Está en la página 1de 140

PROYECTO DE:

PROYECTO INTEGRAL DE PREVENCIÓN DE ADICCIONES DE QUITO

Quito - 2019
Contenido
A NOMBRE DEL PROYECTO:........................................................................................................... 3
B CATEGORÍA DEL PROYECTO: ...................................................................................................... 3
C COBERTURA GEOGRÁFICA.......................................................................................................... 3
D ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN ACTUAL - DIAGNÓSTICO ............................................................... 4
E ANTECEDENTES ........................................................................................................................... 8
F JUSTIFICACIÓN .......................................................................................................................... 15
G COBERTURA PROBLACIONAL .......................................................Error! Bookmark not defined.
H BREVE RESUMEN – DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO ......................Error! Bookmark not defined.
I ALINEACIÓN ESTRATÉGICA ...........................................................Error! Bookmark not defined.
J OBJETIVOS DEL PROYECTO ...........................................................Error! Bookmark not defined.
K INDICADORES Y METAS ................................................................Error! Bookmark not defined.
L PRESUPUESTO ...............................................................................Error! Bookmark not defined.
M DURACIÓN DEL PROYECTO...........................................................Error! Bookmark not defined.
N CRONOGRAMA VALORADO – PRODUCTOS .................................Error! Bookmark not defined.
O RIESGOS DEL PROYECTO ...............................................................Error! Bookmark not defined.
PERFIL DE PROYECTO

A NOMBRE DEL PROYECTO:

PROYECTO INTEGRAL DE PREVENCIÓN DE ADICCIONES

SECTOR: Salud
DEPENDENCIA: Dirección de Promoción, Prevención y Vigilancia de la
Salud Pública.
EJE: Quito Ciudad Solidaria
PROGRAMA: Promoción y prevención de la salud

Política: S3. Promover el mejoramiento de las condiciones de vida de los


habitantes de Quito.
Objetivo: 3.5: La población quiteña ha adoptado estilos de vida saludables y ha
disminuido su exposición a factores críticos de riesgo (Plan Metropolitano de
Desarrollo y Ordenamiento Territorial 2015-2025).

Programa: Promoción y prevención de la salud.

B CATEGORÍA DEL PROYECTO:

CATEGORÍA SUB CATEGORÍA


INVERSIÓN PROYECTOS DE GENERACIÓN DE
CAPACIDADES SOCIALES

C COBERTURA GEOGRÁFICA

El Programa está dirigido a todo DMQ que está formado por 65 parroquias, 32
urbanas y 33 rurales, distribuidas en 9 Administraciones Zonales.

El Programa integral de prevención de adicciones de Quito se implementará a


nivel Distrital en forma integral y a través de sus 9 Administraciones Zonales.

Para el año 2018 se estima que el 68.5% de la población se encuentra en el área


urbana y el 31.5% en el área rural, para el año 2030 se espera que el 63% se
ubique en el área urbana y el 37% en el área rural.
Figura 1: Distribución de parroquias por Administración Zonal

Fuente: Propia
Elaboración: Unidad de Información e Investigación de Salud

D ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN ACTUAL - DIAGNÓSTICO

CARACTERÍSTICAS SOCIO - DEMOGRÁFICAS

Población

La proyección poblacional para el DMQ en el 2019 es de 2’735.987 según datos


del INEC. Que representa aproximadamente el 86.3% de la población total de la
provincia de Pichincha y el 15.8% de la población nacional. Se estima que para el
año 2030, la población del DMQ será de casi 3.252.508 habitantes (4).
Gráfico 1: Población estimada para el Distrito Metropolitano de Quito, 1982
al 2030

3.500.000 3.252.508

3.000.000

2.500.000
2.239.191

2.000.000

1.500.000
1.083.600
1.000.000

500.000

-
1.982

1.990

2.010

2.012

2.014

2.016

2.018

2.021

2.023

2.025

2.027

2.029
2.001

2.011

2.013

2.015

2.017

2.019

2.020

2.022

2.024

2.026

2.028

2.030
Fuente: Instituto de la Ciudad.

La dinámica poblacional del DMQ en los últimos 20 años, considerando las nueve
Zonas Administrativas que lo componen, muestra importantes diferencias. Según
datos del último Censo (5), la tasa de crecimiento poblacional del DMQ ha
disminuido en los últimos años: del 2.6% en el 2001 pasó al 2.2% en el 2010. Sin
embargo, existe un proceso de expansión urbana hacia las parroquias rurales más
cercanas a la ciudad. Las mayores tasas de crecimiento demográfico en el DMQ
se encuentran principalmente en Calderón (6.58%), San Antonio (5.60%), Nayón
(5.46%), Conocoto (4.95%), Cumbayá (4.55%) y Pomasqui (3.98%). Por tal razón,
estas parroquias han sido catalogadas dentro del Plan Municipal de Ordenamiento
Territorial (6) como parroquias suburbanas, aunque no se haya modificado su
condición administrativa de parroquias rurales (7), el crecimiento poblacional de
estas parroquias es el que explica la proyección del crecimiento población en el
área rural.

La tasa de crecimiento poblacional en la zona suburbana (Calderón, San Antonio,


Nayón, Conocoto, Cumbayá y Pomasquí) del DMQ (4.0%) casi triplica la tasa de la
zona urbana (1.4%) (6) y se contrapone a la realidad de las parroquias rurales
más lejanas a la ciudad central, donde existen tasas de crecimiento poblacional
negativas o cercanas a cero, como es el caso de Chavezpamba (-0.85%), Gualea
(-0.51%), Puéllaro (-0.6%), Minas (-0,6%), Nono (-0.13%), Pacto (-0.05%),
Perucho (0.04%), Atahualpa (0.1%), Nanegal (0.33%) y Lloa (0.48%) (5).
Las principales características por administración zonal se registran en la siguiente
tabla:

Tabla 1: Estadísticas socio – demográficas por Administración Zonal del


DMQ.

Elaboración: Unidad de Información e Investigación de Salud

Grupos de edad, esperanza de vida y tasa de fecundidad

Para el año 2018 la población del DMQ se encuentraba distribuida en mayor parte
(34%) por adultos jóvenes (20 a 39 años), le siguen los niños y adolescentes
(27%) y en menor proporción los adultos mayores de 64 años (6%). Se observa
también que la población entre hombres y mujeres mantiene una distribución
similar entre los grupos de edad hasta los 40 años, de ahí en adelante la población
de mujeres es mayor que la de los hombres (Gráfico N° 3).

Gráfico 2: Pirámide de población, Distrito Metropolitano de Quito, 2018


75 a 79 años

65 a 69 años

55 a 59 años

45 a 49 años

35 a 39 años

25 a 29 años

15 a 19 años

5 a 9 años

< 1 año
150000 100000 50000 0 50000 100000 150000

Fuente: INEC-Proyecciones de Población.


Elaboración: Unidad de Información e Investigación de Salud

En la provincia de Pichincha la esperanza de vida en el año 2010 fue de 76.4 años


(hombres 73.8, mujeres 79) y se estima que para el 2020 llegará a 78.3 (hombres
75.7, mujeres 80.8). La tasa global de fecundidad en el año 2010 fue de 2.2 hijos y
se estima que para el 2020 será de 2.0 (Tabla N° 2). Lo cual va reflejando un
cambio en la pirámide poblacional en donde progresivamente va disminuyendo la
población de niños y jóvenes, y aumentando la población adulta mayor; el mismo
comportamiento es para el Ecuador.

Tabla 2: Esperanza de vida y tasa global de fecundidad. Ecuador y


Pichincha.

Indicador Ecuador Pichincha


2010 2020 2010 2020
Esperanza de vida 77.7 80.1 76.4 78.3
Tasa global de fecundidad 2.79 2.38 2.2 2.0
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
Elaboración: Unidad de Información e Investigación de Salud

Auto identificación étnica

El mayor porcentaje de la población del DMQ se auto-identifica como mestiza


(82.8%). Los porcentajes de población indígena y afro descendiente en el DMQ
son menores que a nivel nacional. Sin embargo, existen varias parroquias del
DMQ en donde estas cifras son bastante significativas, como es el caso de las
parroquias de Zámbiza, Llano Chico y Minas, donde existe un 17.60%, 17.03% y
14.33% de población indígena respectivamente. La población afro descendiente,
donde se ha agrupado para efectos de análisis a los afro ecuatorianos, negros y
mulatos, mantiene los mayores porcentajes en Calderón (7.65%), Guayllabamba
(5.47%) y Nanegal (5.08%), mientras que en las parroquias noroccidentales de
Gualea y Pacto hay una importante presencia de población montubia, con 6.62% y
4.46%, respectivamente (5).

Datos más recientes correspondientes a la Encuesta de Condiciones de Vida


2014, muestran tendencias similares en la distribución poblacional por
autoidentificación:

Tabla 3: Grupo étnico en el DMQ y Ecuador


Grupo étnico en el DMQ y Ecuador 2010
Grupo étnico en el DMQ y Ecuador 2014
Grupo étnico DMQ Ecuad DMQ Ecuad
(2001 or (2010 or Autoidentificación DMQ Ecuador
) (2001) ) (2010) Indígena 5,0 7,7
Mestizo 80.6 77.4% 82.8 71.9% Afroecuatorianos 2,9 5,2
Blanco % 10.5% % 6.1%
Mestizo 88,6 77,8
Indígena 12.8 6.8% 6.7% 7.0%
Otro 3,5 9,2
Afroecuatorian % 5% 4.1% 7.19%
o* 3.3% - 4.6% 7.4%
Montubio 3.1% 1.4%
- Fuente: INEC – Tabulados Encuesta de Condiciones de Vida
*Incluye población negra y mulata
Elaboración: Unidad de Información e Investigación de Salud
Fuente: VII Censo de Población y VI de Vivienda (2001-2010)
Elaboración: Unidad de Información e Investigación de Salud

E ANTECEDENTES

Conforme a los datos que recoge la III Estudio Epidemiológico Andino sobre
consumo de drogas en población Universitaria, informe regional, 2016, Ecuador
presenta que el consumo de alcohol entre estudiantes universitarios es del 50,44%
en el último mes y que el consumo de alcohol en el último año es de 74,31%. Sin
embargo, el dato más preocupante es que el porcentaje de consumo problemático
es del 24,21 % de la población total lo que representa el segundo más alto de la
región como se puede ver en los siguientes cuadros:

Tabla 4: Prevalencia del consumo de alcohol por país


Tabla 5: Consumo problemático de alcohol

Fuente: III Estudio Epidemiológico Andino sobre consumo de drogas en población


Universitaria, informe regional, 2016

En el 2019, la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la


OEA (CICAD) presenta el Informe sobre el consumo de drogas en las Américas, el
cual señala que el Ecuador tiene el más alto porcentaje de consumo problemático
de alcohol en estudiantes universitarios en el último año con más de 40% en
hombres y 25% en mujeres.

Gráfico 3: Consumo de drogas

Respecto a la dependencia al alcohol en estudiantes universitarios el Ecuador


también presente el mayor índice en hombres, mientras que en mujeres solamente
es superado por Bolivia y Colombia.

Gráfico 4: Consumo de alcohol


Respecto al consumo de tabaco Ecuador tiene el mismo problema como con el
alcohol siendo el tercer más alto entre estudiantes universitarios de Latinoamérica
superado sólo por Uruguay y Brasil con una prevalencia, en el último mes, de más
del 20%.

Gráfico 5: Consumo de tabaco

Cuando se analiza el consumo de tabaco por sexo, se puede observar que los
hombres ecuatorianos tienen el más alto consumo de tabaco en Latinoamérica y
las mujeres el tercer lugar. Esto nos presenta una perspectiva de salud de alto
riesgo para enfermedades vinculadas a las sustancias encontradas en el cigarrillo.

Gráfico 6: Consumo de tabaco por sexo


El estudio nos presenta, también, los datos sobre el consumo de drogas ilegales y
en el caso de la marihuana Ecuador se encuentra en el cuarto lugar de consumo
entre estudiantes universitarios, sin embargo, tenemos más del doble de
consumidores que Bolivia, Perú y Venezuela.

Gráfico 7: Consumo de drogas ilegales

Un dato preocupante es el que nos señala la incidencia del consumo de cocaína


entre estudiantes secundarios, es decir, menores de edad. El estudio presenta que
Ecuador en cuarto lugar en América superado sólo por Chile, Colombia y Canadá.

Gráfico 8: consumo de cocaína entre estudiantes secundarios


Cuando analizamos el consumo de cocaína entre estudiantes universitarios,
Ecuador se mantiene en el cuarto lugar en Latinoamérica entre los 30 países
estudiados.

Gráfico 9: consumo de cocaína entre estudiantes universitarios

Luego del análisis de la realidad del Ecuador en comparación con los otros países
de América, es importante tener una referencia del consumo de sustancias,
comparativamente, de las ciudades del Ecuador y un estudio realizado por el
Ministerio de Salud mediante una encuesta sobre el consumo de drogas entre
estudiantes de noveno de educación general básica y de primero y tercero de
bachillerato, nos encontramos que Quito está en el octavo puesto de consumo de
drogas ilícitas por encima de la media nacional y mayor a Guayaquil, Portoviejo y
Santo Domingo.

Gráfico 10: consumo de drogas ilícitas en Ecuador

En cuanto a las atenciones de salud por consumo de drogas el Ministerio de Salud


del Ecuador ha publicado datos que nos pueden dar referencia sobre el estado de
la situación en cuanto a la afectación a la salud de la población general del
Ecuador:

Gráfico 11: las atenciones de salud por consumo de drogas

En referencia a las muertes por consumo, el último dato que nos ofrece el MSP es
del 2015 y señala que en el Ecuador fallecieron 8.693 personas a nivel nacional
que representa el 13,42% de los fallecimientos totales; de las cuales el 62,29%
fueron hombres y 37,71% mujeres; conforme al siguiente cuadro:

Gráfico 12: referencia de muertes por consumo

Referente a la causa de las muertes vinculadas a sustancias se presentan los


siguientes datos:

Gráfico 13: causa de las muertes vinculadas a sustancias


F JUSTIFICACIÓN

La evidencia nos demuestra que la única estrategia efectiva para la reducción del
consumo de drogas en la población es la prevención y que la mejor prevención es
la que considera la dinámica social a nivel de territorio respondiendo a los
determinantes psicosociales de la población y haciendo énfasis en los factores de
riesgo y los factores de protección.

Revisando la literatura técnica, en Ecuador no hemos encontrado programas de


prevención eficientes que hayan sido identificados y documentados por lo que
consideramos que el liderazgo municipal en la prevención resulta significativo y
necesario para afronta el reto de la reducción del consumo de drogas y otras
conductas adictivas.

Modelos teóricos para el abordaje preventivo basados en evidencia


científica.

Un modelo teórico es un conjunto coherente de proposiciones demostradas (en las


ciencias formales) o verificadas (en las ciencias experimentales), sobre cuyos
postulados se justifican teorías de investigación. Según las Bases Teóricas para la
Prevención del Ministerio de Interior de España (Becoña, 2001), se plantea que un
programa se basa en un adecuado marco teórico, el cual permite identificar qué
variables son relevantes en el uso de drogas, explicar los mecanismos a través de
los cuales operan, cómo y cuándo evaluarlas, así como, hipotetizar las relaciones
causales entre dichas variables.

Esto nos conduce a establecer el tipo de intervención más conveniente, así como
también, reconocer los componentes, la población destinataria y los factores de
protección y riesgo que se deben investigar. El análisis de los marcos teóricos
científicos nos ayuda entablar una relación adecuada entre los elementos teóricos
y componentes del programa planteado, disminuir la posibilidad de cometer
errores, aumentar la probabilidad de alcanzar los resultados, cumplir los objetivos
del programa diseñado y, sobre todo, mejorar la eficiencia de la intervención a
largo plazo.

En este sentido, el primer paso al diseñar y desarrollar un programa de


intervención en prevención de drogas, es el análisis de diferentes modelos
teóricos que soportan, desde la evidencia científica, la pertinencia de cada
postulado que conformen el programa esbozado. En la ciencia de la prevención,
se han formulado multitud de teorías para explicar el consumo de drogas. Al
revisar las teorías y modelos establecidos en materia de prevención, hallamos una
gran cantidad propuestas que necesitamos analizar en pos de sustentar nuestro
Programa.
El Prevention and Evaluation Resources Kit (PERK) publicado por el European
Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (2010), propone una tipología que
señala cinco modelos, desde los cuales se entiende el consumo de drogas y se
abordan las estrategias de prevención:

a) modelo de promoción de la salud


b) modelos cognitivos y basados en la información
c) modelos de influencia social
d) modelos sociológicos y evolutivos
e) modelos integrales y de influencia social

A pesar de que concurren algunas clasificaciones de los modelos teóricos que


pretenden explicar el consumo de drogas y las estrategias válidas de intervención,
estas teorías coadyuvan a fundamentar todo lo que conocemos sobre la etiología
del uso de drogas que necesitamos para construir un modelo válido para la
intervención en la Municipalidad.

Modelo de promoción de la salud.


Este modelo se fundamenta en los principios de la naturaleza biopsicosocial del
ser humano y la definición de salud delineada por la OMS, donde se menciona
que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades (OMS, 1946). Se postula,
entonces, que la falta de conocimiento y consciencia sobre el valor de la salud y el
estado de bienestar es la principal causa del consumo de sustancias adictivas y
que la proporción de información y estrategias de promoción de la salud mejora el
conocimiento, cambia el comportamiento y se convierte en un factor de protección.

Quizás el modelo de promoción de salud ha sido la estrategia de mayor uso por el


estado Ecuatoriano en materia de prevención del consumo. Incluso, durante
muchos años el Ministerio de Salud Pública era la única institución dedicada a la
prevención de las drogodependencias; incorporando así, la prevención en los
planeamientos de promoción de la salud. Es importante analizar si, ante el avance
de las adicciones al consumo de sustancias, las actividades de prevención
desarrolladas en los programas de promoción de salud, son suficientes o se
requiere de estrategias más concretas para la prevención de la drogodependencia,
con objetivos y contenidos propios. Como se señala en PERK (EMCDDA, 2010),
hasta el momento no hay pruebas de que la promoción de la salud sea suficiente
al frenar el problema del consumo de drogas, haciendo énfasis en la necesidad de
orientar los esfuerzos preventivos no sólo hacia el entorno escolar y sanitario, sino
también al familiar y comunitario. Todo esto garantizaría las condiciones para una
prevención eficaz de las drogas.

Modelos cognitivos y basados en la información.


Los modelos cognitivos se estructuran en la idea de que los individuos actúan en
función con sus conocimientos, con la información de la cual disponen y con las
creencias que actúan como marco de referencia para la toma de decisiones
conductuales. Esto significa que, si las personas son informadas sobre las
consecuencias negativas de un determinado comportamiento, tomarán decisiones
racionales para modificar este comportamiento.

La principal desventaja de los modelos cognitivos es que no tienen en cuenta que


entre las intenciones y el comportamiento real, influye un amplio espectro de
factores sociales, emocionales y fisiológicos que, también, determinan el
comportamiento (EMCDDA, 2010). Entre los modelos más relevantes que se
enmarcan en este grupo se encuentran:

a. Modelo de creencias de salud.

Este modelo fue desarrollado por Becker y Rosentock, en 1974, se basa en la idea
de que la percepción de riesgo y la percepción de los beneficios para la salud de
una conducta sana son factores clave al prevenir el consumo de sustancias
adictivas. Por este motivo, se considera que facilitar información objetiva sobre los
efectos negativos y los peligros de las drogas, evitará su uso o abuso creando un
comportamiento de rechazo a esas conductas.

b. Modelo de la acción razonada.

Este modelo fue impulsado por Fizhbein y Ajzen en 1975 y señala que la base del
comportamiento de un individuo se fundamenta en su actitud. Ésta es considerada
como una predisposición a determinada respuesta frente a específicos estímulos
del medio ambiente y ante las normas sociales que comparte. Respecto del
consumo de drogas, entendemos que el consumo es la consecuencia de una
decisión racional o intencional que nace de las creencias sobre sus consecuencias
y las normas sociales frente al consumo de drogas. En Ecuador, este modelo es
muy utilizado en el campo académico para explicar la motivación hacia el uso de
drogas y ofrece una estructura conveniente al analizar la importancia de aspectos
actitudinales y normativos en relación con las conductas de riesgo.

Modelos de influencia social.

Estos modelos se basan en el principio de que los factores sociales que


acompañan a las personas en su proceso evolutivo juegan un papel indispensable
tanto para la iniciación como la permanencia o aumento del consumo de drogas.
Cuando nos referimos a la influencia social, consideramos los medios de
comunicación, la familia, el entorno de amigos y los compañeros tanto de trabajo
como de estudio. Los modelos de influencia social fueron los primeros enfoques
en prevención, diseñados éstos para cambiar esencialmente los comportamientos
y constituyen varios de los componentes básicos utilizados en los enfoques de
prevención más exitosos (EMCDDA, 2010). Entre las diferentes teorías que se
enmarcan en este modelo, podemos señalar las siguientes:
Teoría del aprendizaje social.

Desarrollada por Bandura en 1977, señala que la conducta de consumo es el


resultado de la interacción dinámica entre el medio ambiente, los comportamientos
y los procesos psicológicos propios del individuo. Por este motivo, se destaca que
para una buena prevención es importante la observación y el modelamiento del
comportamiento, las actitudes y la reacción emocional que el individuo tiene hacia
los demás. El proceso que lleva a una persona al consumo está basado en un
aprendizaje social, pues se siguen los procesos de atención, retención,
reproducción y motivación.

Modelo de habilidades para la vida.

Este modelo ha sido propuesto por Botvin en 1995. Su enfoque se funda en el


supuesto de que el comportamiento hacia el consumo es el resultado tanto de un
ocio prolongado como de la falta de herramientas de afrontamiento de los
problemas de la vida cotidiana. Por esto, es relevante la creación de
oportunidades para adquirir habilidades que les permitan evitar la influencia
externa nociva. El objetivo de este modelo es ayudar a controlar su vida, mientras
toman decisiones informadas que pueden conducir a comportamientos y valores
positivos.

Teoría de las creencias normativas.

Desarrollado por Hansen y Graham en 1991. Está sustentado en la percepción


que un individuo tiene referente al comportamiento que sus amigos cercanos que
consumen alcohol, tabaco y otras drogas; por lo tanto, aprueban esta conducta.
Esta teoría postula que para modificar el uso de sustancias o conductas de riesgo,
debemos centrarnos en el propio sistema social y en cómo ese sistema afecta a
los grupos en lugar de la persona.

Una persona que convive con otras inclinadas al uso regular de sustancias
adictivas, se ve motivada a usar alcohol, tabaco y otras drogas como una forma de
ganar aceptación social o empatar con ellos. El enfoque de este modelo se basa
en la premisa de que la conducta se instala a partir de la percepción del consumo
de las personas similares. Por este motivo, muchos especialistas en prevención,
postulan la estrategia de la utilizar información estadística para modificar la
voluntad de consumo por parte de los individuos.

Modelo sociológico y evolutivo.

Estos modelos postulan que el consumo de drogas responde a ciertas etapas


vinculadas con el desarrollo social del individuo y el escenario que le presenta
cada etapa. En materia de prevención, se refleja que la estrategia más acertada
es aquella que considera cada etapa para la intervención, señalando las diferentes
características (EMCDDA, 2010). Entre las principales teorías agrupadas en este
modelo tenemos:

a) Teoría de las etapas

Kandel en 1980, postula que el uso de sustancias es secuencial y evolutivo. Cada


etapa tiene ciertas características. Así, en las etapas más temprana del consumo
de drogas se da un uso menor con drogas aceptadas socialmente como alcohol y
tabaco. En otras etapas, ya se involucran drogas más fuertes y adictivas como la
marihuana y luego las drogas más fuertes, como la heroína o cocaína. La
prevención debería apuntar al retraso en el uso de drogas legales para prevenir
otras drogas más fuertes, adictivas e ilegales.

b) Teoría de la innovación.

Esta teoría es desplegada por Olszewski en 2010, que antes de que una persona
consuma, por primera vez, una droga pasa por un proceso psicológico que
involucra elementos tales como: el conocimiento, la persuasión, la toma de
decisión y la confirmación de la decisión. Todos estos elementos se encuentran
afectados por las características de cada fenómeno y las propiedades de la
sustancia consumida. Entre las características propias de la droga consumida y
que puede afectar el nivel y la cantidad de lo consumido así como, el tipo de
drogas, tenemos lo siguiente:

- los efectos negativos


- La facilidad del consumo y los efectos observables
- Sus ventajas relativas (percibidas)
- La compatibilidad con las normas sociales

Esta perspectiva teórica nos proporciona un marco de referencia para el diseño de


una estrategia de intervención y de los roles sociales con respecto a la influencia
que se pueda tener sobre el consumidor y su entorno.

Modelos integrales y de influencia social.

Las diferentes teorías del consumo que se encuentran en este modelo plantean
los conceptos de factores de riesgo y factores de protección que influyen en las
actitudes y decisiones de los individuos frente al consumo de sustancias. La
mayoría de programas exitosos de prevención de drogas que hemos revisado,
está basada en estos modelos y, en particular, de la prevención selectiva
(EMCDDA, 2010). Entre las teorías más importantes que se enmarcan en este tipo
de modelo, están:

a. Teoría del comportamiento problemático.

Construida por Jessor y Jessor en 1977, explica lo que llaman “Comportamiento


problemático” a una consecuencia de la dinámica del comportamiento, el medio
ambiente y la personalidad del individuo. Se analiza, entonces, que el consumo de
drogas es la consecuencia o una posible manifestación de una predisposición a
comportamientos problemáticos. Tal comportamiento se vincula, directamente, al
consumo de drogas para ayudarles a lograr sus metas personales o evadir retos
complicados. Para las personas, el comportamiento problemático es visto como
práctico, ya sea para hacer frente al fracaso, el aburrimiento, la infelicidad, el
aislamiento social, la baja autoestima o la carencia afectiva. La teoría sugiere que
la probabilidad de participar en el consumo de drogas ilícitas, es mayor para
aquellas personas que tienen menos estrategias eficaces de afrontamiento, menos
habilidades sociales y mayor ansiedad social (EMCDDA, 2010).

Modelo de desarrollo social.

Este modelo fue propuesto por Hawkins, Catalano y Miller en 1992. Se propone
que un vínculo exitoso con la familia, la escuela, la comunidad y los compañeros
del trabajo proporcionan a las personas la posibilidad de convertirse en adultos
fuertes emocionalmente y saludables mentalmente. Lo propio ocurre en la
situación contraria, la mala relación y estructura en estas áreas se presenta como
una condición de vulnerabilidad a un comportamiento de riesgo o el uso de
drogas. Este modelo teórico se centra en la existencia de factores riesgo y de
protección e igualmente, proporciona la base teórica para la reducción de factores
de riesgo y el despliegue de factores de protección.

Modalidades y niveles de intervención en prevención de drogas.

Al considerar que las adicciones son un problema de salud pública, podemos


extrapolar tanto la definición como los niveles de prevención que se aplican en
ciencias de la salud. De este modo, se expone que la prevención es una acción
anticipada, cuyo objetivo es interceptar o anular la acción o la presencia de una
enfermedad o problema de salud pública (Izasa Nieto, 2015). Aplicado al
consumo de drogas hablamos de prevención, cuando nos referirnos a las
acciones que nos permiten anticipar el uso de drogas y evitar que éste ocurra. En
salud existen tres niveles de prevención, tales como: Prevención primera
encaminada a evitar el inicio en el consumo, Prevención secundaria enfocada a
evitar el aumento del consumo y la adicción cuando la persona ya ha consumido y
finalmente, Prevención terciaria cuyo objetivo es evitar la recaída en pacientes que
están saliendo de la adicción, así como, el disminuir los daños y riesgo asociados
al uso problemático.

Entre las definiciones específicas de prevención de drogodependencias que


existen vamos a utilizar la ofrecida por el Programa Internacional de las Naciones
Unidas para el Control de las Drogas, en donde se señala que la prevención de
drogodependencia es “la acción y el efecto de las intervenciones diseñadas para
cambiar los determinantes individuales, sociales y ambientales del abuso de
drogas legales e ilegales, incluyendo tanto la evitación del inicio al uso de drogas
como la progresión a un uso más frecuente o regular entre poblaciones en
situación de riesgo” (UNDCP, 2000).

Por tanto, la prevención está enfocada mayormente a evitar que el


problema aparezca o, en caso de ya existir, a disminuir sus efectos tanto para el
propio individuo como para la sociedad. Con esta definición, se entiende la
necesidad de intervenir, en prevención, a todo nivel; es decir, a nivel educativo,
familiar, social, comunicacional, comunitario y laboral.

Hay diferentes tipos y niveles de prevención. Según la clasificación de Gordon


(1987) y aceptada por el Instituto Nacional sobre el abuso de drogas de los
Estados Unidos de América (NIDA) (Slobada & David , 1997), se plantea la
existencia de tres tipos de intervenciones, según a la población a la que va
dirigida:

Prevención universal.

La prevención universal es aquella dirigida a toda la población objeto de la


intervención, por ejemplo a todos los empleados de la Municipalidad.

Prevención selectiva.

Es aquella enfocada a un subgrupo de la población que tiene mayor riesgo o


vulnerabilidad para el consumo debido a la actividad que realiza o por indicadores
específicas de vulnerabilidad, por ejemplo los trabajadores de campo que pasan
mucho tiempo fuera de su casa y expuestos al consumo de alcohol por actitud de
la comunidad.

Prevención indicada.

Es aquella interesada en un subgrupo concreto de la población objeto de


intervención, que puede ser consumidor ocasional o tiene problemas de
comportamiento. La presente intervención es más intensiva, específica y mayor
costo. Durante la planificación de un modelo interventor a nivel laboral, el
planificador debe establecer el tipo de intervención que propone e igualmente, es
indispensable identificar las características relevantes de cada grupo, los factores
de riesgo y los factores de protección.

En nuestro caso la investigación, la propuesta está dirigida a toda la población


laboral del municipio, debido a las siguientes características:

 Estar diseñados para alcanzar a toda la población laboral indistintamente la


labor que realicen o el nivel jerárquico al que pertenezcan, incluyendo
desde los más altos directivos hasta los obreros. No se distingue edades,
sexo, estabilidad laboral, entre otros aspectos.
 Se dirige a toda la población sin diferenciar los actores: no consumidores,
consumidores ocasionales, consumidores regulares o consumidores
problemáticos.

 Estar diseñados a prevenir o retrasar el inicio del consumo tanto en la


persona como en su círculo de influencia (familia y amigos) indistintamente,
si son casados o solteros.

 Se establece según los requerimientos del art. 11 de la Ley Orgánica de


Prevención Integral del Fenómeno socio económico de las Drogas y de
Regulación y Control del uso de sustancias catalogadas sujetas a
fiscalización.

Política pública de prevención de adicciones

FUNDAMENTO PARA LA POLÍTICA PÚBLICA DE PREVENCIÓN DE DROGAS


DE QUITO

La política pública está definida como como aquella lógica racional de


entendimiento entre la necesidad social y el accionar del gobierno que se
cristalizada en una manifestación político-administrativo y social a través del cual
se define lo que se puede o no hacer en un tema concreto así como la forma en la
que se debe hacer mediante una serie de consideraciones básicas.

El fenómeno de las drogas afecta a la productividad, al desarrollo social, a la


seguridad, a la salud, a la educación y en general al bienestar de la población por
lo que es necesario definir y estructurar una base para actuar o no actuar por parte
del gobierno con otros actores de la ciudad como son empresarios, sociedad civil,
asociaciones privadas, familias, mujeres, jóvenes, personas adultas mayores,
personas con discapacidad, indígenas, migrantes, etc.

La política pública nos permite optimizar los recursos y amentar la eficiencia de los
programas y proyectos que se e3jecuten en materia de prevención del consumo
de drogas.

Para la construcción de la política pública del Distrito Metropolitano de Quito en


materia referente al fenómeno de las drogas es necesario considerar los
elementos sugeridos en documentos internacionales, especialmente, los
estándares internacionales para la prevención del uso de drogas presentado por la
oficina de Naciones Unidad contra la Droga y el Crimen UNODC y la OMS.

La presente propuesta no pretende ser un manual de actuación sino ofrecer


lineamientos generales que permitan la toma de decisión tanto de los actores
públicos del Municipio como de las organizaciones, empresas y sociedad civil que
intervienen en prevención del consumo de drogas y que trabajan junto al
Municipio.

1. Prioridad de la ciudad

El fenómeno de las drogas afecta significativamente a la ciudad y sus


habitantes: disminuye la productividad, afecta el desarrollo en áreas como el
turismo, el comercio y la seguridad; se constituye en un problema de salud y
desarrollo humano especialmente en niños, niñas, adolescentes y jóvenes. El
consumo de drogas es causa de otros problemas sociales como la violencia, el
crimen organizado y otras conductas de riesgo que provocar accidentes de
tránsito, enfermedades de trasmisión sexual, embarazos adolescentes,
descomposición familiar, descomposición de la comunidad, etc.

Por estos motivos la necesidad de desarrollar estrategias tendientes a


disminuir el consumo de drogas es una prioridad para la ciudad de Quito a la
que debe colaborar todos los actores de tanto institucionales como colectivos
sociales, organizaciones y empresas y debe participar el sistema de salud, el
sistema educativo y el sistema de inclusión social.

2. Enfoque en la prevención

Existen tres tipos de prevención:

 Prevención primaria: Está dirigida a evitar el inicio en el consumo


de drogas, se realiza sobre las personas sanas.
 Prevención secundaria: Son las medidas dirigidas a detener o
retrasar el consumo. Consisten en la detección, diagnóstico y
tratamiento precoz del consumo de sustancias psicoactivas. Está
dirigido a consumidores que no presentan en diagnóstico de adictos.
 Prevención terciaria: Es aquella que se lleva a cabo con el fin de
prevenir, retardar o reducir las complicaciones y secuelas de una
adicción. El objetivo es mejorar la calidad de vida del paciente.

En este caso la ser las adicciones un problema de salud pública se considera


que la competencia de abordar las adicciones es del Ministerio de Salud
Pública por lo que, el Municipio se enfocará en la prevención primaria y la
secundaria.

3. Prevención del consumo de sustancias psicoactivas

Según el glosario de términos de alcohol y drogas editado por Organización


Mundial de la Salud en 1994 bajo el título Lexicon of Alcohol and Drug Terms, a
pesar de que el término psicotrópico en su acepción general, significa lo mismo
que "psicoactivo", en el contexto internacional del control de drogas, hace
referencia a las sustancias controladas por el Convenio de 1971 sobre Sustancias
Psicotrópicas y no se incluyen las sustancias reguladas (por ejemplo el alcohol y el
tabaco).

Por otro lado cuando hablamos de sustancias o droga psicoactiva se refiere a toda
sustancia que, cuando se ingiere, afecta a los procesos mentales, p. ej., a la
cognición, la afectividad y la voluntad. Este término resulta más neutro y
descriptivo para referirse a todo el grupo de sustancias, legales e ilegales de
interés para la política pública en materia de drogas y para orientar las acciones y
programas de prevención que desarrolle el Municipio.

En la política pública dela ciudad de Quito en referencia a la prevención de drogas


se utilizará el término sustancias o drogas psicoactivas en lugar de utilizar el
término psicotrópico y se incluirán las drogas legales como el alcohol y el tabaco y
las que se venden bajo prescripción médica como benzodiacepinas, tranquilizante,
antidepresivos, ansiolíticos, etc.

4. Dirigidos a trabajos sobre factores de riesgo y factores de protección

La ciencia de la prevención a través de investigaciones realizadas durante las


últimas dos décadas ha tratado de determinar cómo comienza y cómo progresa el
abuso de las drogas y se ha llegado a la conclusión de que existen factores
psicosociales que aumentan el riesgo de iniciar el consumo o aumentar la
frecuencia, la cantidad o la toxicidad de la sustancia.

Los factores de riesgo pueden aumentar las posibilidades de que una persona
abuse de las drogas mientras que los factores de protección pueden disminuir este
riesgo, sin embargo no todas las personas que tiene un factor de riesgo se inician
en el consumo o se vuelven adictos pero si es importante reconocer que para
lograr un trabajo eficiente en prevención el enfoque debe estar en los factores de
riesgo y los factores de protección y no solo en el consumo.

Los programas de prevención basados en la investigación se enfocan en una


intervención temprana en el desarrollo del niño para fortalecer los factores de
protección antes de que se desarrollen los problemas de conducta.

Por estos motivos los programa de prevención que desarrolle el municipio de


forma directa, a través de terceros o como auspiciante deben estar dirigidos a la
disminución de los factores de riesgo y al desarrollo y fortalecimiento de los
factores de protección.

5. Planificado sobre la base de postulados científicos


Las intervenciones preventivas que se han desarrollado a los largo de la historia
se han creado e implementado a partir de teorías científicas destinadas a explicar
los factores que inciden en el inicio o aumento del consumo por lo que las
personas o instituciones que planifiquen un proyecto de intervención deben
considerar el fundamento científico como marco de referencia sobre el cual se
sustenta la hipótesis que explica cómo se contribuirá a la reducción del consumo
de sustancias psicoactivas.

Modelos teóricos para el abordaje preventivo basados en evidencia


científica.

Un modelo teórico es un conjunto coherente de proposiciones demostradas (en las


ciencias formales) o verificadas (en las ciencias experimentales), sobre cuyos
postulados se justifican teorías de investigación. Según las Bases Teóricas para la
Prevención del Ministerio de Interior de España (Becoña, 2001), se plantea que un
programa se basa en un adecuado marco teórico, el cual permite identificar qué
variables son relevantes en el uso de drogas, explicar los mecanismos a través de
los cuales operan, cómo y cuándo evaluarlas, así como, hipotetizar las relaciones
causales entre dichas variables.

Esto nos conduce a establecer el tipo de intervención más conveniente, así como
también, reconocer los componentes, la población destinataria y los factores de
protección y riesgo que se deben investigar. El análisis de los marcos teóricos
científicos nos ayuda entablar una relación adecuada entre los elementos teóricos
y componentes del programa planteado, disminuir la posibilidad de cometer
errores, aumentar la probabilidad de alcanzar los resultados, cumplir los objetivos
del programa diseñado y, sobre todo, mejorar la eficiencia de la intervención a
largo plazo.

En este sentido, el primer paso al diseñar y desarrollar un programa de


intervención en prevención de drogas, es el análisis de diferentes modelos
teóricos que soportan, desde la evidencia científica, la pertinencia de cada
postulado que conformen el programa esbozado. En la ciencia de la prevención,
se han formulado multitud de teorías para explicar el consumo de drogas. Al
revisar las teorías y modelos establecidos en materia de prevención, hallamos una
gran cantidad propuestas que necesitamos analizar en pos de sustentar nuestro
Programa.

El Prevention and Evaluation Resources Kit (PERK) publicado por el European


Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (2010), propone una tipología que
señala cinco modelos, desde los cuales se entiende el consumo de drogas y se
abordan las estrategias de prevención:

f) modelo de promoción de la salud


g) modelos cognitivos y basados en la información
h) modelos de influencia social
i) modelos sociológicos y evolutivos
j) modelos integrales y de influencia social

A pesar de que concurren algunas clasificaciones de los modelos teóricos que


pretenden explicar el consumo de drogas y las estrategias válidas de intervención,
estas teorías coadyuvan a fundamentar todo lo que conocemos sobre la etiología
del uso de drogas que necesitamos para construir un modelo válido para la
intervención en la Municipalidad.

Modelo de promoción de la salud.

Este modelo se fundamenta en los principios de la naturaleza biopsicosocial del


ser humano y la definición de salud delineada por la OMS, donde se menciona
que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades (OMS, 1946). Se postula,
entonces, que la falta de conocimiento y consciencia sobre el valor de la salud y el
estado de bienestar es la principal causa del consumo de sustancias adictivas y
que la proporción de información y estrategias de promoción de la salud mejora el
conocimiento, cambia el comportamiento y se convierte en un factor de protección.

Quizás el modelo de promoción de salud ha sido la estrategia de mayor uso por el


estado Ecuatoriano en materia de prevención del consumo. Incluso, durante
muchos años el Ministerio de Salud Pública era la única institución dedicada a la
prevención de las drogodependencias; incorporando así, la prevención en los
planeamientos de promoción de la salud. Es importante analizar si, ante el avance
de las adicciones al consumo de sustancias, las actividades de prevención
desarrolladas en los programas de promoción de salud, son suficientes o se
requiere de estrategias más concretas para la prevención de la drogodependencia,
con objetivos y contenidos propios. Como se señala en PERK (EMCDDA, 2010),
hasta el momento no hay pruebas de que la promoción de la salud sea suficiente
al frenar el problema del consumo de drogas, haciendo énfasis en la necesidad de
orientar los esfuerzos preventivos no sólo hacia el entorno escolar y sanitario, sino
también al familiar y comunitario. Todo esto garantizaría las condiciones para una
prevención eficaz de las drogas.

Modelos cognitivos y basados en la información.

Los modelos cognitivos se estructuran en la idea de que los individuos actúan en


función con sus conocimientos, con la información de la cual disponen y con las
creencias que actúan como marco de referencia para la toma de decisiones
conductuales. Esto significa que, si las personas son informadas sobre las
consecuencias negativas de un determinado comportamiento, tomarán decisiones
racionales para modificar este comportamiento.

La principal desventaja de los modelos cognitivos es que no tienen en cuenta que


entre las intenciones y el comportamiento real, influye un amplio espectro de
factores sociales, emocionales y fisiológicos que, también, determinan el
comportamiento (EMCDDA, 2010). Entre los modelos más relevantes que se
enmarcan en este grupo se encuentran:

c. Modelo de creencias de salud.

Este modelo fue desarrollado por Becker y Rosentock, en 1974, se basa en la idea
de que la percepción de riesgo y la percepción de los beneficios para la salud de
una conducta sana son factores clave al prevenir el consumo de sustancias
adictivas. Por este motivo, se considera que facilitar información objetiva sobre los
efectos negativos y los peligros de las drogas, evitará su uso o abuso creando un
comportamiento de rechazo a esas conductas.

d. Modelo de la acción razonada.

Este modelo fue impulsado por Fizhbein y Ajzen en 1975 y señala que la base del
comportamiento de un individuo se fundamenta en su actitud. Ésta es considerada
como una predisposición a determinada respuesta frente a específicos estímulos
del medio ambiente y ante las normas sociales que comparte. Respecto del
consumo de drogas, entendemos que el consumo es la consecuencia de una
decisión racional o intencional que nace de las creencias sobre sus consecuencias
y las normas sociales frente al consumo de drogas. En Ecuador, este modelo es
muy utilizado en el campo académico para explicar la motivación hacia el uso de
drogas y ofrece una estructura conveniente al analizar la importancia de aspectos
actitudinales y normativos en relación con las conductas de riesgo.

Modelos de influencia social.

Estos modelos se basan en el principio de que los factores sociales que


acompañan a las personas en su proceso evolutivo juegan un papel indispensable
tanto para la iniciación como la permanencia o aumento del consumo de drogas.
Cuando nos referimos a la influencia social, consideramos los medios de
comunicación, la familia, el entorno de amigos y los compañeros tanto de trabajo
como de estudio. Los modelos de influencia social fueron los primeros enfoques
en prevención, diseñados éstos para cambiar esencialmente los comportamientos
y constituyen varios de los componentes básicos utilizados en los enfoques de
prevención más exitosos (EMCDDA, 2010). Entre las diferentes teorías que se
enmarcan en este modelo, podemos señalar las siguientes:

Teoría del aprendizaje social.

Desarrollada por Bandura en 1977, señala que la conducta de consumo es el


resultado de la interacción dinámica entre el medio ambiente, los comportamientos
y los procesos psicológicos propios del individuo. Por este motivo, se destaca que
para una buena prevención es importante la observación y el modelamiento del
comportamiento, las actitudes y la reacción emocional que el individuo tiene hacia
los demás. El proceso que lleva a una persona al consumo está basado en un
aprendizaje social, pues se siguen los procesos de atención, retención,
reproducción y motivación.

Modelo de habilidades para la vida.

Este modelo ha sido propuesto por Botvin en 1995. Su enfoque se funda en el


supuesto de que el comportamiento hacia el consumo es el resultado tanto de un
ocio prolongado como de la falta de herramientas de afrontamiento de los
problemas de la vida cotidiana. Por esto, es relevante la creación de
oportunidades para adquirir habilidades que les permitan evitar la influencia
externa nociva. El objetivo de este modelo es ayudar a controlar su vida, mientras
toman decisiones informadas que pueden conducir a comportamientos y valores
positivos.

Teoría de las creencias normativas.

Desarrollado por Hansen y Graham en 1991. Está sustentado en la percepción


que un individuo tiene referente al comportamiento que sus amigos cercanos que
consumen alcohol, tabaco y otras drogas; por lo tanto, aprueban esta conducta.
Esta teoría postula que para modificar el uso de sustancias o conductas de riesgo,
debemos centrarnos en el propio sistema social y en cómo ese sistema afecta a
los grupos en lugar de la persona.

Una persona que convive con otras inclinadas al uso regular de sustancias
adictivas, se ve motivada a usar alcohol, tabaco y otras drogas como una forma de
ganar aceptación social o empatar con ellos. El enfoque de este modelo se basa
en la premisa de que la conducta se instala a partir de la percepción del consumo
de las personas similares. Por este motivo, muchos especialistas en prevención,
postulan la estrategia de la utilizar información estadística para modificar la
voluntad de consumo por parte de los individuos.

Modelo sociológico y evolutivo.

Estos modelos postulan que el consumo de drogas responde a ciertas etapas


vinculadas con el desarrollo social del individuo y el escenario que le presenta
cada etapa. En materia de prevención, se refleja que la estrategia más acertada
es aquella que considera cada etapa para la intervención, señalando las diferentes
características (EMCDDA, 2010). Entre las principales teorías agrupadas en este
modelo tenemos:

c) Teoría de las etapas

Kandel en 1980, postula que el uso de sustancias es secuencial y evolutivo. Cada


etapa tiene ciertas características. Así, en las etapas más temprana del consumo
de drogas se da un uso menor con drogas aceptadas socialmente como alcohol y
tabaco. En otras etapas, ya se involucran drogas más fuertes y adictivas como la
marihuana y luego las drogas más fuertes, como la heroína o cocaína. La
prevención debería apuntar al retraso en el uso de drogas legales para prevenir
otras drogas más fuertes, adictivas e ilegales.

d) Teoría de la innovación.

Esta teoría es desplegada por Olszewski en 2010, que antes de que una persona
consuma, por primera vez, una droga pasa por un proceso psicológico que
involucra elementos tales como: el conocimiento, la persuasión, la toma de
decisión y la confirmación de la decisión. Todos estos elementos se encuentran
afectados por las características de cada fenómeno y las propiedades de la
sustancia consumida. Entre las características propias de la droga consumida y
que puede afectar el nivel y la cantidad de lo consumido así como, el tipo de
drogas, tenemos lo siguiente:

- los efectos negativos


- La facilidad del consumo y los efectos observables
- Sus ventajas relativas (percibidas)
- La compatibilidad con las normas sociales

Esta perspectiva teórica nos proporciona un marco de referencia para el diseño de


una estrategia de intervención y de los roles sociales con respecto a la influencia
que se pueda tener sobre el consumidor y su entorno.

Modelos integrales y de influencia social.

Las diferentes teorías del consumo que se encuentran en este modelo plantean
los conceptos de factores de riesgo y factores de protección que influyen en las
actitudes y decisiones de los individuos frente al consumo de sustancias. La
mayoría de programas exitosos de prevención de drogas que hemos revisado,
está basada en estos modelos y, en particular, de la prevención selectiva
(EMCDDA, 2010). Entre las teorías más importantes que se enmarcan en este tipo
de modelo, están:

b. Teoría del comportamiento problemático.

Construida por Jessor y Jessor en 1977, explica lo que llaman “Comportamiento


problemático” a una consecuencia de la dinámica del comportamiento, el medio
ambiente y la personalidad del individuo. Se analiza, entonces, que el consumo de
drogas es la consecuencia o una posible manifestación de una predisposición a
comportamientos problemáticos. Tal comportamiento se vincula, directamente, al
consumo de drogas para ayudarles a lograr sus metas personales o evadir retos
complicados. Para las personas, el comportamiento problemático es visto como
práctico, ya sea para hacer frente al fracaso, el aburrimiento, la infelicidad, el
aislamiento social, la baja autoestima o la carencia afectiva. La teoría sugiere que
la probabilidad de participar en el consumo de drogas ilícitas, es mayor para
aquellas personas que tienen menos estrategias eficaces de afrontamiento, menos
habilidades sociales y mayor ansiedad social (EMCDDA, 2010).
Modelo de desarrollo social.

Este modelo fue propuesto por Hawkins, Catalano y Miller en 1992. Se propone
que un vínculo exitoso con la familia, la escuela, la comunidad y los compañeros
del trabajo proporcionan a las personas la posibilidad de convertirse en adultos
fuertes emocionalmente y saludables mentalmente. Lo propio ocurre en la
situación contraria, la mala relación y estructura en estas áreas se presenta como
una condición de vulnerabilidad a un comportamiento de riesgo o el uso de
drogas. Este modelo teórico se centra en la existencia de factores riesgo y de
protección e igualmente, proporciona la base teórica para la reducción de factores
de riesgo y el despliegue de factores de protección.

6. Basados en evidencia

Si consideramos que los programas de intervención preventiva se deben enfocar


en la reducción de los factores de riego y el desarrollo de factores de protección y
que éstos varían dependiendo de la persona, de su entorno y de la influencia que,
sobre él, ejercen algunos actores sociales; la base para la planificación es la
evidencia que tenemos sobre la existencia o no de estos factores den la población
a ser intervenida.

Por este motivo previo a la planificación de un programa preventivo tenemos que


investigar los factores de riesgo y los factores de protección específicos que
existen en la comunidad a ser intervenida.

La evidencia de la existencia de factores de riesgo nos permite trabajar de forma


directa en la reducción de su incidencia en la vida de la población objeto de la
intervención.

7. Participación activa de los involucrados en todas las etapas de los


proyectos

En todas las etapas de todos los proyectos de prevención deben participar


activamente la comunidad objeto de la intervención con la finalidad de que los
factores de riesgo estén claros, que la comunidad se empodere del programa y
que tenga características de sostenibilidad.

No es el municipio quien podrá reducir el consumo de drogas en la ciudad, es


Quito quien debe proteger a sus hijos de las Drogas; se trata de que todos juntos
protejamos a los Hijos de Quito. La comunidad, los establecimientos educativos,
las Universidades, las Empresas, las ONG, los padre, las madres, los medios de
comunicación, todos juntos hacemos prevención.
8. Dirigidos por profesionales calificados

Cuando se habla de prevención de drogas se está hablando de salud mental por


lo que toda intervención debe estar bajo la responsabilidad de un profesional de la
salud mental con conocimiento y experiencia en prevención del consumo de
drogas para precautelar la salud mental de los involucrados.

Somos conscientes que una intervención errada no solo significa pérdida de


recursos sino un riesgo para los sujetos de la intervención y la posibilidad que el
resultado sea contra preventivo.

Necesitamos optimizar los recursos y hacer efectivas las intervenciones y esto


sólo se garantiza si, al frente de los programas, tenemos profesionales
capacitados y entrenados.

9. Investigación, monitoreo, evaluación y documentación

Todo programa nos debe permitir aprender lecciones que nos posibiliten mejorar o
corregir errores por lo que todo programa que se implemente debe ser
monitoreado y documentado. Por otro lado Quito debe saber lo que paso con el
consumo de drogas y debe tener datos confiables para planificar por lo que la
Investigación, el monitoreo, la evaluación y la documentación del os programas
implementados debe ser un requisito indispensable en todo momento.
PROYECTOS BASE DEL PROGRAMA
PROGRAMA DE INTERVENCIÓN PREVENTIVA EN EL ÁMBITO
EDUCATIVO APLICADO A ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS
MUNICIPALES
El programa se desarrollará en un período académico de 10 meses dirigido para los
estudiantes de segundo año de educación bachillerato y su entorno social de influencia
comprendido por sus padres y sus profesores. Para el desarrollo de este programa se ha
considerado un acuerdo entre los padres de familia y las autoridades del establecimiento
con la finalidad de que conozcan el alcance del proyecto, sus características y el nivel de
participación que tendrá que tener los padres y madres a lo largo del programa.

Se pretende comenzar los tres componentes del programa al mismo tiempo, es decir que
la conferencia para los padres, el programa con los adolescentes y la formación de los
profesores inician de forma simultánea.

Al introducir a los padres en el conocimiento del fenómeno de las drogas nos permitirá
que los estudiantes y sus padres hablen el mismo lenguaje y tengan la misma visión del
problema, es decir, centrado en los factores de riesgo y los factores de protección. La
formación de los padres nos permitirá que, los trabajos que el estudiante tenga que
realizar en su casa, para analizar su propia realidad, tengan una colaboración eficaz de
sus padres y que el proceso sirva para retroalimentar la percepción de la estructura de la
cultura familiar así como mejorar la forma de dialogar y de llegar a acuerdos entre padres
e hijos.

Considerando que en el mes de septiembre comienzan clases en los establecimientos


municipales, el taller con los padres se lo realizará durante el mes de noviembre
dependiendo del acuerdo con el que llegue a establecer con cada establecimiento. Se
prefiere las 18h00 para lograr la mayor participación aunque el acuerdo de
implementación del programa establece un compromiso de todos los padres y madre de
asistir a los diferentes eventos programados.

En el caso de los talleres para padres (un taller por cada aula) se trata de una prevención
universal destinada a favorecer que los padres se comuniquen mejor con sus hijos, a
dotarles de habilidades para establecer límites y a un conocimiento general del fenómeno
de las drogas para contribuir con el proceso preventivo desarrollado en los estudiantes.

En términos generales partimos del hecho de que existen casos de consumo de drogas
en estudiantes de estos establecimientos educativos y que los padres vivieron su
adolescencia en una época que no contaba con las variables conductuales de la
actualidad como es redes sociales, Internet, teléfonos celulares o televisión por cable.
Esta diferencia de la vivencia de la adolescencia entre los padres y sus hijos se presenta
como un factor disruptivo en la relación lo que puede convertirse en factor de riesgo.

Luego se iniciará con el proceso de trabajo con los adolescentes dentro del
establecimiento comenzando con un trabajo en la prevención del inicio de consumo de la
droga más consumido en el Ecuador como es el alcohol y el tabaco. Este taller se lo
realizará a mediados del mes de noviembre por cuanto las fiestas de Quito son el 6 de
diciembre lo que favorecen alto consumo de alcohol. El trabajar la prevención del
consumo de alcohol dos semanas antes de las fiestas nos ofrece la posibilidad de tener
un menos consumo en referencia a otros años y a otros estudiantes.
A lo largo del año lectivo, con la variabilidad que tendremos por la planificación académica
de los profesores, se desarrollarán los talleres de habilidades para la vida tratando de
integrar a estudiantes de diferentes aulas con la finalidad de que existe una experiencia
heterogénea y una retroalimentación positiva en la percepción del fenómeno de las
drogas.

Por último la formación de los docentes estará matizada por la voluntad de éstos de
participar en el programa y su tratamiento se lo realizará los días sábado con la finalidad
de no interrumpir las clases y con una duración de 4 meses aproximadamente.

Aunque el programa se enfoca en todas las drogas y de manera especial en los factores
de riesgo y los factores de protección, se realizará un énfasis en el alcohol por ser la
droga más consumida en el Ecuador.

A pesar de que los componentes se enuncian en un determinado orden, su aplicación no


es secuencial (uno detrás del otro) sino paralelo (todos se desarrollan durante los 10
meses en forma simultánea) por lo que se los explicará indistintamente.

COMPONENTE 1

1. TALLER PARA PADRES Y MADRES DE FAMILIA

Información y motivación

Objetivo

Dotar a los padres y madres de los estudiantes del segundo año de educación
bachillerato de los 10 establecimientos municipales que participan en calidad de piloto, de
los conocimientos y la información necesaria para trabajar el fenómeno de las drogas en
sus familias.

Bases teórico / científico que lo soportan.

Este componente se funda en los Modelos Cognitivos, que se basa en la premisa de que
los individuos actúan en función de sus conocimientos, de la información disponible y las
creencias que sobre esta tienen. Dentro de estos modelos nos apoyamos en el Modelo de
la Acción Razonada de Fizhbein y Azjen de 1975.

También consideramos el segundo principio sobre programas de prevención de drogas


basados en evidencia científica que publicó el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas
de los Estados Unidos donde se determina que los programas deben dirigirse a todas las
formas de abuso, por separado o en conjunto, incluyendo el uso de drogas legales.

Por otro lado, el principio 5 de la prevención señalado por el NIDA menciona que los
programas de prevención “deben mejorar la compenetración y las relaciones familiares e
incluir habilidades para ser mejores padres; entrenamiento para desarrollar, discutir y
reforzar la política de la familia con relación al abuso de sustancias; y la información y
educación sobre las drogas” (NIDA, 2018).

Factor de riesgo que pretende modificar con esta actividad


El bajo o poco conocimiento sobre las drogas, sus efectos en el Sistema Nervioso Central
y la tolerancia al consumo de drogas legales como el alcohol y el tabaco.

Metodología sugerida

Se utilizarán conferencias didácticas de corta duración con herramientas digitales (power


point) con un número reducido de participantes, entre 40 y 60 familias, que nos permita
solventar todas las dudas que tengan sobre el fenómeno de las drogas.

En la exposición se hará énfasis en los factores de riesgo y los factores de protección que
se generan en las relaciones familiares durante el proceso evolutivo del adolescente así
como herramientas para manejar situaciones conflictivas, establecer límites y expresar
afecto.

Al final se entregará, a cada familia, un texto sobre prevención de drogas en el cual se


encuentra toda la información sobre las diferentes drogas, los factores de riesgo y de
protección así como la codependencia como desencadenante del aumento de la cantidad
y frecuencia del consumo.

Estrategia de implementación.

En virtud de la necesidad del manejo científico de la información, este componente será


impartido por un profesional psicólogo especializado en prevención de drogas externo a la
institución, quien cuenta con los conocimientos y la información científica sobre el
fenómeno de las drogas y los factores de riesgo y protección.

El manejo de la conferencia será ofrecido de forma lúdica y con herramientas


pedagógicas y didácticas que permitan una clara comprensión de la información por parte
de los padres, utilizando ejemplos y exposición de casos además de vídeos cortos y
espacia para preguntas.

De preferencia se utilizará un video para trabajar en calidad de video foro.

Contenido teórico.

Según el Modelo de Acción Razonada el comportamiento humano responde a tres


esferas psíquicas donde la afectividad se encuentra presente como referente del mundo
emotivo y determina el sistema de recompensas de la persona; la cognitiva se presenta
con los conocimientos y creencia que orientan la interpretación de los estímulos del
mundo objetivo y, finalmente, la conación que se referencia a aspectos como los anhelos,
el impulso, la motivación o la voluntad.

En este sentido pretendemos que la información que ofreceremos a través de la


conferencia, a todos los familiares de los estudiantes permita aumentar la percepción de
riesgo del consumo de droga, favorezca la construcción de factores de protección como
una buena comunicación parental, el manejo adecuado de los problemas familias, el
apoyo psicoemocional de los padres hacia sus hijos y el diálogo armónico sobre el
fenómenos de las drogas.

Aunque la información que se trasmita será básica por cuestiones de limitación en el


tiempo de exposición, se dotará a los padres y madres de los adolescentes de un texto
con el total de la información basada en evidencia científica y pedagógicamente tratado.
El las conferencias se tratarán los siguientes temas:

 Las drogas, clasificación por el efecto en el Sistema Nervioso Central, el


alcohol, tabaco, cannabis (la marihuana y Hachís), cocaína, éxtasis, heroína,
benzodiacepinas, factores de riesgo y factores de protección.

 La crianza positiva como estrategia para la prevención del consumo de drogas:


comunicación, motivación, negociación, establecimiento de límites, supervisión
y conocimiento de los amigos de los hijos.

Planificación temporal.

Se ha planificado realizar 3 conferencias con un total de 80 a 100 personas cada una


donde asistirán un padre y una madre por cada estudiante. La duración será de 90
minutos divididos en 50 minutos de exposición, 30 minutos de preguntas y respuestas.

Modelo de evaluación

Primero se evaluará la atención que los participantes den a la conferencia, luego el nivel
de participación de los mismos a través de preguntas al expositor y al final de la
conferencia se realizará una evaluación escrita con preguntas cerradas estableciendo
niveles de satisfacción en escala de uno a cinco.

Hemos considerado tres momentos de evaluación con los padres: el primero que tiene
que ver con el presente componente en el cual evaluaremos el nivel de aprendizaje sobre
los contenidos de la conferencia, la interacción durante la conferencia y la dinámica
misma del evento. Esta evaluación será escrita y quedará como parte de la memoria del
evento.

El segundo momento será una evaluación de retroalimentación sobre la percepción del


cambio del comportamiento que observan en sus hijos a medio término del programa y la
última al final del programa sobre las lecciones aprendidas durante el proceso de
implementación.

Además se planifica sugerencias durante todo el proceso para documentar la forma cómo
la familia se involucra en el programa.

Fuente de verificación de cumplimiento

Fotografías, lista de asistencia, evaluaciones impresas e informe

Bibliografía de soporte

Texto Chequeo Familiar; la crianza positiva previene el abuso de las drogas. Natinal
Institute on Drug Abuse; Institutos Nacionales de Salud, Estados Unidos.

Libro “Personalidades Fuertes: Todo lo que los padres deben saber sobre drogas para
ayudar a sus hijos” Diego Riofrío Jaramillo; Editoriales Ecuador-2017

Libro “Factores de riesgo y protección en el consumo de drogas en la juventud” de Alfonso


Zavaleta Martínez; editado por Vargas Editor Perú 2015.
COMPONENTE 2:

Primer taller estudiantil para aumentar la percepción de riesgo sobre el consumo de


alcohol

Objetivo

Aumentar en los estudiantes la percepción de riesgo frente al consumo de drogas, de


manera especial, alcohol.

Bases teórico / científico que lo soportan

El alcohol es la droga más consumida entre jóvenes de las universidades de la región


debido a la baja percepción de riesgo y a la tolerancia social de su consumo lo que
demuestra que existe una relación directa entre la baja percepción de riesgo, la
aceptación social y el consumo de drogas entre los jóvenes (Cáceres, 2006).

También se ha comprobado que entre los factores de riesgo que mayor incidencia tienen
en el uso de sustancias psicoactivas se encuentra el consumo de drogas en la familia, un
débil apoyo y control familiar, el abandono o suspensión de estudios, bajo sentimiento de
pertenencia escolar, la tolerancia social a la droga y disponibilidad de la sustancia
(Arellanez, 2004).

Para lograr un cambio cultural frente al consumo de alcohol en los adolescentes se


requiere, entre otras cosas, trabajar por disociar el binomio Alcohol / diversión
especialmente en los adolescentes, durante eventos sociales, familiares o celebraciones
(Martinez, 2012).

Factor de riesgo que pretende modificar / incidencia.

El programa tiene por finalidad aumentar la percepción de riesgo del consumo de bebidas
que contienen alcohol y su relación con actividades motrices e intelectuales.
Metodología a ser empleada

Se realizarán juegos y dinámicas de habilidades motrices básicas mediante la utilización


de gafas de simulación de intoxicación etílica. Esta actividad se la realiza como estrategia
de sensibilización sobre la alteración que, el consumo de alcohol, provoca en el sistema
nervioso central.

SECUENCIA DE IMPLEMENTACIÓN

1. Se expone la información básica respecto al alcohol y los efectos que éste


provoca en el sistema nervioso así como los daños que causa en el
organismo.

2. Se seleccionan una serie de ejercicios o juegos que implican habilidades


motrices, equilibrio y buena percepción visual y que se las pueda realizar
individualmente contra reloj.

3. Se divide al grupo en 4 sub grupos.

4. Se realiza una ronda de competencia señalando en un cuadro en puntaje


comparativo que cada grupo va teniendo.

5. Luego se realiza la misma ronda de competencia con los mismos


participantes de cada grupo pero esta vez cada jugador utilizará las gafas
de simulación de intoxicación etílica.

6. Se suman los puntajes y se determina el grupo ganador.

7. Al final se socializa las sensaciones percibidas bajo el efecto de las gafas y


cómo esto puede afectar o poner en riesgo la vida en caso de que se
ingiera alcohol hasta perder el control.

Los efectos del alcohol simulados con las gafas, son:

 Reducción del estado de alerta.


 Aumento del tiempo de reacción.
 Distorsión visual.
 Cambio fundamental en la apreciación de las distancias.
 Reducción en la visión periférica
 Visión desdoblada
 Falta de equilibrio y de coordinación muscular

Los efectos de las gafas ayudan a aumentar la percepción de riesgo de realizar


actividades motrices y funciones superiores bajo el efecto del alcohol.

Estrategia de implementación

Esta actividad se la realizará en forma compartida con el tutor de los estudiantes con la
finalidad de coadyuvar en el mejoramiento de las relaciones de confianza entre el tutor y
los estudiantes cuando se tratan temas relacionados a las drogas.
Su aplicación estará dirigida por un profesional externo a la institución debido a que
dentro de la institución no existe un experto en prevención de drogodependencia y, uno
de los objetivos de la intervención es la formación y capacitación de los docentes del
establecimiento educativo.

La estrategia de intervención contendrá los siguientes elementos:

1. Sensibilización: para Introducir a los estudiantes en la dinámica de trabajo y


los prepara para el aprendizaje.

2. Una exposición teórica: que permita a las estudiantes conocer la verdad


sobre el alcohol, sus efectos y sus riesgos.

3. Varias dinámicas: o juegos que se realizarán al aire libre y alternarán entre


el uso o no de las gafas. Entre algunos de los juegos podremos seleccionar
recorridos por una línea, lanzamiento de balones a un cesto y seguir una
instrucción.

4. Taller de retroalimentación: Destinado a compartir las experiencias de los


participantes y a sacar lecciones aprendidas en el taller.

Contenido teórico del taller

Además de las dinámicas y las lecciones que se aprenderán, se entregará a los


estudiantes una recopilación de información sobre el alcohol que contendrá: Historia del
alcohol, los usos medicinales que se la dado al alcohol a lo largo de la historia, la
composición química del etanol, cómo el alcohol actúa sobre el sistema nervioso central,
los principales riesgos para la salud, los riesgos orgánicos, los riesgos psicológicos, la
situación legal del alcohol en el Ecuador y las estadísticas sobre el consumo de alcohol en
Ecuador.

Asimismo se considerarán los siguientes elementos:

1. Información y resolución de dudas: Para aclarar lo que no se ha entendido.

2. Toma de conciencia: Propiciar mensajes que se den entre compañeros sobre los
riesgos del consumo de alcohol.

3. Asociación de lo aprendido con casos de la vida real: Se propone un conversatorio


con los estudiantes sobre la identificación de casos de su vida, amigos, familiares
o conocidos que han tenido problemas y consecuencias negativas por el consumo
de alcohol.

Planificación temporal

Se realizarán talleres (uno con cada paralelo) con un número máximo de 50 estudiantes y
que serán divididos en grupos de 10 cada uno (5 grupos). La duración de cada taller es de
180 minutos y se lo realizará en el establecimiento educativo tanto dentro del aula como al
aire libre.

Evaluación
Se evalúa el nivel aprendizaje sobre el alcohol y sobre la percepción de riesgo de su
consumo mediante preguntas directas de opción múltiple. Al final se realizará una
evaluación sobre la satisfacción del trabajo y la calidad del facilitador.

Bibliografía de soporte

Alcohol y Reducción del Daño: Un enfoque innovador para países en transición. De Ernst
Buning, MônicaGorgulho, Ana GlóriaMelcop y Pat O´Hare. Versión en español de Raquel
Peyraube.

Libro Blanco del Consumo Responsable de Alcohol en España. Antonio Argandoña, Joan
Fontrodona y Pilar García Lombardía. Diageo Iberia

COMPONENTE 2:

Segundo Taller estudiantil para el desarrollo de habilidades para la vida (Taller de


asertividad / Proyecto personal de vida).

En el análisis de los factores de protección que generan condiciones para evitar el


consumo de drogas encontramos que la capacidad para manejar las variables de la
propia vida, los problemas y los retos requiere ciertas habilidades de afrontamiento de los
estados de ansiedad y otros factores de riesgo. Del mismo modo, contar con habilidades
para la vida, una buena autoestima y capacidad para relacionarse armónicamente con el
medio social se convierte en un factor de protección.

Objetivos.

Desarrollar en los estudiantes habilidades para enfrentar aspectos básicos de su vida


familiar, escolar y social que incluye el autocontrol, el trabajo en equipo, la capacidad de
diálogo, la toma de decisiones razonadas y la conducta asertiva.

Bases teórico / científico que lo soportan.

Este componente se funda en la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura de 1977 en la


que se señala el consumo es resultado de la interacción dinámica entre el medio
ambiente, los comportamientos y los procesos psicológicos propios del individuo. Esta
teoría señala que un aprendizaje social implica los procesos de atención, retención,
reproducción y motivación que al juntarse de una determinada forma llevan a un
adolescente al consumo de sustancias (Schunk, 2012).

El desarrollo de habilidades para la vida ayuda a que los estudiantes tengan mayor control
sobre los determinantes de su conducta y sus decisiones. También se ha considerado el
modelo de habilidades para la vida propuesto por Botvin en 1995 cuyo enfoque se basa
en que el comportamiento de consumo, es resultado tanto de un ocio prolongado como de
la falta de herramientas de afrontamiento lo que nos posibilita hipotetizar que la creación
de habilidades psicosociales permiten mitigar la influencia de relaciones sociales tóxicas.

Factor de riesgo que pretende modificar / incidencia.

En este caso el taller está diseñado para desarrollar habilidades específicas para
enfrentar los retos de la vida, la frustración y las condiciones adversas que se presentan
de forma normal en los adolescentes. Estas habilidades serán fundamentales para el
ingreso a la universidad.

Metodología sugerida.

Para el desarrollo de este taller sobre habilidades para la vida se propone hacer un taller
vivencial - experimental. De esta forma trabajamos con una base de información
referencial donde los estudiantes interactúan logrando aprendizajes generadores de
cambios en el marco de referencia conceptual y el desarrollo de habilidades específicas.
La metodología, apunta a taller de cuerdas bajas 1 , trabajo en grupos, reflexiones, y
lecciones aprendidas sobre los resultados del trabajo realizado.

Cada dinámica estará integrada por los siguientes elementos:

 Objetivos a ser alcanzados


 Exposición de ideas fuerza
 Explicación de la tarea
 División de grupos
 Dinámica de motivación y animación
 Trabajo
 Reflexión
 Conclusiones
 Evaluación

Se realizará en calidad de taller general con la participación de todos los estudiantes de


los 3 paralelos de segundo año de bachillerato. Se contará con dos espacios, el uno al
aire libre y el otro un salón cómodo, con suficiente espacio para moverse, sillas
individuales colocadas de tal forma que posibilite mirarse de frente (en círculo); se
requiere también pizarra y marcadores así como material para trabajar como bolígrafos y
hojas en blanco.

Estrategia de implementación (quién lo implementará).

Se ha preparado talleres asertivos vivenciales para ser ejecutados al aire libre, con
dinámicas que giren en torno al desarrollo de habilidades específicas, herramientas de
afrontamiento y control de estrés.

Contenido teórico (para el abordaje).

Entre las habilidades que debemos procurar desarrollar en los estudiantes tenemos:

1. Confianza en sí mismo
2. Habilidad para lograr empatía
3. Control racional emotivo
4. Escuchan asertiva
5. Autoconocimiento y autoestima

1
Cuerdas bajas es un conjunto de dinámicas que se realizan mediante la ayuda de diferentes elementos
pedagógicos enfocados hacia el trabajo en equipo.
6. Inteligencia social
7. Reconocimiento de límites y capacidades.
8. Mecanismo de afrontamiento

Descripción de la actividad.

Desarrollo actividades de aprendizaje vivencial en grupos con la modalidad de


competencia donde las habilidades y la cooperación son la clave para ganar. Se
prepararán actividades que combinan la acción, el trabajo en equipo, el riesgo
controlado, ejercicios individuales y grupales y reflexión compartida.

El trabajo propuesto posibilita la acción y reflexión, donde los estudiantes tendrán


la oportunidad de evaluarse a sí mismos en la acción y poner de manifiesto sus
paradigmas, sus emociones y la habilidad para afrontar los retos. En cada ejercicio
tendremos espacios para la reflexión lo que permitirá que el estudiante y el equipo
identifiquen las habilidades que poseen y las que deseen mejorar.

Planificación temporal.

Se trata de tres talleres al año realizado un sábado de 09h00 hasta las 14h00.

Modelo de evaluación.

Cada actividad será evaluada con la participación de los funcionarios del establecimiento
a través de la observación directa y con los estudiantes a través de un cuestionario de
opción múltiple.

Bibliografía de soporte

Preparación y Ejecución de Talleres de Capacitación: Una guía práctica. De los autores


Miguel Expósito Verdejo, Gesa Grundmanun, Luis Quezada, Luisa Valdez. Editado por el
Centro Cultural Poveda en 2001.

Cómo Mejorar Tus Habilidades Sociales: Programa de Autoestima, Asertividad e


Inteligencia emocional. Un libro de Elia Roca editado por ACDE en el 2015.

COMPONENTE 3

Programa de formación de ARC (Adultos Responsables y Confiables)

1. TALLER PARA PROFESORES

Una palabra oportuna, una mano generosa y amable en el momento justo, un consejo
sano en los momentos más duros puede evitar que un adolecente se inicie en el consumo
de las drogas. Por este motivo el programa de prevención para los establecimientos
municipales incluye la formación, capacitación y entrenamiento de profesores voluntarios
que deciden convertirse en referentes de confianza para sus estudiantes.

Este grupo de profesores que serán formados se dedicarán a la prevención de drogas a


través de un consejo sano ya que se convertirán Adultos responsables, con conocimiento
sobre el fenómeno de las drogas y, por su actitud y empatía, serán reconocidos como
personas confiables para sus estudiantes.

El proyecto tiene como finalidad que, cuando un estudiante tenga problemas y la tentación
de iniciarse en las drogas llegue a su mente, tenga a mano un profesor para ayudarlo a
entender su mundo y apoyarlo en la toma de la decisión más correcta posible.

Los cursos, las conferencias y los talleres en los que participarán los estudiantes son
buenos y aportan significativamente para la prevención, sin embargo reconocemos que el
inicio en el consumo de drogas es impulsivo porque está basado en la percepción de
bienestar y la búsqueda de recompensa así que si ofrecemos al estudiante un adulto
cercano y confiable podemos romper ese impulso que lleva al inicio del consumo.

Objetivo

Ofrecer a los profesores voluntarios de los conocimientos, las herramientas y el


entrenamiento necesario para que se convierta en un adulto responsable y confiable
siendo un apoyo psicológico y emocional para los estudiantes en los momentos difíciles
evitando el inicio en el consumo de drogas.

Bases teórico / científico que lo soportan

La planificación del componente 4 se basa en los postulados de los Modelos Cognitivos


basados en información por lo que consideramos que dotar a los profesores del
establecimiento de información adecuada para intervenir preventivamente podría
favorecer interrumpir el inicio del consumo. Esta teoría sugiere que los individuos actúan
de acuerdo con sus conocimientos y las creencias por lo que si el profesor puede dar
información correcta podrá modificar la decisión que el estudiante tenga frente a las
drogas. Entre los modelos que más consideramos pertinente en este componente está el
Modelo de la Acción Razonada de Fizhbein y Azjen de 1975.

La capacitación que recibirán los profesores del establecimiento no se ciñe


exclusivamente al consumo de sustancias sino a todo tipo de abuso ya sea por separado
o en conjunto donde incluiremos las drogas legales como el alcohol y el tabaco; así lo
manifiesta el segundo principio sobre programas de prevención de drogas basados en
evidencia científica publicados por el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas de los
Estados Unidos. Este principio se fundamenta en las investigaciones publicadas por
Johnston, O’Malley, y Bachman que realizaron el seguimiento y evaluaron los resultados
de la Encuesta Nacional Futura sobre Drogas 1975-2002 volumen 1 orientado a
estudiantes secundarios.

Factor de riesgo que pretende modificar con esta actividad

Pretende dotar a los estudiantes de un factor de protección a través de un Adulto


Responsable y Confiables (profesor) para un consejo sano en el momento oportuno.

Un factor de riesgo para el inicio en el consumo de drogas es no poder contar con el


apoyo suficiente en el momento necesario para enfrentar los determinantes que favorecen
el consumo, por lo que la capacitación de profesores se presenta como un factor de
protección ya que ellos están presentes en el día a día del estudiante y pueden ser una
fuente de información y apoyo en el momento oportuno como agentes de salud.
Metodología sugerida

Se realizarán talleres semanales para formar a los profesores. Los talleres tendrán una
duración de 4 horas cada fin de semana y se entrelaza la teoría con estudio de casos,
dinámicas y entrenamiento en la capacidad de identificar el problema, el análisis de la
información, la capacidad de diálogo, la escucha, la comprensión y la empatía.

Los profesores recibirán un manual de trabajo en el cual encontrarán la información


descriptiva sobre cada uno de los temas mencionados. También recibirán unas
instrucciones para que realicen un estudio de caso, la descripción de una circunstancia
específica que ellos conozcan, una narración de un evento que hayan vivido o una
interpretación de un ejercicio.

En cada taller ellos compartirán con el grupo la información que será complementada con
información del facilitador del taller y con el feedback de los otros profesores. Al final
realizarán un informa y prepararán una actividad a ser trabajada con los estudiantes para
emitir un reporte en el siguiente taller.

En los talleres se trabajarán con la exposición de trabajo, exposición del facilitador, trabajo
en grupos, exposición de ejercicios, conclusiones y compromisos.

Estrategia de implementación

Se establece los siguientes pasos:

1. Se ha llegado a un acuerdo con las autoridades del establecimiento que


posibilita el reconocimiento del esfuerzo y trabajo de los ARC a través de
mejoras en la estabilidad laboral y el monto de la remuneración mensual.

2. Se presenta a todos los profesores el programa y se invita a que se


inscriban de forma voluntaria

3. Los profesores se inscriben y asisten a las capacitaciones planificadas

4. Se realizarán 11 capacitaciones con los siguientes temas:

 La adolescencia y sus característica significativas


 Las Drogas, clasificación y características (se analiza cada droga)
 Los factores de riesgo y los factores de protección
 Desarrollo de habilidad para comunicarse, paciencia, tolerancia,
escucha y comunicación asertiva.
 Estudio de casos y entrenamiento en la habilidad de intervención
(Consejería)

5. Al final del curso cada profesor realizará un trabajo de intervención


preventiva en con el grupo de estudiantes con el cual labora

Contenido teórico

Los contenidos del curso serán:


Tema 1: terminología básica de las adicciones y el proceso adictivo

Tema 2: Las drogas y su clasificación

 Alcohol
 Tabaco
 Cannabis
 Estimulantes
 Opioides
 Benzodiacepinas
 Otras sustancias

Tema 3: bases neurobiológicas de las adicciones

Tema 4: drogas, sujetos y contextos de consumo

 Determinantes psicosociales del consumo de drogas


 El contexto
 La droga
 Representaciones sociales de las drogas.
 Motivaciones para el consumo de drogas
 Patrones de consumo de drogas
 Consecuencias psicosociales del consumo de drogas

Tema 6: factores de riesgo y protección

 Evidencia científica sobre factores individuales de riesgo


 Edad de inicio temprano en el uso de drogas
 Actitudes favorables hacia el uso de drogas
 Problemas de conducta: conducta antisocial y agresividad
 Autoeficacia y habilidades de afrontamiento
 Orientación social positiva
 Sentido positivo de uno mismo: autoconcepto y autoestima
 Actitudes negativas hacia las drogas
 Evidencia científica sobre factores familiares de riesgo
 Actitudes y modelos de conducta parentales favorables al uso de drogas
 Evidencia científica sobre factores escolares de riesgo
 Bajo rendimiento académico o dificultades en el paso de un curso a otro
 Evidencia científica en relación a los factores de riesgo vinculados a los
iguales
 Actitudes favorables hacia el uso de drogas y uso de los
 Susceptibilidad a la presión negativa de los iguales hacia el uso de drogas
 Evidencia científica sobre factores de protección vinculados a los iguales
 Conducta prosocial y contraria al uso de drogas

Tema 7: habilidades para influir en el adolescente


 Habilidades comunicativas
 Habilidades persuasivas
 Empatía y comprensión
 Identificación de estados emocionales alterados en los adolescentes
 Estudio de casos y entrenamiento

Planificación temporal

Cada taller tendrá una duración de cuatro horas que se desarrollará los sábados por la
mañana en la cual participarán los profesores que se han inscrito voluntariamente. Se
desarrollarán 11 talleres y dos sesiones de entrenamiento comenzando el segundo mes
luego del inicio de clases.

Modelo de evaluación

Existen dos tipos de evaluación el primero es la evaluación que el facilitador realiza a los
profesores participantes para evaluar su nivel de aprendizaje. Este tipo de evaluación
estará dividido en dos estrategias, la primera es una evaluación teórica sobre
conocimientos que se desarrollará mediante cuestionario de preguntas de opción múltiple
y otra evaluación cualitativa sobre el desarrollo de habilidades específicas.

La otra evaluación es la que el profesorado realizará al facilitador y al programa en sí


considerando desde la habilidad del facilitador para hacerse entender hasta la dinámica
de los talleres y las herramientas utilizadas.

Bibliografía de soporte

 Bandura, A. (1986). Social foundations of thought and action: A social


cognitive theory. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.

 Kandel, D.B. y Jessor, R. (2002). The gateway hypothesis revisited. En D.B.


Kandel (Ed.). Stages and pathways of drug involvement. Examining the
gateway hypothesis (pp. 365-373). Cambridge: Cambridge University Press.

 Pérez de los Cobos, J.C., Valderrama, J.C., Cervera, G., Rubio, G. (Eds.).
(2006). Tratado SET de Trastornos Adictivos. Tomo 1. Madrid: Médica
Panamericana.

 Pérez de los Cobos, J.C., Valderrama, J.C., Cervera, G., Rubio, G. (Eds.).
(2006). Tratado SET de Trastornos Adictivos. Tomo 2. Madrid: Médica
Panamericana.

 Sánchez-Pardo, L., Navarro-Botella, J., Valderrama, J.C. (2004). Estudio


internacional sobre Género, Alcohol y Cultura «Proyecto Genacis».
Alicante: Sociedad Española de Toxicomanías.

 Villanueva, V. (2017). Diseño y evaluación de la eficacia de un programa de


habilidades para la vida en la prevención del consumo de sustancias en
adolescentes. (Tesis doctoral). Santiago de Compostela: Universidad de
Santiago de Compostela.
EJE ESTRATEGICO DE PREVENCIÓN EN EL AMBITO COMUNITARIO

OBJETIVO OPERATIVO: IMPULSO A LA PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS DESDE LA COMUNIDAD

MODELO DE INTERVENCIÓN

La prevención del consumo de drogas a nivel comunitario es una tarea de todos y, para lograrlo, es
necesario la actuación y el compromiso de sus líderes tanto los formales (médico del Centro de
Salud, Profesor del establecimiento Educativo, policía, etc.) como los líderes sociales (aquellos que
más influyen sin ostentar un cargo público).

Para lograr que esta intervención sea efectiva es necesario que los líderes conozcan las variables
que intervienen en el fenómeno de las drogas, que sean capaces de influir en los determinantes
psicosociales y ambientales de la comunidad para disminuir los factores de riesgo y que aprendan
a planificar una intervención preventiva para enfrentar el fenómeno de forma integral.

OBJETIVO

Fortalecer los conocimientos, habilidades y motivación de los líderes comunitarios para afrontar
el fenómeno de las drogas desde la evidencia y los factores de riesgo identificados en la
convivencia comunitaria y posibilitar la planificación y desarrollo de programas de prevención
comunitaria.

COMPONENTES

1. Capacitación en los elementos básicos del consumo de drogas, factores de riesgo y


adicciones

Uno de los factores de mayor riesgo para el consumo de drogas es desconocimientos tanto del
fenómeno de las drogas como de los factores que los provocan como de los factores que protegen
a los miembros de la comunidad. Este desconocimiento se genera por la mala comunicación, por la
presencia de mitos culturales y religiosos y por el acceso a medios digitales (google, redes sociales,
videos).

La desinformación o la mala información sobre el fenómeno de las drogas pueden generar


problemas como los siguientes:

- Baja percepción de riesgo (no hace tanto daño)


- Tolerancia al consumo (No hay fiestita sin un traguito)
- Mitificación (consumo drogas porque el diablo lo ha poseído)
- Proyección (los microtraficantes son los culpables)
- Justificación (ya se le pasará)
- Actitudes erróneas (se convoca a las madres a una misa especial para que los hijos salgan
de las drogas)
- Defensa cognitiva (los que se drogan es por su propia voluntad, son dañados)
- Buscan culpables (la policía no hace nada, el MSP tiene que hacer algo, la escuela es la
única que puede cambiar a los jóvenes)
- Idealización (solo Dios lo puede sacar del problema)
Cuando los jóvenes o sus padres buscan una respuesta al problema de sus hijos o al miedo de que
sus hijos caigan en las drogas no encuentran una mano amiga que les pueda ayudar. Al no
encontrar información basada en evidencia y entregada de buena fe, ellos buscan en otro lado
aumentando el riesgo del consumo.

Tener personas formadas y con conocimiento sobre el fenómeno de las drogas, sus determinantes
y las acciones que se deben tomar para prevenir es fundamental como herramienta de protección
frente al fenómeno.

Entre los temas necesarios de tratar en este primer taller tenemos:

- El fenómeno de las drogas


- Factores de riesgo y factores de protección
- Las Drogas más consumidas en nuestra sociedad: Alcohol, tabaco, marihuana
- Cómo afectan las drogas a la salud, a la psicología y a su entorno familias
- Las adicciones causas y tratamiento

METODOLOGÍA

La metodología de trabajo será específica para personas adultas o también llamada andragogía,
tiene que ver con la educación del ser humano en la etapa adulta. La metodología o enfoque de la
educación de personas adultas deriva de la educación popular, por ende, es vivencial -
humanística, participativa, dialógica, reflexiva, lúdica, empoderadora. Se fundamenta en la
perspectiva constructivista: el sujeto construye y reconstruye su propio conocimiento; adquiere
aprendizajes significativos, no memoriza, usa el conocimiento; articula lo que comprende con sus
ideas y saberes previos; la interacción y la participación con sus pares facilita el desarrollo de
capacidades sociales. La educación para personas adultas está basada en los principios de respeto,
afirmación, pertinencia e inmediatez, diálogo, participación, seguridad.

En este sentido las sesiones tendrán la siguiente estructura:

a. Dinámica de motivación e integración


b. Exposición de información
c. Dinámica de grupo, reflexión, aprendizaje
d. Conclusiones
e. Dinámica de despedida compromiso

Algunas sesiones alternarán la exposición de información con un video que posibilite la interacción
con el mensaje. Al final del trabajo se entregará a cada asistente un documento de lectura con
información complementaria sobre el contenido del taller con la finalidad de que los líderes
puedan acceder a mayor información, aclaraciones y contenidos que requerirán durante su
trabajo en la comunidad.

La sesión tendrá una duración de 150 minutos.

2. Diagnóstico, planificación y ejecución de un programa de prevención a nivel comunitario


En este taller se trabajará con los líderes sobre las estrategias para planificar una estrategia de
intervención preventiva en la comunidad, especialmente en épocas de alto consumo o de alto
riesgo para el consumo. Este taller tendrá los siguientes contenidos:

a. Identificación de factores de riesgo en la comunidad


b. Identificación de población vulnerable al consumo de drogas
c. Definición de población objeto de la intervención
d. Planificación de estrategias de intervención
e. Estrategias de intervención preventiva (criterios de calidad)
f. Modelo de evaluación de resultados e impactos

El contenido de este módulo tiene por finalidad posibilitar a los líderes comunitarios utilizar
herramientas para intervenir preventivamente ya sea en toda la comunidad como en grupos
específicos de riesgo. Estas herramientas y estrategias pueden ser utilizadas tanto para la
intervención general como para la intervención específica en un determinado momento (p.e.
fiestas de la comunidad).

Los contenidos son flexibles, es decir, no se pretende darles una fórmula de intervención sino
herramientas para que puedan ser adaptadas a cada comunidad respetando su cultura e
idiosincrasia.

METODOLOGÍA

Se utilizará la misma metodología de trabajo, es decir, la andragogía que se intercambiará con


estrategias de formación de líderes y habilidades de planificación con ejercicios prácticos y estudio
de casos.

En este sentido se propone trabajar con la siguiente estructura de sesiones:

a. Dinámica de motivación e integración


b. Exposición de información
c. Estudio de caso
d. Dinámica de grupo para la elaboración de un programa de prevención en la comunidad
e. Conclusiones
f. Dinámica de despedida compromiso

Al final del trabajo se entregará a cada asistente una guía de diseño e implementación de
programas comunitarios de prevención del consumo de drogas.

3. Creación de la Red de Líderes comunitarios por la prevención del consumo de drogas

Los programas eficientes de prevención del consumo de drogas se basan en la disminución de los
factores de riesgo y en el fortalecimiento de los factores de protección para lo cual es necesario el
conocimiento de los factores específicos tanto de riesgo como de protección en cada comunidad y
establecer parámetros de referencia a nivel general. Esto sólo se genera con la capacidad que el
grupo tenga para retroalimentarse, para compartir información para realizar investigaciones
multicéntricas así como la capacidad para aprender y generar lecciones para compartir con otros
líderes en otras comunidades.
Esta red interactuará permanentemente a través de medios electrónicos (redes sociales), a través
de los establecimientos gubernamentales (Educación, Salud, policía, jefaturas políticas, etc.) y
mediantes espacios de coordinación, capacitación y actualización de conocimientos e
investigación.

Las actividades que formarán parte de este componente serán:

a) Intercambio de información entre líderes


b) Consultas y solución a problemas
c) Investigación milticéntricas
d) Reporte de eventos vinculados al consumo de drogas o factores de riesgo
e) Evaluación de resultados e impactos de programas implementados
f) Asistencia a eventos de capacitación
g) Aplicación de encuestas o instrumentos de investigación en su comunidad

Se creará un sistema de identificación para los miembros de la red nacional de preventores de


drogas que puede consistir en una credencial o cualquier identificativo que se establezca en
acuerdo con los líderes comunitarios.
I ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE GOBIERNOS LOCALES PARA LA
PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS

El I Encuentro latinoamericano de Gobiernos Locales por la Prevención de


Adicciones que se realizará en la ciudad de Quito tiene como principal misión
poner en la mesa de conversación, entre los alcaldes, la situación del consumo de
drogas y otras conductas adictivas en la población, especialmente en niños, niñas
y adolescentes así como las estrategias de prevención basada en evidencia y el
rol de los gobiernos locales frente al fenómeno de las drogas.

El fenómeno de las drogas es un problema global, sin embargo, los determinantes


psicológicos, sociales y ambientales que generan las condiciones para el consumo
son específicos a cada localidad por lo que el abordaje preventivo más eficiente es
el desarrollado por las municipalidades basado en evidencia y con la participación
activa de la comunidad.

Los Gobiernos locales han desarrollado programas eficientes, otros que no han
tenido el impacto esperado y algunos, incluso, han sido contrapreventivos por lo
que es necesario aprender entre nosotros cuales son las mejores prácticas en
cuanto a enfrentar el fenómeno de las drogas se referente.

En este evento entenderemos cómo se encuentra la situación del consumo de


drogas en Latinoamérica, conoceremos qué es y porqué es tan importante la
planificación preventiva basada en evidencia, compartiremos experiencias
exitosas en la participación comunitaria para la prevención del consumo de drogas
y nos pondremos de acuerdo en cómo colaborar entre nosotros para aprender y
compartir aprendizajes que nos lleven a lograr los mejores éxitos en materia de
reducción del uso y consumo de drogas y otras conductas adictivas.

Al final, esperamos crear la Red Latinoamericana de Gobiernos Locales por la


Prevención de Adicciones con un comité ejecutivo que posibilite operar la relación
de cooperación mutua entre los diferentes integrantes de la Red.

ANTECEDENTES

El siglo 21 nos presenta un panorama donde el consumo de drogas y las


adicciones representan uno de los problemas más importantes y uno de los
desafíos más significativos frente a la salud y el desarrollo de los pueblos.

El Informe sobre el Consumo de Drogas en las Américas 2019 presentado por la


Comisión Interamericana de Control del Abuso de Drogas CICAD de la OEA nos
ofrece datos actuales sobre el uso de drogas en nuestros países. Este informe
realiza un análisis sobre las drogas más utilizadas en la región, organizada por
grupos de drogas y por grupos de población así como un análisis de los
principales temas emergentes
La diversidad en las características étnicas, lingüísticas, económicas y culturales
de los países de Latinoamérica representan factores de riesgo muy amplios para
el inicio, aumento y abuso de sustancias psicoactivas.

Entre las principales conclusiones que se obtienen de esta investigación tenemos


que el inicio del consumo se está dando a edades cada vez más temprana
aumentando el riesgo de adicciones y otras consecuencias para la salud.

Sin embargo, el informe señala que las políticas sobre la venta y el consumo de
drogas legales como el alcohol y el tabaco han tenido resultados positivos pero
con los programas de prevención destinados a retrasar la edad en que una
persona inicia el consumo, deben recibir alta prioridad.

Otros de los elementos que nos revela este informe es un evidente cambio en el
consumo por sexo ya que el consumo de drogas ha sido una práctica dominada
por hombre pero se evidencia que, en algunos países, las mujeres están usando
ciertas drogas en igual o mayor proporción que los hombres como por ejemplo
medicamentos con principios activos que se expenden bajo prescripción médica,
drogas sintéticas y opioides.

El uso de tranquilizantes es mayor entre las mujeres en casi todos los países
siendo un patrón que se repite tanto en la población general, como entre los
estudiantes de enseñanza secundaria y universitaria.

En cuanto al consumo en población adolescente la prevalencia de consumo de


drogas es más pareja en ambos sexos especialmente en el uso de alcohol e
inhalables. Entre los estudiantes de educación medio el uso de tranquilizantes es
mayor en mujeres en casi todos los países de Latinoamérica. En contraste, la
cocaína y las cocaínas fumables tienden a ser más usadas por los hombres que
por las mujeres, mientras que, el tabaco y el cannabis sigue siendo de uso
preferente en hombres aunque vemos que la brecha de género se está cerrando
en muchos países.

El PLAN DE ACCIÓN HEMISFÉRICO SOBRE DROGAS 2016-2020 Aprobado en


el Sexagésimo periodo ordinario de sesiones de la CICAD en Nassau, Bahamas
en noviembre del 2016 señala que “las manifestaciones en las Américas del
problema mundial de las drogas evidencian un fenómeno cada vez más complejo,
dinámico y multicausal que genera efectos negativos en la salud, en la convivencia
social, en la seguridad ciudadana, en la integridad de las instituciones
democráticas, el desarrollo y las actividades económicas de los países de la
región, con costos políticos, económicos, sociales y ambientales”.

Para esto sugiere un abordaje integral, equilibrado, multidisciplinario, basado en


evidencia, que respete plenamente los derechos humanos y libertades
fundamentales, y que tome en consideración sus causas.

JUSTIFICACIÓN
Para enfrentar el fenómeno de las drogas la Organización de Estados Americanos
ha creado La Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas
(CICAD) como el órgano consultivo y asesor de la OEA sobre el tema de drogas.

Esta organización sirve como un espacio para que los Estados Miembros de la
OEA discutan y encuentren soluciones al fenómeno de las drogas, así como
ofrecer asistencia técnica para mejorar su capacidad para enfrentar este
problema. Desde su establecimiento en 1986, la CICAD y su Secretaría Ejecutiva
han respondido a los constantes y cambiantes desafíos del control de drogas,
ampliando sus esfuerzos para promover la cooperación y la coordinación regional
con y entre sus Estados Miembros.

La CICAD trabaja en dos frentes el control de la demanda y el control de la oferta


para abordar un problema mundial como es el de las drogas con características
complejas, dinámicas y multicausales, que requiere un enfoque integral,
equilibrado y multidisciplinario.

Este trabajo lo realiza la CICAD a nivel de Estados miembros y basa su abordaje


en la política pública para enfrentar el fenómeno en las dimensiones de control de
la oferta y el control de la demanda. La CICAD apoya a los Estados Miembros a
fortalecer sus políticas sobre drogas realizando investigaciones y evaluaciones en
profundidad sobre temas relacionados con las drogas, brindando asistencia
técnica efectiva y formación especializada enfocada en el desarrollo de
capacidades.

En cuanto al control de la demanda esta se centra en planes y programas de


prevención basados en evidencia que actúan sobre los factores de riesgo y el
desarrollo de factores de protección por lo que cada estrategia tiene que estar
destinada a una población específica considerando sus diferencias y las
características culturales y ambientales locales que pueden determinar el
consumo o el abuso de las sustancias.

A pesar que la evidencia científica señala que la prevención de


drogodependencias y otras conductas adictivas se tiene que desarrollar a nivel
local, no existe un organismos ni un espacio en el cual los gobiernos locales
puedan intercambiar experiencias, información o estudios y que se puedan apoyar
mutuamente para generar evidencia que les permitan actuar preventivamente en
sus territorios para la reducción del consumo de sustancias psicoactivas.

Por otro lado somos testigos de múltiples programas desarrollados en diferentes


municipios que les ha permitido reducir el consumo y otras que han sido
infructuosas que han ocasionado fuertes gastos sin ningún resultado. Por otro lado
algunas estrategias destinadas a la prevención han tenido como resultado el
aumento del consumo o una reacción negativa de la sociedad.

La necesidad de que los Municipios adopten estrategias preventivas para


enfrentar el fenómeno de las drogas nos lleva a la búsqueda de compartir
información, experiencias, investigaciones y asistencia técnica para lograr mejores
prácticas y mejores resultados.

OBJETIVO

Integrar a los responsables de los Gobiernos locales comprometidos con la


prevención del consumo de drogas y otras adicciones para aunar esfuerzos que
posibilite la reducción de la demanda en Latinoamérica.

Contenidos

1. Realidad del consumo de alcohol y otras drogas en Latinoamérica:


Informe OEA / CICAD 2019

Exposición del informe de la OEA: invitada Marya Hynes Coordinadora


del Informe sobre el Consumo de Drogas en las Américas 2019 preparado
por el Observatorio Interamericano sobre Drogas (OID) de la Comisión
Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), que forma
parte de la Secretaría de Seguridad Multidimensional (SSM) de la
Organización de los Estados Americanos (OEA)

2. La prevención del consumo de alcohol y otras drogas basado en


evidencia: ¿Qué nos dice la ciencia?

Expone el Dr. Elisardo Becoña Iglesias, Director de la Unidad de


Tabaquismo y trastornos adictivos de la Universidad de Santiago de
Compostela y Presidente del comité científicos de Prevención Basada en
Evidencia de Europa.

3. La prevención desde el Barrio: La experiencia de la participación


comunitaria en la prevención en Quito y la necesidad del Observatorio
Local de Drogas

Expone el Dr. Diego Riofrío Jaramillo Coordinador del Sistema


Metropolitano de Prevención de Adicciones de Quito y responsable del
programa de prevención en el Barrio; programa piloto para lograr el
empoderamiento de la prevención dentro del barrio y el Observatorio
Metropolitano de Drogas de Quito.
4. El Acuerdo de Quito: La necesidad de la cooperación descentralizada
para la prevención: ¿Cómo cooperar en nosotros?

Expone: Dr. Jorge Yunda Alcalde Metropolitano de Quito

5. Creación e inauguración de la Red Latinoamericana de Prevención de


drogodependencias desde los gobiernos locales.
PROGRAMA DE PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE SUSTANCIAS
PSICOACTIVAS EN EL MUNICIPIO DE QUITO

1. Marco Conceptual
1.1 Las drogas.

Tradicionalmente se entendía que la conducta humana era una respuesta a un


estímulo proveniente del mundo exterior, luego se descubre la gran influencia que
tiene el mundo interior sobre la conducta, convirtiéndose no sólo en un estímulo
sino en una variable fundamental de la respuesta orgánica a los estímulos. Entre
los diferentes elementos que se descubrieron están los neurotransmisores que
son las sustancias químicas encargadas de la transmisión de las señales desde
una neurona hasta la siguiente, a través de las sinapsis y que, también, se
encuentran en la terminal axónica de las neuronas motoras, donde estimulan las
fibras musculares para contraerlas (Boeree, 2012). Entre los principales
neurotransmisores tenemos la dopamina, la serotonina, la acetilcolina, la
norepinefrina, los ácido gamma aminobutírico (GABA), etc.

Con el tiempo, se descubrió que existen sustancias que modifican o alteran


el funcionamiento de los neurotransmisores, la producción de los mismos, su
composición química y la cantidad de su producción por parte del organismo.
Estas sustancias que tenían la propiedad de alterar el funcionamiento normal del
Sistema Nervioso Central desde el momento en que son incluidas al organismo,
se las denominó: Drogas. Se considera como drogas, a toda sustancia natural,
artificial o mixta que introducida al organismo por cualquier vía, altera su
funcionamiento normal, especialmente al Sistema Nervioso Central. Para la
Organización Mundial de la Salud una sustancia o droga psicoactiva, es toda
aquella que al ser tomada puede modificar la conciencia, el estado de ánimo o los
procesos de pensamiento de un individuo (World Health Organization, 2004).

1.2. Clasificación.

Para lograr una mejor comprensión de las diferentes drogas, los


investigadores, especialistas, programas y académicos han separado a las drogas
en varios grupos. Considerando elementos comunes entre estas clasificaciones,
tenemos la siguiente variedad: por su estructura química, por su acción
farmacológica, por las reacciones clínicas que su administración produce en la
conducta humana, por su consideración sociológica, por su peligrosidad para la
salud, entre otras.

Con fines de la presente investigación hemos estimado las siguientes


clasificaciones:

1.2.1. Clasificación en la ley ecuatoriana.

Ley Orgánica de Prevención Integral del Fenómeno socio económico de las


Drogas y de Regulación y Control del Uso de sustancias catalogadas sujetas a
fiscalización, publicada en el Registro Oficial Suplemento 615 del 26 de octubre
del 2015, en el art. 6, establece la clasificación de drogas y sustancias
catalogadas sujetas a fiscalización, para efectos de prevención, a lo siguiente:

1. Todas las bebidas con contenido alcohólico

2. Cigarrillos y otros productos derivados del tabaco

3. Sustancias estupefacientes, psicotrópicas y medicamentos que las


contengan

4. Las de origen sintético

5. Sustancias de uso industrial y diverso como: pegantes, colas y otros usados


a modo de inhalantes.

Por otro lado, para efectos de regulación y control, clasifica a las sustancias
catalogadas sujetas a fiscalización en:

a. Estupefacientes
b. Psicotrópicos
c. Precursores químicos; y, sustancias químicas específicas.

Sin embargo en un plano más amplio, nosotros podemos clasificar a las


drogas según la regulación que tienen en el marco legal internacional en:

1.2.2 Clasificación por la legislación.

a) Drogas legales.

Son drogas legales aquellas que, cumpliendo el principio de alterar el


normal funcionamiento del sistema nervioso central, pueden encontrarse en venta
libre o con muy poca restricción como es el caso del alcohol, el tabaco y algunos
medicamentos cuyo principio activo tiene propiedades farmacológicas similares a
las drogas (como pastillas para la gripe que contienen pseudoefedrina). También,
se incluyen algunos productos de consumo general que, aunque su efecto sobre el
sistema nervioso es bajo, tiene efectos. Estas drogas podrían ser el café y el té.

A pesar de la legalidad de estas drogas, hay regulaciones para su


producción, distribución y consumo, p. e.: el tabaco puede ser comprado
libremente pero no puede ser consumido en lugares cerrados, oficinas o
establecimientos educativos. Incluso, su consumo está prohibido en escenarios
deportivos y de espectáculos ni transportes terrestres públicos y aviones
(Asamblea Nacional del Ecuador (ANE), 2011).

En Ecuador existen leyes especiales sobre el control de algunas drogas


legales como la Ley de Control del Tabaco (R.O. 497 del 2011). Asimismo, las
regulaciones específicas sobre éstas drogas que se contemplan en otros cuerpos
legales, como la prohibición de publicidad de bebidas que contengan alcohol
contemplado en la ley de Comunicación (Art. 94) o la prohibición de su venta a
menores de edad contemplado en el Código de la Niñez y Adolescencia (Art. 27
inciso final).

b) Drogas ilegales.

Las drogas ilegales son aquellas que, bajo ningún motivo se permite su
producción y venta. Aunque esto varía dependiendo del país, casi podemos hablar
de un consenso mundial sobre la tipificación de las drogas ilegales. En términos
generales, todas las drogas tienen la posibilidad de ser utilizadas en medicina y,
por lo tanto, su principio activo puede ser comercializado. Sin embargo, el
consenso mundial ha estimado un catálogo de sustancias sujetas a fiscalización
por parte de las autoridades de control, por lo que la legislación ecuatoriana que
norma la producción y uso de las drogas se denomina “Ley Orgánica de
Prevención Integral del Fenómeno socio económico de las Drogas y el Control de
Sustancias catalogadas sujetas a fiscalización”. Entre las principales drogas
ilegales que circulan en nuestro país, tenemos la cocaína, la heroína, el éxtasis, la
marihuana y alucinógenos sintéticos como el LSD o la droga “H”.

La clasificación sobre las drogas legales o ilegales varía conforme a la


regulación de cada país, por ejemplo la marihuana es ilegal en Ecuador, pero es
legal en Uruguay. La producción de hoja de coca es ilegal en Colombia pero es
legal en Bolivia. Incluso en un mismo país, la legislación establece que una misma
droga es legal en una parte del país pero es ilegal en otra. Por ejemplo, en
Canadá la marihuana es ilegal en Toronto, pero es legal en Vancouver.

La prohibición de la siembra, cultivos y cosecha de plantas que contengan


principios activos de sustancias estupefacientes y psicotrópicas como: el opio, la
coca o el cannabis, tienen cierto tipo de regulación especial. Esto sucede en el
caso de la disposición transitoria segunda de la Ley Orgánica de Prevención
Integral del Fenómeno socioeconómico de las drogas, que establece que la
siembra, cultivo y cosecha de tales plantas, podrá ser autorizada por la Secretaría
Técnica de Drogas, exclusivamente para uso industrial no farmacéutico,
adiestramiento e investigación científica no médica (ANE, 2015). A nivel
internacional existe el Convenio Único sobre Estupefacientes de 1961 y el
Convenio de Sustancias Psicotrópicas de Viena de 1971.

c) Drogas legales bajo prescripción médica.

Muchas de las personas excluyen los medicamentos de la percepción que


tienen sobre las drogas generando tolerancia social a su uso y consumo
dependiendo de la situación específica de cada persona o grupo social. En el caso
de los profesionales de la salud, es más común ver el uso de ansiolíticos,
tranquilizantes o pastillas para dormir sin que sean consideradas drogas de
control.

Incluso, en muchas de las encuestas sobre consumo de drogas, no se


considera el grupo de las benzodiacepinas o los barbitúricos para las
investigaciones sobre consumo y adicciones. Existe evidencia de que las
benzodiacepinas y otros medicamentos cuyo principio activo es susceptible de
adicción, se han convertido en un problema de salud pública y han generado
preocupación en la comunidad médica.

La adicción a las benzodiacepinas se ha naturalizado en una enfermedad


sobre la cual se tiene bastante precaución en los sistemas de salud pública. Esto
lo menciona Wenceslao Peñate, psicólogo y profesor en la Universidad de La
Laguna, durante el curso sobre la “Depresión, Diagnóstico y Tratamiento”
celebrado en la Universidad del País Vasco: “Es la gran adicción oculta. Muy cerca
de la adicción al alcohol o el tabaco. Cuando se prescribe, el facultativo lo hace
con la mejor intención, pero su efecto es tan inmediato en una persona angustiada
que se convierte en un fármaco mágico y si no eres fuerte, te engancha” (Citado
por: (Azumendi, 2017).

1.2.1.2. Clasificación por su origen.

Por el origen de la droga como tan, indistintamente es el origen de la


materia prima de donde se obtiene su compuesto activo, podemos clasificarlas en
drogas naturales, sintéticas y mixtas.

a) Drogas naturales.

Consideramos drogas naturales a aquellas obtenidas directamente de la


planta y se usa sin ninguna otra alteración química o sintética. Tradicionalmente,
se lo utilizaba para calmar el dolor, aumentar el rendimiento, tratar algunos
síntomas como el mareo por la falta de oxígeno en poblaciones de altura como
Potosí en Bolivia y como alucinógeno en rituales tradicionales religiosos y
shamánicos.

Entre las más conocidos podemos citar: la hoja de coca, la ayahuasca, la


anadenanthera que es una especie de frijol que se encuentra en América Latina y
el Caribe que al ser secada y triturada libera el DMT sicodélico (N,N-
dimetiltriptamina), los hongos psilocibios, el beleño, la belladona, las nueces de
betel, el peyote, el cannabis, entre otros.

Para algunos filósofos como Terrence McKenna (citado por (Soy Carmin,
2016), señalan que los hongos que contienen silocibina (alcaloide alucinógeno)
podrían haber estimulado la evolución final del cerebro humano al igual que el uso
de plantas psicoactivas y semillas con el mismo efecto.

b) Drogas de diseño o sintéticas.

Las drogas de diseño o sintéticas son sustancias químicas con propiedades


psicoactivas, sintetizada expresamente para su venta ilegal y burlar las leyes
sobre sustancias (World Health Organization (WHO), 1994). Estas drogas son
sustancias psicoestimulantes que se administran vía oral y son producidas
artificialmente, en laboratorios teniendo una forma de comprimido de diferentes
colores y que se lo denomina: pastillas. A su vez, aparecen en los años 70 a partir
de la sintonización del MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina) a pesar de haber
sido descubiertas en 1912 y patentadas en 1914 por la Empresa Merk como
vasoconstrictora; según otros, como anorexígeno, pero nunca llegó a
comercializarse (Ministerio del Interior España, 2002).

En un estudio epidemiológico andino comparativo en los países miembros


de la CAN, realizado por UNODC y CICAD en el 2006, aparecen el éxtasis y los
estimulantes anfetamínicos, entre las drogas de mayor consumo por estudiantes
de secundaria. Acá, se detecta que Colombia, Ecuador y Perú demuestran que el
éxtasis es la sustancia de mayor uso (Montaño, 2010).

Las drogas sintéticas son réplicas de las drogas naturales pero producidas
en laboratorio y de muy bajo costo, entre las que encontramos las catinonas
sintéticas que son de una composición química similar a la khat cultivada en África
Oriental, los canabinoides sintético y la cocaína sintética (Narconon, 2017). La
principal droga sintética que encontramos en Ecuador es el éxtasis o MDMA.

1.2.4. Clasificación por la vía de administración.

Esta clasificación tiene importancia porque el modo de administración de la


droga define la forma en que esta entra en el organismo del consumidor. La mayor
importancia radica en la velocidad con que la droga llega al cerebro, produce su
efecto y causa dependencia. También, es relevante considerar que la vía de
administración de la droga determina la presencia de riesgo asociado como:
intoxicación, problemas cardiorrespiratorios e incluso enfermedades trasmisibles
como VIH o hepatitis.

El conocimiento de las características de absorción de una droga determina


el mecanismo de administración, así como para conocer las repercusiones que
pueden tener sobre la respuesta o reacción del organismo tanto por la velocidad
de absorción como la cantidad absorbida. Por ello, la clasificación de las drogas
por su vía de administración que planteamos en este capítulo, es similar a la
expuesta en farmacología para el estudio de los medicamentos y sus efectos en el
organismos (Flórez, 1997).

a) Vía de administración oral.

Es el proceso mediante el cual la droga se consume por la boca, el efecto


tarda más en presentar signos y representa menos riesgo de intoxicación y
dependencia, salvo el caso del alcohol. Las principales drogas que se consumen
por esta vía, son las benzodiacepinas y el alcohol en sus diferentes versiones.

b) Vía de administración inhalatoria.

Es el proceso por el cual la droga es aspirada en forma gaseosa o polvo


por la nariz, por la boca o por ambas vías. Esta vía de administración de la
droga, permite que su principio activo llegue al cerebro de una forma casi
inmediata, generando los efectos instantáneamente. La dependencia que esta
forma de administración produce es muy alta y severa, por lo que origina
complicaciones pulmonares y de todo el sistema respiratorio. En esta categoría,
se encuentran las diferentes maneras de administración fumadas, siendo las
principales drogas: el tabaco, la marihuana, los pegamentos, entre otras.

c) Vía de Administración intranasal.

Esta vía de administración se caracteriza porque la droga ingresa a través


de las fosas nasales y su principio activo es absorbido a través de la mucosa
nasal. Esta vía permite que la droga llegue al cerebro de forma inmediata y en
grandes cantidades de concentración del principio activo. La cocaína es la
principal droga que se utiliza por esta vía de administración. En los últimos
tiempos, las drogas como la heroína están siendo administradas por la vía nasal
para evitar el contagio de enfermedades como el VIH a través de las agujas en
jeringuillas compartidas entre adictos. A más de los efectos y daños propios de la
droga en el cerebro, esta manera de administración implica daños en la mucosa
y tabique nasal.

d) Vía de administración inyectable.

Es el proceso mediante el cual la droga es depositada directamente en el


torrente sanguíneo, mediante la inyección en la vena; aunque, también, se puede
inyectar intramuscularmente o de forma subcutánea. Es utilizada por la rapidez de
la acción y la concentración que se alcanzan, puesto que no depende de procesos
de absorción ni de otros factores que pueden alterarla. Por la transferencia
completa de la droga existe un mayor rendimiento costo-beneficio para el
consumidor. El riesgo de sobredosis y contagio de otras enfermedades, es mayor
que el de cualquier otra vía, así como, aumenta los problemas de infecciones,
abscesos o coágulos. Las drogas que utilizan esta vía, tenemos: heroína,
ketamina, cocaína, anfetaminas, morfina, esteroides, entre otras.

1.2.5 Clasificación de las drogas por el efecto en el sistema nervioso central.

La característica principal de las drogas, es la alteración que producen en la


estructura y funcionamiento normal del sistema nervioso central. Por esto, la
clasificación por los efectos que producen a nivel de tal sistema, es la más
utilizada en el ámbito de la prevención.

La definición que, sobre drogas, hace la Organización Mundial de la Salud


tiene su base en la afectación que ésta origina sobre el sistema nervioso central,
afectándolo para generar alteraciones muy duraderas e inducir comportamientos
que pueden llegar a poner en riesgo la vida del adicto o su calidad de vida
(Volkow, 2014).

Cinta Martos Silván de la Universidad de Huelva (Silván, 2017) señala que


existen 5 efectos que las drogas provocan en el sistema nervioso central: altera el
ADN, dificulta las conexiones sinápticas, cambios neuroquímicos y funcionales en
el cerebro, disminuye los niveles de dopamina, aumenta el umbral del placer,
produce la pérdida de control y de voluntad.

Según el efecto o alteración que crea en el funcionamiento del sistema


nervioso central, las drogas son clasificadas en:

a) Depresores.

También conocidas como sedantes o tranquilizantes pues su acción inhibe


el funcionamiento general del sistema nervioso central así como la respuesta a los
estímulos físicos o psicológicos. Estas son utilizadas en medicina para el
tratamiento de enfermedades e intervenciones quirúrgicas y en psiquiatría para
tratar trastornos de ansiedad, depresión y problemas de sueño. Existen muchos
medicamentos para lograr efectos depresores en tal sistema, como la
benzodiacepina (ansiolítico) u otros medicamentos para dormir como zolpidem
(ambien), el eszopiclona (lunesta) y el zaleplón (sonata). Además de los
barbitúricos, como el mefobarnital (Mebaral) (Riofrío, 2017).

Los depresores actúan sobre el cerebro afectando al neurotrasmisor ácido


Gamma-aminobutírico (GAMA) y, a pesar de que las diferentes sustancias
depresoras del SNC actúan de una forma específica y única, producen un efecto
de somnolencia o calma a través de su capacidad para aumentar el GAMA, que, a
su vez, inhibe la actividad cerebral.

Entre las principales drogas que producen este efecto, tenemos:

 Alcohol

 Pastillas para dormir y barbitúricos

 Ansiolíticos como la benzodiacepina

 Heroína, morfina y metadona

 Tranquilizantes

 Inhalantes

b) Estimulantes.

Aquí encontramos a toda aquella sustancia cuya propiedad es aumentar el


estado de alerta, la atención y la energía. Al mismo tiempo, aumenta la presión
arterial, la frecuencia cardiaca y la respiración. Los estimulantes se utilizan en
medicina para tratar algunas enfermedades, tales como: el TDAH, la narcolepsia y
la depresión cuando la persona no ha respondido a otros tratamientos.

Estas drogas se caracterizan por intensificar la actividad física, la capacidad


de atención, el estado de alerta del cerebro así como también, mejora el estado de
ánimo, disminuye el apetito y el sueño. A su vez, actúan sobre neurotransmisores
como la dopamina y la norepinefrina activando las neuronas y facilitando la
trasmisión sináptica.

Dentro de estas drogas existen dos tipos: las sintéticas y las naturales. A
pesar de que, para algunos investigadores, este tipo de drogas producen más
adicción psicológica que física, su uso frecuente y su abuso puede producir una
fuerte adicción. Al cesar su ingesta instala reacciones conocidas como síndrome
de abstinencia.

En este grupo se encuentra una serie de drogas sintéticas cuya función es


estimular la actividad del cerebro y que se proliferando, especialmente, en los
países desarrollados, ya que los controles sobre estas drogas van muy por detrás
de su producción, son de bajo costo y de fácil tráfico. El Observatorio Europeo de
Drogas y Toxicomanías emitió una advertencia a principios del 2014 sobre el
peligro que representa el desarrollo de este tipo de drogas. En espacial, una
nueva droga denominada D4-metilaminorex y su derivado 4,4 ‘-DMAR que
aparece en países europeos con efectos similares a la metanfetamina
(Birkenshaw, 2017).

Entre las principales drogas que producen este efecto encontramos:

 Anfetaminas

 Metanfetaminas

 Drogas sintéticas de la familia de las Fenetilaminas

 Piperazinas

 PMMA: Para-metoximetanfetamina

 Nicotina

 Cafeína

 Cocaína

c) Alucinógenos.

También conocidas como sicodélicas o perturbadoras, causan alteraciones


en la percepción de la realidad debido a que modifican el estado de consciencia, el
pensamiento y el estado de ánimo. Estas drogas provocan que el consumidor vea
imágenes, escuche sonidos y sienta sensaciones irreales. Algunos alucinógenos,
también, instalan oscilaciones emocionales rápidas e intensas.

Estos efectos dependerán, no sólo de las características farmacológicas de


la droga, sino también de la dosis, el contexto y del estado general de la persona –
predisposición psicológica, carácter, estado de ánimo y otros aspectos debido a
una interrupción de la interacción de la serotonina (Riofrío, 2017).

Entre las principales drogas alucinógenas, tenemos:

 Drogas sintéticas como el LSD

 Psilocibina

 Cannabinoides: Hachís y marihuana

 Éxtasis

 Fenciclidina (polvo de Ángel)

 Mescalina

1.3 Principales drogas presentes en el ámbito laboral de Ecuador.

El 4,4% de la población estudiada en el IV Estudio Nacional sobre Uso de


Drogas en población de 12 a 65 años afirmó haber asistido al trabajo bajo la
influencia del alcohol y un porcentaje similar manifestó haber estado en el trabajo
bajo la influencia de drogas ilegales como marihuana, cocaína o pasta base
(Dirección Nacional del Observatorio de Drogas, 2014).

A pesar de que el Observatorio de Drogas de Ecuador hace énfasis en el


consumo de drogas legales como el Alcohol y el Tabaco. La Organización
Panamericana de la Salud (OPS) sobre la epidemiología de uso de drogas y la
afectación a la salud pública, hace énfasis en las drogas ilegales, siendo los
derivados del cannabis, los más utilizados a nivel de Latinoamérica con 37.6
millones de usuarios en la región; seguido por la cocaína con 8.6 millones, los
estimulantes del tipo anfetamínicos con 8,4 millones y los opiáceos con 2.1
millones de consumidores (Organización Panamericana de la Salud, 2009).

Con base a estos antecedentes haremos una descripción de los principales


datos de las drogas legales e ilegales más utilizada en el Ecuador y la región:

1.3.1. El tabaco.

Proviene de una planta originaria de Centroamérica llamada Solanácea


Nicotiana Tabacum, la cual era utilizada por los indígenas prehispánicos como
medicina y para rituales ceremoniales. Los indígenas lo consumían fumado
envuelto en hojas de maíz o en pipas. Hasta el siglo XVII, se utilizó como elemento
terapéutico hasta que se comprobó que sus efectos eran dañinos para el
organismo. Sin embargo, sólo hasta finales del siglo XX las autoridades sanitarias
comenzaron a evaluarlo peligroso para la salud humana.
Debido a la sensación de bienestar que experimentaban los consumidores,
se le estimaba terapéutico, gracias a los postulados de Jean Nicot, quien lo
introdujo en Europa aduciendo haber curado con él las migrañas de Catalina de
Médicis (esposa de Enrique II de Francia, Reina Consorte de Francia desde 1547
a 1559). Nicot quien fue el embajador de Francia en Portugal entre 1559 y 1561,
llevó a Europa el tabaco atribuyéndole propiedades medicinales y
promocionándolo como un producto médico en todo Europa.

Hasta ahora no se ha demostrado ninguna propiedad medicinal, por el


contrario a más de las hojas de tabaco, el cigarrillo tiene una serie de sustancias
químicas que aumentan la toxicidad para el organismo. Los fabricantes de
cigarrillos le añaden aditivos químicos para hacer más atractiva la "experiencia"
del fumador e intensificar y variar su sabor. Según el Observatorio Europeo de las
Drogas y las Toxicomanías, son alrededor de seiscientos componentes presentes
en el cigarrillo. El cigarrillo produce una marcada disminución en los niveles de la
monoaminooxidasa (MAO), una enzima importante que es responsable de la
descomposición de la dopamina.

A más de la nicotina presente en el tabaco, el cigarrillo contiene otros


químicos tóxicos como el monóxido de carbono, el alquitrán, el gas cianhídrico, la
nitrosamina, el amonio y la piridina. Es tan impresionante el efecto nocivo del
cigarrillo para la salud que más de 440,000 norteamericanos mueren cada año por
consumir cigarrillo, más que el total combinado de muertes por alcohol, uso ilegal
de drogas, homicidios, suicidios, accidentes automovilísticos y SIDA (NIDA, 2010).

Entre los principales riesgos para la salud del consumo de tabaco se


encuentra la disminución de la capacidad pulmonar, bronquitis crónica, enfisemas
y riesgo de cáncer de pulmón. También, se presenta angina de pecho, tendencia
al infarto del corazón y otros accidentes vasculares. Otros riesgos menos grave,
son: piorrea, alteraciones periodontales, faringitis y laringitis.

Riesgos para el rendimiento laboral.

A más de los problemas de salud que afectan a la persona, se presentan


alteraciones psicológicas que pueden afectar el rendimiento laboral, tales como:
episodios de ansiedad y depresión, especialmente ligados a la imposibilidad de
consumir cigarrillo en el sitio de trabajo que puede estar asociado a sensación de
aislamiento y marginación, por la necesidad de salir del grupo o del lugar en el que
se encuentran para fumar (Riofrío, 2017). Igual sucede con respecto al aliento, a
los dientes amarillos o dedos amarillentos que, poco a poco, va golpeando la
autoestima del fumador, lo que puede ocasionar episodios de depresión por la
lucha para dejar la adicción.

1.3.2. El alcohol.

Alcohol es el nombre genérico de los compuestos químicos que contienen


carbono, hidrógeno y oxígeno, cuyo grupo funcional es el hidróxilo (-OH). De
estos, el más conocido es el etanol o alcohol etílico, utilizado como disolvente de
compuestos orgánicos y se emplea en la fabricación de fármacos, cosméticos,
explosivos y, también, como compuesto básico de las bebidas alcohólicas.

El alcohol etílico de consumo humano, es casi tan antigua como la


humanidad. Se sabe que en el período Neolítico ya se elaboraban bebidas a partir
de la fermentación de jugos vegetales. Las jarras más antiguas con restos de vino
se encontraron en Irán y datan de hace más de 7.000 años. En el siglo VII d. C.
los árabes inventaron la destilación, a través de un proceso de fermentación para
obtener mayor concentración alcohólica. La palabra alcohol proviene del término
árabe al-khol. En la mayoría de casos, el alcohol estaba vinculado a festividades,
ceremonias y banquetes religiosos o civiles, además de un uso doméstico.

En el siglo XIX comenzaron las campañas antialcohol e incluso, en Estados


Unidos, para 1920, se aprobó una ley que prohibía la fabricación, venta,
importación y exportación de bebidas alcohólicas, la cual duró hasta 1933 (Riofrío,
2017). Al ser un depresor del sistema nervioso central, el alcohol se utilizaba como
sedante para pequeñas intervenciones quirúrgicas aunque, en la actualidad, ha
sido reemplazado por otros analgésicos. Durante la edad media, se utilizó el
alcohol como remedio para casi todas las enfermedades. De hecho, la palabra
Whisky, en galés, significa “agua de vida”. Un estudio liderado por el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado la capacidad de los
compuestos polifenólicos presentes en el vino para combatir el patógeno que
causa el cáncer de estómago y la úlcera gastroduodenal (SERVIMEDIA, 2015).

Existen dos procesos de producción de bebidas alcohólicas; las bebidas


fermentadas, como el vino, la sidra o la cerveza, que proceden de la fermentación
natural de azúcares de frutas o de cereales como la cebada con una
concentración del 6%. Por otro lado, las bebidas destiladas como el ron, el tequila,
el whisky, el vodka o el aguardiente que cumplen un proceso de destilación que
posibilita una concentración mayor de etanol de un 30-60%.

El etanol es un depresor del sistema nervioso central que modifica la


funcionalidad de las membranas de las neuronas especialmente las gabaérgicas,
aquellas que utilizan el GABA o ácido gamma-aminobutírico como neurotransmisor
y las glutamatérgicas, aquellas que utilizan el glutamato como neurotrasmisor, que
son las más sensibles a los efectos del etanol (Riofrío, 2017).

El etanol aumenta la actividad de estas neuronas, lo cual conduce a un


efecto depresor empezando por el sistema inhibitorio que actúa como mecanismo
de protección frente a estresores. Los efectos del etanol varían con su
concentración en la sangre provocando un coma etílico agudo (borrachera) e
incluso a la muerte por inhibición de los centros respiratorios. El etanol causa
irritación e inflamación en la mucosa gástrica con síntomas como ardor o dolor en
el epigastrio, acompañado de náuseas, mareo y vómitos especialmente al día
siguiente, aunque algunos de los síntomas pueden prolongarse y volverse
permanentes.
Uno de los órganos más afectados por el consumo de alcohol es el hígado
que tiende a inflamarse y provoca cirrosis hepática que es una enfermedad
crónica e irreversible. El exceso de consumo de alcohol puede producir que las
enzimas digestivas pancreáticas que digieren la comida, se activen en el páncreas
y no en el intestino delgado. Así, se produce una inflamación súbita o progresiva
denominada pancreatitis. También se generan afectaciones directas al sistema
circulatorio como cardiopatías y alteraciones vasculares, así como afectaciones al
sistema nervioso central con deterioro neurológico o, incluso, una demencia
alcohólica.

Riesgos para el rendimiento laboral.

A más de las afectaciones para la salud del consumidor existe una


afectación en la memoria así como la afectación a la capacidad del cerebro de
lograr nuevas conexiones neuronales y, por lo tanto, disminuye la capacidad para
aprender. Luego de una experiencia de ingesta alcohólica, hay un aumento notorio
de los estados de ansiedad desencadenando episodios depresivos (que pueden
prolongarse) provocando alteraciones en el entorno social, familiar y laboral, e
igualmente, creando trastornos psicóticos específicos. La exposición prolongada a
la depresión alcohólica puede ocasionar alteraciones de la consciencia que
derivan en alucinaciones y en una distorsión en la percepción de la realidad.

1.3.3. El cannabis.

Es una planta muy popular de la cual se obtiene la marihuana y el hachís,


convirtiéndose en un símbolo de los movimientos contraculturales y alternativos.
Es una planta originaria de Asia Central (Cannabis Sativa) con cuya resina, hojas y
flores se elaboran las drogas ilegales más consumidas en el mundo: marihuana y
hachís.

Entre los componentes cannabinoides que contiene la planta hembra se


encuentra el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), que induce una variedad de
efectos sensoriales y psicológicos, incluyendo una leve sensación de fantasía,
euforia, mayor conciencia sensorial, creatividad y empatía. Se presenta, además,
memoria deteriorada a corto plazo, alteración del sentido del tiempo y el
espacio, aumento del apetito y del deseo sexual. En ocasiones, se presenta
somnolencia y una tendencia a mejorar la introspección. Sin embargo, sus efectos
varían entre los individuos dependiendo de su edad, dosis consumida y frecuencia
de uso (Warf, 2014).

En Europa, los intelectuales y artistas la consumieron en el siglo XIX con un


propósito lúdico. Luego, en la segunda mitad del siglo XX, su ingesta comenzó a
popularizarse por parte de movimientos contraculturales como el hippie, hasta que
se convirtió en la sustancia ilegal con mayor aceptación social e incidencia de
consumo (Riofrío, 2017). Para 1976, Holanda adopta una política tolerante frente
al consumo de marihuana y la legalizó bajo ciertas condiciones, modelo que fue
valorado en varios países como Portugal, Canadá y Uruguay.
Existen investigaciones sobre las propiedades terapéuticas del Delta 9-
tratahidrocannabinol o THC que han sido verificadas in vitro e in vivo y cuyas
investigaciones ya se encuentran listas para las investigaciones clínicas,
especialmente, orientadas a la estimulación de los endocannabinoides que son
receptores cannabinoides de origen orgánicos localizados en el cerebro y el
sistemas nervioso periférico. Tales receptores están constituidos por lípidos
neuromoduladores y sus receptores se usan en el tratamiento de patologías
vinculadas a la presencia de los endocannabinoides, como son: dolor,
espasticidad, obesidad, diabetes, emesis (especialmente en pacientes sometidos
a quimioterapia), psicosis y adicción (Rodríguez, 2017).

A más Delta 9-tratahidrocannabinol o THC, la planta contiene, en


total, cerca de 60 cannabinoides (entre éstos: cannabidiol (CBD), Cannabavarin
(THCV) Cannabinol (CBN), cannabigerol, cannabicromeno (CBC), cannabiciclol
(CVL), siendo el THC y el CBD los más utilizados, aunque, este último, sin efectos
psicoactivos.

La forma activa del THC no se origina de forma natural en la planta de


cannabis. Se crea una sustancia química llamada ácido tetrahidrocannabinólico o
ácido THC (THCA) que cuando es quemado en el porro o se calienta al cocinar, se
convierte rápidamente en THC. Por esto, cuando el cannabis es masticado e
ingerido crudo, no produce ningún efecto psicoactivo fuerte, ya que el THCA es,
esencialmente, inactivo.

Los riesgos para la salud del consumo de marihuana o hachís (derivados


del cannabis), son causados por la presencia de THC y otros cannabinoides. A su
vez, son muy similares a los daños causados por el tabaco, con el agravante de
que el THC dilata los bronquios y aumenta la absorción de sustancias tóxicas,
especialmente, cuando se combina la marihuana con tabaco o cuando después
del consumo de cannabis se fuma un cigarrillo.

Según un estudios de María del Pilar Aguilar y Florencia Cristar para la


Revista Uruguaya de Cardiología publicado en abril del 2014 “el aumento de la
frecuencia cardíaca y la vasodilatación periférica provocan un incremento del
gasto cardíaco, lo que sumado a la disminución de la capacidad de transporte de
oxígeno por aumento de la carboxihemoglobina genera un desequilibrio que
podría precipitar un evento coronario agudo, especialmente si existe
coronariopatía” (Espectador.com, 2014). En algunos fumadores, se pueden
presentar problemas dentales y alteraciones neuropsiquiátricas. Sin embargo, los
problemas más complejos son los respiratorios: bronquitis o enfisemas
pulmonares, hipotensión y alteraciones de la frecuencia cardíaca.

Riesgos para el rendimiento laboral.

La principal afectación del consumo de marihuana o hachís para el


rendimiento laboral, está en los trastornos de la memoria, pues se da una
distorsión de la percepción y la presencia de alucinaciones. Esto afecta
directamente a la concentración y a la capacidad para desarrollar las actividades
normales. Otra afectación importante es la alteración psicomotora disminuyendo
su capacidad para ejecutar tareas complejas como conducir u operar maquinaria
pesada. La disminución de los estados de conciencia y la presencia de
alucinaciones puede llevar a la persona a realizar actividades poco prudentes o
descuidos graves en la actividad laboral.

De igual manera, es importante reconocer que las alucinaciones y la


alteración de la memoria provocan reacciones de ansiedad y pánico asociados a
problemas psicosociales y laborales ya existentes en la persona, generando
posibles brotes depresivos y brotes psicóticos.

1.3.4. La cocaína.

Es un estimulante del sistema nervioso con alto efecto adictivo debido a


una afectación química en el cerebro. En Estados Unidos y Europa gozaba de
gran popularidad en las décadas de los 80 y 90. Sin embargo, su historia es muy
antigua ya que las hojas de coca han sido consumidas durante miles de años. El
clorhidrato de cocaína que es la sustancia química que se obtienen a partir del
procesamiento de la hoja de coca, se le consume desde hace aproximadamente
100 años. La cocaína procede de una planta, la erytroxilon coca, cultivada desde
hace miles de años en diversos países del altiplano andino, sobre todo en Bolivia
y Perú.

Según algunos historiadores, 3.000 años A.C. los antiguos Incas en los
Andes masticaban hojas de coca para prevenir el malestar causado por la falta de
oxígeno en las alturas. Esta hoja estimulaba que los latidos del corazón se
aceleren, al igual que la respiración, lo cual aumentaba la dotación de oxígeno en
la sangre (Cornaz, 2017). Con la llagada de los Españoles a Perú en 1.532, los
soldados generalizaron el consumo de hoja de coca entre los indígenas que
trabajaban en las minas de plata para que su capacidad laboral aumentase y para
que la ingesta de comida disminuyese (Riofrío, 2017).

La cocaína fue sintetizada (extraída de las hojas de la coca) por primera vez
en 1859 por el químico alemán Albert Niemann. No fue sino hasta 1880, cuando
se hizo popular en la comunidad médic. Allí, se separó el principio activo, al cual
se lo denominó “cocaína” y se lo comenzó a utilizar en el campo medicinal.

Entre los impulsos que se dieron al consumo de coca en el siglo XIX, está su uso
para la producción de una bebida azucarada denominada Coca-Cola en 1886 por
John Pemberton, quien la popularizó en norteamericana gracias a sus efectos
eufóricos y vigorizantes. A finales de este mismo siglo XIX y comienzos del siglo
XX, el consumo de cocaína recibió un apalancamiento de las películas del cine
mudo de Hollywood en donde se emitían mensajes en pro de su consumo así
como, personajes famosos de la época como la actriz Sarah Bernhardt, el inventor
Thomas Alva Edison y el psicoanalista Sigmund Freud (Riofrío, 2017).
En 1922, la cocaína fue prohibida en los Estados Unidos. Sin embargo, a
partir de 1970 volvió a tomar una fuerte promoción y se convirtió en un símbolo de
estatus entre empresarios y negociantes. Se la consideraba, entonces, una droga
para hombres ricos y de la alta sociedad. Esto desencadenó un consumo diez
veces mayor, en las universidades norteamericanas, entre 1970 y 1980.

Con el nacimiento de los Carteles de la droga y su producción en masa,


además de otros factores que abarataban sus costos, la cocaína pasó a verse
como una droga ligada a la pobreza, al crimen organizado y a la muerte. En los
años 90, los grandes Carteles fueron desmantelados por la campaña mundial
“Guerra contra las Drogas” liderada por los Estados Unidos. Al cabo de poco
tiempo, se remplazaron a los Carteles por pequeños productores que siguen
dotando al mundo de cocaína. Incluso su producción ha aumentado hasta
convertir a esta droga ilegal en la más traficada del mundo.

Es relevante separar el concepto del uso medicinal otorgado a la hoja de


coca con la cocaína. Se concibe como una droga peligrosa, altamente adictiva
creando en los consumidores un comportamiento alterado e impredecible. La
cocaína posee un efecto directo sobre el sistema nervioso central, estimulando la
capacidad psíquica y física y reduciendo el cansancio. Así, es utilizada,
ilegalmente, en la práctica deportiva y en los trabajos que requieren gran esfuerzo
físico.

La cocaína cuyo nombre científico es benzoilmetilecgonina, es un alcaloide


propano cristalino natural presente en las hojas de coca. Cuando estas hojas se
someten a diversos procesos de elaboración química, se producen los derivados
de la planta, tales como: el clorhidrato de cocaína, conocido popularmente como
cocaína. La base de cocaína, conocida como Crack, se fuma mezclada con
tabaco, la Basuka que es pasta elaborada con sustento de coca. Esta es
producida al mezclar sulfato de cocaína con otros componentes, como solventes
orgánicos e inorgánicos y se fuma mezclada con tabaco o marihuana.

El clorhidrato de cocaína se usa, la mayoría de veces, aspirado por la nariz


en forma de polvo, lo cual tiene la finalidad de que la absorción y la llegada al
cerebro de la sustancia, sean inmediata. La cocaína actúa sobre las neuronas que
utilizan la dopamina como neurotransmisor impidiendo que éstas recepten la
dopamina. Por lo tanto, al no tener quién le recepte, aumenta su cantidad en el
lugar donde debería ya ejercer sus efectos. Esto provoca, a su vez, el aumento de
todas las funciones del cerebro que están relacionadas con el sistema
dopaminérgico.

El consumo de cocaína estimula una sensación de euforia con altos niveles


de estimulación emocional, que pueden incitar dos extremos totalmente distintos:
gran alegría o ira incontrolable. La persona, igualmente, suele agitarse y estar
hiperactiva por la estimulación inducida en el sistema nervioso central, lo cual
incrementa su sociabilidad, pero que, simultáneamente, se crea en el sujeto una
necesidad de “estar en grupo” (fenómeno de las pandillas), al igual que un
sentimiento de grandiosidad.

Riesgos para el rendimiento laboral.

A pesar que el consumo de cocaína puede ampliar el rendimiento en


personas cuyo trabajo se encuentra ligado al trabajo físico (obreros) o
emocionales (artistas, cantantes, animadores), los efectos secundarios pueden
activar episodios de agresividad e incluso violencia. También se tienden a
presentar alteraciones neuropsiquiátricas, taquicardia e hipertensión arterial;
aunque existe la posibilidad de originar otros síntomas, tales como: angina de
pecho y un posible infarto del miocardio. En consumidores frecuentes, se puede
presentar una hemorragia cerebral o accidente cerebro vascular.

1.3.5. La heroína.

No existe prueba de la presencia del consumo de Heroína vinculada al


ámbito laboral. Sin embargo, la visibilidad del consumo de heroína en el Ecuador
propone que existe se vislumbran consumidores en este sector productivo, debido
a que la población consumidora, normalmente, se encuentra en relación laboral.
La Heroína químicamente llamada diacetilmorfina, es un opiáceo que deriva
directa o indirectamente del opio, extrayéndose de cápsulas de la adormidera
(papaversomniferum). Igualmente, es concebida como una droga semisintética,
obtenida por síntesis química de la morfina, la cual es la principal droga natural
derivada del opio.

En el intento por encontrar un analgésico y antitusígeno tan potente como la


morfina pero que no produzca los mismos niveles de adicción, se sintetizó en el
laboratorio la Heroína a finales del siglo XIX. En 1874, el químico británico Alder
Wright sintetizó por primera vez la heroína y en 1888 la empresa farmacéutica
Bayer comenzó a venderla, Se vendió una tonelada del producto el primer año.
Aun así, en 1913 la Bayer dejó de producirla. La Bayer probó con sus empleados
el producto que resultaba de sintetizar el principio activo del opio. Estos
aseguraban sentirse “heroicos” (“heroisch”, en alemán). Por esto, la farmacéutica
bautizó el producto con el nombre de “Heroína” (Riofrío, 2017).

En sus orígenes, la Heroína se produjo por su potencial terapéutico,


especialmente como antitusígenos (para tratar latosseca irritativa, no productiva)
en dosis muy bajas; pero pronto se comprobó sus altos efectos adictivos. Cuando
la tuberculosis se convirtió en una causa principal de muerte en los niños. Se
demostró que el consumo de heroína mejoraba los síntomas, especialmente en el
sistema respiratorio, su uso se popularizó y la Bayer lanzó una gran campaña
enfocada al consumo infantil.

En Ecuador es muy difícil encontrar heroína pura, pues su síntesis es


complicada y el resultado final cambia cuando el proceso es realizado por
inexpertos o por personas que no cuentan con el equipo adecuado. Los
microtraficantes buscan obtener mayor rentabilidad vendiendo lo que se conoce
como “heroína cortada”, que es heroína con azúcar, con quinina, con leche en
polvo o con bórax.

En el cerebro existen receptores opioides. Por esto, las acciones de la


heroína se deben al cambio de actividad de las neuronas cuyos receptores
opioides, son activados por lo que se reconoce a la Heroína como una droga de
adicción psicológica. Cuando se abusa de su uso, se manifiestan alteraciones en
la química del cerebro que vuelven a la persona adicta.

De igual modo, se visualiza experimentalmente que las personas adictas a


la heroína viven cambios en sus situaciones personales, pueden dejar la adicción
sin mayor problema. Es importante considerar que, una parte sustancial de
aquellos quienes consumieron drogas en la adolescencia, no las consumen
cuando adultos, en la mayoría de casos, a partir de los 25 años cuando empiezan
a asumir un rol maduro en la sociedad (Becoña E. , 2002). Esto determina que el
consumo y la adicción a la heroína se da más, por fallas en las relaciones sociales
y por las condiciones psicológicas personales, que por la acción química de la
sustancia en el organismo, en sí.

Riesgos para el rendimiento laboral.

El mayor riesgo del consumo de heroína son las alteraciones de


personalidad, que se dan por el efecto mismo de la sustancia pero, también, por la
dependencia hacia ella; lo cual afecta todas las funciones psíquicas de la persona
incluyendo problemas de memoria y trastornos de ansiedad. También surge el
estreñimiento y los problemas digestivos que causan una pérdida significativa de
peso y la anemia. Finalmente, la persona empieza a sufrir de insomnio, su deseo
sexual se inhibe, sus neuronas se alteran y, en las mujeres, la menstruación se
suspende.

1.3.6. El éxtasis.

El éxtasis es la denominación popular de MDMA (3,4-


metiledioximentafetaminas), una droga psicoactiva de origen sintético con
propiedades estimulantes y efectos neurotóxicos. Se concibe como una droga
sintética desarrollada por la empresa farmacéutica Merck en 1912, conocida
originalmente como “MDMA”. A diferencia de lo que era antes, hoy en día esta
droga puede contener LSD, cocaína, heroína, anfetaminas o metanfetaminas,
veneno de ratas, cafeína e, incluso, sustancias para la desparasitación de perros y
sedante para ganado.

Al inicio de 1912, cuando fue sintetizada, se utilizó en procesos


terapéuticos. Después, en 1953, fue administrada por el ejército de los Estados
Unidos como test psicológico para los combates. En 1960, se la empleó como un
apoyo psicoterapéutico con el fin de disminuir las ideas que impedían a las
personas expresarse y vivir sus emociones. En 1970, se la empezó a aplicar como
droga recreativa en las fiestas (Riofrío, 2017).
El MDMA se convirtió en la droga de la felicidad usada en todas las fiestas
siendo muy popular en 1980. En 1984, se comercializó bajo el nombre de éxtasis y
en 1985 se prohibió, en los Estados Unidos, por temas de seguridad. En las
últimas décadas, ha surgido con un uso lúdico debido a que sus efectos
intermedian entre los estimulantes y los alucinógenos, además de ser fácil de
producir y muy barata fabricación.

El éxtasis es una sustancia psicoactiva clasificada como entactógena o


empatógena por lo que ha sido usado por psicólogos y psiquiatras para la
desinhibición en traumas que bloquean las acciones de los pacientes. Es un
estimulante del sistema nervioso central que actúa sobre las neuronas
dopaminérgicas (aquellas que usan la dopamina como trasmisor). A su vez,
aumentan la liberación de dopamina y de serotonina, modificando las funciones
del cerebro que tienen relación con estos neurotransmisores.

La dopamina es el neurotransmisor responsable de las sensaciones y


signos que se asocian al deseo, a la afectividad, amor, motivación, alegría,
recompensa y a la satisfacción, producida ésta de forma natural en el organismo.
No obstante, con el éxtasis ocurre una mayor producción y liberación de esta
sustancia en las neuronas y eso aumenta la experiencia de estas sensaciones.

Los efectos del éxtasis o MDMA son muy similares al consumo de cocaína
o de anfetaminas, pues es un estimulante del sistema nervioso central que eleva
el estado de ánimo y disminuye la sensación de hambre y cansancio. La primera
sensación que experimenta una persona al momento de consumir MDMA, es una
extrema empatía y sociabilidad, por lo que se describe como una sustancia
empatógena (que produce empatía). Al sentirse de esta manera, consume se
acopla armónicamente a los demás, mejora la percepción de su entorno social y,
así, logra una afinidad.

Riesgos para el rendimiento laboral.

La empatía excesiva provoca un incremento de la sensibilidad hasta que la


persona se siente sometida a gran presión, lo cual se torna insostenible e
inmanejable. La experiencia positiva termina siendo una enorme molestia, fatiga e
hiperactiva que va afectando las relaciones interpersonales en la empresa. La
mayor cantidad de dopamina y serotonina estimulan la taquicardia, arritmia e
hipertensión, así como reacciones glandulares como sudoración y temblores.

También, dilata las pupilas y el aumento de la temperatura corporal que


causa deshidratación creando situaciones alteradas en las relaciones con otras
personas. Por otro lado, la alta dosis de adicción que establece el éxtasis incita a
estados emocionales alterados, ansiedad, depresión y angustia.

1.3.7. Drogas legales bajo prescripción médica.

Existen una serie de medicamentos que son utilizados para el tratamiento


de alteraciones neuronales por sus propiedades depresoras del sistema nervioso
central entre las que tenemos como las benzodiacepinas, como el diazepam
(valium) y el alprazolam (xanax), que, a veces, se recetan para tratar la ansiedad,
las reacciones agudas de estrés y los ataques de pánico. Las benzodiacepinas,
como el triazolam (halción) y el estazolam (prosom), son sedantes y se recetan
para el tratamiento a corto plazo de los trastornos del sueño.

Por otro lado, en la industria farmacéutica hay otros medicamentos para


dormir no benzodiacepínicos, como el zolpidem (ambien), el eszopiclona (lunesta)
y el zaleplón (sonata), que tienen una estructura química diferente; pero, actúan
sobre los mismos receptores del cerebro que las benzodiacepinas. Tenemos,
también, los barbitúricos tales como: el mefobarbital (mebaral), fenobarbital sódico
(luminal), y el pentobarbital sódico (nembutal), que se usan con menos frecuencia
para reducir la ansiedad o ayudar con los problemas del sueño debido a que
conllevan un mayor riesgo de sobredosis en comparación con las
benzodiacepinas.

A pesar de su venta bajo prescripción médica, estos medicamentos poseen


gran incidencia en el ámbito laboral por ser utilizados para tratar los factores
estresores que se naturalizan en éste ámbito, a saber: el estrés, la ansiedad, la
falta de sueño y la presión laboral.

1.4. Las adicciones.

La adicción es considerada una enfermedad primaria y crónica del sistema


de recompensa cerebral, del sistema motivacional, la memoria y algunos circuitos
relacionados. En estos circuitos, la disfunción conduce a manifestaciones
biológicas, psicológicas, sociales y espirituales con características especiales
(ASAM, 2011). Esto se refleja en una recompensa y/o alivio patológico individual,
por el uso de sustancias u otros comportamientos (adicciones comportamentales).
La adicción se caracteriza por:

 La incapacidad para frenar el consumo o el comportamiento adictivo de


forma consciente.

 El deterioro en la capacidad de controlar el propio comportamiento.

 Deficiente control de los deseos.

 Falta de capacidad para reconocer los problemas significativos que


emergen en las conductas y en las relaciones interpersonales.

 Respuesta emocional disfuncional.

Como señala nuestra Constitución, las adicciones a las drogas son un


problema de salud pública, ya que es considerado como una enfermedad del
sistema nervioso central. Tales adicciones se deben a una alteración funcional
neurobiológica de algunas estructuras cerebrales implicadas en la motivación, la
recompensa y la conducta. Las principales estructuras cerebrales implicadas son
la corteza cerebral y el sistema límbico. La corteza cerebral se divide en áreas que
controlan funciones ejecutivas específicas. Además, la parte frontal de la corteza
llamada corteza frontal (prosencéfalo), es el centro del pensamiento, la solución de
problemas y la toma de decisiones.

El sistema límbico es el responsable del circuito de recompensas del


cerebro, controla y regula la capacidad de sentir placer, llevándonos a repetir
comportamientos que estimulan en esta área. Se activa, entonces, mediante
actividades placenteras pero, también, mediante el consumo de drogas. Esta área
se vincula al centro de percepción de las emociones, lo que explica que las drogas
alteren el humor del consumidor.

Las diferentes partes del cerebro se comunican entre sí, por medio de la
sinapsis de miles de millones de neuronas enviando y recibiendo mensajes, a
través de sustancias químicas llamadas neurotransmisores; las cuales se adhieren
a un elemento situado en la neurona posterior, llamado receptor. Cada
neurotransmisor con su receptor, se conecta de forma extremadamente específica
y de manera que sólo se puede dar una respuesta apropiada después de
interactuar con el tipo correcto de neurotransmisor. Las drogas interfieren en esta
comunicación, gracias a poseer una estructura química similar que les posibilita
engañar a los receptores activando una respuesta cerebral de forma artificial.

Esta activación no es igual a la natural porque la sustancia química (droga)


trasmite la información de forma alterada, con mayor intensidad; proporcionando
así, una respuesta placentera imposible de igualar por parte de los sistemas
naturales. Todo esto sucede especialmente con drogas como la heroína y la
marihuana. Otras drogas pueden causar una liberación exagerada de
neurotransmisores naturales o evitar que se reciba la respuesta lo que interrumpe
los canales de comunicación, evitando que la respuesta se detenga. Esto sucede
con drogas como las anfetaminas y la cocaína que originan un mensaje
amplificado que, en última instancia, interrumpe los canales de comunicación.

La mayoría de drogas alteran la producción de dopamina inundando los


circuitos del cerebro que regula la emoción, la motivación y el placer; por lo que
refuerzan estas experiencias hasta 10 veces más. Esta sobrestimulación del
sistema establece efectos de euforia, que consolidan el deseo de consumir,
causando dependencia o una necesidad que va más allá de la voluntad.

Con el consumo continuo de la droga, el cerebro se adapta a niveles


excesivos de dopamina y otros neurotransmisores, especialmente serotonina y
glutamato, bajando la producción natural de estos. No es necesario hacerlo o, en
su defecto, disminuyen el número de receptores que pueden recibir señales.
Como resultado, se reduce la capacidad del adicto para experimentar cualquier
tipo de emociones o placer de forma natural o mediante estímulos normales. Por
esto, se necesita seguir consumiendo drogas para tratar de que la función de la
dopamina regrese a la normalidad, lo cual empeora el problema al tratarse de un
circuito que se retroalimenta. Otra reacción normal es que, a medida de que se
busca la droga para la producción normal de dopamina necesaria al experimentar
el placer, la persona deberá que consumir mayores cantidades de droga. Así,
conseguirá el mismo efecto por un fenómeno denominando: tolerancia.

1.5. Determinantes psicosociales del consumo de drogas.

Una vez reconocido el mecanismo neurobiológico que causa el consumo de


drogas, nos damos cuenta de que el inicio del consumo está vinculado a
experiencias y condiciones psicológicas y sociales, más no a la sustancia en sí
mismo. Algunos autores han articulado dichos determinantes en torno a tres
elementos básicos de la adicción: el sujeto, el contexto y la sustancia (Becoña E. ,
2002).

1.5.1. El sujeto.

El sujeto o la persona posee ciertas características individuales que pueden


influir en el aumento del consumo de una droga y una posterior adicción; entre las
más determinantes podemos señalar:

a. Predisposición.

Hay personas que tienen una tendencia a asumir conductas de riesgo entre
las que podemos encontrar el consumo de drogas y el desarrollo de una adicción.
Así mismo, podemos hallar sujetos con una tendencia a rechazar este tipo de
comportamiento o sustituirlos por otros. Sin embargo, una predisposición no
siempre representa o termina con un consumo o adicción. Esta predisposición se
da a tres factores: socio-cultural, biológico-genético y psicológico.

b. Factores socio-culturales.

Tanto el lugar en el que nace y vive una persona, así como las
características de su entorno cultural determina una mayor o menor predisposición
al consumo de drogas; sobre todo, por la percepción de riesgo y por la tolerancia
social al consumo. Incluso, se puede afirmar que el tipo de sustancia consumida
está relacionada con el nivel socioeconómico del entorno del sujeto. Así que, en
los niveles más altos prevalecen los estimulantes, como la cocaína y en niveles
más bajos, los depresores como la marihuana o la heroína. Hay estudios que
indican la existencia de una vinculación entre el nivel socioeconómico de un país y
la prevalencia de consumo de sustancias en el mismo (Bobes, Casas, & Gutiérrez,
2010).

Los valores, creencias y actitudes son pilares básicos en los que se


sustenta cada cultura. Si el consumo de ciertas sustancias forma parte de ellos, el
sujeto que crezca en dicha cultura tendrá mayor predisposición a consumirlas. Por
el contrario, si crece en un entorno cultural donde el consumo de drogas está
asociado a comportamientos rechazados, es posible que buscará formas
diferentes de enfrentar los retos, los problemas y alcanzar bienestar.
c. Factores biológico-genéticos.

Los estudios científicos han encontrado marcadores endógenos cuya


presencia predice mayor riesgo de padecer y manifestar la enfermedad. Aunque,
todavía no se han detectado genes específicos relacionados con la vulnerabilidad
o protección frente las drogodependencias, en los últimos años los estudios
genéticos han mejorado significativamente gracias a la genética molecular
humana (Torres, 2015). Hay individuos con una mayor predisposición biológica
que otros para el consumo de drogas. Esto no implica causalidad. Al probar una o
más drogas por parte de individuos biológicamente predispuestos, el riesgo de
adicción es, claramente, mayor frente a un individuo cuya predisposición genética
no existe. Hay que considerar que las drogas de abuso poseen el potencial de
alterar la estructura orgánica y funcional del cerebro, asimismo, congestionan el
modo en que éste aprende.

d. Factores psicológicos.

El consumo de drogas no depende siempre de las propiedades


farmacológicas de la sustancia, sino también de características de personalidad en
el individuo que las consume. En este sentido, las expectativas que el consumo
visualiza en la persona juegan un rol importante. Una expectativa es un elemento
cognitivo o emotivo de la persona, que le permite anticipar o esperar un evento
particular.

Por la expectativa, la persona siente la necesidad de realizar determinado


acto en función del resultado que espera obtener con el mismo. Hoy, sobre la base
de las teorías del aprendizaje social de Bandura (1986), se considera que la
autoeficacia percibida es el núcleo central de las percepciones que tienen los
individuos sobre su capacidad de actuar y conseguir resultados. Recordando que
un componente esencial de la personalidad, es el modo característico y habitual
en que cada persona se comporta, siente y piensa. Por esto, el consumo y las
adicciones se han relacionado con aspectos de la personalidad como la
impulsividad, la búsqueda de sensaciones y el escape a problemas de difícil
solución.

La impulsividad se caracteriza por actuar sin pensar (componente motor), toma


rápida de decisiones (componente cognitivo), no anticipación de consecuencias
futuras de la acción (falta de programación), y dificultades en la concentración
(aspecto atencional); lo que se consideran características previa al inicio en el
consumo de sustancias adictivas. La búsqueda de sensaciones es la necesidad
del individuo para tener experiencias y sensaciones nuevas, complejas y variadas,
junto al deseo de asumir riesgos físicos y sociales para satisfacerlas. El escape a
problemas difíciles, es la tendencia a huir de retos o problemas en lugar de
enfrentarlos, lo cual ocurre por la falta de recursos de afrontamiento, baja
autoestima o carencias afectivas.

e. Estado emocional.
Recordemos que la mayoría de las drogas tienen injerencia en los
neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, las cuales se vinculan
directamente con el sistema de recompensa, el placer y los estados emocionales
positivos. El estado emocional y el consumo de sustancias psicoactivas poseen
una relación muy intensa y bidireccional. Una emoción, sea positiva o negativa,
puede ser la antesala (y también la justificación) de un consumo de drogas. A su
vez, un consumo de drogas produciría un estado emocional positivo o negativo.

A la larga, el consumo de drogas repercute en un estado emocional


negativo persistente que dirige y obliga al individuo a consumir una nueva dosis
para sentirse mejor y evitar el malestar, muchas veces, una dosis más alta o una
droga más fuerte. El consumo continuo acentúa estados emocionales alterados,
creando un círculo del que es muy difícil escapar.

f. Comorbilidad con otras conductas de riesgo.

Los determinantes psicosociales que instauran las conductas de riesgo


entre las que se incluyen el consumo de drogas, parecen tener el mismo origen y
manifestarse de forma similar. Entre la tendencia a asumir conductas de riesgo, se
rigen por los mismos patrones psicológicos y sociales que ocasionan otras
consecuencias diferentes al consumo de drogas, como pueden ser: conductas
agresivas, violentas y antisociales, relaciones sexuales sin protección, impericia,
imprudencia e, incluso, algunos trastornos psicopatológicos, como el TDAH. Los
determinantes psicológicos que forjan la tendencia a asumir conductas de riesgo,
se evidencian desde la infancia y son fácilmente detectables por los padres con un
poco de atención y evitando los mecanismos de defensa. Por consiguiente, todos
ellos se relacionan con un mayor riesgo de consumo de drogas tanto en la
adolescencia como en la vida adulta.

g. Características sociodemográficas.

A pesar de que no existe un elemento determinante aplicable a todos los


países y todas las naciones, ciertas características sociodemográfica, tales como:
la clase socio-económica a la que pertenezca el individuo, la edad y el sexo, entre
otros; son factores sociodemográficos necesarios al considerar cuando se habla
de adicciones. Por ejemplo, en lo que hace referencia al sexo, hay que valorar que
las mujeres puedan estar más protegidas biológicamente (por el efecto
neuroprotector del estrógeno). Culturalmente, el consumo de drogas,
especialmente legales, en mujeres está mal visto o, por lo menos, es menos
tolerado socialmente. Así pues, su prevalencia es menor que en los varones. En
los últimos años, los cambios sociales y la percepción de las diferencias entre
hombres y mujeres han ocasionado un aumento del consumo de tabaco y alcohol
en las mujeres.

Cuando ya existe una adicción, el tratamiento de las drogodependencias en


mujeres es más complejo debido a la estigmatización social del trastorno en la
población femenina. Esto naturaliza su rechazo a reconocer el problema y a
buscar ayuda aunque, por otro lado, experiencias propias de las mujeres como el
embarazo, pueden ser clave para el cambio de hábitos respecto al consumo de
drogas.

La edad es otro factor importante a tener en cuenta, por ejemplo los


cambios hormonales en la adolescencia o los sentimientos de libertad en la
juventud. El comienzo del consumo a menor edad induce a mayor posibilidad de
adicción. La frecuencia de experiencias de vida en determinadas edades como la
adolescencia o el ingreso a la universidad, institucionalizan un escenario propicio
para el comienzo del consumo, así como también, influyen como causantes los
diversos factores de éxito y fracaso en la edad adulta.

h. Etapas evolutivas críticas.

Existen ciertas etapas de la vida en las cuales se muestran experiencias


estresantes que crean o pueden forjar tendencias a asumir conductas de riesgos,
las cuales tienden apalancar la recaída en el consumo de sustancias adictivas.
Estas tendencias podrían ser: el ingreso a la escuela, el paso de la escuela a la
secundaria o bachillerato, el ingreso a la universidad. Se asume que la
adolescencia es el período de transición de la infancia a la adultez,
caracterizándose por la búsqueda de los límites a través de la transgresión de las
normas, algo que se relaciona directamente con el inicio de un consumo de
drogas. En los 70 y 80, el consumo de drogas especialmente la marihuana, se
convirtió en el símbolo de los movimientos juveniles contraculturales. En la
sociedad actual, las drogas se han constituido en parte del ocio en adolescentes
aumentando la probabilidad de iniciarse en su consumo.

i. Percepción del riesgo.

La evidencia científica demuestra que a mayor percepción de riesgo, menor


es la probabilidad de consumo y, viceversa, cuando menor percepción de riesgo
se tiene mayor probabilidad de uso existe. La percepción del riesgo varía,
claramente, de unas a otras drogas, como son: igualmente distintos los consumos
a nivel de prevalencia en función de cada droga.

1.5.2 El contexto.

La ciencia moderna impone que el ser humano es una unidad


biopsicosocial. Por esto, no se puede comprender la acción de un individuo sin
considerar su entorno social al entender su conducta, incluyendo conductas
erróneas como el consumo de drogas. Esta es la principal razón del por qué
debemos incluir y analizar el contexto social de las personas en el marco de la
planificación de las estrategias de prevención. Así, pues, se requiere valorar las
estructuras básicas de la socialización, como son: la familia, la escuela, el grupo
de pares y el entorno laboral.

a. La socialización.
Se asume como el proceso mediante el cual la persona aprende a
interactuar con el resto de los grupos sociales que le rodean y en donde se
encuentra inmersa a lo largo de toda la vida. La socialización es un mecanismo
activo en todo momento y en todos los espacios de mayor injerencia, a saber: la
familia, la escuela el grupo de pares (amigos) y el ambiente laboral en donde se
aprenden tanto las conductas normativas como las desviadas.

b. La familia.

La familia y el conjunto de valores que se comparte en ella, marcan una


gran importancia en el desarrollo del individuo, especialmente en la etapa de la
infancia. Las familias unidas, con un fuerte concepto de valores compartidos y con
un estilo parental sólido, se asocian a una menor probabilidad de conductas de
riesgo y adicción a sustancias. Por el contrario, las familias desestructuradas que
no transmiten ni respetan los valores sociales, de salud, ni civiles y con estilos
educativos autoritario o excesivamente permisivos, la baja supervisión parental, la
excesiva implicación de un progenitor acompañada del desentendimiento del otro,
aumentan la probabilidad de que se formen potenciales drogodependientes
(Peñafiel Pedrosa, 2009).

c. La escuela y el ambiente escolar.

El papel de la escuela ha adquirido gran relevancia en los últimos años,


tanto como un aparato del Estado que transmite conocimientos como en su
función en pro de la adaptación social a través de la transición de valores
aceptados socialmente. Por este motivo, el sistema educativo ejerce una gran
influencia directa e indirecta sobre la construcción de conocimientos, el
comportamiento social, el comportamiento normativo, entre otros aspectos
relevantes para el desarrollo de la sociedad ecuatoriana. Un sistema educativo
democrático y participativo, una escuela que promueve los logros personales, la
estabilidad en los estudios, la buena adaptación escolar y la existencia de normas
claras, son factores de protección frente al consumo de drogas (Peñafiel Pedrosa,
2009).

La experiencia escolar marca significativamente, tanto la capacidad de


aprendizaje, la adaptabilidad a las tareas, la estabilidad social como el rendimiento
del adulto que se refleja, principalmente, en su producción laboral.

d. Los pares.

El grupo de iguales tiene una gran importancia a partir de la adolescencia.


Debido a esto, pueden servir como apoyo emocional, reforzando conductas,
modelos de comportamiento e, incluso, tienden a ser los responsables de una de
las principales razones para el consumo de drogas: la presión social.

En mayor o menor medida, las relaciones sociales establecidas en el


ambiente laboral, representan un determinante conductual que posee la capacidad
de representar un factor de protección o un factor de riesgo ante el consumo de
sustancias adictivas. A pesar de que las personas no escogen el grupo humano
con el cual trabajar (por lo menos la mayoría no lo escoge), este llega a tener tanta
influencia o más que la misma familia, en los determinantes psicológicos y
sociales estimuladores de conductas para el riesgo a consumir.

e. El ocio.

El ocio es aquel tiempo libre que la persona dispone luego de las


ocupaciones habituales referentes al trabajo o las responsabilidades familiares. El
uso del tiempo libre u ocio es clave por ser un factor de protección o un factor de
riesgo. Este elemento se relaciona directamente con la formación evolutiva en la
familia y el entorno social de la infancia y adolescencia. En términos generales, en
nuestra sociedad ecuatoriana la diversión está, cada vez, más asociada y
expuesta al consumo de drogas, sea éste puntual, esporádico o frecuente. Las
drogas se encuentran fácil y asequiblemente en la vida recreativa, puesto potencia
el placer en la diversión o como un modo de evadirse de la presión de las
responsabilidades así como, de los compromisos laborales y familiares.

f. Influencias sociales.

La influencia social se mide tanto por la tolerancia social a las drogas como
por los reforzantes que existan para su consumo. En Ecuador, por un lado, se
observa el rechazo marcado a las drogas ilegales, tales como: la cocaína, la
heroína y la “H”. Simultáneamente, surge la tolerancia a drogas legales como el
alcohol, vinculada ésta con expresiones festivas y culturales, como carnavales o
fiestas patronales de las ciudades. Incluso, en algunos grupos sociales,
especialmente juveniles, se naturaliza una tolerancia a las drogas ilegales, como
la marihuana. También se encuentran sitios turísticos donde la tolerancia al
consumo es abierta, tomando en cuenta el consumo de drogas ilegales, como en
playas o lugares donde se practica el turismo de aventura.

A pesar de que en Ecuador se han institucionalizados leyes específicas


para controlar el consumo de ciertas drogas, como la Ley de Regulación y Control
de tabaco, también hay leyes enfocadas a promover el consumo de drogas como
la ley de deportes, la ley de comunicación e incluso la ley de la niñez y
adolescencia. Aún nos hace falta cierta normativa que permita aplicar la ley, como
es el caso de la publicidad de bebidas que contienen alcohol en uniformes
deportivos y la exposición de bebidas en lugares frecuentados por niños y
adolescentes, lo cual se evidencia en supermercados y tiendas.

1.5.3 La droga.

Las características farmacológicas de la droga y el efecto que produce en el


sistema nervioso central, son determinantes para el consumo o no. Harvey
Milkman, en su tesis doctoral de la Facultad de Psicología de la Universidad
Estatal Metropolitana de Denver, expone que “la gente elegía las drogas
dependiendo de cómo querían lidiar con el estrés”. Por ejemplo, los consumidores
de heroína, preferían insensibilizarse, mientras que los que tomaban anfetaminas
decidían enfrentar el estrés activamente.

a. Las drogas como reforzadores.

Como se menciona anteriormente, se encuentran drogas tranquilizantes


(depresoras del sistema nervioso central), drogas excitantes (estimulan el sistema)
y alucinógenas (alteran la percepción). Esto ofrece al consumidor diferentes
reacciones dependiendo de la expectativa de cada uno y al lograrlo, genera la
necesidad de volver a experimentar esa sensación. Es importante recordar que la
acción de la dopamina que se dispara por la presencia de la droga, actúa sobre el
sistema de recompensa; lo cual ofrece una razón más para volver a consumirla.

El consumo puede ser placentero por sí mismo (refuerzo positivo) o por


evitar la cercanía de un estímulo aversivo (refuerzo negativo). Por esto, la
repetición de esa conducta a lo largo del tiempo y en variadas situaciones, hace
que su generalización sea amplia, convirtiéndose en una adicción bien asentada y
duradera.

b. Accesibilidad y disponibilidad.

Un factor relacionado con el consumo de drogas, es la mayor o menor


facilidad con la que la puede obtener tal material. Entonces, son clave el acceso y
los precios que, cada vez, bajan por la presencia de drogas sintéticas o
semisintéticas. La disponibilidad y accesibilidad a las drogas, son claramente
factores indispensables para el inicio en el uso de drogas legales e ilegales. En
Ecuador, los bajos precios de los licores artesanales y, en los últimos meses, la
prevalencia de cigarrillos de contrabando que se venden libremente por las calles
de las ciudades, ha propiciado el aumento a su consumo.

1.6 Modelos teóricos para el abordaje preventivo basados en evidencia


científica.

Un modelo teórico es un conjunto coherente de proposiciones demostradas


(en las ciencias formales) o verificadas (en las ciencias experimentales), sobre
cuyos postulados se justifican teorías de investigación. Según las Bases Teóricas
para la Prevención del Ministerio de Interior de España (Becoña, 2001), se plantea
que un programa se basa en un adecuado marco teórico, el cual permite identificar
qué variables son relevantes en el uso de drogas, explicar los mecanismos a
través de los cuales operan, cómo y cuándo evaluarlas, así como, hipotetizar las
relaciones causales entre dichas variables.

Esto nos conduce a establecer el tipo de intervención más conveniente, así


como también, reconocer los componentes, la población destinataria y los factores
de protección y riesgo que se deben investigar. El análisis de los marcos teóricos
científicos nos ayuda entablar una relación adecuada entre los elementos teóricos
y componentes del programa planteado, disminuir la posibilidad de cometer
errores, aumentar la probabilidad de alcanzar los resultados, cumplir los objetivos
del programa diseñado y, sobre todo, mejorar la eficiencia de la intervención a
largo plazo.

En este sentido, el primer paso al diseñar y desarrollar un programa de


intervención en prevención de drogas, es el análisis de diferentes modelos
teóricos que soportan, desde la evidencia científica, la pertinencia de cada
postulado que conformen el programa esbozado. En la ciencia de la prevención,
se han formulado multitud de teorías para explicar el consumo de drogas. Al
revisar las teorías y modelos establecidos en materia de prevención, hallamos una
gran cantidad propuestas que necesitamos analizar en pos de sustentar nuestro
Programa.

El Prevention and Evaluation Resources Kit (PERK) publicado por el


European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (2010), propone una
tipología que señala cinco modelos, desde los cuales se entiende el consumo de
drogas y se abordan las estrategias de prevención:

k) modelo de promoción de la salud

l) modelos cognitivos y basados en la información

m) modelos de influencia social

n) modelos sociológicos y evolutivos

o) modelos integrales y de influencia social

A pesar de que concurren algunas clasificaciones de los modelos teóricos


que pretenden explicar el consumo de drogas y las estrategias válidas de
intervención, estas teorías coadyuvan a fundamentar todo lo que conocemos
sobre la etiología del uso de drogas que necesitamos para construir un modelo
válido para la intervención en la Municipalidad.

1.6.1. Modelo de promoción de la salud.

Este modelo se fundamenta en los principios de la naturaleza biopsicosocial


del ser humano y la definición de salud delineada por la OMS, donde se menciona
que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades (OMS, 1946). Se postula,
entonces, que la falta de conocimiento y consciencia sobre el valor de la salud y el
estado de bienestar es la principal causa del consumo de sustancias adictivas y
que la proporción de información y estrategias de promoción de la salud mejora el
conocimiento, cambia el comportamiento y se convierte en un factor de protección.

Quizás el modelo de promoción de salud ha sido la estrategia de mayor uso


por el estado Ecuatoriano en materia de prevención del consumo. Incluso, durante
muchos años el Ministerio de Salud Pública era la única institución dedicada a la
prevención de las drogodependencias; incorporando así, la prevención en los
planeamientos de promoción de la salud. Es importante analizar si, ante el avance
de las adicciones al consumo de sustancias, las actividades de prevención
desarrolladas en los programas de promoción de salud, son suficientes o se
requiere de estrategias más concretas para la prevención de la drogodependencia,
con objetivos y contenidos propios. Como se señala en PERK (EMCDDA, 2010),
hasta el momento no hay pruebas de que la promoción de la salud sea suficiente
al frenar el problema del consumo de drogas, haciendo énfasis en la necesidad de
orientar los esfuerzos preventivos no sólo hacia el entorno escolar y sanitario, sino
también al familiar y comunitario. Todo esto garantizaría las condiciones para una
prevención eficaz de las drogas.

1.6.2 Modelos cognitivos y basados en la información.

Los modelos cognitivos se estructuran en la idea de que los individuos


actúan en función con sus conocimientos, con la información de la cual disponen y
con las creencias que actúan como marco de referencia para la toma de
decisiones conductuales. Esto significa que, si las personas son informadas sobre
las consecuencias negativas de un determinado comportamiento, tomarán
decisiones racionales para modificar este comportamiento.

La principal desventaja de los modelos cognitivos es que no tienen en


cuenta que entre las intenciones y el comportamiento real, influye un amplio
espectro de factores sociales, emocionales y fisiológicos que, también, determinan
el comportamiento (EMCDDA, 2010). Entre los modelos más relevantes que se
enmarcan en este grupo se encuentran:

e. Modelo de creencias de salud.

Este modelo fue desarrollado por Becker y Rosentock, en 1974, se basa en


la idea de que la percepción de riesgo y la percepción de los beneficios para la
salud de una conducta sana son factores clave al prevenir el consumo de
sustancias adictivas. Por este motivo, se considera que facilitar información
objetiva sobre los efectos negativos y los peligros de las drogas, evitará su uso o
abuso creando un comportamiento de rechazo a esas conductas.

f. Modelo de la acción razonada.

Este modelo fue impulsado por Fizhbein y Ajzen en 1975 y señala que la
base del comportamiento de un individuo se fundamenta en su actitud. Ésta es
considerada como una predisposición a determinada respuesta frente a
específicos estímulos del medio ambiente y ante las normas sociales que
comparte. Respecto del consumo de drogas, entendemos que el consumo es la
consecuencia de una decisión racional o intencional que nace de las creencias
sobre sus consecuencias y las normas sociales frente al consumo de drogas. En
Ecuador, este modelo es muy utilizado en el campo académico para explicar la
motivación hacia el uso de drogas y ofrece una estructura conveniente al analizar
la importancia de aspectos actitudinales y normativos en relación con las
conductas de riesgo.
1.6.3 Modelos de influencia social.

Estos modelos se basan en el principio de que los factores sociales que


acompañan a las personas en su proceso evolutivo juegan un papel indispensable
tanto para la iniciación como la permanencia o aumento del consumo de drogas.
Cuando nos referimos a la influencia social, consideramos los medios de
comunicación, la familia, el entorno de amigos y los compañeros tanto de trabajo
como de estudio. Los modelos de influencia social fueron los primeros enfoques
en prevención, diseñados éstos para cambiar esencialmente los comportamientos
y constituyen varios de los componentes básicos utilizados en los enfoques de
prevención más exitosos (EMCDDA, 2010). Entre las diferentes teorías que se
enmarcan en este modelo, podemos señalar las siguientes:

a. Teoría del aprendizaje social.

Desarrollada por Bandura en 1977, señala que la conducta de consumo es


el resultado de la interacción dinámica entre el medio ambiente, los
comportamientos y los procesos psicológicos propios del individuo. Por este
motivo, se destaca que para una buena prevención es importante la observación y
el modelamiento del comportamiento, las actitudes y la reacción emocional que el
individuo tiene hacia los demás. El proceso que lleva a una persona al consumo
está basado en un aprendizaje social, pues se siguen los procesos de atención,
retención, reproducción y motivación.

1.6.4 Modelo de habilidades para la vida.

Este modelo ha sido propuesto por Botvin en 1995. Su enfoque se funda en


el supuesto de que el comportamiento hacia el consumo es el resultado tanto de
un ocio prolongado como de la falta de herramientas de afrontamiento de los
problemas de la vida cotidiana. Por esto, es relevante la creación de
oportunidades para adquirir habilidades que les permitan evitar la influencia
externa nociva. El objetivo de este modelo es ayudar a controlar su vida, mientras
toman decisiones informadas que pueden conducir a comportamientos y valores
positivos.

c. Teoría de las creencias normativas.

Desarrollado por Hansen y Graham en 1991. Está sustentado en la


percepción que un individuo tiene referente al comportamiento que sus amigos
cercanos que consumen alcohol, tabaco y otras drogas; por lo tanto, aprueban
esta conducta. Esta teoría postula que para modificar el uso de sustancias o
conductas de riesgo, debemos centrarnos en el propio sistema social y en cómo
ese sistema afecta a los grupos en lugar de la persona.

Una persona que convive con otras inclinadas al uso regular de sustancias
adictivas, se ve motivada a usar alcohol, tabaco y otras drogas como una forma de
ganar aceptación social o empatar con ellos. El enfoque de este modelo se basa
en la premisa de que la conducta se instala a partir de la percepción del consumo
de las personas similares. Por este motivo, muchos especialistas en prevención,
postulan la estrategia de la utilizar información estadística para modificar la
voluntad de consumo por parte de los individuos.

1.6.5 Modelo sociológico y evolutivo.

Estos modelos postulan que el consumo de drogas responde a ciertas


etapas vinculadas con el desarrollo social del individuo y el escenario que le
presenta cada etapa. En materia de prevención, se refleja que la estrategia más
acertada es aquella que considera cada etapa para la intervención, señalando las
diferentes características (EMCDDA, 2010). Entre las principales teorías
agrupadas en este modelo tenemos:

a. Teoría de las etapas

Kandel en 1980, postula que el uso de sustancias es secuencial y evolutivo.


Cada etapa tiene ciertas características. Así, en las etapas más temprana del
consumo de drogas se da un uso menor con drogas aceptadas socialmente como
alcohol y tabaco. En otras etapas, ya se involucran drogas más fuertes y adictivas
como la marihuana y luego las drogas más fuertes, como la heroína o cocaína. La
prevención debería apuntar al retraso en el uso de drogas legales para prevenir
otras drogas más fuertes, adictivas e ilegales.

d. Teoría de la innovación.

Esta teoría es desplegada por Olszewski en 2010, que antes de que una
persona consuma, por primera vez, una droga pasa por un proceso psicológico
que involucra elementos tales como: el conocimiento, la persuasión, la toma de
decisión y la confirmación de la decisión. Todos estos elementos se encuentran
afectados por las características de cada fenómeno y las propiedades de la
sustancia consumida. Entre las características propias de la droga consumida y
que puede afectar el nivel y la cantidad de lo consumido así como, el tipo de
drogas, tenemos lo siguiente:

- los efectos negativos

- La facilidad del consumo y los efectos observables

- Sus ventajas relativas (percibidas)

- La compatibilidad con las normas sociales

Esta perspectiva teórica nos proporciona un marco de referencia para el


diseño de una estrategia de intervención y de los roles sociales con respecto a la
influencia que se pueda tener sobre el consumidor y su entorno.
e. Modelos integrales y de influencia social.

Las diferentes teorías del consumo que se encuentran en este modelo


plantean los conceptos de factores de riesgo y factores de protección que influyen
en las actitudes y decisiones de los individuos frente al consumo de sustancias. La
mayoría de programas exitosos de prevención de drogas que hemos revisado,
está basada en estos modelos y, en particular, de la prevención selectiva
(EMCDDA, 2010). Entre las teorías más importantes que se enmarcan en este tipo
de modelo, están:

f. Teoría del comportamiento problemático.

Construida por Jessor y Jessor en 1977, explica lo que llaman


“Comportamiento problemático” a una consecuencia de la dinámica del
comportamiento, el medio ambiente y la personalidad del individuo. Se analiza,
entonces, que el consumo de drogas es la consecuencia o una posible
manifestación de una predisposición a comportamientos problemáticos. Tal
comportamiento se vincula, directamente, al consumo de drogas para ayudarles a
lograr sus metas personales o evadir retos complicados. Para las personas, el
comportamiento problemático es visto como práctico, ya sea para hacer frente al
fracaso, el aburrimiento, la infelicidad, el aislamiento social, la baja autoestima o la
carencia afectiva. La teoría sugiere que la probabilidad de participar en el
consumo de drogas ilícitas, es mayor para aquellas personas que tienen menos
estrategias eficaces de afrontamiento, menos habilidades sociales y mayor
ansiedad social (EMCDDA, 2010).

1.6.7 Modelo de desarrollo social.

Este modelo fue propuesto por Hawkins, Catalano y Miller en 1992. Se


propone que un vínculo exitoso con la familia, la escuela, la comunidad y los
compañeros del trabajo proporcionan a las personas la posibilidad de convertirse
en adultos fuertes emocionalmente y saludables mentalmente. Lo propio ocurre en
la situación contraria, la mala relación y estructura en estas áreas se presenta
como una condición de vulnerabilidad a un comportamiento de riesgo o el uso de
drogas. Este modelo teórico se centra en la existencia de factores riesgo y de
protección e igualmente, proporciona la base teórica para la reducción de factores
de riesgo y el despliegue de factores de protección.

1.7 Modalidades y niveles de intervención en prevención de drogas.

Al considerar que las adicciones son un problema de salud pública,


podemos extrapolar tanto la definición como los niveles de prevención que se
aplican en ciencias de la salud. De este modo, se expone que la prevención es
una acción anticipada, cuyo objetivo es interceptar o anular la acción o la
presencia de una enfermedad o problema de salud pública (Izasa Nieto, 2015).
Aplicado al consumo de drogas hablamos de prevención, cuando nos referirnos
a las acciones que nos permiten anticipar el uso de drogas y evitar que éste
ocurra. En salud existen tres niveles de prevención, tales como: Prevención
primera encaminada a evitar el inicio en el consumo, Prevención secundaria
enfocada a evitar el aumento del consumo y la adicción cuando la persona ya ha
consumido y finalmente, Prevención terciaria cuyo objetivo es evitar la recaída en
pacientes que están saliendo de la adicción, así como, el disminuir los daños y
riesgo asociados al uso problemático.

Entre las definiciones específicas de prevención de drogodependencias que


existen vamos a utilizar la ofrecida por el Programa Internacional de las Naciones
Unidas para el Control de las Drogas, en donde se señala que la prevención de
drogodependencia es “la acción y el efecto de las intervenciones diseñadas para
cambiar los determinantes individuales, sociales y ambientales del abuso de
drogas legales e ilegales, incluyendo tanto la evitación del inicio al uso de drogas
como la progresión a un uso más frecuente o regular entre poblaciones en
situación de riesgo” (UNDCP, 2000).

Por tanto, la prevención está enfocada mayormente a evitar que el


problema aparezca o, en caso de ya existir, a disminuir sus efectos tanto para el
propio individuo como para la sociedad. Con esta definición, se entiende la
necesidad de intervenir, en prevención, a todo nivel; es decir, a nivel educativo,
familiar, social, comunicacional, comunitario y laboral.

Hay diferentes tipos y niveles de prevención. Según la clasificación de


Gordon (1987) y aceptada por el Instituto Nacional sobre el abuso de drogas de
los Estados Unidos de América (NIDA) (Slobada & David , 1997), se plantea la
existencia de tres tipos de intervenciones, según a la población a la que va
dirigida:

1.7.1. Prevención universal.

La prevención universal es aquella dirigida a toda la población objeto de la


intervención, por ejemplo a todos los empleados de la Municipalidad.

1.7.2. Prevención selectiva.

Es aquella enfocada a un subgrupo de la población que tiene mayor riesgo


o vulnerabilidad para el consumo debido a la actividad que realiza o por
indicadores específicas de vulnerabilidad, por ejemplo los trabajadores de campo
que pasan mucho tiempo fuera de su casa y expuestos al consumo de alcohol por
actitud de la comunidad.

1.7.3 Prevención indicada.

Es aquella interesada en un subgrupo concreto de la población objeto de


intervención, que puede ser consumidor ocasional o tiene problemas de
comportamiento. La presente intervención es más intensiva, específica y mayor
costo. Durante la planificación de un modelo interventor a nivel laboral, el
planificador debe establecer el tipo de intervención que propone e igualmente, es
indispensable identificar las características relevantes de cada grupo, los factores
de riesgo y los factores de protección.

En nuestro caso la investigación, la propuesta está dirigida a toda la


población laboral del Municipio, debido a las siguientes características:

 Estar diseñados para alcanzar a toda la población laboral indistintamente la


labor que realicen o el nivel jerárquico al que pertenezcan, incluyendo
desde los más altos directivos hasta los obreros. No se distingue edades,
sexo, estabilidad laboral, entre otros aspectos.

 Se dirige a toda la población sin diferenciar los actores: no consumidores,


consumidores ocasionales, consumidores regulares o consumidores
problemáticos.

 Estar diseñados a prevenir o retrasar el inicio del consumo tanto en la


persona como en su círculo de influencia (familia y amigos) indistintamente,
si son casados o solteros.

 Se establece según los requerimientos del art. 11 de la Ley Orgánica de


Prevención Integral del Fenómeno socio económico de las Drogas y de
Regulación y Control del uso de sustancias catalogadas sujetas a
fiscalización.

1.8 Prevención del consumo de drogas en el ámbito laboral.

La ciencia de la prevención ha determinado la visibilidad de una relación


entre el consumo de drogas establecido en la sociedad y el índice de
consumidores en las instituciones y empresas, lo que significa que cada año, el
consumo de drogas genera, a nivel mundial, un coste económico estimado en
billones de dólares. A pesar de que este indicador es subjetivo, lo que no está
en duda es que la afectación es superior para los países en vías de desarrollo
como Ecuador, que para los países desarrollados. Entre los indicadores de
pérdidas por consumo de drogas en el ámbito laboral en un país, se encuentra
la falta de productividad, los conflictos laborales, la disminución en la capacidad
de competitividad, el dinero destinado a gastos en salud por enfermedades
vinculadas al consumo de drogas, accidentes en el lugar de trabajo, muertes
prematuras relacionadas, directa o indirectamente, al consumo, pérdida de
productividad laboral debido a morbilidades o gastos en tratamiento, entre otros
indicadores.

Sólo en el tema de consumo de alcohol, en Ecuador el 54,5% se asegura


haber consumido alcohol por lo menos un día en el mes y el 11,9% lo ha hecho
cuatro días al mes (Corella Ramírez, 2007). Como hemos señalado, la mayoría
de los adultos que consumen alcohol u otras drogas, son población
económicamente activa. Por esto, es fácil deducir que las empresas sufren gran
parte de los costes directos e indirectos, relacionados con la pérdida de
productividad y el aumento de las necesidades de atención médica para estas
personas. En el caso de las empresas públicas, los costos de la reducción en
productividad y atención médico-social para los consumidores se cubren con
fondos públicos. Esto afecta directamente la capacidad de gestión y los
resultados en la oferta de servicios públicos de calidad a la ciudadanía.

Un esfuerzo para comprender el impacto que el consumo de drogas afecta


sobre la economía de Ecuador, lo ha expuesto el estudio sobre los costos del
consumo de drogas realizado en el 2015 donde se consideran los siguientes
indicadores:

1.8.1 Indicadores de impacto del consumo de drogas en el ámbito laboral.

Se hallan diferentes indicadores al establecer los costos que representan


para una Nación, el fenómeno de las drogas. En nuestro caso, tomaremos los
indicadores utilizados por la Secretaría Técnica de Drogas en el 2015 (Naranjo &
Jaramillo, 2015). Los indicadores en esta investigación, se clasifican según el nivel
de complejidad, por esto tenemos los indicadores de menor complejidad y los de
mayor complejidad:

a. Indicadores de menor complejidad.

Los indicadores de menor complejidad corresponden al número de


solicitudes de tratamiento en instituciones públicas y privadas conforme al Manual
de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), el
número de muertes o lesiones graves asociadas al consumo de drogas, el número
de condenas y tiempo de condena por tráfico de drogas, el consumo en población
general especialmente en estudiantes o en trabajadores, los gastos
gubernamentales directos, el número de admisiones/egresos hospitalarios por
consumo y tiempo de duración, el número de personas en tratamiento, tipo de
tratamiento y duración del mismo, la destrucción de activos físicos y los costos de
muertes prematuras en términos de productividad.

b. Indicadores de mayor complejidad.

En cuanto a los costos para el país considerados como de mayor complejidad


tenemos: los arrestos por porte y consumo de sustancias psicoactivas, el número
de presos por comisión de crímenes y delitos asociados con consumo, los costos
de ausentismo y pérdida de productividad laboral, la pérdida económica por
morbilidad y el costo de oportunidad por abuso en el consumo de sustancias
psicoactivas.

1.8.2 Costos del consumo de drogas en el Ecuador.

Según este estudio, la estimación del impacto económico anual del fenómeno
de las drogas en Ecuador, tomando como referencia los datos correspondientes al
año 2015, son los que se expresan a continuación:
Cuadro 1:

Costos del consumo de drogas en el Ecuador

Componente Costo (USD)

Gastos del gobierno 46.808.370,96

Costos de atención en salud 10.015.799,47

Daños a la propiedad 12.248.463,84

Costos laborales-productividad 144.956.703,48

TOTAL 214.029.337,75

Fuente: Dirección de Prospectiva y Evaluación de Políticas de Drogas - SETED

Por lo que se evidencia, el mayor impacto económico repercute en el sector


productivo estimando que representa el 67.73% del impacto económico del
consumo de drogas. A esto, se le puede sumar el daño a la propiedad que
representa el 5,7%, lo que hace un total de 73,45% del impacto directo.

1.8.3. Importancia de la intervención en prevención en el ámbito laboral.

Más allá de las consideraciones de índole económica que se han


establecido, es importante considerar otros indicadores generales como los
presentados en las XVII Jornadas de la Asociación Proyecto Hombre de España
(Moreno Arnedillo, 2015):

 Entre un 15 y un 33% de los accidentes de trabajo son víctimas que tiene


relación con el uso indebido de drogas (Organización Internacional del
Trabajo OIT).

 Los trabajadores con problemas de consumo presentan un ausentismo


laboral de 2 a 3 veces superior al del resto de los trabajadores
(Organización Internacional del Trabajo OIT).

 Las bajas por enfermedad de los trabajadores consumidores poseen un


coste 3 veces superior al del resto de los empleados (Ochoa y Madoz,
2008).
 Entre un 15% y un 40% de los expedientes disciplinarios en las empresas,
están vinculados con el consumo de drogas (SET, 2006).

 Son múltiples las referencias entre los propios trabajadores sobre


situaciones problemáticas asociadas al consumo en el ámbito laboral, como
bajo rendimiento, mal ambiente de trabajo, ausentismo o despidos (OED,
2011).

 Hay estudios que señalan que un 24% de los trabajadores consideran que
el alcohol es un problema en su empresa y que hasta un 46% conoce a
algún trabajador que ha podido tener un problema de dependencia (UGT
Navarra, 2013).

 Las empresas son un fiel reflejo de la sociedad y la presencia en su seno


de personas trabajadoras consumidoras de drogas, guarda una proporción
similar a la de la población general (OED, 2011).

A pesar de esto, la necesidad de intervenir en prevención de drogas en las


empresas por los elementos señalados por la Fundación Proyecto Hombre y por
los datos de la investigación de Naranjo y Jaramillo antes expuestos, se visualizan
otros elementos a tomar en cuenta, tales como:

a. Espacio idóneo para la detección precoz del consumo de drogas.

La posibilidad de poder acceder a la conducta permanente de una persona


durante ocho horas o más de su tiempo en su sitio de trabajo y bajo condiciones
específicas, permite detectar factores de riesgo y factores de protección, así como
también, identificar los cambios específicos en la conducta del individuo que
favorecen una intervención temprana.

b. Población “cautiva”.

Entendemos por población “cautiva” al conjunto de individuos que se hallan


bajo el amparo temporal por parte de la institución debido a la relación laboral y
que comparten de manera tanto temporal como permanente, un área específica
(sitio laboral).

c. Profesionales en prevención cualificados.

Por la dinámica propia de las instituciones y empresas ya sean públicas o


privadas, la disponibilidad de contar con recursos para el fortalecimiento del
talento humano junto con el marco legal referente en materia de prevención
permite contar con profesionales especializados en prevención quienes
investiguen, planifiquen y desarrollen programas de intervención para contrarrestar
y erradicar el consumo de drogas. Otra de las ventajas es elevar a concurso
abierto a quienes se responsabilizarán de tal intervención.

d. Estructuras organizativas adecuadas.


La posibilidad de contar con una estructura organizativa adecuada,
funcional y jerárquica coadyuva a contar con la participación de todos los
miembros de la organización y del cumplimiento de los compromisos.

e. Posibilidad de continuidad en el tiempo.

La permanencia de los funcionarios y el deseo de mantenerse en la


institución hace que su respuesta sea positiva a la intervención. Además, nos
posibilita la planificación a largo plazo y ofrecer refuerzos cíclicos.

1.9. Factores de riesgo y de protección en el consumo de drogas.

Según la Organización Mundial de la Salud, un factor de riesgo es cualquier


rasgo, característica o exposición de un individuo a que aumente su probabilidad
de sufrir una enfermedad o lesión (OMS, 2018). La ciencia de la prevención ha
determinado que las mejores estrategias de intervención en materia de oponerse a
las drogas, apuntan a la reducción de los factores de riesgo por lo que los
programas más exitosos y aquellos que han logrado los mejores resultados son
los que disminuyen los éstos factores o mitigan su influencia sobre la conducta
humana. Los conceptos «factor de riesgo», «factor de
protección» y «prevención» están estrechamente relacionados.

1.9.1 Factores de riesgo.

Las investigaciones más efectivas en materia de drogas, han tratado de


determinar cómo comienza y progresa el abuso de las drogas. Es decir, cuáles
son los factores psicológicos, biológicos y sociales que favorecen el consumo o
que, por lo menos, se encuentran presentes en las personas que consumen o
abusan de las drogas denominando a este fenómeno: Factores de Riesgo.

Hay muchos factores que pueden aumentar el riesgo de una persona para
el abuso de drogas o, por lo menos, colocarle en situación de vulnerabilidad. Sin
embargo, es importante considerar que la mayoría de las personas expuestas a un
factor de riesgo no comienzan a usar drogas ni se hacen adictos. Es relevante la
incidencia de elementos psicológico o social que pueden constituir un factor de
riesgo para una persona pero no para otra.

Dichos factores tienden a afectar a las personas en diferentes etapas de


sus vidas, siendo clave la forma de afrontar este factor una variable significativa a
la hora de evaluar el mayor o menor riesgo de consumo de drogas. En todas las
etapas de la vida están presentes factores de riesgo, aunque surge experiencias
sociales significativas que se dan -de forma general- para todos y otras
experiencias específicas que -ocurre de forma individual- y se convierte en un
riesgo. Los factores de riesgo cambiarse o prevenir con la intervención correcta y
oportuna.

a. Factores de riesgo general.


Son los factores que se muestran a todos por igual y que la forma de
abordarlos o enfrentarlos pueden imponer la mayor o menor vulnerabilidad al
fenómeno de las drogas. Como por ejemplo, entre los episodios que surgen con
mayor posibilidad de riesgo de alteraciones conductuales, tenemos el paso de la
escuela al colegio. Se asume que el cambio de un niño o niña de un ambiente
controlado en la cual él o ella maneja todas las variables, pasa a un ambiente más
grande en donde todos manejan las variables mejor que él y aparecen variables
extrañas para él o ella, tales como: la sexualidad, las salidas sin supervisión
adulta, las salidas por la noche, entre otras aspectos.

Otro de los factores de riesgo general que no tienen un tiempo determinado


pero que, en algún momento de la vida les ocurre a todas las personas, son los
fracasos o las frustraciones. En la adolescencia se enuncian los problemas
afectivos y sexuales. Aunadamente, están los factores vinculados al ambiente
cultural y social, puesto que en algunos casos el consumo de sustancias adictivas
está vinculado a expresiones culturales consideradas normales por el grupo, como
la ingesta de alcohol en fiestas como carnaval o el consumo de marihuana en
conciertos de Rock. En estos casos, la experiencia cultural y social es un factor de
riesgo.

b. Factores de riesgo específico.

Los factores de riesgo específico son aquellos que le ocurren a una persona
en particular y que, rara vez, le sucede a otra o que vivencia una persona con
características específicas que no se presentan en los demás. Por ejemplo,
podemos señalar que la muerte de un familiar es un evento considerado un factor
de riesgo. Sin embargo, no es lo mismo el fallecimiento de un abuelo o un padre,
para lo cual, de una u otra manera, estamos preparados; pero el fallecimiento de
un hijo o una hija es un evento ante el cual nadie está preparado. Estos eventos
se consideran factores de riesgo y detonando así, posibles conductas de riesgo y
consumo de drogas.

Por otro lado, las conductas específicas pueden ser consideradas como
factores de riesgo pues se afrontan como carencias afectivas, baja autoestima,
conductas agresivas durante la infancia, consumo de drogas en la familia,
violencia intrafamiliar, entre otras situaciones. Algunas de tales conductas, si no
son abordadas profesional y adecuadamente pueden llevar a riesgos adicionales,
tales como: el fracaso académico, dificultades sociales, violencia intrafamiliar,
entre una variedad de consecuencias.

c. Tipos de factores de riesgo.

Los factores de riesgo se agrupan en características personales, sociales y


familiares, ésto les permite entender y pronosticar el desarrollo de una conducta
dirigida al consumo de drogas o que situarían a la persona en una posición de
vulnerabilidad hacia ese tipo de comportamiento. Los factores personales se
relacionan con la personalidad y la genética. Aunque no se puede hablar de un
predisposición genética al consumo de drogas, si es posible reconocer la
incidencia de alteraciones en el tejido cerebral y la química del cerebro que se
trasmiten genéticamente. Esto podría instalar un estado de mayor condición de
vulnerabilidad de la persona para el consumo de algún tipo de drogas que está
ligado. Incluso, a los niveles de tolerancia a las sustancias.

Entre los factores sociales podemos señalar la desorganización


comunitaria, el escaso apego al vecindario, las leyes y normas favorables al
consumo de drogas, la disponibilidad percibida de drogas y armas y la baja
percepción social de riesgo (López Larrosa & Rodriguez-Arias, 1994). También se
señala como factor social a algunos elementos de la relación con la escuela, como
son: el fracaso escolar y el escaso compromiso con la escuela, lo cual es
bidireccional.

Los factores de riesgo en la familia se visualizarían como: la


descomposición familiar, el conflicto familiar, las actitudes de los padres favorables
a la conducta antisocial, el consumo de drogas en la familia y la escasa disciplina
y supervisión.

1.9.2 Factores de protección.

Se consideran factores de protección a todas aquellas variables sean


situaciones, actitudes, principios, valores, conocimientos, personas, que de una u
otra forma contribuyen a establecer condiciones con miras a prevenir, reducir o
modificar el consumo de drogas. Tales factores deben ser aquellos atributos o
características individuales, condiciones situacionales, las variables ambiente, el
entorno de influencia y los contextos específicos que reducen la probabilidad de
que ocurra un comportamiento riesgoso para la vida o la salud de la persona,
específicamente el consumo de drogas.

La mayoría de las investigaciones científicas desarrollada por los centros


especializados en adicciones y consumo de drogas, han centrado su interés en
determinar cómo comienza y cómo progresa el abuso de las drogas. De esta
manera se vislumbra que el consumo de drogas no es un hecho fortuito que se
presenta en un momento en la vida y que depende, exclusivamente, de la
situación específica, en la cual se da. Se asume como el resultado de una serie de
variables que predisponen al consumo y que el no consumo de drogas, es el
resultado de variables que protegen a la persona para evitar la conducta de
consumo. A esto es lo que se le ha llegado a llamar: Factores de protección.

Del mismo modo que los factores de riesgo pueden aumentar las
probabilidades de que una persona abuse de las drogas, los factores de
protección tienden a disminuir este riesgo. Es importante subrayar que la mayoría
de las personas expuestas a un riesgo para el abuso de las drogas, no comienzan
a usarlas ni se hacen adictos, de la misma forma en que las personas que tiene
fuertes factores de protección pueden consumir las drogas. Es decir, que hay
diferencias de uso y adicción entre quienes están expuestos a mayor riesgo y
quienes tienen mecanismos de protección ante la droga. A su vez, es preciso
valorar que lo que constituye un factor de riesgo para una persona, puede no serlo
para otra; incluso, se puede convertir en un factor de protección.

Los programas de prevención basados en la investigación o evidencia


científica, se enfocan en una intervención temprana en el desarrollo del niño para
fortalecer los factores de protección antes de que se consoliden los problemas de
conducta y/o se presenten factores de riesgo no controlables (NIDA, 2010)

Por otro lado, son considerados los factores de protección o experiencias


subjetivas, las oportunidades para la implicación positiva o las recompensas por
dichas implicaciones positivas sean en la comunidad, la familia, la escuela o el
trabajo. La implicación positiva tiene que ver con reconocer las aportaciones de la
persona tanto en el ámbito comunitario, escolar, laboral y familiar. Otros de
factores de protección relevante, son: el apego familiar, la religiosidad, las
habilidades sociales y la creencia en el orden moral, es decir, tener claridad en lo
que es bueno y lo que es malo.

2. Investigación de Factores de riesgo y factores de protección en la


institución

2.1. Requerimiento de información.

En las instituciones públicas se observan ciertos factores de riesgo que


están incrementando la probabilidad del consumo de determinadas sustancias
adictivas y generando conductas de riesgo tanto a nivel laboral, social como
personal. Para planificar y construir una propuesta de intervención en materia de
prevención aplicable a la Municipalidad, es necesario conocer los determinantes
psicológicos y sociales que se convierten en factores de riesgo o factores de
protección para el consumo de drogas. Por esto, nos planteamos definir estos
factores de forma que nos sustenten la creación de propuestas estratégicas para
la intervención social, con el fin de mitigar el impacto de los factores de riesgo y
aumentar la influencia de los factores de protección.

La presente investigación busca conocer tanto los componentes


psicológicos, sociales como laborales evidentes en las autoridades, empleados y
trabajadores de la institución. Muchos de los factores de riesgo emergen en la vida
cotidiana de la población en general y, de manera particular, en los trabajadores
del sector público. Esto presupone una probabilidad de que, en determinadas
circunstancias, puedan caer en el consumo de drogas, el aumento del consumo o
llegar a un consumo problemático y adicción. Por un lado, es importante señalar la
probabilidad de que una parte de las personas expuestas a factores de riesgo
tiendan a caer en el consumo de drogas legales como el alcohol, hipnosedantes y
drogas ilegales. Sin embargo, debemos recordar que otras personas, igualmente
expuestas a estos factores de riesgo, no desarrollan adicciones al consumo de
drogas.
La investigación de los factores de riesgo y los factores de protección nos
acercan a conocer el nivel de su influencia que tienen sobre la conducta del
personal. Asimismo, el estudio contribuye a desvelar el nivel de incidencia de tales
factores en la cultura organizacional y, por ende, nos permite planificar una
estrategia efectiva de intervención.

Las condiciones como se desarrolla el trabajo o relaciones laborales forman


parte importante en la vida y tiene una gran influencia tanto en los niveles y
calidad de la salud como en el bienestar. Por esto, se considera sustantivo el
concepto de la OMS que determina que la salud es un estado de bienestar físico,
mental y social, repercutiendo dentro y fuera del ámbito laboral.

La prevención de conductas de riesgos y consumo de sustancias adictivas


en el ámbito laboral, es un deber de las empresas no sólo por el aspecto legal,
sino un derecho de los trabajadores, quienes deben colaborar por la protección de
su propia salud y la de sus compañeros. El Gobierno ecuatoriano considera un
objetivo básico de las políticas públicas en materia laboral, la protección de la
salud de los trabajadores mediante la prevención de conductas de riesgos
directamente derivados del trabajo y de las relaciones laborales en la cultura de
las instituciones que pueden afectar la salud del trabador y el rendimiento laboral.

2.2 Factores de riesgo a ser investigados.

Sobre la base del cuerpo teórico científico que sustenta la investigación,


hemos definido los siguientes elementos para la investigación de campo, en
relación con las drogas y el ambiente laboral de la Municipalidad. Para este
análisis hemos seleccionado elementos propuestos por Enriqueta Ochoa Mangado
del Servicio de Psiquiatría adscrito al Hospital Universitario Ramón y Cajal, Madrid
(España) y por Agustín Madoz Gúrpide adscrito al Centro de Salud Mental de San
Blas, Madrid (España) en su trabajo sobre el consumo de alcohol y otras drogas
en el medio laboral (Ochoa Mangado & Madoz Gúrpide, 2008).

2.2.1 Factores vinculados a las relaciones laborales.

 Trabajo por resultado y alto rendimiento


 Tareas rutinarias y monótonas
 Insatisfacción en el trabajo
 Jornadas de trabajo prolongadas
 Turnos cambiantes
 Largas ausencias de casa
 Cansancio intenso en el trabajo
 Compañeros consumidores
 Trabajos dependientes de las relaciones sociales
 Disponibilidad de drogas en el medio laboral
 Elevados niveles de estrés laboral
2.2.2 Factores de riesgo vinculados a las personas no relacionados
directamente con el ámbito laboral.
 Consumo de alcohol problemático en padres o parientes directos que
afecta a la persona
 Consumo de drogas en lugares diferentes (fuera del horario de
trabajo)
 Conocer y estar en relación con consumidores de drogas
 Facilidad para obtener drogas
 Sentirse agobiado y en tensión
 Pérdida de confianza en sí mismo
 Ausencia de participación social
 Crisis económica
 Descomposición de estructura familiar (problemas familiares)
 Baja autoestima
 Crisis de futuro
 Falta de apoyo afectivo (pareja – familia)
 Percepción de fracaso personal y social
 Tendencia al estrés
 Sentimientos de frustración/inconformidad con la vida propia
2.2.3 Factores de riesgo vinculados a la sociedad.
 Percepción y actitudes social psicológica ante las drogas (baja
percepción de peligro, actitud positiva ante el riesgo)
 Aceptación social y oferta de drogas (presencia de las drogas legales
e ilegales en la sociedad, aceptación al consumo, identificación de
consumidores en su círculo y percepción de la facilidad de conseguir
la droga)
 Factores de riesgo vinculados al ocio y el tiempo libre (ocio basado
en la diversión fiestas y salidas nocturnas frecuentes, uso de drogas
vinculadas al ocio y con iguales y actividad de tiempo libre no
atractivas)
 Impacto de la publicidad sobre drogas (recordatorio de marcas de
drogas, exposición de venta de drogas legales, recordatorio de
incentivos al consumo de drogas, recordatorio de drogas ilegales)

2.3 Factores de protección a ser investigados.

La presencia de factores de riesgo se presenta como un escenario propicio


para las conductas de consumo y su ausencia puede disminuir los riesgos. Sin
embargo, el surgimiento de factores de protección antagónicos puede significar un
factor clave en la prevención de conductas adictivas. Por esto, seleccionamos los
siguientes determinantes:

2.3.1 Factores vinculados a las relaciones laborales.


 Ambiente laboral motivante
 Retos laborales colectivos y personales
 Satisfacción con el trabajo y el rendimiento
 Jornadas estables bajo los parámetros legales
 Estabilidad laboral
 Ambiente laboral libre de drogas
 Control personal de las variables laborales
2.3.2 Factores vinculados a las personas no relacionados directamente con
el ámbito laboral.
 Cultura familiar libre de drogas
 Círculo de amigos con hábitos sanos
 Contar con recursos de afrontamiento sólidos
 Fuertes vínculos sociales (comunidad, familia, amigos)
 Estabilidad económica (percepción de bienestar)
 Estructura familiar sólida (familia unida)
 Buena autoestima
 Certeza de futuro
 Fuerte lazos de apoyo afectivo (pareja – familia)
 Percepción de éxito personal y social
 Sentimientos de bienestar frente a la vida propia
2.3.3 Factores vinculados a la sociedad.
 Percepción y actitudes social psicológica ante las drogas (percepción
de peligro, actitud negativa ante el riesgo y rechazo al consumo)
 Resistencia social a la oferta de drogas (ausencia de las drogas
legales e ilegales en la sociedad, distancia de consumidores de su
círculo y baja percepción sobre la forma de conseguir droga)
 Factores de protección vinculados al ocio y el tiempo libre (ocio sano,
ausencia de drogas vinculadas al ocio y a los miembros de su grupo
y actividad de tiempo libre definida y sana)
 Baja percepción de impacto de la publicidad sobre drogas

2.4 Recolección de información, población y muestra.

2.4.1 Población y muestra.

En un inicio, se planteó la necesidad de utilizar para esta investigación, el


total de la población de empleados y trabajadores sin embargo al no resultad,
técnicamente necesario ya que los resultados son similares a la muestra, se
prefiere utilizar una muestra probabilística..

Aunado a lo anterior, se toma en cuenta los altos costos que representa la


intervención investigativa del 100% de la población. Reconocemos que hay otra
dificultad que es la logística para llegar, comunicacionalmente, a todos los
miembros a nivel nacional. Otra dificultad en ese encuentro investigativo, es que
muchos de los integrantes de esa población, se pueden encontrar de vacaciones,
otros habrán pedido permiso por enfermedad y otros, simplemente, no participan
en la elaboración de la investigación (Canovos, 1988).
Es fundamental aclarar que, los factores de riesgo y los factores de
protección en la institución no varían, si estimamos un número de encuestados
con muestras probabilística con un nivel de confiabilidad alto, en comparación con
la población total de miembros de la institución. Sobre la base de estas
apreciaciones, consideramos necesario establecer una muestra estadísticamente
confiable para crear el diagnóstico de los factores mencionados en esta institución.

2.4.2 Instrumento de recolección de información.

La información sobre los factores de riesgo y los factores de protección, se


recolectaron con un banco de preguntas y una hoja de respuesta, en donde se
recoge información sobre tres áreas específicas:

 Factores del área laboral


 Factores del área personal
 Factores del área ambiental

La hoja de respuesta no registra información que pueda identificar a la


persona. Esto tiene la finalidad de garantizar el anonimato de quien contestó,
mejorando la posibilidad de veracidad en la respuesta y garantizando una mayor
participación de los servidores. La hoja de respuesta sólo tiene dos preguntas
identificables: edad y sexo. El resto de preguntas se señalan con una letra en el
casillero correspondiente a la pregunta por lo que resulta difícil identificar al autor.

Las preguntas del cuestionario están clasificadas conforme al factor de


riesgo o factor de protección que se desea preguntar. Es así como, tenemos los
siguientes factores investigados:

1. Edad
2. Sexo
3. Estado civil
4. Nivel de instrucción
5. Convivencia
6. Grupo institucional al que pertenece
7. Formación del padre
8. Formación de la madres
9. Situación laboral del padre
10. Situación laboral de la madre
11. Dependencia de ingresos
12. Presión laboral
13. Motivación laboral
14. Satisfacción laboral
15. Exigencia de tiempo laboral
16. Estabilidad de jornada laboral
17. Interferencia laboral en la familia
18. Fatiga laboral
19. Consumo en el ambiente laboral
20. Control del rendimiento laboral
21. Accesibilidad a las drogas en el ambiente laboral
22. Estrés laboral
23. Incidencia genética en el consumo
24. Presencia de las drogas en la familia
25. Consumo de alcohol
26. Consumo de tabaco
27. Consumo de drogas
28. Consumo de drogas en pares
29. Accesibilidad a drogas ilegales
30. Tensión / relajación
31. Autoconfianza
32. Introversión / extraversión
33. Percepción económica
34. Conflictividad intrafamiliar
35. Víctima de violencia psicológica intrafamiliar
36. Víctima de violencia física intrafamiliar
37. Violencia psicológica intrafamiliar
38. Violencia física intrafamiliar
39. Autoestima
40. Apoyo familiar
41. Satisfacción personal
42. Herramientas de afrontamiento
43. Percepción felicidad
44. Percepción daño del alcohol
45. Percepción del daño del cigarrillo
46. Percepción del daño de la marihuana
47. Percepción del daño de drogas
48. Aceptación social del alcohol
49. Cercanía de drogas
50. Influencia mediática al consumo

Cuestionario

Investigación de factores de riesgo y factores de protección relacionados


con el consumo de sustancias psicoactivas para el diseño de un programa
de intervención en el ámbito laboral

1. Información general

1.3. ¿Cuál es su estado civil?

a. Soltero (a)
b. Casado (a)
c. Separado (a) / divorciado (a)
d. Viudo (a)
e. Unión Libre
1.5. ¿Cuál es el máximo nivel de estudio que ha completado?
a. Bachiller
b. Tercer nivel
c. Cuarto Nivel
e. Doctorado Phd.
1.4. ¿Con quién vive en la actualidad?
a. Esposa/o e hijos
b. Esposa/o
c. Compañera/o
d. Solo
c. Padres
1.6. ¿A qué grupo pertenece en la institución?
a. Directivo (nivel de mando)
b. Empleado (servidor público)
c. Obrero (Chofer, servicios generales….)
1.7. ¿Cuál es el nivel de formación que alcanzó su padre?
a. Primaria
b. Bachiller
c. Tercer nivel
d. Cuarto Nivel
e. Doctorado Phd.
1.8. ¿Cuál es el nivel de formación que alcanzó su madre?
a. Primaria
b. Bachiller
c. Tercer nivel
d. Cuarto Nivel
e. Doctorado Phd
1.9. ¿Cuál es la situación laboral ocupacional de su padre?
a. Trabaja
b. Se ocupa de la casa
c. Jubilado
d. Negocio propio
e. Está sin trabajo
f. Ha fallecido
g. Desconozco
1.10. ¿Cuál es la situación laboral ocupacional de su madre?
a. Trabaja
b. Se ocupa de la casa
c. Jubilado
d. Negocio propio
e. Está sin trabajo
f. Ha fallecido
g. Desconozco
2. Factores en el ambiente laboral
2.1 Sus ingresos dependen de:
a. Su rendimiento
b. Los resultados
c. El cumplimiento de sus obligaciones
d. De ninguno de estos factores
2.2. Considera que su trabajo es de:
a. Alta presión
b. Trabajo exigente
c. Trabajo flexible
d. Trabajo suave
2.3. El trabajo que realiza es:
a. Aburrido
b. Monótono
c. Demasiado rutinario
d. Motivante
e. Altamente excitante
2.4. Respecto a las actividades que realiza en su trabajo, usted considera:
a. Está totalmente satisfecho con lo que hace
b. Está satisfecho con lo que hace
c. No se puede quejar
d. Preferiría hacer otra actividad
e. Es totalmente aburrido
2.5. Su trabajo le exige:
a. Muchas horas extras y fines de semana
b. Algunas horas extras y fines de semana
c. Algunas horas extra durante la semana
d. Trabajos fines de semana
e. El tiempo normal (40 horas semana)
2.6. La jornada laboral es:
a. Estable de lunes a viernes
b. Tiene variaciones dependiendo del trabajo
c. Muchas variaciones en días y horas de trabajo
d. Es totalmente impredecible
2.7. Mi trabajo me exige:
a. Varios días fuera de casa
b. Varias horas fuera de casa
c. Fines de semana fuera de casa
d. No me exige dejar mi casa:
2.8. Físicamente mi trabajo me genera:
a. Mucho cansancio
b. Más cansancio del que quisiera
c. Me cansa de forma normal
d. Es relajado
2.9. En el departamento en el que laboro existe:
a. Muchos compañeros que consumen alcohol, tabaco u otras drogas de
forma continua
b. Algunos compañeros que consumen alcohol, tabaco u otras drogas de
forma continua
c. Hay uno o dos compañeros que consumen alcohol, tabaco u otras drogas
d. No conozco a nadie que consuma alcohol, tabaco u otras drogas
2.10. Para alcanzar los objetivos de mi puesto:
a. Dependo de otros compañeros
b. Dependo de los clientes
c. Dependo de mis jefes
d. Dependo de mí mismo
2.11. En el lugar en el cual labora resulta
a. Fácil acceder a alcohol o tabaco
b. Fácil acceder a drogas ilegales
c. Fácil acceder a ansiolíticos, tranquilizantes u otros medicamentos de
prescripción médica
d. No se puede acceder a ningún tipo de drogas
2.12. El trabajo que hago es:
a. Altamente estresante
b. Medianamente estresante
c. Poco estresante
d. Relajado
3. Factores en el ámbito personal
3.1. Tu padre o tu madre:
a. Consumieron alcohol en el último mes
b. Fumaron cigarrillo de forma frecuente
c. Han consumido alguna droga ilegal en los últimos 6 meses
d. Han consumido alguna droga tranquilizante bajo receta médica
3.2. Algún familiar cercano a tu casa:
a. Consumió alcohol en el último mes
b. Fuma cigarrillo frecuentemente
c. Ha consumido alguna droga ilegal en los últimos 6 meses
d. Ha consumido alguna droga tranquilizante en el último mes
3.3. Has consumido alcohol:
a. Varias veces en el último mes
b. Más de una vez en el último mes
c. Una vez en el último mes
d. No he consumido
3.3. Consumes cigarrillo:
a. Varias al día
b. Uno que otro al día
c. Algunos en la semana
d. No fumo
3.4. Has consumido alguna droga (diferente de alcohol y tabaco):
a. Varias veces en el último mes
b. Una que otra vez en el último mes
c. Una vez en el último mes
d. Una que otra vez en este año
e. Una que otra vez en mi vida
f. Nunca he consumido
3.5. Dentro de tu grupo de amistades:
a. Hay algunas personas que consumen alcohol
b. Hay algunas personas que fuman cigarrillo
c. Hay personas que consumen otras drogas
d. Conozco algunos pero no son de mi grupo
3.6. Respecto a drogas ilegales:
a. Me sería fácil obtenerlas
b. Me sería un poco complicado pero sí las podría conseguir
c. No sabría cómo conseguirlas
3.7. En términos generales, en mi vida:
a. Me siento tenso y preocupado
b. Hay veces en que me preocupo bastante
c. Tengo poca tensión en mi vida
d. Considero que mi vida es armónica y tranquila
3.8. Frente a los retos de mi vida:
a. Me siento sin la capacidad para afrontarlos
b. Mi situación es muy difícil
c. Creo que podría afrontarlos con un poco de dificultad
d. Tengo la capacidad para afrontar mi vida de forma aceptable
3.9. Respecto a mi situación social
a. Tengo muchos amigos con los que comparto
b. Tengo buenos amigos con los que me reúno de vez en cuando
c. Tengo pocos amigos con los que me reúno dos o tres veces al año
d. Casi no tengo amigos por falta de tiempo
3.10. Mi situación económica es:
a. No me alcanza para las necesidades de la familia
b. Me alcanza con las justas
c. Considero que estoy bien
d. Me permite vivir bien
3.11. En mi familia:
a. Se pelea casi todos los días
b. Se pelea o discute por lo menos cada semana
c. Se discute o se pelea de vez en cuando
d. Casi no peleamos
e. Somos una familia normal
3.12. ¿Ha sido víctima de violencia psicológica en su familia?
a. Muchas veces
b. Pocas veces vez
c. Alguna vez
d. Nunca
3.13. ¿Ha sido víctima de violencia física en su familia?
a. Muchas veces
b. Pocas veces
c. Alguna vez
d. Nunca
3.14. ¿Ha ejercido violencia psicológica en su familia?
a. Muchas veces
b. Pocas veces
c. Alguna vez
d. Nunca
3.15. ¿Ha ejercido violencia física en su familia?
a. Muchas veces
b. Pocas veces
c. Alguna vez
d. Nunca
3.16. Frente a sus propias aspiraciones:
a. No se siente capaz de alcanzar una mejor situación que la que tiene
b. Se conforma con lo que tiene
c. Siente que merece más pero no se siente capaz de conseguirlo
d. Está seguro de que va a llegar más lejos
3.17. Su familia:
a. Le apoya en su trabajo con entusiasmo
b. Le apoya aunque parece que de mala gana
c. No le apoya
d. Impide que progrese
3.18. Evaluando su vida:
a. Considera que ha podido lograr lo que se ha propuesto
b. No siempre ha podido lograr lo propuesto y tuvo que aceptar lo que le llegó
c. Siente que nunca ha logrado sus grandes propósitos
d. Siente que fracasó y no consiguió lo que esperaba
3.19. Normalmente:
a. Siente que su vida diaria es estresante
b. Los problemas lo estresan con facilidad
c. Considera que tiene un estrés normal
d. Controla bien el estrés
3.20. En su vida, usted:
a. Es muy feliz
b. Podría ser más feliz
c. Su felicidad es la normal
d. Siente que no es feliz
e. Realmente se considera infeliz

4. Factores en el ambiente social


4.1. Considera usted que:
a. Consumir alcohol es altamente perjudicial
b. No es malo si se lo hace con moderación
c. Consumir alcohol no es malo
d. Consumir en pocas cantidades puede ser bueno para la salud
4.2. Considera usted que:
a. Consumir cigarrillo es altamente perjudicial
b. Consumir cigarrillo no es malo si no se exagera
c. Consumir cigarrillo no es malo
d. Consumir un cigarrillo es bueno para el frío
4.3. Considera usted que:
a. Consumir Marihuana es altamente perjudicial
b. Consumir Marihuana no es malo si no se abusa
c. Consumir Marihuana no es malo
d. Consumir Marihuana puede ayudar a la salud
4.4. Considera usted que:
a. Consumir drogas es altamente perjudicial
b. Consumir drogas no es malo si no se abusa
c. Consumir drogas no es malo
d. Consumir drogas puede ayudar a la salud
4.5. Usted considera que:
a. El alcohol es normal en ciertas fiestas
b. Una fiesta no sería lo mismo sin un traguito
c. Tomar en una fiesta es normal pero sin abusar
d. No se debería tomar en las fiestas
4.6. En nuestro país, la droga
a. Es muy común
b. Está relacionada a la pobreza
c. Está vinculada a las pandillas y delincuentes
d. Le afecta a todos
4.7. La presencia de drogas en la televisión
a. Es muy común
b. Se ve en programas de acción y violencia
c. Se ve en programas para personas adultas
d. Casi no se ve en la programación de TV
Hoja de respuesta
Programa de intervención

2. Programa de intervención preventiva en el ámbito laboral para El


Municipio de Quito

A pesar de la gran necesidad de desarrollar programas de prevención sobre


el consumo de drogas en las instituciones y empresas públicas, es importante
reconocer la limitación de recursos que estás manifiestan para desarrollar tales
programas que sean amplios y de larga duración. Basados en la investigación
relacionada con los factores de riesgo y los factores de protección realizada en la
Municipalidad e interpretados a la luz de la evidencia científica, planteamos el
siguiente modelo de intervención preventiva aplicable a la población objeto y a
cualquier institución pública. El contenido podría variar si en la investigación se
evidencian otros factores de riesgo específicos no determinados o presentes en la
investigación, desarrollada para la construcción de este modelo.

Los avances realizados por nuestro país Ecuador, en materia de legislación


para la prevención del consumo de drogas son incuestionables. El paso de la Ley
de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas a una Ley de
Prevención Integral del Fenómeno socio económico de las Drogas, es un avance
que va a la par con la evidencia científica en materia de prevención. Sin embargo,
la falta de programas planificados sobre la base de evidencias teóricas y
metódicas, es un vacío que nos lleva a cometer errores prevenibles, al desperdicio
de recursos y al nulo aporte a la ciencia de la prevención, ya que los pocos
esfuerzos y actividades que se ejecutan no son monitoreados.

También es importante reconocer que, en materia de prevención, no se


conocen programas implantados en el Ecuador y que, además, las actividades
sobre materia de prevención se limitan, exclusivamente, a lo que realice el
Gobierno Central, sin ninguna participación de la sociedad civil, la academia y,
mucho menos, de la empresa privada.

En la mayoría de los países del mundo, las organizaciones sociales, las


empresas, fundaciones, universidades, establecimientos educativos y gobiernos
locales, diseñan y administran programas de prevención estructurados sobre la
base de evidencias. Luego éstos son evaluados tanto en la estrategia de
implementación como en el impacto que logra en la reducción de la demanda o la
percepción del fenómeno de las drogas, especialmente en el tema de factores de
riesgo y factores de protección.

Ecuador está comenzando con la implementación de programas basados


en evidencias científicas y que trabajen sobre los factores de riesgo y los factores
de protección para lograr resultados en materia de prevención. Así, el presente
Programa no solo tiene la intención de dotar a las autoridades del Municipio de
una propuesta válida, basada en evidencias sobre tales factores identificados en la
institución. Se revela, entonces, un aporte fundamental tanto para la Institución
rectora del sector como es la Secretaría Técnica de Drogas. Se asume como un
modelo de cómo se puede diseñar un programa de prevención efectivo en el
sector laboral.

Este programa considera algunos aspectos relevantes entre los que


podemos destacar la evidencia científica reflejada en los programas de prevención
del consumo de carácter universal. Los estándares internacionales presentados
por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), los
informes del National Institute on Drug Abuse (NIDA), los estándares europeos de
calidad en prevención de drogas del Observatorio Europeo de las Drogas y las
Toxicomanías (OEDT) y otros documentos que demuestran la evidencia científica
existente en materia de prevención de drogas y que se detallan en la presente
tesis, conforman la evidencia de los factores de protección y factores de riesgo
encontrados en la investigación realizada al personal del municipio y que se
dividen en factores laborales, personales y ambientales.

Cada componente de la propuesta de intervención está diseñado sobre la


base de dos fundamentos teóricos. El primero expone las teorías que explican los
factores que desencadenan en inicio o aumento del consumo de drogas y el
segundo, son los modelos teóricos de prevención que se los aplica dependiendo
del grupo humano objeto de la intervención, del factor de riesgo que se desea
combatir y la estrategia seleccionada para una intervención en modelo universal.

El programa, según el espíritu de la Ley, no está encaminado,


exclusivamente, a la reducción o mitigación del consumo entre el personal del
Municipio, sino que pretende ser un aporte a la prevención del consumo de droga
en la sociedad y, de manera especial, en las familias de los miembros de la
institución.

Este programa no intenta ser una camisa de fuerza, sino ser una propuesta
que deberá ser considerada y que su implementación, en la forma, podrá
responder al momento de la aplicación y al profesional responsable de la misma.

3.1 Principales factores de riesgo identificados en la investigación.

Los principales factores de riesgo que se han encontrado en la investigación, se


resumen en los siguientes elementos:

 Medianos niveles de estrés y exigibilidad del trabajo que separan a la


persona de la estructura familiar.

 Baja percepción de riesgo de los efectos de las drogas para la salud, de


manera especial la marihuana.

 Poco desarrollo de herramientas de afrontamientos que se presenta como


un riesgo para los estados de ansiedad propios de la vida.

 Falta de herramientas para la solución de problemas de la vida.


 Pares y familiares consumidores que desarrollan tolerancia social al
consumo.

Estos elementos están detallados en el segmento de interpretación de los


datos de este estudio, sobre los factores de riesgo y los factores de protección.

3.2. Componentes (actividades).

3.2.1. Información y motivación.

Objetivo.

Dotar a los miembros del Municipio de los conocimientos y la información


necesaria para discernir y tomar decisiones racionales sobre el fenómeno de las
drogas e influir sobre sus familias.

Bases teórico / científico que lo soportan.

Este componente se funda en los Modelos Cognitivos, cimentados en la


información que considera que los individuos actúan de acuerdo con sus
conocimientos, la información de la cual disponen y las creencias que actúan
como marco de referencia. Dentro de estos modelos nos apoyamos en el Modelo
de la Acción Razonada de Fizhbein y Azjen de 1975.

El segundo principio sobre programas de prevención de drogas


estructurados en evidencia científica publicados por el Instituto Nacional sobre
Abuso de Drogas de los Estados Unidos (NIDA por sus siglas en Inglés) determina
que los programas deben dirigirse a todas las formas de abuso, por separado o en
conjunto, incluyendo el uso de drogas legales. Este principio se cimienta en
investigaciones publicadas por Johnston, L.D.; O’Malley, P.M. y Bachman sobre el
monitoreo de los resultados de la Encuesta Nacional Futura sobre Drogas 1975 –
2002 volumen 1 en estudiantes secundarios.

Factor de riesgo que pretende modificar / incidencia.

Desconocimiento sobre drogas y tolerancia al consumo que se evidencia con


el mayor porcentaje de percepción de riesgo del tabaco que de la marihuana (81 a
76). La aceptación de normalidad del consumo de alcohol en fiestas con más del
74% y la percepción de que la droga les afecta a todos (62%).

Metodología sugerida.

Se sugiere la utilización de conferencias didácticas de corta duración con


herramientas digitales (power point) con un número reducido de participantes
(entre 25 y 30) que permita solventar todas las dudas sobre las drogas.
Se sugiere la dotación a los participantes de un documento con información
científica sobre las drogas y los efectos que causan en la persona y su entorno
socio-familiar.

Estrategia de implementación.

En virtud de la necesidad del manejo científico de la información, se


recomienda que este componente sea impartido por un profesional psicólogo o
médico especializado en prevención de drogas o en drogodependencia, quien
cuente con los conocimientos y la información científica sobre las drogas.

El manejo de la información sobre drogas posee una variable externa que


es la información que viene a través de internet u otras fuentes empíricas. Por
esto, se postula que el responsable sea un profesional con título de educación
superior en la materia, para que aumente la percepción de credibilidad entre los
asistentes.

El manejo de la información debe ser de forma didáctica y con herramientas


pedagógicas.

Contenido teórico.

El Modelo de Acción Razonada plantea que el comportamiento humano


responde a tres esferas: La Afectiva que hace referencia a los sentimientos y
emociones que determinan el sistema de recompensas de la persona. La cognitiva
que hace referencia a los conocimientos y creencia que le permiten interpretar los
estímulos. Finalmente, la conación que hace referencia a los aspectos
tendenciales como los anhelos, el impulso tendencial, las motivaciones, la
voluntad y la acción.

Todo esto determinará la percepción que la persona tiene sobre lo que se


espera de él, la motivación para acomodarse a las expectativas de los demás, la
actitud hacia las drogas y el proceso de influencia de las normas subjetivas
(valores y principios). Este componente implica la exposición y el tratamiento
científico de las drogas de una forma didáctica y fácil de ser comprendida por los
asistentes.
El contenido de las conferencias debería estar estructurado en los
siguientes temas:

 Las drogas
 Clasificación de las drogas por el efecto en el sistema nervioso Central
 El Alcohol
 El Tabaco
 El Cannabis (la marihuana y Hachís)
 La cocaína
 El éxtasis
 La Heroína
 Las benzodiacepinas
 Factores de riesgo y factores de protección

Planificación temporal.

Son 11 conferencias (una por semana) con la participación de 30 personas


en cada una. La duración será de 90 minutos para conversar con los participantes
y dejar claro todo lo que desean saber sobre cada una de las drogas.

Modelo de evaluación.

Interacción activa con los participantes y una evaluación sobre


conocimiento respecto a las drogas a ser realizada una semana posterior a la
charla de forma aleatoria con una muestra probabilística.

Fuente de verificación.

Fotografías, lista de asistencia, evaluaciones e informe

Bibliografía de soporte.

Libro “Personalidades Fuertes: Todo lo que los padres deben saber sobre
drogas para ayudar a sus hijos” Diego Riofrío Jaramillo; Editoriales Ecuador - 2017

3.2.2. Modificación de la percepción de riesgo.

Objetivo.

Aumentar en los participantes la percepción de riesgo frente al consumo de


drogas, de manera especial, drogas legales.

Bases teórico / científico que lo soportan.

El estudio realizado por Cáceres, Salazar, Varela y Tovar (2006) en la ciudad


de Cali, sobre drogas legales e ilegales así como, los factores de riesgo y
protección psicosociales asociados al consumo determinó que las drogas más
consumidas son las que menor percepción de riesgo tienen. Por eso, la más
consumida es el alcohol, entre las drogas legales y la marihuana entre las ilegales,
determinando una relación directa entre la percepción de riesgo y el índice de
consumo.

Otra investigación realizada en México por Arellanez, Díaz, Wagner y Pérez,


en el 2004 encontró que los factores de riesgo correlacionados con el uso de
Sustancias Psicoactivas se vinculan con el consumo de drogas en la familia, un
débil apoyo y control familiar, el abandono o suspensión de estudios y una baja
adherencia escolar, la tolerancia social y la disponibilidad de sustancias.

El principio 5 del NIDA establece que los programas de prevención “deben


mejorar la compenetración y las relaciones familiares e incluir habilidades para ser
mejores padres; entrenamiento para desarrollar, discutir y reforzar la política de la
familia con relación al abuso de sustancias; y la información y educación sobre las
drogas”.

Factor de riesgo que pretende modificar / incidencia.

La investigación determinó una muy baja percepción de riesgo en cuanto al


consumo de alcohol con el 75% de aceptación, una percepción de que no hace
daño del 59% y un 57% de consumo en el último mes.

Metodología sugerida.

Se sugiere la utilización de gafas de simulación del alcohol como una


estrategia de sensibilización sobre este tipo de drogas, ya que posibilita a los
participantes experimentar un estado de desequilibrio de los sentidos similares a la
intoxicación etílica aguda. Esto tiene la finalidad de experimentar los efectos sin
necesitar haber ingerido la sustancia.

Los efectos más corrientes simulados con las gafas, son:

 Reducción del estado de alerta


 Aumento del tiempo de reacción
 Distorsión visual
 Cambio fundamental en la apreciación de las distancias
 Reducción en la visión periférica
 Visión desdoblada
 Falta de equilibrio y de coordinación muscular

Los efectos ayudan a aumentar la percepción de riesgo frente al consumo


de alcohol, especialmente relacionado en el conducir y las conductas de riesgo.

Estrategia de implementación

Es preferible que esta estrategia, por más simple que parezca, debe ser
impartida por un profesional capacitado en drogas y, sobre todo, con formación en
andrología (educación de adultos) que permita que la experiencia se transforme
en aprendizajes y los aprendizajes se transformen en conductas.

El sistema de intervención debería contener los siguientes elementos:

1. Sensibilización: Introduce a los participantes en la dinámica de trabajo y los


prepara para el aprendizaje.

2. Exposición teórica: Permite que las personas conozcan la realizad del


alcohol, los efectos y los riesgos.

3. Dinámica: Se preparan diferentes dinámicas utilizando las gafas


simuladoras. Entre estas podemos sugerir recorridos por una línea,
encuentro de retos entre personas, etc.

4. Taller de reflexión: Donde se sacarán lecciones aprendidas y conclusiones

5. Material de apoyo: Posibilitará al participante influir sobre su entorno social


y familiar; aumentando los beneficiarios de la prevención.

Contenido teórico del taller para el abordaje

Se sugiere que el contenido del taller esté basado en la información


constante en esta tesis sobre las drogas, con especial atención, en el alcohol. Se
explica el origen del alcohol, su historia, los efectos en el sistema nervioso central,
los daños en la salud del consumidor y estadísticas sobre el peligro del consumo
de alcohol.

Además, se proponen los siguientes elementos:

1. Información y resolución de dudas: Una vez expuesta la información, se


permite el contacto de personas que deseen mayor información o
asesoramiento sobre un caso específico que puede ser el suyo o de una
persona cercana, familiar o amigo.

2. Toma de conciencia: Para concienciar sobre los riesgos derivados del


consumo de alcohol, se debe realizar una serie de juegos/actividades que
ayuden a la toma de conciencia o bien a través de conversaciones que
permitan abordar esta temática en mayor profundidad.

3. Resolución en mayor profundidad de demandas de información y dudas por


parte de empleados o trabajadores. A diferencia de fases anteriores, se
abordan de una forma más profunda e individualizada con estrategia
psicológica y terapéutica, durante el tiempo que dure la intervención del
agente externo experto en prevención de drogas, quien sea el responsable
de la intervención.
4. Evaluación Interna: Tras realizar los juegos/actividades (preferentemente
con la gafas de simulación alcohólica) y finalizada la intervención con cada
grupo, el equipo humano rellena un documento de evaluación interno
valorando los resultados logrados tras la intervención.

5. Derivación a servicios especializados: En todas las sesiones de trabajo,


siempre con la voluntad del funcionario y cuando se considera la necesidad
de una atención más individualizada y, específica, se podrá derivar a un
centro especializado.

Planificación temporal.

Son 11 talleres (uno por semana) con la participación de 30 personas en


cada una. La duración será de 90 minutos para conversar con los participantes y
dejar claro todo lo que desean saber en relación con cada una de las drogas.

Modelo de evaluación.

Se evalúa al final de cada evento sobre el nivel de incidencia que tiene el


contenido en la percepción de riesgo del consumo de las drogas, en este caso, del
alcohol.

Bibliografía de soporte.

Alcohol y Reducción del Daño: Un enfoque innovador para países en


transición. De Ernst Buning, MônicaGorgulho, Ana GlóriaMelcop y Pat O´Hare.
Versión en español de Raquel Peyraube.

Libro Blanco del Consumo Responsable de Alcohol en España. Antonio


Argandoña, Joan Fontrodona y Pilar García Lombardía. Diageo Iberia

3.2.3. Desarrollo de habilidades para la vida (Taller de asertividad / Proyecto


personal de vida).

En las tres esferas analizadas para la preparación del presente programa


de prevención de drogas en el ámbito laboral (ambiental, personal y laboral) la
capacidad para manejar las variables de la propia vida y los estímulos que se le
presentan, son una responsabilidad que requiere de ciertas habilidades para
disminuir los estados de ansiedad que se presentan como factores de riesgo. Por
otro lado, en contar con buenas habilidades para la vida se convierte en un factor
de protección frente al consumo de drogas y, también, proporciona a cada
persona herramientas para manejar su propia vida, su familia y su entorno social.

Objetivos.

Desarrollar en las participantes habilidades para enfrentar aspectos internos


de su vida social incluyendo la capacidad de diálogo, el autocontrol, la toma de
decisiones razonadas y la conducta asertiva.
Bases teórico / científico que lo soportan.

Este componente se funda en la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura


1977 que señala que la conducta del consumo es el resultado de la interacción
dinámica entre el medio ambiente, los comportamientos y los procesos
psicológicos propios del individuo. Esta teoría señala que el proceso que lleva a
una persona al consumo, se constituye en un aprendizaje social que sigue los
procesos de atención, retención, reproducción y la motivación.

El desarrollo de habilidades para la vida ayuda a que la persona tenga


mayor control sobre los determinantes de su conducta social y la capacidad de
influir positivamente en sus pares y familia. También se ha considerado el modelo
de habilidades para la vida propuesto por Botvin en 1995. Su enfoque se cimienta
en el supuesto de que el comportamiento hacia el consumo, es el resultado tanto
de un ocio prolongado como de la falta de herramientas de afrontamiento de los
problemas de la vida, por lo que la creación de oportunidades para adquirir
habilidades que les permitan evitar la influencia externa nociva. Su objetivo es
ayudar a controlar su vida mientras toman decisiones informadas que pueden
conducir a comportamientos y valores positivos.

Entre los principios de prevención basados en la evidencia científica que se


han definido como eficientes y que han demostrado eficiencia en resultados, está
el principio 1 que señala que los programas de prevención deberán mejorar los
factores de protección y revertir los factores de riesgo. Esto se estructura en la
investigación de Hawkins J.D.: Catalano, R.F. y Arthur, M. Es un estudio
denominado “Promover la prevención en la comunidad, basada en la ciencia.
Comportamiento adictivo del 2002.”

Factor de riesgo que pretende modificar / incidencia.

El 32 % de los participantes aceptan que se discute continuamente en su


familia, el 57% de las personas aseguran que en su familia se consume algún tipo
de drogas, el 32 % asegura haber sido víctima de violencia psicológica y el 32%
ha sido víctima de violencia física. Por otro lado, existe un 56% que asegura no se
siente realizado y no ha logrado sus propósitos. Un 77% siente estrés en su vida
que no puede controlar. También identificamos que un 79% siente presionado en
el trabajo y que un 57% de personas perciben que su trabajo interfiere con su
hogar.

Metodología sugerida.

Para el desarrollo de habilidades para la vida, la mejor estrategia son los


talleres vivenciales. Con ellos se trabaja sobre la base de una información de
referencia, los participantes interactúan entre ellos logrando aprendizajes
generadores de cambios en los paradigmas y el desarrollo de habilidades. La
metodología, en este caso, debe ser sobre la base de talleres, con trabajos en
grupos, reflexiones, lecciones aprendidas e intercambio de ideas sobre los
resultados del trabajo realizado.
Las dinámicas deben tener, como mínimo, los siguientes elementos:

 Objetivos a ser alcanzados


 Exposición de ideas fuerza
 Explicación de la tarea
 División de grupos
 Dinámica de motivación y animación
 Trabajo
 Reflexión
 Conclusiones
 Evaluación

Se debe trabajar en grupos no mayores a 30 personas y no menores a 20,


en un salón cómodo, con sillas individuales que posibilite mirarse de frente (en
círculo), con espacio para moverse, pizarra y marcadores para anotar las
aportaciones y con material de trabajo para cada participante.

Estrategia de implementación (quién lo implementará).

Son talleres asertivos vivenciales preferentemente al aire libre, cuyo


objetivo debe girar en torno al desarrollo de habilidades para la vida, herramientas
de afrontamiento de problemas y control de estrés. Recordando que el estrés y la
falta de herramientas de afrontamiento son los principales factores de riesgo para
el consumo de drogas.

Contenido teórico (para el abordaje).

Entre las habilidades que debemos procurar desarrollar sugerimos:

a) Confianza en sí mismo: Para tener la seguridad de poder afrontar los retos


de la vida.

b) Empatía: Caracterizado por la capacidad de respetar la opinión de los


demás y la habilidad para escuchar y dialogar.

c) Validación emocional: Desarrollo de la capacidad que validan las


emociones de los demás como un proceso de aprendizaje, entendimiento
y expresión de la aceptación de la experiencia emocional propias y de los
demás.

d) Escuchan activamente: Poder mejorar las relaciones sociales y familiares


se requiere entrenarse en la escucha activa que consiste en prestar
atención no sólo a lo que la otra persona dice, sino lo que siente y lo que
expresa emocionalmente.

e) Autoconocimiento y autoestima: Definir el camino que siguen en la vida y


la capacidad de entender y valorar sus emociones.
f) Inteligencia social: Plantea la capacidad de elegir a quién les va a
acompañar en su viaje por la vida y alejándose, en la medida de lo
posible, de las personas tóxicas.

g) Reconocimiento de limitaciones y desarrollo de la capacidad de enfrentar


los retos.

h) Mecanismo de afrontamiento: Aumento de la capacidad de afrontar los


conflictos de manera serena y ayudara a los demás a hacerlo.

Descripción de la actividad.

Se propone el desarrollo de actividades de aprendizaje vivencial donde se


ponga en juego habilidades en un ambiente fuera del ámbito laboral. Estas
actividades deben combinar la acción de actividades, el riesgo controlado de
ejercicios individuales y grupales y la reflexión compartida. El tipo de trabajo
propuesto está encaminado a la acción y reflexión, donde los participantes tengan
la oportunidad de mirarse a sí mismos en la acción y ponen de manifiesto sus
creencias, sus emociones y sus habilidades para afrontar retos. Cada ejercicio
implicará un espacio para la reflexión que permite a cada participante y al equipo
identificar las habilidades que desean mejorar y las que quieren adquirir.

Planificación temporal.

Se plantea la necesidad de realizar un taller al año con grupos de 100


personas en un lugar fuera de la institución, preferentemente, al aire libre.

Modelo de evaluación.

Cada actividad deberá ser evaluada con la participación de los funcionarios


durante la realización de cada dinámica.

Bibliografía de soporte.

Preparación y Ejecución de Talleres de Capacitación: Una guía práctica. De


los autores Miguel Expósito Verdejo, Gesa Grundmanun, Luis Quezada, Luisa
Valdez. Editado por el Centro Cultural Poveda en 2001.

Cómo Mejorar Tus Habilidades Sociales: Programa de Autoestima,


Asertividad e Inteligencia emocional. Un libro de Elia Roca editado por ACDE en el
2015.
SÍNTESIS / ESQUEMA DE LA PROPUESTA

Factor de
N° de Base Metodología
Actividades Objetivo riesgo que Estrategia
sesiones científica sugerida
se modifica

Motivación
para la Baja
participación percepción
Información
11 y Modelo de la
motivación
conocimient cognitivo necesidad Dinámicas de Sesiones de
o sobre basado en de grupo y trabajo de 90
drogas información prevención conferencia minutos

Aumentar la
percepción Principios Baja Dinámica con
Percepción de
11 de riesgo del de percepción gafas de Taller
riesgo
consumo de prevención de riesgo del simulación dinámico de
alcohol NIDA alcohol alcohólica alcoholismo

Falta de
Desarrollar mecanismos
Desarrollo de
mecanismos Teoría del para afrontar Taller
habilidades 22
de Aprendizaj los retos de asertivo
para la vida
afrontamient e Social de la vida / Taller de vivencial al
o Bandura estrés asertividad aire libre
“HABLA CON TU HIJO SOBRE DROGAS”
Campaña para la promoción del diálogo sobre drogas entre padres e hijos

El uso y consumo de sustancias adictivas se ha convertido en la principal


preocupación de las familias en el Ecuador tanto por la marcada percepción de
facilidad para acceder a estos productos como la serie de eventos que han
ocasionado un aumento significativo de la percepción de peligro frente a esta
posibilidad como la presencia de drogas sintéticas altamente nocivas como la H o
aquella que está afectando a adolecentes de otros países como la droga Zombi.

Cuando hablamos de drogas nos referimos a toda sustancia natural, artificial o


mixta que introducida al organismo por cualquier vía altera el funcionamiento
normal del organismo y de manera especial el Sistema Nervioso central y que,
además, es susceptible de causar adicción. Bajo esta premisa se considera droga
aquellas sustancias que pueden ser legales como el alcohol o el tabaco, aquellas
ilegales como la Marihuana, la pasta base de cocaína, la heroína o el éxtasis y
aquellas legales pero que se obtienen bajo prescripción médica como las
benzodiacepinas.

Hay dos elementos que se producen en relación a la vulnerabilidad para el


consumo de drogas, la primera es la búsqueda de placer o de recompensa
emocional y la otra es la percepción de peligro respecto a las consecuencias del
uso y consumo de drogas.

Como referencia podemos anotar que la en un estudio denominado “Alcohol y


salud pública en las Américas: un caso para la acción”, realizado por la
Organización Panamericana de la Salud señala que Ecuador es el tercer país de
la región con mayor consumo de alcohol por habitante únicamente superado por
Argentina y Canadá. El consumo de alcohol en América es aproximadamente 40%
mayor que el promedio mundial, señalando que Ecuador tiene un consumo
promedio de 9,38 litros por habitante lo cual está muy por encima de la media
global que es de 6,2 litros”.

Paralelo a esto en la cuarta encuesta nacional sobre el consumo de drogas entre


adolescentes el 41% de los consumidores de alcohol señalan que lo han hecho
conjuntamente con otras drogas.

La acción de las drogas están vinculadas directamente con la producción y


funcionamiento de los neurotransmisores, especialmente la Dopamina y la GABA
(ácido gamma-aminobutírico) y que por lo tanto están en relación directa con el
funcionamiento del sistema de recompensas y placer. Esta es la razón por la cual
la evidencia científica vincula a la eficiencia de la prevención con la relación
afectiva del emisor del mensaje preventivo.

Los mensajes con contenido motivador y afectivo son más eficientes que los
mensajes amedrentadores y cognitivos. Bajo esta premisa podemos afirmar que la
prevención es la mejor estrategia contra las drogas y que la mejor estrategia de
prevención es la comunicación efectiva y afectiva de los padres con sus hijos.

La amenaza de las drogas representa el mayor riesgo para nuestros hijos por lo
tanto no podemos ni debemos delegar la comunicación sobre drogas a nadie, ni
siquiera al profesor o al psicólogo del colegio; somos nosotros, los padres, madres
o tutores los únicos que podemos hablar con ellos con una relación afectiva que
genere conductas de protección.

Dialogar sobre drogas con nuestros hijos es indispensable y ya es hora de tomar


conciencia y asumir el reto de prepararnos y dar el paso necesario para hablar con
nuestros hijos sobre drogas.

Hay tres razones por las cuales los padres hemos esquivado la responsabilidad de
hablar con nuestros hijos de drogas, la primera es porque creemos que el
problema de las drogas es exclusiva consecuencia del vendedor, del
microtraficante, del narcotráfico y por lo tanto la solución es la policía y el colegio
que debe impedir la venta de drogas. La segunda razón para evadir la
responsabilidad de hablar con los hijos de drogas es la falta de información veraz
para poder tener respuesta oportuna y la idea precisa. La tercera razón por la cual
no hablamos con nuestros hijos sobre drogas es porque no hemos generado un
vínculo de comunicación eficiente y afectivo que les dé a nuestros hijos la
confianza de abrirse con nosotros y a nosotros la habilidad para iniciar un diálogo
en confianza y respeto.

Hay que aprender a escuchar, provocar la conversación, establecer una relación


de confianza y complicidad. Muchas veces, los padres, para hablar con sus hijos
de temas delicados como las drogas, esperamos encontrar un momento ideal y un
ambiente propicio lo cual no se reconoce y se mantiene la postergación del
momento.

Esperar el momento preciso para hablar con nuestros hijos sobre drogas siempre
ha significado una pérdida de tiempo y una postergación peligrosa para generar en
nuestros hijos la conciencia necesaria para enfrentar el fenómeno psicosocial más
peligros en la vida de los seres que más queremos.
Esta campaña pretende convertirse en la oportunidad de tener la motivación, el
conocimiento y habilidad necesaria para conversar con nuestros hijos sobre
drogas y lograr personalidades fuertes que enfrente el fenómeno de las drogas y
los problemas de su vida sin caer en el consumo.

¿POR QUÉ?

Las primeras informaciones que nuestros hijos reciben sobre las drogas
acostumbran a ser incompletas, confusas Y, en muchos casos errónea; además
viene mezclada con los intereses propios de quien se la ofrece que puede ser
desde un profesor hasta un compañero que necesita que nuestro hijo consuma
para no sentir el dolor de ser la única víctima de este problema. Los padres,
madres o tutores, por otro lado, pueden ofrecer información seria, contrastada,
que no responda a mitos o modismos, sin exageraciones ni falsas moralinas y,
sobretodo, con la dosis de afecto y respeto que se requiere para moldear la
conducta y fortalecer la personalidad.

Los profesores u otros adultos considerados bien intencionados caen en el error


de proponer largos interrogatorios insistiendo sobre si piensan consumir drogas o
si las han tomado ya o hacen énfasis en el peligro o el castigo. Los padres por otro
lado proponen diálogos más abiertos y respetuosos, piden su opinión (qué piensan
del consumo de drogas, qué peligros ven en ello).

Por otro lado el hecho de los padres, madres o tutores hablen con los hijos sobre
drogas propicia que la defensa de las drogas se convierta en una afirmación de su
identidad propia identidad y fortalezca los lazos de amor y confianza entre padres
e hijos.

Esta campaña pretende generar la motivación necesaria para dar ese paso
fundamental para reforzar la personalidad de nuestros hijos hablando con ellos
sobre drogas. Esta motivación lleva a los padres a prepararse, a participar en
procesos de formación, a buscar el momento ideal y encontrarlo, a conocer mejor
a su hijo, a involucrarse en su mundo, a darle prioridad a sus necesidades y
problemas, a conversar con otros padres sobre la mejor forma de abordar a sus
hijos en las diferentes edades, a pedir a los establecimientos educativos que les
den espacios para reunirse y capacitarse sobre drogas y a los adolescentes les
dar{a la oportunidad de experimentar con sus padres una diálogo abierto que les
de los conocimientos sobre drogas, que mejore su percepción de peligro, que les
dé mayor control sobre los determinantes psicosociales del consumo, que cree
puentes entre sus padres y ellos y sobretodo les dará una personalidad más
fuerte. que los vuelva seguros frente al fenómeno de las drogas.

El apoyo de la familia es esencial para criar hijos sanos y bien adaptados sociales,
mental y físicamente y prevenir posibles problemas posteriores de conductas de
riesgo en la adolescencia lo cual redunda en la construcción de un ambiente más
sano y más propicio para la crianza y el desarrollo del niño.

Si bien hay factores genéticos, temperamentales y ambientales que contribuyen a


moldear el desarrollo del niño y del joven, la dinámica familiar desempeña una
función muy importante, en particular, de las investigaciones se desprende
claramente que una buena crianza y la relación con los padres es un poderoso
factor de protección frente al fenómeno de las drogas.

Si bien la relación con los pares puede ser el determinante más próximo al
consumo de drogas o a conductas de riesgo como la violencia, adicciones no
químicas o relaciones sexuales sin protección, la relación con los padres y la
estructura familia se presenta como un factor de riesgo o de protección en la
formación de la personalidad vulnerable o fuerte.

Si bien se reconoce la influencia que ejerce el grupo de pares, se sabe ahora que
la manera en que el adolescente elige a sus amigos depende en gran medida de
la relación que tenga con sus padres. Cuando los adolescentes tienen una buena
relación con sus padres, hay más probabilidades de que elijan amigos que ejerzan
una influencia favorable2.

Entre los propósitos del programa están:

 Establecer un diálogo sincero y basado en el amor entre los padres y los


hijos
 Llevará a los padres a buscar información, capacitación y asesoramiento
para poder asumir la responsabilidad
 Revelar que la prevención en el uso y consumo de drogas no sólo es
competencia de los establecimientos educativos o de las autoridades de
gobierno, sino que fundamentalmente es responsabilidad de los padres.
 Posicionar en el subconsciente colectivo que los padres son los principales
responsables de hablar con sus hijos sobre drogas
 Mejorará la comunicación de la familia fortaleciendo la estructura afectiva
de la misma.

El programa de motivación para hablar con los hijos de drogas no sólo tiene por
objetivo dotar a los hijos de conocimiento e información sobre drogas, sino a
mejorar los lazos de afecto en torno al valor de la vida y, además los siguientes
objetivos:

a) Fomentar relaciones constructivas en el seno de la familia;


b) Aumentar la supervisión y la vigilancia que ejerce la familia;
c) Promover la transmisión de los valores y expectativas de la familia

2
R. Simons y otros, “A test of latent trait versus lifecourse perspectives on the stability of adolescent

antisocial behavior”, Criminology, vol. 36, Nº 2 (1998), págs. 217 a 244


ALGUNOS ELEMENTOS PARA LA CAMPAÑA

1. Spot para televisión y redes sociales


2. Cuñas radiales
3. Canciones
4. Mensajes a través de afiches, redes sociales (viralizadas)
5. Página interactiva (donde padres y adolescentes puedan interactuar con
profesionales de la psicología especializados en prevención de drogas)
6. Página de Facebook donde los adolescentes puedan apuntar que ya
conversaron con sus padres sobre drogas así como dar su testimonio
7. Conferencias gratuitas para padres sobre cómo hablar con sus hijos sobre
drogas
8. Encuentro nacional de padres sobre hablar con sus hijos de drogas (se
trata de hacer un enveto donde se reúnan más de 5.000 padres y se cuente
con varios expositores y conferencistas (también testimonios)
9. Entrega de folleto sobre información básica del fenómeno de las drogas
FUNDAMENTOS PARA LA CREACIÓN DE UN SISTEMA DE ABORDAJE DEL
PROBLEMA DEL CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS EN
ESPACIOS PÚBLICOS DE QUITO BASADO EN EL MODELO POSTUGUÉS

Se han cumplido casi 20 años desde que Portugal descriminalizó el consumo de


estupefacientes y los resultados demuestran una reducciones del consumo de
heroína y cocaína y una baja en enfermedades asociadas como el VIH,
convirtiendo al modelo en uno delos mayores ejemplos a nivel mundial de
intervención en el consumo de sustancias sicoactivos.

A partir de noviembre del 2001, la adquisición, posesión y uso de drogas dejó de


ser un delito penal en Portugal. El consumo fue descriminalizado pero no
despenalizado. El consumo de sustancias psicoactivas ilícitas en áreas públicas
sigue siendo un acto punible en la ley, pero ya no es un comportamiento sujeto a
enjuiciamiento penal (y como tal se trata en los tribunales penales), pero se lo
considera un delito social.

Este cambio en la legislación portuguesa cambió la forma en que la sociedad


miraba al consumidor de drogas, dejando de lado el prejuicio que lo comparó con
un criminal y comenzaron a considerarlo como una persona que necesita ayuda y
apoyo de expertos.

Esta ley vino acompañada de varios cambios entre ellos la creación de los
Comités de disuasión de la drogadicción (CDT) y se han establecido servicios
especializados de aplicación de la ley, donde las personas que toman o poseen
drogas son remitidas por los agentes municipales especializados.

Los CDT están formados por equipos multidisciplinarios preparados para escuchar
al acusado (nombre que le dan en Portugal a las personas con delitos de posesión
o consumo de drogas), evaluar la gravedad de la situación y aplicar medidas como
la derivación a servicios de apoyo especializados, trabajar comunitarios o pago de
multa.

Estas comisiones han representado una respuesta eficiente para reducir el


consumo de drogas en Portugal. Su trabajo se lleva a cabo en estrecha
coordinación con otros servicios comunitarios locales, por lo que ayudar a las
personas con problemas de adicción a las drogas es una realidad.

Cualquier persona contactada por los agentes municipales por comprar, poseer o
consumir sustancias psicoactivas en espacios públicos, en cantidades que no
excedan el límite permitido por la Ley, es llevado al CDT más cercano. En el CDT,
es escuchado por técnicos capacitados en el campo de conductas adictivas y
adicciones y se evalúa su situación, consumo e infracción de la normativa.

Existen varios procedimientos para la aplicación de la Ley, que incluyen la


aplicación de medidas y sanciones, que tienen el propósito de disuadir el uso de
drogas en áreas públicas y promover la salud.

Si la persona ya ha sido sancionada anteriormente (reincidente), se aplica


medidas más fuertes que puede culminar en trabajo comunitario, multa o
presentación periódica en un lugar en particular, entre otras posibles sanciones.

En Portugal, actualmente, para numerosos acusados que llegan al CDT de la


mano de los agentes municipales estos servicios constituyen la "puerta de
entrada" al sistema de salud y apoyo especializado que de otra forma, difícilmente
lo buscaría. Este sistema ayuda y motiva para que el consumidor tome la iniciativa
de comenzar un proceso de recuperación. La legislación que prohíbe el consumo
de sustancias psicoactivas en espacios públicos, por sí sola no resuelve el
problema del consumo por eso es necesario complementar con los CSD que
pueden representar una oportunidad de vida, una posibilidad de efectuar un
cambio de comportamiento hacia un estilo de vida más saludable.

El trabajo que desarrollan en los Comités de disuasión de la drogodependencia


CDT se basa en el principio de disuasión del consumo, que es el modelo de
intervención que sustenta la acción y ha generado los mejores resultados en el
modelo Portugués.

La intervención en la disuasión se enfoca en evaluar las necesidades del


individuo, motivar el cambio de comportamiento, disuadir el consumo, derivar a
apoyo especializado a aquellos que presentan evidencia de adicción y requieren
tratamiento, rehabilitación o reintegración social; también proveen de información y
sensibilizar a las personas sobre los riesgos de su consumo.

PROPUESTA DE ORDENANZA PARA LA REGULACIÓN DEL CONSUMO DE


DROGAS EN ESPACIOS PÚBLICOS

El objetivo de la ley está enmarcad en:

 Desalentar el uso de drogas.


 Promover la integración social del usuario.
 Motivar y guiar a los adictos a las drogas hacia el tratamiento
 Promover la salud en general
 Identificar situaciones de no-adicción que necesitan seguimiento específico
 Intervención temprana entre los usuarios de drogas
 Informar y sensibilizar a los usuarios sobre los riesgos asociados con el uso
y abuso de drogas

Se crearán las Comisiones para la Disuasión del Uso de Drogas creadas para
evaluar este tipo de infracciones administrativas (consumo en espacios públicos).
Está constituida por autoridad administrativa con la facultad para determinar y
aplicar sanciones; son parte de la Secretaría de Salud del Municipio y se
encuentran respaldados por la ordenanza.

El infractor debe presentarse ante la Comisión y ser escuchado en un plazo


máximo de 72 horas y obtener una sanción que deberá cumplirse en un plazo de
35 días (siempre es posible suspender la sanción si el adicto se compromete
voluntariamente a someterse a tratamiento)

APOYO INTERNACIONAL

Para el diseño e implementación de esta propuesta contaremos con el apoyo de la


Servicio de intervención en comportamientos adictivos y dependencias del
Gobierno de Portugal.
PERFIL DE PROYECTO

a. NOMBRE DEL PROYECTO: Creación de un observatorio metropolitano de


drogas en el Distrito Metropolitano de Quito

SECTOR: Salud
DEPENDENCIA: Dirección de Promoción, Prevención y Vigilancia de la
Salud Pública.
EJE: Quito Ciudad Solidaria
PROGRAMA: Prevención de la enfermedad.

Política: S3. Promover el mejoramiento de las condiciones de vida de los


habitantes de Quito.
Objetivo: 3.5: La población quiteña ha adoptado estilos de vida saludables y ha
disminuido su exposición a factores críticos de riesgo (Plan Metropolitano de
Desarrollo y Ordenamiento Territorial 2015-2025)
Programa: Prevención de la Enfermedad.

b. CATEGORÍA DEL PROYECTO:

CATEGORÍA SUB CATEGORÍA


PROYECTOS DE GENERACIÓN DE
INVERSIÓN
CAPACIDADES SOCIALES

c. COBERTURA GEOGRÁFICA

El Proyecto de Identificación y Manejo de Factores de Riesgo con su componente


Salud Mental y Salud Sexual y Reproductiva se implementará a nivel Distrital a
través de sus 9 Administraciones Zonales.

d. JUSTIFICACIÓN

La falta de investigaciones y claridad en la comprensión de las problemáticas


asociadas al fenómeno socio económico de las drogas en el Distrito Metropolitano
contribuye a que las respuestas implementadas para atenderlas, no se dirijan a los
factores, situaciones, circunstancias determinantes que las generan. La
generación de estas problemáticas no responde a un patrón generalizado sino que
se configuran tomando en cuenta las particularidades sociales, económicas,
históricas de los ciudadanos que habitan las diferentes comunidades, barrios o
zonas de la ciudad.
Este hecho no se constata únicamente en la nula o escaza divulgación de
publicaciones, estudios o demás productos investigativos, sino también en la falta
de voluntad política, la reducida inversión, y el pobre debate en la comunidad.

Las respuestas que el municipio ofrezca a la ciudadanía deben basarse en la


realidad de sus necesidades y requerimientos. Realizar investigaciones sobre las
manifestaciones del fenómeno socio económico de drogas y sus determinantes es
la vía adecuada para fundamentar las decisiones que toman los encargados de
diseñar las acciones estratégicas.

Un observatorio metropolitano de drogas contribuye al desarrollo de planes,


programas y proyectos basados en evidencias. De esta manera se facilita la toma
de decisiones respecto al colocar la mejor información disponible y estudios
derivados de la investigación en el núcleo de la formulación y la ejecución de las
políticas. Además, el seguimiento y evaluación que realiza a las acciones
implementadas permite conocer cuáles fueron los resultados conseguidos, si estos
fueron deseados o no, identificar los elementos que contribuyeron al éxito o al
fracaso y dimensionar su impacto a mediano y largo plazo.

e. BREVE RESUMEN – DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO

La creación de un observatorio metropolitano de drogas en el Distrito


Metropolitano de Quito puede contribuir a facilitar la información que se considera
esencial para formular respuestas y la organización de servicios relacionados con
las drogas, así como datos sobre cuestiones de interés general relativas a este
problema. Además, de recabar y producir la información necesaria para la
elaboración de informes destinados al seguimiento y monitoreo de las drogas.

Un observatorio metropolitano de drogas (OMD) realiza tres funciones esenciales,


con sus propios recursos, o de manera conjunta con otros expertos dentro del
municipio e instituciones de la localidad:

 Diseño del diagnóstico y seguimiento de información a escala distrital.


 Análisis e interpretación de la información recabada
 Elaboración de informes y publicación de los resultados.

La principal publicación producida por un OMD es su informe distrital anual, o al


menos un documento de actualización sobre la situación del Distrito Metropolitano.
Además de este informe, puede esperarse de un OMD que elabore estudios ad
hoc y otros informes.
Los principales factores estratégicos que promueven la sostenibilidad de un OMD
son:

 El valor añadido percibido.


 La disponibilidad y combinación de recursos.
 Los procesos de producción cooperativa.

Para establecer el número de personas que deben trabajar en un OMD y la


formación que deben tener, debe considerarse lo siguiente:

 El equipo del OMD debe contar con las destrezas necesarias para abordar
todos los aspectos del marco de seguimiento e información. En este
sentido, entre los principales perfiles pueden figurar: epidemiólogos,
sociólogos, psicólogos u otros científicos sociales, toxicólogos, estadísticos,
criminólogos y analistas de políticas.
 Probablemente se requiera la totalidad de destrezas para la gestión y la
comunicación que se refieren a continuación: gestión general,
comunicación y redes, edición y divulgación, y actividades auxiliares de
secretaría.
 En algunos municipios con recursos muy limitados no les queda otra opción
que empezar con una sola persona. En tales condiciones, un observatorio
puede funcionar si parte de las funciones esenciales son asumidas por
socios externos clave (ej. una universidad), y el OMD se ocupa de coordinar
los procesos externalizados.

f. OBJETIVOS DEL PROYECTO

Objetivo general

Crear un Observatorio Metropolitano de Drogas para proporcionar al Distrito


Metropolitano de Quito información fáctica, objetiva, fiable y comparable relativa a
las drogas, las toxicomanías y sus consecuencias.

Objetivos específicos

 Obtener y dar seguimiento de datos a escala distrital.


 Analizar la información recabada.
 Elaborar informes y divulgar los resultados.

g. INDICADORES Y METAS
Objetivos Productos Indicadores Metas
Partida Crear partidas
Contratación de presupuestaria presupuestarias
profesionales para contratar a para contratar a
profesionales profesionales
Aprobación de la
Planificación del
Diseño del diagnóstico planificación del
diagnóstico
diagnóstico
Incorporar en los
Establecer procesos los
Control de calidad de
estándares de estándares de
los datos
calidad calidad
Obtener y dar establecidos
seguimiento
Recopilación de datos Implementación Diagnóstico
de datos a
en el terreno del diagnóstico implementado
escala distrital.
Conformación de
Creación de una red Red
una red
metropolitana de metropolitana de
metropolitana de
información sobre información sobre
información sobre
drogas drogas
drogas
Plan Aprobación de la
Establecimiento de un metropolitano de propuesta del
sistema distrital de acción para el plan de acción
información sobre sistema de para el sistema
drogas información sobre de información
drogas sobre drogas
Plan de análisis Aprobación del
Analizar la Análisis cuantitativo y
de la información plan de análisis
información cualitativo de
recabada de la información
recabada. información.
recabada
Priorizar el valor
Valor añadido de
Elaboración de añadido del
informes del
Elaborar informes del estudio informe del
estudio
informes y estudio
divulgar los Desarrollo de la Aprobación de la
Divulgación y
resultados. estrategia de estrategia de
comunicación de los
divulgación y divulgación y
resultados obtenidos
comunicación comunicación

El coste estimado debe basarse en una evaluación de los criterios que siguen:

 Los costes del OMD en concepto de personal y operaciones, incluidas las


reuniones con socios del nivel metropolitano, nacional e internacional.
 Los costes específicos asociados a la misión y las tareas del OMD abarcan los
tres procesos operativos principales: recogida de datos, análisis e
interpretación, e informes y publicaciones.
 Puede que resulte necesario formular planes financieros en los que se fijen los
costes de inversión anuales. Con todo, inicialmente, el coste estimado de la red
metropolitana de información sobre drogas no se conocerá y, normalmente, el
OMD no comenzará de inmediato a recabar datos mediante una encuesta
metropolitana. Esto significa que el presupuesto puede ser más limitado el
primer año de actividad. Sin embargo, en el segundo y tercer año, sí deben
considerarse objetivos presupuestarios, al menos como una perspectiva
razonable.
 La cuestión de la financiación no termina con el éxito en la búsqueda de
presupuestos; se encuentra estrechamente ligada a la capacidad del OMD
para generar productos y responder por el uso de fondos. Esto significa que, o
en el OMD, o en su institución anfitriona, debe haber alguien con unas sólidas
destrezas para la gestión administrativa y financiera.

h. DURACIÓN DEL PROYECTO

El plazo de ejecución del proyecto es de 3 AÑOS

También podría gustarte