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PROCESAMIENTO Y

EXPERIENCIA
SENSORIAL
LA FISIOLOGÍA DEL TACTO

EQUIPO 1 - PARCIAL 2 – UNIDAD 4


PSICOFISIOLOGÍA

2017
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE TAMAULIPAS

“PSICOFISIOLOGÍA”

DOCENTE: LIC. MARY CRUZ GALINDO

INTEGRANTES:

ALEJOS ÁVILA GUADALUPE JANELLE

ARMENTA DE LA ROSA ANGELICA

GUERRERO ANDRADE MIGUEL ANGEL

SALINAS HERNÁNDEZ JUAN ANTONIO

VALENCIA CANTÚ CANDIDA

2º B – LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

“FISIOLOGÍA DEL TACTO”

H.MATAMOROS, TAMPS. 06 DE MARZO DE 2017

1
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………………………………....03
EL TACTO…………………………………………………………………………………………………………………………04
LA PIEL…………………………………………………………………………………………………………………………….05
RECEPTORES SENSITIVOS…………………………………………………………………………………………………10
EL SENTIDO DEL TACTO……………………………………………………………………………………………………14
TIPOS DE TACTO………………………………………………………………………………………………………………14
MAYOR SENSIBILIDAD DEL TACTO…….………………………………………………….…………………………16
SISTEMA SOMATOSENSORIAL……………………………………………………………………………………......16
LOS SENTIDOS SOMÁTICOS Y EL TACTO…………………………………………………………………………..22
TRANSMISIÓN DE INFORMACIÓN……………………………………………………………………………………25
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL TACTO……………………………………………………………………………...30
PERCEPCIÓN TÁCTIL Y HÁPTICO……………………………………………………………………………………….30
SENTIDO CENÉSTESICO Y VESTIBULAR……………………………………………………………………………..31
UMBRAL DEL TACTO DE DOS PUNTOS……………………………………………………………………………..32
INHIBICIÓN LATERAL……………………………………………………………………………………………………….32
SISTEMAS RELACIONADOS CON EL TACTO……………………………………………………....................33
OTRAS PARTES QUE CONFORMAN LA PIEL………………………………………………………………………33
FENÓMENO DE EXTREMIDAD FANTASMA……………………………………………………………………….35
EL TACTO Y EL RECIÉN NACIDO…………………………………………………….....................................35
EL TACTO Y LA FALTA DE ALGUNOS SENTIDOS………………………………………………………………..36
NECESIDAD DEL TACTO…………………………………………………………………………………………………..36
ALGUNAS FRASES SOBRE EL TACTO………………………………………………………………………………..36
CONCLUSIÓN………………………………………………………………………………………………………………….37
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………………………………38

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INTRODUCCIÓN:

En el siguiente documento se hablará acerca del tacto de una manera más profunda,
donde se mencionará acerca de cómo es su estructura, su funcionamiento y todas las
partes que forman parte de él.

Toda la información fue recabada para que así exista una mejor compresión sobre este
tema, que puede escucharse fácil, pero es más complejo de lo que uno pueda pensar, quién
podría imaginar que algo que se había hablado antes, fuera tan perfecto como lo es todos
los sistemas de nuestro cuerpo.

El tacto no solo es tocar ni sentir, es un mundo lleno de conexiones que nos ayuda a
entender mejor el mundo que nos rodea.

El aparato sensorial: los órganos de los sentidos.


Durante estas sesiones analizaremos el sistema de recepción de estímulos del exterior, es
decir, los órganos de los sentidos.
El aparato sensorial consta de los cinco órganos de los sentidos: vista, gusto, olfato, oído y
tacto.

Para recibir sabores, el alimento se pone en contacto con la lengua. Los olores deben
tocar la pituitaria. Vemos un cuerpo cuando la luz que emite o refleja toca la retina. Los
sonidos deben de chocar contra el tímpano para que se inicie la vibración y de ahí la
audición.

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EL TACTO.

A pesar de que este sentido es poco


considerado en relación con los sentidos
catalogados como “importantes”, como el
de la vista o el oído, el tacto es el primero de
los cinco sentidos que se manifiesta ya
desde el período de gestación.

El tacto es el encargado de la percepción de los estímulos que incluyen


el contacto y presión, los de temperatura y los de dolor. Su órgano sensorial es la piel,
que, además, tiene el mérito de ser el órgano más grande del cuerpo. La percepción de
estos estímulos externos se realiza a través de las células receptoras específicas que tiene
cada una de estas señales en la piel.

INFOGRAFÍA 1 SOBRE EL SENTIDO DEL TACTO.

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El sentido más íntimamente relacionado con la piel es el tacto y es el primero en
desarrollarse en el embrión humano, cuando el embrión mide menos de 3 cm. un roce en
el labio superior causará que el cuello retroceda para alejarse de la fuente de
estimulación. La piel se desarrolla igual que el sistema nervioso desde la capa más externa
del embrión, el ectodermo, y esto nos da una idea de la relación piel- sistema nervioso. La
piel es la parte visible del sistema nervioso, el sistema nervioso es una parte oculta de la
piel.

INFOGRAFÍA 2 SOBRE EL SENTIDO DEL TACTO.

LA PIEL.

La piel no sólo es el órgano sensorial del tacto, sino que, en


general, es el más importante nexo entre nuestro organismo y
el exterior.

La piel tiene como función protegernos contra las agresiones


físicas y químicas, ya que es la primera barrera que tenemos
para resguardarnos contra las fricciones y golpes, y porque
brinda protección contra las infecciones y los rayos
ultravioleta. También sintetiza la vitamina D, que es esencial
para el crecimiento y la calcificación de los huesos. Gracias a

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los vasos sanguíneos que la irrigan y a la secreción de sudor, la temperatura de nuestro
cuerpo se mantiene constante.

La piel protege a todo nuestro cuerpo.

En sí, la piel es una membrana ligera,


resistente y flexible que reviste nuestro
cuerpo. Su superficie, en un adulto, fluctúa
entre 1,5 y 2 metros cuadrados; su peso
puede superar los 4 kilos.

La piel puede llegar a ser muy flexible.

La piel está compuesta por tres capas de tejido, que, de afuera hacia adentro, son:
la epidermis, la dermis y la hipodermis.

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La epidermis es la capa externa y visible de la piel;
en su parte superior presenta una capa
denominada capa córnea, llena de células muertas
que contienen una proteína llamada queratina.
Esta otorga a la piel su naturaleza protectora, que
junto al aceite segregado por las glándulas
sebáceas la hace impermeable. En la epidermis se
encuentran, también, la melanina, que es el
pigmento responsable del color de la piel y el que
impide el paso de los rayos ultravioleta.

La imagen muestra un ejemplo de cómo trabaja el


La imagen muestra donde hay más contacto con la piel (epidermis) colágeno en la dermis.

La dermis es la capa media, responsable de la resistencia y flexibilidad de la piel. En la


dermis se encuentran vasos sanguíneos, terminales nerviosas, glándulas sudoríparas y
fibras de colágeno que otorgan elasticidad a la piel.

La capa más profunda de la piel, la hipodermis, forma el denominado tejido celular


subcutáneo, un manto de tejido adiposo cuya función es ser importante reserva
energética, aislante térmico y amortiguador de golpes.

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Infografía de cómo se encuentra formada la piel.

Cabe destacar que la mayoría de las


sensaciones son percibidas por
medio de los corpúsculos, que son
receptores encerrados en cápsulas
de tejidos conjuntivos y distribuidos
entre las distintas capas de la piel.

La piel permite la percepción de muy


finas e innumerables sensaciones,
entre ellas las de contacto, presión,
temperatura y dolor. Estas
sensaciones son producidas por
estímulos que llegan a nuestra piel a
través de sus células receptoras.
Cabe señalar que cada centímetro
cuadrado de superficie cutánea
contiene unos 500 receptores
sensoriales, y que distintos
receptores intervienen para las
sensaciones táctiles, térmicas o
dolorosas. Corpúsculos de las sensaciones del tacto.

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A través de la piel percibimos todo tipo de sensaciones, cada una de las cuales tiene
receptores específicos: la sensación táctil –contacto–, la presión, el frío, el calor y el dolor.
Se estima que en la piel humana existen alrededor de cuatro millones de receptores para
la sensación de dolor, 500 mil para la presión, 150 mil para el frío y 16 mil para el calor.

Además hemos de tener presente que la piel es un espejo del organismo, puesto que su
hidratación, textura y color dan información del estado interno. La piel juega un papel
importante en el sentido háptico. Este término se usa para describir el sentido del tacto
mentalmente extendido que se produce con la experiencia total de vivir y actuar en el
espacio. El sentido háptico es un sentido adquirido, pues se aplica a objetos vistos que se
han tocado.

Infografía sobre la piel.


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Funciones de la piel:

 Sede del sentido del tacto


 Mediadora de sensaciones
 Barrera protectora e impermeable a agentes químicos (tóxicos) y físicos
(radiaciones), entre el organismo y el exterior, así como también de agentes vivos
(bacterias) nocivos para el organismo
 Regulador del flujo sanguíneo y la temperatura corporal.
 Vía excretora de restos metabólicos
 Implicada en metabolismo y almacenamiento de la grasa 16
 Sintetiza vitamina D
 Fuente de la sensación de placer y dolor

RECEPTORES SENSITIVOS.

Las sensaciones cutáneas de tacto, presión, calor y frío, y dolor, están mediadas por las
terminaciones nerviosas dendríticas de diferentes neuronas sensoriales. Los receptores
para calor, frío y dolor simplemente son las terminaciones desnudas de neuronas
sensoriales. Las sensaciones de tacto están mediadas por terminaciones dendríticas
desnudas que rodean los folículos pilosos y por terminaciones dendríticas expandidas,
llamadas terminaciones de Ruffi ni y discos de Merkel. Los discos de Merkel son sensibles
a la profundidad de la indentación de la piel, y tienen la resolución espacial más alta de los
receptores cutáneos; proporcionan información respecto a la textura de un objeto.

Los receptores que determinan la sensación de contacto son los corpúsculos de Meissner.
Están especializadas en el tacto fino, permitiéndonos captar la forma y el tamaño de los

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objetos, y distinguir entre lo suave y lo áspero. Se ubican en la zona superficial de la piel,
especialmente en la lengua, los labios, las palmas de las manos, las yemas de los dedos y
en las plantas de los pies. Estas sensaciones táctiles se agudizan cuando una persona se
encuentra a oscuras y, con mayor razón, en las personas no videntes, llamado sentido
estereognóstico (capacidad de apreciar los menores relieves: alfabeto Braille, monedas,
etc.).

Los corpúsculos de Pacini son los receptores encargados de percibir el grado de presión
que sentimos; nos permiten darnos cuenta del peso y de la consistencia de los objetos, y
apreciar si estos son duros o blandos. Están ubicados en la zona profunda de la piel, sobre
todo en los dedos de las manos y de los pies, pero son poco abundantes.

Los corpúsculos de Ruffini perciben los cambios relacionados con el alza de temperatura.
Es decir, si la temperatura de un cuerpo es mayor que la nuestra -la normal oscila entre los
36° y los 37° C- se origina una sensación de calor. Los corpúsculos de Ruffini se encuentran
en la zona más profunda de la der9mis y en la hipodermis, principalmente en las manos y
en los pies. En tanto, los corpúsculos de Krause, ubicados en la parte profunda de la
hipodermis, son los encargados de registrar la sensación de frío, que se produce cuando
tocamos un cuerpo o entramos a un espacio que está a menor temperatura que nuestro
cuerpo.

Ilustraciones de los corpúsculos del tacto.


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Las distintas sensaciones
del tacto son transmitidas
por estos receptores
(corpúsculos) a la corteza
cerebral, específicamente,
a la zona ubicada detrás de
la Cisura de Rolando.

Cisura de Rolando.

El dolor es percibido a través de sus propios receptores, llamados álgidos, que


son terminaciones libres intradérmicas, distribuidas por todo el cuerpo en el tejido
celular subcutáneo y en la parte más profunda de la epidermis. El dolor se produce
cuando la temperatura está bajo los 0° C o por sobre los 70° C, cuando hay una presión
excesiva o una herida en la piel. Así, cuando las células de la piel son dañadas y, por lo
tanto estimuladas, envían un mensaje al cerebro, el cual comienza a
segregar endorfinas que actúan como verdaderos analgésicos, bloqueando el dolor.
También forman parte de este órgano llamado piel, los anexos cutáneos: los pelos,
las uñas, las glándulas sebáceas y sudoríparas.

En esta imágenes se aprecia donde se encuentra el receptor de la piel.

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Los pelos son filamentos flexibles que recubren la piel y que se insertan y crecen a partir
de los folículos pilosos. Los pelos contribuyen al aislamiento térmico y protección del
organismo, y su distribución depende de factores genéticos y hormonales. Se encuentra
en cantidades importantes en el cuero cabelludo, axilas y zona genital.

Las uñas son unas láminas duras y semitransparentes, de color blanco-rosáceo, que se
ubican en los extremos de los dedos de las manos y de los pies.

Las glándulas sebáceas son grupos de células especializadas de la dermis que producen y
secretan sebo, una sustancia aceitosa que lubrica el pelo y la piel, y la impermeabilizan de
sustancias que podrían dañarla. Estas glándulas se distribuyen por toda la piel, pero se
concentran en la cara, espalda y zona genital. Las glándulas sudoríparas producen un
líquido compuesto de agua, sal y amoníaco, denominada sudor, que es secretado cuando
el cuerpo necesita perder calor. Estas glándulas se concentran principalmente en las
axilas, palmas de las manos, plantas de los pies y cuero cabelludo.

En esta ilustración se aprecia las diferentes neuronas que se encuentran en nuestra piel.

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EL SENTIDO DEL TACTO.

Los sentidos somatosensoriales, somáticos o somestésicos constituyen los mecanismos


nerviosos que recogen información de lo que sucede en la superficie del cuerpo y en su
interior. Los sentidos somáticos se dividen en cuatro: el tacto, la temperatura, la
nociocepción y la cinestesia o propiocepción. Y se subdividen en formas de sensaciones
táctiles: tacto epicrítico o protopático.

TIPOS DE TACTO.

 Tacto pasivo: Es involuntario, generalmente es un agente externo quien provoca la


impresión que se recibe.
 Tacto activo: Es voluntario, ejercemos una actitud exploratoria.
 Tacto protopático. Tacto grueso; consiste en la capacidad para percibir algo que
ésta tocando nuestra piel, aunque sin que pueda determinarse su localización
exacta, ni la forma, ni el tamaño o textura del objeto. Receptores: Corpúsculos de
Paccini, terminaciones libres amielínicas relacionadas con el tacto, disco de Merkel.
 Tacto epicrítico. Tacto discriminativo o fino, consiste en la capacidad para
reconocer con exactitud qué punto de la piel está siendo tocada, nos permite tener
una conciencia espacial y discriminativa de las impresiones táctiles. Receptores:
Husos musculares, órganos neurotendínios y corpúsculos de Meissner

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MAYOR SENSIBILIDAD DEL TACTO.

El tacto se encuentra más


desarrollado en las yemas de los
dedos, en la punta de la lengua, en los
labios, en la palma de las manos y en
la planta de los pies.

La yema de los dedos es uno de los lugares del cuerpo con


mayor sensibilidad.

SISTEMA SOMATOSENSORIAL.

SOMESTESIA: Sensaciones somáticas que se perciben con todo el cuerpo, no solo se


localizan en un órgano concreto.

Imagen de caracterización de las sensaciones táctiles del cuerpo humano.

El sistema somatosensorial percibe estímulos externos e internos, que se encuadran


dentro de cuatro sub-modalidades de la sensibilidad somática:

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 Tacto/Presión
 Temperatura
 Dolor
 Propiocepción (posición de los
músculos): La información se trasmite al
cerebro por los husos musculares
(localizados en el interior de los
músculos), que informan de la longitud
del músculo, y con ello, de su posición.

Imagen donde se ve el lugar del sistema nervioso central donde se


encuentra la corteza somatosensorial.

El sistema sensorial somático nos proporciona algunas de las experiencias más agradables
de la vida, así como algunas de las más desagradables. La sensibilidad somática permite a
nuestros cuerpos sentir, experimentar dolor, tener escalofríos y saber que están haciendo
las diversas partes del cuerpo. Es sensible a muchos tipos de estímulos: presión de objetos
contra la piel, la posición de músculos y articulaciones, la distensión de la vejiga y la
temperatura de las distintas partes del cuerpo. Cuando lo estímulos pueden ser
perjudiciales existe una sensación somática que nos permite percibir estas circunstancias:
el dolor. A diferencia de otros sentidos sus receptores están distribuidos por todo el
cuerpo. Por otra parte al responder a varios estímulos diferentes se puede considerar
como un grupo de al menos cuatro sentidos: Tacto Temperatura Posición de partes del
cuerpo Dolor Un estímulo individual suele activar muchos receptores y un solo receptor ya
es capaz de codificar características del estímulo, como la intensidad, duración, posición,
velocidad... Etc.

La sensibilidad somática se ocupa de muchos tipos de información procedente de casi


todas las partes del cuerpo. Empezando por los receptores sensoriales de la piel, y la
paredes corporales, de los músculos, tendones, ligamentos, y tejido conectivo de las
articulaciones, y de los órganos internos. Los estímulos varían desde los mecánicos (p. ej.
cosquillas), químicos (el veneno de una abeja) y los físicos (una ducha fría) por lo cual
existen muchos tipos diferentes de receptores. Estudiaremos los distintos tipos de
receptores: mecanorreceptores, nociceptores, termorreceptores, propioceptores y
quimiorreceptoes.

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Los distintos tipos de receptores de la piel.

Los mecanorreceptores.
La mayor parte de los receptores sensoriales del sistema sensorial somático son
mecanorreceptores, que son sensibles a la deformación física. Están presentes en todo el
cuerpo, monitorizan el contacto con la piel, la presión del corazón y los vasos sanguíneos,
la distensión de los órganos digestivos, y la vejiga, y la fuerza contra los dientes. En el
centro de cada mecanorrecpetor existen ramas de axones no mielinizados. Estos axones
poseen canales iónicos mecanosensibles, cuya apertura depende del estiramiento o de los
cambios de tensión de la membrana que los rodea.
Debemos distinguir los dos tipos de piel que existen en el cuerpo ya que cada uno de estos
tipos contiene distintos mecanorreceptores. La piel lampiña o glabra (sin pelo que aparece
en las palmas de las manos), y la piel hirsuta que aparece por ejemplo en el dorso de la
mano y los brazos.

• Sensibles a la deformación física: flexión, presión, estiramiento.


• Poseen axones con canales iónicos mecanosensibles. – Corpúsculo de Meissner –
Corpúsculo de Pacini – Terminación de Rufini – Receptor de Merkel – Mecanorreceptores
de los folículos pilosos

Campo receptivo.

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El neurocientífico Ake Vallbo y su grupo desarrollaron un método para evaluar la
respuesta de los mecanorreceptores de la mano registrando los potenciales de acción de
axones individuales accediendo al nervio mediano del brazo humano. De esta manera se
pudo determinar que el campo receptivo de corpúsculos de Meissner y los receptores de
Merkel es pequeño (algunos mm) y sin embargo para las terminaciones de Ruffini y los
corpúsculos de Pacini los campos receptivos son más extensos.

También podemos observar la persistencia de la repuesta de los distintos


mecanorreceptores a estímulos de larga duración. Los corpúsculos de Meissner y los
corpúsculos de Pacini, tienen tendencia a responder rápidamente al principio, pero
después interrumpen las descargas, aunque el estímulo se mantenga, lo que
denominaremos receptores de adaptación rápida. Otros receptores, como los receptores
de Merkel y las terminaciones de Ruffini, son de adaptación lenta y generan una respuesta
más persistente durante el estímulo prolongado.

Receptores de dolor-Nociceptores.
Existen receptores especializados en la sensación de dolor. Esta sensación es muy útil para
la supervivencia del individuo pues actúa como un mecanismo de alarma que detecta
situaciones anormales posiblemente nocivas.
Se detectan estímulos de varios tipos:
•Mecánicos: presión excesiva, en especial de objetos punzantes •Térmicos: calor y frío
extremos
•Químicos: pH excesivo, determinados iones o sustancias neuroactivas, etc.
Estímulo del dolor.

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Los receptores están repartidos por todo el cuerpo (piel, músculo, hueso, órganos
internos, vasos sanguíneos y el corazón), excepto en el cerebro. Este hecho en ocasiones
permite a los neurocirujanos llevar a cabo intervenciones quirúrgicas utilizando solamente
anestesia local, y permitiendo explorar las regiones cerebrales con funcionalidades
esenciales mientras el paciente está consciente.

Receptores de temperatura=Termorreceptores.
Todas las células del cuerpo son sensibles a la temperatura ya que puede afectar a su
funcionamiento químico, pero en especial el cerebro, por su complejidad, requiere una
temperatura más estable que otras partes del cuerpo, de tal manera que es vital que la
temperatura se mantenga alrededor de los 37º y no supere los 40.5º. Aunque todas las
neuronas son sensibles a la temperatura, no todas son termorreceptores.

Existen algunas neuronas que son exquisitamente sensibles a la temperatura (diferencias


de 0.01ºC). Podemos diferenciarlas entre detectores de calor (30ºC-45ºC) y de frío (10ºC-
35ºC y por encima de 45ºC), localizados preferentemente en la piel. También hay
neuronas sensibles a la temperatura en el hipotálamo y en la médula espinal que
contribuyen a regular la temperatura corporal. Los receptores en la piel detectan
principalmente cambios súbitos y variaciones de temperatura, y se adaptan durante los
estímulos de larga duración.

Esto se puede observar fácilmente introduciendo una mano en agua fría y caliente, al
principio la sensación del cambio de temperatura es muy acusada, pero después de un
tiempo se adapta y la sensación disminuye.

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Proprioceptores.
A diferencia los receptores sensoriales somáticos que hemos estudiado hasta ahora, los
proprioceptores proporcionan información sobre nuestro medio interno, en vez del medio
externo. Permiten percibir la posición relativa de los miembros del cuerpo, si se están
moviendo o no, y con qué rapidez. Esta sensibilidad es fundamental para orientar los
movimientos y para el conocimiento de las posiciones de nuestras extremidades
ayudándonos a explorar objetos... Hay detectores en los músculos, articulaciones,
ligamentos,... En los músculos esqueléticos están presentes los husos musculares (miden
la longitud y la tasa de estiramiento de los músculos), y los órganos tendinosos de Golgi
(calibran la fuerza generada por un músculo determinando la tensión de su tendón).

Imagen sobre la estructura de los receptores en el cuerpo humano. 21


LOS SENTIDOS SOMÁTICOS Y EL TACTO.

Los sentidos somáticos son los que nos informan de lo que pasa en la superficie y en el
interior del cuerpo, es decir, en la piel, los músculos y articulaciones y en las vísceras y
órganos internos. Son, pues, los sentidos de la condición o estado físico del cuerpo.

Tenemos una consciencia corporal, un sentido del conjunto y de la unidad de nuestro


cuerpo y de sus diferentes partes y dimensiones. Gracias a los sentidos cutáneos,
podemos saber si lo que nos toca o tocamos es una mano, un libro u otro objeto y conocer
con bastante detalle sus características particulares. Es decir, somos capaces de identificar
objetos por el tacto, algo a lo que nos ayuda el combinar el propio sentido cutáneo con los
sentidos propioceptivos que son los que nos hacen conscientes en cada momento de la
posición y el movimiento de las articulaciones de los dedos y demás partes del cuerpo.
Incluso con los ojos cerrados, cada uno de nosotros sabe en todo momento lo flexionados
o extendidos que tenemos los brazos o las piernas y conoce la posición de las diferentes
partes del cuerpo. Esto es posible a los mencionados sentidos propioceptivos, que se
basan en receptores sensoriales localizados en las articulaciones, dándonos incluso su
velocidad con gran precisión. El cerebro recibe continuamente toda esa información y,
aunque puede hacerlo, no necesita auxiliarse con la vista u otros sentidos para saber
cómo están o lo que hacen en cada momento las diferentes partes del cuerpo.

Mucho más importantes de lo que habitualmente reconocemos son las sensaciones que
provienen de los órganos internos del cuerpo y su estado fisiológico. Es decir, las
sensaciones interoceptivas de presión, tacto, picor, temperatura, dolor y otros sentidos

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viscerales o con ellos relacionados, pues aunque más vagas e imprecisas que las
exteroceptivas (las cutáneas y propioceptivas), las sensaciones provenientes del interior
del cuerpo contribuyen críticamente a la percepción de bienestar que tenemos en cada
momento. Los sentidos interoceptivos son los que nos indican el estado fisiológico del
cuerpo, los responsables de que nos sintamos cómodos o incómodos, cansados o
descansados, relajados o estresados, sanos o enfermos. Podemos pensar, por ejemplo, en
lo diferente que nos sentimos después de una noche de plácido sueño o después de haber
dormido mal tras una velada de copiosa celebración. Nada ilustra mejor la percepción
interoceptiva que una buena resaca.

Las sensaciones viscerales son también parte esencial de las respuestas somáticas que
determinan y dan fuerza a los sentimientos y a los diferentes estados de ánimo de las
personas. De hecho, el cerebro utiliza las sensaciones provenientes del interior del cuerpo
como una vara de medir para determinar la fuerza de los sentimientos y tomar decisiones
de acuerdo con esa fuerza. Las emocione no son otra cosa que un conjunto de reacciones
viscerales y somáticas en general y los sentimientos son más una ilusión que una realidad
si no se acompañan de las percepciones que nos aportan los sentidos interoceptivos.

Aunque las sensaciones y percepciones se generan en el cerebro, como veremos


fundamentalmente en la corteza cerebral, no las sentimos en el mismo cerebro, sino en la
parte del cuerpo que es estimulada. Es decir, si nos golpean en una mano sentimos el
golpe en dicha mano y si lo hacen en la cara lo sentimos en la cara, pero en realidad son
las partes de la corteza cerebral que reciben la información somática de las manos y la
cara las que originan esas sensaciones.

El cerebro dispone de abundantes receptores sensoriales llamados receptores somáticos


que consisten en minúsculos y variados corpúsculos ya antes mencionados. Están
incrustados en la piel, en las fibras musculares, en las articulaciones óseas y en las vísceras
y lo que hacen es detectar los estímulos mecánicos o nocivos que inciden sobre cualquier
parte del cuerpo. Son más abundantes en las partes más sensibles del cuerpo, como los
dedos y los labios y menos en las partes menos sensibles del mismo, como espalda, brazos
y piernas.

En su camino hacia el cerebro, por razones que se desconocen aunque probablemente


relacionado con alguna ventaja evolutiva, la información sensorial procedente de cada
lado del cuerpo se cruza con la procedente de la otra mitad. De tal modo que el
hemisferio derecho del cerebro recibe y procesa la mayor parte de la información
sensorial de la mitad izquierda del cuerpo y el hemisferio izquierdo recibe y procesa la de
la mitad derecha del mismo.

Tras hacer escala en el tálamo, la información de los sentidos somáticos es analizada y


procesada en la corteza cerebral del lóbulo parietal. Una parte de esa corteza, el área
primaria, recibe la información directamente desde el tálamo y la organiza de modo
topográfico, siguiendo la misma distribución espacial que tiene en el cuerpo: la

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información procedente de un dedo se sitúa al lado de la del dedo adyacente, la de una
mano al lado de la de su brazo, la de éste al lado de la del tronco, etc.

Lóbulo parietal, corteza sensorial somática. Localización del tálamo.

El procesamiento de la información que lleva acabo el área primaria somática de la


corteza cerebral hace que tengamos un sentido elemental del tacto y de las posiciones y
movimientos de las diferentes partes del cuerpo.

Ahora se sabe que la corteza sensorial somática


se activa no solo cuando tocamos algo, sino
también, sino también cuando vemos a otra
persona haciéndolo. Esto puede ayudarnos a
comprender la experiencia sensorial de esa otra
persona y facilitar nuestro sentido de la empatía.
Afecta sobre todo a los sentidos exteroceptivos,
ya que la información correspondiente a los
sentidos interoceptivos tiene su propio curso.

Desde sus receptores sensoriales, la información interoceptiva asciende por nervios


especiales, como el vago, hacia el tálamo y de allí a un lugar especial del cerebro, la
corteza insular (porción de la corteza cerebral sumergida en el plegamiento que forma la
cisura de Silvio, entre los lóbulos temporal y frontal), que es el área primaria del sentido
interoceptivo. En la parte posterior de esa área tenemos una primera representación del
estado fisiológico del cuerpo, organizada también de un modo topográfico, aunque no tan
precisa como la de los sentidos cutáneos, pues aquí el mapa corporal está más
desdibujado. Esta área es la responsable de que en cada momento sintamos cómo está
nuestro cuerpo, el grado de bienestar o de malestar que tenemos.

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Pero la verdadera importancia de la corteza
insular y el sentido interoceptivo no la
conocimos hasta que los neurocientíficos
descubrieron que las neuronas de la parte
anterior de esa corteza en el hemisferio
derecho del cerebro contienen además una
representación de la representación del estado
fisiológico que hay en la parte posterior de la
misma. Una metarrepresentación, en definitiva
necesaria para crear la impresión de que los
sentimientos corporales que tenemos son de
uno mismo, los tengo yo, son míos. Se activan
cuando un animal o persona ejecuta una acción
y cuando observa esa misma acción al
ser ejecutada por otro individuo, especialmente
un congénere.
Las neuronas del individuo imitan como reflejando la acción de otro: así, el observador
está él mismo realizando la acción del observado, de allí su nombre de espejo.

La corteza insular anterior del hemisferio derecho parece, una parte muy importante para
originar el sentimiento subjetivo que tenemos en cada momento de nuestro propio
cuerpo y de su estado, lo que resulta a su vez crítico para tener autoconciencia.

TRANSMISIÓN DE INFORMACIÓN.

La transmisión de información desde los sensores hasta el sistema nervioso central se


realiza a través de nervios de varios tipos. El grosor de cada nervio determina su velocidad
de transmisión. Se han agrupado en cuatro clases, a las que se les han dado los nombres
AI, AII, AIII y C (ordenados desde los más gruesos y rápidos hasta los más finos y lentos). La
velocidad de transmisión puede variar desde más de 100 m/s hasta menos de 1 m/s. Por
tanto el tiempo que tarda una sensación en llegar hasta el sistema nervioso central desde
los pies o las manos puede variar entre aproximadamente 10 ms hasta más de 1 s.

Las sensaciones de los proprioceptores utilizan los nervios más rápidos (se necesitan
tiempos de respuesta rápidos para poder coordinar el movimiento de las extremidades),
mientras que para sensaciones como las de temperatura basta con canales de transmisión
más lentos (es una forma de optimizar el consumo de energía y de proteínas necesarias).
La diferencia en la rapidez de transmisión de las sensaciones es perceptible por ejemplo
ocurre una picadura de una abeja, en ese caso la sensación de dolor se sentirá después de
algunos segundos, sin embargo la sensación del pinchazo se percibirá rápidamente ya que
también se habrán estimulado los mecanorreceptores de la piel que son mucho más
rápidos

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Organización de la columna vertebral.
Los nervios que transmiten sensaciones somato-sensoriales entran en la columna
vertebral, estando organizados por zonas del cuerpo dermatomas. A cada zona le
corresponde un grupo de nervios y un segmento de la columna.

Ilustración de cómo se encuentra


organizada la columna vertebral

Vías de sensibilidad somática.


Hay dos caminos principales ascendentes hacia el cerebro:
•Los receptores mecánicos y de propriocepción utilizan un camino más rápido, en el que
la primera sinapsis no se produce hasta la médula (aunque puede haber sinapsis a
neuronas próximas, motoras principalmente, en el mismo segmento de la columna).
•Los receptores térmicos y de dolor utilizan nervios más lentos y forman una sinapsis nada
más entrar en la columna

Vía dorsal-lemniscal medial.


Los receptores mecánicos (tacto y vibración) y de propriocepción utilizan un camino más
rápido, en el que la primera sinapsis no se produce hasta la médula (aunque puede haber
sinapsis a neuronas próximas, motoras principalmente, en el mismo segmento de la
columna). Esta información se trasmite a través de las columnas dorsales de la medula

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espinal, trasmitiendo la sensación táctil y propriceptiva del lado derecho, por la columna
dorsal derecha y análogamente para el lado izquierdo. Al llegar al bulbo raquídeo se
produce una sinapsis con las células de los núcleos de la columna dorsal produciendo un
cruzamiento de las aferencias mecanorreceptores y propioceptoras pasando por el
lemnisco medial del bulbo raquídeo. Después se produce otra sinapsis a nivel del tálamo
para terminar proyectándose en las regiones específicas de la corteza somatosensorial.

Movimientos reflejos.
Las sensaciones proprioceptivas y táctiles
participan en muchos procesos que tienen
realimentación rápida sobre las neuronas
motoras mediante una sinapsis al nivel de la
médula espinal. De esta manera una sensación
desagradable puede producir el reflejo de
contraer un músculo rápidamente. O bien al
recibir un objeto pesado de forma inesperada
(propriocepción) se produce un reflejo de
ejercer mayor fuerza para no dejar caer el
objeto.

Vía espinotalámica.
Los receptores térmicos y de dolor
utilizan nervios más lentos y forman una
sinapsis nada más entrar en la columna.
Esta información se trasmite a través del
tracto o fascículo espinotalámico,
proyectándose directamente en el
tálamo. A partir de aquí se proyecta a la
corteza sensorial. En este caso la
información que se trasmite es
contralateral desde que llega a la
medula espinal a diferencia de la
información proprioceptiva y táctil. Las
dos vías son paralelas y se aproximan
especialmente a partir del bulbo
raquídeo pero permanecen separadas.

27
Vía del nervio trigémino.
Existe un tercer camino por el que se
transmiten las sensaciones procedentes
de la parte de la cara, los labios, lengua...
que lógicamente no circulan por la
columna vertebral. Estas sensaciones se
trasmiten principalmente por los nervios
trigéminos que penetran en el cerebro a
la altura de la protuberancia. De nuevo
existirán axones rápidos para la
trasmisión de propriocepción de la
mandíbula y de la sensación táctil de la
cara, y axones lentos para la trasmisión
de temperatura y dolor. Se proyectan en
el tálamo para terminar en la corteza
somatosensorial.

La corteza somatosensorial.
Está estructurado por zonas, todas dentro del lóbulo parietal. •S1 o corteza
somatosensorial primaria, compuesta por tres áreas de Brodmann (1, 2, 3a, 3b) •S2 o
corteza somatosensorial secundaria •Corteza parietal posterior, compuesta por otras dos
áreas de Brodmann (5 y 7). En ella se producen procesos complejos que relacionan
distintas sensaciones para la identificación de objetos (por ej. diferenciar una llave de una
cuchara)

28
El Mapa somatosensorial.
El córtex tiene el equivalente a un mapa de todo
el cuerpo, reflejándose en este mapa la
procedencia original de cada sensación. La
correspondencia entre sensaciones superficiales y
corteza cerebral se denomina somatotopia
cortical. La superficie dedicada a cada órgano
depende del número de terminaciones nerviosas
en el mismo, siendo muy distinta para unas partes
del cuerpo que para otras y especialmente grande
para la boca, lengua y dedos de las manos.

Homúnculo de las sensaciones del cuerpo.

Organización en columnas de la corteza


El córtex somatosensorial, al igual que el córtex visual y auditivo, está organizado en
columnas, cada una de ellas especializada en las diferentes sensaciones procedentes de
una misma zona del cuerpo. En las capas siguientes del córtex la información se integra de
manera que se perciban objetos, más que características separadas. Las sensaciones de
textura, tamaño, forma se entienden como características de un mismo objeto.

Imagen de la organización del córtex motor y somatosensorial.

29
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL TACTO.

Recibe estímulos del exterior a través de la piel: presión, roce, contacto, vibración,
temperatura, etc. Y puede recibir los estímulos como normales o como aviso de dolor. Los
receptores se encuentran, en su mayor parte, en la dermis. Ya hablamos de ellos en el
tema anteriormente: terminaciones libres, corpúsculos de Paccini, de Ruffini, de Meissner,
la inervación de los folículos pilosos, etc. De alguno de ellos se conoce su función
concreta, o no se tiene del todo claro. Desde los receptores salen neuronas, que se unen
para formar nervios, y que llegan al cerebro a través de la médula espinal. Es en el cerebro
donde se interpretan las sensaciones y se localizan, concretamente en las áreas sensitivas
de la corteza cerebral. Si el estímulo es doloroso, sigue otra vía diferente que no le lleva a
la corteza (de ahí que las sensaciones dolorosas sean más difíciles de localizar).

PERCEPCIÓN TÁCTIL Y HÁPTICO.

En la percepción intervienen los sentidos y una serie de actividades cognoscitivas que nos
ayudan a interpretar las sensaciones auditivas, táctiles, olfativas, gustativas o visuales que
llegan al cerebro. Así se elaboran los conocimientos y se crean imágenes mentales. Pero
estas imágenes son de distinta naturaleza que las de los videntes.

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Siguiendo a Leonhardt (1984), la persona ciega no es una persona vidente que carece de
visión. La manera de percibir el mundo de un niño invidente no es igual a la de un niño
vidente con los ojos tapados. La diferencia estriba en la organización original de sus
modalidades sensoriales.

La percepción a través del tacto comprende:


 Percepción táctil (estática): a través de los receptores cutáneos sentimos las
cualidades térmicas y la consistencia. Con la mano en reposo sólo podemos
describir el aspecto aproximado y esquemático de los objetos.
 Percepción cenestésica (dinámica): información proporcionada por el movimiento
voluntario de las manos. Este tipo de percepción dinámica nos permite percibir el
objeto, su textura, aspereza, dureza y forma. La mano no dominante sujeta el
objeto o se encarga de proporcionar los puntos de referencia mientras la mano
dominante lo explora, realiza movimientos sobre el objeto e integra los datos que
obtiene hasta configurar un concepto global del objeto explorado.

Con la ayuda del tacto se pueden crear imágenes mentales.

El resultado de la asociación de estos dos sistemas de percepción es la percepción


háptico (tacto activo) Es un sistema de percepción, integración y asimilación de
sensaciones, a través del tacto activo. En suma, la percepción háptico es la base del
desarrollo y aprendizaje de los alumnos con discapacidad visual, especialmente de los que
presentan ceguera total.

SENTIDO CENESTÉSICO Y VESTIBULAR.

 El sentido cenestésico es la conciencia de la posición del cuerpo y las


extremidades.
 El sentido vestibular proporciona información acerca de la orientación, el
movimiento y la aceleración.

31
UMBRAL DEL TACTO DE DOS PUNTOS.

El tamaño aproximado de los campos receptivos que transmiten tacto ligero puede
medirse mediante la prueba del umbral de tacto de dos puntos. En este procedimiento, se
toca ligeramente la piel con los dos extremos de un compás en el mismo sitio. Si la
distancia entre los puntos es lo bastante grande, cada punto estimulará un campo
receptivo diferente y una neurona sensorial diferente; así, se sentirán dos puntos de tacto
separados. Si la distancia es lo bastante pequeña, ambos extremos tocarán el campo
receptivo de sólo una neurona sensorial, y sólo se sentirá un punto de tacto. El umbral de
tacto de dos puntos, la distancia mínima a la cual dos puntos de tacto pueden percibirse
como separados, es una medida de la distancia entre los campos receptivos. Si la distancia
entre las dos puntas del compás es menor que esta distancia mínima, sólo puede sentirse
un punto de tacto poco definido. De este modo, el umbral de tacto de dos puntos es una
indicación de la agudeza táctil (acus, “aguja”), o de la agudeza de la percepción del tacto.
La agudeza táctil de las yemas de los dedos se explora en la lectura de braille. Los símbolos
braille se forman por puntos elevados en la página, separados uno de otro por 2.5 mm,
que es un poco mayor que el umbral de tacto de dos puntos en las yemas de los dedos.
Los lectores de braille experimentados pueden explorar palabras casi con la misma rapidez
con que una persona vidente puede leer en voz alta: una rapidez de alrededor de 100
palabras por minuto.

INHIBICIÓN LATERAL.

Cuando un objeto romo toca la piel, estimula varios campos receptivos —algunos más que
otros—Los campos receptivos en las áreas centrales donde el tacto es más fuerte se
estimularán más que aquellos en los campos vecinos donde el tacto es más leve. La
estimulación disminuirá de manera gradual desde el punto de mayor contacto, sin una
frontera clara, bien definida. Aun así, lo que se percibe no es la sensación indefinida que
podría predecirse. En lugar de eso, sólo se siente un tacto único con bordes bien
definidos; esta agudización de la sensación se debe a un proceso llamado inhibición

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lateral. La inhibición lateral y la agudización de la sensación resultante ocurrirán dentro
del CNS. Las neuronas sensoriales cuyos campos receptivos son estimulados más
fuertemente inhiben —por medio de interneuronas que pasan “lateralmente” dentro del
CNS— las neuronas sensoriales que inervan campos receptivos vecinos. La inhibición
lateral es un tema común en fisiología sensorial, aunque los mecanismos involucrados son
diferentes para cada sentido. En la audición, la inhibición lateral ayuda a afinar la
capacidad del encéfalo para distinguir sonidos de diferentes.

SISTEMAS RELACIONADOS CON EL TACTO.

 Tegumentario: 1) La piel ayuda a proteger al cuerpo contra agentes patógenos. 2)


La piel ayuda a regular la temperatura corporal. 3) Los receptores cutáneos
proporcionan sensaciones de tacto, presión, dolor, calor y frío.
 Esquelético: 1) Los propioceptores proporcionan información sensorial acerca del
movimiento de articulaciones y la tensión de tendones.
 Muscular: 1) Los husos musculares dentro de músculos esqueléticos vigilan la
longitud del músculo.
 Nervioso: 1) Las neuronas aferentes transducen potenciales de receptor graduados
hacia potenciales de acción. 2) Las neuronas aferentes conducen potenciales de
acción desde receptores sensoriales hacia el CNS para procesamiento.
 Endocrino: 1) La estimulación de terminaciones sensoriales en la mama por la
acción de succión de un lactante evoca la secreción de hormonas involucradas en
la lactación.
 Inmunitario: 1) Las sensaciones de dolor pueden surgir a partir de ganglios
linfáticos hinchados, lo que alerta respecto a infección.
 Reproductor: 1) Los receptores sensoriales proporcionan información para la
erección y el orgasmo, así como para otros aspectos de la respuesta sexual.

OTRAS PARTES QUE CONFORMAN LA PIEL.

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Glándulas sudoríparas.
Se sitúan en el tejido subcutáneo y se abren paso mediante un conducto llamado poro al
exterior de la piel. Su función es regular la temperatura del cuerpo.

Capa de Malphigi.
Es la capa más profunda de la epidermis, constituida por células mucosas. Las nuevas
células que aquí se forman pasan a la epidermis, sustituyendo a las células muertas, que
se desprenden de la piel en forma de escamas o caspa.

Glándulas sebáceas.
Son glándulas holocrinas que bordean el pelo y segregan una sustancia aceitosa (sebo)
que da flexibilidad y suavidad.

Tejido adiposo.
Sus células presentan gran cantidad de capilares sanguíneos a su alrededor. Se localiza
principalmente en la piel y especialmente alrededor de los muslos, nalgas, mamas y
abdomen. También rodea algunos órganos como el corazón y los riñones. Conserva la
temperatura corporal y protege a numerosos órganos como si fuera un colchón contra
choques y caídas.

Pelo.
Consta de una parte terminal (bulbo), porción engrosada. Continúa con la raíz, finalizando
en el tallo. Está cubierto por vainas llamadas folículo piloso.

Infografía del fenómeno “piel de gallina”. 34


FENÓMENO DE EXTREMIDAD FANTASMA.

El fenómeno de la extremidad fantasma fue descrito por vez primera por un neurólogo
durante la guerra civil de EUA. En esta descripción, un veterano con piernas amputadas
pidió a alguien que le diera masaje en un músculo de la pierna acalambrado. Ahora se
sabe que este fenómeno es frecuente en amputados, quienes pueden experimentar
sensaciones completas de las extremidades faltantes. Estas sensaciones a veces son útiles
—por ejemplo, para adaptar prótesis en las cuales la extremidad fantasma al parecer ha
entrado—. Empero, 70% de los amputados experimenta dolor en la extremidad fantasma,
que puede ser intenso y persistente. Una explicación para las extremidades fantasma es
que los nervios que permanecen en el muñón pueden crecer y formar nódulos llamados
neuromas, y éstos pueden generar impulsos nerviosos que se transmiten hacia el
encéfalo, el cual los interpreta como provenientes de la extremidad faltante. Con todo,
una extremidad fantasma puede ocurrir en casos en los cuales no se ha amputado la
extremidad, pero los nervios que normalmente entran desde la extremidad se han
cortado. O bien, puede aparecer en individuos con lesiones de la médula espinal por
arriba del nivel de la extremidad, de modo que las sensaciones provenientes de la
extremidad no entran al cerebro. Las teorías actuales proponen que la extremidad
fantasma puede producirse por reorganización del cerebro causada por la falta de
sensaciones que normalmente surgirían a partir de la extremidad faltante. Esa
reorganización del encéfalo se ha demostrado en el tálamo y en el mapa de
representación del cuerpo en la circunvolución poscentral de la corteza cerebral.

EL TACTO Y EL RECIÉN NACIDO.

Veamos ahora la importancia de las caricias y la ternura para el buen desarrollo del bebé y
también para la adquisición de una buena adaptación al medio que le sostiene. El
psiquiatra James Halliday observa que la forma de sostener al hijo de algunas madres
genera bebes inseguros o ansiosos, cuando la madre sostiene con inseguridad y poca
firmeza. Se puede confirmar así el dicho que de madres ansiosas nacen hijos ansiosos,

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pues quizás el niño perciba cinestésicamente la confianza de quien lo sostiene. Su
recomendación es abrazar y sostener con firmeza y seguridad dando límites y continente
al niño, algo imprescindible para su desarrollo.

Se descubrió que el contacto, los abrazos, las caricias, los cuidados lo que aquí se pretende
resaltar, porque parece que, incluso en ausencia de poco más, son las experiencias
tranquilizadoras básicas que el lactante debe disfrutar para sobrevivir de forma saludable.

TACTO Y LA FALTA DE ALGUNOS SENTIDOS.

Los casos más relevantes para ejemplificar la importancia del tacto y la estimulación
cutánea son aquellos en los que se han perdido otros sentidos. Los ejemplos más
dramáticos son los de Laura Bridgman y Helen Keller, historias ampliamente conocidas en
las que en ausencia de vista y oído se consigue acceder a estas niñas a través de la piel y
consiguen comunicarse en grado complejo con la única ayuda que su piel.

NECESIDAD DEL TACTO.

El fenómeno “hambre de piel”, es cada vez más estudiado por los investigadores del
comportamiento. Se refiere al deseo de ser tocado, a la necesidad profunda de contacto
físico. Quien más lo sufre son las personas mayores. Son quizás los menos tocados de la
sociedad, como si la vejez fuera contagiosa. A un niño es agradable acariciarlo, pero ¡¿a un
anciano?! Su piel queda excluida de las ideas que trasmiten los medios sobre lo agradable
y la belleza. Es una enseñanza visual subliminal por la que nos dejamos engañar. A veces,
observamos en algunas personas esta necesidad de ser tocadas, por su continuo acariciar
objetos o sus propias manos. Se ha comprobado que el contacto y la comunicación a
través del tacto, resulta beneficiosa para el tratamiento de algunos enfermos,
proporcionando estados emocionales positivos que ayudan en el proceso de curación. La
estimulación táctil adecuada y las emociones, reducen la señal de dolor que llega al
cerebro y pueden influir en la producción natural de endorfinas que lo atenúan. El tacto es
crucial en las relaciones humanas, y como dice Montagú “una experiencia táctil
inadecuada tendrá como consecuencia una incapacidad para relacionarse con los demás
en muchos aspectos humanos fundamentales.”

ALGUNAS FRASES SOBRE EL TACTO:

 La estimulación cutánea, en distintas formas es esencial para el sano desarrollo


físico y conductual. (A. Montagú)
 La función primaria de la lactancia como variable afectiva es asegurar el contacto
corporal frecuente e íntimo entre la madre y el lactante (Harlow).
 Para la especie humana la caricia es tan importante como lo es el hecho de lamer
para otros mamíferos. (A. Montagú)

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CONCLUSIÓN.

El tacto es uno de los sentidos más importantes, además que se relaciona con los otro
cuatro, este está presente desde la etapa del embrión en el embarazo.

Gracias al tacto percibimos todo lo que nos rodea, nos ayuda a sentir, gracias a la piel, las
sensaciones como frío, calor, presión, vibraciones y dolor, todo esto nos ayuda para la
supervivencia.

Los receptores del sentido del tacto se encuentran en toda nuestra piel, esto quiere decir
que en todo nuestro cuerpo está presente.

La piel es el órgano encargado del sentido del tacto, el recibe todas las estimulaciones del
exterior para luego enviar la información a nuestro cerebro.

Además, el tacto se relaciona con muchos de nuestros sistemas, ya que estos requieren o
expresan este tipo de sensaciones.

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BIBLIOGRAFÍA:

 El tacto, los sentidos y el sentir – Juan Manuel Rubio Luelmo


 http://www.icarito.cl/2009/12/21-31-9-4-los-sentidos.shtml/
 ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA – Jorge Martínez Fraga
 http://files.sensacion-y-percepcion.webnode.es/200000023-
bee1dc0d66/SISTEMA%20SOMATOSENSORIAL.pdf
 http://www.ite.educacion.es/formacion/materiales/129/cd/unidad_9/m9_percep
cion_tactil.htm
 http://novella.mhhe.com/sites/dl/free/000001270x/1046789/Fox_13a_c10_Fisiol
ogia_sensorial.pdf
 http://sensopercepcionfisiologianormalypatol.blogspot.mx/2011/02/tacto.html?m
=1
 El tacto. Procesos cognitivos. Universidad Anáhuac de Oaxaca.
 http://ramanujan25449.blogspot.mx/2012/09/los-sentidos-y-la-percepcion-el-
sentido.html

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