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Las enfermeras estamos obligadas a brindar buen trato a todos los usuarios sin
importar su condición social, religión, orientación sexual y política. Es un
derecho humano indubitable.
La atención debe ser igual en una institución pública o privada. Vale la pena
aclarar que el buen trato en la atención no solo es responsabilidad de las
enfermeras sino que concierne a la totalidad de los actores de los equipos de
salud; pero es de quienes hay más quejas porque es el personal que representa la
mayor fuerza de trabajo en las diferentes instituciones y el que más tiempo
permanece junto al paciente.
Hay que reconocer la falta de información y educación a los usuarios sobre sus
derechos y responsabilidades. Es importante instruirlos al respecto.
Pero hacerlo en ambas vías para que sea recíproco el respeto desde las
enfermeras hacia los pacientes y de los pacientes hacia nosotras, porque serían
innumerables los tomos sobre las historias de maltrato hacia las enfermeras de
parte de los usuarios y su familia.
¿Qué espera el paciente o cliente de las enfermeras que los atienden? Respeto,
justicia, abnegación, solidaridad, compromiso, y ¿qué espera la familia del
paciente de las enfermeras? Respeto, bondad, empatía.
¿Que espera la sociedad en general de las enfermeras? Por sobre todo, buen trato
y respeto a sus derechos al solicitar servicios de salud. ¿Qué esperamos las
enfermeras de la sociedad? Igual que los pacientes: respeto y comprensión.
En un mundo extraño, con una serie de normas muy diferentes a las del hogar,
en estos momentos que pueden parecer insignificantes para alguien que no es
paciente, es cuando la enfermera debe dignificar a la persona humana con el
buen trato y respeto.
Pidiendo que se respete el derecho a la vida del periodista Ángel Alfredo Villatoro
y que exista armonía y paz en Honduras.