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INTRODUCCIÓN

Desde los Albores de la civilización occidental, desde Roma y pasando por la


Inglaterra de Carlos V, han existido diferentes mecanismos mediante los cuales,
el poder de los gobernantes y en muchos casos déspotas, ha sido limitado por
mecanismos que aseguraban los derechos y libertades de la persona. En América
Latina, específicamente en Brasil, desde 1830 se introdujo la figura del Habeas
Corpus, y en 1897 se introduce recién en el Perú, mediante la Ley Nº 2253; así
sucesivamente ha sido recogido por las diferentes Constituciones que devinieron
con el tiempo, hasta la que tenemos en la actualidad. Sin Embargo, es preciso
señalar, la innegable sinergia existente, entre esta Garantía Constitucional y el
Órgano rector Introducido en la Constitución de 1993.

Ahora bien, ¿Que es un Habeas Corpus?, ¿Cuál es su finalidad?, aparte de


la Constitución ¿Sobre qué se basa el Habeas Corpus?, ¿Qué derechos Tutela? o
¿Cuál es el procedimiento a seguir?; son muchas de las preguntas que nos suceden
en el pensamiento, cuando esbozamos esta figura; sin embargo, a la luz de la
doctrina y la presente investigación podremos vislumbrar de manera directa y
sintética las respuestas a estas preguntas.

Por lo tanto, para la realización del presente trabajo de investigación


tenemos como OBJETIVO GENERAL: DETERMINAR la importancia del
Hábeas Corpus y sus Derechos Tutelados. Así también proponemos desarrollar
OBJETIVOS ESPECÍFICOS: IDENTIFICAR los instrumentos normativos que
regulan su aplicación y procedimientos y ANALIZAR el contenido, la ejecución
y efectos de una Sentencia que admite un Habeas Corpus.

Por lo tanto, para cumplir con nuestro propósito, este trabajo de


investigación se compone de cuatro capítulos: CAPÍTULO I:
GENERALIDADES, CAPÍTULO II: LEGISLACIÓN BÁSICA CAPÍTULO
III: DERECHOS PROTEGIDOS CAPÍTULO IV: TIPOS DE HABEAS
CORPUS CAPÍTULO V: IMPROCEDENCIA DE HABEAS CORPUS Y
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SUSTRACCION DE LA MATERIA CAPÍTULO VI: TRAMITE DEL


PROCESO DE HABEAS CORPUS Y CAPÍTULO VII: ANÁLISIS DEL
EXPEDINTE 2009-00560-0-2301-JR-P-1. Al final del trabajo de investigación,
anotaremos una serie de CONCLUSIONES que se derivan del trabajo académico.
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I. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

1.1. GACETA JURÍDICA (2008). Guía Rápida 1, Proceso de Hábeas Corpus


En síntesis a través de esta Guía se detalla todo el Procedimiento del Hábeas
Corpus, dado que es una obra de carácter operativo que combina el estudio teórico-
normativo de las figuras o temas contenidos en la regulación del proceso de hábeas
corpus, con la información jurisprudencial relevante, casos prácticos, cuadros
sinópticos, modelos de demandas y escritos; lo cual permite un mayor conocimiento
integral de los alcances de este proceso constitucional.

1.2. GACETA JURÍDICA (2015). Código Procesal Constitucional Comentado


Tomo I y II.

Este texto facilita la comprensión y análisis de los artículos del código procesal
constitucional vigente, lo que permite al lector un mayor acercamiento a la
jurisprudencia constitucional.
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II. MARCO TEORICO

CAPÍTULO N° 2.1.

GENERALIDADES

2.1.1. ANTECEDENTES
El Habeas Corpus, como prácticamente todas las figuras del Derecho
nacional, tiene un origen en el Derecho Romano, HERMILIO VIGO, nos dice que
“por el año 533 d.c. apareció en Roma, una institución denominada Interdicato
Romano del “HOMINE LIBERO EXHIBENDO”, que consistía en la interposición
de una acción posesoria, con la finalidad que se exhiba el cuerpo del hombre libre,
en este caso el que había sido víctima de la supresión de la libertad, a quien, se lo
debía exhibir ante el público y permitir si es posible, que este lo vea y lo
toque.(1989a, p.28)

Luego apareció en Inglaterra, pero ya de una forma más seria, con la famosa
“Carta Magna” proclamada por Juan Sin Tierra, en el año 1215, la misma que con
los años se convirtió en uno de los más grandes hitos históricos del derecho y de los
estados, constituyéndose como el referente para las futuras constituciones Políticas
del mundo.

Con la promulgación de la "Carta Magna", “se pone coto al desenfrenado


absolutismo de los monarcas, contra sus súbditos. A partir de ella se reconoce la
libertad individual, como un derecho inmanente a toda persona.” (Vigo, 1989b,
p.28)

Luego en Inglaterra, en el año de 1679, durante el reinado de Carlos, se da


la primera Ley de Habeas Corpus, con caracteres más bien definidos y como un
derecho esencial de los ciudadanos. “La misma estaba colmada de eficacia y
celeridad, para los efectos de la inmediatez y de una eficiente utilización, por parte
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de quienes necesitaban hacer uso de dicha acción. Posteriormente, en el año de


1816, dicha Ley es ampliada y complementada por un Estatuto, dictado durante el
reinado de Jorge III.” (Vigo, 1989c, p.28)

Posteriormente, con el devenir del tiempo, varios estados fueron adoptando


la institución del HABEAS CORPUS, adecuándola a su realidad nacional y socio
– política, pero el más resaltante como si no fuera obvio es el caso de Estados
Unidos, ya que además de tener la Constitución más longeva de sus historias, se
destacó por sus “MAXIMAS CONSTITUCIONALES” desde 1787.

En cuanto, se refiere a América Latina, es con el Brasil donde por primera


vez, va a sentar sus reales la institución del Habeas Corpus. Primero, en el código
penal de 1830, y posteriormente en el Código de Procedimiento Penales de 1832.
A México, llega en 1841 donde le dan otra denominación (tal como en la mayoría
de países de Centroamérica), es decir, le llaman Juicio de Amparo", el mismo que
ampara y garantiza entre otros derechos, al de la Libertad Individual. Formando
parte de un texto constitucional, con el país azteca recién aparece en el año de 1857.
Por su parte, en Guatemala, emerge el Habeas Corpus en el año de 1879, con la
Constitución de dicho año. (Vigo, 1989, p.30)

Por otro lado, según la Guía Rápida del Proceso Habeas Corpus, detalla los
hitos históricos en el Perú, respecto al proceso de hábeas corpus, teniendo estos:

1. “Que fue introducido en nuestro ordenamiento jurídico en


1897, a través de una ley del 21 de octubre. Esta norma
reglamentaba el artículo 18 de la Constitución de 1860, y fue
ampliada mediante Ley Nº 2253.

2. Más tarde, el Código de Procedimientos en Materia Penal de


1920 legisló sobre el hábeas corpus solo para los casos de
detenciones indebidas. En el mismo año, este mecanismo
procesal adquiere por primera vez rango constitucional, al ser
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introducido en la Constitución de 1920, que en su artículo 24


establecía lo siguiente: “Las personas aprehendidas o cualquier
otra podrán interponer; conforme a ley, el recurso de Hábeas
Corpus por prisión indebida”.

3. Luego, esta garantía ha sido incluida en las diversas


constituciones que se sucedieron. De este modo, la
Constitución de 1933 en su artículo 69 amplía la protección de
otros derechos distintos a la libertad personal. Durante la
vigencia de esta Norma Fundamental, se promulgó el Código
de Procedimientos Penales de 1940, que también reguló el
hábeas corpus en sus artículos 349 al 360.

4. Asimismo, mediante el Decreto Ley Nº 17083 de 1968, se


estableció que ciertos derechos serían tramitados según esta
norma, mientras que lo referido a los derechos a la libertad
personal, inviolabilidad de domicilio y libertad de tránsito se
regiría por las disposiciones del referido Código.

5. Así, en 1979, con la vigencia de esta Constitución se consagró


nuevamente este proceso a nivel constitucional, con la
salvedad de que se avocaba a la sola protección del derecho a
la libertad individual, dejando bajo la tutela del amparo los
derechos restantes (artículo 295).

6. Por otra parte, se promulgó la Ley Nº 23506, de Hábeas


Corpus y Amparo en 1982, que fue modificada por Ley Nº
25011 y complementada por Ley Nº 25398. Esta norma, en su
artículo 12, contenía los derechos y libertades conexos a la
libertad personal.
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7. Ahora bien, en 1993, con la entrada en vigencia de la actual


Constitución, se establece este proceso para la tutela del
derecho a la libertad individual, así como derechos conexos a
ella.

8. Finalmente, el 1 de diciembre de 2004 entró en vigencia el


Código Procesal Constitucional, Ley Nº 28237, que regulaba
específicamente este proceso constitucional.” (GACETA
JURIDICA, 2008, Pág. 16)

2.1.2. DEFINICIÓN
Para poder establecer que es el Habeas Corpus, siempre resulta un punto de
partida idóneo el recurrir a la legislación nacional, ya que nos suele dar el concepto
más acertado para empezar a investigar. Es así que en el numeral 1 del artículo 200
de la Constitución Política del Perú encontramos lo siguiente:

“Artículo 200.- Son garantías constitucionales:

1. La acción de hábeas corpus, que procede ante el hecho u omisión,


por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que
vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos
constitucionales conexos”.

Siendo aquí, es nuestra Constitución el primer concepto en orden de


jerarquía que encontramos, tenemos que el Habeas Corpus es una acción, es decir,
en Derecho Procesal una facultad que tenemos para poder impulsar la actividad
jurisdiccional, además nos dice que esta procede en causales de hecho, que en el
ámbito jurídico es el comportamiento o conducta de las personas, y las omisiones
obviamente el dejar de hacer algo que se debe hacer, es decir por ejemplo incumplir
una obligación.
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Además este artículo, agrega que cuando se trata de Habeas Corpus este
hacer o dejar de hacer debe ser cometido por parte de una autoridad, funcionario o
persona, resulta más sencillo que se sea especifico en este aspecto sobre los sujetos
que pueden activar con su conducta o inconducta esta facultad, pero hubiera bastado
con solo considerar el adjetivo de persona, puesto que un funcionario y una
autoridad en su esencia también lo son, pero esto solo nos ayuda a tener un alcance
más preciso.

La parte más relevante en este Artículo radica en que establece el motivo


por el cual se activa el Habeas Corpus, siendo este no otro que no sea la vulneración
o amenaza contra la libertad individual o derechos constitucionales conexos.
Cuando el concepto vertido nos dice que atenta contra la libertad, resulta sencillo
el entenderlo, pero en busca de ser más amplio usó unas palabras justo al terminar
que lo cambian todo, “Derechos Constitucionales Conexos”

Estos Derechos que, si los dejamos pasar, sin observarlos podría crearnos
una confusión total, en el devenir de todo nuestro trabajo, por ello nos apoyaremos
de Gerard Angles que nos dice que los derechos conexos siempre serán relativos a
proteger los intereses jurídicos de ciertos derechos principales por así llamarlos, o
de existencia ideal y que contribuyen a una mayor protección frente a la vulneración
de un derecho fundamental. (2010)

Entonces entendemos que estos buscan proteger de manera más amplia el


derecho fundamental, pues se entiende que este añadido al artículo buscaba dejar la
puerta abierta para que esta norma sea perecedera en el tiempo.

El Caso Benites, que recae en el Expediente Nº 02364-2008-PHC/TC


LIMA, grosso modo podemos decirles que cayó en improcedente, determinando la
sentencia que la demanda de Habeas Corpus no se configuraba ir el hecho de que
esta garantía protegía el derecho a la libertad, pero la defensa pretendió encastar
como derecho conexo el del debido proceso y tutela efectiva.
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Entonces aquí entra la Segunda Disposición normativa para conceptualizar


esta Acción, que no es más que el Código Procesal Constitucional, que nos dice en
su Art. 25 lo siguiente:

“Artículo 25.- Derechos protegidos Procede el hábeas corpus ante la


acción u omisión que amenace o vulnere los siguientes derechos que,
enunciativamente, conforman la libertad individual:

1) La integridad personal, y el derecho a no ser sometido a tortura o


tratos inhumanos o humillantes, ni violentado para obtener
declaraciones.

2) El derecho a no ser obligado a prestar juramento ni compelido a


declarar o reconocer culpabilidad contra sí mismo, contra su cónyuge,
o sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo
de afinidad.

3) El derecho a no ser exiliado o desterrado o confinado sino por


sentencia firme.

4) El derecho a no ser expatriado ni separado del lugar de residencia


sino por mandato judicial o por aplicación de la Ley de Extranjería.

5) El derecho del extranjero, a quien se ha concedido asilo político, de


no ser expulsado al país cuyo gobierno lo persigue, o en ningún caso
si peligrase su libertad o seguridad por el hecho de ser expulsado.

6) El derecho de los nacionales o de los extranjeros residentes a


ingresar, transitar o salir del territorio nacional, salvo mandato judicial
o aplicación de la Ley de Extranjería o de Sanidad.

7) El derecho a no ser detenido sino por mandato escrito y motivado


del Juez, o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito; o
si ha sido detenido, a ser puesto dentro de las 24 horas o en el término
de la distancia, a disposición del juzgado que corresponda, de acuerdo
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con el acápite “f” del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución sin
perjuicio de las excepciones que en él se consignan.

8) El derecho a decidir voluntariamente prestar el servicio militar,


conforme a la ley de la materia.

9) El derecho a no ser detenido por deudas.

10) El derecho a no ser privado del documento nacional de identidad,


así como de obtener el pasaporte o su renovación dentro o fuera de la
República.

11) El derecho a no ser incomunicado sino en los casos establecidos


por el literal “g” del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución.

12) El derecho a ser asistido por un abogado defensor libremente


elegido desde que se es citado o detenido por la autoridad policial u
otra, sin excepción.

13) El derecho a retirar la vigilancia del domicilio y a suspender el


seguimiento policial, cuando resulten arbitrarios o injustificados.

14) El derecho a la excarcelación de un procesado o condenado, cuya


libertad haya sido declarada por el juez.

15) El derecho a que se observe el trámite correspondiente cuando se


trate del procedimiento o detención de las personas, a que se refiere el
artículo 99 de la Constitución.

16) El derecho a no ser objeto de una desaparición forzada.

17) El derecho del detenido o recluso a no ser objeto de un tratamiento


carente de razonabilidad y proporcionalidad, respecto de la forma y
condiciones en que cumple el mandato de detención o la pena.

También procede el hábeas corpus en defensa de los derechos


constitucionales conexos con la libertad individual, especialmente cuando se trata
del debido proceso y la inviolabilidad del domicilio.”
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Y pues en este caso, se utilizó el último párrafo de este articulo 25, que habla
del debido proceso y la tutela efectiva, pero estos no resultan pertinentes, pues no
se había violado la libertad en ningún momento y el objeto de esta acción no es otro
que el de la protección de la libertad individual, que implica en sentido general la
libertad física de una persona, y hubiera resultado pertinente una acción de Amparo.

Y esta respuesta se encuentra respaldada por lo Expuesto en el Exp. Nº


2336-2003-HC/TC, que nos dice: “es una institución cuyo objetivo consiste en
proteger la libertad personal, independientemente de la denominación que recibe el
hecho cuestionado (detención, arresto, prisión, secuestro, desaparición forzada,
etc.)”, haciendo referencia al Habeas Corpus.

Y como ultimo tenemos a la Opinión Consultiva OC-9/87 Nº 29, de la Corte


Interamericana de Derechos Humanos, que nos dice amplia los contornos del
Habeas Corpus diciéndonos que: "es esencial la función que cumple el hábeas
corpus como medio para controlar el respeto a la vida e integridad de la persona,
para impedir su desaparición o la indeterminación de su lugar de detención, así
como para protegerla contra la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanas o
degradantes".

2.1.3. Objeto y finalidad


La Constitución, así como propagan los Derechos Fundamentales de las
personas, se encuentra obligada de establecer los mecanismos que los regulen y
garanticen su efectividad, es así la única forma que el criterio de la eficacia sería
aplicable para estos derechos.

Las acciones de garantías constitucionales, tiene por objeto el reponer las


cosas al estado anterior a la violación de un derecho constitucional, es así que
Hermilio Vigo Zeballos, nos dice que “los legisladores han querido determinar qué
objetivos se persiguen y cuál es la finalidad misma del Habeas Corpus, en pocas
palabras cual es la esencia y razón de ser de esta acción de garantía. (1989a, p.76)
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Hermilio Vigo Zeballos, citando a Ortecho Villena, quien refiere que “el
objeto de las acciones de garantía es, suspender la violación y restituir el derecho
que ha sido vulnerado o amenazado” y citando también a Balbín Guadalupe, refiere
que “el objeto de la acción de Habeas Corpus es, obtener resolución sobre la libertad
de una persona, que ha sido detenida ilegalmente.” (1989b, p.76)

Ya se tiene más claro que el objeto del Habeas Corpus no es otro que
restablecer el derecho individual que había sido perdido, o el cese de su peligro u
amenaza cuando se presente esta circunstancia.

El hecho de devolver el derecho arbitrariamente perdido, o mellado, resulta


de interés del Estado, como ya lo hemos mencionado anterior mente, en aras de
proteger los Derechos que su Constitución concede, es decir que también sus
autoridades y funcionarios en general, no se excedan en el ejercicio de sus
obligaciones encomendadas o en aras de aplicar “justicia” como lo venimos viendo
en los últimos años, con las polémicas prisiones preventivas.

Y respecto a su finalidad, el Artículo II del Título Preliminar del Código


Procesal Constitucional precisa de manera expresa:

“Artículo II.- Fines de los procesos constitucionales:


Son fines esenciales de los procesos constitucionales garantizar la
primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos
constitucionales”.

Siendo este muy claro y preciso no resulta necesario hacer una explicación
más profunda, pero si es requerido para el presente trabajo de investigación el
especificar la finalidad específica del Habeas Corpus, que como el Art. 1 de la ley
citada anteriormente tenemos que:

“Artículo 1.- Finalidad de los procesos:


Los procesos constitucionales [de hábeas corpus, amparo, hábeas data
y cumplimiento] tienen por finalidad proteger los derechos
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constitucionales, reponiendo las cosas al estado anterior a la violación


o amenaza de violación de un derecho constitucional, o disponiendo
el cumplimiento de un mandato legal o de un acto administrativo
(…)”.

Dejando estos conceptos más que claro, cual es la finalidad de este


proceso, el de restituir las cosas al estado anterior a la amenaza o
vulneración del derecho a la libertad individual o, de no ser posible,
declarar la existencia de una vulneración con la finalidad que esta no
vuelva a repetirse (en el caso del hábeas corpus innovativo, por
ejemplo, se busca que los actos lesivos no se repitan en el futuro en el
caso particular del accionante, aun cuando la lesión o amenaza hubiere
cesado). (GACETA JURIDICA, 2008, p.14)
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CAPÍTULO N° 2.2.

LEGISLACIÓN BÁSICA

2.2.1. LEGISLACIÓN NACIONAL

Como bien se ha detallado, el Habeas Corpus es una Garantía Constitucional


que compete la libertad física y corporal de las personas; esta Garantía se basa en
la restitución de la libertad de una persona que ha sido vulnerada o amenazada por
actos u omisiones dadas (detención o prisión arbitraria de un ciudadano) por parte
de las autoridades, funcionarios o particulares. Este procedimiento está destinado a
proteger el derecho a la libertad personal y busca que una persona privada de su
libertad pueda obtener su inmediata puesta a disposición de la autoridad judicial
competente a fin de que resuelva su detención o libertad.

Por ello, como antecedente para poder adentrarnos en la legislación nacional


en el Proceso de Habeas Corpus según lo relatado por el autor Domingo García
(1979) es hablar de lo siguiente:

El Habeas Corpus en el Perú atraviesa dos periodos: a) desde 1897 a


1920, que marca su nacimiento y se aplica en la defensa de la libertad
corporal, y b) de 1920 a nuestros días, que incluye a su vez dos sub-
periodos, i) de 1920 a 1933, en que hace su ingreso por vez primera a
un texto constitucional, aunque por las circunstancias políticas de
aquel entonces no llega prácticamente a funcionar, y ii) de 1933 al
presente, que se hace extensivo para la defensa de todos los derechos
individuales y sociales. Cada uno de estos periodos encierra un
número muy variado de dispositivos legales que es preciso analizar
por separado. (p. 23)
15

Estos periodos y la legislación emitida de aquellos años, fue quizá el punto


de partida para la consolidación de la Legislación actual que engloba el
procedimiento del Habeas Corpus, siendo estas las siguientes:

A. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ DE 1993.-

En nuestra actual y vigente Carta Magna, el proceso de Habeas Corpus


se encuentra previsto en el artículo 200, el cual expresa lo siguiente:

“Artículo 200.- Son Garantías Constitucionales:


1. La Acción de Habeas Corpus, que procede ante el hecho u
omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o
persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o los
derechos constitucionales conexos.”

El procedimiento de Habeas Corpus defiende los derechos de libertad


individual y la integridad personal que se vean violentados, por ello “La
Constitución ha consagrado el proceso de habeas corpus como la garantía
que procede contra el hecho u omisión, de parte de cualquier autoridad,
funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o los
derechos constitucionales conexos a ella, especialmente cuando se trata del
debido proceso y la inviolabilidad de domicilio” (Rioja, 2018, p.314). En
ese sentido, “la Constitución nos plantea de modo general, y a través de una
redacción sencilla, los derechos que serán protegidos por este proceso
constitucional. Sin perjuicio del catálogo de derechos que integran el
derecho a la libertad individual contenidos en el Código Procesal
Constitucional” (Gaceta Jurídica, 2008a, p.20).

Por ello, el contar con una garantía constitucional cuyo objetivo es la


protección de los derechos de libertad individual de una persona es de
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importancia para las personas; dado que la existencia de esta Garantía


permite que el derecho a la libertad no se vea quebrantado sin razón alguna.

B. CÓDIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL, LEY N° 28237.-

El Código Procesal Constitucional cuya entrada en vigencia fue el 01


de diciembre del 2004, está constituido por el conjunto de procedimientos
constitucionales y órganos que son destinados a preservar la supremacía de
la Constitución a través de un cuerpo normativo que incorpora una serie de
disposiciones aplicables al habeas corpus. “Así, regula a través de las
disposiciones generales, aplicables a los procesos de habeas corpus, amparo,
habeas data y cumplimiento que van desde el articulo 1 al 24; así como las
de carácter específico, contenidas en los artículos 25 al 36” (Gaceta Jurídica,
2008b, p.21). Como se aprecia, en nuestro código procesal constitucional
dentro de sus artículos se encuentra una marcada protección de derechos
constitucionales: sin embargo en su artículo 25 se busca resaltar otros
derechos de igual importancia para la persona, al respecto Abad, Danós,
Eguiguren, García, Monroy, Oré (2008) señalan lo siguiente:

Frente a esta aparente reducción del elenco de derechos


constitucionales que protege el habeas corpus, el Código procesal
Constitucional acoge otros nuevos de singular importancia, como
el derecho a la integridad personal (artículo 25.1) que implica que
nadie puede ser lesionado o agredido físicamente, ni ser víctima
de daños mentales o morales que le impidan conservar su
estabilidad psicológica o emocional; además, este derecho está
integrado por la prohibición de torturas y otros tratos crueles
inhumanos o degradantes. Asimismo, debe destacarse que el e
derecho a la inviolabilidad de domicilio pasa a formar parte del
ámbito de tutela del habeas corpus (artículo 25, in fine), lo que
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resulta razonable atendiendo a la ampliación que ha merecido en


la jurisprudencia comparada el concepto de domicilio o, de modo
más exacto, el replanteamiento de la forma típica de entender los
supuestos en los que se produce una lesión a este derecho. (p. 55-
56)

Entonces, el código procesal constitucional busca no solo amparar los


derechos de libertad individual, sino que además establece el resguardo de
otros derechos de vital importancia para la persona.

C. LEY ORGÁNICA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, LEY


N° 28301.-

El máximo intérprete de la Constitución es el Tribunal Constitucional,


el cual es un órgano supremo que no solo interpreta, también controla la
constitucionalidad. Su Ley Orgánica publicada en el diario oficial El
Peruano el 23 de julio del 2004 “se encarga de regular el funcionamiento del
Tribunal Constitucional como órgano supremo de interpretación y control
de la constitucionalidad (artículo 1), en cuanto a sus atribuciones y
competencia (artículo 2); así como la forma en que resuelve los procesos
constitucionales (artículo 5), (…)” (Gaceta Jurídica, 2008c, p.22). Esta Ley
busca dar mayor solidez al Tribunal Constitucional y establecerlo como
máximo intérprete de la Constitución.

D. LEY ORGÁNICA DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO, LEY N°


26520.-

La Ley Orgánica de la Defensoría del Pueblo publicada el 8 de agosto


de 1995 en el diario oficial El Peruano “regula la competencia de este órgano
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constitucional para interponer demandas en los procesos constitucionales de


la libertad, entre los que se encuentra el proceso de habeas corpus, de
conformidad con el numeral 2 de su artículo 9” (Gaceta Jurídica, 2008d,
p.23), articulo el cual indica:

“Artículo 9.- El Defensor del Pueblo está facultado, en el ejercicio de


sus funciones, para:
(…)

2.- Ejercitar ante el Tribunal Constitucional la acción de


inconstitucionalidad contra las normas con rango de ley a que se refiere
el inciso 4), del artículo 200 de la Constitución Política, asimismo, para
interponer la Acción de Habeas Corpus, Acción de Amparo, Acción de
Habeas Data, la Acción Popular y la Acción de Cumplimiento, en tutela
de los derechos constitucionales y fundamentales de la persona y de la
comunidad”

E. CÓDIGO PROCESAL PENAL, DECRETO LEGISLATIVO N°


638.-

El Código Procesal Penal ha sido creado con la finalidad de que cumpla


la función de investigar, identificar y sancionar las conductas que
constituyen delitos, con el propósito de preservar el orden social. Su entrada
en vigencia nos lleva a resaltar las distintas etapas y actos del proceso penal
que son de importancia para saber cómo actuar ante un mandato de
detención preventiva dictado por el juez penal, entre otros; ello tal cual se
encuentra establecido en su artículo 135 .- Mandato de detención y su
artículo 137.- Duración de la detención.
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F. CÓDIGO DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES, LEY N° 27337.-

El Código del Niño y Adolescentes es una ley implantada por el


gobierno peruano con la finalidad de garantizar y cuidar que los derechos
de todas las niñas, niños y adolescentes sean respetados. En el artículo 186°
de este código delimita la legitimación del proceso de habeas corpus, el cual
detalla que un adolescente puede impugnar una orden que lo prive de su
libertad o interponer una demanda de habeas corpus ante un juez
especializado.

G. LEY ORGÁNICA DE ELECCIONES, LEY N° 26859.-

En el artículo 344 de esta Ley Orgánica establece que en los casos que
se presente una detención ilegal dentro de las 24 horas antes o el mismo
día de las elecciones, el elector o miembro mes puede solicitar su
liberación mediante el proceso de habeas corpus, siempre que no haya
cometido delito flagrante alguno.

H. LEY N° 24710, LA PERSONA PROCESADA, ACUSADA O


CONDENADA COMO AUTOR, CÓMPLICE O ENCUBRIDOR
DE ALGÚN DELITO QUE SE ENCUENTRE EN OTRO
ESTADO, PUEDE SER EXTRADITADA.-

La Ley N° 24710, en su artículo 31 establece que quien haya sido


arrestado al ser parte de un proceso de extradición o no ha sido puesto a
disposición de un juez competente dentro de las 24 horas posteriores a su
detención, podrá presentar su demanda de habeas corpus a fin de conseguir
su liberación.
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2.2.2. LEGISLACIÓN SUPRANACIONAL

“Los derechos humanos y su protección son el supuesto básico


del funcionamiento de todo sistema democrático” (GARCÍA,
1995, p.115).

El Habeas corpus ha sido una garantía establecida en los principales


instrumentos internacionales como recurso efectivo para el reconocimiento del
derecho a la libertad.

A. DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS


HUMANOS.-

La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue adoptada y


proclamada por la Asamblea general de las Naciones Unidas el 10 de
diciembre de 1948, reconociendo entre lo más importante los derechos a la
vida, libertad y seguridad personal (artículo 3). Al respecto, en la Asamblea
General 217 A (III) en su artículo 8 nos dice que:

“Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los


tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos
que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
constitución o por la ley”.

B. PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y


POLITICOS.-

Adoptado y abierto a la firma por la Asamblea General de las Naciones


Unidas, por medio de la Resolución 2200 A (XXI) el 16 de diciembre de
1966, donde reconoce el derecho a la vida, vinculado a la prohibición de
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formas arbitrarias de privación (artículo 6). Así como también lo estipulado


en su artículo 9, numeral 4 que dice:

“Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detención


o prisión tendrá derecho a recurrir ante un tribunal, a fin de que
éste decida a la brevedad posible sobre la legalidad de su prisión
y ordene su libertad si la prisión fuera ilegal”.

C. DECLARACIÓN AMERICANA DE LOS DERECHOS Y


DEBERES DEL HOMBRE.-

Esta Declaración fu aprobada en la Novena Conferencia Internacional


en Colombia en 1948, reconoce los derechos a la vida, libertad y seguridad
personales, así como el derecho que tiene una persona a fijar su residencia
en el territorio nacional y a transitar libremente, etc.

D. CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS


HUMANOS.-

Esta Convención celebrada el 22 de noviembre de 1969 en San José de


Costa Rica, se suscribió el llamado Pacto de San José aprobado por la Ley
16 de 1972. Esta Convención, recoge una serie de derechos que son
tutelados a través del proceso de habeas corpus entre los cuales tenemos
como el derecho a la integridad de la persona, derecho a la libertad y
seguridad personales, etc.
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CAPÍTULO N° 2.3.

DERECHOS PROTEGIDOS

2.3.1. DERECHOS QUE CONFORMAN LA LIBERTAD INDIVIDUAL

A. DERECHO A LA INTEGRIDAD PERSONAL.-

El derecho a la integridad personal es aquel derecho humano


fundamental y absoluto que tiene su origen en el respeto debido a la vida y
sano desarrollo de ésta. Es el derecho al resguardo de la persona, en toda su
extensión, bien sea en su aspecto físico como mental.

En ese sentido, La Integridad física, en estricto, implica la


preservación de todas las partes y tejidos del cuerpo, es decir, está
relacionada directamente con el estado de salud de las personas. La
integridad psíquica es la conservación de todas las habilidades
motrices, emocionales e intelectuales, mientras que la integridad
moral hace referencia al derecho de cada ser humano a desarrollar
su vida de acuerdo a sus convicciones. De ahí que su
reconocimiento debe traslucirse en que nadie puede ser lesionado
o agredido físicamente, ni ser víctima de daños mentales o morales
que le impidan conservar su estabilidad psicológica. (Carruitero y
Gutiérrez, 2008, p.84)

Sobre la integridad personal nuestra Constitución en el numeral 1 del


artículo 2, reconoce que toda persona tiene derecho: A su integridad moral,
psíquica y física, y a su libre desarrollo y bienestar. “Por otra parte, el derecho
a la integridad psíquica persigue la protección del estado psicológico de la
persona, proscribiendo cualquier conducta que pueda alterar su equilibrio.”
(Gaceta Jurídica, 2008, p.35). Ante esto es importante delimitar que los actos
23

que quebranta la integridad física de la persona son aquellos actos se realicen


sin consentimiento alguno por ejemplo la hipnosis no voluntaria, la aplicación
del suero de la verdad, las cámaras escondidas, situaciones que ponen en
riesgo a la persona por existir una privación de la libertad corporal o
sometiéndolas a presión psicológica, también existe quebrantamiento de la
integridad al manipular el régimen de visitas a los hijos, suspensión de
alimentos o amenazas de arrebatar a los hijos, así como el bullying en las
instituciones educativos por parte del alumnado o de los docentes, los cuales
originan daños psicológicos irreparables en el ser humano.

B. DERECHO A NO SER SOMETIDO A TORTURA O TRATOS


INHUMANOS O HUMILLANTES, NI VIOLENTADO PARA
OBTENER DECLARACIONES.-

Respecto al derecho a no ser sometido a tortura, tratos crueles,


inhumanos o humillantes, el colegiado ha establecido que son derechos
íntimamente vinculados a la integridad personal; es así, que nuestra Carta
Magna prohíbe la tortura y los tratos crueles, inhumanos o humillantes como
una garantía de la libertad física lo cual esta detallado en el numeral h) inciso
24) del artículo 2 de nuestra Constitución, entonces:

(…) ¿Por qué si en este inciso se reconoce el derecho a la


integridad personal, in genere, la Constitución hace prohibición
expresa de las practicas que la vulneran entre las garantías de la
libertad y seguridad personales? El sentido de la disposición
constitucional tiene directa vinculación con el valor de la prueba en
el proceso penal. La prohibición acotada tiene como propósito
impedir que el detenido se auto inculpe, brinde información o
proceda a delatar a otros mediante el uso de la violencia en
cualquiera de sus modalidades, sea física, psíquica o moral. De ahí
24

que en la última parte del parágrafo h) se sancione que “carecen de


valor las pruebas obtenidas por la violencia”. (Mesía, 2007, p.17)

Como se aprecia la integridad personal no solo implica el respeto y


resguardo hacia la persona; nuestra constitución busca regular todo acto de
violencia que pueda desencadenar un quebrantamiento a la integridad fisca y
mental de cada persona, desacreditando de esta manera el grado de violencia
que conlleve a la tortura que pueda sufrir una persona sea culpable o inocente
de los cargos que se le imputen. “Así, serán consideradas como tortura las
conductas que encajen en algunos de los supuestos antes descritos, mientras
que estaremos ante una situación calificable como trato inhumano siempre
que se ocasione en la persona sufrimientos de especial intensidad y frente a
un trato degradante si la ejecución de la pena y las formas que esta revista,
traen consigo humillación o una sensación de envilecimiento de un nivel
diferente y mayor al que ocasiona la sola imposición de una condena.”
(Donayre, 2005, p.104-105). En tal sentido, en casos como este, procede el
denominado hábeas corpus correctivo ante actos u omisiones que importen
violación o amenaza, en principio, del derecho a la vida, a la salud, a la
integridad y, de manera muy significativa, del derecho al trato digno y a no
ser objeto de penas o tratos inhumanos o degradantes.

C. DERECHO A NO SER OBLIGADO A PRESTAR JURAMENTO


NO COMPELIDO A DECLARAR O RECONOCER
CULPABILIDAD CONTRA SÍ MISMO, CONTRA SU CÓNYUGE
O SUS PARIENTES DENTRO DEL CUARTO GRADO DE
CONSANGUINIDAD O SEGUNDO DE AFINIDAD.-

“Nos encontramos frente al derecho de toda persona a no ser


sentenciada con pruebas prohibidas, es decir a aquellas que se
25

obtienen con violación de los derechos humanos. La


obligación a prestar juramento, de decir la verdad en el proceso
o el de ser forzado a declarar o reconocer culpabilidad contra
uno mismo o contra los parientes más cercano, constituye un
método ilícito que se traduce en la obtención de una verdad
que por sí mismo es nula y no puede ser instrumento para
condenar un juicio a una persona.” (Mesía, 2007, p.18).

Por ello declarar o juramentar contra sí mismo (autoincriminación) o de


sus familiares consanguíneos o afines hasta el cuarto grado, atenta contra este
derecho, buscando así proscribir cualquier tipo de violencia que se pretenda
ejercer sobre la persona, independientemente del vínculo que lo una a otras.

D. DERECHO A NO SER EXILIADO, DESTERRADO O


CONFINADO SINO POR SENTENCIA FIRME.-

Primero se debe tener en cuenta que “exiliar”, consiste en expulsar a una


persona de un territorio o expatriarla por motivos de índole política. Cuando
se habla de “desterrar”, se hace alusión a echar a una persona de un territorio
existiendo de por medio una decisión judicial que así lo ordene o un mandato
gubernamental. Finalmente, en el caso del término “confinar”, hacemos
referencia a desterrar a alguien, indicándole un lugar de residencia que será
obligatorio. Sobre la aplicación de este derecho, al respectos podemos decir
que aun cuando el texto expreso de esta norma no haga referencia a todos los
supuestos contemplados en el Código Procesal Constitucional, no debe
limitarse solo a lo señalado en su redacción, sino que debe ampliarse el
espectro de protección que abarca a los otros supuestos, en la medida en que
son conceptos íntimamente relacionados.
26

E. DERECHO A NO SER EXPATRIADO NI SEPARADO DEL


LUGAR DE RESIDENCIA SINO POR MANDATO JUDICIAL O
POR APLICACIÓN DE LA LEY DE EXTRANJERÍA.-

Los peruanos de nacimiento o por nacionalización pueden sr sujetos se


expatriación en nuestro país; sin embargo, los extranjeros no se encuentran
dentro de esta figura ya que ellos se encuentran dentro de la figura de la
expulsión, puesto que estos no tienen por patria al Perú.
Por otro lado, este derecho individual pierde su vigencia cuando existe
una sentencia judicial de por medio debidamente consentida y ejecutoriada
por la comisión de algún tipo de delito tipificado en el Código Penal. “(…)
en el caso de los extranjeros no se requiere de la imposición de alguna sanción
proveniente de un órgano judicial, sino que será decretada por la autoridad
administrativa competente, que en este caso viene a ser la Dirección General
del Gobierno Interior a propuesta de la Dirección de Migraciones y
Naturalización, a través de una resolución en donde constará el plazo dentro
del cual debe abandonar el país.” (Gaceta Jurídica, 2008, p.43), ello acorde al
proceso administrativo que se llevó a cabo respetando los derechos
fundamentales.

F. DERECHO DEL EXTRANJERO, A QUIEN SE HA CONCEDIDO


ASILO POLÍTICO, DE NO SER EXPULSADO AL PAÍS CUYO
GOBIERNO LO PERSIGUE, O EN NINGÚN CASO SI
PELIGRASE SU LIBERTAD O SEGURIDAD POR EL HECHO
DE SER EXPULSADO.-

“La Constitución señala que la persona cuya extradición se


solicita tiene los derechos reconocidos en los tratados de los
que el Perú es parte, los cuales se aplican según el principio de
reciprocidad. Prohíbe que se la conceda si es que ha sido
27

solicitada con el fin de perseguir o castigar por motivos de


religión, nacionalidad, opinión o raza. También está prohibida
la extradición por delitos políticos o por hechos conexos a
ellos.” (Mesía, 2007, p.19).

Este derecho asegura que mientras se mantenga la calidad de asilado


ningún organismo estatal pueda expulsarlo del país. El habeas corpus, en este
caso servirá para proteger a la persona de ostracismos de la cual poder ser
víctima sin la existencia de mandato judicial o se encuentre en juego su vida
o integridad.

G. DERECHO DE LOS NACIONALES O DE LOS EXTRANJEROS


RESIDENTES A INGRESAR, TRANSITAR O SALIR DEL
TERRITORIO NACIONAL, SALVO MANDATO JUDICIAL O
APLICACIÓN DE LA LEY DE EXTRANJERÍA O DE SANIDAD.-

“(…) La libertad de tránsito consiste en el derecho a transitar por el


territorio nacional, en salir de él y entrar en él. Del mismo modo, el Tribunal
Constitucional ha indicado que “la facultad de libre tránsito comporta el
ejercicio del atributo de ius movendi et ambulandi. Es decir, supone la
posibilidad de desplazarse autodeterminativamente en función de las propias
necesidades y aspiraciones personales, a lo largo y ancho del territorio, así
como a ingresar o salir de él, cuando así se desee.” (Gaceta Jurídica, 2008,
p.45). Esto nos lleva a determinar que el ejercicio de este derecho puede ser
ejercido tanto por nacionales como extranjeros que posean la residencia de
nuestro País.

H. DERECHO A NO SER DETENIDO SINO POR MANDATO


ESCRITO Y MOTIVADO DEL JUEZ O POR LAS
AUTORIDADES POLICIALES EN CASO DE FLAGRANTE
DELITO; O SI HA SIDO DETENIDO A SER PUESTO DENTRO
28

DE LAS 24 HORAS O EN EL TÉRMINO DE LA DISTANCIA A


DISPOSICIÓN DEL JUZGADO QUE CORRESPONDA.-

Este derecho nos señala que la detención de una persona procederá


únicamente por mandato judicial escrito y motivado; es decir, al primero de
ellos se hace necesario un principio de prueba de su existencia y con la
finalidad de identificar a la autoridad responsable que ha dictado el mandato
y con la motivación se exige que esta sea suficiente y razonada. El plazo de
24 horas constituye un límite máximo de detención, hacerlo en horas
inferiores resulta inconstitucional.

I. DERECHO A DECIDIR VOLUNTARIAMENTE PRESTAR EL


SERVICIO MILITAR, CONFORME A LA LEY DE LA
MATERIA.-

Este derecho ampara la libertad de elegir prestar servicio militar o no;


tomando en cuenta que en nuestra actualidad el Servicio Militar ya no es
obligatorio conforme a lo dispuesto en la Ley N° 27178 en su artículo 6 señala
que “queda prohibido el reclutamiento forzoso como procedimiento de
captación de personal para ser incorporado al servicio en el activo.”

J. DERECHO A NO SER DETENIDO POR DEUDAS.-

Como se sabe y acorde a ´”la perspectiva del Código Civil, la deuda es


la obligación de dar, hacer o no hacer alguna cosa. Su morosidad o
incumplimiento no convierten al deudor en delincuente.” (Mesía, 2007, p.24);
sin embargo, al tratarse de la omisión por un tiempo prolongado de la
aportación a los deberes alimentarios, será considerado como un crimen
desencadenando así su aprensión inmediata.
29

K. DERECHO A NO SER PRIVADO DEL DOCUMENTO


NACIONAL DE IDENTIDAD, ASÍ COMO DE OBTENER EL
PASAPORTE O SU RENOVACIÓN DENTRO O FUERA DE LA
REPÚBLICA.-

El Documento Nacional de Identidad, así como el pasaporte constituyen


documentos necesarios para poder salir al exterior con total libertad; el
pasaporte no será emitido sin la presentación del DNI previamente, como
requisito para su obtención. “El reconocimiento legal del derecho a la
identidad genera un vínculo formal a través del cual el Estado se encuentra
obligado a protegerlo ante toda situación u omisión que amanece sus alcances.
Igualmente, acarrea obligaciones para los ciudadanos, en tanto integrantes de
la sociedad.” (Carruitero y Gutiérrez, 2008, p.189). Por ello este derecho se
encuentra vinculado con el derecho a la nacionalidad, además el impedimento
de acceder al DNI conlleva a la no obtención del pasaporte y el no poseer ello
se priva a una persona de poder salir del país con normalidad.

L. DERECHO A NO SER INCOMUNICADO SINO CUANDO SEA


INDISPENSABLE PARA EL ESCLARECIMIENTO DE UN
DELITO, Y EN LA FORMA Y POR EL TIEMPO PREVISTOS
POR LA LEY.-

El literal g del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución dispone que


nadie puede ser incomunicado sino en caso indispensable para el
esclarecimiento de un delito, y en la forma y por el tiempo previsto por la ley.
La autoridad está obligada bajo responsabilidad a señalar, sin dilación y por
escrito, el lugar donde se halla la persona detenida. Claramente nuestra Carta
Magna nos delimita la situación en la cual una persona puede ser privada de
la comunicación siempre y cuando esté debidamente sustentada a través del
Juez correspondiente.
30

M. DERECHO A SER ASISTIDO POR UN ABOGADO DEFENSOR


LIBREMENTE ELEGIDO DESDE QUE SE ES CITADO O
DETENIDO POR LA AUTORIDAD POLICIAL U OTRA, SIN
EXCEPCIÓN.-

“El derecho de defensa consiste en la obligación de ser oído,


asistido por un abogado de su elección, o en su defecto a contar
con uno de oficio. Este derecho comprende la oportunidad de
alegar y probar procesalmente los derechos e intereses, sin que
pueda permitirse la resolución judicial inaudita parte, salvo
que se trate de una incomparecencia voluntaria, expresa o
tácita, o por una negligencia que es imputable a la parte.”
(Mesía, 2007a, p.26).

La intervención de un abogado es más que una formalidad, se trata de un


derecho que tiene y posee toda persona; es decir, no solo al autor del delito,
sino a cualquier otra persona que requiera de la asistencia de un abogado que
lo ayude en un mejor interpretación de la ley frente a distintas situaciones
cotidianas de hoy en día.

N. DERECHO A RETIRAR LA VIGILANCIA DEL DOMICILIO Y A


SUSPENDER EL SEGUIMIENTO POLICIAL, CUANDO
RESULTEN ARBITRARIOS O INJUSTIFICADOS.-

“El derecho a retirar la vigilancia del domicilio y a suspender


el seguimiento policial injustificado y arbitrario, da lugar al
proceso de hábeas corpus restringido. Se llama así, restringido,
porque no constituye una verdadera protección frente a la
violación de la libertad física, sino frente a las molestias que
pueden ocasionar los seguimientos policiales o las vigilancias
31

del domicilio que obstaculizan el normal desarrollo de las


actividades personales.” (Mesía, 2007b, p.26).

El seguimiento policial debe darse por motivos para esclarecer un hecho


delictivo o fundado en un requerimiento judicial, de no ser así, implica una
vulneración a este derecho lo cual la Ley nos faculta para poder instaurar un
hábeas corpus restringido a fin de cesar con tal arbitrariedad.

O. DERECHO A LA EXCARCELACIÓN DE UN PROCESADO O


CONDENADO, CUYA LIBERTAD HAYA SIDO DECLARADA
POR EL JUEZ.-

El quebrantamiento de este derecho genera la instauración de un hábeas


corpus traslativo, dado que estamos frente a una figura legal de una detención
dada en un primer momento; sin embargo, pasa a ser arbitraria o
inconstitucional si la detención se hace omitiendo el mandato judicial que se
expide, originando así una violación a la libertad personal.

P. DERECHO A QUE SE OBSERVE EL TRÁMITE


CORRESPONDIENTE CUANDO SE TRATE DEL
PROCEDIMIENTO O DETENCIÓN DE LAS PERSONAS, A QUE
SE REFIERE EL ARTÍCULO 99 DE LA CONSTITUCIÓN.-

El artículo 99 de nuestra Constitución nos dice que: Corresponde a la


Comisión Permanente del Congreso acusar ante el Congreso: al Presidente
de la República; a los representantes al Congreso; a los Ministros de Estado;
a los miembros del Tribunal Constitucional; a los miembros del Consejo
Nacional de la Magistratura; a los vocales de la Corte Suprema; a los
fiscales supremos; al Defensor del Pueblo y al Contralor General, por
32

infracción de la Constitución y por todo delito que cometan en el ejercicio de


sus funciones y hasta cinco años después de que hayan cesado en estas.

Por ello, este derecho nos especifica que no se puede procesar al jefe de
estado y demás funcionarios por delitos que cometen en el ejercicio de sus
funciones hasta que no haya transcurrido 05 años posteriores de haber cesado
del cargo que ocupaban en el momento de cometido el delito.

Q. DERECHO A NO SER OBJETO DE UNA DESAPARICIÓN


FORZADA.-

“La desaparición forzada, que coloca a quien la padece en un estado de


absoluta indefensión, tiene como propósito la ejecución de otros delitos,
ocultar su comisión y sustraer a sus autores del juzgamiento y la sanción
penal. Es un crimen de lesa humanidad que sirve para perpetrar la más grave
violación a los derechos humanos en la más absoluta impunidad.” (Mesía,
2007, p.28). El quebrantamiento de este derecho puede ser protegido a través
del hábeas corpus instructivo, dado que nos encontramos ante la figura de una
privación de la libertad indebida.

R. DERECHO DEL DETENIDO O RECLUSO A NO SER OBJETO


DE UN TRATAMIENTO CARENTE DE RAZONABILIDAD Y
PROPORCIONALIDAD, RESPECTO DE LA FORMA Y
CONDICIONES EN QUE CUMPLE EL MANDATO DE
DETENCIÓN O LA PENA.-

Este derecho permite regular la forma y condiciones del tratamiento


penitenciario que se brinda a los procesados o sentenciados, los cuales deben
recibir tratos razonables y proporcionales; es decir, contar durante su
permanencia en recintos penitenciarios con condiciones adecuadas o
compatibles a una vida digna.
33

CAPÍTULO N° 2.4.

TIPOS DE HÁBEAS CORPUS

2.4.1. HÁBEAS CORPUS REPARADOR

El habeas corpus reparador o llamado también clásico o tradicional es


acogido en la Constitución de 1993 y el Código Procesal Constitucional, haciendo
referencia a él en el inciso 7 del artículo 25 de este último protegiendo “…El
derecho a no ser detenido sino por mandato escrito y motivado del Juez, o por las
autoridades policiales en caso de flagrante delito; o si ha sido detenido, a ser puesto
dentro de las 24 horas o en el término de la distancia, a disposición del juzgado que
corresponda…”

Esta “…modalidad clásica (…) se promueve para obtener la reposición de


la libertad de una persona indebidamente detenida. Se presenta, por ejemplo,
cuando se produce la privación arbitraria o ilegal de la libertad física como
consecuencia de una orden policial; de un mandato judicial en sentido lato; de una
negligencia penitenciaria cuando un condenado continúa en reclusión pese a
haberse cumplido la pena; por sanciones disciplinarias privativas de la libertad,
entre otros…” (Exp. N° 2663-2003-HC/TC, p.4).

En otras palabras, supone una detención (privación del derecho a la libertad


personal) consumada de manera ilegal o arbitraria.

El habeas corpus, tal como lo señala el artículo 1 del Código Procesal


Constitucional, tiene como “…finalidad proteger los derechos constitucionales,
reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un
derecho constitucional…”. Pero para que esto ocurra se requiere que el acto lesivo
sea reparable, tal como lo señala el inciso 5 del artículo 5 del Código Procesal
Constitucional “No proceden los procesos constitucionales cuando: (…)5. A la
presentación de la demanda ha cesado la amenaza o violación de un derecho
constitucional o se ha convertido en irreparable....”
34

Esto es que si una persona es detenida y presenta una demanda de habeas


corpus (por ser esta violación a un derecho fundamental reparable) la demanda
procede; sin embargo, si una persona es detenida y luego dejada en libertad, la
demanda presentada por esta estando en libertad ya no tendría sentido por lo que
devendría en improcedente (no hay un acto lesivo que reparar).

Existe una tercera figura contemplada en el Artículo 1 del Código Procesal


Constitucional que supone que a la detención de una persona, esta presenta una
demanda de habeas corpus, pero luego cesa la agresión o amenaza “…el Juez,
atendiendo al agravio producido, declarará fundada la demanda precisando los
alcances de su decisión, disponiendo que el emplazado no vuelva a incurrir en las
acciones u omisiones que motivaron la interposición de la demanda…”

Tal como señala Castillo esta norma se da con la finalidad de “evitar que
una autoridad judicial que conoce un habeas corpus, a pesar de haber constatado la
afectación de un derecho fundamental, declare improcedente la demanda por cuanto
la persona arbitrariamente detenida ha sido puesta en libertad” (2008, p.91)

2.4.2. HÁBEAS CORPUS RESTRINGIDO

Esta modalidad de habeas corpus se ampara en el inciso 13 del artículo 25


del Código Procesal Constitucional “…El derecho a retirar la vigilancia del
domicilio y a suspender el seguimiento policial, cuando resulten arbitrarios o
injustificados…” y en el en el inciso 6 del artículo 25 del Código Procesal
Constitucional “…El derecho de los nacionales o de los extranjeros residentes a
ingresar, transitar o salir del territorio nacional, salvo mandato judicial o aplicación
de la Ley de Extranjería o de Sanidad…” estos actos mencionados si bien no hacen
referencia a una privación indebida a la libertad, si restringe o perturba el ejercicio
del derecho a la libertad personal.

Conforme al Tribunal Constitucional esta modalidad se emplea cuando:


“…la libertad física o de locomoción es objeto de molestias, obstáculos,
perturbaciones o incomodidades que, en los hechos, configuran una seria restricción
35

para su cabal ejercicio. Es decir, que, en tales casos, pese a no privarse de la libertad
al sujeto, "se le limita en menor grado".

Entre otros supuestos, cabe mencionar la prohibición de acceso o circulación


a determinados lugares; los seguimientos perturbatorios carentes de fundamento
legal y/o provenientes de órdenes dictadas por autoridades incompetentes; las
reiteradas e injustificadas citaciones policiales; las continuas retenciones por
control migratorio o la vigilancia domiciliaria arbitraria o injustificada, etc.” (Exp.
N° 2663-2003-HC/TC, p.4).

A su vez el mismo añade que:

“…dado que el objeto del hábeas corpus restringido consiste en atender no


aquellos supuestos de los cuales el derecho a la libertad personal es afectado
totalmente, sino que procede en aquellos casos en los cuales existe una restricción
menor en la libertad física de la persona, se convierte en el instrumento idóneo para
tutelar el derecho fundamental a la libertad de tránsito...” (STC 10101- 05-PHC,
p.3).

2.4.3. HÁBEAS CORPUS CORRECTIVO

Esta modalidad de habeas corpus se ampara en el inciso 1 del artículo 25 del


Código Procesal Constitucional referente a “…la integridad personal, y el derecho
a no ser sometido a tortura o tratos inhumanos o humillantes, ni violentado para
obtener declaraciones…” así como el inciso 17 del artículo 25 del Código Procesal
Constitucional que indica “…el derecho del detenido o recluso a no ser objeto de
un tratamiento carente de razonabilidad y proporcionalidad, respecto de la forma y
condiciones en que cumple el mandato de detención o la pena…”

El Tribunal Constitucional señala que mediante esta modalidad “…puede


efectuarse el control constitucional de las condiciones en las que se desarrolla la
restricción del ejercicio de la libertad individual, en todos aquellos casos en que
éste se haya decretado judicialmente…” (Exp. N.° 726-2002-HC/TC)
36

El habeas corpus protege no solo el derecho a la libertad física, sino también


“… el derecho a la vida, la integridad física y psicológica o el derecho a la salud de
las personas que se hallan recluidas en establecimientos penales e incluso de
personas que, bajo una especial relación de sujeción, se encuentran internadas en
establecimientos de tratamiento, públicos o privados…” (STC 02700-2006-PHC,
p.4).

Entonces tenemos que la presente busca el respeto de las personas privadas


de libertad antes las inadecuadas condiciones de reclusión. Como el caso del penal
de Challapalca en Tacna, donde las características Climáticas eran un factor de
afectación al derecho a no ser torturado, sin embargo en este caso particular el T.C.
no consideró necesario cerrar el penal, sino adoptar medidas para proteger los
derechos de los reclusos.

2.4.4. HÁBEAS CORPUS PREVENTIVO

Esta modalidad de habeas corpus se ampara en el artículo 2 del Código


Procesal Constitucional que nos señala que “…los procesos constitucionales de
hábeas corpus (…) proceden cuando se amenace o viole los derechos
constitucionales por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio, por
parte de cualquier autoridad, funcionario o persona. Cuando se invoque la amenaza
de violación, ésta debe ser cierta y de inminente realización…”

Entonces este tipo de habeas corpus procede ante la amenaza de la lesión


del derecho a la libertad, con condición de que dicha amenaza debe ser de inminente
realización o se debe tener certeza de que se ejecutará, no debe ser conjetural ni
presunta.

2.4.5. HÁBEAS CORPUS TRASLATIVO

Esta modalidad de habeas corpus se ampara en el inciso 14 del artículo 25


del Código Procesal Constitucional que prevé “…el derecho a la excarcelación de
37

un procesado o condenado, cuya libertad haya sido declarada por el juez…” y en el


inciso 3 del artículo 34 que declara que “…la persona privada de libertad sea puesta
inmediatamente a disposición del Juez competente, si la agresión se produjo por
haber transcurrido el plazo legalmente establecido para su detención…”

El Tribunal Constitucional señala que mediante esta modalidad:

"... Es empleada para denunciar mora en el proceso judicial u otras


graves violaciones al debido proceso o a la tutela judicial efectiva; es decir,
cuando se mantenga indebidamente la privación de la libertad de una persona
o se demore la determinación jurisdiccional que resuelva la situación personal
de un detenido...” (STC 2663-2003-PHC, p.6).

Mediante esta modalidad se pretende dar libertad a aquellas personas que se


encuentran detenidas o condenadas pero cuyo plazo previsto legalmente para la
detención o condena ya expiró. A su vez la de aquellas personas cuya libertad ya
concedió el juez.

2.4.6. HÁBEAS CORPUS INSTRUCTIVO

Esta modalidad de habeas corpus se ampara en el inciso 16 del artículo 25


del Código Procesal Constitucional que señala “…El derecho a no ser objeto de
una desaparición forzada…”

El Tribunal Constitucional indica que:

" .. . Esta modalidad podrá ser utilizada cuando no sea posible ubicar
el paradero de una persona detenida-desaparecida. Por consiguiente, la
finalidad de su interposición es no sólo garantizar la libertad y la integridad
personal, sino, adicionalmente, asegurar el derecho a la vida, y desterrar las
prácticas de ocultamiento o indeterminación de los lugares de desaparición...
"(STC 2663- 2003-PHC, p.7).
38

Si la autoridad funcionario o persona demandada no proporciona elementos


de juicio satisfactorio sobre el paradero de la persona hasta ese momento
desaparecida, el juez deberá adoptar todas las medidas necesarias que conlleven su
hallazgo. Se identificará al responsable de la desaparición a fin sea procesado y
sancionado penalmente por la vía ordinaria.

2.4.7. HÁBEAS CORPUS INNOVATIVO

El Tribunal Constitucional nos señala que este modelo de Hábeas corpus


procede cuando, “…pese a haber cesado la amenaza o la violación de la libertad
personal, se solicita la intervención jurisdiccional con el objeto de que tales
situaciones no se repitan en el futuro, en el particular caso del accionante…” (STC
2663- 2003-PHC, p.7)

Tal como señala Donayre “…el juez ordenará al responsable del agravio que
no vuelva a incurrir en aquellas acciones u omisiones que dieron origen a la
interposición de la demanda…” (2005, p.235)

En respecto a este modelo la demanda se interpone durante la existencia de


la amenaza a un derecho constitucional como el derecho a la libertad, sin embargo
esta luego cesa, convirtiéndose en irreparable. Por tanto, esta modalidad busca que
se resuelva sobre el fondo de la demanda y no se declare improcedente por cese.

2.4.8. HÁBEAS CORPUS CONEXO

Esta modalidad de habeas corpus se ampara en el inciso 12 del artículo 25


del Código Procesal Constitucional que señala “…El derecho a ser asistido por un
abogado defensor libremente elegido desde que se es citado o detenido por la
autoridad policial u otra, sin excepción…” y el inciso 2 del artículo 25 del Código
Procesal Constitucional que señala “…El derecho a no ser obligado a prestar
juramento ni compelido a declarar o reconocer culpabilidad contra sí mismo, contra
39

su cónyuge, o sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo


de afinidad.

Si bien estas acciones no vulneran como tal el derecho a la libertad


individual, guardan una relación con el mismo.

El tribunal señala que esta modalidad ha de utilizarse cuando “…se


presentan situaciones no previstas en los tipos anteriores...” (STC 2663- 2003-PHC,
p.8).
40

CAPÍTULO N° 2.5.

IMPROCEDENCIA DEL HÁBEAS CORPUS Y SUSTRACCIÓN DE LA


MATERIA

2.5.1. CAUSALES DE IMPROCEDENCIA


Para que la acción de habeas corpus y otras acciones constitucionales es
necesario de cumpla determinados criterios, de lo contrario incurrirá en una causal
de improcedencia que puede ser General como Especifica.

2.5.1.1 CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE CARÁCTER


GENERAL.

A. Cuando la Amenaza al Derecho Invocado no es cierta ni


inminente.-

Para contravenir un derecho constitucional este debe ser víctima


de una agresión directa, pero también tendríamos el caso de una
amenaza contra los derechos constitucional, al igual que en el caso
de la agresión esta debe ser de manera directa para que dichos
derechos agredidos y amenazados sean protegidos por los procesos
constitucionales.

La tutela constitucional contra amenazas no consiste únicamente


en evitar que se convierta en una agresión, por lo que no debe tratarse
la tutela constitucional como un medio preventivo.

La amenaza no puede tratarse de una mera situación carente de


peligrosidad, no puede tratarse de actos futuros, remotos e inciertos
y de cuya ocurrencia no se tenga certeza clara y fundada. Acerca de
este punto la Constitución solo señala que debe ser una vulneración
o amenaza contra la libertad, pero en el Código Procesal
41

Constitucional en su artículo 2 procedencia señala que “(…) Cuando


se invoque la amenaza por violación esta debe ser cierta y de
inminente realización (…)”.

El tribunal Constitucional a través de diversas sentencias se ha


precisado:

“Se requiere que la amenaza sea conocida como


verdadera, segura e indubitable, que se manifieste con
actos o palabras que no dejen duda alguna de su
ejecución y propósito de inminente y posible, esto es,
que no deje duda sobre su ejecución en un plazo
inmediato e imprevisible” (STC Exp. Nº 0399-1669-
HC/TC, p. 4)

Luis Castillo Córdova nos dice respecto a la certeza de la amenaza


significara “que de las circunstancias fácticas y jurídicas se puede
concluir objetivamente que el impedimento de realización de alguna
o de todas las facultades que el derecho fundamental otorga a su
titular, se dará verdadera, segura o indubitablemente” (2008a. p 06).

Acerca de a la amenaza inminente a un derecho constitucional nos


dice que “significa que existen elementos de juicio objetivo para
concluir que de mantenerse la situación de amenaza ésta se
convertirá en poco tiempo en una violación efectiva del derecho
fundamental”. (2008b. P. 07)

Queda claro que no que para accionar no basta una amenaza


contra los derechos constitucional, debe ser cierta e inminente, es
decir que no haya dudas de que dicha si la amenaza continua se
convertirá en una agresión.
42

B. Cuando los hechos y el petitorio no se refieren directamente


al contenido constitucionalmente protegido del derecho
invocado.-

Esta causal regulada en el inciso 1 del Código Procesal


Constitucional señalando que las demandas constitucionales deben
estar referidos al ámbito constitucionalmente protegido de los
derechos fundamentales.

A través de las acciones constitucional, en específico del habeas


corpus, solo se protegen derechos con relevancia constitucional, y
no pretensiones de otras naturalezas como puede ser la legal,
administrativa y contractual.

Para determinar el contenido constitucionalmente protegido de un


derecho debe tratarse de una pretensión valida; quiere decir “un
sentido interpretativo (…) válidamente atribuible a las disposición
constitucional que reconoce un derecho” (STC Exp. Nº 1417-2005-
AA/TC) f. 27).

Esta referido al ámbito normativo protegido, que se desprende del


enunciado que reconoce al Derecho Fundamental, el cual debe alegar
que ha sido agredido, lesionado o amenazado en determinado caso
que se presenta ante la justicia constitucional o TC.

Debe tomarse en cuenta además de los derechos constitucionales


que desprende de la constitución, tenemos tratados de derechos
humanos.

Si el derecho invocado no se desprende de la constitución, sino


que deriva directamente de otras fuentes jurídicas como puede ser
leyes, normas, actos administrativo o cualquiera de menor jerarquía
no corresponde a la justicia constitucional su protección, ya que su
contenido no es constitucionalmente protegido, su protección se
deberá ver en la vía ordinaria o común.
43

C. Cuando los hechos y el petitorio no se refieren directamente


al contenido constitucionalmente protegido del derecho
invocado.-

Esta causal de improcedencia se da cuando el demandante opto


por la vía ordinaria, para la protección del derecho afectado, en todo
proceso judicial se respetan los derechos fundamentales, por ente
cualquier proceso judicial sirve para la protección de los derechos
constitucionales, siendo la vía constitucional una de mayor
especialidad y con un carácter de urgente.

Por este motivo no pueden existir dos procesos que pretendan


solucionar la misma controversia, esto con el fin de que emitan
sentencias contradictorias sobre una mismas controversia, se llega a
configurar cuando inicia primero en la jurisdicción ordinaria y luego
en la constitucional existiendo una simultaneidad.

Cuando el juez constitucional determina la improcedencia de esta


causal deberá verificar la existencia de identidad o igualdad entre los
procesos, el primero en vía ordinaria y el segundo en vía
constitucional, esta identidad según la RTC Exp. Nº 04828-2007-
AA/TC consiste en que las partes del proceso son las mismas, el
petitorio es el mismo, el conjunto de fundamentos de hecho y
derecho que sustentan el pedido, y el interés para obrar.

Cabe resaltar que dicha causal de improcedencia es difícil que se


produzca en el proceso de habeas corpus, ya que no existen procesos
similares que protejan el derecho agraviado, pero por ello no es
imposible. Como ejemplo se tendría que ante un proceso de habeas
corpus contra resolución el TC considera que la “solicitud de
nulidad” contra la resolución cuestionada por el agraviado, revela
que ha optado por ir a una vía paralela.
44

D. Cuando haya litispendencia.-

Esta está vinculada a la improcedencia anterior, deberá declararse


improcedente una solicitud de proceso constitucional cuando existe
un proceso pendiente que trate de resolver la misma cuestión.

Como se mencionó existe una relación entre esta causal u la


anterior, la similitud que tendrían serian en cuanto a su objeto, el cual
es evitar que se emitan sentencias contradictorias en vías distintas
sobre un mismo asunto en controversia. En la litispendencia se
configura cuando existe simultaneidad en la tramitación de procesos,
cuando ambos se encuentran en trámite. En el caso de improcedencia
por causal de acudir a otra vía judicial, esta causal se materializa
cuando el proceso se inicia en vía ordinaria con anterioridad al
proceso constitucional y existe una tramitación simultánea.

E. Cuando se cuestione una resolución firme recaída en otros


procesos constitucionales en que se haya respetado el derecho
al debido proceso.-

El legislador habría querido limitar las acciones de “amparo


contra amparo”, “amparo contra habeas data” y “habeas corpus
contra habeas corpus”.

A partir de C.P. Constitucional en el artículo 3 nos dice que el


habeas corpus procede contra resolución judicial firme que vulnera
la libertad individual y la tutela procesal efectiva. Entonces de no ser
por esta causal de improcedencia resultaría aplicable plantear un
habeas corpus sobre las irregularidades presentadas en otro proceso
de habeas corpus, toda vez que se considere que se ha vulnerado el
derecho a la tutela judicial efectiva en el proceso.
45

Debe entenderse que esta causal de improcedencia regulada en el


artículo 5 inciso 6 refiere solo a una resolución judicial que ha sido
emitida en un proceso donde se ha respetado en todo momento los
derechos del recurrente, es decir el debido proceso y la tutela
efectiva. Por lo que es posible plantear un proceso constitucional
contra otro proceso constitucional si es que se afectado la tutela
procesal efectiva y el debido proceso.

Entonces mediante el proceso de habeas corpus pueden


cuestionar resoluciones de otros procesos constitucionales si se
afectan simultáneamente los derechos de libertad y la tutela procesal
efectiva. El criterio que tiene el máximo intérprete sobre tutela
procesal efectiva y el debido proceso es amplio, por lo que considera
como resoluciones contrarias a estas a aquellas que lesionen algún
derecho constitucional o no conforme a derecho.

F. Cuando a la presentación de la demanda ha cesado la


amenaza o violencia de un derecho constitucional o se ha
convertido en irreparable.

En esta causal improcedencia prevista en el art 5. Inc.5. presenta


dos casos, el primero cuando al presentarse la demanda ya no existe
una lesión o amenaza cierta o inminente hacia el derecho invocado,
y en segundo cunado la intervención ha sido tan grave o continua
que no hay forma de revertir la situación inconstitucional, pues el
objeto de los procesos constitucionales es regresar las cosas al
estado anterior al agravio o lesión del derecho.

Acerca del daño irreparable SAENZ DAVALOS, Luis indica:

“una situación especial generada como resultado de la


gravedad y sobre todo de las consecuencias del agravio
producido. En este supuesto, la vulneración alegada ha
46

sido de tal magnitud o relevancia, que se hace


materialmente imposible reponer las cosas al estado
anterior a la violación o amenaza de violación de los
derechos (…), siquiera parcialmente” (2008, p. 400)

El TC ha regulado mediante jurisprudencia la posibilidad de


plantear el habeas corpus aun cuando la afectación o amenaza ha
cesado o se hayan vuelto irreparables. Para estos casos tenemos el
habeas corpus innovativo que tiene como objeto que las situaciones
no se repitan en el futuro para el accionante.

Al respecto existe unas a favor y otros en contra, que tiene como


principal cuestionamiento que la lesión o amenaza ya no existe,
sostienen que este habeas corpus soslaya la causal de improcedencia
que estamos tratando, pues. Nos dice que debería entenderse que este
habeas corpus no se inicia después de que cesa la lesión o amenaza,
sino que durante un proceso de habeas corpus la amenaza o lesión
cesa o el daño se torna irreparable, pero el juez deberá pronunciarse
sobre el fondo por lo que se pronunciara evitando que se produzcan
nuevas afectaciones a los derechos del recurrente.

Como podemos apreciar por lo general no se admitiría un proceso


de habeas corpus cuando la amenaza o lesión ha cesado o se ha
tornado en irreparable por lo que el proceso no podría cumplir su
objetivo.

Como ejemplo tenemos el caso tenemos la STC Exp. Nº 5490-


2007-HC/TC que trata sobre un mandato de detención impuesto al
demandante que varía a comparecencia y así cesando la vulneración
que se alegaba en la demanda, pero el agravia cometido contra el
demandante fue un grave atentado contra los derechos
fundamentales como puede ser la dignidad, honor y la presunción de
inocencia.
47

2.5.1.2 CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE CARÁCTER


ESPECIFICO

2.5.1.2.1 Cuando la resolución judicial cuestionada carece de


firmeza.-

El Código Procesal Constitucional señala en el artículo


4 que el habeas corpus se plantea contra resoluciones que
vulneran de manera manifiesta la libertad individual y tutela
procesal efectiva, señala al mismo tiempo que la resolución debe
tener la calidad de firme.

Entendemos por resolución según la Sentencia 04107-


2004-HC/TC (caso Leonel Richi Villar De la Cruz) ha
manifestado que debe entenderse como resolución judicial firme
aquella contra la cual se han agotado los recursos previstos por la
ley procesal de la materia, lo que implica el agotamiento de los
recursos antes de la interposición de la demanda.

Entendemos de ello que una resolución firme es aquella


que ha sido objeto de todos los medios impugnatorios de la
materia, no habiendo más ningún otro en la vía ordinaria,
entendiéndose que la firmeza de la resolución judicial debe
provenir de agotar los medios impugnatorios y no del
consentimiento del presunto afectado, pues ya no estaremos ante
una sentencia firme, sino ante una sentencia que ha sido
consentidas por las partes, ante este hecho no procedería la tutela
constitucional pues no estaríamos ante una sentencia firme.

2.5.2. SUSTRACCIÓN DE LA MATERIA

La sustracción de la materia se presenta cuando presentada la demanda cesa


la agresión o amenaza sobre los derechos constitucionales o cuando el daño se
48

vuelve irreparable ya que la finalidad de los procesos constitucionales no podrían


cumplirse, este finalidad sería la de volver al estado anterior a la vulneración de un
derecho constitucionalmente protegido.

Cuando la lesión o amenaza que afectan un derecho cesan o se tornan


irreparables se produce la sustracción de la materia, el juez al evaluar el caso se
dará cuenta de que las causas que originaron el proceso ya no se encuentran por lo
que no podrá pronunciarse, por lo que declara improcedente la demanda, pero
tenemos casos en que los hechos ocurridos será demasiado través que el juez deberá
emitir una sentencia sobre el fondo, declarara fundada la demanda y dictando las
medidas necesarias.

La sustracción de la materia guarda relación con la causal de improcedencia


señalada en el art 5 inc.5 del Código Procesal Constitucional, pero debe tomarse en
cuenta que la sustracción de la materia se produce cuando el proceso ya había
iniciado, mientras que la causal que la otra causal se refiere al cese de lesión,
amenaza o se volviera irreparable antes de que la demanda sea interpuesta.

El Código Procesal Constitucional solo nos indica de que en caso la lesión


o amenaza cesan o se tornan irreparables se tendrá que declarar su improcedencia,
pero recordemos que como se señala anteriormente esto tiene algunos matices como
el caso del habeas corpus innovativo.
49

CAPÍTULO N° 2.6.

TRÁMITE DEL PROCESO DE HÁBEAS CORPUS

2.6.1. PRESUPUESTOS PROCESALES

Según el Código Procesal Constitucional y los diferentes cuerpos


normativos nacionales, así como la doctrina, en diversos artículos, establecen que
el Habeas Corpus procede en los siguientes casos:
 Cuando se amenace o viole los derechos constitucionales por acción u
omisión de actos de cumplimiento obligatorio, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona.
 Cuando una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la
libertad individual y la tutela procesal efectiva.
 Seguimientos arbitrarios.
 Plazo razonable de la Investigación.
 La falta de un abogado defensor.
 Etc.

A consideración de Tejero-Montero. Mónica (2014); el proceso de Habeas


Corpus procede siempre y cuando cuente con las siguientes características:

 Es personal, porque la persona debe encontrarse plenamente


identificada.
 Es concreto, porque el daño que se pretende reparar es cierto y actual.
 Es ilegítimo, es decir, que su origen y causas contravengan lo dispuesto
por ley y por la Constitución.
 Es arbitrario, puesto que transgrede expresamente el contenido esencial
del derecho fundamental.

Todo ello en concordancia con lo que nuestro Código Procesal


Constitucional refiere en su artículo 26: “La demanda puede ser interpuesta por la
50

persona perjudicada o por cualquier otra en su favor, sin necesidad de tener su


representación. Tampoco requerirá firma del letrado, tasa o alguna otra
formalidad. También puede interponerla la Defensoría del Pueblo.” Invocando la
protección global del individuo, y, según lo expresado por la doctora Tejero-
Montero, se pretende dotar de un mecanismo de protección de la persona, para que
sin necesidad de contar con una legitimidad procesal; que pudiese ser exigida en un
proceso de tipo penal o civil, se pueda ejercitar esta Garantía por cualquier
ciudadano invocando la “preservación de su integridad”, exceptuando que la
demanda pueda tener la firma de un abogado y la excepción al pago de tasas
judiciales.

2.6.2. PROCEDIMIENTO

Según Zelada Bartra, Jaime (2003); el proceso de Habeas corpus tiene dos
vías para su tramitación en primera instancia, dependiendo del derecho afectado:

A. RESPECTO DE LAS DETENCIONES.-

i. Se presenta la Demanda
ii. El juez se apersonara al lugar de la detención de manera inmediata o
en el menor tiempo posible, y que la autoridad competente de
explicaciones del porque se le ha privado de su libertad.
iii. Si es comprobada la arbitrariedad de la detención, se pondrá en
libertad al detenido, debiéndose dar cuenta al tribunal del cual
dependa.
iv. El juez emite la resolución por la cual se declara fundada la demanda
presentada.
51

B. RESPECTO DE LA LIBERTAD PERSONAL.-

i. El juez ante quien fue presentada la demanda citara a quienes


ejecutaron la violación de la libertad personal requiriéndosele que
explique la razón que dio origen al hecho y resolverá de plano, en
el plazo de un día.
ii. La resolución emitida debe ser notificada al agraviado o al detenido
y cumplida el mismo día.

C. RESPECTO DE LA DESAPARICIÓN FORZADA.-


i. El juez adoptara todas las medidas necesarias, para conocer el
paradero de la persona desaparecida, todo ello si las autoridades no
proporcionaron elementos satisfactorios acerca del paradero del
mismo.
ii. El juez notificara al Ministerio Publico, a fin de que realice las
investigaciones correspondientes.
iii. Si la agresión se imputa a algún miembro de la Policía Nacional o de
las Fuerzas Armadas, el juez solicitará, además, a la autoridad
superior del presunto agresor de la zona en la cual la desaparición ha
ocurrido

2.6.3. TRÁMITE EN SEGUNDA INSTANCIA

A. RECURSO DE APELACIÓN.-

Según Zelada Bartra Jaime (2003):

“El juez elevara en el día los autos a la Sala, la que dentro de


los dos días siguientes señalara fecha para la vista y expide,
resolución dentro de los cinco días. Y finalmente vía recurso
52

Extraordinario, derecho que le asiste solo al agraviado, debe


elevarse al Tribunal Constitucional”.

Así mismo, dentro de las siguientes instancias que se apertura


sucesivamente, después de negada en primera instancia el recurso de Habeas
Corpus, podemos vislumbrar que como todo proceso, se deben agotar las
diferentes vías, y aun así procurando la celeridad del mismo, toda vez que
en el recurso de apelación se tiene cinco días para emitir un pronunciamiento
por parte de la sala.

B. RECURSO EXTRAORDINARIO.-

Se lleva a Cabo en el Tribunal Constitucional, última y definitiva


instancia, es aquí, donde llegan los recursos que se interponen contra las
resoluciones emitidas por las Salas Locales, aquí deberían llegar en el
término de 15 días, y como mencionamos, proceden cuando el Habeas
Corpus ha sido negado, en la segunda instancia y es accionable únicamente
por la persona afectada o quien actúe en su representación, de acuerdo a los
términos que establece el Código Procesal Constitucional.

2.6.4. RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL.-

Según Quiroga, Aníbal. (2015), “Es aquel medio impugnativo contra las
sentencias expedidas en segunda instancia en el Poder Judicial, que posibilita a las
personas a acudir ante el Tribunal Constitucional como última instancia para
obtener el restablecimiento de sus derechos vulnerados”. Así pues, es el recurso que
nos habilita para poder escalar en la pirámide de instancias y llegar al Tribunal
Constitucional de manera excepcional.
53

Así, recuerda Bernales, Enrique (2013), “Que interpuesto el respectivo


recurso impugnatorio, tomará conocimiento y ejercerá jurisdicción sobre el fondo
y forma del asunto, emitiendo la última resolución que pasará, así, en calidad de
cosa juzgada”; dotándole de especial relevancia para, no solo porque los afectados
pueden acudir bajo este recurso, sino también los que se consideran “ganadores”.

2.6.5. RECURSO DE QUEJA CONSTITUCIONAL.-

El presente recurso, únicamente procede cuando el Recurso de Agravio


Constitucional ha sido negado, la Sentencia del TC 00077-2011-Q, fijo los
escenarios en que puede proceder este recurso:

 Uno primero en el cual se solicite represión de actos homogéneos


respecto a una sentencia estimatoria en un proceso constitucional ante
el Poder Judicial. Observemos que en este caso el Tribunal
Constitucional no ha conocido de la demanda en tanto su competencia
tiene lugar solo respecto de resoluciones denegatorias.
 Un segundo tipo de procesos en los cuales se solicite represión de actos
homogéneos, tiene lugar respecto a una sentencia estimatoria en un
proceso constitucional conocido por el Tribunal Constitucional,
asumiéndose en este caso que ha existido una respuesta denegatoria por
parte del Poder Judicial.

2.6.6. SOLICITUD DE ACLARACIÓN Y RECURSO DE REPOSICIÓN.-

a. Aclaración.-

Una vez notificada la resolución del Tribunal Constitucional, y


existiendo ideas o argumentos de los magistrados que no nos quedaron tan
claros, podemos solicitar hasta dos días después de acontecida la
54

notificación, el Recurso de Aclaración, con el fin de suplir cualquier


omisión o la rectificación de alguna contradicción manifiesta que se
evidencie del propio texto de la Sentencia.

b. Recurso de Reposición

Nuestro Código Procesal Constitucional indica:


“Contra los decretos y autos que dicte el Tribunal, solo procede, en su
caso, el Recurso de reposición ante el propio Tribunal. El recurso puede
interponerse en el plazo de tres días a contar desde su notificación"
55

CAPITULO N° 2.7.

SENTENCIA: CONTENIDO, EJECUCIÓN Y EFECTOS

2.7.1. CONTENIDO

2.7.1.1. DATOS GENERALES.

Una sentencia que resuelve el proceso constitucional de habeas


corpus deberá tener en su contenido los datos señalados en el art. 17 de
C.P.C. y el artículo 47 del reglamento normativo del T.C. los cuales
procederemos a nombrar.

a) Identificación de los demandados.


b) La identificación de la autoridad, funcionarios o persona d quien
provenga la amenaza o violencia a los derechos fundamentales
alegados
c) La determinación precisa del derecho vulnerado o la
consideración d que el mismo no ha sido vulnerado.
d) La fundamentación que conduce la decisión adoptada.
e) La decisión adoptada señalando el mandato concreto dispuesto.

2.7.1.2. CONTENIDO DE LA SENTENCIA QUE DECLARA


FUNDADA LA DEMANDA.

La sentencia que declara fundada la demanda deberá contener una


de las medidas señaladas en el artículo 34 del C.P.C. y el art 47 del
reglamento normativo del TC.

a) La puesta en liberta de la persona privada de libertad de este


derecho.
b) La continuación de la situación de privación de la libertad de
acuerdo con las disposiciones legales aplicables al caso, salvo
56

que el juez considere necesario un cambio de las condiciones d


reclusión del detenido.
c) Que la persona privada de libertad sea puesta inmediatamente a
disposición del juez competente, si la agresión se produjo por
haber transcurrido el plazo legalmente para su detención
d) Que cese el agravio producido, disponiendo las medidas
necesarias para evitar que el acto vuelva para su detención

2.7.2. RESPONSABILIDAD DEL AGRESOR

Si el agente agresor es una autoridad o funcionario público puede imponer


como pena accesoria la destitución del cargo, también no evadirá la responsabilidad
si recibió una orden de un superior. En caso la violación o afectación de los derechos
constitucionales fuera directamente una de las personas comprendidas en el art. 99
(presidente de la república, miembros de TC…) de la constitución se dará cuenta
inmediata a la comisión permanente.

2.7.3. CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA

Con la sentencia fundada se debe cumplir una de las cuatro órdenes


principales que vimos anteriormente y se encuentran en el art34. De C.P.C. los
cuales pueden ser: la puesta en libertas del demandante, el cambio de condición de
detención, el traslado del detenido al juez competente y el cese del agravio y dictar
medidas para no se vuelva a producir.

El artículo 22 del Código Procesal Constitucional regula sobre la actuación


de sentencia. El cumplimiento de la sentencia es inmediata, para lograr este
propósito el juez podrá imponer multas fijas o acumulativas e incluso puede
imponer la destitución del responsable, dichas medidas deben ser plasmadas en la
sentencia las cuales pueden ir cambiando durante la ejecución de la sentencia. Estas
sentencias prevalecen sobre los demás órganos y deben cumplirse bajo
responsabilidad.
57

III. DEFINICIÓN DE TÉRMINOS BÁSICOS

1. ACCIÓN PROCESAL.-
La Acción procesal es el poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho,
consistente en la facultad de acudir ante los órganos de jurisdicción, exponiendo
sus pretensiones y formulando la petición que afirma como correspondiente a
su derecho vulnerado.

2. INCONSTITUCIONALIDAD.-
Quebrantamiento de la letra o del espíritu de la Constitución por leyes
del Parlamento, por decretos-leyes o actos del gobierno. Recurso
extraordinario que, según sus modalidades, tiende a declarar la inaplicabilidad de
la ley contraria al texto constitucional, su nulidad.

3. QUEBRANTAMIENTO.-
Violación, transgresión; incumplimiento de ley, obligación o deber. De
Condena, delito contra la administración de justicia, consistente en eludir, o
intentar eludir, el cumplimiento de la pena impuesta, con arreglo a Derecho, por
el delito o falta cometidos. De forma, Inobservancia de los trámites
y garantías fundamentales del procedimiento.

4. ARBITRARIEDAD.-
La palabra arbitrariedad la empleamos con muchísima frecuencia en
nuestro idioma cuando queremos indicar que alguien ha actuado o actúa de manera
opuesta a la justicia, es decir, con injusticia, atentando contra la razón o bien contra
las leyes vigentes y totalmente dominada por su voluntad o bien por su capricho.

5. HÁBEAS CORPUS.-
Procedimiento previsto para salvaguardar los derechos fundamentales de
una persona, detenida ilegalmente, porque no existan motivos materiales reales o
presuntos de detención, por extralimitación temporal o por incumplimiento de
58

las formalidades previstas en la ley. Se caracteriza porque es sumarial e informal,


es decir, que para su incoación no necesitan abogado ni procurador, sino que
pueden iniciarlo el propio afectado, sus familiares, persona a la que se encuentre
vinculada sentimentalmente, representantes legales, en caso de menores
e incapacidad, el Ministerio Fiscal, el Defensor del Pueblo e, incluso, el propio
órgano judicial.
59

IV. CONCLUSIONES

PRIMERA

El proceso de Habeas Corpus ha demostrado cautelar de manera efectiva y rápido


la libertad de los ciudadanos, con sus formas y procedimientos mínimos lo que
tratan, es tener un estado conforme a nuestro sistema de justicia, es decir garantista
para que ningún derecho se vea trastocado por irregularidades en la aplicación de
las leyes; finalmente el Código Procesal Constitucional , también establece ciertos
parámetros y salvaguardas para poder acceder a diferentes instancias que nos
aseguren una correcta administración de la justicia.

SEGUNDA

TERCERA

V. RECOMENDACIONES Y/SUGERENCIAS

VI. REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍCAS


60

LIBROS

GARCÍA BELAUNDE, Domingo (1979). “El Habeas Corpus en el Perú”. Lima –


Perú.

RIOJA BERMUDEZ, Alexander (2018). “Constitución Política Comentada”.


Arequipa – Perú.

GACETA JURÍDICA (2008). “Guía Rápida 1 - Proceso de Hábeas Corpus”. Lima


– Perú.

ABAD YUPANQUI, Samuel B., DANÓS ORDÓÑEZ, Jorge, EGUIGUREN


PRAELI, Francisco J., GARCIA BELAUNDE, Domingo, MONROY GÁLVEZ,
Juan, ORÉ GUARDIA, Arsenio (2008). “Código Procesal Constitucional, Estudio
Introductorio, Exposición de motivos, Dictámenes e Índice Analítico”. Lima –
Perú.

GUTIERREZ CANALES, Mario Raúl y CARRUITERO LECCA, Francisco


(2008). “El Proceso Constitucional de Habeas Corpus”. Lima – Perú.

MESÍA, Carlos (2007). “El Proceso de Habeas Corpus”. Lima – Perú.

DONAYRE MONTESINOS, Christian (2005). “El Hábeas Corpus en el Código


Procesal Constitucional”. Lima – Perú.

CASTILLO CÓRDOVA, Luis (2014). “En defensa de la libertad personal. Estudios


sobre el habeas corpus.”. Lima – Perú.

TEJERO-MONTERO, Mónica (2014). “La Constitucionalidad de la


Determinación y Ejecución del Mandato de Detención Judicial y su Protección a
través de Hábeas Corpus.”. Lima – Perú

ZELADA BARTRA, Jaime V. (2003) “El Habeas Corpus y las Resoluciones del
Tribunal Constitucional.” Lima – Perú
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QUIROGA LEON, Aníbal (2005), “El régimen del recurso de agravio


constitucional, los precedentes vinculantes y las sentencias interlocutorias”. Lima
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VALLE-RIESTRA, Javier (

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

EXP. N.° 2663-2003-HC/TC Eleobina Mabel Aponte Chuquihuanca. Lima – Perú

EXP. N.° 700-2006-PHC/TC Víctor Alfredo Polay Campos. Lima – Perú

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ARTICULOS

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2. Congreso de la República (2003). Decreto Supremo N° 119-2003-RE.

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en su resolución 429 (V), del 14 de diciembre de 1950. [Consulta: 04 de

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B. LIBROS

1. BÁCARES JARA, C. (2012). Una aproximación hermenéutica a la Convención

de los Derechos del Niño. Primera Edición. IFEJANT, Lima.

2. FELLER, E., TÜRK, V. & NICHOLSON F. (2010). Protección de los refugiados

en el derecho internacional: Consultas globales de ACNUR sobre

Protección Internacional. Primera Edición. Icaria Editorial, Reino Unido.

3. NAMIHAS, Sandra (Coordinadora). Derecho Internacional de los Refugiados.

Fondo Editorial PUCP 2001.

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1. PORTUGAL, Luis. (s.f). La discriminación a los refugiados: ¿existe una

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2. REBAZA, K. & GUERRA, D. (2016). Viaje sin retorno: avances y desafíos en

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SONA_Y_FAMILIA_2016/6.pdf>

VII. ANEXOS DEL TRABAJO

ANEXOS
65

ANEXO N° 01

EXPEDIENTE 2009-00560-0-2301-JR-PE-1

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