Está en la página 1de 2

La emoción es un proceso psicológico que nos prepara para adaptarnos y responder al

entorno. Su función principal es la adaptación que es la clave para entender la máxima premisa
de cualquier organismo vivo: la supervivencia.

Como si fuera un sistema de alarma, nos señala las cosas que son peligrosas o aversivas, y que
por lo tanto debemos evitar, y las cosas que son agradables o apetitivas, y a las que por lo
tanto debemos acercarnos. Las emociones positivas son las que producen agrado y son
motores de atracción; las negativas son las que producen desagrado, y son motores de
rechazo.

Las emociones negativas están estrechamente vinculadas a la supervivencia. Quizá por eso su
incidencia en las personas es mucho más potente que las emociones positivas. El efecto de las
emociones negativas es superior (en algunos experimentos hasta 5 veces) en el estado de
ánimo de los trabajadores que las positivas, aunque los eventos positivos ocurren con una
incidencia mucho mayor (de 3 a 5 veces más).

Por su parte, las emociones positivas benefician los estados de ánimo y aumentan el
rendimiento en el trabajo. El reconocimiento, por ejemplo, produce en el que lo recibe
emociones positivas que aumentan su eficiencia, su autoestima y su predisposición al esfuerzo
y al cambio. Es además tremendamente contagioso, existiendo innumerables investigaciones
que prueban su utilidad. Por ejemplo, cuando los centros de atención al cliente muestran
emociones positivas, los clientes reaccionan por contagio y están mucho más dispuestos a
comprar.

La valencia de la emociones (positiva o negativa) puede utilizarse para su diagnóstico y gestión


en contextos sociales. Éste es el planteamiento del modelo de gestión conocido como Feelings
Management (Fernández, 2004). Se basa en el diagnóstico del estado emocional de la
organización, al objeto de alinear las emociones de los diversos grupos que la integran con los
objetivos organizacionales. Sus principales propósitos son, por un lado, visualizar el estado
emocional de la organización y, por otro, proporcionar las herramientas de acción necesarias
para revitalizar la ilusión, la unión y la confianza de sus miembros en momentos difíciles.

También podría gustarte