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Leyendas peruanas de la costa

Cuniyara Huiracocha
Es la leyenda de un dios llamado Cuniraya Huiracocha que se disfrazó de un hombre
pobre. Al andar por el campo vio a una mujer, Cahuillaca, que jamás había sido tocada por
un hombre. Él busca el modo de acercarse a ella. Se convirtió en pájaro y se acercó hasta
ella, le hizo caer un fruto, a lo que ella se lo comió y quedó embarazada del dios.
Ella crió sola a su hijo por un año y luego todos los dioses hicieron una reunión para que
ella eligiera quién es el padre de su hijo. Colocó al niño en el sueño y le dijo que vaya por
su padre, el niño fue directo a Cuniraya, quien estaba vestido de mendigo. Cuando ella vio
quien era el padre cogió al niño y se fue corriendo hacia el mar.
Se arrojo al mar y ambos se transformaron en dos islotes que están cerca a la playa en
Pachacámac.

El llanto de Huacachina
Se dice que había una dama que sufrió por la partida de su amado, ella fue hasta el lugar
donde ambos se conocieron para vivir su luto. Cargaba un espejo y, a través de este, vio a
un hombre que la observaba, ella quiso correr, pero el espejo se le cayó y se convirtió en
una laguna en Ica.
Ella saltó a dicha laguna, luego de estar en el agua se dio cuenta que ya no tenía piernas,
sino una cola, se formó así en una bella sirena.

La casa Matusita
La casa que se encuentra en la esquina de la avenida Wilson y España es una de las más
famosas de Lima. Se cuenta que una persona malvada era el propietario de dicha casa y sus
maltratos constantes hizo que sus empleados lo "envenenen" para volverlo loco.

Luego de la macabra acción en una fiesta en dicha casa, el propietario acabó con la vida de
todos sus invitados y desde ese entonces se escuchan gritos y lamentos dentro del segundo
piso de dicha vivienda.

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