Está en la página 1de 6

En esta nueva entrevista el Dr.

Joe Dispenza, bioquímico reconocido, uno de los


protagonistas del documental ¡¿Y tú qué sabes?!, nos acerca la manera como
podemos trabajar con nuestro cerebro para salir de los hábitos dañinos.
Anunciamos la próxima edición de su libro Evolve Your Brain (‘Desarrolla Tu
Cerebro’) al castellano, editado por Palmyra, tras su nueva estancia en
Barcelona.
Desarrollar el cerebro nos permite vencer ancestrales resistencias interiores y
crecer como personas. El Dr. Dispenza nos revela las bases de su estrategia en el
transcurso de esta entrevista.

–¿Qué es lo que le inspiró y motivó a escribir el libro Desarrolla Tu Cerebro?


–Hace 20 años tuve una experiencia que me inspiró a investigar el poder del cerebro para
cambiar nuestra vida. Gran parte de mi columna se rompió en un accidente de bicicleta y cuatro
cirujanos me dijeron que mi única opción para evitar la parálisis era un tipo de cirugía que me habría
dejado con una discapacidad permanente y posiblemente con dolor para toda la vida. Tuve que
tomar la decisión más dura de toda mi vida: rechacé la cirugía y, en lugar de ello, opté por la
inteligencia innata que constantemente nos da vida. Diez semanas después volví al trabajo,
completamente curado y sin dolor.
“Debido a esta experiencia, me prometí a mí mismo dedicar gran parte de mi vida a estudiar
la influencia de la mente sobre la materia y la curación espontánea, esto es, cómo el cuerpo se cura
él mismo o se libera de las enfermedades sin intervenciones médicas tradicionales como la cirugía o
los fármacos.
Así que he estado muchos años estudiando acerca del potencial humano para trascender las propias
limitaciones, y sobre la interconexión entre el cerebro, la mente, el cuerpo y la consciencia.
“Hasta hace sólo unas cuantas décadas, la ciencia nos hizo creer que estábamos condenados
a la genética, atrapados por el condicionamiento; resignados, como dice un proverbio, a que “los
perros viejos no pueden aprender nuevos trucos”. En cualquier caso, lo que he descubierto
estudiando el cerebro y sus efectos sobre el comportamiento en los últimos 20 años me ha hecho
confiar enormemente en los seres humanos y en nuestra capacidad para cambiar. Sólo
necesitábamos saber cómo cambiar, y hoy la neurociencia tiene una explicación muy sólida de cómo
la mente trabaja sobre la materia; ha dejado de ser un concepto imposible de probar.

–¿Desarrolla Tu Cerebro es un libro de autoayuda?


¿En qué se diferencia de otros libros acerca del potencial humano?
–Ayudarnos a entender y aceptar que verdaderamente podemos modificar nuestro cerebro y
cambiar nuestra vida es un aspecto central de este libro. Mi intención es unificar los hallazgos más
nuevos y útiles de la neurociencia, neurofisiología, biología y genética y llevar el conocimiento al
lector de forma sistemática, fácil e in-
teligible, y espero que de forma que le atraiga. Sin embargo, el conocimiento debe ser
experimentado antes de que pueda convertirse en sabiduría.
Desarrolla Tu Cerebro está diseñado para guiarnos de manera práctica a medida que
experimentamos los procesos que podemos usar para cambiar nuestra mente y desarrollar nuestro
cerebro. A diferencia de los libros de autoayuda o libros que están enfocados en el potencial
humano, las emociones o el cuerpo, este libro se centra en la función y estructura del cerebro, que
es una obra cumbre de la evolución.
“Todo aquello que hacemos tiene lugar a través del cerebro: nuestra manera de pensar, de actuar,
de sentir; nuestras relaciones, nuestras percepciones del mundo a nuestro alrededor… Nuestro ‘yo’,
como ser perceptivo y sensitivo, está inmerso y verdaderamente existe en el tejido eléctrico de
nuestro entramado celular cerebral. Entonces, no podemos esperar desarrollar nuestro cerebro sin
cambiar nuestra mente y entender el rol de nuestros sentimientos. analiza cómo todos ellos
interactúan con el cuerpo para crear nuestra vida.
–¿Qué potencial tenemos para cambiar nuestro
cerebro?
–A aquellos de nosotros que fuimos al colegio hace 20
ó 30 años nos enseñaron que el cerebro tiene conexiones
fijas, es decir, que a partir de que nos convertimos
en adultos tenemos un cierto número de células cerebrales
que están organizadas en patrones fijos o circuitos
neuronales y que, según envejecemos, perdemos
algunos de esos circuitos. Pensamos que inevitablemente
nos volveríamos como nuestros padres en muchos
sentidos, porque sólo podríamos usar los mismos
patrones neuronales que genéticamente heredamos de
ellos. La neurociencia ahora dice que eso fue un error.
La buena noticia es que cada uno de nosotros estamos
progresando a lo largo de nuestra vida. Cada vez que
tenemos un pensamiento, diferentes áreas de nuestro
cerebro generan una corriente eléctrica y liberan una
gran cantidad de sustancias neuroquímicas, que son
demasiado numerosas para nombrar. Gracias a la tecnología
escáner acerca del funcionamiento del cerebro,
hoy podemos ver que cada uno de nuestros pensamientos
y experiencias hacen que nuestras células
cerebrales o neuronas se conecten y desconecten en
patrones y secuencias siempre cambiantes. De hecho
tenemos una capacidad natural llamada neuroplasticidad,
la cual quiere decir que si aprendemos conocimiento
nuevo y tenemos nuevas experiencias podemos
desarrollar nuevas redes o circuitos neuronales y,
literalmente, cambiar nuestra mente.
–Entonces, ¿por qué es difícil cambiar para nosotros?
–Cuando la gente quiere comprometerse con un objetivo,
empieza con buenas intenciones e ideas, pero a
menudo reincide en sus hábitos no deseados. El concepto
de cambio quiere decir que vamos a hacer algo
de manera diferente en el mismo ambiente; no vamos a
“Si seguimos repitiendo mentalmente
los mismos patrones mentales de sufrimiento,
victimización, necesidad, etc.
diariamente, estaremos fortaleciendo
nuestras conexiones cerebrales para seguir
igual.”
28
responder a nuestro entorno con nuestros pensamientos
y reacciones habituales. Eso, en cualquier caso,
es más fácil decirlo que hacerlo. Muchos de nosotros
tendemos a pensar los mismos pensamientos, a tener
los mismos sentimientos y seguir las mismas rutinas en
nuestra vida. El problema es que esto hace que continuemos
usando los mismos patrones y combinaciones
de circuitos neuronales en nuestro cerebro, que tienden
a convertirse en conexiones fijas.
“Así es como creamos hábitos de pensamiento, sentimiento
y acción. No me malinterprete; la creación de
conexiones fijas no es algo malo. Gracias a la creación
de conexiones fijas, cuando aprendemos una nueva
habilidad, como conducir un coche, cuanto más
practicamos más fortalecemos lo que aprendemos en
nuestros circuitos neuronales, y finalmente podemos
conducir de forma automática. Pero si queremos cambiar
algo en nuestra vida tenemos que hacer que el
cerebro no continúe creando los mismos patrones y
combinaciones. Tenemos que crear un nuevo nivel de
mente desconectando los viejos circuitos neuronales y
reconectando nuestro cerebro en nuevos patrones de
conexiones celulares nerviosas.
–¿Desarrollar el cerebro puede ayudar a la gente
a superar el estrés, así como a superar adicciones
emocionales?
–Como doctor en quiropráctica, he visto de primera
mano los efectos del estrés en mis pacientes. No son
los episodios de estrés agudo, sino crónico, estrés a largo
plazo, lo que más debilita el cuerpo. La mayoría
de nosotros raramente afrontamos las amenazas inmediatas
a la supervivencia física que tenían que afrontar
nuestros ancestros, así que quizá no nos demos cuenta
del impacto creado en nosotros por años empleados
en preocuparnos por la seguridad en el trabajo, deudas
de la tarjeta de crédito, si nuestros hijos experimentarán
con drogas, etcétera. Esto genera estrés crónico.
Las sustancias químicas que constantemente fluyen
por nuestro organismo cuando estamos bajo estrés a
largo plazo empiezan a alterar nuestro estado interno
y aprietan el gatillo del colapso celular. Más aún, si
siempre estamos en alerta alta o en estado de emergencia
a nuestro cuerpo no le da tiempo o no tiene los recursos
necesarios para recuperarse y autorregenerarse.
El cuerpo puede incluso volverse adicto al estado químico
de estar bajo estrés. La mayoría del estrés acaba
como estrés emocional y fisiológico, y eso quiere decir
que es la autosugestión de nuestro propio pensamiento
la que afecta el cuerpo tan intensamente. Para resolverlo,
se trata de superar los pensamientos que inician
las respuestas de estrés.
“Además, cierta clase de aflicción-adicción emocional
siempre acompaña estados elevados de estrés en
nuestras vidas. Entre sus síntomas están el letargo, la
pérdida de la capacidad de concentración, un deseo
tremendo de mantener la rutina en nuestra vida diaria,
la incapacidad de completar ciclos de acción, la pérdida
de nuevas experiencias y respuestas emocionales
y el sentimiento persistente de que todos los días son
iguales. ¿Cómo es posible acabar con este círculo de
negatividad? La respuesta, por supuesto, está en ti. Y,
en este caso, en un lugar muy específico de ti. Puedes
curarte emocionalmente cambiando las redes neuronales
de tu cerebro.
–¿Puede explicar las conexiones mente/cuerpo?
¿Cuál es la relación entre los pensamientos y el
cuerpo físico?
–Un campo científico emergente llamado psiconeuroinmunología
está demostrando la conexión entre la
mente y el cerebro, y está empezando a ayudarnos a
entender las conexiones entre cómo pensamos y cómo
sentimos. Ahora sabemos que cada uno de nuestros
pensamientos produce una reacción bioquímica en el
cerebro. Esta reacción libera señales químicas que se
transmiten al cuerpo, donde actúan como mensajeras
de nuestros pensamientos. De esta manera, los pensamientos
que producen estas sustancias químicas en
el cerebro hacen que nuestro cuerpo se sienta exactamente
tal como estábamos pensando.
“En esencia, cuando tenemos pensamientos felices,
inspirados o positivos, nuestro cerebro fabrica sustan-
29
cias químicas que nos hacen sentirnos felices, inspirados o elevados. Por ejemplo, cuando buscamos
una experiencia placentera, el cerebro inmediatamente genera un neurotransmisor llamado
dopamina, que hace que el cerebro y el cuerpo se conecten antes de producirse la experiencia, y
hace que nos sintamos excitados. Si tenemos pensamientos de odio, enfado o inseguridad, el
cerebro produce sustancias a las que el cuerpo responde de forma similar y hace que sintamos odio,
enfado o infravaloración. Otra sustancia química que produce nuestro cerebro, llamada ACTH, hace
que el cerebro produzca secreciones químicas a través de las glándulas adrenales que nos hacen
sentir amenazados o agresivos.
“Cuando el cuerpo responde a un pensamiento con un sentimiento, el cerebro, que
constantemente dirige el estado del cuerpo, reconoce que el cuerpo se siente de determinada
manera. En respuesta a esta sensación corporal, el cerebro genera pensamientos que producen
neurotransmisores equivalentes, así que empezamos a pensar de la manera que estamos sintiendo.
El pensamiento genera el sentimiento y entonces el sentimiento genera el pensamiento en un bucle
biológico continuo de retroalimentación. Este ciclo finalmente genera un estado particular en el
cuerpo (el cual denominamos un estado de ser) que determina la naturaleza general de cómo
sentimos y cómo nos comportamos.
Estas señales químicas repetidas hacen que las células del cuerpo no funcionen
correctamente, haciéndonos enfermar. La curación puede empezar cuando ponemos atención en
nuestros pensamientos habituales y nos damos cuenta de que nuestras actitudes inconscientes han
dado lugar a la persona en que nos hemos convertido.
“Hay suficiente evidencia científica que sugiere que la mente tiene un efecto directo en el
cuerpo… tanto para bien como para mal. La investigación ha demostrado que podemos hacer que
nuestros cuerpos enfermen simplemente por la anticipación de un acontecimiento futuro o el
recuerdo de una experiencia pasada. En ambos casos son nuestros pensamientos los que crean
potentes sustancias químicas de estrés para alterar la mayoría de los sistemas de nuestro cuerpo.
Así que aquello en lo que pensamos y la intensidad de estos pensamientos influye directamente en
nuestra salud, en las elecciones que hacemos y en nuestra calidad de vida.

–Así pues, ¿qué es la mente, y cómo está relacionada con el cerebro?


–Ahora que tenemos la tecnología para examinar un cerebro vivo, sabemos por observaciones
funcionales del cerebro que la mente es el 30cerebro en acción. Ésta es la última definición de la
mente, de acuerdo con la neurociencia. Cuando un cerebro está vivo y activo, puede procesar
pensamientos, aprender información nueva, inventar ideas, dominar habilidades, recordar, expresar
sentimientos, perfeccionar movimientos y mantener las funciones corporales ordinarias. Un cerebro
estimulado puede también facilitar el comportamiento, soñar, percibir la realidad, y, lo más
importante, abrazar la vida. Así pues, para que la mente exista el cerebro debe estar vivo.
“Por lo tanto, el cerebro no es la mente; es el aparato físico a través del cual se produce la
mente. El cerebro hace posible la mente. Podemos pensar en el cerebro como un sistema de
procesamiento de información intrincado que nos permite recoger, procesar, guardar, recordar y
comunicar información en segundos, si es necesario, así como pronosticar, emitir hipótesis,
responder, actuar, planear y razonar. El cerebro es también el centro de control a través del cual la
mente coordina todas las funciones metabólicas necesarias para la vida y la supervivencia. Así que
cuando tu ordenador biológico está conectado o activo, y está funcionando procesando información,
produce la mente.
“El cerebro tiene tres estructuras anatómicas individuales con las cuales produce diferentes
aspectos de mente. También tenemos una mente consciente y una mente inconsciente, y ambas son
el resultado de un cerebro que coordina impulsos de pensamiento a través de sus diferentes
regiones y estructuras. Así pues, hay muchos estados diversos de mente, porque de forma fácil
podemos hacer funcionar el cerebro de diferentes maneras.

–¿Qué es la neuroplasticidad?
–La neuroplasticidad es nuestra capacidad natural para cambiar el modo como están
conectadas y organizadas en circuitos las neuronas cerebrales, lo que llamamos conexiones
sinápticas. Cada vez que aprendemos algo nuevo o tenemos una experiencia nueva, el
cerebrogenera nuevas conexiones sinápticas para formar nuevos patrones o redes neuronales (y
esto pasa a cualquier edad). Cuando utilizamos nuevos circuitos en formas nuevas, reconectamos el
cerebro para generar nuevas secuencias. Así pues, desde un punto de vista neurológico, cambiamos
momento a momento por los pensamientos que pensamos, la información que aprendemos, los
sucesos que experimentamos, las reacciones que tenemos, los sentimientos que creamos, los
recuerdos que procesamos, e incluso los sueños que tenemos. Todo esto altera la manera en que
funciona el cerebro, produciendo nuevos estados de mente que grabamos en nuestro cerebro.
“La neuroplasticidad es un rasgo genético innato y universal en los seres humanos. Nos
permite el privilegio de aprender de las experiencias en nuestro entorno, de manera que podamos
cambiar nuestras acciones y modificar nuestro comportamiento, elaborar nuestros pensamientos y
nuestra personalidad para producir resultados más deseables. Meramente aprender información
intelectual no es suficiente; debemos aplicar lo que aprendemos para crear una experiencia
diferente.
Si no pudiéramos reconectar nuestro cerebro
sinápticamente, no podríamos cambiar en respuesta a nuestras experiencias. Sin la habilidad de
cambiar no podríamos evolucionar y seríamos el resultado de nuestra predisposición genética.
“Cuán neuroplástico es nuestro propio cerebro depende de nuestra capacidad para cambiar nuestra
percepción de nuestro mundo a nuestro alrededor, para cambiar nuestra mente, para cambiarnos a
nosotros mismos.

–¿Qué es la repetición mental y cómo podemos utilizarla para cambiar?


–La repetición mental nos permite cambiar nuestro cerebro, crear un nuevo nivel de mente.
Comprende vernos y experimentarnos mentalmente a nosotros mismos manifestando o practicando
una habilidad o un hábito o estado de ser de nuestra propia elección. A través de la repetición
mental, podemos emplear las facultades avanzadas de nuestro lóbulo frontal para hacer cambios
significativos en nuestra vida.
“Diversos estudios han demostrado que nuestro cerebro no diferencia entre lo que pensamos
internamente y lo que experimentamos en nuestro medio externo.
En un experimento, a dos grupos de no pianistas se les pidió aprender ejercicios a una mano en el
piano y practicar dos horas al día durante cinco días; con una importante diferencia: un grupo
practicaba físicamente los ejercicios, mientras que el otro repetía mentalmente los mismos ejercicios
sin utilizar los dedos. Al final de los cinco días, los exámenes cerebrales mostraron que los dos
grupos incrementaron el mismo número de circuitos mentales. ¿Cómo es esto posible?
“Sabemos que cuando pensamos los mismos pensamientos o ejecutamos las mismas
acciones una y otra vez estimulamos repetidamente redes neuronales específicas en áreas
particulares de nuestro cerebro. Como resultado, creamos conexiones más fuertes y fértiles entre
estos grupos de células nerviosas. Este concepto en neurociencia es llamado ‘aprendizaje Hebbian’.
La idea es simple: células nerviosas que se excitan juntas, se conectan juntas.
“Así pues podemos formar nuevos circuitos cerebrales tanto a través de pensamientos
intencionados como a través de la manifestación física de acciones. Esto nos hace pensar acerca de
lo que repetimos mentalmente
y lo que practicamos físicamente a diario. Si seguimos repitiendo mentalmente los mismos patrones
mentales de sufrimiento, victimización, necesidad, etc. diariamente, estaremos fortaleciendo
nuestras conexiones cerebrales para seguir igual.

–Vd. dice en el libro que pensar no es suficiente para cambiar nuestra mente, y que el
cambio es un proceso de pensamiento, acción y después ser. ¿Puede explicar cómo
funciona esto?
–El cambio que queremos hacer tiene que ir más allá del pensamiento e incluso de la acción:
tenemos que hacer todo el camino hasta el ser. Si realmente quiero ser un pianista, empezaré por
adquirir conocimiento, que implica información. Luego puedo empezar por adquirir experiencia a
través de la repetición mental, que nuevamente concierne al pensamiento. También tengo que
involucrar al cuerpo en el acto de hacer (demostrando físicamente lo que he aprendido
intelectualmente) tocando el piano. Pero esto no va suficientemente lejos. Si quiero conseguir el
estado de ser un pianista, el conocimiento que haya desarrollado y mis habilidades tienen que llegar
a ser tan fuertes y estructuradas en mi cerebro que pueda dejar de pensar conscientemente en
tocar; esto es, mi mente inconsciente debe controlar esta habilidad.
“Dominar cualquier habilidad particular también implica poseer una gran cantidad de
conocimiento sobre ese tema, recibiendo instrucción experta en esa área, y teniendo gran cantidad
de experiencias para proporcionarnos retroalimentación.
“Vamos del pensar al hacer al ser cada vez que aprendemos una habilidad tan bien que
podemos llevarla a cabo automáticamente.
Conducir es un gran ejemplo. La belleza de este proceso es que podemos usarlo para conseguir
cualquier estado de ser que elijamos, desde ser más pacientes con nuestros hijos a ser más
saludables, a ser felices.

–¿Qué es evolución y cómo podemos desarrollar nuestro cerebro?


–Evolucionamos como especie y como individuos. De hecho, nuestra propia evolución
personal también se anticipa a la especie humana. La mayoría de nosotros aprendimos en el colegio
que la evolución es el proceso lento y lineal a través del cual las especies sobreviven a los cambios
en su entorno gracias a la adaptación durante generaciones, desarrollando una anatomía y fisiología
especializada que las ayuda a perpetuar su especie. Nuestro cerebro humano evolucionó linealmente
hasta hace alrededor de 250.000 años, cuando (por razones que continúan siendo un misterio) un
repentino, explosivo periodo de crecimiento, nos dio un
neocórtex mucho mayor y denso que cualquiera de ninguna otra especie. Este, pues, llamado
‘cerebro nuevo’ es donde se encuentra nuestra consciencia; contiene nuestra capacidad para
aprender y para razonar y nuestra libre voluntad para crear. Nuestro neocórtex, especialmente el
lóbulo frontal, nos da el potencial para trascender el proceso gradual de evolución y permitirnos
evolucionar de forma rápida y no lineal. Ya que podemos aprender del conocimiento y nuestras
experiencias (por encima de todo, de nuestros errores), y ya que tenemos diferentes formas
especializadas de memoria gracias a las cuales podemos recordar loque aprendemos, podemos
modificar inmediatamente nuestros pensamientos y nuestro comportamiento.
A diferencia de otras especies, pues, podemos crear una completa nueva gama de
experiencias en sólo una vida. Quizá entonces transmitamos lo que hemos aprendido a nuestra
descendencia y a otros miembros de nuestra especie.
“En términos del cerebro, evolución quiere decir aprendizaje, creando nuevas conexiones
sinápticas, manteniéndolas y aplicando lo que hemos aprendido de manera que tengamos una
nueva experiencia, la cual es entonces codificada en el cerebro. Cuando evolucionamos fuera del
estado primitivo de supervivencia fijado en nuestro cerebro, generamos nuevos pensamientos (los
cuales activan nuevas sustancias), cambiamos nuestra mente (que cambia el mensaje químico que
enviamos a nuestro cuerpo) y modificamos nuestro comportamiento (para crear una completa nueva
experiencia, y así aportar nuevas sustancias que afectan nuestras células). Entonces estamos en el
camino de la evolución.
“Todos tenemos ciertos hábitos y propensiones que hemos heredado genéticamente, o bien
los tenemos porque hemos sido condicionados por nuestro entorno.
La evolución personal nos exige romper el hábito de ser nosotros mismos y ser mejores que nuestro
entorno. Rompemos nuestras rutinas y reacciones emocionales y comportamientos habituales
aprendiendo nuevo conocimiento y teniendo experiencias nuevas. En las fases tempranas de
aprendizaje, nos encontramos con la novedad. Después siguen momentos durante los cuales
revisamos e interiorizamos los nuevos estímulos, según empezamos a hacerlos familiares o
conocidos. Al final de cada proceso de aprendizaje, la nueva información adquirida es conocida y
familiar; si hemos aprendido un comportamiento o una tarea, ahora puede ser una rutina, incluso
automática. Nuestra capacidad de procesar lo desconocido en conocido, lo no familiar en familiar, lo
nuevo en rutinario, es el camino hacia nuestra evolución personal.
Entrevista por Kim Weiss.

Cualquier experiencia puede ser observada desde dos posturas diferentes:


1 - la percepción desde el plano de la personalidad o
2 - la percepción desde el plano del alma o Conciencia, esto es, desde el punto de vista iniciático o
espiritual.

También podría gustarte