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“ LA ODISEA” Y “ULISES”.
Leer Ulises es toda una odisea, ¿Por qué? … porque nada es verdad, nada es
mentira, todo depende del cristal tras el que se mira.
De ante mano quisiera darle mis más sinceros agradecimientos a la docente Doris
Escalante, por permitirme explorar laberintos incomparables de la literatura y a su
vez, ofrecerme un viaje por el tiempo del cual verdaderamente he sacado
provecho.
Tal como nos lo dice su epígrafe, esta fantástica obra nos narra la odisea vivida
por Ulises en su travesía de regreso a su tierra natal, la isla de Ítaca. Este retorno
encarna y denota para Ulises un gran cumulo de situaciones, en las que sortea de
todo tipo de habilidades, siendo estas examinadas con gran prolijidad y
determinación por el autor.
Esta obra es definitivamente el compendio de la muy remarcable tradición clásica
oral épica, en la que nos hablan de la entidad concerniente de la existencia, la
afinidad de su vida y su cólera. Asimismo, inconfundiblemente esta apuntada a un
enfoque moral, en el que se es partidario de la distinción entre el bien y el mal, y
respectivamente, se discierne el uno del otro. Incluso trata la cotidianidad del
trance humano y la manera en que todos estos conjuntamente se trocan en unidad
primordial de la subsistencia. Por añadidura, fusiona lo auténtico y suntuosa, y de
lo falaz su utopía. Hay que mencionar además el paralelismo y amalgama del
vigor de las omnipotentes divinidades expuestas como dioses y la constreñida,
desventurada y mísera cólera humana.
Todos los azares radican en lo que significó para Ulises la guerra, puesto que
quebró su raigambre vital, la cual en un primer principio solo aludía al coexistir de
sus tierras, las cuales le otorgaban cierto señorío y preponderancia mandataria, un
monto de aspectos que gozan de felicidad adherida al tener el amor de quienes lo
abrazan.
A continuación, cabe hacer la aclaración de que en esta obra el viaje hace alusión
a la vida.
Cada uno de los duelos vivenciados por Ulises tiene reticencia con la cotidianidad,
traen consigo señales subliminales que permiten relacionar estrechamente la olura
literata con nuestra interina pero intemporal existencia.
Es preciso el saber que no todos vivimos nuestra cíclica vida de la misma forma,
pero es implícito intuir que imperecederamente este fluir va a ser reñido por leyes
inmutables.
Sera preciso mostrar que siendo la odisea una obra tan completa seria inadmisible
el no detenerse con dedicación a analizar todo lo que en ella esta inmerso.
Sin ir mas lejos, la ninfa Calipso sustituye la molicie y holgura, privada de toda
preocupación, inundada de posibilidades no gozadas por la carencia de iniciativa,
el no enfrentarse a la vida tal y como venga, tanto con sus caídas como con sus
triunfos y no aceptar la ruptura de la monotonía ante nuevas experiencias, puede
ser una muerte silenciosa y muy dolorosa, es decir, tropezando y cayendo se hace
camino.
Por otra parte, La existencia de atenea, siendo ella la más ilustre de las diosas,
llega con la intención de abrir el entendimiento a la faena del trascendental papel
enviado por la sabiduría e ingenio, en orden de relatar la valiosa mundología de
Ulises, en representación de cada uno de nosotros, sus lectores.
Joyce logra su objetivo con las manos ayudantes anti heroicas por convicción,
que por el marco tanto histórico como temporal en el que se da, sin lugar a dudas
tiene afinidad con la jocosidad, puesto que fue considerado como una obra
ciertamente paródica de la épica de la cólera humana cuya estructura y forma
dificultosa tanto de escritura como de comprensión para quienes no están
adecuadamente contextualizados, lo que lo respalda es su notable esencia
vanguardista, siempre desbordante y previsiva ante la complejidad, complejidad
que amerita una máxima dedicación y cuidado ante los detalles, cada cosa por
insignificante que parezca ser, termina siendo el broto de una situación de peso en
la obra, no se puede pasar nada por alto, cada línea y cada letra tiene su
importancia. Ulises por lo tanto representa en su literatura lo que todo libro debería
tener, lo altisonante, soez y erudito donde se ofrece una literatura distinta, extraña,
ocasionalmente molesta y sin duda excepcional.
Para leer Ulises a gusto lo más adecuado sería sumergirse entre sus letras y
deleitarse con tan preciosa obra, sin embargo es esencial y plenamente ilícito
utilizar referencias externas.
La odisea es el bosquejo de Ulises, puesto que es sobre esta obra donde se basa,
donde empieza a tejer su estructura desde sus raíces… las similitudes de
alusiones entre las dos obras son notorias en cada instante del libro. Sirva de
ejemplo el espacio de desenlace de la historia, el hecho de que tanto en la odisea
como en Ulises es la lenta y dolorosa decadencia de una ciudad, en este caso
Dublín, que es el paralelo a Ítaca. Y como es de esperarse, Bloom o Ulises, vuelve
al final del día a su hogar en compañía de esteban dédalo quien hace las veces de
Telémaco, donde lo espera el cobijador amor de su mujer Molly, quien en este
orden de hechos personifica a Penélope.
Pongamos por caso la aparición de la fusión de las dos grandes pulsiones del ser
humano, la muerte y la sexualidad, algo que el hombre moderno vive como
problema al no tenerlos resueltos, es una lástima que esto represente un
problema, porque en la actualidad, todo lo enigmático representa una
problemática, cuando realmente no debería ser así, a veces, lo enigmático y
desconocido es lo que más belleza guarda dentro de sí, cada interrogante es
sinónimo de la complejidad oculta que quizá no somos dignos de admirar.
El significado de la lectura en mi era casi vacío antes de leer esta obra, ahora sé
que leer no es simplemente mirar lo que pasa en una historia y seguir un
respectivo orden de ideas, leer es darle alas a la imaginación, es dejar que las
ideas salgan a flote, es interactuar y jugar con las letras, es por esto que me
considero absorbida por la lectura crítica, curiosa permanentemente ante el deseo
de experimentar, y Ulises ciertamente no se puede leer siguiendo un argumento
en específico.
Siento que por medio de este libro, Joyce se permitió expresar la preocupación
acera de la retención de los pensamientos, que fácilmente deambulan solitarios y
deprimidos por la conciencia como cárcel y suelen quedarse allí con el anhelo de
brotar pero, en cadena perpetua, por la falta de explosión mental causada por la
indagación ante las sensoriales letras, estos son tan ausentes, que terminan por
ser mudos, e invisibles para su mediocre creador.
Para que algo fluya, debe tener propiedades para fluir, y lo que logra fluir, rara vez
lo deja de hacer… sirva como modelo el cuándo Bloom piensa acerca de sus
proyectos laborales, y una ocurrencia y disparate aborda su mente, que luego va
seguido de recordar a su amada, lo que le lleva a resaltar su corazón hecho polvo
de comer tanto “pringue”. Será preciso decir que a su mente se asoman minuto a
minuto pensamientos que quieren hacer presencia.
Ulises tiene una gran particularidad, cada uno de sus episodios surge en torno a
un término en alusión a la odisea, alusión ciertas veces remota y usualmente con
algo de “private joke”, esto quiere decir que solamente lo entienden los aludidos.
Aún más importante es que cada episodio tenga una voz y técnica distinta, en
resumidas cuentas, tienen particularmente un punto de vista sin igual.
Ante una obra de tal magnitud, mi asombro logro alcanzar los límites de la
anonadación. Y sin más preámbulo lo único que me sobra decir de esta
magnificencia literaria es que tengo la plena seguridad que de esta en adelante
cualquier libro no llenara mis expectativas.