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Iniciando con el aeropuerto de Mwanza nos cuentan todo el proceso que se realiza para el
empaquetado y exportación de la perca del Nilo, la cual fue introducida en el lago Victoria como
un experimento científico, lo que provocó la extinción de muchas especies autóctonas del lago;
pero la perca no solo sirve para ser exportada ya que sus restos y viseras fungen como alimento
para los propios habitantes de Mwanza, los cuales sufren de hambruna; un gran ejemplo es como
un grupo de numerosos niños se pelean por un puñado de arroz como único alimento. Otro de los
problemas mostrados en cámara es la prostitución y los frecuentes contagios del VIH SIDA lo
que causa gran cantidad de muertos.
Las tomas que utiliza Sauper mantienen un POV 1 único – la del propio documentalista – con una
profundidad de campo variable, aunque en su mayoría se emplean close up y médium shot con la
intencionalidad de dar más cercanía a los entrevistados y sus actividades. Debido a las crudas
imágenes expuestas, se da a entender que es un documental clásico del tipo observacional con un
montaje paralelo, ya que, a pesar de estar en un orden cronológico, las historias se presentan de
En este tipo de documentales (clásico observacional) es común expresar el carácter ideológico del
propio creador, en este caso, la fuerte denuncia que se hace en contra del capitalismo, las guerras
– aunque no se presenta ninguna imagen de armas o batallas – la hambruna y la ignorancia. –
como es el caso de el uso de condones y las enfermedades de transmisión sexual –
La pesadilla de Darwin fue un documental lleno de premios, pero a su vez tuvo fuertes críticas
que ponían en duda su veracidad, al punto de que Hubert Sauper tuvo que demandar al
historiador François Garçon por difamación2, ya que este afirmaba que el documental mostraba
un sesgo altermundialista3 y que el propio Sauper había pagado a los niños de la calle para
reproducir escenas. Por lo que la puesta en escena es difícil de analizar, ya que existe la
desconfianza sobre lo que retratan las imágenes.
El documental parece real, los niños drogándose hacen que se te estruje el corazón, el guardia de
seguridad hablando de guerra y muerte con una mirada extraña realmente aterroriza, sientes que
conociste en persona a la prostituta asesinada y no puedes dejar de pensar en aquellos
trabajadores que hicieron ese filete de pescado que estas comiendo. Sin embargo, es bien sabido
que una imagen, por mas real que sea puede ser manipulada, en este caso, el montaje puede ser
realizado de cierta manera que pueda decir más de lo que en realidad sucede, por algo sucedió la
gran polémica que cuestionaba la veracidad del documental y solo el propio Hubert Sauper sabe
la verdad.
Solo queda decir que es un documental que debe ser juzgado con cautela y que su contenido sirve
como material reflexivo sobre la globalización, la empatía y el mercado.