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ANALISIS LITERARIO Y CRITICO DE

“ LA ODISEA” Y “ULISES”.

VALERIA CASTAÑEDA Barbour.

ASPAEN GIMNASIO CANTILLANA.

Leer Ulises es toda una odisea, ¿Por qué? … porque nada es verdad, nada es
mentira, todo depende del cristal tras el que se mira.

En la ponencia dada a exponer, se mostrara un análisis crítico de dos obras que


fueron trascendentales en la historia literaria:” la odisea” y “Ulises”, de homero,
perteneciente de la literatura épica griega y james Joyce, representante destacado
de la literatura vanguardista, respectivamente, para dicho análisis se tendrán en
cuenta aspectos tales como el marco histórico de la obra, el mensaje que busca el
autor dejar en sus lectores, por qué la importancia de estas a nivel mundial, y más
que todo, las enseñanzas implantadas y dadas a aplicar.

De ante mano quisiera darle mis más sinceros agradecimientos a la docente Doris
Escalante, por permitirme explorar laberintos incomparables de la literatura y a su
vez, ofrecerme un viaje por el tiempo del cual verdaderamente he sacado
provecho.

Hecha esta salvedad, para comenzar hablare acerca de “la odisea”.

Tal como nos lo dice su epígrafe, esta fantástica obra nos narra la odisea vivida
por Ulises en su travesía de regreso a su tierra natal, la isla de Ítaca. Este retorno
encarna y denota para Ulises un gran cumulo de situaciones, en las que sortea de
todo tipo de habilidades, siendo estas examinadas con gran prolijidad y
determinación por el autor.
Esta obra es definitivamente el compendio de la muy remarcable tradición clásica
oral épica, en la que nos hablan de la entidad concerniente de la existencia, la
afinidad de su vida y su cólera. Asimismo, inconfundiblemente esta apuntada a un
enfoque moral, en el que se es partidario de la distinción entre el bien y el mal, y
respectivamente, se discierne el uno del otro. Incluso trata la cotidianidad del
trance humano y la manera en que todos estos conjuntamente se trocan en unidad
primordial de la subsistencia. Por añadidura, fusiona lo auténtico y suntuosa, y de
lo falaz su utopía. Hay que mencionar además el paralelismo y amalgama del
vigor de las omnipotentes divinidades expuestas como dioses y la constreñida,
desventurada y mísera cólera humana.

La excelencia o prominencia en el cultivo de la elocuencia de Ulises se define


fundamentalmente en un quinteto de palabras: sagacidad, entendimiento, osadía,
pericia y juicio…valores que le otorgan la deferencia y atención de sus hombres.

Todos los azares radican en lo que significó para Ulises la guerra, puesto que
quebró su raigambre vital, la cual en un primer principio solo aludía al coexistir de
sus tierras, las cuales le otorgaban cierto señorío y preponderancia mandataria, un
monto de aspectos que gozan de felicidad adherida al tener el amor de quienes lo
abrazan.

Su cargo social, le exige encarnar un espíritu guerrero, dejando a la zaga todo lo


que en un entonces fue su prioridad para precipitarse a un abismo colmado de
óbito, admonición y privación de lo irremplazable.

A medida de que va avanzando la historia, en la desaventura de las hazañas


enfrentadas, Ulises debe desafiar cada una de estas en soledad o sociedad, sin
que exista mayor diferencia y/o importancia entre la una y la otra, de ahí que la
toma de decisiones jugara un papel netamente colectivo, y peligroso ante el
margen de error.

El hecho de determinar cuál es el camino adecuado y el impropio


respectivamente, encarrilla o condena el destino al cual se somete Ulises y sus
honorables compañeros.

La famosa estratagema del “caballo de Troya” es una reverberación de lo


anteriormente mencionado.
El papel que juega Ulises me lleva a formularme la siguiente pregunta:

¿Hasta dónde puede llegar la autosuficiencia y el egoísmo al cerrarse a creer que


no se necesita de nadie?

Pues bien, la autosuficiencia es mostrada como el mayor error de la obra, el


simple y efímero sentir del tener el mundo en la palma de la mano, el sentirse más
que poderoso, sin creer en nadie ni nada.

La actitud de Ulises es meramente egoísta al establecer juicios, fundamentándose


en bases de presentimientos de temor ante una posible pero nunca acontecida
infidelidad, aun conservando el cinismo al saber que él le había sido infiel en dos
ocasiones a su amada. Como si fuera poco, ponía en riesgo la vida de sus
compañeros de batalla, aun sabiendo de los riesgos a los que se sometían. Y a
pesar de todo este egoísmo, sus compañeros en un acto de fidelidad y amistad, le
pagan con su acompañamiento incondicional en cada una de sus hazañas.

A continuación, cabe hacer la aclaración de que en esta obra el viaje hace alusión
a la vida.

Cada uno de los duelos vivenciados por Ulises tiene reticencia con la cotidianidad,
traen consigo señales subliminales que permiten relacionar estrechamente la olura
literata con nuestra interina pero intemporal existencia.

Es preciso el saber que no todos vivimos nuestra cíclica vida de la misma forma,
pero es implícito intuir que imperecederamente este fluir va a ser reñido por leyes
inmutables.

Sera preciso mostrar que siendo la odisea una obra tan completa seria inadmisible
el no detenerse con dedicación a analizar todo lo que en ella esta inmerso.

Sin ir mas lejos, la ninfa Calipso sustituye la molicie y holgura, privada de toda
preocupación, inundada de posibilidades no gozadas por la carencia de iniciativa,
el no enfrentarse a la vida tal y como venga, tanto con sus caídas como con sus
triunfos y no aceptar la ruptura de la monotonía ante nuevas experiencias, puede
ser una muerte silenciosa y muy dolorosa, es decir, tropezando y cayendo se hace
camino.

Del mismo modo, ubicándonos en la Isla de cicones se muestra el exceso de


confianza como falta de virtud, Ulises se anticipa a los hechos y se declara
vencedor de la batalla, lo cual disemino en sus hombres un profundo
enternecimiento digno de ser elogiado, y es en esta distracción que frente a sus
ojos lo que creyeron tener bajo su poderío, se les fue arrebatado en sus napias,
coaccionándolos a abandonar esas tierras ipso facto.

Análogamente el pueblo de los feacios significa la bienvenida que nos da homero


a la guerra de Troya. Aquí entra en juego la reminiscencia encauzada a las
desgracias pasadas, y este ente es el que hace del ser humano un ser cambiante
ante las falencias. Se patentiza la necesidad del dolor y de la angustia para la
mejora de todo lo equivoco en el ser humano y que nadie se emancipe de estos.
La soberbia a su vez es representada por las apuestas de los feacios contra Ulises
en la competencia atlética.

De modo similar, Tierra de los lotófagos hace alusión directa a lo estupefaciente.


Se exterioriza la catadora esencial de la voluntariedad hacia el desentendimiento
de la vida.

Por otra parte, La existencia de atenea, siendo ella la más ilustre de las diosas,
llega con la intención de abrir el entendimiento a la faena del trascendental papel
enviado por la sabiduría e ingenio, en orden de relatar la valiosa mundología de
Ulises, en representación de cada uno de nosotros, sus lectores.

Podemos condensar lo dicho hasta aquí brevemente, la odisea es una legendaria


narración épica en la que se refleja el desarrollo en muchos por no decir todos los
ámbitos de peso de Grecia, además es el porqué de que la épica diera un salto
agigantado desde lo conservador detrás de la oralidad, y la modernidad escondida
entre renglón y renglón de los textos escritos. Es decir, la odisea significo para la
literatura un cambio de rumbo, un giro de 180 grados que dio inicio a la
transmisión literaria por medio de lo escrito.

La Odisea es un abrebocas a la cultura Griega y al cómo se vivía la cotidianidad


en ese tiempo, que al compararlas con la sociedad actual, estas poseían muchos
valores y mantenían rigorosamente las tradiciones, creencias, el orden y
la estructura social que hacían parte de su cultura, pero también al igual que en la
contemporaneidad siempre existía la traición y la supervivencia del más fuerte y
astuto, lo cual, fue motivo de inspiración para el genial james Joyce, autor de la
obra Ulises, obra de la que se desencadena el segundo enfoque de esta ponencia.
Ulises relata los afanes que se enfrentan en un día, desde la existencia de 3
personajes centrales: Leopold Bloom, su mujer Molly y el joven Stephen Dedalus,
en comparación con la odisea corresponden sus personajes respectivamente a
Ulises, Penélope y Telémaco. Una travesía de tan solo 24 horas con miles de
perspectivas dadas a estudiar, una Odisea trastornada, en la que en un sinfín de
palabras se pasa por alto todas las temáticas ya establecidas por la anteriormente
desglosada literatura homérica, para no limitarse tan solo a un cambio superficial,
sino invertirlos en su totalidad, darle un vuelco radical a toda la tópica del
momento comenzando desde sus cimientos una nueva construcción de la
estructura literata.

Joyce logra su objetivo con las manos ayudantes anti heroicas por convicción,
que por el marco tanto histórico como temporal en el que se da, sin lugar a dudas
tiene afinidad con la jocosidad, puesto que fue considerado como una obra
ciertamente paródica de la épica de la cólera humana cuya estructura y forma
dificultosa tanto de escritura como de comprensión para quienes no están
adecuadamente contextualizados, lo que lo respalda es su notable esencia
vanguardista, siempre desbordante y previsiva ante la complejidad, complejidad
que amerita una máxima dedicación y cuidado ante los detalles, cada cosa por
insignificante que parezca ser, termina siendo el broto de una situación de peso en
la obra, no se puede pasar nada por alto, cada línea y cada letra tiene su
importancia. Ulises por lo tanto representa en su literatura lo que todo libro debería
tener, lo altisonante, soez y erudito donde se ofrece una literatura distinta, extraña,
ocasionalmente molesta y sin duda excepcional.

Para leer Ulises a gusto lo más adecuado sería sumergirse entre sus letras y
deleitarse con tan preciosa obra, sin embargo es esencial y plenamente ilícito
utilizar referencias externas.

La odisea es el bosquejo de Ulises, puesto que es sobre esta obra donde se basa,
donde empieza a tejer su estructura desde sus raíces… las similitudes de
alusiones entre las dos obras son notorias en cada instante del libro. Sirva de
ejemplo el espacio de desenlace de la historia, el hecho de que tanto en la odisea
como en Ulises es la lenta y dolorosa decadencia de una ciudad, en este caso
Dublín, que es el paralelo a Ítaca. Y como es de esperarse, Bloom o Ulises, vuelve
al final del día a su hogar en compañía de esteban dédalo quien hace las veces de
Telémaco, donde lo espera el cobijador amor de su mujer Molly, quien en este
orden de hechos personifica a Penélope.

Mientras en la odisea las innumerables experiencias memorables y remarcables


son repartidas en un transcurrir de años, en Ulises todo es comprimido en un solo
día de existencia absolutamente normal y ordinaria.

Sufrido, con obstáculos tanto económicos como sociales, Bloom no es ni más ni


menos humano que Ulises, ambos complementariamente representan a toda la
humanidad, Tanto el uno el como otro pero de manera distinta consiguen
expresar la riqueza y la pobreza, la multiplicidad y la desgracia de la experiencia
humana, a veces casi inhumana.

Lo épico se torna grotesco, lo ilustre, opulento y lo universal, ordinario.

Esta obra es una constante fusión de contrarios, que de una manera


impresionante, logra unificarlas a la perfección, no antes de generar la respectiva
enseñanza o mensaje oculto que lleva acabo cada una de sus comparaciones.

Pongamos por caso la aparición de la fusión de las dos grandes pulsiones del ser
humano, la muerte y la sexualidad, algo que el hombre moderno vive como
problema al no tenerlos resueltos, es una lástima que esto represente un
problema, porque en la actualidad, todo lo enigmático representa una
problemática, cuando realmente no debería ser así, a veces, lo enigmático y
desconocido es lo que más belleza guarda dentro de sí, cada interrogante es
sinónimo de la complejidad oculta que quizá no somos dignos de admirar.

Por otra parte, los pensamientos emergen incontrolablemente, sin un orden de


hechos ni mucho menos de ideas, emergen del reparto de Ulises y van de una
temática a otra sin sentido aparente, se asocia simultáneamente la perspectiva
visual con la reminiscencia del alma.

Al exponer las uñas bien cortadas de Bloom y que de inmediato llegue un


pensamiento de crítica hacia la gordura de Molly, es una forma de comunicación
entre Joyce y nosotros sus lectores, ya que busca demostrarnos que frente a la
descripción de un simple gesto, están detrás del telón miles de pensamientos
alborotados, desordenados y sin sentido. Es decir que el gesto también es
lenguaje, todo en si es lenguaje.

Exploremos un poco la idea de que al parecer el mundo de los muertos pertenece


al nuestro, y de ninguna forma hace parte de un mundo mitológico o lejano, ya que
están presentes en la vida misma. En particular la muerte no es un aspecto del
cual preocuparse, sino personas específica que en un desdichado momento
cruzan esa línea que denota la finalidad de la existencia. Al ser la muerte
meramente parte esencial de nuestro diario a vivir, se expone por qué la presencia
de la muerte es constante en un entorno cotidiano.

Joyce, siendo el autor de Ulises, no cuenta una historia, el no relata hechos, el no


mastica ideas, el en cabio hace sugerencias por medio del fugaz uso de las
palabras para que guíen al lector al pasar por ese estrecho pasadizo desconocido
que hurga en lo más recóndito de curiosas mentes, siendo seducidas por textos
armónicos y exquisitos, dejando la mayor parte del trabajo al lector.

El significado de la lectura en mi era casi vacío antes de leer esta obra, ahora sé
que leer no es simplemente mirar lo que pasa en una historia y seguir un
respectivo orden de ideas, leer es darle alas a la imaginación, es dejar que las
ideas salgan a flote, es interactuar y jugar con las letras, es por esto que me
considero absorbida por la lectura crítica, curiosa permanentemente ante el deseo
de experimentar, y Ulises ciertamente no se puede leer siguiendo un argumento
en específico.

Siento que por medio de este libro, Joyce se permitió expresar la preocupación
acera de la retención de los pensamientos, que fácilmente deambulan solitarios y
deprimidos por la conciencia como cárcel y suelen quedarse allí con el anhelo de
brotar pero, en cadena perpetua, por la falta de explosión mental causada por la
indagación ante las sensoriales letras, estos son tan ausentes, que terminan por
ser mudos, e invisibles para su mediocre creador.

La muerte hace constantes apariciones disfrazada con diferentes mascaras.


Aproximadamente, hace presencia entre unas 10 y 20 veces, siendo la prima
donna de entierros del día a día. en consonancia con el hecho de que hay muchas
y hasta quizá más personas de las que debería haber en el mundo.
Quien lea “Ulises” tiene que entregársele totalmente, y dejarse llevar como una
pluma por las corrientes a veces fuertes y a veces mansas de las palabras, es ese
estallar de letras el que le añade el gustoso agridulce de la historia, y no limitarse
a seguir al pie de la letra el significado de las palabras estipuladas, sino darle
prácticamente un significado que logre acomodarse a lo que amerita. Significados
tan simples como lo son una silla, una pipa, una lata de sopa… pueden tener
inscritos mundos de metáforas e ideas significativas para la situación a la que se
acomoda. Lo más fácil sería limitarse al simple hecho de ver el significado de la
palabra que se desconoce en un diccionario, o aun peor, en internet, pero nada se
compara con el poder de la deducción, porque es este el que se hace inmortal en
la mente, que permanece y es tan universal que termina por sentirse personal.

Para que algo fluya, debe tener propiedades para fluir, y lo que logra fluir, rara vez
lo deja de hacer… sirva como modelo el cuándo Bloom piensa acerca de sus
proyectos laborales, y una ocurrencia y disparate aborda su mente, que luego va
seguido de recordar a su amada, lo que le lleva a resaltar su corazón hecho polvo
de comer tanto “pringue”. Será preciso decir que a su mente se asoman minuto a
minuto pensamientos que quieren hacer presencia.

“Como si una mano secreta me señalara viejos recuerdos“. Y como si el contacto


entre los cuerpos significase el recuerdo del momento, Bloom en un encuentro con
su amada en medio de caricias, envuelto en la belleza del momento se alberga en
su mente el recuerdo de un monto de moscas zumbando y una cabra.

El argumento de la novela parece incoherente, que carece de un sentido, pero es


que no cuenta lo que le pasa a Bloom, sino lo que en él se desenvuelve, los
demonios que en él se despiertan dada la situación, el imperfecto actuar de sus
impulsos que tal como rompecabezas se entrelaza con el axioma del momento.
Igual que el linaje del mundo de las ideas, el lenguaje y las percepciones forman
una unidad, y no cualquiera, estos aspectos hacen LA unidad, se debe agregar el
tiempo porque este posee una fuerza inmensa, que se puede llevar todo, menos
lo que permanece intacto en esta obra, los recuerdos, teniendo en cuenta que
pasado y presente van unidos y son dependientes el uno del otro.

Joyce a pesar de no proponerse hacer una “novela social” logra hacer de su


Dublín algo tan palpable como el Londres de Dickens. Tal como los clásicos de la
novela decimonónica, nos empapa de la sensacional clase ordinaria dublinesa,
con sus característicos vicios desbordantes y su mujer como símbolo del portón
hacia el olvido.

Joyce al no compartir en lo absoluto el nacionalismo irlandés, lo ataca de un modo


sarcástico, que en mi opinión se torna a brutal.

En la obra, esta actitud tiene su aglomeración más radical en la llamada caricatura


de un innominado ciudadano, monomaniaco aclamador de lo irlandés, en
contraste con Bloom que siendo hijo de un judío húngaro y desarraigado de su
linaje resulta ser un verdadero apátrida, el cual es mirado con recelo y enemistad
por los dublineses, así proclame en vano que Irlanda es su patria.

Ulises tiene una gran particularidad, cada uno de sus episodios surge en torno a
un término en alusión a la odisea, alusión ciertas veces remota y usualmente con
algo de “private joke”, esto quiere decir que solamente lo entienden los aludidos.
Aún más importante es que cada episodio tenga una voz y técnica distinta, en
resumidas cuentas, tienen particularmente un punto de vista sin igual.

En Ulises para muchos el protagonista es Bloom, para mi es el lenguaje esa


peculiar forma de ser que nos hace únicos en un inconsistente universo, la
espontaneidad que abarca su creatividad es una revolución mental, la
autoconciencia lingüística que va ligada a la poesía que lleva consigo la cadena a
los deleites de los juegos de palabras.
Y así es como Ulises, monumento de humor, de toma de perspectiva amplia y de
vista gorda en la ironía critica, trasciende a la desmoralización de la vida. El
impacto más profundo en mi opinión de esta obra es el darnos cuenta de que la
vida mental de cada uno de nosotros es un fluir de palabras que queda inmune.

Ante una obra de tal magnitud, mi asombro logro alcanzar los límites de la
anonadación. Y sin más preámbulo lo único que me sobra decir de esta
magnificencia literaria es que tengo la plena seguridad que de esta en adelante
cualquier libro no llenara mis expectativas.

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