“POLITICA COMPARADA Y EL METODO COMPARATIVO” Política comparada y el método comparativo
Arend Lijphart
Entre los diferentes campos o subdisciplinas en los que la Ciencia
Política es dividida, la política comparada es la única que lleva aparejada una metodología en lugar de una clasificación explícita. El término política comparada indica el “como” pero no especifica el “qué” del análisis. En realidad, muchos investigadores de este campo han sido lo que Sartori llama “investigadores inconscientes” faltos de conocimiento y no guiados por la lógica y los métodos de la ciencia empírica, aunque bien ilustrados en técnicas de investigación cuantitativas. Una razón de ello es que el método comparativo es tan básico, y es básicamente simple la aproximación, que realmente no existe una metodología del análisis político comparado. Como señala Sartori, el otro extremo es el de los “investigadores sobre conscientes” cuyos “standards de método y teoría son sacados de las ciencias físicas. Este carece de solidez. El propósito del artículo es contribuir con los “investigadores conscientes” en política comparada, focalizando a la comparación como un método de investigación política. El trabajo intentará analizar no sólo la inevitable fragilidad y limitaciones del método comparativo, sino también sus más grandes poderes y potencialidades. En la literatura de política comparada una amplia variedad de significado está unida a los términos “comparación” y “método comparativo”. El método comparativo es definido aquí como uno de los métodos básicos -los otros son el experimental, el estadístico y los métodos de estudios de casos- de establecimiento de proposiciones empíricas generales. Este es, en primer lugar, definitivamente un método, no un mero término conveniente que simboliza vagamente el foco de los intereses propios de investigación. No es un establecimiento especial de intereses explícitos en el sentido de la definición de Einsenstadt del estudio comparativo en la investigación social: él establece que el término no designa propiamente a un método, sino más bien a un foco especial en el entramado social, o en los aspectos macrosociales de sociedades de análisis social. En segundo lugar, el método comparativo es definido aquí como uno de los métodos el método comparativo es definido aquí como uno de los métodos científicos básicos, no es el “método científico”. Esta definición difiere de la que sostiene Laswell y Almond, quienes sostienen que tiene sentido hablar de una política comparada en la ciencia política puesto que si ésta es una ciencia, ello implica que es comparativa en su estudio. En tercer lugar, el método comparativo es visto aquí como un método de “descubrimiento de relaciones empíricas entre variables”, no como un método de medición. En este sentido Kalleberg define al método comparativo como una “forma de medición”; comparación significa “ordenación no métrica”, o en otras palabras medición ordinal. Finalmente, podría hacerse una clara distinción entre método y técnica. El método comparativo es una amplia vía, un método general, no una técnica afinada, especializada. El método comparativo también puede ser entendido como una estrategia de investigación básica, en contraste con una mera táctica de apoyo para investigar.
LOS METODOS EXPERIMENTAL, ESTADÍSTICO Y COMPARATIVO
La naturaleza del método comparativo puede entenderse mejor si es
comparado y contrastado con las otras dos estrategias fundamentales de la investigación: los métodos experimental y estadístico. Los tres métodos apuntan a la explicación científica que consiste en el establecimiento de relaciones empíricas generales entre dos o más variables, mientras todas las demás variables son controladas, esto es, se mantienen constantes. El método experimental, en su forma más sencilla, usa dos grupos equivalentes, uno de los cuales (el grupo experimental) es expuesto a un estímulo mientras el otro (el grupo de control) no lo es. Luego, los dos grupos son comparados y ninguna diferencia puede ser atribuida a los estímulos. De este modo uno conoce la relación entre dos variables, con el importante aseguro que otras variables no se involucraron, porque uno de los grupos quedó igual. Este método es el que más se acerca al método ideal para la explicación científica, pero desafortunadamente sólo raras veces puede ser utilizado en ciencia política, debido a impedimentos prácticos y éticos. Una alternativa el método experimental es el método estadístico. Este vincula el concepto (matemático) de manipulación de éstos empíricamente obtenidos, con el objeto de descubrir relaciones controladas entre variables. Este toma el problema del control por medio de correlaciones. Por ejemplo, cuando uno quiere estudiar la relación entre la participación política y el nivel de educación alcanzada, uno podría controlar la influencia de la edad ya que las generaciones más jóvenes han recibido más educación que las generaciones más viejas. Esto puede ser hecho parcialmente dividiendo la muestra en el número de grupos de edades diferentes y atendiendo a las correlaciones entre participación y educación, sin tomar cada grupo de edad separado. Lazarfeld mantiene que es un procedimiento de investigación tan básico que es aplicado siempre automáticamente en la investigación empírica. Cada vez que un investigador se encuentra enfrentado con una relación entre dos variables, inmediatamente comienza la “tabulación cruzada”, por ejemplo, para considerar el rol de variables más distantes. El método estadístico puede ser visto como una aproximación del método experimental. Con Nagel enfatiza, “cada rama de la investigación que apunta a leyes generales confiables concernientes al asunto empírico debe emplear un procedimiento que, si no es estrictamente la experimentación controlada, tenga las funciones lógicas esenciales del experimento en la investigación. El método estadístico tiene esas funciones esenciales, pero no es tan fuerte como el experimental, puesto que este no puede tomar tan bien el problema del control. Este no puede quizás, controlar las otras variables simplemente por otras “variables claves”, que son conocidas o que se sospecha su influencia. Sin embargo, estrictamente hablando, el método experimental no puede tomar el problema del control perfectamente, porque el investigador nunca puede estar completamente seguro de que sus grupos están actualmente igual en todo aspecto. Pero el método experimental provee la aproximación más cercana a este ideal. A su vez, el método experimental constituye una forma especial del método estadístico, pero solo si uno agrega que esta es una forma especialmente potente. La lógica del método comparativo es también la misma que la del método experimental. El método comparativo se parece al método estadístico en todos los aspectos, excepto en uno: el número de casos que trata es demasiado pequeño para permitir un sistema de control por medio de correlaciones parciales. Este problema ocurre también en las operaciones estadísticas, especialmente cuando uno quiere controlar simultáneamente muchas variables, ya que así a uno se le acaban rápidamente los casos. El método comparativo puede ser usado cuando el número de casos disponibles para el análisis es tan pequeño que no es factible la tabulación cruzada de ellos con el propósito de establecer controles confiables. Consecuentemente, no hay una clara línea divisoria entre los métodos estadístico y comparativo, la diferencia depende enteramente del número de casos. De esto se desprende que en las situaciones de investigación, donde tenemos un número intermedio de casos, una combinación de ambos métodos es lo adecuado. Cuando los casos son sistemas políticos nacionales, el número de casos es necesariamente tan pequeño que ha de ser usado el método comparativo. Aparte, se puede considerar al método comparativo desde la propia perspectiva y contestar cuestiones como las sugeridas por Beer y Eckstein ¿La comparación puede ser vista como el “equivalente científico social del laboratorio científico natural”? y ¿Es el método comparativo en las ciencias sociales realmente un adecuado substituto del método experimental en las ciencias naturales? La respuesta es que el método comparativo no es el equivalente del método experimental sino solo un substituto imperfecto. El “investigador consciente” en política comparada, debería tener en cuenta las limitaciones del método comparativo, pero debería reconocer también sus potencialidades y sacar ventajas.
EL METODO COMPARATIVO: INCONSISTENCIAS Y POTENCIALIDADES
Los principales problemas que enfrenta el método comparativo pueden
ser sucintamente señalados como: muchas variables, pocos casos. Estos dos problemas están estrechamente relacionados. El primero es común para virtualmente toda investigación en ciencia social, más allá del método particular aplicado; el otro es peculiar del método comparativo y vuelve al problema del manejo de muchas variables más difícil de resolver. Antes de dirigirse a la discusión de las sugerencias específicas para minimizar estos problemas, cabe hacer dos comentarios generales. Primero al menos, en la medida en que sea posible, uno debería utilizar el método estadístico en lugar del poco resistente método comparativo. Pero al menos, dada la inevitable escasez del tiempo, energía y recursos financieros, el análisis comparado intenso de unos pocos casos podría ser más fructífero que un análisis estadístico más superficial de numerosos casos. En tal situación, la aproximación más provechosa sería el tomar al análisis comparado como la primera etapa de la investigación, en la cual las hipótesis son cuidadosamente formuladas, y al método estadístico como la segunda etapa, en la que éstas hipótesis son testeadas, tantas veces como sea posible. En un tipo de investigación de “cruzamiento nacional comparativa”, éste es lógicamente posible y podría ser provechoso trasladarse del método comparativo al estadístico. Rokkan distingue dos tipos de análisis de “cruzamiento-nacional”. Uno es el testeo de “macro hipótesis” abarcando las “interrelaciones de elementos estructurales de todos los sistemas”, aquí el número de casos tiende a ser limitado, y uno tiene que atenerse al método comparativo. El otro es el de “micro replicaciones” destinado a testear fuera, en otros ambientes nacionales y culturales, una proposición ya válida en un lugar. Aquí también uno puede usar el método comparativo, pero si la proposición en cuestión focaliza sobre los individuos como unidades de análisis, se puede utilizar el método estadístico. El segundo comentario general hace referencia a un peligro que provoca la aplicación del método comparativo: la falacia de atribuir mucho más significado a hallazgos negativos. El método comparativo no deberá caer en lo que Galtung llama “la tradicional metodología citación / ilustración, donde los casos son tomados en concordancia con la hipótesis, y las hipótesis son rechazadas si un caso desviado es encontrado. Por supuesto que todos los casos deberían ser sistemáticamente seleccionados y la investigación científica debería apuntar a generalizaciones probabilísticas y no universales. La tendencia errónea a rechazar una hipótesis sobre la base de un simple caso desviado, es rara cuando es usado el método estadístico para analizar una gran muestra, pero en el análisis comparativo de un pequeño número de casos aún una simple desviación hallada tiende a destacarse mucho. Uno o dos casos desviados, obviamente, constituyen un problema mucho menor en el análisis estadístico de numerosos casos que en un estudio comparado de unos pocos casos. Los casos desviados debilitan una hipótesis probabilística, pero ellas sólo pueden invalidarla si se suceden en un número suficiente como para hacer desaparecer totalmente la hipotetizada relación. Después de estas observaciones introductorias, vamos a dirigir la discusión a los modos y medios específicos de minimizar el problema del método comparativo “muchas variables / pocos casos”. Esta puede ser dividida en cuatro categorías.
I. TRATAR DE AUMENTAR EL NUMERO DE CASOS LO MÁXIMO POSIBLE. La
política moderna comparada ha hecho grandes progresos al respecto, gracias a los innovadores que idearon vocabularios universalmente aplicables de conceptos políticos relevantes, especialmente las aproximaciones basadas en la teoría parsoniana y en el funcionalismo de Almond. Esto hace que los casos que antes resultaban inaccesibles sean accesibles para el análisis comparativo. Además de extender el análisis geográficamente, uno también debe considerar las posibilidades de la extensión “longitudinal” (cruce histórico) incluyendo todos los casos históricos posibles. Este tipo de estudio podría conducirnos a establecer analogías entre instituciones políticas de otras épocas y países remotos. II. REDUCIR EL ESPACIO PROPIO AL ANÁLISIS. Si la muestra de casos no puede aumentarse, es posible combinar una o más variables que expresen una característica esencial en una sola variable. Entonces, el número de celdas en la matriz que representa la población, se reduce y el número de casos en cada celda aumenta correspondientemente. III. ENFOCAR EL ANÁLISIS COMPARATIVO SOBRE CASOS “COMPARABLES”. En este caso, entendemos por “comparables”: similar en un número de características importantes (variables) que se las quiera tratar como constantes, pero disímiles en aquellas variables que conciernen a lo que nosotros queremos relacionar. Uno puede reducir considerablemente el número de variables operativas y puede estudiar sus relaciones bajo condiciones controladas sin el problema de quedarse sin casos. John Stuart Mill también hablaba del “método de diferencia” y del “método de variaciones concomitantes”. El primero consiste en comparar instancias en las cuales un fenómeno ocurre con instancias similares en las que el fenómeno no se da. El segundo método, es un método más sofisticado que el anterior: en vez de observar solo la presencia o la ausencia de variables operativas, este método observa y mide las variaciones cuantitativas de las variables operativas y relaciona a estas con cada una. Como en el método de la diferencia, todas las variables deben dejarse constantes. Muchas veces se lo considera el método de Mill como la primera formulación sistemática del moderno método comparativo. De todas maneras, el mismo Mill pensaba que los métodos de diferencia y concomitancia no podían ser aplicados a las ciencias sociales porque no podían encontrarse los suficientes casos similares. Otro medio que ayudaría al método comparativo es el concepto de “área de aproximación”: buscar un área donde encontremos casos que presentan muchas características en común. Según Gunnar Heckscher “los estudios de área son la esencia de los gobiernos comparados” y señala que el “número de variables que frecuentemente es muy alto, puede verse reducido en el caso de haber escogido un buen área de aproximación”. Macridis y Cox también agregan que si las áreas se caracterizan por tener uniformidades políticas y no políticas, el área de aproximación será de un gran valor ya que algunos procesos políticos van a ser comparados con una misma configuración y con antecedentes comunes. Estos autores citan a América Latina como un ejemplo de área de aproximación. Por otro lado, A. Rustow declaró en un artículo reciente que el método del área de aproximación era prácticamente “obsoleto”. Este autor argumenta que la mera proximidad geográfica no nos da necesariamente las mejores bases para una comparación, y agrega que la “comparabilidad es una cualidad impartida a ellos desde la perspectiva del observador”. Bruce Russot, mediante un proceso inductivo más un análisis de factores de 54 variables socioculturales similares que correspondían a ciertas áreas o regiones cercanas. Pero el área de aproximación contribuye a la política comparada es solo una ayuda al método comparativo pero no si se constituye en un fin en sí mismo. De otra manera se caería en el peligro de “encasillamiento” que señala Rustow. El área de aproximación no debe usarse indiscriminadamente, sólo cuando ofrece la posibilidad de establecer controles cruzados. Una manera alternativa de maximizar la comparación es analizar un solo país diacrónicamente. La comparación de una misma unidad en diferentes momentos generalmente ofrece una solución mejor al problema del control que tiene la comparación a más unidades en un mismo aumento, aunque el control nunca pueda ser perfecto; el mismo país no es lo mismo en distintos momentos. Un ejemplo de este tipo de estudio es el que realizó Frye al analizar el sistema de partidos, los grupos de interés y la estabilidad política en Alemania bajo la República de Weimar y la República de Bonn. Aunque el sistema político nacional constituye la unidad de análisis, la comparación puede mejorarse centrándonos en lo “intranacional” en vez de hacer una comparación internacional (por ejemplo comparar el Sur con el Norte de Italia, y no directamente Italia con Alemania. La ventaja de la comparación intraunitaria es que las diferencias intraunitarias se pueden mantener constantes. Entonces, habiendo localizado los que aparecen como “factores operativos” en las comparaciones intraunitarias, es posible mover a éstas para ver si las mismas diferencias se mantienen a lo largo del estudio. Como dicen J. Linz y A. de Miguel, una buena aproximación sería combinar la comparación intranacional con la internacional (por ejemplo si comparamos sistemas presidencialistas con parlamentarios, es mejor comparar Manitoba y Dakota del Norte que Estados Unidos e Inglaterra, porque los dos primeros casos son mucho más similares que los dos últimos que además tienen otro tipo de diferencias.)
IV.CONCENTRAR EL ANÁLISIS COMPARATIVO EN LAS “VARIABLES CLAVES”.
Así el problema de “muchas variables” se podría aliviar no solo con algunas aproximaciones específicas sugeridas anteriormente sino también con un compromiso general de “parsimonia teórica”. El análisis comparativo debe evitar el peligro de ser sobrecargado con un número demasiado grande de variables perdiendo así la posibilidad de descubrir relaciones controlables. Entonces debe restringirse juiciosamente las “variables claves” omitiendo aquellas de marginal importancia. “Parsimonia” sugiere lo que La Palombara llama “aproximación segmentada” apuntando a la formulación de proposiciones de mediando alcance. No es casual que las aplicaciones más fructíferas del método comparativo hayan sido en áreas antropológicas. En las sociedades primitivas, el número de variables no es tan amplio como en las sociedades avanzadas. Entonces todos los factores pueden ser analizados mas fácilmente. La antropología puede proveernos casi de un laboratorio de la cuasi experimental aproximación al fenómeno social. La ciencia política carece de esta ventaja pero puede aproximarse si pone atención en las “variables claves” en el estudio comparativo. Otro tema es el de la política comparada como área o campo y la comparación como método. En política comparada otros métodos también pueden usarse y el método comparativo es también aplicable a otras disciplinas. El método cuantitativo es una forma especial del método comparativo. Este muestra una de las muchas maneras en que un investigador imaginativo puede usar para la aplicación del método comparativo.
EL METODO COMPARATIVO Y EL ESTUDIO DE CASO
Así como el método estadístico se aplica a muchos casos, el método comparativo sólo a algunos, el “estudio de caso” se aplica a uno solo. La ventaja del estudio de caso es que concentrándonos en un solo caso, la unidad es intensamente examinada aún cuando las fuentes de información sean limitadas. Pero el estudio de caso no puede constituir ni las bases para establecer una generalización válida ni los fundamentos para refutar generalizaciones ya establecidas. De todas maneras, estos estudios son una importante contribución para establecer proposiciones y para construir teorías. Existen seis tipos de estudios de caso:
1- Estudios ateóricos de caso se interesan por el caso
per se 2- Estudios interpretativos de caso
3- Estudios generadores de hipótesis
4- Estudios confirmadores de teorías se usan para la elaboración de
5- Estudios refutadores de teorías teorías
6- Estudios de casos desviados
1- Son los tradicionales estudios de un país o de un caso. Son
completamente descriptivos y no están motivados ni guiados por ninguna hipótesis. El aporte de estos estudios es muy pobre, pero como señala La Palombara, estos estudios descriptivos son útiles como fuente de información cuando estudiamos sistemas que no conocemos del todo. Por lo tanto contribuyen indirectamente a la construcción de teorías. 2- Son seleccionados para el análisis por el interés en el caso más que por el interés de formular una teoría general. Se distinguen del anterior porque estos hacen uso explícito de proposiciones teóricas establecidas. No buscan contribuir a las generalizaciones empíricas porque su valor en términos de construcción de teorías es casi nulo. 3- Estos parten de hipótesis vagas intentando terminar por comprobarlas en varios casos. Sus objetivos serían desarrollar generalizaciones teóricas en áreas en donde todavía no existen. Tienen mucho valor. 4 y 5- Son análisis de caso sin un armazón o esqueleto de generalizaciones establecidas. El estudio de caso es una prueba de la proposición la cual podría finalmente ser confirmada o no. 6- Son estudios de casos que se conocen como desviaciones de teorías generales. Estos estudios se realizan para buscar el por qué o las causas de sus desviaciones.
En síntesis, los estudios generadores de teorías (3) y los estudios de
desviaciones de caso (6) son los más importantes por su contribución a la teoría.