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Tampopo

Titulo original Tampopo Guion Jūzō Itami


Año 1985 Música Kunihiko Murai
Duración 114 min Fotografía Masaki Tamura
País Japón Productora Itami Productions / New Century
Productions
Dirección Jūzō Itami Genero Comedia | Cocina
Reparto Tsutomu Yamazaki, Nobuko Miyamoto, Ken Watanabe, Kôji Yakusho, Rikiya
Yasuoka, Hideji Ôtaki, Mario Abe, Sen Hara, Isao Hashizume, Hisashi Igawa,
Kensô Katô, Yoshihiro Kato, Kinzô Sakura, Yoshi Kato, Yoriko Douguchi,
Masahiko Tsugawa, Fukumi Kuroda, Setsuko Shinoi

El incesante burbujeo del agua hirviendo, el aroma a carne cocida inundando la habitación,
el golpeteo de un cuchillo en la tabla de madera al rebanar las zanahorias y el poro, una
campanilla avisando que dos platos están servidos y el singular sonido de los comensales
sorbiendo los fideos. Sin lugar a dudas, esta es una breve descripción de uno de los
restaurantes de ramen muy característicos en Japón, en la que Jūzō Itami rodo su segunda
película como director.

Tampopo es una comedia japonesa con historias cortas que rara vez llegan a entre cruzarse y una
historia principal, teniendo como eje central la comida, específicamente el platillo tradicional
“ramen”. Esta fue la primera película japonesa en la que se hablaba de comida, en ser reconocida
mundialmente, tanto fue su éxito que los restaurantes japoneses se llenaban de turistas que deseaban
probar el “ramen perfecto”. También la propaganda de esta película hace una comparación cómica
con los Spaghetti Western – los cuales no tenían mucho tiempo de haberse vuelto populares
mundialmente – llamándola como “El primer Noodle Western” (traducido como el primer
fideo/ramen Western).

Tampopo, la historia principal.

A pesar de ser la segunda historia en aparecer en cámara, la historia de Tampopo (traducido como
Diente de león) es la más larga durante el film, nos presenta a dos conductores de camiones, Goro
(Tsutomu Yamazaki) y su ayudante Gun (Ken Watanabe, mejor conocido en occidente por su
participación en “El último samurái” y “Memorias de una Geisha”), que hacen una parada para
poder comer algo, entrando a un destartalado puesto de fideos, dirigido por la viuda y madre soltera
Tampopo (Nobuko Miyamoto), sin embargo, varios comensales con pinta de gamberros insultan a
la dueña por su pésimo platillo y Goro – quien desde el principio tiene una imagen típica del
vaquero de un westrn a excepción de las botas con espuelas – decide defenderla, peleando a puño
limpio con ellos. A raíz de esto, Goro, como un buen caballero en armadura brillante, decide ayudar
a Tampopo hasta que logre cocinar el ramen perfecto, por lo que decide buscar ayuda con varios
conocidos de Goro y uno que otro más con el cual se llegan a encontrar.

Al finalizar Tampopo termina con cinco senséis (maestros) que le muestran cómo hacer el ramen
perfecto. Primero tenemos a Goro y a Gun, quienes son fanáticos del ramen y le enseñan que es lo
que no debe de hacer a la hora de cocinar; después se agrega Shôhei (Kinzô Sakura), el chofer de un
viejo rico, y es un experto en la preparación de carnes; más adelante Gun les presenta al maestro del
ramen (solo conocido como sensei, interpretado por Yoshi Kato), quien se había vuelto líder de un
grupo de vagabundos y le muestra a Tampopo la forma tradicional de cocinar; Por ultimo aparece
Pisuken (Rikiya Yasuoka) que es un diseñador de interiores y remodela el local de Tampopo,
además fue uno de los gamberros con los que Goro peleo al inicio del film y terminan haciéndose
buenos amigos.

Esta historia nos muestra el avance que tiene Tampopo, no solo en su cocina, sino también en su
vida personal, mostrando un romance un tanto fugaz entre ella y Goro, demostrando que podía ser
una exitosa chef de ramen.

Cultura y erotismo en la comida.

Tampopo demuestra la gran importancia que tiene la comida dentro de las tradiciones y cultura
japonesa, tal es el caso con el maestro de Gun, quien en una de las historias del film le muestra la
forma correcta de comer un ramen, iniciando con el aroma, para después probar el caldo, en seguida
de la carne que lo acompañe y, por último, sorber los fideos, de tal forma en que en cada bocado se
apreciaran todos los sabores como si se trataran de un arte – aunque estén en un puesto callejero – o
una disciplina marcial.

También muestran los roles en el ambiente doméstico, mostrando un corto sobre una familia y la
esposa esta a punto de fallecer, el marido, intentando evitar que su mujer muera, comienza a
ordenarle varias cosas, pero hasta que le ordena que se levante y prepare la cena, es que la mujer se
levante y justamente, prepara la cena, cuando termina, regresa a su cama y fallece, dejando a toda la
demás familia llorando y comiendo. Esta secuencia es un tanto agridulce, ya que sin lugar a dudas
el acto causa risa, pero te deja reflexionando acerca de los roles y obligaciones de una familia
tradicional.
Otra de las historias memorables del film retrata a un hombre con pinta de gánster americano –
conocido como “Gánster en el traje blanco” – (Kôji Yakusho) y su novia (Fukumi Kuroda). Son los
primeros en aparecer en la película, mostrándolos en un cine y hablando sobre los hábitos de comer
en estos, pero al mismo tiempo rompe con la cuarta pared. Más adelante se les puede ver en un
cuarto de hotel, en una secuencia muy erótica, en donde la comida también participa, no solo con
crema batida y fruta, sino también aparece una langosta como estimulante y comparten la yema de
un huevo con un beso. También se hace una retrospectiva de esta pareja, presentando el día en que
se conocen y al igual que en escenas anteriores, tienen un encuentro romántico con referencias muy
eróticas, esta vez, comiendo ostras en la orilla del mar. Esta pareja es la representación del erotismo
y la sexualidad que gira en torno a la comida, llevándolo hasta un punto casi extremo y un poco
explicito.

Una de las desventajas que posee este film tienen que ver con la experiencia cinematográfica de
cada espectador, ya que hay ciertas secuencias que parecen un poco lentas – depende del ritmo al
que estemos acostumbrados al mirar películas – pero en contra parte, una ventaja es que no se
necesitan grandes referentes de la cultura japonesa para poder entenderla, ya que son explicadas o
bien, tienen cierta similitud con la cultura occidental. Es una buena comedia que cualquiera puede
disfrutar y alguna de sus historias te hará reír.

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