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LA CASA DANZANTE DE PRAGA

La ciudad de Praga es famosa mundialmente por muchos de sus grandes


atractivos, El Castillo de Praga, la Catedral de San Vito, el Puente de
Carlos, la Torre de Pólvora, el reloj astronómico y el cementerio judío,
entre muchos otros. Pero hoy nos centramos en la última adición a esta
galería de iconos, La Nationale Netherlanden, más conocida como La
Dancing House (casa danzante).

Detalle Dancing House

También apodada como Ginger & Fred, haciendo alusión a la pareja de


bailarines de Hollywood Ginger Rogers y Fred Astaire, este edificio tiene
una historia singular. El solar que ocupa actualmente era anteriormente
ocupado por una construcción de finales del siglo XIX que fue destruida
por un bombardeo en 1945, durante la Segunda Guerra Mundial. El
edificio en cuestión permaneció en ruinas hasta 1960, fecha en que fue
demolido, sin embargo el solar permanecería desocupado por tres
décadas más.

Ginger & Fred, Praga

A comienzos de los noventa y con el desmoronamiento de la Unión


Soviética, Praga abandona el comunismo y en 1993 se resuelve la
división de Checoslovaquia en dos países, la República Checa y
Eslovaquia. Praga pasa de esta manera a ser la capital de la República
Checa y con la consiguiente apertura a occidente apuesta (y lo consigue)
por entrar en la lista privilegiada de las ciudades más visitadas del
mundo. En 2006 Praga se posicionó en el puesto número 20 entre las
ciudades con más visitantes (3.700.000) según Euromonitor
International.

El antiguo solar desocupado se encontraba de repente en un sitio muy


concurrido por viajeros, turistas y locales, a orillas del Río Moldava y a
poco menos de un kilómetro del puente de Carlos, el más visitado de
Praga.
Vista del Castillo de Praga, el Moldava y el Puente de Carlos

La iniciativa la lleva a cabo Vaclav Havel, ex-presidente checo que vivió


por muchos años en el edificio al lado, que contrata al arquitecto croata
Vlado Milunic y al mismo tiempo le pide que invite a un arquitecto de
renombre mundial. Se le concede originalmente la invitación a Jean
Nouvel, pero ante su negativa se invita al arquitecto Frank Gehry que
acepta el reto de crear un icono contemporáneo para Praga.

El punto de partida de esta casa es el deconstructivismo, movimiento


liderado por el propio Gehry y principalmente por los arquitectos Phillip
Johnson, Zaha Hadid, Peter Eisenman y Rem Koolhaas. Sus principios se
basan en desechar las reglas de la arquitectura convencional y optar por
el abandono de la línea recta, tanto vertical como horizontal, también
por la fragmentación de los volúmenes, la articulación de cuerpos en
rotación, el gusto por ángulos no convencionales y olvidarse de la frase
“la forma sigue a la función”..

El diseño, no muy tradicional, fue polémico en su momento porque la casa destaca entre
los edificios barrocos, góticos y Art Nouveau del céntrico distrito Praga 2 y que, según un
sector de la población, no concordaba con estos estilos arquitectónicos.

Estas mismas razones abrieron un debate público en Praga cuando se


finalizó la obra en 1996, sin embargo 15 años después Ginger & Fred ha
sabido madurar y convertirse no solo en un icono reconocido y querido
por sus habitantes sino como un punto de referencia de visita obligada
en la capital checa. Su fama ha sido tal que incluso el gobierno la incluyó
en una serie de 10 monedas conmemorativas llamada “10 siglos de
arquitectura”. Actualmente es un edificio de oficinas y no está abierto al
público, pero hay un restaurante en la séptima planta donde se puede
admirar la vista.

¿Cómo llegar?
La forma más rápida de llegar es en metro, tomando la línea B hasta la
estación Karlovo náměstí , de allí caminar unos 300 metros en dirección
al río. También se puede llegar en el tranvía número 17

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