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CUESTIONARIO DE TEOLOGIA SISTEMATICA

FACILITADOR: Dr. Eduard Manuel Cifre

1. ¿Qué se conoce como depravación total y quiénes son sus precursores?


La depravación total es un término teológico que se usa para referirse a la falta de
méritos del hombre delante de Dios. Negativamente, el concepto no significa (1)que
cada hombre haya exhibido su depravación tan completamente como podría haberlo
hecho, (2) que los pecadores no tengan consciencia o «intuición» acerca de Dios; (3)
que los pecadores den rienda suelta a cualquier clase de pecado; o (4) que el hombre
depravado no sea capaz de desarrollar lo que es bueno a los ojos del hombre.
Positivamente, la depravación total significa (1) que la corrupción se extiende a cada
parte de la naturaleza humana, incluyendo todas las facultades de su ser; y (2) que no
existe en el hombre ninguna cosa que pueda recomendarle delante del Dios justo. Los
calvinistas entienden que la depravación es una corrupción inherente de la naturaleza
heredada de Adán. Hasta el tiempo de Agustín esta idea del pecado original estuvo
relativamente poco desarrollada por los padres, y la reacción semipelagiana a las
enseñanzas de Agustín encuentra su sucesor el día de hoy en el arminianismo, que niega
la depravación total, la culpa del pecado original, y la pérdida del libre albedrío y que
afirma la participación de la humanidad en el pecado de Adán sólo hasta el grado de
darle una tendencia al pecado, pero no una naturaleza pecaminosa.

2. ¿Es bíblico el libre albedrio? B/B


Jesús menciona que el corazón es cómo un árbol que da buenos frutos o da malos frutos.
Dice, además que “El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el
bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el
corazón habla la boca.” (Lucas 6:43-44). No hace falta ninguna otra explicación para los
frutos. Jesús enseña que del corazón vienen “los malos pensamientos, los homicidios,
los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias”
(Mateo 15:19). La explicación final para la conducta humana es encontrada en el
autodeterminado centro del ser humano. Es por esto que hay que nacer de nuevo
mediante la resurrección de Jesús (1 Pedro 1:3), para que tengamos un nuevo corazón y
un nuevo espíritu (Ezequiel 36:26)

Salomón hizo lo malo ante los ojos de Dios porque su corazón se había apartado de
Dios. (1 Reyes 11:6,9)

Roboán no se quedó atrás. Dice que actuó mal “porque no tuvo el firme propósito de
buscar al Señor.” (2 Crónicas 12:14)

El rey Sedequías “hizo lo que ofende al Señor su Dios” porque “fue terco y, en su
obstinación, no quiso volverse al Señor, Dios de Israel.” (2 Crónicas 36:11-13)

Me encanta cuando Dios le pregunta a Jerusalén “¿Hasta cuando hallarán lugar en tí los
pensamientos perversos?” y le pide: “limpia de maldad tu corazón para que seas
salvada.” (Jeremías 4:14)

La Biblia también menciona la capacidad que tiene el hombre para impedir la voluntad
de Dios. Dice en Lucas que los fariseos y los expertos de la ley “rechazaron el propósito
de Dios respecto a ellos” cuando no se dejaron bautizar por Juan (Lucas 7:30).

En Isaías 30:1, Dios dice: “Ay de los hijos rebeldes que ejecutan planes que no son
míos, que hacen alianzas contrarias a mi Espíritu, que amontonan pecado sobre pecado”
(énfasis añadido).

Cuando entendemos que Dios tiene un plan para nosotros cuando decidimos darle el
control de nuestras vidas, entonces hace sentido que Dios no quiere que nadie perezca,
sino que todos sean salvos (1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9). El hecho de que hay personas
que perecen no sólo apunta a la necesidad de la humanidad en un salvador, pero en el
rechazo de esta realidad.

Es bajo esta luz de libre albedrío que el lamento de Jesús sobre Jerusalén (Mateo 23:37)
hace sentido:
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!
¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de
sus alas, pero no quisiste!”

______

En fin, la Biblia enseña ambos conceptos: mientras que Dios ya conoce y causa Su
historia dentro de la nuestra, tenemos cierta libertad para rendir nuestra voluntad a la de
Él. Mientras que todo el mundo ha sido creado por Dios, el mundo como está no es sólo
por el resultado de la voluntad de Dios, sino también la voluntad de todas las criaturas
libres (que Él mismo creó así) que, hasta cierto punto, influyen en el curso de la historia.
La última explicación de cómo están las cosas no está en la dictaduría de una voluntad
todo-controlante, sino en las voluntades de una sociedad llena de criaturas libres.

3. ¿Qué es la aseidad de Dios?


La aseidad de Dios es un atributo del que, según algunos estudiosos, no se enseña ni se
habla mucho, por lo que agradezco a Dios la oportunidad de escribir acerca de este
atributo divino tan importante, no solo para aumentar nuestro conocimiento teológico
sino para que al conocer este atributo como otros más en esta serie, podamos ser
llevados a la alabanza y exaltación de Dios y que dicho conocimiento se traduzca en
aplicación práctica para nuestra vida cristiana.
4. ¿Cuáles propiedades de Dios son transferibles o comunicables al ser humano?

Atributos comunicables o transferibles:


Los llamados atributos comunicables son aquellos que en grado limitado se encuentran
en los seres creados
a. OMNISCIENCIA:
El intelecto humano tiene su correspondiente característica en Dios; pero en referencia a
Dios éste se denomina propiamente omnisciencia. Obviamente, una vasta diferencia
existe entre los dos. El intelecto humano es apenas algo más que la capacidad o la
disposición para adquirir conocimiento, el cual después de adquirido, cuando se
compara con la omnisciencia, es inferior hasta lo elemental, mientras que el
entendimiento de Dios es todo inclusivo e infinito.
Hay dos medidas evidentes del conocimiento divino:
1.- Omnisciencia, que incluye todas las cosas acerca de Dios mismo y todas sus obras y,
2.-Presciencia, que puede ser limitada a las cosas específicamente preordenadas.
La omnisciencia de Dios comprende todas las cosas pasadas, presentes y futuras (Ro.
4:17; Is 46:10; Hch 15:18).
b. SENSIBILIDAD:
Esta expresión introduce el segundo elemento de la personalidad. Tanto el uso filosófico
como el teológico de la palabra sensibilidad incluye las formas más elevadas de
sentimiento y representa los deseos racionales y morales. Aunque existe una diferencia
de grado y de pureza esencial entre la sensibilidad humana y la divina, la realidad de la
sensibilidad divina no puede dudarse.
En las palabras de Cristo al Padre: “Porque tú me amaste desde antes de la fundación
del mundo”, y las palabras de Cristo a los hombres: “Porque de tal manera amo Dios al
mundo”.
c. SANTIDAD:
La santidad de Dios es activa. Como motivo primordial, ésta estimula todo lo que Él
hace; por lo tanto Él es justo en sus caminos. Aunque Él es infinitamente Santo, Dios no
obstante mantiene una relación con las criaturas que cayeron en pecado; Él no
permanece indiferente, separado de Sus criaturas, sino que está vitalmente cerca de
ellas.
La santidad de Dios es intrínseca, no creada, y sin mancha, ésta puede observarse en
toda actitud divina y en cada acción de Dios. No tan solamente comprende la devoción
de Dios hacia lo bueno, sino que también es la base misma y la fuerza de su odio hacia
aquello que es malo. Por lo tanto, en la santidad divina existe la capacidad para
reaccionar hacia otros que es tanto positiva como negativa.
Pasajes bíblicos que declaran la santidad de Dios: Ex 3:5; Lv 19:2; 1 Sm 2:2; Job 15:15;
Sal 22:3; Sal 47:8; Is 57:15; Ap 4:8; Ap 6:10.
d. JUSTICIA:
Esta es una expresión legal y se refiere al carácter esencial del gobierno divino en esa
elevada y armoniosa excelencia hacia lo cual dicho gobierno avanza. Debemos
reconocer aquí que Dios tiene el derecho absoluto y la autoridad sobre Sus criaturas. En
su rebelión contra Dios, la criatura ha rehusado orgullosamente reconocer la verdad
acerca de la autoridad y el derecho del Creador. Dios pudo según Su placer, haber
creado o no, Él pudo haber creado otra clase de seres y pudo no haber creado aquellos
seres que creó. Él tiene el perfecto derecho de disponer de todas Sus obras como le
plazca. Si se piensa en esto con detenimiento se haría evidente que el lugar correcto del
hombre es el de una criatura sometida y que el destino más elevado del hombre será
alcanzado, no resistiendo al Creador sino por medio de una conformidad absoluta a Su
voluntad. Debido a que la autoridad del Creador es absoluta, es una causa superlativa
(preeminente-superior) de gratitud que Dios es perfecto en justicia. ¡Qué miseria tan
grande sería para la criatura si fuese de otro modo!
Las escrituras dan testimonio de la justicia de Dios: 2 Cro 19:7; Job 4:17; Sal 19:9; Sal
89:14; Is 45:21; Hch 17:31; Ap 15:3.
e. AMOR
La Biblia nos dice que Dios es amor (1Jn 4:8). Dios no ha adquirido el amor, ni
tampoco mantiene el amor por medio de su esfuerzo; esta es la estructura de Su propio
ser. Él es la fuente inagotable de todo amor.
Sin el atributo del amor Dios no sería lo que es. Como ningún otro atributo, el amor es
el motivo primordial de Dios, y para satisfacer Su amor toda la creación ha sido
formada. Es debido al hecho que Dios no necesita nada para lo cual tenga que depender
de otro ser, que Él siempre está derramando e impartiendo Su amor. El amor de Dios
tuvo su manifestación perfectamente en la muerte de Cristo (Jn 3:16; Ro 5:8; 1 Jn 3:16).
Este no es un simple afecto, sino que es una libre elección de Dios que puede ser
reconocida en todo lo que Él hace. “Dios es amor”.
f. BONDAD:
Este atributo, si se contempla como aquello que está dentro de Dios, está estrechamente
ligado a Su santidad; si es contemplado como algo que procede de Dios, está
estrechamente relacionado al amor. La infinita bondad de Dios es una perfección de Su
ser, que caracteriza Su naturaleza y es en sí la fuente de todo aquello que en el universo
es bueno. Las expresiones específicas empleadas para describir la bondad de Dios son:
- La benevolencia, que es la bondad en su sentido genérico, pues comprende todas las
criaturas y asegura el bienestar de ellas;
- Misericordia, que es la bondad de Dios ejercida a favor de la necesidad de Sus
criaturas;
- y gracia, que es el acto gratuito de Dios por aquellos que carecen de méritos, cuya
libertad de acción ha sido asegurada a través de la muerte de Cristo. (Efesios 2:4, 5 ; 2
Co. 1:3).
g. VERDAD:
El carácter de Dios entra en consideración cuando se le llama el Dios de verdad. Él no
tan sólo manifiesta y confirma aquello que es verdad, sino que también permanece
fielmente en Su promesa, y ejecuta toda advertencia y todo presagio que ha hecho.
Fuera del elemento de verdad en Dios no podrá haber certeza de clase alguna en esta
vida, y los seres humanos andarían en gran perplejidad sin saber su procedencia ni su
destino. Sin la verdad en Dios, una revelación es solamente una farsa. Por el contrario,
como la Biblia afirma, “Sea Dios veraz mas todo hombre mentiroso” (Ro. 3:4 ; Sal
12:6; Num. 23:19; He. 10:23;Jn. 14:6).
h. VOLUNTAD:
La voluntad es aquello en Dios que pone en acción todo lo que Él ha diseñado. Es la
capacidad de autodeterminación. Esto lo hace la Biblia en todas partes. Desde el
comienzo hasta el fin, habla de la voluntad de Dios, de sus decretos, propósitos,
consejos y mandamientos.
La voluntad es no sólo un atributo esencial de nuestro ser espiritual, sino que es una
condición necesaria de nuestra personalidad. Sin el poder de autodeterminación racional
seríamos tanto una mera fuerza como la electricidad, el magnetismo, o el principio de la
vida vegetal. Por ello, sería degradar a Dios por debajo de la esfera del ser que nosotros
mismos ocupamos, como criaturas racionales, si le negáremos la capacidad de
autodeterminación; de actuar o de no actuar, según su beneplácito. (Jn. 1 :13; Ro. 8:27;
12:2; 1 Co.. 1:1; Ef. 1:5).
i. OMNIPOTENTE:
En Gn. 17:1 se dice: “Yo soy el Dios Todopoderoso”. El profeta Jeremías exclama:
“¡Oh Señor Jehová! He aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu
brazo extendido, y no hay nada que sea demasiado difícil para ti” (Jer. 32:17). De Dios
se declara que creó todas las cosas con el aliento de su boca, y que sostiene el universo
por su palabra. Nuestro Señor dijo: “Para Dios todo es posible” (Mt. 19:26). Mucho
antes, el Salmista había dicho: “Nuestro Dios está en los cielos: Todo lo que quiso ha
hecho” (Sal 115:3). Y también: “Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en
la tierra, en los mares y en todos los abismos” (Sal 135:6).

5. ¿Quién acuña y cuándo el término antiguo y nuevo testamento?

6. ¿Qué se conoce como la cláusula filioque?

La cláusula filioque fue, y es aún, una controversia en la iglesia con relación al Espíritu
Santo. La pregunta es, ¿de quién procede el Espíritu Santo, del Padre, o del Padre y del
Hijo? La palabra “filioque” significa “y del hijo” en latín. Se refiere a la “cláusula
filioque”, porque la frase “y del Hijo” fue añadida en el Credo Niceno, indicando que el
Espíritu Santo procede del Padre “y del Hijo”. Hubo tanta controversia sobre este punto,
que eventualmente llevó al rompimiento entre las iglesias Católica Romana y las
Ortodoxas Orientales en 1054 d.C. Las dos iglesias aún no llegan a un acuerdo sobre la
cláusula filioque.

Juan 14:26 nos dice, “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en
mi nombre...”. Juan 15:26 nos dice, “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os
enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio
acerca de mí”. Ver también Juan 14:16 y Filipenses 1:19. Estas Escrituras parecen
indicar que el Espíritu es enviado por ambos, el Padre y el Hijo. El asunto principal en
la cláusula filioque es el deseo de proteger la deidad del Espíritu Santo. La Biblia
enseña claramente que el Espíritu Santo es Dios (Hechos 5:3-4). Aquellos que se
oponen a la cláusula filioque, la objetan porque creen que al considerar al Espíritu Santo
como procedente del Padre y del Hijo, lo hacen “subordinado” al Padre y al Hijo.
Aquellos que sostienen la cláusula filioque creen que el Espíritu Santo que procede
tanto del Padre como del Hijo, no impide que el Espíritu sea igualmente Dios junto con
el Padre y el Hijo.
La controversia de la cláusula filioque probablemente involucra un aspecto de la
Persona de Dios que nunca seremos capaces de comprender plenamente. Dios, siendo
un ser infinito, finalmente es incomprensible para nuestras mentes humanas finitas. El
Espíritu Santo es Dios, y Él fue enviado por Dios como “el reemplazo” de Jesucristo
aquí en la tierra. La pregunta de si el Espíritu Santo fue enviado por el Padre, o por el
Padre y el Hijo, es algo que probablemente no tenga una respuesta definitiva, ni es
absolutamente necesario que lo sea. Tal vez la cláusula filioque tenga que seguir siendo
una controversia.
7. ¿Cuál es la diferencia entre teologia sistemática y teologia bíblica?
La teología bíblica se enfoca en estudiar una porción de la Biblia y cómo se relaciona
con el resto de la Biblia. … La teología sistemática se enfoca en diferentes temas y
estudia lo que la Biblia dice sobre ese tema. Un ejemplo aquí puede estar estudiando los
atributos de Dios.
Teología sistemática, es una disciplina de la teología cristiana, cuyo fin es formular una
coherente, ordenada y racional presentación de la fe y creencias cristianas, inherentes a
un sistema de pensamiento teológico que se desarrolla con un método, que puede
aplicarse tanto en lo general como en lo particular.
La teología bíblica, como lo indica su nombre, se encarga de estudiar y analizar los
diferentes libros que conforman la Sagrada Escritura, en la cual los cristianos basan sus
creencias y forma de vida.
8. ¿Cómo sustentas con base escritural convincente la doctrina de la triunidad de
Dios?

9. ¿Cuál es la diferencia entre iluminación, inspiración, revelación y canonicidad?

Una vez que el canon se cerró son totalmente innecesarias ya, pues DIOS ya habló lo
que quiso hablar y ahora lo sigue haciendo, pero única y exclusivamente por medio de
Su Palabra. Hebreos 1:1-2.

Con esto quedan descartadas una vez más las nuevas revelaciones, las revelaciones
frescas, el vino nuevo  o como sea que le llamen además de  los escritos inspirados a
parte de la biblia, como el libro del mormón, los atalayas, etc.

La revelación e inspiración fueron dadas solamente a hombres selectos, en cambio, la


Iluminación está disposición de todos los creyentes. Es importante nunca olvidar que
todos los creyentes necesitemos la iluminación.

Fue Dios mismo quien Reveló, Inspiró e Iluminó a los escritores bíblicos para que su
mensaje llegara a los seres humanos. Los libros de la Biblia se fueron escribiendo a lo
largo de casi quince siglos, no para que luego fuese publicada y ser guardada en un
estante, sino para revelarnos el Reino de Dios y Su Justicia por medio de Su Hijo
Jesucristo, el DIOS creador y redentor se ha puesto en contacto íntimo con sus hijos.
Seamos agradecidos y correspondamos a esa gracia divina escudriñando fiel y
regularmente la Escritura.

10. ¿La imagen de Dios y la semejanza en el ser humano son la misma cosa?
Argumentos

11. ¿Cuáles reformadores eran de postura Amilenarista?


El amilenialismo es una postura escatológica que, de manera general, enseña que
el Milenio del que habla Apocalipsis 20:1-10 se refiere al tiempo presente de la
iglesia, donde Cristo está reinando en un trono celestial, y que culminará con Su
Segunda Venida. El orden y la naturaleza de los eventos, según el
amilenialismo, es como sigue:

1. Gobierno actual del Mesías en un reinado espiritual.

2-La Segunda Venida de Cristo.

3-Conjuntamente con Su venida habrá una resurrección general, y todos los


cristianos recibiremos al Señor en el aire.

4-Los enemigos de Cristo serán vencidos, y será celebrado el juicio final.

5-Finalmente, el mundo actual será destruido por fuego, y los justos pasaremos a
habitar en el cielo nuevo y la tierra nueva por toda la eternidad.

En otros temas relativos a la naturaleza de la tribulación, el anticristo, y una


salvación de judíos en el contexto del Nuevo Pacto, hay una diversidad de
opiniones dentro de la misma escuela amilenial.

12. ¿Según la biblia habrán grados de castigo para el injusto dependiendo del
pecado cometido?

13. ¿Con cuales mitologías clásicas es comparada la encarnación de Cristo?


La "carne" asumida por el Hijo de Dios. Juan y Pablo

Jesús, Hijo y Palabra de Dios Padre, salvó a la humanidad en su calidad de hombre real,
con las limitaciones de la condición de "carne", inherente a todo hombre.
La afirmación de que Jesús es verdadero hombre es tan esencial a la profesión de fe en
él, como la de que es Hijo de Dios. Jn dirá en el prólogo: el Logos, que existía "en
calidad de Dios" antes de que hubiera criaturas, "llegó a existir en calidad de carne" en
un momento claramente determinado de la historia (Jn 1:1.14).

San Pablo ha desarrollado con profundidad la afirmación de que el Hijo de Dios asumió
la "carne", es decir, la naturaleza humana completa, incluidas sus debilidades. La
palabra "carne" tiene con frecuencia para Pablo el matiz peyorativo de sede del pecado
y es puesta en relación con la Ley (cf. Rm 8:1-13), pero él no trepida en echar mano de
ella para referirse a Jesús. Subraya así que él fue y es verdadero hombre, con todas las
limitaciones propias de todos los hombres. Los textos paulinos que se citan a
continuación recogen antiguas formulaciones del kerigma primitivo, anteriores al
mismo Pablo, que tienen tanto para él como para sus lectores el valor de una profesión
de la fe aceptada en toda la Iglesia. "Pablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol por vocación,
escogido para el Evangelio de Dios, que había ya prometido por medio de sus profetas
en las Escrituras Sagradas, acerca de su Hijo, nacido del linaje de David según la carne,
constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de Santidad, por su resurrección
entre los muertos, Jesucristo, Señor nuestro" (Rm 1:1-4). "Al llegar la plenitud de los
tiempos envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los
que se hallaban bajo la Ley y para que recibiéramos la condición de hijos" (Ga 4:4-5).
"Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo: el cual, existiendo en forma
(morfh) de Dios, no consideró como algo a que aferrarse el ser igual a Dios, sino que se
anonadó asumiendo forma de esclavo, llegando a existir igual que todos los hombres,
presentándose con aspecto humano" (Flp 2:5-7) (5).

Estos textos no pretenden explicar desde la filosofía griega cómo es posible que Jesús
exista simultáneamente en calidad de Hijo de Dios y en calidad de carne, en forma de
Dios y en forma de esclavo, pero son mucho más que unas palabras dichas al vuelo para
convencer a los filipenses de que deben ser humildes en sus relaciones mutuas. En todos
esos textos la afirmación fundamental es que el Hijo de Dios se hizo verdadero hombre
y en todo procedió exactamente igual que cualquier otro hombre.

Pero ¿qué es el hombre? Considerado en su conjunto y a lo largo de toda su historia, es


un grupo zoológico que con su saber y su poder cada vez mayores, y "a pesar de sus
ignorancias, sus errores, sus pecados, sus recaídas en la barbarie y sus alejados extravíos
fuera del camino de la salvación, se acerca lentamente, aun sin darse cuenta de ello,
hacia su Creador" (6).

Individualmente, sin embargo, el hombre es un ser frágil, de existencia efímera, que


sabe y puede muy poco. Sus posibilidades están limitadas por dos factores: en primer
lugar, por una debilidad que es común a los hombres de todos los tiempos; él no puede
volar con solo mover los brazos, tiene un hilo de voz, que alcanza solo a un auditorio
reducido, etc. En segundo lugar, el hombre está limitado por el desarrollo de la sociedad
en que le tocó vivir. En el siglo XXI él puede lograr lo que ni soñó un hombre del siglo
XV; él puede cuidar mejor su salud, puede ser visto y oído por millones de personas
gracias a los medios actuales de comunicación, puede volar en aviones, que dentro de
pocos años habrán dejado su puesto a otros aviones más rápidos y seguros.

Al hacerse hombre, el Hijo de Dios asumió esta doble serie de limitaciones humanas.
Nació, creció, amó y fue amado, habló, se fatigó, comió, durmió, murió como nacen,
aman, hablan, comen, duermen y mueren todos los hombres desde que han hecho su
aparición en el planeta Tierra.

Jesús asumió, además, las limitaciones insuperables de los hombres del siglo I: no
dispuso de una imprenta ni de radio ni de televisión ni de medios rápidos para
desplazarse de un lugar a otro. Ni uno solo de sus milagros representa un progreso
técnico propio de siglos posteriores, que le haya hecho más fácil el cumplimiento de su
misión a favor de los demás hombres. Jesús respetó todos los límites que le imponía su
condición de hombre, y de hombre habitante de Palestina en el siglo I.

Es verdad que "la naturaleza humana asumida por el Verbo divino sirve como
instrumento de salvación indisolublemente unido a él", como afirma el Vaticano II (7),
pero también lo es que limitó su acción en el mundo. El hombre Jesús durante su corta
vida pública solo pudo alcanzar con su palabra y con su cercanía física a un puñado de
judíos que habitaban en Palestina, una gota en el océano de la humanidad. El misterio
de la Encarnación de la Palabra eterna del Padre es el misterio de los límites que el
mismo Padre impuso a la acción salvadora de su Hijo. ¡Si Jesús hubiera nacido en el
siglo XX y hubiera dejado al menos unas buenas grabaciones con sus palabras! La
Encarnación lleva ya en germen el misterio de la cruz, "escándalo para los judíos,
necedad para los gentiles" (1 Co 1:23).

Las dificultades que implicó la Encarnación del Verbo para una comunidad cristiana a
fines del siglo I

Algunos cristianos se dieron pronto cuenta de que Jesús les resultaba demasiado
humano. La Encarnación no era un camino, sino un obstáculo para la salvación. Esta
persuasión provocó una crisis que desgarró a la comunidad donde fue escrito el cuarto
evangelio (8). Hacia el año 90 esta comunidad acababa de sufrir una amputación
dolorosa: se habían desgajado de ella los cristianos de origen judío, que por miedo a ser
excluidos de la sinagoga, no se atrevían a confesar públicamente que Jesús era el Hijo
de Dios y el Mesías (Jn 9:22, 12:42, 16:2) (9). Los problemas internos no terminaron
con esta crisis. La muerte poco más tarde del discípulo amado, figura señera de la
comunidad juánica, desató otra crisis, la de encontrar un sucesor suyo al frente de la
comunidad. En una comunidad con instituciones embrionarias de gobierno es difícil dar
con alguien que pueda suceder a su fundador carismático. ¿Lo reemplazará otro
carismático? ¿Cómo distinguir entre todos los miembros de la comunidad al más
carismático? ¿Habrá que integrarse a la Iglesia Apostólica, la de Pedro y los Doce?
Algunos de los Apóstoles, tal como son presentados en Jn, habían dado pruebas de
cobardía y de un amor a Jesús mucho menor que el del discípulo amado o el de otros
miembros de la comunidad, incluso mujeres que, como la samaritana, como Marta,
como María Magdalena, estaban muy cerca de Jesús por el conocimiento y el amor,
pero que no pertenecían a la jerarquía encabezada por los Doce Apóstoles.

El asunto se complicaba, porque detrás de él latía otro problema más hondo: el de la


verdadera humanidad de Jesucristo. Estas tensiones se reflejan claramente en Jn 21, un
apéndice posterior al resto del evangelio, y en las tres cartas que llevan el nombre de
Juan, cuyo autor se presenta como "presbítero" de la comunidad juánica (2 Jn 1, 3 Jn 1).
Jn 21 reivindica la autoridad de Pedro, sin menoscabo de la figura del discípulo amado,
y así facilita la incorporación de la comunidad juánica a lo que se ha llamado "la gran
Iglesia". En las cartas se reprocha a un grupo de miembros de la comunidad, tal vez
numeroso, que "han ido demasiado lejos y no permanecen en la enseñanza de Cristo" (2
Jn 11).

14. ¿Qué se entiende por Ubicuidad de Cristo?


Se conoce como ubicuidad a la facultad que presenta una determinada persona para
estar presente en dos lugares distintos y al mismo momento. La palabra ubicuidad es de
origen latín “ubique” que significa “en todas partes”.
En el ámbito de la teología, el término ubicuidad se refiere al don divino, que posee
Dios, de estar al mismo tiempo en todas partes. En el ramo de la religión, ubicuidad es
un sustantivo femenino que es empleado para transmitir omnipresencia, y esta cualidad
es atribuida hoy en día para ciertos santos milagrosos que como Dios tienen la facultad
de estar en más de un sitio a la vez.

15. ¿Qué se conoce en eclesiología como iglesia invisible y visible?


La pregunta acerca de la relación entre Eclesiología e Historia de la Iglesia pertenece a
la más amplia esfera de problemas, que atañen a la autofundamentación de la Teología
como ciencia unitaria, en la que deben existir, en mutua conexión, tanto disciplinas
sistemáticas, como históricas. Bajo tal aspecto científico-teorético fue tratada la
pregunta1 , en el pasado, por la propia disciplina de la «enciclopedia teológica», que es
hija de la Ilustración; a esta pregunta se respondió entonces, careciendo de una
conciencia más profunda del problema, en el sentido de una dependencia unilateral de la
Historia de la Iglesia respecto de la Teología Sistemática. Por parte de la Teología
protestante, K. Barth (t 1968) pudo todavía designar a la Historia de la Iglesia com o
«ciencia auxiliar», sin duda «imprescindible», pero que «no da respuesta a ninguna
pregunta independiente acerca de Dios» 2 , es decir, que no tiene estrictamente ninguna
relación con la pregunta sobre la verdad propia de la Teología. En tal contexto
teológico, no se había llegado todavía a plantear el problema de las relaciones entre
Sistemática e Historia de la Iglesia, dado el rango inferior que se confería a la Historia
de la Iglesia.

16. ¿De dónde nace la idea de una jerarquía angelical en la biblia?


Si bien los ángeles que aparecen mencionados en los libros más tempranos del Antiguo
Testamento son impersonales y quedan ensombrecidos por la importancia del mensaje
que llevan o por la obra que realizan, no nos dan ninguna información acerca de la
existencia de una cierta jerarquía en el ejército celestial.

Después de la expulsión de Adán del Paraíso, este es defendido de nuestros Primeros


Padres por querubines que son ministros de Dios, aunque nada se menciona acerca de su
naturaleza. Sólo una vez más aparece la figura de un querubín en la Biblia, en la
maravillosa visión que tuvo Ezequiel en la que los describe con muchos detalles (Ezeq
1), y que en Ezequiel 10 los llama querubines. El Arca era defendida por dos
querubines, pero sólo tenemos conjeturas acerca de cómo eran. Se ha sugerido, con gran
probabilidad, que estos pueden ser comparados con los toros y leones alados que cuidan
los palacios asirios, y también con los extraños hombres alados con cabeza de halcones
pintados en las paredes de algunas de sus construcciones. Los serafines sólo aparecen en
la visión de Isaías, 6, 6.

17. ¿Cómo podrías sustentar la gran comisión si tanto el texto de Mateo 28 como el
de Marcos 16 son pasajes cuestionados como espurios y con variante textual e
interpolaciones? Argumentos y B/B

Si un recién convertido tiene el deseo de obedecer las enseñanzas de Cristo lo primero


que tiene que hacer es bautizarse. En Marcos 16 vemos que hay quienes no creen, sin
embargo, no encontramos esto en la comisión de Mateo 28. Es el deseo de Dios de que
todo creyente sea obediente a su Palabra y un fiel seguidor, discípulo, de Cristo.
Dios quiere que las personas sean salvas, por eso ha capacitado a creyentes evangelistas
para que lleven las buenas nuevas de salvación. Ahora, Dios tiene un propósito más allá
de solamente salvar a hombres y mujeres de sus pecados, y quiere que sean verdaderos
seguidores e imitadores de Cristo, y para esto ha capacitado a maestros que enseñen a
los creyentes las instrucciones de la Palabra de Dios.
Esto no significa, por supuesto, que un evangelista no pueda enseñar o que un maestro
no pueda predicar. Pablo le habló a Timoteo sobre la necesidad de hacer ‘obra de
evangelista’ (2 Timoteo 4:5) y también de ocuparse en la lectura pública y la enseñanza
(1 Timoteo 4:13). En muchas ocasiones podemos encontrar estas dos actividades en una
misma persona. El que haya una distinción no significa que se contradicen o que van
separadas. Estas actividades no chocan entre sí, más bien se complementan y van de la
mano una con la otra.

No se puede hacer un discípulo de alguien que no ha puesto su confianza en Cristo, ya


que es inútil enseñar a obedecer a alguien que no ha sido salvo. Solamente uno que ya
es salvo puede ser un verdadero discípulo. Asimismo, es necesario que sepamos la
necesidad de enseñar a aquellos que han sido salvos a ser obedientes a los
mandamientos del Señor.

18. ¿Dios es espíritu y por ende no tiene cuerpo, entonces como es que tiene un
hijo? argumentos
La cristología ha sido la búsqueda permanente por expresar la verdadera identidad de
Jesús. En la resurrección nos fue revelado que era Dios mismo quien actuaba nuestra
salvación en la vida, la obra y la persona misma de Jesús. La fe en Jesucristo pronto se
convirtió en la confesión de su identidad de Hijo de Dios, verdadero Dios y verdadero
hombre. Sin embargo, no siempre se logró articular bien ambas dimensiones. El intento
de expresar esa realidad en conceptos metafísicos, acarreó muchas veces la tendencia a
supeditar la humanidad a la divinidad del Logos. La enhipostasía llevó a pensar en un
Jesús que no era persona humana. La cristología del s. XX emprendió una profunda
revisión de esos supuestos. La cristología de W. Kasper, Jesús el Cristo, afrontó el
desafío de mostrar cómo, puede hablarse de persona humana de Jesús sin contradecir
con ello el dogma cristológico. Puso así las bases para un nuevo gran consenso en la
cristología contemporánea.

19. ¿Qué se conoce como escatología general e individual o particular?


La escatología bíblica es una parte de la teología sistemática, que
estudia las profecías que hablan acerca de los acontecimientos que va a
experimentar el ser humano y todo el universo, en los postreros días de la
historia.1
La palabra ‘fin’ que identifica la escatología aparece muchas veces en
la Biblia, en pasajes como: Mateo 24:6; Mateo 24: 13; Mateo 24:14; 1ª de
Corintios 15:24; Daniel 12: 9; Daniel 12: 13; Habacuc 2: 3. La escatología exige
una hermenéutica refinada para discernir lo que debe ser interpretado
literalmente en contraposición a lo alegórico y espiritual.

20. ¿Cristo es el logos de Dios o el dabar de HaShém? Justifique su respuesta

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