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Eje militari
Relaciones interétnicas,
Primera clase:
Antecedentes del proceso revolucionario, que son 10 años de la historiografía, que esta
estructurado a partir de textos fundantes del año 73 de Halpern Donghi que se llama “revolución y
Guerra”, esa coyuntura previa a los sucesos de Mayo, de 1810 que implica una convocatoria a un
Cabildo abierto, la expulsión del virrey y el asalto de poder de los sectores criollos. Y los diez años
que siguen donde hay ensayos por organizar el estado, no va haber proyectos de país en términos
de un nosotros nacional, lo que se dicute modelos que se contraponen para organizar los
territorios de las provincias Unidas que integraban el ex virreinato.
Por eso dicutimos modelos de estado, alcance de la soberanía, los ensayos que observamos entre
1810 y 1820, fueron ensayos de gobiernos colegiados, juntas triunviratos, y la sanción por parte de
la samblea del año 13 de un poder ejecutivo unipersonal, es el directorio que va a tener vida hasta
la batalla de Cepeda (1720).
Nocion de halperin que es militarización con las invasiones inglesas y desde allí serian las génesis,
los capilares fundamentales de iniciar las milicias urbanas, después las rurales, desde el tiempo
hasta la conformación del Estado dodne se va a configurar el Estado argentino con ejercito
nacional unificado, ya que terminan con milicias por ciudades, pro provincias primero en el
preámbulo de la constitución que dice 1853 proveer a la defensa común, esa era una
intencionalidad de la posibilidad de constituir un solo ejercito nacional y no que hibera guardias
nacionales que va aconfigurarse ne la etapa urquzista y recién en la etapa de la organización
nacional de mitre en adelante se van a dar los primeros intentos de unificación del ejercito o del
aparato militar o represivo.
Existe un actor social que a gravitado en estos 200 años QUE ES EL EJERCITO llamado milicias
primero, guardias nacionales después con todos los nombres. En la medida que el Estado Nacional
va en transicon del orden colonial en la inserción al capitalismo mundial que se va a mundializar en
el siglo XIX. Necesita un aparato burocratico. Que de alguna manera fundamente esa transición,
legalice esa transición y la legitime. La conformación del estado nación, tiene que ver con la
configuración de Argentina como una potencia primero, como exportación de materias primas de
todos los países de America Latina. No hay estado nacional que no tenga un aparato represivo ya
que tiene épocas diferentes específicos aparato represivo como categoría. Pensando que tiene en
diferentes épocas nombres específicos, que identificamos, también dscutimos algunas
cuestiones( l texto de Ternavasio gobernar la revolución, nos premite observar de 1810 a 1815, en
esos intentos de organizar el estado cuales son los alcances d esos proyectos, cuales son los
intentos fallidos, porque si hay una convocatoria en el Congreso del año 13 pero no cumplen los
objetivos y sin mandato terminan sancionando leyes.
Unidad 1
Eje 1
Rabinovich RABINOVICH, Alejandro. “La militarización del Río de la Plata, 1810-1820. Elementos
cuantitativos y conceptuales para un análisis”. En Boletín del Instituto de Historia Argentina y
Americana “Dr. Emilio Ravignani”, Tercera serie, núm. 37, segundo semestre 2012
Desde los trabajos fundadores de Tulio Halperín Donghi, el término de “militarización” juega un rol
central en los estudios locales referidos a la guerra de la revolución de independencia y sus
consecuencias económicas, políticas y sociales. Se trata sin embargo de un concepto polisémico y
problemático cuyo sentido merece ser discutido abiertamente, sobre todo en lo que hace a un
contexto revolucionario como el del Río de la Plata, en el que lo “militar” presenta clivajes étnicos,
sociales y culturales muy variados. A partir de algunos aportes interdisciplinarios y de nuevos
datos cuantitativos, el presente trabajo propone algunas definiciones respecto del alcance, los
límites y el contenido concreto del fenómeno de la militarización rioplatense durante la primera
década independiente.
Militarizcacion en este periodo en el rio del a pLata, lo que el autor jace no solamente mostrarnos
lso reskltados, hace n recorrido en la historiografía como se contruyeron estas categorías.
Los diferentes usos del temrino militarización según Halerpin, citado por rabinovich, y dice que el
contexto historiográfico argentino se lo usa en tres términos, el primero el el ascenso social en
tenor de las elites, transformación de liderazgos militares y políticos, en la invasión inglesa, fue
Liniers. Que se poscina políticamente. UUtilizacion dlel tipo de orgnaiczacion del ejercito como
moedelo dela sociedad, hacia lo social.
Tiene dos miradas estado de guerra permamnentela estructura militar para estructurar la
sociedad,
La tercera excepción a esta definicon el crecimiento delas fuerzas de guerra recultadas por el
gobierno.
La movilización ermanente estaban referidas a las fuerzas de línea, militares de carrera en los
cuarteles y los intermitentes eran ciudadanos que cumplían temporalmente un servicio restante.
Levantamiento de caudillos qwue se movilizan y elevan a los propios gauchos y se movilizan, la
milicia del choque, las levas de mavo.
Otr acaracteistica pemanente era que el permanente ausentaba ese hombre masculino de la vida
social o delas actividades socioeconimicas de su lugar.
La interminente reciban sus actividades socioeconmas o en un turno anual prestaban ese servicio.
Capacidad de movilización mlitar, los distintos grupos quienes estuvieron encabezando los
poderes en esos años se denominan una militarización total, todos los “cidadanos naceran
soldados” las nociones de e soldados están fundidas.
Reclutamiento goberino central, cantidad de tropas de cada ejercito y unidade militar, el ideal,
La revista militar era un instrumento de un confeccionaba n coisionario, era el anexo entre los
undiadesm ilitares y los organismos administrativos del gobierno que pagaban esos ejerctios,
Mucha perfeccion
60 presentes.
Estado de fuerza, cantidad de topa disponible que tienen, ornanigrama del ejercito, no había un
ejercito simultáneamente , no somos virreinato,
Conformacion de guemes
https://journals.openedition.org/corpusarchivos/1397
28
Con lo cual
El grado de conflictividad era mucho mayor al que imaginamos, los conflictos abiertos
Frentes abiertos simultáneamente al carecer de esta adminstracon central, eran los directores de
esos cuerpos de eerctios,
Consolidacion de jefes militares que depsues harán levantamientos como Bustos caso
paradigmático. La fuerte autonomía en la cual se delegaba a eso coronoels generales para el coado
de la tropa, No hay un estado central fuerte el grupo que ven de esa conformación proyectos de
estado capital federal, ejercito con el alto peru,
Esas milicias los ejrcitos libertadors, los que iban al alto peru, la complejidad de n territorio
históricamente abandonado, plata de Potosi, de Castelli. El abandono de esa zona.
Tips la conformación de miliicais urbanas, aquellos contingents que los órganos del gobierno usan
para sostener la guerra de la independencia, milicias urbanas, AQUELLS OS CONTINGENTES QUE
LOS GOBIERNOS USAN PARA SOSTNEER ESOS ORGANOS DE NDEPENDENCIA, 1810
Primero el centralismo ( depsues de unitarismo]) desciiones los que dieraban las fuerzas de milicas
y
Proy4ecto confederal de artigas como el paladin, la primera reforma social, primer periodo
indoeendiente en a propuesta nacional
Ternavasio capitulo 2:
Se dividen en dos grupos saveedristas, querían una independencia más autonomista con lo no
rompían lazos con al corona española, milicias con mas autonomia
L rwforma de ocnstitucion
Politicas hereads de la colonia, el papel del cabildo como poder centralizado, conflictos de pueblos
de intetior centralización y hegemonía
Termavasio
Captulo I
Comercialiizacion
Reglamento del libre comercio, monopolio español control el imperio español sedes que
comerciaban ciruito controlado por el sistema de flotas y galeones, navios de registros, potencias
extranjeras , se abilitna nuevos puertos la corona auoriza el libre comerico entre colonias,
Los portugueses querían entrar por Rio grande y Colonia del Sacramento, ni orgnaizar las milicias
locales, las milicas tenían en la frontera indígena controlando la frontera indígena, Inglaterra que
venia de Reovlucion IDnsutrial y expansión industiral, venia pror la invasión,
Ocupación de la ahabna.
Titto, golpe de estado a santa fe, dirigido por Viamonte desde buenos aires en ese momento santa
fe queda bajo al orbita de buneos aires. Hasta que aparece stanisalo lopez un año después y logra
la independencia de santa fe de forma definitiva
Centralizdo,
La capital de donde de la nación sea en un lugar diferente al de buenos aires que se instale ne otra
ciudad, por ese tiempo en buenos aires, las fuerzas militres reonoce
Nombrado puerreydon quien es quine crea el ejecrito de los andes y lo nobmra a san martin como
capitán general
Se inicia el congreso de tucuman en el año 1810, los pitutados 33 son militares, abogados y
religiosos. En el congreso de tucuman no hay participación indígena, caundo se redact el acta de
independencia, la redacción se hacenen quechua y aymara.
Las provincias del alto peru no formaron parte del congreso porque fueron reconquistados por los
realistas, si cordoba que estuvo en lso dos congresos, el dpitado por cordoba cabrera estuvo en
ambos congresos,
El congreso de tucuman se solicito redactar notas para instalr temas, forma de gobierno, como
pactar planes de geurras delimitar los limites del estado, la administración de la justicia,.
Batalla de Cepeda,
La constitución del 19 genera inestaiblidad y como las privinicas dettoran a buenos aires en esa
batta de cepeda. Crisis del sistema dictorial
Cuadrito con las tres consittuciones, ítems formas de gobierno religión, pdoeres, mandatos.
Gobiernos provinciales.
En 1919 la cosntitcuion del 19 dodne el cargo ejecutivo del stado nacional es el directorio lo
ocupaba puerreydon quien renuncia como director, posterior asume rondon, ante esto, en est
situaion bustos en Cordoba se hace nombrar gobernador, convoc a un congreso en todas las
provincias desafiando al directorio para una nueva constitución, Lopez y ramirez ente ríos avanzan
sobre buenos aires, en esta crisis que empiezan desconocer el directorio e onstitucion , el conflicto
armado ocn las provincias del tlotiroal, quien asume en buenos aires s el cabildo, (TERNAVASIO)
Pacto de pilar,
En 1822
Caído del directorio tras la battla del cepeda, en la ucal los caulos del litoral vencea buenos aires,
caduca las pretenciones centralstas del buenos aires para imponer la cnstitucion del 19, rencunica
perreydon,
El direcotrio había habilitado la invasión portugeusa, para frenar el avance en materia legal
indpendentista y reforma social del artiguismo, esto implica ahora, si la banda oriental cae en
manos de portugeses , las provincias del ltiroal estarían amenzadas,
Un pacto que es un acuerdo de paz, en la cual se cesa la conflicto entre etas tres provincias que
habían protagonizado la batalla, pacificación en trel as provincias que habían deliberado,
Esa convocatoria a un cogreo se dilata, inestabilidad del a provincia de buenos aires tras la caída
del direcotiro.
Periodo llamado la feliz experiencia, itne que ver con el gobierno de artin rodrigeuz, primera
liberalización del rpyoectol iberal, Bernardino Rivadavia.
Provincias. Ese determinado territorio, desfario territorios. Población indígena libre, pacto
implicitar tertiroios libres .
Hacer de alguna manera las primeras acrtografis provinciales marcan tertiorios que al menos no
habían ocupado a ese momento
Configuracion del litoral, ratifica un acurdo mutuo de comercio, la crisi de esntre ríos tras la
muerte de rodrigez, pacho rodrigeuz,
Eje II:
GOLDMAN, N. y TEDESCHI, S. “Los tejidos formales del poder. Caudillos en el interior y litoral
rioplatenses durante la primera mitad del siglo XIX”. En GOLDMAN, N. y SALVATORE, R. (Comp.)
(2005). Caudillos Rioplatenses… Op. Cit. Pp. 135-157.
Las cuestiones a la que nos referiremos serán, las perspectivas sobre la naturaleza del caudillismo,
en especial los nuevos enfoques sobre el tema para explicar el surgimiento y el ascenso al poder
de los caudillos, en el espacio y tiempo ya referidos con anterioridad. Asimismo describiremos en
esta temática tres prototipos de caudillos, a saber: López, Quiroga y Artigas.
Conjuntamente nuestra intención es analizar también distintos aspectos que conciernen al tema
como el análisis de familia, situación económica, ascenso social, ideas políticas, que se pueden
evidenciar en los documentos de índole jurídica como lo fueron los tratados interprovinciales (del
Pilar, de Benegas, del Cuadrilato, etc.), el Pacto Federal de 1831, reglamentos provisorios,
congresos, estatutos, etc. Y por último puntualizar dentro del caudillismo los elementos que
caracterizan a un Estado Moderno y los del Antiguo Régimen.
Luego de esta sucinta introducción, comenzaremos por desarrollar los nuevos enfoques de estudio
sobre la naturaleza del caudillismo, en este sentido podemos decir que hay una multiplicidad de
posturas al respecto pero a partir de los estudios realizados por Goldman y Salvatore se puede
conocer sobre esta temática desde una nueva perspectiva a partir de los discursos políticos,
acciones públicas de los caudillos post-revolucionarios, así también las inervenciones de grupos
subalternos, que hacen tambalear el andamiaje conceptual del enfoque clásico sobre el
caudillismo.
Siguiendo a los autores antes mencionados, se puede hablar fundamentalmente de dos visiones
del caudillismo, la visión clásica y la visión clientelar y a partir de estas, los autores presentan un
nuevo enfoque al que más adelante haremos referencia.
Siguiendo a los autores antes mencionados, se puede hablar fundamentalmente de dos visiones
del caudillismo, la visión clásica y la visión clientelar y a partir de estas, los autores presentan un
nuevo enfoque al que más adelante haremos referencia.
Ahora bien tenemos que presentar la visión clásica, sus representantes, sus pensamientos, etc.,
primeramente dentro de esta perspectiva tenemos que mencionar el pensamiento de Sarmiento,
encuadrado dentro de la Generación del ’37, veía en los caudillos la expresión de la barbarie
gaucha y la violencia como forma de vida tal como lo describió en su ensayo “El Facundo”.
Otro de los representantes de esta visión clásica, también dentro de la Generación del ’37 es
Alberdi que consideraba al caudillismo como ejemplo de una polítca bárbara, él acuñaba más
precisamente el término de “barbarie política”, a propósito éste agrega que “…el caudillismo es un
gobierno sin ley en un contexto de debilidad de Estado…”[2] Esto quiere significar que ese
gobierno sin ley al que alude sólo puede darse en medio de la anarquía y el vacío de poder
institucional.
Otra de las posturas es la de Vicente Fidel López y Bartolomé Mitre, que desde una “historia
oficial” de corte liberal, querían propagar para resaltar el espirítu nacional, que el caudillismo post-
independentista era de naturaleza anárquica y montonera, de ahí que ven en la caída del poder
central del Directorio en 1820 el origen del caudillismo. Pero hay que destacar que estos dos
representantes difieren en lo que atañe al aspecto político, para López el caudillismo era negativo
porque había provocado desorganización social, barbarie y para Mitre el caudillismo representaba
sentimientos democrático-igualitarios que controlados por un régimen republicano liberal sería
positivo para la nación. (En Goldman–Salvatore; 1998).
También otra postura es la de Ramos Mejía que desde la medicina psiquiátrica, línea positivista,
que interpreta al caudillismo como una cultura popular, desprovista de ética del trabajo, con
costumbres bárbaras.
Es menester aclarar siguiendo a Goldman y Salvatore que en la actualidad con Halperin Donghi
sobre todo se retorna a la visión clásica de caudillismo para explicar su surgimiento y su
naturaleza, pero este historiador parte de dos categorías de análisis como lo son, militarización de
la sociedad y democratización para explicar el ascenso al poder de los caudillos. (En Halperin
Donghi: Revolución y Guerra)
Por ende esta relación caudillismo-clientelismo determinaba que tanto los terratenientes como los
peones y todo aquel que siguiera al caudillo y le prestara servicios militares y lealtad, podrían
acceder a la tierra, al empleo y sobre todo a la protección del caudillo.
Así el caudillo es asociado a un jefe de gobierno local, el de las provincias, que por lo general
poseía un carisma especial y excelente capacidad militar lo que le permitía a los caudillos
mantener una buena relación con las masas campesinas. Lynch va a decir que esa relación patrón-
cliente es esencial para comprender el sistema caudillista que significaba el intercambio personal e
informal de recursos económicos y políticos (Lynch; 1992)
A su vez este autor distingue distintos tipos de caudillos, los que surgieron después de la
independencia como Artigas y Güemes y los que surgieron de organizaciones informales en el
contexto de las montoneras, como Ramirez y López que derrocaron la centralización de poder en
manos del Directorio Supremo en 1820 en la Batalla de Cepeda, por lo que se deduce que estos
caudillos estaban en franca oposición al centralismo porteño y principalmente al proyecto
constitucional de 1819.
Para resumir la postura de Lynch, citamos a Goldman-Salvatore que señalan que este
representante de la visión clientelar caracteriza al caudillismo como personalista, relacionado por
redes informales, alianza entra caudillos locales y manipulación de las masas campesinas.
Es necesario aclarar que la posición de Lynch retoma a López y Mitre para explicar el surgimiento
de un tipo especial de caudillo, pero por otro lado se aleja del término de barbarie política que
hablaba Alberdi y Sarmiento.
Por ende esta relación caudillismo-clientelismo determinaba que tanto los terratenientes como los
peones y todo aquel que siguiera al caudillo y le prestara servicios militares y lealtad, podrían
acceder a la tierra, al empleo y sobre todo a la protección del caudillo.
Así el caudillo es asociado a un jefe de gobierno local, el de las provincias, que por lo general
poseía un carisma especial y excelente capacidad militar lo que le permitía a los caudillos
mantener una buena relación con las masas campesinas. Lynch va a decir que esa relación patrón-
cliente es esencial para comprender el sistema caudillista que significaba el intercambio personal e
informal de recursos económicos y políticos (Lynch; 1992)
A su vez este autor distingue distintos tipos de caudillos, los que surgieron después de la
independencia como Artigas y Güemes y los que surgieron de organizaciones informales en el
contexto de las montoneras, como Ramirez y López que derrocaron la centralización de poder en
manos del Directorio Supremo en 1820 en la Batalla de Cepeda, por lo que se deduce que estos
caudillos estaban en franca oposición al centralismo porteño y principalmente al proyecto
constitucional de 1819.
Para resumir la postura de Lynch, citamos a Goldman-Salvatore que señalan que este
representante de la visión clientelar caracteriza al caudillismo como personalista, relacionado por
redes informales, alianza entra caudillos locales y manipulación de las masas campesinas.
Es necesario aclarar que la posición de Lynch retoma a López y Mitre para explicar el surgimiento
de un tipo especial de caudillo, pero por otro lado se aleja del término de barbarie política que
hablaba Alberdi y Sarmiento.
Para resumir esta idea decimos que la democratización del poder como resultado de la
militarización implicó el surgimiento y el consecuente ascenso del régimen de caudillos, que a su
vez desarrollaron una capacidad social de convocatoria en su condición de propietarios rurales y
de jefes militares como lo fueron Artigas, López y Quiroga, por mencionar los que trataremos en el
presente trabajo.
c)
Artigas: familia- situación económica – origen – ideas políticas – ascenso social – participación en
congresos, pacos, tratados, etc. – elementos de un Estado Moderno y del Antiguo Régimen.
Nacido en Uruguay en 1764, pertenecía a una de las familias más acaudaladas de Montevideo,
descendiente de los primeros pobladores de esa capital, su padre fue oficial real, el primer capitán
de milicias, con el tiempo ingresó como soldado para proteger la frontera contra los portugueses.
Se lo considera como un hombre de estado que se interesó por cuestiones no sólo políticas,
también sociales, económicas y culturales, él creía que un Estado independiente debía garantizar
justicia e igualdad, esta última lo obsesionó al decir de Barrán y Nahum.
ra terminar, concluimos que la etapa post-revolucionaria, es decir en la primera mitad del siglo
XIX, ve nacer las figuras de los caudillos como personas que imprimieron un sello característico por
su forma de vida, en el contexto rural que surgieron y el predominio que llegaron a tener en el
Interior como en el Litoral Rioplatense, acompañado del apoyo de las masas populares, que les
dieron legitimidad a estos y también la fuerza militar fue un elemento de acceso y ascenso al
poder local.
Pero también queda demostrado que este régimen de caudillos fue acompañado por la intención
de organizar los espacios locales, esto es las provincias, como un Estado soberano y con
autonomía, con sus propias instituciones, lo que deja entrever que la postura clásica del vacío
institucional está superada.
Y a partir de los nuevos enfoques explicados en el presente trabajo, nos permite problematizar
sobre el tema desde otra mirada con la utilización de otros tipos de fuentes, sean de índole
privada o institucional, como los testamentos de los caudillos, la discursiva del caudillo y de sus
detractores, los documentos jurídicos y otros indicios que nos suministran otros datos y que el
historiador recolecta para analizar de esta forma el régimen de caudillos y reformular viejas
categorías conceptuales y plantear nuevos conceptos, presentando otras variables lo que
demuestra un constante cambio y giro dentro de la historiografía argentina.
MORENO, Mariano (2009). “Disertación jurídica. Sobre el servicio personal de los indios en
general, y sobre el particular de Yanaconas y Mitarios”. En Plan revolucionario de operaciones y
otros escritos. Buenos Aires. Emecé. Pp. 129-162.
Al paso que el nuevo Mundo ha sido por sus riquezas el objeto de la común codicia, han sido sus
naturales el blanco de una general contradicción. Desde el primer descubrimiento de estas
Américas comenzó la malicia a perseguir a unos hombres, que no tuvieron otro delito que haber
nacido en unas tierras que la naturaleza enriqueció con opulencia. Cuando su policía y natural
cultura eran dignas de la admiración del mundo antiguo, no trepidó la maledicencia dudar
públicamente en la capital del orbe cristiano acerca de su racionalidad; y para arruinar un delirio,
que parecía no necesitar más anatemas que los de la humanidad, fue necesario que fulminase sus
rayos el Vaticano.”
Unidad II
Ricardo Salvatore .
Un fenómeno general, propio del período rosista, es la existencia de distintas formas deexpresión
del federalismo y las tensiones que esto produjo entre los distintos sectores
diversos sectores de la comunidad política a unirse a una “Santa Causa” sin clarificar las
nifestaciones externasde adhesión al federalismo por distintos componentes del cuerpo político,
durante el período1831-1852.Examinar la política como fue vivida por los participantes puede
servir para contextualizarmás adecuadamente la cuestión de cuánto apoyo recibió el rosismo de
estancieros, pequeñosproductores rurales, peones y comerciantes.
La “causa federal” esperaba de los ciudadanos diversos tipos de adhesión. “Ser federal”
implicaba a veces lucir como federal, otras veces expresarse como federal y con mayorfrecuencia,
contribuir como federal por medio de servicios personales o donación de bienes.Fuera del
territorio controlado de las elecciones y de los debates de la Sala de Representantesexistía otro
territorio de
federalesde servicios (eran quienes habían cumplido con sus obligaciones ciudadanas y
contribuido
federales de bienes
–o de “bolsillo” (demandabauna adhesión menos intensa. Era suficiente con que el sujeto hubiese
“auxiliado” a los
diferentes emprendimientos militares con aportes en ganado, provisiones y dinero para quese lo
aceptara en la famila de los federales)-, y aquellos cuya adhesión sólo podía inferirse apartir de su
apariencia.
Para quienes se postularan como agentes del orden; Rosas demandaba adheson de expresiones y
de servicios e exigia así la condición de “federal de opinión” o en efecto “federal de servicios y
bienes”
Entre los vecinos, la ropa, el elenguaje cotidiano, las contribuciones a la guerra y las practicas de
reclutamiento servían a la vez para establecer diferencias y medir opiniones. La ropa constituia el
primer elemento de diferenciación en la política de la época. El uso mandatario de la divisa y
cintillo, la forma de vestir del paisano, y para algunos el privilegio de usar bigote y galones,
conformaron el edtilo, la fisonomía del federlaimo.
La diferenciación entre rojo punzo y elverdeo celest3e se cargo de signifiacion politicva, ayudando
a distinguir entre amigos y enemigos.
Las expresione de los ciudadanos parecían mas importantes a lahora de distinguir entre unitarios y
federales el ser federal de opinión requeria qu la comunidad recordara qur el sujeto se había
expresado claramente por la causa federal.
Las contribuciones a la guerra o otras acciones en poyo de la “santa causa” también constituyeron
una mustra de adhesión federal. La mas corriente de contribuciones cosistia en caballos, yeguas y
reses para el consumo del ejercito. Estos auxilios se tomabanprimero de las estancias embargadas
pero, cuando los ganados de estas escaseaban, se debía repartir la carga de estas constribuciones
entre los vecinos.
Otas formas de donaciones a la causa federal también eran frecuentes. Vecinos de pequeña o gran
fortunadevolvia los recibos por ganados entregados al ejercito, paaban los impuestos y tasas luego
de haber sido exentos de ellos, o simplemente aportaban dinero en suscripciones publicas con el
destino explicito de financiar la guerra contra los unitarios.
Donar dinero a la guerra o invertirlo en fiestas para celebrar victorias federales eran formas de
expresar jubilo por las desicicones del gobierno. La popularidad de estas colectas fue en aumento
con las victorias federales.
En el terreno del os hechos, la lealtad al Federalismo y Rossas se comprobaba con servicios:
transporte de ganado, cuidado de caballadas, partidas para la aprehensión de delicnuentes, forma
de expresión federal dejaba bastante margen a la desigualdad social. EN la medida que “servir a la
causa federal” significaba diferentes comrpomisos para distintos sectores sociales, su utilidad
commo medida de adhesión era variable. Miestras para los soldados regulares milicianos el servico
tenia un componente voluntaria, patriótica. Por esto, los soldados esperaban una retribución
difente de la republica: premios en tierras, fueros especiales entre otras. La realidad parece haber
contrarido estas aspiraciones: lso vecinos propietarios que sostenían la guerra con sus intereses o
con servicios pasivos o mecánicos se llevaban grna parte de estos premios y privilegos.
Aquí se ubican tanto las adhesiones de sujetos subalternos (peones itinerantes y paisanos pobres)
cansados de la injustiica del ejercito como la de esntaiveos cansados de tantas contribuciones:
ambos tenían razones para retacear su apoyo a la causa federal. En el medio de este continuo
estarían adhesiones que, sin admitir a una adicción personal a Rosas, remarcaban su apoyo “fiel y
constante” ala Santa Causa Federal, enfatizan un pasado de servicios. Estas ultimas creemos,
corresponderían l grupo activo y numerosos que respaldo a ROSAS; LOS PEQUEÑOS Y MEDIANS
PRODUCTOS RURALES.
a) Ropas e insignias
b) B) Donaciones: Quienes mas contribuían ala causa federal no eran precisamente los
grandes terratenientes. Contrariando la repdica liberal posterior a Caseros, las
suscripciones del os vecinos para afrontar los gastos del as guerras civiles eran en su
mayoría voluntarias.
c) Los donantes , por lo que se puede inferirse a partir de las listas, no eran por lo general
acaudalados estancieros, eran mas bien postillones , pequeñso criadores, viudas de
veteranos federales o dependientes cuya relación con el sistema federal estaba basado
tanto en afinidades ideológicas como en la defensa de intereses económicos.
d) La evidencia sobre algnso donantes permite entrever que estos que no destacaban por
tener grandes propiedades. La importancia del os pequeños propietarios por le orden
rosista puede ser minimizado. La adhesión de este grupo social, aunque motivada
principalmente por afinidades ideológicas, no eran totalmente deisterada. Su acumulación
de capital había sido rpaida, en aprte gracias a la Pax rosista.
c. Servicios militares. Tal vez la mejor medida de la adhesión del os paisanos pobres ala
causa federal sea en el grado en que estos cumplían con sus obligaciones militares.
La deserción o el esconderse ede las partidas reclutadoras figuraban entre los delitos mas
frecuentes del periodo.
La evidencia fragmentaria, aunque fragmentaria refuerza la creencia de que las
adhesiones federlaes del os paisanos pobres no fueron ni “unánimes” ni “entusiastas”.
Fueron mas bien adhesiones “tibias, condicionadas al cumplimiento de ciertas promesas
por parte del aparato judicial-militar. Es claro que Rosas trató de cubrir estas expectativas
al menso en aprte, otogrando al os soldados medallas y premios en ganado y tierras. Pero
las promesas incumplidas fueron mas en proporción y consecuentemente, el entusiasmo
de lso paisanos pobres pro prestar servicios de guerra dismnuyo con el tiempo.
Trabajso reicentres han señalado la importancia de las formas del a política en el proceso
de consticiom el estado naconal. En esta línea el ensayo ha intnetadocontribuir a este
desarrollo
La existencia de diferentes modalidades de “ser federal” y las desigualdades implicadas en
esta diversidadsirven para modificar nuestra comprensión del apoyo al federalismo
rosista.
Si las identidades políticas podían ser mas o menos intensas, distintos agentes sociales
respondeian de diferente manera al llamado de la “Causa Federal”. Esta no demandaba
identidades políticas profundasa todal a población, solo qde aquellos servidores públicos
que debían aplicar la ley y movili<ar por el apoyo a la guerra.
La gradación de adhesiones e identidades federales no significa que los actores sociales no
debatieran
Di meglio
Una ocsa es la nocion de pueblo en palabras de moreno que pretendía que para dirimir
que hacer en tre las provincias delunidas del rey
Ahí lo que tira es una serie de datos para pensar que fue un clásico en la historiografía que
fue la discusión en carácter popular, recordar que una cosa es la nocion de pueblo en
palabras de Moreno que pretendía que para dirimir o que hacer entre las provinicas del
Rio de la plata post echada del virrey era convocar un congreso constituyente y convocar a
los pueblos, la categoría de bajo pueblo refiere a los sectores históricamente
subalternados que habían tendio relevancia durante las invasiones inglesas a partir de la
primera constitución de las milicias urbanas y ocn esta coyuntura de la revolución y l a
guerra, la convocatoria ea harian los ejércitos que van a exportar la revolución desde
Buenos Aires hasta el resto de las provincias y por otro lado lo que se conoce como guerra
de la independencia, es clave la participación de la plebe,
Los datos puntuales del Cabildo abierto del 22 de mayo, implican los vecinos o sea la elite,
la pbolcacion decente los qas que dirimin la expulsio el rey, ahí el pueblo no participa,
Cuales son las vías de participación que identifica en autor para estos sectores?
El autor marca tres hechos fundamentales, estudiar de dodne viene esa participación
popular, el proceso revolucionario, muchos años hasta que s e conforma difeetns
gobiernos.
El primer proceso en 1811, dice que el periodo despeus de 1810 es marcado dentro de la
disputa porteño sector morenista de independecia de eruopay los saveedristas mas
modreados, es sector saveedrista estaba mas ligado a sectorws popualres por mecanimos
de organización del territorio, a través de alcaldes, el autor empieza a indagar esos
elemtnos como esas disputas que habían entre estos dos bandos en abril de 1811, esta
movilización temina con la imposicon del primer triunvirato, a través una rganizacion con
rasgos popualres, los morenistas eran parte del junta grande.
13.
INTRODUCCIÓN
Noemí Goldman y Ricardo Salvatore
orden colonial- en conflictos entre bandas armadas.21 En este contexto se produjo el
desplazamiento de la elite criolla urbana por caudillos
y jefes de milicias rurales; a su vez grandes propietarios. El caso de Buenos Aires, entre
1829 y 1852, fue diferente porque aquí existió un ejército regular fuerte, al que Rosas
trató de subordinar las milicias.22 La anarquía, el vacío institucional, la ruralización del
poder y la compe tencia armada volvían así a ser convocados a la hora de explicar el
surgimiento y naturaleza del caudillismo argentino.
Respecto a la naturaleza del caudillismo, Lynch no tenía dudas. Se trataba de un tipo de
clientelismo propio de la posindependencia latinoamericana. Tanto los se guidores
inmediatos al caudillo --su gente armada-, como su clientela más periférica, estaban
unidos a aquel por relaciones de intercambio marcadamente desiguales.25
En la historiografía producida en el “Norte” con posterioridad a 1960, el "caudillismo” fue
tratado como una clase especial de “clientelismo”. 23 De acuerdo a la definición ya clásica
dada por Wolf y Hansen en 1966 el “caudillismo” era una forma de relación político-social
que se daba cuando grupos de patrones y clientes competían por poder y riqueza usando
métodos violentos
así porque en las sociedades en las que se daban este tipo de relaciones no existían
canales institucionales para la competencia política.24 Dentro de este marco, el
"caudillismo clásico" aludía a situa ciones de alta inestabilidad política caracterizadas por
la fragmentación de la sobera nía nacional, en que líderes militares o terratenientes
luchaban unos con otros para acceder al control del Estado.25 La posindependencia
hispanoamericana aparecía así como un caso típico de relaciones clientelares.
Es que los historiadores del Norte, influídos sin duda por nuevas teorías políticas
construidas en base a evidencia sociológica y antropológica, trataban de ubicar la
experiencia de la posindependencia hispanoamericana en un contexto internacio
Aquellas condiciones-vacío institucional, competencia armada y hegemonía terrateniente,
imponían al caudillo ciertos requisitos mínimos para llegar al poder político. Entre estos
requisitos, ninguno era tan importante como el control de los recursos económicos–.30 La
ecuación era sencilla: en un Estado posindependiente con débiles finanzas, sólo los
propietarios de tierras estaban en condiciones de finan ciar guerras y sólo ellos contaban
con una clientela cautiva -los peones, para orga nizar bandas armadas –montoneras o
milicias-3' Es por ello que el caudillo gobernante -el súper-patrón- no era más que un gran
terrateniente que, bajo ciertas condiciones históricas, devenía en dictador. 32
Lynch distinguió varios tipos de caudillos de acuerdo a las condiciones histórico concretas
en que habían surgido. En primer lugar, estaban aquellos caudillos que emergieron
durante las guerras de independencia: Artigas y Güemes. Ellos eran el produc to de la
propia experiencia de la guerra y, en particular, de las organizaciones informales surgidas
en ese contexto: las montoneras. Los caudillos provinciales que se apoderaron de la
ciudad de Buenos Aires en 1820-E. López y Francisco Ramírez, pertenecían a un segundo
grupo. Ellos habían surgido en oposición al centralismo porteño y su poder no
era más que el interés económico regional llevado a la política armada. 34 Estos caudillos,
lo mismo que Quiroga
avance de la "barbarie" sobre la "civili zación"; su ascenso inauguraba un período de
predominio de lo rural sobre lo urbano.
J. M. de Rosas pertenecía a una categoría especial: él era el “súper-patrón”, el caudillo de
caudillos. Su clientela era por ende más amplia, incluyendo a peopes, milicianos,
estancieros, comerciantes e indígenas.35 En su base, el liderazgo de Rosas se asentaba en
la estructura clientelar de la sociedad de la campaña. Los peones atemorizados por las
leyes de vagancia huían hacia las estancias en búsqueda de protección. Los terratenientes
los acogían y protegían de las “partidas” a cambio de tener su indiscutida lealtad y
obediencia. En el proceso, los “gauchos” se convertían en peones, perdían su libertad y
seguían pasivamente a sus patrones en cuanta asona da, campaña o levantamiento
intervinieran estos últimos. 37 Para resumir, el caudillismo que pintó Lynch operaba en un
contexto político-social caracterizado por la ausen cia de instituciones, por la hegemonía
de la clase terrateniente y por la prevalencia de relaciones de dependencia personal. Las
relaciones de dependencia y someti miento de la estancia trasladadas a la política
tornaban a los pasivos y obedientes peones en clientela política del caudillo.
Estas relaciones personales y esta estructura económica social determinaban el carácter
de la política del caudillo: personalismo, redes informales, alianzas entre caudillos locales,
manipulación de las masas campesinas. Una vez en el poder, el caudillo tendía a beneficiar
a un reducido número de hacendados, comerciantes, parientes, tornando en burla las
pretensiones participativas e igualitarias de sus dis cursos. $ ; Cómo se diferencia este tipo
de mirada al fenómeno del caudillismo de la imagen clásica construida por Sarmiento,
Alberdi, Mitre y López? En primer lugar, en esta última tradición la asociación entre
caudillismo y clientelismo es inexistente. En Lynch, la tesis sarmientina de que el
caudillismo se asienta en una forma de vida bárbara propia del Desierto se ha trastocado
en un clientelismo que emerge más
bien de la estructura latifundista de la propiedad y de un sistema coercitivo funcional a
ésta. Los temas de la anarquía y la montonera, centrales para Mitre y López, aparecen
relevantes en Lynch sólo para explicar el surgimiento de un tipo muy especial de caudillos.
Otro tema crucial para la interpretación clásica -la cuestión de los impulsos igualitarios que
alimentaban la guerra social y, por ende, la cuestión de la “democracia bárbara”, ha
desaparecido prácticamente en la concepción de Lynch. Es que el caudillismo, en esta
visión clientelar
ha torna do en la antítesis del gobierno republicano: el caudillo-propietario ha converti do
a los ciudadanos-soldados en peones y luego en clientes. Carentes de institu ciones y
leyes, los habitantes de las campañas buscaron protectores terratenientes y, de esta
forma, perdieron los derechos civiles y políticos adquiridos con la independencia. El
caudillismo aparece, entonces, como manipulación de los sentimientos y aspiraciones de
las masas, algo que contrasta con la visión dejada por Sarmiento, Alberdi, Mitre y López,
para quienes el caudillo representaba, en parte, formas de ser y de sentir propias de las
masas campesinas.
Este proceso -la formación de Estados autónomos-, además de proveer una pers pectiva
diferente para analizar los problemas implicados en la cuestión de la organi zación
nacional, ofrece algunas claves valiosas para reveer las simplificaciones rela cionadas con
el surgimiento y consolidación de los regímenes de caudillo. Esta reconsideración supone,
en primer lugar, vincular a los regímenes de caudillos con las manifestaciones múltiples de
tendencias autonómicas que se manifestaron desde el inicio de la revolución, así como
con los esfuerzos por consolidar instancias estata les en el ámbito de las nuevas
“provincias” luego de 1820. En segundo término, dentro del conjunto de razones que
llevaron al fracaso de los proyectos de organiza ción nacional, es necesario introducir una
explicación que contemple –junto al desarrollo de prácticas políticas que tendieron a
imponer formas de poder autorita rias, la imposibilidad de los mismos Estados provinciales
de trascender su autono mismo.45 Este nuevo enfoque aportaría una mejor perspectiva
para explicar porqué los caudillos tendieron a basar su dominio invocando la "legalidad”.
En efecto, en el Río de la Plata el ideario republicano apareció asociado, desde la we
década del '10, a la lucha por la independencia, a los primeros ensayos constitucio
W nales y a la instauración de un régimen representativo liberal.
Las provincias fueron paulatinamente adoptando ciertas formas “republicanas repre
sentativas” fundadas, en su mayoría, en rudimentarios textos constitucionales. Los regí
menes de caudillo no escaparon a esta solución provisional para legitimar, en el marco
inestable de los pactos interprovinciales, los esfuerzos por lograr un nuevo orden social y
político y, también, para resistir a las tendencias hegemónicas de Buenos Aires.46
Esta última, como sabemos, se negaba a compartir los beneficios que provenían de las
rentas de la aduana. Una nueva y compleja relación se estableció así entre legalidad,
legitimidad y coerción en el ámbito rioplatense. Bhd
Localizar los regímenes de caudillos dentro de la compleja trama de la construc ción de
Estados autónomos lleva, en algunos casos, a revalorar la propia naturaleza del
caudillismo. En su ensayo, Ana Frega presenta a Artigas como un "caudillo ilus trado” que
busca educar ciudadanos virtuosos y que, a la vez, trata de armonizar la construcción de la
república con la “soberanía particular" emanada desde los cabil dos locales. 47 Como bien
lo señala Frega, la historiografía social de los años 1960 y 1970 rescató la figura de Artigas,
borrando las ambigüedades del discurso artiguista -tolerancia del robo y defensa de la
honestidad de los funcionarios, y descuidando el problema de la superposición de
autoridades y jurisdicciones de la era revolucio naria. En realidad, para construir su poder
en un contexto de legalidades superpues tas, Artigas debió mediar entre grupos sociales
heterogéneos y articular intereses muy diferentes -los notables de Montevideo, los
vecinos de los pueblos, y su propio ejército-. Entre las imágenes contrastantes de Artigas
como “jefe de bandidos” y como "héroe fundador de la nacionalidad” hay entonces
espacio para una concep ción intermedia que recupere la compleja, cambiante e inestable
trama de alianzas, actitudes y expectativas que desató la crisis revolucionaria entre los
diversos pueblos y grupos sociales de la Banda Oriental.
En el ensayo de N. Goldman y S. Tedeschi se puede ver cómo surgieron simultá neamente,
en Santa Fe y en La Rioja, fuertes aspiraciones autonómicas junto a las nuevas formas de
poder de los caudillos Estanislao López y Juan Facundo Quiroga. De allí la creación, en
ambas provincias, de Salas de Representantes en su doble función de depositarias de la
llamada soberanía del pueblo y de la soberanía de la provincias. La organización de la
estructura militar en ambas provincias se apoyó así en una red jerárquica y territorial que
fue, al mismo tiempo, urbana y rural, en la medida que el proceso de construcción de
Estados autónomos provinciales coinci dió con la incorporación de la campaña a la vida
política.plhala
INTRODUCCIÓN
Noemí Goldman y Ricardo Salvatore
En efecto una de las claves para explicar -más allá del evidente proceso de militarización
producido por las guerras de independencia, la nueva relación que se estableció entre la
ciudad y la campaña luego de la revolución, reside en la modifi cación del carácter de la
representación que posibilitó la inclusión por vía legal del ámbito rural a la vida política
local. Relación de la cual las zonas rurales surgieron como algo más que espacios de
reclutamiento de hombres y campos de batallas. Así, mientras López sostuvo su poder en
tropas permanentes y cuasiprofesionales, con asiento básicamente urbano, Quiroga basó
su dominio en las milicias rurales de Los Llanos y en su cargo de Comandante General de la
provincia. De modo que existió una real articulación entre la estructura militar provincial y
la capacidad de mando del caudillo.
de la deliberación dentro del proceso electoral tuvo por evidente objetivo crear una
opinión unánime sometida a la del gobernador.
La cuestión de las identidades políticas de los sujetos que constituían la “clientela" de los
caudillos es también central a cualquier reconsideración del caudillismo. En la dunia
medida que abandonamos la construcción tradicional que presenta a las masas campe-
delen sinas y urbanas como sujetos pasivos, disponibles para cualquier empresa política y
militar de sus caudillos, se torna importante considerar la forma en que las interpelaciones
ideológicas de los caudillos fueron recepcionadas por sus seguidores
En suma, analizar las formas de ascenso al poder de los caudillos significa hoy rediscutir
dos de las imágenes estereotipadas que nos legó la historiografía: por un lado, la
caraterización de las zonas rurales como espacios sin orden social y sin insti tuciones; por
otro lado, la asimilación del vínculo caudillo-milicias al vínculo es tanciero-peón, es decir,
la tesis según la cual las relacioness clientelísticas en la polí tica fueron engendradas por
relaciones igualmente clientelísticas dentro de la estan cia. Según se vio, las nuevas
perspectivas parecen indicar, en relación al primer punto, que los caudillos sustentaron su
poder –es decir, movilizaron recursos, milicias