inesperados que
va del caso latinoamericano. Sin embargo, hay dos razones por las cuales surgen cuando los actores institucionales, en su intento por promover una
esto puede tener consecuencias particularmente significativas en el caso de política determinada, traspasan las áreas grises e invaden dichos espacios de
esta región: 1) incluso después de las transiciones electorales, los Estados autonomía:22 las quejas de antaño se vuelven más visibles y abren la puerta
burocráticos en países como Bolivia y México parecen sufrir de un déficit a procesos más amplios de movilización social y política. Los megaproyec-
de legitimidad y 2) este déficit implica que no es posible dar por hecho un tos de desarrollo se convierten en puntos de atracción para que distintos

20 21
La lista es muy larga y no es posible citar todos los nombres en este espacio tan reducido. Construyendo sobre las ideas de Yashar, Contesting, 2005.
22
Sin embargo, a manera de ejemplo, podemos mencionar los siguientes: Bennet y Bracho, “Oríge- Deborah Yashar desarrolla este argumento para el caso de los movimientos indígenas en
nes”, 1993; Cadena Roa, “Evaluación”, 2007; Castro, Water, 2006; Davis, “Power”, 1999; Eckstein, el caso de las movilizaciones en contra de las reformas neoliberales. La discusión presentada aquí
“Power”, 1989 y “Formal”, 1990; Escobar, “Cultural”, 1997; Foweraker, “Popular”, 1990 y Popular, muestra que su argumento es válido, no sólo para el caso de los movimientos indígenas, sino de
1993; Fox, Politics, 1993; Knight, “Historical”, 1990; Oxhorn, Organizing, 1995, y Varley, “Clientelis- otros movimientos, incluyendo aquellos que se oponen a la instrumentación de proyectos de infraes-
mo”, 1994. tructura a distintos niveles y escalas geográficas. Véase Yashar, Citizenship, 2005.

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264 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 265

actores persigan sus intereses. La movilización, en combinación con las res- Muchos de estos representaron elefantes blancos o proyectos mal dise-
puestas institucionales erráticas, es seguida por ciclos de radicalización. En ñados que de hecho minaron los prospectos de desarrollo de la región en el
otras palabras, el desplazamiento del conflicto que resulta de las distintas di- largo plazo. Otras iniciativas contribuyeron a solucionar problemas serios
námicas políticas y de política pública que hemos analizado —por ejemplo, que requerían de atención urgente; muchos otros tuvieron un profundo im-
ventanas de oportunidad, prevalencia de valores y principios de política, lu- pacto en las posibilidades de crecimiento económico. Pero en su conjunto,
chas entre distintas coaliciones de política— llevan a una cadena de eventos incluso en el caso de los proyectos considerados como “buenos”, los bene-
que eventualmente impactan sobre los prospectos de estabilidad política. ficios han venido casi siempre acompañados de altos costos. Población que
Al mismo tiempo, los casos de estudio sugieren otras fuentes y ma- es desplazada sin compensaciones justas, desarticulación social, impactos
nifestaciones del déficit de legitimidad del Estado. Por ejemplo, dejando a ambientales irreversibles y desperdicio de recursos públicos son sólo algu-
un lado la discusión de los espacios de autonomía local, hay un déficit de nos de los problemas que ocupan la larga historia del sector infraestructura
legitimidad específico que parece existir en el caso del sector infraestructu- en la región. Estas deudas históricas explican en parte el déficit de legiti-
ra. En otras palabras, la herencia de los regímenes predemocráticos en este midad que es específico de la construcción de infraestructura en América
sector de políticas públicas no sólo se manifiesta en procesos de decisión Latina: en estas circunstancias, dadas las lecciones del pasado, es inevitable
disfuncionales, sino en la huella muy particular que han dejado proyectos que los actores sociales muestren escepticismo y desconfianza hacia nuevas
anteriores en la memoria latinoamericana. Este argumento requiere de una iniciativas.
elaboración más detallada. En resumen, la existencia de espacios de autonomía local, donde la
Como hemos argumentado, los discursos de los movimientos socia- legitimidad del Estado se ha desgastado y el déficit de legitimidad asociado
les tienden a reflejar juegos de poder en el nivel simbólico y, en ciertas cir- a los megaproyectos representa un obstáculo mayor para enfrentar el pro-
cunstancias, estos discursos tienden a reificar las categorías sociales con la blema en América Latina. Como lo hemos mostrado a partir de los casos
finalidad de hacerlas más visibles: las nociones de “nosotros”, los que de- de estudio, incluso cuando los proyectos son potencialmente benéficos, no
safiamos, y ustedes, “los desafiados”, son dos ejemplos ilustrativos que han se puede dar por hecho que prevalecerán escenarios de estabilidad política.
permeado nuestro análisis de ambos casos de estudio. Aunque estas catego- Este es el caso cuando las variables sociales, culturales e históricas son ex-
rías conllevan enormes simplificaciones, reflejan algo de verdad en cuanto cluidas de la lista de consideraciones relevantes, como sucede cuando los
que surgen y se construyen a partir de la memoria de las experiencias del actores y las instituciones del Estado muestran comportamientos autísticos.
pasado. Estas experiencias pasadas, que anclan a los discursos en lugares En pocas palabras, los criterios de factibilidad técnica y aceptabilidad de
espaciotemporales específicos, incluyen la instrumentación de megaproyec- valores no son condiciones suficientes para garantizar la instrumentación
tos de desarrollo por parte de los regímenes de pretransición. La región exitosa de un proyecto de infraestructura; mucho menos en el caso de Amé-
latinoamericana ofrece muchísimos ejemplos: proyectos mineros en Ecua- rica Latina donde las instituciones cargan con el legado de los regímenes de
dor, proyectos petroleros y carreteras en el Amazonas brasileño, proyectos pretransición, donde se han configurado nuevos balances de poder y donde
hidroeléctricos y de exploración petrolera en Chiapas, sistemas de agua e el Estado sufre de déficits de legitimidad significativos.
infraestructura carretera en México, explotación de acuacultura en Colom-
bia, gasoductos en Bolivia. La lista podría extenderse hacia el pasado e in-
cluir proyectos que se llevaron a cabo durante la etapa colonial.23 LA METÁFORA DE DAVID CONTRA
GOLIAT PUESTA EN DUDA
23
De hecho, las disrupciones ecológicas en la subcuenca de Texcoco se pueden rastrear en el Una perspectiva que integra el análisis de políticas públicas y movimientos
tiempo al caso de megaproyectos que fueron llevados a cabo durante la colonia, como es el caso
del Tajo de Nochistongo, concluido en 1608. Para mayores detalles, véase el subtítulo de la p. 114;
sociales abre la oportunidad para explorar otras implicaciones para el desa-
Castro, Water, 2006, y Luiselli, “Towards”, 2003. rrollo y la democracia en los países latinoamericanos. Esta perspectiva com-

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266 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 267

binada revela cómo los movimientos sociales desempeñan un papel impor- ponerse en tela de juicio: en pocas palabras, los participantes de los movi-
tante al traer de vuelta valores de política y dimensiones de conflictividad mientos sociales no son necesariamente los actores más débiles.
que no fueron considerados originalmente por los tomadores de decisión. Al mismo tiempo, a pesar de los avances democráticos, ambos casos
Al hacerlo de esta manera, los movimientos sociales contribuyen a demo- de estudio apuntan a problemas potenciales y a efectos colaterales que este
cratizar la arena pública, a darle forma a la política pública y a proteger a tipo de conflictos llegan a tener en el largo plazo. El predicamento subyace
distintos grupos de población ante decisiones institucionales que parecen a las formas específicas en las que los discursos de los movimientos sociales
arbitrarias. Este análisis, sin embargo, nos invita también a reflexionar so- operan: estos “esquemas de interpretación”24 condensan el mundo de “allá
bre el papel que los movimientos sociales y los grupos beligerantes desem- afuera” y enfatizan las quejas apoyándose en generalizaciones muy amplias.
peñarán en el largo plazo. Al hacerlo así crean nuevos clivajes de conflicto que suman a y retrasan las
De manera más específica, el análisis invita a reflexionar en torno a si discusiones alrededor de los proyectos de infraestructura. Como lo hemos
la metáfora de “David contra Goliat”, la cual se refiere a los actores débiles argumentado en el cuarto capítulo, estos nuevos clivajes dirigen la atención
que contribuyen a las actividades de un movimiento social para defender de los actores políticos a ciertas implicaciones de las políticas públicas y la
causas “nobles” contra los Estados “todopoderosos” de América Latina, alejan de otras; es decir, los movimientos sociales crean nuevos clivajes y, al
constituye una descripción vigente y adecuada. Hay cuatro conclusiones hacerlo, pueden llegar a desplazar preocupaciones de política pública que
que se derivan de ambos casos de estudio: 1) David no es necesariamente el también son clave. Por ello, incluso si los movimientos sociales fueran esen-
actor más débil en comparación con Goliat; 2) las acciones de David también cialmente democráticos —proposición que debe verificarse empíricamente—
pueden tener consecuencias no intencionales en el largo plazo; 3) desde una o si siempre persiguieran objetivos “loables”, sus logros tienen consecuen-
perspectiva analítica, el papel que desempeña David debe ponerse a prue- cias impredecibles e insospechadas.
ba, caso por caso, y 4) David no siempre persigue causas “nobles”. Por supuesto, como un activista estadunidense que trabaja en Bolivia
Los resultados de la Guerra del Agua y del conflicto por el naicm son alguna vez le comentó al autor de este trabajo: “No puedes medir a los ac-
síntomas de un mayor desarrollo democrático en América Latina. Los ac- tores institucionales y a los movimientos sociales con la misma vara porque
tores beligerantes pueden, en ciertas circunstancias, usar una amplia gama los movimientos sociales no están preparados para diseñar políticas públi-
de instrumentos para contrabalancear el problema del Estado autístico y la cas: su principal propósito en este tipo de luchas ha sido el detener políticas
amenaza de sus decisiones arbitrarias. Los actores beligerantes son capaces, malas en un esfuerzo desesperado por proteger sus empleos, su tierra, el
sobre todo en comparación con sus predecesores en los regímenes de pre- acceso al agua y otros vínculos sociales.”25 Esto es cierto. Sin embargo, am-
transición, de combinar medios institucionales con la política de protesta a bos casos de estudio demuestran que las nuevas configuraciones del poder
fin de promover sus quejas y sus demandas. En el contexto de las nuevas abren oportunidades para que los actores beligerantes y los movimientos
configuraciones de poder, características de los escenarios de postransición, sociales influyan en la política pública, estén o no preparados. De esta ma-
la difusión de un marco de acción colectiva efectivo constituye un poderoso nera, la pregunta es ineludible: ¿quién es el responsable del desplazamiento
instrumento que los movimientos sociales pueden usar para problematizar de los problemas de política pública de la agenda gubernamental?
las políticas públicas y hacer que las quejas de grupo y las identidades colec- Más aún, en el caso específico de la política de infraestructura, los
tivas se vuelvan más visibles en la arena pública. Como hemos argumenta- conflictos en la última década y media han contribuido a la configuración
do a lo largo de este trabajo, las estrategias pueden ser determinantes para de un marco de acción colectiva de referencia basado en la idea más radical
el resultado final de un movimiento social, entre otras razones porque ac- de que “cualquier megaproyecto es malo”.26 En otras palabras, el desplaza-
tivan recursos organizacionales, influyen sobre la opinión pública y atraen
a aliados poderosos, tanto en el nivel doméstico como en el internacional. 24
Snow y Benford, “Master”, 1992.
Esta es la primera área en que las narrativas de David contra Goliat pueden 25
Entrevista con Tom Kruse, La Paz, Bolivia, julio de 2005.
26
Entrevista con Miguel Valencia, ciudad de México, septiembre de 2005.

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268 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 269

miento de ciertas preocupaciones, inherente a los nuevos clivajes creados regiones muestren pautas similares de resistencia contra los males de la glo-
por los movimientos sociales, no es un fenómeno exclusivo de las reformas balización económica. Hay suficiente evidencia como para concluir que las
a los sapa en Bolivia o de la construcción de un aeropuerto en la ciudad de “redes transcomunitarias”,28 las redes de abogacía transnacional,29 y las “re-
México. En el contexto de las recientes “victorias” por parte de algunos mo- des de solidaridad”30 han sido tejidas como parte de las actividades de los
vimientos, el desplazamiento del conflicto y de las preocupaciones de políti- movimientos sociales que van más allá de las fronteras nacionales. De he-
ca pública puede escalar y afectar a cualquier proyecto, grande o pequeño, cho, estas redes han facilitado los procesos de globalización no económica.
bueno o malo. Desde un punto de vista práctico y analítico, esta perspectiva Sin embargo, como lo menciona Sidney Tarrow correctamente:31
representa una negación del propio reto y de la propia necesidad de proveer
de infraestructura en el futuro. Aunque la globalización es una poderosa fuente de nuevos actores, nuevas
La posibilidad de que esta posición radical sea adoptada por los mo- relaciones y nuevas inequidades [...] la ecuación entre globalización y protesta
vimientos sociales y por otros actores políticos de manera generalizada en mucha de la literatura sobre “movimientos sociales” globales dice mucho
resulta muy problemático. A pesar del récord gris que la región ha acumu- y dice también muy poco: dice muy poco porque deja fuera los procesos de
lado históricamente en la materia, la decisión de si un proyecto de infraes- entretejido que llevan a las personas a participar en la política beligerante;
tructura es conveniente o no, constituye una cuestión empírica que depen- dice mucho porque una buena parte del activismo transnacional que encon-
de de un número enorme de aspectos contextuales y específicos en cada tramos en el mundo hoy, no puede ser explicado por la globalización.
caso, incluyendo la urgencia de solución de un problema determinado.
Constituye también una pregunta empírica si las omisiones de política pú- Los casos de estudio de este trabajo han mostrado que, desde la pers-
blica son deliberadas o no. Sin embargo, las nuevas oportunidades demo- pectiva de los movimientos sociales, resulta conveniente, y necesaria, la
cráticas que pueden ser usadas por “David” para detener los malos proyec- articulación de estrategias de enmarcamiento que transforman las distintas
tos de infraestructura que son promovidos por “Goliat”, pueden contribuir luchas a nivel local en luchas sociales más amplias. Las relaciones entre la
en el largo plazo a detener determinadas iniciativas que podrían contribuir Coordinadora y un conjunto amplio de actores rurales y urbanos que se
a resolver problemas urgentes de desarrollo: aeropuertos que operan muy unieron para oponerse a la privatización de los sapa en Cochabamba cons-
por arriba de su capacidad o sistemas de drenaje que amenazan con des- tituyen un buen ejemplo. Los intercambios de apoyo y las simpatías entre el
bordarse e inundar ciudades enteras son tan sólo algunos ejemplos, quizás Frente de Pueblos y otras organizaciones de movimiento social, incluyendo
los más visibles. En resumen, las acciones de David pueden también tener a los representantes del movimiento zapatista en México y en otros países,
consecuencias no intencionales –y a menudo indeseables–. Una de estas representan un segundo ejemplo.
es la posibilidad de desplazar ciertas preocupaciones de política pública En un esfuerzo por hacer que las quejas y las demandas sean más vi-
fuera de la agenda y negar las propias necesidades de infraestructura en sibles, resulta conveniente para los movimientos sociales hablar de “Esta-
la región. dos opresores”, “imperialistas neoliberales”, “capitalistas salvajes”, los “ricos
Este trabajo nos invita también a reflexionar sobre la pertinencia de y poderosos” y otros villanos similares. Más aún, como hemos señalado,
agrupar a todos los movimientos sociales de los que hemos hablado en muchas de estas construcciones no aparecen de la nada: se basan en expe-
una sola categoría, como una posible entidad analítica coherente que forma riencias históricas concretas que los actores beligerantes han sufrido, o de
parte de un esfuerzo alrededor del mundo para detener los efectos nega- las que han escuchado y, de esta manera, dan forma a sus identidades co-
tivos de las reformas neoliberales y la globalización económica. Como lo lectivas. Los actos de violencia física y simbólica que provienen y son apo-
argumentan algunos académicos prominentes,27 hay pocas dudas de que
los ejemplos recientes de movilización social en América Latina y en otras 28
29
Yashar, Contesting, 2005.
Fox, “Assessing”, 2004.
30
Tarrow, New, 2005.
27 31
Véanse, por ejemplo, Nash, Mayan, 2001 y Nash, Social, 2005. Ibid., p. 5.

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270 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 271

yados desde los estados autistas, de manera intencional o no, contribuyen tamente por las políticas públicas el aglutinar demandas y ganar masa crí-
a confirmar la validez de estas construcciones discursivas. tica, por lo menos durante las primeras etapas de movilización. El objetivo
Sin embargo, desde un punto de vista analítico, el académico tiene era enfatizar las quejas, las demandas y las identidades colectivas para que
la responsabilidad de trascender estas construcciones abstractas. No todos los movimientos sociales ganaran visibilidad y poder de negociación. Así
los proyectos de infraestructura obedecen exclusivamente a la lógica de es como los sujetos del desarrollo “vuelven a la vida”. Sin embargo, como
la reproducción capitalista sin restricciones, y no todos los proyectos de lo hemos demostrado, los megaproyectos de infraestructura pueden tam-
infraestructura son producto de los deseos arbitrarios e impulsivos de las bién representar oportunidades para perseguir otros intereses materiales y
elites. Incluso aquellos proyectos que cumplen con estas dos últimas ca- políticos. El grado en que las demandas radicales o externas al movimiento
racterísticas no representan, de manera automática, síntomas de intereses toman preminencia sobre los intereses de las facciones más moderadas de
encontrados entre distintos grupos sociales o ejemplos de juegos “suma un movimiento depende de una compleja interacción entre rasgos organi-
cero”. Como lo ha mostrado este trabajo, los movimientos sociales y las zacionales, estructuras de oportunidad política y otros factores específicos
políticas públicas deben ser problematizados de manera individual, caso del contexto.
por caso. Hay pautas en común que hemos identificado a partir de esta in- En este sentido, la labor de documentar y contrastar a la Coordinado-
vestigación, pero se enfocan más en los dinámicas de los movimientos, en ra y al Frente de Pueblos contribuye a cuestionar otro aspecto de la metáfo-
las interacciones de los actores y en mecanismos causales recurrentes que ra de David contra Goliat: en el mundo de las políticas públicas y los movi-
en una idea preconcebida en torno a los “actores débiles” contra los Esta- mientos sociales, ni David ni Goliat se mantienen siempre fieles a la historia
dos “todopoderosos”. original de acuerdo con la cual David es escogido por un poder divino para
El tipo de análisis aquí presentado ayuda a entender las causas y los pelear contra los filisteos. Algunas organizaciones de movimiento social son
propósitos —el cómo y el por qué— detrás de las decisiones de los actores más democráticas que otras, y algunos actores beligerantes tienen objetivos
que apoyan o se oponen a proyectos de infraestructura en un momento que son más legítimos que otros. El discriminar entre distintos tipos de ac-
dado. El análisis ayuda también a entender el papel que los discursos, los tores y organizaciones requiere de un enfoque aristotélico según el cual el
valores y las ideas pueden desempeñar para darle forma a los escenarios analista busca modelos de la realidad y no modelos deseables de acuerdo
de conflicto y a los resultados finales del proceso de políticas públicas. Esta con ciertos criterios ideales e idealizados. Esto es particularmente importan-
tarea sólo ha sido posible gracias a que las prácticas y los discursos de los te en el caso de América Latina donde los movimientos sociales han sido
actores han sido estudiados en relación con coordenadas espaciotemporales asociados a distintos procesos de democratización. Como el intelectual boli-
específicas y no en relación con un fenómeno abstracto cuya ubicuidad ha viano Carlos Toranzo argumenta,32 el hecho de que los movimientos socia-
sido invocada para explicar todo —por ejemplo, la globalización o el neoli- les hayan luchado contra dictaduras militares y otros regímenes semiautori-
beralismo–. En resumen, los movimientos sociales tienen sus raíces en lu- tarios en décadas previas ello no significa que todos sean, por descontado,
gares y en tiempos particulares y, por tanto, el papel de David contra Goliat democráticos. De hecho, en países con una fuerte tradición corporativista,
debe ser puesto a prueba en cada caso. como Bolivia o México, las organizaciones de movimiento social muestran
Más aún, al problematizar cada caso de estudio de manera individual a menudo pocos signos de democratización interna.
permite mostrar las distintas facetas de los actores beligerantes en distintos
niveles y durante diferentes etapas de la movilización social. Como se ha
argumentado en el caso del Frente de Pueblos y de la Coordinadora, dis-
tintos grupos conectaron con sus respectivos marcos de acción colectiva,
acordaron estrategias de protesta en conjunto y apoyaron al movimiento
social. Hacía sentido para algunos terceros y para aquellos afectados direc-
32
Toranzo, “Participación”, 2006, p. 17.

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272 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 273

SOCIALIZACIÓN DEL CONFLICTO Y EL RETO DE LA paces, sino que más bien necesitan desarrollar nuevas capacidades. En el
PROVISIÓN DE INFRAESTRUCTURA EN AMÉRICA LATINA caso de los regímenes de pretransición, la premisa para la instrumentación
exitosa de proyectos de infraestructura era la privatización del conflicto: los
Una perspectiva combinada sobre movimientos sociales y políticas públicas argumentos técnicos no se discutían abiertamente, las decisiones de política
ha permitido identificar obstáculos clave que se presentarán al hacer frente pública no podían ser cuestionados por otros grupos de técnicos y políticos,
al reto de la provisión de infraestructura en la región. Como se argumentó y la oposición social o política era neutralizada de manera secreta, si no es
más arriba, el reto es doble: por un lado, los países latinoamericanos ten- que simplemente no se tomaba en cuenta. Como lo demuestran los casos
drán que dar pasos decisivos para compensar los déficits existentes y cubrir de estudio, la privatización del conflicto ya no aplica más como una precon-
las necesidades futuras. Por otro, los proyectos de infraestructura conllevan dición para que las políticas públicas sean exitosas.
impactos sociales, culturales y ambientales que no son fáciles de identificar Podría argumentarse que la política de infraestructura en los regíme-
o compensar. Hacer frente a estos dos aspectos del reto requerirá encarar nes de postransición tiene otros requisitos. En contraste con anteriores pe-
los temas aquí sugeridos: 1) el problema del Estado autista; 2) la existencia riodos, los argumentos técnicos deben discutirse de manera abierta, con
de nuevas configuraciones de poder social y político; 3) el predominio de una mayor sensibilidad a los detalles sociales, culturales e históricos. No
défictis de legitmidad, algunos de los cuales son específicos en el área de in- sólo se trata de un requisito normativo dictado por los preceptos de la de-
fraestructura; y 4) las distorsiones que a veces son generadas por narrativas mocracia, sino que, cada vez más, se trata de un requisito para el diseño
del tipo de David contra Goliat. de políticas públicas viables. En otras palabras, cuando los proyectos y las
La Guerra del Agua y el conflicto alrededor del naicm nos han mos- políticas públicas no son sujetos a deliberaciones públicas serias, hay una
trado que el reto de la provisión de infraestructura tomará lugar en un esce- mayor probabilidad de que ciertos parámetros y ciertas dimensiones eva-
nario con una gran diversidad de actores sociales y políticos que, de manera luativas queden fuera y no sean considerados. Por un lado, esta conclusión
informal o indirecta, pueden tener poder de veto. En comparación con los contrasta con la idea weberiana original sobre la incompatibilidad entre la
Estados burocráticos con sistemas políticos muy centralizados, los regíme- soberanía popular y la complejidad de la administración pública y, por otro,
nes de postransición se caracterizan por la existencia de múltiples sitios, for- la dificultad de establecer modelos de administración pública más partici-
males e informales, en los que se toman las decisiones sobre proyectos de pativos.33 El argumento aquí propuesto es que la política pública debe ser
infraestructura. Como hemos explicado anteriormente, ello significa que el auditada a partir de la participación de un conjunto más amplio de actores
Estado y el sistema político en general no tienen ya necesariamente un solo debido a que el proceso es inherentemente imperfecto.
centro de gravedad; en otras palabras, el Estado ya no puede ser concebi- Evidentemente, si se amplían los criterios utilizados para definir la
do como un actor reificado y todopoderoso que, bajo cualquier circunstan- factibilidad y la aceptabilidad de ciertas políticas públicas, pueden retra-
cia, tiene el sartén por el mango en la definición de políticas públicas. Este sarse las decisiones de infraestructura ya que la adopción de criterios más
argumento aplica de una manera u otra, en distinta medida, a diferentes ambiciosos puede también limitar la apertura de ventanas de oportunidad
países en América Latina: por razones históricas y geopolíticas, el Estado o reducir su alcance. Sin embargo, al mismo tiempo, mientras más ambicio-
mexicano tiene mucho más margen de maniobra que el Estado boliviano. sos sean dichos criterios, más probable es que se identifiquen los posibles
Sin embargo, desde una perspectiva comparativa, los procesos de descen- obstáculos de manera adecuada antes de que estallen en conflictos abiertos.
tralización y liberalización política confirman que los procesos de toma de Como hemos mostrado con ambos casos de estudio, cuando esto último
decisiones en ambos países son menos jerárquicos y centralizados que en el ocurre los conflictos pueden escalar y convertirse en ciclos de radicalización
caso de los regímenes de pretransición. y polarización política que minan las condiciones que permitirían instru-
Este argumento no implica necesariamente que los Estados sean más mentar los proyectos de infraestructura.
débiles, sino que sus fuentes de legitmidad y sus fortalezas han sufrido
transformaciones significativas. No implica que los Estados son menos ca- 33
Avritzer, Democracy, 2002, p. 41.

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274 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Conclusiones generales 275

Al mismo tiempo, no podemos negar que el conflicto puede ofrecer en el análisis y la comparación de otros casos de estudio, a lo largo y ancho
oportunidades importantes. En el caso de los movimientos sociales que de otros territorios lationamericanos, así como en una variedad de subsec-
hemos estudiado, estos actores desempeñaron un papel vital para traer de tores. Como hemos mostrado, se obtienen muchos beneficios analíticos al
vuelta algunas preocupaciones ya olvidadas en el debate de políticas. Los estudiar estos casos desde una persectiva que combine políticas públicas y
movimientos sociales han cumplido también con la tarea importante de movimientos sociales. No podemos olvidarnos del papel que desempeña
atraer la atención de los actores institucionales y de la opinión pública, la historia; es decir, es vital estudiarlos a partir de una sociología histórica
contribuyendo a proteger a distintos grupos de decisiones de gobierno ar- comparada.
bitrarias. Por estas razones, aunque de manera incipiente, este tipo de mo-
vimientos desempeñan un papel cada vez más importante en el contexto de
los regímenes de postransición.
Como lo revelan ambos casos de estudio, el contenido de las políticas
públicas en cuestión no era la única razón de queja en Bolivia y en México.
Cuando las quejas son problematizadas con mayor detalle, se hace evidente
que la temporalidad concreta, o timing, el discurso y la naturaleza de los pro-
cesos de política pública contribuyeron asimismo a galvanizar el desconten-
to entre distintos grupos. Estas quejas constituyen el punto de partida para
construir marcos de acción colectiva y, en ciertas circunstancias, contribuir
también a ciclos de radicalización que obstruyen la discusión de la política
pública. La implicación es evidente: hay una buena puerta de las quejas y
el descontento social que puede ser neutralizado si los conflictos potenciales
son socializados antes de que los proyectos de infraestructura sean instru-
mentados. Al mismo tiempo, incluso si algunos proyectos son politizados
por parte de ciertos individuos o grupos con intereses materiales clave, un
proceso de política pública más abierto y flexible puede ofrecer dos oportu-
nidades. Primera. Los tomadores de decisión disfrutan de mayores niveles
de legitmidad pública, sobre todo en el caso de medidas que son impopu-
lares, pero necesarias. Segunda. De esta manera es más probable que un
espectro más amplio de actores se haga corresponsable de los resultados de
la política pública. En resumen, podemos decir, no sin reservas, que la for-
taleza de los sitemas políticos en regímenes de postransición ya no yace en
la privatización del conflicto sino en su socialización.
Las recomendaciones y prescripciones de política pública están más
allá de los objetivos de este libro. Sin embargo, la Guerra del Agua y el
conflicto generado por el naicm fueron en su momento señales claras de
un problema más generalizado que ha continuado en los años subsiguien-
tes y que representará por muchos años un obstáculo para los prospectos
de desarrollo en América Latina. Será necesario sin duda tomar acciones
decisivas, pero la tarea de hacer recomendaciones de política debe basarse

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Apéndices

Apéndice I. LA CIUDAD DE MÉXICO EN el año 2000

Geografía política

Para fines de este trabajo, entendemos a la Zona Metropolitana de la


Ciudad de México (zmcm) como un continuo urbano que se extiende más
allá del Distrito Federal y que incluye 28 municipios conurbados del Estado
de México (mapa 1)

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278 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Apéndices 279

Municipios del
Mapa 1. Municipios del Estado de México Estado de México Delegaciones
y delegaciones de la ciudad de México
1 Acolman A Azcapotzalco
2 Atenco B Coyoacán
3 Atizapán de Zaragoza C Cuajimalpa de Morelos
Hidalgo Puebla 4 Coacalco D Gustavo A. Madero
Otros 5 Cuautitlán E Iztacalco
6 Chalco F Iztapalapa
municipios 26 7 Chicoloapan G Magdalena Contreras
Edomex 8 Chimalhuacán H Milpa Alta
Otros 9 Ecatepec I Álvaro Obregón
21 20 12 15 municipios 10 Huixquilucan J Tláhuac
13 Edomex 11 Ixtapaluca K Tlalpan
5
19 12 Jaltenco L Xochimilco
24 13 Melchor Ocampo M Benito Juárez
17 27 14 Naucalpan de Juárez N Cuauhtémoc
25 4 3 1 15 Nextlalpan O Miguel Hidalgo
16 Nezahualcóyotl P Venustiano Carranza
3 17 Nicolás Romero
23 2 Tlaxcala 18 La Paz
16 19 Tecámac
20 Teoloyucan
A D 22 21 Tepotzotlán
14 22 Texcoco
O N 8 23 Tlalnepantla
P
24 Tultepec
10 E 7 25 Tultitlán
M 18 26 Zumpango
C I F Puebla 27 Cuautitlán Izcalli
B 11
28 Tlalmanalco
J
G 6
L

K 28
Otros H
municipios Otros
Edomex municipios
Edomex
Morelos

Distrito Federal Área inmediata de influencia del proyecto

NAICM

Fuente: Adaptado de Semarnat, “Nuevo”, 2001b.

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Cuadro 1. Población de la zmcm, 1960-2000

1960 1970 1980 1990 2000

zmcm (Estado de México) 1 874 518 4 799 406 6 128 101 6 834 085 8 776 451
zmcm (Distrito Federal) 7 076 687 9 186 662 8 831 079 8 235 744 8 605 239
Total (zmcm) 8 951 205 13 986 068 14 959 180 15 069 829 17 381 690

Fuente: elaboración propia con base en Inegi, “Archivo”, 2003, <http://mapserver.inegi.gob.mx/dsist/ahl2003/index.html?c=424&c=134>. [Con-
sulta: 10 de diciembre de 2003.]; “Banco”, 2003, en <http://dgcnesyp.inegi.gob.mx/?c=72>. [Consulta: 18 de enero de- 2004.]

Cuadro 2. Población de los municipios afectados por el naicm, 1960-2000

1960 1970 1980 1990 2000

Atenco 7 341 10 616 16 418 21 219 34 439


Chimalhuacán 7 670 19 946 61 816 242 317 490 772
Tezcoco 32 265 42 525 65 628 195 851 140 368
Total 47 276 73 087 143 862 459 387 665 579

Fuente: elaboración propia con base en inegi, “Archivo”, 2003, <http://mapserver.inegi.gob.mx/dsist/ahl2003/index.html?c=424&c=134>. [Con-
sulta: 10 de diciembre de 2003.]; “Banco”, 2003, en <http://dgcnesyp.inegi.gob.mx/?c=72>. [Consulta: 18 de enero de 2004.]

Cuadro 3. Población de los comunidades afectadas por el naicm

1960 1970 1980 1990 2000

Atenco
Atenco (cabecera municipal) 1 958 3 033 4 944 10 625 14 518
Acuescomac 1 234 1 764 2 525 3 839 n.a.
Santa Isabel Ixtapan 1 767 2 358 3 074 3 097 3 572
Francisco I. Madero n. d. n. d. 270 340 678
Nexquipayac n. d. n. d. n. d. n. d. n. d.
Chimalhuacán
Chimalhuacán 2 495 5 930 8 856 235 587 482 530
Texcoco
Huexotla 1 262 2 539 3 681 n. d.
Magdalena Panaoya 1 480 1 982 3 149 n. d. n. d.
San Bernardino 1 053 1 627 2 078 2 786 3 544
San Felipe y Santa Cruz de Abajo 372 631 360 n. d. n. d.
San Martín n. d. n. d. n. d. n. d. n. d.
Santiago Cuautlalpan 1 438 3 438 4 679 6 968 10 843
Tocuila 1 936 3 150 4 620 n. d. n. d.

n. d. No disponible.
Fuente: elaboración propia con base en Inegi, “Archivo”, 2003, <http://mapserver.inegi.gob.mx/dsist/ahl2003/index.html?c=424&c=134>. [Con-
sulta: 10 de diciembre de 2003.]; “Banco”, 2003, <http://dgcnesyp.inegi.gob.mx/?c=72>. [Consulta: 18 de enero de 2004.]
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282 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Apéndices 283

Partidos políticos en México, 2000 Apéndice II. LA CIUDAD DE COCHABAMBA EN 2000

Cuadro 4. Distribución geográfica de los partidos políticos Geografía política


en México, 2000
El departamento de Cochabamba se compone de trece provincias y 45 mu-
Partidos en el poder, 2000 nicipalidades. La provincia del Cercado, donde se encuentra la ciudad de
Cochabamba, constituía el área de concesión donde adt proporcionaría,
México: gobierno federal Partido Acción Nacional (pan) supuestamente, los sapa. Las municipalidades alrededor (Quillacollo, Saca-
Distrito Federal Partido de la Revolución Democrática (prd) ba, Sipe Sipe, Tiquipaya y Vinto) constituían el centro de la resistencia de
Estado de México Partido Revolucionario Institucional (pri) Fedecor.
Estado de Hidalgo Partido Revolucionario Institucional (pri)
Atenco Partido Revolucionario Institucional (pri)
Chimalhuacán Partido Revolucionario Institucional (pri)
Texcoco Partido de la Revolución Democrática (prd)

Fuente: Elaboración propia.

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Mapa 1. Provincias y municipalidades de Cochabamba, Bolivia

Fuente: elaboración propia con base en Carvajal y Pérez, Nueva, 2005.

Municipalidad Provincia Municipalidad Provincia

1. Cochabamba Cercado 25. Colcapirhua Quilacollo


2. Aiquile Campero 26. Sacaba Chapare
3. Pasorapa Campero 27. Colomi Chapare
4. Omereque Campero 28. Villa Chapare
5. Independencia Ayopaya 29. Tapacari Tapacari
6. Morochata Ayopaya 30. Totora Carrasco
7. Tarta Esteban Arce 31. Poco Carrasco
8. Anzaldo Esteban Arce 32. Pocona Carrasco
9. Arbieto Esteban Arce 33. Chimore Carrasco
10. Sacabamba Esteban Arce 34. Puerto
11. Arani Arani   Villarroel Carrasco
12. Vacas Arani 35. Bulo Bulo Carrasco
13. Arque Arque 36. Mizque Mizque
14. Tacopaya Capinota 37. Vila Vila Mizque
15. Capinota Capinota 38. Alalay Mizque
16. Santivanez Capinota 39. Punata Punata
17. Sicaya German Jordan 40. Villa Rivero Punata
18. Cliza German Jordan 41. Villa Quintín
19. Toko German Jordan   Mendoza Punata
20. Tolata Quillacollo 42. Tacachi Punata
21. Quillacollo Quillacollo 43. Villa Gualberto
22. Sipe Sipe Quilacollo   Villarroel Punata
23. Tiquipaya Quilacollo 44. Bolívar Bolívar
24. Vinto Quilacollo 45. Tiraque Tiraque
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286 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Apéndices 287

Población en Cochabamba, 2001 Partidos políticos en Bolivia, 2000

Cuadro 1. Población de las provincias de Cochabamba, 2001 Cuadro 2. Distribución geográfica de los partidos políticos
en Bolivia, 2000
2001
Partido gobernante, 2000
Cercado 517 024
Narciso Campero 37 011 Bolivia: gobierno nacional Acción Democrática Nacional
Ayopaya 60 959   (+ alianza nfr, Condepa, mir y ucs)
Esteban Arce 31 997 Departamento de Cochabamba
Arani 24 053 Provincia del Cercado
Arque 23 464   (ciudad de Cochabamba) Nueva Fuerza Republicana (nfr)
Capinota 25 582 Municipalidad de Sacaba Nueva Fuerza Republicana (nfr)
Germán Jordán 31 768 Municipalidad de Quillacollo Unión Cívica Solidaridad (ucs)
Quillacollo 246 803 Municipalidad de Vinto Nueva Fuerza Republicana (nfr)
Chapare 187 258 Municipalidad de Tiquipaya Nueva Fuerza Republicana (nfr)
Tapacarí 25 919 Municipalidad de Colcapirhua Movimiento Nacional Revolucionario
Carrasco 116 205 Municipalidad de Sipe Sipe Unión Cívica Solidaridad (ucs)
Mizque 36 181
Punata 47 735 Fuente: Elaboración propia con base en Carvajal y Pérez, Una Nueva, 2005.

Bolívar 8 635
Tiraque 35 017
Total (departamento de Cochabamba) 1 455 711

Fuente: ine, Anuario, 2004.

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Apéndice III. IMÁGENES DE POLÍTICA PÚBLICA Y DIMENSIONES
DE CONFLICTIVIDAD ANTES DE LA GUERRA DEL AGUA

Gráfica 1. Cobertura mediática de las preocupaciones de política pública en relación


con los sapa en Cochabamba, 1992-2000
35

Otros
30
Corani vs. Misicuni

25 Salud

Medio ambiente
20
Tarifas

Justicia económica y social


15

Frecuencia mensual
Eficiencia/privatización/inversión/
atractivos/otras finanzas
10
Cobertura WSS

Ago
Ago
Ago
Ago
Ago
Ago
Ago

May
Feb 97
Feb 00

Feb 93
Feb 94
Feb 95
Feb 96
Feb 98
Feb 99

Nov 97

Nov 92
Nov 93
Nov 94
Nov 95
Nov 96
Nov 98
Nov 99

May 97

May 94
May 95
May 96
May 98
May 99

Fuente: elaboración propia.


La gráfica se basa en una revisión exhaustiva de periódicos entre 1992 y 2000 (principalmente La Razón, La Prensa, Los Tiempos y Opinión). Se muestra
la frecuencia mensual de noticias en torno a los sapa en Cochabamba, de acuerdo con los principales temas o dimensiones de conflictividad. Un resulta-
do interesante es el predominio de temas como la eficiencia económica y la privatización en contraste con otras dimensiones, como por ejemplo el medioambiente.

Los encuestados (%)


10
15
20
25
30
35
40
45
50
Apéndices

1996
Bolivia

1997
Banzer
Elecciones

1998

1999-
2000
Elecciones
Vicente Fox

México
Año

sucedió el conflicto alrededor del aeropuerto en México.


Guerra

Fuente: base de datos de Latinobarómetro, varios.


del Agua

2001
Bolivia y México, 1999-2004

2002
el aeropuerto
Conflicto por
DE LATINOBARÓMETRO

Gráfica 1. Satisfacción con la democracia

2003
Latinoamérica
APÉNDICE IV. INDICADORES SELECCIONADOS

2004
289

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La gráfica muestra el porcentaje de personas encuestadas que se sintieron “satisfechos” o

falta de satisfacción en Bolivia era más pronunciada cuando estalló la Guerra del Agua que cuando
conflictos sucedieron cuando existían tendencias a la baja en la satisfacción con la democracia (quizá
explicado, entre otros factores, por la recesión económica que afectaba a la región). Sin embargo, la
“muy satisfechos” con la democracia en sus respectivos países. Como puede observarse, ambos
290 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Apéndices 291

Gráfica 2. Desconfianza en los partidos políticos. APÉNDICE V: EL NAICM DESPUÉS DEL 2002:
Bolivia y México, 1996-2004 ¿VUELTA A UN MUNDO FELIZ?

80
Meses después de que el proyecto para construir el nuevo aeropuer-
70 to internacional de la ciudad de México (naicm) fuera cancelado, la admi-
Elecciones
nistración del presidente Vicente Fox anunció la construcción de la terminal
60 Banzer
Guerra 2 en el aeropuerto existente. Sobre dicho proyecto, es importante señalar
Los encuestados (%)

50 del Agua que no implicó la construcción de nuevas pistas con la finalidad de incre-
mentar de manera significativa el número de operaciones en el aeropuerto
40 actual. La terminal 2 ayudó a desahogar parcialmente la logística del em-
barque y desembarque de pasajeros, así como del movimiento de equipaje,
30
pero no representó una solución de largo plazo a la escasa capacidad aero-
20 Conflicto por portuaria de la ciudad de México.
el aeropuerto Incluso, si tomamos en cuenta que algunas operaciones que antes pa-
10 Elecciones saban por el aicm fueron desconcentradas a otros aeropuertos, como el de
Vicente Fox Toluca, en el Estado de México, es muy factible que la vertiente de los pro-
0 blemas del modelo de vertientes múltiples (mvm) vuelva a dar señales de
1995

1996

1997

1998

1999-
2000

2001

2002

2003

2004
alarma en el mediano plazo. Al momento de escribir este libro también sa-
Año bemos que la crisis financiera del 2008 y otros factores, como la incidencia
de la influenza H1N1, impactaron sobre la demanda de operaciones aéreas,
Bolivia México Latinoamérica generando un “respiro”, tal como sucedió varias veces en la historia del
aicm desde inicios de la década de 1970. Sin embargo, es inevitable, dada
La gráfica muestra el porcentaje de encuestados que no tenían confianza en los partidos la dinámica económica de la ciudad de México y de otras ciudades en el
políticos en sus respectivos países. De acuerdo a estos datos, la Guerra del Agua tuvo lugar en un
momento en donde la desconfianza hacia los partidos era particularmente alta en comparación con centro del país, que el problema de la capacidad del aicm seguirá presente
el caso mexicano. En este último, se puede ver un menor grado de desconfianza en los partidos des- en la agenda de políticas públicas de México.
pués de la transición electoral del año 2000.
Fuente: base de datos de Latinobarómetro, varios años. En este sentido, la posibilidad de “revivir” el proyecto en Texcoco es-
tuvo latente desde mediados de la administración del presidente Felipe Cal-
derón Hinojosa (2006-2012) y, tan sólo unos meses antes de escribir estas
líneas, la nueva administración del presidente Enrique Peña Nieto (2012-
2018) anunció que revivirá el proyecto. ¿Es posible que ahora sí se haga
realidad el naicm?
Como hemos demostrado a lo largo de este trabajo, todo depende del
análisis técnico y de riesgos políticos que hagan los tomadores de decisión
en la nueva administración. En la vertiente de los contextos políticos, por
ejemplo, hay al menos cinco factores que parecen inclinar la balanza a favor
del proyecto:

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292 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Apéndices 293

1. A diferencia de la administración de Vicente Fox en los años 2001- 1. La propia dinámica de los procesos de decisión en un Estado con
2002, ahora existe coincidencia de partidos políticos entre el gobierno fede- características autistas no ha cambiado todavía. Por ejemplo, aunque el
ral (pri) y el gobierno del Estado de México (pri). Si bien esto no representa “fantasma de Atenco” se ha convertido en un tema que los funcionarios
ninguna garantía de que exista coordinación entre los dos ámbitos de go- públicos quieren evitar a toda costa al diseñar y ejecutar cualquier proyecto
bierno, es más factible que la ejecución del proyecto suceda en el contexto de infraestructura,1 existe el mito –compartido por algunos panistas en la
de una mayor alineación de intereses. administración 2006-2012 y por funcionarios de la actual administración
2. El propio presidente Enrique Peña Nieto fue gobernador en el Es- priista– de que el proyecto no tendrá problemas siempre y cuando “no se
tado de México. Esto significa que sus colaboradores y el propio presidente toque Atenco”. Desafortunadamente, este es el tipo de razonamientos que
en persona tienen un mejor conocimiento de las especificidades culturales y han llevado a tantos fracasos de política pública pues, incluso cuando el
sociopolíticas de Atenco, Texcoco y demás municipios aledaños. proyecto no desplace físicamente a las comunidades de Atenco, el proyecto
3. El gobierno perredista del Distrito Federal, el cual fue clave en la representa una afrenta histórica para aquellos grupos más radicales.
oposición al naicm hace más de una década, presenta ahora un perfil mu- 2. Incluso si el “no tocar Atenco” es suficiente para lidiar con los re-
cho menos radical y contestatario en la figura del jefe de gobierno, Miguel tos sociopolíticos a nivel local, esta visión representaría, de nuevo, un mo-
Ángel Mancera. vimiento pendular en la historia del proyecto. Si en la administración Fox
4. El gobierno federal debería estar despreocupado por el grupo po- el gobierno federal se preocupó tanto por cubrir los aspectos de compensa-
lítico de Hidalgo, el cual también fue clave en la oposición al naicm en ción ambiental para hacer que el proyecto fuera aceptable públicamente, la
Texcoco. Después de todo, no debemos olvidar que el actual secretario de nueva visión es un movimiento en la dirección contraria: en lugar de am-
Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue gobernador de aquel esta- pliar la superficie del proyecto con fines ambientales, se ha reducido con tal
do y que su antecesor, Manuel Ángel Núñez Soto, quien fuera gobernador de “no tocar Atenco” y minimizar los riesgos de conflictividad sociopolítica.
cuando se suscitó la competencia entre el proyecto en Texcoco y el proyecto Sobre este punto, queda pendiente ver cuál sería la reacción de di-
en Tizayuca, Hidalgo, ha sido ahora nombrado como director del proyecto versos grupos ecologistas y queda pendiente analizar si verdaderamente es
naicm en Texcoco. tan fácil cambiar la causa de utilidad pública de la superficie recientemente
5. El tema más importante se relaciona con la adquisición de terrenos adquirida o, como sucedió en el episodio de 2001-2002, si las puertas han
para ubicar el naicm. Según comunicación con informantes expertos que quedado abiertas para que algún actor interponga una controversia consti-
estuvieron involucrados en la administración panista del presidente Cal- tucional para evitar que el proyecto se lleve a cabo.
derón, desde que el naicm fue cancelado, la Comisión Nacional del Agua 3. Otro factor de menor importancia, pero que no por ello debe per-
(Conagua) se dio a la tarea, de manera discreta, casi silenciosa, de adquirir derse de vista, es el hecho de que el presidente Enrique Peña Nieto ha ini-
terrenos para ampliar paulatinamente la zona federal para actividades de ciado su administración impulsando de manera muy activa una serie de
restauración y regulación hidrológica. Es decir, aunque el uso de esta super- reformas constitucionales que, independientemente de su conveniencia o
ficie no está destinado para desarrollar el nuevo aeropuerto específicamen- no, definitivamente representan un importante desgaste político. En este
te, ya es una “ventaja” el que se encuentre en manos del gobierno federal. sentido, será importante analizar hasta qué punto la legitimidad de la nueva
Con base en estos factores, ¿podemos decir que de nuevo se ha abier- administración priista sigue vigente para lidiar con un proyecto con la com-
to una ventana de oportunidad para promover y ejecutar el naicm? Desa- plejidad del naicm o bien, si el anuncio de este proyecto puede, de nueva
fortunadamente, no todo lo que ha sucedido en la vertiente de los contex- cuenta, abrir la puerta para que se amalgamen las quejas y el descontento
tos políticos es favorable para el proyecto. Hay, por lo menos, tres factores de distintos grupos sociales. En este contexto, una mala gestión del proyec-
negativos que la administración actual –y las que vengan en caso de que el to podría volver a resultar desastrosa.
naicm no sea instrumentado antes del 2018– debe tomar en cuenta:
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ÍNDICE Temático

A 215n, 222, 230, 234, 236, 238, 239,


245, 303, 330.
Acción Democrática Nacional (adn): 9, Aguateros: 38, 110, 226.
99, 106, 174n, 345. Aguilar Narváez, José Antonio: 59n,
aceptabilidad de valores: 80, 92, 123, 141n, 231n.
125, 126, 213, 257, 258, 265. alianza urbano-rural: 143, 157, 161.
Aeropuerto Internacional de la Ciudad América Latina (véase Latinoamérica):
de México: 9, 59-61, 64, 65, 69, 114- 21, 22, 76, 86, 87, 138, 141, 194, 252,
116, 120, 121, 127, 128, 133, 135, 254, 257, 258, 260, 262, 264, 272,
137, 233, 291, 302, 315, 335, 345. 290.
capacidad de operaciones: 13, 59, 60, anticipación de restricciones futuras: 80,
64, 114, 115, 118, 120, 120n, 121, 81, 97, 123, 127.
123, 126, 129, 133, 138, 139, 222, asentamientos irregulares: 60, 69, 117,
247, 257, 291. 195.
centroide de la demanda: 59, 60, 116. asociaciones público-privadas: 102.
tercera pista: 60, 120, 121. Atenco, México: 16, 23, 26, 36, 37, 65,
administración pública: 14, 77, 95, 273. 67, 72-74, 124, 126, 132, 177-182, 184-
Aguas del Tunari: 9, 20, 21, 41, 44, 51- 189, 191-193, 196, 199-207, 209, 210,
58, 75, 108, 111, 113, 155-158, 161- 214-216, 220-222, 226, 228, 231, 235,
164, 168, 169n, 170-172, 174, 208, 236, 240-244, 247, 263, 279, 280-282,
215n, 221, 222, 224, 230, 234, 236, 292, 293, 295, 296, 303, 311, 316,
238, 239, 283. 325, 328, 334, 335.
Contrato de Concesión: 20, 41, 51, autoritario: 113, 230, 254-256, 259, 261,
54, 58, 96, 108, 162, 168, 169, 170, 271.

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346 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Índice temático 347

autosuficiencia alimentaria: 93, 94, 215, Madeira, río: 19. 166, 167, 169-175, 180, 181, 188, conservación ambiental: 81.
217. San Antonio, río: 19. 190, 201, 202, 205, 207-209, 215- construcción social: 125.
Brokmann, Erika: 104n. 218, 220, 221, 223-228, 231, 232, contrato de concesión: 20, 21, 41, 44,
Burgoa, Ignacio: 189n, 222n, 296. 234-236, 239-244, 246-248, 257, 263, 51-55, 57, 75, 78, 82, 85, 86, 91, 96n,
B 269, 283-288, 295, 297, 299-303, 98, 102, 103, 105, 108-110, 113, 140,
306, 308, 309, 317, 319, 321, 324, 155-158, 163, 164, 168, 170, 174,
Banco Interamericano de Desarrollo: 9, C 327-329, 335, 341-343. 208, 215n, 220, 223, 225, 230, 232,
10, 20n, 28n, 44, 92, 104n, 316. Comisión Económica para América La- 236, 238, 239, 242, 245, 256, 283,
Banco Mundial: 9, 34, 49, 93, 95n, 98n, Cabo Pulmo, proyecto en Baja Califor- tina (cepal): 9, 22, 301, 317. 303.
169n, 309, 314, 318, 325. nia Sur: 19. Comisión Nacional del Agua (cna): Contreras, Miguel: 186.
Bánzer, Hugo: 20, 48, 51, 52, 90n, 93n, caciquismo urbano: 201. 65n, 67, 68, 125, 179, 204n, 292, 302. control social: 58, 159, 222, 335.
98, 99, 106-108, 112, 113, 140, 172- Calderón Hinojosa, Felipe: 21, 22, 291. Comité Cívico de Cochabamba (ccc): Costa Rica: 19.
174, 226, 229, 232, 240, 255, 289, California: 19, 172, 173, 243, 297, 298, 9, 51, 52n, 108, 170, 175. crecimiento económico: 49, 84, 112,
290, 325. 303, 305, 307, 310-314, 321, 323, Comité de Defensa del Agua y la Eco- 175, 215, 251, 265.
Benito Juárez, Aeropuerto (véase Aero- 326, 330, 334, 337, 338, 340-343. nomía Popular (Codaep): 9, 57, 155, creencias básicas: 84.
puerto Internacional de la Ciudad de Calvo Souix, Luis: 48. 157, 168, 227, 241. creencias de política: 29, 81, 84, 87, 116,
México). campos multiorganizacionales: 148, Compañía General Francesa General de 119, 123, 138, 173, 259.
Bolivia: 9-11, 19-21, 24-26, 33, 34, 36- 149, 164, 168, 227, 241. Suez: 98. creencias sobre aspectos secundarios:
39, 41, 43, 44, 48, 50, 51, 57, 58, 75, canales de política pública: 28, 32, 82, compañías reguladas: 96. 36, 84.
81, 83, 84, 86, 90n, 91-94, 96-104, 83, 148. competitividad internacional: 215. Crespo, Carlos: 7, 25n, 51n, 52n, 54n,
108n, 119, 137-140, 142-145, 151n, características organizativas: 148. Central Obrera Bolivariana (cob): 9, 56, 108n, 156n, 158n, 163n, 164n,
152, 155n, 156n, 158n, 159n, 160n, Central Obrera Boliviana (cob): 9, 100, 100, 164, 167, 174, 188. 166n, 297, 303, 305, 321, 329.
161-164, 167, 168, 169n, 171-175, 164, 167, 174, 188. Coordinadora del Agua y de la Vida, culturas políticas: 146, 147, 308, 311, 321.
188, 190n, 191n, 205, 207, 208, 211, Cercado, provincia: 52, 54-56, 283, 285- Cochabamba, Bolivia: 27, 37, 57, 58,
213, 214, 215n, 216-218, 221, 222, 287. 97, 142, 143, 148, 149, 153-155, 157,
224, 226, 227, 229, 230, 232n, 233, Cerisola, Pedro: 15n, 180, 301. 159-165, 167-172, 175, 176, 181, 188, D
235, 236n, 237-242, 244, 246, 248, ceremonias de degradación: 237. 190, 191, 198, 201, 205, 208, 209,
249, 253-256, 258-262, 264, 267, Chimalhuacán, México: 15n, 66, 67, 220, 221, 223, 224, 227, 228, 235, Decreto 21060: 44, 101, 161, 221, 230.
268, 271, 272, 274, 284, 287, 289, 279-282. 238-243, 269-271, 302. Decreto Supremo 22627: 97.
290, 295-300, 302, 305-307, 309, 310, Chuquisaca, Bolivia: 93. Coordinadora Única de Damnificados decreto expropiatorio: 181, 192.
312, 315-323, 327-334, 337-343. coaliciones de política: 28, 78, 79, 81n, (cud): 198. déficit de legitimación del Estado: 252,
Amazonas: 20. 83, 84, 85n, 87, 99, 103, 114, 116, Corani, laguna: 50, 51, 99, 103, 104, 262-265.
Capitalización: 50, 92, 102, 103, 104, 117, 121, 130, 133, 218, 245, 258, 105n, 106, 107n, 217, 218, 223n, 245, democracia participativa: 227.
218, 332. 264, 305. 288. derechos políticos: 200.
revolución de 1952: 24, 42, 44, 100, Cochabamba: 9-11, 20, 21, 25, 27, 30, Corporación Minera Boliviana (Comi- desarrollo integral: 93, 94, 257.
161, 165, 171, 174. 32, 33, 35-39, 41-46, 48-58, 75, 78, bol): 9, 44, 167. desarrollo regional: 19, 84, 94, 104, 129,
Brasil: 11, 19, 20, 151, 175, 224, 264. 85, 88-99, 102-111, 114, 115, 123, Consejo General de Huelga: 9, 15, 186, 133-135, 139, 217, 257.
Campeonato Mundial de Futbol: 20. 126, 129, 138, 140-143, 153-164, 228. desarrollo rural integral: 92, 94, 139.

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348 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Índice temático 349

desarrollo urbano: 10, 69n, 122, 178, 125, 150, 159, 166, 171, 172, 174, Fondo Monetario Internacional (fmi): 266, 272, 274, 288, 290n, 301, 303,
195n, 215, 307, 331, 335, 347. 182, 183, 189, 193, 195, 200, 207, 10, 94, 310. 305, 309, 312, 323, 328, 329.
descentralización: 17, 51, 86, 134, 213, 212, 221, 224, 243, 253-266, 269, Fox Quesada, Vicente: 14, 16, 64, 65, Guerra de los Pozos, Bolivia: 50, 90,
262, 272. 270, 272, 293, 329. 74, 114, 115, 180, 181, 193, 206, 224, 105, 110, 139, 154, 158, 165, 166.
desplazamiento del conflicto: 225, 244, autista: 257, 272. 289-293, 306. guerreros del agua: 160, 163n, 164n.
247, 262, 264, 268. burocrático administrativo: 229. Frente de Pueblos en Defensa de la Tie- Guha, Ramachandra: 125n, 127n, 153n,
desplazamiento forzado: 124, 193, 194, Estado de México: 9, 14, 59, 60, 64, 65, rra, México: 10, 26, 33, 38, 72, 74, 223n, 314.
205, 306. 73n, 74, 75, 122, 124, 132, 135, 177n, 142, 143, 148, 149, 176, 177, 178n, Guevara Arze, Wálter: 48n.
Díaz Ordaz, Gustavo: 59. 178, 180n, 181n, 182n, 184n, 185n, 180-189, 191-194, 198-203, 205-207,
Dirección Nacional de Servicios Básicos 186, 187n, 189n, 197, 200n, 202n, 209, 210, 220, 227, 228, 238-243,
(Dinasba): 109. 204n, 205, 230, 231, 233, 235n, 238, 249, 251, 269-271, 307, 311. H
disciplina fiscal: 81, 94, 97, 112, 113, 277-280, 282, 291, 292, 307. Frente Zapatista de Liberación Nacional
118, 127, 130, 139, 215, 216, 229n, gobierno del: 14, 65, 75, 124, 182n, (fzln): 10, 30, 186, 191. Herbas Gabriel: 176.
244, 252. 186, 205n , 233, 292. Hidalgo, estado de: 60, 65, 122, 132,
Duarte, Horacio: 137. estrategias de movilización: 228. 133, 135-137, 196, 200, 278, 279, 282,
Dychter, Aarón: 214. estructura de movilización: 35, 142, 143, G 292.
148, 152, 165, 167, 181, 183, 207-209,
213, 225, 226, 250, 263, 312. García Linera, Álvaro: 157n, 159n,
E estudios sobre el desarrollo: 30, 33. 161n, 164n, 165n, 167n, 172n, 176n, I
evaluación de proyectos: 14, 17, 64, 65, 221n, 312n, 314n.
ecología social: 223. 79, 83, 92, 118, 122, 124, 137, 219, García Meza Tejada, Luis: 48. identidad colectiva: 29, 145-147, 158-
ejido: 15n, 65, 182n, 188, 196, 204n, 227, 230, 339. Gaventa, John: 205, 235n, 312. 160, 162, 163, 175, 176, 183, 202,
227, 336. expropiación de pozos: 54, 109, 156, gobierno de la transición democrática: 208-210, 224, 237, 240, 246, 251,
Echeverría Álvarez, Luis: 13, 59, 116- 163. 15, 100, 131, 140, 181, 206. 261, 266, 269, 271.
119, 121, 122, 195. externalidades ambientales: 125, 127. gobierno italiano: 104. identidad sombrilla: 158, 159, 203.
Ejército Zapatista de Liberación Nacio- González, Martha Hilda: 59n. infraestructura: 15, 17, 19, 20, 22-24, 32,
nal (ezln): 10, 72, 143, 189-191, 206, Grandydier, Abraham: 160n, 169n, 33, 37, 38, 46, 51, 54, 55, 57n, 66, 67,
207, 209, 241, 309. F 236n. 69, 83, 84, 85n, 87, 96, 114, 116, 119,
emprendedores de política: 29, 79, 80, grupos beligerantes: 18, 24, 25, 32, 82, 120, 122, 125, 127, 132n, 133, 135,
83, 94, 100, 215. factibilidad técnica: 23, 80, 81, 92, 123- 150, 213, 219, 225, 231, 234, 236, 136, 149, 179, 195, 213, 214, 217,
Empresa Nacional de Electricidad, Boli- 126, 173, 244, 252, 257, 265, 325. 249, 250, 252, 259, 266. 219, 221, 229, 231, 234, 236, 243,
via (ende): 9, 48, 91, 92. Federación de Juntas Vecinales (Feju- grupos indígenas: 165, 191n, 192, 200. 249, 251, 252, 254, 255, 257, 258,
Encinas, Alejandro: 137n. ve): 10, 108, 170, 228. Guerra del Agua, Bolivia: 20, 21, 23, 25- 260-265, 267, 268, 270, 272, 274, 293,
Espinoza, Adán: 74n, 177n, 180n, 181n, Federación de Trabajadores Fabriles: 27, 33, 37, 39, 41, 46, 50, 51, 55, 57- 301, 308, 334.
184n, 186n, 189n, 204n, 235n. 10, 156, 161, 166-168, 171, 172, 188, 59, 75, 88, 92, 96, 111, 113, 123, 131, instituciones macropolíticas: 85.
Escalerani, reserva: 153. 226, 227n, 228, 241, 283, 309. 138, 141-143, 152, 153-180, 208, Instituto Costarricense de Electricidad:
Estado: 9, 16, 24, 26-28, 30, 48, 50, 60, finanzas públicas: 9, 63, 120, 301. 210, 221n, 222n, 223, 224, 228n, 20.
72, 81, 84, 95-98, 102, 108n, 120, 235, 239, 242-244, 252n, 254, 256,

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350 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Índice temático 351

Instituto Nacional de Ecología (ine): 122. 164, 168-171, 174, 208, 222, 230, marcos de acción colectiva (mac): 10, Modelo de Vertientes Múltiples (mvm):
invasión de tierras: 69, 187, 195. 236, 238, 245, 299, 322. 38, 143, 145-148, 157-162, 168, 172, 10, 78-80, 82, 84, 85, 87, 91, 99, 114,
inversión: 19n, 23, 50, 59, 60, 66, 67, Ley de Descentralización, Bolivia: 51, 181, 189, 193, 199, 202, 203, 208, 119, 291.
81, 89, 90, 93-97, 102-104, 105n, 109, 106, 232n. 209, 213, 220, 223, 224, 234, 237, monopolios de política pública: 79-86,
112, 117, 119, 120, 122, 128, 136, Ley de Expropiación, México: 177, 179, 246, 247, 250, 261, 263, 266, 267. 88, 107, 109-113, 138.
212, 225, 243, 244, 252, 288, 317. 322. Martínez-Alier, Joan: 125n, 127n, 153, movilización del sesgo: 145, 181, 196,
Ley de Participación Popular, Bolivia: 223n, 314, 324. 209, 220, 237, 250, 260, 261.
57, 154, 166, 232n, 322. marxistas-leninistas: 190. Morales, Evo: 20, 162, 169, 171, 172,
J Ley de Servicios de Agua Potable y Al- mecanismos causales recurrentes: 87, 243, 259, 326, 331.
cantarillado, Bolivia: 54, 109n, 300, 270. movimiento estudiantil de 1968: 74,
juegos de poder simbólicos: 237, 264. 322. megaproyectos: 19, 20, 23n, 66, 95, 213, 150n, 198.
justicia ambiental: 23, 130, 215. Ley del Sistema de Regulación Integral 214, 219, 223, 233, 234, 236, 252, movimientos sociales: 10, 18, 23, 25, 27-
justicia social: 23, 111, 130, 215, 220, (Sirese), Bolivia: 11, 96, 102, 109, 255, 256n, 260, 261, 263-265, 267, 29, 31-36, 38, 39, 58, 76, 78, 82, 111,
252. 322. 271, 316. 142-212, 219-221, 225, 227, 231, 239,
Justiniano, Guillermo: 50n, 91n, 97n, Ley General de Equilibrio Ecológico mesopolítica: 29. 242, 245, 247, 249, 250, 252-255,
166n, 226n. y Protección del Medio Ambiente México: 15, 17, 19, 22-24, 26, 27, 39, 58, 257, 259-261, 263-272, 274, 275, 299,
(lgeepa), México: 10, 122, 322. 75, 81, 83, 86, 97, 116-119, 133, 134, 305, 311, 312, 316, 319, 329.
Ley Federal para Prevenir y Controlar 139, 140, 144, 172, 173, 190, 198,
K la Contaminación Ambiental: 118. 200, 205, 211, 213, 216, 217, 220,
libre mercado: 58, 100, 102, 256. 222, 224, 229, 230, 240, 243, 245, N
Kingdon, John: 29, 35, 78, 79n, 80, 81n, liberación cognitiva: 186, 235, 260. 258-260, 262, 264, 271, 274, 282,
82, 83, 84n, 86n, 105n, 107n, 114n, Línea Dorada, ciudad de México: 19n. 289-291. Natusch, Alberto: 48.
123n, 125n, 127n, 128n, 130, 131n, López, Claudia: 236n, 239n. ciudad de: 9-11, 13-­­15, 18-21, 25, 38, Navarro, Humberto: 205n.
138, 151n, 215n, 221, 232, 236n, López, Pablo: 91n, 92n, 93n, 103n, 39, 41, 42, 59, 60, 65-69, 74n, 82, 84, Nochistongo, tajo: 66, 264n.
249, 257, 318. 104n. 114, 115, 117n, 118, 121, 123, 128, Nuevo Aeropuerto Internacional de la
Kuri-Pérez, Francisco: 74n, 177n, 179n, López Meyer, Gilberto: 59n, 114n. 129, 132, 133, 135, 138, 141, 142, Ciudad de México (naicm): 10, 13,
184n, 193n, 200n, 205n, 206n, 216n, Luiselli, Cassio: 7, 59n, 66n, 114n, 135n, 148, 152n, 177-179, 182, 183, 184n, 14, 15n, 16, 17, 26, 27, 30, 32, 33,
222n, 319. 193n, 264n, 322. 187, 193n, 194-200, 202, 204, 205n, 35, 39, 67, 69, 72, 75, 84, 85, 88, 92,
206n, 216, 222, 224, 230, 231, 233, 114, 117, 118, 120-143, 176, 183, 191,
236, 241, 243, 247, 254, 267, 268, 195n, 196, 197, 204, 206, 209, 216,
L M 277, 278, 291, 295, 301, 305, 312, 217, 220, 244, 246, 248, 253, 256,
319, 325, 335, 339. 257, 266, 272, 274, 278, 280, 281,
Latinoamérica: 21, 22, 76, 86, 87, 138, Madrid Hurtado, Miguel de la: 60, 120, Ministerio de Vivienda y Servicios Bási- 291-293, 335, 339.
142, 194, 252, 257, 258, 260, 262, 121. cos, Bolivia: 55, 108, 109n, 156, 230. Nueva Fuerza Republicana (nfr): 10,
264, 272, 290. macrocontexto: 82. mitre: 123, 127, 325. 105, 106, 174, 216n, 287.
Ley 2029, Bolivia: 54, 55, 57, 58, 96, Maldonado, Gonzalo: 42n, 44n, 98n, nuevos movimientos sociales: 10, 147.
108, 109, 113, 140, 156-158, 161- 108n, 155n, 156n, 215n, 323.
marginación social: 69, 129, 154, 160.

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352 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Índice temático 353

O Peña Nieto, Enrique: 22, 33, 291, 192, valores y principios de: 23, 32, 78, Q
293. 80, 81, 83, 84, 92, 94, 109, 112, 119,
Olivera, Óscar: 58n, 158n, 159n, 160, Pereda Asbún, Juan: 48. 123, 126, 127, 129, 130, 137, 139, Quillacollo, Cochabamba, Bolivia: 285.
161n, 190, 228n, 243n, 328. petróleo: 44, 94, 104. 140, 159, 164, 182, 204, 209, 213, Quispe, Felipe: 171, 172, 296.
Óptimo de Pareto: 31, 252. poder: 14, 25, 48, 80, 85, 86, 131, 137, 214, 216-219, 225, 229, 230, 232,
orientación de la acción: 148, 162, 163, 145, 146, 149, 154, 156, 164, 192, 238, 244, 249, 256-258, 264-266,
199. 193, 197, 205, 210, 220, 230, 232, 270. R
organizaciones no gubernamentales 233, 235, 250, 254, 258-260, 264, potencial de movilización: 148, 149,
(ong): 10, 15, 34, 74, 111, 133, 169, 265, 267, 271, 272. 163, 171, 184, 213, 225-227, 247, 249. redes sociales: 143, 183-185, 187, 209,
189, 191, 192, 209, 222, 241. política beligerante: 28, 29, 32, 35, 144, Potosí, Bolivia: 46. 226.
Ortega, Próspero: 67n, 204n. 210, 269. prácticas discursivas: 29, 35, 36, 160. refinería en Tula, Hidalgo: 136, 137.
Oruro, Bolivia: 46. política electoral: 198. privatización: 20, 25, 35, 37, 51, 57, 95, Regulador de Sanidad Básica, Bolivia:
política comparada: 18, 23, 39, 41, 212. 103, 142, 145, 154, 158, 161, 176, 96, 109, 110.
políticas neoliberales: 161, 162. 207, 209, 221, 222, 224, 227, 229, restauración ambiental: 66, 129, 132,
P políticas públicas: 14, 16, 23-25, 27-31, 236, 239, 242, 255, 269, 273, 274, 139.
35, 36, 38, 48, 58-60, 75-142, 144, 288, 301. reforma energética, México: 23n, 136.
Pachamama: 163, 166. 145, 147, 149, 151, 162, 167, 174, 176, proceso de retroalimentación positiva: reformas estructurales, México: 23n, 38.
Padilla, David: 48. 202, 211, 213, 214, 217, 219, 221, 101. revolución verde: 92, 94, 139, 217.
Palca, río: 50. 225, 226, 228-231, 236, 237, 244, Procuraduría Federal de Protección al Reyes Villa, Manfred: 51, 105, 106, 107,
Pareja, Osvaldo: 42n, 44n, 46n, 48n, 249, 252, 253, 255-259, 262, 264- Ambiente (Profepa), México: 122. 108, 232.
88n, 91n, 93n, 98n, 155n, 157n. 267, 270-275, 291, 305, 306. Programa Nacional de Infraestructura, Rico, Gonzalo: 90n, 91n, 92n, 93n, 95n.
Parota, La, presa: 19, 243. aceptabilidad de valores: 80, 92, 123, México: 22. riesgo país: 98.
participación del sector privado: 81, 95, 125, 126, 213, 257, 258, 265. Proyecto Múltiple Misicuni (pmm): 10,
101, 105, 215, 244. coaliciones de: 28, 78, 83-85, 87, 99, 20, 38, 41, 42, 47, 49-52, 55, 56, 75,
Partido Acción Nacional (pan): 10, 16, 114, 116, 117, 130, 133, 218, 245, 78, 82, 85, 86, 90-93, 95n, 98, 99, S
22, 136, 205, 206, 210, 230, 282, 305. 102-108, 126, 129, 139, 140, 155,
292, 293. imágenes de: 85, 86, 101, 109, 112, 157, 215-218, 223-225, 231, 232, Sabatier, Paul: 28n, 35, 78, 83, 84, 104n,
Partido de la Revolución Democrática 288. 234, 242, 244, 246-248, 256, 257, 215n, 218n, 324, 333, 334, 339, 342.
(prd): 10, 11, 136, 185n, 197, 198, instrumentación: 22, 24, 27, 29, 31, 288, 330. Salinas de Gortari, Carlos: 60, 115,
210, 282. 32, 38, 49-52, 76, 82, 92, 94, 95, 98, Proyecto Múltiple San Jacinto: 93, 94. 120n, 121, 126, 190, 334.
Partido Revolucionario Institucional 100, 107, 124, 151, 152, 157, 181, Proyecto Pacific-lng: 172, 173, 243. San Francisco Acuescomac: 67.
(pri): 10, 22, 64, 65, 117, 150n, 195, 196, 198, 207, 210, 213, 214, 217, Proyecto Punta Colonet, Baja Califor- San Salvador Atenco (véase Atenco).
206, 282, 292, 293. 219, 222, 224, 234, 236, 250, 252, nia: 21, 334. Sánchez de Lozada, Gonzalo: 50, 51,
path dependence: 17, 323. 253, 255, 256, 263-265, 273. puntuaciones de política pública (véase 57n, 92, 98-108, 172, 173, 218, 223,
Paz Estenssoro, Víctor: 44n, 49, 94, 101, modelos de: 78, 82, 86, 87, 88, 291. Teoría de los Equilibrios Puntuados). 226, 232, 242.
161. proceso de: 28, 79, 83, 86, 108, 111, Santa Cruz, Bolivia: 93, 169.
Paz Zamora, Jaime: 104. 132, 144, 149, 151, 162, 231, 245, Secretaría de Comunicaciones y Trans-
252, 256, 257, 262, 270, 274. portes (sct): 11, 13, 60, 64, 65, 85n,

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354 Megaproyectos fallidos en latinoamérica Índice temático 355

116, 117, 121, 124, 132n, 180, 229, 239, 242, 244-246, 256, 263, 330, Torre Bicentenario, ciudad de México: valores normativos (véase política públi-
335. 335, 336. 19. ca, valores y principios).
Secretaría de Desarrollo Social (Sede- Silez Suazo, Hernán: 48, 49. Torrelio, Celso: 48n. Valle, Ignacio del: 180n, 181n, 182n,
sol): 11, 122, 126, 335. sistemas tradicionales de agua: 109, 112, Tratado de Libre Comercio con Améri- 184n, 185n, 186n, 188, 202n, 335.
Secretaría de Gobernación (Segob): 11, 220. ca del Norte: 11, 74, 122, 190. ventanas de oportunidad: 18, 26n, 29,
124, 229. Sistema de Regulación Sectorial, Bolivia Tuirán, Rodolfo: 69n, 178n. 32, 38, 59n, 78, 79, 81, 82, 86, 88,
Secretaría de Medio Ambiente, Recur- (véase Ley del Sistema de Regulación Túpac Katari: 10, 161, 221n. 93, 99, 100, 104, 105n, 106, 113, 114,
sos Naturales y Pesca (Semarnap): Integral). 116n, 117n, 119, 130, 133, 134, 137,
11, 126. Soria, Samuel: 157n, 215n. 140, 151, 173, 212, 213, 232-234,
Secretaría de Medio Ambiente y Recur- Supervía, ciudad de México: 19, 296. U 238, 245, 250, 252, 257, 264, 273,
sos Naturales (Semarnat): 11, 14, Suprema Corte de Justicia de la Nación, 292, 305.
15, 64, 65, 66n, 67, 69-71, 229, 278, México: 72. Unión Cívica Solidaridad (uds): 11, Vildoso, Guido, general: 48.
335, 339. 174, 287. Vinto, Cochabamba, Bolivia: 50, 156,
Secretaría de Obras Públicas, México: Unión de Cocaleros: 143, 167. 283, 285, 287.
11, 116. T Unión Democrática Popular (udp): 11,
Secretaría de la Reforma Agraria, Méxi- 49, 100.
co: 11. Tarija, Bolivia: 93, 94, 217. Unión de Naciones Suramericanas Y
semiautoritario: 113, 230, 254, 255, Tarrow, Sidney: 28n, 99n, 144n, 145n, (Unasur): 11, 22, 301.
259n, 271. 146n, 147n, 150n, 153, 154n, 158n, Universidad Autónoma Chapingo Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivia-
semiurbano: 36, 178, 183, 185, 204. 188n, 191n, 199n, 203n, 236n, 260, (uach): 133, 228. nos (ypfb): 11, 102.
Servicios de Agua Potable y Alcantarilla- 261, 269, 304, 315, 324, 325, 337. Universidad Mayor de San Simón
do (sapa): 11, 20, 21, 25n, 35, 37, 39, Tejada Gueiler, Lidia: 48. (umss): 11, 168, 208, 222, 297.
41, 44, 46, 50-52, 54, 55, 58, 79, 85, Teoría de los Equilibrios Puntuados: 78, Universidad Nacional Autónoma de Z
86, 88, 89, 91, 96, 97, 99, 102, 103, 85, 138. México (unam): 9, 11, 15, 65, 127,
105, 108, 109, 111-115, 138, 140, Tenochtitlán: 11, 66, 198. 134, 186, 189n, 228, 298, 299, 314, Zapata, Emiliano: 74, 189, 194, 202,
142, 145, 155, 156, 158, 161, 170, tepoztecos, pueblo de los: 185, 241. 339. 321.
207, 209, 220, 221, 227, 229, 230, Texcoco: 11, 14, 15, 23, 60, 64-67, 69, Unión Popular Nueva Tenochtitlán Zona Metropolitana de la Ciudad de
233-236, 242, 255, 263, 268, 269, 72, 74, 75, 85, 114, 122-135, 176-210, (upnt): 11, 198. México (zmcm): 11, 277, 280.
283, 288. 217, 218, 226, 228, 229-231, 236, Unidad y Renovación, movimiento del Zona de Restauración Ecológica del Ex
Servicios Municipales de Agua Potable 241, 243-245, 249, 264, 279, 281, prd: 11, 197. Lago de Texcoco (zreelt): 11, 64,
y Alcantarillado de La Paz (Samapa): 282, 291, 292, 302, 307, 319, 331, 65, 67, 69, 70, 129, 132, 133, 179,
11, 102, 103. 333. 194, 195.
Servicios Municipales de Agua Potable Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia: 50, V Zumpango, México: 59, 60, 116-120,
y Alcantarillado (Semapa), Cocha- 153, 156, 283, 285, 287. 130, 195, 279.
bamba: 11, 41, 42, 44, 46, 49-58, 75, Tizayuca, Hidalgo, México: 60, 64, 85, valores de política (véase política públi-
78, 82, 85, 86, 88-93, 97, 98, 102-108, 123, 125-127, 132-135, 185, 196, 197, ca, valores y principios).
110-112, 138, 140, 153-155, 162, 218, 231, 245, 292, 297, 307, 308,
215, 222, 223, 225, 226, 232, 234, 315, 321, 340.

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Megaproyectos fallidos en Latinoamérica.
Sociología histórica y política comparada
se terminó de imprimir el 31 de diciembre de 2015,
en los talleres de Impresora y Encuadernadora
Progreso, S. A. de C. V., San Lorenzo Tezonco 244,
Paraje San Juan, Delegación Iztapalapa, 09830, México, D. F.
Edición realizada a cargo de la Subdirección de Publicaciones
del Instituto Mora. En ella participaron:
corrección de estilo, Alberto Cue; correción
de pruebas, Estela García y Javier Ledesma;
diseño de portada, Natalia Rojas;
formación de páginas, Fabián Díaz;
cuidado de la edición, Javier Ledesma y Yolanda R. Martínez.

La edición consta de 500 ejemplares.

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