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LA PAZ SEGÚN JOHAN GALTUNG: ¿CUÁLES

SON LOS ELEMENTOS QUE DEBEMOS


SOLUCIONAR EN COLOMBIA?
AUTORES: DANIEL FERNANDO RAMÍREZ MARTÍNEZ

*ESTUDIANTE DE TERCER AÑO DEL PROGRAMA DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL


PEREIRA. INTEGRANTE DEL SEMILLERO DE INVESTIGACIÓN EN DERECHO CONSTITUCIONAL –DERCO-

RESUMEN

El presente proyecto busca analizar la teoría de Johan Galtung de la paz y los tipos de violencia
desde los conceptos de violencia directa, estructural y cultural y las necesidades básicas de la
sociedad (supervivencia, bienestar, identidad y libertad) se busca hacer una comparación con el
concepto de paz en Colombia y además encontrar algunos elementos en los cuales se puede estar
presentando violencia el estado.

La presente investigación deja por fuera el conflicto armado con las FARC y el presente proceso
de paz, para darle prioridad a los demás aspectos o elementos que deben ser vistos por el estado
colombiano a solucionar, utilizando como objeto para identificarlos la teoría de Johan Galtung.

PALABRAS CLAVE : Violencia, necesidades básicas de la sociedad, paz, derecho fundamental.

1.INTRODUCCIÓN

En Colombia se dice que los acuerdos en la Habana traerán la paz para el país, pero realmente en
el Estado existen más formas de violencia y el proceso adelantado por el Gobierno Nacional podría
acabar con la violencia directa, pero, siguiendo al autor que se tratará en la siguiente investigación,
se dará explicación a diferentes aspectos los cuales Colombia debe solucionar para tener una
verdadera paz.

Además se analizará el concepto de paz desde la jurisprudencia y como derecho fundamental para
identificar aspectos en los cuales este está permeado de la teoría de Johan Galtung, autor a tratar
en la presente investigación.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En Colombia se adelanta un proceso de paz en la Habana, Cuba, para terminar un conflicto armado
que ha azotado al país desde hace más de medio siglo. Pero llegar a un acuerdo o a un feliz término
en este proceso, tal vez no lograría la paz en el Estado colombiano ya que existen distintos aspectos
que quedarían sin solución o que no tienen relación con el conflicto armado con la guerrilla y que
en este momento son grandes problemas; corrupción, mortalidad, desnutrición, falta de salud,
sufrimiento entre otros…

En la Constitución Política de Colombia se consagra la paz como un derecho fundamental y la


convivencia pacífica como un fin del Estado. Pero, la paz es un concepto más amplio que la sola
falta de guerra, de conflicto armado.

La paz es un concepto que aborda distintos aspectos de la sociedad, por tanto no podría haber paz
si existe en Colombia desigualdad, sufrimiento, mortalidad y demás.

Este concepto a lo largo de la historia se ha tratado de plantear o definir en muchos casos, uno de
ellos y el que se tomará en cuenta en esta investigación se forja en la segunda post guerra en Oslo,
un sociólogo Noruego, Johan Galtung crea un Centro de Estudios Especializados para la Paz, este
teórico, pionero en el tema desarrolla el concepto de paz de una forma amplia planteándola como
más que la ausencia de guerra.

En la teoría de Johan Galtung se plantean cuatro necesidades básicas que deben ser cumplidas en
toda la sociedad (supervivencia, bienestar, identidad y libertad) la suma de estas definiría la paz;
cada una tiene una negación (mortalidad, sufrimiento, alienación y represión) en su respectivo
orden. Estas negaciones se hacen presentes por medio de tres tipos de violencia (directa, estructural
y cultural) existentes dentro de la sociedad. La presencia de violencia de una negación o más bien,
la falta de una o varias de las necesidades básicas crearía degradación humana.

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Desde estos conceptos, el hecho de terminar el conflicto armado en Colombia tal vez no traiga paz,
pues pueden estar presentes factores donde exista violencia por fuera del conflicto, sea directa,
estructural o cultural, y estas generen negación a las necesidades básicas de sociedad colombiana.

Lo que se busca aquí es mirar más allá del conflicto armado e identificar aquellos aspectos
presentes en el Estado colombiano en donde existen estos tipos de violencia y que no se
solucionaran con el fin del conflicto armado con guerrilla.

PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN
Desde la teoría de Johan Galtung ¿Qué aspectos existentes en la realidad colombiana, impiden la
consecución de la paz como cumplimiento de las necesidades básicas de la sociedad, desde la
convivencia pacífica como finalidad del Estado Social de Derecho en Colombia?

JUSTIFICACIÓN

El tema de la paz es algo ampliamente tratado en el contexto nacional y se publicita que se


conseguirá con los tratados en la Habana.

Para el derecho es importante realizar un estudio en el cual se analice si de verdad se conseguirá


la paz con el fin del conflicto armado, porque tal vez se esté dejando afuera distintos aspectos
existentes en Colombia que impiden que se de paz; aun acabados los acuerdos con la guerrilla.

En Colombia se vive demasiada violencia, más allá de las FARC. No solo la violencia directa, o
física visible (violaciones, secuestros, masacres) sino además violencia estructural y cultural, que
causa en el estado desigualdad, problemas de educación, corrupción, miseria, desnutrición etc.…

De esta forma esta investigación permite analizar estos aspectos e identificar en el contexto
colombiano, basándose en la teoría de Johan Galtung, cuales impiden la existencia de la paz y de
esta manera conocer los objetivos a solucionar y acabar con la violencia, permitiendo así que en
Colombia se cumpla con el derecho y deber de la paz y se consiga el fin de la convivencia pacífica.

Aquí se analizara aquellos aspectos que en Colombia se deben corregir, desde la teoría de Johan
Galtung, para cumplir con su concepto de paz como la sumatoria de las necesidades básicas de la
sociedad. Así tener un conocimiento de los retos que tiene el estado y la sociedad si quiere hacer
material una verdadera paz.

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Este trabajo permitirá un aporte desde la doctrina, para el análisis de las actuales realidades que
vive el país en torno al proceso de paz y su efectiva materialización, desmitificando así el
imaginario de que el llegar a un acuerdo efectivo con la guerrilla o llevar al desarme y fin de la
guerrilla conseguiría la paz en Colombia. De esta manera es importante tener en cuenta estos
aspectos que perdurarán en Colombia y planear su resolución ya que si estos no cumplen con las
expectativas de paz en la sociedad, si estas continúan mitificadas, se conseguiría un efecto de
desmotivación y deslegitimación de los acuerdos.

OBJETIVO GENERAL

Identificar desde la teoría de Johan Galtung qué aspectos existentes en la realidad colombiana,
impiden la consecución de la paz como cumplimiento de las necesidades básicas de la sociedad,
desde la convivencia pacífica como finalidad del Estado Social de Derecho en Colombia

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Analizar la teoría de Johan Galtung desde los conceptos de violencia directa, estructural y
cultural, tomando en cuenta las necesidades básicas de la sociedad.

2. Revisar y analizar el desarrollo jurisprudencial y constitucional que se le ha dado al derecho


fundamental a la paz en Colombia.

3. Comparar los planteamientos de Johan Galtung con la situación actual de Colombia,


identificando casos concretos y los tres tipos de violencia que se presentan en el país.

MARCO TEÓRICO

Johan Galtung es un teórico y pionero en el tema de los estudios para la paz, fundador del primer
centro de estudios sobre la paz “International Peace Research Institute”, fundador de la revista de
investigación sobre la paz “Journal of Peace Research”, profesor de distintas universidades 1
director de “Transcend: A Peace and Development Network” red internacional para la paz y el

1
Universidad de Oslo, profesor visitante en Chile, Universidad de la ONU en Ginebra, Estados Unidos,
Japón, China, India y Malacia; Actualmente profesor de la Universidad de Hawái.

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desarrollo. Con sus estudios ha buscado dar una base teórica a la investigación, la educación y la
acción por la paz.

Este teórico se desarrolla los conceptos de tres distintos tipos de violencia; la violencia directa, la
violencia estructural y la violencia cultural, que se caracterizan de tres diferentes formas, unas más
visibles que las otras, pero se interrelacionan, en cierta forma unas legitiman o permiten las otras
dos.

También Galtung habla de las necesidades básicas de la sociedad, estas son la supervivencia
(negada por la mortalidad), el bienestar (negado por el sufrimiento), la identidad (negada por la
alienación) y la libertad (negada por la represión). La suma de estos conceptos, en toda la sociedad
definiría finalmente la paz.

De esta manera, la paz no es la sola falta de guerra, pues esto solo acabaría con la violencia directa,
sino que además existen otros factores que deben ser solucionados para llegar a una verdadera paz.

MARCO JURISPRUDENCIAL:
Para el desarrollo jurisprudencial, cabe aclarar, que se utilizará como base una parte de un trabajo
conjunto elaborado en el semillero de investigación en derecho constitucional DERCO llamado
“HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UN CONCEPTO AMPLIO DE PAZ: Una reflexión para el
desarrollo de escenarios de paz para Colombia” donde se busca en la parte tomada analizar la
jurisprudencia de La Corte Constitucional como la C-370/2006, T-102/1993, C-296/1995; para
conocer cómo ha entendido la corte este concepto.

Esta investigación tomará este aparte y lo complementará un poco adaptándolo al análisis que se
le busca dar.

Para el desarrollo jurisprudencial se toman dichas sentencias de La Corte Constitucional y se


relacionan con la teoría de Johan Galtung, para así identificar los aspectos en los cuales la teoría
está presente en el derecho a la paz constitucionalmente protegido y especificar cuál es la paz que
menciona la Constitución.

MARCO CONCEPTUAL
VIOLENCIA: Entendida aquí como la unión de tres tipos de violencia: directa, estructural y cultural.

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La violencia directa vista como la violencia física y visible representada en muertes, mutilaciones,
campos de concentración etc…

La violencia estructural como aquella violencia no tan visible ejercida por la estructura social que
causa una negación a las necesidades básicas de la sociedad, la violencia representada en
desigualdad, explotación y marginación.

La violencia cultural como aquellas creencias culturales en el Estado colombiano, de forma


simbólica, lingüística o política que legitiman de alguna forma la violencia estructural y directa.
Representada por ejemplo en el machismo, homofobia, intolerancia entre otros.

NECESIDADES BÁSICAS DE LA SOCIEDAD:


Son aquellas necesidades que tiene toda sociedad para poder vivir en paz, de tal manera que no se
vulneren sus derechos o su dignidad humana.

Estas son: Supervivencia (negada por la mortalidad), bienestar (negada por el sufrimiento),
identidad o representación (negada por la alienación) y libertad (negada por la represión).

PAZ:
Se entiende como la sumatoria de las necesidades básicas humanas, cumplidas en toda la sociedad,
de esta manera supervivencia + bienestar + identidad + libertad; definiría la paz.

DERECHO FUNDAMENTAL:
Tomando en cuenta que la paz es un derecho y un deber de cada persona en el Estado colombiano
y consagrado en el art 22 de nuestra carta política, se entendería la paz como aquel derecho y deber,
constitucionalmente reconocido, que tienen todas las personas a vivir en paz y procurar por ella.

PROCESO METODOLÓGICO
Tipo de investigación: básica – teórica-jurídica.

Método:

Instrumentos: revisión bibliográfica mediante fichas, revisión jurisprudencial, revisión de medios.

Técnicas de Análisis de información: análisis crítico de doctrina y análisis jurisprudencial a través


de la interpretación sistemática.

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ESTADO DEL ARTE
Johan Galtung. Transformación de los conflictos por medios pacíficos, Vicente Hueso García.

Explica las teorías de Johan Galtung y centra su exposición en la solución de conflictos de forma
alternativa, explicando los orígenes del conflicto y su evolución a violencia. Explica las formas o
las medidas a tomar en cada etapa del conflicto (previo a la violencia, durante la violencia y
posterior a la violencia) aclarando que se debe hacer lo posible para que este no llegue a la violencia.
Este trabajo se basa más en los conflictos internacionales. (Hueso García, 2000)

EPISTEMOLOGÍA Y VIOLENCIA

APROXIMACIÓN A UNA VISIÓN INTEGRAL SOBRE LA VIOLENCIA HACIA LAS


MUJERES – CARMEN MAGALLÓN PORTOLÉS.

“Apoyado en las críticas epistemológicas feministas, y como punto de partida, el artículo expone
las relaciones entre los tres tipos de violencia, que conforman la base compleja que produce y
reproduce la violencia hacia las mujeres. En particular, plantea el problema de la identidad, y sus
implicaciones en el enfoque integral sobre la violencia” (Magallón Portolés, 2005)

La Violencia Intrafamiliar Contra las Mujeres en Bogotá: Una Mirada de Género:

Este artículo está orientado a realizar una reflexión crítica con perspectiva de género acerca de la
violencia intrafamiliar contra las mujeres en Bogotá. Se presentan datos que permiten dimensionar
la problemática y se realiza una revisión de estudios que lleva al análisis de aspectos asociados al
fenómeno. Los bajos niveles educativos y las precarias condiciones sociales de las mujeres al igual
que la pareja como principal agresor resultan relevantes en este contexto donde el modelo
patriarcal tiene aún una gran prevalencia.

Se utiliza la teoría de Johan Galtung para identificar los tipos de violencia que han vivido y viven
las mujeres, sus orígenes y causas. Un elemento importante ya que acabar con esta violencia es
fundamental para la construcción de la paz. (Lafaurie, 2008)

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Gonzalo Cataño: EDUCACION Y DIFERENCIACION SOCIAL EN COLOMBIA.

Explicación de las dinámicas de la estructura de la educación, desde el punto de vista de las clases
sociales y grupos económicos, las consecuencias culturales que conlleva la estructura educacional
en Colombia. Visibiliza los elementos que componen una dinámica o estructura violenta en la
educación en Colombia. (Cataño, 1984)

Desarrollo Investigativo desde lo teórico.

El Teórico Noruego Johan Galtung ha desarrollado conceptos de paz desde su concepción de


violencia directa, estructural y cultural teniendo como contrarias la paz de mismas denominaciones.

Se entiende la violencia como todo agravio evitable a las necesidades humanas básicas y más allá
contra la vida rebajando el nivel de satisfacción por debajo de lo potencialmente posible.

En cuanto a la violencia directa se entendería desde el autor como aquella violencia visible y
notable, podemos identificar sus víctimas y victimarios de forma sencilla, es la violencia física en
cierta forma, mutilaciones, secuestros asesinatos, entre otras.

La violencia estructural es un poco menos notable, pero de igual manera apoya o impulsa el uso
de violencia directa, Galtung define la violencia estructural como la violencia indirecta originada
por la injusticia y la desigualdad como consecuencia de la propia estructura social, ya sea dentro
de la propia sociedad o entre el conjunto de estructuras sociales. (Hueso García, 2000) La violencia
estructural proviene de la propia estructura social. Aquella en la que podemos identificar las
victimas pero no los victimarios de forma simple puesto que no está en personas concretas sino en
la propia organización social.

Este tipo de violencia tiene su origen en cómo se configura el sistema social, como la distribución
de poder, reglamentación de códigos y normatividad, distribución de recursos entre otros. La
violencia estructural se puede encontrar en cualquier nivel de la estructura social, desde pequeñas
empresas, centros educativos o el estado como tal.

La violencia cultural por otro lado son aquellos aspectos simbólicos y culturales que se pueden
utilizar para legitimar la violencia directa y estructural, cabe recalcar que no es la cultura en sí
misma, pues no sería correcto asegurar que estar frente a una cultura violenta, sino rasgos de las

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culturas que son violentos, a pesar de que existe la posibilidad de que la violencia cultural avance
a tal punto que permee todos los aspectos de la sociedad llegando el caso de que no se hable pues
de casos de violencia cultural sino de una cultura violenta en sí misma, pero para asegurar esto se
necesitaría, aclara el autor, un trabajo de investigación completo y arduo (Galtung, 2003)

¿Podría Colombia ser una cultura violenta o estar en proceso a serla o solo existen aspectos de
violencia cultural dentro de nuestra sociedad?

Para que haya paz entonces es necesario evitar la violencia, para esto es imprescindible cumplir
las necesidades básicas de la sociedad, las cuales según el autor son: la necesidad de supervivencia,
bienestar, identidad o representación y de libertad; cada una de estas niega a su vez la mortalidad,
el sufrimiento y falta de salud, la alienación y la represión, en su respectivo orden.

Galtung asegura entonces que el equilibrio o la sumatoria de estos cuatro elementos (supervivencia
+ bienestar + identidad + libertad) para todas las personas definiría la paz y la ausencia de estos
entonces resultaría en la degradación humana. (Galtung, 2003)

De esta manera Galtung niega que la paz sea la ausencia de guerra, y cerrar los estudios sobre la
paz a las formas de evitar las guerras es ignorar las interconexiones entre tipos de violencia, en
especial el cómo puede reducirse un tipo de violencia a costa del incremento de otro.

La violencia directa puede ser analizada con lo evidentemente visible.

En cuanto a la violencia directa, hablando de la supervivencia Galtung expresa que su negación es


la mortalidad y la negación del bienestar son las mutilaciones, el acoso, las sanciones y la miseria.
Las muertes y mutilaciones son las formas de utilizadas para calcular la magnitud de una guerra,
un conflicto armado, o en resumen la violencia directa o física.

Por otro lado vincula a la necesidad básica de libertad el bienestar a las sanciones que se generan
como camino de la “no violencia” como los bloqueos y sanciones que evitan muertes directas o
inmediatas pero a grandes rasgos crean sufrimiento en la sociedad; como malnutrición y falta de
atención médica, que ataca en primer lugar a los más débiles como niños o ancianos.

La negación de la identidad, explica el autor, es la alienación, entendida como la interiorización


de la cultura, que puede manifestarse de dos maneras, el alejamiento de la cultura o la

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resocialización en otra cultura, prohibiendo una en específico, el grupo sometido suele verse
forzado a ocultar la suya y manifestar la cultura dominante en público, creando así una ciudadanía
de segunda clase, a grandes rasgos los niños que son influenciados por esto terminan abandonando
la cultura sometida.

La represión siendo la negación de la libertad, se ve reflejada en la reclusión, (presidio o campos


de concentración) o la expulsión (destierro al extranjero o obligar a vivir en partes alejadas del
país)

Para estudiar la violencia estructural Galtung explica que se necesita una imagen de la estructura
violenta, su vocabulario y discurso pero aun así expresa que la típica estructura violenta es cuando
“los de arriba” obtienen de la interacción en la estructura mayor satisfacción en sus necesidades
que “los de abajo” o en otras palabras lo expresa como un intercambio desigual.

“los de abajo”, continua, pueden estar a tal grado de desventaja que mueren de hambre o de
enfermedades no tratadas (mortalidad) o en cuanto a su bienestar pueden estar en estado
permanente de miseria ejemplificada en la malnutrición o las enfermedades; El teórico aclara que
son distintas las enfermedades en el tercer mundo que en el primero, por ejemplo en el tercer
mundo pueden ser la diarrea o carencias inmunitarias; en el primero enfermedades
cardiovasculares o tumores malignos. Estas dos formas de violencia estructural las denomina
Explotación A y Explotación B

Galtung expresa que existen cuatro expresiones refuerzos de una estructura violenta que
“funcionan impidiendo la formación y movilización conscientes, dos condiciones necesarias para
la lucha eficaz contra la explotación” (Galtung, 2003) estos son:

La penetración - la implantación de los dominantes sobre las personas dominadas, los de


arriba en los de abajo, por decirlo coloquialmente combinada con la segmentación –
proporcionar a la parte de abajo una visión muy parcial de lo que ocurre” (Galtung, 2003)

Además de estas dos expresiones están: “La marginación, dejar fuera a la parte inferior, combinada
con la fragmentación, mantener a las personas de esa separadas entre sí.” (Galtung, 2003).

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Estos cuatro elementos menciona el teórico además de ser refuerzo de las explotaciones son
violencia estructural por sí misma. La penetración y segmentación, negaciones de la identidad y la
marginación y fragmentación negaciones de la libertad.

Otra manifestación de violencia, explica, es la violencia contra la naturaleza de forma directa se


podría apreciar en las talas fulminantes o las quemas y sería más sutil en su forma estructural, pues
no tendría el objetivo de destruir la naturaleza pero si lo hace de todas formas, hablando por
ejemplo de “la contaminación y el agotamiento vinculados a la industria moderna que origina
selvas agonizantes, agujeros de ozono, calentamiento global y demás” (Galtung, 2003)

Explicándolo de otra forma se transforma la naturaleza por medio de la actividad industrial,


dejando residuos degradables y agotando recursos naturales no renovables. La comercialización a
nivel mundial logra que las consecuencias no sean vistas por sus actores, de hecho enfatiza Galtung,
funcionan dos poderosas estructuras legitimadas por el crecimiento económico. “el cliché del
crecimiento económico sostenible puede acabar siendo una forma más de violencia cultural”
(Galtung, 2003)

En cuanto a la violencia cultural Johan Galtung ejemplifica en “violencia cultural (2003)” algunas
manifestaciones de violencia cultural, entre ellas la religión, la ideología y las ciencias empíricas
las cuales serán las tomadas en cuenta para esta investigación.

Hablando de la religión: Johan Galtung toma como ejemplo las religiones monoteístas como el
islamismo, cristianismo y judaísmo. Explica entonces que en estas religiones existe una
diferenciación; el de un dios inmanente que reside en el interior y un dios superior que reside fuera
de la tierra, “padre nuestro que estás en los cielos” en esta ultima concepción es probable o más
bien inevitable que algunas personas se vean como más cercanas a dios o más elevadas.

El autor aclara que existen aspectos blandos dentro de la religión pero que se centrará en los
aspectos duros, los cuales dan muestras de violencia cultural.

En la tradición occidental maniqueista debe haber algo contrario a dios, este es Satán o el diablo,
esto genera representaciones en las cuales dios y el diablo escogen a los suyos pero ¿A quién
escoge dios? Y ¿Quién es dejado al diablo?

Galtung lo representa en un cuadro:

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Tabla 1:

Los elegidos y los no elegidos

Dios elige Y deja a Satanás Con estas consecuencias

Especie humana Animales, plantas, Especismo, ecocidio


naturaleza

Hombres Mujeres Sexismo, quema de brujas

Su pueblo Los otros Nacionalismo,


imperialismo

Raza blanca Pueblos de otras razas Racismo, colonialismo

Clases altas Clases bajas Clasismo, explotación

Verdaderos creyentes Herejes, paganos Meritísimo, inquisición

(Galtung, 2003, pág. 16)

A esta tabla se le podría agregar que Dios elige a los heterosexuales y deja al diablo los
homosexuales y demás, como consecuencia la homofobia.

Ahora bien, se encuentra una creencia de que los elegidos están destinados a la salvación y la
cercanía a dios y los no elegidos a la condenación y la proximidad al diablo en el infierno. Sin
embargo, continua Galtung, “el cielo y el infierno pueden reproducirse en la tierra, como un
anticipo o muestra de la vida futura. Miseria/lujo (…) Cielo/infierno” (Galtung, 2003). De esta
manera las personas más elevadas las escala así: el clero como institución especial para
comunicarse con dios, la aristocracia (rex gratia dei), los capitalistas (si tienen éxito). Las clases
bajas serian las primeras llamadas al reino de dios pero solo después de la muerte.

Explica el autor que este tipo de violencia cultural puede legitimar las explotaciones a y b y generar
también todos los tipos de violencia estructural y directa, tomando como ejemplo el estado de
Israel, que reduce a los no judíos a una ciudadanía de segunda clase. Detenciones, expulsión
individual y una permanente amenaza de expulsión masiva (explotación B).

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Desde la ideología: el autor hace una analogía, dejando claro que una vez superado el teocentrismo
se deja a un lado el punto de vista de los elegidos y los no elegidos pero esta idea se reproduce
desde las ideologías políticas, lo denomina el yo y el otro. El nacionalismo reproduciría pues el
estado como un heredero de dios.

Se construye una pendiente entre el yo y otro, donde el yo es enaltecido y el otro degradado. Así
pues se genera una violencia estructural que explota al otro por estar degradado y hasta
deshumanizado, una vez deshumanizado se presta un escenario para la violencia directa y la
responsabilidad se carga sobre la víctima, concibiéndolo como peligroso. Por tanto “el exterminio
se concibe como una obligación psicológicamente posible.” (Galtung, 2003) Y los exterminadores
como héroes que se aclaman por cumplir su deber.

Los elegidos pueden continuar siéndolo sin necesidad de un dios superior así:

Se considera que solo los seres humanos tienen capacidad de reflexión; los hombres son
más fuertes y más lógicos que las mujeres; ciertas naciones son más modernas y portadoras
de civilización y del progreso histórico que otras; los blancos son más inteligentes y lógicos
que los no blancos; en la sociedad moderna de igualdad de oportunidades, los mejores
están arriba y, por lo tanto tienen derecho al poder y a los privilegios. Y ciertos dogmas de
fe en la modernización y el desarrollo, el progreso, se consideran apodícticos; no creer en
ellos revierte en el no creyente, no en la creencia. (Galtung, 2003)

Aun así, explica que:

Si la sociedad moderna es una meritocracia, entonces negar poder y privilegios a los que
están arriba es negar el mérito mismo. Refutar un mínimo de orientación moderna es abrir
las puertas a cualquier creencia, incluida la que niega poder y privilegios meritorios y una
rígida frontera entre la vida humana y otras formas de vida. En suma, que bajo la forma
de especismo, clasismo y meritismo, se mantendrá duramente un tiempo una elegibilidad
residual, al margen del estatus de Dios y de Satán. (Galtung, 2003).

En las ciencias empíricas: Galtung toma de ejemplo de violencia cultural en las ciencias empíricas
la doctrina económica neoclásica, que influida por Adam Smith hace estudios empíricos del
sistema ordenado por sus doctrinas y con frecuencia ve materializadas sus propias profecías. Uno

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de los dogmas neoclásicos es la basada en las ventajas comparativas, “donde se dicta que cada
país debe entrar en el mercado mundial con aquellos productos para los cuales tiene ventaja
comparativa en términos de factores de producción” (Galtung, 2003).

Esto significaría, explica el autor, “que los países bien provistos de materia prima y mano de obra
no especializada deben dedicarse a la explotación de recursos naturales, mientras los bien provistos
de capital y tecnología, mano de obra especializada y científicos, deben transfórmalas.” (Galtung,
2003) Así esta teoría sirve para justificar una división del mundo en virtud del grado de
transformación que los países imprimen sobre los productos que exportan.

Este sistema obliga a los países a permanecer en donde su geografía e historia los han ubicado, en
virtud de sus factores de producción.

Aun así el teórico aclara que no hay ninguna ley empírica o jurídica que condene a tal cosa (impedir
que los países desarrollen su perfil productivo) pero aun así estos reciben beneficios inmediatos
de las materias primas explotadas y mantienen el statu quo. De esta manera “la “ley de las ventajas
comparativas” legitima un statu quo estructuralmente intolerable. De esta manera esta ley es un
fragmento de violencia cultural incrustado en el corazón mismo de las ciencias económicas.”
(Galtung, 2003).

Ahora bien, estos tres tipos de violencia a pesar de existir por si solos e independientemente se
relacionan entre sí, de esta manera por ejemplo la violencia cultural termina legitimando la
violencia directa y estructural. El teórico hace la aclaración de que “la violencia directa es un
acontecimiento; la violencia estructural es un proceso con sus altos y bajos; y la violencia cultural
es una constante, una permanencia” (Galtung, 2003)

Para explicar esto Galtung relaciona los tipos de violencia con la teoría de los terremotos, donde,
la sacudida telúrica seria el acontecimiento (violencia directa), el movimiento de las placas
tectónicas un proceso (violencia estructural) y la línea de fallas una constante (violencia cultural).

Por otro lado se puede relacionar estos tipos de violencia con capas, en donde la violencia cultural
es la fuente de donde los otros dos tipos de violencia sustraen sus nutrientes. Seguidamente está la
violencia estructural, que está en construcción y degradación y que se protege con la penetración
y la fragmentación de una organización ante la explotación y represión. Por último se encuentra,

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en la parte superior, visible al ojo, la violencia directa, que no es más que el desenlace de las dos
capas anteriores. Así, la violencia cultural legitima la violencia estructural y está por su lado
explota y reprime tanto como puede. La violencia directa es la respuesta a las anteriores, por un
lado de los violentados para dejar la explotación y represión y por otro la resistencia a mantenerla.

Pero no es la única dialéctica que se da en esta interrelación de violencia, puede darse desde la
violencia directa, volviéndose esta tan común que se sumerja dentro de la estructura social y
termine siendo aceptada culturalmente. El autor pone como ejemplo la esclavitud negra generada
en las colonias.

O desde la violencia estructural, haciendo la estructura social totalmente desigual a tal punto de
que necesite una violencia directa para controlar y mantener la estructura y además violencia
cultural para justificarse. O desde la violencia estructural y directa cuando un grupo trata tan mal
a otro que necesita violencia cultural para justificar sus acciones.

Desarrollo jurisprudencial:

En un trabajo conjunto del semillero de investigación DERCO se realizó la investigación


denominada “HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UN CONCEPTO AMPLIO DE PAZ: Una
reflexión para el desarrollo de escenarios de paz para Colombia” donde (Henao, Hoyos, Ramírez,
Vega, & Zapata, 2016) explican que, entre otras cosa, y adaptando y complementando esta
reflexión a la presente investigación que La Corte Constitucional, a través de su jurisprudencia, ha
tratado de dar un alcance al derecho a la paz a pesar de la amplitud y complejidad que este conlleva.
El fin del conflicto armado puede no ser el cumplimiento de la paz en Colombia pues este trae
otros factores, como bien lo ha dicho la Corte Constitucional en la sentencia C-296/95:

“El logro de la convivencia pacífica en una sociedad no sólo es una cuestión de medios
institucionales y personales para contrarrestar la violencia; es también un asunto cultural.
La paz no es simplemente el resultado de la eliminación de los conflictos, también es la
consecuencia de la convicción ciudadana en la conveniencia de los métodos jurídicos de
solución de conflictos. Una sociedad que centre sus esperanzas de convivencia pacífica en
los métodos de disuasión por medio de las armas de fuego es una sociedad fundada en un
pacto frágil y deleznable. Las relaciones intersubjetivas estarían construidas en el temor y
la desconfianza recíprocas, de tal manera que la ausencia de cooperación, entendimiento

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y confianza como bases del progreso social serían un obstáculo insalvable para el
crecimiento individual y colectivo.”. (sentencia C-296, 1995)

Aquí podemos relacionar el pronunciamiento de La Corte con la violencia cultural que nos habla
Galtung, reconociendo que la paz no es solo el fin del conflicto armado sino que es aquella
eliminación de violencia cultural que lleva a la sociedad a fundar sus esperanzas y posibilidades
de convivencia pacífica en las armas o mejor dicho en la violencia directa.

Al referirse la Corte a la paz como un instrumento que no es simplemente el resultado de la


eliminación de conflictos armados, deja entrever que hay muchos otros factores que influyen en la
consecución de tal fin esencial del Estado; dichos factores pueden ser la igualdad, la educación, el
acceso a la administración de justicia, entre otros.

Se puede intuir, que la tarea de superar dichos factores que alteran la consecución de la paz se ven
complejos de alcanzar; en tanto que la educación, la igualdad y los demás factores sociales,
económicos, políticos, éticos y demás continúan con grandes impedimentos, tanto estructural
como culturalmente; tanto desde el punto de vista del Estado que debe solucionar y prever antes y
después de los acuerdos en su estructura y haciendo presencia en los lugares donde los grupos
armados han tenido control y de la sociedad colombiana que debe superar distintos aspectos
culturales violentos.

De la misma forma, en años posteriores, en la sentencia C-370/2006, la Corte explica o profundiza


más en el concepto de paz, ya dando a entender los distintos conceptos que se le han dado a la paz.

la Paz aceptada como propósito colectivo nacional e internacional puede considerarse


como ausencia de conflictos o enfrentamientos violentos (núcleo mínimo), como efectiva
armonía social proveniente del pleno cumplimiento de los mandatos de optimización
contenidos en las normas de Derechos Humanos (desarrollo máximo) o como la
atenuación de los rigores de la guerra y la “humanización” de las situaciones de conflicto
(Derecho Internacional Humanitario como manifestación del derecho a la Paz en tiempos
de guerra).(subrayado fuera de texto) (Sentencia C-370, 2006).

Aquí entonces vemos en el primer concepto una paz negativa, entendida como la simple falta de
violencia directa o de conflictos armados, por otro lado en esta investigación se tratará el segundo

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concepto, la paz en su desarrollo máximo, donde relacionando el concepto con la teoría de Galtung
es el cumplimiento con las necesidades básicas de la sociedad y la falta de violencia en cualquiera
de sus formas.

Este concepto parece ser el que se entiende por paz en Colombia a la luz de la constitución de
1991, pues dice La Corte que: “En primer lugar, la Corte constata que la paz ocupa un lugar
principalísimo en el orden de valores protegidos por la Constitución (…) La Asamblea
Constituyente protegió el valor de la paz de diferentes maneras en varias disposiciones” Pero lo
que lleva a entender que este segundo concepto es el tomado por paz en La Constitución es que se
entregan mecanismos para la protección y exigencia de derechos como lo menciona La Corte que:
“Dentro de los múltiples instrumentos para facilitar el logro de la paz, la Constitución reguló
procedimientos de resolución institucional de los conflictos y de protección efectiva de los
derechos fundamentales, como la acción de tutela” Además, percibiendo la paz como derecho
colectivo, como se ha tomado en el derecho internacional de los derechos humanos y como La
Corte lo aclara en la sentencia C-370/06:

El artículo 22 de la C.N., contiene el derecho a la paz y el deber de su obligatorio


cumplimiento, derecho éste que por su propia naturaleza pertenece a los derechos de la
tercera generación, y requiere el concurso para su logro de los más variados factores
sociales, políticos, económicos e ideológicos que, recíprocamente se le pueden exigir sin
que se haga realidad por su naturaleza concursal o solidaria. (…), la Paz también se perfila
cada vez más, tanto en el Derecho Internacional como en la jurisprudencia constitucional,
como un derecho subjetivo fundamental de cada uno de los seres humanos individualmente
considerados, a los cuales a su vez les corresponde el correlativo deber jurídico de buscar
la paz social” (Sentencia C-370, 2006)

De esta manera, se puede entender que el derecho a la paz que se consagra en la constitución de
1991 es más que la falta de conflicto armado, es el cumplimiento de los derechos humanos, de las
necesidades básicas de la sociedad, en toda esta, en armonía con la dignidad humana.

Otra relación que se puede dar en la mencionada sentencia con la teoría de Johan Galtung es un
articulado de la UNESCO al que se refiere La Corte que cita:

“Artículo 1: La Paz como derecho humano.

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“Todo ser humano tiene derecho a la paz que es inherente a su dignidad como persona
humana.

“La guerra y todo conflicto armado, la violencia en todas sus formas, sea cual sea su
origen, así como la inseguridad de las personas, son intrínsicamente incompatibles con el
derecho humano a la paz

“El derecho humano a la paz debe ser garantizado, respetado y puesto en práctica sin
ninguna discriminación, tanto en el ámbito interno como internacional por todos los
estados y todos los miembros de la comunidad internacional.

“Artículo 2: La Paz como un deber

“Todos los seres humanos, todos los estados y los otros miembros de la comunidad
internacional y todos los pueblos, tienen el deber de contribuir al mantenimiento y a la
construcción de la paz, así como a la prevención de los conflictos armados y de violencia
bajo todas sus formas. Es de su incumbencia favorecer el desarme y oponerse por todos
los medios legítimos a los actos de agresión y a las violaciones sistemáticas, masivas y
flagrantes de los derechos humanos que constituyen una amenaza para la paz.

Las desigualdades, la exclusión y la pobreza son susceptibles de comportar la violación de


la paz internacional y de la paz interna, y es deber de los estados promover y estimular la
justicia social, tanto en su territorio como en el ámbito internacional, particularmente por
una política adecuada al desarrollo humano sostenible” (subrayado fuera de texto)
(Sentencia C-370, 2006)

De esta manera, cuando se menciona “la violencia en todas sus formas” se puede pensar en la
violencia directa, estructural y cultural; además el último párrafo del articulado se relaciona con
las necesidades básicas de la sociedad que se trataran en esta investigación.

Dándole otros horizontes a la significancia del derecho a la paz, en la sentencia T-102/1993 M.P.
Carlos Gaviria Díaz, se dan la multiplicidad de sentidos y definiciones que puede abarcar el
derecho a la paz, en tanto que:

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Una característica peculiar del derecho a la paz es el de la multiplicidad que asume su
forma de ejercicio. Es un derecho de autonomía en cuanto está vedado a la injerencia del
poder público y de los particulares, que reclama a su vez un deber jurídico correlativo de
abstención; un derecho de participación, en el sentido de que está facultado su titular para
intervenir en los asuntos públicos como miembro activo de la comunidad política; un poder
de exigencia frente al Estado y los particulares para reclamar el cumplimiento de
obligaciones de hacer. Como derecho que pertenece a toda persona, implica para cada
miembro de la comunidad, entre otros derechos, el de vivir en una sociedad que excluya la
violencia como medio de solución de conflictos, el de impedir o denunciar la ejecución de
hechos violatorios de los derechos humanos y el de estar protegido contra todo acto de
arbitrariedad, violencia o terrorismo. La convivencia pacífica es un fin básico del Estado
y ha de ser el móvil último de las fuerzas del orden constitucional. La paz es, además,
presupuesto del proceso democrático, libre y abierto, y condición necesaria para el goce
efectivo de los derechos fundamentales. (Sentencia T-102, 1993).

En este sentido se denotan algunas necesidades básicas de la sociedad, como es la necesidad de


identidad o representación y la supervivencia y bienestar. Por otra parte mencionando el derecho
a vivir en una sociedad que excluya la violencia como solución de conflictos se hace clara
referencia a la ausencia de violencia cultural.

Finalmente, es importante resaltar de esta sentencia, una definición que intenta dar el magistrado
ponente acerca de lo que es la paz, a saber:

La paz, en definitiva, no es otra cosa que el respeto efectivo de los derechos humanos.
Cuando la dignidad humana es atropellada por la violencia o el terror, se está dentro de
una situación de guerra contra lo más sagrado e inviolable del hombre. No puede haber
paz mientras a nuestro alrededor hay quienes asesinan, secuestran o hacen desaparecer.
(Sentencia T-102, 1993).

Conclusiones preliminares:

Como primera conclusión preliminar se ve que la jurisprudencia de La Corte Constitucional se


puede relacionar con el concepto de paz de Johan Galtung, viéndose la paz como más que el fin
del conflicto armado, sino que la paz que se consagraría en la carta política es más amplia La Corte

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permite entrever la paz como un respeto a los derechos humanos, que se conseguiría con un
cumplimiento de las necesidades básicas de la sociedad.

Por otra parte, Johan Galtung reconoce o plantea distintos tipos de violencia (directa, estructural y
cultural) las cuales de uno u otro modo son reconocidos por La Corte Constitucional.

Como segunda Conclusión se demuestra que, tanto para el teórico como para la constitución, la
paz no es sólo responsabilidad del Estado, lo es también de los ciudadanos, de la sociedad, así es
responsabilidad de todos acabar con la violencia en sus tres formas y permitir, en toda la sociedad
el cumplimiento de las necesidades básicas.

Análisis de la educación.

Se procederá a analizar la educación como un sector de interés para la consecución de la paz, pues,
en esta podría existir violencia estructural, que en últimas al ser los niños, jóvenes y adolescentes
los que participan, conviven y se desarrollan en esta estructura podría terminar desembocando en
una cultura violenta.

Según Gonzalo Cataño (1984) la relación entre educación y clases sociales es indispensable para
la comprensión eficaz del sistema educativo ya que, se suele afirmar que por medio de la
educación se puede promover la igualdad social, o en otras palabras una paz cultural y estructural
pero si esta educación está contaminada con una estructura violenta no puede más que empeorar
el problema.

Explica Cataño que se tiende a pensar que la educación expresa las características de la sociedad
de la cual se halla inmersa, pero no se suele tener en cuenta que al estar en una sociedad
estratificada, las clases sociales o mejor dicho, los estratos sociales se aprovechan del sistema
educativo de diversas maneras y que además las clases sociales constituyen una de las dimensiones
más importantes de la sociedad. Esto definiendo las clases sociales como:

“agregados de individuos y familias con posiciones socioeconómicas similares, encontramos que


ellas poseen diversas capacidades de acceder a los bienes y servicios de la sociedad según su
propiedad, sus ingresos y su ocupación, esto es, su riqueza. Estas características les confieren a sus
integrantes un modo de vida típico que se traduce en un comportamiento y en un conjunto de
valores particulares que a su vez se convierten en rasgos culturales diferenciadores, reforzando las

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desigualdades económicas que les sirven de base. Ello es lo que ha llevado a identificar las clases
como subculturas, como formas distintas de socialización, conducta, aspiraciones y actitudes que
resultan en un estilo de vida propio y específico.” (Cataño, 1984)

Ahora bien, existe la creencia de que por medio de la educación se trae una igualdad social (paz
estructural y cultural) ya que esta permite una democratización de las oportunidades y un aumento
de los procesos de movilidad social. Esta creencia, tal vez falsa en la estructura Colombiana, hace
que se ligue la desigualdad social con la desigualdad de oportunidades educativas y se ignore en
cierta forma gran parte del problema, culpándose a esta desigualdad de oportunidades educativas
(muchas veces acceso a la educación) como la culpable de la diferenciación de clases.

Entonces, afirma Cataño que se olvida que las clases sociales tienen su asiento en su propiedad,
posición social y demás, no en el número de años que tiene su educación formal, está, según el
autor, funciona para legitimar la obtención de las posiciones alcanzadas por medio de su riqueza
y el monopolio del poder, pero no son la última fuente de la diferenciación social, dejando entrever
un aspecto de violencia cultural, donde la cantidad de años cursados legitima este monopolio del
poder y la poca movilidad social, manteniéndose las mismas clases sociales, que tienen la
posibilidad de acceder a mayor cantidad de años educativos, en la dirección económica y política
de la sociedad.

¿De qué manera se apropian las clases sociales de la educación y que relaciones existen entre esta
y el sistema ocupacional?

Siguiendo al mismo autor, estas tienen distintas maneras de hacerlo, una de ellas y la más evidente
es que la educación exige un medio favorable para su desarrollo y tiempo (cinco años para la
enseñanza primaria, seis años para la secundaria y generalmente cinco años para la superior, hasta
finalizar el pregrado.) y además no todos los grupos sociales están en la capacidad de afrontar los
gastos educativos y la espera para entrar en el mundo laboral que esta exige.

En los gastos se trata de referir a que la educación (a pesar de que las matriculas sean gratuitas)
requiere una inversión económica, se debe invertir en: útiles y transporte; además de las
necesidades básicas de alimentación, vestido y recreación. En palabras de Max Weber (1972)
sería “que la educación requerida para la adquisición del certificado educacional exige

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considerables gastos y un periodo de espera antes de obtener plena remuneración, (lo cual) supone
un desplazamiento del talento en favor de la propiedad”

Pero, aun dejando a un lado las exigencias económicas y de tiempo que el sistema educativo
requiere, esta puede crecer en cuanto a cobertura (más personas por diferentes medios acceden a
la educación, supliendo las necesidades de diversas maneras) por tanto se debe mirar más a fondo
en la estructura de la educación colombiana, para determinar si esta es una estructura violenta y
las repercusiones que esta puede causar, como por ejemplo la generación de violencia cultural.

Siguiendo a (Cataño, 1984) la educación a medida que mejora su cobertura o en otras palabras va
creciendo se puede estratificar internamente, originada en una distinción en nivel académico,
calidad y socialización ofrecida por las diversas instituciones educativas. En otras palabras, la
educación democratiza, sí esta presenta o entrega oportunidades para conseguir oportunidades
laborales y demás, pero también se estratifica internamente haciendo de la estructura de clases
un rasgo determinante en las diferencias de acceso a la educación y la dinámica del sistema
educativo.

Colombia es una sociedad con marcadas diferencias sociales y en estas, siguiendo a Cataño, las
distintas clases tienden a educar a sus hijos en diferentes instituciones educativas. De este modelo
entonces surge un subsistema privado dirigido a escolarizar o educar a las clases altas o dirigentes
de la sociedad ya qué, la educación oficial se “populariza” y estas clases buscan una mejor
formación educativa para sus hijos y si bien esas instituciones surgentes de este subsistema se rigen
por las mismas directrices dictadas por el ministerio de educación nacional, tienen diferentes
acentuaciones que les confieren características especiales.

Aunque esto no es anormal, exclusivamente colombiano ni nuevo como ya lo había escrito


Durkheim así:

“hay tantas clases de educación.., como medios distintos. ¿Se halla (la sociedad) formada
por castas? La educación varía de una casta a otra; la de los patricios no era la de los
plebeyos; la del bramán no era la del sudra. Lo mismo en la Edad Media

¡Qué separación entre la cultura que recibía el joven paje, instruido en todas las artes de la
caballería, y la del villano, que iba a aprender en la escuela de su parroquia algunos escasos

22
elementos de cálculo, de canto y de gramática! Todavía hoy, ¿no vemos variar la educación
con las clases sociales y hasta con los medios especiales? La de la ciudad no es la del campo,
la del burgués no es la del obrero” (Durkheim, 1976)

Así, la estratificación social toma el sistema educativo y lo trata de moldear a su imagen y


semejanza. Ello, explica Cataño, desemboca en que la institución educativa repose su prestigio en
la posición social de las familias de sus estudiantes. Así por ejemplo aquellas instituciones que
educan a los hijos de altos funcionarios públicos o privados, gerentes, grandes propietarios urbanos
y terratenientes, gozan de mejor prestigio que aquellos cuya familia de sus estudiantes proviene de
la clase obrera, los empleados de baja clasificación o campesinos pobres.

Siguiendo al mismo autor, se explicaría este mayor prestigio en que las primeras son las
instituciones que educan los grupos sociales que ostentan el poder (los de arriba desde Galtung)
quienes deciden sobre los asuntos más importantes de la sociedad y a ellos sumado que estas
instituciones tienen la capacidad de costear cierto nivel de calidad en la enseñanza y mejores
servicios como médicos y recreativos.

Ahora bien, tampoco la profesión docente estaría libre de estos rasgos estructurales, Afirma Cataño
que el prestigio y posición de una persona dentro del magisterio estaría condicionada al tipo de
institución en la cual preste sus servicios o en otras palabras, “el origen social de su audiencia
estudiantil. De todos son conocidas las diferencias de prestigio de un maestro que trabaja en una
institución de élite y de otro que ofrece sus servicios en una de barriada o de las áreas rurales.”
Puesto que, en las instituciones de “elite” tiene por audiencia a los dirigentes del mañana, en la
otra a los obreros y trabajadores, dominantes y dominados o desde Galtung, en la primera educaría
a “los de arriba” y en la segunda a “los de abajo”

Las repercusiones de esta manifestaciones de clase en la estructura son variadas y pueden incluso
llegar a diferenciar la estructura del sistema educativo en sí mismo. Según explica el autor los
vocablos escuela y colegio parten de dos realidades distintas, las escuelas suelen ser las
instituciones educativas donde las “masas” educan a sus hijos y los colegios las instituciones
llamadas “de elite” las primeras suelen ser instituciones de carácter público, situadas en
“barriadas”.

23
En la oferta educativa a nivel de educación media se encuentran especialidades o no, esto marcaría
de alguna manera también una forma de estratificación social.

Los institutos técnicos, agrícolas, escuelas de carácter comercial o contable y demás o en otras
palabras, el bachillerato técnico y el tradicional o clásico.

Los grupos privilegiados no suelen matricular a sus hijos en los institutos técnicos y agrícolas,
Estas instituciones estarían destinadas a los niveles empobrecidos de las clases medias de grandes
ciudades y a la clase obrera a modo de ejemplo.

Estas especialidades marcadas desde los grados bajos marcarían de alguna manera el futuro del
graduando pues, estos se esperan que se dediquen a esta “especialidad” puesto que se capacitan
para el mundo laboral, ya que “tal vez no puedan ingresar a la educación superior”.

El modelo de bachillerato clásico o tradicional iría dirigido a otro público, a las clases medias altas
y la clase alta de la sociedad, la diferencia (como se explicó anteriormente) radica en que el
bachillerato clásico se visualiza como un camino o paso previo a la Universidad o educación
superior, mientras este bachillerato técnico o agrícola sería un camino al mundo laboral y más
específicamente a ocupaciones subordinadas y de limitados ingresos.

Según (Cataño, 1984) seria:

La estratificación interna del sistema educativo proviene del rango de las ocupaciones para
las cuales entrena, pues es en estas últimas donde se materializan las distintas valoraciones
de sus especialidades. Si se entrena para oficios “humildes”, modestos, la deferencia social
para las instituciones que ofrecen este servicio será también muy baja.

Ahora bien, el autor también hace una diferenciación entre la educación rural y urbana, y
además, la que es recibida por la población rural de clase baja (Aparceros, arrendatarios,
minifundistas etc…) y la población rural de clase alta (Latifundistas, medianos propietarios y
grandes empresarios). En esta diferenciación denota que la clase baja se educa en la escuela rural,
mientras que la clase alta es educada lejos del campo “se educan en las ciudades en un ambiente
ajeno al origen de su riqueza.” En este caso explica que, la conocida pobreza y escasez de las
escuelas o escenarios educativos rurales constaría es una “expresión de la pobreza de sus
moradores” las penurias locativas, carencia de recursos, baja calidad educativa, ausencia de
servicios médicos, serían afines a los recursos económicos o nivel de vida de su matrícula escolar.
Así concluiría: “un subsistema con tantas ausencias que apenas resiste la comparación con la

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educación ofrecida en los medios urbanos, y su indigencia y sus privaciones no son más que la
expresión de las limitadas condiciones de existencia de la población que pretende instruir.”
(Cataño, 1984)

Ahora, hablando de las universidades, que a pesar de mejorar su cobertura y “democratización”


siguen sin estar exentas de esta dinámica de clases sociales que en ultimas terminaría siendo una
manifestación de violencia estructural, explica el autor que al popularizarse, expandirse o
“democratizarse” se generan en ella movimientos diferenciadores que terminan en últimas por
dividir a las instituciones de educación superior, estas divisiones serían las universidades de
“masas” y las universidades de “elite”.

Las universidades de “masas”, según Cataño, son universidades, generalmente, de gran tamaño,
gratuitas o con derechos de matrícula reducidos, con un reclutamiento estudiantil tan amplio como
lo permita la estructura y la educación media; En la actualidad colombiana es sabido que las
instituciones públicas son de gran calidad y exigencia para la admisión de sus estudiantes,
buscando un nivel académico para la aceptación de sus estudiantes, lo cual puede permitir otra
forma de violencia estructural que se tratará de analizar adelante. Pero, estas instituciones se
traducirían en otro tipo de universidades de bajo nivel las cuales buscan educar a aquella
población que no pudo acceder a la educación pública y no tiene la capacidad económica para
acceder a una institución de “elite”.

Ahora bien, estas instituciones diría Cataño que sus perfiles ocupacionales son del dependiente y
asalariado que trabaja en las instituciones del Estado y en puestos de nivel medio, pero sobre todo,
estas instituciones se distinguirían porque tienen una población de origen “popular” para
“ocupaciones populares”.

Las instituciones de “elite” serían entonces instituciones de tamaño mediano, generalmente


privadas, muchas veces con matrículas de alto costo y estudiantes de clase alta y media alta. Como
es de esperarse, y siguiendo la lógica manejada anteriormente, los educandos de estas
instituciones surgen o conviven con vinculaciones estrechas con los dirigentes de la sociedad y
sus egresados suele fungir como profesionales liberales o se desempeñan en cargos de alto rango;
estos egresados además, siguiendo al autor, tendrían mayor preferencia laboral, pues, entre otros
motivos, las instituciones de que fueron graduados se reconocen como de mayor nivel académico.

Explica el autor que la preeminencia de estas universidades se nota cuando se observan sus
relaciones con el Estado y la política, pues los egresados de estas instituciones de “elite” suelen
ser quienes ocupan los cargos cercanos a la presidencia o los principales cargos públicos, basta
mirar entonces de que universidades fueron egresados la bancada de ministros para determinar
que está representadas por unas prestigiosas universidades privadas de Bogotá y el exterior y en
pocos casos se ven otras universidades.

 Juan Fernando Cristo – Ministro del Interior: Universidad de los Andes.


 María Ángela Holguín – Ministra de relaciones exteriores: Universidad de los Andes.
 Mauricio Cárdenas – Ministro de Hacienda: Universidad de los Andes.

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 Jorge Eduardo Londoño – Ministro de Justicia: Universidad Externado de Colombia.
 Luis Carlos Villegas – Ministro de Defensa: Pontificia Universidad Javeriana.
 Aurelio Irragorri Valencia – Ministro de Agricultura: Universidad Javeriana
 Alejandro Gaviria – Ministro de Salud: Escuela de Ingeniería de Antioquia.
 Clara López – Ministra del Trabajo: Universidad de Harvard, Universidad de los Andes.
 Germán Arce – Ministro de Minas y Energía: Universidad del Valle.
 María Claudia Lacouture Pinedo – Ministra de Comercio, Industria y Turismo-
Universidad Externado de Colombia.
 Gina Parody – Ministra de Educación: Universidad Javeriana.
 Luis Gilberto Murillo – Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible: Universidad de
Moscú.
 Elsa Noguera – Ministra de Vivienda, Ciudad y Territorio: Pontificia Universidad
Javeriana.
 David Luna – Universidad del Rosario.
 Jorge Eduardo Rojas – Ministro de Transporte: Pontificia Universidad Javeriana.
 Mariana Garcés – Ministra de Cultura: Universidad de los Andes.
 Luis Guillermo Vélez - Secretaría General y Dirección del Departamento Administrativo
de la Presidencia: Pontificia Universidad Javeriana.

Cabe aclarar que aquí se estaría manejando una Hipótesis en construcción que se tratará de
comprobar posteriormente por métodos de análisis de información, por tanto, solo se estará hasta
el momento haciendo una revisión teórica de la la estructura de clases en la educación, teniendo
una base para confirmar o negar esta hipótesis.

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TRABAJOS CITADOS

Cataño, G. (1984). Educación y Diferenciación Social en Colombia. Revista Colombiana de


Educación, 29-40. Recuperado el 30 de Marzo de 2016, de
http://www.pedagogica.edu.co/storage/rce/articulos/14_05ens.pdf

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Henao, G. J., Hoyos, M. M., Ramírez, M. D., Vega, S. R., & Zapata, M. B. (2016). HACIA LA
CONSTRUCCIÓN DE UN CONCEPTO AMPLIO DE PAZ: Una reflexión para el
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Hueso García, V. (2000). JOHAN GALTUNG L.A TRANSFORMACIÓ NDE LOS


CONFLICTOS POR MEDIOS PACÍFICOS. En M. d. Español, Cuadernos de Estrategia,
Número 111. Dedicado a: Ideas sobre prevención de conflictos (págs. 125-159). Instituto
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Lafaurie, M. M. (2008). Violencia Intrafamiliar Contra las Mujeres en Bogotá: Una Mirada de
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Magallón Portolés, C. (2005). EPISTEMOLOGÍA Y VIOLENCIA APROXIMACIÓN A UNA


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Febrero de 2016, de http://dle.rae.es/?id=1qcHOJ0

sentencia C-296, C-296 (Corte Constitucional 1995).

Sentencia C-370, C-370 (Corte Constitucional 2006).

Sentencia T-028/1994, T-028 (Corte Constitucional 1994).

Sentencia T-102, T-102 (Corte Constitucional 1993).

Weber, M. (1972). Ensayos de Sociología Contemporanea. Barcelona: Martínez Roca.

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