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BIOMECÁNICA DE LA MARCHA

PATOLÓGICA

ESTER RODRIGO SÁNCHEZ


IRENE NARBÓN PERPIÑÁ
BIOMECÁNICA DE LA MARCHA PATOLÓGICA

ÍNDICE
1. Introducción
2. Análisis de los mecanismos patológicos
3. Alteraciones en el tobillo
4. Alteraciones en el pie
5. Alteraciones en la rodilla
6. Alteraciones en la cadera
7. Alteraciones en la pelvis
8. Alteraciones en el tronco

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BIOMECÁNICA DE LA MARCHA PATOLÓGICA

1- INTRODUCCIÓN
La Biomecánica es una ciencia prácticamente nueva, sin embargo a lo largo de la historia,
personajes conocidos como son Aristóteles (de la Grecia antigua), Leonardo Da Vinci (en la Edad
Media) y Galileo (del siglo XVII) han sido claves para su evolución.

Acción muscular durante la marcha

Aristóteles Movimiento de los animales

Reacción

Anatomía y fisiología humana

Leonardo Da Vinci

Física y mecánica

Galileo Física

Giovanni Alfonso Borelli (s. XVII), está considerado el padre de la Biomecánica antigua por sus
estudios de los movimientos humanos, de las fibras musculares, de los brazos palanca, del centro
de gravedad, de la circulación de la sangre y de la respiración.

Por otro lado, los padres de la Biomecánica moderna, se dice que son Wolf y Pawels,
estableciéndose como disciplina científica y área de investigación a partir de la segunda mitad del
siglo XX con los análisis físicos de la circulación sanguínea, huesos, tejido muscular y tejidos
blandos.

Actualmente, Biomecánica se entiende como la aplicación de las leyes mecánicas a las estructuras
vivas, especialmente al cuerpo humano. Y comprende cuatro subdisciplinas: ocupacional,
deportiva, tecnológica y clínica.

Nosotros trataremos ésta última, la clínica, dentro de la cual se encuentra la biomecánica de la


marcha humana patológica, entre otras.

Para poder entender mejor este apartado, haremos un breve resumen sobre la marcha humana
normal, con sus ciclos y sus fases, y nos ayudaremos con la siguiente imagen:

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FASE DE APOYO FASE DE OSCILACIÓN


60% 40%

CICLO DE LA MARCHA
El ciclo de marcha se divide en dos fases: la fase de apoyo, que representa el 60% del ciclo de la
marcha, y la fase de oscilación, que representa el 40% del ciclo. Dentro de las fases existen ocho
subfases, 5 dentro de la fase de apoyo y 3 en la fase de oscilación. Las subfases de la fase de apoyo
son: fase de contacto inicial, fase inicial de apoyo, fase media de apoyo, fase final de apoyo y fase de
preoscilación. Dentro de la fase de oscilación encontramos las siguientes subfases: fase inicial de la
oscilación, fase media de la oscilación y fase final de la oscilación.

Es conveniente aclarar que las subfases también pueden llamarse fases.

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2- ANÁLISIS DE LOS MECANISMOS PATOLÓGICOS


Las alteraciones básicas de la marcha debidas a patologías se pueden clasificar en deformidad,
debilidad muscular, dolor y control neurológico deficitario.

Una deformidad aparece cuando los tejidos no permiten una movilidad pasiva suficiente, y por lo
tanto imposibilita adoptar posturas normales durante la marcha.
La contractura suele ser la causa más habitual. Ésta representa una alteración en el tejido
muscular, ligamentos o articulaciones debida a una lesión o a inmovilidad prolongada. El grado de
rigidez de los tejidos y la madurez de los mismos da lugar a dos tipos de contractura clínica:
elástica y rígida.

 Una contractura elástica provoca alteraciones muy variadas en la marcha. Estas


alteraciones son más aparentes durante la oscilación que durante la fase de apoyo,
en la que el peso corporal estira pasivamente los tejidos, ocasionando una movilidad
aparentemente normal.
 Una contractura rígida es la que resiste los esfuerzos de estiramiento, y por lo tanto
está presente en todas las fases del ciclo de la marcha.

Una debilidad muscular puede deberse a una atrofia muscular, a lesiones neurológicas y a
miopatías. Las predicciones sobre la capacidad de la marcha se ven limitadas por la imposibilidad
de identificar los niveles máximos de fuerza muscular.

Las reacciones fisiológicas al dolor introducen dos elementos que alteran la marcha a través de la
deformidad y de la debilidad muscular. Una articulación inflamada tiende a adoptar una postura
que coincide con la de mínima presión intraarticular (tobillo: 15º de flexión plantar, rodilla: 30-45º
de flexión y cadera: 30º de flexión). La debilidad muscular es secundaria al dolor y al derrame
articular. Por lo tanto, un derrame articular durante la marcha produce una menor fuerza
muscular y un aumento de estas posturas de protección.

Un control neurológico deficitario se produce cuando hay patologías en el sistema nervioso,


apareciendo así cinco alteraciones básicas durante la marcha: espasticidad, alteraciones de
coordinación, patrones reflejos primitivos, alteraciones de la secuencia de la actuación muscular y
alteración de la propiocepción.

 La espasticidad (producida por parálisis cerebral, traumatismo cerebral, esclerosis


múltiple, etc.) dificulta la actuación excéntrica de los músculos durante la fase de
apoyo.
 Las alteraciones de la coordinación impiden controlar el tiempo y la intensidad de la
acción muscular.
 Los patrones reflejos primitivos suponen una fuente alternativa al control voluntario.
 Las alteraciones de la secuencia de la actuación muscular se deben a la espasticidad y
deficiencias de coordinación, y por lo tanto la acción muscular durante la marcha se
puede ver alargada, acortada, ser continua o ausente.
 Alteración de la propiocepción, es una causa importante de alteración de la marcha
ya que priva al paciente de la información sobre la posición articular, así como de la
sensación de contacto con el suelo

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3- ALTERACIONES EN EL TOBILLO
De forma genérica, los trastornos funcionales de la articulación del tobillo se manifiestan como
una flexión plantar o una dorsiflexión exageradas.

3.1. FLEXIÓN PLANTAR EXAGERADA Y SUS CAUSAS

Este trastorno implica una serie de déficits tanto en la fase


de apoyo como en la fase de oscilación, y las consecuencias
más perceptibles son:

• Reducción de la longitud del paso

• Disminución de la velocidad

• Dificultad para alcanzar una correcta postura erecta

• Pérdida de estabilidad

La flexión plantar exagerada introduce un error funcional en


cinco de las ocho fases de la marcha: contacto inicial, apoyo
inicial, apoyo medio, apoyo final y oscilación media.

Fase de contacto inicial. Cabe distinguir dos situaciones: en el contacto bajo de talón, donde se
aborda el suelo con 15 grados de flexión plantar y extensión completa de rodilla, con el pie casi
paralelo al suelo; y en el contacto inicial con el antepié, que representa una combinación de
equino de tobillo y flexión de rodilla (20ᴼ), situando el antepié más bajo que el talón en el
momento de entrar en contacto con el suelo.

Fase inicial de apoyo. Un contacto bajo de talón reduce el rodillo de talón, ya que el pie posee
sólo 10 grados de arco móvil, en lugar de los 25-30 grados normales, como consecuencia, la flexión
de rodilla se ve marcadamente reducida.

El contacto del antepié puede originar tres patrones de carga, en dependencia de la causa de la
flexión plantar exagerada. Si la retracción es elástica, el pie cae rápidamente, mientras que la tibia
permanece vertical. Una flexión plantar rígida puede provocar dos tipos de reacciones, o bien
puede permanecer la postura en equino, o la tibia es conducida posteriormente mientras que el
talón contacta con el suelo.

Fase media de apoyo. Se inhibe el adelantamiento de la tibia y ante la disminución del rodillo del
tobillo, se ve limitada la progresión, ocasionando una longitud de paso corta en el miembro
contralateral.

Los pacientes presentan tres sustituciones características para su pérdida de progresión, con el fin
de conseguir mayor estabilidad: despegue precoz, hiperextensión de rodilla e inclinación anterior
del tronco. El tiempo consumido en estos esfuerzos redunda en una moderada reducción de la
velocidad (70% de la normal).

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Fase final de apoyo. En esta fase los efectos dependen de la capacidad del antepié para avanzar. Si
el paciente no puede realizar un despegue de talón, el avance del cuerpo queda limitado al rango
de hiperextensión de la rodilla o a la inclinación del tronco y la pelvis, que mejoran el
adelantamiento del miembro opuesto. Como consecuencia de no lograr una buena estabilidad del
antepié, se acorta la longitud del paso de forma importante.

Fase media de oscilación. La flexión plantar exagerada, en esta fase, dificulta el avance del
miembro, de tal manera, que finaliza prematuramente la oscilación. Sin embargo, existe una
adecuada sustitución que evita el contacto con el suelo: una flexión de cadera para elevar el
miembro y, por tanto, el pie.

F.Contacto inicial F.inicial de apoyo F.media de apoyo F.de preoscilación

Las causas de la flexión plantar exagerada se pueden agrupar en:

• Debilidad de la musculatura pretibial

• Contractura en flexión plantar

• Hiperactividad del sóleo y los gemelos

• Flexión plantar voluntaria exagerada ante una debilidad del cuádriceps

En la siguiente tabla se puede apreciar que fases de la marcha se ven afectadas dependiendo de la
causa de la flexión plantar exagerada del tobillo:

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Debilidad de la musculatura pretibial. Esta debilidad provoca una caída del pie de forma
incontrolada. Si falla únicamente el tibial anterior, cae tan sólo la parte medial del pie. Por otra
parte, la actividad mantenida del extensor largo de los dedos y peroneo anterior, produce una
combinación de dorsiflexión y eversión.

Contractura en flexión plantar. Existen tres categorías: flexión plantar elástica de 15⁰, rígida de
15⁰ y rígida de 30⁰.

En una contractura rígida a 30⁰ no existe contacto de talón en la fase apoyo, la única forma de
apoyo es el antepié, de manera que la longitud del paso se ve acortada por la ausencia del rodillo y
tobillo. Cada una de las fases de la oscilación se ve alterada por la caída de los dedos.

En una contractura rígida a 15⁰, se produce un contacto bajo de talón, un precoz contacto
completo del pie en la fase inicial del apoyo y una falta de adelantamiento tibial en la fase media
del apoyo.

Una contractura elástica de 15⁰ conduce a una posición inapropiada del pie, únicamente en la fase
inicial de contacto y en la fase media de la oscilación. En la fase media de la oscilación, la
contractura elástica origina una flexión plantar exagerada mostrándose los músculos dorsiflexores
insuficientes para el estiramiento de los tejidos contraídos. Funcionalmente, estos músculos están
preparados únicamente para levantar rápidamente el peso del pie cuando no existe resistencia en
el tobillo. La fase inicial del apoyo, a diferencia de lo que ocurre en la debilidad de la musculatura
pretibial, no mostrará una caída incontrolada del pie.

Hiperactividad del sóleo y los gemelos. Esta espasticidad comienza en la fase final de la oscilación,
cuando el cuádriceps extiende la rodilla para preparar el apoyo, se produce una activación
sinérgica del sóleo y de los gemelos.

Flexión plantar voluntaria exagerada. Es un mecanismo para compensar la debilidad del


cuádriceps. Dicho mecanismo se inicia en la fase final de la oscilación. La acción prematura del
sóleo hace caer el pie, aproximadamente 10⁰ en flexión plantar. La acción antagonista del tibial
anterior puede seguir controlando la caída del pie, produciéndose un contacto bajo de talón. La
fase inicial del apoyo presenta una rápida flexión plantar del tobillo que conduce a un apoyo
completo del pie y a un retraso de la tibia, debido a la potente acción de los músculos de la
pantorrilla. El sóleo restringe el avance de la tibia para conservar la extensión de rodilla durante la
fase media del apoyo. Estos músculos ceden lo suficiente como para permitir la presencia de un
rango móvil de dorsiflexión relativa, retrasado en el tiempo, que conserve la progresión de la
marcha. En esto consiste la diferencia entra la acción voluntaria de los músculos de la pantorrilla,
la contractura en flexión plantar o la espasticidad del sóleo.

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3.2. FLEXIÓN DORSAL EXAGERADA Y SUS CAUSAS

La flexión dorsal exagerada provoca una alteración funcional


más importante en el apoyo que en la oscilación, aunque las
fases media y final de apoyo son las únicas que no presentan
variaciones de todas las fases de la marcha.

Los 10⁰ de flexión plantar, que normalmente suelen


acompañar el contacto completo del pie, son sustituidos por
un incremento en la acción del rodillo del talón. Esto
introduce una forma pasiva de dorsiflexión exagerada cuando el miembro entra en carga.

La fijación del tobillo en una posición neutra durante el apoyo del talón ocasiona un
adelantamiento de la tibia. En consecuencia, el efecto de rodillo del talón sobre la rodilla está
aumentando. Todo esto se acompaña de una mayor demanda del cuádriceps.

A pesar de no causar variaciones en las fases media y final de apoyo, se puede observar esta
anomalía. En la fase media del apoyo, se puede manifestar de dos formas: como un cambio súbito
de flexión plantar de tobillo a flexión dorsal en la fase inicial del apoyo, y como un aumento
progresivo de la flexión dorsal del tobillo en las fases media y final del apoyo. (Ambas situaciones
conducen a un aumento en la demanda del cuádriceps.) Por otro lado, durante la fase final del
apoyo, se observa la alteración cuando: el contacto de talón continúa durante la fase final del
apoyo y cuando, inversamente a este proceso, se produce el despegue de talón.

La reducción de la flexión plantar de tobillo, respecto a la normalidad, en la fase de preoscilacion,


supone un adelantamiento del cuerpo, en presencia de un contacto prolongado de talón.

F.Final de apoyo F. de preoscilación

Las causas de la dorsiflexión exagerada son: la debilidad del sóleo, un bloqueo del tobillo en
posición neutra y una flexión de rodilla en la fase media del apoyo.

Cuando la respuesta del sóleo es inadecuada aparece un adelantamiento de la tibia sobre el pie
durante la fase media de apoyo, provocando una evidente dorsiflexión del tobillo. En la fase final
de apoyo, la debilidad del sóleo impide el despegue de talón, ya que se requiere el doble del
esfuerzo muscular necesario de la fase anterior (AM).

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Las causas más habituales de una acción inadecuada del tríceps sural son: una debilidad muscular
primaria, por desuso o parálisis, un alargamiento quirúrgico excesivo para paliar una retracción del
tendón de Aquiles, y un alargamiento muscular en respuesta a la práctica de repetidos
alargamientos excéntricos.

La sustitución del sóleo más habitual consiste en la reducción del rodillo del talón, con ánimo de
evitar una flexión de rodilla inicial en la fase inicial del apoyo. En consecuencia, la rodilla
permanece extendida durante la fase de apoyo y el esfuerzo requerido sobre el cuádriceps es
pequeño.

El tobillo puede aparecer bloqueado en posición neutra debido a una artrodesis de la articulación
del tobillo y de la subtalámica, impidiendo la flexión plantar fisiológica que ocurre durante el
inicio de la carga. Esta rigidez del tobillo aumenta la acción del rodillo del talón, lo que origina una
precoz caída del pie que arrastra la tibia tras él, flexionando la rodilla. En consecuencia, la
demanda del cuádriceps se ve proporcionalmente aumentada.

Una flexión persistente en la rodilla en la fase media del apoyo, precisa una dorsiflexión
exagerada del tobillo para conseguir que el centro de presiones éste contenido en la base de
sustentación del pie.

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ALTERACIONES EN EL PIE
Las alteraciones en el pie pueden provocar un cambio en el patrón de contacto del pie durante la
fase de apoyo y producir una mala alineación durante la fase de oscilación. Son evidentes tanto en
el plano sagital como en el plano frontal.

4.1. DESVIACIONES EN EL PLANO SAGITAL

El contacto aislado prolongado del talón, que se prolonga a lo largo de la fase de apoyo, provoca
un aumento de la intensidad de acción de los músculos pretibiales y una reducción en la de los
músculos flexores plantares.

Un despegue prematuro del talón, que aparece durante la fase inicial y media del apoyo, provoca
una pérdida de contacto del talón durante toda la fase de apoyo y un continuo apoyo en el
antepié.

La presencia de un contacto de talón tardío en las fases de contacto inicial se relaciona con una
contractura elástica en flexión plantar.

Un contacto prolongado de talón ocasiona la ausencia del despegue del talón en las fases final del
apoyo o en la preoscilación.
Un tiempo de apoyo de talón acortado supone una caída prematura del antepié y limita la acción
del rodillo del talón.

El arrastre de los dedos en la fase inicial de la oscilación dificulta el adelantamiento del miembro
ocasionando caídas o desequilibrios, y durante la fase media de la oscilación acorta este periodo.

Contacto aislado prolongado del


talón Despegue prematuro de talón Contacto de talón tardío

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Tiempo de apoyo de talón acortado Contacto de talón prolongado

Las causas varían según la fase de la marcha en que acontecen:

Durante la fase de contacto inicial se llaman contacto bajo de talón, contacto completo del pie y
contacto inicial con el antepié.
El contacto bajo de talón ocurre cuando hay una flexión plantar de tobillo de 15 º, con una rodilla
extendida. Cuando el talón realiza el contacto inicial, el antepié está muy cercano al suelo, y por
ello el periodo de apoyo con el talón es anormalmente corto, provocando una mínima
contribución del rodillo del talón.
El contacto completo del pie se origina por una rodilla flexionada. Cuando ocurre no existe el
efecto del rodillo del talón que provoque una flexión adicional de la rodilla, requiriendo así la
actuación del cuádriceps.
El contacto inicial con el antepié corresponde con un despegue precoz del talón, provocado por la
combinación de flexión plantar del tobillo y flexión de rodilla. La combinación más habitual es una
espasticidad de isquiotibiales y de los flexores plantares del tobillo.

Durante la fase inicial del apoyo el acortamiento del tiempo de contacto aislado del talón puede
conducir a tres situaciones: caída plantar del pie, contacto tardío del talón y despegue prematuro
del talón. La presencia de un tibial anterior débil ocasiona una caída plantar del pie.
El contacto tardío del talón con el suelo se produce tras un contacto inicial con el antepié. Al
cargar el miembro, el tobillo flexionado crea un rodillo invertido, que conduce al talón hasta el
suelo, y la progresión se ve inhibida.
El despegue precoz del talón comienza cuando el momento generado es suficiente para girar el
miembro hacia el antepié. Las causas son la flexión plantar exagerada del tobillo o la flexión de la
rodilla.

En la fase media del apoyo se aprecia un despegue precoz del talón o un contacto tardío del
mismo.
Los pacientes con suficiente potencia para realizar una marcha adecuada utilizan el despegue
precoz como mecanismo para adelantar la tibia en ausencia de un rodillo de talón. La causa es una
contractura, una postura espástica en flexión plantar del tobillo o una excesiva flexión de rodilla.
También se puede realizar voluntariamente para compensar una dismetría de miembros.

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En la fase final del apoyo aparece un despegue de talón tardío. El adelantamiento de la masa
corporal sobre el pie que soporta la carga provoca un desplazamiento de la fuerza de reacción
hacia el antepié y un despegue del talón. El retraso en el despegue del talón es el signo más
significativo de un sóleo débil.

La fase de preoscilación corresponde a un periodo de doble apoyo, siendo transferido el peso


corporal al miembro adelantado. Esto supone un menor requerimiento del sóleo debilitado que
permite el levantamiento del talón.

4.2. DESVIACIONES EN EL PLANO FRONTAL

Inversión exagerada (varo). El varo del retropié se evidencia por una inclinación medial del
calcáneo. Esta posición se caracteriza por una elevación de la cabeza del primer metatarsiano, un
aumento de la altura del arco plantar longitudinal, y algunas veces, un antepié aducido.
Durante las fases de contacto inicial e inicial del apoyo se produce un contacto con el suelo con la
superficie lateral del talón. Durante la fase media del apoyo, el contacto con el suelo se produce
con el talón y el quinto metatarsiano. En las fases final del apoyo y de preoscilación, se produce un
apoyo del antepié en inversión durante la marcha normal.

Las causas del varo exagerado se relacionan con las alteraciones habituales asociadas al tibial
anterior, al tibial posterior, al tríceps sural, al flexor largo común de los dedos y al flexor largo del
dedo gordo que consisten en una acción prematura o prolongada de los mismos, o incluso, una
actuación invertida en las fases de apoyo y oscilación.

Eversión exagerada (valgo). Ocurre cuando el apoyo del antepié se realiza únicamente en la zona
medial. En estas circunstancias el contacto con el suelo lo realiza el primer metatarsiano y no el
quinto. Se asocia con un acortamiento del periodo de contacto de talón.

Las causas del valgo exagerado son consecuencia de una debilidad en la actividad de los músculos
inversores del tobillo.

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4- ALTERACIONES EN LA RODILLA
Las modificaciones de la marcha patológica debidas a alteraciones en la rodilla pueden aparecer
tanto en el plano sagital como frontal.

5.1. DESVIACIONES EN EL PLANTO SAGITAL Y SUS CAUSAS

Las desviaciones en el plano sagital corresponden a modificaciones de los movimientos de flexo-


extensión de la rodilla: flexión inadecuada, extensión exagerada, flexión exagerada y extensión
inadecuada.

Flexión inadecuada. Aparece en cuatro fases del ciclo de la marcha (incial de apoyo, preoscilación
e inicial y media de la oscilación). En la fase inicial de apoyo, una inadecuada flexión de rodilla
reduce la capacidad de absorción de impactos del miembro, ya que el miembro está
prácticamente rígido. En el contacto con el suelo, la transferencia de un impacto de tibia a fémur
se produce sin la amortiguación muscular (cuádriceps) que normalmente sucede a nivel de la
rodilla.

En la fase de preoscilación, la flexión inadecuada de rodilla dificulta el despegue de puntera,


perdiéndose la transición entre el apoyo y la oscilación. En estos casos se requiere una mayor
flexión de la cadera.

Durante la fase inicial de la oscilación se origina un arrastre de los dedos con la incapacidad
correspondiente para adelantar el miembro. Ello es debido a que al no existir flexión de rodilla, la
longitud funcional del miembro entre la cadera y los dedos es mayor que la correspondiente al
miembro contralateral apoyado en el talón.

Durante la fase media de la oscilación, suele corresponder a un efecto secundario a una flexión
inadecuada de cadera.

Extensión exagerada. Se corresponde con dos situaciones clínicas: empuje extensor e


hiperextensión.

Se define como empuje extensor al efecto provocado por una fuerza extensora exagerada cuando
la rodilla carece de hiperextensión. Es una acción rápida y dinámica.

La hiperextensión aparece cuando la rodilla es capaz de realizar un recurvatum. Esta acción puede
ser lenta y pasiva o por contracción, activa y brusca.

Las causas de una flexión inadecuada y extensión exagerada se pueden agrupar en:

• Debilidad del cuádriceps

• Dolor

• Espasticidad del cuádriceps

• Flexión plantar exagerada del tobillo

• Debilidad de los flexores de cadera

• Contracturas en extensión de rodillo

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Flexión exagerada. Aparece en la fase inicial y media del apoyo y en la fase media de la oscilación.
Durante la fase inicial del apoyo, implica una flexión de rodilla mayor de 25⁰ y, de manera menos
exagerada, en la fase media del apoyo. En la fase media de la oscilación, la flexión exagerada
representa un efecto secundario a una flexión aumentada de cadera y la posición vertical de la
tibia por efecto de la gravedad.

Extensión inadecuada. Afecta a las fases media y final de apoyo y la fase final de la oscilación, ya
que son los momentos en los que la rodilla necesita extenderse. Estos errores de marcha
representan una continuación de la flexión exagerada que aparece durante la fase inicial del
apoyo.

Las causas de una flexión exagerada y extensión inadecuada son:

• Actividad inadecuada de los músculos isquiotibiales por hiperactividad

• Contractura en flexión de la rodilla

• Debilidad del musculo sóleo

• Flexión plantar exagerada del tobillo

5.2. ALTERACIONES EN EL PLANO FRONTAL Y SUS CAUSAS

Las alteraciones que se producen en este plano son: una abducción exagerada (valgo) y una
aducción exagerada (varo).

Abducción exagerada (rodilla en valgo o knock-knee). Es una


desviación aumentada (10ᴼ) de la tibia respecto al centro de la rodilla.

Las causas más habituales de la abducción (causas dinámicas) son la


artritis reumatoidea y una marcha paralítica, ya que ambas producen
una inclinación lateral del tronco.

Aducción exagerada (rodilla en varo o bowleg). Se caracteriza por una


inclinación medial de la tibia y un desplazamiento medial del pie en relación a
la rodilla.

La causa de la aducción más frecuente (causa dinámica) es la artritis


degenerativa, ya que ésta provoca una alineación medial persistente de la
fuerza de reacción durante la fase de apoyo, originando una carga mayor en el
platillo tibial medial. En este caso, los pacientes descargan parcialmente la
zona medial de la rodilla mediante una oscilación lateral del tronco.

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5- ALTERACIONES EN LA CADERA
El carácter multidireccional de los movimientos de la cadera provoca que esta articulación sea
sensible a alteraciones en los tres planos del espacio. A ello se une la complejidad de ser la
articulación que conecta el miembro inferior con el tronco.

6.1. EXTENSIÓN INADECUADA

Una alteración en la extensión de la cadera ocasiona problemas de estabilidad al apoyar el peso


corporal.

Durante la fase media del apoyo, una extensión limitada de cadera puede modificar las
alineaciones de la pelvis o del muslo, provocando inclinación anterior del tronco, lordosis lumbar y
flexión de rodilla.

Una inclinación anterior de la pelvis indica una extensión inadecuada de cadera (el muslo está
vertical). Si no existe compensación postural el tronco también se adelanta, incrementando los
requerimientos de los músculos extensores de la cadera. La compensación menos dificultosa es
provocar una lordosis lumbar.

La flexión de la rodilla inclina el muslo posteriormente y permite a la pelvis mantener su alineación


normal, a pesar de la flexión fija de cadera.

6.2. FLEXIÓN EXAGERADA

Una flexión exagerada representa un cambio llamativo en la postura del miembro. Una flexión
exagerada durante la fase de preoscilación representa la continuación de una extensión
inadecuada de cadera. En la fase media suele corresponder a un aumento de la inclinación pélvica.

Causas de extensión inadecuada y flexión exagerada de cadera:

Hay cinco patologías limitan la movilidad de los tejidos de la articulación de la cadera produciendo
una extensión inadecuada o una flexión exagerada de cadera.

Las causas más habituales de una contractura en flexión de cadera son la presencia de tejidos
fibrosos anteriores y el acortamiento de los músculos flexores. Su significación funcional varía en
cada fase de la marcha.

Ante la presencia de una contractura del tracto iliotibial durante la marcha hay una limitación de
la extensión de cadera, ya que hay una aducción al miembro durante el apoyo que produce una
inclinación anterior de la pelvis.

Durante la marcha, la contractura espástica de la musculatura flexora de la cadera ocurre cuando


hay un estiramiento de sus fibras.

La artritis y otras patologías ocasionan una postura de flexión para minimizar el dolor articular. Las
presiones articulares son mínimas si la cadera está flexionada 30-40º.

En las artrodesis de cadera se fija la articulación entre 20º y 45º. El momento de la marcha en que
aparezca una limitación dependerá de la posición en que se fije la cadera. La cadera con artrodesis
en 20º de flexión causa una extensión inadecuada, mientras que en la fase de preoscilación es
flexión exagerada. Con 45º también hay flexión exagerada en la fase de oscilación.

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El latigazo de cadera es un mecanismo voluntario de la fase final de la oscilación, donde la cadera


se flexiona agresivamente. Se utiliza para extender la rodilla en personas con cuádriceps
paralizado y coordinación motora conservada (poliomielitis).

6.3. FLEXIÓN INADECUADA

Una inadecuada flexión de cadera puede afectar a cualquier fase de la


marcha.

La dificultad para conseguir una flexión de 15º en la fase inicial de


oscilación reduce el adelantamiento del miembro; en la fase media de la
oscilación una flexión inadecuada supone una continuación de la acción
comenzada en la fase anterior; durante las fases final de la oscilación e
inicial del apoyo refleja las limitaciones de la fase media de la oscilación.
Todo ello provoca un acortamiento de la longitud del paso.

Causas de una flexión inadecuada:

La incapacidad para activar los músculos flexores de la cadera provoca


una pérdida de la velocidad de movimientos, suponiendo una importante
alteración en la marcha.

Tras una artrodesis de cadera, la flexión de la misma durante la oscilación está determinada por la
posición fijada. Si la cadera se ha fijado en flexión menor de 20º aparece una postura inadecuada.

Existen numerosas acciones para contrarrestar la flexión inadecuada, como la contracción de los
músculos abdominales para avanzar el muslo, elevación y rotación de la pelvis y la flexión
exagerada de rodilla.

6.4. MOVILIDAD EXAGERADA EN EL PLANO FRONTAL

Las desviaciones del muslo se llaman desviaciones en abducción y en aducción.

Aducción exagerada. Durante el apoyo existen dos situaciones que provocan


una aducción exagerada de cadera. En la primera el muslo puede presentar
una inclinación medial exagerada con una compensación de la rodilla en valgo.
En la segunda, una caída contralateral de la pelvis incrementa la aducción de
cadera durante la fase de apoyo, y se corrige cuando se transfiere el peso al
miembro contrario en la preoscilación.

Durante la oscilación, una aducción exagerada de cadera inclina todo el


miembro oscilante. Cuando es tan exagerada como para cruzar la pierna
oscilante con la de apoyo se llama marcha en tijeras, que puede llegar a
bloquear la progresión en la marcha.

Las causas de aducción exagerada están relacionadas con la debilidad


muscular, la espasticidad o la aparición de sustituciones voluntarias. Una mala
alineación de la pelvis también puede provocar una posición inadecuada de la cadera durante la
marcha.

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 Patología homolateral
Una debilidad de los abductores de cadera priva de soporta a la pelvis cuando se levanta el
pie para realizar la oscilación.
Muy a menudo, una contractura en aducción de cadera se asocia con una rotación interna
y una flexión de esta articulación, originando una alteración de la marcha en todo el ciclo.
Sin embargo, la espasticidad puede remediar el patrón de contractura.
La actuación de los músculos aductores como sustitutivos de los flexores de cadera
conduce a un desplazamiento medial del muslo en la oscilación
 Patología contralateral
La causa más habitual es una contractura en abducción de la cadera contralateral en
apoyo, que provoca una elevación de la pelvis y una aducción de la cadera. La postura es la
misma que la creada con la contractura en aducción.

Abducción exagerada. Mediante un movimiento de abducción exagerada se consigue un


desplazamiento lateral del muslo, que amplía la base de sustentación durante en apoyo.

Causas de abducción exagerada:

 Patología homolateral
La contractura en abducción ocurre por un acortamiento de la
musculatura abductora, que retrasa al fémur lateralmente. La marcha es
entonces una mezcla de la ampliación de la base de sustentación y una
elevación contralateral de la pelvis. Este alargamiento de la pierna
dificulta el comienzo de la oscilación. De forma inversa, una hipotonía de
los abductores puede originar la misma situación.
La inclinación pélvica se usa para compensar la dismetría de miembros,
colocando la cadera en abducción exagerada.
El sujeto también puede adoptar una abducción voluntaria para sustituir
a una inadecuada flexión de cadera.
 Patología contralateral
La forma habitual consiste en una contractura en aducción de la cadera contralateral, que
provoca una caída de la pelvis homolateral y un alargamiento del miembro.
 Escoliosis y Oblicuidad Pélvica
Conduce a una abducción exagerada de la cadera homolateral a la pelvis más descendida.

6.5. ROTACIÓN TRANSVERSAL EXAGERADA

La rotación exagerada del miembro puede deberse a alteraciones en la articulación de la cadera o


se secundario a las alteraciones en la pelvis o en el tronco.

Causas de rotación exagerada:

Una rotación externa de cadera puede aparecer en dos situaciones: por la hiperactividad del
glúteo mayor y por un apoyo completo del pie debido a una flexión plantar exagerada del tobillo.

Una rotación interna exagerada puede aparecer en presencia de una hiperactividad de los
isquiotibiales mediales, de los aductores, del tensor de la fascia lata y de los fascículos anteriores
del glúteo menor y mediano y ante un cuádriceps débil o ausente.

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BIOMECÁNICA DE LA MARCHA PATOLÓGICA

6- ALTERACIONES EN LA PELVIS
El movimiento de la pelvis se puede ver afectado en cualquiera de los tres planos del espacio.

7.1. ALTERACIONES EN EL PLANO SAGITAL Y SUS CAUSAS

Los trastornos de la marcha en este plano se identifican mediante patrones de inclinación pélvica,
y se definen como: inclinación anterior o caída de la sínfisis e inclinación posterior o elevación de
la sínfisis.

Inclinación anterior. Aumenta la angulación anterior del plano definido


por las espinas ilíacas anteriores y posteriores, pasando de 10ᴼ (normal)
a 30ᴼ. El instante del ciclo de la marcha en el que aparecen las
alteraciones depende de la causa.

Las causas pueden ser: extensores de cadera débiles, incapaces de


mantener la pelvis (durante la fase inicial del apoyo), o contracturas en
flexión de cadera, que dependiendo del tipo que sean (30ᴼ o 40ᴼ)
afectarán a una fase (fase media y final de apoyo en la de 30ᴼ, y fase de
contacto inicial en la de 40ᴼ).

Inclinación posterior. Esta alteración es poco frecuente y habitualmente,


corresponde a una acción voluntaria, que suele ocurrir durante la oscilación.
El objetivo es adelantar el miembro en ausencia de unos flexores de cadera
adecuados

Es importante no confundir esta alteración con una recuperación de una


inclinación anterior de la pelvis, ya que un retorno de la pelvis a la posición
normal no supone un error de la marcha.

7.2. ALTERACIONES EN EL PLANO ANTEROPOSTERIOR Y SUS CAUSAS

Existen dos términos para definir un movimiento anormal de la pelvis en el plano anteroposterior:
elevación lateral de la pelvis (hip hike) y caída lateral de la pelvis (hip drop).

Elevación homolateral. Supone una elevación exagerada del lado homolateral de la pelvis, que
aparece en la fase de oscilación. La finalidad es ayudar a una separación del pie respecto al suelo,
cuando la flexión de cadera o rodilla se muestran insuficientes. Una causa habitual es una
exagerada flexión plantar del tobillo.

Caída contralateral. Un descenso del lado opuesto de la pelvis aparece durante la fase de apoyo.
Comienza cuando el peso corporal cae sobre el miembro en la fase inicial del apoyo y persiste
hasta la fase final del apoyo. Las causas son:

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• Debilidad de los músculos abductores de cadera

• Contractura o espasticidad de los músculos aductores de cadera

• Contractura de los abductores de cadera contralaterales

Caída homolateral. Esta caída aparece durante la fase de oscilación, a menudo refleja una
patología contralateral. Las causas más habituales son:

• Debilidad de los músculos abductores de cadera contralaterales

• Dismetría homolateral

• Debilidad de los músculos de la pantorrilla

• Una escoliosis: ocasiona una alineación estática deficiente con caídas homo o contralaterales
de la pelvis. Las desviaciones de la pelvis pueden ser en carios planos o permanecer estrictamente
en el plano anteroposterior.

Elevación homolateral Caída contralateral Caída homolateral

7.3. ALTERACIONES EN EL PLANO TRANSVERSAL Y SUS CAUSAS

En este plano, la alteración que se evidencia en el patrón de la marcha puede mostrar


modificaciones de este movimiento hace adelante o hacia atrás.

La pelvis puede tener una rotación exagerada hacia adelante fija o moverse acompañando al
miembro oscilante. Una rápida oscilación hacia delante de la pelvis en la fase inicial de la
oscilación, que continúa durante la fase media de la oscilación, es una forma de adelantar el
miembro en presencia de unos flexores de cadera incompetentes.

En el caso de una rotación exagerada hacia atrás, la pelvis puede poseer o bien una posición fija
con alineación en esa dirección hacia atrás, o una rotación dinámica en esa dirección que se
manifiesta en la fase final del apoyo.

La causa es una debilidad de los músculos de la pantorrilla.

En el plano transversal, también podría aparecer una carencia de rotación pélvica en pacientes con
una rigidez espástica del raquis.

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BIOMECÁNICA DE LA MARCHA PATOLÓGICA

7- ALTERACIONES EN EL TRONCO
Cuando la potencia muscular del tronco es insuficiente se generan desviaciones posturales
permanentes que afectan en la marcha. Las desviaciones en la alineación del tronco se clasifican
como inclinaciones del tronco.

8.1. INCLINACIÓN POSTERIOR

El desplazamiento posterior del tronco se realiza para utilizar su peso


como un mecanismo sustitutivo ante una fuerza muscular inadecuada.
Existen dos tipos de inclinación posterior: desplazamiento posterior del
tronco con una alineación lumbar normal o con una lordosis lumbar
aumentada. Las causas son la presencia de extensores de la cadera débiles
o una flexión inadecuada de cadera.

Durante el apoyo, la inclinación posterior de la cadera sustituye una acción


débil de los extensores de cadera, colocando la reacción posterior a la
cadera. Los pacientes con una debilidad bilateral de extensores de cadera
mantienen esta postura durante la marcha.

El grado de lordosis lumbar asociado a la inclinación del tronco se


relaciona con el grado de flexión de cadera presente.

Además, la inclinación posterior del tronco permite la sustitución de una flexión de cadera
inadecuada.

8.2. INCLINACIÓN ANTERIOR

Se caracteriza por el desplazamiento anterior del centro de gravedad, y se relaciona con la


búsqueda de un equilibrio postural. Las patologías de tobillo, rodilla o cadera precisan de una
inclinación anterior del tronco.

Una flexión plantar del tobillo puede compensarse mediante esta


inclinación para situar la fuerza de reacción sobre el área de apoyo del pie. La
causa puede ser una contractura o espasticidad del sóleo o de los gemelos.

Una debilidad del cuádriceps se compensa también con una inclinación


anterior, ya que proporciona una extensión pasiva de la rodilla, situando la
fuerza de reacción anterior a la misma.

Las contracturas en flexión de cadera, sin una lordosis compensatoria,


provocan una inclinación anterior del tronco durante las fases media y final
del apoyo y preoscilación.

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BIOMECÁNICA DE LA MARCHA PATOLÓGICA

8.3. INCLINACIÓN LATERAL

El tronco puede caer o inclinarse voluntariamente homolateral o contralateralmente.

Inclinación homolateral

El desplazamiento voluntario del tronco hacia el miembro que soporta el peso


para recuperar el equilibrio es una sustitución ante unos abductores de la
cadera débiles. La contractura de la musculatura aductora posee el mismo
efecto. En cuanto a la contractura de las estructuras laterales de cadera,
desplazan el miembro apoyado de la línea media. En este momento el tronco se
inclina hacia ese lado para situar la proyección del centro de gravedad cercana
al área de apoyo.

Una longitud inadecuada de la pierna, en raras ocasiones origina esta


inclinación a menos que sea pronunciada (3 cm o más), y las desviaciones
laterales del tronco (escoliosis) crean una situación estática de inclinación
lateral.

Cuando el paciente no es consciente de qué mitad del cuerpo está apoyada (alteración del
esquema corporal) también puede producirse esta inclinación.

Inclinación contralateral del tronco

Durante el apoyo, esta inclinación representa una compensación del


desequilibrio postural.

Una flexión de cadera inadecuada provoca esta inclinación como una forma de
despegar el pie del suelo. La causa puede ser una carencia de movilidad articular
o una debilidad de la musculatura flexora de la cadera.

8.4. ROTACIÓN EXAGERADA DEL TRONCO

Aunque con escasa significación funcional, una rotación del tronco supone una alteración
claramente identificable.

Alteración de la sinergia con la pelvis

En esta alteración el tronco acompaña el movimiento de adelantamiento de la pelvis, originando


una exagerada rotación anterior del lado homolateral del tronco.

Alteración de la sinergia con las ayudas a la deambulación

En las personas con una ayuda única para la deambulación, el movimiento del tronco siguiendo el
bastón o la muleta puede ser de gran ayuda.

Alteraciones de la sinergia con el movimiento de los brazos

Existe un acoplamiento en fase del movimiento del tronco respecto al de los brazos. El patrón es
similar al uso de un bastón único contralateral.

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BIOMECÁNICA DE LA MARCHA PATOLÓGICA

BIBLIOGRAFÍA

“Biomecánica de la marcha humana normal y patológica”,


Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV)
“La marcha humana, la carrera y el salto”, Éric Viel

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