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C U L T O

D E
C R U C I F I X I Ó N
12.00 Hrs.

(Indica estar de pie)

(Indica sentarse)

“Les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; pero ellos
volvieron a dar voces, diciendo: Crucifícale, crucifícale!”
E scucha de la Palabra:
Salmo 22.1-19
Sal 22:1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi
clamor?
Sal 22:2 Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo.
Sal 22:3 Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
Sal 22:4 En ti esperaron nuestros padres; Esperaron, y tú los libraste.
Sal 22:5 Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.
Sal 22:6 Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
Sal 22:7 Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:
Sal 22:8 Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía.
Sal 22:9 Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
Sal 22:10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
Sal 22:11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude.
Sal 22:12 Me han rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado.
Sal 22:13 Abrieron sobre mí su boca Como león rapaz y rugiente.
Sal 22:14 He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en
medio de mis entrañas.
Sal 22:15 Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte.
Sal 22:16 Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies.
Sal 22:17 Contar puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos me miran y me observan.
Sal 22:18 Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.
Sal 22:19 Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.
PRELUDIO MUSICAL (Reflexión y Meditación en Silencio)
ORACIÓN DE INVOCACIÓN.
“DANOS UN CORAZÓN” V-C
RITUAL DE LAS SIETE PALABRAS.
“El cordero inmolado es figura de la encarnación y pasión de Cristo”
Lect@r 1… Muchas predicciones nos dejaron los profetas en torno al misterio de Pascua que
es Cristo, «a quien sea dada la gloria por los siglos de los siglos, amén». Por su parte, Él vino
desde los cielos a la tierra a causa de los sufrimientos humanos; se revistió de la naturaleza
humana en el vientre virginal y apareció como hombre; hizo suyas las pasiones y sufrimientos
humanos con su cuerpo sujeto a la pasión y destruyó las pasiones de la carne, de modo que
quien por su espíritu no podía morir acabó con la muerte homicida. Se vio arrastrado como un cordero y degollado
como una oveja, y así nos redimió de idolatrar al mundo, como en otro tiempo libró a los israelitas de Egipto, y nos
salvó de la esclavitud diabólica, como en otro tiempo a Israel de la mano del Faraón; y marcó nuestras almas con
su propio espíritu y los miembros de nuestro cuerpo con su sangre. Este es el que cubrió a la muerte de confusión y
dejó sumido al demonio en el llanto, como Moisés al Faraón. Este fue el que derrotó a la iniquidad y a la injusticia,
como Moisés castigó a Egipto con la esterilidad. Este es el que nos sacó de la servidumbre a la libertad, de las
tinieblas a la luz, de la muerte a la vida, de la tiranía al recinto eterno, e hizo de nosotros un sacerdocio nuevo y un
pueblo elegido y eterno. Él es la Pascua de nuestra salvación. Este es el que tuvo que sufrir mucho y en muchas
ocasiones: el mismo que fue asesinado en Abel y atado de pies y manos en Isaac, el mismo que peregrinó en Jacob
y fue vendido en José, expuesto en Moisés y sacrificado en el cordero, perseguido en David y deshonrado en los
profetas. Este es el que se encarnó en la Virgen, colgado del madero, sepultado en tierra, y el que, resucitado de
entre los muertos, subió al cielo. Este es el cordero sin voz; el cordero inmolado; el mismo que fue arrebatado del
rebaño, empujado a la muerte, inmolado de vísperas y sepultado a la noche; que no fue quebrantado en el leño, ni
se descompuso en la tierra; el mismo que resucitó de entre los muertos e hizo que en el hombre surgiera desde lo
más hondo del sepulcro.
Congregación: Nuestra salvación, Señor, es quererte y amarte; danos la abundancia de tus dones y, así
como por la muerte de tu Hijo esperamos alcanzar lo que nuestra fe nos promete, por su gloriosa
resurrección concédenos obtener lo que nuestro corazón desea. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

“EN EL MONTE CALVARIO” V-C

PRIMERA PALABRA
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc. 23.34)
Jesús estaba cumpliendo la profecía que encontramos en Isaías 53:12: “orado por los transgresores”.
 ¿Por quiénes pedía específicamente? En realidad, por todos nosotros.
 Como Pedro explicó: “toda la casa de Israel” crucificó a Cristo (Hechos 2:36) y todos
los presentes en el templo mataron “al Autor de la vida” (Hechos 3:15).
 Más adelante, Pablo extiende la lista de pecadores a toda la humanidad (Romanos
3:23).
Perdón es una palabra muy profunda pero muchas veces no muy practicada.
 Quizás son pocas las veces en que pensamos en esta palabra.
 Yo personalmente pienso en ella diariamente comenzando con mi vida propia, y las de
las demás personas al mi alrededor.
Aquí, en esta porción vemos a Jesucristo, el hijo unigénito de Dios,
 el creador del hombre y el universo,
 el que vio a Adan, Noé, Abraham, los profetas y todos los demás.
 El que no tiene principio ni fin,
 la segunda persona de la trinidad.
Jesús la Roca de la cual los Israelitas tomaban agua en el desierto,
 la Roca que fue golpeada por Moisés porque estaba frustrado.
 Aquí estaba el cordero perfecto,
 el único ser humano en la historia de la humanidad que NUNCA pecó en su vida
entera.
La única persona que logro cumplir la ley que tantas personas religiosas peleaban
 porque debía de ser seguida y sin embargo ellos mismos lo crucificaron.
Al comienzo de este sacrificio tan grande y doloroso, Jesús decía:
 Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
 Fíjense que dijo Padre y no YO los perdono.
 Jesucristo dependió de su padre para fuerzas y continuó poniendo su fe en el Padre
de el para poder llevar acabo esta sacrificio tan grande.
Sin embargo he llegado a la conclusión que la razón número uno por la cual no
podemos perdonar a los demás es por la razón que no hemos ¡muerto al yo!
 Tenemos que poner nuestros rencores y odios por los demás a un lado y
 verlos a ellos a través de los ojos de Jesucristo cuando le pidió a Su Padre que los
perdonara.
Cuanto no hemos sido perdonados nosotros mismos pero tan difícil que se nos hace
perdonar a los demás.
 Pidamos a Dios que podamos perdonar a nuestros enemigos como Jesucristo lo hizo
en la cruz del calvario.
OREMOS. Aunque he sido tu enemigo, mi Jesús: como confieso, ruega por mí: que, con eso, seguro
el perdón consigo. Cuando loco te ofendí, no supe lo que yo hacía: sé, Jesús, del alma mía y ruega al
Padre por mí.
SEGUNDA PALABRA
“En verdad, en verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso”
(Lc. 23,43)
La crucifixión de Jesucristo continúa. Nuestro Salvador está entre dos ladrones y
uno de ellos se burla junto con todos los demás de él.
 Le piden que se salve el mismo.
 Se burlan de nuestro Dios constantemente.
 Pero, se da el caso que uno de ellos por fin llega a sus sentidos, siente la convicción de sus
pecados y reconoce que este SI es el HIJO DE DIOS.
En el versículo anterior leemos que uno de los ladrones que estaba al lado de Jesús le dice al
ladrón que esta al otro lado que ellos están allí por razones justificadas.
Pero Jesús era un hombre justo que no había hecho nada para estar crucificado.
Luego lo mira… Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
 Este ladrón reconoció que Jesús SÍ ERA REY.
 Reconoció que necesitaba ser salvo de sus pecados.
 Esta es la única vez que encontramos que alguien se haya salvado en las últimas horas de su
vida.
 Te aseguro que, si aun el mismo Judas Iscariote estuviera allí pidiendo perdón a Jesús, lo
hubiera perdonado también.
Vemos como Jesús en su amor por la humanidad le dice a este ladrón perdonado que hoy mismo
se verían en el paraíso.
 ¡Que hermoso saber que Jesús aún está dispuesto a mostrar su llamado a salvar a las almas aun
estando clavado en una cruz!
 Le pregunto mis hermanos, si usted se muriera hoy, ¿estaría en el paraíso con Jesús? Dios les
bendiga.
OREMOS. Tened piedad de nosotros, Señor, tened piedad de nosotros. Dios mío, creo en Ti, espero
en Ti, te amo y me arrepiento de haberte ofendido con mis pecados.

TERCERA PALABRA
“Mujer, he ahí a tu hijo; hijo, he ahí a tu madre.” (Jn. 19, 26-27)
Una de las relaciones más profundas y poderosas en los seres humanos es la de
una madre y un hijo.
 He visto a hombres ancianos llorar por sus madres.
 No creo que haya un ejemplo más impactante en la Biblia que
muestre esto como lo muestra esta escritura.
 María, la mujer escogida por Dios para traer a nuestro Salvador al mundo ahora está en agonía
mientras ella ver a su primer hijo crucificado en la cruz del calvario.
A pesar de que podemos pensar que esto era algo que quizás María no entendía, yo pienso que sí
ya que la Biblia dice que ella guardaba estas cosas en su corazón refiriéndose a cuando Jesús era
niño y discutía con los maestros en el templo.
 Aún como madre ella entendió y creyó por fe lo que Jesús había dicho sobre un consolador ya
que ella también estuvo presente en el día de Pentecostés.
En los tiempos bíblicos, las mujeres eran muy maltratadas.
 Se dice que María quizás era viuda ya que José después del incidente de cuando el niño Jesús
estando en el templo, nunca se vuelve a mencionar.
Jesús miraba a esta mujer virtuosa, sufriendo, lágrimas corriendo por sus mejillas, pasando un
dolor que solo una madre puede comprender y soportar.
 Al que ella conoció como su hijo allí clavado por haber hablado la verdad, hecho milagros y
dado pan al hambriento.
Una vez más, vemos que Jesús es un hombre justo que no se olvida de nadie.
 En un momento indicado, el mira a su discípulo amado Juan y le encarga que el cuide a María
y la recibiera como si ella fuera su propia madre.
La compasión de Cristo mostrada en tantas diferentes maneras en la cruz.
 El cual reprendió a los fariseos porque ellos robaban de las viudas se aseguró que María no
estuviera sola.
 Esto, mis hermanos, ES COMPASIÓN.
 Hagamos lo mismo.
OREMOS. Tened piedad de nosotros, Señor, tened piedad de nosotros. Dios mío, creo en Ti, espero
en Ti, te amo y me arrepiento de haberte ofendido con mis pecados. Amén.
“ME HIRIO EL PECADO” 164 HM

ALABANZA
CONGREGACIONAL
GRUPO DE ALABANZA

CUARTA PALABRA
“¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?” (Mc. 15, 34; Mt.
27, 46)
Muchos han descrito el Infierno como el lugar más desolado posible porque
ya no tenemos acceso al Padre desde ahí.
 Mientras estamos vivos, SIEMPRE tendremos acceso a nuestro Padre
Celestial.
 Sin embargo, Jesucristo por un momento experimentó este momento en la cruz del
calvario.
La Biblia dice que el que fuera colgado de una cruz sería maldito.
 Es por esta razón que Jesucristo tomó la maldición de nuestros pecados sobre él.
 Cuando Jesucristo hizo este clamor era simplemente porque Jesucristo cargaba
nuestros pecados sobre Él,
 nuestro Padre tuvo que apartarse de su hijo.
En mis palabras, este fue el momento que el sacrificio de la cruz del calvario tomo su
significado más crucial.
 Es aquí donde nosotros debemos de comprender lo que Jesús hizo por nosotros.
Mientras tengamos vida, tenemos la esperanza que nuestro Padre NUNCA nos
abandonara.
 Ya Jesucristo tomó esa carga por nosotros.
 Hagamos todo lo que sea necesario para poder comprender y apreciar lo que Jesús ha
hecho por todos nosotros.
OREMOS Todos nuestros pecados se hacen hematoma en tu Carne, oh Verbo. Todos
nuestros rictus te deforman el Rostro. En tu soledad se refugian todas las soledades
de la Historia Humana... En tu grito vencido detonan, oh Jesús, todos nuestros gritos
ahogados, todas nuestras blasfemias... Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado? ¿Por qué nos abandonas en la duda, en el miedo, en la impotencia?
¿Por qué te callas, Dios, por qué te callas delante de la injusticia, en México, en
África, en el mundo, ante los tribunales o en los bancos...? ¿No te importan los hijos
que engendraste? ¿No te importa tu Nombre? Es la hora de las tinieblas, del silencio
del Padre, para su Hijo. Es la hora de la fe, oscura y desnuda, del silencio de Dios,
para todos nosotros... El Señor nos ampare. Amén.

QUINTA PALABRA
“Tengo Sed” (Jn. 19,28)
Salmo 69:20-21
El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé quien se
compadeciese de mí, y no lo hubo; Y consoladores, y ninguno hallé. Me
pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre.
La sed es algo que todos podemos comprender.
 Todos hemos estado sedientos en algún punto en nuestra vida.
 Pero lo que está sucediendo aquí es muy diferente a tener sed.
 Nuestro Salvador ya lleva muchas, muchas horas después de ser golpeado y torturado
en tantas formas.
 Ni tan siquiera se apiadaron de él, y no le dieron agua para su cuerpo maltratado.
Si tomamos unos pasos atrás de unos tres años y medio atrás cuando Jesús estaba por
comenzar su ministerio.
 El estuvo en ayuno por cuarenta días.
 Las escrituras dicen que luego tuvo hambre.
 Fíjense que no dijo que tenía sed, solo hambre.
Es importante recordar que Jesucristo era 100% Dios y 100 % hombre a la misma vez.
 Estaba sujeto a su humanidad lo cual concluimos que era imposible que él no tomara
agua por cuarenta días.
 Si Jesucristo hubiera intentado esto, él se hubiera muerto por que es imposible para
un cuerpo humano durar tanto tiempo sin líquidos.
Ahora vemos a Jesús declarar que su cuerpo humano tenía sed.
 Pero los soldados Romanos en cambio le dieron vinagre.
 Es interesante ver lo que usaron como vara para la esponja para darle de beber a
Jesucristo.
 Esto tiene un significado MUY PROFUNDO.
 ¡Pero si la Palabra de Dios hoy día todavía nos dice TENGO SED, quiere decir que
todavía tiene sed!
¿Pero de que tendrá sed Dios te preguntas?
Dios te dice hoy:
Tengo sed de Justicia
Tengo sed de tu alabanza
Tengo sed de tu adoración
Tengo sed de tus oraciones
Tengo sed de escuchar tu linda voz pidiéndome por tus necesidades
Tengo sed de que me busques a mi
Tengo sed y deseo tomar contigo de las aguas profundas de Mi.
¿Y usted, que le dará al Señor para saciar la sed de Él, o lo dejaras en la cruz pidiendo?
OREMOS. Tú tienes sed ¿de qué, oh Fuente Viva? En el manantial quebrado de tu
Cuerpo los ángeles se sacian. Y todos los humanos bebemos en tus ojos moribundos
la luz que no se apaga. Tierra de nuestra carne, calcinada por todo el egoísmo que
brota de la Humanidad, tienes la sed del Amor que no tenemos, ebrios de tantas
aguas suicidas... Sabemos, sin embargo, que será de esa boca, reseca por la sed, de
donde nos vendrá el Himno de la Alegría, el Vino de la Fraternidad, ¡la crecida
jubilosa de la Tierra Prometida! ¡Danos sed de la sed! ¡Danos la sed de Dios! Amén.
SEXTA PALABRA
“Consumado es”
(Jn. 19, 30)
Nuestro apreciado Jesús ha cumplido su propósito en la tierra.
 El vaso que le pidió al Padre que fuera quitado de El no fue.
 Su Padre sabía que era necesario que el sacrificio se cumpliera.
 Muchas personas han preguntado por años:
¿Cuál sería el segundo plan que Dios tendría si Jesucristo no tuviera que
haber muerto en la cruz?
 La respuesta es muy sencilla.
 ¡NO HABÍA OTRO PLAN! Este fue el único.
 El fallar este cumplimiento dejaría a la humanidad sin ninguna esperanza.
Jesucristo en todo su conocimiento del pasado, presente y futuro camino en obediencia
para mostrar lo que Él tenía que hacer para nosotros.
 Es mi opinión que es imposible en nuestro estado humano comprender lo que este
sacrificio tomó para nosotros poder recibir nuestra salvación.
 Cristo cumplió su propósito en la tierra.
 ¿Está usted cumpliendo el suyo?
 Si no lo está haciendo, estás haciendo este sacrificio en vano para Ti.
OREMOS. De Tu parte, ¡sí! De nuestra parte, nos falta aún ese largo día a día de cada
historia humana, de toda la Humana Historia. Tú ya lo has hecho todo, ¡Rey y Reino!
Todo está por hacer, a la luz del Reino, en esta noche que nos cerca (de lucro y de
egoísmo, de miedo y de mentira, de odios y de guerras). El Padre te dio un Cuerpo de
servicio y Tú has rendido el ciento, el infinito. Todo está consumado, en el Perdón y
en la Gloria. Todo puede ser Gracia, en la lucha y en el camino. Ya has sido el
Camino, Compañero. Y eres, por fin, ¡la Llegada! En tu Cruz se anulan el poder del
Pecado y la sentencia de la muerte. Todo canta Esperanza... Amén.
“JUNTO A LA CRUZ” 162 HM

SÉPTIMA PALABRA
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc. 23, 46)
Esta palabra expresa la ofrenda de la propia vida, que Jesús pone a
disposición del Padre.
 Invoca el Salmo 31:5, en que el justo atormentado confía su vida al Dios
bondadoso y fiel.
En Cristo todo se había cumplido, sólo quedaba morir, lo que acepta con agrado y
libertad (Lucas 10,18).
 Esteban, uno de los mártires cristianos, imitó a Cristo en la primera palabra, lo hizo
también en esta última, encomendando su espíritu en el Señor Jesús (Hechos 7,59).
 Así nosotros también cuando nos llegue nuestra hora, confiadamente confiemos
nuestro espíritu a nuestro Padre Dios.
“ROSTRO DIVINO” 166HM
ORACIÓN DE ENTREGA.
Dir. A Ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; Tú, que eres justo, ponme a salvo. A tus manos
encomiendo mi espíritu: Tú, el Dios leal, me librarás.
PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU
Dir. Soy la burla de todos mis enemigos, la irrisión de mis vecinos, el espanto de mis conocidos; me ven por la
calle, y escapan de mí. Me han olvidado como a un muerto, me han desechado como a un cacharro inútil.
PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU
Dir. Pero yo confío en Ti, Señor, te digo: «Tú eres mi Dios.» En tu mano están mis azares; líbrame de los
enemigos que me persiguen.
PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU
Dir. Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. Sed fuertes y valientes de corazón, los que
esperáis en el Señor.
PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU. AMÉN.

OFERTORIO- INTERLUDIO- CONSAGRACIÓN


“POR SU LLAGA” V-C

BENDICIÓN APOSTOLICA
TODOS SALIMOS EN SILENCIO

POSTLUDIO
PREDICACIÓN: Pbro. I. Emilio Jesús Saldívar Cano 7.00 AM
Director de Culto: Hno. Efrén García Guzmán

Hevenu
Shalom Aleichem

IGLESIA METODISTA DE MÉXICO, A.R.


TEMPLO
“ÁGAPE”
Juan Escutia 17 Guadalupe del Mora CDMX.
Tel. Cel. 5525448118
Pastor. Emilio Jesús Saldívar Cano
Email. ejsc56@gmail.com

19 de Abril del A.D.


2019
“DÍA DE LA PASIÓN
Y MUERTE”
Hacemos bien en mirar hoy con emoción agradecida a Cristo en la Cruz. Dios ha reconciliado consigo a la
humanidad pecadora, no aplicando sin más la justicia, sino asumiendo él mismo –el “dolor de Dios”- el
castigo que nosotros merecíamos. Cristo en la Cruz es el hombre que asume y resume todo el dolor de la
humanidad, de antes y después de él. En él escuchamos el grito de dolor de tantos que sufren, que
padecen los horrores del hambre y la guerra, de la violencia y de la injusticia. Dios no hace oídos sordos al
mal y al dolor: lo ha hecho propio y ha muerto en la cruz. No nos ha salvado desde la altura, sino desde
dentro de nuestra historia. Nuestra mirada “al que traspasaron” está llena de fe. Y, a la vez, de esperanza,
porque sabemos que Dios aceptó la entrega de su Hijo y lo libró de la muerte y lo resucitó a una nueva
vida, que es la misma que nos quiere transmitir a nosotros. EJSC

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