Está en la página 1de 318

‘■ V '}

Juan A. Mackay
LIBRER!

p H I Dr. Juan A. Mackay vivió en España,


JL arfPerú y México. Su aprehensión de la
cultura hispanoamericana se debió tanto a su
estadía en esos países como al contacto con
personajes de renombre literario como Don
Miguel de Unamuno en España así como su
estudio profundo de las obras literarias desde el
Siglo de Oro hasta principios del siglo actual.

Esta nueva edición cuenta con un prólogo de John H. Sinclair, pastor


presbiteriano que convivió de cerca con el Dr. Mackay. Sinclair es también
autor del libio JUAN A. MACKAY, UN ESCOCES CON ALMA LATINA,
obra biográfica de quien contribuyó al movimiento misionero y de unidad
cristiana en el siglo XX, publicado recientemente por esta casa editorial
y que recomendamos ampliamente.
EL OTRO CRISTO
ESPAÑOL
UN ESTUDIO DE LA HISTORIA ESPIRITUAL
DE ESPAÑA E HISPANOAMÉRICA

POR

Juan A. Mackay

ED IC IÓ N E SPE C IA L DE C ELEBR A C IÓ N
de las Bodas de Diamante
del Colegio San Andrés
(antes A n go Peruano).
Apartado 930 - Lima 100
Perú
Título del original inglés: Tfie OtHer Spanish Chñst
(Primera edición en español, 1952 versión de Gonzalo Báez-Camargo
basada en la primera edición inglesa de The Macmillan Company,
1933).

Segunda edición, 1988

Edición conjunta de:


CASA UNIDA DE PUBLICACIONES, S. A. de C.V. (CUPSA),
México y
ASOCIACIÓN DE EDICIONES LA AURORA, Aigentina.
EDICIONES SEMILLA, Guatemala

Tercera edición, 1991

Edición Especial de celebración de las Bodas de Diamante


del Colegio San Andrés (antes Anglo Peruano).

Impreso en el Perú, Noviembre 1991.


I

A la compañera de mi vida
ÍN D ICE
PRESEN TACIÓ N____________________________________ 11

EL LEGADO M ISIO N ER O de JUAN A. M ACKAY..... 15

NOTAS........................................................................................... 39

PRO LO G O A LA NUEVA EDICIÓN DE

EL OTRO CRISTO ESPAÑOL (1989).................................. 43

CRONOLOGÍA DE JUAN A. M ACKAY 1889-1983...... 51

A MANERA DE PR O LO G O ................................................... 53

PREFA CIO ................................................................................... 56

PRIM ERA PARTE:


IBERIA Y LA EPOPEYA CATÓLICA
EN SUDAMERICA........................................................................ 61
Capítulo I
El alma ib é ric a ......................................................................... 63
Capítulo II
La epopeya religiosa de la conquista ib é ric a .................... 82
Capítulo n i
Teocracia colonial.................................................................... 99
Capítulo IV
Desaparece el rey y llega el p a p a ...................................... 115
Capítulo V
La reacción neocatólica....................................................... 131

SEGUNDA PARTE:
UNA FILOSOFÍA DEL CRISTIANISMO ESPAÑOL.... 143
Capítulo VI
Sudam ericanización de un Cristo español.............. ...... 145
Capítulo VH
El otro Cristo español en el siglo de oro de España... 174
Capítulo VIII
El otro Cristo español en la España m o d e rn a ................186

TERCERA PARTE:
NUEVAS CORRIENTES ESPIRITUALES
E N SUDAMERICA..................................................................... 205
Capítulo IX
En busca de un nuevo camino.............................................207
Capítulo X
Algunos pensadores religiosos contem poráneos............ 244
Capítulo XI
El advenim iento del protestantism o.................................. 274
Capítulo XH
Una crítica del protestantism o en S u d a m érica ............. 299

APÉND ICE:
IBEROAMÉRICA REVISITADA.............................................. 316
BIBLIO GRA FÍA ABREVIADA............................................329
(Presentación
'Esta edición de Aniversario, Co es p o r partida dobíe. eHue stro
Colegio San Andrés (antes Anglo-Teruano) contribuye a (a
conmemoración de ios 500 años de la Colonización yEvangelización de
América con ía obra cumbre de, su fundador. "El Otro Cristo EspañoC
constituye una interpretación histórico-teológica desde ta vertiente
'Reformada o Protestante de ese evento, como de los puntos culminantes
de la vida culturaly espiritual de América Latina hasta el año 1924.

Con motivo de la fecha que se avecina volvemos aplantearnos la


pregunta: ¿fue evangelizado nuestroSub-Continente ? Las respuestas son
múltiples en nuestros días. Sin embargo, con la perspectiva que da la
distancia, en este casi medio siglo, la tesis del insigne teólogo escocés,
Juan A. Mackay, adquiere relieves de portentosa perspicacia espiritual.

Elmaestro 9dackgy nos hablabay habla, delOtro Cristo Español, no el


de los conquistadores, sino el otro; el de Santa Teresa, de fra y Luis de
Qranada, fra y Luis de León, de 'Bartolomé de las Casas, ese Cristo
también vino anuestraAméricamorena, p o r losfrailes quepor
gracia (e conocieron, amaronyprocíamaron. 'Debemos decir entonces
que América Latina no fue evangelizada, sino comenzó a ser
evangelizada.

(Decíamospor partida doble, porque nuestro Colegio San Andrés


cumple 75 años de existencia al servicio de la fam ilia y juventud
peruanas el 13 de junio de 1992. Con esta edición los TjAalumnos de
la Promoción 65 "Alexander 'Henwick!. testimonian su gratitud y su
esperanza a su Alma 9dater. Testimonio al cual nos unimos todos los
eA-alumnos.

Qratitudpor lo que el Colegio ha significado en la vida personal


de cada uno de ellos, como de cada uno de los eAalumnos en general.
Significado que tiene que ver con la form ación moraly espiritual que
kan recibido; y que ha sido la motivación para vivir sus vidas con un
sentido de misión, en las tareas que les han sido encomendadas.
Qratitudporque en el Colegio comenzaron apercibir la importancia
y vigencia del Cristo histórico y cósmico, como aquel que uniendo el
poder a su gracia, humaniza nuestra existencia y hace de nuestras
vidas agencias de servicio a nuestra sociedad.

"Es también testimonio de esperanza, porque en esta form a se


coopera con la construcción del9(uevo Colegio San Andrés. Todos los
fondos quegenere la venta del libro serán destinados a esta obra. 'Pero
más allá delimportante logro material, es tá el logro espiritualy moral.
La esperanza que Limay elPerúseguirán recibiendo la contribución
académica, artística, atlética, ecológica y religiosa del Colegio San
Andrés.

M emos incluido en esta edición el ensayo dellh. Samuel'Escobar


Aguirre, eA-profesor del plantel, titulado "El Legado 'Misionero de
JuanA.9dacfay,puesccméltendremosunasemblanzamasnítidadel
alcance mundial de la vida benéfica de nuestro fundador, a quien así
rendimos nuestro tributo degratitudy aprecio, sabiendo que este será
típrimer ejemplar de la 'Biblioteca del9{uevo Colegio San Andrés que
será Clamada Juan A. 'M.ackffy.

9{uestro Colegio es testigo del choque creador de tres culturas: la


española, la peruana y la escocesa. Los sanandresinos, con justo
orgullo podemos decir quesomos parte de esaidentidadecuménica tan
cara para elfundador delplantel, donde los pueblos se reconcUian y
hermanan; y ofrecen lo mejor de sus frutos para beneficiar al mundo.
'Esperanzaposible cuando tomemos en serio al Otro Cristo 'Español,
que no es otro que el de nuestras Asambleas diarias: "El hombre
eterno, que nos hace hombres nuevos"

Lima, noviembre de 1991

'Pedro Arana Quiroz


'Presidente del Consejo (Directivo
del Colegio San Andrés
”EíLegado Misionero
de, Juan Si. Mackay
Samuel'Escodar

Significación de ta vida y ministerio de Mackay

La significación sin par del legado misionero de. Juan A. üvtackgy


se puede medir p o r (a marca profunda que su vida dejó en dmundo
y mía Iglesia durante este siglo. Cuando 9dacfcay falleció en 1983,
el conocido historiador y crítico literario Luis Alberto Sánchez, quien
era entonces Senador de la República, hizo un resumen de su vida y
elimpactoquehabíatenidosobrelaculturalatinoamericana.Sánchez
sostuvo que üdackay había sido ”uno de los más altos acreedores del
Perúy de América Latina”y des tacó su labor como educador al fundar
”el Colegio Anglo "Peruano, hoy San Andrés, uno de los centros de
culturay de educación más sólidos, austeros y democráticos delPeru.
"Refiriéndose al libro de 9dackffy: "El Otro Cristo 'Español, Sánchez
afirma que ”es un libro fundamental para apreciar la civilización
latinoamericana”. Terminabasucrónicaemocionado: "Lodespedimos
quienes le conocimos y respetamos con indisimulable emoción, con
incurable y definitiva nostalgia' .1 (Podemos agregar a estas razones
16
Ca significativa amistade influencia que tuvo 9¿ackffy con dos
gigantes de Ca historia poCítica latinoamericana: José CarCos
Mariáteguiy Víctor %aúl!Haya de Ca'Iorre, aquienes conoció cuando
empezaban su carrera [iteraría y poCítica. 2 "En muchos de (os Giros
de Ca BibCioteca deMackgy en Princeton Cas dedicatoriaspersonaíes
de autores latinoamericanos de todos Cos coíorespoCíticos, cristianos
y no creyentes por igual- expresan afecto y reconocimiento de Ca
influencia que ejerció soBre eCCos.

"En eCservicio de honrasfúnebres realizado en aCCapiílaMillerdeC


Seminario deTrinceton, WilliamjFeCmeth, Vicepresidente (Honorario
de Ca institución, resumió Ca significación de Ca oBra de Mackay al
servicio de Ca IgCesia universal descriBiéndoCo como "uno de Cos
grandes pioneros deCmovimknto ecuménico cristiano". 3 UnasimpCe
meada a Cos hitos principales de Ca carrera de 9A.acfcgy muestra como
estuvoentreCazada con iosgrandes momentos deCahistoriamisionera
y ecuménica de nuestro sigCo. Los escritos de teóCogos ecuménicos de
América Latina como 'Emilio Castroy José 9díguez (Bonino, y Cos de
teóCogos evangéCicos como %ené Padilla y 'Pedro Pirana muestran Ca
influencia de Mackay. 9dacfcayfue en América Latina eCpionero de
un tipo creativo de evangeüsmopara alcanzar a Cas ¿Citespaganizadas,
y especialmente a Cos estudiantes universitarios con eC EvangeCio.
Mackay forjó muchos documentos que son hoy puntos de referencia
para Ca historia de Ca IgCesia en nuestro sigCo, y creó metáforas y
aforismos que son parte de Ca herencia teológica de Ca IgCesia universal.
Su vida y su carrera constituyeron una amalgama única de Co mejor
deC movimiento EvangéCico y deC movimiento Ecuménico en el
(Protestantismo de nuestro sigCo.
17
'Etapas de una vida misionera

La personalidad de Vdackay tuvo mucha influencia sobre otras personas,


aun antes de que comunicara sus ideas. Sus estudiantes y colegas en elTerú,
al comienzo de su carrera misionera entre 1916 y 1924, dan testimonio del
impacto que la presencia del misionero escocés tuvo sobre sus vidas, y en ello
coinciden con aquellas personas que compartieron con él su vida de jubilado,
en el tranquilo retiro de Meadozo Lakes en 9{exv Jersey, donde pasó sus
postreros arios. Sánchez recordaba: "Odackayfue tan limpio y puro como su
figura física: alto, delgado, ligeramente inclinado hacia adelante como para
escuchar, la voz dulce, los ojos claros y apacibles, las manos ágiles, la tez
blanca, ligeramente rosada, anguloso el rostro, tácito el paso, conjunto de
maestroy sembrador de ideas", i Jel'Rg.v. James % 9dorse que fu e pastor de
los esposos üdackay en M eadcnv Lakes, evoca la piedad emocionada del
íMackay anciano ya cuidando de su esposa ciega y concluye: "'Jo he visto a
IHos entrando en nuestra condición humana p o r medio de Juan 9dackay".
Los escritos de dackay sobre sus héroes Unamuno, Clvlotty Speer expresan
su convicción de que una vida puede ejercer un poder formativo tremendo
sobre otras vidas. Se puede percibir al estudiarlo que él modeló su propia
vida de acuerdo a esa convicción. Cómo es difícil reconstruir la biografía de
Idackay con una comprensión clara de sus momentos decisivos porque en
varias ocasiones en el curso de su larga carrera, como él mismo lo decía,

"había ascendido al balcón del recuerdo.... y con ánimo retrospectivo


había descrito el camino recorrido interpretando las cosas aprendidas
a lo largo de su marcha & £X vasto repertorio de sus e?rperiencias de
vida puede agruparse en cinco etapas claramente delimitadas por
ciertos hitos.
18
1. üAtñczy temprana juventud en 'Escocia (1889-1906).

JohnJ%le?(anderítáacfcay nació eíl9 de mayo de 1889 en Invemess,


"Escocia, en eí hogar de (Duncan e IsabellaMacfcay. Las memorias
de su niñez más temprana le recuerdan eí paisaje escocés "con (os
brazos de mar tras cuyas orillas se divisan la montañas", y también
la vida de su hogar centrada alrededor de la lectura de la (Bibliay la
oración fam iliar con las cuales el día empezaba y terminaba..? Los
M ackciy eran miembros de ía Jree (Presbyterian Churchy en sus
escritos de años mas tarde, Juan iba a recordar más de una vez la
piedad y devoción de esa comunidad, pero también su visión
provinciana estrecha y casi sectaria. Sin embargo, nunca olvidó que
entre su membresía había hombres y mujeres como sus propios padres
que eran "piadosos cristianos en el más profundo sentido", y que "en
un servicio de comunión celebrado en una montaña, auspiciado por
esta denominación, Jesucristo le habló a mi corazón de niño y yo me
hice suyo para siempre". e 'Esa experiencia de conversión de 1903 iba
a marcar su vida tan profundamente, que y a como octogenario en
1970 la recordaba con claridad: "Experimenté un cambio
revolucionario de actitud hacia (Dios, hacia mí mismo y hacia los
demás.Súbitamente me descubrí como unser nuevoLos momentos
de éxtasis fueron raros en aquellos primeros meses. En escaladas
solitarias entre las montañas escocesas yo conversaba con (Dios.
Jesucristo llegó a ser el centro de mi vida".9

2. Vida estudiantil y capacitación para la misión (1906­


1916).

(Después de sus estudios primarios; la real Academia de su ciudad


natalfue el lugar donde (Mackjxy se preparó para su ingreso a la
Universidad de ¡Aberdeen en 1907. ¡Allí estudió filosofía, activó en
19
diversos grupos estudiantiles, y descubrió su vocación misionera. 'En
1910 La visita del fam oso líder misionero norteamericano %gbertE.
Speer a La Universidad de Aberdeen tuvo un impacto notable sobre
Mackgy. 'Este al recordar la ocasión muchos años después escribió:
"Cuando lo vi y escuché, sentí que nunca en mi vida había conocido
un orador más extraordinario". 10 La vocación misionera de M ackay
se aclaró y definió como resultado de su amistad con Jane Logan
'Wells, una estudiante de Pedagogía en la J'ocultadde Educación de
la Universidad, y que posteriormente llegó asersuesposay compañera
de andanzas misioneras, M ackffy obtuvo su M aestría en Letras en
1912, y al siguiente verano salió rumbo a los Estados Unidos, a fin
de es tudiar Teología en elfam oso Seminario de Trince ton. Aquí llegó
a ser militante del Movimiento Estudiantil de Voluntarios, un
movimiento que había surgido espontáneamente entre los
universitarios norteamericanos para desafiarlos a embarcarse en la
misión cristiana en otras partes del mundo. 'Dentro de él se realizaba
conferencias, y en una de ellas en la primavera de 1913, M ackff-y llegó
a conocer, según sus propias palabras, a "tres hombres que llegaron a
serlos héroes de toda un generación de estudiantes, como lo fueron
para mí mismo : John % Mott, 'Rgbert E. Speer y SamuelM.
Zkvemer'.u La amistad que así se form ó iba a ser decisiva para la
historia de la Iglesia en nuestro siglo.

M ackay se graduó de Trinceton en 1915y de inmediato se dirigió


a América Latina a fin de realizar un viaje misionero exploratorio
para la Iglesia Libre de Escocia. 12 T)e aquí le vino la convicción de
que el Terú iba a ser el país al cual se dirigiría como misionero.
Siguiendo el consejo del fam oso teólogo evangélico "B.fB. Warfield,
uno de sus profesores en Trinceton,™ M ackay pasó elaño académico
19lS-1916en Madrid, donde estudió Castellano en form a intensiva
y vivió en la "Residencia de Estudiantes", p o r entonces un verdadero
20
centro de ferm ento intelectual. 'Durante [as vacaciones de OAavidad
de ese año üdackay visitó Salamanca, donde conoció a don M iguel de
llnamuno, et célebre pensador y filósofo cristiano quien iba a ejercer
una profunda influencia sobre (a visión misionera de 'M.ackffy y su
postura teológica.™ 'Resumiendo superegrinaje estudiantilde estos
arios 9dackffy escribió: "'En mi movimiento de un centro académico a
otro había una preocupación medular con lo que yo consideraba el
llamado que 'Dios me hacia a una vida misionera. 'Busqué lapreparación
intelectual que me pareció más adecuada a fin de equiparme para el
servicio misionero efectivo ".A

3. Servicio misionero en América Latina (1916-1932).

9dackffy se casó con Jane en Agosto de 1916. 'Refiriéndose a su


relación con ella, una vez, la resumió así: "'Eramos uno soto, tanto en
nuestro compromiso evangélico como en nuestra experiencia religiosa
y en el deseo de consagrarnos a la actividad misionera". ie 'Después
de algunas semanas de visitas a iglesias localesparapromover interés
en el nuevo campo misionero que iba a abrir la Iglesia Libre de
Escocia, los üdackgy se embarcaron para Sudamérica y (legaron a
Lima, la capitaldelTerú, el21 de noviembre de ese año de 1916. Como
resultado de su viaje e?qploratorio Odackayse había convencido de que
no estaba entrando alTerú como "un intruso indeseable", y que "había
una esfera inmensa y única para los trabajos misioneros de la Iglesia
Libre de Escocia". 17 Con la ayuda de su esposa Jane se hicieron cargo
de una escuelita que Unión Evangélica deSud-América había estado
apunto de abandonar. Se entregaron con todas sus fuerzas a la tarea
de convertir esa escuetaen una institución educativa modelo. Quienes
se han dedicado a estudiar el impacto del Colegio ftnglo 'Peruano, hoy
San Andrés, sobre la vida peruana creen que los íMacfcay tuvieron
éxito en sus esfuerzos. ia Conocedor de las condiciones sociales del
21
(Perú, M ackay adoptó medidas financieras y educativas que le
permitieron como él decía, "afee tárala comunidad en todos los niveles
de su estructura social que fueseposible".\$ 'Durante su estancia en
ti Perú nacieron tres de los hijos de la fam ilia M ackay : Isabel
Elizabeth, Duncan ¡AkAander Duffy tRjtth. La otra hija, "Elena
Florencia, nació en "Escocia.

Tara encarnar mejor en la realidad peruana, M ackffy ingresó a


la Universidad de San M arcos y se dedicó a participar activamente
en la vida cultural de Lima. De esa form a consiguió atraer como
profesores para su Colegio a un grupo Brillante de intelectuales y
universitarios jóvenes, de los que constituyeron lo que los historiadores
llaman " la generación del Centenario" porque llegaron a la mayoría
de edad en 1921, al cumplirse cien años de vida independiente del
Perú.ErancomodiceSánchez "jóvenes que tenían ideas liberales, que
eran capaces de entender que el mundo estaba mirando hacia un
nuevo camino en el cual cupiesen todas tas opiniones". 20 M ackffy
ejerció sobre algunos de ellos la influencia transformadora de su
persona. Para 1918 obtuvo su "Doctorado en la Universidad de San
Marcos, donde al cabo de un tiempo se le pidió ocupar la cátedra de
Metafísica. Sánchez recuerda que "era uno de los profesores más
queridos. ¡A. sus clases no se faltaba ni tampoco pasaba lista, no era
necesario. Era el profesor por excelencia a quien se consulta después
de cíase, eso que tantos profesores quisiéramos, que terminada la
clase haya gente que todavía no quiere separarse de uno...."z\

Durante esa década dos movimientos históricos llegaron a ser


fuentes de ferm ento espiritual y político: La "R&volución M ejicana
de 1910, y el movimiento de Reforma Universitaria originado en
Córdoba, ¡Argentina en 1918. M ackay percibió la significación de
22
estos fenómenos socio- políticos y se convirtió en un intérprete
acucioso de am.60s.22 D entro de [a oía de inquietud juvenilque estos
movimientos egresaban, M ackffy (íevó a cabo su ministerio de
evangelización estableciendo contacto y eTcponiendo su mensaje
cristiano, especialmente en las universidades, fu e asícomo llegó a
ejercer una decisiva influencia espiritual sobre eljoven Víctor'Rfiúl'
Olaya de (a'Torre, presidente de lajederación de 'Estudiantes deSan
Marcos, y también profesor en el Colegio Anglo- (Peruano. Con el
tiempo Olaya fundó la Alianza (Popular evolucionaría Americana
(AP%A), un movimiento que marcó la vida política latinoamericana
hasta la década de los o c h e n ta l En M ayo de 1923 Olaya de la Torre
dirigió una manifestación masiva de estudiantes y obreros, de
protesta contra el esfuerzo del (Presidente Augusto (B. Leguía de
recuperar popularidad consagrando alTerú a una imagen de bronce
del Sagrado Corazón de Jesús, Elobje tivo se cumplió, pero la policía
secreta empezó a perseguir a Olaya, quien se refugió en el internado
del Colegio Anglo (Peruano, hasta que unos meses después, durante
una de sus escapadas de agitación política, la policía lo capturó en
octubre de 1923.24

(En 1925M acfcay tuvo otro encuentro con 0{pbert (E. Speer,
quien asistía al "Congreso de Obra Cristiana en Sudamérica”, en
Montevideo, Uruguay. Los viajes de M ackaypor el continente le
habían dado una nueva visión y decidió dejar sufloreciente obra
educativa en Lima a fin de dedicarse a un trabajo de evangelización
de universitarios p o r toda América Latina, bajo los auspicios de la
Asociación Cristiana de Jóvenes (JMCA). (Mudó su residencia a
M ontevideo en 1926y pasó luego a residir en Méjico. El historiador
Latourette dice que "(Durante poco mas de seis años M ackay viajó y
dio conferencias no sólo en Sudamérica sino también en MÍTOCO, y
causó una impresión profunda sobre sus auditorios entre la gente
23
educada de estos países. TasaBa dos o tres meses oí año dando
conferencias y dedicaBa el resto deí tiempo a escriBir, a enseñar en ía
'Escuela de Capacitación de ía ¡Asociación, y altraBajo en ía oficina
de ía misma en 'Buenos ¡Aires”.25 (Dos UBros queM ackay escriBió en
castellano durante este período son eí resultado de ese traBajo de
conferencistay evangeíizador: ElSentido de ía Vida, y....M asyo os
digo, y amBas se ha seguidopuBlicandoy leyendo.w CuandoMackay
participó en (a reunión deí Consejo Misionero Internacionaí en
Jerusalén (1928), fue soBre ía Base de estos años de experiencia
misionera que pudo ftaB íar de manera convincente soBre '''El'DeBer
'Evangeíizador deí Cristianismo”, y ”El poder deí evangeíismo en
América Latina”. 27 'Estos temas se volvieron la nota distintiva de
la contriBución de M ackay al movimiento ecuménico: el imperativo
de la evangelización para la Iglesia, y la legitimidad del traBajo
misionero evangélico en ¡América Latina.

En 1929, la fam ilia M ackay pasó un año de licencia en Europa


y M ackay pudo visitar de nuevo a Unamuno, que estaBa entonces
desterrado en ¡Hendaya, cerca de íafrontera entre Españay francia.
'De allífu e a 'Bonn, donde pasó cuatro meses y llegó a ser amigo
personaly el prim er profesor de Inglés del teólogo 'KaríBarth. 'Este
gigante teológico tuvo una influencia decisiva sobre Mackay,
especialmente cuando éste decidió dejar eí traBajo con una entidad
paraeclesiástica como la ¡Asociaciónpara entrar en una nueva esfera
de servicio directamente vinculada a ía Iglesia. Confiesa que para él
decidirse fu e como una verdadera lucha agónica, y recuerda: ”Cuando
tomé finalmente la decisión lo que influyó soBre mi fu e el lugar
destacado que ía Iglesiay el traBajo en una congregación localhaBían
tenido soBre eí pensamiento de % ¡¡,rl'Barth”. 28 fu e así como en 1932
M ackay dejó M éjico y aceptó ía invitación a ser Secretario para
¡América Latina en la Junta de Misiones Extranjeras de la Iglesia
24
Presbiteriana de ios Estados limaos.

4. Servicio misionero activo desde 9{prteamérica (1932-


19S9).

Se había abierto una esfera más amplia de influencia para la


pasión misionera de Mackay. lina parte importante de su nuevo
trabajo érala tarea educativa de propiciar elinterés de congregaciones
y personas en la tarea misionera, algunos de sus sueños literarios no
pudieron cumplirse debido a que su nueva posición implicaba, como
él dijo 'una transición violenta de la libertad literaria a la
responsabdidadadministrativa”.2s Tese a eíío en 1932publicó elmás
famoso de sus libros, El Otro Cristo Español, un esfuerzo por
interpretar la realidad espiritual de las naciones ibéricas e
iberoamericanas.ya Varios observadores reconocen que todavía no ha
aparecido un libro global de la misma envergadura escrito p o r algún
evangélico latinoamericano.

En 1936 de nuevo 'Rpbert Speer influye sobre la carrera de


M ackay al animarlo a aceptar una invitación urgente para ejercer la
Presidencia del Seminario teológico de (Princeton, y ser también
profesor de Misiones e A.Historia de las (Religiones. Iln amigo metodista
convenció aMackay de que "unseminario teológico podía ser también
campo misionero", y p o r que la aceptación de un nuevo puesto'no
representaba el fin de su vocación misionera'. 31 La fam osa
institución que era elM m a M ater de M acAay había sufrido
profundas divisiones debido a encarnizadas batallas teológicas, y
entre los (Presbiterianos con los cuales estaba vinculada, la situación
había llegado a talpunto que según un historiador "se necesitaba una
alternativa para avanzar más allá tanto del Jundamentalismo
como del Modernismo", sz M ackgy se dedicó a trabajar para
25
conseguir 'La restauración de ía Teología ", dándote de nuevo a (a
"Biblia un Cugar central como Tatabra autoritativa de (Dios, y ai
mismo tiempo insistiendo en que ía tarea teológica debía tener una
intención y una dirección misionera. 33

LarevistaTheologyToday que 9dacfcayfundó en 1944, liego a ser


un factor clave en el impulso hacia lo que se suele conocer en
(A.Norteamérica y (Europa como el 'movimiento de la Teología 'Bíblica'.
T.n una de sus páginas (Macfcay escribió: "La 'Biblia es más que un
depósito de grandes valores literarios o religiosidad elevada, más que
la fuente de verdad revelada; es sobre todo el medio supremo del trato
entre (D iosy el ser humano. "Esta manera de ver la (Biblia esta más
cerca de la tradición cristiana original, y es la que representa lo mejor
del'Protestantismo....Aquí (en la 'Biblia) (Dios habla directamente a
los seres humanos hoy en día en medio de la complejidad de sus
necesidades, y en todas (as fases y aberraciones de la condición
humana". 34 Algunas de las convicciones claves de (Mackffy que
fueron formulándose en esta etapa de su vida, quedaron plasmadas
en tres libros que según él mismo constituyen "una trilogía que no
surgió intencionalmente "35 Su mensaje puede resumirse en tres frases
de 'M.ackay que se hicieron célebres en círculos teológicos, tí mensaje
de su Prefacio a la Teología Cristiana (original en inglés 1941)fue
"'Deja el'Balcón y Lánzate al Camino"; elde (Heritage and(Destiny
(1943) se resumía en la frase "tí camino hacia etmañanapasaporel
ayer;yeldeChristianityon thejrontier (1950) eraun desafío: "Toma
el Camino que Lleva a la frontera", x

BajoladinccióndeOd.ackayenPñncetonsecomenzóun'Programa
'Doctoral en 1940y un Instituto de Teología para ofrecer educación
continuada en 1942. Se construyeron instalaciones como el "Centro
'EstudiantW, que fueron eTcpresión de unafilosofía educativa que
26
correspondía a (a teología de. M ackffy.-n ”En una tesis doctoral sobre
el maestro escocés, (Pedro Cintran llega a la conclusión de que "Como
(Presidente del Seminario de (Princeton, M ackffypuso fin a un viejo
orden de rigidez teológica e inauguró una era de dinamismo y progreso
en todos los aspectos de la vida de esa institución teológica". 38
(Muchas personas que se graduaron de Trinceton en aquellos años
recuerdan también el toque personal de- las relaciones de M ackgy con
sus estudiantes, y la cooperación eficiente y esforzada de su esposa
Jane, quien mantuvo siempre las puertas de su hogar abiertas a
estudiantes, profesores, personal administrativo y de servicio.

'Durante este período Mackff-y participó en el desarrollo del


movimiento ecuménico, al servicio del cual puso sus singulares
talentos administrativos y diplomáticos. Tratando siempre de
incorporar en dicho movimiento elfuego de su propio celo evangélico,
M ackay demostró un alto respeto p o r el orden propio de la vida de la
Iglesia, conciencia histórica y sentido estratégico. Su participación
como (Presidente de la Comisión 5 en la fam osa "Conferencia sobre
Iglesia, Comunidady 'Estado" (Oxford, 193 7)fue la ocasión en que se
acuñó una frase famosa: "Qtie la Iglesia sea la Iglesia". Entre 1947
y 1952fue(PresidenU(HonorariodelConsejoMisionero Internacional,
y como talpresidió las asambleas de Whitby (194 7), Wittingen (1952)
y Qhana (1957). Homo parte activa en la preparación de. lafam osa
asamblea de Amsterdam 1948, en la cual se fundó el Consejo
(Mundial de Iglesias (CMI). Allí pronunció el discurso inaugural "El
Legado (Misionero a la Iglesia llnlversaT. El meollo de su mensaje
misionero fue que el movimiento misionero ecuménico debería
permanecer fie l a sus orígenes en el movimiento y que la Iglesia
Cristiana, para ser fiela sus principios, tenía que ser una comunidad
misionera al mismo tiempo que comunidad de adoración a (Dios.
Luego de la form ación del CM I sirvió como miembro de su Comité
27
Central desde 1948 hasta 1357. (Participó también en íaformación
deCConsejo federal, luego Consejo (Racionalde Iglesias Cristianas de
ios 'Estados Unidos.

(Desde elterreno de lapnvcis como servidor entusiasta de la Iglesia


a nivel global surge su manera creativa de leer e interpretar las
'Escrituras, que se advierte especialmente en su Comentario a la
Epístola a los Efesios, El orden de (Dios y desorden del hombrea A
esta época pertenece también unaserie de conferencias que presentó
en Austin TeAas (1952) y luego en la "Cátedra Carnafian" de la
facultad de Teología de 'Buenos ¡Aires (1953). Su te%to en ingles
demoró quince años en publicárselo y apareció en castellano con el
título (RealidadeIdolatría en el Cristianismo ContemporáneoA\

M ackay también realizó actividades en servicio de su propia


denominación. En 1954fu e elegido (Presidente de la Alianza
(Presbiteriana (Mundialy viajó extensamente p o r los países latinos y
del Este de Europa, y p o r América Latina. Interpretó la herencia
presbiteriana para nuestra época y al mismo tiempo interpretó la
realidad de las iglesia protestantes de otras regiones para elpúblico
norteamericano. Su libro El sentido presbiteriano de la vida refleja
lo que refiriéndose a sí mismo él llama "lapersonificación de una
paradoja", que describe de esta m anera: "(Por una parte hoy me
considero un presbiteriano más convencido y fie l como nunca antes
lo había sido. Tor otra parte he dejado de ser un presbiteriano
absolutista y sectorista como en ningún otro tiempo en mi vida". 42
(Durante una época de maniqueísmo anti-comunista, en que el
tristemente célebre senador3 osephMc Carthy estableció una verdadera
inquisición ideológica, Odackay era (Moderador de la Asamblea
Qeneral de la Iglesia 'Presbiteriana de los Estados Unidos, fue
entonces que escribió una fam osa "Carta"que la Iglesia adoptó como
28
propia en su 166a. ¡Asamblea. Esta "Carta a los presbiterianos
respecto a la situación actual en nuestro país y en el mundo" tiene
como nota distintiva la marca del estiloprofético de ¡Mackgy, y fue
un rayo de luz y esperanza en aquellos siniestros momentos. Cuando
se jubiló como Presidente de (Princeton en 1959, M acfcay había
cumplido los setenta años.

5. El maestro en la plenitud de su madurez (1960-1983).

Luego de jubilarse üdackgy continuó enseñando y en 1961 fu e


nombrado Profesor ¡Adjunto de 'Pensamiento ¡Hispánico en la
Universidad ¡Americana de 'Washington. "Regresó al amor de su
juventudporlo hispánico .43 En la agitada década de los sesenta la
eclosión de una revolución social que se anunciaba desde mucho
antes vino a ser simbolizada p o r el triunfo de ¡Fidel Castro, ¡hdackay
continuó la tarea que ya había empezado en El Otro Cristo 'Español
y trató de continuar su tarea de intérprete cuidadoso de la explosiva
situación social latinoamericana. Luego de visitar Cuba escribió dos
artículos en 1964y 1965, para la revista The Christian Century, los
cuales fueron objeto de aguda controversia.AEn su interpretación
de ¡América Latina, Wlackffy mantuvo su convicción evangélica pero
manifestó también una aguda sensibilidad hacia la realidad socio-
política. ¡Así mismo en estos años trató de sistematizar una refleTQÓn
sobre varios de los temas a los que había dedicado atención durante
sus largos años de trabajo misionero. Este esfuerzo estáplasmado en
su libro 'Ecumenics: The Science o f the Church Universal. La
intención de este amplio estudio abarcaba "todo lo que concierne a la
naturaleza, funciones, relaciones y estrategia de la iglesia Universal,
cuando se la concibe como una comunidad misionera". 45
29
Aunque ya enplena madurez este maestro se mantuvo siempre en
actitud de apertura. ¡Así sucedió en lo relativo a los cambios que se
estaban operando en el seno delCatolicismo %omano. M ackay había
sido un centinela alerta, luchando siempre a favor de la libertad
religiosa en ¡América Latina, contra las medidas restrictivas del
Catolicismo conservador. Tara un hombre así resultó una oportunidad
singular y decisiva la que se presentó cuando elTrograma Católico de
Cooperación Interamericana (CICCXP) lo invitó a presentar una
ponencia en su conferencia de 1967, acerca del tema "Perspectivas
históricas sobre el Protestantismo" en América Launa. 46 "En esa
ponencia üdackay dio la bienvenida a las señales de cambio que se
estaban dando en Roma, pero también expresó su regocijo en hechos
y movimientos tan variados como el crecimientopentecostal, la obra
del Instituto Lingüístico de Verano y el movimiento Iglesia y
Sociedad en ¡América Latina (ISAL), uno de los antecedentes de las
teologías de la liberación. Su enseñanza y actividad periodística
continuaron aun después de haberse mudado con su esposa a un
tranquilo lugar de retiro para ancianos en Odeadotv Lakes, ü\[erv
Jersey. Allí lo encontró el momento de pasar a la presencia de su
Señor, el 9 de junio de 1983.

'Elfundamento teológico de la acción misionera

"En sus abundantes escritos como teólogo y periodista 9dackffy


iluminaba los hechos de la vida diaria con la luz de la verdad bíblica.
"'Relacionándose canias realidades de la vida -decía üdackay-para las
muchedumbres agitadas, para quienes viven inmersos en la diaria
lucha por la vida, y para los viajeros y peregrinos en su marcha
constante, la teología debe reinterpretar el sentido de su existencia y
la esperanza de su salvación. 47 Sus escritos comunican una
sensación de movimiento y avance, y sus libros tienen una estructura
30
c(maylógka,porque9Aac(Ayhizoloqueproponíasumaestro(M.iguel
de llnamuno: se casó con una rica reflexión teológica. En uno de sus
últimos escritos autobiográficos 9A.ackgy evocaba las "grandes
realidades”que él sentía que "habían dado form a a su pensamiento y
su vida a lo largo de sus años', f t saber: la realidad de (Dios como
presencia soberana y amorosa, y la aprarimación encarnacional a la
situación Humana. 48 Estas fueron lafuente de su estilo misionero
y el meollo de su legado a (as generaciones futuras.

La refleiáón teológica de (M.ackffy siempre se mantuvo atenta al


torbellino de la corrientes teológicas de nuestro siglo y fu e movidapor
un impulso misionero lanzado siempre hacia el futuro. Su discurso,
sin embargo, conservó de su raíz 'Reformada un sentido de maravilla,
solemnidady devoción cuando se refería a (Dios. El lema de su escuela
en Aberdeen fue el que (Mackgy adoptó para el Colegio Angla
(Peruano en Lima: Initium Sapientiae Timar Domini ((Proverbios
1:7). Ese temor de (Diosfu e el principio de su sabiduría. (Para él
cuando la teología era fie l a su sentido esencial, venía a ser "una
doctrina acerca de (Dios que se empiezay se prosigue a la luz de "Dios
mismo. El'Dios soberano cuyo propósito redentor constituye el hilo
rejo que recorre toda la Sagrada Escritura, cuyo íhfíjo es e(Salvador
y Señor de (a vida y cuya iglesia es la verdadera portadora de la
historia".ASuteologíaera decididamente trinitariaysoterioíógica.

La teología de M ackcty estaba íntimamente relacionada con su


experiencia espiritual, porque para él más que una abstracción o una
teoría "el meollo de la realidades un encuentro concreto y creativo
entre Dios y el ser humano...un encuentro en el cual Dios toma la
iniciativa y que deviene para el ser humano una experiencia
transformadora que cambia su vida, ilumina su pensamiento y
moldeasu destino", so 9dackg.y cultivaba el encuentro con Dios en la
31
mejor tradición de la vida de piedad evangélica. ¡A. una de (as
promociones que se graduaba de Trinceton les dedicó estas palabras:
”9{agan de la 'Biblia su compañera más cercana entre lo que hay
escrito, el medio principal de su comunión con (Dios y su conocimiento
de (Dios......(Permitan que el Libro de los Libros continúe abriendo
para ustedes el esplendor del propósito de (Dios en su 9íijo”. 51 Elya
citado James %. Mórse, pastor de M ackay en sus años de retiro, nos
dice que en esos días crepusculares liego a conocer el secreto de la
grandeza de Mackay, "'El secreto de este hombre era la oración.
Cuando el oraba las ventanas del cielo se abrían, tí sonido de lo
divino se escuchaba con claridad. Cada mañana hacía desfuerzo de
caminar hasta nuestro centro médico enM eadtnu L akesy se sentaba
a los pies del lecho de su amada esposa Jane. Allí él leía entonces la
(Palabra de (Dios en voz alta, y se entregaban juntos a la oración”. 52
'Esa vida de piedad rodeó y sostuvo también la actipidadecuménica
y misiológica de toda una generación. En 1955Mackay recordaba
con un sentido de privilegio que John %. M ott lo había elegido ”como
miembro de unpequeño círculo de oración al cual él mismo pertenecía,
ungrupo de doce amigos quese encontraban una vez alañoparapasar
juntos un día tranquilo de meditación y oración, que se mantenían
vinculados mensualmente haciendo circular notas para la oración '.53

Lecciones de un estilo misionero

Tara Mackay la vida misionera tenía que ser una vida


Cristocéntrica. 'Muchas veces citó el lema delgran misionero español
'Raimundo Luíio: "Tengo una pasión en la vida y es Cristo”. Tara el
maestro escocés la marca de grandeza de sus héroesM ottySpeerera
que podían ser considerados como personas Cristocéntricas. M ackay
explicó muchas veces la combinación de teología y entrega personal
que ese Cristocentrismo significaba: "Capté de San Tablo en su carta
32
a ¿as Zfésws una instan déCristacamaefcentroyeístgnijfícaaode
todas ios cosas. M ir peregrinando de país en país y de puesto en
puesto, mi fe en Cristo como Salvador y Señor de la vida no ha
vacilado un solo momento. ”En sus relaciones históricas y cósmicas
él ha sido quien ha alumbrado todo lo que veo y mi compañero de
camino”. 54 'Esta relación con Jesucristo trae aparejado también un
llamado imperativo ala acción misionera: 'Jesucristo, elSalvadordel
mundo, llama a toda su Iglesia a la acción misionera. El envía a su
Iglesia a ir en el Espíritu de su amor a todos los seres humanos para
socorrerlos en su necesidad física. El manda a su Iglesia a que
traigan a todos los seres humanos a El que es la vidaparasu redención
espiritual”. 55 Es tomando en cuenta elfundamento de este
Cristocentrísmo que podemos comprender mejor lo que M acfcay llamó
su aproximación encarnacional a la tarea misionera.

'Estilo encarnacional y sensibilidad cultural.

Es sorprendente cuantos latinoamericanos llegaron a considerar


aMackay como uno de ellos mismos. En preparación para su servicio
misionero en el'Eerú había estudiado a conciencia elidiomaySánchez
observa, "Venía de España, en donde había aprendido un magnifico
castellano, con una fonética que nosotros no usamos, y que ademas
pronunciaba las elles y las zetas....”m Antes de presentar el
Evangelio a la juventud latinoamericana y conforme lo hacía se
esforzó en comprender el alma ibérica, como es evidente en su libro El
Otro Cristo Español, que ha llegado a ser un clásico de la historia
espiritual del continente. 'Mackayformuló su estilo encarnacional en
un principio muy claro: "la palabra evangélica debe hacerse carne
autóctona. Lapersona que representa a Cristo y procura comunicar
elEvangelio de Cristo,debe identificarse de la manera más cercana
33
posible con su amúlente humano”. 57

Siempre con esa sensibilidad, al mudarse a ¡América del'Hprte,


desde su atalaya en TrincetonMackgy mantuvo una mirada atenta
sobre el mundo ibérico, pero también sobre ÍAsvay 'Europa. Se esforzó
cuanto pudo en ser un intérprete misionero Bien informado de ío que
era el mundo de otras latitudes, para sus auditorios norteamericanos.
Esto iba a tostarle mucho dolor y sufrimiento en los días oscuros del
Odarcartismo. Cuando 9dackay pidió que se tratase con justicia y
juego limpio a la China de 9dao y se dialogase con ella, y más adelante
cuando trató de proveer elementos de comprensión para la situación
delaCubarevolucionaria, tuvo que aguantar los ataques despiadados
de aquellos que habían hecho del anticomunismo sunuevo ídolo, como
él mismo denunció.™ En este punto estaba en la noble sucesión de
tantos verdaderos misioneros que se hicieron intérpretes de realidades
extranjeras para su propio pueblo, manteniendo así una autocrítica
profética aun a costa del rechazo y la incomprensión.

Un sentido de la historia y la estrategia.

La perspectiva de 9dackay estaba iluminada p o r esa profunda


conciencia de momentos y movimientos decisivos, que sólo es posible
comprender dentro del marco del %giros divino en la historia. 59 Su
visiónestratégicase nutría de esta percepción singular. Cuando llegó
alTerúse diocuentaquelainquie tudde los es tudiantes universitarios
era unsigno de los tiempos, laseñalde que emergía un nuevo momento
histórico en el cual los jóvenes iban a ser figurasprotagónicas.eo El
marasmo de un orden feudal agonizante iba a ser sacudido p o r una
generación influenciada p o r el socialismo y el anarquismo. En la
búsqueda de justicia en que esa juventud estaba embarcada, Vdackay
34
detectó una búsqueda espiritualmasprofunda, y quiso conectar con
ella su acción misionera, p o r medio de un evagelismo creador.

Sus prÓTdmas transiciones hacia ía administración misioneray ía


educación teológica fueron también mudanzas estratégicas. Vio lo
oportuno que era trabajar para dar un sentido renovado de misión
y comunidad a ía tarea teológica en su Alma (Mater. Quiso corregir
lo que describió como: ”laralz de la debilidad del cristianismo popular
de tos 'Estados 11nidos...es decir su carácter no- teológico, su virtual
desdén p o r la teología, su preocupación suprema y exclusiva con las
así llamadas cuestiones prácticas”, ei Años más tarde eTcplicó como
la creación de la revista Theology Today, los esfuerzos p o r construir
nuevas instalaciones y aun el horario de las comidas en su hogar de
Presidente del Seminario, habían estado determinados dentro del
marco de esa visión estratégica.ALos escritos de M ackay acerca de
laSegunda Querrá M undial en la década del cuarenta 63 y contra la
guerra de lAetnam dos décadas más tarden brotaron también de este
sentido estratégico delmomento histórico.

Una postura evangélica y conteAtual.

Como se ha visto, la nota 'Evangélica era clara y definida en la


práctica misionera y la teología de 9dackay. Tenía de hecho una
perspectiva (Protestante, pero observaba con gran preocupación el
crecimiento de lo que él llamaba ”nominalismo religioso e ignorancia
teológica”que se habían vuelto característicos de las tradiciones
(Protestante, Católica y Ortodoxa, en las cuales ”las apariencias
habían reemplazado a la realidad”, es <Por otra parte para él ”hay que
recalcar que el'Protestantismo todavía no ha alcanzado su mayoría
de edad religiosa, ni ha cumplido aplenitudsu misión histórica. 'Está
35
todavía en proceso de (legar a ser; su momento óptimo no está atrás
sino en elfuturo”. 66

M egresarse en tos grandes encuentros ecuménicos, desde eí


trasfondo de su inmersión encarnacional en Ca realidad
[atinoamericana, M ackffiy abrió eí camino para el reconocimiento del
derecho que tenía el Protestantismo a e?cistir como minoría religiosa
enpaíses nominalmente católicos. Cuandopasóaviviren N orteam érica
continuó siendo un defensor de ese tipo de presencia evangélica en
América Latina y 'Europa Latina. Su visión ecuménica estaba
abierta a los nuevos desarrollos que se daban en el Catolicismo
(Rffmano, pero también firm e en la convicción de que la Iglesia
CatólicaíRprnanasosteníapresupuestosecíesioíógicosqueresultaban
inaceptables, y que "ningunapostura condescendiente o evasiva”
debería ocultar las diferencias. Sin embargo, él mismo escribió que
teniendo en cuenta el Señorío de Jesucristo, ”9lay que dejar que el
diálogo y las relaciones amistosas, en el espíritu de Cristo, y bajo la
dirección del 'Espíritu Santo continué actuando entre Católicos y
(Protestantes”. 67

Un ecumenistno misionero.

TaraM ackay era muy significativo d hecho de que en nuestro


siglo nos toca vivir en "la era ecuménica”. Ello lo impulsó a invertir
tiempoy energías en las grandes conferencias ecuménicas, muchos de
cuyos documentos reflejan la manoy el estilo de Mackay. (Desde 1948
mantuvo su insistencia en la necesidad de que el Ecumenismo
permaneciese fie l a la visión misionera, porque ios raíces del movimiento
ecuménico eranprecisamente misioneras. Ensu discurso programático
de Amsterdam en 1948, dijo que "La comunión evangelistica en el
36
campo misionero precedió a ía comunión eclesiástica en eísantuario
de nuestros países de origen. Las iglesias cristianas que tomaron en
sumo su obligación misionera y cruzaron ios fronteras de ías tierras
no cristianas empezaron también a trascender Cas barreras que ios
había dividido en sus propios países de origen". 68 Ovíackay [amentó
mucho ía tendencia a convertir aíaunidadinstitucionaíy estructural
en eí ideal ecuménico, a cTcpensas deífervor misionero, y afirmó que
"La búsqueda de unidad p o r parte de íasfuerzas cristianas nunca
debería tener ía pretensión de convertirse en un fin en sí misma". 69

• Conclusión

La teoíogíay eí estilo misionero de 9dackay son un legado que


tiene pertinencia sinigual en ía situación contemporánea. Su crítica
del cristianismo nominal, y su insistente ílamado a ía conversióny a
seguir a Jesucristo en eí camino señalan lógicamente oí tipo de
evangeíización integral deí cual nace una fe que tiene poder para
trasformar ía sociedad. Su sentido de ía historia informado por
categorías bíblicas le dio una visión ciara e inteligente deí poder
demónico de algunos aspectos de ía ideología mar?dsta, que conducía
a regímenes totalitarios. 'Esto constituye un correctivo válido para ía
aaptacióningenuadeíaíectummarpdstadeíahistoriaquecaracteriza
a ciertas teologías de ía liberación. Ello resulta especialmente
pertinente hoy en día frente oí colapso de la teoría y la práctica
mavásta en 'Europa. Tero es igualmente pertinente ía insistencia de
Odaclqiy en ía demanda bíblica y ía validez moral de ía lucha p o r ía
justicia.Suepistemo(ogía,arraigadaeníos énfasis bíblico y 'Reformado
de ía obediencia a la verdad, coincidiría con ía insistencia
contemporánea sobre ía "proTcis'.Sin embargo, éí mismo preferiría eí
término 'obediencia", no como iniciativa o hazaña humana, sino como
37
respuesta a Ca iniciativa de (Dios en Jesucristo. La manera en que
'M.ackay leía Ca herencia protestante tiene mucho que decir a Ca
9{prteamérica actuaC, en vista deC estado de ánimo derrotista que
parece subyacer a Cafaíta depresenciay mensaje de Cos (Protestantes
en Cos grandes debates de Ca vida nacional. Sus críticas son también
muy apropiadas frente aC ecumenismo decadente que ha perdido
sentido de misión en Cos 'Estados Unidos. Las profundas raíces
teológicas de Ca misioCogía de Mackay, aparejadas con elfuego de su
celo 'Evangélico, podrían ser algunos de los correctivos necesarios
para la superficialidad teológica de las tendencias gerenciales que
están corrompiendo la empresa misionera Evangélica hoy en día. En
uno desús últimos escritos él decía que:' la necesidad suprema de la
Iglesia en nuestro tiempo es la de hombres y mujeres nuevos, personas
entregadas a Jesucristo y a los valores eternos de la fe de la Iglesia,
que al mismo tiempo estén dedicados a cooperar con otros hermanos
y hermanas cristianos en el esfuerzo p o r demostrar la significación de
esos valores para el día presente”.lo Juan R.'M.ackayfue una de esas
personas.
Notas
1. Las frases entre comillas están tomadas todas de Luis Alberto Sánchez, "John
A.Mackay", El Observador, Lima 26 de Junio de 1983.
2. Ver mi trabajo "La Huella de Juan A. Mackay en fa Historia Peruana" en la 4ta,. edición
de su libro El Sentido de la Vida, Lima : Ediciones Presencia, 1988.
3. WilliamFelmeth, "Reflections", Princeton Seminary Bulletin (PSB), Nueva Serie,. Vol.
IV, N» 3,1983 p. 163.
4. Sánchez, id.
5. James K. Morse, "Reflections" PSB, IV, 3,1983 p. 166.
6. Juan A. Mackay (JAM), "Life's chief discoveries. Reminiscences of an octogenarian",
Christianity Today, enero 2,1970, p. 291.
7. JAM, Heritage and Destiny, New York: Macmillan, 1944, pp. 12-13.
8. JAM, Christian Reality and Appearance, Richmond: John Knox Press, 1969, p. 84.
9. JAM, "Life's chief.........", p. 291.
10. JAM, "Robert Elliot Speer a Man of Yesterday Today" PSB, Vol. LX, N° 3. Junio de 1967,
P-11
11. Citado por Stanton R. Wilson en "Studies in the Life and Work of an Ecumenical
Churchman". Tesis de Maestría, Seminario Teológico de Princeton, Abril de 1958.
12. Los detalles del viaje y las sugerencias q ue hizo Mackay a la Junta Misionera de la Iglesia
Libre de Escocia se puede ver en Report of the General Assembly of t he Free Church
of Scotland, 1916 (RFCS), Edimburgo, pp. 666-668.
13. Entrevista por el historiador Gerald W. Gillette resumida en el articulo de este "John A.
Mackay. Influences on My Life", Journal of Presbyterian History (JPH), 56 (1),
Primavera de 1978, pp. 28-29.
14. Mackay citabafrecuentementeaUnamuno.Su percepción del pensamiento unamuniano
está resumida en su tesis de doctorado en la Universidad de San Marcos de Lima, Don
Miguel de Unamuno, su personalidad, obra e influencia, Lima: Casa editora Ernesto
Villarán, 1919.
15. JAM, "Life's chief....", p. 291.
16. Gillette, op. cit., p.29.
17. RFCS 1916, p 666.
18. Ver, por ejemplo, los trabajos de Luis Alberto Sánchez "John Mackay y la Educación
Peruana" en Leader, revista del Colegio San Andrés, Na.. 46,1973, p. 70.; y "John A.
Mackay y el Anglo Peruano", Leader, N°. 45,1972.
19. RFCS 1918, p. 99.
20. Sánchez, Leader, 1972, p. 50
21. Sánchez, Leader, 1973, p. 70
40
22. Verespecialmente sus referencias en el libro ThatOther América, New York: Friendship
Press, 1935, capitulo 3.
23. Sobre el no bien estudiado asunto de la amistad de Mackay con Haya de la Torre, ver la
versión del propio Mackay en That Other América, pp. 102 y ss. ; El Otro Cristo
Español, Casa Unida de Publicaciones, México , 1952; pp. 194-199; Luis Alberto
Sánchez, Haya de la Torre o El Político, Lima 1979, pp. 93 y ss.; Frederick B. Pike, The
Politicsof the Miraculous in Perú, Lincoln: University of Nebraska Press, 1986, pp. 48
y ss, y 260-261.
24. W. Stanley Rycroft, misionero inglés quien entonces era también profesor del Colegio
Anglo Peruano y sirvió como Sub-director y Director Interino, ha referido el hecho en
"Intellectual Renaissance in Latin América", International Review of Mission (IRM),
Vol,. 43,1954, pp. 220-223.
25. Kenneth Scott Latourette, World Service, New York: Association Press, 1957, p. 211.
26. La cuarta edición de El sentido de la vida, apareció en Lima en 1988 (Ediciones
Presencia). Al texto de ediciones anteriores se ha agregado en ésta cinco ensayos poco
difundidos de la etapa latinoamericana de Mackay. La 3ra edición de....... Mas yo os
digo, se ha publicado en México: Casa Unida de Publicaciones 1986.
27. Report of the Jerusalem Meeting of the International Missionary Council, London:
Oxford University Prees, 1928, Vol. 1, pp. 441-458; y Vol. 8, pp. 121-125.
28. JAM, "Bonn 1930- and after, A Lyrical Tribute to Karl Barth", artículo editorial en
Theology Today, Vol. XIII, N'.3, octubre de 1956, p. 289.
29. Ibid. p. 290
30. Aunque el original inglés apareció en 1932, la primera edición en español sólo vio la luz
veinte años más tarde en una excelente traducción por Gonzalo Baez Camargo, México:
Casa Unida de Publicaciones, 1952. Esta edición lleva un Apéndice, "Iberoamérica
Revisitada", que es traducción de un artículo de Mackay aparecido en 1947. La
reimpresión más reciente de este libro se hizo en1989, es una coedición de la misma
casa y Editorial Semilla, y lleva una breve introducción por John Sinclair.
31. JAM, "Robert Elliot Speer......", P.12.
32. W. Eugene March," 'Biblical Theology' Authorlty and the Presbyterians", JPH, Vol. 59,
1981, p. 118.
33. Precisamente el artículo inicial que Mackay escribió para la revista Theology Today, se
titulaba "La restauración de la teología", y apareció en castellano en el primer número
de la revista Cuadernos Teológicos, Buenos Aires, 1950.
34. March, op. cit., p. 121.
35. JAM, Christianlty on the Frontier. New York: Macmillan, 1950, p.8.
36. Los dos últimos libros no se tradujeron al castellano, aunque algunos capítulos
aparecieron como artículos en diversas revistas.
37. Mackay explicó esto en "Let Us Remembef, PSB, LXV 1972, pp. 30-31.
38. Pedro N. Cintrón, "The Concept of the Church in the Theology of John Alexander
Mackay", tesis doctoral, Drew University, Madison, New Jersey, 1979; p. 21.
39. México: Casa Unida de Publicaciones, 1964. traducción al castellano por Alberto
Rembao
40. JAM, Christian Reality and Appearance. Richmond: John Knox Press, 1969.
41. Buenos Aires: La Aurora
42. JAM, El Sentido Presbiteriano de la Vida. México, 1970. Traducción por Abel
Clemente, p.18.
43. Sobre este tema hay un trabajo muy completo; ver H. Mckennie Goodpasture,"The Latin
American Soul of John A. Mackay", JPH, Vol. 48, 1970, pp. 265-292.
44. JAM, "Cuba Revisited", Christian Century, 10 de febrero de 1964; "Latin America and
Revolutlon", en dos partes, Christian Century, 17 y 24 noviembre, 1965.
45. Englewood Cliffs: Prentice-Hall 1964, p. viü.
46. Ver texto en Samuel Shapiro, Ed. Integration for Man and Society in Latin America.
41
Notre Dame: University of Notre Dame Press, 1968, pp.170-190.
47. JAM, Heritage and Destiny, p. 77.
48. JAM, "Life's chief...", p.291.
49. JAM, Christlanity on the Frontier, p. 88.
50. JAM, Christian Reality and Appearance, P. 88
51. PSB, Nov. 1965, p. 14.
52. J.K. Morse, "Reflections", PSB, New series, IV, 3,1983, p. 166.
53. JAM, "John R. Mott Apostle of the Ecumenical Era", IRM, Vol. 44, Julio 1955, p. 334.
54. JAM, "On the Road", The Christian Century, July 12,1939, p. 873.
55. JAM,'The Missionary Legacy to the Church Universal". IRM,
XXXVI, Oct. 1948, p.49.
56. Sánchez, Leader, 1972, p.49.
57. JAM, Ecumenics, p. 173.
58. JAM, 'The New Idolatry", Theology Today, Oct. 1953, p. 382.
59. Véase la exposición sobre este tema en su Prefacio a la Teología Cristiana,
especialmente el cap.4.
60. Ver por ejemplo el ensayo "Universidad y Misión" que aparece en la 4ta. edición de El
sentido de la Vida, Lima: Presencia, 1988; pp. 199-216.
61". JAM, 'The Theology of the Laymen's Foreign Missions Inquiry", IRM, Vol.22, 1933,
p.175.
62. JAM, "Let us Remember", PSB, LXV, 1,1972,pp. 30-31.
63. "God and the Decisions of History", Christianity and Crisis 1, Dec. 19,1941, p. 205;
'The Perils of Victory", Christianity and Crisis 5, July 1945, p. 102.
64. PSB, June 1967, p. 18; "Letter to the President", Presbyterian Outlook, Jan. 18,1965,
p.7.
65. JAM, Christian Reality........p. 13.
66. JAM, Christianity on the Frontier, p. 123.
67. JAM, Ecumenics, pp. 220-221.
68. JAM, 'The missionary Legacy....". p. 370.
69. JAM, "An Ecumenical Era Calis for Missionary Action", Theology Today, XIII, 2 July
1956, pp. 143-144.
70. JAM, 'Thoughts on Christian Unity", Christianity Today, April 14,1972, p. 648.
PROLOGO A LA NUEVA EDICIÓN DE
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL (1989)

"...C risto vino a América. Desde Belén y el Calvario, pasó


po r África y España en su largo viaje al Occidente hasta las
pam pas y cordilleras. ¿Pero fue realm ente El quien vino, o
fue otra figura religiosa que portaba el mismo nom bre y
• alguna de sus marcas? Pienso a veces que el Cristo, de paso a
O ccidente, fue encarcelado en España, m ientras que otro
que tom ó su nom bre se em barcó con los cruzados españoles
hacia el N uevo M undo, un Cristo que no nació en Belén sino
en N oráfrica. Este Cristo se naturalizó en las colonias ibéri­
cas de A m érica, m ientras el Hijo y Señor de M aría ha sido
poco más que un extraño y peregrino en estas tierras desde
los tiem pos de Colón hasta el presente..."*
En el centenario del nacim iento de Ju an A. Mackay y año
de la nueva edición de E l Otro Cristo Español, cabe preguntar:
¿Cómo se explica el am or de Mackay, escocés de nacim iento,
a la cultura española e iberoam ericana? ¿Cómo logró p ro ­
fundizar en la historia espiritual hispana?
En El Otro Cristo Español Mackay presenta la rica tradición
española "del otro Cristo", el de los místicos españoles, el
Cristo de los Evangelios y de Santa T eresa de Avila, Juan de
la Cruz, y Fray Luis de León. "Este otro Cristo quería venir a
Sudam érica, pero se lo estorbaron" (p. 141). Mackay traza la
llegada del "Cristo Español" a la Am érica del Sur y su
aparición como "un Cristo criollo, un Cristo a quien se
conoce en vida como un niño y en la m uerte como cadá­

* Cito págs. 114 y 115 de este libro. De aquí en ad elan te las referencias al
libro aparecen entre paréntesis a continuación de la cita.
44 JUAN A. MACKAY

v e r . . . " (p. 121). A e s t e C r i s t o le h a n f a l t a d o "lo s d o s r a s g o s


c o n s t i t u y e n t e s de la r e li g ió n c r is tia n a : la e x p e r i e n c i a e s p i r i ­
t u a l i n t e r n a y l a e x p r e s i ó n é t i c a i n t e r n a . . . " (p. 139).
J. B . T r e n d , p r o f e s o r de e s p a ñ o l en la U n iv e r s id a d de
C a m b r i d g e e s c r ib ió de es te lib ro : "E s la m e j o r o b r a m o d e r n a
s o b r e la H isto ria e s p ir i tu a l de E s p a ñ a " . J o s é O r t e g a y G a s s e tt
a g re g ó q u e "M ack ay estab lece h ito s y tra z a re la c io n e s que
o tro s escrito res ap e n as d isc ern ie ro n ". El h isto ria d o r b ra si­
le ñ o A n t o n i o G o u v e a M e n d o c a c o m e n ta en este a ñ o q u e El
Otro Cristo Español " r e p r e s e n t a , t o d a v í a h o y , el m á s p r o ­
f u n d o y p e n e t r a n t e an á lisis de la e s p ir i tu a l id a d i b e r o a m e ­
ricana".
P a r a v a l o r a r esta o b r a en p e r s p e c tiv a , hay q u e s a b e r algo
de la f o r m a c i ó n d e l a u t o r , su la r g a y f e c u n d a v id a , y en
p a r t i c u l a r del c o n t e x to h is tó ric o en q u e escrib ió .

EL A U T O R : SU F O R M A C IÓ N Y O B R A

J o h n A l e x a n d e r M a c k a y n a c i ó e l 17 d e m a y o d e 1889 en
I n v e r n e s s , E sco c ia . Sus p a d r e s e r a n m i e m b r o s ac tiv o s d e la
Ig lesia P re s b ite ria n a L ib re , u n a p e q u e ñ a d e n o m in a c ió n d i­
s id e n te d e n t r o d e la fa m ilia r e f o r m a d a esco c esa . L a d is c i­
p l i n a d e l a p e q u e ñ a c o n g r e g a c i ó n e r a e s t r i c t a , y a u n los
d ep o rte s le s p are cía n pecado. La fam ilia guardaba fiel­
m e n t e el c u l t o f a m i l i a r y a s i s t í a a l a i g l e s i a d o s o t r e s v e c e s los
d o m in g o s; ta m b ié n p a rtic ip a b a en re u n io n e s de p re d ic a ­
c i ó n y c o m u n i ó n al a i r e l i b r e e n la s m o n t a ñ a s d u r a n t e el
verano. F u e allí d o n d e J u a n A . M ackay a d o le s c e n te tu v o
u n a e x p e r i e n c i a e s p ir itu a l q u e d io a su v id a u n a d ir e c c ió n
d efin id a. A llí s i n t i ó el l l a m a m ie n to al s e r v i c i o cristian o .
S ie n d o o c t o g e n a r i o , M a c k a y d e s c r i b i ó l a e x p e r i e n c i a d e la
m a n e r a s i g u i e n t e : " D i o s m e a s ió y s e h i z o r e a l e n m i v i d a . . .
A p r e n d í q u e e l C r e a d o r d e l U n i v e r s o n o e s u n s e r p a r a el
m á s a llá , s i n o u n a r e a l i d a d a c t u a l a q u í e n e l c a m i n o d e la
v id a".
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL
45
La A cadem ia Real de Inverness y la Universidad de Aber-
deen im prim ieron en Mackay una preparación excelente; se
g rad u ó en 1913 con varios prem ios y obtuvo una beca para
seguir estudios de posgrado. D urante los años en A berdeen
asistió a una congregación bautista porque no había iglesia
de su denom inación allí. Conoció a su futura esposa, Jane
Logan Wells, y recibió la inspiración para ser m isionero en
A m érica Latina. En 1910 Mackay escuchó a R obert E. Speer
en A berdeen, y leyó su obra South American Problems, en que
Speer relataba su viaje de seis meses en 1909 por el conti­
nente.
D espués de graduarse del Seminario Teológico de Prin-
ceton en 1915 (obtuvo otra beca de estudios) y después de
un viaje de ocho semanas a Am érica del Sur, al que le envió
la J u n ta de Misiones de la Iglesia Escocesa Libre, fue a
M adrid al C entro de Estudios Históricos. Allí Mackay se
sum ergió d u ran te ocho meses en la cultura e historia espa­
ñolas. Conoció al famoso filósofo Miguel de U nam uno;
Mackay decía de la influencia profunda de aquél sobre su
vida: "U nam uno me llevó a com prender la plena dim ensión
de lo que significa ser hispano y lo que es la cultura hispana".
Entonces no fue por casualidad que Mackay escribió su tesis
doctoral en Lima (1919) sobre el ilustre pensador español.
Mackay llegó a hablar un español impecable, leía toda clase
de literatu ra española y se identificaba personalm ente con
los anhelos de los españoles. Pero Mackay siem pre m antuvo
una perspectiva crítica de la cultura española como tam bién
de la anglosajona. En el prefacio de E l Otro Cristo Español
m enciona "un Cristo británicoam ericano" que encarnaba
los ideales peculiares de esta cultura.
Mackay afirm aba que el m undo anglosajón, y no menos el
m undo hispánico, necesitaba "conocer a Cristo" en todo lo
que significa aquel encuentro con Lo Divino.
Mackay contrajo m atrim onio en 1916, y él y su esposa
fueron com isionados por la Iglesia Escocesa Libre para ser
46 JUAN A. MACKAY

m isioneros y educadores en Perú. F undaron allí, en 1917, el


Colegio A nglo-Peruano (hoy día Colegio San A ndrés). Mac-
kay fue pro m in en te en círculos literarios y académicos en
Lima, y fue invitado po r los organizadores a la Conferencia
de O bra Cristiana en M ontevideo para presidir en 1925 una
im portante comisión.
En 1926 el m isionero escocés aceptó ser secretario de la
Asociación Cristiana de Jóvenes Sudam ericana, con sede en
M ontevideo y más tarde en la Ciudad de México, hasta el
año de 1932. Viajaba po r el continente y pronunciaba confe­
rencias en las universidades bajo los auspicios" de la ACJ. Fue
uno de los oradores de la Conferencia M isionera M undial
de Jeru salén en 1928. Escribió sus dos prim eros libros en
español en este período y p rep a ró el m aterial detallado para
The Other Spanish Christ. Eran años de intensa actividad,
inquietud y reflexión sobre las realidades espirituales del
continente. Los cuadernos, apuntes, anécdotas, borradores
y tratados de Mackay escritos entre los años 1926 y 1932,
revelan la p rofunda investigación realizada antes de escribir
lo que se considera hoy su libro m onum ental.
En 1932 la Iglesia Presbiteriana de Estados U nidos llamó
a Mackay p ara ser secretario de la obra m isionera en A m é­
rica Latina y África con sede en N ueva York. Posterior­
m ente, en 1936, pasó a ser presidente del Sem inario T eoló­
gico Presbiteriano de Princeton donde llegó a ser una figura
m u n dialm ente conocida. D urante los 23 años de su presi­
dencia, la institución llegó a ser una de las instituciones más
influyentes en el m undo cristiano. Mackay tam bién fue p re ­
sidente de la Alianza de Iglesias Reform adas (Presbiteria­
nas) M undial y del Concilio M isionero M undial. Fue m iem ­
bro de los Comités Provisional y C entral del Consejo M un­
dial de Iglesias y m iem bro de la Ju n ta de Misiones Extranje­
ras de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos. D urante
su período de M oderador de la Asam blea General escribió
la famosa "Carta a los Presbiterianos" como una respuesta a
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL
47
la crisis n a c io n a l p r o v o c a d a p o r el s e n a d o r a n t ic o m u n is ta
M c C a rth y e n l9 5 3 .
M a c k a y o b t u v o d o c e t í t u l o s d e d o c t o r adhonoris d e i n s t i t u ­
c io n e s e n E s t a d o s U n i d o s , E u r o p a , A sia, E s c o c ia y C a n a d á .
D ictó c o n fe re n c ia s en v ein te se m in a rio s y u n iv e rs id a d e s . E n
lo s p r i m e r o s a ñ o s d e s p u é s d e s u j u b i l a c i ó n e n 1 9 5 9 s e m a n ­
tu v o m u y activ o c o m o c o n fe re n c is ta , e s c rito r y c o n s u lto r.
R e s id ía j u n t o c o n su e s p o s a e n C h e v y C h a s e , M a r y la n d , y
e r a p r o f e s o r a d j u n t o d e "E l P e n s a m i e n t o H i s p a n o " e n The
American University. A la " s e g u n d a j u b i l a c i ó n " e n 1 9 6 9 , M a c ­
k a y y s u e s p o s a se t r a s l a d a r o n a la c o m u n i d a d d e j u b i l a d o s
c e r c a d e H i g h s t o w n , N e w J e r s e y . E l d o c t o r M a c k a y m u r i ó el
9 d e j u n i o d e 1 9 8 3 , m i e n t r a s la s A s a m b l e a s G e n e r a l e s d e las
d o s g r a n d e s f a m ilia s p r e s b i t e r i a n a s c e l e b r a r o n la r e u n i ó n
h is t ó r ic a en A tla n ta . L a s e ñ o r a J a n e W e lls de M a c k a y , cieg a
e in v á lid a p e r o lú c id a h a s ta sus ú ltim o s d ía s, m u r ió s o b r e p a ­
s a n d o lo s c i e n a ñ o s d e e d a d e n 1 9 8 7 . L o s c u a t r o h i j o s I s a b e l ,
E le n a , R u th y D u n c a n v iv en en E s ta d o s U n id o s. L as tres
h i j a s s o n e s p o s a s d e m i n i s t r o s p r e s b i t e r i a n o s y D u n c a n es
a n c i a n o g o b e r n a n t e e n The National Presbyterian Church e n
W a s h i n g t o n D .C .

EL C O N T E X T O H IS T Ó R IC O DE
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL
L a o b ra h a de v a lo ra rs e d e n tro del m o m e n to h istó ric o en
q u e fue escrita. F u e u n p e r ío d o de to m a de c o n c ie n c ia del
p ro testan tism o la tin o a m eric an o y el su rg im ie n to de esa
n u ev a id e n tid a d de s e r cristiano evangélico latinoamericano.
E sta c o n c ie n c ia e m p e z ó a p a lp a r s e d e s p u é s del C o n g r e s o de
O bra C ristian a en Panam á (1916), cuando represen­
ta n tes de d iecisiete p aíses la tin o a m e ric a n o s se r e u n i e r o n
p o r p r i m e r a v ez .
L a n u e v a g e n e ra c ió n de líd e re s ev a n g élico s del p e río d o
1 9 1 6 - 1 9 3 2 y las m i s i o n e s p r o t e s t a n t e s e n A m é r i c a L a t i n a se
p re g u n ta b a n :
48 JUAN A. MACKAY

"¿Por qué u n a o b ra p ro te sta n te m isio n era en A m éric a


L atin a? ". M a c k a y t a m b i é n se p r e g u n t a b a : " ¿ P o r q u é e sto y
yo s irv ie n d o c o m o m is io n e r o aquí?". E l clero r o m a n o c o ­
m e n z a b a a p r e o c u p a r s e p o r el c r e c im i e n to d e l p r o t e s t a n ­
tis m o . L o s e v a n g é lic o s e r a n p e r s e g u id o s en m u c h o s países.
D u r a n t e lo s se is a ñ o s d e t r a b a j o c o n la A s o c i a c i ó n C r i s t i a n a
de Jó v e n es, M a ck a y sin tió u n a d o b le in q u ie tu d : l a d e los
j ó v e n e s c a t ó l i c o s rebeldes q u e a n h e l a b a n u n a r e n o v a c i ó n e s ­
p i r i t u a l d e n t r o d e l c a t o l i c i s m o , y l a i n q u i e t u d d e lo s j ó v e n e s
p r o t e s t a n t e s e n b u s c a d e u n a o r i e n t a c i ó n q u e n o le s e n a j e ­
n a r a sus ra íc e s c u ltu r a le s . M a c k a y r e s p o n d i ó a e s ta s i n q u i e ­
t u d e s c o n u n a a f ir m a c ió n c la r a d e q u e sí h a y u n a m is ió n
p a r a el c r is tia n is m o e v a n g é lic o en A m é r ic a L a tin a . L a c r u ­
za d a q u e J a m e s T h o m s o n e m p e z ó en 1816 al lle g a r a B u e ­
n o s A ires c o n tin u a b a sie n d o u n a m isió n le g ítim a y u rg e n te .
The Other Spanish Christ s i g n i f i c ó p a r a el m u n d o a n g l o s a j ó n
u n a a f i r m a c i ó n r e s o n a n t e d e la s m i s i o n e s e v a n g é l i c a s e n el
e n t í n e n t e a m e r i c a n o . L á s t i m a q u e l a t r a d u c c i ó n al e s p a ñ o l
t a r d a r a v e i n t e a ñ o s p a r a p r e s e n t a r y d i f u n d i r e l r e t o e n el
m u n d o h isp a n o .

LA C O N T R IB U C IÓ N DE
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL
A LA L IT E R A T U R A R E L IG IO S A
L A T IN O A M E R IC A N A

E l l i b r o s e d i v i d e e n t r e s p a r t e s : el r e l a t o d e l a l l e g a d a d e l
c a t o l i c i s m o r o m a n o a S u d a m é r i c a y s u c u r s o a lo l a r g o d e
c u a t r o sig lo s; u n a r e s p u e s t a a la p r e g u n t a d e p o r q u é h u b o
u n a d i s t o r s i ó n d e la f e c r i s t i a n a ; y f i n a l m e n t e la s c o r r i e n t e s
e s p i r i t u a l e s c o n t e m p o r á n e a s d e l c o n t i n e n t e . L a o b r a f u e sui
generis e n s u é p o c a . N o h a b í a n a d a c o m p a r a b l e e n e s p a ñ o l o
e n p o r t u g u é s q u e a b a r c a r a u n c a m p o ta n a m p lio , si b ie n u n a
g e n e r a c i ó n de e s c r ito r e s t r a t a b a el m is m o te m a d e s d e v aria s
p ersp ectiv as: A l b e r t o R e m b a o , e s c r i t o r m e x i c a n o , e n Dis-
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL
49
curso a la Nación Evangélica ( 1 9 4 9 ) ; y e s c r i t o s d e G o n z a l o
B á e z - C a m a r g o , B. F o s t e r S to c k w e ll, S a n te U b e r t o B a rb ie r i,
J o r g e H o w a r d y W. S ta n le y R y c ro ft.
El e s c rito r q u ie n c a p tó el te m a de M ackay en fo rm a m a g is ­
tr a l f u e W . S ta n le y R y c ro f t, u n c o le g a en la o b r a m i s i o n e r a
d e P e r ú . L o s d o s l i b r o s d e R y c r o f t , Sobre este fundamento
( 1 9 4 1 ) y Religión y Fe en América Latina ( 1 9 6 1 ) m e r e c e n u n
lu g a r im p o r ta n te en la l it e r a tu r a c r is tia n a e v a n g é lic a del
co n tin en te.
D e s p u é s d e l a g e n e r a c i ó n d e e s c r i t o r e s d e lo s c u a r e n t a y
lo s c i n c u e n t a v i e n e n lo s a u t o r e s c o n o c i d o s p o r l a c o m u n i d a d
p r o t e s t a n t e de A m é r ic a L a tin a en el d ía de h oy : J o s é M ig u e z
B o n in o , Rubem A lv es, M o rtim e r A rias, O rlan d o C o stas,
E m ilio C a stro , Ju lio de S an ta A n a, J u s to L. G o n zá lez y
R i c h a r d S h au ll. Se v e en el t r a s f o n d o de e sto s e s c r ito r e s u n
análisis de la h is to ria e s p iritu a l de A m é r ic a L a tin a q u e r e ­
f le j a el p e n s a m i e n t o de J u a n A. M a ck a y .
E n r e s u m e n , El Otro Cristo Español f u e f a c t o r c l a v e e n la
l e g i t i m a c i ó n c u l t u r a l y r e l i g i o s a d e la p r e s e n c i a d e l c r i s t i a ­
n i s m o e v a n g é l ic o e n A m é r i c a L a tin a . M a c k a y solía r e f e r ir s e
a la c o n d i c ió n e s p ir i tu a l de A m é r ic a L a t in a c o m o "u n d e ­
sie rto e s p ir i tu a l " . E s ta o b r a d e ja p a r a la c o m u n i d a d e v a n g é ­
lic a l a t i n o a m e r i c a n a u n a h e r e n c i a e s p i r i t u a l y u n d e s a f í o d e
p r e s e n t a r , j u n t o c o n lo s c r i s t i a n o s d e l r e s t o d e l m u n d o , el
m e n s a je se n cillo de " c o n o c e r a C risto " a n te to d o .

JOHN SINCLAIR
D ic i e m b r e de 1988.
CRONOLOGÍA
JUAN A. MACKAY
1889-1983
188 9 N a c e el 17 d e m a y o d e 1 8 8 9 , I n v e r n e s s , E s c o c i a .
1895-1907 E s tu d io s p r i m a r i o s y s e c u n d a r io s en la A c a d e ­
m ia R eal de In v e rn e ss.
1907-1913 E s t u d i o s u n i v e r s i t a r i o s , K in g 's C o lle g e , U n i v e r ­
sid a d de A b e r d e e n .
1913-1915 E s tu d io s te o ló g ic o s, S e m in a rio T e o ló g ic o P r e s ­
b ite ria n o de P rin c e to n , N ew Jersey (E stad o s
U n id o s).
1915 V iaje d e o c h o s e m a n a s p o r S u d a m é r i c a .
1915- 1 9 1 6E s t a d í a e n M a d r i d , e n l a R e s i d e n c i a d e E s t u ­
d ia n te s . E s tu d io s en el C e n tr o de E s tu d io s H i s ­
tó rico s. C o n o c ió a M ig u e l de U n a m u n o .
1916 M a trim o n io con Ja n e Logan W e lls en Inver­
n e s s . O r d e n a c i ó n y l l e g a d a al P e r ú p a r a p r i n c i ­
p ia r la o b r a m is io n e r a .
1916- 1025 S erv icio M is io n e r o en L im a , P e r ú . F u n d ació n
d el C o leg io A n g lo -P e ru a n o . E n s e ñ a n z a en la
U n i v e r s i d a d d e S a n M a r c o s . C o n f e r e n c i s t a e n el
C o n g r e s o E v a n g é lic o de M o n te v id e o en 1925.
1926-1929 S e c re ta rio de O b r a R e lig io sa p a r a A m é ric a L a ­
tin a de la A s o c ia c ió n C r is tia n a d e J ó v e n e s c o n
sede en M o n tev id eo .
1928 O r a d o r e n la C o n f e r e n c i a M is io n e r a M u n d ia l
c e le b ra d a en Je ru sa lé n .
1929- 1 9 3 0A ñ o d e l i c e n c i a e n E s c o c i a y A l e m a n i a . E s t u d i o s
co n K arl B a rth en B o n n d u r a n te el v e ra n o .
1930- 1 9 3 2R e s i d e n c i a en la C iu dad de M é x ico co n ti-
CQ JUAN A. MACKAY

n u a n d o su tr a b a jo c o n la A s o c ia c ió n C r is tia n a
d e J ó v e n e s . P r e p a r a c i ó n d e l l i b r o The OtherSpa-
nish Christ, p u b l i c a d o e n 1 9 3 2 .
1932-1936 S e c r e ta r io p a r a A m é r ic a L a tin a y Á fric a, co n
se d e en N u e v a Y ork.
1936-1959 P re sid en te del S em in a rio T eo ló g ico P re sb ite­
ria n o , P rin c e to n , N ew Jersey.
1937 P a r t i c i p a c i ó n e n la C o n f e r e n c i a de F e y O r d e n ,
O x fo rd (In g la te rra).
1944 F u n d ó la r e v i s t a Theology Today.
1945- 1951 P r e s i d e n t e d e la J u n t a d e M is io n e s.
1946- 1 9 4 8M i e m b r o d el C o m ité P ro v is io n a l d el C o n sejo
M u n d ia l de Ig lesias.
1947- 1 9 5 7P r e s i d e n t e d e l C o n c i l i o M i s i o n e r o M u n d i a l .
1953- 1954 M o d e r a d o r de la A s a m b le a G e n e ra l.
1954- 1 9 5 9P r e s i d e n t e d e la A lia n z a P r e s b i t e r i a n a M u n d ia l.
1959-1983 A ñ o s de ju b ila c ió n , resid e n cia en C hevy C hase,
M a ry la n d , N ew Jersey. E n esto s añ o s M ack ay
sirv ió c o m o c o n f e r e n c is ta , a s e s o r, " e s ta d is ta de
la ig le sia " h a s t a su m u e r t e , el 9 d e j u n i o de 1983.
A M A N E R A DE P R O L O G O *

Sorprendió en una ocasión a su auditorio el autor de


este libro, declarando que en sus venas no corre una sola
gota de sangre anglosajona. Y luego explicó que su origen
escocés lo identifica, en realidad, con los celtas, los celtí­
beros y los iberos, por lo cual, si de raza se trata, cree
encontrarse más próximo a nosotros los iberoamericanos,
que a los sajones v los anglos del Reino Unido.
Fuere como fuere, no ha sido para el autor cuestión de
raza el haberse interesado desde muy ioven en la vida y
problemas de España, Portugal y los pueblos americanos
que de aquéllos descienden. No es exagerado decir que
quizá con la sola excepción de W a ld o Frank, no hav otro
pensador de habla inglesa que haya estudiado v com pren­
dido más a fondo los problemas espirituales del mundo
de habla española y portuguesa.
Y aun esto de llamarle pensador "de habla inglesa"
sólo puede referirse a su habla de origen. Pues Juan A.
Mackay ha llegado a poseer el castellano con tal maestría,
que difícilmente podría decidirse cuál de los dos idiomas
maneja con más naturalidad, propiedad v elegancia. Sus
conferencias, tanto en castellano como en inglés, además
de la profundidad y claridad de sus pensam ientos, son
toda una cátedra del buen decir.
Sus estudios en M adrid y Lima, v su larga perm anen­
cia en países iberoamericanos, especialmente en Perú y
México, le han permitido una auscultación sagaz y a la
vez llena de hum ana simpatía, de la vida y cultura de
nuestros pueblos, que ha procurado interpretar a sus p ú ­
blicos de Gran Bretaña y los E stados Unidos. El presente
libro es considerado como un clásico en lengua inglesa
sobre la historia y panoram a espirituales de España y la
América Española.

* D e la p r i m e r a e d ic ió n e n e s p a ñ o l.
54 JUAN A. MACKAY

El tema no podía ser más fascinador. Con la más alta


apreciación de sus valores genuinam ente cristianos, M ac-
kay sondea la riquísima tradición religiosa española' e
iberoamericana, y va discerniendo las huellas luminosas
—más aún, el cálido palpitar de vida y presencia— de un
Cristo que las convenciones, los ritos y los juegos
de la política, han m antenido soterrado: el Cristo de los
Evangelios, en el que creyeron y al que amaron e n trañ a­
blemente los grandes místicos del Siglo de O ro y los
grandes santos laicos de nuestros días •— como Unam uno
y don Francisco Giner— ; el "O tro Cristo Español".
En el pensamiento de M ackay, la gran renovación
religiosa que E spaña e Iberoamérica esperan y urg en te­
mente necesitan, consistiría, esencialmente, en rescatar de
su sepulcro de tierra a este "O tro C risto" que es el Cristo
verdadero y al que en sus mejores y más iluminados
momentos de intuición espiritual, el alma hispánica se
abrazó, abrasándose en El su más íntima entraña. Eco,
este de la voz de M ackay, de la de su gran m aestro U n a ­
muno, que en su prefacio a la "V ida de Don Quijote y
Sancho", convocaba a una cruzada espiritual para ir a
rescatar a Cristo de su moderno sepulcro.
Interesante es, en la proyección del pensam iento del
autor, el papel esencial que el protestantism o desem pe­
ñaría en esta gran renovación ibérica e iberoamericana:
sería, en última instancia, no el trasplante de una forma
exótica de religiosidad, sino contacto suscitador, golpe
de azada para despejar de escombros v extrañas vegeta­
ciones el camino que conduce a los pies del Cristo de los
Evangelios, que siendo C risto universal es también, v por
ello mismo, Cristo español. Así se plantarían las semillas
y se abonaría el terreno para una propia, íntima y vasta
reformación religiosa, acorde con la índole del alma hispá­
nica, cuyo hecho fundamental sería el redescubrimiento del
"otro Cristo español", el Cristo que habiendo sido carne
de nuestra carne, es V ida, Espíritu v V erdad.
Lo cierto es que esa reformación — que ha de ser un
renovar de vida.— ya tarda mucho. Cuando el autor escri­
bió este libro, España acababa de levantarse de su p a rá ­
lisis de siglos y echaba a andar por nuevas rutas espiri­
tuales. Entonces parecía inminente la gran renovación. Y
en América, los pueblos parecían prontos a sacudirse el
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 55

estupor secular que las inquietudes de nuestra vida in­


dependiente no acababan de desterrar. Al aparecer la
presente edición castellana, la reacción que se asentó en
España, y que un complejo de circunstancias históricas
recientes ha contribuido a suscitar en Am érica también,
parece alejar cada día más el horizonte en que "Dios
amanecerá ' — que decíase en el Quijote— para Ibero­
américa y las naciones que le dieron vida.
A la luz — o mejor dicho, a la sombra— de esta situa­
ción, el entusiasmo y esperanzas del autor podrían parecer
demasiado optim istas. Pero hay, sin ejnbargo, en su
mensaje, un optimismo esencial que perm anece en medio
de todos los cambios, por adversos que parezcan. Es el
optimismo que se funda en la fe. La fe en el Cristo u n i­
versal y español, que no ha muerto nunca sin resurrección.
El Cristo que, no importa cuan pesada sea la losa que
cubre su tumba, la tumba que han querido sellar sobre él
los escribas, fariseos y pretorianos de todos los tiempos,
no puede morir para siempre v acaba por levantarse de
entre los muertos, a la gloria de Dios v para vida de los
hombres.
Algún día — ¿próximo? ¿remoto?— Cristo resucitará
también para los pueblos de tronco ibérico e indio. Y
entonces nada ni nadie podrá volverlo a su sepulcro de
siglos. C orrerá por las vértebras de nuestra Am érica el
sagrado estremecimiento de los primeros tiempos del cris­
tianismo, cuando el mensaje transform ador era: "¡C risto
vive! ¡Cristo ha resucitado!" El cristo de tierra, el cristo
muerto, el cristo fetiche, dejará todo el sitio al Cristo
Vivo, al Señor de la muerte y de la vida, al Cristo español,
americano y universal, al verdadero y único Cristo.
Hacia el punto del horizonte por donde habrá de e s ­
plender esa nueva m añana de la Resurrección, señalan,
como índices proféticos, las páginas de este libro.
G. B Á E Z -C A M A R G O
P R E F A C I O

A LA PRIMERA EDICIÓN EN INGLES

A u n q u e el te m a p r in c ip a l de e s te lib ro es H i s p a n o a m é ­
r i c a , q u i e n q u i e r a e n t e n d e r la h i s t o r i a y p r o b l e m a s e s p i r i ­
t u a l e s d e lo s p a í s e s h i s p a n o a m e r i c a n a s d e b e p r i m e r a m e n t e
v o lv e r su s p e n s a m i e n to s a la tie r r a ib é ric a en q u e n a c i e ­
r o n s u s c o n q u i s t a d o r e s . E l a p r e c i a r d e b i d a m e n t e la p e r e ­
g rin a c ió n e s p iritu a l de este c o n tin e n te , d e p e n d e de que
se c o n o z c a n las f u e r z a s p s íq u i c a s que, e m a n a n d o d e E s ­
p a ñ a y P o r t u g a l , h a n f o r j a d o la v i d a v la h i s t o r i a t o d a s
d e lo s p a í s e s q u e lo c o m p o n e n d e s d e l o s t i e m p o s d e la
C o n q u ista h a s ta hoy.
L a c a í d a d e la M o n a r q u í a E s p a ñ o l a , v l a s u b s e c u e n t e
t r a n s f o r m a c i ó n d e u n p a í s al c u a l c o r r e s p o n d e el h o n o r d e
h a b e r d a d o a la h i s t o r i a el p r i m e r g r a n E s t a d o m o d e r n o ,
h a n d e s p e r t a d o u n n u e v o i n t e r é s e n E s p a ñ a y lo e s p a ñ o l .
L a R e v o l u c i ó n d e a b r i l d e 1 9 3 1 , a u n c u a n d o f o r t a l e c í a lo s
v ín c u lo s e s p ir itu a le s q u e u n e n a la m a d r e p a t r i a p e n i n ­
su la r con sus a n tig u a s co lo n ias de A m é ric a , o to rg ó a E s ­
p a ñ a u n títu lo g e n u in o a fo rm a r p a r te del n u e v o m u n d o
h i s p á n i c o , d e l c u a l p u e d e d e c i r s e , s in e x a g e r a c i ó n n i m a l e ­
v o le n cia , que es "u n r o s a rio de c r á te r e s en a c tiv id a d ."
P a r te de esta a c tiv id a d v o lc á n ic a b ro ta de co n d ic io n e s
s o c io ló g ic a s h e r e d a d a s q u e la h a c e n in e v ita b le ; o tr a p a r te ,
sin e m b a r g o , y q u e v a e n a u m e n t o , e s e x p r e s i ó n d e e s e
c o n flicto de id e a s qu e ta n tr á g i c a m e n te d iv id e la o p in ió n
m o d e r n a c o n r e s p e c t o a la f o r m a q u e d e b e a s u m i r u n
v e r d a d e r o o r d e n s o c ia l . E n e l m u n d o d e l m a ñ a n a , q u e
se e n c u e n t r a m á s a l l á d e l a p o l v a r e d a y e s t r é p i t o d e la
a c t u a l c r i s i s d e la s o c i e d a d , l o s p a í s e s q u e f o r m a n e l g r u p o
h isp á n ic o de n a c io n e s o c u p a rá n , p o r ra z o n e s m ú ltip le s,
u n lu g a r ú n ic o e n la a r e n a in te r n a c i o n a l. Su s itu a c ió n del
m o m e n to r e c u e r d a la a n t ig u a v is ió n del P r o f e t a de A n a -
t h o t h , c u a n d o v i o e n el d e s i e r t o d e J u d e a f l o r e c e r u n a l -
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 57

m e n d r o y m u y c e r c a d e él u n c a l d e r o h i r v í e n t e . E s e v i d e n t e
q u e se a c e r c a u n a n u e v a p r i m a v e r a , p e r o ¿ q u i é n s e a v e n ­
t u r a r í a a p r e d e c i r si l a s b r i s a s p r i m a v e r a l e s d e D i o s t r a e ­
r á n p r i m e r o , al o r e a r l a s p a m p a s y l a s s i e r r a s , el a r o m a
d e lo s a l m e n d r o s e n f l o r o la e s p u m a d e l c a l d e r o e n q u e se
e n g e n d r a n la s t e m p e s t a d e s ?
E s t e l i b r o se l i m i t a a t r a t a r d e u n s ó lo a s p e c t o d e la
v i d a y p e n s a m i e n t o d e lo s p a í s e s a q u e e s t á d e d i c a d o , a
s a b e r , e l a s p e c t o r e l i g i o s o ; p e r o se e s f u e r z a p o r t r a t a r l o
de la m a n e r a m á s c o m p le ta p o s ib le . S u p r o p ó s ito es o fre c e r
u n a i n t r o d u c c i ó n g e n e r a l al e s t u d i o d e l p r o b l e m a d e l m u n ­
do h isp á n ic o que to d o s a d m ite n q ue es su p ro b le m a ca p ita l.
N o o b s t a n t e , n o se t r a t a e n e s t e l i b r o , p o r r e f e r e n c i a
d irec ta, d e to d o el m u n d o h is p á n ic o . E n n u e s tr o c u a d r o no
e n tr a n diez n a c io n e s h ija s de E s p a ñ a q u e se e n c u e n t r a n
al n o r t e d e l I s t m o d e P a n a m á . S in e m b a r g o , el e x c l u i r l a s
n o a l t e r a e n e s e n c i a el c a r á c t e r r e p r e s e n t a t i v o d e l e s t u d i o
em p re n d id o en estas p á g in a s, en v irtu d de que d ic h as
n a c i o n e s r e p r o d u c e n e n g e n e r a l lo s m i s m o s r a s g o s v t e n ­
d e n c i a s e s p i r i t u a l e s d e s u s h e r m a n a s l a s n a c i o n e s d e l su r.
P o r o tr a p a rte , el in c lu irla s n o s o b lig a ría a t r a t a r de M é ­
x ic o , y d e b i d o a la s l u c h a s r e l i g i o s a s q u e h a n v e n i d o t e ­
n ie n d o lu g a r en este p aís, y que d a n o rig e n a n u m e ro s o s
r a s g o s o r i g i n a l e s , a l g u n o s d e lo s c u a l e s j a m á s se d a r á n
q u i z á e n la m a v o r í a d e lo s p a í s e s h i s p á n i c o s , s ó lo p u e d e
tr a ta r s e a d e c u a d a m e n te de M é x ic o d e d ic á n d o le un e stu d io
especial.
Se o b se rv a rá , a d e m á s, que co n c ed e m o s m ás a ten c ió n
a E s p a ñ a v l a s t i e r r a s s u d a m e r i c a n a s p o r e l la c o l o n i z a d a s ,
q u e a P o r t u g a l y su g r a n v a s t a g o , la m o d e r n a R e p ú b lic a
del B ra s il. L a r a z ó n p o r la c u a l t r a t a m o s d el a lm a ib é ric a
c o m o f u n d a m e n t a l m e n t e e s p a ñ o l a , e s q u e e n lo s t i e m p o s
de o ro de la h is to ria p e n in s u la r, P o r t u g a l n o e ra m á s que
u n a " v a r i a n t e " d e E s p a ñ a , t a n e s p i r i t u a l m e n t e a f ín al p a í s
m a y o r c o m o h o y lo s o n C a t a l u ñ a y e l P a í s V a s c o . E n
cu a n to a ese país, ta n e x tra o rd in a rio te rrito ria l y e s p iri­
t u a l m e n t e , q u e e s el B r a s i l , e l a u t o r e s p e r a q u e a l g u i e n
que e sté c o m p le t a m e n te c o m p e n e tr a d o de su e s p íritu , v id a
y lite r a tu r a , d a r á e x p r e s ió n en u n f u tu ro no le ja n o a las
c u e s tio n e s re lig io s a s c o n q u e d ic h o p a ís se e n f r e n ta , e n u n a
f o r m a p a r a la c u a l q u i e n e s t o e s c r i b e n o se c o n s i d e r a
c a p a z , d e b i d o a la l i m i t a c i ó n q u e le i m p o n e el h e c h o d e
58 JU A N A. MAGKAY

haber estado relacionado casi exclusivamente con las r e ­


públicas de habla española del continente.
Lo que aquí ofrecemos al lector es un primer intento
de tratar en conjunto del problema religioso de esas n a ­
ciones: Las voces interpretativas a que el autor presta
atención en estas páginas son casi por completo p erten e­
cientes a figuras representativas de sus respectivos países,
y no pocas de ellas gozan de reputación internacional en
el mundo de habla española. U na de ellas, M iguel de
Unam uno, figura entre las escasas voces proféticas de
nuestros días, y el número de sus lectores angloparlantes
aumenta cada día merced a las traducciones de sus libros
al inglés; pero la m avoría de los otros autores que citamos
aquí son todavía poco conocidos para el m undo anglo­
sajón.
El concepto que el título de este libro encierra, hace
surgir desde luego la cuestión de si no hay tam bién otro
Cristo británicoamericano que espera ser redescubierto.
Pues si E spaña recibió en el siglo xvi una visión religiosa
que no quiso o no se le permitió seguir, la religión britá-
nicoamericana ha m ostrado, en tiempos recientes, la te n ­
dencia a perder la visión espiritual que el siglo xvi legó
al cristianismo evangélico. Un cierto núm ero de figuras
románticas que llevan cada una el nombre de Cristo y en
que se encarnan los ideales particulares de sus varios
grupos de adm iradores, han suplantado al Cristo v e rd a ­
dero. En realidad tanto el mundo anglosajón como el
mundo hispánico están abrum ados por una necesidad
común: "conocer" a Cristo, "conocerlo" para la vida y el
pensamiento, "conocerlo" en Dios ya Dios en El. Pablo
de Tarso, el más] grande "C ristóforo" y "C ristólogo" de
la historia, es decir, el supremo portador e intérprete de
Cristo en la era cristiana, ocupa el terreno común que
hispánicos y anglosajones tenemos que pisar juntos. A
llegar a ese punto nos ayudarán, tanto a unos como a
otros, una gran sucesión de guías que va desde U nam uno,
Barth, Kierkegaard y Tuan W esley, pasando por Fray
Luis de León, M artín Lutero y San A gustín, el obispo
de Hipona. La salvación de unos y otros depende de que
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 59

reconozcamos el hecho de que el cristianismo es por com ­


pleto algo diferente de lo que comúnmente usurpa ese
nombre.

Juan A. Mackay

M é x ic o , D . F ., 14 d e a b ril de 1932, p r i­
m e r a n iv e rs a rio de la R e p ú b lic a E s p a ñ o la

N O T A D E L T R A D U C T O R : E n u n o s c u a n to s c a s o s, e n q u e le fue
im p o sib le al tr a d u c to r lo c a liz a r y c ita r d ir e c ta m e n te la fu e n te o rig in a l
d e lo s p a s a je s d e e sc rito re s e sp a ñ o le s e ib e ro a m e ric a n o s in c lu id o s e n
e ste lib ro , fue m e n e s te r tr a d u c ir lo s d e la c ita e n in g lé s. E s ta r e tr a ­
d u c c ió n , q u e hace que la c ita y a no r e s u lte te x tu a l, no va e n tr e ­
c o m illa d a .
PRIMERA PARTE

IBERIA Y LA EPOPEYA CATÓLICA EN


SUDAMERICA
CAPITU L O I

EL ALM A IB É R IC A

" E l Á fr ic a e m p ie z a e n lo s P i r i n e o s " . E s t a f ra s e de
u n fa m o s o e s c rito r f ra n c é s ja m á s h a sid o r e b a t i d a s e r i a ­
m e n te p o r la v e c in a s u r ia n a d e F r a n c ia . Y h a y d is t in ­
g u id o s e s p a ñ o le s c o n t e m p o r á n e o s q u e a u n se s ie n te n
u f a n o s d e lo q u e e s a f r a s e i m p l i c a . A l s u r d e l a b a r r e r a
de m o n ta ñ a s q u e s e p a r a la P e n ín s u l a I b é r ic a d el r e s to de
E u r o p a lo s p a n o r a m a s c a r a c t e r í s t i c o s s o n a f r i c a n o s . T a m ­
b i é n l o s h a b i t a n t e s d e e s t a r e g i ó n , e s p e c i a l m e n t e d e la
m a y o r y m á s i m p o r t a n t e p a r t e de e lla q u e se lla m a E s p a ñ a ,
p e r t e n e c e n é t n i c a v e s p i r i t u a l m e n t e al c o n t i n e n t e a f r i c a n o
m á s b i e n q u e al e u r o p e o , c a s i d e l a m i s m a m a n e r a q u e
R u s i a p e r t e n e c e a A s i a . S e g ú n m u c h o s a n t r o p ó l o g o s , el
e s p a ñ o l e s "el p r i m o g é n i t o d e l a n t i g u o a f r i c a n o ' d e l n o r t e ,
que a h o ra es c o n s id e ra d o g e n e ra lm e n te com o p ro g e n ito r
d e l e l e m e n t o p r i n c i p a l y m á s n u m e r o s o d e la p o b l a c i ó n d e
E u r o p a " . 1 E n te jid o de su a lm a, q u e es la e x p r e s ió n m á s
p e r f e c t a q u e s e h a d a d o e n l a h i s t o r i a d e lo h u m a n a m e n t e
p r i m i t i v o v sin c o m p l i c a c i o n e s , lo s h i l o s f u n d a m e n t a l e s
no son cé ltic o s o fen ic io s, r o m a n o s o g o d o s , sin o ib e ro s , y
p o r lo ta n to a fric a n o s . D o n M i g u e l de U n a m u n o , el m á s
e s p a ñ o l d e lo s e s p a ñ o l e s , se g l o r i a b a d e l p a r e n t e s c o d e s u s
a n t e p a s a d o s v a s c o s c o n lo s b e r b e r i s c o s o c a b i l a s d e l M o n ­
te A tla s .
L a i n v a s i ó n m o r i s c a , a la q u e s i g u i e r o n o c h o s i g l o s d e
l u c h a d e f e n s i v a , e n e l c u r s o d e la c u a l s e t r a s m i t i ó al
d e f e n s o r c r i s t i a n o el a l m a i s l á m i c a d e l i n v a s o r , h i z o a
E s p a ñ a to d a v ía m á s a fric a n a , v así fue d o s v e c e s v e r d a d
q u e E s p a ñ a f u e el d o n d e l c i n t u r ó n m a r í t i m o d e N o r á f r i c a
a E u r o p a . E s a f u e l a m i s m a f a j a c o s t e r a q u e e n lo s p r i m e -

1 The Spirit o f Spain (E l e s p íritu d e E s p a ñ a ) , G . H a v e lo c k E llis ,


p ág . 29.
64 JUAN A. MACKAY

r o s s i g l o s d e la e r a c r i s t i a n a d i o a E u r o p a l a s g r a n d e s
fig u ra s de S an A g u s tín y T e rtu lia n o . G u a r d é m o n o s de
d e s p re c ia r a Á frica co m o m a d re de ra z a s. "E l C o n tin e n te
N e g r o — d ic e el c o n d e de K e y s e r l in g — p o s e e m á s p o te n c ia
c r e a d o r a q u e c u a l q u i e r o t r o d e l m u n d o . T o d o lo q u e t i e n e
su o rig e n en Á fric a , sig u e sie n d o s ie m p re a f r ic a n o en
m e n t e y e s p í r i t u " . 2 A l e s p a ñ o l se le h a l l a m a d o e l e t e r n o
a f r i c a n o , v p o r s u m e d i a c i ó n se i m p r i m i ó p a r a s i e m p r e e n
la s p a m p a s y s ie rr a s de la A m é r ic a H i s p a n a el sello i n d e ­
leb le del Á fric a.
¿ C u á le s fu e ro n la s g r a n d e s c a r a c t e r ís ti c a s de es e g r a n
p u e b lo qu e c o n v irtió la A m é r ic a d el S u r en u n a p r o y e c c ió n
de Ib eria?

a) Intensa Individualidad

L a p r i n c i p a l c a r a c t e r í s t i c a d e l a r a z a i b é r i c a , h a s i d o la
in d iv id u a lid a d ú n ica, lla n a y prim itiv a. E l v e r d a d e r o ib ero
es la q u in ta e s e n c ia d el h o m b r e n a t u r a l, d e l h o m b r e e n a ­
m o r a d o p r im e r o y a n te to d o dt la v id a . E s u n h u m a n is ta ,
p e r o el s u y o e s u n h u m a n i s m o suigeneris. " S o y d e c a r n e
sov de ca rn e, no p in ta d o " , escu c h ó u n a vez U n a m u n o
d ec ir a u n m u c h a c h o m u s ita n d o , m ie n tr a s p in t a b a fig u ra s
h u m a n as en un m a n te l.3 Y estas p a la b ra s e x p re sa n un
s e n t i m i e n t o f a v o r i t o d e l g r a n p e n s a d o r e s p a ñ o l q u e se c o n ­
s i d e r a b a a sí m i s m o c o m o l a e n c a r n a c i ó n g e n u i n a d e su
raz a. P a l a b r a s qu e so n sím b o lo de la v e r d a d de qu e
E s p a ñ a es p r im a r ia v te n a z m e n t e de c a r n e y de tie rra . Su
m ás p ro fu n d a a sp ira ció n es ser c a rn e y v iv ir u n a e x i s te n ­
c i a p l e n a , c o n c r e t a y c a r n a l m á s b i e n q u e la v i d a s u b l i m a d a
del esp íritu .
T a n v ig o r o s a es la i n d iv i d u a li d a d de u n e s p a ñ o l g e ­
n u i n o , q u e é s t e se c o n s i d e r a c o m o i g u a l , p o r n a c i m i e n t o , a
to d o s y c a d a u n o de lo s d e m á s h o m b r e s . L a a n t i g u a f o r m a
de g o b ie rn o en E s p a ñ a era u n a esp ec ie de "c e sa rism o
d em o crático ". D el p a s a d o rem o to h a n U eqado h a s ta n o s ­
o tro s c ierto n ú m e ro de fra se s c lá s ic a s q u e e x p r e s a n de
a d m ira b le m a n e ra ese o rg u llo a r r o g a n te y ese se n tid o
in n a to de ig u a ld a d que ta n g e n u in a m e n te c a ra c te riz a n a

2 Diario de un Filósofo, V ol. I, p á g . 2 3 d e la ed. in g le sa .


3 El niño se creía sin testigos.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 65
la r a z a ib érica. " C a d a u n o de n o s o t r o s v a le t a n t o co m o
V o s , y t o d o s j u n t o s v a l e m o s m á s q u e V o s " , d i j e r o n a su
m o n a rc a un g ru p o de a n tig u o s n o b le s esp añ o le s. " T a n
c a b a l l e r o s s o m o s c o m o el r e y , s ó l o q u e c o n m e n o s d i n e r o
q u e él", es u n a e x p re sió n , ig u a lm e n te lu m in o sa, de ese
se n tid o esp añ o l p rim itiv o de ig u a ld a d . D ic h o tra d ic io n a l
de C a ta lu ñ a , re g ió n que con t a n ta in siste n c ia h a d e m a n ­
d a d o su a u t o n o m ía de E s p a ñ a , es é s te : " T o d o c a t a l á n tie n e
d e n t r o d e él u n r e y . " E n el f o n d o d e s u a l m a , t o d o v e r d a ­
d e r o h ijo d e I b e r i a se s i e n t e r e y , u n h o m b r e a p a r t e , u n
s e r d i v i n a m e n t e e s c o g i d o p a r a u n a m i s i ó n . P o r e l lo e s q u e
el m á s h u m i l d e c a m p e s i n o d e la P e n í n s u l a t r a t a a s u s
s u p e r i o r e s s o c i a l e s c o n la m a y o r y m e n o s c e r e m o n i o s a
n a t u r a lid a d . N o h a y e n su a c tit u d n a d a de servil n i de
r a s t r e r o . 4*
P o r eso es que no n o s c a u sa so rp re sa h a lla r que, h i s t ó ­
r ic a m e n te , E s p a ñ a h a sido m a d r e , n o de id e a s , q u e p e r t e ­
n e c e n al e s p í r i t u , s i n o d e h o m b r e s , d e h o m b r e s o r g u l l o s o s
y s a n g u ín e o s . M u c h a s de las o b r a s m a e s t r a s de V e lá z q u e z ,
el m á s q r a n d e de lo s p i n t o r e s e s p a ñ o le s , so n r e t r a t o s de
h o m b r e s , c a d a u n o d e lo s c u a l e s o c u p a p o r sí s o lo u n
l i e n z o e n o r m e . L a s a r t e s d e la e s c u l t u r a y la a r q u i t e c t u r a
en que E s p a ñ a h a so b resa lid o ta n to , son e s e n c ia lm e n te
arte s m a sc u lin a s. A u n la se rá fica S a n ta T e r e s a escrib ía
e n u n a d e s u s c a r t a s , q u e q u e r í a q u e s u s m o n j a s d e su
o r d e n fu e ra n , n o m u je r e s , sino " h o m b r e s f u e r te s " , y b a s ­
ta n te v irile s p a r a " e s p a n t a r a lo s h o m b r e s " .
E n t r e lo s g r a n d e s h o m b r e s d e l a E s p a ñ a p r i m i t i v a
d e s c u e l l a S é n e c a el e s t o i c o , a l m a g e n u i n a m e n t e c a s t e l l a n a .
S u i d e a r i o , ta l c o m o lo c o n d e n s a Á n g e l G a n i v e t , p e n e ­
t r a n t e e s t u d i o s o d e l g e n i o p e c u l i a r d e s u r a z a , e s la m á s
a d m ira b le e x p re s ió n del e s p íritu e s p a ñ o l tr a d ic io n a l. " N o
te d ejes v e n c e r — h a c e d e c ir G a n iv e t a S é n e c a — p o r n a d a
e x tr a ñ o a tu e s p íritu ; p ie n s a , en m e d io de lo s a c c id e n te s
d e l a v i d a , q u e t i e n e s d e n t r o d e ti u n a f u e r z a m a d r e , a l g o
f u e r t e e i n d e s t r u c t i b l e , c o m o eje d i a m a n t i n o , a l r e d e d o r d e l
c u a l q i r a n lo s h e c h o s m e z q u i n o s q u e f o r m a n l a t r a m a d e l
d i a r i o v i v i r ; y s e a n c u a l e s f u e r e n lo s s u c e s o s q u e s o b r e
ti c a i g a n , s e a n d e lo s q u e l l a m a m o s p r ó s p e r o s , o d e lo s

4 K e y se rlin g r e la ta , e n el c a p ítu lo d e d ic a d o a E s p a ñ a e n su lib ro


Europa, una experiencia que ilustra perfectamente este rasgo.
66 JUAN A. MACKAY

que llamamos adversos, o de los que parecen envilecernos


con su' contacto, m antente de tal modo firme y erguido,
que al menos se pueda decir de ti que eres un hom bre".
El supremo ideal de hombre en la edad de oro de la
historia española era el soldado. H asta los sacerdotes,
frailes v monjas de ese período tenían el corazón y el
talante de hombres sobre las armas. Bien se ha llamado
a los grandes místicos españoles "caballeros a lo divino."
Este ideal militar, que es la forma más natural de expresar
una individualidad primitiva y enérgica, sirvió de instru­
mento a la altiva voluntad de España y se convirtió en el
celoso guardián de su honor. El país, como lo hace notar
Jorge Borrow,6 no es fanático por naturaleza. Pero es,
en cambio, terrible v fatalmente orgulloso, v siempre ha
tenido en más su honor que su vida. No fue, sostiene
Borrow, un fanatismo nativo, sino su orgulloso sentido
del honor, lo que en un tiempo convirtió a E spaña en
carnicera religiosa y la hizo dilapidar su preciosa sangre
y sus riquezas en las guerras de Flandes. Como hija
selecta y privilegiada de la Roma Papal, se ha sentido
obligada a dem ostrar que es digna de tan gran distinción.
"M uera yo, pero sálvese mi honor", es un significativo
lema español.
La intensa individualidad del carácter español forma
una especie de universal primitivo. Es una unidad sin
diferencia, en la cual, como en la gran literatura que ha
nacido de ella, no hay medios tonos. Es un extremo o es
otro. Todo es plena luz del sol o noche sin estrellas, sin
luces crepusculares. El español es incapaz de la ironía, ese
delicado matiz en que es m aestro eximio el francés. Forja
semidioses con la alabanza y demonios con la execración.
Por la misma ley de polaridad van siempre juntos Don
Quijote y Sancho Panza por los caminos de la vida, y no
es raro que el caminante español se convierta alternada­
mente en uno y en otro.
Los más notables personajes que la literatura y el arte
españoles idealizan son españoles hasta la médula. C om pá­
rense, por ejemplo, los personajes de Shakespeare con los
de Calderón de la Barca, el más genuinam ente español de

6 Idearium Español, E d . E s p a s a -C a lp e , A rg ., p á g . 8.
6 La Biblia en España, P re fa c io .
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 67

lo s d r a m a t u r g o s p e n i n s u l a r e s , o l a M a d o n a d e R a f a e l c o n
la V ir g e n de M u r illo . E l in g lé s S h a k e s p e a r e c r e a fig u ra s
h u m a n a s u n iv e rs a le s ; el e s p a ñ o l C a ld e r ó n , p e r s o n a je s en
q u ie n e s se e n c a r n a n r a s g o s p u r a m e n t e n a c io n a le s . E l i t a ­
lian o R a fa e l p in ta M a d o n a s ta n id e a lm e n te h u m a n a s que
de ellas d e s a p a r e c e p o r c o m p le to to d a tr a z a de r a z a o
n a c i o n a l i d a d ; e l e s p a ñ o l M u r i l l o p i n t a V í r g e n e s c o n el
ro stro de h e rm o sa s d o n c e lla s a n d a lu z a s .
E s ta in g e n u a v c o n s ta n te afirm a ció n p ro p ia co n d u c e
i n e v i t a b l e m e n t e al i n d i v i d u a l i s m o , e h i s t ó r i c a m e n t e e l c a ­
r á c t e r e s p a ñ o l es la s u b lim a c ió n de e s a c u a lid a d . Se m a n i ­
fiesta, p o r p r in c ip io de c u e n ta s , e n u n in s a c ia b le im p u ls o
de a d q u is ic ió n v e n la f a lta de in s t in to so cial. E l h o m b r e
se c o n v i e r t e i m p e r a t i v a m e n t e e n p o s e e d o r . L a c o d i c i a d e l
b o tín d e s e m p e ñ ó n o p e q u e ñ o p a p e l e n las c a m p a ñ a s del
C id v del D u q u e de A lb a, y, p o r su p u e sto , se g ú n v e re m o s
d e s p u é s , e n l a c o n q u i s t a d e l N u e v o M u n d o . P e r o si se
c o d i c i a b a n l a s r i q u e z a s y l a s p o s e s i o n e s no< e r a p a r a a c u ­
m u l a r l a s a v a r a m e n t e , s in o p a r a d e s p i l f a r r a r l a s c o n l a r ­
g u e z a ; n o se a m b ic i o n a b a n co m o i n s t r u m e n t o s de tr a b a jo
s in o c o m o m e d i o p a r a e m a n c i p a r s e d e l a n e c e s i d a d d e
t r a b a j a r , e s d e c i r , c o m o i n s t r u m e n t o p a r a o b t e n e r la l i b e r ­
tad , u n a lib e rta d a n á r q u ic a y c a b a lle re s c a . P a r a u n c a b a ­
l le r o e s p a ñ o l , t r a b a j a r e r a v e r g ü e n z a , m e n d i g a r n o . " C r i ­
m e n e s e l n a c e r p o b r e " , d i c e u n o d e lo s p e r s o n a j e s d e
T ir s o de M o lin a . E l m u n d ia lm e n te fam o so cien tífico e s p a ­
ñ o l , R a m ó n v C a j a l , d e c í a : " E l i d e a l d e t o d o e s p a ñ o l es
o b te n er u n a p en sió n , d e s p u é s de u n o s c u a n to s a ñ o s de
t r a b a j a r , y , si e s p o s i b l e , a u n a n t e s d e t r a b a j a r . " A d e m á s ,
si se p u e d e a l c a n z a r l a i n d e p e n d e n c i a p e r s o n a l p o r l a e s ­
p l e n d i d e z d e l E s t a d o o p o r u n g o l p e d e s u e r t e a la L o t e r í a
N a c i o n a l , , ¿ p a r a q u é b u s c a r l a s o l a m e n t e p o r el t r a b a j o ?
L a f a l t a d e i n s t i n t o s o c i a l d e l e s p a ñ o l e s o t r o d e lo s
f a t a l e s d e r i v a d o s d e e s t e s u i n d i v i d u a l i s m o e x t r e m o . Si el
i n s t i n t o s o c i a l s i g n i f i c a r a ú n i c a m e n t e el g u s t o d e e s t a r e n
c o m p a ñ í a , d e h a c e r l i b r e t e r t u l i a e n l a c a s a o e n el c a f é
c o n lo s a m i g o s , d i s c u t i e n d o lo s p r o b l e m a s d e l u n i v e r s o ,
t e n d r í a q u e c o n s i d e r a r s e al e s p a ñ o l c o m o e l s e r m á s s o ­
c i a b l e d e l a t i e r r a . P e r o e n el m o m e n t o e n q u e l a c á l i d a
e s p o n t a n e i d a d d e l a s o c i a b i l i d a d se c o n v i e r t e e n l a s f r í a s
y r í g i d a s l i m i t a c i o n e s q u e i m p o n e el u n i r s e e n u n a e m p r e s a
68 JUAN A. MACKAY

c o m ú n , se h a c e s e n t i r i n m e d i a t a m e n t e la p r e s e n c i a d e l
in d iv id u alism o e sp añ o l. E s a r e p u g n a n c ia in n a ta a m a n t e ­
n e rse ju n to s p o r o b lig a ció n o p o r c o n s e n tim ie n to m u tu o
s i r v e d e b a s e al p r o b l e m a d e l r e g i o n a l i s m o e s p a ñ o l y h a
e s to rb a d o sie m p re el b u e n é x ito de e m p r e s a s c o le c tiv a s
d irig id a s p o r esp añ o le s.
N in g ú n p rin cip io ra c io n a l, de in te ré s p ro p io , h a lo g r a d o
j a m á s s u p e r a r ese in n a to in d iv id u a lis m o de la n a t u r a l e z a
e s p a ñ o l a . S ó lo u n a g r a n p a s i ó n h a l o g r a d o t a l c o s a ; p a s i ó n
p o r el E s t a d o o p a s i ó n p o r la I g l e s i a . P e r o e n a m b o s c a s o s
la m a n if e s ta c ió n de e s ta p a s ió n a ltr u is ta h a e x h ib id o u n a
c u a lid a d p e c u lia r m e n te e s p a ñ o la en q u e r e a p a r e c e el v iejo
in d iv id u alism o . H a b la n d o del p a trio tis m o de io s e s p a ñ o le s ,
M a d a r i a g a h a c e la s ig u ie n te o b s e r v a c ió n : "E l e sp añ o l,
p u e s , s i e n t e el p a t r i o t i s m o c o m o e l a m o r , e n f o r m a d e
p a s i ó n q u e a b s o r b e el o b j e t o ( l a p a t r i a , la a m a d a ) , y lo
a s i m i l a , e s d e c i r , lo h a c e s u y o . N o p e r t e n e c e a s u p a í s : es
s u p a í s el q u e le p e r t e n e c e " . 7 L a p a s i ó n d e lo s e s p a ñ o l e s
p o r la I g l e s i a o f r e c e la m i s m a c a r a c t e r í s t i c a . L a I q l e s i a
f u e a b s o r b i d a y s u s d e s t i n o s se c o n v i r t i e r o n e n lo s d e la
n a c ió n e s p a ñ o la . E l h o n o r e x ig ía la c o n f o r m id a d c o n su s
r i t o s y d o g m a s y la p r o p a g a c i ó n d e é s t o s p o r el m u n d o
e n t e r o . P e r o n i a u n a la I g l e s i a se le p e r m i t i ó c o n s e r v a r
su id e n tid a d p e r s o n a l en la s p r o f u n d i d a d e s d el a lm a e s ­
p a ñ o l a n i el c r i s t i a n i s m o l o g r ó j a m á s m o d i f i c a r l a a c t i t u d
e s p a ñ o la f u n d a m e n ta l h a c ia la v id a . E n m a te r ia de h e c h o ,
E s p a ñ a se a d u e ñ ó d e la I g le s ia m u c h o m á s q u e é s ta de
E s p a ñ a . Y la c o n s e c u e n c i a h i s t ó r i c a d e e s t e h e c h o , c o m o
h a b r á de v e r s e m á s t a r d e , fue la d e s c r is ti a n iz a c ió n del
c r i s t i a n i s m o e n el m u n d o e s p a ñ o l .
S in e m b a r g o , e s e n lo s m í s t i c o s e s p a ñ o l e s d o n d e se
e j e m p l i f i c a n c o n m á s p e r f e c c i ó n lo s r a s g o s d i s t i n t i v o s d e l
in d iv id u a lis m o e s p a ñ o l. E n ello s d e s c u b r im o s , c o m o en
n i n g u n o s o tr o s r e p r e s e n t a n t e s de la ra z a , el a lm a d e E s ­
p a ñ a . E l m i s t i c i s m o e s p a ñ o l n o e s , co m o , el n e o p l a t ó n i c o
y el a l e m á n , u n m i s t i c i s m o d e m o l d e i n t e l e c t u a l y m e t a -
físic o , s in o u n b r o t e e s p o n t á n e o y o r i g i n a l , d e í n d o l e n a t u ­
r a l i s t a , c u v o o r i g e n ' se h a l l a e n u n a p a s i ó n é t i c a p o r la l i ­
b e r t a d in te rio r. T a n e s tr e c h o es el a m b ie n te , así s o c ia l
co m o re lig io so , d el a lm a m ís tic a , y t a n in fin ita su a s ­

7 España, M . A g u ila r, M a d r id , 1934, p á g . 25.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 69
p i r a c i ó n , q u e se c r e a e n s u i n t e r i o r u n a e l e v a d í s i m a t e n s i ó n
e n la c u a l se v a c í a a sí m i s m o d e t o d o d e s e o , p e n s a m i e n t o
y se n tim ien to . P a s a n d o p o r u n a " n o c h e o s c u ra " ascie n d e
a la c u m b re d el C a rm e lo e s p iritu a l, v sus su b lim e s a ltu r a s
c o n te m p la , o m e jo r d ic h o , p o s e e a D i o s . L a p a s ió n del
m ís tic o e s p a ñ o l, ta l c o m o se m a n if ie s ta , p o r e je m p lo , en
S a n l u á n d e l a C r u z , e l m á s c l á s i c o d e s u s t i p o s , n o es
p e r d e r s e e n D i o s s i n o a p r o p i a r s e a D i o s , p o s e e r l o e n el
se n tid o m ás p le n o y a b s o lu to . S u in d iv id u a lid a d es ta n
v i g o r o s a q u e q u i s i e r a a b s o r b e r a u n a la m i s m a D e i d a d .
C o m o b ien p o d ría s u p o n e rse , e ste tip o ta n ú n ico de m is ti­
cism o n o fo rm ó escu e la. L o s m ís tic o s e s p a ñ o le s so n g r a n ­
d e s a lm a s in d iv id u a le s v s o lita r ia s , c a d a u n a de las c u a le s
s i e n t e q u e " l l e v a d e n t r o u n r e y " , al c u a l h a o b l i g a d o a
d e s c e n d e r a su c o r a z ó n .

A q u e s ta d iv in a u n ió n
del a m o r q u e y o v iv o ,
h ac e a D io s ser m i c a u tiv o
y lib re m i c o r a z ó n .

T al ca n tó S an ta T eresa en una de sus p o esías m ás


fam osas. Y a ñ a d e:

m a s c a u s a en m í tal p a s ió n
v er a m i D io s p risio n e ro
que m u e ro p o rq u e no m u ero .

P a r a D i o s y p a r a e lla , l a m u e r t e s e r í a l a a f i r m a c i ó n d e
la s u p r e m a lib e r ta d .
E l in d iv id u a lis m o p r im itiv o de la r a z a ib é ric a h a c o n s ­
t i t u i d o u n f a c t o r d e t e r m i n a n t e e n la h i s t o r i a y v i d a d e
S u d a m é ric a . C o n el c o r r e r del tie m p o , la a r r o g a n c ia e s p a ­
ñ o l a se t r a n s f o r m ó e n " a r r o g a n c i a c r i o l l a " , f o r m a e x t r e m a
de e g o tis m o — e g o la tr ía p o d r ía m o s lla m a rle — que el e m i­
n e n te soció lo go a r g e n tin o C a rlo s O c ta v io B u n g e c o n s id e ra
c o m o u n o d e lo s t r e s r a s g o s p r i n c i p a l e s d e la p s i c o l o g í a
s u d a m e r i c a n a . 8 S o n s u g e s t i v a s e n e x t r e m o d o s d e la s
p e q u e ñ a s ilu s tra c io n e s que B u n g e o frece de e sta cu a lid a d .
U n a e s t á t o m a d a d e l a h e r á l d i c a , l a o t r a d e la l i t e r a t u r a .V

V. Nuestra América.
70 JU A N A. MACKAY

sudamericana. La divisa de la República de Chile es:


"Por la razón o p o r la fu erza ”. Cuando el poeta José H e r­
nández, autor de Martín Fierro, la epopeya clásica de las
pampas, hubo term inado su poema, hizo pedazos su g u i­
tarra para que dedos ajenos no pudieran pulsar sus cuerdas
y continuar la narración de las hazañas de su gaucho.9
Este pasaje es un eco evidente de cosa semejante hecha
por Cervantes. Al term inar la vida de Don Quijote, Cide
Hamete Benengeli cuelqa la pluma en la espetera, donde
habrá de permanecer por siglos y siglos, pues sólo él ha
nacido para escribir la vida del gran manchego.
Sin embargo, esta arrogancia se ha m anifestado en
formas mucho más serias en la vida sudamericana, ap a­
reciendo como un irrefrenable deseo de obtener poder
sobre los demás. Un escritor mexicano, refiriéndose a la
pasión por conquistar puestos adm inistrativos al servicio
del gobierno, acuñó la pintoresca designación de "cani­
balismo burocrático". Esto ha reducido al mínimo la capa­
cidad de admiración y engendrado un espíritu aplanador
de envidia. A nuestra Am érica — dice el escritor argentino
M anuel lig a rte — le ha faltado la sagrada facultad de
poder admirar. En vez de nivelar en las crestas ha querido
nivelar en los valles, abatiendo* toda superioridad indivi-í
dual. En un artículo intitulado "La Crueldad Sudam eri­
cana",10 el brillante escritor y político peruano, H aya déla
Torre, llama la atención a una sombría consecuencia del
mismo modo de ser. Hace notar que en el momento en que
un hombre alcanza prominencia en cualquiera esfera, es
' E n e ste p u n to el c a n to r
b u sc ó u n p o r r ó n p a c o n su e lo ,
e ch ó u n tra g o com o u n c ie lo ,
d a n d o fin a su a r g u m e n to ;
y d e g o lp e el in s tru m e n to ,
lo hizo a s tilla s c o n tra el suelo.
" R u e m p o " , d ijo , " la g u ita r r a ,
p a n o v o lv e rm e a te n t a r ,
n in g u n o la h a d e to c a r,
p o r s ig u ro té n g a n lo ;
p u e s n a id e s h a d e c a n ta r
c u a n d o e s te g a u c h o c a n tó ."
En El Universal Gráfico, M é x ic o , D . F ., a b ril 6, 1931.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 71

asaltado cruelmente por celosos rivales epn el prurito de


aniquilarlo. M ás tarde, cuando la m uerte lo ha hecho
inofensivo, todo el mundo se suma a su apoteosis. Fue
un sociólogo alemán, añade H aya, muy familiarizado con
Sudamérica v a quien conoció en Berlin, quien le llamó
la atención, de modo muy enfático, a la verdad de ese
hecho. "U stedes (los sudam ericanos) — le decía este cien­
tífico'— no respetan nada en los demás; sólo los m uertos
se salvan en la América Latina." Según este principio,
explicaba él el exagerado culto a los m uertos en el conti­
nente del sur, la belleza de los cementerios, la falta de
capacidad crítica para estim ar la obra de un hombre
fallecido. "M ientras viven, la crueldad los destroza, y
cuando mueren, la superstición los respeta."
• La tendencia a no reconocer jam ás un error es una ex­
presión más de esa característica. El honor y el respeto
propio parecen exigir que, una vez adoptada una posición,
se aferré uno a ella aun cuando se llegue al convencimiento
de que es errónea. En esto han de hallarse las raíces de
muchas infortunadas divisiones en el seno de la familia
latinoamericana, y también uno de los factores que difi­
cultan la cooperación entre naciones herm anas v entre los
diferentes grupos que forman la misma nación. Este sen­
tido peculiar de honor caballeresco se halla oculto en los
más primitivos hondones del alma ibérica. Dice Guillen
de Castro en Las Mocedades del Cid:

Procure siempre acertarla


el honrado y principal,
pero si la acierta mal,
defenderla y no enmendarla.

b) Predominio de la Pasión

Junto con esta vigorosa, prim itiva y casi salvaje afir­


mación de sí mismos, propia del carácter ibérico, v que
acabamos de analizar en sus varias facetas y resultados,
aparece el predominio de la pasión sobre la razón y la
voluntad. Todas las conquistas de la raza ibérica, así
como todos los desastres que ha sufrido, no han sido el
resultado de un sereno razonar, en que se haya calculado
cuidadosamente la correspondencia entre los medios y los
72 JUAN A. MACKAY

f in e s , n i h a n s i d o c o n s e c u e n c i a t a m p o c o d e u n a t e n a z
p e rse v e ra n c ia en u n p la n de acción co n v e n id o de a n t e ­
m a n o c o m o el m e j o r , s i n o h a n s i d o s i e m p r e el p r o d u c t o
de u n im p u lso v o lc á n ic o e n g e n d r a d o p o r la e x p lo s ió n
re p e n tin a de un se n tim ien to d o m in a n te . D o n Q u ijo te , p a ra
u n e s p a ñ o l , e s t á s u m a m e n t e le jo s d e s e r u n p e r s o n a j e
có m ico , p u e s en las h a z a ñ a s d el c a b a lle r o m a n c h e g o ve
e x p r e s a d o su p r o p i o í n t i m o s e r v el d e s u p u e b l o . L a
g r a n d e z a d e a m b o s h a c o n s is tid o s ie m p r e e n las q u i j o t a ­
d a s , lo s a c t o s d e l e a l t a d c i e g a , t e m e r a r i a e i m p r e m e d i t a d a
a i d e a s q u e m o m e n t á n e a m e n t e se a p o d e r a n d e e llo s .
L a p r e s e n c i a d e la> p a s i ó n , e n f o r m a la m á s h u m a n a y
r o m á n t i c a , se p o n e d e m a n i f i e s t o e n la i n f l u e n c i a q u e
s o b r e lo s q r a n d e s s a n t o s e s p a ñ o l e s e j e r c i e r o n lo s i d e a l e s
de la c a b a lle r ía m e d ie v a l. R a i m u n d o L u lio e r a s o ld a d o y
e n a m o r a d o a n te s de c o n v e r tir s e en s a n to y en el " c a b a ­
llero a n d a n t e d e la filo so fía ."
L a le c tu r a de n o v e l a s de c a b a lle r ía a n d a n t e y n o las
v i d a s d e la s s a n t o s e r a e l p r i n c i p a l p a s a t i e m p o d e S a n t a
T e r e s a , c u a n d o n i ñ a , y h a s t a el fin d e s u v i d a j a m á s c e s ó
d e s e r u n a e n a m o r a d a . E l a m o r d e T e r e s a p o r C r i s t o , su
D i v i n o E s p o s o , se h i z o m á s y m á s a p a s i o n a d o y r o m á n t i c o
a m e d id a que su e d a d a v a n z a b a .
T a m b ié n Ig n a c io de L o y o la e m p e z ó su v id a co m o s o l­
d a d o y e n a m o r a d o . G r a v e m e n t e h e r i d o e n la b a t a l l a d e
P a m p lo n a , sin tió d e s e o s de d is t r a e r su a b u r r im ie n to , d u ­
r a n t e lo s p r i m e r o s d í a s d e c o n v a l e s c e n c i a , l e y e n d o s u s
ro m a n c e s fav o rito s. M a s , co m o su c e d ie ra q u e n in g u n o de
e l l o s h a b í a a m a n o , le t r a j e r o n u n a V i d a d e C r i s t o y la
Ftos Sanctorum, c o l e c c i ó n d e l a s v i d a s d e lo s s a n t o s . A n t e s
d e c u r a r s e p o r c o m p l e t o , L o y o l a se c o n v i r t i ó . P o c o d e s ­
p u é s , el e x s o l d a d o , a h o r a i n v á l i d o , se d i r i g í a c o j e a n d o
a u n a c a p illa de la V i r g e n e n M o n t s e r r a t . A l c a e r la n o c h e ,
fu e s e c r e t a m e n t e a la c a s a d e u n o o b r e , a q u i e n o b s e q u i ó
c o n l a s v e s t i d u r a s q u e l l e v a b a , v se v i s t i ó e n l u g a r d e
e l l a s c o n u n t o s c o h á b i t o q u e p a r a el p r o p ó s i t o h a b í a
c o m p ra d o . C u b ie r to co n su n u e v a v e s tim e n ta , se p r e ­
se n tó a n te el a lta r de la V ir g e n . E l o b ie to de e s ta v isita,
y lo q u e t u v o l u g a r e n la c a p i l l a , lo d e s c r i b e el p r i m e r
b i ó g r a f o d e L o v o l a , R i v a d e n e y r a : ". . .c o m o h u b i e s e l e í d o
e n s u s l i b r o s d e c a b a l l e r í a s q u e lo s c a b a l l e r o s n o v e l e s
s o l í a n v e l a r s u s a r m a s , p o r i m i t a r él, c o m o c a b a l l e r o n o v e l
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 73

de C risto , con esp iritu al r e p r e s e n ta c ió n a q u e l h e c h o c a ­


b a l l e r o s o , v v e l a r s u s n u e v a s y al p a r e c e r p o b r e s y f l a c a s
arm a s, m a s en h e c h o de v e r d a d m u y ric a s y m u y fu ertes,
q u e c o n t r a el e n e m i g o d e n u e s t r a n a t u r a l e z a s e h a b í a
v e s tid o , to d a a q u e lla n o c h e , p a r t e en p ie v p a r t e de r o d i ­
lla s , e s t u v o v e l a n d o d e l a n t e l a i m a g e n d e n u e s t r a S e ñ o r a ,
e n c o m e n d á n d o s e d e c o r a z ó n a e lla , l l o r a n d o a m a r g a m e n t e
sus p e c a d o s y p r o p o n ie n d o la e n m ie n d a de la v id a p a r a
a d e l a n t e ” . 11
U n p u e b lo en q u ie n la p a s ió n p r e d o m i n a , t ie n d e i n e v i ­
ta b le m e n te a d a r a sus id e a le s u n a e x p r e s ió n p e r s o n if i­
c a d a . E v id e n c ia de este p rin c ip io es el c u lto de la V i r g e n
en el c ris tia n is m o es p a ñ o l. E n n in g u n a p a r te co m o en E s ­
p a ñ a y sus a n t i g u a s c o lo n ia s h a o c u p a d o la V i r g e n u n a
p o s i c i ó n r e l i g i o s a t a n c e n t r a l n i se h a p r o c l a m a d o c o n
t a n t a i n s i s t e n c i a y d e f e n d i d o c o n t a n t o a f á n la d o c t r i n a
d e la I n m a c u l a d a C o n c e p c i ó n . L a V i r g e n e s e l s í m b o l o d e l
in n a to s e n tid o e s p a ñ o l de la j u v e n t u d y la p u r e z a . E s t a
es u n a de las m a s a c e r t a d a s p e r c e p c i o n e s d e Á n g e l G a n i-
v e t al i n t e r p r e t a r el a l m a d e s u p u e b l o . " M u c h a s v e c e s
— d i c e G a n i v e t — :, r e f l e x i o n a n d o s o b r e el a p a s i o n a m i e n t o
c o n q u e e n E s p a ñ a h a s i d o d e f e n d i d o y p r o c l a m a d o el
d o g m a d e l a C o n c e p c i ó n I n m a c u l a d a , se m e h a o c u r r i d o
p e n s a r q u e . . . a c a s o e s e d o g m a e r a el s í m b o l o , ¡sím ­
b o lo a d m ira b le !, de n u e s t r a p r o p ia v id a , en la qu e tr a s
la rg a y p e n o s a la b o r de m a te r n id a d , v e n im o s a h a lla r n o s
a la v e j e z c o n el e s p í r i t u v i r g e n . . . E l d o g m a d e la I n m a ­
c u l a d a C o n c e p c i ó n s e r e f i e r e , e s c i e r t o , al p e c a d o o r i q i n a l ,
p e r o al b o r r a r e s t e ú l t i m o p e c a d o d a a e n t e n d e r la s u m a
p u r e z a y s a n t i d a d . . . P r e g u n t e m o s u n o a u n o a t o d o s lo s
e s p a ñ o l e s , y v e r e m o s q u e la P u r í s i m a e s s i e m p r e la V i r ­
g en id e al, c u y o s ím b o lo e n el a rte so n las C o n c e p c io n e s
d e M u r i l l o . E l p u e b l o e s p a ñ o l v e e n e s e m i s t e r i o , n o s ó lo
el d e la c o n c e p c i ó n v el d e la v i r g i n i d a d , s i n o el m i s t e r i o
de to d a u n a vid a. H a v u n d o g m a e s c rito in m u ta b le , y
o t r o v i v o , c r e a d o p o r e l g e n i o p o p u l a r ” . 12
D e b e a ñ a d i r s e , al m i s m o t i e m p o , q u e el p u e b l o e s p a ­
ñ o l p u d o i d e a l i z a r a p a s i o n a d a m e n t e a la V i r g e n y E s p a ñ a ,

11 R iv a d e n e y ra , Vida de Ignacio de hoyóla, C ol. A u s tr a l , E sp a sa -


C a lp e , p ág. 32.
32 Idearium Español, p ág s. 7, 159, 160.
74 JUAN A. MACKAY

debido, en último análisis, a su concepción esencialmente


no ética del pecado. No hay nada en la literatura espa­
ñola que corresponda a esa agonía de la conciencia que es
tan común rasgo en los autores rusos v anglosajones. El
español teme la muerte, no el pecado. Es su carencia in ­
herente del sentido del pecado lo que abrió el camino a
la creación, de una figura femenina, sin pecado, a la cual
acudió más tarde la conciencia reliqiosa española en busca
de seguridad personal en esta vida y en la otra.
En la esfera secular, la apasionada afirmación de la
virginidad se ha manifestado en años recientes en rela­
ción con los movimientos de la juventud en España y
Sudamérica. La juventud de las qeneraciones anteriores,
dice un estudiante español, Tose López Rey, se asociaba
simple v solamente con lo que era pintoresco, efímero y
anecdótico. Quedaba reservado a la nueva generación
juvenil el afirmar el impulso esencialmente creador de la
juventud. La juventud actual, añade, refiriéndose a la de
España, se encuentra muv lejos de la mezcolanza m ulti­
color e irresponsable que constituía la juventud de antaño.
Hemoss sustituido la nota de color por medio de la cual
se expresaba ésta, con la pureza esencial de la escultura.
Hemos remplazado la anécdota con el propósito. En vez
de sentirnos excursionistas en los dominios de la juventud,
nos afirmamos como sus ciudadanos. Y exclama luego*
No sentimos la juventud como una luz que ilumina sola­
mente un movimiento de nuestra vida, sino como una
fuerza que da forma a la vida en su totalid ad .13 Es decir,
la nueva generación de España está resuelta a ser apa­
sionada y eternamente joven.
Uno de los documentos más interesantes y significa­
tivo en la historia de la cultura sudam ericana es el M a­
nifiesto de los estudiantes de la vieja U niversidad arg en ­
tina, de Córdoba, que en 1918 dirigieron "a los Hom bres
Libres de Sudamérica", como señal de rebelión contra el
régimen universitario tradicional. Ese documento es un
ultimátum genuino del alma ibérica, impregnado de la
tristeza, la infinita aspiración y el romanticismo, y la pa-

13 Juventud: C o n fe re n c ia d e L u is Jim é n e z de A s ú a y Réplica de


Jo s é L ó p ez R e y , p á g s. 122-124.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 75
sión hum ana característica de uno de los qrandes pueblos
en quienes esa alma encarnó en el N uevo M undo. "H om ­
bres de una república libre •— dice este documento'— , aca­
bamos de romper la última cadena que, en pleno siglo xx,
nos ataba a la antigua dominación m onárquica y m onás­
tica. .. Córdoba se re d im e ... Las resonancias del corazón
nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución,
estamos viviendo una hora americana. .. Las universidades
han llegado a ser así el fiel reflejo de estas sociedades
decadentes, que se empeñan en ofrecer el triste espec­
táculo de una inmovilidad senil.. . La juventud vive siem­
pre en trance de heroísmo. Es desinteresada, es pura. No
ha tenido tiempo aún de contam inarse. No se equivoca
nunca en la elección de sus propios m aestros. A nte los
jóvenes no se hace méritos adulando o comprando. H ay
que dejar que ellos mismos elijan sus m aestros y directores,
seguros de que el acierto ha de coronar sus determ ina­
ciones. En adelante sólo podrán ser m aestros en la futura
república universitaria los verdaderos constructores de
almas, los creadores de verdad, de belleza v de b ien ".14
A causa de este predominio de la pasión en todos sus
esfuerzos, los españoles se han comportado gloriosamente
indiferentes hacia muchas de las comodidades y am enida­
des de la llamada civilización. Los españoles nacieron
para expresar pasiones incandescentes, y en el momento
en que otro ideal suficientemente grande arda en sus a l­
mas, nuevam ente se les hallará, con toda su pasada p o ­
tencia y esplendor, en todos los caminos de la tierra.
Porque esa raza es eternam ente virgen. Posee cualidades
que, si bien no se adaptan en muchos respectos a la civi­
lización sin alma de nuestros días, podrán conquistarle
un lugar prominente en la más espiritual civilización del
mañana. Por otra parte, tam bién es cierto que donde la
pasión no está inspirada por un noble ideal, el español se
convierte en juguete de los bajos apetitos y del placer. Se
hace igualmente indiferente al transcurrir del tiempo v a
los imperativos del deber. Vive solamente para los im ­
pulsos inferiores de la hora que pasa. La actitud española
hacia la vida, en su nivel más sórdido, ha sido cristalizada
por Unam uno como sigue: El pan, v la corrida de toros,

14 La Reforma Universitaria, Vol. V I , p á g s , 9-12.


76 JUAN A. MACKAY

y m a ñ a n a s e r á o t r o d ía . C u a n d o p o d a m o s , s a q u e m o s el
m e j o r p a r t i d o d e l m a l a ñ o . D e s p u é s d e e s o . . . ¡bah! n a d a
im p o rta .

c) Un Sentido Abstracto de la justicia v un Sentido


Concreto del Hombre

U n a te rc e ra c a r a c te r ís tic a del alm a ib é ric a es su e s ­


p ec ia l y p e c u lia r se n tid o de la ju s tic ia . N o es p o r m e ro
a c c i d e n t e e l q u e a l g u n o s d e lo s m á s g r a n d e s j u r i s c o n s u l t o s
del sig lo d ie c is é is h a y a n sid o e s p a ñ o le s , y q u e s e a n i b e r o ­
a m e r i c a n o s a l g u n o s d e lo s m á s g r a n d e s d e l a a c t u a l i d a d .
E n t o d a l a h i s t o r i a i b é r i c a p r e d o m i n a e l s e n t i d o d e la
j u s t i c i a y e l d e r e c h o s o b r e el s e n t i m i e n t o d e t e r n u r a y d e
p ie d ad . L a acción h u m a n ita ria h a sid o d e term in a d a
m á s p o r la s d e m a n d a s d e la ju s tic ia q u e p o r lo s im p u ls o s
de la sim p atía. N o d e b e p e r m itir s e q u e n i n g u n a s c o n s i d e ­
r a c i o n e s d e s i m p l e e x p e d i e n t e o b s t r u y a n e l c u r s o d e la
ju s tic ia . N o im p o r ta lo s t r a s t o r n o s q u e p u e d a n h a c e r s e
n e c e s a r i o s , la j u s t i c i a d e b e s e g u i r s u c u r s o . A e s t e o r d e n
d e j u s t i c i a p e r t e n e c í a l a q u e i n s p i r a b a lo s a c t o s d e D o n
Q u i j o t e . S u j u s t i c i a e r a la j u s t i c i a a n á r q u i c a i m p u e s t a a
p u n t a de la n z a . P u s o e n lib e r ta d a lo s g a le o te s , a u n q u e
d e s p u é s é s t o s l o a p e d r e a r o n . V i o e n t u e r t o s d o n d e n o lo s
h a b í a , p e r o d e t o d o s m o d o s lo s d e s h i z o . " U n a l i m o s n a p o r
a m o r d e D i o s " , d i c e el m e n d i g o e s p a ñ o l . Y si r e c i b e a l g o ,
a ñ a d e : " D i o s s e lo p a g u e " .
S in e m b a r g o , y d e m o d o b a s t a n t e p a r a d ó j i c o , u n a v e z
q u e q u e d a e s t a b l e c i d o e l p r i n c i p i o d e j u s t i c i a , d é j a s e la
p u e r ta a b i e r ta p a r a la m a n if e s ta c ió n d e la c le m e n c ia . P e r o
j a m á s e s la m i s e r i c o r d i a l a q u e t r i u n f a s o b r e l a j u s t i c i a : t a l
v i c t o r i a s ó l o la a l c a n z a l a a m i s t a d . Y as í s u c e d e q u e lo q u e
j a m á s se p o d r í a o b t e n e r e n n o m b r e d e l d e r e c h o , o a u n
a p e la n d o a la m is e ric o rd ia , se p u e d e g e n e r a l m e n t e l o g r a r
e n el t e r r e n o d e l a a m i s t a d o m e d i a n t e l o s b u e n o s o f i c i o s
d e u n a m i g o . H a g a n lo q u e h a g a n l a le y o l a j u s t i c i a , u n
a m i g o p u e d e d e s h a c e r l o . Y lo h a c e , n o m o d i f i c a n d o la
ley, s in o t r a s c e n d i é n d o l a . L a le y p e r m a n e c e e n p ie , y se
c u m p l e , p e r o a l g u n a s p e r s o n a s n o e s t á n b a j o l a le y , s i n o
b a j o la g r a c i a d e l p r i v i l e g i o p e r s o n a l .
L a c o n s i d e r a c i ó n p e r s o n a l - , o s e a el s e n t i d o d e l h o m b r e ,
es u n a de las g lo ria s , c o m o ta m b ié n u n o de lo s p e lig r o s
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 77
de la p s ic o lo g ía e s p a ñ o la y s u d a m e r ic a n a . N o h a y n a d a
q u e n o se d e p o s i t e a l o s p i e s d e l q u e e s simpático, d e l q u e
p o s e e l a s c u a l i d a d e s q u e s u s c i t a n e n e l p e c h o d e lo s
d e m á s u n a re a c c ió n de sim p atia in stin tiv a . L o s p rin c ip io s
a b s t r a c t o s d e l a L i b e r t a d , la I g u a l d a d y la F r a t e r n i d a d ,
se c o n c i b e n y a p l i c a n e n t é r m i n o s p e r s o n i f i c a d o s . T a m b i é n
e s u n c r i t e r i o p e r s o n a l el q u e d e t e r m i n a la s f u n c i o n e s y
r e l a c i o n e s d e lo s t r e s d e p a r t a m e n t o s p r i n c i p a l e s d e l E s ­
t a d o , el L e g i s l a t i v o , el E j e c u t i v o y el J u d i c i a l . E n el c u r s o
d e la h i s t o r i a s u d a m e r i c a n a n o h a n s i d o l o s p r i n c i p i o s ,
s in o lo s caudillos, p e r s o n a l i d a d e s a u d a c e s , lo s q u e , al e n ­
c a r n a r la s a s p i r a c i o n e s p o p u l a r e s , h a n l o g r a d o p r o d u c i r
l a l e a l t a d p o l í t i c a . C u a n d o a l g ú n c a u d i l l o se h a a p o d e r a d o
d e l a i m a g i n a c i ó n p o p u l a r a p l a s t a n d o la o p o s i c i ó n y d a n d o
o r i g e n a l a s e s p e r a n z a s d e p r o s p e r i d a d n a c i o n a l , s e le
p e rm ite tá c ita m e n te e n c a r n a r la c o n s titu c ió n y e je rc e r p o ­
d e r e s d ic ta to r ia le s . F u e r o n a l g u n o s de lo s f ru to s p e l ig r o s o s
d e e s t a i m p o r t a n c i a q u e se d a a lo p e r s o n a l , l o s q u e
o r ig in a ro n en A r g e n t i n a la fra se : " L e y e s p e r f e c ta s y c o s ­
tu m b re s p é s im a s ."
E n años re c ie n te s las re la c io n e s in te r a m e ric a n a s h a n
o f r e c i d o u n n o t a b l e e j e m p l o d e c o m o el s e n t i d o l a t i n o ­
am e ric a n o del h o m b re p u e d e a c a rre a r re s u lta d o s de a ltí­
sim a sig n ific a c ió n i n te r n a c i o n a l c u a n d o e n c u e n t r a u n o b ­
j e t o n o b l e y a m i s t o s o . L a s r e l a c i o n e s e n t r e lo s E s t a d o s
U n i d o s y M é x i c o s e h a b í a n id o e m p e o r a n d o sin c e s a r .
D e s a f o r t u n a d a m e n t e , e l e m b a j a d o r d e lo s E s t a d o s U n i d o s
era u n h o m b re de m e n ta lid a d p u r a m e n te le g alista. F a l ­
t á n d o l e e n a b s o l u t o e s a c o n s i d e r a c i ó n p o r lo p e r s o n a l , y
e s tim a n d o q u e su m is ió n c o n s is tía s o la m e n te e n s o s t e n e r
a n te el g o b ie rn o de M é x ic o las r e c la m a c i o n e s de su p a ís
y d e s u s c o m p a t r i o t a s , se h i z o p r o f u n d a m e n t e a n t i p á t i c o ,
y j u n t o c o n él, h i z o a n t i p á t i c o s u p a í s . P o r f o r t u n a fu e
re tira d o an tes de que so b rev in iera un ro m p im ien to . Su
su c eso r, M r. D w i g h t M o r r o w , sig u ió u n a p o lític a d i a m e ­
tra lm e n te o p u esta. C o n e n o rm e c a p a c id a d p a r a h a c e r a m is ­
t a d e s , r e s o l v i ó , s e g ú n lo e x p r e s ó al a u t o r d e e s t e l i b r o ,
s e n t i r c a r i ñ o p o r e l p u e b l o m e x i c a n o y h a c e r t o d o lo p o ­
sible p o r c o m p r e n d e r lo . Se e n tr e g ó , e n to n c e s , a la ta r e a
d e la a m i s t a d y el a p r e c i o . E l g o b i e r n o y el p u e b l o d e
M é x ic o r e s p o n d ie r o n . P r o n t o M r. M o r r o w y su fam ilia
se c o n v i r t i e r o n e n f i g u r a s r e s p e t a d a s e n el p a í s y la s
78 JUAN A. MACKAY

relaciones entre M éxico v los Estados U nidos entraron


en una era de comprensión y buena voluntad m utuas.

d) Catolicidad

Por más que parezca paradójico, la catolicidad es tam ­


bién atributo del alma ibérica, cualidad no menos innata
en ella que el individualismo que constituye su rasgo
fundamental. La catolicidad española es un ejemplo con­
creto de una tendencia inherente hacia la polarización,
que se encuentra en la naturaleza española. El español
tiene un sentido tan cierto de lo universal como lo tiene
de lo individual. Su interés tiende a oscilar entre el hom ­
bre y el cosmos, términos que para él no constituyen una
oposición de elementos que se excluyen m utuamente. El
español absorbe el universo, individualizándolo, rehacién­
dolo a su propia imagen, imponiéndole su propio concepto
de unidad abstracta y no diversificada. En el dram a h is­
tórico de España, el individuo, como hemos visto antes,
propendió a absorber la nación; la nación procedió luego
a absorber el mundo. En su pasión por la universalidad,
E spaña absorbió la Iglesia, la realidad más universal en
existencia. El resultado fue que el E stado mismo se con-»
virtió en una iglesia.
El instinto de la catolicidad ha producido en la h is­
toria y vida de E spaña muchos fenómenos interesantes y
se ha proyectado en el alma de Sudamérica. La gran
preocupación de C a rlo s'V en el Concilio de T rento era
que no hubiese ninguna desintegración de la unidad ecu­
ménica de la cristiandad. El padre V itoria fue el fundador
del Derecho Internacional y el precursor natural de la Liga
de las Naciones. La prim era Biblia poliglota que ha h a ­
bido fue compilada por el eminente cardenal Cisneros,
contra la voluntad de Roma.
En la alborada de la independencia sudamericana, el
Libertador Simón Bolívar abogó por la idea de una fe­
deración de naciones americanas. Sus palabras respiran
el espíritu católico de su raza. El antiguo ideal del cristia­
nismo •— dijo la figura más ecuménica que ha aparecido
en el mundo de Colón'— debe una vez más convertirse en
nuestra inspiración y lección objetiva, a fin de que las
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 79

fronteras políticas de las Am éricas no vengan a ser b a ­


rreras que separan, sino contrafuertes que presten m ayor
solidez a la estructura social. Pensando en el dicho de un
presidente de los Estados U nidos: "Am érica para los
americanos", un presidente argentino formuló la doctrina
iberoamericana: "América para la hum anidad."
Indudablemente hay una cierta fantasía en la frase
"raza cósmica", acuñada por el mexicano losé V asco n ­
celos para designar a los latinoam ericanos, una raza d e s­
tinada, según él, a convertirse en el quinto miembro de la
familia cósmica trascendiendo a los cuatro tradicionales.
Al mismo tiempo, es una verdad profunda el que el odio
de raza, como tal, no existe en Sudamérica. La nación más
católica, en el sentido étnico, es sin duda el Brasil, rep ú ­
blica que posee m ayor poder de absorción que cualquier
otro país actual. D urante algunas décadas se ha lanzado
deliberadamente a la aventura étnica de absorber todas
las razas que llaman a sus puertas, y en ello ha conse­
guido los más notables resultados. El pueblo brasileño del
futuro se aproxim ará más a la raza cósmica que cualquiera
otro del mundo. Los indios, los negros y los japoneses se
fundirán, en el gran Brasil del futuro, en el mismo crisol
con los sirios y los portugueses, los alemanes y los ita ­
lianos.
La tendencia a la catolicidad, que les pueblos ibéricos
han conservado como herencia preciosa del pasado, les
da un lugar de importancia única en el m undo m oderno.
"El período después de la guerra", decía el filósofo fran­
cés Bergsón refiriéndose a la prim era G uerra M undial,
"hará revivir la concepción espiritual de E spaña", y a
medida que pasa el tiempo se comprueba la verdad de esas
palabras. La m ayor necesidad de nuestro m undo moderno
es la catolicidad, pero una forma de catolicidad que logre
conquistar la adhesión espontánea v entusiástica de los
individuos que aman y tienen en alta estima la libertad.
¿Cómo puede superarse la exageración fatal de individua­
lismo en naciones, iglesias y razas? ¿Cómo puede alcan­
zarse ese tipo de unidad que es fruto de la lealtad común
a grandes principios y condición indispensable de una
cultura verdadera y estable?
El tipo de catolicidad representado por España, fra­
casó, porque fue un intento de imponerle a la realidad una
80 JUAN A. MACKAY

estre ch a u n id a d a b s tra c ta de fo rm a s y d o g m a s, en que


n o se d a b a l u g a r a l g u n o a las d if e r e n c ia s . " E s p a ñ a " , d e c ía
N i e t z c h e e n lo s ú l t i m o s m o m e n t o s d e s u v i d a , " E s p a ñ a
es u n p u e b lo q u e q u iso d e m a s i a d o ." S in e m b a r g o , s u b s is te
el v i e j o p r o b l e m a , y c a d a v e z se h a c e m á s a g u d o . E n la
a c t u a l i d a d R u s i a , c o n v e r t i d a t a m b i é n e n i g l e s i a , s i g u e el
c a m i n o h i s t ó r i c o d e E s p a ñ a , p r o p a g a n d o e i m p o n i e n d o el
m ism o id eal de c a to lic id a d , p e ro e n tr e la s fu e rz a s c r e a ­
d o r a s c o n la s q u e se e n f r e n t a el i d e a l r u s o e n el m u n d o
m o d e r n o , se h a l l a n u n a E s p a ñ a n u e v a y t i e r r a s i b é r i c a s
n u e v a s e n q u e el a n t i g u o e s p í r i t u e c u m é n i c o a r d e t o d a v í a ,
p e r o e n u n a f o r m a t o t a l m e n t e t r a n s f i g u r a d a . 15 A l a c a t o ­
l i c i d a d d e l c o m u n i s m o r u s o s ó l o se le p u e d e o p o n e r u n a
c a t o l i c i d a d c a p a z d e s u p e r a r l a d i v i s i ó n d e la c o n c i e n c i a
c r i s t i a n a , q u e t u v o l u g a r e n el s i g l o x v i , d i v i s i ó n p o r la
cu a l E s p a ñ a , p o r su d e f e n s a in t r a n s i g e n t e de u n a u n id a d
a b s t r a c t a , d e b e c o m p a r t i r , e n n o p e q u e ñ a p a r t e , lo s r e ­
proches.

e) Un alma ibérica por naturaleza

Si f u é s e m o s a c i t a r u n a f i g u r a d e l a h i s t o r i a q u e h a
e n c a r n a d o c o n m a y o r p e r f e c c i ó n q u e c u a l q u i e r a o t r a la s
g r a n d e z a s y d e b i l i d a d e s d e la r a z a i b é r i c a d u r a n t e s u e d a d
de oro, n o m b r a r ía m o s a I g n a c io de L o y o la , el v a s c o ,
h ijo de la r a z a m á s a n t ig u a de la P e n ín s u l a , q u e d e s p u é s
de su c o n v e r s ió n a b s o rb ió el e s p íritu re lig io s o de C a s til la
l a V i e j a , a q u i e n se h a d e s c r i t o m u y a c e r t a d a m e n t e c o m o
" u n a l m a i b é r i c a p o r n a t u r a l e z a " . 16 H a b i é n d o s e r e v e s t i d o
de su n u e v a a r m a d u ra com o c a b a lle ro de " N u e s t r a S e ­
ñ o r a " , I g n a c i o se r e t i r ó p o r a l g ú n t i e m p o d e l m u n d o , r e c l u ­
y é n d o s e e n M a n r e s a , d o n d e se dio a b u s c a r u n n u e v o
p r i n c i p i o c a p a z d e s u p e r a r t a n t o l a r e n u n c i a c i ó n c o m o la
s o l e d a d . H a l l ó e s t e p r i n c i p i o e n la c i e g a o b e d i e n c i a a
la S e d e R o m a n a . H iz o e n to n c e s v o to so le m n e de s o m e ­
t e r s e a R o m a e n el s e n t i d o m á s a b s o l u t o v d e l l e v a r a
o t r o s a la m i s m a s u m i s i ó n . E n l a c u e v a d e M a n r e s a n a c i ó
l a o r d e n d e lo s j e s u í t a s , l a c r e a c i ó n m á s t e r r i b l e m e n t e

15 E l l ec to r d e b e r á recordar que este l ib r o fué e sc ri t o en 1931.


(N. d el E d .)
10 "Anima naturaliter ibérica".
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 8 1

genuina del espíritu ibérico, la expresión, en verdad, de


la voluntad férrea de España, la encarnación de su ideal
de unidad abstracta.
Dos cosas en Loyola fueron profería del futuro de
España como potencia política y religiosa. U na fue la
frase que acerca de él se dijo una vez: "Tenía el delirio
de grandeza". La otra es algo que él mismo dijo, refi­
riéndose a la clase de transform ación que según su modo
de sentir era necesaria: Seamos como un cadáver, que de
sí mismo es incapaz de movimiento, o como el bordón de un
ciego.
U na sed delirante de poder y una lealtad ciega y
simple: tales son las notas dom inantes de la historia e s ­
pañola, especialmente de la religiosa, tanto en el viejo
mundo como en el nuevo.
CAPITULO II

LA E P O P E Y A R E L IG IO SA DE LA C O N Q U IS T A
IB ÉR IC A

a) El Motivo Místico de la Conquista

Cuando en 1492 se desplegaron en las torres moriscas


de la Alhambra de G ranada los estandartes de León y de
Aragón, ochocientos años de lucha constante entre c ris­
tianos y musulmanes llegaron a su fin, y E spaña alcanzó
su unidad. La Cruz había vencido a la M edia Luna, pero
pese al hecho de que ésta desapareció para siempre de las
costas ibéricas, el fanatismo de los musulmanes se había
infiltrado en los seguidores de Cristo. El proceso unifi-
cador no debía detenerse. Fernando e Isabel, los conquis­
tadores de G ranada, determ inaron que la E spaña unida
fuese exclusivamente para Cristo y los cristianos. Ese
mismo año se expulsó de la Península a los judíos.
Pero antes de que term inara ese año histórico, tuvo
lugar en la historia peninsular otro suceso no menos d ra ­
mático que la conquista de G ranada y la expulsión de los
judíos. Cierto marino genovés llamado Cristóbal Colón,
había zarpado a principios del año en dirección de occi­
dente bajo la bandera española, buscando una nueva ruta
al Asia. Su meta particular era el reino del G ran Khan, en
el mar de China, de cuyas m aravillas y riquezas se habían
hecho lenguas M arco Polo y sus sucesores, el veneciano
A costa y el inglés John M andeville. De vuelta a España,
en el otoño del mismo año, Colón anunció que había d e s­
cubierto la extremidad oriental del continente asiático.
A pesar de que el famoso alm irante murió creyendo
que lo que había descubierto eran nuevas tierras de A sia
y no un continente completamente nuevo, el efecto psico­
lógico producido por los descubridores en el pueblo e s­
pañol fue el mismo. Parecía como si Dios le hubiese
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 83

h e c h o a E s p a ñ a e l d o n d e t i e r r a s v í r g e n e s p o r q u e e l la le
h a b ía h e c h o e n t r e g a de su ser v ir g in a l a E l, y, co m o p r u e b a
de su le a lta d , h a b í a e x p u l s a d o de su s c o n t é r m in o s a m o r o s
y iu d ío s. T a n g r a n d e fue la c o in c id e n c ia q u e n o h a v q u e
a s o m b r a r s e m u c h o d e q u e el f u e g o m í s t i c o q u e a r d í a e n
e l c r i s t i a n i s m o e s p a ñ o l se c o n v i r t i e r a , al s o p l o d e e s e a c o n ­
te cim ien to , en im p o n e n te llam a. L a u n id a d v ir g in a l de
E s p a ñ a d e b ía p r o y e c ta r s e a h o r a m á s a llá de su s f ro n te r a s
y las tie r ra s v ír g e n e s de a lle n d e el o c é a n o o c c id e n ta l d e ­
b ía n c o n v e rtirse en v írg e n e s de C risto .
E l f e r v o r m í s t i c o d e lo s R e y e s C a t ó l i c o s , c o m o l a h i s ­
t o r i a h a l l a m a d o a F e r n a n d o e I s a b e l , se q e n e r a l i z ó e n
t o d a l a P e n í n s u l a , y l o s g r a n d e s a l m i r a n t e s i b é r i c o s se
c o n t a g i a r o n d e él. S e s i n t i e r o n h o m b r e s d e l d e s t i n o . C o l ó n
m ism o e ra en n o p o c o g r a d o , u n m ístic o . "Y o v iajo
•— escrib e e n u n a d e s u s ca rtas* — e n el n o m b r e d e la
S a n ta T r i n id a d en q u ien o o n g o m is e s p e r a n z a s de v i c t o ­
ria." Se u f a n a b a del s ig n ific a d o de su n o m b r e : C r is t ó b a l,
Cristófoto, " p o r t a d o r d e C r i s t o . " C o n s i d e r a b a s u g r a n
d e s c u b r i m i e n t o c o m o u n m i l a g r o q u e se r e a l i z a b a e n c u m ­
p lim ien to de u n a p ro fe c ía del A n tig u o T e s t a m e n to . "A l
l l e v a r a c a b o l a e m p r e s a d e l a s I n d i a s — d i c e '— n o fu e
la r a z ó n n i las m a t e m á t i c a s n i lo s m a p a s q u ie n e s m e a s i s ­
tie ro n ; el d e s c u b r im ie n to fue s im p le m e n te u n c u m p lim ie n to
d e lo q u e I s a í a s d i j o . " Q u e r í a d e c i r c o n e l lo q u e " l a s
n a v e s de T a r s i s " h a b í a n sid o c o n d u c i d a s p o r o b r a d iv in a
a l a s i s l a s d i s t a n t e s p a r a t r a e r d e l e j o s a lo s r e c i é n n a c i d o s
h i j o s d e L e ó n , " s u p l a t a y s u o r o c o n e l l o s , al n o m b r e d e
J e h o v á t u D i o s " . 1 H a s t a e s c r i b i ó C o l ó n u n l i b r o s o b r e la
p ro fe c ía , q u e d e s g r a c i a d a m e n t e se h a p e r d id o . L a a m b i ­
ción del g r a n m a r i n o e r a t r a e r de las t i e r r a s r e c ié n d e s c u ­
b ie rta s el d in e ro n e c e s a rio p a r a e q u ip a r u n e jército de
1 0 ,0 0 0 j i n e t e s y 1 0 0 , 0 0 0 i n f a n t e s , y c o n e l l o s o r g a n i z a r
u n a e x p e d ic ió n a T ie rr a S a n ta p a ra r e s c a ta r del tu rc o a
Jeru salén .
E l fam o so m a rin o p o r tu g u é s , V a s c o de G am a , te n ía
e l s e n t i m i e n t o n o m e n o s v i g o r o s o d e q u e D i o s e r a su
p i l o t o al t r a v é s d e m a r e s d e s c o n o c i d o s . E n c i e r t a o c a s i ó n ,
que su s m a r i n e r o s y p ilo to s se h a b í a n a m o tin a d o , el n o ­
b l e c a p i t á n r e u n i ó e n c o n s e j o a lo s p i l o t o s d e l a e s c u a d r a

1
I s a í a s 6 0 :9 .
84 JUAN A. MACKAY

a b o r d o de su n a v e . T o d o s a c u d ie ro n . E n u n la d o d el
c o m b é s p u s o lo s n o n i o s v l o s m a p a s , v e n el o t r o , m o n t o n e s
d e g r i l l e t e s . C o g i ó lo s i n s t r u m e n t o s y l o s p a p e l e s y lo s
a r r o j ó al m a r , y s e ñ a l a n d o a l a I n d i a o c u l t a , le s d i j o : E l
r u m b o e s e s t e y el p i l o t o e s D i o s ' . " -
S i e m p r e e s e s p e c t á c u l o q u e i m p r e s i o n a el v e r e n a c ­
c i ó n a u n h o m b r e q u e t i e n e l a c o n v i c c i ó n d e q u e D i o s le
h a d a d o u n a ta re a que lle v ar a cab o . T a l p e r s o n a c o n s ti­
tu y e u n a fu erza que h a y q u e to m a r m u y en cu en ta. P e ro
i m p r e s i o n a i n f i n i t a m e n t e m á s el v e r a u n a n a c i ó n e n t e r a
e n q u e t o d o s y c a d a u n o , d e s d e l a s t e s t a s c o r o n a d a s y lo s
m i n i s t r o s d e la r e l i g i ó n h a s t a e l s o l d a d o r a s o , el m a r i n e r o
y el m e n d i g o , e s t á n c o n v e n c i d o s d e q u e s u p a í s h a s i d o
e s c o g id o p o r D io s p a r a r e a liz a r u n alto d e s tin o . S e m e ja n te
n a c i ó n es, p o r el m o m e n t o , i n v e n c i b l e . T a l e s el e s p e c ­
tá c u lo q u e c o m ie n z a a p r e s e n c i a r s e e n E s p a ñ a h a c ia fin es
d e l s ig l o q u i n c e y q u e c o n t i n ú a d e s a r r o l l á n d o s e d u r a n t e
t o d o el d i e c i s é i s . I n t r o s p e c c i o n e m o s e l a l m a d e E s p a ñ a
e n es e in s t a n te en q u e el p a ís se a p r e s t a p a r a su g r a n
e p o p e y a relig io sa.
E s p a ñ a fué d o t a d a d e u n s e n tid o de m isió n . Com o
su p ro p io D o n Q u ijo te p o d ía d e c ir e n to n c e s : " Y o sé
q u i é n s o y y lo q u e p u e d o s e r " . S e s e n t í a u n " v a s o e s c o ­
g id o " , el " b ra z o d el S e ñ o r " p a r a e s ta b le c e r su ju s t ic i a
e n la tie r ra . T e n í a u n c o n c e p to viril de D io s . E l E t e r n o n o
e r a u n a d i v i n i d a d r e m o t a y f ría , n i a p e n a s u n a e s p e c i e d e
a b u e lo ce le stia l b o n a c h ó n y c o m p la c ie n te . " E s u n D io s " ,
d ecía un e scrito r de a q u e llo s tie m p o s h e ro ic o s, "c u y a a t e n ­
c i ó n y c u i d a d o s e e x t i e n d e n d e s d e la ú l t i m a h o r m i g a , i n ­
d i v i d u a l m e n t e , al m a v o r y m á s e s p l é n d i d o d e lo s s o l e s " . E l
cu lto d e l o s s a n t o s n o h a b í a e x p u l s a d o a ú n d e l a c o n ­
c i e n c i a p o p u l a r el s e n t i d o d e la D e i d a d .
D u r a n te la é p o c a m á s ex c elsa de E s p a ñ a , el c r is tia n is ­
m o te n ía ahí u n d e c id id o sa b o r a A n tig u o T e s ta m e n to . El
te x to f a v o rito d el N u e v o T e s t a m e n t o p a r e c e h a b e r sid o
aq uel de J e s ú s : "H e v e n i d o no a m e t e r p a z s i n o e s p a d a . "
Se h iciero n s o c i a s la e s p a d a v la cruz. Y fu e e s a s o ­
c ie d a d , que se form ara en n o m b re d el e v a n g e lism o , v por
la cu al la e sp a d a se e n c a r g ó de ab rirle p a so a la cru z, lo 1

1 Oliveira Martins, H i s t o r i a d e la C iv ilizació n I b é r i c a , E d . "El


A t e n e o " , p ág . 294.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 85
que constituyó la originalidad del cristianismo español.
Siglos antes, en las C ruzadas, la espada se había puesto
al servicio de la cruz para rescatar el lugar en que ésta
había nacido; en muchas ocasiones se ha empleado la e s ­
pada para defender derechos y libertades religiosos v aun
para perseguir a los herejes dentro de las fronteras nacio­
nales. Pero por la prim era y última vez en la historia
del cristianismo la espada y la cruz formaron una alianza
ofensiva para llevar el cristianismo, o lo que se conside­
raba como tal, a tierras extrañas.
E sta entente originalísima y en sumo grado siniestra
fue consecuencia natural de las condiciones peculiares en
que se había nutrido durante los ocho siglos anteriores de
Ja vida religiosa española. "E spaña .—dice el brillante y
lamentado Angel Ganivet— fue la nación que creó un
cristianismo más suvo, más original, en cuanto dentro
del cristianismo cabe ser original. . . La creación más o ri­
ginal y fecunda de nuestro espíritu religioso, arranca de
la invasión árabe. . . M ientras en las escuelas de Europa
la filosofía cristiana se desmenuzaba en discusiones e s­
tériles y a veces ridiculas, en nuestro país se transform aba
en guerra perm anente; v como la verdad no brotaba entre
las plumas y tinteros, sino entre el chocar de las arm as y
el hervir de la sangre, no quedó consignada en los volú­
menes de una biblioteca, sino en la poesía bélica popular.
N uestra Summa teológica y filosófica está en nuestro R o ­
m ancero".3
España se emborrachó de religiosidad. El Estado no
se concebía como un fin en sí mismo, según erróneam ente
se han concebido a sí mismos los estados democráticos,
sino' como un medio para más alto fin. Se le dio al E s ­
tado una finalidad religiosa al mismo tiem po que un con­
tenido dogmático preciso. La Iglesia Romana se naciona­
lizó española y se fundió con el Estado en tal forma que
desapareció la distinción jurídica entre Iglesia y E stado
Se identificaron el trono y el altar, el patriotism o y la
religión. Como consecuencia lógica no podían tolerarse
dentro de las fronteras del E stado ningunas minorías
ni herejes. Los m onarcas españoles se convirtieron en

3 Ideetrium, p á g s. 13, 16.


86 JU AN A. MACKAY

s a c e r d o t e s - r e y e s , c o m o lo h a b í a n s i d o l o s f a r a o n e s e g i p ­
c io s . F e r n a n d o a m b i c i o n ó y r e c i b i ó el t í t u l o d e Patriarca
de las Indias. T i e m p o s d e s p u é s , c u a n d o la I g l e s i a C r i s ­
tia n a de la é p o c a se e s c in d ió co m o r e s u l t a d o de la R e ­
f o rm a P r o t e s t a n t e , E s p a ñ a se h iz o c a m p e o n a de la c a u s a
d e R o m a , e n d e f e n s a d e lo q u e c o n c e b í a c o m o p o s i c i ó n
e c u m é n i c a . L a a p a r i c i ó n d e la h e r e j í a a ñ a d i ó n u e v o c o m ­
b u s t i b l e a s u f a n á t i c a p a s i ó n r e l i q i o s a . Y as í, e n el m o ­
m e n t o e n q u e E u r o p a se d i s p o n í a p a r a u n n u e v o p e r í o d o
de ac tiv id a d , E s p a ñ a h a c ía o tro ta n to , p e ro el o b je tiv o
s u p r e m o q u e se p r o p u s o f u e la c o n q u i s t a d e a l m a s , a la s
q u e se o f r e c í a el d i l e m a d e c o n v e r t i r s e p o r m e d i o d e la
cru z o se r s a c a d a s del c u e r p o p o r m e d io de la e s p a d a .
" E s t a i d e a " — la i d e n t i f i c a c i ó n c o m p l e t a d e i g l e s i a y e s t a ­
d o — "es la id e a r e c to r a del E s t a d o - I g l e s i a de E s p a ñ a en
el s i g l o x v i " , d i c e el d i s t i n g u i d o e s c r i t o r e s p a ñ o l F e r n a n d o
d e lo s R í o s ; " e l l a i l u m i n a s u a c t i t u d a s í e n E u r o p a c o m o
e n A m é r i c a , y p o r e s o e l E s t a d o e s p a ñ o l d e l x v i e s el
in s tru m e n to h is tó ric o de la ép ica c a tó li c a " .4

Y as í se in ic ió e s a g r a n é p i c a . L a r e a l i d a d d e l d e s e o
d e I s a b e l d e q u e el n u e v o m u n d o se c o n v i r t i e r a a la f e
c a t ó l i c a a p a r e c e e n l o s d e c r e t o s r e a l e s y e n la s i n s t r u c ­
c i o n e s a lo s j e f e s e x p e d i c i o n a r i o s . S e e x i g í a q u e t o d o
g a le ó n lle v a s e su c a p e llá n y t o d a e x p e d ic ió n su c o n fe s o r.
A n d a n d o el t i e m p o , v u n a v e z c o n s o l i d a d o e l p o d e r e s p a ­
ñ o l e n l a s I n d i a s , s a c e r d o t e s y f r a i l e s se e m b a r c a r o n e n
g r a n n ú m e r o p a r a i r a c u m p l i r l a t a r e a d e la e v a n g e l i -
zació n . Y c ie r ta m e n te n u n c a e s c a s e a r o n en la e d a d de
o r o d e E s p a ñ a . E l c l e r o c o n s t i t u í a l a c u a r t a p a r t e d e la
p o b la c ió n a d u lta del p aís. D u r a n t e el r e in a d o de F e lip e
Il h a b ía 3 1 2 ,0 0 0 s a c e r d o te s , 2 0 0 ,0 0 0 c lé r ig o s de las ó r d e ­
n e s m e n o r e s y 4 0 0 ,0 0 0 frailes.
E l P a p a o to rg ó a E s p a ñ a a b s o lu to p o d e r e s p iritu al
s o b r e lo s h a b i t a n t e s d e l N u e v o M u n d o a q u i e n e s lo s R e y e s
C a tó lic o s e s ta b a n a n s io s o s de c o n v e r tir a la S a n ta F e
c a t ó l i c a . " E s p a ñ a , c o m o S e g i s m u n d o , — el p e r s o n a j e d e
La Vida es Sueño, el m a y o r y m á s s i m b ó l i c o d e lo s d r a m a s
e s p a ñ o l e s — , fue a r r a n c a d a v i o l e n t a m e n t e de la c a v e r n a
d e s u v i d a o b s c u r a d e c o m b a t e s c o n t r a lo s a f r i c a n o s , l a n -

4 Religión y Estado en la España del Siglo XVI, p ág . 61.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 87

z a d a al f o c o d e l a v i d a e u r o p e a y c o n v e r t i d a e n d u e ñ a y
se ñ o ra de g e n te s que ni siq u iera c o n o c ía " .5

b) La Ultima de las Cruzadas

C u a n d o de las C r u z a d a s de la E d a d M e d ia q u e d a b a
a p e n a s u n r e m o to r e c u e r d o , E s p a ñ a salió de su c a v e r n a y
a ñ a d ió a ellas u n a m á s , a c a s o la m a y o r y m á s i m p o r t a n t e ,
de to d a s p o r sus e x te n sa s c o n se c u e n c ia s. S u rg ió E s p a ñ a
d e s u s e c u l a r o s c u r i d a d y se l a n z ó , e n p o s d e C o l ó n , a
t r o q u e l a r e n e l n u e v o m u n d o q u e é s t e d e s c u b r i ó , la i m a g e n
y s e m e ja n z a de la u n i d a d y la fe e s p a ñ o la s . E l s u e ñ o de
la n a c ió n h is p á n ic a n o fue r e s c a t a r p a r a el p r e s e n te alg o
q u e p e r t e n e c í a al p a s a d o , s i n o p r o y e c t a r p a s a d o y p r e s e n t e
• s o b r e el f u t u r o .
D e e n t r e l o s c a b a l l e r o s y l o s f r a i l e s q u e a t e s t a b a n la
P e n í n s u l a se r e c l u t a r o n lo s n u e v o s c r u z a d o s . L a s a lm a s de
e s t o s p e r s o n a j e s c l á s i c o s se h a b í a n e n t r e m e z c l a d o d e t a l
m o d o d u r a n te las p r o lo n g a d a s g u e r r a s c o n tra el M o r o ,
y C a s t i l l a le s h a b í a i n c u l c a d o a t a l g r a d o s u e s p í r i t u
m í s t i c o y g u e r r e r o , q u e el r e s u l t a n t e t í p i c o e r a u n p a l a d í n
a s c é tic o y u n fraile m a rc ia l. H a b ía , p u e s , u n fra ile b a jo
to d o c a sc o de h ie rr o y u n c a b a lle r o b ajo' to d a c o g u lla .
N o p o d ía ser de o tra m a n e ra en u n p aís q ue te n ía u n a
A v i l a y u n a S a l a m a n c a . L a p r i m e r a s e g l o r i a b a d e su
d o b l e n o m b r e : " A v i l a d e lo s C a b a l l e r o s " y " A v i l a d e lo s
S a n t o s " , al p a s o q u e e n la e r u d i t a y m í s t i c a S a l a m a n c a
r e n a c ía la sín te s is m e d ie v a l y se p r e p a r a b a u n a n u e v a
fu sió n de lo s s ím b o lo s de la I g le s ia y el E s ta d o . P i z a r r o
y C o rté s fu ero n c o n te m p o r á n e o s y casi v e c in o s de S an
J u a n d e la C ru z y F r a y L u is d e L e ó n . E n la C a s tilla del
s ig l o d e o r o e s p a ñ o l , d i a r i a m e n t e se c o d e a b a n e l m í s t i c o
y el p i c a r o . A s í el e s p i r i t u a l D lo n Q u i j o t e c o m o el m a t e ­
ria lista S a n c h o P a n z a to m a r o n p a s a je p a r a las In d ia s .
H a y q u e d e c i r , sin e m b a r g o , q u e l a p a r e n t e l a y p r o g e n i e
del s e g u n d o , q u e se c o la r o n h a c ia el N u e v o M u n d o , fu e ro n
in f in ita m e n te m á s n u m e r o s a s q u e la s d el p r im e ro .
¿ C u á l e s e r a n lo s p r i n c i p i o s q u e g u i a b a n a lo s h o m b r e s
q u e c r u z a r o n c o n C o l ó n el o c é a n o o c c i d e n t a l o q u e v i n i e ­
ro n tr a s el g ra n m a rin o ? D o n G o n z a lo de R e p a r a z , e d i ­

5 Á n g e l G a n iv et, Idearium, p ág . 127.


88 JUAN A. MACKAY

tor de la famosa Historia de las Indias, de F ray Bartolomé


de las Casas, describe como sigue a los compañeros de
aventura del ilustre genovés: "El español que emprendió
con Colón la aventura ultram arina era en verdad aventu­
rero y nada más, educado en estos tres principios por la
ocho veces secular Re-conquista: que es grato al Señor
m atar y robar infieles; que las clases más nobles son el
guerrero y el sacerdote (como en la In d ia ); que el tra ­
bajo envilece (ídem ), y que la tierra pertenece a la C o ­
rona y a la nobleza que la conquistan y a la Iglesia que
sanciona la posesión com partiéndola. Tales ideas, de pura
estirpe aria (mezcladas con las bíblicas 6 o semitas que
ya dije), pero no cristianas, le habían de guiar en la colo­
nización y cristianización de las nuevas tierras." "El E v an ­
gelio oficial es el de Cristo. El popular, el de Lazarillo de
Tormes y Guzmán de A lfarache".
Hay abundantes evidencias para probar que los Reyes
Católicos, y luego el em perador Carlos V, eran perfec­
tam ente sinceros en su deseo de que los nativos de A m é­
rica se convirtiesen a la fe cristiana y de que, una vez
convertidos, fuesen tratados de acuerdo con los principios
cristianos. Pero además de su comisión oficial todo capitán
cruzado poseía una comisión secreta que le conferían
las inquebrantadas tradiciones de su casta desde los días
del Cid. Ganivet ha formulado con las siguientes palabras
la lev tradicional de la caballería andante española: "El
código judicial del caballero se reducía a esto: llevar en
el bolsillo una carta legal que no tenía más que un a r­
tículo: 'Se autoriza a este español a hacer lo que le dé la
gana' ". En la historia de la ocupación ibérica del N uevo
M undo los que ejercían la autoridad seguían sus impíos
caprichos, haciendo por completo caso omiso de las o rd e ­
nanzas legales y de los requisitos de su comisión oficial.
Observemos a los cruzados en acción. ¡Qué magnificas
quijotadas jalonan la ruta de la Conquista! Al norte del
Ecuador, H ernán Cortés, barrenó tras él sus diez navios
y, con un puñado de tem erarios castellanos, conquistó el
reino azteca de M octezuma. Francisco Pizarra, el ex por­*
* Se refiere a c i e r t a s i d e a s q u e se h a l l a n e n el A n t i g u o T e s t a m e n t o .
A s í, e n su o r i g in a l , M a c k a y t r a d u c e " O íd T e s t a m e n t " . (N . del T r a d . )
' P r ó l o g o a la Historia de las Indias, V ol. I, p á g s. I X y X I I I .
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 89

quero de Extrem adura, encallado en una isla desierta del


Pacífico, trazó una línea en la arena con la punta de su
espada, e invitó a todo verdadero castellano a cruzarla
para significar así que le seguiría de ahí en adelante a la
conquista del Perú. Con los doscientos guerreros estrafa­
larios que cruzaron la línea, Pszarro escaló la cordillera
andina y conquistó el gran imperio incaico de millones de
subditos, tomando cautivo al propio augusto Inca.
Desde los comienzos de su empresa los conquistadores
descubrieron un absorbente interés en la perspectiva del
botín. La cruz, si fuera un motivo en los pensam ientos de
los monarcas católicos sucesivos que ordenaron la aventura,
se convirtió en nada más que un pretexto en la mente de
quienes la llevaron a cabo.

No los lleva Cristiandad


sino el oro y la codicia.

Tal dice de aquellos cruzados Lope de V ega, el gran


dram aturgo, poniendo esas palabras en boca del D ia­
blo. En ese caso el Diablo tenía razón. Y peor todavía,
no existía en la España de aquellos tiempos ningún senti­
miento popular contrario a la satisfacción de la innata con­
cupiscencia del oro en la forma menos escrupulosa. La
literatura picaresca ofrece de ello abundantes ejemplos.
En el dicho de uno de los personajes de Tirso hallamos
cristalizada esa actitud popular hacia el robo: "Hijo, esto
de ser ladrón no es arte mecánico sino liberal."
Fue la codicia del oro lo que tentó a los conquista­
dores. U na de las primeras cosas que asombraron a los
marineros de Colón al pisar las playas del N uevo M undo
fue el número de brazaletes y anillos que portaban los
indios. Y aunque no hallamos trazas de codicia en él p ro ­
pio gran capitán, sin embargo, dada la codicia de la Corte
Española, y por los muchos enemigos que tenía Colón
debido a ser extranjero, tuvo que dedicarse en mucha
parte, con tal de que su obra de descubrimiento pudiese
continuar, a amasar riquezas para Castilla.8
Siempre en busca de Eí Dorado, dos capitanes de
aquella cruzada, Pizarro y Alm agro, llegaron al Istmo
s Historia de las Indias, V ol. I, p á g . 208 .
90 JUAN A. MACKAY

d e P a n a m á . H ic ie r o n ah í p a c to c o n c ie rto fraile L u q u e ,
q u ie n o fre c ió c o s te a r la e m p r e s a d e d e s c u b r i r la T ie r r a
del O ro . E l fra ilu n o fin a n c ie ro c e le b ró m is a y lo s tre s
h o m b r e s p a r tic ip a r o n d e la m is m a h o stia com o v o to y
p r o m e s a d e q u e los d e s p o jo s se d iv id i r í a n e n tr e e llo s p o r
p a r t e s ig u a le s . L a s p a l a b r a s p r o n u n c i a d a s p o r P i z a r r o al
t r a z a r su fa m o s a lín e a e n la a r e n a s im b o liz a n el e sp íritu
d e la C o n q u i s t a : " P a s a d d e e ste la d o , e id al P e r ú p a r a
h a c e ro s ric o s; q u e d a d de a q u el lad o , y v o lv e d a P a n a m á
p a r a s e r p o b r e s ." M á s t a r d e , c u a n d o el m o n a r c a d e lo s
in c a s c a y ó p r e s o d e lo s e s p a ñ o le s , y d e s p u é s q u e su s v a s a ­
llo s h a b í a n t r a í d o d e la c a p ita l d e su im p e r io la f a b u lo s a
c a n t i d a d d e o ro q u e se t e n ía e s t ip u l a d a c o m o r e s c a t e , su s
tra ic io n e ro s c a p to re s v io la ro n su p ro m e sa . E n v e z de p o n e r
e n l i b e r t a d a A t a h u a l p a , lo e j e c u t a r o n , m i e n t r a s su p a d r e
e s p iritu a l, el p a d r e V a l v e r d e , a lz a n d o e n a lto la c ru z ,
a b s o lv ía a lo s a s e s in o s . A q u e l lo s h o m b r e s e s t a b a n e n t r e ­
g a d o s a la c a u s a d e la c r u z a d a b a jo la p r o t e c c i ó n d e la
c ru z . S u m is ió n o ficial e ra o b l ig a r a lo s p a g a n o s a s o m e ­
te rs e al sím b o lo s a g r a d o . P o r ta n to , e s ta b a n c o n v e n c id o s
e n lo m á s ín tim o d e su c o r a z ó n , d e q u e n a d a d e lo q u e
h ic ie ra n p o d ría ser m alo .

L a r e lig io s id a d d e lo s c o n q u i s t a d o r e s n o e s m e n o s s o r ­
p r e n d e n t e q u e su c o d ic ia d e o ro y su c o n d u c ta sin e s c r ú ­
p u lo s. Se to m a r o n m u y e n serio p o r a p ó s to le s d el c r is ­
tia n ism o , a u n q u e su re lig ió n p e rs o n a l e ra m á s c u e s tió n de
sim p le s p a la b r a s y fo rm a s . E s c u c h a d u n a p r o c la m a d e u n o
d e lo s m á s fa m o s o s d e su c a s ta : "Y o , A lfo n so O je d a,
s e r v id o r d e lo s a ltís im o s y p o d e r o s o s r e y e s d e L e ó n , c o n ­
q u is ta d o r e s d e las n a c io n e s b á r b a r a s , su e m is a rio y g e n e r a l,
o s (a lo s in d io s d e la s A n tilla s , 1 5 0 2 ) n o tific o y d e c la r o
del m o d o m ás categ ó ric o , qu e D io s n u e stro S eñor, que
es ú n ic o y e te r n o , c re ó el c ie lo y la t ie r r a y u n h o m b r e y
u n a m u je r, d e lo s c u a le s v o s o tr o s , y o y to d o s lo s h o m b r e s
q u e fu e ro n y se rá n e n el m u n d o d e s c ie n d e n " .9
C o rté s , el c o n q u is ta d o r de M é x ic o , ja m á s , a p e s a r de
su im p la c a b le fe ro c id a d , h a b ló a u n s a c e r d o te sin d e s c u ­
b r i r e i n c l i n a r l a c a b e z a . S e c u e n t a q u e c u a n d o l o s m e n s a ­*

* O liv e ira M a r t i n s : Historia de la Civilización Ibérica, p á g . 297.


E n la n o v ela p o s t u m a d e B las co Ib á ñ e z , El Caballero de la Virgen, se
h a l l a u n a d e s c rip c ió n d e este fam o so c a b a lle ro .
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 9 1

j e r o s d e M o c t e z u m a l l e g a r o n al c a m p o e s p a ñ o l c o n la s
n u e v a s de la riq u e z a del m o n a r c a a z te c a , " C o r t é s p r e f ig u r a
e n s u á n i m o el i n m e n s o b o t í n q u e lo e s p e r a . Y e x c l a m ó :
' G r a n s e ñ o r y m u y r ic o d e b e s e r M o c t e z u m a . ' ' P e r o , a ñ a d e
el c r o n i s t a B e r n a l D í a z , 'c o m o e r a la h o r a d e l ángelus
t o d o s se a r r o d i l l a r o n y o r a r o n " . 10*
L o s c o n q u i s t a d o r e s e s p a ñ o l e s , c o m o lo s d o n j u a n e s e s ­
p a ñ o le s , n o e r a n e n m o d o a lg u n o irre lig io s o s . B a jo la b r u ­
t a l i d a d d e a q u é l l o s y la l i c e n c i o s i d a d d e é s t o s , la r e l i g i ó n
v iv ía u n a v id a e n c u b ie rta de f ó rm u la s m á g ic a s v p r á c tic a s
r i t u a l e s . C o m p a r a d el D o n J u a n d e T i r s o d e M o l i n a e n su
Burlador de Sevilla o el D o n J u a n T e n o r i o d e Z o r r i l l a c o n
el D o n J u a n d e M o l i e r e , y d e s c u b r i r é i s i n m e d i a t a m e n t e
la re lig io s id a d in n a ta del c o m p a d r e fra n c é s. E s te es c o m ­
p l e t a m e n t e i n c r é d u l o , m i e n t r a s e l o t r o j a m á s n i e g a la
v i d a f u t u r a , p e r o p o r lo r e m o t o d e la j u s t i c i a f u t u r a v i v e
sin p a r a r m i e n t e s e n l a i d e a d e la s s a n c i o n e s d i v i n a s .

c) La Cruz y la Espada en Acción


L o s m é t o d o s q u e a d o p t a r o n lo s c o n q u i s t a d o r e s p a r a
p r o p a g a r l a r e l i g i ó n c r i s t i a n a e s t a b a n m u y a t o n o c o n la
fa lta de é tic a de su re lig ió n . E l c u rs o de la c o n q u i s ta del
P e r ú , d e s d e l a l l e g a d a d e lo s e s p a ñ o l e s h a s t a l a m u e r t e
de A t a h u a l p a , el m o n a r c a in c a, o fre c e p e r f e c to "ejem plo de
e v a n g elism o b elico so. C u a n d o u n r e p r e s e n ta n t e del In c a
v i s i t ó a lo s e s p a ñ o l e s e n T u m b e s , p u n t o d e l a c o s t a p e ­
r u a n a e n q u e d e s e m b a r c a r o n l o s i n v a s o r e s , P i z a r r o lo s
a r e n g ó , c o n el fin d e d e s c u b r i r s u s i n t e n c i o n e s y c o m u n i ­
ca rla s a su so b e ra n o , con e s ta s o a la b r a s : " V e n im o s de
C astilla, d o n d e m a n d a u n p o te n tís im o , c u y o s v a s a llo s s o ­
m os. H e m o s sa lid o p a r a p o n e r d e b a jo de la su je ció n de
n u e s tro rey c u a n ta s tie r ra s h a lle m o s. Y es n u e s tr o p r i n c i ­
p al d eseo d a ro s a c o n o c e r q u e a d o r á is d io se s falso s, v que
t e n é i s n e c e s i d a d d e a d o r a r al s o lo D i o s q u e e s t á e n lo s
c i e lo s ; p o r q u e lo s q u e n o le a d o r a n , n i c u m p l e n s u s m a n ­
d a m ie n to s irá n a a b r a s a r s e en el fu eg o e te r n o del in fie rn o ;
y lo s q u e le a c a t a n c o m o a c r i a d o r d e l m u n d o , g o z a r á n
e n el c i e lo d e d i c h a e t e r n a " . 11

10 Cit. p o r J. B. T erán, El nacimiento de la América española,


pág. 185.
u L orente, Historia de la Conquista del Perú, p ág s. 62, 63.
92 JUAN A. MACKAY

En la m archa por los pasos andinos a Caj amarca, don­


de el soberano indio tenía temporalmente su corte, Pizarro
alentó a sus tropas diciéndoles: "No os ponga tem or la
multitud de los enemigos y el ser nosotros tan pocos.
Aunque fuésemos menos y ellos en mayor núm ero, más
es la ayuda de Dios, que nunca abandona a los suyos en
la necesidad. El nos favorecerá para abatir la soberbia de
los gentiles y traerlos al conocimiento de nuestra Santa
Fe C atólica".12
La noche anterior al pérfido ataque contra Caj amarca
y la captura del Inca, "los sacerdotes de la expedición,
habiendo invocado el auxilio divino con largas oraciones y
sangrientas disciplinas, celebraron el sacrificio de la misa
y prometieron la victoria en nombre de Dios y de su S an­
tísima M adre. Los guerreros cristianos entonaron fervo­
rosos el salmo, 'Levántate, Señor, y juzga tu propia cau­
sa'." 13
A la m añana siguiente, cuando todo estaba aparejado
para el ataque, fue necesario cumplir, antes de que éste
comenzara, con una forma empleada universalm ente por
los conquistadores. Tenia que anunciársele a A tahualpa
un sumario de la fe cristiana y exigírsele sumisión al em ­
perador y a la fe católica. Si rehusaba, como por a n ti­
cipado se tenía la seguridad de que lo haría, quedaba
justificado el uso de la fuerza. Según esto, el fraile
dominico V alverde se apersonó con el m onarca llevando
la cruz en la mano derecha y la Biblia en la izquierda.
Habiendo hecho el signo de la cruz sobre el real cautivo,
pronunció una homilía adaptada de un modelo compuesto
por los teólogos y jurisconsultos de la época, y que decía
en sustancia lo que sigue: "Yo soy sacerdote de Dios y
enseño a los cristianos las cosas divinas, y asimismo las
vengo a enseñar a vosotros. Dios, que es uno en esencia
y trino en personas, crió el cielo, la tierra v cuanto hay
en ellos; formó de barro a A dán, que fue el primer hom ­
bre y de una de sus costillas a Eva, de quienes todos
descendemos. Habiendo desobedecido nuestros primeros
padres a su criador, nacemos todos en pecado y nadie
alcanzaría la gracia divina ni iría al cielo, si Jesucristo, que

12 Idi, p ág . 124.
" Id., págs. 142, 143.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 93

es hijo de Dios, no hubiera encarnado en las entrañas


de la V irgen M aría; y si no nos redim iera m uriendo por
nosotros en una cruz. Jesucristo resucitó de entre los m uer­
tos y subió a los cielos dejando al apóstol San Pedro por
su vicario en la tierra y poniendo todo el mundo bajo
su jurisdicción. Los papas, que son los sucesores de San
Pedro, gobiernan el género hum ano; y todas las naciones,
en cualquiera parte que vivan, y sea la que quiera su
religión, deben obedecerles. Un papa ha dado a los reyes
de España todos estos países para pacificar a los infieles
y traerlos al dominio de la Iglesia Católica fuera de la
cual nadie puede salvarse. El gobernador Pizarro ha v e ­
nido con esta comisión. Debéis pues, Señor, reconoceros
tributario del Em perador, abandonar el culto del sol y
"todas las idolatrías que os llevarían al infierno, y recibir
la religión verdadera. Si así lo hacéis, Dios os dará el
premio y los españoles os protegerán contra vuestras
enemigos".
El Inca replicó altivamente que él no sería vasallo de
ningún rey. N egó además el derecho del P apa a distribuir
tierras que no le pertenecían y rehusó cambiar su dios-sol
por un Dios que había sido muerto por las criaturas que
había hecho. Inquirió dónde había V alverde aprendido'
semejantes doctrinas, y como éste le tendiera la Biblia,
el Inca la tomó y la arrojó con gran enojo al suelo, jurando
que lograría satisfacción por los ultrajes cometidos por
los españoles en su m archa desde la costa. "¡Los E v an g e­
lios en tierra! — gritó el monje— ¡Venganza, cristianos!
¿No veis lo que pasa? /P a ra qué estáis en requerim ientos
con este perro lleno de soberbia? ¡Que vienen los campos
llenos de indios! Salid a él, que yo os absuelvo".1415
Después de haber estado A tahualpa cautivo nueve
meses y medio, los españoles faltaron a la palabra que con
él habían empeñado respecto a su libertad, y tras un
juicio que fue una farsa, lo condenaron a ser quemado.
V alverde, a quien correspondía la responsibilidad p rinci­
pal por la sentencia, se aproximó entonces al condenado
prometiéndole que si se hacía cristiano, la muerte por el
fuego le sería conm utada por la más rápida del garrote.
14 Id., págs. 149, 150.
15 Id., pág. 151.
94 JUAN A. MACKAY

E l I n c a c o n s i n t i ó y se b a u t i z ó , c o n el n o m b r e d e J u a n ,
e n h o n o r d e l E v a n g e l i s t a , e n c u y o d í a e s t a b a n . T r a s el
b a u tism o , A t a h u a l p a fue e s t r a n g u la d o p o r m e d io del t e ­
r r i b l e g a r r o t e , m i e n t r a s l o s e s p a ñ o l e s lo r o d e a b a n c a n t a n d o
el c r e d o . 16
D o n A lo n s o de E rc illa y Z ú ñ ig a d escrib e u n a e s c e n a
m u y p a r e c i d a e n s u f a m o s o p o e m a La Araucana. E l g r a n
j e f e a r a u c a n o , C a u p o l i c á n , h a b í a c a í d o e n m a n o s d e lo s
e s p a ñ o le s y sid o c o n d e n a d o a m u e r te . A n te s de c u m p lir s e
la s e n te n c ia e x p r e s ó su s d e s e o s de b a u t i z a r s e y h a c e r s e
c ristia n o . E l p o e ta , q u e to m ó p a r t e en la c o n q u i s ta de
C h ile , dice e s to :

C a u s a lá stim a y ju n to g ra n c o n te n to
al c i r c u n s t a n t e p u e b l o c a s t e l l a n o .

In m ed iata m en te,

.. . c o n s o l e m n i d a d le b a u t i z a r o n ,
y , e n lo q u e e l t i e m p o e s c a s o p e r m i t í a ,
e n la f e v e r d a d e r a le i n f o r m a r o n .

E s t o le d io

. . .e s p e ra n z a y a de m e jo r v id a.

D e s p u é s d e a q u e l l o , lo s c r i s t i a n o s q u e t a n e x a l t a d o g o ­
z o h a b í a n s e n t i d o p o r s u c o n v e r s i ó n , lo h i c i e r o n s e n t a r s e
e n u n a a g u d a e s t a c a y lo a t r a v e s a r o n c o n s u s f l e c h a s .
¡M ag n ífico ejem p lo de " c a r id a d te o ló g ic a " , e v a n g e liz a c ió n
p o r la f u e r z a p a r a s a lv a r las a lm a s d el in fie rn o ! C o m o
p r e c a u c ió n c o n tr a la p o s ib ilid a d d e u n p e r ju r io p o r p a r t e
d e lo s " c r i s t i a n o s " a s í g a n a d o s y c u y a p e r s e v e r a n c i a e n
la f e se p r e s t a b a a d u d a s , se d e s p a c h a b a a l a s a l m a s a
t o m a r p o s e s i ó n d e s u h o g a r c e l e s t i a l a u n a n t e s d e q u e el
a g u a d el b a u t is m o h u b ie s e te n id o tie m p o de s e c a r s e e n sus
cuerpos.
L o q u e lo s i n d i o s i n t e l i g e n t e s p e n s a b a n d e e s t a c l a s e
de re lig ió n , r e s a l t a e n las p a l a b r a s d el o r g u llo s o c a c iq u e
c u b a n o H a t u e y . E s t e i n t r é p i d o j e f e , al s e r c o n d e n a d o a

Id., p á g . 198.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 95

se r q u e m a d o v i v o , r e c i b í a la e x h o r t a c i ó n d e s u c o n f e s o r
a c o n v e r t i r s e e i r s e a s í al c i e lo . " — / H a y c r i s t i a n o s e n el
cielo? — p r e g u n t ó e l c a c i q u e . A n t e l a n a t u r a l r e s p u e s t a
afirm ativ a, c o n te s tó : — N o q u ie ro ir a u n p a r a je d o n d e
p u e d a e n c o n t r a r l o s " . 17
P e r o a u n q u e su m e n s a je re lig io s o e s ta b a e n t e r a m e n t e
d e s p o s e íd o de c o n te n id o ético y su s p r o p ia s v id a s c a r e ­
cían de a tr a c tiv o y c o n s is te n c ia c r is tia n o s , lo s c o n q u i s t a ­
d o res tu v ie ro n , s e g ú n el se n tir de u n e s c rito r s u d a m e r ic a n o
que h a h e c h o un e stu d io p ro fu n d o de aq u e l p erío d o , u n a
v e r d a d e r a p a s ió n p o r lo s rito s e x t e r n o s d el c a to lic is m o .
" U n a ig le sia , u n a c a p illa , s iq u ie r a u n o r a to r io de p a ja
y b a r r o se l e v a n t a j u n t o a lo s c o b e r t i z o s q u e i m p r o v i s a la
a v a n z a d a e x p l o r a d o r a en el p rim e r p a r a je d o n d e h a c e u n
a lto . L a c e r e m o n i a e i n v o c a c i ó n r e l i g i o s a s se r e a l i z a n , a
v e c e s a l a s o m b r a d e lo s á r b o l e s , e n m e d i o d e l d e s i e r t o ,
sin o t r o r i t u a l q u e l a p r o s t e r n a c i ó n a n t e la c r u z q u e a l z a
e n a l to el f r a i l e d e l a c a t e r v a . N o m b r e s d e s a n t o s v a n s e -
h a l a n d o las e t a p a s d el c a m in o . H a y f ó r m u la s litú r g ic a s
p a ra s a n tific a r el m e n o r acto de la v id a g u e r r e r a : la p a r ­
t i d a , el a r r i b o a u n g r a n r í o , el a v i s t a m i e n t o d e u n a m o n ­
t a ñ a , el m o m e n t o d e l a t a q u e , la e r e c c i ó n d e l á r b o l d e la
j u s t i c i a e n el l u g a r d o n d e v a a p l a n t a r u n j a l ó n la e m p r e s a
a v e n t u r e r a " . 18

d) L o s Frutos de la Cruzada

A c o m p a ñ a n d o a lo s a v e n tu r e r o s , o s ig u ie n d o su s p a ­
so s, i b a n l o s f r a i l e s m i s i o n e r o s . P e r o é s t o s t a m b i é n a b r i e ­
r o n s u s p r o p i a s b r e c h a s al t r a v é s d e l a s s e l v a s d i r i g i é n d o s e
al r e m o t o i n t e r i o r . H o n o r a q u i e n h o n o r m e r e c e , y b i e n lo
m e re c e n e s to s h o m b r e s , m u c h o s de lo s c u a le s fu e r o n a lm a s
c r i s t i a n a s h e r o i c a s . J a m á s s e s a b r á n lo s n o m b r e s d e lo s
m á s g r a n d e s e n tr e ellos, q u e h a l l a r o n e n la selv a, tu m b a
d e s o l d a d o s d e s c o n o c i d o s . A a l g u n o s d e e l l o s , s in e m ­
b a r g o , l a h i s t o r i a le s h a h e c h o s a n t u a r i o e n s u s a n a l e s .
E n t r e lo s m a y o r e s d e b e p o n e r s e a lo s j e s u i t a s A n c h i e t a y
N ó b re g a . E n ta n to que ric a s y b e lla s re g io n e s del B rasil
q u e d a b a n d e s o la d a s p o r la g u e r r a in c e s a n te e n t r e lo s so l-

17 J. B. T e r á n , El Nacimiento de la América Española, p ág . 194.


18 Id., pág. 182.
96 JUAN A. MACKAY

dados portugueses de fortuna y las tribus salvajes del


interior, estos misioneros penetraron hasta el corazón de
las tierras bárbaras y conquistaron con su cristiano e s ­
píritu a los indios. A un ofrecieron constituirse en rehenes
en manos de los salvajes como prenda de que los aventu­
reros, en cuya palabra los indios no podían confiar, ya
no cometerían más ultrajes. Del grande y noble misionero
Fray Bartolomé de las Casas hablarem os después. Y algo
más debe decirse en honor de los monjes cruzados y de
sus sucesores inmediatos: sólo ellos representaban la cul­
tura y la hum anidad. Fueron m aestros en muchas artes
y oficios. Junto con sus dogmas v ritos introdujeron se­
millas, renuevos, animales domésticos y herram ientas.
Estudiaron también las costumbres de los pueblos aborí­
genes, recogieron sus tradiciones v reunieron datos sobre
su historia primitiva.
Sin embargo, sus labores religiosas, juzgadas según
normas cristianas de cualquiera clase, fueron fatalm ente
deficientes, a pesar de la buena voluntad y el sacrificio
propio que pusieron en ellas. Tomemos como caso típico
la evangelización del Perú. Los cruzados hallaron ahí una
religión que estaba ligada indisolublemente con la familia
reinante y el Estado. La religión inca se basaba más en
un código de moral que en una concepción metafísica,
hallándose así más próxima a la religión de China que a
la de la antigua India, con la cual ha sido a veces com pa­
rada. La religión y la política tenían su origen en los m is­
mos principios y autoridades. Por causa de esta identifi­
cación con el régimen social v político, la religión inca
no pudo sobrevivir al E stado inca, ya que sus fines eran
más tem porales que espirituales; se preocupaba más por
el reino de la tierra que por el de los cielos, y constituía
una disciplina social más que individual. Por lo tanto, el
mismo golpe fue fatal para la teocracia v para la teogonia,
mientras que la nueva religión de los conquistadores se
aceptó pasivamente y como cosa corriente. Para un pueblo
incapaz de distinguir lo espiritual de lo tem poral, la d o ­
minación política implicaba dominación eclesiástica.
¿Cómo se produjo y consolidó esta última? El suntuoso
ritual y el culto emotivo del catolicismo se adaptaban de
m anera única a cautivar una población que no podía
elevarse, de pronto, al nivel de una religión espiritual. Los
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 97

indios fueron bautizados en masa. Sus antiguos fetiches


recibieron nombres cristianos: a los dioses incas sustitu­
yeron las efigies de los santos católicos, en tanto que el
ritual católico podía producir las experiencias emotivas
de la vieja fe que se inyectaban ahora en las nuevas o b ­
servancias. "Esto — dice un historiador peruano, Emilio
Romero— explica el delirio pagano con que una m uche­
dumbre de indios del Cuzco se sacudían en presencia del
Señor de los Temblores, en quien veían la imagen tangible
de sus reminiscencias del antiguo culto. Innecesario es
decir que el contenido y espíritu de la 'devoción* de los
indios eran por completo extraños al pensam iento de los
frailes." Este caso es el símbolo de un proceso por medio
del cual la religión católica se sobreponía a los ritos in-
'dígenas sin transform ar el contenido de éstos. Es obvio
que tal política tenía un gran valor psicológico donde
todo el propósito de la evangelización era nada más con­
seguir que los convertidos aprendiesen correctam ente cier­
tas fórmulas religiosas y pasaran por el mecanismo de los
ritos establecidos del catolicismo. La transición a la nueva
religión llegó a ser, pues, casi imperceptible. Se produjo
un estado de cosas análogo al que ocurrió entre los colonos
samaritanos de quienes dice la Biblia que "tem ían a
Jehová y honraban a sus d io ses".19 Se me informa por
cierto '—dice Castro, uno de los primeros virreyes del Perú,
escribiendo en 1565— que de m ás de 300,000 convertidos
bautizados no más de cuarenta eran cristianos. El resto
eran tan idólatras como siempre.
Cautivada la mente de los indios por un culto y una
liturgia adaptados a sus costumbres aborígenes, la tarea
de la catequización resultó fácil. Pero, de hecho, la falta
de resistencia ofrecida a la labor del catequista hizo ésta
completamente estéril e ineficaz. La misma pasividad con
que los indios se prestaban a la catequización, sin en­
tender el catecismo, debilitó espiritualm ente el catolicismo
en el Perú. El misionero no tenía que vigilar la pureza
dogmática; su misión se reducía a la de un guía moral,
pastor eclesiástico de un pueblo que carecía por completo

* 2 R e y e s 17:33.
98 J U A N A . MACKAY

de inquietud espiritual. El ideal del cementerio se realizó


de sobra.20
U na deliciosa historia narrad a por el cronista Fray
Reinaldo de Lizárraga arroja luz de paso sobre el celo y
resultados catequísticos de los misioneros. A su regreso
de España, el prior de una de las órdenes religiosas reci­
bió la visita de algunos de los indios principales a quienes
antes de su partida había instruido en la Fe. "'Como cues­
tionara a uno de ellos sobre cosas de la fe y no supiera
responderle, le dijo: — ;N o te enseñé yo la doctrina y la
sabían bien? El indio contestó: — Sí, mi padre; pero como
la enseñé a mi hijo, me la he olvidado". 1
Los cruzados laicos del período primitivo term inaron
sus días peleando entre sí, creando una atmósfera de in­
transigente rivalidad política que hasta el presente no ha
podido dulcificarse. La hostilidad y odio entre grupos
como los de Pizarro y A lm agro eran tan enconados como
los1 que existieron entre cristianos y musulmanes. M ien­
tras tanto, los cofres reales de E spaña se desbordaban de
oro, y eso constituyó su ruina. E spaña había salido de su
"caverna" a conquistar y catolizar el N uevo M undo. Lo
conquistó, en efecto, pero al catolizarlo se descristianizó
a sí misma, y retornó ya no a una caverna sino a una se­
pultura. Con el oro de Indias Felipe II se construyó una
tumba. El Escorial, pirámide de este faraón español, es el
sepulcro de una gran ilusión.

20 L a secció n p r e c e d e n t e d e b e m u c h o a u n a d m i r a b l e e s t u d io de la
r e lig ió n e n el P e r ú , p o r Jo s é C a r lo s M a r i a t e g u i , que se h a ll a e n su
lib r o Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana.
a J. B. T e r á n , El Nacimiento de la América Española, pág. 194-195.
CAPITULO III

T E O C R A C IA C O L O N IA L

Para España el verdadero fin de la cruzada fue el E s ­


corial; para América fUe el comienzo de una teocracia
colonial que continuó y consolidó la obra de los cruzados.
Consideremos la condición v progreso de la religión en
•Sudamérica durante el llamado período colonial, esto es,
desde el principio del V irreinato hasta la G uerra de In d e ­
pendencia en los albores del siglo diecinueve.
En 1493, un año después del descubrimiento del N u e ­
vo M undo, el papa A lejandro VI delegó a los reyes e s ­
pañoles, mediante bula especial, el poder tem poral y e s ­
piritual sobre la Iglesia en los dominios de éstos. A esta
acción del Papa se le da por explicación el hecho de que
la Sede Papal no se hallaba en posición que le perm itiera
propagar directamente la fe en América.
Sucedió así que cada uno de los reyes españoles suce­
sivos se consideró como vicario apostólico. F ernando I,
Carlos V y Felipe II solicitaron igualmente del Papa el
derecho a usar el título jerárquico de Patriarca de Indias,
y en cada uno de esos casos se otorgó dicho título. El
rey postulaba a los obispos y decidía todas las cuestiones
que entre ellos surgieran, en tanto que él o sus rep resen ­
tantes fijaban los límites de cada diócesis, parroquia y
curato. Ya el papa Calixto III había concedido, en 1456,
derechos idénticos al Rey de Portugal para todos los n u e ­
vos dominios portugueses. Por otra bula, se concedieron
en 1501 los diezmos de Indias a los reyes españoles, en
perpetuo derecho, por consideración de los qastos causa­
dos por la conquista tem poral y espiritual. Los reyes, a su
vez, se comprometieron a erigir y equipar iglesias para los
pobladores de cada nueva región que se ocupara.
A consecuencia de este arreglo, el patronato ejercido
por los Estados español y portugués sobre la Iglesia en
10 0 JUAN A. MACKAY

América fue mucho más absoluto que el que privaba en


la Península. En tanto que en los países m aternos la
Iglesia era independiente del poder civil en m ateria eco­
nómica, en las Indias estaba, a ese respecto, subordinada
al Estado. Así pues, la conquista y colonización ibéricas
del Nuevo M undo tuvieron lugar con los auspicios de una
perfecta teocracia. La propagación y m antenim iento de la
religión resultó una función del E stado, v hasta el naci­
miento de naciones independientes el Papa desempeñó
un papel secundario en los asuntos religiosos de Ib ero ­
américa. El lugar supremo lo ocupaba un C ésar C ristiano,
cuyo título era el de "Su Real, Sagrada-, Católica y C esá­
rea M ajestad". En un im portante documento religioso r e ­
dactado por el Arzobispo de La Plata, en 1788, poco más
de veinte años antes de que brotara el movimiento revo­
lucionario, y no hace mucho publicado en la A rgentina, el
Rey recibe un lugar mucho más central que el Papa, a
quien se menciona sólo incidentalmente. Al primero se le
llama "el Grande sobre todos los G randes, el Católico Rey
de las E sp añ as".1

a) Terratenientes Evangelistas

Con el fin de que la conquista espiritual de los nuevos


dominios pudiera llevarse a cabo de m anera más expedita
y eficiente, y tuvieran efecto así el móvil original de la
cruzada como las obligaciones contraídas con la Sede
Romana, apareció la forma más original de organización
evangelística que conoce la historia cristiana. La Corona
encomendó a los colonos la conversión de los indios a la
Santa Fe Católica, v a fin de facilitar su obra e investir
de mayor autoridad sus esfuerzos evangelísticos, les con­
cedió al mismo tiempo el más absoluto poder sobre la
raza indígena. Esto fue una extensión de la idea teocrá­
tica, en virtud de la cual la Corona delegaba, para el cum ­
plimiento de fines religiosos, su autoridad espiritual y
temporal. A quienes aceptaron tal responsabilidad se les
llamó encomenderos. A cambio de su celo cristianizados
los encomenderos tenían el derecho de emplear los servi­
cios de los indios v exigirles tributo. Con lo cual éstos se

1 Carta a los Iridios Infieles Chiriguanos,


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 1 0 1

convirtieron en esclavos virtuales de sus "evangelistas'


La esclavitud nació como expediente económico para cum ­
plir una tarea religiosa; pero lo que se había permitido
como instrumento espiritual se convirtió prestam ente en
un fin comercial, y la raza indígena cavó bajo el yugo de
una servidumbre de la que en algunas tierras sudam erica­
nas todavía no ha conseguido emanciparse.
No hay palabras con que describir las crueldades co ­
metidas por los encomenderos con sus esclavizados ca te ­
cúmenos. N ingún oído cristiano podría soportar el relato
de sus crímenes, según escribía un cierto Bachiller S án­
chez al Presidente del Consejo de Indias.2 T errible es el
lenguaje con que los denuncia el noble Las Casas, amigo
y protector de los indios, quien dice que andan vestidos
en sedas, y no sólo ellos sino sus muías, pero que si la
seda bien se exprimiese sangre de radios saldría de ella.
Según se ha dicho bien, en la Am érica española del
siglo dieciséis el trabajo de los esclavos indios tenía tan ta
importancia económica como las tierras públicas de la
Roma republicana, el carbón en Inglaterra o la ganadería
en la A rgentina. Pero lo doloroso es que detrás y debajo
de la servidumbre en que vivían los indios desde México
hasta Chile había un motivo religioso y un fondo te o ­
lógico.
N os hemos referido ya al primero. En cuanto al se­
gundo,, la cuestión de si era lícito hacer esclavos a los
indios dio origen a interm inables discusiones entre los
teólogos españoles de la época. V éase una serie de raz o ­
namientos típicos que se usaban para justificar el ap ro ­
piarse las tierras de los indios y esclavizar sus personas:
"Prim ero, porque no conocen a Dios. Segundo, porque
se m atan unos a otros. Tercero, porque comen carne h u ­
mana. Cuarto, porque pecan contra la naturaleza". O tro
teólogo español, Sepúlveda, sostenía que puesto que las
Sagradas Escrituras no m encionan a los indios, no p e rte ­
necen éstos a la raza hum ana, y por lo tanto pueden ser
legítimamente usados por los cristianos para sus fines
privados. El punto de vista oficial se expresa en una de las
cartas reales: "La esclavitud se justifica sólo en caso
de que los indios ofrezcan resistencia a la Fe o rehusen
2
442 Documentos del Bachiller Encero.
1 02 JUAN A. MACKAY

o b e d i e n c i a c o n la f u e r z a d e l a s a r m a s " . ¡ Q u é i n g e n u o es
t o d o e s to ! M a s p a r a c r é d i t o d e l a C o r o n a y d e l C o n s e j o
de In d ias d eb e d ecirse que re p e tid a m e n te e x p re s a ro n g ran
s o licitu d p o r la r a z a in d ia y r e q u i r i e r o n de t o d o s lo s g o ­
b e r n a d o r e s y e n c o m e n d e r o s la m a y o r c o n s i d e r a c i ó n e n su
m o d o de tr a ta r lo s . P e r o d e s d e el p r in c ip io de la c o n ­
q u i s t a , la i n t e r v e n c i ó n o f i c i a l e n f a v o r d e lo s i n t e r e s e s d e
h u m a n id a d se e s tre lló c o n t r a d o s e s c o llo s fo rm id a b le s . U n o
fue la te o r í a de q u e la c la s e de g e n t e q u e se e m p le a b a en
u n a m isió n relig io sa era c o sa de m u y s e c u n d a ria im p o r ­
t a n c i a , p u e s lo ú n i c o q u e c o n t a b a e r a el fin p r o p u e s t o .
E l o t r o fu e e l h e c h o d e q u e d e s d e e n t o n c e s y h a s t a el
p r e s e n t e t o d o f u n c i o n a r i o d e I b e r o a m é r i c a se h a t e n i d o
a sí m i s m o p o r e n c a r n a c i ó n v i v i e n t e d e la ley. J a m á s h a
r e n u n c i a d o a la f a m o s a c a r t a p o d e r c o n u n s o lo a r t í c u l o ,
a q u e se r e f e r í a Á n g e l G a n i v e t , y p o r e l lo i n t e r p r e t a y
a p l i c a t o d o c ó d i g o e n l o s t é r m i n o s d e e s a c a r t a . ¡N i q u e
m a ra v illa rse de que h a y a n p o d id o co e x istir "ley es p e rfe c ta s
y c o stu m b re s e s c a n d a lo sa s!"

b) Las Casas, el Anticonquistador

E n F r a y B a r t a l o m é d e la s C a s a s h a l l a r o n l o s i n d i o s
am ig o y p ro te c to r. A e s ta n o b le alm a c ristia n a , lla m a d o
c o n ju s tic ia el m a y o r f ilá n tr o p o q u e la r a z a ib é ric a h a
p r o d u c i d o , se le c o n o c e e n la h i s t o r i a i b e r o a m e r i c a n a c o n
el n o m b r e d e A n t i c o n q u i s t a d o r . D e b i d o a s u c e l o p o r el
b ie n e s t a r de la r a z a a u t ó c t o n a v su s c a n d e n t e s d e n u n c ia s
d e l a s i n d i g n i d a d e s q u e é s t a p a d e c í a , se n o m b r ó a L a s
C a s a s o f ic ia lm e n te " P r o t e c t o r G e n e r a l d e las I n d i a s " .
" H a y u n m o m e n t o h i s t ó r i c o e n A m é r i c a > — dice u n d i s t i n ­
g u i d o e s c r i t o r s u d a m e r i c a n o . — e n el q u e s o l a m e n t e e s a v o z
n o s r e c u e r d a q u e h u b o u n a v e r d a d n u e v a p o s t e r i o r a lo s
tiem p o s de N a b u c o d o n o s o r o A le ja n d r o , e ig n o r a d a p o r
T a m e r lá n , im b u id a en la c o n c ie n c ia h u m a n a , h a c e v e in te
sig lo s". 3
En el f a m o s o Tratado de Treinta Proposiciones, d e L a s
C asas, o c u r r e n e x p r e s i o n e s c o m o la s s i g u i e n t e s : " L o s R e ­
y e s de C a s til la .. . so n o b lig a d o s a p r o c u r a r la c o n v e r s ió n
d e lo s in f i e l e s d e l a s I n d i a s p o r lo s m i s m o s m e d i o s q u e

3 J u a n B. T e r á n , El Nacimiento de la América Española, p á g . 326.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 10 3

p r a c t i c a r o n y e n s e ñ a r o n J e s u c r i s t o y lo s a p ó s t o l e s , y q u e
h a s e g u id o sie m p re , a p r o b a d o v e n s e ñ a d o la I g le s ia C a ­
tó l i c a ; e s d e c i r p o r m e d i o s d u l c e s , s u a v e s v c a p a c e s d e
h a c e r a m a b l e l a r e l i g i ó n c r i s t i a n a , c o m o s o n la p e r s u a s i ó n
y el c o n v e n c i m i e n t o e n l o s s e r m o n e s y c o n f e r e n c i a s , y el
b u e n e je m p lo de la s p e r s o n a s en su c o n d u c ta ; de m a n e r a
q u e n o s e v a , n o se o i g a , n i se h a g a c o s a p o r l a c u a l
h a y a lu g a r a la s o s p e c h a de que la re lig ió n es m a la , c u a n ­
do a q u e llo s q u e la p r o f e s a n h a c e n c o s a s m a la s , c u a le s
s e r í a n lo s r o b o s y l a s v i o l e n c i a s e n v e z d e a g a s a j o s , o b s e ­
q u io s , r e g a l o s , y o t r a s o b r a s d e b e n e f i c e n c i a d i g n a s d e u n
cristian o b u e n o , v irtu o s o , e d i f i c a n t e " .4
E s te fraile d o m in ic o , q u e lle g ó a O b is p o de C h i a p a s ,
M é x ic o , era te ó lo g o , so c ió lo g o , h is to r ia d o r y h o m b r e de
a c c i ó n , t o d o a la v e z . C o m o s o c i ó l o g o se a n t i c i p ó al f a ­
m o s o d i c h o d e l e s t a d i s t a a r g e n t i n o A l b e r d i : " G o b e r n a r es
p o b la r" . P r o p u s o q u e se i n t r o d u j e r a n a g r ic u lto r e s p r o c e ­
d e n te s de E s p a ñ a , y sus p la n e s de c o lo n iz a c ió n son t o d a ­
v í a u n o d e lo s s u e ñ o s n o r e a l i z a d o s d e a l g u n o s p a í s e s
s u d a m e ric a n o s . L a s C a s a s te n ía el alm a de u n r e v o l u c i o ­
n a r io c o n s tr u c to r . H u b i e r a q u e r id o q u e t o d o s lo s c o n f e ­
s o r e s se c o n v i r t i e r a n e n i n s t r u m e n t o s a c t i v o s d e u n a r e ­
v o l u c i ó n s o c ia l . D e s d e c u a l q u i e r á n g u l o q u e se l e c o n ­
t e m p l e , el O b i s p o d e C h i a p a s se d e s t a c a c o m o e l v e r d a d e r o
h é r o e d e I b e r o a m é r i c a , e l h o m b r e e n q u i e n la c o n c i e n c i a
m o ra l de é s ta h a lló su m á s a lta e n c a r n a c ió n , y a c u y a
p e r s o n a l i d a d , i d e a s y o b r a , d e b e el p e n s a m i e n t o d e la s
fu tu ra s g e n e ra c io n e s vo lv er, en cre cie n te m e d id a , p a r a
o b te n er o rie n ta c ió n e in sp ira ció n .
S i n e m b a r g o , l l e v a d o d e s u c e l o p o r lo s i n d i o s , e l b u e n
L a s C a s a s se p e r m i t i ó c o m e t e r , c o n l a m á s s a n a y h u m a ­
n ita r ia de la s in te n c io n e s , u n g r a v e e r r o r ético . O y e n d o
q u e el e x p e r i m e n t o , l l e v a d o a c a b o p o r l o s p o r t u g u e s e s ,
de im p o r ta r n e g r o s a su te r r ito r io , h a b í a te n id o b u e n é x ito ,
y q u e lo s h i j o s d e l Á f r i c a p a r e c í a n a d a p t a r s e m u c h o m e ­
j o r q u e lo s i n d i o s a l a s c o n d i c i o n e s d e t r a b a j o q u e p r e v a ­
l e c í a n e n l a s m i n a s s u d a m e r i c a n a s , a b o g ó p o r ¡a i n t r o ­
d u c c i ó n d e n e g r o s a l o s d o m i n i o s e s p a ñ o l e s . E s e f u e el
c o m i e n z o d e l a e s c l a v i t u d d e lo s n e g r o s e n l a A m é r i c a
e s p a ñ o l a . C o m p l i c ó s e el p r o b l e m a s o c i a l y c a y ó u n a n u e v a

4 P r o p o s ic i ó n 22.
1 04 JUAN A, MACKAY

mancha en los blasones cristianos. Las Casas reconoció


más tarde su error y abjuró de lo que una vez había p ro ­
pugnado. "Yo he comprado a Cristo — decía con am argu­
ra— y no me lo dieron por nada! ¡Tuvo que pagar por
E1!,i<
"¡Yo he comprado a Cristo!" Estas palabras del más
grande espíritu que haya alentado en Iberoamérica son el
símbolo de la historia entera del cristianismo en las tierras
de occidente conquistadas por E spaña y Portugal. El p ro ­
ceso de evangelización se llevó a cabo a un terrible costo
ético. Los métodos empleados para llevar a Cristo a esas
tierras v darlo a conocer a esas gentes, segregó su reli­
gión de la m oralidad al par que lo redujo a El a un simple
fetiche, a uno de tantos.
N os inclinamos a creer que los resultados evangelísti-
cos de tal sistema fueron nulos. No cambiaban los cora­
zones ni las inteligencias recibían luz, y el culto se ofrecía
simplemente a ídolos rebautizados. En carta escrita en
1555, Las Casas alude a la falta de psicología que había
en la enseñanza religiosa im partida a los indios. "M ire
qué doctrina para los que no entendían — dice— si era
palo o piedra, o cosa de comer o beber el Ave María".
El historiador peruano Sebastián Lorente hace ver las
cavilaciones del alma india ante el celo cristiano de sus
señores feudales. "La pureza evangélica parecía in ­
comprensible y aun contradictoria a gente ruda, que
no veía sino grandes escándalos en los cristianos de su
conocimiento. Reprendido un indio porque vivía en el con­
cubinato, preguntó con cierta extrañeza, si el am anceba­
miento era pecado, y como le respondiesen que sí, replicó
resueltamente: 'Pues yo creía que no lo era; porque está
amancebado el cura, am ancebado el corregidor, am ance­
bado el encom endero'." "Por otra parte, sigue diciendo Lo-
rente, la idolatría que se heredaba con la sangre y con las
costumbres, recibía un fortísimo apoyo de la am ada em ­
briaguez, su inseparable compañera, y de estar siempre
a la vista los principales objetos del culto. Como un m isio­
nero quisiese quitar los ídolos a un obstinado idólatra le
dijo éste: ¡Pues llévate ese cerro; ese es el dios que yo
adoro!" 5
s Historia de la Conquista del Perú, Vol. I V , p ág . 137.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 10 5

Si b i e n e s c i e r t o q u e l a r a z a i n d i a j a m á s f u e v e r d a d e ­
r a m e n t e c r i s t i a n i z a d a — a n o s e r q u e l a a d o p c i ó n d e lo s
rito s e x te r n o s de la " S a n t a F e C a tó li c a " se c o n s id e r e n
com o c ris tia n iz a c ió n — ' es i g u a l m e n t e c ie rto q u e lo s c o l o ­
n o s c r i s t i a n o s se p a g a n i z a r o n c o m p l e t a m e n t e a s u v e z p o r
lo q u e t o c a a u n a v i d a p i a d o s a . ¡ R e c u é r d e s e q u e a q u e l l o s
h o m b res no eran v e rd a d e ro s co lonos, p u e s to que d e ja ro n
su p a ís n o p a r a t r a b a j a r ellos, sin o p a r a h a c e r q u e o tr o s
les t r a b a j a s e n p a r a s u p r o v e c h o . A d e m á s , n o v i n i e r o n
a c o m p a ñ a d o s de su s m u je r e s y d e s d e su lle g a d a a A m é r ic a
h i c i e r o n , p o r e l c o n t r a r i o , t o d o lo p o s i b l e p o r i m p e d i r q u e
su s c ó n y u g e s le s s i g u i e r a n . E l U l i s e s c o l o n i a l j a m á s p e n s ó
e n I t a c a o e n l a P e n é l o p e q u e h i l a b a p a r a é l e n la d i s t a n t e
E s p a ñ a o P o r t u g a l . E n v e z d e e s o se j u n t ó c o n m u j e r e s
in d ia s e n e s ta a m e r ic a n a Is la de las S ire n a s . L o s h ijo s de
esas u n io n e s fu ero n c ria d o s p o r sus in c u lta s m a d re s . N o
h u b o v id a de h o g a r . L a a u s e n c ia de la s a g r a d a y e d if ic a n te
in flu e n c ia d el h o g a r re lig io s o , e n q u e lo s h ijo s p u e d e n
c r e c e r al c u i d a d o d e p a d r e s q u e s o n v e r d a d e r o s c o m p a ­
ñ e ro s el u n o del o tro y e je m p lo s g e n u in o s p a r a sus v a s ­
t a g o s , v i n o a c o n s t i t u i r u n o d e lo s m á s g r a v e s p r o b l e m a s
de la v id a c o lo n ia l d e I b e r o a m é r ic a . L a fa lta de h o g a r e s
así f u e o t r a d e l a s c a u s a s d e q u e la C o r o n a y la I g l e s i a
no h u b ie sen p o d id o c re a r u n a v e rd a d e r a so c ied a d c ristia n a
e n lo s d í a s d e l a C o l o n i a . A h í h a n d e h a l l a r s e t a m b i é n l a s
r a í c e s d e lo q u e l o s e s c r i t o r e s s u d a m e r i c a n o s c o n t e m p o r á ­
n e o s d e s c rib e n co m o irre lig io s id a d f u n d a m e n ta l de la v id a
e n el c o n t i n e n t e d e l su r.

c) La Salvaguarda de la Pureza Teocrática

L a p a s i ó n in i c i a l d e h a c e r p r o s é l i t o s c o m e n z ó a d e c l i ­
n a r ; l a i n m o r a l i d a d d e t o d a c l a s e ib a c a r c o m i e n d o r á p i d a ­
m e n te , co m o u n c á n c e r, la s e n t r a ñ a s de la v id a c o lo n ia l;
p e r o la te o c r a c ia n o m e n g u ó ni u n á p ic e en su celo p o r
m a n t e n e r la u n i d a d v p u r e z a d e l a v i d a y la r e l i g i ó n e n el
seno de sus v a s to s do m in io s.
P a r a im p e d ir in tro m isio n e s p e rn ic io s a s del e x terio r,
e s p e c i a l m e n t e la i n t r o d u c c i ó n d e n u e v a s f o r m a s e i d e a s
r e l i g i o s a s , lo s t e ó c r a t a s c o l o n i a l e s e s t a b l e c i e r o n u n a e s ­
tric ta c e n s u ra . D e s d e el m is m o p r in c ip io de la c o n q u is ta
n o se a d m i t i ó a s a c e r d o t e s e x t r a n j e r o s e n S u d a m é r i c a . Se
106 JU A N A. MACKAY

p r o h ib ió ig u a lm e n te la in m i g r a c ió n d e m o r o s , j u d ío s , h e r e ­
je s y p r o s é lito s . P a r a la p u b lic a c ió n de t o d o lib ro r e la tiv o
a la s p o s e s i o n e s c o l o n i a l e s se r e q u e r í a el c o n s e n t i m i e n t o
del C o n s e jo de In d ia s r a d ic a d o en M a d r id . T o d a v ía en
1878 la I g l e s i a e j e r c í a e n C h i l e l a c e n s u r a d e lo s l i b r o s
ex tra n jero s. T o m ó s e to d a p re c a u c ió n p o sib le p a r a a s e g u ­
r a r l a p e r p e t u a p u r e z a d e l a S a n t a F e C a t ó l i c a e n la s
tie rra s v írg e n e s de A m éric a.
P e r o el p r i n c i p a l y m á s n o t o r i o m e d i o a d o p t a d o p o r
la E s p a ñ a te o c r á tic a p a r a a s e g u r a r la o r to d o x ia ca tó lic a ,
e n f e y m o r a l , e n s u s c o l o n i a s a m e r i c a n a s , f u e el e s t a b l e ­
c i m i e n t o d e l a I n q u i s i c i ó n e n lo s d o m i n i o s d e N u e v a E s ­
p a ñ a , e n 1 5 6 9 . N o e s n u e s t r o p r o p ó s i t o e n t r a r a q u í e n la
c o n s i d e r a c i ó n d e l c a r á c t e r v f u n c i o n e s g e n e r a l e s d e la
" S a n ta C r u z a d a " , de este " E s t a d o d e n tro d el E s t a d o " ,
c o m o le l l a m a r a u n e s c r i t o r i t a l i a n o , u n E s t a d o c o n su
" te rrib le ejército p ro p io , un ejército a n ó n im o , in v isib le e
im p a lp a b le , p ero co n ojo s y o íd o s ab ie rto s en to d a s d i r e c ­
c io n e s ." B a s ta d e c ir q u e, co n su c u a r te l g e n e r a l en L im a ,
la I n q u i s i c i ó n f u n c i o n ó a i n t e r v a l o s d e 1 5 6 9 a 1 8 1 3 , a ñ o
d e s ü a b o l i c i ó n . R e s t a b l e c i d a al a ñ o s i g u i e n t e , a r r a s t r ó
u n a m o rib u n d a ex iste n cia , o c u p á n d o s e p r in c ip a lm e n te con
lo s l e c t o r e s d e l i b r o s p r o h i b i d o s , h a s t a q u e l a s f u e r z a s
lib e r ta d o r a s de S a n M a r t í n e n t r a r o n a la c a p ita l p e r u a n a
en 1821.
D o n R ic a rd o P a lm a , que es p r o b a b le m e n t e el lite ra to
m á s e m i n e n t e q u e h a p r o d u c i d o S u d a m é r i c a , d e d i c a la
p a r t e f i n a l d e s u s f a m o s a s Tradiciones Peruanas a lo s
" A n a le s de la In q u is ic ió n en L im a " . P á g i n a s b r illa n te s
q u e se l e e n a la v e z c o n t r i s t e z a y f a s c i n a c i ó n . S e g ú n el
d e c r e t o r e a l p o r el c u a l se f u n d ó l a I n q u i s i c i ó n , se c o n s i ­
d e r a b a n e c e s a r i o e s t a b l e c e r e l " S a n t o O f i c i o " e n la s p r o ­
v in c ia s de u ltr a m a r , "en in te r é s del a u m e n to y c o n s e r v a ­
ción de n u e s tr a S a n ta F e C a tó lic a y c r is tia n a r e lig ió n " .
L a p rim e ra p e r s o n a s o m e tid a a la s e n te n c ia e x tr e m a de ser
q u e m a d a fu e u n f r a n c é s , M a t e o S a l a d e , c o n d e n a d o p o r
" h e r e j e c o n t u m a z " , e n 1 5 7 3 . E x a m i n a n d o lo s a r c h i v o s d e l
" S a n to O fic io " d e s d e e s a fe c h a h a s ta su a b o lició n , h a l l a ­
m o s u n a l a r g a l i s t a d e lo s i n f o r t u n a d o s q u e s u f r i e r o n s u s
rig o re s. P o r " s e g u id o re s de L u te ro " , o " ju d ío s " , o " b l a s ­
fem o s", o "p o r p o s e e r libro s p r o h ib id o s " , " te n e r tr a to con
el d i a b l o e n b r u j e r í a s " , " c e l e b r a r m i s a s in s a c e r d o t e " , o
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 107

qu izá p o r a lg ú n d e lito m o r a l o c a p r ic h o p u e ril, c u y a so la


m en c ió n p ro v o c a h ila r id a d , las v íc tim a s tu v ie r o n q u e s u b ir
a la n o q u e r a o s o m e te r s e al p o t r o d e l t o r m e n t o o s u f r ir
a lg u n a s u e rte d e in d ig n id a d e n su s p e r s o n a s . E n su s a n o t a ­
c io n e s, P a l m a m e n c i o n a a a lg u n o s b r i tá n i c o s , c o m o J o h n
D r a k e , p r i m o d e l c o r s a r i o , y o t r o s , c o n d e n a d o s p o r "lu-i
t e r a n o s " , a lg u n o s d e lo s c u a le s se r e t r a c t a r o n p a r a e s c a ­
p a r a la h o g u e r a , p e ro o tro s fu e ro n q u e m a d o s .
F u n c i o n a b a la I n q u i s i c i ó n e n lo q u e a h o r a e s e l e d i f i ­
cio d e l S e n a d o e n L i m a . C u a n d o s e p u b l i c ó e l d e c r e t o q u e
a n u n c ia b a su a b o lic ió n , el p o p u l a c h o a s a ltó y s a q u e ó la
te m ib le m a n s ió n . E n la c á m a r a d e lo s in q u is id o r e s h a l l a ­
ro n , e n tr e o t r a s c o s a s , u n c ru cifijo " d e t a m a ñ o n a t u r a l ,
cuya c ab eza p o d ía ser m a n ip u la d a co n c ie rta s c u e rd a s p o r
u n h o m b r e o c u lto t r a s el s o lio d e l T r i b u n a l . C u a n d o la
c a b e z a d e l c ru cifijo se m o v ía q u e ría d e c ir q u e el a c u s a d o
era c u lp a b le y d e b ía ser c o n d e n a d o . D ic h o c ru c ifijo o c u ­
p a b a u n lu g a r e n tre d o s e n o rm e s c a n d e la b ro s v e rd e s c o ­
lo c a d o s e n la m e s a a n te la c u a l t o m a b a n a s ie n to lo s d o s
in q u is id o re s v el fiscal. E s t e c a r a c te r ís tic o a g r u p a m ie n t o
dio o r ig e n a la f a m o s a d e s c r ip c ió n q u e h a c í a J o v e lla n c s
d e la c á m a r a in q u is ito ria l: " U n sa n to C risto , dos c a n d e ­
leras y tre s m a ja d e r o s " .
Y m a ja d e r o s e r a n lo s in q u is id o r e s e n v e r d a d , y m u c h o
peo r. E llo s m is m o s e ra n c u lp a b le s d e m u c h a s d e las c o s a s
p o r la s c u a le s t o r t u r a b a n a lo s d e m á s . E n c ie r ta o c a s ió n
u n r e p r e s e n t a n t e d e la S u p r e m a C o r te d e E s p a ñ a v in o
c o m is io n a d o al P e r ú a i n v e s ti g a r lo s c a r g o s c o n tr a d o s
in q u isid o re s, d o n D ie g o de L in d a y d o n C ris tó b a l C a ld e ­
rón, de q u ie n e s se p ro b ó q u e h a b ía n e s ta d o v iv ie n d o p ú ­
b lic a m e n te co n sus q u e rid a s y h a b ía n d e fra u d a d o a la
C o ro n a de u n a re sp e ta b le sum a de d in e ro .6

d) Cam afeos R eligiosos

Y n o o b s t a n te , e n v e z d e m e n g u a r , c r e c ía la p o m p a
e x te rn a d e la re lig ió n . E l m u n ic ip io c o lo n ia l e ra u n a p r o ­
lo n g a c ió n d e u n a ig le sia o u n m o n a s te r io , c o m o la s c i u d a ­
d e s c a t e d r a l e s d e ¡a v i e j a C a s t i l l a . H a y u n a e s c e n a s i m ­

6 R icardo P alm a, Apéndice a mis últimas Tradiciones Peruanas,


pág. 477.
108 JUAN A. MACKAY

b ó lic a d e lo s tie m p o s c o lo n ia le s , d ic e el e s c r ito r a r g e n t in o


Ju a n B. T e rá n , que e sp e ra to d a v ía el p in ce l del p in to r y
la p lu m a d e l n o v e lis ta .
" U n a e s c e n a , d u r a n t e lo s te m b l o r e s q u e a s o l a r o n P a ­
n am á, d e sd e m a y o a ag o sto de 1621, p in ta el a m b ie n te
e sp iritu a l d e la c iu d a d a m e ric a n a . D u r a n t e lo s te m b lo re s ,
e n la p l a z a d e P a n a m á , lo s s a c e r d o t e s , s e n t a d o s s o b r e las
p i e d r a s r e u n i d a s p a r a c o n s t r u ir la c a t e d r a l , c o n f ie s a n a
lo s v e c in o s q u e c o r r e n s e m id e s n u d o s desde sus casas,
m ie n t r a s se d e s p l o m a n lo s te c h o s y s o p la el h u r a c á n " .
Q u ie n h a y a p a s a d o p o r lo s d i s t r it o s r u r a l e s d e M é ­
x ico n o o lv id a rá ja m á s el n ú m e r o de to r r e s de ig le sia s q u e
el o jo a lc a n z a a p e rc ib ir e n a lg ú n lla n o e s c a s a m e n t e p o -
.b la d o . T ie m p o h u b o e n q u e n o m e n o s d e 1 7 ,0 0 0 ig le s ia s
c u b ría n la su p e rfic ie d e e s te so lo p a ís , c o n s tr u id a s p o r
ó r d e n e s r e lig io s a s r iv a le s c o n lo s c e n ta v o s , p e n o s a m e n t e
g a n a d o s , d e la p o b la c ió n in d íg e n a . ¡ S a n tu a r io s p a la c ie g o s
e n m e d io d e u n a m is e r ia sin a liv io ! " L a s e r g u i d a s t o r r e s
d e l o s t e m p l o s •— d i c e u n e s c r i t o r c h i l e n o , d e s c r i b i e n d o l a
s itu a c ió n d e su p a ís e n el sig lo d ie c io c h o — q u e e n v ia b a n
p l e g a r i a s s ile n c io s a s al c ie lo , e r a lo ú n ic o e s b e lt o q u e se
a lz a b a e n los p u e b lo s s o b r e el c a s e r ío a p l a s t a d o y o p a c o ,
de p a ja y b a rro , con p u e rta s c o n v e n tu a le s y v e n ta n a s c u ­
b i e r t a s d e t u p i d a s r e j a s d e c o b r e . . ." 8
C o m o e n E s p a ñ a , los fe s tiv a le s r e lig io s o s e r a n lo s m á s
p o p u l a r e s , a u n q u e d e n i n g ú n m o d o lo s q u e m e jo r r e a l i z a ­
b a n fin e s r e lig io s o s , p u e s só lo t e n d í a n a r e c r u d e c e r e n el
p u e b lo sus su p e rstic io n e s p rim itiv a s. L a d e sc rip c ió n de u n
fe s tiv a l re lig io s o e s p a ñ o l d u r a n t e el r e i n a d o d e C a r l o s el
H e c h i z a d o se a ju s ta a d m i r a b l e m e n t e a lo s f e s tiv a le s t í p i ­
co s d e la A m é r ic a d el S u r e n tie m p o s d e la C o lo n ia , a l g u ­
n o s d e lo s c u a le s e x is te n to d a v ía , a u n q u e c o n d e c r e c i e n te
e s p le n d o r . " L a s fie s ta s m á s p o p u l a r e s , lo s d ía s m á s s o l e m ­
n e s , b u llic io s o s y a le g r e s d e l a ñ o , e r a n a q u e l l o s e n q u e se
c o n m e m o r a b a n lo s g r a n d e s m i s t e r i o s d e la fe, y sin n e c e ­
s id a d d e ello , b e n d e c í a n s e lo s c a m p o s , lo s v i e n t o s , lo s
río s y la s a g u a s , s a c á b a n s e e n p r o c e s ió n lo s c u e r p o s d e los
s a n to s lo m is m o e n é p o c a s d e s e q u ía q u e e n m o m e n t o s d e

' R e l a t o d e J u a n R e q u e j o S a l ce d o , c ita d o e n El Nacimiento de la


América Española, p ág . 217.
8 A . C a b e r o , Chile y los Chilenos, pág. 354.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 10 9

apuro, y h a sta el S a n tísim o serv ía p ara a p a c ig u a r lo s


tu m u lto s p o p u la re s, com o c u a n d o c ay ó O ro p e sa , o p a ra
d o m i n a r lo s in c e n d i o s , c o m o al o c u r r i r el d e la P a n a d e r í a .
L a r e lig ió n se m e z c la b a ir r e s p e t u o s a m e n t e c o n las c o s a s
m á s a je n a s a su s a g r a d o m in is te r io y se a p e l a b a a lo s
r e c u r s o s m á s s a n to s , p o r ta l d e c o n s e g u ir lo s r e s u l ta d o s
m ás p ro sa ico s y d e te s ta b le s " .9
T o d o el que h a y a p re s e n c ia d o en el P e r ú fe stiv a le s
re lig io s o s p o p u l a r e s c o m o lo s d e "E l S e ñ o r d e l T r u e n o " ,
" E l S e ñ o r d e l M a r " , o " E l S e ñ o r d e lo s M i l a g r o s " , r e c o ­
n o c e r á a l g u n o s d e ,lo s d e t a l l e s d e la a n t e r i o r d e s c r i p c i ó n .
S ien d o en u n p rin c ip io u n tre m e n d o p o d e r de c ru z a d a ,
q u e i m p o n ía a la s r a z a s i n d íg e n a s , p o r la b u e n a o p o r la
m a la , su s r ito s y p o s tu la d o s , la r e lig ió n se d e g r a d ó r á p i ­
d a m e n te h a s ta v e n ir a se r ta n só lo u n m e d io m á g ic o de
o b te n e r lo q u e p o r m e d io s o r d in a r io s n o p o d ía lo g r a r s e .
C r is to y la V i r g e n se c o n v ir t i e r o n e n f ig u r a s r e g i o n a l e s
y se les c o n f ir ie r o n t ítu lo s s ig n if ic a tiv o s s e g ú n a lg u n a
g ra c ia o b e n e fic io e s p e c ia l q u e se a s o c ia b a c o n su s i n n u ­
m e r a b le s i m á g e n e s . L o s s a n t o s c o m e n z a r o n a o c u p a r el
p r im e r lu g a r e n la c o n c ie n c ia re lig io s a d e l p u e b lo , c o m o
p a tr o n e s d e d e s e o s así in d iv id u a le s c o m o c o le c tiv o s. E n
B u e n o s A ir e s , h a c ia fin e s d e l sig lo d ie c io c h o , se a c o s t u m ­
b ra b a ofrecer o ra cio n es a San M a rtín p a ra que h icie ra
llo v e r c u a n d o el su e lo e s ta b a to d o a g r ie ta d o d e s p u é s de
u n a la rg a se q u ía, a la V irg e n d e L u ja n c o m o lib e r ta d o r a
d e lo s c a u t i v o s y d e f e n s o r a c o n tr a e p id e m ia s , y a lo s s a n ­
to s S a b in o y B o n ifa c io p o r se r ta n fa m o s o s " c o m o p r o t e c ­
to r e s c o n tr a las p l a g a s d e r a to n e s y h o r m ig a s " de esa
c i u d a d . 10

E l p o e ta y e n sa y is ta p e ru a n o , Jo sé G á lv ez , ofrece d e ­
lic io so s b o c e to s d e la v id a r e lig io s a d e L im a e n su lib ro ,
Una L im a Q ue se Va, l o s c u a l e s p u e d e n c o n s i d e r a r s e c o m o
re liq u ia s d e la r e lig ió n p o p u l a r d e lo s tie m p o s c o lo n ia le s
q u e h a n p e r s i s t i d o h a s t a el p r e s e n t e . H a b l a n d o d e la s va-'
r i a s c l a s e s d e b e a t a s , e n s u s c l á s i c a s mantas, q u e é l h a b í a *

* Julián Ju d erías, España en Tiempos de Carlos II, el Hechizado.


p. 176.
10 Acuerdo del Cabildo de Buenos Aires, 1776, L i b r o 40. Cit. p o r
J u lio N o é , e n La Religión en la Sociedad Argentina, a fines del siglo
XVIII.
110 JUAN A. MACKAY

co n o cid o en el tra n sc u rso de su v id a, G á lv ez ofrece la


sig u ien te d e sc rip c ió n de la c la se que él lla m a de Las
interesadas.11 " L a e s p e r a n z a d e q u e t o d o s l o s b i e n e s b a j e n
d e l c ie lo y la c e r t e z a d e q u e e n el c ie lo e s tá el d i s p e n s a d o r
de to d o s e llo s, in sp ira n a a lg u n a s b e a tita s el só rd id o
in te ré s que ponen en sus o ra cio n es. R ezan por sacarse
una su e rte, porque no se m uera el g a to , porque le den
un d e stin o a F u la n ito , porque M e n g a n ita sa lg a con b ien
del p a rto ; y tan a lo serio to m a n su cará cte r de b e atas
rezad o ras que tie n e n un sa n to para cada cosa, y cuando
no las escuchan, lo s c a s tig a n p o n ien d o e fig ie s de cabeza,
m e tié n d o la s d e n tro de un z a p a to o co sa peor, v o lv ié n d o la s
c o n tra la pared resintiéndose y h a sta d ic ié n d o le s cosas
.feas. L l e n a s de p rim itiv a in g e n u id a d hacen la lista in te r­
m in a b le de las esp e cialid ad e s del sa n to ral: 'A S a n ta
R i¿ a le p e d í q u e m e c o n c e d ie r a u n a su e rte; n o m e la s a q u é
y e n to n c e s por c a stig o puse su im ag en v u e lta a la pared .
A la sem ana, m e c o n c e d ió d o s so le s, com o p ara que v iese
q u e p o d ía h a c e r el m ila g ro , p e ro que no m e c o n v e n ía te n e r
m á s p lata . . .' E sto es sabroso en su in fan til p a g an ism o ",
c o m e n ta el a u to r.

e) E l Im perio Jesuíta

E n el sig lo a n te r io r a la in ic ia c ió n de la v id a r e p u b l i ­
c a n a , lo é p ic o h u b i e s e c e d i d o s u l u g a r e n t e r a m e n t e a lo
m e l o d r a m á t i c o e n la v i d a r e l i g i o s a d e S u d a m é r i c a , si n o
h u b i e r a s id o p o r la r e n o v a c i ó n q u e e x p e r i m e n t ó c o n el
fa m o s o e p is o d io q u e se c o n o c e e n la h is to r ia c o m o la f u n ­
d a ció n del Im p e rio Je su íta del P a r a g u a y . Si p u e d e d e c irse
q u e Ig n a c io de L o y o la es el a lm a m á s g e n u in a m e n te ib é ­
ric a d e la h is to r ia , y q u e la o rd e n je s u ita es el p ro d u c to
o rg a n iz a d o m ás g e n u in o del e sp íritu re lig io so e sp a ñ o l,
p u e d e a firm a rse co n ig u al v e r d a d q u e el Im p e rio Je su ita
d el P a r a g u a y es sím b o lo y m ic r o c o s m o s d el c u rs o e n te r o
d e la h is to r ia re lig io s a d e S u d a m é r ic a d u r a n t e la é p o c a
co lo n ia l.
A n t e s d e q u e s ig a m o s a lo s h ijo s d e L o y o l a al P a r a ­
g u ay , c o n sid e re m o s sus p re v io s e sfu erz o s m is io n e ro s en
o tra s re g io n e s del c o n tin e n te . S e g ú n el e sc rito r b ra sile ñ o ,

" Op. cit. p á g . 104.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 111

M a n u e l O l i v e i r a L i m a , 12 l o s j e s u í t a s e j e r c i e r o n u n a i n ­
flu e n c ia so c ia l m u c h o m a y o r e n la A m é r ic a p o r t u g u e s a
q u e e n la e s p a ñ o la , p o r r a z ó n d e q u e e n e s ta ú ltim a h a b ía n
sid o p r e c e d id o s p o r o t r a s p o d e r o s a s o r g a n i z a c i o n e s . D u ­
r a n te lo s s ig lo s d ie c is é is y d ie c is ie te f u e r o n lo s p r i n c i p a l e s
a g e n te s d e la c u ltu r a b r a s ile ñ a n a c io n a l. Y a a n te s n o s
h e m o s re fe rid o a Jo sé de A n c h ie ta , a lm a v e r d a d e r a m e n te
g ran d e, d ig n a de c la sifica rse ju n to c o n F ra n c is c o X a v ie r,
y a q u ie n se c o n o c e c o m o "el a p ó s to l d e l B r a s i l" . D u r a n t e
c u a r e n ta a ñ o s la b o r ó p o r la c o n v e r s i ó n y p r o t e c c i ó n d e lo s
i n d i o s , d e f e n d i é n d o l o s d e l o s f a m o s o s bandeirantes, c o m o
se lla m ó a lo s a v e n t u r e r o s q u e c o lo n iz a r o n el E s t a d o de
S an P a u lo .
E n A r g e n t i n a lo s j e s u í t a s l le g a r o n a s e r s u m a m e n t e
"in flu y en tes, así e n tr e la s c la s e s b a ja s c o m o e n la s a lta s
d e la s o c ie d a d . I n f lu y e r o n e n las p r im e r a s p r in c ip a lm e n te
p o r m e d io del c o n fe sio n a rio , y en las s e g u n d a s , m e d ia n te
l a s e s c u e l a s y u n i v e r s i d a d e s q u e f u n d a r o n . " S a b í a n •— d i ­
ce el e s c r i t o r 'a r g e n t i n o , Ju lio N o é .— d e c a d a fa m ilia su
se c re ta a m b ic ió n , de c a d a d o n c e lla su ín tim o p r o p ó s ito y
de c a d a m a n c e b o su a fie b ra d o a p e tito . A sí p ro p ic ia ría n a
a q u é lla en la s a tis fa c c ió n d e s u s d e s e o s ; f a c ilita r ía n el
lo g ro d e lo s c a s a m ie n t o s a la s m u je r e s i m p a c ie n te s , y a
to d o jo v e n re lig io so y a v e n tu re ro d is c u lp a ría n el ú ltim o
d e sliz c o n u n a d u lc e p e n ite n c ia . D e e s te m o d o l o g r a b a n
l a a d h e s i ó n d e u n o s y d e o t r o s " . 13
M i e n t r a s s e g u im o s a lo s j e s u ít a s al P a r a g u a y , r e c o r d e ­
m os a q u ellas p a la b ra s trem en d a s de L o y o la : "Seam os
c o m o u n c a d á v e r q u e d e sí m i s m o e s i n c a p a z d e m o v i m i e n ­
to , o c o m o e l b o r d ó n d e u n c i e g o " . S u id e a l , s e g ú n lo
e x p r e s ó é l m i s m o , e r a " m a n d a r e n u n c e m e n t e r i o " . 14 C u a n ­
d o el m u n d o se h u b ie s e tr a n s f o r m a d o en u n c e m e n te r io
m o ra l, el R e in o d e D io s h a b r ía lle g a d o . T o d a la p o lític a
d e la o r d e n j e s u ít a se d ir ig ió a e s a m e t a s e p u lc r a l. Su
p r o p ó s i t o e r a c o n q u i s t a r p a r a D i o s el m u n d o , lo c u a l q u e ­
ría d e c ir u n iv e r s a liz a r la p a s iv id a d y p a z d e l c e m e n te r io ,
lo c u a l lo s p a d r e s j e s u í t a s d e te rm in a ro n a lc a n z a r p o r

12 La Evolución del Brasil comparada con la de la América Espa­


ñola y Anglosajona.
18 La Religión en la Sociedad Argentina a fines del Siglo XVIH.
" O l i v e i r a M a r t i n s , Historia de la Civilización Ibérica, p á g . 346.
1 12 JU A N A. MACKAY

c u a le s q u ie r a m e d io s q u e se h ic ie s e n n e c e s a r io s , las a r m a s
c e le s tia le s c u a n d o se p u d ie r a , y , c u a n d o n o , las a r m a s t e ­
rren a les.
L o s p r im e r o s je s u íta s lle g a ro n al P a r a g u a y e n 1588.
P o r a lg ú n tie m p o se e n t r e g a r o n c o m p l e t a m e n t e a la e v a n -
g e liz a c ió n d e lo s in d io s g u a r a n íe s . E s c ie rto q u e t r a t a r o n
de h a c e rle s a tra c tiv o el c ristia n ism o a lo s s a lv a je s p o r
c o n sid e ra c io n e s m u y u tilita ria s, ta le s co m o m o stra rle s , p o r
e je m p lo , c u a n in m e n s a s v e n ta ja s o b te n ía n , e n a lim e n ta c ió n ,
re c re a c ió n y b u e n trato , q u ien e s a c e p ta b a n el b a u tism o .
N o o b sta n te , no p u e d e n e g a rs e qu e en un p rin cip io no
a s p ir a b a n a o tra c o sa q u e al b ie n e s p iritu a l de su s c a t e ­
c ú m e n o s . P o c o a p o c o , sin e m b a r g o , a m e d i d a q u e su b u e n
é x ito y p r o s p e r i d a d a u m e n t a b a n , c o m e n z a r o n a s o ñ a r en
la d o m in a c ió n e s p iritu a l y t e m p o r a l d e lo s in d io s , m e d i a n ­
te la fo rm a c ió n d e u n a o lig a r q u ía c r is tia n a q u e fu e se i n ­
d e p e n d ie n te d e la tu te la d e lo s R e y e s C a tó lic o s .

C o n el tr a n s c u rs o d el tie m p o q u e d ó fu n d a d a ahí u n a
te o c ra c ia m o d e lo y el re in o je s u íta e n s a n c h ó su e x te n s ió n
h a sta te n e r u n d iá m e tro de tre s c ie n ta s leg u as. E l te rrito rio
q u e d ó d iv id id o en tre in ta p ro v in c ia s , co n tre in ta v tres
ju r is d ic c io n e s y m á s d e c ie n m il h a b it a n te s . C a d a j u r i s ­
d icc ió n e sta b a r o d e a d a de u n fo so y u n a p a liz a d a , c o n
c e n tin e la s y p a tr u lla c o n s ta n te de d ía y de n o c h e . A n a d ie
se le p e r m i t í a la e n t r a d a sin p e r m i s o e s p e c i a l .
La fo rm a de o rg a n iz a c ió n so c ial im p u e sta por lo s
padres era u n a m a ra v illa de p erfecció n m ec án ic a y sin a l­
m a. D esde lu eg o , to d o p e rte n e c ía a lo s p a d r e s : el p u e b lo
c arecía por c o m p le to de p ro p ie d a d e s. Todo hom bre, m u­
je r y n iñ o ten ía una tare a asig n ad a y e stab a en o b lig a c ió n
de c u m p lirla . H a b ía re g la s y p re c e p to s p ara to d o a sp e cto
y d e ta lle de la v id a , pero no só lo e stab a su je ta a n orm as
ríg id a s la v id a re lig io s a y so cial del p u e b lo , sin o que tam ­
b ién su v id a eco n ó m ica y d o m éstic a, h a sta en lo s d e ta lle s
m ás triv ia le s y rid íc u lo s. Se o b lig a b a a lo s hom bres a ca­
sarse a los d iecisiete años y a las m u je re s a lo s q u in ce .
N ada h a b ía que e stim u la ra la in ic ia tiv a in d iv id u a l, ni en
caso de su rg ir é sta, re c ib ía recom pensa a lg u n a . T ra b a jo ,
o b e d ie n c ia , ig u a ld a d y u n ifo rm id a d : tal era la re g la . Los
m u n ic ip io s je s u íta s se p a r e c ía n e n tre sí c o m o una g o ta de
agua a o tra.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 113

O b te n er p u e sto s de doctrineros, e s d e c i r , d e s a c e r d o t e s
en carg ad o s de grupos de in d io s re cién c o n v e rtid o s, v in o a
ser la a m b ic ió n c ap ital de lo s e stu d ia n te s de lo s se m in a ­
rio s je su ita s de las tre s p ro v in c ia s de P arag u ay , R ío de
la P l a ta y T u c u m á n . E l tip o d e s a c e r d o te q u e se r e q u e r ía
e n to n c e s en el Im p e rio e ra el de b u e n a d m in is tra d o r. L o
q u e s u c e d í a e n l a v i d a s e c u l a r e n e l c a s o d e l o s encom en­
deros s e r e p i t i ó e n t r e l o s p a d r e s j e s u í t a s e n P a r a g u a y . E l
n eg o cio y no la sa lv a c ió n se c o n v irtió en el m o tiv o p rin ­
c ip a l del esfuerzo e v a n g e lístic o , y el c lá sic o "d e lirio de
grandeza", en su m ás m undana fo rm a, se apoderó de lo s
h ijo s de L o y o la , que se c o n v irtie ro n en una p o ten c ia co­
m e rc ia l y causaron graves daños al c o m e rcio español en
S u d am érica. D ueños de una flo ta m e rc a n te , e x p o rta b a n
"m ate (el té p a r a g u a y o ) , lin o , p ie le s y fru tas a C h ile , P erú
y B ra sil. Según el d istin g u id o e sc rito r p araguayo, B las
G aray, a cuyo v a lio so lib ro , E l Com unism o de las M isio ­
nes, d e b e m o s l a m a y o r í a d e e s t o s d a t o s , l o s i n g r e s o s a n u a ­
les de lo s p a d r e s je s u ita s a sc e n d ía n a 1 ,0 0 0 ,0 0 0 de pesos
p lata e sp a ñ o le s, m ie n tra s que sus g a sto s lle g a b a n apenas
a 1 0 0 ,0 0 0 . ¡D iv id en d o s de n o v e cien to s por c ien to !
El e x tra o rd in a rio buen é x ito del re in o je s u íta del P a­
rag u ay com o e m p re sa co m e rcia l ten ía p o r b a se dos fa cto res
p rin cip ale s: el d é b il se n tid o m oral de lo s je su ísta s con
re sp ec to a lo s d erech o s de lo s seres hum anos, y su su­
p rem o se n tid o p sic o ló g ic o del poder del ritu a l su n tu o so
sobre la m en te p rim itiv a . En c u a n to a lo p rim e ro , la
h isto ria posee un c atálo g o de hech o s d o lo ro so s. Sabem os,
p o r e je m p lo , que lo s in d io s que tra n s p o rta b a n la y e r b a de
m ate desde la p l a n ta c ió n h a sta lo s p u e r to s d el río , su frían
in d e sc rip tib le s p en alid ad e s. Se nos d ice que a m enudo
su c e d ía que cuando el carg ad o r lle g a b a al p u e rto de em ­
barq u e, su carg a pesaba m ás que él. En cu an to a lo se­
gundo, lo s je su ita s e rig ie ro n te m p lo s su n tu o so s en que
lo s sierv o s in d io s, d eslu m h ra d o s por el e sp le n d o r ritu a l,
se s e n t ía n a rra stra d o s a p r e s ta r m á s re lig io so tem o r y o b e ­
d ien c ia a sus señores. Se re a liz a b a así el id ea l del c e m e n ­
terio , la m a g n ifice n cia del a rte so b re la in m o v ilid a d de
la m u erte.
El Im p erio flo re c ió h a sta 1767. P o r ese tie m p o las in ­
trig a s d e lo s je s u ita s c o n tra la C o ro n a E sp a ñ o la se h ic ie ­
ron tan p a te n te s, e sp e cialm en te en re la c ió n con la c e sió n
114 JUAN A. MACKAY

hecha por E spaña a P ortugal de parte del territorio en


que ellos trabajaban, que en el año supradicho cayó sobre
la orden de Loyola, como rayo salido de cielo sin nubes,
su expulsión de los dominios españoles.
Con la expulsión de los jesuítas term ina todo lo que
hay de épico, en sentido religioso, en la ocupación ibérica
del continente americano. M enos de cincuenta años d e s­
pués toda la Am érica del Sur se había liberado del yugo
de E spaña y Portugal. Con la G uerra de Independencia
se abre una nueva página en la historia religiosa del con­
tinente. Continuaron las influencias tradicionales, pero se
modificaron qrandem ente las condiciones bajo las cuales
se ejercían, en tanto que penetraban, a la vez, por puertas
que iban abriendo una por una, nuevas fuerzas espiri­
tuales.
CAPITULO IV

D E S A P A R E C E EL REY Y LLEG A EL P A P A

Doce años, a principios del siglo pasado, bastaron para


privar a E spaña y P ortugal de sus posesiones coloniales
de Sudamérica. Entre 1810 y 1822 las colonias se sacudie­
ron el yugo de las m adres patrias. En el Brasil se fundó en
1822 una m onarquía independiente que duró hasta 1889,
cuando se adoptó la forma republicana de gobierno. Las
colonias españolas se hicieron repúblicas en la época de la
revolución y desde entonces han venido disfrutando de
libertad democrática, excepto en períodos frecuentes y
prolongados en que han sido gobernadas por dictadores.
Tales dictaduras han sido la evidencia de que la m ayoría
de los países sudam ericanos no estaban preparados para
la democracia cuando se hicieron libres políticamente.
Aquellos años funestos significaron para E spaña m u­
cho más que la simple pérdida de sus ricas colonias; sig­
nificaban, además, la disolución de la teocracia española
en el N uevo M undo. El derecho de patronato eclesiástico
y gobierno de la Iglesia, con que las bulas papales de A le ­
jandro VI y Julio II habían investido a la Corona E sp a ­
ñola, se convirtió en letra m uerta. Por obra de los L iber­
tadores quedó anulada esa nueva y oríginalísim a forma de
ley canónica, que había gobernado las relaciones entre
Iglesia y E stado en Sudam érica durante más de trecientos
años. La columna mística del imperio colonial español, su
privilegio inmemorial de ser un V icario de C risto para
realizar a la vez la obra de C ésar y la de Dios, se desplo­
mó con el resto del edificio, y el derrum bam iento de esa
columna fue el golpe niás amargo que tuvo que soportar
la m onarquía española.
D urante todos los diez años después de haberse p ro ­
clamado estado independiente la últim a de las colonias
sudam ericanas, el rey Fernando V II de E spaña soñó en
116 JU A N A. MACKAY

la r e s ta u r a c ió n d e su s p e r d id o s d o m in io s . E s t a b a s e g u r o
d e q u e c o n só lo q u e el P a p a le s i g u i e r a c o n c e d ie n d o ' el
p riv ile g io de p r o p o n e r o b is p o s p a r a las s e d e s e c le s iá s tic a s
de S u d a m é ric a , se ría sim p le c u e s tió n de tie m p o el r e m e ­
d ia r la r u p t u r a p o lític a d e su im p e rio . P e r o c u a n d o la d i ­
p lo m a c ia d e las r e p ú b lic a s s u d a m e r i c a n a s lo g ró c o n s e g u ir
p a ra é stas el d e re c h o de p a tro n a to qu e a n te rio rm e n te h a ­
b ía p e r te n e c i d o a lo s r e y e s e s p a ñ o l e s , la s e s p e r a n z a s d e
F e r n a n d o se f r u s t r a r o n p a r a s ie m p r e . A l m is m o tie m p o se
in a u g u r a b a u n a n u e v a e ra e n la h is to r ia d el c a to lic is m o
en S u d a m érica .

a) L a R evolución y la R eligión

La R e v o lu c ió n S u d a m erica n a fue o bra c o m b in a d a de


c lé rig o s y leg o s. Si b ie n es c ie rto que en to d as p a rte s la
je ra rq u ía , y p ro b a b le m e n te la m a y o r í a del c le ro m enor en
lo s p a ís e s d e l n o r te y d e la c o s ta o c c id e n ta l d el c o n tin e n te ,
eran re a lista s, un g rupo m uy n u m ero so y d istin g u id o de
sa c erd o tes d e f e n d i ó la c a u s a r e v o lu c io n a r i a . E r a n , c a s i sin
ex ce p ció n , h o m b re s de se n tim ie n to s lib e rale s y de a m p lia
v isió n , p a rtic u la rm e n te tratán d o se de lo s e m in e n te s sa­
c erd o tes b ra sile ñ o s y a rg e n tin o s que d esem peñaron un
pape] p ro m in e n te en la G u erra de In d e p en d e n cia y en la
s u b s e c u e n te re o rg a n iz a c ió n d e su s re s p e c tiv o s p a íse s.
L a re v o lu c ió n de 1817 e n el B ra sil fue, e n m u y g ra n
p ro p o rció n , una "re v o lu c ió n de curas". D u ra n te la m in o ­
ría de edad del segundo E m p erad o r, fue un sa c erd o te, el
fam o so padre F e ijó , q u ien actu ó de re g en te de 1834 a
1837. F e ijó era un a rd ie n te abogado de la a b o lic ió n del
c elib ato e cle siá stic o , que ha sid o causa de a lg u n o s de lo s
m ás graves m ale s en la h isto ria del c a to lic ism o sudam e­
rica n o .
Es una de las g lo ria s leg ítim a s de A rg e n tin a el que
en la época de la R e v o lu c ió n haya ten id o un grupo de
c le ro lib e ra l q u e fu e el a lm a del m o v im ie n to . P o r su p r e ­
d ic a c ió n , su s d o n e s v su in flu e n c ia en el e jé rc ito , fu e ro n
d e g r a n a y u d a a la c a u s a d e la. i n d e p e n d e n c i a . Y m á s
tard e, cuando lle g ó el m o m e n to de la a c c ió n c o n stru c to ra ,
esos h o m b re s tu v ie ro n p a rte m uy im p o rta n te en la red ac­
c ió n de la nueva C o n stitu c ió n . E n tre el to ta l de v e in ti­
nueve d ip u ta d o s, d iec iséis sa c erd o tes p a rtic ip a ro n en el
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 117
C ongreso de T u c u m á n , en 1 8 1 6 , d o n d e se p r o c l a m ó la
c o m p le ta in d e p e n d e n c ia d el p a ís . L a C o n stitu c ió n fin al
d e la n u e v a R e p ú b lic a A r g e n t in a , p r o m u lg a d a e n 1818,
llev a la s f ir m a s d e n u e v e c lé r ig o s , d e u n t o ta l d e v e i n t i ­
cu atro d ip u ta d o s n a c io n a le s . E l p re s id e n te de a q u e l g ru p o
d e c o n g r e s i s t a s e r a u n s a c e r d o t e e m i n e n t e v p a t r i o t a , el
d e án d o n G re g o rio F u n e s , a rc h id iá c o n o d e la c a te d ra l de
S a lta .
P o r o tr a p a r te , e n lo s p a ís e s d e l o c c i d e n t e y n o r t e , el
c le ro , c o n h o n r o s a s e x c e p c i o n e s , p r o p e n d í a a s e r r e a c c i o ­
n a rio . U n a r a z ó n p a r a e llo , e r a q u e la t r a d i c i ó n e s p a ñ o l a
era m u c h o m á s fu e rte e n e s a s p a r te s q u e e n la r e g ió n
d e l R íO ' d e l a P l a t a , a l a v e z q u e h a b í a m u c h o m á s s a n g r e
e s p a ñ o la e n el s a c e rd o c io . A l m is m o tie m p o , h a lla m o s en
"p e río d o r e v o lu c io n a r io d e la h is to r ia p e r u a n a , u n g r u p o
de e c le siá stic o s q u e e ra n ta n lib e ra le s c o m o su s c o fra d e s
a rg e n tin o s . E l p rin c ip a l d e e llo s e ra el a r e q u ip e ñ o L u n a
Ig lesia s, R e c to r d el C o le g io d e S a n F e r n a n d o d e L im a ,
h o m b re que d e sp u é s de p a s a r a lg ú n tie m p o en E u r o p a
h a b ía re g re s a d o a su p a ís im b u id o d e la s i d e a s d e la
R e v o lu c ió n F ran cesa. Com o m ie m b ro de la A sam b lea
N a c io n a l d e 1822, q u e r e d a c tó u n a C o n s titu c ió n p a r a la
n u e v a R e p ú b li c a d e l P e r ú , I q l e s ia s e s t a b a e n f a v o r d e la
c o m p le ta lib e rta d de c u lto s. P r o p u s o q u e el a rtíc u lo r e f e ­
r e n te a la r e lig ió n d ije ra s im p le m e n te : "L a re lig ió n del
P e r ú es la c a tó lic a a p o s tó lic a r o m a n a ." U n la ic o , el d o c ­
to r J u s to F i g u e r o la , p r o p u s o a su v e z q u e se a ñ a d i e r a la
frase, " c o n e x c lu s ió n d el e je rc ic io de c u a lq u ie ra o tra ".
L a A s a m b le a a p ro b ó el a rtíc u lo así e n m e n d a d o , y el p a ís
e n tró en u n p e río d o p r o lo n g a d o d e o s c u ra n tis m o re liq io so .
F u e h a s ta 1865 c u a n d o se r e fo r m ó la fa ta l fra s e , q u e d a n d o
co m o sig u e : "la N a c i ó n . . . n o p e r m itir á el e je rc ic io p ú -
bíico d e n i n g u n a o t r a ( r e l i g i ó n ) " , l o c u a l p a r e c í a i n d i c a r
q u e d e a h í e n a d e l a n t e a lo s a d h e r e n t e s d e o tr o s c r e d o s se
les p e r m i t i r í a c e l e b r a r s u c u lt o e n p r i v a d o . " E n p r i v a d o " ,
q u e ría d e c ir en lo s h o g a r e s o en l u g a r e s e s p e c ia le s de
c u lto c u y a f a c h a d a n o t u v ie s e la a p a r ie n c ia d e e d ific io s
re lig io s o s n i in d ic io a lg u n o d e su id e n tid a d . E s t a m o d i ­
ficació n c o n tin u ó h a s ta 1 9 1 5 , e n q u e se s u p r im ió e n la
C o n s titu c ió n n a c io n a l. D e s d e e n to n c e s se h a p e r m itid o a
las c o n g r e g a c i o n e s p r o t e s t a n t e s c o lo c a r t a b l e r o s d e n o t i ­
c ia s e n el e x te rio r d e su s c a p illa s o s a lo n e s d e p r e d ic a c ió n .
1 18 JUAN A. MACKAY

y, cuando m enos te ó ric a m e n te , ha h a b id o to le ra n c ia re li­


g io sa en el p a ís.
A s í c o m o e n tr e el c le ro d e lo s p a ís e s d el n o r te y d el
su r de S u d a m é ric a , e x istía ta m b ié n g ra n d ife re n c ia e n tre
lo s c a u d illo s le g o s d e la R e v o lu c i ó n e n d i c h a s r e g io n e s .
L o s g e n e ra le s q u e lib e rta ro n a A r g e n tin a y m a r c h a r o n
v ic to rio s a m e n te h a c ia el o c c id e n te y el n o rte , n o te n ía n
p le ito c o n la r e lig ió n o la I g le s ia , p o r la s e n c illa r a z ó n d e
q u e e n el s u r el c le r o e s t a b a e n lo g e n e r a l c o n la R e v o ­
lu ció n . E l g e n e r a l B e lg r a n o n o m b r ó a la V i r g e n d e las
M e r c e d e s c o m a n d a n ta v je fa de su e jé rcito , en ta n to q u e
S a n M a r tín d e c la ró a la V ir g e n d el C a rm e n p a tr o n a del
e jé rc ito c o n q u e c r u z ó lo s A n d e s y p e n e t r ó e n C h ile . A m ­
bos g e n e ra le s c eleb ra ro n im p re sio n a n te s c ere m o n ia s de
d e d ic a c ió n , e n el c u rs o d e la s c u a le s c a d a u n o d e e llo s
p u s o su b a s tó n d e m a n d o e n m a n o s d e la im a g e n d e N u e s ­
tra S eñ o ra. I n c i d e n t a l m e n t e , e s te a c to d e lo s g e n e r a le s
a rg e n tin o s n o s o frec e e v id e n c ia a d ic io n a l del h e c h o de
q u e e n la h i s t o r i a d e la r e li g i ó n e n S u d a m é r i c a , C r i s t o se
ib a i d e n t i f ic a n d o c a d a v e z m e n o s c o n lo v iril y p r o g r e ­
sista. C ris to e ra el S e ñ o r d e la m u e r te . L o s h o m b r e s s a n ­
g u ín e o s , a r r e b a t a d o s p o r u n a p a s i ó n p o r la v i d a y la l i b e r ­
ta d , h a l l a b a n su in s p ir a c ió n r e lig io s a e n la f ig u r a d e la
V irg e n q u e n o m u rió ja m á s .

E l c a r á c te r r e a c c i o n a r i a v o s c u r a n t i s t a d el c le ro n o r ­
te ñ o p ro d u jo u n tip o m u y r a d ic a l d e c a u d illo m ilita r. E l
g ra n v e n e z o la n o , S im ó n B o lív a r, a u n c u a n d o n o p ro fe s a b a
h o s tilid a d p o s itiv a a la re lig ió n , c o n s id e r a b a q u e el E s t a ­
do' d e b ía ser n e u tra l en m a te ria re lig io sa . L a to le ra n c ia
re lig io sa se p ro c la m ó en C a r a c a s en 1 8 1 1 . Al año si­
g u ie n te , c o m o u n t e r r ib le t e r r e m o t o p u s i e r a e n p e lig r o la
s u e rte d e la R e v o lu c ió n en el n o r te , el c le ro in te r p r e tó
ta l c a tá s tr o f e c o m o u n c a s tig o d iv in o im p u e s to a lo s i m ­
p ío s r e v o l u c i o n a r i o s . E l g o b i e r n o p i d ió al A r z o b i s p o d e
C a r a c a s q u e e x p id ie ra u n a p a s to r a l e x p lic a n d o al p u e b lo
q u e u n t e r r e m o t o e s f e n ó m e n o n a t u r a l t a n c o m ú n c o m o la
llu v ia , el r a y o o la n ie v e , y n o u n c a s ti g o d e l c ie lo . C o m o
el p re la d o r e h u s a r a h a c e rlo , fue e x p u ls a d o d el p a ís . F u e
p o r a q u el tie m p o y en re la c ió n c o n esto , c u a n d o el i n d ó ­
m ito B o lív a r p r o n u n c ió la s f a m o s a s p a l a b r a s : "S i la n a t u ­
r a le z a lu c h a c o n tr a n o s o tr o s , p e le a r e m o s c o n tr a e lla h a s t a
v e n c e rla " . N o m e n o s ir re v e re n te se m o s tr a b a el L ib e r ta d o r
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 1 19

para con la su c e sió n a p o stó lic a . D u ra n te el p e río d o de su


d icta d u ra en el P erú d e sig n ó a un a rzo b isp o y dos o b is­
pos, los c u ales to m a ro n in m e d ia ta m e n te p o se sió n de su
o ficio sin r e c i b ir la in v e stid u ra de R om a.

b) Un Cristiano Ecuménico

P o r aquel e n to n c e s v iv ía en A rg e n tin a un m uy n o ta b le
sa cerd o te lla m ad o Juan Ig n a cio G o rriti. H a b ía sid o d ip u ­
tad o n acio n al y uno de lo s c a u d illo s de la R e v o lu c ió n .
S ie n d o v a u n a n cian o de s e te n ta a ñ o s, y v iv ie n d o e n e x ilio
v o lu n ta rio en B o liv ia a causa de h a b erse o p u e sto al c u rs o
que se g u ían lo s a c o n te c im ie n to s en su p a ís d u ra n te el
p e río d o q u e sig u ió la R e v o lu c ió n , G o rriti p u b lic ó , en 1830,
un lib ro n o tab le in titu la d o Reflexiones, que c o n tie n e una
se rie d e p e n s a m i e n t o s , s e g ú n e x p lic a el p ro p io au to r, sobre
las causas m o rales de las c o n v u lsio n e s in te rn a s de lo s
nuevos e stad o s a m e ric a n o s, y un exam en de lo s m ed io s
de re m e d ia rla s. Según R ica rd o R o jas, en el p ró lo g o de la
nueva e d ic ió n de Reflexiones, p rep arad a por é l, d ich o li­
b ro puede c o n sid era rse com o el " M a n ifie sto de la Iq le sia
A r g e n t in a , e n c u a n t o e lla a s u m ió d u r a n t e a q u e l p e r ío d o u n a
a c titu d in d e p e n d ie n te del p o n tific a d o , o sea una a c titu d
m ás b ien 'n a c io n a lis ta ' que 'r o m a n a '." 1
Reflexiones es obra de un gran e sp íritu c ristia n o que,
e n lo s u m b r a le s de la e te rn id a d , a p u n tó sus p en sa m ien to s
sobre lo s p ro b lem as su d a m e ric a n o s y su so lu c ió n . H ay en
el lib ro u n a s e c c ió n s o b r e la e d u c a c i ó n re lig io s a . Al d isc u ­
tir el p r o b le m a d e la in s tr u c c ió n m o r a l, G o r r iti m en c io n a
la d ific u lta d de h a lla r un lib ro de te x to adecuado, e in m e ­
d ia ta m e n te añade: "he o íd o tam b ién hacer grandes e lo ­
g io s del Curso de Moral de M. N ék er, y aunque no lo he
p o d id o c o n se g u ir p a ra le e rlo , e sto y seguro de que no con­
te n d rá m á x im a s a n tiso c ia le s, p o rq u e era p ro te sta n te ce­
lo so , nb m a t e r i a l i s t a " . 12 P o r lo ta n to , re c o m ie n d a que esa
o bra se a d o p te com o lib ro e sc o la r. El m a e stro p odrá
lla m a r la a te n c ió n a cu alq u ier e rro r c a lv in ista que el lib ro
c o n te n g a , y c o rre g irlo , p e ro , d ice G o rriti, " e rro re s de e sta
c la se n o p u e d e n h a c e r la b a s e d e su siste m a , c u a n d o p r o -

1 Reflexiones, J. I. d e G o r r i t i , p ág . 34.
2 Id., p á g . 207 .
120 JUAN A. MACKAY

te s ta n te s y c a tó lic o s no pugnan en m a te ria de v irtu d e s o


v icio s m o ra le s".3
G o r r iti n o só lo p o n e la c a r i d a d c r is tia n a y lo s in te r e s e s
d e la m o ra l p ú b lic a p o r e n c im a d e to d o e strec h o se n tim ie n ­
to se c ta rio , sin o que lle g a a c ritic a r m uy se v e ra m en te
a lg u n a s de las c o s tu m b re s y te n d e n c ia s de su p ro p ia Ig le ­
sia. S u p rim iría , por e je m p lo , la m ay o ría de lo s d ías de
fiesta . D e n u n c ia con e n erg ía la in flu e n c ia sin ie stra que ha
ten id o so b re la r e lig ió n y la m o r a l la b u l a p a p a l d e la
Santa Cruzada, e n q u e se c o n c e d ie r o n "d isp e n sa s p e rn i­
c io s a s " .4 C o n g u sto v e ría que se a b o lie ra el m é to d o esco­
lá s tic o en la e n s e ñ a n z a re lig io sa , pues, d ice, su so lo v a lo r
co n siste en enseñar a uno a d e s p ilf a r r a r el tie m p o m e t ó d i ­
c a m e n te .5 L e agrada el d o g m a , pero le d i s g u s t a n las su ti­
lezas del e sc o la stic ism o .6 Su so lu c ió n p ara la e d u ca ció n
m oral de la ju v e n tu d es el h á b ito de la le c tu ra de lo s
E v a n g e lio s y la m e d ita c ió n d e las m á x im a s que c o n tie n e n .7
E ste v e n e ra b le sa c erd o te y p a trio ta e n co m ia las res­
p e ta d a s p rá c tic a s p ro te sta n te s del c u lto de fa m ilia y la
o b se rv an c ia del d o m in g o , com o e je m p lo que debe im i­
ta rs e en su tie rra n a ta l. " E s p re ciso c o n fe sa r co n in g e ­
n u id a d p a ra n u e s tra p ro p ia c o n fu sió n y re c o rd a rle para
que nos sirv a de e je m p lo , que los p ro te sta n te s tie n e n en
esta p a rte una m oral m ás a ju sta d a a la razón v el E van­
g e lio . Los padres de fa m ilia de e n tre é sto s co n sag ran
horas d e te rm in a d a s a la in s tr u c c ió n de sus h ijo s. Los do­
m in g o s, ú n ic o s d ía s f e s tiv o s q u e se c o n o c e n , n o se p e r ­
m ite n d istra c c ió n de n in g ú n g én ero : d e s p u é s d e lo s e je r ­
c ic io s p ú b lic o s de su c u lto , e m p le an to d o el tie m p o en
e s tu d ia r las E s c r it u r a s , e x p lic a rla s a sus d o m é stic o s e in s­
tru irlo s en sus d eberes de hom bres, de c iu d a d a n o s y de
c ristia n o s. P e rm ita el c ie lo que usos ta n e je m p la re s se
g e n e ra lic e n en to d a la A m é ric a e sp a ñ o la , que profesa la
re lig ió n sa n ta c ató lic a , a p o stó lic a y rom ana. ¡C u á n to ga­
n a ría n la ed u ca ció n y las c o stu m b re s!" 8

3 Id., p ág s. 207-208.
* Reflexiones, p ág . 138.
5 Id., p ág . 215.
” Id., p ág . 220.
' Id., pág. 208.
8 Id., pág. 99.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 12 1

La figura e ideas de G orriti provocan una serie de


reflexiones. En prim er lugar, ningún sacerdote o prelado
católico romano de Sudam érica se expresa hoy en esos
términos amistosos y de sim patía hacia los protestantes,
y si lo hiciera públicamente, no escaparía a la censura
eclesiástica, y si se m ostrase recalcitrante en sus e x p re ­
siones, sería probablem ente excomulgado. No es desusado
hoy día escuchar a arzobispos católicos de Sudam érica
declarando que el protestantism o es, en todos sus asp ec­
tos, una verdadera cloaca de iniquidad. "H ay denom ina­
ciones protestantes", dijo el Arzobispo de Lima en 1924,
a su regreso de una visita a los E stados U nidos y Europa,
"que perm iten el divorcio indefinido, otras el adulterio,
no pocas la poliqamia los abortos, el infanticidio y muchos
otros crím enes". Al parecer no había visto en el m undo
protestante cosa buena alguna que pudiera poner como
lección objetiva a su rebaño.
M ucho más vital es una segunda reflexión que suscita
Gorriti. Este hombre bueno pone el dedo en la fuente e s ­
piritual de la fuerza del protestantism o en sus mejores
días: la religión, las devociones y la Biblia de familia.
Desde el tiempo de la Conquista hasta el presente, nada
de eso ha tenido la religión sudam ericana. El concen­
trar la religión en un templo y a Cristo en una sustancia
material ha privado al hogar de la Presencia Real. El
punto más significativo del viejo poema inglés, La noche
del Sábado de Cottar, ha estado ausente de los hogares del
pueblo, pues no han tenido nada que corresponda a esto.:

Y term inada la alegre cena, con rostro grave


en torno al fuego forman un amplio círculo;
y el jefe de la casa, con patriarcal talante
vuelve las hojas de la Sagrada Biblia,
orgullo de sus p a d re s.. .
Después, de hinojos todos, al Eterno
Rey de los Cielos, ora
el santo, el padre y el esposo.

Un escritor sudamericano contem poráneo, don Julio


N avarro M onzó, ha corroborado recientem ente las ideas
de Gorriti sobre la influencia que la religión de familia
tienen en la sociedad. En un librito, El Problema Religioso
122 JU A N A. MACKAY

en la Cultura Latinoam ericana, escrito en 1925, c o n tra sta


la d e s a g r a d a b le c o n d ic ió n q u e p r e v a le c e e n lo s h o g a r e s
d e la c la se r u r a l d e A m é r ic a L a t i n a c o n el a se o y b e lle z a
q u e h a lló en el in te r io r d e las c a s a s d e c a m p e s in o s en
I n g l a t e r r a y e n las h u m ild e s c a s a s s o la r ie g a s d e M a s s a -
c h u sse tts y M ic h ig a n . L uego añade: " P o c o s s e r á n lo s
que, com o D o m in g o F a u s tin o S a rm ie n to , sa b rá n c o rre la ­
c io n a r to d o s e so s a c to s y to d a s e s a s c o s a s c o n la v ie ja
B ib lia q u e a llí e s t á p u e s t a , e n u n r i n c ó n d e l c o m e d o r , s o ­
b r e u n a silla o e n el a lf é iz a r d e la v e n t a n a , le íd a , t o d a s la s
m a ñ a n a s , a n te s q u e se le v a n te n lo s m a n te le s d e l d e s a y u n o .
P o c o s s e rá n , e n o tr a s p a la b r a s , lo s q u e se p e r c a te n d e
q u e to d o esto , q u e n o s c a u tiv a p o r su se n c ille z y e s p o n t a ­
n e id a d , es el fru to de u n a c u ltu ra de m u c h o s s ig lo s " .9
E n lo s a lb o r e s d e la i n d e p e n d e n c i a s u d a m e r i c a n a , J u a n
I g n a c io G o rriti, c o n su e s p íritu c ris tia n o e c u m é n ic o y su
p a sió n m o ral, p e rcib ió con to d a c la rid a d el p ro b le m a r e li­
g io so d e las n u e v a s r e p ú b lic a s . ¡C u an d ife re n te p o d ría
h a b e r sid o la h is to r ia re lig io s a y s o c io ló g ic a d e l c o n tin e n te
e n te r o d e l su r, c o n só lo q u e se h u b i e s e f o r m a d o e n la
R e p ú b lic a A r g e n tin a , a p rin c ip io s del sig lo p a s a d o , u n a
verd ad era Ig le sia C a tó lic a n a c io n a l! La " V ie ja B ib lia "
h u b i e r a e n tr a d o e n lo s h o g a r e s d e d o n d e h a s id o e x c l u i ­
da siste m á tic a m e n te . C a tó lic o s y p ro te sta n te s p o d rían
h a b e r v iv id o a p re c iá n d o s e re c íp ro c a m e n te y u n o s y o tro s
tra b a ja n d o p e r el b ie n e s ta r e sp iritu a l del p u e b lo . E s o s p a í­
ses h u b ie ra n e x p e rim e n ta d o en esa é p o c a su p ro p ia r e ­
f o r m a r e l i g i o s a . P e r o . .. l l e g ó e l P a p a .

c) L a L legada del P apa

P a s ó a lg ú n tie m p o a n te s que el V a tic a n o p u d ie ra a c e p ­


t a r el h e c h o d e q u e lo s d o m in io s , q u e a n t e r i o r e s o c u p a n t e s
d e la S illa d e S a n P e d r o h a b ía n o t o r g a d o , e n n o m b r e d e
C r is to , a los r e in o s d e E s p a ñ a y P o r t u g a l , h a b í a n q u e d a d o
s u s tr a íd o s p a r a s ie m p re a la d o m in a c ió n d e la P e n ín s u la .
D u r a n t e a ñ o s d e s p u é s d e la e m a n c i p a c i ó n d e l ú ltim o d e lo s
p a ís e s s u d a m e r ic a n o s , el p a p a L e ó n X I I r e h u s ó su r e c o ­
n o c im ie n to a lo s n u e v o s g o b ie rn o s . E s p e r a b a , c o n tr a to d a
e s p e r a n z a , q u e c o n el c o r r e r d e l tie m p o se r e s t a u r a r í a el

8 P á g . 21.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 12 3

viejo orden. A dem ás, la política tradicional de Roma había


sido no reconocer a ningún gobierno que debiera su exis­
tencia a una revolución contra la autoridad establecida.
El rey de E spaña, Fernando V II, puso en juego todos
los recursos de que disponía para obtener la influencia
papal en favor de la restauración de sus perdidos dominios.
Solicitó del P apa una encíclica dirigida al clero am eri­
cano exhortándolo a sostener a E spaña, y pidió que no
se admitiera en los Estados Pontificios a ningún emisario
de la Am érica Española. Cuando, al fin v al cabo, el
V aticano m ostró inclinaciones a establecer relaciones am is­
tosas con los gobiernos revolucionarios, Fernando solicitó
que se le reservara a él el derecho secreto de designar
candidatos a las sedes episcopales de sus antiguas colo­
nias. Se hacía el razonam iento de que con sólo que si­
guiera, como en los días de la teocracia, ejerciendo el d o ­
minio virtual de la Iglesia, sería simple cuestión de tiempo
volver a ser "el grande, sobre todos los grandes, Rey de
las E spañas".
Los nuevos gobiernos se dieron cuenta, por su Darte,
de que era de prim a im portancia p o lític a p a r a ellos el
frustrar las m aquinaciones de E spaña cerca de la Corte
Papal, y conseguirse la adhesión del Papa. Em pezó así una
lucha diplomática, que duró diez años, entre las jóvenes
repúblicas y la vieja m etrópolis, cuya escena fue el V a ti­
cano. U no tras otro se presentaron en Roma los delega­
dos de los países hispanoam ericanos. F ray Pacheco, de
A rgentina; el archidiácono Tose Ignacio Cienfuegos, de
Chile; don Ignacio Tejeda, de la N ueva G ranada, y el
presbítero Francisco V ázquez, de M éxico, procuraron por
turno ganar al Papa a la causa de la Revolución y con­
seguir que Su Santidad concediera la investidura a nuevos
obispos. Estos hombres, tres de los cuales, según puede
notarse, eran eclesiásticos, forman un grupo de interesan­
tísimos personajes. El relato de sus esfuerzos diplom áti­
cos, y de las estratagem as que tuvieron que emplear para
evadir la vigilancia de la em bajada de E spaña en Roma
y hacerse oír del Papa, con la mala suerte que por algún
tiempo recayó en sus afanes, constituye una historia n o ­
velesca y fascinadora.10V .

V. L u c a s A y a r r a g a r a y , La Iglesia en la América.
1 24 JU A N A. MACKAY

H u b o u n m o m e n to d u r a n te las n e g o c ia c io n e s e n q u e
p a r e c i ó c o m o si la s n u e v a s r e p ú b l i c a s f u e s e n a e c h a r p e r
su p ro p io c a m in o re lig io so y a s u rg ir ig le sia s n a c io n a le s
s e p a ra d a s . E n 1824, d o s a ñ o s d e s p u é s d e e m p e z a d a s las
n e g o c ia c io n e s , el P apa" p u b lic ó u n a e n c íc lic a i n te r v e n c i o ­
n is ta en q u e c o n v o c a b a a to d o s lo s c lé rig o s v le a le s c a t ó ­
lic o s d e l N u e v o M undo a r e p u d i a r la R e v o lu c i ó n y a
p r e s ta r s o s té n al r e s ta b le c im ie n to d el v iejo o rd e n . E ste
m a la v e n tu ra d o d o c u m e n to d e sp e rtó u n a v ig o ro sa re a c c ió n
e n lo s p a ís e s s u d a m e r i c a n o s . Se a c u s ó al P a p a d e p a r c i a ­
lid a d y se c o n c ib ió f u e rte d e s c o n f i a n z a re sp ec to a sus
d e s ig n io s . E s t a e n c íc lic a , c o m o e ra d e e s p e r a r s e , n o se
h a lla e n lo s a r c h iv o s d e l V a t i c a n o , y se h a i n t e n t a d o n e g a r
su a u te n tic id a d . E sfu erzo vano, porque e x iste cuando
m e n o s u n a c o p i a a u t é n t i c a d e é l. A d e m á s , o t r a s c o n s i d e ­
ra cio n es, a d m ira b le m e n te fo rm u la d a s en 1874 p o r el e s ­
c rito r c h ile n o M ig u e l L u is A m u n á te g u i, m u e s tr a n h a s ta
la s a c ie d a d q u e h u b o u n e s fu e rz o p o r d if u n d ir la fa m o s a
e n c íc lic a e n t o d a s las n u e v a s r e p ú b lic a s a m e r ic a n a s .

E n el m is m o a ñ o de 1824, u n v ic a rio a p o s tó lic o , u n tal


m o n s e ñ o r M u z z i, v isitó C h ile y A r g e n tin a . Su a c titu d ,
a u t o c r á t i c a e i r r e s p e t u o s a , h iz o e m p e o r a r la s itu a c ió n e n
C h ile , y m á s ta r d e , c u a n d o e x h ib ió la m is m a fa lta d e r e s ­
p e to a lo s fin e s e in s t it u c io n e s n a c i o n a l e s d e la A r g e n t i n a ,
fue e x p u ls a d o al p u n to d el p a ís. L a im p re s ió n g e n e r a l q u e
c a u s ó fue la d e se r s im p le m e n te u n e m is a rio d e l r e y de
E spaña.
M i e n t r a s ta n to , se le h a b ía h e c h o c re e r al P a p a q u e .
h a b ía v e r d a d e r o p e lig ro de que la p r o p a g a n d a p r o te s ta n te
se a b rie ra p a s o e n lo s a n tig u o s d o m in io s e s p a ñ o le s .. D o n
I g n a c io T e x a d a le in f o r m ó c o m o s ig u e : " V ie n e n a A m é ­
rica n e g o c ia n te s in g le s e s , h o la n d e s e s y su iz o s v e s tá n d i ­
se m in a n d o sus d o c trin a s v m isio n e s, y n o te n e m o s o b is ­
p o s" . E l P a p a se s o b re s a ltó , y c o n v in o en q u e en c a d a
p a ís d e S u d a m é r ic a la Ig le s ia e s tu v ie s e r e p r e s e n t a d a p o r
v ic a rio s a p o s tó lic o s q u e d e s e m p e ñ a r í a n las la b o r e s d e o b i s ­
p o s sin p e r te n e c e r a s e d e e p is c o p a l a lg u n a . C o m o el re y
e sp a ñ o l o b je ta ra a e sta p o lític a de m e d ia c ió n , in s is tie n d o
sie m p re en su s v iejo s d e re c h o s de p a tr o n a to , el P a p a r e ­
p lic ó q u e el p riv ile g io o t o r g a d o a lo s m o n a r c a s c a tó lic o s
p o r la Ig le s ia c a d u c a b a c u a n d o é s to s a f e c ta b a n d e s f a v o r a ­
b l e m e n te lo s in te r e s e s d e la m is m a .
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 12 5

L a v e r d a d e r a crisis s o b re v in o e n 1830. E je r c ía el p o d e r
u n n u ev o p a p a, G re g o rio X V I. E l d e le g a d o m ex ic an o ,
V á zq u e z , p re se n tó a Su S a n tid a d un u ltim á tu m : M é x ic o
r e h u s a r í a e n lo a d e l a n t e a re c ib ir v ic a rio s a p o stó lic o s.
E l ú ltim o de e llo s só lo h a b ía c r e a d o c o n fu s ió n , y el p a ís
d e m a n d a b a o b isp o s re g u la re s . P id ió el P a p a u n a p ró rro g a ,
p e r o e l d e l e g a d o a z t e c a , fiel a la t r a d i c i ó n d e f r a n q u e z a
que h a b ía d is tin g u id o a su ra z a , re p lic ó q u e se ría n e c e s a ­
rio o b r a r i n m e d i a t a m e n te , " a fin " , d e c ía , " d e q u e V u e s a
S a n tid a d se e v ite el d is g u s to de v e r m e p a r ti r de R o m a " .
G re g o rio s a b ía b i e n q u e si s o b r e v e n í a u n a r u p t u r a , n o
h a b r ía j a m á s o t r a C a n o s s a q u e le r e m e d i a r a . C e d ió , y
e x p id ió en 1831 u n a b u l a , l a Sollicitudo Ecclesiarum , p o r
la c u a l el V a t i c a n o p r o m e t í a e s t a b l e c e r r e la c i o n e s c o n lo s
g o b iern o s re v o lu c io n a rio s q u e d ie ra n b u e n a g a ra n tía de
e sta b ilid a d . A l a ñ o sig u ie n te q u e d a ro n in s ta la d o s o b isp o s
en M é x ic o , C h ile y A rg e n tin a , y en 1833 el V a t ic a n o
o to r g ó r e c o n o c im i e n t o o fic ia l a la N u e v a G r a n a d a , p r i ­
m e ra d e la s r e p ú b lic a s s u d a m e r i c a n a s q u e re c ib ió d e la
S a n ta S e d e tal h o n o r.

S in e m b a r g o , d e s d e u n p r in c ip io lo s g o b i e r n o s s u d a m e ­
rica n o s in sistie ro n en su d e re c h o de p a tr o n a to , p u e s s o s ­
te n ía n q u e éste p a só le g a lm e n te a c o rre s p o n d e rle s c o m o
s u c e s o re s d e la m o n a r q u í a e s p a ñ o la , y , e n el c a s o d e B r a ­
sil, d e l a p o r t u g u e s a . C o n c e d i ó l e s e s e d e r e c h o e l V a t i c a n o ,
p e ro p o s t u l a n d o a c a m b io la p r o te c c ió n r ig u r o s ís im a de
los i n te r e s e s r e li g i o s o s c a tó lic o s r o m a n o s , c o n e x c l u s i ó n
d e to d o s lo s d e m á s c r e d o s . P o d r í a d e c ir s e , e n v e r d a d , q u e
d u r a n te casi to d o el sig lo d ie c in u e v e la p o lític a d e l V a t i ­
can o se c o n s a g ró p r im o r d ia lm e n te a o b te n e r, h a s ta d o n d e
fu e ra p o s ib le , el m o n o p o lio d e la p r o p a g a n d a y e d u c a c i ó n
re lig io s a s en lo s n u e v o s p a ís e s . Y su b r a z o p r in c ip a l p a r a
e llo f u e r o n la s ó r d e n e s r e l i g i o s a s e x t r a n j e r a s q u e a h o r a se
d e rra m a b a n p o r to d o el c o n tin e n te . E n 1836 q u e d ó r e s t a u ­
r a d a la o rd e n je s u ita y é sta v o lv ió a in v a d ir S u d a m é ric a .
M á s ta r d e fue e x p u ls a d a de v a rio s p a íse s, pero h a lló
m odo de e sc u rrirse y re g re sa r. P o r e je m p lo , en P erú,
d o n d e lo s j e s u í t a s n o t ie n e n c a r t a le g a l p a r a r e s i d ir e n el
p a ís, s o s tie n e n la m á s fu e rte d e la s e s c u e la s p a r ti c u l a r e s
en L im a , c e n tro e n q u e re c ib ió su e d u c a c ió n la ú ltim a g e ­
n e ra c ió n de p o lític o s p e ru a n o s . S ó lo d e s p u é s de p r o l o n ­
g a d a lu c h a se p u d o a r r e b a t a r a lo s g o b ie r n o s d o m in a d o s
126 JU A N A. MACKAY

por la Iglesia, en los países del occidente y norte de Sud-


américa, aquellos privilegios hum anos elementales como
el derecho al matrimonio civil, el de establecer cementerios
civiles y el de libertad de cultos. Y en muchos casos se hizo
necesaria la presión diplom ática del exterior para lograr
la concesión de esos derechos.11
En diferentes épocas se han concluido concordatos
entre la Sede Papal y varias repúblicas sudam ericanas.
Tipo de ellos es el que existe con Colombia. El artículo
X II de este convenio establece que en las universidades,
colegios, escuelas y otros centros educativos, la in stru c ­
ción pública se organizará y llevará a cabo de acuerdo
con los dogmas y la m oral de la religión católica. La en se­
ñanza católica será obligatoria en todos los centros dichos,
y se observarán en ellos las prácticas piadosas de la relgión
católica. En el artículo X III se asienta que las autoridades
eclesiásticas tendrán el derecho de inspeccionar las e s ­
cuelas públicas para asegurarse de que se observan deb i­
dam ente las estipulaciones del artículo anterior, de que no
se usa texto alguno ni se propagan ideas cualesquiera que
sean contrarias a la fe católica o en detrim ento del r e s ­
peto debido a la Iglesia.
Pasando revista a la situación religiosa tal como se
presenta hoy, hallam os que en el curso de los últim os
cuarenta años ha tenido lugar la separación de la Iqlesia
y el Estado en Brasil, U ruguay, Paraguay, Bolivia, Chile y
Ecuador. Colom bia se ha m antenido fiel a la Iglesia al
través de toda su historia. V enezuela y el Perú, países
de alma liberal hasta la m édula, se han venido m ostrando
más y más reaccionarios y oscurantistas, especialm ente
el Perú. El prim ero ha estado durante muchos años som e­
tido a una dictadura brutal, al paso que el segundo acaba
apenas de librarse de los grilletes de otra. Por otra parte,
V enezuela expidió no hace mucho una ley que prohibe
la entrada al país de todo clérigo extranjero, así católico
como protestante, m ientras en Brasil, donde la Iglesia y
el Estado se separaron, se está haciendo un decidido es-

" T. R o b e r ts o n , Híspanle Relations witk the United States, p á g s.


322-327.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 12 7

fuerzo por reinstalar a la Iglesia Católica Rom ana en su


antigua posición de Iglesia de la nación.1231

d) Un Episodio Peruano

H asta tal punto se am ordazó y aporreó en años r e ­


cientes a la República peruana, que la opinión pública ya
no pudo expresarse. Sucedió así que un gobierno, vendido
en cuerpo y alma a Roma, se atrevió a ultrajar la concien­
cia moral de la nación v del m undo, al expedir el decreto
más retrógado de los tiempos m odernos en m ateria de
educación. Dicho decreto asienta que en las escuelas pú-1
blicas y privadas no ha de darse ninguna otra instrucción
religiosa que la prescrita en el program a de enseñanza o
sílabo oficial de la Iglesia Católica Romana. Toda escuela
privada que contravenga esa orden será clausurada y sus
propiedades y equipo confiscados. Lo novedoso y reaccio­
nario de esta disposición consiste en el hecho de que la
obligación de enseñar el catolicismo romano se les impuso
a las escuelas evangélicas. En T urquía ha quedado p ro ­
hibida la instrucción religiosa en todas las escuelas, y en
México, en las escuelas prim arias, así públicas como p ri­
vadas,,1 pero en el Perú se exigía no sólo que no se ense­
ñara en las escuelas privadas una religión incom patible
con el E stado y las autoridades eclesiásticas, sino que se
enseñara positivamente una religión dictada por dichas
autoridades. Fue la tentativa, por parte de las fuerzas
clericales del país,, de aprovecharse de una situación polí­
tica anormal para restablecer la vieja teocracia católica,
y de lo que se trataba principalm ente era de eliminar las

12 E l l e c t o r se s e rv irá t e n e r p r e s e n t e q u e este l i b r o fu e e sc ri t o e n
1931, y q u e e n los p a ís e s m e n c i o n a d o s e n los p á r r a f o s a n t e r i o r e s y e n
los sig u ie n te s, h a h a b i d o i m p o r t a n t e s c a m b i o s p o l ít i c o s y so c i a l e s . L a
s i tu ac ió n r e lig io sa , sin e m b a r g o , h a v a r i a d o r e l a t i v a m e n t e p o c o e n lo
g e n e r a l , p o r lo c u a l l as c o n c l u s i o n e s del a u t o r si g u e n t e n i e n d o v a lid ez
s u b s ta n c ia l. (N . del T r a d . )
13 E n 1935 se r e fo r m ó la ley d e e n s e ñ a n z a e n M é x i c o , y la in s ­
tr u c c ió n re li g i o s a q u e d ó c o m p l e t a m e n t e p r o h i b i d a e n t o d a s l as e s c u e ­
las , t a n t o o ficiale s c o m o p a r t i c u l a r e s , c o r r e s p o n d i e n t e s a lo s c ic lo s
p r i m a r i o , s e c u n d a r i o y n o r m a l , así c o m o e n l a s d e s t i n a d a s e s p e c i a l ­
m e n t e a o b r e ro s y c a m p e s in o s . (N . d el T r a d . )
12 8 JU A N A. MACKAY

in flu e n c ia s e d u c a tiv a s n o c a tó lic a s, d e b id o al c re c ie n te


p re s tig io d e las in s titu c io n e s e v a n g é lic a s e n tr e to d a s las
c la se s d e la c o m u n id a d .
D e b e d e c irs e , sin e m b a r g o , p a r a c r é d ito d e l e x p r e s i ­
d e n te L e g u ía , m a s ó n del g r a d o 3 3 , fa lle c id o d e s p u é s e n
u n a p ris ió n p e r u a n a , q u e n o fue él el a u to r d el in fa m e
d e c re to . S e g ú n e v id e n c ia irre fu ta b le , su M in is tr o d e E d u ­
c a c ió n , u n c le ric a l, s o r p r e n d i ó al P r e s i d e n t e p r e s e n t á n d o ­
selo sin h a b e r lo p re v ia m e n te e stu d ia d o con él. L e g u í a
lo firm ó e n u n m o m e n t o d e ir r e f le x ió n , p e r o , c o n v e n c id o
p o ste rio rm e n te de su erro r, se p u s o in m e d ia ta m e n te a
a te n u a r su a p lic a c ió n a las in s titu c io n e s e v a n g é lic a s .
E l p re á m b u lo del su s o d ic h o e d ic to c o n tie n e u n a d e ­
c la ra c ió n sig n ific a tiv a v r e v e la d o r a en g ra d o e x tra o rd i­
n a rio que, leíd a en c o n e x ió n co n el a rtíc u lo c o r re s p o n d ie n te
d el te x to d e l d e c re to , a r ro ja u n to r r e n t e d e lu z s o b re el
p a s a d o y el p r e s e n te de la re lig ió n o ficial e n el P e r ú , y
su r e la c ió n c o n lo s p r o b l e m a s n a c i o n a l e s . C o n s i d e r a n d o ,
e x p lic a el d o c u m e n t o , q u e lo s e s t a b l e c i m i e n to s e d u c a ti v o s
e n q u e se p r o p a g a n r e lig io n e s c o n tr a r ia s a la d el E s t a d o
re a liz a n u n a o b ra d e s tru c to ra de la u n id a d n a c io n a l, q u e
es d e b e r del E s ta d o c o n s e rv a r y fo rtalecer, y c o n s id e ra n d o
q u e ta l p r o p a g a n d a e s p a r t i c u l a r m e n t e n o c iv a c u a n d o se
lle v a a c a b o e n tr e la p o b la c ió n in d íg e n a q u e tie n e q u e se r
p r o te g id a e s p e c ia lm e n te p o r el E s t a d o , se d e c re ta . . . q u e
el g o b ie r n o e s t a b l e c e r á e s c u e la s e s p e c ia le s p a r a la p o b l a ­
c ió n in d íg e n a , d o n d e q u ie r a q u e las c o n s id e r e d e s e a b le s , e
in s titu to s p e d a g ó g i c o s p a r a la p r e p a r a c i ó n de m ae stro s
i n d í g e n a s e n lo s d e p a r t a m e n t o s d e P u n o , L o r e t o y A y a -
c u c h o . L a p o b la c ió n in d íg e n a del P e r ú lle g a a 3 ,0 0 0 ,0 0 0 ,
o u n a s tre s q u in ta s p a r te s d e la p o b la c ió n to ta l. P o r p r i ­
m e r a v e z e n c e r c a d e c u a t r o s ig lo s se ib a a h a c e r a lg o p o r
e d u c a r a e s o s in d io s . ¿ Y p o r q u é p r e c i s a m e n t e a h o r a ? ;Y
p o r q u é e n p a r ti c u l a r e n lo s d e p a r t a m e n to s m e n c i o n a d o s
y no en o tro s? P o r q u e en eso s tre s d e p a rta m e n to s , y e s ­
p e c ia lm e n te en el de P u n o , en d e rre d o r del L a g o T itic a c a ,
la M is ió n A d v e n t is ta A m e r ic a n a h a b ía v e n id o lle v a n d o a
c a b o d u r a n te m u c h o s a ñ o s u n a d e las m e jo re s o b ra s e d u ­
c a tiv a s q u e se h a c e n e n el m u n d o e n tr e a b o r íg e n e s . L a
re g ió n e n te ra se h a b ía tr a n s f o rm a d o p o r c o m p le to . M ile s
d e in d io s h a b í a n a b a n d o n a d o el h á b it o d e l a lc o h o l y la
c o c a ín a y se h a b ía n c o n v e rtid o en c iu d a d a n o s re s p e ta b le s
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 129

y útiles. Prom inentes políticos y educadores peruanos han


elogiado en el pasado esta obra, una y otra vez. Sin em ­
bargo, hace algunos años visitó esa región un emisario
especial de Roma. Poco después se puso fin a aquel tr a ­
bajo y tuvieron que clausurarse ochenta escuelas en que
más de dos mil indios, bajo m aestros de su propia raza,
recibían educación.
Unos años antes, una reacción clerical en Bolivia había
logrado persuadir al gobierno de aquel país a cerrar las
escuelas adventistas situadas en el lado boliviano del
lago, y poner esa obra en m anos de órdenes religiosas
católicas. Pero tan vigoroso fue el clamor popular contra
ese decreto del gobierno, que al fin fue revocado y se
dejaron las cosas como estaban. "iF railes no!", fue el
grito que resonó por las calles de La Paz. Los frailes
habían tenido cuatrocientos años en que realizar ese
trabajo, y ni siquiera lo empezaron. Que se hagan a un
lado. No tienen títulos m orales p ara una tarea así. T al era
el sentimiento expresado con tan ta resolución en ¡a capi­
tal boliviana.

e) El Vaticano y Argentina

Las relaciones entre la República A rgentina y el V a ti­


cano son tan anómalas que m erecen un par de párrafos
aparte. De acuerdo con la Constitución de dicho país, no
existe religión de Estado; pero al mismo tiempo, el Estado
ejerce el derecho de patronato sobre la Iglesia Católica
Romana, y, a cambio de tal privilegio, le otorga una sub­
vención anual para su sostenim iento en la República. Es
también costumbre que el Presidente y su gabinete concu­
rran a un Te Deum especial que se celebra en catedral con
motivo del aniversario de la independencia nacional. En
diversas ocasiones, así radicales como católicos han a ta ­
cado en el Congreso N acional esa anóm ala relación. Hace
algunos años se desató una violenta controversia entre el
gobierno y el Papa debido a que éste se negó a nom brar
como Arzobispo de Buenos A ires al eclesiástico designa­
do por el gobierno para esa sede. Parece que al designado
oficial, A ndrea, se le había acusado en Roma de favorecer
una política religiosa nacionalista que, al coordinar las
fuerzas católicas en A rgentina, lim itaría en mucho la in-
13 0 JUAN A. MACKAY

fluencia e ingresos de las poderosas órdenes religiosas. El


Papa, que en un principio parecía favorablem ente dispues­
to hacia el prelado argentino, cambió repentinam ente de
actitud, y rehusó extenderle el nom bram iento. En vista
del punto muerto a que, como resultado de ello, llegaron
las negociaciones, Su Santidad sugirió una amistosa se­
paración de la Iglesia y el E stado, como la que había
tenido lugar en el Brasil. A lo cual se dice que el P re si­
dente A lvear replicó: "Si viene la separación, será ruidosa
como en Francia".
Sin embargo, al fin y al cabo el Papa ganó, y se
nombró a un arzobispo satisfactorio para ambas partes.
En vista del poderío creciente del papado en la A rgentina,
tal resultado era inevitable. El instrum ento principal de
este resurgim iento de la influencia papal ha sido la soste­
nida penetración del país por nuevas órdenes religiosas.
Según la Constitución de 1853, no se perm itiría la entrada
de ninguna nueva orden religiosa al país salvo por d e ­
creto especial del C ongreso N acional. Pero en la actuali­
dad ningún qobierno se atreve a poner en práctica esa
disposición. El propósito de los padres de la República
al no adoptar ninguna religión de E stado, al paso que
daban al gobierno el derecho de m antener bajo su dominio
a la Iglesia Católica Rom ana, fue asegurar, como dice
Rojas, que la nueva república no se convirtiera en una
teocracia jesuíta o una sociedad hundida en la anarquía
por cuerpos ultram ontanos.14 Y añade que bajo el ré g i­
men de dependencia el pueblo se va transform ando y enca­
minando hacia la libertad espiritual, en tanto que el clero,
notable antaño por su cultura y amplitud de criterio, se
está atrofiando ahora por la inacción que resulta del su b ­
sidio del Estado y las pitanzas que les arrojan los laicos.15

14 R o j a s , i n t r o d u c c i ó n a Relaciones entre el Estado y la Iglesia, p o r


D a l m a c i o Vélez Sarsfie ld , p á g . 4 3 .
* Id., p ág . 44,
CAPITULO V

LA R E A C C IÓ N N E O C A T Ó L IC A

Los últimos trece o catorce años, es decir, el período


que sucedió a la term inación de la guerra m undial, han
presenciado en todas partes del m undo una grande y
significativa reacción católica romana, que no ha dejado
de ejercer influencia en Sudamérica.
A unque el P apa entró en la política sudam ericana
eclesiástica en 1831, fue hasta la época de León X III
(1878-1903) cuando el V aticano pareció m ostrar un in te­
rés inteligente y creador en el continente. Es cierto que el
predecesor de León, Pío IX, había puesto a los indios
bajo los cuidados espirituales de Don Bosco, el famoso
fundador de los padres salesianos, pero lo hizo sin tener
un conocimiento íntimo de la situación en" Sudamérica.
Adem ás, tal acción se tomó en contra de la opinión del
Secretario de Estado papal, el C ardenal Barnabó.
Tocaba a León X III descubrir realm ente Sudamérica.
¡Qué sorpresa y dolor debe de haberle causado el descu­
brimiento! ¡Cuan qrande im presión debe de haberle p ro ­
ducido la revelación de una forma de catolicismo que se
había descristianizado e iba perdiendo sin cesar su influen­
cia en la mente de las personas educadas! Prevalecía una
filosofía m aterialista. La preocupación del Papa llevó a
la fundación de un gran núm ero de instituciones educati­
vas en todo el continente, bajo la dirección de diversas
órdenes religiosas. Hace unos cuarenta años empezaron a
aparecer en las principales ciudades de Sudamérica escue-A
las sostenidas por la Iglesia, convirtiéndose después a l­
gunas de ellas en grandes y florecientes instituciones y
unas cuantas en universidades católicas. Poco antes de
estallar la guerra m undial en 1914, comenzó a hacerse
sentir la influencia de estas escuelas en una nueva qene-
ración de escritores y políticos.
132 JU A N A. MACKAY

Sin embargo, desde la term inación de aquella guerra


han tenido lugar en la Iglesia sudam ericana más m ovi­
mientos de significación que durante todo el siglo anterior
de historia republicana. Considerem os algunos de dichos
movimientos.

a) El Movimiento de la Juventud Católica

Por prim era vez desde los tiempos de las misiones


primitivas, el catolicismo sudamericano ha desarrollado
una agresiva política religiosa y hecho un serio intento de
adaptarse a las nuevas condiciones sociales. La famosa
consigna de León X I I I : "Allez au peuple” (Id al pueblo)
ha sido tom ada muy en serio, y se han formado clubes
de obreros católicos. Im itando las A sociaciones C ristia­
nas de Jóvenes, se ha organizado un movimiento de la
juventud católica. El nom bre que usualm ente se da a los
centros que lo forman es "Acción Social de la Tuventud",
y sus clubes fomentan la actividad física y cultural. De
tiempo en tiempo se congregan en conferencias naciona­
les e internacionales. Tres motivos principales aparecen
como lazos de unión de sus miembros, y en dichos motivos
se refleja el modo de pensar de una sección representativa
de la comunidad, o sea, de la juventud, que es portavoz
franco e ingenuo, particularm ente en la Am érica Latina,
de los sentimientos latentes en la colectividad. A dem ás
de los motivos secundarios tales como los intereses socia­
les y recreativos, los m otivos prim ordiales antes aludidos
son: prim ero, la identificación del catolicismo rom ano con
el espíritu latino y a la vez con la estabilidad social;
segundo, la hostilidad hacia toda forma de esfuerzo p ro ­
testante, el cual se tilda invariablem ente de agente p rinci­
pal del imperialismo extranjero, especialmente norteam eri­
cano; tercero, la ambición política.
El primero de dichos motivos es una fase del trad icio ­
nalismo y la lealtad de raza contem poráneos. Todo lo que
está estrecham ente identificado con la formación h istó ­
rica o espiritual de un pueblo se defiende celosamente, y
si puede dem ostrarse que determ inada institución puede
contribuir a la seguridad nacional o a la gloria de la raza
o la nación, tal institución propende a nacionalizarse,
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 13 3

p rim e ro en el se n tim ien to p ú b lic o y, m ás tard e , en la ac­


c ió n o fic ia l.
Tal fue p re cisa m e n te la a c titu d a su m id a por C h a rle s
M aurras y lo s jefe s de L'Action Fcancaise h a cia la íq le sia
C a tó lic a R om ana en F ra n c ia . En su fam oso lib ro . La
Démocratie Reügíeuse, d ice M au rras en su b sta n c ia : "P o­
lítica m en te, soy c ató lic o ; p e rso n alm en te , soy a g n ó stic o ".
E ra un c a tó lic o p o lític o porque c o n sid e ra b a que lo s d e sti­
nos de la Ig le sia C a tó lic a R om ana y de la n a ció n fran ­
cesa e stab a n in se p a ra b le m e n te u n id o s. C o n sid e rab a a la
p rim era co m o el ú n ic o b a lu a r te su fic ie n te m e n te fu e rte p a ra
re sistir la in v a sió n de fu erzas d e sin te g ra d o ra s.1 En el
p ró lo g o a un lib ro de su co m p a trio ta M a r i u s A n d r é , La
Fin de l'Empire Espagnot d ’Amerique, M au rras va m ás
a llá to d a v í a . D ic e: "E l c a to lic ism o e stá id ea l y m o r a lm e n ­
te o r g a n iz a d o ; la la tin id a d n o . E l c a to lic is m o e s tá fo r m a d o ,
la la tin id a d no e stá fo rm ad a aún o no co n serv a ya su
fo rm a c ió n ." En apoyo de su p o sic ió n , trae a m em o ria el
deseo que A u g u sto C o m te , el fundador del p o sitiv ism o
ten ia , de form ar una a lia n z a con el je su itism o a fin de
p o n e r co to a las fu erzas d e sin te g ra d o ra s de la época. iE l
m ie d o al c a m b i o y al fu tu ro h a c e q u e lo s e le m e n to s m á s
e x tra ñ o s se ju n te n e n la m is m a c a rn a d a ! N o d e b e c a u s a r
sorpresa que en c ie rto s círc u lo s in te le c tu a le s, v en p a rti­
c u la r en el m o v im ie n to c a tó lic o de la ju v en tu d , haya
e je rcid o ta n ta in flu e n c ia este zeitgeist p ro c e d e n te de la
M eca de la c u ltu r a latin a. El re n a c im ie n to d el c a to lic ism o
e n tre la in te le c tu a lid a d fran cesa y el nuevo a c e rc a m ie n to
e n tre la Sede de San P edro v el E sta d o ita lia n o , han
e m p u ja d o a m u c h o s s u d a m e r i c a n o s c u lto s a la s fila s del
c ato lic ism o m ilita n te , q u e v u e lv e n al se n o d e la Ig le s ia por
razones se n tim e n ta le s o p a trió tic a s , aunque, a fon d o , no
sean ni c a tó lic o s ni c ris tia n o s.
El segundo m o tiv o es c o n se cu e n cia d ire c ta del p rim e ­
ro. El cristia n ism o e v an g é lic o en S u d a m érica re cib e lo s
a ta q u e s del m o v im ie n to de la ju v e n tu d c a tó lic a no por
razones re lig io sa s o b jetiv as, sin o por m o tiv o s de o rden
p u ra m e n te se n tim e n ta l o p o lític o . Se c o n sid era al p ro tes­
tan tism o com o e x tra ñ o al e sp íritu latin o , y se a le g a que
su in tro d u c c ió n en lo s p a íse s su d a m erica n o s p o d ría des-

1 P á g . 464.
1 34 JU AN A. MACKAY

tr u ir la n a c i o n a l i d a d y la s t r a d i c i o n e s n a cio n ale s, de m o d o
que su d e sa rro llo p o d ría aun causar una q u errá re liq io sa .
Todo esfu erzo e v an g é lic o , e sp e cialm en te la obra de las
A so cia cio n es C ristia n a s de Jóvenes y F e m en in a , se con­
sid era com o precursor de una c o m p le ta d o m in a c ió n ex­
tran jera . P a rtic u la rm e n te v io le n to s son lo s a ta q u e s que se
lan z an c o n tra lo s E stad o s U n id o s. Se a trib u y e a la p ro ­
paganda re lig io sa un m o tiv o p o lític o , id ea c u id a d o sa m e n te
fo m en tad a por c ie rto tip o de e sc rito res fran ceses que,
dándose p len a c u en ta del ocaso de la in flu e n c ia francesa
en S u d a m érica , no p ie rd e n o p o rtu n id a d a lg u n a de lan zar
a ta q u e s m alé v o lo s y v en g ativ o s c o n tra N o rte am éric a.
Ú ltim a m e n te se ha fo rm u la d o un nuevo a rg u m e n to
para lu ch a r c o n tra la propaganda re liq io sa que p ro ced e
del n o rte. Las p é rd id a s su frid as por el c o m e rcio n o rte ­
a m e ric a n o en S u d a m érica se a trib u y e n a la h o s tilid a d po­
p u lar h a cia la p r o p a g a n d a p ro te s ta n te re lig io sa . La deduc­
c ió n que se saca de este carg o c o m p le ta m e n te g ra tu ito
es que si lo s m an u fa ctu re ro s de lo s E stad o s U n id o s de­
sean hacer n e g o cio s con lo s p a íse s su d a m e ric a n o s, y si
el g o b iern o n o rtea m e rica n o desea m an te n er buenas re la ­
c io n e s con sus v e cin o s del sur, no debe e sc a tim a rse es­
fu erzo a lg u n o p ara p ro sc rib ir de la A m é ric a L atin a to d a
a c tiv id a d e v a n g é lic a . V o lv e rem o s a tra ta r de e ste a su n to
cuando nos re fira m o s al p ro te s ta n tis m o en S u d a m érica .

El e je m p lo m ejo r y m ás rep re se n tativ o de un a ta q u e


de p a rte de un m o v im ie n to su d a m e ric a n o "d e la j u v e n t u d
c a tó lic a en c o n tra d el c ris tia n is m o e v a n g é lic o es un p ro ­
lijo v o l u m e n in titu la d o Violando la Clausura, p u b lic a d o
por la A so cia ció n de Jóvenes C a tó lic o s del U ru g u ay , y
en que se p u b lic a n , acom pañados de v o lu m in o so s com en­
tario s, lo s in fo rm es de la C o n fe re n c ia de O bra C ristia n a
c eleb ra d a p o r lo s e v a n g é lic o s del c o n tin e n te , en M o n te v i­
deo, en a b ril de 1925. Puede d e cirse q u e d ich a c o n fe re n c ia
m arcó una nueva época no ta n to en el p ro g reso de la
o b ra e v a n g é lic a en n u e s tro h e m isfe rio , c u a n to e n la o r g a ­
n iz a c ió n d e la r e a c c ió n c a tó lic a en c o n tr a del c ristia n ism o
e v a n g é lic o . Por una p a rte , se h a a ta c a d o v io le n ta y siste ­
m ática m e n te la a c tiv id a d p ro te sta n te en el c o n tin e n te ,
m ie n tra s, p o r o tra, se a d o p ta n cada vez en m a y o r m ed id a
lo s m é t o d o s de tra b a jo p ro te s ta n te s.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 13 5

El tercer motivo a que nos hemos referido es„ obvia­


mente, el más mezquino, pero no por eso menos real y
poderoso. El aumento del poderío político de la Iqlesia
Católica Romana en tierras sudam ericanas seduce a m u­
chos jóvenes de ambiciones políticas y los lleva a alistarse
en las filas de los movimientos católicos juveniles. Caso
muy interesante de lo anterior es la historia del poderoso
club católico que medró en Lima, en los últimos años de la
dictadura de Leguía y bajo la sombra protectora de éste.
No bien cayó el dictador, prodújose el pánico entre la
mayoría de los miembros, que corrieron a esconderse, y la
organización desapareció tan súbitam ente como la calaba­
cera de Jonás.

b) El Movimiento del Cardenal Ferrari

De mucho m ayor significación, desde el punto de vista


religioso, es el movimiento del cardenal F errari. En 1920,
el año en que Italia estuvo en serio peligro de caer en las
garras del bolchevismo, el arzobispo de M ilán, cardenal
Andrea Ferrari, fundó una nueva sociedad llam ada la
Compañía de San Pablo, cuyo propósito era hacer frente,
de m anera práctica v dentro del espíritu cristiano, a las
urgentes necesidades de la situación social existente. El
nuevo movimiento había de ser un apostolado de la j u ­
ventud para "ilustrar al pueblo con la luz de la verdad,
fascinarlo con obras de amor e inducirlo a honrar a Jesu­
cristo, Rey de las edades v de la raza hum ana". Se d ed i­
caría a toda clase de actividad y obra social por el bien
de todos sin distinción. Así fue como surgió una orden
monástica m oderna en cuyas filas formaban eclesiásticos
y laicos de uno y otro sexo, y de todas las edades, cuyos
miembros hicieron votos de castidad, pobreza y obediencia.
En 1921,, pocos meses después de la m uerte del car­
denal Ferrari, su sucesor, el cardenal R atti, después Pío
XI, inauguró en M ilán el prim er edificio de la nueva
orden. En 1926 la Iglesia reconoció a la Com pañía de San
Pablo como institución religiosa regularm ente constituida.
El jefe del movimiento es, al tiem po de escribir este libro,
un sacerdote joven v dinámico, don Giovanni Rossi, que
había sido secretario particular del fundador.
136 JU A N A. MACKAY

El desarrollo de este movimiento de cristianism o social


ha sido poco menos que fenomenal. En Italia aum entó el
número de sus miembros de 7,500 en 1922 a 100,310 en
1928, y se acometieron las más variadas formas de trabajo,
de preferencia en las grandes ciudades. Se fundaron e s ­
cuelas y se ofrecieron clases nocturnas sobre una gran
variedad de temas. Se establecieron hoteles para jóvenes,
se organizaron expediciones y campamentos, y en ex ­
cursiones personalm ente dirigidas se llevó, año por año,
a gran número de personas de visita a los santos lugares
del cristianismo.
La propaganda religiosa del movimiento se endereza
principalmente a la conversión de los que viven fuera de
las ministraciones ordinarias de la Iglesia, y para facili­
tar esa obra se fundó una gran editorial con sucursales
en Roma, M ilán, v Boloña, de la cual em pezaron a salir
periódicos, revistas y libros im portantes. El director de su
departam ento de libros ha sido no otro que Giovanni
Papini, el célebre autor de la Historia de Cristo.
Fuera de Italia, el movimiento del cardenal Ferrari
dirige su principal atención a Jerusalén y la A m érica L a­
tina. Parecería que la actividad que desarrolla la A socia­
ción C ristiana de Tóvenes en la Ciudad Santa del cristia­
nismo y en las capitales de los paises sudam ericanos ha
hecho a la Com pañía de San Pablo elegir esos lugares
para contrarrestar y sustituir, si fuere posible, la influen­
cia de un movimiento cuyo espíritu v métodos ha tratado
empeñosamente de imitar.
El nuevo movimiento se ha establecido firmemente en
la capital argentina, donde su presencia ha introducido a l­
gunos nuevos y vitales elementos en el catolicismo tra d i­
cional de Sudamérica. El 24 de junio de 1928 se efectuó
una función de índole única en el T eatro Colón de Buenos
Aires, para celebrar el Día del Evangelio. En ocasión de
éste v otros festivales de la misma clase, calcúlase que se
han distribuido en la A rgentina 100,000 ejemplares de los
Evangelios en castellano. Contienen, por supuesto, notas,
para distinguirlos de las versiones protestantes que c a re ­
cen de ellas. Se ha iniciado una obra en favor de los in ­
m igrantes italianos a Buenos Aires, y también es sum a­
mente interesante y significativa la labor cultural para
hombres y mujeres que se lleva a cabo en la ciudad. Las
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 137

re fe re n cias que sig u en están to m a d a s de un a n u n cio apa­


recid o en Criterio, de B uenos A ire s, la m ás d e stac ad a de
las re v is ta s c a tó lic a s ro m an as de S u d a m érica :
Atrium es un in stitu to para la c u ltu r a fe m e n in a , en que
una m u je r h a lla to d o lo que puede in te re s a rle p ara el
d e sa rro llo y c u ltiv o de sus fa c u lta d e s a rtístic a s e in te ­
lec tu a le s.
Cenobium es un c en tro in te le c tu a l p ara el in te rc a m b io
de id ea s y p ara la c u ltu ra a rtístic a , lite ra ria , so cial, po­
lítica , h i s t ó r i c a y r e lig io s a . E l p r o g r a m a d e l a ñ o se i n a u ­
g u ra rá co n c u rso s de co n fere n cias, qu e in c lu irá n tre s se c ­
c io n e s d ife re n te s. P rim e ra : c o m e n ta rio s sobre el lib ro o
suceso m ás im p o rta n te de la q u in ce n a a n te rio r. Segunda:
un cu rso a rtístic o p ara el e stu d io de to d a s las m an ifesta ­
c io n e s del a rte en un sig lo dado. El p re sen te año (1929)
se e s tu d ia r á el sig lo x v i. T e r c e r a : u n c u rs o de c o n f e r e n ­
c i a s p o r G . I. F r a n c e s c h i s o b r e " L a e v o l u c i ó n d e u n p r i n ­
cip io , su o rig en , d e sa rro llo y tran sfo rm a ció n , de acu erd o
con la v i d a h istó ric a y so cial de las edades".
Los m ie m b ro s del Cenobium tam b ién to m a rá n p a rte en
los co n cierto s, re c ita le s, ex cu rsio n e s, e tc ., que se o rg a n i­
cen con fin es c u ltu rale s.

c) Nuevo Método de Aproximación Religiosa

El nuevo m éto d o de a p ro x im a c ió n a las m a s a s se i l u s ­


tra a d m ira b le m e n te por el títu lo de la serie de con feren ­
c ia s del p a d re F ra n c esc h i, a que se h a c e re fe re n cia a n te s.
N ó te se que la p a la b ra principio es am b ig u a : puede sig n i­
fica r "c o m ie n zo " y tam b ién " p o s tu la d o " , "v erd ad " o "ra­
zón fu n d a m e n ta l". El tem a o b v io de las c o n fere n cias era
"L a E v o lu c ió n de la Ig le sia ", pero en v ista del arra ig ad o
p re ju ic io de la m en te p o p u lar c o n tra to d o lo que ten g a
sabor e cle siá stic o , se d isfra za así el tem a del curso.
T o d a v ía m e jo r ilu stra c ió n del nuevo m éto d o de a p ro x i­
m ació n re lig io sa es la a c tiv id a d e v a n g e lístic a del io v e n
je su íta esp a ñ o l, el p a d r e L aburu, q u e v isitó M o n te v id e o y
B u en o s A ire s en 1926, v fue p r e s e n t a d o a lo s c ír c u lo s u n i ­
v e rsita rio s de a m b a s c iu d a d e s com o un a lu m n o b rilla n te de
Ram ón y C a ja l, el fam o so h istó lo g o esp a ñ o l. T ras un
breve curso de c o n fere n cias so b re el tem a de la e v o lu ­
c ió n , dadas por tu rn o en am bas u n iv e rsid a d e s, el padre
13 8 JU A N A. MACKAY

L aburu reg resó a E spaña, sin haber e m p re n d id o n in g u n a


o tra a c tiv id a d en los p a ís e s del R ío de la P la ta .
V o lv ió al año sig u ien te, y después de una c o n fere n cia
in ic ial e n la F a c u lt a d de M e d icin a de B u e n o s A ire s, la n z ó
una cam paña e v a n g e lístic a en la gran ig le sia je su íta de
la c iu d a d . M illa re s de personas se a p iñ a b a n p ara o írle , y
sem an as m ás ta rd e se re p itió el m is m o p ro g ra m a y m éto d o
en M o n te v id e o . El que e sto e scrib e escuchó, m e z c la d o
con el e n o rm e a u d ito rio , al jo v e n orad o r en el te m p lo je ­
su íta. In te n sa e x p e c ta c ió n . L le g a el p re d ic a d o r, a sc ie n d e
al p u lp ito , y sin n in g u n o s p re lim in a re s ritu a le s co m ie n za
su serm ón. R echaza la p a la b re ra so n o rid a d trad icio n a l de
la o ra to ria sagrada en esos p a íse s, y su e stilo es te n so ,
.su s frases brev es e in cisiv as, en ta n to que sus e clare c e-
doras ilu stra c io n e s e stán sacadas de la v id a real de n u e s ­
tro s tie m p o s, m uchas de e lla s del la b o ra to rio c ie n tífico .
Su lla m a d o a la v id a re lig io sa es a rre b a ta d o r. T erm in ad o
el serm ó n , el o r a d o r se re tir a ta n sile n c io sa m e n te co m o ha
lleg ad o , y la co n g reg a ció n d e sfila h a cia la sa lid a de la
ig le sia . Si h u b ie s e h a b id o a lg ú n a cto ritu a l, p ro b a b le m e n te
una gran p a rte de lo s p re sen te s h a b ría n abandonado in ­
m e d ia ta m e n te el re c in to . Fue un e je m p lo a d m irab le de la
conferencia sin culto, e l d i s c u r s o r e l i g i o s o s i n a c t o s r i t u a l e s
o a c o m p a ñ a m ie n to c e re m o n ia l, que d e b ería c o n stitu ir un
rasgo e sen cial del e v a n g e lism o de avanzada en n u e stro s
d ías.

d) Neoescolasticism o

Por c o m p le to d ife re n te del m o v im ie n to del card en al


F e rrari, con su h in ca p ié so cial y e v a n g e lístic o , es el m o­
v im ie n to n e o e sc o lá stic o , cuya sede se h a lla ta m b ié n en
B uenos A ire s, v que es una p ro y e c c ió n del re n a c im ie n to
c a tó lic o rom ano que tie n e lu g a r e n tre lo s in te le c tu a le s
b e lg a s v fran ceses, v con e sp e cialid ad de ese im p o rta n te
grupo de p e n sa d o re s, c lé rig o s y laic o s, q u e c o n el c a r d e n a l
M e rcie r a la c a b e z a han convocado a v o lv er a S a n to T o­
m ás de A q u in o .
En tan to que a lg u n o s franceses se han v u e lto a la
Ig lesia C a tó lic a R om ana, en años re cien te s, buscando un
apoyo p o lític o , o tro s lo han hecho en busca de un con­
c ep to o b jetiv o v a u to rita tiv o del m undo y de la v id a. Al
EL OTRO CRISTO ESPAÑ O L 1 3 9

p re sen te , el p e n sa m ien to de la E u ro p a c o n tin e n ta l se ca­


ra cteriz a por una p a sió n de la o b je tiv id a d y la a u to rid a d ,
ju n to con un em peñoso esfuerzo por re stab lec e r el in te ­
lec to a su p e rd id o sitio de h o nor. La id ea de una nueva
"edad m ed ia ", en que una so la gran id ea o le a lta d d o m i­
n a r á la v id a e n te ra , h a c a u tiv a d o la im a g in a c ió n d e m u c h o s
p en sad o res d istin g u id o s, la d e m o c rac ia, la cu ltu ra, la li­
b e rta d v la re lig ió n m odernas, to d a s las c u ales han lle ­
gado a c o n s i d e r a r s e c o m o f in e s e n sí m i s m a s , e stán p e s á n ­
d o s e e n la b a la n z a y h a ll á n d o s e fa lta s .2 U n a sp e cto de esa
a sp ira c ió n h a cia una u n id ad y a u to rid a d trasce n d en ta l es
el q u e r e p r e s e n ta el m o v im ie n to n e o e sc o lá stic o .
A sí com o Tom ás de A q u in o , padre del e sc o la stic ism o ,
usó la filo so fía de A ristó tele s p ara p ro d u c ir un c o n c e p to
to ta l d e l m u n d o y d e la v i d a a d e c u a d o a s u s tie m p o s , lo s
n e o e s c o l á s t i c o s d e la a c t u a l i d a d p r o p o n e n q u e s e u s e al
A q u in a te n se com o él usó al E sta g irita , es d e cir, com o
p u n to de p a rtid a p ara lo g rar ta m b ié n un c o n c e p to del
m undo y de la v id a adecuado a n u e stra época. En e ste
nuevo w eltanschauung s e d a r á a la h isto ria , la v id a y la
c u ltu ra u n iv e rsa l una in te rp re ta c ió n ra cio n al. R epresen­
tan te s d istin g u id o s de esta ten d e n cia n e o to m ista son Jac-
ques C h ev alier, el R. P. Joseph de Tonquedec y Jacques
M a rita in . Puede e n co n trarse una h isto ria a u to riz a d a de
este m o v im ie n to , e sc rita p o r a lg u n o s de sus d ire c to re s, en
un st/m posium p r e p a r a d o v p u b l i c a d o en 1928 b a jo la d i­
re c c ió n de G eorges G u y -G ran d , e in titu la d o L a R enais-
sanee R eligieuse.3
H ace unos cu an to s años a p are ció en B uenos A ire s la
in flu e n c ia de este m o v im ie n to , que c o n d u jo a la fu n d a­
ció n , e n 1928, de un se m a n a rio e x tra o rd in a ria m e n te capaz,
lla m a d o Criterio, e n que c o la b o ra n , adem ás de e c le s iá sti­
cos, a lg u n o s d e lo s jó v e n e s y b rilla n te s in te le c tu a le s a rg e n ti
nos. E l e stu d io de e sta re v ista , d u r a n te u n p e río d o ex te n so ,
ha re v e la d o el h e c h o de que es c o m p le ta m e n te u ltra m o n ­
tan a. No m u e s tra ni la am p lia v isió n in te le c tu a l ni la
e sp iritu a lid a d del m o v im ie n to fran cés, sin o qu e v ien e a ser
sim p le m e n te u n a defensa fa n á tic a , no ta n to d e la fe c a tó ­
lic a , c u an to de la in stitu c ió n c a tó lic a rom ana.

2 V. Una Nueva Edad Media, p o r N i c o l á s B erd iaeff.


3 L ib ra irie F élix A le a n , París.
1 40 JU A N A. MACKAY

B a stará n unas c u a n ta s ilu stra c io n e s para e x h ib ir el


e sp íritu y te n d e n c ia s de d ich o m o v im ie n to en la A r g e n t in a .
D u r a n te v a rio s m eses tra s la ap arició n de Criterio, s e d e s ­
a rro lló en sus p á g in a s una cam paña siste m á tic a en c o n tra
de la m em o ria y re p u ta c ió n de d istin g u id a s fig u ras c a tó ­
lic a s de la h isto ria su d a m erica n a que tu v ie ro n el q rave
d e fe c to de ser m ás c ristia n a s que rom anas. T o có le al g ra n
L as C asas su frir su p a rte en esta cam paña de d e n ig ra c ió n .
P ero q u ien m ás su frió fue el fam oso deán Funes, pad re
de la C o n stitu c ió n a rg e n tin a , p o r h a b e r ten id o la a u d a c ia
de su g e rir, en un c ie rto m o m e n to c ritico de la h is to r ia de
su p a ís, q u e m u y b ie n p o d r ía su b sistir éste p e rfe c ta m e n te
sin la i n tr o m is ió n d e l P a p a d o .
El lib e ra lism o v el p r o te s ta n tis m o en to d a s sus form as
son a n atem a p ara lo s m ie m b ro s del g rupo de Criterio.
H ace a lg ú n tie m p o , un e m in e n te c a tó lic o e sp a ñ o l, don
Á ngel O sso rio G a lla rd o , h izo in c id e n ta lm e n te la in o ce n te
d e c la ra c ió n , en un d isc u rso p ro n u n c ia d o en p ú b lic o , de
que era c ató lic o , pero lib e ra l. R e firié n d o s e al caso, un
c o la b o ra d o r de C riterio c o m e n t ó c o n t r u c u l e n c i a : "E s im ­
p o sib le ser h o y un c a tó lic o lib e ral. Se es c a tó lic o o se es
lib e ra l". En un a rtíc u lo p u b lic a d o el 12 de m ay o de 1928,
sobre lo s E stad o s U n id o s, se d ecía en d ich a re v ista : "L a
verdadera B ib lia de lo s n o rtea m e rica n o s es el d ire c to rio
de telé fo n o s".

e) L a Som bra de L oyola

A p rin cip io s de 1929 o c u rrió un gran e sc á n d a lo p e rio ­


d ístic o e n B u e n o s A ire s. U n d istin g u id o p e rio d ista , C. A.
Leum ann, m ie m b r o de la r e d a c c ió n d e l d ia r io La Nación,
p u b lic ó un a rtíc u lo in titu la d o "L a M ad re de Jesús". E ra
un e stu d io por dem ás re v e re n te , pero en el curso de él
em p le ab a el a u to r frases que d e ja b a n ver c la ra m e n te que
co n sid era b a com o m ito s las id ea s de la In m a c u la d a C on­
c e p c ió n y la p e rp etu a v irg in id a d de la V irg e n . R e su lta d o
de una c arta v io le n tísim a , esc rita con ese m o tiv o al p e r i ó ­
d ico p o r el d o c to r Tom ás D. C asares, p r o f e s o r d e la U n i ­
v e rsid a d de La P la ta y a u to r de la d e c la ra c ió n sobre la
in c o m p a tib ilid a d del c a to lic is m o y el lib e ralism o , fue q u e
se o b lig ó a L e u m a n n a p r e s e n t a r su r e n u n c i a al d ire c to r
d e L a Nación.
BL OTRO CRISTO ESPAÑOL 14 1

El caso tuvo una secuela interesante, relatada por el


propio Leum ann en un artículo aparecido en la mejor
revista literaria de A rgentina, Nosotros. Poco después del
incidente arriba m encionado, el periodista recibió una u r­
gente invitación a visitar al padre jesuíta M ariano Clavell,
profesor de filosofía del Colegio del Salvador, institución
de la orden en Buenos A ires. C onversaron amigablemente
sobre lo que había sucedido. Y Leum ann explicó que no
pertenecía ni a la comunión católica ni a la protestante,
pero que era un sincero am ante de C risto y un estudiante
fervoroso del cristianismo. Al mismo tiempo, defendió,
con argum entos de los Evangelios, su tesis respecto a la
V irgen M aría, ante lo cual el reverendo padre se m ostró
horrorizado. Dos cosas, nos dice Leumann, le im presio­
naron en esta entrevista. Prim era, que el profesor tenía
su estudio lleno de imágenes de la V irgen, unas en su
escritorio, otras en los estantes, y todavía otras pendientes,
en diferentes formas, de las cuatro paredes del cuarto.
Segunda, la ignorancia del profesor respecto al contenido
de los Evangelios. Declaró, por ejemplo, que no recordaba
haber leído jam ás en éstos la bien conocida frase de Jesús
referente a sus discípulos: "H e aquí mi m adre y mis h e r­
manos."
Ignacio de Loyola se dedicó al servicio de la V irgen
en la capillita de M ontserrat, y sus seguidores en las urbes
sudam ericanas continúan hasta hoy el culto de la V irgen.
Constituyen la fuerza religiosa más potente de la vida
religiosa de Sudamérica. A unque de ningún modo son
neoescolásticos, apoyan a Criterio, que más que otra cosa
es su órgano de expresión. Y el resultado es que, por obra
de ellos, se puede blasfem ar de Jesucristo con impunidad,
pero nadie puede atreverse a escribir ni siquiera un sereno
artículo sobre el culto de la V irgen M adre.
No hay que sorprenderse, pues, de que m ientras de la
Italia m oderna llega a Sudam érica una brisa de entusiasm o
evangélico en el movimiento del cardenal Ferrari y una
aura de pasión intelectual procedente del catolicismo
francés, la influencia religiosa de la E spaña m oderna, al
través de la todopoderosa orden española de los jesuitas,
se concentra por entero al culto de la V irgen M aría. En
la prim avera de 1929 se inauguró en Sevilla una E x p o si­
1 42 JUAN A. MACKAY

ción H ispanoam ericana. Coincidiendo con esa celebración,


se organizó un Congreso Católico H ispanoam ericano en la
misma ciudad, cuyo objeto, según el anuncio oficial, era
ofrecer una oportunidad "a las naciones de origen español
y portugués, de reunirse durante la semana en Sevilla con
el propósito de glorificar a N uestra Señora la V irgen
M aría".
No puede insistirse demasiado en que el espíritu y
tipo del catolicismo sudam ericano son diferentes en m u­
chos respectos del catolicismo europeo, fuera de la P e n ín ­
sula española, v del catolicismo de N orteam érica. Se r e ­
fiere de buena fuente que el sucesor del cardenal G asparri
como Secretario de E stado del P apa, un prelado que había
.estado nueve años de nuncio en Alem ania, hizo, no hace
mucho, esta significativa declaración: "El único tipo de
catolicismo en que tengo fe es el que se halla en los países
protestantes."
Por cierto que el conde Keyserling, filósofo alemán,
tuvo una ruda sorpresa al visitar Sudam érica en un viaje
de conferencias en 1929. "Jam ás había tenido en mi vida
experiencia semejante — dijo al autor de este libro, cuando
lo entrevistó en M ontevideo. D urante las sem anas que
pasé en Buenos Aires, las autoridades católicas no dejaron
de atacarme, y de la más ruin m anera. Este no es el c a ­
tolicismo que he visto en Europa. En A lem ania tengo m u­
chos amigos sacerdotes. No están de acuerdo conmigo,
pero dicen que, en lo general, es buena mi influencia. Pero
aquí no se me ha dado ni un momento de respiro. Esto no
es cristianismo; no sé lo que es."
SEGUNDA PARTE

UNA FILOSOFÍA DEL CRISTIANISMO ESPAÑOL


CAPITULO VI

S U D A M E R IC A N IZ A C ÍO N DE U N C R IS T O
ESPAÑO L

N uestro interés ha sido hasta aquí psicológico e h is ­


tórico. El primer capítulo era un estudio del alma ibérica
según se ha expresado en la vida de E spaña y Sudam é-
rica. Los cuatro capítulos siguientes fueron un repaso del
curso que el catolicismo ha seguido en Sudam érica desde
la Conquista a nuestros días. Ensayarem os ahora una
interpretación del catolicismo español como sistema re li­
gioso, con especial referencia a su naturalización en el
continente sudamericano.

a) El Reí] Andino en Belén

"He poseído otro (crucifijo) de plata, proveniente del


Alto Perú, labor de algún oribe colonial, y el crucifijo es
un indio con tres pelos en la comisura de los labios por
única barba."
"Tenem os un Cristo indio, v esto me consuela, ya que
en los tres M agos que adoraron a Jesús en Belén, sólo
figuran las razas de los continentes conocidos entonces.
Faltaba en ese cortejo el rey cobrizo, el Inca de Am érica.
Quince siglos más tarde llegó a Belén el hom bre am eri­
cano".1
De esta simbólica m anera expresa un escritor su d ­
americano contem poráneo el hecho histórico de que en el
siglo dieciséis el continente sudam ericano vino a formar
parte de la cristiandad. Como quiera que se haya logrado
esa incorporación, si por violencia o convencimiento, por

1 R icardo Rojas, El Cristo Invisible, p á g s. 86, 87.


14 6 JUAN A. MACKAY

c o n v e n ie n c ia o c o n v ic c ió n , o p o r u n a m e z c la de u n a v o tra
c o sa , el h e c h o e s q u e la r a z a d e q u e el I n c a A t a h u a l p a y el
arau can o C a u p o lic á n son re p re s e n ta n te s h istó ric o s, fué
a d m itid a p o r el b a u tis m o e n el se n o d e la Ig le s ia C a tó lic a
R om ana.
E l re y c o b riz o v in o a B e lé n , p e ro p a r e c e q u e, a d if e ­
re n c ia d e lo s tr e s v is ita n te s d e l o rie n te , q u i e n m á s le
im p r e s io n ó fue la V i r g e n M a d r e . A l m e n o s , a d o p tó "al
n iñ o y a su m a d r e " , y lo s a d a p t ó a su g u s to p a g a n o p r i m i ­
tiv o . L a T r i n i d a d s u d a m e r i c a n a e s p r o b a b l e m e n t e la m á s
o rig in a l q u e e x is te . R ic a r d o R o ja s , el d is tin g u id o a u to r
a c a b a d o d e c ita r, la d e s c r ib e e n el m is m o lib ro . P o s e e u n a
im a g e n d e la T r i n i d a d , q u e e n u n tie m p o p e r te n e c i ó a u n a
c a p illa c o lo n ia l: " E l J e h o v á d e lo s T ie m p o s e s u n C r is to ;
la P a l o m a d e l E s p í r it u es u n C r i s t o ; el C r i s t o q u e los
re fu n d e es u n a so la fig u ra es u n c rio llo d e tip o e s p a ñ o l, y
la V i r g e n a q u ie n c o r o n a n la s T r e s P e r s o n a s D iv in a s co n
g e sto sim u ltá n e o y sim étrico , es u n a lin d a c h o lita p e ru a n a ,
d e faz t r ig u e ñ a , d e p ó m u lo s s a lie n te s , d e n e g r o c a b e llo
la c io ".2
C o n c u e r d a c o n e sta a p o te o s is d e la V i r g e n u n a i n s ­
c rip c ió n q u e p u e d e le e rse e n el d in te l de u n a v ie ja iq le sia
c o lo n ia l d e C u z c o , la a n t i g u a c a p ita l d e lo s I n c a s : " V e n i d
a M a r í a to d o s lo s q u e e s té is c a r g a d o s y s o b r e c a r g a d o s y
e lla o s h a r á d e s c a n s a r " U n a V irg e n , su n tu o sa m e n te a ta ­
v ia d a , la V i r g e n d e la M e r c e d , e n c u y a s m a n o s p u s o , h a c e
a lg u n o s a ñ o s, el P r e s id e n te L e g u ía , u n c e tro de o ro , es
la p a t r o n a d e l e jé rc ito p e r u a n o y , e n c o n s e c u e n c i a , d e los
d e s tin o s d e la n a c ió n . E n lo a lto d e l S a n C r i s t ó b a l , la
e m p in a d a e m in e n c ia q u e d o m in a la c iu d a d d e S a n tia g o
d e C h ile , se l e v a n t a el m á s n o t a b l e m o n u m e n t o d e l p a ís ,
u n a g ig a n te s c a e s ta tu a de la V irg e n , c u y a c o ro n a , r e m a ­
t a d a d e lu c e s, la n z a p o r la s n o c h e s s u s d e s t e l l o s s o b r e la
c iu d a d . E n la A r g e n t in a , la V i r g e n d e L u ja n re c ib e el
h o m e n a je p o p u la r c o m o p a tr o n a de la g ra n re p ú b lic a . E n
d i c i e m b r e d e 1931 se c e l e b r ó e n M é x i c o e l c u a r t o c e n t e ­
n a rio d e la m ila g ro s a a p a ric ió n d e la V ir g e n de G u a ­
d a lu p e .

P ero, por m ucha som bra q u e le h ic ie ra su S a n ta M a ­


dre, tam b ién C risto v in o a A m é r i c a . D e s d e B e l é n y el3

3 Id., pág. 126.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 14 7

C a lv a r io , p a s ó p o r Á f r i c a y E s p a ñ a e n s u l a r g o v i a j e al
o ccid en te h a s ta la s p a m p a s y las c o rd ille ra s . P ero ¿fue
re a lm e n te E l q u ie n v in o , o fue o tr a f ig u r a r e lig io s a q u e
p o rta b a el m ism o n o m b re y a lg u n a s de su s m a rc a s ? P ie n s o
a v e ce s q u e el C ris to , de p a s o al o c c id e n te , fue e n c a r c e ­
lado e n E s p a ñ a , m ie n t r a s o tr o q u e to m ó su n o m b r e se
e m b a rc ó c o n lo s c r u z a d o s e s p a ñ o le s h a c ia el N u e v o M u n ­
do, u n C r is to q u e n o n a c ió e n B e lé n sin o en N o r á f r ic a .
E ste C ris to se n a tu r a liz ó e n las c o lo n ia s ib é ric a s d e A m é ­
rica, m i e n t r a s el H i j o y S e ñ o r d e M a r í a h a s id o p o c o m á s
q ue u n e x tr a ñ o y p e r e g r i n o e n e s a s t i e r r a s d e s d e lo s t i e m ­
p o s de C o ló n h a s ta el p re s e n te .

b) L a R eligión de un C risto E spañol que N ació en


Tánger

" E l C r i s t o e s p a ñ o l A- m e h a d i c h o m u c h a s v e c e s G u e r r a
Ju n q u e iro — n a ció en T á n g e r" , escrib e d o n M ig u e l de
U n a m u n o .3
E n c u a n to al p a r e n te s c o del c ris tia n is m o e s p a ñ o l, q u e
e stas fa m o s a s p a la b r a s su g ie re n , el e s c rito r e s p a ñ o l e stá
en el m á s c o m p le to a c u e r d o c o n su c o le g a el lite ra to p o r ­
tu g u é s . Y h a s t a U n a m u n o v a m á s le jo s, p u e s id e n tif ic a la
fe p o p u la r d e l m u s u lm á n a fric a n o v el c a tó lic o e s p a ñ o l.
E n u n a r t í c u l o e s c r i t o e n 1 9 0 9 p a r a l a r e v i s t a The E nglish
W oman ( L a m u j e r i n g l e s a ) , r e f i e r e l a c o n v e r s a c i ó n q u e
tu y o u n a vez con u n je s u íta , y q u e es e x tra o rd ia n ria m e n te
s u g e stiv a . " U n d ía — e s c r ib e — u n j e s u it a m e d ijo q u e es
im p o s ib le c o n v e r t i r m o r o s v m u s u l m a n e s . Y y o le c o n te s t é :
"¿C óm o p u e d e u ste d e sp e ra r c o n v e rtirlo s c u a n d o y a e stá n
c o n v e r tid o s ? L a r e lig ió n p o p u l a r q u e v i v e n e s ig u a l a la
n u e s tra . N u e s t r o s c a m p e s in o s c r e e n e n D io s y la i n m o r ­
t a lid a d d e l a lm a , e n u n c ie lo e n q u e c o n t i n u a r á n su v id a
te r r e n a l s a lv o q u e ah í y a n o e s t a r á n e n la m is e r ia , y e n
que h a b rá ferias y p e re g rin a c io n e s . T o d o c u a n to v a m ás
a llá d e e s te s e n c illo c r e d o , y lo a d m i t e n s im p le m e n te c o m o
a d o r n o . Y la s u s ta n c ia d e e s ta fe es la m is m a q u e la de
los m o r o s . N a d a t ie n e v a l o r p a r a n o s o t r o s e x c e p t o las
d o c tr in a s p o r las q u e v iv im o s ; y n u e s t r o p u e b lo n o v iv e 3

3 "E l C risto E s p a ñ o l " , e n M i Religión y Otros Ensayos, Col. A u s t r a l ,


E s p a s a -C a l p e , p ág . 31.
148 JU A N A. MACKAY

por o tra d o c trin a que ésa. Todo ese n e g o cio del ¡¡Hoque,
y a u n d e la T r in i d a d , no son p a ra el e sp a ñ o l o tra c o sa q ue
T eo lo g ía, c ie n cia , es d e cir, iro n ía y e sc ep tic ism o , un ar­
tific io é tic o p ara a u x ilio de su e co n o m ía m e n ta l. Sus d e­
m andas e stética s quedan sa tis fe c h a s con la tra g e d ia de la
P a sió n , que tra n sv e rb e ra su a lm a por ser tra g e d ia . Y
esta tra g e d ia fo rtalec e su fe en la i n m o r t a l i d a d , la c u a l es
u n a fe qu e tie n e u n fu n d a m e n to trá g ic o .' " 4
T ra g e d ia e in m o rta lid a d . El se n tid o de la tra g e d ia y
una p a sió n de in m o rta lid a d son to d a v ía la tr a m a y u rd im ­
bre de la re lig ió n p o p u lar e sp a ñ o la , com o lo eran cuando
se d e s c u b rió A m é ric a , sa lv o tal v ez, que d u ra n te lo s sig lo s
in te rm e d io s ese se n tid o de lo trá g ic o se h a p ro fu n d iza d o .
T ales se n tim ie n to s han in flu id o h o n d a m e n te en el con­
cep to español de C risto , y, al m ism o tie m p o , en m uchos
de lo s p u n to s de v ista c a ra c te rístic o s del c a to lic ism o es­
p a ñ o l. A p a rte de e llo s no pueden e n te n d e rse ni e v alu arse
el C risto español v la re lig ió n que en El tie n e su cen tro .
C risto se nos p re sen ta com o la V íc tim a trág ica . Su
im a g e n p e rte n e c e a un tip o c lá sic o de fig u ras a n g u stio s a s
en el a rte re lig io so de E spaña. ¡C on c u án to re a lism o des­
c rib e O liv eira M a rtin s las horren d as obras m ae stras del
a rte de Z u rb árá n , H errera y R ib era! " M o n je s e sc u á lid o s,
v isio n es p av o ro sas, P ro m e te o s d ila c e ra d o s, m o n stru o s hu­
m anos, to rtu ra d o s por v io le n c ia s y d o lo res, e x te n d id o s
so b re tela s oscuras, sobre fondos neg ro s, con esp a cio s
rasgados por c la rid a d e s o fu sc a n te s."8
P ero m ás trá g ic a s que to d o lo dem ás son las fiq u ras
de C risto , im ág en es la stim a d a s, lív id a s, exangües y escu­
rrien d o sangre, C risto s re to rc id o s que lu ch a n con la m u e r ­
te, C r is to s y a c e n t e s q u e h a n s u c u m b id o a e lla : p o r t o d a la
P e n ín s u la se h a lla n e so s C r is to s ta n g e r in o s , q u in ta e s e n c ia
de una tra g e d ia que no acaba nunca.
L ín a m u n o ha d esc rito uno de ésto s, que e n c o n tró
en la Ig lesia de la C ruz, en F a len c ia. En el C risto
C ru c ific a d o de V e láz q u ez , se re p re se n ta a Jesús m o­
rib u n d o , pero en el C risto y a c e n te de P a len c ia, acuna­
do e n lo s b r a z o s de m o n ja s fran c isc an a s, está p a ra sie m p re *

* Vol. IV , diciem bre, 1909, "S panish R eligión" (R eligión espa­


ñ ola).
5 Historia de la Civilización Ibérica, p á g . 25 7 .
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 14 9

m u erto . Se ha hecho la e n ca rn ac ió n de la m u e rte m ism a .


La ú n ica lu z que ilu m in a su e sp a n to sa p a lid e z d e sc ie n d e
de una lá m p a ra que arde a n te la V i r g e n M ad re, esa V ir­
gen M a d r e "to d a c ie lo y to d a v id a ." Y U nam uno añade,
con to n o m e la n c ó lic o : " E s t e C ris to , in m o r ta l c o m o la m u e r ­
te n o re s u c ita ; ¿para qué?, no e s p e r a sin o la m u e r te m is m a .
De su boca e n tre a b ie rta , negra com o el m iste rio in d esci­
frab le, flu v e h a c ia la n a d a , a la que nunca lle g a , d iso lv i-
m ie n to . P o rq u e e ste C risto de m i tie rra es tie rra ."
"E ste C risto cadáver que com o tal no p ien sa, lib re
está del d o lo r del p e n sa m ie n to , de la c o n g o ja a tro z que
a llá en la h u e rta del o liv a r al O tro •— c o n el a lm a c o l­
m ada de triste z a — le h iz o p e d ir al P edro que le ah o rrara
ej c á l i z d e l a p e n a . . ."
"N o es e ste C risto el V e rb o q u e se e n c a r n a r a en carn e
v iv id e ra; e ste C risto es la G ana, la re a l G ana, que se ha
e n te rra d o en tie rra ; la pura v o lu n ta d que se d e stru y e
m u rie n d o en la m a te ria . . ."
"E ste C risto español que no ha v iv id o , n egro com o
el m a n tillo de la tie rra, yace cual la lla n u ra , h o rizo n tal,
ten d id o , sin a lm a v sin esp era, con lo s o jo s cerrados cara
a l c i e l o . . ."
"Y las p o b r e s fran c isc as del c o n v e n to en q u e la V i r g e n
M ad re fue to r n e r a •— l a V i r g e n to d a c ie lo y t o d a v id a , sin
p a s a r p o r la m u e r te al c ie lo v u e lta .— cunan la m u e r te del
terrib le C risto que no d e sp e rta rá sobre la tie rra , porque
é l, el C risto de mi tie rra, es só lo tie rra, tie rra , tie rra. . .
carne que no p a lp ita , tie rra , tie rra, tie rra , tie rra. . . cu aja-
ro n e s de s a n g re qu e no flu y e, tie rra , tie rra , tie rra , tie rra . . .
"¡Y Tú, C risto del C ielo , re d ím e n o s del C risto de la
tie rra!" *
L a o ració n que U nam uno in fu n d e a e stas p a la b ra s con
que co n clu y e, a rro ja un rayo de lu z p ro fética al tra v é s
de la v id a e h isto ria re lig io sa s de E spaña y S u d a m érica .
En la r e liq ió n e sp a ñ o la , C risto ha sid o el cen tro de un
c u lto de la m u erte. P ero, de m odo b a sta n te p a ra d ó jic o ,
fue la p a s i ó n p o r la v i d a e i n m o r t a l i d a d c a r n a l e s lo que
creó e ste in te r é s e n la m u e r te . E l C ris to m u e r to es una
v íctim a e x p ia to ria . Los d e ta lle s de su v id a terren al hacen*

* "S I C risto Y a c e n t e d e S a n t a C l a r a de P a l e n c i a " , e n A n d a n z a s


y Visio n es E s p a ñ o l a s .
150 JU AN A. MACKAY

m u y p o c o al c a s o v se t ie n e r e l a t i v a m e n t e p o c o i n te r é s e n
e llo s. S e le c o n s i d e r a c o m o u n s e r p u r a m e n t e s o b r e n a t u r a l ,
c u y a h u m a n id a d , s ie n d o só lo a p a r e n te , tie n e m u y p o c o q u e
v e r e n m a te ria d e é tic a c o n la n u e s t r a . E s te C r i s t a d o c e -
t is ta m u r ió c o m o v í c t i m a d e l o d io h u m a n o , y c o n el fin
d e o t o r g a r i n m o r t a li d a d , e s d e c ir, la c o n ti n u a c i ó n d e la
p re sen te y carn al e x iste n c ia . La c o n te m p la c ió n de su
p a s ió n p r o d u c e u n a e sp e c ie de c a ta rs is , c o m o d iría A r i s ­
tó te le s , e n el a lm a d el d e v o to , así c o m o en la c o r rid a de
to ro s, c re a c ió n a n á lo g a del e s p íritu e s p a ñ o l, el e s p e c ta d o r
d e E s p a ñ a v e y s ie n te la m u e r t e , c o n t o d a su te rrib le
re a lid a d , e n la s u e rte d e u n a v íc tim a . L a s e n s a c ió n to ta l
in te n s ific a su c o n c ie n c ia d e la r e a l i d a d v d e lo t e r r i b l e
d e la m u e r t e ; lo c u a l a u m e n t a su p a s i ó n p o r la v i d a y , e n
la e s f e r a r e l i g i o s a , lo h a c e a b r a z a r s e d e s e s p e r a d a y t r á g i ­
c a m e n te d e la m u e rta . V íc tim a q u e m u r ió p a r a d a r le i n ­
m o rta lid a d .

L a p a s i ó n r e lig io s a e s p a ñ o la p o r la v id a n o se p r o p o n e ,
sin e m b a r g o , la v id a e n el s e n tid o c u a lita tiv o de S an
Ju a n ; p u e s h a sid o u n a n s ia n o de r e g e n e r a c ió n sin o de
in m o rta lid a d , de " u n a in m o rta lid a d to ta l en su se n tid o
m á s v il y m á s s u b lim e ." S u t e r r o r s u p r e m o n o h a s id o el
p e c a d o sin o la m u e r te . L a p r e o c u p a c i ó n s o b e r a n a d e n o
m o r ir e s la f u e n te p r i n c i p a l d e la r e lig ió n h i s t ó r ic a d e
E spaña. ¡D e c u a n im p re sio n a n te m anera nos to p a m o s
c o n e lla e n la e x p e r i e n c i a r e lig io s a d e la P e n í n s u l a y c ó m o
im p a rte c o lo r a to d a su v id a y su s d o g m a s ! Se re fie re q u e
c u a n d o S a n t a T e r e s a e r a u n a p e q u e ñ a d e s ie te a ñ o s,, e lla
y su h e r m a n o , q u e t e n í a m á s o m e n o s la m is m a e d a d ,
e s c a p a r o n u n d ía d e su c a s a p a r a ir a b u s c a r el m a r tir io
a m a n o s d e lo s m o r o s . E l o b j e t o d e T e r e s a , c o m o n o s lo
d ic e e lla m is m a e n su a u to b r i o g r a f í a , e ra c o n q u i s t a r la
v id a i n m o r ta l e n la f o r m a m á s s e g u r a y se n c illa . Años
m á s ta r d e , c u a n d o h u b o t r a s c e n d id o la fe p o p u la r , d io
e x p r e s ió n a la m is m a p a s ió n en u n a de las fra s e s m á s
n o tab le s de la lite r a tu r a re lig io sa : "M uero p orque no
m u e r o " . M u e r t e e r a p a r a e lla , e n o t r a s p a l a b r a s , n o p o d e r
m o rir p a ra así e n tr a r en la v id a in m o rta l. M o ría por
m o rir.

E s a m is m a p a s ió n h a c e del e s p a ñ o l u n k a n tia n o e n su
a p o lo g é tic a d e la e x is te n c ia d e D io s . P a r a K a n t d e b e d e
h a b e r u n D io s q u e g a r a n tic e q u e la b u e n a v o lu n ta d a le a n -
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 15 1

z a ra la fe lic id a d . "Si no h a y o tra v id a, si n o s m o r i m o s p o r


c o m p le to , ¿para qué h a b ía de haber D io s? ", d ecía una
vez u n rú stico e sp a ñ o l. D udar de la sa lv a c ió n , e n te n d id a
com o una v id a fe liz después de la m u e r te , tan m ala com o
h u b iere sid o la v id a v iv id a en la tie r r a , es p e c a d o m o rta l.
En el fam oso dram a de T irso de M o lin a, "E l C o n d e n a d o
por D e sc o n fia d o ", P a b lo el erm itañ o se va irre m isib le ­
m en te al in fie rn o por haber dudado de su sa lv a c ió n , m ie n ­
tras E n ric o , el b rib ó n y asesin o , ten ie n d o una in g en u a
c o n fia n z a en que D io s, en su in fin ita m ise ric o rd ia , pasará
por a lto sus ofensas — que el p ro tag o n ista c o n fie sa m uy
de m al g ra d o y só lo p a r a c o m p la c e r a u n v ie jo sa c erd o te —
se v a al p a ra ís o . U nam uno se r e f ie r e a un caso se m ejan te
que o cu rre en un poem a del c atalá n Juan de M a ra g a ll.
E l b a n d id o S u ra lo n g a e stá a p u n to de m o rir. D espués de
un penoso y fo rzad o a rre p e n tim ie n to en p re sen c ia de la
m u e rte , le p i d e al v e r d u g o q u e n o le c o r te la cab eza h a sta
que él h a y a lle g a d o , re p itie n d o el credo, a las p a la b ra s:
"C reo en la r e s u r r e c c ió n del cuerpo".

Tal a c titu d re lig io sa ten d ió , n a tu ra lm e n te , a p ro d u c ir


un tip o de fe c o m p le ta m e n te p riv ad a de c o n te n id o así
in te le c tu a l com o étic o . La base d e la c e r te z a de la in m o r­
talid ad no era, en ú ltim o a n álisis, la c ree n cia en una re­
v e la c ió n d iv in a ni en el dogm a de la e x p ia c ió n , sin o la
fe c ie g a en la a u t o r i d a d e in fa lib ilid a d d e la I g le s ia que la
enseñaba. La fe re lig io sa p o p u lar ha p e rte n e c id o sie m p re
en E spaña a esa esp ecie p a rtic u la r que lo s p ro p io s es­
p a ñ o le s lla m a n "la fe del c a rb o n e ro ," y cuya fó rm u la se
puede e n co n trar en a n é c d o ta s com o la sig u ien te . P reg u n ­
táro n le c ie rta vez a un rú stico e sp a ñ o l: "¿Q ué es lo qué
crees?" Y resp o n d ió : — Yo creo lo que cree la Ig lesia .
— ¿Y qué cree la Ig lesia ? •— La Ig lesia cree lo que creo
yo. La m en te e sp a ñ o la no es filo só fic a por n a tu ra le z a ni
to le raría la co n cien cia e sp a ñ o la que un A q u in o le ra cio ­
n a lic e su fe. ¡C on d e cir que se ha c o n sid e ra d o que el
pecado c o n tra el E sp íritu S a n to es pensar por c u en ta
p ro p ia! "Y a se ha o íd o a q u í, en n u e stra E spaña — d ice
U n a m u n o .— , que ser lib e ral, esto es, h e reje, es peor que
ser asesin o , lad ró n o a d ú lte ro . El pecado m ás grave es no
152 JUAN A. MACKAY

obedecer a la Ig le s ia , cuya in falib ilid ad nos d e fie n d e de


la r a z ó n " . 6
A un lo s grandes m ístic o s, cuya re lig ió n era c o m p le ta ­
m en te d istin ta de la p o p u l a r y o ficial d e l p a ís , se c u id a r o n
de d ecir en sus e sc rito s que so m e tía n sus o p in io n e s y ex­
p e rie n c ia s al ju ic io su p e rio r d e la Ig le sia . "N o me lo pre­
g u n téis a mí — dijo una vez S a n ta T e re sa .— que sov m u­
je r ig n o ran te. D o c to re s tie n e la Iq lesia que sabrán cóm o
re sp o n d e r."
S ie n d o tal el caso, era in e v itab le que no p e rm itié n d o se
c o y u n tu ra p a ra la a p o lo g é t ic a o el ju ic io p r iv a d o , el ritu a l
a su m ie se una ex ag erad a im p o rta n c ia , c o n v irtié n d o s e en
una su erte de m ag ia. El c a tó lic o español no só lo a c e p tó
la d o c trin a de la tra n s u b sta n c ia c ió n , sin o que p ara él la
h o stia se c o n v irtió en el "Pan de la in m o rta lid a d " . P a rti­
c ip a b a de e lla no para hacerse m ejo r a lim e n tá n d o s e de
C risto , sin o la co m ía com o si fu era re c e ta m ág ic a, p res­
c rita por sus c o n se je ro s e sp iritu a le s, para v iv ir e te rn a ­
m e n te . P iz a rro , A lm ag ro y el fraile L u q u e p a rtic ip a ro n en
Panam á de la m ism a o b lea co n sag rad a, p ara se lla r su
p a cto y aseg u rarse fu erza p a ra la em presa. En o tras p a la ­
bras, se hace uso, para fin es p riv ad o s, de C risto en la
E u c a ris tía . Se le to m a por el rig o r m o rta l y la v id a in ­
m o rta l que puede dar, pero no com o Señor de la V id a
a cuya in flu e n c ia el a lm a se so m e te . El sa c ra m e n to au­
m e n t a la v id a sin tr a n s f o r m a r la . L o étic o se h a lla a u s e n t e y
la m ag ia ritu a lis ta usurpa su lu g ar.
H a b l a n d o d e la e x tr e m a d a te n d e n c ia r itu a l d e la r e l i ­
g ió n e s p a ñ o la , H a v e lo c k E llis h a c e n o ta r, m u y v e r a z y
su g e stiv a m e n te , que " e n tra ñ a una fe en la e x te rio rid a d
que e q u iv a le casi al fe tic h ism o " . Y añade, con p a la b ra s
que recuerdan a U nam uno: "P arece haber sid o un es­
p a ñ o l, Ram ón de P e ñ a fo rt, q u ien p rim e ro m en c io n a el
p erdón del pecado v e n ia l m e d ia n te la a sp e rsió n con agua
b e n d ita , y en uno d e lo s d ram as de C a ld e ró n , la D evoción
de la Cruz, un hom bre co m e te to d a su e rte de c rím e n e s,
pero com o re tie n e su r e s p e to por la c ru z , el sím b o lo d e la
re d e n c ió n , al fin y al cabo por él se sa lv a; es que no ha
v io la d o su ta b ú ".

0 Del Sentimiento Trágico de la Vida, p á g . 76.


' The Soul o f Spain ( E l a lm a d e E s p a ñ a ) , p ág . 54.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 1 53

Hablando en térm inos filosóficos, el catolicismo espa­


ñol ha pasado directam ente de la estética a la religión,
salvando de un salto la ética. El C risto tangerino, y la
religión que se formó en derredor de él, tienen valores
estéticos y religiosos, pero carecen ambos de ética. Quien
haya visitado Sevilla durante la Semana Santa iamás
olvidará la escena de dolor que tiene lugar en la catedral
al mediar la noche del viernes de Pascua. R egadas por
toda la inmensa nave, al través de la cual tiende lúqubre
sombra el enorme velo oscuro que cubre el A ltar M ayor,
las mujeres plañen y gimen durante la noche entera. Pero
una vez que el repique de las cam panas anuncia al día si­
guiente que Cristo ha resucitado, el populacho se levanta con
El de su semana de lamentación. . . para asistir a la prim era
'corrida de toros de la tem porada! La falta de una ética
es lo que constituye el problema de la religión española,
igual que de la religión trasplantada al N uevo M undo
por la Ultim a Cruzada.
Careciendo de conexión necesaria sea con la buena
razón o con la buena conducta, esa religión se ha p ro p a ­
gado mejor provocando el miedo. "El sermón que lleva
fruto —dice el padre V iéyra, predicador del siglo dieci­
séis— es el que produce dolor, cuando el oyente tiembla,
cuando sale del sermón confundido y sin habla." Para
suscitar "la fe del carbonero", y salvar un alma de la
muerte, puede en ocasiones hacerse necesario am enazar el
cuerpo con el sufrimiento y la m uerte, y hasta cortar de
una buena vez el hilo dorado de la vida terrestre. Así
pues, el potro de torm ento, como alguien ha dicho, "se
convirtió en arm a m ística en m anos de To-rquemada", y
la Inquisición pudo considerarse como un medio de gracia.
Un Cristo a quien se conoce en vida como un niño y
en la muerte como un cadáver, cuya infancia desvalida y
trágico hado preside la V irgen M adre; un Cristo que se
hizo hombre en interés de la escatología y cuya realidad
perm anente reside en una oblea mágica que dispensa
inmortalidad; una V irgen M adre que, por no haber gus»
tado la m uerte, se convirtió en la Reina de la V ida: ¡tal
el Cristo y tal la V irgen que vinieron a América! El, como
Señor de la M uerte v de la vida por venir; ella, como la
Señora Soberana de la vida presente.
154 JUAN A. MACKAY

c) Cristóforos en el M undo de Cotón

C risto v in o a A m é ric a . S e g ú n h e m o s v isto y a. C o ló n


c o n s id e ra b a q u e su p ro p io n o m b re e n c e r r a b a u n a p ro fe c ía
d e la m is ió n c a p ita l d e su v id a : p o r t a r a C r is to y lle v a rlo
al N u e v o M u n d o . H e m o s p a s a d o re v is ta y a a a lg u n o s de
l o s ’AC r i s t ó f o r o s " p r i m i t i v o s q u e s i g u i e r o n a l g r a n g e n o -
v és; c o n q u is ta d o re s co n u n a cru z en sus b a n d e r a s ; m o n je s
g u e r r e r o s c o m o V a l v e r d e ; e n c o m e n d e r o s , lo s t e r r a te n i e n t e s
e v a n g e lista s; el A n tic o n q u is ta d o r, L a s C a sa s, que " c o m ­
p ró a C ris to " a e le v a d o p recio ; fo rja d o re s de u n im p e rio
te o c r á tic o , ta le s c o m o lo s j e s u í t a s q u e f u e r o n al P a r a ­
g u ay . A l lad o de ésto s v in ie ro n de E s p a ñ a v P o r tu g a l, o
n a c ie ro n e n la p ro p ia S u d a m é ric a , o tro s m ile s c u y o s n o m ­
b re s se h a n o lv id a d o , s a c e rd o te s , frailes o m o n ja s , q u e
fu e ro n " C r is tó f o r o s " d e p ro fe s ió n . P a r a p o d e r e s tim a r la
sig n ific a c ió n re lig io s a d e la v id a y e n s e ñ a n z a s d e e s to s
"C ristó fo ro s" p ro fesio n ales, d e b em o s c o n sid e ra rlo s d e sd e
tres á n g u lo s d istin to s: su p e rs o n a lid a d , sus m é to d o s de
in s tru c c ió n re lig io s a , y la im a g e n c o n c r e ta d e C r is to q u e
p re se n ta ro n a sus c o n v e rtid o s y c a te c ú m e n o s.

M u c h o s d e lo s s a c e r d o t e s , fra ile s y m o n ja s c a tó lic o s


q u e v i n ie r o n a S u d a m é r i c a d e lo s p a ís e s m a t e r n o s , así
c o m o m u c h o s o tr o s n a c i d o s e n las tie r r a s n u e v a s , e r a n
a lm a s p u ra s v c o n s a g ra d a s q u e v iv ía n en e stric to a c u e rd o
c o n su c o n c ie n c ia y su v isió n de C ris to . L a s C a s a s y
A n c h i e t a n o e s t a b a n so lo s. P a r a m e n c i o n a r só lo a lo s n a ­
c id o s en el N u e v o M u n d o , te n e m o s tip o s re lig io s o s c r io ­
llo s c o m o S a n t a R o s a d e L im a , c o n q u ie n h a b i e n d o v e n id o
en casu al c o n ta c to el c a b a lle ro e sp a ñ o l D o n R a m iro , h é ro e
d e la fam osa n o v e la su d a m erica n a L a G toria de D on
Ram iro, d e l a r g e n t i n o E n r i q u e L a r r e t a , s e c o n v i r t i ó d e
lib e rtin o en m o n je a sc é tic o . O t r o d e la m is m a c a lid a d q u e
S a n ta R o s a fué el fra ile p e r u a n o M a r t ín d e P o r r e s . " H u b o
e n l a é p o c a c o l o n i a l '— d i c e e l d o c t o r J o s é G á l v e z — un
c rio llo m u v in te r e s a n t e e n la p e r s o n a d e l b e a t o fra y M a r ­
tín d e P o r r e s , e n q u ie n se e n c u e n t r a u n p r o f u n d o s e n t i ­
m ie n to d e c a r i d a d y a m o r q u e se h a c e e x te n s i v o a t o d o s
lo s s e re s , a u n a lo s a n im a le s , v e n q u ie n b r illa u n a b e n i g n a
a c titu d f r a n c i s c a n a h a c ia la v id a ; p e r o él es ú n i c o " . 8

8 C i ta d o e n u n en sa y o e sc rito e s p e c i a l m e n t e p a r a el a u to r .
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 15 5

V iv ía en A rg e n tin a , a llá p o r lo s c o m ie n z o s del p e río d o


re p u b lic a n o , un v erdadero sa n to en la persona del padre
E sq u iú , o b isp o de C ó rd o b a . A d e m á s de h o m b re c u lto y
gran o ra d o r, E s q u iú era u n id ea l p a s to r de a lm a s, ta n
h u m ild e y re c a ta d o que, h a b ie n d o sab id o de su n o m b ra­
m ie n to al a rzo b isp a d o de B uenos A ire s, huyó a B o liv ia
para no a su m ir tal o ficio . U no de sus c o m p a trio ta s m ás
d istin g u id o s le h a lla m a d o "el h o m b re m ás p a re c id o a lo s
san to s que ha n a cid o en su e lo a rg e n tin o " . Y sin em bargo,
aun el p iad o so E sq u iú era m ás a sc é tic o que m ístic o .
E l c rític o lite r a r io p e r u a n o , J o s é d e la R iv a A g ü e r o ,
h a h e c h o o b s e r v a r q u e el p e r ío d o c o lo n ia l n o p r o d u jo fi­
g u ra s de e sc rito re s v e r d a d e r a m e n te m ístic o s, sin o s im p le ­
m e n te a s c é tic o s . O tr o h e c h o in d u b ita b le e s q u e la p r o ­
d u c ció n lite raria del c a to lic ism o su d a m e ric a n o ha sid o
in fin ite sim a lm e n te pequeña. E s e x tra o rd in a rio , pero no
m e n o s c ie rto , q u e lo s " p o r t a d o r e s d e C r is to " tr a d ic io n a le s
e n e s to s p a ís e s n o h a n p r o d u c id o , d e s d e lo s t ie m p o s d e la
C o n q u is ta h a s t a h o y , n i n g ú n lib ro r e a lm e n te g r a n d e v o r i ­
gin al s o b re el c ris tia n is m o .

P o r o tr a p a r te , u n m u y q r a n n ú m e r o d e lo s " C r i s t o -
f o r o s " p r o f e s i o n a l e s d e e s t a s t i e r r a s < — según o p i n i ó n s u d -
a m e r i c a n a A— l a m a y o r í a , l e j o s d e h a b e r v i v i d o a C r i s t o l o
h a n n e g a d o c o n su m a n e r a d e v iv ir. D ifíc il e s e x a g e r a r las
c o n d ic io n e s m o r a l e s q u e h a n p r e v a l e c i d o e n la s fila s d e l
sa c e rd o c io s u d a m e ric a n o . H a s t a tie m p o s re c ie n te s , la c a s ­
tid a d e ra e n tre el cle ro , n o la re g la , sin o la e x c e p c ió n .
U na n o v e la b ien co n o cid a de una a u to ra peruana,
esc rita h a cia fin es del sig lo pasado, e in titu la d a A ves sin
Nido, d e sc rib e las cosas tal com o han sid o , v, en m uy
gran m ed id a, tal com o son to d a v ía a ese re sp ec to . D os
jó v en e s se en am o ran . En v ísp e ras de su c a sa m ie n to des­
cubren, h o rro riz a d o s, que a m b o s so n h ijo s d el m is m o o b is ­
po. La m adre de la n o v ia es la e s p o s a de un pobre in d io ;
la d el en am o rad o , esposa del m ag n a te lo ca l de u n a a ld e a .
Un sa c erd o te, P a sc u a l, que desem peña un papel p rin cip al
en la n o v e la , hace el sig u ien te c o m e n tario : "In fe liz del
h o m bre a q u ien se a rro ja al d esierto del sa c e rd o c io sin
el so sté n d e la v id a de fa m ilia ".9

R etrad.
1 56 JU A N A. MACKAY

C u a n d o la n o b le p a r e ja q u e a d o p tó a M a r c e la , la d e s ­
d ic h a d a h e ro ín a d e la h isto ria , p a s a p o r A re q u ip a , c a p ita l
d e l s u r d el P e r ú , e n c a m in o a la c o sta , D o ñ a L u c ía d ic e
a su e sp o so D o n F e rn a n d o : " M e h a n d e ja d o a tó n ita d o s
c o sa s en e ste p u e b lo , el n ú m e ro d e frailes qu e a n d a n p o r
las c alles, y (c o n u n s u s p iro d e s d e el fo n d o de su c o r a z ó n )
y el n ú m e r o s o r p r e n d e n t e d e h u é r f a n o s e n la C a s a d e lo s
E x p ó s ito s . ¡O h, F e r n a n d o ! S é q u e e n la s c la s e s b a ja s , u n a
m u je r n o a r ro ja así a lo s p e d a z o s d e su a lm a . . . Q u e D io s
m e p e rd o n e el m al p e n s a m ie n to , p e ro e sta id e a m e h a s u g e ­
rid o el m á s t r is te d e los p e n s a m i e n t o s , al r e c o r d a r , sin
q u e rer, el se c re to de M a rc e la " .

Q u i e n q u i e r a q u e e s té í n ti m a m e n te f a m ilia r iz a d o c o n la
v id a s u d a m e r ic a n a s a b e c u a n c o m ú n es q u e lo s c a tó lic o s
p ia d o s o s h a g a n u n a b ien c la ra d istin c ió n e n tre el s a c e rd o te
c o m o h o m b re v c o m o fu n c io n a rio re lig io so . M u c h o s le
o irá n tr a n q u ila m e n te d e c ir m is a p e ro ni por la m en te les
p a s a r á la id e a d e in v ita rlo a su c a sa .
Con re sp ec to al m éto d o p ed aq ó g ico e m p le a d o por el
"C ristó fo ro " su d a m erica n o , h a lla m o s que se d is tin g u e por
dos c a ra c te rís tic a s p rin cip ale s. Es c a te q u é tic o y sen su al.
La re lig ió n se ha p re sen ta d o al e n te n d im ie n to por m ed io
de d e fin ic io n e s v fó rm u la s c ris ta liz a d a s, y a lo s se n tim ie n ­
to s b a jo la fo rm a se d u c to ra de las c ere m o n ia s.
L u is de Z u lu e ta , uno de lo s pedagogos v hom bres de
letras m ás d istin g u id o s de la E spaña c o n te m p o rá n e a , nos
ofrece u n a d e sc rip c ió n a d m irab le del m éto d o de c atec ism o
em p le ad o por la e d u ca ció n re lig io sa im p a rtid a por lo s
m en to res sa c erd o tale s e sp a ñ o le s e h isp a n o a m e ric a n o s . Zu-
lu eta in tro d u c e su d e sc rip c ió n de e ste m éto d o , según se
usa d e n tro del g rem io del c a to lic ism o , con una a n é c d o ta
de la e d u ca ció n re lig io sa del fam o so e sc rito r a le m á n N o-
v a lis. Se tra ta de u n a a n é c d o ta tan p in to re sc a v sim b ó lic a
que no podem os re sistir a la te n ta c ió n de c ita rla ín te g ra :
"C u en ta T ie c k que yendo de v isita a casa del pad re de
N o v a lis, c u a n d o é ste e ra to d a v ía n iñ o , lle g ó u n a v e z e n
o c a s ió n en q u e se o ía al v ie jo se ñ o r de H a r d e n b e r g q r ita r
y re ñ ir de m anera in co n v e n ien te en una h a b ita c ió n c o n ti­
gua. . . — ;Q u é pasa? .— p r e g u n t ó so rp re n d id o . •— N a d a
— le c o n te stó el c ria d o tra n q u ila m e n te — ; el señor está
dando a su h ijo la c la se de R e lig ió n " .
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 157

Y añade: "Todos hemos escuchado alguna vez el can­


turreo m achacón de un grupo de niños que recitan a u to ­
máticamente páginas y más páginas del catecismo de la
doctrina cristiana. El mecanismo de la memoria hace la ­
mentables prodigios. M onótonam ente van pasando series
y listas de palabras: diez m andam ientos, luego otros c in ­
co, siete sacramentos, catorce artículos, otras catorce obras
de misericordia, siete pecados, siete virtudes, tres enem i­
gos del alma, tres nuevas virtudes, otras cuatro más, tres
potencias, cinco sentidos, siete dones, doce frutos, ocho
bienaventuranzas, cuatro postrim erías, nueve cosas por
las que se perdona el pecado venial. . . A dem ás, la sarta
de preguntas y respuestas: cuántas naturalezas hay en
Cristo, cuántas personas, cuántos entendim ientos, cuán­
tas voluntades, cuántas memorias; lo del rayo de sol por
el cristal; la esencia, ¡a presencia, la potencia. . . E stán
dando los niños la clase de religión".
A lo cual Zulueta añade esta observación: "El esfuerzo
es grande; grande la fatiga: no puede ya hacerse más para
impedir el anhelo evangélico: 'D ejad que los niños se acer­
quen a m í'." 10
H uelga todo comentario sobre este m étodo de p resen­
tar la religión y a Cristo a la juventud. Las consecuencias
que ha producido son en sí mismas suficiente comentario.
Quienes han recibido su educación religiosa conforme a tal
método se han dejado hundir en el sopor de la "fe del
carbonero" o han reaccionado radical y trágicam ente con­
tra toda especie de religión. Es una considerable m ayoría
la que en Sudam érica ha seguido el segundo camino. Los
anticlericales más violentos del continente han sido edu­
cados en instituciones clericales.
Los grandes m aestros del m étodo sensual han sido
los jesuítas. Los seguidores de Loyola descubrieron que
las ideas qerminan mejor cuando se ha rodeado la im a­
ginación de una atm ósfera sensual, con lo que se entre -
garon, con el mayor cuidado, a preparar el ambiente más
propicio para m oldear el pensam iento. Como su fin p rin ­
cipal no era transform ar la personalidad sino utilizarla

El ideal en la educación, p á g s. 2 6 , 27.


158 JUAN A. MACKAY

p a r a su s p ro p io s fin es, p r o c e d ie r o n d e lo e x t e r n o a lo
in te rn o . Se e sfo rz a ro n p o r d o m in a r y m o ld e a r la m e n te
d e lo s n iñ o s y d e la s g e n te s p r i m i t iv a s m e d i a n t e la s e n ­
s u a lid a d d el a r te y el a lic ie n te d e la s r e c o m p e n s a s , al p a s o
que, v a lié n d o s e d e m é to d o s p o lític o s, p r o c u ra b a n c o n v e r ­
tir las s o c ie d a d e s e n te r a s e n v a s a lla s d e su v o lu n ta d . C o m o
d ije ra el e m in e n te h is to r ia d o r y p s ic ó lo g o p o r tu g u é s , O li-
v e ira M a r tin s , p r e te n d ía n " c o n q u is ta r el m u n d o p a ra D io s
n o c o n la s a r m a s d e l c ie lo , s in o c o n la s d e la t ie r r a ; n o
c o n la p l e g a r i a y el e j e m p lo , s in o c o n la p o l í t i c a y la
m a ñ a " .1
R u b é n D a río , a q u ie n se c o n s id e ra g e n e r a lm e n te c o m o
el m ás g r a n d e p o e ta la tin o a m e ric a n o , se e d u c ó en u n c o ­
leg io de je s u íta s e n N ic a r a g u a . E n su a u to b io g r a f ía n o s
h a c e u n re la to ilu m in a d o r de su e x p e rie n c ia co m o a lu m n o :
" E n t r é e n lo q u e se l la m a b a la C o n g r e g a c i ó n d e T esú s,
y u s é e n la s c e r e m o n i a s la c in ta a z u l y la m e d a l l a d e lo s
c o n g re g a n te s . P o r aq u el e n to n c e s h u b o u n g ra v e e s c á n ­
d a lo . L o s je s u íta s p o n ía n e n el a lta r m a y o r d e la ig le sia , en
la fie sta d e S a n L u is G o n z a g a , u n b u z ó n , e n el c u a l p o d í a n
e c h a r s u s c a r t a s t o d o s lo s q u e q u is ie r a n p e d i r a lg o o t e n e r
c o r r e s p o n d e n c ia c o n S a n L u is y c o n la V i r g e n S a n tís im a .
S a c a b a n las c a r ta s y la s q u e m a b a n d e la n te d e l p ú b lic o ;
p e r o se d e c ía q u e n o sin h a b e r l a s v is to a n te s . A s í e r a n
d u e ñ o s d e m u c h o s s e c re to s d e fa m ilia , y a u m e n t a b a n su
in flu jo p o r e s ta s y o t r a s r a z o n e s . E l G o b ie r n o d e c r e tó su
e x p u ls ió n , n o sin q u e a n te s h u b i e s e y o a s i s t id o c o n e llo s
a lo s e je rc ic io s d e S a n I g n a c io d e L o y o la , e je r c ic io s q u e
m e e n c a n ta b a n y que p o r m í h u b ie ra n p o d id o p ro lo n g a rs e
in d e fin id a m e n te , p o r las s a b r o s a s v itu a lla s y el e x q u is ito
c h o c o l a t e q u e l o s r e v e r e n d o s n o s d a b a n " . 112

D e n t r o d e l id e a l j e s u í t a d e la e d u c a c ió n , el a m o r a la
v e r d a d p o r la v e r d a d m is m a d e s e m p e ñ a p o c o o n i n g ú n
p a p e l. S e g ú n el p a d r e M i g u e l M ir , m ie m b r o f in a d o d e la
A c a d e m ia E sp a ñ o la , y p ro b a b le m e n te el m á s e m in e n te de
q u ie n e s h a n a b a n d o n a d o la o r d e n je s u íta , la i n te l e c tu a ­
lid a d je s u ític a se c a ra c te riz a p o r d o s r a s g o s p rin c ip a le s :
"u n c ie rto e s p íritu de in d e p e n d e n c ia y de c o n tr a r ie d a d u

11 H i s t o r i a de la C iv ilizació n I b é r i c a , p ág . 345.
12 Autobiografía. O b r a s c o m p l e ta s , E d i t o r i a l "M undo L atin o ", M a­
d r i d , vol. 15, p ág s. 19, 20.
EL OTRO CRISTO ESPAÑ O L 1 59

o p o sic ió n a to d a m anera de e d u ca ció n e x tra ñ a a e llo s, y


en esp e cial a la que h a lla ro n e stab lec id a, fo rm ad a y asen­
tad a por la tra d ic ió n ", y segundo, "la a u se n cia, a te n u a ­
c ió n o fa lse a m ie n to del e sp íritu p ro p iam en te c ie n tífic o e
in sp ira d o por el puro am or a la v erdad y por el deseo
d e sin te re sa d o de b u sc a rla , c o n o c e rla y d e c l a r a r l a " . 13
Con lo cual c o in c id e lo refe rid o por U nam uno, que se
educó de jo v en en la e sc u ela de San L u is G onzaga, en
B ilb a o . En una o c asió n se lla m ó a un m éd ico am ig o suyo
al S e m in a rio de la C o m p añ ía de íesú s, en O ña, a v isita r
a u n n o v ic io q u e se h a ll a b a e n f e r m o . En una d e las g a le ría s
d e la p a rte p riv ad a del e d ificio , sus o jo s se to p a ro n con
"un cuadro que re p re se n tab a a San M ig u e l A rcángel te ­
n ien d o a sus p ies al D e m o n io , a S a tan á s. Y S atan ás, el
'á n g e l reb eld e, ten ía en la m ano. . . ¡un m ic ro sco p io ! Un
m ic ro sc o p io es el sím b o lo d e l h i p e r a n á l i s í s " . 14 P o r l o que
to c a b a a los jefes de aquel e sta b le c im ie n to , el e sc u d riñ a r
d em a siad o la n a tu ra le z a y sig n ific a d o de las cosas era
asu n to d iab ó lico .
L a c o m p a ñ ía d e lo s " C ristó fo ro s" p ro fe sio n a le s que se
encargó de educar a las nuevas tie rra s su d a m erica n a s en
la fe d e C risto p ro c ed ió de m o d o m uy d ife re n te y lle g ó a
re su lta d o s b ien d istin to s que lo s hom bres que e m p re n d ie ­
ron ta re a sim ila r en N o rte a m é ric a . Y pensam os aquí no
só lo en lo s p a sto re s p ro te sta n te s que acom pañaban a la
e x p e d ició n del M atjflow er y a sus sucesores h a sta fin es
del sig lo pasado, sin o tam b ién , y m uy esp e cialm en te , en
lo s s a c e r d o t e s y m o n j e s c a tó lic o s ro m a n o s que fu ero n a la
p ro v in cia francesa de Q uebec. La m ay o ría de esto s ú lti­
m os eran hom bres del tip o de L as C asas y de A n c h ieta,
c o n u n s e n t i d o e v a n g é l i c o d e s u m i s i ó n , y ,al p a r q u e se
m a n te n ía n al m a r g e n d e la p o lític a , se in te r e s a b a n p r o f u n ­
d a m e n t e e n t o d o s lo s p r o b l e m a s d e lo s c o lo n o s . D i c e el
d o c to r T u an B. T e r á n , fin a d o R e c to r d e la U n i v e r s i d a d
de Tucum án, A rg e n tin a , re firién d o se a d ich o c o n tra ste :
"L a Ig le sia francesa en N o rte am éric a se sin g u lariz ó por
un ferv o r de a p o sto la d o . . .L a a c c ió n del m isio n e ro fran ­
cés d e s d e ñ ó la p o lític a p u ra m e n te co m e rcia l y ra d ic ó , con

13 Historia Interna Documentada de la Compañía de Jesús. S e c ció n ,


"La e n s e ñ a n z a de la fe." P á g s . 28 1 , 282.
u La Agonía del Cristianismo, M a d r i d , 193 1, p ág . 166.
16 0 JUAN A. MACKAY

la im p la n ta c ió n d e la a g r ic u ltu r a , el t r a s p l a n t e d e u n a
g e n u i n a I g l e s i a c r i s t i a n a " . 15 E l r e s u l t a d o e s q u e e l c a t o ­
lic ism o c a n a d i e n s e a c tu a l e s v ig o r o s o y m ilita n te . E n N o r ­
te a m é r ic a la p r o p a g a c ió n d el c r is tia n is m o , así p r o t e s t a n t e
c o m o c a tó lic o , se c a r a c te riz ó p o r su c a r á c te r a c e n t u a d a ­
m e n t e é tic o y p r á c t ic o , al p a s o q u e la p r o p a g a n d a c a t ó ­
lic a r o m a n a e n S u d a m é r i c a se h a c a r a c t e r i z a d o , h a s t a lo s
a lb o re s del p r e s e n te sig lo , p o r su p r e p o n d e r a n te h in c a p ié
en el d o g m a y el ritu a l.

d) El C risto Criollo

Si es v erdad que to d a V id a de C risto es m ucho m ás


la a u to b io g ra fía de su a u to r que la b io g rafía de Jesús,
ig u alm en te c ie rto es que las n a c io n e s tie n d e n a d e lin e a r a
C risto según su p ro p ia im a g e n . ¿Q ué c la se de re tra to de
C risto c o n sig u ie ro n lo s "C ristó fo ro s" su d a m erica n o s im ­
p rim ir en el p e n sa m ien to e im a g in a c ió n del p u e b lo ? ¿En
qué re tra to re su lta n te ha expresado la re lig io sid a d sud­
a m e ric a n a el c o n c e p to que tie n e d e E l? ¿C óm o es y cóm o
obra el C risto C rio llo ? P o d ría d ecirse, en té rm in o s gene­
ra le s, q u e el C risto que se n a tu r a liz ó en S u d a m érica es el
que n a ció en T ánger, el C risto de la tra d ic ió n re lig io sa
p o p u lar de E spaña. In te re sa n te sería e stu d ia r h a sta dón­
de la v id a re lig io sa de S u d a m érica ha sid o una sim p le
p ro lo n g a c ió n de la de E spaña y P o rtu g a l, y h a sta dónde
es d ifere n te ; h a sta dónde el C risto C rio llo es una sim p le
ré p lica del C risto E spañol y en qué resp ecto s ha sid o
m o d ific ad o . S in e m b a r g o , ire m o s m á s lejo s si c o m p a r a m o s
el C risto tra d ic io n a l de S u d a m é ric a con el r e tra to que el
N uevo T e sta m e n to nos da del Señor c ristia n o en lo s
E v a n g e lio s S in ó p tic o s v en lo s escrito s- de San P a b lo y
San íu an .
Lo p rim e ro que sa lta a n u e stra v ista en e l- C risto
C rio llo es su fa lta de h u m an id ad . Por lo que to ca a su
v id a terre n al, ap arece casi e x c lu siv a m e n te en dos p a p e le s
d ra m á tic o s: el de u n n iñ o en lo s b r a z o s de su m adre y el
de una v íctim a d o lo rid a y sa n g ra n te . Es el cuadro de un
C risto que n a ció y m u rió , pero que no v iv ió jam á s. C osa
e x tra ñ a es que se p a s e por a lto el g ran p e río d o fo rm ativ o

0p. cit., p ág s. 192, 193.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 16 1

y decisivo de la vida de Jesús, com prendido entre una in ­


fancia desvalida e im pensante, y su viril resolución de
morir con el indecible sufrimiento que esto entrañaba.
¿Por qué es que los únicos momentos de la vida de Jesús
a que se da importancia son su niñez y muerte? Porque
las dos verdades centrales, responde alguien, del cristia­
nismo son la Encarnación y la Expiación. Y así es, pero
la encarnación es sólo el prólogo de una vida, y la expia­
ción su epílogo. La realidad de la prim era se despliega
en la vida y se qarantiza viviendo; la eficacia de la segun­
da se deriva de la clase de vida que se vivió. El N iño
Divino en los brazos de su M adre recibe plena significa­
ción sólo cuando vemos al hom bre trabajando en el taller
de carpintero, recibir el Espíritu en las aguas bautism ales
del Jordán, entablar ham briento y solitario batalla con el
tentador, predicar las buenas nuevas del Reino a los p o ­
bres, sanar a los enfermos y resucitar a los m uertos, lla ­
mar a su lado a los sobrecargados y a los niños, exhortar
a los ricos y denunciar a los hipócritas, preparar a sus
discípulos para la vida m ientras El se preparaba para la
muerte, y luego entregar su vida no como mera víctima
del odio y del destino, sino voluntariam ente, v al morir
pedir al Padre el perdón para sus asesinos. En la misma
forma se transfigura el Crucificado, que sufre angustias
mortales en la cruz, cuando pensam os que en vida había
experimentado las tentaciones de un hombre fuerte y las
había vencido. Fue el H om bre el que murió, el verdadero,
el segundo Hombre, el Señor de los cielos hecho hombre,
un hombre como no lo ha habido ni lo habrá jam ás.
Sin embargo, esta hum anidad de Jesús ha suscitado
muy poco interés en los creyentes sudam ericanos. ¿Por
qué? Porque no han conocido otro Cristo, excepto el que
se presta para que ellos lo com padezcan y apadrinen.
Esto puede hacerse con un niño; tam bién con una víctima
que sufre y con un muerto; pero no con el C risto de los
Evangelios, que se negó a recibir el patrocinio de las lá ­
grimas aun cuando iba en camino del Gólgota. A Cristo
se le apadrina y tutorea en los elaborados festivales de la
N avidad, y nuevam ente en las sombrías festividades que
marcan el curso de la Semana Santa, y en esta actitud
de patrocinio compasivo se desbordan y luego se agotan
1 62 JU A N A. MACKAY

acumulados sentimientos de piedad paternal y m aternal


o de una emoción trágica v llena de compasión.
Para los creyentes sudam ericanos, Jesús ha tenido un
valor religioso, o, en térm inos aristotélicos, "catártico".
La contemplación de El les ha proporcionado una válvula
emotiva de escape, pero no le han concedido ninguna sig­
nificación ética. El interés exclusivo que tienen en lo que
Cristo significa para la m uerte y la inm ortalidad les ha
hecho pasar por alto a A quél que, a la vera del lago,
enseñaba a los hom bres cómo vivir. Debido a que se ha
desalentado la lectura del N uevo T estam ento y a que
no se ha asociado a Cristo con la vida v los problem as
vivos, la gente en general no ha venido a hallarse cara
a cara con aquel trem endo C onductor de hom bres que
tenía conciencia de haber venido al mundo para convertirse
en el Señor de la vida. Ha acontecido así que iamás
se ha hecho de los más im presionantes aspectos de su
enseñanza una regla de vida ni de les más im presionantes
aspectos de su conducta una inspiración para vivir. Sus
palabras: "Sigúem e", han quedado por completo despoja­
das de sentido. Su m andato supremo no ha constituido
guía para los diarios quehaceres, para las tareas o rd i­
narias.
Por otra parte, la visión del Cristo resucitado, sea que
se le conciba, según el lenguaje del N uevo T estam ento,
como Rey y Sacerdote a la diestra de Dios, o como m ora­
dor de las almas de los cristianos, no ha sido menos p á ­
lida que la del Jesús histórico. Ni se concibe ni se expe­
rim enta su señorío soberano sobre todos los detalles de
la existencia, Rey Salvador que se interesa profundam ente
en nosotros y a quien podemos traer nuestras tristezas y
perplejidades. Ha sucedido algo sumamente ex trao rd in a­
rio. Cristo ha perdido prestigio como alguien capaz de
ayudar en los asuntos de la vida. V ive en exclusión v ir­
tual, en tanto que la qente se allega diariam ente a la
V irgen y los Santos para pedir por las necesidades de' la
vida. Es que se les considera más hum anos y accesibles
que El. Y es bastante curioso que, como nos lo hace ver
un escritor argentino, los santos a quienes más peticiones
se hacen y cuya imagen se reproduce más frecuentemente
en las estampas, son las lum inarias menores. En la devoción
popular los santos m ayores y mejor conocidos tienden a
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 16 3

correr la misma suerte que Cristo. Su misma eminencia


los hace menos hum anos y accesibles. La m asa del pueblo
se siente más a gusto y con m ayor confianza en el buen
éxito si se encomienda a los Santos Menores, cuya vida
era de cualidades menos diferentes a las de la suya. El
creyente común y corriente es en la práctica un politeísta
cuvo panteón preside N u estra Señora. La verdadera d i­
vinidad de la religión popular es la V irgen. La Trinidad,
la corona y los santos le rinden acatam iento y a ella con­
ducen.
¡Pero a cuan alto costo para el Hijo de la V irgen ha
tenido lugar tal evolución! C uando el vulgo de A rgentina
quiere decir que alguien merece su desprecio supremo por
.sus pequeñeses de espíritu y pusilanim idad, dice: "Es un
Cristo", o "Es un pobre C risto", i Cuan diferente esta
connotación de la que el mismo nom bre recibe hoy en la
India, donde se ha convertido en símbolo de la fuerza
espiritual! Ricardo Rojas, el em inente escritor argentino,
a quien hemos citado ya, describe como sigue el concepto
popular actual de C risto en su país v en otros países sud­
americanos: "Se ha querido h acer •—diceA-, o se ha hecho,
de Cristo, un arquetipo de pordioseros, una especie de
piltrafa hum ana, de cascabel para los pies de todos, com ­
pendio de miserias y dechado de hum illaciones".16 H asta
ese extremo ha llevado a C risto la deshum anización de
que se le ha hecho objeto.
No obstante, este C risto, que se pierde a la vida por
un proceso de deshumanización, reaparece después como
fetiche. Su imagen, su hum anidad y su nom bre han sido
convertidos en realidades fetichistas.
En la iglesia de Santo Dom ingo, en Lima, hav una
imagen yacente de Cristo, a la que se llama "El Señor
del Sepulcro", v le representa tendido en la tumba. D u ­
rante la Semana Santa, esta imagen es particularm ente el
centro principal de la devoción. R odeada de m ultitud de
cirios encendidos se la hace parecer como que suda, y los
fieles, que desfilan frente a ella la tarde y la noche del
Viernes Santo, compran pedazos de algodón dizque im ­
pregnados del sudor, y los conservan cuidadosam ente c o ­
mo amuletos.

El Cristo Invisible, 1928, p á g . 20 4 .


1 64 JU A N A. MACKAY

Lima posee otra famosa efigie de Cristo, una pintura


llamada E l Señor de los Milagros. Al decir de la tra d i­
ción popular, un negro descubrió, durante un tem blor que
devastó la ciudad en el siglo dieciocho, una imagen de
Cristo en la cruz, sobre un muro que perm anecía en pie
en medio de las ruinas. Desde entonces, la sagrada pintura
ha sido la patrona religiosa de la población negra del
Perú y disfruta de una inm ensa reputación como obradora
de m ilagros.
lea, principal población al sur de Lima, era asiento de
una muy sagrada imagen de m adera de Cristo llamada
El Señor de Lurín, a la que los campesinos venían a rezar
por una buena cosecha y otras bendiciones tem porales.
Sucedió que allá por 1918 la iglesia en que el ídolo tenía
su santuario, fue destruida completam ente por un incendio.
A penas se había existinguido el fuego, cuando una m u­
chedumbre enloquecida rescató los restos carbonizados del
Señor, y se lanzó en procesión por las calles, al son de
esta desgarradora endecha: "¡Dios se ha m uerto, Dios se
ha m uerto!" Es que aquella imagen era la divinidad por
la que el pueblo vivía, v su destrucción los hundía en te ­
rrible consternación.
Ejemplos como estos pueden m ultiplicarse tom ándolos
de todo el continente, particularm ente de la vida de las
poblaciones provincianas. A un Cristo deshum anizado
le han dado una imagen hum ana m aterializada a la cual
se atribuye una virtud especial.
M enos repulsivam ente m aterialista, pero no menos fe­
tichista, es la rehum anización de Cristo en el viático y en
el Sagrado Corazón. U no de los espectáculos tradiciona­
les de Lima es la procesión del Santísimo, vivam ente d e s­
crita por José Gálvez en su libro, Una Lima Que se Va.
La procesión lleva a un m oribundo el "Pan de Inm or­
talidad." "Bajo el palio, recam ado de oro, el cura lleva
unciosamente el copón; un monaguillo por delante anuncia
al vecindario, con el repique de una campanilla, el paso
del Santísimo; cuatro feligreses sostienen el palio, v tras
el párroco, como un extraño rosario, se desenvuelve la
lenta procesión, en que las velas tienden al viento las
llamas tem blorosas cómo un símbolo de acabam iento y de
fervor. De cuando en cuando, alguna de la cofradía entona
un cántico religioso que las demás corean, y de intervalo
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 16 5

en intervalo resuena, m urm urador y sordo, el Ave M a­


ría. . ."
C uenta la tradición que una vez la Perricholi, la céle­
bre querida de uno de los virreyes, iba por las calles en
su lujosa calesa, cuando se topó con el párroco que portaba
el Santísimo. H erida en su conciencia por el contraste
entre el lujo con que paseaba su pecadora persona y la
humilde apariencia de la procesión, le cedió su asiento al
sacerdote y se unió a la com pungida m ultitud que lo
seguía.17 M uchos años después, cuando se propuso que
en adelante el viático había de llevarse por las calles d en ­
tro de un coche, las señoras de Lima organizaron una m a­
nifestación de protesta, en que desplegaron una bandera
.donde resaltaban estas palabras: "M orir por la religión".
La tentativa más m oderna de convertir a Cristo en un
fetiche popular, es el culto del Sagrado Corazón. H abien­
do desaparecido de la religión popular la verdaderam ente
histórica y eternam ente real hum anidad de Jesucristo, ha
sido reem plazada por el símbolo de su hum anidad m ate ­
rial. En 1923 se había dispuesto consagrar con gran pom ­
pa la República del Perú a una enorme imagen de bronce
del Sagrado Corazón de Jesús. Ya estaba fijado el día
para la ceremonia. En presencia de los más altos dig n a­
tarios de la Iglesia y el E stado, debía colocarse la efigie
en un nicho, en el muro frontero de la catedral de Lima
que ve a la Plaza M ayor. La prensa de la localidad había
protestado contra lo que la m ayoría de los ciudadanos
consideraba como una regresión al medievalismo y la id o ­
latría; pero todo había sido en vano. Repentinam ente, sin
embargo, en vísperas de la ceremonia, los estudiantes y
los obreros, organizaron un formidable movimiento de
protesta y la ceremonia de consagración hubo de suspen­
derse hasta más conveniente oportunidad.
Dios nos libre de m enospreciar cualquier esfuerzo por
hacer a Jesucristo más real para los seres hum anos o por
mantener siempre ante la vista de éstos la realidad de su
divina compasión. Pero el m aterializar en bronce las cu a­
lidades de las que su corazón es símbolo, no hará más
real al Jesús histórico o al C risto eterno. Las cualidades
especiales de Cristo en que más hincapié se necesita hacer
Gálvez, op. cit. cap. "E l V i á tic o ".
16 6 JU A N A. MACKAY

e n los p a ís e s s u d a m e r i c a n o s h o v d ía n o p u e d e s i m b o l i z a r ­
la s su c o r a z ó n . S u m e j o r s ím b o lo s e r ía n lo s o jo s d e C r is to ,
a q u e llo s o jo s a p o c a líp tic o s q u e e n o c a s io n e s p o d ía n b rilla r
c o m o " lla m a d e fu e g o " . U n a r e fle x ió n s e r e n a a la v e z q u e
tr a n s id a d e tris te z a , n o s o b lig a a e n d o s a r la o p in ió n de
U n a m u n o c u a n d o esc rib e : " E l c u lto al S a g r a d o C o r a z ó n
d e J e s ú s , l a hierocardiocracia, e s e l s e p u l c r o d e l a r e l i g i ó n
c r i s t i a n a " . 18 E s e l C r i s t o d e l l á t i g o y no e l C r i s t o d e l S a ­
g ra d o C o ra z ó n el q ue n e c e sita p re s e n tá rs e le a S u d a m é ric a .
A u n el n o m b r e d e J e s ú s se h a c o n v e r tid o e n fe tic h e .
E n la re lig ió n p o p u l a r e se n o m b r e sirv e d e p o d e r o s o e n ­
c a n ta m ie n to . L a a u to b io g ra fía de R u b é n D a río n o s o frece
u n a b u e n a ilu stra c ió n . E l p o e ta v a d e sc rib ie n d o las e x p e ­
rie n c ia s re lig io sa s de su n iñ ez . D ic e " S e ñ a la d a s d e v o c io ­
n e s e r a n p a r a m í t e m e r o s a s . P o r e je m p lo , al a c e r c a r s e la
f ie s ta d e la S a n t a C r u z . P o r q u e ¡oh, D i o s d e lo s d io s e s ! ,
m a r t i r io c o m o a q u é l, p a r a m is p o c o s a ñ o s , n o o s lo p o ­
d é is im a g in a r. L le g a d o e se d ía, to d o s n o s p o n ía m o s d e ­
la n te d e la s im á g e n e s , y la b u e n a a b u e la d irig ía el re z o ,
u n re zo que c o n clu ía d e sp u é s de v a ria s ja c u la to ria s co n
e stas p a la b ra s :

V ete d e a q u í. S a ta n á s ,
que en m í p a rte no te n d rá s,
porque el d ía d e la C ru z ,
d ije m il v e c e s: Jesús.

P u e s el c a s o es q u e t e n ía m o s , e n e fe c to , q u e d e c ir m il
v e c e s la p a l a b r a J e s ú s , y a q u e l l o e r a i n a c a b a b l e . '¡ J e s ú s !
¡Jesús! ¡Jesú s!, y h a s t a m il; y a v e c e s se p e r d ía la c u e n t a
y h a b í a q u e v o l v e r a e m p e z a r " . 19 U n a p a r o d i a p a g a n a d e
la p r o m e s a d e q u e t o d a le n g u a r e c o n o c e r á u n d ía q u e
J e s u c r i s t o e s Señor!
H a s t a a q u í n o se h a r e c o n o c id o , e n la r e lig ió n s u d ­
a m e r ic a n a , el v e r d a d e r o S e ñ o r í o d e C r i s t o . Se le h a c o n o ­
c id o c o m o el S e ñ o r d e l S e p u lc r o y el S e ñ o r de las B u e n a s
C o s e c h a s , c o m o el a r q u e tip o d e l a m o r h e r id o v la g a r a n ­
tía m a t e r i a l d e i n m o r t a l i d a d ; se le h á c o n o c i d o t a m b i é n
co m o el p o s e e d o r de u n n o m b r e m á g ic o . P e ro to d a v ía

°* La Agonía del Cristianismo, p á g . 160.


38 Autobiografía, O b r a s c o m p l e t a s , vol. 15, p á g s. 18, 19.
EL OTRO CRISTO ESPAÑ O L 1 6 7

queda por c o n o c é rse le com o Jesús, el S a lv ad o r del pe­


cado y el S e ñ o r d e la v id a to d a .

e) ¡Paz! ¡Paz!...

Paz. He ahí una de las g randes p a la b ra s del len g u a je


hum ano, por c u an to la re a lid a d que c o n n o ta ha sid o una
de las m eta s p rin cip ale s del esfuerzo del ho m b re. Es la
búsqueda de paz lo que ha dado o rig en a to d a re lig ió n y
filo so fía . ¡P ero c u a n d iv e rs a s las a c titu d e s in te rio re s que
u su a lm e n te e n c u b re esta p a la b ra ! H a y la p a z d el o c é a n o
in m ó v il del N irv a n a y hay la paz que se a se m e ja al río .
H ay la p a z del h a ra g á n e g o ís ta que m a ta el tie m p o e n tre
las v is ta s , so n id o s y arom as de un m undo irre a l, y la paz
del in fatig ab le tra b a ja d o r que sa c rifica sueño y tra n q u i­
lid a d , a m ig o s y f o r tu n a , e n el d e s i n te r e s a d o esfu erzo de
e d ifica r u n m u n d o re a l d e v e r d a d y b o n d a d . "Paz, paz",
d e cían a lg u n o s c a u d illo s p o p u lare s de o tro s tie m p o s, que
se c o n d u c í a n c o n n e g l i g e n c i a e in c o n c i e n c ia c r im i n a l e s a n te
el p e lig ro que am enazaba a su p u e b lo . "M i paz os d e jo ",
d e cía Jesús en lo s m o m e n to s m ism o s en que se preparaba
a a rro stra r su p asió n .
¿Q ué c la se de paz es la que m ás v e rd a d e ra m e n te ca­
ra cteriz a la v id a y e x p e rie n c ia re lig io sa en el c a to lic ism o
su d a m erica n o ? ;C ó m o se ha in te rp re ta d o en esos p a ís e s
aq u ella "paz de D io s" que es el fru to in se p a ra b le del
c ris tia n is m o ? D e jem o s que a tal p re g u n ta respondan c iu ­
dadanos re p re se n tativ o s del c o n tin e n te , hom bres cuya po­
sic ió n e m in e n te y seren o ju ic io , les dan el d erecho de e x ­
p resar una o p in ió n .
V e a m o s p rim e ra m e n te lo q u e o p in a el d o c to r F ra n c is c o
G a rcía C a ld e ró n , q u izá el e sc rito r su d a m e ric a n o m ás co­
n o c id o y leíd o en el e x tra n je ro , p eruano y a u to r del b ien
co n o cid o lib ro : A m érica Latina: su O rigen u Progreso.
En un artícu lo in titu la d o L a R estauración Católica, d e s u
lib ro Ideologías, p u b l i c a d o h a c e a l g u n o s a ñ o s , G a rc ía C a l­
d e ró n d ice q u e el c a to lic ism o ib e ro a m e ric a n o se h a c o n v e r ­
tid o en una fó rm u la so c ial y un rito e le g a n te . L as p rác­
tic a s p a rasitaria s ahogan la c ree n cia tra d ic io n a l. Los p re­
c ep to s m in u c io so s s u s titu y e n al fe rv o r m ístic o , la e le v a ­
ció n m oral y la in q u ie tu d p ro d u c id a por el p e n sa m ie n to
del d e stin o y de la m u erte. De acuerdo con un c rítico
1 68 JU A N A. MACKAY

ita lia n o , p ro sig u e G a rcía C a ld e ró n , m uchos de lo s c a tó ­


lic o s en esto s p a ís e s pasan la v id a o frec ien d o a d o ra c ió n
fe tic h is ta a sus sa n to s de q u ien e s so c ilita n el don de una
buena cosecha y un p re m io en la lo te ría . Un cred o ex­
tern o de esa ín d o le e s im p o te n te p a r a c rea r m o ralid ad .
S alv o q u e h a y a u n re n a c im ie n to re lig io so que enseñe cóm o
la le tra m a ta y el e sp íritu da v id a, A m é ric a , am enazada
ah o ra por C a lib á n , se c o n v e rtirá en tea tro de im p u ra s
co n cu p isc en c ias y o rg ías u tilita ria s.
P a rtic u la rm e n te sig n ific a tiv a es e sta o p in ió n sobre la
paz que re su lta del esteticism o re lig io so , la e t i q u e t a so cial
y la in d ife ren c ia é tic a , por v e n ir de un hom bre que se
educó en u n a e sc u ela de sa c e rd o te s fra n c e s e s e n L im a , que
ha pasado buena p a rte de su v id a en F ra n c ia y B é lg ic a ,
que es c a tó lic o él m ism o , y que e stá preo cu p ad o por el
fu tu ro del c a to lic ism o en S u d a m érica .
A lb e rto C ab ero es un so c ió lo g o c h ile n o que p u b lic ó
en 1926 un lib ro v o lu m in o so in titu la d o Chile t¡ los C hi­
lenos. R e f i r i é n d o s e a l a v i d a r e l i g i o s a de su p a ís, e sc rib e
com o sig u e : "L as c la se s rica s, esp e cialm en te las m u je ­
res, que desde n iñ as han re c ib id o e d u ca ció n re lig io sa , se
lim ita n a o bservar e sc ru p u lo sam en te las fó rm u la s consa­
g radas, a c o n c u rrir con a sid u id a d a lo s a cto s ritu a le s de
la Ig lesia , a re c ita r sin ferv o r las o ra cio n es c o rrie n te s.
P o r h á b ito van a lo s tem p lo s, fre c u e n ta n lo s sa c ra m e n to s
y a lg u n a s, p o r c o n v e n ie n c ia so cial, a p a re n ta n c ristia n a p ie ­
dad. L a s im p e le a e s ta a c titu d la n e c e s i d a d de co n fo rm arse
con el o rden so cial estab lec id o , la d o c ilid a d y re sp eto al
se n tir com ún, el te m o r de lo ig n o to . El verdadero se n ti­
m ie n to re lig io so , que e x ig e re c o g im ie n to , in tro sp e c c ió n ,
a b so rció n de la m e n te en la a ltu ra , y el m istic ism o que
im p o n e la n e ce sid ad ín tim a de c o m u n ic a rse con un poder
su p ra se n sib le y que es fu e n te de e n erg ía, p e rsev e ra n cia y
ab n eg a ció n , com o es im p o sib le te n e rlo s en la d isp e rsió n
in te le c tu a l y se n tim e n ta l en que nos a g ita m o s, só lo se
e n c u e n tra n y a e n p o c o s c r e y e n te s se le c to s, gene lím e n te
a p a r t a d o s d e l b u l l i c i o m u n d a n o " . 20
C abero se refiere en p a rtic u la r a la v id a re lig io sa de
las m u je re s, porque, m ie n tra s una gran m ay o ría de lo s
v aro n es en S u d a m érica son, en to d as p a rte s, n o to ria m e n te

Cabero, op. cit., p á g s . 375-376.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 169

irre lig io so s, las m u je re s han co n serv ad o al m enos lo ex­


te rio r de la re lig ió n . En e x tre m o su g e stiv a es tam b ién su
re fe re n cia a lo s escasos c re y e n te s se le c to s que h a lla n paz
y sa tisfa c c ió n e sp iritu a le s a p a rtá n d o se del b u llic io del
m undo. La paz m ás e le v a d a que el c a to lic ism o español o
h isp a n o am eric an o han p o d id o c o n c e b ir es la del m onas­
terio o de un co m p le to a le ja m ie n to del m undo real y de
sus p ro b lem as. En c u an to a la p ie d a d del c le ro , un sa­
c erd o te español m uy n o tab le que h a tra b a ja d o por m uchos
años en C h ile en d ife re n te s p a rro q u ia s, h a cía al a u to r de
este lib ro , en 1929, la sig u ien te d e c la ra c ió n : "S ó lo he
p o d id o h a lla r u n a p e rso n a, en la v id a e c le siá stic a de C h ile ,
que m e ha p ro d u c id o la im p re sió n de v iv ir u n a v id a p ia ­
dosa: la p rio ra de un co n v en to ". C o n ste rn ad o h a llá b a se
este b u e n p ad re p o r el e sta d o d e la r e lig ió n en el p a ís, al
p u n to de lan z ar e ste terrib le carg o c o n tra la m o ralid ad
del c le ro : "D e unos se isc ie n to s sa c e rd o te s que he cono­
c id o en d ife re n te s p a ís e s su d a m e ric a n o s, calcu lo que ape­
nas un c in c o p o r c ie n to o b serv an pureza se x u a l".
E n tre lo s p re m io s de lite ra tu ra o to rg ad o s en 1928 en
la R e p ú b lic a A rg e n tin a a a u to re s n acio n ale s, uno de lo s
p rin cip ale s fue p ara el d o c to r Juan B. T erán por dos li­
b ro s so b re la h is to r ia y so c io lo g ía h isp a n o a m e ric a n a s, in ­
t i t u l a d o s E l N acim iento
de la A m érica E spañola y L a Sa­
lu d de la A m érica Española. E l d o c to r T erán fué por m u­
chos años R e c to r d e la U n iv e rsid ad de Tucum án, y h a sta
donde sabem os, es c ató lic o .
S u m a m e n te sig n ific a tiv o es el encabezado "L a Irre­
lig io sid a d de A m é ric a " , que le da a uno de lo s c a p ítu lo s
del segundo de esos lib ro s. "E n c u a n to a las c la se s e le ­
vadas de la so c ied a d — d ice — , dan la im p re sió n de que
los ho m b res se m a n tie n e n e x tra ñ o s a to d a p re o cu p a ció n
re lig io sa , re p u tá n d o la 'a s u n to de m u je r e s '. En el m ejo r
de lo s casos le o to rg an una 'n e u tr a li d a d b e n é v o la '. No
son a te o s — que serlo es en c ie rto m odo sig n o de m ed i­
tac ió n del p ro b lem a r e l i g i o s o — •, sin o in d ife re n te s y e p i­
cúreos.
"E n c u an to es la re lig io sid a d la a firm ac ió n de una
causa suprem a del u n iv erso v las a sp ira c io n e s de c o m u n i­
c a r s e c o n ella , u n se n tid o a la v e z r a c i o n a l y m ís tic o d e la
d iv in id a d , que no re q u ie re el e stím u lo del c u lto , es d e cir,
en c u a n to sig n ific a una pura e sp iritu a lid a d que c o lin d a
1 70 JU A N A. MACKAY

con el a rte y la c ie n cia , que c ría deberes im p e rio so s sin


o tra sa n c ió n que la de la co n cien c ia v trascien d e en la
v id a com o un se n tim ien to , p o d e m o s d ecir q u e en el m u n d o
o c cid en ta l es H isp a n o a m é ric a q u ien la tie n e en m enor
g r a d o " . 21
A esta e x p resió n de o p in ió n a ñ ad irem o s la del com ­
p a trio ta de T erán, R ica rd o R o jas, p ro b a b le m e n te el h o m ­
b re de letras m ás e m in e n te de to d a la A m é ric a L atin a en
la actu alid ad . En 1927, sie n d o R e c to r de la U n iv e rsid a d
de Buenos A ire s , R o ja s e s c rib ió u n lib ro in titu la d o El
C risto Invisible, que p ro d u jo una p ro fu n d a se n sa ció n en
lo s p a íse s latin o a m e ric a n o s. En c a p ítu lo p o ste rio r te n d re ­
m os o p o rtu n id a d de re fe rirn o s a su p o sic ió n re lig io sa ge­
n e ral. B a sta p ara el p ro p ó sito p re se n te con c ita r su o p i­
n ió n re sp ec to a cóm o es en re a lid a d la v id a re lig io sa de
su m ed io . El lib ro está e sc rito en form a de d iá lo g o . En
el cu rso de u n a c o n v e rsa c ió n e n tre un o b isp o de p ro v in cia
y su huésped, que re su lta ser el p ro p io au to r, aquél hace
la a firm a c ió n de que "la tra d ic ió n c ris tia n a e stá v iv a en
to d o s lo s p u e b lo s ib érico s del N uevo M u n d o ." A lo que
el huésped re p lica : "L a tra d ic ió n c a tó lic a , com o form a
e x te rn a , sin duda a lg u n a ; pero no así el se n tim ie n to c ris­
tia n o , com o in sp irac ió n de la v i d a " . Y en se g u id a pasa a
exooner lo que q u iere d ecir con e llo , en las sig u ien te s
p a la b ra s: "N o son c ristia n o s el fe tic h ism o de la p leb e ni
la q a z m o ñ e r ía d e la a ris to c ra c ia . Se p ra c tic a el c u lto , p ero
se ig n o ra su sig n ific a d o . La c a rid a d no es aquí sin o in s­
tin to e g o ísta o v a n id a d m undana. L a co n cilia ció n re a liz a d a
por un San A g u stín , e n tre el a c a ta m ie n to a la d isc ip lin a
e c le s iá stic a y la n e ce sid ad de com prender a D io s com o
e x p resió n e x c e lsa de la v e r d a d , b u sc á n d o lo a d e n tro de sí
m ism o — interius intimo meo — , e s a l g o que en n u e stro p a ís
n i se p r a c t ic a n i se e n tie n d e . Si y o e s c rib ie s e u n lib ro p a r a
exponer m is in q u ie tu d e s so bre e ste p ro b lem a del a lm a ,
se ría m ira d o con sospecha o con h o s tilid a d ."

M ás ad elan te añade: "E n to d a la A m é ric a e sp a ñ o la


no e x is te el h á b ito , ni el g u sto , n i la c o m p r e n s ió n de e sto s
p ro b lem as. A caso en a lg u n o s p a íse s, com o en el n u e stro
por e je m p lo , nunca hubo verdadera in q u ie tu d re lig io sa " .

21 0p. cit. p ág . 68.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 17 1

L o q u e fa lta es "la in te r io r iz a c ió n m e n ta l del c ristia n ism o ,


c o m o u n a n e c e s i d a d d e l a c o n c i e n c i a " . 22
L os dos d ire c to re s de u n iv e rs id a d e s a rg e n tin a s e stá n
d e a c u e r d o e n q u e al c a t o lic is m o s u d a m e r i c a n o le h a n
fa lta d o d o s r a s g o s c o n s t it u y e n te s d e la r e lig ió n c r is tia n a :
la e x p e r i e n c i a e s p ir itu a l i n t e r n a y la e x p r e s i ó n é tic a e x ­
te rn a . L a g e n te p o s e e u n a r e lig ió n , p e r o la r e lig ió n n o la
p o s e e a e lla . H a n p r a c t i c a d o la r e l i g i ó n , p e r o n o la h a n
v iv id o . L a r e lig ió n n o h a sid o o b je to de p re o c u p a c ió n
in te le c tu a l n i in c e n tiv o p a r a la v id a v irtu o s a . L a s a lm a s
n o h a n e s ta d o e n a g o n ía . H a h a b id o in d ife re n c ia , h a h a ­
b id o p a z ; p e ro e s ta ú ltim a h a sid o e sa p a z im p o n e n te ,
e stética , q u e r e in a e n lo s c e m e n te r io s : p a z d e m u e r te , n o
de v id a.
Y no o b sta n te , no n o s so rp re n d a h a lla r ho y a b o g a d o s
de esa p a z en S u d a m é ric a . H a c e a lg u n o s a ñ o s o tro h o m ­
bre de le tra s a rg e n tin o , M a n u e l G á lv e z , e sc rib ió u n a o b ra
i n t i t u l a d a E l S otar de la Raza. E s u n a e v o c a c i ó n d e E s ­
p a ñ a y s u s t r a d i c i o n e s , e s p e c i a l m e n t e la re lig io s a . E n la
p r im e r a p a r te del lib ro , G á lv e z , q u e es u n c a tó lic o a r ­
d ie n te , h a c e u n a c o n f e s ió n f r a n c a e n lo q u e t o c a al c a t o ­
lic ism o d e E s p a ñ a . " E n E s p a ñ a n o e x iste — d ic e — ese
fe rv o r re lig io s o q u e el o b s e r v a d o r sin p r e ju ic io s p u e d e v e r
e n F r a n c ia , n i el c a to lic is m o p r o f u n d o y m il i ta n t e d e lo s
b e lg a s, c a n a d ie n s e s , irla n d e s e s , b á v a r o s e ita lia n o s . . . E l
a m b ie n te m ís tic o y c a tó lic o q u e se s ie n te en E s p a ñ a p r o ­
c e d e d e sig lo s p a s a d o s , c u a n d o la fe e ra m u y in te n s a ; n o
d e lo s e s p a ñ o le s a c tu a le s , q u e , e n g e n e r a l, so n m á s f o r ­
m u lista s q u e c r e y e n te s " .2
Al fin al d e l v o lu m e n c ita c o n e n tu s ia s m o a lg u n a s p a ­
lab ra s del a u to r fran cés M a u ric e B a rre s en su Colline
Sacrée: " Q u i e n q u i e r a q u e s e a s , — h a b l a l a c a p i l l a , e s d e ­
cir, l a I g l e s i a , l a d i s c i p l i n a — n o h a y n a d a e n t i t a n e x c e ­
le n te q u e te im p id a a c e p ta r m i s o c o rro . Y o te p o n d r é de
a c u e r d o c o n l a v i d a " . 24
E s ta s p a la b ra s de B a rre s im p u lsa n a G á lv ez a e x p re sa r
lo m á s p r o f u n d o d e su c o r a z ó n c o n r e s p e c t o a la re lig ió n .
R o m p e e n u n b r illa n te p a n e g ír ic o d e la e d u c a c ió n im p a r -

Op. cit. p ág s. 2 5 8 , 261-2, 265.


Op. cit., p ág . 49.
Id., p ág . 256.
172 JUAN A. MACKAY

tid a por la Ig le sia : " S o la m e n te sig u ien d o una norm a,


so la m e n te p o r la d isc ip lin a podem os a d q u ir i r la v e r d a d e r a
lib e rta d del e sp íritu . La in c re d u lid a d , la duda, son te rri­
b les in fie rn o s . E s la d is g r e g a c ió n , la d is p e r s ió n de n u e stro
yo. L o s q u e r e t o r n a n a l a I g l e s i a r e h a l l a n l a u n i d a d d e s u
ser, es d ecir, la fe lic id a d ." S ig u e una re fe re n c ia al gran
m a e s tr o d e la p a z. "Ig n a cio de L o y o la a m a b a la o b e d ie n c ia
so bre to d a s las d e m á s v irtu d e s, y con la a lta c la riv id e n c ia
de su g e n io h a lló en e lla el e líx ir de n u e stra fe licid a d in ­
terio r. P o r e so la e n s e ñ a n z a d e lo s j e s u í t a s tie n d e a in cu l­
c a r a lo s n i ñ o s el e s p ír itu de o b e d ie n c ia y de d isc ip lin a , es
d ecir, tie n d e a a se g u ra rle s una n o rm a para to d a la v id a,
a evitarles los torm entos de la inquietud o a asegurarles
'el retorno de la p a z".25
¡C on c u á n ta in g e n u id a d p a re c e G á lv ez no d a rse c u en ta
de que puede ex istir, y en e fec to e x iste , una estrec h a co­
n e x ió n e n tre la a c titu d fo rm alista v la fa lta de ferv o r
m ístic o que en co n tró en E spaña, y q u e él sa b e b ien q u e es
re g la en S u d a m érica , y la o b e d ie n c ia y paz de L o y o la !
¿Y e stá seguro acaso de que la orden que lle v a el n o m ­
bre de Tesús no ha c o n se g u id o crear una re lig ió n v una
étic a que son ig u a lm e n te h o stile s a la re lig ió n de Jesús
y la fe d e C r is to ?
P ero no se sorprenda G á lv ez ta m p o c o de que e n tre
sus p ro p io s c o m p a trio ta s y o tro s su d a m e ric a n o s en gene­
ra l se h a lle n e s p ír itu s a r d ie n te s que han em pezado a traz ar
una d istin c ió n e n tre el c a to lic ism o h isp á n ic o y el c ristia ­
n ism o , y que ex p resan su p re fe re n cia p o r el u n o o p o r el
o tro . R e la ta U nam uno que una vez se en co n tró con un
e sc rito r s u d a m e ric a n o q u e m o s tra b a d e c id id a p re fe re n c ia
p o r l o p r i m e r o . " N o o l v i d a r é e n m i v i d a •— d i c e e l p e n s a ­
dor e s p a ñ o l'— lo que me d ijo en c ie rta o c a sió n un fam o ­
sísim o y m uy d isc u tid o e sc rito r su ra m erica n o , h a b la n d o
de cosas d e re lig ió n . 'Y o , am ig o U nam uno, soy c a tó lic o ;
me a tra e al c a to lic is m o p re c isa m e n te lo que a u ste d de él
le re p ele, lo que le d iferen cia de las dem ás c o n fesio n e s
c ristia n a s: su la stre pagano, la pom pa del c u lto y el
c a su ism o , sobre to d o el c asu ism o , esa m a ra v illa je su í-
m 26
tic a '.

Id., p ág s. 25 6 , 2 57. J. A . M . su b ra y a.
Ensayos, Vol. V I I , p ág . 119.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 17 3

Por otra parte, Octavio Bunge, autor de Nuestra Amé­


rica, el mejor libro que se ha escrito sobre sociología sud­
americana, condena como anticristiana la religión que
tuvo origen en E spaña y que se propagó en el N uevo
M undo. El "fanatism o" español, dice, era "soi-disant
catoliquisimo y en realidad anticristiano", m ientras "la
masa del pueblo" no tomó de la piedad evangélica "más
que las formas exteriores".27
A Sudamérica llegó un Cristo que ha puesto a los hom ­
bres de acuerdo con la vida, que les ha dicho que la acep­
ten tal como es, y las cosas tal como son, y la verdad tal
cual parece ser. Pero ¿el otro? ¿El que hace que los hom ­
bres no estén satisfechos con la vida tal cual ésta es, y
con las cosas tal como son, y que les dice que, por medio
de El, la vida será transform ada, y el m undo será vencido,
y sus seguidores serán puestos de acuerdo con la rea li­
dad, con Dios y con la verdad? Este otro Cristo quería
venir, pero se lo e sto rb a ro n ... M as hov, de nuevo, se
escuchan voces de prim avera que anuncian su llegada.

Op. cit., p á g s. 6 5 , 66.


CAPITULO VII

EL O T R O C R IS T O E S P A Ñ O L EN EL SIG L O
DE ORO DE ESPA Ñ A

El C risto que se naturalizó en Sudam érica no es, por


fortuna, el único C risto en la historia espiritual del pueblo
ibérico. H ay una tradición religiosa española que tra s una
larga historia subterránea empieza de nuevo a aflorar
en la superficie. El estudio de dicha tradición nos ense­
ñ ará lo que podría haber acontecido y todavía puede acon­
tecer en la vida de E spaña y Sudam érica. N in g u n a visión
completa de la situación religiosa del m undo hispánico
puede pasarla por alto, ninguna política religiosa cons­
tructora para Sudam érica puede hacerla a un lado.

a) La Fuente de una Tradición Perdida.


En la tradición religiosa y vida presente de E spaña
hay otro C risto. Un Cristo distinto del de la fe popular y
la propaganda oficial. N os encontram os con El p rim era­
mente en el siglo trece, en Raim undo L ulio.1 A parece
más tarde en la vida y escritos de los grandes místicos del
siglo dieciséis.12 Se destaca en alto relieve en el p en sa­
miento v obra de los grandes hom bres que en ese mismo
siglo se pusieron del lado de la Reform a P rotestante. V o l­
vemos a hallarlo en muchos grandes rebeldes religiosos de
los siglos subsecuentes. En la E spaña m oderna este Cristo
ha hallado santuario en la vida de los dos precursores de
la E spaña nueva, nacida con las instituciones republicanas
en 1931: don Francisco G iner de los Ríos y don M iguel
de U nam uno.

1 V. Raimundo Lidio: Explorador y Mártir de Noráfrica, por S. M.


Zwemer. México: Casa Unida de Publicaciones. (N. del Trad.)
2 V. Los Místicos Españoles del Siglo XVI, por Cl. Gutiérrez-Marín.
México: Casa Unida de Publicaciones. (N. del Trad.)
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 17 5

E ste C r is to v la p u r a y re lig io s a p a s ió n que ha d esp er­


tad o en m uchos co razo n es e sp a ñ o le s en el sig lo d iec iséis,
e sp len d e n en el m ás su b lim e so n e to de la lite ra tu ra de
E spaña, fam oso p o e m a cuyo a u to r es d e sc o n o cid o :

N o m e m u ev e m i D io s p a ra q u e re rte
el cie lo q u e m e t ie n e s p r o m e t i d o ,
ni m e m u e v e el in fie rn o ta n te m id o
para d e ja r p o r eso de o fe n d erte.

Tú me m ueves, S eñor, m uévem e el v e rte


c la v a d o en una cruz y e sc arn e cid o ;
m uévem e ver tu cuerpo ta n h e rid o ,
m uévenm e tu s a fre n tas y tu m u erte.

M u é v e m e , e n fin , tu a m o r , e n ta l m a n e r a
q u e a u n q u e n o h u b i e r a c ie lo y o te a m a ra ,
y a u n q u e n o h u b ie r a in fie rn o te te m ie ra .

No tie n e s que me dar porque te q u iera,


p o rq u e aunque c u an to esp ero no esp era,
lo m ism o que te q u iero te q u isiera.

La d in ám ica del p o e ta es C risto c ru c ific a d o . "A l con­


te m p la r la e x c e lsa cruz" — com o d ice el c o n o cid o h im n o
e v an g é lic o .— su c o ra z ó n q u e d a c a u tiv o p a ra sie m p re . D e
ahí en a d e la n te , el a m o r de C r is to s e rá el m ó v il q u e im ­
p u lsa rá su v id a y no la esp eran za de reco m p en sa o el
tem o r del c a stig o , sea en esta v id a, sea en la por v e n ir.
He aq u í u n a re lig ió n que es calid ad de v id a y no la sim p le
p ro lo n g a c ió n de la e x iste n c ia . Es la a p a sio n a d a re sp u e sta
del am or y no una só rd id a a m b ic ió n de cosas. C uan d ife ­
re n te es esto del se n tim ie n to que c o n tie n e la p o p u l a r c a n ­
c ió n de cuna:

D am e una lim o sn a , C ara de R osa,


o h u rta ré te las p e rla s que el N iñ o llo ra .3

En R a im u n d o L u lio , el c o rte sa n o c atalá n de M a llo rc a ,


que después de c o n v e rtid o v in o a ser u n o d e lo s m isio n e ­
ro s c ristia n o s m á s g randes d e to d o s lo s tie m p o s , d e sc u b ri-

3 R e fié re s e a la V i r g e n y al N iñ o .
176 JU A N A. MACKAY

mos también al otro Cristo. Cuan dulcem ente suena a


nuestro oído la música del libro místico de Lulio, E l Libro
del Amigo y del Amado. Y cuan ricam ente sugestivo es
también su famoso dicho: "El que no ama no vive, y el
que vive por la V ida no puede m orir."
Para Lulio, como para el anónimo autor del soneto
antes citado, la salvación es cualitativa y no simplemente
la prolongación sin término de una serie tem poral. C risto
es para él nuestra V ida, nuestra nueva y eterna V ida.
Cristo no inmortaliza la vida tal cual es, sino la transform a
en lo que debe ser. A dem ás, la evidencia de que no m ori­
remos jam ás no está en que creemos en nuestra inm or­
talidad sino en que amamos.
Raimundo Lulio es el precursor de un notable grupo de
escritores místicos que florecieron en E spaña en el siglo
dieciséis, y al cual H avelock Ellis ha denom inado "la más
poderosa e influyente escuela de pasión religiosa que p u e ­
de exhibir el m undo europeo".
Los místicos españoles eran generalm ente grandes a l­
mas solitarias cuya influencia recíproca, si exceptuam os
la amistad entre Juan de la Cruz y la gran T eresa, era
muy leve. Sin duda, jam ás ha sido superada la intensidad
de su pasión religiosa, pero, por tristísim a y sumam ente

germ inar en la vida espiritual de la P enínsula aquella


potencia incalculable de la experiencia religiosa de los
místicos. Los más qrandes de ellos, fray Luis de G ranada,
San Tuan de la Cruz, Santa T eresa de Jesús y fray Luis
de León, vivieron bajo constante sospecha de heterodoxia,
y todos ellos, salvo Teresa, pasaron un tiempo en las p ri­
siones de la Inquisición. La gran T eresa misma apenas si
escapó al encarcelam iento, y eso tan sólo por ser mujer.
Éstas seráficas almas cristianas representaban un m ovi­
miento espontáneo de reforma dentro de la Iglesia C a tó ­
lica española de su época. En su celo reform ador, Juan
de la Cruz y T eresa la monja Carmelita, recorrieron con
grandes penalidades el país fundando nuevas casas reli­
giosas con votos más rigurosos, o reform ando las a n ti­
guas. Objeto de la desconfianza y la persecución por
parte de las autoridades eclesiásticas, y ejerciendo muy
leve influencia sobre la gente, term inaron sus días en la
soledad. En el siguiente siglo fueron canonizados y Santa
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 177

Teresa se ha convertido en la patrona de España. Pero


no puede decirse que, fuera de un círculo muy lim itado, la
pasión espiritual de la santa haya sido una influencia, o
sus ideas hayan fructificado, en la vida religiosa de E s ­
paña. Y lo mismo podría decirse de los otros místicos
españoles del siglo dieciséis. Sólo en años recientes los
han descubierto y los leen algunos laicos educados. A zo-
rín, uno de los principales devotos de la literatura espa­
ñola clásica, nos cuenta cómo fue hasta hace poco cuando
despertó a las bellezas de Luis de G ranada. El movimiento
y las tendencias representados por estas grandes almas,
y otros centenares de almas de su época, se convirtió en
corriente subterránea en la vida religiosa de la Península,
.y la obra em pezada por ellas quedó trunca en la encruci­
jada de los destinos de España.
De los escritos de estos santos españoles podemos
entresacar el retrato de un Cristo cuvos ojos jam ás ha
contemplado España, un Cristo cuyo nom bre es Jesús, un
Salvador, A m ante y Amigo. Se requeriría dem asiado e s ­
pacio para ofrecer un retrato completo del C risto de los
místicos españoles y de su relación con la vida religiosa.
Hemos de contentarnos con obtener unos cuantos vistazos
de El, según se revela a la luz del pensam iento y la e x ­
periencia de los místicos. En cada caso se erigen la su ­
prema devoción a C risto como norm a de la vida y la unión
con El como meta de todas las aspiraciones.

b) El Cristo que Transfigura

La obra lírica más grande de la literatura española, y


una de las más grandes de la literatura m undial, es el
Cántico Espiritual de Juan de la Cruz, en que el autor
místico interpreta el C antar de los C antares en térm inos
de su propia experiencia. Como el Progreso del Peregri­
no, de Juan Bunyan, es obra producida en la prisión, p ro ­
bablemente cuando el autor estuvo prisionero en Toledo,
condenado por el Santo Oficio. Sólo las C artas de Samuel
R útherford pueden com pararse con este inigualado poem a
como expresión de la pasión mística por Cristo.
Descríbese el comienzo de este dram a de amor en un
exquisito poema m enor conocido popularm ente como En
17 8 JU A N A. MACKAY

una Noche Oscura. Ha caído la noche, y al amparo de su


sombra y su silencio, el alma sale en busca del Am ado:
En una noche oscura
con ansias en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
Su única luz y guía es el fuego que arde en su cora­
zón. Pero este fuego hace que la noche brille más que la
aurora, de modo que tal parece que es la noche misma
quien la guía sin extravíos a donde está el Am ado. Bello
símbolo de ese instinto del alma por buscar a C risto en
las tinieblas de sus extremos. El Am ado es hallado, pero
torna a ocultarse, y la apasionada búsqueda prosigue en
el Cántico:
Descubre tu presencia
y mátame tu vista y herm osura;
mira que es la dolencia
de amor, que no se cura
sino con la presencia y la figura.

Cuando el alma, transverberada de amor, oye la voz


del Amado llam ándola desde la altura, y puede al fin
unirse a El, la naturaleza entera se torna fresca y dulce
y toma parte en la melancolía del perfecto amor. La b e ­
lleza del A m ado se comunica al m undo. En su luz, el
alma ve luz y belleza dondequiera. Y así exclama:

Mi Am ado, las m ontañas,


los valles solitarios num erosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonoros
el silbo de los aires amorosos

Gocémonos, Am ado
y vamonos a ver en tu herm osura
al monte y al collado.

Esta experiencia espiritual de que la unidad del alma


con Dios en C risto la hace sentirse a sus anchas en la
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 17 9

naturaleza, nos recuerda la experiencia de Saúl Kane, en


el poema de John M asefield, "La E terna M isericordia".
Después de experim entar las "ardientes cataratas de C ris­
to", y de caer por tierra la "puerta con cerrojos", Kane
sabía que "había term inado para siempre con el pecado"
y que C risto lo había hecho nacer "para herm anarse con
todas las almas de la tierra". Y entonces brota de sus la ­
bios este canto:

"O h qloria de la m ente iluminada,


cuan muerto he estado, y cuan torpe y ciego;
a mis ojos, ya nuevos, el arroyo
parecía brotar del Paraíso;
y el agua tum ultuosa de la lluvia
cantaba a mis oídos:
¡Cristo ha resucitado!

T oda la naturaleza exhalaba ahora para él una nueva


fragancia y tenía nuevo esplendor, "y toda ave y toda
bestia debería com partir las m igajas del banquete." U n ir­
se espiritualm ente con ese Cristo significa siempre "con­
siderar los lirios" con ojos nuevos, v contem plar con un
nuevo sentido de lo m aravilloso los pájaros del campo.
En la experiencia que se describe en el Cántico, Juan
de la Cruz trasciende el m onasticismo y asceticism o de su
medio religioso y aun de su propia vida religiosa. Su alma
de poeta va en pos de un C risto que, según la frase de
Luis de León, "vive en los cam pos", como Señor y tra n s-
figurador de todo lo que tiene ser.
Si nos esforzamos por seguir a Juan de la Cruz por la
"noche oscura del alm a" hacia las cumbres del "M onte
Carmelo", lo perdemos de vista cuando llega al empíreo
de la perfecta unión de amor. Consideram os solamente
algunas de las palabras características que pronuncia en
el camino acerca de Cristo. P a ra él, C risto es "el A m ante
dulcísimo de todas las almas fieles." Aconseja m antener
la imagen de Cristo pura y clara en el alma. En otra de
sus cartas hallam os estas palabras: Jesús sea en sus almas,
hijas mías. . . Pues yo iré allá y verán cómo no me olvida­
ba, y veremos las riquezas ganadas en el amor puro y
sendas de la vida eterna y los pasos herm osos que dan
1 8 0 JU A N A. MACKAY

en Cristo, cuyos deleites v corona son sus esposas: cosa


digna de no andar por el suelo rodando, sino de ser to ­
mada en las manos de los ángeles y serafines, v con rev e­
rencia y aprecio la pongan en la cabeza de su Señor.4
Cristo es el todo para San Juan de la Cruz, y el ritual
significa poco. Encarece a los que principian la vida e s­
piritual que se cuiden de los que "se cargan de imágenes
y rosarios bien curiosos" y andan "arreados de agnusdei
y reliquias y nóm inas, como los niños con dijes '.5 Les
advierte también contra quienes hacen rom erías o p e re ­
grinaciones "más por recreación que por devoción".6 Y
les encarece no despilfarrar en el ornato de sus oratorios
el tiempo que deberían dedicar a la oración y el reco ­
gimiento interior.

c) Amante y Señor.

A Teresa de Jesús se le ha llam ado con razón un "a l­


m a de fuego". El símbolo clásico con que se la representa
es aquella escena de su visión en que un ángel le tra n s ­
verbera el corazón con un dardo ardiente. Su concepto y
experiencia de Cristo se caracteriza por una pasión in ­
candescente. Cristo es su "Esposo Divino", y por lo g e ­
neral se refiere a El llam ándole "Señor" y "Su Divina
M ajestad". Tan fuerte y viva es su conciencia de que
Cristo le pertenece, que en uno de sus poemas habla de El
como su "cautivo". Y el estar El cautivo dentro de su
corazón, hace a éste libre.7
igual de vigorosa es la conciencia que T eresa tiene de
pertenecer a Cristo y ser inseparablem ente una con El.
E sta m utua com penetración halla su expresión más p e r­
fecta en el relato de una visión en que T eresa ve su p ro ­
pia alma como un espejo muy claro en que Cristo se m a­
nifiesta a ella. "Y tam bién este espejo — añade Teresa—
(yo no sé decir cómo) se esculpía todo en el mismo Señor,
por una comunicación, que yo no sabré decir, muy am o­

4 C a r t a V , Obras ( E d it . S é n e c a , M é x i c o ) , p ág . 1005.
" Noche Oscura, L ib . I, C a p . I V ( p á g . 4 2 9 , d e la ed. c i t . ) .
* Subida del M. Carmelo, L ib . III, C a p . X X X V I ( p á g . 3 8 9 , ed . cit.
' V. C a p . I.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 18 1

ro sa ." C uando el a lm a e stá en p e c a d o , e ste e sp e jo se c u b r e


"de g ra n n ie b la " y y a n o p u e d e v e r s e en él al S e ñ o r .8
E n o tro b e llo p a sa je , T eresa d e sc rib e el o rig en y a cti­
v id ad de la o r u g a que se m e ta m o r f o s e a en m arip o sa com o
sím b o lo de que e lla t ie n e qu e m o rir p a ra que C risto nazca
e n e lla . T eresa am aba a p asio n a d a m e n te las flo res, p o rq u e
éstas, com o to d o s lo s o b jeto s n a tu ra le s, eran o bra de las
m a n o s d e su D iv in o E sposo.
El C risto de S a n ta T eresa es un S e r v iv o activ o ; po­
d ero so y a m o ro s o , qu e d e m a n d a que el a lm a n o te n g a c o ­
m e r c io c o n e l p e c a d o si h a d e e s t a r e n c o m u n i ó n c o n E l.
La p a sió n seráfica de T eresa no la in c a p a c ita b a , sin em ­
bargo, en lo m ín im o , para el c u m p lim ie n to de la ru tin a
de lo s n e g o cio s de la v id a. E ra la m ás p rá c tic a de las
m u je re s. El Señor ayuda, tal h a b ía e lla a p ren d id o por ex­
p e rie n cia , en el desem peño de las ta re a s m ás o rd in arias.
"Pues ea, h ija s m ía s, — d ice a s u s m o n ja s '— no h ay a des­
c o n su e lo ; m as cuando la o b e d ie n c ia os trajere e m p le a d a s
en co sas e x te rio re s, e n te n d e d , q u e si e s e n la c o c i n a , e n t r e
lo s p u c h e r o s anda el S eñor, ayudándoos en lo in te rio r y
e x te rio r."9
No o b sta n te , es de la m e n ta rse g ra n d em en te que T e­
resa, ten ie n d o com o ten ía un c o n c e p to m uy e sp iritu a l y a
la v e z su m a m e n te é tic o y p rá c tic o , de C risto y la re lig ió n ,
haya lim ita d o la e x p resió n de é sta a la a c tiv id a d m onás­
tic a . Aunque co n o cía a un C risto que era para el m u n d o ,
un C risto que era poco m ás que un e x tra n je ro en el p a ís
de e lla , lo h izo p risio n ero de su corazón, o de lo s con­
v e n to s que fun d ó . De un v a lo r relig io so m ucho m ás e le ­
vado que la tra n sv e rb e ra c ió n del corazón de T eresa son
lo s e stig m a s de las m anos de San F ra n c is c o , m arcas y
sím b o lo s del p re cio a que el v arón de A sís serv ía a lo s
h om bres por am or a Jesús. H a sta h a lla m o s a T eresa, a
m o m en to s, te ñ id a de u n a p a sió n por el C risto m ate ria l de
T á n g e r, el C risto d e tie rra . E ra d e v o ta d e lo q u e lla m a "la
sa c ra tísim a H u m a n id a d de T esús". Por e sto e n tie n d e la
san ta — nos e x p lic a un d istin g u id o e sc rito r su d a m erica ­
n o '— no el c a r á c te r h u m a n o del M a e stro ni su m a n e r a de
v iv ir c o m o h om bre, sin o la p a rte co rp ó rea, física y m a te ­

8 Vida, C a p . X L , 4.
9 Libro de las Fundaciones, C a p . V , 7.
182 JUAN A. MACKAY

rial de su persona, preocupación que culminó por fin en la


adoración idólatra de su corazón c a rn a l".101

d) El Cristo que es Jesús

En los escritos del monje agustino Luis de León, este


Cristo, a quien T eresa conocía y con quien comunicaba
sólo objetivam ente, a quien tenía prisionero en su cora­
zón o en sus conventos, rompe los muros de su confina­
miento y se hace plenam ente objetivo para la devoción
y el pensam iento. Él Cristo de la experiencia se convirtió
en el Jesús de la historia y el Cristo de la fe.
La nota que Luis de León suena es que a Cristo le debe
conocer en el más pleno sentido paulino y juanino. "S a ­
ber mucho de C risto", es el consejo que da. "Y la propia
y verdadera sabiduría del hom bre •—dice en la introduc­
ción a su gran obra— es saber m ucho de C risto". E sta "es
la más alta y más divina sabiduría de todas; porque en­
tenderle a él es entender todos los tesoros de la sabiduría
de Dios, que, como dice San Pablo, esrán en él encerrar
dos”.11
Para Fray Luis, la religión es la respuesta de la n a tu ­
raleza entera del hombre a Cristo, la contestación del in ­
telecto asi como del corazón. Santa Teresa, como la M a g ­
dalena ante la tumba abierta, de buena gana se recrearía
para siempre en una experiencia física de su Señor. Fray
Luis entiende el sentido de las palabras: "Asciende a mi
Padre". Tiene de Cristo un concepto esencialm ente obje­
tivo. Lo considera no solamente como la fuente y centro
de toda su vida, sino tam bién como el centro de toda vida
e historia, y del universo mismo. Su C risto es el Señor
de la realidad creada.
En £os Nombres de Cristo, que M enéndez y Pelayo
llama el más perfecto m onumento en prosa de la literatura
española, Fray Luis expone su concepto de Cristo. Este
libro está escrito en forma de diálogo. Un grupo de am i­
gos se reúne para com entar las ideas de" uno de ellos,
pero no dentro del recinto de un m onasterio u otro ed i­

10 J u l i o N a v a r r o M o n z ó , Sonta Teresa de Jesús y la Vida Espiritual


Cristiana, p ág . 26.
11 Los nombres de Cristo, C a lle ja , M a d r i d , 1917, p ág . 33.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 18 3

ficio religioso, sino en un bello sitio a la ribera del manso


T ornes, el río de Salam anca. Porque como dice el autor,
"vive en los campos C risto".
He aquí el concepto de una religión al aire libre. Si
con Juan de la Cruz, el amor de la naturaleza no era más
que un pasajero estado de ánimo, o como lo reputan a l­
gunos críticos, un recurso puram ente literario para im itar
el colorido naturalista del C antar de los C antares, para
Luis de León la naturaleza era una pasión. La sentía y la
amaba como W o rd sw o rth , y muchos de sus incom parables
poemas líricos, rivaliza en realismo emotivo con la poesía
de la naturaleza del célebre autor de Tintern Abbey.12 No
fué otro que el más grande de los poetas líricos españoles
quien escribió Los Nombre® de Cristo, e hizo a sus p er­
sonajes discurrir a la orilla de un río, en un prado que
cantaba con la voz de los pájaros. Y sin em bargo — ¡cruel
ironía!— este libro fue compuesto durante los cinco años
que su autor pasó en una m azm orra de V alladolid! Lo
había encarcelado el Santo Oficio, por la terrible ofensa
de haber traducido el C antar de los C antares al español.
Su suprema pasión era Decado m ortal a los ojos de los d i­
rectores religiosos de su país. ¡Se había atrevido a em an­
cipar la realidad religiosa de los contérm inos entum ece-
dores de una lengua desconocida y de las paredes consa­
gradas. "Cristo para el m undo", cantaba F ray Luis.
Los nom bres de C risto cuya significación expone el
gran místico español, son ora los títulos del M esías en el
Antiguo Testam ento, ora los nom bres simbólicos de Jesús
en el N uevo. T rata de catorce de éstos. C risto es la V ara,
la Faz de Dios, el Camino, el Pastor, la M ontaña, el Padre
de la Edad Futura, el Brazo del Señor, el Rey, el P rín ­
cipe de Paz, el Esposo, el H ijo de Dios, el Cordero, el
Amado, y Jesús.
Entre lo mucho de rico y sugestivo que se dice de
Cristo en este gran libro, notem os muv brevem ente algo
de lo más significativo. Jesucristo, el "brazo del Señor"
no representa la fuerza m ilitar o el valor del guerrero.
"Los hechos hazañosos de un cordero tan humilde y tan
manso, como es el que en este lugar Isaías pinta, no son
hechos de esta guerra que vemos, adonde la soberbia se
La Abadía de Tintern.
184 JU AN A. MACKAY

en señ o rea y la c ru e ld a d se d e sp ierta, y el b u llic io y la


c ó le ra y la r a b ia y el furor m e n e a n las m anos. No te n d rá ,
d ice, c ó le ra p ara hacer m al ni a una caña qu eb rad a. Y
a n tó ja se le al erro r vano de esto s m ez q u in o s que tie n e de
t r a s t o r n a r e l m u n d o c o n g u e r r a s . 13 E l sím b o lo de tal C risto
m al p o d ría c o n v e rtirse en e sta n d a rte g u errero de P izarro
o C o r té s o el D u q u e de A lb a , b en m esa del S a n to ' O fic io
en el P e rú .
Com o "R ey", C r is to es a la v e z R e d e n t o r y L e g is la d o r.
Por sus obras y sa c rificio h iz o m é r ito s d el e s p íritu y v ir tu d
de lo s C ielo s para lo s suyos, c o m u n ic á n d o le é sto s a la
v o lu n ta d de e llo s, "im p rim ie n d o en e lla in c lin a c ió n y ape­
tito de a q u ello que m erece ser a p e te c id o por bueno, v, por
el c o n tra rio , e n g e n d rá n d o le a b o rre c im ie n to de las cosas
to rp es y m a la s". 4 La re lig ió n es así p ara F ray L u is ex­
p re sió n de un p rin cip io in te rio r d e v id a, en ta n to que " so la
la p re d ic a c ió n del E v a n g e lio , que es d e cir la v irtu d y la
p a la b ra de só lo C risto , es lo que sie m p re ha deshecho la
a d o ra c ió n de lo s í d o l o s " . 15 P a rtic u la rm e n te sig n ific a tiv a s
son sus p a la b ra s sobre C risto com o el "C ord ero ". "C risto
es u n iv ersal p rin cip io de sa n tid a d v v irtu d , de donde nace
to d a la que hav en las c ria tu ra s sa n tas, y b a stan te p ara
sa n tific a r to d as las c ria d a s, y o tras in fin ita s que fuese
D io s c o n tin u a m e n te c ria n d o , y ni m ás ni m en o s es la v í c ­
tim a y sacrificio a c e p ta b le y su fic ie n te a sa tisfa c e r por
to d o s lo s pecados del m undo y de o tro s m undos sin nú­
m ero ". C risto sa lv a, en el m ás a b so lu to se n tid o , a lo s
hom bres.
E s , sin e m b a r g o , e n la ú ltim a p a r t e d e su e s tu d io donde
h a lla m o s la e x p resió n m ás p len a y c a ra c te rís tic a del con­
c e p to d e L u is d e L e ó n . C risto es "Jesús". E n el sig n ific a d o
del n o m b re Jesús, h a l l a l a c l a v e d e l m á s p r o f u n d o sig n ifi­
cado de C risto y la m ás adecuada form a en que ex p re­
sa rlo . S ie n d o "Jesús", C risto es salad, q u e t a m b i é n q u i e r e
d e cir sa lv a c ió n . A F ray L u is le e n c a n ta in sistir en la id e a
de que C risto es c o m p le ta sa lu d , la cual c o m u n ic a a lo s
hom bres. La v id a c ristia n a es sa lu d e sp iritu a l p e rfe c ta .
El c ristia n o es el h o m b re p e rfe c cio n ad o , el ho m b re que

" Op. cü., p ág s. 2 3 0 , 2 3 1 .


14 Op. cit., pág. 293.
15 Op. cit., p á g . 313.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 18 5

ha sid o sanado de sus enferm edades y re sta u ra d o a la


salu d por C risto , q u ien posee el re m e d io de to d o m al.
Su n a tu ra le z a se h a c e u n a "tem p lad a a rm o n ía ", una "san­
ta c o n co rd ia". L le n a su a lm a una "ordenada paz", y su
p rin cip al a m b ic ió n es "h acerse uno con C risto , esto es,
ten er a C ris to en sí, t r a n s f o r m á n d o s e en é l." Com o P a b lo
y A g u stín , F ray L u is "se v e stiría del Señor Jesús". C risto
es su to d o y en to d o s. "Y o, S eñor, me deseche, me des­
pojo d e m í, m e h u y o y desam o, p ara que, no h a b ie n d o en
m í c o sa m ía , s e a s tú so lo en en m í to d a s las c o sa s: m i
ser, m i v i v ir , m i s a l u d , m i Jesús". A l fin al de e s te m a r a v i ­
llo so c a p í t u l o , el a u to r se r e g o c ija del h ech o de que Jesu­
c risto e s t a m b i é n el L o g o s y que, com o tal, es sa lu d cós­
m ic a . A E l le d e b e n su s a lu d lo s á n g e l e s d e lo s C i e l o s y la
n a tu ra le z a to d a.
El fu e rte a ce n to é tic o y el é n fa s is en el o rd e n y e q u i­
lib rio d e la v i d a d el a lm a , que cara cte riz an el c o n c e p to de
C risto y de la v id a c ristia n a , según F ray L u is, son eco
de la id ea de ju stic ia de P la tó n , v de la id ea p a u lin a de
la v id a lle n a del E sp íritu . Toda v id a y d o c trin a re lig io sa s
deben so m e te rse a la p r u e b a é tic a . "H abernos de ten er por
cosa c e rtísim a que la (d o c trin a ) que no m ira re a e ste fin
de salu d , la que no tra ta re de d e sa rra ig ar del a lm a las
p asio n es m ala s que tie n e , la que no p ro cu rare c ria r en el
secreto de la orden, te m p la n z a , ju stic ia , por m ás que de
fu era parezca sa n ta, no es san ta, y por m ás que se p re­
gone de C risto , no es de C risto ". Tam poco pueden la
m ás e sc ru p u lo sa p rá c tic a de lo s rito s re lig io so s ni la
im p o sic ió n de las p e n ite n c ia s m ás sev eras, ser su s titu to s
de la sa lu d e sp iritu a l in te rio r. Pues "aunque haya (uno)
ap ro v ech ad o en el a y u n o , sepa b ien g u ard ar el silen c io y
n u n c a fa lte a lo s c a n t o s d e l c o r o ; y a u n q u e c iñ a el c ilic io ,
y p i s e s o b r e el h i e l o d e s n u d o s lo s p i e s , y m e n d i g u e lo
q u e c o m e y lo q u e v is te p a u p é r r i m o ,, si e n t r e e s t o b u l l e n la s
p a sio n es en él, si v iv e el v iejo hom bre y e n c ie n d e sus
fuegos, si se a tu fa en el a lm a la ira , si se h i n c h a la v a n a ­
g lo ria , si se u f a n a e l p r o p i o c o n t e n t o d e sí, si a r d e la m a la
c o d ic ia; fin alm en te, si h a y re sp e c to s de o d io s, de e n v id ia s,
de p u n d o n o res, de em u la ció n v a m b ic ió n . . . té n g a se por
d ich o que aun no ha lle g a d o a la sa lu d , que es Jesús".
CAPITU L O V I I I

EL O T R O C R IS T O E S P A Ñ O L EN LA
E S P A Ñ A M O D E R N A

¿Q ue pasó en E spaña con el C risto que es Jesús? M e -


néndez y P e la y o , el m ás gran d e c rític o que d ich o p a ís
h a p ro d u c id o , p u b lic ó e n tre 1877 v 1881 sus tres v o lu m i­
n o s o s t o m o s d e l a H istoria de los H eterodoxos Españoles,
o bra m o n u m e n tal que tra ta de una su c e sió n de h o m b res y
m u je re s, p rin cip alm en te e n tre lo s sig lo s d ieciséis y d iec i­
nueve, que caveron b a jo la c o n d e n a c ió n de la ig le sia
o ficial de E spaña. A lg u n o s de e llo s eran c a tó lic o s que
tra b a ja b a n por la r e fo r m a de la Ig le sia , o que profesaban
d o c trin a s que las a u to rid a d e s e clesiá stica s c o n sid era b an
p e lig ro sa s. O tro s fu ero n personas que abrazaron el p ro ­
te s ta n tis m o . E n la v id a y e s c rito s d e m u c h o s d e e s to s " h e ­
r e je s " , c o m o lo s e m i n e n te s h e r m a n o s V a l d é s , J u a n D ía z
y C ip ria n o de V a le ra , v iv ía y h a b la b a el C risto de lo s
m ístic o s lla m a d o s o rto d o x o s.

a) M uerte y Resurrección.

P o r lo general no se c o m p r e n d e cuan cerca e stu v o E s­


paña, b a jo el re in a d o de C a rlo s V, de haber echado su
su erte del lad o de la R eform a. P ero el tip o de refo rm a
que m ás a d h e re n te s ten ía en la n a ció n p e rte n e c ía m ás al
o rden e rasm ian o que lu te ra n o . Lo que la m ay o ría de lo s
d ire c to re s re lig io so s de E spaña a n h e la b a n no era una re­
form a de las d o c tr in a s sin o d e la v id a . S u id e a l e ra m á s
é tic o q u e d o g m ático . E ra s m o ten ía m á s se g u id o re s en E s ­
paña que en c u a lq u ie r o tro p a ís eu ropeo d e la é p o c a . C ar­
lo s V le o to rg ó una p en sió n , y el r o m p im ie n to de L u te ro
con E rasm o h izo que el p rim e ro p e rd ie ra m uchos a d m ira ­
d o re s e n la P e n ín s u la . C a r lo s m is m o d e s e a b a s in c e r a m e n te
q u e las d ife re n c ia s q u e e x is tía n e n el s e n o de la C ristia n -
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 187

d ad , se a r r e g la r a n p o r m e d io de u n C o n c ilio . Se c o n v o c ó
al d e T r e n t o , p e r o e n s u s d e li b e r a c io n e s p r e v a le c ió la
p o sic ió n a s u m id a p o r lo s d is c íp u lo s d e L o y o la , y el c is m a
d e la c r i s t i a n d a d se h iz o i r r e p a r a b l e . M á s t a r d e , lo s j e s u í ­
tas y la In q u is ic ió n a p a g a r o n las b r a s a s d e l e s p ír itu r e ­
fo rm a d o r. F a c ilitó s e su ta r e a p o r tre s c irc u n s ta n c ia s : en
p rim e r lu g a r, la te n d e n c ia r e f o r m a d o r a e s p a ñ o la p r o p u g ­
n a b a la r e fo r m a d e n tr o d e la u n i d a d d el c a to lic is m o ; en
se g u n d o lu g a r, la c o n c ie n c ia re lig io s a d e lo s a b o g a d o s e s ­
p a ñ o le s d e la r e fo rm a , n o e s ta b a p o s e íd a p o r u n a g r a n id e a
r e v o lu c io n a r ia c o m o la d e la J u s tif ic a c ió n p o r la F e , e n
L u te ro , y la S o b e r a n ía d e D io s, e n C a lv in o ; e n t e r c e r t é r ­
m in o , la s d o c tr i n a s d e la r e f o r m a c ió n n o e c h a r o n ra íc e s
e n las m a s a s , c o m o s u c e d ió e n o tr o s p a ís e s e u r o p e o s d o n d e
•triu n fó el m o v im ie n to .
L a p a s ió n de E s p a ñ a p o r la u n i d a d a t o d a c o s ta , y su
a rro g a n te p re te n sió n d e se r la u n g i d a del S eñor p ara
e s ta b le c e r la u n i d a d d e la S a n t a F e C a tó l i c a e n t o d a la
tie rra , la e c h ó i r r e v o c a b l e m e n te e n b r a z o s d e la orden
je s u íta q u e s im b o liz a b a la s o b e r a n ía ú n ic a d e l P a p a y
l u c h a b a e m p e ñ o s a m e n t e p o r ella . E l r e s u l t a d o fue u n a
a p o te o s is d e la " F e d el C a r b o n e r o " , y la r e a liz a c ió n del
id ea l re lig io s o d e L o y o la : r e in a r so b re u n c e m e n te r io . L a
in v e s tig a c ió n y la in q u ie tu d r e lig io s a s fu e ro n s o f o c a d a s .
H a s ta las m is m a s v ís p e r a s d e la r e v o lu c ió n r e p u b li c a n a de
1931, e s ta b a n o c u r r ie n d o lo s c a s o s m á s in c re íb le s d e i n t o ­
le ra n c ia re lig io sa . S ó lo u n o s c u a n to s a ñ o s a n te s h a b ía o c u ­
rrid o el s ig u ie n te in c id e n te e n u n a d e las p r o v i n c i a s del
n o rte . S u c e d ió q u e u n a m u je r, se n c illa y a n a lf a b e ta , d ijo
c a s u a lm e n te en el c u rso de u n a c o n v e rs a c ió n c o n c ie rta
v e c in a su y a , q u e e n su o p in ió n la M a d r e d e J e s ú s h a b ía
te n id o o tro s h ijo s d e s p u é s de h a b e r d a d o n a c im ie n to a
N u e s tro S eñ o r. H u b o u n te rc e ro q u e o v ó a q u ello y c o rrió
a h a c e r la d e n u n c i a , c o n lo q u e la m u j e r fu e c i t a d a a n te
lo s t r i b u n a l e s c iv ile s a r e s p o n d e r d e l c a r g o d e b l a s f e m i a , y
lu eg o c o n d e n a d a a v a rio s a ñ o s de c á r c e l.1 L a s n o tic ia s
del e s c á n d a lo c r u z a r o n las f r o n te r a s d e E s p a ñ a y v a r ia s
o rg a n iz a c io n e s e x tra n je ra s e n v ia ro n p e tic io n e s al R ey
s o lic ita n d o la a n u la c i ó n d e la s e n te n c ia . T o d o lo q u e A l ­
fo n so X I I I c re y ó q u e p o d r ía h a c e r fu e c o n m u t a r la s e n ­

1 F u e el c é l e b r e caso de C a r m e n P a d í n . (N. del T.)


1 88 JU A N A. MACKAY

tencia de prisión por la de destierro. La infortunada mujer


tuvo que abandonar su hogar y m archarse a vivir en otro
sitio de España.
Y entre tanto, ¿qué sucedía con Cristo? C risto, el
"A m ante dulcísimo", Cristo, el "R edentor y Legislador",
Cristo, que "vive en los cam pos", Cristo, que es "Jesús",
quedó reducido a un fetiche m aterial. ¿Y con qué resu l­
tados? La vida espiritual y el interés teológico declinaron
constantem ente.
El doctor Jaime Torrubiano Rtipoll, que fué profesor
de la U niversidad de M adrid, católico piadoso, pero v io ­
lento anticlerical, hizo las significativas declaraciones si­
guientes en un artículo enviado a la revista La Nueva
Democracia, de N ueva York, febrero de 1927: "Pero d o n ­
de se registra nuestra m agna decadencia espiritual es en
nuestra pobrísima producción teológica y religiosa; tanto
más visible y chocante esta decadencia cuanto la padece
el pueblo más teólogo de la tierra." De los 44 libros teo ló ­
gicos y religiosos publicados en 1926, 24 eran reediciones
de libros antiguos. De las veintidós obras restantes, el
profesor Ripoll se pregunta: "¿Y cuáles son ellas? Da
vergüenza decirlo — responde— . C atálogos; devocionarios
dañinos, sin literatura, sin ciencia y sin piedad; m onogra­
fías de derecho canónico y de rúbricas, escritas con e s ­
píritu de servidumbre y de superstición. . ."
Sólo dos tenían cierto valor. Uno se intitulaba Leccio­
nes de Apologética o Fundamentos de la Fe Católica para
uso de los cursos superiores de Religión, v el otro El Di­
vorcio vincular y el Dogma Católico. ¡Veintidós libros
sobre religión como producción literaria de 150,000 sa­
cerdotes y frailes españoles en todo un año! N os damos
cuenta una vez más de la fuerza de las terribles palabras
de U nam uno: "El Cristo de esta tierra es tierra, tierra,
tierra!"
Pero aunque el.culto de ese Cristo T angerino, y la
sumisión al ideal del cementerio en la vida religiosa, han
sofocado la religión vital en E spaña, igual que en Sud-
américa, el Otro Cristo no ha abandonado por completo
aquel país. Se le encuentra entre los grupos que disienten
de la fe oficial y que han buscado en una u otra de las
iglesias protestantes de la Península la satisfacción espi­
ritual que anehlan. Se le puede encontrar tam bién entre
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 1 8 9

un grupo creciente de cristianos que no hallan hogar


espiritual ni én el catolicismo romano ni en el p ro te sta n tis­
mo. Por cuanto la existencia de estos que podríam os lla­
mar cristianos ecuménicos, es fenómeno que ha empezado
a aparecer en las veinte repúblicas ibéricas del N uevo
M undo, consideremos a dos miembros representativos de
este grupo, en la vida de la E spaña m oderna. E studiando
la personalidad espiritual de estos dos hom bres podrem os
formarnos un retrato del "O tro Cristo E spañol" en la vida
contemporánea. Y entonces estarem os en posición de ju z ­
gar por nosotros mismos cuál es su misión y futuro en las
tierras hispánicas de América.
Ambos son laicos, v ya hemos mencionado sus nom ­
bres: don Francisco Giner de los Ríos y don M iguel de
Unamuno. Cuando se escriba la historia de la E spaña
moderna, la E spaña que ha vuelto a nacer tantas veces,
cuando parecía m uerta para siempre, habrá sólo un don
Francisco y sólo un don M iguel, a quienes los hijos futuros
de esa tierra tan antigua llam arán "nuestros padres." Con
la vida y obra de estas dos grandes almas se ha tendido
un puente en la historia m oderna de España, sobre el
ancho abismo que ha existido entre la religión y la con­
ducta.

b) Don Francisco Giner de los Ríos: la Restauración


de un Sentido Cristiano a la Vida

Don Francisco era un andaluz que procedía del r o ­


mántico y viejo pueblo morisco de Ronda. H abiendo lle­
gado a M adrid, todavía joven, allá por los años del sesenta
del siglo pasado, ejerció entre la juventud un apostolado
que duró más de cincuenta años, primero como profesor
de leyes en la U niversidad, y más tarde como fundador y
alma de la Institución Libre de E nseñanza, establecim ien­
to coeducativo, e independiente tanto de la Iglesia como
del Estado. Giner murió en 1915, de más de ochenta años,
pero conservando hasta el fin el esplendor y las visiones de
la juventud.
Don Francisco Giner introdujo un nuevo espíritu en
la vida y educación españolas, o quizá debiéram os m ejor
decir que resucitó, tras haber perm anecido muerto durante
muchas generaciones, el espíritu de sagrado compañerismo
19 0 JUAN A. MACKAY

en la persecución de la verdad, que inspira los Nombres


de Cristo de Fray Luis de León. E ra el amigo de sus alum ­
nos, y su influencia sobre ellos era más grande aún fuera
del salón de clases que dentro de él. Cuando se reunía
y hablaba con ellos, ora en el hogar de él, o durante largas
excursiones por el país, les traía a algunos el recuerdo de
Sócrates y a otros el de San Francisco de Asís.
Azorín hace una deliciosa descripción de don F ra n ­
cisco, rodeado de sus discípulos. Las siguientes palabras se
escribieron en 1915, el año que murió el gran m aestro:
"La imaginación se echa a volar, v vemos una amplia
casa aristocrática, y en ella, una rica librería v unas an ­
chas estancias, apartadas del bullicio, en que viven, en
amigable comercio con las musas, un hombre docto y
bueno y unos muchachos llenos de ilusiones v de esp eran ­
zas. Y don Francisco — como el otro don Francisco Gi-
ner— va dirigiendo sus lecturas, enseñándoles las bellezas
de los clásicos latinos y griegos, leyendo con ellos los
grandes poetas de España, educándolos, en fin, no con el
ceño adusto de un preceptor, sino con la dulzura y, suavi­
dad de un amigo sincero u apasionado... Y luego pasean,
realizan largas excursiones, se em papan del paisaje y de
los olores y colores del cam po".2
Don Francisco» dividía a los hom bres en dos grupos:
sus amigos y sus íntimos. Estos eran unas dos docenas de
jóvenes discípulos que pasaban a su lado el tiempo que
tenían libre; los prim eros eran el resto de los hom bres.
Don Francisco era el sacerdote de lo que llamaba, en
tono hum orístico, "el estado sacram ento de la palabra".
T arde o tem prano, preguntaba a todo joven con quien
hacía conocimiento: "Bueno, ¿y qué piensas hacer con tu
vida?" T rataba el m aestro de despertar de este modo en
el pecho de sus discípulos el sentido de vocación y de r e s ­
ponsabilidad, sentido que él mismo poseía en sumo grado,
pero que hasta ahí había faltado en la vida de los e stu ­
diantes españoles. P ara él, la vida no era, según decía,
ni trágica ni frivola, sino simplemente seria.

2 El Licenciadro Vidriera, O b r a s c o m p l e t a s , t. 16, M a d r i d , 1 921,


p á g s. 163, 164. A z o r í n e stá d e s c r i b i e n d o , e n r e a l i d a d , a d o n F r a n c i s c o
L o r e n t e , e n q u i e n e n c u e n t r a u n re fle jo vivo d e d o n F r a n c i s c o G in e r.
(N . del T r a d . )
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 1 9 1

Sólo quienes saben, por experiencia directa, cuan ligera


e impersonal ha sido la relación tradicional entre profeso­
res- y alumnos en las universidades sudam ericanas y espa­
ñolas, podrán apreciar la índole revolucionaria de las r e ­
laciones entre G iner y sus discípulos. Pero no tendrán
dificultad alguna en entender cómo pudo haber sucedido
lo que sucedió, o sea que los "íntimos" vendrían a ponerse,
con la República, al frente de los destinos de España.
La Institución Libre de E nseñanza, a que nos hemos
referido antes, ha ejercido una suprem a influencia educa­
tiva y espiritual en la vida de la E spaña m oderna. Su sig­
nificación ha sido adm irablem ente descrita por don F e r­
nando de los Ríos, sobrino y digno sucesor de don F ra n ­
cisco, M inistro de Justicia en el nuevo Gobierno republi­
cano. Refiriéndose a aquella famosa escuela, dice don
Fernando: "Lucha por hacer ver que lo universal espiri­
tual y la libertad para la conciencia racional. . . se resuel­
ven en la subordinación de lo subjetivo ante el espíritu
absoluto. . ."; por "el perdurable transir de religiosidad
todo el vivir, por considerar, a este último efecto como
San Agustín, que en los actos inspirados en sumo amor
radica la suprema unidad posible.. .; propugna la conci­
liación del alma de mi país. . . con estímulos ren o v ad o ­
res. . . esa síntesis religiosa, lograda con emoción, es la
que, soterrada, se sigue sosteniendo hoy; de aquí el relieve
de esa minoría al defender la suprem acía incuestionable de
los valores espirituales y el sentido religioso de la exis-
tencia".3
En sus últimos años, don Francisco tuvo el gozo de
ver fundarse la Junta para Ampliación de Estudios, que,
subvencionada por el Gobierno, llevó a cabo tres princi­
pales funciones en la vida cultural de España. Proveyó
de becas para que los estudiantes pudieran ir a estudiar al
extranjero, especialmente a Alemania; organizó cursos
posgraduados especiales para nacionales y extranjeros so ­
bre la historia v literatura de España, baio el nombre de
Centro de Estudios H istóricos; fundó en M adrid residen­
cias u hogares estudiantiles, para uno y otro sexo, en que
se admitía a estudiantes escogidos procedentes de toda
España. Fue un año de vida y estudio en una de estas in s­

3 V. Religión y Estado en la España del Siglo XVI, p ágs. 76-78.


19 2 J U A N A . M ACKAY

tituciones, la Residencia de E studiantes, lo que produjo


en la vida del autor de este libro la gran revolución cul­
tural de su vida, que le inspiró su pasión por E spaña y todo
lo español, y le enseñó a esperar con fe el renacim iento
de aquel antiguo país. Don Francisco acababa de morir,
pero su espíritu saturaba la atmósfera.
Giner era, en su vida personal, un santo. Para él Dios
era algo sumamente real, y consideraba la religión, según
decía, no como una enferm edad ni como un fenómeno
pasajero de la historia, como la querrá o la esclavitud, sino
como una función espiritual perm anente que la escuela
debe educar. Sin embargo, en lo religioso, se sentía muy
solo v ansiaba un hogar espiritual; pero no halló ninguno.
H ubiera querido m antenerse dentro de una Iglesia C a tó ­
lica reformada, pero al desvanecerse toda esperanza de
reforma, abandonó con todo pesar la Iglesia de sus p a ­
dres. Luis de Zulueta, antiguo estudiante de don Francisco,
y uno de los espíritus más selectos de las letras españolas,
contem poráneas, nos ofrece una descripción del espíritu
profundam ente religioso de su m aestro. "¡C uánto debió
sufrir — dice Zulueta— al tener que abandonar la Igle­
sia, desgarrándose de la comunidad de su pueblo y de su
tradición! Hizo todo lo que pudo para evitarlo. El ¡oven
pensador krausista oía misa los domingos, y conservaba,
como su amigo don F ernando de C astro, la esperanza en
una renovación de la Iglesia española.
"Esa esperanza, como tantas otras en el m undo reli­
gioso, se desvaneció después del Concilio V aticano. Ju z­
gó don Francisco que no le era lícito, sin hipocresía, conti­
nuar llamándose católico. Fuera ya de la Iglesia oficial,
su religiosidad se hizo todavía más intensa y más pura.
"H ablaba siempre con respeto de la Iglesia católica.
D ondequiera que él estuviese, estaba delante de Dios.
Pero a veces entraba en algún templo solitario, en alguna
olvidada capilla de monjas, quizá buscando una emoción
meramente estética, quizás atraído por el aroma eterno de
los viejos odres, ya vacíos, en los cuales no es posible
— ;por qué, Dios mío, por qué?— encerrar el vino nuevo".4
Esa visión de don Francisco, entrando furtivam ente
en una olvidada capilla, y el angustioso paréntesis in te ­*
* El Ideal en la Educación, p ág s. 208 -109 .
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 19 3

rrogante de Zulueta, nos introducen al corazón de la tra ­


gedia religiosa de España, que es tam bién la de Sudamé-
rica. D entro de la Iglesia, aroma de odres vacíos; fuera,
un creciente núm ero de espíritus religiosos, seguidores del
Otro Cristo Español, que viven en perpetua búsqueda de
un hogar espiritual a la vera del camino de la vida, una
especie de "Casa del Intérprete", como en la inmortal ale­
goría de Bunyan,5 para renovación, alivio y reposo. 8
Se sepultó a don Francisco en el cementerio civil de
M adrid, porque la Iglesia de sus m ayores rehusó a sus
huesos un sitio de reposo junto a sus seres queridos, en
uno de los históricos cementerios de la ciudad. Fue se­
pultado, como Cristo, fuera de los m uros de la tradición
religiosa de su pueblo. M as, con él bajó a la tumba, según
la frase de Zulueta, "un pedazo de nuestra alma nacional".
Don Francisco, empero, resucitará, v E spaña con él y en
él, a la palabra, que bien puede no tard a r mucho, del Otro
Cristo Español.
Las anteriores palabras se escribieron en julio de 1929,
bajo la creciente impresión de que el día de la resurrección
de España no estaba muy distante. Dos años más tarde,
en abril de 1931, rompió el alba. Lo que sorprendió al
mundo fue la forma en que la revolución tuvo lugar. Fue
el resultado de una prueba de fuerza en las urnas electo­
rales, y subieron al poder unos cuantos hom bres que j a ­
más habian ocupado puestos adm inistrativos, pero que,
desde su juventud, se habían llenado de un profundo sen­
tido de vocación y de su responsabilidad por el futuro de
España, y se habían estado preparando para cuando lle­
gara el día. No mucho después que el último de los Borbo-
nes había cruzado los Pirineos camino del exilio, un e s ­
pañol de la nueva generación, el doctor Salvador de
Madariagai, que era entonces profesor de español en
Oxford, y más tarde em bajador en París, pronunció un
discurso en la U niversidad de M éxico, sobre la España

' El Peregrino ( " P i l g r i m 's P r o g r e s s " ) .


* P o c o d e s p u é s d e f u n d a r s e la R e p ú b l i c a E s p a ñ o l a , se n o m b r ó a
L u is d e Z u l u e t a e m b a j a d o r a n t e el V a t i c a n o . P e r o el P a p a se n e g ó a
a c e p t a r l o , y n o se h izo d e s p u é s n u e v o n o m b r a m i e n t o p a r a ese c arg o .
P o s t e r i o r m e n t e , Z u l u e t a fue M i n i s t r o d e R e l a c i o n e s del g o b i e r n o r e p u ­
blicano.
1 94 JU A N A. MACKAY

nueva. En el curso de su conferencia dijo, en sustancia,


que en la época en que E spaña m archaba hacia el abismo
y se preparaba rápidam ente para la dictadura, el país no
tenía más que un estadista, v éste se negó a tomar parte
en la política; pero que lo que acababa de tener lugar en
E spaña era, en muy grande parte, el fruto de las labores
de aquel hombre: don Francisco Giner de los Ríos.

c) Don M iguel de Unamuno: la Resurrección del Otro


Cristo Español

Don M iguel de U nam uno era vasco, nacido en 1864,


en la ciudad cantábrica de Bilbao; por tanto, un con terrá­
neo de Ignacio de Loyola, y, como éste, perteneciente al
tronco étnico más primitivo de la Península. Cuando niño,
siendo alumno de la escuela jesuíta de San Luis Gonzaga,
en su Bilbao nativa, acostum braba soñar, nos dice, en llegar
a ser un santo.
Don M iguel llegó a ser un santo, pero de un tipo bien
diferente del que, en su mocedad, soñaba ser, y que la
tradición religiosa de su raza, especialmente la tradición
representada por su gran com patriota el de Loyola, había
consagrado como el beau ideal de la santidad. U nam uno
se hizo un rebelde, un santo rebelde cristiano, el último
y el m avor de los qrandes herejes místicos de España. En
Giner vemos y oímos al C risto que enseñaba a sus discí­
pulos en las laderas de las colinas, cabe el plácido m ar
galileo; en Unam uno, a Aquel que arrojó a los m ercaderes
del Templo, anatem atizó a los jefes religiosos hipócritas,
lloró am argam ente sobre Jerusalén y agonizó después en el
jardin de los olivos y en la Cruz, el Cristo que luego se
levantó de entre los m uertos para reanudar la lucha r e ­
dentora en las almas de sus seguidores.
W ald o F rank no exagera cuando dice: "U nam uno es
el m oralista más vigoroso de nuestros días. W ells y Shaw
son voces débiles al lado de su certero ru g id o ".7 Este
profesor vasco de griego en la vieja U niversidad de Fray
Luis de León, que leía en quince lenguas y aprendió el
danés con el fin de estudiar a K ierkegaard en el original,
y que, aunque en comercio íntimo con la cultura de la
' Virgin Spain, p á g . 282 .
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 19 5

Europa moderna, tuvo sus raíces en las Escrituras y en los


grandes místicos de su pueblo, es uno de los más grandes
contemporáneos. Su formación espiritual debió no poco
también a autores británicos. Siendo todavía joven hizo
sus favoritos a T ennvson v Carlyle. del último de quienes
tradujo al español la obra sobre la Revolución Francesa.
Además, fue uno de los pocos extranjeros que fueron c a ­
paces de apreciar a Browning. Seguía con profundo in­
terés los movimientos y pensam iento religiosos de los otros
países europeos. Keyserling, cuvos juicios sobre Karl
Barth se han citado con tan ta frecuencia, ni siquiera c o ­
nocía el nombre del gran teólogo suizo hasta que se e n ­
contró y habló con Uíiam uno en Biarritz.
La llegada de U nam uno a Salam anca en 1891 tuvo la
misma significación en la vida espiritual de E spaña que
el arribo de Giner de los Ríos a M adrid más de veinte
años antes. En la persona del nuevo profesor de griego,
sopló por los enmohecidos claustros de la universidad m e­
dieval un hálito fresco de campos de conocimiento anchos
y variados. El Tám eris y el Rhín, el Sena y el Tíber, para
no hablar de las aguas del Egeo y del Lago de Galilea,
comenzaron a vaciarse en la pezarosa corriente del Torm es.
D urante más de treinta años, el profeta vasco hizo
retum bar su mensaje en el aula universitaria, en las salas
públicas y en la página escrita. Fluyeron de su pluma e n ­
sayos, poemas, novelas, disertaciones filosóficas. C om pe­
tía con su amiao Á ngel Ganivet en descubrir y retrata r
el alma española. A tacó sin cuartel los males que azo ta­
ban a su nación. No hubo cáncer corrupto que no denun­
ciara, ídolo popular que no hiciera pedazos, problema vivo
con el que no se encarara.
P or su hincapié en la individualidad, la pasión y la
acción, v su menosprecio supremo de la sociología, U na-
muno se asemeja a N ietzche. El prólogo a su V ida de
Don Quijote, en que hace sonar una clarinada de llamado
a la acción heroica y mística, es quizá la pieza más incan­
descente, en prosa, de la literatura contem poránea. Su
sentido de lo trágico y lo paradójico, y el dualismo esen­
cia! de su pensam iento, nos recuerdan a K ierkegaard y
Dostoievsky. En su defensa del corazón contra el intelec­
to, del hombre "de carne y hueso" contra la lógica fría
y desprovista de sangre, es discípulo ferviente de Pascal.
1 9 6 JU A N A. MACKAY

Ni el propio Karl Barth ha puesto en más alto relieve las


realidades cristianas fundam entales de la encarnación, la
redención y la resurrección, que U nam uno. El famoso
cuadro del Cristo en la Cruz, de V elázquez, ha ocupado el
mismo lugar en la vida y pensam iento de Unam uno que
el cuadro de la Cruz, de G ruenw ald, con el índice apun­
tado de Juan el Bautista, en el pensam iento de Barth.
Por su indómita oposición a la m onarquía, la dicta­
dura y la Iglesia, U nam uno fue desterrado de España en
1925. De la isla de Fuerte V entura, a que se le confinó,
escapó meses más tarde a Francia en el yatecito de recreo
de un amigo inglés.8
M uchos fundam entales puntos de vista de este gran
pensador español se hallan dispersos por todo este libro.
No estará fuera de lugar, sin embargo, el sintetizar su
posición religiosa fundam ental, con tal que se tenga p re­
sente que nuestro autor es el menos sistemático de los
escritores, y enemigo ju rad o de la lógica, y, adem ás, que
sus escritos abundan en esas contradicciones íntimas que
se presentan por todas partes en la vida y naturaleza h u ­
manas.
El pensam iento de U nam uno halla su centro en dos
principales ideas que reviste de significación religiosa: la
de vocación o misión, y la de lucha agoniosa, especialmente
la lucha por vivir para siempre. La verdad se revela y la
vida se cumple, sólo sobre el camino, cuando m archa uno
hacia delante, leal a la visión celestial.
El gran problema de la civilización m oderna, dice U na-
muno, no es la distribución de la riqueza, sino la distribu­
ción de vocaciones. Un hom bre comienza a vivir cuando
puede decir con don Quijote: "Yo sé quién soy". O tros
pueden tenerle por loco, pero para él la vida tiene un sen ­

8 A l i n s t a u r a r s e la R e p ú b l i c a , U n a m u n o volvió a E s p a ñ a y a su
a m a d a S a l a m a n c a , d o n d e le s o r p r e n d i ó la r e v u e l t a f r a n q u i s t a e n 1936,
la q u e e n u n p r i n c i p i o t r a t ó de a t r a é r s e l o , p e r o c o n la c u a l ro m p ió
r u i d o s a m e n t e , t r a s u n c é l e b r e y v i o le n t o a l t e r c a d o c o n el g e n e r a l M i l l á n
d e A s tr a y , e n u n a c t o p ú b l i c o e n q u e é s t e g ritó , f u r i b u n d o , al r o s t r o del
in d o m a b l e p e n s a d o r v a sc o , su h i s t ó r i c o " ¡ M u e r a la i n t e l i g e n c i a ! " P r á c ­
t ic a m e n t e cau tiv o d e lo s f r a n q u i s t a s , y s u m a m e n t e q u e b r a n t a d o e n es­
p í r it u , m u r ió e n 1936. A l r e d a c ta r esta n o ta (1951) no se conocen
to d a v í a c o n c la r id a d las c i r c u n s t a n c i a s d e su m u e r t e . (N . del T r a d . )
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 19 7

tido. Toda tarea ha de acometerse con un sentido religioso


de su importancia. Si la tarea particular de un hombre no
le satisface, que la cambie por otra, pero que trabaje en
algo en que pueda poner su alma entera. Que se esfuerce,
además, por hacerse insustituible en la vida de aquellos
en cuyo interés sirve. Para hacerlo se necesita el más
completo abandono y sacrificio en el cumplimiento de su
vocación. Dice U nam uno en uno de sus poem as:9 "Siém ­
brate",

En los surcos lo vivo, en ti deja lo inerte,

de tus obras podrás un día recogerte.

H ablando por sí mismo, él se contentaría con que su


mensaje muriese en la mente de sus lectores, con tal que,
muriendo, ayudara a fertilizar los pensam ientos de éstos.
He ahí el evangelio del trabajo, y del sentido de la v i­
da, de Carlyle, que Giner de los Ríos predicaba en M a ­
drid. En un medio en que los jóvenes se arrastraban por
la vida y en que se trabajaba generalm ente no con motivos
de servicio sino por la esperanza de las ganancias, ninguna
doctrina podía ser más im portante. Fue en esa clase de
ambiente en el que U nam uno ayudó a resu c ita r el famoso
dicho de Santa Teresa: "E ntre los pucheros anda el Se­
ñor." Puede obtenerse la ayuda del Señor para el desem ­
peño de las tareas más hum ildes y dom ésticas. N ingún
trabajo era vil cuando lo transfiguraba un sentido de v o ­
cación y de Dios.
En lo que toca a su propia y particular vocación, U na-
muno consideraba que ésta era la de reencarnar a don
Quijote en la E spaña y época m odernas, en defensa de lo
eternam ente espiritual y bregando con el mal dondequiera
éste apareciese, sin hacer cuenta de las consecuencias.
Quería que sus com patriotas aprendieran a pensar en lo
más profundo de la vida v el destino. Su función sería la
de lanzarlos, según nos dice, al océano de Dios, para que
aprendan a nadar. Deben abandonar la "fe del carbonero"
y es m enester trastornarles esa paz de cementerio en que
han pasado la vida. Es necesario despertar en ellos la in-*

* "S ié m b rate" , en Rosario de Sonetos Líricos,


19 8 JU A N A. MACKAY

quietud espiritual. Y que no esperen de él pan, sino sólo


levadura y fermento. Tócale a él provocarlos a una lucha
espiritual creadora, a una verdadera comprensión de las
palabras de C risto, tan trágicam ente mal interpretadas en
las guerras del siglo dieciséis: "N o he venido a m eter paz,
sino espada." Los hom bres pueden obtener la paz de
W estfalia sólo cuando prim ero han pasado por la Dieta
de W orm s. Que esta guerra divina penetre en todo hosar.
A postrofando a Cristo, dice en uno de sus po em as:1

Sólo en tu guerra espiritual nos cabe


tom ar la paz, tu beso de saludo;
sólo luchando por el cielo, Cristo,
vivir la paz podrem os los m ortales!
Pero tu paz. H erm ano, y no el embuste
que como tal da el mundo.

Pero Unam uno no quiere nada de la paz jesuíta. "La


Iglesia romana, — dice en un libro publicado en el exi-
lio~- digamos el jesuitism o, predica una paz, que es la
paz de la conciencia, la fe implícita, la sumisión pasiva.
León Chestov (La Noche de Getsemaní) dice muy bien:
'Recordemos que las llaves terrenales del reino de los cie­
los correspondieron a San Pedro y a sus sucesores ju s ta ­
m ente porque Pedro sabía dorm ir y dormía m ientras Dios,
descendido entre los hom bres, se preparaba a m orir en la
t tl 11
cruz.
Esto nos lleva directam ente a la idea o actitud funda­
mental de U nam uno, la de la lucha trágica v agonizante.
Oímos la voz de lo más profundo de su alma en aquellos
"Salm os" que forman parte del volumen principal de sus
poemas. Porque U nam uno es tam bién un poeta, el más
grande de los poetas líricos de E spaña después de Fray
Luis de León. Sus salmos son el grito de un alma an g u s­
tiada que, al rem ontarse, azota sus alas contra el velo en
un esfuerzo por atravesarlo. Su lenguaje trae a nuestra
memoria algunas de la expresiones de M oisés, Job v San
Agustín. "Quiero verte, Señor, y morir luego", exclama.
"Dame, Señor, tu espíritu divino, —para que al fin te
M El Cristo de Velázquez, p á g . 3 1 .
11 La Agonía del Cristianismo, p á g . 126.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 1 9 9

vea". Y también: "¿Por qué encendiste en nuestro pecho


el ansia — de conocerte, el — ansia de que existas, — para
velarte así a nuestras m iradas?" 12*
En uno de sus prim eros ensayos escribía: "Mi religión
es luchar incesante e incansablem ente con el m isterio; mi
religión es luchar con Dios desde el rom per del alba hasta
el caer de la noche, como dicen que con El luchó Jacob.
No puedo transigir con aquello del Inconocible — o In ­
cognoscible, como escriben los pedantes— ni con aquello
otro de 'de aquí no pasarás.' " 1
Entre la cabeza y el corazón de U nam uno se libra una
batalla interminable. Con su corazón experim enta a Dios
y confía en la esperanza de la inm ortalidad. "Creo, Se­
ñor, .— dice en cierto pasaje— ayuda mi incredulidad".
V en otro, en más tranquilo talante: "Creo en Dios como
creo en mis amigos, por sentir el aliento de su cariño y su
mano invisible e intangible que me trae y me lleva y me
estruja, por tener íntima conciencia de una providencia
particular y de una mente universal que me traza mi p ro ­
pio destin o ".14
Pero cuando rompe la alborada de la Razón, comienza
de nuevo la lucha. El corazón ha afirmado la realidad de
Dios y la certidum bre de la inm ortalidad, pero la Razón
niega ambas. Enzárzanse en m ortal combate, como resu l­
tado del cual ambos, corazón y razón, se precipitan al fon­
do del abismo. Dfe las heridas d el corazón nace una espe­
ranza, una trágica esperanza, que U nam uno llama "pesi­
mismo trascendental." Sean reales o no Dios y la inm or­
talidad, él vivirá su vida de m anera tal que si, a pesar
de todo, lo que le espera es la aniquilación, ésta resultará
una injusticia. Es el eterno "Sí" del profeta el "Aunque
me matare, en El confiaré", el "sí" de Federico R óbert-
son, de Brighton, proferido en la hora más negra de su
vida: "Si Dios no existe ni hay vida futura, aun en tal
caso es mejor ser generoso que egoísta, mejor ser casto
que licencioso, mejor ser leal que falso, mejor ser valiente
que cobarde".

12 Salmo l.
" M i Religión y Otros Ensayos, Col. A u s t r a l , E s p a s a - C a l p e , p ág . 10.
14 Del Sentimiento Trágico de la Vida, R e n a c i m i e n t o A M a d r i d , p ág .
197.
200 JU A N A. MACKAY

C o lo c a así U n a m u n o , d e e sa m a n e r a , la é tic a so b re u n a
b a s e trá g ic a . S e a c u a l fu e re el c o sto , el h o m b r e h a de v iv ir
g o z o s a m e n te d e a c u e r d o c o n lo s v a lo r e s m o r a l e s e te r n o s .
A r r o j a el g u a n te al u n i v e r s o . Si n o h a v p o r v e n i r p a r a la
b o n d a d e n la n a t u r a l e z a d e las c o s a s , e n to n c e s é s ta e s i n ­
j u s t a . S in e m b a r g o , h a s t a el fin el v e r d a d e r o s i g n i f ic a d o
de la v id a d e b e ser lu c h a . Y ta n c o n v e n c id o e stá U n a -
m u n o d e q u e la e s e n c ia d e la v id a es lu c h a v n o v ic to ria ,
que en un o de sus p o e m a s e x clam a :

N o b u s q u e s lu z, m i c o r a z ó n , sin o a g u a
d e lo s a b is m o s . . .

Q u ie re q u e e sta su a r d ie n te e in s a c ia b le sed de la v e r ­
dad c o n tin ú e p a ra sie m p re , y p ro rru m p e :

N o te a m a , o h V e r d a d , q u ien n u n c a d u d a . . .

Tam poco le sa tisfa c e un D io s ra cio n aliza d o :

L ejo s de m í. S eñ o r, el p e n sa m ie n to
de e n te rra rte en la id ea . . .

C o n tin ú e , p u e s , e s a lu c h a c r e a d o r a m ie n t r a s d u r a la
v id a , c o r a z ó n y c a b e z a e n p e r p e t u o c o n flic to . M a s p a r a
esta p ru e b a in te rm in a b le , n ú tr a s e el c o ra z ó n de p a z c r e a ­
d o ra , c u y a fu e n te es el sím b o lo m is m o de la lu c h a y d el
c o m p ro m iso de v icto ria: C risto C ru c ific a d o .
E l m á s la rg o p o e m a d e U n a m u n o , in titu la d o "E l C risto
d e V e l á z q u e z " , es ú n ic o e n la lite r a tu r a m o d e r n a . E l p o e ta
m e d ita , en u n e n s u e ñ o de d e v o c ió n , en el C ru c ific a d o , a
q u ien se d iriq e a m o r o s a m e n te , h a c ie n d o so lilo q u io s so b re
el s iq n ific a d o m ís tic o d e c a d a u n o d e lo s r a s g o s d e C r is to .
L a C ru z es a la v e z el m á s d iv in o d e lo s sim b o lo s , "la
e n s e ñ a v c if r a d e lo e t e r n o " , y u n s í m b o l o d e lo q u e d e b e
se r la v id a h u m a n a , " a g o n í a " e n su s e n tid o g r ie g o o r ig in a l
de " lu c h a " . P e r o es a lg o m á s : n o u n m e ro sím b o lo , sin o
el in s tr u m e n to y p r e n d a de la v ic to ria . C o n t e m p l a el p o e ta
al C ru c ific a d o y e x c la m a : "T ú s a lv a s te a la m u e r t e " .
"Por ti n o s v iv ific a e sa tu m u e r te " . P e r o n o se tr a ta
s ó lo d e v i d a sin fin , s i n o d e v i d a n u e v a " . M a s la M u e r t e
te h izo R e y d e la V i d a " . " E r e s el H o m b r e e te r n o q u e n o s
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 0 1

hace ho m b res nuevos". La m u erte de C risto fue creadora,


p o rque no fue un m ero h o m b re q u ien m u rió sin o D io s en
n a tu ra le z a hum ana. En uno de sus lib ro s d ice que nunca
se sin tió D io s m ás C reador y P ad re que cuando m u rió en
C risto , cuando en E l, en su H ijo , p ro b ó l a m u e r t e . 15
L a C ruz, sin e m b a r g o , n o p u s o fin a la agonía d e C r i s ­
to , pues El a g o n iz a to d a v ía en la v id a de sus se g u id o res.
La id ea de U n a m u n o es la m is m a d e P a b lo , a q u ien lla m a
"el d e s c u b rid o r m ístic o de Jesús", y q u ien , v iv ie n d o en la
" p a rtic ip a c ió n de sus p a d e c im ie n to s" , p ro cu rab a c u m p lir
"en mi carne lo que fa lta de las a flic c io n e s de C risto por
su c u e rp o , q u e es la ig le s ia " . A e s te " re s p e c to c ita las n o t a ­
b les p a la b ra s de B las P a sc a l: "T esús e sta rá en a g o n ía
h a sta el fin d e l m u n d o : e n tre ta n to , no debem os d o rm ir."
Y lo m ism o que pasa con C risto v con lo s c ristia n o s,
pasa con el c ristia n ism o : es una re lig ió n de ag o n ía . "El
suprem o o b jetiv o d e 's u a g o n ía ", — d ice U n am u n o — , debe
ser la r e d e n c ió n d e lo s in d iv i d u o s , a q u ien e s d eb e c o n v e rtir
en c u erp o s a g o n iz a n te s de C risto . "E l R e in o del R e d e n to r
'— a ñ a d e — n o e s d e e s t e m u n d o " . L a l l a m a d a c i v i l i z a c i ó n
c ristia n a es una c o n tra d ic c ió n de térm in o s. G uárdese el
c ristia n ism o de id e n tific a rse con una m arca p a rtic u la r de
eco n o m ía p o lític a , d e m o c ra c ia o p a trio tis m o . Su m isió n
e sp e cífic a es la de hacer hom bres nuevos, cen tro s v iv o s
de una a g o n ía cread o ra, y ésto s debe fo rjarlo s de p o b res
y rico s, e sc la v o s y tira n o s, condenados y verd u g o s.
Jam ás podré o lv id a r, m ie n tra s v iv a, a q u el d ía, que in i­
c ió to d a una época en mi ex p erien cia, cuando v isité a
U nam uno en su hogar de S a la m a n c a d u ra n te las N a v id a ­
des de 1915. Fue e¡ año después q u e la in flu e n c ia c le ric a l
lo h a b ía d e p u e s to del re c to ra d o de aq u ella a n tig u a U n i­
v e rsid ad , v unos años a n te s de ser d e sterra d o de E spaña.
C a to rc e años m ás tard e, yendo de S u d a m é ric a a las m on­
ta ñ a s de E sc o cia, c o m p a rtí dos d ías de su e x ilio en e l
p u e b lo francés fro n terizo de H endaya, fren te a las m on­
tañ a s vascas, tan fa ta lm e n te sim b ó lic a s en la v id a de E s­
paña. Fue a q u ella la o p o rtu n id a d que yo h a b ía soñado
d u ra n te tan to s años, de c o m p a rtir u n b rev e esp a cio de la
v id a del h o m b re que me h a b ía re v e la d o lo s secreto s del

M
Cómo se hace una novela, p á g . 66.
2 0 2 JU A N A. MACKAY

alma española y cuyos escritos habían estimulado mi mente


más que los de cualquier otro pensador contem poráneo.
V ivía don M iquel con gran sencillez en un hotelito,
a unos cuantos metros apenas de la frontera internacional
entre Francia y España. Se había escapado del estrépito
y la publicidad de París para estar cerca de la sombra de
sus colinas nativas. T odos los días hacía una cam inata a
lo largo de la frontera. Los sencillos vecinos de H endaya
sentían gran cariño por aquel anciano, de cabeza descu­
bierta y mejillas rubicundas, que transitaba diariam ente
por sus calles, vivo modelo de salud y amistad. Conocían
los detalles de su vida sin miedo y sin tacha, y de la larga
lucha que había sostenido en su propio país por la ju s-
• ticia y la libertad; conocían también la pureza nazarena y
la austeridad de su m anera de vivir; y por ello lo consi­
deraban un santo.
D urante aquellos dos días tuvo lugar un sucedido que
simboliza profundam ente el mensaje religioso de U nam uno.
Por varias semanas, antes de mi llegada, se había h o s­
pedado con él un escultor amigo suyo, el mismo notable
artista que había hecho el busto del gran novelista Pérez
Galdós. El segundo día de mi visita, se me invitó a ver el
busto de don M iguel, recién term inado en un molde de
yeso, y que era de una semejanza magnífica. "Pero ¿qué
es eso que tiene en el pecho?", pregunté. iG rabada del
lado izquierdo, sobre la región deí corazón, aparecía la
figura de una cruz! El escultor me contó lo que había p a ­
sado. A ntes de secarse el molde, U nam uno fue un día a
verlo, y con el dedo trazó el signo de la cruz sobre el lugar
en que debería hallarse su corazón. "¿Qué va a decir la
gente de M adrid cuando vea esto?, — dijo, sorprendido
y un poco molesto, el escultor— ; no se da usted cuenta,
don Miquel, de que esa cruz va a aparecer por fuerza en
el bronce cuando se haga el vaciado?" Don M iguel se
limitó a sonreír en silencio.
U na cruz, no suelta y pendiente del pecho, sino g ra ­
bada sobre el vivo corazón de cruzado de don M iguel de
Unam uno: tal es el verdadero símbolo de la vida y fe de
este príncipe de los pensadores cristianos m odernos. He
ahí un poderoso reto a la cristiandad de nuestra época, a
rehabilitar la Cruz al lugar que le pertenece, al centro de
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 0 3

toda vida y pensam iento, y a descubrir de nuevo el sig­


nificado de la agonía creadora. Es una invitación al cris­
tianismo español a estudiar de nuevo el significado de la
Cruz y del Crucificado, que han desem peñado papel tan
central en la épica católica en E spaña v Sudamérica.
TERCERA PARTE

NUEVAS CORRIENTES ESPIRITUALES


E N SUD AMERICA
CAPITULO IX

EN B U SC A DE U N N U E V O C A M IN O

Volvam os ahora a Sudamérica. En los restantes capí­


tulos de este libro procurarem os esbozar la historia y es­
tim ar la significación de los movimientos espirituales más
significativos que se han producido fuera del palio de la
Iglesia Católica Romana, y que han ejercido influencia
sobre la vida y el pensam iento del continente durante la
era republicana.

a) Rebeldes

Con la expiración del período colonial y el estableci­


miento de gobiernos independientes en los diversos p a í­
ses sudamericanos aparecen nuevas corrientes intelectua­
les. Se hizo poderosa la influencia de Francia y en p a r­
ticular del radicalismo francés. El espíritu de la R evolu­
ción Francesa, manifiesto ya en la. historia política del
continente, se hizo sentir ahora en el terreno espiritual
también. En la prim era generación que sucedió a la D e­
claración de la Independencia, aparecieron ya en los d o ­
minios del pensam iento figuras proféticas y revoluciona­
rias. Las nuevas voces hicieron resonar su mensaje del
desierto, particularm ente en los países de la costa occi­
dental, donde, según hemos visto ya, las influencias de la
Iglesia habían sido más oscurantistas y la represión in te­
lectual más severa.
La figura más representativa de este amanecer rev o ­
lucionario, y, sin duda alguna, una de las más rep resen ta­
tivas y proféticas de la historia del pensam iento sudam e­
ricano, es un joven chileno, Francisco Bilbao. En 1844,
siendo todavía estudiante del Instituto N acional de Chile,
y apenas de veinte años de edad, Bilbao obtuvo súbita
celebridad con la publicación de un libro llamado Socia-
208 JU A N A. MACKAY

büidad Chilena, en el que se traslucían las influencias de


los enciclopedistas franceses y de la Biblia, pero p a rticu ­
larmente de Lammenais. E sta figura mística v profética
de los comienzos del siglo pasado, autor de Les Paroles
d'un Croyant (P alabras de un creyente), había causado
una profunda y decisiva impresión en la m ente del joven
chileno. El resultado fue un libro escrito en el estilo afo­
rístico y profético, peculiar de Lammenais, y en que su
adm irador sudam ericano lanzó un ataque frontal contra
la Iglesia y la sociedad existente en Chile. La juvenil
filípica estalló como un trueno en la atm ósfera enclaustrada
de la vida chilena, donde hasta entonces había reinado
la paz de los sepulcros. El inaudito atrevim iento del joven
autor dejó a todos con el aliento en suspenso. Se le expulsó
inmediatamente del colegio v se le consignó a les trib u ­
nales civiles. Las palabras de Bilbao, dirigidas al fiscal
acusador el día que se juzgó su causa, no se olvidarán
jam ás en la historia de la lucha de Sudam érica por la li­
bertad espiritual: He aquí dos nom bres —dijo—•, el del
acusador y el del acusado; dos nom bres, entrelazados por
el destino histórico, que perdurarán en la historia de mi
país nativo. Entonces se verá, señor fiscal, cual de los dos
disfruta de las bendiciones de la posteridad. La filosofía
también tiene su código, v ese código es eterno. La filo­
sofía os asigna el nombre de retrógrado. Un innovador,
eso es lo que soy yo; un retrógrado, eso es lo que sois vos.
La audacia de Bilbao lo convirtió en héroe del popu­
lacho. La multa de 2,500 que le impuso el juez, fue pagada
por'suscripción popular, y el pueblo pedía que se le e n tre ­
gara al juez para someterlo a pública vindicta. U nos cu an ­
tos meses después de su famoso proceso, Bilbao salió de
Chile para Europa, y fué a radicarse a París, donde e n ­
tabló conocimiento con Q uinet y Lammenais. Sus re la ­
ciones con este último, a quien veneraba como m aestro,
fueron conmovedoras y fructíferas. D urante su residencia
en la capital francesa, dedicó todo un invierno a traducir
al español la edición de los evangelios anotada por Lam-
menais.
De vuelta a Chile, Bilbao fundó la "Sociedad de la
Igualdad", organización cuyos principios eran los siguien­
tes: Reconocimiento de la independencia de la razón como
autoridad de autoridades; profesión del principio de la
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 0 9

so b eran ía p o p u lar com o base de to d a p o lític a ; y el deber


y el am or de la fra te rn id a d u n iv ersal com o e sen cia de la
v id a m o ral. Al m ism o tie m p o , trad u jo al español Les P a ­
roles d'un Crot/ant. E ste nuevo esfu erzo lite ra rio p ro d u jo
una te m p e sta d de in d ig n a c ió n . No m ucho después de su
f u n d a c ió n , el g o b i e r n o d is o lv ió la S o c i e d a d d e la I g u a l ­
d a d . P o r l a p u b l i c a c i ó n d e u n f o l l e t o , Los B oletines del
Espíritu, l a I g l e s i a e x c o m u l g ó a B ilb a o . E n él s a le n a luz
el g ran am or y a d m irac ió n en q u e el jo v e n r a d ic a l te n ía
la p e rso n alid ad y enseñanzas de Jesús. M u é stra se en él
com o un so cialista c ristia n o y un re su elto y firm e abogado
de la lib e rta d . Sus id ea s d e m o c rática s, se basaban en la
re lig ió n : L a p rim e ra p a la b ra del p u e b lo so b eran o es D io s,
la P ersona In fin ita v C read o ra por q u ien e x istim o s y a
q u ien vam os. La segunda p a la b ra es lib e rta d , y la t e r c e r a
es la c o m u n ió n de to d as las c ria tu ra s: am or, fra te rn id a d .
D io s es con n o so tro s ¿a q u ién tem e re m o s?
A c o n se cu e n cia de una re v o lu c ió n o c u rrid a en C h ile ,
B ilb a o h u y ó al P erú, y se c o n v irtió ahí en el c e n tro de un
grupo de jó v en es id e a lista s, con q u ien e s lan z ó una cam ­
paña c o n tra la c o rru p c ió n ad m in istrativ a. A re su lta s de
esa a c tiv id a d tu v o que h u ir al E cuador. A su reg reso al
P erú, B ilb a o se sin tió a tra íd o per la fig u ra de la sa n ta
p a tro n a de L im a , S a n ta R o sa, "un lirio e n tre las e sp in a s",
com o la lla m a b a el jo v e n c h ile n o . E ste in te ré s lo lle v ó a
p u b lic a r una serie de e stu d io s sobre la v id a de la sa n ta
lim e ñ a, en q u ien B ilb a o buscaba el id ea l a m e ric a n o de la
p erfecció n m oral y la n o b le a b n eq a ció n .
Una segunda v isita a E uropa, m arcó el co m ie n zo de
una nueva era en la v id a de B ilb a o . Un c o m p le to cam b io
h a b ía te n id o lu g a r d u r a n te su a u s e n c ia en el m e d io e s p ir i­
tu al de P a rís. Su v e n e r a d o o a d re e sp iritu a l, L a m m e n a is ,
h a b ía m u erto ; m uchos de sus v iejo s m a e stro s e stab a n en
el e x ilio , y lo s re a c c io n a rio s d o m in a b a n la situ ac ió n . Las
obras de lo s p en sad o res a le m a n e s S tra u ss, F euerbach y
H e g el, em pezaron e n to n c e s a in flu ir en el a rd ie n te sud­
a m e ric a n o , y aunque su id e a lism o p o lític o y é tic o sig u ió
ta n v ita l com o siem p re, la se n c ille z de sus p rim itiv a s con­
c e p c io n e s c ristia n a s com enzó a ceder sitio al r a c io n a lis m o .
De E uropa, B ilb a o zarpó p ara Buenos A ire s, y en la
c ap ital a rg e n tin a e sc rib ió v a rio s lib ro s de sig n ific a c ió n ,
b a jo títu lo s c o m o lo s s ig u ie n te s : L a L ey de la Historia,
2 1 0 JUAN A. MACKAY

A m érica en Peligro,
E l E vangelio A m ericano, v u n a s e r i e
de e stu d io s so b re el
p ro b le m a re liq io so : D iscursos M a só '
nicos, La R evolución R eligiosa y E studios Religiosos. H a y
que d ecir que esto s tra b a jo s so b re la re lig ió n carecen por
c o m p le to de o rig in a lid a d y se lim ita n a re fle ja r las id eas
de lo s a u to re s fav o rito s de B ilb a o . M uy m arcad a es la
in flu e n c ia p a n te ísta de H e g el. La ad m irac ió n de B ilb a o
por Jesús es tan grande com o sie m p re , pero rechaza por
e n t e r o lo so b re n a tu ra l.
B ilb a o m u rió en B uenos A ire s en 1864. Su nom bre es
hoy b a n d era de p ro g reso en la R e p ú b lic a d e C h ile . A q u e lla
p ro fec ía del io v e n re v o lu c io n a rio cuando se e fe c tu a b a su
proceso, se h a b ía c u m p lid o de la m anera m ás c o m p le ta .
Su g lo ria p erenne c o n siste, según lo expresa su com pa­
trio ta y b ió g ra fo A rm ando D onoso, en su "o sa d ía y n o b le
c o n v e n c im ie n to ", en haber sid o el "m ás a rd ie n te ap ó sto l
del re p u b lic a n ism o ", el "m ás esforzado e n em ig o de to d o
d e sp o tism o p o lític o " , en su p u re z a y d e s in te ré s .1 E n tre sus
ú ltim a s p a la b ra s se h a lla una frase de una c arta d irig id a
al e sc rito r fran cés Q u in e t: "¡C u an herm o so es v iv ir con
h o rizo n tes in fin ito s!" A F ra n c is c o B ilb a o p o d ría lla m á r­
sele con ju stic ia el p rim e r sa n to laic o de la S u d a m é ric a
re p u b lic a n a . P e rten é ce le ta m b ié n el honor de ser el p ri­
m er laico del c o n tin e n te , que ha p re stad o seria a te n c ió n
al p r o b l e m a re lig io so . Sus sucesores, con to d o v el tie m p o
que ha pasado, no han sid o m uchos que d ig am o s.
Una segunda fig u ra c o n tin e n ta l, cuya m em o ria p erd u ­
rará tam b ién com o la de un ap ó sto l de la lib e rta d e sp iri­
tu al, e s la d e l e c u a to r i a n o Juan M o n ta lv o . Según el e sc ri­
to r y crítico uruguayo José E n riq u e Rodó, M o n ta lv o es el
e sc rito r m ás n o tab le del p rim e r sig lo de S u d a m érica re­
p u b lic a n a .2 E ra, adem ás, un a lm a p ro fu n d a m e n te re lig io ­
sa, a la v e z que un a n tic le ric a l sin com ponendas.
Com o a m ed ia d o s del sig lo pasado y a cía el Ecuador
b a jo las p lan ta s de uno de lo s c lá sic o s d icta d o re s latin o ­
a m e ric a n o s, el fam oso G a rcía M oreno, b a jo cuyo ré g i­
m en el E stad o se h a b ía c o n v e rtid o en una p ro y e c c ió n de
la Ig lesia , y en que la ú n ica lib e rta d p e rm itid a era la de
h a c e r lo que la Ig le sia p e rm itía . M o n ta lv o a lz ó su v o z de

1 Bilbao y sil tiempo, Santiago de Chile, 1913, pág. 200.


5 V. Hombres de América, por J. E n riq u e R od ó.
EL OTRO CRISTO ESPAÑ O L 2 1 1

rebeldía contra esa situación, y en consecuencia fue d e s­


terrado.
Las obras más famosas de M ontalvo son: Capítulos
Que se le Olvidaron a Cervantes, la imitación más b r i­
llante y feliz que se ha escrito del estilo y sustancia del
Don Quijote; Siete Tratados, en que versa sobre variadas
cuestiones políticas y religiosas; y M ercurial Eclesiástica
o Libro de las Verdades, libro que se publicó como re su l­
tado de una controversia con el A rzobispo de Q uito, José
Ignacio O rdóñez. El A rzobispo había hecho una afirm a­
ción que suscitó las iras de M ontalvo. N uestros an tepasa­
dos, en mejores tiempos que los nuestros — dijo el p re la ­
do— tuvieron que lam entar solamente aquellos pecados
en que la malicia y fragilidad hum anas les habían hecho
caer, y como m antuvieron viva la fe, verdaderam ente v o l­
vieron a Dios; su arrepentim iento fue sincero y real su
conversión.
M ontalvo, entonces, concentró todas sus potencias
irónicas y satíricas en una redom a de escarnio que vació
sobre la Iglesia y en particular sobre la idea de que los
pecados m orales son com parativam ente cosa de poca m onta
con tal de que se conserven las creencias religiosas.
En comparación con Bilbao, M ontalvo esgrimía una
pluma más brillante y era un pensador mucho más siste­
mático. Al igual que el gran chileno, sentía profunda a d ­
miración por Jesucristo, pero le faltaba, en nuestra o p i­
nión, la calidad apostólica y la pureza personal de aquél.
O tro notable representante de este grupo de rebeldes
es el peruano M anuel González Prada, en quien, como en
Bilbao v M ontalvo, predom ina la influencia de los escri­
tores franceses. Renán y Guyau, fueron quienes princi­
palmente m oldearon su pensam iento. Sus dos libros p rin ­
cipales, Páginas Libres (1894) y Horas de Lucha (1908),
que consisten de ensayos y discursos sobre tem as lite­
rarios, políticos y religiosos, figuran, por su fuerza v p u ­
reza de estilo, entre las más clásicas producciones del
conjunto de las letras sudam ericanas. Sólo el Ariel de Redó
puede parangonarse con ellos. Como controversia, ni el
propio M ontalvo pudo esgrimir la pluma con la eficaz
potencia clel escritor peruano. Probablem ente ningún sud­
americano ha esculpido tantas frases inm ortales como
González Prada.
212 JU A N A. MACKAY

El escritor peruano asumió prom inencia poco después


de la guerra de 1879-83 entre Perú y Chile. A pareció
como severo e inexorable censor de aquellas debilidades de
la vida nacional que condujeron a la derrota, y a la Iqlesia
Católica Rom ana y la religión en qeneral les tocó especial
ración de los golpes de mazo de su retórica.
Sus ensayos y discursos sobre la religión ponen de
manifiesto ese tipo clásico de libre pensador que produce
la raza española, la cual, habiendo tenido en toda su
historia una tendencia a la polarización, una pasión n a tu ­
ral por los extremos, no podía menos que producir ra d i­
cales que son, según la frase de U nam uno, "católicos al
revés". Porque para Prada, igual que para G uyau, toda
mente científica tiende a ser antirreligiosa. ¿Qué es la'
religión, sino puram ente un asunto privado, una cuestión
de gusto individual, como la ropa interior que uno se
viste? No tiene base en la naturaleza de las cosas, pues,
dice Prada, "la naturaleza es toda seno y no corazón".
Tam poco es necesaria la religión en la vida hum ana; para
andar no necesitamos m irar hacia arriba sino hacia a d e ­
lante. Por otra parte, la religión ha resultado un mal posi­
tivo. En vez de crear perfección, hum ana, ha servido ú n i­
camente como barniz externo para disim ular los vicios o
como santo y seña para obtener una tajada en la rep a r­
tición de honores, poder y riquezas. P rada es el enemigo
mortal del catolicismo. Afirm a que "el progreso intelec­
tual y moral de las naciones sudam ericanas se mide por la
dosis de catolicismo que han logrado eliminar de sus leyes
y costum bres".3 Así se expresa en las palabras finales de
su libro Horas de Lucha. Lam entaba profundam ente la
llegada de las órdenes religiosas al Perú a establecer e s ­
cuelas, cosa que fue ciertam ente, según hemos visto, un
acontecimiento fatal para la historia del país.
Jamás se le ocurrió al escritor peruano que la religión,
la ética y la política, debieran y pudieran relacionarse
íntimamente. C ita con evidente complacencia las palabras
de V acherot, el autor francés: "Dios entrega la política
a los hombres v se reserva para sí la religión". No o b s­
tante, P rada estaba dispuesto a reconocer los frutos de la
verdadera religión cuando los tenía delante. En su opinión,
s Horas de Lucha, M . G. P rad a, p á g . 299.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 13

el protestantism o produce un tipo ético más elevado que


el catolicismo.
En particular interesante y significativo es su ensayo
sobre Vigil, un sacerdote católico rom ano a quien, tras
haber sido excomulgado por un ataque que lanzó contra
el Papado, se nombró bibliotecario de la Biblioteca N a c io ­
nal del Perú. Por este precursor suyo en la vía del ra d i­
calismo tenía Prada el más tierno aprecio. V igil había
roto con la Iglesia sin dejar de considerarse cristiano, por­
que — según lo expresaba^— el Evangelio es la religión
de todo hombre de bien, con tal que sea el Evangelio tal
como existía en la mente v corazón de Tesucristo. Cuando
este notable sacerdote se hallaba en trance de m uerte,
rehusó las m inistraciones de la Iglesia. Q uería m orir como
un laico, "en los brazos del buen jesú s", según fueron sus
últimas palabras.
Prada murió en 1917, y desde entonces su nombre se
ha convertido en santo y seña del radicalism o m ilitante
de su país natal. El sistema de extensión universitaria, em ­
prendido en 1919 por un notable grupo de estudiantes
peruanos, llevaba el nombre de Universidades Populares
González Prada. La frase m arcial del m aestro: "Los v ie­
jos a la tumba, los jóvenes a la obra", fue el grito de b a ­
talla de la Revolución U niversitaria de 1919.
Lástima, sin embargo, que P rad a haya sido más ico­
noclasta que profeta. Sus dones intelectuales v su h a b i­
lidad, como escultor literario, para esculpir inm ortales
frases geométricas, eran superiores a sus dotes de cora­
zón. A diferencia de Francisco Bilbao, parecía carecer de
sentimiento, y su actitud, excepto en la más estrecha in ti­
midad, se m arcaba invariablem ente por una cierta frígida
inaccesibilidad. E sta alma tím ida y solitaria, no poseía
las cualidades necesarias para asumir una dirección d in á­
mica. Sus más famosos discursos públicos eran escritos
cuidadosamente y luego enviados a la reunión en que
debía hablar su autor, para que otra persona los leyera.
Prada tenia, sin embargo, una cosa que le da título a la
veneración im perecedera como m entor de la juventud:
su honradez acerada y su vida sin m ácula. A dem ás, al
igual que Francisco Bilbao, v a diferencia de tantos ico­
noclastas literarios en la historia sudam ericana, continuó
214 JUAN A. MACKAY

siendo hasta el día de su m uerte un luchador consistente


y sin claudicaciones.
El último de esta raza de rebeldes, y tal vez el más
iconoclasta de todos, por la sencilla razón de que su posi­
ción política le proporcionó oportunidad de poner en
práctica sus ideas, es José Battle O rdóñez, el presidente y
caudillo político del U ruguay. Bajo la dirección de Battle
Ordóñez, esa pequeña república adquirió relieve in tern a­
cional por su legislación progresista en m aterias sociales
y políticas, conquistándose el nom bre de "la N ueva Z e ­
landa y Sudam érica". El partido de Battle adoptó una
política que no era simplemente anticlerical, como lo han
hecho muchos gobiernos sudam ericanos, sino abiertam ente
antirreligiosa. Hace algunas décadas que este famoso u ru ­
guayo, cuyg muerte acaeció en 1929, se puso a eliminar del
calendario todas las alusiones cristianas. La N avidad se
convirtió en el "Día de la Fam ilia" y la Sem ana Santa en
la "Semana del T urism o". T odavía al momento de escri­
bir estas líneas, el periódico del partido político de Battle,
"El Día", de M ontevideo, jam ás imprime el nom bre de
Dios excepto con minúscula, y eso solamente para hacer
algún chiste sobre la deidad, al paso que a Su Santidad el
Papa se le llama siempre "el señor R atti, un caballero que
vive en Roma".

b) Positivistas.

Allá por los años setenta del siglo pasado, otra brisa
espiritual procedente de Francia arribó a las playas de
Sudamérica en forma del positivismo. El sistema de A u ­
gusto Comte ejerció su mayor influencia en Chile y Brasil,
pero sobre todo en este último. Q uizá en ninguna otra
parte del mundo recibió tan plena expresión, como en
dicha república, el ideal entrañado en la Reliqión de la
Hum anidad.
La prim era Sociedad Positivista del Brasil, se o rg a­
nizó en 1870, siendo oficiales del ejército la m ayoría de sus
fundadores. En 1897, los miembros de la Iglesia N acional
Positivista, dedicaron en Río de Taneiro un bello templo
a la H um anidad, sobre cuyo pórtico se halla la siguiente
inscripción: "Amor el principio, orden la base, progreso
el fin."
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 15

Si b ien el n ú m ero de p o sitiv ista s nunca ha sid o m uy


gran d e en el B ra sil, a lg u n o s de lo s hom bres de m ás in ­
flu e n c ia e n el p a ís h a n f ig u r a d o v fig u r a n d e n tr o de ese
grupo. E l fam o so B e n ja m ín C o n s ta n t, fu n d a d o r y p rim e r
p re sid en te de la R e p ú b lic a b ra sile ñ a , era un p o sitiv ista
a rd ie n te , lo c u a l e x p lic a por qu é v in o a f ig u r a r e n la b a n ­
dera n a cio n al de ese p a ís el lem a p o sitiv ista "O rd en y
P rogreso". G ran d e ha sid o en p a rtic u la r la in flu e n c ia del
p o sitiv ism o , com o in stru m e n to de lib e rta d p o lític a v re­
lig io sa , en el e sta d o que se h a lla m ás al sur del B ra sil,
R io G rande do S u l, de donde sa lió el p re sid en te G e tu lio
V a r g a s . E n R io G r a n d e , la lib e r t a d p e r s o n a l y la fe e n
la e fic a c ia d e la s a n c ió n p o p u l a r , se lle v a n a ta l e x tr e m o q u e
se p e r m i t e el e je rcic io de las d iv ersas p ro fesio n es sin que
"s ea n e c e s a r i a p a r a e lla la p o s e s i ó n de n in g ú n títu lo o ficial.
Se c o n sid e ra que el p ú b lic o es u n ju ez in fa lib le de la e fi­
c ie n cia p ro fesio n al.
L a in m e n sa in flu e n c ia de m in o ría q u e la R e lig ió n d e la
H u m a n id a d ha e je rc id o en a lg u n o s p a ís e s su d a m e ric a n o s,
e sp e cialm en te en el B ra sil, se debe a una serie de causas
c o n c u rre n te s. En p rim e r lu g ar, la ín d o le a rq u ite c tó n ic a y
a m p lia de la filo so fía de C o m te a p eló in te le c tu a lm e n te de
in m e d iato a la m en te su d a m erica n a . A dem ás, C o m te no
a ta c a b a al c a to lic is m o . E n su F ilo s o f ía d e la H is to r ia ,
n o e s tim a c o m o e r r ó n e a s sin o s im p le m e n te c o m o i n f e r io ­
res, las form as re lig io sa s p re v ia s. La R e lig ió n de la H u ­
m an id a d se p r e s e n ta b a c o m o el c o ro n a m ie n to d e las c r e e n ­
c ia s a n te rio re s. En 1826, el filó so fo h a b ía lle g a d o h a sta
su g erir un a c e rc a m ie n to e n tre su p ro p io s is te m a v la Iq le s ia
C a tó lic a R om ana. Un p u n to de v ista así ten ía que ser
n a tu ra lm e n te a tra c tiv o p ara g e n te n a c id a v educada en un
m ed io c a tó lic o ro m an o , y que, aunque in sa tisfe c h a con la
fe c a tó lic a , no e stab a d isp u e sta a se g u ir el c am in o de los
re b eld es y re n u n ciar por c o m p le to a e lla .
Un segundo e le m e n to que e x p lic a la a tra c c ió n e je rc i­
d a p o r el p o s itiv is m o , es su h i n c a p i é e n la h u m a n i d a d c o m o
o b ieto s u p re m o d e d e v o c ió n . E ra n a tu ra l q u e a p u e b lo s
que son u n iv e rs a lista s h a s ta la m é d u la , le s s i m p a t i z a r a
la id ea de la re lig ió n com o fu n c ió n por la cual se rig e
la v id a in d iv id u a l y se co m b in a a rm o n io sa m e n te la v id a
c o le c tiv a , una id ea según la cual la h u m an id a d m ism a se
co n v ie rte en el nuevo c en tro de u n id ad , y la re lig ió n de
2 16 JU A N A. MACKAY

la h u m a n id a d , con su re g la de oro del am or, en el v ín c u lo


que une a to d as las n a cio n es. Los p o sitiv ista s su d a m e ri­
canos p o d ían p e rm itirs e el gozo de se n tirse re fin a d a m e n te
su p erio res, no p e rte n e c ie n d o a n in g u n a se c ta A- e l lla m a d o
"s e c ta rism o " ha sid o sie m p re a b o rre c ib le a la m e n te sud­
am e ric a n a* — y sien d o herederos de to d o s lo s v a lo re s hu­
m anos y re lig io so s. Los m uros de lo s te m p lo s p o sitiv ista s
y de las b ib lio te c a s p ú b lic a s fu n d ad as b a jo in flu e n c ia del
p o sitiv ism o , e stán ado rn ad as de re tra to s de hom bres y
m u je re s, p e rte n e c ie n te s a ted a s las épocas y las razas,
que han hecho im p o rta n te c o n trib u c ió n a la causa de la
h u m an id ad . V ale la pena observar, a este re sp ec to , que
el p rim e r c e n te n a rio del esfu erzo de C o m te por e stab le ­
cer una a lia n z a re lig io sa e n tre el c ato lic ism o v el p o siti­
v is m o , se c o m b in ó c o n la c e l e b r a c ió n d e l s é p tim o c e n t e n a r i o
de San F ra n c is c o de A s ís .
El tercer e le m e n to en la R e lig ió n de la H u m a n id a d ,
q u e h iz o d e e lla u n a p o ten c ia e sp iritu a l e n tre una pequeña
m in o ría del B ra sil, ha sid o su a p o te o sis de la m u ie r, o
m ejo r d ich o , de una m u je r. E n tre 1845 y 1846, la ín d o le
in te le c tu a l e x tre m a del siste m a de C o m te , su frió una p ro ­
funda m o d ific a c ió n p o r la m uy ín tim a y p la tó n ic a a m ista d
del filó s o fo con una dam a p a risie n se , C lo tild e de V aux.
Por efec to de esa in tim id a d , C o m te v in o a darse v iv a
c u e n ta del h ech o d e q u e e n la n a t u r a l e z a h u m a n a se h a lla n
ig u alm en te in h e re n te s v a lo re s e m o tiv o s. C o m p ren d ió que
un siste m a filo só fic o tie n e que dar lu g a r a to d as y cada
una d e las fases de la p e r s o n a l i d a d hum ana. P o r lo tan to ,
fundó una re lig ió n que fu ese a la v e z c ie n tífic a y h u m a n a ,
y que se p ro p u sie ra com o m eta el b ie n de la h u m an id a d .
Un lib ro p u b lic a d o en R ío de T a n e iro en 1926, por el
e sc rito r p o sitiv ista R. T e x e ira M é n d e z , e in titu la d o El
A ñ o sin Par, e s u n a m e d i t a c i ó n r e l i g i o s a S o b re la u n ió n
in c o m p a ra b le a la c u a l d e b ie ro n lo s fu n d ad o res del p o siti­
v ism o , A u g u sto C o m te y C lo tild e de V aux, el cu m p li­
m ie n to de su m isió n . Se p re se n ta a C lo tild e com o la in s­
p irad o ra y m adre de la R e lig ió n de la H u m a n id a d ; tie n d e
a o c u p a r el m is m o lu q ar, al m e n o s en el p o sitiv ism o b r a s i­
leñ o , que la V irg e n M a ría en el c a to lic ism o rom ano. Su
im a g e n , com o sím b o lo de la H u m a n id a d , aparece en el
fro n tis p ic io del nuevo tem p lo p o sitiv ista de R ío de Ja­
n e iro , i n a u g u r a d o el 5 de a b ril de 1924, en el s e p tu a g é s im o
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 17

d e s u m u e r t e . C l o t i l d e d e V a u x e s Santa
c u a rto a n iv e rsa rio
Clotilde, y A u g u s t o C o m t e nuestro maestro, p rim e r sum o
sacerdote de la humanidad. O t r a e v i d e n c i a d e l a v e r d a d
h istó ric a de que las fig u ras c o n c re ta s de lo s fu n d ad o res
re lig io so s se c o n v ie rte n e lla s m ism a s en o b jeto de v e n e ra ­
c ió n re lig io s a , p e s e a lo s p r in c ip io s i m p e r s o n a l e s y a b s t r a c ­
to s de la fe que hayan p ro c la m a d o .

S in em bargo, no to d o s lo s p o sitiv ista s su d a m erica n o s


lle g a ro n a e ste g r a d o re lig io so . L a m a y o r ía se h a n d e te n id o
en el ja ló n é tic o en que el p ro p io C o m te h a b ia acam pado
a n te s del "año sin p a r " . T al fue el c a so del b ien co n o cid o
so c ió lo g o v p siq u iatra a rg e n tin o , T ose In g e n ie ro s, m u e rto
en 1925. C a re c ía e ste b rilla n te c ie n tífic o , según él m ism o
d ecía, de to d a ten d e n cia m ístic a. C ondenaba to d o c u an to
p a rtic ip a ra de la n a tu ra le z a del dogm a, fu ese en re lig ió n
o en c ie n c ia . La v erdad só lo p o d ía a lc a n z a rse por cons­
tan te ex p erim e n tac ió n , por un p ro ceso c o n tin u o de p ru e­
b a s y re c tific a c io n e s. U na é tic a e fe c tiv a debe ser re su lta d o
e x clu siv o de la ex p erien c ia so cial, v en tal v irtu d , debe
e star e x en ta de to d o e le m e n to a priori.
D u ra n te una v isita a lo s E stad o s U n id o s, In g e n ie ro s
cavó b a jo la in flu e n c ia de E m erso n v el u n ita rism o de
N ueva In g laterra , re su lta d o de lo cual fue un im p o rta n te
lib ro suvo p u b lic a d o en 1917 con el titu lo de H acia una
M o ra l Sin D ogm as, y en que se so stie n e la te sis de que
lo s p rin cip io s de la m o ralid ad deben renovarse c o n stan ­
te m e n te . Los dogm as re lig io so s deben ser su stitu id o s
p o r lo s id e a le s m o rales. Todo el lib ro e stá im p re g n ad o de
la in flu e n c ia d e la e s c u e la d e N u e v a In g laterra , pero Inge­
n iero s se q u e ja del v iraje re lig io so en que han in cu rrid o
las S o c ied a d es E tic a s de d ich o m o v im ie n to . R e ite ra , en
c u an to a él m ism o , su c a re n cia personal de se n tim ie n to s
re lig io so s, pero h a lla d ifíc il o re d e c ir el fu tu ro de la re li­
g ió n , cuya p o ten c ia no d e ja de reco n o cer. A rguye, no
o b sta n te , que p ara a q u ello s que sean in c a p a c e s de creer
en una re lig ió n , sea cual fu ere, pero que re te n g a n to d a v ía
un te m p e ra m e n to m ístic o , lo s g ran d es in te re se s de la re­
n o v a ció n p o lític a v so cial deben c o n v e rtirs e en el e q u iv a ­
len te p rá c tic o de las re lig io n e s de la h u m a n id a d .
2 18 JU A N A. MACKAY

c) Idealistas R om ánticos

La fig u ra de José E n riq u e Rodó, el b rilla n te e n sa y is ta


u ruguayo, nos pone en c o n ta c to con una ten d e n cia nueva
y m ás e sp iritu a l en el p e n s a m ie n to su d a m e ric a n o . El A riel
de Rodó puede c o n sid e ra rse con ju stic ia com o la C a rta
M agna del id e a lism o su d a m erica n o . D u ra n te el p re sen te
sig lo , v a ria s q e n era cio n e s su c e siv as de e stu d ia n te s la tin o ­
a m e ric a n o s han a c la m a d o al p ro p io Rodó com o "M ae stro
de la Ju v e n tu d ".
Aunque las in flu e n c ia s c u ltu ra le s que lo form aron
com o esc rito r son p rá c tic a m e n te to d as fran cesas, Rodó
no ha ten id o ig u al, com o m ae stro de la prosa e sp a ñ o la ,
e n tre lo s e x p o n e n t e s m o d e r n o s d e la le n g u a de C e rv a n te s.
Com o el peruano G o n z ále z P rada, Rodó se n u trió de
G u y a u y R e n á n . N o p u e d e c o n s i d e r á r s e le , sin e m b a r g o ,
co m o u n e sc rito r v e r d a d e r a m e n te o rig in a l y c re a d o r. Su
d o n p rin c ip a l c o n s is tía e n e s p ig a r, e c lé c tic a m e n te , e n lo s
g ran d es m ae stro s, y e n tre te je r su cosecha en una serie de
p en sa m ien to s d e slu m b ra d o res, de c o n c e p to s ric a m e n te p o é ­
tic o s y fo rm a im p ecab le. E ra la suya una e sp e cie de filo ­
so fía p ro teica, cuyo p e n sa m ie n to c en tral era "reform arse
es v iv ir" . He ahí o tro eco de la re ac ció n su d a m erica n a
c o n tra lo fijo , lo d o g m ático v lo se c ta rio .
L a p o sic ió n re lig io sa de R o d ó ap arece c la ra en un fo ­
lle to e s c rito e n 1906 e in titu la d o Liberalism o t) Jacobinism o.
José B a ttle O rdóñez y su e scu ela h a b ía n lle v a d o su ic o -
n o sc la s tia re lig io sa h a sta el p u n to de e x ig ir que se re ti­
raran d e lo s h o sp itale s p ú b lic o s y o tras in stitu c io n e s cari­
tativ as de M o n te v id e o to d o s lo s sím b o lo s re lig io so s, en
p a rtic u la r lo s cru cifijo s. Rodó, aunque no p ro fesab a n in ­
guna re lig ió n , se in d ig n ó p ro fu n d a m e n te por la in ju stic ia
e in c o n q ru e n c ia de tal a cc ió n . "U n p ro feso r de filo so fía
— d ice R o d ó .— q u e , e n c o n t r a n d o e n el t e s te r o d e su a u la el
b u sto de S ó c ra te s, fu n d ad o r del p e n sa m ie n to filo só fic o ,
le h icie ra re tira r de a llí", su scitaría "sin duda n u e stro
asom bro, v no nos sería n e c e sa rio m ás que el se n tid o in ­
tu itiv o de la p rim e ra im p re sió n o ara c alific ar la in c o n ­
g ru e n cia de su c o n d u cta. Y una C o m isió n de C aridad q u e
e x p u lsa del seno de las casas de caridad l a im ag en del
creador de la caridad — d e l q u e la trajo al m undo com o
se n tim ie n to y com o d o c trin a — , no ofrece, para q u ien
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 19

desapasionadam ente lo mire espectáculo menos descon­


certador ni menos extraño".
En su briosa defensa de los símbolos cristianos Rodó
emprendió la explicación de los orígenes históricos de la
caridad. Sócrates no llegó más allá de una actitud n eg a­
tiva hacia el hacedor de mal. La pasión moral en la p ro ­
pagación de las ideas éticas fue algo extraño al tem pera­
mento judío. La dominación espiritual de Grecia no acarreó
al mundo una regeneración moral, porque Grecia no tenía
el sentido de la solidaridad humana. En el curso de las
edades se han pronunciado y escrito muchos panegíricos
del amor y de la bondad fraternal. Pero una cosa es for­
mular una idea, y otra, por completo diferente, propagar
un sentimiento. Séneca proclam ó excelsas ideas m orales,
pero su m oralidad carecía de vida. La moral de Filón
y de K ant son tan frías como el hielo. El verdadero inven­
tor de una idea en él mundo moral es aquel que primero
la transform a en sentimiento, dándole una expresión activa
en su propia conducta. Tal fue lo que hizo Jesucristo. D e s ­
pués de proclam ar la idea del amor, le dio calor en su
propio corazón, y m archó con ella a la Cruz.
En el curso de la polémica, Rodó llamó la atención a
una verdad que se impone constantem ente al estudiante
del pensam iento latinoam ericano. "E ncuentro en nuestro
librepensamiento latino — escribía el maestro'— , una te n ­
dencia a la declamación forense.. . y una unilateralidad
y una ausencia de delicadeza y penetración intuitiva para
llegar al espíritu de las religiones." Para un liberal latino
es extraordinariam ente difícil escribir con desapasiona*
miento sobre el tema de la religión. Según Rodó, el único
escritor francés que ha podido hacerlo es Renán. El li­
beralismo de los otros es siempre fanáticam ente ultram on­
tano. Ser un librepensador no significa necesariam ente
pensar con libertad, pues a menudo es térm ino que designa
a quien no es ni pensador ni libre.
Rodó nos recuerda en muchos sentidos a su m aestro
Renán. Sentía, como él, un profundo respeto por el senti­
miento religioso sincero doquiera lo encontrase y cuales­
quiera fuesen los dogmas que le prestaran su inspiración.
Consideraba la preocupación del hombre con el misterio 4
4 Op. cit., (E d . P ro m eteo , V a le n c ia ) , pág. 107.
220 JUAN A. MACKAY

del u n iv erso com o una e x p resió n c o n stitu tiv a de la n a tu ­


ra le z a hum ana, aun cuando él m ism o no p ro fesab a fe
re lig io so a lg u n a . S in duda que p ara él las c ree n cia s re li­
g io sas p o sitiv a s no eran m ás que p ara R enán, es d ecir,
el so n id o de cam panas le g e n d a ria s de un c am p an a rio se­
p u lta d o b a jo las a g u a s d el o c é a n o . N egábase a re la c io n a rse
con c u alq u iera o rg a n iz a c ió n de base re lig io sa o a h a b la r
au sp iciad o por a lg u n a de e lla s. Lo cual no es m ás que
o tra ilu stra c ió n de esa a c titu d de no c o m p ro m ete rse , tan
com ún e n tre los in te le c tu a le s su d a m erica n o s, y a la cual
nos hem os referid o a n te s, a c titu d in sp ira d a por el tem o r
al se c ta rism o y a ser c o n sid e ra d o s se c ta rio s . La a c titu d
e sp iritu a l de Rodó era e se n cialm en te la del e sp e ctad o r
a ris to té lic o re tre p a d o en su to rre d e m arfil.
No carece de sig n ific a c ió n el hecho de que en años
re cien te s h a y a ten id o lu g a r u n a reacció n , e sp e c ia lm e n te en
lo s c ír c u lo s e s t u d ia n t il e s , c o n tr a el tip o de id e a lism o rep re­
se n tad o por Rodó, cuyo p e n sa m ie n to se c o n sid era ahora,
y con razó n , com o fa lto de p o ten c ia cread o ra. H a b lab a
del id ea l, p ero no m o strab a el c a m in o h a c ia su re a liz a c ió n ,
a la vez que su b siste el hecho penoso de que su p ro p ia
p e rs o n a lid a d no era ni con m u c h o un m o d elo de id e a lism o .
En su c o n ta c to p e rso n a l con la j u v e n t u d , el m ae stro u ru ­
guayo no encarnaba el re tra to id e a liz a d o de P ró sp ero en
su p ro p io Ariel, y s u m u e r t e , e n I t a l i a y e n 1916, o c u rrió
en c irc u n sta n c ia s tan poco id ea les que sus ad m irad o re s
p re fie ren pasar por a lto la escena fin al. D e sc u b rim o s así
e n la v id a del m ás grande de lo s id e a lis ta s su d a m e ric a n o s
la t r a g e d ia del id e a lism o c o n tin e n ta l en su fo rm a tra d ic io ­
n a l: honda sim a se a b r e e n tr e el r o m a n t i c i s m o d e la te o ría
y la r u tin a dura y g ris de la p rá c tic a . S a lv ar esa sim a es
uno de los p rin cip ale s p ro b le m a s e sp iritu a le s de Sudam é-
rica.
U n tip o in m e n s a m e n te m á s n o b le y d in á m ic o es el q u e
re p re se n ta el e d u c a d o r a rg e n tin o Jo a q u ín B. G o n z ále z,
fu n d ad o r de la U n iv e rsid ad de La P la ta . En G o n z ále z
co m ien za a aparecer la in flu e n c ia del o rien te y del pensa­
m ie n to o rie n ta l e n la v id a e s p iritu a l de S u d a m érica . D esde
su v id a tem p ran a se re v eló en él una p rofunda p a sió n
por la n a tu ra le z a , que lo lle v ó a c u ltiv a r una esp e cie de
p a n te ísm o p o é tic o . A m aba la b e lle z a en to d as sus fo rm as,
y nos d ice que se v io c o n d u cid o a lo s e stu d io s de ley e s,
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 22 1

por la contemplación de la belleza inm anente en todo con­


cepto de justicia.
González, fUe de los primeros sudam ericanos que sin­
tieron la influencia de R abindranath T agore, con resu lta ­
dos decisivos. Para su discípulo argentino, T agore era el
más férvido v entero de los espíritus, que "realizó en sí
la unión consustancial e indivisible del poeta, el místico,
el filósofo, el sacerdote v el m aestro". Su interés en T agore
hizo a González traducir al español los Cien Poemas de
Kabir, el poeta indio del siglo decim oquinto cuyos versos
había editado en inglés Tagore. Lo que más le im presio­
naba en Kabir era su universalidad, la misma cualidad que
había hecho tan atractivo elpositivism o para tantas mentes
de una qeneración previa. En su introducción a la versión
española, González comenta con entusiasm o la filosofía
tolerante y liberal de Kabir, que propendía a conciliar
todas las creencias en una sola y suprema, o sea la creen­
cia en las cualidades esenciales que todas las religiones
tienen en común. Este común denom inador se m anifiesta
en forma de un elevado misticismo, en el estado teopático
que se obtiene m ediante la visión sintética de Dios. ¡La
manifestación del amor es la verdadera solución de los
problemas hum anos, porque en el amor se funden y d e s ­
aparecen todas las contradicciones de la existencia!
Esta referencia al amor lleva a González a referirse,
con tristeza, a lo que considera como el problem a su ­
premo de su país v raza: la manifestación del odio, "que
se ha revelado —dice— entre nosotros con todos los
rasgos de una ley histórica". Y a continuación cita las
significativas palabras del filósofo José O rtega y Gasset:
"Los españoles ofrecemos a la vida un corazón blindado
de rencor, y las cosas, rebotando en él, son despedidas
cruelmente. . . Yo quisiera proponer en estos ensavos a
los lectores m ás jóvenes que yo. . . que expulsen de sus
ánimos todo hábito de odiosidad y aspiren fuertemente
a que el amor vuelva a adm inistrar el universo".5 Pero
preguntam os: ¿cómo puede expulsarse el odio? Sólo por
"la potencia expulsiva de un nuevo afecto". Ni la razón
ni los altos ideales ni el amor abstracto logran jam ás a rro ­
jar al archidemonio; sólo puede hacerlo un afecto concreto *
* Meditaciones del Quijote, O bras, Ed. E sp a sa-C alp e, pág. 5.
222 JUAN A. MACKAY

y apasionado. Jamás se m ostrará adecuado para sem e­


jante tarea lo que sea menos que una devoción personal
al Otro Cristo Español. Sólo en la "salud" del Cristo que
es "lesús" desaparecerá esa tendencia inherente a la
"crueldad" y el "odio" entre su propio pueblo, de la cual
se quejan los escritores sudamericanos.
No menos románticos, pero tal vez más definidam ente
cristianos en su punto de vista, son los escritores p e ­
ruanos José Gálvez y Edw in Elmore. Gálvez, poeta,
y autor del Himno de los E studiantes Sudam ericanos, ha
sido M inistro de Relaciones Exteriores de su país. En un
largo documento sobre su posición religiosa, preparado
hace algunos años a petición del autor de este libre, se
hallan varias frases significativas que nos revelan no sólo
cuál ha sido la peregrinación espiritual de quien las e s ­
cribió, sino del alma sudam ericana en general durante los
últimos años. Dice Gálvez: "Yo creo que González Prada,
por quien tuve gran admiración, contribuyó con sus e s­
critos irreligiosos a hacer de mí una especie de radical.
Yo era ateo. No sonriáis. Yo era hasta un tanto frailófobo.
Pero después mi alma reaccionó. Comencé, siendo to d a ­
vía muv joven, a m irar mucho el cielo, y a m irarlo sin
gran preocupación astronómica. Lo m iraba con preocupa­
ción religiosa, casi mística".
Suena en esas palabras una nota nueva; no puede a l­
canzarse la meta de la vida hum ana con plenitud m irando
hacia adelante, como quería Prada; igualm ente esencial
es m irar hacia arriba. La contemplación de "horizontes
lejanos" de nada ayudará a quien se halla perdido en
medio de las arenas del desierto, donde los vientos han
borrado todos los senderos. En tal caso, el peregrino debe
esperar a que salgan las estrellas antes de renovar su
marcha. Sigue diciendo Gálvez: "Siento la necesidad
de creer, y creo en efecto en un poder supremo; en una
fuerza que está dentro y fuera de mí, pero todavía no se
ha formado definitivamente en mi interior la religión que
necesito. Creo en que todos la necesitan sin excepción, y
creo que mi espíritu es en el fondo realm ente cristiano.
Jamás alcanzó el hombre su más alta y profunda grandeza
como cuando apareció el cristianismo. A mi modo de p e n ­
sar, es el cristianismo el que ha hecho a la hum anidad lo
que es va en parte y lo que debe ser por completo. Soy
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 2 3

c ristia n o a mi m odo, y creo que v iv o d e n tro del c rite rio


e sen cial de la id eo lo g ía, el se n tim ie n to y las n orm as del
c ristia n ism o , p ero no he p o d id o v o lv er a sus rito s".
E d w in E lm o re , cuya v id a se tru n có p re m a tu ra m e n te ,
era una fig u ra e n te ra m e n te ú n ica Y sim b ó lic a e n tre lo s
in te lec tu a les jó v en es de S u d a m érica . P ara el que esto es­
c rib e , es d ifíc il h a b la r de E lm o re sin p ro fu n d a e m o c ió n .
F u im o s m ie m b ro s lo s dos de un grupo lite rario de L im a
cuyo c en tro era la b ien co n o cid a re v ista E l M ercurio P e­
ruano,6 y t e n í a m o s m uchos in te re se s com unes, e n tre lo s
que era p rin cip al laz o de u n ió n n u e stro m u tu o e n tu s ia sm o
p o r la p e r s o n a y e sc rito s de U nam uno. P ero en 1925, la
v id a de E lm o re , tan lle n a de b rilla n te s p ro m esas, fue
segada en flo r p o r u n e n c u e n tro con el in fam e p o e ta San­
to s C hocano, q u ien lo a se sin ó en el e d ific io del p rim e r
p e rió d ic o de L im a , E l Comercio, por la sim p le razón de
que E lm o re se h a b ía a tre v id o a esc rib ir una serie de ar­
tíc u lo s e n la p r e n s a a ta c a n d o los id e a le s r e p r e s e n t a d o s p o r
C hocano v su g e n era ció n .
A parece en E d w in E lm o re , con m ás p len itu d y riq u e z a
que en cu alq u ier o tro e sc rito r su d a m e ric a n o m oderno, el
caudal de nuevas in flu e n c ia s que en años re cien te s han
em pezado a v a ciarse sobre la v id a in te le c tu a l del c o n ti­
n e n te . C a rly le , T o lsto i, T ag o re, U nam uno, B arb u sse, Fo-
g azzaro, c o n trib u y e ro n to d o s a la fo rm a c ió n e sp iritu a l y
la p a s ió n m ilita n te de E lm o re . En dos fo lle to s, in titu la d o s
"E l c la m o r del se n tim ie n to " y "E l re to rn o al c r is tia n is m o " ,
lleg am o s a la base de su p o sic ió n re lig io sa . Lo ú n ico
— d ice — que nos puede lib ra r de la d e s e s p e r a c ió n es la fe
en que C risto v iv e, la co n so lad o ra y v iv ific a n te id ea de
su c o n s ta n te in flu e n c ia en el fondo de n u e stro s corazones.
A n h e la b a el re to rn o de la h u m a n i d a d al "seno de Jesús",
p ro b a b le re m in isc e n c ia de las p a la b ra s de su ilu stre com ­
p a trio ta V ig il. El c ristia n ism o o ficial •— d e c í a — es el m á s
gran d e d e lo s c r ím e n e s .

6 U n o de su s m iem b ros, el doctor A n to n io Sagarna, que fue M i­


nistro de E d u ca ció n de la R ep ú b lica A r g en tin a , y d esp u és m agistrad o
de la Suprem a Corte de J u stic ia del m ism o p a ís, h izo un a d escrip ción
de este grupo en un artícu lo aparecid o en 1920 en la revista b o n oaeren se
Nosotros, e in titu la d o " N och es de la P rotervia".
224 JU A N A. MACKAY

A l tie m p o d e m o r ir , E l m o r e e s t a b a i n t e r e s a d o e n el
p ro y e cto de un c o n g re so de in te le c tu a le s s u d a m e ric a n o s.
A n h e lab a q u e l a intelligentsia e m p r e n d i e r a una cru zad a
e n in te ré s d e la v id a d el e s p íritu v d e la h e r m a n d a d u n i ­
v ersal. P a r a fo m e n ta r ese p ro y e c to h a b ía v is ita d o v a rio s
p a ís e s de S u d a m é ric a , p e ro h a b ía n h a lla d o m u y e s c a s o
a p o y o . E d w i n n o h a b ía l le g a d o a e n t e n d e r q u e la s im p le
c u ltu ra n o fo rm a c ru z a d o s, a n te s, co n n o p o c a fre c u e n c ia ,
p r o d u c e r e a c c io n a rio s e s p iritu a le s . C o n to d o , la m e m o r ia
d e e sta n o b le a lm a q u ijo te sc a , n o p e r e c e r á en la h is te r ia
la tin o am eric an a .

d) La Seducción de lo Esotérico.

T r a s p a s e m o s a h o r a las f r o n te r a s d el p o s itiv is m o c ie n ­
tífic o y d e l i d e a l i s m o r o m á n t i c o , y p e n e t r e m o s p o r el p ó r ­
tic o d e lo e s o t é r i c o a lo s d o m o n i o s d e la r e l i g i ó n p r o p i a ­
m e n te d ic h a . U n a d e las c a r a c te r ís tic a s d e la h is to r ia e s ­
p iritu a l de S u d a m é r ic a en las ú ltim a s d é c a d a s h a sid o
la p r o p a g a c ió n d e l e s p ir itis m o y la te o s o fía , el p r i m e r o
p a r tic u la r m e n te e n tr e las m a s a s , y el s e g u n d o e n tr e las
m in o ría s e d u c a d a s . L a in flu e n c ia c re c ie n te de e sto s d o s
siste m a s e so té ric o s, no só lo e n S u d a m érica sin o e n el
m u n d o e n te ro , es sím b o lo del a d v e n im ie n to de u n a n u e v a
era p s íq u ic a e n la h is to r ia e s p iritu a l d el h o m b r e . "U na
n u e v a era, d e b e r ía v o d e c ir u n a e ra p s íq u ic a — escrib e
M a e te rlin c k e n E l Tesoro de los H um ildes — • v i e n e t a l
v e z a n o s o t r o s . P a r e c e r í a c o m o si la h u m a n i d a d e stu v ie se
a p u n to d e s a c u d irs e d e e n c im a la a b r u m a d o r a c a rg a de
la m a te r ia q u e la a p la s t a " ,
E n c u a n to al e s p iritism o , p r e te n d e n su s d e v o to s q u e
se le c o n s id e r e c o m o p r e p a r a c i ó n p a r a u n a n u e v a a c t i tu d
h a c ia la re a lid a d , c o m o u n p a s o en la e v o lu c ió n h u m a n a ,
com o el c o m ie n zo de u n a n u e v a o rd e n m u n d ia l. F. W . H .
M y e r s , u n o d e lo s p r i m e r o s y m á s f a m o s o s q u e se i n t e r e ­
s a r o n e n la in v e s ti g a c i ó n p s íq u ic a , h a b l a d e e lla c o m o el
p re á m b u lo de to d a re lig ió n .
D e s d e la G r a n G u e r r a d e 1 9 1 4 -1 8 , a u m e n tó e n g r a n
m a n e r a la in f lu e n c ia d e l e s p ir itis m o . L a a n g u s t i a d e l lu to
p o r la p é r d id a d e s e re s a m a d o s , p r o y e c tó lo s p e n s a m i e n t o s
d e la m u lt i tu d m á s a llá d e lo s lin d e r o s d e lo v is ib le y
ta n g ib le , e n b u s c a d e p r u e b a s d e q u e los e s p í r it u s d e su s
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 2 5

deudos c o n tin u a b a n su e x iste n c ia c o n sc ie n te y ro n d ab an


por los sitio s q u e rid o s en que h a b ía n v iv id o . La com ún
ten d e n cia de n u e stro s tie m p o s a re d u cir la re lig ió n a la
étic a y a la a c tiv id a d so cial, ha e m p u ja d o a m uchos, no
sa tisfe c h o s con ese m o ralism o , a p ro cu rarse un co n o ci­
m ie n to m ás hondo de la re a lid a d . Por o tra p a rte , el lla ­
m ado c ristia n ism o lib e ral, con su re c e lo de lo e m o tiv o y
su m e n o sp re c io por lo sb re n a tu ra l, se h a m o strad o in su ­
ficien te p ara sa tisfa c e r las a sp ira c io n e s e sp iritu a le s de
la m asa del p u e b lo en la época actu al. A m ayor abunda­
m ie n to , la in v e stig a c ió n c ie n tífic a ha d e m o stra d o fu era de
to d a d u d a q u e c u a lq u ie r a q u e se a la e x p lic a c ió n ú ltim a q u e
se d é a lo s fe n ó m e n o s n u e v o s q u e se e s tu d ia n , " h a v m á s
cosas — com o d e cía el p e rso n aje de S hakespeare— en
"cielo s y t i e r r a , que lo que se sueña en tu filo so fía ".
In te re sa n te y sig n ific a tiv o es el hecho de que el es­
p iritism o em pezó a desem peñar im p o rta n te papel en la
v id a e sp iritu a l de S u d a m é ric a a n te s de haber a lc a n z a d o
su p r e s e n te p o p u larid ad , y de que fiq u ras e m in e n te s d e la
c ie n c ia y la lite ra tu ra le h u b ie se n p re stad o el p re stig io
de sus n o m b res. La p rim e ra S o c ied a d E sp iritista del con­
tin e n te se o rg a n iz ó en B ra sil, en 1873, b a jo el n o m b re de
C o n fu c io , y de e n to n c e s acá se ha d e sa rro llad o n o ta b le ­
m en te. Com o en el caso del p o sitiv ism o , el e sp iritism o se
c o n v irtió en el B ra sil en un m o v im ie n to re lig io so ; h a sta
se la h a lla m a d o "el q r a n m o v im ie n to r e lig io s o del B ra sil" .
Según d a to s que p u d iero n c o n se g u irs e , ya en 1919 e ste
m o v im ie n to d ecía te n e r 2 7 1 ,5 3 0 m ie m b ro s e n la re p ú b lic a ,
a filia d o s a unas m il so c ied a d es, la m a y o ría de las c u ales
se r e u n ía en d o m ic ilio s p a rtic u la re s p ara sus se sio n e s y el
e stu d io del te x to c lá sic o de A lian K ard ec. Es de in te ré s
o b serv ar que e ste m o v im ie n to jam á s tu v o una o rg a n iz a ­
ció n n a c io n a l c u a lq u ie r a q u e le s ir v ie s e d e c e n t r o o rg á n ic o .
Su p ro p a g a c ió n por el p a ís se d e b ió p o r c o m p le to al con­
tag io so e n tu sia sm o de sus a d h e re n te s.
A dem ás de las se sio n e s a c o stu m b ra d a s, lo s e sp iritista s
b ra sile ñ o s han lle v a d o a cabo em p resas de ín d o le so c ial y
lite ra ria . Se han d istin g u id o en o b ras de c a rid a d . Sus
d isp e n sa rio s han e stad o a b ie rto s a to d o s sin d istin c ió n ,
y aunque la l a b o r q u e e s to s desem peñan, y en la fe que se
e fec tú a n c u ra c io n e s b a jo la p re te n d id a d irec ció n de lo s
e sp íritu s, lo s h a hecho e n tra r en c o n flic to , m u y a m enudo,
22 6 JU A N A. MACKAY

con las a u to rid a d e s de sa lu b rid a d p ú b lic a , su m in iste rio


d e c u ra c ió n y las o b ra s p ú b lic a s de c arid ad re a liz a d a s por
e sp iritista s, h a n im p a rtid o al m o v im ie n to u n gran p re stig io
e n tre las c la s e s m e d ia e in ferio r, y le h a n c o n q u ista d o pa­
tro cin ad o re s y donadores e n tre la a risto c ra c ia .
D am os a c o n tin u a c ió n lo s p rin cip ale s p o stu lad o s que
han g u iad o el m o v im ie n to e sp iritista del B ra sil. P rim e ro ,
la lev de e v o lu c ió n e sp iritu a l que aseg u ra la sa lv a c ió n
u n iv ersal p o r m ed io de la e x p erien c ia personal e x p ia to ria
y la p u rific a c ió n lo g rad a por el su frim ie n to . Segundo, la
ley de la a c c ió n y la r e a c c i ó n que e x p lic a el s u frim ie n to y
q u e h a c e de éste u n m é to d o n e c e s a rio y e d ific a n te p a r a l le ­
g a r a D io s. T ercero , la c a r id a d , es d ecir, la p r á c t i c a d e la
b e n e fic e n c ia com o la ú n ic a e x p resió n d e la re lig ió n . C u ar­
to , la n e c e sid a d de ser g u iad o s por lo s e sp íritu s, no só lo
con re sp ec to al m is te rio d e la m u erte, sin o tam b ién p o r lo
que to ca a lo s p r o b l e m a s c o tid ia n o s.7
Según in fo rm e s m ás re cien te s, la fu erza de este m o v i­
m ie n to se v a d e b il i ta n d o e n B r a s il, p a ís e n q u e h a b ía h e c h o
su m ay o r p rogreso. Ha se rv id o , sin em bargo, p ara el v a ­
lio so p r o p ó s i t o d e a t r a e r la a t e n c i ó n a la r e a l i d a d d e l m u n d o
e sp iritu a l, e n el se n o de una so c ied a d que e stab a en riesg o
d e a b a n d o n a r to d a re lig ió n , y d e e x a lta r la é tic a, com o ex­
p resió n suprem a de re lig io sid a d , en un m ed io en que una
re lig ió n sin re la c ió n con la m oral h a b ía m a n te n id o su
h e g em o n ía.
M ucho m ás fo rm id a b le y de c o n se c u e n c ia s d e stin a d a s
a ser de m ayor a lc a n c e , es la d ifu sió n de la te o so fía en
S u d am érica. Com o el p o sitiv ism o , e ste m o v im ie n to ha
d e b id o sus b u e n o s é x ito s en m uy gran m ed id a a sus p re­
te n sio n e s u n iv ersalistas, las cu ales ja m á s d e ja n de h a lla í
eco e n el c o ra z ó n su d a m erica n o . L a te o so fía , sin em b arg o ,
se p re sen ta m ás com o filo so fía que com o re lig ió n , y d i­
c ie n d o c o n te n e r en fo rm a sin tética , no o b sta n te , la q u in ta ­
ese n cia de to d as las grandes relig io n es. En co n se cu e n cia ,
puede un h om bre hacerse teó so fo sin abandonar por com ­
p leto su p ro p ia re lig ió n , a la v e z q u e el p e r te n e c e r a d ic h a
so cied ad no lo ex pondrá al te rrib le e stig m a de c o n v e rtirs e
en se c ta rio . En segundo lu g ar, la te o so fía ha v e n id o a
p roveer sa tisfa c c ió n a una de las n e ce sid ad e s m ás p ro -

1 V. C h r is tia n W o r k in S o u t h A m e r ic a , Vol. II, pág. 355.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 2 7

fu n d a m e n te s e n tid a s d e S u d a m é r ic a , la c u ltu r a d e l a lm a .
M e d i a n t e la p r á c t i c a d e l yoga y d e la m e d i t a c i ó n e n g e n e ­
ra l, q u e la t e o s o f í a i n c u l c a , m u c h a s p e r s o n a s h a n p o d i d o a l ­
can zar u n g ra d o n o ta b le de e s p iritu a lid a d en el se n tid o
n a to del té rm in o , es d e c ir, d e d o m in io d e la n a tu r a le z a
in ferio r h u m a n a . L a te r c e r a p e c u lia r id a d d e la te o s o fía ,
q u e la h a c e e x t r a o r d i n a r i a m e n t e a tr a c t i v a a la m e n t e s u d ­
a m e ric a n a de n u e s tro s d ías, es q u e p ro c e d e d el o rie n te .
A n t e s d e c o n s id e r a r la a c tiv id a d y p r e s e n te s itu a c ió n
d e la te o s o f ía e n la A m é r i c a d e l S u r, p a r e c e o p o r t u n o
d e cir u n a p a la b r a en c u a n to al o riq e n e ín d o le g e n e ra l del
m o v im ie n to .
E n a ñ o s re c ie n te s , e s p e c ia lm e n te d e s p u é s d e la G u e r r a
M u n d ia l d e 1 9 1 4 -1 8 , lo s o jo s d e S u d a m é r ic a se h a n v u e l ­
to e s p e r a n z a d a m e n t e al A s ia , c o m o a n te s lo h a b í a n h e c h o
a E u ro p a v m á s en p a rtic u la r a F ra n c ia . C u a lq u ie r siste m a
q u e p r e t e n d a h a b e r s e o r i g in a d o e n el o r i e n t e se c o n q u is ta
d e in m e d i a t o la s im p a tía v se e s t u d ia c o n a s i d u id a d . L a
S o c ie d a d T e o s ó fic a se o rg a n iz ó en 1875, te n ie n d o com o
fu n d a d o re s a u n a rusa, M a d a m e B lav a tsk y , v a un c o ­
r o n e l i n g l é s , H . S. O l c o t t . S u s o b j e t i v o s e x p l í c i t o s e r a n :
P rim e ro , fo rm a r el n ú c le o de u n a h e r m a n d a d u n iv e rs a l del
h o m b r e , sin d is tin c ió n d e r a z a , c r e d o , s e x o o c o lo r. S e ­
g u n d o , fo m e n ta r el e stu d io de las lite ra tu ra s , re lig io n e s ,
filo so fía s v c ie n c ia s a r ia s y d e l o r i e n t e e n g e n e r a l, y d e ­
m o s tr a r la im p o r ta n c ia d e d ic h o e s tu d io . T e r c e r o , in v e s ti ­
g a r la s le v e s a u n n o e x p l i c a d a s d e la n a t u r a l e z a v las
p o ten c ias p síq u ica s la te n te s en el h o m b re. L a v e rd a d e ra
c re a d o ra del m o v im ie n to te o s ó fic o en su fo rm a p r e s e n te
e s la d a m a in g le s a , s e ñ o r a A n n i e B e s a n t , q u e h a .H ad o
g r a n p r o m in e n c i a e n el m o v im i e n t o a la i d e a m e s iá n i c a
y h a p r e s e n t a d o al m u n d o su n u e v o M e s í a s e n la p e r s o n a
de jo v e n h in d ú lla m a d o K ris h n a m u rti.

D e s a f o r t u n a d a m e n t e p a r a la S o c ie d a d T e o s ó fic a . su s
o r í g e n e s n o r e s i s t e n u n e x a m e n r i g u r o s o . E l d o c to r T. N .
F a r q u h a r d e d i c a e n s u l i b r o M odern R eligious M ovem ents
in India u n n o t a b l e c a p í t u l o a e s t u d i a r e l n a c i m i e n t o d e l a
te o s o fía e n la I n d ia , e n el c u a l se d e s c u b r e n a l g u n o s h e ­
c h o s s u m a m e n te r e p u g n a n t e s r e s p e c to al c a r á c te r p e rs o n a l
de M a d a m e B la v a ts k y y al n ú m e r o de im p o s tu r a s a q u e
se a p e ló e n u n p rin c ip io p a r a c o n q u is ta r le al m o v im ie n to
la n o to r ie d a d . P arece q u e la B ib lia d e la te o s o fía , La
228 J U A N A. M ACKAY

Doctrina Secreta, de la señora Blavatsky, no es en m anera


alguna la obra original que los teósofos pretenden, sino
una producción ecléctica basada en cuando menos cien
obras anteriores. A dem ás de esto, F arquhar hace notar
que la teosofía ha contribuido sólo en forma insignificante
a dar a conocer a los grandes pensadores indios del p a ­
sado.
El movimiento hizo su aparición en Sudam érica allá
por los comienzos del presente siglo, y como sucedió con
el positivismo y el espiritismo, fue en el Brasil donde ganó
el m ayor número de sus prim eros adeptos. Sus prim eros
estudiantes eran hom bres que pertenecían al ejército y
la m arina brasileños y que se reunían con regularidad
para estudiar La, Doctrina Secreta. D esde entonces, y e s ­
pecialmente en la segunda y tercera décadas del siglo, la
teosofía ha realizado muy grandes progresos en los p a í­
ses sudamericanos.
Hacia fines de 1928 y cuando ya existían en la m ayo­
ría de las grandes urbes grupos teosóficos, visitó el con­
tinente el filósofo hindú Tinarajadasa, vicepresidente de
la Sociedad, y doctor en filosofía de la U niversidad de
Cam bridge. A ntes de em barcarse para su recorrido por
Iberoamérica, Jinaraj adasa estudió el español con tan buen
resultado que pudo dar sus conferencias en ese idioma.
La recepción que le dieron a su llegada a M ontevideo fue
una revelación asom brosa de la favorable actitud existente
hacia el pensam iento oriental. M ás todavía, fue una in­
dicación del cambio extraordinario que había tenido lugar
en el clima intelectual de la capital uruguaya, considerada
antes como la ciudadela del m aterialismo. Jinaraj adasa
pronunció su prim era conferencia ante un num eroso au ­
ditorio formado por la élite de M ontevideo, en el aula
m ayor de la U niversidad N acional. Hizo la presentación
del conferenciante el M inistro de Educación. V ivía aún
José Battle y O rdóñez, p ero la reunión tuvo lugar en una
sala que, según los estatutos dé la universidad, jam ás d e ­
bía usarse por ninguna organización reliqiosa o con ningún
propósito religioso. El m inistro que presentó al sumo sa­
cerdote de la teosofía era probablem ente tan neutral,
religiosam ente hablando, como Rodó, pero obviam ente
había dejado atrás la determ inación de éste de no p restar
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 22 9

jamás su nombre para asociársele con cualquier movimiento


de base religiosa.
De M ontevideo, Tinarajadasa cruzó el Río de la Plata
y fue a Buenos Aires, donde sus conferencias colmaron
de oyentes el teatro más grande de la ciudad. D espués
visitó Chile, Perú, Colombia, C uba y M éxico, y en todas
partes tuvo triunfos extraordinarios. Realm ente su reco ­
rrido de la América Latina tuvo todas las proporciones de
una marcha triunfal. Cuando visitaba Lima ocurrió un
incidente sumamente revelador. El Arzobispo había p ro ­
hibido estrictam ente a todos los católicos asistir a las
conferencias del teósofo, pero el resultado fue la más
completa desobediencia a la disciplina eclesiástica y una
señal de la decadencia del poder de la jerarquía en una
de las ciudades más conservadoras del continente. La re s ­
puesta del público a la intromisión eclesiástica fue una
concurrencia excepcional al teatro la noche de la última
conferencia de Jinaraj adasa y una enorme m anifestación
que se congregó bajo la ventana de su hotel después de la
reunión.
El curso de conferencias que dio Tinarajadasa en su
recorrido por la América Latina se ha publicado después
bajo el título de Dioses en Cadenas. El prefacio es un
discurso pronunciado en una de las reuniones de M o n te ­
video por el escritor uruguayo A lberto Zum Felde. A n ali­
zándolo obtenemos el punto de vista de un representante
de la intelectualidad sudam ericana, que no es teósofo,
con respecto a las ideas que el sistema sustenta. He aquí
algunos de los conceptos de Zum Felde: Un gran número
de quienes componen el crecido auditorio que asiste a las
conferencias de Jinarajadasa se sienten atraídos especial
y casi exclusivamente por una especie de curiosidad im a­
ginativa. Jinaraj adasa representa el legendario misticismo
del Ganges; la pagoda con su culto inmemorial; la d e s ­
nudez rem ota de los V edas; el tem or sagrado de los b o s ­
ques del Ram ayana; la ciencia herm ética de los tjogis
extáticos; la leyenda del enigm ático Tibet; la transm igra­
ción braham ánica de las alm as; la visión clarividente de
los m ahatm as invisibles que inspiraran a la princesa Bla-
vatsky a escribir las páginas de La Doctrina Secreta. A
continuación, Zum Felde hace referencia a las corrientes
espirituales del m undo occidental por medio de las cuales
2 3 0 JU A N A. MACKAY

éste se a p ro x im a cada vez m ás al o rien te. La teo s o fía ,


dice, es una esp e cie de p o sitiv ism o del e sp íritu , en que
se em p lea la in tu ic ió n com o órgano de c o n o c im ie n to ex­
p e rim e n ta l a fin de re u n ir un cuerpo c o n sid e ra b le de in ­
fo rm a c ió n c o n c re ta so b re el c am p o d e la m e ta fís ic a . T rata,
pues, la re a lid a d de m odo sem ejan te a com o lo hacen las
c ie n c ia s físicas. La sig n ific a c ió n de la v isita de Jin a raja-
dasa c o n sistía , según Zum F e ld e, en el re d esp e rtam ien to
m á s q u e e n la s a tis f a c c ió n s u p e rfic ia l d e la c u r io s id a d in ­
telectu al. E l in te ré s de d ic h a v isita se a c r e c e n ta b a en
p a rtic u la r por el hecho de que lo m ejo r del p e n sa m ie n to
de E u r o p a y A m é r ic a se p r e o c u p a b a a c tu a lm e n te con p ro ­
b le m a s de esa ín d o le . Q u e r ía d e c ir Z u m F e ld e que por
p rim e ra vez en la v id a del p e n sa m ie n to de S u d a m érica
se ten ía por in te le c tu a lm e n te re sp e ta b le el tratar se ria ­
m en te del p ro b lem a re lig io so .

/Q u é m en saje trajo a la A m é ric a L a tin a aquel teó so fo


h in d ú ? E x am in an d o D ioses en C adenas d esc u b rim o s a l­
gunas de las id eas p re sen ta d as al p ú b lic o la tin o am eric an o
por uno d e los m á s g ran d es e x p o n e n te s de la te o s o fía con
que cu en ta el m undo. V eam os a lg u n a s de sus te s is fun­
d a m e n tales: "L a te o so fía no c o n stitu y e tam p o c o una nue­
va filo so fía , cread a por una nueva e scu ela de pen sad o res;
es m ás b ien una se le c c ió n del m ejo r p e n sa m ie n to c o n te ­
n id o en las a n tig u a s relig io n es, filo so fía s y m is tic is m o s ."
Es una c ie n c ia n a tu ra l. En uno de les S alm o s h a lla m o s
las p a la b r a s : "Y o os d ije , v o s o t r o s so is d io se s". P ero so­
m os d io ses encadenados. La d iferen cia e n tre lo que som os
y lo q u e d e b e m o s se r e s la q u e e x is te e n tre el d ia m a n te en
b ru to y el d ia m a n te p u lid o . La fin alid ad de la v id a es
lib e rta r a D io s de sus cadenas. La lib e rta d v ien e por la
ex p erien cia, m e d ia n te la ley del Karma, l a i n e v i t a b l e c o n ­
c a te n a c ió n de causa y e fe c to . La tare a d iaria del h o m b re
d e b e s e r la d e o b r a r c o m o a g e n t e d e l P l a n D iv in o . A s í, la
te o s o fía n o es ta n to u n e v a n g e lio de sa lv a c ió n c o m o u n
e v a n g e lio d e la a c c ió n , d e la s o b ra s . E l h o m b r e n o es el
sa n to que b ro ta del pecador, sin o el o b rero d ie stro que
ha d e ja d o de ser" a p re n d iz . El pecado o rig in a l c o n siste
en n u e stro deseo de re cib ir recom pensa por lo que hace­
m os. Todo h om bre es p a ra sí m is m o el c a m in o , la v e r d a d
y la v id a .
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 3 1

R e firié n d o se al jo v e n M e sía s teó so fo , K rish n a m u rti,


Jin a rajad a sa o frece lo s sig u ie n te s e je m p lo s de su e x tra ­
o rd in aria o rig in a lid a d e sp iritu a l. P ara K rish n a m u rti, D io s
es el " A m a d o " , com o si esta d e sig n a c ió n d e lo D iv in o no
fu era com ún en to d a la h isto ria del m istic ism o c ristia n o .
"La co n d u cta es re c titu d ", y este o tro d ich o , n o ta b ilísim o
por su "o rig in a lid a d ": "L os g randes acto s son el pro ­
d u c to de la v is ió n de la m e ta " .
El c o n fere n cian te reconoce p len a m en te lo s p e lig ro s
in h e re n te s en la p rá c tic a del yoga. "E l proceso c o m p le to
del Y o g a no es c o n v en ien te ni p o sib le p a ra u n h o m b re , en
ta n to que ten g a d eberes que c u m p lir. . . E n la in d ia . . . el
verdadero Yoga re q u ie re la c e sa c ió n de to d o s lo s deberes
5 in te re se s m u n d a n o s ." P ero C risto e n tra b a en c o m u n ió n
con el P adre, d u ra n te p e río d o s h u rta d o s al sueño, o ra en
las a lta s h o ras de la noche, o ra m uy de m ad ru g ad a, en
m ed io de las ta re a s de un m in iste rio activ o , v P a b lo se
tra n sp o rtó al te r c e r cie lo en lo s pocos ra to s lib re s que le
d e ja b a u n a afanosa fa b ric ac ió n de tie n d a s. E l id eal ú ltim o
d e la te o s o f ía es el b a lc ó n ; el c ris tia n is m o no puede acep­
tar n in g ú n id eal que hace al h om bre su stra e rse del ca­
m in o .
Nos ay u d ará a e n f o c a r la sig n ific a c ió n del m o v im ie n to ,
el iu ic io v e r ti d o s o b re la te o s o fía p o r u n p e n sa d o r c o n te m ­
poráneo que ha sid o p ro fu n d a m e n te in flu id o él m is m o por
el p e n s a m ie n to o rien tal. D u r a n te el re c o rrid o q u e se d e s ­
c r i b e e n e l D iario de Viaje de un Filósofo, e l conde H er-
m ann K e y se rlin g v isitó la c a s a m a tr iz d e la S o c ied a d Teo-
só fic a, en A dyar, In d ia del S ur. A lg u n a s de sus o b ser­
v a cio n es son tan in te re s a n te s com o e sc la re c e d o ra s. "L a
te o so fía — d ice.— va c ris ta liz á n d o s e m ás y m ás en una
esp e cie de Ig le sia C a tó lic a en cuyo seno la fe en la a u to ­
rid ad , la d isp o sic ió n a serv ir y la o b e d ie n c ia son v irtu d e s
c a rd in a le s" .8 P u e d e c o n sid e ra rse com o u n a e x p resió n de
la in flu e n c ia a n g lo s a jo n a e n el p e n s a m i e n t o in d io . E n su
o p in ió n , to d o s lo s p sic ó lo g o s y b ió lo g o s filo só fic o s h a ría n
b ien en o cu p arse se riam en te en la lite ra tu ra o c u ltista . De
p a rtic u la r in te ré s e im p o rta n c ia es la p rá c tic a del uoga,
por su gran v a lo r p a ra la c o n c e n tra c ió n . Los g randes je ­
su ítas son yogis, p e r o e l yo g a e s n e u t r a l c o m o l a g i m n a s i a ,

Vol. I, pág. 119.


232 JU A N A. MACKAY

p o r lo cual el c o n o c im ie n to de lo s m u n d o s su p e rio res y la


e sp iritu a liz a c ió n no están n e c e sa ria m e n te re la c io n a d o s en­
tre sí.
K e y se rlin g está c o n v e n c id o , a pesar de las p ro te sta s
en c o n tra rio que c o n tie n e n lo s estatu to s de la S o c ied a d ,
de que la te o so fía es una re lig ió n esp ecial. Lo cual tie n e
q u e se r así, si d ic h o s is te m a q u ie r e t e n e r v i d a a lg u n a .
Q u ie re d ecir K e y se rlin g que to d a o rg a n iz a c ió n qu e p r e ­
ten d a ser p u ra m e n te u n iv ersal y e n te ra m e n te no se c ta ria
re su lta una im p o sib ilid a d c o m p le ta com o m o v im ie n to d i­
n á m ic o v que progrese.
M uy in te re sa n te es la c rític a que de la te o so fía y del
tip o de hom bre que é sta produce, hace el filó so fo a le m án .
He aquí sus p a la b ra s te x tu a le s: "D e d ía en d ía la hum a­
n id ad se in d iv id u a liz a m ás y m ás; lo s hom bres se sie n te n
cada vez m ás c o n sc ie n te s de su in d iv id u a lid a d y se en o r­
g u lle c e n m ás y m ás del e le m e n to p e rso n al. De m odo que
en esa p ro p o rció n p ie rd e im p o rta n cia y poder la id ea de
u n iv ersalid ad en to d a s las c u e stio n e s in te rn a s , y las fó r­
m u la s g e n e ra le s m u e s tra n ser cada vez m ás in su fic ie n ­
tes. . . La S o c ied a d T e o s ó fic a ha tra ta d o de p o n er a sa lv o
la id ea de u n iv e rsa lid a d y de h a c e rla se rv ir p a ra sus p ro ­
p io s p ro p ó sito s in c lu y e n d o en la su y a to d a s las re lig io n e s .
P ero esto , lejo s de fo rtalec e r la teo s o fía , la d e b ilita . U na
base ta n a m p lia no puede e x istir com o m ónada; no es
p o sib le que produzca en n a d ie una fo rm a in te rio r, que es
el verd ad ero p ro p ó sito de la p ro fesió n re lig io sa . C ierto
e s q u e la te o s o f ía n o q u ie r e s e r u n a p r o f e s i ó n d e fe, p e r o
fa lta c o n tr a su v o l u n ta d a ta l d e te r m in a c ió n , y a q u e d e b e
serlo , si el m o v im ie n to ha de so b re v iv ir, pues com o o rg a­
n izació n p u ra m e n te c ie n tífic a sería im p o te n te ".9
P o r lo q u e to c a al in te ré s d e lo s t e ó s o f o s en el o c u ltis ­
m o, K e y se rlin g lle g a a la co n clu sió n de que tie n e un va­
lo r m ás c ie n tífic o que re lig io so . Todo el proceso que la
te o so fía fo m en ta, conduce a la e x te rio riz a c ió n del im p u lso
re lig io so . P o r o tra p a rte , la s v irtu d e s p rin cip ale s que p re­
d ica , sien d o de ín d o le e se n cialm en te fe m e n in a , han d e ja d o
de ser e fe c tiv a s, y en o p in ió n de e ste n e o n ie tz sc h ia n o ,
p o r c ie rto tie m p o só lo las v irtu d e s m ascu lin as ten d rán un
fu tu ro h istó ric o .

' O p . c it., Vol. I, pág. 159.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 3 3

R e v is a n d o los r e s u l t a d o s d e la te o s o f ía e n S u d a m é r i -
ca, se v e u n o o b l i g a d o a r e c o n o c e r q u e el m o v i m i e n t o h a
p r o d u c id o b u e n o s fru to s. I n d u d a b le m e n te h a in v e s tid o a
m u c h a s p e r s o n a s d e u n p o d e r s o b r e sí m is m o s y s o b r e su
n a tu ra le z a in ferio r que a n te rio rm e n te n o h a b ía n p o se íd o .
H a p r o p e n d i d o a la t e m p e r a n c i a , la a b s t in e n c i a , la p u r e z a
p e rs o n a l, v el in te r é s e n las b u e n a s c a u s a s v en la e s p i ­
ritu a lid a d en g e n e ra l. H a su s c ita d o m a y o r lib e ra lid a d en
su s s e g u id o re s , d e tal m o d o q u e m u c h o s te ó s o fo s c o n t r i ­
b u y e n con m ás g e n e ro s id a d p a ra el so sté n v tra b a jo s de
su c a u s a q u e lo s c a tó lic o s o p r o t e s t a n t e s a la s u y a . A l
m is m o tie m p o , la o b s e r v a c ió n h e c h a p o r K e y s e r lin g d e q u e
la te o s o fía tie n d e a p r o d u c ir u n tip o e s p ir itu a lm e n te a f e ­
m in a d o , e n q u e la s v ir tu d e s p a s iv a s p r e d o m i n a n s o b r e las
a c tiv a s, p u e d e ser c o m p r o b a d o p o r lo s h e c h o s . L a m is m a
u n iv e rs a lid a d d e que a la rd e a d ic h o siste m a , p r o b a rá c a d a
v ez m á s su d e b ilid a d en u n a é p o c a en q u e las fu e rz a s
c r e a d o r a s d e l m u n d o se h a c e n m á s a p a s i o n a d a s y lo s h o m ­
b re s e x ig e n u n a b so lu to . N o se p u e d e m e n o s q u e c o n s i­
d e ra r e ste m o v im ie n to , en S u d a m é ric a y en to d a s p a rte s ,
co m o u n a re b elió n del e sp íritu h u m a n o c o n tra el u n iv e rs o
c e r r a d o y ríg id o e n q u e lo c o n f in a r ía n m u c h a s t e n d e n c i a s
m o d e r n a s , y al m is m o tie m p o c o m o u n a p r e p a r a c ió n p a r a
u n a fo rm a m á s d e fin id a v p o te n te de e s p iritu a lid a d . U n
a n á lisis de la a c tu a l s itu a c ió n s u g e riría q u e el e s p ir itu a lis -
m o y la te o s o fía , j u n t o c o n lo s m u c h o s o t r o s c u lto s m e ­
n o re s q u e e s tá n en b o g a , o c u p a n el m ism o lu g a r y d e s e m ­
p e ñ a n la m is m a fu n c ió n q u e lo s e x t r a ñ o s y n u m e r o s o s
c u lto s d e l m u n d o g r e c o r r o m a n o al a p a r e c e r el c ris tia n is m o .
U n a c o s a es c ie rta : el r a s q o m á s c a r a c te r ís tic o d e la v id a
s u d a m e r ic a n a e n lo s tie m p o s p r e s e n te s , es u n a i n q u ie tu d
e s p iritu a l q u e a fe c ta a to d o s lo s g r u p o s , d e s d e la m á s
b a ja h a s t a la m á s a lta c a p a so cial. L o s v ie jo s c a n a le s h a n
c e d id o a n te la ir r u p c ió n d e n u e v a s a g u a s q u e b r o t a n d e
lo p r o f u n d o , al p r e c i p it a r s e la s a lm a s a n te s e n c e r r a d a s d e
lo s h o m b r e s a u n a b ú s q u e d a fe b ril d e n u e v o s c a u c e s p a r a
el c o r a z ó n y p a r a la m e n te .

e) A ntípodas E spirituales

A dem ás de las n u e v a s te n d e n c ia s e sp iritu a le s que aca­


bam os de se ñ a la r, han a p are cid o o tras dos en la v id a
234 JUAN A. MACKAY

c o n te m p o rá n e a de S u d a m érica , que pueden co n sid era rse


com o lo s p o lo s e x tre m o s h a cia uno u o tro de lo s cu ales
tie n d e n a g ra v ita r las e x p re s io n e s de la v id a e s p iritu a l qu e
p a re c e n d e s tin a d a s a te n e r u n p o rv e n ir. A m b a s se b a s a n
en in te rp re ta c io n e s p a rtic u la re s de la h is to r ia . Según una,
el sig n ific a d o de la h isto ria hum ana se c u m p lió en Jesu­
c risto de tal m o d o que só lo en El y por El pueden a lc a n ­
zar su verdadero sig n ific a d o la v id a y la h isto ria . Según
la o tra, to d a la h isto ria a n te rio r ha sid o una sim p le p re­
p a ra c ió n p ara la época h istó ric a que hoy se in au g u ra, y
en que el p ro le ta r ia d o del m u n d o o cupará la p o s ic ió n que
a n te s p e rte n e c ió , d u ra n te p e río d o s su c e siv o s, a las c la se s
a risto c rá tic a v b u rg u esa. Un re p re se n ta n te d istin g u id o de
Ja p rim e ra de e stas te n d e n c ia s es el p e rio d ista b ra sile ñ o ,
d o c to r ]o sé C a rlo s R o d ríg u ez , fa lle c id o en 1923. Ig u a l­
m en te d istin g u id o re p re se n tan te de la segunda es el pe­
rio d ista y a u to r peru an o , José C a rlo s M a riáteg u i, fin ad o
en 1930 cuando apenas pasaba d e lo s t r e i n t a años.
José C a rlo s R o d ríg u e z fue por m uchos años p ro p ie ta ­
rio y
d ire c to r del p ro m in e n te d iario b ra sile ñ o O Jo rn a l do
Comercio. S e g ú n s u g r a n a m i g o y b i ó g r a f o , el d o c to r
Hugh C. T u ck er, S e c retario de la S o c ied a d B íb lic a A m e­
rica n a e n el B ra sil, R o d ríg u e z e x p erim e n tó una c o n v ersió n
re lig io sa en su ju v e n tu d m e d ia n te la lec tu ra de la B ib lia .
D esde e n to n c e s las S ag rad as E sc ritu ra s fu ero n su p a sió n .
H a sta el d ía de su m u erte, ya a l filo d e lo s o c h e n ta años,
fue su co stu m b re le e rla s c u id a d o sa m e n te , v en e sp íritu
d e o r a c ió n , p o r la m a ñ a n a y p o r la n o c h e . F u e su v i d a la
d e u n san to . N o h u b o o b ra a lg u n a b u e n a en la c o m u n id a d
en que él no to m a ra p a rte p rin cip al. Y sin em b arg o , por
e x tra ñ o que parezca, e ste sa n to y e ru d ito b ra sile ñ o ja m á s
lle q ó a id e n tific a rse con una o rg a n iz a c ió n re lig io sa , fuese
c a tó lic a o p r o te s ta n te . E n c ie rta o c a s ió n u n d e v o to c a tó lic o
rom ano le p re g u n tó cuál era su filia ció n re lig io sa : "D í­
gam e, por favor, d o c to r, fran c a m e n te, ¿es u ste d p ro tes­
tan te?" L a re s p u e s ta fue: " ¡M i e s p e ra n z a es ser c ristia n o !"
De que lo era en verd ad , d io a m p lio testim o n io una v id a
re b o san te de b u en as a c c io n e s.
D u ra n te m uchos años, el d o c to r R o d ríq u ez a c a ric ió
la a m b ic ió n de escrib ir u n a obra m o n u m e n ta l so b re la B i­
b lia . D espués que se h u b o re tira d o del p e rio d ism o activ o ,
h a lló el tie m p o n e c e sa rio p ara em p re n d er esa tare a, v por
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 3 5

cinco años se dedicó a una investigación crítica sobre el


A ntiguo T estam ento, al cabo de lo cual produjo un libro
que perm anecerá como un monumento de la literatura r e ­
ligiosa en portugués. Se trata de una obra voluminosa, en
dos tomos, impresa y encuadernada por la editora T. & A.
Constable, de Edim burgo, e intitulada Estudo sobre o
Velho Testamento.
En el prefacio leemos: "N uestro principal objeto en la
presente obra es m ostrar que el advenim iento de Jesucristo
es el resultado o fin legítimo del A ntiguo Testam ento, la
conclusión histórica de la actividad divina en la vida de
Israel". El principal interés del autor en el A ntiguo T e s ­
tam ento era que "nos lleva a Tesucristo". El doctor R o ­
dríguez tenía la intención de hacer seguir este libro por un
pequeño volumen sobre el período que transcurre entre los
dos Testam entos, v luego escribir un tercero sobre Cristo
y la Era Apostólica. Pero la m uerte interrum pió la realiza­
ción de esos planes.
En dos sentidos bien perceptibles es Tose Carlos R o ­
dríguez una figura simbólica en la vida religiosa de Sud-
américa. R epresenta a ese grupo de personas que, como
Unam uno en España, han encontrado satisfacción espi­
ritual en el cristianismo histórico, y cuyas mentes acogen
la verdad, de dondequiera que ésta venga, y están in te ­
resadas en la nueva luz que han arrojado sobre las E scri­
turas los estudios históricos. Así han llegado a descubrir
una revelación única de Dios en los docum entos cristianos,
y estudiándolos han alimentado su vida espiritual. Sobre
todo, han descubierto la significación de Jesucristo, y la
devoción apasionada que por El sienten les lleva a trabajar
por los mismos fines por los que su Señor vivió y murió.
M uchas de estas personas son miembros de iglesias evan­
gélicas, otras perm anecen dentro del gremio de la com u­
nión católica romana, m ientras otras más carecen de hogar
eclesiástico. El periodista brasileño de quien hablam os
simboliza particularm ente a las últimas, cuyo número está
creciendo en toda Am érica Latina, que son cristianas en
su actitud hacia C risto v las E scrituras, pero que, por una
u otra razón, no han hallado hasta aquí un hogar espiri­
tual dentro de la Iglesia C ristiana organizada.
En el polo opuesto hallamos al com unista m ilitante,
José Carlos M ariátegui. Por algunos años, antes de morir,
236 JUAN A. MACKAY

e ste o tro Jo sé C a rlo s fu é el e s c rito r m á s e r u d ito y d i n á ­


m ic o s o b re te m a s s o c ia le s e n to d o el c o n tin e n te s u d a m e ­
r i c a n o . L a r e v i s t a d e s o c i o l o g í a , Am auta, q u e d i r i g í a , v i n o
a te n e r u n a v a s ta c irc u la c ió n c o n tin e n ta l e n tr e lo s p e n ­
s a d o r e s y je fe s ra d ic a le s . M a r i á t e g u i p o s e ía las c u a lid a d e s
del a p ó sto l. D e v u e lta al P e r ú , en 1922, d e s p u é s de tre s
a ñ o s de o b s e rv a c ió n y e s tu d io s en E u r o p a , se c o n s a g ró
a h a c e r u n b r illa n te a n á lis is d e la c iv iliz a c ió n m o d e r n a ,
c o n c e d ie n d o a te n c ió n e s p e c ia l al p r o b le m a de su p a ís. T r a ­
ta b a el p ro b le m a re lig io so co n g ra n re v e re n c ia y p e n e t r a ­
c ió n , p u e s t e n ía p l e n a c o n c ie n c ia d e la s ig n if ic a c ió n d e lo s
v a lo re s re lig io so s, p e ro e s ta b a c o n v e n c id o de q u e el s o ­
c ia lism o re v o lu c io n a r io era el v e r d a d e r o s u c e s o r d e la
re lig ió n en n u e s tr o s d ía s. E n la e s fe ra d e la te o r ía e c o ­
n ó m ic a , su p e n s a m ie n to e stab a d e te rm in a d o por M arx
y E n g e ls . A u n q u e p o r m u c h o s a ñ o s in v á lid o , y c o n su
c o n s titu c ió n m i n a d a p o r g é r m e n e s d e tis is , M a r i á t e g u i t r a ­
b a ja b a d e d ía y d e n o c h e e n su e s c r ito r io . V i s i t a r l o e n su
h o g a r, y e sc u c h a r aq u ella su suave voz p ro c la m a n d o ,
e n m e d io s a c e n to s , u n a filo so fía m ilita n te d e la v id a , ta n
e x tra ñ a m e n te en d e sa c u e rd o c o n el físico frá g il d e su
d u e ñ o , c o n stitu ía c ie rta m e n te u n a e x p e rie n c ia in s p ira d o ra .
P a r a M a r i á t e g u i , el c o m u n is m o e ra u n a r e lig ió n , la c u al
p r o f e s a b a y p r o p a g a b a c o n t o d a la p a s ió n d e su a lm a .

L a fig u ra d e M a r i á t e g u i es u n sím b o lo d e e sa g r a n o la
d e in q u ie tu d so c ial q u e e m p e z ó a m a n i f e s t a r s e e n tr e las
c la se s tr a b a ja d o r a y e s tu d ia n til d e S u d a m é r ic a e n la s e ­
g u n d a d é c a d a del p re sen te sig lo . Y a a n t e r i o r m e n t e n o s
h e m o s r e f e r i d o a la o c a s ió n h is tó r ic a , e n 1 9 1 8 , c u a n d o el
c u e rp o e s tu d ia n til d e la v ie ja U n i v e r s i d a d d e C ó r d o b a ,
A r g e n tin a , se a lz ó e n r e v u e lta . E l m o v im ie n to d e r e fo r m a
se e x te n d i ó c o m o fu e g o i n c o n te n ib le a la m a y o r í a d e los
c en tro s u n iv e rsita rio s del c o n tin e n te . U n a de sus c a r a c ­
te rís tic a s p r in c ip a le s e ra el a c e r c a m ie n to e n tr e lo s t r a b a ­
j a d o r e s y lo s e s t u d ia n t e s . E n v a r io s p a ís e s , e s p e c i a l m e n t e
e n P e rú , e sto s ú ltim o s o r g a n iz a r o n U n iv e r s id a d e s del P u e ­
b lo p a r a la e d u c a c ió n d e las m a s a s . M a r i á t e g u i v o lv ió de
E u r o p a e n lo s m o m e n to s en q u e e ste m o v im ie n to se h a ­
lla b a e n su a p o g e o en el P e r ú , y p o c o a n te s q u e u n g o ­
b i e r n o t i r á n i c o , t e m e r o s o d e l a s p r o y e c c i o n e s q u e l a entente
--b rero -estu d ian til p u d ie ra te n e r en la estru ctu ra so cial
del p a ís, d e s t e r r a r a a su s je fe s. S ie n d o in v á lid o , M a r i á t e -
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 3 7

gui no sufrió molestias en ese sentido, y continuó d e rra ­


mando su alm a.10
El socialismo revolucionario representado por M ariá-
tegui se ha posesionado de un número considerable de
jóvenes sudam ericanos en todo el continente. Es éste un
fenómeno diferente de cualquier otro que haya aparecido
hasta aquí en la turbulenta vida política y social del sur
del continente. En las filas de dicho movimiento m ilitan
miembros de familias de sangre azul, los cuales han llegado
a sentir un apasionado y sincero interés en los problem as
sociales, y se han empapado, por medio de prolongado
estudio, en los principios del radicalism o social. A parte de
las vastas consecuencias que este movimiento pueda tener
en la vida futura del continente, ofrece además una signi­
ficación distintam ente religiosa. M uchos de sus miembros
creen con M ariátegui que el verdadero y actual equiva­
lente de las religiones dinámicas de la hum anidad, que en
su época han ejercido una gran influencia sobre los hom ­
bres, es el socialismo revolucionario, razón por la cual
son im portantes las referencias a las ideas de M ariátegui,
ya que éstgs m uestran en qué dirección han variado esos
ardientes espíritus buscando la satisfacción de la sed re li­
giosa de su naturaleza.
El propio M ariátegui aceptó el principio expuesto por
Jorge Sorel en su gran tratado sobre la V iolencia, o sea
que los mitos revolucionarios pueden hoy ocupar las h o n ­
duras de la conciencia hum ana con la misma plenitud que
antiguam ente los viejos mitos de la reliqión. La acción
revolucionaria, dice M ariátegui, es posible sólo cuando
se basa en la fe apasionada en un mito. En la actualidad,
la sociedad burguesa se halla en un estado de duda, vive
en un mundo sin mitos; sólo entre el proletariado se halla
en verdad la fe. El mito de esta edad histórica consiste en
que ha sonado la hora de la dominación por el p ro le ta ­
riado. La hum anidad, que siempre necesita sentirse cerca
de una meta, se siente hoy cerca de una. P ara la clase
proletaria, la verdadera representante de la hum anidad

" U n in teresa n te a rtícu lo de plu m a de W ald o F ran k , en el New


Republic, de a g o sto 12, 1913, in titu la d o "D os L atin o a m erica n o s" , d es­
cribe la p erso n a lid ad de A u g u sto L e g u ía , el dictador p eru a n o , y de
J o sé C arlos M a riá teg u i, "el P o eta " .
238 JU AN A. MACKAY

en el presente, ha llegado "un nuevo Día del Señor". En


labios de todos los hombres se halla que ésta es la "lucha
final". Los únicos verdaderos cruzados de nuestro tiempo
se hallan, pues, entre las masas, únicas en que se pueden
encontrar convicción y pasión. El Cogito Ergo Sum
("Pienso, luego existo") es el lema de una época finada;
la afirmación que dará nacim iento a la , nueva era es Pugno
Ergo Sum ("Lucho, luego existo.") U nicam ente los cru­
zados viven realm ente y tienen delante un verdadero por­
venir.
Como m arxista, M ariátegui considera que las formas
eclesiástica y dogm ática de la religión son peculiares e
inherentes a un régimen social económico que las produce
y m antiene. Por tal razón, dice, el comunista no está in ­
teresado en un mero anticlericalismo, que él considera
como simplemente una diversión del liberalismo burgués.
En cuanto al protestantism o, opina M ariátegui que éste
ha entrado en la A m érica Latina no directam ente, es d e ­
cir, en su propia potencia espiritual y religiosa, sino indi­
rectam ente tan sólo, o sea m ediante el trabajo educativo
y social.

f) Un Explorador

Para completar este cuadro queda por decir, sin em ­


bargo, que no todos los radicales sociales de la nueva g e­
neración de Sudam érica son com unistas, y mucho menos
hostiles al cristianismo. Tengo presente a uno en p articu ­
lar, el más grande de todos ellos, que después de pasar
por todo el ciclo del pensam iento y la acción revolucio­
narios, inclusive el comunismo, se ría venido a convencer
de que el experimento social de Rusia jam ás puede ni
debe tener porvenir- en Sudamérica. Me refiero a H aya
de la Torre, que ha sido la figura más representativa
y revolucionaria en los círculos obreros y universitarios de
la Am érica del Sur en los últimos años. Es sin duda la
más brillante figura de la nueva generación, destinado al
parecer a desem peñar un papel im portante en la vida fu­
tura del Perú y del continente entero.
V astago de una de las familias más antiguas y nobles
del norte del Perú, H aya de la T orre vino a interesarse
en el problema social durante los prim eros días de su vida
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 3 9

de e stu d ia n te en L im a . D e b id o a su ra d ic a lis m o , sil f a m i l i a


lo p r i v ó de su p e n sió n , y el jo v en quedó abandonado por
c o m p le to a sus p ro p io s recursos. D ifícil le fue h a lla r em ­
p leo , y d u r a n te a lg ú n tie m p o v iv ió al b o r d e d e la in a n ic ió n .
Una terrib le ex p erien c ia de h am bre le h iz o conocer p erso ­
n a lm e n te lo s su frim ie n to s de una gran p a rte de sus com ­
p a trio ta s, v en ese m ism o A p u n t o y m o m e n to re so lv ió de­
d ica r su v id a a la causa del p ro le ta ria d o . Su recién ad­
q u irid a co n cien c ia de v o c a c ió n lo lle v ó a p repararse física
y m o ra lm e n te p a ra la t a r e a a que ib a a c o n s a g r a r su v id a.
Dos cosas eran n e c e sa ria s: p rim e ra, d e sa rro llar su cu er­
po p ara c ap a citarlo a so p o rta r las fa tig a s que se le p re­
se n tab a n , y, segunda, ofrecer un m o d elo de v id a re cta a
lo s e stu d ia n te s v o b rero s que le seg u ían .
En un p rin cip io , H aya de la T o r r e c o m p a rtió el p u n to
de v ista d e lo s jó v e n e s r a d ic a l e s s o b re la re lig ió n . U no de
sus d ich o s, p ro n u n c ia d o en los p rim e ro s d ías de su v id a
e stu d ia n til en L im a , es é ste: "C ada vez que trato de
p ro n u n c ia r la p a la b ra 'D io s ' se me hace náuseas en la
boca". P o s te rio rm e n te d e sc u b rió que en lo s e s c rito s d e lo s
p ro feta s del A n tig u o T e s ta m e n to y en las enseñanzas de
Jesús h a b ía m ás in c a n d e s c e n te s d e n u n c ia s d e la o p r e s i ó n y
el m al que las que él o sus co m p añ ero s p u d iera n haber
hecho. Lo ilu m in ó e n to n c e s la id e a de que no só lo p o d ría
sin o d e b ería haber una u n ió n e n tre la re lig ió n y la é tic a ,
y que esta u n ió n e x istía y a en la re lig ió n p ro c la m a d a por
la B ib lia . Con lo c u a l el L ib r o com enzó a ten e r p ara él un
nuevo sig n ific a d o .
E n tre 1919 y 1923 el jo v e n re v o lu c io n a rio lle v ó a c a b o ,
com o P re sid e n te de la F e d e ra c ió n de E stu d ia n te s peru a­
nos, una n o tab le lab o r e d u c a tiv a v so cial e n tre las c la se s
o b reras de L im a y sus a lre d e d o re s. No só lo se les im p a r­
tie ro n lo s r u d i m e n t o s d e la e d u c a c ió n , sin o se les d io ade­
m ás in stru cc ió n en la h ig ie n e y el c iv ism o b a jo la d ir e c c ió n
de u n a b a n d a v o lu n ta ria de jó v e n e s y e n tu sia sta s e stu d ia n ­
tes. Con e llo com enzó a e fe c tu a rse una tran sfo rm a ció n en
la m a n e r a de v iv ir y p e n s a r de u n a se c ció n del p ro le ta ria ­
do. Los in d io s de lo s v a lle s y de las a lta s punas de lo s
A ndes v iero n un rayo de lu z p ara su p o rv e n ir. P ero un
g o b iern o tirá n ic o v sin e n tra ñ a s, tem ero so de las conse­
c u e n c ia s si e ste nuevo m o v im ie n to so cial se propagaba,
a d o p tó rig u ro s a s m ed id a s c o n tra los q u e lo d irig ía n . U nos
240 JU A N A. MACKAY

c u a n to s m e s e s d e s p u é s d e h a b e r H a y a d e la T o r r e y su s
a m ig o s im p e d id o la c o n s a g r a c i ó n d e l P e r ú a u n a e fig ie d e l
S a g r a d o C o r a z ó n , fu e ro n él y e llo s e x p u ls a d o s d el p a ís.
E s to su c e d ía en o c tu b re d e 1923. E n o c tu b re de 1931,
H a y a f i g u r a b a c o m o c a n d i d a t o a la p r e s i d e n c i a d e su p a ís .
O c h o a ñ o s d e d e s tie r r o h a b ía n sid o la m e jo r c la s e de
p re p a ra c ió n q u e el fu tu ro c an d id ato p re sid e n c ia l p o d ía
h a b e r te n id o . Su p rim e ra g ra n e x p e r ie n c ia fue e n R u s ia ,
d o n d e e n tró c o m o c o m u n ista en 1924, a in v ita c ió n e sp e cial
d e T r o t s k y . S e le m o s tr ó to d o , d e s d e el N e v a h a s t a el
V o l g a , v e n tr e e llo m u c h a s c o s a s q u e el v i s i t a n t e i n q e n u o
n u n c a a lc a n z a a p e rc ib ir. " L o q u e v i e n t o n c e s — decía m á s
ta r d e — m e c u ró p a ra sie m p re de m i c o m u n ism o " . C o m ­
p r e n d ió c o n c la r id a d q u e la A m é r ic a L a tin a d e m a n d a b a
a lg o d ife re n te . M uy e sp e cialm en te se re b e ló c o n tra el
e sfu e rz o so v ié tic o p o r d e s a r r a i g a r el s e n tim ie n to re liq io s o .
S u s a lu d se q u e b r a n t ó d e s p u é s d e la v is ita a R u s ia , y
se h izo n e c e s a rio q u e p a s a r a v a rio s m e s e s d e re p o s o en u n
s a n a to r i o d e lo s A l p e s s u iz o s a n te s que recuperara su
b u e n a c o n d ic ió n . L ogrado esto , m a rc h ó a L o n d res. El
p e río d o q u e p a s ó e n I n g la te r r a , d o n d e e s tu d ió e n la E s ­
c u e la de E c o n o m ía de L o n d r e s , y en el C o le g io R u s k in ,
d e O x f o r d , y se p u s o e n c o n ta c t o e s t r e c h o c o n m ie m b r o s
del P a rtid o L a b o rista b ritá n ic o , h izo to d a u n a é p o ca ta n to
en la fo rm a c ió n d e su c a r á c t e r c o m o en el e s c la r e c im ie n to
d e su s id e a s so c ia le s. A l m is m o tie m p o , la o r g a n iz a c ió n
e id e a le s del K u o - m in g - ta n g c h in o p r o d u je ro n u n a im p r e ­
sió n e x tr a o r d in a r i a m e n t e p r o f u n d a e n su s c o n c e p to s p o ­
lític o s . E n t r e el m o d e l o c h in o y el m o s c o v i t a se d e c i d i ó p o r
el p rim e ro .
U n a v is ita m u y p r o v e c h o s a a lo s E s t a d o s U n i d o s , M é ­
x ic o y lo s p a ís e s c e n t r o a m e r i c a n o s e n 1928 te rm in ó con
la d e p o r ta c i ó n d e H a y a d e la T o r r e a A l e m a n i a p o r los
fu n c io n a rio s n o rte a m e ric a n o s del C a n a l de P a n a m á , c u a n ­
d o r e g r e s a b a a M é x i c o p o r la c o s ta d e l P a c íf ic o . Los
p rim e ro s m eses de su e sta d a en A le m a n ia fu e ro n de t e ­
rrib le su frim ie n to ; p e ro su v o lu n ta d de h ie rro p e r m a n e c ió
in q u e b ra n ta d a . M a n tu v o in fatig ab le c o rre s p o n d e n c ia con
g ru p o s de e x iliad o s p e ru a n o s en d iv e rs a s p a rte s de E u ­
ro p a y A m é ric a L a tin a , a q u ie n e s h a b ía o rg a n iz a d o v a en
u n n u e v o p a r t i d o l l a m a d o e l Apra, o A l i a n z a P o p u l a r R e ­
v o lu cio n aria A m e ric a n a . H a y a se s o s te n ía e n s e ñ a n d o y
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 4 1

e sc rib ie n d o a rtíc u lo s p a r a la p r e n s a la tin o a m e ric a n a , a b ­


so rb id o e n tre ta n to e n el e s tu d io d e la E c o n o m ía y de
los p r o b l e m a s d e A m é r i c a L a t i n a .
E n d icie m b re de 1929, en el cu rso de u n re c o rrid o de
E u ro p a , h ic e u n a v isita de s o r p r e s a a m i v iejo a m ig o y
c o le g a d e l C o le g io Á n g l o p e r u a n o d e L im a , d o n d e h a b ía
tra b a ja d o c o m o p ro fe s o r. L o h a llé en el su b u rb io b e rlin é s
d e C h a r l o t e n b u r g o . E r a y a d e n o c h e c u a n d o lla m é a la
p u e r ta d e su m o r a d a . S e a b rió la p u e r ta , y a p a r e c ió H a y a ,
e n v u e l t o e n s u b a t a d e d o r m i r , c o m o si f u e r a t o d a v í a d e
m a ñ a n a . F ie l a su a n t i g u a c o s t u m b r e , h a b í a e m p e z a d o el
d ía c o n u n a h o r a d e e je rc ic io s g im n á s tic o s , p a r a m a n t e ­
n e rs e en b u e n a c o n d ic ió n , y d e s p u é s se h a b ía s e n ta d o a su
m e s a d e t r a b a jo p o r el r e s to del d ía , sin h a b e r e c h a d o s i ­
g u i e r a u n v is ta z o al m u n d o e x te rio r.
H a b ían pasado m ás de seis años desde que H ay a
fu era e x p u ls a d o del P e rú . D e s c u b r í q u e h a b ía m a d u r a d o
m u c h o , y q u e su p o s ic ió n e s p i r it u a l e ra a la v e z m á s t r a n ­
q u ila y m á s c la r a . U n a s c u a n t a s s e m a n a s a n te s h a b í a n
e s ta d o a v e r le u n g r u p o d e o fic ia le s p e r u a n o s q u e se h a l l a ­
ban en E u ro p a, p ara p ro p o n e rle que e n cab ezara u n a re v o ­
lu c ió n e n su p a ís n a ti v o . P e r o él se n e g ó a t e n e r a lg o q u e
v e r c o n la v ie ja c la s e d e r e v o lu c ió n e n q u e e llo s e s t a b a n
p e n s a n d o . U n a de las p r im e r a s c o sa s q u e h izo esa n o c h e
fue s a c a r d e u n e s t a n d a r t e d e lib ro s u n p e q u e ñ o e je m p la r
d e la B ib lia . " M ir e u s t e d c ó m o la te n g o m a r c a d a — m e
d ijo , a b r i é n d o l a — ; " e s te n u e v o lib ro s o b re la A m é r ic a
L a tin a q u e a h o r a e sto y e s c rib ie n d o , e s t a r á lle n o d e c ita s
d e la B ib lia " . A la n o c h e s ig u ie n te , m i e n t r a s d i s c u r r í a m o s
p o r la a v e n id a U n t e r d e n L in d e n , m e re firió u n a e x p e r i e n ­
c ia q u e h a b í a t e n i d o d u r a n t e su ú l t i m a v i s i t a a M é x i c o .
S u c e d ió que el M in is tr o S o v ié tic o y él se e n c o n t r a r o n en
u n b a n q u e t e a q u e h a b ía n sid o in v ita d o s . E l p r im e r o p r o ­
n u n c ió u n d is c u rs o d e s o b r e m e s a e n q u e h iz o la s ig u ie n te
d e c la ra c ió n : " C o n s id e ro q u e la o rg a n iz a c ió n so c ial q u e
te n e m o s e n R u s i a e s la s o lu c ió n id e a l d e l p r o b l e m a l a t i n o ­
a m e ric a n o . V e o , sin e m b a r g o , q u e h a y u n a g r a n d ific u lta d
q u e e s to rb a su in tro d u c c ió n : el m is tic is m o in n a to del p u e ­
b lo . Si se p u d i e r a d e s a r r a i g a r é s te , la i m p l a n t a c i ó n d e l
so v ie tism o se ría c o s a b ie n s e n c illa ." C u a n d o le l le g ó al
re v o lu c io n a rio p e r u a n o su tu r n o de h a b la r, se v o lv ió al r e ­
p r e s e n t a n t e d e la R u s i a r e v o l u c i o n a r i a y le d ijo : "¿C óm o
242 JUAN A. MACKAY

os atrevéis, siendo extranjero, a sugerir que eliminemos


de este continente ese sentimiento místico que es nuestro
más grande capital para el futuro? E ntended, señor, que
hay hombres que se proponen integrar ese sentimiento en
la inminente revolución social de Am érica Latina".
H aya de la Torre está interesado en la conservación
y cultivo de los verdaderos valores religiosos. Siendo tan
revolucionario y teniendo un punto de vista tan social c o ­
mo M ariátegui, reconoce en cambio lo que no pudo reco ­
nocer el otro: que el problem a hum ano es antes espiritual
que económico. Al mismo tiempo, H aya de la T orre y el
partido que ha creado, fruto principal hasta ahora de la
generación vigorosam ente social y latinoam ericanista que
surgió en Córdoba en 1918, representan las fuerzas revo­
lucionarias más constructivas de la Am érica Latina en la
actualidad.
Rechazando a la vez el comunismo y el fascismo, el
Apra se propone atacar ¡os problem as concretos de los
países latinoam ericanos, enfocando particular atención
en la cuestión del llamado imperialismo económico. La im ­
portancia de este movimiento yace en el hecho de que el
nuevo partido fue a las urnas electorales en 1931, y su
jefe, aunque recién llegado del destierro unos cuantos
meses antes, y después de anunciar un program a sum a­
mente radical, estuvo a punto de resultar elegido P re si­
dente de la nación. En un futuro no remoto este partido
llegará al po d er.11 Puede tenerse por seguro que la te n ­
dencia que representa será seguida en otras partes del
continente donde se hizo sentir la generación de Córdoba
con su concepto continental. A parecen ya evidencias de
que está a punto de abrirse una nueva era en la política
sudamericana. Se adueña en un nuevo A yacucho que
traerá como consecuencia la independencia económica y
espiritual del continente, así como la última batalla de la
Guerra Revolucionaria produjo la independencia política
hace más de un siglo. Se tiene plena conciencia, sin em ­
bargo, de que la culpa de la presente situación política,

11 E sto su ced ió en 1945. P ero para lo grarlo, el Apra hubo de con ­


descender a formar una co a lic ió n con fuerzas con servad oras y a com ­
partir el poder con ella s. F u e lu eg o tra icio n a d o y v u elto a persegu ir
por sus nuevos so cios. (N . del T rad .)
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 4 3

económica y espiritual la tiene más el propio pueblo que


cualquiera fuerza externa. Razón por la cual el problema
espiritual tendrá un lugar al lado del económico y el
político en la mente de los caudillos futuros del continente.
Al mismo tiempo, en la gran lucha que se aproxima, se
buscará la sim patía comprensiva de los directores c ris­
tianos, especialm ente de los E stados Unidos y la G ran
Bretaña. Si se concede dicha simpatía de buen grado no
habrá peligro de que Sudam érica siga el ejemplo de Rusia
en su actitud espiritual. De otro modo, se alzará sobre el
futuro un gran signo rojo de interrogación.
Por lo que toca a la religión, en cuanto ésta representa
una fuerza purificadora y creadora, será tra ta d a con sim ­
patía, pero se com batirán el clericalismo y la religión p a ­
rásita, como ha sucedido en la E spaña republicana. El
próximo gobierno del Perú decretará sin duda la separa­
ción de la Iglesia v el E stado. Y no sería de sorprenderse
si se intentara rom per la conexión entre la Iglesia peruana
y Rom a.12 H aya de la Torre ha expresado la opinión de
que una Iglesia C atólica libre e independiente en el Perú
sufriría inevitablemente una reforma espiritual y podría
así contribuir decisivamente a la vida nacional. No hay ni
la menor duda de que la aparición de una serie de Igle­
sias nacionales en Sudam érica, em ancipadas de la influen­
cia de Roma y de la orden jesuíta, m arcaría la alborada
de un nuevo día en la historia espiritual del continente. 1

11 N i un a ni otra cosa han su ced id o hasta el m om en to de red actar


esta tra d u cció n , 1951. (N . del T rad .)
CAPITULO X

A L G U N O S P E N S A D O R E S R E L IG IO S O S
CONTEM PORÁNEOS

Si en la esfera de la vida no logró el catolicismo su d ­


americano producir un verdadero místico, en la del p e n ­
samiento tam poco pudo producir una literatura religiosa.
En el espacio de casi cuatro siglos el clero no ha p ro d u ­
cido ninguna obra religiosa de nota, v en cuanto a los
laicos, cualesquiera que hayan sido los sentimientos re li­
giosos individuales de ciertos hom bres de letras, no se ha
considerado la religión como un tem a propio para el ejer­
cicio del talento literario.
Sin embargo, en años recientes ha tenido lugar un
cambio decidido en la actitud intelectual tanto del clero
como de los laicos con referencia a la religión y al p ro ­
blema religioso. El prim ero ha despertado a la necesidad
de ofrecer una defensa razonada de los dogm as de la
Iglesia; los segundos se han im presionado con la nueva
actitud de los pensadores europeos y norteam ericanos hacia
el tema todo de la religión. La defunción del m aterialismo
filosófico, como credo respetable en las principales univer­
sidades, la llegada de corrientes idealistas procedentes de
Europa, el reconocim iento del hecho de que la religión se
considera en los grandes centros de enseñanza como un
fenómeno hum ano digno de seria consideración intelectual,
todo esto aunado a la creciente conciencia de necesidades
espirituales personales, han operado un completo cambio
en los conceptos de los pensadores sudam ericanos. En
casi cada una de las grandes revistas, como Nosotros, de
Buenos Aires, aparece de cuando en cuando un artículo
serio de tema religioso. De una actitud de hostilidad ico­
noclasta hacia la religión, seguida de un espíritu de com ­
pleta indiferencia hacia ella, pensadores representativos
han pasado actualm ente a una seria investigación del
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 4 5

problema religioso. Cuando menos, la religión ha llegado


a significar un fenómeno psicológico que tiene proyeccio­
nes de índole sociológica vital y de vasto alcance.
En el curso de la últim a década han aparecido en todo
el continente escritores de distinción para quienes los e s­
tudios religiosos ofrecen supremo interés. E ntre las figu­
ras menores puede m encionarse á M anuel N úñez Reguei-
ro, cónsul uruguayo en el puerto argentino de Rosario,
que ocupa una cátedra de filosofía en la universidad de
dicha ciudad y ha escrito varios libros de índole religioso-
filosófica. Protestante de origen, posee una considerable
cultura filosófica, unida a un espíritu verdaderam ente re li­
gioso, que revela una aprehensión indudable de alqunos
de los principales problemas a discusión; pero desafortu­
nadam ente su obra literaria está señalada por gran a b stra c ­
ción v oscuridad.
O tra figura interesante es Clemente Ricci, profesor de
griego en la U niversidad de Buenos A ires, y autor de a l­
gunos estudios sobre los orígenes históricos del cristia­
nismo. Personalm ente, sin embargo, no es cristiano ni
hombre que profese fe religiosa alguna. Siendo así, su
obra carece de pasión, y posee poco más que un valor té c ­
nico en las esferas de la historia y la lingüística. A pesar
de ello, la figura de Ricci es de extraordinario interés,
por cuanto representa la iniciación de un nuevo rumbo en
los intereses culturales de Sudam érica.

a) Gabriela Mistral: Católica Liberal

En Gabriela M istral tenemos una autora sudam ericana


representativa que es a la vez católica sincera y una e x ­
ponente franca y sin ambages de la fe que profesa. E sta
poetisa chilena se hizo famosa tras la revista que de su
libro de poemas Desolación hizo Federico de O nís, p ro ­
fesor español en la U niversidad de Columbia, N ueva
York. Se la reconoce hoy como la más eminente poetisa
contem poránea de lengua española tanto en el V iejo como
en el N uevo M u n d o .1"
1 E n 1946 se le otorgó el prem io N o b e l de L iteratu ra. (N . del T. ) .
246 JUAN A. MACKAY

Gabriela M istral empezó como una simple m aestra de


escuela prim aria en un distrito rural de Chile. En una
bella oración en prosa, la "O ración de la M aestra", se
halla un eco de sus días y experiencias de m aestra. Por
el sentimiento que encierra y el lenguaje en que está
vestida, la "O ració n " que transcribim os, es una de las
piezas más selectas de la literatura española m oderna:
" ¡S eñ or! Tú que e n señ a ste, p erdona qu e y o en se ñ e ; que llev e el
nom bre de m aestra, que Tú lle v a ste por la tierra.
D am e el am or ú n ico de m i e sc u e la ; que ni la q u em ad ura de la
b elleza sea ca p a z de robarle m i tern ura de to d o s lo s in sta n tes.
M aestro, hazm e perd u rab le el íervor y pasajero el d esen can to.
A rran ca de m í este im p u ra d eseo de ju s tic ia que aun m e turba, la pro­
testa que su b e de m í cu an d o m e h ieren . N o m e d u ela la in co m p ren sión
ni m e en tristezca el olvid o de las que en señ é.
D am e el ser m ás m adre que las m ad res, para p od er am ar y defender
com o e lla s lo que no e s carne de mis carnes. A lc a n c e a h acer de un a
m is n iñ as m i v erso perfecto y a dejarte en ella clavad a m i m ás p en etran te
m elo d ía , para cu a n d o m is la b io s no can ten m ás.
M u éstram e p o sib le tu E v a n g e lio en m i tie m p o , para que no ren un­
c ie a la b atalla de cad a hora por él.
P on en m i escu ela d em ocrática el resplandor que se cern ía sobre
tu corro de n iñ o s d escalzos.
H azm e fu erte, aun en mi d esvalim ien to de m ujer, y de m ujer
p ob re; hazm e desp reciad ora de tod o poder que no sea puro, de tod a
presión que no sea la de tu volu n tad ard ien te sobre m i vida.
¡A m ig o , a c o m p á ñ a m e !, ¡sostén m e! M u ch as v e ce s no ten d ré sino a
ti a m i lado. C uando m i d octrin a sea m ás cabal y m ás qu em an te mi
verdad, m e quedaré sin lo s m u n d an os; pero Tu m e oprim irás en to n c e s
contra tu corazón, el que su po harto de soled ad y desam paro.
Y o só lo b u scaré en tu m irad a las aprob acion es.
D a m e sen cillez y dam e p rofun didad ; líb ram e de ser co m p lica d a o
banal en m i le c c ió n cotid ian a.
D a m e el levan tar los ojos de m i p ech o co n h erid a s, al entrar cad a
m añan a a m i escu ela . Q ue no lle v e a mi m esa de trabajo m is p eq u eñ o s
afanes m a teria les, m is m en u d o s dolores:
A lig éra m e la m an o en el ca stig o y su avízam ela m ás en la caricia.
¡R epren da con dolor, para saber que he corregid o am an d o!
H az que haga de esp íritu mi esc u e la de la d r illo s. Le en vu elva
la llam arada de m i en tu siasm o su atrio pob re, su sala desn ud a. Mi
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 247
corazón le sea m ás colu m n a y mi bu en a volu n tad m ás oro que las co­
lu m n as y el oro de las e sc u e la s ricas.
¡Y , por fin , recu érd am e, d esd e la p a lid ez del lien zo de V elázq u ez,
que enseñar y am ar in ten sa m en te sobre la Tierra e s lleg a r al ú ltim o
día con el lan za zo de L o n g in o s de co stad o a co stad o!

He aquí al O tro Cristo Español y la actitud hacia la


vida que la comunión con El engendra: un sentido de
vocación, una pasión por los seres hum anos, por humildes
que sean, la lealtad a la verdad, el no hacer caso de la
opinión vulgar, la vida que se gasta bajo el ojo guiador
del Amigo Divino. En esta plegaria de una m aestra de
escuela rural, suena una nota nueva en la vida y pensa­
miento religiosos de Sudamérica. El C risto que "mora en
los cam pos", que "anda entre los pucheros", cuyo nombre
es "Jesús", el dador de salud, el C risto que murió y ahora
vive, ha penetrado en el salón de la escuela donde su p re ­
sencia se necesita mucho m ás hoy día que en m illares de
costosas iglesias erigidas a su m uerta memoria.
H asta hoy, Gabriela M istral no ha dado expresión
sistemática a sus pensam ientos sobre la religión. Pero en
algunos artículos y cartas ha hecho profesión de fe e
indicado las implicaciones de ésta para la vida y cultura
de nuestros tiempos. En una extensa carta al educador
argentino ju lio Barcos, copia de la cual se halla en p o se ­
sión del autor de este libro, la poetisa discute con mucha
franqueza las teorías educativas de su amigo argentino,
y se pronuncia en resuelta oposición a la llam ada escuela
"neutral" por la cual aquél boga. No puede haber n e u tra ­
lidad religiosa en la educación, declara. Sólo los estúpidos
pueden pretender ser absolutam ente neutrales en la gran
cuestión de la vida y la religión. En cuanto a las escuelas
"neutrales", añade, inevitablem ente se convierten en in s­
trum entos de la enseñanza de la irreligión, como ha suce­
dido en países como Francia. Lo que se necesita es el d e s­
arrollo de escuelas privadas en que pueda enseñarse
libremente la religión de acuerdo con la fe que profesen
sus respectivas autoridades escolares. Pero esto siqnifi-
ca hallar m aestros idóneos que tengan un sentido religioso
de su vocación. La clase de m aestro que se necesita para
la escuela del futuro debe tener "gracia", con lo cual la
poetisa quiere decir cierto gozo de crear, dado por Dios.
24 8 JU A N A. MACKAY

Si ta l " g r a c i a " d e s c e n d i e r e d e lo a lto , e l m a n t o d e d o n


F r a n c is c o G i n e r d e lo s R ío s c a e r ía s o b r e lo s h o m b r o s d e
to d o v a r ó n , y el d e G a b r ie la M i s t r a l s o b re lo s d e t o d a
m u je r, q u e se d e d i c a n a la s a g r a d a l a b o r d e e d u c a r a la
ju v e n tu d de S u d a m érica .
Uno d e los a rtic u lo s m á s in te re s a n te s de G a b riela
M istra l so b re el t e m a d e la r e li g i ó n es el a p a r e c i d o e n
L a N ueva D em ocracia, d e N u e v a Y o r k , , e n s u n ú m e r o d e
fe b re ro d e 1 9 3 1 . P o r s u g e s tió n d e e lla m is m a , el d ir e c to r
d e d ic h a re v is ta a b rió u n a e n c u e s ta e n tre e s c rito re s s u d ­
a m e r ic a n o s r e p r e s e n t a t i v o s c o n el o b je to d e o b t e n e r su
o p in ió n s o b re la B ib lia . E lla m is m a in ic ió la s r e s p u e s t a s
f o r m u la n d o la s u y a p ro p ia . S ie n d o u n a n iñ a d e sie te a ñ o s ,
c o m e n z ó , s e g ú n in f o r m a a lo s le c to r e s , a le e r la B ib lia .
Su ab u ela, que era u n a " c a tó lic a b íb lic a " , • — r a r a avis,
a ñ a d e d o ñ a G a b r ie la '— le e n s e ñ ó a l g u n o s s a l m o s d e D a ­
v id . D e s d e e n to n c e s h a sid o u n a le c to ra c o n s t a n t e d e las
S a g ra d a s E s c ritu ra s . L as é p o c a s de su v id a en que h a
s u s p e n d id o su le c tu ra d ia r ia d e la B ib lia , c o in c id e n c o n
su s p e r ío d o s d e d e c lin a c ió n e s p iritu a l. " M i p a s ió n d e la
B ib lia es ta l v e z el ú n ic o ' p u e n t e q u e m e c o m u n i c a c o n el
m u n d o a n g l o s a j ó n — d i c e l a p o e t i s a — •, e l ú n i c o p e d a z o
de su elo c o m ú n en el q u e m e e n c u e n tr o s e n ta d a c o n e sta
ra z a ." Y a ñ a d e : " A lg ú n d ía, n a d a le ja n o , y o e s p e ro v e r
en c a d a c a s a c a tó lic a s u d a m e r ic a n a el L ib ro e se n c ia l, im ­
p r e s c in d ib le c o m o n u e s t r a c a ra , ló g ic o c o m o n u e s t r o s n o m ­
b r e s , lo m is m o q u e lo v e o e n c a d a h o g a r n o r t e a m e r i c a n o
d o n d e él m e re c ib e c o n su c a ra s a n ta y fa m ilia r." E s ta s
p a la b r a s , e co d e lo s s e n tim ie n to s q u e e x p r e s a h a c e y a casi
u n c ie n to de a ñ o s el s a c e r d o te y p a tr io ta a r g e n tin o , P.
Juan Ig n a cio de G o rriti, y de se n tim ie n to s se m ejan te s
e x p re sa d o s m ás re cien te m e n te p o r el e sc rito r a rg e n tin o
c o n te m p o r á n e o , Ju lio N a v a r r o M o n z ó , p r e s e n t a n la o p i ­
n ió n ra z o n a d a v a p a s io n a d a de u n a d a m a s u d a m e ric a n a ,
c u lta y p a trio ta , d e n u e s t r a é p o c a , d e q u e la m a y o r n e c e ­
s id a d d e la v id a e s p iritu a l del c o n tin e n te es la p r e s e n c ia
d e la B ib lia e n c a d a u n o d e lo s h o g a r e s .

b) José Zorrilla de San M artín: C atólico O rtodoxo

E stá fu era de duda que la fig u ra m ás v enerada de las


letras su d a m erica n a s del p re se n te es Z o rrilla de San M ar­
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 24 9

tín , a u t o r d e d o s p o e m a s é p ic o s , " T a b a r é " y " L a L e y e n d a


P a t r ia " , q u e m a n t e n d r á n s ie m p r e sin m a r c h i t a r s e su m e ­
m o ria e n lo s a n a l e s l ite r a r io s d e l c o n ti n e n te . E s t a m b i é n
u n p ro s is ta de g ra n p o d e r y c lá sic a b e lle z a , y en su j u ­
v e n t u d e r a u n o r a d o r d e p r i m e r a fila .
Z o rrilla h a e x p re s a d o sus s e n tim ie n to s e id e a s re li­
g io sas p rin c ip a lm e n te e n u n v o lu m e n de d isc u rso s p r o ­
n u n c ia d o s e n la flo r d e su m o c e d a d ("C o n fe ren c ias y
D is c u r s o s " ) y en u n p a r d e lib rito s in titu la d o s "E l S e r ­
m ó n d e la P a z " y "E l L ib ro d e R u t h " , q u e p e r te n e c e n y a
a su a n c ia n id a d . P e ro el a s p e c to m á s in te r e s a n te v o r i­
g in a l d e Z o r r illa , c o m o e s c rito r , n o lo c o n s t i t u y e n su s p e n ­
s a m ie n to s so b re re lig ió n , sin o su p ro p ia p e r s o n a lid a d r e ­
lig io sa . Q u e u n e m i n e n te h o m b r e d e le tr a s p r o f e s i o n a l n o
"d eje p a s a r o p o r t u n i d a d a l g u n a d e e x p r e s a r s u p r o f u n d o
y sin c e ro s e n tim ie n to re lig io so , es u n fe n ó m e n o ú n ic o en
la h is to r ia lite ra ria d e S u d a m é r ic a . A e ste r e s p e c to , r e s u lta
d e in te r é s n o t a r q u e c u a n d o Z o r r illa e ra jo v e n , la Iq le s ia
C a tó lica era o b jeto en U r u g u a y de u n a e n c o n a d a o p o s i­
ció n . F o r m ó s e e n t o n c e s u n C l u b d e j ó v e n e s C a tó l i c o s , d e l
c u a l Z o r r illa fu e u n o d e lo s f u n d a d o r e s , y c o n c u y o s a u s ­
p ic io s fu e ro n p r o n u n c i a d o s la m a y o r í a d e lo s d is c u r s o s
de é ste so b re a s u n to s re lig io so s.

E l p e n s a m ie n to re lig io so de Z o rrilla n o tie n e n a d a de


o r ig in a l y sí m u c h o de lu g a r co m ú n . H ace m uy poco
m á s q u e r e s p i r a r le a lta d p a r a c o n la Ig le s ia , su s d o g m a s
y a u to r id a d e s , y p a r a c o n el e s p íritu c ris tia n o f u n d a m e n ta l.
P e ro a lg u n a s de sus id ea s fa v o rita s y co n m á s frec u e n cia
expresadas pueden te n e r a lg ú n in te ré s. D irig ié n d o se a
s u s c o m p a ñ e r o s d e l C l u b C a t ó l i c o , se d a a sí m i s m o el
títu lo d e " v u e s tr o h e r m a n o en la c a u s a d e C r i s t o " , v u n a
y o tra v e z r e ite r a su c o n s a g ra c ió n al se rv icio de C r is to
e n t ie r r a n a ta l. D e s c r i b e la fe c o m o u n o r g a n i s t a c ie q o d e
ig le sia ; e s " u n d o n g r a tu ito d e D io s , u n re fle jo d e su
g lo ria , u n s o p lo lu m in o s o d e su in fin ita m is e r ic o r d ia s o b re
el p e d a z o de b a rro de m i c o r a z ó n " .2 L im ita rse sim p le m e n te
a a d m i r a r a T e s u c ris to , lo c o n s i d e r a c o m o u n a m e r a c a n ­
d id e z , q u e n o c o n s t it u y e r e lig ió n n i c o s a q u e se le p a r e z c a .
Su e x c e le n te e sp íritu c ris tia n o y su a n c h a s im p a tía se
m a n ifie sta n cuandoA e x p lic a : N u e stra re lig ió n , n u e stra

2 Conferencias y discursos, pág. 142.


250 JU AN A. MACKAY

Ig lesia , n u e s t r a c o m u n id a d d e lo s fieles, n o es p r i m o r d i a l ­
m e n te u n a d o c trin a o sistem a, sin o u n o r g a n is m o , u n a
m ístic a v iv ie n te c o m p u e s ta d e c u e rp o y e sp íritu . N o so m o s
cristia n o s p o rq u e p ro fe se m o s esta o a q u e lla d o c trin a m e ta ­
física o m o r a l, sin o p o r q u e s o m o s p a r t e , d i g a m o s c é lu la s ,
d e ese o r g a n is m o . L o s q u e p e r te n e c e n al a lm a d e la I g l e ­
sia, a u n q u e n o a s u c u e r p o v i s i b le , s o n m á s , i n f i n i t a m e n t e
m á s n u m e r o s o s d e lo q u e im a g i n a m o s .
Si el e s p ír itu y la fe d e Z o r r il l a d e S a n M a r t í n h u ­
b ie s e n c a r a c te r iz a d o s iq u ie ra a u n a m in o r ía d e lo s h o m b r e s
c u lto s d e S u d a m é r ic a d u r a n te lo s a ñ o s que han tra n s ­
c u r rid o d e s d e q u e é s ta se i n c o r p o r ó a la c iv iliz a c ió n , o t r a
h u b i e r a s id o la h i s t o r ia r e lig io s a d e l c o n ti n e n te . L á s ti m a
q u e el tip o d e h o m b re q u e Z o rrilla r e p re s e n te se h a y a
h e c h o n o ta r , h a s t a a q u í, p o r su a u s e n c ia . E l g r a n p o e ta
s u d a m e ric a n o fue h a s ta su m u e rte u n a fig u ra ú n ic a y s o ­
lita ria e n tr e lo s e s c r ito r e s c o n t e m p o r á n e o s d e la v ie ja g e ­
n e ra c ió n .

c) R icardo R ojas: Cristiano Literario

El año de 1927 fue m a r c a d o c o n p ie d ra b la n c a en la s l e ­


tras a rg e n tin a s y su d a m erica n a s. D on R ic a rd o R o jas, uno
de los lite ra to s m ás p ro m in e n te s del c o n tin e n te , c eleb ra b a
ese año sus b o d a s de p lata com o e s c rito r, v lo h iz o de u n a
m an era m uy in u sita d a . D espués de haberse d e d ic a d o con
buen é x ito , d u ra n te un c u arto de sig lo , a lo s e stu d io s lite ­
r a r io s e h is tó r ic o s , c e le b r ó su ju b ile o c o n la p u b l ic a c i ó n
d e u n lib ro so b re C ris to . F u e la p r im e r a v e z e n la h is to r ia
de la lite ra tu ra su d a m e ric a n a que un h o m b re de le tra s de
p rim e ra fila escrib ía un lib ro tra ta n d o de Jesús. Tal cosa
e r a y a e n sí m u v n o t a b l e , p e r o m á s t o d a v í a lo e r a el h e c h o
d e q u e el e s c rito r , e n el c u r s o d e su o b r a , se d e c l a r a r a
c ristia n o , al m is m o tie m p o que negándose a q u e le p u s i e r a
el m a r b e te de un titu lo e c le s iá stic o o d en o m in a cio n al.
No era la p rim e ra vez que R o jas expresaba in te ré s en
la re lig ió n . A quí y a llá puede uno d e sc u b rir en sus obras
una que o tra re fe re n cia casual y fa v o ra b le al asu n to . Ya
a n te rio rm e n te hem os lla m a d o la a te n c ió n al p re fa c io con
que h a c e p re c e d e r su e d ic ió n de las "R e fle x io n e s" de Juan
Ig n a cio G o rriti. D esde su ju v en tu d se h a b ía d e d ic a d o a
la búsqueda de la c e rtid u m b re re lig io sa , p ero "El C risto
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 251
Invisible" es en realidad su primer libro sistemático sobre
ese tema. El móvil que le llevó a escribir ese libro fue el
de dar testim onio de haber descubierto por fin un v e rd a ­
dero cimiento para su fe. Parece que en el curso de una
enferm edad llegó a la conclusión, como muchos otros
modernos, de que para que uno sea verdaderam ente un
hombre es m enester encararse con el Hom bre y definir su
actitud hacia El. El volumen que de ello resultó es un
largo diálogo que tuvo en un lugar de las m ontañas de
A rgentina, entre el autor v un viejo amigo suyo, un obis­
po católico rom ano. La forma de diálogo, como artificio
literario, es por demás desafortunado, pues tiene uno la
impresión de que se trata más bien de un largo monólogo.
Al interlocutor episcopal del autor le falta individualidad,
y en realidad no es más que un chapeado propio para
dar mayor relieve y brillo a las propias ideas de Rojas.
C onsiderando el libro en su conjunto, su lugar en la
literatura no dependerá en modo alguno de la originalidad
de sus ideas. Para los lectores m ás fam iliarizados con el
concepto bíblico v evangélico del cristianism o, la obra
tiene un interés religioso muy relativo. No aprenderán en
él mucho que no sepan ya acerca de C risto y de los E v a n ­
gelios; en realidad de verdad, contiene muchos curiosos
errores en sus citas bíblicas, y carece, además, de las for­
mas más altas de la pasión religiosa. U nam uno hacía la
observación, en carta escrita al propio Rojas, de que en
su opinión "El Cristo Invisible" era mucho más un e s ­
fuerzo literario que religioso. Rojas no es un cruzado,
como Unam uno, ni un apóstol como don Francisco Giner
de los Ríos. Es un hombre de letras con intereses religio­
sos a los cuales les da expresión, y tras haber hecho esto
pasa luego a otros temas.
Lo verdaderam ente interesante de este libro es que
fuera escrito por Ricardo Rojas en un momento tra sc en ­
dental de su carrera, como expresión sincera de sus ex ­
periencia e ideas religiosas, y más todavía, que el autor
relacionara a Cristo con la vida y destinos de su país. En
este sentido, la significación v valor de esta obra son sen­
cillamente incalculables. Inaugura una era nueva y más
cristiana en las letras sudam ericanas, y ha hecho más que
cualquier otro libro para estim ular el interés en Cristo y
en la Biblia. Escribiendo en La Razón, de Buenos A ires,
252 JUAN A. MACKAY

hacia fines de 1927, el periodista argentino B altasar C a ­


ñizal hacía el siguiente comentario: O bservando lo que
llamo el desierto de la Biblia en A rgentina, un desierto
más vasto que sus ilimitadas pam pas, El Cristo Invisible
de Ricardo Rojas, por la simple enunciación del tem a que
trata, adquiere inm ediatam ente la im portancia de una obra
ejemplar y trascendental.
Pasemos, pues, a considerar este jalón literario, tra ta n ­
do de cristalizar aquellos de sus aspectos que tienen una
significación imperecedera en la historia de la pereg rin a­
ción espiritual de Sudamérica. Lo más significativo de todo
,es el objeto de que su autot tuvo, según él mismo, al e s ­
cribirlo: quería considerar el sentimiento cristiano como
inspiración de la vida. Tal es la clave de toda la obra.
Según hemos visto, el cristianismo no había podido tr a ­
ducirse en sentimientos vivos, inspiradores de la vida, en
la historia religiosa del continente. El objeto principal de
Rojas es referir un ejemplo concreto de profunda inquie­
tud religiosa que encontró su satisfacción en una relación
espiritual con Cristo, la cual no sólo satisfizo corazón y
mente, sino señaló el camino hacia un nuevo orden de
relaciones hum anas. U nam uno ha hecho hincapié en el
elemento de tensión que existe en la clase de salud espi­
ritual que el Cristo que es "Jesús" introduce en la vida.
Rojas pone el acento en el elemento de armonía. Echem os
un vistazo a los diálogos en su orden.
El tema del primero es la Imagen de Cristo. Aquí
describe el autor cómo se puso en busca de la imagen au ­
téntica del M aestro: peregrinación profundam ente sim ­
bólica en la vida religiosa de Sudamérica. E ntretejido
delicadam ente en la tram a socrática de las ideas corre un
hilo de prosa lírica, autobiográfica de un buscador re li­
gioso. "N acido en el seno de una familia católica — dice
Rojas— , sin antepasados inmediatos que no fuesen c ris­
tianos viejos, cristianos al modo ortodoxo de la antigua
América española, fui bautizado por disposición de mis
padres; practiqué los m andam ientos de la Iglesia Rom ana
durante mi niñez, v aun cuando más tarde la libertad filo­
sófica me apartó del catolicismo, nunca dejé de sentirme
profundamente cristiano, en el más nato sentido de esta
palabra". "La idolatría católica — añade— me alejó de
su culto, pero sus imágenes me han reconciliado con la
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 5 3

verdad evangélica". En particular le fascinaba la imagen


de Cristo, y se impuso el deber de descubrir, si fuera
posible, su auténtica efigie. A nsiaba posar los ojos en los
ojos mismos del Señor. Se convirtió en una especie de
caballero andante en busca de la imagen real de Cristo,
y durante una visita a Europa anduvo mucho en busca
de su verdadera semejanza: "Visité las C atacum bas, e s­
tudiando las más arcaicas imágenes de Cristo, y luego
recorrí oratorios, bibliotecas, museos, buscando represen­
taciones del Dios-hom bre, desde en las m iniaturas de los
misales, hasta en las esculturas de las m ilenarias basílicas.
No he realizado estas andanzas por vanidad de conocer
la verdad histórica, sino por necesidad de poseer la verdad
mística".
Cayó en cuenta, sin embargo de que la Iglesia C ris­
tiana no posee una efigie auténtica de su Fundador. La
imagen de Cristo se ha rehecho al través de veinte siglos
según la raza, región, época, cultura, escuela v tem pera­
mento de creyentes individuales. Con todo, hav algo que
ha permanecido inalterado e inalterable: la Cruz. "La
Cruz •— dice Rojas— sustituye, universalm ente, a la im a­
gen hum ana de Jesucristo." Así pues, en la vida de un
verdadero cristiano, el sacrificio de amor simbolizado por
la Cruz debe ser el centro de todo. Cristo mismo perm anece
invisible, pero su acción se m anifestará cada vez que El
crea en la vida hum ana una nueva Belén para su n aci­
miento y un nuevo Calvario para su resurrección. El d ra ­
ma cristiano entero se recapitula así en cada vida cristia­
na. Esto nos recuerda a Pascal y U nam uno.
En los dos diálogos que siguen, intitulados "La P a la ­
bra de C risto" y "El Espíritu de C risto", Rojas sigue
refiriéndonos su búsqueda. H abiendo descubierto el sím­
bolo ideal o arquetipo de la verdadera vida, debe entre -
garse ahora a descubrir un program a de acción que tenga
autoridad v una fuente adecuada de inspiración. Sabiendo
cuál es el verdadero camino que ha de seguir, ¿dónde
hallará la luz que guía sus pasos y la fuerza que to lleve
a su meta? Encuentra ambas en Aquél que dijo ser la
V erd ad y la V ida además del Camino. Al llegar a este
punto, el lector advierte que los diálogos son en realidad
un comentario de ese precioso texto del C uarto E v an g e­
lio: "Yo soy el Camino, la V erd ad y la V ida"

n
254 JU AN A. MACKAY

Aunque la im a g e n de C risto h a b ía sie m p re e je rc id o


fascin ació n en n u e stro a u to r, lo s E v a n g e l i o s le a t r a í a n
m u y p o c o e n lo s p r im e r o s a ñ o s d e su b ú s q u e d a . P r o c u r ó
e n o tra s p a r te s la v o z d e la a u to r id a d . H e ah í u n a e x p e ­
rie n c ia p ro f u n d a m e n te c a tó lic a . M a s lle g ó el m o m e n to
e n q u e e so s " c u a t r o p o e m a s a c e r c a d e C r i s t o " se le a p a ­
r e c ie ro n b a jo u n a lu z p o r c o m p le to d ife re n te . L a c rític a
h i s t ó r i c a d e lo s E v a n g e l i o s le d io la i m a g e n a u t é n t i c a e n
u n a fo rm a tr a n s f ig u r a d a . " L a c rític a c ie n tífic a — d ic e d o n
R i c a r d o — , le jo s d e i n v a l i d a r lo s t e x t o s e v a n g é lic o s , lo s
h a to rn a d o m á s h u m a n o s v fe h ac ie n tes. C o n s id e r a d o s c o ­
m o sim p le s d o c u m e n t o s h is tó r ic o s , e llo s h a n r e c o b r a d o u n a
a u t o r i d a d q u e h a b í a n p e r d i d o a lo s o jo s d e lo s in c r é d u lo s .
D e s p u é s d e la m o d e r n a e x é g e s is , se ría ta n a r b itr a r io d u ­
d a r d e e llo s c o m e d u d a r d e t o d a s la s fu e n te s e s c r ita s d e
la a n tig ü e d a d . Si p o r e s c e p tic is m o s u p r im im o s a C r is to ,
p o d r ía m o s ta m b ié n s u p r im ir a T ib e r io y a lo s d e m á s p e r ­
so n ajes de su é p o c a " .

La fig u ra del Jesús h istó ric o , d istin ta de la im a g e n li­


tú rg ic a cuya sed u c ció n h a b ía dado o rig en a la búsqueda
e sp iritu a l del a u to r, im p re sio n ó a éste con su e x tra o rd in a ­
ria v irilid a d . Pudo ver al trav é s de la c o m p le ta irre a li­
dad de lo s re tra to s h e le n iz a d o s que S trau ss y R enán
h a b ía n traz ad o del G a lile o . Tam poco era T esús el "ar­
q u e tip o de p o rd io se ro s", con que lo ha re p re se n ta d o en
S u d a m érica la trad ició n re lig io sa . C risto era el verd ad ero
S uperhom bre, hecho que no pudo com p ren d er N ie tz c h e .
De ahí en a d e la n te C risto v in o a ser la ú n ica a u to rid a d
re c o n o c id a por n u e stro a u to r y lo s E v a n g e lio s su ú n ica
ley . H a lló que la e sen cia del m en saje del M a e stro no
co n siste en un p rogram a de refo rm a p o lític a ; su m en saje
es a lg o de ín d o le p erso n al e ín tim a . P ero a la vez com ­
p re n d ió que el c o n c e p to del R e in o de D io s a n u n ciad o
p o r Jesú s ten ía un a sp e cto so cial adem ás del p e rso n al. E ra
un e stad o d e la s o c ie d a d a la v e z que un estad o del a lm a .
El hom bre d e b ía ser re d im id o y la tie rra p a c ific a d a y
p u e sta b a jo el r e in a d o d e la ju s tic ia , el tr a b a jo y el am or.
E l ú ltim o y m a y o r m ila g ro p o stu m o de C risto es, pues, su
p a la b ra o m en saje, "p o r el n ú m e ro de a lm a s que ha p u ri­
ficad o , que ha co n so lad o , que ha e le v a d o a la sa n tid a d
en to d as las re g io n e s del p la n e ta ." E ste poder que o bra
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 5 5

maravillas es la única prueba que se necesita para dem os­


trar la autenticidad de la Palabra de Cristo.
Pero que nadie piense que C risto no tiene otro m en­
saje que dar al mundo. En un pasaje de qran belleza.
Rojas expresa su anhelante deseo de que nuestra tierra en
desvarío pueda pronto escuchar un nuevo mensaje del
M aestro: "El M aestro describió el Reino de los cielos
como una realización terrenal, y un estado de gracia de
las almas. A través de veinte siglos, la hum anidad va lo­
grando esa realización, en los individuos, por sus p ro g re ­
sos espirituales, y e n la especie, por sus progresos políti­
cos. La empresa no ha concluido, y los tiempos llegan de
una nueva esperanza mística para el mundo. La hum anidad
va distraída como el incrédulo Cleofas por el camino de
'Emmaus a la hora del crepúsculo, y acaso el Resucitado
viene bajo una forma invisible, para dar a las almas un
mensaje nuevo". Este pasaje expresa el creciente anhelo
que hallamos en Sudam érica de que advenga una religión
espiritual adecuada a las necesidades del corazón.
En el tercer diálogo el autor tra ta del "E spíritu de
C risto", verdadera fuente de inspiración y poder. R elata
cómo, durante muchos años de su vida, había tratado de
apagar su sed espiritual en las fuentes de la filosofía y de
los escritos orientales. Leyó el Génesis y el Corán, a
Platón v a Kant, a los doctores v poetas místicos desde
Pitágoras hasta Swedenborg. Pero no quedó satisfecho.
Su razón hallaba alimento en esas oáqinas; su imaginación,
recreo; pero el sentimiento vivo de Dios no lograba e n ­
carnarse en su vida. En la Bhagavad-Gita del hinduísm o
pensó haber hallado al fin el oasis que andaba buscando
por el desierto de la vida. Las enseñanzas de K rishna y la
revelación de A rjuna lo iniciaron en la escala de los yogas
ascendentes. Sacó por entonces mucho beneficio de esos
estudios, pero al fin descubrió en los Evangelios y en el
"Espíritu de C risto" la satisfacción del alma que había
buscado sin descanso.
"El Espíritu de C risto" es para Rojas una realidad
mística. Siqnifica mucho más que la influencia o modo de
vivir del Jesús histórico, y se aproxim a mucho más al
concepto paulino del Cristo eterno que m ora en toda alma
cristiana. "El cuerpo de cada hombre •— dice Rojas— p u e ­
de y debe ser la m orada del Cristo invisible"; y "C risto
256 JU A N A. MACKAY

es fuente de aguas vivas, y ésta se escapa de los vasos


inmóviles, para fecundar el espíritu del hom bre. El M a e s ­
tro dijo: 'Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.' Eso
hago yo". Pero a fin de que vivamos en El y El en n o s­
otros es necesario revivir su mensaje. En este último con­
cepto hallamos expresado el problem a religioso de Sud-
américa y de nuestra época, una relación dinám ica entre
la experiencia mística y la ética. La solución está en vivir
en el Camino en que C risto transita todavía en su misión
redentora. Revivir su mensaje es estar en el Cam ino, pero
sólo podemos m antener la m archa profética si El va a
nuestro lado.
En el curso de estos diálogos, pero especialm ente en
el último, Rojas hace frecuentes alusiones a la religión
que se practica en Sudamérica. E xpresa, al mismo tiempo,
sus sueños ardientes de que su país desem peñe una misión
religiosa en el futuro. Lam enta hondam ente el hecho de
que sus com patriotas, juntam ente con los sudam ericanos
en general, hayan por desgracia hecho menos a la reli­
gión. La tradición católica existe como forma externa,
dice, en esas repúblicas, pero no el sentimiento cristiano
como inspiración de la vida. A este respecto, com para
muy desfavorablem ente la A rgentina con la N orteam érica
anglosajona. Ha descubierto que en esta última, a pesar
de las abundantes paradojas que exhibe y que la con­
vierten en un enigma para los sudam ericanos, hay muchos
hombres de negocios que persiguen la riqueza con una
especie de pasión mística. Su único objeto al ganar dinero
parece ser el de poder hacer donación de sus ganancias
a las grandes causas. Le han causado tam bién impresión
los hombres públicos de los E stados U nidos que no han
sentido vergüenza de citar v practicar los principios de
Jesús en su vida política y cívica. H asta aquí, dice Rojas,
Sudamérica no ha tenido hom bres de esa clase, pero los
necesita muchísimo.
En algunos de los párrafos finales del libro que co ­
mentamos aparece una expresión de ese creciente sentido
de destino que comienza a pulsar en el pensam iento la ti­
noamericano. Según Rojas, su am ada A rgentina posee
ventajas que podrían constituir una preparación incons­
ciente al desempeño de un gran destino cristiano. Se d is ­
fruta en ese país de plena libertad religiosa, y dentro de
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 57

su s a n c h a s f r o n te r a s e x is te u n s e n tim ie n to de h e r m a n d a d
e n tr e t o d a s la s r a z a s q u e h a n h a ll a d o e n él a silo . E s e o d io
q u e es el v e n e n o d e E u r o p a v e s e f a n a t is m o q u e e s la
p o n z o ñ a d e A s ia h a n sid o s u p e r a d o s , e n lo c u a l n u e s t r o
a u to r d isc ie rn e la in flu e n c ia d el e sp íritu de C ris to , "el
M a e s tr o d e la fra te rn id a d ." Q u ié n p u e d e d e c ir — c o m e n ta
R o j a s — si e s t a m o s d e s t i n a d o s t a m b i é n a c r e a r u n a n u e v a
u n id a d re lig io sa , tra sc e n d ie n d o lo s c u lto s e x tra n je ro s.
H e ahí u n a n o ta b le ilu stra c ió n d el u n iv e rs a lis m o d el e s ­
p íritu s u d a m e ric a n o .
N u e s t r o a u to r su e ñ a . S u e ñ a e n la a c tiv id a d del C r is to
in v is ib le c o m o in f lu e n c ia t r a n s f o r m a d o r a e n lo e s p i r it u a l
y e n lo so c ia l. S u e ñ a e n la c r i s t i a n i z a c i ó n d e la A m é r i c a
L a t i n a a fin d e q u e é s ta p u e d a c u m p l i r su d e s t in o v e r d a ­
d e ra m e n te m e siá n ic o d e r e a liz a r lo s s u e ñ o s h a sta hoy
irre a liz a d o s de E u r o p a y del c ristia n ism o . "L a a so c ia ­
c ió n c ív ic a d e u n a d e m o c r a c ia c o m o la n u e s tr a , p u e d e se r
u n a h e r m a n d a d re lig io sa , e n el m á s a m p lio se n tid o de e sta
p a la b r a . E l m u n d o a tr i b u l a d o e s p e r a e n m e d i o d e las t i ­
n ie b la s u n m e n s a je d e e s p e ra n z a , y h a r ta d ic h a 's e r ía p a r a
n o s o t r o s si e s e m e n s a j e p u d i e r a l le g a r l e d e n u e s t r a A m é ­
ric a la tin a , c o m o u n lla m a d o a la c r is ti a n d a d u n iv e r s a l."

d) Julio N avarro M onzó: Literata Cristiano

Si R ic a r d o R o ja s es el p rim e r e sc rito r su d a m e ric a n o de


p o sic ió n lite raria re c o n o c id a , que e sc rib e un lib ro sobre el
c r is tia n is m o , v el p r i m e r o p o r e llo e n c a p t a r la i m a g i n a c ió n
de los c írc u lo s in te le c tu a le s com o e sc rito r re lig io so , co­
rresponde a Ju lio N av arro M onzó el honor de haber sid o
el p rim ero , e n tre las m e n te s de p rim e r rango del c o n ti­
n e n te , en h a c e r del p ro b le m a re lig io so o b jeto de c o n tin u o y
sis te m á tic o e s tu d io . Si p a r a R o ja s u n lib ro s o b re el c r is ti a ­
n is m o n o fue sin o el m o m e n to c u lm in a n te d e su p r im e r
ju b ile o lite ra rio , p ara N av arro M onzó, la re lig ió n es una
p a sió n por la cual ha sa c rifica d o to d o s lo s dem ás in te -
re se s.3
D u ra n te la ú ltim a década, p ro b a b le m e n te este arg en ­
tin o h a e sc rito m ás e x te n sa m e n te sobre el tem a d e la r e l i ­

3 A l aparecer esta trad u cción , N avarro M on zó e s ya fin ad o. (N . del


Trad.)
2 5 8 JU A N A. MACKAY

gión que cualquier otro escritor vivo, con la única excep­


ción del japonés Kagawa. No sólo por medio de sus libros
ha puesto el problema religioso de modo prom inente a la
consideración del público sudam ericano, sino que en el
curso de sus prolongados viajes apostólicos por muchos
países latinoam ericanos ha tenido oportunidad de tra ta r de
Cristo y de la religión ante auditorios representativos en
teatros y salas universitarias. Cuando el conde de Key-
serling visitó la A rgentina en 1929, una de las cosas que
más le impresionaron fue la calidad extraordinariam ente
elevada y la penetración v conocimiento que exhibían las
crónicas de sus conferencias que aparecían en el gran
diario de Buenos Aires, "La N ación". Según sus propias
palabras, en carta al director de este periódico, dichas
crónicas contenían el más excelente informe de sus con­
ferencias que había aparecido en la prensa en cualquiera
parte del mundo en que había estado. El autor de esas
crónicas era Tulio N av arro M onzó. C uando los dos hom ­
bres se encontraron, el filósofo alemán halló que el p erio ­
dista argentino era tan erudito, o más, que él mismo, en
todo aquello que tocaba a la historia de la religión.
N ació N avarro M onzó en Portugal, en 1882. Su padre
pertenecía al cuerpo diplom ático de aquel país, y siendo
pequeño Julio tuvo ocasión de visitar diversos países de
Europa y África. Por el papel que desem peñó más tarde
en la revolución portuguesa, se vio obligado a abandonar
su tierra natal, y poco después emigró a la A rgentina.
D urante algunos años ocupó un puesto im portante en uno
de los departam entos del gobierno, y en esa capacidad
tomó parte en la elaboración de la nueva lev electoral
del país. Al mismo tiem po que desem peñaba ese cargo
oficial, colaboraba en "La N ación" como crítico de arte.
Sus colaboraciones literarias produjeron una profunda
impresión, por su elevado tono, penetración y severidad.
Por el año de 1920 se puso en amistoso contacto con a l­
gunos directores de la Asociación C ristiana de Jóvenes,
de Buenos Aires, y tan favorable fue la impresión que
les produjo, y tan alta fue a su vez la opinión que él
se formó de la Asociación como olataform a para procla­
mar sus ideas religiosas, que en 1922 se incorporó al p e r­
sonal continental de dicha organización como conferen­
ciante y escritor especial sobre tem as religiosos. Desde
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 259
e n to n c e s han sa lid o de su p lu m a lib ro tra s lib ro , y en lo s
in te rv a lo s de ese tra b a jo , ha e m p re n d id o v iaje s de co n fe­
re n cias p o r las p rin c ip a le s c iu d a d e s del c o n tin e n te .
A fin d e c o m p r e n d e r la p e rso n alid ad y c o n c e p to s re li­
g io so s de N av arro M onzó, es m en e ster em pezar, com o lo
hace él m ism o , re firié n d o se a una profunda e x p erien c ia
por la que a tra v e só en 1916. E se año el fu n c io n a rio del
g o b iern o y d istin g u id o p e rio d ista se c o n v irtió al c ristia ­
n ism o . Por su p u e sto , h a b ía n a cid o y sid o c ria d o com o
c a tó lic o rom ano, pero com o la ju v e n tu d latin o am eric an a
en g e n e ra l, se h a b ía hecho c o m p le ta m e n te irre lig io so , y,
según su p ro p ia co n fesió n , dado rien d a su e lta a sus pa­
sio n es m ás b a ja s. En p a rte re fle x io n a n d o sobre la trag e -
.d ia d e la g u erra, en D arte a c o n se cu e n cia de la m u e r t e de
una h ijita m uy am ada, sus p e n sa m ien to s em pezaron a
v ir a r y fija rse de m o d o serio v d e fin itiv o en el a s u n to d e la
re lig ió n . M uy d ife re n te fue su e x p e rie n c ia de la de R o jas
con su búsqueda ro m án tica . No puedo hacer cosa m ejo r
que refe rirm e a sus p ro p ia s p a la b ra s so b re este c rítico
y cread o r p e río d o de su v id a .
El p a sa je ocu rre en su p rim e r lib ro so b re re lig ió n ,
e scrito el año de su co n v ersió n , e in titu la d o "El R e n ac i­
m ie n to M ís tic o a n te la T r a g e d i a E u r o p e a " . D ice que d ich o
lib ro es fru to de la e x p erien c ia m ás que de la m e d ita c ió n
y la in v e stig a c ió n . El a u to r es p ro d u c to de su m ed io y
época. B e b ió h a sta las heces el cáliz de sus ab o m in a cio ­
nes. E n to n c e s el S eñ o r, una n o ch e de V ie rn es S an to , a n te
una im a g e n de la S a n ta V irg e n , to có su corazón q u izá
p o r m ilé sim a vez, p ero en esta o c a s ió n con buen é x ito , y
el e m p e d ern id o pecador que tan ta s veces se h a b ía m o s t r a ­
d o in fie l a la d iv in a g ra cia, e m p e z ó a p e n s a r en lo s e rro re s
que h a b ía c o m e tid o . A m ed id a que el am or se d e sp e rta b a
en é l, em pezó a pensar ta m b ié n en el m ise ra b le e stad o
en q u e v a c ía la r a z a h u m a n a , m o r a l y m a te r ia lm e n te . L a
o p e ra c ió n fue le n ta , p o r q u e n o s o tr o s m is m o s d e b e m o s p r e s ­
t a r n u e s t r a c o o p e r a c i ó n a la g r a c i a d e D io s , v la c a r n e
re b eld e se o p o n ía to d a v ía , com o lo h a c e h a s t a el p re se n te ,
a la obra del E sp íritu S a n to . S in em bargo, añade, su
a lm a h a lló fu e rz a e n la o r a c ió n p a r a s e g u ir a d e la n te . D io s
n o d e j a a q u i e n lo i n v o c a , y la lu z d e s c e n d i ó p o c o a p o c o
al a flig id o corazón, tan in d ig n o de ella.
260 JU AN A. MACKAY

E se lib ro , sig u e e x p lic a n d o N av arro M onzó, no es


m ás que una p obre v p a rcial e x p ia c ió n de lo s pecados de
su a u to r, es re su lta d o de to d o e sto , y está escrito en un
m ed io y p ara un m ed io en que, com o en to d o s lo s p a íse s
de h a b ía e sp a ñ o la , no puede m enos que d esag rad ar a lo s
c re y e n te s y a lo s no c re y e n te s, por lo que su a u to r só lo
esp era co sech ar p or él d e sp rec io s v p é rd id a de a m ista d es.
P ero D io s, que p arece h a b e rlo in sp ira d o , sabe por qué
lo s h iz o ; en él p o n e el a u to r su c o n fia n z a . Es su espe­
ran za y su fu erza.
N unca h a b ía sonado una n o ta m ás p rofunda en las
letras su d a m e ric a n a s. No era é sta una p o stu ra lite ra ria ,
sin o la e x p resió n a p a sio n a d a de un e sp íritu q u e b ra n ta d o
q u e h a b ía sid o cu rado.
Si N av arro M onzó em pezó ahora a p o se sio n a rse del
e stu d io de la re lig ió n era porque la re lig ió n se h a b ía po­
sesio n a d o de él y lo h a b ía tra n s fo rm a d o . Por esta época
em pezó a a sistir a lo s se rv icio s re lig io so s de la Iq le sia
G rie g a O rto d o x a , pero no h a lló ahí un hogar re lig io so
p e rm a n en te , aunque m uchas veces ha h a b la d o de la im ­
p re sió n e sp iritu a l que produce la litu rg ia o rto d o x a. M ás o
m enos p o r el m ism o tie m p o trab ó ín tim o c o n o c im ie n to con
ese p rín cip e de lo s educadores y filá n tro p o s c ristia n o s, el
R. W illia m M o rris. Se h izo a sid u o c o n c u rre n te a lo s ser­
v icio s a n g lic a n o s que M o rris d irig ía , y e n tre lo s dos
h o m bres se fo rm ó una p ro fu n d a y c o n stan te am istad , que
ha sid o una de las in flu e n c ia s m ás d u lc ific a n te s y e stab i-
liz a d o ra s en la v id a de N av arro M onzó. Con lo s m ie m ­
bros, y e sp e cialm en te con lo s m in istro s de o tra s co m u n io ­
nes p ro te s ta n te s, sus c o n ta c to s no han sid o in v ariab le ­
m en te tan fe lice s. E llo s no han p o d id o e n te n d e rle y ap re­
c ia rlo ; él ha sid o d e m a siad o im p a c ie n te con e llo s. En
re a lid a d , N av arro M onzó ha h a b la d o y e sc rito en té r­
m in o s m uy co rro siv o s, v en m ás de una o c a sió n , so b re la
o bra p ro te s ta n te tal com o se lle v a a cabo en lo s p a íse s
latin o am eric an o s. V erdadero h ijo de su raza, N av arro
M onzó no sie m p re iu zg a las in stitu c io n e s con calm a y
o b jetiv am en te, sin o a la lu z de las p e rso n alid ad e s conec­
ta d a s con e lla s y que le son sim p ática s o a n tip á tic a s. ;L o
cual no q u iere d ecir que sea n e c e sa rio ten e r sangre ib é ­
rica para e x h ib ir la m is m a a ctitu d !
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 6 1

T r is te es d e c irlo , p e ro e ste e s p íritu v e r d a d e r a m e n te


g ra n d e h a se g u id o el c a m in o de Jo sé C a rlo s R o d ríg u e z
en el B ra sil, v en c ie rto s e n tid o d e R ic a r d o R o ja s y o tro s
m uchos: no h a h a lla d o h o g a r e sp iritu a l en n in g u n a c o ­
m u n ió n re lig io sa o r g a n iz a d a . S u v id a e s p iritu a l se h a n u ­
tr id o d e lo s p r o f e t a s d e l A n t i g u o T e s t a m e n t o , la s p a l a b r a s
d e C r is to , y e n p a r t i c u l a r d e lo s e s c r ito s d e S a n P a b l o y
S a n Tuan. F u e r a d e las E s c r it u r a s h a h a lla d o c o m p a ñ e ­
rism o e sp iritu a l en lo s g r a n d e s m ís tic o s e sp a ñ o le s, en
P lo tin o , S an F ra n c is c o de A sís, E c k h a rt, Ja c o b o B o e h m e ,
y p o s t e r i o r m e n t e e n J o r g e F o x y la S o c i e d a d d e lo s A m i ­
gos. C o m o re su lta d o de u n a v isita a I n g l a t e r r a v lo s
E stad o s U n id o s en 1924, N a v a rro M onzó se p u s o en
c o n ta c t o c o n lo s c u á q u e r o s . Se sin tió m u y c o n f o r ta b le ­
m e n te e n tre lo s s e g u id o r e s de Jo rg e F ox. E l tip o de
r e u n ió n r e li g i o s a q u e c e l e b r a n lo s c u á q u e r o s le p r o d u j o
u n a p r o f u n d a im p r e s i ó n , y se f o r m ó la id e a d e q u e el
f u tu ro d e l c r is tia n is m o e n la A m é r ic a L a t i n a e s tr ib a en
la o r g a n iz a c ió n d e r e u n io n e s d e ín d o le s e m e ja n te e n to d o
el c o n tin e n te . D e s d e e n to n c e s h a o b s e rv a d o el h á b ito de
r e u n ir to d o s lo s d o m in g o s e n su c a s a a u n g r u p o d e p e r ­
s o n a s p a r a d e d ic a r s e al sile n c io , la m e d ita c ió n y la o r a ­
c ió n .

L a n u e v a tr a n q u ilid a d y tie m p o lib re d e q u e p u d o


d isp o n e r N a v a rro M o n z ó en 1922 m e rc e d a su re la c ió n
c o n la A s o c ia c ió n C r is tia n a d e J ó v e n e s , h a fru c tific a d o
en u n p e río d o d e in te n s a a c tiv id a d lite ra ria . L a g ra n m a ­
y o r ía d e su s lib ro s h a n sid o p u b lic a d o s p o r la F e d e r a ­
ció n S u d a m e r ic a n a d e A s o c ia c io n e s C r i s t ia n a s d e Jó v e n e s .
E l p r i m e r v o l u m e n q u e p e r t e n e c e a d ic h o p e r ío d o es el
in titu la d o " P r in c ip io s B á s ic o s d e la C iv iliz a c ió n " . E l a u to r
p o n e d e r e lie v e e n e s ta o b r a lo s b e n é f ic o s r e s u l t a d o s del
c r is tia n is m o e n la v i d a d e l m u n d o , e in d ic a m o d o s v m a ­
n e r a s p a r a a p lic a r a la s o c ie d a d lo s p r in c ip io s s o c io ló g i­
c o s i n h e r e n te s a la re liq ió n c r is tia n a . A e s te lib ro s ig u ió
o tro de d ife re n te e sp e cie, " H o r a s y S ig lo s" , litu rg ia p a n -
c ristia n a c o m p u e s ta d e se le c c io n e s de las S a q r a d a s E s c r i ­
tu ra s , y que c o n tie n e o ra c io n e s de fu e n te s c a tó lic a s r o ­
m a n a s , o r to d o x a s y p r o te s ta n te s . L u e g o sig u ió u n a serie
de doce o p ú sc u lo s so bre la E volución R eligiosa en el
M undo A ntiquo. E l v o l u m e n i n t r o d u c t o r i o d e e s t a s e r i e
c o n s titu y e u n o d e lo s e s fu e rz o s m á s i m p o r t a n te s d e n ú e s -
262 JU A N A. MACKAY

tro a u to r, y asum e la fo rm a de una d isc u sió n c o m p le ta


del p ro b lem a re lig io so de la A m é ric a L atin a.
D espués de tra ta r d e te n id a m e n te de la e v o lu c ió n d e la
re lig ió n e n tre lo s h eb reo s y en el m undo g recorrom ano,
la serie term in a con un e stu d io del c ristia n ism o en que
se unen am bas c o rrie n te s. La p e rfe c ta u n ió n tie n e lu g a r
en el C u a rto E v a n g e lio , que, con su c o n c e p to del Logos
hecho carne, o fre c e la sín te sis m á s e le v a d a o b te n id a h a sta
ahí de lo s e le m e n to s su b je tiv o s y o b ietiv o s de la re lig ió n .
N u e stro a u to r asum e la p o sic ió n , d ifíc il de so ste n e r en la
a c tu alid ad , de que e ste ú ltim o de lo s E v a n g e lio s C anó­
n ico s, al c u a l a p o rtó el h e le n ism o las c a te g o ría s de in te r­
p re ta c ió n por las que el c ris tia n is m o pudo su b sistir y
p ropagarse en el m undo g reco rro m an o , es en el fondo
la d ra m a tiz a c ió n de una id ea . S o stie n e que fue e sc rito
p ara ilu stra r el p rin cip io n e o p la tó n ic o , m ístic o , de la as­
c e n sió n del a lm a p o r m ed io de la p u r if ic a c ió n , la i lu m i n a ­
ció n y la u n ió n . De un siste m a tal de p e n sa m ie n to quedan
e x clu id o s n a tu ra lm e n te to d o s lo s e le m e n to s c a ta s tró fi­
cos y a p o ca líp tic o s com o a je n o s a la e sen cia del c ris tia ­
n ism o . Se aseg u ra el p ro g re s o p e rp etu o en lín e a recta. El
m al no p e rte n e c e a la ese n cia de la re a lid a d , ni siq u iera
a la e se n cia de la re a lid a d e m p írica, ni la re ac ció n puede
p e rte n e c e r a la e se n cia del progreso. El pro ceso de la
re a lid a d es su sc e p tib le de c o m p re n sió n p e rfe c ta ; lo que
se n e c e sita m á s que fe es e n te n d im ie n to . El m ás e m in e n te
pensador re lig io so de S u d a m é ric a se ha c o n v e rtid o c la ­
ra m e n te en h eredero de ese tip o ro m á n tic o de id e a lism o
e v o lu c io n ista que ha sid o ta n p o p u lar en la pasada gene­
ració n del p e n sa m ie n to y que hov es d e sa fia d o , en to d as
p a rte s por nuevas voces y form as de p e n sa m ien to .

El sig u ien te esfuerzo lite rario de N av arro M onzó fue


u n lib ro q u e él m ism o c o n sid era com o lo m á s fu n d a m e n ta l
que ha esc rito . L le v a el títu lo de Cam ino de Santidad, y
c o n siste de un e stu d io g en ético del fen ó m en o relig io so
d e sd e sus fo rm a s m á s c r u d a s h a s ta el m istic ism o c ristia n o .
P ro n to sig u ió a é ste La R evolución Cristiana, en que,
desp u és de un bu en e stu d io p re lim in a r so b re N ie tz c h e y el
c ristia n ism o , se exponen lo s p rin cip io s fu n d a m e n ta le s de
este ú ltim o com o m o v im ie n to re v o lu c io n a rio . Su ú ltim a
o bra de im p o rta n cia a p are ció en 1930, Las M etafísicas del
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 0 3

C ristianism o,* q u e es, en c ie rto s e n tid o , su e sfu e rz o m á s


a m b ic io so , la o b r a en q u e c re e h a b e r p o d id o f o r m u la r u n a
m e ta fís ic a s a tis fa c to ria p a r a la r e lig ió n c ris tia n a .
U n e s tu d io d e lo s lib r o s d e N a v a r r o M o n z ó y d e los
in n u m e rab le s a rtíc u lo s y fo lle to s que ha e scrito , nos
rev ela u n a m e n te ric a m e n te p ro v ista , de e x tra o rd in a ria
a g u d e z a , p e r f e c ta s i n c e r i d a d in te le c tu a l y a p a s i o n a d o c elo .
E n to d o c u a n to e sc rib e d e s c u b re u n o esa te n d e n c ia u n i­
v e rsa lista , ese a m o r de las r á p id a s g e n e ra liz a c io n e s y esa
in c lin a c ió n al m é to d o h istó ric o , que cara cte riz an a la
m en te su d a m e ric a n a . En sus id e a s te m p ra n a s , re saltan
v ig o ro s a m e n te las in flu e n c ia s d e H e rá c lito , P la tó n y e s ­
p e c ia lm e n te el n e o p la to n is m o . E l c o n c e p to d e lo s v a lo r e s
a b s o lu to s o c u p a e n e lla p r o m in e n t e lu g a r. S u p e n s a m i e n t o
p o ste rio r e stá d o m in a d o e n te r a m e n te p o r las c a te g o ría s
del v ita lism o m o d e rn o . N a v a r r o a p a re c e c o m o u n m o n is ta
a b so lu to , p a ra q u ien so n a b o m in a b le s to d a s las fo rm a s
d e d u a lis m o . P r e v a le c e la id e a d e la e v o lu c ió n m o n is ta
e n el s e n tid o m á s a b s o lu to , al p a s o q u e las c a te g o r ía s
g e n ética s d e te rm in a n sus c o n c e p to s fu n d a m e n ta le s . T an
c o m p le ta m e n te h a e sta d o d o m in a d o en a ñ o s re c ie n te s p o r
la id e a a n te s m e n c io n a d a , q u e a h o r a d e f ie n d e u n a p o s i ­
ció n q u e d e n o m in a " t e m p o r a li s m o " m e ta fís ic o , s e g ú n el
c u al D io s m ism o e s tá e n p r o c e s o d e e v o lu c ió n . A s í q u e d a
a b a n d o n a d a ló g ic a m e n te su p o s ic ió n p lató n ica a n te rio r,
co n sus a b so lu to s, a u n q u e p ro b a b le m e n te no está d isp u e sto
a a c e p t a r a l g u n a s d e la s d e d u c c i o n e s i n e x o r a b l e s q u e se
sig u e n de su n u e v o p u n to de v ista.

L a e x p re sió n m ás siste m á tic a que h a s ta el p re s e n te h a


d a d o N a v a r r o M o n z ó a su n u e v a m e ta fís ic a re lig io s a se
e n c u e n t r a e n e l l i b r o y a m e n c i o n a d o , Las M etafísicas del
Cristianism o. S e r á i n t e r e s a n t e q u e h a g a m o s u n b r e v e a n á ­
lisis d e e s ta o b r a , q u e e n c ie r to s f u n d a m e n t a l e s r e s p e c t o s
v a m u c h o m á s a llá , v a u n d if ie r e , d e lo s p u n t o s d e v is ta
qu e c o n tie n e n sus v o lú m e n e s a n te rio re s. E n las p á g in a s
in tr o d u c to r ia s , n u e s tr o a u to r e x p r e s a la c o n v ic c ió n fra n c a
de h a b e r lle g a d o a u n a c o m p re n sió n tan a b so lu ta e im p o r­
ta n t e d e la v id a y d e la r e a l id a d c o m o la q u e B u d a
p ro c la m ó en su fam o so se rm ó n de B e n a ré s. "E l p ro b le m a 1

1 H an aparecido d esp u és La Actualidad Filosófica de Jacobo Bo-


ehme, y un o p ú scu lo , Psicoanálisis Personal.
264 JU A N A. MACKAY

q u e ta n to m e a to r m e n t a b a — d ic e — , el p r o b le m a d el m al,
el p r o b le m a del s e n tid o d e la v id a , y a n o tie n e s e c re to s
p a r a m í. . . Si al c o n c l u i r l a ( e s t a c o n f e r e n c i a ) h u b i e r a d e
c a e r m e m u e r to n o lo s e n tiría . M o r i r í a c o n t r a n q u i l i d a d ,
d e s p u é s d e h a b e r c u m p lid o m i m is ió n e n la v i d a ; d e s p u é s
d e h a b e r p r o n u n c ia d o la p a la b r a d e fin itiv a " . L a i m p o r t a n ­
c ia q u e el p r o p io N a v a r r o M o n z ó a tr i b u y e a e ste lib ro
es m ás que ju stific a c ió n p a ra que c o n s a g re m o s u n e x a m e n
e s p e c ia l a su c o n te n i d o , p u e s se n o s p r e s e n t a e n u n l e n ­
g u a je q u e o r d in a r ia m e n te se a so c ia a u n a n u e v a r e v e la ­
c ió n .
E n t r e lo s p e n s a d o r e s d e n u e s t r o tie m p o q u e p u e d e n
p r e t e n d e r a lg u n a c a p a c i d a d filo só fic a, h a y só lo d o s ó r ­
d e n e s de c a te g o ría s, d ice n u e s tro a u to r co n im p re s io n a n te
d o g m a tis m o , m e d i a n te las c u a le s c o n c e b ir el u n iv e r s o : las
c a t e g o r í a s d e l m a t e r i a l i s m o y l a s d e l p a n t e í s m o o p a n en -
teísmo. E l d e í s m o , b a j o e l c u a l , d e m o d o b a s t a n t e e x t r a ­
o rd in a rio , p a re c e N a v a r r o M o n z ó in clu ir el te ísm o en to d a s
sus fo rm as, c are ce h o y de im p o rta n c ia p a ra el p e n s a m ie n ­
to . M i e n t r a s e l C u a r t o E v a n g e l i o , d ic e , r e p r e s e n t a la s u ­
p re m a e x p re s ió n c o n c e p tu a l q u e se h a d a d o al c r is tia n is m o ,
n o p u e d e c o n s id e ra rs e c o m o el ú ltim o E v a n g e lio c ristia n o .
N u e s tra e d a d re q u ie re u n n u e v o E v a n g e lio , v el m o d e rn o
v ita lis m o e n la c ie n c ia y la filo s o fía n o s c a p a c i t a p a r a
fo rm u la rlo . E l E v a n g e lio debe p o n erse de acu erd o con
las c a te g o r ía s d e la c u ltu r a m o d e r n a del m is m o m o d o q u e
lo h iz o c o n la s c a t e g o r í a s d e la c u lt u r a g r ie g a e n lo s p r i ­
m e r o s d í a s d e n u e s t r a fe. L a i d e a d e e n t u s i a s m o , r e p r e ­
s e n ta d a p o r D io n is io ; la d e la in tu ic ió n , q u e f o r m a la
m éd u la del p e n sa m ie n to de B e rg so n ; el h in c a p ié de K e y -
s e rlin g e n la c o m p r e n s i ó n , n o s o f r e c e n e le m e n t o s p a r a
fo rm u la r u n E v a n g e lio c ristia n o m o d e rn o .

En seg u id a p ro c e d e N a v a r r o M onzó a f o r m u la r su
p u n to de v ista : É l p e n s a m ie n to c ris tia n o se h a v is to e n el
p a s a d o e sto rb a d o p o r las id e a s de e te rn id a d v de u n D io s
e te rn o e m p le a d a s co m o c o n c e p to s p o sitiv o s. L a e te rn id a d
d e b e c o n sid e ra rse có m o u n a id ea p u ra m e n te n e g a tiv a . L a
e x is te n c ia a p a r e c ió s o la m e n te al a p a r e c e r la c o n c ie n c ia ,
y t o d o lo q u e p r e c e d i ó a é s t a e s n o e x i s t e n t e , e n s e n t i d o
filo só fic o . L o ú ltim o e n el u n i v e r s o e s la e n e r g ía . D io s
m is m o es p r o d u c to d e la e n e r g ía c ó s m ic a . H a te n id o u n
p rin c ip io y d e b e c o n s i d e r a r s e c o m o fin ito . S u s e r se e n r i ­
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 6 5

q u e c e y f o r ta le c e c o n la c o o p e r a c i ó n d e la s v o l u n t a d e s
h u m a n a s . E l d r a m a c ó s m ic o e m p e z ó c o n la p a s i ó n d e la
e n e rg ía c ó sm ic a, o D io s, p o r r e a liz a r to d a s su s p o te n c ia ­
l i d a d e s e n e l p r o c e s o d e l devenir. E s c u c h e m o s c ó m o f o r m u ­
la n u e stro a u to r con sus p ro p ias p a la b ra s el N uevo
E v a n g e li o p a r a n u e s t r o s t ie m p o s : " E l c r is tia n is m o es, a n te
to d o , la r e lig ió n d e la D i v i n i d a d q u e se e n c a r n a ; d e la
D iv in id a d q u e su fre, e n la lu c h a c o n tr a la in e rc ia m a t e ­
rial; d e la D i v i n id a d q u e b r e g a p o r u n id e a l d e r e d e n c ió n .
E l c r is tia n is m o lle v a im b íb ita la e s p e r a n z a d e lo s a n ti g u o s
p ro fe ta s que so ñ a ro n con el a d v e n im ie n to de u n m u n d o
m ejo r, E l c ris tia n is m o es, p o r fin , u n a r e l i g i ó n q u e , a
p e s a r d e t o d o , n u n c a se h a e s t a n c a d o , q u e s ie m p r e se h a
a b ie rto a nuevas in sp irac io n es. Q u iz ás, p o r to d o esto ,
" m a ñ a n a se e s c r i b a así u n n u e v o E v a n g e l i o q u e , c o m o el
d e S a n J u a n lo fu e e n su tie m p o , r e s u l te u n a n u e v a s í n t e ­
sis d e l p e n s a m i e n t o filo s ó f ic o y d e la fe r e l i g i o s a d e u n a
n u e v a é p o c a . Q u iz á s a lg ú n d ía, e n la g r a n Ig le s ia d e l F u ­
tu r o , u n i d a p o r la f r a t e r n i d a d e n la l ib e r ta d , se le a s o l a ­
m e n te a lg o p a r e c id o a e s to s c o n c e p to s :"

(Y lu e g o sig u e a lg o c o m o el e q u iv a le n te m o d e r n o del
P ró lo g o del E v a n g e lio de S an Ju an , q u e a u n q u e e x te n so
v a m o s a tr a n s c r ib ir en su to ta lid a d .)
" A n te s d el p rin c ip io e ra la F u e r z a v la F u e r z a e r a
I n c o n s c ie n te , p o r lo c u a l a u n n o p o d ía l la m a r s e la E x i s ­
ten c ia.
" P e r o lo I n c o n s c i e n te se v o lv ió C o n sc ien te y éste fue
el p rin c ip io d e t o d a s las c o sa s.
"L o p o ten c ial em p e zó a v o lv erse actu al y, to m a n d o
c o n o c im ie n to d e su s e n e r g ía s la te n te s , h a id o c r e a n d o el
u n iv e rs o , p o r m e d io del c u a l se e x p re s a .
" P r i m e r o fue la E n e r g í a , lu e g o la I n te lig e n c ia , e n s e ­
g u id a la V i d a q u e c re ó y p la s m ó la m a t e r i a p o r m e d io de
la c u a l se r e v e la la I n te lig e n c ia .
" E n la E n e r g í a e s ta b a la I n te lig e n c ia , p e ro la E n erg ía
no se v o lv ió A c c ió n m ie n t r a s no- fu e in te l ig e n t e .
"L a E n e rq ía es el P a d re . L a In te lig e n c ia es el H ijo . La
A c c ió n es el E s p íritu .
"E l H ijo es s u p e rio r al P a d r e . E l E s p ír itu es s u p e rio r
al H ijo . P o r q u e lo C o n s c i e n t e es s u p e r i o r a lo I n c o n s c i e n t e
y to d o p e n s a m ie n to es in fe rio r m ie n tr a s n o se tr a d u c e en
la A c c ió n .
2 66 JUAN A. MACKAV

"La A c c i ó n p r o c e d e d e l P a d r e p o r m e d i o d e l H i j o . S i n
la m e d ia c ió n del H ijo , la A c c i ó n s e ría i n c o n s c i e n t e y n o
p o d ría lla m a rse A c c ió n . S ería la F u e r z a , in c o n scien te ,
a n te rio r a to d a E x is te n c ia .
"E sto s tres e x iste n desde el p rin cip io y sin su con­
ju n ció n el p rin c ip io no se h u b ie ra dado. P ero la E n erg ía
por sí so la no es D io s, ni la In te lig e n c ia por sí so la es
D io s, ni la A c ció n por sí so la. E m pero las tres, U n id as,
c o n stitu y e n la U n i d a d D iv in a.
"E sa U n id a d ex istió desde el p rin cip io y esa U n id a d
es D io s. El h o m b re fue creado a la im a g e n de D io s, uno
y trin o , lle v a n d o en lo m ás pro fu n d o de su s e r la c o n c i e n ­
c ia de su o rig en .
"M ateria l por su cuerpo, v iv ie n te g ra cias al E sp íritu ,
in te lig e n te p o r m ed io d e la In te lig e n c ia D iv in a, el h o m b re
es la im ag en re d u cid a de la F uerza, de la In te lig e n c ia y
de la A cció n , que son la e sen cia de la E x is te n c ia U n i­
v e rsal.
"Y el C o n sc ien te p u so al h o m b r e so b re la T ie rra p ara
que la d o m in a ra v c o la b o ra ra con la In te lig e n c ia a fin
de e stab lec e r sobre la T ie rra el R e in o del E sp íritu .
" P e r o , al p rin c ip io de su h is to ria , el h o m b r e n o te n ía
a ú n c o n o c im ie n to de su o rig e n y a d o ró a q u e llo q u e d e b ía
d o m in a r.
"L a In telig en c ia en el m undo e stab a , el m undo fue
h e c h o p o r e lla , p e r o e l m u n d o n o la c o n o c ió .
"H a sta que, después de m uchos que tu v ie ro n un v is­
lu m b re de la In te lig e n c ia , v in o un hom bre según la C on­
c ie n c ia D iv in a v en q u ien la C o n c ie n c ia se en carn ó .
"N o fue e n g e n d r a d o de la c a r n e , ni de la v o lu n ta d de
la carne, sin o que, ten ie n d o co n cien c ia de su o rig en d i­
v i n o , se le r i n d i ó .
"Y se u n ió con la In te lig e n c ia por m ed io de la cual
to d as las cosas fu ero n hechas.
"E l ha dado a to d o s lo s que le sig u e n la c ap a cid a d
de lla m a rse y se n tirse H ijo s de D io s.
"L os cu ales tam p o c o han sid o engen d rad o s de la
carn e, ni de la v o lu n ta d de la carn e, sin o del E sp íritu ;
p rim ic ia s de una nueva h u m an id a d a la cual está en car­
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 6 7

g a d a la m is ió n d e e s ta b le c e r sobre la T ie rra , renovada,


e l R e i n o d e D i o s " .5
C o m o n u e s t r o in te r é s a q u í e n la filo so fía r e lig io s a de
N a v a r r o M o n z ó es p o r n e c e s i d a d e x p o s i t o r i o , o se a , el
de p r e s e n ta r a n u e s tr o s le c to re s el p u n to d e v is ta del
p rim e r e sc rito r s u d a m e ric a n o q u e h a d isc u tid o el p ro b le m a
re lig io so de u n m o d o f u n d a m e n ta l, n o s lim ita re m o s a a q u e ­
lla s o b s e r v a c i o n e s q u e p o n g a n e n m á s c la r o r e lie v e la
p o s ic ió n filo só fic a d e n u e s tr o a u to r y sus im p lica cio n e s
p rin cip ales.
A c e p t a n d o la id e a d e u n D io s fin ito , el " jo v e n D io s
c o m b a tie n te " de H . G. W e lls , N a v a r r o M o n z ó se h a s i­
tu a d o e n tre c ie rto n ú m e ro d e p e n s a d o re s m o d e r n o s q u e
lim i ta n el p o d e r d e D i o s a fin d e p o n e r a s a l v o , a sí lo
c re e n e llo s, su m o r a l i d a d . E s n a t u r a l q u e e s te id e a l se
p r e s e n te e n tie m p o s tr á g ic o s v c a ó tic o s c o m o lo s n u e s ­
tro s. E s u n c o n c e p to , d ice el D e a n In g e e n su n o ta b le
lib ro so b re E tic a C r is tia n a , q u e t ie n d e a a p a r e c e r e n é p o ­
cas d e d ific u lta d e s n a c io n a le s. S in e m b a rg o , d e n in g ú n
m o d o es n e c e s a r io p o s t u l a r la fin itu d d e D io s p a r a e x ­
p l i c a r el m a l n i n e c e s i t a m o s p r i v a r a la D i v i n i d a d -de su
a trib u to de a b s o lu ta p a ra a s e g u ra r n o s de la p re s e n c ia y
sim p a tía de u n D iv in o C o m p a ñ e ro q u e es el c a m p e ó n del
b ien en el u n iv e rs o . N a d ie h a p ro c la m a d o c o n ta n to v ig o r
esto de q u e D io s es O tro y A b s o lu to , c o m o K ie rk e g a a rd .
P e r o c u a n d o el g ra n p e n s a d o r d a n é s m e d i t a b a e n la i n ­
c o n m e n su ra b le sim p atía de D io s, L o d e sc rib ía s e n ta d o en
u n tro n o de d o lo r. L a ra íz d e las d if ic u lta d e s d e e se
filo s o fa r al q u e p e r te n e c e el q u e h e m o s v e n id o c o n s i d e ­
r a n d o c o n s is te e n su m ie d o a la p a r a d o j a c u a n d o se t r a t a
d e r e a l id a d e s ú ltim a s . S u c u m b e a la t e n t a c i ó n d e s im p lifi­
car in d e b id a m e n te el p ro b le m a a firm a n d o u n p re c ip ita d o
y c a t e g ó r i c o : o e s to o lo o tro . P e r o la r e a l i d a d se ríe d e
n u e stra ló g ic a . D e b ería h a c e rn o s m e d ita r el d e sc u b ri­
m ie n to d e q u e lo s g r a n d e s p e n s a d o r e s b íb lic o s q u e p r o ­
c la m a b a n c o n t a n t a in s is te n c ia la tr a s c e n d e n c ia e in fin itu d
de D io s, lle g a ro n a lo s lím ite s del len g u a je hum ano
en su esfu erz o p o r d e sc rib ir su re d e n to ra p a sió n de a m o r
co m o fu e rz a o p e r a n te en el m u n d o . L a C ru z se h a lla en
l a m é d u l a d e l u n i v e r s o v d e l c r i s t i a n i s m o . " C r i s t o •— p a r a

5
Op. cit., págs. 131-133.
268 JU AN A. MACKAY

re p e tir u n a v e z m á s la p a la b r a d e P a s c a l — e sta rá en
a g o n ía e n el c o r a z ó n d e lo s s u y o s " , h a s t a q u e el R e i n o se a
" e n t r e g a d o " , c u a n d o " D io s s e rá to d o e n t o d o s " , m á s a llá
d e lo s lin d e s y el e s t r é p i t o d e la t r á g i c a lu c h a .
P o r o tra p a rte , el b o sq u e jo que N a v a r r o M o n z ó o frece
p a r a u n a n u e v a filo so fía del c ristia n ism o , no d escu b re
lu g a r a lg u n o v e rd a d e ro p a r a lo s c o n c e p to s d e a m o r y
g r a c ia a p li c a d o s a D i o s v d e fe a p li c a d o al h o m b r e . ¡ Y
no p o d ía ser de o tro m o d o , v a q u e esas fa n ta s m a le s a b s ­
tra c c io n e s lla m a d a s E n e rg ía , In te lig e n c ia y A c c ió n n u n c a
pueden engendrar esas re a lid a d e s c ristia n a s p rim a rias
e n su s v i e n t r e s in e r t e s y frío s! El "N uevo E v a n g e lio "
c a re c e d e d in á m ic a . S ó lo e s p e c tr o s i n te le c tu a liz a d o s p o ­
d ría n s a lm o d ia r su s sin fo n ía s d ia lé c tic a s en la " G r a n Ig le -
's ia d e l F u t u r o " . S u d a m é ric a v n u e s tra é p o c a n e c e sita n
u n E v a n g e lio d istin to . Se re q u ie re n c a te q o ría s p o r c o m ­
p leto d ife re n te s p a ra fo rm u la r u n c o n c e p to c ristia n o a d e ­
c u a d o d el m u n d o y d e la v id a , q u e es u n a d e la s n e c e s i ­
d a d e s m á s a p re m ia n te s d e n u e s tro s tie m p o s.
E sto s ú ltim o s p ro d u c to s del p e n s a m ie n to del p e n s a d o r
s u d a m e r ic a n o se d e b e n al in d e b id o e m p le o de las c a t e g o ­
ría s b io ló g ic a s p a r a i n te r p r e t a r la r e a l id a d y el c r i s t i a ­
n ism o . L a a p o te o sis del v ita lism o c o n d u c e in e x o ra b le m e n te
al t e m p o r a l i s m o . A d e m á s , si el t o d o , y n o s i m p l e m e n t e la s
p a r te s , e s tá e n p r o c e s o d e c a m b io , c o m o im p lic a la f ilo ­
so fía d e n u e s t r o a u to r, n o p u e d e h a b e r p u n t o s fijo s, v a ­
lo res a b so lu to s. P re v a le c e e n to n c e s u n c o m p le to r e la tiv is ­
m o , q u e se n o s e n f r e n t a e n t o d a su c r u e l d a d , m ie n t r a s
se i n v ie r te n lo s p a p e l e s r e s p e c t iv o s d e D io s y el h o m b r e .
E s d e la m e n ta r s e , a u n q u e n o d e s o r p r e n d e r s e , q u e la p r i ­
m e r a filo so fía re lig io s a q u e a p a r e c e e n S u d a m érica sea
e x p re sió n de ese ro m a n tic ism o que se ñ a la el c a n to del
c isn e de u n a era m o r ib u n d a del p e n s a m ie n to . L o c ie rto es
q u e el p e río d o del R e n a c im ie n to n o h a sid o c a p a z de f o r ­
ja r categ o ría s adecuadas p ara la e x p r e s ió n del E v a n ­
g e lio c ris tia n o . A l c r u z a r el u m b r a l d e u n a n u e v a é p o c a ,
u n a é p o c a e n q u e la física y la a s t r o n o m í a p r e t e n d e n t e n e r
m á s d e re c h o qu e el ro m a n tic is m o b io ló g ic o p a r a d isc u tir
la c o n s titu c ió n e h i s t o r ia d e l c o s m o s , n e c e s i ta m o s c o m e n ­
z a r de n u e v o . "Si J e a n s y E d d in g t o n tie n e n r a z ó n — d ice
el D e á n In g e en u n o de sus e sc rito s— el D io s que e m e r ­
ge, e v o lu c io n a y v a m e jo r á n d o s e , no es e n r e a lid a d D io s,
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 6 9

p o rq u e s e g u r a m e n te u n D io s q u e e stá b a jo s e n te n c ia de
m u e rte n o es D io s. E l p a n te ís m o m o d e rn o h a e d ific a d o
su c a s a s o b re la a r e n a .' H a lle g a d o el m o m e n to en q u e
la i d e n t i d a d a b s o l u ta d e b e c e d e r su sitio a la d i f e r e n c i a
r e a l, la c a t e g o r í a d e la c o n t i n u i d a d a la d e d i s c o n t i n u i d a d .
T e n e m o s q u e e n c a ra rn o s de n u e v o con el h e c h o del p e c a d o
y es m e n e s t e r r e le g a r al n iv e l de lo s m ito s el c o n c e p to
ro m án tico de la n a tu r a le z a h u m a n a . D e b e re h a b ilita rs e
el c ic lo , c o n su h i n c a p i é e n lo a p o c a l í p t i c o , c o m o e x p r e s i ó n
m á s v e r a z d e la m a r c h a d e la h is to r ia q u e la lín e a re c ta .
E n t o d a d is c u s ió n s o b re la c o n s titu c ió n d el u n iv e r s o , d e b e
d a r s e ta n p le n a c o n s id e r a c ió n a las c a t e g o r í a s m a t e m á t i ­
c a s y é tic a s c o m o a las b io ló g ic a s q u e ú ltim a m e n te h a n
e je rc id o u n a d ic ta d u ra en el m u n d o del p e n s a m ie n to . N o
se o lv id e j a m á s ta m p o c o q u e lo s h e c h o s c r is tia n o s f u n ­
d a m e n t a l e s e lu d i r á n e t e r n a m e n t e la r a c i o n a l i z a c i ó n . E s la
fe, n o la r a z ó n , la q u e d e b e t r a s c e n d e r la o p o s i c ió n e n t r e
la e s f e r a a r m o n i o s a y la á s p e r a C r u z .

M ás p ro v o cad o ras v su g e stiv as son las o p in io n e s de


N av arro M onzó so b re la a p lic a c ió n y p ro p a g a c ió n prác­
tic a del c ristia n ism o . Su fu erte está m ás en la esfera so­
c io ló g ic a que en la filo só fic a. Su m e n te h istó ric a y su
in c o m p a ra b le c o n o c im ie n to de la h isto ria , aunados a su
a rd ie n te p a sió n é tic a y su le a lta d a la fig u ra de T esús,
dan en o rm e v a lo r a sus o b se rv a c io n e s to ca n tes a la ex­
p re sió n del c ristia n ism o . Con e x c e le n te e q u ilib rio a c e n tú a
la fu n c ió n d e lo é tic o y lo r e lig io s o en el a d v e n im ie n to del
R e in o de D io s. En el in te re s a n te c o m p e n d io de su p o si­
c ió n re lig io sa , in titu la d o C onfessio Fidel, expresa su es­
peran za de que por m ed io de lo s esfuerzos de lo s d isc í­
p u lo s de C risto , cooperando con la suprem a v o lu n ta d de
b ien que se m a n i f e s t ó en C risto y qu e rig e el u n iv e rso , el
S erm ón del M o n te lle g u e a ser el c ó d ig o m o ral, so cial y
p o lític o de una h u m an id a d re d im id a . En a lg u n a o tra
p a rte h a ce n o tar, sin em b arg o , que el S erm ón de la M on­
ta ñ a no puede co n sid era rse com o un c ó d ig o de m oral que
cu alq u iera puede seg u ir. E xpresa, m ás b ien , el c ó d ig o
e sp iritu a l de acuerdo con el cu al o b ra rá n n a tu ra l y espon­
tá n e a m e n te a q u ello s que hayan pasado a n te s por una
suprem a e x p erien c ia m ístic a. En o tras p a la b ra s , se nece­
sita de la re lig ió n p ara p ro d u c ir la é tic a suprem a.
270 JU AN A. MACKAY

Uno de los pensam ientos favoritos de N avarro M onzó


es el de la "N ueva Reform a". En el epílogo de Camina
de Santidad, dice: "Estam os en vísperas de una ren o v a­
ción total del m undo". Y en La Revolución Cristiana nos
presenta sus conceptos sobre la Reform a que espera te n ­
drá lugar. Será una continuación, según él, de la obra de
Erasmo más que de la de Lutero. Por el lado intelectual,
reinterpretará todas las ideas cristianas tradicionales:
Dios, la oración y la Cruz de Cristo. Por el lado espiritual,
se caracterizará por una nueva "bohem ia", en que, espe­
cialmente la juventud, se vivirá tranquilam ente, libres de
preocupaciones m ateriales, y confiando en las im plicacio­
nes de aquella enseñanza de C risto de que Dios cuidará
de los que buscan prim eram ente su Reino y la justicia.
Los cristianos m odernos deben recobrar aquella indife­
rencia a las necesidades tem porales que caracterizaba al
grupo que seguía al M aestro y a aquel otro que rodeaba
a San Francisco de Asís. El cristianism o es una aventura
y requiere la formación de una aristocracia espiritual. La
mejor m anera de propagarlo es por el contagio y la ra d ia ­
ción. Debe ser tam bién un movimiento laico, añade N a ­
varro M onzó, porque el proceso de la historia hum ana
tiende hacia una creciente laicización. "La raza hispana
— dice en el epílogo va citado— , que produjo la orden de
predicadores de Dom ingo de Guzmán, la milicia espiritual
de Iñigo de Loyola, los jardines interiores de T eresa de
Jesús y Juan de la Cruz, bien pudiera dar al m undo n u e ­
vas sorpresas." Lo que quiere decir es que el nuevo orden
de cosas que revolucionará cor completo las condiciones
presentes de la vida, puede muy bien ser promovido por
representantes de la raza hispánica.
En particular impresiona la m anera como N av arro
M onzó trata del problema religioso de la A m érica Latina.
Considera que la dificultad fundam ental de la civiliza­
ción en los países ibéricos de Am érica estriba en el hecho
de que no estaban preparados para la democracia cuando
obtuvieron su libertad política. Ni ellos ni la religión ofi­
cial que prevalecía dentro de sus fronteras habían experi­
m entado jam ás una crisis espiritual renovadora. En una
palabra, no habían tenido una "Reform a". No se había
hecho a los hom bres ponerse cara a cara ante Dios, lo cual
es el antecedente indispensable de la democracia. En su
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 7 1

p en etran te e stu d io E l P roblem a R eligioso en la Cultura


Latinoam ericana d ice lo sig u ien te : "L a d e m o c ra c ia só lo
ha e x istid o y só lo puede e x istir e n tre hom bres que creen
en un so lo D io s, p adre com ún del género hum ano y, por
ende, en la ig u ald a d y la fra te rn id a d ".6 D e m an era que
p ara é l, el p ro b le m a de la d e m o c r a c ia la tin o a m e ric a n a es­
tá u n id o in se p a ra b le m e n te al de la re lig ió n . E sos p a íse s
deben ten er su p ro p ia refo rm a re lig io sa . ¿P ero qué fo rm a
a su m irá é sta y cóm o se p ro d u c irá ? No la p u e d e n p ro d u c ir
ni la Ig le sia C a tó lic a ni las P ro te stan te s, d ice N av arro
M onzó. Los latin o am eric an o s deben "beber de las fu e n te s
p u ra s , la s d el c ris tia n is m o p rim itiv o " . H u b o u n tie m p o ,
n o s d ice , e n q u e a c a ric ió la e s p e r a n z a d e q u e f u e ra p o ­
sib le u n a r e f o r m a i n te r n a d e l c a to lic is m o , p e r o la a c titu d
del P a p a h a c ia el m o d e rn ism o lo d e s ilu s io n ó p o r c o m p le to .
Pensó lu e g o que q u izá eso su c e d ería en la Iq le sia G rie g a
O rto d o x a , pero tu v o ig u a l d e silu sió n . Las Ig le sia s p ro te s­
tan te s, según él, tam p o co ofrecen e sp e ra n z a, en p a rte por
ser p ro te s ta n te s y en p a rte p o r ser ig le sia s. En su o p in ió n
el p ro te sta n tism o jam ás po d rá e je rc e r una in flu e n cia ex­
tern a y v ita liz a d o ra en lo s p a íse s la tin o s,, porque no e stá
de acuerdo con el te m p e ra m en to y m odo de ser de é sto s.
Por ló que to ca a e ste ú ltim o a le g a to , lo d isc u tire m o s
en el c a p ítu lo sig u ien te . B a ste por ahora ob serv ar que
n u e stro d istin g u id o a u to r re v ela una a n tip a tía c o n stitu ­
c io n a l h a cia el p ro te sta n tism o en su asp e cto e clesiá stico ,
se n tim ie n to que se ha in te n sific a d o en él en lo s ú ltim o s
años. En su o rim e ra obra re lig io sa E l R enacim iento M ís­
tico, a f i r m a b a q u e e n e l p r o t e s t a n t i s m o v e m o s s ó l o l a f r í a
razón, la d is c u s ió n y el p ie tis m o v e r b o s o , v que cuando en
su seno aparece a lg ú n p re su n to v isio n ario , com o Jacobo
Boehm e, no es p ara h a b la rn o s de lo s m iste rio s del am or
de D io s por el a lm a hum ana, sin o p ara su scitar el o rg u ­
llo so p ro b lem a de p o r qué el h o m b re es cosa tan pequeña
en el u n iv erso , c o n c lu y e n d o por o p o n e rla D io s a D io s.7
In te re sa n te es n o tar que p o ste rio rm e n te , y com o re­
su ltad o de su c re c ie n te in te ré s in te le c tu a lis ta en la re lig ió n
y el p ro b lem a re lig io so , N avarro M onzó ha m an ifestad o
una p rofunda a d m irac ió n por Boehm e, a q u ien actu al­

6 P á g . 47.
' P á g . 99.
2 72 JU A N A. MACKAY

m en te c o n sid e ra co m o u n a fig u ra c en tral en el pensa­


m ie n to re lig io so m o d e rn o .
N u e s t r o a u to r tie n e la c o n v ic c ió n d e q u e "las id e a s
r e lig io s a s h a n id o p u r i f i c á n d o s e y , al m is m o t ie m p o , l im i ­
ta n d o su v e rd a d e ro cam p o , p e ro n o d e s a p a re c e n ni d e s ­
a p a re c e rá n ja m á s ." E l c ristia n ism o d e b e p re s e n ta rs e co m o
u n id ea l, "n o c o m o u n a d o c tr in a y m e n o s c o m o u n a o r g a ­
n iza ció n e n c a rg a d a de im p o n e rla ." "L a Ig lesia del m a ­
ñ a n a , la Ig le s ia d e l p o r v e n ir , te n d r á s e g u r a m e n te u n a b a s e
m á s se n tim e n ta l q u e in te le c tu a l, m á s a fe c tiv a q u e d is c ip li­
n a r i a . " L a s a g r u p a c i o n e s r e l i g i o s a s d e l f u t u r o , s e g ú n él,
" s e rá n e sc u e la s de p e rfe c c ió n e s p iritu a l y fu e n te s de d i ­
n a m is m o m o ra l; y e so b a s t a " . 8 A l h a b l a r n o s a sí, N a v a r r o
M onzó está p e n s a n d o en la p r o p a g a c ió n de p eq u eñ o s
g r u p o s r e lig io s o s a s e m e j a n z a d e la S o c i e d a d d e lo s A m i ­
gos, g ru p o s n o f o m e n ta d o s d e s d e el e x te rio r, sin o q u e
d e s d e el p rin c ip io s e rá n a u tó n o m o s y se p r o p a g a r á n p o r
in ic iativ a p ro p ia.
P e r o e s ta n d o las c o s a s c o m o e s tá n , ¿ c ó m o p o d r á e m ­
p r e n d e r s e e se m o v im ie n to ? " E l h o m b r e q u e h a d e s a lv a r la
A m é ric a L a tin a — d ice n u e s tro a u to r— tie n e q u e ser u n
sa n to y n o u n sa b io ." E n u n p a s a je de g ra n b e lle z a y
sig n ific a c ió n c u á le s c o n s id e r a él c o m o su p r o p ia m is ió n
y su s lim ita c io n e s. " S i n o p o d í a t e n e r é x ito e n la a lta
a m b ic ió n d e to c a r su a lm a (d e la j u v e n t u d ) , e s p e r a b a p o r
lo m e n o s i n t e r e s a r su i n t e l i g e n c i a v r e m o v e r a sí, si m e
fu era p o sib le, m o n ta ñ a s de p re c o n c e p to s que, h o v por
h o y , la h a c e n h o s til a t o d a re lig ió n . . . L a t a r e a d e r e m o ­
v e r lo s o b s t á c u l o s m o r a l e s y l le v a r la s a lm a s p o r el a r r e ­
p e n tim ie n to , h a s ta el e te rn o m a n a n tia l de d o n d e p e r e n n e ­
m e n te m a n a la V id a , e s tá s e g u r a m e n te d e s t in a d a a o tr a
v o z m á s fu e rte y m á s p u r a q u e la m ía . . . P e r o m i m is ió n ,
m i p o b re m isió n p e rs o n a l, tie n e c a r á c te r p r e c a r io : Voz
del que clam a en el desierto, prep a ra tos cam inos del
S e ñ o r" .9

Q u e n o e s p e q u e ñ a m isió n . E n c a m p a m e n to s e s t u d i a n ­
tile s v a u la s u n i v e r s it a r i a s , e n t e a t r o s , c lu b e s v e d ific io s d e
la A s o c ia c ió n C r is tia n a d e Jó v e n e s , e s te p r o f e ta s u d a m e ­

8 El Problema Religioso en la Cultura Latinoamericana, P á g s. 109,


113, 114.
9 Id., págs. 117, 119, 120.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 7 3

ricano ha despertado en sus auditorios la conciencia de


la realidad del problem a Y de la vida religiosos. Ha con­
centrado lealmente la atención en la significación de la
personalidad histórica y enseñanzas de Jesucristo. Ha in ­
sistido en que en la Persona de Cristo el V erbo se hizo
carne. Y si alguien lam entase que en sus libros y confe­
rencias su tendencia es a poner a les hombres frente a
frente de la religión más bien que a ponerlos delante de
Dios, frente a la visión de los valores morales absolutos
más bien que ante la figura concreta del Cristo que llama
a los hom bres a entregarse personalm ente a El, recuerde
el tal cómo considera N avarro M onzó su propio papel es­
pecial, y dé gracias a Dios por la lealtad v sinceridad con
que lo ha desem peñado.
CAPITULO XI

EL A D V E N I M I E N T O DE L P R O T E S T A N T I S M O

Hemos reservado para el final una discusión del c ris­


tianismo evangélico en la Am érica Latina. Y la razón d e ­
biera ser obvia. Para tra tar en forma adecuada de este
movimiento, el más extendido y agresivo de los m ovi­
mientos no católicos del continente, así como el más calu­
rosam ente debatido dentro y fuera de dichos países, se
necesita la clase de perspectiva que hemos tratado de tr a ­
zar en los capítulos que anteceden. N u estra excursión por
los ámbitos de la psicología de la raza, la historia y la
filosofía del catolicismo español, y de las nuevas ten d e n ­
cias en la vida y pensam iento religiosos, ha aparejado el
camino para formular una estimación del cristianism o r e ­
formado en los países sudam ericanos.

a) Precursores

Hubo un tiempo en que pareció como si la lucha entre


la Reforma v la C ontrarreform a hubiera de llevarse a
cabo sim ultáneam ente en el V iejo v el N uevo M undos.
Como a mediados del siglo dieciséis alqunos protestantes
franceses prominentes concibieron la idea de organizar
una colonia hugonota en el Brasil. El proyecto obtuvo el
apoyo de Juan Calvino y del alm irante Coligny. Se o rg a ­
nizaron dos expediciones distintas, una en 1555 y la otra
en 1558. Se hizo la tentativa de arrebatar el Brasil a los
portugueses v establecer ahí la fe protestante calvinista.
Catorce estudiantes de teología, seleccionados especial­
mente por Calvino y el clero protestante de Ginebra,
acompañaron a la segunda expedición. Por desgracia para
el buen éxito del proyecto, aquellos colonos franceses, a
diferencia de sus correligionarios ingleses que desem bar­
caron, en el siglo siguiente, en lo que después fué N ueva
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 7 5

Inglaterra, se toparon, no con aborígenes, sino con eu ro ­


peos. Para m ayor infortunio, V illegagnon, el alm irante a
cuvo cargo estaba la expedición, resultó traidor a la causa
que dirigía volviéndose católico, lo cual le ganó el sobre­
nombre de "El Caín de Am érica". En 1567 los expedicio­
narios franceses fueron expulsados de la "Francia A n ta r­
tica". Aun cuando no estaban ausentes de esta empresa
los motivos religiosos, toda ella tiene un cierto sabor de
intención de hacer con el P apa lo que los bucaneros in ­
gleses gustaban de hacer con el Rey de E spaña: ch a­
m uscarle la barba. El verdadero movimiento misionero
protestante no había nacido todavía.
A principios del siglo diecisiete los holandeses se p o ­
sesionaron de Bahía, en el norte de Brasil, y la expedición
iba acom pañada de un grupo de misioneros. P enetrando
en dirección al sur, los expedicionarios fueron ocupando
paso a paso una extensa región del país. A lgunos de los
misioneros aprendieron el guaraní, lengua aborigen p rin ­
cipal de aquella zona, e instruyeron a los indios en el
Evangelio y en las artes de la industria v la agricultura.
Pero en 1664 se obligó a los nuevos colonizadores a a b a n ­
donar el país después de veinte años de ocupación parcial.
Casi dos siglos pasaron antes de que el cristianism o
protestante volviera a presentarse en Sudam érica. E sta
aparición coincide más o menos con la iniciación del p e ­
ríodo revolucionario. A la Sociedad Bíblica Británica y
Extranjera pertenece el honor de haber introducido Sud-
américa a la fuente perenne del pensam iento v la ex p e­
riencia cristianos. Los nuevos cristianos aparecieron no
con espada sino con la Biblia. E ntre 1804 y 1807 la So­
ciedad Bíblica publicó veinte mil ejem plares del N uevo
Testam ento en portugués, la m avor parte de los cuales
se distribuyeron en poblaciones situadas a lo largo de la
costa del Brasil por conducto de com erciantes y m arineros
interesados en la propagación de las E scrituras. Asi em ­
pezó el trabajo de difusión de la Biblia, que, según los
mejores espíritus de Sudamérica, colma la más grande
necesidad de la vida espiritual del continente.
H abiéndose el N uevo M undo sacudido el poder de E s ­
paña y Portugal, se abrieron nuevas posibilidades a la
inmigración extranjera, con lo que vinieron a establecerse
en la costa del A tlántico muchos colonos extranjeros p ro ­
276 JU AN A. MACKAY

c ed e n te s de p a íse s p ro te sta n te s, lo s cu ales in tro d u je ro n


un nuevo facto r en la v id a v tra d ic ió n re lig io sa de Sud-
a m é ric a . M e p e rm itiré una b reve re fe re n cia a lo s p r i n c i p a ­
les m o v im ie n to s in m ig ra to rio s.
El p rim e r cuerpo p ro te s ta n te que c o n sig u ió e stab le ­
cerse en S u d a m érica fue el a n g lic a n o . M uy a p rin cip io s
d el sig lo pasado, la I g le s ia A n g lica n a o rg a n iz ó en el B ra­
sil una c o n g reg a ció n p ara m ie m b ro s de su p ro p ia com u­
n ió n que v iv ía n en d ich o p a ís. Se c o n clu y ó un tra ta d o
e n tre G ran B re ta ñ a y B ra sil, en una de cuyas c lá u su la s
se c o n c e d ía lib e rta d p a r a e d ific a r iq le sia s, p e ro e stip u la n d o
que las fach ad as de é stas no e x h ib iría n n in g ú n sig n o de
su id e n tid a d y uso a que e sta b a n d e stin a d a s . El p ro y e cto
h a b ía e n c o n trad o m uy c o n sid e ra b le o p o sic ió n en el p a ís,
p ero el p ro p io o b isp o de R ío de Ja n e iro e sta b a en favor de
que se c o n c e d ie ra p e rm iso a lo s b ritá n ic o s de lle v a r a
cabo sus p lan e s p a ra la c o n s tr u c c ió n de ig le sia s. La razó n
que d ich o d iq n a ta rio c a tó lic o daba para su a q u ie sc e n c ia
no es, sin em bargo, h a la g a d o ra para la re lig io sid a d b ri­
tán ic a. "L os in g le se s — d e cía — re a lm e n te no tie n e n re li­
g ió n , pero son una raza o rg u llo s a y o b stin ad a . Si nos
oponem os a sus d e se o s en tal re s p e c to , no só lo p e rsistirá n
tan to m ás en e llo s, sin o que le darán al a su n to una im ­
p o rta n c ia in fin ita . P ero si, p o r o tra p a rte , cedem os, cons­
tru irá n sus c ap illa s y n a d ie irá jam á s a e lla s" .1 P a ra ser
e stric ta m e n te ju sto , d e b ió de h ab er aareq ad o "¡salv o e n las
g ran d es o c a sio n e s!" La c o n stru c c ió n de la nueva iq le sia
«m pezó en 1819 y fue el p r im e r lu g a r no c a tó lic o ro m an o
d e c u lto que se c o n s t r u y ó en S u d a m érica .
C in co años m ás tard e un grupo de in m ig ra n te s a le m a ­
nes, la m ayor p a rte lu te ra n o s , a rrib a ro n al B rasil y ob­
tu v ie ro n p e rm iso p ara e d ific a r ig le sia s. Sus d e sc e n d ie n te s
y suceso res a ctu ale s, e sp a rc id o s por lo s g randes estad o s
del su r del B ra sil, fo rm an una co m u n id a d de un cu arto de
m illó n de c ristia n o s e v a n g é lic o s. En 1825 d o sc ie n to s c in ­
c u en ta c o lo n o s escoceses zarp aro n de L eib ru m b o al R ío
de la P la ta , y no m ucho después de lle g a d o s e rig ie ro n su
p ro p ia c a p illa en Buenos A ires. E sta ig le sia , que ha ce­
leb rad o ya su tercer c en ten a rio , ha c o n ta d o con una su­
c e sió n de m in istro s e m in e n te s, y e jercid o una in flu e n c ia
su m a m e n te b e n éfica en la v id a de la c o m u n id a d de h a b la
in g le sa en to d a la R e p ú b lic a A rg e n tin a . M uchos de sus
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 7 7

m ie m b ro s h a n f i g u r a d o e n tr e lo s h o m b r e s d e m e jo r e s p ír itu
c ív ic o q u e la c o lo n ia e x tra n je ra de A r g e n tin a h a p r o d u ­
c id o .
U n o s c in c u e n ta a ñ o s m á s ta rd e , p o co d e s p u é s de h a ­
b e r s e a p o d e r a d o las t r o p a s ita lia n a s d e la c iu d a d d e R o m a ,
a rrib ó al U r u g u a y un g rupo de in m ig ra n te s v a ld e n se s,
a c o m p a ñ a d o s de u n n o ta b le p a sto r que d e m o s tró ser tan
g ra n e s ta d is ta c o m o p a s t o r d e a lm a s . E n la a c tu a lid a d se
h a lla e s p a rc id o p o r el U r u g u a y y la A r g e n t i n a u n g r a n
n ú m ero de c o n g re g a c io n e s v a ld e n se s. E l p a sto r a que n o s
h e m o s re fe rid o , R. A rm a n d U g ó n , m u rió y a b ien e n tra d o
e s te s ig lo , a u n a e d a d p a t r i a r c a l , d e j a n d o t r a s sí u n a c o ­
lo n ia d e d ie z m il a lm a s e n la s d o s r e p ú b li c a s d e l P l a ta , y
u n a fa m ilia d e d o c e h ijo s e h ija s, la m a y o r ía d e lo s c u a le s
se c o n v ir t i e r o n e n p r o f e s i o n is ta s v f i g u r a n h o v e n t r e los
m ás d istin g u id o s c iu d a d a n o s del U ru g u a y .
C o n el p rin c ip io d e la fa se c o n c r e ta m e n t e m is io n e r a de
la a c t i v id a d p r o t e s t a n t e se a s o c ia el n o m b r e d e u n e s c o ­
cés, J a m e s T h o m s o n , u n a d e las m á s i n te r e s a n t e s y m i s ­
te rio sa s fig u ra s d e la v id a re lig io sa de S u d a m é ric a d u r a n te
el s ig lo p a s a d o . L le g ó a la A r g e n t i n a p o c o d e s p u é s d e la
R e v o lu c ió n , m o m e n t o m u y e n p a r t i c u l a r f a v o r a b l e a la
p r o p a g a c ió n d e las n u e v a s id e a s r e lig io s a s y la i n t r o d u c ­
c ió n d e u n n u e v o e s p ír itu re lig io s o . L a a u s e n c i a d e los
je s u íta s , la a m p litu d d e c rite rio que m o strab a n m uchos
m ie m b ro s d el c le ro y de lo s n u e v o s je fe s c iv iles y m ilita ­
re s , el d e s f a v o r c o n q u e el V a t i c a n o c o n s i d e r a b a la o b r a
d e lo s in s u r g e n te s , el n u e v o d e s e o d e e n t r a r e n r e la c ió n
c o n las q r a n d e s c o r rie n te s d e la v id a m u n d ia l: to d o s é s to s
fu e ro n fa c to re s q u e fa v o re c ía n la p r o p a g a c ió n del p ro ­
te sta n tism o .

T h o m s o n tra jo al R ío d e la P l a t a u n a d o b le c o m isió n .
E r a a g e n te d e la S o c ie d a d B íb lic a v E x t r a n j e r a y , a d e m á s ,
re p re s e n ta n te de la fa m o sa S o c ie d a d E d u c a tiv a L a n c a s -
te r ia n a . E n s u s fu n c io n e s c o m o lo p r i m e r o n o s r e c u e r d a a
a q u e l o tro n o ta b le a g e n te d e la S o c ie d a d B íb lic a, T o rg e
B o r r o w , y c o m o lo s e g u n d o , es el p r im e r o d e u n q r u p o
n o tab le de e d u c a d o re s p ro te s ta n te s de G ra n B re ta ñ a v
E s ta d o s U n id o s q u e h a n d e ja d o u n a im p re sió n in d e le b le en
la v id a c u ltu r a l del c o n tin e n te . L a c a r r e r a d e e s ta s o lita ria
fig u ra a p o s tó lic a , v la im p r e s ió n q u e c a u s ó e n lo s g o b i e r ­
n o s de c u a tro r e p ú b lic a s s u d a m e r ic a n a s , c o n s titu y e n su fi-
27 8 JU A N A. MACKAY

c íe n te te s tim o n io de las p o sib ilid a d e s la te n te s en la situ a ­


c ió n .
Los p ro y e cto s e d u c a tiv o s de T hom son re c ib ie ro n c alu ­
ro so ap o y o d e las n u e v a s a u to rid a d e s a rg e n tin a s. Según el
sistem a la n c a s te ria n o , lo s a lu m n o s de m ayor edad se
c o n v e rtía n en m e n to re s de lo s m á s pequeños y les im p a r­
tía n lo s e le m e n to s de la e d u ca ció n . Tal siste m a se adap­
ta b a de m odo esp e cial a un p a ís nuevo, en que h a b ía una
fa lta c o m p le ta de m a e s tr o s , v c o n el a p o y o p le n o d el g o ­
b ie rn o v de n o p o c o s m ie m b ro s del c le ro , el m o v im ie n to
h izo g ran d es p rogresos. Se fundó en M o n te v id e o una
E s c u e la N o rm a l p a r a la p re p a ra c ió n de m ae stro s. En B ue­
n o s A ire s, donde se o r g a n iz ó la p r im e r a ram a d e la áo cie-
dad, p ro n to e sta b a n fu n c io n a n d o c ie n e sc u elas con una
m atrícu la de c in c o m il a lu m n o s. El lib ro de tex to que se
em p le ab a en la enseñanza de la le c tu ra era la B ib lia . La
e stim a ció n del g o b iern o a rg e n tin o por lo s serv icio s que
Jam es T hom son p re stó a la causa de la e d u ca ció n se le
expresó de la m anera m ás in u sita d a . A n te s de sa lir de
A rg e n tin a p ara C h ile , donde ib a a te n d ie n d o una ap re­
m ia n te in v ita c ió n d el n u e v o q o b ie rn o de e s te ú ltim o p a ís,
se h iz o al e d u c a d o r e s c o c é s c iu d a d a n o h o n o ra rio d e la
A rg e n tin a con p len o s derech o s de c iu d a d a n ía . La razó n
que se d io p a r a este se ñ a la d o honor es sím b o lo de la ac­
titu d de un p u e b lo c o rd ia l y g eneroso h a cia "lo s e x tra n ­
j e r o s c u l t o s Au e e s t á n i n t e r e s a d o s e n el p r o g r e s o y la p r o s ­
p e rid a d del p a ís".
En C h ile , los esfuerzos de T hom son tu v ie ro n apenas
m enos buen é x ito , con la ú n ica c irc u n sta n c ia de que tu v o
que lu ch a r ahí c o n tra la in flu e n c ia del c le ro c a tó lic o ro ­
m ano, m ucho m enos lib e ra l, según sa b e m o s ,* q u e sus co­
frades del o tro lad o de lo s A ndes. U na p e tic ió n hecha
p o r el g o b iern o de que Thom son trajera o b rero s e x p e rto s
y tra b a ja d o re s a g ríc o la s a C h ile , fue b lo q u ead a por la
je ra rq u ía c a tó lic a ro m an a, a le a a n d o que lo s nuevos in ­
m ig ra n te s se rían p ro te sta n te s con to d a p ro b a b ilid a d . S in
e m b a r g o , el g o b ie r n o m o s t r ó su a p r e c io p o r los s e r v ic io s del
e d u c a d o r re p itie n d o el honor que le c o n firie ra la A rg en ­
tin a , es d ecir, h a cién d o lo c iu d a d a n o h o n o ra rio de C h ile .
En P erú , donde T hom son a p are ció en 1822, por in v i­
tació n esp e cial del L ib e rta d o r San M a rtín , se estab leció
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 7 9

una e sc u ela la n c a ste ria n a en un co n v en to desocupado


e sp ecialm en te p a ra el o b je to . P ero las c o n d ic io n e s p o lític a s
y de o tra ín d o le que p re v alec ían en ese p a ís, h icie ro n que
lo s e s f u e r z o s , del m a e stro m isio n e ro p e rip a té tic o , tu v ie se n
m enos buen é x ito ahí que en las o tras dos re p ú b lic a s.
D e m anera que, después de h a c e r c irc u la r u n gran núm ero
de p o rc io n e s b íb lic a s, pasó a C o lo m b ia por la v ía del
E cuador.
C o lo m b ia se c o n sid era g e n e ra lm e n te com o uno de lo s
p a íse s m ás fa n á tic o s y cerrad o s del g ru p o su d a m e ric a n o
de n a cio n es. P ero fue ahí donde T hom son tu v o su m ejo r
y m ás se ñ a la d o é x ito com o m isio n e ro , pues pudo o rg a­
n iza r u n a S o c ied a d B íb lic a n a cio n al en la c a p ita l del p a ís.
•El p r e s i d e n t e d e la n u e v a so c ied a d era nada m enos q u e el
p ro p io M in istro de N e g o cio s E x tra n je ro s; d iez de lo s
v e in te m ie m b ro s que c o m p o n ía n el c o m ité e jecu tiv o eran
c lé rig o s c a tó lic o s rom anos, y la p rim e ra re u n ió n de la
so c ied ad se e fe c tu ó en la c a p illa de la U n iv e rsid ad . Por
o tra p a rte , el p ro y e cto ten ía la a p ro b a c ió n de c in c o p ro ­
m in e n te s fu n c io n a rio s del g o b iern o . No pasó m ucho tie m ­
po, sin em bargo, a n te s que cayera so b re la em p resa una
densa som bra. La je ra rq u ía c a tó lic a in fo rm ó del a su n to a
R om a, y en el c u rs o del tie m p o , v in o del V a tic a n o la r e s ­
p u esta, que no era o tra que p ro h ib ir a to d o s lo s s a c e r d o te s
y fieles c a tó lic o s el p e rte n e c e r a la S o c ied a d B íb lic a C o­
lo m b ian a, y ordenando al m is m o tie m p o su su p re sió n . No
o b sta n te , el m o v im ie n to en p ro de la d ise m in a ció n de
las S ag rad as E sc ritu ra s e stab a y a en m arch a, y se h a b ía n
p u b lic a d o ed ic io n es esp eciales de la B ib lia y del N uevo
T e sta m e n to . U no de lo s e je m p la re s m ás in te re s a n te s que
e x iste n de e ste ú ltim o en español e stá fechado en 1837 y
lle v a el nom bre de una casa e d ito ra de B o g o tá. Si no
h u b iera sid o por la in te rv e n c ió n del V a tic a n o en a q u ella
o c a sió n , lo s cató lic o s de C o lo m b ia p o d rían haber despa­
chado e je m p la re s de las E sc ritu ra s a to d o s lo s p a íse s del
c o n tin e n te , cu m p lien d o así casi un sig lo a n te s el sueño de
m uchos c a tó lic o s lib e ra le s de n u e stro s d ías: poner la B i­
b lia e n la s m a n o s d e l p u e b lo . De C o lo m b ia, T hom son pasó
a G u a tem ala y M é x ico .
280 JU AN A. MACKAY

b) B ases del M ovim iento M isionero M oderno

E l c ristia n ism o e v a n g é lic o d a ta , c o m o m o v im ie n to m i­


s io n e ro p e r m a n e n t e y c r e a d o r e n tr e lo s s u d a m e r i c a n o s , d e
lo s a ñ o s c u a r e n t a d e l s ig lo p a s a d o . L o s n o m b r e s d e su s
fu n d a d o re s sim b o liz a n tre s tip o s re lig io so s d ife re n te s qu e
h a n e je rc id o u n a in flu e n c ia p e r m a n e n t e e n la v id a e s p i ­
ritu a l de S u d a m é ric a .
El p rim e ro de esos e x p lo ra d o re s es un o ficial de la
M a rin a B ritá n ic a , el c a p itá n "A lien G á rd in er. El p re lu d io
a la era m oderna de la obra m isio n e ra e v a n g é lic a en el
c o n tin e n te del sur, lo fo rm a una de las h isto ria s m ás
h e ro ic a s y trá g ic a s de las m isio n e s c ristia n a s. D espués de
v a rio s in te n to s fru stra d o s de e stab lec e r obra m isio n e ra
en d ife re n te s p a íse s de S u d a m érica , el in tré p id o c ap itán
cristia n o zarpó en se p tie m b re de 1850 con se is c o m p a ñ e r o s
rum bo a la isla so lita ria de T ie rra del Fuego. El g rupo
lle v a b a p ro v isio n es p ara seis m eses, al cabo de los cu ales
iría a v isita rlo s un n a v io . Por un la m e n ta b le erro r é ste
arrib ó h a sta se p tie m b re de 1851. L a p a rtid a de sa lv am en to
h izo su a p a ric ió n d e m a siad o ta rd e , y só lo en­
c o n tró lo s huesos c a lc in a d o s de lo s m isio n e ro s. C uando
la h is to r ia del suceso lle g ó a la G ran B re ta ñ a , la c o n c i e n ­
c ia d e lo s c r is ti a n o s e x p e r i m e n t ó un g ran sa c u d im ie n to . Se
o rg a n iz ó o tra e x p ed ició n en 1854, y uno de lo s p rim e ro s
v o lu n ta rio s q u e se a lis tó e n e lla fue u n h ijo del fin ad o jefe
d e la a n te rio r. L o s m ie m b ro s de esta segunda fu ero n ase si­
nados en m asa en 1895. A pesar de to d o , no se r e n u n c i ó
a la te n ta tiv a de e v a n g e liz a r a lo s fu e g u in o s, que según
D a rw in , rep re se n tan el tip o hum ano m ás b a jo en e x iste n ­
c ia . U n jo v e n m in istro a n g lic a n o , que to m ó en sus m anos
la a n to r c h a d e lo s m u e r t o s , lo g ró c o n q u i r t a r s e la c o n f ia n z a
d e los n a ti v o s , y e n el c u r s o d e u n o s c u a n t o s a ñ o s se h a b í a
e fec tu a d o tal tran sfo rm a ció n , que D a rw in , al hacer su
s e g u n d a v is ita a la isla , q u is o t e n e r el p r iv ile g io de in g resar
com o su scrip to r de la S o c ied a d M isio n e ra S u d a m erica n a
qu e h a b ía in tro d u c id o la lu z y la v id a e n tre lo s m o r a d o r e s
de la so lita ria isla del sur. N in g ú n gran m o v im ie n to m i­
sio n e ro pudo haber ten id o un c o m ie n zo m ás e sp iritu a l e
in sp irad o r. G á rd in er es el p ro to tip o lu m in o so de un gran
núm ero de hom bres y m u je re s que desde lo s d ías en que
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 8 1

él v iv ió h a n e n t r e g a d o sin r e s e r v a s su v i d a a la r e d e n c i ó n
y e le v a c ió n d e lo s p u e b lo s a b o r í g e n e s d e l c o n ti n e n te .
E l s e g u n d o n o m b r e sim b ó lic o es el d e u n n o r t e a m e r i ­
c an o , D a v id T r ú m b u ll, q u e lle g ó a C h ile e n 1845 e n r e ­
p re s e n ta c ió n d e la S o c ie d a d d e A m ig o s del M a r i n e r o y de
la U n ió n C r is tia n a N o r t e a m e r i c a n a y E x tr a n j e r a . A u n q u e
la la b o r d e T r ú m b u l l te n ía p o r o b je to p r in c ip a l a lo s m a ­
rin e ro s e x t r a n j e r o s y a los m ie m b r o s d e la c o m u n i d a d d e
h a b la in g le s a r e s id e n te en C h ile , te n ía in te r é s p o r la e v a n -
g e liz a c ió n en g e n e ra l, y su in flu e n c ia lle g ó a se r d e c is iv a
e n v a r i o s m o v i m i e n t o s e n p r o d e la c o l e c t i v i d a d . A él se
d e b ió e n g r a n p a r t e la ley d e t o le r a n c i a r e li g i o s a y el e s ­
t a b l e c i m i e n t o d e c e m e n t e r i o s c iv ile s . A fin d e i d e n t i f i c a r s e
m ás c o m p le ta m e n te co n su p a ís de a d o p c ió n , T rú m b u ll r e ­
n u n c ió a su c iu d a d a n í a n o r t e a m e r i c a n a y se h iz o c h ile n o .
C u a n d o m u rió , en 1889, to d a la n a c ió n llo ró a u n o d e su s
h ijo s m á s g r a n d e s . A D a v i d T r ú m b u l l se r e c o r d a r á s i e m ­
p re c o m o el p re c u rs o r de u n a la rg a su c e sió n de m isio n e ro s
p r o t e s ta n t e s , q u e p o r c a u s a d e C r i s t o y el a m o r d e lo s
h o m b re s se h a n id e n tific a d o ín tim a m e n te c o n las v a r ia s
n a c io n e s s u d a m e r ic a n a s a las c u a le s h a n id o e n tal fo rm a
que se h a n d e s p o ja d o e n te ra m e n te de to d o c a rá c te r e x tr a n ­
je r o y se h a n c o n v e r tid o e n p a r te y p o r c ió n d e su p a ís
a d o p ta d o .

L a te r c e r a fig u ra a q u e q u e r e m o s r e fe r ir n o s es la d el
d o c to r R o b e rt K a lle y , m é d ic o e sc o c é s q u e en 1855 a rrib ó
al B r a s i l p r o c e d e n t e d e la is la d e M a d e i r a , d e d o n d e lo
h a b ía o b lig a d o a h u ir la p e r s e c u c ió n re lig io s a . P o c o d e s ­
p u é s de su lle g a d a h a b ía lo g ra d o fu n d a r u n a c o n g re g a c ió n
en R ío de Ja n e iro . A u n q u e él e ra p re s b ite ria n o , o rg a n iz ó
a su s c o n v e rs o s s e g ú n el s iste m a c o n g r e g a c io n a l. E l n u e v o
g ru p o fue in d e p e n d ie n te y se s o s tu v o con sus p ro p io s
f o n d o s d e s d e u n p rin c ip io . H o y se c o n o c e c o n el n o m b r e
de Ig le s ia F lu m in e n s e . K a lle y es el p r e c u r s o r d el m is io n e ro
e v a n g e l i z a d o r d e lo s g r u p o s n a c i o n a l e s , y la o b r a q u e e s ­
ta b le c ió r e p r e s e n t a la p i e d r a f u n d a m e n t a l d e la I g le s ia
E v a n g é lic a su d a m e ric a n a , c u v o s m u ro s, fo rm a d o s p o r p ie ­
d ra s v iv a s , se e le v a n h o y e n d if e r e n te s p a r te s d el con-'
tin e n te .
E l p e r ío d o q u e v a d e 1855 a la fech a, h a p r e s e n c ia d o
la e n tr a d a , e n r á p id a s u c e sió n , d e m is io n e r o s e v a n g é lic o s
y s o c i e d a d e s m is io n e r a s e n lo s v a r io s p a ís e s s u d a m e r i c a ­
282 JUAN A. MACKAY

nos. A lg u n o s d a to s re p re se n tativ o s so b re el curso que ha


se g u id o e ste m o v im ie n to n o s a y u d a r á n a c o m p r e n d e r su
c a rá c te r y sig n ific a c ió n . C o m e n c e m o s c o n el B ra sil, p a ís
en que sus ra íc e s han p e n etrad o m ás p ro fu n d a m e n te y
do n d e- sus fru to s son m ás p a te n te s. La p rim e ra so c ied a d
m isio n e ra que lo g ró e stab lec e rse de m odo p e rm a n e n te en
el p a ís fue la de la Ig le sia P re sb iterian a N o rte am eric an a ,
que a b rió sus tra b a jo s en aquel p a ís en 1859. A lo s p res­
b ite ria n o s sig u iero n m isio n e ro s de las c o m u n io n e s m eto ­
d ista del £ ur, b a u tista del sur, y p ro te s ta n te e p isc o p a l.
1867 es una fech a im p o rta n te en la h isto ria re lig io sa
de la A rg e n tin a , p o rq u e fue ese año cuando se p re d ic ó
en el p a ís el s e rm ó n e v a n g é lic o en e s p a ñ o l, p ie z a h is tó r ic a
p ro n u n c ia d a p o r el d o c to r Jo h n F ra n c is T h o m s o n , jo v e n
de p ad res escoceses, que h a b ía v e n id o a la R e p ú b lic a A r­
g e n tin a a la e d a d de d iez a ñ o s. E s te v e te r a n o v iv e to d a v ía ,
al tie m p o d e e s c rib irs e e ste lib ro , e n B u e n o s A ir e s , aunque
ya c ie g o y cargado de años. Fue ta m b ié n él q u ien lle v ó
p rim e ra m e n te la fe e v a n g é lic a al o tro lad o del R ío de la
P la ta , al U ru g u a y . D e sa fo rtu n a d a m e n te , la p re d ic a c ió n de
T hom son era de una ín d o le e x tre m o sa m e n te p o lém ica y
a n tic a tó lic a , de m odo que, si b i e n en un p rin cip io d e sp e rtó
g ra n e n tu s ia s m o y a tra jo a m u c h o s c iu d a d a n o s p ro m in e n te s
del p a ís, acabó por p ro d u c ir una re ac ció n d e cid id am en te
a n tirre lig io sa e n tre esas m ism a s perso n as.
E l h e c h o de q u e u n m isio n e ro n o rte a m e ric a n o , el d o c to r
G o o d fe llo w , fue in v ita d o por el fam oso P re sid e n te arg en ­
tin o , S a rm ie n to , a c o n tra ta r m a e stro s n o rm alistas en lo s
E stad o s U n id o s p ara e stab lec e r e sc u elas n o rm a le s en el
p a ís, es buena ilu stra c ió n de la sim p atía con que se v e ía
la p re sen c ia de o b rero s p ro te sta n te s en la A rg e n tin a . En
unos c u a n to s años h a b ía n lle g a d o se se n ta y tre s m a e stro s
y en 1871 se fundó la p rim e ra e scu ela n o rm al de la A r­
g e n tin a en la c iu d a d de P aran á. E ste es el m ás a n tig u o
e je m p lo — v e n d ría n d e s p u é s o tro s m uchos*— de c o m isio n e s
dadas a m isio n e ro s p ro te sta n te s en S u d a m érica , por go­
b iernos o in stitu c io n e s n a cio n ale s, p ara c o n trib u ir d ire c ta ­
m en te al b ie n e sta r de la c o m u n id a d .
El e sta b le c im ie n to del tra b a jo m isio n e ro en la c o sta
o ccid en tal fué m á s d ifíc il d e b id o al m a y o r fa n a tism o e x is­
ten te en esos p a ís e s . S in em bargo, a n te s de t e r m i n a r A1
sig lo h a b ía n e n tra d o m isio n e ro s e v a n g é lic o s en C h ile , Bo-
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 8 3

liv ia , P e r ú y E c u a d o r . L a h i s t o r i a d e la i n ic i a c ió n d e la
o b ra e v a n g é lic a en el P e r ú e s tá lle n a de in c id e n te s n o v e ­
le s c o s . U n o d e lo s in ic ia d o r e s , el c o lp o r t o r a r g e n t i n o P e n -
z o tti, e s tu v o n u e v e m e s e s e n u n a m a z m o r r a d e l p u e r to d e
C a l l a o p o r el c r i m e n d e v e n d e r B i b li a s , v lo p u s i e r o n e n
lib e rta d s o la m e n te c u a n d o su d e te n c ió n se h a b ía c o n v e rtid o
en u n e s c á n d a lo in te rn a c io n a l. U n o s c u a n to s a ñ o s d e s p u é s ,
d o s m is io n e r o s in g le s e s , u n o d e e llo s e n f e r m o d e v ir u e la ,
tu v ie r o n q u e e s c a p a r d e la v ie ja c iu d a d d e C u z c o y e m ­
p r e n d e r u n a tr a v e s ía d e v a ria s s e m a n a s p o r las m o n ta ñ a s
h a s ta lle g a r a L im a . E l p rim e r e m is a rio p r o t e s t a n t e q u e
p e n e tr ó e n B o liv ia era ta m b ié n u n c o lp o r to r de A r g e n tin a .
L o a s e s in a ro n en 1880.
H a n p a s a d o o c h e n ta añ o s d e sd e q u e el c ristia n ism o
e v a n g é lic o e m p e z ó a e c h a r ra íc e s e n el c o n tin e n te d e l sur.
H o y se h a lla r e p r e s e n t a d o , e n u n a u o tr a fo rm a , e n las
d iez r e p ú b lic a s s u d a m e r ic a n a s , y e n a lg u n a s d e e lla s, p a r ­
tic u la r m e n te en el B ra s il, se h a c o n v e r tid o e n u n a d e las
p r in c ip a le s fu e rz a s re lig io s a s d e la v id a n a c io n a l. E c h e m o s
u n a m ir a d a a a l g u n o s d e lo s j a l o n e s p l a n t a d o s p o r el m o ­
v im ie n to , o sea, a su s a s p e c to s s o b re sa lie n te s.

c) A spectos Sobresalientes

En S u d a m érica h a lla m o s re p re se n tad o s to d o s lo s tip o s


de a c tiv id a d q u e p o r lo g en eral a p a re c e n e n el m o v im ie n to
m isio n e ro m o d ern o . L as grandes S o c ie d a d e s B íb lic a s, la
B ritá n ic a y E x tra n je ra , y la N o rte a m e ric a n a , se han es­
fo rzad o por hacer lle g a r las E sc ritu ra s a to d a s las c la se s
so c ia le s p o r to d a la e x te n s ió n d e l c o n tin e n te . E sa s n o tab le s
o rg a n iz a c io n e s han a d o p ta d o firm em en te la p o sic ió n c ris­
tia n a e c u m é n ic a de a b sten e rse de p u b lic a r y d istrib u ir o tra
lite ratu ra que no sea el so lo te x to de la B ib lia . La obra
del c o lp o rto r h a a b ie rto el c am in o al e v a n g e lis ta . El p re­
d icad o r p ro te s ta n te , en un p rin cip io e x tra n je ro , pero m uy
p ro n to un h ijo del p ro p io su e lo , se a b rió paso a las c iu ­
dades, a ld e a s v pequeños v d isp e rso s p o b lad o s de la
pam pa, la s ie r r a y la in m e n s a selv a. L le v a b a en sus m an o s
la P a lab ra , pero su p ro p ia persona era una p a la b ra v iv a,
encarnada. C e le b ra b a sus se rv icio s de p re d ic a c ió n , pero
tam b ién p ro cu rab a expresar su c ristia n ism o en una fo rm a
tan g ib le y de v a lo r p a ra la c o m u n id a d . Le sig u iero n o tro s
284 JUAN A. MACKAY

que d iero n m ás p e rm a n e n te e x p re s ió n al e s p íritu de C ris to


en u n a fo rm a in stitu c io n a l. A p a re c ie ro n g ra n ja s, h o s p ita ­
les, y e s c u e la s m is io n e ro s .
A l estab lecerse, las g r a n ja s m is io n e r a s in tro d u je ro n
m u c h a s m e jo ra s e n la a g r ic u ltu r a ; d if u n d ie r o n c o n o c im ie n ­
to s ú tile s e n tr e los p e o n e s y d e m á s c la s e s c a m p e s in a s ,
a te n d i e n d o al m is m o tie m p o s u s n e c e s i d a d e s e s p ir itu a le s .
L o s a g r ic u lto r e s e v a n g é lic o s s u c e d ie r o n a lo s v ie jo s e n c o ­
m e n d e r o s . U n o d e e llo s, el p r e s b i te r ia n o n o r t e a m e r i c a n o ,
B e n ja m ín H u n n i c u t t , e s u n o d e lo s e x t r a n j e r o s m á s q u e r i ­
d o s y e s tim a d o s del B ra sil.
A u n q u e las m is io n e s m é d ic a s n o h a n te n id o e n S u d -
a m é ric a el m ism o d e sa rro llo ' que en Á fric a y el o rie n te ,
d e b id o e n g r a n p a r t e a lo s e x c e le n te s s e rv ic io s m é d i c o s d e
q u e se d is f r u ta e n la s g r a n d e s c iu d a d e s y a la s r e s t r i c c i o ­
n e s q u e i m p o n e n lo s g o b ie r n o s s u d a m e r i c a n o s al e je rc ic io
p r o f e s i o n a l d e lo s m é d ic o s e x tr a n je r o s , e s s u m a m e n t e v a ­
lio so e i m p o r t a n t e el t r a b a jo r e a l iz a d o p o r lo s m é d i c o s
c ris tia n o s e n m u c h a s p a r te s n e c e s ita d a s del p a ís. E n P a r a ­
g u a y , u n a b n e g a d o m é d ic o m is io n e ro e sc o cé s se h a c o n v e r ­
tid o fig u ra n a c io n a l y m u y q u e rid a d e b id o a su d e v o c ió n
a las n e c e s id a d e s h u m a n a s . E n u n re m o to p u e s to a v a n z a d o
d e la c iv iliz a c ió n , e n la m o n t a ñ a p e r u a n a o r e g ió n d e los
b o sq u e s, o tro m é d ic o m isio n e ro e sc o cé s h a re c ib id o del
g o b ie rn o el n o m b ra m ie n to de d e le q a d o de sa lu b rid a d . N o
se h a b ía n p o d i d o o b t e n e r p a r a e llo lo s s e r v ic io s d e n i n g ú n
d o c to r p e r u a n o q u e e s tu v ie ra d is p u e s to a s e p u lta r s e v iv o
en a q u e lla re m o ta c o m u n id a d q u e se e n c u e n tr a a d ie c i­
n u e v e d ía s d e c a m in o , a lo m o d e c a b a lg a d u r a , d e la c o sta .
E n la c a p ita l d e l P e r ú , u n d o c to r c r is tia n o d e lo s E s t a ­
d o s U n i d o s , q u e t r a b a ja c o n lo s a u s p ic io s d e la M i s i ó n
M e to d is ta E p isc o p a l, se h a c o n q u i s t a d o u n a r e p u t a c i ó n
n a c io n a l p o r su p e ric ia y su d e d ic a c ió n , a s e m e ja n z a de
C r is to , a la c a u s a d e la s a lu d h u m a n a .

E n t e r r a d a s e n la s e c c ió n p e r u a n a d e las s e lv a s v ír g e n e s
d e l A m a z o n a s se h a lla n tr e s d a m a s in g le s a s , d o s d e e lla s
e n f e r m e r a s y la o tr a m a e s tr a , c u y a o b ra p e r d u r a r á c o m o
u n o d e lo s e je m p lo s m á s h e r o ic o s y p u r o s d e la d e v o c ió n
m is io n e r a c r is tia n a e n los tie m p o s m o d e r n o s . L a c a b e z a
de esa p e q u e ñ a b a n d a , u n a d a m a in g le sa , M is s A n n ie
S o p e r, d e s p u é s d e h a b e r p r e s t a d o v a lio s o s s e r v ic io s e n la
cap ital p e ru a n a o rg a n iz a n d o u n a escu ela de e n fe rm e ra s
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 8 5

adjunta a los hospitales de la ciudad, fundó en compañía


de una amiga una obra independiente en el interior del
Perú. La influencia de estas nobles mujeres ha irradiado
cristianismo por toda una vasta región, y lo único que
falta es un biógrafo que añada a los anales de las misiones
cristianas uno de sus más nobles retratos. Personalidades
como la de Annie Soper, en quienes se refleja el carácter
de Cristo, da un mentís al alegato lanzado algunas veces
por escritores hispanoam ericanos de que el protestantism o,
si bien ha producido sociedades bien ordenadas, no ha
sido capaz de dar al m undo héroes misioneros.
U no de los aspectos más característicos e influyentes
de la obra protestante en Sudamérica ha sido el educativo.
En todo el continente han surgido y desarrolládose un
gran número de escuelas y colegios de prim era clase. A l­
gunas de estas instituciones han ejercido y siguen ejer­
ciendo una profunda influencia en la vida cultural de los
varios países en que se hallan establecidas. A dem ás de la
contribución que han hecho a la formación del carácter
cristiano de sus graduados, han establecido norm as de efi­
ciencia educativa e idealismo ético. Difícil resulta sobre­
estimar la influencia que dichas instituciones m antienen
al presente en la vida espiritual de estas jóvenes naciones.
No es poco significativo el hecho de que el nuevo P re si­
dente liberal de Colombia sea un ex alumno de una escuela
evangélica de su país. H aya de la T orre era, cuando lo
expulsaron del Perú, un miembro entusiasta y valioso del
cuerpo de m aestros del Colegio A ngloperuano de Lima,
institución que fundó en 1916 la M isión de la Iglesia Libre
de Escocia. La tradición de esta escuela ha sido identifi­
carse lo más íntimam ente que se pueda con la vida y el
pensam iento nacionales. Al momento de escribir estas l í ­
neas, tanto el Secretario de la U niversidad como el Se­
cretario de la Facultad de Letras son miembros de su
profesorado, y, al igual que otros, siguen prestando sus
servicios a la institución, no por los m odestos emolumentos
que reciben, sino porque cree en lo que la escuela re p re ­
senta y están deseosos de hacer una aportación a su país
por medio de ella. U na reciente declaración del Director
interino del Colegio, Mr. W. S. Rycroft, ilustra cuál es la
286 JU AN A. MACKAY

a c titu d de la c o m u n id a d h a cia e sta in stitu c ió n , lo cual no


es sin o un e je m p lo típ ic o de lo que pasa ig u a lm e n te en el
caso de o tro s e sta b le c im ie n to s se m ejan te s en o tro s p a íse s
su d a m erica n o s. "H ace poco — escrib e el señor R ycroft —
u n o de n u e stro s m ae stro s, e sc rito r b ien c o n o cid o , fue n o m ­
brado S e c retario del R e c to r de la U n iv e rsid ad . Al p rin ­
c ip io pensé que con ese m o tiv o re n u n c ia ría a su p u e sto
en n u e stra e sc u ela, y expresé m is te m o r e s a o tro m ae stro ,
el cual me resp o n d ió in m e d ia ta m e n te : Oh no, no ren u n ­
c ia rá , p o rq u e el p e rte n e c e r al p ro feso rad o del C o leg io
A n g lo p e ru an o le o t o r g a a uno b a sta n te p re stig io m oral en
la c o m u n id a d .' Y en e fe c to , el m ae stro en c u e s tió n d e jó
sus c la se s en o tra s escu elas, pero to d a v ía enseña en la
n u e stra ."
El e je m p lo m ás n o tab le de obra e d u c a tiv a en Sud-
a m é ric a es fru to de m ás de tre in ta años de c ristia n o ser­
v icio y de la in te lig e n te v isió n e d u c a tiv a del R. W illia m
C. M o rris , m in istro a n g lic a n o de B u e n o s A ire s. H a c e tr e in ­
ta años que M r. M o rris fundó una esc u ela p ara n iñ o s
p obres en la c ap ital a rg e n tin a . A quel tra b a jo c re c ió y las
e sc u elas de ese tip o se m u ltip lic a ro n . En 1930 e stab a n
educándose se is m il d o sc ien to s n iñ o s en las E sc u e la s F i­
lan tró p ic a s A rg e n tin a s, y en el nuevo o rfa n a to lla m a d o
"E l A lb a " se h a lla b a n a sila d o s tre sc ie n to s tre in ta h u ér­
fanos de und y o tro sexo. En el curso de esos años han
pasado c ie n to c u a re n ta m il n iñ o s a rg e n tin o s por las "E s­
cu elas M o rris" com o se lla m a fa m ilia rm e n te a esos e sta ­
b lec im ien to s. La o bra se ha so ste n id o con a p o rta c io n e s
p riv ad a s de c iu d a d a n o s a rg e n tin o s y por e x tra n je ro s de
e s p ír itu c ív ic o r e s i d e n t e s e n la r e p ú b lic a . E n añ o s re cien te s
e stas e sc u elas han re c ib id o tam b ién un c o n sid e ra b le sub­
sid io del g o b iern o n a cio n al. Su lem a es: "Todo por mi
D io s, mi p a ís y mi d eb er". Los m uros de lo s sa lo n es de
c la se y de lo s p a tio s de la e sc u ela están c u b ie rto s de lo s
lem as m ás su g e stiv o s. En un fo lle to que c o n tie n e el in ­
form e c o rre sp o n d ie n te a 1930 se leen dos lem a s de M r.
M o rris que h an sid o la in s p ir a c ió n y el s e c re to d e la o b r a
a que ha co n sag rad o su v id a. Uno es: "Educa m ás q u ien
am a m á s " , y el o tro : "L o s te s o ro s m á s v a lio so s de u n p a ís
son sus n iñ o s ."
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 8 7

No es d e m a siad o d ecir q u e W illia m M o rris es el h o m ­


bre m ás q u e rid o en A rg e n tin a . D u ra n te tre in ta añ o s no ha
te n id o n in g u n as v a ca cio n e s. Es ta n p rá c tic o e in d iv id u a l
en su le a lta d al e sp íritu de su M a e stro que a c o stu m b ra
p robar con sus p ro p ias m anos lo s z a p a to s nuevos en los
p ie c e c ito s de lo s ra p a z u e lo s a q u ien e s ha p ro h ija d o . U no
d e lo s m ás p ro m in e n te s educadores c o n te m p o rá n e o s de la
A rg e n tin a , el d o c to r A n to n io S ag arn a, es un ex profesor
d e las E sc u elas M o rris. C uando era jo v e n , e in sp irá n d o se
en la v id a y obra de M o rris, S agarna ced ió v o lu n ta ria ­
m en te sus se rv icio s com o m ae stro . M ás tard e lle g ó a ser
M in istro N a cio n a l de E d u ca ció n . Cuando W illia m M o rris
m uera, las e sc u e la s p asarán a p ro p ied a d de la n a c ió n , y él
quedará en la h isto ria com o uno de lo s c iu d a d a n o s m ás
c ristia n o s y creadores d e la g ra n re p ú b lic a .
Los años recien te s se h a n se ñ a la d o p o r la a p a r ic ió n de
un nuevo e sp íritu de c o o p era ció n e n tre las m uchas m is io ­
nes p ro te sta n te s que la b o ra n en S u d a m érica . En 1916 se
e fe c tu ó un h istó ric o C ongreso en el istm o de Panam á, al
cual a sistie ro n rep re se n tan te s de las Ig le sia s E v a n g é lic a s
n a cio n ale s y de las T u n ta s de M isio n e s que tra b a ja n en
la A m é ric a L atin a. Por p rim e ra vez se pasó re v ista com ­
p leta a las c o n d ic io n es del m undo la tin o a m e ric a n o y se
acordó un p lan de a c c ió n p o r m ed io del cual p u d ie ra com ­
p a rtirse con d ich o s p a íse s la h e re n c ia e v a n g é lic a en su
e sp íritu y fru to s. El p rin cip al re su lta d o de d ich o C on­
greso fue la fo rm a c ió n de un c o m ité lla m a d o "C o m ité de
C o o p e ra c ió n en la A m é ric a L a tin a " con o ficin as c en trale s
•en N ueva Y ork. E ste c o m ité ha e je rc id o una in flu e n c ia
suprem a y creadora e stim u la n d o y c o o rd in a n d o lo s v a rio s
a sp e cto s de la a c tiv id a d m isio n e ra en el c o n tin e n te del
sur. Con sus a u sp icio s se fundó y p u b lic a una re v ista
m en su al, La N ueva D em ocracia, d irig id a por un d istin ­
g u id o in te le c tu a l y ex m o n je e sp a ñ o l, el d o c to r Juan O rts
G o n z ále z. E sta re v ista ha ten id o c o n sid e ra b le in flu e n c ia
en m uchos p a íse s latin o am eric an o s por su p r e s e n ta c ió n de
tem a s de in te ré s p re se n te y c o n tin e n ta l tra ta d o s desde
un p u n to de v ista c ristia n o . El se c re tario del C o m ité , el
d o c to r Sam uel Guy Inm an es p ro b a b le m e n te el hom bre
que m ás ha hecho hoy d ía por crear un m ejo r e n te n d i­
2 8 8 JUAN A. MACKAY

m ie n to y u n a p r e c io m u tu o e n tr e lo s E s t a d o s U n id o s y el
g ru p o la tin o a m e ric a n o de n a c io n e s .1
N u e v e a ñ o s d e s p u é s el C o n g r e s o de P a n a m á se re u n ió
u n a c o n v e n c ió n d e la m is m a ín d o le e n la c iu d a d d e M o n t e ­
v id eo p a ra tr a ta r e s p e c ia lm e n te del á re a su d a m e ric a n a .
E s ta c o n fe re n c ia c o n s titu y ó u n te s tim o n io d e la p o te n c ia
e in flu e n c ia c re c ie n te s d el c ris tia n is m o p r o t e s ta n t e e n el
c o n tin e n te . L a s le n g u a s o ficiale s de e sta a sa m b le a fu e ro n
el e s p a ñ o l y el p o r t u g u é s , y el p a p e l q u e d e s e m p e ñ a r o n lo s
n a c io n a le s d e e so s p a ís e s fue m u c h o m a y o r q u e e n P a n a m á .
A s is tie ro n c o m o h u é s p e d e s c ie rto n ú m e r o de h o m b r e s y
m u je re s d istin g u id o s de v a rio s p a ís e s s u d a m e ric a n o s , a u n ­
q u e n o p e r te n e c ie n te s a la c o m u n ió n e v a n g é lic a , y p r e s ­
t a r o n a la c o n f e r e n c i a el b e n e f ic io d e s u s i d e a s s o b r e la
situ a c ió n g e n e ra l re lig io sa y c u ltu ra l del c o n tin e n te , o f r e ­
c i e r o n s u c r ít i c a f r a n c a d e l m o v i m i e n t o p r o t e s t a n t e , y al
m is m o tie m p o e x p r e s a r o n su i n te r é s e n lo q u e é s te e s t a b a
h a c ie n d o . L a s e sta d ístic a s m o s tra ro n q u e en el c u rso de
n u e v e a ñ o s la c o m u n id a d to ta l e v a n g é lic a h a b ía m á s q u e
d u p lic a d o el n ú m e ro de su s m ie m b ro s. T o d o s se v in ie ro n
a d a r c u e n ta d e q u e el p r o t e s ta n t is m o se h a b ía c o n v e r tid o
y a en u n a fu erza c o n tin e n ta l a u tó c to n a .

T re s a ñ o s d e sp u é s, en su re u n ió n de Je ru sa lé n , el C o n ­
c ilio I n t e r n a c i o n a l M i s i o n e r o a d m i t ió a la A m é r i c a L a t i n a
d e n tr o d e lo s á m b ito s d e su in te r é s , y e n e s ta f o r m a q u e d ó
re c tific a d a u n a d e c isió n de la C o n fe re n c ia M is io n e r a de
E d im b u r g o , e n 1910, s e g ú n la c u a l q u e d a b a n d ic h o s p a í ­
ses e x c lu id o s d e la e s fe ra d e la a c tiv id a d e v a n g é lic a m i ­
s io n e ra . E n la a s a m b le a d e J e r u s a lé n se d io r e c o n o c im ie n to
a d o s c o s a s q u e j a m á s lo h a b í a n o b t e n i d o a n te s . P r i m e r a ,
q u e la s itu a c ió n re lig io s a d e la A m é r ic a L a t i n a e ra ta l q u e
dem andaba la p r e s e n c ia del c ris tia n is m o e v a n g é lic o en
i n t e r é s d e l b u e n n o m b r e y p r o g r e s o d e l a f e c r i s t i a n a ; se->
g u n d a , que el c ristia n ism o e v a n g é lic o h a b ía lle g a d o a n a t u ­
r a liz a r s e e n to d a la A m é r ic a L a tin a . E n v is ta d el s e g u n d o
d e e s to s h e c h o s se e s tu v o d e a c u e r d o e n q u e e n lo s u c e s iv o
las ig le sia s n a c io n a le s d e la A m é r ic a L a t i n a e s tu v ie r a n

1 A I aparecer esta ed ició n c a stella n a , el d irector de La Nueva D e­


mocracia e s el doctor A lb erto R em b oa. El doctor W . S tan ley R ycroft,
a quien se m en cio n a en el tex to , su ced ió al Dr. In m an com o se c re ta rio ,
y ha pasado lu eg o a ser el p resid en te del C om ité. (N . del T rad .)
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 8 9

re p re se n tad a s en el C o n c ilio por tres m ie m b ro s p len o s


d e é l.2

d) A lgunos M ovim ientos Nacionales

P a r a i l u s t r a r l o q u e s e a c a b a d e d e c i r r e s p e c t o a la.
n a cio n aliza ció n del c ristia n ism o e v a n g é lic o en Sudam é-
rica, p e r m í t a s e n o s r e f e r ir n o s a a lg u n o s m o v im ie n to s n a c i o ­
n a le s q u e n o s a y u d a r á n a p a r a r m ie n te s e n la ín d o le p o ­
te n te y sig n ific a tiv a de e sta n u e v a c r u z a d a re lig io sa . P i e n ­
sa u n o d e s d e lu e g o en u n n o ta b le m o v im ie n to re lig io so
q u e e m p e z ó en C h ile e n 1910 m e d i a n te la p r e d ic a c ió n de
u n e x - m i e m b r o d e la M i s i ó n M e t o d i s t a C h i l e n a y q u e se
c o n o ce g e n e ra lm e n te co n el n o m b re de M o v im ie n to P e n -
tec o sta l. E n u n p rin c ip io , su s r e u n io n e s se c a r a c te r iz a b a n
p o r f e n ó m e n o s e x tr a v a g a n t e s . E n lo s n u e v o s c o n v e r tid o s
se d e sa rro lló , c o n to d o , u n a p a s ió n re lig io s a in c a n d e s c e n te ,
y el m o v im ie n to se e x te n d ió p o r c iu d a d e s y a ld e a s c o n
s o rp re n d e n te ra p id e z . A l tie m p o d e e sc rib ir e s ta s lín e a s
su s a d h e r e n t e s s u m a n e n tr e d ie z v q u in c e m il, o s e a m á s
d e l d o b le d e lo s d e la s I g le s ia s m e t o d i s t a y p r e s b i t e r i a n a
d el p a ís. Q u ie n e s h a n e s tu d ia d o d e c e rc a e s te m o v im ie n to
d icen q u e h a p ro d u c id o en sus m ie m b ro s el m á s e le v a d o
tip o d e m o r a lid a d . H a b i e n d o c o m e n z a d o e n tr e lo s p a r ia s d e
la so c ie d a d , h a id o a lc a n z a n d o a p e r s o n a s s i t u a d a s c a d a
v e z m á s a lto e n la e s c a la so c ial. L o s f e n ó m e n o s e x t r a v a ­
g a n te s tie n d e n a desaparecer de sus re u n io n e s, v sus
m ie m b r o s , sin p e r d e r p o r e llo n a d a d e su cek> i n c a n d e s ­
c e n te p o r s a lv a r o tra s v id a s , se h a n h e c h o m á s n o rm a le s en
su e x p e rie n c ia e m o tiv a y m á s d is p u e s to s a c o o p e r a r c o n
lo s c o le g a s c ris tia n o s d e o tr o s g r u p o s e n a q u e llo q u e es
de in te ré s p a ra la c a u s a c o m ú n .

E s te m o v im ie n to es u n te s tim o n io del h e c h o de q u e
n in g ú n m ero d o g m a tism o o m o ra lism o p u e d e a b rirse p a so
e n tr e la s m a s a s s u d a m e r i c a n a s . E l f u tu r o e s t r ib a e n la
p ro d u c c ió n de u n a p a sió n re lig io sa q u e te n g a co m o c e n tro
u n a r e i n t e r p r e t a c i ó n , a l a l c a n c e d el p u e b l o , d e l a s i g n i f i ­
c a c ió n d e la C r u z y d el C r u c if ic a d o . C o n m u c h a f r e c u e n ­

2 E n la sig u ien te asam b lea p len a d e l C o n cilio , efectu ad a en Tám-


baram , M ad ras, In d ia , en 1938, hubo 2 4 d eleg a d o s de la A m érica La­
tina. (N . del T.)
290 J U A N A. MACKAY

cia el misionero anglosajón, reaccionando contra el d o g ­


matismo y el carácter tétrico del catolicismo español, no le
ha hecho justicia al significado del Gólgota. Por tal razón
no ha podido satisfacer aquellas necesidades y aspiracio­
nes religiosas que han producido en la historia religiosa
de la raza ibérica tanto al Cristo de T ánger como al Cristo
de Vélázquez. El centro de la religión española ha sido
la Sangre; desde tiempos inmemoriales el espíritu ibérico
ha estado preocupado con el problema de la sangre. El
lema de este nuevo movimiento de Chile, "La Sangre del
C ordero", podía leerse hace años trazado sobre cantiles
rocosos a lo largo de las carreteras y vías férreas del país.
Un segundo movimiento de significación ha tenido
lugar en las filas del cristianism o evangélico en Sudam é-
rica. Descuellan entre los movimientos evangélicqs ju v e ­
niles del continente las dos Federaciones, la uruguaya y la
argentina. Ha llegado ya el tiempo en que la juventud
evangélica de esos dos países presta reconocim iento al
valor de su herencia religiosa y acepta su responsabilidad
personal de introducirla en la corriente de la vida de sus
respectivas naciones. Un grupo notable de jóvenes de uno
y otro sexo forma entre los miembros de esas Federaciones.
M uchos de ellos ocupan puestos profesionales im portan­
tes. Las Federaciones sostienen tres grandes ideales: E s ­
tán decididas a trabajar por un frente unido evangélico
que eliminará, con el correr del tiempo, las diferencias
denominacionales de la familia protestante; se esfuerzan
por expresar los principios del cristianismo en forma de
tal modo práctica que sea una dem ostración del valor so->
cial de la religión; conceden suprem a prom inencia al evan-
gejüsmo, y en diferentes formas provectan la P alabra de
Cristo sobre los problem as de la vida y el pensam iento.
N adie puede estudiar de cerca este movimiento juvenil
sin convencerse de que éste tiene delante un gran futuro
espiritual.3

3 P or in icia tiva y en gran p arte d eb id o a la teson era labor de esas


F ed eraciones se ha lle g a d o a co n stitu ir la U n ió n L a tin o a m erica n a de
Juventudes E v a n g élica s qu e cu en ta y a , al hacer la p resen te tra d u cción
con varias fed eracion es n a c io n a le s com o afilia d a s, y ha celeb ra d o dos
Congresos co n tin en tales, u n o e n L im a, en 1942, y otro en la H ab an a,
en 1946. (N . del T.)
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 9 1

Sin em bargo, es en Brasil donde el cristianismo evan­


gélico ha alcanzado su m ayor desarrollo y hecho la más
im portante contribución a la vida nacional. En un capítulo
anterior hemos hecho la observación de que la República
del Brasil posee probablem ente el m ayor poder de absor­
ción del mundo. N ingún otro país ha sido tan hospitalario
como éste a las ideas de fuera. Es ahí donde el espiritismo
y el positivismo han obtenido sus m ayores triunfos, y ahí
también donde la fe evangélica ha hallado su más propicio
terreno. Difícil es de explicar cuál sea la razón de ello.
Debe tom arse en cuenta, sin em bargo, al menos una cosa:
Brasil ha crecido con más rapidez que cualquier otra r e ­
pública sudamericana. Los elementos étnicos que componen
su población son más num erosos y variados, que en cu al­
quiera república herm ana. Las tradiciones y el fanatismo
religioso han tenido menos fuerza ahí. La población del
Brasil llega en estos momentos a casi cuarenta millones,
y en unos cuantos años llegará a ser el país latino más
extenso y poblado del mundo.
La hospitalidad natural con que el Brasil acoge las
nuevas ideas y a los recién llegados ha sido aprovechada
por el movimiento misionero protestante, el cual ha tenido,
además, la gran fortuna de estar representado durante toda
su historia en esa república por hom bres y mujeres de gran
espíritu y visión. D esde un principio los misioneros tra b a ­
jaron por la nacionalización de la causa que rep re sen ta ­
ban. A medida que los años pasaban em pezaron a a p a re ­
cer directores eminentes en las iglesias evangélicas n a ­
cionales. En ningún otro país de Sudam érica v en pocos
países del m undo es tan perfecto y efectivo como en el
Brasil el movimiento de cooperación, lo cual se debe en
gran parte a los esfuerzos de un notable estadista cris­
tiano, el doctor Erasmo Braga, evangélico brasileño de la
tercera generación. Se calcula que la comunidad p ro te s­
tante del Brasil asciende en la actualidad a casi un millón
de almas. Los evangélicos brasileños han organizado r e ­
cientemente una sociedad m isionera que trabajará en la
madre patria, Portugal, y otra que se dedicará a la evan-
gelización de los indios del interior. La Federación de
Escuelas Evangélicas, surgida hace unos cuantos años,
es la federación más qrande de escuelas privadas que
existe en el país. Ya no dom inan los misioneros e x tran je­
2 92 JU A N A. MACKAY

ros la vida religiosa, sino que trabajan como simples socios


de sus compañeros nacionales, y en esa forma aportan
su propia contribución al progreso del movimiento en
general. H ace algunos años, con motivo de la m uerte de
un prestigiado pastor evangélico en la ciudad de Río de
Janeiro, la m unicipalidad dio su nombre, a fin de p e rp e ­
tuar su honrosa memoria, a uno de los parques de la
ciudad.4 Como símbolo del espíritu y futuro del cristia­
nismo evangélico con esa gran república se levanta una
herm osa ciudad jard ín construida en las m ontañas, y p ro ­
yectada como lugar de reposo para los obreros cristianos,
y centro de conferencias y retiros de las iglesias evangé­
licas nacionales. El alma de este equivalente, brasileño de
los famosos retiros de Keswick, en Inglaterra, y N o rth -
field, en los Estados U nidos, se expresa en su nom bre:
Uamuaratna, que quiere decir "lugar de los aliados."
En junio de 1932 tuvo lugar un evento histórico en la
vida religiosa de Sudamérica. La Convención M undial de
Escuelas Dominicales se reunió en Río de Janeiro, siendo
esa la prim era vez en la historia del continente que se ce­
lebra una reunión mundial en suelo sudam ericano. No c a ­
rece de significación el hecho de que la prim era asamblea
ecuménica llegada a playas sudam ericanas, playas de un
continente destinado por su espíritu y posición a conver­
tirse en el más ecuménico del mundo, se haya reunido con
los auspicios del cristianismo evangélico, y con el p ro ­
pósito de fomentar la educación cristiana de la niñez y la
juventud.

e) Una Expresión Ecuménica del Espíritu Protestante

En las secciones anteriores de este capítulo hemos d e ­


dicado nuestra atención casi exclusivam ente a la historia
y desarrollo del protestantism o como un movimiento de
iglesias. Necesitam os hacer hincapié, sin embargo, en que
el espíritu protestante en Sudam érica ha tenido una e x ­
presión laica así como tiene una eclesiástica. A quella ha
tomado la forma de dos asociaciones cristiana de la j u ­
ventud conocidas con los nom bres respectivas de A socia­
4 U n a de las n u evas a v en id as de R ío de Jan eiro llev a el nom bre del
doctor Erasm o B raga, y a firm ado. (N . del T rad .)
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 9 3

c ió n C ristia n a de Jóvenes y A so cia ció n C ristia n a Fem é,


n in a, o rg a n iz a c io n e s que en S u d a m érica han a su m id o un
c a rá cte r d e c id id a m e n te ecu m én ic o , pues aunque expresan
el e sp íritu p r o te s ta n te ese n cial en su se n tid o re lig io so , han
p ro cu rad o trasce n d er firm e m en te ta n to el e c le sia stic ism o
p r o t e s ta n t e c o m o el c a tó lic o . H a c i e n d o q u e la b a s e p a r a
ser m ie m b ro s a c tiv o s c o n s is ta en u n a sim p le d e c la r a c ió n
de fe p e rso n a l en C risto , h a n p o d id o hacer que no ten g a n
d ific u lta d p ara fig u rar en sus c u erp o s d ire c tiv o s lo s m i e m ­
bro s de ig le sia s p ro te sta n te s, lo s c a tó lic o s lib e ra le s y lo s
c ristia n o s sin c ero s que no han h a lla d o un h o g a r e sp iritu a l
en n in g u n a de am bas co m u n io n e s.
La p rim e ra A so cia ció n C ristia n a de Jóvenes de Sud-
. a m é ric a se fu n d ó en B ra sil en 1900, por obra de un secre­
tario n o rtea m e rica n o . D esde e n to n c e s, el d e sa rro llo del
m o v im ie n to , p o r lo que to ca a la e x p a n sió n in stitu c io n a l,
ha sid o re la tiv a m e n te pequeño. Al m o m e n to de esc rib ir
e stas lín e a s e stá re p re se n tad o por once a so c ia c io n e s lo ­
c a le s e n c in c o d e lo s p a ís e s s u d a m e r i c a n o s . P o r o tra p a rte ,
a lg u n a s de e lla s se han d e sa rro llad o m ucho y lle g a d o a
ser in stitu c io n e s m u y g randes e in flu y e n te s, caso en p a rti­
c u la r de la A so cia ció n de Buenos A ire s. A m ayor abun­
d a m ie n to , la in flu e n c ia e je rc id a por este m o v im ie n to en
to d o el c o n tin e n te ha estad o fu era de to d a p ro p o rc ió n con
su c re c im ie n to in stitu c io n a l.

En lo s p rim e ro s años de su h isto ria , la A so cia ció n


C ristia n a de Jóvenes se esp ecializó en la e d u ca ció n física
y la a c tiv id a d so cial, pues e n c o n tró que el d e sa rro llo de
esas form as de tra b a jo o frecía el m e jo r p u n to de c o n ta c to
con la c o m u n id a d . Aunque no se d e s c u id a b a la fo rm a c ió n
de grupos p ara el e stu d io d e la B ib lia v d e lo s p ro b le m a s
v iv o s de la ju v e n tu d , se d e d ic ó la p rin cip al a te n c ió n a
in tro d u c ir un nuevo e sp íritu v p ro p ó sito en lo s d e p o rte s y
form as sanas de re c re a c ió n , y a proveer un a m b ie n te
a tr a c tiv o y p u r o e n q u e lo s jó v e n e s p u d i e r a n e m p le a r su
tie m p o lib re . L a s d o s A s o c i a c i o n e s h a n s id o la s p r i m e r a s
en in tro d u c ir y p o p u la riz a r en S u d a m é ric a n u e v o s ju e g o s
y fo rm as de re c re a c ió n que ahora se han g e n e ra liz a d o .
Todo aquel que conozca ín tim a m e n te lo s p r o b l e m a s de la
ju v en tu d en esos p a íse s y las te n ta c io n e s que a sa lta n el
tie m p o lib re , puede a p re c ia r el gran v a lo r e sp iritu a l de la
294 JU A N A. MACKAY

o b ra h e c h a p o r las A so c ia c io n e s C ristia n a s de Jóvenes y


F e m e n in a m e d ia n te su a c tiv id a d física y so cial.
S in e m b a r g o , e n a ñ o s r e c ie n te s se h a n d e s a r r o l l a d o
n u e v o s e i m p o r t a n t e s a s p e c t o s e n el t r a b a j o e s p 'e c ia lm e n te
d e la A s o c i a c i ó n C r i s t i a n a d e J ó v e n e s , p r i n c i p a l m e n t e el
h in c a p ié en o b ra s de b e n e fic e n c ia , y el ig u a lm e n te v ig o r o s o
e n la r e s p o n s a b ilid a d d e la A s o c ia c ió n p a r a c o n la s g r a n ­
d es m a s a s del c o n tin e n te q u e n o fo rm a n p a rte de las ig le ­
sia s. C o n r e s p e c t o a lo p r i m e r o , se h a h e c h o t r a b a j o m u y
im p o r ta n te e n fa v o r de lo s m u c h a c h o s a b a n d o n a d o s v d e ­
lin c u e n te s. No puede uno d e ja r d e p e n sa r, p a rtic u la r­
m e n te e n lo s n o b le s y d e s i n te r e s a d o s e s fu e rz o s q u é d e s ­
a r r o l l a n e n lo s b a r r i o s b a jo s d e B u e n o s A i r e s lo s s e c r e ­
ta r io s a rg e n tin o s , q u e h a n c o n s a g r a d o su v id a al r e s c a te
y se rv ic io , a la m a n e r a d e C r i s t o , d e lo s g r a n u ji l la s d e la
c iu d a d . E l m á s n o ta b le c a s o d e e sa c la v e de se rv ic io es el
d e u n jo v e n a r g e n t in o , e d u c a d o e n u n o d e lo s c o le g io s d e
la A s o c ia c ió n e n lo s E s t a d o s U n i d o s , q u e d e ta l m a n e r a
c a u só im p re sió n en el G o b ie rn o p o r h a b e r c re a d o y d e s ­
a rro lla d o u n h o g a r p a ra m u c h a c h o s d e lin c u e n te s en B u e n o s
A ir e s , q u e se le n o m b r ó c o m o d i r e c to r d e l r e f o r m a t o r i o
m á s g ra n d e de la re p ú b lic a . E n el c u rso de u n o o d o s
a ñ o s , la o r g a n iz a c i ó n y e s p í r it u d e d i c h a i n s t it u c ió n se
h a b ía n tran sfo rm a d o por c o m p le to , y no pasó m ucho
tie m p o a n te s d e c o n v e r tir s e e n u n a d e las g lo ria s le g ítim a s
d el p a ís. U n e d u c a d o r n o r te a m e r ic a n o q u e h iz o u n a v is ita
al e s t a b l e c i m i e n t o d ijo q u e si b i e n e n lo s E s t a d o s U n i d o s
p o d ía n h a lla rse a lg u n a s in s titu c io n e s ig u a lm e n te b u e n a s ,
c ie rta m e n te n o h a b ía a h í n in g u n a m e jo r q u e é sta.

F o r m a s d e a c c ió n c o m o la s m e n c i o n a d a s le h a n c o n ­
q u is ta d o a la A s o c ia c ió n C r i s t ia n a d e J ó v e n e s la g r a titu d
y b u e n a v o lu n ta d de m á s de u n a c o m u n id a d su d a m e ric a n a ;
han estab lecid o n orm as de tra b a jo so cial d e sin te re sa ­
d o ; h a n d a d o e x p re s ió n al e s p íritu c ris tia n o e n u n a fo rm a
n u e v a y d in ám ica; h a n g a n a d o p a ra el c o m p a ñ e rism o de
la A s o c ia c ió n a h o m b r e s q u e a n h e l a b a n u n a o r g a n iz a c ió n
p o r m e d io d e la c u a l p u d i e r a n e x p r e s a r su s id e a le s p a r a
la c o m u n id a d . P o r su c o n ta c to con u n tra b a jo de e sta
í n d o l e , y s u p a r t i c i p a c i ó n e n él, m u c h o s s u d a m e r i c a n o s h a n
lle g a d o a te n e r u n a n u e v a e stim a c ió n del e sp íritu re lig io so
q u e lo i n s p i r a , y al m i s m o t i e m p o se h a n v i s t o i m p u l s a d o s
a e s tu d ia r la fe c r is tia n a c o n s im p a tía . U n p ro m in e n te
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 9 5

e d u c a d o r a rg e n tin o , q u e c u a n d o se p u s o p r im e r a m e n te en
re la c ió n c o n la A s o c i a c i ó n , a b o g a b a e n é r g i c a m e n t e p o r la
e lim in a c ió n d e la p a la b r a " C r i s t i a n a " d e su títu lo o fic ia l,
p a r a q u e , d e c í a él, e s t e m o v i m i e n t o p u d i e r a t e n e r b u e n
é x ito e n tr e la j u v e n t u d d e l p a ís , v in o a r e c o n o c e r m á s
ta rd e q u e e sa p a la b r a s im b o liz a b a el a lm a del m o v im ie n to
y s e ñ a la b a h a c i a lo q u e A r g e n t i n a n e c e s i ta m á s : u n s e n ­
tid o c r is tia n o d e la v id a .
D u r a n t e lo s ú ltim o s a ñ o s , el a s p e c to r e lig io s o d e la
A so c ia c ió n h a re c ib id o c re c ie n te p ro m in e n c ia , ta n to q u e h a
lle g a d o a c o n v e r t ir s e e n la p r i n c i p a l p r e o c u p a c i ó n d e lo s
d ir e c to r e s d e e lla , q u e g r a d u a l m e n t e se h a n p e r c a t a d o d e l
h e c h o de q u e el m o v im ie n to al q u e p e r te n e c e n o c u p a u n a
p o s ic ió n ú n ic a y e s t r a t é g i c a p a r a l la m a r la a te n c i ó n d e la
ju v e n tu d su d a m e ric a n a a la s ig n ific a c ió n d e Jesu cristo .
A c e p ta n d o su re s p o n s a b ilid a d en ese s e n tid o , se h a n d e ­
d ic a d o a d e s a r r o l l a r la a c t i v i d a d e s p ir itu a l d e la A s o c i a ­
c ió n e n tre s f o r m a s p r in c ip a le s . Se h a n o r g a n i z a d o c a m ­
p a m e n to s de v e ra n o en p u n to s e sc o g id o s de d ife re n te s
p a ís e s , a la o rilla del m a r, e n lo s b o s q u e s , c a b e la s c o ­
rrie n te s d e las m o n ta ñ a s . L o s n o m b r e s d e P iriá p o lis, en
U r u g u a y , d e Y m c á o lis, e n la sie rra a rg e n tin a d e L a V e n ­
t a n a , d e A n g o l , e n el s u r d e C h ile , y d e C h o s i c a , e n el
v a lle p e ru a n o del R im a c , tie n e n u n se n tid o s a g r a d o en
la m e m o r ia d e n u m e r o s o s h o m b r e s y j ó v e n e s d e S u d a m é -
ric a q u e h ic ie ro n a h í, e n el s e n o d e la n a tu r a le z a , el m á s
g ra n d e d e sc u b rim ie n to que p u e d e h a c e r el h o m b re : el dé
su p ro p ia p e rs o n a , d e s n u d a de to d o d isfra z , y el de D io s.
¿ Q u ién de c u an to s h a v a n a sistid o a esos c a m p a m e n to s
p o d rá ja m á s o lv id a r la N o c h e d e l C o ra z ó n A b ie rto co n
q u e te r m in a n , y e n q u e to d o s c o m p a r te n c o n lo s d e m á s
sus im p re sio n e s, y no p o c o s c o n fie sa n h a b e r te n id o u n a
s u p re m a e x p e rie n c ia e sp iritu a l?

P o r m ed io de su C o m ité c o n tin e n ta l en M o n te v id e o ,
la A s o c ia c ió n h a p u b lic a d o m u c h o s lib ro s v a lio s o s s o b re
el c ris tia n is m o y el p r o b le m a re lig io so , lo s c u a le s h a n
c irc u la d o p ro fu sa m e n te p o r el c o n tin e n te . El p rin cip al
a u to r de e sa se rie h a sid o el e m in e n te p e n s a d o r a q u ien
n o s h e m o s re fe rid o y a , d o n Ju lio N a v a r r o M o n z ó . S in
e m b a r g o , el p rin c ip a l tr a b a jo e s p iritu a l d e la A s o c ia c ió n
h a c o n sistid o en a u s p ic ia r c o n fe re n c ia s so b re re lig ió n y
re u n io n e s ín tim a s se n c illa s p ara a q u ellas personas que
2 96 JU A N A. MACKAY

ten ie n d o profundas p re o c u p a c io n e s e sp iritu a le s no han


p o d id o h a lla r sa tisfa c c ió n p ara e lla s en las ig le sia s e x is­
ten tes. L a A s o c ia c ió n h a te n id o q u e d e s e m p e ñ a r asi en a ñ o s
re c ie n te s, u n a d o b le fu n c ió n re lig io sa , cada una de las c u a ­
les c o n s titu y e u n a e x p erien c ia n u e v a en ese cam po. P erso­
nas e sp e cialm en te e m p le a d a s y a p artad a s para ese tra b a jo ,
han dado c o n fere n cias so b re lo s p ro b le m a s m ás v ita le s
de la v id a y la r e lig ió n , en e d ific io s d e la p ro p ia A so c ia ­
c ió n , e scu elas, u n iv e rsid a d e s, tea tro s y o tro s sa lo n es pú­
b lic o s, p o r to d a la e x te n s i ó n del c o n tin e n te , y m uchos que
de o tra m anera jam ás h a b ría n escuchado un m e n sa je re­
lig io so , d e b id o a su a n tip a tía por to d a c la se de e c le sia sti-
cism o , han a cu d id o en g ran n ú m ero a e stas re u n io n e s.
Tan g rande es el p re stig io de la p lata fo rm a de la A so­
c ia c ió n en a lg u n o s p a ís e s que cuando el p ro m in e n te p re d i­
cador y c o n fere n cian te d o c to r E. S ta n le y Jones h izo su
p rim e ra v isita a S u d a m é ric a , hace a lg u n o s años, d e sc u b rió
que la m a n e r a de o b te n e r sus m ejo res a u d ito rio s y e n tre ­
v istarse con personas que deseaba conocer, era poner
sus c o n fere n cias b a jo lo s au sp icio s de la A so cia ció n . Tal
vez él m is m o no se d io c u e n t a d e h a s t a qué p u n to la p o s i ­
b ilid a d v buen é x ito de sus re u n io n e s se d e b ie ro n al tra ­
b a jo p re lim in a r q u e la A s o c i a c i ó n h a h e c h o a c o stu m b ra n d o
a lo s que no p e r t e n e c e n ÍI n i n g u n a ig le sia a escuchar con­
fe re n c ia s re lig io sa s.

A dem ás de e sta fu n c ió n a p o lo g é tic a y e v a n g e lístic a ,


la A s o c ia c ió n se h a v is to en la n e c e sid a d de p ro p o rc io n a r
un e q u iv a le n te se n c illo y sin f o r m a l i d a d e s de las re u n io n e s
de las ig le sia s, para b e n eficio de a q u ello s que no p e rte ­
necen a n in g u n a de é sta s o que son re a c io s en e se n cia a
to d o lo que sea de ín d o le e cle siá stic a . P ara e stas p e rso n a s ,
la A so cia ció n ha sid o a lg o así com o la "C asa del In tér­
p re te " de que nos h a b la Juan B unyan en su in m o rta l
a le g o ría E l Peregrino, es d e cir, una posada al lad o del
c am in o , en que puede h a lla rse c o n fo rta ció n y d irec ció n
e sp iritu a l. Es o b v io q u e tal fu n c ió n debe ser de n a tu ra le z a
tra n sito ria y no p erm a n en te , por c u an to la A so cia ció n
jam á s puede c o n v e rtirs e en una in stitu c ió n que asum a las
fu n c io n e s p len a s de u n a ig le sia . Su papel c o n c re to a este
resp ecto debe ser el de ofrecer a lim e n to y o rien tac ió n es­
p iritu a le s, con la esp eran za de que a q u ellas personas a
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 2 9 7

q u ie n e s e lla p r e s t a a y u d a c o n d u c i é n d o l a s p o r la s e n d a
c ris tia n a , h a lla rá n fin a lm e n te su p ro p io h o g a r e sp iritu a l.
¿ Q u é fu tu ro tie n e n e stas o rg a n iz a c io n e s e cu m én ic as
en el c o n tin e n te su d a m e ric a n o ? S u ta re a h a sid o p r o b a ­
b l e m e n t e m á s d ifíc il e n e s a p o r c ió n d e l m u n d o que en
c u a lq u ie ra o tra. E n el O rie n te , y en o tra s p a rte s , s im p le ­
m e n te h a n p a r t i c i p a d o d e l p r e s tig io o la ig n o m in ia q u e
se a tr ib u y e n al m o v im ie n to c ris tia n o e n g e n e ra l. E n S u d -
a m é ric a , d o n d e el c ris tia n is m o e ra v a c o n o c id o , p e ro d o n d e
el n o m b r e m is m o de c ris tia n o y e s p e c ia lm e n te el de p r o ­
te s ta n te su scitan d e s a fo rtu n a d a s a so c ia c io n e s en el p e n ­
s a m ie n to así d e c a tó lic o s c o m o d e n o c a tó lic o s , las m e n ­
c io n a d a s in stitu c io n e s h a n te n id o q u e e v ita r d o s e x tre m o s
ig u a lm e n te a b o rre c ib le s. P o r u n a p a rte , h a n d e b id o c u i­
d a r s e de n o fu n c io n a r c o m o sim p le s a n e x o s y p r o l o n g a ­
c io n e s d e la a c tiv id a d e c le s iá s tic a p r o t e s ta n t e , a t r a y é n d o s e
así el c a rg o de ser o rg a n iz a c io n e s p u ra m e n te se c ta ria s
e n tre el p u e b lo a q u ie n tr a ta n de serv ir. P o r el o tro la d o ,
h a n d e b id o p r e c a v e r s e c o n s t a n t e m e n te c o n tr a la u n i v e r s a ­
liz a c ió n de su p ro p ia p o sic ió n re lig io s a h a s ta el p u n to de
h a c e rse c o m p le ta m e n te in o cu a s com o a g e n c ia s c ris tia n a s
c re a d o ra s . Su c o n s ta n te p ro b le m a e s p iritu a l h a sid o el de
c o m b in a r la u n iv e r s a lid a d c o n el p o d e r, t o m a n d o en c u e n ­
ta q u e lo p u r a m e n t e e s p ir itu a l es g e n e r a l m e n t e e s té ril.
E n u n se n tid o m u y real.

T ie n e s que ser fa n á tic o , una cuña, una c en tella


si q u ie r e s a b rir b re c h a en este m u n d o de g ra n ito .

Puede d ecirse, sin em bargo, que am bas A so c ia c io n e s


han p o d id o responder, en g rado n o tab le , a un m ed io en
que ta n to p o r ra z o n e s p sic o ló g ic as co m o p o r c irc u n sta n c ia s
h istó ric a s in fo rtu n a d a s , el se c ta rism o y la re lig ió n o rg a­
n iza d a son un tab ú para la v a s ta m ay o ría de las personas
que p ien san . H an lo g ra d o las A so cia cio n es c o lo c a rse por
e n cim a del choque de lo s in te re se s se c ta rio s; han creado
una e x p resió n , que h a rto se n e c e sita b a , de la re lig ió n en
a cc ió n ; han re h a b ilita d o la re lig ió n y el c ris tia n is m o en el
p e n sa m ie n to v v id a de m u c h a s p e rso n a s , h a c ie n d o de C r is ­
to el c en tro de to d o ; han p ro p o rcio n ad o m ed io s de sus­
ten to e sp iritu a l p a ra no pocos p e re g rin o s del c am in o de la
v id a. ¿D eben c o n tin u a r sien d o lo q u e son, h a c ie n d o lo q u e
2 9 8 JU A N A. MACKAY

han hecho, o deben ser y hacer alg o d ife re n te , a fin de


a p o rta r a q u ella c o n trib u c ió n e sp iritu a l su p rem a que la
p re sen te situ ació n e x ig e ? R eservam os p ara el sig u ien te
c ap ítu lo la d iscu sió n del p ro b lem a que así queda p lan ­
tead o .
CAPITULO XII

U N A C R I T I C A DEL P R O T E S T A N T I S M O EN
SUDAMERICA

Puede criticarse al autor de haber tratado, en el ca­


pítulo que antecede, el tema del protestantism o en Sud-
américa, en forma demasiado entusiástica y aprobatoria,
sin el despego necesario para hacej de él una presentación
completamente objetiva e imparcial. El autor acepta esa
crítica, pero se apresura a replicar que tal despego es im ­
posible cuando se trata de cuestiones espirituales can ­
dentes. Todavía menos posible resulta ello en un caso en
que el problema religioso de Sudamérica ha sido la p rin ­
cipal preocupación de la vida de un hombre, y cuando
éste ha hallado dentro del movimiento general que acaba
de describirse, la esfera en que puede hacerse la más
grande contribución a la vida espiritual del continente.
No obstante, el autor espera poder considerar en el p re ­
sente capítulo, tan desapasionada v críticamente como sea
posible, la cuestión general del esfuerzo protestante en
Sudamérica.

a) La Cuestión de la Validez

Se ha atacado en varios terrenos el movimiento m isio­


nero protestante que tiene lugar en Sudamérica. No hace
mucho se formuló una nueva base de tal oposición, que
siendo la más especiosa, ha de considerarse en prim er
término. Ya en un capitulo anterior nos referimos al ale­
gato que se oye a veces hoy, de que la presencia de las
misiones protestantes en la Am érica Latina constituye
una amenaza positiva a las relaciones entre los Estados
Unidos y las repúblicas latinoam ericanas. La propaganda
protestante procedente de los E stados Unidos perjudica,
se dice, particularm ente las relaciones comerciales entre el
300 JUAN A. MACKAY

n o r te y el sur. N a d a p o d r í a se r m á s c o m p l e t a m e n t e fa lso .
L o s c o m e rc ia n te s la tin o a m e ric a n o s p o se e n u n se n tid o d e ­
m a s ia d o a s tu to d e lo s n e g o c io s p a r a p e r m i t i r q u e el s e n t i ­
m ie n to re lig io so i n te r v e n g a en la e s fe ra d el i n te r é s c o ­
m e rc ia l. Si no fu era por la d e p resió n a ctu al en el
in te r c a m b io d e a r tíc u lo s e n tr e lo s v a r i o s p a ís e s a m e r ic a n o s ,
l a 'c u a l se d e b e a m u c h o s o tr o s f a c to r e s p e r f e c ta m e n t e c o ­
n o c i d o s , s e m e j a n t e canard n o s e h a b r í a p r o p a l a d o j a m á s .
P o r o tra p a r te , lo s m is io n e ro s a n g lo s a jo n e s h a n e s ta d o y
sig u e n e s ta n d o e n tr e lo s m e jo r e s e x p o n e n te s d e la c u ltu r a
y e s p íritu d e su s p a ís e s re s p e c tiv o s , a n te la A m é r ic a L a ­
t i n a , y é s t a t e n d r í a , si n o f u e r a p o r e llo s y la s i n s t i t u c i o n e s
q u e h a n fu n d a d o , m u y su p e rficiale s y p re c a rio s d a to s p a ra
j u z g a r d e la v id a c u ltu r a l d e N o r t e a m é r i c a . N o se n e c e s i ta
te n e r u n a f a m ilia r id a d m u y ín tim a c o n las c o s a s d e A m é ­
rica L a tin a p a ra c e rc io ra rse de qu e en m u c h o s d e e so s
p a ís e s , se d u d a c o n fre c u e n c ia , a u n e n lo s c írc u lo s i n t e ­
lec tu ales m á s a lto s, de q ue el p u e b lo n o rtea m e rica n o
te n g a a lg u n o s in te re s e s c u ltu r a le s serio s. L é a s e a tal r e s ­
p e c t o e l A rie l d e J o s é E n r i q u e R o d ó , d o n d e s e r e p r e s e n t a
a lo s E s t a d o s U n i d o s b a jo la f ig u r a d e C a lib á n . R e c u é r d e s e
ta m b ié n , a e ste m is m o p r o p ó s ito , la a firm a c ió n p u b lic a d a
en u n a re v is ta c a tó lic a r o m a n a de B u e n o s A ire s , d e q u e
la B ib lia n o r t e a m e r i c a n a es el d ir e c to r io d e lo s te lé fo n o s .
E l h e c h o e s q u e lo s e s c r i t o r e s c a tó lic o s r o m a n o s , s e ­
c u n d a d o s p o r c ie rta e sp e c ie p r e d is p u e s ta d e lite ra to s f r a n ­
ceses, h a n ten id o su m o in te ré s en p ro p a la r p o r to d a S u d -
a m é r ic a las m á s e r r ó n e a s id e a s s o b r e la v i d a y la c u lt u r a
n o rtea m e rica n a. P o r el c o n tra rio , lo s m is io n e r o s evan­
g é lic o s h a n h e c h o m á s q u e c u a l q u i e r o tr o g r u p o so c ia l p o r
fo m e n ta r u n a v e r d a d e r a e s tim a c ió n d e la v id a y c u ltu r a
l a t i n o a m e r i c a n a s e n lo s E s t a d o s U n i d o s , y d e la v i d a y
c u ltu ra n o rtea m e rica n as en el m undo latin o am eric an o .
M á s to d av ía , h a h a b id o c a so s en q u e m is io n e ro s n o r t e ­
a m e ric a n o s h a n te n id o in c lu siv e q u e su frir a m a n o s de
los p o d e r o s o s in te r e s e s c o m e r c ia le s de su p ro p io p a ís,
d e b id o a q u e a s u m ie r o n la d e f e n s a , c o n d e n u e d o , d e lo s
in te re se s d e la A m é ric a L a tin a . E s v a u n h e c h o c o m p r o ­
b a d o d e la h is to r ia el q u e fu e la in f lu e n c ia d e lo s p r o t e s ­
t a n t e s m e x i c a n o s v n o r t e a m e r i c a n o s lo q u e d e s m o r o n ó el
in ic u o c o m p lo t e m p o l l a d o p o r i n d u s t r i a l e s p o d e r o s o s , y
au sp iciad o p o r u n a o rg a n iz a c ió n p e rio d ístic a de m a la r e p u ­
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 0 1

tació n , para in d u c ir al g o b iern o de W a s h in g to n a a d o p ta r


u n a p o lític a i n te r v e n c i o n is ta e n M é x i c o . H a s t a d o n d e se
re fie re al p ú b lic o l a t i n o a m e r i c a n o , lo s r e p r e s e n t a n t e s d e l
c ris tia n is m o e v a n g é lic o so n c o n s i d e r a d o s c o m o lo s a m ig o s
m á s d ig n o s d e c o n f ia n z a de lo s p a ís e s en q u e v iv e n y
tra b a ja n . N o e sta ría fu e ra de lu g a r c ita r a q u í u n p á rra fo
de la c a rta e n v ia d a p o r G a b r ie la M is tr a l al C o n g r e s o de
O b ra C ristia n a re u n id o en M o n te v id e o . N o h a b ie n d o p o ­
d id o , a ú ltim a h o r a , a s is tir al C o n g r e s o , la p o e ti s a y e d u ­
c a d o r a c h ile n a e s c rib ió lo s i g u ie n te : "E l c ristia n ism o , no
lo o l v id é i s , e s el ú n i c o la z o e n t r e lo s E s t a d o s U n i d o s y la
A m é ric a E s p a ñ o la . S ó lo e n la P a l a b r a d e C r is to n o s e n ­
c o n tr a m o s y c o m p a r ti m o s u n a e m o c ió n c o m ú n ; lo d e m á s
es p u ra tra g e d ia de d ife re n c ia s ."
L a s e g u n d a b a s e de a ta q u e e s d e ín d o le m u c h o m á s
c lá sic a . Se a le g a q u e el p r o t e s t a n t i s m o e s p o r c o m p le to
fo rá n e o al e s p íritu la tin o , y que p o r tal r a z ó n ja m á s v e n ­
d rá a se r u n a e x p r e s ió n n a tu r a l d e la v id a re lig io s a n i u n
e le m e n to c re a d o r en el d e s a rro llo c u ltu ra l de u n p u e b lo
la tin o . S u r g e in m e d i a t a m e n te la c u e s tió n : ¿Y qué es un
p u e b lo la tin o ? / Q u i é n e s s o n lo s m ie m b r o s d e la r a z a l a ­
tin a ? ¿ H a s t a q u é p u n t o p u e d e s o s te n e r s e q u e lo s e s p a ­
ñ o le s y lo s p o r t u g u e s e s s o n é t n i c a m e n t e la tin o s ? S obre
to d o , ¿ h a s ta d ó n d e p u e d e d e c irs e q u e la m a y o r p a r te d e
la p o b la c ió n e n la m a y o r ía d e lo s p a ís e s la t i n o a m e r i c a n o s
es la tin a p o r s a n g re ? E l h e c h o es q u e lo s h a b it a n te s de
la p e n ín s u la ib é ric a y d e su s a n tig u a s c o lo n ia s d e l N u e v o
M u n d o , a u n c u a n d o su c u ltu ra sea e s e n c ia lm e n te la tin a ,
n o so n la tin o s e n sí m á s q u e e n u n g r a d o m u y le v e . H a ­
b la n d o é tn ic a m e n te , la la tin id a d es e n g r a n p a r te u n m ito
así e n E s p a ñ a c o m o e n P o r t u g a l y e n la A m é r ic a lla m a d a
L a tin a . M u c h o s in te le c tu a le s de e sa s re p ú b lic a s se n ie g a n
s i s t e m á t i c a m e n t e a e m p l e a r e l t é r m i n o A m é r i c a L a t i n a al
re fe rirse a esta p a rte del m u n d o , y p re fie ren d e c ir Ib e ro
o H isp a n o a m é ric a .

P e r o , in v e s tig a n d o la v e r d a d q u e p u e d a h a b e r e n e sa
e n o jo s a c u e s ti ó n d e la s e d i c e n te o p o s ic ió n i n n a t a e n t r e el
p r o t e s t a n t i s m o v la l a t i n i d a d , d e je m o s a u n l a d o , p o r el
m o m e n to , la P e n í n s u l a y la A m é r ic a L a tin a . G e n e r a l m e n t e
se c o n s i d e r a a F r a n c i a c o m o el c e n t r o d e la c u lt u r a la tin a ,
y P a r ís h a sid o d u r a n t e m á s d e u n sig lo la M e c a d e lo s
latin o am eric an o s. S in e m b a r g o , ¿ h a s ta q u é p u n t o p u e d e
302 JUAN A. MACKAY

decirse que Francia es latina? Perm ítasem e citar a este


respecto algunas observaciones hechas por M. Jacques A r-
navon, distinguido intelectual y diplomático francés, que
siendo M inistro de su país ante el gobierno del Brasil,
escribió una carta a un amigo m utuo en M ontevideo, en
que hacía referencia a la tesis sostenida por N avarro
Monzó de que el orotestantism o es esencialm ente an tip á­
tico a la mente latina. Según el pensador francés, p e rso ­
nalm ente católico, es un gran error agrupar cierto núm ero
de naciones v llamarles latinas. "No es posible —dice'—
clasificar a la Francia celta entre las naciones latinas.
H ay más en común entre un francés y un inglés, un h o ­
landés o un alemán, que entre él y un lazzatone napolitano,
un changador portugués o un sudam ericano".1 "Pero en
todo caso — prosigue nuestro escritor— la Reforma del
siglo dieciséis sólo tuvo poder de expansión bajo su forma
g in eb rin a... /D e dónde procedía dicha Reforma? De F ra n ­
cia, en donde un gobierno subvencionado por Felipe II
y el Papa la ahogaron. Sin embargo, en 1560 estuvo a
punto de triunfar. Con un Goligny más arrojado y un
Francisco I menos frivolo, la Reforma hubiera prevalecido.
Fracasó en Francia por causas enteram ente casuales y
no naturales, prueba de lo cual hallamos en el hecho de
que aquellas fuerzas fueron reprim idas de modo e n te ra ­
mente artificial y por tanto vinieron a estallar más tarde,
bajo otra forma, en la Revolución Francesa." Si se admite
que Francia v la Suiza francesa no son étnicam ente la ti­
nas, en cuvo caso, por supuesto, resulta inevitable la con­
clusión de que la Reforma protestante, en su expresión
más potente, nació fuera del m undo latino, debe adm itirse
cuando menos que Juan Calvino era profundam ente latino
en su cultura, y que es el padre de la lengua que durante
el siglo pasado ha sido el instrum ento principal de la más
elevada cultura en la península ibérica y en la Am érica
Latina.
¿Qué decir de la Reforma protestante en E spaña d u ­
rante el siglo dieciséis? Lo mismo que sucedió en Francia
aconteció en la Península. U na gran proporción de la
mejor gente del país, gente latina por su cultura, estaban
en favor de la Reforma, unos en la forma erasm iana,

1 E sta carta se escrib ió el 13 de octubre de 1927.


EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 0 3

o tro s e n la lu te r a n a . P e r o el m o v im ie n to r e f o r m a d o r fue
a h o g a d o e n s a n g r e p o r la In q u is ic ió n . S ó lo n u d o lle v a rs e
a cabo ta n c o m p le ta e x tirp a c ió n de un m o v im ie n to re li­
g io so c o m o el q u e h u b o l u g a r e n la E s p a ñ a d e l sig lo d i e c i ­
séis d e b id o a q u e la s n u e v a s id e a s n o se h a b í a n p o s e s i o ­
n a d o d e las m a s a s e n la m is m a fo rm a q u e en A le m a n ia ,
H o l a n d a y la G r a n B r e ta ñ a . N o o b s ta n te , n o p u e d e a l e ­
g a r s e q u e h a y a a l q o e n la n a t u r a l e z a e s e n c i a l d e l p r o t e s ­
tan tism o qu e no sea a c e p ta b le a un latin o u n a vez qu e
e n éste se h a d e s p e r ta d o r e a lm e n te el in te r é s re lig io s o ,
c u a n d o a f ir m a su a m o r n a t u r a l d e la l ib e r t a d y n o se h a lla
d is p u e s to a o b e d e c e r c ie g a m e n te la v o z d e la a u to r i d a d
y la tr a d ic ió n . E s p e r f e c t a m e n t e c ie rto , s e g ú n h e m o s v is to
y a , q u e la r e a c c i ó n n a t u r a l p a r a lo s l a t i n o s e s r e p u d i a r la
c r e d u lid a d in g e n u a d e la "fe d e l c a r b o n e r o " para caer
e n el m á s f a n á tic o d e lo s r a d ic a l i s m o s . E l e m i n e n te c r í ­
tic o M e n é n d e z y P e l a y o lle g ó h a s t a a f ir m a r q u e p a r a u n
e s p a ñ o l la ú n ic a a lte r n a tiv a e s p iritu a l p o s ib le es e n tr e u n a
le a lta d in c o n d ic io n a l a la Ig le s ia o u n c o m p l e to a g n o s ­
tic ism o . H is tó r ic a m e n te , e ste iu e g o d e l p é n d u lo h a q u e d a d o
estab lec id o co m o u n h e c h o d e m a s ia d o n o to rio . S in e m ­
b a r g o , la p o s ib ilid a d d e ta n v io le n ta r e a c c ió n es e n g r a n
p a r te la c o n s e c u e n c ia d e la a u s e n c ia d e l c r is tia n is m o p r o ­
te s ta n te , com o in flu e n c ia m e d ia n e ra v cread o ra, en el
m u n d p ib érico .

N a d a se h a n e c e s ita d o n i se n e c e s ita m á s en e so s p a í ­
ses que u n a v e r d a d e r a e x p re s ió n del c ris tia n is m o p r o t e s ­
ta n te . E s t o n o q u ie r e d e c ir q u e lo q u e se d e s e a e s u n a
ré p lic a d e las in s titu c io n e s p r o t e s ta n t e s q u e se h a n d e s ­
a r r o l l a d o e n los p a ís e s a n g lo s a j o n e s , m u c h o m e n o s u n a
p ro y e c c ió n al m u n d o la tin o d e lo s p e c a d o s del d e n o m in a -
c io n a lism o p ro te s ta n te . D e b e h a c e rs e h in c a p ié en el h e c h o
de q u e el p r o te s ta n tis m o es e s e n c ia lm e n te u n m o v im ie n to ,
u n a a c titu d re liq io sa , m á s q u e u n siste m a in stitu c io n a l o
u n a c o le c c ió n d e d o g m a s . E l D e á n In g e , e n su a d m ir a b le
e s tu d io d el t e m a ,2 h a c e la p e r ti n e n t e o b s e r v a c ió n d e q u e
es la ig n o r a n c ia la q u e t r a ta d e r e s tr in g ir el té r m in o " p r o ­
t e s ta n t e " a la a c titu d d e o b je ta rlo to d o . " E l p r o t e s t a n t i s ­
m o •— d i c e — e s e s e n c i a l m e n t e l a t e n t a t i v a d e c o n t r a r r e s t a r
e s a t e n d e n c i a a l a c o r r u p c i ó n y l a d e g r a d a c i ó n q ue a t a c a

Prolestantism.
3 04 JU A N A. MACKAY

a to d a re lig ió n in stitu c io n a l. Es la re v u e lta de la re lig ió n


g e n u in a c o n tra su se c u la riz a c ió n . Es siem p re, en su i n t e n ­
ció n , u n r e t o r n o a u n a s e n c ille z v p u re z a o rig in a le s ." Y
c ita al e fe c to , c o n a p r o b a c ió n , la a firm ac ió n h e c h a p o r
H árnack de que "el p r o te s ta n tis m o es un re d e sc u b rim ie n to
de la re lig ió n com o fe, com o re la c ió n e n tre perso n a y p e r­
sona, m ás e le v a d a en c o n se cu e n cia que to d a razón, y
c u y o v iv ir se b a s a no en m a n d a m ie n to s y c ó d ig o s, sin o en
el poder de D io s, y que reco n o ce en Je su c risto al Señor
de C ielo s v T ie rra com o P a d re ."
D ifícil es c o n c e b ir alg o m ás n e c e sa rio en la v i d a e sp i­
ritu a l del m undo ib érico que esa p re o cu p a ció n re lig io sa
p e rso n a l que el p ro te s ta n tis m o p re n d e , esa in sisten c ia co n
q u e é s te d ir ig e lo s p e n s a m i e n t o s d e l h o m b r e a la ú n ic a
rev elació n de D io s c o n te n id a en las S a n tas E sc ritu ra s
c ristia n a s, esa a firm a c ió n de que en Je su c risto y p o r m ed io
de Jesu cristo p u e d e to d o h o m b re qu e así lo d e s e e a c e r ­
c a rs e al E te r n o y e n tr a r e n c o m u n ió n c o n E l. D e c i r q u e
tal e x p resió n del c ristia n ism o es a n tip á tic a en el m undo
latin o al p u e b lo en g e n e ra l, p o rq u e e x ig e d e m a sia d o de
e llo s, e s e n sí m is m o la p r u e b a s u p r e m a de que se n e c e s i ta
con u rg e n cia. En to d o caso, esto al m e n o s puede d e cirse :
el tip o p a rtic u la r del c a to lic ism o que ha d o m in a d o h a sta
aquí en la p e n ín su la ib érica v en las re p ú b lic a s de la
A m é ric a L atin a, carece de p o rv e n ir e sp iritu a l, pues es to ­
ta lm en te in ad e cu a d o p ara esa lab o r tra n sfo rm a d o ra que
es la fu n c ió n in h e re n te del c ristia n ism o . Es m uy c ie rto ,
p o r su p u e sto , que tam b ién en el m u n d o p ro te sta n te se h a n
p e rd id o en gran p a rte la v is ió n y el poder de la re lig ió n
c ristia n a , a la vez que se han a p o stilla d o al a lm a de la
fe p ro te sta n te m uchos a c c e so rio s c o n tin g e n te s. C ausa do­
lo r, pero es v e rd a d , que en a lg u n a s p a rte s de la A m é ric a
L a tin a p u e d e u n o h a lla r c ie rto s tip o s de o b ra m is io n e ra
p ro te sta n te que no p u e d e n m en o s que ser re p e le n te s p a ra
las m e n te s re fle x iv a s , d e b id o al f a n a t i s m o v s e c ta r is m o que
pro d u cen en sus a d h e re n te s. No o b sta n te , esos hechos no
deben hacernos cerrar lo s o jo s a este o tro : que por to d o
el m undo p ro te sta n te c o m ie n za a p u lsa r una nueva em o­
c ió n , a m ed id a que v a c re c ie n d o con sum a ra p id e z la c o n ­
c ie n c ia de que el cristia n ism o es C risto , y de que debe
hacerse Señor de to d a v id a y to d o p e n sa m ien to a A quel
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 0 5

q u e c o n s titu y e el c e n tr o d e las E s c r it u r a s y d e la h is to ria ,


d e la e x p e r ie n c ia y d e l c o s m o s .
P o r lo q u e t o c a a la m a y o r í a d e lo s q u e l a b o r a n p o r el
p r o t e s t a n t i s m o e n la A m é r i c a L a t i n a , a u m e n t a sin c e s a r
la c o n v ic c ió n d e q u e su o b r a c o n s is te e n lle v a r el p u e b lo
n o a u n s is te m a s in o a u n a P e r s o n a l i d a d , y é s ta es la q u e
lle v a las m a r c a s d e l O t r o C r i s t o E s p a ñ o l. E s o b v io q u e
no p u e d e e v ita rse el p r e s e n ta r a C ris to en c o n e x ió n co n
fo rm as v o rg a n iz a c io n e s re lig io sa s q u e n a c ie ro n en o tro s
p a ís e s . P e r o n o h a y r a z ó n p o r la cu al el r e d e s c u b r i m i e n to
d e C ris to e n la A m é r ic a L a tin a n o h a y a d e c r e a r u n a e x ­
p re sió n in stitu c io n a l p ro p ia , q u e fo rm e p a rte , c o m o m ie m ­
b ro v iv o , de su c u e r p o u n iv e r s a l, y s e a al m is m o tie m p o
.la c la s e d e o r g a n is m o p o r m e d i o d e l c u a l p u e d a n lo s j ó ­
v e n e s p u e b lo s c o sm o p o lita s, se lla d o s p a ra sie m p re co n
la m a r c a d is tin tiv a de Ib e ria , e x p r e s a r su v id a re lig io s a y
fo rjar su d e stin o e sp iritu a l. P e ro e ste m o v im ie n to a u tó c ­
to n o d e r e fo r m a só lo p u e d e p r o d u c ir s e m e d i a n te la a c c ió n
d e u n v ig o r o s o f e rm e n to e n la v id a re lig io s a d e l c o n t i ­
n e n te . L a p rin c ip a l p re o c u p a c ió n d e to d o a q u e l q u e a m e
a la A m é r i c a L a t i n a n o e s si e l c o n t i n e n t e l l e g a r á a h a ­
cerse p ro te s ta n te , tal c o m o n o s o tro s , d e b id o a n u e stra
m e n te in s titu c io n a liz a d a , e n te n d e m o s e sa d e s ig n a c ió n , sin o
si l l e g a r á a s e r c r is ti a n o . E l p r o t e s t a n t i s m o e s t á h a c i é n ­
d o s e , n o se h a e n c o n t r a d o a sí m is m o p o r c o m p l e t o , m i e n ­
tr a s q u e el c r is tia n is m o es a lg o fin al y d e fin itiv o , a s a b e r,
es C ris to m ism o .

E s ta in te rp re ta c ió n de la m isió n d el p ro te s ta n tis m o d e s ­
tr u y e la te r c e r a b a s e d e o p o s ic ió n a la o b r a e v a n g é lic a
m is io n e r a e n la A m é r ic a L a tin a . Se a le g a q u e es i n m o ­
ral y a n tic ris tia n o p r o p a g a r u n a fo rm a de c ristia n ism o
a h í d o n d e h a p r e v a l e c i d o o tra . A lo q u e r e p li c a m o s : h a s t a
d o n d e c o n c ie r n e a lo s in te r e s e s d e la I g le s ia C a tó lic a R o ­
m a n a m ism a , el a c o n te c im ie n to m á s b e n é fic o q u e h a te n id o
lu g a r en tie m p o s re c ie n te s e n S u d a m é r ic a es el m o v im ie n to
p r o te s ta n te . Y e s ta es la o p in ió n d e m u c h o s c a tó lic o s i n ­
telig en tes. C u a n d o a u n sa c e rd o te fran cés, q u e v isita b a
M é x i c o n o h a c e m u c h o , se le p r e g u n t ó su o p i n ió n s o b r e
el m o v im ie n to m is io n e ro p r o t e s ta n t e en la A m é r ic a L a ­
tin a , su r e s p u e s ta fue: "L o m ejo r que p o d ría su c e d e r en
la v id a e s p iritu a l del c o n ti n e n te s e ría u n m o v im ie n to p r o ­
te s ta n te c a d a v e z m á s fu e rte , p u e s e so o b lig a r ía a la I g le -
306 JUAN A. MACKAY

sia a poner su casa en orden y a prepararse a cumplir con


su misión."
Pero aparte de esto, no puede perm itirse que estos
países, en los cuales penetran constantem ente nuevas in ­
fluencias, siga descristianizándose y descatolizándose co­
mo pasa hoy, sin hacer un esfuerzo por llevarlos a las
fuentes puras del pensam iento y la tradición cristianos.
D escuidar deber cristiano tan imperioso sería ab an d o n ar­
los a caer como presa de las influencias no cristianas a
que antes hemos aludido, y que se van haciendo cada vez
m ás poderosas, y preparar así el camino a una reacción
violenta contra toda religión, tal como ha sucedido en la
Rusia soviética y ha empezado a suceder, aunque en g ra ­
do mucho menor, en España, con el establecimiento de la
República.

b) La Tarea Evangélica

N uestra principal dificultad no consiste en justificar


la presencia del cristianism o evangélico en la Am érica
Latina, sino en sentir una razonable seguridad de que
éste podrá, fiel a su índole intrínseca, desem peñar su d i­
fícil y necesaria misión en el continente. A un cuando ha
logrado ya mucho en lo que toca a transform ación espi­
ritual y servicios a la comunidad, y aunque se está n a ­
cionalizando con gran rapidez, quienes dirigen el m ovi­
m iento deberán tom ar cada vez más en cuenta ciertas con­
diciones indispensables del buen éxito, a fin de aportar
una contribución realm ente creadora a la vida espiritual
de esos países en esta hora tan crítica.
Piensa uno, en primer lugar, en los misioneros que
vienen del extranjero. Deben éstos identificarse absoluta­
mente con su comunidad, y esta identificación no debe
restringirse a sus horas de trabajo, sino extenderse a su
vida social. Deben hallar su propia recreación en lograr
contactos más íntim os y comprensivos con aquellos a
quienes han venido a servir. Que no olviden que llegan a
estas playas oleadas hum anas procedentes de todas p a r­
tes del mundo, que se incorporan a la vida nacional. H ay
países de Sudamérica en que la segunda generación de
británicos y norteam ericanos sé ha convertido en parte
integrante y entusiasta de la nación. N ad a más ominoso
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 0 7

y d e p rim e n te que to p a rs e a q u í v a llá , e n e s a s tie r r a s ,


c ie rto s c o rrillo s m is io n e ro s q u e p a d e c e n d e u n su til c o m ­
p lejo d e s u p e rio rid a d , y h a n f u n d a d o u n a " p e q u e ñ a G r a n
B re ta ñ a " o u n o s " p e q u e ñ o s E s ta d o s U n id o s " en el sen o
de sus p a íse s de a d o p c ió n . E l lem a d e b e ser no tu te la y
c o n d e s c e n d e n c ia , sin o s im p a tía e n el p le n o s e n tid o e ti m o ­
ló g ic o y c ris tia n o d e l té rm in o . L a p a la b r a q u e v ie n e de
f u e ra d e b e h a c e r s e c a r n e i n d íg e n a ; d e lo c o n t r a r i o , n o
l o g r a r á q u e se o ig a la e te r n a P a l a b r a d e la c u a l p r e s u m e
ser u n eco.
I g u a lm e n te n e c e s a rio es q u e el e s p íritu de u n i d a d y
c o o p e ra c ió n se h a q a c a d a v ez m á s re a l y c o n c re to e n tre
q u ie n e s tr a b a ja n e n el se n o d e u n a ra z a q u e h a sid o e d u ­
c a d a en la u n i d a d i m p o n e n te d e l c a to lic is m o , q u e p o r su
p ro p ia n a tu ra le z a es e cu m én ic a en sus sim p atías y c o n ­
c e p to s , v q u e j a m á s se m o s t r a r á f a v o r a b le a u n s is te m a
re lig io s o in c a p a z d e d e m o s tr a r la u n i d a d e s e n c ia l y c o h e ­
sió n í n tim a d e las p a r t e s q u e lo f o r m a n . A d m i t i m o s d e
b u e n g ra d o que e x iste n a lq u n a s o rg a n iz a c io n e s m is io n e ra s
que tra b a ja n en S u d a m é ric a , v que no h a n h a lla d o to d a v ía
la m a n e r a d e p e r te n e c e r al m o v im ie n to g e n e r a l d e c o o p e ­
r a c i ó n e v a n g é li c a , y q u e al m is m o t ie m p o e s t á n l l e v a n d o
a cab o u n a la b o r c ris tia n a a d m ira b le y c r e a d o r a en c ie rta s
r e g io n e s . S in e m b a r g o , s e ría u n p a s o i n c a lc u la b le , e n la
h i s t o r ia e s p ir itu a l d e la A m é r i c a L a t i n a , si se l l e g a r a a
fo rm a r, c o m o e fe c tiv a r e a lid a d , la F e d e r a c i ó n d e Ig le s ia s
E v a n g é lic a s c u v o p ro y e c to se h a d is c u tid o en v a r ia s r e ­
u n io n e s in te rn a c io n a le s . N o se ría a c o n s e ja b le n i c re e m o s
que d e b ie ra in te n ta rs e u n a fu sió n o rg á n ic a de cuerpos
re lig io s o s , p e ro la d e m o s tr a c i ó n d e la u n i d a d y s o l i d a r i ­
d a d f u n d a m e n ta le s d e ' las fu e rz a s e v a n g é lic a s p r o d u c ir ía
u n a p ro fu n d a im p re sió n en el m u n d o la tin o a m e ric a n o .

N o e s m e n o s im p e r a t i v o el q u e el c u lto típ ic o d e las


ig le s ia s p r o t e s ta n t e s d e la A m é r ic a L a t i n a se c e le b re en
u n a a tm ó s fe ra d e la m á s g rande re v ere n cia. E st d e si­
d e r á t u m se r e fie re e n p a r t e al tip o d e e d ific io q u e se n e ­
c e s ita p a r a ig le sia y e n p a r te al tip o de se rv ic io re lig io s o
q u e se c e le b ra . N o se o lv id e q u e si b i e n el e s te tic is m o h a
sid o la p e r d ic ió n d e l c a to lic is m o e s p a ñ o l, h a v c ie rta c a s ta
a r m o n í a e s té tic a q u e d e b e o f r e c e r s e al o íd o y al o jo , a
fin d e f a c i l i t a r a lo s l a t i n o a m e r i c a n o s la m e d i t a c i ó n y el
c u lto , p o rq u e e sto s p u e b lo s p o se e n un se n tid o e stético
308 JU AN A. MACKAY

m á s s e n s ib le q u e el d e los a n g lo s a j o n e s . L a a r q u i t e c t u r a
de a lg u n a s de las n u e v a s ig le sia s e v a n g é lic a s del B ra sil
h a lo g ra d o crear, de m a ra v illo sa m a n e ra , e sa c a s ta b e lle za
q u e d e b e c a r a c te riz a r el c e n tro c o m u n ita rio del c u lto e v a n ­
g é lic o .
S o b re to d o , d e b e h a b e r la m a y o r r e v e r e n c ia en la d i ­
r e c c ió n d e l s e rv ic io r e lig io s o y e n la o r a to r i a d e l p u lp ito .
E n a ñ o s r e c ie n te s h a h a b id o e n a lg u n a s p a r te s la t e n d e n ­
c ia a in tr o d u c ir e n el p u lp ito a lg o así c o m o la a tm ó s f e r a
d e u n a l m u e r z o d e l C lu b R o t a r i o . L a p r e d i c a c i ó n y el
c u lto , a n d a n de c ie rto m u y m al c u a n d o el p e n s a m ie n to r e ­
lig io so tie n e q u e c o n d im e n ta r s e c o n la sa lsa v u lg a r de
lo s c h a s c a rrillo s . C ie rto m o d o d e p r e s e n t a r la v e r d a d r e li ­
g io sa , q u e e n a lg u n a s p a r te s del m u n d o a n g lo s a jó n p o d r ía
p a s a r p o r a c e p ta b le , fá c ilm e n te p o d ría a r r u in a r el e fec to
d e u n a p r e d i c a c i ó n si se e m p l e a a n t e u n a c o n g r e g a c i ó n
la tin o a m e ric a n a . E l e sp íritu latin o , c u a n d o e stá p o se íd o de
u n a a tm ó s fe ra y a c titu d re lig io s a s , es m u c h o m á s serio
q u e el a n g lo s a j ó n , y el m ín im o s ig n o d e t r i v i a l i d a d e n el
p u lp ito , p r o d u c e e n lo s e s p ír itu s s u p e r io r e s u n a r e a c c ió n
fa ta l, a la v e z q u e e n g e n d r a u n a r e li g i o s i d a d s u p e r f ic ia l y
o r o p e le s c a e n las a lm a s in f e r io r e s q u e e s tá n d i s p u e s t a s a
a ce p ta rla. Q u ie n e s e stá n de v e ra s in te re s a d o s en el e v a n -
g e lism o la tin o a m e r ic a n o d e b e n g r a b a r s e e n el c o r a z ó n las
s ig u ie n te s p a l a b r a s q u e e x p r e s a n lo q u e s e n tía u n d i s t i n ­
g u id o m in istro e v a n g é lic o de C u b a , q u e h a b ló e n el C o n ­
g re s o E v a n g é lic o H i s p a n o a m e r ic a n o d e la H a b a n a , e f e c ­
tu a d o en 1929: "E l p rin c ip a l p e lig ro que am enaza al
p r o te s ta n tis m o es la triv ia lid a d , y g r a n p a r te de la c u lp a
d e e llo c o r r e s p o n d e a q u i e n e s e m p l e a n c h i s t e s y v u l g a r i ­
d a d e s en el p u lp ito ."

O t r a n e c e s i d a d m u y a p r e m ia n t e e n los c írc u lo s p r o t e s ­
t a n t e s d e la A m é r ic a L a t i n a e s la a d o p c i ó n d e u n n u e v o
tip o de e v a n g e lism o de v a n g u ard ia. D e b e h a lla rs e un
e q u iv a le n te del m o d o de p re d ic a r del M a e s tro , en las c o ­
lin a s g a lile a s , y d e las d is c u s io n e s q u e P a b l o s o s te n ía e n
la e s c u e la d e T y r a n o . E n e sa s o c a s io n e s n i J e s ú s n i P a b lo
p arecen haber acom pañado sus p a la b ra s de acto ritu a l
a lg u n o . " E n lo s c a m p o s m o r a C r i s t o " , d e c ía el g r a n F r a y
L u is. L o s e v a n g e lis ta s c r is tia n o s e n la A m é r ic a L a t i n a n e ­
c e sita n d o s c o sa s h o y : te n d e r, p o r el e le v a d o c a r á c te r de
su v id a p e r s o n a l , u n p u e n t e s o b r e la c im a q u e s e p a r a e n
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 0 9

e s o s p a ís e s la re lig ió n d e la c o n d u c t a p r iv a d a , y o tr o q u e
s a lv e el g o lfo q u e h a y e n tr e el p e n s a m i e n t o r e lig io s o y el
p e n s a m i e n t o e n g e n e r a l, lo c u a l p u e d e h a c e r s e l le v a n d o
las id e a s re lig io s a s a c a m p o a b ie rto p a ra d e m o s tr a r q u e
s o n d e v a lo r , c o n s i d e r a d a s e n sí m is m a s , y n o s i m p l e m e n t e
co m o p a rte de u n a cto c ere m o n ia l. P o r e sa ra z ó n h a v u n a
o p o r t u n i d a d s u p r e m a p a r a lo q u e h a v e n i d o a c o n o c e r s e
c o m o " c o n f e r e n c ia sin c u lto " . S e h a p r o b a d o e n a ñ o s r e ­
c ie n te s q u e n o h a y te m a q u e a tr a ig a m á s a u n a u d ito rio
l a t i n o a m e r i c a n o c o m o el d e la r e lig ió n , c u a n d o lo t r a t a
fu e ra d e lo s r e c i n to s r e lig io s o s u n a p e r s o n a c o n s i d e r a d a
p o r su s o y e n te s c o m o c o n o c e d o r a d e lo s p r o b le m a s q u e
c a u s a n p e r p le jid a d al h o m b r e m o d e r n o . E n el m o m e n to
e n q u e lo s r e p r e s e n t a n t e s d e l c r is tia n is m o p r o t e s t a n t e en
la A m é r ic a L a tin a s a lg a n a c a m p o a b ie r to y se in te r e s e n
e n p r e s e n t a r la fe q u e e s tá e n e llo s, e n u n a f o r m a ta l q u e
a p e le al h o m b r e c o m ú n y c o rrie n te , a m a n e c e r á u n n u e v o
d ía e n la h is to r ia e s p iritu a l del c o n tin e n te . U n a v e z q u e
la s p e r s o n a s se in te r e s e n e n C r is to v e n el m e n s a je c r i s ­
tia n o , tie m p o h a b r á p a ra in ic ia rlo s e n el sig n ific a d o y
p riv ile g io d e l c u lto y del c o m p a ñ e r is m o de la ig le sia . P e r o
m ie n t r a s r e c ib a n la im p r e s i ó n d e q u e el i n te r é s p r i n c i p a l
d e lo s p r o t e s t a n t e s e s e s t a b l e c e r u n tip o d e o r g a n i z a c i ó n
y r i tu a l r e li g i o s o s e n c o n t r a d e o t r o q u e , c r e a n o n o e n él,
es p a rte de su h e re n c ia re lig io sa , el p r o g r e s o del v e r d a ­
d e ro c ris tia n is m o se r e ta r d a r á c o n s id e r a b le m e n te .

H a lle g a d o ta m b ié n la h o r a e n la h is to r ia d el p r o t e s ­
ta n tis m o e n la A m é r ic a L a tin a e n q u e d e b e p r o p o r c i o n a r s e
la r iq u e z a d e lite r a tu r a c r is tia n a q u e 1 se p r o d u c e e n p a ís e s
fu e ra d e lo s d e h a b la in g le s a , a le c to re s c u y a v id a i n t e ­
le c tu a l se n u t r e só lo e n lig e ro g r a d o d e fu e n te s a n g l o s a j o ­
nas, p ero e stá su m e rg id a en trad u c cio n e s de a u to re s
fra n c e s e s , a le m a n e s e ita lia n o s . E n lo s m o m e n to s e n q u e
e s c rib im o s e s ta s p á g in a s , la in flu e n c ia c u ltu r a l m á s p o ­
d e r o s a q u e se e je rc e e n las m e n te s la tin o a m e r ic a n a s c u lta s
p ro c e d e de A le m a n ia. L a re v ista m ás in flu v e n te del m u n d o
d e h a b l a e s p a ñ o l a e s l a R evista de Occidente, p u b l i c a d a
por un g ru p o de in te le c tu a le s e sp a ñ o le s que encabeza
O r te g a y G a ss e t, e d u c a d o s to d o s e llo s en A le m a n ia . P o r
m e d io d e s u s p á g i n a s se t r a s m i t e n a t o d o s lo s c e n t r o s
p r in c ip a le s d e l m u n d o h is p á n ic o las ú ltim a s p u ls a c io n e s
del p e n sa m ien to g erm an o . C asi no h ay o b ra im p o rta n te
310 JU AN A. MACKAY

e n c ie n c ia y filo s o fía , p r o d u c i d a e n A l e m a n i a , q u e n o se
h a g a lu eg o tra d u c ir y c irc u la r p ro fu s a m e n te en e sp a ñ o l.
L a s o b r a s a le m a n a s i m p o r t a n t e s a p a r e c e n p o r lo g e n e r a l
p r i m e r o e n e s p a ñ o l q u e e n i n g l é s . L a D ecadencia de O c­
cidente, d e S p e n g l e r , e j e r c í a " y a s u i n f l u e n c i a e n l a s u n i ­
v e r s id a d e s s u d a m e r ic a n a s c u a n d o a p e n a s se o ía h a b la r de
e lla e n el m u n d o a n g lo s a j ó n . C u a n d o se c o n s i d e r a q u e el
p e n s a m ie n to m á s v ita l y c r e a d o r s o b re la s itu a c ió n r e l i ­
g io s a m o d e r n a e s el q u e t i e n e l u g a r e n A l e m a n i a , y q u e el
m o v im ie n to p r o t e s t a n t e m á s p o d e r o s o d e lo s t i e m p o s m o ­
d e rn o s tie n e su o rig e n en el m is m o p a ís, es h o r a y a de q u e
lo s q u e se i n te r e s a n e n el c r is tia n is m o e n la A m é r ic a
L a tin a c o m ie n c e n a a p r o v e c h a r el n u e v o c lim a in te le c tu a l
q u e se e stá e s ta b le c ie n d o e n e so s p a ís e s . D e b e p e r m itir s e
al m is m o tie m p o q u e h a b le d ir e c ta m e n te a lo s p u e b lo s
la tin o a m e ric a n o s el v ig o ro so m o v im ie n to p ro te s ta n te de
F ra n c ia , con su e le v a d a v c a d a v ez m á s a b u n d a n te lite ­
ra tu ra .
E n el c o n t i n e n t e d e l su r, el c r is tia n is m o r e f o r m a d o se
h a a lim e n ta d o d u r a n te d e m a s ia d o tie m p o c o n la t r a d u c ­
ció n d e lib ro s re lig io s o s d e s e g u n d a c a te g o r ía p r o d u c id o s
e n N o r t e a m é r i c a y la G r a n B r e ta ñ a . D e s a f o r t u n a d a m e n t e ,
la s o b r a s r e lig io s a s m e j o r e s v m á s r e p r e s e n t a t i v a s q u e se
p u b lic a n e n d ic h o s p a ís e s so n v e r t i d a s al e s p a ñ o l só lo
m u y r a r a v e z. E l p r im e r p a s o p a r a la c r e a c ió n d e u n a l i t e ­
ra tu ra v e rd a d e ra m e n te p ro p ia v o rig in a l c o n siste en p r o ­
v e e r fe rm e n to s b a s ta n te v ig o ro s o s y m o d elo s b a sta n te
p u r o s d e la lite r a tu r a d e o tr o s p a ís e s . T a l h a sid o s ie m p r e
el o r d e n q u e se h a s e g u id o e n la h i s t o r ia d e la s i n f lu e n c ia s
l ite r a r ia s . E s t im ú l e s e t o d o lo m á s q u e se p u e d a la p r o d u c ­
c ió n de lib ro s o rig in a le s en e s p a ñ o l y p o r tu g u é s , e s c rito s
p o r q u ie n e s s e a n c a p a c e s d e e llo , p e r o c o n v ie n e q u e el
m o v im ie n to e v a n g é lic o n o d e je de p r o d u c ir el e q u iv a le n te
de esa v e rd a d e ra in u n d a c ió n de tra d u c c io n e s de lite ra tu ra s
e x tr a n je r a s q u e al p re s e n te c o lm a el m e r c a d o la t i n o a m e r i ­
c a n o d e lib ro s.

N o c o m o u n sis te m a a n ta g ó n ic o v riv a l, sin o c o m o d e ­


p o s ita rio de c ie rta s v e r d a d e s fu n d a m e n ta le s y de c ie rto
e sp íritu re lig io so qu e el m u n d o la tin o a m e ric a n o n e c e sita ,
el c r is ti a n is m o p r o t e s t a n t e se h a lla e n p o s i b i li d a d y b a jo
c o m is ió n d e p r o c la m a r y e n c a r n a r las c o s a s e te r n a s q u e
c o n tie n e en su m éd u la . R o d e a d o de fu erzas a p a s io n a d a s
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 1 1

d eb e to rn a rs e a p a s io n a d o tam b ién . P ro c la m a n d o v a le ro s a ­
m e n t e q u e n i n g u n o d e l o s ism os d e l a s c o n t r o v e r s i a s o r ­
d in arias lo r e p r e s e n t a a d ec u ad a m en te, d eb e e n tre g a rse
p o r c o m p le to al p e n s a m ie n to y la a c c ió n c r e a d o r e s . S o b re
to d o , d e b e s e r u n e c o y t e s ti m o n io d e la P a l a b r a d e l D io s
v iv o que es n u e s tro c o n te m p o rá n e o y q u e e stá en m a rc h a ,
a b r ié n d o s e p a s o , e n su o b r a r e d e n t o r a , p o r e n tr e la b a r a -
h u n d a y el c ie n o d el p r e s e n te .
Si es c ie rto , c o m o d ic e T r o e lts c h , q u e la e x p r e s ió n
a r tís tic a s u p r e m a d e l g e n io p r o t e s t a n t e n o se h a ll a e n la
p in tu r a , la e s c u ltu r a o la a r q u i t e c t u r a , s in o e n la m ú s ic a ,
la a c tu a l d e sa rm o n ía e sp iritu a l o frece u n a o p o rtu n id a d
sin p r e c e d e n t e s p a r a l a c r e a c i ó n d e n u e v a s a r m o n í a s . N o
tra te el m o v im ien to p ro te sta n te en A m é ric a L atin a de
riv a liz a r c o n el v iejo m o v im ie n to re lig io s o , e n c a r n á n d o s e
e n m o n u m e n t o s a r tís tic o s q u e , p o r m u c h o q u e h a l a g u e n los
o jo s, e s tá n p r e d e s tin a d o s a d e c a e r y n o c o n s ig u e n c a p ta r
'la q u i n t a e s e n c i a d e la f e c o m ú n c r i s t i a n a . E s p e c i a l í c e s e
m á s b ie n e n la m ú s ic a , p e r o e n la d e la v id a v la s r e l a ­
c io n e s h u m a n a s . T r a t e , c o m o la g r a n p o e tis a s u d a m e r i ­
can a, de d e p o sita r en c a d a c o n v e rtid o , co m o en un s a n ­
tu a rio , su "m ás d u r a d e r a m e lo d ía " , m a n te n ie n d o sie m p re
d e la n te la v isió n d e F r a y L u is d e L e ó n , d e q u e C r is to es
" S a lu d " , p rin c ip io ín tim o d e a r m o n ía así p a r a lo s i n d iv i ­
d u o s c o m o p a r a la s n a c i o n e s . E s a m ú s i c a d e l a lm a e s el
n e c e s a rio p re lu d io a a q u e lla m á s a lta m ú s ic a de in te r m i­
n a b le a g o n ía , sim b o liz a d a p o r el O tro C risto E s p a ñ o l del
c u a d ro de V e lá z q u e z , u n a m ú sica c u y a d e sa p a c ib le c a n ­
c ió n d e c a m i n a n t e s s o l a m e n t e lo s c ie lo s y la s g e n e r a c i o n e s
fu tu ras p u e d e n co m p re n d er.

c) Concerniente aí E cum enism o R eligioso

E n u n p a s a je y a c ita d o , R ic a r d o R o ja s s u g e ría la p o ­
sib ilid a d de q u e su rg ie ra d e S u d a m é ric a u n a e x p re s ió n del
c ris tia n is m o q u e tr a s c e n d ie r a to d o s lo s c u lto s e x tr a n je r o s .
¿ D a r á n o r ig e n las d o s a s o c ia c io n e s d e jó v e n e s a q u e se
re fie re el c a p ítu lo a n te rio r, c o n su a c titu d de e c u m e n is m o
re lig io so , a tal e x p re sió n ? /E s d ic h a e x p re s ió n p o sib le?
Y si lo e s , ¿ p u e d e s e r d i r i g i d a d e l i b e r a d a m e n t e ?
C o n s i d e r e m o s a la A s o c i a c i ó n C r i s t i a n a d e j ó v e n e s e n
re la c ió n c o n e ste p ro b le m a . S u fo rm a in s titu c io n a l, q u e se
312 JU AN A. MACKAY

a s e m e j a m u c h o a lo q u e c a r a c t e r i z a a la s A s o c i a c i o n e s e n
N o rte am éric a, aunada a la p o s ic ió n e c u m é n ic a que ha
a d o p ta d o e n m a te ria de re lig ió n , c re a n al p r e s e n te u n s e ­
rio p ro b le m a . M u c h a s f o rm a s d e a c tiv id a d q u e la A s o ­
c ia c ió n in tro d u jo p o r p r im e r a v e z en S u d a m é r ic a h a n sid o
d e sp u é s c o p ia d a s y a d o p ta d a s p o r o tra s o rg a n iz a c io n e s ,
d e m o d o q u e e n c ie rto s r e s p e c to s la A s o c ia c ió n n o h a
p o d id o re te n e r su p o sic ió n d ire c to ra , y en o tro s, n o p u e d e
ser y a in ic ia d o ra . E s p e r fe c ta m e n te c ie rto , p o r s u p u e s to ,
que en n in g u n a o rg a n iz a c ió n del c o n tin e n te que h a tra ta d o
d e r e p r o d u c ir a s p e c to s d e la la b o r y el e s p íritu d e la A s o ­
c ia c ió n C r i s t ia n a d e J ó v e n e s , e x is te , o p u e d e e x is tir, la
m i s m a a t m ó s f e r a e s p i r i t u a l v la m i s m a a c t i t u d h a c i a la
v id a , y e so s u c e d e p o r q u e la A s o c i a c i ó n e s tá f in c a d a e n
c im ie n to s c ris tia n o s y p o s e e id e a le s de q u e c a re c e n sus
im ita d o r e s . A l p ro p io tie m p o , se h a h e c h o c a d a v e z m á s
d ifíc il e l m a n t e n i m i e n t o d e la m a q u i n a r i a i n s t i t u c i o n a l q u e
d e b e p o n e r s e e n m o v im ie n to p a r a q u e la A s o c i a c i ó n p r e s ­
te su s se rv ic io s tr a d ic io n a le s a la ju v e n tu d . L a s e x ig e n c ia s
d e la a c tiv id a d a d m in is tr a tiv a d e n tr o d e la o r g a n iz a c ió n ,
y la n e c e s i d a d d e l e v a n t a r f o n d o s fu e ra d e e lla p a r a q u e
la m á q u in a p u e d a s e g u ir fu n c io n a n d o , a b s o r b e n el tie m p o
y la a te n c ió n d e m u c h o s s e c r e t a r i o s q u e a n h e l a n p o d e r
e n tr e g a r s e p o r c o m p le to a la o b r a d el c o n ta c to p e r s o n a l
ín tim o c o n lo s a d u lto s y lo s jó v e n e s .

E n lo s p a ís e s p r o t e s t a n t e s , c u a n d o m e n o s u n a g r a n
p r o p o r c i ó n d e lo s s o c io s d e la A s o c i a c i ó n tie n e n a lg u n a
c o n e x ió n c o n la Ig le s ia C r is tia n a , y su s s o s te n e d o r e s so n
c r is tia n o s e n tu s ia s t a s . E n lo s p a ís e s s u d a m e r i c a n o s só lo
u n p o r c e n t a j e m u v c o r to d e lo s m ie m b r o s e s t á n b a jo la
in flu e n c ia d e la ig le s ia , e n t a n t o q u e la m a y o r í a d e lo s q u e
so stie n e n fin a n c ie ra m e n te el m o v im ie n to n o so n c ris tia n o s,
y se i n t e r e s a n e x c l u s i v a m e n t e e n la i n f lu e n c i a s o c ia l q u e
e n g e n e r a l p u e d e n e je r c e r las A s o c i a c i o n e s e n tr e la j u ­
v e n tu d de su c o m u n id a d . E s to im p lica u n d o b le p ro b le m a
d e e v a n g e liz a c ió n . Si la A s o c i a c i ó n h a d e l le g a r a s e r u n a
o rg a n iz a c ió n c ristia n a , y n o sim p le m e n te u n a in stitu c ió n
q u e re a liz a la b o re s c ris tia n a s , d e b e e v a n g e liz a r s e a su s
so c io s. Y si h a n d e g a r a n t i z a r s e la í n d o le c r i s t i a n a d e l
m o v im ie n to , v su p e r m a n e n c i a e n la c o m u n i d a d , t a m b i é n
d eb en ser e v a n g e liz a d o s q u ien e s c o n trib u y e n p a ra su s o s ­
tén . E n u n a p a la b ra , es n e c e s a r io a c o m e te r ta r e a s q u e en
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 13

otros países están a cargo de la Iglesia. Surge, por tanto,


el problema $e si la Asociación, previendo el futuro, debe
continuar especializándose en el servicio altruista a la
juventud, haciendo a la vez lo que le sea posible por e n ­
focar el pensamiento de la juventud hacia los principios
cristianos, o si debe transform arse en algo diferente a
fin de responder a las dem andas de la hora actual.
Un distinguido director de la Asociación, Mr. C. J.
Ewald, ha asumido la posición de que no puede ni debe
alterarse el carácter general del movimiento en Sudam é-
rica. M ientras la juventud sea juventud, debe proveérsele
de la clase de hogar que la Asociación ofrece, y necesitará
ser encarrilada en la clase de trabajos que la A sociación
desempeña. Pero el señor Ew ald sostiene que la A socia­
ción no puede, por su misma índole y posición en la com u­
nidad, dar al mensaje cristiano fundam ental esa expresión
adecuada y vocal que la presente situación reclama. En
su opinión debe organizarse un movitíiiento paralelo al
de la Asociación, destinado exclusivamente a los intereses
espirituales y culturales, lo cual implicaría la formación
en todo el continente de grupos de personas de uno v otro
sexo, sea que tengan o no relación con una iglesia d e te r­
minada, y quienes, adoptando una posición ecuménica,
consagren por completo sus energías a cultivar los in te re ­
ses del espíritu. Por supuesto, esta idea no es nueva en el
mundo moderno, en el cual los hom bres están menos d is ­
puestos que antes a aceptar la tesis de C ipriano de que a
fin de ser un buen cristiano es necesario ser un miembro
entusiasta de la Iglesia. Dicha idea representa tam bién una
convicción muy extendida entre los directores cristianos
de Sudamérica, a saber, que el cristianism o debe em anci­
parse, en el continente, de muchos arreos convencionales
que constituyen una piedra de tropiezo para el progreso
espiritual, y atenerse al cimiento de roca de Tesucristo.
Sin embargo, ¿qué es lo que constituiría el lazo de
cohesión entre los miembros individuales de cada grupo,
y luego entre grupo y grupo? ¿Serían estos grupos de in ­
vestigadores, de personas interesadas en forma general en
la vida del espíritu v asociadas simplemente para el e s ­
tudio de la religión, o serían grupos de personas que han
hallado ya lo que buscaban? Si fuesen socamente lo p ri­
mero, ¿poseerían esa fuerza motriz que se basa en la ex ­
314 JU AN A. MACKAY

p e r ie n c ia y c o n v ic c ió n p e r s o n a l e s , sin la s q u e e s i m p o s i ­
b le p ro d u c ir u n a im p re s ió n c r e a d o r a en el m u n d o m o d e rn o ?
Y si f u e s e n lo s e g u n d o , ¿ s e r í a p o s i b l e e v i t a r q u e el n ú c l e o
p rin cip al v e n g a a q u e d a r fo rm a d o p o r teó so fo s y m ie m ­
b ro s de g ru p o s s e m e ja n te s con p rin c ip io s b ie n d e fin id o s,
co m o su c e d ió e fe c tiv a m e n te en B u e n o s A ire s c u a n d o se
in te n tó f o r m a r u n a h e r m a n d a d e c u m é n ic a d e e s a c la se ?
Si, p o r o t r a p a r t e , e l g r u p o a d o p t a s e u n a p o s i c i ó n r e l i g i o s a
d e fin id a , / p o d r ía e v ita r el c o n v e r tir s e e n u n a n u e v a se c ta ,
a u n q u e fu e s e la s e c ta d e lo s " e c u m é n ic o s " ? ; N o s u c e d e r í a
lo m is m o q u e , s e g ú n K e v s e r li n g , h a a c o n t e c i d o c o n la
teo so fía , q u e se h a v isto o b lig a d a a a s u m ir u n a fo rm a p a r ­
tic u la r a fin d e p o d e r s o b r e v iv ir y p r o p a g a r s e ? ¿ N o es
in ev itab le, d e sp u é s de to d o , q u e to d o m o v im ie n to c re a d o r
h a y a de s o p o rta r el e stig m a de se c ta rism o en re la c ió n
c o n lo s id e a le s q u e p r e v a le c e n e n la é p o c a en q u e a p a r e c e ?
U n m o v im ie n to que se fu n d a en v a g a s a s p ira c io n e s , o en
el m e n o r d e n o m in a d o r c o m ú n q u e p u e d e o b te n e rs e e n tre
lo s tip o s m u v d i f e r e n te s d e p e r s o n a s q u e lo c o m p o n e n ,
p u e d e c o n c e b ib le m e n te lle q a r a ser u n m o v im ie n to re lig io ­
so, p e ro es m u c h o m á s p r o b a b le q u e v e n g a a p a r a r e n u n
c lu b filo só fic o . Si e n e s to ú ltim o se c o n v ie r te , d e s e m p e ñ a r á
u n a fu n c ió n s u m a m e n te a d m ir a b le y n e c e s a ria , pero la
o b ra e s p iritu a l c r e a d o r a d e b e n lle v a rla a c a b o lo s c r u ­
zados.

M a s s u p o n ie n d o q u e se e m p r e n d ie r a u n m o v im ie n to
ecu m én ico , c u y o s m ie m b ro s no fu e ra n "c ristia n o s" sin o
" c ristó filo s", a m a n te s y a d m ira d o re s de C risto . ¿ Q u é s u ­
c e d e ría ? C ie rta m e n te C risto h a de se r el p u n to d e p a r tid a
v fu n d a m e n to de to d o m o v im ie n to re lig io so e cu m én ic o .
P e ro , ¿q u é C risto ? ;E 1 g u í a m o r a l y g e n i o r e l i g i o s o , o
D io s m a n ifie s to en c a rn e , o a m b o s ? U n a c o sa es c ie rta ,
y es q u e n o e x is te e v id e n c ia d e q u e lo s s im p le s a m a n t e s
y a d m i r a d o r e s d e la f ig u r a h i s t ó r ic a d e J e s ú s — d e lo s
q u e p o r fo rtu n a está c re c ie n d o el n ú m e ro en S u d a m é ric a —
p o se e n u n a v id a e sp iritu a l su fic ie n te m e n te d in á m ic a p a ra
c o n s titu ir u n m o v im ie n to d e c ru z a d a . P o r o tra p a rte , e x iste
u n n ú m e ro c a d a v ez m a y o r de c aso s, así en S u d a m é ric a
c o m o en o tr a s p a r te s , e n q u e la fig u ra v d e m a n d a s d el
lla m a d o Je sú s h istó ric o e stán e m p u ja n d o a q u ien e s lo
a m a n y a d m i r a n a ¡a d e s e s p e r a c i ó n . R e c o n o c e n s u s s u ­
b lim e s dem andas, pero se sie n te n c o m p le ta m e n te in ca ­
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 1 5

p a c e s p a r a c u m p lirla s. S u s v id a s se c a r a c te r iz a n p o r u n a
ten sió n in to le ra b le . N o h a n d e s c u b ie r to la s ig n ific a c ió n de
la fe c ris tia n a n i d i s f r u t a d o d e l a liv io , f u e rz a y a le g r ía
q u e e lla c o n f ie r e . S e s i e n t e n c o n r e s p e c t o a T e s ú s c o m o el
h é ro e d e u n o d e lo s p o e m a s d e S c h ille r se s e n tía t o c a n t e
a la v i r tu d . E x i g i é n d o l e a la v i r t u d q u e le c o n c e d a el
p o d er de lo g rarla ju n to con sus in e x o ra b le s im p e ra tiv o s,
e x c la m a al fin , e n c o m p l e t a a n g u s t i a y d e s e s p e r a c i ó n :
" O h v irtu d , q u é d a te co n tu c o ro n a y d é ja m e p e c a r ."
E l m o v im ie n to re lig io so q u e te n g a p o r v e n ir en S u d -
a m é ric a n e c e s i ta s a b e r d is c e r n i r la s ig n if ic a c ió n d e J e s ú s
com o " C r is to " y de C risto c o m o " J e s ú s " en re la c ió n con
la v id a y el p e n s a m i e n t o e n su t o ta l id a d . D e b e b a s a r s e
e n u n m ito q u e s e a m á s q u e m ito , la r e a l i d a d h i s t ó r i c a d e
la a p r o x im a c ió n d e D io s al h o m b r e e n C r is to J e s ú s , n o
sólo b a jo la f o r m a d e la v e r d a d p a r a i lu m i n a c i ó n d e l id e a l
h u m a n o y del sig n ific a d o del u n iv e rs o , sin o en fo rm a de
g ra c ia p a r a la r e d e n c ió n y p a r a e q u ip a r a lo s h o m b r e s p a r a
la re a liz a c ió n d el p la n d iv in o d e las e d a d e s .
E l fu tu ro p e rte n e c e a q u ie n e s m ilite n en n o m b re v b a jo
la j e f a tu r a d el " O t r o C r is to E s p a ñ o l" , y p ro c la m e n y
e n c a r n e n el s e n tid o p le n o d e la " S a l u d " p a r a lo s h o m ­
b re s y la s n a c io n e s q u e E l sig n ific a . L a r e s p u e s t a lea l a
su " S ig ú e m e " p e r t u r b a r á la p a z d e lo s s e p u l c r o s y s u s c i ­
ta rá la c u a lid a d c r e a d o r a d e la p a z c ris tia n a . T e n d e r á u n
p u e n te s o b r e la c im a tr a d i c i o n a l q u e h a e x is tid o e n tr e la
re lig ió n y la v id a . C o n d u c ir á a la f o r m a c ió n d e g r u p o s de
c ru z a d o s d e n tro y fu e ra de las a c tu a le s o rg a n iz a c io n e s r e ­
lig io sa s. C ruzados cuya su p rem a p re o c u p a c ió n no será
q u é f o r m a in s titu c io n a l se a d a p t a m á s a la v i d a r e lig io s a
d e S u d a m é r i c a o c u á l s e rá la e x p r e s i ó n i n s t itu c io n a l fin a l
q u e p r e d o m in a r á e n el c o n tin e n te , sin o q u e t e n d r á n c o m o
su p re m o in te ré s el de m a n te n e r s e en el C a m in o , el de
e s c u c h a r c o n a te n c i ó n la V o z D iv i n a q u e lo s q u ía , el d e
h a c e r en n o m b re de C risto u n lla m a d o a to d o s y a to d o
lo q u e se le s i n t e r p o n g a e n el c a m i n o , el d e r e c l u t a r a
o tro s p a r a la g ra n o b ra . C o n s c ie n te s de la n u e v a P r i ­
m a v e r a q u e s e l e v a n t a s o b r e e l c o n t i n e n t e , s e m b r a r á n al
p a s a r s e m illa s e n lo s s u rc o s , y se r e g o c i j a r á n ta m b ié n
c u a n d o le s l le g u e el t u r n o d e s e m b r a r s e a sí m i s m o s e n
a lg ú n s u rc o a la v e r a d e l c a m in o , p a r a f e c u n d a r el s u e lo
y a p r e s u r a r la h o r a d e la sie g a.
A P É N D IC E

IB E R O A M É R IC A R E V IS IT A D A *

U n r e c i e n t e y p r o l o n g a d o v i a j e p o r 13 p a í s e s l a t i n o ­
a m e r ic a n o s , m e m u e v e a e x a m i n a r d e n u e v o la s itu a c ió n
d e e s a e x t e n s a á r e a c o n t i n e n t a l . AC u á l e s s o n a l g u n o s d e
sus h e c h o s e sp iritu a le s m á s D ro fu n d o s? In te n te m o s in te r ­
p r e t a r la r e a l id a d e s p ir itu a l l a t i n o a m e r i c a n a e n el p e r ío d o
c o n te m p o rá n e o .

CÉSAR

La form a p o lític a b a jo la cual han v iv id o d u ra n te el


pasado sig lo v c u a r to , la m a y o r í a d e lo s p a ís e s la tin o a m e ­
ric a n o s p o d ría cara cte riz arse com o "c esarism o d em o crá­
tic o ". C a d a c iu d a d a n o q u e v o ta h a sid o e n b u e n a m e d id a
un suprem o in d iv id u a lista , u n C é s a r en m in ia tu ra . L a a c ­
c ió n u n id a y c o le c tiv a ha sid o in v a ria b le m e n te d ifíc il, sa l­
vo en aq u ellas o c asio n e s en que lo s in d iv id u o s se a m a l­
gam an en una u n id ad por la fu erza de a lg u n a gran
p a sió n . Si b ie n la form a, o al m enos el n o m b re del go­
b iern o ha sid o d e m o c rático , por lo general a lg ú n C ésar
h a te n id o las r ie n d a s en las m a n o s . P ero ja m á s ha e sta d o
d isp u e sto n in g ú n d icta d o r, a a d m itir que el g o b iern o del
cual es la c a b e z a , es o tra cosa que una d e m o c rac ia. E sta
p a rad o ja p o lític a se h a m a n te n id o al trav é s de la h isto ria
de la A m é ric a L atin a, h a sta lle g a r a la iro n ía actu al de
la A rg e n tin a de P erón, donde, com o re su lta d o de unas

* Catorce años después de escrito el presente libro, el autor des­


cribe e interpreta el p a noram a iberoamericano, según lo percibe en un
nuevo recorrido de estudio que dedica al continente. Aparecido en 1947
como artículo de revista (Theology Today, vol. III, W 4) publicamos
aquí este trabajo con sólo ligeras modificaciones de forma. (N. de
lo s E d .)
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 17

elecciones democráticas, domina los destinos del país un


dictador constitucional.
Un famoso sociólogo argentino hizo notar una vez que
la A m érica Latina como un todo, nunca había logrado
producir una verdadera democracia, debido a que sus v a ­
rios pueblos jam ás habían sido sometidos a Dios o a n in ­
guna lealtad espiritual suprema. Algunos escritores han
llegado hasta decir que el alma ibérica, la más individua­
lista, así como la m ás naturalista que la historia ha cono­
cido, jam ás fue domesticada; nunca ha dejado de ser la
patrona, en vez de la sierva de Dios, y de todo principio
espiritual que apelaba a su suprema lealtad. Al llegar a
Iberia, el cristiano se descristianizó y se puso al servicio
del imperialismo ibérico.
• El cesarismo democrático de este tipo tradicional, ex­
plica por qué la Am érica Latina ha sido durante toda su
historia política un "rosario de cráteres en actividad". En
el curso de los últimos 30 años, las 20 repúblicas latin o ­
am ericanas, con la sola excepción de Colombia * han
pasado por revoluciones.
T odavía mucho más significativo es el hecho de que
fué en la A m érica Latina donde tuvo su prim era expresión
m oderna el nuevo tipo de revolución que ha constituido
la principal característica y problema de la presente era
revolucionaria. El siglo xix llegó a su térm ino cuando los
fuegos volcánicos de la revolución m exicana hicieron eru p ­
ción en 1910, para ser seguida de revoluciones del mismo
tipo en Turquía, China, Rusia y Alemania. La violenta
protesta del alma aborigen de M éxico, presagió el hecho
de que la antigua herencia de muchas naciones, consistía
en afirmar su derecho xie dar forma a los destinos de la
nación. Este tipo de revolución está todavía en m archa
en nuestro tiempo. En un m undo como el nuestro, si los
arreglos de paz no hacen plena justicia a ese sentimiento

1 P o co desp u és de escritas las an teriores lín e a s, tu vo lu gar en


B ogotá la ex p lo sió n de v io le n c ia pop ular que por poco destruye la
ciu d a d y q u e ha dado al c a stella n o un nu evo térm in o, "b ogotazo" , para
d escrib ir rep en tin a s eru p cion es de an arq u ía. A l red actarse la p resen te
n ota, la situ a ció n p o lític a de C olom b ia es su m am en te in e sta b le y no
sería difícil que esta llara ahí una revolu ción de un m om en to a otro.
(N . de lo s E d .)
318 JU A N A. MACKAY

de h e re n c ia de a lg u n a n a c ió n , c o m p ro m e te rá n se riam en te
el d e stin o de to d a s las n a c io n e s .
A l p r e s e n te , la v id a p o lític a d e la A m é r ic a L a tin a e n ­
c ie rra u n p o r te n to y u n a p ro m e s a . E l p o r te n to es P e r ó n ,
el g o b e r n a n te de la A r g e n t in a , q u ie n i n s p i r a d o p o r el
su e ñ o d e re v iv ir la E s p a ñ a C o lo n ia l e n el sig lo x x , t r a t a
d e im p o n e r u n p a t r ó n t o t a l i t a r i o a la v i d a p ú b lic a y a
to d as las in s titu c io n e s d e la so c ied a d . P erón d e se a ría
c o n t i n u a r la t r a d i c i ó n d e F e l i p e II y r e a l i z a r el f r u s t r a d o
d e s tin o d e la r a z a e s p a ñ o la e n el m u n d o o c c id e n ta l. L a
p r o m e s a es H a y a d e la T o r r e , el iefe d e l p a r ti d o A p r i s t a
en el P e rú . H o m b re q ue re p re se n ta , en té rm in o s a ctu ale s,
el id e a l p o lític o d e B o lív a r, es d e c ir, d e c o n s titu ir en las
A m é r ic a s u n a fe d e r a c ió n d e p u e b lo s lib re s. C o n su fa m o s a
d iv is a "ni lib e r ta d sin p a n , n i p a n sin l ib e r t a d " , H a v a d e
la T o r r e es e n la a c tu a lid a d la fig u r a m á s in te lig e n te y
v ig o r o s a d e la p o lític a l a t i n o a m e r i c a n a fu e ra d e A r g e n ­
tin a . L o q u e él s o s tie n e r e p r e s e n t a u n b a l u a r t e ta n to c o n ­
tra el fa scism o c o m o c o n tr a el c o m u n is m o , e n el o r d e n
p o lític o la tin o a m e ric a n o . P e r ó n fue in flu id o p o r u n g ru p o
d e c lé riq o s c a tó lic o s d e m e n t a li d a d fa s c is ta ; H a y a d e la
T o r r e fu e in flu id o p o r la le c tu ra d e la B ib lia y p o r a m ig o s
e v a n g é lic o s.

CULTURA

El e sp íritu , lite ra tu ra e in stitu c io n e s p ú b lic a s de la


A m é ric a L atin a, han sid o de un c ará cte r se c u la rista p re­
d o m in a n te . La in flu e n c ia trad icio n a l que d o m in a en lo s
m ás a lto s c írc u lo s in te le c tu a le s, ha sid o una filo so fía po­
sitiv ista de la v id a, que no concede n in g ú n lu g a r a las
ú ltim a s r e a lid a d e s e sp iritu a le s. E l e sp íritu del p e n sa m ie n to
la tin o am eric an o , ha estad o in fo rm a d o por el p a risia n ism o ,
un am or de la b e lle z a v una a c titu d despegada y c rític a
h a c ia la v id a . H a sta hace poco, la p a r te del m u n d o en que
el d iv o rcio e n tre la re lig ió n y la c u ltu ra ha sid o m ás com ­
p leto , es la A m é ric a L atin a. No se ha v isto la re lig ió n
com o una fu e n te lu m in o sa del pensar c la ro , ni com o una
in sp ira c ió n d in ám ica p ara la v id a hum ana.
S in em bargo, en lo s ú ltim o s años se ha in ic ia d o una
re v o lu c ió n c u ltu ra l m uy sig n ific a tiv a . La segunda g u erra
m u n d ia l seg reg ó al c o n tin e n te de sus tra d ic io n a le s fu e n te s
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 19

europeas de influencia e inspiración culturales. En conse­


cuencia, la cultura latinoam ericana, por prim era vez en
su historia, se encuentra huérfana, desarraigada y atenida
a sus propios recursos. En la actualidad puede percibirse
en el pensam iento latinoam ericano una nota de agonía
espiritual que no tiene precedente. El tipo convencional
del pensador, era la encarnación misma del "intelectual
balconizado". Un hombre que contem plaba la vida desde
afuera, sin participar de su agonía, y sin sentirse profun­
damente preocupado por su responsabilidad personal. Se
gloriaba en lo que llamaba "inquietud espiritual"; pero
esa inquietud no era más que una postura, una actitud
transitoria. A todo pensador que se identificaba con una
gran idea o una gran causa, se le colgaba el m arbete de
"sectario". El gran pensador U nam uno jam ás cesó en sus
embestidas contra ese tipo de intelectual; lo llam aba un
Don Juan de las ideas, es decir, un don Tuan ideológico.
El hombre que hacía de una idea la m anceba de una noche
en vez de la esposa de toda la vida.
Pero ahora hay evidencias, aun cuando sea incipientes,
de pensadores que se han puesto en busca de grandes
ideas germinales por las cuales puedan vivir y morir. Los
hombres están comenzando a pensar, como lo expresaba
Unam uno, "con su carne y sus huesos", a la vez que con
sus cabezas. Con una nueva agonía de inspiración,
la juventud se ha puesto en m archa buscando la
verdad. En muchas universidades latinoam ericanas se
han establecido por prim era vez facultades de filosofía y
letras. En ninguna otra época de la historia intelectual de
la Am érica Latina, había habido tal oportunidad para la
introducción de los grandes conceptos luminosos y diná­
micos de la religión cristiana. N unca una teología cristiana
viril que concibe la vida del hom bre a la luz de Dios,
había tenido una tarea m isionera más invitadora que
realizar, que actualm ente en los círculos más altos del pen­
samiento latinoam ericano.
O tro suceso de gran significación cultural, es que, por
prim era vez, en cuatro siglos de cultura española, las a u to ­
ridades eclesiásticas fomentan, al menos en algunos p a í­
ses, la lectura de la Biblia. La mayor tragedia en la h isto ­
ria de las letras latinoam ericanas, ha sido la ignorancia,
virtualm ente universal, de la Biblia, que ha existido en
320 JUAN A. MACKAY

to d a s las c la s e s d e a q u e llo s p a ís e s . L a g r a n b ib lio te c a d e


D o n Q u ijo te , sím b o lo h istó ric o del u n iv e rs a lis m o c u ltu ra l
q u e h a sid o u n a d e las g lo ria s d e la r a z a ib érica , n o c o n ­
te n ía u n s o lo e je m p la r d e la B ib lia . E l v ie jo c o f re m a r i n o
q u e R o b i n s o n C r u s o e , v e r d a d e r o p r o t o ti p o d e lo s p u r i t a ­
n o s in g le se s, re s c a tó del n a u fra g io , c o n te n ía u n a B ib lia
q u e v in o a se r el m e d io de su c o n v e rs ió n . E l c a b a lle r o
e s p a ñ o l y m a r i n e r o n á u f r a g o , la a p a c ib l e b i b li o t e c a y el
c o fre a z o ta d o p o r la te m p e s ta d , so n , r e s p e c t iv a m e n t e lo s
p r o t o ti p o s d e lo s d o s tip o s h i s t ó r ic o s q u e h a n in f lu id o e n
el m u n d o o c c id e n ta l. S o n a la v e z p a r á b o l a s d e las d o s
c iv iliz a c io n e s q u e v iv e n la d o a la d o en la s A m é r ic a s .
E s, se g u ra m e n te , u n h e c h o q u e no p u e d e p a s a rs e p o r
a lto d a d a su p r o f u n d a s ig n ific a c ió n y p r o m e s a c u ltu r a le s ,
el q u e el p rim e r esc rito r la tin o a m e ric a n o que g a n a el P r e ­
m io N o b e l d e L ite r a tu r a , h a y a sid o la p o e tis a c h ile n a G a ­
b r ie la M i s t r a l, u n o d e lo s p o c o s e s c r i t o r e s e n la h i s t o r ia d e
la lite r a tu r a la tin o a m e r ic a n a , e n q u ie n la B ib lia h a e j e r ­
c id o in flu e n c ia . E sta g r a n a u to r a c h ile n a , g lo ria d e la
m u je r la tin o a m e ric a n a , h a re c o n o c id o p ú b lic a m e n te que
d e s d e su m á s t e m p r a n a n iñ e z la B ib lia h a sid o su c o m p a ­
ñ e ra . L a p rin c ip a l n e c e s id a d c u ltu ra l de la A m é ric a L a tin a
e n la a c tu a lid a d es q u e la B ib lia s e a c o n o c id a p o r t o d a s
su s c la se s so ciales y p o r su s m a s a s . E l c o n o c im ie n to p o ­
p u la r del L ib ro c o n s titu irá el v ín c u lo m á s p o d e r o s o de
a m ista d y el m ed io tra n s fo rm a d o r de e n te n d im ie n to e n tre
la s A m é r ic a s . L a p r o p ia G a b r ie la M i s t r a l d ijo u n a v e z
q u e su c o n ta c to m á s sig n ific a tiv o c o n N o r te a m é r ic a , p a ís
q u e d e o t r o m o d o h a l l a b a d ifíc il d e e n t e n d e r v a p r e c ia r ,
h a sid o u n in te r é s c o m ú n e n la B ib lia .

D e ah í la sig n ific a c ió n d e l n u e v o in te r é s c a tó lic o r r o -


m a n o e n la p r o m o c ió n d e la B ib lia . E n 1944 se p u b lic ó
e n M a d r i d la p rim e ra tra d u c c ió n e s p a ñ o la d e las E s c r i ­
tu r a s , h e c h a d i r e c ta m e n t e d e lo s o r ig in a le s h e b r e o y g r i e ­
go, y re a liz a d a p o r e ru d ito s c a tó lic o rro m a n o s b a jo lo s
a u s p ic io s d e la Ig le s ia C a tó lic a R o m a n a . 2
E s c ie rto q u e las v e r s io n e s c a tó lic a s d e la B ib lia en
e s p a ñ o l , s o n m u y v o l u m i n o s a s y c u e s t a n m u c h o , p e r o lo
i m p o r t a n t e e s q u e al fin d e t a n t o t i e m p o se le d a a la

2 Sagrada Biblia, versión di-recta de las lenguas originales. B ib lio ­


teca de a u tores cristia n o s, M ad rid , 1944.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 2 1

B ib lia u n a o p o r t u n i d a d d e p e n e tra r en el to rren te de la


c u ltu ra la tin o a m e ric a n a .
T o d a v ía o tro sig n o d el c a m b io c u ltu ra l q u e e stá t e ­
n ie n d o lu g a r e n la A m é r ic a L a t i n a es q u e , p o r p r im e r a
v e z e n la h is to r ia d e la s r e la c i o n e s i n t e r a m e r i c a n a s , lo s
E stad o s U n id o s co m ie n za n a a su m ir u n a sig n ific a c ió n
c u ltu ra l e n la m e n te d e lo s p e n s a d o r e s la tin o a m e r ic a n o s .
H a sta h ace m u y poco, h o m b re s de letras re p re s e n ta tiv o s
en la A m é r ic a L a tin a , a u n a q u e llo s p e r te n e c ie n te s a u n
p a ís ta n t r a d ic io n a lm e n te a m ig a b le com o B ra sil, c o n si­
d e r a b a n a lo s E s t a d o s U n i d o s c o m o u n p a ís c u ltu r a lm e n te
b árbaro. S a b e m o s , d e c ía n , q u e la c ie n c ia a p lic a d a tie n e
su p rin c ip a l a sie n to v su m a y o r p o p u la r id a d en e sa á re a
del m u n d o . S a b e m o s q u e lo s n o r t e a m e r i c a n o s tie n e n p a ­
sió n p o r c o m p r a r o b je to s d e a r te , p r i m e r a s e d ic io n e s , m a ­
n u sc rito s ra ro s y o tra s ra re z a s c u ltu ra le s se m e ja n te s, a
fin d e s a t i s f a c e r s u e s p í r i t u a d q u i s i t i v o . P e r o n o t i e n e n
u n v e rd a d e ro in te rés c u ltu ra l en ta le s c o s a s ..S in e m b a rg o ,
al p r e s e n t e lo s c o n c e p to s s o b r e la s itu a c ió n c u ltu r a l d e
los E s t a d o s U n i d o s h a n c a m b i a d o t o ta l m e n t e . L a p r e s e n ­
c ia d e n u e v o s a g r e g a d o s c u l t u r a l e s q u e f o r m a n p a r t e d e
las e m b a ja d a s n o rte a m e ric a n a s en to d o el c o n tin e n te ;
de b ib lio te c a s de lib ro s n o r te a m e r ic a n o s e n tr e s p a ís e s
r e p r e s e n t a t i v o s d e I b e r o a m é r i c a ; la v e n i d a a lo s E s t a d o s
U n id o s de u n g ran n ú m ero de e stu d ia n te s la tin o a m e ric a ­
n o s, j u n to c o n el h e c h o d e q u e el c o n tin e n te se h a d e s a r r a i ­
g ad o c u ltu ra lm e n te de E u ro p a , to d o está e m p e z a n d o a
c o lo c a r a lo s E s t a d o s U n i d o s e n u n a n u e v a p e r s p e c t i v a
c u ltu ra l.

P e r o ¡ay d e l f u t u r o si la A m é r i c a L a t i n a l l e g a a f o r ­
m a r s e la id e a d e q u e se e s tá f o m e n t a n d o la c u ltu r a , p o r
p a r te de su g ra n v e c in o del n o rte , d e b id o a ra z o n e s p o líti­
c as o c o n u n c rite rio p o lítico ! S in e m b a r g o , y p o r f o rtu n a ,
e sto y en p o sic ió n d e d ecir, d e s p u é s de u n a a te n ta in v e s ti­
g a ció n , q u e los actu ales re p re s e n ta n te s o ficiale s d e la
c u ltu ra n o rte a m e ric a n a , son p e rs o n a s q u e en re a lid a d e stá n
in te r e s a d a s p r im o r d ia lm e n te e n la c u ltu r a . H a n sid o e s c o ­
g id as p o r sus m é rito s c u ltu ra le s y no p o r el serv icio
p o lític o qu e p u d ie ra n re n d ir. N o o b s ta n te , m ie n tra s m á s
p r o n to la p ro m o c ió n d e c u ltu r a e n u n a e s fe ra i n t e r n a c i o ­
n a l, d e je d e se r fu n c ió n d e l g o b ie r n o y se d e le g u e a o r g a ­
n iz a c io n e s re lig io sa s y a in stitu c io n e s de e n s e ñ a n z a p o li­
322 JU A N A. MACKAY

tic a m e n te d e s in te re s a d a s , m e jo r será p a ra el fu tu ro de las


re la c io n e s in te ra m e ric a n a s y la s p e rs p e c tiv a s e sp iritu a le s
d e l m u n d o o c c id e n ta l. T a l c o m o se h a ll a al p r e s e n t e la
situ ac ió n , u n e s tu d io d e s a p a s i o n a d o d e la c u ltu r a l a t i n o ­
a m e ric a n a r e v e la r á q u e la in flu e n c ia c u ltu r a l m á s s i g n i ­
fica tiv a q u e lo s E s t a d o s U n i d o s h a n e je rc id o h a s t a h o y
so b re la A m é r ic a L a tin a , h a sid o p o r m e d io d e n o r t e a m e ­
r i c a n o s q u e i n s p i r a d o s p o r s u f e c r i s t i a n a v s u a m o r al
p u e b lo , h a n v iv id o su fe y r e p r e s e n t a d o la h e r e n c i a e s p i ­
r itu a l d e su p a ís en. t i e r r a s l a t i n o a m e r i c a n a s . E n u n a p a ­
la b ra , el te s tim o n io la tin o a m e r ic a n o , h a c e v e r c la r a m e n te
q u e el m o v im ie n to m is io n e r o e v a n g é lic o h a sid o la c o n t r i ­
b u c ió n c u ltu ra l m á s c r e a d o r a así c o m o la m á s a p r e c ia d a
q u e lo s E s t a d o s U n i d o s d e A m é r ic a h a n h e c h o a s u s v e ­
c in o s d e l sur.

CRISTO

L as A m é ric a s fu ero n b a u tiz a d a s p ara Jesu cristo . Al


sur, p o r los c o n q u is ta d o re s ib érico s; al n o rte , por lo s pu­
rita n o s in g le se s. El gran a lm ira n te genovés que com andó
lo s tres "N av io s de T a rs is " que d e sc u b rie ro n el m undo
o c c id e n ta l, se g lo ria b a en el n o m b re de C ristó b al. En ese
nom bre, que sig n ific a "p o rtad o r de C risto ", C o ló n v io u n a
e x p resió n p ro fética de su p rin cip al m isió n en la h isto ria .
C risto lle g ó por p rim e ra vez a la A m é ric a L atin a con
las leg io n es c o n q u ista d o ra s de C a stilla . En tie m p o s re­
c ie n te s se han e rig id o en a ltu ra s que d o m in a n gran d es
c iu d a d e s, e statu as de C risto en m árm ol o g ra n ito . P ero el
C risto m ás c a ra c te rístic o que la A m é ric a L atin a ha cono­
cid o y sig u e c o n o c ie n d o , es to d a v ía el C risto q ue U n a m u n o
lla m a b a "e te rn id a d de la m u e r te , la in m o rta liz a c ió n de la
m u e rte ". E se C risto jam á s v iv ió en v erdad y jam á s se
lev a n tó v e rd ad e ram en te de lo s m u erto s. A un al p re sen te ,
en una gran m e tró p o li com o Buenos A ire s, cuando c u al­
q u ier c iu d a d a n o q u iere d ecir de a lg u ie n que es pobre
m e n d ig o o u n p o b re d iab lo , d ice que es un "p o b re C risto ".
Por tal razó n la suprem a ta re a re lig io sa que esp era ser
re a liz a d a en la A m é ric a L atin a, es la de re in te rp re ta r a
Je su c risto a n te p u e b lo s que nunca lo han c o n sid era d o en
form a a lg u n a sig n ific a tiv o p ara el p e n sa m ie n to o p ara la
v id a.
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 2 3

P e ro , de a c u e rd o co n c la ra s e v id e n c ia s, e stá a m a n e c ie n ­
do un nuevo d ía en la c o m p re n sió n la tin o am eric an a de
C risto . N o só lo m á s e v a n g é lic o ; n o só lo se e s tá p u r i f ic a n d o
y h a c ié n d o s e m á s c r is tia n o d e n tr o d e lo s c írc u lo s c a tó lic o s
rom anos el c o n c e p to tra d ic io n a l de C risto , sin o que laic o s
p ro m in e n te s en to d o el c o n tin e n te , e stá n em pezando a
d escu b rir por sí m ism o s el sig n ific a d o de Jesu cristo . Fue
em o cio n an te e n c o n tra r, en el curso de una c o n v e rsa c ió n
de dos h o ras con uno d e lo s m á s p ro m in e n te s p o lític o s de
C o lo m b ia , que la fig u ra de C risto h a b ía lle g a d o a ser
cen tral en su m o d o de p en sar y de se n tir. Fue ig u a lm e n te
e m o cio n an te re cib ir de m anos del d istin g u id o ju ez que
p re sid ió una g ran a sa m b lea e fe c tu a d a en un tea tro , en la
cual h a b lé en la c iu d a d de Sao P a u lo , B ra sil, un nuevo
lib ro in titu la d o Vida de Cristo, e sc rito por el jefe de un
p a rtid o p o lític o b ra sile ñ o . El p e lig ro es que lo s c au d illo s
y letrad o s p o lític o s re clam e n a C risto p ara sus p ro p io s
program as e id ea s p a rtic u la re s. S in em bargo, lo im p o r­
tan te es que ha lle g a d o en la A m é r ic a L atin a, la h o r a en
que T esu cristo es c o n sid e ra d o en térm in o s g e n e ra le s com o
de a lg u n a sig n ific a c ió n p ara el o rden se c u la r, pues h a sta
ahora ha sid o el d e sv a lid o , m al re p re se n ta d o y m al en­
ten d id o p risio n ero d e n tro de un o rden e clesiá stico el cu al,
h a b ie n d o c e sa d o de ser su p o rta v o z y su sie rv o , se con­
v irtió en su p a tr ó n y su p ro m o to r.

LA IGLESIA

L a I g le s ia q u e se e s ta b le c ió e n la A m é r i c a L a t i n a e s u n a
Ig le s ia que nunca c o n o ció una v erd ad era refo rm a. S in
em bargo, e n tre sus m ie m b ro s del sig lo x v i, se c o n ta b a n
a lg u n o s d istin g u id o s e c le siá stic o s y hom bres de ig le sia ,
p e rte n e c ie n te s ta n to al c le ro com o al orden la ic o , que
abrazaron id eas e v a n g é lic a s. S in em bargo, a q u ello s hom ­
bres fu ero n e x p u lsa d o s de E spaña o su frie ro n el m arti­
rio p o r c a u s a de su fe e v a n g é lic a . E sta ig le sia , que c ató li­
cos n o rtea m e rica n o s h an c ritic a d o ta n to en añ o s re cien te s,
V Dor cuya obra y p e rsp e c tiv a se han preo cu p ad o ta n to ,
fue la q u e e je rc ió una in flu e n c ia d o m in a n te en el C o n c ilio
de T ren te Es la ig le sia que p ro d u jo la orden de lo s je ­
su ítas; es la ig le sia que en su so lar español ha te n id o en
32 4 JU A N A. MACKAY

el c u r s o d e lo s s ig lo s m á s c lé r ig o s e n p r o p o r c i ó n c o n la
p o b la c ió n , y m e n o s lib ro s e s c rito s p o r el c le ro e n p r o p o r ­
c ió n c o n su n ú m e r o , q u e c u a lq u ie r a o tr a ig le sia c r is tia n a
d e l m u n d o ; es la ig le sia q u e d io o r ig e n en la e s fe ra re lig io s a
a lo q u e se c o n o c e e n E s p a ñ a c o m o la "fe d e l c a r b o n e r o " ,
c u y a fó rm u la es la s ig u ie n te : " — ¿ Q u é e s lo q u e c re e s ?
— se le p r e g u n t ó a un c a m p e sin o e sp a ñ o l. C o n te stó :
•— C r e o e n l o q u e l a I g l e s i a c r e e . — ¿ Y q u é e s l o q u e l a
Ig le s ia cree? — L a I g l e s i a c r e e lo que yo c re o ." E sta
ig le s ia h is p á n ic a , la ig le sia c o n te m p o r á n e a d e F r a n c o y
P e r ó n , es el e je m p lo m á s d e v a s ta d o r q u e o fre c e la h i s t o ­
ria d e la t r a g e d ia d e l m o n o p o lio re lig io s o . L a E s p a ñ a de
F r a n c o es su p rin c ip a l o b ra m a e s tra , y el c a to lic is m o l a t i ­
n o a m e r ic a n o es su h ijo m a y o r.
L a A m é r ic a L a tin a e x p e r im e n ta e n la a c t u a l i d a d u n
re n a c im ie n to c a tó lic o rro m a n o m u y d e cid id o . Su p rin cip al
c a ra c te rís tic a es u n a re v iv id a le a lta d in stitu c io n a l, una
n u e v a d e v o c ió n p o r la iq le s ia c o m o in stitu c ió n , y u n a
n u e v a fe en su s ig n ific a c ió n D a rá la s o c ie d a d . E s e r e n a c i ­
m ie n to a su m e tre s fo rm a s d istin ta s.
E n a lg u n o s p a ís e s co m o en A rg e n tin a , C o lo m b ia y
M é x ic o ; el re n a c im ie n to c a tó lic o -ro m a n o es de u n c a r á c ­
t e r m a r c a d a m e n t e político. E l p r i n c i p a l a s i e n t o d e l c a t o ­
lic ism o p o lític o e n la A m é r ic a L a t i n a , es la A r g e n t i n a . L a
ig le sia a r g e n tin a , 6 0 % d e c u y o c le ro so n e s p a ñ o le s p o r
n a c im ie n to , r e p r e s e n ta el c a to lic is m o h is p á n ic o en su f o r ­
m a m á s c lá sic a y te rrib le . Su p a s ió n es el p o d e r, el p o d e r
o b ten id o eje rcie n d o p re sió n e x te rn a so b re el g o b iern o ;
p o d e r s o b r e la s i n s t it u c io n e s d e la s o c i e d a d ; p o d e r e n el
o r d e n c u ltu ra l; p o d e r q u e se re la c io n a c o n las fu e rz a s a r ­
m a d a s de u n a n a ció n . E n A rg e n tin a , re c ie n te m e n te , se
e le v ó al r a n g o de g e n e ra l del e jé rc ito a v a r ia s im á q e n e s
d e la V i r g e n s itu a d a s e n d if e r e n te s p a r te s d e la re p ú b lic a .
C a d a u n a d e e lla s d e v e n g a su e ld o d e G e n e r a l, el c u a l es
c o b r a d o p o r las a u t o r i d a d e s e c le s iá s tic a s lo c a le s . E n ju lio
d e 1946, tu v o lu g a r e n B o g o tá , la c a p ita l d e C o lo m b ia ,
u n a d e la s p r o c e s i o n e s r e lig io s a s m á s i m p o n e n t e s e n la
h i s t o r ia d e a q u e l p a ís . L a o c a s ió n e ra la c o r o n a c ió n d e la
V i r g e n del C a r m e n . A la m e d ia n o c h e se c e le b ró u n a s o ­
le m n e m is a e n la g r a n p l a z a c e n t r a l d e la c iu d a d , e n la
c u a l se d i s t r ib u y ó el S a c r a m e n t o a 8 0 ,0 0 0 p e r s o n a s q u e
se a p i ñ a b a n e n la p l a z a v e n la s c a lle s a d y a c e n t e s . S in
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 2 5

e m b a rg o , el ú n ic o g ru p o q u e re c ib ió el S a c ra m e n to c o le c ­
tiv a m e n te , fu e el d e lo s r e p r e s e n t a n t e s d e l E jé r c i t o , la
A r m a d a y la F u e r z a A é r e a c o lo m b ia n a s .
E s ta es la fo rm a c lá sic a d e l c a to lic is m o h is p á n ic o . E l
c a to lic is m o q u e c o r o n a a la V i r g e n v la h a c e su g e n e r a la ,
p a tr o n a d e la fu e rz a a r m a d a . E l c a to lic is m o q u e s i n g u l a ­
riza a lo s r e p r e s e n t a n t e s d e l p o d e r m ilita r p a r a o t o r g a r l e s
e sp e ciale s d istin c io n e s re lig io sa s. L a su e rte de e ste tip o
de c a to lic is m o está, p o r s u p u e s to , a z a r o s a m e n te lig a d o
con el ré g im e n e n tu r n o q u e e je rc e el p o d e r. E s ta m b ié n
el tip o d e c a to lic is m o q u e h a p r o d u c id o i n v a r i a b l e m e n t e
re ac cio n e s a n tic le ric a le s y v io le n ta m e n te re v o lu c io n a ria s .
E l re n a c im ie n to c a tó lic o rro m a n o e n la e s f e r a intelectual
e stá r e p re s e n ta d o p o r g ru p o s de p e rs o n a s p e rte n e c ie n te s
al c le ro u n o s , y la ic o s o t r o s , e n v a r i o s p a ís e s , y lo s c u a l e s
se d e d ic a n a la e n s e ñ a n z a d e las d o c tr in a s d e S a n to T o ­
m ás de A q u in o . F o rm a n p a rte del m o v im ie n to n e o to m is ta
cuyo sum o sa c e rd o te es el d istin g u id o c a tó lic o rro m a n o
francés Ja c q u e s M a rita in . E l m o v im ie n to n e o to m ista , c u y a
m e jo r e x p r e s ió n se h a lla en S a n tia g o , la c a p ita l d e C h ile ,
d o n d e e je r c e su in f lu e n c ia p r in c ip a l, e s t á i n t e r e s a d o e n la
f o rm u la c ió n d e u n a filo so fía c a tó lic a d e la v id a . L o s q u e
lo f o m e n t a n e s t á n i n t e r e s a d o s e n a y u d a r a lo s d e s o r i e n t a ­
d o s v d e s c o n c e rta d o s a re so lv er, p o r m ed io del p e n s a ­
m ie n to , su s p r o b le m a s in te le c tu a le s . E s te r e n a c im ie n to i n ­
te le c tu a l e m p ie z a v a a in flu ir e n h o m b r e s v m u je re s de t o ­
d a s las c la s e s d e la s o c ie d a d , y e s tá c o n tr i b u y e n d o a t e n ­
d e r u n p u e n te so b re el g o lfo h is tó ric o y tr á g ic o q u e h a
e x is tid o e n t r e la r e li g i ó n p o r u n a p a r t e , y la v i d a y el
p e n s a m ie n to p o r la o tra . N o e s c o s a d e s o r p r e n d e r n o s el
s a b e r q u e e s te m o v im ie n to es a n a te m a a lo s o jo s del c a t o l i ­
c ism o p o lític o .

L a te rc e ra e x p re sió n del re n a c im ie n to c a tó lic o rro m a n o


e n la A m é r ic a L a tin a , a s u m e u n a fo rm a sociológica. R e ­
p r e s e n ta el im p a c to d el c a to lic is m o n o r te a m e r ic a n o so b re
la re lig ió n d e la A m é r ic a L a tin a . F o m e n t a u n g r a n i n t e ­
ré s p o r los p r o b l e m a s s o c ia le s , a lo s c u a le s el c a to lic is m o
tra d ic io n a l la tin o a m e ric a n o no c o n c e d ía p rá c tic a m e n te n i n ­
g u n a c o n s id e ra c ió n . P o r e je m p lo , b a jo su in flu e n c ia , h a n
a p a r e c id o e n C o s ta R ic a s in d ic a to s c a tó lic o s, a p a r te de
lo s s in d ic a to s o r d i n a r i o s d e t r a b a j a d o r e s . A q u í y a llá se
h a n o rg a n iz a d o c o o p e ra tiv a s en á re a s u rb a n a s y ru rale s.
3 2 6 JU A N A. MACKAY

E sta expresión p articular de la religión cristiana sufre


violenta oposición de parte del catolicismo reinante en
dichos países. En Colombia, donde la Iglesia es una gran
terrateniente, aun las encíclicas del P ap a aparecen en
ediciones expurgadas. Aquellos pasajes en que se expresa
el interés por ciertas cuestiones sociales y se inculca una
sensibilidad social, se eliminan cuidadosam ente. En la a c ­
tualidad es más fácil para un misionero p rotestante p ro ce ­
dente de los Estados U nidos e n trar en Colombia, que
para un sacerdote católicorrom ano del mismo país; pues
la Iglesia en Colombia tiene vastos intereses invertidos en
el presente orden social.3

EL EVANGELIO

En contraste con la forma tradicional del cristianism o


en la Am érica Latina, y la gran iglesia cuyos rep re sen ­
tantes vinieron de E spaña y P ortugal, la Iglesia E v a n ­
gélica está surgiendo en toldas aquellas repúblicas. El
núm ero de sus miembros dispersos desde el Río G rande
(Río Bravo) hasta el Estrecho de M agallanes, alcanza a
unos 3.000.000, a los cuales deben agregarse m edio millón
de luteranos alemanes residentes en el sur del Brasil. El
cristianismo evangélico se está convirtiendo en la A m é ­
rica Latina en un movimiento m uy poderoso y creador,
a la vez que redentor. E stá entrando en su adolescencia;
en un período de iuventud vigorosa y exuberante. Y a en
muchos países han surgido de la com unidad evangélica
algunas personalidades muy distinguidas: prom inentes
educadores, predicadores, soldados, estadistas.
La influencia de la comunidad evangélica en dichos
países sobrepasa en mucho la proporción de su tam año
3 Esta situación se ha modificado un tanto desde el año de 1950
en que subió al poder un régimen profundamente conservador; se ha
modificado, sin embargo, no precisamente en el sentido de facilitar más
la entrada de sacerdotes católicos norteamericanos, sino en el de poner
iguales o mayores estorbos a la entrada de los misioneros norteameri­
canos protestantes. Esto último es parte de la hostilidad y aun persecu-
sión abierta que se ha desatado en aquel país contra el movimiento pro­
testante. (N. del Trad.)
EL OTRO CRISTO ESPAÑOL 3 2 7

numérico. En varias repúblicas, Brasil v Chile, por ejem ­


plo, el gobierno nacional ha condecorado a algunos m i­
sioneros por sus servicios distinguidos a la nación. En
varias ciudades latinoam ericanas hay calles, avenidas y
plazas públicas que llevan el nombre de miembros distin­
guidos de la comunidad evangélica, quienes durante su
vida habían dejado profunda impresión en dichas com u­
nidades. La película más notable de la producción arg en ­
tina, y la que resultó más popular en 1946 en Buenos
Aires, fue la historia de un notable misionero inglés,
W illiam M orris. M orris era un clérigo anglicano que
durante 40 años de residencia en Buenos Aires educó
en una atmósfera evangélica a 150,000 niños y niñas
'argentinos pertenecientes a las clases pobres. Cuando
murió, los más grandes periódicos del país, La Prensa y
La Nación, anunciaron a sus lectores que había m uerto el
santo argentino. La película que guarda la memoria de
W illiam M orris, tiene un título significativo: "C uando en
el cielo pasen lista". Este era el himno favorito de los
niños de las escuelas M orris. A quella alma tan grande,
tan llena de gracia, y la obra que realizó, pertenecen para
siempre a la tradición espiritual de A rgentina.
El cristianismo evangélico es la influencia espiritual
más significativa y transform adora de la A m érica Latina
en la actualidad; v el movimiento cuyo progreso c o n tri­
buirá más que cualquier otro al buen entendim iento in te r­
americano.
BIBLIOGRAFIA ABREVIADA

LIBROS DE J U A N A . M ACKAY E N ESPAÑOL:


Don Miguel de Unamuno; su personalidad, obra e influencia.
Tesis doctoral. Lima, E. R. Villarán, 1919.
Más yo os digo. B uenos Aires, M undo Nuevo, 1927, CUPSA.
Prefacio a la Teología Cristiana. Traducción de la edición
inglesa publicada p or Macmillan, Nueva York, 1941.
Otro Cristo Español, El. Traducción de la prim era edición
inglesa publicada p o r Macmillan, Nueva York, 1953.
V ersión de Gonzalo Báez-Camargo. México, Coedi­
ción Casa U nida de Publicaciones y La Aurora, 1952.
Sentido de la vida, pláticas a la juventud; El. Montevideo,
M undo Nuevo, 1931.
Sentido presbiteriano de la vida, El. Traducción de la edición
inglesa publicada por Prentice Hall, New Jersey, 1960.
V ersión de Abel Clemente. México, 1969.
El orden de Dios y desorden del hombre. Versión en español de
Alberto Rembao, Publicado por Casa Unida de Publi­
caciones, S. A. 1964.
U BRO S DE JU A N A . MACKAY EN INGLES:
Christian Reality and Appearance. Richmond, John Knox
Press, 1969.
Christianity on the Frontier. Nueva York, Macmillan.
Ecumenics: The Science of the Church Universal. Englewood
Cliffs, New Jersey, Prentice Hall, 1964.
God,s order: The Ephesian letter and the present time. Nueva
York, Macmillan, 1957.
Heritage and Destiny. Nueva York, Macmillan, 1943.
298 JUAN A. MACKAY

His Life orui Oui' Life; the Life of Christ an the Life in Chnst.
Philadclphia, W estminster Press, 1964.
That Other Ameiica. Nueva York, Friendship Press, 1935.
ARTICULOS Y DISCURSOS ESCRITOS POR
O SOBRE JU AN A. MACKAY:
“Iglesias latinoamericanas y el movimiento ecuménico,
Las”. Nueva York, Comité de Cooperación en Amé­
rica Latina, 1961.
“L etter to Presbyterians, A”. PTS Bulletin, NS 5, 1984.
“Latín American Soul of John A. Mackay, T he”. Por H.
McKennie Goodpasture, en Journal oj Presbyterian His-
tory. núm . 48, 1970, págs. 265-292.
“Protestantism ” en Great Religions of the World. Princeton
University Press, 1946.
“Restoration of Piety, The”. The Princeton Seminary Bulletin ,
núm . 54, julio 1960, págs. 48-51.
“Restoration of Theology, The”, The Princeton Seminary Bull­
etin, núm. 31, abril 1937, págs. 7-18.
“Spiritual Spectrum of Latin America, The”, Nueva York,
Latín American Departament, NCC, 1965.
Esta edición consta de 2000 ejemplares y se ter­
minó de im prim ir en el mes de enero de 1993,
en Jiménez Editores e Impresores, S.A. de C.V.
Callejón de la Luz 32-20, Col. Anáhuac, 11320 Mé­
xico, D.F. Se utilizaron dpos de letra Bask Room y
Bask It. 08/10,10/12 y 12/14.
Tipografía y diagramación: Rodolfo Espinosa C.

También podría gustarte