Hoy vamos a ver como se hace una de las salsas más
utilizadas en la cocina, la salsa de tomate casera.
Es una salsa que admite infinidad de variantes en su
elaboración, es una salsa rápida y que viene a ser un “fondo de armario” en la cocina.
La salsa de tomate casera, es una salsa madre de las que
derivan muchas otras como la boloñesa, el ketchup, la rosa, el choron … ya las iremos viendo. Es perfecta para utilizar con la pasta, las pizzas, en rellenos, con verduras y carnes.
Cuando te pongas con ella te compensa hacer una buena
cantidad y guardarla. En la nevera aguanta unos tres días sin problemas y en el congelador bien hasta tres meses.
Lo ideal es prepararla en pleno verano, cuando los tomates
abundan y están en su mejor momento de maduración y con un precio más asequible pero en invierno la podemos hacer con tomates enlatados. Como utensilio de cocina todo lo que necesitas es un pasa purés de agujeros pequeños, para que solamente filtre la pulpa, quedando las semillas y las pieles en el fondo. Aquí si había algún miembro de la familia que te hacía compañía, ¡desaparece alegremente como por arte de magia!.
Cualquier máquina eléctrica te ayuda mucho en su
elaboración. Yo de hecho la hago todas las semanas con My Cook.
Para los que no dispongáis de ninguno de éstos robot os
pongo la receta hecha en el fogón lentamente con paciencia.
Ingredientes:
Para medio litro de salsa espesa.
1 kilo de tomates maduros
1/4 kilo de cebolla 1oo grs de aceite 2 o 3 dientes de ajo 1 hoja de laurel 1 cuchara sopera de orégano sal azúcar
Elaboración:
En el aceite caliente se doran los ajos. Se añade la cebolla
picada y se deja rehogar hasta que esté casi blanda pero sin dorar. Se incorpora el tomate escaldado, para quitar la piel, el laurel, la sal y el azúcar. Se deja cocer a fuego lento durante 20-25 minutos revolviendo de vez en cuando Se comprueba de sabor, se da el punto de espesor deseado añadiendo si hiciera falta un poco de agua, ya que ésto depende de la maduración de los tomates y de la cantidad de agua que tienen. Se tamiza o pasa por un pasapures.
Los ingredientes básicos son tomate, cebolla, ajo, aceite,
sal y azúcar para contrarrestar la acidez del tomate pero hay quien además le añade zanahoria y puerro y diferentes hierbas aromáticas. Yo me inclino por el orégano ya que le da un olor y sabor especial y la uso mucho para pasta y queso, pero también admite tomillo o albahaca. ¡Cualquiera de ellas mejor si son frescas!
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