SEÑOR PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA CIVIL DE LA CORTE
SUPERIOR DE LIMA:
JUAN ALBERTO ROSSEL ACOSTA Abogado de ANGEL
PEREGRINO CHAVEZ ZARSOZA en la acción de amparo seguida contra JOSE CARLOS ALTAMIRANO PORTOCARRERO; a usted digo:
Que, para mejor resolver con relación a la contestación de la
demanda y sin perjuicio de lo anteriormente expuesto en el presente proceso, cumplo con exponer lo siguiente: 1. Debe desestimarse lo expuesto en la contestación de la demanda por parte del procurador público por cuanto equivocadamente sostiene “que los fundamentos esgrimidos por esta parte no están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente protegido de los derechos invocados; tanto más si el proceso de Otorgamiento de Escritura Pública únicamente persigue la formalización de un contrato privado, lo que no significa establecer derecho de propiedad de las partes, asimismo la ulterior inscripción del cuestionado derecho de propiedad no ha sido ordenada por el juzgador, el demandante puede hacer valer su derecho en la vía correspondiente a efectos de oponerse a la inscripción de los derechos de propiedad…….”. Esa es una errónea interpretación fáctica y jurídica, Señor Presidente, porque justamente la finalidad del derecho es la justicia con paz social y para eso se ha incluido en nuestro Código Civil el libro de los Registros Públicos, es así que el Principio de FE PUBLICA REGISTRAL ampara a los terceros adquirientes de derechos a base de los Registros. Este Principio es adoptado por todo ordenamiento jurídico registral que quiere proteger decisivamente las adquisiciones o cualquier otro acto que hayan producido confiados en el contenido del Registro. Para ello, en provecho de estos terceros adquirientes de buena fe, la ley reputa exacto el contenido de las inscripciones, aunque los términos de sus asientos no concuerdan con la realidad jurídica extra registral. En cuanto al principio de PUBLICIDAD REGISTRAL este presume JURIS ET DE JURE, que toda persona esta enterada del contenido de las inscripciones, por lo que el magistrado demandado, sabía que mi cliente era el titular del inmueble y debió convocarlo a proceso como litisconsorte. 2. La sentencia del Tribunal Constitucional que anula la de los inferiores jerárquicos de esta sede que el Supremo interprete de la Constitución ha destacado en constante y reiterada jurisprudencia que el proceso de amparo contra resoluciones judiciales “(…) está circunscrito a cuestionar decisiones judiciales que vulneren de forma directa derechos fundamentales toda vez que, a juicio de este tribunal, la irregularidad de una resolución con relevancia constitucional se produce cada vez que esta se expida con violación de cualquier derecho fundamental y no solo en relación con los supuestos contemplados en el articulo 4 del C.P. Const. (Exp. Nº 3179- 2004-AA, fundamento 14), y está fehacientemente acreditado que el presente caso debe entenderse como un proceso en el que se han vulnerado directamente derechos fundamentales. 3. Definitivamente, es un cuestionado proceso por cuanto se debió entenderse como litisconsorte con mi patrocinado. 4. Sin perjuicio de lo expuesto y para que se entiende que el Juez demandado ha viciado constantemente el proceso, por ejemplo, es de apreciarse que LA AUDIENCIA DE CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL SE HA REALIZADO CON FECHA POSTERIOR A LA INTERPOSICIÓN DE LA DEMANDA DE OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA, ES DECIR SE HA CONFIGURADO UNA INCONVALIDABLE CAUSAL DE NULIDAD ABSOLUTA, que el demandado jamás ha sancionado. 1. Es así, que una vez más y de forma escandalosa, se encuentra acreditado el agravio a la tutela juridiccional efectiva, por cuanto es evidente, que el Juzgado ordenó se admitiera la demanda teniendo pleno conocimiento que la audiencia en el centro de conciliación, además de nunca haber sido notificada, de, FUE EFECTUADA DENTRO DEL PROCESO JUDICIAL. 2. Para entablar cualquier relación jurídica se requiere el máximo de certeza sobre sus presupuestos, esta relación jurídica incluye los actos jurídicos procesales; es así, que si se va a comprar, que el vendedor es dueño, si se va a contratar con una sociedad, que esta tiene determinado capital y que persona actúa en nombre de ella, si se va ha aceptar una herencia, que el nombramiento se ha hecho en un testamento no revocado; incluso que si se va a contraer matrimonio si la otra persona tiene capacidad para ello…. Los ejemplos podrían multiplicarse, y la lógica es elemental, por lo que se concluye que el juridiccional no puede ordenar se ADMITA UNA DEMANDA CUANDO EL ACTA DE LA AUDIENCIA DE CONCILIACIÓN ACREDITA QUE ESTA SE HA REALIZADO DENTRO DEL PROCESO Y NO ANTES DE INTERPONER LA DEMANDA DE OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. 3. Es evidente que se materializa un fin ilícito, que fue notificado a un domicilio que no corresponde al de la demandada Elsa Marta Pastor Briones, a quien nunca se le permitió ejercer la defensa y en consecuencia, no pudo solicitar la intervención litisconsorcial de Angel peregrino Chávez Zarsoza como dueño del inmueble. 4. El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva consagrado en el inciso tercero del artículo 139° de la Constitución Política y artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil, y cuya cualidad de “efectividad” se desprende de su interpretación, de conformidad con los tratados internacionales sobre derechos humanos, como es el caso del artículo 8° de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el artículo 25.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, es un atributo subjetivo que responde a la necesidad de que el proceso cumpla realmente con sus fines a los que está llamado a cumplir, en la medida en que el proceso supone el ejercicio de la función jurisdiccional del Estado, y comprende un complejo de derechos que forman parte de su contenido básico: el derecho de acceso a la justicia, el derecho al debido proceso, el derecho a una resolución fundada en derecho (criterios jurídicos razonables) y el derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales (eficacia procesal). El Tribunal Constitucional peruano citando a Rafael Saraza Jimena, en su obra Doctrina constitucional aplicada en materia civil y procesal civil (Madrid, Civitas, 1994), asume la posición de considerar que “la vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva puede tener lugar, entre otras situaciones, cuando se produce el rechazo liminar de una demanda invocándose una causal de improcedencia impertinente; con la inadmisión de un recurso ordinario o extraordinario; con la aplicación de la reformatio in peius; y con la ejecución de la sentencia modificándose sus propios términos, o con su inejecutabilidad”. (Ver sentencia del 28 de enero de 2003, recaída en el expediente Nº 1546- 2002-AA/TC-Lima, publicada en el Diario Oficial El Peruano el día 4 de noviembre de 2003). En reiteradas sentencias del Tribunal Constitucional, como la considerada en la sentencia emitida en el expediente Nº 1087- 2004-AA/TC Lambayeque de fecha 20 de setiembre de 2004, y que han servido de sustento en numerosas ejecutorias supremas de la Corte Suprema, se ha establecido que:“(…) El derecho de acceso a la justicia –que forma parte del contenido del derecho de tutela judicial efectiva– no se agota en prever mecanismos uºde tutela, en abstracto, sino que supone posibilitar al justiciable la obtención de un resultado óptimo con el mínimo de empleo de actividad procesal, con la intención de permitirle acceder de modo real al servicio de justicia y obtenerla en el menor tiempo y al menor costo posible. (…)” . Por lo que el Juez demandado, simplemente debió declarar liminarmente improcedente la demanda. 5. El Tribunal Constitucional peruano, a través de reiterada jurisprudencia, considera que el derecho al debido proceso es un derecho “continente”; una alegación en abstracto de su supuesta lesión normalmente es una pretensión carente de concretización; no tiene un ámbito constitucionalmente garantizado en forma autónoma, sino que su lesión se produce como consecuencia de la afectación de cualesquiera de los derechos que lo comprenden (Ver fundamento 5 y 6 de la sentencia recaída en el expediente Nº 7289- 2005-PA/TC-Lima de fecha 3 de mayo de 2006; STC Nº 04587-2004-AA/TC, fundamento 27). 6. La Sala que resolviera en Primera Instancia no ha tenido a bien revisar ni advertir por ejemplo, que en el proceso judicial de la referencia el mal Juez accionado, al declarar inadmisible la demanda, indicó que se debía adjuntar acta de conciliación, sin embargo, contraviniendo todos los estándares establecidos y reguladores de proceso adecuado, el Juez dio por subsanada dicha omisión a pesar que es de advertirse que la audiencia de conciliación extrajudicial, lógicamente sin la citación de la demandada Elsa Marta Pasto Briones, fue realizada en fecha posterior a la interposición de la demanda, es decir, dentro del proceso. 7. Conforme es de apreciarse de la RESOLUCIÓN ADMISORIA Nº 2, emitida por el Juzgado, en ella se ordena se notifique mediante edictos, por lo que no debe obviarse este medio de notificación mientras no exista resolución que ordene la nulidad del admisorio en ese extremo. 8. Asimismo, al no haber sido anulada la resolución precitada y estando a la orden de notificación edictal, esta tampoco se ha verificado, de haberse materializado la misma esta parte pudo salir a juicio, hecho que ahora es imposible porque increíblemente los autos se encuentran en ejecución de sentencia. 9. Tampoco la Sala que actúa en Primera Instancia en este proceso constitucional tiene en cuenta que existen dos sentencias; en la “primera sentencia” de la misma fecha, que obra de fojas 81 a 83 en el expediente original y es la que vuestro Tribunal puede verificar en el presente expediente, la misma que se encuentra firmada por el Juez demandado, en la parte resolutiva se establece claramente: “Por estas consideraciones, en uso de las facultades conferidas por la Constitución y la Ley (no precisa que ley le faculta al Juez a expedir dos sentencias diferentes el mismo día), administrando Justicia a nombre de la Nación, con criterio de conciencia, el señor Juez del Cuadragésimo Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, ha resuelto: Declarar: A. Fundada la demanda de Otorgamiento de Escritura Pública de fojas 24 a 26 subsanada a fojas 33; en consecuencia la demandada GEORGINA RIVAS ROJAS debe: Otorgar la Escritura Pública del inmueble ubicado en el Jr. Domingo Angulo………..”, es decir, la obligada a materializar el hecho preexistente, según la sentencia referida es otra persona distinta a la Elsa Marta Pastor Briones. En este orden de ideas es de advertirse que de fojas 89 a 91 del referido expediente, EXISTE OTRA SENTENCIA, la misma que no está firmada por el entonces Juez José Carlos Altamirano Portocarrero, sino solamente por la especialista legal Mary Mendoza Salcedo, en la que si aparece la recurrente como obligada en la parte resolutiva, resolución que no tiene efecto alguno por cuanto no está firmada por el encargado de la Judicatura y viola el más elemental principio constitucionales al debido proceso y genera un gravísimo estado de indefensión. 10. Debe apreciarse que increíblemente el “error material” de la sentencia ha sido subsanado cerca de tres años después de emitirse dicha resolución y de quedar consentida.
POR TANTO:
Sírvase Ud., Señor Presidente, declarar fundada la presente
demanda.
OTROSI DIGO.- Que, ante que la causa sea sentenciada, solicito, se
me conceda el uso de la palabra para informar oralmente por el término perentorio de diez minutos.