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Resumen
Cabe mencionar que en el presente trabajo se abordaran cuestiones introductorias sobre
los “Aspectos tributarios del fideicomiso de construcción”, analizando una serie de aspectos
normativos, jurisprudenciales y regulatorios de trascendencia, que gobiernan la tributación de
las operaciones instrumentadas a través de un fideicomiso de construcción.
La importancia del tema radica en la necesidad de realizar las evaluaciones que sean
pertinentes para su adecuada y correcta planificación, en virtud de lo cual se requiere de la
participación conjunta tanto de abogados como de contadores que cuenten con algún tipo de
especialización y experiencia en materia de planificación tributaria, dado que un aspecto
sustantivo consiste en conferirle al fideicomiso personalidad a los fines tributarios.
Desarrollo
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Cabe mencionar que en virtud de un especial interés de promover las actividades inmobiliarias y de construcción,
es que se dictó la Ley Nº 24441, titulada “Ley de Financiamiento de la Vivienda y la Construcción”.
Tipos de Fideicomiso:
Más allá de que la característica tipificarte del fideicomiso es la administración
temporaria de los bienes cuya propiedad fiduciaria el fiduciante transfiere al fiduciario
con una encomienda especial, y sumado a esto que la normativa legal no define2
expresamente el fideicomiso, sino que más bien se limita a establecer los extremos
entre los que puede moverse la utilización de esta figura contractual, es que el mismo
se utiliza con diversas finalidades, por lo cual la doctrina distingue distintos tipos (de
2
El fideicomiso financiero si es definido y regulado en forma específica.
Tratamiento Impositivo:
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Con esto queremos decir que las actividades alcanzadas no dejaran de estarlos, así como también las actividades
no alcanzadas pasaran a serlo.
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Esta salvedad no es aplicable para los casos en el cual el fiduciante-beneficiario sea un beneficiario del exterior, ni
para los fideicomisos de tipo Financieros.
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De la Nota Externa (AFIP) 5/99, se desprende que el ejercicio fiscal de los fideicomisos puede ser distinto al año
calendario, por lo que los fideicomisos que cierren ejercicio en una fecha distinta al 31 de diciembre, deberán
informar el resultado impositivo de las participaciones hasta el 14 de abril de cada año.
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En este sentido, es importante tener en claro si los edificios o mejoras en inmuebles revisten la calidad de bienes
de cambio para el fideicomiso de construcción bajo análisis.
aplicación de lo normado en los artículo 12, inc. b), y 12 continuación de la ley del
Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta.
Vemos de este modo que en materia de fideicomisos ordinarios, el fisco mantiene a
través de varios de sus pronunciamientos la postura de la gravabilidad de los
fideicomisos de construcción en este impuesto. Y en esa misma línea se expresó
también por ejemplo en el Dictamen DAT 75/2007.
Lo mismo había opinado el fisco en el Dictamen DAT 15/2006 con respecto a los
fideicomisos de construcción al costo, con el argumento de que la norma legal no
distingue y que, por lo tanto, todos los fideicomisos ordinarios son sujetos del
impuesto.
Sin embargo, en el fallo "Fideicomiso San Gabriel", del 10/12/2013, la sala B del
Tribunal Fiscal entendió que no debía aplicarse el Impuesto a la Ganancia Mínima
Presunta en ese caso. El Tribunal Fiscal llegó a esta conclusión, basándose en el fallo de
la Corte en la causa "Hermitage SA" y por las características del fideicomiso en
cuestión. En efecto, se trataba de un fideicomiso de construcción "al costo", en el cual
los fiduciantes aportaban los importes necesarios para llevar adelante el
emprendimiento. Al respecto, resultó fundamental la pericia contable, de la cual surgió
que los montos fueron aportados por los fiduciantes-beneficiarios para la compra del
terreno y la ejecución de las obras, siendo estos montos iguales al costo de la obra, no
existiendo tampoco fondos remanentes al momento de finalización de la misma. Por lo
tanto, el Tribunal Fiscal entendió que no existió en este caso ninguna utilidad o
ganancia, siendo que los recursos fueron aportados sólo para una futura vivienda de
uso personal y no para obtener ganancia alguna.
Impuesto sobre los bienes personales
En este sentido, la Ley Nº 26452 ha incorporado como Responsable Sustituto a los
fideicomisos ordinarios, por lo que este impuesto será liquidado e ingresado por el
fiduciario, aplicando la alícuota del 0,5% sobre el valor de los bienes que integran el
fideicomiso al 31 de diciembre de cada año, y este tendrá el carácter de pago único y
definitivo.
Cabe mencionar que el régimen de Responsable Sustituto aplicable a los
fideicomisos no es el mismo utilizado por las sociedades; y esta diferencia radica en
dos razones fundamentales:
o La base imponible del tributo se calcula sobre la totalidad de los
activos y no sobre el patrimonio neto como es en el caso de las
sociedades, y
Impuesto al Valor Agregado
A primera vista, podríamos decir rápidamente que a la figura del fideicomiso
ordinario de construcción sólo le sería aplicable cabe la condición de responsable
inscripto en el Impuesto al Valor Agregado, en virtud que por imperio de la ley de
monotributo estas estructuras jurídicas no pueden adquirir una categoría de
monotributista.
Dicho esto, debemos comentar que la Ley del Impuesto al Valor Agregado, en su
cuarto artículo, pone en calidad de Sujeto de este impuesto a los Fideicomisos que
realicen hechos imponibles de este tributo8. Esto es remarcado por el Dictamen DAT
19/2003 que establece que los fideicomisos que desarrollen actividades gravadas por
lo establecido en el articulado de la Ley del Impuesto al Valor Agregado deberán
inscribirse en el mismo desde el momento de su constitución, para poder acumular los
créditos fiscales correspondientes.
Esencialmente, lo que sostiene el fisco es que los fideicomisos constituyen una
unidad económica con un fin determinado, distinta del fiduciario y del fiduciante, y
que las consecuencias fiscales en el Impuesto al Valor Agregado no pueden
considerarse atribuibles a los mencionados sujetos, sino al propio fideicomiso9.
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Como resultado de la entrada en vigencia de esta norma, el fisco había otorgado un plazo especial hasta el
02/05/2013 para que se ingrese el impuesto correspondiente a los años 2008, 2009, 2010 y 2011. Hasta la
mencionada fecha se considerarían presentadas en término las declaraciones juradas de los mencionados periodos,
así como también se estableció que no se debían pagar intereses ni ajuste alguno.
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La Ley del Impuesto al Valor Agregado le asigna aptitud subjetiva al fideicomiso frente al gravamen, resultando
sujeto obligado en la medida en que realice actividades gravadas por el impuesto.
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Así lo ha expresado en los dictámenes DAT 16/2006, 18/2006, 27/2007 y 31/2008.
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Otro aspecto importante del Dictamen DAT 16/2006 es que en virtud del mismo el fisco comienza a calificar a los
fideicomisos de construcción como “empresas constructoras” a los fines de la aplicación del artículo 4 de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado, englobando a aquellos sujetos que directamente o a través de terceros efectúen las
referidas obras, con el propósito de obtener un lucro con su adjudicación o posterior venta.
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El fisco ha dicho en este dictamen DAT 18/2006, que no se aplica al fideicomiso la figura del consorcio organizado
en condominio. Esto por cuanto se le había planteado al Organismo Fiscal la aplicación de dicha figura en este tipo
de fideicomisos de construcción. En tal pronunciamiento, la AFIP opina que el fideicomiso "transmite a la
finalización de las obras el derecho real de dominio de las unidades a los fiduciantes-beneficiarios o eventualmente
a los cesionarios, revistiendo ambos sujetos el carácter de terceros con respecto al fideicomiso y que tal
transferencia se efectúa a título oneroso, toda vez que los fiduciantes-beneficiarios abonan cuotas en función de su
participación, considerándose momento de la transferencia del inmueble al acto de adjudicación de las respectivas
unidades a los fiduciantes beneficiarios".
Impuesto a la Transmisión de Inmuebles
Este impuesto se aplica sobre las transferencias de dominio a título oneroso de
inmuebles ubicados en el país, efectuados por personas físicas y sucesiones indivisas
(en la medida en que dicha transferencia no se encuentre alcanzada por el Impuesto a
las Ganancias).
El valor sobre el cual se debe pagar el Impuesto a la Transmisión de Inmuebles está
fijado por la Ley Nº 23905, en su artículo 11, y éste no es otro que el valor que se
otorga a la transferencia a efectos de la constitución del fideicomiso.
Según se expresó el fisco en los Dictámenes DAT 103/2001 y DAL 17/2002, en
principio la transferencia fiduciaria de inmuebles de las personas físicas y sucesiones
indivisas a un fideicomiso no está alcanzada por el Impuesto a la Transmisión de
Inmuebles.
Sin embargo, años más tarde el organismo fiscal de nuestro país ha cambiado de
opinión y lo ha expresado en el Dictamen DAT 55/2005, al mencionar que en un
fideicomiso de construcción, la transferencia de dominio realizada por el fiduciante
tiene como contrapartida una contraprestación futura a la que se obliga el fiduciario.
Impuesto de Sellos
El tratamiento de este impuesto varía de acuerdo a la jurisdicción que estemos
analizando, debiendo poner especial atención en relación a que:
o El contrato de fideicomiso se encuentra gravado en casi todas
las jurisdicciones, y que
o La transferencia de bienes presenta un tratamiento dispar según
la jurisdicción.
las leyes fiscales en tanto y en cuanto, por tener la “propiedad fiduciaria” de los bienes
fideicomitidos, dispone de ellos “cuando lo requieran los fines del fideicomiso”. Tiene
en este sentido las facultades –limitadas- propias del carácter “absoluto” del dominio.
Como el patrimonio fideicomitido no tiene en sí mismo personalidad jurídica,
requiere de una persona que en ejercicio de las facultades atribuibles al propietario de
un bien, realice los actos encomendados por el fiduciante.
Esto permitiría encuadrar al fiduciario dentro de la categoría de los responsables del
cumplimiento de la deuda ajena, en su carácter de administrador de los bienes
fideicomitidos por los actos que realice en función del encargo.
En este sentido, la Ley Nº 11683 de procedimiento tributario en el inciso e) de su
sexto artículo, ha reconocido en forma expresa a los fiduciarios como responsables por
deuda ajena, al tipificarlos como administradores de patrimonios que en ejercicio de
sus funciones puedan determinar íntegramente la materia imponible que graven las
respectivas leyes tributarias con relación a los titulares de aquellos y pagar el
gravamen correspondiente.
Adicionalmente, bajo la mencionada normativa, se dispone que los responsables
por deuda ajena responden con sus bienes propios, y en forma solidaria, con los
deudores del tributo, quienes por incumplimiento de sus deberes tributarios no
abonaren oportunamente el aludido tributo, aunque la extensión de tal solidaridad
con impacto sobre el patrimonio propio y personal del fiduciario, se encuentra sujeta a
una serie de limitaciones, resultantes de la autonomía específica y propia, que posee el
Derecho Tributario, como principio general.
En resumen, el titular de las obligaciones es el fiduciario quien, en su carácter de
administrador de un patrimonio, está obligado a pagar los tributos al fisco con los
recursos que administra, y al igual que en la Ley Nº 24441, esto se mantiene en la Ley
Nº 26994.
Conclusión
Bibliografía
Balán, Osvaldo y Osvaldo Zilli. (2008) Construcción: IVA/ Ganancias/ ITI/ Ingresos
Brutos/ Fideicomisos, Errepar, Buenos Aires.
Papa, Rodolfo. (2014). Fideicomiso para Abogados y Contadores, Erreius, Buenos
Aires.
Papa, Rodolfo. (2015). Fideicomiso, Erreius, Buenos Aires.