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Desarrollo de la Doctrina Cristológica

en la historia

de los Dogmas hasta nuestros dias

Froylán Casas, Pbro*

INTRODUCCION lidad divino-humana de Jesucristo,


que han llevado a algunos, lamenta-
Emprender un estudio cristológi- blemente, por senderos que desfigu-
co no ha sido tarea fácil nunca y ran, parcializan o ideologizan la
menos hoy cuando se escribe tanto, persona de Jesucristo (cfr. Puebla,
para tratar de comprender mejor el No. 178). No siempre las razones de
mensaje revelado y las definiciones estos equívocos son fruto de mala
doctrinales que a lo largo de la voluntad o de soberbia. Con fre-
historia de la Iglesia se han explici- cuencia es el celo apostólico y el
tado. Sin embargo, todo esto indica deseo por presentar a un Jesucristo
que estamos viviendo un período de a la altura de las circunstancias his-
la historia realmente ric9, pues en el tóricas. Una verdadera Cristología
fondo de todas estas búsquedas se tiene que ser fiel al Evangelio y a la
encuentra el deseo vehemente de Iglesia Católica, de lo contrario,
vivir y conocer más la persona y el desfiguraría el rostro del Señor. Fiel
mensaje de Jesucristo. a la Tradición milenaria de la Igle-
sia, asistida siempre por el Espíritu
El retomo a las fuentes y la aper- Santo (Jn 16,7), quien nos guiará a
tura del magisterio hacia una inves- través de los tiempos "hasta la ver-
tigación seria, ha permitido a teólo- dad completa" (Jn 16,13).
gos y exégetas profundizar aún más
en la persona inagotable del Salva- Conviene analizar este magisterio
dor. Se han hecho énfasis en la rea- henchido de un profundo amor a la
Licenciado en Teología, Universidad Gregoriana; Profesor en el Seminario Mayor de Tunja.
'"
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Iglesia, que en medio de diferentes siempre un problema decisivo para
ambientes socio-culturales y moti- la comunicación. Una corriente mo-
vado siempre por presentar el men- derna, el neopositivismo lógico,
saje salvífico, lo ha venido expo- con L. Wittgenstein a la cabeza,
niendo en categorías propias de una dice acerca del lenguaje: "no decir
época, sin cambiarlo. Para juzgar nada, sino aquello que se puede
una definición doctrinal, tenemos decir: sobre todo aquello de lo que
que remitimos a la época en la cual no se puede hablar, se debe callar"
se desarrolló, de lo contrario, corre- (1). En nuestro caso, aunque los
mos el riesgo de ser injustos. ténninos sean limitados, tenemos la
gran ayuda de la Revelación que
La doctrina del magisterio ecle- nos facilita "descubrir" el misterio
siástico está fonnulada en catego- de Cristo.
rías objetivas ónticas, es decir, se
refieren a Jesucristo "en sí", sin
conexión expresa con las cuestiones
de cómo nosotros nos encontramos 1. PRELUDIO DE LAS GRANDES
con El en la experiencia histórica y CONTROVERSIAS CRISTOLO-
en la fe. La Revelación nos dice el GICAS
qué, es decir: Jesucristo es el Hijo
de Dios. Ahora, tratar de compren- 1.1 El judeocristianismo
der la unidad y la dualidad al mis-
mo tiempo, ha sido tarea dispendio- Son cristianos provenientes del
sa; el lenguaje es limitado para ex- judaísmo. Debido a su acentuado
presar el misterio de Jesús. monoteísmo, les es difícil aceptar
que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Los conceptos claves de la doctri-
na del magisterio eclesiástico sobre Justino, en su libro "Diálogo con
Jesucristo, son la distinción de per- Trifón" nos habla de personas de
sona y naturaleza y la consiguiente procedencia judía que, "confiesan
unión hipostática, conceptos que efectivamente que Jesús es el Cristo
alcanzaron su configuración supre- _pero que le predican como a un
ma en las afinnaciones del Concilio hombre que desciende de hombres".
de Calcedonia. La doctrina de fe en Justino, quien cree en la preexisten-
Jesucristo se cristalizó en los dog- cia de Jesús como Hijo de Dios,
mas de los Concilios de la Iglesia an- tiene una actitud de diálogo con
tigua (Nicea, Efeso, Calcedonia y estos judeocristianos, no los com-
Constantinopla III). Los católicos y bate, no les declara herejes: está
ortodoxos aceptan estas definicio- dispuesto a tratar con ellos con tal
nes y la mayor parte de las Iglesias de que no pretendan obligar a los
de la .H.efonna. En el origen históri- demás a guardar la Ley.
co de estos dogmas desempeñan un
papel decisivo las contradicciones Ireneo de Lyon les denuncia pú-
terminológicas. El léxico ha sido blicamente y les declara herejes (2).

(1) Wittgenstein, J. "Philosophische Untersuchungen". Wien, 1962, P. 54.


(2) Adversus Haereses, 1, 26,2: Sources chIlltienes 20-110.

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A los ojos de Ireneo, los ebionitas dogmáticamente. Tres grandes hom-
son herejes que pervierten la natura- bres miran con claridad y con gran
leza de la salvación (3). En fragmen- sentido de síntesis la verdadera iden-
tos de obras de esta secta: Kerig- tidad de Jesucristo. Son los tres
mata Petrou y Pastor de Hermas, es pilares de la ortodoxia: Ignacio de
evidente la oposición a San Pablo, a Antioquía, Justino e Ireneo de
quien se tilda de inimicus homo. Lyon. N o los podemos ubicar en
Desconocen voluntariamente el ninguna escuela, ellos superan todas
Evangelio de San Juan. A Jesús, no las divisiones y rivalidades.
le asignan más títulos que el de
Maestro y, sobre todo, el de "verda- Ignacio de Antioquía, obispo, si-
dero Profeta". Piensan así en la guiendo el modelo paulino, escribe
encamación del Espíritu Santo. cartas a diferentes iglesias. La cris-
Jesús es presentado como la morada tología se caracteriza por su parale-
definitiva del Espíritu Santo, de la acentuación de la divinidad de
modo que su vida es el tiempo pro- Jesús y de la realidad de su vida hu-
pio del Espíritu. Jesús es algo más mana, así como por la audacia con
que un hombre extraordinariamen- que afirma lo humano de Dios.
te agraciado; en El se hace presente, Jesús es al mismo tiempo Hijo de
de un modo definitivo, la Sabidu- Dios e Hijo de Hombre (Ef. 20,2).
ría-Espíritu de Dios. Pienso que en Es el primero en proponer una serie
el fondo aceptan un adopcionismo de contratiempos entre los atribu-
mitigado. tos divinos y humanos que poste-
riormente determinarán la doctrina
El judeocristianismo es el primer de las dos naturalezas. Recalca la
intento por conocer la identidad de humanidad de Cristo: quien "no
Jesucristo (mitad del siglo lIJ. Hasta confiese a Jesús como portador de
aquí había interesado casi exclusi- carne es un portador de cadáveres"
vamente el anuncio y vivencia del (Esmir. 10,1-13). Lo paradójico de
Kerygma: Jesucristo Salvador, muer- su figura, estriba en que precisa-
to y resucitado, vida y resurrección mente en la autenticidad y limita-
nuestra. Entonces es cuando viene ción de su existencia humana es
la reflexión teológica en que se acla- para nosotros la Palabra de Dios y
ran algunos conceptos y se da pie a Dios.
numerosas controversias.
Justino, filósofo judío que viene
1.2 Síntesis del catolicismo pri- a !toma. Quiere hacer ver que el
mitivo cristianismo no es "acientífico",
que no le causa mal al Imperio, por
A lo largo del siglo 11 se trazan el contrario, mucho provecho. In-
los fundamentos de la Cristología tentó predicar al mundo helenista la
clásica (es una Cristología de des- significación salvífica de la encarna-
censo como veremos más adelante). ción del Hijo de Dios. Para Justino,
En el siglo 111 fraguó en su forma Jesús es el "otro" Dios1y Señor... ,
_definitiva y en el IV se consolidó que nació mediaJ.lJ;erla VirgenY se
(3) Adversus Haereses, 111, 19,1: Sources chrétiennes 34,330.

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hizo hombre" (Diálogo con Trifón). la tierra, es uno y el mismo. "El
El asunto se desplaza al Hijo de Unigénito que. por todos los tiem-
Dios preexistente. Jesucristo es el pos está en el linaje humano, se ha
"Logos en el que todo el género unido y mezclado con su criatura ... ,
humano participa. Los que vivieron Jesucristo Nuestro Señor". Y vice-
con el Logos eran cristianos, incluso versa, "este Hijo de Hombre es el
cuando se les tenía por irreligiosos, Cristo, el Hijo de Dios" (4). El
como, en el caso de los griegos, centro de la teología de Ireneo es
Sócrates, Heráclito y otros semejan- "la recapitulación de todas las
tes, y entre los bárbaros, Abraham cosas en Cristo"; por otra parte,
y Ananías. . . y viceversa, los anti- muy paulino (Col 1,20).
guos que vivieron sin el Logos fue-
ron malos y enemigos de Cristo" Ireneo exalta la grandeza del
(Apologías 1, 46,2-4). A nuestro jui- hombre, gracias a la encarnación de
cio, Justino es el primer teólogo de Dios a través de su Hijo. El Hijo
frontera que encuentra "semillas de asume no solo una naturaleza hu-
verdad" en toda búsqueda sincera. mana, sino también un destino y
una vida humana. El hombre no
solo es divinizado en un sentido ge-
lreneo de Lyon es el hombre de neral, sino que es "reconciliado": se
la unidad y de la síntesis. Es nues- convierte en un sujeto que todo lo
tra opinión, es el hombre más equi- recibe del Padre y le da gracias por
librado teológicamente de los cua- todo. El Hijo obediente se hace
tro primeros siglos de la Iglesia. En hombre para hacer de los hombres
una de sus obras más importantes, hijos obedientes. Seguir al Salvador
"Adversus Haereses" (tratado con- "es participar de la salvación y la
tra las herejías), se compendió lo glorificación del hombre, es perse-
más tico de su pensamiento. Obra verar en el servicio de Dios" (5). En
ci tada con mucha frecuencia, gra- nuestra opinión, es el Padre de la
cias al giro antropológico de la teo- Iglesia que más "sintonía" tiene en
logía. Por el amor creó Dios al hom- los tiempos actuales. Frente a las
bre: mediante su Hijo y su Espíritu. nuevas corrientes gnósticas, prove-
El hombre fue creado a imagen de nientes especialmente de Estados
Dios, para una vida que consiste en Unidos, conviene desempolvar los
la "comunidad con Dios", por lo escritos de Ireneo y constatar en
cual participa en su inmortalidad. ellos que "no hay nada nuevo bajo
Frente a los gnósticos, que separan el sol", toda vez que la problemá-
a Jesús del Cristo, repite incansable- tica que se debatía en aquel enton-
mente Ireneo: este Unigénito de ces: visión del mundo, del hombre
Dios y Creador, este mismo se hizo y de Dios, era ya resuelta de una
carne, la antigua carne formada de manera diáfana (6).

(4) Adversus Haereses, UI, 16,6: Sources chrétiennes 19,290.


(5) Ibid., IV, 14,1: Sourees chrétiennes lOO, 53888.
(6) Orbe, A. "Ireneo de Lyon" y "Escritos valentinianos". Madrid.

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1.2.1. Desarrollo en Occidente gía posterior va a llamar "naturale-
zas"): la divina y la corpórea. Ter-
A comienzos del siglo In el cris- tuliano descuida la dimensión salví-
tianismo, liberado ya del contexto fica de Jesucristo por adentrarse en
judío se difunde por el mundo gre- la identidad del mismo. Su atención
corromano. La Iglesia extiende con- se centra en que Dios se hace hom-
siderablemente su esfera de influen- bre y no en la significación salvífica
cia. Es un gran pueblo. Tal expan- de este hecho.
sión supone un gran esfuerzo de
organización que no era necesario Hipólito, es más catequista y
en los comienzos. El catecumenado liturgo que teólogo. Escribe bastan-
es ya un hecho y la penitencia otro te, entre sus obras, citemos la que
tanto. Hacia fines del siglo II son atañe a nuestro estudio: "Demos-
las jóvenes Iglesias de Cartago y tración Apostólica". Expone la uni-
Alejandría las que llevan la voz can- dad en Cristo, la duplicidad de subs-
tante en la reflexión sobre la fe. En tancias: la divina y la humana. Con-
Occidente se empieza a utilizar el tra el docetismo afirma la carne en
latín para la liturgia y la predica- Cristo. Su visión soteriológica es la
ción, se comienza a pensar en siguiente: N o es que el Hijo se haga
romano; de ahí que penetren en la hombre para hacemos hijos, sino
teología los puntos de vista morales que Dios se hace hombre para ense-
y jurídicos. Los pensadores de Ale- ñamos la vida divina.
jandría se sienten más afines al neo-
platonismo. Occidente y Oriente
enfatizan determinados aspectos de 1.2.2 Desarrollo en Oriente
la fe. Frente a una cierta seguridad
que ofrece el Imperio, se descuida En Oriente se desarrollaron para-
un poco la dimensión salvífica que lelamen te dos escuelas, que buscan-
nos ofrece Jesucristo. Por eso ahora do la Verdad, enfatizaban ciertos
se estudia la identidad del Salvador. aspectos de la misma, produciendo
progreso en la investigación teoló-
De Occidente podemos traer a 'gica y también, división en la Igle-
nuestro estudio a dos exponentes: sia, causando muchas víctimas. N o
Tertuliano e Hipólito de Roma. siempre el espíritu de estas contro-
Tertuliano escribe mucho; dentro versias fue lo suficientemente cris-
de su producción teológica, mencio- tiano.
nemos la que más atañe a nuestro
estudio: "De carne Christi". Jesús
es la Palabra, que procede de Dios 1.2.2.1. Escuela de Alejandría
como poder creador y que se ha
hecho hombre. Contra el dualismo Influenciada por el platonismo
y docetismo gnóstico, acentúa la acentúa la divinidad en Jesucristo.
realidad de la carne en Jesús. Cristo Es una Cristología de preexisten-
es uno solo: Dios y hombre. El cia, de descenso, es Dios quien se
Cristo divino no es distinto del hace hombre. Esta escuela tiene
hombre Jesús. Distingue en el único mayor influjo en las definiciones
Jesucristo dos substancias (la teolo- cristológicas. Su influencia llegó en

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una alta dosis hasta comienzos del "que se sitúa entre la naturaleza
presente siglo. Hoy sigue aportan- del ingénito y la realidad génita"
do, pues su búsqueda es válida, pero que nos trasmite los beneficios del
una cristología de "exaltación" ha Padre y lleva nuestras oraciones a su
tomado impulso en los últimos presencia (8). Dice que el hombre
tiempos. La llamada "Cristología Jesús tiene alma humana, frente a
clásica" ha sido marcada por esta la posición de aquellos que afirma-
escuela. ban que el Verbo hacía las veces de
alma humana en Jesús (Posición
Podemos citar a tres grandes ex- definida posteriormente por Apoli-
ponentes: Clemente de Alejandría, nar). Más tarde el Concilio de Cons-
Orígenes y Cirilo de Alejandría. tantinopla 111 (680), tendrá que
Profundizan más en el evangelio de definir las dos voluntades en Cristo.
San Juan. Para Clemente, el Lagos
es descrito como el sentido divino, La unión de la humanidad y divi-
instrumento de Dios, efectúa la nidad en Cristo, ~o es lo suficiente-
creación del mundo. Este Lagos se mente clara, que da la impresión de
ha aparecido al hombre: Dios y una unión moral. El interés por dis-
hombre. Se ha hecho carne para tinguir lo divino y lo humano en la
hacerse visible. Cuando los hombres Palabra encarnada impide a Oríge-
escuchan y siguen al Lagos, son nes atribuir lo humano sin más al
divinizados y conducidos a la visión Hijo de Dios. Pero, en modo alguno,
del Padre. Todas estas ideas se en- podemos tacharle de doceta. Consi-
cuentran en su obra: "Stromata". dera la misma existencia humana de
Jesús como revelación de Dios; en
En su VlSlOn soteriológica dice: su actividad humana, Jesús es la
Dios ha padecido juntamente con la imagen de la Palabra, que a su vez
carne y por ello la ha liberado de la lo es del Padre. Partiendo de la con-
muerte y la corrupción. Nosotros vicción de que la salvación del hom-
hemos nacido de los dolores del Se- bre consiste en la visión de Dios,
ñor y hemos sido revestidos y ali- comprende globalmente la persona
mentados con su sangre. Cuando de la Palabra encarnada como me-
habla de la cruz, sus ideas se dirigen diadora de esta visión.
enseguida al Maestro celeste. La
vida humana de Jesús apenas se Cirilo de Alejandría, gestor y
menciona. gran teólogo del Concilio de Efeso,
ataca fuertemente a Nestorio, pa-
Orígenes, gran exégeta alejandri- triarca de Constantinopla, quien no
no. Profundo conocedor de la Sa- acepta la maternidad divina de Ma-
grada Escritura. Al hablar de Jesu- ría, creando una tercera realidad en
cristo insiste mucho en su preexis- Jesucristo (9). Los anatemas del
tencia (7). Jesús es el mediador Concilio de Efeso fueron redacta-

(7) Pueden consultarse algunas obras de Orígenes: "Tratado de los principios"; "Contra Celso";
"Exhortación al martirio" etc.
(8) "Contra Celso", III, 34.
(9) CirUo, Ep.,17: ACO 1, 1/1: 33-42. Los anatemas están también en DS 262-263.

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dos por Cirilo. En ellos se afirma la Teodoro de Mopsuestia, utiliza
unión del Verbo con la carne, según "una sola persona" para designar la
hipóstasis. Utiliza indistintamente unidad en Jesucristo. Igualmente la
los términos hipóstasis y prosopon: distinción "dos naturalezas", es ori-
una persona y dos hipóstasis. Aquí ginal de Teodoro. Esta expresión
viene la pobreza del vocabulario, domina toda su Cristología. Carac-
que anotamos en la introducción, terístico de la escuela antioquena
pues los términos no son lo sufi- es que la distinción de las "dos na-
cientemente ricos para expresar el turalezas" no viene inspirada por un
misterio de Cristo. Todos estaban interés positivo por lo humano de la
de acuerdo en la unidad (Nicea) y persona de Cristo, sino sobre todo
la dualidad. El problema del cómo por librar a lo divino de toda conta-
de esa unión, a mi juicio, no resuel- minación humana (10). Podríamos
to hasta hoy. hablar de otros teólogos importan-
tes como: Diodoro de Tarso, Juan
1.2.2.2 Escuela de Antioquía Crisóstomo, etc. Pero nos resultaría
demasiado recargado este estudio.
Pone énfasis en la humanidad de
Cristo. Esta escuela no tuvo un
maestro genial como Orígenes, ni 1.3. Errores Cristológicos
un polemista de la talla de Atanasio
(gran teólogo del Concilio de Nicea), Los errores no siempre son fruto
ni un historiador de la talla de Euse- de repudio a la Iglesia, de soberbia.
bio de Cesarea. Los escritos de esta No raras veces, vienen como conse-
escuela, en su mayoría se ha perdi- cuencia de un querer presentar el
do, solo se conservan fragmentos, mensaje de Jesucristo de una forma
citados en otras obras. La divinidad más adecuada y comprensible. Para
de Jesucristo no es suficientemente juzgarlos debemos ir al contexto
explicitada, lo cual llevó a algunos socio-cultural en que nacieron. Si es
errores: adopcionismo, sabelianis- verdad que le causaron daño a la
mo, monarquismo, etc. Citemos a Iglesia, no es menos cierto que pro-
algunos exponentes de esta escuela: dujeron un gran desarrollo doctri-
Eustacio, quien enseña que Jesús es nal. Vamos a enunciarlos brevemen-
el Hijo Unigénito de Dios, que par- te para tener un marco histórico
ticipa de la naturale·za y gloria divi- que nos sirva de telón de fondo
nas. Gran defensor de Nicea. Al para analizar las declaraciones del
hablar de los dolores, la pasión de magisterio y su incidencia en las
Cristo, separa la humanidad de la actuales investigaciones. En la edifi-
divinidad. La unión hipostática en cación de la Iglesia, que se constru-
esta realidad no es lo suficiente- ye diariamente, no se puede habi-
men te clara. tar en un piso sin haber pasado por

(lO) Comm. Joh.: CSCO 116, 23. Es de notar que Teodoro de Mopsuestia designa a veces lo divino
como "lo interior" y como naturaleza propia del Señor (Comm. Joh.: CSCO 116, 63/26), de
modo que su apariencia humana oculta en realidad quién es él propiamente (Comm. Joh.:
CSCO 116, 80/30 Y 110/32). Estos datos hacen sospeChar que también Teodoro de Mopsuestia,
a pesar de todas las sistematizaciones, ve en Jesús al Lagos como sujeto de la humanidad.

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la base. Es necesario recorrer los "fruto de especulaciones teóricas",
escalones que han jalonado lá,evolu- que mutilan o acentúan inadecuada-
ción Cristológica. Es cierto que los mente el mensaje de Jesús (ibid.).
errores de antaño se presentan hoy
con nuevas facetas, acordes con la Aparece una gnosis "cristiana en
nueva situación histórica, la nue- Egipto. Valentín de Alejandría es
va visión del mundo y del hombre. uno de sus mayores abanderados
No cabe duda, que la realidad pre- (11). Este viene a Roma y funda su
sente no ha partido de cero sino escuela. Creemos que nada confun-
que tiene ya muchos siglos de histo- dió tanto la comprensión de la :Re-
ria. velación como esta "filosofía". De
acuerdo a su esquema mental, ven
en Jesucristo un enviado (un eón)
1.3.1. Gnosticismo de Dios, es el eón mayor que asume
la "carne", que es mala y se libera
Es un movimiento filosófico-reli- de la misma volviendo al seno de
gioso que partiendo de un "conoci- Dios. El gnóstico es dualista y pla-
miento revelado" trata de penetrar tónico, lucha contra el cuerpo "cár-
en el misterio de Dios y del hom- cel del alma" hasta regresar al mun-
bre. Este conocimiento obra la do de los eones. Jesucristo nos ha
redención inmediatamente. Quien dado ejemplo, liberándose de la
ha recorrido todas las fases de la "carne". Así que para ellos la "car-
"ciencia" revelada está ipso facto ne" de Cristo, queda reducida a una
redimido. Para el gnosticismo el simple apariencia. Nada más nefasto
acto de conocer es místico (no es para la Iglesia dado su sincretismo
racional o metódico). La gnosis es religioso, su "camino de salvación"
una ciencia misteriosa; es más bien utilizando la Revelación, arrastró a
un oir, un recibir de arriba, unido a muchos ilusos. Creemos que hoy
una determinada iniciación mística. sigue influyendo en el cristianismo,
Por esta gnosis el iniciado participa con nuevas portadas: rosacrucistas,
de la naturaleza e inmortalidad teósofos, vegetarianos, Iglesia del
divina, en contraposición al conoci- Cristo científico, Iglesia cuadrangu-
miento filosófico, que mantiene la lar, etc. Los pastores deben estar
distinción entre Dios y el hombre. atentos a todas estas "desfiguracio-
nes" del mensaje cristiano (cfr Pue-
El gnosticismo es un sincretismo bla No. 178).
religioso. El cristianismo es tomado
como un preconcepto ya elaborado.
Los evangelios son leídos en este 1.3.2. El Docetismo (12)
preconcepto. Se hacen "relecturas"
de la revelación, para utilizar el len- Es el error cristológico que atri-
guaje de Juan Pablo II en su discur- buye a Cristo un cuerpo aparente
so inaugural de Puebla (cfr. Puebla oo"ew = parecer o aparecer) y nie-
No. 179). Estas "relecturas" son ga por tanto diversos dogmas relati-

(11) Combatido por Ireneo de Lyon, cf Adv. Haer.


(12) Fabri, E. Docetismo, en "Sacramentum Mundi" Vol 2, 373-375.

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vos a la encamación. Es una herejía 1.3.4. El Arrianismo (14)
que pretende explicar racionalmen-
te el misterio de Cristo. Como la Como fundador del a. se conside-
materia es mala, es imposible que el ra al presbítero antioqueno Arria
Hijo de Dios haya asumido lo malo. (m. 336), procedente de la escuela
Algunos son más mi tigados, aceptan de Antioquía. Arria piensa sobre la
la encamación pero no los sufri- base del concepto aristotélico de
mientos de la cruz, atribuyendo a unidad, según el cual, ésta es sim-
Jesús un cuerpo privilegiado, libre plemente la negación de división.
de toda miseria. Esa unidad excluye la afiunación
de una esencia divina que en medio
Los docetas interpretan la Reve- de su unicidad está constituída por
lación a su manera, de ahí que los varias personas. Arria vincula de tal
textos Jn 1,14; 1 Jn 1,lss; 4,2; 2 Jn forma la unidad y la esencia de Dios
7 no cuentan, para hacer decir a los que el Hijo o Verbo solo puede ser
textos lo que ellos quieren: Mc concebido como criatura de la
6,45ss; Mt 14,22ss; Jn 20,24ss. Ig- voluntad del Padre. El "Logos que
nacio de Antioquía, Ireneo de Lyon, se halla siempre en Dios", es una
Tertuliano e Hipólito combaten propiedad divina. Ellogos es hechu-
fuertemente el docetismo. ra y producto del único Padre ingé-
nito. Hubo un tiempo en que el
Hijo no existía. Pero es la primera
y más noble de todas las criaturas.
1.3.3. El Sabelianismo (13) El Concilio de Nicea va a condenar
a Arria.
Error cristológico, no considera a
Jesús mismo como Dios, sino solo 1.3.5. El Apolinarismo (15)
como "manifestación" de lo divino.
Está en conexión con la gnosis, so- Apolinar de Laodicea gran defen-
bre el fondo de una creciente ten- sor de los decretos de Nicea. Para
dencia general a un monoteísmo expresar la unidad en Jesucristo re-
abstracto. El sabelianismo (error de curre a expresiones como "una
Sabelio) es llamado también moda- esencia" (oúaLa) y "una naturaleza
lismo, se presenta en fauna de mo- encamada" (¡pÚOLS) del Verbo de
narquismo; Dios se presenta de Dios. Esta unidad le lleva a una ne-
distintos modos: como Padre en la gación expresa del alma humana de
Creación, como Hijo en la encama- Jesús, o por lo menos del nous, sede
ción y como Espíritu en la santifi- de la libertad y del propio yo. Si
ficación. Todo error cristilógico es nuestro Salvador hubiera tenido
trinitario y viceversa. El sabelianis- una libertad humana, la obra salvífi-
mo no acepta la trinidad de perso- ca quedaría amenazada por la in-
nas. consistencia de la misma.

(13) Klinger, E. Sabelianismo, en "Sacramentum Mundi" Vol 4, 762-765.


(14) Marcus, W. Arrianismo, en "Sacrarnentum Mundi" Vol 1, 420-424.
(15) Smulders, P. El preludio de las grandes controversias, en "Mysterium Salutis" Vol IIl, Tomo 1,
PP. 453-454.

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1.3.6. El Nestorianismo (16) dos hijos (en la terminología calce-
donense: la doctrina de las dos per-
Su gestor fue Nestorio, arzobispo sonas). Nestorio resalta el carácter
de Constantinopla. Se encuentra gratuito de la economía salvífica.
con que en su Iglesia llamaban a
María: Madre de Dios (8eoróKos) y Lástima que en el Concilio de
otros la invocaban como: Madre del Efeso que definió la maternidad
hombre (áv8 pwrroroKoc;). Nestorio divina de María no hubiera habido
propuso un título intermedio "Ma- un mayor espíritu de búsqueda
dre de Cristo". Nestorio tenía ideas antes que de polémica; si bien es
que tendían a una recta solución cierto que Cirilo de Alejandría
del problema cristológico que en- obraba motivado por el celo a la
tonces se planteaba. Recalcaba, verdad y un profundo amor a Jesu-
frente al apolinarismo y a la doctri- cristo y a la Iglesia. Un análisis
na alejandrina de la "naturaleza intenso de conceptos, expresiones y
una" en Cristo (monofisismo), la representaciones peculiares de los
distinción entre humanidad y divi- partidos hubieran podido llevar
nidad en El, y veía que la unidad en entonces a una reconciliación.
Cristo ha de buscarse en otro plano
que en el de la síntesis de naturale- 1.3.7. El Monofisismo (17)
zas. Pero le faltó el buen talento
especulativo, no menos que la ter- Es la doctrina que afirma la exis-
minología para la solución de este tencia de "una sola naturaleza"
problema. La humanidad de Cristo (¡pÚOLS e úrróraoLs) en Cristo. Se
es templo, vestidura, instrumento desarrolló del siglo IV al VI partien-
(eso también lo decían los alejan- do principalmente de presupuestos
drinos) de la divinidad, frente a la alejandrinos, en la discusión y refle-
€VWOLS (unión) €vorT/s (unidad) de xión sobre la relación entre la divi-
los alejandrinos, él decía ouvá¡peLa nidad y humanidad de Jesucristo.
(enlace). Pero en este enlace se rom- El punto de partida es aquí, el ke-
pe la unidad, se cae en un adopcio- rygma sobre Jesús, Hijo único de
nismo. La unidad en Cristo se reali- Dios hecho hombre o, la confesión
za por razón de un "merecimiento" de la verdadera divinidad y de la
del hombre Jesús ante Dios. Sin em- verdadera humanidad del Cristo
bargo, Nestorio quería afinnar la uno. La reflexión teológica quiere
unidad esencial en Cristo. Así en- explicar el cómo de esta unidad en
tiende su unidad en el rrpówrrov, la diversidad. El Concilio de Nicea
que ciertamente aún no es la unidad al declarar la consubstancialidad del
calcedonense en la "persona", pero Hijo con el Padre, dió pie a inter-
IlPunta ya hacia el hecho que esta pretaciones monofisitas, que solo
unidad no debe buscarse en el plano vinieron a resolverse dogmáticamen-
de la naturaleza, sino en el de la te con el Concilio de Constantino-
persona o hipóstasis. Nestorio re- pla III (681). A lo largo de la histo-
chazó claramente la doctrina de los ria ha habido un peligro monofisita,
(16) Grillmeier, A. Nestorianismo. en "Sacramentum Mundi" Vol IV, 908-911.
(17) Grillmeier, A. Monofisismo, en "Sacramentum Mundi" Vol IV, 778-780.

102 DESARROLLO DE LA DOCTRINA CRISTOLOGICA


aún en hombres muy buenos. De mos tener en cuenta el Sitz im Le-
Calcedonia para acá pudo haber un ben de su gestación. La fe cristiana
monofisismo, de tendencia divina. se tiene que enfrentar al mundo gre-
Hoy podemos quedamos en un mo- corromano, dominado desde el pun-
nofisismo de naturaleza humana to de vista cultural por el helenismo
solamente. Quienes se conve-rtÍan al cristianis-
mo eran hombres provenientes de
1.3.8. El Monotelismo (18) diferentes ambientes e influencia-
dos por diversas culturas. El gnosti-
Es la doctrina que afirma una cismo (a mi juicio, el mayor enemi-
sola voluntad o una sola actividad go del cristianismo), se presentaba
(évep-yeta), de ahí la denominación con fachada cristiana, creando el
de monoenergismo. Afirma que, así desconcierto. Algunos, de buena fe,
como en Cristo hay una sola hipós- creían hacer síntesis entre las reli-
tasis ("naturaleza"), así también giones mistéricas y el mensaje reve-
hay en El una sola voluntad (como lado.
facultad, e€A77Jla) y un único que-
rer, una sola energía que es la vo- Otros, motivados por un gran
luntad, el querer y la voluntad del deseo de llegar a todos los hombres
Logos. Es consecuencia de un mo- con el mensaje de fe, especialmente
nofisismo. al campo "científico" de aquella
época. La doctrina se expresa con
1.4 Valoración orítica términos de la filosofía dominante,
aristotélica en la escuela antioquena
Con una distancia de quince si- (la bondad de la creación, la unidad
glos y un mundo que está interesa- de todo lo existente) y, platónica
do por lo práctico. lo experimenta- en la escuela alejandrina (el mundo
ble, aquello que produzca bienestar de las ideas, la absoluta bondad del
y utilidad; las discusiones de aquel Creador). En modo alguno, unos y
entonces pueden pasar como inúti- otros descuidan el dato revelado;
les, motivadas por prurito por lo por el contrario, la Sagrada Escritu-
especulativo y un ambiente socio- ra era el transfondo de la visión de
cultural estancado. El siglo en que Dios. Ha sido problema de toda la
vivimos, rico en adelantos técni- vida, comprender el cómo del dato
cos y en comodidades materiales, revelado. En nuestro caso, aparece
adolece de un vacío espiritual que explícitamente que Dios se ha he-
produce, paradójicamente, tristeza, cho hombre, pero cómo se realiza
incertidumbre y pérdida del sentido esta unión? Ahí viene el problema,
de la vida. Pienso que, las futuras pues nuestro léxico no puede agotar
generaciones nos juzgarán severa- el gran misterio de Dios.
mente por el vacío y pobreza espi-
ritual que les legamos. Los errores cristológicos, si bien
es cierto, que causan lágrimas y des-
N o se puede juzgar una época garramientos en el seno mismo de la
.con las categorías de ahora; debe- Iglesia, es verdad también, que ayu-

(18) Grillmeier, A. Monotelismo, en "Sacramentum Mundi" Vol IV, 791-793.

FROVLAN CASAS, PBRO. 103


dan muchísimo a profundizar aún 2.1. Concilio de Nicea
más en el dato revelado y a buscar
una may.or comprensión del mismo. Este Concilio aunque no se ocu-
La Iglesia tiene que someterse a ese pó exclusivamente en cuestiones
riesgo, pues está segura que la asis- cristológicas, tiene gran importancia
tencia del Espíritu Santo nunca fal- para la Cristología (19). No sin
tará (Jn 16,13-15). Hoy se presen- razón los Padres de Efeso y Calce-
tan nuevos problemas cristológicos, donia declararon que Sl.,l intención
que en el fondo no son totalmente era exclusivamente interpretar la
nuevos. Teniendo una visión his- doctrina de Nicea. La definición de
tórica de conjunto se resolverán este primer Concilio universal se
con mayor claridad y serenidad. dirige contra Arrio y afirma la total
Surgirán nuevas dificultades, por- divinidad del Hijo, que no es una
que el hombre es un sujeto cam- creatura, sino que procede de la
biante que va evolucionando cultu- naturaleza del Padre y que es de la
ralmente y la concepción que va misma condición divina, o sea, con-
teniendo del mundo y de sí mismo, substancial con El (DZ 54 - DS
será más o menos deshumanizan te. 125s). Es importante la estructura
A nuestro juicio, el s. XX es un de esta confesión de fe. La afirma-
siglo paradójico por lo anotado an- ción de su verdadera divinidad se
teriormente. La avidez del saber y introduce en el texto de un símbolo
del tener pueden matar al hombre. tradicional, de manera qUE' su obje-
to es Jesucristo, al cual se le van
Los errores cristológicos nos ayu- añadiendo, afirmaciones referentes
dan a ver con mayor claridad el a su nacimiento y destino humanos.
mensaje revelado. Evita que haga- No cabía una confesión más vigoro-
mos énfasis que pueden oscurecer el sa de ese UNO, que es Dios y hom-
misterio de Cristo y que a nivel de bre. De ahí que las afirmaciones de
vivencia "desfiguremos su rostro". Nicea fueron posteriormente invo-
cadas como piedra de toque de la
Cristología ortodoxa.
2. DEFINICIONES CRISTOLOGI-
CAS Atanasio fue el gran Padre de
este Concilio. Recibió el influjo de
Frente a la búsqueda por com- Orígenes y más aún, de Ireneo (20).
prender el misterio de Cristo, el ma- El principio del intercambio adquie-
gisterio de La Iglesia fiel intérprete re una enorme significación en el
del mensaje salvífico, estuvo atento, pensamiento de Atanasio. En su
alentando y enriqueciendo sus in- polémica contra los arrianos, es su
vestigaciones. Pero no fue nada argumento fundamental: solo aquel
tímido frente a desviaciones y pro- que es verdaderamente Dios nos
clamó enfáticamente la verdad puede divinizar. Gracias a la idea de
sobre Jesucristo. intercambio, Atanasio vuelve a

(19) Smulders, P. El preludio de /as grandes controversias, en "Mysterium Salutis Vol III, Tomo 1,
PP. 454-464.
(20) Contr. Ar. 1, 38: PG 26, 92B.

104 DESARROLLO DE LA DOCTRINA CRISTOLOGICA


situar la problemática cristológica consistió en que no se dió cuenta
desde la perspectiva salvífica. Pero a tiempo de que era preciso hacer
también tuvo repercusión su visión una reflexión más profunda sobre
unilateral. La idea del intercambio, las diferencias entre lo divino y lo
en la que la encamación ocupa un humano del hombre-Dios (en esto
lugar más importante que la cruz y iban por delante los antioquenos) y,
la resurrección, lleva no solo a la in- sobre todo, en que estudió insufi-
troducción de las fiestas de Navidad cientemente cómo nuestra salvación
y Epifanía, que en el futuro relega- presupone la plena realidad del ser
rán a la Pascua a un segundo plano. humano de Jesús. Por esto los
Favorece la tendencia a ver en antioquenos no se sintieron satisfe-
Cristo más bien los polos abstractos chos con lo definido por el Concilio.
Dios-hombre, que la realidad con- La reconciliación tuvo lugar dos
creta del Hijo y de su vida humana. años después (433), con el símbolo
de unión (Dz 142b).
2.2 Concilio de Efeso

Cirilo de Alejandría abrió el Con- 2.3 Concilio de Calcedonia (21)


cilio en el 431, antes que llegasen
los delegados de Antioquía. Fue leí- Eu tique s, archimandrita de Cons-
da la segunda carta de Cirilo a Nes- tantinopla, quería atenerse a la fór-
rio y fue consultado a los Padres si mula de Cirilo de Alejandría sobre
estaban conformes al Credo de Ni- la unidad de naturalezas. Afirma
cea. Aprobaron que Nestorio estaba que en Cristo existe una sola natu-
en contra del Credo de Nicea. Fue raleza (la humanidad en Cristo que-
depuesto Nestorio. La decisión fue da diluída). Fue acusado de herejía.
aprobada por los delegados del El patriarca Flaviano le invitó a
Papa, llegados días después. comparecer al sínodo de Constanti-
nopla (448), le propuso la siguiente
La afirmación de Efeso es la si- fórmula cristológica: "Confesamos
guiente: el Hijo eterno del Padre, es que Cristo es de dos naturalezas
aquel que, según la generación car- después de la encarnación, en una
nal, ha nacido de la Virgen María; hipóstasis y en una persona". Euti-
por esto, María es llamada legítima- ques rechazó dicha fórmula. No
mente 'fheotokos. La expresión acepta que la naturaleza humana de
"unión según la hipóstasis" no es Cristo fuese consubstancial a la
definida como tal. En Cristo la nuestra. Fue declarado hereje y
humanidad y la divinidad forman: excomulgado. Apeló al Papa León;
"Un solo Señor, Cristo e Hijo" (Dz éste escribió una carta a Flaviano
115). En esto radica la significación ("Tomo a Flaviano"), en que apro-
esencial del Concilio de Efeso: el baba la condena (Dz 143-144).
Hijo de Dios en persona, es miste-
riosamente el sujeto de la vida El Emperador Teodocio que apo-
humana de Jesús. La tragedia de yaba a Eutiques, convocó un Conci-
Cirilo de Alejandría, en Efeso, lio en Efeso (449), bajo la dirección

(21) Smulders, P. La gran controversia cristol6gica: de Efeso a Calcedonia, en "Mysterium Salutls"


Vol 111, Tomo 1, pp. 475-495.

FROYLAN CASAS, PBRO. 105


de Dióscoro de Alejandría. Este mo "una hipóstasis" o "una physis"
Concilio rechazó la carta a Flaviano y se limitaban a hablar exclusiva-
y rehabilitó a Eutiques. El Papa mente de "un prósopon"; pero en
protestó contra este Concilio que el transfondo de su "uno y otro" y
llamó "latrocinio". Se retiene invá- de su unidad "por nombre, poder y
lido. Después de la muerte de Teo- honor" surge la sospecha de que el
docio, su sucesor, Marciano convo- hombre-Dios no sería entonces ver-
có un Concilio en Nicea, pero se daderamente un ser, sino que se
realizó en Calcedonia (451). Este habría limitado a actuar y a com-
Concilio depuso a Dióscoro y pro- portarse como si lo fuera (22).
clamó una definición de fe que
excluía el monofisismo. La gran Cirilo, por su parte, hablaba, para
definición calcedonense es: en Je- subrayar esta unidad real del ser, de
sucristo hay una sola persona (hipós- una physis, una ousía, una hipósta-
tasis) y dos naturalezas (la divina y sis. Pero, prescindiendo incluso de
la humana) DZ 148. su sabor apolinarista, esta termino-
logía estaba poco lograda y se pres-
Se impone aquí decir algo sobre taba a malentendidos. Teniendo en
la terminología. A partir de los cuenta el uso trinitario, daba la
capadocios se había empleado en la impresión de que pensaba en una
doctrina trinitaria la fórmula "tres unificación del hombre-Dios al
prosopa o hipóstasis, pero una nivel del qué (physis) y, por tanto,
physis". Padre, Hijo y Espíritu en una confusión de las propieda-
Santo son iguales y una sola cosa en des divinas y humanas; al hablar de
cuanto que son un solo qué-Dios una ousía (substancia), parecía ne-
por lo que respecta a su physis. gar que el hombre-Dios tiene una
Pero son, al mismo tiempo, tres ousÍa verdaderamente humana y
quiénes reales y no solo tres figuras que es ó¡J.ooúaws con nosotros; la
o denominaciones del mismo y fórmula "una hipóstasis" parec ía
único Dios. Al emplear, junto a la negar la realidad substancial de esta
palabra 1Tpóaw1Tov persona, que des- humanidad y tendía hacia una mo-
de su origen era sospechosa de sus- dalidad de docetismo. Estas sospe-
citar la idea de una triple aparición, chas se vieron confirmadas por el
la expresión ú1TóaTaatS, que etimo- peculiar empleo de la communica-
lógicamente yen lenguaje filosófico tia idiomatum por Cirilo y su insis-
indica la realidad más profunda del tencia en subrayar la divinización
ser, se subraya que las tres divinas de la humanidad de Jesús.
personas subsisten como tres quié-
nes reales. En la doctrina trinitaria,
pues, hipóstasis y prósopon (como En este mundo de malentendidos
expresión del quién) se distinguían y sospechas solo Proclo y Flaviano
de la physis (expresión del qué). No comenzaron a aportar cierta clari-
se había aplicado esta terminología dad. Fundamentalmente estaban
al problema cristológico. Los antio- cada vez más de acuerdo en lo si-
quenas rechazaban expresiones co- guiente: hay realmente una unidad

(22) Ibid., PP. 489-493.

106 DESARROLLO DE LA DOCTRINA CRISTOLOGICA


de ser, la cual no radica en la physis explícitamente, dos voluntades en
divina (que es común al Padre, aL Cristo, correspondientes a las dos
Hijo y al Espz'ritu Santo), sino en la naturalezas (Dz 291- DS 556).
persona del Hijo, en su rruówrrov-
úrróumuLs. La unidad no se sitúa en Tras el III Concilio de Constanti-
el qué sino en el quién. nopla no ha habido en Cristología
progreso alguno comparable al que
En la doctrina de Eutiques el acabamos de describir. Hay que
Papa León Magno ve un nuevo do- esperar a un período muy reciente
cetismo, el que regatea al hombre- para advertir nuevos movimientos
Dios la naturaleza humana y le nie- en el frente cristológico. Esta tran-
ga su ÓIlOOVUW con nosotros, ataca quilidad tan duradera puede deber-
la realidad de su nacimiento, su se a que los antiguos concilios con-
muerte y resurrección; León pro- figuraron en este aspecto una serie
testa también contra el absurdo de de líneas aptas para impedir cual-
que el hombre-Dios resulte de la quier desviación. El respeto y la
unión de dos naturalezas y después fidelidad que nos merece la fe de
sea una sola naturaleza. nuestros antepasados, que custodia-
ron el antiguo tesoro, traduciéndolo
a su mentalidad y poniendo a su
2.4 Concilio de Constantinopla disposición los mejores recursos,
III nos mueve ahora a preguntarnos:
¿no es verdad que el pensamiento
Tanto el Papa León como el Con- creyente y la predicación deben
cilio de Calcedonia, al utilizar la afrontar una vez más, paciente,
fórmula "una persona en dos natu- esforzada y arriesgadamente, la ta-
ralezas" habían expresado insufi- rea de reinterpretar el misterio del
cientemente que esta única persona hombre-Dios, expresándolo en pala-
es idéntica con su naturaleza divina bras capaces de ayudar a los hom-
(que es desde la eternidad) de modo bres a reconocer en Jesús al Señor,
diferente a como se identifica con palabra salvífica de Dios, pronun-
su naturaleza humana. La oposición ciada y realizada para siempre sobre
de los monofisitas contra esta fór- la tierra en una vida humana, en su
mula no era del todo infundada, muerte y su resurrección? El miste-
pero expresaba muy vagamente la rio del Señor, en el que todos los
autenticidad del ser humano de cristianos reconocen y confiesan la
Jesús. La oposición de los monote- Palabra definitiva de Dios, escapará
letas (afirman una sola voluntad en siempre al alcance de nuestras pala-
Jesucristo), obliga ahora al Concilio bras humanas.
a profundizar en la relación de la
voluntad humana y divina y en la
operación humana y divina de 2.5 Valoración crítica
Jesús. El Concilio evita el peligro,
latente en el monofisismo, de con- a. Se debe tener en cuenta que la
siderar la humanidad del hombre- razón fundamental de estas defini-
Dios solo como un elemento pasivo ciones y aclaraciones sobre el miste-
y no como una realidad auténtica- rio de Cristo, fueron motivadas por
mente humana. El Concilio afirma un profundo amor a Cristo y a la

FROYLAN CASAS, PBRO. 107


Iglesia. Los teólogos de los prime- naturaleza que el Padre. Pero es dis-
ros siglos de Iglesia, fueron hombres tinto del Padre con una oposición
de profunda práctica pastoral. de relaciones dentro de la identidad
de la esencia divina.
b. Los Paclres de estos concilios
cristológicos fueron fieles al mo- La persona divina del Logos, asu-
mento histórico que vivieron. Res- me como suya, en una "unión hi-
pondieron, a la luz de la Revelación postática", una realidad humana
y la Tradición de la Iglesia, a las completa, a la que damos el nombre
inquietudes y esperanzas de los de "naturaleza" humana. El Bija
hombres de su tiempo. une esta naturaleza humana a su
hipóstasis, de forma que ésta es la
c. No podemos limitar la "asis- que "sustenta" substancialmente
tencia del Espíritu Santo" a un mo- dicha "naturaleza".
mento determinado de la Iglesia
exclusivamente. Con visión de cre- - La doctrina oficial de la Iglesia
yentes analizamos aquel momento no ofrece más explicaciones sobre
histórico y vemos en él la acción esta unión y unidad substancial con
fundamental del Espíritu Santo y la la hipóstasis divina del Lagos.
limitación del hombre para expresar
todo el misterio salvífica. - El auténtico sujeto (óntico y
lógico) no surge de las "naturale-
d. Tengamos en cuenta la visión zas" en virtud de su unión, sino
crítica que nos ofrece K. Rahner que es el Logos como sujeto pree-
(23): xistente a la unión.

- La Cristología del magisterio - Toda la doctrina de la unión


eclesiástico es una cristología de hipostática alcanza su objetivo en la
descenso en la que se desarrolla el doctrina de la comunicación de
principio siguiente: Dios (su Lagos) idiomas: dado que el único Logos-
se hace hombre. Este principio, una sujeto (persona, hipóstasis) posee y
vez desarrollado, es protegido de in- sustenta substancialmente ambas
terpretaciones erróneas mediante "naturalezas", es posible atribuir las
una serie de precisiones. propiedades de una de ellas al que
- Esta cristología de descenso o es mencionado sobre la base de la
encarnación presupone toda la teo- otra. Esa comunicación de idiomas
logía clásica de la Trinidad, aunque está condicionada por la limitación
históricamente ambas se han desa- de la naturaleza humana.
rrollado en un proceso de mutua
influencia. En Dios hay tres "perso- e. Frente a la crítica que hace el
nas distintas" entre sí. Una de ellas, historiador Harnack, acerca de las
la segunda, es de de toda la eterni- definiciones dogmáticas que al uti-
dad -e independientemente de la lizar términos de la filosofía griega
encarnación- el "Hijo", el "Lagos" para describir a Jesucristo, se "hele-
Este Hijo o Lagos es de la misma nizó" el cristianismo; debemos

(23) Rahner, K. ThUslng, W. "Cristología Estudio teológico y exegético". Madrid, 1976, PP. 66-80.

108 DESARROLLO DE LA DOCTRINA CRISTOLOGICA


decir que la fe se encarna en hom- mer movimiento inmanente en cada
bres concretos, que viven en un am- uno de los seres naturales en virtud
biente socio-cultural determinado y de su propia esencia". "Es el princi-
que la comprensión del mensaje la pio del movimiento". Aparece en-
tienen que expresar en categorías tonces que la naturaleza es "lo ca-
humanas. Yo diría más bien, que racterístico" de la persona.
se "cristianizó el helenismo", por-
que se sacó lo espúreo de esta ter- g. A los Padres no les interesaba
minología y la adaptó a la "com- tanto los términos cuanto el sentido
prensión" del mensaje salvífico. de lo que querían expresar. Es signi-
Sabemos, que el lenguaje es limita- ficativo que esos mismos términos
do. habían sido condenados en conci-
lios anteriores o habían sido utiliza-
f. No cabe duda que los términos dos en sentido contrario. No les
sufren evolución, no necesariamen- preocupan los vocablos sino el LO-
te una evolución creciente. Sin em- GOS al que remiten y al que quie-
bargo ellos responden a un proble- ren expresar. La relación entre Dios
ma planteado y manifiestan una y el hombre no es del orden físico
fidelidad al mensaje salvífico. A mi sino del orden personal. La clave de
juicio, se debe andar con mucho la interpretación no es filosófica
tino, no sea que al cambiar el tér- sino bíblica.;
mino, se cambie también el concep-
to. La palabra "persona", por ejem-
plo, con el desarrollo que ha tenido 3. VISION CRISTOLOGICA HAS-
la moderna psicología, resulta muy TA EL SIGLO XX
rica: sujeto consciente y relacional.
Así que es mucho más rica que la Después del gran período rico en
palabra naturaleza. En relación con Cristología (7 primeros siglos), vino
la Trinidad, presenta el peligro de un receso marcado por un estanca-
un triteísmo. En relación con Cristo. miento en la definición calcedonen-
la íntima unión de la naturaleza se. Antes que recurrir a la Sagrada
humana con la divina, quedaría Escritura, se transmitía textualmen-
anulado uno u otro aspecto, dada la te el dogma cristológico. Parecía
riqueza y la propia identidad óntica entonces, que Calcedonia había
de la persona. Atendiendo a la defi- "agotado" el misterio de Cristo. Lo
nición de Boecio: ''persona est na- ontológico primaba sobre lo sote-
turae rationalis individua substan- riológico; lo jurídico sobre lo ecle-
tiae". En este sentido el término sial. A mi juicio, la seguridad exter-
griego v1Tóaraacs (persona), resulta na produce cierta pasividad y aco-
como el fundamento de toda una modación.
realidad óntica. Pienso que no exis-
te otro término más propio para ex- 3.1 El Medioevo
presar la íntima unión que existe
entre el hijo de Dios con el hombre No hubo un desarrollo doctrinal
Jesús. La definición de Boecio, de propiamente. Pero a nivel de la pie-
persona, está en consonancia con la dad popular tuvieron influencia al-
definición aristotélica sobre natura- gunos escritos apócrifos, dado que,
leza: tpvats: "es el principio del pri- en mi opinión, una insistencia en el

FROVLAN CASAS, PBRO. 109


Hijo de Dios-hombre, distanciaba el Verbo: "humana natura assumpta
aspecto humano en Jesucristo. Pare- est ad hoc quod sit persona Filii
cía que la realidad divino-humana Dei" (Summa Theologica III, q.2, a.
no hubiera asumido toda la realidad 10). Sigue subsistiendo la dificultad
del hombre. El dolor, el hambre, la de que la persona humana en Cristo
ignorancia, etc., eran vistas pasiva- tiene junto a sí una divina, aunque
mente en la naturaleza humana. La este Cristo no deja de ser en reali-
piedad popular ensalzó aspectos de dad una persona. Vale por tanto la
la vida de Jesús, el pesebre (san pena seguir buscando en la direc-
Francisco de Asís), las devociones ción emprendida, preguntando qué
al Crucificado (el viacrucis), la "imi- significa el enunciado de la persona
tación de Cristo" (Tomás de Kem- divina del Hijo en conexión con el
pis). entero mensaje salvífica (25).

A nivel soteriológico, a partir de La Escolástica del Barroco inves-


Anselmo de Canterbury (1033-11 tiga en el plano especulatico la esen-
09) se intenta explicar la idea bí1Jli- cia de la unión hipostática, pregun-
ca de redención mediante el con- tándose qué es lo que constituye tal
cepto de sacrificio. Según esta inter- unión: para Suárez es un modo
pretación, la obediencia de Jesús substancial; para Cayetano, el paso
materializada en el sacrificio de la de la esencia humana a la realidad
cruz da origen en virtud de la digni- por medio del "esse" mismo del
dad infinita frente a un Dios ofen- Lagos.
dido por el pecado (ya que este se
mide por la dignidad del Dios agra- 3.2 Siglo XIX
viado) y así, satisfaciendo a la "jus-
ticia" de Dios nos libra de ella, Este siglo, heredero de la Ilustra-
dado que Dios acepta la satisfacción ción y el Enciclopedismo, somete a
de Cristo en favor de la humanidad. la más cruda crítica racional el men-
saje revelado. En el campo protes-
Santo Tomás, en la Suma Teoló- tante se crea una verdadera revolu-
gica dedica una parte a estudiar la ción, al poner en tela de juicio la
persona y la obra de Cristo. Su in- autenticidad histórica de los libros
sistencia va por el quién es Cristo a sagrados. El magisterio de la Iglesia,
partir de los concilios cristológicos se repliega sobre sí mismo, ve un
y dando una explicación de los con- grave peligro y condena todo inten-
ceptos (24). Para Santo Tomás, la to de búsqueda. La Iglesia rechaza,
humanidad de Cristo tiene su pro- contra A. Günther y A. Rosmini,
pio acto de ser, que es secundario ciertas interpretaciones cristológicas
con respecto al acto de ser del Ver- y psicológicas (Dz 1655 y 1917).
bo. Para Santo Tomás no ofrecía La Iglesia condena el racionalismo
dificultades la unidad de la persona, que pretende con la sola luz de la
incluso llega a llamar a la naturaleza razón dar respuesta a todos los
humana de Cristo la persona del intenrrogantes del hombre, margi-
(24) Summa Theologica 111, 2, P. 2-q. 59.
(25) Schoonenberg, P. "Un Dios de los hombres". Barcelona, 1971.

110 DESARROLLO DE LA DOCTRINA CRISTOLOGICA


nando la Revelación al campo de En este libro, antes de pasar a des-
una simple leyenda (Dz 1642). De- cribir el giro que sufre la investiga-
nuncia la falsa libertad de la ciencia ción en tomo a Jesús a principios
que pretende ser la panacea de de nuestro siglo, describe Schweit-
todas las cuestiones (Dz 1666- zer "la investigación sobre la vida
1676). de Jesús en las postrimerías del
siglo XIX esto es, el estudio realiza-
Se hacía hasta entonces una lec- do por los exégetas liberales en tor-
tura e interpretación literal de la no a la vida de Jesús", Este estudio
Biblia. Frente a las nuevas concep- se atiene al plan del Evangelio de
ciones del hombre (Revolución Marcos, el más antiguo; ve un cam-
francesa) y del mundo (comienzo bio de dirección en la confesión
de los descubrimientos científicos), mesiánica de Cesarea de Filipos: y
la Revelación aparece como expre- Jesús comienza a revelar su pasión.
sión mítica. Jamás, a mi parecer, la y lanza la hipótesis de que Jesús era
doctrina de la Iglesia se había cues- partidario de un mesianismo "espi-
tionado. Los dogmas son contesta- ritual". Ante su fracaso, opta por la
dos, la Iglesia lanza anatematismos cruz. Si criticaba y rechazaba como
y estos resultan contraproducentes. no histórica la investigación sobre la
Se condena el naturalismo, comu- vida de Jesús, no por ello quería
nismo y socialismo (Dz 1688-1699). renunciar en principio a una exposi-
La Iglesia afianza su poder institu- ción científica de la vida de Jesús.
cional, se declara el dogma de la El "Jesús moderno" tendría que ser
infabilidad del romano pontífice suplantado, por el Jesús realmente
(Dz 1839). Habrá que esperar el histórico.
advenimiento del Papa León XIII
que le dará "luz verde" a las investi- En la misma línea, otro teólogo
gaciones y pone en guardia frente a luterano, J. Weis, en su genial libro
las exageraciones que hacen perder "Die Predigt Jesu vom Reiche Got-
los cimientos de la fe. tes" ("La predicación sobre el
reino de Dios ") obra de fines del
La persona de Jesús a fines del siglo pasado, había establecido,
siglo se coloca en la palestra de la sobre la base de una lectura impar-
crítica. Se deja entonces al "Jesús cial de los Evangelios, que Jesús
de la historia" al campo de la inves- esperaba el reino de Dios como algo
tigación y al "Cristo del kerigma" inminente. Sus exigencias morales y
al campo de la predicación (M. su pretensión de ser el Hijo del
KaIher). Abundan entonces las "vi- Hombre habían estado determina-
das sobre Jesús", poniendo en tela das por esta espera (26).
de juicio la autenticidad de sus pala-
bras. A. Schweitzer, "Vom Reima- 3.3 Siglo XX
rus zu Wrede. Eine Geschichte der
Leben-Jesu-Forschung" ("De Rei- El retomo a las fuentes, trajo gra-
marus a Wrede. Una historia de los ves inconvenientes, pero también
estudios sobre la vida de Jesús"). grandes aportes a la profundización

(26) Vorgrjmler. H. Vander Gucht, R. "La teología en el siglo XX" Vol n, pp. 281-287.

FROYLAN CASAS, PBRO. 111


del mensaje. La exégesis vuelve. a determinadas "formas" de la tradi-
tener un desarrollo similar a lo ocu- ción oral, claramente diferenciadas
rrido en los primeros siglos. La en- por su estilo e in terés. Estas formas
cíclica "Providentissimus Deus" (18 ofrecen la posibilidad de descubrir
de nov. de 1893) de León XIII, esti- el "Sitz im Leben" (Situación
muló los estudios bíblicos. El P.M.J. vital) de determinadas formas de
Lagrange, O.p., funda la "Ecole tradición. Con esto se descubren los
biblique de Jérusalem", que sienta logion de Jesús.
las bases de una exégesis católica
científica. Al hacer del tomismo, en Igualmente, el método de la his-
cierto modo, la filosofía oficial de toria de las tradiciones "Traditions-
la Iglesia, León XIII sofocó otros gesschichte" prologa y profundiza
gérmenes que hubieran podido ser el anterior: estudia las tradiciones
fecundos. de los textos actuales. Los Evange-
lios, no son solamente libros sobre
Viene la crisis modernista, nacida Jesús sino mucho más, libros que
en la filosofía de cuño protestante reflejan las tradiciones y el desarro-
en que se ponen en tela de juicio las llo dogmático de la Iglesia primitiva.
definiciones dogmáticas. El exégeta El método de la historia de las
católico francés Alfred Loisy (1857 redacciones "Redaktions geschi-
1940) en dos libros cortos: "Autour chte", subraya que las perícopas no
d'un petit livre" y "L'evangile et pueden ser interpretadas en sí mis-
1'Eglise", apelando a las constata- mas, sino siempre dentro de un con-
ciones de la ciencia histórica, postu- texto. Todo esto ha ayudado a
la la necesidad de poner en cuestión comprender mejor el mensaje de
el concepto de revelación externa Jesucristo.
(los dogmas "no son verdades caí-
r:las del cielo "J. Admite, entonces, El método de la "Historia de las
la evolución de los mismos. Geográ- Formas", encontró al principio una
ficamente, el modernismo se limitó fuerte oposición en la investigación
(prescindiendo de algunos pequeños anglosajona y católica, sobre todo
círculos ingleses) a Francia e Italia por que en Rudolf Bultman iba
y, desde el punto de vista social, se unido a un acusado escepticismo
redujo a pequeños grupos de sacer- histórico respecto a la tradición de
dotes y de laicos cultos. En 1907 el Jesús, atribuyendo a los Evangelios
movimiento fue condenado por Pío el Kerigma de la comunidad post-
X (decreto Lamentabili y Encíclica pascual. A pesar de esta oposición
Pascendi). ha terminado por imponerse am-
pliamente en la investigación de los
El estudio de la "Die Formges- Evangelios sinópticos como instru-
chichte" ("Historia de las formas"), mento imprescindible para la re-
gracias a la investigación del exégeta construcción de la más antigua tra-
M. Dibelius ayudó poderosamente a dición evangélica. Una instrucción
estudiar el mensaje evangélico. Mos- de la comisión Bíblica aparecida
tró que, tanto en el material narra- en 1964, de histórica evangeliorum
tivo como en la Tradición de las pa- veritate, con algunas reservas, ha
labras de Jesús se pueden apreciar declarado, expresamente: Ubi casus

112 DESARROLLO DE LA DOCTRINA CRISTOLOGICA


fert interpreti investigare licet, quae predicación a la comunidad post-
sana elementa in "methodo histo- pascual. Este es el Cristo de la fe. Se
riae formarum" insint, quibus ad debe entonces, "desmitologizar" el
plenam evangeliorum intelligentiam Evangelio. El Jesús que creemos es
rite uti possint". el Jesús del Kerygma. Despojó de
historicidad a los Evangelios.
Los métodos de la "Historia de
las Redacciones" e "Historia de las Esta división hecha por Bultman
tradiciones" elaborado sobre todo resulta un tanto gratuita. Es cierto
por los luteranos Gonzelmann y que los Evangelios son catequesis a
Marxsen, los aceptan con simpatía, la comunidad postpascual. Los es-
los círculos católicos. En el trascur- critores de los mismos, acompaña-
so de los últimos años, la "Historia ron al Jesús terreno. Los apóstoles
de las formas" fue finalmente acep- cuando anduvieron con el Jesús te-
tada por la exégesis católica. El 21 rreno no entendieron muchas cosas,
de abril de 1964, la Pontificia Co- solo a la luz de todo el misterio
misión Bíblica publica el documen- salvífica, comprendieron la verda-
to "Sancta Mater Ecclesia", cuyo dera identidad de Jesucristo. Desde
contenido fundamental se incorpo- la encarnación hasta su glorificación
ra en la constitución Dei Verbum, y el gran acontecimiento de Pente-
estimulando la investigación exegé- costés, hay toda una unidad. A la
tica. Este documento fue algo así luz de esta totalidad se anuncia el
como una carta de liberación, ya kerigma. Los apóstoles fueron los
que reconocía la legitimidad de la primeros creyentes. Ellos, es verdad
"Historia de las formas". no nos quisieron transmitir una bio-
grafía de Jesús; les interesaba su
3.3.1 Jesús histórico y Cristo mensaje salvífica. De manera que
de la fe dividir a Jesucristo, resulta dema-
siado simplista. Lucas nos narra
Esta división de la persona de (Act 1,6), que los apóstoles aún
Jesucristo la introdujo M. KaIher en después de la resurrección no com-
1892, profesor de Teología sistemá- prendían todavía el misterio salvÍ-
tica de Halle, en una conferencia fica. Pentecostés les revela todo
sobre "El llamado Jesús histórico y (Act 2,14-47).
el Cristo de la Historia bíblica", ha-
bía rechazado la posibilidad de Un. Cristo separado de la historia
hacer una biografía de Jesús, exi- se convierte en una leyenda llamati-
giendo que el Cristo de la historia va que no compromete. Una leyen-
bíblica solo se buscase en el Cristo da que arrastra a muchos ilusos ávi-
"predicado" de los testimonios neo- dos de lo paradoxal, pero que no
testamentarios. Esta tesis tuvo poco compromete efectivamente al hom-
eco en un principio, pero hacia bre con la historia que está constru-
1920 R. Bultman la hizo suya. (27). yendo. La unidad es una caracterís-
El Cristo que conocemos es el Cris- tica fundamental de la Cristología.
to del kerigma, que es fruto de la Una catequesis que parta de supues-
(27) Bultman,:R. "Glauben und Verstehen" 1, Tübingen 51964, P. 208.

FROVLAN CASAS, PBRO. 113


tos, sin un contexto histórico de do fieles al magisterio de la Iglesia,
vida de la Iglesia, no pasa más de analizamos el dogma, teniendo en
ser un sentimentalismo que mueve cuenta que el SENTIDO del mismo
los corazones, pero que no transfor- no cambia, pero sí se enriquece con
ma la sociedad. Se debe analizar el una mayor profundización y com-
mensaje con la ayuda de los méto- prensión: "por lo demás el SENTI-
dos científicos de exégesis, pero DO mismo de las fórmulas dogmáti-
debemos estar atentos a una desfi- cas es siempre verdadero y coheren-
guración del mismo. La búsqueda te consigo mismo dentro de la Igle-
por el Jesús histórico es positiva, sia, aunque pueda ser aclarado y
pero se debe partir de una visión de mejor comprendido" (Declaración
creyentes. de la Sagrada Congregación para la
Doctrina de la Fe, 1973).
3.3.2 Lectura de Calcedonia hoy
Debemos ser claros en manifestar
La catarsis que supuso el Conci- que los Padres de los Concilios cris-
lio de Calcedonia tras una larga lu- tológicos: Atanasio, Cirilo de Jeru-
cha, consiguió que su confesión salén, Flaviano, el Papa León, etc.,
fuera aceptada por casi todas las fueron fieles al Evangelio y al mo-
Iglesias hasta nuestros días, los mento histórico que vivieron. Los
ortodoxos, el Consejo Mundial de Padres de estos concilios fueron
Iglesias en 1948 hizo una declara- grandes pastores. N o estoy de
ción haciendo profesión de fe en acuerdo con Harnack, quien explica
Jesucristo, "como Dios y Salvador" el cristianismo dogmático como
Esto no impide que hoy hagamos "obra del espíritu griego sobre el
una relectura de la definición. No suelo del Evangelio" (Historia de
vamos con un preconcepto a buscar los Dogmas). Los Padres tuvieron
respuesta a nuestro esquema filosó- que utilizar términos de la filosofía
fico ya construído de antemano. y cultura de su tiempo, de lo con-
Ante todo, nos anima el amor a la trario hubiesen sido "ahistóricos" y
Iglesia, la fidelidad al Evangelio y su magisterio no hubiese tenido eco
al tiempo histórico que nos ha en el ambiente sociocultural de
tocado vivir. No absoluticemos un aquel entonces. Epoca rica en Cris-
Concilio, no limitemos la acción tología, hasta ahora nunca superada
del Espíritu Santo a una época de-
terminada. Así como la Iglesia fue Culpamos a los tiempos posterio-
fiel a la Revelación y a una época res que no enriquecieron las defini-
concreta, lo debe ser hoy también ciones, teniendo como base la
respondiendo a los "gozos y espe- Revelación y las expresiones cultu-
ranzas" del hombre actual. rales de la época. Se limitaron a
explicar y repetir los concilios
La Iglesia es peregrina, esto nos cristológicos, sin una profundiza-
indica que va en marcha hacia la ción en el misterio salvífico que nos
PATRIA, entre sombras y luces, ofrece el kerygma bíblico y las
pero con la gran seguridad de Jesu- inquietudes de cada situación con-
cristo y de la asistencia siempre per- creta. Parecía, entonces que los
manente de su Espíritu Santo. Sien- conceptos habían agotado el miste-

114 DESARROLLO DE LA DOCTRINA CRISTOLOGICA


rio de Cristo. Nunca una definición concepto, de forma que bajo espe-
dogmática agota el misterio de cificaciones completamente coordI-
Cristo. Los términos son expresio- nadas entre sí ambos elementos
nes concretas del hombre limitado, podrían ser en general una sola y
que le hacen comprensible la misma cosa, igual como el espíritu
realidad del misterio. Pero esta de Dios y el espíritu del hombre no
"comprensión" debe estar enri- podrán equipararse sin caer en una
quecida con una profunda fe y confusión" (29). Ahora bien, según
amor; de lo contrario resulta una Schleiermacher, el término "natura-
construcción mental edificada en la leza" resulta además muy precario,
aridez de un desierto. Conceptuali- ya que solo puede emplearse "con
zar a Jesucristo es quitarle su respecto a un ser limitado y conce-
dimensión personal y salvífica. bido en contraposición a otro ", con
respecto a lo finito, de modo que
A nuestro parecer, dentro de las por lo que atañe a la infinutud de
discusiones teológicas que llevaron
hasta las definiciones dogmáticas, Dios es totalmente inadecuado. Es-
prevaleció la escuela de Alejandría, te segundo argumento no debería
con su influjo platónico, insistía afectar a la antigua fórmula eclesial,
más, en un Cristo preexistente, en por cuanto su concepto de natura-
un Dios UNO. La doctrina de las leza es equiparable al concepto de
"dos naturalezas" de Calcedonia, esencia, pero sin implicar la diferen-
tiene un tinte antioqueno (con Pro- ciación entre substancia y accidente
clo, Teodoro de Mopsuestia a la y sin comportar la delimitación a
cabeza). Las dos escuelas jugaron lo finito que Scheleiermacher presu-
pone. La "naturaleza" divina a Je-
un papel muy importante en la sucristo le corresponde por "natura-
elaboración dogmática. leza ", es decir, le corresponde por
La significación salvífica no estu- esencia; la "naturaleza" humana le
vo suficientemente explícita en corresponde por "gracia"; esta "gra-
estas discusiones. No se subraya que cia" es concedida al hombre no a
el hijo y la Palabra se ha hecho car- Dios, quien es el dador de la gracia.
ne, sino que Dios se ha hecho hom- Por "naturaleza" Jesucristo es hom-
bre; no se dice que el hombre-Dios bre, porque la humanidad es "natu-
vivió una vida verdaderamente ral" le corresponde a la esencia de
humana sino que asumió una natu- humanidad. En el caso de Cristo, es
raleza humana perfecta. Schleierma- cierto, no se puede hablar indistin-
cher, impugna la aplicación indistin- tamente al mismo nivel de la esen-
ta del término "naturaleza" a Dios cia humana y de la esencia divina.
y al hombre (28). "Porque de este Pues, Jesucristo, el Hijo de Dios es
modo, lo humano y lo divino pue- "igual por tanto al Padre, según la
den sintetizarse bajo cualquier divinidad e inferior al Padre, según

(28) Pannenberg, w. "Fundamentos de CristoIolía", citando a E. Schl1nk, Die ChDstoloae von


Cba1kedon 1m OkumelÚ8Chen Gesprich, en Der kommende Christus und die kilchUchen Tradi-
tlonen, 1961, 87.
(29) Ibid., p. 353.

FROYLAN CASAS, PBRO. 115


la humanidad" (DS 76 y Credo del todo lo humano que la Escritura
Pueblo de Dios de Pablo VI). reconoce a Jesús, pero le añade algo
que es ignorado por la Escritura: la
Los grandes maestros alejandri- distinción de las dos naturalezas.
nos, desde Orígenes a Cirilo, pensa- Pensamos, que este ''modelo'' no
ban que la vida humana de la Pala- es un esquema prefijado, sino una
bra divina podía ser revelación. En expresión de la verdad revelan te,
las frases del Concilio de Calcedonia teniendo como base la misma. Solo
no hay manera de encontrar este así nuestra fe cristiana pudo. ser
punto de vista. La consideración, preservada del monofisismo y del
predominantemente estática, de la nestorianismo. La unidad, que pasa
condición del Dios-hombre, tal a primer ténnino en la cristología
como queda expresada en el Conci- ahora ya dominante, de inspiración
lio, implicaba el riesgo de que caye- alejandrina, particulannente en el
ra en el olvido la autenticidad de su llamado neocalcedonismo, se con-
actuación humana. templa totalmente desde el Logos
divino (31).
Piet Schoonenberg (30), al anali-
zar la doctrina de Calcedonia, dice En razón del lenguaje moderno,
que los Padres Conciliares utilizaron en el que "naturaleza" se contrapo-
unos "modelos" sobre los cuales ne a "persona" y se subordina a
enmarcaron la "comprensión" de ésta, resulta, entonces que la
Jesucristo, el dato de la Revelación: formulación dogmática debe ser
el Hijo de Dios se ha hecho hombre. comprendida a la luz de esta
Van con un preconcepto a estudiar "filosofía del lenguaje". El ténnino
el dato revelado (ya el moderno ",uats usado en la era patrística no
"círculo hermenéutico"?). Creemos tenía todavía esta restricción, sino
que resulta demasiado exagerado. que significaba sencillamente la
Creemos igualmente que los Padres realidad de un ser determinado. En
no partieron de cero, la base funda- Calcedonia se trataba de la entera
mental de la "comprensión" de realidad que corresponde al ser
Jesucristo es la Revelación, no un divino y humano de Jesucristo.
esquema filosófico. Si vien es cierto Nicea utiliza el término "consubs-
que, las dos escuelas teológicas (ale- tancial" ó/loovaws con el Padre. Cal-
jandrina y antioquena jugaron pape- cedonia completa que es "consubs-
les importantes) no eran islas en tancial" con los hombres. Entonces
aquel maremagum sociocultural. ouata y ",6ats son sinónimos.
Utilizaron el "modelo" Cristo Uní-
co en dos naturalezas. En este "mo- Calcedonia es la conclusión de
.delo" se asume todo lo divino y dos grandes tendencias cristológi-

(30) Schoonenberg, P. p. c. P. 69.


(31) Después que entre las dos guerras mundiales se inició la tarea de salvar histórica y especulativa-
mente la honra de la cristología antioquena, actualmente muchos estudios se concentran en la
interpretación alejandrina unllateral de Calcedonia -principalmente en el Imperio bizantino del
ligIo VL Entonces existían una al lado de otra y contrapuestas entre sí: la continuación del
monofis1smo (Severo de Antioquía), la escuela rígIdamente calcedoniana (que, por lo demás,
tenía sus mejores representantes en Occidente) Y la corriente del neocalcedonianiBmo (sobre
todo en tomo al emperador Justiniano).

116 DESARROLLO DE LA DOCTRINA CRISTOLOGICA


cas: el monismo, que unifica lo Lo que el concilio de Calcedo-
divino y lo humano en Cristo y el nia quiere en última instancia
dualismo que le separa, haciendo afirmar (32) como núcleo de la
así imposible la salvación del fe es justamente la trascendencia
hombre. La historia posterior va e inmanencia de Dios en la historia
a leer los textos del NT a la luz humana. La bidimensionalidad cons-
de la fórmula calcedoniana, ha- tituyente de Jesús de Nazaret, por
ciendo de lo que quería ser solo la cual une irrompiblemente a Dios
un principio regulador, un princi- con el destino de los hombres y a
pio determinante y constituyente. los hombres con el "destino" de
Es necesario reinterpretar a Calde- Dios. Es la aportación definitiva e
donia, sin cambiar su SENTIDO: insuperable de Calcedonia. N o se
Jesucristo es verdadero Dios y puede hablar de Jesús, sin hablar a
verdadero hombre, a la luz de la la vez del hombre y de Dios. No
profundización bíblica y los aportes podemos definir al hombre sin
de las ciencias humanas. Calcedonia conocer quién es Jesús, ni "defi-
es una estación en el camino del nir" a Dios sino a la luz de este
esclarecimiento del misterio de hombre Jesús. Sin la encarnación
Cristo. del Hijo de Dios, la visión del
hombre, resultaría muy limitada
A los padres no les interesó tanto y parcial.
los términos cuanto el SENTIDO
de lo que querían expresar. Es signi-
ficativo que esos mismos términos Hay hombres que llegan a Dios
habían sido condenados en Conci- por el camino de la filosofía, pero
lios anteriores o habían sido utiliza- solo en Cristo es creíble y confesa-
dos en sentido contrario. N o les ble. El Dios de los filósofos no
preocupan las voces sino el LaGOS compromete al hombre. Este res-
al que remiten y al que quieren ponde a una mentalidad idealista-ra-
expresar. La relación entre Dios y el cionalista sin significación teológi-
hombre no es del orden físico sino ca. Cristo es el revelador del Padre,
del orden personal. La clave de la pero es también el revelador del
hombre. Es la mayor manifestación
interpretación no es filosófica sino
de Dios en clave humana. La
bíblica. Se expresa el misterio de definición calcedonense es una
Cristo con palabras humanas, no
manifestación del encuentro del
hay otro' camino. Las palabras hombre con Dios a través de Cristo:
humanas están condicionadas por la consubstancial con Dios y consubs-
limitación del hombre y las circuns- tancial con el hombre.
tancias históricas en que se vive.
Los Padres del Concilio no tienen
otra intención que hacer inteligi- Se le tacha a la cristología calce-
ble la verdad revelada. Su deseo donense, que fue plasmada en
es mantener el símbolo de la fe, fórmulas ontológicas, una cristo-
antes que crear fórmulas nuevas. logía formulada así, resulta inefi-

(32) González de Cardedal, O. Calcedonia:y 108 problemas fundamentales de la Cristolog(a actual, en


"Communio" 4 (1979) 29-44).

FROYLAN CASAS, PBRO. 117


caz en nuestro tiempo (33). Esta reflexión posterior adolece de con-
crítica se hace en el sentido de ceptualismo. Gracias a Dios, la
que el aspecto salvífico no apare- renovación teológica, ha resaltado
ce resaltado y que la terminología preeminentemente las fuentes de
bíblica no aparece remarcada. La nuestra fe.

(33) Schifters. N. ¡Soterí%g(o sin crist%~~gro'. en "Concilium" 145 (1979) P. 289.

118 DESARROLLO DE LA DOCTRINA CRISTOLOGICA

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