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Alejandro Jenkins Villalobos

Max Weber y la “Economía Austriaca”

[El estilo de Weber] no era tanto el rebusca- En los últimos años hemos visto, en cier-
miento de un intelectual alemán como el tos círculos periodísticos y políticos, es-
aparato necesario a un hombre de una inmen- pecialmente en los Estados Unidos, un
sa cultura, para quien cada generalización era renovado interés por la “escuela austriaca
una precaria victoria sobre la complejidad de economía,”4 corriente de pensamiento
infinita de los hechos.
que se inicia en 1871 con la publicación
— Reinhard Bendix1 del texto Principios de economía de Carl
Menger, quien se convertiría poco des-
La muerte temprana de este genio fue un gran pués en profesor de la Universidad de
desastre para Alemania. Si Weber hubiera Viena.5 El mérito intelectual de Menger
vivido más, el pueblo alemán podría ahora
es enorme: descubrió (en forma indepen-
contemplar su ejemplo de un “ario” que no se
habría dejado quebrantar por el nacional- diente de W. S. Jevons y de Léon Walras)
socialismo. la teoría marginal del valor, hoy univer-
— Ludwig von Mises2 salmente aceptada como una de las ideas
centrales de la economía moderna. Pero
Ser un weberiano es imposible. Cualquiera la actual notoriedad de la “escuela aus-
que sea tan estúpido como para desear ser su triaca” se debe principalmente a lo que la
discípulo no lo ha entendido. Max Weber se separa del mainstream académico con-
enfrentaba a cada uno, por principio, de igual temporáneo, especialmente en la forma
a igual; a cualquier joven que sintiera el im- que las ideas “austriacas” tomaron en la
pulso de buscar ser su discípulo lo regresaba obra de Ludwig von Mises (1881-1973).
a sí mismo y a su libertad. Ser discípulo es
desastroso y atenta contra el compromiso con 4
la verdad. Ver, por ejemplo, Joshua Green, “The Tea
— Karl Jaspers3 Party’s Brain,” Atlantic Monthly, 306 (Nov
2010): 98-106.
5
Carl Menger, Grundsätze der Volkswirt-
schaftslehre (Wien: Wilhelm Braumüller,
1 1871).
Reinhard Bendix, Max Weber: An Intellec-
tual Portrait (Berkeley: University of Cali-
Alejandro Jenkins Villalobos, costarricense, es
fornia Press, 1977 [1960]), p. 6. físico teórico (Ph.D., Caltech, 2006; A.B.,
2 Harvard, 2001). Desde 1998 ha combinado la
Ludwig von Mises, Memoirs (Auburn, AL:
investigación en ese ámbito con el periodismo
Ludwig von Mises Institute, 2009), p. 88.
de opinión y con la preocupación por entender
Mises originalmente escribió esto en 1940. las ciencias sociales. Ha sido investigador
3 asociado en el Center for Theoretical Physics
Karl Jaspers, “Reply to My Critics,” en P. A.
(MIT) y en el High Energy Physics Group
Schilpp (ed.), The Philosophy of Karl Jaspers
(Florida State University).
(New York: Tudor Publishing, 1957), p. 855.
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Mises Praxeología
En Austria, Mises se había destacado Rothbard y sus seguidores han presentado
como especialista en temas monetarios y las ideas de Mises como una refutación
asesor de la Cámara de Comercio, pero su de todo el edificio analítico de la econo-
carrera académica no progresó más allá mía neo-clásica contemporánea y como la
de un puesto como Privatdozent (instruc- demostración definitiva de que la libertad
tor ad honorem) en la Universidad de de mercado es superior a cualquier inter-
Viena. Huyendo del nazismo, Mises dejó vencionismo. El punto de partida para
Austria en 1934 y se instaló primero en este argumento es lo que Mises denominó
Ginebra y después en Nueva York. A praxeología: una ciencia puramente de-
partir de 1945 fue profesor visitante en ductiva (análoga a, pero distinta de la
New York University, pero su salario matemática), que estudia la acción huma-
nunca fue pagado por la universidad, sino na y que, a partir de axiomas evidentes,
por hombres de negocios que se habían llega a conclusiones lógicamente necesa-
visto atraídos por los argumentos de Mi- rias.7 La teoría económica, concebida por
ses a favor del libre mercado y en contra Mises como una rama de la praxeología,
de la intervención del gobierno en la eco- no dependería de las disciplinas empíricas
nomía. de la historia o de la econometría, y se
fundamentaría en un razonamiento ver-
Las circunstancias de la carrera aca- bal, no matemático.
démica de Mises reflejan la posición de
Mises como economista: sus ideas estu- Muy pocos economistas, excepto por
vieron casi siempre (y especialmente des- Rothbard y algunos otros que han llegado
pués de la crisis de 1929, de la Gran De- a la obra de Mises a través de éste, han
presión y del New Deal de los años 30’s) usado el término “praxeología” o acepta-
fuera del rango del debate académico en do los argumentos de Mises sobre el ca-
los principales departamentos universita- rácter estrictamente deductivo (pero no
rios de economía, pero en los Estados matemático) de la teoría económica. Ni
Unidos atrajeron la atención (incluso po- siquiera Friedrich Hayek, discípulo de
dríamos decir devoción) de un pequeño Mises en Viena y quien, como premio
círculo de convencidos de las virtudes del Nobel de economía para 1974, fue proba-
libre mercado y de los peligros de la in- blemente el economista más influyente de
tervención y de la planificación central la escuela austriaca en la segunda mitad
(los que en Norteamérica llegaron a ser del siglo XX, se identificó con la posición
conocidos como “libertarios”). Tal vez el
más importante divulgador de las ideas de
Mises fue el intelectual y economista
estadounidense Murray Rothbard, recor- lio del uso legítimo de la violencia” es de
dado entre otras cosas como uno de los Max Weber, Politik als Beruf (München und
principales abanderados modernos del Leipzig: Duncker & Humblot, 1919), dispo-
“anarquismo de mercado” (que defiende nible en español como “La política como
simultáneamente la propiedad privada y vocación,” en El político y el científico (Ma-
la eventual desaparición del Estado como drid: Alianza Editorial, 1974), pp. 81-179.
monopolio del uso legítimo de la violen- 7
Ver, por ejemplo, Murray N. Rothbard, The
cia).6 Logic of Action I: Method, Money, and the
Austrian School (Cheltenham, UK: Edward
6
La definición del Estado como el “monopo- Elgar, 1997), pp. 58-77.
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de Mises en este respecto.8 economía.10 Pero estas son todas ideas


que están mejor elaboradas en la obra de
Sin embargo, creo que quien se de- un científico social anterior: el alemán
tenga a leer con cuidado los argumentos Max Weber (1864-1920).
de Mises sobre praxeología encontrará en
ellos ideas profundas e importantes: que En la sociología, Weber es un autor
en ciencias sociales la única explicación clásico, usualmente contado entre los
que puede tener significado es la que par- fundadores de la forma moderna de esa
te de la acción consciente y con propósito disciplina (junto con Émile Durkheim y
de un individuo; que las colectividades Karl Marx, dos figuras que en mi opinión
(el mercado, la nación, la sociedad, la son incomparablemente inferiores). Pero
cultura, etc.) tienen sentido sólo como el propio Weber siempre se consideró a sí
resultado o contexto de la acción indivi- mismo un “economista político” y todas
dual; que la historia no puede responder a las cátedras universitarias que ocupó du-
leyes inteligibles excepto en la medida rante su accidentada carrera académica
que éstas resulten de regularidades del fueron en economía. Poco antes de morir,
comportamiento individual consciente; escribió en una carta que se había ocupa-
que, por lo tanto, la metodología y alcan- do de la sociología únicamente para com-
ce de las ciencias sociales difieren total- batir las ficciones académicas sobre la
mente de las ciencias naturales; que las colectividad y sobre la concepción “holís-
estadísticas sociológicas y económicas no tica” de las organizaciones humanas.11
tienen valor científico si no se las puede
entender mediante una teoría de la acción
individual, y que las organizaciones so- Methodenstreit
ciales deben ser en última instancia eva-
luadas de acuerdo a criterios que descan- El término “escuela austríaca” fue aplica-
san sobre valores que no admiten una do por primera vez (en forma despectiva)
justificación racional.9 a Carl Menger y a sus seguidores por el
economista alemán Gustav Schmoller, en
Personalmente, creo que todo esto es el contexto de un amargo debate acadé-
correcto y mucho menos apreciado de lo mico sobre metodología: el Methoden-
que debiera serlo por los economistas,
10
aunque el main-stream académico haya Al respecto, un documento muy influyente
hecho avances importantes en los últimos fue la “crítica de Lucas”: Robert E. Lucas,
cuarenta años en este respecto, al buscar “Econometric Policy Evaluation: A Criti-
“bases microeconómicas” para la macro- que”, en K. Brunner y A. H. Meltzer (eds.),
The Phillips Curve and Labor Markets (New
York: American Elsevier, 1976), pp. 19-46.
En un plano más general se enmarca la crítica
8
Friedrich A. Hayek, “Economics and al “positivismo” económico de Ronald H.
Knowledge,” en Individualism and Economic Coase, “How Should Economists Choose?”
Order (Chicago: University of Chicago Press, en Essays on Economics and Economists
1948), pp. 33-56. (Chicago: University of Chicago Press,
9
1994), pp. 15-33.
Ludwig von Mises, Human Action, The
11
Scholar’s Edition (Auburn, AL: Ludwig von Citado en la introducción de W. G. Runci-
Mises Institute, 1998). Disponible en español man a Weber: Selections in Translation
como La acción humana: Tratado de econo- (Cambridge: Cambridge University Press,
mía, 8ª ed. (Madrid: Unión Editorial, 2007). 1978), p. 3.
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streit de finales del siglo XIX. Schmoller toda explicación social debe partir de la
era el principal representante de la “es- acción individual con propósito, no por
cuela histórica,” que negaba que existie- un criterio de simplicidad—como quería
ran leyes económicas universalmente Carl Menger—sino porque ninguna otra
válidas y se enfocaba en documentar e explicación es inteligible. (Podemos de-
interpretar las transformaciones históricas cir, por ejemplo, que “la nación se indus-
de las instituciones y la evolución de la trializa,” pero si nos preguntamos qué
cultura. Menger, por su parte, deseaba quiere eso decir exactamente, se vuelve
una economía más “científica,” apoyada necesario traducirlo a acciones individua-
en un entendimiento teórico de las conse- les, que son las únicas que la mente hu-
cuencias lógicas de las acciones indivi- mana puede entender concretamente.) Es
duales, en un mundo en que los recursos a este principio al que el economista Jo-
son escasos.12 seph Schumpeter bautizó con el nombre
de individualismo metodológico.15
Los libros de texto de sociología (es-
critos por personas que suelen entender
Marginalismo
poco de economía) aún a veces catalogan
a Weber como un historicista schmolle- A diferencia de los historicistas alemanes,
riano,13 debido a su profundo interés en la Weber también aceptaba la teoría margi-
interpretación de la historia económica y nal del valor y la enseñaba a sus estudian-
la interacción entre economía y cultura. tes.16 En su investigación más importante
Ciertamente esta característica (heredada en ese ámbito, Weber argumentó que la
de la “escuela histórica” alemana, hoy teoría marginal no depende de la forma
totalmente olvidada por los economistas) de la respuesta psicológica a los estímu-
explica su actual interés para los sociólo- los externos, sino que simplemente es una
gos y el desconocimiento de la obra de sistematización del hecho evidente de que
Weber entre los economistas.14 Pero en los individuos deben ordenar sus prefe-
términos del Methodenstreit, es evidente rencias en un mundo en que los recursos
que Weber estaba más cerca de los “aus- escasos pueden ser destinados a diversos
triacos.” De hecho, una de las grandes fines.17 En esto es evidente la afinidad
contribuciones de Weber a las ciencias entre el pensamiento weberiano sobre el
sociales fue su argumentación de que
15
Joseph Schumpeter, Das Wesen und der
12
Ver, por ejemplo, Ludwig von Mises, The Hauptinhalt der theoretischen Na-
Historical Setting of the Austrian School of tionalökonomie (Leipzig: Duncker & Hum-
Economics (Auburn, AL: Ludwig von Mises bolt, 1908); “On the Concept of Social Val-
Institute, 1984), pp. 12-15. ue,” Quarterly Journal of Economics, 23
13
(1909): 213-32.
Ver, por ejemplo, Craig J. Calhoun et al.,
16
Classical Sociological Theory, 2ª ed. (Ox- Ver Richard Swedberg, “Max Weber as an
ford, UK: Wiley-Blackwell, 2007), pp. 206- Economist and as a Sociologist: Towards a
207. Fuller Understanding of Weber’s View of
14
Economics,” American Journal of Economics
Uno de los pocos economistas del siglo XX and Sociology, 58 (1999): 561-82.
que estudió a fondo la obra de Weber y reco-
17
noció su importancia fue Frank Knight; ver Max Weber, “Die Grenznutzlehre und das
Arthur Schweitzer, “Frank Knight’s Social psychophysische Grundgesetz,” Archiv für
Economics,” History of Political Economy, 7 Sozialwissenschaft und Sozialpolitik, 27
(1975): 279-92. (1908): 546-58.
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marginalismo y la concepción praxeoló- social, Economía y sociedad, que quedó


gica de la teoría económica como una inconclusa con su muerte y fue publicada
“lógica pura de la escogencia.” Tanto póstumamente en 1922, contiene una
Lionel Robbins18 como George Stigler19 versión muy clara del mismo argumento
citan el artículo de Weber como la refuta- que Mises había formulado independien-
ción definitiva de que el margina-lismo temente en 1920:22 que en una economía
económico refleje o deba tomar en cuenta totalmente socializada y por lo tanto sin
la supuesta forma logarítmica de la res- propiedad privada, no existirían precios
puesta psicológica a la riqueza o a otros monetarios y que, consiguientemente, los
estímulos externos (como lo proponían la planificadores carecerían de criterios ra-
hipótesis de Bernoulli y la aplicación a la cionales para asignar los recursos a usos
economía de la ley de Weber-Fechner).20 eficientes.23 Que la contabilidad moneta-
Los argumentos de Weber en este ámbito ria es el fundamento de la “racionalidad
todavía pueden ser de interés, en vista del económica” es una idea muy weberiana.24
debate generado por el desarrollo de la En una monografía anterior sobre socio-
moderna “economía conductual” (beha- logía de la religión Weber lo resume ad-
vioral economics) en torno a la relación mirablemente: “Una economía racional es
entre la economía y la psicología experi- una organización funcional orientada por
mental.21 los precios monetarios, que se originan en
las luchas de intereses de los hombres
dentro del mercado. El cálculo no es po-
Cálculo económico sible sin una estimación monetaria de los
precios y por lo tanto sin las luchas de
La obra maestra de Weber sobre teoría mercado.”25

18 22
Lionel C. Robbins, An Essay on the Nature Ludwig von Mises, “Die Wirtschaftsrech-
and Significance of Economic Science (Lon- nung im sozialistischen Gemeinwesen,” Ar-
don: Macmillan, 1932), p. 85. chiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik,
19
47 (1920): 86-121.
George Stigler, “The Development of Utili-
23
ty Theory (II),” Journal of Political Econo- Max Weber, Wirtschaft und Gesellschaft –
my, 58 (1950): 373-96. Grundriss der verstehenden Soziologie
20
(Tübingen: J. C. B. Mohr, Paul Siebeck,
La ley de Weber-Fechner sobre “psicofísi- 1922). Disponible en español como Econo-
ca” se debe al médico E. H. Weber (quien no mía y sociedad: Esbozo de sociología com-
tiene relación conocida con Max Weber) y al prensiva (México: Fondo de Cultura Econó-
psicólogo G. T. Fechner. La forma logarítmi- mica, 1979 [1944]), pp. 76-82.
ca que describe para la intensidad de la res-
24
puesta psicológica como función de la magni- La importancia de la contabilidad “por par-
tud del estímulo físico externo se asemeja a la tida doble” en el desarrollo del capitalismo
fórmula que el matemático Daniel Bernoulli occidental también había sido muy enfatizada
había propuesto anteriormente para la utili- en la obra de Sombart, amigo y rival intelec-
dad subjetiva como función de la riqueza (ver tual de Weber. Ver Werner Sombart, Der
la discusión de Stigler, op. cit.). moderne Kapitalismus (Leipzig: Duncker &
21
Humblot, 1902). Disponible en español como
Harro Maas, “Disciplining Boundaries: El apogeo del capitalismo (México: Fondo de
Lionel Robbins, Max Weber, and the Border- Cultura Económica, 1990 [1946]).
lands between Economics, History, and Psy-
25
chology,” Journal of the History of Economic Max Weber, “Zwischenbetrachtung: Theo-
Thought, 31 (2009): 500-17. rie der Stufen und Richtungen religiöser
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Ya antes Weber había argumentado Filosofía social


que la esclavitud había impedido la ra-
cionalización plena de la vida económica, Los devotos actuales de Mises suelen
debido a la ausencia de precios e incenti- decir poco o nada sobre Weber,29 a pesar
vos de mercado para la mano de obra, y de que (1) Mises conoció a Weber cuando
que por lo tanto evitó que emergiera un éste fue profesor visitante en Viena en
verdadero capitalismo en el mundo anti- 1918, (2) en esa oportunidad conversaron
guo.26 Esta observación quizás sirva para extensamente, y (3) Mises escribió más
aclarar la confusión que creo ha generado tarde de su admiración por la persona y la
la aseveración de Mises de que el socia- obra de Weber.30 Tanto Gottfried Haber-
lismo es “imposible,”27 a pesar de que ler 31 (quien perteneció al círculo de Mi-
sociedades que en gran medida han pres- ses en Viena) como Ludwig Lachmann32
cindido de la propiedad privada y de los dejaron testimonios sobre la influencia de
precios monetarios—desde el antiguo Weber en Mises y sobre la semejanza
imperio inca hasta la actual Norcorea— entre las ideas weberianas y las “austria-
han existido y perdurado.28 cas” en cuanto a la metodología de las
ciencias sociales.33 Lachmann inclusive

Weltablehnung,” en Gesammelte Aufsätze zur se remonta a una de las preocupaciones fun-


Religionssoziologie, vol. I (Tübingen: J.C.B. damentales de toda su obra: los diversos sen-
Mohr, Paul Siebeck, 1920), pp. 536-573. tidos posibles de la racionalidad como cate-
Disponible en español como “Negaciones goría para entender y describir las acciones
religiosas del mundo y sus orientaciones,” en humanas.
Max Weber, Ensayos sobre sociología de la
29
religión I (Madrid: Taurus, 1998), pp. 437- Una excepción es Peter Boettke, “Rational
66. Las oraciones citadas fueron agregadas al Choice and Human Agency in Economics
texto del mismo ensayo que había sido antes and Sociology: Exploring the Weber-
publicado en Archiv für Sozialwissenschaft Austrian Connection”, en H. Giersch (ed.),
und Sozialpolitik, 41 (1916): 335-421. Merits and Limits of Markets (Berlin: Spring-
26
er, 1998), pp. 53-81.
Max Weber, “Agrarverhältnisse im Alter-
30
tum”, en Handwörterbuch der Staatswissen- Mises, Memoirs, pp. 9, 55, 88, 106-107.
schaften, 3ª ed. (Jena: G. Fischer, 1909),
31
pp. 52-188. Gottfried Haberler, “Mises’s Private Semi-
27
nar,” Mont Pelerin Quarterly, 3 (1961): 20-
Bryan Caplan, “Is Socialism Really ‘Impos- 21; “Between Mises and Keynes: An Inter-
sible’?” Critical Review, 16 (2004): 33-52. view with Gottfried von Haberler (1900-
28 1995),” Austrian Economics Newsletter, 20
La posible prioridad de Max Weber en la
(Spring 2000).
formulación de la imposibilidad del cálculo
económico socialista merece una investiga- 32
Ludwig Lachmann, The Legacy of Max
ción más cuidadosa de la que ha recibido Weber (Berkeley: Glendessary Press, 1971);
hasta ahora o de la que estoy yo capacitado “An Interview with Ludwig Lachmann,”
para realizar. Si bien es cierto que las respec- Austrian Economics Newsletter, 1 (Fall
tivas formulaciones de Mises y Weber no son 1978).
idénticas y que la de Mises atrajo bastante
33
más atención por su tono categórico y por Una discusión clara de la relación entre
estar formulada en términos más directamen- Weber, la escuela histórica alemana, la escue-
te económicos, en mi opinión Weber demues- la austriaca y la praxeología de Mises aparece
tra una compresión más profunda y justa de en Bruce Caldwell, Hayek’s Challenge: An
la naturaleza del problema, la cual, además, Intellectual Biography of F. A. Hayek (Chi-
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escribió, en una recensión del magnum Max Weber fue además una persona-
opus de Mises, La acción humana, que lidad profunda y vasta, un heredero de
“al leer este libro no debemos olvidar que Kant36 y de Kierkegaard,37 un pensador
es la obra de Max Weber la que está sien- brillante y atormentado, de quien su ami-
do continuada aquí.”34 go, el psiquiatra y filósofo existencialista
Karl Jaspers, dijo que había sido “el ma-
Yo iría más allá: Weber es un pensa- yor de todos los alemanes modernos,” un
dor mucho más profundo e interesante varón de “ilimitada honestidad,” absolu-
que Mises; su obra, desafortunadamente, tamente comprometido con la libertad
quedó a su muerte fragmentada e incon- personal.38 Fue también un crítico agudo
clusa, pero aún en tal condición es evi- y tenaz del marxismo y de las quimeras
dente que lo que es realmente importante totalitarias en general, pero al mismo
y rescatable en la praxeología misesiana tiempo entendió y sintió la tragedia de la
está en Weber, sin las exageraciones y
simplificaciones que repelen a muchos de bién el adjetivo ‘reaccionario’ …” (Caldwell,
quienes no son ya devotos de Mises o del op. cit., p. 126).
libertarianismo.35 36
El anti-positivismo de Weber, que Mises
heredó plenamente, se basa en la concepción
neo-kantiana de la realidad externa como
cago: University of Chicago Press, 2004), ininteligible, de manera que todo el orden
pp. 83-99, 119-126. Ver también Robert J. racional reflejado en nuestras descripciones
Holton y Bryan S. Turner, Max Weber on teóricas del mundo deriva de la manera en
Economy and Society (New York: Routledge, que la mente humana organiza aquellas per-
2010 [1989]), pp. 21-46. cepciones que le resultan subjetivamente
34 interesantes. Una discusión breve y profunda
Ludwig Lachmann, “The Science of Human
de la relación entre Kant y Weber es la de
Action,” Economica, 18 (1951): 412-27.
Ernest Gellner, Legitimation of Belief (Cam-
35 bridge: Cambridge University Press, 1979),
Este no es el lugar indicado para intentar
pp. 188-191.
evaluar la transcendencia de la obra de Mises
en general, ni de la praxeología en particular. 37
Las célebres sentencias de Kierkegaard de
Señalo únicamente que su influencia sobre el que “la subjetividad es la verdad” y que “la
mainstream (no solo en economía, sino en las verdad es la subjetividad” admiten una inter-
ciencias sociales en general) indudablemente pretación neo-kantiana consistente con la
ha sido muy limitada. Según Bruce Caldwell, visión epistémica de Max Weber. Por otro
“Mises formuló su sistema antes de que la lado, Weber se refiere en repetidas ocasiones
retórica positivista barriera las ciencias socia- a la vida humana como un “politeísmo” de
les como un incendio forestal californiano. valores, una guerra eterna de principios irre-
Quizás incluso imaginó que sus puntos de conciliables, concepción memorablemente
vista servirían de profiláctico contra esa retó- reflejada también en el Enten-Eller (“O lo
rica positivista. Pero si dijéramos que esa uno o lo otro”) de Kierkegaard.
pretensión fracasó nos quedaríamos grave-
38
mente cortos. El intento de Mises de dar a la Citado por Peter Baehr, “The Grammar of
praxeología fundamentos que fueran conoci- Prudence: Arendt, Jaspers and the Appraisal
dos como ciertos a priori lo convirtió en of Max Weber,” en S. E. Aschheim (ed.),
blanco del ridículo general en la nueva era Hannah Arendt in Jerusalem (Berkeley: Uni-
positivista y más allá, erigiéndolo en arqueti- versity of California Press, 2001), pp. 314,
po del economista ‘no científico’ y, dado que 410. Ver también J. Dreijmanis (ed.), Karl
sus opiniones políticas eran aún más impopu- Jaspers on Max Weber (New York: Paragon
lares en la Era de Keynes, se le aplicó tam- House, 1989).
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alienación moderna, de la erosión progre-


siva, en esta “edad de la máquina,” de los
valores que habían hecho posible el flore-
cimiento intelectual y material del Occi-
dente, y que le daban sentido.39

Agradecimientos

Mi interés (que con el paso del tiempo no


ha hecho más que crecer) por el pensa-
miento de Max Weber se remonta fun-
damentalmente a la lectura del último
capítulo de su Historia económica gene-
ral, que conocí gracias a un coloquio en
Guatemala al que fui gentilmente invitado
por el Liberty Fund y la Universidad
Francisco Marroquín en el 2008. Sobre la
praxeología de Mises—y su lugar en el
problema más amplio de la epistemología
de las ciencias sociales—he tenido opor-
tunidad de intercambiar opiniones princi-
palmente con Adrián Brenes, Manuel
Echeverría y Mariano Echeverría. Final-
mente, agradezco a Daniel Raisbeck por
animarme a escribir este pequeño ensayo
(el cual, en una versión anterior y sin
anotaciones, apareció en su revista elec-
trónica, Certamenenlinea.com), así como
por su amable asistencia con la bibliogra-
fía en alemán.

39
Max Weber, “Die protestantische Ethik und
der Geist des Kapitalismus, II: Die
Berufsidee des asketischen Protestantismus,”
Archiv für Sozialwissenschaft und Sozial-
politik, 21 (1905): 1-110. Disponible en es-
pañol como La ética protestante y el espíritu
del capitalismo (México: Fondo de Cultura
Económica, 2008); ver especialmente la céle-
bre discusión sobre la “jaula de hierro” de la
modernidad (pp. 285-87).
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