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Horna Pérez, Ángel Daniel

Derecho – III

LA TEORÍA GENERAL DEL PROCESO

I) Introducción:
La teoría general del proceso engloba los campos que refieren el estudio
concentrado de los conceptos, principios e instituciones que son comunes a las
diferentes disciplinas procesales especiales que existen. Involucrarnos en la teoría
del proceso a profundidad, se interpreta como recalcar el carácter científico del
derecho procesal, entendiendo como teoría el conjunto de principios de diversos
sectores que explican el conocimiento existente, proporcionándonos así alguna
descripción de los acontecimientos observados, incluso pudiendo predecirlos.
Se puede afirmar, además, que la teoría general del proceso no alcanzará el clímax
hasta que se haya construido sólidamente su parte general, el cual entiende la
elaboración de tres conceptos, la acción, la jurisdicción y el proceso, debido a que
la idea de una teoría unitaria se impone con naturalidad al mismo tiempo que se
profundiza en ellos.
II) Desarrollo:
2.1) Los tipos de proceso
En lo que refiere a los procesos específicos, los que tienes más distinción son el
civil y el penal. Esto se puede detallar de forma precisa, al decir que, al hablar de
derecho penal no informa sobre el principio de necesidad, y en cuanto al derecho
civil, el de oportunidad.
Pero, al ponernos a pensar en tal distinción que existe entre estos procesos, nos
surge la interrogante, ¿Existe o existen algunas similitudes o puntos en común
entre ellas que puedan hacer que se relacionen?, por supuesto. Existen cuatro y
son las siguientes.
En ambos procesos las partes dependen de un participante heterónomo que va a
realizar una adjudicación.
Este punto nos muestra que al momento de que haya algún daño hacia el bien
jurídico, que podrían ser la salud, la seguridad, la familia, el patrimonio o la vida,
siempre habrá controversia entre el acusado y el agraviado, y en estos casos entra
la participación de un tercero, que será en el encargado de hacer valer el derecho
adecuadamente, a este se le conoce como juez.
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En estos procesos las partes deben estar dispuestas como adversarios, en otras
palabras, se tiene que tener la integridad necesaria para saber sobrellevar los
planteamientos de la otra, para de esa manera refutarlos con los máximos medios
de defensa a su alcance.
En los dos procesos es necesario hacer entender al juez y mostrarle eficientemente
los hechos que ocurrieron y de qué manera lo hicieron. Es necesario recalcar el
desinterés que existe en algunas personas sobre la similitud de importancia de
este hecho en lo civil como en lo penal.
En ambos procesos el funcionamiento del juez es lo mismo, él trata de construir
los hechos contados de la manera que crea conveniente para así tomar una
decisión final para el caso.
Se podría decir aquí que el juez actúa como un historiador, las fuentes que cree
innecesarias simplemente las desecha, y las que cree que son verdaderas e
influyen de manera considerable en el proceso, las toma y forma una imagen
mental para que así pueda sobrellevar y concluir de la mejor manera el caso.
2.2) Las elaboraciones teóricas de la disciplina procesal:
Toda vez que hubo una cercanía entre los dos grandes procesos, el civil y el penal,
ha habido un producto de ideas gracias a que han participado en una misma lógica.
Como primer aspecto se puede destacar que una teoría del proceso común consta
de principios y garantías que también son comunes y que pueden de esta manera
beneficiar a los distintos procesos específicos.
Un segundo aspecto es que la unidad de una teoría del proceso hace posible que
se conciban con mayor facilidad en uno u otro tipo de proceso los grandes
principios del otro.
Un tercer aspecto para precisar es la clara percepción que se tiene hoy en día
respecto al carácter instrumental de la norma procesal, puesto que esta mantiene
seguridad en la eficacia del normal material y regula el mecanismo para su
aplicación y cumplimiento.
En un cuarto aspecto de carácter general tiene que ver con la unificación respecto
al fin del proceso. Desde hace tiempo atrás han existido dos posiciones relativas a
este tema, la subjetiva, que según esta el fin del proceso es resolver un conflicto
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intersubjetivo determinando así a quien corresponde el derecho disputado, y el


objetivo, que sostiene que el fin del proceso es la actuación de la ley.
2.3) Proceso y realidad:
La utilidad que puede derivarse de la teoría general del proceso para la gestión de
las instituciones en la realidad, se puede plantear como la conveniencia, y aún la
necesidad de hacer llegar a teoría en las necesidades específicas de los seres
humanos de hoy.
En el Perú la labor de vincular el derecho con la realidad se llevó hace más de
treinta años en una reforma hecha en la facultad de derecho de la Pontificia
Universidad Católica del Perú. Entre las siguientes proposiciones se pueden
determinar los puntos más importantes.
Principalmente y, ante todo, el derecho funciona como una forma de estructuración
social, este, no puede ser comprendido aisladamente de los diferentes aspectos
de la vida social.
El derecho no puede ser analizado como un razonamiento matemático, si no,
reinterpretado por los hombres que lo usan, dentro de un determinado marco
cultural y sociológico.
III) Conclusión:
La teoría general del proceso tiene un amplio campo dentro del derecho, debido
a que las diferentes disciplinas del derecho dependen de ella, y la utilizan en
parte de su estructura o en hacer valer el derecho de una persona. Así como el
derecho penal y el civil, que son muy distintos, casi opuestos, pero comparten
ciertas compatibilidades entre ellas.
La utilidad debe estar centrada y derivarse en hacer prevalecer el derecho,
gestionando de manera adecuada las instituciones en la realidad, además de que
vaya acorde a las exigencias, necesidades y aspiraciones de la sociedad en la
que cada día de desenvuelve.
Horna Pérez, Ángel Daniel
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