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Los sentidos del juego y la lúdica como

aporte a la formación del ser humano


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Introducción

En el presente texto, abordaremos inicialmente los conceptos de juego y lúdica según algunos autores,
para posteriormente enunciar la posibilidad que ellos representan los procesos de enseñanza –
aprendizaje en la escuela y en la formación integral del ser humano.

Desarrollo

A lo largo de la historia del hombre y en todas las civilizaciones ha estado presente el juego como
posibilidad de conocimiento, reconocimiento e interacción social y con el entorno.

CAGIGAL (1996) citado por RAMIREZ (2006) define el juego como “una acción libre, espontánea, e
intrascendente que, saliéndose de la vida habitual, se efectúa en una limitación temporal y espacial
conforme a determinadas reglas, establecidas o improvisadas, y cuyo elemento formativo es la tensión”.
Igualmente BONILLA y CAMACHO (1993) citado por BAHAMON (2004), define como juego “toda
actividad que compromete las facultades mentales, motrices y sociales de manera voluntaria y
espontanea con control autónomo (juego individual) o congestionado (juego colectivo) con la finalidad
preponderante de la entretención, el goce, la recreación o distracción”.
Figura 1

Algunos autores cubanos como MARTINEZ y CRUZ (2008) afirman que el juego es “escuela especial de
relaciones sociales, donde se consolidan constantemente las formas sociales de conductas, se aprende la
capacidad humana de colaboración e influye en todas las esferas de la personalidad, tanto como
cognoscitiva como afectiva y volitiva.

En este sentido queda sentado que el juego es toda actividad voluntaria que abstrae de la
cotidianidad, circunscrita a una delimitación temporo-espacial proporcionando diversión a través de
experiencias motrices y sensoriales que enriquecen la personalidad en lo referente a conocimientos,
interacción social y esfuerzo.

Ahora bien, el concepto de juego está muy relacionado con el de lúdica, entendida esta como una
dimensión del desarrollo humano, que de acuerdo con MAX NEEF (1993) citado por MONJE (2006) “se
presenta como una necesidad y una potencialidad. Como necesidad todo ser humano requiere de
esparcimiento, diversión y entretenimiento placentero, como potencialidad todo ser humano está apto
para crear y producir y participar en formas de diversión como los juegos y los deportes”.

Vale la pena resaltar que el juego como parte de la dimensión lúdica del desarrollo humano presenta
grandes potencialidades educativas, como lo refiere BAHAMON (2004) “el juego permite, de una manera
más dinámica y agradable afianzar las conductas psicomotoras, los patrones básicos de movimientos y
articularlos con acciones motrices más complejas; en lo social fortalece la autonomía, la solidaridad y
la capacidad de análisis para determinar lo bueno y lo malo”.
En este sentido, el mismo autor dice que el juego “es un medio cualificador del movimiento y de la
expresión corporal; es constructor de valores sociales, morales y estéticos; por consiguiente, la educación
física debe rescatarlo y valorarlo como un vínculo fundamental para que el estudiante desarrolle la
creatividad, el compañerismo, la tolerancia, la identidad corporal y cultural”.

De igual manera, el juego representa grandes posibilidades para el desarrollo de aprendizajes en las
diversas áreas del conocimiento, ahí radica la importancia de una preparación adecuada de los docentes
para hacer uso adecuado de este como una herramienta pedagógica de gran valor.

Figura 2

Existen diversas clasificaciones de juegos, tomamos como ejemplo la clasificación realizada por
HERNÁNDEZ (1993) en su Manual de Recreación, en el que los juegos se clasifican en juegos libres,
juegos educativos, juegos pre deportivos y juegos deportivos.

Siguiendo el colectivo de autores cubanos anteriormente mencionado, el juego y el desarrollo de la


dimensión lúdica presenta grandes potencialidades para la enseñanza, el aprendizaje, ya que el niño es
en esencia un ser dispuesto al juego, además los aprendizajes logrados y los conocimientos adquiridos a
través de esta dimensión son más prácticos y aplicables a la vida, teniendo en cuenta que en esta se
desarrollan características de la personalidad tan importantes para vivir en sociedad así como para forjar
la voluntad de los individuos, pero es necesario mencionar que debe existir siempre una orientación
pedagógica para que haya siempre un óptimo desarrollo humano, sin abusar del juego.
Figura 3

El juego y el desarrollo de la dimensión lúdica en el currículo permiten una flexibilización y


contextualización de este, propiciando aprendizajes más ricos, rompiendo los esquemas de la educación
tradicional, adecuándose a las necesidades y realidades del mundo contemporáneo.

En nuestra experiencia profesional hemos tenido la oportunidad de laborar en instituciones educativas


de carácter oficial y privado, donde se han podido observar practicas novedosas con buenos resultados
en las pruebas censales internas, externas y de estado, fundamentadas en la aplicación de proyectos
pedagógicos para enseñanza de diversas áreas obligatorias y fundamentales del conocimiento a través
del juego y del desarrollo de la dimensión lúdica de los estudiantes.

Aunque el juego y la dimensión lúdica se pueden abordar en las diferentes áreas de conocimiento, nos
remitimos a citar dos ejemplos relacionados con la enseñanza de las matemáticas, debido a que esta
área es la que mayor dificultad presenta para el aprendizaje en nuestro contexto.

1. En la enseñanza de las operaciones aritméticas básicas (suma, resta, multiplicación y


división) los niños de básica primaria en compañía del docente y por grupos juegan
“cucunubá”, aplicando un derrotero de operaciones previamente establecidos por el
docente a cargo. Los niños están jugando, pero a la vez están practicando y
mecanizando dichas operaciones aritméticas.
2. Con la realización de competencias atléticas y deportivas los jóvenes de básica
secundaria aprenden los conceptos básicos de fuerza y velocidad propios de la
enseñanza de la física. Además al manejar todos estos datos y para su posterior análisis,
ellos pueden aprender los conceptos básicos de la estadística como son las medidas de
tendencia central y porcentajes entre otros.

Sumado a esto el hecho de manejar datos propios y de los compañeros de curso en cuanto al
rendimiento físico, hay una mayor responsabilidad en el desarrollo de las tareas y a su vez estos
aprendizajes están contextualizados lo que los hace más ricos.

Conclusión

Consideramos el juego y el desarrollo de la dimensión lúdica en la escuela, debe ser visto como una
oportunidad de crecimiento personal y colectivo para aprendizajes autónomos y sociales aplicables al
contexto y no solo como un elemento para pasar el tiempo, situación observada frecuentemente en el
contexto educativo local. Además se hace necesario una formación pedagógica de calidad para el
desempeño docente en todos los niveles que permitan orientar adecuadamente el juego como parte de la
dimensión lúdica que permita a los estudiantes aprendizajes de mayor calidad para la vida en comunidad
y que propicien una verdadera formación integral.

Bibliografía

 ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE. 1991. Constitución Política de Colombia 1991.


Santa fe de Bogotá.
 BAHAMÓN, P. 2004. El saber integral de la Educación Física. Grafiplast. Neiva.
 HERNÁNDEZ, J.1993. Manual de Recreación. Ministerio de Educación Nacional. Editorial
Nueva Gente. Santa Fé de Bogotá.
 LEY GENERAL DE EDUCACIÓN 115. 1994. Bogotá.
 MARTÍNEZ, J. y CRUZ, M. 2008. Pequeña enciclopedia olímpica y de la cultura
física. Científico-técnica. La Habana.
 MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. 1996. Serie lineamientos curriculares Educación
Física, Recreación y Deportes. Bogotá.
 MONJE, J. 2006. Lúdica, significado y evolución para tres generaciones. Comunicación
visual creativa. Santiago de Cali.
 RAMÍREZ, G. 2006. Deporte vs Juego. A la búsqueda de un concepto
integrador. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 94.

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