Está en la página 1de 16

Derecho Administrativo

Mod 1/ Lec 1: La función administrativa del estado


El principio de división de poderes. Poder ejecutivo, legislativo y judicial. Sistema de frenos y contrapesos
en nuestra Constitución Nacional
Las funciones del Estado en general. Función legislativa: La función Legislativa, consiste en el desarrollo del
procedimiento constitucional para el dictado de leyes que realiza el Órgano Legislativo, pudiendo incluir
dentro del concepto de leyes a los decretos de necesidad y urgencia que dicta el Órgano Ejecutivo.
Función administrativa: La función administrativa es la actividad que desarrollan tanto el Poder Ejecutivo,
Poder Judicial o Poder Legislativo destinada a la gestión de asuntos administrativos del estado.
A) Concepciones subjetivas u orgánicas: Dentro de esta corriente se hallan las tendencias que consideran a
la función administrativa como toda o la mayor parte de la actividad que realiza el Poder Ejecutivo y los
órganos y sujetos que actúan en su esfera
B) El criterio objetivo o material: Las concepciones que fundan la noción de función administrativa en el
criterio material tienen en común el reconocimiento de las actividades materialmente administrativas no
sólo del Poder Ejecutivo, sino también de los Órganos Legislativo y Judicial.
C) Otras teorías: Para la concepción llamada "residual", la Administración era toda aquella actividad que
restaba luego de excluir a la legislación y a la función jurisdiccional.
Función ejecutiva: La función ejecutiva reside en la ejecución de todas las decisiones tomadas por el Órgano
Ejecutivo o Legislativo, es decir la puesta en práctica de la función Administrativa y Legislativa.
Función de gobierno: Referida a la actividad de los órganos superiores del Estado en las relaciones que
hacen a la subsistencia de las instituciones que organiza la Constitución, y a la actuación de dichos órganos
como representantes de la Nación en el ámbito internacional.
En nuestro país, la aceptación de la función gubernativa, en un plano opuesto a las restantes funciones
estatales tiene el efecto fundamental de excluir a determinados actos de la revisión judicial, los que para un
sector de tratadistas reciben el nombre de actos de gobierno o políticos y para otro, el de "actos
institucionales”.
Función judicial: Esta función no es otra que la de juzgar los asuntos que pertenecen a la competencia
originaria y derivada de los máximos tribunales de la Nación, de las Provincias y de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.

Mod 1/ Lec 2: Sujetos de la función administrativa


La Administración Pública como parte de la organización del Estado, es el conjunto de personas y órganos
que se estructuran centralizada o descentralizadamente en el complejo orgánico dependiente del Poder
Ejecutivo, para gestionar o administrar en beneficio de terceros y con el objeto de alcanzar el bien común.
La organización Administrativa. En nuestro país la organización administrativa se encuentra establecida en
forma vertical siendo su máximo exponente el Presidente de la Nación, derivando de allí un sinnúmero de
órganos que dependen jerárquicamente de éste, a quienes la ley les ha atribuido distintas funciones o
competencias.
La persona física que ocupa una posición en el órgano de una persona jurídica estatal, recibe el nombre de
cargo.
Según Cassagne los órganos se clasifican, según su origen en: órganos constitucionales, que son aquellos
que surgen de la Constitución y órganos meramente administrativos, que nacen de normas inferiores.
Teniendo en cuenta su integración, los órganos se clasifican en unipersonales o pluripersonales. De acuerdo
a la función que cumple el órgano, se lo designa como órganos activos, que son aquellos que emiten o
ejecutan actos administrativos; órganos consultivos, son aquellos que mediante sus opiniones asesoran a
los órganos activos y órganos de contralor, que son los que fiscalizan y vigilan la actuación de los órganos
activos.
Principios de la organización
Competencia: avocación y delegación. La competencia es la que predetermina, articula y delimita la
actuación o función administrativa que realizan los distintos órganos que integran la organización de la
persona jurídica estatal, es decir que la competencia es la que define el ámbito de actuación del órgano.
La competencia puede ser clasificada de la siguiente manera, a) En razón de la materia por la naturaleza del
acto conforme al derecho objetivo al que se encuentra autorizado a realizar el órgano; b) en razón del
territorio, que es el ámbito geográfico dentro del cual el órgano puede actuar; c) en razón del grado o
jerarquía d) por último la competencia se clasifica en razón del tiempo, que es el espacio temporal durante
el cual el órgano puede actuar teniendo en cuenta plazo de su designación.
La avocación consiste en la asunción por parte de un órgano superior de las funciones y decisiones -
competencias - correspondientes a un órgano inferior, esta avocación tiene su fundamento en el principio
de jerarquía, debe ser necesariamente transitoria y para actuaciones determinadas.
La delegación es lo opuesto a la avocación, aquí el órgano superior delega o transfiere a uno inferior la
resolución de un asunto de su competencia aumentando de esta forma las atribuciones del inferior. Esta
delegación debe surgir necesariamente de una ley que la autorice y la transferencia de estas facultades es
definitiva.
Principio de jerarquía
Relaciones interorgánicas. Existan relaciones entre los distintos órganos que integran la Administración
Pública, estas relaciones se llaman interorgánicas y se clasifican según su contenido en a) de colaboración
(v.gr. propuestas); b) de jerarquía ( órdenes); c) consultivas (dictámenes emitidos por los distintos servicios
jurídicos); d) de control ( que pueden ser tanto dentro del mismo órgano a través de las unidades de
auditoria interna o en forma externa por otro órgano como pueden ser la SIGEN o la Auditoria General de la
Nación.).
Concentración y desconcentración. Tendremos concentración siempre que las facultades decisorias se
encuentren reunidas en los órganos superiores de la organización. En contrapartida, cuando las
competencias decisorias del superior se asignan a órganos inferiores de la organización centralizada o
descentralizada, ello recibe el nombre de desconcentración, lo que facilita la descongestión del poder
central y permite optimizar el trabajo.
Centralización y descentralización. Centralizar importa asumir la totalidad de las decisiones en los órganos
superiores de la organización, en tanto que la atribución de personalidad jurídica a un organismo estatal al
cual se le asignan funciones y competencias ya existentes, constituye un presupuesto de la
descentralización administrativa. Al crearse una nueva persona jurídica, la descentralización importa la
existencia de relaciones interadministrativas entre los órganos de la administración, sin perder por
supuesto el control de tutela sobre el nuevo órgano.
El ente descentralizado no integra la Administración central, posee autoridades y presupuesto propio y un
estatuto que le da origen, funciones y competencias.
La creación de la entidad descentralizada puede ser realizada tanto por ley del Congreso o por Decreto del
Poder Ejecutivo.
Podemos encontrar distintos tipos de descentralización, ellos son la descentralización funcional que
comprende no sólo los órganos a los que se les ha atribuido aun personalidad jurídica distinta de la
administración central, sino que también se le ha asignado cometidos o funciones que anteriormente no se
encontraban reconocidos a los órganos de la organización central.
El caso típico de la descentralización territorial, donde su competencia no se extiende más allá del ámbito
geográfico de validez de sus actos administrativos y reglamentos generales.
Dentro de la descentralización funcional encontramos diversos subtipos que corresponde señalar, ellos son:
las entidades autárquicas, que son aquellas personas jurídicas públicas estatales que cuentan con
personalidad jurídica propia, se rigen por una norma que les es impuesta, se administran asimismo
conforme la norma que las creo, siempre es creada por el Estado.
También tenemos las empresas del Estado, que cuentan con una conformación particular, en la que el
Estado realiza actividad comercial normalmente tendiente a la prestación de un servicio público.
Organización Federal, Provincial y Municipal. Las regiones: La Constitución Nacional convalida la existencia
de las regiones y autoriza su creación entre las Provincias para facilitar el desarrollo económico y social de
éstas. Conforman un puente para que las Provincias cuenten con un órgano por el cual puedan conseguir
los objetivos comunes que van a permitir el desarrollo de la región en su conjunto.
Agentes públicos. El agente o empleado público es toda persona que con su tarea contribuye o permite que
se lleven a cabo los fines o funciones del Estado; estos agentes para poder acceder a la función pública
deben cumplir con los requisitos exigidos por la normativa.
Derecho a la estabilidad en el cargo. La estabilidad de que gozan los agentes públicos ha sido definida por la
doctrina como propio o absoluta, es decir que no procede la desvinculación con pago de una
indemnización, es decir, esta estabilidad sólo se pierde como sanción por alguna de las causales
establecidas en forma expresa y explicita por la ley objetiva y previa sustanciación de un sumario
administrativo en donde deben respetarse la totalidad de las garantías de defensa.
Naturaleza de la relación de empleo público. Teoría que consideraba la relación como contractual: Para esta
teoría lo importante no sólo es el acto de designación del agente, sino también el de aceptación por el cual
este se compromete a cumplir la función legal y fielmente. Con lo que aquí existe una clara relación
bilateral que es lo que da inicio al contrato de empleo público.
Ahora, esta relación contractual es innegablemente de derecho público, y el contrato celebrado es un
contrato administrativo, pues reúne todas sus características propias, en tanto uno de los sujetos es el
Estado, su fin es público y tiene por objeto la satisfacción del interés público y el cumplimiento de las
funciones de la Administración pública y además existen cláusulas exorbitantes al derecho privado a favor
del Estado.
Formación de la relación de empleo público. Nacimiento: El ingreso a la función pública puede ser en forma
voluntaria o forzosa y dentro de la primera a su vez regular o irregular. El ingreso voluntario es el que se
realiza con el consentimiento del agente o administrado que ocupará el cargo o la función correspondiente,
el ingreso regular es el que comúnmente se denomina funcionario o empleado de jure y el irregular es
normalmente, aunque no siempre, el de facto. Por su parte el ingreso forzoso es aquel que regularmente se
encuentra dado por la ley y que no puede ser eludido por el ciudadano.
Formas: concurso, selección, sorteo, elección
Deberes de los agentes públicos. El principal deber es el de cumplir la función, esto es dedicarse al cargo
que se le ha encomendado, verificando en su cumplimiento la totalidad de las pautas y exigencias del cargo.
Una derivación de este deber es que, en caso de renuncia del agente, éste debe continuar prestando tareas
hasta tanto le sea aceptada su dimisión, ya que si no lo hace incurre en responsabilidad administrativa,
patrimonial y penal.
En el mismo sentido debe hacer su tarea en el lugar en el que ha sido designado y no en otro, salvo que su
empleador en forma expresa le notifique que debe concurrir a un nuevo lugar de trabajo.
Otro importante deber que tiene el agente público es del respeto a la jerarquía.
Cuando el agente considere que una orden que se le ha impartido podría resultar ilegítima tiene la
obligación de comunicarle ello a su superior, y en caso de que este insista con su ejecución debe cumplirla,
esta corriente ha sido denominada teoría de la reiteración.
Luego tenemos la teoría de la legalidad formal, por la que el trabajador debe cumplir las órdenes que emita
su superior, salvo aquellas que no reúnan los requisitos formales de validez, en caso de que se le insista en
su cumplimiento, debe obedecerla y la responsabilidad recaerá sobre quien la ha impartido y no sobre el
empleado.
Por último, tenemos la teoría de la invalidez manifiesta, que serían las órdenes impartidas por quien no
tenga competencia o las manifiestamente ilegales, en estos supuestos el agente no tiene que cumplirlas y
por supuesto ello no genera ningún tipo de reproche administrativo a su persona.
Derechos de los agentes públicos. Derecho a la estabilidad. Sueldo. Carrera administrativa. Descanso.
Asociaciones gremiales. Jubilación
Responsabilidad de los agentes Públicos. Clases: Tenemos la responsabilidad penal, que se genera cuando
el acto del agente es un hecho ilícito típico, sancionado por la ley penal.
La responsabilidad civil, es aquella que se deriva de la inobservancia de las normas civiles por la comisión de
delitos o cuasidelitos.
La responsabilidad política: solamente resulta aplicable a aquellos funcionarios políticos, en los supuestos
en que su conducta pudiera, luego de la sustanciación de los procedimientos correspondientes afectar la
permanencia en el cargo.
La responsabilidad administrativa es la que tiene por objeto sancionar las conductas del agente que
lesionan el buen funcionamiento de la Administración y que se originan en la inobservancia de los deberes
de los agentes públicos en el ejercicio de su función.
Sanciones. Las sanciones que puede aplicar la Administración difieren de la gravedad de la falta que se
hubiere cometido, así encontramos, a) El apercibimiento, que es un llamado de atención al agente por una
falta leve; b) la suspensión, que importa la no presentación al lugar de trabajo y la pérdida de la
remuneración durante el plazo de la sanción, que puede llegar a extenderse hasta 90 días; c) la multa que
es una sanción de carácter pecuniario y que no importa la imposibilidad de concurrir a prestar servicios; d)
la cesantía, es una de las dos sanciones que importan la pérdida de la estabilidad del empleo público y
determinan la extinción del contrato e) la exoneración se aplica cuando la sanción no sólo constituye una
falta grave sino también cuando existe un ilícito penal.
Definiciones. Cargo: es la posición que una persona física ocupa dentro del escalafón.
Categoría: son los sucesivos grados en que se subdividen los grupos o clases que integran el escalafón.
Escalafón: podríamos decir que es una norma emitida por el Estado y/o que surge de un CCT que tiene por
objeto regular los cargos, categorías, clases, funciones, sueldos, condiciones para el ascenso, la forma de
encasillar al personal, etc.
Extinción de la relación de empleo público. Renuncia: cuando el agente realiza una manifestación de
voluntad por la que pretende poner fin a la relación.
Vencimiento del plazo: es la forma de extinguir aquellos cargos electivos que cuenta con un plazo legal de
duración.
Inhabilitación penal: aquellos casos en que un agente público sea condenado penalmente por un hecho
ilícito cometidos por su función o con motivo de la misma, el juez puede condenarlo además de la pena
privativa de la libertad a la inhabilitación para ejercer cargos públicos lo que genera en forma automática la
extinción de la relación.
Jubilación del agente: es la forma normal de concluir la relación al verificarse los requisitos de edad y
prestación de servicios durante un plazo determinado que requiere la ley para el acceso a este beneficio.
El funcionario de facto y el usurpador. El funcionario de facto es aquel que ha ingresado a la Administración
en forma irregular por no reunir la totalidad de los requisitos que exige el ordenamiento para la
designación. El usurpador es aquel que llega al cargo por voluntad propia, generalmente ejerciendo dolo o
violencia, y que en consecuencia su objeto no es la satisfacción del interés general sino el suyo propio.

Mod 1/ Lec 3: Situación jurídica subjetiva


Mientras que la capacidad regula las condiciones necesarias para ser admitido como sujeto en la relación
administrativa, la situación contempla el estado en que se encuentra el sujeto dentro de esa relación.
La situación jurídica del administrado en el seno de la relación ius administrativa, presenta según la doctrina
dominante, dos categorías: el administrado titular de un derecho subjetivo o titular de un interés legítimo.
Linares sostiene que derecho subjetivo es "la libertad o facultad jurídica de señorío de un sujeto, de exigir o
no exigir, administrar y disponer, como titular, acerca de la prestación puesta a cargo del sujeto obligado,
por una norma jurídica".
El interés legítimo "es la facultad de señorío de un titular no particularizado, sino como integrante de un
grupo de sujetos, diferenciables dentro de la comunidad, que como titulares pueden exigir a un sujeto
obligado, que es el Estado, ciertas calidades de legitimidad de los actos administrativos, de sus órganos,
incluso por acciones o recursos judiciales".
El interés simple, intereses difusos y derechos de incidencia colectiva. En el interés simple, el administrado
en cuestión no sufre ningún perjuicio sobre su derecho a la justa distribución del Bien Común, en la parte
que a él le corresponde.
Quien no pueda alegar un perjuicio actual o potencial, derivado de la conducta administrativa, no se
encontrará habilitado para ser parte de un recurso administrativo o en una acción judicial. Sin embargo,
como es de interés de la parte de la salud del todo, es decir, como interesa a todo ciudadano consciente el
correcto cumplimiento de las obligaciones de quien administra al cuerpo social, la costumbre o bien la
legislación administrativa, acuerdan al administrado el derecho de denunciar esa conducta perjudicial para
el Bien Común. En este caso se afirma que el administrado es titular de un "interés simple" que lo habilita a
efectuar tal denuncia, llamada "mera denuncia".
En cuanto a intereses difusos y derecho de incidencia colectiva se encuentran reconocidos en el texto
constitucional, mencionando —a título ejemplificativo— en la primera parte del segundo párrafo del art.
43: derecho a la no discriminación, al medio ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor.

Mod 1/ Lec 4: El derecho administrativo


El derecho administrativo hoy puede entenderse como la rama del derecho público que regula el ejercicio
de la función administrativa y su control judicial posterior. La función administrativa se ejerce teniendo
como fin el bienestar general o el interés público, pero el interés público no es el interés del estado, sino el
de la sociedad.
Principios generales. Los principios generales del derecho cumplen una función fundamental para el
ordenamiento jurídico, ya que cumplen una función orientadora. Podemos mencionar a modo
ejemplificativo alguno de ellos: No dañar al otro, buena fe, no alegar la propia torpeza, no contradicción,
etc.
Fuentes del Derecho Administrativo. La clasificación que tiene más aceptación, por su sencillez y claridad, es
la que divide las fuentes en directas e indirectas, inmediatas y mediatas.
Son fuentes directas las basadas en normas jurídicas positivas. Entre las fuentes directas algunas son
"inmediatas": Constitución, leyes (formales y materiales), tratados; otras son "mediatas" o "subsidiarias":
analogía, principios generales del derecho y jurisprudencia, pues sólo ha de recurrirse a ellas cuando falte el
texto legal expreso.
Son fuentes indirectas las que no se basan en normas o textos positivos.

Mod 2/ Lec 1: Elementos y requisitos del acto administrativo


La actividad administrativa del Estado se exterioriza de diversas maneras, dicha actividad puede
diferenciarse entre otros criterios por el ámbito de vigencia de los actos que emanan de la misma
diferenciándose así los actos administrativos de los actos de la administración.
Son administrativos aquellos cuyos efectos trascienden el ámbito de la administración pública y repercuten
o pueden tener incidencia respecto de los administrados, por el contrario, se consideran actos de la
administración aquellos cuyos efectos se agotan en el orden interno de la administración resaltándose
entre otros las circulares, instrucciones y reglamentos internos.
A su vez la actividad administrativa puede diferenciarse según nos encontremos frente a actos de gobierno
o políticos o de actos denominados institucionales. Radicando la importancia de esta última distinción en el
alcance o grado de control judicial que podrá ejercerse sobre tales actos.
También se distingue la actividad de la administración según la naturaleza de la función que la
administración está ejerciendo clasificándose la actividad según este criterio en activa, consultiva, de
control o jurisdiccional.
Por otra parte, la actividad de la administración puede exteriorizarse por medio de actos o de hechos. Los
hechos constituyen un evento, un acontecimiento, un suceso, una situación. Cuando al hecho se atribuye
una consecuencia jurídica se constituyen en hechos jurídicos.
El hecho administrativo es un comportamiento mientras que el acto implica una declaración de voluntad
que va a producir efectos jurídicos directos.
Los hechos jurídicos pueden clasificarse en naturales y humanos, según el acontecimiento se produzca
conforme a las leyes de la naturaleza o consista en la conducta de cierta persona.
Por otra parte dentro de los hechos humanos es necesario hacer referencia a las Vías de Hecho. Pueden
definirse como la violación al principio de legalidad por la acción material de un funcionario o empleado de
la administración pública.
Actos administrativos bilaterales. Contrato administrativo: Los contratos administrativos se generan cuando
la administración llama al acuerdo a los particulares, dándose lugar así a un acto de voluntad común por el
cual ambas partes reglan sus derechos y obligaciones. “Una de las partes es una persona jurídica estatal, su
objeto está constituido por un fin público o propio de la administración y que llevan insertas explícita o
implícitamente cláusulas exorbitantes de derecho privado”.
Se entiende que acto administrativo es general cuando la declaración que lo constituye mira
abstractamente a una pluralidad de personas o casos indeterminados o indeterminables. Se entiende que
es especial o individual si la declaración mira a una o más personas o casos individualmente determinados o
determinables.
Clasificación de los Actos Administrativos:
1) Conforme a la estructura del acto o sujetos intervinientes: actos unilaterales y bilaterales o en actos
simples, complejos o colectivos.
En este marco los actos administrativos serán unilaterales o bilaterales según que para su formación sea
necesario la voluntad de uno o más sujetos.
Por otra parte, el acto administrativo se considera simple cuando para su formación es suficiente la
declaración de voluntad de un órgano administrativo, un solo sujeto de derecho. El Complejo en tanto es el
que surge de la voluntad concurrente de varios órganos o sujetos administrativos (una sola voluntad).
2) Conforme al alcance del acto en relación a las personas: actos generales o individuales (explicado arriba).
3) Conforme al ámbito de actuación del Estado: Actos administrativos o Civiles. Actos de Imperio o de
gestión: cuando la administración emite un acto en ejercicio de sus atribuciones o competencias de
derecho público estaremos ante un acto administrativo en tanto cuando la administración actúa en la
esfera del derecho privado sus actos serán catalogados como actos civiles de la administración.
4) Por la índole de la actividad de la administración: Actos reglados o Discrecionales: el acto administrativo
se considera reglado cuando la actuación de la administración se encuentra estrictamente vinculada a una
norma que regla y predetermina la conducta administrativa. Por el contrario, podemos hablar de actos
discrecionales de la administración cuando esta actúa con mayor libertad.
Elementos y requisitos del acto administrativo
Pueden distinguirse dos clases de elementos, los esenciales y los accidentales o eventuales, los primeros no
pueden faltar deben presentarse inexcusablemente para que el acto sea perfecto en tanto los elementos
accidentales pueden o no presentarse en un acto administrativo sin que su ausencia influya en la validez o
eficacia del acto.
Dentro de los elementos esenciales podemos mencionar: La Competencia (sujeto para algunos autores), la
causa, el objeto o contenido, la forma, la motivación y la finalidad.
Son elementos accidentales o accesorios, el término, la condición y el modo, siendo aplicable a estos las
nociones conceptuales otorgadas por el derecho privado.
El silencio como manifestación de voluntad. Significado negativo
Mod 2/ Lec 2: Caracteres del acto administrativo
El principio de legitimidad del acto administrativo tiene como efecto jurídico el hecho de hacer presumir
que todo acto emanado de la administración ha sido dictado conforme a las normas jurídicas vigentes.
En consecuencia, todo acto dictado en ejercicio de función administrativa se presume legítimo pudiendo ser
revisado judicialmente a pedido de parte, por lo cual la nulidad del acto administrativo no puede ser
declarada de oficio, sino que la misma debe alegarse y probarse.
Por otra parte, la Ejecutoriedad como carácter del acto administrativo significa que la propia administración
tiene la potestad de hacerlo efectivo o ponerlo en práctica por sí misma.
La ejecutoriedad del acto ha sido diferenciada en propia e impropia, siendo la primera aquella en la que la
administración con sus propios medios pone el acto en práctica en tanto la ejecutoriedad impropia implica
la ejecución a cargo del órgano judicial a instancias de la administración.

Mod 2/ Lec 3: Facultades revocatorias


Podemos definir la revocación como la extinción de un acto administrativo dispuesta por la administración
pública, para satisfacer exigencias de interés público o para restablecer la legitimidad.
El procedimiento administrativo. Definición: Sucesión ordenada de actos y tareas materiales y técnicas
cumplida por o ante los órganos administrativos, tendientes al ejercicio de la función administrativa.
Clases. Una clasificación primaria es la de procedimientos generales y especiales, dentro de los generales se
pueden incluir a todas aquellos regidos por leyes nacionales, provinciales o municipales que establecen de
manera genérica un régimen determinado para la actuación de la administración. En cambio, los
procedimientos especiales establecen causes de actuación específicos para determinados órganos de la
administración.
Una segunda clasificación es la de Procedimientos Declarativos que son aquellos mediante los cuales se
establece de qué forma se aplica lo prescripto en la ley, y Procedimientos de Ejecución son aquellos a través
de los cuales la Administración, como su nombre lo indica, ejecuta lo declarado, y Procedimientos de Simple
Gestión que son aquellos a través de los cuales la administración prepara la elaboración de una declaración
o ejecución.
A su vez dentro de esta categoría pueden incluirse otra sub-clasificación la de Procedimientos Recursivos
que son aquellos mediante los cuales una parte interesada en el procedimiento impugna una decisión de la
administración porque con ella se ha afectado un derecho subjetivo o un interés legítimo, y por otro lado
están los Procedimientos Sancionadores que son aquellos a través de los cuales la administración decide la
imposición de una sanción a un particular relacionado con ella.
Principios del procedimiento administrativo. Legalidad objetiva: Este principio establece que el actuar de la
administración deber ser siempre conforme a la ley, pero no solo respetándola como el deber que tiene
cualquier ciudadano, sino obrando conforme a lo que ella prescribe.
Informalismo a favor del administrado: Este principio exime a los particulares de cumplir con formalidades
innecesarias para la petición ante la administración, así se garantiza el pleno ejercicio de sus pretensiones
en el procedimiento.
Impulsión de oficio: En virtud de este principio es la Administración quien debe llevar adelante el
procedimiento, es la autoridad administrativa quien dirigirá y ordenará todo lo necesario para que el
procedimiento llegue a su fin.
Verdad real: Por este principio la Administración a lo largo del procedimiento se encuentra obligada a
obtener la verdad material, es decir que debe averiguar lo acontecido realmente, y no puede contentarse
con los hechos relatados por una de las partes, debe necesariamente buscar la verdad de los hechos
acontecidos.
Debido proceso: Este principio, exige el cumplimiento de un determinado procedimiento predispuesto
normativamente para la obtención de una decisión.
Derecho de defensa: Este principio constitucional establece la posibilidad de participar del procedimiento
en todo su desarrollo, aportar las pruebas, acceder a las actuaciones administrativas, tomar vista de los
expedientes, como también recurrir las decisiones de la administración que afecten derechos o intereses
legítimos.
Recursos administrativos: Es el medio jurídico del que dispone un interesado, dentro de un procedimiento,
para impugnar un acto administrativo en cuanto le afecta una situación jurídica, ante la propia
Administración que lo produjo, para hacer valer las razones jurídicas que le asisten.
Es importante destacar que el procedimiento recursivo garantiza la posibilidad de discutir una medida
dispuesta por la Administración que afecte el interés de uno o varios administrados, pero no la de obtener
un resultado favorable.
Habiéndose introducido al procedimiento recursivo corresponde exponer cuales son los más frecuentes en
las leyes de procedimiento administrativo
Recurso de Reconsideración: Se procura mediante este medio de impugnación que el órgano administrativo
que dictó la medida revea su decisión, y por contrario imperio anule, modifique o sustituya el acto dictado.
A nivel nacional este recurso es de uso facultativo, y siempre que se interponga lleva implícito el recurso
jerárquico. En la Provincia de Córdoba el recurso de reconsideración es de interposición obligatoria para el
agotamiento de la vía administrativa.
Los plazos de interposición varían: a nivel nacional es de 10 días y en la provincia de 5 días, en ambos casos
desde que se notificó el acto administrativo de carácter particular o desde su publicación en el caso de los
actos administrativos de alcance general.
Recurso jerárquico: Es el medio impugnativo a través del cual se manifiesta la relación jerárquica que
caracteriza a la organización administrativa, ya que mediante este recurso es el superior jerárquico de quien
haya dictado el acto perjudicial quien deberá resolver la impugnación.
El recurso puede ser interpuesto en forma subsidiaria con el de reconsideración o directamente una vez
resuelto este, se presenta ante el órgano emisor del acto lesivo y este lo elevará a su superior para su
resolución. En el caso de la provincia de Córdoba el recurso debe ser interpuesto dentro del plazo de 10
días de resuelto el recurso de reconsideración. En el orden nacional el recurso jerárquico es de
presentación obligatoria para lograr el agotamiento de la vía administrativa y el plazo para presentarlo es
de 15 días.
Recurso de Alzada: Es un medio administrativo de impugnación contra las resoluciones de los órganos o
entes administrativos que forman parte de la descentralización administrativa.
Mediante este recurso el impugnante solicitará que la medida dispuesta por el ente descentralizado sea
revisada por la autoridad de la cual se descentralizo la función administrativa.
Recurso de Revisión: Solo por vía de Revisión el administrado podrá pretender impugnar el acto, motivado
únicamente en las causales expresamente establecidas en la ley, que son: a) Cuando resultaren
contradicciones en su parte dispositiva. b) Cuando aparezcan documentos de valor decisivo para la
resolución del asunto, ignorados al dictarse el acto o en tal momento de imposible aportación al
expediente. c) Cuando hubiere sido dictado fundándose en documentos o circunstancias declarados falsos
por sentencia judicial firme. d) Cuando hubiere sido dictado mediante cohecho, prevaricato, violencia o
cualquier otra maquinación fraudulenta o grave irregularidad comprobada.
En la Nación el plazo de interposición es de 30 días desde que se toma conocimiento de la causal y a nivel
provincial el plazo es de 20 días.
Silencio de la administración - amparo por mora: En el caso de ausencia de pronunciamiento expreso de los
organismos públicos, es decir, una vez producida la mora de la administración, el administrado contará con
dos remedios alternativos para obtener de la administración una respuesta.
1) Denegatoria Tácita: Consiste en que una vez vencidos los plazos establecidos legalmente para que la
administración resuelva la presentación del administrado, y no lo hubiese hecho, previa interposición del
“pronto despacho”, le permitirá atribuirle a la falta de respuesta de la administración un efecto negativo.
2) Amparo por Mora: El otro remedio jurídico con el que cuenta el administrado ante la falta de decisión
expresa de la administración pública, es una acción judicial directa mediante la cual instará la emisión de la
voluntad expresa de la Administración.
Es una acción judicial de brevísimo trámite que tiene como fin ordenar a la administración a que resuelva
expresamente una petición administrativa.
Teoría general del contrato administrativo. Son, por su naturaleza, aquellos celebrados por la
Administración Pública con un fin público, circunstancia por la cual pueden conferir al cocontratante
derechos y obligaciones frente a terceros, o que, en su ejecución, pueden afectar la satisfacción de una
necesidad pública colectiva, razón por la cual están sujetos a reglas de derecho público, exorbitantes del
derecho privado que colocan al cocontratante de la Administración Pública en una situación de
subordinación jurídica.
Todo contrato administrativo es, substancial y esencialmente, un acto administrativo bilateral.
A su vez, los contratos administrativos stricto sensu pueden clasificarse en tres grandes grupos: 1)
Contratos administrativos por razón de su objeto y por contener cláusulas exorbitantes. 2) Contratos de
atribución y de colaboración: Los contratos de atribución son aquellos que tienen por objeto conferirles
ciertas ventajas a los administrados. Los contratos de colaboración son aquellos en que el cocontratante se
obliga hacia el Estado a realizar una prestación que, directa e inmediatamente, tiende a facilitar el
cumplimiento de las funciones esenciales o específicas del Estado; y 3) Contratos nominados e
innominados.
Contratos de derecho público o administrativos y contratos de derecho privado de la Administración. Son
contratos de derecho privado de la Administración todos aquellos donde la actividad o la prestación del
cocontratante no se relacionen, en forma directa e inmediata, a alguna de las funciones esenciales o
específicas del Estado, a los fines públicos propios de éste salvo que el contrato contuviere alguna o algunas
cláusulas exorbitantes expresas; en este último supuesto el contrato sería administrativo por razón de tales
cláusulas exorbitantes, pero no por razón de su objeto.
Asimismo, son contratos de derecho privado de la Administración Pública aquellos que, estando la
prestación a cargo de la misma, dicha prestación no excluya la posibilidad de ser materia de un contrato
entre particulares, circunstancia ésta que entonces aleja la posibilidad de que se trate de un contrato
administrativo de atribución.
Diferencias: a) Régimen jurídico substantivo. El contrato de derecho privado de la Administración Pública,
por principio, se encuentra sometido a las normas del derecho privado. El contrato administrativo se rige
por las normas y principios del derecho público; entre estas últimas normas y principios es oportuno
recordar que, en los contratos administrativos por razón de su objeto, las cláusulas exorbitantes del
derecho privado existen en forma implícita, en tanto que en los contratos que son administrativos por
virtud de cláusulas exorbitantes, éstas deben ser expresas.
b) En ambos tipos de contratos de la Administración lo relacionado con la competencia del órgano de la
Administración para emitir el acto se rige por las disposiciones del derecho público (administrativo en la
especie). Lo mismo cuadra decir de la expresión de la voluntad por parte de la Administración.
c) Jurisdicción contenciosa. En caso de controversia o contienda, la jurisdicción ante la cual debe recurrirse
varía: tratándose de un contrato administrativo dicha jurisdicción es la que el ordenamiento jurídico
imperante haya establecido para entender en lo contencioso-administrativo; tratándose de un contrato de
derecho privado dicha jurisdicción es la civil o comercial de los tribunales pertinentes.
d) Medios de impugnación. El recurso jerárquico no procede respecto a actos relacionados con contratos de
derecho privado de la Administración, pues tal recurso sólo es admisible con relación a actos
administrativos. Con relación a contratos de derecho privado de la Administración, sólo es admisible la
demanda judicial ordinaria, que deberá promoverse en las condiciones establecidas por el ordenamiento
jurídico.
Los contratos que celebre la Administración han de reputarse administrativos salvo demostración en
contrario. En cambio, y por identidad de razón, los contratos que la Administración Pública celebre
indubitablemente fuera de sus funciones específicas de órgano estatal, fuera de sus fines públicos stricto
sensu, por principio han de reputarse contratos de derecho privado, salvo también prueba o demostración
en contrario.
Los cuasi-contratos administrativos. Por cuasicontrato se entiende a todo hecho o acto voluntario lícito que
produce efectos semejantes a los contratos, sin existir acuerdo de voluntades ni consentimiento sobre la
materia concreta de tal hecho o acto.
De modo que el cuasi contrato administrativo existe como fuente de obligaciones en ese ámbito del
derecho público.
Procedimientos de contratación. Existen varios métodos de selección del cocontratante particular por parte
de la Administración Pública: a) libre elección; b) licitación pública, privada y restringida; c) contratación
directa; d) remate público; d) concurso; e) selección por iniciativa privada; g) concurso-estímulo.
Licitación. Etapas:
1) Pliego de condiciones
2) El llamado a licitación
c) Presentación de propuestas u ofertas
d) Apertura de los sobres que contienen las ofertas o propuestas
e) Adjudicación
Derechos y obligaciones de las partes
Las prerrogativas de la administración: a) continuidad; b) iusvariandi: Es la facultad de introducir cambios en
forma unilateral en las prestaciones de su cocontratante particular; c) Dirección y control; d) Sanción
(pecuniarias y coercitivas); e) Rescisión; f) Interpretación unilateral del contrato.
Los derechos y obligaciones de la administración: En todo contrato la Administración comitente tiene el
derecho a exigir la debida ejecución de la prestación por parte del contratista y que ese cumplimiento se
produzca en el término pactado.
La “exceptio non adimpleticontractus”: En los contratos bilaterales, cuando las partes deben cumplir
simultáneamente, una de ellas puede suspender el cumplimiento de la prestación, hasta que la otra cumpla
u ofrezca cumplir. La suspensión puede ser deducida judicialmente como acción o como excepción.
La fuerza mayor
Los derechos y obligaciones del cocontratante particular: El contratante particular tiene derecho
fundamentalmente a que la Administración cumpla con sus obligaciones y, muy especialmente, a percibir el
precio.
a) Derecho al precio: El cocontratante tiene derecho al pago del precio de su prestación.
b) Derecho a la intangibilidad de la remuneración: El derecho del contratista es a un precio íntegro, a un
precio que verdaderamente remunere su prestación guardando una relación de equilibrio.
c) Derecho al equilibrio económico-financiero: Es el derecho que tiene el contratista a que la Administración
le compense integralmente las consecuencias económicas originadas en la variación introducida en el
objeto o en la modalidad de cumplimiento del contrato oportunamente suscrito bajo otras condiciones.
Ejecución del contrato administrativo. Los casos de exención de esa responsabilidad son dos: fuerza mayor
y el hecho de la Administración Pública. 1) Fuerza mayor: En derecho, con referencia a ciertos
acontecimientos que eximen de responsabilidad, y que son ajenos a las personas obligadas y a la voluntad
de éstas, se habla de fuerza mayor y de caso fortuito. Pueden ser hechos de la naturaleza o responder a una
acción humana; de ahí la clasificación de ellos en hechos naturales y en hechos del hombre.
La fuerza mayor produce dos tipos de efectos: definitivos y provisionales. El efecto definitivo se concreta en
la rescisión del contrato. Tiene lugar cuando la imposibilidad de cumplirlo es insuperable para el
contratante que invoca esa circunstancia. El efecto provisional o transitorio consiste en la paralización o
suspensión de la ejecución o cumplimiento del contrato. Tiene lugar cuando el obstáculo constitutivo de la
fuerza mayor es transitorio: desaparecido dicho obstáculo, renace la obligación de ejecutar o cumplir el
contrato.
El “hecho del príncipe” surge toda vez que la misma Administración contratante, o alguna de sus
dependencias o partícipes de la misma jurisdicción, afectan al contrato en perjuicio del contratista,
mediante resoluciones de tipo general. Esa afectación al contrato debe ser imprevista, no anunciada o
razonablemente imprevisible16.El “hecho de la Administración” es el mero incumplimiento por parte de la
comitente de sus obligaciones contractuales. Por hecho de la Administración entiéndase todo
comportamiento o toda conducta de ésta que den por resultado la imposibilidad, para el cocontratante, de
cumplir el contrato.
Régimen sancionatorio: Rescisión de contrato. Las principales sanciones corresponden a las tres categorías
siguientes:
1) Sanciones pecuniarias:
A) Cláusula penal: las partes pueden prever y fijar ab initio el monto de los daños y perjuicios que
representará el incumplimiento. Producido éste, y constituido en mora el cocontratante, se aplica dicha
cláusula.
B) Multas: Dichas multa o multas sólo tienen en cuenta el acto mismo del incumplimiento, pero sin tomar
en consideración lo atinente a daños y perjuicios.
C) Daños y Perjuicios: Éstos no son otra cosa que una obvia consecuencia de la responsabilidad contractual
en que habría incurrido el cocontratante.
2) Medidas coercitivas provisionales:
A) Ejecución directa, compra o fabricación por cuenta del proveedor: Medidas necesarias para asegurar
provisionalmente el servicio o el cumplimiento del contrato.
3) Medidas represivas definitivas: caducidad, rescisión unilateral: La rescisión implicará una sanción por
culpa o falta cometida por el cocontratante en el cumplimiento de sus obligaciones. Por otra parte, la
rescisión, sea por causales previstas en el contrato, o por faltas no previstas en éste, sólo corresponde
previa intimación al cocontratante, requisito que se impone como corolario de la garantía del debido
proceso.

Mod 2/ Lec 4: Contrato y concesión de obra publica


Contratos administrativos en particular. En primer lugar, existen contratos administrativos por razón misma
de su objeto. Se trata de contratos en los que necesariamente deben ser parte en su celebración la
Administración Pública. En segundo lugar, hay contratos que, sin ser administrativos por razón de su objeto,
lo son a raíz de que contienen cláusulas exorbitantes del derecho privado, y tales cláusulas están
expresamente incluidas en el contrato.
Contrato de obra pública y de concesión de obra pública. El contrato de obra pública es aquel destinado a la
obtención de una obra pública, ya sea esta el resultado de un proceso de fabricación, instalación, montaje,
construcción o elaboración física o intelectual, solventado directa o indirectamente con fondos públicos o
afectados a la disposición de un ente público, destinada a servir directa o indirectamente a un cometido
público y cuya ejecución es de competencia de un ente público.
El contrato de concesión de obra pública es aquel celebrado entre el Estado y un tercero, donde éste se
obliga a realizar una obra (trabajo público), cuyo pago no le será efectuado directamente por el Estado, sino
por ciertos administrados. La diferencia con el primero radica principalmente en que en este supuesto la
obra será construida por el concesionario a su costo y a su riesgo, y la Administración le otorga el privilegio
de explotarla durante el lapso necesario para amortizar el capital y obtener intereses de él, es decir, para
cubrir las cargas del capital y poder cubrir también los gastos de explotación.
En el primero es pagado por la Administración, y en el segundo por los usuarios. Ej.: peaje.
En el sistema denominado “por unidad de medida”, o también definido “por precio unitario” se encuentra
claramente definido cuál es el precio de cada parte separable de la prestación a realizar. Por ajuste alzado,
consiste en la fijación de un precio global previo e invariable para toda la prestación. La doctrina y la
jurisprudencia han señalado la existencia de una forma de “ajuste alzado relativo” que permite ciertos
ajustes de precio durante la ejecución del contrato, cuando se deba a variaciones del monto de obra
ejecutada en función de su comparación con lo oportunamente presupuestado. El sistema de coste y
costas, consiste en el pago por la Administración en forma diferenciada del coste que son los materiales y
mano de obra utilizados en la ejecución de los trabajos, y de las costas o beneficio del contratista. Este
beneficio suele pactarse en un porcentaje del monto total del coste.
Los certificados de obra pública: Son actos administrativos que, revistiendo forma de instrumento público,
prueba la existencia de un crédito parcial o definitivo, a favor del contratista de obra pública.
Existen distintas clases de certificados de obra pública según sea el motivo de tal constancia. Así, podemos
contar con el de acopio (cuando se certifica la compra de materiales para el inicio de las obras), de avance
de obra (cuando se certifica el porcentaje de obra ejecutado en el período –normalmente- mensual), de
mayores costos o de variación de costos (cuando se deja constancia de los incrementos de precio ocurridos
en el período correspondiente), de anticipo financiero (cuando se certifica un monto que se entrega al
contratista para financiar el comienzo de los trabajos); o también según cual sea su carácter: provisorio
(todos los certificados extendidos durante la ejecución de los trabajos) y final (el que se emite cuando se
cierran las cuentas al terminar el contrato).
Contrato de suministro. El contrato de suministro es aquel por el cual una de las partes asume frente a la
otra la obligación de cumplir prestaciones periódicas y continuadas durante un término determinado o
indeterminado en la medida que lo solicite y por un precio fijado o a fijarse.
Existe contrato de suministro cuando la prestación a cargo del cocontratante se relacione o vincule, directa
e inmediatamente, a las funciones esenciales o específicas del Estado, a los fines públicos propios de éste.
Contrato de servicio público y de concesión de servicio público. El contrato de concesión de servicios
públicos es aquel en virtud del cual un ente estatal encomienda o delega a una persona, temporalmente, la
ejecución de un servicio público, otorgándole el ejercicio de cierta potestad pública para asegurar su
funcionamiento, efectuándose la explotación a costa y riesgo del concesionario, bajo la vigilancia y control
del ente estatal concedente.
Contrato de empréstito. El contrato de empréstito es aquella operación financiera mediante la cual el
Estado recurre al mercado interno o externo en demanda de fondos (colocación de deuda pública), con la
promesa de reembolsar el capital en diferentes formas, plazos, tipos de cambio e interés.
Otros contratos.
Contratos de empleo público:
Contrato de consultoría: Es el contrato que regula toda prestación de servicios profesionales, científicos y
técnicos de nivel universitario cumplidos bajo la forma de locación de obra intelectual o de servicios y
realizada por firmas consultoras o consultores.
Contrato de propaganda y publicidad: Es el supuesto en que la Administración contrata publicidad para la
difusión de actividad de gobierno o de información de interés público.
Contratos de juegos de azar: Los referidos contratos de juego -lotería y ruleta- no son administrativos, sino
de derecho privado de la Administración Pública.
Contrato administrativo innominado: El contrato es innominado, cuando no responde a categoría alguna de
los contratos administrativos típicos o clásicos (contratos nominados), y es administrativo porque se
vincula, directa e inmediatamente, a una función esencial o específica del Estado, a un fin público de éste.

También podría gustarte