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Significados de la libertad

Ideas Principales
Conceptos
SIGNIFICADOS DE LA LIBERTAD

Alfredo D. Vallota H.

La libertad no hace felices a los hombres,


los hace sencillamente hombres
Manuel Azaña

Cuando nos acercamos a conversar sobre la libertad lo primero que


encontramos es una fantástica diversidad en torno a la noción misma de libertad al
punto que se registran más de 200 significados para la palabra. Podemos
interpretar este hecho como que lo que tiene muchos significados tiene poco
significado por lo que la palabra libertad sería lo que dan en llamar un significante
vacío o una palabra comodín, que se puede usar como y cuando nos convenga,
como en el Caribe se usa vaina, o entre los rioplatenses boludo. Pero, por otro,
podemos entender que el que haya tantas significaciones apunta a la importancia
y el lugar central que tiene la libertad en la existencia humana y que muchos son
los que han reflexionado sobre el asunto.

Pareciera esto último lo que sucede porque, en lo que conocemos, llevamos


casi 5.000 años tratando el tema. La palabra más antigua registrada para la noción
de libertad es ama-gi en lengua sumeria, hacia el 2300 AC, que literalmente quiere
decir volver a la madre. Se refiere a una disposición del rey Urukagina de la
ciudad-estado de Lagas, cerca de la unión del Tigris con el Eufrates, por la que se
permitió a los esclavos volver a sus casas, regresar al lar natal, volver donde su
madre, liberados de la sumisión a la que estaban sometidos.1 De esto podemos

1
El Código de Urukagina, que reinó entre 2380 y 2360 AC en la ciudad-estado de Lagash cerca de la unión
del Tigris con el Éufrates, fue uno de las primeras normas legales por la que se trató de implementar
condiciones de mayor igualdad y libertad frente a la opresión de las castas sacerdotales y los señores
poderosos, así como estableció reglas para la protección de viudas y huérfanos, reguló los impuestos y sentó
normas de pago.
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Significados de la libertad

obtener una primera inferencia y es que libertad es una noción estrechamente


relacionada con la sumisión y el sometimiento y también con el poder y señala la
toma de conciencia del ser humano tanto de su finitud como de sus ansias de
autonomía de la propia existencia. De manera que de la finitud de nuestra vida y
de nuestro poder para ir más allá de nuestros propios límites nace la libertad

Me atrevería a decir que es posible que cada uno de nosotros que


reflexione sobre el asunto pudiera llegar a elaborar su propia noción de libertad.
Este es un poco el motivo de esta charla, invitarlos a que mediten sobre un tema
que parece importante, lo hagan cuestión de conversación, vuelquen sus propias
cavilaciones en las charlas de café o lo hagan tema de lecturas. De esa forma es
que enriquecemos nuestras vidas y enriquecemos las vidas de los otros. En
consecuencia, y de eso trata la filosofía, no esperen de mí la solución a este tema
sino algunos aportes para esas reflexiones.

Significado de la libertad

Vamos a enfrentar el tema desde la experiencia común de todos nosotros.


Cuando decimos libre ¿A qué nos referimos? Para precisar de lo que hablaremos,
podemos agrupar la variedad de nociones a las que hemos hecho mención en tres
conjuntos. Los llamamos de autorealización, de autoperfección y de
autodeterminación, que no son sino diferentes perspectivas de lo mismo, y que
rezarían así:

La autorealización es el poder actuar como se desea en favor de nuestro


propio bien tal como lo entendemos, es decir, actuar según nuestros deseos y
objetivos. Esta perspectiva asocia la libertad con la ausencia de impedimentos,
coacción o coerción y es lo que llamamos libertad de o libertad negativa. Es la
más frecuente, a la que nos referimos cuando hablamos de libertad de prensa,
libertad de viajar, libertad de comerciar. Se asocia con corrientes filosóficas
empiristas, que son aquellas que dan prioridad a la experiencia.

La autoperfección es poder vivir según la sabiduría que hayamos adquirido,


en conformidad con una ley moral o con cualquier otro ideal que estimemos
virtuoso para la naturaleza humana. En otras palabras, vivir según consideremos
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Significados de la libertad

que deben vivir los seres humanos. Es una de las modalidades que se llama
libertad para, o también libertad positiva que se asocia con corrientes vinculadas al
racionalismo filosófico.

La autodeterminación es el poder, que se estima inherente a la naturaleza


humana, de construir nuestro carácter creativamente decidiendo qué es lo que
hacemos con nuestra existencia, en qué nos convertimos. No hay un modo
preferible sino que cada uno elige lo que ha de ser, tal y como decida que ha de
ser, sin ningún tipo de predeterminación ni objetivo preestablecido. Esta también la
podemos asociar con la libertad positiva o libertad para y filosóficamente es una
posición asociada a corrientes existencialistas.2

Estas tres concepciones, poder seguir nuestros deseos, poder actuar según
una concepción, (sea la gracia de Dios como en San Agustín, el conocimiento de
la necesidad de las causas como en Spinoza, el conocimiento de nuestros
conflictos interiores como en Freud) y poder construir lo que hemos de ser tienen
algunas características comunes.

Por un lado, la preeminencia(PRIVILEGIO) del individuo en contraste con


los otros individuos, con los deseos e imposiciones de los otros, destacando el sí
mismo por sobre el poder de otros. Esta posición acentúa el desde uno sobre el
para uno o por uno. Son muchos los casos en que se coarta la libertad escudados
en que es para nuestro beneficio o por nuestro bien. Como dijera Bakunin, aunque
sea bueno, si me lo imponen, me opongo. El sí mismo y su poder son la fuente de
ser libre y no se es libre cuando estamos sometidos a un dominio o poder ajeno a
nosotros, sea de personas o de instituciones. Ser nuestros propios señores, ser
autónomos, es ser libres, y en esto coinciden pensadores como Tomás de Aquino,
Spinoza, y Kant. Pero no se trata del poder en su acepción derivada de dominio o
control sobre otros sino el poder en su acepción más fundamental, el poder ser, la

2
El teólogo jesuita Karl Rahner se acerca a esta posición cuando sostiene que la libertad no es la
facultad que poseemos para hacer esto o aquello con elecciones arbitrarias sino la capacidad de una
persona para decidir acerca de sí misma en su singular totalidad por lo que, en última instancia, no hacemos
algo sino que nos hacemos a nosotros mismos. Cfr. Rahner, K. Foundations of the Christian Fatih, Crossroad,
New York, 1984, p. 94.
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Significados de la libertad

posibilidad de vencer nuestra propia finitud para ser algo más de los que
naturalmente somos.

En segundo lugar, ser libre está asociado con que cada uno sea la fuente
activa de sus acciones y no el objeto pasivo del poder de otros, su instrumento. 3

Ahora bien, muchos son los que sostienen que este el objetivo principal no se
puede lograr sin la colaboración de otros seres libres como nosotros. Esto es lo
que ha dado en llamarse la libertad con que podemos resumir diciendo que
nuestra libertad no está limitada por los otros sino que, al contrario, se extiende
con la libertad de los otros. En pocas palabras, no se puede ser libre entre
esclavos.

En tercer lugar podemos mencionar que ser libre encierra la posibilidad de


actuar de otro modo, de tener alternativas a nuestro actuar, sea que existan, sea
que podamos crearlas. No se es libre si se está obligado a actuar de una única
manera, así como no se es responsable sin no podemos evitar hacer lo que
hacemos.

¿Libertad o libres?

Pasemos ahora a formularnos otra pregunta: ¿Existe la libertad, cualquiera


sea la forma que la entendamos? Esta parece una pregunta sencilla pero
introduce asuntos de importancia filosófica. Si avanzamos para responderla, lo
primero que surge es que, si la libertad existe, no ocupa un lugar en el espacio, no
tiene una existencia física como una mesa o una naranja. Mesa o naranja tienen
una existencia que apreciamos sensorialmente, físicamente y, en castellano, estas
cosas se nombran con sustantivos y corresponden a entes existentes. Ahora bien,
libertad es un sustantivo, sin embargo entre el sustantivo mesa y el sustantivo
libertad hay diferencias. ¿Qué tipo de diferencias?

Veamos. Decimos que la naranja es una fruta que se nombra con un


sustantivo. También decimos la naranja es dulce donde dulce señala una cualidad

3
. En esto hay diferencias porque algunos autores como Descartes sostienen que se puede ser libre
si se mantiene el poder de decidir aunque no se transforme en acciones mientras que otros sostienen que
no se es libre a menos que nuestras acciones surjan de nuestra intimidad.
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Significados de la libertad

de la naranja y para eso usamos un adjetivo. Aquí nos encontramos con un


problema porque en castellano podemos sustantivar los adjetivos, y también los
verbos, y hablamos de la dulzura de la naranja, de que el leer es gratificante, el
escuchar es una virtud y otras por el estilo. Pero cuando decimos dulzura, como
es un sustantivo, pareciera que fuera un ente como la naranja, pero no lo es. La
dulzura no es algo físico ni algo independiente sino algo que apreciamos en las
cosas que son dulces. Lo que designan los sustantivos per se, los entes, tienen
una existencia diferente de lo que designan los adjetivos, o verbos, sustantivados.

A la naranja la podemos cortar, guardarla, lanzarla a un conferencista


aburrido, pero nada de esto podemos hacer con la dulzura. Esta pasa con muchas
otras cosas como la gente se muere pero hablamos de la muerte, o la gente se
ama pero hablamos del amor o decimos la pared es blanca y hablamos de la
blancura. Lo mismo con la amistad, el odio, la imaginación. Esta confusión hace
muy bella poesía, hermosas metáforas pero no ayuda a pensar.

Volvamos a lo nuestro y preguntemos si la Libertad es un sustantivo como


naranja o un adjetivo sustantivado como dulzura. Dicho de otra manera, ¿Existe la
libertad o lo que hay son personas libres? A mi juicio la libertad no tiene una
existencia independiente, no es un ente como la naranja sino que es como la
dulzura, una cualidad que no puede guardarse en un armario, ni ir a comprarla a
una botica, ni cortarla. Libertad es un sustantivo pero que no representa a un ente
sino a una cualidad de un sujeto, El hombre es libre o el hombre no es libre. Es
una cualidad de un sujeto que, como vimos, está asociada al poder de
autodeterminarse, y autorealizarse

Con estas precisiones podemos plantearnos otra pregunta, porque hay


distintos tipos de cualidades. Por ejemplo, los números tienen la cualidad de ser
pares o impares y son uno o el otro. No pueden ser más o menos impares sino
que son pares o impares plenamente. Pero una cualidad como la dulzura admite
grados y una naranja puede ser más o menos dulce que otra. La dulzura es algo
que tiene grados, no se limita a dos extremos excluyentes. Lo mismo apreciamos
en otras cualidades como que uno nunca es tan delgado como para no pesar nada
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Significados de la libertad

pero tampoco es tan gordo que no pueda ser más gordo. Pues bien, sostengo que
la libertad es una cualidad que tiene grados, nunca somos totalmente libres ni
nunca somos totalmente esclavos.

¿El ser humano puede ser libre?

Generalmente más difícil que encontrar una respuesta es plantearse


adecuadamente la pregunta. Como gustaba decir a Jorge Luis Borges, tener una
pregunta bien planteada es tener la mitad de la respuesta y la pregunta que
formulamos no está bien planteada. ¿Por qué no lo está?

Preguntarse si el ser humano puede ser libre no es un buen comienzo


porque no hay tal cosa como el ser humano. Cuando decimos el ser humano
hablamos de una abstracción porque el ser humano así dicho no es joven ni viejo,
ni mujer ni hombre, ni adulto ni niño, ni sano ni enfermo, es decir carece de todas
las determinaciones que tenemos los seres humanos existentes. El ser humano es
una abstracción por lo que corresponde preguntarse es si Juan, María, usted o yo
somos libres, no si el ser humano es libre.

Habiendo precisado el sujeto pasemos a indagar si Juan puede ser libre, si


puede hacerlo siempre o sólo algunas veces. Pero ahora se hace necesaria otra
precisión y es a qué tipo de actividad nos referimos porque hay ciertas actividades
en las que no somos libres como respirar, dormir, recordar, beber, que el corazón
haga circular la sangre y otras. Las funciones fisiológicas son acciones nuestras
que están determinadas. También se entiende que las personas no son libres si
actúan bajo el efecto de drogas o el alcohol porque la libertad humana está
asociada con la deliberación racional. Por otro lado, aunque pareciera que
actuaran libremente, muchas personas no pueden superar los condicionamientos
sociales, los prejuicios, los factores culturales y es por eso que para muchos la
misión de la educación es básicamente es una tarea liberadora.

Entonces la libertad es algo que tiene grados dependiendo de la


circunstancia, del tipo de actividad, de la cultura, de los prejuicios. Ni somos
esclavos totalmente, como pretenden algunos gobernantes, ni tampoco somos
omnipotentes para hacer todo lo que queremos o pretendemos hacer. Por eso, la
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Significados de la libertad

pregunta si soy o no libre está mal formulada porque a esa pregunta sólo se puede
responder si o no y este no es el caso de la libertad. Dependiendo de la
circunstancia, de la actividad se puede ser más o menos libre. Soy libre de
suspender mi respiración por 30 segundos, pero otros puede que más. Pero no
soy libre de dejar de respirar ilimitadamente y seguir vivo, ni nadie lo es.

¿Soy libre?

Habiendo establecido que la pregunta me tiene a mi, y a cada uno de


nosotros, como el sujeto y se refiere a las cosas concretas que puedo hacer se
trata entonces de establecer los límites a mi poder para actuar, o no actuar. De
antemano, al establecer que la libertad no es un ente sino una cualidad de las
personas, y una cualidad que es factible de tener grados, ya anticipamos que la
respuesta se ubica en una gama de posibilidades que van desde la nada hasta el
todo dependiendo del lugar y el tiempo, de cuando y dónde, de qué y de cómo. En
otras palabras, en algunas ocasiones soy libre, o más libre que en otras en que no
lo soy tanto. No soy libre de caminar si tengo un problema en mis piernas que me
lo impide pero si estoy bien de salud, si lo soy. Un niño que ignora los peligros de
la calle y el tránsito es menos libre que uno que los conoce y de allí que la
educación sea una manera de incrementar los grados de mi libertad en muchos
aspectos. Si resumimos, podemos decir que soy más libre en cuanto puedo
realizar en mayor grado lo que decido hace según mis deseos, convicciones o
determinaciones.

Esta noción de libertad, recordando que nos referimos a una cualidad de las
personas, se refiere a que cuando decidimos hacer algo hemos de tener al menos
dos opciones, sea que esas dos opciones preexistan o que podamos crearlas.
Nadie está obligado a hacer lo que no puede hacer ni penado por lo que no puede
evitar. No somos libres, por ahora, de dejar de respirar indefinidamente porque
morimos. Para ser libres deberíamos poder crear otra opción para obtener el
oxigeno que requiere nuestro metabolismo y tener así la alternativa para decidir.

Llegados a este punto aparece un nuevo problema porque surge la


pregunta si somos libres de tener los deseos que tenemos o de llegar a las
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Significados de la libertad

decisiones que tomamos. Para citar un caso, que ampliaremos, hace ya unos
cuantos años que Vance Packard publicó su famoso libro pionero sobre este
asunto titulado Las Formas ocultas de la propaganda, alertando sobre las muchas
maneras, burdas o sutiles, honestas o deshonestas, de influir en nuestras
decisiones. Lo mismo podemos decir de las amenazas, de la violencia, del miedo
y recursos psicológicos que serían factores que afectan mi capacidad de decidir
por mi mismo. En otras palabras, pudiera ser el caso de que, aunque hagamos lo
que decidimos hacer, lo que decidimos no lo hacemos libremente sino que
estamos determinados en nuestras decisiones por factores que escapan a nuestra
voluntad.

Determinismo

Tocamos así un asunto que se presenta como el opuesto a la libertad, el


determinismo. ¿Realmente somos, o podemos ser, libres en alguna medida o
nuestra vida está determinada de alguna manera que no podemos soslayar?

En primer lugar podemos mencionar como agentes que nos impiden actuar
autónomamente las diferentes formas de coerción externa. No podemos actuar
libremente si un delincuente ejerce violencia física contra nosotros, si estamos
amenazados, si se nos impide movernos, hablar, expresarnos, ya sea mediante
leyes u otros tipos de coacción violentas. Todo gobierno, en este sentido, siempre
coarta nuestra libertad y, frente a esto, la corriente de los últimos siglos ha sido
precisamente minimizar esta coacción sobre los ciudadanos para que podamos
aumentar nuestro grado de libertad pues los colectivos más libres parecen haber
sido más exitosos, al menos para los ciudadanos. Pero, como también nos
cuidamos de controlar la delincuencia y evitar los abusos, la dupla seguridad-
libertad ha estado desde siempre en el centro de las disyuntivas que cada
sociedad debe resolver.

Pero además de este caso, que es obvio y ha generado, y genera, muchos


conflictos socio-políticos, hay autores y corrientes de pensamiento que sostienen
que la aspiración a ser libres es vana porque estamos determinados por muchos
factores. En conjunto es lo que llamamos determinismo.
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Significados de la libertad

El determinismo en general sostiene que nuestras acciones, deseos,


preferencias y decisiones están establecidas por causas y condiciones previas que
las fijan y estipulan. En consecuencia, el problema de la libertad es un falso
problema porque no es otra cosa que una manera de nombrar al desconocimiento
de estas causas y condiciones. Por el contrario, los defensores de la libertad
niegan la necesidad que imponen las causas y condiciones preexistentes. Como
decían los medievales, hay una defectibilidad en las causas.

En buena medida, la importancia de la corriente determinista se deriva de la


ciencia moderna. Si realizamos una reacción química mezclando A y B en
condiciones adecuadas, el resultado sólo puede ser C. La aparición de C está
determinada por sus causas A y B y las condiciones adecuadas. Todos los hechos
de la naturaleza se rigen por esta norma que Laplace llevó a un extremo en el
siglo XIX. El gran sabio francés dijo que si pudiéramos conocer la posición de
todas las partículas en el universo y las fuerzas que las rigen podríamos conocer
todo el pasado y todo el futuro.4 Claro que no conocemos la posición de todas las
partículas ni todas las fuerzas, pero la ignorancia no impide entender al universo
como regulado y determinado y que podemos intentar aumentar el conocimiento
de esa regulación.5 De manera que, si conocemos las causas no hay libertad en la
aparición de esos efectos y si plantamos una semilla de trigo nacerá una planta de
trigo.

Si trasladamos esta noción a un campo más cercano al ser humano


encontramos varias propuestas concretas derivadas. La biología afirma que

4
Laplace, P. S. : Essai philosophique sur les probabilités, Paris, 1814. Pierre Laplace (1748-1827)fue
un notable astrónomo y matemático francés, creador de la llamada transformada de Laplace, la ecuación de
Laplace y la famosa función de campana en el estudio de las probabilidades conocida como la campana de
Laplace-Gauss. En 1796 propuso en su Sistema de formación del mundo la primera teoría acerca del origen
del sistema solar a partir de una nebulosa primigenia. La teoría que se conoce como de Laplace-Kant
porque el filósofo E. Kant había lanzado la idea en 1755 aunque no s sabe si Laplace la conocía. Hoy se
mantiene como el fundamento de toda teoría cosmológica. Su Tratado de la Mecánica Celeste en 5
volúmenes resume y completa toda la astronomía de su tiempo y muchos lo consideran el Newton francés
ya que resolvió algunos de los problemas que el sabio inglés dejó sin respuesta y mejoró sus propuestas.
Protegido de D’Alembert, su discípulo Napoleón Bonaparte lo nombró conde lo que no impidió que los
borbones luego de su restauración lo hicieran marqués.
5
Hemos de señalar, aunque no lo trataremos en esta ocasión, que la corrientes nuevas de la física,
como la Mecánica cuántica, niegan que podamos conocer lo que Laplace pretendía, atendiendo a lo que se
llama el Principio de Incertidumbre de Heisenberg.
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Significados de la libertad

estamos genéticamente determinados no sólo a ser humanos sino también a ser


el tipo de humanos que somos, en sexo, altura, tipo físico, temperamento y formas
de conducta. Es decir, estaríamos determinados a ser lo que somos y a actuar
como actuamos debido a la dotación genética que heredamos de nuestros padres
y antepasados. Es nuestra herencia la que determina la bioquímica de nuestro
sistema nervioso, la producción de nuestras hormonas y el funcionamiento de
nuestras glándulas que establecen nuestras conductas, decisiones y deseos
limitando nuestra posibilidad de actuar libremente.

Cuando, en el siglo XIX, la psicología y la sociología adquirieron un carácter


científico también adoptaron esta norma de la ciencia que hace de la libertad sólo
una ilusión. La psicología en general, y en particular el auge que en buena parte
del siglo XX tuvo el psicoanálisis y el inconsciente, llevaron a entender que
nuestras acciones responderían a fuerzas ocultas y desconocidas de nuestra
psiquis que serían las que guían nuestros deseos y decretan nuestras decisiones.
En este caso, libertad sería el nombre que le damos a esas pulsiones internas que
nos gobiernan pero que no conocemos ni controlamos o, en todo caso, que
intentamos controlar. La postulación de un inconsciente nos hace dependientes de
factores que no manejamos.6 Si bien en muchos casos pareciera que hacemos
una deliberación consciente y lógica de los argumentos y razones, la decisión ha
sido tomada por pulsiones que reclaman satisfacción.

La sociología, y la antropología, aportaron otra versión que minimiza en


general la responsabilidad del individuo. Si bien hay un determinismo genético
importante varias corrientes estiman que muchos más importante es la
determinación que de nuestra conducta y deseos hacen las circunstancias en las
que vivimos. No es lo mismo nacer y vivir en París que en una favela brasilera, no
es lo mismo nacer y vivir en una playa tropical que en la Siberia rusa, no es lo
mismo nacer y vivir en la cultura berebere que en la cultura yanomami. En
consecuencia, no sería el individuo el principal responsable de la conducta

6
John Hospers de la Universidad de California desarrolla esta perspectiva, que es discutida por
otros psicoanalistas, en su obra Human Conduct, Harcourt Brace, 1961 traducida por Tecnos, Madrid en
1964.
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Significados de la libertad

humana sino, la circunstancia en la que nace y vive. Como decía Ortega y Gasset
yo soy yo y mis circunstancia. Muestra de esta falta de autonomía del individuo es
que una misma persona se conduce de manera diferente si cambia de un medio
ambiente a otro.

Entre los defensores de esta propuesta encontramos diferentes posiciones.


Hay quienes se acentúan factores como el clima, el terreno, los alimentos
disponibles, como dice el refrán uno es lo que come. Otros, como Skinner
defienden el condicionamiento psicosocial que resulta el tipo de relaciones en la
comunidad, la forma de organización familiar, la educación, los estímulos y
represiones a que se nos somete. Cuando una conducta se premia tiende a
reiterarse y cuando otra se castiga tiende a evitarse. De esta forma se puede
llevar a la gente a actuar de cierta y determinada manera. Premios y castigos
pueden ser materiales, pero también más sutiles y elaborados pero con iguales
resultados. Así sucede con la propaganda, las modas, las conductas socialmente
aceptadas y las que no, las formas de belleza, las de entretenimiento. 7 Sin olvidar
que es la sociedad y la convivencia la que nos impone una moral cuyos valores
varían de lugar en lugar. Esta corriente tuvo preponderancia en el movimiento
nacionalsocialista de Alemania en los años 30 del siglo pasado que se extiende a
nuestros días.

Cercana a esta posición están las propuestas de Marx y Engels que


acentúan la dependencia que tenemos de la estructura económica y los modos de
producción. La manera en que nos ganamos la vida es la que establece nuestra
pertenencia a una clase social que sería la que determina nuestra conducta,
nuestros valores, nuestros deseos, nuestra manera de pararnos en la vida. Las
clases sociales clásicas son el proletariado, los trabajadores, los que ganan su

7
Cfr. Skinner, B. F. Walden two, Hackett Publishing Company, New York, 1948. Walden es el
nombre del famoso ensayo de Henry David Thoreau de 1854 en el que relata su vida solitaria cerca del lago
Walden en el que reivindica la libertad del hombre y el valor de la relación con la naturaleza. Skinner en su
novela, una suerte de utopía, propone precisamente lo contrario negando la libertad, minimizando los
instintos y reforzando el carácter social del hombre que es lo que lo determina. Burrhus F. Skinner es uno de
lospioneros del conductismo que considera al comportamiento humano como resultado de la historia de los
refuerzos positivos y negativos que ha recibido. Propuso una suerte de ingeniería social por la que a través
de técnicas psicológicas se podía mejorar la conducta humana para alcanzar una mejor sociedad y una
mayor felicidad.
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Significados de la libertad

sustento con su trabajo y la burguesía o capitalistas que obtienen ganancia de la


posesión de dinero. Esta división ha perdido vigencia en la realidad de nuestro
mundo, pero sigue siendo válida para los discursos simplistas de la izquierda.

En los últimos tiempos se ha acentuado la importancia que tiene en


nuestros deseos y decisiones aspectos como la cultura, el lenguaje, las
tradiciones, las costumbres, las etnias, las normas y estructuras predominantes.
Derrida dice que hablamos un lenguaje, pero que no es nuestro reformulando lo
que afirmaba Heidegger que no es que hablemos un idioma sino que la lengua
habla por nosotros. Con ello dan a entender que es la lengua, la cultura la que en
última instancia genera nuestros deseos y dirige nuestras decisiones y no la
voluntad personal. En esta dirección se inscribe el famoso y fallido intento de Mao
de hacer una revolución cultural. Por ello Heidegger sostenía que no cualquiera
podía filosofar porque era una actividad intelectual propia de los hablantes del
griego y del alemán.

Podemos agregar a estas vertientes biológicas, psicológicas, sociológicas, y


culturales del determinismo que se oponen a la concepción del ser humano como
un ser libre lo que llamaríamos un determinismo teológico, derivado de la
concepción de Dios como omnipotente y omnisapiente. Ciertamente, si Dios nos
ha creado y sabe por anticipado todo lo que sucede y lo que sucederá, entonces
nuestra libertad para escoger y decidir es una ilusión. Si Dios sabe cómo
escogeremos frente a una alternativa, entonces no hay alternativa por lo que la
libertad humana es incompatible con la omnisapiencia divina. Por otra parte, si
todo lo que escogemos depende de Dios, su Bondad Infinita impediría que
escogiéramos mal y, en el supuesto negado que lo hiciéramos, con su poder
infinito podría impedir que lo actuáramos en el error. Este determinismo teológico
así presentado ha generado grandes preocupaciones en todos los teólogos ya que
si no hay libertad no somos responsables de nuestras decisiones ni de nuestras
acciones y el pecado sería imposible.8

8
El místico flamengo del siglo XIV Jan van Rusbroec señala que si bien desde el punto de vista
natural la sumisión y obediencia aparecen como formas de eclavitud, en lo que se refiere a Dios es
justamente lo opuesto. En su Tabernáculo espiritual afirma que toda buena persona que, a través del amor,
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Significados de la libertad

Final

Hemos atendido a posiciones que defienden que podemos ser libres y


también a quienes se les oponen. Estas objeciones tienen virtudes porque el
hallazgo de un factor que restringe la libertad es una contribución efectiva a
nuestro afán de ser libres. Estimando que la libertad se da por grados, cuanto más
conozcamos de nosotros mismos y de nuestras limitaciones mejor podremos
superarlas. La cantidad de factores, conocidos o por conocer, que concurren a
nuestras decisiones, deseos y acciones elimina una vieja discusión en torno a lo
que se ha llamado la libertad de indiferencia, que Descartes y teólogos como
Buridan sostienen es la libertad que caracteriza a Dios. Los defensores de la
libertad de indiferencia sostienen que solamente se es libre si nada nos inclina a
elegir entre una u otra opción. 9 Podemos afirmar que esto no es posible para los
humanos, como decía Leibniz.

Pero tienen un defecto común y es el afán de simplificación ya que cada


una se afinca en sostener que hay un factor que es el que comanda las acciones
humanas dejando de lado precisamente lo que el conjunto muestra que los seres
humanos somos entes complejos que no podemos reducirnos a un solo aspecto.
Nuestras acciones son resultado tanto de cargas genéticas, hormonales, de salud,
ambientales, culturales, circunstanciales y factores que no conocemos de nosotros
mismos que hacen imposible que podamos mirar nuestra conducta con un solo
color. Más cuando la libertad tiene su manifestación más alta en el plano más
complejo del humano como es el de las decisiones morales, las estéticas, la
capacidad creativa.

Estas objeciones permiten eliminar la identificación de la libertad con el


azar, la casualidad. Nada se produce por azar, sin principio ni razón por lo que no
puede ocurrir cualquier cosa. Bien podemos decir que azar es una calificación

se niega a sí misma y abandona su voluntad en la libre voluntad de Dios…es noble, libre y maestro de todas
las cosas. Citado por Wiseman,J. en Human and Divine Freedom in the Christian Mystics.
9
Jean Buridan, teólogo de la primera mitad del siglo XIV, discípulo de Occam, fue un defensor de la
libertad y de la posibilidad que tenemos de elegir en todas las situaciones. Sus enemigos plantearon que un
burro (o un asno) parado frente a dos haces de heno no tendría razones para elegir y se moriría de hambre.
Leibniz da solución al caso sosteniendo que para toda acción hay una razón suficiente al par que sostiene
que si hubiera dos cosas exactamente iguales no podríamos distinguirlas como dos.
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Significados de la libertad

transitoria que señala que todavía no hemos encontrado la causa o el motivo que
lo produce ya que nada sucede por que sí. Vinculado con esta posición está la que
sostiene que se es libre si uno hace lo que quiere, o actúa por capricho o
arbitrariamente. Ya hemos hecho referencia a que los deseos tienen causas
diversas que hemos mencionado. El que afirma que hace los que se le antoja
simplemente vuelve a la infancia, cuando el desconocimiento de sí mismo y del
mundo le hacía parecer que sus acciones eran infundadas, sin ley ni norma
porque simplemente las desconocía.

Pero podemos agregar un aspecto más para finalizar, que han defendido
filósofos como Hume y otros moralistas ingleses y que se inscriben en la
contraposición de las ciencias humanas y las naturales. Se trata que en la
naturaleza suceden hechos que no persiguen ningún fin. La lluvia cae pero ella no
pretende regar los cultivos de los campesinos ni la manzana pretende saciar el
hambre del muchacho que la come. Responden a una cadena de antecedentes
que impone los consecuentes. Pero entre los seres humanos las acciones tienen
un fin, persiguen una meta, pretenden alcanzar un objetivo. Como decía Hume
aspiramos a un deber ser, un querer que no se deriva de lo que es y muchas
veces se le opone. Las acciones que llamamos humanas implican la conciencia de
una finalidad que actúa como una nueva causa, o vieja si recordamos a
Aristóteles.

Las acciones propiamente humanas no escapan a la regulación que tienen


los hechos, sino que agregan algo. Esto que agregan es una deliberación
consciente, ponderada, la búsqueda de opciones o la creación de ellas, las
rectificaciones, que surgen en nosotros en el ejercicio de nuestra autonomía. Los
hechos pueden que limiten nuestras acciones, o las condicionen, pero es lo que
da sentido a que nuestras acciones pretendan cambiar esas circunstancias. En las
acciones propiamente humanas, además de la causalidad de los hechos
naturales, intervienen aspectos que nos competen específicamente, que son
propios de cada acción y de cada agente, como razones, motivos, móviles, valores
que conforman nuestra posibilidad de actuar con grados de libertad que aspiramos
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Significados de la libertad

a que se incrementen, que es lo propio de los humanos en el mundo de la


naturaleza. Como decía Azaña.

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