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Universidad Central de Venezuela

Facultad de Ciencias Económicas y Sociales


Escuela de Estudios Internacionales
Materia: Seguridad y Defensa.
Prof. Lisbeth C, Sánchez M.

“En Venezuela primero fue el Ejército y luego el


Estado”

Sharon Naama Figueroa Silva.

Septiembre, 2018
“No es un Estado que tiene un ejército,
sino un ejército que tiene un Estado”
Mirabeau
A la luz de los planteamientos teóricos del control civil y la democracia, se explicará
la siguiente afirmación “En Venezuela primero fue el Ejército y luego el Estado”

Iniciamos preguntándonos, ¿qué es el Estado y cuáles son las características del mismo? Ya
que no sería pertinente confundir el Estado con otras figuras como nación, país, patria o gobierno.
A sabiendas, que todo tiene un objetivo, el de las sociedades son o deberían ser los Estados. Dando
por sentado, que todos los hombres o la mayoría aceptan la instauración del Estado a fin de obtener
paz, ya que el Estado es la única figura que la puede proporcionar.

“En la visión clásica del Estado que nos ha dejado la modernidad el mismo se define por
antonomasia como un Estado opresor/represor. Partiendo de una interpretación conservadora
del desarrollo teórico del Estado moderno podemos decir que para Thomas Hobbes la figura
del Estado está ligada a un intercambio de libertad (individual) por seguridad (colectiva). Los
individuos sumergidos en una guerra de todos contra todos le piden al Leviatán garantías que
limiten la libertad de cada uno en nombre de la seguridad de todos, y para ello se despojan de
sus libertades individuales que transfieren al Estado.” (Pérez Pirela, 2008, p.5).

Asimismo, dentro de la teoría clásica vemos a Max Weber (1998) y afirma que “el Estado
es aquella comunidad humana, dentro de un determinado territorio, que reclama exitosamente,
para sí el monopolio de la violencia física legítima”. Entonces podemos determinar dos factores
de importancia: el primero es que las sociedades aceptan por sí misma la violencia, legitimándola
y permitiendo que el Estado los controle; a cambio de que el estado garantice acatamiento a todas
las leyes, respeto a todos los tipos de derechos y, apaciguamiento de cualquier conducta humana
no esclava.

El segundo factor, es que según la teoría clásica se puede determinar un Estado con tres
componentes: con unas fronteras bien definidas (población y territorio); con control de la violencia
(ejército unido); y por último, un ser humano reconocido por toda la población, es decir, con cierto
grado de legitimidad. Si alguna de éstas característica falta, no podríamos hablar entonces de
Estado.

Por consiguiente, resulta adecuado realizar un breve paréntesis histórico. Destacando una
buena frase que uso el ex presidente Antonio Guzmán Blanco en una oportunidad “Venezuela es
como un cuero seco, si lo pisan por un lado, se levanta por el otro”. La historia nos demuestra que
los golpes de estado existen desde la misma independencia del país, o los militares gobernaban o
controlaron el poder por medio de la conspiración. Todo concuerda en una herencia del Imperio
Español, donde todos lo líderes eran capitanes generales, es decir, no se distinguían los militares
de los políticos.

De diversas fuentes bibliográficas se recolecta que en Venezuela las crisis eran incentivos
de inicio de revoluciones, siempre con el objetivo ser la última, queriendo terminar las
insurrecciones civiles. Desde 1810 cuando se crea la Junta Suprema de Caracas (primera forma
de gobierno autónomo) hasta 1899 con la llegada de los andinos al poder, esos años resultaron
siendo ciclos de guerras civiles a punto de extinguir a Venezuela. Desde 1899 se inició la muy
conocida hegemonía andina.

Luego de muchas revoluciones derrotadas, por fin una llega para quedarse, los andinos
vencen a la denominada Revolución Libertadora en 1899, tomando el poder Cipriano Castro que
contaba con los adecuados aliados en puntos estratégicos de toda Venezuela, mientras que las
demás revoluciones contaban con fuerzas dispersas y sin patrocinios. La victoria de las tropas de
Cipriano Castro fue contra las del general Nicolás Rolando.

Durante el periodo presidencial de Cipriano Castro (1899-1908), el Ejército venezolano


inicia su profesionalización, que evoluciona apoyado por Juan Vicente Gómez. Gómez de la
Mulera – Estado Táchira, era vicepresidente encargado del ejército y formó parte de los 60
hombres que tomaron el poder bajo la tutela de Cipriano Castro. En una oportunidad en 1910
Cipriano Castro se ubicaba en París – Francia, quedando encargado Gómez de la presidencia del
país y esté aprovecha la ocasión para realizar un golpe de estado ya que tenía el ejército a su favor,
la cual consumo el poder durante 27 años hasta su muerte en 1935. El periodo Gomecista se
considera como el sometimiento de un pueblo sin normas, a través de su ejército Juan Vicente
Gómez impuso su dictadura.

Juan Vicente Gómez solidifico un "Ejército Nacional" muy leal a su gobierno. Creando
mecanismos de poder político militar, una de ellas fue la Reforma Militar (1909), que tenía como
finalidad un ejército neutral, y con la profesionalización se lograría la permanencia al servicio de
cualquier gobierno. Además, reorganizó la escuela Militar de Caracas, creo la escuela de Aviación
de Maracay (1920), seguido de que mejoro los medios de defensa, promulgo leyes del servicio
militar obligatorio y para no equivocarse trajo especialistas de la materia para que llevasen a cabo
la modernización militar. Todo gracias a la colaboración de la bonanza petrolera (1914).

El intento de profesionalización militar funciono, ya que en este gobierno fue que se logró
apaciguar los alzamientos de los caudillos y las milicias; por medio de la violencia e intimidación
se logró la centralización política. La Fuerza Armada se convirtió para el presidente Juan Vicente
Gómez en su columna vertebral, ellos logran formar el cuerpo del estado venezolano. “La
formación del estado se completa en diversas etapas y niveles a lo largo de la dominación
gomecista.” (Caballero, 2003, p50).

Entonces como fue anteriormente mencionado, Gómez creo la estructura de la educación


profesional de los militares en Venezuela. Continuaremos con muy poca profundización, los
gobiernos de López Contreras y Medina Angarita siguieron con la educación del estamento militar;
el General Pérez Jiménez perfeccionó la profesionalización logrando para 1958 el nacimiento de
la democracia venezolana, creando en vínculo adecuado entre las Fuerzas Armadas y el Estado.

Por otro lado, resulta conveniente traer a colación la parte jurídica, ya que la naturaleza
constitucional siempre vendrá a ser una característica de suma importancia para los gobiernos. En
Venezuela desde 1830 ya estaba establecido el rol de las Fuerzas Armadas en la Constitución,
privadas de participación política. Por lo tanto Gómez ya tenía en cuenta que el ejército era una
institución fundamental para el Estado, garante de la continuidad de paz. Gómez logro que la
Constitución por primera vez fuera perceptible para el pueblo. Resaltamos lo transcendental que
fue la evolución de las Fuerzas Armadas desde Gómez hasta Pérez Jiménez. Pero lo más
importante de todo el asunto es que logramos determinar cuándo se forma el Estado en Venezuela.
Se puede observar explícitamente también en la siguiente cita:

“…El caudillo de La Mulera es quien funda al actual Estado venezolano al crear un


poder centralizado altamente, unas fuerzas armadas con un sello total de prusianismo
y garante de esa concentración y un sistema impositivo dirigido desde el eje ubicado
en Caracas y la región norte-costera de la nación. De allí se deriva la estructura militar
venezolana del siglo veintiuno” (…) “El Benemérito, luego de asfixiar los
movimientos y caudillos regionales federales, creó un Estado omnipotente y para ello
consolidó un sistema impositivo nacional, una administración pública rígida orientada
desde el centro del país y por supuesto, un aparato militar bien condensado.” (Decarli,
2006, p.6).
Ya sabiendo esto, nos preguntarnos ahora: Si en la dictadura de Gómez inicio la
profesionalización de las fuerzas armadas, ¿desde Gómez existe control civil? Se entiende como
Control Civil a la subordinación de las Fuerzas Armadas. Para Huntington, el control civil se puede
conseguir por dos formas. Control civil subjetivo, este tipo de control pretende llevar al máximo
el poder de los grupos civiles en relación con los militares, civilizar a los militares. Este tipo de
control es la única forma de control civil posible en ausencia de un grupo de oficiales profesionales.
Parte de la idea que existe luchas de poder, tanto entre distintos grupos civiles que intentan
controlar a los militares, cómo militares a civiles. En este modelo los civiles logran controlar a los
militares convirtiéndolos en un Espejo del Estado.

Y control civil objetivo, este intenta llevar al máximo el profesionalismo castrense. Este
tipo de control logra su fin militarizado a los militares, es decir, los civiles controlan las Fuerzas
Armadas apoyándose en el profesionalismo y neutralidad de estos. El gobierno designa a los
especialistas en defensa, pero otorga a los militares una autonomía en el dominio de su
competencia. Los civiles ejercer el poder sobre los militares pero lo hacen a través de una división
de trabajo. Conocimientos diferentes pero compatibles, fortaleciendo tanto al control civil como a
la defensa.

Además, Samuel Huntington argumenta que los ejércitos profesionales aceptan el control
como base de su educación. Es decir, si un ejército no acepta el Control Civil es porque no es
profesional, y no es un régimen democrático, ya que el profesionalismo y la ideología militar son
garantes del Control Civil. Por otro lado, Fitch Samuel (2000), afirma que en cuanto a las
relaciones cívico-militares siempre serán críticas y esto debido a que la institución militar puede
ser subordinada, autónoma o dominante en sus relaciones. En el caso de un gobierno institucional
militar, los más altos funcionarios del gobierno son nombrados por las Fuerzas Armadas y están
sujetos a diversos grados de control militar sobre la política del Estado.

Además, el autor señala dos patrones típicos de relaciones cívico-militares, identifica una
relación de “subordinación condicional” caracterizada por el hecho de que las autoridades civiles
ejercen un control limitado sobre los militares al mismo tiempo que éstos detentan una capacidad
limitada de influencia directa, básicamente restringida al derecho de proteger la seguridad nacional
según sus criterios. En otro caso, identifica una situación de “tutela militar”, dando alusión a que
las autoridades civiles ejercen un bajo control sobre los militares mientras que éstos desarrollan un
alto grado de influencia directa e indirecta sobre el gobierno nacional.

David Pion-Berlin (2013), expresa que las organizaciones de defensa vienen siendo los
instrumentos por los cuales se puede lograr el control civil sobre los militares, ya que estás
organizaciones estructuran las relaciones de poder y tienen como principal objetivo la creación de
ventajas procesales e impedimentos para traducir poder político en políticas concretas. Además, el
autor explica dos tipos de papel expansivo; uno horizontal, en el cual los militares se involucran
en las actividades internas y acepta autoridades políticas civiles. El otro, vertical y es donde los
militares alcanzan importantes cargos burocráticos fuera de la esfera militar, y desarrollan
funciones de diseño y toma de decisiones sobre las políticas públicas.

“Para el caso venezolano y republicano del siglo XIX, resulta, después de la coyuntura
histórica 1846-1849, imposible aplicar alguno de los tipos ideales weberianos de Control Civil
propuestos por Huntington; la impide la ausencia de un afectivo Ejercito Nacional y el
predominio de ejércitos privados. Con Castro y Gómez, no existe el control civil, ni con López
ni Medina ni El Trienio. Los gobiernos militares de noviembre de 1948-1958 son eso:
militares. (…) se puede decir que después del fracaso de los gobiernos militares de la década
1948-1958, predomina un muy peculiar, más aparente que real, Control Subjetivo.” (Irwer,
2005, p37).

Por ello, podemos determinar con dificultad la influencia del sector castrense sabiendo que
no ha superado la Subordinación Condicional de la teoría de Fitch Samuel, y el control civil sigue
siendo algo que desear para el pueblo venezolano. Se logra percibir que efectivamente si existía
una subordinación, pero no a civiles sino a caudillos, por lo que se podría juzgar que los militares
eran semi profesionales. Además, entendemos según lo expuesto por Pion-Berlin que Venezuela
experimento ambas formas de papel expansivo, horizontal y vertical. Claramente bajo los
preceptos teóricos se refleja una Venezuela sin control civil sino bajo un control militar.

Fue hasta la llegada de Rómulo Betancourt, primer Presidente democrático donde se logró
un control civil, los militares estaban conscientes de que formaban parte de un régimen
constitucional. Podemos decir que fueron 50 años el tiempo que duro el ejército para
profesionalizarse. Betancourt, Leoni y Caldera le dieron la debida importancia al asunto, la
formación de los militares fue cada vez más consistente, alejada de intereses militares. Por ello,
Alfred Stepan en su tesis “Repensando la Política Militar” nos enseña: “…el presidente Betancourt
se aproximó a un modelo que fue positivo, en todas las fases de construcción de un ejército más
profesional, competente que acepta la democracia y el control civil…”.

En síntesis, nos adentramos brevemente a la historia venezolana determinado donde inicia


las profesionalización de las Fuerzas Armadas y la instauración del Estado; consideramos que todo
avanzó paralelamente con los liderazgos políticos. Gómez controlo un pueblo por medio de las
armas, y así fue que logro instaurar el Estado. Debemos recordar los tres componentes de la teoría
clásica; iniciamos con población y territorio, esta característica ha sido la única constante en todas
las Repúblicas; seguimos con un ejército unido, el cual el gomecismo logro por medio de la
profesionalización y finalizamos con la cabeza reconocida. Por ello afirmamos nuevamente, en
Venezuela primero fue el ejército, el cual Gómez uso como un instrumento de acción múltiple,
intereses y represión.

Podemos considerar que en vista que en Venezuela no existía un perfecto profesionalismo


militar y los políticos eran militares, por eso ni se asomaba el control civil. Partimos de que Gómez
se envidia del ejército prusiano, el cual era un modelo a seguir por su buena trayectoria, por ello
busca asesoramiento del chileno, Samuel McGill, y el Inspector General del Ejército, el General
Galavís, y estos aplicaron en la Reforma Militar ideas extraídas de la llamada “Escuela Prusiana”,
tanto en la concesión doctrinaria, formativa como en lo organizativo. Básicamente se instauró el
Estado porque existía un ejército, por consiguiente con el establecimiento del Estado se buscó el
profesionalismo. Debemos tener en cuenta que fue lento el proceso de instauración del Estado y
por ende también fue lenta la fundación de la democracia.

Básicamente, el ejército fundo el Estado venezolano. Somos conscientes que fue un


régimen distinguido por el autoritarismo por lo que no representa a ninguna institución
democrática, no tuvo control civil sino control militar. Aceptamos el desafío que Venezuela debe
enfrentar para poder lograr una subordinación militar democrática y sólida.
Citas y Referencias bibliográficas

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https://www.gestiopolis.com/teoria-del-estado/

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