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BIOGRAFÍA DEL PADRE JESÚS HECTOR GALLEGO HERRERA

PRIMEROS AÑOS
Héctor Gallego nació 7 de enero de 1938 en el pueblo Antioqueño llamado Monte bello, del
municipio de Salgar, República de Colombia, fue el primogénito del agricultor cafetalero
Horacio Gallego y de Alejandrina Herrera. Fue el mayor de once hermanos: nueve hombres y
dos mujeres. Estudió la primaria y la secundaria en Colombia. Recibió enseñanza filosófica
en Santa Rosa, Antioquia y por último ingresó al Seminario Mayor Arquidiocesano de
Medellín (1963-1965), regentado por el Padre Ignacio Restrepo Uribe, ya que desde pequeño
mostró su inclinación al sacerdocio. En la diócesis de Jericó ejerció sus primeras tareas
evangelizadoras.

ARRIBÓ A PANAMÁ
El joven Gallego, a la edad de 27 años, se entera por medio de un compañero de clases,
llamado Plinio Mojica, de Panamá, que en la diócesis a la que pertenecía, fundada un año
antes, sólo había nueve sacerdotes para atender a 160 mil personas y que algunas parroquias
no tenían sacerdotes. En una visita que realizó el entonces Obispo de la recién creada
Diócesis de Veraguas, Monseñor Marcos Gregorio McGrath a Medellín en 1965 a una
reunión del Consejo Episcopal Latinoamericano, del cual era directivo; el seminarista
Gallego, obtuvo permiso para hablar con el obispo McGrath y expresarle su deseo de trabajar
con él en su Diócesis en Veraguas.

Siendo seminarista, el joven Gallego llega por primera vez a Panamá con el reverendo Pablo
Bueter en 1966 y se incorpora en la vida de los veragüenses el 5 de febrero de 1967; realiza
sus primeras prácticas religiosas como diácono en la parroquia del distrito de San Francisco.
Su trabajo diario se centró en el movimiento familiar cristiano y su labor pastoral de la
parroquia y con los jóvenes del Grupo “San Francisco Mejor”. El 12 de julio de 1967, regresa
a Medellín y el 16 del mismo mes fue ordenado sacerdote por Monseñor Marcos Gregorio
McGrath. Regresa a Panamá el 13 de agosto del mismo año y su primera misa la celebró en el
templo de la Parroquia de San Francisco. El 20 de agosto marchó de inmediato a Santa Fe
para comenzar la organización de su futura parroquia.

Inicia su trabajo pastoral con un grupo de seminaristas, después de visitar todas las
comunidades de Santa Fe, un área muy difícil por sus montañas y su población muy dispersa.
El padre Gallego organiza el distrito en centros de comunidad circundantes, inicia las
reuniones de estudio del Evangelio para la formación de las comunidades de base en el
pueblo de Santa Fe y en los diferentes centros comunales.

Organizó a los campesinos en varios programas que cambiarían su vida. En ese tiempo ya
existían 30 comunidades de base que había organizado el padre Alejando Vásquez Pinto,
quién era el sacerdote encargado del área de Santa Fe, y su guía cuando éste realizaba su
práctica pastoral. Colaboró con el padre Alejandro Vásquez Pinto en Santa Fe y con las
monjas franciscanas. Este era un distrito totalmente abandonado, de muy difícil acceso y a la
vez subdesarrollada por falta de vías de comunicación: el campesino de esa región era
esencialmente analfabeto, pobre, con mala salud y completamente disperso. Había pocas
familias ricas unidas por lazos de parentesco que desarrollaban ampliamente su economía en
esta zona. Esto provocaba un caciquismo existente desde la época colonial. Por lo tanto los
indígenas de la zona eran totalmente sometidos y explotados a favor de los intereses
personales de los terratenientes. Los campesinos eran pobres, de precaria salud; vivían lejos
de la localidad principal. Santa Fe con unas 8,000 personas, no tenía párroco.
En el verano del año 1968 es nombrado párroco del distrito de Santa Fe por Monseñor
McGrath; constituyéndose así la Parroquia de Santa Fe, siendo el padre Héctor Gallego, su
primer párroco.

EL PLAN VERAGUAS
Héctor Gallego, comprometido con la política social de la Iglesia tras el Concilio Vaticano II
y la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín, organizó un
programa de evangelización de la fe al que solo asistieron los campesinos. El trabajo de
Gallego en los campos de Veraguas estaba enmarcado dentro de un plan elaborado por la
Iglesia Católica, llamado Plan Veraguas, inspirado en un Catolicismo Progresista y en la
Teología de la Liberación, que promulgaba por un crecimiento no solo espiritual, sino
económico y político.

El Plan Veraguas consistía en crear las condiciones para romper los círculos viciosos del
atraso. Este Plan fue elaborado por el reverendo Ricardo Seidel, con apoyo del Obispo de la
provincia, Monseñor Marcos Gregorio McGrath y Edwin Fábrega, subdirector de
Planificación de la Presidencia. El estudio identificó un analfabetismo del 51.7% de la
población de 10 y más años de edad; y la región ocupaba el 87.5% de viviendas con piso de
tierra, segundo lugar nacional, mientras que había criaderos de cerdos con piso de cemento;
80.4% de la población vivía sin agua potable ni servicio sanitario; 91.9% sin energía
eléctrica; un 50% de la niñez sufría de malnutrición; y había una alta tasa de mortalidad por
enfermedades infecciosas y parasitarias, y por tuberculosis en todas sus formas. Pero eran los
tiempos de la Guerra Fría y la labor de la Iglesia chocaría no solo con los intereses de los
terratenientes del área, sino con unas estructuras de poder atemorizadas con cualquier desafío
al orden social establecido. Los terratenientes santafereños por el contrario, no querían
comprometerse a nada que les exigiera un cambio de conducta.

Por este motivo, el nuevo párroco se dedicó a aquellos que respondieron a su llamada. Con
estas personas trabajó en los campos, durmió en sus chozas, compartió sus preocupaciones y
al fin llegó a ser como uno de ellos. Les anunció la Buena Nueva y les hizo entender que
tenían la dignidad de ser hijos de Dios, que la injusticia y la explotación no eran la voluntad
de Dios y que Cristo les pedía su colaboración para construir un mundo mejor por medios
pacíficos. Gallego atendía once centros campesinos organizados; se edificó una casa comunal
en Santa Fe, se crearon las cooperativas de servicios múltiples, llamadas "Esperanza de los
Campesinos" (luego rebautizada Juan XXIII), pero los terratenientes los atacaron y
amenazaron; entre ellos, Álvaro Vernaza Herrera, quien enfrentó el Plan Veraguas, la
reforma agraria y otros proyectos socioeconómicos del gobierno y la Iglesia Católica en la
región. El Obispado de Veraguas se pronunció con firmeza al respecto. En 1968, se robaron
las urnas en las elecciones generales en las que competían el Ing. David Samudio y el Dr.
Arnulfo Arias Madrid y fueron culpados los evangelizadores. Héctor Gallego fue acusado,
entre otras cosas, de ser "comunista y terrorista".

CONFLICTOS CON EL RÉGIMEN MILITAR


El modo de vida de la población santafereña antes de la llegada del padre Héctor Gallego no
había cambiado mucho desde la época colonial, cuando se instalaron allí un grupo de familias
(los Castrellón, los Hernández, los Palacio, los Abrego o los Vernaza Herrera), estos últimos,
parientes del entonces dictador Omar Torrijos Herrera, clanes que llegaron a adquirir el
control de las tierras y del comercio local. Después del golpe militar, las comunidades
campesinas comenzaron a vivir un período de terror. Muchos terratenientes aliados con
funcionarios gubernamentales arrebataron tierras a las comunidades campesinas y acentuaron
la explotación de los jornaleros que trabajaban dentro de sus propiedades. Además, la
producción de los campesinos en las tierras comunales era acaparada por los terratenientes,
quienes les compraban los productos a precios irrisorios para que en épocas de escaza
producción poder vendérselas a precios sumamente altos. Los proyectos comunales del padre
Gallego eran el único bastión de lucha para evitar la explotación y la profundización del
empobrecimiento del campesinado del distrito de Santa Fe en Veraguas.

En 1968 se implantó por fin un sindicato al cual muchos se inscribieron; otro de los grandes
planes del padre Gallego fue la implementación de Cooperativas de Consumo e indujo a los
campesinos a creer que podían ser dueños de su destino a través del trabajo colectivo y el
apoyo mutuo entre los de su clase. Los terratenientes seriamente perjudicados con esto,
culparon del asunto al párroco sacerdote colombiano. En junio de 1969, empezaron los
ataques, incluso algunos aldeanos le dieron una paliza al padre Gallego en el mes de junio y
en diciembre del mismo año lo arrestaron. No obstante fue puesto en libertad porque se
comprobó que todas las acusaciones eran calumnias.

El 2 de julio de 1970, Héctor Gallego fue detenido por agentes de la Guardia Nacional de la
provincia de Veraguas, acusado por Álvaro Vernaza Herrera de quemar una planta eléctrica.
El Arzobispo McGrath habló con el general Omar Torrijos Herrera para que lo liberaran. Lo
soltaron con el compromiso de viajar a Panamá al día siguiente para entrevistarse con el
General Torrijos. El 3 de julio, el Padre Gallego se entrevistó con el General Torrijos, y llegó
a acuerdos importantes para llevar adelante la reforma agraria y alcanzar los objetivos
trazados por el Plan Veraguas. Se suscitó entonces un nuevo incidente: Vernaza intentó
atropellar con su Jeep al religioso Gallego, y golpeó con un cable al padre Alejandro Vásquez
Pinto en Santa Fe. La Conferencia Episcopal protestó públicamente. El 16 de julio de 1970,
Álvaro Vernaza fue relevado del cargo de Director Regional en el Instituto Nacional de
Agricultura. Meses después, Vernaza fue nombrado administrador del Instituto Nacional de
Agricultura (INA) en Divisa.

El padre Héctor Gallego hizo un viaje a Colombia el 23 de enero de 1971 para pasar sus
vacaciones y regresó a Panamá el 14 de marzo. A su regreso, realizó un campamento del 22
al 28 de marzo de ese mismo año con jóvenes universitarios de la comunidad de Chilagre. La
Guardia Nacional detuvo a varios universitarios para comprobar que no fueran guerrilleros.
Los diarios atacaron el proyecto social de la Iglesia Católica. Nuevamente, tras una
correspondencia de por medio, se entrevistaron el Padre Gallego y el General Torrijos el 30
de marzo y convinieron en que el Padre y el General estudiarían la mejor forma de llevar a
cabo un plan de desarrollo en Santa Fe.

En mayo de 1971 las relaciones entre las comunidades campesinas de Santa Fe y los
funcionarios gubernamentales aceleraron su deterioro. Los funcionarios encargados del área
agrícola no compartían las sugerencias propuestas por el campesinado para el plan de
desarrollo agrícola de la región. Las conclusiones de los campesinos alarmaron enormemente
a los miembros del Estado Mayor, pues consideraban que las propuestas campesinas se
orientaban a provocar la recuperación de tierras, adquirir el control del comercio, aumentar la
producción y garantizar los servicios de salud para los campesinos. La cúpula de la dictadura
militar dio carta abierta para que se ejerciera presión sobre Gallego para obligarlo a encuadrar
sus actos dentro de los lineamientos del régimen. El 4 de mayo, Gallego solicitó por telégrafo
una reunión con Torrijos para informarle de los resultados de las reuniones con campesinos,
pero el 16 de mayo se le informó que la reunión sería imposible por el momento. En la
madrugada del 22 al 23 de mayo de 1971, enemigos del trabajo de la Iglesia Católica y del
gobierno, incendiaron el rancho donde dormía Gallego logrando escapar milagrosamente;
esto lo obligó a refugiarse en casa de Jacinto Peña y Clotilde Toribio de Peña.

El 31 de mayo, Gallego viajó a la ciudad de Panamá para asistir a un curso con Joseph
Comblin. El 1 de junio de 1971 el padre Gallego hizo un nuevo intento para obtener una
entrevista con el jefe del Estado Mayor, con el propósito de presentarle las principales
peticiones de los dirigentes campesinos sobre el plan de desarrollo para el campo. Su gestión
no logró materializarse. Al no lograr entrevistarse, escribió una carta al General Torrijos
donde expresaba la preocupación de los dirigentes de las comunidades campesinas, quienes
consideraban que las reuniones con el Gobierno no tomaban en cuenta el deseo manifiesto de
los campesinos de colaborar con un plan para la solución de los problemas que ellos habían
estudiado y analizado. El Padre Gallego le expresaba al General Torrijos, además, su temor
de que tal actitud de ignorarlos, pudiera influir contrariamente en el campesinado. Durante su
estadía en la Ciudad de Panamá, el 4 de junio de 1971, Gallego concedió una entrevista al
Jesuita Julián Leucona, en la emisora Católica Radio Hogar, donde arremetió contra los
grandes comerciantes y terratenientes de la región de Santa Fe y señaló que la orientación del
movimiento social y político que se estaba gestando en Santa Fe tenía que irradiarse a todo el
país. Sus declaraciones alarmaron enormemente a los dirigentes de la dictadura, quienes
giraron instrucciones para desmembrar la cooperativa.

"Sí han rechazado el movimiento porque es un movimiento de cambio. Un movimiento de cambio desde el punto de
vista religioso, social. Entonces, eso es lo que ocurre en todas partes, no solamente aquí, sino en toda América
Latina, imagino que en el mundo entero ocurre eso. Cuando sale una idea nueva entonces es Comunismo. Cuando
hay un cambio en la Iglesia, entonces son cuadrados o protestantes".
Palabras de Héctor Gallego en Radio Hogar de Panamá.

DESAPARICIÓN Y MUERTE
Urgía a los militares acallar, sin demora, al sacerdote, la que movía voluntades hacia la
consecución de una patria en donde resplandeciera la verdad y la justicia; era un imperativo
de los militares eliminar al hombre que representaba una bandera contra el atropello y
despojo cometido por personajes del régimen y por los terratenientes santafereños que
siempre habían explotado a los campesinos. El Estado Mayor toma la decisión de capturar y
deportar a Gallego acusándolo de comunista 1 e inventar una serie de delitos subversivos y
justificar su deportación. Lo cierto es que los altos mandos del instituto armado sabían sobre
la operación que se estaba tramando en contra del padre Gallego.

El Padre Gallego retomó la vía de regreso a Veraguas el 6 de junio de 1971. Al día siguiente
en la mañana, los señores Eugenio Magallón y Melbourne Walker, miembros de la
inteligencia militar, llegaron a la tienda de la Cooperativa en Santa Fe, indagando sobre
Gallego. Estos agentes bajaron a la comunidad de El Carmen donde estaba trabajando en la
Casa Comunal, y hablaron con él. Gallego le escribió el día 8 de junio de ese año a Monseñor
Martín Legarra, informándole sobre la investigación de la quema del rancho. Ese día llegaron
dos agentes del DENI (Departamento Nacional de Investigaciones, en aquel entonces era la
policía secreta encargada de las desapariciones de personas opositoras a la dictadura), a
quienes el Padre Gallego les dio información, según dejó escrito. Finalizó su nota indicando
que esa semana estaría en El Carmen. La noche del 9 de junio de 1971, Héctor Gallego y
Jacinto Peña, persona que le había dado alojamiento tras el incendio de su rancho un mes
antes, se acostaron a eso de las 10 de la noche tras haber cenado. Una hora más tarde, tres
sujetos llegaron en un vehículo jeep Toyota Land Cruiser color verde, con la capota blanca,
tocaron la puerta de la casa del campesino; quien abrió la puerta fue Héctor Gallego. Dos, de
los tres sujetos respondían a los nombres de Eugenio Magallón y Melbourne Walker,
miembros en ese entonces de la Guardia Nacional, quienes le solicitaron a Gallego que los
acompañara al cuartel militar, ya que por órdenes superiores se requería su presencia. Ante su
negativa, fue sacado de la casa a la fuerza, golpeado y secuestrado. Actualmente, no se tiene
noticias de su paradero.

Héctor Gallego tenía pleno conocimiento que su vida corría peligro, ya que su movimiento
social en Santa Fe, de Veraguas, había causado molestias entre los terratenientes y la cúpula
del régimen militar. Ante cualquier evento, Gallego exhortó a los campesinos a seguir
adelante con los proyectos comunales:

"Ustedes saben que ya me están persiguiendo y en cualquier momento me pueden hacer alguna cosa. Ustedes
son responsables de llevar a cabo el programa de Evangelización que encausará la liberación de los hombres
de este mundo y en especial en Santa Fe. Es por esto que les digo, que si desaparezco no me busquen sino que
sigan la lucha, porque lo importante es la salvación de todos los hombres de la explotación y esclavitud
ocasionada por los explotadores y por esto hay que morir si es necesario. Este es el compromiso último de un
cristiano.".
Palabras de Héctor Gallego a los campesinos de Santa Fe de Veraguas.

Más de una docena de testigos afirma que desde las 8:30 de la noche del 9 de junio de 1971,
vieron el vehículo Jeep que recorrió las comunidades que van desde San Francisco hasta el
Carmen (10:30 p.m.) y Santa Fe (12:10 a.m.). Al conocer la noticia de la desaparición de
Héctor Gallego, cientos de campesinos con machete en mano salieron esa noche a buscar por
los caminos, trechos, ríos y matorrales a Gallego, pues pensaban que lo habían golpeado y
tirado por alguno de esos sitios. Se iniciaron investigaciones sumarias el 10 de junio de 1971,
hasta la aparición en televisión del Obispo de Veraguas, Monseñor Martín Legarra, quien
declaró excomulgados a los autores intelectuales y materiales del secuestro del Padre
Gallego; Álvaro González, uno de los enemigos del proyecto social de la iglesia y el
gobierno, se suicidó el 13 de julio de ese año. Finalmente el 26 de junio de 1973, se cerraron,
sin resultados, las investigaciones del caso. Solamente se reiniciaron luego de un proceso
iniciado en 1990, que entró en su etapa de juicio el 26 de octubre de 1993. Fueron hallados
culpables el 21 de noviembre del mismo año Melbourne Constantino Walter Nevans,
miembro activo del cuerpo de inteligencia del G-2 y Eugenio Nelson Magallón Romero
(actualmente prófugo) del S-2 de la 3ra Zona Militar en Veraguas, a cargo del capitán Eros
Ramiro Cal, y Nivaldo Madriñán, todos militares, mientras que el 29 de abril del año
siguiente, Oscar Agrazal fue absuelto. Un informe estadounidense señala a un oficial
Magallón como el responsable de haber golpeado al sacerdote y de haberlo metido en un
automóvil. Fue “ asistido” por otro militar, de apellido Agrazal, y otros dos militares estaban
dentro de un jeep.

LA BÚSQUEDA DE LOS RESTOS DE HÉCTOR GALLEGO


Tras haber tenido noticias sobre el posible paradero de los restos del padre Héctor Gallego, el
22 de septiembre de 1999, se inició una excavación en el antiguo cuartel de Los Pumas de las
Fuerzas de Defensa, donde se encontró una osamenta humana. Se da inicio a la investigación
con numerosas pruebas de ADN con la finalidad de confirmar la pertenencia en vida de los
restos. Finalmente, el 21 de agosto de 2000, se comprobó científicamente que la osamenta
encontrada no era del padre Gallego, sino del dirigente socialista Heliodoro Portugal, quien
fue secuestrado en 1970 en el Café Coca Cola en Santa Ana por miembros de la Guardia
Nacional vestidos de civiles, al ser compañero del luchas del también desaparecido por la
dictadura, Floyd Britton y férreos opositores al régimen de Torrijos.
En aquella investigación, también fueron encontradas otras osamentas en el Cuartel de los
Pumas, las cuales se encuentran en estudio por el Instituto de Medina Legal y Ciencias
Forenses de Panamá, para confirmar si alguna de ellas, corresponden a los restos de Héctor
Gallego.

LEGADO
El principal legado del padre Héctor Gallego fue la organización campesina para así evitar ser
víctimas de los abusos y explotaciones de los terratenientes de Santa Fe.

El Padre Jesús Héctor Gallego organizó el Movimiento Popular Cristiano de Santa Fe, con
valores y principios comunitarios, donde tuvo su resonancia a nivel nacional, logrando
presentar una propuesta Presidencial, candidato a la presidencia de la República el señor
Ricardo Barría, campesino de la provincia de Veraguas. Este movimiento ha sobrevivido
durante todos estos años y se ha encalado en movimientos de otras regiones de los Países
Centroamericanos.

Sus primeras acciones pastorales: Conocer la realidad de los campesinos de Santa Fe,
establecer un plan pastoral de Evangelización y organizar la descentralización del distrito en
centros comunales, en toda el área de Santa Fe; donde construye con la comunidad, las casa
comunales, para realizar reuniones, cursillos y seminarios de capacitaciones y formación a los
campesinos.

Logros en Santa Fe por su trabajo: La creación del Movimiento Popular Cristiano de Santa
Fe, la creación de la Cooperativa la Esperanza de los Campesinos, La organización de la
Juventud y amas de casa (Mujeres), la creación de los grupos de base de producción
comunitaria, la creación de la Escuela de Formación para que los Adultos pudieran aprender
a leer, escribir, las conexiones con las luchas de las organizaciones populares del país y un
sistema montado y funcionando de temas que se analizaban en reuniones, talleres de
reflexiones, en todas las comunidades.

Metodología: Uno de los instrumentos metodológicos fueron las orientaciones de Pablo


Freire, donde se generó la reflexión, el análisis crítico de la realidad, despertando conciencia
y conocimiento, a través de la creación del conversatorio, girar sobre un punto para luego
tomar decisiones. Los círculos de estudios se refieren a que todos los asistentes en orden del
círculo tienen que opinar sobre el punto o tema que se está analizando. El programa se basaba
básicamente en: Visitas a las comunidades bajo programación mensuales, seminario de
liderazgo, cultos dominicales de reflexión y análisis de la realidad, descentralización de la
parroquia, en centros comunales, organización comunitaria de la población, círculos de
estudios, para promover el diálogo y el conocimiento, se inculcaba los valores y principios
humanos y comunitarios, y en temas de formación cristiana.

CAUSA DE BEATIFICACIÓN
Al solicitar un nuevo examen a algunos restos encontrados en el cuartel de Los Pumas de las
extintas Fuerzas de Defensa de Panamá, la Iglesia Católica panameña busca corroborar si
alguno d estos pertenece al padre Héctor Gallego, pues existe la intención de beatificarlo.
Solo con la certeza de que los restos encontrados correspondan al padre Gallego, será posible
iniciar la causa de beatificación. El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, se refirió al
tema:
"No puede hacer ninguna causa mientras no exista el cuerpo, sin éste no se puede iniciar el procesos"

Fue detenido y secuestrado por la Guardia Nacional la noche del 9 de junio de 1971 durante
la dictadura militar de Omar Torrijos Herrera. Actualmente se encuentra desaparecido.

Héctor Gallego y el Movimiento Campesino:

El Padre Jesús Héctor Gallego organiza el Movimiento Popular Cristiano de Santa Fe, con
valores y principios comunitarios, donde tuvo su resonancia a nivel nacional, logrando
presentar una propuesta Presidencial, candidato a la presidencia de la República el señor
Ricardo Barría, campesino de la provincia de Veraguas. Este movimiento ha sobrevivido
durante todos estos años y se ha encalado en movimientos de otras regiones de los Países
Centroamericanos.

Sus primeras acciones pastorales:


1. Conocer la realidad de los campesinos de Santa Fe.
2. Establecer un plan pastoral de Evangelización.
3. Organiza la descentralización del distrito en centros comunales, en toda el área de
Santa Fe; donde construye con la comunidad, las casas comunales, para realizar
reuniones, cursillos y seminarios de capacitaciones y formación a los campesinos

Logros en Santa Fe por su trabajo:


1. Creación del Movimiento Popular Cristiano de Santa Fe.
2. Creación de la Cooperativa la Esperanza de los Campesinos.
3. Organización de la Juventud y amas de casa (Mujeres).
4. Creación de los grupos de base de producción comunitaria.
5. Creación de la Escuela de Formación para Adultos, aprender a leer, escribir.
6. Conexiones con las luchas de las organizaciones populares del país.
7. Un sistema montado y funcionando de temas que se analizaban en reuniones, talleres
de reflexiones, en todas las comunidades.

Metodología:
Uno de los instrumentos metodológicos fueron las orientaciones de Pablo Freire, donde se
generó la reflexión, el análisis crítico de la realidad, despertando conciencia y conocimiento,
a través de la creación del conversatorio, girar sobre un punto para luego tomar decisiones.
Los círculos de estudios se refiere a que todos los asistentes en orden del círculo tienen que
opinar sobre el punto o tema que se está analizando.

1. Visitas a las comunidades bajo programación mensuales


2. Seminario de liderazgo
3. Cultos dominicales de reflexión y análisis de la realidad
4. Descentralización de la parroquia, en centros comunales
5. Organización comunitaria de la población
6. Círculos de estudios, para promover el diálogo y el conocimiento
7. Se inculcaba los valores y principios humanos y comunitarios
8. Temas de formación cristiana

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